99.z - llavora(c), jordi

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El compromiso de EdicionesBabylon con las publicaciones

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Ediciones Babylon apuestafervientemente por el libro electrónicocomo formato de lectura. Lejos deconcebirlo como un complemento deltradicional de papel, lo considera unpoderoso vehículo de comunicación ydifusión. Para ello, ofrece libroselectrónicos en varios formatos, comoePub, PDF o Mobi, todos sin protecciónDRM, puesto que, en nuestra opinión, lamejor manera de llegar al lector es pormedio de libros electrónicos de calidad,

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Sin embargo, esta política no tienesentido si el comprador no se involucrade forma recíproca. El pirateoindiscriminado de libros electrónicospuede beneficiar inicialmente al usuarioque los descarga, puesto que obtiene unproducto de forma gratuita, pero laeditorial, el equipo humano que haydetrás del libro electrónico en cuestión,ha realizado un trabajo que se refleja, enel umbral mínimo posible, en su precio.Si no se apoya la apuesta de la editorialadquiriendo reglamentariamente loslibros electrónicos, a la editorial leresultará inviable lanzar nuevos títulos.Por tanto, el mayor perjudicado por la

piratería de libros electrónicos, es elpropio lector.

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ADVERTENCIA

El contenido de esta obra es ficción.Aunque contenga referencias a hechoshistóricos y lugares existentes, losnombres, personajes, y situaciones sonficticios. Cualquier semejanza conpersonas reales, vivas o muertas,empresas existentes, eventos o locales,es coincidencia y fruto de laimaginación del autor.

©2012, 99.z©2012, Jordi Llavoré©2012, Ilustración de portada:

Dibujante Nocturno (Francisco Garcés)©2012, De esta publicación digitalColección Krypta nº5

Ediciones BabylonCalle Martínez Valls, 5646870 Ontinyent (Valencia-España)[email protected]: 978-84-15565-36-9

Todos los derechos reservados.No está permitida la reproducción

total o parcial de cualquier parte de laobra, ni su transmisión de ninguna formao medio, ya sea electrónico, mecánico,fotocopia u otro medio, sin el permisode los titulares de los derechos.

A Javier Martos y Julián Sánchez Caramazana,por creer más en mis obras que yo mismo.

¡Gracias!

A Bego por... Por todo

RADIOFRECUENCIAPIRATEADA

El 21 de diciembre de 2012, el últimodía del decimotercero baktún en lacuenta larga del calendario maya, elsolsticio nos trajo unas extrañas esferasprocedentes del espacio exterior. En unprimer momento, las fuentesgubernamentales de todos los paísesexplicaron que eran fragmentos de unmeteorito que había entrado en contactocon la órbita terrestre. Paulatinamente,decenas de hipótesis rocambolescasasaltaron toda página de Internet quequisiera cobijar a cualquier amante delas teorías de la conspiración. Los

blogueros hablaban de alienígenas, delfin del mundo, de armas soviéticasobsoletas que habían caído del cielo, deAl-Quaeda, de un fragmento del planetaNibiru, de una gran actividad solar, deun fenómeno generado por los EE.UU.para desviar la atención de la crisiseconómica, de asteroides errantes, dearmagedones bíblicos, etc.…

Pero los días iban pasando, y lo únicoque quedaba patente era que los muertosse levantaban de sus tumbas. Algunos,poco después de morir; otros, variosdías después. Los cadáveres revividosempezaron a perseguir a los humanospara alimentarse. La humanidadcomenzó a sentir verdadero pánico y yano se hablaba de si la culpa era de Dios,

Alá, la URSS, EE.UU., losextraterrestres o Bolon Yokte, el diosmaya de la soga en el cuello y la bolsade incienso para el sacrificio. Cuando elverdadero terror invade la vida diariade los hombres, no hay remanso de pazposible. Daba igual qué o quién habíaproducido la hecatombe: la únicarealidad era que el hombre había sidoexpulsado a patadas de la posición másalta de la cadena trófica y se habíaconvertido en presa, en carne, enalimento.

La situación en España, que pasabauna tremenda crisis económica con másde seis millones de parados, gentedesahuciada, mendigos muriendoliteralmente de frío en la calle, niños

desnutridos, etc…, fue bastante peor queen otros países de la Unión Europea.Los más afortunados trataron de huir alas islas Baleares o a las islas Canarias,pensando que sería más sencillosobrevivir en una isla que en lapenínsula Ibérica. Otros trataron depasar a Francia a través de los Pirineos.No obstante, la mayoría se quedaron enterritorio español y tuvieron que luchardía a día contra los muertos vivientes.Es, precisamente en esta situación,donde se circunscriben los pequeñosrelatos e historias que tendrás ocasiónde leer…, quién sabe si comotestamento de lo que fue un día la vidaen este país.

El libro que tienes ante ti proviene

del manuscrito encontrado cerca deZaragoza por un soldado de la OTAN enjunio de 2013, cuando este organismoinició la batalla del Mediterráneo contralos zombis. Todo parece indicar que fueescrito por un chico joven, de entre docey quince años, llamado Daniel. En élapuntaba, a modo de diario, lashistorias, testimonios y noticias que ibaescuchando, siempre de noche, en unapequeña radio que había encontrado enuna casa deshabitada. La únicafrecuencia que aún se emitía (siconcedemos verosimilitud almanuscrito) era la de Radio Nacionaldel Reino de España, en el 99.0 de laFM. Esta emisora vio cómo sufrecuencia era pirateada por un grupo de

la resistencia antizetas, autollamadoGrupo por la Supervivencia Humana, elcual rebautizó la cadena como 99.z.

Quedas avisado, hipotético lector deestas narraciones, de que estosfragmentos y relatos que ponemos a tudisposición son cien por cien fidedignosa lo hallado en el documento llamadoManuscrito Daniel. Y, después dehaber sido analizado por numerososgrafólogos, todos atestiguan que eldocumento es auténtico, aunque algunosde ellos piensan que los relatos fueroncreados y locutados por el propioDaniel.

Sea como fuere, prepárate pararevivir, a través de estos retazosradiofónicos, el holocausto zombi que

vivió España durante el periodo 2012-2014, un horror inaudito que causómillones de muertes en nuestro país.

1

Crueldad extrema

No hay nada más cruel que ser unzombi vegetariano.

2

Sushi para zetas

Los trabajadores Z de la piscifactoríaseguían innovando en sus recetas desushi.

3

Usuarios del metro

Como cada mañana, el vagón demetro estaba atestado de cuerposentrelazados, vagamente humanos, quedespedían un hedor insoportable, capazde amilanar a cualquier esponja a diezkilómetros a la redonda…

A nadie le importaba si eran zombis otodavía no se habían convertido.

4

Barrio Rojo

El principal peligro de buscarprostitutas Z no está en sus chulosvampiros, ni en esquivar las dentelladasde la zombi en cuestión, sino en evitarcaer en la tentación de acercarse a sutemible y seductora vagina dentata.

5

Peleas ilegales

La policía ha clausurado un nuevoantro en el poblado chabolista deMoratalaz en el que se obligaba azombis en distinto estado dedescomposición a pelear hasta laextenuación. En la redada han sidodetenidas seis personas, además deldueño del local, y se han identificadovarias decenas de sospechosos que

asistían como público a la macabrapugna. Fuentes policiales han declinadoconfirmar si el famoso comisario Pereaestaba o no entre los detenidos.

6

Baltasar Gracián Z (I)

Ciencia sin seso, científico devorado.

7

Baltasar Gracián Z (II)

Solo vive el que sabe huir de loszombis.

8

Baltasar Gracián Z (III)

No hay zombi, por deteriorado queesté, que no trate de comerse a otrohumano.

9

Trabajo basura

L-Lo m-más jo-jodi-do n-no es… s-ser z-z-zombi en Ha-a-ití, sin-no que t-teh-ha-gan tr-tra-bajar. C-ca-cabronessss…

10

Entrenamiento militar

La teoría es fácil: apuntar a la cabezay disparar.

Las cosas, no obstante, se complicancuando al otro lado del pasillo te esperala que antes era tu hijita de siete añosmasticando el cerebro de su propiamadre.

11

Política Z

Al fin los políticos habían encontradosu propio El Dorado con lazombificación total de su electorado.Masas sin cerebro ni voluntad a las quegobernar se hallaban a su enteradisposición… Lamentablemente, notuvieron en cuenta un asunto minúsculo:no se pudieron volver a realizarelecciones, ya que ningún superviviente

humano se atrevía a sentarse en la mesaelectoral por riesgo a ser devorado.

12

La salud es lo primero

Las autoridades del Pueblo Zombianuncian que se obligará a todo no-muerto a tomar unas clases depsicomotricidad para aumentar lasreservas de humanos capturados.

13

Clases de literatura

Las clases de literatura española deldoctor Howard West siempre eran lasmás concurridas del campus. Sin duda,tenía mucho que ver con ello laoriginalidad de sus temas: El Zid, elprimer zombi de la LiteraturaUniversal; Don Juan y el convidadozombi; Lazarillo Z; Alonso Quijano, elmatazetas; Crónica de una no-muerte

anunciada; El Doctor Centeno, deprofesión matazombis; LaZombimaquia de Lope de Vega ; ¿Larrase suicidó antes de convertirse en unno-muerto?; Cazadores de zombiskrausistas, etcétera.

14

No en Austin

Cuando el cadáver sin estómago tratóde levantarse de la mesa de autopsias, elforense le aplastó la cabeza con unalinterna que guardaba en su mesa detrabajo, mientras le decía:

—No, chico, no. Un muerto se quedaquietecito en la mesa hasta que yo acabemi trabajo. No sé cómo serán las cosasallá de donde vienes, forastero, pero en

Austin, las reglas son estas.

15

Esponsales Z

En la iglesia, medio derruida por losrecientes altercados de la GuerraMundial Z, se oyeron las palabras delpadre Isidro, dedicadas a los dosmuertos vivientes que tenía enfrente:

—Señor Tom Z, ¿acepta por esposa aAndrea Z y promete amarla y respetarsus zombificados miembros, en la no-vida y en la no-muerte, en la cacería y

en la masticación, hasta que algún vilcazador acabe con su no-vida?

16

¿El hundimiento de la casaUsher?

Una leve bruma cubrió de repente laluna llena, roja como la sangre. De esemodo, el satélite no fue testigo de lacruel figura que salió a la superficiedesde el interior del corrompido ysombrío estanque, que perdió parasiempre su silenciosa apariencia. Una

nauseabunda tez cadavérica de grandesojos acuosos y llenos de tenebrosa luzse irguió de las profundidades.

Cuando la bruma dejó de interponerseentre el estanque y el cielo, el ominososer de enmarañada apariencia seencaminó hacia el infortuno invitado conintenciones aviesas. Roderick Usherlevantó su esquelética mano derecha,presto a acabar con la vida deldesdichado, mientras la siniestraarrastraba, con esfuerzo y por lacabellera, el cadáver de la bella LadyMadeleine.

17

Manifiesto del PartidoZombi

Los zombis no tienen por qué encubrirsus ideas e intenciones. Abiertamentedeclaran que sus objetivos solo puedenalcanzarse derrocando a dentelladastodo el orden social existente. Tiemblen,si quieren, las clases gobernantes, antela perspectiva de la revolución zombi.

Los no-muertos, con ella, no tienen nadaque perder, como no sean sus cadenas.Tienen, en cambio, un mundo entero queganar.

¡Zombificados de todos los países,uníos!

18

Guillotina Z

En octubre de 1792, uno de losdirigentes de la facción de loscordeliers, Jean-Paul Marat, ordenó alsecretario de la Academia de Cirugía, eldoctor Antoine Louis, que diseñara unnuevo tipo de guillotina más acorde conlos tiempos que les había tocado vivir.El doctor encargó su fabricación alverdugo de París, Charles-Henri Sanson,

quien diseñó una cuchilla de formaoblicua que cortara el cerebro de losajusticiados por la mitad. De esamanera, gracias a Louisette II, la pena demuerte igual para todos, sin distinciónde rangos ni clase social, tambiénsirvió para ajusticiar a los no-muertosde la nobleza parisina.

19

El ingenuo ángel de laguarda

El ángel de la guarda le susurró, pordetrás de su enclenque hombro, unaadvertencia al pequeño Fabián:

—¡Cuidado, Fabián! Está dispuestoque mueras en cuanto pronuncies lapalabra zangolotino.

—¿Zangolotino? —preguntó el

pequeño Fabián lleno de temor.Y murió.A los pocos segundos, el pequeño

Fabián volvió de entre los muertos conuna enigmática sonrisa en la boca. Sinduda, sabía algo que ni el ingenuo ángelde la guarda ni el pobre EnriqueAnderson Imbert conocían…, y es que,en tiempo de revividos, no hay palabratabú que valga.

20

Monterrozo

Cuando despertó, el dinosaurio yahabía empezado a revivir.

21

Teoría del microrrelato

—El microrrelato es un texto breve,abrupto, sin concesiones, letal. Comouna dentellada de cualquiera denosotros, ¿verdad?

Con una socarrona sonrisa en susquijadas desencajadas, asintierondecenas de zombis de primero deFilología.

22

Después de la GuerraMundial Z

El último no-muerto clavó sudentellada sobre el último ser humanovivo. En ese instante mismo supo queera mortal, porque la no-muerte soloexiste cuando puedes alimentarte delotro.

23

El sueño

Soñé que un niño me comía. Despertésobresaltado. Era verdad.

24

En común

Los zombis y los perros tienen doscosas en común: a los dos les gusta roerhuesos y ninguno de los dos come carnede su propia especie.

25

El hombre más triste delOeste

Calamity Wildwest tuvo una vidadescorazonadora: vio morir a sus padresy a su hermana pequeña en manos de lossioux; los ioway violaron y mataron a suesposa y a su hija ante sus ojos; porúltimo, un sheriff del condado deMissouri le confundió con un atracador

de trenes y ordenó que lo colgaran delárbol más alto del camino… justo antesde que empezara la zombificación.

A día de hoy, aún cuelga de ese árbolcon el cuello roto y lanzando mudasmaldiciones a Dios que nunca seránescuchadas.

26

El rebaño del Señor

El padre Genaro no entendía por quésu congregación huía despavorida de losmuertos que se alzaban de sus tumbas.No alcanzaba a comprender el miedo delos hijos de Dios ante la demostraciónde que el Juicio Final había llegado. Alrecibir el primer mordisco en la yugularpensó, en un exceso de resignacióncristiana, que su nombre no estaría en el

libro de la vida, y que le esperaba unaeternidad de dolor y sufrimiento en ellago de fuego y azufre.

27

Cosas de críos

—¿Por qué les cortáis las piernas alos pobres reanimados? —preguntósorprendido el hombre—. ¿Acasovuestros padres no os han enseñado quesolo acaba con ellos un tiro certero en lacabeza?

—Sí que lo sabemos, señor, pero asínos divertimos un rato con ellos —lerespondió el chico más pequeño.

El señor no pudo reprimir una mediasonrisa al recordar sus tiempos mozos ysus juegos pueriles y sádicos con losrenacuajos de la charca.

28

Apocalipsis

Cuando Jesús abrió los cuatroprimeros sellos del pergamino que estáa la derecha de Dios, liberó los cuatrocaballos de colores: el blanco, el rojo,el negro y el bayo. Los temibles jineteslevantaron sus herramientas, mientras elHades los seguía de cerca, y bajaron delos cielos. Al llegar a la Tierra, unamueca de sorpresa les congeló el gesto;

¿qué sentido tenían la Victoria, laGuerra, el Hambre o la Muerte en unmundo poblado de zombis?

29

Crítica literaria

El docto crítico literario, sentado enun sólido butacón de piel con un puro enuna mano y la otra sobre una edicióncomentada de La Ilíada, se lamentabade que, debido a la invasión de los no-muertos, el único género literario quelos autores tenían tiempo a cultivarfuesen las ficciones mínimas.

30

Escena matritense

En la madrileña calle de Fuencarralnadie se paraba a auxiliar al pequeñobebé zombi que trataba de desplazarse agatas con un putrefacto cordón umbilicalroído por las ratas como única posesión.

31

Racismo ovino

La desgraciada oveja negra encontrófinalmente consuelo el día en que ladescomposición hizo tan importante elcolor de la lana como el de los ojos.

32

Séneca Z (I)

La resucitación iguala a todos.

33

Séneca Z (II)

La abundancia de alimentos entorpeceal zeta.

34

Séneca Z (III)

Es más cruel tenerle miedo a la no-muerte que morir.

35

Séneca Z (IV)

Mal de muchos, pandemia Z.

36

Resuelto

Leí muchos libros de zombis cuandoEspaña era todavía España. Ahora quela ficción se ha vuelto realidad, noentiendo qué mueve a los héroes aluchar con denuedo, día tras día, contrauna masa infinita de seres.

La única solución es fingir que solotengo una bala y usarla.

37

Umberto Eco Z

La realidad me ha acabado dando larazón: todo se reduce a apocalípticos yzombificados.

38

Como cincuentones

Los zombis se parecen mucho a loscincuentones de discoteca: no deberíanestar allí, tambaleándose, balbuceando,buscando siempre carne fresca quellevarse a la boca.

39

Parazetamol

Las empresas farmacéuticas,pensando siempre en el bien común,acaban de sacar a la venta un productoque alivia la cefalea posterior a laconversión: Parazetamol Complex.

Ignoramos todavía de dónde sacaránel dinero los posibles clientes y quién seatreverá a ponerse tras el mostradorpara vendérselo.

40

A mí la legión

Nunca se descubrió la procedencia dela carne en descomposición quezombificó a la cabra de la legión.

41

Perejil Z

Tras una semana de inanición, los dossoldados descubrieron que los zombisno sabían nadar. El Servicio Marítimode la Benemérita rescató los cuerpos enun punto indeterminado de la costacontinental africana.

42

Desesperación

Después de resistirse durante meses alas hordas de zombis, también la muertele negó su postrero abrazo. Quedó asíhuérfano de su final en un mundo solopara él.

43

Error mortal

Los zombis no son sino una errata dela Muerte.

44

Las nuevas costumbres

Desde que algún correveidile hadifundido la noticia de que los muertosse levantan de sus sarcófagos, no haycura que se digne a dar laextremaunción.

45

La misma escena desiempre

Cuentan que el difunto CésarMoncada, al descubrir a su vástagoMarco entre la manada de no-muertosque iban a devorarle, solo tuvo tiempode preguntar, con lagrimones en losojos: «¿Tú también, hijo mío?».

46

Insomnio incesante

Más allá de la muerte del insigneVirgilio Piñera, el pobrecito personajeseguía insomne en su no-muerte. A laterrible calamidad de haber fallado eltiro en la tapa de los sesos y habersequedado sin nariz por culpa de latrayectoria de la bala, se le sumaba elhecho de que nunca más llegaría el humode los cigarrillos a sus pulmones en las

largas noches de insomnio. Ese malditoinsomnio persistente.

47

Un zeta constante

Mientras golpeaba una y otra vez conuna piedra el cráneo del humano, el no-muerto (que, sin duda, en vida debió deser un adusto catedrático de FilologíaClásica) no cejaba de pronunciar, amodo de mantra, las siguientes palabras:«La constancia es el fundamento detodas las comidas».

48

En el baile

La más mutilada de todas las zombispresentes vertía lágrimas de sangre amedio cuajar por ser la única sin parejaen aquel macabro baile. La no-muerte escorta para perder el tiempo bailando conzombis feas.

49

Damnatio memoriae

Cuando padre cayó infectado, ennuestro hogar se aplicó, tácitamente, lacondena de la memoria, y procedimos aquemar sus fotografías y sus libros, atirar su ropa y sus cosas, inclusoolvidamos su nombre… No obstante, él,ajeno a estos cambios, sigue gruñendoen el sótano.

50

El apacible párroco

El apacible párroco de la Iglesia deNuestra Señora de Jerusalén trataba, sinéxito, de convencer a la feligresía deque no dijera nada peyorativo sobre losdifuntos mientras durara el sepelio. Sinduda, su infinita sordera le servía debondadosa aliada, ya que era el únicoque no oía los quejumbrosos gruñidosprocedentes del féretro.

51

Estandarte

Uno de los no-muertos menosdeteriorado cosió la máxima Ex nihiloomnia[1] en la bandera negra.

[1] N. del E.: De la nada, todo

52

A caballo zombificado…

El cándido de Alonso Quijano elBueno no se percató de la no-muerte deRocinante y acudió, como cada mañana,a darle unas briznas de heno. Sinembargo, fue el propio caballeroandante el que acabó siendo el desayunodel corcel revivido.

53

Justicia divina

El inhumano juez clamó a los cielos:«Hágase justicia aunque muera elmundo». Y el Dios Z le hizo caso.

54

Pacto con el Maligno

Cuentan las leyendas que el primerzombi volvió a la vida después depactar un ominoso habeas corpus con eldemonio.

55

Patrick Henry

El profesor Henry Z. Michigan de laUniversidad de Iowa acaba de publicarun libro en el que destapa una de lasmentiras más ignominiosas de la historiade América. Al parecer, cuando PatrickHenry pronunció su célebre discurso«Dadme la libertad o la muerte» ante laconvención de Virginia al comienzo dela Guerra de la Independencia, conocía

sobradamente la capacidad cidiana deganar batallas después de muerto. No envano, muchos historiadores consideranal Cid Campeador como el primer no-muerto vencedor en combate contra lossarracenos. De ser cierto esto, eldiscurso de Henry perdería toda laprofundidad patriótica que se le habíaconcedido durante más de dos siglos.

56

Lección de filosofía Z

Vivir es un ir muriendo poco a poco,un leve deambular sin sentido hasta laverdadera vida de la no-muerte.

57

Ascética hispana

Teresa Sánchez de Cepeda le comentóa su interlocutor: «Vivo sin vivir en mí ytan alta vida espero que muero por viviren una no-muerte». Este, parco enpalabras, respondió arrancándole laarteria carótida de una dentellada.

58

De rebajas

L o s snobs sonríen altivos ypresuntuosos mientras señalan a lospobrecitos harapientos que vaganerrantes por los centros comerciales.«Mírales, parecen zombis», dice unoentre risitas…, las mismas risitas que sele helarán en la garganta al descubrirque no solo lo parecen.

59

El manco de Lepanto

De sobra es conocido por todos loszombiólogos que el famoso manco deLepanto no perdió el movimiento porqueun trozo de metralla le anquilosase unnervio. No obstante, la verdadera causade la inutilización de su miembro estodavía un dato que se reserva a losiniciados. Lo que todavía es un misteriomayor es por qué todos han dado por

buena la ficción de las calenturas y losarcabuzazos en el brazo y el pecho…Todavía queda mucho camino parareconocer el peso Z en la Historia.

60

F de Friki

El barbudo treintañero quemaba suspestañas y las marcas de su acné delantede la pantalla todas las noches. Visitabacien mil páginas e intervenía en miles deforos sobre lo humano y lo divino,Cthulhu y Star Wars , preguntándose quépasaría si un vampiro fuese mordido porun zombi en una noche de luna llena yotras tantas patochadas que poblaban su

triste existencia sin vida social en elmundo real. Sin embargo, nunca fueconsciente de que un Nazgûl le vigilabatodas las noches desde las sombras.

61

No es país para viejos

Nuestro abuelito murió hace unasemana y lo fuimos a enterrar alcementerio. Estuvimos todos muy tristesy papá y mamá lloraron mucho. Ayer, elbueno del abuelito volvió a casa, perono me gusta nada porque huele muy mal,como si no hubiera tomado un baño ensemanas. Además, está lleno de tierra ygusanos. Pero lo que menos me gusta de

que haya vuelto el abuelito es que sepasa el día gruñéndome y dándomelametones como si él fuera un perrito yyo un helado de chocolate. Menos malque no tiene dientes…

62

Miedo a la masa

Dicen los sesudos historiadores de lacultura popular que el zombi es unafigura que representa y sublima el miedoque tienen los hombres ante las masas,el terror a perder la identidad, laindividualidad. Sin embargo, apenasdedican un minuto de su tiempo, estosadalides de la cultura, a investigar porqué millones de personas en todo el

mundo corren como pollos sin cabeza alos centros comerciales en busca de laúltima novedad sobre no-muertos quehayan tenido a bien de distribuir lasgrandes corporaciones internacionales.

63

Pérdida total de esperanza

No hay mayor desesperación que ladel vampiro obligado a navegar durantetoda su existencia en el HolandésErrante sin una gota de sangre que bebero la de la cabeza de un viejo zombidesdentado impulsándose a golpes delengua por el desierto del Gobi.

64

Sin escapatoria

Rodrigo sufrió un aparatoso accidenteautomovilístico hace cinco años que lodejó tetrapléjico. Cuando los zombisinvadieron la calle, la turbamulta dehumanos que huía despavorida volcó susilla de ruedas.

Sintiéndose una presa fácil, oyó cómolos caminantes se acercaban hacia élpara darse un festín. Rodrigo no perdió

un instante en preguntarse si andaríantorpes como en las viejas películas deserie B o si, por el contrario, alguno deellos sería capaz de caminar un pocomás rápido. Simplemente cerró los ojosy esperó el primer mordisco, con lamisma falsa quietud del alma con la queuna chiquilla aguarda su primer beso.

65

Paranoias

Unos se arrastran, otros reptan; unoscaminan, otros simplemente rugen; unoscorren, otros solo miran… Pero¡vigilad!, algún día empezarán acomernos. Yo los oigo todas las noches,cómo roen las paredes de mi celda...Primero pensé que eran ratas, ahora séla verdad: son los muertos que nosreclaman.

66

Tortura cenobita

Los teólogos de la Orden de laIncisión sabían perfectamente cómodivertirse a costa de ese no-muerto quehabía abierto, por error, la Caja deLemarchand. Podían mutilarlo,golpearlo, quemarlo y perforar su pielbrutalmente. Solo tenían que vigilar deno destruir su humilde cerebro humano ose quedarían sin juguete.

67

El lexicógrafo

El gran lexicógrafo don Ramón MaríaPérez de la Dehesa y Ramón de Carvajal(que desde hacía más de dos décadasdejaba reposar sus dignas posaderas deacadémico de número en el asiento Ñ dela Real Academia de la LenguaEspañola), se topó en pleno Paseo deRecoletos, al salir de la BibliotecaNacional, con un muerto-viviente. Una

joven trató de alertarlo: «¡Cuidado, unzombi!».

El lexicógrafo repasó mentalmente lasdistintas acepciones que el Diccionariode la RAE otorgaba a ese vocablo.Rápidamente descartó la primeraacepción que hacía referencia apersonas muertas, reanimadas porbrujería, ya que don Ramón era uncatólico convencido. Mientras el no-muerto seguía acercándose, el famosolexicógrafo descartó la segundaacepción, ya que no podía tratarse de unatontado que caminara como unautómata… Sin darle tiempo a mayoresdivagaciones filológicas, el zombiacabó con la vida del pobre mortal,dejando así vacante el asiento Ñ.

68

Zombis de los de verdad

Un bokor altísimo se plantó con unaenorme maza en mitad de la calle,dispuesto a masacrar a todo no-muertoque se pusiera a su alcance. El magohaitiano era el único que sabía que esosputrefactos revividos no eran zombis delos de verdad, sino meros usurpadoresde ese título.

69

Salomón Z

El rey Salomón ordenó partir el bebéen dos. Ambas madres Z salivaron comomuestra de aprobación.

70

El libro Z en la bibliotecainfinita

Había una vez un pobre libro Zllorando en uno de los anaqueles de labiblioteca infinita. Sabía que entre tantolibro sobre no-muertos nadie lo iba aencontrar.

71

Caperucita Roja Z

Caperucita Roja estaba acostumbradaa ver al lobo disfrazado de abuelita enla cama; sin embargo, nadie la habíapreparado para hacer frente a su propiaabuelita zombificada.

—Son para comerte mejoooor.

72

Homo homini lupus

Desde siempre se ha sabido que elhombre es un lobo para el hombre. Esedía, no obstante, el cánido descubrió queel zombi no es un hombre para el lobo yel devorado fue él.

73

Ni vivo ni muerto

Triste estampa la del zombinasciturus, encerrado para siempre enel útero de una madre muerta y sindientes para escapar.

74

Al fin, la libertad

Sacando fuerzas de flaqueza, elnasciturus desgarró la placenta con suspropias manos y rasgó el útero de sumadre muerta.

75

El vendedor de Biblias

Un hombre alto de rasgosdesdibujados insistía en venderme unlibro sagrado que había conseguido enlos confines de Bikanir; un extrañoartefacto literario que no tenía niprincipio ni fin. Le escuché atentamentehasta que pronunció las fatídicaspalabras: «No puede ser, pero es».Inmediatamente, le cogí por la tela de su

indumentaria de pobreza decente y loarrastré hasta la habitación del niño,donde mi Luisito estaba encadenado a lacama desde el día en que la maldición Zhabía caído sobre él. El hombre memiraba con los ojos como platos, sinsaber qué se esperaba de él. Entonces,le espeté: «Esto tampoco puede ser,pero es».

76

El sacerdote egipcio

Después de la funesta resucitación delfaraón Amenenhat III, el sacerdotedecidió introducir una nueva fase en elproceso de momificación: la extraccióndel cerebro rasgando una delgada capade hueso que separa la cavidad nasal dela craneal con una vara en forma degarfio. Una vez convertido en una masalíquida, el cerebro licuado se vertía a

través de la nariz. La cavidad cranealera limpiada con lino y recubierta conresina caliente para sellarla parasiempre. Así se evitaban males mayores.

77

Mal de amores

Roberto nunca había tenido suerte conlas mujeres. Torpe, desmadejado, bizcoy tímido, el sexo mal llamado débilsiempre pasaba de largo. Hasta queconoció a Julieta, una chica sencilla yzombificada que se lo quería comer abesos.

78

Soberano aburrimiento

No hay nada tan aburrido como unamaratón de muertos vivientes.

79

Peter Pan Z

El pobre capitán bebía siempre solohasta que cerraban la taberna. Por lasnoches, todavía tenía pesadillas conaquel niño al que había matado y sehabía levantado entre risas. A pesar deque había librado cien mil batallas yabordado los mejores barcos ingleses yespañoles, solo tuvo tiempo de huirdejando su mano en las fauces de aquel

monstruo vestido de verde. Más tarde,inventó la historia del cocodrilo paraaflojar las bolsas de oro de algunospiratas y marinos, y que le invitaran auna ronda más de ron.

80

Un zombi bueno

Había una vez un zombi tan bueno, tanbueno, tan bueno, que nunca atacó aningún humano. Se conformaba conrobar las neveras de órganos dispuestaspara el trasplante en los hospitales de lazona.

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Leyendas de la EdadMedia

Una de las maneras de advertir a lapoblación de la suerte que podía corrersi se dejaba engatusar por las liras de lainsubordinación y la sedición, eradecapitar al culpable y exhibir su testaen una pequeña jaula a la vista de todos.

Cuenta una vieja leyenda medieval

que una testa estuvo largos mesesgruñendo e insultando a los transeúntesque pasaban por debajo. Hasta que unode ellos, ya hastiado, acabó con lacabeza de una pedrada.

Aunque este hecho existe enmuchísimas crónicas de la época, loshistoriadores actuales no dan ningúncrédito a esta leyenda medieval:¿alguien puede creer que una cabezasiga gruñendo meses después de habersido cercenada?

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El palacete de don Antonio

Cervantes disfrazó en el episodio dedon Quijote con la cabeza parlante deBarcelona un hecho que le aconteció a élmismo en la Ciudad Condal. Sinembargo, en la realidad, el célebreescritor no vio mesa de jaspe ni testa debronce alguna. El autor de La Galatease encontró frente a frente con la cabezade un sarraceno revivido. Huelga decir

que entre las perversas intenciones deese revenido enmohecido y pútrido noestaba la de responder a ningunacuestión, por lo que don Miguel tuvo abien no acercarle demasiado la oreja,por si las moscas.

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La pata de mono (I)

Sin duda alguna, jamás debí escuchara mi esposa. Ella siempre con sussensiblerías y sus moralinas… No debídejar a su alcance esa estúpida pata demono que trajo Tom. Ella pidió que elbueno de Herbert volviera de entre losmuertos. Pero, cuando «aquello» llamó ala puerta, ya no era mi hijo, era uncadáver medio devorado por los

gusanos.Dicen que las mujeres siempre llevan

la razón; pero, mientras estamossentados los tres a la mesa, como sifuésemos una familia normal más, solouna idea acude a mi mente: ¿cuál será eltercer deseo que pedirán?

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La pata de mono (II)

Yo solo quería volver a abrazar a mihijito, volver a tenerlo conmigo. Me daigual que huela mal, que no coma, queno sepa hablar o que ni nos reconozca…Ahora solamente me queda pedirle a lapatita de mono que me vuelva como miHerbert, así estaremos juntos parasiempre, madre e hijo, como tiene queser.

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La pata de mono (III)

Sé que estuvo mal darle la patamaldita al viejo White. No obstante, nohallé mejor manera de deshacerme de élpara poder cortejar a su señora esposa.Cuando se lo expliqué a ella, mesorprendió que accediera tanrápidamente a mis maquinaciones, nosabía que sentía por mí lo mismo que yopor ella. Ahora, gastados ya los tres

deseos, ya nada ni nadie en este mundo oen el otro podrán evitar que, ante losojos de Dios, la señora White seconvierta, al fin, en la señora Nolan.

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Feminismo zombi

En 1985, James B. Twitchell (unrepresentante más del patriarcado quenos subyuga y maquina en pro de nuestraesclavitud sexual) decía que el zombi notiene familia ni pretende crear alguna, yeso le parecía mal al señoritingofalocrático. Pues sí, es por ello que laLiga Feminista de la Zombificaciónpondrá todo lo que esté en sus manos

para acabar con el patriarcado gracias ala resucitación de los hombres —ya sincerebro ni deseos sexuales— comomero instrumento de trabajo. ¡El mundoes de las feministas zombis,compañeras!

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Conversación de bar

—Nos han hecho todas las trastadasimaginables: nos han vestido de nazis,de ninjas, de templarios, de todo lo queles ha venido en gana. Nos han hechovivir en las alcantarillas y salir de losretretes como si fuésemos vulgarescaimanes en Nueva York. Nos hantorturado en mil y una parodias siningenio. Han sido incapaces de pensar

que éramos humanos como ellos, peroen otro estado. Somos los nuevosinfectados del SIDA, los nuevoscontaminados. Nos tratan como perrossarnosos que contagian la peste o eltifus. ¡Insensibles! Si solo fuerancapaces de entender que un día seráncomo tú o como yo... —dijo el zombique estaba de pie tomándose un cubata.

El otro zombi asintió con tantavehemencia que se le desencajó lamandíbula, cayéndosele al suelo con unbreve estrépito que paralizómomentáneamente todas lasconversaciones del local. Después, todovolvió a la normalidad.

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Clase de filosofía

El profesor particular volvía aexplicarle a Raquel la teoría del zombifilosófico: «En Filosofía de la mente, sedenomina así a la situación teórica en laque una persona y su clon se comportan,a ojos del espectador imparcial, deidéntica manera, aunque la copia, elclon, carece de los qualia. Esto es, lascualidades subjetivas de las

experiencias individuales como puedenser el sabor, el olor, la rojez de unamanzana, etcétera. Estos qualia, quesegún el filósofo estadounidense DanielDennett son inefables, intrínsecos,privados y directa o inmediatamenteaprehensibles en la conciencia,simbolizarían el vacío explicativoexistente entre nuestra percepciónsubjetiva y el sistema físico denominadocerebro, a la par que sirven paradesacreditar de facto todo rastro defisicalismo… ¿Lo has entendido,Raquel?»

Mas Raquel hacía muchos eones quehabía dejado de escucharle y seconcentraba en la rojez de las mejillasde su joven profesor, en su olor a

bálsamo para después del afeitado y,qué sentido tiene negarlo, imaginandoqué sabor tendría la piel de sudocente… ¿Serían eso los dichososqualia o, simplemente, era ver alprofesor y quedarse atontada como unazombi?

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Contaminados

Los invasores alienígenas nosbombardearon con un virus zombi…¡Incautos! No sabían que lascontaminaciones lumínica, atmosférica,alimenticia, etc., nos habían inmunizadoante cualquier cosa…

No sé si debemos sentirnosorgullosos de ello o no.

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Mala suerte

No nos podían haber tocado unosparásitos como los de Shivers, no…Nos tuvieron que tocar estos malditos Z.

91

Malditos animales

Primero murió Church, el gato, y yono quise resucitarlo porque no me gustanlos felinos. Después conocí los casos deTom Baterman y Gage Creed, y yo noparticipé porque no era amigo ni del unoni del otro. Más tarde, resucitaron a laseñora Rachel para que pudiera jugar alos naipes, y yo no participé porque nosoy jugador. Al final, un infarto vino a

por mí, pero para ese momento ya nadiequería llevarme al cementerio deanimales del territorio de los Micmac.

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Muerto-viviente brechtiano

Una vez el gran dramaturgo BertoltBrecht comentó que «la crisis seprodujo cuando lo viejo no acaba demorir y cuando lo nuevo no acaba denacer», y tenía razón. La crisis Z seprodujo cuando los ancianos se resistíana morir y el nasciturus zombi luchabapor salir del interior de su madremuerta.

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El primer libro de zombisde la literatura española

El crítico literario David Reus Doasme envió un sms antes de desaparecer enlos lóbregos sótanos de un castillo queposee la Conferencia Episcopal a orillasdel río Tajo. En el mensaje measeguraba que tenía en sus manos laprimera antología de zombis escrita por

autores españoles del siglo XIX, entrelos que me adelantó que se encontrabanlos nombres de José de Urcullu, AgustínPérez Zaragoza, Antonio Ros de Olano,Gustavo Adolfo Bécquer, José Zorrilla,Miguel de los Santos Álvarez y PedroAntonio de Alarcón, entre otros. Simañana a esta hora no ha vuelto a darseñales de vida, partiré en su búsqueda.Un libro así debe salir a la luz.

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Z de Zombi

(Definición extraída delDiccionario del Diablo,

segunda parte, deAmbrose Bierce)

En esencia, un zombi es un humanoque se resiste a morir cuando le toca. Dalo mismo si se trata de un avaro abuelo

que no quiere repartir su herencia comosi es un político que ha sido descubiertopor la Ley con las manos en la masadespués de haber asesinado a variosconciudadanos o una decrépita tíasolterona que sobrepasa los noventaaños.

Decían los sabios antiguos que lahora de la muerte es incierta, pero unzombi trata de engañarla parando sureloj para que siempre fije la mismahora, como en las malas novelas negras.Desgraciadamente, hay dos cosas a lasque uno no podrá nunca engañar: laMuerte y a su santa esposa después deuna velada con exceso de whisky ydemasiada mala suerte con las cartas.

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Primera comunión

El día de su primera comunión, elniño zombi se atufa de perfume y sebaña en maquillaje. No quiere que suhedor cadavérico y su palidez cerúleamodelo necrosante le arruine laceremonia.

96

Flor tronchada

La pequeña Helena se despertóllorando, tal y como se había quedadodormida hacía ya tanto tiempo que le eraimposible recordarlo, después de que elhombre malo le hiciera daño con sucosita una y otra vez sin importarle nilas lágrimas ni los gritos ni la sangre.

Primero pensó que todo había sidouna pesadilla. La sangre reseca en sus

muslos de niña prepúber le hizodesechar esa idea; después creyó queestaba en un hospital, pero no, seguía enel mismo descampado donde la dejó elhombre malo. Al fin, llegó a laconclusión de que estaba muerta y sehabía convertido en un fantasma, en unode esos espíritus buenos como el quesalía en Casper…

Cuando logró levantarse y vio que noera capaz de traspasar árboles ni muros,tuvo que hacerse a la idea que se habíaconvertido en un muerto andante comolos de las películas que tanto le gustabana su hermano mayor…

De repente, una idea como unfogonazo estalló en su cabeza: tenía queir a casa y advertirle a papá que no

matase al hombre malo; no quería quefuese su compañero por toda laeternidad.

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Alzheimer

Cuando le llegó la noticia delsurgimiento de los primeros zombis, elviejo doctor no lo dudó ni un segundo:cogió todo su instrumental (crucifijos,ajos, agua bendita, una Biblia, unmartillo y varias estacas) y salió endirección al cementerio. ¡Se iban aenterar esos chupasangres del demoniode quién era Abraham Van Helsing!

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Tiempos modernos

Que los tiempos cambian lodemuestra el hecho de que a mi nieto, encatequesis, ya no le hacen aprender losrezos ni los pecados capitales; ahora lehablan de seres que vuelven a la vidadespués de muertos, gente que bebesangre y se come el cuerpo de otro,seres celestiales que bajan con espadasen llamas…

¡Ay, Dios mío, cuánto daño han hecholas películas de terror y ciencia ficción,si incluso la Iglesia tiene que echarmano de ellas para llevar por el buencamino a sus ovejas más inocentes!

99

Inocencia

Estoy solo y tengo frío. Mamá estáestirada a mi lado, sin moverse. Noentiendo por qué no se mueve. Esverdad que hoy papá le ha pegado másfuerte que otras veces. Supongo que enel trabajo las cosas no le irán bien. Aveces, papá es bueno y nos trae regalos.Me gusta cuando está así y no nos gritani nos pega. Aunque sea mi papá, a mí

me da miedo cuando se pone a gritar y lepega a mamá. Pero nunca, nunca, nuncale había pegado tanto como hoy…, ymenos con el cuchillo grande. Debe dedoler mucho que te peguen con uncuchillo como ese. A mí nunca me lo hahecho y espero que no me lo tenga quehacer.

—¡Mamá, despierta! El suelo estálleno de sangre y papá se enfadará sillega y está todo tan sucio. Tienes quelevantarte… y prepararle la cena…Quizá así te perdone. Venga, mamá,después ya te coserás todos esosagujeros en la ropa. ¿Mamá? ¡¡¡Mamá!!!

Silencio.—Ya…voy… pequ-queñ-ñín —dijo

mamá con una voz que casi no reconocí

como suya.

NOTA FINAL ALLECTOR

Los especialistas que han estudiado elManuscrito Daniel concluyeron que elhecho de que el manuscrito contengaprecisamente 99 fragmentos(recordemos que la frecuencia era 99.0),apoyaría la hipótesis de que no seríantextos radiados por la resistenciaantizetas desde Radio Nacional delReino de España, sino creaciones delpropio joven.

No obstante, debemos advertir allector que el soldado de la OTAN querescató el manuscrito aseguró que todosy cada uno de los fragmentos redactados

eran muy similares a los que pudieronoír de viva voz de otros supervivientes.Sin embargo, nadie dio demasiadaverosimilitud a la declaración de unmiembro del contingente humanitarioque había sido recluido en un sanatoriomental poco después de hacerse con elManuscrito Daniel.

Fuentes no oficiales han informado aesta editorial de que el soldado (al quese refirieron como Steve) le arrebató elmanuscrito a un zeta muy joven que lesorprendió cuando había ido ainspeccionar las inmediaciones. Porsuerte, el militar acabó con la vida delzombi a golpes de culata con su armareglamentaria. Desgraciadamente,nuestros confidentes concluyeron su

narración con la macabra noticia de queel muerto viviente abatido era el propioDaniel y que ello explicaría que seencontrara, poco después, al soldadoSteve abrazado al cuerpo del jovendoblemente muerto y llorando, mientrasmasticaba sin cesar las últimas páginasdel manuscrito formando un grotescoamasijo de papel, tinta y sangre humanaentre sus dientes.

Sea verdad la versión de Steve o solofruto de un terrible cuadro de stresspost-traumático, la desgarradora verdades que un infierno zombi asoló Españaentre 2012 y 2014, diezmando supoblación e iniciando el final del mundotal y como lo habíamos conocido hastala fecha. El Manuscrito Daniel es un

reflejo de los primeros meses de la EraZ, con el que podrás recordar cómo eratodo cuando el universo fue devoradopor una horda sin fin de muertosvivientes.

Agradecimientos

No quiero que estos agradecimientosse conviertan en una retahíla sin frenocon los nombres de tantas y tantaspersonas a las que mis zombis les debentantísimo. No obstante, hay algunosnombres que mi conciencia no mepermitiría eludir.

En primer lugar, mis críticos yteóricos de cabecera: David Roas,David Viñas, Rubén Sánchez Trigos,Javier Arriés, Ana Casas, AndrésPeláez, Matteo de Beni, Pedro L. López,Ángel Gómez Rivero, Iván Gómez,Ángel Zapata, Miriam López, Rufus T.Firefly, Lola López, Teresa López

Pellisa, Salvador Sainz, Carlos Aguilar,Carlos Díaz Maroto, Carlos Losilla,Jorge Fernández Gonzalo, JorgeMartínez Lucena, Julio Ángel OlivaresMerino, Juan Andrés Pedrero Santos,José Manuel Serrano Cueto et alii.

Por otro lado, tampoco no seríaelegante dejar en el tintero a laspersonas que, con su conocimiento o no,ayudaron a edificar mi morada de laspesadillas: Javier Rodríguez Torres yArmu Parra, Francisco GarcíaLorenzana, Francisco Miguel Espinosa,Rubén Serrano, Héctor Lorda, GuillemLópez, Gervasio y Ramón López, JavierMartos, Julián Sánchez Caramazana,Javier Pellicer, Iván Barreto, CristinaPuig, Crisiina Macià, Darío Vilas,

Anika Lillo, Ralph Barby, AlejandroColucci, Alejandro Serrano, CarlosNavas, Ángel Villán, Javier Herce,Alejandro Castroguer, Joe Alamo, ElenaMontagud, Fermín Moreno, FernandoMartínez Gimeno, tito Athman, EmilioBueso, Ivan Mourin, Salvador Macip,Carlos Sisi, Iván Calderó, Blacky Mdn,Gusa Pira, Daniel Estorach, DavidJasso, Javier Cosnava, Manel Loureiro,Manuel Casal Pereiro, Juanma Santiago,Esther Franch, Sergi Viciana, MarcPastor, Marc R. Soto, Senén Lozano,Nuria C. Botey, Aída Albiar, MiguelAguerralde, Juande Garduño, PatriciaRubiera, José Luis Cantos, MartaMarch, José María Tamparillas, JuanAntonio Román, Josep-Manuel Rafí...

A los proyectos Horror Hispano,Anika entre Libros, La Web del Terror,Fantasymundo, ESMATER y la revistaUltratumba, con quienes tanto aprendí.

Por último, a todos y cada uno de losescritores que han dedicado su tiempo apergeñar historias escalofriantes, a laseditoriales y revistas que se hanatrevido a publicarlas y a los lectorespor seguir pidiéndonos cada día más ymás terror (en especial a ti, por haberteatrevido a leer el Manuscrito Daniel,conocido también como 99.z).

Socuéllamos (La Mancha), 2012

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ÍndiceEl compromiso de Ediciones BabylonPortadillaCréditosDedicatoriaPrólogo: Radiofrecuencia pirateada1 | Crueldad extrema2 | Sushi para zetas3 | Usuarios del metro4 | Barrio Rojo5 | Peleas ilegales6 | Baltasar Gracián Z (I)7 | Baltasar Gracián Z (II)8 | Baltasar Gracián Z (III)9 | Trabajo basura10 | Entrenamiento militar

11 | Política Z12 | La salud es lo primero13 | Clases de literatura14 | No en Austin15 | Esponsales Z16 | ¿El hundimiento de la casa Usher?17 | Manifiesto del Partido Zombi18 | Guillotina Z19 | El ingenuo ángel de la guarda20 | Monterrozo21 | Teoría del microrrelato22 | Después de la Guerra Mundial Z23 | El sueño24 | En común25 | El hombre más triste del Oeste26 | El rebaño del señor27 | Cosas de críos28 | Apocalipsis

29 | Crítica literaria30 | Escena matritense31 | Racismo ovino32 | Séneca Z (I)33 | Séneca Z (II)34 | Séneca Z (III)35 | Séneca Z (VI)36 | Resuelto37 | Umberto Eco Z38 | Como cincuentones39 | Parazetamol40 | A mí la legión41 | Perejil Z42 | Desesperación43 | Error mortal44 | Las nuevas costumbres45 | La misma escena de siempre46 | Insomnio incesante

47 | Un zeta constante48 | En el baile49 | Damnatio memoriae50 | El apacible párroco51 | Estandarte52 | A caballo zombificado...53 | Justicia divina54 | Pacto con el Maligno55 | Patrick Henry56 | Lección de filosofía Z57 | Ascética hispana58 | De rebajas59 | El manco de Lepanto60 | F de Friki61 | No es país para viejos62 | Miedo a la masa63 | Pérdida total de esperanza64 | Sin escapatoria

65 | Paranoias66 | Tortura cenobita67 | El lexicógrafo68 | Zombis de los de verdad69 | Salomón Z70 | El libro Z en la biblioteca infinita71 | Caperucita Roja Z72 | Homo homini lupus73 | Ni vivo ni muerto74 | Al fin, la libertad75 | El vendedor de Biblias76 | El sacerdote egipcio77 | Mal de amores78 | Soberano aburrimiento79 | Peter Pan Z80 | Un zombi bueno81 | Leyendas de la Edad Media82 | El palacete de don Antonio

83 | La pata de mono (I)84 | La pata de mono (II)85 | La pata de mono (III)86 | Feminismo zombi87 | Conversación de bar88 | Clase de filosofía89 | Contaminados90 | Mala suerte91 | Malditos animales92 | Muerto-viviente brechtiano93 | El primer libro de zombis de la

literatura española94 | Z de Zombi95 | Primera comunión96 | Flor tronchada97 | Alzheimer98 | Tiempos modernos99 | Inocencia

Nota finalAgradecimientosSobre Ediciones Babylon