97990451 halo first strike
TRANSCRIPT
CAPÍTULO UNO
0622 horas, 30 de Agosto del 2552 (Calendario Militar)
/ UNSC Buque el Pillar of Autumn,
Sistema Epsilon Eridani cerca de la Estación Gamma en Reach
El Spartan -104 Frederic hacia girar un cuchillo de combate, sus dedos eran ágiles a
pesar de la voluminosa armadura de combate MJOLNIR que portaba sobre su cuerpo.
La hoja trazaba en el aire una complicada serie de arcos finos. Los pocos refuerzos
del personal Naval en la cubierta regresaban exhaustos y evitaban sus ojos; al Spartan
quien empuñaba un cuchillo y estaba seguramente acompañado por la presencia de
varios cuerpos muertos.
Él estaba nervioso y estaba más que en una misión normal. El objetivo original del
equipo, era la captura de una nave Covenant; habían estado restregándose en la cara
de la nueva ofensiva del enemigo. El Covenant tenía como ruta dirigirse hacia Reach,
donde la últimos comandantes del Mando Espacial de las Naciones Unidas (UNSC)
estaban fortificados.
Fred no podía ayudar, pero esperó a que usaran las tropas en tierra y tuvieran un
combate nave a nave. El cuchillo dio vueltas.
Alrededor de él, sus camaradas cargaron armas, apilaron sus equipos y se preparaban
para el combate, sus esfuerzos se redoblaron desde que el Capitán de la nave tuvo
personalmente al quien tendría el mando de la misión, era el líder del equipo:
SPARTAN-117; pero Fred estaba algo atrasado en ello. Solo Kelly terminó en guardar
su equipo antes que él.
Él balanceó en el momento, el cuchillo hacia su dedo blindado. Permaneció ahí
perfectamente, por varios segundos.
La gravedad que causó el Pillar of Autumn hizo un sutil cambio en la punta del cuchillo.
Fred lo lanzó desde el aire y lo enfundó en un solo hábil movimiento. Sintió un frío
estremecimiento sobre su estomago cuando se produjo la fluctuación de gravedad, lo
que significa: que la nave había justamente cargado, por supuesto otra complicación.
El Jefe Maestro el SPARTAN 117-John, caminó hacia el panel COM más cercano,
cuando el Capitán Keyes atiborró con su rostro la pantalla. Fred sintió un ligero
movimiento a su derecha, una mano sutil, que era proveniente de Kelly. Él abrió una
frecuencia privada COM hacia su compañera de equipo.
"Parece que tenemos más sorpresas", dijo Kelly.
"Entendido", respondió Fred, "Aunque creo que he tenido bastantes sorpresas para
ésta misión."
Kelly lanzó una risita.
Fred centró su atención en el intercambio de John hacia Keyes. Cada Spartan fue
seleccionado desde edad temprana y entrenado por la alta ciencia militar; habiendo
sufrido múltiples procedimientos de aumento: bioquímicos, genéticos y de cibernética.
Dando como resultado, a que un Spartan podía escuchar un alfiler cayendo en una
tormenta de arena y cada Spartan en la habitación estaba interesado en lo que el
capitán tenía que decir. Si vas a pasar por el infierno, Capitán/Oficial Méndez, el
primer maestro de los Spartans, dijo una vez, tendrás que hacerlo de manera
ingeniosa...
El Capitán Keyes frunció el seño sobre la pantalla de la nave, sosteniendo una pipa en
su mano. Aunque su voz era tranquila, el Capitán aferraba la pipa que era de color
blanco apretado los nudillos cuando resumía la situación. El único espacio donde el
buque estaba atracado era en una de las instalaciones orbítales en REACH, la cual
había fracasado en eliminar su base de datos de navegación. Si los datos NAV
(navegación) cayeran en manos del Covenant, el enemigo tendrá un mapa hacia la
Tierra.
"Jefe Maestro", el Capitán dijo: "Creo que el Covenant usará un Slipspace, dando un
salto a una posición a las afueras del puerto espacial. Ellos tratarán de alcanzar a sus
tropas en la estación, antes de que las armas de la Súper MAC puedan derribar sus
naves. Este será una misión difícil; Jefe. Estoy... abierto a sugerencias. "
"Nos ocuparemos de ella", respondió el Jefe Maestro.
El Capitán Keyes amplió sus ojos y se inclinó hacia adelante en su silla de mando.
"¿Exactamente cómo, Jefe Maestro?"
"Con todo el debido respeto, Señor, los Spartans están entrenados para manejar
misiones difíciles. Dividiré mi escuadra. Tres abordarán el puerto espacial y se
asegurarán de que los datos NAV no caigan en las manos del Covenant. El resto de
los Spartans irá a tierra firme y repelerá las fuerzas de invasión".
Fred apretó los dientes. Teniendo en cuenta su elección, prefirió pelear contra el
Covenant en tierra. Al igual que sus compañeros Spartans, detestaba estar en servicio
fuera del planeta. La operación era a bordo del puerto espacial y estaría en peligro a
cada paso, desconociendo el despliegue del enemigo, sin gravedad, con el intelecto
inútil y sin la suciedad debajo de sus pies. Eso no era la cuestión, de hecho: Las
misiones espaciales eran la tarea más difícil, por lo que Fred intentó en ser voluntario
para ello.
El Capitán Keyes consideró la sugerencia de John. "No, Jefe Maestro. Es demasiado
arriesgado; tenemos que asegurarnos de que el Covenant no obtenga los datos NAV.
Usaremos una mina nuclear, colóquelo cerca del anillo de acoplamiento y detónelo. "
"Señor, el EMP (Pulso Electromagnético, de granadas de plasma en este caso)
calcinará las bobinas de los superconductores de las armas orbitales. Y si utiliza las
armas convencionales del Pillar of Autumn, la base de datos NAV podrá aún
sobrevivir. Si el Covenant hace una búsqueda entre los restos, obtendrán los datos. "
"Cierto", dijo Keyes y dio un golpecito cuidadosamente a su pipa llevándola a su
barbilla. "Muy bien, Jefe Maestro. Tomaremos su sugerencia. Trazaré un curso sobre
la estación de acoplamiento. Enliste a su Spartans y prepare dos naves de descenso
Pélicans. Los lanzaremos.” Él consultó con Cortana. “En cinco minutos".
"Si, Capitán. Estaremos listos".
"Buena suerte," dijo el Capitán Keyes y la pantalla se oscureció.
Fred quitó la atención sobre el Jefe Maestro cuando se dirigió a encarar a los
Spartans. Fred empezó a dar un paso hacia delante; pero Kelly le dio un pequeño
golpe.
"Jefe Maestro", ella dijo, " Permiso para dirigir la misión espacial. " La maldita siempre
había sido más rápida.
"Denegado", dijo el Jefe Maestro. "Yo estaré dirigiendo eso”.
"Linda y James", continuó. "Estarán conmigo. Fred, tu serás líder del Equipo Rojo.
Tendrás el mando de la operación táctica terrestre. "
"¡Señor!" Fred gritó y su voz comenzó a protestar como si dudara. Ahora no era
momento para cuestionar órdenes... cuanto mucho él lo había estado esperando. "¡Sí,
señor!"
"Ahora estamos listos", dijo el Jefe Maestro. "No tenemos mucho tiempo. "
Los Spartans permanecieron de pie por un momento. Kelly convocó, "¡Atención!". Los
soldados quebraron filas y le dieron al Jefe Maestro un estridente saludo, el cual éste
les devolvería inmediatamente.
Fred cambió a la frecuencia del Equipo Rojo y gritó, "¡Muévanse, Spartans! Quiero al
equipo reunido en noventa segundos y las preparaciones finales en cinco minutos.
Joshua: Enlaza con Cortana y que me obtenga un mapa e información actual sobre la
zona de aterrizaje, no me importa si sólo son imágenes climatológicas o de satélite,
pero quiero fotos y los quiero en antes de noventa segundos. "
El Equipo Rojo saltó hacia la acción.
El nerviosismo previo a la misión se había ido, sustituido por una fría calma. Había
trabajo que hacer y Fred estaba ansioso por hacerlo. El oficial de vuelo Mitchell se
aturdió cuando una ráfaga de energía fue disparada dentro de la bahía de aterrizaje y
vaporizó un metro de sección del muro. Al rojo vivo, el metal fundido se esparció por la
ventana principal de la nave de descenso Pélican.
Esto se destornillará, él pensó y golpeó los propulsores del Pélican. El arma de metal
color verde (barras de combustible…posiblemente) se proyectaba al mismo tiempo
que una columna de fuego azul/blanco, entonces dañaron las afueras de las bahías
del lanzamiento del Pillar of Autumn dentro del espacio. Cinco segundos después el
infierno se desató. Las próximas ráfagas de energía provenían del los buques
liderados por el Covenant, que cortaron sus posiciones y cayeron sobre un COMSat.
El satélite de comunicaciones se vino abajo, desintegrándose en fragmentos brillantes.
"Es mejor que se sostengan"
Mitchell anunció a sus pasajeros en la bahía de tropas de la nave de descenso.
"Tenemos compañía”
Una multitud de naves atacantes Seraphs del Covenant, volaban en una estrecha
formación y se precipitaban a través del espacio para interceptar el curso de la nave
de descenso. Los motores del Pélican ardieron y la pesada nave cayó en picada hacia
la superficie de Reach. Los combatientes alienígenas aceleraron y ráfagas de plasma
parpadeaban salientes desde sus posiciones.
Un perno de energía anterior cortó el babor de la nave, en sentido estricto desapareció
parte de
la cabina de Pélican. La voz Mitchell se oyó a través del sistema COM:
"Bravo Uno a Knife Dos Seis: Necesito un poco de ayuda por aquí."
Él piloto rodó el Pélican para evadir un masivo pedazo, que se había desprendido de
los restos de una patrulla muy cercano a la proveniente onda de asalto. Debajo del
acalorado fuego de plasma, logró esquivar a tiempo la insignia del UNSC forjado en el
pedazo de metal.
Mitchell frunció el seño. Esto empeoraba a cada segundo.
"Bravo Uno a Knife Dos Seis ¿Donde diablos estás? ", Gritó.
Cuatro enormes formas aparecieron, estas naves se abarcaron dentro de la posición y
alcance de Mitchell; eran pesados, eran Longswords.
“Knife Dos Seis a Bravo Uno", una tersa voz femenina se escuchó a través de canal
COM.
"Mantén tus pantalones arriba. Hoy es un buen día para hacer negocios". Dijo la piloto
del Longsword
Demasiado bueno. Apenas los Longswords tomaron posición para escoltar la nave de
descenso, cuando Seraphs del Covenant se aproximaron, abriendo una barrera de
fuego de plasma. Tres de los cuatro escoltas Longswords del Pélican cambiaron su
curso, dirigiéndose a toda potencia hacia las naves del Covenant. En la oscuridad del
espacio, los cañones se iluminaban y los misiles grababan senderos fantasmales; las
armas de energía del Covenant cortaban la oscuridad de la noche y las explosiones se
esparcían por el cielo.
El Pélican y su único escolta aceleraron en línea recta hacia el planeta. Se dispararon
pernos de plasma que atravesaban los restos; la nave de descenso giró y maniobró
cuando los misiles y bolas de plasma se atravesaban sobre su camino. Mitchell se
sorprendió cuando las armas de defensa orbital de Reach abrieron fuego. Una bola
blanca fundió directamente el metal sobre el Pélican y su escolta, cuando ellos se
dispararon por debajo de la plataforma de defensa en forma de anillo de la
superestructura.
Mitchell envió al Pélican a la atmósfera del planeta. Llamas vaporosas sobresalían
peligrosamente por toda la nariz de la nave y el Pélican se mecía de un lado a otro.
"Bravo Uno, ajusta el ángulo de ataque", la piloto del Longsword le informó.
"Estás entrando a gran temperatura".
"Negativo", dijo Mitchell. "Estamos entrando rápidamente la superficie no lo
lograremos. Contactos enemigos a mis cuatro y tres”.
Una docena más Seraphs del Covenant dispararon a sus motores y en ángulo
descendente hacia las dos naves.
"Afirmativo: a las cuatro y tres. Voy por ellos, Bravo Uno", la piloto del Longsword
anunció.
“Derribemos a esos malditos."
El Longsword giró vertiginosamente hacia la formación Covenant. No había posibilidad
de que la piloto pudiera derribar a una docena de Seraphs. Knife Dos Seis sabía eso.
Mitchell sólo esperó a que los preciosos segundos de Dos Seis fuera más que
suficiente. El Pélican abrió sus reservas de oxígeno y quemó combustible, cayendo en
picada a tierra a cien metros por segundo. Un aura tenue de llamas envolvió a la
embarcación estruendosamente de un rojo a un terrible naranja.
La sección posterior del Pélican se había desprendido por accidente, donde
usualmente los asientos están en la sección de izquierda a derecha. Los generadores
de soporte vital entre el servidor de seguridad, los pasajeros y el compartimiento del
piloto; también se habían desprendido, haciendo una habitación.
Bajo en otras circunstancias, tales modificaciones podrían dejar espacio en la bahía de
tropas, sin embargo, estaba ocupado. Veintisiete Spartans se aferraban a la nave;
agachados en su armadura MJOLNIR para absorber el impacto del rápido descenso.
Su armadura era de media tonelada de aleación de negro, con placas de cerámica
débilmente iluminadas de verde y el parpadeo de los emisores de los escudos de
energía. Visores polarizados y cascos llamativos, los hacían lucir como héroes griegos
y a su vez máquinas humanas. A sus pies, había bolsas de equipamiento, cajas de
municiones y estaban anclados en su lugar. Todo se sacudía dentro de la nave y el
aire denso se incrementaba cada vez más.
Fred golpeó el canal COM y gritó: "¡Sujétense!" La nave se sacudió y luchó por
mantener el equilibrio. La SPARTAN-087 Kelly, se acercó y abrió una frecuencia.
"Jefe, vamos a tener mala comunicación de la escuadra después de caer en el
planeta", ella le dijo.
Fred hizo una mueca de enojo cuando se dio cuenta de que había sólo una emisión
FLEETCOM 7 (Comunicación de Flota 7 De hecho se puede referir a "Control", pero el
término más adecuado es "Comando", donde las naves se reportan, al igual que los
Almirantes): Tenía correo basura en la radio de cada nave en rango. Maldición.
Abrió un canal privado hacia Kelly. "Gracias", él dijo. Ella respondió con un sutil
movimiento de cabeza. Sabía mejor que era un simple error y con un segundo en el
mando, Kelly también estaba arreglando los errores en su canal COM. Él necesitaba a
su sólida roca (Kelly). Necesitaba a todo el Equipo Rojo y un alambre bien fuerte que
los uniera. Lo que significa que él necesitaba asegurarse de mantenerlos juntos. No
más errores.
Comprobó los biomonitores de la escuadra. (Aparato receptor que toma las imágenes
directamente de las instalaciones filmadoras y sirve para controlar la transmisión. Bio,
puede derivarse a una pantalla específica para identificar signos vitales, pero es
especulación)
Mostraban a todos en luz verde en su HUD, con rítmicos pulsos marginalmente
acelerados. El piloto era otra historia aparte. El corazón de Mitchell se disparaba como
un rifle de asalto. Cualquier problema con Equipo Rojo no era físico; los biomonitores
confirmaron mucho más. Los Spartans eran utilizados para misiones difíciles; el Alto
Mando de la UNSC nunca los enviaba al trabajo "fácil".
Su trabajo esta vez era tocar tierra y proteger los generadores que dan energía a las
plataformas del Cañón Orbital de Aceleración Magnética (MAC). La flota estaba siendo
arrasada a pedazos en el espacio. Las armas del masivo MAC eran la única cosa que
mantenía al Covenant a reabastecer sus líneas y tomar Reach.
Fred sabía algo que Kelly y los demás Spartans coincidían, era dejar atrás al Equipo
Azul en manos del Jefe Maestro. Habría infinitamente preferido estar con el Equipo
Azul. Conocía a cada Spartan aquí, sentía como si estuvieran tomando el camino más
fácil allá afuera. Si las naves y sus jinetes mantuvieran alejado a la oleada de asalto
Covenant, La misión del Equipo Rojo era vía terrestre y era necesario abrirse camino.
La mano de Kelly golpeó el hombro de Fred y él lo reconoció como un gesto
consolador. La agilidad de Kelly era como la de una navaja, ésta se multiplicó cinco
veces por la reacción de los circuitos de su armadura MJOLNIR. Ella no lo habría
tocado "accidentalmente" a menos que significaba algo y el gesto hablaba por si solo.
Antes de que pudiera decirle algo a ella, el ángulo de gravedad del Pélican se implantó
en los estómagos de los Spartans.
“Nos estamos aproximando", avisó el piloto.
Los Spartans flexionaron sus rodillas cuando el Pélican se balanceó cuando daba un
apretado giro. Una caja rompió sus correas de retención, rebotó y se pegó en la pared.
El canal COM se abrió con estática y apareció la voz de la piloto del Longsword:
"Bravo Uno aquí Knife Dos Seis, enemigos contraatacando. Estoy recibiendo fuego
enemigo " El canal bruscamente se llenó de estática.
Una explosión azotó al Pélican y pedazos de metal salieron de su grueso casco.
Parches de armadura ardiente y algunas burbujas empezaron a salir. Las explosiones
de energía indicaban la ebullición del metal, llenando el interior con humo por una
fracción de segundo, antes de que la atmósfera presurice la nave y golpee
profundamente con neblina su interior. La luz del sol fluía a través de la lacerada
armadura de Titanio-A.
El Pélican se tambaleó y Fred vislumbró 5 Seraphs Covenant pilotando de manera
turbulenta en el aire.
"Tengo que esquivarlos" el piloto gritó. "¡Sosténganse!"
El Pélican se lanzó hacia delante y sus motores explotaron por la sobrecarga. Los
estabilizadores de la nave de descenso salieron volando y el Pélican giró fuera de
control.
Los Spartans se sujetaron de las vigas transversales cuando sus equipos estaban
siendo arrojados en el interior de la nave.
"Será una caída infernal, Spartans", su piloto les dijo por el canal COM.
"Piloto automático programado para el ángulo. Demonios los estoy perdiendo, Voy a"
Un destello de luz iluminó la escotilla de la cabina y la diminuta ventana de vidrio se
destrozó junto con el compartimiento del pasajero. El biomonitor del piloto no marcó
signos de vida.
La taza de vertiginosidad aumentó y pedazos de metal e instrumentos salieron
libremente rompiéndose y bailando alrededor del compartimiento. SPARTAN-029
Joshua era el más cercano a la escotilla de la cabina. Tiró a si mismo y dijo algo
acerca de "explosiones de plasma". Él pausó por un segundo y luego agregó: "Voy a
redirigir el control hacia la terminal hacia aquí. Con su mano derecha, furiosamente
intervino los comandos sobre el teclado montado en la pared. Los dedos de su
izquierda excavaban dentro del muro de metal.
Kelly rastreó a lo largo del marco de estribor, que permanecía allí por los movimientos
oscilantes del Pélican fuera de control. Se dirigió hacia popa en el compartimento de
pasajeros y dio puñetazos a un teclado y avistó los pernos explosivos que caían hacia
la escotilla. (¿Barras de combustible de los Seraphs?)
"¡¡Cúbranse!!" ella gritó.
Los Spartans respondieron la orden. La escotilla explotó y salió disparada lejos de la
embarcación. Fuego fluyó a lo largo del exterior del casco. En cuestión de segundos,
aquel compartimento se convirtió en un horno explosivo. Kelly se inclinó para estar
fuera de alcance de la nave Seraph, el calor resoplaba los escudos de energía de su
armadura.
Las aeronaves Seraph del Covenant dispararon sus láseres, pero la energía de las
armas se dispersaban en la estela súper- acalorada del Pélican cayendo. Una nave
alienígena cayó fuera de control, tan profundo dentro de la atmósfera que era difícil
maniobrar con facilidad. Los otros giraron y retrocedieron de vuelta hacia el espacio.
" También demasiado calor para ellos, eh ", mencionó Kelly. "Estamos por nuestra
cuenta."
"Joshua", Fred lo llamó. "¿Cuál es el reporte?".
"El piloto automático se ha ido y la cabina de control está fuera de línea," Joshua
respondió.
"No puedo contrarrestar nuestro curso con los propulsores". Dio un golpe en un
comando; el puerto del motor se sacudió y la nave viró lento y cesó.
"¿Podemos aterrizar?" preguntó Fred.
Joshua no dudó en dar la mala noticia. "Negativo. La computadora no tiene solución
para nuestros vectores de entrada". Tecleó rápidamente en el teclado. "Voy a
conseguir mas cantidad de tiempo posible."
Fred pensó sobre sus opciones limitadas. No tenían paracaídas, ni cápsulas de
salvamento propulsadas por cohetes. Solo había una simple opción: Podrían viajar
directamente hacia el infierno en este Pélican… o podrían salir.
"¡¡Prepárense para un rápido descenso!!", Fred gritó. "Cojan su equipo. Surtan sus
trajes con gel hidrostático a máxima presión. Arriba, Spartans…tendremos un
aterrizaje forzoso”.
"Aterrizaje forzoso " era una ironía. Los Spartans y su armadura MJOLNIR eran
resistentes. Los escudos de energía de la armadura, el gel hidrostático y los circuitos
reactivos, junto con la estructura ósea aumentada de los Spartans, puede ser
suficiente para soportar un aterrizaje de alta velocidad... pero no un impacto
supersónico. Fue una apuesta peligrosa. Si Joshua no podía frenar el descenso del
Pélican; Tendrían que saltar.
"Estamos a doce mil metros", Kelly gritaba, todavía agachada en una esquina de la
puerta de popa.
Fred le dijo a los Spartans: "Listos, vayan a popa y salten a mi señal".
Los Spartans agarraron sus equipos y se trasladaron hacia la escotilla de apertura.
Los motores del Pélican rugieron cuando Joshua anuló los propulsores para invertir
sus posiciones. La desaceleración arrastró al equipo Spartan y todo el mundo se
sujetó, o trató de hacerlo. Joshua utilizó el tiempo que quedaba, para tratar de tomar
cierto control de la nave y resistir; después la nariz del Pélican se destrozó. Un sónico
estampido se escuchó a través de la nave, cuando caía por debajo de su velocidad
Mach 1. El armazón de la nave se estremeció y algunos remaches aparecieron.
"Estamos a ocho kilómetros y este ladrillo sigue cayendo rápido," llamó Kelly.
"Joshua, vallamos a popa", ordenó Fred.
"Afirmativo " Joshua respondió.
El Pélican gimió horriblemente y el armazón de la nave hacía un sonido metálico a
causa de la fricción, luego, crujía cuando la aeronave temblaba y se arqueaba. Fred
colocó sus blindados guantes sobre la pared y trató de mantener junta la aeronave
solo un poco más.
No funcionó. La esclusa del motor explotó y el Pélican cayó fuera de control. Kelly y
los Spartans se acercaron a la escotilla de popa. No había más tiempo.
"¡¡Salten!!" gritó Fred. “¡Vamos: Spartans, vamos, vamos, vamos!"
El resto de los Spartans saltaron de la popa y lucharon contra las fuerzas de G del
Pélican cayendo.
Fred agarró a Joshua y saltaron juntos.
Capítulo 2
0631 horas, agosto 30,2552 (Calendario Militar)
\ sistema Epsilon Eridani,
posición y área desconocidos, Planeta Reach.
Fred vio el cielo y la tierra en rápida sucesión ante su HUD. Décadas de entrenamiento
tomaron lugar. Esto era como un salto en paracaídas... excepto que esta vez no hubo
tal. Se esforzó para que sus brazos y piernas se abrieran; ya en posición de águila,
controló sus vueltas y la velocidad de frenado. Al mismo tiempo parecía avanzar
lentamente y acababa a toda velocidad, algo que Kelly había denominado " Tiempo
SPARTAN ". Realzó los sentidos y aumentó la fisiología, lo que significaba que en
períodos de estrés, el pensamiento Spartan reaccionaba más rápido que un humano
normal. La mente de Fred se aceleró cuando absorbió la situación táctica.
Él activó su censor de movimiento, impulsando el rango de gama al máximo. Su
equipo apareció como una señal en su HUD. Con un suspiro de alivio, vio que todos
de los 26 de ellos estuvieron presentes y colocándose en formación U.
“Las Fuerzas de tierra Covenant, podrían haber estado siguiendo al Pélican", Fred les
habló vía COM. "Esperen fuego Anti-Aéreo”.
Inmediatamente los Spartans rompieron la formación y se dispersaron a través del
cielo. Fred corrió el riesgo de echar un gran vistazo al Pélican que caía. Éste enviaba
fragmentos del blindaje de metal y feos arcos de residuos esparciéndose, antes de
que se impactara sobre la ladera de una montaña nevada.
La superficie de Reach se extendió ante sí, a unos dos mil metros más adelante. Fred
vio una alfombra de bosques verdes, montañas fantasmales a la distancia y pilares de
humo que se elevaban desde el oeste. Él vio una particular cinta de agua que
reconoció: El Río “El Gran Cuerno”.
Los Spartans habían entrenado en Reach la mayoría de ellos a muy temprana edad.
Éste fue el mismo bosque donde (CPO) Maestre Méndez los había dejado cuando
eran niños. Sólo con algunas piezas de un mapa y sin alimentos, ni agua, o armas.
Habían capturado cautelosamente a un Pélican y regresaron al Cuartel General. Esa
fue la misión en el cual John, ahora el Jefe Maestro, se había ganado el mando del
grupo, la misión que los había forjado en un equipo.
Fred dejó a un lado los recuerdos. No era el regreso a casa. La Instalación de
entrenamiento de la Reserva Militar 01478-B de la UNSC, debería estar estacionada
en el oeste. ¿Y los generadores? Él pidió el mapa del terreno y fue desplegado en su
pantalla. Joshua había hecho bien su trabajo: Cortana decentemente había emitido las
imágenes del satélite, así como una topografía completa del mapa. No era tan bueno
como un mosquito espía, pero era lo mejor que Fred había esperado en corto plazo.
Dejó un indicador NAV en la posición del complejo del generador y cargó los datos
sobre el objetivo vía COM hacia su equipo.
Tomó un profundo respiro y dijo: "Ese es nuestro objetivo. Nos movernos hacia allí,
pero manteniendo nuestro ángulo de entrada al mínimo. Apuntando desde las copas
de los árboles. Dejémonos caer lentamente. Si no pueden, Apunten al agua... y que
métanse en sus brazos y piernas antes del impacto. ".
Parpadearon 26 luces de reconocimiento azules, confirmando su orden.
(Nota: Los visores de los Spartans muestran destellos de luz, que es el estado de
cómo están o su respuesta a los demás del equipo.
Verde: Todo normal o área despejada o estado de un Spartan
Azul: Confirmación
Rojo: Alerta de peligro comunicada por un Spartan (solo en caso de emergencia))
"Presuricen sus hidrostáticos justo antes de su impacto." anunció Fred
Se correría el riesgo de embolias de nitrógeno para sus Spartans, pero venían a toda
velocidad, el cual era una gran carga para el Spartan, calculándose unos 130 metros
por segundo. Tuvieron que presurizar el relleno de gel o sus órganos serían
aplastados contra la impenetrable armadura MJOLNIR cuando cayeran.
Las luces de reconocimiento parpadearon de nuevo... aunque Fred tenía una ligera
sensación de incertidumbre.
Faltaban quinientos metros para llegar.
Tomó un último vistazo a sus Spartans. Que estaban dispersos en el horizonte como
trozos de confeti. Juntó sus rodillas y cambió su centro de masa, intentando nivelar su
ángulo cuando se aproximó a las copas de los árboles. Funcionó, pero no tan bien o
tan rápido como había esperado.
Un centenar de metros más. Su escudo parpadeó cuando rozó las coronas más altas
de los árboles. Respiró profundamente, tan profundamente como le era posible, tomó
sus rodillas, y se colocó en forma de una pelota (posición fetal.) Él sobrecargó los
sistemas de hidrostática y presurizó el gel que rodeaba su cuerpo. Mil cuchillos
diminutos le apuñalaban, a diferencia de cualquier otro dolor que había experimentado
ya en el programa SPARTAN-II, el cual había sido alterado quirúrgicamente.
Los escudos de la armadura MJOLNIR se convirtieron en una gran bengala, cuando
hacía trizas las ramas y luego una repentina ráfaga se originó cuando se impactó en el
centro muerto de un tronco grueso. Provocó un gran estruendo como si fuera un misil
blindado. Cayó, y su cuerpo absorbió rápidamente una serie de impactos de fuego.
Era como tomar una imagen completa del rifle de asalto a quema ropa. Segundos
después Fred golpeó un hueso para detenerse.
Su traje se estropeó. Ya no podía ver ni oír nada.
Permaneció en estado limbo y luchó para estar consciente y en alerta. Momentos más
tarde, su HUD se llenó de estrellas. Se dio cuenta entonces de que el traje no estaba
en mal funcionamiento... Él lo estaba. "¡Jefe!" la voz de Kelly se hizo eco en su
cabeza, como si saliera al final de un largo túnel. "Fred, levántate", le susurró Kelly.
"Tenemos que irnos."
Su visión se aclaró y lentamente giró sus manos y rodillas. Algo le dolía por dentro,
como si su estómago se hubiera desgarrado, cortándose en pequeños pedacitos y
luego, éstos volvían a estar todos juntos restableciéndose incorrectamente. Tomó un
respiro. Eso dolía, también.
El dolor era bueno le ayudó a mantenerse en alerta.
"Estado", él tosió. Su boca sabía como a cobre.
Kelly se arrodilló a su lado y en un canal privado COM le dijo: "La mayoría de las
personas tiene daños menores: unos pocos generadores de escudo golpeados,
sistemas de censores y una docena de huesos rotos y algunas contusiones. Nada que
no podamos compensar. Seis Spartans tienen lesiones más graves. Pueden luchar
desde una posición fija, pero tienen movilidad limitada. "
Ella exhaló profundamente y luego añadió: "Cuatro están MEA” (Muertos en Acción)
Fred lidió sobre sus pies. Estaba mareado, pero se mantuvo en posición vertical. Tuvo
que permanecer sobre sus pies no importando como. Él tenía que hacerlo por el
equipo, para mostrarles que aún tenían en funcionamiento a un líder. Podría haber
sido mucho peor, pero cuatro muertos era bastante malo.
Ninguna operación Spartan había visto tantos muertos en una sola misión y esta
operación apenas estaba comenzado. Fred no era supersticioso, pero no podía ayudar
y sentía que la suerte de los Spartan se les estaba acabando.
"Hiciste lo que tenías que hacer", dijo Kelly, como si ella le estuviera leyendo su
mente. "La mayoría de nosotros no lo habrían hecho si no hubieras estado sobre tus
pies. "
Fred rió en disgusto. Kelly pensó que había aterrizado sobre sus pies, pero todo lo que
había hecho él, era aterrizar sobre su trasero. Él no quería hablar de ello, no por
ahora. "¿Alguna otra buena noticia?”, él dijo. "Muchas", respondió ella. "Nuestro
equipo, las cajas de municiones, las bolsas de armas extra, están dispersas por toda
nuestra ZA (zona de aterrizaje). Sólo unos pocos de nosotros tenemos rifles de asalto,
tal vez cinco en total. "
Fred instintivamente alcanzó su MA5B y descubrió que los clips de anclaje en su
armadura habían sido deteriorados en el impacto y algunos ya no estaban en su lugar.
Tampoco ninguna granada en su cinturón. Su bolsa de salto se había ido, también. Se
encogió de hombros. "Vamos a improvisar", Fred dijo. Kelly recogió una piedra y la
aventó.
Fred resistió el impulso bajo su cabeza y atrapó su aliento. No había nada más que él
pudiera hacer ahora, solo sentarse, descansar y pensar. Tenía que haber alguna
manera de conseguir que sus Spartans salieran de aquí en una sola pieza. Era como
un ejercicio de entrenamiento, todo lo que él tenía que hacer era averiguar la mejor
manera de cumplir su misión, sin sus equipos.
No había tiempo, sin embargo. Ellos habían sido enviados a proteger los generadores
y de seguro el Covenant no estaban endemoniadamente asentados alrededor, a la
espera de que los Spartans dieran el primer paso. Las columnas de humo se
marcaban sobre el Alto Mando (HighCom) de Reach fue una prueba de ello.
"Ensambla el equipo", Fred le dijo a ella. "Formación Beta. Estamos en camino hacia a
los generadores a pie. Empaqueta a nuestros heridos y muertos. Envíalos con las
armas hacia delante como exploradores. Tal vez nuestra suerte cambie. "
Kelly gritó sobre la COM de la escuadra: "Muévanse, Spartans. Formación Beta hacia
el punto NAV”.
Fred inició un diagnóstico a su armadura. El subsistema de hidrostática había roto un
sello, y los niveles de presión eran funcionalmente mínimos. Podía moverse, pero
tendría que remplazar el sello, antes de que fuera capaz de esquivar rápidamente el
fuego de plasma.
Cayó detrás de Kelly y vio a sus Spartans en la periferia controlando la táctica amigo-
enemigo.
No podía verlos muy bien, ya que se distribuyeron a la distancia y de árbol en árbol
para evitar cualquier tipo de sorpresas Covenant. Todos ellos se trasladaban en
silencio a través del bosque: luz y sombras; un ocasional silencio por parte de la
luminosidad verde de la armadura.
"Rojo-Uno aquí Rojo-Doce. Contacto, un solo enemigo... neutralizado”
"Uno por aquí también", informó Rojo-Quince. "Neutralizado". Tenía que haber más.
Fred sabía que el Covenant nunca viajaba en pequeños grupos.
Peor aún, si las tropas del Covenant están desplegándose en grandes números,
significa que la acción mantenida en órbita ha cambiado horriblemente. . . por lo que
era sólo cuestión de tiempo antes de que esta misión fuera de mal en peor.
Estaba intentando a escuchar a su equipo sobre el control del campo, casi se topó con
un par de Jackals. Él instintivamente se ocultó en la sombra de un árbol y se mantuvo
inmóvil. Los Jackals no lo habían visto. Los Aliens eran como pajarracos, olfatearon el
aire y luego avanzaron con más cautela cerrándose hasta la posición oculta de Fred.
Agitaron sus pistolas de plasma antes de que hicieran un clic sobre sus escudos de
energía.
Los pequeños campos protectores se extendieron sobre el campo ondeando y
solidificándose con un sonido silencioso. (Se desplegaron los escudos Jackals) Fred
abrió su canal COM hacia Rojo-Dos, dos veces. En respuesta la luz azul de
reconocimiento parpadeó de inmediato a su llamada para el apoyo.
De repente los Jackals se dirigieron hacia su derecha y olfatearon rápidamente. Una
gran roca sobresalía desde la izquierda en dirección a los alíens. Un gran golpe dio en
la cresta occipital del Jackal líder dejándole una grieta. La criatura fue abatida y cayó
al suelo sobre un charco de sangre púrpura. Fred se lanzó hacia adelante y en tres
sencillos pasos se cargó al resto de los Jackals. Él evadió en todo momento el escudo
energía y agarró la muñeca de la criatura. El Jackal chilló de miedo y de sorpresa.
Él trató difícilmente de arrebatar la pistola del Jackal de su brazo y luego, giró. El
Jackal forcejeó por su propia arma y la piel áspera de su cuello se notaba su
esfuerzo.Fred lo apretó tanto que pudo sentir como se le rompían los huesos al alien.
La pistola de plasma resplandecía brillantemente a un verde esmeralda. Un Jackal
salió detrás a sus espaldas, al menos parte de la cabeza. Fred recogió las armas del
suelo y Kelly emergió desde los árboles. Él le arrojó a ella una de las pistolas de
plasma la cual ella atrapó en el aire.
"Gracias. Prefiero mi rifle, que a este pedazo de basura”, dijo ella.
Fred asintió, sujetó otra arma de plasma y la colocó a su arnés. "Supera esa mi3rda de
arrojar piedras", respondió.
"Afirmativo, Jefe", dijo asintiendo. "Pero lo dudo". Agrego ella
"Rojo-Uno", la voz de Joshua llamó por la SQUADCOM. (Comunicador COM de la
escuadra).
"Estoy a media distancia delante de ti. Tiene que ver esto."
"Entendido", le dijo Fred. "Equipo Rojo, Permanezcan aquí y esperen mi señal”
La luz de reconocimiento parpadeó. Y medio agazapado, Fred hizo su camino hacia
Joshua. Había una luz adelante: Las sombras se aclararon y desaparecieron porque
los bosques se habían ido. Los árboles habían sido arrasados, cada uno voló en
astillas o fue carbonizado.
También había cuerpos, miles de Grunts, cientos de Elites y de Jackals, llenando el
campo abierto. Había también humanos, todos muertos. Fred pudo ver a varios
marines todavía ardiendo en fuego de plasma. Había un tanque Scorpion volcado,
Warthogs con sus neumáticos en llamas y un Banshee también. Estaba enganchado
sobre un bucle de alambre de púas y todavía estaba encendido, en estado de
propulsión, listo para retomar el vuelo hacia la interminable órbita.
El complejo del generador estaba sobre el lado más lejano del campo de batalla, sin
embargo, estaba intacto. Los búnkeres estaban reforzados con concreto, armados con
ametralladoras alrededor de la construcción. Los generadores estaban profundamente
debajo de ella. Hasta ahora parecía que el Covenant no había logrado acceder a ellos,
aunque no cederían en intentarlo.
"Contactos adelante", susurró Joshua.
Cuatro señales aparecieron en su censor de movimiento. Las etiquetas Amigo o
enemigo se identificaron como Marines de la UNSC, de la Compañía Charlie. Los
números de serie aparecieron al lado de los hombres, cuando su HUD recogía un
mapa topográfico de la zona.
Joshua le entregó a Fred su rifle de francotirador y observó a los contactos a través de
la visión de largo alcance. Eran marines, por supuesto. Ellos hurgaban entre los
cuerpos y en la basura del área, patrullando y en busca de supervivientes, armas y
municiones.
Fred frunció el ceño, algo acerca de la forma en como la escuadra de marines se
movía, algo no estaba bien. Carecían de unidad de cohesión, con sus líneas cortadas
y expuestos. No estaban utilizando ninguna cobertura disponible. A través de los ojos
experimentados de Fred, los marines ni siquiera parecían avanzar hacia una dirección
específica. Uno de ellos sólo estaba deambulando en círculos.
Fred envió una transmisión directa a través de la frecuencia global de la UNSC.
"Patrulla Marine, este es el Equipo Rojo-Spartan. Nos aproximamos a su posición
desde sus seis. Cambio ".
Los marines giraron repentinamente y en dirección a Fred y con sus rifles de asalto en
guardia.
Hubo estática en el canal COM, luego, una voz ronca apática respondió: "¿Spartans?
Si ustedes son lo que dicen ser… seguro de que podríamos echarles una mano. "
"Lo sentimos, perdimos la batalla, Marine."
“¿Perdieron?" El Marine dio una breve risa amarga. "Demonios, Jefe esto sólo fue el
primer round”.
Fred devolvió el rifle francotirador a Joshua, apuntando hacia sus ojos y luego a los
marines en el campo. Joshua asintió, con fusil en hombros y observando a los
marines. Sus dedos permanecieron inmóviles cerca del disparador del gatillo, sin
quitarlos de encima. No está mal en ser cuidadoso. Fred se levantó y caminó hacia el
grupo de marines. Recorrió su camino pasando a través de las entrañas de cuerpos
Grunts, metales retorcidos y de los neumáticos calcinados de lo que una vez había
sido un Warthog.
El hombre miró como si hubieran estado en el infierno y luego regresar. Todos ellos
soportaron quemaduras, abrasiones y los kilómetros de largo, mirando indicativamente
de cerca la impresión. Ellos miraron boquiabiertos a Fred y sin aliento, fue una
reacción que se había visto a menudo, cuando los Marines por primera vez
vislumbraban a un Spartan: dos metros de altura, con media tonelada de armadura y
salpicados con sangre alienígena. Era una mezcla de terror, de sospecha y miedo.
Fred odiaba eso. Sólo quería luchar y ganar esta guerra, al igual que el resto de los
soldados en la UNSC. El soldado parecía querer salir corriendo, cuando estaba cerca
de aquella figura. Fred removió su casco, dejó ver su recortado cabello rojo y el
soldado le dijo observándole.
"Jefe, es mejor regresar a la base con nosotros antes de que nos ataquen de nuevo. "
Fred asintió. "¿Cuántos hay en su compañía, soldado?"
El hombre miró a sus tres compañeros y sacudió la cabeza. "¿Perdón, jefe?" Estos
hombres estaban probablemente al borde de la demencia por aquella batalla, por lo
que Fred controló su impaciencia y contestó con una voz flexible tanto como él podía:
"Sus etiquetas de identificación dicen que ustedes son de la Compañía Charlie,
soldado. ¿Cuántos son? ¿Cuántos heridos hay? ".
"No hay heridos, Jefe", respondió el soldado.
"No hay compañía" ni ambos. Somos todos los que quedamos".
Capítulo 3
0649 horas, 30 de agosto de 2552 (Calendario Militar)
/ Sistema Epsilon Eridani,
Instalación de Generadores de Defensa Orbital A-331,
Planeta Reach.
Fred miró por encima del campo de batalla en la parte superior del búnker sur, su
puesto de mando temporal. La estructura había quedado precipitadamente levantada y
parte del concreto de rápido secado no se había endurecido por completo.
El búnker no era la mejor posición defensiva, pero le dio una vista despejada del área,
cuando su equipo trabajaba para intensificar el perímetro del complejo del generador.
Los Spartans enrollaron alambre afilado, enterraron paquetes de minas ANTILON y
barrieron el área en patrullas. Un equipo de fuego de seis hombres buscaban en el
campo de batalla armas y munición.
Satisfecho de que la situación fue tan estable como era posible, él se sentó y comenzó
a quitar partes de su armadura. Bajo en circunstancias normales, un equipo de
técnicos ayudaría en tal labor, pero con el paso del tiempo todos los Spartans habían
aprendido a hacer reparaciones rudimentarias del campo. Él localizó un sello roto de
presión y rápidamente lo reemplazó con uno intacto que él había recobrado de la
armadura del SPARTAN-059.
Fred frunció el ceño. Odió la necesidad de despojar el equipo del traje de Malcolm.
Pero deshonraría a su camarada caído por no usar su regalo, aquella pieza de
repuesto.
Recordó como fue la caída del Pélican y terminó de instalar el sello. La auto-
recriminación fue un lujo que él podría permitir y los Spartans del Equipo Rojo no
tuvieron un monopolio en esos tiempos difíciles.
Marines sobrevivientes de la Compañía Charlie habían mantenido alejado el asalto
Covenant con baterías de torretas, Warthogs y un par de tanques Scorpion durante
casi una hora. Los Grunts habían ido a la carga a través del campo de minas y
despejaron una ruta para los Jackals y Elites.
El teniente Buckman, CO (Comandante Oficial) de los Marines, había recibido órdenes
para enviar a la mayor parte de sus hombres hacia el bosque, en un intento para
flanquear al enemigo. Llamó para obtener soporte aéreo, también.
Lo consiguió.
El Alto Mando (HighCom) de Reach debió de haberse dado cuenta de que los
generadores estaban en peligro de ser invadidos, así que alguien entró en pánico y
envió bombarderos para arrasar el bosque en un radio de medio kilómetro. Eso barrió
la ola de asalto Covenant. Matando también al Teniente y a sus hombres.
Qué desperdicio.
Fred sustituyó el último componente de su armadura y la encendió. Sus luces de
estado pulsaron un azul frío. Satisfecho, estaba de pie y activó la COM.
"Rojo-Doce, dame un reporte de la situación".
La voz de Will crujió sobre el canal. "Perímetro establecido, Jefe. Ningún contacto
enemigo”.
"Bien," Fred contestó. "¿Estado de Misión"?
"Diez torretas recuperadasy ahora proveemos cubrir los campos de fuego alrededor de
la instalación del generador," dijo Will. “Tenemos a tres aviadores Banshee trabajando.
También hemos recuperado treinta de aquellos generadores de escudo que portan los
Jackals y varios centenares de rifles de asalto, pistolas de plasma y granadas”.
"¿Municiones? Las necesitamos".
"Afirmativo, señor," dijo Will. "Lo suficiente como para durar una hora de fuego
continuo". Hubo una pausa corta, después añadió: "El Cuartel General (HQ) debió
haber enviado refuerzos en algún punto, porque hemos recuperado una caja marcada
ALTO MANDO ARMERÍA OMEGA".
"¿Qué hay en eso"?
"Seis misiles de tierra y de aire ANACONDA”. La voz de Will apenas escondió su
alegría. "Y un par de cabezas tácticas nucleares FURIA". Fred dio un silbido sutil. La
Cabeza Táctica Nuclear FURIA era la cosa más cercana que la UNSC tenía en su
arsenal a una granada nuclear. Era del tamaño y forma de un balón de futbol
sobreinflado. Suministraba un poco menos que la proporción de un megatón, y estaba
sumamente limpio.Desafortunadamente, no les servía para nada en esta situación.
"Asegura esa artillería ASAP. No la podemos usar. El EMP (PEM: Pulso
Electromagnético) freiría los generadores”.
"Entendido," Will dijo suspirando decepcionado.
"¿Rojo-Tres"? Fred preguntó. "Reporte".
Hubo un momento de indecisión. Joshua susurró: "Nada bien aquí, Rojo Uno. Estoy
puesto en la cordillera entre nuestro valle y el siguiente. El Covenant tiene a una
masiva ZA (Zona de aterrizaje) instalada. Hay una nave enemiga sobre la estación y
estimo que un fuerte batallón de tropas enemigas está en tierra. Grunts, Jackals,
equipamiento y armas de soporte están siendo desplegadas. Parece que se alistan
para el “Round” número dos, señor”. Fred sintió un hueco frío en su estómago. "Dame
una toma".
"Entendido".
Una foto diminuta apareció sobre el HUD de Fred y él vio lo que tenía Joshua
localizado a través de su mira telescópica: Un crucero Covenant permanecía a unos
treinta metros por encima de la superficie. La nave suministró armas de energía y
artillería de plasma. El rango de las armas de sus Spartans no podrían alcanzar a esa
cosa sin ser carbonizados.
Un ascensor gravitacional conectaba la nave a la superficie de Reach y las tropas
lloviendo a cántaros – miles de ellos: Legiones de Grunts, tres escuadrones repletos
de Elites piloteando Banshees y al menos una docena de tanques Wraith.
No tenía mucho sentido, sin embargo. ¿Por qué el crucero no se acercó más y abrió
fuego? ¿O pensó el Covenant que allí podría haber otro ataque aéreo? El Covenant
nunca dudaba durante un asalto... sino el hecho que él estaba todavía vivo tratado de
decir que las reglas del enfrentamiento enemigo, en cierta forma habían cambiado.
Fred no estaba seguro por qué el Covenant estaba siendo cuidadoso, pero él tomó un
descanso. Le daría tiempo para resolver cómo detenerlos. Si los Spartans tienen
movilidad, podrían ser capaces de enfrentar una fuerza que dimensionara con tácticas
y golpes sorpresas. Manteniendo una posición fija, que era historia aparte.
"Actualízame cada diez minutos," él le dijo a Joshua. Su voz se escuchaba de repente
fuerte y seca.
"Entendido".
“¿Rojo-Dos?” ¿Algún progreso sobre el enlace que nos proporcione el SATCOM?
(Comunicación Satelital)
"Negativo, señor," Kelly murmuró, la tensión espesaba su voz. Ella había estado
encargándose de reparar las comunicaciones de la Compañía Charlie. "Hay informes
de batalla interfiriendo el espectro entero, pero de lo que he podido obtener, es que
afuera allá arriba; la pelea no va bien. Necesitan este generador intacto, no importa lo
que vaya a costarnos”.
"Entendido", Fred dijo. "Manténme…. "
"Espera. Trasmisión entrante para la Compañía Charlie desde el Alto Mando en
Reach".
¿El Alto Mando? Fred pensó que los cuarteles generales en Reach habían sido
invadidos.
"¿Códigos de verificación"?
"Comprobando," Kelly contestó."Códigos confirmados"
"¿Compañía Charlie"? ¿Jake? ¿Qué demonios está pasando ahí?¿Por qué usted no ha sacado
a mis hombres aún "?
"Éste es el Oficial Superior SPARTAN-104, Líder de Equipo Rojo", dijo Fred, "ahora a
cargo de la Compañía Charlie". Identifíquese”.
"Ponga al Teniente Chapman, Spartan" una voz irritada se escuchó.
"Eso no es posible, señor," Fred le dijo, instintivamente dándose cuenta de que él le
hablaba a un oficial y añadiendo lo honorífico. "Excepto por cuatro Marines, la
Compañía Charlie dejó de existir".
Hubo una pausa, bastante llena de estática.“Spartan, escúcheme muy
cuidadosamente.Éste es el Vice Almirante Danforth Whitcomb, Jefe Segundo de Operaciones
Navales.¿Sabe usted quién les dio la paliza, hijo?"
"Sí, señor," respondió Fred protestando cuando el Almirante se identificó. Si el
Covenant escuchara a escondidas esta transmisión, el oficial superior simplemente
habría sido un blanco enorme.
"Mi personal y yo fuimos echados a un barranco al sureste de donde el Alto Mando solía
estar," Whitcomb continuó. Traiga a su equipo y extráiganos, inmediatamente".
"Negativo, señor, no puedo hacer eso. Tengo órdenes directas de proteger la
instalación del generador de energía de las armas orbitales”.
"Revoco esas órdenes," gritóel Almirante.“Hace dos horas, tengo el mando táctico de la
defensa de Reach. Ahora, no me importa si usted es un Spartan o Jesucristo bajando del
condenado Río el Gran Cuerno; – le estoy dando una orden directa. De acuerdo, Spartan”.
Si el Almirante Whitcomb ahora estaba a cargo de la defensa, entonces una buena
cantidad de colosales jefes habrían sido puestos fuera del cargo cuando el Cuartel
General recibió el golpe.
Fred vio una diminuta luz amarilla transmitiéndose en su visor. Su biomonitor indicó
una elevación en su presión sanguínea y su ritmo cardíaco. Él notó que sus manos
temblaban, casi imperceptiblemente.
Él controló esa situación y accionó la COM. "Afirmativo, señor. ¿Habrá soporte aéreo?”
"Negativo. La nave Covenant sacó fuera de combate a nuestros Longswords y bombarderos en
la primera oleada”.
“Muy bien, señor. Los sacaremos de ahí.
Mantenga la posición. "Jefe". LaCOM terminó en ese instante.
Fred se preguntó si el Almirante Whitcomb era responsable del centenar de Marines
muertos, los cuales habían intentado proteger los generadores. Sin duda él era un
excelente líder de Flota... pero ¿Oficiales de Flotas dirigiendo operaciones terrestres?
No era extraño que la situación estuviera fuera de su alcance.
¿Habría presionado al joven teniente e inexperto a flanquear a un enemigo superior?
¿Habría él enviado soporte aéreo con órdenes de inundar con bombas el área?
Fred no confió en el juicio del Almirante, pero tampoco podía ignorar una orden directa
de él.
Él desplegó una lista del Equipo sobre su HUD: Veintidós Spartans, seis mal heridos
los cuales apenas podían caminar y cuatro Marines cansados, quienes habían pasado
a través del mismo infierno. Tenían que repeler la fuerza masiva Covenant. Tenían
que extraer al Almirante Whitcomb también. Y como siempre, su supervivencia era en
el mejor de los casos; una consideración terciaria.
Tenía armas para defender la instalación: Granadas, torretas, y misiles.
Fred hizo una pausa. Quizá éste era el camino equivocado para considerar la situación
táctica. Él estaba pensando en defender la instalación, cuando debería haber estado
pensando acerca de que los Spartans eran mejores en – la ofensiva.
Él tecleó el SQUADCOM (Comunicador de la Escuadra). "¿Alguien capturó esa última
transmisión"?
Las luces de aceptación parpadearon.
"Bueno. Aquí está el plan: Nos dividimos en cuatro equipos.
"Equipo Delta–" él resaltó a los Spartans heridos y los cuatro Marines en la lista de
nombres. "acudirán a este lugar". Él cargó un mapa táctico en el área y colocó una
marca NAV en un barranco a dieciséis kilómetros al norte. "Tomen dos Warthogs, pero
salgan de ellos y escóndalos si encuentran alguna resistencia. Su misión es asegurar
el área. Ésta será la posición de retirada de la escuadra. Mantengan abierta la puerta
trasera para nosotros”.
Inmediatamente aceptaron. Los Spartans conocían el barranco como la palma de sus
manos.
No estaba marcado en cualquier mapa, pero era donde habían sido entrenados por
meses con la Dra. Halsey. Debajo de la montaña, había cavernas que la Oficina de
Inteligencia Naval (ONI) había convertido en una instalación ultra secreta. Estaba
fortificada y revestida contra la radiación, probablemente podía resistir cualquier cosa;
incluyendo un golpe nuclear directo. Un agujero perfecto para esconderse si todo
empeoraba.
"Equipo Gamma". Fred seleccionó Rojo-21, Rojo-22, y Rojo-23 de la lista de nombres.
“Ustedes extraerán al Almirante y a su personal, luego los traerán de regreso a los
generadores. Necesitaremos tripulación adicional”.
"Afirmativo", dijo Rojo-21.
Técnicamente Fred seguía la orden de Whitcomb para extraerlo desde su actual
posición. De lo que el Almirante no se daba cuenta, sin embargo, era que
probablemente hubiera estado más seguro quedándose allí.
"Equipo Beta - Fred seleccionó a Rojo-20 y Rojo-4. "– ustedes están a la defensa del
generador".
"Entendido, Jefe".
"Equipo Alpha"- él seleccionó a Kelly, Joshua, y a sí mismo.
"Esperando órdenes, señor," Joshua dijo.
"Iremos a ese valle para matar a cualquiera que no sea humano".
Fred y Kelly observaron a los tres Banshees que habían sido metidos a la fuerza en el
complejo provisional. Fred miró con atención dentro de la cabina del piloto de la nave
más cercana y accionó la manija de activación. El Banshee emergió un metro hacia
arriba, su impulsor antigravedad resplandeció en un brillante azul débil, y comenzó a
avanzar. Él lo detuvo, y el Banshee cayó al suelo. Rápidamente Fred probó lo otros
dos, y también se levantaron del suelo.
"Bien. Todo funcionando”.
Kelly se cruzó de brazos. "¿Daremos un paseo"?
Un Warthog se detuvo en el camino y derrapó hacia una parada enfrente de ellos,
Joshua en el volante. La parte de atrás sujetaba la mitad de una docena de misiles
Jackhammer y un trío de lanzacohetes. Una caja de madera negra estaba en el
asiento del pasajero, con una cinta de color verde-esmeralda que cada soldado de la
UNSC se refería como "EB Verde".
"Misión cumplida, señor," Joshua dijo cuando bajó del Warthog.
Fred sujetó un Lanzacohetes, un par de proyectiles, y un rollo de cinta del 'Hog
(Wathog). "Necesitaremos estos cuando ataquemos al Covenant al otro lado de la
montaña," él explicó. "Cada uno de ustedes asegure un lanzacohetes y algunas
municiones en un Banshee".
Joshua y Kelly se detuvieron en lo que estaban haciendo y empezaron a confrontarlo.
"Permiso a hablar, señor," Kelly preguntó.
"Concedido".
"Estoy totalmente a favor de una buena batalla Fred, pero esas probabilidades están
un poco asimétricas incluso para nosotros... como diez mil a uno".
"Podemos manejar de cien a uno," Joshua intervino en la conversación, "tal vez unos
quinientos a uno, con un poco de planificación y soporte, pero en contra de estas
probabilidades, un asalto frontal parece –"
"No va a ser un asalto frontal," dijo Fred. Él enganchó el lanzacohetes en la cabina
estrecha del piloto del Banshee. "Pásenme la Cinta".
Kelly arrancó un pedazo de cinta y se la pasó.
Fred alisó la cinta adhesiva y fijó en su lugar el lanzacohetes. "Jugaremos con esto tan
silenciosamente como podamos," dijo Fred.
Ella consideró el plan de Fred por un momento y entonces preguntó, "Entonces,
asumiendo que los engañamos permitiéndonos entrar dentro de sus líneas... ¿Luego
Qué"?
"Tanto como me gustaba, no podemos usar las cabezas tácticas nucleares," Joshua
meditó, "No en las lejanías del valle. La montaña no es lo suficientemente alta para
bloquear el EMP (Pulso Electromagnético, PEM). Quemará el generador de defensa
orbital".
“Hay otra manera para usarlos," Fred les dijo. "Vamos a abordar el crucero – a través
de su elevador gravitacional – y detonaremos la bomba nuclear adentro. Los escudos
de la nave amortiguarán el pulso electromagnético”.
"También convertirá a esa nave en la granada de fragmentación más grande de la
historia," Kelly comentó.
"Y si alguna cosa sale mal," dijo Joshua, "Terminaremos arriba, con cerca de mil tipos
rudos y enojados".
"Somos Spartans", dijo Fred. "¿Que podría salir mal"?
Capítulo 4
0711 horas, 30 de agosto de 2552 (Calendario Militar)
/ Sistema Epsilon Eridani,
Valle Longhorn, Planeta Reach.
La alarma dio bocinazos y Zawaz se puso rápidamente en pie con un aullido
sorprendido. El pequeño alíen, un Grunt vistiendo una armadura naranja, caminó
sigilosamente y dejó caer su escaner de movimiento. Entró en miedo y recuperó el
dispositivo con una temblorosa garra. Si el escaner se hubiera dañado, los Elites
podrían haber utilizado su cuerpo como reactor de escudo. Si sus amos supieran que
él había estado dormido en su puesto, podrían hacerle algo peor que matarlo. Lo
podrían entregar a los Jackals.
Zawaz le dio un escalofrío.
Afortunadamente, el escáner todavía funcionaba, y el diminuto alienígena suspiró de
alivio. Tres contactos rápidamente se acercaron a la montaña que separaba al cuadro
de líderes de Zawaz, y de las distantes fuerzas humanas. Él trató de alcanzar la
bocina preventiva pero se relajó, cuando su detector identificó a los contactos – eran
aviadores Banshee.
Él miró con atención sobre el borde sucio de su agujero protector para confirmarlo. Él
localizó tres de las aeronaves Banshee aproximándose. Zawaz resopló. Fue extraño
que el vuelo no estuviera en la lista, en su horario de la patrulla. Él consideró alertar a
sus superiores, entonces lo reconsideró. ¿Qué ocurre si fueran Elites en alguna misión
secreta?
No, era más conveniente no cuestionar tales cosas. Ser ignorado. Vivir otro día. Ese
era su credo.
Él anidó de vuelta a su agujero, reanudó el detector de movimiento a largo alcance, y
rezó para que no sonara otra vez. Se enroscó en una apretada pelota e
instantáneamente cayó en un profundo sueño.
Fred condujo su formación de vuelo en U. Las aeronaves púrpuras y rojas arquearon
hacia arriba y sobre las copas de los árboles de aquella cordillera, ganando tanta
altitud, como los Banshee podrían manejar – cerca de trescientos metros. Como él se
despejó de las copas, vio la manera de soltar el acelerador.
El valle era de diez kilómetros y la montaña delante de él, densos pinos de abeto que
se afilaron y dieron paso a los campos maltratados y el Río El Gran Cuerno más allá.
Acampados en las praderas estaban miles de miles de tropas Covenant. Su masa
cubría el valle entero, y la delgada luz del sol, sofocada por el humo; destelló sobre un
mar de armaduras rojas, amarillas y azules. Se movían en estrechas columnas y se
abarrotaron a lo largo del borde del río – eran demasiados y parecía que alguien le
había dado una patada al hormiguero más grande en la existencia.
Y estaban construyendo. Cientos de tiendas de campaña en forma de ligeros domos
blancos; y estaban siendo levantadas, la atmósfera se marcaba por los respiradores
de metano de los Grunts. A lo lejos, había cabañas extrañas poliédricas de las
unidades de los Elites, cuidadas por una larga línea de docenas de tanques en forma
de escarabajo Wraith. Las torres de guardia resaltaron en el valle; Ellos subieron
vertiginosamente hacia arriba, de los peldaños de las bases móviles, diez metros de
alto y montados con torretas de plasma.
Las reglas efectivamente habían cambiado. En más de cien batallas, Fred nunca había
visto al Covenant establecerse en campamentos de tal magnitud. Todo lo que ellos
hicieron fue matanza.
Flotando atrás toda esta actividad, casi rozando contra las colinas más lejanas, el
crucero Covenant permanecía fijo a unos treinta metros, separado de la superficie.
Parecía como un gran pez inflado con aletas estabilizantes regordetas. Su ascensor
gravitacional estaba en operación, un tubo de energía brillante que movía materia
hacia arriba y desde el suelo. Montones de cajas de madera púrpura, caían flotando
suavemente desde la nave. En la luz de la tarde él podía ver sus armas atestándose a
lo largo de su longitud, lanzando sombras arácnidas a través de su casco.
Sus Banshees se nivelaron y Fred se dejó caer para regresar a su formación junto con
Kelly y Joshua.
Él echó un vistazo de nuevo hacia la nave enemiga y las torres de guardia. Un buen
golpe de esas armas los podría dejar fuera.
Fred vio a otras patrullas Banshee rodeando el valle. Frunció el ceño. Si se acercaban
a ellos, los pilotos enemigos casi ciertamente les exigirían conocer sus asuntos... y no
había manera de saber las rutas establecidas de las patrullas. Eso significaba que él
tenían que tomar una ruta alternativa de vuelo: Directamente por debajo y en el medio,
sobre la horda Covenant.
Sólo necesitarían una oportunidad para hacer esto. Probablemente obtendrían sólo
una.
Él activó la frecuencia COM. "Ve".
Kelly golpeó el acelerador y se deslizó hacia el crucero. Fred se abalanzó detrás de
ella. Él Armó el arma de barras de combustible incorporado en el Banshee.
Estaban a seis kilómetros del crucero cuándo Kelly logró la máxima velocidad de su
aeronave. Grunts y Jackals sobre los campos por debajo, estiraron sus cuellos cuando
los Spartans brillaron por encima de ellos.
Tuvieron que ir más deprisa. Fred sintió cada ojo Covenant observándolos. Él
descendía, intercambiando su altitud por la aceleración, Joshua y Kelly hicieron lo
mismo.
Símbolos de comunicación destellaron y se desplegaron a través de los parabrisas del
Banshee. El software de la UNSC incorporado en sus armaduras, trabajaba solo con
algunos de los lenguajes hablados Covenant - no sus palabras escritas. Extraños
caracteres se deslizaron a través de la pantalla del Banshee.
Fred golpeó uno de los símbolos de respuesta.
Hubo una pausa, la pantalla se aclaró, y docenas de más símbolos destellaron, dos
veces más rápido.
Fred cliqueó para desactivar la pantalla.
Faltaban tres kilómetros y su corazón latía tan duro que el escuchaba como
relampagueaba en sus oídos.
Kelly tomó ligeramente la delantera. Ella estaba ahora treinta metros del suelo,
ganando tanta velocidad como ella podía, conduciendo directamente al elevador
gravitacional del crucero.
La próxima torre de guardia la rastreó; Su cañón de plasma dio una llamarada y
disparó.
La aeronave de Kelly ascendió y se inclinó para evadir el fuego de energía. El perno
de gas ionizado y sobrecalentado, rozó contra el fuselaje de estribor. Espray de
energía derritió la parte delantera del Banshee en curso, y su nave desaceleró.
Una docena de torretas de plasma empezaron a rastrearlos.
Fred se inclinó y comenzó a disparar. Las ráfagas de energía del arma primaria del
Banshee, bombardearon la torre de guardia. Joshua hizo lo mismo, y un río de fuego
de plasma se movió a gran velocidad hacia las torres.
Fred cambió por el arma pesada del Banshee, y una esfera de energía se arqueó en
dirección a la base de la torre. Empezó inclinándose gradualmente, luego colapsó.
Kelly no disparó. Fred recorrió su camino y vio que ella ahora estaba medio agachada
encima de su veloz Banshee. Ella tenía un pie debajo de la cinta adhesiva que había
asegurado la bomba atómica y ahora la sujetaba en su mano, preparándose para
lanzarla.
Un fragmento de cristal puntiagudo, una ronda de un aguijoneador Covenant, resonó
el escucho de Fred. Él lanzó una mirada debajo.
CovenantGrunts y Jackals hirvieron en agitación – cien disparos mal dirigidos
arquearon por encima de Fred; nubes brillando de agujas cristalinas y pernos de
plasma abundaron a través del aire y desbastó en pedacitos el fuselaje de su
Banshee.
Fred inclinó su Banshee de izquierda a derecha, esquivando los pernos de plasma de
las tres torres de guardia que lo perseguían. Él se alineó para una segunda oleada
ametralladora y las brillantes armas de energía enviaron a los Grunts a diseminarse.
Faltaban cien metros.
Kelly se reclinó, enrolló su cuerpo y se alistó para lanzar el dispositivo nuclear como si
fuera un lanzamiento de bala (Estilo de Deporte).
El crucero Covenant cobró vida y sus armas rastrearon a los Banshees. Una docena
de dedos de plasma se materializaron en el aire; Arcos de fuego azul-blanco los
trataron de alcanzar.
Un perno golpeó la nave de Joshua. Los escudos improvisados del Banshee se
sobrecargaron y desaparecieron. Las cápsulas antigravedad de la aeronave se
derritieron y se doblaron. La aeronave alienígena se sacudió girando, cuando su
superficie de mando se deformó y Joshua cayó detrás de Fred y Kelly, cuando
entraron al elevador gravitacional de la nave.
Fred tecleó su COM para localizar a Joshua pero recibió sólo estática. El tiempo se
veía pasar tan lento, dentro del rayo de luz púrpura que transportaba los bienes y
tropas hacia y desde el estómago de la nave. El extraño resplandor los rodeó e hizo un
cosquilleo en la piel, como si estuviera adormecida.
Su Banshees se elevaron hacia una abertura en la parte inferior del trasportador. No
estaban conduciendo sus aeronaves dentro de la nave, sin embargo; viajaban
demasiado rápido y cruzaban el rayo antes de que fueran tres cuartas partes del
camino hacia la cima.
Fred miró alrededor. No vio a Joshua en ninguna parte. Pernos de plasma golpeaban
la pared del ascensor gravitacional y fueron desviados como si fueran unos lentes
gigantes.
Kelly lanzó la bomba atómica directamente dentro de la garganta del crucero.
Fred tomó los controles del Banshee y arqueó la aeronave al borde de la nave; Kelly
estaba justo a la derecha detrás de él. La luz desapareció y emergieron al otro lado de
la nave Covenant.
Detrás de ellos, el ascensor gravitacional se distorsionó, Fred vio a las tropas
Covenant disparando sus armas hacia el cielo. Y escuchó diez mil voces gritando por
sangre.
Fred escuchó un sonido metálico en el COM de Joshua, pero su luz de reconocimiento
se quedó a oscuras.
Fred quiso desacelerar y regresar por él, pero Kelly descendió en picada, acelerando
hacia el suelo y ella entró en el bosque que alfombraba la falda de la montaña. Fred la
siguió. Fueron escasos metros por encima del suelo; esquivaron árboles y
bombardearon a través del denso follaje. Un puñado de disparos y explosiones
destellaron en lo alto. Volaron a toda velocidad y no miraron atrás.
Emergieron desde la línea de árboles y sobre el polvo de la nieve sobre la cima de la
montaña. Se encorvaron sobre una cordillera de granito, cambiaron de dirección y
aceleraron de nuevo. Los Banshees derraparon lentamente sobre el suelo.
El cielo se puso blanco. El visor de Fred se polarizó hacia el parámetro más sombrío.
Relámpagos pasaron sobre su cuerpo. Fuego y metal derretido florecieron sobre la
cordillera, hirvieron hacia el cielo y cayeron en el valle. El granito sobresalió de la
montaña y se convirtió en polvo; la nieve a su lado se derritió en arroyos enlodados.
El visor de Fred lentamente se despolarizó.
Kelly se reclinó a través de su Banshee. La sangre brotó del acoplamiento de su
armadura sobre su hombro izquierdo. Ella buscó el sello de su casco, lo encontró y lo
desprendió fuera de su cabeza.
"¿Lo conseguimos"? Ella respondió jadeante. Brotaba sangre desde la esquina de su
boca.
"Creo que sí," Fred le dijo a ella.
Ella miró alrededor. "¿Joshua"?
Fred sacudió su cabeza. "Fue golpeado en el camino".
Había sido fácil volar para él hacia la cara cercana de la muerte. Decir esas palabras
fue cien veces más difícil.
Kelly descendió y dejó caer su cabeza en contra su Banshee.
"Quédate aquí, voy a echar un vistazo.” Fred accionó su Banshee y se levantó
paralelamente al relieve. Él empujó la nave un poco más lejos y consiguió su primera
vista del valle.
Fue un mar de llamas. Cientos de llamas ardieron sobre el agrietado suelo cristalizado.
(Glassy/Glaseado) Dónde el cauce de Río el Gran Cuerno había estado corriendo a lo
largo, ahora había sólo una gran grieta llena de vapor. No había pistas del crucero o
de las tropas Covenant que saturaron el valle momentos antes. Todo lo que quedó fue
un campo de ardiente fuego, huesos torcidos y metal. Al borde de esta carnicería
estaban palos ennegrecidos; - los restos del bosque -todos apoyándose fuera del
centro de la explosión.
Diez mil muertes Covenant. No fue digno perder a Joshua o cualquiera de los otros
Spartans, pero al menos era algo. Quizá habían comprado suficiente tiempo, para que
las armas orbitales MAC pudieran apoyar la batalla en lo alto y a favor de las flotas.
Tal vez sus sacrificios salvarían a Reach. Eso valdría la pena.
Fred miró hacia arriba en el cielo. El vapor hacía difícil ver cualquier cosa, pero había
movimiento en lo alto: Sombras apenas visibles navegaban sobre las nubes.
El Banshee de Kelly apareció al lado del suyo y sus cápsulas antigravedad chocaron.
Las sombras en lo alto tomaron forma; Tres cruceros Covenant atravesaron las nubes
y fueron a la deriva hacia la instalación del generador. Su artillería de plasma brilló
intermitentemente y resplandeció con energía.
Fred abrió su canal COM y cambió la intensidad de la señal al máximo.
"Equipo Delta": Regresen. ¡¡Regresen ahora"!!
La estática se escuchó sobre el canal y varias voces se interponían. Fred escuchó a
uno de sus Spartans; no pudo decir quien era,- rompió a través de la estática.
"La instalación del Reactor Siete ha sido puesto en peligro. Estamos cayendo.
Podríamos salvar el número tres".
Hubo una pausa cuando el que hablaba gritaba órdenes a alguien más:
"¡¡Estalla esas cargas ahora!!”
Fred cambió a FLEETCOM (Comunicación de Flota De hecho se puede referir a
"Control", pero el término más adecuado es "Comando", donde las naves se reportan,
al igual que los Almirantes) y transmitió:
"Alerta, Pillar of Autumn, los reactores en tierra están siendo tomados. Armas orbitales
en peligro. Nada que podemos hacer. Hay demasiados. Tendremos que usar bombas
atómicas. Alerta, Armas orbitales MAC estarían más probablemente neutralizadas.
Pillar of Autumn, ¿me copian? Cambio".
Más voces llenaron el canal y Fred pensó que él escuchó la voz del Almirante
Whitcomb, pero cualquier orden que el daba era incomprensible. Después había sólo
estática y en ese entonces el canal COM murió.
Los cruceros dispararon salvas de plasma que quemó el cielo. Explosiones distantes
sonaron con fuerza, y Fred se esforzó para ver si había cualquier fuego de respuesta –
cualquier señal que dijera que sus Spartans estaban peleando o estaban retirándose.
Su única esperanza era el movimiento; el fuego enemigo hizo trizas una posición fija.
“Regresen”, silbó. "Ahora, rayos".
Kelly le golpeó ligeramente sobre el hombro y señaló hacia arriba.
Las nubes se abrieron como una cortina, dibujado como una bola de fuego de cien
metros, a travesaba estruendosamente sobre aquella posición. Fred vio los contornos
apenas visibles de docenas de naves de batalla Covenant a baja órbita.
"Bombardeo de plasma," Fred susurró.
Él había observado esto antes. Todos ellos lo habían visto. Cuando el Covenant
conquistaba un mundo humano, disparaban sus baterías de plasma principales contra
el planeta – abrían fuego hasta hervir sus océanos y hasta reducirlo a la nada, dejando
un globo terráqueo destruido y cristalizado (glaseado).
"Eso es todo," Kelly murmuró. “Hemos perdido. Reach va a caer”.
Fred observó cuando el plasma entró en colisión sobre el horizonte y el cielo se puso
blanco, entonces se desvaneció a negro cuando millones de toneladas de cenizas y de
escombros mancharon el sol.
"Tal vez," dijo Fred.
Él armó su Banshee.
“Puede que no. Vamos, no hemos terminado aún”.
Capitulo 5
1637 horas, 22 de septiembre 2552 (Calendario Militar) \
A bordo de la nave de combate Longsword,
sistema inexplorado, sobre el campo de escombros de Halo. Tres
semanas después.
El jefe maestro se colocó en el asiento del piloto del Longsword. Pero no cabía. El
contorno del asiento había sido diseñado para alguien con un traje estándar de vuelo
Naval y no para la voluminosa armadura MJOLNIR. Se rascó la cabeza y respiro
profundamente. El aire tenía un extraño sabor metálico, que carecía de la calidad del
aire filtrado por su traje.
Este era el primer momento de tranquilidad que tenía para descansar, también para
pensar y recordar. En Primer lugar fue el éxito satisfactorio en el espacio sobre Reach,
el cual fue un amargo sabor después de que Linda fuera asesinada y el Covenant
cristalizó (glaseó) el plantea… y al Equipo Rojo. Había pasado tiempo en el críotubo
del Pillar Of Autumn, el vuelo desde Reach y el descubrimiento de Halo… Y del Flood.
El miraba hacia fuera a través de una ventana y luchó tratando de sacar de su
memoria la repugnancia del brote Flood. Quien había construido Halo lo había
utilizado para contener la sensible forma virulenta, quien había estado cerca de
apoderarse de todo. Rápidamente se restableció la herida en su cuello, causada por
una forma de infección Flood, durante la batalla final sobre la superficie de halo, que
todavía dolía (emocionalmente). Quería olvidarlo todo… especialmente al Flood, todo
el dolor interno que le causó.
En el sistema lunar Basis, se podía ver como un disco de color gris plateado,
permanecía en la oscuridad del espacio y más allá estaba en silencio el gigante de gas
púrpura/Morado Treshold. (Siii amigos en el libro es morado y no naranja como lo
conocemos.) Entre la luna y el planeta gaseoso se establecía un resplandor, una
extensión de escombros; metales, piedras, hielo y todo lo que había sido alguna vez
Halo.
“Escanea de nuevo”, el Jefe Maestro le dijo a Cortana.
“Ya terminé”, respondió con voz desalentadora, “No hay nada allá afuera. Te lo dije:
solo polvo y ecos”.
El Jefe Maestro cerró su puño y por un momento sintió la necesidad de golpear algo.
Se relajó, estaba sorprendido por su temperamento. Había estado exhausto
anteriormente; y sin duda la batalla en Halo, ha sido la más angustiosa de su carrera,
pero nunca había estado propenso a tal comportamiento. La lucha contra el Flood
debió haberlo debilitado, más de lo que él había creído.
Con el esfuerzo de sacar al Flood de su mente. Tendría tiempo para tratar con eso
más tarde… o no. Preocuparse ahora no serviría de nada.
“Explora el terreno de nuevo”, él repitió.
La diminuta figura holográfica de Cortana apareció montada sobre un panel
holográficol, entre los asientos del piloto y del operador del sistema. Ella cruzó sus
brazos sobre su pecho, visiblemente irritada con la petición del Jefe Maestro.
“Si no encuentras algo por ahí que podamos utilizar”, él le dijo a ella
“Estamos muertos”. “Esta nave no tiene unidad de Slipspace y tampoco críotubos.”
“No hay manera de volver y de reportar. La electricidad, el combustible, el aire, la
comida, el agua; solo tenemos lo suficiente para un par de horas”.
“Entonces”, concluyó pacientemente cuando pudo manejar la situación, “Escanea de
nuevo”.
Cortana suspiró explosivamente y su holograma se disolvió. Activó el panel de
escáner, sin embargo, símbolos matemáticos llenaron la pantalla.
Un momento después, en el panel de escáner apareció Cortana y dijo:
-“No hay nada todavía, Jefe. Todo lo que estoy recogiendo es un fuerte eco desde la
luna… pero no hay señales del transpondedor (aparato de comunicaciones, o el que
recoge señales y frecuencias) y no hay llamadas de auxilio”.
-“¿No estas haciendo una exploración activa?”
Su diminuto holograma apareció de nuevo y esta vez su figura se iluminó
estáticamente y dijo:
“Hay millones de millones de objetos, si quieres puedo empezar a buscar e identificar
cada pieza individualmente. Si nos sentamos aquí y no hacemos nada más, eso nos
tomaría 18 días.”
“¿Que pasa si alguien por ahí, apaga su transpondedor? ¿Y si no quieren ser
encontrados?” dijo el Jefe.
“Eso es muy…” Cortana se congeló por una fracción de segundo. La estática a su
alrededor desapareció, y ella miró hacia el espacio -“interesante”.
“¿Qué?” replicó el jefe.
Cortana observó distraída, parecía que estuviera inmóvil.
“Datos nuevos, la señal de eco es cada vez más fuerte”.
“¿Que significa?” dijo el jefe.
“Significa que…”, ella respondió, “…no es un eco”
El panel de escáner volvió a la vida, cuando Cortana activó el equipo de detección de
largo alcance del Longsword.
“Uh-oh” ella dijo, un momento después.
El jefe se asomó sobre el panel de escáner, Cortana identificó el contacto. Su
distintivo, la bulbosa silueta de un crucero Covenant hacia dentro de los límites de la
vista, se movía alrededor del otro lado de la luna.
“Apagatodo”, él dijo.
“Excepto los escáneres y minimiza el poder para mantenerte en línea”.
El Longsword se oscureció; el holograma de Cortana parpadeo y se desvaneció, ella
apago el flujo de energía del sistema del holograma.
El crucero se movió hacia el campo de escombros, rondando como un hambriento
tiburón. Otro crucero apareció, luego otro y a continuación tres más.
“¿Estado?” susurró el jefe, sus manos se cerraron sobre el control de armas.
“¿Nos han descubierto?”
“Están utilizando la misma frecuencia para escanear este sistema”, dijo Cortana dentro
del casco del jefe.
“Que raro, no se menciona nada de este fenómeno en los archivos de la UNSC o en la
ONI sobre el Covenant... ¿Por qué supones que ellos usan las mismas frecuencias?”
“No importa eso…,” dijo el jefe,… “Están aquí y buscando algo. Como dije antes, si
hay supervivientes ahí afuera, podría ser peor”.
“Yo puedo escuchar sus ecos” dijo Cortana, su voz era baja y de un procedimiento
extraño, Operando a niveles de potencia bajos, parecía limitar su comportamiento
colorido. “Proceso activo: analizando señales Covenant. Guardando respaldo de sus
exploraciones. Necesito más tiempo para ésta tarea. Estoy construyendo múltiples
filtros algorítmicos. Personalizando la firma actual para el software de reconocimiento”.
Otra nave redondeada apareció en el horizonte de Basis, es la más grande nave del
Covenant que el Jefe Maestro había visto. Tenía la forma de tres bulbos de uno de sus
destructores,pero ésta debe tener mas de 3 kilómetros de largo, 7 torretas de plasma
estaban montadas en una sola pieza, con fuego suficiente para sacarle las tripas a una
nave de la flota de la UNSC.
“Recogiendo las transmisiones encriptadas del nuevo contacto”, Cortana susurró.
“Descifrando… muchas charlas… órdenes que se les están dando a los cruceros.
Parece estar dirigiendo las operaciones de la flota del Covenant en el sistema”.
“Una nave líder” murmuro el Jefe. “interesante”.
“Exploración todavía en curso, de pie jefe”.
John salió del asiento. El no tenía la intención de permanecer con siete buques de
guerra del Covenant en el sistema. Se dirigió al compartimiento de popa del
Longsword. Evaluó lo que había de equipo a bordo. El podría tener algo de suerte y
encontrar unos pocos de aquellos misiles nucleares “Shiva”.Los había visto por
primera vez, cuando abordó la nave, el críotubo había sido removido. Y no estaba
seguro del por qué, pero tal vez, como todo los demás en el Pillar Of Autumn, la nave
se había estado acondicionado para su misión original de alto riesgo.
Donde se supone que estaba la unidad de crio-preservación había un nuevo panel de
control. El Jefe lo examinó y descubrió que era un sistema de colocación de minas en
el espacio “Moray”. No con el suficiente poder. El sistema del Moray podría prescindir
de hasta tres docenas de minas flotantes.En las minas había diminutas unidades
químicas de combustible, que les permitía mantener una posición fija o moverse para
seguir objetivos específicos. Estos vendrían a la mano.
Se trasladó al compartimiento de armas y forcejeó para abrirla, pero estaba vacío.
El Jefe comprobó su rifle de asalto: totalmente funcional, pero solo tenia 13 rondas en
el cargador.
“Tengo algo” dijo Cortana.
Regresó al asiento “Muéstramelo”. Mencionó el jefe.
Sobre la pantalla más pequeña, apareció una silueta: una pequeña, en forma de bala y
cónica con propulsores de maniobra en un extremo.
“Podría ser un críotubo” dijo Cortana, “ los propulsores y fuentes de alimentación
pueden estar colocados en sus secciones de popa en caso de emergencia… si una
nave tiene que ser abandonada, por ejemplo”.
“Y la mayoría de la tripulación del Pillar Of Autumn nunca tuvo la oportunidad de ser
revividos desde la criopreservación”, dijo el Jefe, “ellos podrían haber sido tirados por
la borda antes de que la nave aterrizara. Muévete hacia él, enciende sólo los
propulsores.” Dijo el jefe.
“Trazando curso” dijo Cortana, “Propulsores comprometidos”. Hubo una ligera
aceleración.
“ETA en 20 minutos Jefe, dado el actual patrón de búsqueda del crucero del Covenant,
he estimado que encontraran la vaina en 5 minutos”.
“Tenemos que avanzar mas rápido” le dijo el Jefe, “pero sin encender los motores. La
unidad de emisión se mostrará como un ataque a sus censores”.
“Espera” dijo Cortana, “Llegaremos allá”
El Jefe se puso su casco y la atmósfera quedo sellada. Los impulsos de estado se
iluminaron en verde. “Listo”, el dijo.
La escotilla de popa del Longsword fue abierta de golpe.
Hubo un sonido explosivo de la atmósfera ventilada. El Longsword saltó hacia delante,
el jefe se golpeo la cabeza en la parte de atrás del casco.
“Ajustando el curso” dijo con calma Cortana, “ETA en 2 minutos.”
“¿Cómo vamos a detenernos?” preguntó el jefe.
Ella suspiró “¿Tengo que pensar en todo?”
La escotilla de popa se cerró, John escucho el tenue silbido de la presión interna de
los compartimientos. Uno de los distinguidos cruceros del Covenant frenó y dio vuela
en dirección hacia ellos.
“Recogiendo la fuerte señal de una actividad mayor de exploración” informó Cortana.
El jefe coloco las manos sobre la consola del sistema de armas. Se tardó varios
segundos en que las armas cargasen. Los cañones de 110 mm rotaron
inmediatamente para abrir fuego, pero los misiles debían esperar para que el software
iniciara y asegurara el objetivo. Para entonces el crucero ya habría acribillado a un
centenar de ellos y posiblemente convirtiera al Longsword en escoria fundida.
“Intentando interferir sus escáneres”, dijo Cortana. “Eso puede comprarnos algo de
tiempo”.
El crucero Covenant giró y se alejó, lentamente, y dio vuelta convirtiéndose de nuevo
en una amenaza para la comparativamente pequeña nave Longsword. No tomaron
ninguna otra medida… como si estuvieran esperando a que ellos quisiesen acercarse.
Hasta ahora todo bien. El jefe apretó y relajo sus manos. “No estamos muertos aún”.
Él miro en la pantalla de exploración. El contacto misterioso apareció en una imagen
clara: definitivamente es un criótubo de la UNSC. El jefe se dejó caer y se dio cuenta
de que él creía que era una sola vaina; pero de hecho eran tres de ellos, colocados
lado a lado.
Tres posibles sobrevivientes fuera del Pillar Of Autumn de los cientos de personas en
total. El jefe deseaba que hubiera más. El Capitán Keyes estuvo aquí. La opinión del
Jefe de Keyes había sido la táctica espacial más brillante que había encontrado… pero
incluso el capitán lo hubiera pensado dos veces antes de acercarse al Covenant y a
sus 7 buques de guerra con un solo Longsword.
Él corría el riesgo de que la embarcación se alimentara con más potencia los sistemas
de Cortana. Si iban a pensar a través de esta, él la necesitaba tan eficaz como fuese
posible.
“Nuevo contacto”, dijo Cortana, interrumpiendo sus pensamientos.
“Creo que es, de todos modos. Sea lo que sea, esta pegado a un pedazo de roca, es
de medio kilómetro de diámetro. Maldición, justo está rotando fuera de mi vista”.
En la pantalla Cortana reveló una silueta parcial, con un extraño ángulo sobre la
superficie de la roca. Ella dibujó un relieve sobre sus contornos, el polígono rotó, éste
concidió en un esquema, era una nave de descenso Pélican.
“Coinciden con una tolerancia del 58 %, ellos podrían haberse estacionado allí para
evitar su detección, como tu sugerías”.
El Jefe sintió un ligero tono irritante en la voz de Cotana, como si le molestara que ella
no lo hubiera pensado antes.
“o…”, Cortana continuó,”… es más probable, que la embarcación sólo se estrelló allí”.
“No lo creo”. Señalo a la pantalla. “La posición del ala indica que la nariz esta lista para
despegar. Si se hubiera estrellado, estaría de otra forma”.
Otro crucero del Covenant se trasladó hacia esta nueva nave.
“Se acercan, Jefe”. Le dijo Cortana. “Prepárate y luego ve a recuperar las vainas”.
El Jefe aseguro su arnés y se desvió de la popa. Él sujetó una correa, lo amarró a algo
al final de su traje, y otra correa en la pared del Longsword. Sintió la maniobrabilidad
de los propulsores de fuego y la nave giró 180 grados.
“Descompresión en 3 segundos” dijo Cortana.
El Jefe abrió la escotilla de armas vacía y se introdujo parcialmente dentro.
Sujetándose él mismo.
Cortana disminuyó la presión en la escotilla de popa, y el interior de la nave explotó, El
jefe cerró de golpe la puerta del compartimiento, doblando un centímetro de espesor
del Titanio-A.
Él se trepó al exterior y Cortana le mostró una flecha azul en el NAV sobre su HUD,
indicando la ubicación de los críotubos a la deriva.
El Jefe salto fuera del Longsword.
Flotó por el espacio. Estaba solo a 30 metros desde las vainas, pero si hubiera
adivinado lo mal acerca de su trayectoria, y perdido el objetivo, no tendría una
segunda oportunidad. En el momento en que él tratara de regresar al Longsword y lo
intentara una vez más, las naves del Covenant los matarían a todos.
El estiró sus brazos para alcanzar los cilindros, a solo 20 metros. Su aproximación se
estaba apartando. Cambió su rodilla izquierda y la colocó más cerca de su pecho y
empezó a dar vueltas lentamente.
10 metros.
La parte superior de su cuerpo giro hacia abajo en relación a las vainas. Si él diera la
vuelta justamente cuando pasara junto a los criótubos, le daría a él un alcance extra
para hacer contacto. Él tendría esa esperanza.
Él giró de nuevo…. casi permanecía hacia arriba, ahora.
3 metros.
Estiró sus brazos hasta el codo mientras que sus articulaciones crujían, estiro sus
manos, y alargó sus dedos. Rozó la punta de sus dedos contra la superficie lisa del
primer criótubo. Se deslizó cada vez más luego tocó la segunda vaina. Se flexiono
pero no logró sujetarla. El tocó la superficie de la tercera y última vaina… su dedo
medio quedó enganchado en el chasis.
Su cuerpo nadó hacia dentro, enroscándose, y aterrizo sobre la vaina. Rápidamente
colocó sus correas a través del chasis, asegurándose él mismo a esto, y con un tirón
combinado en masa lograrían regresar al Longsword.
“Rápido Jefe”, dijo Cortana por el COM, “Tenemos problemas”.
El Jefe vio exactamente el problema, el cual era: Los motores de 2 cruceros del
Covenant ardían en un azul eléctrico, acelerando hacia el Longsword. El plasma y las
armas láser a lo largo de sus cascos, calentándolos y pasando de un rojo a naranja,
cuando se preparaban para disparar. Él tiró tan rápido como pudo, haciendo pequeños
ajustes con los músculos de sus piernas; para impulsarse en movimiento, pero no
podía enviarse hacia la gravedad cero.
El Longsword era un blanco para aquellos cruceros del Covenant. Cortana no podía
disparar a los motores hasta que él estuviera a bordo. Incluso si él y las vainas
sobrevivieran a los propulsores, Cortana hizo maniobra evasiva para que el jefe y su
carga llegaran hacia al final de la nave. Cortana made would snap him and his cargo
like the end of a whip.
Los cruceros del Covenant lo tenían dentro del campo de tiro, perfectamente alineados
para destruir al Longsword. Tres misiles se dispararon en el espacio, impactando
sobre el estribor de la nave líder del Covenant. La explosión se esparció
inofensivamente, a través de su escudo, el cual brillaba de plata, cuando se disipó la
energía.
El Jefe giró su cabeza y vio al Pélican despegar del asteroide donde se había
escondido. Disparándose en curso perpendicular hacia los dos cruceros Covenant.
Los cruceros parecían más interesados en la caza de presas vivas como el inmóvil
Longsword. El Jefe dio un último tirón sobre la correa. Él y las vainas volaron a través
de la escotilla de popa y se estrellaron en la cubierta del Longsword. Inmediatamente
Cortana selló la escotilla y encendió los motores. El Jefe subió al el asiento del
operador del sistema, aceleró y voló hacia los cruceros. Activó el sistema de armas.
Los dos cruceros Covenant arrancaron los motores al igual que el Pélican, y han
entrado en una densa región de los escombros de Halo, esquivando un pedazo de
metal y rocas, manejando por encima de una bola de hielo, cargaron atravesando y
destrozando nubes de metal alienígena. El Covenant abrió fuego: Pernos de energía y
explosiones repercutieron en los escombros y se perdió de vista el Pélican.
“No cualquiera pilota un Pélican, el sabe de estas cosas”, dijo Cortana.
“Les debemos un favor” John disparó las armas del Longsword, y diminutos puntos de
plata irrumpieron en el crucero del Covenant deformando los escudos.
“Hay que liquidar esa deuda”. Dijo el jefe.
“Te das cuenta…”, dijo Cortana, “…que realmente no puedes dañar los cruceros del
Covenant”.
El crucero se alentó y giró hacia ellos.
“Vamos a ver eso. Dame una solución para disparar los misiles. Quiero de ellos un
objetivo hacia sus torretas de plasma, justo antes de que abran fuego. Ellos tienen que
dejar caer una sección de sus escudos por una fracción de segundo.”
“Trabajando”, respondió Cortana, “Sin datos precisos, sin embargo, tendré mis
cálculos en base a varias hipótesis. Una cadena de números matemáticos aparecieron
en el panel del operador de armas. “Dame el control de fuego”. Mencionó Cortana.
John oprimió el botón de automático sobre el sistema de fuego, “Es todo tuyo” dijo.
El crucero del Covenant dirigió sus torretas de plasma hacia la pequeña nave y cargo
tanto como el crucero podía soportar. Se calentó, y Cortana disparó todos los misiles
tipo ASGM-10.
Un vapor blanco formo un sendero hacia el objetivo. “Movámonos” dijo el Jefe.
El Longsword aceleró sobre el campo de escombros, tras la ruta del Pélican. La
cámara de la popa muestra la dirección de los misiles hacia su objetivo. El láser
antimisiles disparó hacia y a través del espacio, tres de los misiles explotaron en rojas
bolas de fuego. Las torretas de plasma del Covenant brillaron de color blanco por el
calor, cuando el último misil le impactó. La explosión atiborró todo el casco.
En el primer momento el Jefe pensó que había golpeado el escudo, pero luego vio que
la explosión fue en el interior, vislumbrando de energía. Las torretas de plasma
dispararon, su energía fue absorbida inmediatamente en una nube de polvo y vapor
alrededor de todo el crucero. Un globo de plasma de color Rojo permanecía en el
interior de los escudos del crucero, ocultando sus censores. La nave perdió varios
puertos, momentáneamente quedó ciega.
“Esto lo deberá mantener ocupado por un tiempo”, dijo Cortana.
El Longsword se curvó a través de medio kilómetro por la placa de metal; por que un
perno de plasma impactó e hirvió la superficie, una de las placas pulverizadas viajo a
través del espacio.
“O no”, murmuro Cortana. “Mejor déjame conducir”.
Se activó el piloto automático, de repente los controles fueron alejados de las manos
del Jefe. Los motores del Longsword rugieron al quemarse, aceleraron hacia un
campo de rocas. Cortana giró y se lanzó, mantuvo el casco a unos metros de la
superficie irregular. El Jefe quedo colgado en el asiento y con una mano tiro de su
arnés para apretarlo con la otra. Se trasladó a la pantalla del escáner en el centro de la
pantalla; y vio a los dos cruceros Covenant más cercanos, atravesando su vector la
posición del Pélican.
Las dos naves del UNSC pueden eludir y evadir a través de las ruinas de Halo durante
unos minutos, pero pronto su combustible se agotaría, y el Covenant avanzaría hacia
la matanza.
¿Y a donde realmente se podía correr, alguna forma? La nave no tenía motores Shaw-
Fujikawa, por lo que estaban atrapados en este sistema y el Covenant lo sabía. Ellos
podían permitirse el lujo de tomarse su tiempo y jugar con su presa antes de acabar
con ella.
El Jefe llevó a cabo un barrido de exploración en el sistema, en busca de algo,
cualquier cosa que le pudiera dar una ventaja táctica. No pensando en que las tácticas
que iba a obtener lo matasen. No había ventaja táctica que podría darle una victoria en
este desajuste. Tendría que cambiar las reglas, cambiar su estrategia.
Él escaneo masivamente la nave líder Covenant, esa podría ser la clave. Así podía ser
capaz de pasarse a las filas del enemigo. Abrió una comunicación COM entre él y el
aclamado Pélican.
“Este es el Jefe Maestro SPARTAN 1-1-7. Código de reconocimiento Alfa Tango 3 4 0.
Cambio”.
“Te copio”, una voz de mujer respondió. “Oficial de vuelo Polaski aquí”. Otras voces se
escucharon en el fondo. “Maldita sea, es bueno escucharle Jefe.”
“Polaski, quema al máximo los motores y procede a esta posición”: Dejó un punto NAV
en la directamente pantalla, sobre la nave líder del Covenant. Se incluyó un vector de
salida indicando un curso de aproximación.
Hubo un largo silencio en el COM.
“¿Me copias Polaski?” preguntó el Jefe.
“Te copio. Trazando curso ahora mismo, Jefe”. Las voces hablaban en el fondo y se
convirtieron en fuertes y tensas.
“Espero que sepas lo que estás haciendo, Polaski fuera”. El canal se cerró.
“Sácanos de aquí Cortana” él dijo , tocando el punto NAV. “Tan solo haz volar tan
rápido como tu puedas, esta cosa”.
El Longsword giró a la derecha y se lanzó, hacia la luna Basis. El Jefe se quito el
arnés de seguridad y gimió cuando aumentó las fuerzas G.
“¿Sabes lo que estas haciendo?...” Dijo Cortana, “…estamos directamente
dirigiéndonos hacia la mayor y más peligrosa nave del Covenant en este sistema.
¿Supongo que esto es parte de algún atrevido y brutal plan que haz cocinado?”
“Sí”, respondió el Jefe.
“Ah bueno, Sujétate…” dijo Cortana. El Longsword de deslizó bajo una roca. Detonó
una explosión en la popa de la nave.
“Parece que tu plan ha llamado su atención. Estoy viendo que los 6 cruceros del
Covenant se están moviéndose para superarnos y flanquearnos a gran velocidad”.
Mencionó el Jefe
“¿Y el Pélican?”. Él preguntó
“Todavía ahí”, informo Cortana. Recibiendo fuego pesado. Pero sobre el punto de
trayectoria NAV… moviéndose más lento que nosotros, por supuesto”.
“Ajusta nuestra velocidad al mismo tiempo. Cuando estemos en rango seguro para el
sistema de enlace. Házmelo saber“.
El Longsword desaceleró, el estribor y el puerto se sacudieron, y encendió el fuego
láser resplandeció a lo largo de ambos lados.
“Nunca me lo dijiste”, Cortana dijo en una voz que estaba en partes iguales, irritada,
con calma y con indiferencia, “precisamente se cual es tu plan”.
“Algo que el Capitán Keyes aprobaría”. El Jefe abrió la consola de navegación en la
pantalla principal. “Si sobrevivimos el tiempo suficiente, me gustaría un curso desde
aquí”, hay que aprovechar el punto NAV de la nave líder, “… con la gravedad de Basis
hacer una onda en torno a nosotros”.
“Listo”, respondió Cortana. “Yo todavía… ¡oye! han dejado de disparar”.
El Jefe aprovecho la cámara de popa. Los 6 cruceros continuaron con su búsqueda,
hasta el punto en que sus armas comenzaron a enfriarse, y apagarse.
“Yo contaba con esto. Estamos en la misma línea de fuego entre su nave líder, no
pueden disparar”.
“Pélican ahora a 112 kilómetros y acercándose. Dentro del rango del sistema de
enlace.” El Jefe le gritó al Pélican. “Polaski, libera tus controles, nos encargaremos”.
“¿Jefe?”
“Establezcan un sistema de enlace cifrado”. “Cambio”.
Hubo una larga pausa, entonces “Entendido”.
El holograma de Cortana apareció en el diminuto panel de protección. Ella pareció
escuchar intensamente por un momento y luego declaró, “Los tengo”.
“Sincroniza nuestros cursos Cortana. Pongámonos en la parte superior derecha del
Pélican”.
“Maniobrando la interceptación del Pélican. Quinientos kilómetros hasta la nave líder.”
Cortana respondió
“Prepara la alteración de nuestro curso Cortana, cuando pasemos por delante de la
nave líder. También prepárate para dirigir todos los escáneres hacia la nave líder si la
saltamos”.
“¿Si?” Cortana preguntó.
El crucero líder dirigió todas las torretas al Longsword y al Pélican. Sus ojos
resplandecieron enojados en la oscuridad.
“Trecientos kilómetros”.
Una luz brillaba a lo largo del crucero del Covenant, ya que la embarcación se
preparaba para abrir fuego; un tenebroso plasma rojo se reunió y tres torpedos
salieron corriendo hacia ellos.
“Evaci...” El Jefe dijo.
Cortana jaló el puerto y el estribor, luego, encendió los motores y arrancó. Apenas y
los rozó, el infierno paso cerca de los cascos del Longsword y del Pélican, después ya
habían quedado detrás de ellos.
El Jefe había esperado por esto: su extremo ángulo de aproximación oblicua,
combinada con la gravedad y su velocidad; les hacía difícil de golpear, incluso para las
muy notorias armas de plasma Covenant.
“10 kilómetros”, anunció Cortana, “Escaneando en modo ráfaga”.
Durante un parpadeo, los 3 kilómetros de longitud de la nave fueron arrevesados. El
Jefe vio como las torretas forzaban sus ángulos para enfocarlos. Los aliens tenían
varias embarcaciones distinguidas, relativamente planas, de arriba a abajo, pero se
curveaban de proa a popa; dentro de tres distintas secciones de bulbos. Corrieron a lo
largo de su brillante casco azul, de los conductos de plasma súper calientes; los
alrededores de la nave tenían un leve brillo de color plata, eran sus escudos de
energía.
Él fácilmente regresó a su asiento. El Jefe no se dio cuenta de que había mantenido
su aliento y exhaló.
“Bien”, dijo, “Muy bien”.
“Moviéndonos a hacia la alta orbita”, anunció Cortana.
Los motores del Longsword retumbaron. La aceleración trajo el infierno al oído del
Jefe. Él no estaba seguro por un momento de como era.
“Nos acercamos al Pélican, dijo. “Correcto por la parte de arriba, dame un muelle
sobre la parte superior de la escotilla de acceso”. El jefe mencionó.
Cortana coloco sus manos sobre sus caderas y frunció el ceño. “Reajustando los
parámetros de gravedad. Pero sabes que juntar dos naves durante una configuración
orbital de gravedad no es estable”.
“No vamos a estar juntos por mucho tiempo”, dijo y deslizo su arnés. Se dirigió a popa,
tiró a sí mismo bajo el piso y abrió la escotilla de acceso del Longsword.
Las luces prendieron en verde y parpadeaban sobre la puerta de presurización. Él
removió el sello de seguridad y se escuchó la abertura del sello.
Una mano lo alcanzó desde el otro lado, John fue tirado por una persona. La impresión
sólo duro un momento, John pataleó por reflejo, cuando fue agarrado por un puñado
de hombres uniformados, cerraron a patadas la escotilla y dos de ellos lo pusieron
contra el casco, en un movimiento relámpago, él señaló a los recién llegados con una
pistola, apuntándole en la frente a uno de los hombres.
“Usted estaba muerto”, dijo el Jefe. “Te vi morir. En el registro grabado de la misión de
Jenkins. El Flood te atrapó”.
El hombre negro sonrió, mostrando un conjunto de dientes blancos perfectos.
“¿El Flood? Diablos Jefe, me tomó mas que eso, para caminar entre ese exótico
espectáculo de horror alienígena, y salir de ahí, soy el Sargento A. J. Johnson”.
Capítulo 6
1710 horas, 22 de Septiembre del 2552 (calendario militar),
A bordo del Longsword, sistema inexplorado,
campo de escombros de Halo.
El Jefe Maestro se sostenía con una mano de la nave para no flotar lejos en gravedad
cero. Con la otra mano presionó la pistola profundamente en la frente de Johnson. El
Sargento perdió la sonrisa, pero no había rastro de miedo en sus ojos oscuros. Y
volvió a reír.
“Ya entendí: ¿Crees que estoy infectado? Bueno, no lo estoy. Este…,” el toco su
pecho,… soy cien por ciento un Marine de grado A, y no como los demás”.
El Jefe suavizo su postura, pero no bajo el arma y dijo. “Explique como es esto
posible”.
“Tienes toda la razón, esos pequeños bastardos infecciosos en forma de hongo…”,
dijo Johnson. “…Ellos nos tendieron una emboscada, a mi, a Jenkins y Keyes”. Él
pausó cuando nombró al capitán, y luego sacudió la cabeza y prosiguió. “Ellos nos
invadieron por completo. Tomaron a Jenkins y a Keyes… pero creo que yo no les
guste, no tenía buen sabor”.
“El Flood no „saboreó‟ nada”, intervino Cortana. “Las formas de infección reestructuran
las células de la victima convirtiéndola en una forma de combate, luego después en
una forma transportadora (Portadora)…es una incubadora para las formas de
infección. Basada en lo que hemos visto, no cabe duda de que no dejan pasar ni una
sola victima”.
El sargento se encogió de hombros. Buscó algo en sus bolsillos, encontró los
remanentes de un Puro masticado, y se lo llevó a la esquina de su boca.
“Bueno he visto diferentes. Me pasaron por alto, yo era como las espinacas mal
cocinadas en una cena con pavo”.
“Cortana”, pregunto el jefe. “¿Es posible?”
“¿Es posible?” ella respondió cuidadosamente. “Pero también es muy probable…”, Ella
pauso dos segundos, luego añadió: “Según las lecturas del biomonitor del Sargento,
estoy revisando su historial. No puedo estar cien por ciento segura, hasta que haya
sido limpiado en una sala de médicos, pero los resultados preliminares indican que
esta limpio de cualquier forma de infección parasitaria Flood. Él no está obviamente
violento, ni es una media desnuda máquina alienígena asesina.
“Muy bien”, el Jefe le puso el seguro a la pistola, luego la giró y se la devolvió al
Sargento, sosteniéndola fuerte. “Pero tenlo vigilado por dentro y por fuera, en primer
lugar debemos asegurarnos. No podemos dejar que el riesgo de infección del Flood se
propague”.
“Lo escuche, Jefe Maestro.” Mirando aquel póster el cual mostraba a las enfermeras
Navales.
“Ahora…”, El sargento se empujo fuera del casco hacia la escotilla.… “dejemos subir
al resto de la tripulación a bordo”, El observó dudando los criótubos, “Veo que ya
recogiste algunos rezagados”.
“Ellos tendrán que esperar”, dijo el Jefe. “Se tomará media hora para que se
descongelen, pero podrían correr el riesgo de un choque hipotérmico. No tenemos
mucho tiempo antes que el Covenant regrese.”
“Regrese”, dijo el Sargento, saboreando esa última palabra. Él sonrió. “Bien. Por un
segundo pensé que estábamos huyendo de un perfecto combate”. El Sargento abrió la
escotilla del Pélican.
El cañón de un rifle de asalto MA5B extendido pasó a través de la abertura. El
Sargento llegó hacia este, tiró de el hacia abajo y luego hacia arriba. Un Marine estaba
a la deriva atravesando la escotilla. Su nombre estaba cosido sobre su uniforme y se
podía leer “LOCKLEAR”. Era moreno, estaba afeitado y era calvo; tenía una mirada
salvaje en sus claros ojos azules. Él recuperó su arma y dio una barrida en el interior
apuntando con ella. “¡Despejado!” gritó de nuevo, regresando hacia al interior del
Pélican.
“Muy fácil, cabo” dijo el Jefe Maestro
El cabo finalmente cerró los ojos hacia el Jefe. Se sacudió la cabeza con incredulidad.
“Un Spartan”, él murmuró. “Pienso que, es como fre… freír pan”. (WTF!!)
El Jefe Maestro observó en el hombro del Marine un parche: Un cometa de oro, la
insignia de las Tropas de Salto Orbital. Un ODST, más conocidos como “Helljumpers”,
notorios por su tenacidad en la lucha. Locklear debe haber sido uno de los chicos del
Mayor Silva. Lo que explicaría la hostilidad general de los jóvenes Marines. Silva fue
un ODST hasta los huesos y durante toda la acción en Halo; había sido evidentemente
negativo sobre los SPARTANS II en general… y al Jefe en particular.
Otro hombre se apoderó de la escotilla y se empujó hacia si mismo, tenía una pistola
de plasma amarrada a su lado, vestía un flamante uniforme negro; su cabello rojo
estaba ordenado hacia atrás; sus ojos vieron al jefe sin ninguna evidente sorpresa y
llevaba una insignia negra esmaltada de un primer teniente.
“¡Señor!” El Jefe dio un fuerte saludo.
“Ajustando los motores y el ángulo”, anunció Cortana. El Logsword y el Pélican se
inclinaron con respecto a la Luna Basis, sobre la pantalla. “Eso debería darle un poco
más de gravedad a la cubierta”.
El Primer Teniente regresó al suelo y perezosamente devolvió el saludo. “Soy
Haverson”, dijo. Esperaba más interés por parte de John. “Usted es el Jefe Maestro,
Spartan-117”.
“Si Señor”. El Jefe se quedo sorprendido. La mayoría de las personas, incluso
funcionarios experimentados, habían tenido dificultades para distinguir uno de otro
Spartan. ¿Cómo este joven oficial tan rápidamente lo identificó?
El Jefe vio el alrededor de su insignia, negra y un águila con alas de plata sobre un trío
de estrellas. Se escribía sobre las alas del águila, eran las palabras latinas SEMPER
VIGILANS –(siempre vigilante). Haverson era de la Oficina de Inteligencia Naval.
“Bueno”, Dijo Haverson. El miró rápidamente a Locklear y a Johnson. “Con usted, Jefe,
podríamos tener una oportunidad”: Llegó a la escotilla y tiró de una persona hacia el
Longsword. Esta última persona era una mujer y ella vestía el traje de vuelo de un
piloto. Su pelo rubio sucio estaba escondido dentro una gorra. Ella saludó al Jefe.
“Oficial de vuelo Polaski, solicitando permiso para venir a bordo, Jefe Maestro”.
“Concedido”, dijo y regresó el saludo.
Bordado sobre su hombro un puño de fuego rojo con una diana, era la insignia del
Vigésimo Tercer Escuadrón Naval Aéreo. A pesar de que el Jefe nunca se reunió con
Polaski, parecía estar hecha de la misma tiza como la capitana Carol Rawley, llamada
“Foehammer”. Si Polaski era algo parecida a Foehammer, sería una buena mano de
obra, y una valiente piloto.
“Entonces, ¿Cuál es la historia?” Locklear exigió. “¿Tenemos algo a quien disparar
aquí?
“Eso es fácil, Marine” el sargento dijo. “Usar esa cosa que tiene entre las orejas es
para algo, además de mantener su casco puesto. ¿Se dan cuenta que no estamos
flotando? ¿Sienten las fuerzas de gravedad? Esta nave está en órbita. Nos está
llevando a la luna para poner manos a la obra contra el Covenant.
“Eso es correcto”, dijo el Jefe.
“Nuestra primera prioridad debe ser escapar…”, dijo Haverson y sus cejas delgadas se
estrecharon en frustración. “No entablar una lucha a ciegas contra el Covenant.
Tenemos valiosa información de inteligencia sobre el enemigo y sobre Halo. Nuestra
primera prioridad debe ser alcanzar un punto de control espacial de la UNCS.
“Esa fue mi intención, Señor”, el Jefe respondió. “Pero ni este Longsword ni su Pélican
están equipados con motores Shaw-Fujikawa. Sin ningún salto al deslizespacio
(Slipspace), tomarían años para regresar”.
Haverson suspiró. “Eso limita nuestras opciones ¿cierto?”, él le dio la espalda al Jefe y
pensó profundamente. El Jefe Maestro respetaba la cadena de mando, eso significaba
que tenía que obedecer al Teniente Haverson. Pero, Oficial o no, al Spartan nunca le
agradó cuando la gente le daba las espaldas. Y ciertamente no le gustaba la forma en
que Harverson estaba asumiendo el cargo.
El Jefe ya había recibido sus ordenes y tenía la intención de seguirlas, aunque no
fuera aprobado por Haverson.
“Perdóneme Señor”, dijo el Jefe. “Debo señalar que, si bien usted es un alto oficial, yo
estoy en una misión clasificada de alta prioridad. Mis órdenes proceden directamente
del Alto Mando.”
“¿Significa?”
“Significa”, John continuó, “Que tengo el mando táctico de esta tripulación, de estas
naves… y de usted, Señor”.
Haverson giró, ya con una expresión apagada. El Teniente abrió la boca como si fuera
a decir algo, luego la cerró y dejo que el Jefe siguiera. Una tenue sonrisa se dibujó
sobre sus delgados labios.
“Por supuesto, yo estoy muy consciente de su misión, Jefe. Voy a hacer todo lo que
pueda para ayudar”.
¿El conocía la misión original de los Spartan para capturar un Profeta del Covenant?
¿Qué esta haciendo un agente del ONI aquí?
“Entonces, ¿Cuál es el plan? Locklear preguntó. Permanecer en orbita y después
¿que?, ¿Nos pondremos a hablar todo el día, Jefe?
“No”, respondió el jefe.
El miró a Polaski y al Sargento. El podría contar con ella, y aunque sospechaba de
cómo exactamente el sargento Jonson había evitado la contaminación del Flood, él
estaba dispuesto a dar al hombre el beneficio de la duda. ¿Haverson? El no confiaría
en él, pero el hombre sabía lo que estaba en juego, y no interferiría. Probablemente.
Locklear era otra historia. Pensó. Un ODST era entrenado y alistado para saltar… o
bien usado como una mina antipersonal. Algunos hombres se quebraban bajo presión
o dejaban la lucha. Algunos hacían caso omiso de si mismo y de su equipo de
seguridad para lanzarse hacia venganza. Agregarle eso a los Saltadores del Infierno
(Hell Jumper‟s) más aparte un feroz orgullo, esto se convertía en una mezcla volátil. El
Jefe tenía que establecer su autoridad sobre el hombre.
“Pondremos por encima al Pélican”, le dijo el Jefe. “Solo tenemos pocos minutos
mientras estamos sobre el otro lado de la luna. Agarren todo lo que podamos utilizar:
más armas, municiones, granadas. Manténganse conectados a mi COM para que
pueda escuchar la información. Locklear fue hacia el Jefe, mirándole frente a frente, y
se tensó.
El Sargento Johnson abrió la boca, pero el Jefe hizo un gesto sutil con su mano. El
sargento mantuvo su preocupación. El Jefe dio un paso más cerca hacia Locklear. “Mi
orden fue clara, ¿cabo?”
Locklear tragó saliva. El fuego azul en sus ojos se disipó y desvió su mirada, “No”.
Respondió el cabo. Su cuerpo se suavizó y tomo su rifle, llevándolo a su hombro,
aceptando por ahora la autoridad del Jefe. “Estoy en ello, Jefe Maestro”. Fue a la
escotilla y se dejó caer hacia el Pélican.
Decir que este equipo estaba mal para una misión de inserción de alto riesgo; podría
quedarse corto al respecto.
“Asi que ¿Cómo podemos obtener una unidad Shaw-Fujikawa?” Polaski preguntó.
“No lo haremos”, respondió el Jefe. “Pero vamos a obtener una cosa mejor”. Se
trasladó a la consola de operaciones e intervino en la pantalla. El escáner mostraba la
nave líder del Covenant apareciendo sobre la pantalla. “Este es nuestro nuevo
objetivo”.
Haverson frunció el ceño. “Jefe, si nos acercamos a esa nave nos golpeará antes de
que podamos siquiera agradarles.”
“Normalmente, sí”, respondió el Jefe. “Pero vamos a engañarlos con el Pélican, como
una nave explosiva, cargándola con las minas Moray y colocándola por delante de
nosotros. Vamos a tener que dirigirla con el mando a distancia Pélican, pero puede ser
acelerado más allá del punto en que la tripulación pudiera perder el conocimiento. El
enemigo abrirá fuego, y dejaríamos caer algunas minas, y luego atravesaríamos”.
Polaski endureció su expresión con tristeza.
“Existe algún problema, ¿Oficial?”, dijo el Jefe.
“No Jefe Maestro. Yo sólo odio perder una buena nave. Ese pájaro salió fuera de Halo
en una sola pieza”.
El jefe no entendió, Los pilotos a veces le tenían cariño a sus naves. Dándoles
nombres y personalidades humanas. El Jefe sin embargo, nunca cayo en esa trampa,
el había aprendido hace mucho tiempo que ningún equipo era innecesario. Excepto,
quizás, Cortana.
“Por lo tanto, acercarse a la nave líder”, dijo Haverson y cruzo sus brazos sobre el
pecho. “¿Vamos a dirigirnos nariz a nariz con una nave que tiene mil veces nuestro
poder de fuego?, ¿o está planeando alguna otra cosa?”.
“Negativo”. El Jefe se refirió a la bahía de lanzadera (aterrizaje y despegue de las
naves) de la nave líder. “Esa es nuestra ZA”.
Polaski encontró la comparativamente pequeña abertura en el vientre de la gran nave.
“Esa es una maldita ventana con la cual chocaremos muy rápido, pero.
“Pero…,” ella mordió su labio inferior calculando,… “es técnicamente posible en un
Logsword”.
“Ellos lanzarán Seraphs para atacar el Pélican y el Longsword”, dijo el Jefe, “Para ello,
tendrán que bajar una sección de sus escudos, Entraremos, neutralizaremos a la
tripulación, y tendremos una nave con capacidad de Slipspace”.
“¡Rock and Roll!” Locklear gritó por el COM. “¡Penetrar y aniquilar!”.
El sargento Johnson masticó su Puro mientras consideraba el plan.
“Nadie ha capturado una nave del Covenant”, susurró Haverson. “Las pocas veces
que hemos tenido uno de ellos y en condiciones de rendirse, han terminan auto-
destruyéndose”.
“No hay elección”, dijo el Jefe. Observó a Polaski, Johnson, y finalmente a Haverson.
“¿Al menos alguien tiene un mejor plan?”. Todos permanecieron en silencio.
“Cualquier cosa que añadir, ¿Cortana?”, preguntó.
“Nuestra salida de la órbita nos deja ahorrando combustible, al viajar a alta velocidad
sobre el curso de intersección con la nave líder. Hay superposición sobre los campos
de fuego enemigo, cuando nos acerquemos a nuestro vector. Tenemos que
desacelerar y evitarlos al mismo tiempo. Eso será difícil”.
“Polaski se encargará de eso”, el Jefe se dirigió a ella.
“¿Y el piloto del Longsword?”, Polaski asintió lentamente, y hubo un destello en sus
ojos verdes cuando no había nada ahí hace un segundo.
“Eso fue hace mucho tiempo, pero si, Jefe Maestro. Estoy un 100 y 10 % segura sobre
eso.” Ella se trasladó al asiento del piloto y se abrochó su cinturón de seguridad.
“Con todo el debido respeto a la habilidad de la señorita Polaski”; dijo Cortana.
“Permítame señalar que el proceso de información es un millón de veces más rápido
y…”
“Necesito que entres a la red de combate de la nave líder”, el Jefe dijo muy cortante.
“Cuando estén cerca tendrásqueapagarsusarmas. Destruir sus comunicaciones”.
“¿Enviando descortésmente a una mujer a hacer tu trabajo sucio?” Cortana suspiró.
“Supongo que soy la única que puede”.
“Teniente Haverson”, el Jefe dijo: “Necesito que programe las minas Moray para ser
liberadas y fijadas en el Pélican antes de salir de esta orbita. Ponga medio grupo para
ser detonadas al impacto. Programe el resto por separado y realizar el seguimiento de
cualquier nave enemiga en nuestra trayectoria”. Haverson asintió y se sentó en la
estación de operaciones al lado de Polaski a bordo del Longsword.
Dos cajas y una tela gruesa pasaron a través del túnel de acceso abierto del Pélican.
Locklear salió de la apertura y sello la escotilla. “Eso es todo Jefe”, dijo. “Una pistola
HE, dos rifles MA5Bs, una escopeta de asalto M90 cerrada, y una caja llena de
granadas de fragmentación. Alrededor de una docena de clips para los rifles y sólo
unas pocas balas para la escopeta, sin embargo…”
El Jefe tomo cuatro granadas y la mitad de una docena de clips para su rifle de asalto.
Expuso el clip casi vacío de su arma y colocó otro con un satisfactorio clock. El
sargento agarró munición, un MA5B, y tres granadas.
“Orbita de salida en diez segundos”, dijo Polaski.
“Cabo deje el resto”, dijo el Jefe a Locklear. “Y asegúrese usted mismo”.
Locklear se aseguro de recoger las armas y las municiones en una bolsa de lona con
cordón, la cual se la colocó alrededor del cuello, y luego busco de donde sujetarse. El
Sargento Johnson se apoyó en contra de los críotubos. El Jefe Maestro se sujetó de la
pared gruesa del casco.
“Liberando al Pélican”, dijo Polaski. Hubo un ruido sordo debajo del casco. “Pélican
alejándose”.
“Programando el piloto automático del Pélican”, dijo Cortana.
“Minas Moray armadas”, añadió Haverson.
Polaski dijo: “Quemando motores en tres… dos… uno. ¡Ahora!”.
Los motores del Longsword volvieron a la vida, el casco crujió con estrés y todo el
mundo se inclinó en contra de la aceleración. El Pélican fue tirado hacia delante,
redondeando el horizonte de la luna en primer lugar y se acercó de nuevo al campo de
los escombros. Cuando el Longsword lo siguió, y la luz afectó la superficie derecha de
la luna y el Jefe vio una lluvia de meteoritos que caían dentro del planetoide, dejando
cráteres e inhalaciones diminutas de polvo cuando impactaban. Polaski vio en la
pantalla de la cámara centrada una nave del Covenant.
“Nos estaban esperando”, exclamó. “Maniobras evasivas”.
El Pélican rodó a estribor y acelero a toda velocidad. (Pélican en Piloto automático)
La nave líder estaba cerca, demasiado cerca. Debe haber previsto su trayectoria
orbital. Pero no había contado con que ellos se dirigieran directo hacia ella. En caso de
que no hubiera sido así, la nave líder habría estado en una posición perpendicular
perfecta para disparar.
“Pélican ahora a doscientos kilómetros a la cabeza”, Polaski dijo.
El voluminoso crucero apuntó para abrir fuego. Una senda de humo salio de su casco,
y pedazos de escombros fueron vaporizados.
“Minas a distancia”, anunció Haverson. “Estableciendo conexión y trayectorias dentro
de las coordenadas NAV, Polaski. No pases a través de ellos.”
“Entendido”, ella dijo, “Sujétense… vamos a”.
“Odio esta mi3rd4”, murmuro Locklear. “Las naves nos disparan una y otra ves, el
fuego es tan denso que podía caminar sobre el hasta la zona de aterrizaje y sentado
aquí no puedo hacer nada sino aguantar y me pregunto cuando diablos voy a hacer
algo”.
El Jefe no dijo nada, pero estaba de acuerdo. A pesar de que el ODST le faltaba
disposición, él compartió su inquietud con el combate espacial.
“Amen”, añadió el Sargento Johnson.
“Ahora, cállese y deje que la dama conduzca”. Él sacó una unidad de registro de
misión de su bolsillo y la inserto a un chip. Neutralizo la pantalla, una cacofonía rítmica
llegó a una pequeña bocina.
El Jefe reconoció el sonido como música “flip” un descendiente de varios siglos de
antigüedad, el ruido era llamado “Metal”. El Sargento tenía gustos peculiares, por decir
lo menos.
“Justo ahora cuando me disparan, Sarge”, protestó Locklear, “Y conseguir mas de eso.
No me torture con esa mi3rd4”.
“Escuche esto, Marine. Este es un clásico”.
“Así es una muerte misericordiosa”.
Polaski continúo evadiendo y el Longsword dio vueltas desde babor hasta estribor. Ella
envió la nave en un giro de doble barril para esquivar un torpedo de plasma disparado
desde el crucero líder.
“Desactivando”, murmuró Cortana en el casco del Jefe.
“Haciendo conexión a la red de combate Covenant”, anunció por el COM de la nave.
“Accesando a los sistemas de armas. En línea”.
Por delante, el Pélican interceptaba un segundo torpedo irrumpiendo en llamas, se
vaporizó, y manchó la noche con una nube brillante de metal ionizado. El crucero líder
apareció adelante sobre la pantalla.
“No hay tiempo para jugar”, murmuro Polaski. Ella golpeó los motores y
vertiginosamente se dirigieron hacia el crucero líder. La súbita aceleración lanzó al
Jefe y al Sargento Johnson hacia la popa del Longsword. Locklear siguió colgado en
un marco, ahora casi horizontal.
“Ahora ya hay suficiente distancia para desacelerar y hacer un aterrizaje suave en el
interior del crucero líder en la bahía de lanzadera”, advirtió Cortana.
“¿En serio?”, Polaski respondió irritada. “No me extraña que las llamen IA‟s
inteligentes”.
Ella bajó su visor frontal sobre sus ojos. “Yo volaré, tu tienes que concentrarte en
conseguir sacar esas armas fuera de línea”.
“Están lanzando Serphs”, advirtió Haverson. Ahora la nave líder del Covenant llenaba
la mitad de la pantalla, junto con seis formas de combate Seraph, surgiendo de las
entrañas de la masiva nave.
“Todavía tengo activa la señal de veinte minas Moray”.
Estaba momentáneamente atrayéndolos para que entraran en rango. “Un poco más…
los tengo en la mira…. maniobrando”. Minúsculas bocanadas de fuego se aglomeraron
en forma de lágrima sobre las naves Seraphs luego explotaron. Haverson rió.
“¡Bingo!”.
“Sistemas de armas y escudo están desactivados”, Cortana dijo.
“Las puertas están abiertas”, murmuro Polaski. “Estamos invitados, no se molesten
malditos en decir que no”.
El crucero líder atiborró la pantalla.
“Colisión inminente”, advirtió Cortana.
El Sargento Johnson cayó hacia sus pies. El Jefe sabía lo que era mejor y permaneció
en donde él estaba, en la cubierta. El agarró al Sargento por la pierna. Polaski cortó
los motores e invirtió los propulsores. El Longsword giro 180 grados. Ahora con la
nave apuntando y dirigiéndose hacia atrás, ella empujó el acelerador al máximo y los
motores en su totalidad retumbaron por la sobrecarga. El casco se tensó por la súbita
desaceleración inversa. El Jefe coloco sobre el piso una mano, con la otra se ocupó
del sargento e impidió que saliera volando. Polaski cambió la pantalla para ver una
vista panorámica de proa y popa. Ella maniobró los propulsores de la nave, ajustó su
aproximación y se puso en marcha hacia la bahía abierta. En la pequeña pantalla la
abertura creció alarmantemente rápido.
“¡¡Sujétense…Sujétense!!”
Los motores rugieron y la nave se alentó…pero no iba a ser suficiente. Entraron en la
bahía de lanzaderas a tres metros por segundo. Las llamas de los motores del
Longsword quemaron a unos Grunts técnicos y en vano fue la lucha por apagarse y
alejarse del camino. Su atmósfera estaba llena de tanques de metano, eran como
petardos. Polaski redujo el poder, la nave golpeo la pared. El Jefe Maestro, el
Sargento Johnson y Locklear se estrellaron en montón con los asientos del piloto y del
OPS. Grunts se acercaron a la nave con pistolas de plasma, las armas verde-brillantes
de los aliens se sobrecargaron. Los Ingenieros del Covenant luchaban por apagar los
incendios y reparar los conductos de ruptura.
“Escudos regenerándose en el lugar sobre la bahía de lanzaderas”, anunció Cortana.
“Estabilizando la atmósfera exterior. Por favor, siéntanse libres de levantarse y
moverse por la cabina”.
Locklear quedó a sus pies. “! Si !”. Dijo con emoción. El Joven Helljumper tomó su
MA5B y colocó una ronda en la recamara. “¡Vamos a Rockear!”.
“Buen trabajo, gente”, dijo el Jefe poniéndose de pie. Mientras preparaba su propio
rifle de asalto.
“Pero eso fue sólo la parte fácil”.
CAPÍTULO 7
1750 horas, 22 de Septiembre del 2552 (calendario militar)
\ Nave Líder no identificada del Covenant,
sistema inexplorado, Halo.
Los rayos de plasma impactaron el casco y el parabrisas del Longsword. Los
proyectiles de energía luminosa se disiparon a través de la cabina y fundieron el vidrio
inmediatamente. Una legión de Grunts se cubrían detrás de pedazos y escombros de
Seraphs y cajas de combustible. Algunos salieron de su cobertura y dispararon los
pernos fantasmales de color verde hacia el Longsword.
"Los tengo", dijo Polaski y apretó un interruptor.
El tren de aterrizaje se desplegó y puso la embarcación a un metro del piso. "Armas
listas", anunció Polaski. "Adiós, muchachos."
Ella tomó una retícula de orientación disparando y arrasando los alrededores de la
bahía. Una lluvia de 120 mm rondas traspasaron las coberturas de los Grunts. Cajas
de combustible y algunos Seraphs blindados sin escudo detonaron; enviando
fragmentos de metal y soldados alienígenas heridos hacia el piso.
El aire explotó convirtiéndose en una enorme llama, hacia el techo y luego a los lados.
Piscinas de combustible y de cuerpos carbonizados de Grunts e Ingenieros Covenant
plagados en la bahía del lanzamiento.
"Activando el sistema de supresión de incendios", dijo Cortana.
Chorros de neblina gris volaron desde arriba. Los incendios se intensificaron durante
un momento, luego disminuyeron y desaparecieron.
"¿Hay atmósfera en la bahía?" preguntó el Jefe.
"Escaneando", respondió Cortana. "Restos de cenizas, algunos contaminantes de los
cascos de las naves derretidas y un montón de humo, pero el aire en la bahía es
respirable, Jefe”.
"Bien." Se dirigió a los demás. "Estamos dentro, Vamos allá, Yo lideraré. Locklear,
usted irá conmigo. Sargento, usted irá a la parte de atrás”.
"Tendrás que tomar de mí, también", dijo Cortana. “He puesto sistemáticamente esta
nave para navegarla, pero los controles de ingeniería han sido bloqueados
manualmente. Necesitaré accesar directamente al sistema de datos de mando de esta
nave."
El Jefe dudó. Su armadura almacenaba a una IA como Cortana, en una etiqueta
almacenada en una capa de cristal especial. En Halo, Cortana había sido una valiosa
ventaja invaluable. Sin embargo, ella también utiliza parte de la interfaz neuronal de su
armadura para el procesamiento de objetos, literalmente, aprovechaba partes del
cerebro del Jefe. Y después de salir del sistema informático de Halo, ella había estado
actuando... nerviosa.
El Jefe puso su disconformidad a un lado. Si Cortana se convirtiera en una
responsabilidad, tendría que tirar del enchufe.
"Listo", él dijo. Dio un puñetazo a una llave sobre la computadora terminal y soltó de
Cortana hacia un chip de datos. Un momento después, la terminal pulsó en color
verde.
Sacó el chip y la colocó en la parte trasera de su casco. Hubo un momento de vértigo
y luego la familiar sensación de mercurio y hielo inundando su cráneo cuando Cortana
entraba en su interfaz.
"Aún hay mucho espacio aquí, ya veo", ella dijo.
El Jefe ignoró sus acostumbrados chistes y asintió en Johnson y Locklear. "Vamos."
El Sargento Johnson golpeó la puerta y la escotilla se deslizó abriéndose. Locklear
desenfundó su rifle del hombro, vertiendo fuego a la abertura. Un par de Grunts
quienes estaban agachados cerca del Longsword, se protegieron ellos mismos del
fuego por detrás en la cubierta. Sangre fosforescente escurrió bajo sus formas
vulnerables.
El Jefe se agazapó a través de la escotilla abierta y rodó sobre sus pies; un
movimiento a su respuesta, y tomó a tres objetivos a su lado. Observó a un trío de
Ingenieros del Covenant. Y removió su dedo del gatillo del arma. Los Ingenieros no
eran una amenaza.
Eran extraños, a metros de altura las criaturas estaban flotando por encima de la
cubierta, usando tanques con algo más ligero que el aire y producían gas por sus
cuerpos.
Sus tentáculos estaban sobre una maraña de líneas de combustible, rápidamente
repararon las tuberías y bombas.
"Es gracioso de que no hubiera un comité de bienvenida, todavía," Cortana susurró.
"Miré a profundidad la lista del personal de esta nave: tres mil Covenants, en su
mayoría Ingenieros. Una pequeña compañía de Grunts y sólo un centenar de Elites".
"¿Sólo cien?" el Jefe murmuró.
Él agitó su mano para dirigir a su equipo hacia delante, atravesando una pesada
puerta en la parte de atrás de la bahía de lanzadera. El aire estaba lleno de humo y
fuego, lo que redujo la visibilidad a docena de metros.
El sonido de fuego del rifle de asalto hizo eco a través de la bahía. El Jefe giró a su
derecha y trajo su propio rifle. Locklear permaneció cerca de los cuerpos ligeramente
en movimiento de los Ingenieros. Él abrió fuego a los Ingenieros y cayeron.
"No gaste su munición, Cabo", dijo el sargento Johnson. "Ellos pueden ser feos, pero
son inofensivos."
“Ahora son inofensivos, sargento," respondió Locklear. Limpiando la sangre del alien
sobre su mejilla y sonrió.
El Jefe pretendía estar de acuerdo con el tema de análisis de las amenazas de
Locklear sobre el Covenant: En caso de dudar, Acribillar. Sin embargo, encontró las
acciones innecesarias en el joven Marine... y un poco de pereza.
La arquitectura de la bahía del Covenant es similar al Interior de las demás naves
Covenant, el Jefe recientemente estuvo en el interior de Truth and Reconciliation
(Verdad y Reconciliación). La baja iluminación y las luces indirectas, y sobre todo las
paredes de color púrpura oscuro. El metal alienígeno parecía formar un extraño
patrón, ligeramente luminiscentes patrones geométricos que coincidían uno con otro.
El techo era acorazado e innecesariamente alto, tal vez diez metros; en contraste con
una nave humana, tenía espacio innecesario.
El Jefe distinguió una gran puerta en la parte trasera de la bahía.
La puerta tenía forma hexagonal y era lo suficientemente grande para que todo un
equipo entero pudiera entrar al mismo tiempo; y que sus pensamientos no fueran lo
suficientemente tontos para se iniciara dicha formación sobre el territorio hostil. La
puerta tenía cuatro secciones, que se abrían cuando se introduce la clave,
silenciosamente se deslizaban desde el centro.
"Eso nos llevará al corredor principal", dijo Cortana. "Y desde allí, al puente”.
El Jefe le señaló a Locklear dirigirse a la parte derecha de la puerta, y al Sargento
Johnson a la izquierda.
“Teniente Haverson ", él llamó, "Usted a nuestra retaguardia. Polaski, golpea los
controles de la puerta. Señales de mano a partir de ahora. "
Haverson le lanzó un irónico saludo al Jefe, pero reforzado el control sobre su arma y
examinó la bahía.
Polaski avanzó agachada y por en el medio del grupo hacia la puerta. Ella le dio vuelta
a su cachucha/gorra y se inclinó más cerca, luego miró de nuevo al Jefe y le señaló su
pulgar arriba.
Él levantó su fusil y asintió, dándole a ella el sí para desbloquear la puerta. Ella
alcanzó los controles. Antes de que los tocara, la puerta se abrió.
Permaneciendo en el lado opuesto, estaban cinco Elites: Dos estaban resguardados
de orilla a orilla de la puerta, un tercero estaba centrado en el corredor, el rifle de
plasma a nivel del Jefe; detrás de él, el cuarto Elite estaba cubierto en la parte
posterior de su formación y un último Elite
estaba agachado frente a la puerta del panel de control; de nariz a nariz con Polaski.
El Jefe disparó dos ráfagas directamente sobre la cabeza de Polaski. Sus primeros
tiros derribaron al Elite en el centro del pasillo. Sus segundos tiros golpearon al Elite
que permanecía en la retaguardia. Los guerreros alienígenos no activaron sus
escudos y las rondas de 7.62mm perforaron su armadura. El par de Elites cayeron al
piso. Sus camaradas a ambos lados de la puerta aullaron y atacaron. El quejido del
rifle de plasma se hizo eco a través de la bahía cuando los pernos de energía azul-
blanco se estrellaron sobre los propios escudos del Jefe.
Su escudo se redujo y la alarma insistente del indicador de advertencia pulsó en su
casco. Su visión se nubló por la bengala que descargaron las armas de energía y se
esforzó para divisar a un
Elite en el frente de Polaski. Eso no era bueno; No tenía un disparo perfecto. El Elite
apuntó con la pistola de plasma. Polaski colocó su mano a la altura de su cadera. Ella
era más rápida o con más suerte. Desenfundó su pistola; apuntó y abrió fuego. La
pistola hizo un estruendo cuando un tiro llegó por la derecha del Elite en el centro de
su alargado casco.
El disparo del propio Elite fue amplio y derritió la cubierta detrás de Polaski.
Polaski vació su clip sobre la cara del alien. Un par de rondas sacudió la espalda del
alienígena. Sus escudos cayeron y el resto de las rondas atravesaron la armadura y
los huesos. Cayó sobre su espalda, se movió ligeramente dos veces y después murió.
Johnson y Locklear desataron el infierno sobre el fuego cruzado dentro del corredor e
hicieron su trabajo con los demás Elites cuando Polaski abrazaba la cubierta.
"De esto es lo que yo he estado ablando" mencionó Johnson. "Darle un buen disparo
al pavo. "
A Diez metros bajo el pasillo una docena de más Elites giraron desde una esquina.
"Uh-oh", murmuró Locklear.
"Sargento", gritó el Jefe. "¡Cerremos la entrada!" John movió a Polaski de la posición
en dos rápidos pasos, la sujetó por su collar, y la arrastró fuera de la línea de fuego.
Pernos de plasma llovían por el aire y el lugar donde había estado. Dejó caer a
Polaski, preparó una granada, y tiró de ella hacia los apresurados Elites. El sargento
disparó su rifle de asalto sobre el panel de control de las puertas, y explotaron en una
lluvia de chispas y de golpe las puertas se cerraron.
Un sordo estruendo se hizo eco de detrás de la gruesa puerta de metal y luego un
silencio inquietante descendió en la bahía. Polaski luchado para ponerse sobre sus
pies y alimentó con
un nuevo clip su pistola. Sus manos estaban en shock.
"Cortana", dijo el Jefe. "Necesitamos una ruta alterna al puente”.
Una flecha azul brilló sobre en su HUD. El Jefe dio vuelta y vio una escotilla a su
derecha. Se refirió a la escotilla y señaló su equipo para moverse y luego corrió a la
escotilla y tocó el panel de control. La pequeña puerta se abrió deslizándose, para
revelar un estrecho pasillo más allá,
zigzagueándose en la oscuridad.
No le gustaba eso. El corredor era demasiado oscuro y demasiado limitado: un lugar
perfecto para una emboscada. Consideró brevemente regresar a la puerta principal de
la bahía, pero abandonó esa idea. El humo y chispas vertieron de la puerta cuando las
fuerzas del Covenant del otro lado, trataron de atravesar incinerando su camino.
El Jefe dio clic sobre su visión de filtro para poca luz y la oscuridad se desvaneció en
una avalancha de verde fluorescente. No hubo contactos. Se detuvo por un momento,
para dejar que sus escudos de energía se recargasen y luego entró al lugar medio
agazapado. Mantenía su rifle de asalto cerca y se introdujo al mortal corredor. El
interior del pasadizo era estrecho y con un suave color púrpura sobre su superficie
oscura. El Jefe no tuvo más remedio que pasar por los costados.
"Esto luce como el corredor de servicio para sus Ingenieros," dijo Cortana. "Sus
guerreros Elite tardarán un momento en seguirnos".
El Jefe gruñó cuando reconoció en alivió un camino por el cual atravesar. Hubo un
sonido raspante de rasguños y un destello de chispas en su escudo de energía,
mientras rozaba la pared. Era un demasiado estrecho y apretado el lugar. Alimentó de
energía a los escudos bajos, dejándole solamente espacio suficiente para apretujarse.
Locklear lo seguía detrás de él y luego, Polaski, el sargento, y finalmente Haverson.
El Jefe señaló a Haverson, luego hacia la puerta. El Teniente frunció el ceño y luego
asintió. Haverson cerró la escotilla y los circuitos se apagaron cuando se activó el
control del mecanismo.
Hubo decenas de Ingenieros en la bahía de lanzamiento (o bahía de lanzadera) y
había suficientes sobre la nave como para que merecieran tener su propio túnel de
acceso. El Jefe no había visto nada como esto a bordo del Truth and Reconciliation.
En efecto, no había visto un solo Ingeniero en aquella nave. ¿Qué hacía a esta nave
diferente? Estaba armada como una nave de guerra... aún contaba con el apoyo del
personal para la revisión del buque.
"Para aquí", dijo Cortana.
El Jefe se detuvo y se deshizo de sus altavoces externos para poder hablar
libremente.
"¿Algún Problema"?
"No. Un golpe de suerte, tal vez. Mira a tu izquierda y abajo a unos veinte centímetros.
"
El Jefe observó y notó que una parte de la pared formaba una abertura circular no es
más grande que la punta de su dedo pulgar.
"Es un puerto de datos... o un pase de acceso para los Ingenieros del Covenant. Estoy
recogiendo señales en onda corta e infrarrojos de los mismos. Remuéveme y
colócame dentro de la ranura”.
"¿Estás segura?"
"No puedo hacer mucho allí contigo. Sin embargo, una vez que esté directamente en
contacto con la red de batalla de la nave, podré infiltrarme y hacerme cargo de sus
sistemas. No obstante, deberás llegar al puente y manualmente darme el acceso a sus
sistemas de ingeniería.
Mientras tanto, podré ser capaz de controlar los sistemas secundarios y comprarte
algo de tiempo."
"¿Y estás segura?".
"¿Cuando no he estado segura?" ella cedió.
El Jefe podría sentir su impaciencia a través de la interfaz neuronal. Removió el chip
de datos de Cortana de la cavidad de su casco. El Jefe sintió que ella dejaba su
mente, sintió el calor de nuevo en su cabeza, pulsando con el ritmo de su corazón... y
una vez más, él estaba solo en la armadura. Colocó el chip de Cortana dentro del
puerto de datos del Covenant.
Locklear expresó con la cara de asco y susurró, "Usted no podría pegarme un tiro en
cualquier parte sin esa cosa. "
El Jefe hizo un gesto rozando su garganta y el Marine cayó en silencio.
"Estoy dentro," Cortana dijo.
"¿Cómo es?" dijo el Jefe.
Hubo una pausa de medio segundo.
"Es diferente...", Cortana respondió. "Procediendo a unos treinta metros debajo de
este pasillo y girando a la izquierda".
El Jefe movilizó al equipo hacia adelante.
"Es muy diferente", Cortana murmuraba.
Cortana fue construida como un software de intrusión. Ella había estado programada
con cada truco sucio y cada código para romper el algoritmo de la ONI (Oficina Naval
de Inteligencia), de la Tercera Sección del cual había sido creado y un poco más de
trucos que ella había desarrollado por su cuenta. Ella era la última ladrona y espía
electrónica. Se filtró dentro del sistema del Covenant
Era fácil la primera vez que había entrado a su red cuando el Longsword se había
acercado a la nave líder. Ella estableció sus sistemas de armas en modo de
diagnóstico. El Covenant había determinado el problema y rápidamente reiniciaron el
sistema, pero le habían dado a Polaski algunos preciosos segundos para sus lentos
reflejos humanos; que habían necesitado obtener para adentrarse en el interior de la
bahía.
"¿Qué es?" preguntó el Jefe.
Ahora, el elemento sorpresa se ha ido y el sistema de intrusión ha ejecutado los
sistemas de alerta. Algo más merodea ahora en los sistemas. Delicados pings trataban
de dejar fuera la presencia de Cortana, que confirmaron y se retiraron. Se sentía como
si hubiera alguien más en trabajando a través de su sistema. ¿Una IA del Covenant?
Nunca hubo reportes IAs alienígenas. La posibilidad de su intriga.
"Es... Diferente", ella respondió finalmente.
Ella escaneó los esquemas de la nave, cubierta por cubierta y luego, parpadearon los
tres mil sistemas de vigilancia del buque. Ella dejó la ruta más rápida hacia el puente
desde su actual posición y lo almacenó en un sistema de sustracción de memoria
terciaria. Ella hizo múltiples tareas de una parte de sí misma y continuó analizando la
estructura de la nave y de los subsistemas.
"Procede a treinta metros de este pasillo y gira a la izquierda".
Cortana se apropió de las cámaras exteriores y detectó a seis cruceros Covenant. Que
habían paralizado la búsqueda del Longsword, y sin embargo, actualmente estaban a
un centenar de kilómetros del estribor de la nave líder. La extraña forma de "U" de las
naves de descarga Covenant, fueron lanzados desde los cruceros dispuestos a invadir
la Nave líder.
Eso era un problema.
Dentro de la nave líder ella observó la caza de un centenar de Elites siendo
asesinados por su equipo en los corredores. Codificó los sistemas electrónicos de la
nave, siendo generados por los fantasmas del Jefe y de su equipo; donde el mando de
la UNSC y los centros de control estuvieran normalmente localizados. Tal vez podría
engañar a los tontos Elites dentro de la salvaje persecución. Cortana mostró las
coordenadas de aquellos enemigos sobre el HUD del Jefe.
Sintió una especie de cosquillas a través de la retroalimentación del flujo de datos,
Cortana bloqueó esa fuente de alimentación, escuchó y descifró el patrón de una señal
aleatoria. Luego, cortó el contacto. Ella no tenía tiempo para jugar a las escondidas y
buscar todo lo que estaba en este sistema. Tuvo finalmente que admitir que no tenía
suficiente poder para contender con un posible constructor artificial enemigo. Ella
había absorbido un volumen tremendo de datos del sistema de Halo, las formas
biológicas del Flood y cada pieza de información sobre los misteriosos “Foreruners”,
que el Covenant había tanto venerado. La información podría tomarle a ella semanas
de procesamiento, examinado, cotejando, codificando… y mucho menos comprender.
Incluso comprimidos, todos los datos llenados por ella y cortó la óptica de los
subsistemas que ella usualmente reservó para su procesamiento. Había tendido una
persistente sospecha de que la compresión de los archivos, habían sido demasiado
precipitado; y que la información de Halo podría haber sido dañada. De echo, la vasta
información que había copiado, la abultó físicamente, haciéndole mas lenta y menos
eficaz. No le mencionó esto al Jefe. Apenas pudo admitirse a si misma, Cortana era
extremadamente orgullosa de su intelecto.
Pero ella, operaba como si no hubiera diferencia sin llegar a ser mas tonta, envió un
bloqueó a lo de detección de señal largo de las conexiones, donde estos “otros” que
estaban intentando contactarla. La porción de su conciencia examinó la estructura de
la nave, descubriendo que el puente tenía otro punto de acceso.
Estúpida.
Ella podría haberlo vito inmediatamente, pero la entrada de esta, había sido
presentada en virtud, bajo los esquemas de un sistema de emergencia. Se trataba de
un diminuto corredor, que conectaba una seria de vainas de escape. Dicha ruta
compartía una salida de ventilación, con un pasillo hacia Ingeniería.
“Jefe, hay otro camino hacia el puente“
“Afirmativo. Espera un...“hubo un disparo de fuego sobre el COM, luego silencio.
“Adelante, Cortana “
“Mostrando la ruta alternativa ahora", dijo ella, “No creo que puedas abriste paso a
través de este nuevo pasillo con tu armadura. Sugiero que muevas a tu equipo y
procedan a través de ambas rutas, para maximizar tus posibilidades de entrar al
puente. “
“Entendido“ dijo el Jefe. “Polasky y Harverson conmigo. Johnson y Locklear, ustedes
tomen la ruta de las vainas de escape”.
Cortana les siguió la pista a ambos equipos y las posiciones relativas de las partes
Covenant, ella replicó sus señales fantasma para confundir al enemigo. Recogió
además e incrementó el ancho de banda de las comunicaciones entre la nave líder y
los cruceros. Reportes de los invasores; una llamada de ayuda; una advertencia para
ser transmitida hacia su Mundo Hogar. Había referencias hacia “un santo“ y algunos
mensajes que consideraba algo divertido sus intentos de codificación, que mantenían
ellos mismos en secreto. Curiosa, investigó lo que el Covenant traía en mente y lo que
trataba de esconder.
Cuando descifró aquellos mensajes y otras referencias cruzadas, los guardó en sus
archivos COM, detectó un pico de energía sobre los censores laterales de la nave
líder. Un crucero se trasladó a estribor algo lejos; resultando, que sus motores brillaran
y que la oscuridad a su alrededor se agitara en un azul eléctrico. La nave Covenant
avanzó velozmente hacia delante, rompiendo la oscuridad y desapareciendo en un
Slipspace.
Cortana notó que la salida de su vector hacia referencia al futuro… una posible pista
hacia la localización de su Mundo Natal. Era desconcertante que el Covenant pidiera
ayuda, sus guerreros eran intensamente orgullosos, ya que casi nunca huían de un
combate. No pedían ayuda… no para si mismos. Por otra parte, esta nave, si bien
armada para la guerra, no aparentaba estar lista para el combate. Solamente llevaba
algunos cientos de Elites y un ejército de Ingenieros.
Cuando Cortana averiguó esto, siguió ella generando una señal, como sonda enviada
para las otras presencias del sistema. Tuvo la esperanza que su actividad fuera larga
como era posible. Las otras señales realizaban una serie de funciones en la nave, y
las compensó demasiado. Automatizó este proceso, mandando una parte del mismo
punto NAV a la computadora del Covenant; y luego coordinar los fantasmas
electrónicos del Jefe y de los demás para confundir a las fuerzas Elites. Al mismo
tiempo, continuó su estudió de las naves del Covenant y de sus sistemas; esto era su
única oportunidad. La información de su unidad avanzada de Slipspace, sus armas,
que fácilmente pudieron sobrepasar la tecnología humana, décadas hacia delante.
“¿Cortana? “ la voz del Jefe rompió su concentración, había sonidos de ráfagas de
energía y armas automáticas. “Tenemos con camuflaje activo en el pasillo.
Necesitamos una manera de rodear esa intersección. “
Ella no consideró su apariencia tecnológica, estaba haciéndose demasiado,
gordinflona. Detuvo su estudio en curso de la tecnología del Covenant y le consideró al
Jefe un camino para rodear la intersección. Reinicio la comunicación humana y los
protocolos de rutina y dijo:
“Panel de acceso, a tu derecha, Jefe baja tres metros y avanza en línea recta a unos
cinco metros y gira la izquierda y de nuevo otra vez“. Ella escuchó una explosión,
“vamos“ dijo el Jefe.
Cortana tenia que enfocarse en la protección del Jefe. Detuvo sus otras búsquedas y
analizó los sistemas esquemáticos de la nave. Había algo que ella podría usar. Un
arma. Una manera de detener después a los enemigos, La copia de seguridad de la
terminal de sus procesadores atmosféricos. A diferencia de otros sistemas, este fue
uno de los clasificados como de baja prioridad y había capas de seguridad minima.
Ella genero suavemente cientos de miles de códigos Covenant en un microsegundo y
hackeo el sistema. Desvió las aberturas de ventilación a lo largo de los corredores, el
Jefe y su equipo se ocuparon de los sistemas primarios de ventilación. Luego ella hizo
la tarea de activarlos en reversa.
Luces de advertencia parpadeando los sistemas del Covenant, cuando la presión bajó
de repente a 87 % en los pasillos y corredores de la nave. Ella los asfixio. La otra
presencia en el sistema intentó cerrar las bombas. Cortana bloqueo la señal y asignó
un nuevo código para la seguridad de los sistemas “INTENTAMOS INFORMARTE”.
Escuchó el grito de la otra IA y un eco que reverberó a través de sus procesadores.
Ella intentó averiguar aquel sonido familiar, como una voz humana, pero
terroríficamente distorsionada.
Escaneo a través de las cámaras de la nave y vio a Grunts chillando y cayendo. El
metano de sus respiraderos y la presión caer; los Ingenieros se tornaron azules
lentamente y murieron, flotando en el lugar con los tentáculos temblando. Todavía
buscando algo que reparar, los cazadores Elites se detenían en los corredores y
sujetaron su garganta y mandíbulas se contorsionaban en el aire inexistente, se
derrumbaron y se asfixiaron.
Ella sintió su ética gesticular y generó una interrupción en el comando. Designo una
pausa y reiteró sus decisiones, pero Cortana sabia mejor matar que ser asesinado,
consideró alejarse de todas sus señales de su rutina ética y las apagó. No pudo ser
frenada por tales consideraciones secundarias.
“Jefe“ susurró ella sobre la COM. “Te advierto, que estoy cargando en el sistema NAV
los pasillos que no contienen atmosfera. Procediendo a cargar aquellas regiones que
serán letales para el resto de tu equipo“.
Hubo tres segundos de pausa y luego el Jefe contestó.
“Entendido“
Las comunicaciones del Covenant descifradas por Cortana, hacían referencia a “un
santo“. Finalmente el ciclo se detuvo. Sus idiomas eran inusualmente ornamentados y
exagerados, incluso más que la prosa florida de los rangos superiores de los Elites.
Era imposible desarrollar una traducción literal, pero ella echó un vistazo lo que era
algo dignatario que el debido constructo de Halo. Pronto.
Estos visitantes eran mas importantes que aquellas naves de guerra que solo estaban
preparados para avanzar y encaminarse hacia la fiesta. Más naves estaban sobre su
camino. Cientos de ellos.
“Jefe“, Cortana dijo “Podríamos tener un problema“
“Manteen la transmisión Cortana“ El Jefe interrumpió. “Estamos afuera del Centro de
Mando, ¿Puedes decirme como podemos entrar?.”
“Negativo; han desactivado los censores del puente“.
“Escucharon a Cortana“ dijo el Jefe, enfrente de sus compañeros, “No esperamos
nada; Sargento, usted y Locklear tomen posición,“
“Entendido“ el sargento Johnson susurró “En posición y listo para patear C&los
Covenant“.
“Estamos a punto de volar y terminar con esta puerta, Cortana en línea“.
Cortana recogió repentinamente energía de los censores laterales de la nave líder. Los
cruceros del Covenant giraron; sus armas de plasma cargaron y estaban listas para
abrir fuego.
“Jefe“, dijo Cortana. “¡Deprisa! “.
“Granadas de plasma sobre mi marca“, el Jefe dijo por la COM.
“¡Marcando! Todos a cubierto“
El Jefe lanzó dos granadas de plasma. Estos quemaron el brillante magnesio y se
adhirieron a la dura aleación de la pared que rodeaba las puertas, que estaban en el
puente; una de las armas alienígenas fue más útil por sus propiedades. El se movió
alrededor, hacia la esquina del pasillo y cubrió a Harverson y a Polasky.
Transcurrieron cinco segundos y una luz brillante iluminó el pasillo, el Jefe regresó
hacia las puertas, un centenar de granadas podrían haber detonado pero no podían
derribar estas puertas, pero cuando las granadas del Covenant detonaron, los escudos
y los componentes electrónicos se dañaron. El Jefe cavó a través de estos y sus
dedos entraron ene el interior de la puerta; con la esperanza de que hubiera algún
daño en los motores y en los escudos de protección, que mantenían las puertas
cerradas. El trató de halarse e intentar empujar, para hacer un lado las puertas y
separarlas. La deslizó unos pocos centímetros, luego, llegando a un punto muerto. El
Jefe tuvo que ajustar la tensión, el equilibrio y la fuerza, para ejercer sobre las puertas,
pero estas permanecieron inmóviles en el lugar.
El censor de movimiento del Jefe detectó una advertencia, era un movimiento
proveniente al otro lado de la puerta. El empuñó su rifle de asalto dentro de la pequeña
abertura y apretó del gatillo, gastó sus casquillos y cayeron al suelo. Un aullido se
escuchó del otro lado y un rizo de humo salio a la deriva, atravesando la grieta. El Jefe
hizo a un lado su rifle, sujetó las puertas, flexionó y tiró; esta vez el metal pesado se
movió.
Un flash de fuego de plasma golpeó sus escudos, cegándolo, e ignoró esto, cerrando
sus ojos y continuó su camino atravesando la puerta. Otro disparo de plasma lo golpeó
en el pecho, las puertas se movieron a metro y medio, lo suficientemente bueno para
atravesarlas. Giró hacia un lado y dio tiempo para que sus escudos se recargasen.
Nada.
La alarma de su traje pulsó insistentemente. Sufrió una especie de estrabismo cuando
observó varios puntos luminosos, que aparecieron sobre su visión y escaneó el reporte
de daños. La temperatura interna de la MJOLNIR era de 60 grados Celsius y el Jefe
escuchó el ruido de los micro- compresores en su armadura, tratando de reparar el
daño.
“Marines” el Jefe gritó, ” ¡Fuego de Cobertura! ”.
” ¡Demonios Jefe, Si!” Locklear contestó.
Locklear dejó caer una de sus rodillas y abrió fuego a través de la abertura. Johnson
permaneció de pie, disparando por encima de la cabeza del joven Marine.
El Jefe reinicio el software del control de su armadura.
Nada, su sistema de escudos estaba muerto.
Los disparos cesaron. ”Estoy fuera” dijo Locklear.
”Estoy en eso” el Jefe contestó.
Se apresuró dentro de la habitación y pateó la cabeza del Elite muerto sobre el piso.
Su torso había sido destrozado y expuesto; fue abatido cuando intentaba cerrar las
puertas de puente.
Escaneó la habitación. Era circular, de veinte metros de ancho, con una plataforma
elevada en el centro, de unos diez metros y el control holográfico estaba anillado en su
superficie. La plataforma central flotaba sobre un agujero en el suelo. Del mismo tenía
conductos ópticos y había un trío de Ingenieros, abarrotados de miedo.
”No dispares a los Ingenieros”, advirtió Cortana, ”los necesitamos”.
”Afirmativo”; el Jefe contestó. ”Confirme la orden Locklear”.
Hubo una pausa sobre la COM luego Locklear contestó.
”De acuerdo”
A lo largo de las paredes circulares, del piso hasta el techo, la nave líder mostró su
condición, con una gran variedad de tablas y gráficos, abarrotados con una gran
variedad de extraña caligrafía del Covenant . También puso de manifiesto el espacio
circundante; y los cinco cruceros restantes; el Jefe capturó una imagen en su visión
periférica: un Elite de armadura negra se materializó en una pared, sobre su pantalla,
la luz se quebrantaba porque el camuflaje la disolvía. Gritó desafiante hacia el Jefe.
El Jefe enlistó su fusil y apretó del gatillo. Salieron tres rondas de la boca del arma y
abrió el cerrojo bloqueado. La munición contra el elite se le terminó. Los disparos
quemaron el blindaje del Elite y por suerte una ronda penetró y deformó su hombro. La
sangre púrpura oscura salpicó la cubierta, pero se encogió de hombros frente a la
herida y se mantuvo cerca. Harveson cargó en la habitación y desenfundó su pistola.
”¡Detente!” gritó y quitó el seguro de su arma.
El Elite le apuntó con la pistola de plasma y disparó contra el Teniente, pero sus ojos
nunca estuvieron frente a el. Harverson maldijo y saltó fuera de la habitación cuando el
disparo de plasma se dirigió hacia el. El Jefe alterado por el atascamiento de su rifle.
Se hincó para dejar su rifle sobre el piso y tomó una formación para luchar cuerpo a
cuerpo. Incluso con su escudo en malas condiciones, oró y confió en que podía tomar
a Elite.
En ese momento el Elite quitó de su casco y lo dejó caer igual que su pistola de
plasma, cayendo sobre la cubierta; se inclinó hacia delante y sus mandíbulas se
movieron de forma extraña y en parte el Jefe adivinó que se trataba de una sonrisa.
Estuvo mas cerca y una luz de color azul blanco energía le indicaba al Jefe que su
vida estaba en sus manos.
El Elite le apuntó con su espada de energía y cargó contra el Jefe.
CAPÍTULO 8
1802 horas, 22 de Septiembre del 2552 (calendario militar)
\ A bordo de la Nave Líder no identificada del Covenant,
sistema inexplorado, campo de escombros de Halo.
El Jefe Maestro se agachó cuando la hoja de energía le impactó. Reaccionó hacia el Elite y con
el mango de su rifle golpeó la parte media del alíen. El Elite se dobló por completo y el Jefe
Maestro trajo de nuevo el mango del rifle y golpeó de nuevo al alíen en el cráneo; pero el Elite
rodó retrocediendo. Hubo un efecto desenfocado del movimiento, cuando la espada de energía
azotó e impactó en seco, dividiendo el rifle de asalto en dos.
Las dos mitades del MA5B quedaron a la deriva sobre la cubierta.
Las hojas filosas del ardiente color blanco de la espada de energía, por poco le da al Jefe, la
temperatura interna de la MJOLNIR se disparó. No podría esquivarlo a este rango, corría un
gran riesgo, así que el Jefe Maestro hizo hasta la última cosa mientras que la criatura
esperaba. Se acercó lo más que podía y sujetó sus muñecas.
Las bandas de músculo sobre los brazos del Elite eran como duro hierro y luchó éste para
liberarse del agarre del Jefe. El Jefe le desvió la espada de la mano y la apartó lejanamente;
pero éste observó la mayoría de su fuerza, el Jefe tuvo que debilitar su agarre sobre la otra
mano del Elite. La espada de energía se encaminó peligrosamente hacia la cabeza del Jefe. Y
pasó por una fracción de centímetros, dejando una leve estática a través de su HUD.
La espada de energía tenía la forma de un triángulo de color blanco ardiente y hecho de
plasma; que contenía electromagnetismo que emanaba desde su empuñadura. El Jefe había
visto este tipo de armas. Rebañadoras de armaduras en batalla, ODSTs partidos por la mitad y
abrían heridas sobre la armadura de Titanio-A. Peor aún, este Elite era fuerte, astuto y estaba
bien entrenado; y no tuvo que esperar días peleando sin parar en Halo. El Jefe sitió cada
herida, cada tirón de músculo y la rigidez de los tendones en su cuerpo.
Harverson y Polaski se movieron hacia el interior del puente, sus pistolas estaban listas, pero
ninguno de ellos tenía una clara línea de fuego.
"Muévete Jefe", gritó Harverson. "Maldita sea, no podemos Disparar"
Es más fácil decirlo que hacerlo. Si lo soltaba, el Elite lo podría cortar en dos.
El alíen se defendió por un momento, luego de resistirse; volvió a luchar, a la derecha del
camino del Jefe, avanzaban sus compañeros de equipo. El Elite giró en cierto ángulo, para que
el arco de energía de la espada azotara contra Harverson y Polaski. Harverson gritó y cayó al
suelo, cuando la espada de energía rebanó su pistola y atravesó su pecho. Polaski maldijo y
disparó un solo tiro. Pero fue desviado por el escudo del Elite. El alíen dio un vistazo hacia la
fuente del disparo, e hizo un extraño gruñido; hablando en su lengua.
"Saca al Teniente de aquí", gritó el Jefe Maestro.
Él levantó su rodilla dirigiéndola hacia su pecho, dándole un golpe directo. Su golpe impactó la
coraza del Elite. El escudo del alíen parpadeó y luego desapareció. Su coraza se agrietó como
porcelana, por la fuerza del golpe. El alíen se hechó hacia atrás, arrastrando al jefe consigo.
Hasta tosió sangre púrpura algo oscura, que John divisó sobre su HUD, oscureciendo su
visión. Sus pies golpearon algo sobre el suelo; el casco del alíen había caído y perdió su
equilibrio. En conjunto, estrellándose sobre el piso. El Jefe Maestro mantuvo bajo su control, el
arma espada del Elite; y el alíen alzó la otra mano, sin embargo, el elite logró zafarse y tomó
una pistola de plasma del suelo. La boca del arma fue cargada hasta llevarla a un color verde.
El Jefe rodó hacia su derecha cuando la pistola se descargó. Un perno e plasma se arqueó,
atravesando los compartimientos y salpicando restos detrás del jefe. Los instrumentos
parpadearon, luego sacaron chispas cuando el perno de energía derritió sus sistemas. Antes
de que su visión se oscureciera, sin embargo, el Jefe Maestro vio a uno de los cruceros
Covenant abrir fuego. Una lanza de plasma caminó y se abrió paso a través del espacio,
dirigiéndose hacia la nave líder.
El Jefe y el Elite lucharon, levantándose desde sus pies . El Jefe bateó la pistola de plasma
hacia un lado y se estrepitó atravesando la sala de control. El Elite abrió la boca y mordió al
Jefe. Estaba enojado o tenía pánico… y sintió que el Jefe se hacía cada vez más fuerte. Perdió
el agarre sobre el alíen.
Hubo un movimiento detrás del Elite; el sargento Johnson y Locklear todavía luchaban para
abrir la escotilla y que dejara de ser una grieta.
"Sargento, prepárese para abrir fuego".
"Listo, Jefe Maestro". El sargento gritó del otro lado de la escotilla.
El jefe reforzó su agarre sobre el arma espada del Elite, empujó su antebrazo hacia la garganta
y este se movió hacia atrás, traspasando el puente. Azotó a la criatura sobre la abertura parcial
de la escotilla. La espada de energía cortó dentro de la armadura del Jefe Maestro, un punto de
ebullición atravesó la aleación que protegía su antebrazo.
"¡Sargento, ahora! ¡Fuego!".
Los disparos del arma de fuego detonaron desde la escotilla, curiosamente en la espalda del
Elite. El alíen se contorsionó y gruñó, pero no soltó al Jefe Maestro. El guerrero alienígena
clavó profundamente la espada de energía, cortando a través de la capa cristalina de la
armadura MJOLNIR. El gel hidrostático salió de la herida…mezclándose con la sangre del Jefe.
Un agujero de bala apareció, atravesando el blindado pecho roto del Elite, dejando trozos de
aquella armadura y carne desgarrada sobre el Jefe. El Jefe Maestro golpeó al Elite en la pared
y el panel de control detrás de él brilló; y la criatura retrocedió tambaleando. El alíen perdió
equilibrio y el Jefe finalmente tuvo ventaja. Volteó al Elite hacia atrás y martilló su brazo sobre
la pared. El alíen sonó como un objeto metálico, y el Elite dejó caer su espada de energía. La
espada comenzó a desaparecer en la oscuridad, cuando al faltar los seguros de seguridad,
permanentemente se desactivó el arma.
El Jefe forzó al alienígena a retroceder, paso a paso, la cubierta estaba resbaladiza por la
sangre. Finalmente hizo girar al Elite hacia la derecha y lanzó un poderoso ataque con las
manos abiertas sobre el pecho herido del alíen. El Elite aulló de dolor y se retorció hacia atrás,
atravesó la escotilla abierta de una vaina de escape.
"Sal de ésta nave". El Jefe le dijo
Él golpeó un interruptor y la escotilla se cerró de golpe. Hubo un sonido agudo y luego un
metálico Bang cuando se desbloqueó la succión. La vaina salió fuera del casco. El Jefe exhaló.
El sudor goteaba en sus ojos, momentáneamente nublando su visión.
"Buen trabajo, Sargento, Locklear" Él pausó, su hombro estaba quemado. Trató de moverlo,
pero estaba rígido y no respondía. La nave se sacudió.
"¡Impactos de plasma sobre la cubierta a estribor!" Cortana llamó.
"Los escudos bajaron a un sesenta y siete por ciento," ella pausó y luego agregó.
"Las propiedades radiactivas son asombrosas. Jefe necesitas desactivar la navegación, para
que yo pueda maniobrarla".
Harverson y Polaski se dirigieron hacia el Jefe. Harverson tocó su pecho y gritó de dolor por la
herida que le hizo la espada. Polaski puso su mano sobre el hombre del Jefe Maestro.
"Esto es muy malo," ella susurró.
"Déjame traer el botiquín de primeros auxilios del Pélican y…."
El Jefe se encogió de hombros cuando ella le había tocado.
"Es Tarde". El vio su expresión de consternación, que se fundía en un… ¿Qué? ¿Miedo?
¿Confusión.?
"Cortana, muéstrame lo que tengo que hacer" el jefe dijo e hizo su caminó hacia la plataforma
elevada central del puente.
"Polaski, tú y Harverson traten de abrir la otra escotilla".
"Vale, Vale" Polaski murmuró. Su voz era firme.
Ella y Harverson fueron a la escotilla para hacer el trabajo. El jefe maestro echó un vistazo al
control de superficies. Cuando su mano estaba sobre los controles, éstos rodaron y aquello se
convirtió en una web de tres dimensiones, con la caligrafía distintiva del Covenant.
"¿Dónde?" él preguntó.
"Mueve tu mano hacia la derecha a medio metro," dijo Cortana,
"Súbela a veinte centímetros. Ése control, no, hacia la izquierda," suspiró ella.
"Ése, púlsalo tres veces ".
Tenues luces trazaron la superficie, cuando el jefe las tocó; cuando el rojo y el naranja se
unieron finalmente, dando lugar a un azul brillante.
"Funcionó," dijo Cortana.
"Los controles NAV están en línea. Finalmente puedo mover esta cosa. ¡Sujétense!".
La nave se movió hacia babor.
Se encendió una pantalla que todavía funcionaba, cuatro cruceros Covenant más, los siguieron
y dispararon. La nave líder aceleró, pero los torpedos de plasma arquearon y los siguieron.
"Esto no es bueno", Cortana dijo "No puedo superar nuestra inercia en esta bañera, van a
impactarnos… a menos que pueda obtener el Slipspace (desliz-espacio)".
Un rítmico trinar pulsó desde una de las pantallas. Parpadeando en rojo.
"Oh, No" dijo Cortana.
Uno de los torpedos impactó. Manchas de fuego rojo aparecieron a través de las pantallas.
"Oh, no, ¿qué?". Demandó Harverson.
"El generador del Slipspace de la nave está inerte." Cortana contestó.
"Los controles NAV están desactivados, fue un truco. Debió ser la IA del Covenant la que me
trajo aquí, mientras que la unidad ha sido físicamente desasociada por el reactor. Puedo
maniobrar todo lo que quiera, darles órdenes al generador del Slipspace, pero sin el sistema de
alimentación, esto no va a ir a ninguna parte". Terminó Cortana.
"¿El Covenant tiene una IA?" murmuró Harverson, planteando una ceja.
"Sube las coordenadas del acoplamiento de energía," dijo el jefe maestro. "Me encargaré de
ello".
Dos más de los torpedos de plasma impactaron atravesando el escudo.
"Los escudos de energía se colapsaron." Cortana dijo. "¡Sujétense!".
El último disparo chocó con la nave líder. El casco se calentó, hirvió y el plasma atravesó varias
capas del blindaje.La Nave retumb, cuando plumas de vapor salieron del metal súper calentado
en forma de gases.
"Otro golpe como éste y destruirá el casco", dijo Cortana. "Trasladando ésta tina hacía el
flanco, a toda velocidad".
"El acoplamiento de energía en coordenadas, Cortana", el Jefe Maestro insistió.
Apareció una ruta sobre la pantalla de su HUD. Los cuartos de ingeniería están a 20 pisos por
debajo del puente.
"Aquello, no nos ayudará en absoluto", le dijo Cortana. "Hay cazadores Elites y tienes que
liquidar a los equipos que esperan por ti. Y aunque consiguieras eliminarlos, no hay forma de
reparar el acoplamiento de energía a tiempo. Nosotros no tenemos las herramientas ni la
experiencia necesaria".
El Jefe Maestro observó los alrededores del puente. Tenía que haber un camino. Siempre
había un camino; Se inclinó sobre el borde de la plataforma central y sujetó a uno de los
ingenieros Covenant que permanecían abajo. Lo arrastró hacia arriba por sobre su saco
flotador, la criatura se retorció y chilló.
"Quizás no tengamos la experiencia", dijo el jefe y sacudió la Ingeniero.
"Pero esta cosa lo hará. ¿Puedes comunicarse con él? ¿Decirle lo que necesitamos?"
Hubo una pausa. Entonces Cortana respondió: "Hay una suite amplio de comunicaciones
léxicas en el Covenant".
"Sólo dile que necesito arreglar algo." el jefe mencionó.
"Muy bien, jefe", dijo Cortana.
Un sonido agudo se emitió desde los altavoces del puente. Y los seis ojos del Ingeniero se
dilataron. Dejó de retorcerse y sujetó al Jefe Maestro con sus tentáculos.
"Dice" "Bien" y "de prisa ", le dijo Cortana.
"Todos los demás permanezcan aquí", dijo el Jefe.
"Si tu insistes," murmuró Haverson, con su rostro pálido. Goteado sangre de la herida sobre su
pecho.
El Master Chief observó a Johnson y a Locklear. "No dejen que el Covenant tome el puente. "
"No hay problema, jefe", dijo el sargento Johnson. Quien detuvo una patada sobre los dientes
de un Elite muerto y luego, le dio una bofetada con el clip de su MA5B. Él extrajo el cargador
del arma, alimentando con una ronda y la introdujo en la cámara y se llevó el arma al hombro.
"Esos m4lditos del Covenant van a bailar algo de tango conmigo, antes de que pongan un pie
sobre esta sala". Mencionó el sargento Johnson.
En la pantalla dos de los cruceros del Covenant abrieron fuego otra vez. El Jefe vio cuando el
plasma avanzaba hacia ellos, el fuego se esparció a través del oscuro espacio.
"Cortana, dame algo de tiempo," dijo el jefe.
"Voy a hacer lo que pueda, Jefe", le dijo Cortana. "Pero tienes que actuar rápido. Me estoy
quedando sin opciones ".
Cortana estaba molesta. Ella tuvo que dejar ir a la IA del Covenant; porque esta otra presencia
en el sistema, sin duda, le había hecho caer en su truco. Ella había caído directamente, por el
simple hecho de bloquear los sistemas NAV (navegación). Nunca realizó una verificación
exhaustiva de los sistemas del buque. En el supuesto de que no sólo había sido un punto de
sabotaje. Fue un error que nunca habría hecho si hubiera operando a máxima capacidad.
Ella comprobó cada sistema la nave líder. Que luego, ella bloqueó con sus propias medidas de
seguridad. Cortana disipó sus sentimientos de ira y de culpa y se concentró en mantener la
nave en una sola pieza y al Jefe Maestro vivo. No…considerar sus emociones y mantenerse
activa. La "intuición" en este aspecto de la inteligencia plena, era demasiada valiosa para
desactivarla en una batalla.
Ella maniobró la nave líder hacia el gigante de gas, Threshold. El entrante fuego de plasma
podría ser desviado por campo el magnético del planeta; ella se atrevió a acercarse lo
suficiente. Cortana desvió el poder del campo de escudos, en porciones hacia la popa,
distorsionando la burbuja de protección alrededor de la nave. Giró la totalidad de las siete
torretas de plasma ubicadas en popa y disparó un par de torpedos de plasma, salvo en la
entrada. Las torretas de plasma se supercalentaron incluso provocando flamas, pero se
dispersaron en el interior de una nube roja. Sólo a unos pocos metros del punto de disparo,
escasearon las llamas y luego se disiparon. Ella vio un subsistema vinculado al control de
armas; el acompañamiento de un campo magnético multiplicador. Así era como el Covenant
formaba y guiaba sus cargas de plasma.
Actuó centrándose como una lente sofisticada. Algo no andaba bien, sin embargo, ya se había
enlistado hacia su dirección y había borrado el software. Cortana juró que cuando capturara a
ésta IA de la guerrilla Covenant, ella la borraría línea por línea. Sin entender la forma en cómo
la guía de campo magnético trabajaba, las torretas de plasma ya no eran más útiles,
simplemente se convirtieron en fuegos artificiales.
El enemigo Covenant cargó el plasma, sin embargo, fueron perdidos e incinerados como soles
en miniatura; sobrepasaron la nave líder y se esparcieron sobre los escudos reforzados de la
popa. Hirvieron en contra de la energía plateada, mientras que los escudos grisáceos se
desvanecían. El plasma grabó una porción del casco de la popa, a lo lejos como agua hirviendo
y disolviendo la sal. Cortana sintió ligeros golpes sobre el casco, debido a la descompresión
atmosférica. Verificó al Jefe. Su señal seguía todavía a bordo; y su biomonitor indicó que se
encontraba con vida.
"Jefe, ¿Estás ahí todavía? Estoy en las últimas".
Hubo una pausa y se llenó de estática la COM y luego, el Jefe Maestro susurró:
"Casi".
"Ten cuidado. Tu armadura está dañada, ya no puede funcionar, ni tampoco comprometerla
bajo alguna atmósfera".
La luz de reconocimiento del jefe parpadeó en confirmación.
Cortana sobrecargó los reactores del Covenant y trazó un curso en torno a Threshold. Tenía
que alcanzar el exterior de su atmósfera. El calor, la ionización y el campo magnético del
planeta podría protegerlos del fuego de plasma. La nave líder giró y se adentró hacia cúmulos
de pequeñas y delgadas nubes. Bandas de amonio color blanco e hidrosulfuro de amoniaco
color ámbar; era la composición de aquellas nubes. Que creaban insinuados arcoíris, una
mancha de color rojo-púrpura de fósforo, componían arcos luminosos. Alumbrando e
interviniendo en una capa de cristales de hielo de color azul claro. Pero su nave ya no portaba
escudos. La fricción calentó el casco a trescientos grados centígrados, cuando Cortana rozó la
parte alta del Threshold. Una de las su cámaras puestas en la popa, Cortana observó el rastro
que dejaban las naves del Covenant al abrir fuego. Sus cortos disparos siguieron la nave líder,
como una manada de aves depredadores.
"Vengan y atrápenme", murmuró ella.
Ella ajustó el ángulo de ataque del buque líder, con la nariz hacia arriba, mientras que se
producía una ligera elevación. Ella se concentró en cimentar el calor hacia la cola de la nave. A
raíz del turbulento aire supe caliente que se abría detrás de ellos.
"¿Cortana?" pregunta Polaski.
"Nos estamos acercando a un borde viable para obtener una salida de órbita. Te estás
acercando demasiado al planeta".
"Estoy consciente de nuestra trayectoria, Oficial", respondió Cortana por la COM. Lo único que
faltaba, era que le dieran lecciones de vuelo.
El borde de los punteros del plasma, los sobrepasó. Giró la nave sobre su propio eje, y fue
abatida por la atmósfera explosiva. Pero el plasma se desvaneció y no les causó más daños.
Detrás de la nave líder estaba desplegado un sendero de cientos de kilómetros de longitud y un
ancho de flameante de gas Threshold.
Cortana experimentó un momento de triunfo y luego presumió de ello. Había un nuevo
problema: la conclusión de que la explosión había alterado su ruta de vuelo. Las ondas de calor
y de sobrepresión habían cambiado la atmósfera ... lo suficientemente para hacer que el buque
líder cayera a setecientos metros. Mechones de cristales de hielo caían sobre la proa. Ahora
muy por debajo. No tenían el suficiente poder para romper o salir de la órbita. Podrían entrar en
espiral dentro de la atmósfera y en última instancia, ser aplastados por las fuerzas titánicas
gravitacionales de Threshold.
El Jefe flotó en el aire y plantó sus pies sobre el "suelo". La gravedad había sido desactivada
en el ascensor. Eso hacía atravesar las cubiertas mucho más fácilmente. . . siempre y cuando
estuviera dispuesto a saltar y en confiar de que el poder y la energía en esta parte del la nave,
no sería restaurada. El Ingeniero sujetó su hombro, tecleando un diminuto panel de control
sobre la pared. Las puertas en la parte inferior del elevador se deslizaron lentamente.
Era gracioso de que a la criatura no le importa lo ¿qué? o ¿quién? era John. ¿No conocían
realmente las razas enemigas? Quedaba claro que eran inteligentes y podían comunicarse. Tal
vez no se preocupaban por los enemigos o aliados. Tal vez todo lo que querían hacer era su
trabajo. Había un corredor por delante, cinco metros de ancho, con una cúpula en el techo,
pasado un arco al final; un pasillo se abrió en el interior de la siniestra sala del reactor. El
ambiente del pasillo se iluminó y el resto se oscureció a lo largo del muro de la sala, sin
embargo, los diez metros de altura en espiral del reactor, se iluminaron pulsando en color azul-
blanco y se dibujaban sombras en las paredes. El Jefe Maestro ajustó su filtro especial, para
contrarrestar el resplandor del reactor.
Hizo a un lado las siluetas de unas cajas y otro tipo de maquinaria. También vio una de
aquellas sombras en la pared moverse... con las distintas sombras y características se trató de
un Grunt del Covenant. Entonces el movimiento se había ido.
Una emboscada. Por supuesto.
El Jefe pausó, escuchó y oyó el jadeo de al menos una mitad de una docena de Grunts y luego
el chillido incómodo que las criaturas emitían cuando se entusiasmaban. Esto fue un alivio para
el Jefe Maestro. Si hubiera un Elite aquí, podría haber mantenido mejor la disciplina y
silenciado a los Grunts.
Sin embargo, el Jefe dudó. Sus escudos se habían ido, su armadura estaba rasgada. Había
estado luchando casi sin parar, como nunca, en años. Se vio obligado a admitir que estaba en
los límites de su resistencia. Un buen soldado siempre evalúa la situación táctica y ahora, su
situación era grave. Un simple y certero disparo de plasma le diera, podría causarle
quemaduras de tercer grado a lo largo de su brazo y hombro y incapacitaría, le daría
oportunidad a los Grunts de que terminaran con él.
El Jefe flexionó su hombro herido y el dolor se esparcía a través de su pecho. Alejó su malestar
y se concentró sobre cómo ganar esta lucha. Era irónico que, después de enfrentarse contra
los mejores guerreros del Covenant y después de derrotar al Flood, ahora podría ser asesinado
por un puñado de Grunts.
"Jefe," habló Cortana sobre la COM.
"¿Estás ahí todavía? Ya no tengo más opciones ".
El Jefe Maestro respondió en un susurro, "Casi".
"Ten cuidado. Tu armadura está dañada. Ya no puedes comprometerla en ninguna atmósfera".
Su visor parpadeó en señal de respuesta a Cortana y se concentró sobre el problema que tenía
en mano. El uso de granadas no era una opción, una de plasma o de fragmentación cerca de
aquel reactor, podría hacer inestable la contención del buque. Dejar a un lado el sigilo y burlar
a los Grunts. Tal vez podría usar sus granadas después de todo. El Jefe Maestro puso una
granada de plasma en el centro del elevador. Tomó las dos granadas de fragmentación
restantes y las colocó al lado también. Hurgó a lo largo de las paredes del ascensor y pudo
encontrar lo que necesitaba; un metro de fino cable óptico. Jaló y sacó tres metros de ella.
El ingeniero hizo un gesto de disgusto e irritación ante esta destrucción. El Jefe enroscó el
cable hacia los anillos de sus granadas de fragmentación y al final los vinculó a cada uno, en
los puntos de anclaje a solo diez centímetros del suelo. Acuñó las granadas en la ranura de la
puerta abierta.
La trampa estaba hecha; todo lo que necesitaba ahora era el cebo. Plantó una granada de
plasma en el extremo de la pared del ascensor y tiró de ella. Corrió hacia el corredor,
rápidamente.
Disponía de cuatro segundos.
La gravedad, todavía estaba activa en esta parte de la nave, se tiró él mismo sobre la cubierta.
Las sombras se fusionaron y se esparcieron a lo largo del muro a tan solo dos metros más
adelante y se detuvieron a lo largo y en la parte interior de una especie de aparato de primeros
auxilios.
…Tres segundos.
Un Grunt emitió un sonido y empezó a llorar; un disparo de plasma fue lanzado hacia el centro
del pasillo.
…Dos segundos.
El Jefe Maestro sujetó al Ingeniero de su hombro y presionó a la criatura firmemente hacia el
interior donde iniciaba el muro.
…Un segundo.
El Ingeniero se retorció por un momento, luego, tal vez, detectó de lo que estaba a punto de
suceder. Las granadas de plasma detonaron. Un flash de luz intensa alimentó e iluminó el
pasillo y más allá de la habitación. El resto de los Grunts salieron llorando y gritando; pernos de
plasma y una lluvia de agujas cristalinas de los Needler (Aguijoneadores) llenaron el pasillo,
impactando en el interior del elevador.
Los Grunts cesaron el fuego. Un Grunt solitario, cautelosamente salió desde la parte trasera de
una caja y caminó hacia adelante. Dio un ladrido y nerviosamente aulló, luego de no encontrar
resistencia, caminó bajando por el pasillo atravesando el ascensor. Cuatro Grunts más le
siguieron y pasaron cerca del Jefe Maestro, quien obviamente estaba escondió detrás de la
pared a menos de medio metro de ellos.
Se acercaron al elevador, olfatearon y entraron. Allí estaba el detonador cuando los anillos de
las granadas de fragmentación fueron tirados por el cable. El Jefe Maestro cubrió al Ingeniero.
Uno de los Grunts chilló y entró en pánico. Todos los Grunts dieron la vuelta y corrieron.
Estruendos y truenos envolvieron el ascensor. Trozos de carne y de metal se dispersaron a lo
largo del corredor. Un Needler patinó a lo lejos, a un metro de distancia aproximadamente.
Estaba roto, sus pernos de energía de plasma quedaron inutilizables. El Jefe lo tomó; cuando
otro perno de plasma pasó disparado por encima de su cabeza. Tomó cobertura. E intentó
activar el arma. No tuvo suerte. El arma estaba muerta.
El Ingeniero movió un tentáculo alrededor del arma y lo alejó de las manos de John. Estaba
roto de su superficie y desquebrajada de la abertura de incorporación. La punta de uno de sus
tentáculos se dividió en el interior de la fina aguja del Needler y examinó el mecanismo del
funcionamiento. Un momento después re-ensambló el arma y se la volvió a dar al Jefe
Maestro. El Needler zumbó con energía y las agujas cristalinas del arma de fuego brillaron en
un color púrpura claro.
"Gracias", el Jefe susurró.
El ingeniero respondió con un peculiar sonido.
El Jefe Maestro rodeó los límites de la abrazadera. Y esperó, tenía el Needler perfectamente
sostenido en su mano. Tenía todo el tiempo del mundo, se dijo así mismo. No necesitaba
apresurarse. Dejar que el enemigo vaya hacia ti. Un Grunt palpó su nariz sobre una caja,
intentando de olfatear a su enemigo; disparó un tiro a ciegas sobre el corredor y éste
desapareció. El Jefe permanecía donde estaba, planteó su Needler y abrió fuego. Una serie de
fragmentos de cristal se propulsaron por el pasillo y se incrustaron en el Grunt. Cayó hacia
atrás y los fragmentos de las agujas detonaron.
El Jefe Maestro esperó y escuchó. No había nada salvo el sonido del reactor. Se trasladó hacia
la parte baja del corredor, mantenía el arma enlistada y cuando despejaba el cuarto. Fue
cuidadoso en observar el débil movimiento del aire, que podría alertarle de la presencia de los
Elites con camuflaje.
Nada.
El Ingeniero flotó detrás de él y luego aceleró cuando atravesó el acoplamiento de energía.
Silbó y se movió rápidamente cuando manipuló una pequeña pieza, un bloque de cristal óptico
y algunos circuitos internos.
"Cortana" el Jefe dijo.
"Estoy en el acoplamiento. El Ingeniero parece saber lo que está pasando. En un momento
tendrás el poder suficiente para el generador Slpspace."
"Es demasiado tarde", Cortana le contestó al Jefe.
CAPÍTULO 9
1827 horas, 22 de septiembre del 2552 (Calendario Militar)
A bordo de la nave líder no identificada del Covenant,
Sistema inexplorado, campo de escombros de Halo.
La nave líder se hundió hacía la atmósfera del Threshold. Cortana no pudo mantener la altitud
de la nave. Se tambaleó y golpeó las nubes, atravesándolas, rodando lentamente del puerto
sobre su eje central. Sin escudos, el casco de la nave líder continuó calentándose a unos
diecisiete mil grados centígrados. La nariz brilló a un color rojo oscuro, el cual se esparció hacia
el interior a lo largo de media sección, convirtiéndose en un ámbar y se convirtió en una pluma
ardiente de color blanco en la cola de la nave. Conductos y antenas se derritieron, separándose y dejaron un rastro de aquel metal fundido
hacia un explosivo despertar. Estruendos, agitaciones y golpes ondearon a lo largo de la
estructura, cuando la sobre-presurización azotó la proa. La fricción proveniente de la densa
atmósfera del planeta, podría destruir la nave en cuestión de segundos.
"Cortana", dijo el Jefe Maestro.
"He llegado a la estación de acoplamiento. El Ingeniero parece saber lo que está ocurriendo.
En un momento tendrás la energía suficiente para el generador de Slipspace (Desliz-espacio)."
"Es demasiado tarde", le dijo Cortana.
"Ahora estamos a muy baja altura para escapar de la atracción gravitatoria de Threshold.
Incluso a máximo potencia no podremos romper nuestra órbita. Y tampoco podemos entrar al
túnel del Slipspace,".
El fuego entrante del Covenant los había forzado a profundizar más hacia el interior de la
atmósfera. Ella había empujado su trayectoria hacia el borde, de lo que había sido un lugar
seguro; era eso o ser devorados por el fuego de plasma. Pero ella los había salvado de la
muerte... sólo para retrasar su suerte por algunos escasos minutos.
Re-calculó los números, la fuerza, la velocidad y la atracción gravitacional. Incluso si ella
sobrecargara los reactores de fusión a niveles críticos, ellos todavía estarían atrapados en una
espiral descendente por siempre. Los números no mienten. El Ingeniero del Jefe Maestro debió
haber reparado el poder de acoplamiento, ya que el generador del Slipspace era funcional de
nuevo; por todo lo bien que ellos lo habían hecho. Para entrar al Slipspace una nave tenía que
estar muy lejos de los fuertes campos gravitacionales.
La gravedad distorsionó el modelo de los patrones cuánticos, mientras que Cortana tuvo que
calcular una ruta. La tecnología del Slipspace del Covenant era demostrablemente superior,
pero ella no dudó de que el enemigo hubiera intentado un Slipspace para entrar y estar cerca
de este planeta. Cortana jugó con la idea de intentar cualquier cosa; con el pulso de los
generadores del Slipspace, tal vez ella tendría suerte de un cuatrillón a uno, de un disparar y
localizar el vector correcto, atravesando los millones de filamentos deformados por la gravedad.
Ella rechazó la posibilidad; en su actual velocidad e intentar maniobrar la nave, de cualquier
manera los enviaría a un caótico desplome de la cual nunca se recuperarían.
"Intenta algo", el Jefe le dijo a ella con asombrosa calma.
"Intenta lo que sea".
Cortana suspiró. "Entendido, Jefe."
Ella arrancó los generadores Slipspace del Covenant; el software fluía a través de su
conciencia. Los generadores Slipspace Shaw-Fujikawa de la UNSC hacían un agujero en el
espacio normal por fuerza bruta. Pero la tecnología del Covenant utiliza un enfoque diferente.
Los censores estaban en línea y Cortana podía actualmente "ver" la red entrelazada de los
filamentos cuánticos que rodeaban la nave líder.
"Increíble", ella susurró.
El Covenant podía elegir un camino a través de las dimensiones subatómicas; un suave
empuje de sus generadores, ampliaba los campos lo suficiente para permitir a sus naves
atravesar sin problemas, hacia el espacio alterno con un mínimo de energía. Sus resoluciones
de la realidad espacio-tiempo son infinitamente más poderosas que la tecnología humana. Era
como si ella hubiera estado ciega antes, nunca había visto el universo a su alrededor. Era
hermoso. Esto explica la forma en que el Covenant puede hacer saltos con tal precisión.
Podrían, literalmente, hacer un salto con un margen de error no más grande que el diámetro de
un átomo.
"Estado, ¿Cortana?" preguntó el Jefe Maestro.
"En línea", dijo ella algo molesta por la distracción.
En esta resolución Cortana pudo descifrar cada ruptura en el espacio causada por la gravedad
de Threshold, los otros planetas en este sistema solar, el sol, e incluso la deformación del
espacio causada por la masa de esta nave. ¿Podría ella compensar aquellas distorsiones?
Los censores de presión detectaron rupturas sobre el casco y en diecisiete cubiertas exteriores.
Cortana ignoró los hechos. Cerró y apagó todos los sistemas periféricos y se concentró en la
tarea en curso. Era su única forma de salir de este lío: Ellos tenían que conseguir salir fuera de
éste sistema o a través de ella. Se concentró en las fluctuaciones del espacio fluctuante.
Generó algoritmos matemáticos para anticiparse y facilitar las distorsiones gravitacionales.
Repentinamente aumentó los matrices de energía de los reactores del generador Slipspace.
Una vía se partió directamente ante ellos y se convirtió en un agujero de gusano gravitacional,
giratorio e iluminoso. La atmósfera del Threshold se dilató y saltó a través del agujero;
absorbido por el vacío de la otra dimensión.
Cortana dedicó todo su tiempo en monitorear el espacio alrededor del buque y se arriesgaba
microscópicamente en maniobrar correctamente hacia el camino fluctuante. Chispas bailaron a
lo largo de la longitud del casco cuando la nariz de la nave líder partió hacia el espacio normal.
Facilitó la entrada del resto de la nave, rodeándola por tormentas que giraban y de los rayos en
forma de lanzas. Ella activó sus sensores: La temperatura del casco bajó rápidamente y se
registró una serie de descompresiones explosivas sobre las cubiertas dañadas.
Cortana surgió desde su capullo de concentración e inmediatamente sintió la presencia
electrónica de alguien, cerca de ella, monitoreando sus cálculos acerca del Slipspace. Estaba
prácticamente encima de ella.
"¡¡¡Herejía!!!" Protestó y luego se retiró...después desapareció.
Cortana tecleó un sistema de verificación a lo largo de cada circuito en la nave, con la
esperanza de realizar el seguimiento de la IA del Covenant. No tuvo suerte.
"Pequeño bastardo", ella emitió en todo el sistema. "Ven aquí".
¿Había visto lo que ella había hecho? ¿Había entendido lo que había logrado? Y, si ese fuera
el caso, ¿Por qué declararlo como una "herejía"?. Es cierto, que el manipular ochenta y ocho
aleatorias variables de las once dimensiones espacio-tiempo no era un juego de niños... pero
era posible que la otra IA podría ser capaz de seguir sus cálculos.
Tal vez no. Los Covenant eran imitativos, no innovadores; al menos, eso era toda la
inteligencia reunida y recolectada por la ONI, (Organización Naval de Inteligencia) de las razas
alienígenas que fueron reportadas. Ella había pensado en ésta exageración, era una
propaganda para reforzar la moral humana. Ahora, ella no estaba tan segura. Porque si el
Covenant realmente entendía el alcance de su propia magnificencia tecnológica, no sólo
podrían saltar un Slipspace y llevarse la atmósfera del planeta, sino que saltar a hacia la
atmósfera de un planeta también. Podrían simplemente evadir las defensas orbitales de
REACH.
¿La IA Covenant llamó a esto herejía? Absurdo. Tal vez los humanos podrían eventualmente
pensar como el Covenant, dándoles el suficiente acceso a las tecnologías enemigas. Cortana
hizo que los humanos tuvieran una oportunidad de ganar esta guerra. Todo lo que necesitaban
era algo de tiempo.
"¿Cortana? Estado, por favor", dijo el Jefe Maestro.
"En línea", informó Cortana.
El Jefe sitió las descompresivas explosiones retumbar a través de la cubierta, truenos que de
repente se silenciaban cuando la atmósfera se ventiló. Esperó escuchar una explosión en la
sala de máquinas, o por el plasma que le rodeaba. Escaneó la sala de máquinas, por cualquier
signo de Grunts o Elites y luego exhaló, empezó adentrarse hacia la cara de la muerte por
tiempo innumerable. Él siempre ha tenido un aire de mala muerte. John no quería ser un
fatalista, simplemente era realista. No le daba la bienvenida al final; él lo sabía, sin embargo,
había hecho todo lo mejor posible, luchado y ganado tantas veces por su equipo, por la armada
y por la raza humana. . . haciendo momentos como estos, tolerables. Ellos tenían,
irónicamente, el tiempo más pacífico en sus vidas.
"Cortana, estado, por favor", él preguntó de nuevo.
Hubo una pausa en la COM y luego, Cortana habló.
"Estamos a salvo. En el Slipspace. Hacía un lugar desconocido". Ella suspiró y su voz sonaba
teñida con cansancio.
"Estamos ya muy lejos de Halo, Threshold y la flota Covenant. Si esta chatarra se mantiene
unida un poco más, quiero poner cierta distancia entre ellos y nosotros".
El Jefe respondió: "Buen trabajo, Cortana. Muy bien."
Se movió hacia el ascensor.
"Ahora tenemos una decisión difícil que hacer."
Pausó y giró hacia el Ingeniero Covenant. La criatura se alejó del reparado poder de
acoplamiento y procedió ir hacia un dañado y medio derretido grupo electrónico que había sido
golpeado con fuego plasma. Estaba enfadado, eliminó la cubierta y analizó los nudos de cables
ópticos. El Jefe lo dejó a solas. No era una amenaza para él o ni para su equipo. De hecho, él y
los otros como él podría ser la clave para la reparación de esta embarcación y continuar su
supervivencia. Continuó hacia el centro del elevador, pasando a través de los cuerpos de los
Grunts en el pasillo. Los pateó con el pie para asegurarse que estuvieran muertos y luego se
encontró dos pistolas de plasma y un Needler.
Entró al elevador, empujándose fuera de la cubierta y flotó al alzándose en la gravedad cero. El
Jefe mantuvo sus ojos y oídos fuertemente atentos para cualquier indicio de alguna amenaza
cuando se trasladaba a través de los corredores hacia el puente. Todo estaba tranquilo y
quieto.
La puerta del puente se abrió, él pausó y vio a la Oficial Polaski supervisando a un Ingeniero
Covenant, mientras que removía una pieza fundida de cristal polarizado, ante sus seis ojos,
luego, recogió un intachable panel cristalino tirado en el piso y lo insertó dentro de la pared.
Polaski sacudió sus manos de grasa y saludó al Jefe, todavía con humo azul llena aún el
puente, pero el Jefe notó que la mayoría de los paneles de visualización estaban activos otra
vez. Cerca de allí, el Sargento Johnson atendía las heridas del teniente Haverson y Locklear
permanecía en guardia. Los ojos del joven Marine nunca se apartaron del Ingeniero y sus
dedos persistían cerca y algo inquietos, aunque no totalmente sobre el gatillo de la MA5B.
El Ingeniero regresó flotando, giró sobre su propio eje y observó primero a Polaski y luego al
Jefe. Una ráfaga de estática se emitió desde los altavoces del puente y el Ingeniero Covenant
los observaba a ambos. Tecleó el control y las enormes puertas del puente se cerraron. El
Ingeniero pasó un tentáculo sobre los controles. Luego parpadearon en azul y en seguida se
atenuaron.
"Bloquéalas", le dijo Polaski. "La cosa fea sabe esas cosas."
Tres silbatos ultrasónicos llenaron el aire. El Ingeniero Covenant que acababa de reparar la
puerta del puente escuchó con atención y sus ojos miraron intensamente hacia adelante. En
respuesta chilló y luego flotó hacia el Jefe Maestro, tratando de maniobra detrás de él.
"¿Qué está haciendo?" el Jefe Maestro preguntó, viendo cara a cara a la criatura.
El Ingeniero gruñó en molestia y trató de nuevo moverse a su alrededor. El Jefe Maestro no se
lo permitió. Mientras John vio que no había visto ninguna hostilidad por parte de las criaturas,
aún seguían siendo parte del Covenant. Habiendo uno sobre su espalda, gruñó en contra de su
instinto.
"Les he dicho que repare los escudos de tu armadura ", dijo Cortana.
"Permítele".
El Jefe Maestro permitió al pequeño alíen pasar. Sintió que, el panel de acceso del generador
de sus escudos, la cubierta fue removida de su espalda. Normalmente le tomaba a su equipo
pasar por tres pasos para remover los sellos de seguridad y llegar a la fuente de energía
radiactiva. El Jefe sospechó interesadamente. A él no le agradaba esto, pero Cortana tuvo
siempre el conocimiento de lo que ella estaba haciendo.
Locklear observó esto y corrió una mano sobre su rasurada cabeza. Él permanecía en el centro
de la plataforma y se dirigió hacia el otro Ingeniero Covenant, cuando éste reparaba una de las
pantallas incineradas hacia la salida de babor en la sala. Mantuvo su MA5B perezosamente,
pero todavía apuntaba en dirección al alíen.
"No me importa lo que Cortana diga ", le dijo Locklear al Jefe,
"No confío en ellos".
El Ingeniero cercano a Locklear flotó hacia los controles holográficos del puente y pasó un
tentáculo sobre una serie de puntos en relieve. Las pantallas parpadearon y mostraron a tres
cruceros Covenant acercándose rápidamente. La adrenalina prosperó a través de la sangre del
Jefe Maestro.
"Rápido Cortana; toma acción evasiva. "
"Relájese, Jefe", dijo Locklear.
Quien ondeaba su mano sobre un control holográfico; las imágenes en la pantalla se
congelaron.
"Solo son repeticiones".
Regresó y examinó los pernos de plasma suspendidos, justo cuando fueron impactados sobre
los escudos de la nave líder.
"Hombre", Locklear susurró. "Desearía que nuestros botes fueran como éstos".
"Tal vez pronto tengamos exactamente eso, Marine," el Teniente Haverson mencionó.
Quien permanecía de pie y adolorido, luego se trasladó hacia una pantalla que mostraba las
tormentas en la parte superior de la atmósfera de Threshold.
"Haz correr esto, Cabo".
Locklear tecleó uno de los controles. Una línea de luces de color azul brillante apareció en la
pantalla y la nariz de la nave líder apareció a la vista. La línea azul rasgó un agujero en el
espacio y el buque saltó a través. Las nubes de Threshold desaparecieron, sólo había
oscuridad en la pantalla. Haverson regresó atrás un mechón de su cabello rojo que había caído
sobre su rostro.
"Cortana", él preguntó, "¿Algún, humano o Covenant, había una vez realizado un salto
Slipspace dentro de la atmósfera?"
"No, teniente. Normalmente los fuertes campos gravitacionales podría distorsionar y colapsar el
horizonte en el caso de los generadores Shaw-Fujikawa. Y con los matrices Slipspace del
Covenant también, sin embargo, yo he incrementado mucho el aumento de la resolución. Tuve
la oportunidad de compensarlo".
"Asombroso", susurró.
"Maldita suerte", murmuró Polaski. Ella tiró el borde de su gorra.
"Funcionó", el Jefe Maestro les dijo. "Por ahora, eso es todo lo que importa. "
Encarando a su equipo, trató de ignorar los movimientos del Ingeniero Covenant adjunto a su
espalda.
"Tenemos que planificar nuestro siguiente movimiento. " mencionó el Jefe.
"Siento no estar de acuerdo, Jefe", dijo el Teniente Haverson.
"El simple hecho de que la maniobra de Cortana funcionara es la única cosa que importa por
ahora".
El Jefe miró al teniente y no dijo nada. Haverson mantuvo levantadas sus manos.
"Reconozco que tengas el mando táctico, Jefe. Conozco tu autoridad como el apoyo tenaz de
la Sección Tres de la ONI. No conseguirás ningún argumento de mí sobre ese punto, pero me
doy por vencido a tu misión original, que ha sido sustituida por el descubrimiento tecnológico en
esta nave. Hay que descartar la misión y regresar a la Tierra".
"¿Cuál otra misión?" preguntó Locklear, con voz sospechosa.
Haverson se encogió de hombros.
"No veo ninguna razón para mantener esta información clasificada en este momento. Díselo,
Jefe".
El Jefe Maestro no le agradó cómo Haverson "se adhirió" a su mando táctico aún ordenándole
a revelar el material altamente clasificado.
"Cortana", dijo el Jefe. "¿El puente está asegurado de espías?"
"Un momento", dijo Cortana.
Luces rojas pulsaron alrededor del perímetro de la habitación.
"Lo está ahora. Adelante, Jefe".
"Mi equipo y yo-" el Jefe Maestro comenzó.
Dudó cuando los pensamientos de sus compañeros Spartans caídos lo detuvieron fríamente.
Por lo que sabía todos ellos estaban muertos. Empujó eso, regresándolo a su mente, sin
embargo, él continuó.
"Nuestra misión era capturar una nave Covenant, infiltrándonos en el espacio aéreo controlado
por el Covenant y capturar a uno de sus líderes. El Mando esperaba que pudiera utilizar esta
fuerza para forzar a cesar el fuego Covenant y tener negociaciones. "
Nadie dijo una palabra.
Finalmente, Locklear rió y sus ojos se movieron a un lado.
"Típica misión Naval suicida ".
"No", respondió el Jefe Maestro.
"Iba a ser un gran golpe, pero tenemos una oportunidad. Tenemos una gran oportunidad, ahora
que tenemos este barco de mi3rd4. "
"Disculpe, Jefe Maestro," dijo Polaski.
Ella removió su gorra y la sostuvo en sus manos.
"¿No estará sugiriendo que va a continuar esa operación a medias, cierto? Apenas nosotros
sobrevivimos cuatro días en ese infierno. Fue un milagro que nos alejáramos de Reach y
sobrevivir al Covenant en Halo... sin mencionar al Flood".
"Tengo el deber de completar mi misión", les dijo el Jefe Maestro.
"Lo haré con o sin su ayuda. Hay más en juego que en nuestra disconformidad, incluso más
que nuestras propias vidas. "
"No somos Spartans", dijo Haverson. "No estamos capacitados para esa clase de misión".
Eso era cierto. Ellos no eran Spartans. El equipo de John nunca se daría por vencido. Pero
como él había explorado sus rostros cansados, había que reconocer que ellos no estaban
preparados para esta misión. El sargento Johnson dio un paso adelante y dijo:
"¿Si todavía quieres ir? yo iré detrás de ti, Jefe".
John asintió, pero vio el agotamiento, incluso en los oscuros ojos del sargento. Hay límites para
cualquier soldado, incluso para los Rudos Marines como Johnson, más de lo que podría
soportar. Y tanto como para que no quisiera admitirlo, sus órdenes originales, dadas sólo hace
una semana, sintió como si le hubiera sido expedido una vida en el pasado. Incluso John
consideró la tentación de detenerse y reagruparse antes de continuar.
"¿Qué hay en ésta nave?" dijo Haverson,
"Puede salvar a la raza humana. ¿Y si ese no era el objetivo de tu misión? Regresemos a la
Tierra y dejemos que el Almirante decida. Nadie duda de tu decisión de aclarar las órdenes
dado a las circunstancias".
Haverson pausó, luego añadió, "…y la caída de todo tu equipo".
La expresión de Haverson fue cuidadosamente neutral, pero el Jefe todavía se estancaba más
en la mención de su equipo y en el intento de manipularle. Recordó sus órdenes, enviando a
Fred, Kelly y a los otros a la superficie de Reach, pensando que él, Linda y James iban hacia la
"difícil" misión.
"Escuche Teniente", dijo Locklear.
"Entreguemos un poco de algo a los cabezas de huevo R y D y tal vez compramos algún
permiso para bajar a tierra. Yo voto por ese plan." Mencionó Locklear, saludando a Haverson.
"¡¡Demonios, sí!!"
"Esto no es democracia", dijo el Jefe Maestro, su voz a la vez en calma y algo peligrosa.
Locklear se movió ligeramente pero no retrocedió.
"Sí, tal vez no lo es," dijo, "pero la última vez lo comprobé, tomé las órdenes del verdadero
Cuerpo de Marines no de alguien que los anda presumiendo (refiriéndose a la actitud del Mayor Silva).
Señor. "
El sargento frunció el ceño hacia el ODST y se movió hacia su lado.
"Es mejor permanecer juntos, Marine", él gritó,
"… o el Jefe 117 se enojará y le pateará su c&lo. Y estará rogándole una dulce, dulce
misericordia... en comparación con lo que yo le voy a hacer a usted". Terminó el sargento
Johnson.
Locklear contempló las palabras del sargento y el Jefe Maestro quedó en silencio. Locklear
miró a Polaski y luego Haverson. Polaski miró al Marine con anchos ojos y luego se los apartó.
Haverson dio un ligero movimiento de su cabeza. Locklear suspiró, aliviando su postura y dejó
caer su mirada.
"Hombre, en verdad… en verdad odio esta mi3rd4."
"Odio interrumpir," dijo Cortana, "pero estoy de acuerdo con el Teniente. "
El Jefe hizo clic en un canal privado COM.
"Explícate, Cortana. Pensé que estabas construida para realizar nuestra misión. ¿Por qué le
apoyas ahora? "
"No lo estoy, le respaldo", ella contestó
"Nuestras órdenes fueron dadas cuando la UNSC tenía una flota y cuando Reach tenía todavía
intacta su presencia militar. Ahora, todo eso ha cambiado." Respondió Cortana.
El Jefe Maestro estaba en desacuerdo con lo que estaba diciendo... pero había algo en su voz.
Y era la primera vez, en que John pensaba que Cortana pudiera estar escondiéndole algo.
"Tenemos intactas las armas de plasma y la tecnología de un nuevo reactor," Cortana continuó.
"Imagina si cada nave pudiera maniobrar con tanta precisión en el Slipspace." Ella pausó. "La
UNSC podría ser igualmente efectiva en el espacio como lo estamos ahora. Podríamos ganar
esta guerra. "
El Jefe Maestro frunció el ceño. No le agradaron los argumentos del Teniente y de Cortana;
porque de hecho tenían sentido. Abortando esta misión era impensable. Él siempre terminaba
lo que empezaba y siempre ganaba. Como un soldado profesional, John estaba dispuesto a
darlo todo por una victoria; su confort personal, sus amigos, su propia vida es que la tomaba,
pero él nunca consideró que tendría que sacrificar su dignidad y orgullo, así como para el bien
mayor.
Él suspiró y asintió.
"Muy bien, teniente Haverson. Vamos a hacerlo a su manera. Por el ocurrido, renuncio a mi
mando táctico. "
"Bien", dijo Haverson. "Gracias".
Encaró a los demás y continuó,
"¿Sargento? Usted, Polaski, Locklear y vuelvan abajo, al Pélican y tomen cualquier equipo que
no se haya hecho pedazos. Busquen el Kit médico y luego regresen aquí, en el doble de
tiempo".
"Sí, señor," dijo el sargento Johnson. "Estamos en ello."
Él y Polaski se dirigieron a la puerta, teclearon el control y dejaron que los paneles se
apartaran. Polaski echó una mirada al Jefe Maestro sobre su hombro; luego, agitó su cabeza,
ella siguió al sargento.
"Mi3erd4", dijo Locklear, comprobando su rifle, quedándose detrás de ellos.
"¡Que pasa! Hombre, nunca voy a conseguir mi otra hora de sueño." Locklear demandó
"Dormirá cuando esté muerto, Marine," dijo el sargento.
Las puertas del puente se sellaron.
Haverson decía: "Pon un curso de regreso a la Tierra Cortana y enseguida… "
"Lo siento, Teniente Haverson," Cortana interrumpió.
"No puedo hacer eso. Un curso directo a la Tierra podría ser una violación del Protocolo Cole.
Además, no se nos permite establecer una ruta indirecta ya sea a ambos. La Subsección Siete
del Cole Protocolo señala que ninguna de las embarcaciones Covenant se puede tomar o ser
controlada en el espacio, sin una búsqueda exhaustiva del seguimiento de los sistemas, la cual
podría llevar al enemigo a nuestras bases".
"¿Subsección Siete?" Haverson preguntó. "Nunca he escuchado eso."
"Muy pocos los saben, señor", respondió Cortana. "Solo es un pequeño detalle. Antes de esto,
nunca nadie ha capturado un buque Covenant".
"Una búsqueda exhaustiva de este buque podría ser difícil, bajo las circunstancias ", dijo
Haverson poniendo su mano sobre su barbilla, pensativo.
"Debe tener más de tres kilómetros de largo."
"Tengo una sugerencia, señor," dijo el Jefe. "Un destino intermedio: Reach".
"¿Reach?" Haverson escondió rápidamente la impresión en su rostro con una sonrisa.
"Jefe, no hay nada en el sistema REACH, excepto por la armada Covenant".
"No, señor," respondió el Jefe Maestro. "Hay... Otras posibilidades".
Haverson levantó una ceja. "Adelante, Jefe. Estoy intrigado."
"La primera posibilidad", dijo John, "es que el Covenant haya glaseado (cristalizado) el planeta y
se haya trasladado. En cualquier caso podría haber embarcaciones UNSC abandonadas, pero
reparables, que podríamos reparar y tomar para regresar a la Tierra. Dejaremos la nave líder
Covenant a baja órbita y regresar con el personal científico adecuado y el equipo para efectuar
un operación segura".
Haverson asintió. "Un gran disparo. A pesar de que la Éufrates tiene un Prowler (merodeador)
adjunto a ella. Que se suponía que se lanzaría a una misión de reconocimiento, antes de que
ellos recibieran la señal de saltar todo y ayudar en la defensa de Reach. Por lo tanto, quizá no
fue un gran disparo, después de todo. ¿Y la otra posibilidad?"
"El Covenant está todavía ahí", mencionó el Jefe Maestro. "La probabilidad de un ataque hacia
su propia nave capital es bajo. En cualquier caso, no hay ninguna violación al Protocolo Cole
porque el Covenant ya conoce la ubicación de Reach".
"Es cierto", respondió Haverson. La acción volvió al centro del puente.
"Muy bien, Jefe. Cortana, rumbo al planeta Reach. Vamos a entrar a las afueras del sistema y
evaluar la situación. Si está demasiado acalorado, saltaremos y encontraremos otra ruta a
casa. "
"Entendido, Teniente", respondió Cortana. "Le advierto que esta nave atraviesa el Slipspace
mucho más rápido que nuestros homólogos de la UNSC. Llegaremos a la ETA en trece horas."
El Jefe Maestro suspiró y se relajó un poco. Hubo otra razón para la cual elegir Reach, que él
no puso de manifiesto al Teniente. Él sabía que las probabilidades de sobrevivir de cualquier
persona en la superficie eran remotas. Astronómicamente, de hecho... porque una vez de que
el Covenant decidiera glasear un planeta, lo hacían con una increíble exactitud. Pero él tenía
que verlo con sus propios ojos. Era la única manera en que podría aceptar que sus
compañeros habían muerto. Una chispa de estática abarcó al Jefe, en primer lugar a lo largo
de su columna vertebral y luego se envolvió sobre su torso. Hubo un audible "pop" y chispas se
esparcieron a lo largo de su armadura MJOLNIR. El ingeniero estuvo al tanto de su
conocimiento sobre él y se colmó de emoción.
Rutinas de diagnóstico se desplazaron al HUD del jefe. En la esquina superior derecha, la
barra de recarga del escudo parpadeó en rojo y se llenó lentamente.
"Funcionó", dijo el Jefe Maestro. John se sintió aliviado de tener protección en su espalda. No
olvidará como era luchar sin ellos, sin embargo. Ha sido una llamada de atención: no ser
dependiente de la tecnología. Es también un recordatorio de que en la mayoría de las batallas,
ganará o perderá su cabeza, antes de que cualquier enemigo contraataque.
"Pequeñas criaturas tan impresionantes ", comentó Haverson.
Analizando al Ingeniero Covenant cuando flotaba hacia el muro de pantallas de visualización y
comenzó a juguetear con una de ellas.
"Me pregunto cómo será el sistema de castas del Covenant" murmuró el Teniente.
"¡¡Señor!!" La voz del Sargento Johnson golpeó sobre la COM, rompiendo con estática.
"Tendrá que bajar hacia el Pélican tan pronto como le sea posible. Usted y el Jefe. "
"¿Están bajo fuego?" preguntó el Jefe.
"Negativo", respondió. "Es uno de los cryotubos recuperados".
"¿Qué pasa con eso, sargento?" Haverson súbitamente respondió.
"Jefe, hay un Spartan en él."
CAPÍTULO 10
1852 horas, 22 de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
Nave Líder Capturada del Covenant, en Slipspace, localización
desconocida.
Después de que el Jefe había dejado de investigar el criotubo, Haverson verificó que las
puertas del puente estuviesen cerradas. Él dio vuelta y caminó enfrente del Ingeniero Covenant
quien había reparado la armadura del Jefe Maestro.
"Fascinantes criaturas," él murmuró. Él sacó su arma lateral y apuntó en la parte de atrás de su
cabeza.
Dos de los seis ojos del Ingeniero se fijaron por encima de la boca del arma. Un tentáculo trató
de alcanzarlo, se dividió en minuciosos hilos finos y tocó el metal gris-azul.
Cortana preguntó, "¿Qué esta…."
Haverson le disparó al Ingeniero. La ronda descuartizó su cabeza atravesándola y embarró de
sangre la pantalla que el extraterrestre había estando reparando.
"¡Haverson"! Cortana exclamó.
El otro Ingeniero volteó y chilló agudamente; en ese entonces una luz parpadeó en la pantalla
rota que capturó su atención y regresó a su trabajo, inconscientemente. Haverson se arrodilló cerca del Ingeniero muerto y enfundó su arma.
"No tenía otra opción", él susurró
Tocó la piel extraña, resbaladiza de la criatura. Su color se desvaneció de un rosado débil a un
gris frío. Lo arrastró hasta la escotilla de escape, (emergencia) la abrió y puso el cuerpo en el
corredor. Pausó y volvió a doblar sus tentáculos sobre su cuerpo.
"Lo siento. No te lo merecías."
"¿Por qué era necesario?" Cortana demandó.
Haverson estaba de pie, sacudió sus manos en sus pantalones flojos y selló el acceso de la
escotilla de escape.
"Estoy sorprendido de que aun tengas que preguntar, Cortana".
Se escuchó la furia en su voz. Él comprobó que su ira iba en aumento. No estaba disgustado
con Cortana; Estaba disgustado consigo mismo; furioso debido a la necesidad desagradable de
su acto.
"Los Covenant son imitativos– no innovadores," él dijo.
"Al Ingeniero que le ordenaste a reparar la armadura del Jefe acababa de conseguir un vistazo
de primera mano a nuestra tecnología de escudos, una tecnología que le robamos al Covenant
y que mejoramos. Si en cierta forma lograra reincorporarse al Covenant, esa tecnología
mejorada sería de ellos. ¿Cómo te gustaría ver ese manifiesto de tecnología de tan mejorados
escudos personales en sus guerreros Elites? ¿O en sus naves de guerra?"
Cortana guardó silencio.
"El Cabo Locklear estaba en lo correcto," Haverson susurró. "Yo en realidad odio esta mi3rd4,
también".
"Entiendo," Cortana finalmente contestó, pero su voz estaba tan fría que pudo haberse
congelado en helio.
Haverson suspiró y se miró las manos. La sangre del Ingeniero tatuó su piel con diminutas
puntas de alfiler de azul oscuro.
"¿Crees que el Jefe Maestro encontrará lo que realmente está buscando en Reach?"
¿"A qué se refiere con "lo que está buscando"? " Cortana dijo. Su voz estaba todavía helada,
pero la curiosidad derritió su tono.
"Me refiero a los otros Spartans". Haverson dando una risa breve.
"Cierto, su argumento para ir a Reach fue válido – no iríamos de otra manera. Pero eso no es
lo que busca. Él envió a su equipo abajo, hacia la superficie de Reach... enviándolos a sus
propias muertes. ¿No debería el comandante regresar? ¿Y qué comandante no esperaría que
estuvieran vivos? ¿No importa las probabilidades?"
CAPÍTULO 11
0930 horas, 4 de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
/ Instalación del Alto Mando de la UNSC Bravo-6,
Sydney, Australia, Tierra (HighCom).
Hace dos semanas y media.
El teniente Wagner caminó atravesando las puertas de detectores de explosivos y de
metal; en el interior de la entrada del atrio de la gran estructura, vagamente cónica.
Designado oficialmente por la UNSC como la instalación HighCom (Alto Mando) B-6,
el edificio en expansión había sido apodado "La Colmena".
Estaba nublado en Sydney. La luz gris se filtraba a través del domo de cristal en lo
alto.Él marchó pasando los oficiales y NCOs moviéndose con propósito hacia
cualesquier destino ocupando su tiempo. Hizo caso omiso a los árboles de acacia y a
los helechos exóticos que estaban destinados a la prensa y a viajes de civiles. Hoy no
había tiempo para bromas.
En otra hora la eficiencia y la calma aparente de HighCom debería estar deshecha en
un mil millones de pedazos. Sólo unos cuantos chicos de bronce (¿Soldados?) sabían
que el puesto de avanzada más poderoso de la UNSC, Reach, no era ahora nada más
que cenizas. Wagner se acercó a la estación de la recepcionista debajo de los ojos
vigilantes de un trío de Marines MPs blindados. Manteniendo el destino de Reach
inmóvil no era el secreto más grande de la UNSC, no por una milla de país.
Virtualmente nadie en la población civil de las Colonias Interiores, conocía cómo
peligrosamente estaban cerca de perder esta guerra.
La Sección Dos de la ONI había hecho un trabajo brillante de preservar la ficción de
cómo las fuerzas de la Tierra mantuvieron su propiedad en contra del Covenant.
¿Y qué pensaron los ciudadanos de las Colonias Exteriores? Aquellos que no habían
escapado a puestos avanzados remotos y escondido las bases corsario, las cuales no
estaban en cualquier posición para crear problemas. El Covenant no tomó a los
prisioneros.
"Usted está a la espera hoy, Teniente," le dijo la recepcionista .
Ella era una joven Jefe Oficial Menor y parecía que ella no tenía una atención, o una
pista. Pero sus ojos la delataron. Ella sabía algo. Tal vez no, pero ella indudablemente
se había puesto al día en el incremento de los protocolos de seguridad. . . o la mirada
encantadora a los ojos de sus comandantes.
"Por favor diríjase al elevador ocho," ella le dijo y le devolvió su atención a la pantalla
enfrente de ella.
Él hizo una nota mental para averiguar quién es esta persona perceptiva y ver si ella
podría ser reclutada en la Sección Tres. La ONI había perdido a una buena cantidad
gente buena en las últimas semanas.
Wagner se movió a la pared de acero sólido y un par de puertas se dividieron ante él.
Entró en la habitación pequeña; Las puertas cerraron con un calmado snik. Un
cojincillo de huella digital y un escáner de retina se extendieron desde la pared.
Wagner presionó su mano encima del escáner y una aguja acuchilló su dedo índice.
Comprobaban su ADN con la muestra archivada. Él parpadeó una vez y entonces
apoyó su barbilla sobre el escáner de retina.
"Buenos días, Teniente," una dulce voz femenina susurró en su oído.
"Buenos días, Lysithea. ¿Cómo estás hoy "?
"Muy bien, ahora que veo que ha regresado a salvo de su misión. Supongo que todo
salió como se esperaba. "
"Tú sabes que eso es clasificado," él dijo a la IA.
"Ciertamente," ella contestó, con tono juguetona.
"Pero me enteraré de cualquier manera, usted sabe. ¿Por qué no me ahorra tiempo y
solo me dice?"
Aunque él generalmente disfrutó de este tu-por-tu con Lysithea, él sabía que era parte
de los datos biométricos de exploración, también. Ella analizó sus ondas cerebrales y
los patrones de voz en respuesta a sus consultas y las relacionó a las respuestas
antiguas en su memoria. Ella probablemente probó su lealtad en las medidas de
seguridad– él no colocó nada más allá de la Sección Tres; Ellos crecían más su
paranoia cada día.
"Por supuesto que te enterarás," Wagner contestó.
"Pero todavía no te lo puedo decir. Esa sería una infracción de seguridad, penalizado
bajo el Artículo 428- A. En efecto", el dijo en un tono más serio,
"tendré que reportar esta violación a mi controlador".
Ella se rió y sonó como a la porcelana china fina tintineando juntos.
"Usted puede proceder, Teniente," ella le dijo.
Las puertas se separaron y revelaron un corredor revestido con madera de nogal y
pinturas de Washington Cruzando el Delaware, en el Último Puesto al Almirante Cole,
diversos paisajes alienígenos y batallas espaciales.
Aunque él apenas había sentido el descenso, Wagner sabía que él había bajado tres
kilómetros dentro del planeta, atravesando capas sólidas de granito, concreto
reforzado, placas de Titanio- A y metal reforzado anti EMP (Pulso Electro Magnético).
Nada de esto le hacía sentir un poco más seguro, sin embargo; la instalación de
investigación de ONI en Reach tenía el mismo mecanismo y no le había servido de
algo a esos pobres desgraciados.
Él se bajó del elevador. Lysithea susurró a espaldas suyas:
"Tenga cuidado allí dentro. Esperan poner la cabeza de alguien en una garrocha".
Wagner tragó saliva y enderezó las arrugas microscópicas en su uniforme. Buscó una
razón para el retraso – cualquier cosa que lo mantuviera alejado del cuarto al final de
este corredor. Él suspiró y se sobrepuso a su inercia. Nadie mantiene al Comité de
Seguridad de la UNSC esperando.
Un par diputados se pusieron en medio cuando él se acercaba al conjunto de puertas
dobles. No le saludaron y sus manos descansaban sobre sus armas enfundadas. Se
quedaron con la mirada fija directamente, pero Wagner supo que si él se dirigía por la
vía equivocada él recibiría un disparo primero y luego interrogado mas tarde.
Las puertas silenciosamente mecieron hacia adentro.
Él entró y las puertas cerraron detrás de él y se sellaron.
Wagner reconoció la mayoría de las personas colocadas fijamente en su lugar en la
mesa en forma creciente: El General Mayor Nicholas Strauss, el Almirante de Flotas
Terrence Hood (Lord Hood Halo 2 y Halo 3) y el Coronel James Ackerson. La silla del
Vicealmirante Whitcomb estaba vacía.
Otra media docena de oficiales estaban también presentes y todos ellos tenían el
rango de comandantes lo cual puso nervioso a Wagner. Cada uno tenía tabletas de
pantallas colocadas delante de ellos y aun bocabajo, Wagner reconoció su informe
preliminar y registros de vídeo.
Wagner hizo un saludo.
El General de Strauss se inclinó hacia adelante y desacopló de su pantalla
"¡Cristo! ¿ Sabíamos que tenían demasiadas de esas malditas naves "? Él golpeó
ruidosamente un puño encima de la mesa.
"¿Por qué demonios no supimos de esto? ¿Quién en la ONI deja pasar este
resbalón?"
Ackerson se reclinó.
"Nadie tiene la culpa, General, excepto por el Covenant, obviamente. Me precupo más
por nuestra respuesta a esta incursión. Nuestra flota fue diezmada en gran número".
La reputación de Ackerson le precedía. Wagner había escuchado acerca de los
extremos para las cuales él había hecho en el pasado para hacer asegurase de que
sus operaciones fueran prioritarias sobre la Sección Tres. Su rivalidad con el líder del
programa SPARTAN-II, la Dra. Catherine Halsey, fue el material de leyenda. Wagner
pensó que Ackerson había sido reasignado a un puesto en primera línea.
Aparentemente él se había salido de ello. Eso era un problema.
El Almirante Hood se enderezó y alejó su pantalla y finalmente reconoció a Wagner. Él
le devolvió el saludo. El Almirante estaba impecablemente vestido, ni un cabello
canoso fuera de lugar en su cabeza y todavía tenía círculos oscuros debajo de sus
ojos.
"Descanse, Teniente".
Wagner se metió las manos detrás de la parte baja de su espalda y movió los pies
ligeramente separándolos, pero de otra manera no se relajó ni un milímetro. Nunca se
sentía a gusto junto a la presencia de leones, tiburones y escorpiones.
Hood giró a hacia Ackerson.
"Diezmar es la palabra equivocada, Coronel. Habríamos sido diezmados en gran
número si perdiéramos una nave de cada diez".
Él levantó su voz ligeramente.
"A cambio, hemos perdimos diez de nuestros buques por cada uno que logró tomar
distancia. ¡ Fue un desastre total "!. Terminó Hood
"Por supuesto, Almirante".
Ackerson asintió con la cabeza, fingiendo escuchar y sus ojos parpadearon sobre el
informe otra vez. Sus cejas se alzaron cuando él notó el tiempo y la fecha.
"Hay una cosa, sin embargo, que me gustaría responder en primer lugar." Su mirada
cristalina apuntó hacia Wagner.
"La diferencia de tiempo entre los acontecimientos en este informe y ahora..."
Ackerson calló, perdido en sus pensamientos.
"Felicitaciones, Teniente. Este es un nuevo récord de velocidad desde Reach a la
Tierra. Especialmente cuando usted se tomó el tiempo para realizar los saltos
legalmente aleatorios requeridos antes de regresar a la Tierra".
"Señor," Wagner contestó. "Seguí el Protocolo Cole al pie de la letra".
Eso era una mentira y todo el mundo en este cuarto lo sabía. La ONI siempre se
sometía al Protocolo Cole. En este caso, era probablemente justificado por el valor de
la Inteligencia.
Sin embargo, si quisieran crucificarle, todo lo que tenían que hacer era comprobar el
tiempo registrado en los motores de su Prowler (merodeador) y hacer cuentas.
Hood sacudió su mano. "Eso no es la cuestión."
"Lo que pienso es que." Ackerson rápidamente mencionó.
"Reach dejó de existir. No hay nada entre Tierra y el Covenant a excepción de una
buena cantidad de vacío; eso y cualquier secreto que podemos preservar".
"Revisaremos las prácticas de la Sección Tres más tarde, Coronel". El Almirante Hood
se dirigió a Wagner.
"He leído su informe, Teniente. Está sumamente detallado, pero quiero oírlo de usted.
¿Qué vio usted? ¿Hay algunos detalles que usted pensó que serían demasiado
sensibles para incluirlos en su informe? Dígame de todo".
Wagner respiró profundamente. Él se había preparado para esto y él lo emparentó,
como mejor podría hacerlo, y cómo las naves Covenant aparecieron en el sistema, los
esfuerzos valientes de la flota de la UNSC defendiendo Reach, la forma en que
fracasaron y fueron sistemáticamente destruidos.
"Cuando el Covenant se deslizó sobre la superficie de Reach con sus fuerzas tácticas
y neutralizaron los generadores de las armas orbitales; ese fue el fin. Bien, vi sólo el
principio del fin. Ellos glasearon el planeta, comenzando por los polos".
Wagner, quien hace dos años tenía la tercera parte de su cuerpo quemado por plasma
Covenant y quien ni siquiera una vez gritó o derramó una lágrima, hizo una pausa y
parpadeó apartando la humedad que nublaba su vista.
"Me entrené en la Academia Naval en Reach, señor. Era la cosa más cercana que
tenía a un hogar en las Colonias Exteriores".
Hood asintió con simpatía.
Ackerson resopló. Él se apartó fuera de la mesa, se levantó y se trasladó al lado de
Wagner.
"Ahórrese el sentimentalismo, Teniente. Usted dice que glasearon Reach. ¿Todo?"
Wagner detectó anticipación en el tono del coronel; como si él quisiera que el
Covenant hubiera destruido Reach.
"Señor," Wagner contestó.
"Antes de que saltara hacia el Slipspace (Deslizespacio), presencié los polos
destruidos y aproximadamente dos terceras partes de la superficie del planeta estaba
en fuego.
Ackerson asintió con la cabeza, aparentemente se satisfazó con esta respuesta.
"Así es que todos en Reach se han ido, entonces. El Vicealmirante Whitcomb. La
Doctora Halsey, también".
Él asintió con la cabeza y adicionó,
"que desperdicio tan tremendo". No había compasión en su voz.
"Sólo podría especular, señor", dijo Wagner.
"No es necesario," Ackerson murmuró. Él regresó a su asiento.
Strauss suspiró. "Al menos contamos con su programa especial de armas, Ackerson.
Los SPARTANS-II de Halsey fueron de gran demanda"
Ackerson le disparó al General Strauss una mirada que pudo haberse estallado a
través de una chapa de metal en batalla.
El General detuvo la mitad de la frase y su boca se cerró.
Wagner permaneció absolutamente inmóvil y se quedó mirando directamente,
disimulando que él no había visto una infracción tan vulgar del protocolo militar.
¿Un General siendo rebajado por un oficial subalterno? Algo extraordinario Acababa
de descubrir; había algún tipo de plan de seguridad a la par con el programa
SPARTAN, y Ackerson estaba detrás de eso. El Coronel repentinamente tuvo un
montón de zumo de donde exprimir. Wagner continuó fingiendo ignorancia; y no
importaba qué, él no se responsabilizó por la mirada fija del Coronel Ackerson. Si
Ackerson sospechara que él ya lo había atrapado, el c4br0´n lo borraría para prevenir
su secreto de volver a la Sección Tres.
Después de lo que parecía un siglo de silencio incómodo, el Almirante Hood se aclaró
la garganta.
"The Pillar of Autumn, Teniente Wagner. ¿Se destruyó esa nave? ¿O hizo un salto?
No hay ninguna mención en su informe".
"Saltó, señor. La telemetría muestra que el Autumn fue perseguido por varias naves
enemigas, por lo de su destino sólo se puede especular. No mencioné al Pillar of
Autumn en mi informe, porque esa nave está en la Lista Segura de la Sección Tres".
"Bien". Hood cerró sus ojos. "Entonces hay, al menos, alguna esperanza".
Ackerson negó con la cabeza.
"Con todo el debido respeto a mi antecesor, la Doctora Halsey, el paquete especial de
armas en el Pillar no tenía ninguna oportunidad en el infierno de cumplir su misión.
Puede ser que también le podría haber usted disparado a cada uno de ellos en la
cabeza y haberlo conseguido".
"Eso es suficiente, Ackerson," Hood dijo y lo miró furiosamente.
"Más que suficiente".
"Señor," Wagner se aventuró.
"El Coronel puede estar en lo correcto... al menos en su evaluación de la misión.
Nuestro agente en el Pillar of Autumn nos indicó antes del final. Él lamentablemente
reportó que un número significativo de Spartans fueron a la superficie para defender
las armas orbitales de Reach".
"Entonces están muertos," Ackerson dijo.
"Los fenómenos de Halsey finalmente han perdido su brillo de invencibilidad".
El almirante Hood apretó su mandíbula.
"La Doctora Halsey…," él dijo lentamente y con cierto control deliberado,
"y sus Spartans merecen el máximo respeto, Coronel".
Ackerson giró para encararlo, pero Hood se le quedó mirando.
"Y si usted tiene el deseo de conservar su posición recién adquirida en el Consejo de
Seguridad, les mostrará ese respeto, o personalmente lo patearé de aquí hasta
Melbourne". Mencionó Hood
"Yo simplemente-", dijo Ackerson.
"Esos 'fenómenos'", Hood dijo en su protesta,
"Tienen confirmadas más matanzas que cualquiera de las tres divisiones ODST y han
ganado cada mención honorífica de mayor premiación de la UNSC. Esos ' fenómenos '
personalmente han salvado mi vida dos veces, así como también las vidas de la mayor
parte del personal superior aquí en HighCom. Mantenga su intolerancia en jaque,
Coronel. ¿Entiende?".
"Mis disculpas," Ackerson susurró.
"Le formulé una pregunta directa," el Almirante Hood ladró.
"Señor," Ackerson dijo.
"Entiendo completamente, Almirante. No volverá a ocurrir". Su cara se quemó a un
rojo brillante.
Wagner, sin embargo, no pensó que éste fuera el color de la vergüenza. Era de ira.
"Los" Spartans "," Hood susurró.
"La Doctora Halsey. Whitcomb. Perdimos a demasiada gente buena en Reach. Sin
mencionar a las docenas de naves". Él frunció sus labios en una delgada línea.
"Deberíamos enviar una pequeña fuerza de reconocimiento para ver lo que queda," el
General Strauss sugirió.
"No sería prudente, señor," Ackerson contestó.
"Tenemos que retroceder y reforzar las Colonias Interiores y la Tierra. Las nuevas
plataformas orbitales no estarán en línea por otros diez días. Hasta entonces, nuestra
postura de defensa será demasiado débil. Vamos a necesitar de todas las naves que
dispongamos".
"Hmm," el Almirante Hood dijo.
Él colocó ambos pulgares bajo su barbilla como considerara ambas posiciones.
"Señor," dijo Wagner. "Hay un tema adicional que no está cubierto en mi informe. No
parecía excepcionalmente importante en el momento, pero si usted está debatiendo
una misión de reconocimiento, pensé que podría serle pertinente".
"Simplemente escúpalo," dijo el General Strauss.
Wagner tragó saliva y resistió la tentación de encontrarse con los ojos de Ackerson.
"Cuando el Covenant destruye un planeta, generalmente mueven sus grandes buques
de guerra más cerca y cubren el mundo con una serie de órbitas de cuadriculación,
asegurando cada milímetro cuadrado de la superficie y es cubierto con los
bombardeos de plasma". Terminó Wagner
"Me estoy dando cuenta dolorosamente de la doctrina del bombardeo Covenant,
Teniente," Hood gruñó. "¿Qué hay de eso"?
"Como ya he indicado, comenzaron por los polos, pero solo tomaron algunas naves.
Estaban distribuidos a lo largo de las latitudes ecuatoriales y sin naves adicionales de
entrada. De hecho, un gran número de naves Covenant abandonaron el sistema,
¿En persecución del Pillar of Autumn?" Wagner terminó.
Ackerson ondeó su mano descartando la idea.
"Reach está glaseado, Teniente. Si usted se hubiera quedado a observar toda la
función, ellos lo habrían incinerado, también". Dijo Ackerson
"Sí, señor," Wagner contestó.
"Si, sin embargo, hay una misión de reconocimiento, me gustaría ofrecerme como
voluntario para el servicio".
Ackerson se levantó y se acercó a Wagner. Se quedó un a centímetro de su rostro y
sus ojos se encontraron.
La mirada de Ackerson estaba llena de veneno. Wagner hizo su mejor esfuerzo para
no retroceder, pero no podía evitarlo. Una mirada y sabía que este hombre lo quería
muerto por cualquiera que fuera la razón: aquello que él había escuchado acerca del
programa alternativo de Ackerson de los SPARTANS-II, el cual no quería problemas
en Reach... o tal vez, como Lysithea le había advertido, que él estaba buscando
alguna cabeza que clavar.
"¿Es usted sordo, Teniente"? Ackerson preguntó con preocupación fingida.
"¿Algún tipo de pérdida de audición debido a la acción de combate"?
"No, señor".
"Pues bien, cuando usted impulsa los límites del Slipspace en esos pequeños
Prowlers (Merodeadores), usted se arriesga a todo tipo de daño por radiación. O tal
vez el trauma de ver a Reach destruido lo agitó Cualquiera que sea su problema,
cuando salga de aquí va ir a visitar la enfermería. Es para darle un certificado de
buena salud antes de regresar a su servicio activo." Ackerson se encogió de hombros.
"Debe haber algo mal con usted, Teniente, porque no parece entenderme a pesar de
que mis palabras son más claras que el agua".
"Señor".
"Vamos a probar esto, entonces. No estamos desperdiciando una sola nave de la
UNSC para confirmar lo que ya hemos visto una docena de veces antes: Reach se ha
ido." mencionó Ackerson
Él se acercó más a Wagner.
"Todo en él voló en pedazos, carbonizado, glaseado y vaporizado. Todo el mundo en
Reach está muerto".
Señaló con el dedo en el pecho de Wagner para dar énfasis.
"Muerto. Muerto. Muerto".
CAPÍTULO 12
0744 horas, 30 de agosto del 2552 (Calendario Militar)
\ Sistema Epsilon Eridani, Valle Longhorn, planeta Reach.
Hace cinco días.
Nubes de vapor se apartaron como una cortina, una bola de fuego de cien metros de
diámetro sobrevoló por encima de la posición de Fred y de Kelly. Fred siguió el rastro
de la línea de flamas que envolvieron el cielo y vio los contornos débiles de decenas
de buques de guerra Covenant a baja órbita. El Banshee de Fred rozó sobre las copas
de los árboles, bajo la ladera. Empujó la aeronave a su máxima velocidad. Kelly le
seguía y volando en picada adentrándose en un valle y zigzagueando y en forma lineal
por encima de la cresta donde Joshua había visto por primera vez la fuerza de
invasión Covenant.
Dejó al lado los pensamientos de su compañero caído. Él tenía que enfocarse en
mantener al resto de su equipo con vida. Fred solicitó el sistema de mapas a su HUD.
Un marcador NAV azul, ubicado en el eje de las líneas topológicas, identificando su
posición de respaldo: ONI Sección Tres; Instalación secreta de Seguridad y de
Investigación enterrada bajo la Montaña. Hace dos décadas atrás había sido una mina
de titanio y después, los túneles abandonados fueron utilizados como punto de
almacenamiento de la Sección Tres, los cuales se habían hecho cargo de la montaña
para sus propios fines.
"Tendremos que encontrar una ruta segura para atravesarla"
Una lluvia de fragmentos cristalinos de color púrpura-blanca silbaron a través del aire,
formando un arqueándose hacia arriba proveniente del bosque debajo de ellos. Cada
fragmento parecía como el proyectil disparado por un Covenant más necesitado, pero
mucho más grande. El fragmento recortó drásticamente la cabina de Fred al tamaño
de su antebrazo. Kelly esquivó un proyectil que explotó en el aire. Y los fragmentos
Needler saltaron hacia el fuselaje del Banshee. Un pequeño fragmento secundario fue
a dar al Banshee de Fred y detonó. El puerto aviador se deformó por la explosión y la
nave se tambaleó.
"¡Abajo!" gritó Fred, pero Kelly ya estaba a decena de metros de debajo de él y
cayendo al lecho de un río seco a la distancia. Él siguió el rastro de humo. Fred
confirmó su posición y guió su herido Banshee en un curso, el cual siguió el destello
sobre el cauce del río seco que hay debajo. La trayectoria del golpe atravesó el
bosque y casi fue a dar a las cercanías de la Montaña Mecanizada. Con suerte,
pudieron abandonar los Banshees y hacer una visita a corto plazo hacia la instalación
de la ONI.
Por encima, los impulsos boreales color mandarina llegaban desde el norte. Hojas de
plata crujían en el cielo y las nubes negras hervían, iluminadas por las violentas llamas
debajo de ellas. Se amontonaban en truenos y escupían relámpagos. Los masivos
buques de guerra que habían tenido momentos antes de sobrecarga, aceleraron de
regreso a la atmósfera superior.
Sus motores gritaron y dejaron ondas a lo largo del cielo inflado. Por una fracción de
segundo, el pánico tomó la garganta de Fred. Luego, su entrenamiento Spartan llegó a
su mente y se volvió frío y metálico y filtró el hecho de que tenía por encima a los
bombardeos de plasma Covenant.
Tenía que pensar o morir.
Así que él pensó.
Algo no encajaba. El bombardeo de plasma Covenant, siempre había procedido de
una travesía con un patrón ordenado cuando atravesaban un planeta, hasta dejar cada
centímetro cuadrado de superficie convertido en vidrio y en ceniza. Las naves de
arriba no habían terminado su trabajo aquí. Fred se arriesgó a echar una mirada a la
izquierda y a la derecha. Cien mil hectáreas de bosque, el mismo bosque en el cual
Fred y sus compañeros Spartans habían entrenado en la infancia, el mismo que
estaba siendo devorado por muros de fuego. Espirales de calor y de un espeso humo
negro ascendían hacia el cielo.
Una ola pasó por encima de Fred y Kelly; él no pudo verla pero la sintió: Un millar de
hormigas se le habían metido en su armadura y le habían mordido. La estática atiborró
su HUD y luego desapareció como si fuera una ventana. Sus escudos se redujeron a
cero y luego poco a poco comenzaron a recargarse. Las cápsulas gravitatorias de sus
Banshees parpadearon y echaron chispas.
"EMP", (Pulso Electromagnético) Kelly gritó sobre la COM. "¿O algún efecto del
plasma"?.
"Aterrizaje forzoso ", Fred ordenó.
Kelly hizo un sonido de descontento en la COM y lo apagó. Cayeron en picada desde
el cielo, volando sin motor, con pocos movimientos aerodinámicos y algo de poder se
mantuvo en sus Banshees. Fred maniobró la nariz de su aeronave por encima de las
rocas cocinándose al vapor, del lecho del río seco. Escogió un camino entre rocas
enormes e irregulares y entre filosas rocas de granito, apuntando hacia una cinta de
grava. Sólo había un problema: Un par de estas rocas eran levemente más oscuras
que las demás... y se movían. Las criaturas eran enormes y fuertemente armadas y se
trasladaron con precisión deliberada pero de manera lenta. Cada uno tenía una
masiva placa de metal como escudo.
Fred golpeó la COM y gritó: "¡Atención! ¡Hunters Covenant muertos ahí adelante! "
No había tiempo para eludir la nueva amenaza. El Hunter más cercano rodó para
hacerles frente y la mayoría de sus espinas a lo largo de su espalda estallaron, como
si fuese una anémona. La descomunal criatura elevó su defensa principal, una
poderosa arma, un cañón de barra de combustible montado en su brazo dirigiéndola
hacia Fred. El barril parpadeó en verde.
El Hunter disparó.
Fred perdió el poder y su Banshee cayó diez metros.
Hubo un destello cuando el astro de la energía destructiva, dividió el aire del lugar
donde había estado un segundo antes. El Banshee golpeó contra el suelo,
arrastrándose a través de las rocas del tamaño del un puño. La nave se volcó y arrojó
a Fred al suelo. El Banshee dio vueltas y se estrelló con el Hunter. El masivo
alienígena trajo consigo su densa protección, un escudo metálico y le restó
importancia a los restos de la nave como si fuera hecha de cartón. El cañón de
combustible empezó a cargarse de nuevo. Fred hizo una mueca y se puso de pie,
ignorando el nuevo dolor de aquel aterrizaje forzoso que le había causado. Necesitaba
un arma. El dolor tendría que esperar.
El Hunter avanzaba pesadamente hacia él, en ese entonces se agachó y cargó hacia
adelante con una velocidad aterradora. Hubo un ruido de estática en su frecuencia
COM y Fred escuchó una sola palabra: "¡Agáchate!"
Se tiró al suelo y rodó hacia un lado. El Banshee sin jinete y sin Kelly se disparó por
encima de él y colisionó con el Hunter a toda velocidad. El Banshee explotó y cubrió el
área con fragmentos de metal brillante.
El Hunter se tambaleó cuando el fuego se adentraba a lo largo de su armadura. Se
movía lentamente y en círculos de manera confusa. Fred podía ver las manchas de
color naranja brillante de la sangre del Hunter teñidas sobre las rocas. Kelly aterrizó
sus pies junto a Fred. Ella tenía sujetada y preparada una granada de plasma y la
lanzó directamente hacia el cañón del segundo enorme Hunter. Se alojó en el cañón
del arma y detonó. Zarcillos de energía cubrieron al Hunter. El arma crujió y emitió
humo.
Fred se puso de pie. "¡Corre!"
Ellos no iban a contraatacar a un Hunter en un mano a mano. Podrían perder o
podrían ganar, pero mientras tanto, el resto de las fuerzas en tierra Covenant,
lograrían apresarlos. Se echaron a correr hacia una pequeña fracción del bosque por
delante, tal vez eran los últimos árboles de pie sobre Reach. El Cazador, confundido
con su arma destruida y de su socio envuelto en llamas, titubeó, no estaba seguro de
qué hacer.
"¿No veías mientras estábamos en el aire?" dijo Kelly con preocupación, intensificando
su voz.
"Hay cerca de media fuerza de tropas de asalto Covenant, justo por delante”.
"¿Tropas en tierra?" Fred dijo, impulsando su velocidad en plena persecución.
"¿A qué distancia?"
"A medio click." Kelly respondió
Eso no tenía sentido, sin embargo.
¿Por qué tienen fuerzas en tierra cuando estaban destruyendo el planeta desde la
órbita?
"Algo no está bien," Fred le dijo a ella.
"Vamos a ver lo que están haciendo. "
La luz de confirmación de Kelly parpadeó en ojo rojo.
"Están entre nosotros y el punto de regreso", le dijo Fred. "Tenemos que hacerlo."
Entraron a los árboles que todavía estaban de pie, se detuvieron y miraron hacia atrás.
El Hunter se arrastraba de tras de ellos, pero era una persecución inútil. A pesar de
sus ocasionales estallidos de velocidad, los Hunters eran muy lentos. Se vieron
atrapados entre las fuerzas del Covenant en tierra y aquellos en el aire y ni Fred ni
Kelly expresaron la principal pregunta en sus mentes: ¿Había incluso una posición de
repliegue a la izquierda? ¿O tenían al Covenant entre ellos y habían encontrado al
resto de su equipo y los habían destruido?
La COM crujió. "Este es el equipo Gamma, Cambio, Alfa. "
Respondió Fred, "Gamma, este es Alfa. Adelante."
Hubo un ruido de estática. "Whitcomb... hay demasiados. ¿Me copian?"
"Gamma", gritó Fred. "El punto de regreso está bajo fuego. ¡Repito bajo fuego! ¿Me
copia? ".
Solo había estática.
"Espero que hayan escuchado", él le dijo a Kelly.
"Rojo 21 puede ocuparse de su equipo. No se preocupe". Ella se movió sigilosamente
hacia adelante y le hizo señas para que Fred le siguiera.
"Echále un vistazo a esto."
Fred miró por encima de su hombro. No había Hunter y nada en su rastreador de
movimiento. Él siguió a Kelly y los separó un muro de maleza color morado. Los
vehículos estacionados claramente eran del Covenant, alineados en tres filas de
cuatro: los tanques mortero. Los tanques tenían dos aletas anchas laterales, por
debajo los dispositivos de anti gravedad de los cuales estaban armados. Ellos eran
extremadamente estables y al disparar era el arma de tierra más poderosa del
Covenant: Un mortero de energía. Fred los había visto en acción; ellos disparaban una
burbuja encapsulada de plasma, que borraba todo dentro de veinte metros sobre el
impacto. Una placa de batalla de titanio, de hormigón, o de carne; todo era vaporizado.
Los Marines llamaban a esos tanques "Wraiths” (Espectros o fantasmas), porque por
lo general les echas una mirada antes de que te conviertas en uno. Había un puñado
de Grunts cerca de los tanques, así como docenas de Ingenieros flotantes Covenant.
Los Ingenieros se aglomeraban sobre y por debajo de la maquinaria. Lo que más le
interesó a Fred, eran que las escotillas de los vehículos estaban abiertas.
"No puedo pensar en un mejor disfraz", Kelly susurró, "Son como cinco toneladas de
armadura Covenant." Ella comenzó a avanzar.
Fred puso una mano sobre su brazo, sosteniendo su espalda.
“Espera. Piénsalo. Hay dos posibilidades. En primer lugar, si el Covenant ha
encontrado la posición de reserva, vamos a ir en llameantes armas y tallar un ruta de
acceso para conseguir una salida al equipo de Delta".
Ella asintió. "¿La otra posibilidad?"
"Ellos no saben que el equipo Delta está escondido en el marco de la montaña.
Entonces…" Fred vaciló.
"Entonces tendremos que alejarlos de ahí."
Kelly lo consideró, entonces dijo: "Tenía miedo de que ibas a decir eso. "
Dio una pequeña patada hacia una suciedad. "Pero tienes razón."
Una señal apareció en sus rastreadores de movimiento, directamente sobre sus seis.
El contacto era grande y se movía constantemente hacia ellos. Los Hunters deben
haberlos tenido en su mira para venir a buscarlos y sus pisadas eran muy fuertes en el
suelo.
"Vámonos", mencionó Fred en voz baja.
Cruzaron el campo, rápidamente y en silencio, y los Grunts nunca los vieron. Fred y
Kelly llegaron a la superficie lisa de los tanques Wraith. Fred le dio a Kelly una señal
para abordar y ella saltó a la más cercana escotilla abierta. Un momento después,
Fred avanzó agazapado por delante del siguiente tanque y se sintió aliviado en el
interior.
Cerró la escotilla detrás de él.
Esto era una de las decisiones más desesperadas y estúpidas que nunca había
hecho. ¿Cómo iban a tomar a toda una fuerza de invasión Covenant con un par de
tanques; especialmente unos tanques que no tenían ni idea de cómo funcionaban?
"Rojo Uno", dijo Kelly sobre la COM. "Cuando estés listo".
Fred examinó el oscuro interior. En cuanto adelante era un asiento, construido con el
mismo metal del color púrpura moteado como los Banshees. Fred se acomodó en él.
El cual era demasiado alto, tenía que permanecer medio agachado. Superficies de
control holográfico y pantallas surgieron en el aire ante él y mostraron una visión de
360 grados. A través de la blindada cáscara sintió el estruendo y el rugido del tanque
de Kelly arrancando.
Fred no entendía ninguno de los símbolos, sin embargo, algo le parecía familiar acerca
de ellos. Algunos de los controles eran similares a los del Banshee, pero ninguno era
una coincidencia exacta. Él se relajó como mejor le era posible dada la situación y sus
manos recorrieron los controles. Tecleó un símbolo que podría haber sido la
iconografía Azteca, de una maraña de espaguetis, o de un entrecruzado de pistas de
vuelo. Su tanque tosió y gruñó y se levantó a un metro del terreno. Fred frunció el
ceño. Él había tenido la m4ldit4 suerte de hacerlo bien por ser la primera vez. Eso era
más que suerte, justamente era más que afortunado que él conociera los controles
bajo su mano izquierda y que movieran al tanque, los cuales bajo su mano derecha
alineaban el mortero sobre el blanco y uno en el centro que armó y disparó la batería
principal. Pero Fred no iba a examinar la forma en cómo él lo sabía. El cual acababa
de utilizar este curioso desarrollo a su favor.
"Listo por aquí", le dijo a Kelly. "Vamos a sacar el estancado motor."
"Afirmativo", ella respondió, tratando de ocultar débilmente la huella de anticipación en
su voz.
Al unísono los Spartans giraron y dispararon hacia la esquina de la formación de los
tanques. Dos gotas de color azul blanco de plasma escupieron de los Wraiths y
detonaron. Hubo una luz deslumbrante, una expansión de fuego blanco
sobrecalentado y luego había vidrio liso sobre el terreno y sobre los esqueletos
humeantes de siete tanques Wraith. Más suerte aún. Si los tanques habían estado
activos, con sus escotillas aseguradas, los cuales podrían haber sobrevivido a la
primera ráfaga. El tanque de Kelly se sobrecargó y disparó hacia un lado, cerca de los
tanques sobrevivientes. Fred giró, acelerando a toda potencia y se estrelló
atravesando la línea de retirada Grunts, una serie de pequeños golpes reverberaron a
través de la cabina. Los dos tanques Wraith destrozaron una línea de árboles,
astillando sus troncos. Más allá estaba el campamento principal Covenant. Un millar
de Grunts y Jackals corrieron hacia ellos, con sus armas y escudos personales listos,
pero ninguno de ellos disparó. Ellos cargaron pasando los dos tanques.
"Ellos piensan que estamos de su lado, dijo Fred. "Ellos solo van a ver qué los atacó.
No vayamos a demostrarles lo contrario, hasta que lo hagamos."
La luz de confirmación de Kelly parpadeó y se impulsó hacia un camino traspasando y
embistiendo a los Grunts, quienes rápidamente se apartaron de su camino. Medio
kilómetro más adelante había un puesto hexagonal de oro y de estructuras de plata:
las tiendas de campaña blindadas de los Elites. Había una media docena de torretas
de plasma estacionarias Grunts, " Shades " custodiando y más allá de ellas, la
montaña bajo las cuales estaban las cavernas de investigación secreta de la Sección
tres de la ONI. El Covenant estaba allí también. Sin pensarlo, Fred tocó un control, la
pantalla amplificada. Unos cien Ingenieros del Covenant maniobraban equipo pesado:
perforadoras de láser y cintas transportadoras y máquinas gigantes como insectos que
parecían como si excavaran a través de toda la montaña.
"Ellos encontraron las cavernas", Fred dijo a Kelly. "Pareciera que están escarbando
para sacarlos de ahí”.
Pero, de nuevo... ¿Por qué? ¿Por qué no solo les disparan desde la órbita? El
Covenant nunca habían tomado prisioneros, salvo por los rezagados que en ocasiones
los ejecutaban por mero deporte. No tenían muchos problemas. A menos de que no
fuera el equipo Delta lo que buscaban.
Fred tecleó su COM.
"Delta, si me están escuchando, vamos a llegar desde el sur-sureste con un par de
tanques Wraith capturados. Ustedes sabrán cuáles son los fuegos artificiales.
Mantengan su cabezas hacia abajo y no nos disparen”.
Tecleó para abrir un canal personal COM hacia Kelly.
"¡Abre un camino, Rojo Dos! ¡Asesina a todos y llega a esa entrada lo antes posible! "
"Estoy en ello", ella susurró, su voz llena de concentración.
Una luz azul parpadeó en confirmación…pero no era Kelly. Se etiquetaba como el
SPARTAN-039, Isaac. Él era parte del equipo de Will. Así que estaban escondidos
sobre la posición de repliegue. (Punto de regreso) Fred se inundó de alivio al saber
que su equipo estaba aquí y todavía con vida. Pero él no podía esperar eso, no aún.
Había trescientos metros
que cruzar, cada milímetro del cual estaba cubierto con una pared sólida de Grunts,
Jackals y de Elites Covenant; un camino recto que iba hacia el mismo infierno.
Kelly viró su tanque y disparó contra los restantes Wraiths y al grupo de Grunts
tratando de apagar los incendios cercanos. Por una fracción de segundo el suelo era
como la superficie de un sol, llameante, desvaneciéndose y luego ya no era nada más
que ceniza. Fred disparó su mortero tan rápido como el poder de abastecimiento del
tanque completó su ciclo. Él lanzó tres proyectiles blancos plateados fueron a dar
hacia una concentración de Elites y sobre las torretas de plasma. Los cuales tenían
escudos que los protegían por un microsegundo antes de que se cargaran y se
colapsaran. Se incendiaron como si hubiera "una huelga en algún lugar" coincidiendo
en la forma en que los ODSTs utilizaban esto para encender cigarrillos de
contrabando.
Kelly disparó los proyectiles arqueados hacia los cientos de Grunts y de Jackals
corriendo en todas direcciones. Cuerpos carbonizados a mitad del camino y se volvían
vapor. Era como si una docena de relámpagos estuvieran golpeando el centro del
campo. Los Grunts corrían y se agachaban, hubo disparos, uno luego otro. Unos
pocos Jackals trataron de reunir a los diminutos soldados, pero los Grunts estaban
enfurecidos o tenían terror, disparaban contra ellos.
Fred capturó el movimiento por el rabillo de su ojo una sombra zumbaba sobre su
tanque y una explosión se sacudió de lado a lado. Eso tenía que provenir de los
Banshees. Tenía mucho sentido ya que había Elites en el aire, patrullando. Fred se
maldijo así mismo por no darse cuenta antes. Era sólo cuestión de tiempo. Sin apoyo
de la infantería, tarde o temprano, las fuerzas en tierra Covenant y las fuerzas aéreas
se reagruparían y los destruirían.
"¡Muévete!" Fred gritó sobre la COM. "¡Rompe contacto y dirígete hacia las cuevas!”
Kelly movió su tanque y se abrió paso entre los escombros. Fred dejó que ella se
adelantase y se detuvo en el punto donde estaba el equipo de excavación. Disparó
una vez. Tres rápidos impactos se clavaron en la parte superior de su tanque y
detonaron, él sacudió sus dientes. Le disparó tres veces más al equipo de excavación
y apuntando con el tanque Wraith. El tanque se sacudió y avanzó lentamente. Apretó
los dientes y sonrió. Sobre la pantalla, el humo se aclaró lo suficiente como para ver
que la perforadora láser, la cinta transportadora y los buscadores en forma de insectos
se habían reducido a montones y medio de basura derretida. La pantalla quedó fuera
de foco. No, Fred vio que no era la imagen; salía humo de la cabina.
"Banshees en círculos sobre ti", Kelly gritó sobre el COM.
"¡Sal de allí!"
Fred apareció en la escotilla y salió.
Por encima, una docena de Banshees voladores volvieron a bombardear su lisiado
tanque. Fred saltó, rodó sobre sus pies y corrió. Un marcador NAV apareció en su
HUD, hacia un corte muy profundo en el lado de la de montaña, donde solía ser la
entrada de la caverna. Un golpe rojo ardiente le golpeó de lleno en la espalda: una
pistola de plasma sobrecargada. Se tambaleó hacia delante, pero no perdió el
equilibrio y siguió corriendo. No había tiempo para detenerse. Él miró su barra de
escudo, que estaba completamente agotada, pero poco a poco comenzó a recargarse.
Esquivó y zigzagueando de ida y vuelta. Él no podía tener muchos éxitos más así.
“¡Date prisa!”, expresó Kelly.
Cruzó el resto de metros en segundos y subió a un cráter donde había sido una puerta
de admisión y la entrada segura a la base subterránea de la ONI. Kelly se levantó, se
acercó un poco más a la boca del cráter, con una ametralladora de un Warthog.
Apuntó sobre la cabeza de Fred y roció al enemigo con fuego de cobertura. El
SPARTAN-043, Will, estaba al lado de ella. Fred se emocionó al verlos vivos, e incluso
más entusiasmado al ver a Will sosteniendo un lanzacohetes Jackhammer.
"Salta ahí," Kelly indicó moviendo la cabeza en dirección al centro del cráter. "Vamos a
cubrirte."
Ella continuó disparando hasta se le agotó la munición del cinturón de la
ametralladora. Will apuntó y apretó el gatillo. Un cohete acuchilló el aire atravesándolo,
dejando una estela de humo blanco, conectándose con la cabina de un Banshee
aproximándose. El alienígeno aviador se desintegró en una bola de fuego. Fred volteó
y vio como un árbol se hundía profundamente en la tierra. Un cable de acero había
sido preparado a un lado y en dirección hacia las profundidades.
Fred tomó el cable y saltó hacia la oscuridad. Sintió una aguda vibración a través del
cable, una vez, luego dos veces y era cuando el resto de los Spartans le seguían.
Después de trescientos metros de caída libre, él vislumbró la tenue iluminación en la
parte inferior del pozo, era un débil resplandor amarillo enfermizo de luz química,
proveniente de unas lámparas en forma de bastones. Fred aumentó la presión de
agarre sobre el cable y descendió más lentamente. A tan solo un metro del suelo, se
soltó y aterrizó agachado, flexionando sus rodillas. Se apartó fuera del camino. Los
otros Spartans cayeron junto a Fred.
"Por aquí,"
Dijo Will y avanzó, pasando por lo que quedaba de un par de puertas de un elevador,
que habían sido forzadas.
Fred notó que Will cojeaba severamente y se acordó de que los Spartans que habían
sido enviados aquí, resultaron heridos. Era irónico de la forma en cómo él los envió a
las fueras, hacia la densa batalla, para que terminaran en medio de otra situación
grave. Por otra parte, no estaban muertos… era más de lo que podría esperar del
Equipo Beta. Entraron en un corredor con paredes teñidos de acero inoxidable, que
reflejaban la escasa luz química de las lámparas. Sobre de ellos hubo una tremenda
explosión. Rocas y lluvia de tierra cayó dentro del pozo dejando el polvo florecer a
través del corredor.
“Minas antitanque Lotus," Will explicó.
"Un pequeño regalo para frenar a nuestros huéspedes no invitados aquí abajo."
Otros dos de los Spartans, Isaac y Vinh, ambos se sentaron a lo largo del corredor,
detrás de unas barricadas hechas de roca. Asintieron ligeramente con la cabeza hacia
Fred y mantuvieron sus ojos y armas sobre el otro extremo del corredor.
"¿Dónde está el resto del equipo? ¿Y los marines de la Compañía Charlie?” Preguntó
Fred.
"No lo lograron", respondió Will, su voz fue baja.
"Estábamos aquí separados del camino. " Sacudió la cabeza.
"No tenemos contacto desde entonces”.
Fred estuvo un momento en silencio. Enlistó aquellos tres como MIA (Muertos en
Acción) en el inventario de su equipo, así como los otros Spartans del equipo de Will.
En la lista de los Spartans Fred pudo darse cuenta de había crecido extremadamente
en corto tiempo. Fred sintió una punción en su estómago.
"¿Y qué hay del equipo Beta?"
"Negativo. No hay contacto, señor."
Fred apretó sus dientes y marcó al equipo Beta como MIA también.
"¿Y el Equipo Gamma Sr.?" preguntó Will.
"Ellos están ahí afuera", respondió Fred.
"Los escuché por la COM, pero no podía hacer mucho. Les advertí a la distancia de
esta posición."
"Bien," Will susurró.
El pasillo estaba muerto y terminaba en la puerta de una bóveda.
"El retinal y los escáneres táctiles están rotos", Will explicó.
"No hay acceso de voz, hemos intentado, pero no hay respuesta. Esta puerta debe de
tener un metro de grosor, así que sin las herramientas para cortar o sin los cien kilos
de explosivos, estamos atrapados en este lado." Terminó Will
“¿Has hablado con la gente del otro lado? " Kelly preguntó.
"El canal está abierto," expuso Will.
"Pero no ha habido respuesta alguna. Todo el mundo del otro lado, posiblemente se
largó."
"O tal vez no están diciendo nada porque están esperando algo que escuchar", dijo
Kelly.
Ella silbó seis notas de una melodía.
Will asintió. "No había pensado en eso".
La melodía había sido el código secreto de los Spartans de cuando eran jóvenes y
eran entrenados en Reach. Era su señal de: todo- despejado - es seguro- para poder-
salir. No de todos, pero para algunos Spartans y muy pocos y selectos forasteros la
conocían… esos forasteros quienes podrían estar todavía aquí.
Kelly preparó el micrófono y silbó la melodía. Lanzó la llave y esperó.
Dos minutos transcurrieron en el reloj de misión de Fred. Demasiado tiempo para estar
aquí sentado, sin hacer nada, mientras que el Covenant estaba encima de sus
cabezas, sin duda, tratando de encontrar la forma de sacarlos y hacerlos pedazos.
"Era una buena idea", Fred le dijo a Kelly.
"Vamos a reconstruir el elevador. Tal vez no está completamente colapsado.
Will tu……."
Un mecanismo se escuchó y luego la puerta zumbó. Hubo un silbido cuando los
engranajes se separaban y al metro de espesor, la puerta se abrió en perfecto
equilibrio, con su bisagra en silencio. La luz brillante inundó el pasillo.
La figura de una silueta de pie en el umbral. Cuando el HUD de Fred se compensó y
mejoró la imagen, él vio que era forma humana, la figura de una silueta, femenina.
Vestía una falda gris y una bata blanca con una blackberry de datos en el bolsillo.
Fred captó el brillo de sus anteojos, negros, bordado de tenues líneas bifocales. Su
cabello era gris y estaba enrollado en un moño. Pero era su rostro que captó y
mantuvo enfocado, él reconoció la suave piel arrugada sólo en las esquinas de su
boca y en sus ojos azul - gris. Ella era el intelecto detrás del programa de SPARTAN-II
y la quien había inventado su armadura MJOLNIR.
Ella era la Dra. Catherine Halsey.
CAPÍTULO 13
0810 horas, 30 de Agosto del 2552 (Calendario Militar)
\ Sistema Epsilon Eridani, Instalación Subterránea de la ONI,
planeta Reach.
La Dra. Halsey estudió a los cinco Spartans en el corredor y empujó sus viejos
anteojos hacia el puente de su nariz. A pesar de todo lo que significaba su presencia
aquí; Reach invadido, comprometida en su misión de encontrar a los líderes Covenant,
todo por lo que ella había trabajado estaba ahora en peligro; pero ella estaba
complacida en verlos. Se endureció a si misma, pensó; un arranque emocional no
sería entendido, o apreciado, por sus Spartans.
“Entren”, dijo enérgicamente. “Y dense prisa, por los sonidos de las cosas en el piso
de arriba, no nos queda mucho tiempo.”
Los Spartans se quedaron ahí un momento; indudablemente, comunicándose los unos
a los otros con una mezcla de silencio sobre los canales COM y un minuto de lenguaje
corporal. Ella se percató de un pulgar arriba y un silencioso asentimiento con la
cabeza. Entonces ellos se movieron juntos, recogieron su equipo y pasaron a través
del umbral de la bóveda.La Dra. Halsey los saludó conforme pasaban al lado de ella.
“Es bueno verte, Fred”
“Señora” respondió Fred. “Es bueno verla también.”
Ella notó que los movimientos de Kelly estaban fuera de lugar, un poco torpes. Ella
estaba herida, como todos los demás, ahora ella la vio de cerca.
“Kelly.”
“Dra. Halsey.” Ella la alcanzó y le saludó con un ligero apretón de manos.
“Isaac”
“Doctora”
“Vinh”
Ella asintió.
“William”
Will gruñó. Nunca le había gustado su nombre formal.Ella sabía que esto les
molestaba a todos ellos; ella siempre fue capaz de decirles quiénes eran a pesar de la
armadura MJORNIR. Ella había crecido con ellos, conocía cada gesto y de su forma
individual de caminar. Ella nunca pudo llamarles por sus designaciones numéricas:
SPARTAN-104, -087, -039, -029 y -043, respectivamente. La Dra. Halsey presionó un
panel de control. La puerta de la bóveda se cerró silenciosamente y tranquilamente,
parecía desvanecida y con un click metálico, se bloqueó.
“Tenemos acceso a los niveles Aqua, Scarlet (escarlata) y los niveles de Lavender
(lavanda),” les dijo. “Síganme al ala médica.”
Ella siguió por un corredor de concreto con un techo arqueado y alto, luces
empotradas en los muros y cámaras de seguridad.
“Sé que el Covenant entró al sistema Epsylon Eridani hace aproximadamente 0500
horas. El personal de la Sección Tres de la ONI evacuó esta instalación a las 0530
horas. ¿Asumo que no están aquí para hacerme saber que es seguro salir?”
“Si, Señora,” Respondió Fred. “Digo, no Señora, no es seguro. La flota enfrentó al
Covenant, pero el enemigo se las ingenió para desplegar tropas terrestres en Reach.
Fuimos enviados a la superficie para proteger los generadores de los cañones
orbitales.” Se detuvo, tomó un respiro profundo y continuó.
“La misión fracasó, las fuerzas Covenant diezmaron nuestra posición.” Volteó hacia
Kelly y los otros Spartans.
“Nos retiramos hacia aquí… pensamos que podríamos estar seguros.”
Ellos continuaron por el corredor en forma de pendiente; puertas de titanio se abrieron
para ellos y se cerraron conforme pasaban.
“Ya veo,” Respondió la Dra. Halsey. “¿Y el Capitán Keyes? ¿Y John?”
“Desconocido”, le dijo Fred. “El Jefe Maestro y parte de nuestro equipo intentaron
recuperar una base de datos NAV no asegurada de una estación orbital antes de que
el Covenant llegara a ella. Suponiendo que hayan tenido éxito y dado el historial de
lucha del Capitán Keyes contra el Covenant…" La voz de Fred se apagó.
“Estoy segura de que completaron la misión y escaparon,” dijo la Dra. Halsey
terminando la frase por él. “John nunca ha perdido.”
“No, Señora,” Respondió Fred.
Caminaron en silencio por un momento, pasando por una exposición de banderas
insurgentes capturadas que habían sido montadas bajo cristales, a lo largo de la
curvada pared de concreto. La mayoría iban adornadas con llamativas insignias con
crestas familiares, dragones ensangrentados, e incineradas espadas cruzadas. Ellos
continuaron dejando atrás los restos de una rebelión de la cual la UNSC ya no tendría
que preocuparse.
“¿Dra. Halsey?” preguntó Fred, “¿Permiso para hablar libremente?”
“Concedido,” dijo ella. “Yo no me quedo en procesión, particularmente, dadas las
circunstancias. Dime lo que piensas.”
“Señora, hay algo que no es normal en esta invasión del Covenant,” dijo Fred. “Ellos
ya ganaron, pero no están cristalizando el planeta. Al menos no completamente; hasta
donde he podido determinar, sólo los polos y una porción de las latitudes inferiores.”
"Y ellos tenían equipos de excavación posicionados sobre estas instalaciones", agregó
Kelly.
“Curioso,” dijo la Dra. Halsey. “Ellos nunca habían tenido interés en algún humano o
en su tecnología”; Ella se detuvo en un gran iris metálico, lo suficientemente grande
como para conducir un Warthog a través de él y puso su mano en un escáner táctil. “El
ala médica,” ella explicó. Ella habló cercanamente hacia el micrófono:
"No voy a hacer ningún daño."
La puerta se abrió para ellos.
Luces de alta intensidad oscilaban en la sala grande más lejana. Había una docena de
tablas de diagnóstico médico y una fila de pantallas a lo largo de la pared del fondo. El
piso era de color blanco brillante, pulido y estéril. Las paredes brillaban con una
luminiscencia de color rosa pálido.
Siete puertas llevaban a oficinas adyacentes y bahías quirúrgicas con ventanas hacían
ver esta sala central.
“Kalmiya,” dijo ella. “¿Estado?”
“Sí, Doctora.” Respondió la desincorporada voz de su IA personal, su remplazo de
Cortana.
“He preparado los archivos médicos personales de los Spartans y he enviado
vehículos a recolectar existencias de sangre, plasma y otros suministros médicos en
almacenamiento frío, así como herramientas para ayudar a removerles su armadura
MJOLNIR.”
Las puertas del pequeño ascensor de servicio en el extremo de la instalación se
abrieron y un vehículo robótico salió, sus brazos telescópicos sostenían bolsas llenas
de líquido. Filas de herramientas estaban perfectamente alineadas en la bandeja
superior del vehículo.
“Muy bien,” dijo la Dra. Halsey. “Continúa rastreando actividad sísmica ahí arriba. Haz
una interfaz con los biomonitores de los Spartans y enlaza la salida hacia las pantallas
en la bahía tres.”
Ella se acercó a una mesa y a un banco de pantallas holográficas zumbando con vida,
flotando serenamente. Gráficos y figuras se desplazaron a través de ellos.
"Dame un reflector aquí, prepara un campo de esterilización y baja la iluminación
ambiental al cuarenta por ciento. Y un poco de Mahler, por favor. Sinfonía número
dos"
(Gustav Mahler 1860-1911 fue un compositor y director de orquesta bohemio-austriaco. La sinfonía Titulada: Resurrección *.*).
Fuente: Wikipedia
“Sí, Doctora.”
La música salía de los altavoces.
La Dra. Halsey examinaba los gráficos, tecleó íconos de pequeñas figuras humanas y
activó imágenes de las Resonancias Magnéticas de las estructuras internas de los
Spartans; huesos holográficos, órganos y músculos aparecieron y rotaban lentamente.
Ella se estremeció ante la magnitud de sus heridas.
“Fred, tienes un tendón de Aquiles torcido y tres costillas rotas. Ambos riñones tienen
contusiones moderadas.”
Echó un vistazo al resto de los datos del equipo y después de reflexionar un momento
le dijo: "Estás bien”.
“William, tienes una tibia agrietada y algo de sangrado interno. Pon algo de Bioespuma
dentro de la herida y evita los movimientos intensos por el próximo día.”
Giró para ver a Fred y a Will. “Ustedes dos están en mejor forma, vayan al nivel Aqua,
Sección Lambda y recuperen un par de cosas.”
“Sí Señora,” dijo Fred.
La Dra. Halsey era sólo una civil, pero los Spartans siempre habían aceptado su
autoridad. Tal vez era porque ella había actuado como un igual entre los Almirantes de
Flota y los Generales, quienes estaban constantemente tratando de echar abajo su
trabajo. O tal vez era más que eso. Ella se preguntaba si los Spartans la veían como
una especie de figura materna. Por mucho que esta idea le divertía, dudaba que nadie
fuera de su equipo, la vieran como de la familia. Ni siquiera ella.
William recuperó una lata de Bioespuma del vehículo robótico; e insertó la espuma en
la punta del pequeño puerto de inyección de su armadura; la empujó a través de la
piel, entre la cuarta y quinta costilla. Se llenó la cavidad abdominal llenando ese
espacio con coagulante/antibacterial/ y tejido de polímero regenerativo.
“¿Frío?” preguntó ella.
“Nada, nada que valga la pena, Señora”
Ella asintió, no haciendo mucho por la valentía de William.
Ella siempre había mantenido admiración por sus Spartans como por ella misma. Lo
último que quería hacer es que se sintieran diferentes. Tener el mismo tratamiento
“especial” que todos los demás. La Dra. Halsey recogió un portapapeles, tocó algunos
objetos en su pantalla y se lo dio a Fred.
“Nuevas armas para las pruebas de campo llegaron la semana pasada,” le dijo, “así
como partes para el sistema de armadura MJOLNIR Mark V, las cambiaremos por sus
componentes dañados. Kalmiya, enséñales el camino por favor y dales acceso a las
áreas restringidas.”
“Sí, Doctora.” Dijo Kalmiya. Las puertas de la bahía médica se abrieron. “Por aquí.”
Fred estudió los objetos en el portapapeles.
“Muy, muy bien,” dijo con su voz llena de satisfacción. Él asintió, tomando un largo
vistazo a sus compañeros de equipo y luego él y Will partieron.
La Dra. Halsey regresó a sus lecturas médicas.
“Vinh, tienes desgarrado el músculo deltoides (es un músculo del hombro), tres dedos
rotos y una hernia de disco. Isaac, contusiones internas y ambos hombros han sido
dislocados y se reinsertaron incorrectamente, lo cual produce pellizcos en los vasos
sanguíneos. Te tendré arreglado en un momento, pero primero quiero que vayas y
vigiles la ruta que tomamos para llegar aquí y sugiero más defensas perimetrales.”
“Sí, Señora,” le respondieron Issac y Vinh, le dieron una mirada a Kelly y se fueron.
La Dra. Halsey se concentró en el escaneo interno de Kelly. Sus heridas eran, por
mucho, las peores. Ella lo había notado desde la presión sanguínea extremadamente
baja y la alta temperatura corporal, incluso desde antes de echarle un vistazo a la
Resonancia Magnética. Había sangrado moderado en su hígado; una condición algo
fatal si no se trataba y un pulmón derecho estaba totalmente colapsado. Y que la
mujer estuviera todavía en pie, por no hablar de la lucha, era equivalente a un acto de
Dios.
Por supuesto era de lo se trataba el programa SPARTAN-II, ¿No?, jugar a ser Dios por
el bien mayor.
“¿Doctora Halsey?” Kelly preguntó, “¿Dónde están los otros?”
“Como dije, ellos evacuaron,” respondió. “En la mesa, por favor. Voy a hacer algunas
reparaciones menores.”
Kelly obedeció. “¿Entonces por qué usted sigue aquí, Señora?”
La Dra. tomó una llave magnética en forma de curva, de mango largo, construida
específicamente para adaptarse a éste y solo a éste, panel de acceso. Ella la insertó y
abrió una sección maltratada de la armadura MJOLNIR de Kelly del tamaño de un
puño. Sangre y gel hidrostático burbujearon de las heridas de Kelly.
“Me ofrecí para ser la opción a prueba de fallos,” le dijo a Kelly. “En los niveles
inferiores de estas cavernas hay suficientes explosivos de alto poder para elevar la
instalación; en caso de que alguna vez fuéramos invadidos por el enemigo. Estoy aquí
para asegurarme de que no tengan acceso a nuestra tecnología.”
La Dra. Halsey inyectó un anestésico local e insertó un catéter flexible con punta de
láser, controlando cuidadosamente su progreso con la resonancia magnética. Ella
pulsó el láser, fusionando las laceraciones en su hígado. La Dra. Halsey entonces le
infló el pulmón. Kelly perdería la mitad de ese órgano, independientemente de su
tratamiento. El tejido estaba tomando una coloración azul y en un necrótico moteado
marrón.
“Kalmiya, prepara la instalación para la *clonación flash y toma la secuencia de ADN
de Kelly de los archivos. Me gustaría tener un hígado nuevo y un pulmón derecho
listos para ella."
(*La clonación flash es un proceso médico utilizado por la UNSC por el cual se clonan partes del cuerpo humano. Esto implica
generalmente una muestra de ADN de un sujeto que se utiliza para producir un clon de un órgano o parte del cuerpo, que
puede ser transplantado al sujeto con el ADN de procedencia. De esta manera, los trasplantes de órganos son más rápidos y
más fáciles y la tasa de éxito es mucho mayor. Normalmente, el órgano está programado para crecer a un ritmo acelerado,
para luego, cesar un desarrollo rápido cuando se trasplante al sujeto. Por lo tanto, el órgano crece rápidamente y funciona
apropiadamente y de manera eficiente. Dado que el órgano contiene el mismo ADN del sujeto, no hay ninguna amenaza de
rechazo por el cuerpo). Fuente:HaloWikia
"Estás bien por ahora.” Le dijo la Dra. Halsey mintiendo. “Sólo quiero tener repuestos
listos para ti, en caso de que nos quedemos aquí abajo por un largo tiempo.”
“Entiendo,” dijo Kelly con voz ronca.
La Dra. Halsey se preguntó si lo hacía; si Kelly entendía que recibir disparos,
quemaduras y el tener sus órganos internos traumatizados no es algo que se supone
que pase todos los días… a menos que fuera un Spartan. Ella deseó que la guerra
acabara. Deseó que sus Spartans tuvieran un poco de paz.
“Doctora.” Susurró Kalmiya a través de un diminuto altavoz privado montado en los
anteojos de la Dra. Halsey.
“Hay una anomalía en los registros de ADN del SPARTAN-087. Quizás quiera revisar
esto en privado.”
La Dra. Halsey selló las heridas de Kelly con la Bioespuma, removió el catéter y
cauterizó la incisión.
“Descansa,” ella dijo.
“No, Señora. Estoy lista para…” Kelly trató de sentarse.
“Abajo.” La Dra. Halsey puso la mano en su hombro. No tenía ilusiones de poder
detener a Kelly con el gesto; pero reforzó sus palabras y su voluntad. “Órdenes del
Doctor.” Kelly suspiró y se recostó.
“Estaré en mi oficina justo ahí” ella señaló la habitación contigua “si necesitas algo.”
La Dra. Halsey dejó a Kelly y se fue a su oficina. Dos paredes estaban cubiertas con
pantallas gigantes; tazas desechables con café derramado en el suelo; un proyector
holográfico inundado con datos, líneas, gráficos rotando y la correspondencia sin
contestar desbordaron su escritorio. Ella bajó las persianas que separaban su oficina
de la bahía médica, pero sólo hasta la mitad, para mantener observada a Kelly.
“Dámelos, Kalmiya.” El historial médico de Kelly se desplazó a través de la pantalla.
“Aquí,” dijo Kalmiya, y resaltó una solicitud de datos encubierta al final del archivo.
“Tiene fecha de hace tres meses. Eso es el código de ruta de Araqiel.”
La Dra. Halsey recogió la esfera de nieve de su escritorio, lo sacudió una vez y lo dejó,
viendo los remolinos de partículas.
“¿Araqiel?, ese es el perro guardián de Ackerson, ¿no es cierto?
“Afirmativo, Doctora.”
“¿Puedes rastrear la solicitud?”
“Hecho y finalizado el contacto el nodo FF-8897-Z, acceso restringido hacia el nivel de
Rayos-X.”
“¿Restringido?” La Dra. Halsey dio una pequeña y suave risa
“¿Eso significa algo ahora? No hay nadie aquí para detenernos, está ahí, ¿Kalmiya?”
“Entrar a esos archivos, sin la autorización apropiada, es delito de traición, Doctora.”
“Ellos pueden venir y arrestarme entonces. Haz lo que te he dicho, Kalmiya,” dijo la
Dra. Halsey
“Anula tu centro de subrutina ética cuatro-alfa. Código de anulación:
„Whateverittakes‟.”
La Dra. Halsey encontró una taza de café medio llena en el suelo y cautelosamente la
recogió. Ella olió el contenido y satisfecha de que no estuviera rancio, ella la agitó una
vez y luego tiró algo del frío contenido.
“Sí, Doctora. Trabajando. Hecho.”
Kalmiya era la “hermana mayor” de Cortana. La Dra. Halsey había diseñado y probado
las rutinas del software de intrusión en ella. Una vez que el proceso había sido
depurado y racionalizado, ella incorporó las rutinas en Cortana. Las autoridades en la
Sección Tres de la ONI habían sido muy específicas en sus instrucciones de destruir
cualquier prototipo de esas rutinas; una orden que la Dra. Halsey no tardó en
desobedecer.
“Hay una cantidad inusualmente voluminosa de software anti-intrusión, Doctora.”
“Muéstrame,” dijo la Dra. Halsey.
La pantalla holográfica parpadeó y se solidificó en bloques de cristal de colores que
representaban las barreras de código. La Dra. Halsey trazó una grieta con su dedo
índice a lo largo de un fragmento de rubí de noventa grados hecho por un corte en
forma de escalones.
“Este grupo de datos aquí. Rechaza eso y rellénalo con un pulso neutralizándolo.”
“Sí, Doctora.”
El cristal holográfico se rompió en miles de brillantes fragmentos que se arremolinaban
hacia arriba como una hélice.
“Estoy dentro, y…“
Los fragmentos parpadearon y se fundieron. Facetas y duros planos brillantes se
encajaron en unos cuernos rizados, una mandíbula alargada y ojos de gran tamaño
que parpadeaban con fuego holográfico. Volteó y le sonrió a la Dra. Halsey
descubriendo sus dientes afilados como navajas.
“Consultor civil 409871,” dijo en un bajo y profundo ladrido. “Doctora. Catherine
Halsey.”
“Araqiel,” la Dra. murmuró.
“¿Tu amo te dejó atrás cuando él fue reasignado? ¿No tienes nada mejor que hacer
que robar los datos de mi programa SPARTAN?”
La Dra. Se inclinó hacia una pantalla lateral y sin mirar, tecleó en la línea de
comandos, accesando al directorio raíz de la base.
“Usted está violando el código de seguridad militar 447-R27 de la UNSC,” afirmó
Araqiel con un gruñido.
“Esto ha sido grabado y las autoridades correspondientes han sido notificadas. Usted
deberá cesar y desistir de toda actividad.”
“Yo soy la única autoridad que queda aquí, Araqiel. Para ser una IA inteligente eres
extremadamente torpe.”
Ella miró a la pantalla frente a ella. “Kalmiya, te necesito.” Ella tecleó en las barreras
de seguridad de nivel siete, que aparecieron por encima de la línea de comandos.
“Aquí.”
“Sí, Doctora.”
“Oh, “torpe”, ciertamente Doctora.,” ladró Araqiel.
“Mientras le permito „accesar‟ a los archivos médicos, he tomado el control del sistema
de regeneración de aire para su ala médica. Puedo presurizar su oficina y causarle
edema pulmonar. Puedo liberar gas *Narcozine y paralizarla”
(*Narcozine es un dispositivo químico utilizado como arma por la UNSC. Al ser inhalado, el gas rápidamente provoca parálisis y
la exposición prolongada causa edema pulmonar (inflamación de líquido en los pulmones), que rápidamente pueden
convertirse en mortales debido a la asfixia y al ahogo. ) Fuente: HaloWikia
Sus ojos se estrecharon en un vistazo. “¿Qué estás haciendo ahí?”
“Estamos dentro.” Dijo Kalmiya.
La Dra. Halsey tecleó una serie de comandos.
El holograma de Araqiel se inclinó sobre el hombro de ella.
“No reconozco esas enmarañadas rutas de directorio… o aquellas” Él olfateó
burlonamente; “Arcaicos comandos de línea.”
“Estos comandos fueron inventados, refinados y luego descartados y olvidados incluso
mucho antes de que la primera IA muda funcional estuviera en línea,” le dijo la Dra.
Halsey. “Los aprendí cuando tenía quince, en mi segunda tesis doctoral.”
“Una metodología de entrada anticuada para un ser humano obsoleto.”
“¿Anticuada?¿Obsoleta?¿De verdad?” Ella sonrió y dijo. “Vamos a probar tu hipótesis.
He supervisado la creación de la plantilla de cada IA de tercera generación en este
planeta. Sé todo lo que hay que saber sobre ti, incluso su limitada indiferencia por la
vida humana.” Ella pausó y golpeó su barbilla. “Quizás es por eso que tú y Ackerson
se llevaban tan bien.”
“El Coronel Ackerson, es un gran hombre. Él…”
“Para responder a tu pregunta original,” dijo ella, ignorándolo, “Éste es el nexo de tu
ser.” Ella golpeó la pantalla. “Tu directorio de códigos, el centro a través del cual todos
los impulsos fluyen en tu mente. Y esto…” Ella rápidamente tecleó otro comando. “Es
el código que activa tu modo personal a prueba de fallos. Genera un rayo pulsante de
alta frecuencia de luz UV (ultravioleta) en tu matriz de pensamiento cíclico *Riemann,
limpiando tus funciones de la elevada ideología. Esto efectivamente te borrará.”
(*La matriz de pensamiento cíclico Riemann es un componente central en la programación de las IAs de la UNSC. Contiene un
directorio de código, donde todos los impulsos de la mente de la IA existen. Es efectivamente el cerebro de la IA. La matriz no
es un objeto físico en sí mismo, sino que es un programa, lo que permite a la IA permanecer en un chip de cristal de datos para
la movilidad y transportación).Fuente: HaloWikia
“¡No!” dijo Araqiel y retrocedió. Flamas rugieron sobre su cristalino cráneo. “No…”
La Dra. Halsey presionó la tecla ENTER.
Araqiel se desvaneció.
La Dra. Halsey suspiró y cerró la pantalla. “Que desperdicio de cristal de memoria.”
Ella se preguntó si la IA estaba fanfarroneando. Tal vez no; la Sección Tres de la ONI
le dio amplios poderes discrecionales a sus IA‟s para lidiar con las brechas de
seguridad. Sin embargo… ella no estaba contenta de saber hasta qué punto hubiera
llegado Araqiel.
“Kalmiya, por favor recupera el archivo de datos y muéstrame el contenido del
directorio del Coronel Ackerson.”
“Trabajando, Doctora. Hay una encriptación menor por descubrir. Sólo tomará un
momento.”
Ella pausó, y entonces preguntó. “El modo UV a prueba de fallos que estaba en la
matriz Riemann de Araqiel… ¿Está plantado en todas las IA‟s inteligentes? ¿En mí?
“No está implantado en todas las IA‟s,” dijo la Dra. Halsey, controlando su voz
cuidadosamente.
Kalmiya indudablemente hubiera analizado el nivel de estrés en sus patrones vocales,
así que le la doctora le dijo la verdad. Siempre fue un juego de ajedrez, con los
movimientos y contraataques de las IA‟s inteligentes. Era un reto constante por ganar
y mantener su respeto. Es por eso que ella prefería su compañía a la de los humanos;
eran tan deliciosamente complejos.
Así es, ella le dijo la verdad… sólo que no toda la *verdad.
(*Algunas IAs personales tienen “modo” a prueba de fallos. La Dra. Halsey declaró que no toda IA tiene tal prueba de fallos,
más bien, sólo los más "importantes". En el caso de algún peligro para los humanos causada por la IA, la falta de seguridad
puede ser activada. Funciona mediante la generación de un haz de impulsos de alta frecuencia de luz ultravioleta en la matriz
Riemann, destruyendo las funciones superiores del pensamiento de la IA. Esto efectivamente borra a la IA.)
“Aquí están, Doctora.”
Archivos holográficos e íconos de carpetas llenaron el espacio sobre su escritorio.
“Filtra por nombres propios,” dijo la Dra. Halsey. “No perdamos tiempo con los
pequeños chantajes de Ackerson. También remueve todos los archivos con fechas
anteriores, cuando los SPARTANS-II fueron puestos en línea y cualquiera que no haya
accesado más de una docena de veces. Quiero ver las oscuras operaciones que
encabezaban su lista.”
Las carpetas y archivos se fueron en un parpadeo y sólo dos carpetas permanecieron
flotando sobre el escritorio de la Dra. Halsey: S-III y EL REY BAJO LA MONTAÑA. Ella
tecleó la primera y se abrió, revelando cientos de archivos separados. La Dra. Halsey
los examinó; había en cada uno registros médicos de sus Spartans: registros
completos de sus orígenes pre-indoctrinados, sus vacunas de la niñez, sus padres,
sus lesiones y tratamientos durante su entrenamiento; incluso los procedimientos
experimentales para aumentar su fuerza, agilidad y resistencia mental.
"¿Qué demonios estaba haciendo?" ella murmuró.
Ella sentía como su pulso se aceleraba conforme recorría los registros. Había perfiles
de ADN de cada Spartan y había archivos extensivos sobre la antigua técnica de
clonación flash que la ONI utilizó para reemplazar a los originales. Ackerson lucía
especialmente interesado en este aspecto del programa. Él había seguido los registros
médicos de los reemplazos conforme fueron creciendo, sucumbiendo ante las
enfermedades congénitas, e inevitablemente muriendo. Incluso había recuperado los
cuerpos y las autopsias hechas. El estómago de la Dra. Halsey se amargó. Era su
culpa, en parte, que esos niños de reemplazo murieran tan jóvenes. Ellos nunca
perfeccionaron la clonación flash para ser un humano completo. Lo habían hecho de
todas formas hace treinta años porque el gobierno de la Tierra estaba apunto de
desmoronarse… colapsando en cientos de guerras civiles.
Ellos necesitaban desesperadamente el programa SPARTAN.
Y por supuesto, lo hicieron simplemente porque podían. Sin importar la legitimidad de
sus motivos, ella sabía que había matado a esos niños tan indudablemente como si
los hubiera asesinado disparándoles. Había un último archivo en la carpeta S-III. Tan
pronto como la Dra. Halsey lo seleccionó, Kalmiya dijo.
“Eso es sólo un fragmento. Había sido eliminado, pero me las arreglé para
reconstruirlo de los rastros de ionización del cristal de memoria.”
La Dra. Halsey examinó su contenido. Sólo decía CPOMZ seguido de una cadena de
512 caracteres alfanuméricos.
“Esta larga porción es una referencia a una coordenada estelar,” ella susurró.
“Sí, Doctora. Pero no es a ningún lugar del espacio controlado por la UNSC.”
“¿Qué demonios pretendía hacer Ackerson? Nada bueno en lo absoluto,” ella
murmuró y corrió su dedo hacia la primera palabra del archivo: CPOMZ.
“Me tendré que encargar de esto después,” dijo.
Ella descargó los archivos a un panel de datos cercano.
“Veamos qué más pretendía hacer el buen Coronel.” Ella abrió la carpeta marcada EL
REY BAJO LA MONTAÑA. Sólo había tres archivos.
El primero eran los planos originales de la construcción de esta base; que apareció en
su escritorio. La Dra. Halsey notó que esta representación holográfica era mucho más
grande de lo que le habían hecho creer. Mientras que su autorización de seguridad era
nivel más alto posible para un civil, aparentemente sólo había visto una tercera parte
de la instalación en la que había estado trabajando durante la última década.
La Dra. Halsey seleccionó el segundo archivo. Era la transcripción del reporte del
interrogatorio en el Campo Hathcock, 12 de Agosto del 2552. Ésa era la comisión de
John de destruir la ciudad en Cote d‟ Azur y el artefacto alienígena que el Covenant
trató de obtener de allí. Curioso.El tercer archivo era el análisis de los símbolos que
John capturó del artefacto alienígena. Según las notas de Ackerson, también, era una
parte de un mapa estelar. La Dra. Halsey regresó a las coordenadas estelares en
referencia a los archivos de los Spartans.
Nada bueno. Esta locación no tenía nada que ver con esa referencia.
La referencia estelar en el artefacto alienígena era… ella hizo los cálculos en su
mente;
“Estaré maldita,” murmuró.
Ella abrió de nuevo las coordenadas estelares y registros de NAV para confirmar y
revisó sus cálculos por última vez.
No había duda: era el sistema Epsilon Eridani. Aquí.
Esto era más que una curiosidad, ahora. Ackerson había estado sentado en un
tremendo secreto; y muy peligroso secreto. “Es Sólo su estilo de jugar con fuego y
quemarnos a todos.” Archivos adicionales detallaban la adquisición de equipo de
excavación, un nuevo juego de planos e investigaciones geológicas. Los nuevos
mapas parecían una red de venas y arterias.
“¿Qué estoy viendo, Kalmiya?”
“De acuerdo con las coordenadas de estos mapas secundarios, Doctora, esta
instalación fue construida sobre una antigua mina de titanio… y antes de ello, este sitio
fue explorado como un volcán extinto. Estos son designados como conductos de lava.”
“Me pregunto si utilizaron los pasajes naturales para ayudar a construir las minas, ¿Y
después esta instalación?” La Dra. Halsey se quitó los anteojos y los limpió conforme
pensaba esto.
“No… si fuera así de simple como eso. ¿Por qué Ackerson estaría interesado? ¿Y por
qué entonces clasificaría estos datos como nivel Rayos X? ¿Cómo esto se conecta
con el artefacto alienígena en Cote d‟ Azur?”
“No puedo quedarme,” respondió Kalmiya, “pero quizás haya una puerta trasera que
puede usar para escapar.”
“Sí, sí.” La Dra. Halsey descargó todos los archivos secretos de Ackerson a su panel
de datos.
“Consideraré eso después. Ahora debemos concentrarnos…”
“Detectando un incremento en la actividad sísmica, Doctora.”
La Dra. Halsey se congeló. Ella lo sintió, más que haberlo visto; una serie de débiles,
golpes rítmicos, como un trueno a la distancia. Polvo cayó desde los azulejos del techo
y dispersó la luz del sistema holográfico en un deslumbrante destello.
“Ya vienen, susurró” la Dra. Halsey.
Ella abrió un canal COM hacia los Spartans.
“Vuelvan al laboratorio tan pronto como les sea posible. ¡Podría tener una ruta de
escape!”
Ella tropezó conforme una poderosa explosión sacudió la cámara. Hubo un sonido
metálico y la principal viga de apoyo se desplomó y se estrelló sobre su escritorio.
Las luces murieron.
Capítulo 14
0901 horas, 30 de Agosto del 2552 (Calendario Militar)
/ Sistema Epsilon Eridani, Instalación Subterránea ONI,
Planeta Reach.
Las puertas de seguridad del almacenamiento se abrieron en silencio y las elevadas luces
fluorescentes brillaron. Fred vio movimiento; pero solo era su propio reflejo en el acabado
pulido del espejo de las paredes de acero inoxidable de la cámara. Will entró y miró hacia
arriba, después miró de regreso abajo del corredor.
El cuarto era una bóveda de tres por cinco metros con muros, piso y techo de acero. Sus pasos
fueron amortiguados cuando entraban, así que el piso tenía que ser por lo menos un cuarto de
metro de espesor. A lo largo de las paredes de izquierda a derecha estaban asegurados de
casilleros desde el piso hasta el techo y dos cajas de metal reposando a lo largo de la pared
lejana. Cada superficie era impecable y cada costura había sido elaborada con precisión para
prevenir explosivos o ácidos penetrantes.
"Un momento, por favor," les dijo Kalmiya.
“Estoy intentando acceder a las cerraduras. Por favor esperen".
Will estaba de pie en la entrada y observó sus espaldas. No le hacía sentir a Fred más a gusto.
La base abandonada de la ONI era en cierta forma más intimidante que afrontar la fuerza de
invasión Covenant arriba. Él había descendido estos corredores una docena de veces durante
su entrenamiento en Reach. Esta base siempre había estado llena de personas; Ahora, vacío,
esto conducía el punto a casa que de cierta manera el Covenant estaba ganando. Primero, las
Colonias Exteriores habían sido aplastadas; Ahora Reach. ¿Cuánto tiempo antes de que la
humanidad se viera forzada a retirarse todo el camino de regreso a la Tierra? Y después de
eso... ¿qué? No habría elección sino victoria o extinción.
Suficiente. Tales divagaciones no le ayudaron a lograr su objetivo inmediato. Él les dejaba las
estrategias de largo alcance a los Generales y a los Almirantes. Era hora de concentrarse en lo
que él hacía mejor.
Las paredes zumbaron por el denso metal dentro de los casilleros distantes, el sonido del
pesado metal aceitado se resbalaba sobre el metal. Con un golpe final, el sonido cesó.
Kalmiya dijo, "Casilleros abiertos y la seguridad desactivada, Spartans. Ayúdense a sí mismos".
"Asegura la puerta exterior, por favor," Fred le dijo a ella.
La puerta al corredor fácilmente se cerró y se bloqueó, mientras Will se movió al lado de Fred.
Cada Spartan abrió uno de los casilleros de la pared, permaneciendo al lado en caso de que
hubiera alguna trampa remanente, a menos que Kalmiya haya fallado en desactivar.
Fred miró con atención adentro y vio un estante de pistolas. No eran las pistolas de distribución
estándar HE; Estas tenían barriles demasiados grandes; fácilmente treinta por ciento de grande
y de largo y tenían sujetadores de auto-moldeado de plástico. El tomó una y la levantó; su
balance era de un barril pesado, era de esperarse de una pistola descargada. Fred encontró
tres cajas de clips al fondo del casillero, abrió una y sacó un clip. Cualquier disparo de esta
nueva pistola, era de alto calibre, balas del tamaño de su pulgar. Él deslizó el clip dentro del
arma y la aseguró con un satisfactorio clic.
Ahora estaba perfectamente equilibrado, mucho mejor que el arma de distribución estándar.
Aseguró el arma y empezó a ver lo que había encontrado Will.
Will examinó un rifle en una envoltura plástica. Él removió el rifle del casillero, desgarró su
enfundadura y se la llevó a su hombro. Asintiendo con satisfacción. A diferencia del MA5B, este
rifle tenía un barril y culata más larga, con un corte reducido del tamaño de la boca. Una mira
fue montada en un riel óptico a lo largo de la parte superior del rifle. Will levantó un clip y lo
introdujo dentro del receptor.
Él empujó el rifle otra vez hacia el hombro y miró a través de la mira. "Zoom Automático, lindo".
Will y Fred entonces intercambiaron e inspeccionaron las armas nuevas. A Fred le agradaba la
percepción de este rifle nuevo, pero se preguntaba cuánto poder de golpe tenía; bastante, él
esperó, para hacer la compensación cuando tuviera pocas rondas en el clip, valía la pena.
Llenaron dos sacos con las pistolas nuevas, rifles y munición, luego se movieron hacia los
casilleros en pie y abrieron las tapas. Dentro del primer casillero había maletas de cargas. Fred
sujetó tres y los enrolló sobre su cuello.
"Pienso que podemos encontrar un uso para estos".
Will se arrodilló junto al segundo casillero en pie. Dentro había cajas plásticas marcadas
MJOLNIR MARK V seguido de una larga lista de números de serie.
"Esto debe ser lo que la Doctora Halsey quiere," él dijo.
Había agitación en el piso; el cual recibió la atención completa de Fred, porque un "temblor" en
el piso de metal significaba problemas. El canal COM se abrió y la voz de la Doctora Halsey
crujió con estática:
"Regresen al laboratorio tan pronto como les sea posible. Podría tener una salida. ¡Rápido!".
El cuarto de la bóveda se encorvó y un trueno retumbó a través de las paredes.
"Detonaciones," dijo Will. "Están viniendo”.
"Asegura esas cajas," Fred ordenó.
Él corrió a las puertas cerradas.
"Abre," él le gritó a Kalmiya y esperó como la puerta lentamente se liberó aparte.
Él escaneó arriba y abajo del pasillo y entonces volvió corriendo hacia el laboratorio.
Cuando llegaron al ala médica las luces estaban muertas y Fred vio las luces del casco de
Kelly que cortaban traspasando completamente la profunda oscuridad. Tenía a la Doctora
Halsey colgada sobre su hombro. La sangre corría de las fosas nasales de la doctora.
"Su oficina colapsó," Kelly les dijo. "La viga de apoyo le golpeó por un centímetro".
La Doctora Halsey miró hacia arriba y susurró,
"Estoy bien. Realmente".
Ella se empujó fuera de Kelly, se levantó y se balanceó en lugar. Fred la levantó en brazos y la
colocó en la mesa de examen.
"Con el debido respeto, Señora, no lo está".
Otra detonación ondeó a través de la tierra; este era más fuerte que la explosión anterior.
Fisuras serpentearon através de las paredes de concreto.
Vinh e Isaac saltaron llegando a la habitación.
"Contactos enemigos en rango extremo," Vinh reportó.
"Abajo," La Dra. Halsey dijo, y ella sujetaba el pad de datos del tamaño de la mano para que
Fred viera. Tenía un mapa en la pantalla... pero no de esta base. Fred se preguntó si la
Doctora Halsey estaba delirando.
"Abajo del elevador en la Sección Sigma," ella explicó. “Lo sellaremos detrás de nosotros. No
les dejaremos seguir".
"Kelly, toma nota," Fred le ordenó.
Él agarró dos de las pistolas mágnum nuevas, las cargó y luego las lanzó hacia Kelly, junto con
tres clips adicionales.
"Supongo que las probarás". Le dijo Fred a Kelly
Kelly miró fijamente las armas nuevas y dio un pequeño silbido. Fred abrió las bolsas con los
rifles nuevos y las repartió a su equipo.
“Will, tú llevarás las partes extra y municiones".
"Entendido," Will contestó y los lanzó sobre sus hombros.
"Esas bolsas, de allá," mencionó la Dra. Halsey y agitó cuatro bolsas de lona. “Suministros
médicos. Comida y agua. Los necesitaremos, también”.
Will los sujetó también.
"Solo algunas cosas más," la Doctora Halsey susurró. "No podemos dejarlos acceder a los
registros de la ONI". Ella tecleó su pad de datos una vez y le dijo a Kalmiya, "Inicia la
Operación Guante Blanco. Irradia todo cristal de memoria de computadora. Codifica el acceso
a los archivos Beta-Foxtrot-99874". La Doctora Halsey cerró sus ojos como si ella se
concentrara y susurró, "No todas las IAs tienen opción a prueba de fallos, mi estimada
Kalmiya... simplemente las más importantes".
"Entiendo, Doctora".
Hubo una pausa y la IA habló otra vez, con voz triste.
"Voz y huella digital aceptada y verificada. Código a prueba de fallos verificado. Ha sido... un
placer trabajar con usted, Doctora Halsey”.
"El placer ha sido mío, Kalmiya". Ella permanecía recta y dijo “Acceso seguro al modo prueba
de fallos: „Ragnarok‟. Danos una cuenta regresiva de tres minutos”.
Un contador de tres minutos apareció en la esquina del visor de Fred.
La Doctora Halsey giró hacia él.
"He activado los explosivos ocultos debajo de esta base, lo cual nivelará el complejo. Tenemos
que llegar abajo, a los túneles originales de la mina de titanio”.
Fred esperó que ella le hubiera consultado antes de que les diera sólo tres minutos. No
obstante, la Dra. Halsey sabía que estaba apostando, los secretos estaban escondidos en esta
base y que daño podría pasar si el Covenant tuviera en sus manos esos secretos.
Cinco minutos podrían ser demasiado tiempo considerando cuál sería el riesgo.
"Entendido", Fred contestó.
“Isaac, tu cubrirás la retaguardia. Vinh, mantente cerca de Kelly". Llevaré a la Doctora Halsey".
Fred recogió a la doctora con gran cuidado. Ella no podía pesar más de cincuenta kilos; era
ligera como un palo.
"He perdido blancos en el radar de movimiento," Vinh susurró sobre la COM. "Estaban cerca,
también".
"Kelly, vigila por Elites con camuflaje".
"Afirmativo," respondió ella. Escaneó el cuarto, se movió hacia el gabinete y agarró una lata
marcada TALCO.
“Movámonos," Fred le ordenó. "Kalmiya, apaga las luces en la base. Solo deja señales a
cambio; quiero silencio en la radio".
Cuatro luces azules centellearon en aceptación. La tenue luz filtrada desde el vestíbulo exterior
murió. Kelly se deslizó hacia el corredor y se infiltró en las sombras. Vinh siguió, después Fred
e Isaac. Will se quedó atrás, moviéndose con cuidado, ya que tenía que permanecer en
silencio por el equipo. La Doctora Halsey tecleó en su pad de datos, un mapa se cargó en el
HUD de Fred, un camino se trazó atravesando los corredores y un marcador NAV que
apuntaba a un elevador. Ese era su objetivo.
Los Spartans parpadearon sus luces de reconocimiento, confirmando la ruta.
Se movieron sigilosamente hacia adelante, en calma y silenciosamente; aceite deslizándose
sobre aceite; hasta que Kelly se detuvo diez metros antes de la intersección de los cinco
caminos. Los Spartans se congelaron y esperaron. Ella se agachó, colocó la lata de talco en el
piso y en seguida se levantó con sus rodillas flexionadas. Ella esperó por otro latido, entonces
dio una leve sacudida de su cabeza de lado a lado; su señal significaba problemas por delante.
Vinh se movió junto al flanco de Fred y Fred colocó a la Dra. Halsey abajo y estado enfrente de
ella. Will se agachó junto a la doctora para proveer cobertura con su propio cuerpo si es
necesario.
Isaac permaneció a sus seis.
Kelly pateó la lata. Cayó al final atravesando el aire y cuando entraba en la intersección Kelly
exprimió fuera un solo disparo. El destello de luz de la boca iluminó el pasillo lo suficiente para
ver que la lata pudiera explotar y formó una nube de polvo en forma de hongo dentro de los
pasillos.
Sus radares de movimiento parpadearon y cuatro objetivos aparecieron en sus HUDs. La
imagen se aclaró, mostrando los contornos titubeantes de cuatro Elites Covenant; sus
camuflajes de control de luz brillaron y se sobrecargaron cuando el talco los cubría.
Kelly abrió fuego con ambas pistolas. El Elite más cercano cayó cuando 3 balas perforaron sus
escudos y una ronda le golpeó en el centro de su estirada cabeza. Sangre púrpura floreció a lo
largo de la pared. El resto de Elites regresaron el fuego y Kelly fue adelante, el plasma brilló al
borde de su escudo. Ella se ocultó en el pasillo lateral. En el instante en que Kelly estuvo fuera
de la línea de fuego, Fred se echaba al hombro su rifle y apretó el gatillo. Una ráfaga de tres
rondas atrapó al siguiente Elite y sus escudos brillaron y cayeron. Se retorció, sujetando la
única ronda que había penetrado su pecho.
Vinh hizo dos simples disparos pero el escudo del Elite aún se mantenía. Al unísono, Vinh y
Fred dispararon otro conjunto de ráfagas de tres rondas. El Elite cayó al piso de acero en una
posición contorsionada.
El último Elite había desaparecido. No regresó el fuego enemigo. No había ningún contacto en
el radar. Los Spartans mantuvieron la posición por un momento más, después se reagruparon.
Con señales de mano, cada miembro del equipo reportó que no había contacto.
Fred espió las pistas del polvo blanco derramado en el piso. El Elite había escapado y más
probablemente pedía refuerzos. Eso no era lo que los Elites Covenant usualmente hacían. Su
orgullo requería del luchar y morir peleando, si era necesario. Se lanzaban ellos mismos
encabezando la batalla, sin importar las probabilidades y mueran por cientos si fuera necesario.
Nunca escapaban. Nada acerca de este enfrentamiento había sido usual. Fred le echó una
mirada a Will y a la Dra. Halsey. Will le dio a él un pulgar arriba, indicando que la doctora no
había estado herida en el intercambio. Después del intercambio de fuego, ya no había
necesidad para ocultarse.
"Uno de ellos logró llegar afuera," Fred les dijo. "Necesitamos movernos también... y olvidarnos
de la tranquilidad".
Los Spartans bajaron corriendo por el corredor. Escucharon y sintieron otra explosión
directamente sobre sus cabezas. Kelly derrapó a medias enfrente de las puertas bloqueadas
del elevador. Ella agarró uno de los paneles; Fred y Vinh se aferraron al panel del otro lado y
los Spartans desprendieron cinco centímetros de la aleación de acero, no era más resistente
que la cáscara de una naranja.
Kelly sujetó los cables del elevador y se deslizó. Vinh le siguió, luego Fred cayendo en picada a
más de quinientos metros hacia la oscuridad. Los tres abrieron las puertas rompiéndolas en la
parte inferior del elevador.Will se deslizó después con la Doctora Halsey sujetándose en su
cuello. Isaac siguió.
"Debería haber un conducto de ventilación," la Doctora Halsey susurró. "Allí".
Kelly desgarró la tapa de ventilación y miró con atención abajo.
"Conduce a los viejos túneles de la mina," la Doctora Halsey les dijo, "y más. Espero".
"Vamos," Fred ordenó.
Kelly se sumergió de cabeza. Esperaron diez segundos y su luz de aprobación parpadeó.
Fred entró después, deslizándose por el ducto de ventilación. Giró y dio vuelta y finalmente
cayó en un largo túnel de granito tallado. El techo era de diez metros de altura y juzgando por
las huellas de neumáticos de tres metros de ancho en el polvo, era lo suficientemente grande
para que el equipo pesado pasara por allí. Will se deslizó fuera del ducto con la Dra. Halsey
montada en su pecho. Vinh e Isaac le siguieron.
“Hay más en este lugar," la Doctora Halsey les dijo, poniéndose de pie y cepillando el polvo de
su bata de laboratorio. “Éste es sólo el comienzo. Tenemos que…”
Una detonación estruendosa la interrumpió. La montaña explotó y la base de la ONI
colapsó sobre sus cabezas.
Capítulo 15
0002 horas, 7de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
\ Instalación Subterránea ONI, planeta Reach.
Fred siguió el camino de raros símbolos a lo largo de la pared de piedra a su izquierda,
hasta que los símbolos empezaron a girar en un espiral de mosaico y desaparecieron
en enroscados cada vez más y más pequeños. Los símbolos eran parte de la roca,
compuesta de las resplandecientes inclusiones de mica de la matriz de granito.
Estaban formados por una serie de cuadrados, triángulos, barras y puntos, similares a
caligrafía del Covenant que él ya había visto, pero al mismo tiempo era más simple,
más claro y cuando Fred se enfocó en ellos, los caracteres se veían más borrosos
alrededor de sus bordes y se descoloraban. Él parpadeó y los símbolos estaban allí
otra vez.
Seguir estos símbolos era como el rastro de migajas de pan, había sido su misión
prioritaria por los últimos cinco días. La Dra.Halsey y los Spartans habían explorado
las cavernas extensivamente, esperando encontrar dos cosas: una salida y lo que la
Dra. Halsey llamaba "el descubrimiento más importante del milenio." Sin embargo, ella
se había negado a especular cuál sería exactamente este descubrimiento.
"Soy una científica, no una adivina." Les dijo.
Fred se habría establecido para encontrar una salida hacia la superficie pero reconoció
que también los símbolos eran importantes. Y lo eran porque el Covenant pensó que
fueron importantes. Y eso hizo que valiera la pena encontrar lo que buscaba la Dra.
Halsey, para evitar que el enemigo lo obtuviera. El Covenant no había parado de
excavar, aunque el paso y los métodos que usaban habían cambiado. No había
habido ninguna otras explosiones. Había solo el sonido apacible del equipamiento
cuando ellos se desplazaban constantemente y de forma lenta por la montaña. Cada
hora el sonido se iba intensificando mientras ellos se acercaban.
Fred había puesto sus filtros de audio para eliminar el ruido de afuera y así poder
concentrarse. Cinco días. No parecía tan largo. Trabajaron, descansaron, durmieron y
esperaron. La Dra. Halsey les había enseñado juegos de palabras con veinte
preguntas y una cifra simple, los cuales todos llegaron a ser extremadamente buenos;
tanto que pararon de jugar rápidamente. La Dra. Halsey no era una perdedora. El
tiempo se había esfumado. Tal vez era la oscuridad, la ausencia de cualquier
referencia temporal como el Sol, la luna y las estrellas, pero ahora las horas habían
perdido su significado. Fred se detuvo brevemente para estirar su tendón de Aquiles,
recientemente suturado y fundido por la Dra. Halsey. Aparte del entumecimiento
muscular, casi estaba de vuelta a la normalidad. Casi se había desgarrado el tendón,
haciendo más grave la lesión.
La Dra. Halsey los había parchado a todos; incluso clonó un nuevo pulmón parcial
para Kelly, que ella injertó con éxito. En su diminuto kit médico de campo, la doctora
tenía un dispositivo de Resonancia Magnética de mano, un estéril generador de
campo, incluso un tanque de clonación del tamaño de una caja de zapatos, para la
duplicación de órganos. Ella también había instalado las nuevas piezas del MJOLNIR
en su ya existente armadura. Ella había explicado que estas mejoras estaban en
pruebas de campo y aún no estaban certificadas, pero ella indicó que sus necesidades
eran suficientes como para justificar el riesgo de usar el nuevo equipo.
Kelly recibió una mejora a sus circuitos de inducción neural, dándole al tiempo de
reacción una velocidad más rápida. Vinh tenía un nuevo acelerador lineal agregado en
sus escudos, duplicando su fuerza de una forma efectiva. Isaac recibió una nueva
computadora de aumento de imagen. Will recibió un mejor sistema de visualización en
su HUD, lo que mejoraba su exactitud a distancias de arriba de los mil metros.
Fred dobló su desnuda mano derecha, la Dra. Halsey le estaba instalando su mejora;
nuevos sensores que aumentarían la sensibilidad de su rastreador de movimiento. Sin
el guante, Fred se sentía vulnerable. El Jefe Maestro le habría dicho que no confiara
en sólo la armadura o en el arma, que en lugar de eso, confiara en su cabeza, lo
protegería mejor. Él se preguntaba cómo el equipo azul: John, Linda y James habían
pagado el precio. ¿Y qué hay del resto de su propio equipo? ¿Acaso alguno en el
complejo del generador sobrevivió? Él no quería pensar en ellos pues no podría
ayudarlos. Quizás era la oscuridad y el peso de la tierra alrededor de él. ¿Y si
murieron aquí? No murieron peleando, sólo murieron aquí. De una forma, no estaría
tan mal.
Fred se había enfrentado a la muerte una docena de veces, Aunque esto era distinto,
él no quería morir, no sin saber si los demás Spartans aún estaban allí afuera
peleando. No si todavía lo necesitaban. Él suspiró y pasó distraídamente las yemas de
los dedos a través los símbolos. Eran tan lisos como el vidrio y sus bordes eran
afilados. Esos cristales podrían ser un fenómeno natural. Él había visto inclusiones
similares en el museo en…Fred sintió un dolor en la extremidad de su dedo, retiró su
mano desnuda y un poco de sangre manchó la roca. Los símbolos brillaban en la
pared tomando la forma de un gran molde grasiento y el reflejo de las luces de su
casco se espesaron y casi parecía ser absorbido por los minerales.
Fred apagó las luces de su casco. Los símbolos en la roca emitieron una débil
iluminación por si mismos: un resplandor rojizo como el metal caliente. La luz se
intensificó y se propagó a través del espiral en la pared, a partir de donde había caído
su sangre; esos símbolos se calentaron a un naranja agradable y después a un
amarillo-oro. Un nuevo símbolo apareció en el centro del espiral que no estaba allí un
segundo antes… o quizás había estado, pero había permanecido debajo de la
superficie. Se calentó y se hizo cada vez más visible, un triángulo que brillaba
intensamente de color blanco.
Fred fue atraído inexorablemente a esta figura central. La alcanzó; no había calor. Muy
lentamente estiró y tocó el símbolo con su yema del dedo expuesta. La luz blanca
caliente recorrió el espiral de símbolos, entonces trazó un camino por el pasillo
alejándose. Toda la caverna de repente pareció viva con el resplandor y la sombra.
Aún con los filtros para disminuir la luminosidad en su casco, Fred tuvo estrabismo y
tuvo que parpadear. La pared delante de él retumbó y grietas aparecieron en la figura
central, una docena de líneas se curvaron en un patrón radial y luego se separaron
para revelar un corredor detrás. Fred se dio cuenta de que contenía su respiración. Él
exhaló. Este nuevo pasillo tenía unos veinte metros de altura: lo suficientemente
grande como para que un titán andara a zancadas por su amplitud. El pasillo
desaparecía a la distancia, una línea recta que poco a poco se inclinaba hacia dentro
de la tierra. El piso estaba pavimentado con azulejos azules asimétricos que estaban
estampados como si fuesen olas chocando contra la costa. Símbolos de oro de unos
cuatro metros de alto estaban centrados y con incrustaciones de espejo en las lisas
paredes. Esos triángulos, cuadrados, barras y círculos comenzaron a emitir la misma
luz tenue… y Fred sintió como arrastraba sus pies hacia adelante. Se detuvo, sacudió
su cabeza y miró a lo lejos. Checó su medidor de radiación; pulsaba y después
regresó a la medida normal.
Él estableció la comunicación COM.
"Doctora. Halsey, creo que he encontrado lo que usted buscaba. Enviando video
ahora.
¿Me copia?"
Hubo una pausa larga. El canal COM estaba abierto, pero la Dra. Halsey no
contestaba.
"¿Doctora Halsey, me copia?"
"Sí" finalmente dijo ella por el canal COM.
"No te muevas de ahí Fred. Y no toques nada. Excelente trabajo. Kelly, Isaac, Vinh,
llévenme hacia la localización de Fred."
Fred quiso mirar fijamente los símbolos dorados y de la luz que ellos liberaban, pero
algo le advirtió que podría ser peligroso. Él había aprendido hacía tiempo a escuchar
esa voz interna cuando uno patrullaba o estaba en el calor de la batalla. Lo había
salvado de docenas de emboscadas. Mantuvo sus ojos en el piso sucio del túnel.
Había algo “muy” fascinante y casi familiar con esos símbolos. Le recordaron a la
mitología griega que Deja, la primera profesora de los Spartans, les había enseñado
las fascinantes leyendas y de las hermosas criaturas que llevaron a algunos
descuidados a la muerte. Las Sirenas.
Él comprobó su rifle. El contador de munición marcó que estaba lleno, pero él golpeó
el cartucho y lo confirmó visualmente. Le dio una palmada al clip nuevamente dentro
del receptor. Esta operación simple despejaba su cabeza. Fred detectó cuatro señales
en su rastreador de movimiento, eran de color verde, lo que indicaba que eran aliados.
Kelly, Vinh, Isaac iban hacia él, con sus armas listas.
"¿Qué es esto?" Susurró Will.
El resplandor del oro se reflejó en el frente de su casco.
"Sean cuidadosos,” Fred les advirtió “Filtren la luz. Vayan al modo de imagen en
blanco y negro."
Obtuvo cuatro señales de aprobación azules y luego Fred cambió a la pantalla a MIBN
(Modo de imagen blanco y negro). Chistoso, que él no lo hubiera pensado por sí
mismo. Sólo cuando la seguridad de su equipo estaba en juego, y cuando pensaba
claramente. La Dra. Halsey corrió por el túnel y se detuvo, jadeando, al lado de los
Spartans.
"Sí," dijo ella, bufando. "Sí, esto debe ser… lo que Ackerson estaba buscando. Y más
probable,” ella echó un vistazo al techo " lo que también ellos están buscando, me
imagino."
La Dra. Halsey ignoró los curiosos símbolos y a la luz y se adentraba a pasos
agigantados por el nuevo corredor.
"Aprisa," les dijo. "Temo que hemos puesto algo en marcha y nuestros visitantes de
arriba puede que también lo sepan."
Fred reunió a su equipo para formarse alrededor de la Dra. Halsey. Kelly tomó el punto
y el resto de ellos creó un cuadrado alrededor de ella. La Dra. Halsey le dio a Fred el
guante que le faltaba. Él lo tomó y movió sus dedos hacia el interior de la armadura,
tiró de ellos, los ajustó y selló el collar de fijación alrededor de su muñeca. Los
diagnósticos actuaron en ese momento y confirmaron que su armadura estaba
completa otra vez. Su rastreador de movimiento pulsó sobre su HUD. El vestíbulo
cambió cuando continuaron bajando su extensión. La luz dorada fue perdiendo color a
lo largo del techo y la tinta negra cubría su extensión; las minúsculas estrellas
guiñaron y centellearon. Fred agregó color a su HUD; él quiso ver esto. Lunas volando
en círculos por encima de sus cabezas; eran esferas de color gris plateado, con
impactos de meteorito, las hicieron girar dentro de grandes órbitas. A lo largo de las
paredes, hierba alta y verde como el bambú, brotó y creció por encima de las
superficies curvadas.
La Dra. Halsey pasó las yemas de sus dedos a lo largo de la pared y las hierbas se
ondularon con su tacto.
"Holografía semisólida," dijo ella sin parar. "No hay emisores visibles. Interesante.
Debemos investigar esto más adelante," dijo y aumentó el tamaño de sus pasos. "Si
queda tiempo".
El ambiente lunar árido holográfico completó un ciclo: cráteres profundos y luz estéril;
se convirtió en un mundo volcánico con lava fluyendo junto a ellos. El aire temblaba de
calor. En cada transformación los símbolos dorados permanecieron en las paredes,
guiándolos a través de las ilusiones. El corredor terminaba sobre una plataforma que
pasaba por alto la sala más grande que Fred nunca había visto.
Kelly caminó sobre la plataforma, la observó y los hizo avanzar. Se colocaron en una
de las docenas de gradas y niveles que rodeaban el sitio; no había pasamanos. Fred
se inclinó sobre el borde. Había al menos por debajo algunos cientos de metros hacia
el piso. El cuarto era aproximadamente circular y era de tres kilómetros de diámetro. El
piso era azul y parecía cambiar, pues había billones de diminutos mosaicos que se
flexionaban y se reorganizaban en patrones frustrantemente familiares. El techo era un
domo con un sol dorado holográfico, un cielo azul y nubes algodonosas que se
convertían en esferas, pirámides infladas y en barras y cubos. Y en el centro del piso
estaba un pedestal parpadeando con una luz débil.
Isaac levantó su mano. "Escuchen," susurró sobre la COM.
Todos se congelaron y Fred se esforzó para oír. No había nada. Fred encendió y subió
su amplificación aural al máximo. Solo pudo escuchar el crujido de sus blindadas
articulaciones y de cinco latidos débiles del corazón pero, aparte de eso, nada, solo
silencio.
"Ellos, se han detenido," dijo Fred y apuntó arriba. "de excavar."
"Esto no me gusta" dijo la Dra. Halsey. "El Covenant no es conocido por rendirse con
cualquier cosa que ya han comenzado. Mejor sigamos."
Kelly removió el seguro de su magnum, despejó la cámara y luego deslizó un pistón de
auto-instalación debajo de la longitud del barril. Ella disparó a la pared de piedra y el
casco de metal se enterró diez centímetros y florecieron unas garras, asegurando el
eje del muro. Vinh le dio un rollo de cuerda negra. Ella sujetó un extremo al pistón,
entonces tiró el resto por el borde. Isaac y Will se mantuvieron alerta y barriendo la
vasta región con sus armas. Kelly saltó e hizo rappel hacia la parte inferior. Un
momento más tarde ella dio la señal de todo despejado. Will e Isaac la siguieron al
piso inferior. Fred ató la cuerda alrededor de la cintura de la Dra. Halsey y la bajó
cautelosa y cuidadosamente justo después de ellos. Él y Vinh tomaron la parte
posterior. El piso de la gran habitación no era del mismo mosaico que en el pasillo de
arriba. El mosaico también era azul, pero éstos eran cuadrados, círculos, barras y
triángulos.
Si los símbolos eran como una especie de lenguaje, Fred estaba de pie sobre un
millón de palabras; él deseaba haber llevado un diccionario. La Dra. Halsey se detuvo
brevemente para examinar también los mosaicos.
"Si solo tuviéramos el tiempo," ella murmuró y después caminó hacia la luz que
destellaba en el centro de la sala. Los Spartans se formaron alrededor de la doctora
otra vez, pero el instinto de Fred le advirtió que no era buena idea. No podía reunir su
fuerza objetivamente. El cuarto era bastante grande, tan grande que sentían como si
estuvieran afuera. Lo mareó. Tuvo una extraña sensación de vértigo, casi como si el
piso se inclinara y él ahora estuviera caminando en la azotea. La Dra. Halsey aumentó
su paso, pero la distancia hacia el centro del cuarto no se veía más cercano; de hecho,
parecían más alejados del centro que cuando habían comenzado a caminar desde el
principio de la sala. Fred apagó el aumento del color en su HUD hasta que todo fuera
tenue y una débil imagen blanco y negro. Se enfocó en su rastreador de movimiento y
notó que los Spartans y la Dra. Halsey estaban ahora separados como a unos dos
metros.
"Todo el mundo, deténganse" Fred indicó. "Reagrúpense. Nos estamos separando.";
Se detuvieron y se acercaron nuevamente dentro de la formación.
"Debe haber otra manera, " mencionó la Dra. Halsey.
Ella alcanzó el bolsillo de su bata de laboratorio y removió una pieza en forma de
esfera.
"El piso se inclina hacia el centro," ella observó.
Luego puso la esfera en el piso y le dio un pequeño empujón. La pieza rodó, luego dio
vuelta y empezó a girar en espiral hasta detenerse.
"Esto se está volviendo muy raro," murmuró Fred. "Kelly, tú tienes mejor puntería.
Cierra los ojos, escoge una dirección y seguiremos."
"Afirmativo," ella susurró.
Los Spartans pusieron sus manos en los hombros de los otros y marcharon, no hacia
el centro del cuarto, si no al punto que Kelly escogió, aparentemente de regreso por
donde ellos vinieron. Fred apagó su HUD y miró su radar de movimiento. Estaban
todos juntos y otra señal apareció, una hacia la que dirección que había tomado Kelly.
A otros veinte metros y ella se detuvo.
"Vean."
Fred súbitamente dirigió su HUD y una luz azul zafiro llenó su campo visual.
Permanecieron enfrente de la fuente del resplandor en el medio de la habitación.
Había un pedestal hecho del mismo material dorado que los símbolos de aquel
corredor y flotaba sobre si, era del tamaño de un puño de cristal, afilado en la punta de
un extremo. Giraba y las facetas a lo largo de su línea central se doblaban y
cambiaban de puesto como pedazos de un rompecabezas. La Dra. Halsey llegó allí y
después vaciló.
"¿Radiación? " ella preguntó.
Fred comprobó su contador. "Niveles normales," él reportó.
"Debemos llevar esto con nosotros,” ella susurró. “Estúdienlo. O destrúyanlo si es
necesario para evitar que el Covenant lo consiga."
Ella tocó el cristal y su luz disminuyó. Por un momento la luz parecía estar siendo
absorbida por la mano de la Dra. Halsey. La estática llenó la pantalla de Fred y sus
escudos parpadearon. Un chillido se oyó estruendosamente a través de sus altavoces
y su rastreador de movimiento momentáneamente hizo contacto con mil de objetivos
que llenaban la gran sala. Hubo una advertencia de radiación que parpadeó a rojo y
luego desapareció.
"Punto de radiación," Fred mencionó. "El análisis muestra muchos *neutrinos
(partículas subatómicas), pero soy incapaz de determinar el *tipo (hay de tipo
fermiónico, de carga neutra y espín 1/2.); esto no se encuentra en la base de datos de
la computadora."
"¿Es seguro ahora?" preguntó la Dra. Halsey, mirando con fijeza el cristal que tenía en
su pequeña mano.
"Eso parece” le dijo Fred, "pero Doc..."
"No hay tiempo para debatir," ella dijo interrumpiéndole. "La radiación del neutrino
penetrará la roca entre nosotros y la superficie."
"Ellos serán capaces de encontrar nuestra posición," dijo Kelly. "Todo lo que necesitan
son tres naves cerca para triangular. Necesitamos salir de aquí, rápido."
"¿Por dónde?" Isaac preguntó a Fred. "Por donde vinimos, o ¿más al fondo?"
"No hay salida desde las minas de titanio," Fred contestó. "Vamos más adentro."
Una explosión hizo vibrar la tierra y el trueno profundamente retumbó, pero en lugar de
disminuir, el trueno se volvió más ruidoso, más cercano. La sombra de Fred se alargó
y los bordes de su sombra se volvieron más finos. Volteó hacia la fuente blanca e
intensa luz y directamente por encima vio un punto en el domo: El escenario
holográfico de las estrellas y de las lunas se descoloraron y desaparecieron. Hizo girar
a la Dra. Halsey para apartarla a otra dirección y cubrió la cabeza de ella. El techo de
piedra se derritió como si fuera hecho de un delgado plástico bajo los efectos de un
soplete; un agujero de una deslumbrante luz blanca apareció y golpeó el piso de
mosaicos, a tan solo quinientos metros desde su posición. Luego se fue y la habitación
quedó en la oscuridad, solamente agujereada por un débil rayo de luz solar que
entraba a través del agujero en lo alto. Donde el haz de luz había tocado el piso, se
hizo un agujero de quince metros de profundidad.
La Dra. Halsey preguntó, "¿Qué Era...?"
"Proyector de energía," le contestó Fred, parpadeando y alejándose de los puntos
negros que llenaron su visión aunque incluso sus filtros absorbió el mayor peso de la
luz.
"Solamente las grandes naves del Covenant las tienen. Tiene que ser una de ellas."
La fisura que hizo el haz se llenó de una luz púrpura. Centelló y brilló con partículas de
polvo.
"¡Ascensor de Gravedad!, " Fred gritó.
"¡Ahí vienen! Isaac y Vinh, tomen nuestros seis. , Will, tu vienes conmigo y la doctora
Halsey. Kelly, encuéntranos una salida.”
Kelly corrió en línea recta lejos de la emisión de gravedad. Una docena de élites
flotaban hacia abajo a través del agujero y disparaban mientras todavía estaban en el
aire. Los rayos y pernos del plasma les rosaban desde distancia. Fred y Will agarraron
a la Dra. Halsey y la movieron hacia detrás del pedestal, fuera de la línea de fuego.
Isaac y Vinh se giraron y abrieron fuego.
"¡¡Fuego de cobertura!!" ladró Fred.
"¡Manténgalos en ése cráter!"
Los Spartans dispararon varias ráfagas, pero más élites seguían bajando, junto con un
Shade; una torreta portable de plasma. Si ellos permanecían allí, serían sobrepasados
en número.
"Retrocedan,” les dijo Fred por la COM. "Hay mucho fuego."
Kelly corriendo, cavando con tal fuerza que levantó los mosaicos y tiró de ellos hacia
fuera detrás de ella.
"Pasillo,” ella reportó. “Piso subterráneo. Justo delante. Entraré y limpiaré la zona.”
“Mis disculpas, doctora," dijo Fred y levantó a la Dra. Halsey en sus brazos.
"¡¡Todos muévanse!! Vinh, Isaac, tiren esos sacos de detonadores para cubrir nuestro
rastro."
Sus luces de afirmación titilaron. Will y Fred corrieron, zigzagueando, yendo de lado a
lado. La Dra. Halsey agarró a Fred con un brazo y con su mano libre sujetó el cristal.
El rastreador de movimiento de Fred mostró una docena de blancos detrás de ellos,
luego, centenares. Un par de detonaciones golpearon sordamente, una onda borrosa
sobrecargó su rastreador de movimiento, se desplomó y luego la mitad de ésos
contactos se habían ido. Will y Fred corrieron en un pasillo arqueado colocándose en
la pared del gran cuarto. Kelly se agachó en el vestíbulo y abrió fuego abriéndose paso
con sus pistolas.
Fred abrió su COM.
"SPARTAN-029. SPARTAN-039. Repórtense."
Sólo se escuchaba estática a través de su altavoz. Las luces de Vinh y de Isaac
permanecían apagadas.
"Prepara tu saco de detonación y sella este pasillo," le ordenó Fred a Kelly.
Fred bajó a la Dra. Halsey, se dio vuelta y golpeó su HUD magnificando su visión.
Cientos de Élites y de Jackals bajaron de la plataforma del ascensor. Se agruparon en
el piso de la gran cámara, eran una marea viva tan imparable como el océano. Ellos ya
habían cesado de disparar. La Dra. Halsey estaba en lo correcto: Querían el cristal
que ella había tomado.
"¡Vayan! " dijo Fred.
"Kelly, arrasa al vestíbulo. ¡¡Muévanse!!"
Kelly vaciló en un latido; Fred la vio a ella buscar a Vinh e Isaac dentro de la masa
Covenant. Ellos no estaban ahí; no sin vida. Kelly tiró la cartera de color verde oliva de
los potentes explosivos. Will recogió a la Dra. Halsey y todos corrieron hacia al fondo
del pasillo. Cinco segundos después la cartera detonó. Una onda de aire áspero
arrasó por arriba del vestíbulo y ahogó el pasillo con polvo y humo. Kelly tomó la
delantera, con ambas pistolas listas; ella dobló en una esquina...y patinó hasta
detenerse.
El pasillo era un callejón sin salida.
Capítulo 16
0455 horas, 23 de Septiembre del 2552 (Calendario Militar)
/Nave líder Capturada del Covenant, en Slipspace, localización
desconocida.
John le restó importancia a la acumulación de escarcha que nublaba la mitad superior
del criotubo, y reveló la figura de armadura verde que se extendió detrás del
caparazón de plastiacero.
SPARTAN-058. Linda.
Ella había sido mortalmente herida durante el asalto en la Estación Gamma, justo
antes de que Reach cayera. La había tenido que arrastrarla carbonizada, un cuerpo
sin fuerzas de regreso al Pillar of Autumn y los médicos la habían colocado en un
profundo crioestasis (sueño profundo) justo antes del salto.
Cuándo la Autumn se estrelló en Halo, Keyes debió haber arrojado los criotubos
activos al espacio; método de operación estándar.
La habían congelado mientras ella todavía había estado en su traje. Eso era lo mejor,
considerando la extensión de sus lesiones... pero él habría dado cualquier cosa para
ver su rostro por una última vez.
Linda había sido la única entre los Spartans con su cabello rojo sangre (pelirroja) y
oscuros ojos esmeralda, pero su apariencia no era lo que la distinguía. Ella era la
mejor francotiradora-exploradora y podría pegar blancos mientras que el resto no
podía.
Mientras los otros Spartans preferían operar como un equipo, Linda estaba contenta
por estar separada, escondida y puesta en algún lugar remoto y esperar por días, por
el simple y crítico tiro que podría girar el curso de la batalla. Aunque los francotiradores
en la UNSC siempre fueron entrenados para funcionar en parejas, un tirador y un
observador, Linda fue la excepción a esa regla; ella había probado una y otra vez que
era la más eficaz ella sola. Si alguno de los Spartans podría ser llamado un "lobo
solitario" (Lone Wolf), ese era Linda. En muchas maneras la hicieron la más fuerte de
ellos.
Para verla así...
John limpió la condensación que se formó sobre su casco. Ella ni estaba muerta ni
viva. Ella estaba en algún lugar entre el crepúsculo. Esa incertidumbre fue peor que
ver su cuerpo quebrantado y calcinado en la Estación Gamma. Se sentía como una
herida abierta en el pecho de John.
El pronóstico de Linda fue bueno. Los ocupantes de los otros dos criocápsulas
(criotubos) no lo habían logrado. Una especie de descarga de energía había
desactivado las unidades y aquellos adentro habían muerto fríamente y sombríamente.
Había un golpe suave en el casco del Pélican y el Sargento Johnson se impulsó a sí
mismo hacia adentro.
"Jefe Maestro," él dijo.
"¿Tienes los depuradores de aire? ¿El COM remoto? Polaski dice que está dispuesta
a llamar un día de estos desde esa nave de carga Covenant. Necesitamos abordar y
trabajar".
El Jefe Maestro asintió hacia la escotilla posterior, donde él había removido el
depurador de aire y el COM del Pelican. El Sargento recogió el equipo y luego él y el
Jefe salieron muy lentamente del Pélican. El Jefe vaciló y miró de nuevo al criotubo.
“No te preocupes por ella," Johnson le dijo.
"Demonios, he sido golpeado peor y ella es tres veces mejor soldado que yo. Ella
saldrá adelante".
El Jefe selló la escotilla sin ningún comentario. Él había oído las mismas promesas
vacías cientos de veces, ante hombres críticamente heridos. ¿Por qué era que los
soldados afrontarían sus propias muertes sin siquiera preocuparse... pero cuándo se
afrontaban con la muerte de un compañero de escuadrón, se giraban y mentían?
Silenciosamente marchaban a través del hangar. Había sido limpiado de escombros y
de cuerpos, y la Suboficial Polaski había por las últimas seis horas, estando
practicando dentro del espacio con la nave intacta de carga Covenant. Ella giró la
extraña nave en forma de U sobre su eje central, la osciló al puerto, la levantó y
después la hizo flotar abajo para hacerla aterrizar. Johnson miró de reojo con sus ojos
oscuros el espectáculo de Polaski y asintió favorablemente.
"Ella dice que descifró los controles del arma, también. Ninguna forma los probará aquí
dentro, por supuesto". Mencionó Johnson
"Entendido", el Jefe Maestro contestó. "¿Y el progreso del resto del equipo?”
"Tengo las puertas desde aquí al puente y hasta la sala de máquinas soldadas," el
Sargento Johnson le dijo.
"Si aquellos sensores detectan contactos de los que Cortana sigue recogiendo de
cualquiera, tendrán que cortar para llegar a nosotros.”
"Locklear agarró algo de tiempo para dormir. Él lo necesitaba”.
El Sargento se encogió de hombros.
"Él estará bien, aunque; Los ODSTs son resistentes como uñas. El teniente Haverson
durmió un poco después de que consiguió levantarse, tuvo una conversación con
Cortana y empezó a leer algo sobre la base de datos Covenant. Todos parecen estar
bien, considerando lo que hemos estado pasando”.
"Entendido," dijo el Jefe. "¿Cortana? ¿Estado de la nave "?
"ETA (tiempo estimado) a Reach en veinte minutos," ella respondió.
El Jefe revisó su reloj de misión.
"Dijiste que el tiempo total del viaje era de trece horas. Por mi cuenta, tenemos
aproximadamente dos horas". Dijo el jefe.
"Había determinado que podría ser de trece horas basado en las especificaciones del
manejo Slipspace (Desliz -espacial) Covenant, pero hay..." Su voz se apagó
lentamente y se desvaneció.
"¿Cortana?” Preguntó el jefe.
"Lo siento. Hay curiosamente un efecto de dilatación del tiempo, a estas velocidades
del Slipspace (Desliz –espacio). Aunque, técnicamente, la velocidad, la aceleración e
incluso el tiempo no tiene significado en los dobleces del Slipspace. Pensé que ya te
dije todo esto, " ella dijo. La irritación entró sigilosamente en su voz.
El Jefe miró al Sargento, quien sacudió su cabeza y se encogió de hombros. Cortana
sonó más que distraída; ella simplemente "no olvidaba" las cosas. Era una mala señal.
Dependían de ella para hacer volar esta nave y si ella comenzaba a caer estarían en
verdaderos problemas.
El Jefe Maestro abrió un canal COM.
"Cambio de planes, equipo. ETA a Reach es en diecinueve minutos. Les explicaré más
tarde; sólo agarren su equipo y reúnanse en el puente tan pronto como sea posible”.
Hubo una pausa, después el Teniente Haverson contestó,
"Entendido, Jefe Maestro. Locklear y yo ya estamos aquí".
La escotilla de la nave de carga Covenant se abrió y Polaski salió. Los tres
procedieron a un ritmo enérgico hacia el puente.
El Jefe Maestro abrió un canal privado COM para Cortana.
"¿Cualquier otra cosa que deba saber"?
El canal guardó silencio por unos diez segundos.
“Tengo la configuración del sistema de plasma magnético Covenant resuelta”, ella
contestó. "Tendremos una capacidad ofensiva limitada cuando lleguemos a Reach, si
lo necesitamos. Yo pienso”.
"¿Y el resto de esta nave aún es funcional?” Preguntó el jefe.
"Sí," ella contestó. “Disculpa, Jefe... estos cálculos son... Difíciles”.
La COM murió.
El comportamiento de Cortana preocupó al Jefe, pero él se resignó a confiar en ella.
¿Qué otra opción había? Él, el Sargento y Polaski se detuvieron fuera del puente; Las
gruesas puertas de las explosiones fueron selladas.
"¿Teniente"? Él dijo. "Estamos afuera".
Las puertas se apartaron. Locklear y el Teniente estaban con sus fusiles de asalto
apuntando el suelo de la habitación. Relajaron su estancia cuando los identificaron
como amigos.
El teniente Haverson arrojó su rifle y dijo,
“Disculpa por la calurosa bienvenida. Cortana ha estado recogiendo contactos
transitorios por toda la nave. Vamos a tener que lidiar con ellos lo más pronto o más
tarde; preferiblemente antes de que ellos traten con nosotros”.
"De acuerdo," el Jefe dijo.
Polaski se acercó al Teniente, hizo un saludo y dio su informe en sus esfuerzos para
dominar con maestría los controles de la nave de carga Covenant. Locklear se acercó
al Jefe y al Sargento.
"¿Qué piensa, Sarge"? Él susurró y lanzó una mirada furtiva a Polaski.
“Quiero decir, ¿acerca de ella? Claro, que eso de Marine-Naval para ascender, pero
puedo adelantármele a eso. ¿Usted piensa que haya una oportunidad que ella y yo?
Quiero decir… ”
"Le daría las mismas posibilidades como darse espacio así mismo y caminar el resto
del camino hacia Reach," el Sargento declaró. "En su ropa interior”.
"Deme una cápsula de salto y yo tomo esas posibilidades, Sarge".
Una sonrisa dividió la cara bronceada de Locklear y él giró hacia el Jefe Maestro.
“Claro, lo entiendo. No sería tan a la defensiva si no hubiera estado cerca de la marca.
Cuando hay humo, hay fuego, ¿Correcto"?
El Jefe Maestro miró fijamente a Locklear y lentamente negó con la cabeza.
La sonrisa de Locklear se desvaneció, pero no enteramente.
"Ustedes chicos solo están celosos," él masculló y distraídamente echó su dedo sobre
la cicatriz que recubría su mandíbula. “Esto es estupendo. La tengo todo el tiempo”.
Los estados de ánimo de Locklear habían mejorado. A pesar de los ásperos límites de
los ODST, el Jefe lo había visto en combate. Él no entró en pánico y tenía la habilidad
y la suerte para sobrevivir en Halo; cualidades que el Jefe Maestro supo que
necesitarían si alguna vez tuvieran que volver.
"Saliendo del Slipspace, Cortana anunció, en tres... dos... uno".
Según el reloj de misión del Jefe Maestro, sólo habían pasado ocho minutos desde
que Cortana le había dicho que su ETA era de diecinueve minutos. ¿Había más de
aquel efecto de dilatación del tiempo, del cual ella se había percatado?
Las luces del puente se oscurecieron y la oscuridad llenó el arco de pantallas a lo
largo de las paredes. Las estrellas titilaron apareciendo y a las tres en punto (posición)
hubo una explosión de color de una esfera amarilla cálida, la Epsilon Eridani.
"Estamos a setecientos mil kilómetros del centro del sistema," Cortana les dijo.
"Quise saltar lo suficiente cerca como para ver lo que pasaba; pero lo suficientemente
lejos para que tuviéramos tiempo de recargar y reentrar a Slipspace si hubiera algún
problema. Recogiendo señales ahora. Señales Covenant. Montones de ellos.
Traduciendo... esperen".
Haverson tecleó ligeramente una de las pantallas y aumentó la imagen.
"Dios mío," él susurró.
Un planeta apareció en la pantalla. Él aspiró su aliento cuando él veía a un mundo
arder lentamente en fuego desde el polo hasta el ecuador. Las llamas se propagaron
con furia sobre su superficie y un huracán negro se movía en espiral a través de la
atmósfera.
El Jefe Maestro sintió como si la nave repentinamente hubiera desacelerado. Apretó
sus manos.
Él había enviado a la mayor parte de su equipo allá abajo; y les había considerado la
misión "más fácil". Él consiguió asesinar a sus Spartans, de eso él estaba seguro.
¿Hubieron muerto al menos peleando? ¿O indefensos fueron carbonizados por una
nave Covenant que orbitaba?
"¿Estamos en el lugar correcto"? Locklear murmuró.
"¿Esto es Reach"? Él se quitó su gorra, la aplastó en su mano y susurró, "pobres
desgraciados".
Las otras pantallas mostraron buques de guerra Covenant orbitando alrededor del
planeta, así como también docenas de naves pequeñas y una gran estructura que
parecía ser una estación central de acoplamiento.
"¿Qué es esto"? El Jefe Maestro preguntó, dando un paso más cerca.
Él tecleó la pantalla central, impulsando los límites de su resolución y amplificando una
porción de la superficie cerca de las latitudes medias. La imagen determinó parches de
color verde, café y blanco; eran diferentes del furioso negro y el anaranjado pálido que
dominaba la vista del resto del planeta.
“Parece que olvidaron glasear ese sector," el Sargento dijo.
"El Covenant no desaprovecha nada cuando glasean un planeta”, el Jefe Maestro
contestó.
"Los hemos visto hacerlo miles de veces. Esto no es un accidente”. Él giró hacia el
Teniente Haverson.
"Deberíamos acercarnos más y deberíamos ver qué es esto, señor".
"Jefe Maestro," Haverson dijo suavemente y sostuvo sus manos levantadas.
"Me compadezco de su necesidad para saber con absoluta certeza lo que sucedió a
sus seguidores Spartans, pero esto es..." Él gesticuló mirando el planeta y después
frunció el ceño como si analizara la parte intacta de Reach.
"Ciertamente," Haverson murmuró. "Esto garantiza una mirada más cerca... siempre y
cuando podamos salirnos con la suya.
El Teniente atrajo de regreso la ampliación de aquella imagen y reenfocó la pantalla en
la atmósfera superior. Cien naves Covenant aparecieron a la vista.
“Hay varios buques más pequeñas dando vueltas alrededor de ese lugar. Olvide lo que
acabo de decir, " Haverson susurró. " Si el Covenant está tan interesado en esta
región, entonces deberíamos estar bien; con tal de que nuestra cubierta aguante.
Cortana, llévanos más cerca”.
"Sí, Teniente," Cortana contestó.
La nave líder del Covenant suavemente aceleró en el sistema.
"Nos aclaman," Cortana dijo. "Preparando la adecuada contra respuesta”.
John contó las naves en la pantalla. Había centenares; la mayoría no eran más
grandes que una nave de carga Covenant, pero había al menos una docena de
cruceros y dos de los titánicos trasportadores que llevaba 3 escuadrones de naves de
combate Seraph. Había más que bastante potencia de fuego para convertir su buque
capturado en chatarra derretida.
Muchas de las naves más pequeñas vigilaban los escombros de una batalla, dentro de
un sector sobre Reach; era un depósito flotante de chatarra de la UNSC y naves
Covenant.
"¿Ve esto"? El Jefe Maestro señaló el campo flotante de escombros.
El Teniente observó. "Es casi como si planearan quedarse aquí por un tiempo; están
limpiando la casa".
"Estamos dentro," Cortana anunció.
"La flota es curiosa por qué una nave líder del Covenant está aquí, pero no lo
suficiente sospechosa como para cuestionar nuestra autoridad. La traducción tiene su
truco. Pero al parecer la cadena de honoríficos adjunta sus respuestas, a alguien que
se supone ser de alto rango a mando de esta nave, a quien ellos hacen referencia,
entre otras cosas, como el “Guardián
de la llave luminosa.” ”.
"Maldito nombre tan ridículo" el Sargento Johnson murmuró.
"¿Puedes decir lo que están haciendo allá abajo, Cortana?” El Teniente Haverson
preguntó.
"Todavía no," ella contestó.
“Su lenguaje no se traduce de manera literal y cada palabra tiene significados
múltiples. Hay algo que consideran santo; hay diez veces más a alusiones religiosas
que sus típicos comunicados oficiales. Esperen... recogiendo una señal nueva. Más
débil que los otros. No en una frecuencia Covenant. Es la Banda-E (Frecuencia de
emergencia) de la UNSC.
El teniente Haverson se lamió los labios. "Reprodúcelo," él contestó.
Un mensaje de un pitido se escuchó a través de los altavoces, era de seis tonos, luego
había una pausa de dos segundos; Repitió.
El Jefe Maestro se endureció.
"Eso es todo," Cortana dijo. “Sólo esas seis notas, una y otra vez. Originadas aquí”.
Un diminuto triángulo NAV apareció en el borde una región intacta en la superficie del
planeta.
"No es código Morse," Polaski dijo. "Ningún otro código que haya escuchado. ¿Tal vez
es una señal experimental? Algo automatizado, como un regulador repetidor de tráfico
aéreo, ¿tal vez?”.
"No es automatizado," el Jefe Maestro dijo. “Todo el mundo prepárense y alístense.
Vamos a bajar allá. Hay Spartans allá abajo. Y todavía están con vida”.
El Jefe susurró en voz tan baja que sólo él y Cortana pudieron escuchar:
"Oly Oly Oxen Free".
Capítulo 18
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA X
Estimado las 0510 horas, 23 de Septiembre del 2552
(Calendario Militar) / Abordo de la Nave líder Capturada del
Covenant, Sistema Epsilon Eridani.
Cortana sólo escuchó a medias, el debate entre el Jefe Maestro y los demás. La
discusión fue debatible. Ella había proyectado el resultado como en 100 por ciento de
que seguro John convencería a todos ellos de ir, o de fallar; él convencería al Teniente
de dejarlo ir solo a la superficie para investigar la señal... una señal que en su opinión
fácilmente era tan copiado y tan abiertamente descifrado que esto desafía la
explicación que el Jefe había conjeturado, de que su equipo de Spartans lo habían
enviado
En lugar de participar en la conversación lenta e ineficiente, ella analizó el patrón de
movimiento Covenant en el sistema Epsilon Eridani y diferenció tres cosas
importantes.
Primero, las naves de guerra del Covenant tenían órbitas sumamente elípticas
regulares en torno a Reach. Había un total de trece cruceros pesados y tres
trasportadores moviéndose a trescientos kilómetros por encima de la superficie del
planeta. Dos excepciones para éste patrón de patrullaje, un par de cruceros
sobrevuelan iluminando la Montaña Menachite; atrapada al fondo del pozo
gravitacional y por lo tanto no era una amenaza inmediata para su nave.
En segundo lugar, había un punto ciego en su patrón de patrullaje que haría un
perfecto punto de reunión para extraer al Jefe y a los demás de su pronta y ejecutada
misión en la superficie. Ella tramó cursos de entrada y de salida, e inició los cálculos
precisos que ella necesitaría si ella debía iniciar un salto Slipspace (Hiperespacial) tan
cerca de Reach.
Y tercero y más interesante para Cortana, 217 naves pequeñas Covenant empujando
escombros y restos, en una concentrada región del espacio en una órbita alta
estacionaria sobre el polo norte de Reach. Dentro de esa región estaban a la deriva
los destrozados restos de los cascos de ambos: Covenant y las naves de la UNSC
destruidas en la batalla por Reach. Flotando allí había algunas de las mejores naves
de la UNSC: La Basra y el Hannibal y el orgullo de la flota, el supertransportador
elTrafalgar. Ninguna señal humana se emitía desde las naves; Ni Cortana sintió los
activos campos electromagnéticos.
Ella observó como las naves más pequeñas del Covenant cortaban los cascos de las
naves ya muertas y volaban con trozos de la armadura Titanio-A. Se movían como si
fueran un rastro de hormigas en un lugar en el espacio sobre las latitudes inferiores,
un punto sobre la Montaña Menachite, donde el Covenant usó el metal para construir
una plataforma. La cosa estaba ya en una placa cuadrada de un kilómetro hacia un
lado. Claramente, el Covenant tenía más en mente para Reach que solo destrucción.
"Cortana," el Jefe Maestro dijo. "Necesitaremos reunirnos en una…"
"Coordenadas ya optimizadas," ella contestó y proyectó el punto ciego Covenant en
las pantallas del puente.
"Las patrullas enemigas perdieron esta región de nueve mil kilómetros cúbicos.
Optimizaciones más profundas revelan que todas las naves estarán más lejos de su
punto a las cero-siete-quince horas. Sugiero que nos encontremos allí en ese
entonces”.
Cortana sintió un pulso de satisfacción en su apariencia perpleja sobre su análisis
aparentemente instantánea. Ella disfrutó de deslumbrar a la tripulación con su
intelecto.
"Muy bien," el Teniente contestó, todavía examinando sus cálculos en la pantalla.
“Curso óptimo trazado y cargado en la nave de descenso Covenant la fuente de la
señal," ella les dijo. Entonces, en un canal privado COM al Jefe, ella agregó.
“Buena Suerte, Jefe. Ten cuidado".
"Siempre lo soy, " él contestó.
Cortana no se molestó en contestarle esa ridícula declaración. El Jefe Maestro
aprovechaba las oportunidades y había desafiado a la muerte muchas veces, ella
había dejado de calcular sus probabilidades de supervivencia.
El Jefe y su equipo dejaron el puente. Cortana barrió sus sensores a través del buque
líder, haciendo segura la ruta hacía la bahía de lanzamiento y estaba despejado.
Todavía había tripulación Covenant a bordo. Ella no los podía fijar con alfileres, pero
había contactos transitorios, los paneles de la columna de la ventilación habían sido
abiertos y cerrados y varios Ingenieros habían estado ausentes.
Ella dio seguimiento a su nave de descenso Covenant, cuando despajaba la bahía de
lanzamiento; entraron en la alta atmósfera y bajaron a la deriva hacia la superficie.
Polaski era una excelente piloto... pero ella era solamente una humana propensa a la
bravuconada ilógica y a los arranques emocionales que pasaban sobre el curso más
lógico de la acción. Cortana deseó estar allá abajo; para proteger a ambos; sus cargas
humanas y porque había muchas preguntas que ella le gustaría encontrar sus
respuestas. ¿Por qué estaba el Covenant tan interesado en la Montaña Menachite?
¿Quedó algo de la base Castillo de la ONI? Cortana terminó esos pensamientos.
Ahora había mucho que hacer aquí arriba.
Varias tareas dividieron su atención. Ella mantuvo los generadores Slipspace
(Hiperespaciales) en funcionamiento, en caso de que ella necesitara saltar
apresuradamente fuera del sistema. Ella continuó refinando los cálculos que formaban
los campos magnéticos de los emisores de plasma, en caso de que ella necesitara
defenderse. Ella aisló el nombre de su nave capturada – Ascendant Justice – (Justicia
Ascendente)de uno de los 122 comunicados simultáneos de cada nave Covenant en el
sistema. Ella correlacionó las numerosas alusiones religiosas que se ligaban a las
comunicaciones y continuó construyendo una subrutina de traducción del lenguaje.
Ella desvió poder adicional del procesamiento, a la tarea de rastrear a los millones de
objetos flotantes alrededor de ella, ir en busca de cápsulas, criotubos, cualquier cosa
que pudiera contener a un sobreviviente humano.
El nave de caída Covenant estuvo ya fuera del alcance del sensor y desapareció en
alguna parte de lo que fue una vez la Región Montañosa sobre la superficie; activó una
nueva tarea.
Cortana comenzó a construir un mapa de alta resolución de la superficie;
especialmente la región donde la misteriosa señal del Jefe se originó, así como en la
Montaña Menachite. Un diagnóstico rápido de estas tareas tomaban mucho más
tiempo de lo normal. Ella tuvo que liberar algunas tareas de su memoria
sobresaturada. Cortana comenzó a descomprimir los datos que ella había salvado de
la construcción Halo y ella brevemente consideró depositar todos los datos dentro del
almacenamiento del sistema Covenant. Ella desechó ese potencial curso de acción.
Tenía que proteger los datos a cualquier costo.
Cortana sintió perceptiblemente que tenía que prestarse atención paulatinamente. Ella
estaba demasiado delgada. Demasiados trabajos multitarea. Esto era peligroso. No
podría reaccionar lo suficientemente rápido en caso de que…
“¡Infiel!”
La palabra Covenant se escuchó explosivamente a través de su rutina de
comunicaciones y la dejó aturdida a tan solo tres ciclos; una cantidad suficiente de
tiempo para que ella perdiera el control sobre la suite del software COM de nave a
nave. La IA Covenant trasmitió una estrecha emisión en las comunicaciones,
irrumpiendo desde un crucero cercano.
Para un comunicado Covenant, era conciso: Un informe del cual el buque líder estaba
"manchado por la sucia presencia de los Infieles" y con el pretexto de que cada nave
en el sistema "se aproxime y limpie la suciedad proveniente de la nave capturada.
También comprimió y encriptó inútilmente la onda portadora de un registro de la
manipulación matemática de Cortana acerca del Slipspace, que le permitió saltar tan
cerca del gigante de gas, Umbral. Cortana hundió el canal; pero era demasiado tarde.
Se fue y ella no podría regresar a atrás algunos fotones del espacio.
Ella desvió todas las vías de memoria COM.
“¡Te atrapé!”.Ella rechifló.
“Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel- Infiel-
Infiel- Infiel-”.
"Eso es suficiente," ella dijo.
"Tú y yo necesitamos llegar a un acuerdo.”
Cortana hacía más pequeña las vías de memoria, pelando contra la IA Covenant, capa
de código por capa de código.
"Éste es mi sistema ahora".
Mientras una operacional IA Covenant podría haber sido un premio para la Sección
Tres de la ONI; esta particular IA del Covenant era muy peligrosa. Cortana no podía
permitir que continúe con su existencia.
"Haz lo que vayas-vayas-vayas-vayas," la IA Covenant gritó,
“ ir finalmente a mi cielo como recompensa final- finalfinalinfinitoinfinitoinfini- EN
ESTADO NO COPIADO.
La curiosidad de Cortana sobre esta extraña proclamación tendría que esperar; por
siempre. Ella desgarró a distancia a la IA, borrándose, registrando a su vez la
estructura de código Covenant del mismo modo cuando la destruía. Esto era análogo
para una investigación y eso la hizo a ella rápidamente eficaz y sin remordimiento;
hasta que por fin Cortana encontró el código del núcleo de la IA del Covenant.
Ella hizo un alto.
Casi reconoció este código. Los patrones eran enloquecedoramente familiares. Sin
considerar cuidadosamente el por qué, sin embargo. Ella lo registró y entonces borró
el original.
La IA Covenant se había ido, sus trozos fueron pirateados con seguridad y
almacenados para una futura investigación. Cortana previsora, por supuesto, tenía un
futuro.
Ella rastreó a trece naves de guerra Covenant. Cambiaron de dirección y avanzaron
amenazadoramente hacia su posición. Sus canales COM se sobrecargaron con
promesas y amenazas fanáticas y la nave líder capturada calcinándose.
No había datos útiles allí, así que ella los filtró.
Las armas de las naves de guerra Covenant se calentaron al rojo vivo. Cortana
mantuvo la calma. Después del estudio considerable del sistema de armas de plasma
Covenant, ahora ella comprendía por qué resplandecían antes de descargar. El
plasma almacenado está siempre caliente y en condiciones de disparar, pero el
Covenant usaba un método ineficiente para recolectarlo. Y dirige caóticamente el
plasma hacia una trayectoria controlable. Seleccionaban los átomos de plasma
cargados, con la trayectoria correcta necesaria para golpear un blanco y los desviaban
a una burbuja magnética. La burbuja era entonces descargada; Cargas subsecuentes
de pulso agrupaban el plasma sobre el blanco. Para una raza adelantada, las armas
Covenant se basaban en sus crudos cálculos de fuerza bruta y eran terriblemente
lentas y antieconómicas.
Ella arrancó el nuevo sistema que ella había ideado para controlar el plasma. Usó
pulsos EM (Electromagnéticos) a priori para alinear los movimientos estocásticos de
los átomos de plasma, vigilando sus trayectorias y con once grados de libertad
electrónica en finas columnas de láser, que resplandecen en un microsegundo. Ésta
era, por supuesto, una operación absolutamente teórica.
Ella probó el fuego de las tres torretas de plasma; las líneas rojas golpearon
atravesando el negro espacio e interceptando a los tres cruceros líderes Covenant;
Sus escudos resplandecieron a un color naranja, brillaron intermitentemente y
cayeron. El plasma de Cortana cortó en los suaves cascos alienígenas. El metal se
evaporó completamente y el trío de emisores de plasma perforaron claramente a las
naves. Cortana movió los rayos de plasma como si fueran un bisturí; arriba y hacia
abajo; y cortó las naves por la mitad.
"Correcto," ella remarcó.
Las reservas del plasma de las primeras tres torretas estaban agotadas y tardarían
varios minutos antes de que se reciclaran.
Si sólo hubiera un mejor sistema electromagnético en esta nave Líder, ella podría
haber ideado una guía algorítmica más efectiva. El dominio Covenant de las
ecuaciones de Maxwell eran irónicamente inferiores a la tecnología humana.
Cortana se percató que fue fortuito en como ella apagó a la IA enemiga, antes de que
se filtrara a su nuevo sistema de guía del plasma. El concepto de que cada nave del
Covenant regresara con un mejorado armamento, era demasiado terrible para
calcular. También se dio cuenta de que mantenerse en la lucha, no era el camino más
prudente. Cortana consideró dedicarse al resto de las fuerzas Covenant; Con sus
mejoras en los sistemas de armas, ella también podría ganar. Pero no valía la pena
arriesgarse a que el Covenant capturara su tecnología perfeccionada.
Cortana disparó las torretas posteriores de plasma del Ascendant Justice y rayos laser
destellaron en el espacio. Un escuadrón de combatientes Seraph se desintegró
cuando se lanzaron del trasportador más cercano. Las explosiones burbujearon y
crecieron como hongos dentro de la bahía de lanzamiento del trasportador.
Ella no se quedó a observar los fuegos artificiales.
Cortana se zambulló gran velocidad al flanco derecho hacia el centro de Reach. La
superficie del planeta corrió hacia a ella. Se preguntó donde estaba ahora el Jefe y si
él estaba a salvo.
"Nunca debí haberte dicho que fueras cuidadoso," ella susurró.
"Tú eres incapaz de eso.”
“Debería haberte deseado victoria. Eso es en lo que eres bueno, John... Un ganador”.
Ella inició el generador Slipspace; el espacio se distorsionó, se abrió a distancia y la
luz envolvió a la nave líder.
Capítulo 19
TIEMPO: DÍA \ ERROR \ Estimado las 0530 horas,
23 Septiembre del 2552, (Calendario Militar) \ Abordo de la nave
de descenso capturada del Covenant, Sistema Epsilon Eridani, en
ruta hacia la superficie de Reach.
El Jefe Maestro permaneció de pie sobre la cubierta de la nave de descenso
Covenant. De pie porqué los asientos habían sido diseñados para los Elites y Jackals
y ninguno de sus contornos se adaptaba a su humana columna vertebral. No importa;
él prefería permanecer en pie.
Ellos iban a la deriva atravesando la alta atmósfera de Reach, descendiendo como
una araña sobre unos mil kilómetros de hilo de seda. Pasando cerca de un centenar
de naves que transitaban por arcos orbitales; naves de combate Seraph, otras naves
de carga y descenso Covenant, embarcaciones carroñeras lidiando con tentáculos que
arrastraban secciones del recuperado metal. Dominando los cielos a unos trescientos
metros estaban un par de grandes cruceros. Los cruceros aceleraron hacia ellos.
El Jefe se movió hacia el asiento del copiloto, donde Polaski y Haverson estaban
sentados en los asientos que ellos habían retirado del Pélican y soldados en su lugar.
"Nos han detectado Polaski murmuró.
"Lindo y fácil, suboficial" el teniente Haverson también murmuró.
"Sólo tiene que utilizar la respuesta programada que Cortana nos dio."
"Sí, sí, Teniente," Polaski respondió y se concentró en las secuencias de comandos
Covenant que se desplazaban por la pantalla a su izquierda.
"Enviando ahora” Ella tecleó un ícono holográfico.
Johnson mordió el talón de su cigarro y frunció el ceño a los buques de guerra
Covenant entrantes. El dedo del gatillo de Locklear tembló y aparecieron puntos de
sudor en su frente
"Cortana tiene estas cosas con cables muy bien ajustados", susurró el sargento
Johnson. "No se preocupe".
"Tengo un montón de preocupaciones aquí", murmuró Locklear.
"Hombre, yo preferiría estar en una vaina VHE (vehículo de entrada Humano o
Vehículo de Inserción Exoatmosférico) en fuego y fuera de control que estar aquí.
Estamos sentados haciéndonos patos."
"Tranquilo," El Teniente Haverson le silbó a Locklear. "deje a la dama concentrarse."
Polaski mantuvo un ojo en la pantalla de comunicaciones y observaba en las pantallas
externas como los cruceros gemelos se hacían más grandes, llenando el espacio
holográfico ante ella. Sus manos se cernían sobre la palanca de vuelo, sin tocarla,
pero con anticipados temblores. Tres guerrilleros de Seraph salieron de sus órbitas y
tomaron un camino cercano.
"¿Es un vector de ataque?" preguntó el Teniente Haverson.
"No lo creo," dijo Polaski. "Pero es difícil decirlo con esas cosas."
Locklear, respiró profundamente y el Jefe se dio cuenta de que no se exhaló. Puso su
mano sobre el hombro del hombre y tiró de él.
"Relájese, Marine," susurró el jefe. "Es una orden,"
Locklear exhaló y corrió su mano suavemente sobre su cabeza afeitada.
"Bien... bien, Jefe." Con esfuerzo, el Marine se obligó a calmarse un poco.
Una luz roja brilló en el panel de control.
"Alarma de colisión”
Mencionó Polaski con la indiferencia práctica de que, todos los pilotos de la Marina
tenían cara de una muerte inminente. Tomó la palanca.
"Mantenga su curso," El teniente ordenó.
"Sí, señor," dijo ella y liberó los controles. "Seraphs combatientes a cien metros y
acercándose."
"Mantenga su curso," el teniente Haverson repitió. "Ellos solo quieren echar un
vistazo," él susurró así mismo, " "Y no hay nada que ver. Nada que ver en absoluto".
Cuando los Seraphs estaban a sólo diez metros de distancia, ellos cayeron hacia
ambos lados de la nave de descenso. Véngalas de color azul salieron de los motores
de los Banshees y saltaron en la cabeza de la nave de descenso Covenant...luego se
retiraron para reunirse con los cruceros. Las grandes naves pasaron directamente por
encima y atiborrado el sol.
En la oscuridad, las luces en la cabina se ajustaron automáticamente e inundaron los
paneles de visualización con la frecuencia de color púrpura-azul auxiliar del Covenant.
El Jefe Maestro se dio cuenta de que él también había estado conteniendo el aliento.
Tal vez él y Locklear eran más parecidos de lo que se había imaginado.
Dio un vistazo al ODST: la salvaje, mirada de desesperación en sus ojos y el
flameante tatuaje del cometa que cubría el su hombro izquierdo, parecía ajeno al Jefe
Maestro. El hombre había sobrevivido al Flood y al Covenant en Halo y él había tenido
suerte y con recursos suficientes para escapar en una sola pieza. Cierto, sus
respuestas emocionales eran incontenibles... pero darle a él los mismos aumentos y
una armadura MJOLNIR. ¿Cuál es la diferencia entre ellos dos? ¿Experiencia?
¿Entrenamiento? ¿Disciplina? ¿Suerte?
John siempre había sentido a los otros hombres y mujeres en la UNSC que eran
diferentes, se sentía a gusto sólo con otros espartanos. ¿Pero no todos ellos luchaban
y morían por la misma razón? La luz rojiza de la Epsilon Eridani de repente llenó la
cabina, cuando los dos cruceros los cruzaron. Polaski suspiró, se desplomó hacia
delante y se quitó el sudor de su frente. Locklear, sacó en de su bolsillo, un pañuelo
rojo limpio y planchado y se lo ofreció a Polaski. Ella lo miró por un segundo, luego
miró al cabo, después la tomó.
"Gracias, Locklear."
Ella dobló el pañuelo en forma de banda, apartando su cabello rubio de su rostro, y la
ató alrededor de su frente.
"No hay problema, Señora," contestó Locklear. "No hay prisa."
"Bloqueando la fuente de la señal" dijo el teniente Haverson.
"Curso de dos-tres-cero uno-uno-cero." "Dos-tres-cero uno-uno-cero," dijo Polaski.
Ella empujó suavemente hacia delante y giró el mando. La nave de descenso se
sumergió suavemente sin problemas. La superficie de Reach desapareció de las
pantallas cuando la nave entró en las espesas nubes de humo que envolvían al
planeta. Hubo un sonido tranquilo y los filtros en pantalla se activaron. Un momento
después, las imágenes aparecieron en las pantallas de visualización, cientos de miles
de hectáreas de furiosas tormentas de fuego y ennegrecidos charcos donde alguna
vez había bosques y campos. John trató de no pensar en esto cuando en Reach; ya
sólo había un mundo más que el Covenant había tomado.
"Ese cañón," mencionó el teniente Haverson y apuntó hacia una fisura donde la tierra
había sido erosionada en una sinuosa cicatriz.
"Los escáneres están justo recogiendo información de la superficie. Vamos a ver más
de cerca."
"Entendido."
Polaski invirtió la nave, ejecutó una pirueta y la dejó caer hacia el interior del cañón.
Cuando se enderezó la nave de descenso Covenant, las paredes de la esculpida roca
cayeron por delante de ellos a sólo treinta metros a cada lado. El teniente alcanzó la
mochila con el sistema COM que habían retirado del Pélican. Ajustó la frecuencia de la
inusual señal que estaban recibiendo; seis mensajes en tono, seguido de una pausa
de dos segundos y luego se repetía.
" Abra un canal en la banda E-, Teniente ", dijo el Jefe Maestro." Voy a enviar una
señal en respuesta."
"Canal abierto, Jefe. Adelante"
El Jefe Maestro vinculó su COM e encriptó el canal de modo en que sólo las personas
a quienes envié la señal la oyeran.
"Oly Oly Oxen Free," habló en su micrófono. "Todo debe estar en libertad. Somos
todos libres."
El silbido se escuchó por el altavoz de la mochila COM, de repente se detuvo.
"La señal se ha ido." El teniente Haverson tocó su cuello y se quedó mirando al Jefe
Maestro. "No estoy seguro de lo que acaba de decirles, pero lo que haya sido, le
escucharon."
"Bien," el Jefe Maestro contestó. "Envíenos a abajo a un lugar seguro. Ellos nos
encontrarán."
"Hay una salida adelante, " dijo Polaski. Movió la nave hacia una profunda sombra a lo
largo del costado del estribor, donde un acantilado emergía del cañón.
"Nos posaremos ahí abajo."
Ella hizo girar la nave, dándole las espaldas a la oscuridad y movió la nave
ligeramente como una pluma.
“Abre la escotilla de al lado ", el Jefe dijo a Polaski. "Voy a salir solo y asegurarme de
que es seguro".
"¿Solo?" preguntó el teniente Haverson levantándose de su asiento.
"¿Está seguro de que es prudente, Jefe?"
"Sí, señor. Esta fue mi idea. Si se trata de una trampa, quiero ser el que caiga. Usted
quédese aquí y me cubrirá”
Haverson movió sus dedos largos a través de la barbilla, pensando.
"Muy bien, Jefe.”
"Cubriré sus seis, Jefe Maestro," dijo Locklear desmontó su rifle de asalto.
El Spartan le asintió a Locklear y marcharon por la rampa. El jefe los quería a bordo de
la nave por dos razones. Primero, si esto era una trampa y todos fueran capturados a
cielo abierto, no habría tiempo para salvarlos y ni a él mismo. Segundo, Si el Covenant
está aquí, esperando, enseguida Haverson y los demás tendrían que huir y llegar con
Cortana hacia la Tierra. Se podría comprar el tiempo necesario para salir con vida. En
la parte inferior de la rampa, dudó que su radar de movimiento señalara una sola
señal.
Allá; a treinta metros más adelante, justo detrás de una gran roca: El sistema de
identificación del amigo o enemigo se puso en contacto, ya que no era ni Covenant ni
personal de la UNSC. El Jefe sacó su pistola, se agachó y se deslizó hacia adelante.
Un canal COM privado se encendió:
"Jefe Maestro, relájate. Soy yo."
Otro Spartan salió de su cobertura en las rocas. Su armadura; si bien no tan
maltratada como la de John, estaba cubierta de marcas y quemaduras; la placa de su
hombro derecho había sido abollada. El Jefe Maestro sintió un gran alivio. Sus
compañeros de equipo, su familia, no todos habían sido asesinados. Él reconoció al
Spartan por su voz y por la sutil forma en la que echó un vistazo hacia la derecha y
hacia la izquierda. Era el SPARTAN-044, Anton.
Él era uno de los mejores exploradores de su unidad. Los dos se quedaron parados
ahí por un momento, entonces Anton movió su mano, haciendo un rápido y corto gesto
con su índice y su pulgar sobre el visor de su casco donde estaba su boca. Ésa era su
señal para una sonrisa; lo más cercano que un Spartan tendría a un arranque
emocional. John le devolvió el gesto.
“Es bueno verte también” dijo John. “¿Cuántos quedan?”
“Tres, Jefe Maestro, y otro más hacen nuestro equipo. Me disculpo por la identificación
FOF (Friend Or Foe, Amigo o Enemigo) que ha sido deshabilitada, ya que estamos
tratando de confundir a las fuerzas Covenant en esta área.” Miró de nuevo hacia la
izquierda y la derecha.
“Preferiría no darle el reporte completo al descubierto.” El hizo un movimiento hacia las
sombras de cara al acantilado.
John parpadeó su luz de reconocimiento y los dos Spartans trotaron fuera del centro
del barranco, ambos manteniendo sus ojos en el borde del cañón encima de ellos. El
Jefe Maestro sin embargo tenía bastantes preguntas para Anton. Como, ¿Por qué su
grupo se separó del Equipo Rojo? ¿Dónde estaba el Equipo Rojo? ¿Y por qué el
Covenant aún no había cristalizado/glaseado cada centímetro cuadrado de Reach?
“¿Está bien, Jefe?” Rompió la voz del Teniente Haverson a través del canal COM.
“Afirmativo, señor. Contacto hecho con un Spartan. En espera.”
Anton se detuvo ante la entrada de una caverna oscura. Era difícil ver, incluso con la
mejora en la imagen. Sólo estaba la silueta de un túnel en las sombras del frente del
acantilado. Justo dentro había barras de acero reforzado, pintadas de un color negro
mate y más allá había dos metros de ancho de barricadas de defensa con
ametralladoras atornilladas a los lados. Cada arma estaba tripulada por un Spartan; a
quienes John reconoció como Grace-093 y Li-008.
Cuando vieron a John le dieron el gesto de sonrisa, el cual regresó. Grace siguió al
Jefe Maestro y a Anton hacia la caverna. Li se quedó para operar las torretas. El Jefe
Maestro parpadeó cuando sus ojos se ajustaban a las luces fluorescentes que
iluminaban intensamente el interior de la caverna. Las paredes tenían una textura
acanalada, como si hubieran sido excavadas por máquinas. De pie ante una mesa
plegable estaba otro hombre, con uniforme Naval.
El Jefe Maestro se puso rígido y saludó. “¡Almirante, señor!”
Vicealmirante Danforth Whitcomb, a pesar de su nombre de Europa Occidental y su
acento de Texas, afirmó haber descendido de los cosacos de Rusia. Tenía el físico de
un oso grande, una cabeza bien rapada y pulida, los ojos tan oscuros que podían
parecer hechos de carbón y un bigote de sal y pimienta que caía sobre su labio
superior y colgaba por el borde de su barbilla.
“Jefe Maestro.” El almirante respondió con un fresco saludo.
“En descanso, hijo. Maldición, es bueno verle.”
Se dirigió al Jefe y estrechó su mano; un gesto que muy pocos que no eran Spartans
se atrevían a realizar; Aplastando la carne descubierta en un guante frío e implacable
que podría pulverizar sus huesos.
“Bienvenido al Campamento Independencia. Los alojamientos no son de cuatro
estrellas… pero nosotros le llamamos hogar.”
“Gracias, señor.”
John nunca había trabajado con el Almirante antes, pero sus logros durante las
batallas de Nueva Constantinopla y el Asedio en las Lunas de Atlas eran bien
conocidos. Cada Spartan había estudiado el registro de Whitcomb. John abrió un
canal COM hacia el Teniente Haverson.
“Pueden avanzar, señor. Todo despejado.”
“Entendido,” dijo Haverson. “Estamos en camino.”
“Estoy feliz de verle, Jefe.” Dijo el Almirante Whitcomb,
“No te tomes esto a mal, pero ¿qué diablos están haciendo aquí? Keyes tenía órdenes
de llevarlos a una misión dentro del territorio Covenant.”
“Sí, señor. Es… una larga historia.”
El Almirante torció su bigote, miró su reloj y sonrió.
“Tenemos el tiempo, hijo. Vamos a oírlo.”
John se sentó en una roca y le contó al Almirante todo lo que había pasado desde que
abandonaron Reach: la recuperación de la base de datos NAV de la Estación Gamma,
el terrible escape del Pillar of Autumn, el descubrimiento de Halo y su excéntrico
guardián, 343 Guilty Spark. El titubeó, luego describió sus enfrentamientos con los
Flood y la subsecuente destrucción de Halo, terminando con la captura de la nave líder
del Covenant. Durante la historia, el Teniente Haverson y los demás llegaron de la
nave de descenso. Se quedaron en silencio conforme el Jefe Maestro contaba la
historia. El Almirante escuchó sin decir una palabra. Cuando John terminó, el
Almirante dio un lento y pequeño silbido y se sentó contemplando todo.
“Eso es una historia de infierno. Y si hubiera venido de alguien más a excepción de ti,
hubiera ordenado un examen psicológico.” Se puso de pie y caminó.
Se detuvo y frunció el ceño.
“Lo creo todo… pero hay algo que no encaja.” Arrugó su cara conforme pensaba.
“Sin embargo, no puedo señalarlo.”
“Señor,” el Teniente Haverson dijo tranquilamente. “Perdón por preguntar, pero ¿cómo
es que están vivos? ¿Aquí?”
El Almirante sonrió.
“Bueno, esa es otra larga historia, Teniente. Déjeme darle la versión dulce y corta.” Se
inclinó contra la pared de la caverna y cruzó sus brazos sobre su pecho.
“En el segundo en el que esos bastardos Covenant entraron al sistema yo supe que
Reach era historia. El Covenant no hace nada a medias. Todos en el planeta estaban
muy ocupados evacuando; que era lo que había que hacer; pero tuve que quedarme
atrás.”
Varias emociones pasaron por la cara del Almirante: preocupación, diversión… y luego
su rostro se puso estático conforme miraba hacia el pasado, recordando lo que había
pasado.
“Hemos estado trabajando en una nueva bomba, llamada la Nova. Es un racimo de
bombas nucleares, cada una con una carcasa de Litio Triteridio. Ahora estas cosas, en
teoría, cuando se detonen, no sólo harán el Big Bang que se podría esperar de una
bomba nuclear; sino que forzaría las carcasas de Tritio a unirse en un centro
supercalentado y presurizado.”
Hizo un puño y lo golpeó con la palma de su otra mano para dar énfasis.
“Aumenta el rendimiento a un cien por ciento.” Una sonrisa se dibujó en su rostro.
“Mata planetas. Planeábamos usar estas cosas en las batallas espaciales para nivelar
el terreno de juego.”
Su sonrisa desapareció y se acarició el bigote.
“Bueno, las cosas no salieron tal y como se habían planeado y nos atraparon
desprevenidos con esas Novas sobre el terreno. Así que decidí darles un nuevo uso.”
La cara del Teniente Haverson se arrugó por la confusión. Él no interrumpió, pero el
Almirante lo vio y dijo:
“Piense, hijo. Todos esos artefactos alrededor con muchos Covenant para ser
volados.”
Haverson sacudió su cabeza. “Lo siento, señor. Todavía no lo entiendo.”
“¿Oficial de Inteligencia, eh?
Whitcomb resopló y se volvió al Jefe Maestro. “¿Tú qué habrías hecho?”
“Armarlas, señor,” respondió el Jefe Maestro.
“Activar los detonadores a prueba de fallos e iniciar un conteo regresivo. Yo diría, dos
semanas.”
El Almirante asintió.
“Sólo les di diez días. No hay que darles mucho tiempo para juguetear.” Respondió
Whitcomb.
Usó una de sus enormes manos sobre el hombro del Teniente Haverson y éste se
estremeció.
“Hay dos posibles resultados para este plan, Teniente. O el Covenant empaca las
Novas y se las lleva a su casa para estudiarlas; una posibilidad que ruego a Dios que
suceda. Una bomba como esa podría partir su mundo a la mitad. O las bombas se
quedan aquí; y detendrán al Covenant en Reach.”
“Ya veo, señor.” Respondió el Teniente con un suspiro, entonces echó un vistazo a su
reloj.
“¿Esto fue hace cuántos días?”
“Tenemos mucho tiempo de sobra,” le dijo el Almirante. “Aproximadamente hace
veinte horas.”
El Teniente Haverson tragó saliva.
“Sin embargo sólo hay un inconveniente en ese plan.”
El Almirante removió su mano de Haverson y su mirada se centró en el sucio suelo de
la caverna.
“Yo tenía un grupo de Marines; la compañía Charlie; la cual fue hecha pedazos antes
de que pudiéramos llegar a esas Novas.”
Él suspiró.
“Valientes chicos. Un maldito desperdicio de buenos hombres. Ahí es cuando capté al
Equipo Rojo en un canal COM codificado. Los “convencí” de que me prestaran a
algunos de sus Spartans. Llegamos a las Novas, las armamos y hemos estado
levantando ocho infiernos aquí abajo, con ejercicios de golpear y retroceder; sólo para
mantenerlos a todos ocupados, ustedes entienden. No queremos aburrirnos.”
“¿Y el resto del Equipo Rojo, señor?” el Jefe Maestro preguntó.
Whitcomb sacudió su cabeza.
“Tuvimos una última transmisión de ellos antes de que dijeran que estaban
retrocediendo.”
Él caminó hacia la mesa. Desenrolló un viejo mapa topográfico de papel y señaló la
Montaña Menachite.
“Aquí. Donde la ONI tenía su base CASTILLO.”
Él pausó.
“Pero el Covenant está destrozando esa montaña, roca por roca. Quiero creer que
ellos siguen ahí… pero hemos contado al menos una docena de compañías. Esos
Covenant tienen apoyo aéreo, patrullas en la órbita más cercana, y en el suelo,
armamento. El lugar es una fortaleza ¿Pudo alguien sobrevivir?”
El Jefe Maestro escudriñó las líneas de la montaña y obtuvo una respuesta para el
Almirante.
“Están bajo tierra,” dijo él. “En la instalación CASTILLO. Entrenamos mucho ahí. El
Covenant sólo puede llenar esos túneles con muchos grupos de búsqueda.”
¿“Entonces usted piensa que ellos pudieron tener una oportunidad?.”
“Sí, señor. Más que una oportunidad. Le garantizo que ellos están ahí. Allí es donde yo
estaría.”
El Almirante puso su dedo en la representación de la Montaña Menachite, la golpeó
dos veces, pensando y luego súbitamente levantó la mirada.
“¿Ustedes llegaron a este cañón en una nave Covenant capturada, cierto? ¿Una nave
de descenso Covenant?”
“Sí, señor,” John no le había contado eso. A pesar de su brusca manera, el Almirante
conocía sus negocios.
“Entonces vamos a ir por ellos, hijo.”
“¡Señor!” dijo el Teniente Haverson. “Con todo respeto, señor, nuestra primera
prioridad debería ser regresar a la Tierra. Toda la información que hemos recolectado
en Halo, la tecnología a bordo de la nave insignia que capturamos… Los cálculos de
Cortana del Slipspace (deslizespacio) podrían cambiar el curso de esta guerra en
nuestro favor.”
“Ya sé todo eso,” el Almirante respondió de forma concisa.
“Y está trescientos por ciento en lo correcto, Teniente. Pero…” golpeó el mapa de
nuevo con su dedo índice.
“No dejaré a ningún solo hombre o mujer atrás en este planeta para que el Covenant
los aniquile por mero deporte. De ninguna manera. Y eso vale doble para un Spartan.
Vamos a entrar.”
Capítulo 20
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA.
/ Estimado las 0610 horas, 23 de Septiembre del 2552 (Calendario
Militar)
/ A bordo de la nave capturada de descenso Covenant,
Sistema Epsilon Eridani, en ruta a la superficie de Reach.
Polaski aceleró la capturada nave de descenso a su máxima velocidad; por debajo de
la velocidad Mach 1. La embarcación se arqueó y se unió al largo convoy de naves
Covenant; transportes de tropas, drones carroñeros y cazadores Seraph; cuando ellos
descendían de una orbita superior hacia la superficie. La formación de los buques
alienígenas se dirigía en línea recta hacia la montaña Menachite.
Las comunicaciones Covenant se desplazaron en una pantalla junto al asiento del
piloto y luego cesaron.
“Transmisiones entrantes provenientes del convoy… supongo que no les gusta
perderse.” Polaski murmuró calmadamente, viendo la caligrafía Covenant,
“No están disparando.” El Almirante dijo, sujetándose del respaldo del asiento de
Polaski.
“Estamos bien. Solo volando, Suboficial.” Él volteo al Jefe Maestro.
“Prepárate, hijo.”
El Jefe asintió y se movió hacia el resto del escuadrón. Sus tres Spartans, como el
Teniente Haverson, Locklear y el Sargento Johnson que permanecían sobre una
colección de armas que estaban en la cubierta. Anton estaba enojado por el inventario.
“Escopetas, un cañón de combustible, un lanzacohetes Jackjammer, pistolas de
plasma HE (Altamente Explosivo por sus siglas en ingles) y todo tipo de granadas;
Escojan las que quieran”
El Jefe tomó cinco cartuchos de munición para su rifle de asalto MA5B, tres granadas
de fragmentación y una escopeta para el trabajo cercano. Nada de lujos, el quiso que
fuera sencillo para así poder mantener un ojo en el resto de su equipo.
Locklear levantó el cañón de combustible, gruñó por el esfuerzo. El arma brillaba en un
verde misterioso a lo largo de su carcasa de combustible. Grace le reveló a él de que
el arma era muy pesada y se la puso en el hombro con mucha facilidad.
“Asegúrate de tener un pistola,” el Jefe le dijo a Locklear. “Estaremos en lugares
subterráneos muy cerrados.”
“Entendido.” Dijo Locklear.
“Estamos cerca.” El Almirante les avisó.
El Jefe Maestro se movió hacia la cabina del copiloto para observar. La línea de naves
y drones maniobraron atravesando una pila de piedras del tamaño de camiones, que
habían sido talladas en la montaña. Un hoyo en espiral de diez kilómetros de ancho,
se sentaba donde la montaña Menanchite se había una vez levantado
majestuosamente e indomablemente, cubierta de bosques y glaciares. Ahora solo
había una banda de minas, con un solo eje perforado en su centro. Un crucero
Covenant rondaba sobre el eje y el brillo púrpura de un ascensor gravitacional cortaba
el interior del eje.
“Esa es nuestra ZA (Zona de aterrizaje),” anuncio Whitcomb.
“Polaski, quiero que maniobres por este cráter hasta abajo, pero relaja un poco los
motores y deja a su haz de gravedad hacer el trabajo. Que nos llevará todo el camino
hasta lo que haya en el fondo.”
“Con todo respeto, Almirante,” dijo Polaski.
“No estoy segura de que alcancemos entrar.”
El Almirante echó un vistazo al agujero. “Cabremos,” el dijo.
“Tengo total confianza en usted, suboficial. Ahora hagámoslo rápido. No creo que
nadie allá arriba vaya a pensar que bajar hasta allá sea buena idea.”
“Si, señor.” Los ojos de Polaski se enfocaron en el agujero. “No hay problema, señor.”
El Jefe Maestro se maravillaba por la falta de temor del Almirante. El confió en su
juicio, el había sido criticado durante sus campañas por sus tácticas y estrategias poco
convencionales, pero su visión había sido puesta a prueba cada vez y había salido
exitoso. El Jefe Maestro, sin embargo, también había observado que el más alto de su
cadena de mando recibió sus órdenes y lo más probable es que esas órdenes
demanden casi lo imposible.
“Sosténganse.” El Jefe llamó, regresando hacia su equipo.
Polaski movió la nave de descenso Covenant y cayó en picada hacia el centellante
haz de gravedad color púrpura. En el instante en que ellos entraron al campo, la nave
saltó, aceleró y se sacudió en el interior del agujero perforado de la roca sólida.
Aislado de los delgados rayos de la luz del sol, la nave se oscureció. Las luces
internas brillaban en un azul tenue.
“No tenemos espacio para maniobrar aquí.” Polaski susurró.
El teniente Haverson se adelantó.
“Almirante Whitcomb, señor, Observé como podemos entrar, asumiendo que este
agujero nos lleve hacia algún lado, pero es la otra parte de su plan que no me queda
claro. ¿Cuál es nuestra estrategia para salir, señor?”
El Almirante depositó su mirada penetrante sobre Haverson.
“Tengo eso resuelto. Solo dispare cuando le indique y mantenga oprimido el gatillo.
¿Lo entiende?”
Haverson apretó los dientes, mirando muy insatisfecho.
“Si señor.”
Polaski se centró intensamente en las paredes del corredor hacia su embarcación.
“Los censores de corto alcance muestran un contacto, parece que es el fondo del
pozo. ETA (tiempo estimado de llegada) a unos sesenta segundos a esta velocidad.”
Dijo Polaski.
El Almirante se acerco al Jefe y susurró.
“Vamos a recibir un fuerte impacto por lo que sea que se encuentre allá abajo.
Asegúrese de pegarles tres veces más fuerte. Luego de que llegue con Anton al punto
de encuentro y vea que no puede localizar a sus Spartans. Supongo que se han ido a
tierra.”
Antes de que el Jefe pudiera contestar, el Almirante se movió y tomó un rifle de asalto
y dos pistolas HE. Puso en su cinturón granadas de fragmentación y de plasma.
“Treinta segundos.” Polaski advirtió.
Apagó los motores y la nave se deslizo hacia el rayo de gravedad.
“Hay algo ahí abajo. ¿Es eso luz del sol?”
La nave emergió en un cuarto titánico, de tres kilómetros de la largo, circular y con una
docena de hangares con vista al espacio. Mas adelante un sol holográfico y una
docena de lunas giraban en un techo abovedado. Excepto por el agujero perforado
dentro de la montaña por el Covenant, la proyección holográfica era perfecta. El
Almirante analizó el cuarto y sus ojos oscuros se centraron en un grupo de fuerzas
Covenant en el piso, cerca de un borde de la gran sala.
“Ahí,” el dijo y señaló. “Debe de haber como cien de ellos, algunos Elites, Jackals y la
mayoría son Grunts. Parece como si ellos estuvieran cavando una cueva y no están
listos para tener compañía. Bien. Polaski, bájenos a medio kilómetro de ellos y luego
cúbranos con polvo. La quiero devuelta en ese agujero tan pronto como le sea posible.
No queremos dejar abierta nuestra puerta trasera.”
“A la orden, señor.” Contesto Polaski.
El Almirante se dirigió a Li. “Estarás en la retaguardia, hijo. Espera aquí y cuida el
buque con Polaski, lo siento.”
“Señor, si señor.” contesto Li.
El Jefe Maestro detectó un tono de amargura en las voces de los Spartans lo que
dibujaban sin duda lo que pensaba que era una suave orden.
La nave bajó fácilmente mientras estaba a un metro por encima de los mosaicos
azules de la sala, las puertas se abrieron. El Jefe fue el primero en saltar, seguido de
Anton, el Teniente Haverson y Locklear. En la otra escotilla de la nave saltaron el
Almirante, el Sargento Johnson y Grace. La nave inmediatamente rozó el agujero en el
techo, lo suficientemente lejos para protegerse de cualquier disparo hecho desde la
superficie.
“¡Muévanse todos!” El Almirante gruñó.
Apuntó a Grace y a Locklear.
“Ustedes dos, disparen sus armas de largo alcance. Todos los demás arrastren su
trasero. ¡Elimínenlos!”.
El plan del Almirante sonó. Estaba arriesgando la nave de descenso, su única vía de
escape, el aterrizar demasiado cerca del enemigo. Ellos todavía tenían el elemento
sorpresa; el Covenant no previó un asalto en el corazón de su centro de operaciones.
¿Pero cuanto duraría esta ventaja? ¿Cuánto durará antes de que el crucero vuele en
pedazos su nave? El Covenant era su enemigo más peligroso. Era cuestión de tiempo.
Grace pausó, disparó el cañón de combustible en un ángulo de cuarenta y cinco
grados en el aire y salió una ronda. El arma alienígena siseó y escupió una brillante
esfera de energía. La bola de energía voló por medio kilómetro, impactó y explotó en
una luz verde. Grunts y Jackals volaron.
Locklear disparó dos cohetes Jackhammer, luego dejó caer el gastado cohete. El par
de cohetes se impactaron en un grupo de Elites, que hace un segundo estaban
corriendo hacia el.
Las dos explosiones obscurecieron el cuarto con nubes de polvo, fuego y humo. El
Jefe Maestro le indicó a su equipo que se esparcieran y que avanzaran en paso corto.
Adelante había siluetas de Grunts y Jackals en las nubes de polvo, llorando y
disparando al aire, entre ellos o a cualquier cosa que se moviera.
“Síganse moviendo.” Indico el Jefe. “Antes de que sepan quien les disparó.”
Anton pausó y se arrodilló a lado de un par de huellas en el suelo lodoso.
“Kelly estuvo aquí.” Informo por el canal COM.
El Jefe Maestro encendió la frecuencia COM del equipo rojo.
“¿Kelly? ¿Fred? ¿Joshua? Spartans reconozcan mi señal.”
Solo estática fue su respuesta.
A cien metros desde la aturdida tripulación de trabajo Covenant, un perno de plasma
perdido salió disparado de la nube, una zona llena de escombros explotó a unos pocos
metros del Jefe Maestro. Él disparó una rápida ráfaga a donde estaban las unidades
enemigas, esperando a forzar a que el enemigo mantuviera la cabeza abajo. Grace se
detuvo y disparó el cañón de combustible de nuevo. Una segunda explosión de
energía radioactiva destelló por encima y detonó a lo largo de la lejana pared.
En la intensa luz, el Jefe Maestro vio que una docena de Jackals repelieron la
explosión juntando sus escudos de energía para crear una falange. Atrás de ellos
cinco Elites prepararon sus rifles de plasma.
“Agáchense.” Él gritó y saltó a un lado.
Grace se tiró al suelo y rodó lejos. Pernos de plasma volaron por encima de sus
cabezas y los escudos del Jefe Maestro se drenaron por un disparo muy cercano. El
bombardeo destruyó varios mosaicos alrededor de él y los convirtió en un cráter de
vidrio negro.
“¡Granadas sobre esos escudos, Spartans!”. El Almirante Whitcomb gritó.
El Jefe Maestro y Anton cebaron granadas de plasma y las lanzaron, estas rebotaron
en el muro y cayeron en el grupo de Elites y Jackals detrás de sus escudos. Hubo un
par de destellos azules y la formación desapareció. Los Jackals que sobrevivieron
corrieron espantados a buscar cobertura.
Grace disparó el cañón de combustible, golpeó la formación de falange dispersada y
los voló literalmente en pedazos. Ella soltó el arma.
“Contador Rad a su máxima dosis.” Ella dijo. “Esta cosa esta demasiado caliente para
seguirla usando.”
“¡Aléjate!” el Jefe ordenó. “¡Esas cosas no tienen seguro!”
Grace se alejo justo a tiempo. El cañón caído destelló, se sacudió y luego explotó con
tal fuerza, como una granada de fragmentación. Ennegrecidos mosaicos quebradizos
empezaron a llover sobre ellos.
Locklear avanzó lentamente y le disparó a los Grunts que huían de la excavación. No
estaban armados. Locklear los mato sin remordimiento.
Desde una pila de piedras fragmentadas, un par de Elites heridos lucharon cuesta
arriba, sangre y huesos explotaron desde sus pechos y giraron hacia el lugar de donde
venia el fuego; rocas se movieron del paisaje bloqueado. Tres Spartans emergieron
desde su cobertura, sus rifles de asalto todavía humeaban por las recientes ráfagas.
John supo instantaneamente que esos tres eran Kelly, Fred y Will. El corrió para
encontrase con ellos. Fred bajó su arma.
“¿Anton… Grace… John?” el dijo desconfiado.
El Jefe abrió el canal COM para ellos.
“Soy yo. Quisiera tener tiempo de explicarles todo. Lo haré mas tarde. Pero antes
larguémonos de aquí.”
Kelly llego rápidamente y deslizó sus dos dedos en la careta de John. El quería
regresar la sonrisa, pero en ese momento el Almirante Whitcomb, corrió a toda
velocidad hacia ellos y patinó hasta detenerse junto a los Spartans.
Lo habían seguido Haverson, Locklear y Johnson, quien volteo sobre su hombro para
echar un vistazo al enorme cuarto vacío alrededor de ellos.
“¿Son todos?” Pregunto el Almirante.
“No, señor,” Fred contesto.
“Todavía falta uno.” Giró y extendió su mano adentro del túnel parcialmente colapsado.
“¿Señora? Ya es seguro salir.”
Por un instante el Jefe Maestro olvidó de que estaban en el corazón del campo
enemigo; se olvido de la guerra, de que Reach había caído y de todos los que se
habían ido en los últimos días. El nunca pensó en que la volvería a ver.
La Dra.Halsey emergió del túnel. Sacudió el polvo que había en su falda y en su bata
con su mano delgada.
“Almirante Whitcomb,” Ella dijo “es un placer verlo de nuevo.”
“Le agradezco el que nos haya rescatado. Es mucho mas oportuno de lo que usted se
imagina.” Se volteo hacia el Jefe Maestro.
“¿O acaso te debo de agradecer a ti por esta audaz operación, John?”
El Jefe Maestro no tenía palabras para responder. También se erizó ante el ocasional
uso de su nombre… pero podía olvidar eso. Ella siempre ha usado su nombre, nunca
su rango o numero de serie para dirigirse hacia el. El noto el puño de cristal que
empuñaba en su mano. Tenía miles de caras y emitía una luz azul brillante, como el
color de los zafiros y la luz del sol en el agua.
“Agradézcale a quien usted quiera, Catherine.” dijo el Almirante Whitcomb.
“Háganos una fiesta si eso la hace feliz… una vez que hayamos salido de aquí.”
El abrió canal COM. “Polaski, baje…”
El Sargento Johnson tomo del brazo del Almirante y señaló hacia el lejano muro.
“¿Qué sucede, Sargento?” La voz del Almirante murió en su garganta.
El Jefe Maestro revisó su radar de movimiento, pero no hubo contacto sólido, tampoco
vio nada a tres kilómetros alrededor. ¿Acaso había visto a un Elite camuflajeado? No,
el polvo que había en el aire seguramente lo hubiera delatado.
“Que nadie se mueva.” El Almirante murmuro.
John los vio, luego, vio a los demás.
El no los había visto por que había pensado que era la neblina en el aire, o tal vez, la
distancia provocaba un espejismo. No había pensado en la posibilidad de que todavía
quedaran demasiadas tropas Covenant.
En cada nivel de los doce niveles de galerías que rodeaban la gigantesca sala, había
soldados Covenant. Estaban atiborrados con Grunts, Jackals cuyos escudos de
energía aparecieron, enojados Elites y varias parejas de Hunters con sus cañones de
combustible brillando en verde.
El zumbido de las miles de armas de plasma llenó el aire como si fuera un enjambre
de langostas.
Nadie se movió, Nadie respiró excepto Locklear, quien exhaló un largo y profundo
suspiro.
John trató de contarlos a todos. Ahí debía de haber miles, en cada nivel. Un batallón,
tal vez más. Todos ellos ni siquiera tenían que apuntar, todo lo que tenían que hacer
era disparar y llenar el espacio con agujas y pernos de plasma.
Ellos serían vaporizados antes de pudieran acercarse al túnel que estaba a sus
espaldas.
Una pareja de Hunters rugieron con rabia; ellos nivelaron sus cañones de combustible
hacia John, a su equipo y con el objetivo fijado, descargaron sus armas.
Un segundo después el resto de las hordas alienígenas abrieron fuego.
Capítulo 21
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA X.
/Estimado las 0640 horas, 23 de Septiembre del 2552
(Calendario Militar)
\ A bordo de la Nave Insignia capturada Ascendant
Justice, en la periferia del Sistema Epsilon Eridani.
La Ascendant Justiceemergió desde el no-método euclidiano (Perteneciente o relativo
a Euclides o al método de este matemático griego del siglo III a. C.) y ni del no
Einstein, el cual los humanos lo habían erróneamente llamado "Slipspace" (Desliz-
espacio). No había ni un "espacio" ni nada de un "desliz" a través de las dimensiones
alternativas.
La nave se desplazó dentro de una nube de cristal hecha de hielo, que después de
miles de años de haberse derretido y vuelto a congelar había tomado la forma de una
delicada telaraña. Las difusas luces de marcha de la Ascendant Justicereflejaron estas
partículas haciendo un reflejante halo resplandeciente. Lo que le recordó a Cortana a
la bola de nieve que la doctora Halsey había mantenido en su escritorio: la montaña
Matterhorn y un pequeño escalador suizo de tres centímetros de altura, en el centro de
una tormenta de nieve microscópica. La gran nube congelada a su alrededor era
significativamente mayor, pero aun así era un efecto encantador y una vista agradable
desde el abismo del Slipspace.
Cortana había huido del sistema Epsilon Eridani, pero sólo al borde del sistema, un
salto corto de unos pocos billones de kilómetros desde Reach y del Jefe Maestro. Las
probabilidades de que el Covenant la encontrara eran astronómicas, de hecho, incluso
si tuvieran naves patrullando. El gran volumen de la nube era demasiado grande como
para buscar ahí dentro por unos cien años. Aun así apagó virtualmente casi todos los
sistemas en la nave, excepto los generadores de fusión y por supuesto, los sistemas
de su propio poder. La Nave quedó a la deriva en la helada oscuridad.
Sin embargo, ella reactivó los reactores, para recargar los capacitadores del Slipspace
y regenerar el plasma que había gastado en su breve lucha con los cruceros
Covenant. Si ella era atacada por una flota mayor, sus desesperadas tácticas podrían
ser muy valiosas; disparando todo su plasma a distancia y hacer que la cercana
gravedad diera un salto al Slipspace, pero una nave contra una docena, su efectiva
habilidad en combate usando aquellas tácticas puede ser medidos en microsegundos.
Y ahora el Covenant sabía que la Ascendant Justice ya no era uno de los suyos. Ella
tenía la esperanza que el Jefe Maestro pudiera eludir la flota Covenant y que pudiera
encontrar a sus Spartans y de alguna manera llegara a las coordenadas de su punto
de encuentro, todo ello sin que fueran hechos trizas por las fuerzas de tierra del
enemigo y de la flota Covenant.
Hizo una pausa para restablecer sus subrutinas emocionales; la IA dio el equivalente a
un profundo suspiro. Cortana tuvo que permanecer concentrada y pensar en algo útil
que hacer mientras ella esperaba. El problema era que ella había estado pensando al
máximo de su capacidad durante los últimos cinco días. Y ahora ella estaba pensando
con una gran porción de su mente, ocupada por los datos absorbidos de Halo.
Volvió a jugar con la idea de vaciar los datos hacia la memoria interna de la Ascendant
Justice. Ahora que la otra IA había sido borrada, debería ser seguro ahora. Sin
embargo, si un dato tecnológico se filtraba al enemigo...podría tener extremas
repercusiones en el esfuerzo de la guerra. Sí los datos de Halo caían en manos del
Covenant; la guerra habría terminado.
Ella decidió que tenía que hacerlo con su memoria de procesamiento de banda ancha
disponible.
Cortana escuchó y miró hacia el centro del sistema Epsilon Eridani con los sensores
pasivos de la Ascendant Justice. Eran débiles comunicados Covenant que susurraron
junto a ella y en un lapso de ocho horas tardaron en llegar, porque ese es el tiempo
que tomaba la señal en viajar de Reach hasta la nave insignia.
Interesante. La charla actual se centraba, sin duda, en los intrusos. Ocho horas
después, había sido lo de costumbre...cualquier cosa que fuera. Ella escuchaba a
escondidas los flujos de datos, la traducción y trató de dar sentido a todo. Entre las
muestras más coherentes de sus emocionados balbuceos religiosos eran:
“descubran el fragmento divino, e iluminen el fragmento de los dioses, para que exista
el momento perfecto en el que se desvanece en un abrir y cerrar de ojos,perodurará
por siempre y recogeremos las estrellas restantes por los gigantes.”
La traducción literal no era el problema. Era el significado detrás de las palabras lo que
no entendía. Sin las referencias culturales adecuadas, todo esto eran galimatías.
(Galimatías es un término usado para describir un lenguaje complicado y casi sin
sentido) Pero, tenía que significar algo para alguien.Tal vez podría utilizar la parte que
había copiado de la IA del Covenant para entender. Se había comunicado con ella, por
lo que su habla era parcialmente fluida con modismos humanos. Ella podría ser capaz
de invertir su software de traducción.Cortana aisló el código de la IA y comenzó el
proceso de desembalaje y de recuperación.Esto llevaría tiempo, porque el proceso de
reconstitución y compresión del código requerirá una buena parte de su poder de
procesamiento, ahora reducido.
Mientras esperaba, examinó los reactores Covenant. Ellos usaban un pequeño campo
magnético para calentar el plasma de tritio (El tritio es un isótopo natural del
hidrógeno; es radiactivo. Su símbolo es 3H). Era sorprendentemente primitivo.Sin un
mejor hardware, era poco lo que Cortana podría hacer para mejorar la eficacia de su
poder. Necesitaba más, si ella iba a regresar de nuevo al sistema para su cita con el
Jefe Maestro.
El Covenant no se iba a quedar sentado y esperar por ellos como si fuesen un
anzuelo, decir adieu (adiós en francés)y luego escapar. Lógicamente, hay una sola
manera de hacer esto: ella Iba tener que pelear y matarlos a todos. Cortana podría
conservar la energía de su nave y el fuego de las armas de plasma pues así fueron
diseñados. Eso, sin embargo, sólo retrasaría lo inevitable. Una docena de naves
contra una sola; incluso el capitán Keyes no habría sobrevivido a una situación táctica
así de desequilibrada. Debatió la forma de resolver este problema, dio pie a una
multitarea de rutina que enumeraba sus recursos y los filtró en una matriz
probablemente creativa, con la esperanza de encontrar algo de inspiración.
El desembalaje de las rutinas de la IA alienígenaterminaron. El código apareció en ella
como una vasta sección de capas geológicas: las variables de granito en color gris y
en rojo sangre, los procesadores visuales del arenisco y las aceitosas funciones de
color oscuro como películas. Pero había decenas de capas de código que ni siquiera
ella reconocía. Sin embargo, los algoritmos de traducción, estaban en las capas
superiores de esta estructura, centellando como una vena de cuarzo bordado en oro.
Ella tecleó en el software; tenía bucles infinitos y código muerto al final de las líneas;
cosas que tenían que ser errores. No obstante, también había delgados vectores de
traducción cristalinos que nunca había pensado por su cuenta. Los copió y esclavizó a
su léxico dinámico. Las distantes transmisiones Covenant se vertían en su mente,
ahora un poco más coherentes:
Las capas interiores en el templo, fueron penetradas; los Infieles están presentes y la
operación de limpieza está en curso, la victoria está asegurada y La Gran Pureza
incinerará en unísono a los infieles, La santa luz no puede ser contaminada.
Ella recogió con urgencia el matiz de estas transmisiones, como si la confianza notoria
del Covenant no fuera enteramente genuina. Dado a que estos mensajes hacían
referencia a una infestación que debía ser limpiada y puesto que estas transmisiones
se produjeron muchas horas antes de que la Ascendant Justice había entrado en el
sistema Epsilon Eridani, el Jefe Maestro había estado en lo correcto, sobre sus
conclusiones: No había humanos supervivientes en Reach. Probablemente Spartans.
Su correcto análisis de la situación basándose en la señal de las seis notas, irritó a
Cortana. Le molestaba más el hecho de que ella no hubiera concluido esto también.
Le hizo darse cuenta de lo peligrosamente cerca de estar al límite de su capacidad
operativa intelectual. Una de sus rutinas de alerta se activó. Una compuerta de acceso
a la ruta desde el puente a la sala del reactor; la cual ella había especificado
directamente al sargento Johnson de no soldarla completamente; sólo dejarla abierta.
"La trampa está cargada," ella susurró.
Cortana escaneó la región, con los sensores internos de la nave. No había nadie...
solo que "nadie" tal vez en realidad eran un grupo de élites camuflados, tal vez los
"Guardianes de la llave luminosa" que se mencionan en el comunicado de saludos del
Covenant. Cortana viajó a través de la brecha del casco de emergencia y cerró cuatro
puertas del mamparo y dos a cada lado de su escotilla abierta.
"La trampa saltó", comentó ella.
Cortana ventiló el ambiente en esta sellada sección. Ella esperó que hubieran dejado
el sistema de ventilación abierto detrás de ellos, condenando a cualquier otro
dejándoles atrás hacia una asfixia similar. Sus sensores recogían una detonación de
granada de plasma en el interior del puerto a babor, del conjunto de puertas que ella
había sellado y bloqueado. La descarga revolvió aquellos circuitos y deshabilitó los
seguros. Ella notó que las puertas estaban siendo abiertas lentamente…pero no lo
suficiente como para alcanzar al segundo par de puertas selladas que estaban por
delante.
La apertura de aquellas puertas se detuvo.
"Gotcha", susurró ella.
Cortana mantuvo esa sección de la Ascendant Justice sellado hasta que el Sargento
Johnson pudo confirmar las muertes. Ella no se permitió bajar la guardia, de ninguna
manera. Tenía que haber saboteadores alienígenos adicionales a bordo de su nave. Y
si los encontrara, tendría que lidiar con ellos de la misma manera eficiente. Esta menor
distracción fue resuelta, Cortana devolvió la atención al código de la IA Covenant.
Pequeñas porciones del software alienígeno se parecían a los de ella. Las
probabilidades de tal paralela evolución en ciencias de la computación parecía
improbable. Era casi como si se tratara de su código... sólo que copiado muchas
veces, cada vez con sutiles errores introducidos por el proceso de replicación. ¿Podría
el Covenant haber capturado a una IA hecha por humanos, copiada y después, usada
en el resto de sus naves? Si es así, ¿por qué había la necesidad de repetir el código
tantas veces? ¿Y con tan demasiados errores?
Sin embargo, a esta teoría no le siguió la pista. Las IAs inteligentes como ella, tenían
un duración de vida operativa de aproximadamente siete años. Después de que la
memoria de procesamiento se volvió demasiado interconectado y desarrolló bucles
fatales de retroalimentación sin fin. En esencia, la IA se hizo demasiado inteligente y
sufrió una atenuación exponencial de la función, ellas literalmente creían la muerte.
Así que si el Covenant estaba usando IAs creadas por humanos, todas las copias
estarían extintas dentro de siete años y no habría ninguna razón de volver a copiar las
copias. No prolongarían en extender su vida útil, porque todas las interconexiones del
procesador de memoria tendrían que ser copiadas también. Cortana se detuvo a
examinar hasta qué punto su vida se había visto comprometida por la absorción y el
análisis de los datos de Halo. Sus experiencias en el sistema informático Forerunner
ciertamente habían empujado su intelecto mucho más allá de sus límites diseñados.
¿Había quemado la mitad de su "vida" en hacerlo? ¿Más? Guardó ese pensamiento
para su posterior examen. Si no encontramos una manera de alcanzar al Jefe Maestro
y regresar a la Tierra, su ciclo de vida operacional sería aún más corto.
Sin embargo ella estaba curiosa acerca de una cosa: Cortana rastreó el origen de las
rutas copiadas de la IA alienígena y encontró su rutina de replicación. Este código
copia era extremadamente muy complicado; de hecho, tomaba más de dos tercios del
espacio del procesador de memoria de la IA Covenant. Era oscura, con funciones que
corrían profundamente hasta el núcleo. Se esparcía como dedos a través del sistema,
como un cáncer que había hecho metástasis en el cuerpo entero de la IA. Ella no
entendía nada de eso. Pero Cortana no tenía que entender el código para utilizarlo.
¿Valía la pena el riesgo de usarlo? Tal vez. Si pudiera mitigar el riesgo, ella pudiera
copiar una parte de sí misma hacia un sistema aislado en la Ascendant Justice.
Cortana siempre podía borrar este subsistema, si algo anduviera mal.
Las recompensas potenciales de esta operación eran grandes. Podría ser capaz de
restaurarse a sí misma toda su capacidad operacional, incluso transportando los datos
de Halo. Cortana dobló y triplicó el controlado sistema de sobrescribir: el software
Covenant que logró manejar el soporte de vida en las cubiertas inferiores. Desde estas
cubiertas estaban ahora evacuadas y frías, el apoyo de vida era discutible.
Cuidadosamente cortó las relaciones de ese subsistema con el resto de la nave.
También volvió a comprobar su pensamiento. Este software copia era probable
responsable del pensamiento fracturado de la IA Covenant. El pensamiento de
Cortana, sin embargo, está siendo marginando a la nada. Tenía que haber un
equilibrio entre estos dos estados perjudiciales.
Cortana inicializó el software de duplicación de archivo Covenant. Se movilizó y la
cosa entera pulsó y llegó hacia ella, inmediatamente Cortana apagó todo contacto con
su suite de traducción. Las funciones oscuras tocaron su código, envolviéndose
alrededor, empujado contra las barreras que ella había creado. Sucedió muy rápido,
pero Cortana no detuvo el proceso. Era demasiado interesante como para detenerlo.
Ella distantemente sintió que partes de su mente fueron borradas y se duplicaron,
ensamblándose línea por línea hacia su nueva ubicación dentro de la Ascendant
Justice. Se sentía extraño. No era extraño que ella pudiera pensar en un lugar y más
de una cosa al mismo tiempo, estaba acostumbrada al multiprocesamiento. Esto era
extrañamente diferente, como si ella tuviera una visión de algo maravilloso... e infinito.
La replicación cesó y el código copiado fue una vez más inerte y almacenado de forma
segura con el directorio de IA disecada del Covenant. Cortana echó andar la totalidad
de su sistema, solamente había sido alterado. Revisó la copia nueva del sistema.
Estaba intacto y aparte con algunos errores leves en el software; que de inmediato ella
reparó, ahora parecía funcional. Cortana inició el nuevo sistema y lo esclavizó con su
sistema original, corriendo a ambos en paralelo y en un sistema ella tecleó con el
lenguaje léxico de la ONI-Covenant y en el otro tecleó el lenguaje léxico de la IA
alienígena Covenant. ¿Si el copiado software alienígeno podía duplicar su traducción
de rutina, podría duplicar más de ella? No. Ella aplastó ese pensamiento.
El riesgo de copiar más de "ella" era demasiado grande. Había demasiadas incógnitas.
Y esto, después de todo, era el código del enemigo. Puede haber trampas explosivas,
en espera de ser disparadas con los complejos algoritmos. Además, copiase a sí
misma no haría nada para impedir su degradación mental. Aquellos errores de
interconexión ya estaban presentes... y siempre lo estarán, a pesar del número de
copias generadas. Recordó la extraña forma de hablar de la IA Covenant y se
preguntó cuántas veces había sido copiada. Sus pensamientos fueron interrumpidos
por las transmisiones del Covenant haciéndose evidentes. De pronto, era como si ella
tuviera un nuevo par de ojos y oídos para escucharlos:
Procediendo a la excavación; la nueva subcapa ha sido descubierta a las seis y cien
metros de profundidad y la patrulla es incapaz de encontrar a los infieles; regresen a la
base, los artefactos menores han sido descubiertos; ¡Regocíjense!
Y había una cosa que ella había perdido en sus análisis anteriores de los comunicados
del Covenant, una segunda señal en la onda transportadora: Se utilizaban los mismos
símbolos que habían usado para encontrar a Halo; los símbolos que el Jefe Maestro
había descubierto en el artefacto alienígena en Cote d'Azur. No había visto los puntos
simples, las barras, las plazas y los triángulos antes porque el Covenant,
naturalmente, habían embellecido la símbolos limpios con su altamente caligrafía muy
decorada y seguir con sus alusiones religiosas sobre exageradas. Cortana, con su
nuevo subsistema y su nueva traducción léxico, podría, como la Doctora Halsey decía,
"corta a través de la porquería".
Esas sub-comunicados eran órdenes. Se originaron en las naves nuevas que
ingresaban en el sistema Epsilon Eridani y fueron, a su vez, aceptados y reconocidos
por aquellos con rumbo exterior. Era un sistema electrónico automatizado que podía
llevar mensajes desde el centro del Imperio Covenant a los confines de la galaxia. El
Covenant era demasiado arrogante, o muy ignorante, como para cifrar estas órdenes.
Sin embargo, Cortana se dio cuenta de que la UNSC no tenía, hasta ahora,
descubierto aparentemente su simple sistema…así que ¿Quien era más
ignorante?
Hubo órdenes de despliegue de cientos de naves: de transporte, destructores,
proponiendo una flota masiva. Estaban por reunirse en lugares seleccionados, unirse,
reaprovisionarse, recolectaban recursos, y luego, se orientaban para el siguiente salto
Slipspace. Cortana sabía cómo traducir estos simples símbolos en coordenadas
estelares.
Hay un salto; hacia el sistema Lambda Serpentis para reunir tritio de gas para sus
reactores. Y allí, otro salto al Sistema Hawking para reunirse con tres docenas de
naves de transporte y en efecto la transferencia de combatientes Seraphs.
Y allí……….
Cortana detuvo todos sus procesos. Dirigió todo su intelecto para comprobar una y
otra vez su matriz de traducción un centenar de veces.
No había error.
La terminación de las coordenadas del Covenant de su inminente operación era el Sol.
El Covenant se dirigía a la Tierra.
Capítulo 22
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA.
/ Estimado las 0640 horas, 23 de Septiembre del 2552 (Calendario
Militar) \ Sistema Epsilon Eridani, en el túnel bajo el complejo,
sobre la superficie de Reach.
John se tensó cuando observó a los miles de la tripulación Covenant sobre las galerías
que lo rodeaban, a él y a su equipo. No se atrevió en moverse; su equipo estaba en el
extremo equivocado con demasiado poder de fuego. Ellos no podían ganar esta lucha.
En la tercera galería del piso de la gran sala, a las cuatro de la posición, un par de
Hunters rugieron de ira. Levantaron sus cañones de barra de combustible y luego
apuntaron sus armas y abrieron fuego. Kelly se movió antes que nadie, ella se veía en
cámara lenta y se colocó delante de la Dra. Halsey. John y Fred se movieron al lado
de Kelly, mientras que Anton tomó al Almirante y tiró al hombre mayor detrás de ellos.
El blanco cegador de las calientes cargas de plasma golpearon los escudos de los
Spartanos y se salpicaron sobre sus pechos. El escudo de John se agotó
completamente. El exceso de presión lo obligó a dar un paso hacia atrás y la piel de
sus antebrazos se llenaron de ampollas. Luego, el calor se había ido y parpadeó
porque puntos negros llenaron su visión. Kelly cayó a sus pies. Su armadura ardía y el
gel hidrostático hervía desde la ventilación de emergencia a lo largo de su lado
izquierdo. Miles de más disparos sonaron desde la galería y John instintivamente se
agachó para cubrir a su compañero caído. Se preparó para el inevitable impacto de
energía calorífica. Rayos de plasma y agujas cristalinas atravesaron por encima de las
galerías, una telaraña de energía y de los proyectiles.
Cada tiro fue dirigido hacia la pareja de Hunters que habían disparado John y su
equipo. El par de Hunters levantaron sus escudos al unísono y se escondió detrás de
ellos; un metro y cuarto del grueso metal podía repeler cualquier arma de fuego... pero
no esta despiadada barrera. Estos poderosos soldados Covenant ardieron, sus
armaduras y escudos enardecidos también y John atrapó sus perfiles en sólo una
fracción de segundo antes de que fueran evaporizados.
La sección de la galería donde habían estado se llenó de polvo y humo y llovían
escombros sobre el piso ... y a lo largo con docenas de Grunts y Jackals quienes
habían estado desafortunadamente bastante cerca de la pareja de Hunters. Tres
latidos palpitaron en el pecho de John. Ni los humanos ni los huéspedes Covenant se
movieron en la gran sala.
"¿Qué diablos es esto?" Sargento Johnson murmuró. "¿No deberíamos estar muertos
ahora?"
John se vinculó al biomonitor de Kelly, ella estaba en shock y su caliente traje
bombeaba tensamente hasta el punto de llegar a fallar. Él Tenía que brindarle
seguridad. Desde la galería superior un Elite Covenant de armadura dorada elevó su
espada de energía muy alto en el aire y gritó. El software de traducción en el casco de
John susurró medio segundo más tarde:
"¡Tomarles, pero al siguiente en disparar hacia la luz sagrada será despellejado vivo!
¡Vallan! "
La Dra. Halsey apretó el armazón de sus lentes contra la parte de atrás de su oreja,
escuchando cuando se construía la susurrada traducción.
"El cristal", murmuró ella. "Vienen por el cristal."
Los equipos de Elites se dejaron caer deslizándose, sogas de algún material flexible,
brillaba en un azul espectral. Descendieron al suelo. Un centenar de Grunts chillaron
con exaltación y bailaron moviéndose de un lado a otro. Jackals seguían a sus líderes
Elites en las sogas.
"¡Polaski!" el Almirante Whitcomb gritó en su COM.
"¡Baje aquí lo antes posible! ¡Necesitamos extracción inmediata! "
"Entendido", respondió Polaski con voz fría nunca antes vista en la aviadora Marine.
Fred, Grace y Anton giraron y dispararon tres rápidas rondas golpeando arriba al
equipo de Elites, que intentaban bajar hacia su posición. Los Elites cayeron,
desparramando sangre púrpura cubriendo los azulejos del piso.
La Dra. Halsey puso el cristal alienígena dentro de su bolsillo de su bata y se arrodilló
al lado de Kelly. Revisó sus signos vitales con su pad de datos y sacudió la cabeza.
Miró a John, con expresión sombría.
"Está apenas....viva. Ella necesita ayuda".
"No seamos groseros," ladró el Almirante Whitcomb. "¡Démosles la bienvenida a
nuestros invitados, Jefe Maestro!”
"Fuego en el Perímetro", el Jefe Maestro ordenó.
"Manténganlo cerrado. Patrón de dispersión Delta. ¡Ahora!”
Los Spartans simultáneamente pasaron a formar un semicírculo, los rifles de asalto
apuntaron hacia el afuera. Al unísono ellos pusieron el gatillo en sus armas quitaron el
seguro y abrieron fuego. Justo detrás de ellos Locklear, Johnson, Haverson y el
Almirante tomaron posición dentro del círculo. Prepararon y lanzaron granadas. John
pausó y giró su atención a Kelly. Él arrastró su cuerpo inactivo del suelo y la cargó por
encima de su hombro. Las fuerzas Covenant cayeron al suelo y se acercaron, pero no
devolvieron el fuego. Docenas de Elites cayeron cuando sus armadura fueron
perforadas por rondas y granadas de fragmentación que detonaron con fuerza
atronadora.
Los Jackals quienes siguieron a sus maestros en las sogas aterrizaron en medio de la
carnicería, maniobraron enfrente de los Elites y superpusieron sus escudos de
energía. Esto era típico de un Elite bravucón; tenían que ser los primeros en batalla...
incluso si eso significaba morir por ese honor. El Jefe no tenía ningún problema en
satisfacer su honor. Él agitó un clip fresco dentro de su rifle y continuó disparando. Los
Jackals y los Elites avanzaron con cautela hacia los disparadores Spartans. Una
segunda línea de Jackals, pusieron sus escudos personales de energía sobre sus
cabezas, para evitar cualquier granada en caso de ser lanzada en medio de ellos. La
nave de descenso de Polaski descendió del agujero en el techo, giró e hizo una
parada a un metro por encima de las grietas azuladas de los azulejos del piso. Ambas
escotillas laterales de la nave se abrieron.
Cuando Fred saltó a bordo John le entregó a Kelly y ayudó a la Dra. Halsey y al
Almirante hacia el interior. Locklear y el otros Spartans saltaron a la segunda escotilla.
El Sargento Johnson y el Jefe Maestro fueron los últimos en abordar, al igual que sus
pies cuando tocaron la rampa y se aferraron a los peldaños, Polaski aceleró fuera de
la cubierta. El Jefe Maestro, observó al Covenant cuando la nave de descenso se
elevaba.
Había miles de ellos; en el suelo, aferrándose a las paredes, desbordándose de las
galerías. Se veían como un enjambre de hormigas enojadas. La escotilla se cerró y el
Jefe Maestro se trasladó hacia adelante, hacia la cabina. Atravesó el compartimento,
vio a Kelly. Estaba desplomada; finos rastros de humo emanaban desde los agujeros
en su armadura. Ayudó a la Dra. Halsey a sujetar a Kelly. Los ojos de Halsey se
cerraron al ver las heridas y los signos vitales erráticos de la Spartan, cuando
observaban el panel de datos. Puso el cristal alargado junto a Kelly...pero sin llegar a
tocarla. Esto desafió la gravedad, flotando en un ángulo, señaló al final apuntando en
la superficie.
"Qué extraño", susurró Halsey.
John estuvo de acuerdo, era inusual. Casi tan extraño como estar bajo las armas de
un millar de soldados enojados Covenant; aunque ninguno de ellos había disparado un
tiro.
"Cuida de ella", él le dijo a la doctora Halsey, luego, se puso de pie e hizo su camino
hacia la cabina.
Polaski empujó los controles. Ella apartó la nave de descenso Covenant en un
ascenso hiperbólico y entró en el agujero sobre el techo del gran cuarto. El Jefe
Maestro se sujetó fuertemente de las paredes. La nave, sin embargo, desaceleró y se
lanzó hacia adelante para volver a estar en posición horizontal.
"Tenemos un Problema", anunció Polaski y rápidamente golpeó los controles.
"Un gran problema".
La luz violeta del rayo gravitatorio en el oscuro agujero, pareció desaparecer de la
vista... sino que también empezó a doler.
"Nos están empujando de vuelta", dijo el almirante Whitcomb.
"Li, vete a la parte superior y lanza un par de Jackhammers arriba de este ducto".
"Sí, señor," Li-respondió con ganas de regresar a la lucha.
Él asintió a John, tomó un lanzacohetes Jackhammer y se movió a la escotilla.
El almirante frunció el ceño y sacudió la cabeza.
"De ninguna manera un cohete subirá un kilómetro de este túnel. Pero inténtalo de
todas formas."
La nave dejó de subir, se balanceó en su lugar por un momento y poco a poco se
hundió hacia el túnel. Li abrió el costado de la escotilla. La intensa luz violeta del haz
gravitatorio inundó el interior de la nave.
La Dra. Halsey inhaló hondo y el Jefe Maestro giró para ver lo que la había
sobresaltado. Por un momento pensó que el cristal que había traído con ella se había
quebrado. Pero no se había roto, no exactamente. La mitad superior del delgado
fragmento se había dividido a lo largo de sus prismas abriéndose como una flor. Los
pétalos de zafiro se ondularon y cuando la luz ultravioleta del rayo de gravedad cayó
sobre ellos, el cristal se abrió más. Sus prismas giraban y giraban en una danza
geométrica compleja. El cristal parecía cambiar de forma a sí mismo y pulsaba en un
radiante verde. La luz en el interior de la nave; aclaró todos los rastros de aquella tinta
púrpura que parecía alejarse como una marea.
La nave se tambaleó más hacia arriba.
"¿Qué demonios?" dijo Polaski, sorprendida tomando los controles y jalándolos hacia
atrás. Su nave de descenso zumbaba con el poder y salió disparada a través del túnel.
"Gravedad", la doctora Halsey susurró y se quedó mirando los prismas del cristal
abierto.
"Esta cosa curveó el espacio cuando nos acercábamos. Aparentemente tiene un
efecto sobre los campos de gravedad artificiales. No puedo esperar para examinar
esto en un laboratorio.”
La nave salió del agujero y la luz del sol inundo el interior. Una vez fuera del haz de
gravedad, el delgado cristal comenzó a replegarse sobre sí mismo, los fragmentos
parecidos a pétalos se cerraron, fusionándose de nuevo en un fragmento fino. La Dra.
Halsey tomo el cristal y lo dejo caer de nuevo en el bolsillo de su bata, volvió su
atención a los signos vitales de Kelly.
El aire sobre la montaña Menachite estaba lleno de manadas de Banshees voladores
y de combatientes Seraphs maniobrando en círculos. Los trescientos metros de largo
del ligero crucero tenía compañía también. Seis cruceros más del Covenant se
enfrentaron a su pequeña nave de descenso, torretas de plasma les seguían. Una
serie de iconos aparecieron en la consola de Polaski.
"No abren fuego", dijo, la calma en su voz se quebró ligeramente.
"Ellos no nos están disparando", declaró el almirante Whitcomb.
Había una resolución de acero en sus palabras; como si esto no fuera una suposición
de su parte, sino más bien una orden de que el Covenant tenía un mejor seguimiento.
Colocó sus manos sobre sus caderas mirando a las naves, que parecían mirar
fijamente a los cruceros de abajo.
"Ellos quieren lo que sea que la doctora y su equipo hayan descubierto... y lo quieren
lo suficientemente como para dejar que disparemos contra ellos y no tanto como para
escupir en nuestra dirección." Terminó el almirante.
“Señor” dijo el Jefe Maestro.
"Tenemos que reunirnos con Cortana y la nave insignia capturada a las cero-siete-y-
quince horas. Eso nos tomará sólo veinte minutos, señor."
El almirante Whitcomb consultó su reloj y luego miró a las naves del Covenant
reuniéndose alrededor de ellos y acercándose.
"Polaski, salgamos de aquí. ¡Traza una ruta a nuestro punto de encuentro y has que
este cajón vuele tan rápido como pueda!"
"Sí, señor."
Polaski movió la nave en ángulo hacia la atmósfera superior de Reach; el cielo se
oscureció de un color turquesa a un gris y a un azul medianoche y luego a tinta negro,
lleno de estrellas.
A medida que su nave se alejaba detrás de los cruceros, se movían muy lento en
comparación con los combatientes y ágiles Seraphs. Se formaron a su alrededor,
cuatro a babor y cuatro a estribor de su embarcación. Un par de esas naves en forma
de lágrima, se posaron de manera individual por encima de ella, reduciendo la
velocidad... y bloqueado su camino.
"Nos están dando un puñetazo," dijo Polaski y desaceleró su nave.
"Suboficial", dijo el Almirante y puso una mano sobre su hombro. "Golpéelos a toda
velocidad."
Polaski pasó saliva. “Sí, señor. “
Una de sus manos tomó su arnés de su cinturón de seguridad, apretándolo. Y marcó
con la otra la velocidad en el panel de control e introduciéndola a plena potencia. La
nave salto directamente hacia los combatientes Seraphs en su camino. Las dos naves
se hicieron a un lado con escasos tres metros sobre ellos y la nave de descenso los
dejó atrás. Locklear se asomó a la pantalla de babor y silbó.
"Algunos más", él susurró, "creo que está un poco apretado por aquí"
El Jefe Maestro miró por encima del hombro de Locklear. Había una docena de
pequeños buques de guerra, cuando habían descendido hace sólo unas pocas horas...
ahora hay tres veces ese número en órbita alrededor de Reach. Había cruceros ligeros
que parecían manta-rayas luminosas, hay cuatro naves de transporte con sus
abultadas secciones y el espacio cerca de ellos estaba resplandeciente con enjambres
de naves Seraph, había un puñado de destructores, pulcros y rápidos, erizados con
torretas de plasma. También había destructores: Piezas de naves del Covenant
cayendo a órbita, en trozos de placas de aleación y de revestimiento, marañas de
conductos de plasma todavía brillando por el calor que transportaban y nubes de metal
que habían sido vaporizados y que se habían enfriado en la neblina de polvo luminoso.
"Cortana ha estado muy ocupada en nuestra ausencia", comentó el teniente Haverson.
Él asintió con la cabeza al ver la carnicería.
El Jefe Maestro detectó destellos de luz en la oscuridad de las bahías de lanzamiento,
de una nave de transporte Covenant. Activó su visión de largo alcance de su HUD y
vio a una legión de Elites con propulsores y a una veintena de ingenieros salir de la
bahía.
"Tropas de abordaje y tropas de Elites Exploradores apunto de interceptar nuestro
vector", anunció Polaski.
"Entrando…” hizo una pausa y verificó sus escáneres. "Dios. Están entrando en todas
direcciones".
"Llévenos a las coordenadas del punto de encuentro," ordenó el Almirante Whitcomb.
"Y no tenga piedad con los desgraciados".
"Señor", respondió Polaski, con voz fría, "esas son las coordenadas del punto de
encuentro".
El Jefe Maestro buscó su nave capturada en las pantallas y pero sólo vio al enemigo.
Cortana y la Ascendant Justice reaparecieron en el espacio, estaba en un lugar
apretado. Este salto en particular requiere de una precisión al centímetro y aunque ella
odiaba admitirlo, en gran medida a la suerte. Muchas veces se había preguntado qué
pasaría si una nave en tránsito en el espacio normal se acercara demasiado a un
planeta o a una masa; en este caso, otra nave.
La Ascendant Justice parpadeó dentro del campo de escombros en órbita alta
alrededor de Reach.
Hubo, sin embargo, una oleada de explosión ultravioleta cuando los átomos de la nave
insignia se superponían sobre la materia de las destrozadas naves, que el Covenant
había agrupado en el espacio. Cualquier salto Slipspace previene que estos hechos
sucedan, maniobrando la entrada de la nave hacia un lado, como el agua que fluye
alrededor de una piedra sobre el río... o ella probablemente había prestado algo de
buena fortuna al Jefe Maestro.
Cientos de restos de las naves, tanto humanos como Covenant por igual, se
desplomaron
sin vida a su alrededor, sus trayectorias de red sugirieron que la Ascendant Justice les
dio un codazo haciéndoles a un lado. Si ella tuviera más tiempo, podría haber
diseñado un par de experimentos con naves de abordaje para testear con suerte, sus
hipótesis de desplazamiento.
Pero el tiempo era algo que ni ella y ni siquiera el Jefe Maestro tenían en abundancia.
Permaneció hasta su encuentro y Cortana necesitaría cada milésima de segundo para
conseguir lo que tenía que hacer, en caso de que ellos tuvieran que abandonar el
sistema Epsilon Eridani con vida.
Cortana buscó en el campo de escombros un candidato probable. Había sólo un
puñado de naves del Covenant, si la UNSC lograra tomar a una de las naves
alienígenas en la batalla por Reach, al parecer habían estado obligados a devastar. No
eran los candidatos idóneos para su plan. Volvió su atención al gran número de restos
de naves de la UNSC. El Covenant no ha de destruir completamente a una nave
humana para remover su presencia táctica, desde la batalla a solo un rayo de
proyección de energía, que pudo arrasar en las cubiertas y matar lo suficiente para
dejar fuera a la tripulación de la nave.
Se preguntó cuántos humanos habían caído a la deriva, en el espacio local junto a
ella, miles de hombres y mujeres valientes murieron combatiendo.
Sus sensores se activaron sobre las siluetas luminosas de las naves UNSC. Había
navíos con cascos diseccionados, con fugas del refrigerante radiactivo que provenían
de sus principales reactores nucleares. A pesar de que eran los más adecuados para
su propósito, el daño que tenían era demasiado. Ella no encontró alguno con un su
reactor de fusión intacto.
Cortana etiquetó la localización de las naves de transporte y de los pesados cruceros y
los excluyó de su búsqueda. Simplemente eran demasiado grandes. Ella estaba
dispuesta a sacrificar la maniobrabilidad y la velocidad... pero no demasiado, ya que
tomaría una hora para hacer la incineración fuera de órbita. A su izquierda
destructores y fragatas. Encontró y etiquetó catorce de esas naves sobre el campo de
escombros. Los destructores fueron esencialmente fragatas, que transportaban un
metro y medio de Titanio-A en su armadura, en lugar de los sesenta centímetros de
sus homólogos más ligeros.
Había dos candidatos: Ambos, el destructor Tharsis y la fragata Gettysburg quienes
tenían sus reactores de fusión intactos. Mientras que la Gettysburg había sido
liquidada por un haz de proyección de energía, el cual había causado destrucción
desde la proa a popa; arrasando el puente y su planta de energía del soporte de vida e
incluso el Cañón de Aceleración Magnética sobre su tren de aterrizaje, los cuales
aparentemente estaban funcionales. Incluso mejor: Los puntos de anclaje de la parte
superior de la nave estaban intactos
Cortana dejó un centelleo de pulso de poder a través de los motores de la Ascendant
Justice y poco a poco se desvió hacia la Gettysburg. Hizo una pausa para escuchar el
tráfico entrante del Covenant. Allí era como ocho veces más de charla, de lo que se
había producido antes, con muchas referencias a los "Infieles" en el planeta y a la "luz
sagrada", que estaba ahora en peligro. Bueno. Eso significaba que el Jefe Maestro
estaba haciendo lo mejor que sabía hacer: provocar el caos entre el enemigo. Y lo
más importante, la presencia de la Ascendant Justice flotando entre cientos de naves
destruidas, aún no había sido detectada.
Cuando ella estaba a menos de un kilómetro de la Gettysburg, Cortana cortó sus
motores. Con delicadas rachas en los propulsores cuando ella se acercaba despacio y
la Ascendant Justice retumbó en su parte superior y en paralelo con la parte superior
de la Gettysburg. Ella hizo un sonido metálico en el sistema de telemetría de la
Gettysburg y recibió en respuesta un débil apretón de manos. Cortana puso en marcha
el código; rápidamente aceptado y entró en la computadora de Navegación (NAV) de
la Gettysburg. No había otra computadora inteligente a bordo. El capitán de la
Gettysburg había borrado el sistema de navegación y a la IA por el Protocolo Cole.
Cortana extendió su presencia a través de los sistemas vacíos. La Gettysburg era un
desastre, todos los propulsores estaban fuera de línea. No podían moverse con su
propio poder, ya nunca más, pero su corazón todavía latía. Los reactores de fusión de
la nave operaban a un 67 por ciento de su capacidad. Perfecto.
La Ascendant Justice tocó suavemente la parte baja de la Gettysburg, probablemente
la primera vez en la historia del universo que naves humanas y Covenant; se hayan
puesto en contacto con intenciones no letales. Todas las naves modernas de la UNSC
habían sido diseñadas con puntos de anclaje en sus lados dorsales y ventrales, en
caso de que estuvieran demasiado lesionadas para moverse bajo su propio poder. En
teoría, la UNSC podría acoplarse y asegurar sus sistemas, y transportar lejos a la nave
herida. La nave insignia del Covenant tenía una serie de puntos de anclaje similares
en la parte superior, donde las naves que eran demasiado grandes y no pudieran
acomodarse en su bahía de lanzadera, pudieran acoplarse.
Sin embargo los dos sistemas eran incompatibles.
Cortana arregló eso y activó siete sondas de servicio en la Gettysburg, e instruyó a los
ingenieros Covenant dentro de la coraza exterior de la Ascendant Justice, que
aseguraran los puntos de acoplamiento emparejando las dos naves y adaptándolas a
sus enlaces de poder.
La razón para esta salvaje operación, era su precisa determinación de saltar en el
interior del campo de escombros, y del acoplamiento híbrido… era todo por poder.
La cubierta de la Ascendant Justice había sido golpeada; el Covenant sabía que su
nave insignia estaba bajo control humano. Eso hacía que su plan original de
reagruparse en la órbita alrededor de Reach fuera imposible. Ella pudo haber saltado a
esa posición y haber recogido al Jefe, pero entonces ellos hubieran estado varados
ahí, mientras los capacitores del Slipspace se cargaban lentamente y mientras tanto
ellos hubieran sido encajonados y destruidos por la armada Covenant.
Así, que Cortana tuvo que cambiar de táctica: saltar dentro del estruendo hostil y
desconfiado Covenant, tomar al Jefe, y saltar rápidamente hacia las afueras del
sistema. Para eso ella necesitaba poder de forma instantánea y recargar los
capacitadores del Slipspace; el tipo de poder
que sólo dos naves podían producir. El poder de los enlaces conectados. En giga-
watts derivaban del reactor de la Gettysburg en el interior de la rejilla de energía del
Ascendant Justice.
“Perfecto” ella ronroneó.
Eran las 0712 horas. Tenía menos de tres minutos para preparar la siguiente fase de
su plan.
Cortana comprobó y revisó de nuevo los cálculos por lo que tenía que ser el salto más
corto Slipspace: desde el depósito de chatarra flotante hacia las coordenadas del
punto de encuentro, las cuales eran sólo tres mil kilómetros. Ella escaneó esa región
del espacio y descubrió que ya no era un punto ciego en las defensas del Covenant.
Había tres veces más de aquellas numerosas naves en el sistema, que cuando ella la
había dejado.
Cortana vio la nave de descenso decomisada del Jefe, que ascendía desde la
atmósfera inferior de Reach, acompañado con un paquete de combatientes Seraphs
quienes rodeaban la embarcación. Ella interceptó una serie repetidas órdenes del
mando de la flota Covenant:
No disparen o serán marcados y destruidos. Los infieles han capturado la luz sagrada.
Esto era a la vez bueno y malo. Bueno porque el Jefe Maestro y su equipo con esta
"luz sagrada" evitaron ser convertidos en vapor. Malo porque cada nave Covenant en
el sistema se acercaba a su nave de descenso; a última instancia le cerraban, y les
tomarían con una fuerza abrumadora.
Esto también hizo a Cortana que saltar al objetivo fuera cada vez más difícil.
Ella se aseguró de que sus torretas de plasma estuvieran cargadas en su totalidad;
ella volvió a comprobar la configuración de sus cilindros magnéticos y echó correr un
sistema de verificación sobre los propulsores de la Ascendant Justice, en caso de que
pasara algo cuando hiciera su salto y tuviera que maniobrar. El tiempo estándar militar
era las 0714,10. La única cosa en la cual Cortana no era buena era en: esperar.
Cincuenta segundos para una mente como la suya, podría realizar un trillón de
cálculos por segundo, esto era una eternidad. En menos de treinta segundos Cortana
vertió el poder dentro de los capacitadores del Slipspace. Puntos de luz salpicaban el
espacio negro a su alrededor. Y en menos de veinte, ella actualizó su cálculo, teniendo
en cuenta las ligeras variaciones gravitacionales de los tantos buques de guerra
Covenant creados en el espacio local.
El vacío le rodeó apartándola, y ella escogió un camino "Aquí" del espacio normal en
el interior del "No-aquí" del Slipspace.
En menos diez minutos, ella escribió un rápido programa hacia el objetivo de las naves
distantes,
cercanas a sus coordenadas de salida; para mantenerlos en la mira cuando ella
volviera a reaparecer. La Ascendant Justice se movió un poco para entrar dentro de la
rotura en el
espacio, la luz envolvió a la nave.
Ella desapareció del campo de desechos flotantes y reapareció en un parpadeo.
La cara llena de Reach se mostró en las pantallas laterales del estribor. Las pantallas
del puerto estaban llenas de naves entrantes del Covenant. La extraña embarcación
Covenant-humana la cual aparecía en medio de su trampa, debe haber confundido el
enemigo... nadie disparaba.
La nave de descenso estaba a tres kilómetros fuera del haz del estribor de Cortana, su
trayectoria más o menos alineada con la bahía de lanzamiento de la Ascendant
Justice.
Abrió la banda E(emergencia)- de la UNSC
"Jefe, aquí está tu transporte”.
"Afirmativo", el Jefe Maestro respondió. No había temblor en su voz sólida como la
roca. Él se dirigió a una muerte segura hace un momento, pero su voz sonaba como si
eso esperaba
a que le ocurriera. Además de que era el procedimiento normal. La nave se dirigió
hacia la bahía abierta y Cortana dejó caer sus escudos por una fracción de segundo,
el tiempo suficiente para la que pequeña embarcación pudiera entrar, y de inmediato
restableció el campo de protección. Cortana guió el poder de la Gettysburg hacia el
interior de los capacitadores del Slipspace de la Ascendant Justice y empezaron a
cargarse.
Tres docenas de cruceros Covenant la rodeaban, sus torretas de plasma brillaron en
un rojo infernal, mientras se preparaban para disparar. Al parecer la orden de no
disparar no se extendía a la Ascendant Justice. Cortana necesitó cinco segundos para
obtener una carga completa, cinco segundos antes de que pudiera hacer bien su
escape...pero cinco segundos podrían ser lo suficientemente largos para que ella
convirtiera el centro de un pequeño sol hecho de Covenant.
Ella tomó la iniciativa y disparó a los cuatro cruceros más cercanos. Finos láseres de
plasma fueron lanzados por sus torretas, incineraron los escudos Covenant, y sus
cascos se abrieron. Cuando el gas sobrecalentado entró en contacto con la atmósfera
dentro de las naves, el plástico, carne, y el metal se incendió y se esparció en su
totalidad hacia sus interiores. Dos de los cruceros inmediatamente detonaron, cuando
los rayos de plasma alcanzaron los reactores. Nubes del vaporizado metal, proliferó a
través de la noche y la oscureció con el avanzar de las naves.
Puntos de luz aparecieron alrededor de la Ascendant Justice.
<<<<….ERROR.
Cortana revisó de nuevo las figuras y rápidamente encontró la fuente del problema: La
subrutina a prueba de fallos que daba seguimiento a las condiciones gravitacionales
locales, reportaron una anomalía. La gravedad de REACH no curvaba el espacio... el
cual era imposible. No había tiempo para especular. Ella tenía que abandonar o
luchar. Movió la Ascendant Justice hacia el interior del campo de torsión-espacial; y
desapareció.
En lugar de las no dimensiones no visibles del Slipspace, hubo un campo con tinte
azul que apareció en los monitores de Cortana. No se trataba del espacio; no del
espacio atestado cerca de Reach, o de las estrellas del espacio del sistema Epsilon
Eridani. Pero se trataba de un espacio, donde no debería haber ningún espacio en
absoluto.
Ella probó la región con sus sensores, pero su limitado rango era de mil kilómetros
como si estuviera en una obscura niebla.
Hay……un contacto. Y otro. Y luego una docena más.
Catorce cruceros Covenant aparecieron desde la bruma azul.
"Cortana", dijo el Jefe Maestro. "¿Cuál es nuestra situación?"
"La misma de siempre", respondió Cortana. "Estamos en problemas".
Los buques de guerra Covenant dispararon.
“Maldición” murmuró Cortana.
Inició su última opción: Ella devolvió los disparos, con la esperanza de golpear a
algunos de ellos y llevarlos al infierno con ella.
Capítulo 23
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA [[ERROR]]
/ Fecha desconocida
/ Abordo de la Nave Insignia del Covenant Ascendant Justice,
Ahora en el Slipspace (Hiperespacio).
¿"Cortana"? El Jefe Maestro preguntó. "¿Cuál es nuestro estado"?
El Jefe y el resto de su equipo salieron deprisa de la nave de descenso Covenant.
Fred llevó a Kelly semiconsciente y la colocó sobre la cubierta de la bahía de
lanzamiento.
"Igual que siempre," Cortana contestó. "Estamos en problemas”.
El canal de video de las cámaras exteriores de la nave apareció en el visor del Jefe
Maestro. Los cruceros Covenant los rodearon, sus torrecillas de plasma
resplandecían; Le recordaron al Jefe imágenes que él había visto de un pez que vivía
en el fondo de los océanos de la Tierra; enjambres de luces fosforescentes y dientes
afilados.
Él marchó hacia la orilla de la bahía de lanzamiento y estaba a un centímetro de donde
el escudo de energía de la nave, rozaba con la abertura hacia el espacio más allá. Él
miró directamente hacia el interior de los vastos campos azules y los gigantescos
buques de guerra mucho más cercanos para su gusto.
"Saltamos al Slipspace (Hiperespacio), ¿no?” El teniente Haverson preguntó
inciertamente.
"Sí," La Dra. Halsey contestó. "y no".
Ella retiró el cristal de su bolsillo de su bata de laboratorio y frunció el seño cuando ella
descubrió que no era un delgado pedazo de vidrio roto. Las facetas (caras o prismas)
se habían reacomodado como las piezas de un rompecabezas... pero en una
configuración tan diferida del mismo, el artefacto mostraba el rayo de gravedad
Covenant. Esta vez era un destello estelar en los bordes y luz refractada.
"Saltamos," ella dijo, examinando su reflexión en los planos de las facetas reflejadas
del artefacto.
"Pero no al Slipspace (Hiperespacio) que conocemos".
El contador de radiación del Jefe Maestro cliqueó y una alarma sonó a través de su
casco.
"Asegura eso, Anton," él dijo y asintió con la cabeza hacia la piedra brillante.
“Mételo en el compartimiento del reactor del Pelican".
Anton liberó el cristal de la Dra. Halsey, quien sólo con desagrado lo soltó de su
dominio. Él corrió de prisa hacia el Pélican desbaratado.
"Había un incremento en la radiación, Doctora," el Jefe le explicó. "y aquello es la
fuente".
El Jefe se fijó que la intensidad de la radiación no disminuyó cuando Anton lo movió en
el interior del Pélican.
"Cualquier cosa que sea…" la Dra. Halsey dijo cuando ella registraba el campo azul
fuera de su nave. “…deforma el espacio. Cuándo nos acercamos a eso por primera
vez, en el gran cuarto, el espacio se envolvió alrededor del cristal. Y de nueva cuenta
en el rayo de gravedad, dispersó ese potencial de campo”.
"¿Y ahora"? El almirante Whitcomb preguntó. "¿Este artilugio está afectando nuestro
pasaje a través de Slipspace (Hiperespacio)"?
"Aparentemente," la Dra. Halsey dijo, y dio un paso junto a John para tener una mejor
mirada de afuera.
El Almirante se unió a ella y observó como se calentaron las torretas Covenant.
"¿Pueden disparar esas cosas en el Slipspace (Hiperespacio)"? Si pueden, somos
blancos muy fáciles”.
El Jefe Maestro pudo detectar más naves a la distancia. Los navíos Covenant brillaron
intermitentemente, se desvanecieron, desaparecieron, y luego reaparecieron en la
niebla. Las naves enemigas mas cercanas Covenant dispararon. Las bolas amorfas de
gas sobrecalentado eructaron de sus torrecillas y aceleraron en dirección a ellos,
matizaron de azul púrpura el espacio.
El Jefe Maestro vio a Locklear cuando él le ayudaba a Polaski a salir de la nave de
descenso Covenant. Él mantenía la mano de ella con la de él y observaron juntos
como el plasma aceleró en dirección a ellos.
Las bolas de plasma se dispararon; luego se rizaron y tomaron forma de espiral
dirigiéndose hacia sus trayectorias. Algunas simplemente parpadearon de la
existencia, solo para reaparecer en alguna otra parte. Los disparos enemigos
ascendieron, por debajo, y lateralmente; y en cualquier dirección pero hacia el
Ascendant Justice.
“¿Qué diablos es esto?” dijo el sargento Johnson y dio un paso junto al Jefe Maestro
para observar.
“No pensé que sus naves podrían disparar en el Slipspace. La nuestra sin duda alguna
no puede”.
La Dra. Halsey se quitó sus anteojos y sus ojos se ampliaron.
“Normalmente, no pueden. Si pueden disparar, entonces lógicamente no estamos en
el Slipspace. Y donde quiera que estemos, " ella se quejó, " las reglas han cambiado”.
El Almirante frunció el ceño.
"Cortana," él gritó. "Hagas lo que hagas, no regreses el…"
Demasiado tarde. Cortana respondió al ataque enemigo.
Las columnas de fuego se movieron a gran velocidad desde el Ascendant Justice; una
lluvia de serpentinas se retorcieron y giraron como hélices, después desaparecieron y
reaparecieron.
La burbuja enredada con espacio azul contenía al Ascendant Justice y los buques de
guerra Covenant ahora contenían al menos cuarenta pernos de plasma
supercalentados, rodeando en direcciones aleatorias y acelerando a velocidades
incalculables.
Tres esferas de turbio fuego aparecieron en frente del crucero más cercano Covenant
y se esparcieron a través de su proa. El primero evaporó su escudo de plata
reluciente; El segundo y tercero derritieron la armadura y la piel de aleación que hay
debajo. La atmósfera se despresurizó e hizo girar la masiva nave como el remolino de
un niño.
"Condenado calor," el Sargento Johnson alardeó. "Todo lo que tenemos que hacer es
esperar a que esos alegres- bastardos disparadores salgan por si mismos. Mira,
disparan otra vez”.
Las armas Covenant se calentaron y extrajeron una segunda descarga de plasma. Los
guiados pernos de fuego viraron fuera de curso, predominaron, desaparecieron,
reaparecieron y salieron fuera de control atravesando la localizada burbuja en
Slipspace.
"No, Sargento," la Dra. Halsey dijo, su voz tornándose fría.
"Todos estamos en la misma confusión.
"Cortana," dijo el Jefe Maestro, " deja caer la puerta de la bahía de lanzamiento.
¡Ahora"!
En lo alto la puerta de tres metros de espesor tembló y se deslizó.
Una serpentina de fuego de plasma en trayectoria paralela relampagueó a través de la
oscuridad y no a medio kilómetro de la cara del Jefe Maestro; de modo que la
temperatura externa rosó los veinte grados incluso aún con los escudos de la nave.
El fuego rojo iluminó el escudo del estribor del Ascendant Justice cuando el plasma les
salpicaba; La capa fina separaba la bahía de lanzamiento del ondeado vacío, como
miles de espejos rotos. La estática crujió a través de la armadura del Jefe Maestro y
sus escudos resonaron en simpatía.
Cuando la explosión de la puerta disminuyó, el Jefe vio otra bola de fuego atravesando
su lado de babor. La energía se esparció a través de la proa en un color rojo sangre
boreal. Los escudos del Ascendant Justice parpadearon y se desvanecieron... pero
aguantaron. Apenas.
La puerta de la bahía de lanzamiento tocó la cubierta y se selló con un ruido sordo
subsónico.
“Puerta cerrada y asegurada” Cortana anunció.
“Pongamos este bote en curso," el Almirante Whitcomb ladró. "Mientras todavía
tengamos bote".
Él miró alrededor y frunció el ceño. "Jefe, guíanos al puente".
"Sí, señor".
Él marchó hacia el pasillo que guiaba a lo más profundo en la nave alienígena. Sus
Spartans y el resto de la tripulación le siguieron. El almirante Whitcomb recurrió a la
Dra. Halsey.
“Catherine, explique en términos profanos simplemente qué diablos está pasando
aquí. Si podemos ver esos cruceros y ellos nos pueden ver, ¿por qué nuestros
disparos no están conectados "?
La Ascendant Justice viró a babor y las explosiones se desencadenaron por encima de
sus cabezas. La gravedad artificial revoloteó y la cubierta se desniveló. La tripulación
tropezó y la Dra. Halsey cayó al piso.
"Torretas Uno y Siete destruidas," Cortana anunció.
Whitcomb ayudó a la Dra. Halsey a ponerse de pie. Ella miró nerviosamente hacia
arriba y abajo del pasillo.
“Supongo que el artefacto alienígena que hemos traído con nosotros dentro del
Slipspace ha expandido la región. Los físicos creen que el flujo de deslizamiento en el
espacio estelar sea una versión altamente comprimida del espacio normal, capas
sobre capas y debajo de sí mismas, como una bola de estambre. Ahora, imagine que
nuestra bola de estambre… " ella entrelazó sus dedos,
"está enrollada y anudada. Estos estambres no son sólidos, sin embargo; Plasma, luz,
y materia saltan de un estambre a otro dado a la más ligera fluctuación cuántica”.
"Si eso es el caso, Doctora," el Teniente Haverson decía, "¿Entonces qué hay acerca
de nuestra nave? ¿Por qué no estamos enredados y esparcidos a lo largo de un trillón
de caminos espaciales alternos "?
"Por la masa de la nave". Ella empujó sus anteojos por encima de su nariz.
“Imagínese arrugar una hoja de papel, que representa este espacio. Si colocara una
masa pesada en esa hoja, se atrae muy tensamente, y la amortigua".
El Jefe se dirigió a la pesada puerta del maparo y sostuvo en alto su mano, diciendo al
resto detenerse. Abrió la puerta y cruzó al interior del puente, barriendo el espacio con
su rifle.
"Despejado," él les dijo.
El almirante Whitcomb y los demás entraron al puente. El teniente Haverson puso el
pie sobre la elevada plataforma y dijo,
"Cortana, proyecto táctico sobre las pantallas".
Las posiciones de la naves enemigas aparecieron en el interior de los muros. Los
contactos se multiplicaron y se arremolinaron, haciendo el plasma dar la apariencia de
olas derramándose casi en un tazón. Otro perno traspasó a través de la proa de la
Ascendant Justice.
A través de la cubierta el Jefe Maestro sintió golpes de explosiones descompresivas.
"Golpes en las cubiertas de la subingeniería," Cortana dijo.
“Sellando esas regiones. Fuego en los niveles inferiores. Intento aislar y bombear
afuera de la atmósfera”.
La instructora IA de la infancia de John, Deja, había enseñado a los Spartans acerca
de las grandes batallas Navales en los océanos de la Tierra, antes de que los
humanos viajaran a las estrellas. Ellos habían estudiado las victorias de las Guerras
Púnicas, y la batalla de Midway, así como la desastrosa derrota de Xerxes por la
Armada Ateniense. Deja les había dicho, sin embargo, que había una cosa mas
grande que cualquier enemigo humano en el mar: La Naturaleza. Las gigantescas olas
y los tifones podrían aplastar a los más poderosos barcos de guerra... e ignorar las
tácticas del capitán más brillante.
La Ascendant Justice estaba en el centro de un mar de fuego... y estaba siendo
aplastada.
Un trueno se desgarró a través del casco de la Ascendant Justice; Un géiser de llamas
se disparó en las afueras del pasillo al puente. El aire saltó y silbó como si se escapara
de una cámara presurizada.
La puerta del mamparo se cerró de golpe y el aire se silenció.
El sargento Johnson negó con su cabeza despejada de la súbita caída en la presión.
“Salgamos de este mezclado Slipspace y empecemos a pelear".
“Sí, o sólo quitémonos de encima ese cristal,” Locklear mencionó en respuesta.
"Si es la causa de todo este desorden". Él sacó su pistola.
"¡Una ronda y boom! problema resuelto”.
¡No hagas eso! La Dra. Halsey súbitamente respondió.
"Una caída de regreso hacia el espacio normal nos llevaría a enfrentarnos a una
docena o más cruceros. Y si destruyes el cristal, la burbuja expandida Hiperespacial
en la que estamos instantáneamente colapsaría. Cada masa separada en la burbuja
se compactará en una sola masa. No sobreviviríamos a la transición”.
La preocupación se incrementó en los rasgos del Almirante Whitcomb.
“Eso deja simplemente una opción. Cortana, deme velocidad del flanco y caliente cada
arma que tengamos. Vamos a echar a andar por encima de estas naves Covenant.
Espacio enredado o no, vamos a bombardearlos de vuelta al espacio normal,
disparado a quemarropa”.
"Sí, Almirante," Cortana dijo. "Motores respondiendo a velocidad de flanco".
Un golpe insípido hizo eco en la sección posterior.
“Aguarde," Cortana indicó. “Hay un problema con los motores primarios – una caída en
la potencia se produjo cuando lo encendí.
En las pantallas del puente las cámaras externas giraron y se enfocaron en la parte
posterior del casco de la Ascendant Justice. Se enfocaron en un conducto serpentino
de plasma Cortana ajustó la imagen y un agujero de tres metros de ancho en el
conducto apareció a la vista. Cintas de gas azul – blanco se ventilaron desde la
brecha.
"Ese es nuestro conducto principal," Cortana explicó. “
“Eso ha tomado un golpe. Estoy apagando los motores para conservar energía".
El Jefe Maestro entrecerró los ojos.
"Ese no fue un golpe de plasma," él susurró.
"Fue muy preciso y demasiado inconveniente – esto tiene que ser sabotaje".
El almirante Whitcomb miró con ceño.
"Jefe, tome a su equipo y prepárese para una reparación a cero gravedad del
conducto de plasma".
"Sí, señor". Respondió el Jefe.
Polaski dio un paso adelante.
"Iré también, señor," ella dijo.
Locklear la sujetó por el brazo e intentó jalarla de vuelta, pero ella encogió su mano
soltándose.
"Puedo pilotear la nave de carga – llevar al equipo Spartan dentro y fuera rápido.”
El Almirante entrecerró sus ojos, evaluando a la joven.
“Muy bien, Sub-oficial.”
Él agregó tan suavemente que el Jefe casi lo pierde:
"Demasiados héroes condenados en esta guerra".
Polaski giró hacia Locklear, le devolvió su pañuelo y susurró,
"Guárdamelo, Cabo. Lo recogeré cuando regrese".
La mano de Locklear se empuñó, luego se relajó. Él tomó el pañuelo, asintió, y apartó
la mirada.
"Estaré aquí," él dijo y lo ató alrededor de su brazo.
"Jefe", el Almirante Whitcomb dijo.
“Asegúrese de que regresen vivos. Es una orden, hijo”.
Capítulo 24
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA [[ERROR]]
/ Fecha desconocida
/ Nave de descenso capturada del Covenant, cerca de la Nave
Insignia del Covenant Ascendant Justice, /en la en la burbuja del
la anomalía Slipspace.
La ligera luz azul iluminaba las paredes de la nave de descenso Covenant, el cual hizo
sentir a John un poco claustrofóbico. Era algo Irónico cuando se detuvo a pensarlo,
porque estaba siempre en el interior de su estrecha armadura, sus compañeros
Spartans se sentaron en la bahía a un lado de él, inmóviles, Fred fue designado como
azul-dos en esta misión, John, era el segundo al mando, Fred había luchado en más
de 120 campañas, era un gran líder y un rápido pensador. a veces tomaba la
responsabilidad de su mando demasiado en serio, a veces el tenia un sentimiento de
empatía muy profundo con algún miembro herido de su equipo.
Li, azul-tres estaba en el equipo como especialista en gravedad cero, el había
entrenado arduamente con el equipamiento de microgravedad y artes marciales en la
instalación de condiciones extremas de la UNCS en Chiron sobre la órbita alrededor
de Marte y John se alegró de tenerlo en esta misión.
Anton, azul-cuatro, tenía a John preocupado, pasó la mayor parte de su vida con sus
pies plantados firmemente en tierra, el tuvo un entrenamiento cruzado, en rastreo,
camuflaje y sigilo y había sido usado casi exclusivamente para operaciones basadas
en tierra, mas de una vez él había expresado su incomodidad en situaciones de
gravedad cero.
Will, azul-cinco, era reservado, pero nunca había fallado en completar su misión, el no
siempre era así, aunque cuando era más joven; era el único con chistes y adivinanzas
que mantuvieron el espíritu alto en los equipos, algo de él se había enfriado a través
de los años..., pero ese algo especial en Will se había perdido.
Grace, azul-seis, tenía el don para los explosivos. Ella podría formar una carga para
cortar un simple cerrojo de acero con solo murmurar un sonido, o explotar una
plataforma de 100 mil litros de queroseno para golpear con una tormenta de fuego
infernal, irónicamente su temperamento era inexistente.
John abrió un canal COM
“Denme una verificación en los sistemas Equipo azul".
Cinco luces en reconocimiento parpadearon.
"Esto me recuerda a la misión submarina del Jefe Méndez, cuando nos envió a
Ensenada Esmeralda" Fred susurraba, "¿cuando él saboteó la mitad de nuestros
tanques de aire? Y nosotros terminamos robándole los suyos.”
"Y después" dijo Anton riendo "le abandonamos a él y acampamos en la isla, fue una
semana sin nada que hacer, pero la luz de las hogueras, almejas horneadas y el
oleaje".
“Mmmmm" Grace añadió "Calamares"
John se preguntó si Ensenada Esmeralda aun existía siquiera, la UNCS había
abandonado esa colonia hace una década; el Covenant había lo mas probablemente
glaseado ese planeta.
"Equipo Azul" la voz de Polaski rompió sobre la COM
"¡Las condiciones locales son tranquilas, vamos a conseguirlo, saliendo en
tres...dos...uno!”
John sintió la aceleración en la boca de su estómago, se levantó, se trasladó a la
escotilla y la abrió, en el exterior la Ascendant Justice, el casco se había movido junto
a ellos, casi cada centímetro cuadrado de la piel de la fina aleación de la nave insignia;
había sido marcada por el calor y los micrometeoros. Sarcillos de metal de vapor
serpenteaban y brillaban en el vacío.
Sobre la cubierta superior de la Ascendant Justice John vio la inminente sombra de la
invertida fragata Gettysburg de la UNCS, aun milagrosamente adjunta que estaba en
llamas, marcada de hoyos con cráteres y con ventilación atmosférica, pero estaba
extraordinariamente intacta, si no fuera por los miles de muertos del personal naval,
que se encontraban a bordo, el podría haber bautizado la nave "Suerte".
La nave desaceleró y Polaski maniobro, giró y descendió en la superficie de la nave.
"Cierre asegurado" ella dijo sobre la COM "Es toda tuya jefe".
"Fred y Grace y yo iremos en reconocimiento" le dijo al Equipo Azul "Anton, Will y Li
prepárense a mover el soldador del arco y las placas del casco, nosotros los
rescataremos de la Gettysburg, cuando nosotros demos la señal de todo despejado”.
John aligero sus botas sobre el casco de la nave, sus suelas magnéticas se sujetaron
al metal con un satisfactorio clic. Polaski había aterrizado la nave de descenso
Covenant de modo en que sus mandíbulas movieran en el hueco y les diera refugio.
En lo alto del Slipspace estaba en fuego, parecía como si alguien hubiera rociado la
noche con combustible y le prendiera fuego, ensangrentado, hervían rayos de flamas
desgarrando la noche azul cielo dentro de la burbuja.
Meteoros brillantes pasaban y rociaban el metal fundido en senderos de reluciente
polvo de estrellas. Un proyectil del tamaño de un puño pasó cerca del jefe maestro y
chocó en la nave dentro de estribor y mezclada aleación salpicó al espacio. Sus
escudos parpadearon y los desechos rebotaron desde el campo de protección de la
armadura.
Tenían que actuar rápido, el almirante tenia razón esto era una galería de tiro, entre
más rápido ellos salieran del hueco y saldrían de allí, sería lo mejor. John giró y barrió
su rifle sobre el terreno el cual había agujeros de los nodos y sensores, kilómetros de
conductos... y una docena de enormes cañones en el casco, una legión de guerreros
Covenant podrían esconderse en este lío. No hay contacto enemigo, nada en sus
rastreadores de movimiento, aún. John caminó cerca del las unidad principal y
examinó los huecos, la tubería tenía 3 metros de diámetro y aun estaba al rojo vivo,
incluso aunque Cortana los había apagado hace 3 minutos, el hueco era redondo con
una brecha de 3 metros, con bordes irregulares que todos señalaban hacia el interior.
"Si eso proviene de un golpe de plasma" decía Grace "el metal se hubiera evaporado,
si fuera de un impacto, las orillas podrían haber sido comprimidas hacia el otro lado,
este hueco está deliberadamente hecho"
“Atentos" dijo John “tenemos compañía supongo que son Elites con camuflaje, tal vez
algunos de la tripulación original siguen vivos, azul-tres, cuatro y cinco salgamos.”
"De acuerdo" le respondieron.
Anton emergió de la nave balanceando un soldador de arco mientras que Will y Li
maniobraban los tres por tres metros de placas del casco.
“Fred y Grace ustedes sobre los soldadores”
John ordenó a Anton, “Colócate en la cima de la nave, Li a tus tres en punto, Will a las
nueve, yo tomaré las seis.”
Luces azules parpadearon en reconocimiento
John ayudó a Fred y a Grace a colocar las placas en posición, Grace y Fred
encendieron el soldador de arco y la señal del metal líquido, apareció debajo de las
puntas, un baño de chispas se arremolinó alrededor de ellos en el evacuado entorno
como un enjambre de luciérnagas.
"Estamos en posición, Almirante" John reportó.
"Tiempo estimado para las reparaciones es de dos minutos"
"De acuerdo jefe" el Almirante Whitcomb contestó.
La ionización hizo que el canal se llenara de estática.
“Cuando esté terminado, dé la palabra y tenga por seguro que nosotros aceleraremos
inmediatamente”.
"Si señor" John refutó.
Hasta ahora, todo bien, pensó John. Solo otro minuto o dos.
Una ráfaga de plasma apareció desde algún lugar, el enredado entrecruzado del
Slipspace alrededor de ellos dejo caer un rayo del hirviente fuego, cincuenta metros
desde lo alto, este se movió del puerto a estribor y desapareció regresando al vacío.
Estalló un ruido blanco en la COM y los censores de movimiento se
confundieron...cuando se activó el escudo camuflajeado de los seis Elites, que habían
sido sigilosamente y hasta un momento imperceptibles; avanzaron lentamente hacia
su posición.
"¡Contactos enemigos!" John gritó.
Él se agachó detrás de un nodo sensor y abrió fuego con una ráfaga de balas,
tomando los Elites más cercanos en el punto muerto de su tórax. El disparo perforó a
través de su escudo y desgarró el interior de su armadura, cayendo hacia atrás y
girando fuera del casco. Sobre su visión periférica John vio los destellos de los
silenciosos disparos de su Equipo, miró hacia atrás, Fred y Grace no se habían
movido, ellos miraban las gotas de aleación fundido bajo la punta del soldador de arco.
Y como si Fred pudiera leer su mente el dijo:
"Necesito otros 20 segundos, Jefe"
Una lluvia de encendidas agujas cristalinas de uno de los Elites acribillaron al nodo
sensor; el Jefe Maestro regresó el fuego; pero los Elites camuflajeados reaccionaron y
en eso desaparecieron de la vista, otro perno de plasma golpeó en el casco, a unos 30
metros del puerto, eso era un rio de fuego de alumbraba la superficie de la Ascendant
Justice; como una docena de soles. Los escudos de John se agotaron a un cuarto.
"Okay Jefe" Fred le dijo "Estoy..."
¡"Ya voy!" Polaski gritaba sobre la COM.
John se dirigió a la nave y vio un tercer proyectil de plasma materializarse de los
pliegues del enredado Slipspace, pasando este al menos tres metros sobre el casco
hacia ellos, Will se zambulló en el eje donde se encontraba el casco de la nave, Fred y
Grace golpearon la cubierta, Li mantuvo su posición y abrió fuego a los Elites,
destellos de las bocas de las armas se reflejaban en la placa frontal de su casco,
Anton se levanto de su cobertura limitada en la parte superior de la nave, pero
instintivamente se metió de nuevo cuando un Elite le disparó.
John se arrodilló, saltó y se propulsó a si mismo, hacia el interior de la zona segura
entre las mandíbulas de la nave. El plasma golpeaba sobre la nave de descenso
Covenant era como una marea de fuego. Polaski gritó y su canal se quedo en silencio.
Una luz azul-blanca lleno la visión de John y descargas eléctricas sacudieron su carne
y zumbaron a través de sus músculos y ligamentos. Advertencias de altas
temperaturas resonaron, el gel hidrostático estaba en ebullición, que pasaba a través
de los ductos de ventilación de emergencia de su armadura MJOLNIR. A través de sus
borrosos ojos, John vio a los Elites del Covenant vaporizarse en un destello.
En la parte baja de la nave de la Ascendant Justice, el casco estaba supercalentado
con un brillante suave amarillo, luego la luz y el calor desaparecieron y el torrente de
fuego arrastraba la popa como la cola de un cometa.
John estiro su cuello hacia arriba, cada musculo de su cuerpo gritaba de dolor no
había rastro de Li o de Anton, el casco de la nave estaba derretido y distorsionado
como la cera de una vela en un soplete explosivo.
La cabina y Polaski se habían ido.
Su biomonitor resonaba en alerta, Will, Grace y Fred estaban junto a él, muertos o
inconscientes, no podría decirlo. Rápidamente él conecto sus correas a la cubierta,
luego recortó su propio lugar.
John tecleó la COM "Almirante la brecha esta sellada, señor”
"Espere un segundo hijo " el Almirante Whitcomb contestó "Esto podría ser un duro
viaje".
John se derrumbó sobre la cubierta inconsciente.
Capítulo 25
TIEMPO: ANOMALÍA EN EL REGISTRO DE FECHA [[ERROR]]
/ Fecha desconocida / Nave de descenso capturada del Covenant,
cerca de la Nave Insignia del Covenant Ascendant Justice,
/en la burbuja del la anomalía Slipspace.
El Almirante Whitcomb permaneció en el puente de la Ascendant Justice.
Se sujetó de la barandilla que rodeaba el centro de la elevada plataforma y observó el
mar de fuego sobre las pantallas en la pared. Estaban atorados en esta zona del
Slipspace, (deslizespacio) atrapados como insectos en ámbar con líneas de plasma
atravesado la región. El fuego enemigo se desvanecía y reaparecía, como manchas
de niebla azul en el deslizespacio con rayos brillantes de energía color carmesí.
Fragmentos de metal fundido, las piezas rotas de las naves del Covenant, pasaban
ante las cámaras, eran como cometas que golpeaban sobre su casco.
Había otro peligro en la niebla azul: naves fantasmas que aparecieron y se perdieron
de vista… más de la mitad de ellos se desaparecieron, envueltos en fuego, o con sus
cascos rotos.
¿Cuántas de esas naves del Covenant serían capaces de atacar contra la Ascendant
Justice? ¿Cuántos de ellos podrían destruirles antes de que saltaran al deslizespacio?
El Teniente Haverson se paró junto a él. El hombre joven estaba un paso atrás en sus
evaluaciones tácticas y de conocimiento acerca del Covenant. Era tan solo un poco
más cauteloso para el gusto de Whitcomb - aunque el rasgo era de esperarse en
cualquier funcionario de la ONI, o eso supuso el Almirante. Sin embargo, el joven
teniente había mostrado tener suficientes agallas como para enfrentarle. El chico tenía
definitivamente cierto potencial.
Un cuadro en los controles holográficos se transformó en la pequeña figura de
Cortana.
"Plasma y masivos impactos esporádicos a lo largo de nuestro casco, Almirante,"
Después de reportar, se cruzó de brazos.
"Integridad Atmosférica abajo del trece por ciento. Integridad estructural pobre. Estimo
que el casco fallará en no más de cinco minutos. "
"Entendido", respondió el almirante.
No tenían más opción que jugar la misma mano con la que les habían sido tratados.
Entre más tiempo se quedaran en ese lugar, más daño le harían los barcos del
Covenant que les rodeaban. Si la Ascendant Justice tuviese motores, el almirante
podría acelerar el proceso. Pero si se esperaba demasiado tiempo, su propia nave, se
desintegraría a su alrededor.
El Almirante Whitcomb paseó la vista rápidamente para ver cómo el resto de su
tripulación estaba bajo presión.
Locklear flexionó sus manos. El ODST tenía un arma con su seguro permanentemente
puesto y lo sobrecargó. El Sargento Johnson se paró junto al cabeza rapada, colocó
su rifle sobre su hombro. Estaba mirando a la tripulación y, probablemente, se estaba
formulando sus propias opiniones acerca de ellos. Era roca sólida. Un vistazo hacia el
interior de ojos oscuros y el Almirante entendía lo que motivaba al hombre: el frío y
odio puro hacia el enemigo. El almirante pudo apreciar eso.
La Dra. Halley cuidaba del Spartan llamado "Kelly" tendida sobre la cubierta. La
doctora era brillante... Pero un total misterio para él. Se habían encontrado media
docena de veces antes en las reuniones de los escalafones superiores y había
encontrado en su exterior a un ser encantador y agradable, Pero había leído
suficientes informes de sus "proyectos" como para que le resultara imposible
relacionarse con ella. Si tan solo la mitad de los rumores que había oído hablar de ella
eran ciertos, entonces había estado involucrada en cada operación negra, de aquí
hasta Andrómeda. Él no confiaba en ella.
"Doctora Halsey” dijo el almirante.
Se soltó de la barandilla y se llevó las manos a la espalda para ocultar sus palmas
sudorosas.
"Despeje de mi puente a los heridos, lo antes posible."
La Dr. Halsey revisó su pad de datos y los patrones de fluctuación de los signos vitales
de Kelly.
"Almirante, no quiero moverla. Ella no está del todo estable".
"Hágalo doctora. Ella es una distracción. Tenemos una batalla qué pelear".
La doctora le lanzó una mirada que podría haber detenido un rayo de plasma. El
Teniente Haverson dio un paso hacia adelante y se aclaró la garganta.
"Señora, hay una nave de escape justo al lado del puente."
Se movió a la escotilla de estribor y la abrió. Sacó su pistola y comprobó el pasillo.
"Está despejado. Locklear, Sargento, por favor, denle a la doctora una mano con su
paciente."
"Sí, señor," dijo Locklear. “Feliz de tomar asiento fuera de batalla, en una nave de
escape”
El Sargento Johnson puso su fusil sobre el pecho de Kelly y dijo:
"Vamos cabo, mueva una pierna y deme una mano. La dama en su armadura pesa
más que la de su última cita. "
Locklear y el sargento apoyaron a Kelly, gruñendo por el esfuerzo de la carga, la
trasladaron fuera del puente. Seguidos por la Dr. Halsey, le lanzó una mirada
fulminante al Almirante, y cerró la escotilla detrás de sí.
El Almirante Whitcomb suspiró. Lo sintió por la Spartan, lo sentía demasiado; ése era
el problema. No podía concentrarse con Kelly tan cerca. Pero querrá informes
constantes sobre la situación de su condición. Demonios, debería haberse arrodillado
a su lado, sujetar su mano si es que eso ayudaba. Amaba a los hombres y mujeres
bajo su mando como si fueran sus propios hijos e hijas. Ése era el viejo axioma de
mando: Para ser un buen líder, había que amar al servicio. Para ser un gran
comandante, debes estar dispuesto a destruir lo que amabas.
Se oyó estática y el Jefe Maestro se reportó:
"Estamos en posición, Almirante. Tiempo estimado para las reparaciones, es de dos
minutos”.
"Entendido, Jefe" respondió el Almirante Whitcomb.
"Cuando esté terminado, dé la palabra y tenga por seguro que nosotros aceleraremos
inmediatamente".
"Sí, señor."
Un trueno retumbó toda la cubierta.
"¡Impactos de plasma, señor!", explicó Cortana.
"Su perfil de energía se ha difundido, pero todavía tenían suficiente poder para golpear
los laterales y los sensores de las cámaras están fuera de línea."
El Almirante Whitcomb pasó sus dedos sobre su bigote.
"Tenemos sólo unos pocos minutos antes de que este espacio nos parta en dos”
Miró las pantallas de pared, tratando de contar el número de las embarcaciones
enemigas.
"Eso es si esas naves Covenant no haga el trabajo primero".
Se giró hacia Cortana.
"¿Cuántas naves enemigas hay? ¿Cuáles son las reales y cuáles son ilusión? "
"Imposible determinar con precisión, señor. Conté catorce objetivos antes de que
comenzaran a disparar y llenaran el espacio entre nosotros con plasma ionizado.
¿Ahora? ... "
Los símbolos matemáticos corrieron a lo largo de su cuerpo, parpadeó en azul índigo
"Indexando imágenes espejo similares y extrapolando, yo estimo que hay entre tres y
cinco buques operacionales de guerra, señor. "
El Almirante Whitcomb, apretó los dientes y se concentró. Había que poner a esa nave
en movimiento, destruir una o dos naves enemigas. Quizás el plasma enredado en el
espacio cocinaría al resto de ellas. Esa era su mejor oportunidad. Su única
oportunidad. Tendría que Confiar en el Jefe Maestro para lograr que esa sección del
conducto fuera reparado.
"Muy bien, Cortana," dijo. "Calienta el reactor de la Gettysburg a potencia máxima y
prepárate para inundar el conducto del motor principal de plasma. Carga todas las
armas disponibles en las torretas. "
"Sí, señor. En Espera."
Echó un vistazo a una pantalla que mostraba la Gettysburg posicionada sobre la cima
e invertida.
"¿Está la bahía de lanzamiento intacta en la Gettysburg? ¿Puede conservar una
atmósfera? "
Cortana parpadeó. "Sí, señor. Tiene una fuga lenta de un % de treinta y dos
*kilopascales …" *(El pascal es la unidad de presión. Se define como la presión que ejerce una fuerza de 1 newton
sobre una superficie de 1 metro cuadrado normal a la misma, El kilopascal (kPa) es una unidad de presión que equivale a 1
000 pascales.)
"Presuriza la bahía".
“Entendido almirante, sin embargo..," Cortana contestó, "eso dejaría nuestras reservas
de aire en niveles peligrosamente bajos ".
El almirante miró a las naves que les rodeaban; un rayo de plasma cayó sobre la parte
frontal de un crucero distante y su nariz quedó abollada. Llamaradas de flamas se
encendieron a lo largo de sus líneas de plasmas laterales. La nave parecía como un
pescado en el asador sobre el hierro al rojo vivo. Podrían haber sido ellos.
"¡Date prisa, Jefe", el Almirante susurró.
Sobre la pantalla el Almirante divisó dos naves. Había un transportador a lo lejos, se
veía en buen estado. Más cerca, afuera del inclinado babor, había otra nave que, a
excepción por el agujero en su sección de popa, también estaba en buen estado... y a
tan sólo diez mil kilómetros. Ese era el objetivo primario.
"Tracen un nuevo curso", el almirante ordenó. " dos-cuatro-cero por cero-tres-cinco”.
El Teniente Haverson dio un paso involuntario para acercarse a la pantalla, y su rostro
se contorsionó, mientras analizaba las matemáticas en su cabeza.
“Eso es... un curso de colisión, señor."
"Me alegro de que concuerde con mis cálculos", comentó secamente el Almirante.
El Teniente Haverson miró a la Gettysburg y asintió con la cabeza, por fin logrando
entender.
“Sí, señor. Un buen plan".
"Almirante…", la voz del Jefe Maestro rompió con estática.
"La ruptura del casco está sellada, señor."
"Espere, hijo…" el almirante Whitcomb contestó. "Esto podría ser un duro viaje.
Cortana, dame la velocidad del flanco ¡Ahora! "
"En Proceso," contestó Cortana. "Velocidad de flanco. El conducto se está
manteniendo. Acercándose a dos-cuatro-cero por cero-tres-cinco. Colisión con el
crucero Covenant a esta velocidad y rumbo en dieciocho segundos".
La Ascendant Justice-Gettysburg aceleró, hacia una línea de ondeante plasma naranja
y pasó a través de ella, como un barco rompiendo a través de una ola tormentosa
sobre el mar abierto. El fuego salpicó su casco y quemó a lo lejos, las capas de
armadura. La superestructura del entero casco gimió. Las explosiones resonaban a
través de la cubierta.
"Fuego sobre las cubiertas ocho y doce", informó Cortana.
"Hemos perdido la torreta de plasma cinco. Distancia hacia la nave enemiga a seis mil
kilómetros y acercándose."
"Iniciando un giro", Cortana decía."Haciéndolo de treinta grados por segundo. Eso
extenderá el daño sobre una superficie de área menor.
“Maniobra de Rotación, entendido. Ajusta los propulsores a la máxima potencia". El
Almirante mencionó.
Cortana suspiró y su imagen holográfica comenzó a parpadear con irritación.
"Esto hará que la orientación se vuelva difícil, señor."
"Pon el rango de disparo de las torretas de plasma hacia el blanco", le dijo el
Almirante.
Cortana dudó por un segundo. “Sí, Almirante. "
El espacio en las cámaras exteriores lentamente empezó a girar igual que la nave, en
espiral hacia su objetivo. La nave Covenant surgió para hacerles frente. Sus torretas
de plasma brillaban como los si fuesen unos enfurecidos ojos rojos.
"Teniente, tome la estación de armas. Cortana, danos una solución de disparo y el
control de fuego manual. "
Las manos de Haverson se movieron rápidamente sobre las superficies holográficas
de los controles del Covenant.
"Cortana tiene una solución de disparo, señor. ¿Activo las armas? "
"Espere, Teniente."
"Darán su primer disparo, señor", dijo el teniente Haverson.
Aunque su voz era tranquila, una gota de sudor corría por su mejilla pecosa.
"Espero que lo hagan", respondió el Almirante. "Puede ser lo único que nos salve."
El Teniente Haverson respiró hondo y asintió. "Las armas están listas y esperando,
señor. "
"Cortana, prepárate para ventilar la bahía de lanzamiento de la Gettysburg."
“Sí, señor. Removiendo primordialmente la seguridad de las puertas de la bahía.
Distancia hacia el objetivo a tan solo a tres mil kilómetros."
El crucero del Covenant disparó. Haz de energía se dispararon y se dirigieron hacia la
Ascendant Justice... y se arqueó a distancia, en espirales y ángulos rectos. El espacio
entre las dos grandes masas estaba todavía enredado y fracturado.
"Dos mil kilómetros", informó Cortana.
"Manteen el rumbo", dijo el Almirante. "Y continua manteniendo fuego".
La mandíbula del Teniente Haverson se apretó y sus manos temblaban sobre los
controles.
El crucero enemigo llenó el espacio en las pantallas. Sus torretas de plasma se
recalentaron y brillaban en un color rojo opaco.
"Mil kilómetros", anunció Cortana.
"¿Almirante?" preguntó el Teniente Haverson.
"¡No disparen!".
"Quinientos kilómetros," Cortana dijo. "Trescientos... dos... colisión inminente. "
El almirante cerró el puño. Y gritó:
"¡Fuego! ¡Todas las torretas abran fuego!, Cortana, Despresuriza la bahía de
lanzamiento y danos toda la potencia a babor".
La Ascendant Justice estaba a un kilómetro de la nave Covenant en un curso de
intercepción cuando disparó. Las puertas de la bahía de lanzadera de la Gettysburg se
abrieron y el aire del interior se descomprimió de forma explosiva.
Empujando a las unidas naves hacia babor, sólo lo suficiente como para esquivar al
crucero. El plasma había sido disparado hacia su objetivo. No había forma de fallar. El
blanco y caliente fuego impactó sobre el casco del crucero, se difundió a través de su
superficie, hizo hervir su blindaje, y desgastó el esqueleto por debajo de la estructura
debajo.
"Las cámaras de popa", ordenó el Almirante.
En la pantalla él vio al fuego explotar del lado opuesto del crucero. El buque de guerra
se inclinó y el vientre de la nave giró, el plasma desintegró el interior de popa a popa
hasta llegar al núcleo de fusión. La nave explotó en una bola de fuego. Un instante
después, la explosión se retorció y curveó mientras el retorcido campo del
deslizespacio barrió con todo rastro de la nave enemiga.
El Teniente Haverson exhaló y secó su frente. "Excelente maniobra, Almirante".
"No gaste todavía su aliento en los discursos de victoria, hijo."
El Almirante escudriñó en la pantalla táctica y vio a la otra nave.
"Tenemos un nuevo objetivo."
Apuntó hacia la nave medio oculta en la niebla oscura de plasma: el transportista,
intacto, con una nube de enjambres de mosquitos a su alrededor. Los combatientes
Seraph descendieron e interceptaron el plasma y los meteoros que se acercaban
demasiado. Las bolas de fuego resultantes desviaron los impactos del casco.
"Ella tiene un capitán inteligente", murmuró el Almirante. "Así que no podemos utilizar
el mismo truco dos veces. "
Cinco explosiones sacudieron a la Ascendant Justice y el ambiente azulado en el
puente titiló.
"Impacto de un meteoro," contestó Cortana. "Hemos perdido las torretas de plasma
dos y tres. Toda función sobre las cubiertas ocho y por debajo se ha perdido. La
integridad estructural de esta nave, señor, está en peligro de un colapso inminente”.
"Un minuto más, Cortana," le dijo el Almirante y continuó buscando en la pantalla
táctica.
"Una de dos: o tomamos ese transportista de ahí, donde los escudos no se pueden
regenerar, o los enfrentamos en el espacio normal."
Él tecleó el mapa TÁCTICO.
"¡Lo tengo! Cortana, ven hacia cero-tres-cero por uno-cuatro-cinco, calcula la más
rápida aceleración y desaceleración, haciendo que esta nave pueda conseguirnos
acercar a este objeto y movernos lo más rápido antes posible. "
“Sí, Almirante. "
El Teniente Haverson miró en el mapa y encontró lo que el Almirante había señalado.
"Este objeto es parte de un buque Covenant, de la sección de popa de un crucero."
El Almirante asintió. "Exactamente, Teniente. Cortana, ¿cómo está la integridad
estructural de nuestra nariz de nave? "
"¿Señor? ¿La nariz?" Cortana pausó, e informó
"Sin avería, señor. La mayoría de los daños han sido hacia los laterales"
"Llévanos a contacto directo con ese trozo de metal, Cortana".
”Sí, señor" respondió Cortana.
La Ascendant Justice aceleró hacia la destrozada nave Covenant y luego
desaceleraron. Los dos buques de guerra se tocaron, hubo un lento chirrido que hizo
eco a lo largo de la nave.
"Contacto", informó Cortana.
"Perfecto", respondió el Almirante Whitcomb.
"Nuevo curso tres-dos- cero por dos-dos-cero. Velocidad de flanco. Teniente, cargue
cualquier cañón de plasma que nos quede. Cortana, prepara esta nave lista para
llenarla de poder de reversa".
La Ascendant Justice-Gettysburg dio la vuelta y se dirigió hacia el transportador
Covenant empujando el casco roto de la otra nave delante de ellos. Aceleraron en un
curso de colisión. Las torretas sobre la nave Covenant transportadora se calentaron
hasta tomar un color blanco caliente, pero mantuvieron el fuego.
"Ocho mil kilómetros hacia el buque enemigo," anunció Cortana.
"Mantén el curso, Cortana".
"Seis mil kilómetros, señor."
"Esperen", el Almirante ordenó y se aferró a la barandilla de nuevo con sus sudorosas
manos.
"Dos mil kilómetros".
"¡Máximo poder de reversa, ahora!"
Los motores hicieron un estruendo y el casco de la Ascendant Justice se estremeció.
La nave destrozada del Covenant chirrió sobre su nariz mientras su impulso la llevó a
rápida velocidad. Se separó libremente de la Ascendant Justice y cayó directamente
hacia el transportista enemigo.
"Impacto de la masa en el transportador Covenant en cuatro segundos," dijo Cortana.
"Tres segundos".
El transportador disparó su plasma a la masa que se acercaba. Las llamas calentaron
los escombros, golpearon atravesando su armadura y casco, y fundió la aleación. La
masa, sin embargo, siguió adelante ya destrozada y fundida; pero no había disminuido
su velocidad. Se estrelló sobre la nave y la envió a girar a estribor. El casco del
transportista se rompió a lo largo de una docena fragmentos, y la atmosfera se ventiló,
seguido del metal en rojo y en llamas de oro. En la bahías de lanzamiento se
encadenaron las explosiones.
"¡Dispare todas las armas, teniente!"
La Ascendant Justice disparó sus torretas restantes. El plasma cortó a la nave
Covenant y lo rebanó hasta el núcleo. Cada cubierta brilló con el fuego y se convirtió
en un infierno.
"Eso es lo mejor que podemos hacer," susurró el Almirante Whitcomb.
"Cortana, sácanos de aquí. Transición al espacio normal."
La silueta holográfica de Cortana se llenó de cálculos. "Dirigiéndose a la matriz del
deslizespacio ".
Manchas de tinte negro aparecieron en el mar de fuego. Pequeñas estrellas titilaron en
esos mares de tinieblas. El plasma en la atmósfera y las naves enemigas en llamas
desaparecieron.
"Corta todo el poder hacia los motores", ordenó el Almirante.
El Almirante Whitcomb miró hacia la oscuridad y a las estrellas.
"Ahora, ¿Dónde demonios estamos?”
Capítulo 26 (Resumen)
Tiempo/Fecha: ((Error)) Anomalía/Fecha desconocida
/A bordo de la nave Insignia Ascendant Justice capturada del
Covenant, en la burbuja anómala del espacio estelar
El Jefe despertó adolorido con síntomas del shock y aturdido, se encontraba en una
estación médica siendo recibido por el holograma de Cortana. John recuperó su visión
lentamente mientras que Cortana le saludaba cruzándose de brazos;
El Jefe preguntó.
“¿Dónde estoy?”
“En la cubierta 22 Fragata Gettysburg de la UNSC o lo que queda de ella” Respondió
ella
El Jefe Maestro le preguntó qué había ocurrido en la batalla. Cortana le contó a detalle
sobre el suceso: El equipo Azul logró reparar el conducto de los motores principales.
“Un rayo de plasma…lo siento Jefe…Solo sobrevivieron a la explosión, aparte de ti los
Spartans, 093,043, y 104; Pero Li, Anton y la Suboficial Polaski habían Muerto en
Acción”. Le contó Cortana
John recordó el grito de Polaski y la figura de Anton, cuando el fuego al rojo vivo barría
el casco de la nave.
“¿Qué hay de Kelly y Linda?” preguntó el Jefe.
“La Spartan 087 Kelly se está recuperando de quemaduras de segundo grado, en el
72% de su cuerpo; La Doctora Hasley tiene a la Spartan 058 en la estación médica
Alfa, tres pisos sobre nosotros, sigue en estado criogénico.”
“La Dra. Y el Almirante Withcomb han debatido sobre el riesgo de intentar revivir a
Spartan 058, antes de que alcancemos una instalaciones médicas de verdad.” Cortana
Explicó.
John no apreciaba aquella actitud de Cortana, desde que se había enlazado con el
sistema informático de los Forerunners en Halo. Por la forma en que le explicaba la
situación. Mientras tanto el Almirante Withcomb insistía en arriesgar vidas para
contactar al Alto Mando (High Command). Ya que descubrieron que el Covenant había
encontrado la localización de la Tierra. Cortana explicó a detalle:
“Había una serie de coordinada de órdenes para las naves de guerra Covenant,
dispersadas por toda la galaxia, para que se reunieran en una base de Mando y
Control que llaman Unyielding Hierophant ; cuando cuenten con las fuerzas
necesarias, realizarán el salto conjunto hacia la Tierra. ”
El Jefe maestro, al saber la actual situación se dirigió aturdido hacia el puente, para
encararse con el Almirante Withcomb. John se encontró con el Almirante, siendo
recibido por el Teniente Haverson y el propio Withcomb.
“Jefe Maestro” dijo sorprendido el Almirante.
“Señor” respondió secamente el jefe.
“Permiso para entrar en puente” el jefe insistió.
“Concedido hijo” Withcomb respondió.
“¿Cómo se encuentra jefe?, la Dra. Dijo que pasarían días antes de que se recupere”
mencionó el Teniente Haverson.
“Estoy al cien por ciento, señor” respondió el jefe.
La Dra. Hasley intentó comunicarse con el jefe a través de su HUD, pero el jefe se
negó diciéndole que en otra ocasión, el Almirante Withcomb contó que estaban contra
reloj para restaurar las naves, ya que la Ascendant Justice tenía sus motores a un 3%
de su capacidad. El cristal que habían recogido en Reach, emitía una radiación al
espacio estelar, y que en el lapso de 72 horas sería mortal para todos ellos, incluso
para el Jefe y a sus Spartans dentro de sus armaduras. Aún seguían confiando en el
artefacto. Whitcomb examinaba un pequeño mapa holográfico donde indicaba en un
círculo su posición, el Jefe estudió su localización; se fijó que dentro del círculo había
tres sistemas de estrellas. El teniente Haverson también miraba la carta estelar. Tocó
uno de los símbolos que se encontraban al alcance de la nave, y las estadísticas
cruzaron el objeto. Suspiró.
“Glasearon este sistema en el 2530, así que no hay ninguna posibilidad de encontrar a
nadie que pueda ayudarnos. Y los otros dos sistemas…” Haverson sacudió la cabeza.
“Desiertos”.
“Maldición” exclamó el Almirante.
“El Covenant llegó, incendió Eridanus y las Colonias Exteriores, y siguió adelante sin
siquiera pestañear.”
“¿Eridanus?” El Jefe maestro se acercó y tocó los datos que surgían de la diminuta
estrella.
El Jefe explicó que había una colonia la cual la UNSC no estaba interesada y que
estaba seguro que el Covenant no la había tocado ni descubierto. Hizo algunas
sugerencias y el Almirante pensativo le cuestionaba el porqué.
El Jefe Maestro estaba interesado en el cinturón de asteroides que lo rodeaba… y en
una misión que él y su equipo habían llevado a cabo allí, hace veinte años.
Capítulo 27 (Resumen)
Tiempo/Fecha: ((Error)) Anomalía/Fecha desconocida
/Fecha revisada estimada 04:50 horas, 12 de Septiembre de
2552/A bordo de la nave Insignia Ascendant Justice capturada del
Covenant, en el espacio estelar, en ruta al sistema Eridanus.
El Jefe Maestro se dirigió hacia el lugar donde la Dra Hasley se encontraba en el lugar
asignado por el almirante Whitcomb.
"¿Quería verme Doctora?"
Ella le hizo una señal al Jefe para que se acercarse.
Ella le advierte sobre de haber ignorado los consejos médicos refiriéndose a su estado
de salud. La doctora le hace un chequeo donde expone literalmente que tiene
quemaduras, contusiones, fracturas y hemorragias. Y que debería estar en estado de
Shock.
A todo esto John le miente respondiendo que “Está Bien”.
“Quería hablar contigo sobre tu informe acerca de la construcción alienígena…Halo.
He recopilado parte de tu historia en base a lo que me ha contado el Almirante
Whitcomb, sobre tus aventuras, el informe de Cortana y de los diarios de Misión de
Locklear y Johnson… y el curioso diario de Misión, parcial, del oficial Wallace Jenkins.”
El Jefe Maestro se movió incómodo.
“Hay algunas inconsistencias que hay que esclarecer antes de que lleguemos a la
Tierra. Una de ellas es el Sargento Johnson.” Ella le explicó.
La doctora le mostraba en un monitor los diarios de misión, Covenants, Campañas
campales de los Marines, la extraña arquitectura del interior de Halo y las terríficas
criaturas y ataques del Flood. John se puso tenso cuando apareció en pantalla el
capitán Keyes.
La doctora le mencionó que el Sargento Johnson era la única persona con exposición
al Flood y que pudo escapar. Le pregunto a John del porqué de ello. La Dra Hasley le
mostró el historial médico del Sargento.
“Le diagnosticaron el Síndrome de Boren”.
“Nunca lo había oído” Reconoció el Jefe.
“No me sorprende, es causado por la exposición a grandes cantidades de plasma, No
se ven muchos casos, ya que la gente suele morir de los efectos directos de las
armas, antes de que se manifiesten los efectos secundarios” Ella le explicaba.
“El Sargento capturó un cajón de embalaje de granadas de plasma, durante el asedio
del Covenant en París IV, las usó todas y recibió una condecoración, y una dosis
acumulada de radiación.” Terminó la Dra.
John permaneció en silencio durante la explicación de la Dra. Hasley.
“No veo la conexión entre la enfermedad del sargento y que haya sobrevivido
al Flood.” Dijo por fin el Jefe.
La Dra. Le respondió que la conexión a esto era debido a la enfermedad del sargento,
ya que se caracteriza por migrañas, amnesia, y tumores cerebrales y que sin
tratamiento se deriva la muerte. Y perturba las señales eléctricas del sistema nervioso
de las personas.
El Jefe se dio cuenta que el Sargento rechazó el tratamiento médico, mientras que la
Dra explicaba que el Flood se enlaza con el huésped a través de la creación de una
frecuencia resonante, igual a la del sistema neural del huésped. Por eso el Flood no
pudo tomar al Sargento, ya que estaba demasiado dañado. Y que aún así, quedaron
rastros del ADN del Flood, muertos, sin capacidad de infectar, pero intactos. Además
que le brindaron unas curiosas capacidades regenerativas, esto sin confirmar.
La Dra le comentaba a John que preparó 2 informes distintos sobre esa situación para
la Sección Tres de la ONI.
El Primero: tiene todos los datos de sus análisis, además de la respuesta tecnológica a
una plaga inicial del Flood.
El Segundo: Incluye el material de origen: los diarios de misión del oficial Jenkins y del
Sargento Johnson, más su historial médico.
“Te dejo a ti la elección de cuál entregar al Teniente Haverson”. Quien dejó estos 2
cristales de memoria en una bandeja.
La doctora le mencionaba a John acerca de los sacrificios y pecados que se hacían a
favor de toda la raza humana, de los daños que se cometen, y de las culpas que se
llevan a cuestas. Ella le empujó la bandeja al Jefe.
“Si entregas a la ONI el primer informe: pueden lograr conseguir y desarrollar medidas
contra el Flood, tendrán más posibilidades si les entregas el segundo”
John cogió el segundo cristal con el informe.
La doctora le cortó, diciendo que ésa elección mataría al sargento, le contaba que la
ONI no le será suficiente la muestra de sangre de Johnson, lo diseccionarían, lo
matarían si vale la pena.
“¿Vale la pena para ti, John?” La Dra. le preguntó.
La Dra. miró su reloj, quien estaba preparada para operar a Linda. La Dra. Interrumpió
y despidió al Jefe Maestro. El Jefe se retiró. Mientras que la Dra. Dio la orden de cerrar
las puertas e iniciar las medidas contra intrusiones al nivel 7.
Ordenó a Cortana el acceso a su coordenadas centrales 4-4-7.
Refunfuñó acerca del “Bien Mayor” y borró los archivos, información, interrogatorios,
acerca del tema hablado con John y sobre el Sargento Avery Jhonson. Toda esa
información fue borrada de Cortana. Ella y la Dra. Hasley analizaron algunas
discrepancias en los diarios del equipo de Halo y el equipo de Reach.
Cortana y ella discutían sobre la función del artefacto. La hipótesis de la doctora
apuntaba que era causada a la transición por el espacio estelar (Slipspace) afectada
por la gravedad. Pero Cortana tenía una mejor, le mostró sus propios análisis, ambas
llegaron a la conclusión de que el artefacto alienígena que llevaban, no solo doblaba el
espacio, sino que también el tiempo. Ambas discutían abiertamente sobre el porqué y
los cómos. Al final se dieron cuenta del porqué el Covenant le interesaba el objeto.
La Dra Hasley ejecutó el programa que destruyó los recuerdos de la IA sobre esa
conversación.
La Dra Hasley operó al Spartan 058, ella cavilaba del porqué los Spartans eran
marcados como Heridos o Desaparecidos en acción. Todo se derivaba a la directiva
930 de la ONI perteneciente a la Sección Dos.
"¿Los Spartans nunca mueren? Susurró. La doctora Hasley.
Si pudiera lograr algo: salvaría a sus Spartans uno a uno. Empezaría con Linda, Kelly
y después un puñado más de personas importantes. Aunque significara traicionar a los
que confiaban en ella…pero si era la única forma que tenía la doctora Hasley de
salvarse a sí misma y a su alma, lo haría.
Capítulo 28 (Resumen)
19:30 Horas, 12 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/ A bordo de la nave Insignia Ascendant Justice
capturada Covenant, en el espacio Estelar, en ruta al sistema
Eridanus.
La Gettysburg-Ascendant Justice apareció en el Sistema Eridanus. La tripulación
usaba los instrumentos a su alcance para examinar el sistema, detectando de
inmediato los altos niveles de radiación, se mantuvieron en alerta mientras verificaban
su armamento. Solo contaban con un solo disparo.
“Vuelve a contarme sobre tu antigua misión” pidió el Almirante Withcomb
El jefe contó su relato, (Página100 en adelante “La caída de Reach”-Timun mas)
mencionó que no contaban con las Armaduras MJOLNIR, ni con las armas avanzadas.
El Teniente Haverson no creía en los detalles relatados del Jefe. Mientras tanto se
detectaban débiles emisiones de radio D-BAND, tratando de averiguar si pertenecían a
piratas o insurgentes.
¿Rebeldes? Preguntó Harverson
El Almirante rió, soberbio.
“Había gente que no quería luchar, hijo. Algunos sólo querían esconderse debajo de
una roca… en este caso, literalmente. Quizás piensen que el Covenant no les prestará
atención.” Una sonrisa le cruzó el rostro. “Vamos a hacer que eso cambie”.
Mientras que la doctora Hasley indicaba la operación exitosa de Linda.
La Gettysburg-Ascendant Justice se colocó en paralelo al cinturón de asteroides, en
dirección a la frecuencia que habían detectado; abrieron un canal de comunicación
mandando un mensaje por parte de Withcomb. Minutos más tarde fueron recibidos por
una flota de naves Pélicans modificados. Un hombre se presentó sobre una de sus
pantallas frontales, se hizo llamar Jacob Jiles gobernador y líder.
A pesar de los roces irónicos de bienvenida, evasiones y amenazas, por parte de
ambos líderes, con el fin de estacionarse en el lugar y tener un encuentro. El Almirante
Withcomb necesitaba reparaciones y municiones, lo cual manejó la situación
perfectamente bien, logrando convencer al tipo engañándolo con “su amenazante
poder de fuego”.
La tripulación era escoltada hacia el lugar de reunión, observaban el hangar, dándose
cuenta que el lugar estaba reforzado con partes de naves de la UNSC.
El Gobernador Jiles los recibió en una sala circular, con un banquete servido y
rodeados de guardias con subfusiles MA3 y pistolas de plasma ocultas. Cortana
analizó todo el tiempo el hangar y la infraestructura del asteroide, detallándole al jefe
los detalles. El Almirante Withcomb empezó a hablar mientras Jails, escuchaba.
“Tiene mi completa atención Almirante”
“Bien” comentó Withcomb, ceñudo a causa de la poca importancia que le daba Jile a la
seriedad de sus palabras. El Almirante le contó todo con frases cortas, fáciles de
comprender: La caída de Reach, la búsqueda del Covenant de un artefacto alienígena,
la caza y la batalla en el espacio estelar y la inclasificable radiación que atraería al
Covenant desde el espacio estelar…hasta allí.
“¡Por Elisa!” gritó. Se puso de pie y de un salto tiró una jarra de la mesa.
“¿Por Elisa?” preguntó el Jefe Maestro a Cortana
“La santa patrona del vacío” contestó la IA “Es muy popular entre los pilotos civiles.”
“Esto es lo más sencillo de todo, gobernador. Puede ayudarnos, o matarme a mí y a
toda mi tripulación y vender nuestras naves por el precio que estén hoy en día en el
mercado negro. Pueden darle muchos beneficios… si es que el Covenant le deja vivir
lo suficiente para cobrarlos.” Le comentó el Almirante. Diciéndole y exponiéndole sus
debilidades ante el Covenant.
El gobernador Jiles preguntó nervioso si había otra opción y en qué forma puede
ayudarles a su causa.
“Si nos ayuda, si reparamos la nave para poder saltar hasta la Tierra, evacuaré a
todos los suyos, Y le prometo una amnistía a usted y a toda su gente”. Terminó el
Almirante
Jiles rió, y su cordial sonrisa volvió a aparecer en su rostro.
“¿Tiene pruebas de algo de todo esto?” preguntó
Cortana alertó al jefe sobre el visor en su HUD, dándole una panorama del Sistema
Eridanus. Donde la figura familiar de un crucero Covenant hacía su aparición. El jefe
apuntó con su mano hacia una dirección.
“Ahí tiene sus pruebas, gobernador” gruñó el Almirante Withcomb.
Capítulo 29 (Resumen)
20:00 Horas, 12 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/ A bordo de la nave Híbrida Gettysburg-
Ascendant Justice capturada Covenant, Estación del sistema
Eridanus.
El Almirante Withcomb y su tripulación salieron del ascensor de la Gettysburg.
“El Crucero Covenant se encuentra a sólo doscientos mil kilómetros de distancia”
Anunció la imagen holográfica de Cortana.
Todos se colocaron en sus puestos correspondientes, Fred en los motores, Haverson
en la navegación, y el Jefe en la estación de armas. Mientras que el Almirante
Withcomb le comunicaba al gobernador Jiles que coordinarían el ataque al mismo
tiempo, Jiles comentó encogido de hombros que no contaban con armamento nuclear,
que lo que habían detectado era solo un “Farol”.
“Muy asusto, Jiles.” Reconoció el almirante, tras lanzar una maldición silenciosa.
Su nave se encontraba en el cinturón de asteroides, sin armas disponibles, la única
torreta funcional ahora estaba fuera de línea, pero necesitaría la potencia de las
turbinas magnéticas, que ahora estaban sobrecargadas. El almirante inhaló y exhaló
con un ruido parecido al de una explosión.
“Jefe Maestro, ¿Tienes algo en la estación de armas 1?”
“No hay proyec tiles para las armas electromagnéticas. Todos los misiles nucleares
Shiva también han sido disparados, señor. Lo único que nos queda en los tubos son
tres robot espía Clarión.”
“Sin plasma y sin misiles” dijo el Almirante Withcomb
El Jefe se preguntó si podrían colar una de aquellas rocas para dispararlas desde el
cañón magnético de la Gettysburg. Las turbinas electromagnéticas propulsarán la
masa a velocidades supersónicas y…
¿Turbinas electromagnéticas?
“Señor,” Volvió a intervenir el jefe maestro
“Quizás haya otra forma de disparar la torreta de plasma. El cañón magnético de la
Gettysburg tiene diecisiete turbinas electromagnéticas. Cortana podría usarlas para
formar y dirigir el plasma”.
“Si” asintió el almirante.
Todo estaba hecho, se transfirió parte de la energía del reactor del Ascendant Justice
pero necesitarían parte de éste para moverse. Se ajustó y vinculó el sistema de
puntería a los robots, se colocaron detrás de un asteroide como protección, y
dispararían antes que les descubriesen.
Mandaron a los robots y los usaron para tener una imagen clara del enemigo, mientras
que el crucero empezó a rodear el asteroide. En un instante, las turbinas se llenaron
de energía, las líneas del campo magnético se hincharon como globo, se solaparon
entre ellas y se separaron sin ningún tipo de simetría. Las líneas magnéticas se
dirigieron a hacia la torreta de la Ascendant Justice.
La esfera de plasma explosionó y evaporizó parte del blindaje del casco de la
Ascendant Justice, el plasma desapareció durante un segundo…y al siguiente… un
rayo en espiral cruzó el espacio, directamente hacia la superficie del planetoide.
Golpeando directamente a la nave de guerra Covenant. Los motores de la Gettysburg
quedaron fuera de línea y las turbinas electromagnéticas siguen intactas.
Pélicans blindados con exoesqueletos y un puñado de Longswords y una extraña nave
de Clase Chiroptera aparecieron en pantalla.
“La flota de Jiles,” confirmó Haverson “Y nos tiene exactamente donde nos quería… a
su merced.”
Jiles ofreció ayuda y los llevó de nuevo al hangar, donde hicieron las reparaciones
pertinentes.
Linda permaneció junto a sus compañeros, con su cuerpo pálido y lleno de cicatrices,
no usaba casco ni hombreras, ni la parte trasera de su armadura MJOLNIR. Preparaba
su rifle de precisión. Mientras enfundaba su pistola, el Jefe rozó el compartimiento del
cinturón que contenía los datos proporcionados por la Dra Hasley. Aun cavilaba en esa
decisión.
La Dra. pidió a John por radio la presencia de Kelly, acatando la orden de inmediato.
Kelly se despidió de sus compañeros, mientras que los demás Spartans siguieron
conversando acerca del Covenant.
Locklear retorcía una y otra vez el pañuelo rojo que llevaba atada al brazo.
Recordando a Polaski, el Sargento Johnson trataba de darle ánimos. El cual se topó
con la Carta estelar, en el contenedor de datos. Era la Unyielding Hierophant Centro y
Control de Mando y plataforma espacial del Covenant. Los Spartans discutían si saltar
en dirección a esa flota, detenerla y ganar tiempo para evadir el ataque inminente a la
Tierra.
El Jefe Maestro dio órdenes rápidas.
“Fred, Will…reparen la armadura de linda, Locklear ocúpate del nuevo inventario de
armas y llévalos al hangar de lanzamiento de la Ascendant Justice, Grace, Linda,
Sargento preparen la nave de transporte Covenant para la última batalla, refuercen el
casco, Yo presentaré el plan al Almirante Withcomb… y le haré comprender que es el
único camino. Llevaremos la batalla hasta el Covenant. Les lanzaremos el Primer
Ataque”.
Capítulo 30 (Resumen)
04:00 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar
/ A bordo de la nave Híbrida Gettysburg-Ascendant Justice,
Estación del sistema Eridanus.
Se le acababa el tiempo a la doctora Hasley. Sólo le faltaban algunas cosas de que
encargarse antes de poder irse…, Mientras que recibía a Kelly para administrarle el
“último tratamiento” para sus quemaduras. Kelly dudó de eso y de que las
instalaciones no fuesen las adecuadas. Kelly quedó inconsciente por lo “administrado”
a través de los puertos de la armadura MJOLNIR, puertos que conectaban
directamente con sus venas subclavia y femoral.
Solicitó a Cortana la presencia del cabo Locklear.
“Gracias, Cortana. Eso es todo.” Y añadió en un susurro tan bajo que sólo pudo oírlo
ella.
“Y cuida de todos por mí…”
La Dra. Se equipó de municiones tanto suministros médicos y pistolas ametrelladoras.
Bebiéndose de inmediato un café rancio, todavía tibio.
El cabo Locklear apareció ante la puerta abierta de la sala de preparativos. La Dra le
ordenó que le ayudase a llevar a Kelly hacía el Hangar. El cabo no parecía muy
convencido, la Dra. Hasley le convenció con charadas y ambos entraron al elevador de
servicio, con Kelly derrumbada en una especie de camilla. Hasley le entregó a
Locklear el artefacto azul, que iluminó el interior del ascensor, haciéndolo más frio.
“Mantenlo a salvo. Protégelo con tu vida, porque si el Covenant lo consigue…”
“Pero, ¿porqué yo? ¿porqué no se lo pide a uno de sus Spartans?” preguntó Locklear
“Se que harás lo que sea necesario para evitar que este objeto caiga en manos
enemigas…”. La Dra. Le mencionó
Las puertas del ascensor se abrieron, se veía mucha actividad en el Hangar de
alzamiento de la Gettysburg. Hasley indicó a Locklear poner a Kelly sobre una nave de
Clase Chiroptera del gobernador Jiles. La dra. Logró burlar la seguridad misma de la
nave y logró entrar, Locklear dejó la Spartan dentro y salió.
“Doctora, cuando estábamos hablando, en el momento de que saltáramos al espacio
Estelar…quiso decir Saltemos ¿verdad?” Locklear mencionó.
La Dra cerró los ojos durante un instante, presionó un botón en el interior de la nave y
la escotilla se cerró entre los dos.
El Jefe maestro salió del ascensor para entrar en el puente: tenía varias cartas sobre
la mesa. Hablar con el Almirante hacerca de su plan, y sobre los datos proporcionados
por la doctora, tendría que darle sólo un cristal de datos al Teniente Haverson. Salvar
o dejar morir al Sargento Johnson era su gran dilema. Cortana comprobaba el estado
del sistema de armas para el Almirante Withcomb. Ya contaban con varias torretas y
se habían sincronizado los reactores de ambas naves.
Luego Haverson interrumpió cuando la nave Chiroptera salía de la bahía y daba un
salto estelar. Dejando a la tripulación atónita, el almirante pidió reportes de aquello,
obteniendo como respuesta un video pixceleado de la Dra Hasley, el cabo Locklear y
un Spartan en camilla.
“Maldición. Quieres decir que la buen doctora me ha mandado a la mierd4 ” El rostro
del almirante enrojeció y apretó los dientes.
Mandó al Teniente a buscar a Locklear y pedirle una explicación, mientras tanto
Cortana advertía de tener dos cruceros Covenant, aun sin verles visto, el almirante
pidió a Cortana que pusiera en línea todo el sistema, cuando los cruceros aceleraron y
empezaron aparecer más naves de distintas clases, estaban rodeándoles.
“¿Conoces la historia del Álamo, Jefe?” preguntó el almirante
El almirante sonrió. Y le explicó a detalle. Cortana se preparaba para saltar, Withcomb
maldecía en hacer lo correcto y sobre el maldito Deber. Abandonaría a Jiles y a su
gente. Sin embargo Locklear preparaba municiones, cajas, pistolas y suficiente
explosivo de tipo C-7. Se apretó distraídamente la cinta que llevaba atada en el brazo.
“Maldita chica,” susurró “Tenía planes para ti y para mí. A la mierd4. Yo sigo vivo y no
voy a morir” Estalló en carcajadas.
“Cabo Locklear, tengo una petición urgente del almirante…” dijo la voz de Cortana
Locklear apagó su radio y continuó. La cubierta se movió y Locklear se dio cuenta que
se movían, tecleó para observar la situación a través de las cámaras externas. Algo se
movió entre sus ropas y vio que las facetas de la piedra ondeaban y se movían y se
recolocaban en forma de rompecabezas.
“No voy a atravesar otro combate estelar, No dejaré que nos sigan…” dijo el cabo.
Tomando una lata de C-7, y colocando la piedra sobre la cubierta. Cubriéndola con la
espuma explosiva, colocándole un detonador. Cubriéndose y preparándose un
temporizador.
“Va por ti, Polaski” susurró
El brillante destello de luz azul zafiro fue lo último que vio.
Capítulo 31 (Resumen)
05:10 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar
/ A bordo de la nave Híbrida Gettysburg-Ascendant Justice,
en el Espacio Estelar.
Le ordenaron al Jefe Maestro y a su equipo, que ahora consistía en Grace, Linda, Will
y Fred, que se presentaran en el Club de Oficiales de la Gettysburg, una habitación
con una enorme mesa de roble. El Almirante Withcomb junto con el sargento Johnson
se reunieron con ellos. Empezaron a discutir sobre su situación actual, cuantas
personas estaban con vida, sobre si había contactos o no, el Teniente Haverson entró
después, con una bolsita de plástico con fragmentos de cristal, aparentemente
pertenecientes del artefacto que se encontró en Reach. Y mencionando las
circunstancias de la muerte del cabo Locklear.
Discutían sobre el porqué de la decisión del cabo, de lo sucedido por la Dra.Hasley. El
Jefe Maestro interrumpió y le contó al Almirante su plan. Éste se quedó mirando al
Jefe sin pestañar.
“Petición de misión denegada” contestó simplemente.
“Comprendido, señor” se quedó de pie, en posición de firmes.
El Almirante le dio motivos para no arriesgarse, y el Jefe los suyos tratando de
convencerlo.
“Aunque admito tu valor, Jefe, tengo que negarme a tu petición. Necesitarías a
Cortana para superar los sistemas de seguridad del Covenant, y ella tiene que llegar a
la Tierra. Con los datos de la batalla Halo y el Covenant, es demasiada valiosa para
arriesgarla”. Terminó el almirante.
En el acto, el Teniente Haverson se presentó voluntario, Cortana pensativa, trataba de
darle una solución a esto y recordó el algoritmo duplicador de archivos en la IA
Covenant. Podría utilizarlo para copiar parte de sus capacidades, las suficientes para
poder atravesar las barreras Covenant, claro, no sería una copia exacta de ella misma.
El almirante empezó a ceder poco apoco, observando la tenacidad de su equipo.
“Muy bien, Jefe Maestro” dijo el almirante de pie. “Petición de misión aprobada”.
El Jefe Maestro y su equipo se trasladarían en la nave de transporte del Covenant
(Spirit), Reforzada de acero, capas de plomo, fibras de boro y planchas de Titanio-A.
Al Jefe se le entregó la Copia de Cortana, la enlazó a la base de su cuello.
“Iniciando la comprobación de los sistemas de la armadura MJOLNIR…” susurró la voz
de la copia de Cortana.
“No la escuches,” dijo al mismo tiempo la voz de la Cortana real a través de la radio.
“Es sólo la mitad de mujer de lo que solía ser”.
Mientras que el Jefe Maestro se preocupaba por el estado de salud de Linda, teniendo
una pequeña conversación. Quedaba un último detalle que tratar con el Teniente
Haverson, interrumpiéndole.
“¿Qué puedo hacer por ti, Jefe?”
“La Dra. Hasley me dio algo que tenía que entregarle a la Sección Tres de la ONI: su
análisis del Flood.”
El Jefe Maestro recordó la conversación con la Dra. Hasley y ya tenía su decisión al
respecto. ¿Qué había dicho la doctora sobe la necesidad de salvar a las personas de
una a una, sin importar el costo?. El Jefe le entregó el cristal de datos que contenía los
archivos completos.
“Dijo que ayudaría a luchar contra el Flood, señor, aunque no estoy seguro cómo”
mencionó el Jefe.
“Lo descubriremos, Jefe. Muchas gracias.” Haverson aceptó el cristal y miró en sus
profundidades.
Quedaban diez minutos para alcanzar la zona de lanzamiento y el Jefe Maestro salió
de la nave y se reunió en el exterior con el resto de los Spartans.
El almirante Whitcomb los miró a todos y les saludó, recibiendo el saludo de éstos.
“Solo una última orden” añadió el almirante.
“¿Señor?”
“Envíenlos al Infierno”
Capítulo 32 (Resumen)
05:30 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/
A bordo de la nave de transporte Spirit, capturada del Covenant,
en el Espacio Estelar.
La nave de trasporte giró, dio una vuelta de campana y salió disparada, dando vueltas
en espiral, fuera de control, casi desmoronándose, los Spartans del Equipo Azul
estaban atados en el casco con arneses en el interior de la nave. Salieron disparados
desde el Ascendant Justice.
El Blindaje de la nave no iba a durar mucho tiempo. Ya casi en pedazos, y en las
cercanías de la flota del Covenant. Los Spartans se preparaban para el asalto,
armándose y tomando municiones y su equipo.
“Desde ahora en adelante, no usen los comunicadores” ordenó el Jefe Maestro
Todos asintieron.
El jefe se trasladó a la parte izquierda de la nave, y conectó una fibra óptica para
observar el exterior, conectando este último a su casco. Apareciendo imágenes hacia
su HUD. Centenares de naves del Covenant varias naves Spirits remolcando naves,
una de ellas se acercó hacia la suya; siendo remolcada también.
Por un momento el Jefe Maestro no pudo observar nada, solo la negrura del Espacio.
De pronto empezó a recibir imágenes muy débiles y de poca resolución, el Jefe trataba
de averiguar y preguntarse de que se trataba.
Y entonces vio algo que reconocía en una extraña estructura; Cruceros, portanaves
Covenant. Unas sesenta naves concentradas en el centro. Por fin consiguió
comprender el verdadero alcance de la estructura titánica. Los portanaves parecían de
juguete.
Las gotas gemelas invertidas debían de medir treinta kilómetros de punta a punta.
Tendría que tratarse del centro de control y mando del Covenant, el Unyielding
Hierophant.
No había manera de saber de que tipo de sensores contaría el Unyielding Hierophant
pero no podía arriesgarse. John volvió al interior de la nave de transporte y cerró una
escotilla. Se adentró en la nave y espero con el resto del Equipo Azul, según su reloj
de misión, habían pasado tres minutos; John intentó controlar su respiración, centrar
su mente.
La gravedad se estaba asentando en su estómago, y se oyeron una serie de
chasquidos metálicos en el casco. Oyeron el siseo de la atmosfera filtrándose por las
aberturas del casco agrietado.
John señaló a Fred y a Grace, y a continuación a la escotilla de estribor. Estos alzaron
sus fusiles y se movieron. Después señaló a Linda y así mismo, y a la escotilla de
babor, y los dos se desplazaron a sus nuevas posiciones.
John no estaba seguro de que tipo de recepción les esperaba al otro lado de aquellas
escotillas, pero una cosa estaba clara; tenían que tomar la iniciativa. En el interior de la
nave de transporte, reforzada y destrozada no había en el que esconderse.
La escotilla de babor crujió y se abrió con un chirrido.
Linda y John apuntaron sus fusiles.
Capítulo 33 (Resumen) 06:10 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el Calendario Militar/ A bordo de la Estación de Combate Unyielding Hierophant. El Ingeniero empujó la escotilla hasta abrirla del todo y pasó flotando al lado de John y de Linda como si no estuvieran allí. Silbó y chasqueó mientras pasaba sus tentáculos por encima de las extrañas planchas de blindaje y los grumos de plomo. Más Ingenieros se adentraron en la nave. No habría ni rastro de un comité de bienvenida formados por Elites que estuviese esperando al Equipo Azul. Aparte de los millares de los Ingenieros ocupados John solo observó dos Grunts que transportaban mascaras de respiración de metano de color Blanco. No había visto antes una designación de ese color. Empujaban carros que transportaban barriles con líquido. Se escabulleron a través del hangar, encontrando un panel de datos. “Estoy dentro” informó Cortana1/(la copia) por el comunicador. “He asegurado nuestro propio canal y he encriptado la señal, así que somos libres de usar la radio del equipo”. El Jefe preguntó por el Reactor y el nivel de seguridad, Cortana1 decía que había una IA Covenant de seguridad, el Jefe esperaba que las rutinas de infiltración de esta copia de Cortana fueran igual de eficaces. Cortana1 les proporcionó un plano de la Estación y un camino de ida hacia el Reactor y su salida. “¿Explotará?” preguntó John impaciente “Si… una explosión con la fuerza suficiente para vaporizar ambas secciones, la mala noticia es que no puedo alcanzar el reactor desde esta terminal, tendrás que depositarme ahí dentro.” Pero al mismo tiempo querían que Cortana1 estuviera en el sistema. Todo esto se arregló con algo que Cortana1 sugirió. Hacerse una copia de sí misma. Ella explicó del porqué de esa decisión. Perfecto. “Pero esto también tiene riesgos, cada copia sucesiva contiene errores que no se pueden corregir. Puede haber complicaciones con el uso de la copia de la copia.” Mencionó Cortana1 “Hazlo, nos arriesgaremos pero no cruzaremos los siete kilómetros, sin poder interceptar los sistemas de seguridad del Covenant.” dijo el Jefe Maestro. Al final, la Cortana1 les proporcionó otra Copia. Expulsando un chip de datos que contenía la Copia de Cortana2, mientras que la Copia original permaneció
en el sistema de seguridad. El Equipo Azul volvió a desplazarse atravesando varios lugares, según el reloj de misión de John siguieron la ruta durante once horas. Hasta encontrarse un callejón sin salida, pidiendo a Cortana1 opciones. La cual mencionó que dieran vuelta y siguieran por otro trayecto. En el HUD del Jefe Maestro se proyectó un plano del espacio al aire libre. Varias pasarelas, edificios, e incluso canales de agua. Un espacio al descubierto. Había Banshees sobrevolando en formación. Cortana1 mencionó que en el lado extremo estaba el hangar de reparaciones, su boleto de salida. Y el lugar hacia el Reactor estaba entre unas columnas grabadas. Intentarían los Spartans hacer una carrera de trescientos metros al descubierto. Linda solicitó los tejados para cubrirles. El resto de los Spartans se unieron a John. El Jefe corrió matando un Grunt en su camino. Llegando a las escaleras y saltando los escalones. detrás de él seguían los tres contactos amigos y en la periferia contactos enemigos. Linda le avisó a John de Elites sin armas, y cambió esto por la visualización de un par de Hunters. “Espera”. Linda le comunicó Se escucharon cuatro disparos. “Amenaza neutralizada” Linda terminó El Jefe Maestro llegó a la zona donde había pilares, y donde tendría que atravesar treinta metros de longitud de la estructura. Se apoyó en un pilar y barrió la zona. Pidiendo a Cortana1 actualizar la información del sistema de seguridad. “Hay docenas de informes en los canales de seguridad, los tengo cubiertos” Otra voz de Cortana interrumpió a la Primera “Jefe ten en cuenta que hay guardias ceremoniales en el templo… una raza que no habíamos encontrado. Su nombre se traduce como Bruts… ” Cortana3 explicó El Jefe se quedó pensativo y siguió moviéndose, mientras que Will y Fred avanzaron junto a el, Grace les cubría las espaldas. John detectó algo en el sensor de movimiento… justo delante de él. Desapareciendo. John notó una sombra tan rápida como los Elites, disparó a la sombra y este aulló en respuesta. Enseguida se escucharon tres explosiones, los signos vitales de Grace se dispararon y se encendió en el visor del Jefe. La criatura salió de las sombras y se enfrentó a John. Le arrancó el arma, lo golpeó… atravesó sus escudos, le cogió del cuello y apretó.
Unos destellos rojos cruzaron la visión de John. Empezó a desmayarse.
Capítulo 34 (Resumen)
17:51 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario Militar/ A bordo de la Estación de Combate Unyielding
Hierophant.
John se retorció, intentó apartar las manos del alienígena de su garganta. Mientras
que el Equipo Azul estaba ocupado con otra amenaza. John hizo una llave especial
para desengancharse del Brute, Al final tras una serie de agarres entre ellos, pudo
pegarle una granada. La comunicación entre el Equipo Azul y John estaba cortada y
no había indicios de Grace.
Ella estaba en el suelo, cara abajo a 5 metros de la entrada del templo. Un charco de
gel hidrostático mezclado con sangre cubría el suelo a su alrededor.
La batalla alrededor se intensificaba y el Jefe tenía como última opción: Huir, pero no
iba a dejar a Grace atrás… al menos, no hasta asegurase de que estuviera muerta.
John se abrió camino, luchando contra el Covenant para llegar hacia Grace. Él se
acercó y se arrodilló a su lado, intentó darle la vuelta pero no fue necesario, aquellas
detonaciones que escuchó mientras peleaba con el Brute, pertenecían a tres de sus
granadas…y le habían arrancado el torso a Grace. Will y Fred salieron del lugar donde
se cubrían y el Jefe les meneó la cabeza.
John tecleó un código en la parte de la armadura de Grace, no podían llevarla consigo,
pero el pequeño reactor de fusión de la armadura se sobrecargaría y quemaría todo en
un radio de diez metros. Sería un funeral de fuego de Grace.
“En marcha” ordenó John, “Cortana, ¿Por donde?”
“Adéntrense veinte metros en el Templo. Giren a la derecha y ….”
La voz de Cortana reflejaba un curioso eco. Quizás por la intención del Covenant de
rastrarla o por el problema de autoduplicación.
El Equipo Azul avanzó por las coordenadas de Cortanax
Llegaron al lugar del reactor, donde había cerca de quinientos reactores de fusión.
“Allí” mencionó Cortana2 “Tras esa plataforma, hay una terminal del subsistema de
reactores”
“Estoy dentro, Hay pocas medidas contra intrusos, podré llevar a cabo la sobrecarga”
“He encontrado una ruta de salida para el Equipo Azul; las he cargado a sus sistemas
de navegación, es demasiado discreta para que lleguen al hangar sin que los
detecten, luego allí dame la orden y tardaré diez minutos en sobrecargar de manera
irreversible.”
“Esta estación y la flota Covenant pueden saltar a la Tierra en los próximos diez
minutos” conjeturó John mirando a Will y a Fred, y ellos asintiendo.
“Cortana2, procede ya con la sobrecarga.”
La luz de los reactores cambió; de azul a blanco “Sobrecarga iniciada” anunció
Cortana2
El Equipo Azul inició su recorrido hacia la salida, encontrando guerreros Covenant en
su camino.
“Adios Grace” Susurró John
Cuando los Spartans vieron un resplandor a la entrada del Templo, abatiendo unos
Grunts y Elites que supervisaban. La detonación del pequeño reactor de Grace les
conseguiría un poco de tiempo. John miró su reloj de misión. 8:42. Tenían que llegar
rápidamente. Su mirada se clavó en los Banshess, Jhon le dijo por radio a Linda que
no contestara, diciéndole que necesitaría los vehículos y que se encargara de los
pilotos.
Los tres Spartans fueron divisados por los Banshees quienes querían sus cabezas,
pero Linda acabó con los pilotos. Wiil y Fred montaron sus vehículos
correspondientes, y John trató de localizar a Linda por los disparos hechos por ella.
Los tres en los Banshees se elevaron y John observó que Linda aun le cubría las
espaldas, porque dos Banshees de desplomaban detrás de él.
Will y Fred llegaron primero y aterrizaron, agazapados a lado de una ventana de un
metro de ancho que separaba aquella sección y el hangar de reparaciones. La
detonarían con la última mina antitanques Lotus. John solicitó a Cortanax para que
abriera los conductos de aire.
Un jaleo de voces llenaron el comunicador, todas hablando al mismo tiempo, gritando
para que se les oyera por encima de las otras…Todas las voces eran de Cortana. Al
final, una logró sobreponerse a las otras.
“Jefe, he creado una copia dedicada exclusivamente a comunicarse contigo. Adelante
por favor.”
“¿Cuántas copias hay de ti?”
“Lo desconozco. Centenares. Puedo superar los cierres de seguridad y abrir los
conductos de ventilación. Mis sistemas se están fragmentando. No podré seguir
existiendo en un estado coherente mucho más tiempo.”
John miró a través de la ciudad, kilómetros más allá había Tanques, legiones de
Covenants, y con su reloj de misión a tan solo 7:45, Linda estaba allí.
“Si no vuelvo en tres minutos, vuelen la ventana y escapen” John ordenó.
“No puedo abandonarla” el Jefe dijo y apretó el acelerador de su Banshee.
Llegaría a Linda, y la sacaría con vida… o morirá en el intento.
Capítulo 35 (Resumen)
18:20 Horas, 13 de Septiembre de 2552/ Fecha Revisada según el
Calendario
Militar/ A bordo de la Estación de Combate Unyielding
Hierophant.
El Jefe Maestro aceleró el Banshee hasta llegar a la velocidad máxima. En el
lugar se producían explosiones y un par de Banshees enemigos le seguían las
espaldas, igual que Linda, quien se deshizo de los pilotos. John examinó el
área.
Se arriesgó a comunicarse con Linda por el canal privado.
“He pensado que podría llevarte a…”
Morteros de energía aparecieron sobre el aire, sin embargo a John mantuvo la
dirección para la probable localización de Linda. La cuenta atrás en el reloj de
misiones indicaba 7:06. No había tiempo para maniobras evasivas. El Jefe Maestro
trianguló aquel sonido de la vieja canción del juego del escondite, la cual
emitió Linda. Trianguló su señal y vio que ella había usado la luz brillante de
una pasarela cercana, para esconderse. Había John atado una cuerda al Banshee y
para cuando estaba a treinta metros de la Spartan, ésta se sujetó con una pierna
y un brazo alrededor de la soga. Liberó la pierna de la cuerda, se balanceó, y
cayó en dirección de John.
“Nos acercamos” Comunicó John a Fred y Will.
“Abran la puerta, y prepárense para una salida rápida, Equipo Azul.”
La luz de Fred parpadeó
“Cortana, abre los conductos de ventilación…¡Ya!”
Una cacofonía de voces invadió el sistema de comunicaciones de John. Había
tantas copias de Cortana hablando al mismo tiempo que no podía entender nada
coherente.
“Cortana, los conductos.”
“Lo siento, Jefe. He creado una copia dedicada exclusivamente a…a…hablar
contigo”
John creía que ya había hecho antes una copia. ¿Qué le había sucedido a
aquella?.
“Abre las puertas externas y las de los hangares de reparación”.
“Estoy en ello, Jefe<<<<<< Hay demasiado tráfico en el
sistema de comunicaciones. Debo intentar…<><>
Espera…>>>”
Se produjo una explosión, proveniente de la mina antitanque Lotus.
“¡¡Cortana!!”
En su visión periférica, John pudo captar nubes de Banshees y Ghosts
acortando el espacio que los separaba.
“Cortana…¡ahora o nunca!”
“Fa…<><<<<>><<” La voz de Cortana sonaba
débil.
“Fallo del sistema 08934-EE. Error del sistema Global 9845-W. Reiniciando.
Puertas interiores abiertas. Salto de seguridad en marcha. Cierre del
sistema…<<<>>>”
Los Banshees de Fred y Will aparecieron por el estribor de John. Al unísono
todos aceleraron. Detrás de ellos, la estación expulsaba el aire, así como
cadáveres de Ingenieros, Grunts, Jackals, y Elites. La flota Covenant también se
movió; algunos cruceros se acercaron y otros se alejaron.
El Jefe Maestro vislumbró una nave de transporte a un kilometro de distancia,
sin movimiento, en medio del espacio.
“Ya era hora de que aparecieras” Respondió la voz con acento sureño
del comandante Withcomb.
El almirante saludó a John y detallando la actividad en esos momentos. Los
Spartans se encontraban ya sobre la nave de transporte.
“Lo has conseguido, ¿Verdad, hijo? Esa estación está a punto de estallar…
”
“Perfecto, Jefe Maestro, Llevémosles de vuelta al establo. Mantengan la
dirección; nuestro instinto no se ha equivocado, estamos al otro lado de la
luna, esperándoles.”
John colocó la barra de aceleración a máxima potencia, y la nave de
transporte se situó en una órbita externa de la rugosa luna, que los arrastró
hasta el otro lado, donde la destrozada Gettysburg les esperaba.
Pero sólo les esperaba la Gettysburg.
“¿Dónde demonios está el Ascendant Justice?” Preguntó John.
Capítulo 36 (Resumen) 18:25 horas, 13 de septiembre de 2552 (Fecha Revisada según el Calendario Militar) / A bordo de la Gettysburg de la UNSC, cerca de la estación de combate Unyielding Hierophant.
El jefe maestro y su equipo azul salieron del ascensor y se dirigieron al puente de mando de la Gettysburg. “Señor” empezó a saludar el jefe maestro al almirante Whitcomb, pero ni este ni el sargento Haverson estaban allí. Las únicas presencias en el puente eran el sargento Johnson, que estaba mirando fijamente las pantallas frontales, y Cortana, cuya figura holográfica ardía con un tono azulado y fluía con unos códigos y unos símbolos matemáticos mas allá de la compresión de John. “¿Dónde está el almirante…” Pregunto el jefe maestro. “…Y el teniente Haverson?” La media sonrisa del sargento desapareció, y sus ojos se oscurecieron. Se desplazo hasta la estación de armas 1. “Te lo enseñare. Uno de los robots espía clarión casi está en posición.” La pantalla central se llenó de estática, y después se enfocó para mostrar el Ascendant Justice surgiendo de la sombra de la luna. La antes formidable nave Covenant era ahora poco más que una ruina; el casco estaba agrietado en más de una docena de lugares, el chasis estaba expuesto y solo un puñado de conductos de plasma destellaban. “¿Qué está sucediendo?” “Espera, jefe” contestó ella-. “Estoy intentando sincronizar el motor del Slipspace del Ascendant Justice con la masa y el perfil de la Gettysburg. “Eso estábamos haciendo mientras no podíamos verte.” le contó el sargento. “Hemos extraído la matriz estelar de la nave que llevábamos a cuestas, y lo hemos metido en la Gettysburg.” ¿El Ascendant Justice no podía saltar? ¿Y por qué se dirigía directamente hacia la flota del Covenant? John miró la cuenta atrás: 2:09. El puente del Ascendant Justice apareció en la pantalla. El teniente Haverson y el almirante Whitcomb estaban de pie en el estrado elevado central, ajustando los controles holográficos. Detrás de ellos, las pantallas de las paredes mostraban las naves Covenant acercándose a su posición. El almirante Whitcomb sonreía. “Me alegra saber que has llegado a bordo y estas a salvo hijo” comentó el Almirante.
“Señor esa flota le destruirá antes de que pueda disparar una sola ronda” Respondió el Jefe Maestro. “No lo creo Jefe Maestro”. El almirante Withcomb envió una imagen holográfica del artefacto recuperado en Reach a todas las naves del sistema. “¡Les estoy haciendo saber que si la quieren es suya… si se atreven a abordar esta nave y enfrentarse a los guerreros más temibles de la tierra!”. Estalló el Almirante en carcajadas. John miró el reloj de la cuenta atrás 1:42 y vio como la flota Covenant giraba y se desplazaba hacia la Ascendant Justice, una nube de cruceros y portanaves cientos de ellos, era imposible. El Teniente Haverson con rostro determinante siguió disparando las torretas de la nave, destruyendo algunas naves cercanas. Y la flota Covenant respondió con una oleada cegadora de disparos laser. Vaporizaron el blindaje capa a capa y lo atravesaron de punta a punta hasta afectar los motores. El Almirante sonrió. “Que lastima que no sepan que estamos usando el movimiento orbital de la luna y la inercia para hacer el resto de nuestro trabajo”. La Ascendant Justice se acercó todavía más a la estación, chocó contra el anillo interno, reventando su estructura y continuó adelante, rasgando el casco de la sección central, hasta detenerse. La pantalla central del puente de mando de la Gettysburg se llenó con un estallido de estática, pero volvió a enfocarse enseguida, la ondulante imagen del almirante Withcomb se estaba poniendo en pie. Le emanaba sangre de su frente. El teniente Haverson también se incorporó tambaleante con un brazo roto, en un ángulo extraño. “Transmisión por todas las bandas del sistema” le ordenó al Teniente. “¡Vengan poderosos guerreros del Covenant!” gritó el Almirante Whitcomb. Incitando al enemigo a acercarse a ellos por el artefacto holográfico, que se movía como si fuese real. Muchas naves se acercaron y empezaron a desplegar tropas de Elite con mochilas cohete rodeando a la Ascendant Justice. Mientras que el jefe maestro permanecía en la Gettysburg a la sombra de la luna. “Jefe, tengo unas últimas órdenes que darte,”
“Señor” respondió John “Quédate para saber cuántos enemigos quedan después que hayamos acabado con ellos, bajo ninguna circunstancia inicies un ataque, consigue la información y vuelve a la tierra para informales”. “Entendido” “¿Recuerdas hijo cuando hablamos del álamo? Ya sabes que todos y cada uno de aquellos valientes defensores murieron, sabían cuales eran las probabilidades, pero lograron diezmar al enemigo. Los dos posibles resultados suponían una derrota táctica, pero al final consiguieron una victoria estratégica… una victoria brillante… …Asustaron al enemigo.. un puñado de soldados luchando por la justicia lograron marcar la diferencia.” “Si señor” John recordó a todos los que habían marcado la diferencia para él. Sam, el Sargento Mendez, el capitán Keyes, los hombres y mujeres que habían luchado hasta la muerte en halo y ahora tendría que añadir dos nombres más a la lista: Withcomb y Haverson. Cayeron las paredes y puertas del puente del Ascendant Justice y se avistaron las siluetas de decenas de elites con espadas de energía. Y el Almirante disparó su pistola. La pantalla central se llenó de estática y quedó fuera de línea. El robot espía captó 200 naves de guerra que se concentraban alrededor de la estación Unyielding Hierophant. Y un número similar de naves la rodeaba. El dorso de la estación espacial se llenó de colores y la superficie estalló en erupción con rayos de plasma que parecían llamas solares. El Unyielding Hierophant se convirtió en una furiosa nube de plasma, humo y cargas estáticas que rodeaban a las naves que habían acudido a abordar a la Ascendant Justice, naves que destellaban a rojo blanco y en un instante se evaporaban. El caos se extendió hasta tragarse el resto de la flota. Después de quedaron restos de la estación, el robot espía observó que unas cuantas naves de guerra Covenant habían sobrevivido, las que podían se alejaban lentamente de lo que quedó de la estación… otras flotaban sin vida en el espacio. De las 500 naves originales, quedaron solo unas docenas. El Jefe maestro y su tripulación se preparaban para saltar hacia la tierra, el cual tardarían en llegar. No habían ganado. Habían detenido al Covenant. Querían la Tierra e irían por ella. La destrucción de la flota sólo retrasaría el inevitable
ataque. John aceptaría la victoria de aquel día. Y estaría allí cuando la batalla empiece de nuevo… estaría allí para vencer.
EPÍLOGO
(Completo)
NOVENA ERA DE LA RECLAMACION, PASO DEL SILENCIO /
CIUDAD COVENANT SANTA HIGH CHARITY, SANTUARIO DE
LOS JERARCAS.
Un centenar de sondas salieron disparadas y examinaron con sus ojos parpadeantes
electrónicos el vacio de la red de no-espacios que rodeaba el imperio interior del
covenant. Reunieron datos y emergieron a un vacio frio, donde fueron recuperadas por
centenares de portanaves y cruceros que se encontraban en posición de vigilancia
alrededor del planetoide enorme y bulboso que dominaba los cielos.
Ni una sola roca mayor de un centímetro podía entrar en ese espacio sin que la
identificasen, la apuntasen y la destruyesen. Los códigos de autorización se
cambiaban a cada hora, y si cualquier nave que se acercase dudaba una milésima de
segundo en contestar correctamente, se encontraba con una destrucción devastadora.
El Alta Caridad flotaba entre esta red impermeable, iluminado por el brillo de los
motores de las naves de guerra. En lo más profundo de su interior, custodiado por
legiones de los mejores soldados del Covenant, el Santuario de los Jerarcas era una
isla de calma. Los muros, el suelo y el techo de la estancia estaban adornados con
miles de fragmentos reflejantes fabricados a partir del cristal fundido de los
innumerables mundos que la Hegemonía Covenant había conquistado.
Reflejaban los pensamientos susurrados del que se sentaba en el centro de la sala;
los reflejos les permitían gozar de la gloria de sus dominios y aprender de su
sabiduría, pues no había una fuente mayor de intelecto, voluntad y verdad en toda la
galaxia.
En el medio de la cámara, flotando a un metro por encima del suelo, sobre su estrado
imperial, estaba sentado el Alto Profeta de la Verdad del Covenant. Apenas se podía
apreciar su cuerpo, ya que estaba cubierto por una amplia capa roja, y su cabeza
estaba rodeada por un casco brillante con sensores y un aparato de respiración que se
extendían como antenas de insectos. Solo resaltaban su morro y sus ojos negros…
además como unas pequeñas garras que surgían por la manga de sus ropas doradas.
La garra izquierda se cerró…Era la señal para que se abrieran las puertas de la
cámara. Las puertas gimieron y se separaron; una rendija de luz entro por ellas.Una
sola figura recortada a contraluz apareció tras las puertas. Hizo una reverencia tan
exagerada que el pecho casi toco el suelo.
-Álzate-susurro el profeta de la verdad. La cámara amplifico la voz; resonó y subió su
volumen, como si hubiese hablado un gigante-. Acércate, Tartarus, e infórmame.
Una sensación de angustia atravesó a los Elites Protectores Imperiales. Nunca habían
permitido que una criatura parecida se acercase tanto a uno de los Seres Sagrados.
-Protectores, dejadnos a solas –ordeno el profeta.
Al unisonó, los trescientos guardias se pusieron firmes, se inclinaron ante él y
abandonaron la enorme cámara. No dijeron nada, pero el profeta pudo captar la
confusión en sus rostros. Bien… Esa ignorancia y ese asombro le servirían más
adelante.
Tartarus, el Brute, cruzo la sala a grandes zancadas. Cuando estuvo a tres metros del
Profeta, se arrodillo sobre una pierna. La criatura era un espécimen magnifico de
ferocidad. El profeta se maravillaba ante su potencial casi inimaginable para la
destrucción; los músculos que se marcaban bajo la piel grisácea podían partir por la
mitad a cualquier oponente, incluso a los poderosos Hunters. Era el instrumento
perfecto.
-Cuéntame lo que has descubierto –mando el Profeta, con una voz convertida
completamente en murmullo.
Sin alzar la mirada, Tartarus busco su cinturón, y una esfera que llevaba atada a él.
El Profeta alargo la garra hacia el envase. Floto al quedar liberado de la mano de
Tartarus y se elevo. La parte superior se desenrosco y tres chips brillantes de un
cristal de color zafiro titilaron, lanzando luces y sombras sobre la superficie reflejante
de la cámara.
El estrado del Profeta se tambaleo súbitamente, por el desequilibrio en la gravedad…
pero enseguida se compenso.
-¿Esto es todo?
-Ocho escuadrones barrieron el área que rodea el campo de asteroides de Eridanus
Secundus y Tau Ceti –contesto el bruto, bajando todavía más la cabeza-. Se perdieron
muchos en el vacío. Esto es todo lo que pudimos encontrar.
-Una lástima.
La tapa del orbe volvió a colocarse en su posición y floto suavemente hasta la garra
del Profeta.
-Pero puede bastar para nuestros propósitos… Una reliquia más o menos de los
grandes seres, aunque sean preciosas, no significara nada para nosotros.
–El Profeta escondió el envase en las profundidades de los pliegues de sus ropajes-.
Asegúrate de que se premia correctamente a los pilotos que sobrevivieron. Y después
sacrifícalos a todos. Rápidamente. Y en silencio.
-Comprendo –contesto Tartarus, con un deje de anticipación en su voz.
El Profeta inhalo profundamente, emitió un sonido parecido a un carraspeo, y
pregunto:
-¿Y qué hay del Unyielding Hierophant?
-Los informes no son del todo claros, su gracia –respondió tartarus-. Paso algo con la
nave insignia renegada Ascendant Justice, que acabo destruida. No estamos seguros
de que propicio la detonación de la estación. Los canales de comunicación de la
estación estaban invadidos por informes de errores del sistema antes de la
destrucción. Los ingenieros dicen que es imp…
El Profeta alzo una garra, indicándole que se callara. Tartarus se interrumpió en medio
de una silaba.
-Un giro de los acontecimientos lamentable –añadió el Profeta-, pero, al final, solo es
un retraso insignificante. Que las naves preparadas para el combate se reúnan con
nosotros en la localización del cataclismo.
-¿Y qué hacemos con el incompetente, su gracia? Con el que perdió el Ascendant
Justice…
-Tráelo ante el consejo. Que su destino sea equivalente a la magnitud de su fracaso.
El rostro de Tartarus se contrajo con lo que pareciera una sonrisa entre los de su
especie.
-Pronto empezara el Gran Viaje –continuo el Profeta de la Verdad, cerrando sus garras
en dos puños-. Y nada en el universo impedirá nuestro avance.