80 andaluzas 80 empresarias

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Edita:Federación Andaluza de Mujeres Empresarias y Junta de Andalucía. Consejería de Economía y Hacienda

Coordinación:Mª Dolores Portillo OrdóñezFederación Andaluza de Mujeres Empresarias

Diseño y maquetación:BPS Aldiseño SLL

Imprime:Gandulfo Impresores SL

Depósito legal:SE- 0451-08

ISBN:En trámite

presentación

Si el siglo XX ha marcado la con-quista del espa-cio público por las mujeres; el

siglo XXI deber ser el tiempo para consolidar esas conquis-tas. El siglo de la igualdad, pero de la igualdad conquis-tada, sin esperar a que esta llegue por el paso del tiempo o el devenir natural de las cir-cunstancias, esto, sabemos, a lo largo de la Historia, que nunca ha funcionado.La Historia, siempre y en todo momento se ha construido por personas que se han mo-vilizado, de hombres y mu-jeres que se han esforzado, luchado y trabajado por cam-biar cosas, situaciones, en muchos casos injustas, por cuanto suponían mermar los derechos de otras personas. Es por eso, que no debe pa-recernos ni extraño ni exce-sivo, decir que la igualdad ha supuesto una conquista en la historia de las mujeres, porque durante muchos años, hemos de reconocer el esfuerzo, el trabajo y porque no, la genero-sidad de muchas mujeres por cambiar unos valores, unas ideas, un sistema social, que las limitaba como miembros de pleno derecho de la ciuda-

día y consideraba como ciuda-danas de inferior categoría. Lejos parece que queda en el tiempo la situación descrita, pero no hace tanto que nues-tro ordenamiento jurídico fue transformado, para hacer pú-

blico que las mujeres, como colectivo, representan el cin-cuenta por ciento del capital humano de nuestro país, con plena capacidad de obrar, ciu-dadanas con igualdad de res-ponsabilidades y derechos. Ahora es el tiempo de consoli-dar esa conquista de la igual-dad, de manera que cada mu-jer en su vida, en su historia intransferible e individual, se sienta y se vea igual al resto de los hombres y las mujeres que formamos esta sociedad. Ello supone dos tareas: Con-quistar la igualdad en todos los ámbitos de la acción hu-mana y hacer visible esta igualdad para cambiar las per-cepciones, ideas y valores que siguen regulando la realidad. Ambas tareas deben acome-terse de forma simultánea. Las prácticas crean realidad, las ideas la representan. La visibi-lidad muestra la realidad y las ideas. Visibilizar es hoy parti-cularmente necesario, porque, una cosa está claro, aun cuan-do una persona actúe, aun cuando una realidad exista, si no se comunica lo que hace, no se visibiliza lo que es, es como si no existiera. Visibilizar a las empresarias andaluzas, mujeres partíci-pes de una realidad dinámica y cambiante, mujeres activas en el mundo de la productivi-dad económica; conocer en profundidad las historias de vida personal y profesional de

jada en un libro. Este ha sido el objetivo de 80 andaluzas.

80 empresarias, descubrir los valores humanos y las com-petencias profesionales que forman el equipaje de vida de 80 empresarias andaluzas, un núcleo de mujeres repre-sentativas del entramado he-terogéneo, diverso y rico de situaciones en las que puede comprenderse la realidad em-presarial de nuestra tierra. El trabajo va más allá de ilu-minar experiencias que hacen posible romper barreras, tam-bién en el ámbito de la empre-sa. Ante todo quiere mostrar hechos, los vividos por 80 mujeres que generosamente han querido mostrar ideas, pensamientos y sentimientos, los suyos, sobre su vida fa-miliar, la educación recibida, sus experiencias de trabajo, sobre las formas de ejercer el liderazgo, la dirección de los negocios emprendidos, sobre sus compromisos sociales, sobre la conciliación de la vida personal, familiar, laboral…Este trabajo quiere destacar a las mujeres empresarias an-daluzas y nosotras como or-ganización que las represen-ta, nos sentimos plenamente orgullosas de presentar 80 an-daluzas.80 empresarias que realizado en colaboración con la Consejería de Economía y

ambicioso, el hacer visible el tejido empresarial femenino de nuestra tierra. Mujeres que desde, la constancia y el tra-bajo, contribuyen al enrique-cimiento social y económico de Andalucía.

Mª José Navarro PintoPresidenta FAME

Rosario Alarcón LópezCONFECCIONES YOALI

COMERCIO DE TEXTIL DE SEÑORA Y CABALLERO

Hablar con Rosa-rio Alarcón es acercarse a co-nocer la historia de muchas mu-

jeres que desde el anonimato han contribuido, ¡y de que ma-nera!, a abrir y hacer camino para que generaciones futu-ras de mujeres lo tuvieran un poco más fácil. Te saluda con una sonrisa en los labios, muy de agrade-cer, que mantiene a lo largo de toda la entrevista. Te hace sentir cómoda.Es una mujer enamorada de la vida y apasionada por su traba-jo como empresaria, “realizar-me como empresaria ha sido apasionante… he disfrutado siempre con mi trabajo”. Insis-te a lo largo de la conversación que mantenemos con ella. Secansable, se reconoce como una buena persona “o que al menos intenta serlo”, dice ella, que le suena mejor. Es opti-mista y afectuosa, desprende un gran sentido del humor, aunque, también puede llegar a ser enérgica “si la situación lo requiere”.De lo que no nos cabe duda es de su capacidad de comunicación. Transmite con sus palabras, con sus gestos, con sus manos, con su mirada. Transmite con el co-razón…desde el alma.“Cuando las relaciones de tra-bajo, las relaciones profesio-nales, te exigen estar muchas horas en escenarios públicos, tienes que saber manejar muy bien los aspectos afectivos y emocionales. Y para eso, las mujeres poseemos no in-tuición, sino una inteligencia natural que nos hace mane-jar estas situaciones con más destreza que los hombres”.

Rosario nace en Padules, en la provincia de Almería. Es una mujer muy ligada a la capital almeriense, ya que, desde que en 1955 se traslada con su fa-milia a vivir a esta ciudad, toda su vida se ha desarrollado allí en “Almería conocí a mi mari-do, nacieron mis hijos, trabajé, creé mi negocio….” Es una ciu-dad a la que siente, está unida a ella, y de la que no podría pa-sar mucho tiempo fuera.Fue una buena estudíante, fue feliz en los pocos años que pudo dedicar a su formación, pues, la muerte de su padre cuando apenas contaba 16 años de edad, obligó a que ella y su her-mano, dejaran los estudios y se pusieran a trabajar, “porque al quedar mi madre viuda en casa lo necesitábamos”.Asume las responsabilidades, pero sin sentimientos de re-nuncia, de insatisfacción, sin culpabilidad…”seguir avanzan-do y aprendiendo de todo lo que te pasa en la vida, esa ha sido la tónica general de mi vida, nunca he dejado de aprender”.Aprender de todo y de todos. Varias son las personas que le han dejado una huella profun-da: su madre, una profesora de sus primeros años en el co-legio y un profesor de la etapa del bachillerato, “mis experien-cias educativas más valiosas se las debo a esas personas, sus sabios consejos me han servido toda la vida”.Rosario considera que su fa-milia es un territorio que a ella la ha enriquecido muchísimo como persona, un legado que después ha sabido abonar y hacer crecer en sus propias hi-jas e hijo, pero valora también las relaciones de amistad, y las personas a las que honra con su amistad, se pueden

sentir satisfechas de formar parte de una acogedora intimi-dad en cuyo interior, el afecto, el cariño y la lealtad, sobrevi-ven más allá de los avatares y de las circunstancias que nos impone nuestra propia historia de vida. Durante siete años trabajó en unos grandes almacenes de Almería. Guarda un recuerdo entrañable de esa época. “Miprimer sueldo se lo di a mi ma-dre, lo recuerdo perfectamen-te, el primero, el segundo, el tercero… se lo di a ella”.“Me sentí muy respaldada, mi jefa me ayudó muchísimo, me enseñó como debía vender, como debía atender a la clien-tela...”. Es la primera fuente de la que bebe en el terreno laboral, la que marcará los principios y valores que des-pués han regido a lo largo de la trayectoria empresarial de esta mujer: su estilo, su rigor, su exigencia, a la vez, su cer-canía, saber motivar… le mar-caron profundamente.Tras casarse deja de trabajar, “porque entonces se entendía que los hombres tenían un cometido y las mujeres otro: encargarse de las labores do-mésticas y del cuidado de los hijos”.Rosario, ¿la suya ha sido una vida de renuncias?. Medita la pregunta, pero es contundente en la respuesta. “No he tenido que hacer grandes renuncias”.Mujer generosa, vive las cosas con mucha pasión. Los años, la experiencia acumulada y el aprendizaje vital, la han he-cho ser más condescendiente consigo misma y con los de-más, quererse más, aceptarse más y por lo tanto, relativizar muchas de las cosas que le han pasado en la vida.

En el año 1975 crea su empresa, un pequeño comercio en el que vendía productos de perfumería y droguería. “Fue el 1 de julio de 1975, es una fe-cha que no se me puede olvidar”. Nosilustra ese día con una anécdota que trascribimos literalmente: “Lo primero que vendí fueron unas toallas a dos señoras, no recuerdo por qué tenía yo toallas a la venta… ¡pero se llevaron dos toallas cada una de ellas!”.Poco a poco va introduciendo otra lí-nea de productos relacionada con la confección; en un primer momento ropa infantil y más tarde, confección de señora y caballero, abandonando poco a poco la línea de actuación ini-cial de la empresa.Sus hijas fueron “las culpables” del nombre comercial de Confecciones Yoali. “Eran tantas las horas que pasa-ban en el negocio conmigo, que inclu-so comíamos en la tienda”.Razón por la cual Rosario decide que la empresa llevé el nombre de sus hijas: una hija se llama Yolanda y la otra Alicia. ¿y el nombre de tu hijo?. “Te puedo asegurar que intenté por todos los me-dios encajar el nombre de mi hijo Ro-berto.…pero no hubo manera, así que se quedó fuera…”La muerte de su marido supone un “ba-che” para el negocio, pero posiblemen-te el hueco personal fuera mayor.Es una etapa marcada por los cambios y los ajustes en la empresa, y los re-ajustes del corazón y del alma que son los más difíciles de acometer.

La empresa se va pareciendo cada vez más a Rosario, “mí, de mi imagen”. Se siente orgullosa de haber mantenido un negocio que ha

años, tres generaciones, “que se han convertido casi en mi familia”. Agradece todo lo que le ha permitido hacer y ser, trabajando como empre-saria… “muchas cosas, independencia tanto económica como personal”. Y es una mujer libre. No ha renunciado a nada importante, tiene la opción de vida que ha elegido. A estas alturas de su vida, se siente más libre que nunca, libre para deci-dir lo que quiere hacer, libre para de-cir lo que piensa, libre para expresar lo que siente.No se debe a nadie, salvo a las perso-nas que ha elegido deberse: su propia conciencia, su familia, su empresa y la organización empresarial de mujeres que preside. Todo un lujo que, hoy día, pocas personas se pueden permitir. Rosario es una mujer comprometida con la defensa y los intereses de las mujeres. Desde siempre ha tenido conciencia de los problemas de des-igualdad de género, “en mi casa el do-ble trabajo, la doble jornada era mía, ya que trabajaba fuera de casa como dependienta y cuando volvía, tenía que asumir el trabajo doméstico. Me parecía injusto, pero en 1975, era im-pensable que un hombre se planchara sus camisas…mucho menos pedirle que asumiera otras tareas de la casa”.

Siendo empresaria tenía que hacer “juegos malabares” para dirigir su negocio, dedicándole las horas que fueran necesa-rias, y al mismo tiempo cuidar y atender a sus hijas e hijo. Tiempo…tiempo, las mujeres siempre hemos pedido tiem-po, tiempo para el trabajo, tiempo para los demás, tiem-po para hacer…Como Presidenta de la Asocia-ción de mujeres empresarias de Almería, esta es una de sus principales preocupaciones, el tema de la conciliación de la vida familiar y laboral que afec-ta mayoritariamente a las mu-jeres, y “en mi opinión mucho más a las empresarias, puesto

nosotras las mujeres de em-presa, se traduce en muchas horas de dedicación al trabajo, sobre todo, cuando el negocio es de reciente creación o no tienes personal en quien dele-gar funciones y tareas. El es-fuerzo, el sobreesfuerzo, que tenemos que realizar para con-jugar nuestro papel en el mun-do productivo con el de cuida-doras, es de tal calibre que,

nuestro derecho a tener tiem-po de ocio para nosotras y ,en no pocas ocasiones, olvidar-nos de la aventura empresarial que en su día iniciamos”.

En su vida, personal y pro-fesional, hay un antes y un después de incorporarse a la organización empresarial de mujeres que preside. Forma parte de su alma, por eso, sus aspiraciones y retos de futuro van por este camino. “Que la Asociación llegué a lo más alto: Aumentar el nú-mero de asociadas, continuar con los proyectos que ahora estamos ejecutando y poder acometer otros nuevos, seguir ampliando las redes empresa-riales de las que somos miem-bros…que el día que deje la presidencia, la Asociación esté en lo más alto, que las mujeres empresarias estén efectivamente representadas en todos los centros de poder y decisión…”Es una mujer inquieta, apasio-nada, pero a la vez serena, sabiendo bien lo que quiere, y lo sabe transmitir, con la se-renidad que da la experiencia que te ha servido para crecer más como persona y como profesional: “hacer lo que ten-gas que hacer, pero hacerlo lo mejor que puedas y sepas”.

Natividad Alcalá ZafraPREFABRICADOS VIRGEN DE LA CABEZA

FABRICACIÓN DE PREFABRICADOS DE HORMIGÓN

“Los obstá-culos no son más que el prin-cipio de la

búsqueda…en mi caso, tras esta búsqueda, me encontré a los 36 años, entonces fui consciente de que llevaba mu-chos años dirigiendo una em-presa, casi sin saberlo,…fui consciente de que era capaz de hacerlo bien, contra todo pronóstico y a pesar de ha-ber nacido mujer... Hace seis años que me he hecho mayor, porque hace seis años que empecé a creer en mí”.Son sus palabras, las de Nati-vidad Alcalá; palabras que son el resultado de una vida inten-sa, muy dura, pero a la vez, llena y rica en experiencias

sabido absorber de manera extraordinaria, sin dramatizar; todo lo contrario, cuando nos relata ciertos acontecimientos de su vida que, como mínimo,

ella los adorna con ironía, con pinceladas de humor y opti-mismo…, “porque de todas estas experiencias he salido reforzada en lo personal y for-talecida en lo profesional”. A lo largo de la entrevista acom-pañará muchas de sus inter-venciones con esas notas de gracia e ingenio. Natividad nació en el municipio granadino de Pinos Puente, aunque debido al trabajo de su padre, encargado de una empresa, su infancia trascurrió en Guadix, y posteriormente, en La Calahorra…, “cuandomi padre decidió abrir su pro-pio negocio, concretamente, una cantera”.

Ella la mayor de cinco her-manas y un hermano, pronto deberá asumir grandes res-ponsabilidades, debido a la de-

padecía desde muy joven…, “por lo que con quince años, ayudaba en el negocio de mi padre, cuidaba de mis herma-nos, y además estudíaba”. Confi esa que esa situación le hizo ser excesivamente res-ponsable, aspecto éste que no valora positivamente, “pues, a la larga se ha convertido en un peso difícil de llevar y aún más difícil el poder desprenderme de él”.De los valores recibidos de su fa-milia agradece el ser sincera, ir siempre con la verdad por delan-te y ser una persona honesta. Por el contrario, ha debido despojarse de una educación pensada para hacer de ella una excelente ama de casa, dedicada en un futuro al cui-dado de sus descendientes y de su casa.“Crecí en el ambiente habitual de una hija y hermana mayor, estudíante de un colegio reli-gioso y a la que mi madre se encargó de instruir brillante-mente en el arte de la costura, pretendiendo que el mayor reto de mi vida fuera el control visual de los 360 grados de giro de la válvula de la olla express”. Pero, por aquel entonces, el úni-co hijo, el llamado a suceder al-gún día a su padre al frente del negocio, era muy pequeño, por lo que la necesidad obligó a que las hijas de la familia se fueran acercando al negocio familiar; Ella, en concreto, llevando la parte administrativa. “Cuandonació mi único hermano varón, mi padre respiró, su futuro ne-gocio estaba salvado. Pero no cayó en que el niño necesitaría

por lo menos 16 años más para hacerse mayor y poder empe-zar a asumir esa responsabili-dad, así que como necesitaba personal y como cualquier vo-luntarioso autónomo, económi-camente no podía permitírselo, y la hija mayor ya tenía 15 años y era despabilada, echó mano de mí a falta de otro”.Reconoce con cierta picardía, que aquella situación le fa-voreció, para que años más tarde, ella decidiera seguir los pasos de su padre, y conver-tirse en una mujer empresaria. Lo describe como un proceso de formación para ella… “yde trans-formación para mis padres, porque comprobaron que no sólo los niños traen un pan debajo del brazo,…nace-mos con un libro de instruccio-nes genéticas y sociales que afortunadamente mis padres, extraviaron para mi fortuna”.De esta forma se vio truncada de manera irreversible su ca-rrera como ama de su casa, e inició un camino sin retorno, que, por aquel entonces ni si-quiera intuía, hacia el empre-sariado, y decimos ni intuía,

ra ella podía aventurar que aquello que en ese momento era una obligación como hija terminaría gustándole. Compatibilizó el trabajo en la cantera, con sus estudios de Magisterio y Graduado Social, además de ser de las pocas mujeres que tenían el carnet es-pecial para transportar mercan-cías peligrosas y el de artillero para manipular explosivos.De su época como estudíante universitaria, guarda buenos recuerdos…, “sobre todo me ayudó a vencer mi excesiva ti-midez, al tenerme que relacio-nar con muchas personas”.

Uno de los momentos relevantes en la vida de esta mujer se produjo, cuando ante la mala situa-ción que atravesaba el negocio paterno, tuvo que buscar trabajo…, “ya me había casado, y tanto mi padre como mi marido se echaron las manos a la cabeza cuando les comuniqué que había en-contrado trabajo en una plantación recogiendo lechugas. Ellos no entendían como la hija de un empresario se iba a trabajar al campo”. Allí per-manecerá seis años, el primero como operaria, a partir del segundo, como jefa de equipo, puesto que desempeñará durante cinco años, llegando a tener a más de cien personas a su cargo. Manifi esta que, fue de las mejores escuelas por las que ha pasado en la vida, que más le ha enriquecido en lo personal. “Me acostumbré a crear a mi alrededor lo que yo llamo un perímetro de protección, de al me-nos un metro cuadrado, que, desde entonces, me mantiene inmune de las opiniones que po-nen en duda mis capacidades, me sirve para protegerme de los fantasmas, de las dudas, de los miedos que me encuentro en el camino y de las críticas que no son constructivas”.Esta experiencia también la marcará en lo social. Se percata de que muchas mujeres que vivían en las zonas rurales, trabajando para sacar sus familias adelante, no se las veía, especialmen-te las que trabajaban por cuenta propia, en la mayoría de los casos, las mujeres estaban invi-sibilizadas. Este es el principal motivo que la lle-vará hace algunos años a presidir la Asociación de mujeres emprendedoras rurales. “Mi objetivo fundamental es trabajar para que se visualice a las mujeres rurales y el trabajo que realizan, a pesar de los grandes obstáculos a los que tie-nen que enfrentarse, sobre todo aquellos que provienen de un entorno familiar adverso y de una educación que les enseña que su sitio na-tural es el ámbito doméstico, y aquellas que de-ciden trabajar fuera de casa, son penalizadas con una doble y triple jornada”.

También Natividad ha tenido que enfrentase a situaciones de discriminación de género, cuando solicitó el puesto de guarda jurado de explosivos de una empresa, y siendo de los pocos aspirantes que reunía todos los requisitos y la formación necesaria para el puesto de trabajo, fue rechazada, porque como ella misma dice, tenía un pequeño defecto, era mujer. “Aquellono me acobardó, una negativa

abajo y desistir”. No se considera una mujer valiente y osada, la vida la ha puesto en determinadas situa-ciones, que ha sabido aceptar y sobrellevar. Y en este senti-do, y tras el periodo en el que trabajó por cuenta ajena, se vio abocada a tomar las rien-das del negocio familiar ante

que éste pasaba.Fueron momentos en los que reconoce, osciló entre la ilu-sión y la desesperanza… “tuveque hacer frente a unas inver-siones que no tenía previsto realizar, sobre todo por que no tenía dinero, y el banco no me prestaba nada, al no tener cla-ro que se lo pudiera devolver”. Natividad no sólo consiguió sa-car el negocio adelante, sino que además, hace cinco años transformó la empresa, crean-do Prefabricados Virgen de la Cabeza que dedicada a ela-boración de prefabricados de hormigón para la construcción, está ubicada en la localidad granadina de Ferreira.

Curiosamente todo el personal que trabaja en ella es feme-nino. “Mi experiencia me ha enseñado lo que valemos las mujeres… somos capaces de realizar cualquier trabajo, por eso, unos de los principios que

la cultura de la empresa que gerencio, es el de la igualdad. Siempre digo que las mujeres somos prestidigitadoras, es-tamos más que acostumbra-das a realizar varias tareas al mismo tiempo y además con

jetivo de hacerlas todas bien, ¿cómo no vamos a ser capa-ces de trabajar en esta y en cualquier otra actividad?.El hormigón no entiende de género. Todas las mujeres que trabajamos en Prefabricados Virgen de la Cabeza, lo tene-mos asumido, y lo que es más importante, nos lo creemos”.En la actualidad, la empresa está trabajando en el desa-rrollo de una versión nueva del bloque de hormigón pero utilizando otro tipo de materia-les. Para esta empresaria, lo importante no es crecer en vo-lumen, sino crecer en calidad,

dedicando gran parte de sus esfuerzos, y como ella misma dice de sus sueños. “Pocascosas son las que me asus-tan, a día de hoy… me gusta lo que hago, ¿por qué no voy a soñar con hacerlo mejor, si sé que lo puedo conseguir?”.De cualquier manera sus esfuerzos están siendo re-compensados. En el terreno

empresarial, varios premios, como, el Premio Meridíana 2004 del Instituto Andaluz de la Mujer, o el concedido por la Cámara de Comercio en el 2006, o Nexos F.P 2007, en-tre otros, dan buena cuenta de ello. En el ámbito de lo personal, el contar con la familia que tie-ne…, “dos hijas maravillosas, y mi marido, un hombre que se encontró con una espécimen muy rara, una mujer maestra, artillera, con el carnet para conducir mercancías peligro-sas, y gerenta de una empre-sa de fabricación de hormigón, y a pesar de todo me acepta, me comprende y me valora”. Para terminar nos cuenta una anécdota que no queremos dejar de reproducirla: “No re-nuncio a ese momento mágico en el que un comercial impo-luto, afeitadísimo, con zapatos italianos y oliendo de maravi-lla, atravesaba la nave para vender unos electrodos bási-cos, y yo bajándome de una máquina con esos andares tan femeninos que te permiten las botas con puntera metáli-ca, con lo arrebatadora que te sabes al tener la nariz sucia del polvo que desprende el hormigón, vas a su encuentro y el susodicho, ante la presen-cia de la antítesis del glamour, pregunta: ¿el encargado, por favor? Y tú respondes: sí, dí-game, la jefa soy yo”.

Marina Alfonso Romero ISBILIA CONSULTORES

ASESORÍA CONTABLE, LABORAL Y FISCAL

Cuando conversas con Marina enseguida te das cuenta que estás ante una persona noble, genero-sa y honesta. Muestra sin reparos la satisfacción de haber logrado sus principales objetivos, y siente la curiosidad e ilusión propia de las personas que

quieren ser partícipes directas de su futuro, de sus proyectos personales y profesionales. “Esto es lo que me motiva, el poder decir que he contribuido, que he aportado ideas, trabajo, a algún

propósito… son mis ilusiones en el día a día”. Y lo consigueSu constitución casi frágil, choca con el torrente de energía

y entusiasmo que emanan de su carácter extrovertido y comprometido con todos aquellos temas que le intere-san, tanto sociales como empresariales. La vida de esta mujer no se concibe dedicada a un solo proyecto, para ella es casi un “imperativo legal” el estar embarcada en varios temas al mismo tiempo para sentirse viva y sa-tisfecha consigo misma. “No me planteo otra forma de actuar sino es haciendo varias cosas al mismo tiempo, porque es la única manera de utilizar y sacar todos los recursos de los que disponemos”. Mujer ambi-ciosa. Ha aprendido que la ambición es buena, que la mujer hace lo que se proponga, “pero que tiene la limitación de no habérselo creído todavía, y ahí

es donde tiene que llegar el cambio”.Desde que nació en el año 1967, su vida ha transcurrido en la ciu-dad de Sevilla. Allí vive, estudía y desarrollará toda su trayectoria laboral y empresarial.Marina madura como persona en el seno de una familia que le enseña a observar y aprender de la experiencia propia y ajena…”esta es mi principal fuente para obtener conocimientos y sabiduría”. Aprender de todos y de todo, siempre mirando y escuchando la vida, es lo que hace que en el día a día se haya ido gestando la persona que hoy es. Tienemarios su intención es la de continuar formándose. En casa no opinan lo mismo, y deciden que se matricule en una academia para cursar los estudios de Administrativo. Esta será la primera vez que, sin saber ponerle nombre, percibe que las cosas no son iguales para los hombres y para las mujeres. La situación le parece del todo injusta: es lógico que sus hermanos estudien,

Es lo que se esperaba de ella. No tiene más opciones y acata la decisión. Durante los dos años

tivo, con 16 años, compatibiliza estudios y trabajo, ayudando en las labores de administración de la zapatería que tenía su padre. Siempre se recordará estudíando y trabajando al mismo tiempo.Pero sus aspiraciones y capacidades van más allá de llegar a ser secretaria. No se conforma con el destino que le habían marca-do otros, y plantea que quiere seguir estudíando. “Comenté a mis padres que quería dejar de trabajar en la empresa y dedicar

mi tiempo a los estudios. Me sorprendió su reacción, que lejos de mostrar contrariedad, al menos no me pusieron nin-guna traba”. Al ser mujer no entraba en sus esquemas que quisiera estudíar.Cursa la carrera de Empre-sariales y en el último curso, comienza la de Graduado So-cial, “porque me convalidaban algunas asignaturas del primer curso”. Aprueba las asignatu-ras restantes y hace segundo y tercero en un solo año. Pensando en los motivos de su elección, Marina lo tiene muy claro: “Si bien, ahora existe una mayor oferta formativa, por aquel entonces, eran los estu-dios que mejor se adaptaban a mis cualidades personales y a mis intereses profesionales, quería ser empresaria”. Esta

los años que pasa en la Facul-tad,… “escribía a máquina los apuntes que, después vendía a los estudíantes, o a la propia Copistería”.Considera esta etapa de su vida como una de las experiencias educativas más valiosas que posee, porque aprendió a utili-zar, a explotar al máximo todos los recursos de los que pudiera disponer, y sobre todo, “apren-dí a saber buscar los medios que en cada momento pudiera necesitar”.A partir de ahí, y con 23 años, comienza su carrera profesio-nal, trabajando como ayudante en una empresa auditora, en la que al principio hacía un “poco de todo”, para más tarde, rea-

lizar tareas más especializadas y más acorde con su puesto de trabajo. Este fue un periodo de su vida, que para muchas personas sería insostenible, no es el caso de Marina, que du-rante varios meses compatibiliza, este trabajo

Graduado Social y… la puesta en marcha de su primera empresa en el año 1991. Ineludiblemente, su vivencia empresarial se ha visto fuertemente marcada por su vivencia personal y familiar “Mi inclinación hacia la actividad empresarial ha sido algo muy natural; sin duda, provenir de una familia de empresarios, vivir desde dentro la empresa de

decisivamente”.En este sentido, agradece el apoyo incondicio-nal de su padre y el tácito soporte de su fami-lia. No tenía dinero para empezar y su padre le avala un préstamo de un millón de pesetas. No será hasta cinco años después cuando se lo devuelva íntegramente.De esa experiencia saca un conocimiento muy valioso, de máxima utilidad para su andadura empresarial: “que la profesionalidad responsa-ble de gestionar recursos económicos que no son tuyos, es lo que distingue a una buena em-presaria o empresario de quien no lo es”.Son varias las actividades empresariales que esta mujer ha puesto en marcha a lo largo de su vida. Para ella han constituido ciclos de aprendizajes, son partes de un todo, de un pro-ceso, que le ha permitido consolidarse como mujer de empresa. “Es un privilegiado bagaje del que me he ido haciendo, del que he ido

tú, puede ocupar”. Comocambios con oportunidades, con situaciones que deben servir de estímulo, circunstancias que permiten sacar lo mejor de cada una… “son momentos que nos exigen evolucionar, lo importante es saber verlos venir y estar lo

esos cambios y disfrutar haciéndolo”.

Deha apostado por la empresa “enla que más a gusto me siento y

,Isbilia Consultores, dedicada al asesoramiento empresarial en las áreas de la gestión contable,

Esta empresa puesta en mar-cha en el año 1996, cuenta en la actualidad con una plantilla de cuatro personas, todas ellas mujeres… “todo un equipo en el que la profesionalidad, la capacidad, y por supuesto el compañerismo, son nuestras máximas en el trabajo”.Para Marina, el éxito de Isbilia Consultores, radica en la for-ma de trabajar con su cliente-la, “entendiendo y consideran-do a cada cliente como si fuera el primer y único cliente que entra en nuestra empresa”.“Generar apostar, incluso, por deter-minados clientes que, de an-temano, sabíamos que eran poco viables, pero que a me-dio o largo plazo merecerían la pena”. En su vida personal, se puede hablar de un antes y un des-pués desde que nacieron su hija y su hijo. De ellos tam-bién ha aprendido muchas cosas, “a ser mejor persona, a

ser más tolerante, a ayudar a quien me lo pida, tanto a nivel personal como empresarial”…,

emocional y en lo material. Quiere y se siente querida. En lo personal, con una familia que le reconforta y le da todo su apoyo y energía. En lo profesional, su equipo de tra-bajo, su mayor ventaja com-petitiva,… “somos como una familia, nos ayudamos unas a otras,…son muchas horas las que pasamos juntas, más que en nuestras propias casas, así que procuramos que sea un tiempo que tenga calidad profesional y humana.”Empujada por su carácter ge-neroso y movida por la nece-sidad de compartir, Marina, decidió hace años que debía comprometerse con la causa de dar voz y hacer visibles a las mujeres empresarias. Es su manera de contribuir con la igualdad, a través de su propia experiencia, de sus vivencias, de los errores cometidos y de los éxitos obtenidos,… “por-que esa es mi obligación mo-ral, ayudar a otras mujeres a alcanzar sus objetivos, a que creen sus empresas, con las

posibles”.

Hacia estas miras dirige esta mujer sus máximas perspec-tivas y aspiraciones para el futuro.Muchas veces nuestras vidas se desarrollan sólo en dos escenarios: el trabajo y la fa-milia. Son los únicos espacios a los que dedicamos tiempo y esfuerzo. “Es hora de que las mujeres nos enriquezcamos, primero, participando nosotras mismas, después, haciendo participar a otras mujeres, de todos los espacios, de todos los ámbitos que nos ofrece la vida, perdamos el miedo a participar y formar parte de ellos, siendo conscientes de que están ahí también para nosotras”.

Ana Alonso LorentePSICASCONSULTORÍA

Re c o n o c e m o s que un día calu-roso del verano sevillano, que-dar con Ana en

el Puerto de Santa María, en la calle Sol, nos resulta algo delicioso. Nos emplaza en la plaza del Ayuntamiento, cerca de las instalaciones de la em-presa que dirige. El aire huele a mar, sabe a sal, lo inunda todo; permite respirar, y quie-res respirarlo, porque así pa-rece que vas a formar parte de ese paisaje majestuoso, grande hasta donde la vista alcanza, que son el cielo y la mar de la Bahía de Cádiz.

Se lo señalamos y nos recuer-da a Alberti cuando decía, que una luz tan preciosa, tan dis-tinta de todo lo que habíamos dejado atrás, que sabíamos, aunque no habíamos leído ningún cartel, que sólo podía de ser del Puerto. Ana admi-raba profundamente al genial poeta gaditano. Tras este primer momento de nuestro encuentro, paseamos

su empresa, Psicas. Nos hace pasar a su despacho, no sin dejar claramente dicho a su personal que, no quería nin-guna interrupción durante la reunión que íbamos a mante-ner. Su tono es enérgico, pero suave. Se nota su carácter fuerte, nada autoritario.Su despacho, al igual que el resto de las instalaciones de Psicas, es muy cuidado en todos los aspectos, la decora-ción, el color de las paredes.Se nota que es una empresa dirigida por una mujer, mejor dicho, inventada y recreada por una mujer… que necesita sentir y hacer suyos los espa-cios que ocupa para enamo-rarse de ellos.

“Llegué a El Puerto de Santa María una soleada y bellísima mañana de mayo de 1970. Desde el mismo momento que pisé suelo portuense me ena-moré de esta tierra”. Ana nació en el municipio gra-nadino de Guadix, pero por motivos profesionales de su padre, la familia se trasladó a vivir a la provincia gaditana. Dice no echar de menos su tie-rra de origen, pero el gesto de su cara y sobre todo, su mira-da cambia y sus ojos parecen evocar… “la enormidad del paisaje de la Hoya de Guadix, cargado de olores y preciosos recuerdos que me retrotraen a mi infancia…” buscando en la madurez las miradas de quie-nes fueron sus amigas y ami-gos de adolescencia. Ana es una andaluza vital. Ga-ditana y sobre todo, portuense por sentimiento, por corazón y por dedicación. “Aquí nacieron mis hijas y aquí creé mi pro-pia familia, aquí me aceptaron plenamente… aquí tengo mis raíces, aquí me siento apre-ciada,… aquí soy feliz”.Ha vivido en otros lugares, que no en otras ciudades, pues, durante algunos años acompañó a su marido, mari-no mercante de profesión, en numerosos viajes… “improvi-sando hogares a bordo de di-versos barcos mercantes”. Para ella esta fue una experiencia apasionante, por lo aprendido a nivel personal y lo vivido, conociendo lugares y costumbres tan dispares como países Sudamericanos o Arabia Saudí. “Vivir navegando, convivir con personas que no se eligen… me ha permitido tener una visión del mundo y de las personas, abierta y

A medida que profundizamos en su experiencia de vida, y nos muestra sin tapujos, con claridad en el decir, sus ideas, pensamientos y sentimientos, descubrimos a una mujer bastante in-combustible porque tiene la capacidad de apasionarse, de sacarle el jugo a todo, y al mismo tiempo de relativizar los hechos, las circunstancias adver-sas, incluso las personas adversas,… “procuro alejarme de las personas que generan estrés innecesario,… huyo, si es que puedo, de las personas tóxi-cas…”. Será su manera de soltar lastre

manera de ser y hacerse feliz. “Paraeso hay que tener mala memoria. Pro-curo resolver pronto y olvidar rápido, disfrutar de las pequeñas cosas,… dis-tinguir entre las personas fundamenta-les y las que no lo son… usar el sentido del humor y hacer una pequeña locura de vez en cuando”. Suen el seno de una familia tradicional, con la fortuna de tener “una madre católica practicante y muy coherente con sus convicciones religiosas y un padre anticlerical de solemnidad”,…pues, aquello le sirvió, según nos dice, de modelo de convivencia y de escuela democrática.Gracias a esta escuela, Ana aprenderá a construirse su propia identidad, basada en el respeto a las personas, a no juzgar las conductas ajenas, al compromiso solidario con las y los demás… ”esto lo heredé de mi madre.

De mi padre, la honestidad, y el sentido de la responsabilidad por el trabajo”. No olvida a su abuela Carmen, una de las personas más fundamentales de su vida, de ella recibe, el gusto por la verdad, la fortaleza ante la adver-sidad y la negativa a pactar con las

Es una mujer muy familiar. Cuya forta-leza, siempre, y su debilidad, también, radican en su personalidad y en el apoyo de su familia. Una personalidad, que desde pequeña se fraguó rebelde… “casi sin apenas saberlo me opuse a aceptar la tiranía del ideario androcéntrico… es el único aspecto o principio que rechazo de la educación recibida”.Decide estudiar Psicología en la Uni-versidad Nacional de Educación a Dis-tancia, especializándose en la rama de Psicología clínica, y posteriormente, en Psicología del trabajo y de las orga-nizaciones. Fue una elección vocacio-

Prácticamente, su vida profesional tras-curre de forma paralela a su actividad académica. “El haber tenido numero-sas experiencias laborales tanto en el ámbito de lo público como privado, ha

labor como empresaria, porque me ha

mercado de trabajo”. Es una mujer de tiempos presentes, pero con proyección de futuro. No es una contradicción: porque si lo inteligente es aprovechar y aprender de las situacio-

nes, de las circunstancias que se viven en cada momento… para Ana, igual de interesante y necesario es compaginar lo que se es y se hace, con lo que se puede ser y hacer.A sus compromisos sociales les pone nombre, casi al mis-mo tiempo que se incorpora al mundo de la empresa; en una primera etapa como freelance, para más tarde, ante las nue-vas oportunidades de negocio que descubre, poner en mar-cha, junto a dos personas más, la empresa Psicas, creando un equipo multidisciplinar y varias líneas de negocio. Hace cinco años, la empresa la empuja a crecer en recursos humanos, infraestructura y recursos tec-nológicos, obteniendo como resultado la Psicas actual, es-pecializada en Consultoría de Recursos Humanos, Forma-ción y desarrollo profesional, Investigaciones Sociológicas y un área de Género, “Ahorasé que una empresa es una célula viva, que genera sus propias dinámicas y que hay que saber anticiparse a los cambios, si se quiere avanzar y construir”.Es desde entonces, cuando realmente toma conciencia de que las empresas lideradas por mujeres no compiten en los mercados en igualdad de con-diciones… “los estereotipos y

cultan nuestro acceso y perma-nencia en las grandes esferas

de poder, impiden una corres-ponsabilidad en lo doméstico,…

que las empresarias accedan a los recursos estratégicos en igualdad para hacer sus empre-sas competitivas”. Esta visión de las cosas la lleva a la participación activa incorporándose a las orga-nizaciones empresariales,…

potencial de las redes asocia-tivas para la consecución de metas comunes”.Es Presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias y Pro-fesionales de Cádiz (AMEP),…“porque estoy convencida de que las empresarias han de competir en igualdad de con-diciones y las organizaciones empresariales femeninas es-tán demostrando ser un vehí-

Pero, en este sentido, su com-promiso con el mundo asociati-vo no queda ahí, es además Vi-cepresidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empre-sarias (FAME), Vicepresidenta de la Confederación de Empre-sarios de Cádiz (CEC), y Vocal de Asamblea General y Junta Directiva de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), en representación del empresariado gaditano. Su acusado sentido del deber no le permite plantearse o di-mensionar la carga que asu-me de responsabilidad, como ella dice: “no se trata de hacer

muchas cosas, se trata de dar un sentido propositivo a las

car, organizar, para después, tomar decisiones, inventar soluciones en el día a día, y corazón, a los retos hay que ponerle mucho corazón”.Disfruta haciendo empresa y siendo empresaria. “Porquela empresa es creatividad, es buscar y encontrar solu-ciones donde otros solo ven

fuerzo. Una empresaria o un empresario lo es, en la medi-da que es capaz de convertir una amenaza en oportunidad. En mi opinión, una crisis pue-de ser una oportunidad para cambiar, para mejorar y para salir fortalecida de ella”.Ana es una mujer viva, y vivida de hechos, inquietudes y pro-yectos. Se siente acompaña-da,… “hasta cuando el precio de las conquistas es dema-siado alto. Pero siento que no me he privado de nada impor-tante. He disfrutado mucho de mis hijas, creo que he sido una buena madre. Ha merecido, merece la pena, seguir avan-zando colectivamente para hacer de este mundo un lugar más transitable en donde mu-jeres y hombres seamos un poco más felices”.

Estrella Arcos von HaartmanQUIBLA RESTAURA

RESTAURACIÓN DE OBRAS DE ARTE

Estrella Arcos adminis-tra y dirige desde hace diez años, la sociedad Quibla Restaura, de-dicada a la conserva-

ción y restauración de obras de arte, aunque su experiencia como restauradora se remonta a 29 años atrás, trabajando como profesional independiente para distintas Insti-tuciones y Organismos Públicos. “Empecé trabajando con pequeños contratos en algunos organismos

queológico de Almería. Allí perma-necí durante tres años al cabo de los cuales me planteé la posibilidad de trabajar por mi cuenta…”.Todavía recuerda sus primeros tiempos como empresaria,…”fuecomo lanzarme al vacío…”. Es-trella tenía 24 años, por aquel en-tonces, cuando se vio dirigiendo un equipo de once personas, que

la actualidad, ocupa la Delegación de la Consejería de Gobernación en Almería. “Jamás olvidaré aquel primer día, cuando fui conscien-te del, probablemente, excesivo compromiso que había adquiri-do…reconozco que sólo cierta dosis de imprudencia, propia de la edad, me hizo aceptar aquel traba-jo, pero mi carácter independiente fue el que me impulsó a convertir-me en empresaria”. Un carácter independiente que se empieza a gestar desde su niñez, y que ella atribuye a su madre y a su padre… “la independencia y la honra-dez son valores que han distinguido a mi familia… yo creo que forman parte

de nuestro ADN…”a ella, a su hermana y her-manos-.El medio para obte-ner dicha indepen-dencia: la forma-ción y la cultura; en su opinión, la mejor herencia que se puede dejar a las hijas e hijos. “Re-cuerdo a mis padres diciéndonos, desde que éramos peque-ños, que la cultura era el mejor patrimonio y herencia que íbamos a recibir por su parte”. Enta que ha tenido el privile-gio de vivir en un ambien-te, en una casa, donde los libros cubrían paredes en-teras…, “donde se han rea-lizado muchas actividades culturales, donde se ha leído muchísimo, y los estudios le-jos de ser considerados una carga, una obligación, eran un medio de enriquecimien-to personal precioso y va-lioso”. Visión que, según nos cuenta, en su familia, se ha sabido transmitir de generación en gene-ración.Cuando le llegó el mo-mento de decidir ha-cia donde dirigir su futuro, en lo que a la

re, Estrella lo tuvo muy claro: estudía-ría Historia del Arte.

Primero cursó la diplomatura en la Universidad de Málaga y posteriormente, acabó la licenciatura supe-rior en Madrid. “Tuve la gran suerte de poder combinar varios es-tudios al mismo tiempo, por lo que, de ocho de la mañana a tres de la tarde asistía a la facultad, y de cuatro a nueve estudíaba restauración de obras de arte en la escuela de Restauración”.Aunque su jornada díaria era intensa, nos dice que, ya desde entonces empezó a hacer sus primeras incursiones como profesional de la restauración…“aceptando pequeños encargos de restauración de cuadros que realizaba en el mismo piso de estu-díante en el que vivía en Madrid. Era la única forma de poner en práctica lo que aprendía en la facultad y en la escuela”. Opinión que sigue manteniendo en la actualidad, que es profesora en la Universidad de Málaga, actividad que desempeña junto a su labor empresarial…, “es-

área de la restauración, los profesores en la Uni-versidad, tenemos muy poco que enseñar al alum-nado… en el fondo sabemos muy poco… nuestro objetivo debe ser generar curiosidad en aquellos,… la curiosidad y el trabajo es lo que te hace formarte como profesional”. Estrella la que más que atraerle los retos, los necesita para superarse y crecer, tanto en lo personal como en lo profesional.“Para mi fue un reto, el saber si era capaz de cursar dos líneas de estudios a la vez, fue un reto el acep-tar los primeros encargos mientras me formaba, y desde luego, fue un verdadero reto el empezar a trabajar, con apenas 22 años, recién acabada mi formación, como profesional de la restauración en mi propio taller”. En este periodo es donde desarrollará toda su

gusta llamarlo. Además, cuenta, en todo momento con el apoyo de su familia, especialmente de su

de su padre, que conociéndola profundamente, le planteaba nuevos retos…, “recuerdo que había un cuadro en casa y él me dijo: ¿a qué no eres capaz de restaurarlo?, y ahí estaba yo, contestándole: seguro que si”. Para ella, la familia es el espacio en el que mos-trándote tal y como eres, te acepta, te acompaña, y te quiere, sin esperar nada a cambio…, “y yo tengo la gran fortuna de contar con una familia que res-

Son varias las experiencias de trabajo por cuenta ajena que forman parte de la historia de esta mujer. Una de las

Se creó un equipo multidisciplinar formado por arqueólogos, arquitectos, aparejado-res… todas personas relacionadas con el mundo del arte y la arqueología,… yo que siempre defendí mi independen-cia e individualismo, no sólo aprendí a trabajar en equipo, sino que descubrí

grupo, por lo mucho que te enriqueces, por lo que aportas y lo que recibes”.Otras experiencias no le fueron tan

y tener que poner en práctica decisio-nes con las que ella no estaba de muy

que si quería poner en marcha toda su

Así permanecerá durante veinticuatro

relatábamos al inicio de esta entrevis-

da Quibla Restaura. “Hasta el año 92 asumía grandes proyectos que ges-tionaba yo sola, aunque contaba con la colaboración de un grupo de profe-sionales”. A partir de ese momento es cuando plantea a sus colaboradoras y colaboradores más cercanos la posi-bilidad de trabajar en común compar-tiendo responsabilidades y éxitos. Como

secuencia de la creciente demanda de

A

bajado con la práctica totalidad de Or-

regional y nacional relacionados con el

llas entidades privadas que asumen la-bores de mecenazgo y patrocino.“Considero todo un privilegio, el haber podido colaborar en muchos de los monumentos que ornan o son un poco el hito urbanístico en Málaga y sus plazas, tanto a nivel de fuentes como monumentos escultóricos”. En

tístico y cultural de una obra compen-

sinsabores por los que ha tenido que Es el goce, el placer de recu-

perar una obra de arte que ha podido estar muy deteriorada…, y después cuando la ves terminada casi no te lo crees, parece que es casi un milagro”. Satisfacción que comparte con las quin-ce personas que componen el equipo

de profesionales que comparten los mismos intereses y formas de hacer. En

“enla calidad que ofrecemos, aunque ello suponga tener que utilizar materiales más costosos, o echar más horas de trabajo y dedicación, pero recuperar una obra de arte no se merece que se le escatime ni una pizca de calidad”. Estrella no se conforma con lo conseguido has-

tos está el seguir ampliando el campo

vas tecnologías en todas las fases téc-nicas de los proyectos que acometen.“Hemos tenido un recorrido muy in-teresante desde el momento en que cada una de nuestras especialidades la hemos ampliado, desde la arqueo-logía más antigua hasta la arqueología industrial de la actualidad. De todas formas, no nos quedamos aquí, que-remos seguir avanzando, ir a más… y seguir creciendo en la consolidación de nuestra empresa”.

Aurora Arias OrtegaCENTRO DE FORMACIÓN PROFESIONAL ATENEA

FORMACIÓN

“Llegar hasta aquí no ha sido fácil, el mundo del trabajo, de la empresa, es compli-cado para una mujer. Tal vez, hubiera sido más fácil

resignarme al papel que el destino tenía pen-sado para mí, dedicándome al cuidado de mis hijas y que mi marido se encargara de trabajar y trajera el sustento de la familia. Pero no, no me resigné, me arriesgué y opté por poner en marcha mi propia iniciativa empresarial”. Si tuviésemos que resumir la historia de vida de

mos que estas serían las palabras más acerta-das para describir su trayectoria; la trayectoria de una mujer que se negó a aceptar el camino que otros le habían trazado, entendiendo que ella era la única que debía marcarse su propio rumbo; ¡y ya lo creo que lo hizo!; lleva veintidós años haciendo empresa y lleva 52, diciendo al mundo, a su mundo, que ya es hora de des-terrar la falsa imagen de que las mujeres no pueden manejar su propia vida, desde la más plena conciencia y libertad de elección.

De apariencia frágil, no es más que la expre-

fuerte como una roca sólida a la que otras per-sonas se aferran para encontrar el descanso y reunir las fortalezas necesarias para seguir.A lo largo de su vida es una constante, no tan-to lo que recibe, sino lo que da. Pero eso no la convierte en una mártir o en una heroína, muy al contrario… “me hace ser más fuerte, o al menos, a aparentarlo…yo también he nece-sitado un hombro en el que llorar, pero muchas veces he tenido que llorar sola, eso me ha he-cho daño, pero también más fuerte.”Sus compromisos, sobre todo con otras muje-res. Sin matices, sin dobleces, ni siquiera sin atemperar las palabras. Ha vivido desde muy joven lo que es encontrarse con gruesos y al-tos muros, para aquellas mujeres que como ella querían ver otras realidades, plantearse otras oportunidades de vida que diera res-puesta a sus deseos, a sus expectativas…, “enestos casos, los muros, además se hacían in-franqueables. Nuestra vida, la de las mujeres, ha sido y sigue siendo dura, por eso, desde mi experiencia como mujer y mi posición como empresaria asumo el compromiso personal de intentar eliminar aquellos roles cuya única ra-zón de ser es crear y mantener para nosotras las mujeres unos compartimentos estancos de los que no podamos salir”.Asíen el pueblo de Padul, en el que su vida iba trascurriendo sin sobresaltos, de forma pau-sada, como ella misma dice, “la medida del tiempo en los pueblos es muy distinta a la de las grandes ciudades”. Hasta que a los ocho años se produce un acontecimiento familiar que además de cambiar el rumbo de su vida, será decisivo para gestar el carácter de esta mujer: Se marcha con su familia a Francia. Allí

permanecerá hasta que cumplidos los veintidós años regresa a España para casarse. Mi padre era agricultor y en Padul no

encontraba trabajo, así que, después de recorrer medio país, allí donde le ofrecían un empleo, decidió irse a Francia. Pasado el primer año, y con un empleo estable en una fábrica de metalurgia, consiguió llevar a toda su familia.

“Todavía recuerdo lo feliz que me sen-tí cuando mi madre nos dió a mi her-mano y a mi la noticia, eché a correr cuesta abajo gritando, ¡abuela que me voy a Francia!”.Ese episodio es el que con más inten-sidad recuerda de su primera infan-cia en Padul,… volver a estar con mi padre, y porque para una niña de ocho años, era ir a lo desconocido, la aventura más fan-tástica que me podía ocurrir”. El primer año de su estancia en el país galo fue muy duro, ella una niña abierta y extrovertida, incapaz de ha-cerse entender, ni de entender a na-die. “Pero los críos tienen una capaci-dad de adaptación extraordinaria, por lo que enseguida aprendí el idioma, y me empecé a relacionar con otras niñas españolas y francesas”.La experiencia duró catorce años en los que superadas las primeras tra-bas del idioma, Aurora llegó a sentirse más francesa que española. “Jamássentí ningún tipo de discriminación o diferenciación por el hecho de ser extranjera”. Allí hace verdaderas ami-gas, las que se forman en esa etapa tan imprecisa y compleja como es la adolescencia.Es una buena estudíante, y tiene deci-dido cursar una carrera universitaria, con toda probabilidad Historia. Pero en su decisión no había contado con la existencia de trabas burocráticas que le exigían tener la nacionalidad francesa para acceder a la Universidad.

Aquello representó una gran decep-ción. Ella, rebelde, acostumbrada a conseguir lo que se proponía, no com-prendía como después de tantos años viviendo y sintiéndose una más sin importar donde, le negaban la posibili-dad de estudíar lo que más deseaba, por un simple papel en el que rezaba su nacionalidad española. Pero la Administración francesa no contaba con la voluntad férrea y la in-teligencia de la madre de Aurora. Se desmorona y decide dejar los estudios y ponerse a trabajar, pero su madre se lo impide. “Casi me obligó a seguir estudíando, quería que mi formación fuera lo más completa posible, y me dijo a veces la línea recta no nos con-duce donde queremos llegar, pero no por eso hay que abandonar”.Se matricula en formación profesional, en la rama de secretariado trilingüe de español, francés e inglés y alemán como optativa, que una vez termina-da, le posibilita hacer unos cursos de perfeccionamiento en la Universidad. Lo proyectado inicialmente era otra

su objetivo: estaba en la Universidad. Al mismo tiempo consigue su primer trabajo, como secretaria en una em-presa inmobiliaria, en la que perma-necerá durante un año, al cabo del cual regresa a España, a Padul.“La vuelta supuso un cambio drásti-co, casi me atrevería a decir, que dra-mático”. A lo largo de muchos años, probablemente los más importantes en la vida de cualquier persona se había formado, hecho a una forma de vida que ahora se desmoronaba. “La cultura, las costumbres, el modo de vida al que me enfrentaba, era como salir de un planeta para entrar en otro, y ambos se encontraban en distintas galaxias”.

La otra opción, quizá la más razonable, hubiera sido per-manecer en Francia, “perotenía muchas ganas de volver y el que pronto se convertiría en mi marido no quería que-darse”. Como dice la canción, volver, volver… siempre car-gando con el doble fondo de añoranza y esperanza que acompaña, aunque no se quiera, la vida de todo emi-grante.Aurora quería seguir trabajan-do, la formación, los esfuerzos realizados para obtener la edu-cación deseada, la experiencia, no podían quedar reducidas a una serie de títulos a los que encerrar en un cajón, y con el paso del tiempo olvidar. Empieza dando clases de mecanografía, que después amplia a contabilidad, inglés, francés y a la preparación para las oposiciones de per-sonal administrativo del Ayun-tamiento de Padul. Al mismo tiempo que nacía y crecía su empresa Centro de Formación Profesional Ate-nea, nacía y se desarrollaban

“Si ya era raro que una mujer trabajara fuera de casa, todavía entendían menos en mi entorno personal, mi insistencia en este tema, máxime estando casada y con dos hijas muy pequeñas”.

A

presa. “Necesitaba homologar el centro, lo que suponía reali-zar una fuerte inversión en or-denadores, mobiliario, y sobre todo, en la compra de un local que reuniera las condiciones que por aquel entonces me exigía el INEM”.Recibe el respaldo de su ma-dre, que lejos de desanimarla, le alienta en todo momento, a ella, a su visión de futuro, y a su apoyo incondicional de ma-dre, debe Aurora los comien-zos en el desarrollo de su acti-vidad empresarial.Con respecto a los problemas

situación que, transcribimos li-teralmente por lo familiar que resultará a más de una empre-saria: “Fui a solicitar un présta-mo a la sucursal de un banco establecido en Padul, cuyo di-rector era un amigo íntimo de mi familia; una vez le expliqué el proyecto que quería acometer, aportándole información para que comprobará la viabilidad del mismo; él se interesó por mi marido, cuando le respondí que yo estaba allí en calidad de dueña del negocio, su respues-ta fue contundente: mientras no venga tu marido, tú y yo no te-nemos nada de que hablar”.Es evidente que ha sabido con-vertir en ventaja la adversidad y aunque sigue teniendo dudas e inseguridades…, “las llevó por dentro y procuro aparentar la decisión y la fortaleza que, en algunos momentos no tengo”.La empresa, que en la actua-lidad imparte formación profe-

sional reglada, ocupacional y privada, está creando una nue-va línea de servicios externos dirigidos a las empresas, como son, la formación continua para los recursos humanos y la se-lección de personal. Estos proyectos la tienen muy ilusionada, pero no oculta que también le quitan el sueño. “Elmiedo al fracaso siempre está hay, pero para las mujeres tie-ne unas connotaciones distin-tas que para los hombres, ya que, si una mujer fracasa es porque no lo sabe hacer bien; en cambio, si eres hombre y el negocio no funciona, es debido a la mala suerte, son factores externos los que han

Para terminar la entrevista le planteamos de qué se siente más orgullosa, Aurora nos mira, y contesta con cierta emoción: “de las mujeres que me rodean, de mis dos hijas, dos mujeres potentes y plenas, de mi equipo de trabajo, compuesto prácti-camente por mujeres, excelen-tes profesionales, con un sen-tido de la responsabilidad y del trabajo bien hecho que a veces tildo de excesivo; por supuesto de mi madre, a la que debo es-tar aquí y ser como soy, pero también me siento orgullosa de mí, he aprendido a valorarme, a quererme, y, llegado el caso, a perdonarme, por aquellas ve-ces en las que me he sentido culpable de no poder atender a mis responsabilidades familia-res y como madre”.

Carmen Bascuñana TrivesCARMEN BASCUÑANA

ARTESANÍA DE AZULEJOS,CERÁMICA Y PIEZAS EN BARRO

Entrar en la empre-sa de esta mujer se convierte en un auténtico pla-cer para la vista,

porque más que un centro de trabajo, parece que visitas un museo en el que se rinde un homenaje permanente a la ar-tesanía andaluza.En el taller artesano de Car-men se respira mucha calma y sosiego, lo que choca con el constante hervidero de ma-nos expertas que trabajan el barro, las pinturas, o hacen pruebas de color, preparan di-seños… hasta obtener un pro-ducto único, exclusivo, cuyos ingredientes básicos son, por este orden, la creatividad, la destreza y el empleo de exce-lentes materiales. Nos recibe en la sala de re-uniones de la empresa, deco-rada con fotografías y peque-ños detalles de su familia, de su marido, y de sus dos hijas y sus cuatro hijos. Nuestra pri-

lo largo de nuestra conversa-ción con esta mujer: Carmen es una persona profundamen-te familiar, diría que, hasta cierto punto, ejerce de madre con casi todo el mundo. Nació en Alicante hace 58 años. Echa de menos el olor a mar, a sal, que impregnaba toda la ciudad. Añora a su fa-milia. Pero Carmen se siente Cordobesa, “me vine a vivir a esta ciudad, muy joven, hace ya 24 años, porque a mi ma-rido le ofrecieron la dirección de la delegación de Córdoba de la empresa para la que tra-bajaba”. Valora Andalucía y le gusta la gente de esta tierra, “su forma de ser, de hablar, de acoger a las personas que vienen de fuera…”.

Es de natural optimista, pro-cura ver el aspecto positivo de cada situación o circuns-tancia, este extremo de su carácter, le hace crecerse y

es por eso que, cuando llegó a Córdoba, aún sin conocer a nadie, se incorpora a un taller de bordados, allí permanece-rá dos años, al cabo de los cuales se matricula en la Es-

ciudad. “Lo más fácil hubiera sido quedarme en casa, pero no iba con mi carácter inquie-to, pero sabía que esa ni era la solución, no iba con mi forma de ser”. Necesita el contacto con las personas, aprender de ellas, “porque de cada una de ellas siempre se aprende algo nuevo”.Esta será la mejor y más válida enseñanza que recibe de su familia. Valorar a las personas por lo que son y como son; “la lealtad, la comprensión y el sa-ber perdonar, son valores de la condición humana, que si pusiéramos en práctica de ver-dad, haría que viésemos las cosas de distinta manera, se-ríamos un poco más felices”.Su mejor proyecto, la familia que ha creado. Se ha esfor-zado por inculcar los valores aprendidos a sus hijas e hijos, y ahora siente que recoge los frutos…”porque las madres y los padres somos sembrado-res y casi siempre son otras personas las que recogen nuestra cosecha”. No es su caso, ella está viendo realiza-do su mayor deseo: haber for-jado a seis buenas personas. Mujer inquieta y curiosa, tiene claro que necesita formarse para emprender, algún día, la actividad que, desde su lle-gada a Córdoba, le motiva, le

incita a convertirse en empre-saria. “Necesitaba crear, que mis manos fueran las mejores herramientas de trabajo,… me formé en el cuero, en la res-tauración de mantos… no era lo que yo buscaba… me veía en mi taller artesano, pero ¿de dedicado a qué?”.Al mismo tiempo su familia va creciendo, sus hijas e hijos fueron naciendo. Carmen de-cide que aquel momento no era el más idóneo para iniciar una actividad por cuenta pro-pia. “Conocía por otras y otros artesanos, que un negocio re-quiere de mucha dedicación, especialmente en los comien-zos, de un tiempo del que yo no disponía, pues, mis seis hi-jos habían nacido y eran todos muy pequeños”.De carácter impaciente, consi-dera que todavía no era su mo-mento, y aprovecha el escaso tiempo libre del que dispone, “cuando mis hijos estaban en el colegio”, para iniciarse en la formación de su verdadera vocación: la cerámica. Carmen recuerda con cierta nostalgia aquellos primeros días en los que casi de mane-ra inconsciente empezó su ac-tividad empresarial… ”en un horno pequeño, prácticamen-te de uso doméstico, cocía las piezas que había imaginado y modelado con mis manos”.Poco a poco, casi sin darse cuenta, toma conciencia del gran potencial que tenía en sus manos. “Fue una de las experiencias más positivas que he vivido, que en gran medida tengo que agradecer a mi familia y a mis amigos, ellos con su apoyo contribuyeron decisi-vamente a saberme y creer-me empresaria”.

En la actualidad el taller Carmen Bascuñana se dedica al diseño de azulejos para la construcción, lámparas de cerámica y piezas modeladas en barro. En su opinión, la clave del éxito de la empresa está en tener una inquietud continua por estar al día de las nuevas técnicas y tendencias que van saliendo y que interesan en el mercado; “y por supuesto, trabajar mu-cho, ofrecer cosas diferentes y poner en marcha tus ideas, con la seguridad que da el saberse con conoci-

Ser empresaria exige una dedicación constante, un reciclaje continuo ante las nuevas exigencias del mer-

a permanecer,… “para mi esto es fundamental, que cuando la gente vea en cualquier parte un producto hecho en mi fábrica, automáticamente lo reconozca como nuestro”.Estos son los motivos por los que esta empresaria está en permanente formación. Tal es así que, nos comen-ta, que en breve se marcha a Galicia y a Asturias a un curso que le permitirá aprender las técnicas utilizadas por otras u otros ceramistas, que ella pueda aplicar a los productos que elabora, y poner en marcha un proyecto de formación dirigido fundamentalmente a personas extranjeras para dar a conocerla artesanía cordobesa.Tener siempre una meta, unos objetivos claros que al-canzar, facilita enormemente la gestión del negocio, conociendo las posibilidades reales del mismo. Esta es la principal motivación de Carmen, la satisfacción del trabajo bien hecho, “ver la cara de entusiasmo del

idea que traía”.La fase de crecimiento del taller no ha estado exenta

do que ver con el proceso de fabricación y la comer-cialización de los productos. “En un primer momento, fue relativamente fácil, porque prácticamente produ-cía lo que el cliente me demandaba, pero a medida que la empresa era más conocida, necesitaba entrar en procesos de mayor fabricación para conseguir pro-ductos más competitivos”. Tuvo que recurrir a maqui-naria más especializada, utilizar nuevas tecnologías que le permitieran abastecer una mayor demanda y de forma paralela crear una red comercial que ubicara sus diseños en diferentes puntos de venta. Para Carmen esta nueva situación supuso una impor-tante transformación de la visión del negocio, porque tenía que encontrar la fórmula que le permitiera au-mentar la producción sin perder su carácter artesanal. Este fue uno de los grandes retos a los que tuvo que enfrentarse. “Casi sin darme cuenta, pasé de ser una

artesana a convertirme en la persona que dirigía un taller, y coordinaba el trabajo que des-empeñaban otras y otros”.Fue un proceso difícil y com-plicado… sobre todo mental-mente, “dude a cerca de si eso es lo que yo quería. Mi idea inicial había sido dedicar-me a diseñar, crear, llenar mis manos de barro, arcillas, es-maltes… era como sentirme empujada a hacer algo que yo no quería”. Pero es una mujer práctica y positiva, desdramatiza las si-tuaciones que le toca vivir y descubre que no es una cues-tión de tener que elegir entre dos opciones incompatibles. “Decidí visitar otros talleres parecidos al mío, conocer de primera mano como habían gestionado el proceso de cambio”. Como persona re-ceptiva que es, entiende que se trataba de una cuestión de equilibrio y de comprender que

evolucionar y consolidar, pero siempre desde el ejercicio de la libertad de decidir en cada momento, qué quieres hacer y hasta dónde quieres llegar. Carmen es responsable de un equipo formado por cinco perso-nas, todas ellas especializadas

relacionados con la cerámica. Reivindica el hecho de que la suya sea una pequeña empre-sa, “en la que se dispone de más espacio para la creativi-

las personas, es incluso más manejable desde el punto de vista de la gerencia, pero como cualquier otra empresa, tiene

texto empresarial”.

Sin duda, es una empresaria que ha sabido regular qué dosis de ca-pacitación, creatividad, trabajo y riesgos han sido necesarios para llenar el hueco en el que ella quie-re destacar y ser competitiva.En la actualidad, Carmen es miembro de la Unión de muje-res empresarias de Córdoba, “porque las mujeres somos las primeras que con nuestra partici-pación activa tenemos que pro-mover los cambios necesarios para que realmente se conciba una sociedad realmente equitati-va, acorde con las demandas de las ciudadanas y los ciudadanos; y desde esta perspectiva, es im-prescindible la intervención de las empresarias en el escenario empresarial para que se las con-sideré como lo que son, auténti-cas protagonistas del desarrollo social y económico de nuestra tierra andaluza”.Se siente orgullosa como mujer de empresa y siente reconocida a su empresa. No le interesan los reconocimientos personales, pero los agradece, porque los entiende como un refuerzo a la trayectoria de su empresa. “Con-sidero que los elogios son una

equivocado, que las decisiones tomadas han sido acertadas, y corroborar que las inquietudes, las ideas, si se quiere, se pue-den llevar a la práctica, desde el convencimiento, la voluntad y la independencia”.Para Carmen, el trabajo es algo más que un derecho que tienen las personas, es el derecho a ser feliz trabajando. “Lo más agrada-ble que me han dicho nunca es que se nota que mi fábrica tiene alma”.

Rita Benítez MotaERA ARQUEOLOGÍA EXPERIMENTAL

GESTIÓN Y REALIZACIÓN DE ACTIVIDADES CULTURALES

Era Arqueología Experimental, es la empresa que di-rige, hace prácticamente diez años, Rita Benítez. Se encuentra ubicada en el entorno rural de la lo-calidad gaditana de Chiclana de la Frontera, en un terreno llamado El Marquesado que, tiempo atrás,

perteneció a la familia de esta empresaria y que ella, en su día, acondicionó para poder establecer en él su empresa. El encuentro previsto con Rita se desarrolla en dichas insta-laciones. Se trata de un terreno muy extenso que cuenta con

uniones, mientras el resto de la propiedad se utiliza para llevar acabo las actividades propias de la empresa, esto es, gestión y ejecución de actividades culturales, como, talleres didácticos a través de los cuales dar a conocer la prehistoria y la historia, huertas y zonas de juegos, dirigido a un público, constituido ma-yoritariamente por centros escolares de primaría y secundaria, así como alumnado de bachiller. Antes de iniciar la entrevista nos percatamos del ambiente disten-dido, amable y amistoso que se respira entre las personas que tra-bajan en la empresa, lo que comentamos con su directora...,“esa es la mejor señal para considerar que mi empresa, es una empre-sa de éxito, el ver que la gente que trabaja aquí se siente cómoda y feliz”,Rita

hora de fraguarse su historia empresarial. Una vida que se ha gestado desde siempre, en la misma lo-calidad gaditana. Una infancia muy feliz, rodeada casi en ex-clusividad por mujeres, su madre, sus tías, las amigas de su madre…, “era como a un matriarcado”.Una vida que giraba entorno a la trastienda de un comercio de ultramarinos, que hacía las veces de lugar de reunión de aque-llas mujeres, allí se contaban sus vidas, sus acontecimientos, aquello que a díario les sucedían o que habían oído les habían ocurrido a otras y a otros. En medio de esta terapia de grupo, como testigo mudo de esas historias, una niña que en silencio, observa y escucha. Probablemente, historia...,“porque desde aquella experiencia que viví, son muchas

nas quedan en el olvido, cuantas vidas llenas de ilusiones, de las que todos podríamos aprender, son ignoradas”.

Le gusta leer y recrear cual-quier libro que cae en sus manos. De hecho, según nos comenta ella misma, la consi-deraban tan avispada y lista que para qué iba a ir al colegio cuando a ella no le hacía nin-guna falta. Ingresa en el primer centro es-colar a los once años, apren-de a leer y a escribir sola…, “cuando mis dos hermanos volvían del colegio y hacían sus deberes yo me sentaba con ellos y así aprendí”. Su curiosidad y ganas de aprender la empujaron a insis-tir que quería asistir a clase. Fue gracias a que una vecina la matriculó, por lo que consi-guió ir al colegio.Rita pertenecía a una familia humilde; dónde normalmente el acceso a la cultura y a la educación estaba restringido para las mujeres. Sus padres desde su afecto entendían, era la mentalidad de la época, que la mejor forma de educar a su hija era en casa junto a su madre, aprendiendo labo-res como la costura y el bor-dado. Pero gracias a su afán de superación consiguió hacer entender a su familia su deseo por aprender y formarse. A juzgar por lo que nos cuenta, fue una auténtica lucha, pero fruto de su tenacidad inagota-ble lo consiguió, y a partir de ahí, su carrera como estudían-te fue imparable, hasta llegar a la Universidad y estudíar en Cádiz la Licenciatura de Fi-losofía y Letras. “A mi lo que realmente me gustaba era His-toria”,… pero en casa no había

que Tita, como la llaman cariñosamente, pu-diera estudíar fuera.El tener las ideas claras acerca de lo que quie-re dedicarse, hizo que buscara un camino al-ternativo, para llegar a tomar contacto con la Arqueología su verdadera pasión. La oportu-nidad se presentó en segundo de carrera… “cuando el catedrático del departamento de medieval buscaba voluntarios para realizar ex-cavaciones; sin dudarlo me presenté”. Alicenciatura, compatibilizará los estudios con su incorporación como voluntaria a distintas excavaciones en la provincia de Cádiz. La etapa como estudíante universitaria la re-cuerda como uno de los periodos mejores y más felices de su vida. “No tengo ningún mal recuerdo de la facultad, todo lo contra-rio, lo disfruté muchísimo. En lo personal, me sentí muy querida por mis compañeros, con muchos de los cuales sigo teniendo una profunda amistad, y por los profesores. En lo profesional, la Universidad, me dotó de unas herramientas y unos instrumentos que des-pués me han sido muy útiles para el desarro-llo de mi vida profesional”. Para poder sufragarse los gastos que le genera el asistir como voluntaria a las excavaciones, Rita, continuaba dando clases particulares, cosa que hacía desde que era una adolescen-te, y además, en periodos intermitentes, ejer-cía como monitora de actividades culturales en el Ayuntamiento de Chiclana. Confi esa acceder a un puesto de trabajo, como ella mis-ma nos dice, “siempre he sido muy emprende-dora, por mi carácter activo nunca he podido esperar a que vengan a ofrecerme un puesto de trabajo, sino que he sido yo la que ha dado los pasos necesarios para conseguirlo”.En este sentido, una gran oportunidad se pre-sentó cuando le ofrecieron la posibilidad de dirigir unas excavaciones en la zona llamada la Loma del Puerco en La Barrosa, cercana a Chiclana. “Aquello fue un auténtico regalo, no un golpe de suerte, como regalo, era el recono-

cimiento a tantos años de tra-bajo en distintas excavaciones de forma totalmente voluntaria y altruista, a pesar de mi juven-tud, era de las pocas mujeres que reunía tanta experiencia en ese sector”. Recuerda, que ocupando aquel puesto de trabajo, también vi-vio sus peores experiencias como mujer trabajadora, que ella nos describe: “Éramostres arqueólogas y teníamos a nuestro cargo una planti-lla de 200 trabajadores. Yo, a díario me sentía como Juana de Arco, porque tenía que de-mostrar por triplicado mi profe-sionalidad, desarrollando una capacidad de trabajo brutal, para hacerme merecedora del respeto profesional que a los demás se les presuponía. Si los demás entraban a las ocho de la mañana, nosotras tres entrábamos a las siete, para que nos encontraran tra-bajando cuando los trabajado-res se incorporaban, y cuando ellos se marchaban nosotras continuábamos allí”. Nos aquella época, casada y madre de sus dos primeras hijas…, “estando las dos enfermas, las tuve que dejar con mi ma-dre y marcharme a trabajar”.Todavía se emociona cuando recuerda aquella situación… “jamás me he sentido tan cul-pable, de pensar que abando-naba a mis hijas, cuando ellas tenían padre y madre, pero a todas luces y ante el mundo esa responsabilidad era exclu-sivamente mía”.

En la actualidad, Rita, madre de dos hijas y un hijo, sabe que sus hijas se sienten orgullosas de ella, y le reconocen el es-fuerzo que ha tenido que rea-lizar hasta llegar a conseguir y hacer que su profesión y su pasión sean la misma cosa. Esa simbiosis entre profesión y pasión se inició en el año 1998, cuando puso en marcha la empresa Era Arqueología Experimental, a través la cual unir su experiencia y sus co-nocimientos como arqueólo-ga. El resultado, una empresa dedicada a la impartición de talleres didácticos de historia. Cuando expuso su idea a su entorno personal y de amis-tades, incluso, a personas ex-pertas en el tema como direc-tores de museos les pareció una verdadera locura, según

“Siendo honesta he de con-fesar que nunca imaginé que esta empresa llegara adqui-rir las dimensiones que tiene diez años después”…, que en ningún caso atribuye en exclusiva a su esfuerzo per-sonal… “esto es el resultado de un equipo de trabajo com-pacto formado por 90 perso-

gocio, y convencidas de que la cultura, además, de un bien común, puede ser rentable como proyecto empresarial”.Del equipo humano que tra-baja en la empresa 80 son mujeres, motivo principal por el que la empresa tiene arti-culada una serie de actua-ciones a través de las cuales

facilitar la conciliación en-tre la vida familiar y laboral, como son, medías jornadas y horarios de entrada y sali-

trabajadoras que tienen hijas o hijos pequeños.“He sufrido en mis propias carnes el serio obstáculo que para nosotras las mujeres supone, el hecho de que coincida el periodo de máximo desarrollo profesional con la etapa biológica que conlleva el nacimiento y crianza de nuestros hijos, lo que resulta tan complicado y duro que obliga a muchas mujeres a dejar de lado el desarrollo de sus carreras profesionales. No quiero que esto ocurra en mi empresa, me parecería un síntoma de fracaso en la gestión que hago de mi empresa”.Actualmente, Era Arqueología Experimental acaba de

Universidad de Cádiz con el objeto de llevar a cabo cursos de postgraduados y un Máster especializado en la temática arqueológica y del patrimonio. “Cada día estamos inventando y proyectando ideas nuevas, que lejos de agotarnos, nos hacen disfrutar e implicarnos más si cabe, pero la verdad es que, cuando disfrutas con lo que haces, parece que el esfuerzo es menor”.

Dolores Bermúdez-Coronel García de Vinuesa

ARISER

SERVICIOS DE ASESORAMIENTO A EMPRESAS

DEL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN

Abordamos en la reunión que mantenemos con esta mujer, nuestra última entrevista para la realización de este libro. Ha sido un trabajo excitante; mientras escucha-mos a Lola, así quiere que la llamemos y

que hablemos de ella en este relato, rememoramos al-gunos de los pasajes vividos a través de sus palabras con mujeres de su generación que nos han abierto el fondo de su alma de una manera limpia y desinteresa-da. El momento en el que nacemos marca, y la vida de las mujeres que hoy están en su plena madurez, que han vivido de manera consciente y comprometida los últimos años del franquismo, es maravilloso escuchar-la y aprender con ellas y de ellas. La historia de vida de Lola es, la historia de una rebeldía.

se ha protegido de los roles que otros y otras le asig-naban y ha reclamado su espacio, su vida interior. Hoy que se reconoce una abuela apasionada porque “ya lo comprobarás… los nietos son otra cosa” y una madre orgullosa, sigue reclamándose, sigue rebelada.Nace en Marchena, un municipio de la provincia de Se-villa, en una familia muy numerosa de doce hermanos. Lola transpira a través de ella el mundo de la empresa. Su padre es empresario, vocal nacional del Sindica-to vertical agrario, y gran referente en la vida de esta mujer, aún cuando moriría joven. Se dedican a la ex-

rodeados de cultivos de regadío y secano, rodeados de olivos y eso les hace sentir y tener una unión espe-

por esta tierra. aunque esté cerca del lugar donde vivo es volver… hasta su nombre hoy me parece embaucador”.Su infancia es feliz. Casi privilegiada diría, ya que por

hermano de su madre, su padrino y “recibo doble ca-riño, doble apoyo”. En los primeros años de la ado-lescencia, la disciplina de una familia numerosa de la época, los valores que se transpiran en el colegio de monjas al que asiste, las exigencias del mundo que la rodea, hacen que empiece a despertarse en ella su carácter insumiso y… “claro, recibo correctivos”, siem-pre en forma de matriculación en internados, primero en Málaga, luego en Madrid, y en cada una de estas etapas, ella es más feliz, se va forjando a sí misma, le llegan los primeros “aires de libertad”, las primeras

cesidad de un lugar y un espacio igual a pesar de su “condición de mujer”.El tiempo vivido en Madrid le marcará quizás para siempre. En el viaje de ida y vuelta que emprende para

estudiar, se va una niña y vuelve una mujer que ha vi-vido en los círculos más progresistas de la capital, que ha disfrutado con el ejercicio de una libertad individual, que se ha creado una nueva identidad y unos nuevos valores que, junto a los aprendidos en su familia de origen, ya le acompañarán para siempre.“Cuando vuelvo a Sevilla, necesito hacerme de una nueva vida, de un nuevo ambiente… también es ver-dad que no fue difícil, porque esta ciudad aunque más lentamente ya había cambiado”. Ya casada inicia su actividad profesional y empresa-rial, primero como autónoma prestando servicios de consultoría a estudios de arquitectura, especializán-

de viabilidad para promotoras inmobiliarias. En el año 1986, crea de la mano de dos socios -uno de ellos su marido- ARISER, de la que hoy Lola y tras diversas ampliaciones de capital y adquisición de car-tera de acciones es Administradora única y cuyo objeto social es la prestación de servicios auxiliares y de ase-soramiento a empresas promotoras y de arquitectura. Son años duros y difíciles, reconoce. Nacen sus hijos -un niño y una niña, por este orden- y debe formarse para poder ofrecer los servicios, cada vez más espe-cializados que la incipiente y ya voluminosa cartera de clientes de ARISER, demanda. “A los tres días de nacer mi hijo, tuve que coger el capazo e irme al des-pacho”, recuerda. Aún así, montará con una amiga otra empresa, cuya actividad nada tiene que ver con las anteriores: ESGA-DI, dedicada a la importación de edredones nórdicos para la comercialización al mayor a través de una red de pequeños comercios especializados en la ciudad de Sevilla. Disfruta y aprende mucho de esta aventura, reconoce, aún cuando pasados unos años y ante el crecimiento económico de ARISER, debe abandonar para dedicarse en exclusividad a la empresa que le da una mayor rentabilidad, “la actividad en Esgadi, era el riesgo, la ilusión de lo nuevo… si me apuras era hasta transgresor, pero eso en una circunstancia de creci-miento empresarial, te lleva necesariamente a tomar la decisión más lógica y oportuna. La vida empresarial a veces está reñida con los sueños y las satisfaccio-nes, aunque te hace alcanzar también sueños, mu-chos sueños y satisfacciones”.Con la ampliación del objeto social de la empresa a la comercialización de promociones inmobiliarias, re-

conoce entrar en un “negocioapasionante que durante una época hace que mi vida sea una auténtica vorágine y que

Esto es lo mejor y lo peor del mundo de la empresa, a veces tú decides, en otras ocasiones es el mercado el que decide por ti”.“De todas formas yo creo que no hubiera podido ser otra cosa que empresaria. Impri-me carácter, te hace estar en contínua evolución. Sí, claro que lo recomiendo, soy una convencida de que las muje-res tenemos que decir mucho en el mundo de la empresa. Las que ya estamos, incor-porándonos a los espacios de decisión y las que vienen, siguiendo aportando la trans-formación necesaria”.En la actualidad está inmersa en la próxima explotación de un Hotel que se construye en Huel-va. “Este proyecto le ha dado a mi vida diaria y a la empresarial un giro de ciento ochenta gra-dos. Mis amigas me dicen que para cuando esa vida tranquila que digo que ansío”, pero se-gún reconoce “esto se te mete en las venas. Estoy padeciendo es verdad, pero también disfru-tando de forma extraordinaria. Un proyecto nuevo de este ca-libre en un sector nuevo para mí, el turístico lleno de nuevas claves…”.Tres cando y trabajando la próxima apertura del hotel en la provin-cia de Huelva. Aprendiendo, acudiendo a ferias del sector, descifrando los nuevos circui-tos de comercialización; po-niendo todo a punto para que el día que el hotel abra sus puertas al público todo funcio-ne… “Además, nos comenta,

me va a permitir alcanzar más allá de objetivos empresaria-les y de explotación, un sueño personal “vivir cerca del mar”.Nuestra pasión es el mar, mi marido y yo tenemos un bar-quito y cuando salimos a na-vegar, encontramos la paz como en ningún otro lugar”.“Tengo la oportunidad y la po-sibilidad de decir que ya he alcanzado, mucho más de lo originariamente diseñado en cuanto a objetivos y retos”. Además de a su actividad em-presarial, desde hace más de una década participa de for-ma activa en la Asociación de Empresarias de Sevilla, pri-mero como vocal de su Jun-ta Directiva, posteriormente desde el año 2000 y hasta el año 2006 como Vicepresiden-ta de la organización sevillana de mujeres empresarias. En la actualidad es Vicepresidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias. Reconoce que de las obligacio-nes y responsabilidades que se derivan de esta colaboración, “que es un compromiso”, me señala, se establece para ella una segunda agenda de tra-bajo; pero es algo a lo que no quiere dar la espalda porque “a veces pienso que las mujeres que tenemos el privilegio de tra-bajar en estas organizaciones contribuimos a los procesos de cambio… pero sobre todo escri-bimos nuestra historia con ma-yúscula”. Pero, a nosotras nos parece un acto generoso le se-ñalamos y nos responde que sí, que puede parecerlo, pero que, en todo caso, la generosidad es mutua ya que considera que un ideal, una lucha le da mucho sentido a cualquier existencia, al menos a su existencia.

Mª Carmen Bornay Pérez BORNAY DESSERTS

FABRICACIÓN DE HELADOS Y CONFITERÍA CONGELADA

Hay quienes dicen que es la brisa proveniente del At-lántico la que hace de la lo-calidad gaditana de Sanlú-car de Barrameda un lugar

especial y emblemático de la provincia de Cádiz.Probablemente, fueran esos mismos vien-tos marinos los que atrajeron, hace nada más y nada menos que 105 años, al pri-

localidad.Acostumbre de la época durante los veranos, los artesanos del helado abandonaban la zona de Levante en la que residían el resto del año, para vender sus productos en las playas de toda la península.Carlos Bornay, el bisabuelo de la empresa-ria Mª Carmen Bornay, hacía lo propio, pero en su caso el lugar elegido fue Sanlúcar. Tal fue el éxito de los productos que voceaba en las playas sanluqueñas, que en el año 1892 dejó su tierra natal de Ibi, para echar raíces en la lejana costa gaditana.Los difíciles comienzos del precursor de la saga de empresarios y empresarias Bornay han quedado grabados como una especie de guía y enseña en sus sucesores. Hoy más de cien años después, su biznieta, Mª Carmen Bornay, ha tomado el testigo, siendo la máxima responsable del negocio familiar. Mª Carmen nació en Sanlúcar, aunque la mayor parte de su infancia trascurrió en Chipiona, otro municipio de la provincia de Cadíz…, “porquemis padres abrieron allí una heladería… Recuer-do, sobre todo, mis días en la playa, hasta que se hacía de noche… y el ambiente de la noche… lleno de turistas y de mucha gente que venía a la

año para otro”.Es la segunda de cuatro hermanas y un hermano. Curiosamente, en la actualidad son las mujeres de la familia, las cuatro hermanas, las que dirigen la empresa, Bornay Desserts, comercialmente cono-cida como La Ibense Bornay, dedicada a la fabrica-ción de helados, bollería y pastelería congelada. Para esta empresaria hablar del entorno familiar y empresarial es hablar de lo mismo en lo que respec-ta a los valores aprendidos en la niñez. De hecho, nos llama la atención que cuando habla de sus an-tecesores, nos relata algunos episodios como si ella

los hubiera vivido, como si hu-biera estado presente cuando tuvieron lugar… “Sí, ella, -se

elabora-ba el helado en casa, y él, -se

salíamuy temprano con la cántara a cuestas, a vender todo el día”.Por cierto, en las instalaciones de la Ibense Bornay se conser-va, como si de una reliquia se tratara, la famosa cántara. Da la impresión que los va-lores familiares, al igual que ocurre con la empresa que gerencia esta mujer, también se han transmitidos de una generación a otra…“creo pro-fundamente en los valores que recibí de mis padres y estos a su vez, de los suyos… el valor del trabajo, el aprender a orga-nizar tu tiempo, considerar que la ociosidad es casi equivalen-te a la vaguedad… los mismos valores que yo intentaré incul-car a mis hijos”.Precisamente, para apoyar esta idea nos comenta como sien-do muy pequeña…, “mi madre me hacía subir en una caja de cerveza, y así llegar al frega-dero para que pudiera lavar los platos, las tazas y cubier-tos de la heladería”. Cuando le preguntamos por las personas claves en su vida, son varias las que le vienen a la cabeza, no quiere olvidar a ninguna, pero junto a sus her-manas y a su marido, un lugar estelar ocupan su madre y su padre. “Mi padre, nos ha incul-cado la creatividad y mi madre la perseverancia, el gusto por el trabajo bien hecho”.Su madre, la persona que más

nombra durante toda la conversación que man-tenemos con ella, probablemente la que más admira…, “una sanluqueña por los cuatro cos-tados, que dejó su trabajo como maestra en el Coto Doñana para volcarse en el negocio fami-liar y en la crianza de sus cinco hijos. De eso hace ya 38 años”.Mª Carmen estudía la carrera de Económicas

que no era lo que a ella más le gustaba… “porentonces, de alguna manera dirigida por mis padres, decidí cursar esos estudios, porque venía muy bien para el negocio familiar”.En la capital española permanecerá cuatro años, en el último de los cuales, compaginó estudios y trabajo en una agencia de publici-dad. Nos asegura que fue una grata experien-cia, pero desde Sanlúcar reclamaban con in-sistencia su incorporación a la empresa, y tuvo que regresar. En aquel momento, no le concedió excesiva im-portancia el tener que dejar los estudios, prefe-ría trabajar y centrarse de lleno en su desarrollo profesional, siempre dentro del negocio de la familia; por otra parte, aunque era una buena estudíante, fue la perseverancia de su madre la que sobre todo pesó más a la hora de cursar unos estudios superiores…, “ahora que lo pien-so, frente a mi padre que no le daba demasiada importancia al hecho de formarse, mi madre, con esa visión de futuro que tenía, es la que me decía, tú tienes que estudíar, tienes que for-marte y estar lo más preparada posible”. Los tiempos cambian y con ellos la forma de gestionar las empresas, una forma de di-rección que más que basarse en la intuición, se cimiente en la preparación, y en el desarro-llo de habilidades y capacidades. Pero a lo largo de estos años, Mª Carmen no sólo se ha desarrollado en lo profesional, tam-bién se ha ido haciendo como persona, a lo que, en su opinión, ha contribuido y mucho, la familia que ella ha ido formando, su marido, su hija y su hijo, son las piezas claves que le pro-porcionan no sólo la estabilidad emocional que cualquier persona necesita para ir por la vida, también, la fortaleza para afrontar los retos con ilusión, con mucha ilusión… “mis hijos me ayu-dan a ser más positiva, optimista, me recargan las pilas todos los días, incluso los días que llego cansada al trabajo porque alguno de los dos me ha dado una mala noche”.

En su opinión, su mayor éxito como empresaria es saberse rodear de per-sonas muy formadas y con un gran ba-gaje profesional en distintas áreas de la empresa. Tiene claro que la persona que gerencia no tiene porque saber de todo lo relacionado con la empresa, mucho menos ser experta… “lo impor-tante es tener un buen equipo de tra-bajo especializado, en quien delegar

aprender de los demás, de quien sabe más que tú, eso si que es de obligado cumplimiento para cualquier empresa-ria o empresario”.En la actualidad, La Ibense Bornay, cuenta con una plantilla de 120 per-sonas, de las que el 55 por ciento son mujeres, que ocupan puestos de tra-bajo en todos los departamentos de la empresa.“Soy consciente de los problemas de desigualdad que tienen las mujeres, yo misma los he vivido, desde muy jo-ven, por ejemplo, cuando notaba que mi padre hubiera preferido que en vez de una chica, hubiese sido un chico, él de alguna manera, consideraba que mis habilidades y capacidades para la gestión eran las propias de un hombre no las de una mujer”.Incluso, nos relata cómo, en un viaje de negocios a México, al visitar a un empresario interesado por sus pro-ductos, aquél al saber que se reuniría con una mujer, no quiso dirigirse a ella personalmente sino a través de su se-cretaria, que fue la encargada de tras-ladar sus palabras a Mª Carmen. “Melevanté y me fui de la reunión, no es-taba dispuesta a hacer negocio con un hombre que tenía esa escasa conside-ración hacia las mujeres, no merecía la pena por muy millonario que fuera el contrato”. Desde hace algún tiempo es miembro de la Asociación de mujeres empresa-rias y profesionales de Cádiz. Precisa-mente, porque, en su opinión, aunque

para desarrollar su labor empresarial, hay otras muchas mujeres que sí, mu-

jeres a las que se les está impidiendo ejercer los mismos derechos, con las mismas oportunidades, para acceder al mundo de la empresa, o lo que es lo mismo, ejercer su derecho a elegir el trabajo que quieren realizar. Además de los centros de Sanlúcar, sede la empresa, y de Madrid, La Iben-se ha emprendido, recientemente, su aventura americana montando hace un año y medio, una fábrica en Chica-go, desde donde distribuyen sus pro-ductos a varios estados y llegan hasta Nueva York. “Estamos muy contentos con nuestra inversión en Estados Uni-dos…. En la actualidad, el 50 por cien-to de lo que vendemos allí se elabora en nuestra fábrica de Chicago”. A este gran mercado se empiezan a unir otros, como el de Malta, e inclu-so más lejanos y exóticos como el de Nueva Caledonia. “Vender fuera te hace ser más competitivo. Si te que-das en el mercado local no te enteras de las innovaciones y de lo que se cuece en tu sector, por eso hay que salir y ver que están haciendo los de-más, no sólo para hacerte más fuerte, sino también para paliar en lo posible tus propias debilidades”. El crecimiento y expansión ha provo-cado la necesidad de ampliar la infra-estructura de la Ibense Bornay, tenien-

próximo año a la nueva fábrica que están construyendo en el municipio gaditano de Jerez de la Frontera. “Es-tamos todos muy ilusionados con este proyecto, porque representa el pistole-tazo de salida para la consolidación de la cuarta generación al frente de este negocio. Hemos luchado durante mu-chos años para que la gente además

coto y la brisa, la relacione con los he-lados de La Ibense. Un empeño que ha sobrevivido a lo largo de un siglo”.

Ana Borrero MartínBUILDING

INTERMEDÍACIÓN INMOBILIARIA

“Alas mujeres empresarias siempre se nos ha dicho que utilizar el instinto en el mundo de la empresa es un rotundo error, que conduce necesariamente

conveniente y provechoso dejarse guiar por el instinto.Saber asumir riesgos y desarrollar un sexto sentido es, en mi opinión, una

buena combinación para triunfar y tener éxito en la actividad empresarial”. Sus primeros años trascurren en el municipio onubense de Bonares, aunque muy pronto la fa-milia, por motivos de trabajo, se trasladará a vivir a Huelva, ciudad en la que desde entonces reside.Recuerda su infancia con nostalgia y alegría. Alegría que su madre supo transmitir a todos sus hijas e hijos…“una mujer con una mentalidad muy abierta para aquella época, que supo incul-carnos los mismos principios a sus cuatro hijos…, las mismas responsabilidades y las mismas opciones”. Alegría porque cuando ella contaba 18 años de edad nació su hermano Andrés…, “aquelinesperado acontecimiento nos llenó de dicha, era como un juguete para todos, un juguete revoltoso que no paraba en todo el día”. Nostalgia y tristeza al producirse el fallecimiento de su madre… “la gran

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Durante los siguientes años, deberá alternar su trabajo con el cuidado de su familia, dos hijos, un hermano, un marido y un padre. A pesar del tiempo transcurrido sigue con la im-presión de no haber hecho lo

En el aspecto de la formación igualmente tendrán las mismas posibilidades de estudíar lo que quisieran o eligieran; sólo habrá dos limitaciones al respecto, la primera, estudíar en Huelva, y la segunda, una vez tomada la decisión de los estudios a cur-sar, no perder el tiempo y dedi-carse plenamente a ellos. “He querido cumplir ese mismo ob-jetivo con mis hijos, dándoles la posibilidad de acceder a la for-mación que ellos quieran, pero sacándole el mayor provecho y rindiendo al máximo”.Cursó sus primeros estudios en un colegio religioso, don-de posteriormente, impartirá clases de taquigrafía y meca-nografía. “La casualidad, hizo que un empresario de la ciu-dad se dirigiera a ese centro buscando una administrativa, y al ver que yo era la que im-partía las clases me ofreció el puesto de trabajo que, por supuesto, acepté”. Se inicia su trayectoria laboral…, “casisin pensar, ni estar preparada, pues, apenas tenía 17 años”. Esa primera experiencia le ser-virá de aprendizaje para pos-teriormente entrar a trabajar en la Agencia Inmobiliaria, que por entonces estaba conside-rada como una de las más im-portantes de la ciudad. A lo largo de su experiencia

como trabajadora por cuenta ajena, no per-cibe diferencias de trato por el hecho de ser mujer; sin embargo, tras pedirnos un momento

momento no tenía conciencia de determinadas situaciones, que ilustra con una anécdota que reproducimos: “En la entrevista no me pregun-taron por mi estado civil, por lo que dieron por hecho que era soltera; sin embargo, por aque-lla época, ya estaba casada y había nacido mi hija, que tuvo que estar ingresada durante una semana. A lo largo de ese tiempo, las no-ches las pasaba en el Hospital y durante las mañanas me sustituía mi madre para que yo pudiera acudir a mi trabajo. El director de la empresa se dió cuenta de que algo me pasa-ba y me preguntó que me ocurría. Al contarle mi situación, me dijo que fuera a atender a mi hija, pero que de haber sabido con antelación mis circunstancias personales, no me hubiera contratado”.En dicha agencia permaneció durante cuatro años, en los que demostró su valía profesio-nal, sin tener en cuenta horarios e incluso tra-bajando días festivos si era necesario. En su opinión, al ser valorada profesionalmente, ella se sentía realizada, por lo que no le importa-ba las horas que tuviera que trabajar, ni las labores a desempeñar. “Mi mini, se convirtió en un todoterreno, disponible a cualquier hora del día”. Surgen ciertos celos profesionales, que junto a su experiencia laboral en el sector inmobiliario y su vocación empresarial fueron los motivos que la impulsaron a ser empresaria…, “era la necesidad de ser mi propia jefa, de no depen-der de nadie, hacer aquello que sabía hacer,

personal y profesionalmente. Los siguientes dos años los pasará formándo-se para hacer una buena gestión de su inmobi-liaria Building, dedicada a la intermedíación in-mobiliaria, compraventa de inmuebles, gestión de préstamos inmobiliarios y asesoramiento

ros, peritaciones y tasaciones.

Ana se considera una persona muy segura de sí misma, con la habilidad

ignora, y a partir de ahí buscar los re-cursos necesarios para aprender. “Estaes una de las actitudes que más valoro de mi carácter, y de las personas que trabajan conmigo. En mi opinión, la so-berbia sólo conduce a la ignorancia, a lo largo de mi vida he tenido la gran suerte de encontrarme con personas muy inteligentes y todas tenían algo en común, la capacidad de preguntar lo que no sabían”.Aunque Building cuenta hoy con una plantilla de cuatro personas, a las que ella considera la mayor fortaleza de su negocio, en sus inicios, como les suce-de a muchas empresas, el negocio no daba para más,… “y aunque así fuera, o tú conoces muy bien adónde quieres ir, lo que tienes que ofrecer y cómo de-bes hacerlo, o no hay empresa. Así de duro y así de sencillo”. En el terreno personal, hacia años que había tenido lugar el acontecimiento

ha pasado en la vida, el nacimiento de su hija y de su hijo. “La empresa ne-cesitaba de mi entusiasmo, presencia y dedicación, pero mis hijos también”.A pesar del tiempo trascurrido, se sigue sintiendo culpable de no haber podido estar más tiempo con ellos…,”recuerdo,cuando eran pequeños, que no me im-portaba acostarlos tarde y de esa for-ma, compensar, de alguna manera, las horas que no les había dedicado”.Dice tener muy claro cuales son sus virtudes y sus defectos. Reconoce ser vehemente, impulsiva, y quizás exce-sivamente arriesgada. Por el contrario, se valora como persona intuitiva, entu-siasta y muy inquieta. “Procuro poner estas, que considero cualidades, al servicio de mi empresa”.

Precisamente, su carácter inquieto la lleva a querer pertenecer y participar en organizaciones empresariales sec-toriales, además de ser miembro de la Asociación de mujeres empresarias de Huelva. “Pertenezco a una organi-zación empresarial de mujeres porque

fuerza, porque teniendo en cuenta que las mujeres ingresamos al mundo de la empresa con muchos años de retra-so, nos necesitamos, para facilitarnos nuestro quehacer empresarial, para aprender las unas de las otras y para crear modelos que puedan ser útiles a las mujeres que empiezan en la tarea del emprendizaje”.Cuando le preguntamos a qué debe el éxito de su gestión como empresaria, no lo duda ni un instante: “al entusias-mo que le pongo a todo lo que hago”.Un entusiasmo que sabe transmitir, vender muy bien, como dice ella, y que su clientela valora. Para ella, uno de los principales as-pectos que aprecia el mercado de las empresas inmobiliarias, es la transparencia en los servicios que se prestan. “En eso soy tremendamente exigente con mi equipo de trabajo, no importa el tiempo que haya que dedi-car a cada cliente para aclarar todos los aspectos de una compra o venta, lo fundamental es que la persona que compre o venda, lo haga con total ga-rantía y seguridad”. En cuanto a sus perspectivas de fu-

mantenerse es el principal reto que se plantea a medio plazo y de otro lado, tiene en proyecto la puesta en marcha de una nueva empresa ajena al sector inmobiliario. “En tiempos de crisis, di-

quedar parada esperando que las cir-cunstancias cambien”.

Purificación Campos Alcalá NIETA DE PURA P. VALLE

CONFITERÍA Y REPOSTERÍA

Escribir sobre la historia de esta mujer, sobre su experiencia como empresaria, so-

bre la crónica de su vida, no resulta fácil.Y no lo es, porque para la per-sona que la entrevista, es difí-cil no caer en la tentación de sucumbir a la emotividad, a la sensibilidad, que no sensible-ría, con la que cuenta los episo-dios de una vida rica, llena de momentos buenos y otros me-nos agradables de recordar.Cuando habla lo hace con y desde el corazón y, a pesar de los años cumplidos, deja entrever aquella niña nacida en la ciudad malagueña de Antequera, en el seno de una familia que hizo del negocio de

casa, su medio de vida, el hilo conductor de una historia que se remonta al año 1919 cuan-do la abuela, Doña Pura, puso en marcha la pastelería que aún hoy conserva su nombre. Su infancia fue feliz, como ella nos dice, maravillosa, pero, pensándolo bien, ¿quién no iba a serlo? ¿Acaso en nuestra ni-ñez no hemos soñado alguna

rodeadas y rodeados, de bollos, pasteles de crema, de chocola-te, mantecados, roscos…?Cuando planteamos a Puri-

ser empresaria. La respues-ta parece obvia: por tradición familiar, por continuar con el negocio emprendido; pero ella va más allá: “porque es la mejor herencia que me de-jaron mis padres, por recom-pensar todo lo que me ense-ñó mi abuela, por mi propia felicidad. Yo no sería quien

Y así, desde pequeña, siguió los pasos de su madre, de su padre, pero especialmente de su abuela, “una mujer en-trañable y fuerte, dulce pero

enérgica, que de una mirada ponía a cada persona en su sitio, pero a la vez con un co-razón inmenso”.Hasta donde alcanza su me-moria siempre ayudaba en la

terminadas épocas del año, como las navidades, la Sema-na Santa o la feria de su ciu-dad, fechas en las que el tra-bajo se multiplicaba por tres y todas las manos eran pocas para colaborar.Pero realmente empieza a

con 17 años recién cumplidos y habiendo terminado el Ba-chiller Elemental, comienza a trabajar en el negocio fami-liar. Recuerda: “Coincidió con la campaña de los manteca-dos y lo primero que me pu-sieron a hacer fue una tarea que nadie quería realizar”. Se quejó, era la nieta y la hija de quienes dirigían la empresa. No sabe cómo, pero le viene a la cabeza una frase que le dijo su abuela: “Si alguna vez tienes mandar, tienes que sa-ber como se hace”. Lo que en aquel momento no fue más

que una recomendación, con los años se convertiría en una auténtica premonición.Trabajando contrará a la persona que le estaba destinada para com-partir su vida. “Cada uno so-mos el cincuenta por ciento del otro”, juntos han construido una unión de vida y amor, en la que la compenetración y la complementariedad tienen el papel protagonista, facilitándo-les el poder compartir trabajo y familia.Seción ejerce de dependienta, su

trabajaba en el horno de la

El negocio fue prosperando al ritmo de la ciudad que la aco-gía, y lo mismo le sucedió a la familia creada por esta mujer; así fueron naciendo sus tres hijas.Siente emoción y orgullo cuan-do habla de ellas: mujeres tenaces y muy trabajadoras. A ellas ha sabido transmitir el valor de la igualdad, como a ella se lo inculcó su propia abuela. “Las mujeres tenemos que trabajar fuera de casa, porque eso nos da indepen-dencia, nos hace ser más li-bre, hacer lo que quieras y te propongas”.Purifi cación es una mujer de emociones, emociones que la asaltan en varios momentos de la entrevista. Ella las intenta contener. Lo consigue, a duras penas, pero lo consigue. Uno de estos momentos, tiene lugar cuando recuerda cómo aquella pastelería artesana se

fue transformando. Por sus dimensiones no era excesivamente grande, pero la gran calidad de sus productos, la fue convirtiendo en uno de los establecimientos emblemáticos y de prestigio de la ciudad. En el negocio, tras 88 años de historia, se siguen ofreciendo los mismos productos que cuando se inauguró, “por él han pasado tres generaciones de clientes, que han saboreado y olido los mis-mos pasteles, mantecados y polvorones que se elaboraban en el año 1919. Cuando me pregun-tan cuál es el secreto, pienso que el ingrediente principal es el cariño que le ponemos a lo que fabricamos, y eso no lo pueden superar ni las mejores materias primas” .Hace trece años que esta mujer se hizo cargo del negocio familiar, tras el fallecimiento de su padre. Lo recuerda, en lo personal, como el momento más duro por el que ha tenido que pasar, no sólo por la muerte de su padre, también porque al tomar la decisión de continuar con la activi-dad, algunas personas de su entorno no la apo-yan. “Para mí fue una gran decepción, sobre todo cuando algunas de ellas no cesaban en repetirme que no iba a durar más de cuatro me-ses con la empresa”.También en lo profesional, porque cuando se hizo cargo del negocio la situación económica en la que éste se encontraba era complicada.“Tuve que demostrar que yo era una persona responsable, capaz de asumir y hacer frente a mis propias obligaciones”.Pero drenta ante nada, o mejor dicho, que sintiendo

las adversidades para que nadie se dé cuen-ta, como ella misma dice, “tengo que demostrar que soy fuerte, porque lo primero es lo primero,

pero sí, he pasado rachas malas, muy malas”.De todas formas no es una persona que recha-ce la ayuda y la colaboración, muy al contrario, es conocedora de sus propias carencias para, a partir de ahí, buscar todos los recursos posi-

Su afán de aprender, de las personas, de las ideas, fueron las razones por las que se in-corpora al movimiento asocia-tiv de mujeres empresarias de Málaga.“Porque para mí es muy impor-tante el trato y la convivencia con otras mujeres que pasan por las mismas vicisitudes, por las mismas realidades que yo. Es como encontrarme con personas que hablan mi mis-mo lenguaje, eso me da segu-ridad y me hace sentir que, a pesar de todo, no estoy sola”.El éxito empresarial es fruto de un trabajo colectivo. En el caso de esta mujer, es el fruto de su trabajo y el de su ma-rido. “A mí no me gustan las mentiras, y no sería cierto de-cir que mi empresa está don-de está sólo gracias a mí. Yo soy la parte visible del nego-cio, pero en la trastienda, me-jor dicho en el horno, está el

ambos forman un tándem indisoluble con un mismo objetivo: procu-rar siempre la máxima calidad en el producto y en el servicio al público.

Para ello es necesario una constante adaptación a las necesidades del mercado, en continua evolución y conse-

y la coordinación del equipo, implicando a todos los recur-sos humanos que directa o indirectamente participan e in-tervienen en el proyecto.De este equipo también for-man parte las siete personas que actualmente trabajan en Pura P. Valle. “Puedo decir, sin la más mínima duda, que formamos realmente un equi-po compacto; sin el esfuerzo y la dedicación de todos no hubiese sido posible la buena marcha de la empresa a lo lar-go de estos años”.También valora la colaboración que prestan sus hijas, que ya mayores y con una vida per-sonal y profesional hecha, no dejan pasar la más míni-ma oportunidad para ayudar en el negocio familiar. Tanto

han sabido sembrar en ellas, la constancia, la honradez y el apoyo y colaboración que se debe prestar en todo momento a la familia. “Soy de la opinión que los padres deben sem-brar sin esperar nada a cam-bio, sólo que otras personas recojan una buena cosecha.

Sin embargo, yo he tenido la suerte y el privilegio, de recibir lo que sembré en mis hijas.” Varios han sido los reconocimientos de los que ha sido objeto esta mujer en su trayectoria empresarial, premios que considera un acicate en su gestión, la hacen

adoptadas, “son un estímulo, un empujón importante que te ayuda a seguir”.Dequiere mencionar expresa-mente el recibido por parte de sus empleadas y empleados que, a través de una carta, quisieron agradecer su traba-jo como empresaria. “Este re-conocimiento me obliga a me-jorar cada día mi labor como empresaria, ellas y ellos me

yo no puedo decepcionarles”.Por último, sus proyectos: se-guir con la misma ilusión que hasta ahora, mantener el ne-gocio y mejorarlo. “No añoro los sueños no realizados, sino que disfruto con lo que soy y con lo que hago, y eso es la mejor fortuna con la que la vida me ha agraciado”.

Matilde Cano TorresCONFECCIONES MATY

DISEÑO Y CONFECCIÓN DE TRAJES DE NOCHE,CEREMONIA Y TRAJES DE NOVIA

La empresa Confec-ciones Maty S.A se encuentra ubicada en el Polígono In-dustrial Las Que-

madas, de Córdoba. Es allí donde nos citamos con Matil-de Cano, la mujer que hace treinta años puso en marcha esta empresa dedicada al di-seño y confección de textil para señora especializada en trajes de noche, ceremonia y trajes de novia. La entrevista trascurre en la sala de juntas que la empresa tiene en la planta superior de la nave que ocupa en el citado Polígono, a la que, en ocasio-nes, llega el ruido que provie-ne de la maquinaria del taller, situado en la planta baja. A pesar de estas interrupcio-nes acústicas, la entrevista se desarrolla con mucha cordía-lidad, gracias a la disposición y generosidad que nuestra entrevistada muestra en sus

Matilde siente sus raíces cor-dobesas, aunque nació en Jaén, pues siendo muy pe-queña, por motivos del tra-bajo de su padre, se traslada con su familia a Córdoba, “me da cierta pena no sentir por Jaén lo que siento por

Córdoba, pero me vine a vi-vir aquí cuando tenía dos o tres años, y aquí han tenido lugar los acontecimientos im-portantes que han marcado y han hecho mi vida: estudié, me casé, nacieron mis hijas, tengo mi trabajo…”Cuando habla de su familia, de aquella parte de nuestra familia que nos viene dada y nos adopta sin más, la palabra que le viene al pensamiento es: amor. Es lo que más ha recibido de su familia, de su madre , “una mujer muy segu-ra de sí misma, que aportaba mucha paz y tranquilidad al hogar; era mi refugio y el de mis hermanos, y lo sigue sien-do. Mi padre, un hombre muy cariñoso y sensible, que reco-nozco tenía predilección por mí, su hija mayor”.Matilde debió heredar algo de la seguridad en sí misma de su madre, pues desde que era casi una niña, tuvo claro que a ella lo que le gustaba era aprender a coser, quería ser profesora de corte y confección. Era buena estudíante, pero su pasión era la costura, “me ma-ravillaba ver cómo de un trozo de tela sin forma alguna, se po-día crear una prenda de vestir con un determinado estilo”.

Pronto empieza su etapa de

próximos cinco años serán, en este sentido, intensivos: las mañanas las pasaba apren-diendo a coser con una modis-ta y por las tardes, recibiendo clases de corte y confección.De aquella época recuerda con enorme gratitud a Joaqui-

modista y mejor profesora;

también de ella aprendió, se-gún nos comenta, a ser dis-ciplinada, severa y exigente consigo misma: “la cuestión no es coser, eso lo sabe hacer cualquiera que tenga cierta técnica, se trata de tener un estilo propio que los demás reconozcan, en eso consiste diseñar, y eso me lo inculcó ella exigiéndome rigurosidad y tenacidad en el trabajo”.Con su título de profesora de corte y confección bajo el bra-zo empieza a trabajar con die-ciocho años recién cumplidos. Primero, dando clases parti-culares en su casa, después, impartiendo cursos de costura en un internado, que compa-tibilizaba enseñando corte y confección a las socias de un club social de Córdoba.Fueron años de mucho esfuerzo

y trabajo, pero no le importaba, a cambio, la satisfacción y el privilegio de trabajar en lo que realmente le gustaba y para lo que se había preparado concienzudamente.Crecer, crecer y crecer, su máxima y principio que man-tendrá a lo largo de su vida. Esta actitud la hace ser incon-formista y luchadora por natu-raleza, “cuando me propongo algo, lucho incansablemente por conseguirlo”, fue el punto de partida de la empresa que hace ya tres décadas puso en marcha junto a su marido.Su marido, al que ella conside-ra la persona clave para el ini-cio de su trayectoria como em-presaria. “Por aquel entonces ya estaba casada, y mi marido me insistía en que si lo que verdaderamente me atraía era el diseño y la creación, que me pusiera manos a la obra, em-pezando por crear mi propio negocio”.Así fue como en el año 1977 nace Confecciones Maty. El éxito vino de la mano de los primeros diseños y colecciones que esta empresaria llevó a cabo. La fórmula era muy sen-cilla: “Trabajar, trabajar y traba-jar, dando lo máximo de mí mis-

el mejor producto”. Y funcionó, tal es así que, pasados algunos años, la facturación se había triplicado, y con ella, el número de personas que trabajaban en la empresa; la infraestructura

al igual que la maquinaria para poder hacer frente al incre-mento de la producción. “Todo se había complicado ¡bendita

complicación! es entonces cuando te das cuenta que tienes delante una pequeña empresa, que además de diseñar hay que dirigir y coordinar, cada día.” Para controlar su crecimiento, Matilde trans-forma la estructura de la empresa medíante la creación de una Sociedad Anónima en el año 1986. “El objetivo fue dotarnos de un traje que, siendo a medida, nos permitiera acometer con éxito los proyectos de expansión para los que técnicamente estábamos preparados”.En la actualidad, la sociedad distribuye a tra-vés de más de 700 empresas minoristas del sector, exportando a más de diez países, ade-más de contar con una cadena de siete tiendas propias en Andalucía.En su opinión, el tema de la exportación es fundamental para las empresas del sector tex-til “pues si otros entran en nuestro mercado interior, nosotros tendremos que salir fuera y exportar lo que producimos, que por otro lado, en términos generales, es excelente en diseño y calidad”. A pesar de los años que lleva en el mercado, y la situación de consolidación y expansión de la que goza la empresa que dirige, para esta mujer, es como si estuviera empezando, “so-bre todo continuo aprendiendo, eso sí, con la seguridad de que éste es el camino; y la certe-za de que podremos hacer muchas cosas en el mercado internacional de la mano de nuestra, cada vez mayor ,especialización en determina-das líneas de productos.”En su opinión es muy difícil el éxito fuera de Es-paña. La competencia es muy fuerte, “por ello resulta decisivo tener algo distinto que ofrecer y ser una misma la primera en creérselo”.Para conseguir estos objetivos, la empresa-

descanso y poner todos los recursos econó-micos y humanos que hagan falta al servicio

En este sentido, en lo que respecta al área de Recursos Humanos, Confecciones Maty, cuenta en estos momentos con una plantilla compuesta por 65 personas, de las que prác-ticamente el cien por cien son mujeres, que desempeñan funciones y tareas como directi-

vas, mandos intermedios, así como en el departamento de administración y en el área productiva, como mano de obra directa. A su personal, a su esfuerzo y dedicación, atribuye una par-te importante del éxito de su labor como gerenta de la em-presa. “Yo no podría haber he-cho nada si no contara con el equipo de personas que inte-gran este negocio. Cuando se reconoce mi labor al frente de esta empresa, siempre digo que yo no soy más que la por-tadora de una distinción que nos pertenece y es de todas, porque todas hemos contribui-do, desde nuestro puesto de trabajo, a situar a la empresa en el lugar que en estos mo-mentos ocupa”.Uno de los momentos de ma-yor alegría para Matilde, ha sido la incorporación progre-siva de sus hijas al negocio. Para ella, empezar hablar de que dirige un negocio familiar le produce una gran satisfac-ción. “Tanto para mi marido como para mí, ha sido como si nos hubiera tocado la lotería, porque además era algo que desde hace tiempo teníamos en la cabeza, y no queríamos manifestar, para que ellas en ningún momento se sintieran

.

Cuando le planteamos, como mujer, qué le ha supuesto desempeñar y asumir res-ponsabilidades empresaria-

muchas horas de vida fami-liar, que no obstante se están viendo compensadas con la incorporación de sus hijas a la empresa.“Pero por otro lado, sincera-mente, si no hubiese sido em-presaria lo hubiera tenido muy difícil en el mundo del trabajo. Han pasado muchas cosas entre mis inicios y el día de hoy”. Recuerda los nervios, las noches de insomnio para preparar una colección, asis-tir a una feria… “porque cada presentación es como un exa-men. Pero yo no sabría vivir de otra manera”.“La experiencia adquirida a lo largo de estos años como em-presaria me ha servido, inclu-so para aprender a disfrutar de estas situaciones, asumirlas de una forma mucho más nor-mal, entendiéndolas, no sólo como algo implícito a mi tra-bajo sino también como el es-tímulo necesario para realizar un esfuerzo que, abiertamente digo, ha valido la pena”.

Mª José Cañete Sánchez HELICÓPTEROS SANITARIOS

SERVICIOS DE

TRANSPORTE SANITARIO

Nadie creía que fueran ciertas sus palabras, cuando siendo casi una ado-

lescente decía y repetía que ella quería ser empresaria. ¿Cómo imaginar que una cría de apenas catorce años cum-plidos, estuviera tan segura y convencida de lo quería hacer en la vida? Mª José Cañete, dice en este sentido, que los genes deben de haber hecho su trabajo, porque uno de sus entreteni-mientos favoritos cuando era niña era ayudar a su padre. “Recuerdo como le insistía a mi padre que me dejase aten-der a los clientes de la gasoli-nera, y sus constantes negati-vas a que una niña de tan sólo nueve años quisiera trabajar en el negocio”.La perseverancia será uno de los principales rasgos de su carácter, al menos uno de los que ella más valora “porqueme satisface decir que gracias a mi constancia he podido hacer realidad los retos que me he ido proponiendo en la vida”. Valores como el respeto a las personas y apreciarlas por lo que son, serán también sus referentes.

Mª José había nacido en el municipio cordobés de Luce-na. Del tiempo que pasó en esa localidad no guarda nin-gún recuerdo “desde pequeña he vivido en muchos sitios, por lo que no siento añoranza de ninguna tierra en particular”.Hace veinticuatro años que aterrizó en Málaga, ciudad en la que desde entonces reside y ha desarrollado su proyecto de vida personal y profesional.Ella, la menor de dos herma-nas y dos hermanos, disfrutó de una infancia privilegiada, según nos comenta, “pues era como si tuviera varias madres y varios padres, ya que mis hermanos son bastante ma-yores que yo”. Pero también considera que tuvo una niñez excepcional, al estar rodeada de personas muy interesadas por todo lo relacionado con el mundo del arte, que le supie-ron inculcar el amor por la pin-tura, la escultura y la literatura.“A diferencia de otros niños cuyos padres los llevaban a ju-gar al parque, mi hermano An-tonio, que es un gran escultor, me llevaba a visitar museos, a conocer ciudades, a ver obras de teatro… esas han sido las experiencias más valiosas que conservo de mi infancia”.

Pronto se cansa de los estu-dios. A los catorce años plan-tea a su familia que lo que quiere es trabajar. Conocien-do su tozudez, le dan su con-sentimiento, con la perspecti-va de que pronto se cansará y será ella la que quiera volver a retomar sus estudios. “A esa edad empecé a trabajar, por medíación de mi padre, en una Agencia de Aduanas en Bar-celona. El horario que tenía establecido era terrible para una niña, ya que debía entrar a las siete de la mañana, por lo que me tenía que levantar a las cinco y medía. Pero yo no me quejaba, todo lo contrario, era muy feliz”.No sólo supo aguantar la si-tuación, sino que la felicitaron por el trabajo bien hecho. No obstante, tomó la decisión de seguir estudíando y traba-jando a la vez “trabajaba por las mañanas y estudíaba por las tardes”.Con respecto a la educación académica, para esta mujer no ha representado un aspecto lo

su vida profesional. Sí valora la formación empresarial a la que ha accedido, en la medi-da que le ha permitido tener una buena preparación en las distintas áreas de la gestión de empresa. “Esta formación, sobre todo, me ha dado mu-cha seguridad en las decisio-nes que desde los comienzos de mi empresa he tenido que tomar… Incluso ante mi igno-rancia sobre un tema concre-to, la formación recibida me ha facilitado saber dónde y a quién debo recurrir para ad-quirir los conocimientos nece-sarios sobre un determinado tema o asunto”

Este concepto de la formación como instru-mento de gran utilidad para desarrollar la labor que cada persona deba llevar a cabo en una organización, igualmente lo trasladará, poste-riormente, al personal de su empresa “porquees la mejor manera que conozco de estar al día, porque el estar formadas y formados, enri-quece a las personas, lo que, sin duda, acaba

En el terreno personal, Mª José está casada y es madre de dos hijos. Para ella la familia que está creando es su mejor proyecto. De un lado, su marido, una de las personas claves en su vida “de él recibo en todo momento, apoyo, comprensión y admiración por el trabajo que desempeño”. Y, por supuesto, sus hijos “consti-tuyen mis principales motivos de alegría; a ellos procuro dedicar todo el tiempo que puedo”.

Pero con anterioridad a su maternidad, en el año 1988, pone en marcha la empresa que desde en-tonces gerencia y administra: Helicópteros Sani-tarios, especializada en el traslado de personas enfermas por vía aérea, y ubicada en la localidad marbellí, concretamente en Puerto Banús.Lo primero que hacemos es preguntarle cómo le surgió esta idea de negocio, que nos parece abso-lutamente novedosa. “Tenía conocimiento de esta actividad desde hacía mucho tiempo. Dado que he viajado mucho, sabía de la existencia de este tipo de empresas en países como Suiza, Alemania y Estados Unidos, a las que tuve oportunidad de visitar”. Nos aclara que aquí en España era algo completamente desconocido, pero que como acti-vidad empresarial se remonta a los años cuarenta en países como los que nos ha citado. Durante algún tiempo se dedicó a investigar el mer-cado, estudíando las posibilidades que tendría en la provincia de Málaga. “Fruto de ese trabajo de campo descubrí que en la zona que se encuentra entre Algeciras y Málaga, fallecía el treinta y ocho por ciento de las personas enfermas que con ca-rácter urgente eran trasladas a Málaga, debido al tiempo trascurrido en dicho desplazamiento y por la inexistencia de centros hospitalarios en dicha zona. Gracias a nuestra actuación el porcentaje se redujo al uno por mil”.Esa fue, según nos comenta, la decisión más arriesgada de su vida. “Por muchas razones: pri-mero, no tenía ningún referente en España de esta actividad, de modo que por mucho estudio de mer-cado que había realizado, era, de alguna forma, ir a la aventura; y en segundo lugar, la inversión era

te para poderla asumir”.En este sentido, la oportunidad le llevó a presentar su plan de negocio a un grupo que casualmente co-nocía la buena aceptación que este producto había

tancia le ayudó bastante a defender su proyecto

En la actualidad, Helicópteros Sanitarios además del transporte aéreo de pacientes presta otro tipo de servicios, todos ellos relacionados con el área sanitaria, como son servicios aéreos VIP, servicios de enfermería, servicios de especialidades médi-cas, etc.Tras estos diecinueve años en el mercado, esta empresaria se siente plenamente satisfecha de la

empresa que dirige “no sé si somos una empresa de éxito, lo que sí tengo claro es que Helicópteros Sanitarios es una empresa prestigiosa, conocida y reconocida por nuestro buen servicio, por nuestra calidad y excelente trato a nuestros pacientes. Si eso es ser una

rotundidad que lo somos”.En su opinión, todo este proceso de crecimiento no hubiese sido posible sin contar con las 250 personas que a lo largo de estos años se han ido incorpo-rando a Helicópteros Sanitarios “un fan-tástico equipo humano, compuesto por

y de una gran calidad humana. Nuestro equipo es lo mejor que tenemos y, por supuesto, nuestros pacientes”.Pero sus aspiraciones van más allá, como ella misma nos dice “esto es sólo una parte del camino que aún nos queda por recorrer”. Seguir creciendo es su principal objetivo, para lo cual quiere expandirse poniendo en mar-cha nuevas líneas de servicios, todas ellas dentro del ámbito sanitario. En este sentido, la creación de un hospi-tal privado y de una residencia para la tercera edad, son los dos proyectos en los que está invirtiendo esfuerzo per-sonal y económico. En el ámbito de lo privado “a lo que as-piro es a educar y cuidar a mis hijos para que ellos, en un futuro, puedan realizarse en lo personal y en lo profe-sional, siendo tan felices como lo soy yo, trabajando en el proyecto que ellos elijan y les entusiasme”. Alcómo animaría a otras mujeres a crear sus propias empresas. Ella lo tiene muy claro: “Con mucha paciencia, poniendo mucha fe en el proyecto que se preten-de llevar a cabo y aferrarse a esa idea de negocio, pero a la vez, mantenien-do la mente abierta a todas aquellas ideas y personas creativas y positivas que les ayuden a mejorar su concepto de lo que debe ser su empresa”.

Consuelo Caparrós TorrecillasCAPARRÓS NATURE

PRODUCCIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE PRODUCTOS

HORTÍCOLAS

La historia de vida de Consuelo es indisoluble a la de su familia en un doble sentido, en

primer lugar, por amor, su fa-milia, sus padres y hermanos son las personas claves en su vida, el ejemplo a seguir, “mi principal motivación”; y en segundo lugar, por voca-ción, en desarrollar un pro-yecto empresarial y familiar común y conjunto, basado en el esfuerzo y la ilusión con la que sus padres crearon en el año 1984 Caparrós Natu-re, empresa dedicada a la producción, transformación y comercialización de produc-tos hortícolas. Consuelo nace en el seno de una familia para la que el tra-bajo constituye un valor en sí mismo, instrumento para po-der tener una independencia, una vida personal, en el entor-no familiar; es una máxima: la vocación por llevar a cabo un trabajo bien hecho, desde la honestidad y el respeto.Estos han sido los principios que han regido en su familia, y esta ha sido la cultura que ha permanecido desde sus orí-genes, “en nuestra empresa

evolucionando en el futuro”. Su infancia trascurre en un entorno de seguridad y con-

ciado por el hecho de que es la única chica y la más peque-ña de cuatro hermanos. Sin embargo, “mis padres nos in-culcaron los mismos valores.Todos ayudábamos en casa, todos estudíamos y todos em-pezamos a trabajar al mismo tiempo que cursábamos ca-rreras universitarias”

Es una mujer positiva, segura de sí misma, con una extraor-

ta desde muy joven. Estudía la carrera de Empresariales en Almería por que tiene muy claro hacia donde quiere dirigir sus pasos en su vida laboral “mi vocación era totalmente em-presarial, era el ambiente que había vivido en mi casa”. Se ve como empresaria y le gus-ta. Toda la formación que a lo largo de los años ha adquirido tiene un único objetivo: formar-se como mujer de empresa. Pero, en este proceso también ha tenido que “formarse” en desaprender determinados aspectos “porque en la infan-cia y en la adolescencia hay siempre personas que toman las decisiones por ti, pero a medida que vas creciendo te das cuenta que algunas de es-tas decisiones ya no te valen, tienes que decidir tú. Para mi, eso es lo que te convierte en dueña de tu propia vida”.Y lo lleva a rajatabla. Participar, involucrarse en todo, ocuparse y preocuparse por todo lo que acontece a su alrededor. “No podemos, no debemos pasar de puntillas por el mundo”.Le gusta estar informada de temas políticos, sociales, eco-nómicos “para poder formarte una opinión, para poder tomar tus propias decisiones… para poder ser libres”.La libertad es un valor necesa-rio para vivir. Desde siempre se ha sentido libre para elegir, “mis padres nos dieron la liber-tad de escoger nuestro camino profesional, con independencia de la empresa. No por el hecho de ser hijos de empresarios debíamos seguir el mismo ca-mino si no nos interesaba”.

Sabe que muchos negocios fa-miliares han fracasado porque la presión que algunos padres ejercen sobre sus hijos para que éstos continúen con el negocio familiar sin tener vo-cación para ello, les provoca una tremenda frustración que

negativamente en la empresa. No es su caso, de hecho, Con-suelo durante ocho años tra-baja por cuenta ajena en una asesoría e inmobiliaria, como responsable del servicio de asesoramiento contable, labo-

Fue una etapa importante de aprendizaje que resultaría bási-ca para el futuro. En un momen-to dado, ve claro hacia donde necesitaba orientarse. Se inte-gra totalmente en la empresa familiar en la que desde hace cuatro años dirige el departa-mento de Administración y Mar-keting y sigue perfeccionando sus estudios en función de las necesidades del negocio. “Quie-ro estar preparada y capacitada para hacer lo mejor posible mi trabajo, y para ello me parece primordíal la formación”.Precisamente, cuando la entrevis-tamos estaba preparando unos temarios del curso sobre co-municación empresarial que en estos momentos se encuentra realizando. “Para mí el estar for-mada es una obligación más que forma parte de la responsabilidad de cada puesto de trabajo”.Consuelo se integra bien, desde el punto de vista profesional, en Caparrós Nature, en gran parte debido al equipo de trabajo de esta empresa, que hoy cuenta

con 80 personas, de las que aproximadamente el 58 por ciento son mujeres, “un equipo humano excepcional que sienten y viven la empresa como propia”. Sin embargo, empieza a tomar conciencia de determinadas situaciones que afectan a las mujeres, siente que hay obstáculos no supe-

desarrollen su vida laboral. Consuelo no se ha sentido discriminada en ningún momento, la consideración hacia ella a lo largo de su ex-periencia de trabajo ha sido siempre la de una profesional, pero no olvida sus comienzos en la empresa cuando se hacía la siguiente re-

“¿pensarán que ocupo un cargo direc-tivo por ser la hija del jefe?”. Haciendo uso de su carácter positivo, constante y luchador, estos pensamientos hoy día se han disipado. Se sabe reconocida por las personas con las que trabaja, que valoran su esfuerzo y profesionalidad. “Miro a mi alrededor y percibo un reconocimiento díario, veo que aquello que

más ponen en mi me obliga a ser más respon-sable y a sacar lo mejo que llevo dentro”. Ha tenido que realizar un esfuerzo añadido, como ocurre a tantas mujeres, que tienen que demostrar día a día que el puesto que ocupan es sólo fruto de su esfuerzo y de su buen hacer profesional, pero es un esfuerzo que ha mere-cido la pena desde el punto de vista humano y

En plena carrera profesional, Consuelo ha creado su propia familia, que es su norte y guía. En la actualidad está separada pero mantiene una relación cordíal, respetuosa y comunicativa con el padre de su hijo, “un chico de seis años maravilloso, que me “pone las pi-las” todos los días”. Es su principal fuente de alegría, y lo expone con una gran satisfacción: “el hecho de levan-tarme por la mañana, poner los pies en el sue-lo, ver la cara de mi hijo… me da vida, me hace ir siempre contenta al trabajo”. La familia ha sido, es y será una parte trascen-dental en su vida, “compartir mi tiempo con las

personas a las que quiero, compartir con mi gente esos buenos momentos, es algo a lo que jamás podría renunciar, porque esa es una faceta de mi vida que me hace crecer y ser mejor persona, aunque en muchas ocasiones las responsabilidades laborales comportan momentos de cierta culpabili-dad por no poder dedicarle todo el tiempo que necesitan, que necesito”.Cree que para poder ejercer perfectamente las obligaciones profesionales, antes debe existir una estabilidad y equilibrio familiar. “me han ayudado a llevar adelante la familia y ejercer plenamente mi actividad empresarial”.Son muchas las ilusiones personales y las perspectivas empresariales que tiene esta mujer. “Personalmente, ver crecer sano y feliz a mi hijo es mi principal ilusión y a la vez mi mayor preocupación. Que crezca sintiéndose libre, formado y preparado para tomar sus propias decisiones, que sea una buena persona”.No se olvida de ella misma. “Seguir disfru-tando con lo que hago y con lo que soy”. Se gusta como es, una persona honesta, sen-cilla, sin miedos.Con respecto a la empresa. Trabajar por consolidar a Caparrós Nature en el ámbito

tela y la calidad de sus productos.Tres son los retos más importantes que la empresa tiene en estos momentos: que cualquier persona que compre sus produc-

que en cualquier país de Europa estén pre-sentes sus productos, y por último y lo más importante, “que las personas que trabajan en la empresa se sientan parte de una fami-lia, que son el motor y lo mejor de nuestra empresa, un equipo humano valioso en lo profesional, desde los puestos más senci-llos a los directivos, y de una calidad ex-traordinaria en el aspecto humano”.Familia y empresa son un todo indestructible para esta mujer, que ha tenido la gran suer-te y el privilegio de compartir su vida perso-nal y profesional con las mismas personas: su familia, su fortaleza, su apoyo.

María Carbonne GarcíaSEGURIDAD ALHAMBRA Y PROTECCIÓN

SERVICIOS DE SEGURIDAD DE EDIFICIOS

No habíamos coincidido con esta empre-saria con an-terioridad a la

entrevista que le realizamos, por lo que, cuando nos citó en las instalaciones de su em-presa de seguridad, sabiendo la actividad que desarrolla, pensábamos que nos encon-traríamos con una mujer, en cierto modo, dura. Como casi siempre ocurre, las ideas pre-concebidas no suelen coincidir

que deconstruir esa imagen falsa que te devuelve el espe-jo de los estereotipos. Eso precisamente es lo que nos ocurrió con María Car-bonne, una mujer cuyos ade-manes suaves y voz templada hacen difícil imaginarla como directora y jefa de seguridad de la empresa Seguridad Al-hambra y Protección que ella puso en marcha en el año 1988, especializada en ser-vicios de seguridad privada y respuesta de alarmas.

María es granadina de adop-ción, porque ella nació en Alicante “por capricho de mi madre, ya que quiso que sus primeros hijos naciéramos cerca de mi abuela que era de allí”. Pero se considera francesa, pues gran parte de su vida trascurrió en el país vecino, “regresé a España ya casada y con mi primer hijo en el mundo”.Pero nos cuenta que durante su infancia y parte de su juventud, vivio en lugares tan dispares como Argelia y Marruecos. “Mi padre era militar de profesión, por lo que, hemos llevado una vida, de alguna manera, erran-te, aunque siempre volvíamos a nuestras raíces francesas, allí teníamos la que considerá-bamos nuestra casa”. Para esta mujer los años de ni-ñez han sido de los periodos más felices que recuerda, “conunos padres maravillosos que han sido los pilares de mi vida, preocupados en todo momen-to porque sus hijos fueran feli-ces. Todavía recuerdo, en una época en la que se escasea-ba de muchas cosas, con mis muñecas, peluches… pero exigiéndonos responsabilidad y respeto hacia las personas”.

Respeto a la familia y a las de-más personas, los mismos valores que ella después ha transmitido a sus dos hijos y a su hija. Estudióse presenta a unas oposicio-nes de Correos que aprueba, incorporándose como funcio-naria. En dicho Organismo trabajará durante varios años “hasta que el padre de mi ma-rido, que era empresario de la construcción, lo reclamó para que se incorporase a la em-presa familiar en España”. Para esta mujer esta situación representó un cierto revés, porque como ella dice son-riendo, “yo me casé con la condición de quedarme a vivir para siempre en Francia”.No obstante, supo adaptarse. Probablemente, el haber via-jado y vivido en sitios tan dis-pares le facilitó el hacerse a una nueva vida, pero no niega que se sentía sola. “Verdade-ramente me sentía como una extraña, no conocía a nadie y nadie me conocía a mí”.

Instalada en la ciudad jienense de Cazorla, comienza a traba-jar con su marido en la empre-sa familiar, pero María conocía lo que era tener independencia económica y bajo ningún con-cepto quería renunciar a ella. “Decidí poner en marcha una tintorería y, como no conocía nada de este negocio, me mar-ché a Barcelona para apren-der”. Asimismo, decide estu-díar la diplomatura de francés, lo que compatibilizaba con la dirección del negocio. Más tarde, también se inicia-rá en el sector del comercio, abriendo una tienda de artícu-los de regalo.A lo largo de este periplo fueron naciendo sus hijos y su hija. “Con ellos tuve que aprender algo que para mí ha sido lo más difícil: saber desconectarme del trabajo, y separar mi tiempo como empresaria de mi tiempo como mujer y como madre”.Según nos explica esto ha sido uno de los aspectos que más le ha costado aprender, pues, en su opinión, la empresa te ayuda a vivir, “en mi caso, es una parte muy importante de mi vida, pero igual de impor-tante es mi familia; sin ella tampoco podría vivir”. Por ciudad en la que vuelve a tra-bajar en la empresa de cons-trucción de la familia que, por aquel entonces, ya gerenciaba su marido.

“Mices de mi desarrollo como mujer de empresa. No estaría donde estoy, ni sería lo que soy sin

ofrecido siempre”. De nuevo la tan necesaria independencia, el afán de valerse por sí misma, pudieron más y empieza a trabajar como comercial de una empresa de seguridad de Granada. A los quince días era directora comercial y al

permanecerá durante tres años. “Pero había siete socios y algunos no veían con buenos ojos que una mujer tuviese tanta responsabilidad, así que decidí entrar de lleno en ese mundo marcando mi propia senda”, y en 1988 crea la empresa Seguridad Alhambra y Protección. Convertirse en empresaria en un sector tan mas-culinizado no ha debido ser nada fácil. Ella nos lo corrobora: “Reconozco que es un mundo muy complicado para una mujer, y soy consciente, cuando vuelvo la vista atrás, que hubiera sido más fácil continuar trabajando en la constructo-ra de mi marido”.Pero conocía el sector en profundidad, y ne-cesitaba saber y demostrarse a sí misma que era capaz de asumir el riesgo que suponía iniciar y gestionar una empresa de estas ca-racterísticas. La experiencia ha dado sus frutos a lo largo de estos casi veinte años. La prueba está en que, además de la sociedad dedicada a la seguridad privada, María hace algunos años puso en marcha otra empresa, Superlimpiezas Alhambra, que, complementaria de la origi-naria, “ofrece servicios que las empresas nos demandaban, tales como señalistas en carre-

Entre las dos empresas cuenta con un equipo de trabajo compuesto por más de doscientas personas. En concreto, en Seguridad Alham-bra y Protección sólo el tres por ciento de los vigilantes de seguridad son mujeres. En opi-nión de esta empresaria la explicación está en “una imagen errónea del empresariado anda-luz que considera que un vigilante de seguri-dad debe ser un chico alto, fuerte y con aspec-to intimidatorio”.

María considera que esa falsa imagen debemos desterrarla, porque lo fundamental en este trabajo es evitar el empleo de la fuerza, “la característica más importante para desarro-llar este trabajo está en saber cómo actuar, qué pasos dar

lo hace mejor una mujer. Esa visión debe calar poco a poco, y lo está haciendo, pero a un ritmo más lento del deseado”. En contraposición, hay que de-cir que la empresa está dirigi-da prácticamente por mujeres, ya que casi todo el personal femenino ocupa los puestos de administración, así como la central de alarmas, también atendidas por dos mujeres en cada turno.María también dedica una par-te importante de su tiempo a la actividad asociativa en la que participa desde hace muchos años. “Mi implicación en el mo-vimiento asociativo se remon-ta a veinte años atrás. Hoy, aunque es algo que me resta

es una parcela de mi vida de la que no podría prescindir”.

En la actualidad, es la pre-sidenta de la Asociación de Empresarios del Polígono de Juncaril, ubicado en Granada y donde se encuentra el domi-cilio social de la empresa que dirige, además de ocupar una de las vicepresidencias de la Confederación de Empresa-rios de Granada y ser miem-bro del pleno de la Cámara de Comercio de Granada. “Para mí, pertenecer a orga-nizaciones empresariales es casi una obligación que de-bemos asumir las personas que tenemos grandes respon-sabilidades en las empresas; es una exigencia social con aquellas personas que quie-ren incorporarse al mundo de la empresa y, desde luego, es la mejor manera que conozco de trabajar para alcanzar me-

cian a todos, especialmente a las mujeres, que siempre lo hemos tenido más difícil para poder hacernos un hueco, nuestro espacio, en el mundo de la empresa”.

Cuando le planteamos cuáles son sus principales motivos de alegría, María no lo duda ni un instante: “En el terreno per-sonal, ver a mis hijos felices y progresar en la vida, haciendo lo que ellos quieren hacer.En el terreno profesional, ver a mi empresa situada y consoli-dada en un sector tan compe-titivo y difícil como es el de la seguridad privada”. Para María también es motivo de satisfacción y orgullo el ver como su hija se ha incorpo-rado al negocio, “la tradición femenina seguirá en esta em-presa porque mi hija, actual gerenta, es directora de se-guridad. En ella tengo pues-tas muchas expectativas, y espero que algún día sea mi sucesora en la dirección”. A María no le gusta hablar de

empresa, entendiendo que el éxito puede ser algo puntual u ocasional. “A mí me gusta pro-ponerme metas y conseguir-las, que la gente relacione mi empresa con el buen hacer y eso lo he conseguido, eso es lo que perdura, lo que con el tiempo se convierte en presti-gio y buena reputación”.

Anabel Carrillo LafuenteARCA GESTIÓN GLOBAL

CONSULTORÍA

Para esta cordobesa fueron decisivos los años en los que trabajó por cuenta ajena porque, casi sin ella saberlo, esa experiencia se convertiría en el mejor periodo de aprendizaje, para madurar los conocimientos y las destrezas que más adelante

le servirían para llevar a cabo su proyecto empresarial. Y es que Anabel procede de una familia marcada por el carác-ter emprendedor de su abuela, “una mujer fuerte y enérgica que cuando se casó empezó haciendo zapatillas en casa, y poco a poco fue comprando maquinaria, hasta que acabó por montar una fábrica y varias tiendas de zapatos”. Su abuela se convirtió en un referente para toda su familia, pero muy espe-cialmente para la mujer a la que entrevistamos, hasta el punto de considerarla una persona determinante en su vida personal y en el desarrollo de su actividad empresarial. No olvida a su madre, de la que aprendió y comprendió el sig-

sociales, sobre todo las que afectan a las mujeres. Reconoce el valor de aquellas que, como su madre, en un entorno tan conservador y cerrado como era la sociedad cordobesa de los años setenta, se atrevieron a denunciar y a expresar de viva voz las situaciones de desigualdad y de discriminación que las mujeres vivían. Desde entonces, entiende que la única manera para que las vo-ces de tantas mujeres sean oídas es organizándose. “Recuerdoque con apenas doce años me dejaban participar en el grupo de mujeres del que mi madre formaba parte. Allí empecé a escu-char palabras como libertad, igualdad, ciudadanía, roles, desa-rrollo personal y profesional, que no comprendía ¡me parecían

zado para mí, hasta el punto de hacerlas mías y asumirlas como las principales motivaciones que rigen mi vida”.En su construcción como persona también ha aprendido a dejar en el camino aquellas cosas que, lejos de ayudarle a crecer, considera que son un peso inútil del que hay que desprenderse: querer agradar siempre, es-perar la continua aprobación de todas y todos, permitir que las inseguridades crezcan más

“piedras que hay que sacar de la mochila, porque lo único que hacen es obstaculizar tu de-sarrollo personal y la defensa de tus propios valores y convicciones”.Tras su paso por la Universidad, de la que guarda entrañables recuerdos por lo que le apor-tó en su desarrollo personal. “La Universidad me dio cierta

mirada crítica, empecé a tomar conciencia de muchos aspectos que hasta entonces me habían pasado inadvertidos”, accede a su primer puesto de trabajo en una empresa del sector tecno-lógico; en ella permanecerá du-rante cinco años como directora territorial.Enlazando con el inicio de la en-

aquella experiencia de sus pri-meros años de acceso al mer-cado laboral le fue muy valiosa a nivel profesional, ya que, de un lado, “fue el detonante para con-siderar la decisión de iniciar mi propia actividad empresarial”; y de otro lado, por que en su opi-nión le aportó la mejor base para estar al frente de cualquier em-presa: “tener una mente abierta, una opinión sólida y un criterio bien cimentado”.En el año 2000 nace Arca Ges-tión Global, consultora de la que Anabel es socia fundadora y di-rectora.La empresa, especializada en la gestión integral de proyectos, ofrece a su clientela, entre otros, los servicios de díagnóstico y estudios estratégicos, diseño, gestión e impartición de accio-nes formativas, así como la or-ganización de seminarios y foros profesionales.“Nuestras estrategias de trabajo es la innovación y abordar pro-yectos que supongan cambios en las dinámicas territoriales; nuestro objetivo, convertirnos en un recurso valioso para nues-tros clientes, al poder facilitarles enfoques tanto globales como

pectos de su actividad”.

Siete años, aunque por el nivel de consoli-dación alcanzado, parece que ha pasado mucho tiempo desde que Arca Gestión Glo-balcomenzó su actividad. Sin embargo, ella tiene la certeza de que para sacar adelante el tipo de empresa que dirige, ha sido funda-mental la inquietud intelectual y la experien-cia de vida de las tres personas que un día decidieron unir sus destinos profesionales.“Tengo que admitir que fuimos muy arriesga-dos, porque nos adentramos en una forma de hacer y trabajar bastante novedosas, de la que no existía ningún referente en Córdo-ba”.Pero, la osadía es un factor positivo a la hora de emprender, sobre todo cuando se plan-tea desde el convencimiento de ofrecer unos servicios novedosos y necesarios como es el caso de esta empresa. “Fue todo un acierto, aunque al principio nos costara mucho esfuerzo, pero eso no es nada raro, cualquier proyecto empresarial tiene que pasar por una etapa de inicio que, probablemente, sea la más difícil”.Nollevaderas, gracias al equipo humano que trabaja en Arca, Gestión Global. Ella puntualiza: “cuando dispones de perso-nas que trabajan codo con codo, no se pue-de hablar de plantilla, ni siquiera de equipo de trabajo. Es un grupo de personas que cree en lo que hace, que aportan lo mejor de sí mismas en cada proyecto que desarrollan, sea grande o pequeño. Cuando decimos que

realidad, habría que decir que son las perso-nas que trabajan aquí las que han generado

empresa en su conjunto”.Cuando estaba desembarcando en el mundo empresarial su único hijo tenía cinco años de edad, así que la experiencia no fue fácil. No niega que a ella le ha sucedido como a la mayoría de las mujeres trabajadoras, para

ferente en el desarrollo de su profesión con respecto a los hombres.

“Aunque siempre he tenido la colabo-ración del padre de mi hijo, qué duda cabe que en la primera parte de su in-fancia he tenido que hacer verdaderos juegos malabares para poder conciliar su cuidado con la atención que tam-bién requería mi empresa”. No obstante, nunca estuvo tentada de tirar la toalla. “Mi labor como empre-saria ha sido desde el principio algo apasionante. La actividad empresarial me exige mucho de mi misma: aplicar conocimientos, investigar, relacionar-me con otras personas, aprender de

personalmente”.Cuando le preguntamos por el futuro de ella y de su empresa, lo tiene muy cla-ro: “yo no me veo haciendo otra cosa que no sea ser empresaria”, y aposti-lla: “ser empresaria es una forma de vivir que a mí me gusta mucho”. La etapa de crecimiento en la que se encuentran les obliga a expandirse buscando mercados en otras provin-cias andaluzas y a participar en redes nacionales. Pero las circunstancias han cambiado con respecto a los ini-cios, la experiencia le ha enseñado a adelantarse a los acontecimientos, a ver las cosas desde distintas perspec-tivas, en pocas palabras, tener visión de futuro, algo esencial para que un negocio funcione. Se considera una empresaria de éxito.

cativos reconocimientos públicos por su labor empresarial, no los necesita, pues siente que la gente que la co-noce tanto en el terreno profesional como personal, la valora y aprecia su compromiso en los temas y asuntos en los que se involucra, “y este sí que es el mejor reconocimiento que una persona puede tener, al menos es del que más agradecida estoy”.Y en este sentido, siente que el me-jor premio que le ha sido concedido, fue hace dos años, cuando la nom-braron Presidenta del Consejo Social de la Universidad de Córdoba, cargo que compagina con la dirección de

Arca. “He de decir que al principio, como suele ocurrir, tuve mis dudas, sin embargo, aquel ofrecimiento me sirvió para darme cuenta de que, tal vez, mi trayectoria empresarial y mi forma de hacer empresa era un refe-rente para otras personas; consideré mi nombramiento como el reconoci-miento a mi carácter emprendedor, y si eso es algo valioso para cualquier persona, para una mujer adquiere unas dimensiones y unas emociones difíciles de explicar”. Acciones como la puesta en marcha de los talleres de emprendedores o el laboratorio de nuevas profesiones, entre otros, dan buena cuenta de la inquietud y el interés de esta mujer por fomentar el espíritu emprendedor de las y los universitarios cordobeses.“En esta línea, creo que nuestro mejor acierto ha sido la creación de la Red de empresas y entidades amigas de la Universidad de Córdoba de la que ya

aumentará de forma sostenible”.Anabel nos decía con anterioridad, que para ser una buena empresaria había que poseer una mente abierta, con-versando con ella habría que añadir que, además, es preciso estar dotada

y contar con el valor necesario para hacer frente a los retos con la misma pasión e ilusión del primer día.

María Contreras GilaFLOR DE MÁGINA

ARTESANÍA DE REPOSTERÍA

Y CONFITERÍA TRADICIONAL

María es una mujer muy c o n o c i d a , tanto en el pueblo jie-

nense en el que nació, Alban-chez de Mágina, como en la propia capital de Jaén.En parte, porque toda su vida ha girado en torno a esas dos localidades, pero también de-bido a su propio carácter: es muy fácil acercarse y enten-derse con ella. Se nota que es una mujer sencilla, directa y sincera, de las que llaman a las cosas por su nombre. Muy de raíces, muy de su pue-blo, hasta tal punto que desde hace muchos años vive a ca-ballo entre Jaén, donde reside con su familia, y Albanchez de Mágina, donde está ubicada su empresa Flor de Mágina, y eso es algo a lo que María no piensa renunciar nunca, “aun-que eso me suponga levantar-me todos los días a las 5 de la mañana para ir desde Jaén a Albanchez y tener que volver por la tarde a Jaén”. Ella que en Albanchez está el co-razón de su negocio. Nosotras pensamos que lo que verdade-ramente se encuentra en esa lo-calidad es el corazón de María. Su infancia, o sería mejor decir, su vida, gira entorno al horno de una panadería hasta donde alcanza su memoria. Primero, la panadería de sus abuelos y después, la de sus padres, “para mí el horno era mi mun-do, comía cerca del horno, hacía los deberes al lado del horno... prácticamente subía a casa sólo para dormir”.

De su niñez, recuerda sobre todo la añoranza que sentía por su familia, cuando a los 9 años sus padres deciden en-viarla interna a un colegio en Jaén capital. Tiene muy bue-nos recuerdos del internado en el que estuvo hasta los 18 años, del que nos cuenta varias anécdotas muy divertidas, pero reconoce que es una etapa de su vida con un cierto sabor agridulce, “al principio no iba al pueblo nada más que en va-

también los pasaba en el inter-nado porque era muy pequeña para viajar sola en el autobús”.María es una persona que de-cide rápidamente, como ella dice: “decido ya, y desde ese momento, asumo la responsa-bilidad de mis decisiones y me pongo manos a la obra; no me cuesta ningún trabajo decidir”.Y decide “colgar” los libros, pero esta decisión no la toma sin un sentido claro de lo que desea hacer en su vida. Es una perso-na de mente clara y traza sus pasos en la dirección que de-sea. Le gusta el contacto con la gente, casi es una necesidad: quiere trabajar en la panadería de su padre y dedicar el tiempo que sea necesario para apren-

ciones le proporciona.Cobra su primer sueldo. Curiosa-mente no es hasta que se casa cuando su padre le establece una asignación, “no se trataba de un sueldo, en sentido estric-to, más bien era una pequeña asignación o ayuda que mi pa-dre me daba”. Y así será hasta que, pasados los años, María se hace cargo de la empresa.

Considera que tuvo al mejor maestro,

cho más: el cariño al trabajo, la cons-tancia y la perseverancia por el buen hacer. Tampoco olvida la herencia de su abuelo, “ese saber hacer las cosas con calma, trabajar con tranquilidad, aunque estés desbordada, a cada cosa su tiempo… es uno de los valo-res más valiosos que he heredado de mi familia”.No parece que sea casualidad la sim-biosis entre padre e hija. Su padre fue durante muchos años su jefe, pero también fue su mentor y reconoce en ella los valores y capacidades necesa-rias para continuar algún día al frente del negocio. Ese traspaso de conocimientos se va produciendo de forma natural y pau-latina, en un ambiente en que ambos se conocen, se reconocen y se valoran mutuamente.

María tiene un hermano ocho años me-nor que ella, pero él ha preferido estu-díar una carrera universitaria y enfocar su vida y su futuro profesional por otros derroteros.Llega el momento del relevo, se sien-te segura, “la verdad es que no hay nada que me produzca inseguridad, siempre he estado muy segura de mi misma y todo lo que he hecho creía que era plenamente capaz de hacer-lo, quizás también porque soy una persona prudente, pienso mucho las cosas, pero en mi vida no dejo nin-gún espacio para el miedo”.María decide dar un giro al negocio, y en 1996 crea la empresa Flor de Má-gina, dedicada a la fabricación artesa-nal y comercialización de productos de repostería tradicional como almen-drados, polvorones de aceite de oliva, magdalenas, delicias de bizcocho, entre otros.

El negocio, tiene su sede en la localidad de Albanchez, allí se fabrican los productos, y ade-más cuenta con un local en pleno centro de Jaén, en una de las zonas más comerciales de la capital, dedicado a la venta directa al por menor. La empresa patenta todos los productos que elabora y pone en el mercado, con la total se-guridad de que tendrán éxito y serán bien acogidos.Tiene hacer crecer la empresa, y se plantea la posibilidad de co-mercializar al por mayor. La oportunidad surge de manera casual y fortuita: “Recibo una llamada de El Cortés Inglés, para decirme que quieren en-trevistarse conmigo y hacerme una oferta para comprar mis productos, durante la reunión pregunté cómo habían llega-do a conocer mi empresa, la respuesta fue que alguien le había regalado una cajita de almendrados al Jefe de Com-pras y decidió que los produc-tos de Flor de Mágina tenían que venderse en esos gran-des almacenes”. La entrevista fue un éxito. Este ha sido uno de los mo-mentos de fortuna en su vida “la verdad es que he tenido mucha suerte en la vida, ten-go que reconocer que las co-sas me han venido rodadas, y hoy puedo decir que tengo más clientela de la que puedo atender”.De su vida personal María se siente igualmente satisfecha. Junto a su marido, que tam-bién trabaja en la empresa, ha creado una familia com-puesta por cuatro hijos, que si bien están estudíando en la actualidad, de alguna ma-nera empieza a “captarlos”

para el negocio. “Me gusta-ría que el día de mañana tra-bajaran en la empresa, que continuaran con el negocio; ellos, ya sienten la empresa como algo suyo, les gusta

nos echan una mano, hasta la más pequeña, que tiene 9 años, me dice, mamá de ma-yor quiero ser “almendraera” como tú”. En Flor de Mágina trabaja además un equipo humano compuesto mayoritariamente por mujeres, algunas de las cuales desempeñan funcio-nes de jefas de taller y otras de operarias, que intervienen directamente en el proceso de producción. “Me gusta traba-jar con mujeres, somos más exigentes con nuestras ta-reas, yo creo que le ponemos mucha vocación y decisión al trabajo”.María es consciente de que las mujeres lo tienen más difí-cil que los hombres para desa-rrollar sus proyectos empresa-riales. No lo entiende, ya que, en su opinión, las mujeres no sólo están plenamente forma-das y capacitadas para dirigir negocios, sino que además sus niveles de implicación, en muchos casos, son mayores que los de los hombres. “Lasmujeres tenemos una forma de gestionar más coheren-

distintas situaciones, y sobre todo a los procesos de cam-bios, cada vez más frecuentes en las empresas”.Reconoce las desigualdades de género que todavía so-portan las mujeres, especial-mente en el ámbito laboral, motivo por el que pertenece a la Asociación de Mujeres Empresarias de Jaén, “las

mujeres tenemos que ser so-lidarias entre nosotras, tene-mos que tener una posición activa formando parte y ac-tuando en las organizaciones empresariales de mujeres; es la única manera que entiendo podemos contribuir a alcan-zar un mundo mejor.”En estos momentos, la empre-sa está en proceso de ajuste que a medio plazo afectará a las áreas de aprovisionamien-to y comercialización, moti-vado fundamentalmente por los proyectos de futuro que esta empresaria tiene previs-to poner en marcha, como es abrir una línea de fabricación de productos artesanos para personas díabéticas, celíacas o que requieran llevar a cabo una dieta baja en azúcar o en colesterol. “He solicitado un terreno en el Parque Empre-sarial de Jaén con la inten-ción de empezar a construir una fábrica enfocada, en una primera fase, a la elaboración de productos para celíacos, y posteriormente, poder am-pliar la gama a otros produc-tos dietéticos”. “Y no voy a pararme ahí, has-ta que mi empresa se conozca a nivel internacional, fíjate lo que me queda por hacer”, nos dice con optimismo. Flor de Mágina es una em-presa de éxito “porque nos va bien, es una empresa co-nocida, respetada y valorada. Pero hay que seguir trabajan-do”. Una empresa, para cre-cer y expandirse, requiere de esfuerzo y una tenacidad muy grandes, sin prisas, consoli-dando cada paso que se da, “pero sin miedo a los riesgos, sin ellos, para mi, la vida sería realmente monótona”.

Margaret de Arcos RusMARGARET DE ARCOS

DISEÑO Y PINTADO A MANO EN SEDA NATURAL

Margaret es la directora y propieta-ria del taller de seda que

lleva su mismo nombre. Em-presa que, dedicada al diseño y pintado a mano en seda na-tural, es referente para otras

sencia internacional, prestigio y elaboración tradicional. Hace más de diez años que Margaret puso este nego-cio en marcha y preguntarse cómo ha llegado hasta aquí, en ningún caso puede tener como respuesta que ha sido fruto de la casualidad, muy al contrario, cada decisión de su vida ha sido un paso para lle-gar hasta donde está hoy. Cuando conversamos con ella, nos cuenta que desde que era pequeña ha sido una persona tenaz, independiente, inquieta y muy curiosa. Siempre ha vi-vido con la necesidad de ha-cer cosas, con la necesidad de conocer. La primera se

traducía en una continua acti-vidad, la segunda le llevaba a disfrutar de los libros, a soñar, a imaginar sitios. Hoy, cuando la entrevistamos, rememora aquella época de su vida.De su infancia recuerda con especial cariño la profunda unión que ha existido siempre en su familia, una familia en sentido amplio, que se apoya, se protege y se ayuda ante cualquier situación, “éramosuna piña, mis padres, herma-nos, tíos… éramos como un clan. La máxima era: mi fami-lia son mis amigos, mis mejo-res amigos”. Sentimiento que ella ha inten-tado después trasladar a su hijo y a sus dos hijas, pero considerando un concepto distinto de familia, como gru-po de personas unidas por unos lazos en el que el valor principal que debe primar es la responsabilidad en la liber-tad. “Nosotros nos criamos con mucho cariño pero dentro de una educación muy estric-

ta, por eso procuro transmi-tirles a mis hijos que hay que ser libres y responsables”. Se diploma como Técnica de Empresas de Actividades Turísticas. Es una decisión tomada por su padre y por su madre, ya que ella quería orientar su formación hacia otras materias más creativas como Bellas Artes “pero en aquella época la familia con-sideró que por mi carácter in-dependiente y decidido era lo más adecuado para mí”. Nun-ca olvidará que ésta será una asignatura pendiente, y en cuanto tuvo oportunidad apro-bó, además, con nota. Su vida estará marcada por los retos que, lejos de des-bordarla, los afronta y disfruta de ellos. El primero, al menos el primero del que tiene una imagen más nítida, es conse-guir un trabajo que le permi-tiera tener tiempo para poder estudiar aquello que real-mente le gusta y le desarrolla como persona.

Pero a veces la realidad se im-pone a nuestros deseos e in-

estudios universitarios, a los 21 años, entra a trabajar en el sector de la hostelería. Lo que en principio se presentaba como una experiencia laboral breve, se convierte en una re-lación laboral que duró varios años ejerciendo puestos de responsabilidad.Posteriormente trabaja en dis-tintas agencias de viaje en las que llega a formar parte del equipo de dirección.Para Margaret ésta será una etapa muy fructífera, de per-manente aprendizaje y conoci-miento, que sobre todo relacio-na con los continuos viajes que debido a su trabajo tiene que realizar. “Se aprende muchísi-mo viajando, te permite empa-parte de otras formas de vida, de otras costumbres, conocer otros paisajes y personas te da una visión amplia de las cosas. Me parece el complemento perfecto que una persona debe recibir en su educación”.Al mismo tiempo, casi en la sombra, Margaret sigue lu-chando por seguir su verda-dera vocación artística y en los escasos ratos libres que el trabajo le permite continúa for-mándose en disciplinas como, pintura, cerámica... Tiene muy claro que algún día, no sabe cuando, el arte, en algunas de sus manifestaciones, se con-vertirá en su medio de vida. “Nos pasamos la vida pospo-niendo las cosas que verda-deramente queremos hacer,

nunca llega el momento adecuado, nos carga-mos de asignaturas que nunca conseguimos aprobar”.Hace tiempo que decidió que esto no le pasaría a ella. Tenía que asumir riesgos, compromisos, los primeros, con ella misma, “es la única ma-nera de ofrecer unas manos llenas de viven-cias y experiencias, las propias, las que real-mente valen la pena”.Su madre se convierte en una de las personas más importantes de su vida, junto con el que después será su marido; de ella aprende que su vida debía depender sólo de ella misma y que con esfuerzo, afán de superación y se-guridad en una misma podría sobreponerse a cualquier adversidad.Las adversidades que recuerda con más inten-sidad son dos: la muerte de su padre en acci-

de edad. “Fue algo que nos marcó mucho a toda la familia, especialmente a mi madre, que durante bastante tiempo padeció problemas fí-sicos y psíquicos, y sin embargo luego fue un ejemplo de entereza”.Más tarde, en pleno desarrollo laboral, habien-do accedido a la dirección de una agencia de viajes ubicada en Sevilla, percibe que es un sector de actividad en el que prácticamente no hay mujeres directivas. Es una situación com-plicada porque la cultura del trabajo es muy masculinizada, que en su caso se manifestaba en el hecho de ser una mujer que había conse-guido el cargo progresando en la empresa des-de un puesto de trabajo de inferior categoría. Ello le obliga a irse ganando el respeto de sus compañeros del mismo nivel profesional. “Me miraban con cierto recelo, mis palabras tenían que ser las adecuadas y acertadas en todo momento, tenía que demostrar todos los días que estaba allí por méritos propios y que tenía la misma capacidad que ellos para desarrollar mi trabajo”. Pero en este campo, las cosas no “caen por su propio peso” y las situaciones son difíciles de cambiar, sobre todo, cuando una mujer se encuentra sola en unas condiciones laborales adversas.

Pero Margaret cuenta con ca-pacidades y valores más que

rar esta prueba. Aprende que, siendo importante que una mujer llegue a asumir niveles de responsabilidad para los que está capacitada, lo es aún más consolidar los niveles conseguidos, por ella misma, y por servir de modelo, de re-ferente de género para otras mujeres.Mientras tanto, se casa, nacen su hijo e hija y adopta a su ter-cera hija.Con ellos también se inicia en su vida un proceso de apren-dizaje diferente, donde todo adquirió una perspectiva nue-va y donde el sentido del re-lativismo lo impregnaba todo. “Fue una etapa de reajustes, y a la vez que hicieron mi vida más complicada también hi-cieron que fuera, desde luego, mucho mejor”. De su marido, muy especialmente, y de su hijo e hijas recibirá todo el apoyo y la acompañaran en todo momento en el camino que a partir de entonces deci-de recorrer. Estaba en su mejor momen-to profesional, al menos así lo creían las personas de su entorno laboral, pero no ella. El trabajo que tiene está muy bien remunerado, tiene un buen puesto, que a cambio le exige muchas horas, acababa de ser madre de una hija en adopción “que me reclamaba, ella se tenía que adaptar a no-sotros y viceversa; necesitaba más tiempo, el trabajo que

hacía cada vez me interesaba menos”. Es entonces, y con el apoyo incondicional de su marido, cuando se plantea que ha llegado su momento. Decide lanzarse, investiga el merca-

la analiza y descubre la po-sibilidad de generar valor. Se aventura y decide convertirse en empresaria.Crea el taller de seda Marga-ret de Arcos. “Inicialmentefue duro, sobre todo porque económicamente estábamos acostumbrados a un nivel de vida elevado, y la empresa que puse en marcha en 1996 no empezó a ser rentable has-ta tres años después.” La empresa, especializada en pintura sobre seda, se dedica a la comercialización de foulards, pañuelos, abanicos, corbatas, y otros complementos, dirigi-dos a empresas, museos, insti-tuciones públicas y colecciones para comercios especializados en moda de temporada.La diferencia fundamental res-pecto a lo que había hecho antes es que además de dirigir un negocio, apareció un senti-miento nuevo de responsabili-dad que descubre en ese mo-mento y que a veces “pienso es comparable a un trapecista que trabaja sin red”.Trascurridos casi once años desde que inició su trayecto-ria empresarial, se siente re-conocida como mujer de em-presa, y siente reconocido el trabajo que desde su negocio se lleva a cabo. El mejor re-

conocimiento, el que proviene de su familia, “especialmentemi marido y mi hijo que con-tinuamente me han animado diciéndome que era mi hora, mi momento”. Se considera una persona muy afortunada porque disfruta con lo que hace, realizando un trabajo tan creativo.No tiene excesivo interés por lle-gar a tener una gran empresa. Reivindica la opción de la pe-queña empresa. Crecer empre-

riamente crecer en cantidad. Ha optado por la calidad y, en este sentido, considera que su taller es una empresa de éxito. Su máxima aspiración: con-solidar el negocio, “que nos conozcan cada vez más de-sarrollando nuestra presencia en el extranjero, todo de forma pausada y controlada, que me permita mantener el equilibrio entre mi vida familiar y mi vida empresarial”.La responsabilidad al frente de una empresa exige mucha capacidad de análisis y gran-des dosis de dedicación. Pero pocas cosas son comparables a la satisfacción de crear, de generar valor y riqueza. Está además el orgullo de resolver

que cree en un proyecto y tra-baja junto y de forma cohesio-nada para llevarlo a cabo. “Enestos diez años hemos conse-guido mucho, pero el proyecto debe continuar”

Mª Francisca de los Santos NeiraRULACA

SERVICIOS DE TRATAMIENTO CAPILAR Y FACIAL

Nos encontramos cuando llega-mos a uno de sus salones de peluquería, con

una mujer positiva, creativa, espontánea y vitalista que quie-re contarnos su vida personal y profesional a borbotones, con innumerables palabras, anéc-dotas y gestos, porque es una apasionada de lo que hace, de la vida y de lo que tiene, aunque ahora que releemos y ordenamos su relato podemos

ha luchado para estar en esta posición privilegiada. Es onubense de nacimiento, pero también por elección y devoción. Siempre salió de Huelva para volver, para aprender, pero siempre con el objetivo de regresar para sem-brar en su tierra y contribuir a construir una Huelva cada día mejor. Nace en una familia de empresarios, hecho que cree le marcó desde su infancia. Sus padres son el principal referente en su vida porque le transmitieron los valores que le han servido como pilares básicos para crear su empre-sa. “Me enseñaron la constan-cia en el trabajo, el respeto a la clientela, y por encima de todo, la honradez profesional y personal “.Mª Francisca, Mary Paqui, ya

ramos a ella, es una empresa-ria vocacional y una enamora-da de su trabajo, el estilismo de peluquería, que considera un arte que surge del resulta-do obtenido y que ella busca y cuida con esmero. Se consi-dera una mujer intuitiva y sabe como peinar a su clientela en función de su personalidad, Para ella un buen trabajo es una armonía entre la moda, la libertad de su proceso creati-vo y el tipo de persona que a cada momento tiene delante, esta concepción probable-

bagaje empresarial y en una trayectoria que pronto cumpli-rá cuarenta y ocho años. Empezó a trabajar muy joven, ayudando a su padre en el ne-gocio familiar, una tienda de ultramarinos, tanto es así que aquel siempre soñó con que su hija “la emprendedora”, lo evolucionara y revolucionara el sector montando una ca-dena de supermercados. No contó al proyectar este futuro que su hija, desde pequeña, sabía lo que quería ser y que lo que le gustaba era peinar a sus hermanas y a las amigas de sus hermanas, y ver sus caras de felicidad y satisfac-ción cuando una vez termina-do “el trabajo”, ellas le decían que tenía unas manos que no

tenían precio. Con poco más de 18 años se marcha a Madrid a estudíar Formación profesional en la rama de peluquería, aunque nunca ha dejado de formarse. Su estancia se prolongará du-rante cuatro años. Reconoce que ha sido una de las mejo-res experiencias que ha vivido. Desde su Huelva natal, desde los valores tradicionales pro-pios de la época, su estancia en Madrid fue muy trascenden-te. Descubre el concepto de In-dependencia con mayúscula ,y a partir de este conocimiento

za, “no hay nada comparable a la emoción que produce el ser independiente. Te da se-guridad, te estimas, te quieres más y mejor, y el crear tu pro-pia empresa te hace ser más libre, y ese sentimiento no te lo puede ofrecer el mejor trabajo por cuenta ajena. Una mujer empresaria es un ser libre”. En el año 1964 vuelve a Huelva y decide poner en práctica lo aprendido, sus ideas técnicas y estéticas, y monta un pequeño negocio en una habitación de su domicilio familiar. De ahí a pocos meses, a la apertura de un salón de peluquería en el centro de la capital onubense.Acordarse de estos momentos aún le emociona, porque re-cuerda y rememora a sus pa-

dres, a los valores que aprendió en su familia de origen y que ella ha querido trasladar a su hijo y a su hija, a su infancia y a sus hermanas a las que se siente profundamente unida, a un pe-riodo trascendental en su vida: su transformación en Madrid, su particular viaje de ida a ser la mujer que hoy es y su vuelta a sus orígenes, a su Huelva natal de la que se siente orgullosa y a la que cogería entre sus manos y la exprimiría para que ocupe el lugar que ella está convenci-da que le corresponde.Con el salón de estética y pelu-quería abierto al gran público, se convence que debe ofrecer a su clientela los mejores ser-vicios, por eso se empeña en el continuo reciclaje y en la for-mación permanente. Los años 70 fueron para ella “los más creativos, porque todo había que inventarlo”. A lo largo de su trayectoria ha tenido la oportu-nidad y el empeño de apren-der de los mejores maestros: Llongueras, Durán... “para mí, grandes artistas, que han sabi-do revolucionar y convertir en

y ha viajado por toda España para asistir a congresos y ta-lleres, pero también a París, Londres, Grecia o Alemania, en contacto con los grandes profesionales y aprendiendo todas las técnicas, para adap-tarlas a su sistema de trabajo y a su forma de hacer, donde el

quería, tiene mucho que ver. Sin duda, su afán de superación y su inquietud por estar cons-tantemente al día ha hecho que hoy disfrute de uno de sus mayores logros: “contar con la

la abuela, la madre y la hija. Tengo el honor de haber peinado a grandes mujeres de hoy, de ayer y de siempre”.Poco a poco fue contratando personal especia-lizado que ella misma se encargaba de formar personalmente. Su constante dedicación y es-fuerzo se iban transformando en un negocio con un creciente éxito. Más horas es lo que siempre ha necesitado que tuviera el día, pero “no me importaba, soy una enamorada de mi trabajo, y como la gente me dice, se me para el reloj cuan-do cada mañana entro en mi peluquería”.Alcanzar sus logros la llevan a abrir el segundo centro y, ya en el año 1990, el tercero, quizás lo que ella considera su decisión más arriesgada. Se le ofrece la oportunidad de instalarse en un centro comercial de reciente apertura en Huel-va capital. Fue un reto muy importante, recuer-da Mª Francisca, “que suponía hacer grandes cambios estructurales dentro de la empresa, realizar un esfuerzo económico enorme, pero sabía que aquello era una oportunidad que debía aprovechar si quería consolidar, lo con-seguido hasta ese momento”. Para entonces, contaba además con una nueva satisfacción, la incorporación de su hija Mabel, con la mis-ma pasión y entrega, a la gestión empresarial. Hoy tiene el placer de compartir con su hija sus decisiones, de colaborar con ella en la gestión

en ella para asegurar la continuidad de la em-presa que fundó. Así nació Rulaca S.L., dedicada a ofrecer servi-cios de tratamiento capilar y facial. La empresa cuenta en la actualidad con una plantilla de 24 personas de las que 23 son mujeres. “Reconozco que aunque cada vez hay más hom-

peluquería, a mí me gusta más traba-jar con mujeres. Las mujeres, además de su formación técnica, tienen unas especiales habilidades en el trato a la clientela, en dar lo mejor de sí mismas,

en una forma de hacer distinta, que la clientela aprecia”.Defensora de la igualdad, Mary Paqui nunca ha sentido ninguna diferencia de trato por el hecho de ser mujer, aun-que entiende que ella se mueve en un sector muy feminizado y esto le puede haber facilitado su desarrollo profe-sional. Sin embargo, sí considera que “vivimos en una sociedad de hombres, donde las mujeres tenemos todos los días que demostrar que valemos y que lo podemos hacer igual de bien que ellos, esto no sólo nos cansa y nos agota, sino que además conlleva que muchas mujeres decidan no desarro-llar sus excelentes y viables ideas de negocio, lo que es más grave aún”. En su opinión, la razón de su éxito, aun-que menciona su relatividad, radica en poder contar con un buen equipo de profesionales, una continuada asisten-cia a la clientela, una gran constancia inasequible al desaliento y a la valora-ción del trabajo “con la total seguridad de que lo que hago no sólo es rentable y tiene futuro, sino que es aquello para lo que diría que he nacido, sintiendo que mi gran vocación es la peluquería y mi espíritu emprendedor, hace que sea una buena empresaria”. “He vivido un sinfín de situaciones, grandes y buenos momentos y otros que no lo han sido tantos, pero pue-do decir que, tanto los unos como los otros, me han encontrado siempre trabajando”. Vuelve la vista atrás y no

puede dejar de reconocer que en el ca-mino ha tenido que superar numerosas

ha logrado superar con el apoyo total de su familia, de su marido Antonio y de sus dos hijos, Mabel y Jesús, que aunque en alguna ocasión le reprocha-ron el no haber compartido más tiem-po, siempre le animaron en las horas bajas, con cariño y comprensión. A pesar de que no todo ha sido fácil, se queda con las grandes satisfaccio-nes y se considera una privilegiada. Ejerce su actividad empresarial y la disfruta. No le gusta pasar por la vida de puntillas, sino bebiendo de ella y aportando. Participa en asociaciones empresariales de forma activa porque cree que la unión de los empresarios y empresarias hace la fuerza y porque se siente en la obligación de devolver a la sociedad todo lo que ha recibido y abrir, para los distintos colectivos, nuevos ho-rizontes. Los suyos en esta etapa de su vida lo conforman su familia y amigos, sus viajes y la pasión por aprender, en esta ocasión, informática e historia en la Universidad de adultos. No quiere te-ner asignaturas pendientes.

Sonia Díez AbadCOLEGIO INTERNACIONAL TORREQUEBRADA

EDUCACIÓN REGLADA

De su tierra natal, Bilbao, extraña los lazos afec-tivos que la fa-milia y las amis-

tades fueron gestando desde que nació, hace 42 años. No siente añoranza de su tierra, y no porque se sienta andaluza, que quizás sería la respuesta más lógica para la mayoría de las personas que en algún mo-mento de su vida han decidido residir en Andalucía, pero no es el caso de esta mujer, que está unida a nuestra tierra por unos vínculos más poderosos, si caben, que los propios sen-timientos, como son la convic-ción y el compromiso. El convencimiento de poder desarrollar un proyecto de vida distinto al que se veía abocada si permanecía en su ciudad de origen. El compromiso de con-tribuir, desde su experiencia profesional como educadora, al desarrollo formativo, perso-nal y social de las andaluzas y andaluces del futuro. Sonialaga hace veinte años, pero su relación con la ciudad mala-gueña se remonta a sus años de la infancia, cuando vera-neaba junto a su familia en la Costa del Sol. “Desde muy joven me llamaba la atención el peso de las tradiciones y de las costumbres andaluzas que, fomentadas desde la infancia de la forma más na-tural, se transmiten de gene-ración en generación”. Con el paso de los años Andalucía se convertirá en el caldo de culti-vo perfecto para desarrollar su andadura empresarial.

Hasta donde le alcanza la memoria, sus recuerdos es-tán siempre unidos al sector educativo. De un lado por in-

especialmente de su padre, “un hombre que sí vivió con pasión su profesión de maes-tro, con más ardor supo trans-mitírmela. Fue la persona que

profesional”. De otro lado, por-que prácticamente, tanto su formación como su experien-cia laboral, ha guardado rela-ción con la tarea educativa. De su familia recibe y acepta determinados valores que es-tima en lo que valen, como la cultura del esfuerzo y la gene-rosidad, pensando que no todo

obtener algo a cambio, “tam-bién hemos de valorar el hacer las cosas porque las queremos hacer, y saber entregarse por el simple y sano motivo de ayu-dar o colaborar con alguien”. Pero también en ella han arrai-gado valores que ha apren-dido de otras personas y que han hecho mella en su ca-rácter, como la capacidad de comunicación, el poder de la palabra y la alegría, “piensoque el valor de la alegría se aprecia muy poco, pero en mi opinión, hay momentos que sólo se pueden superar con un impulso positivo”.Estudía Magisterio, para des-pués cursar la carrera de Psi-cología, un Máster en el Insti-tuto de Empresa de Madrid y el Doctorado en Ciencias Eco-nómicas Empresariales. Para esta mujer la formación no tiene límites, “debería ser una

asignatura obligatoria y per-manente para todo el mundo”.Pero, no todo se aprende en los libros, “hay que ser capaces de aprender de las personas, del talento, es una de las mejores inversiones que podemos ha-

Su paso por la Universidad no fue una experiencia especial-mente valiosa en el terreno académico, pues en su opi-nión, se valoraba más la asis-tencia a las aulas por parte del alumnado que el nivel de la formación que aquel recibía. “El mundo académico tiene que ser fundamentalmente productivo y activo, que gene-re curiosidad y afán por cono-cer e investigar; de lo contra-rio, lo único que se potencia es la mediocridad y la escasez de talento humano”. En la actualidad, Sonia compa-tibiliza su actividad empresarial con la impartición de clases en la Universidad de Málaga. Sonia cuenta con una amplia experiencia laboral que, no obstante, empezó, como ella misma sintetiza, “de forma muy precaria, trabajando pocas ho-ras, para quien me quisiera contratar”. Durante algún tiem-po sólo hará sustituciones en varios colegios “hasta que un buen día me pregunté si eso era lo qué quería hacer con mi vida”. A partir de ese momen-to, determina que no quiere ser una simple espectadora y aguardar de forma paciente al devenir de los acontecimientos. “Debía intervenir y participar ac-tivamente en mi propia historia, si no estaba dispuesta a que los demás me condujeran”.

Durante los años siguientes, formación y trabajo conviven de forma paralela en la vida de esta mujer. A los diez años de ejercicio como profesora de un centro escolar le suceden el te-ner que hacerse cargo, de la no-che a la mañana, de la dirección del colegio que su padre había fundado en Bilbao al estar éste aquejado por una grave enfer-medad “ahora sonrío cuando recuerdo aquella etapa, pero entonces la viví con mucho ago-bio y tensión. Era consciente de que no estaba preparada para la dirección de una empresa de tanta envergadura”. A esta situación profesional compleja, se unía una situa-ción personal no menos com-plicada, ya que su hijo y sus dos hijas habían nacido y contaban con pocos años de edad. “En este sentido, he te-nido que reeducarme, porque la carga social de asumir el papel, en aquel momento, de mujer directiva y de madre y querer que ninguno de los dos se resintiera lo más mínimo, era agotador y extenuante”.En ese proceso de reedu-cación también participó su marido “fue un camino com-plejo porque se es madre en relación a otros, es decir, a un compañero y a unos hijos en común, no es cuestión de “negociar” sino de compartir, convencer, consensuar.. es un paradigma distinto, basado en el nosotros, donde caben muchas fórmulas intermedías entre el tú y yo. Eduardo y yo encontramos la nuestra.”

Afortunadamente, hoy queda muy lejos cual-quier cargo de conciencia, esa terrible expre-sión que acompaña a tantas mujeres traba-jadoras “y que tanto daño nos ha hecho en nuestra autoestima personal y profesional”.A cambio resurgió una mujer más autónoma y mucho más libre, sin duda, su voluntad se fortaleció y de aquella experiencia aprendió a distinguir “lo prioritario” de “lo importante” y a

“supermujer”.Desde hace muchos años es miembro de la Federación Española de Mujeres Directivas y Profesionales, porque para ella es, cuanto menos, preocupante que el número de muje-res directivas esté disminuyendo. “Según los últimos datos, las mujeres no quieren estar en puestos de máxima responsabilidad. Habría que preguntarse el por qué de esta situación. En mi opinión, la sociedad quiere que las muje-res se conviertan ya no en supermujer, sino en una especie de alien dotado de alas y patines. Quizás es que los obstáculos y las condiciones que se les imponen son de tal calibre que hace que dirigir un proyecto se convierta en una ha-zaña completamente inviable”. Tras organizar el centro escolar de Bilbao, que en la actualidad, continua dirigiendo aunque en la distancia, al dejarlo dotado de un fuerte y compacto equipo de dirección, le proponen trabajar en un grupo empresarial especializado en Tecnologías de la Comunicación, en el que permanecerá durante tres años como directora general desarrollando una nueva línea de ne-

Tras do su tiempo en la empresa y decide marchar-se. “No fue fácil resistirse al cargo que ocupa-ba y al sueldo que percibía, pero no hay que tener miedo y cuando no ves continuidad en un determinado puesto de trabajo hay que ser valiente y tomar decisiones consecuentes”.

Precisamente preparando su salida del grupo empresarial percibe diferencias entre hom-bres y mujeres en lo que res-pecta al trabajo. “A veces, los hombres entienden el talento femenino, el valor diferencial de una mujer, como una ame-naza.Mientras los subordina-dos tenían mucha prisa por ocupar cargos de responsabili-dad, las subordinadas, perma-necieron igual de leales y con-

que se las valorará por lo que ellas habían trabajado”.Hace tres años se presentó la oportunidad. Como esta mujer dice, “no siempre tengo claro lo que quiero, pero sí lo que no quiero”. Y no quería vender un terreno del que disponía en propiedad en el municipio malagueño de Benalmádena, como por otro lado le acon-sejaban. “El panorama me parecía desolador: con cua-renta años, habiendo inver-tido muchos años de mi vida en formarme y en desarrollar capacidades profesionales que aportasen valor a mi ta-rea, la experiencia acumulada y la dedicación ¿para vivir de la renta que me reportase la venta de un terreno?”.Tantas y tantas horas de esfuer-zo se debían poner al servicio de un sueño, algo por lo que mereciera la pena luchar, algo que tuviera verdadero sentido y que ella pudiera pilotar con éxito. Así nació el Colegio In-ternacional Torrequebrada, un centro escolar privado en el que se ofrece formación bilingüe, en español e inglés, desde el ciclo de Educación Infantil hasta Bachillerato. Además la excelencia en sus instalaciones y recursos tanto técnicos como humanos le ha

ción en Calidad según la nor-ma ISO 9001. Fue una de las grandes deci-siones de su vida, forma par-te de las muchas decisiones arriesgadas que ha tomado, pero entendió que era el mo-mento de apostar por sus pro-pias ideas y arriesgarse con pasión por sacar su proyecto adelante. “Duermo menos, pero soy más libre, trabajo muchísimo, pero me encanta lo que hago, voy corriendo a todas partes, pero estoy más delgada, y cuando sonrío, lo hago con más ganas”.La plantilla la componen 28 personas, de las que 20 son mujeres, “me gusta, cada vez más, trabajar con mujeres. Las mujeres son más intuiti-vas, con una mayor capaci-dad para ver venir y evaluar

tenemos más capacidad para la escucha activa y para la comunicación; eso es muy importante para una empresa como la que dirijo donde prác-ticamente el cien por cien es factor humano”.En la actualidad, el Colegio Internacional Torrequebra-da está desarrollando, entre otros proyectos, una serie de actividades de introduc-ción temprana en determina-dos sectores profesionales como son el tecnológico o el

además de poner en marcha también un Proyecto Interna-cional para promover la Inno-vación Educativa. Cuando le planteamos cómo fomentaría entre las mujeres la creación de empresa, lo tiene muy claro: “diciéndoles que se formen mucho, que sepan per-donarse los errores, sin renun-

ciar a nada. Que hablen con empresarias y empresarios, descubrirán que sus vidas fue-ron muy similares a la de cual-quier ser humano. El punto de

que decidieron asumir el reto de luchar o hacer aquello en lo que creían, entonces todo cambió. Nunca fueron “super-mujeres” o “superhombres”, sino seres humanos con piel y determinación”.

Mª Luisa Expósito SegoviaFLORISTERÍA AGUILERA

FLORISTERÍA

La historia de Mª Luisa está hasta tal punto marcada por la empresa que en el año 1957 fundó

su padre, que podría decirse que su vida, tanto personal como empresarial es insepa-rable, no se entiende, al mar-gen de la Floristería Aguilera.Hasta que se independiza, al contraer matrimonio, su vida familiar se desenvuelve prác-ticamente en el mismo nego-cio, incluso ahora, el nexo de unión entre los diez hermanos que componen la numerosa familia de esta mujer, sigue

Por ello, cuando le pregunta-mos a cerca de los motivos que la llevaron a incorporarse como empresaria al negocio familiar, lo tiene muy claro: su profundo respeto a la familia, la tradición y la conservación de todo aquello que se creó con el continuado esfuerzo, personal y profesional, de su madre y de su padre, especialmente de éste último. “Mi padre empezó

abastos de Jaén, pasando mu-cho frío. Hubiese sido ingrato por nuestra parte, no haber continuado con el negocio que nos dejó. Era la herencia de mi padre, una buena herencia que teníamos que conservar y en la medida que nos fuera po-sible, hacerla prosperar”. Es una mujer sencilla, rica en experiencias y aprendizajes, que considera pueden ser valio-sos para otras mujeres que se encuentran en una situación si-milar a la suya. En este sentido, valora especialmente cómo ha sabido compatibilizar su trabajo como empresaria y el cuidado de sus cuatro hijos, “jamás pen-sé tener tantos hijos, me los te-

poder atenderlos y atender el negocio, casi vivíamos aquí”.Con el paso de los años, que tanta experiencia y sabiduría acumula, descubrió que la con-ciliación es un papel para dos, y lo que empezó como una de-legación de tareas en su ma-rido, hoy se ha transformado en compartir al cincuenta por ciento, “he tenido que educar a cuatro hijos y reeducar a un marido”, pero ha sido un pro-ceso que ha valido la pena, en el que, como ella dice, ha te-

nido que derrochar paciencia, esfuerzo y muchas dosis de cariño y comprensión. Mª Luisa quiere aprovechar la oportunidad que desde aquí se le brinda para manifestar su más ferviente apoyo a to-das las mujeres y madres em-presarias, a promover la con-ciliación de la vida profesional y familiar en todos sus ámbitos de actuación. “En mi opinión, cuando la conciliación deje de ser un objetivo para convertir-se en una realidad, en un he-cho, será un signo inequívoco de que la igualdad de oportu-nidades impera en el mundo empresarial”.Esta es su opinión, la de una mu-jer sólida y hecha a sí misma. Pero para llegar hasta aquí y ser lo que es, debemos retroceder en el tiempo y remontarnos a su infancia, a aquella niña que cada tarde al salir del colegio, con tan sólo siete años, ayudaba a su

ubicada en el barrio de Alcanta-rilla, lugar donde nació y vivio esta empresaria. “Fueron años felices, rodeada de hermanos pequeños, de amigos de la ca-lle, del colegio… el barrio era como mi casa, lo que más va-loro era la seguridad que sentía viviendo allí, todo el barrio era como una gran familia”. Son muchos de familia y los que no estudien tienen que ponerse a trabajar. Con 14 años se hace cargo de otro comercio que su padre había abierto en otra zona de Jaén. No se arrepiente de haber de-jado los estudios tan joven, “amí es lo que me gustaba, estar

de macetas y de tierra” .

Extrovertida y mujer entrañable, considera que “la amistad es un valor que debemos cultivar, porque la familia te viene dada, pero los amigos los eliges tú”.Tal es así, que a pesar de aban-donar pronto los libros conserva muchas de las amistades que hizo de su época de estudíante. “Conozco sus vidas, qué han estudíado, en qué trabajan, a sus hijos, y en cuanto puedo no pierdo la oportunidad de reunir-me con ellos”.Para ella fueron clave los años que pasó junto a su padre, tan-to en lo profesional como en lo personal. En lo profesional, porque de él recibió la forma-ción necesaria para realizar bien su trabajo “desde el mon-taje de ramos, confeccionar

saber gestionar el negocio”.En lo personal, porque de él aprendió los principales va-lores que han regido su vida y que intenta transmitir a sus dos hijas y sus dos hijos, el respeto, la constancia, la orga-nización en el trabajo y sobre todo, sobre todo, la genero-sidad. “Fíjate si mi padre era generoso, que fue de las pri-meras personas donantes de órganos en Jaén”. En este sentido, Mª Luisa nos cuenta uno de los momentos más importantes de su vida

noble y desprendido de su padre y que no podemos dejar pasar por alto: “Mi padre murió de forma inesperada a los 58 años. Coincidió por aquel entonces que una de mis hermanas que, llevaba mucho

tiempo enferma del riñón, estaba a la espera de un trasplante. Mi padre fue el donante, y gracias a él mi hermana sobrevivió”.A partir de ese momento esta mujer, junto con sus hermanas y hermano, se hacen cargo del negocio familiar. En las decisiones importan-tes, contará la opinión de su madre, “para mí es muy importante conocer su opinión, nece-sito tener su visto bueno, cuando voy a tomar alguna decisión que considero trascendente para el negocio”.Floristería Aguilera va creciendo al mismo tiem-po que lo hace la familia creada por Mª Luisa y su marido, con el que lleva 22 años casada. En este tiempo de convivencia, ambos han apren-dido a respetar las decisiones en los negocios que cada uno de ellos dirige y a respetarse sus propios espacios. “Para mí, ésta es la clave de la relación que mantenemos, aunque nos lo contamos todo, y nos pedimos opinión, en lo que respecta a nuestras respectivas empre-sas, cada uno decide sin inmiscuirse en el ne-gocio del otro”.Es una mujer con una gran habilidad para convencer y muy segura de sí misma, segu-ridad que sabe transmitir a la gente que le rodea, tanto en lo que afecta al negocio como a su entorno familiar. Prueba de ello es que durante el transcurso de la conversación que mantenemos con ella, dos aspectos nos lla-maron la atención: por una parte, era tal el

tería, que más bien parecía que el negocio comercializaba productos de primera necesi-dad, y por otra parte, la mayoría de las per-sonas prefería esperar y ser atendida por Mª Luisa, “porque ella les sabía orientar y aseso-rar muy bien”.“Es lo que más me satisface, conseguir que cada persona salga contenta con lo que nos pide, haber podido captar la idea que trae en su cabeza”. Es un negocio que exige estar al día de las

desarrollo de la creatividad. “En los 28 años que llevó trabajando en esta actividad nunca se han confeccionado dos ramos iguales, nunca

idénticos. Cada producto es como una pieza artesana única, prácticamente irrepetible”.Son cultura de Floristería Aguilera: trabajar siempre pensando en la clientela, pro-curando dar respuesta a sus demandas y necesidades y, por supuesto, la cali-dad en el servicio y en el producto.En la actualidad, 15 personas com-ponen el equipo de trabajo del nego-cio. 15 personas que esta empresaria considera como parte de su propia familia. 15 personas que, además de ser excelentes profesionales, “aman

planta, como si cada una de ellas fue-ra una joya a la que hay tratar con la máxima delicadeza”. Mª Luisa quiere aprovechar estas lí-neas para agradecerles el apoyo que en todo momento ha recibido de ellas, ya que su buen hacer le ha permitido

que a lo largo de estos años ha tenido que afrontar. “Ellos me han proporcio-nado la seguridad del trabajo bien he-cho, dándome tiempo para ocuparme de otros aspectos que, afectando a la gestión del negocio, requerían mi es-fuerzo y dedicación”. Precisamente, uno de los aspectos que preocupa a esta empresaria es el futuro del negocio, la continuidad del mismo como negocio familiar. La segunda generación se ha ocupa-

la actividad, separando claramente las cuestiones empresariales de las familiares, pero sin olvidar que la fa-milia constituye su razón de ser. Sin embargo, la tercera generación, a su juicio, no parece dispuesta a incorpo-rase y, hacerse cargo, en su día, de la empresa. Sus intereses parecen ir por otro lado. “Probablemente sea porque

siempre nos han visto trabajar en esta actividad, saben lo duro que es este trabajo y las horas que hay que dedi-

demasiado interés”.Mª Luisa es una mujer de naturaleza optimista y positiva, le gusta desdra-matizar, y tampoco éste es un tema que le preocupe, que “le agobie” en exceso, “lo importante es mantener el negocio, hacerlo bien en el día a día, aunque sólo sea por la memoria de mi padre. Con respecto a los hijos, lo fundamental es que sean felices y que sepan elegir su propio camino”. Siente recompensado su esfuerzo y lo que más orgullo le produce es ver como la empresa ha ido evolucionan-do desde sus comienzos. Recuerda cómo su padre tenía que desplazarse a Granada en moto para comprar las

gunos jardines privados. “En 30 años las cosas han cambiado mucho, disponemos de todo tipo de

mayoría son de importación. La profe-sionalización del sector es evidente, la

tividad es cada vez mayor al introdu-cirse nuevos elementos decorativos”. A sus 42 años está llena de ilusiones, sigue teniendo el mismo entusiasmo que cuando empezó. A ello ha con-tribuido compartir con su familia pro-blemas y éxito, especialmente con su madre, a la que quiere como madre y admira como persona, pero también ha contribuido el hecho de que cada día de trabajo es distinto, que la enriquece, la hace sentir viva, y con las mismas ganas de emprender de los inicios.

Carmen Fernández ÁvilaLUDONATURA

SUMINISTRO E INSTALACIÓN DE PARQUES

INFANTILES Y MOBILIARIO URBANO

Carmen llegó a Andalucía, a Al-mería, hace 36 años, desde su tierra natal, Sant

Feliu de Guixols, en la provin-cia de Gerona.Curiosamente, Carmen es una catalana que emigró a tierras andaluzas, y decimos curiosa-mente porque lo más habitual es que fueran los hombres y las mujeres de Andalucía quienes se marcharan a Ca-taluña buscando para sí y sus familias un futuro, unas expec-tativas de vida mejores de las que, hace algunas décadas, podían encontrar aquí. Sin embargo, en esta histo-ria hay un matiz que convie-

la verdad, en el caso de esta mujer, su venida a esta tie-

vuelta a las raíces andaluzas, que sus padres, almerienses de nacimiento, nunca habían cortado, muy al contrario, las habían hecho crecer a través de su hija y de su hijo y ahora obtenían el fruto, la añoranza de Carmen por una tierra que jamás había conocido. “Mispadres deciden volver a su provincia, Almería, para iniciar una nueva vida y un nuevo proyecto empresarial. Ellos, desde que tengo uso de razón nos inculcaron a mi hermano y a mi el amor y la añoranza por esta tierra”.

Es por eso que, ella desde

con nuestros valores, costum-bres y formas de vida, lo que no quita que en ocasiones “ten-ga nostalgia de los bosques, de los dulces y las tradiciones del pueblo en el que nací, y cuando el tiempo me lo permite, vuelvo para no perder el contacto con la gente con la que me crié”.En su carácter está enraizado el deseo de prestar ayuda a quien lo necesite, “el apoyo a los vecinos, a los amigos, así como la constancia en el tra-bajo y la honradez”. Valores aprendidos de su familia, es-pecialmente de su padre, “unapersona muy humana, siempre dispuesta a tender la mano a quien lo necesitara”. Principios que procura poner en práctica a díario, “lo primero, transmi-tiéndoselos a mis hijos”. Desde los dieciséis años com-bina estudios y trabajo, en un primer momento colabo-rando en el negocio que su familia tenía en el municipio gerundense; más tarde, ya en Aguadulce, trabajará, durante cinco años como ayudante de dirección en el Restaurante que había puesto en marcha su padre en la localidad. Esta experiencia, o mejor dicho los conocimientos adquiridos a lo largo de estos años y las ca-pacidades desarrolladas en la dirección, le abrirán las puertas para el inicio de su primera acti-

vidad empresarial: un comercio de alimentación, que gerencia-rá durante veinticinco años. Carmenserva un grato recuerdo de su trayectoria como trabajadora por cuenta ajena, en la medida que percibe como empresarios proveedores e incluso la pro-pia clientela le daban un trato diferencial, desigual, no reco-nociendo o valorando el cargo que ocupaba en las empresas para las que trabajó. “No fue-ron pocas las veces que tuve hacer ver y valer el puesto que

mando constantemente que había llegado hasta allí por méritos propios; mi aval eran mis conocimientos y actitudes profesionales y una gestión bien hecha, que día a día tenía que demostrar, porque día a día era puesta en cuestión”.En el terreno personal, se ha-bía casado y era madre de dos hijas y un hijo. A ellos dedica cada minuto del escaso tiempo, que por aquel entonces, tiene. Pero para esta mujer la fami-lia, su familia, es su principal fuente de alegría y motivación, la que le aporta la estabilidad y el equilibrio emocional que ne-cesita, “es el centro de mi vida, el motor de mis inquietudes, si mis hijos son el pilar básico en mi desarrollo como persona, mi marido es el bastón en el que me llevó apoyando desde hace 36 años que llevamos juntos”.

En el año 2000, tras los cinco años como ayudante de di-rección en la empresa hotele-ra, Carmen da un giro radical a su vida profesional, y del sector de la alimentación pasa al mobiliario urbano a través de la empresa que pone en marcha Ludonatura, dedicada al suministro e instalación de parques infantiles, a la señali-zación y mobiliario urbano. Fueron varias las causas que llevaron a esta mujer a con-vertirse en empresaria: el des-gaste emocional y físico que le producía tener que estar per-manentemente demostrando su valía profesional. Además, como ella misma dice: “llevaba el mundo de la empresa, como la sangre, en las venas”, había vivido en primera persona a través del negocio familiar, más que el gusto, casi la exigencia, de poder tomar sus propias de-cisiones, “me reconozco como una empresaria vocacional, con la necesidad imperiosa de ser independiente y de asumir riesgos”.Por aquel entonces y sin previo aviso, Carmen contrae una gra-ve enfermedad, que requerirá de su atención durante algún tiempo. Para muchas de las personas de su entorno, había

emprendedor, prácticamente antes de haber comenzado, in-cluso las más pesimistas con-sideraron que había llegado el

Para muchos, pero no para su familia que la co-noce bien, y desde luego en absoluto para ella. “Si una cosa tenía clara es que la enfermedad no iba a conseguir retirarme, ni obligarme a quedarme en casa, era cuestión de readaptar mi vida, y dedicar sólo una parte de mi tiempo a curarme”.Fue un largo y complicado proceso durante el cual hizo compatibles las sesiones de quimio-terapia con sus viajes por las ciudades y pue-blos de Almería para vender farolas, colum-pios, papeleras, bancos, toboganes…“Trabajar me dio la ilusión de vivir, de luchar…aunque reconozco que a veces llegaba a los Ayuntamientos arrastrando la cartera”. Suyó negativamente en su enfermedad, sino todo lo contrario, “terminaba el ciclo de tratamiento, y al cuarto día me arreglaba, me pintaba los labios, y ¡a la calle a buscar clientes!”.En todo ese tiempo fue crucial el apoyo, el calor y el amor que recibió de los suyos, de nuevo su familia, siempre “al pie del cañón”, “a ellos agradezco la fuerza que me dieron para poder afrontar la situación”.Su afán de recuperación, de superación, de pensar que ella tenía que tener la última pala-bra, hizo todo lo demás. También, los primeros tiempos del negocio fueron complicados, porque coincidieron con años de enorme crisis en el sector de la cons-trucción, lo que supuso que en los siete prime-ros meses no vendiera prácticamente nada. Esta situación la hizo dudar de la decisión adoptada sobre la actividad empresarial que había iniciado.Resolvio no rendirse, había arriesgado dema-siado para tirar la toalla en tan poco tiempo. A lo largo de estos años, el rigor, la constancia, la seriedad profesional le han granjeado el res-peto y la credibilidad de la clientela, y hoy por

y un prestigio en el sector.

“Una de más mayores satisfacciones que siento es cuando viajo por los dis-tintos municipios de la provincia y veo que hay muy pocos en los que mi em-presa no esté presente, ya sea en par-ques infantiles o en señalizaciones”.En Ludonatura trabajan diez personas, de las que cuatro son mujeres que ocupan cargos directivos y técnicos. Una de ellas es su hija, que en la ac-tualidad dirige el departamento de ad-ministración; además, desde hace un año, también se ha producido el ingre-so en la empresa de su hijo, que reali-za labores de carácter comercial. “Es uno de mis objetivos a largo plazo, conseguir que mis hijos permanezcan en la empresa y que haya una continui-dad en el negocio. En este sentido me alegra enormemente comprobar que ellos se involucran, se interesan y dan de sí al máximo de sus posibilidades”.Para Carmen ser empresaria “me ha cambiado la vida, me ha hecho apren-der a distinguir lo importante, lo priori-tario y lo urgente, dedicar mi tiempo y esfuerzo a las temas y asuntos que lo requieren, incluso enfadarme sólo por las cosas que inexcusablemente lo merecen” nos comenta sonriente.Finalmente requerimos de ella algún consejo para aquellas mujeres para las que la opción de emprender em-pieza a tomar forma. “En mi opinión, y de acuerdo con mi propia experien-cia, para las mujeres es un gran reto ejercer responsabilidades empresaria-les ya que nuestras decisiones suelen estar más cuestionadas. Pero también ser empresaria, ha supuesto para mí, una independencia económica y per-sonal impensable en el mejor y más estable trabajo por cuenta ajena”.

Aurea Fernández LópezALUFRAN

FABRICACIÓN DE ALUMINIO Y PAPEL FILMS

Aurea nació en Madrid en el año 1948, aun-que como ella misma dice el

que naciera en dicha localidad fue algo circunstancial, “puestoda mi familia es y vive en Linares (Jaén), y hasta donde alcanza mi memoria, yo nunca he vivido en otra ciudad”.Desde hace más de 20 años, gerencia y administra la socie-dad Alufran, que dedicada a la fabricación de aluminio y pa-

ses de aluminio y bolsas para productos congelados.Para desarrollar su actividad, la empresa dispone de una nave de uso industrial, ubicada en el Polígono industrial Los Ru-biales, de Linares, y de unas

tro de dicha ciudad jienense, donde tiene lugar la entrevis-ta que mantenemos con esta mujer. Lo primero que de ella llama la atención, son sus marcados rasgos casi nórdicos, especial-mente la transparencia de sus

mente parecen llegar a lo más profundo de tu ser, parecen saber lo que estás pensando en cada momento, pero sin cohibirte, sin incomodar; de-notan fortaleza y, sobre todo, la valentía propia de aquellas personas que no se han rendi-do ante situaciones realmente difíciles, muy al contrario, han sabido superarlas y sobrepo-nerse a ellas.

A lo largo de la conversación que mantenemos con ella, se nota que es una mujer a la que le gusta controlarlo todo, casi se podría decir que le estresa el dejar lo más mínimo a la im-provisación, y reconoce que le gusta personalmente llevarlo todo por delante, lo que con-trasta con el aspecto, en al-guna medida, desorganizado e incluso desordenado de su mesa de trabajo. Se anticipa a nuestra pregunta, y ella misma nos cuestiona: Supongo que os preguntaréis como una mujer de mi genera-ción lleva más de 20 años en una actividad tan masculiniza-da. Es cierto que le íbamos a formular esa pregunta. Aurea no se inicia como em-presaria por vocación, fueron otras las circunstancias y moti-vos los que llevaron a esta mu-jer a incorporarse al mercado laboral a través del desarrollo de una actividad empresarial.“Fue mi marido quien puso en marcha Alufran, para lo que tuvo que pedir dos años de excedencia, al cabo de los cuales, no tuvo más remedio que reincorporarse a su an-terior trabajo”, lo que unido a que la empresa no iba nada bien, provocó que Aurea deci-diera hacerse cargo del nego-cio, hasta el día de hoy. En todo este tiempo agradece la ayuda que ha recibido de tantas personas, “cuando em-pecé no conocía nada de esta actividad, sólo sabía cambiar pañales, planchar… pero no

sé porqué a mi la gente me ha ayudado mucho, desde la clientela, los proveedores, in-cluso los bancos”.Ahora somos conscientes de que las mujeres para romper el techo de cristal, y mante-nerse en los más altos niveles de responsabilidad, han tenido que demostrar cada día la ca-pacidad y el valor. En el caso de Aurea lleva más de 20 años demostrando su capacidad de trabajo y de éxito. Y ésta pro-bablemente, fue la causa de que lograra que algunas enti-

ella. “Yo creo que me veían tan trabajadora y constante, creía tanto en que la empresa podía salir adelante, que los del ban-co pensarían, si no le presta-mos a esta mujer el dinero, no se lo prestamos a nadie”.En el camino hacia la igualdad algunos hombres, a lo mejor sin saberlo, estaban dando los primeros pasos para abrir las puertas de espacios hasta entonces reservados a ellos. Valiente vos que de manera constante nos vienen a la mente a me-dida que conocemos y profun-dizamos en la historia de vida de esta mujer. Valiente y decidida para afrontar momentos profesio-nales que han estado apunto de hacer desaparecer el ne-gocio. “Hace algunos años el sector del aluminio entró en crisis lo que provocó que muchas empresas desapare-cieran, nosotros estuvimos a

punto de entrar en quiebra, teníamos muchas deudas, los tipos de interés, por aquel entonces, estaban altísimos, y la solución que encontré fue hipotecar mis bienes; pudi-mos salir del bache”. Alufran es, hoy día, la única empresa del sector en la provincia de Jaén.Valiente y decidida para afron-tar situaciones personales adversas, cuando sus hijas e hijo son aún pequeños, se separa de su marido, “en mi opinión, somos capaces de disfrutar de los momentos de felicidad, porque hemos sido capaces de superar los obs-táculos que la vida nos pone por delante”. Lo pasa mal, pero Aurea aprende mucho y aprende rápido, “a veces pensaba que no sería capaz de asimilar tanta responsabi-lidad en solitario, criar y edu-car a mis hijos, mantener a

sustento de mi familia”. Pero se empeñó en seguir adelan-te, cometió errores, pero le sirvieron para aprender y no cambiaría ninguno, porque forman parte de su experien-cia de vida. Mira a su alrededor y está or-gullosa de lo que ve: de una empresa consolidada y respe-tada en el sector, de sus tres hijas, una de las cuales trabaja con ella en Alufran, y de su hijo “que aunque me ha salido tan machista como su padre, me esfuerzo día a día para edu-carlo en la igualdad”.

Para esta mujer, la familia no es sólo su princi-pal fuente de alegría, es también lo que le mo-tiva a seguir creciendo, como empresaria, “soymuy ambiciosa en el trabajo, necesito plan-tearme constantemente nuevos retos, nuevos objetivos, y los “culpables” son mis hijos, si no fuera por ellos, igual no lucharía tanto”.Pero también, como persona, “porque de la fa-milia aprendes los principales valores que des-pués rigen tu existencia. A veces, con el paso del tiempo, te desprendes de algunos, otros

más importantes de nuestro equipaje”.En todo este viaje, Aurea no puede, no quiere, olvidar sus orígenes, en el seno de una familia guiada por mujeres. Primero, su madre, “unamujer con muchísima fuerza y entereza” que al quedarse viuda, saca a sus dos hijos ade-lante, haciéndose cargo de la representación de muebles que, hasta su fallecimiento, había llevado su marido. Es tal la admiración, que se desprende de las palabras de Aurea, cuando habla de su madre, que no nos resistimos a trascribirlas: “por aquel entonces fue la primera mujer que trabajaba como comercial. Ella llevaba la representación de toda la comarca de Linares, y todos los días tenía que coger el autobús para ir a Baeza, Úbeda… Ella iba donde hiciera falta, con tal de vender muebles y ganar dinero con el que sa-car a sus hijos adelante. Nunca se quejó, nun-

subía al autobús, con todo el peso del calor en verano, o con el crudo frío del invierno de esta tierra. Y eso lo hizo por nosotros”. Después, su abuela, una mujer a la que no co-noció, pero a la que también considera una persona clave en su vida. Mujer valiosa y muy querida, que marcó la educación de varias generaciones en el municipio de Linares, don-de, además de ejercer de maestra, “daba de comer y cuidaba de sus alumnas y alumnos mientras sus madres trabajaban”. Una calle de esta localidad jienense lleva su nombre, Aurea Galindo.

La vida de esta empresaria está ligada a Linares por unos lazos más profundos que aquellos que nos unen al lu-gar en el que nacemos o en el que trascurre nuestra vida. Son sus raíces, la historia de su familia, pasada, presente y futura las que se hunden en esta localidad. También en Linares estudió hasta Bachiller “a veces me arrepiento de no haber segui-do estudíando, me hubiera gustado Periodismo o Dere-cho”. Pero cuando vuelve la vista atrás, se da cuenta de que ha hecho otras muchas cosas a las que, tal vez, habría tenido que renunciar, si hubie-ra estudíado una carrera. No se arrepiente, porque ha sido su elección personal. Precisamente, cuando le plan-teamos que se ha atrevido hacer que no contemplase, lo tiene muy claro: “en su mo-mento, quedarme con la re-presentación de muebles que antes tuvo mi padre y después mi madre... no me veía capaz, en absoluto, de dedicarme a la venta de muebles”. Ahoraes la Directora Comercial de Alufran.Mujer inquieta, ha seguido cre-ciendo y con ella su empresa que, en la actualidad es una de las líderes en el sector. Am-bas están vivas y con futuro. Con respecto a la empresa, son varios los proyectos que a medio plazo quiere poner en marcha, como, implantar técnicas innovadoras que

mejoren el proceso de fabri-cación, ampliar la gama de productos, y el proyecto más inmedíato, que consiste en el traslado del negocio a una nueva nave industrial.En el aspecto personal, seguir manteniendo la excelente rela-ción que guarda con sus des-cendientes, “con la esperanza de que continúen en el nego-cio cuando yo no esté aquí”,pero siempre manteniendo los principios y la cultura que han sido el estandarte de la empre-sa, la seriedad y la honradez, “que el cliente tenga la segu-ridad de que compra un buen producto, porque lo difícil no es vender la primera vez, es mantenerse en el tiempo”.Por último un consejo para las mujeres emprendedoras. “Creo que no hay más límites que los que una quiera asumir. No existen ciertos trabajos para las mujeres y otros reser-vados a los hombres y la ma-nera de romper esta tradición es creérselo y entrar de lleno en ellos. El mejor consejo que puedo dar a una mujer que de-sea convertirse en empresaria

za en sí misma, inquietud, te-nacidad y muchas ganas de luchar y trabajar, pensando

surgir en cualquier momento, y no sólo cuando se inicia el negocio, después vendrán otras, pero no hay que tener-les miedo, hay que saberlas encarar y, sobre todo, apren-der de ellas”.

Marisa Fernández RenteroGLADIS DANCE

FABRICACIÓN DE CALZADO PARA BAILE

Nos hemos cita-do con Marisa Fernández en la sede de la empresa que

dirige desde hace veinte años, Hermanos Fernández Rente-ro, conocida comercialmente como Gladis Dance, y dedica-da a la fabricación de calzado para bailes y espectáculos. Amable, preocupada en todo momento por hacernos sentir cómodas, antes de hacernos pasar a su despacho, nos invita a conocer las instalaciones que la empresa tiene en un polígo-no industrial de reciente crea-ción en el municipio onubense de Valverde del Camino. Todo parece nuevo, como re-cién estrenado, ella así nos lo

“ha sido el destino que hemos dado a las últimas reinversiones que hemos rea-lizado. Necesitábamos am-pliar la empresa, por lo que hace poco nos hemos trasla-dado a esta nave industrial, además de haber adquirido maquinaria nueva y haber re-modelado todo el espacio de

Cuandodespacho, nos llama podero-samente la atención el enor-me retrato que preside la sala. Se percata de nuestro interés: “es mi padre, el maestro y tu-tor de mi vida profesional, sin él, yo no sería la misma mujer de empresa que soy, ni habría tenido la misma trayectoria profesional”.

No olvida a su madre. “Ella si-gue enseñándome a ser cons-tante y consecuente en el tra-bajo y en lo personal. Tengo la gran suerte de tenerla conmi-go y poderla disfrutar”. Marisa pertenece a la tercera generación de una familia de artesanos y fabricantes de calzado de la ciudad que la vio nacer: Valverde del Camino. La primera generación arranca con su abuelo, artesano zapa-tero de profesión, que empe-

hasta llegar a ser un auténti-co maestro, en doble sentido; “primero, porque los materia-les en sus manos se transfor-maban en verdaderas joyas con forma de zapatos; y en segundo lugar, porque enseñó al que después le sucedería en el negocio: mi padre”.La segunda generación, an-ticipándose a los tiempos y con una clara visión de futuro, transformó el negocio hace cuarenta años, industrializan-do el proceso de fabricación, pero sin perder la identidad y la imagen de marca que con tanto esmero habían sabido crear. En este entorno nació la em-presaria que entrevistamos, formando parte de una fami-lia compenetrada y como ella dice, unida por los zapatos, “ya que, cuando éramos niños, mis hermanos y yo vivíamos, y jugábamos en la fábrica, y aho-ra que somos mayores, todos tenemos responsabilidades en la empresa familiar”.

Cuandode bachiller, decide que no quiere seguir estudíando, “la

estudíar era yo misma, prefe-ría aprender de la experien-cia, trabajando en la propia empresa, como habían hecho mi abuelo, mi padre y mi ma-dre, en cuanto sus hijos se hicieron mayores y ella quiso incorporarse de forma activa a la empresa familiar”, a la que aún hoy sigue de alguna ma-nera vinculada. Nosse arrepiente de no haber cur-sado estudios superiores, en ocasiones, ha echado en falta una formación académica más relacionada con la empresa, que no obstante, suple acce-diendo a aquellos cursos que entiende le pueden ser útiles para su actividad como geren-ta. “En realidad, opino, que nunca se está del todo pre-parada para un trabajo como el que desempeño, porque en las empresas se generan mu-chas y distintas situaciones que no recogen los libros, y tienes que solventarlas de la mejor manera posible. A veces aciertas y otras te equivocas, en ambos casos, aprendes”.En este sentido, se considera una persona bastante segura de sí misma, con pocos mie-dos.do la genética, porque nunca vi ni inseguridad ni miedo en mi padre a la hora de tomar de decisiones en su empresa”.

En su opinión, cree que a ello ha contri-buido, el hecho de haberse equivoca-do muchas veces y haber aprendido de los errores cometidos. “Mi padre me dejaba hacer, aún a sabiendas de que me estaba equivocando. Después teníamos una charla educativa para analizar en qué y por qué me había confundido”.Sus únicas culpabilidades se dan en el ámbito personal, en concreto, como madre al no poder dedicar demasiado tiempo a sus hijas… “pero a la vez ten-go la satisfacción de que el tiempo que estoy con ellas es algo precioso tanto para ellas como para mí”. Y es precisamente en su entorno perso-nal y familiar donde encuentra la esta-bilidad que necesita para actuar como empresaria, y asumir las responsabili-dades que exige el cargo que ocupa, desde hace veinte años, en la dirección de Gladis Dance… “siento que estoy rodeada de grandes personas, que me hacen sentir amada y amar a la vez… mi marido me aporta estabilidad, mi ma-dre seguridad… el hecho de que todos los hermanos estemos involucrados en el proyecto empresarial me da mucha tranquilidad con respecto a las decisio-nes que cada día debo tomar”.

En el año 1986, Marisa asumió en soli-tario la dirección y administración de la empresa familiar, “aunque cada uno de mis hermanos son responsables de los distintos departamentos del negocio”.Desde el principio, su padre consideró que ella reunía las mejores cualidades para la gerencia, y así la fue preparando hasta dejar la empresa en sus manos. No se equivocó. En la actualidad, Gla-dis Dance es una empresa pionera en el sector de actividad en el que está es-pecializado. El crecimiento productivo y la expansión experimentada en los últi-mos años así lo acreditan… “En estos momentos no sólo somos líderes en el mercado nacional, sino también nos es-tamos introduciendo con bastante éxito en países como Estados Unidos y Ca-nadá”.Desde hace algún tiempo esta empre-saria es miembro de la asociación sec-torial de empresarios del municipio de Valverde del Camino, constituida, se-gún nos dice, en un noventa y nueve por ciento por hombres. Reconoce que como miembro de esta organización empresarial tuvo que es-forzarse en hacer valer sus opiniones, y que los demás entendieran que ella es-

ñeros para emitir sus propios juicios. “Soy una convencida de la igualdad de oportuni-dades. Las mujeres tenemos aptitudes, conocimientos y experiencias muy valiosas, lo que nos permite actuar con criterios muy acertados a la hora de desempeñar las fun-ciones empresariales. Es bueno y acertado que se reconozca nuestra labor y nuestra valía como mujeres de empresa”. Marisa procura, en el escaso tiempo del que dispone, cui-dar sus relaciones afectivas no sólo familiares, también, las relaciones con sus ami-gas y amigos… “porque son las que te enriquecen como persona, son las que te apor-tan sin esperar nada a cam-bio, son relaciones que nacen del corazón, sin obligaciones ni intereses”. La empresa que dirige está basada en la máxima que aprendió de su padre: Calidad, Comodidad y Creatividad, “que siempre llevó presente”, sin dejar a un lado las tendencias y las necesida-des que demanda su clientela.Para cumplir con esta máxima, la empresa cuenta con una planti-lla compuesta por veintinueve personas, de las que, práctica-mente, el cincuenta por ciento son mujeres, que, fundamen-talmente, realizan funciones di-

rectivas, encargadas y jefas de taller, y otras trabajan en el de-partamento de administración. “Nuestra empresa, además del departamento de adminis-tración, cuenta con el área de comercialización, al que esta-mos dotando con importantes recursos materiales, humanos

lidar la aventura internacional que hemos emprendido”. En esta línea, Gladis Dance está acometiendo la incorpo-ración de nuevos departamen-tos en la estructura organizati-va, como son, en concreto, el departamento de recursos hu-

ción al cliente.

Aún recuerda, en los comien-zos, cuando Gladis Dance era una empresa pequeñita… “yllevábamos las cuentas con pa-pel y bolígrafo, nos sentábamos todos los hermanos después de cenar y preveíamos lo que se iba a ganar, lo que teníamos que pagar… todas las noches, en nuestra imaginación mon-tábamos una gran empresa… soñábamos despiertos y nos reíamos soñando”.Es de lo que más orgullosa se siente, al comprobar que aque-llos sueños de mesa de cami-lla se están haciendo realidad. Alsus aspiraciones. “Como ma-dre, lo que más deseo es que mis hijas tengan la misma suer-te que yo he tenido, que me re-cuerden con el mismo cariño que yo recuerdo a mis padres y que sean felices haciendo lo que ellas elijan hacer. Como empresaria, quizá sea demasiado obvio, pero como se puede imaginar, que esta tercera generación, algún día, ceda el testigo a la cuarta”.

Nuria Fernández LuqueLA BÓVEDA DEL GRES

DISEÑO Y ELABORACIÓN DE ARTÍCULOS DE DECORACIÓN

Nació en Málaga hace treinta y tres años. Se crió con sus abuelos “por-que mi madre trabajaba desde que era muy joven”.do sobre ello, pero cuando se le cues-

mujeres de la casa. “Crecí rodeada de mujeres: mi abuela, mi madre, mi tía… todas ellas mujeres muy trabajadoras, de ellas aprendí el valor de arriesgarse por hacer o conseguir lo que te propones”. Pero Nuria no es de ese tipo de personas que des-de una temprana edad tiene claro a qué quiere dedicarse, o hacer en la vida. La prueba está en que cuando le preguntamos por su formación nos sorprende la diversidad de estudios realizados, sin que éstos guardasen relación entre sí. Primero cursó Auxiliar de Clínica, más tarde se es-pecializó en Técnico de Laboratorio para después estudíar Salud Ambiental. No acabamos de enten-der cómo con esta formación llegó a poner en mar-cha, algún tiempo después, una empresa dedicada al diseño y creación de productos dirigidos a la de-coración de interiores y exteriores. Debe notarse demasiado nuestra expresión de asombro, pues ella enseguida nos lo aclara. “Preci-samente estudíando la especialidad de Salud Am-biental me enteré de que se iba a iniciar un curso sobre cerámica. Me pareció interesante como acti-vidad extra-académica, así que me matriculé”. Le acabó gustando tanto que decidió abandonar los estudios de la salud y, al conocer que en Má-laga existía una Escuela de Arte, se inscribe. En ella permanecerá cuatro años. “Cuando terminé mis estudios lo tenía claro: quería arriesgarme, crear mi propia empresa dedicada a una actividad relacionada con mis estudios como diseñadora y ceramista”.Hacía mucho que conocía a Mª Ángeles. Ella había

nocimiento, con los años, fue surgiendo un afecto que se transformó en amistad profunda “desde ha-cía tiempo barajábamos la idea de poner un nego-cio juntas, pero todo quedaba en el aire sin que en ningún caso llegásemos a concretar nada…”.Finalmente, en el año 1998, aquella idea cristalizó en la creación de la empresa que en un primer mo-mento denominaron La Hiedra y, posteriormente, en el 2001, La Bóveda del Gres; empresa que dise-ña y comercializa mesas, espejos, cuadros y mura-les, entre otros productos, todos ellos elaborados con materiales como el gres, el metal y la madera.

Nuriafueron duros y pasaron por mo-mentos difíciles, motivados sobre

“Aunque la inversión no era exce-sivamente alta, los recursos eco-nómicos de los que disponíamos eran escasos, por lo que nece-sariamente debíamos conseguir

Siempre tuvieron claro que las di-

te importante como para impedir-les la puesta en marcha e inicio de su actividad empresarial. “Por aquel entonces coincidió que nos concedieron una subvención que habíamos solicitado, lo que sin duda supuso un cierto respiro”.“De todas las circunstancias se aprende, y a partir de entonces aprendimos dos cosas: de un lado, lo importante que es tener diseñado un plan estratégico de la empresa; y de otro, que tan valioso es tener un buen plan de negocio, como el saberlo transmitir”.Laestá enfocada a la realización de trabajos personalizados en fun-ción de las demandas y gustos de la clientela. “Es además lo que nos motiva… el poder desarro-llar nuestras capacidades creati-vas, que son la base de nuestra empresa”. Creatividad y diseño, empleando en algunos casos materias primas ampliamente conocidas, y en otros casos, ex-perimentando con otras que im-primen una imagen de marca a los diseños que emanan de esta empresa.

Cuando preguntamos a esta mujer cuáles han sido sus decisiones más arriesgadas a lo lar-

que, sin duda, el cambio de lugar de ubicación de la empresa, entendiendo que necesitaban trasladarse a una zona más comercial que les sirviera como elemento de publicidad y comuni-

les permitiera separar perfectamente la zona de taller y de tienda-exposición. A esta nueva inversión se ha unido la creación de una página web, a través de la cual se pue-den visualizar las obras y creaciones que han ido materializando con anterioridad.“Estoselevada, pero considerábamos imprescindible acometerlas si queríamos emprender una trans-formación profunda del negocio, y poder ampliar nuestra cuota de mercado”. A juzgar por los resultados obtenidos desde en-tonces, los objetivos se van cumpliendo. Prue-ba de ello es la expansión experimentada por la empresa en lo que respecta a los nuevos seg-mentos de mercado que se acercan e interesan por la actividad y los productos que elaboran. En estos momentos están centrando sus es-fuerzos en la apertura de una nueva línea de negocio dirigida a atender a la clientela que les demanda servicios de decoración de interiores, lo que está siendo todo un éxito, según expresa esta empresaria.Todos estos trabajos tienen su soporte en el servicio de asesoramiento que se presta en La Bóveda del Gres, que permite crear una compo-sición para que la clientela imagine, en tiempo real, cómo quedaría el espacio o entorno que precisa o desea componer y enriquecer.En el plano personal, Nuria se plantea la po-sibilidad de ser madre, aunque es consciente

representa compatibilizar trabajo y familia. En su opinión, esto no debería ser así “incluso hoy día, las mujeres pueden ver limitado su desarro-llo profesional cuando se enfrentan al cuidado de los hijos, hasta tal punto, que no son pocos los casos en los que, indefectiblemente, se ven abocadas a tener que elegir entre ser madre o continuar trabajando, ya sea como empleadas o como empresarias”.

María Gallardo LópezPANGASA

FABRICACIÓN DE TEXTIL PARA BEBÉ

María forma parte de la segunda ge-neración de Pangasa, la

empresa que, dedicada a fa-bricación de textil para bebé, puso en marcha su padre hace treinta y siete años, “con la inestimable ayuda de mi ma-dre, sin ella, ni la empresa no hubiera llegado a nuestras ma-nos, ni desde luego hubiese experimentado el crecimiento y la expansión que a lo largo de más de tres décadas ha teni-do”, declara esta empresaria. Actualmente, son dos las socias

conducen el negocio familiar. Cada una de ellas dirige un área determinada, “mi her-mana la parte técnica y yo el área creativa y de diseño, por lo que ambas, a pesar de te-ner cualidades muy distintas, nos complementamos y enca-jamos perfectamente”. María es, además, una de las admi-nistradoras de la empresa.Se dice que para ser empresaria o empresario hay que reunir al menos dos condiciones, tener espíritu emprendedor y una buena idea de negocio. Sin em-bargo, las realidades pueden ofrecernos primas distintos de la misma cara. Es el caso de esta mujer, pues si bien a ella la idea le fue dada, sin duda, su iniciativa, capacidad de de-cisión, la formación elegida, el gusto e interés por la empresa, fueron factores que al cruzarse sólo podían conducir a un ca-mino: convertirse en una mujer de empresa.

Cuando describe su infancia en Baza, en la provincia de Grana-da, lo hace con una expresión

“Mi niñez trascurrió entre la-nas”. Con ello nos dice como su vida se sucedía en el negocio familiar; su paisaje, las paredes de la fábrica; sus juegos, las bobinas de lana, la materia pri-ma para elaborar las prendas

Siendo muy pequeña, a su ma-nera, ayudaba en la empresa. “A los diez años, me había es-pecializado en confeccionar las facturas, me llamaba po-derosamente la atención todo lo que tuviera que ver con los números, las notas, incluso los extractos bancarios”. Con estos antecedentes, estaba clarísimo que al decidir a cer-ca de los estudios universita-rios que realizaría, la carrera elegida no ofrecía ninguna duda: Empresariales.Será la única vez que se au-sente de Baza. Valora su eta-pa universitaria como una de las mejores de su vida. “Porla gente que conocí, por ser y sentirme por primera vez inde-pendiente, sobre todo, porque yo era la única persona que administraba la autonomía y libertad de la que gozaba, lo que me supuso ser consciente del grado de responsabilidad que asumía”.Losa reencontrar con su familia, y de nuevo con la empresa en la que poco a poco va asumiendo tareas de más responsabilidad, en áreas como la contabilidad, la facturación y los bancos.

Su ingreso desde un punto de vista profesional en el negocio, fue progresivo, paulatino, has-ta tal punto que su memoria no tiene almacenado un primer día como empresaria. “Puedeparecer irreal pero lo cierto es que un día me vi o al menos fue consciente de que estaba diri-giendo la empresa, y tomando decisiones que repercutían di-rectamente en su futuro”.Además del espíritu empren-dedor y de una buena idea de negocio, hay quienes dicen que en el mundo empresarial hay que tener suerte, mucha suerte. En opinión de esta empresa-ria, si la suerte es encontrarte un negocio en funcionamiento, verdaderamente ella ha tenido suerte. Pero su experiencia le dicta otra cosa…, “es una cues-tión de probabilidades, de ma-nera que, cuanto más trabajes, más posibilidades tienes que la suerte llame a tu puerta”. Sólo ella y su socia y hermana a la que considera uno de los grandes pilares de su vida, sa-ben las noches que han pasa-do sin dormir, los días enteros intentando resolver graves pro-

tades que han hecho tambalear la consolidación, y por tanto, la existencia del negocio.Porque si los primeros años son complicados para cualquier em-presa, nadie puede negar la du-reza y complejidad de los años posteriores…, “sobre todo cuan-do partes de un negocio, con un nombre y un prestigio en el mer-cado, que además es el que con

ron y levantaron tus padres”.

Los motivos personales y pro-fesionales se entrelazan, se cruzan, y entre las obligacio-nes implícitas a la gestión y el exceso de responsabilidad

fácil traspasar. “Parece que el

y en ocasiones, tienes la im-presión de que la empresa te pide cada vez más”.Reconoce que le ha costado, pero ha aprendido a separar tiempo de trabajo y tiempo de ocio. “Para mi es tan importan-te el uno como el otro. Necesi-to desconectar del trabajo, qui-tarme el traje de empresaria, y ser simplemente una persona que disfruta de su tiempo li-bre, viajando, leyendo, o sim-plemente abandonarme en un sillón y no hacer nada”.En este sentido, es conoce-dora de que su situación no es la habitual para un número importante de mujeres traba-jadoras. Lo vive díariamente a través de las quince personas que trabajan en su empresa. “Todas son mujeres que en su mayoría tienen que hacer ver-

daderos juegos malabares para compatibilizar el trabajo y la familia, y todo ello, por supuesto, a costa de olvidarse de su propio tiempo”.Este es uno de los principales motivos por los que esta mujer forma parte de la Asociación empresarial de su municipio, siendo además, la representante de las mujeres empresarias de la zona. “En mi opinión, el tema de la con-ciliación está creando una verdadera brecha en los problemas de desigualdad de género, se está convirtiendo en un arma muy peligrosa con la que potenciar y fomentar que las muje-res dejen de trabajar u ocupen los puestos de menor responsabilidad y más fácilmente susti-tuibles en una organización bajo la excusa de no poder atender a sus hijos”.Hace cuatro años que bajo el paraguas de Pan-gasa, María, junto a su hermana, pusieron en

dicada a la fabricación y comercialización de ropa en punto para bebé. Fue una decisión de las dos, aunque recono-ce que para ella fue imprescindible el apoyo y el respaldo de su marido. “Para mi es muy importante contar con el colchón de seguridad y estabilidad que me ofrece mi entorno, espe-cialmente mi pareja”. Quiere dejar claro que no busca su aprobación…, “sino el apoyo sincero y leal que requieren determinados temas que por su envergadura necesariamente nos afec-tan a los dos”. En estos momentos, la empresa está desarro-llando unas líneas de actuación a través de las cuales pretenden hacer frente a la grave crisis que está afectando al sector textil, a raíz de la entrada en los mercados europeos de la pro-ducción asiática.

“La globalización ha supues-to la incorporación masiva del textil procedente de los países asiáticos, a unos precios y en unas condiciones, que la ma-yoría de las empresas espa-ñolas no pueden competir”.Esta situación ha mermado sus ventas pero no sus fuer-zas, por lo que a través de Moda Infantil María López, han puesto en marcha una nueva línea de negocios con-sistente en la elaboración de canastillas para bebés que son entregadas en menos de 24 horas. “Asimismo, estamos orientando la venta no sólo a particulares, sino también hacía las empre-sas que quieran hacer este tipo de regalos a sus emplea-dos con motivo del nacimiento de un hijo”.Para ello, la empresa ha lleva-do a cabo una fuerte inversión, sobre todo en lo que respecta a la adquisición de maquinaria cada vez más especializada, así como, en implantación tec-nológica.

“Vivimos un momento en el que no podemos permitirnos cometer ningún error, pero también es un momento apa-sionante en el que poner a prueba todas las habilidades y capacidades que cada cual tenga y haya sido capaz de desarrollar. No es momento ni de miedos, ni de esperar a ver que pasa. Probablemente los que esperen cuando se den cuenta ya habrán dejado de existir”.Para María es hora de actuar con estrategias claramente

en la diversidad y en la calidad

Moda Infantil María López tie-ne además otro frente abier-to, el de la exportación. Para esta empresaria, es un tema pendiente, en el que ya están trabajando…,“concretamente, investigando el uso de otras materias primas, más acorde con los hábitos de consumos de los países europeos en los que nos queremos introducir”.

No puede por menos que esbozar una amplia sonrisa cuando en alguna ocasión ha escuchado que por ser em-

dad horaria, o que si un día no quiere ir a trabajar, sencilla-mente no va. “Nada más lejos de la realidad, como empresa-ria el tiempo pasa volando, los días se suceden a velocidad de vértigo, y siempre con la sensación de pensar ¡Cuánto me queda por hacer y cuantos objetivos por cumplir!”.

Mercedes García AllerMOLINO Y LIMPIEZA DE VIDRIO, MOLIVISATRATAMIENTO Y RECICLAJE DE VIDRIO

Entrevistamos a la empresaria Mercedes García, en la sede de la empresa que admi-nistra y dirige, Molino y Limpieza de Vidrio, MOLIVISA, dedicada al tratamiento y reci-claje de vidrio.

Al comienzo de la conversación que mantenemos con ella, nos comenta que la empresa comenzó su actividad en el año 1988, de la mano del que por aquel entonces era su marido pero, tras separarse, ella decidió tomar las riendas del negocio y seguir adelante con su ges-tión, lo que lleva haciendo desde hace catorce años.“Aunque colaboraba en la empresa asumiendo labores de administración, nunca pensé que algún día las cir-cunstancias y el destino me obligarían a convertirme en empresaria, y dirigir esta empresa”. No obstante, en el fondo de su corazón se siente una empresaria vocacional. “Hasta entonces el trabajo que desempeñaba era para mi un motivo de satisfacción y realización personal, mucho más allá de un medio para poder vivir”.Mercedes parece una mujer fuerte, da la impresión de ser de ese tipo de personas que las circunstancias y los momentos vividos la han hecho fuerte, bajo una apa-riencia de cierta debilidad, o ¿seria mejor decir sensi-bilidad?, que ella, en lo público intenta ocultar para no parecer débil.En el “tú a tú” se muestra tal y como es, tenaz, segura y capaz de afrontar y superar situaciones difíciles que la han acompañado desde la niñez.Su vida comienza en la capital leonesa, con su familia… gente muy sencilla; el padre trabajaba, la madre enfer-ma, encuentra en Mercedes, la mayor de sus hijas, las manos que necesita para colaborar en la casa y ayudar en el cuidado de sus otros hijos.A medida que se iba haciendo mayor, siente que no está viviendo su vida, vive la de su madre… ”una mujer buena, buenísima, pero que quería que me dedicara a atender la casa, a ella, a mi padre y a mis hermanos”.Las diferencias con su madre, en este sentido, son frecuentes, Mercedes le pide a la vida otra cosa, quiere ser ella misma, quiere formarse,… “aprender y aprender, una constante en mi vida”… y poder acceder a un trabajo… “con diecisiete años empecé a trabajar

escuela de comercio de León”. “Mi inquietud siempre ha sido, aprender y aprender, algo que mantengo a día de hoy”. Por aquel entonces, lo dice sonriendo, era la rebelde de la familia, todo porque no respondía a los cánones establecidos, a lo que se esperaba de ella, por y para las normas que se había previsto debía cumplir.Hoy reconoce que simplemente ella tenía una visión

de cómo debían ser las cosas diferente a la de su madre,…”me doy cuenta que yo por aquel entonces lo que hacía era defender mi personalidad, mi criterio. Esto que parece lo más normal del mundo en la actualidad, era algo muy com-plicado hace treinta años”.Durante algunos años trabaja-rá en una empresa de la cons-trucción. “Fueron años muy felices, en los que además de aprender muchísimo, hice de mis compañeros mis amigos”.Se casa, su marido trabajaba en una empresa de transporte de vidrio…, “cuando lo tras-ladan a Málaga, es cuando me empieza a rondar la idea de poner en marcha un nego-cio, pero no sabía de qué, no sabía como darle forma a mi idea de negocio”.Casi por casualidad, según ma-

no aprovechar la experiencia y el conocimiento que su marido tenía en el sector del vidrio, y poner en marcha una empresa dedicada al reciclado del vi-drio…, “que por entonces era algo absolutamente innovador en Andalucía”.“Dicen que de detrás de todo hombre existe una gran mujer, no diré yo que este fuera mi caso, pero lo que si es verdad, que detrás de un empresario, no son pocas las veces que hay una mujer con una buena idea de negocio”. Así nació MOLIVISA, empresa

ta, en el sistema de contene-dores de vidrio que instalados en hoteles y entidades públi-

cas, permitían la recogida del vidrio para

y reciclaje. “Fue una tarea muy difícil, fue una lucha extenuante, porque nadie creía en la idea, hasta que a base de tenacidad y convencimiento conseguimos poner en marcha este sistema, hoy ampliamente, extendido”.Durante una serie de años, Mercedes ayuda-ba a su marido en la gestión y en la labor comercial de la empresa, labor que compati-bilizaba con el cuidado de su única hija. “Fue una etapa muy complicada, la inver-sión había sido muy fuerte, y para hacer frente a la misma, habíamos tenido que

nivel de endeudamiento era muy alto”. Las

negocio, años más tarde se mostraran re-celosas cuando Mercedes decidió asumir la responsabilidad plena y total de la dirección de la empresa, que ella, desde la sombra, en un segundo plano, había ayudado a

La dirección de la empresa empieza a tam-balearse, al mismo tiempo que, en el plano personal, el matrimonio “hace aguas”. “Tras una separación, que me ha costado mucho superar, y de la que las heridas no hace tanto tiempo han cicatrizado… me vi con una empresa, al borde del cierre, lo que

al traste con el esfuerzo, y las ilusiones de muchos años”. No se considera una persona especialmente valiente por la decisión que tomó, en honor a la verdad, “no tenía más alternativas”. Se hace cargo de la empresa, y en el año 1993 MOLIVISA empieza una nueva etapa. Aquellos primeros tiempos, reconoce esta mujer, fueron de auténtica pesadilla…, “noteníamos dinero, no había materia prima, y ningún banco me prestaba dinero, pensan-do que en tres meses, como máximo, me rendiría y abandonaría”.

Hay quien dice que cuando se cierra una puerta, se abre una ventana. Mercedes sólo necesitaba una pequeña grieta por la que entrara un poco de luz. “Aunque pueda parecer irreal, lo que sucedió fue absolutamente cierto: nos enteramos que una empresa quería deshacerse de muchos kilos de vidrio que eran desechos de su produc-ción. Le pedimos que nos los vendiesen, y nos dijeron que nos los daban”. Con esas cantidades de vidrio pudieron producir durante dos meses, “y nos sirvio para que el banco nos presta-ra parte de lo que económicamente necesitábamos para seguir adelante. ¡Fue como si una pequeña ventana se empezara a abrir!”.Mercedes des con las que se tropezó, en sus comienzos como em-presaria, fue la no aceptación de su incorporación, por parte de otros empresarios del sector. En este sentido relata una anécdota que no olvida: “recuerdo en una re-unión, debo decir de empresarios, ya que yo era la única mujer empresaria asistente, tratábamos varios temas de máximo interés en relación a la productividad del vidrio; cada vez que quería dar mi opinión, siempre había al-

importancia y valor a lo que yo decía. Sin embargo, le-jos de venirme abajo aquello, fue un acicate para seguir aprendiendo.Lo peor vino después, cuando, amablemente, me solici-taron que no asistiera a la comida que estaba prevista

tratarían temas y aspectos que yo no entendería”.Estalloró lo indecible, pero, a pesar de todo, asistió a la co-mida.A lo largo de estos años, y pese a las vicisitudes o quizás debido a ellas, Mercedes ha aprendido a querer el traba-jo que realiza, para ella, según nos comenta, la empresa ha sido su mejor escuela, no sólo en lo profesional, sino también en lo personal..., “porque me ha enseñado hasta donde se puede llegar con el esfuerzo común, cuando un grupo de personas motivadas cree en lo que hace y trabaja para hacerlo realidad”. La realidad de MOLIVISA es la de una empresa consoli-dada en el ámbito nacional y en expansión en los merca-dos exteriores, concretamente, en los países europeos, en los que empieza a ser considerada como una empresa que gracias a su esfuerzo en innovación y desarrollo, es reconocida entre las líderes en su sector de actividad.

Susana García VázquezDIGAVASA

FABRICACIÓN Y MONTAJE DE CONSTRUCCIONES

MODULARES

Susana es una de esas mujeres que dan el mejor sentido a la palabra empresaria y el

más noble a la palabra empresa. Representa la apuesta femenina por hacer crecer y desarrollar proyectos generadores de empleo y riqueza social. Mujeres que con su presencia han apostado por la construcción de un escenario social plural, activo y diverso y que con su impronta, han optado por sumar ideas, esfuerzo, capacidad e inteligencia a la economía de nuestra tierra, haciéndola más fuerte y competitiva.Expresa más con sus ojos que con sus gestos y palabras, y su mirada deja traslucir el or-gullo y la satisfacción de haber llegado más allá de lo que ella misma se propuso. Sus metas se fueron esclareciendo con los años, cuando éstos son sinónimo de experiencia; hoy

ta desde la sinceridad, que la vida le ha dado la oportunidad de haber nacido en una familia compuesta al cien por cien por mujeres, “porque de haber te-nido hermanos, con toda pro-babilidad sería alguno de ellos, el que estaría dirigiendo el ne-gocio familiar”.No le falta parte de razón, pero nos parece injusto que no ten-ga en cuenta sus deseos de superación, las cosas a las que ha tenido que renunciar, para llegar a ser la Directora Geren-te y miembro del Consejo de Administración de la empresa

fabricación y montaje de cons-trucciones modulares, alquiler de casetas para obras e ins-talación y venta de cercados y vallas publicitarias.

Lo que empezó siendo algo eventual, “cuando tenía 17 años y ayudaba a mi padre de forma esporádica y puntual en algunas tareas administra-tivas”, se fue convirtiendo en su experiencia laboral, hasta llegar a ser ella, el motor que impulsó el crecimiento y con-solidación de la empresa. Para esta gaditana, Chiclanera para más señas, de 36 años, el trabajo en sí mismo es un valor, es lo que desde que era una niña vió y vivió en su fa-milia,… “a mi padre trabajandomuchísimo, muchísimas horas, para conseguir que en casa no nos faltara de nada; es lo que aprendí de él, a perseverar, a ser constante en el trabajo, a conseguir que el trabajo te ilu-sione…”.Estudia formación profesional en la especialidad de adminis-tración, para más tarde, cursar un Programa de Dirección de Empresas en el Instituto San Telmo. Inicia su formación sin pensar en modo alguno que acabaría lle-vando la gerencia de la empre-sa de su padre, ni tan siquiera que trabajaría en ella. Reconoce que su elección no fue voca-cional, sino motivada por otras circunstancias… “el centro de estudios que estaba más cerca de mi casa y al que podía acudir, ofrecía la posibilidad de estudíar Enfermería o Administración, y opté por esto último”.Como si de un presagio se tra-tara, durante este periodo de formación se incorpora a la empresa de forma estable, en concreto en el departamento de Administración. Sus dudas empiezan a disiparse y entien-de el valor de lo aprendido… “que después ponía en prácti-ca en el negocio de mi padre.

Hasta ese momento había ac-tuado casi por intuición, ahora se abría paso la vocación”. Trabajó mucho, se esforzó más, incluso a costa de sus propias renuncias… sobre todo renun-ciar a divertirse, a tener tiempo de ocio.A pesar de ello, no vive esta si-

consciente de que por primera vez, tiene un objetivo, y cono-ce el camino que deberá andar para conseguirlo. En este recorrido, su padre y su hermana mayor serán sus guías. Su padre le exige ir rá-pido en el periodo de aprendi-zaje en la empresa, “más de lo que yo pretendía”; su hermana le enseña a enfrentar los retos con ilusión, con ganas y con valentía. “Ella me fue cediendo su sitio, me fue dando paso en la empresa… ella siempre me ha marcado la ruta que debía seguir”.Poco a poco va asumiendo más responsabilidades, tanto pro-fesionales como personales, pues por aquel entonces nació su hija. En el ámbito del traba-jo, todo era decidir, decidir y decidir, pero con mayúsculas, porque todas eran decisiones importantes. Emocionalmente, le afectan aquellas que tienen que ver con el personal, son las que recuerda como más arriesgadas…“cuando tuve que despedir a varias personas, que llevaban mucho tiempo en la empresa, me pasé noches enteras sin dormir, pensando como se lo iba a decir”. En lo personal, recibe el apoyo de su marido y la colaboración de su familia, “pero yo organiza-ba la casa, me ocupaba de que mi hija estuviera atendida… y además, con jornadas laborales a veces interminables”.

La fotografía de las mujeres y de los hombres frente al trabajo es distinta. Se mira en el pro-pio espejo de su experiencia y la imagen que aquel le devuelve es la de una mujer a la que

la de su marido, en el desempeño de su acti-vidad profesional. Percibe que el suyo no es un caso aislado, es la situación a la que se enfrentan día a día mu-chas mujeres, en el esfuerzo cotidiano de com-patibilizar trabajo y familia. Actualmente, Digavasa tiene implantado un ho-rario de jornada continua, lo que permite al

de la tarde, como también que, las reuniones

del horario habitual de trabajo. Hasta entonces, no había sido consciente de

para poder desarrollarse profesionalmente, ya sea como trabajadoras o como empresarias, las oportunidades de hombres y mujeres no son las mismas. “Como Directora de la empre-sa entendí que tenía la obligación, en la me-dida de mis posibilidades, de hacer algo que ayudara a corregir esta situación… no estaba dispuesta a perder a mujeres valiosas, con un gran potencial de trabajo, por algo que a mi me parecía tan injusto, como es el hecho de que sobre nosotras tenga que recaer toda la presión social del cuidado de la familia”.Mujer decidida y valiente que ha sabido conjugar intereses y circunstancias, mujer sensible que ha aprendido a equilibrar lo que quiere el corazón y le dicta la cabeza. Esta convencida, que su me-jor logro es haber impulsado que la empresa se profesionalizara. A principios del 2000, Digavasa experimentó un fuerte crecimiento al fabricar las casetas para las construcciones, que antes sólo distribuían. Esto supuso, de un lado, la necesi-dad de ampliar el espacio que hasta entonces ocupaba el negocio, y de otro lado, cambiar un sistema de gestión que se había quedado ob-soleto. “Conseguimos introducir una contabili-dad analítica por líneas de negocio, implantar un nuevo convenio colectivo con el personal de la empresa, se organizó la empresa por depar-tamentos, se hizo el primer organigrama, y se implantaron los primeros sistemas de calidad”.

Susana lo tiene muy claro, ella fue la impulsora, pero la ejecución y sobre todo el creer que se podía llevar a

de la empresa, fue tarea de todo un grupo, todo un equipo de profesiona-les, porque como ella misma nos dice, “yo llevo las riendas, pero aquí hay un grupo de personas que llevan mucho tiempo dando, lo mejor de sí por y para esta empresa”.Han pasado 36 años desde que a prin-cipios de los setenta, su padre pusiera en marcha la empresa contando sólo con un ayudante y un vehículo. Hoy,

la que trabajan setenta personas. To-das ellas comparten intereses, ilusión por el trabajo bien hecho, participan de una forma de hacer empresa basada en el respeto por las personas, la ho-nestidad y el compañerismo. Hace cinco años que tras la jubilación de su padre, Susana está sola al fren-te del negocio, “aunque sigo contando con la colaboración de mi padre”. Se siente reconocida por su familia, y res-paldada por su plantilla. Esto la anima y “me empuja a no tirar nunca la toa-lla, y estar siempre gestando nuevas ideas y proyectos que puedan contri-buir a que la imagen de la empresa sea cada vez mejor, y que siempre esté en continuo desarrollo”.Las aspiraciones de esta mujer son ambiciosas, concretamente, la crea-ción de un grupo de empresas, con la

“De hecho, en estos momentos es-tamos proyectando la puesta en marcha de un parque infantil en la localidad gaditana de Chiclana, en el que se organicen celebraciones y eventos para los más pequeños”.Pero este es sólo el primer paso de un proyecto de mayor envergadura “para el que pretendo contar con mis hermanas y construir un grupo fami-liar de empresas”.

Otra de sus perspectivas es consolidar el ámbito de actuación territorial de Digavasa. “Aunque ya estamos traba-jando fuera de Andalucía como es el caso de Valencia y Madrid, primero,

cia en estas zonas y en una segunda fase, crecer hacia otras Comunidades del norte” .“A pesar de que ha habido momentos muy difíciles en los que he pensando que ya no podía más, puedo decir que soy y me siento feliz. La empresa me ha dado la oportunidad de conocer in-

mo. Me ha enseñado mucho de lo que hoy sé, ha sido mi verdadera escuela en muchos aspectos de mi vida profe-sional y personal.”

Dolores Gómez FerrónCLISOL AGRO

CULTIVO INTENSIVO HORTOFRUTÍCOLA

La vida de Lola, como a ella le gus-ta que la llamen, ha estado ligada desde siempre a la

agricultura. Esta hija de agri-cultores ha hecho de su voca-ción su medio de vida, consi-guiendo gracias a su esfuerzo crear su propia empresa Clisol Agro, dedicada al cultivo inten-sivo de hortalizas bajo plástico a través del sistema hidropóni-co que no requiere el empleo de tierra y permite reutilizar el agua y las sales minerales.Además, compagina esta ac-tividad agrícola con otro de

en Almería, el turismo, orga-nizando visitas guiadas a sus instalaciones para dar a cono-cer las técnicas de producción en invernaderos.Esta mujer, con una extraordi-naria visión de futuro, ha sa-bido unir armoniosamente los dos pilares fundamentales de la economía almeriense: la agricultura y el turismo, que hasta el momento han crecido cada uno en paralelo sin que haya existido nunca un enri-quecimiento mutuo. Pero la historia de esta em-presaria no queda resumida en tan pocas líneas, muy al contrario, hay que remontarse

cuarenta y un años atrás, al año 1966, cuando en el pue-blo almeriense de Balerma, nace esta mujer.Lola es la segunda de cinco hermanos, tres chicas y dos chicos, que desde su más temprana edad, ayudan a sus padres en los trabajos del campo. Las condiciones de vida de la familia, que depende econó-micamente sólo de la agricul-tura, son duras y difíciles… “siempre mirando al cielo, pendientes de cómo sería la cosecha de ese año”.A pesar de ello, vive una infan-cia feliz, la vida familiar trasn-curre de noche en la casa, porque por la mañana acude a la escuela,... “cuando salía-mos del colegio ayudábamos en el campo y en las labores de la casa, de esta forma, conseguimos salir adelante, ayudando cada uno en la me-dida de sus posibilidades”.Eran agricultores en el más amplio sentido de la palabra: de rastrillo y arado, de pico y pala, de parihuelas y horca.Son pocos los recursos y esca-sas las posibilidades para po-der estudíar, pero Lola apren-de “de todo lo que ocurre a mi alrededor”, y valora extraor-dinariamente las enseñanzas

que recibe de sus padres y de una maestra que tuvo cuan-do todavía era muy peque-ña, es uno de los recuerdos más valiosos que conserva,... “siendo una niña, durante un año no pude asistir al colegio porque me tuve que quedar en casa cuidando a mi herma-no que tenía un mes,… y por las noches la maestra venía a casa a darme clases… nunca lo olvidaré… esas clases me hacían sentir la persona más afortunada, y las aprovechaba al máximo”.Con catorce años conoce al que después será su marido, también agricultor. Con él lleva toda la vida, y si de sus padres aprende valores como el respe-

“a él le debo el apoyo y el empuje que nece-sité, en su día, para iniciar mi trayectoria como empresaria”.Es una mujer enérgica, apa-sionada, visceral, pero sobre todo es fuerte, y a pesar de que no sea un término que

quienes la conocen es lo que más llama la atención, su for-taleza. Resistencia y entereza propias de aquellas personas a las que una vida dura, han hecho ser alguien sólido y ro-busto, pero también, sensible y humana, capaz de recono-

cer sus propias inseguridades y miedos, que como ella mis-ma nos dice, “no me importa confesar, reconozco que en muchas ocasiones me he sen-tido insegura, especialmente cuando empecé mi trayectoria empresarial…me faltaba expe-riencia, formación, carecía de recursos para saber negociar en las reuniones de trabajo…”Se casa y nacen sus dos hijos, dos gemelos que ya tienen 11 años, y de los que Lola está muy orgullosa, “porque sondos niños respetuosos y edu-cados… aunque parte de esta labor se la tengo que agrade-cer a mi madre, que lejos de ejercer de abuela consentido-ra, los educa como de si de sus propios hijos se tratara”. Precisamente, cuando le pre-guntamos a esta mujer a cer-ca de como “vive” la concilia-ción de su vida profesional y su vida familiar, no duda en su respuesta: “es una situación de sentimientos encontrados y contradictorios”.A veces no puede evitar cier-to sentimiento de culpabilidad desde que nacen sus hijos y Lola, junto a su marido, trabaja en los invernaderos de Alme-ría, pero sobre todo “desde el momento en que decido poner en marcha mi empresa, hace 8 años, lo que, al principio, me supusode conciliación de horarios… y dedicación a dos tipos de tareas que verdaderamente eran y son muy importantes para mi”.

E intenta no renunciar a estar con su familia, pero hay momentos en que hay que hacerlo, sin dramatizar, y desaprendiendo, como ella dice, “que las mujeres no tenemos porque ha-cerlo todo y además, hacerlo todo bien… las mujeres tenemos que aprender a delegar en muchos ámbitos de nuestra vida tanto pública como privada.” Pero Lola ha sido una mujer atrevida, que ha afrontado muchos retos. Su trabajo y desarro-llo profesional han centrado gran parte de su vida, aún cuando ello le haya supuesto un cos-te para su vida personal y afectiva.Una de las principales decisiones que esta mujer afronta en su vida, es dejar de trabajar por cuenta ajena y poner en marcha en el año 1999 su propio negocio Clisol Agro, un inver-nadero dedicado a la producción hortofrutícola en sistema hidropónico.Fue uno de los momentos más difíciles por las repercusiones familiares que tendría su decisión, “pero a la vez lo recuerdo como

lor los conocimientos que durante muchos años había adquirido sobre esta actividad, marcarme mis propios objetivos y conseguir-los, pero, sobre todo, era la llave que abría la puerta a mi nueva andadura como empre-saria en un sector económico tan masculini-zado”. Su disponibilidad fue, prácticamente, a tiempo completo… “cuando tengo un reto por delante,… no hay horas, no hay término medio de dedicación”.Lola es una persona de compromisos con ella misma y comprometida con las demás perso-nas. Para ella, el respeto a la naturaleza es la forma más válida de expresar el respeto a los demás. Es casi una obsesión en su vida, “uncompromiso por el que lucho en mi entorno”. Por ello, en el proceso de producción de Clisol Agro no se emplean productos químicos, como

origen vegetal y fauna animal, “ya que mi obje-tivo, desde el primer día, era contribuir al desa-rrollo sostenible de la agricultura y demostrar

que el sistema de control biológico era rentable económicamente”.Pero los compromisos de esta mujer no terminan ahí. Desde que trabajaba en los invernaderos tiene la “sensaciónde que a las mujeres no se las trata de igual manera que a los hombres”, sussueldos son menores, aún realizando los mismos trabajos y trabajando las mismas horas, tienen escasas posibili-dades de poder acceder a otros puestos de trabajo mejor remunerados, y ocu-pados prácticamente por hombres…Lo que en un principio eran sensaciones se transforman en convicciones, que descubre cuando se convierte en una mujer de empresa. Este será uno de los principales motivos que llevan a Lola a incorporarse de manera activa a una organización empresarial de mujeres, a la Asociación de mujeres empresarias de Almería. “Necesitaba compartir mis inquietudes sociales con otras mujeres empresarias, conocer sus experiencias de vida, aprender de ellas, en realidad, buscaba referentes y apoyos ante las situaciones de desigualdad que afecta a las mujeres, que, si bien, es un tema que nos debe preocupar a todas y a todos, las mujeres por solidaridad tenemos que trabajar con una especial sensibilidad”.Tiene proyectos ligados a la empresa, a la que en su opinión le falta una di-mensión: la de mejorar la imagen de la producción en invernadero. Es una nueva etapa como empresaria que tie-ne su punto de partida hace siete años, creando una nueva línea de negocios, el agroturismo en los invernaderos, que in-cluye actividades como visitas guiadas, circuitos temáticos, talleres de naturale-za aplicada, y otras actividades para dar a conocer la agricultura mediterránea protegida de Almería y todo su entorno. Recuerda

que tanto ella, como el equipo humano que trabaja en Clisol Agro han tenido que hacer para consolidar esta nue-va actividad, pero les ha merecido la pena, “con mucha paciencia y tesón, tocando muchas puertas, recibiendo algún que otro portazo, pero haciendo frente a la adversidad y siempre, siem-pre, mirando hacia delante”.Si los reconocimientos son, de algu-na manera, la recompensa al trabajo y al esfuerzo, Lola los ha recibido, sin duda, merecidamente. Premios como Meridíana concedido por el Instituto Andaluz de la Mujer en el año 2003, o el otorgado por la Confederación de Empresarios de Andalucía como Em-presaria Andaluza del año 2004, o el más reciente, Premio Almería 2007, por la labor realizada de promoción, defensa y mejora de la horticultura almeriense, son signos claros del buen hacer empresarial de esta mujer y de su empresa.La imagen que Lola transmite es la de una mujer feliz, también en lo per-sonal. Ser feliz, la máxima aspiración para ella y los suyos, “es lo que quiero por encima de todo para mis hijos,… que hagan lo que quieran hacer, que lo disfruten y que sean felices”. Un consejo para las mujeres em-prendedoras: “Si tienen una idea clara de negocio y están convenci-das y seguras de la calidad de los productos o servicios que quieren ofrecer, que no haya nada ni nadie

me convencimiento de que lo logra-rán con paciencia, tesón y algunas dosis de asertividad”.

Belén González DoraoTORRE TAVIRA

EXPOSICIONES, CÁMARA OSCURA Y MIRADOR

La ciudad de Cádiz es mundialmente famosa por sus to-rres miradores, tes-tigos del comercio

y prosperidad de los que dis-frutó “la tacita de plata “ en el siglo XVIII. La Torre Tavira, de estilo barroco, formaba parte del Palacio de los Marqueses de Recaño y servía para vigi-lar la entrada y salida de bar-cos de la Bahía gaditana. En 1778 fue designada torre vigía

principios de la década de los 90 se convierte en el deseo de esta mujer gaditana que ve en ella el lugar idóneo para rea-lizar visitas guiadas de Cádiz a través de una Cámara Os-cura, un efecto óptico a través

una pantalla cóncava blanca las escenas que están tenien-do lugar en el exterior de la to-rre en ese mismo instante. Torre Tavira es hoy, por lo tan-to, pasado y presente de la capital gaditana, historia de la ciudad rescatada para vivir y conocer la Cádiz de hoy. Es además, como no podía ser de otro modo, el nombre de la empresa de Belén. La Cá-mara Oscura de la Torre Tavi-ra fue inaugurada el veintidós de diciembre de 1994 y es la primera que se ha instalado en España, constituyendo uno de los atractivos turísticos más im-portantes de la ciudad. Cuenta con dos salas de exposiciones, la Cámara Oscura y el Mirador, desde donde se contempla una

Torre Tavira cuenta con la pa-tente para España del Modelo de Utilidad de la Cámara Os-cura, por lo que además de la línea de producto descrita, suministra a otras empresas

el instrumento óptico comple-to, así como asesora sobre las

y del plan de marketing y ges-tión para su posterior desarro-llo como empresa turística.Fue un cúmulo de situacio-nes las que hicieron que Be-lén González Dorao decidiera crear su propia empresa; en primer lugar, su regreso a Cá-diz, tras haber estudiado va-rios años en Inglaterra y más tarde en París. Fue una época de su vida en la que aprendió a ser responsable de sí mis-ma, y sobre todo le aportó

cia. Pero también, este perio-do le enseña a valorar más su tierra natal, “porque cuando conoces otras culturas y otros lugares es cuando realmente valoras, comparas y das im-portancia a lo que tienes y a lo que conoces”. Después, de regreso a Espa-ña, se marcha a Madrid don-de tras cursar los estudios de Secretariado Internacional comienza a trabajar en distin-tas empresas, destacando los dos años en los que trabajó en una empresa de Comercio Exterior. “Fue una de las expe-riencias educativas más valio-sas que recuerdo que, de he-cho, me ha servido más tarde en mi trayectoria empresarial. En realidad, soy de las que piensa que nada de lo que se aprende es en vano, toda ex-periencia se puede exprimir y sacar de ella alguna utilidad”. De vuelta a Cádiz, decide ini-ciar estudios universitarios, pero no daban respuestas a sus expectativas, tampoco le satisfacía la oferta laboral existente, en su opinión muy limitada. En esta situación de

incertidumbre y desconcierto conoce, a través de su hermano, la existencia de las Cámaras Oscuras, concretamente la de Edimburgo, en Escocia; la curiosidad le hace viajar a esa ciu-dad y conocer de cerca ese sistema. Enseguida piensa que la creación de una Cámara Oscura puede ser una oportunidad de negocio, que sin duda, se debe instalar en Cádiz; Belén lo describe con determinación: “fue casi como

una Cámara Oscura en Cádiz, tenía que ser en la Torre Tavira”.Pero no fue fácil, ya que, de un lado, tuvo que enfrentarse al desconocimiento de lo que era una Cámara Oscura, lo que supuso un esfuer-zo tremendo, “primero tenía que convencer al Ayuntamiento de Cádiz, propietario de la Torre, que la actividad no iba a perjudicar, ni a dañar

. A

localidad, Belén, en este aspecto, se mostró in-“tenía que ser en el enclave del que

me había enamorado”. Por otro lado, conven-cer a los bancos para que le prestasen el dinero necesario para realizar las elevadas inversiones

ción hizo que tuviera que buscar todos los re-cursos posibles, desde pluriemplearse a vender algunas posesiones…, “tuve que pedir un lea-sing, con el correspondiente aval de mi madre,

lo que fue bastante complicado, ya que en el banco nadie sabía muy bien en que consistía el proyecto… me prestaron dinero para una cosa que no tenían muy claro lo que era”. Por eso, reconoce que los comienzos fueron du-ros y complicados, pero es una mujer luchadora. Desde pequeña le han enseñado a trabajar por lo que quiere conseguir. En este sentido, aprecia la educación recibida de sus padres, sobre todo de su madre, “importantísima en mi vida…”, deella, destaca la educación que dio a sus hijos en valores como la creatividad, el esfuerzo, la perseverancia, la superación… Se siente afortunada de ser como es y de contar con el apoyo de su familia, desde que inició su actividad empresarial. No olvida a su hermano, “él me transmitió toda su ilusión, su arrojo y decisión”,

Trece años en el mercado dan para mucho, y desde ese primer día en que la empresa abrió al público y únicamente entró una pareja, “el segundo y el

tercero no entró absolutamen-te nadie”, hasta nuestros días, Torre Tavira, ha evolucionado y ha madurado como empresa, al mismo ritmo que también lo ha hecho su directora. En el aspecto personal, duran-te estos años, ha creado una familia de la que se siente muy orgullosa, y a la que conside-ra el pilar básico de su vida. “Para mí, la familia, mi marido, mis tres hijos, mi madre…, es lo que más me merece la pena, me aporta estabilidad personal, me refuerza… yo lo dejaría todo por mi familia”.No niega que el tema de la conciliación es complicado, pero reconoce que cuenta con mucha ayuda, sobre todo la de su marido, un hombre con el que tiene la suerte de compartir todo aquello que le interesa, “entre nosotros exis-te un reparto equitativo de las tareas, del cuidado y educa-ción de los hijos… todo va al cincuenta por ciento, incluso en nuestra relación de pareja, yo exijo protección, defensa, apoyo… ; de la misma manera

apoyo”,esta gaditana. Pero es consciente de que la

diferente en el desempeño profesional de hombres y mu-jeres, en detrimento de éstas últimas. “Los horarios labora-les no están diseñados para poder llevar una vida laboral conciliadora con la vida fami-liar y personal. Poder realizar una conciliación efectiva, so-bre todo para las mujeres, so-bre las que siguen recayendo gran parte de estas responsa-bilidades es una tarea muy di-fícil; esas reuniones eternas a las siete de la tarde…”.

Se siente orgullosa de su equi-po de trabajo, “Para mi la gente no es una nómina, con-sidero que este negocio tiene tres ejes: las vistas panorámi-cas, el instrumento óptico y el personal laboral”, para Belén, el personal es algo activo, es “materia viva”, que hay que cuidar y consolidar, es requisi-to imprescindible que las per-sonas se encuentren cómo-das en su puesto de trabajo, “sobre todo en una actividad turística en la que la mayor

con la época en la que la ma-yoría de la población está de vacaciones”. Para esta mujer, el éxito de su gestión empresarial, ra-dica en la satisfacción de su clientela y de su plantilla, ésta última, compuesta por once personas, ocho muje-res y tres hombres, haciendo verdaderos “juegos malaba-res”, para poder establecer horarios casi a la carta. “En ello se invierte mucho tiem-po que, desde un punto de vista netamente económico, podría ser más productivo”, pero es esencial para ella sa-tisfacer las necesidades de todo el personal. Actualmente, la empresa se encuentra en una etapa de expansión. En 1994 se abrió la primera Cámara Oscura de España en la Torre Tavira y desde entonces se han abier-to, una en Lisboa (Portugal), en Jerez de la Frontera (Cá-diz), en La Habana (Cuba), en Écija (Sevilla), en Sevilla, en Santander y en Tudela. Asimismo, cuenta con varios proyectos en cartera para la instalación de otras Cámaras Oscuras tanto dentro como fuera de España.

La Torre Tavira se encuentra con un inconveniente técni-co: la existencia de barreras arquitectónicas, derivadas de

“que te-nemos que eliminar, no sólo por una cuestión económi-ca, es decir, de incrementar la clientela, sino también por una cuestión de conciencia-ción social. No sería justo que las personas minusválidas o simplemente mayores, no pudieran disfrutar de todos los recursos culturales, que la ciudad y nuestra empresa ofrecen”en este sentido, “para mi es casi una obligación poder ha-cer accesible a todo el mundo este Bien de Interés Cultural”.Por ello, el proyecto más inme-díato que esta empresaria está desarrollando es la instalación de un ascensor que permita el acceso de cualquier persona a la Torre, de manera que, el hecho de tener alguna minus-valía, no sea un impedimento para disfrutar de los servicios que esta empresa ofrece.Mujer pragmática, pero también perseverante, es de las que no aceptan un no por respuesta. Considera que si pudo superar el principal obstáculo inicial,

del siglo XVIII propiedad del Ayuntamiento de Cádiz, para instalar allí su empresa, hacer realidad este nuevo proyecto no va a suponer un inconve-

Para Belén, Torre Tavira es una empresa de éxito, porque es rentable, productiva y conci-liadora. “Para mi una empresa triunfa cuando ha aprendido a saber compaginar y conciliar la vida laboral y personal de las personas que la integran, y ade-

Concepción González InsúaINSÚA BENÍTEZ

CENTRO DE PELUQUERÍA Y FORMACIÓN

Tenacidad es el ras-go de su carácter que más destaca cuando conversas con ella.

Tenacidad que se pone de mani-

de los acontecimientos de su vida que nos va narrando. Por ejemplo, cuando nos comenta que con catorce años le propu-so a su padre dejar de estudíar y entrar a trabajar en una pe-luquería, la respuesta negati-va de su padre para cualquier persona de esa edad hubiera sido contundente, pero ella no se rindió,… “insistí, insistí, has-ta que probablemente motiva-do por el cansancio, mi padre aceptó, pero con la condición de que continuara estudíando el Bachiller, aunque fuera en el turno de noche”.Concepción no cumplió su parte del acuerdo, a cambio, se matri-culó en Formación Profesional en la rama de peluquería. Ese era su objetivo, pero como ella misma dice: “Como no siempre la línea recta es la más corta para llegar a donde quieres ir, lo importante es disponer de un buen par de zapatos que te permitan andar por cualquier camino, por muy complicado y tortuoso que éste sea”.Reconoce que no le fue fácil com-patibilizar trabajo y estudios, y a pesar de que no fueron pocas las veces que estuvo a punto de abandonar, “no me quedó más remedio, sobre todo por demos-trar en casa que era capaz de conseguirlo”.En esta fase de aprendizaje contó con una maestra, una persona crucial en su formación inicial y en los comienzos de su vida profesional, a la que agra-dece no sólo los conocimientos técnicos que le enseñó, sino

también, que le infundiera en-tusiasmo por la docencia.En 1983, con tan solo 17 años inaugura su primera y propia pe-luquería. Todavía recuerda ese primer día como empresaria, es-pecialmente, la intranquilidad que le acompañó a lo largo de esa jornada de trabajo…”realmente, me sentí asustada, muy nervio-sa, me preguntaba dónde me había metido y para qué”.Pagar la hipoteca del local que había comprado, hacer frente a las facturas de la luz, el teléfo-no, los gastos iniciales, la com-pra de productos,…”a veces pienso que si hubiese sabido de antemano lo que se me ve-nía encima, no habría tomado la decisión de poner en marcha mi propio negocio, y me hubie-ra quedado trabajando en la academia de peluquería”.De nuevo su carácter tenaz y ciertas dosis de valentía, le hacen asumir la responsabi-lidad adquirida y procurar la rentabilidad de las inversiones que con tanto esfuerzo había llevado a cabo. De aquel primer estableci-miento hasta el día de hoy, la empresa Insúa Benítez Pelu-queros no ha dejado de cre-cer. A su visión de futuro se unió la de su marido, con el que comparte más de 22 años de vida personal y profesional en común.“Somos compañeros en un viaje que desde hace muchos años decidimos emprender. En el terreno personal, for-mando una familia de la que nuestros dos hijos son lo más importante y en lo empresa-

cimiento y el respeto mutuo, sin duda, han sido la clave de nuestra convivencia”.

duda, nuestros equipos de trabajo constituyen el puntal básico de nuestro nombre”. “El pasar de cuatro personas a quince, me pa-reció un salto vertiginoso, que, sinceramente, pensé que no iba a ser capaz de gestionar”.En este momento, son ochenta y dos las perso-nas que trabajan en la empresa. Concepción es de lo que más orgullosa se siente, “porquela mayoría de ellas lleva más de diez y quince años con nosotros. Son la columna vertebral

jamás habríamos llegado a hacer realidad lo que hace algunos años no era más que el sue-ño de un par de locos”.Insúa Benítez que, además, es la principal

L’Oreal en Andalucía Oriental, acaba de poner en marcha recientemente, una red de distribu-ción de ambas marcas. Se trata de un nuevo proyecto que están lanzando al mercado y del que ya empiezan a obtener buenos resultados, a juzgar por la demanda que están teniendo entre profesionales del sector que le solicitan formar parte de la red comercial. Las excelentes perspectivas de crecimiento y expansión, hacen que se estén planteando

sa… “estamos todavía en una fase inicial de

posibilidad de constituirnos en empresa fran-quiciadora…”, lo que, sin duda, supondría la implantación de Insúa Benítez en otros mer-cados interiores. Desde otro punto de vista, en concreto desde el plano personal, a Concepción le preocupa las repercusiones que pueda tener en su vida familiar, el nuevo enfoque que están dando a la empresa. Siempre ha procurado mantener la estabilidad y el equilibrio entre su actividad empresarial y la atención a su familia, espe-cialmente a sus hijos. “Reconozco que a pesar de que mis hijos se van haciendo mayores, el sentimiento de culpa sigue sin abandonarme. Tener la sensación de que he renunciado a pasar un tiempo precioso con mi familia, pue-de llegar a ser dolorosa”.

Elempresa vino de la mano de la oferta recibida de unos gran-des almacenes que le propo-nen la posibilidad de instalarse en el centro comercial que aca-baban de abrir en pleno cen-tro de Granada. “Aquello fue como hacer realidad un sueño. Desde hacía algún tiempo, en-tendía que la empresa no evo-lucionaba como era de espe-rar, necesitábamos ampliar y mejorar nuestras instalaciones e introducir una nueva línea de servicios orientada hacia la formación en la rama de la peluquería”.En quince días tuvieron que acondicionar el local, selec-cionar y contratar al personal, comprar mobiliario, maquina-

pezar de nuevo, pero en un tiempo record. “Pocos son los momentos de mi vida que re-cuerdo haber vivido con tanta intensidad, y en los que me he sentido con tanta fuerza…era una oportunidad que no podía-mos dejar escapar”. Efectivamente el año 1996 supu-so empezar de nuevo, pero no partían de cero, en ese tiempo habían acumulado años y eta-pas de experiencia, de presti-gio profesional, que ahora se veía recompensado. Desde los comienzos hasta hoy han pasado más de dos déca-das. En la actualidad Insúa Benítez cuenta con seis salo-nes de peluquería en Granada y tres centros de formación. Pero su principal capital no está únicamente en los salones y los centros de formación. “Sin

Entiendedes de muchas mujeres para conciliar su trayectoria laboral con su vida per-sonal y familiar. Piensa que la clave está en no creernos, las mujeres, que podemos y debemos hacerlo todo a la perfección. “En mi opinión, tenemos que aprender a ver a la familia como a una empresa, es decir, en una em-presa todos somos eslabones de una misma cadena, de manera que cada uno tiene su parcela de trabajo, su par-te de responsabilidad para que todo el entramado funcione, y funcione bien.En la familia, todos y cada uno de sus miembros, debemos asumir la cuota de responsabilidad que nos corres-ponda, no es más que una cuestión de solidaridad, de respeto y de igualdad”.Poco a poco su aparente fragilidad se va transformando y descubres a una mujer fuerte y segura de si misma, de lo que quiere y de lo que hace. Confi esa que, en ocasiones, ha echa-do en falta no haber cursado estudios relacionados con la formación empre-sarial, convencida de que algunos de los problemas a los que ha tenido que enfrentarse hubieran tenido una más fácil solución, de haber accedido a

de las áreas de la dirección y gestión de la empresa. “Pero, a veces, las circunstancias de la vida te hacen ir por unos determinados derroteros, y si una cosa tenía clara cuando elegí mi camino es que no iba a permitir que nada, ni nadie me quita-ra la ilusión de lo que es mi auténtica vocación”.Desde pequeña ha vivido el amor al tra-bajo, al trabajo bien hecho, a, como le decía su padre, intentar hacer las co-sas lo mejor que puedas, con profesio-nalidad y dedicación.

No niega que si hace algunos años alguien le hubiese pronosticado el fu-turo de su empresa, desde luego no lo hubiera creído. La vida le ha dado mucho más de lo que esperaba, y ella se siente en la obligación de corres-ponder tanta generosidad.Su vida se desenvuelve cada vez más entre papeles, libros de cuentas, ba-lances, reuniones de trabajo…echa de menos aquellas jornadas de tra-bajo dedicadas íntegramente a cor-

profesión,…”pero no siempre se pue-de hacer lo que quieres. Pienso que, lo inteligente es saber adaptarte a las si-tuaciones e intentar combinar las dos actividades, por eso nunca he dejado de ejercer como peluquera, aunque la mayor parte de mi tiempo la dedique a la dirección y gestión del negocio”.A lo largo de su trayectoria ha sido merecedora de varios premios, conce-didos por la Cámara de Comercio de Granada o el propio Ayuntamiento de la ciudad. Pero el reconocimiento que más celebra, es el que día a día le otor-gan sus compañeras y compañeros de profesión. “Para mi ha sido importan-tísimo que mis colegas reconozcan el

y mi labor al frente de ella. Es la mejor señal de que a pesar de los errores co-metidos y de los que aún me quedan por cometer, en líneas generales no lo estamos haciendo nada mal”.

Carmen González Romero GODOFRES

PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE FRESA

Desde muy joven compaginará estudios y trabajo. Cursa For-mación Profesional en la rama de Administración, durante cinco años. Reconoce que no fue algo vocacional…, “a mi lo que me hubiera gustado estu-díar es Psicología, pero tenía que marcharme fuera de Huel-va”. Sus responsabilidades en la empresa paterna se lo impe-dían, por lo que decide formar-se en un área que después le fuera útil en su desarrollo pro-fesional en el negocio familiar. Nunca se ha arrepentido, en su opinión, la vida es cambiante y la experiencia le ha permiti-do descubrir que la formación es una base muy importante para el desarrollar con ciertas garantías de éxito el puesto de trabajo…”si a la formación le añades experiencia y una bue-na dosis de sentido común, tie-nes los ingredientes principales para desempeñar exitosamente la labor que cada persona deba realizar en una empresa”. Se incorpora plenamente a la empresa, como gerenta, una

En sus recuerdos siempre ha esta-do presente una empresa: Godo-fres, la sociedad

agraria que dedicada a la pro-ducción y comercialización de la fresa, puso en marcha su padre en el año 1989. Desde que tenía dieciséis años, cuando era estudíante, una vez terminada las clases, se iba por las tardes a la empre-sa a “echarle una mano a mi padre” del que poco a poco, fue aprendiendo. Como resul-tado, desde hace cuatro años, Carmen González gerencia y dirige la empresa familiar. Entre sus recuerdos, no hay si-tio para los ratos de ocio, para estar con su grupo de amigas y amigos del instituto. Su de-ber está en el negocio al lado de su familia. Vive esta situa-ción como renuncias, pero no con reproches…”aquellome hizo ser más responsa-ble y me enseñó a apreciar el valor de las cosas, y lo que cuesta conseguirlas”. Ahora que es madre de un hijo

de cuatro años y una niña re-cién nacida, si habla del sacri-

pasar más tiempo con ellos. “A la semana de nacer mi hija ya me había incorporado de nuevo al trabajo,…lo que real-mente me preocupa es pen-sar que algún día me puedan echar en cara que no estuve cuando me necesitaron…”. Como sea, lo cierto es que hasta llegar al momento ac-tual en la vida de esta mujer han pasado muchas cosas. Su infancia, trascurre en la ciu-dad onubense de Palos de la Frontera, en el entorno de una familia feliz y acomodada en lo material, donde a ella y a su hermano se les educa en el respeto y sobre todo el que sepan apreciar lo que tienen, siendo conscientes de que de lo que disponen es el fruto del trabajo de su madre, y de su padre, “un hombre excep-cional que casi sin saber leer ni escribir, gracias sólo a su constancia consiguió crear la empresa que hoy dirijo junto a otros familiares”.

La recuerda como una época dura y difícil, en lo profesional, como ella misma expresa, “eracomo encontrarme sola ante el peligro”, al asu-mir parte de la responsabilidad en la dirección del negocio. En lo personal, acababa de na-cer su primer hijo. Pero se plantea su situación como un nuevo reto, a pesar de su juventud, estaba acostumbrada a realizar varias activi-dades al mismo tiempo, la fórmula siempre ha-bía sido la misma: ganas, ilusión y tenacidad, y le había funcionado en las demás ocasiones, “¿por qué no iba a hacerlo ahora?”.En aquel momento percibe que había toma-do al cien por cien las riendas de su vida y le gustaba la sensación. “Tenía una buena base, escuchando con humildad, pidiendo ayuda sin soberbia, y dedicando muchas horas, día a

mi misma, y, como consecuencia, pude organi-zar mi vida personal y la actividad sin menos-cabo en la productividad de la empresa”. Aprende a convertir la adversidad en ventaja y afrontar los retos con decisión. “Desde enton-ces comprendí que equivocarse es humano, no sólo para los demás, también para mí y que por el hecho de ser la persona que dirigía la em-presa no estaba exenta de cometer errores y lo que es más importante, aprender de ellos”.Hace pocos años que Carmen gestiona Godo-fres, pero hace muchos más que ella es parte, una parte importante de la empresa, no sólo por el cargo que ocupa en la actualidad, sino también, porque ha sabido entenderla, escu-char lo que en cada momento le demandaba. Se sabe reconocida, en primer lugar y como ella dice, “por mi misma, porque sin falsas mo-destias, me siento reconfortada y segura del trabajo que realizo”; y también, reconocida por los suyos…, “mi familia y mi marido”.

En cada etapa que se cubre se van ad-quiriendo distintos compromisos. “Unosque afectan a lo puramente económico, los sueldos, las compras, los présta-mos, los contratos, etc; pero hay otros, que siempre permanecen y que son los que dan sentido a una empresa, son los compromisos que tienen que ver

de la empresa, la imagen y el prestigio; y estos, compromisos solo son alcan-zables, cuando cuentas con el respaldo de personas, de profesionales, que van más allá de sus intereses individuales y priman el interés colectivo”. Godofres, es hoy una empresa con proyección en los mercados interna-cionales, donde la marca cuenta con un consolidado prestigio. Obtener la excelencia en la calidad del producto

Para de un departamento de calidad, que garantiza que la fresa que se comer-cializa al exterior sea excelente, a tra-vés de rigurosos controles de calidad. “Es la única forma que entiendo de hacer empresa, trabajar con criterios basados en la calidad y efectividad”.Su máxima es: crecimiento controlado seguido de consolidación. No empren-der la captación de una mayor cuota de mercado sin tener completamente bajo control la cuota conseguida.Pero no todo el desarrollo de la activi-dad ha sido tan progresivo y triunfal, como puede pensarse de lo expuesto hasta ahora. “De un lado, tratamos un producto muy delicado y perecedero, como es la fresa; y de otro lado, nos movemos en un sector muy competiti-

vo, donde es difícil encontrar factores que te diferencien de la competencia”. En este sentido, en Godofres, parecen tenerlo claro, apostando por un criterio

a un mayor volumen en la producción.A pesar de los problemas, y dilemas a los que tiene que hacer frente díaria-mente, Carmen, reconoce que sigue con la misma ilusión, empuje y dedi-cación que cuando con sólo dieciséis años empezó a dar sus primeros pa-sos en la empresa creada por su fami-lia hace casi treinta años. “Cada producción que vendemos, cada nuevo cliente que hacemos, si-gue produciendo en mí la misma sen-sación, entusiasmo y motivación como si se tratara de la primera vez”. En su cabeza siempre hay ideas nue-vas, proyectos nuevos que alguien puede poner en marcha, pero como ella misma se plantea…, “si son via-bles, ¿por qué no ser nosotros los pri-meros en llevarlos a la práctica?”. Y en esta línea, Godofres está acome-tiendo la creación del departamento de comercialización, necesario, gracias a la expansión de la empresa hacia los mer-cados europeos y americanos, así como, la puesta al día del área de producción.“Nadie dijo que esto de ser empresa-ria fuera una tarea fácil, mucho menos para nosotras las mujeres que por edu-cación y tradición nos movemos en un mundo de hombres. Afortunadamente esta situación está cambiando, y cada vez con mayor frecuencia, se mide a las empresas por su profesionalidad y calidad y menos por el género de las personas que las dirigen”.

Marta González TorresLA SEGUNDA VERA

LIMPIEZA EN SECO Y LAVANDERÍA

Marta es una persona inte-ligente y so-lidaria. Des-taca, casi

diría, sorprende, (pues ella insiste en su carácter tímido) la gran seguridad que tiene en sí misma, la seguridad que transmiten aquellas personas que habiendo vivido intensa-mente, controlan su vida de una manera férrea, como su mayor tesoro, sin dejar el más mínimo resquicio a que nadie piense por ella, a que nadie haga por ella, a que nadie sepa por ella. Es una mujer en primera per-sona, le gusta, necesita actuar desde su propio criterio, muy independiente, palabra que re-pite constantemente a lo largo de la entrevista. Autonomía, libertad, los grandes objetivos comunes a su vida personal y su trayectoria empresarial. Se siente sevillana al cien por cien, ciudad en la que nació, a la que ha regresado siempre y a la que quiere profundamente “con sus defectos y sus virtu-des”, porque como ella misma dice, “el haber tenido la opor-tunidad de viajar y conocer otras culturas y costumbres, te permite, valorar de donde vienes, pero reconociendo que no somos el ombligo del mundo y que Sevilla tiene que desarrollarse y avanzar en muchos aspectos”.

Nace en el seno de una familia muy numerosa, compuesta por su padre, su madre y “siete her-manos, que más que herma-nos, somos grandes amigos y

Personas que le-jos de decepcionarse en algún momento de sus vidas, se han protegido y apoyado siempre. Pertenece a una familia acomo-dada, pero desde la infancia les inculcan a ella y a sus her-manos que la única manera de ganarse la vida es traba-jando, siendo independiente económicamente.Pero Marta vive la educación recibida desde la contradic-ción, porque, de un lado, le enseñan que hay que ser una misma, trabajar para conseguir lo que quieres, pero de otro, “nos imponían, especialmen-te mi madre, unas normas de

bles y rigurosas, que daban un escaso margen para la libertad de acción y pensamiento”.Lapañará durante muchos años, en un primer momento, para revelarse frente a su carácter distante, en ocasiones duro, para más tarde, reconocer en ella valores que Marta ha he-redado como “el ser una mujer

gociante y con un gran espíri-tu de superación”.Siendo muy joven, decide dejar

sa que es algo de lo que se

arrepiente, “ya que, probable-mente de haber continuado formándome, hubiera pasado momentos menos duros y difí-ciles como empresaria”.Pero en aquel momento de su vida, reclamaba su propio espacio, de nuevo la ¡tan an-siada independencia!, y con tan solo 16 años empieza a trabajar como encuestadora en una empresa dedicada a la realización de estudios de mercado, puesto que ocupará durante cinco años.Marta recuerda esta etapa como una de las mejores de su vida. El trabajo que reali-zaba era sólo el medio econó-mico para viajar, una de sus grandes pasiones. Aprende, madura y crece de todas sus salidas al extranjero. “Para mi viajar es mucho más que ir o visitar una ciudad, un país, es empaparte de sus gentes, de su historia,…viajando puedes aprender mucho, sin en vez de ver, observas y en lugar de oír, escuchas”.Manifi esta que en su vida no ha tenido referentes,” perso-nas concretas que me hayan dado directrices o pautas a seguir y que yo haya tomado como modelo”. Reconoce la

su carácter inquieto, y su es-píritu libre, le han hecho reve-larse contra cualquier forma de disciplina.

Esta forma de ser y actuar le acarrea proble-mas en el entorno familiar, que no aceptaba su manera de vivir y de ver la vida…”en mi familia he sido el garbanzo negro, he tenido que lu-char contra un estilo de vida que me imponía obedecer y acatar unas normas que para mi no tenían ni explicación ni sentido”.A los 24 años decide vivir sola. Fue una de las experiencias más valiosas “porque el es-tar sola me supuso encontrarme a mi misma, encontrar la serenidad, la calma y, porque no decirlo, la felicidad que tanto buscaba…Des-cubrí muchas cosas y sobre todo descubrí a Marta González”. Fue una etapa de grandes cambios en la vida de esta mujer. En el aspecto profesional, entra a formar parte de una empresa de productos lácteos, en la que permanecerá durante más de tres años, como secretaria en el departa-mento de ventas. Pero sobre todo, a nivel per-sonal, se produce la ruptura con el hombre con el que había compartido quince años de su vida, “y del que recibí un apoyo incondicional en los momentos más complicados de mi rela-ción familiar”. Se vuelca en su trabajo, dedicándole todas las horas que podía, lo que le permitió desarrollar las habilidades comerciales que después le resultarían de gran utilidad en su trayectoria como mujer de empresa. Ambiciosa en lo profesional, tenía claro que su vida laboral no trascurriría ejerciendo de secreta-ria, “temente preparada para acometer otras expe-riencias de trabajo de mayor responsabilidad”.No recuerda exactamente como sucedió, pero se entera que existía una tintorería que estaba en venta, “se lo comenté, a uno de mis herma-nos o mejor dicho, le insistí tanto a cerca de

cedió: de la noche a la mañana nos habíamos convertido en empresarios”.

su sector en Sevilla. Durante el tiempo que ella formó par-te del negocio, aprendió, a

buscar alternativas, siempre con el objetivo de consolidar la empresa y posicionarla, en

los retos…a saber gestionar. Pero a Marta le gusta mirar hacia delante, estar continua-mente en movimiento, no pa-rar, “no soy de esas personas que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor, todo lo contrario, no acostumbro a volver la vista atrás”.Es por ello que, pasados algu-nos años siendo socia de Tin-torería Vera, “decido desple-gar las alas por mi misma”…yopta por independizarse de su hermano, y poner en marcha, ella sola, su propia empresa. “No fue fácil, porque, de un lado, pensaba que con mi decisión podía acarrear con-

lado, soy impulsiva y optimista por naturaleza, me encanta, necesito emprender y hacer cosas nuevas”. Su realidad, le exigía mayores niveles de responsabilidad, y ponerse a prueba: En el año 1996 crea la Segunda Vera, cuya actividad principal es la limpieza en seco y lavandería.La expansión del negocio le

Ser empresaria es mucho más que tener un negocio. Es una forma de vida, una aventura apasionante que te va envolviendo y a la que hay que entregarse con todo el entusiasmo del mundo. “ Eso lo he descubierto tras muchos años de experiencia, pero en aquel momento creí que lo sabía todo, ¡que equi-vocada estaba!”. “Los primeros cuatro años fue-ron muy duros y difíciles, por-que entramos en un negocio del que no conocíamos nada. Los problemas se nos acu-mulaban, no contábamos con nadie que nos aconsejara,…la competencia era feroz”.Momentos de dudas, de pen-sar que se habían equivoca-do, “pero habíamos realizado una fuerte inversión, y no po-díamos permitirnos el lujo de renunciar”.Lejos de acobardarse, se cre-

jer exigente consigo misma, comprendió que no existe una fórmula mágica que permita triunfar en el mundo de los ne-gocios. “La única fórmula que conozco es: mucho esfuerzo, muchas horas de trabajo y, en no pocas ocasiones, pocas horas de sueño”.Así fue como Tintorería Vera creció hasta convertirse en una empresa prestigiosa en

llevó a la apertura de tres de-legaciones ubicadas en la ciu-dad de Sevilla. Marta siente reconocida su labor al frente de su empre-sa a la que ha dedicado una parte importante de su vida. Lo que más le satisface, es

del público sevillano, “de los clientes que respaldan cada día nuestros esfuerzos, por ofrecerles la mejor atención y el mejor servicio”.Manifi esta el mismo entusias-mo de los comienzos, que sabe trasladar a las personas que trabajan en la Segunda Vera, un equipo compuesto mayoritariamente por mujeres “a las que, reconozco, exi-jo mucho en el trabajo, tanto como a mi misma, pero pien-so que las personas tenemos que dar lo máximo de noso-tras mismas, poner en juego y en valor todas nuestras capa-cidades, esto es lo verdadera-mente importante”. Se considera una mujer de éxito, porque tanto en lo per-sonal como en lo profesional ha hecho lo que ha querido en todo momento. “Si pienso cuál ha sido el secreto de mi éxito, simplemente diría que, prestar atención a mis impul-sos, pero teniendo siempre los pies en la tierra, y no tener miedo a arriesgarme”.

Mª Dolores Gutiérrez Ramos MÁRMOLES Y PIEDRAS GUTIÉRREZ

EXTRACCIÓN Y TRANSFORMACIÓN

DE MÁRMOL Y GRANITO

Mª Dolores se c o n s i d e r a una empre-saria voca-cional, de he-

cho cuando le preguntamos, a lo largo de la entrevista, que nos revele los motivos que le llevaron a convertirse en em-presaria, su respuesta es ro-tunda: “por tradición familiar, y por encima de todo, por au-téntica vocación profesional”. No se ve, trabajando en otra cosa, en otro lugar que no sea en Mármoles y Piedras Gutié-rrez, la empresa que dedicada a la extracción y transforma-ción de mármol y granito, creó hace nueve años.“Ahora que lo pienso, me resul-ta imposible recordar mi primer día como empresaria, porque, yo empecé desde que era muy joven en la empresa de mi pa-dre, en la que, poco a poco fui asumiendo tareas y respon-sabilidades a medida que iba creciendo y madurando, y más tarde, gerenciando mi propio negocio; nunca he trabajado como empleada en otra empre-sa, y lo más importante, nunca lo he echado de menos”.Según nos va contando su his-toria, conoces a una mujer, que, casi podríamos decir, estaba predestinada a ser marmolista, ella es la terce-ra generación de una familia dedicada a esta actividad…, “como mi abuelo y como mi pa-dre; y puedo decir con enorme satisfacción que, es probable que hablemos de una cuarta generación de marmolistas,

mi hijo mayor”.

Pero no siempre fue así, y años atrás no era tan evidente que su vida profesional transcurri-ría por los mismos derroteros que la de sus antecesores. Mª Dolores es original del mu-nicipio sevillano de Osuna, pero pronto se marchará a vi-vir con su familia a Córdoba, en concreto a la ciudad de Ca-bra, donde su padre había de-cidido establecer un incipiente pero fructífero negocio de ex-plotación de la piedra. Desde que termina sus estu-dios primarios, durante las vacaciones ayudaba en el ne-gocio familiar, pero lo hace por obligación, por imposición de su padre, pero le disgustaba enormemente tener que acudir cada día a la empresa, sentía un profundo rechazo por todo aquello que tuviera que ver con la materia prima del negocio…”me molestaba hasta el olor que despedían las piedras, esas nubes de polvo espeso que lo inundaban todo, que te impedían ver hasta el intenso color azul tan característico de la sierra de Cabra.”Coincide esta etapa con los años de su adolescencia…, “años en los que me revelaba contra toda forma de mandato y exigencia, y por supuesto, renegaba de todo lo que sig-

ciones”. Pero Mª Dolores dice estar en completo acuerdo con

lescencia es una enfermedad de la que afortunadamente pasados unos años nos con-seguimos recuperar. Al menos ella achaca su actitud a “esta enfermedad”, porque, sorpre-

sivamente, pasado un tiempo, no sólo empieza a descubrir que aquellas tareas que ha de realizar le agradan, sino que precisamente, lo que más le entusiasmaba es trabajar en la cantera. “Todavía recuerdo como disfrutaba llenándome los pies de barro, tal es así, que hoy día es una de las ex-periencias, de las sensaciones que más echo de menos”. A su padre atribuye gran parte de lo que hoy es como perso-na y agradece la enorme pa-ciencia que tuvo que derrochar con ella…, “hasta sacar a re-lucir la empresaria vocacional que, por alguna extraña razón que nunca me explicó y yo no entendí, él supo ver en mí des-de el principio”. Y debió ser así, porque desde un primer momento, su padre la va moldeando y haciendo a la dirección de la empresa, le va transmitiendo su sabiduría, sus conocimientos, y con ellos, el cariño, y el compromiso moral que debe poner en cada una de sus actuaciones. “Tuve la gran suerte de estar al lado de una persona muy adelantada a su época, pues, lo lógico que im-ponía el momento, es que hu-biese contado con mis dos her-manos, antes que conmigo. No fue así, su padre le animaba a que tomase las decisiones, que fuera ella la que negociara con las empresas proveedoras. Le da miedo equivocarse, errar en las decisiones…, “tambiénse aprende de las equivocacio-nes, porque algún día tendrás que caminar sin mi…”, le de-cía su padre. Aquello le dio la

oportunidad de aprender más y más deprisa. Pero no hay luces sin sombras. También las hubo, sombras, en la imparable trayectoria

si bien, no tuvo problemas en el interior de la empresa paterna, no puede decir lo mismo de puertas para fuera. La actividad que desarrollaba la empresa se encuadra en un sector absolutamente mascu-

actitudes hacia Mª Dolores. Notaba que no era bien vista ni bien recibida por algunos empre-sarios que la consideraban una advenediza, una intrusa en su exclusivo círculo empresa-rial, que sólo ocupaba el cargo de adjunta a la dirección porque el director es su padre. Posteriormente, como titular de Mármoles y Piedras Gutiérrez, reconoce que también pasó por momentos y situaciones duras en las que claramente se sintió discriminada…, “me parecían situaciones tan injustas y me sentía tan impotente que me venía abajo, con unas enormes ganas de abandonar”. Poco a poco fue demostrando que estaba allí por méritos propios…, “el asumir responsabilida-des, me ayudó a crecer y hacerme más fuerte en este mundo de hombres. Me hice respetar y me fui ganando el respeto de los que des-pués se habían convertido en compañeros de profesión”. Prueba de ello, fue el premio que recibió en el año como Mujer Empresaria del Año, galardón concedido por la Confedera-ción de Empresarios de Andalucía y la Con-sejería de Empleo.A partir de entonces trabajará desde su incor-poración a la Asociación de empresarios y co-merciantes de Cabra, que actualmente presi-de, por fomentar la participación de las mujeres empresarias en los foros y las organizaciones empresariales…, “todas, se asuma y perciba desde lo social y co-lectivo, el prestigio que cada mujer empresaria se ha tenido que ganar individualmente”.“Las mujeres que trabajamos dirigiendo segui-mos dejándonos jirones de la piel en las em-presas que gestionamos, ya sean pequeñas o grandes, el mecanismo siempre es el mismo,

tener que demostrar con resultados a corto plazo, lo que a los hombres de empresa se les presupone”.En su opinión, las mujeres han sido educadas para hacer las cosas siem-pre bien, “es tal el nivel de exigencia que nos han inculcado, que nos da verdadero miedo equivocarnos”. Ella así lo ha sentido, cuando cuenta que “ante determinadas situaciones en las que he tenido que tomar decisiones muy difíciles y complicadas…, me he visto como si estuviera al borde de un precipicio”.Desde muy joven compatibilizará la direc-ción de Mármoles y Piedras Gutiérrez, con la crianza de sus dos hijos mayores. No niega que le ha sido difícil despren-derse del rol de madre que no dedicaba el tiempo necesario a sus hijos. “Afortu-nadamente, la maternidad me ha dado una tercera oportunidad al nacer, hace cuatro años, mi hija. Con ella he podido poner en práctica lo que mi experiencia de vida me ha ido enseñando, primero delegando, para más tarde, intentar ha-cer ver a mi familia que la igualdad no es sólo cosa de mujeres”.Sus compromisos también alcanzan al personal de la empresa que dirige. Aclara que no es maternalismo, es un compromiso moral con las personas que desde hace años la apoyan y le son leales. Para ella es tan importante el poder generar puestos de trabajo, como conseguir la estabilidad laboral de sus empleados. “Es una de las grandes ventajas que tienen las pequeñas empresas, sobre las grandes, el conocer personalmen-te a su equipo de trabajo. Yo conozco sus vidas, sus inquietudes, sus ilusio-nes y problemas”. Esta dimensión de humanidad que, según ella, sólo es posible en las em-presas pequeñas, es de lo que más or-gullosa se siente…, “el activo humano

que tengo en mi empresa es lo más importante, es cierto que no se puede medir en términos económicos, pero es el elemento más valioso del patri-monio de Mármoles y Piedras Gutié-rrez, lo demás es sustituible.” Con respecto a sus proyectos de futu-

y aunque el dinero es necesario y le gusta, sus prioridades son otras, “y en-tre ganar mucho dinero para retirarme y mantener el negocio para que todos vivamos de él, opto por lo segundo”. Sigue teniendo muchas ideas que quie-re explotar y que todavía no ha lle-vado a cabo, a veces, piensa que le falta vida para cumplir tantas ilusiones y proyectos…,” hasta cuando estoy dormida estoy proyectando”. Pero le gusta marcarse objetivos pequeños, pensando más en el corto que en el largo plazo. Seante la adversidad e incansable lucha-dora. Y en este sentido, aprecia que ha logrado el reconocimiento por el traba-jo que hace y por como lo hace. “Elreconocimiento de los demás te sube la autoestima, pero lo que verdadera-mente me importa es, sentirme bien conmigo misma, y en este sentido, me gusta la fotografía que tengo de mi”.“A las mujeres que están empezando en el mundo de la empresa les diría que no se desanimen, hasta ahora ninguna discriminación, ninguna ar-bitrariedad ha podido con nosotras; los vientos están cambiando a favor nuestro, no lo desaprovechemos, pero tampoco nos despreocupemos, se lo debemos a nuestras antecesoras, nos lo debemos a nosotras mismas”.

Mª del Señor Hernández Ruzafa FERRETERÍA CAZORLA

VENTA DE ARTÍCULOS DE FERRETERÍA,VESTUARIO LABORAL Y MENAJE

“Ser em-p r e s a -ria es m u c h o más que

tener un negocio. Es una for-ma de vida, a la que hay que poner corazón, ya sea porque es la que tienes o porque la has elegido. Esta es, al me-nos mi opinión, de no ser así, meterse en el berenjenal que supone hacerte un hueco en el mercado, buscar y explotar constantemente ideas nuevas que hagan competitiva tu em-presa, devolver préstamos, pagar facturas…no compen-saría, el precio a pagar sería demasiado alto”.Son las primeras palabras que expresa esta mujer, cuando tras presentarnos, para in-troducir la conversación que mantendremos con ella, le he-

para ella ser empresaria. Palabras que dicen mucho de una persona en la que conviven en perfecta armonía la profundidad de pensamiento y el carácter animoso y apasionado. Mª del Señor gerencia su em-presa en el municipio jienense de Cazorla desde hace más de catorce años. Actualmen-te la empresa cuenta con dos locales dedicados a la comer-cialización de artículos de fe-rretería, vestuario laboral y menaje.

Dotada de una especial visión de negocio ha sabido aprove-char el crecimiento urbanístico de la zona de ubicación de Fe-rretería Cazorla, convirtiéndo-se en proveedora de un impor-tante número de constructoras que operan en la comarca. Cuando Mª del Señor nació, hace 49 años, nada hacía pre-sagiar en el entorno familiar en el que su vida se desenvolvía, que años más tarde, esta mujer sintiera la necesidad natural de buscar su independencia econó-mica y desarrollo personal a tra-vés del empleo, cuanto menos que, en ella surgiera la vocación de convertirse en empresaria. “Nací en una familia tradicional de la época, en la que el padre es el que salía fuera a trabajar y la madre se quedaba al cuidado de los hijos y de la casa”.Estos mismos roles le serán tras-ladados a ella y a sus tres her-manos. Cuando fueron un poco mayores, sus hermanos eran los que trabajaban y ella, la niña, era la que ayudaba a su madre en las labores domésticas.Hay una anécdota que no olvi-da y que ilustra perfectamen-te la situación: “Para mi era un auténtico castigo cuando nos sentábamos a la mesa a comer, no entendía porque, siendo además la más peque-ña de los cuatro hermanos, era la que tenía que servir en la mesa y cuando terminába-mos retirar los platos”.

No fueron muchas las veces que se reveló ante esta rea-lidad, porque si le parecía in-justa y sobre todo humillante, aún era más dolorosa la res-puesta que recibía: “si sabes utilizar una cuchara ya sabes hacer de todo”. Las necesidades económicas familiares hacen que a los doce años empiece a trabajar en la recogida de la aceituna. Son años en los que, a pesar del cansancio y del escaso tiempo del que dispone, inten-ta compaginar trabajo y es-tudios, acudiendo al turno de tarde de la escuela. A esta circunstancia se añade la oposición paterna a que con-tinuara estudíando…”aunquepueda parecer increíble, a mi me regañaban por ir al cole-gio, a mis hermanos, por no querer ir”.A pesar de este cúmulo de situaciones, Mª del Señor

tudios primarios. No poder acceder a una formación su-perior se convertirá con los años en una asignatura pen-diente que no podrá aprobar como hubiese sido su deseo, convencida, de un lado, que hubiera sido una buena es-tudíante, y de otro, conscien-te, de la importancia de la formación “como una herra-mienta preciosa para el de-sarrollo intelectual y cultural de las personas”.

No obstante, Mª de Señor no quiere dar la imagen de una infancia triste y desdichada. “La situación que me tocó vivir no fue muy distinta a la que vivían las otras niñas con las que me relacionaba en Ca-zorla”. Taxativa dice: Es lo que había, en mi peque-ño mundo no había otras alternativas”. A pesar de llevar trabajando desde los doce años, como relatábamos con anterioridad, no será hasta cumplidos los diecinueve cuando la palabra trabajar

do a cambio una contraprestación económica. “Nofue hasta entonces cuando empecé a cobrar un suel-do,…supuestamente había necesitado siete años para aprender como se recogía la aceituna” .Poco a poco, se va forjando el carácter luchador de esta mujer, en ella no existe el sentimiento del ren-cor, sino el afán de superar obstáculos por difíciles que éstos se presenten y “la fuerza que da el apos-

Es por ello que, la ilusión por recibir un salario por el trabajo realizado pudo más que la desilusión al comprobar que a ella, aún desarrollando las mis-mas labores, se le pagaba un sueldo de menor cuantía que a sus compañeros los jornaleros, por el mero hecho de ser mujer. “No me considero una persona inconformista, pero no puedo admitir, cuando preguntamos el por qué de una determinada situación a todas luces injusta, que aceptemos como respuesta: porque siempre ha sido así, o porque siempre se ha hecho de esa manera”. No es una mujer que se resigne al devenir de las cosas, considera que las personas tienen la facul-tad de intervenir, de cambiar, de comprometerse, con una misma y con las demás. Desde entonces

Desde hace años comparte su vida con su marido, un hombre del que sigue estando muy enamora-da…¡ a pesar de que llevamos más de treinta años juntos!. Una de las personas más importantes en la historia de esta mujer…”no sólo porque tenemos dos hijas en común, también, porque desde que tuve la idea de crear mi propio negocio, su apoyo

he visto dudar, ni siquiera cuando pensaba que me estaba equivocando”.Su madre, el otro pilar de su vida, de ella obtendrá el reconocimiento que más valora. “Jamás olvidaré la expresión de orgullo y satisfacción de mi madre cuando puse en marcha mi negocio, con su gesto me lo dijo todo: era su niña, la pequeña de la casa, la que lo dirigía…”, era su niña, la que contra todo pronósti-co se había convertido en una mujer empresaria.

Fue la casualidad la que la llevó a poner en marcha una ferretería. Sólo tenía claro dos cosas, la primera, la decisión de emprender un negocio, la segunda, disponía de un local en propiedad con una buena situación en el municipio. “Mentiría si dijera que sabía algo de esta actividad cuan-do empecé. Cual no sería mi grado de ignorancia que no era capaz de distinguir un pi-caporte de una manivela”.Pero tenía muchas ideas en la cabeza, entró en todos los comercios del sector que pudo, y de aquellos que lla-maron su atención, retenía las ideas que le aportaban, a las que después daba forma y hacía suyas.Cuando vuelve la vista atrás, recordando aquella primera etapa, reconoce que tomó muchas decisiones que hoy considera no fueron las más acertadas. “Ahora es muy dis-tinto, y antes de decidir sobre algún tema que afecte a la empresa, lo primero que hago es buscar la información ne-cesaria, asesorarme lo mejor posible y hacer cuantas pre-visiones sean precisas…una empresa no es sólo comprar y vender, porque hasta para eso, corres un riesgo que es imprescindible medir y valorar sus consecuencias”.En su opinión, no existe nin-guna fórmula matemática que te permita triunfar en el mun-do de la empresa. Cuando le preguntan cuál piensa que ha sido el secreto de su éxi-to, ella siempre responde: “Notengo secretos,…simplemen-te guiarme por la intuición, saberme asesorar por las per-sonas adecuadas y no tener miedo a arriesgarme”.

Mª del Señor asume con nor-malidad la responsabilidad de la empresa que dirige, sin sentirse abrumada o angus-tiada por las decisiones que debe tomar como máxima responsable del negocio. “Esel compromiso que voluntaria-mente he buscado y contraí-do,…forma parte del riesgo que supone crear y gerenciar una empresa”.En la actualidad, también una de sus hijas trabaja en Ferre-tería Cazorla. Mª del Señor reconoce que al principio fue complicado separar el vínculo familiar y la relación profesional. “Son muchas horas juntas al cabo del día y eso hacía mella en nues-tra relación madre-hija, con el tiempo hemos aprendido a respetar nuestros propios espacios, y eso ha hecho que hoy por hoy formemos un buen equipo”.En el fondo esta empresaria sueña que el día de mañana la ferretería pueda convertirse en un negocio familiar y que lo que tanto esfuerzo y trabajo, y a la vez, tanto entusiasmo y energía ha supuesto, pueda ser continuado por al menos una de sus hijas. “Día a día intento transmitirle mi experiencia, mi forma de hacer, mi espíritu luchador y un cierto afán por intentar ser la mejor en aquello que te pro-pongas alcanzar”.Esta mujer es además pro-pietaria de un hotel ubicado igualmente en Cazorla, que en estos momentos está re-

porar en él nuevos servicios que lo hagan ser más compe-titivos, dado el auge turístico que está experimentando la comarca jienense.

“Soy impulsiva por naturale-za y he sido muy autodidacta, pero reconozco que para em-prender un negocio, del tipo que sea, hay que estar lo más preparada posible, es más que vender, es ofrecer un producto, y para ello, hay que hacer mu-chos números, tener muy claro quien es tu clientela y conse-

opiniones e ideas de las per-sonas que te rodean y trabajan contigo, y además, mantener y si es posible, acrecentar el entusiasmo y el valor del prin-cipio, sin olvidar que, todos los días, por muy largos que resul-ten, acaba anocheciendo”.

Manuela Herrera ValeroOLEA COSMÉTICOS

ARTESANÍA DE COSMÉTICOS DERIVADOS DEL ACEITE DE OLIVA

Entrevistar a Ma-nuela Herrera es una de las expe-riencias más agra-dables y cómodas

que hemos podido tener. Nada más conocerla te das cuenta que te encuentras ante una mujer muy segura de sí mis-ma: Su discurso contundente, sus gestos comunicativos, su mirada ágil y llena de vida.Manuela, es una persona lu-chadora, convencida de lo que

su mejor escuela, dispuesta a beberse la vida a sorbos de aprendizaje.Adaptación y tenacidad son dos constantes en su vida. Adapta-ción a los cambios y a las si-tuaciones que se han ido pro-duciendo a lo largo de su vida. Tenacidad para conseguir sus objetivos, para hacer realidad los proyectos en los que cree. Deja huella por lo que hace, y por lo que dice, quizás por eso, sus palabras tienen peso y calan en las personas que la escuchan.

Nace en 1957 en Pegalajar, un pueblo de la provincia de Jaén. Es la mayor de nueve hermanos, cinco mujeres y cuatro hombres. Su infancia y adolescencia, trascurre como la de muchas mujeres naci-das y criadas en un entorno rural, donde durante muchos años han regido unas normas sociales que limitaban la parti-cipación de las mujeres a los asuntos privados, domésticos. Su trabajo, como el de las mu-jeres de la casa es invisible, cuidando de sus hermanos, de su hogar, trabajando en el campo recolectando la aceitu-na, en condiciones muy duras, sin horarios, sin vacaciones y en las más diversas tareas. “En una familia con tantas personas,… aquello, algunos días, era un auténtico caos, y mi madre y yo todo el día lim-piando la casa y arreglando niños”.“Una de mis abuelas era la que hacía la comida, la otra ayudaba a limpiar y a plan-char”. Pero Manuela se ríe abiertamente recodando esta etapa de su vida… Es una mujer inconformista, activa y llena de inquietudes, se revela contra un futuro en el que todo esté escrito. Des-de muy joven rompe con el rol que desde que nació tenía asignado, por el hecho de ha-ber nacido mujer. Le gusta es-tudíar, sabe que la formación es el camino para hacerse dueña de su propio destino, “pero mi abuela decía que no, que las niñas no tenían que estudíar porque luego cuando son mayores se casan y todo el dinero que la familia se ha gastado en su educación no sirve para nada”.

A los 13 años, además de ayu-dar en casa, recibe su primer jornal y, a pesar de su juventud, empieza a tomar conciencia de las diferencias entre hombres y mujeres. “En la recolección yo notaba que a las mujeres no las trataban igual que a los hombres, aunque hicieran lo mismo, y trabajaran las mis-mas horas, las mujeres cobra-ban menos que los hombres”. Esservadora dotada de una in-teligencia natural que la hace plantearse, por qué las muje-res aceptaban esta situación, considerándola como algo normal, porque su jornal era un complemento al sueldo que aportaban los hombres de la casa. Cuando piensa en que apren-dió en esta etapa, Manuela entiende que todo le ha servi-do, que todo es válido. Valora lo que aprendió en su familia, especialmente de su padre, “elme enseño (a lo mejor incons-cientemente) la importancia del trabajo, como medio para ganarte la vida, para ser inde-pendiente, y sobre todo el ser constante y tenaz, tener claro que es lo que quieres hacer, y trabajar por conseguirlo”.Pero también valora la estabi-lidad de la familia, el cariño, el respeto y la educación, y eso es culpa (sonríe) de su madre. “Eso si que me ha servido mucho en la vida, la seguridad en la fami-lia, para mí es importantísimo”.Es una mujer rompedora. Un ejemplo lo ilustra, durante 35 años fue conductora de re-molques en la recolección de la aceituna, “porque yo podía hacer el mismo trabajo que los hombres, no quería recibir un trato diferente”.

Toda su vida tiene coherencia. Manuela empie-za a perder el miedo a la reivindicación de sus derechos, empieza a vencer los temores para denunciar las discriminaciones que muchas mu-jeres sufren por el hecho de ser mujeres. Parti-cipa en asociaciones de mujeres, en el consejo local de la mujer… “porque las mujeres rurales padecen doblemente las desigualdades, por ser mujeres y por vivir en entornos rurales. Y estas circunstancias limitan sus derechos a la educación, la sanidad, las comunicaciones, las nuevas tecnologías, el reciclaje personal, etc”. La mujer rural no puede competir en igualdad si no parte en igualdad de condiciones que la mujer urbana.Apuesta por su formación y por su información, base para construir y cambiar la realidad y para la equiparación de las mujeres rurales en el ejercicio de sus derechos. “Sólo desde el acceso a la información y a la formación, las mujeres rurales podrán transformarse en parti-cipantes activas, de sus propios proyectos de vida, personal y profesional, y ser correspon-sables en la toma de decisiones de las socie-dades en las que viven”. Le preocupa el futuro de su comarca. Hay de-masiada dependencia de una única actividad: la recolección de aceituna para su transforma-ción en aceite. Ha leído, ha escuchado a gente conocedora y experta en el tema, y le ronda la idea de poner en marcha un negocio que tenga que ver con el aceite de oliva, pero ¿dedicado a qué?. Las casualidades rara vez existen. Participa, junto con otras compañeras de la asociación a la que pertenece, en un curso sobre elabora-ción de jabones con aceite de oliva.Durante el curso ha leído que las personas em-presarias deben tener cierta capacidad para asumir riesgos, para tomar decisiones, capa-ces de adaptarse a las situaciones difíciles y cierta dosis de creatividad; además tener una idea y conocer el sector. Manuela no es una persona impulsiva, analiza,

presaria. No está sola, cuenta con el apoyo de su marido, de sus tres hijos, la conocen, saben que es una mujer de decisiones muy meditadas. Hace seis años, surge Olea Cosméticos, socie-dad dedicada a la elaboración artesanal de pro-ductos cosméticos derivados del aceite de oliva.

¿Por qué este nombre?. “Oleapor el aceite (oleo), pero en fe-menino (se ríe), porque toda la plantilla somos mujeres” (vuel-ve a reírse).Recuerda los comienzos. Fueron difíciles. Mujeres, empresarias en el sector de la industria, en el ámbito rural: todo un campo abonado para los obstáculos de género: “los bancos no se

estábamos allí en representa-ción de nuestros maridos, los auténticos empresarios. Nos aconsejaban de todo, desde que nos buscásemos un trabajo por cuenta ajena, hasta que nos dedicásemos a otro tipo de ne-gocio “más acorde” con nuestra condición de mujer”. La tenacidad, su compañera de viaje. Tenía claro que Olea Cos-méticos podía funcionar, el plan

había que arriesgarse. Asumir riesgos es una capacidad propia de las mujeres emprendedoras. Manuela analiza sus capaci-dades y sabe que cuenta con conocimientos en un sector, en el que descubre necesidades, sabe que tiene mucha capaci-dad de trabajo y también mu-cha energía y seguridad para enfrentarse a las situaciones adversas.Ha trabajado duro, reconoce que ha merecido la pena invertir trabajo, tiempo y esfuerzo. “Te das de alta y crees que ya eres empresaria. Mis socias me de-cían tendremos que hacer una

pre contestaba, en el futuro lo celebraremos por todo lo alto”.Seis años después, siguen sin celebrarlo. Nunca le parece que es el momento oportuno, “cuando la empresa esté más consolidada”.

Oleas Cosméticos, ha estre-nado recientemente nuevas instalaciones, las anteriores

rias para albergar el nuevo la-boratorio y la ampliación de la empresa, que sobre todo, está afectando al área tecnológica. ¿Crees qué tenéis una empre-sa de éxito?. Le gusta el reco-nocimiento del trabajo bien he-cho. “Nunca dejo los deberes por hacer”. Se reconoce am-biciosa y práctica…no agresi-va. No es necesario para ser empresaria. Por ello nos dice: “Para mí lo primero es que conozcan tu empresa cuanta más gente mejor, y lo segundo

ganancias económicas”. El reconocimiento a tanto es-fuerzo ha venido de la mano de los distintivos y galardones con-cedidos a Olea Cosméticos.Así, en el año 2003, reciben el Premio Puerta de Andalucía otorgado por el grupo Summa de Hoteles y la Junta de Andalucía.En la feria Expoliva, celebrada el mismo año, reciben el Pre-mio a la Empresa más innova-dora; siendo igualmente, mere-cedoras del Premio Meridíana del Instituto Andaluz de la Mu-jer en su edición de 2004. Recientemente, les fue otorgado el Premio Mujer Rural Empre-saria 2006, otorgado por el ADR de Mágina. Ha sido para nosotras un gran honor y satisfacción haber ob-tenido estos galardones que son el reconocimiento a nues-tro esfuerzo por dar a conocer nuestro tesoro más preciado, que es el Aceite de Oliva Vir-gen Extra y el uso que se pue-de hacer de él en Cosmética, a la vez que a nuestra Comar-ca de Sierra Mágina.

Se cumplen sus expectativas. Ha descubierto que su voca-ción empresarial le hace ser más libre, tomar sus propias decisiones, y sobre todo ser su propia jefa, independiente, personal y económicamente.“No tengo la sensación de ha-ber renunciado a nada…” ha crecido como persona y eso

también ha crecido, ha gene-rado empleo, “y me siento or-gullosa de que todas, socias y empleadas, seamos mujeres. Creo,…sé que estoy contri-buyendo a que a las mujeres rurales, se las reconozca y se las vea como trabajadoras, y eso para mi es como decir que en mi empresa se está contribuyendo a la igualdad de hombres y mujeres”. Esto es lo que ha llevado a esta mujer a formar parte de la Unión de Empresarias de Jaén. En las mujeres rura-les se está produciendo un cambio de mentalidad, sobre todo, en las más jóvenes, que empiezan a rechazar la idea de que su vida debe gi-rar en torno al ámbito de lo privado. “Las mujeres rurales caminan hacia la autonomía y la independencia, y estos son los factores que están determinando su emancipa-ción y las relaciones que se establecen dentro de la uni-dad familiar.Y, precisamente, desde nuestra asociación se está potenciando la ruptura con el modelo de una sociedad que establece un determina-do rol para las mujeres. Muy al contrario, son las propias mujeres las que deben de-cidir que quieren hacer con sus vidas”.

Eulalia Jaque ColomoCOMPLEJO CERRO PUERTA

RESTAURANTE Y CATERING

Reguera Jaque Catering, co-merc ia lmente conocida como Complejo Ce-

rro Puerta, está ubicada a las afueras de la ciudad de Jaén.Se trata de una empresa fa-miliar al frente de la cual está Eulalia Jaque, una mujer que a sus 65 años, conserva intac-ta la ilusión y el empuje de los comienzos, hace ya 42 años. Tal es así que, cuando se le pregunta por una imagen que represente su futuro más in-medíato, responde con la mis-

a lo largo de toda la entrevista: “debería ser jubilarme… edad tengo para hacerlo, pero no lo voy a hacer, me gusta dema-siado mi trabajo, no sería ca-paz de despegarme de él por mucho tiempo”.Podemos entenderla con sólo mirar el entorno privilegiado en el que se desarrolla la vida de esta empresa.

Complejo Cerro Puerta, se ubi-ca en un lugar de extraordina-ria belleza, en el que se apre-cian unas vistas inmejorables de la ciudad de Jaén. Rodea-do por un extenso pinar, con-trasta el colorido de las mu-

los jardines que delimitan el

componen el complejo, con el verde intenso de los pinos. La empresa, que desarrolla su actividad en el sector de la hostelería, comercializa menús para distintos tipos de celebraciones y eventos, fundamentalmente, bodas, reuniones de trabajo y recep-ciones, para lo que cuenta con varias instalaciones, como, restaurante, dos cafeterías y un centro de Congresos. El complejo propiamente di-cho es de nueva construcción, pero su arquitectura, que ha sabido respetar profunda-mente el entorno, simula una antigua casa de campo, por lo que, no es de extrañar el orgu-llo y la satisfacción con la que Eulalia muestra su empresa. Pero, para entender el presen-te de Complejo Cerro Puerta, tenemos que remontarnos a muchos años atrás, a la infan-cia de una niña nacida en la lo-calidad extremeña de Mérida.Eulalia, es la pequeña de una familia formada por nueve her-manos. De su niñez recuerda la felicidad propia de las per-sonas que han sabido disfrutar de lo compartido, sobre todo, cuando había poco que com-partir, y al mismo tiempo han aprendido a no conformarse,

des “no pueden afectar al de-sarrollo de tu vida, …que los obstáculos nunca te impidan ser feliz”.

Quiere a su tierra, pero no la echa especialmente de me-nos, ya que, cada cierto tiem-po sigue acudiendo a la llama-da de sus raíces, y regresa a Mérida y se junta con todas sus hermanas y hermanos. Pero hace más de 30 años que se trasladó a vivir a Jaén, cuando se casó y a su marido lo trasladaron por motivos de trabajo a esta ciudad. Lo que más hecha en falta es la alegría de la gente extreme-ña. Parece curioso que diga eso viviendo en Andalucía. “De todas formas lo que si sé, es que ahora mismo no me iría de Jaén, este es mi sitio, ni tampo-co me iría a ninguna otra ciudad andaluza”, concreta Eulalia.Decide dejar de estudíar, y es una decisión tomada sólo por ella, “en mi familia no he sentido que nos educaran de manera diferente o nos ense-ñaran valores distintos a her-manos y hermanas”El motivo es bien distinto: quie-re casarse. Su marido era ma-yor que ella y además residía fuera de la ciudad de Mérida. Eulalia es una mujer empren-dedora y llena de inquietudes, “no me veía durante toda mi vida, dedicándome sólo a las tareas domésticas de mi casa, cuidar de mi marido, de mis hi-jos…”, Así que, pone en mar-cha una zapatería infantil que dirige durante 3 años. Esta es una experiencia de aprendizaje muy valiosa, que le demuestra cuales son sus capacidades: capacidad de gestión, le gusta organizar, le gusta el riesgo, la gusta la vida de empresa, y sobre todo, esa permanente necesidad de idear algo nuevo, de plantear-se nuevas metas, que le persi-gue durante toda su vida.

Se trasladan a Jaén por moti-vos del trabajo de su marido, Eulalia tiene 24 años y ya han nacido tres de sus seis hijos. Son pequeños y van al co-legio. Eulalia aprende de lo cotidíano, de la gente que se encuentra en el día a día de su vida…”también la gente corriente tiene mucho que en-señarte”. De sus conversacio-nes con otras madres, descu-bre, casi por casualidad, que muchos centros escolares no ofrecen servicio de comedor para los alumnos y alumnas, y los que lo hacen, normalmen-te conciertan la comida con alguna cafetería próxima, que en ocasiones no reúne las mí-nimas condiciones sanitarias y ni siquiera tienen en cuenta las necesidades alimenticias del alumnado. A su manera, realiza un pe-queño estudio de mercado de Jaén, …”me recorrí todos los colegios y guarderías, pre-guntaba a profesores, a direc-tores,… si creían necesario contar con un servicio de co-medor…., si contaban ya con instalaciones adecuadas, qué uso le daban…”El negocio empieza a tomar forma, y sobre todo, Eulalia

que quiere poner en marcha:

de catering. Cuando lo comenta entre per-sonas conocidas, algunas se sorprenden, no saben en que consiste, “algunas no sabían ni pronunciar la palabra…de-cían caterín”.

Segura de sí misma, sabe que la idea es buena, no hay nada parecido en Jaén, pero era una buena oportunidad de negocio y se centra en ella. Cuenta con su habilidad para la cocina, el apoyo decidido y sincero de su marido, pero no

que quiere emprender.Se marcha a Madrid, allí tuvo que aprender casi todo lo relacionado con un servicio de catering, el tema del envasado y conservación de los ali-mentos, el transporte, las normas sanitarias en materia de alimentación, características técnicas de las instalaciones y los equipamientos,…. Eulalia recuerda los inicios de su empresa, como un conjunto de sentimientos encontra-dos; de un lado, hacer realidad lo que durante tanto tiempo estuvo gestando, había encontra-do su verdadera vocación, un trabajo que res-pondía a sus expectativas, y que desde enton-ces y hasta hoy la han hecho plenamente feliz, recordaba aquellas palabras que aprendió de sus padres, “que los obstáculos nunca te impi-dan ser feliz”.De otro lado, se da cuenta de que en los cír-culos en los que empieza a desenvolverse no es bien recibida, es mujer y empresaria, en un tiempo, en un espacio, en los que prácticamen-te todos son hombres.Ae intentar que funcione un negocio pionero y novedoso en Jaén, se unían barreras, con las que no contaba, de aceptación del tejido em-presarial de la zona. “En mis inicios recuerdo el masculinismo em-presarial de esta ciudad, no había apenas muje-res empresarias, todos eran hombres y eso me supuso un gran esfuerzo por romper muchos estereotipos, y demostrar que yo podía ser tan buena empresaria como ellos empresarios”.Eulalia es una mujer comprometida, acostum-brada a luchar por aquello que quiere con-seguir, y desde luego no estaba dispuesta a aceptar ningún tipo de discriminación hacia ella, como tampoco acepta, ni permite, nin-guna discriminación hacia las mujeres, “y en las medidas de mis posibilidades lucho contra ellas, con toda mi fuerza y energía”.

Desde que el Complejo Cerro Puerta se ideó hasta que realmente se puso en marcha fue-ron más de seis años, de incertidumbres y con-

cieros, y personales, porque siendo pequeños sus hijos, fallece su marido, el gran apoyo de su vida. Pero Eulalia no se rinde, y como ella misma dice, “con mucho control mental”, afron-ta los retos. En el camino, ha tenido que hacer algunos

pero no los veo como renuncias. Con una empresa de tanta envergadura, se aparcan aspectos como la familia, el tiempo libre…pero lo compenso por lo mucho que me entusiasma mi trabajo”. Ha sabido organizar-se, cuidar y educar a sus hijos, que se han ido haciendo mayores, algunos de los cuales trabajan y cuidan de la empresa que su madre creó, como si de ella misma se tratara.La incorporación de los hijos a la empresa ha sido progresiva. “Me gusta que estén conmigo, el trabajo resulta más fácil porque existe mu-cha complicidad entre nosotros…me ayudan a tomar las decisiones, son decisiones compar-tidas…”Para Eulalia, la honestidad es su máxima, en sus relaciones personales y profesionales…”me gusta rodearme de personas que también lo sean…a mis hijos les pido que también sean honestos, que sean exigentes con el trabajo bien hecho”.El Complejo Cerro Puerta cuenta habitualmen-te, con una plantilla de 16 personas, de las que ocho son mujeres, pero es probable que se produzca una ampliación del equipo de tra-bajo, como consecuencia del nuevo proyecto que Eulalia está intentando poner en marcha; se trata de la construcción de un hotel rural en el terreno cercano al restaurante para las cele-braciones.Eulalia no quiere extenderse hablando de este proyecto porque se encuentra en fase de es-tudio. Pero nos da la impresión, que para esta mujer que considera el trabajo como un valor

mente importante que no sea capaz solventar, ni nada, ni nadie, que la desanime a seguir cre-ciendo y avanzando. Ha habido varios momen-tos de fortuna en su vida, y este nuevo proyec-to, a buen seguro, está abocado a formar parte de la memoria rica y serena que constituyen los momentos felices de su vida.

Mª Dolores Jiménez Aguilar GRUPO JICAR

CONSTRUCCIÓN E INDUSTRIA VITIVINÍCOLA Y ACEITERA

Mª Dolores es p r e s i d e n t a de la Cámara de Comercio de Córdoba y

Consejera delegada, desde hace quince años, de Jícar, la socie-dad que en el año 1976 creó su padre junto con otro socio. Desde su constitución Jícar se ha caracterizado por un creci-miento progresivo y consolida-do, a través de la expansión y

hasta formar el grupo de em-presas que es hoy, desarro-llando líneas de negocio de lo más diversas, en distintos sectores económicos, como, la industria cementera, la agri-cultura vitivinícola, la ganade-ría y la hostelería, entre otros.Para esta cordobesa, nacida en el municipio de Montema-yor, no ha sido fácil, muy al

llegar a los puestos de máxi-ma responsabilidad que ocu-pa hoy, son muchas las co-sas a las que ha tenido que renunciar, muchas las cosas que ha tenido que dejar en su camino…,”sobre todo, a mi propio tiempo, a disfrutar de mis amigos, de mis hijos, de mi familia”.Pero ha hecho de su trabajo una parte muy importante de su felicidad, no sería feliz sin hacer lo que hace cada día; al menos eso le inculcó su padre y ella así lo cree. Principios como, cumplir con el deber, asumir la cuota de responsa-bilidad que a cada cual corres-ponde, el respeto a las demás personas, y la autoexigencia del trabajo bien hecho, valores que ella a su vez, transmite a su hija e hijo.

“…hacerles ver que a pesar del tiempo que dedico a mi trabajo, a ellos les entrego mis horas más intensas”…, le ha facilitado sobrellevar algunas situaciones complicadas en lo personal… “porque suelo salir de mi casa a las siete y medía de la mañana y vuelvo a las once de la noche… pero co-nozco a los amigos de mis hi-jos, sé cuando tienen exáme-nes… controlo mi casa pero con el móvil, como puedo”. Todo ello lo cuenta con un gran positivismo, con alegría, entendiendo que de estas experiencias no sólo apren-de ella, también ayuda a for-mar y reforzar la personalidad de su hija e hijo, lo que es el mejor resultado. “Represen-ta mi máxima aspiración con respecto a ellos, que sepan cumplir con sus obligaciones a diario y siempre, y lo más fundamental, que lo hagan con alegría y con honradez”. Mª Dolores es una mujer acti-va, dinámica, como ella misma dice, “que no para quieta”, y este carácter inquieto, abierto a todo, e incansable, se puso de

cuando con sus cuatro herma-nas y su hermano inventaban todo tipo de travesuras y aven-turas. “Éramos inagotables, incansables, pero lo que me-jor recuerdo era la gran unión que existía entre nosotros, nos conocíamos tan bien, que con sólo mirarnos sabíamos lo que lo que estábamos pensando”. Su madre, la persona que fo-mentó la vida familiar y el espíri-tu de unión entre su descenden-cia. Esta unión ha traspasado el paso de los años y sigue tan viva como en la niñez.

Los sucesivos ascensos profesionales hasta alcanzar la dirección de una de las empresas del grupo, le ha supuesto realizar esfuerzos importantes que, sin duda, se han visto com-pensados con la posibilidad de relacionarse y aprender de muchas personas, de sus ex-periencias y sabidurías y eso le compensa

tenido que llevar a cabo. Para una buena empresaria. “Una empresaria se hace, es imposible decir a partir de tal día me convertí en empresaria, porque a pesar de mi trayectoria y bagaje empresarial, estoy con-vencida de que todavía me queda mucho por aprender, muchas ideas por poner en prácti-ca, y afortunadamente, errores y, por qué no decirlo, fracasos, de los que sacar las mejo-res oportunidades. Cuando todo eso ocurra, me consideraré una buena empresaria”. A lo largo de estos quince años, como conse-jera delegada del grupo Jícar, ha tenido que hacer frente a momentos complicados que

negocio familiar, en cualquiera de los secto-res del grupo empresarial, “la competencia es cada vez más fuerte, diría que feroz, máxime en un mercado tan globalizado como es el actual,…es una lucha diaria el mantenernos en el mercado”. Pero también es un reto apasionante, en su opinión, el mundo de la empresa, tiene algo que acaba enganchando, y una vez que entras en él, ya no puedes vivir de otra manera,…”asumir riesgos, el gusto por to-mar decisiones, incluso las noches sin dor-mir pensando cómo resolver un problema….se acaba convirtiendo en una forma de vida, igual de absorbente que de emocionante”.Cuando le preguntamos que nos indique los valores que destacaría de su gestión empre-sarial, Mª Dolores, responde que, sin duda, anticiparse a las nuevas oportunidades y a las amenazas, así como, analizar y señalar las mejores decisiones. “En todo este tiem-po, he pretendido que mi gestión tuviera como estrategia de actuación la búsqueda

Su padre, la persona que les avi-vó el espíritu emprendedor, el mismo que presidía su vida…, “mi padre, hasta donde me al-canza la memoria, siempre fue empresario, el ha sido mi refe-rente, mi modelo, aunque resulta complicado imitarle”. De su época de estudiante guar-da muchas anécdotas del inter-nado, pero si tuviera que que-darse con algunos recuerdos en concreto, sin duda, el respeto y aprender a convivir, serían los que retiene en su memoria con mayor intensidad. Manifi esta des para acceder al mercado de trabajo; desde muy joven, mientras cursaba la carrera de Turismo, ya colaboraba en la empresa paterna, a la que se

dios universitarios.Desde entonces tendrá claro que su futuro profesional per-manecerá vinculado al grupo de empresas de la familia.“Nosotros tenemos nuestras pro-pias empresas y yo siempre he trabajado en ellas”. En este sen-tido, reconoce que el éxito del grupo empresarial Jícar, dado que a él se ha ido incorporan-do progresivamente la segunda generación, ha sido, tener muy claro, que, mientras de fuera para adentro eran miembros de la misma familia, hijas e hijos de los socios fundadores…, “depuertas para adentro cada cual debía cumplir con las responsa-bilidades que exigían el puesto de trabajo que ocupaban, sin considerar la relación personal y familiar que nos unía”.

de la calidad. En mi opinión, la implantación

cación, son instrumentos al servicio de la cali-

Explica que uno de los aspectos que más ha tenido que trabajar en su labor de dirección, ha sido el de la delegación. “A las mujeres nos cuesta mucho delegar, es tanto el esfuerzo y

canzar ciertas cuotas de poder, de llegar a los puestos de máxima responsabilidad en una or-ganización o empresa, que cuando lo conse-guimos, creemos ver en la delegación o una dejación de funciones o que se pone en duda las posibilidades de éxito en la gestión que ha-cemos”.Muy la importancia que tiene para la labor gerencial la delegación de funciones y tareas, tanto como mecanismo de motivación del personal, como instrumento a través del cual emplearse con ple-na dedicación, a la difícil tarea de la dirección y la toma de las decisiones estratégicas que actúan de forma rotunda en el porvenir de la empresa.Actualmente, el grupo empresarial Jícar tiene un

trando su clientela en Administraciones Públi-cas, de carácter nacional, autonómico y local. Asimismo, en estos momentos, el grupo se en-frenta a varios reajustes que fundamentalmen-te afectan al departamento técnico. “En las empresas constantemente hay que introducir

volumen de facturación”. De la misma manera, también están desarro-llando proyectos importantes en Investigación y Desarrollo, por lo que, además del departa-mento de calidad, están en proceso de crea-

Mª Dolores se siente feliz haciendo su labor como empresaria. “Para mí, el éxito de una persona empresaria, está en conseguir que la empresa que diriges crezca, eso es el principal motivo de satisfacción de todas las personas que intervienen y participan en la empresa”.

Eva Mª Leiva RuanoRUVAL

COMERCIO DE CALZADOS, BOLSOS Y CONFECCIÓN

Hace 37 años que nació en Cór-doba, la ciudad en la que ha desarrollado toda su vida profe-sional.De su infancia, feliz, sobre todo

rememora el tiempo que pasaba con su ma-dre, con la que compartía todos sus momentos y juegos. De su padre tiene un recuerdo más vago…, “los recuerdos suyos son de domingo…prác-ticamente no lo veía porque su trabajo como empresario le restaba muchas horas para es-tar con la familia”.Con los años, al seguir los pasos de su padre e iniciar su trayectoria empresarial, no solo com-prenderá sus ausencias, sino que él se con-vertirá en su modelo, su punto de referencia y apoyo para hacer realidad su proyecto em-presarial. “Mi padre me transmitió su saber ha-cer,…siempre he querido parecerme un poco a él, en ese sentido, sin su respaldo y el de mi madre, no creo que hubiese podido crear mi propia empresa”. De ambos recibió una educación basada en la libertad, un sentido de la libertad que, según nos comenta Eva, después le ha servido para creer en sí misma, en sus propias posibilida-des para desarrollarse como persona y conse-guir las metas que se proponía. Cuandode Graduado Social, pero cuando llevaba un año, vio que no le gustaba. “Siempre me sentí atraída por el mundo del diseño, de la moda. De hecho, cuando era pequeña jugaba a diseñar mis propios vesti-dos. Era como si a través de la ropa pudiera vivir otras vidas,…fantaseaba con que era una actriz, una princesa, y esas emociones las trasladaba a los trajes que inventaba...”.Su pasión por el mundo de la moda le llevó has-ta Sevilla donde cursó estudios de estilismo de

compaginará la formación, con pequeños traba-

En el terreno personal y tras vivir la experiencia de un divorcio, tuvo que replantearse su forma de trabajar para poder dedicar más tiempo a sus dos hijos y a ella misma. “Durante algunos años me dediqué sólo a trabajar, mi vida se ha-bía convertido de casa al trabajo y del trabajo a casa. De repente, pensé que así no podía seguir viviendo, mejor dicho, aquello no era vi-vir,…me estaba perdiendo el disfrutar de mis hijos, sabiendo que aquellos años de su infan-cia no volverían”. No quería que a sus hijos les pasara como a ella con su padre, del que sólo tenía un borroso recuerdo en sus años de niñez. “Aprendí a or-ganizarme en el trabajo, y sobre todo aprendí a delegar funciones y tareas, ¿si no era capaz de delegar en mis trabajadoras, para qué las tenía en plantilla?”. Ahora reconoce, que hace mejor su trabajo, en el sentido de que, en su opinión, ahora es mejor gerenta que entonces…”y esto lo agra-decemos todos, mis hijos, mis empleadas y también yo”.Considera que en el mundo empresarial las mu-jeres tienen muchas cosas que aportar, pero también tienen algunas asignaturas pendientes, y en concreto, el saber delegar es una de ellas. “Creo que se nos pone tan difícil convertir en realidad nuestras ideas de negocio, y no diga-mos, hacerlas crecer que, cuando esto sucede, vemos en la delegación una pérdida del poder, del control sobre nuestra empresa, que con tan-to esfuerzo hemos construido”.En esta misma línea, considera que el entorno no lo pone nada fácil, pues, las mujeres siguen teniendo más complicado el acceso al ámbito de la empresa…”el masculinismo empresarial, sigue estando presente, probablemente, de una manera más sutil, y tal vez por eso, más astuta y engañosa”.Preguntamos a Eva por qué tomó la decisión de crear otro comercio, en este caso, destinado a la confección femenina. “Todo se debió a la demanda creciente que recibía de la cliente-la, que reclamaba para la confección el mismo concepto que años atrás había implantado en

Con 23 años, una vez termi-nados sus estudios, pone en marcha su primera tienda. Sorprende que siendo tan jo-ven, tuviera tan claro, que qui-siera enfocar su vida laboral hacia la empresa.“Nunca he trabajado por cuen-ta ajena…siempre he sabido lo que quería, creo que des-de que era pequeña he teni-do muy claro que quería ser empresaria,…los deseos de desarrollar mi creatividad, el afán de superación, sin duda, han contribuido, pero por en-cima de todo, mi vocación em-presarial ha sido el factor más decisivo para iniciarme como empresaria”.No obstante, en un primer momento, no sabía muy bien como enfocar la idea de nego-cio, de qué manera…”dudabasi dedicarme al diseño y fa-bricación o centrarme en la distribución y la comercializa-ción”y en 1993, abrió sus puertas, Ruval, comercio dedicado a la venta de zapatos y bolsos. En la actualidad, Eva dirige y gerencia dos establecimientos; el primero y originario dedica-do al calzado y complementos, como hemos mencionado, y el segundo especializado en moda y confección. Ambos es-tán localizados en la zona más céntrica y atractiva, desde el punto de vista comercial, de la ciudad cordobesa. Comenta, la empresaria, que a lo largo de estos catorce años ha vivido momentos muy du-ros y complicados.

la zapatería…, una idea basa-da en crear espacios de expo-sición, que la clientela pudiera tocar libremente el producto, sin crearle el compromiso de adquirirlo”.Idea que debió parecer algo disparatada, como suele ocu-rrir con aquello que es inno-vador, o distinto, porque, ase-gura que, inicialmente, nadie creyó en ella.Hoy Ruval es una empresa co-nocida y reconocida, en la que las mismas empresas pro-veedoras que, en un primer

estrategia empresarial que proponía su titular, hoy quie-

con cierto orgullo Eva. En el terreno profesional, lo que más motiva a esta mu-jer, es continuar trabajando y esforzándose para consolidar su negocio…”que mi empresa siga siendo un referente den-tro de la moda, en la que ten-gan cabida las tendencias más innovadoras…que la clientela

La facturación no es lo que más le motiva. Lo que no sig-

económico…, “pero cuando compro un producto necesi-to que me enamore…en este sentido, he de confesar que me guío mucho por mis impul-sos, más que por la cabeza”. En lo humano, lo que la esti-mula, son sus hijos, verlos cre-cer felices y sanos, y saberse respaldada por un equipo de trabajo, con el que comparte las mismas ganas de traba-jar y el mismo empeño…, “yodigo que somos un barco, con una tripulación y un capitán. Pero el capitán, difícilmente puede dirigir el barco y llevarlo a buen puerto sino cuenta con

el esfuerzo común y solidario de to-dos los tripulantes.Eva sitiva, con un gran sentido del hu-mor, aspectos éstos de su carácter que valora y agradece su grupo de amistades…”mis amigos son, des-pués de la familia, mi apoyo más importante, por eso me preocupo de mimarlos y cuidarlos”. Debe ser así, pues, nos comenta, que mu-chos de esas y esos amigos lo son desde la infancia.Entre sus perspectivas de futuro está la previsión de abrir un tercer esta-blecimiento, proyecto que la ilusiona, y al que quiere y necesita dedicar

con cautela. “Me gusta la calma a la hora de tomar decisiones,…hacer las cosas despacio, pensándolo mu-cho, porque es mucho el riesgo que se corre y porque, como me decían de pequeña, las prisas no conducen a nada”.Lo más inmediato, que “tiene entre manos” es convertir Ruval en em-presa franquiciadora, además de la puesta en marcha de un proyecto de tienda virtual, en el que está traba-jando actualmente al cien por cien. A lo largo de estos años no son po-cas las veces que han llamado a su puerta para ofrecerle jugosas ofer-tas de trabajo, siempre relacionadas con la confección y la moda. A todas ha dicho que no. “Elegí ser empre-saria, y hasta ahora nunca me he arrepentido, aunque nada ha resul-tado fácil, pero debo decir, que no ha habido ni un solo instante, en el que haya dudado o me haya plan-teado abandonar”. Trabaja en lo que más le gusta y como más le gusta. “Lo importante es no desanimarse cuando algo no sale bien a la primera, se conseguirá en el próximo intento. Lo fundamen-tal es no perder la ilusión y las ganas de inventar y poner en práctica pro-yectos nuevos. ¿Acaso en eso no consiste vivir?”.

Ana López CaparrósIELCOCONSTRUCCIÓN

La entrevista con Ana López trascurre en la sede de la sociedad limitada IELCO, dedi-

obras públicas, de la que ella es, desde el año 2007, Consejera Delegada y Presidenta, al cons-tituirse el Consejo de Adminis-tración. No obstante, nos aclara que, ha ejercido la gerencia de la empresa desde su creación, en el año 1988.La empresa ubicada en la carre-tera Azucarera-Intelhorce, está estratégicamente situada en el polígono industrial Guadalhorce de Málaga, teniendo en cuenta, las buenas vías de comunicación de las que goza dicho polígono, lo que, sin duda, facilita las re-laciones de la sede de IELCO, con los otros centros de trabajo y naves industriales anexas de las que dispone para atender la lo-gística de las obras que ejecuta.Desde que cruzamos nuestras primeras palabras con ella, nos da la impresión de estar ante una mujer a la que no le gusta dejar nada a la improvisación, se nota que sus respuestas han sido pre-

“ no tomo ninguna decisión de manera acelerada, necesito un tiempo para meditar y contrastar opiniones con otras personas de la empresa que tengan una es-trecha relación con el tema que me traiga entre manos”. Planifi cación

que expresa en todas sus mani-festaciones.Pero la historia de esta mujer se inició en la capital malagueña, ciudad en la que trascurrió su in-fancia; una época en la que ya, desde entonces, tuvo que ad-quirir mucha responsabilidad…, “pues, al ser la mayor de cinco

hermanas y dos hermanos era a mi a la que le tocaba ayudar a mi madre”.A pesar de ello, recuerda su ni-ñez como una etapa muy feliz de su vida…, “sobre todo por la unión que siempre ha existido entre todos los hermanos; el apoyarnos y ayudarnos los unos a los otros, valores que mis pa-dres fomentaron entre nosotros y que con los años ha tenido sus frutos, prueba de ello, es que en la actualidad, seis de los siete hermanos trabajamos jun-tos en la misma empresa desde hace casi veinte años”.Además, Ana valora y reconoce el

que hacer sus padres para que todas sus hijas e hijos pudieran estudiar. No son pocas las veces que recuerda a su madre dicién-doles que la mejor herencia que podían dejarles, a ella y sus her-manos, era el que pudieran tener una buena formación. Aspecto este, en el que Ana cree “a pie juntillas”, “el tener un de-terminado nivel formativo y de conocimiento es la llave que abre las puertas a poder desa-rrollar tu vida profesional hacia los derroteros que tu elijas, sin que nadie decida por ti; a la lar-ga, eso se traduce en el privi-legio y la satisfacción personal de trabajar en lo que realmente te gusta”.Estudió Ciencias Empresariales en la Universidad de Málaga, por-que, en su opinión, por aquel en-tonces era la carrera universitaria que más relación guardaba con el mundo de la empresa, que desde muy joven era el camino que esta mujer quería emprender.

De aquella experiencia universitaria guarda gratos re-cuerdos, especialmente, la relación con otras y otros compañeros, incluso con el profesorado. “Aprendímucho, tanto a nivel educativo como humano”. Actualmente, Ana cursa quinto curso de Administra-ción y Dirección de Empresas, a través de la Univer-sidad a distancia. “Si comparo ambas experiencias universitarias, nada tienen que ver la una con la otra,

estudías a distancia la relación personal no existe, todo se desarrolla a través de aulas y foros virtuales, lo que, en ocasiones, te hace sentir muy sola y echar de menos el contacto físico con otras personas”.Cuando le preguntamos por su vida profesional, res-

trabajo, aunque sonríe cuando apostilla que, otra cosa muy distinta es plantearle cuánto ganaba,- ha-ciendo alusión a que cobraba muy poco-. Pero, su objetivo en aquel momento, era fundamen-talmente, adquirir experiencia; y en este sentido, des-taca los ocho años que pasó trabajando en una em-presa especializada en montajes eléctricos y obras públicas. “Me supuso entrar a aprender y conocer en profundidad la actividad en la que años más tarde me desarrollaría como empresaria, convencida y animada de que sabiendo lo que sabía podía hacerlo mejor”. Como contrapartida, reconoce que fueron años duros, en los que tuvo que trabajar más allá de lo que se le exigía, para demostrar que podía hacerlo también como sus compañeros de trabajo…”en la empresa trabajaban mayoritariamente hombres, sólo éramos cuatro mujeres, por lo que, no niego que me costó que me reconocieran mi buena labor profesional”.Si bien y sin saberle poner nombre, considera que por las circunstancias que le tocó vivir, desde su ni-ñez, se percató de las diferencias entre hombres y mujeres…”era como si desde antes de nacer nues-tros caminos estuvieran trazados y decididos, y des-de luego, no sólo eran muy distintos, sino que ade-más, a medida que crecíamos esas diferencias se acentuaban cada vez más”.En el año 1988, decide que es el momento de arries-garse y crear su propia empresa. Así nació IELCO. A

tan a cualquier negocio en sus comienzos, en el caso de esta empresa habría que añadir, el hecho de que fuera una mujer la que lo ponía en marcha, en una

actividad tan masculinizada, como es la de la construcción. “Pero esta situación ya no era nueva para mi, por lo que no me supuso ninguna sorpresa, el saber que tendría que de-mostrar mi capacidad y valía profesional y empresarial para dirigir un negocio de estas ca-racterísticas. Mi vocación em-presarial, la experiencia, los conocimientos adquiridos y mis deseos de superación, po-dían más, eran armas más que

las desigualdades de género a las que, a buen seguro, ten-dría que enfrentarme”. En la actualidad, IELCO cuenta con una plantilla compuesta por 93 personas, de las que siete son mujeres que desempeñan puestos de trabajo en los de-partamentos técnicos y de ad-ministración de la empresa. “A pesar de los años tras-curridos desde la puesta en marcha de nuestra empresa, continúa siendo difícil la in-corporación de las mujeres a determinados sectores de ac-tividad, tanto a nivel de traba-jadoras como de empresarias; pero, sin perder de vista el esfuerzo y el trabajo que aún nos queda por hacer en este sentido, nos reconforta pensar que vamos por el buen cami-no, y que empezamos a ser vistas como mujeres de em-presa que por su buen hacer desean y quieren ser recono-cidas como iguales”. Varias son las etapas por las que Ana ha pasado, durante todo este tiempo, al frente de la empresa que dirige; etapas que la han obligado a tomar decisiones, en algunos mo-mentos arriesgadas. En este sentido, nos comenta que hace catorce años sufrieron

una crisis que hizo tambalear la continuidad del negocio, al tenerse que enfrentar al impa-go de los trabajos realizados a una promotora que como solución les ofreció varios inmuebles como fórmula de pago; situación que, según Ana describe, se agravó aún más, cuando dicha promotora se declaró en suspensión de pagos. “Fue muy complicado gestionar aquella situación, máxime cuando la mayoría de las empresas proveedoras de la promotora decidieron vender y nosotros haciendo un gran esfuerzo decidimos

po nos dio la razón y más tarde conseguimos vender aquellos inmuebles en mejo-res condiciones que el resto de los proveedores”.En este contexto, le pregunta-mos cómo asume tanta res-ponsabilidad. Para ella, no representa una especial pre-ocupación el tener que tomar decisiones, por muy difíciles y complicadas que aquellas sean…, “forman parte de mi trabajo,… lo que no quiere decir que no me tome tiempo para pensar antes de decidir, sobre todo, los temas impor-tantes. De todas maneras, en mi caso particular, siempre me he sentido respaldada por el resto de los socios, que son mis propios hermanos, a ellos, pido opinión, sabedora de que les mueve el mismo interés que a mi, tomar la decisión más acertada para el bien co-mún de la empresa”.La empresa cuenta con varios departamentos, si bien, el ta-maño actual del negocio les obliga a acometer la creación de otros, en concreto, los de-partamentos de comercializa-

ción, técnico e investigación y desarrollo. “Nuestro objetivo, es contar con una organiza-ción perfectamente consoli-dada y dotada de los medios

permitan un crecimiento fu-turo sostenible basado en un sistema integrado de calidad, medio ambiente y seguridad y salud laboral”.Para ello, Ana tiene muy claro que la formación de su perso-nal es uno de los pilares más importantes; “para que una organización crezca y sea só-lida, es imprescindible contar con un buen equipo de profe-

sonas formadas y recicladas, con capacidad y criterio”.Prueba de ello, constituye el destino dado a las últimas inversiones realizadas por la empresa, mediante la cons-trucción de nuevas instalacio-nes, una parte muy importante de las mismas, destinadas a aulas para la formación conti-nua del personal. Hace unos meses, esta em-presaria fue distinguida con el Premio AMECO a la Trayec-toria Empresarial de Mujeres Empresarias, concedido por la Asociación de mujeres em-presarias de Málaga y provin-cia. Ana se siente orgullosa de este galardón…, “más allá de la propia satisfacción per-sonal que cualquier premio representa, considero que esta distinción, es un estímu-lo para mi, como mujer líder de empresa y para todo mi

timoniar que con el esfuerzo y la implicación de todos po-demos superar las adversida-des y seguir trabajando en el proyecto ilusionante que es esta empresa”.

Carmen López IglesiasSUSPENSIONES ELÁSTICAS DEL NORTE

FABRICACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE AISLADORES ACÚSTICOS

Carmen nos reci-be en las nuevas instalaciones a las que reciente-mente ha trasla-

dado la empresa que gerencia desde el año 1998, Suspen-siones Elásticas del Norte. Antes de iniciar la entrevista

que ocupan en el Polígono In-dustrial El Garrotal, ubicado en el término municipal de Palma del Río, en Córdoba. Nos llama la atención que pese al hervidero de personas y máquinas en producción pro-pio de cualquier empresa que, como ésta, desarrolla su acti-vidad en el sector industrial, la insonorización es perfecta, no se escucha ningún ruido; hasta que caemos en la cuenta que en las instalaciones se han im-plantado los mismos sistemas de aisladores acústicos que Suspensiones Elásticas del Norte fabrica y comercializa para eliminar las vibraciones

La entrevista se desarrolla en el despacho de Carmen, situa-do en la planta alta de la edi-

resto de los departamentos.

Amena en su conversación, es una mujer sumamente simpáti-ca y sonriente, pero sobre todo destaca en ella, la positividad con la que se posiciona ante los acontecimientos que ha te-nido que vivir, algunos buenos y otros no tanto, a lo largo de su vida. Como ella misma se

soy por naturaleza, op-timista y muy positiva, lo que a veces, tengo que decir, me ha ocasionado algún que otro problema…pero no lo puedo remediar y a todo le saco parti-do, soy de esas personas a las que les gusta ver el vaso medio lleno, en vez de medio vacío”.Nació en Palencia, aunque por motivos del trabajo de su pa-dre, se traslada con su familia a Bilbao, cuando ella contaba un año de edad. Allí vivirá has-ta que, siendo sus hijos ya ma-yores deciden, ella y su mari-

en Andalucía, concretamente en Córdoba.Siente sus raíces vascas, pero mantuvo desde muy joven una estrecha relación con Andalu-cía, “ya que mi marido, al que conocí en Bilbao, es del pue-blo sevillano de Puebla de los Infantes, por lo que, siempre que podíamos, vacaciones,

Semana Santa, navidades…las pasábamos allí”.Pero le fascina Andalucía, has-ta tal punto que desde que era muy joven pensó que si alguna vez se tuviera que marchar de Bilbao, el lugar elegido para vivir sería nuestra tierra, como así fue. “Siempre por motivos del trabajo de mi marido he vi-vido en muchos sitios, en Ca-taluña, Galicia, Madrid…pero

cía…a veces pienso - nos co-menta sonriendo - que algún antepasado mío debió ser del sur, y la genética ha hecho su labor en mi, porque no es nor-mal lo que me gusta esta tierra y lo fácilmente que me adapté a ella desde que llegué”.De su infancia tiene sólo vagos recuerdos, que no llega a mate-rializar. Quizás el subconscien-te ha jugado un papel importan-te, en este sentido, pues, nos

una infancia dura no fue todo lo buena que debería haber sido para una niña. Es esta la única vez durante la entrevista en la que su gesto se vuelve serio. Entendemos que se trata de un capítulo de su historia en el que no quiere profundizar y cambiamos de tema.

Para cho la educación recibida de su familia. En su opinión, la educación corresponde direc-tamente a los padres y es algo de tal trascendencia en la vida de cualquier persona, que, en ningún caso, se debe delegar y dejar en manos de terceras personas…, “los padres están para educar y los profesores para formar”.Desde muy joven, compatibi-lizará sus estudios de forma-ción profesional, en la rama de secretariado, con el trabajo. “Es duro, muy duro sobrellevar las dos cosas a la vez”.En su caso, fueron las circuns-tancias económicas las que le obligaron a compaginar traba-jo y formación…, “provengode una familia humilde y mis padres no podían permitirse el lujo de que sus hijas se dedi-caran exclusivamente a estu-diar, no nos quedaba más re-medio que echar una mano en casa…Pero es una experien-cia que recomendaría a todo el mundo. Porque, pasados los años, te das cuenta que hasta que no trabajas, no aprecias el valor de las cosas”.

Echa de menos el no haber podido continuar su formación académica, que no obstante intenta paliar realizando aquellos cursos que conside-ra de utilidad en la mejora de su labor en la gerencia del negocio que dirige. “Espero algún día poder dedicarle a la formación el tiempo que merece; reconozco que es una asignatura que tengo pendiente y que a lo mejor cuando me jubile me plantee aprobar”.En el aspecto laboral, se considera una privile-giada, pues, nunca ha tenido problemas para acceder a un puesto de trabajo. Su experiencia como trabajadora por cuenta aje-na ha sido muy satisfactoria y enriquecedora…, “hasta tal punto que si pusiera en una balanza el resultado de ambas situaciones de trabajo, como trabajadora y como empresaria, la balan-za estaría equilibrada por los dos lados”.Para ella ha sido y es fundamental creer en lo que haces, ponerle corazón y cabeza a partes iguales. “He tenido la oportunidad de sacar el máximo partido, de aprovechar todas las opor-tunidades que se me han brindado en cada ex-periencia laboral, a cambio, me he involucrado en todos los proyectos,… jamás me he plan-teado un trabajo bajo la premisa: aquí vengo a cobrar un sueldo y nada más”. Esta cultura del trabajo es la que después ha pretendido transmitir a sus dos hijas e hijo; y lo debe de haber conseguido, a juzgar por el hecho de que dos de ellos, están incorpora-dos, implicados al cien por cien en la empresa. “Ellos empezaron ayudando durante las vaca-ciones, de forma completamente voluntaria, y profesionalmente, comenzaron desde abajo, diría que realizando las tareas que a nadie le gustaba hacer”.

Cuando planteamos a Carmen si en alguna ocasión encontró limitaciones a su desarrollo profesional en su experien-cia como trabajadora; en un primer impulso, responde negativamente, pero tras un

aclara, “yo al menos no he te-nido conciencia de ello, pero si lo pienso detenidamente, es cierto que por aquel entonces, hablamos de los años 70, las mujeres teníamos muy limita-do el acceso a determinados puestos de trabajo que no fueran en el departamento de Administración y desde luego, ocupando los puestos de me-nor responsabilidad como se-cretarias o administrativas”. Hace nueve años que es direc-tora de la empresa Suspensio-nes Elásticas del Norte. Todo surgió cuando su marido, quí-mico de profesión, inventa un sistema de aisladores acústi-cos a través de los cuales, se conseguía la eliminación de

y en las maquinarias. Aquello supuso una auténtica inno-vación en los sectores de la construcción y la industria y el

Han pasado casi diez años, el avance de la empresa, su cre-cimiento ha sido extraordina-rio. “Y sin embargo, y aunque

pueda parecer extraño, lo que más estrés me produce es no poder abarcar más, no poder crecer a un ritmo más rápido.”También haciendo balance de estos años, reconoce que han vivido momentos difíciles, en los que dudaban de la acep-tación que tendría el nuevo producto en el mercado…”hesentido inseguridades, pero no miedo, que para mi son dos cosas muy distintas”. En su opinión, la inseguridad, te hace estar alerta y atenta ante situa-ciones adversas que se pue-dan presentar…; “en cambio, el miedo te paraliza y te inca-pacita para resolver cuestiones que en determinados momen-tos pueden ser decisivas para el futuro de una empresa”.Suspensiones Elásticas del Nor-te, cuenta con una plantilla de veintiocho personas, en su mayoría compuesta por hom-bres, si bien, las siete mujeres que trabajan en la empresa, ocupan, fundamentalmente, los cargos de dirección y man-dos intermedios…, “es una empresa de hombres, pero dirigida por mujeres, y eso se nota tanto en la forma de diri-gir, como en la forma de tra-bajar”. Piensa que las mujeres hacemos más equipo, más pluralidad en la gestión y en la ejecución…; “nos gusta consi-

derar y entender la empresa como una cadena en la que todos los eslabones son nece-sarios para obtener los resul-tados previstos; y lo mismo, cuando se falla, tenemos una gran capacidad para la auto-crítica y corregir los errores”. En estos momentos, la empre-sa está volcada en conseguir su apertura a los mercados exteriores, lo exige la propia saturación del sector en el ám-bito nacional, y la constante evolución que impone el ritmo de crecimiento de la misma. Nuestro objetivo es atender a la demanda europea que em-pezamos a tener, para más tarde, a más largo plazo, in-tentar dar el salto a los países americanos.“Soy optimista en lo que res-pecta al futuro de nuestra empresa, pero también soy una mujer sensata, y quiero ir poco a poco, midiendo y plani-

mos dar, nos jugamos mucho en este proyecto, pero por otro lado, si no arriesgamos ¡qué sería de nuestras vidas!; la vida es una incógnita, una aventura y tenemos que saber disfrutar de lo que nos depara lo desconocido”.

Susana López Pérez SU&MA CONSULTORES

CONSULTORÍA

Susana nos reci-be una tarde so-leada de mayo en su despacho de la empresa

que dirige, ubicada en una zona emergente y en continua evolución de la capital hispa-lense, quizás el lugar idóneo

va, enérgica y en permanente búsqueda de nuevos objetivos y verdades, desarrolle día a día su jornada laboral.Llega a Sevilla en el año 1993, procedente de Madrid, para dar a su vida un giro de ciento ochenta grados: casarse con un sevillano y hacerse mujer de empresa, porque mucho más allá que ser empresaria, Susana, aunque curiosamen-te no se describe así a lo lar-go del rato que compartimos, es una apasionada del mundo de la empresa, de sus com-plejidades y cambios, de las relaciones laborales, profe-sionales y humanas que de él se derivan, de sus organi-zaciones…, por eso probable-mente, abrir caminos a otras mujeres en este espacio de lo público es su pasión, su de-cisión, y a lo que dedica gran parte de su esfuerzo personal y colectivo desde que, en el año 2000, fue elegida Pre-sidenta de la Asociación de Empresarias de Sevilla.Soriana de nacimiento y sevi-

llana y andaluza por adopción

rar su tierra, aún cuando pro-bablemente se retire a vivir allí mas adelante “…quizás cuan-do tenga 60 años regrese a mi tierra, pero por la paz, la tran-quilidad que tiene la ciudad…”. Madre de dos hijos, les inculca a ellos los valores aprendidos en su familia de origen: la hu-mildad, el esfuerzo, la inde-

intenta explicarles cuando le demandan más tiempo, más dedicación, al compararse con sus compañeros y compañe-ras del colegio “que cada per-sona se encuentra en una si-tuación diferente, pero que por eso no les quieres menos, que las situaciones no son mejores ni peores, sino distintas”.Estudió Psicología, licencián-dose en esta rama en la Uni-versidad de Salamanca, sin mucha vocación aún cuando en la actualidad está satisfe-cha de su elección, al darle la oportunidad de integrar sus valores personales en su ac-tividad profesional. Mira sus años universitarios y el haber abandonado el hogar familiar como punto y partida de su propia construcción, ya que el estar lejos de su familia le permitió alcanzar una mayor responsabilidad e indepen-dencia, también una particular valoración de su entorno, a lo

largo de la entrevista que man-tenemos su madre, su padre y su pareja son las personas que considera que más le han

y, consecuentemente, la em-presaria que es. Cuando mira atrás, considera aquella etapa como una de sus experien-cias educativas más valiosas, junto con la realización de un Máster, un MBA internacional que realizó en Madrid y que le exigió forjar otra constante de

Es empresaria gracias a su etapa madrileña. La casuali-dad hizo que allí encontrara maestros en el arte del fomen-to del emprendizaje y a un joven emprendedor andaluz que la enamoró. Estas dos cir-cunstancias unidas a su cons-tante búsqueda de preguntas y respuestas hicieron que, a principios de la década de los noventa, naciera SU&MA Con-sultores, una microempresa en su origen dedicada al sec-tor de la consultoría, que em-plea hoy a cerca de cuarenta trabajadores y trabajadoras y que constituye para esta empresaria “su máximo es-fuerzo y una de sus máximas satisfacciones“, aún cuando reconoce que hoy cuando la mira siente vértigo ante la res-ponsabilidad adquirida con el paso de los años.SU&MA Consultores presta

servicios a empresas en nuevas tecnologías, desarrollo local, desarrollo organizacional y de recursos humanos y formación empresarial. En continua evolución y asunción de nuevos proyectos, en los últimos años ha creado una

tecnologías y una delegación en Soria, la tierra natal de esta

estos dos últimos proyectos

sido probablemente sus dos apuestas más arriesgadas en su trayectoria empresarial; a decir de su directora general la empresa se encuentra en crecimiento y consolidada “esto último si atendemos a los datos de evolución de plantilla, de facturación, de estructura de personal… pero no me gusta emplear estos conceptos en alternancia. Las empresas para estar consolidadas deben buscar el continuo crecimiento”. Si se le pregunta a Susana cual cree que ha sido la clave de su éxito empresarial, responde que “la constancia, la ilusión, y el convencimiento en que era posible, aparte de la ayuda y el asesoramiento que siempre nos prestó en nuestros comien-zos un profesor del Máster que hicimos en Madrid”. comienzos como “una etapa curiosa, ilusionante, en la que teníamos que hacer de todo” y al echar la vista atrás rescata

una anécdota, ejemplo de la importancia de la constancia: “Recuerdo que tras la realización de una campaña de comunicación a nuestro mercado potencial, íbamos todos los días a la

dos lo días… y así durante semanas. Un día en que mi ánimo decayó pude convencer a mi ma-rido para tomarnos el día libre, al día siguien-te teníamos un mensaje en el contestador de nuestra primera empresa clienta”.Habla de manera extensa y con pasión cuando se le pregunta por la cultura de su empresa, “somos una empresa con espíritu innovador, con proyección de futuro. Proveemos de co-nocimiento y saber hacer a las soluciones de calidad que demandan las empresas, institu-ciones públicas, organizaciones… envueltas en un entorno económico sometido a rápidos y exigentes procesos de cambio”, con esta visión que impregna su quehacer empresarial y que intenta transmitir a las personas que componen su equipo de trabajo, es lógico que considere

actividad como empresaria “sin lugar a dudas

los valores que me han impregnado, segundo por los servicios que prestamos dirigidos sobre todo a empresas dirigidas por hombres, ¿una mujer prestando servicios de consultoría?, también por la forma de gestionar la empresa, atendiendo a otro tipo de criterios, valores…, distintos a los que actualmente existen”. Lo que más valora de su vida profesional, es el continuo aprendizaje en el que se ve inmersa ya que medio plazo, las cosas suceden en el corto y siempre, siempre, tienes que estar preparada y alerta y esto sucede en todas las etapas de la vida de una empresa”. Señala que, de todas las pasadas y vividas, quizás la más difícil ha sido la de la consolidación, el pasar de equipos de trabajo multidisciplinares a personas cua-

nitiva “el sentirte siempre responsable y con las claves y respuestas adecua-das, aún cuando no las tengas”.Por eso valora tanto los espacios com-partidos con otras mujeres empresa-rias que le facilita su pertenencia a la Asociación de Empresarias de Sevilla, porque “aún cuando el compartir ex-periencias con empresarios varones también es enriquecedor, mi fuente de aprendizaje son las mujeres, con ellas

aspectos psicosociales y nuestro ba-gaje de género”. Considera que existe una forma de gestionar distinta entre hombres y mujeres porque “nuestra personalidad es el resultado de la in-

formas de educación, elementos cul-turales, preferencias… Las personas tendemos a desarrollar conductas, habilidades y actitudes, y asociadas

tros pensamientos, obtenemos y pro-cesamos la información y tomamos decisiones”. Se incorpora a esta organización em-presarial de mujeres a mediados de la década de los noventa, “en cuanto me entero de su existencia”, ya que tras dos o tres años de actividad em-presarial, empieza a ser consciente del masculinismo imperante y a toparse de manera veraz con obstáculos de gé-nero, pone como ejemplo que “…me acuerdo que, en nuestros comienzos,

a solicitar un crédito para montar la con-sultoría, pues… era una mujer pidiendo un préstamo, era una situación de dife-

rencia, parece que no concebían que se diera esta situación, no estaba den-tro de sus esquemas de pensamiento”.Hoy cree que se está evolucionando, “pero porque somos muchas más, qui-zás sólo por eso, los valores aprendi-dos lo impregnan todo”. Cree que, en materia de igualdad que-da mucho por hacer. La incorporación de las mujeres en plano de igualdad a los espacios de decisión, el fomento de las vocaciones empresariales en-tre las mujeres y la visualización del colectivo de mujeres empresarias, lo más importante y por lo que lucha y compromete su tercera agenda desde su incorporación a la Asociación.Se

cree que el camino empresarial em-

cio la posibilidad de contribuir a la ge-neración de riqueza social, la obtención de un mayor rendimiento económico y la plena satisfacción por asumir retos profesionales “que solo tú te marcas,

”. Anima a otras mujeres a la creación de empresas “les diría que perdieran el miedo, que fueran libres para decidir. Aunque no es nada fácil practicarlo”.Susana mira al futuro con ilusión, con expectativas ya que, está asegurado por completo. Ahora que se asoma al balcón de los cuarenta, “me con-sidero una mujer plena y feliz”, llena de proyectos: unos hijos que conducir hasta la edad madura, una empresa que hacer continuamente, un trabajo económico y social que le apasiona y un universo femenino del que seguir aprendiendo, “un futuro lleno, que es-pero saber gestionar”.

África Maldonado SánchezSEVILLA CENTER

CENTRO DE NEGOCIOS

Conocía a África hace tiempo, sin embargo, con-versar con ella es siempre una

experiencia nueva y valiosa. Supone estar ante una perso-na de la que descubres algo nuevo, sus palabras emanan

bla en vano, se expresa ra-zonando sus sentimientos, comunica desde la sencillez y la humildad, pero sin dudas, su discurso es contundente y

gencia, trabajo, observación de las situaciones de desigual-dad, y cuestionarse perma-nentemente lo que la mayo-ría entiende como lo normal. “Mi norte y guía es no perder mi identidad como mujer, ser siempre yo misma,… mi con-dición de mujer me ha hecho ser más fuerte, estar más pre-parada para hacer frente a las adversidades”.La entrevista tiene lugar en su despacho, un lugar hecho a su imagen y semejanza, cálido y acogedor, con grandes es-pacios, sólo ocupados por la transparencia de la luz que en-tra por los amplios ventanales.

Nace en Ceuta, ciudad a la que se siente profundamente unida y a la que cada cierto tiempo necesita volver para “cargar las pilas”, pues, aun-que reside en Sevilla desde que tenía 24 años, le cuesta adaptarse a la forma de pen-sar de esta tierra, sobre todo a su cultura y costumbres. “Provengo de una ciudad en

ca, conviven las cuatro gran-des culturas: la hindú, la he-brea, la árabe y la cristiana. Cuando llegué a Sevilla, me

pareció una sociedad muy cerrada, muy conservadora, en la que la mujer tenía un papel secundario y poco em-prendedor”.Motivoca como andaluza, más que como sevillana, aunque des-pués de 20 años viviendo aquí, unido a que sus dos hijas son sevillanas por los “cuatro costados”,“me hecho mi si-tio y he aprendido a respetarlas costumbres de esta tierra aunque no comparta algunas de ellas”. Procede de una familia humil-de, trabajadora, que cubre to-das sus necesidades de amor y protección, junto a una ma-dre y un padre que le enseñan a esforzarse en el trabajo para conseguir aquello que quie-res. Una anécdota lo ilustra: “Cuando tenía seis años mis padres me regalaron una má-quina de escribir, pagada a plazos, con la que iba por las tardes a recibir clases de me-canografía”… No concibe otra forma de lograr algo que no sea trabajando. Lo que más recuerda de su niñez, es la unión y la armo-nía de toda su familia, con sus hermanos, hermana, primos y tíos. Estabilidad y seguri-dad son los sentimientos que le vienen a la cabeza cuando evoca sus primeros años de vida. Estabilidad y seguridad, basadas en una relación de iguales con respecto a sus hermanos. “Mis padres no pu-sieron límites, ni diferencias, entre sus dos hijos y sus dos hijas, todo lo contrario, nos animaban a formarnos lo más posible, siempre con la máxi-ma de que estudiando y traba-jando podíamos llegar hasta donde quisiéramos, con inde-

pendencia de si eres hombre o mujer”. Áfricatudiante, disfruta y es feliz aprendiendo; aprende de las personas que admira y sus logros profesionales son re-ferentes para ella. Capacidad que ha sabido adaptar a su experiencia empresarial… “noveo a los empresarios y em-presarias de mi sector, como competencia, sino como com-pañeros y compañeras de las que intento aprender, igual que de mi clientela, de la que siempre acepto las sugeren-cias e indicaciones que pueda trasladar a mi negocio”.Su experiencia académica es breve pero la vive intensamente. En Ceuta no había Universidad, y decide estudiar Peritaje Mercantil, animada por el profesor de matemáticas que unos años antes, cuando cursaba EGB, le había impartido clases de contabilidad. Finaliza este periodo formativo a los 16 años, dos años antes de lo previsto, teniendo que mentir respecto a la edad, para poder obtener el correspondiente título.Para continuar su formación debía trasladarse a Granada. Valora lo que esa situación le supone económicamen-te a sus padres,…“mi familia era humilde, éramos cuatro hermanos, y estudiar en Gra-nada suponía un esfuerzo a mis padres que no me parecía justo”.Empieza a trabajar con 16 años, compatibilizando su jor-nada laboral con las clases en la Escuela de idiomas. “Enaquel momento me supuso un esfuerzo enorme, porque sa-lía de trabajar a las nueve de la noche y me iba a estudiar

idiomas, hoy, constituye una de las experiencias educativas más útiles para mi actividad empresarial”.Valora la experiencia que el trabajo asalariado la ha permi-tido conseguir y que después revertirá en su andadura em-presarial. Primero trabajando dos años como contable en una consultora, más tarde, du-rante cuatro años, como Jefa de Administración, en una empresa dedicada a la expor-tación e importación y por últi-mo, siendo la Coordinadora en toda Andalucía de los cursos de formación de una empresa dedicada a la consultoría y for-mación.“En empresas en las que he entrado como secretaria, al cabo de dos años era la Jefa de Administración… nunca tenía bastante con mi trabajo, siempre quería aprender de los demás, quería crecer, de-sarrollarme y ascender profe-sionalmente”.Cuando evoca esta etapa como trabajadora por cuenta ajena,

sentimientos, porque, de un lado, no escatima en elogios lo aprendido en los puestos de trabajo que desarrolló, “tra-bajando fuerte y duro siempre se incrementa el nivel de co-nocimiento de las cosas que tienes, aunque tengas que de-mostrar cada día lo que vales”,pero por otro lado, fue una ex-periencia dolorosa, al padecer los efectos del “techo de cris-tal”, “descubrí que a los hom-bres se les presupone el valor, la capacidad, a las mujeres se

les presupone la falta de preparación, de expe-riencia cuanto mayor es la responsabilidad que exija el puesto de trabajo”.Mujer decidida, afronta con resolución las si-tuaciones de discriminación, las limitaciones que le imponen, no por falta de conocimiento o por ganas de trabajar, sino por el hecho de ser mujer. En la segunda empresa para la que trabajó, durante el año en el que su compañero realiza el servicio militar, se hace cargo del trabajo de los dos, con la plena satisfacción de sus jefes. Cuando aquel regresa, lo reciben en la empre-sa con un ascenso. África, solicita el mismo ascenso, pero no sólo obtiene una respuesta negativa a su solicitud, sino que además sor-prendió incomprensiblemente su propuesta: “tú te vas a casar y por tanto no lo necesitas, pero tu compañero sí porque tendrá que man-tener una familia”.Aquello representó un duro golpe “porque este tipo de situaciones, las escuchas, las lees en la prensa, pero nunca piensas que te va a ocurrir a tí”. Este suceso, lejos de desanimarla la re-forzó en la idea de que debía luchar contra un sistema patriarcal que relegaba a las mujeres a los puestos de menor responsabilidad por ser mujeres, negando su estatus de ciudada-nas de pleno derecho.En el ámbito personal, se casa y nacen sus dos hijas, los dos grandes motivos de alegría de esta mujer; a ellas intenta inculcar los valores que aprendió de su familia, y los que ella ha ido incorporando a lo largo de su propia historia de vida. “Potencio mucho en mis hijas el concepto de que ser mujer es de por sí un valor,… yo creo que somos más democráticas,… nos creemos la igualdad, y por tanto, procuramos llevarla a la práctica en los distintos entornos en los que nos desenvolvemos”. Intenta potenciar en ellas la seguridad, la fortaleza en sí misma, que se sientan libres para decidir, sin que nada, ni nadie les ponga freno. Lasprofesional, unido a sus deseos de superación, son las principales razones por las que hace diez años pone en marcha el centro de

negocios, Sevilla Center, empresa dedicada al alquiler de despachos, salas de reuniones, domiciliación

gestión de salas de convenciones. Es una enamorada del centro de Sevilla, de su río, de su catedral, por lo que pensó que, si algún día tuviera una empresa, la ubicaría en el centro de la

con Sevilla. Era su tributo a la ciudad que la acogió. La tarea de empresaria es, en ocasiones, muy dura, “vives momentos de una gran soledad, de una soledad no deseada”. Recuerda con cierta nostalgia, su primer día como empresaria: “me ví sola, en una nave enorme, sentada frente al ordenador y una centralita, miré al techo y ví ocho metros de altura, miré al suelo y ví la moqueta que cubría el espacio que ocupaba mi mesa”. La sensación de

Gracias a su labor comercial empieza a generar clientela, poco a poco incor-pora más personal… “voy colocando más trozos de moqueta”.Este es uno de los principales motivos que llevan a esta mujer a formar parte de la Asociación de Empresarias de Sevilla. En la actualidad, es miembro del Comité Ejecutivo de esa organiza-ción… “porque he adquirido una serie de compromisos con otras mujeres a los que no puedo renunciar, y en la medida de mis posibilidades, intento plantar en ellas la semilla del empren-dizaje, haciéndoles ver que no están solas y que tienen el apoyo incondicio-nal de otras muchas mujeres que han pasado por situaciones similares a las suyas”.Para ella su mayor éxito ha sido ro-dearse de una plantilla que, compues-ta íntegramente por mujeres, es la ma-yor fortaleza de su empresa. Con ellas se siente capaz de afrontar nuevos proyectos con la plena de seguridad y convencimiento de poderlos llevar a cabo. “En ellas ha encontrado apoyo, entendimiento y comprensión… he-

mos traspasado la barrera de empre-saria y empleadas… todas formamos un grupo homogéneo y compacto”.Hoy día, a sus 42 años, se sigue sin-tiendo con ganas de emprender. En este momento, se encuentra desarro-llando un nuevo proyecto, una nueva empresa, el centro de negocios Galia

me está haciendo realidad, y al que ha incorporado servicios más especiali-zados como son Salas para conferen-cias y congresos, así como aulas para formación y videoconferencias. En madre y su padre, a ellos dedica su éxito como empresaria, y en ellos piensa cuando se plantea nuevos re-tos, nuevos proyectos,… “personas luchadoras, muy emprendedoras, con mucha iniciativa, que me enseñaron a realizarme como persona, dándole sig-

rencia de la dignidad del ser humano”.

Josefa Márquez Fernández COMPAÑÍA GENERAL DE OBRAS GEY MÁRQUEZ

CONSTRUCCIÓN Y MANTENIMIENTO DE INMUEBLES

Cuando conoces la vida de Jo-sefa Márquez, percibes que es de esas per-

sonas para las que el trabajo es mucho más que un medio de vida. Para ella trabajar no

de prestación de un servicio a cambio de recibir una contra-prestación económica. Es algo bien distinto, da la impresión que para esta mujer, el traba-jo es su medio de realización personal, de obtener la inde-pendencia y autonomía que desde muy joven ha buscado y ha necesitado encontrar.Desde pequeña soñaba con ga-narse la vida, ser dependienta, y el sueño inalcanzable de te-ner una tienda propia…Pero los sueños suelen ser el princi-pio, el origen, de lo que luego, a fuerza de soñarlo, se llega a convertir en realidad. Nació en Isla Cristina, una be-llísima población de Huelva,

ne como normal de la épo-ca, donde el padre ganaba el sustento y la madre, ama de casa, cuidaba de las dos hi-jas, de su marido, y realizaba las labores domésticas. “Tuve que empezar a trabajar muy joven, con catorce años, para ayudar a la economía de la familia”, por lo que pronto debe abandonar los estudios.

No se arrepiente de no haber podido estudiar más…, “puesyo creo, que la experiencia que nos da la vida equivale por lo menos a una carrera universitaria y un máster”.Básicamente, ha sido autodi-dacta procurando siempre es-tar al día en todo aquello que repercutiera positivamente en las distintas experiencias laborales que ha tenido. “Sipara un trabajo era necesario saber informática, yo estudia-ba informática, si me exigía saber contabilidad, yo estu-díaba contabilidad… el no saber algo nunca ha sido una limitación para mi, mi máxima es: si está en lo libros se pue-de aprender”.Trabajó primero como de-pendienta en una zapatería,

telefonista. Ya casada, con una hija y tres hijos peque-ños, empezó a cumplir sus sueños: puso en marcha su primer negocio, una tienda de comestibles.Por aquel entonces, tímida-mente comenzaba el desarro-llo turístico de Islantilla, una pedanía de Isla Cristina, y Jo-sefa intuye que en un futuro no muy lejano podía convertirse en una zona económicamente potente, por lo que convence a su marido de que lo mejor era abrir algún negocio en esa zona costera.

En realidad, no tenía nada cla-ro que negocio emprender, lo que unido a que pocas perso-nas creían en el auge que, al-gunos años más tarde, alcan-zaría Islantilla, le hacen dudar de su decisión, pero como ella misma dice, precisamente, en

en superarla el éxito. Empieza realizando servicios de mantenimiento de los apar-tamentos que eran alquilados por quienes pasaban allí sus vacaciones. “Hacía de todo, lo mismo me encargaba de la limpieza de las viviendas que ocupaban, que les hacía la compra, o alguna gestión que tuvieran que realizar”.Un ciclomotor se convirtió en su

zaba desde Isla Cristina, donde seguía residiendo con su familia, a Islantilla. Hasta hace un año, que se sacó el carnet de condu-cir, esa vieja motocicleta, ha sido su único medio transporte. “Esos años fueron duros, mis hijos eran muy pequeños, por lo que me resultaba muy com-plicado compaginar trabajo y familia. Afortunadamente, siempre conté con la ayuda de mis padres, y sobre todo de mi marido, sin su ayuda, proba-blemente, no hubiera podido desarrollar mi inquietud profe-sional. Podía trabajar 18 horas al día, pero al llegar a casa, todo estaba bajo control”.

Por aquel entonces, se había instalado en la zona una empresa constructora procedente de Navarra. Josefa, empieza a colaborar con ella. Al principio, de manera ocasional, realizando la limpieza de algunas de las viviendas cons-truidas por la empresa. Poco a poco, su rela-ción con la constructora, se hace más estrecha y permanente, ampliando sus servicios, a los de mantenimiento, de todos los inmuebles de la empresa navarra.“Llegué incluso, a abrir una empresa de decoración, en la que vendía desde muebles auxiliares, hasta elementos propios de decoración, papeles pintados, confección del hogar, etc, por lo que también me dedicaba a amueblar los pisos y apartamentos de las

Su verdadera oportunidad se presentó algún tiempo después cuando conoció al Presidente de la empresa. Ella lo expresa así: “me pre-guntó a qué me dedicaba, que hacía para su empresa. Le contesté, trabajar buscando ofre-cer aquello que veo que no tienen”. Alacuerdo de colaboración a largo plazo con la empresa constructora. “Así nació mi pequeña empresa, Compañía General de obras Gey Márquez, dedicada a la construcción y mantenimiento de inmuebles”. Reconoce que no fue una etapa fácil, fueron mo-mentos difíciles económicamente, la inversión realizada había sido muy fuerte. “Desde enton-ces, para mí, lo primero han sido los pagos y atender puntualmente a todos y cada uno de nuestros proveedores, tanto de materiales

y en mi palabra y que me dieron grandes facili-dades para pagar”. Pero se hacen merecedoras de ella, aquellas perso-nas con una gran capacidad de trabajo y afán de superación, que las y los demás valoran y aprecian en lo que vale.Con grandes esfuerzos, ganas de trabajar y espíritu de superación, Josefa fue haciendo, construyendo su negocio. “Trabajamos todos los días, incluidos sábados y domingos. Mis cuatro hijos, iban creciendo en estatura y de-sarrollándose como personas, apreciando el esfuerzo de su madre y valorando el puntal que en todos estos años ha supuesto su padre”.

Siente verdadero orgullo cuando habla de su hijo mayor, un pilar importante en su vida y el modelo a seguir de sus herma-nos, y vive con gran satisfacción la in-corporación de su hija a la empresa, tras

rios. “Se tiene que levantar a las seis de la mañana, pero no me da ninguna pena porque las personas debemos valorar lo conseguido gracias al esfuerzo”. Josefa nos dice que, en su opinión, su éxito como empresaria se debe a que ha sabido combinar trabajo y riesgo..., “no creo en la suerte sin la intervención de esos dos factores, porque incluso para que te toque la quiniela, antes tie-nes que comprar el boleto, rellenarlo y entregarlo”.“Todos los negocios entrañan riesgos, pero en el mundo de la construcción, el riesgo es excesivo, porque en cual-quier obra interviene mucha gente, y, en ocasiones, resulta complicado con-trolar que todo salga bien”. Por eso, esta empresaria, está especialmente agradecida y satisfecha del personal que trabaja en su empresa, un equipo humano que se involucra, se implica y se preocupa… “hasta el punto que, cada proyecto que ejecutamos parece que es el primero que acometemos”.No niega que se trata de un mundo tremendamente complicado para una mujer, por estar ocupado en un por-centaje altísimo por hombres, aunque Josefa es de la opinión de que para gestionar una empresa hace falta ce-rebro, ilusión y trabajo constante, “y en eso las mujeres ponemos, como míni-mo, igual que los hombres”. Cuando se plantea su futuro, tiene cla-ro que en su cabeza no entra la idea de la jubilación. “Me encanta mi traba-jo, disfruto con él y me siento plena-mente realizada”. En estos momentos, la empresa está en fase de consolidación. Como ella asegura, tiene unos buenos cimientos con los que poder hacer frente a situa-ciones adversas…, “hemos trabajado para crear una empresa a largo plazo”.

En la actualidad, Compañía General de obras Gey Márquez, no sólo cons-truye en Islantilla, su mercado se ha ampliado a otras zonas de la costa onubense, además de, tener una línea

venta y alquiler de inmuebles. “Esta segunda línea de actuación nos

versión que supone acometer la edi-

de viviendas, haciendo que el nivel de endeudamiento y de riesgo sean algo menores”.Para terminar, le solicitamos algún con-sejo para las futuras mujeres empre-sarias. Ella, al respecto, puntualiza, que no se atrevería a dar consejos, como mucho una orientación: “sobretodo, no perder la ilusión de los inicios. Las empresas, a diferencia de las per-sonas, hay que mantenerlas siempre jóvenes, por lo que hay que estar pen-dientes constantemente de innovar, renovar, actualizar, es decir, de adap-tarlas a los tiempos que les toquen vivir. Como tantas otras cosas en la vida, se puede aprender a tener visión de futuro, y el mejor aprendizaje sólo se obtiene, gestionando, gestionando y gestionando”.

Mercedes Martínez EgañaEGAÑA ORIZA

RESTAURANTE

Mercedes na-ció en Méjico, país en que residía su fa-milia desde

principios de los años 20, para más tarde trasladarse a Espa-ña, en concreto al País Vasco, donde pasa toda su infancia y parte de su juventud. En aquellos años, su vida se desarrolla principalmente en San Sebastián, ciudad en la que reside junto a su padre, su madre y dos hermanos. De esta época destaca los va-lores que aprendió sobre todo de su madre, la persona que asume fundamentalmente su educación. “Mi madre nos edu-có en el valor de la igualdad, sin establecer diferencias entre mis hermanos y yo, por el hecho de que ellos fueran hombres y yo mujer. Por ejemplo, distribuía las labores de la casa entre los tres; con los tres era igual de exigente en los estudios…”.En este sentido, recuerda que su madre les repetía continua-mente, “que había que estar lo mejor preparado posible en todos lo aspectos de la vida, porque nunca se sabe lo que nos deparará el futuro”.Adquirir la máxima formación posible, el otro gran valor que le trasmite su madre,…considerar la formación como una inversión, no sólo la formación académica, “sino la educación en sentido amplio… entendiendo que todo aprendizaje es siempre positivo, el mejor equipaje que podemos llevar y el que debemos cuidar a lo largo de toda nuestra vida”. Un valor que más tarde Merce-des ha procurado trasmitir a sus tres hijas y a su hijo.

Estudiando la carrera de Medi-cina, conoce al que después se convertirá en su marido, maestro chef. Para esta mu-jer éste será un punto de in-

través de él descubre su ver-dadera vocación: la restau-ración, hacia la que dirigirá todo su esfuerzo formativo y profesional. “Jamás pensé dedicarme a la restauración, mi futuro profesional iba por otros derroteros, pero al cono-cer al que hoy es mi marido, descubrí, más que una profe-sión, un arte valioso, casi má-gico,.. entender cómo unien-do una serie de ingredientes, que aparentemente no tienen nada en común, puede surgir un plato atrayente para todos los sentidos”.Mercedes abandona sus estu-

el tercer curso, nunca se ha arrepentido, no siente que haya renunciado a nada, supo elegir y decidió lo que real-mente le interesaba. “Real-mente, no puedo decir que me haya dejado nada en el camino, y aunque no terminé la carrera siempre digo que todo lo que aprendí en la Fa-cultad de una forma u otra me ha servido”.Desde que era muy joven com-patibilizó los estudios con al-gún trabajo. En casa siempre le potencian, que debe estu-diar y trabajar. Para Merce-des es una de las experien-cias más valiosas,…”porquees cuando de verdad, te das cuenta del valor de las cosas, cuando descubres que lo con-seguido es sólo fruto de tu tra-bajo y de tu empeño”.

Se casa y trabaja con su marido en San Se-bastián, pero a ambos les rondaba la idea de trasladarse a la parte vieja de Bilbao y montar allí su propio restaurante. A veces son las si-tuaciones o las circunstancias las que marcan nuestro destino; algo parecido les ocurrió, ya que, cuando estaba todo decidido, tienen lu-gar unas inundaciones en Bilbao que dieron al traste con su proyecto; coincidía que habían vi-sitado en varias ocasiones la ciudad de Sevilla, les había encantado. La decisión estaba toma-da, Sevilla era el lugar perfecto para poner en marcha su Restaurante.“Después de 24 años residiendo en esta ciu-

ella. Reconozco que tengo el corazón más que partido, compartido entre el País Vasco y An-dalucía, porque aquí siento parte de mis raíces y de mis vínculos”.Son años difíciles, porque a los comienzos de un negocio complejo y complicado, como es un restaurante, se une el nacimiento de su pri-mera hija. “

los demás son de descanso, para nosotros son los días de más trabajo”.El negocio prospera, y el local en el que se ubica se queda pequeño. Deciden trasladar-se a otro enclave de Sevilla, concretamente a la calle San Fernando, en pleno centro de la ciudad. Fue una de las decisiones más acerta-das, pero también de las más arriesgadas que ha tomado, sobre todo, por las implicaciones personales que traía consigo. En la parte baja

Oriza, y en la parte superior reside Mercedes con su familia. “Desde el primer momento supe que para que el negocio funcionara era fundamental hacer una adecuada distribución de tiempos y espacios, es decir, tener muy claro cuando era mi tiempo de trabajo como empresaria y cuando se tra-taba de mi tiempo personal y familiar. Ambos debían ser independientes e intransferibles”.Mercedes transforma las situaciones difíciles en retos, esto es lo que le motiva y le permite aprender, “sacarle el máximo jugo a la expe-riencia, el poder decir tengo un saber hacer sólido que puedo transmitir y puede ser válido para otras personas”.

En este sentido, uno de los re-tos a los que tuvo que hacer frente, fue a la incomprensión

nos compañeros del sector, de su decisión de contratar a mujeres para su Restaurante. En algunas de sus experien-cias laborales anteriores ha-bía encontrado limitaciones al desarrollo de su carrera profe-sional por el simple hecho de haber nacido mujer. “Esto es algo que siempre me ha pre-ocupado, y me hice a mi mis-ma la promesa de que si algún día llegaba a ser empresaria, no discriminaría a nadie...a las personas hay que valorarlas por sus conocimientos y acti-tudes, nunca por su sexo”.Hace 20 años Egaña Oriza, era el único restaurante de Sevilla en el que trabajaban mujeres profesionales del sector de la hostelería y restauraciónEs hasta cierto punto normal que en un negocio se tengan

bre todo en los inicios, de ca-

tes de tipo técnico, incluso, trabas de carácter administra-tivas; pero lo que es del todo inadmisible es que el ser mujer

da, un factor negativo para la creación, crecimiento o conso-lidación de una empresa”.Mercedes tiene “madera de em-presaria”, para ella, una em-presaria o empresario no sólo

productivo, rentable econó-micamente, “sino por generar negocio, es decir, las mujeres y los hombres de empresa, tie-nen una gran responsabilidad social, y debe ser su objetivo constante la generación de ri-queza social y colectiva”.

Convierte en ventaja la ad-versidad, saca provecho de los esfuerzos que realiza, sin importarle, sabedora que de ellos siempre aprende. “Paramí los esfuerzos son como re-compensas, especialmente en un negocio como el que dirijo, porque un restaurante es más que una empresa, es casi una forma de vida, que requiere un esfuerzo continuo de adap-tación, de estar al día en las nuevas tendencias y de las exigencias de la clientela…”Egaña Oriza cumple con este compromiso, que, de un lado, se aprecia en el ambiente que se “respira” en el local, elegan-te, con ciertas pinceladas mo-dernistas, y en cualquier caso, acogedor; de otro lado, en la maestría de su cocina, “en la que se combinan las técnicas tradicionales de mi tierra de origen, el País Vasco, y de mi encuentro con Andalucía”, teniendo como resultado una fusión gastronómica en pleno centro de Sevilla.Siente reconocido su trabajo y el de su equipo. “Los logros con-seguidos han sido fruto de los granitos de arena que mi equi-po y yo misma hemos aportado a lo largo de estos años”. Pero sobre todo siente el re-conocimiento del entorno empresarial y familiar, de sus hijas e hijo, de los que Mer-cedes espera, cuando pasen muchos años, continúen la gestión del negocio.La empresa inicia ahora una nueva etapa, tan importante o más que la anterior, ya que se trata de mantener la em-presa con los mismos niveles de exigencia y calidad. En

decididamente la creatividad,

lo artístico, que debe ir de la mano de la rentabilidad. “Estoen ocasiones es muy difícil de conjugar, porque es lo mismo que decir, ¿qué criterios debo seguir para ponerle precio a un cuadro, o a una escultu-ra?”, éste es el máximo factor de riesgo de un restaurante como Egaña Oriza”.Pero Mercedes no quiere pa-rar, tiene energía más que

nuevos proyectos, y dentro de los retos actuales se encuen-tra uno muy importante: la consolidación de la empresa Garby Laundries of Spain, que puesta en marcha hace cinco años, se dedica al lavado, planchado y arreglo de ropa de mesa para restaurantes. Descubrió esta oportunidad, basándose en su propia ex-periencia. “Tenía verdaderas

parada la ropa de mesa que empleo en el restaurante y me di cuenta que esto mismo también le ocurría a otras em-presas del sector. La

que se plantea la ampliación de sus servicios, a las empre-sas del sector hostelero.“Cuando una mujer lea mi his-toria de vida, no quiero que piense: que suerte ha tenido, el mensaje que quiero hacerle llegar es bien distinto: mi tra-yectoria empresarial es fruto de la curiosidad, el esfuerzo y el valor. No son pocas las veces que he estado tenta-da de tirar la toalla, claro que ha habido momentos de sin-sabores, pero nunca me han

importantes como para tomar esa decisión”.

Rosa Martínez TelleríaMÁRMOLES PARDO

EXTRACCIÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL MÁRMOL

Rosa es una per-sona equilibra-da, con cierta ti-midez que como ella misma nos

dice, me impide mostrar algu-nas facetas de mi carácter, y que en un primer momento, le hace parecer una mujer leja-na y distante. Nada más lejos, pues, durante las dos horas que pasamos con ella, se muestra, afectiva y extrema-damente atenta con nosotras. Es el cincuenta por ciento del cerebro de la empresa y el cien por cien de la cabeza que la administra desde hace más de catorce años. Pero Mármoles Pardo no tiene su origen con esta mujer; más bien al contrario, Rosa se ha ido formando y desarrollando en las entrañas de la empresa puesta en marcha en los años cincuen-ta por su padre, en el municipio almeriense de Macael. A lo largo de su trayectoria profesional, toda ella desarro-llada en la empresa familiar, ha tenido que hacer frente a

rácter empresarial y otras que han afectado al ámbito perso-nal, en este último, aquéllas relacionadas con la concilia-ción, pues podría decirse que Rosa ha crecido y ha madura-do como empresaria a la vez que lo hacía su familia. Años intensos, al coincidir su etapa de incorporación al negocio cuando su hijo e hija eran to-davía muy pequeños…”mishijos necesitaban mi tiempo y dedicación, igual que yo ne-cesitaba tiempo y dedicación para la empresa…no tenía su-

Mujer de objetivos precisos, ideas claras, sabe caminar paso a paso, superando barre-ras, con apoyo, mucho apoyo, que sabe pedir, recibir y reco-nocer. “Mi curiosidad me hace preguntar todo lo que no sé, mi honestidad, reconocer lo que desconozco, mis ganas de superación, pedir ayuda cuando la necesito,…es mu-cho más fácil absorber expe-riencia y conocimientos cuan-do estás dispuesta a aprender de los demás”.Es la única, de cuatro herma-nas, que decidió hacerse car-go del negocio de la familia y además, la única, que desa-rrolla su actividad profesional en el ámbito de la empresa. Una mujer con iniciativa, que ha vivido con naturalidad, y ha hecho vivir con normalidad la incorporación de su marido, al negocio que en su día creó su padre.La suya es la historia de una vocación, que se inicia desde que era pequeña viviendo con su padre, su madre y tres her-manas mayores que ella, en Macael, “un pueblo pequeño, rodeada de una familia que te quiere y te cuida, con unos amigos con los que compartes juegos, ilusiones, aventuras y alguna que otra rencilla”.Su vida trascurre en un pueblo laborioso, con un gran afán de superación conocido interna-cionalmente por la calidad de la piedra que se extrae de sus canteras. “Desde niña siento la necesidad de involucrarme en este mundo, que me pare-cía sugestivo y fascinante”, si-guiendo el ejemplo de la gente que le rodea.

Actúa con sensatez, sin prisas, sabiendo en cada momento los pasos a dar para lograr sus objetivos. Se incorpora al negocio familiar, “enel mejor momento para aprender”, coincidien-do con una etapa de fuerte crisis en el sector de la piedra.Fue una de las experiencias más enriquecedo-ras de su vida. “Tuve que aprender a un ritmo tan acelerado, que para mí fue como obtener la licenciatura que no había adquirido en la Universidad”. Se queda con los sentimientos de entusiasmo y satisfacción que aquella épo-ca le generó y que nunca le abandonarán a lo largo de su andadura como empresaria.Poco a poco se va abriendo camino en Mármo-les Pardo, una primera decisión llevó a otra...un primer error condujo a una lección aprendi-da…una primera oportunidad de negocio fue aprovechada…, oportunidad que se presentó con la posibilidad de ampliar el ámbito de ac-tuación de la empresa, lo que supuso un cam-bio radical en los sistemas de producción y la necesidad de desmantelar las instalaciones de la industria y el traslado de todo el proceso de fabricación a un nuevo enclave de mayo-res dimensiones. Rosa lo recuerda como una de las decisiones más arriesgadas que ha te-nido que tomar. “Estaba en juego la conso-lidación del negocio…tenía una estrategia y unos objetivos claros, pero en el fondo tenía el temor y la duda de que si aquello no salía

que con tanto esfuerzo mi padre había saca-do adelante”.Pero actuar con sensatez sabiendo elegir el momento, siempre tiene su recompensa, y en

consolidada en la elaboración y tratamien-to de la piedra natural, gozando de un gran prestigio a nivel nacional por la calidad de sus acabados.

Vive en una familia de mujeres,

dre será de gran importancia en la gestación de su carácter personal, una mujer muy lu-

años veinte se trasladó desde Bilbao a Macael para ejercer como maestra. De ella, apren-de el valor de elegir, de no re-nunciar a nada; “ella me trans-mitió todo su saber, me enseñó a valorarme y a crecer orgullo-sa de haber nacido mujer”.Pero no olvida a su padre, su referente y apoyo en lo profe-sional, de él aprende una serie de valores como, la honesti-dad, la honradez en el trabajo “y la capacidad para escuchar a las personas que trabajan para y en tu empresa”.La iniciativa, el deseo de pro-greso y el compromiso con el conocimiento y la formación, los principales valores que re-cibe de su familia. Tal es la im-portancia que conceden a la formación que cuando Rosa,

dios secundarios, toma la de-cisión de no iniciar una carrera universitaria, recuerda que este hecho le ocasionó algunos con-

Con la dis-tancia de los años, reconozco que probablemente no fue la decisión más acertada, pero la asumí como propia, fue mi elec-ción, tomada desde la libertad en la que me educaron”.

Es consciente de que es em-presaria en un sector de em-presarios, pero esta situación lejos de acobardarla, la hace sentirse más fuerte y segura, convencida de que su forma de gestionar es algo valioso “de la que también podrían aprender sus compañeros empresarios”.No ha sufrido directamente situaciones de desigualdad y discriminación, pero la madu-rez y la experiencia han des-pertado en ella la conciencia de la desigualdad que afecta a muchas mujeres en los dis-tintos ámbitos de su vida. Con los años se ha ido forjando una personalidad más reivin-dicativa, “porque mi experien-

la idea de que la proverbial mano izquierda de las mujeres es, muchas veces, un arma mucho más poderosa que la rigidez masculina. No hay que

no lo eres…y me parece más positivo, se consigue mucho más, utilizando el guante de terciopelo, pero eso sí, sobre una mano fuerte y sólida como la piedra”. Como casi todas las personas, necesita y busca la estabilidad que encuentra en su entorno más personal, en sus relacio-nes familiares y de amistad. Necesita el apoyo de su pa-reja, de su hijo e hija, de sus

amistades. “Para mí es como un círculo, si estoy bien a nivel

mente en mi trabajo, y a su vez, sentirme bien en mi quehacer profesional, repercute favora-blemente en mi vida personal”.Es una vida llena. Bien ocu-pada. Y tiene sus ventajas. Vive un momento de equilibrio tanto en el plano profesional como en el personal. Un mo-mento en el que no caben ni las grandes urgencias, “ni exi-gencias, es un momento para

de mis propias experiencias, de disfrutar de las aspiracio-nes hechas realidad,…de la satisfacción que le produce haber preferido la aventura de la libertad, libertad que es, a su vez, un gran compromiso, pues, “no sólo eres responsa-ble de tu trabajo, sino de la or-ganización y de la continuidad de la empresa”. Para esta empresaria, el reco-nocimiento a su trayectoria em-presarial, no lo entiende como una recompensa a su trabajo y dedicación a la empresa fami-liar; muy al contrario, considera que ha sido y es un “privilegio poder realizar el trabajo que más me gusta, tener la oportu-nidad de desarrollar proyectos, ver como se ejecutan… todo esto me hace decir y sentir que soy una persona verdadera-mente afortunada”.

En todo este camino recorrido, no olvida a su equipo de traba-jo, porque un buen plan, apoyo económico y familiar, distribu-ción de funciones y tareas…

ta con un grupo de personas con las capacidades, forma-ción e implicación necesarias para cumplir las expectativas y los objetivos previstos. “El

que perdura, lo que hace que la empresa vaya creciendo al ritmo previsto”.Para terminar nos dice, que a veces tiene la sensación de que ha llegado a su techo dentro de la empresa, pero enseguida se arrepiente de este pensamiento, “porque mi ambición me hace pensar que tenemos que seguir demos-trando nuestras capacidades, la necesidad de rentabilizar los recursos humanos y ma-teriales de los que dispone-mos… Un día, no sé cuando, fui consciente de que tenía la necesidad de emprender, y ya nunca más me he podido des-prender de ella. La empresa sigue creciendo y yo con ella”.

Rocio Medina MúñozGRUPO DE EMPRESAS MEDINA

PRODUCCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE PRODUCTOS FRUTÍCOLAS

Nace en Sevilla en el año 1959. A partir de en-tonces, toda su vida transcurrirá

entre las provincias de Huelva

esta mujer dirige, Grupo de Empresas Medina se encuen-tran ubicadas en la zona más histórica de la capital andaluza, cerca de la Catedral y frente a la Torre del Oro; si bien, unade las empresas principales del Grupo Medina está situada en la localidad onubense de Lepe, lugar donde se desarro-lla toda la actividad productiva de la empresa.Rocío nos recibe en su despa-cho que, orientado hacia el Pa-seo de las Delicias, lo convierte en un lugar privilegiado, por la extraordinaria luz natural que entra por los ventanales, todos ellos con vistas al exterior.Llama nuestra atención la gran cantidad de libros de Derecho que prácticamente llenan la librería situada detrás de la mesa de trabajo de esta em-presaria. A lo largo de la con-versación nos revelará que estudió esta carrera universi-taria, primero, por consejo de sus padres, para más tarde, convertirse en algo realmen-te vocacional, a pesar de que nunca se decidió a ejercer di-rectamente la abogacía.

Desde que era niña, ha vivido y respirado en un entorno empre-sarial, al ser su padre el que en los años 60 funda la empresa, dedicada por aquel entonces, a la producción y comerciali-zación de la fresa. En la ac-tualidad, empresas Medina, ha ampliado la gama de productos extendiéndola a otras varieda-des frutales y ornamentales.Rocío crece empapándose de aquellos valores que para ella simbolizan la buena gestión de una empresa: constancia, perseverancia en el trabajo, visión a largo plazo y espíritu

En ocasiones, echaba en falta a su padre en casa, el trabajo le absorbía muchas horas que no podía dedicar a la familia, pero el tiempo de estar junto a él lo vivía intensamente, des-de el cariño y la compresión que ambos se profesaban.Esto mismo le ocurrirá a ella, cuando años más tarde, ya convertida en la directora de la empresa, se reproche a si mis-ma “el no poder estar con mis hijos el tiempo que ellos han necesitado y que a mí me ape-tecía’; que suple con la tole-rancia y apoyo mutuo, propios de una relación basada en un profundo amor y respeto.Cuando piensa en lo que ha tenido que renunciar para lle-gar a ser lo que hoy es: una mujer referente en el mundo

de la empresa y públicamen-te reconocida a través de los premios concedidos, conside-ra que a cambio ha recibido

más le gusta y satisface,...”un pequeño precio a pagar, si lo comparo con lo obtenido a ni-vel personal y profesional du-rante todos estos años”. Continuando con su trayectoria de vida, estudia la licenciatura de Derecho en la Universidad de Sevilla. Para esta mujer una de las experiencias más valiosas, por lo que te enri-quece, no sólo a nivel forma-tivo, también en el aspecto personal,...”te da la oportuni-dad de conocer a personas muy distintas, con formas de pensar, de vivir, incluso de sentir, muy diversas”. A pe-sar de los años transcurridos desde su época como uni-versitaria, reconoce que ante determinadas situaciones, ha recurrido con éxito a expe-riencias que vivió y aprendió en la Universidad.A los 22 años, se incorpora al negocio familiar. Años duros en lo profesional y en lo emo-cional. En lo profesional, el trabajo es duro, debe apren-

hasta entonces, contaba con sus cinco años de Facultad y sobre todo, con lo aprendido observando la forma de hacer de su padre.

tración, y especialmente, innovación y desarro-llo. La empresaria nos lo describe: “Cuando me hice cargo de la dirección fue necesario acome-ter determinadas acciones que tuvieran como objetivo la modernización de las instalaciones y adaptación de la empresa en su conjunto a un mercado cada vez más competitivo”.Necesitaban poner la innovación al servicio de la empresa, buscando nuevas alternativas de mercado, pero, manteniendo los mismos nive-

tera y referente en su sector de actividad.La actividad empresarial que se había iniciado en Huelva, también está implantada en Valla-dolid, así como, en mercados internacionales como es el caso de Uruguay. Desde entonces hasta hoy, cuando práctica-mente la explotación se considera consolida-da, se ha invertido y se han tomado decisiones con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo en ella. Actualmente está compuesta por 250 personas, de las que el setenta por ciento son mujeres que ocupan puestos técni-cos, administrativos y operarios.Rocío se siente orgullosa del personal que tra-baja en la empresa, es una convencida de que los recursos humanos constituyen el mejor activo de cualquier organización... “el perso-nal debe exigirnos los mayores niveles de res-ponsabilidad, al menos ese es mi caso, porque no puedo olvidarme de que hay personas que llevan más de 25 años trabajando con noso-tros, incluso otras, han renunciado a trabajar en empresas más importantes, y se han venido a la nuestra porque creían en el proyecto que estábamos llevando a cabo”.Precisamente es, la estabilidad y consolidación de su plantilla, el criterio para valorar el éxito de la empresa que gerencia y su reconocimiento como empresaria. “En un sector tan complejo

En lo emocional, tiene que compaginar su dedicación a la empresa con el nacimiento de su hijo y de su hija. “Coincidióque en esta etapa de mi vida mi padre iba delegando en mí cada vez más, por lo que el ni-vel de responsabilidad que ad-quiría era cada vez mayor”Rocío lo asume como un reto, complejo y complicado...”pero,ese fue el mecanismo que me busqué para salir adelante, porque me planteé la situación como un reto al que había que enfrentarse con mucho esfuer-zo, ilusión y poniendo las máxi-mas dosis de sentido común”.Su mejor aliada: la perseveran-

como ciertas complicaciones, cuando durante los primeros años,… “sin ninguna razón aparente… mis decisiones y puntos de vista eran difícil-mente tenidos en cuenta”.Busca sus propias estrategias, saca todo su armamento: inte-ligencia, poner en valor lo que sabía, lo que tenía y lo que po-día hacer.Cuando su padre decide jubilar-se, será a ella a la que designe como directora de la empresa. Nunca pensó en ocupar el puesto que ejerce desde hace ocho años, que le ha permitido acometer importantes cambios dentro de la empresa que han afectado a los departamentos de comercialización, adminis-

como el agrícola y tan permanente-mente en crisis, no es fácil encontrar empresas que sigan funcionando des-pués de 50 años”.Con la serenidad que da el conoci-miento y la experiencia acumulada a lo largo de estos años, es ahora cuan-do esta mujer puede dedicar algo de tiempo a su vida personal, al cultivo de sus amistades, “al enriquecimiento que te da, desde mantener una conversa-ción tranquila con un amigo, a pasear

aprender del mundo, todo ello, sin sen-tirte culpable y sin mirar el reloj”.Sabe lo que quiere y se siente dueña de su propio destino y en todo el camino reco-rrido ha aprendido a positivizar hasta las dde amar lo que haces, hasta de los pro-blemas y los contratiempos sacas algo positivo que después te ayuda a mejorar como empresaria y como persona”.Esa es la gran herencia que quiere dejar a su hija y a su hijo, “amar, poner alma en lo que se propongan en la vida”, se-gún esta mujer es la clave para tener éxito y ser razonablemente feliz.En estos momentos, Grupo Medina está en proceso de consolidar su ex-pansión internacional, tras los resul-tados obtenidos de su experiencia en Uruguay. Por lo que, la empresa está realizando una serie de inversiones que tendrán como destino el departa-mento de Investigación y Desarrollo. Pero también, para esta empresaria, la atención del medioambiente forma parte de su concepto de la empresa como organización que debe generar riqueza social.

“No podemos dejar pasar nuestro compromiso con el medioambiente, porque las personas que amamos el campo y vivimos de él, debemos ser las primeras en concienciarnos de su cuidado y respeto”.Por este motivo, el grupo empresarial está experimentando el cultivo ecoló-gico en las nuevas plantaciones que ha ido adquiriendo.Sobre todo se siente satisfecha; desde muy joven se propuso ser reconocida personalmente, pero no buscaba el re-conocimiento profesional. Ha consegui-do ambos. “No me considero una per-sona valiente, ni siquiera atrevida, pero necesito sentirme plena, saber y pen-sar que estoy dando todo de mí, y esta sensación sólo he conseguido tenerla decidiendo, resolviendo, enfrentado problemas, ...dirigiendo mi empresa”.

Soledad Mora Abril COLOMBINA DE CONGRESOS

ORGANIZACIÓN DE EVENTOS Y PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL Y LITERARIA

“Mi princi-pal mo-tivo de a leg r ía son mis

hijos y mi nieto, y por supues-to, el éxito de mi empresa, que consiste, no en el lucimiento de mi propia persona, ni si-quiera de mi equipo, sino en el reconocimiento y la valora-ción que los demás hacen de nuestro trabajo; sin olvidar, la gran satisfacción que para mí supone el que se me conside-re en el sector, el poder ser un referente para otras mujeres que como yo, aún contan-do con pocos recursos y sin demasiadas oportunidades, quieran ser empresarias”. Ladad de la empresa de Soledad Mora es amplia, luminosa y llena de grandes ventanales al exterior, como la sonrisa am-plia y luminosa con la que te recibe esta mujer, de mirada inquieta, pero a la vez, clara, sincera y equilibrada.Soledad desprende una per-sonalidad enérgica y fuerte, pero también es una mujer sencilla y práctica, como ella

con aspiraciones”,pero con los pies en el sue-lo, “porque cuando el trabajo que haces desde hace más

y te gusta, no puedes perder nunca de vista el entorno en el que estás desarrollando tu profesión”.

Es una mujer laboriosa y activa,

ademanes y respuestas. No tiene prisa por acabar la entre-vista. Una anécdota lo ilustra: Cuando se realizó la entrevista,

mucho trabajo, pues, según co-mentó Soledad “andamos muy liados”, con la organización del Festival Inédito de Islantilla que se celebra a mediados del mes de abril. Sin embargo, el encuentro trascurre con tran-quilidad y de forma sosegada, con escasas interrupciones. Al acabar, dos horas después, nos despedimos y Soledad continuó con la agenda que te-nía prevista ese día.Soledad tiene 58 años. Es onu-bense de nacimiento y por sentimiento, tal es así que relatando un momento de for-tuna en su vida, sin dudarlo, menciona su vuelta a Huelva en el año 1981, después de haberse formado en Sevilla, donde estudió la Diplomatura de Turismo.Vive en pareja, casada y ma-dre de dos hijos ya mayores e independientes, además de ser y ejercer de abuela, una de las mayores alegrías que le ha dado la vida y pilar importantí-simo de su vida sentimental y de su proyección personal. Si cas palabras la trayectoria per-sonal y profesional de esta mu-jer, estás serían la constancia y la capacidad de aprendizaje. Constancia y tenacidad, que

sus experiencias laborales, ya

tudios, y tras realizar prácticas en la Cámara de Comercio de Sevilla, trabajó en varias em-

presas, en las que desarrolló tareas relacionadas con su formación académica, pero siempre con el objetivo de poder trabajar algún día por cuenta propia, y convertirse en empresaria. “Creo que mi espíritu emprendedor nace de ahí, de poder relacionar-me con gente del mundo de la empresa y contar con un

allá de los conocimientos me alentó y ayudó en el camino que yo quería emprende”.Y capacidad de aprendizaje. Aprendizaje de valores vivi-dos en la familia, aprendizaje de sí misma y de su entorno y aprendizaje de las situacio-nes injustas que observa en la sociedad. En su vida ha tenido mucha in-

cipal apoyo y referente. De su familia ha aprendido los valo-res que rigen su vida y que ha inculcado a sus hijos: toleran-cia, rigurosidad, honestidad… igualdad.Cuando Soledad evoca su infancia esboza una amplia sonrisa con la que transmite felicidad y serenidad. Recuer-da a su abuela, una mujer viu-da, dotada de una inteligencia natural que tuvo tres hijas y un hijo, al que puso a traba-jar para darles estudios a sus hermanas; en aquellos años estudiaron una carrera cada una de ellas. Pero, sin duda, la persona que

fue su padre “un hombre pro-gresista, de una gran cultura, respetuoso con todas las opi-niones y muy tolerante, que me dio una gran educación humanística”.

Es la persona que más ha in-

su sistema de valores: De él aprendió la honestidad, la sin-ceridad, y sobre todo, el res-peto hacia todas las personas, comprender que nadie es per-fecto y que a cada cual se le debe valorar tal y como es. Cuando se le pregunta cuál piensa que es la mejor heren-cia que ha recibido, lo tiene muy claro: “la biblioteca com-partida con mis hermanos que me dejó mi padre, donde pude aprender y recurrir para mis estudios”. Es un ejemplo que ilustra la actitud y calidad de este hombre. Soledad es una mujer compro-metida y luchadora, lo ma-

miscompromisos están dentro de los ámbitos sociales y de de-fensa de los derechos de la mujer”. Ambos están unidos por la responsabilidad que asume como Presidenta de la Asociación de Mujeres Empre-sarias de Huelva. Porque dos son los retos que asumió cuando llego a la Pre-sidencia de la organización: “visualización de las mujeres empresarias en las organiza-ciones empresariales a las que pertenecemos por derecho propio y que, en mi opinión, están muy masculinizadas, y fomentar acciones a favor de la igualdad entre hombres y mujeres en esas organizacio-nes en las que todavía se oyen pocas voces femeninas”.Soledad empieza a tomar con-ciencia de los problemas de desigualdad de género siendo

muy joven, coincidiendo con el comienzo de su vida laboral, tenía por aquel entonces 20 años, y se pregunta por qué ella misma y otras compañeras de las empresas en las que tra-bajó, no estaban consideradas iguales que sus compañeros, ejerciendo las mismas funciones y tareas que ellos y, por supuesto, no tenían ni las mismas oportunidades, ni expectativas para poder desempeñar otros puestos de más responsabilidad, sin importar el esfuerzo y la dedicación que ellas pusieran, ni los mejores resultados que obtuvieran.Y sobre todo le preocupaba, “no entendía, por qué razón o por qué motivo había puestos de trabajo que estaban vetados a las mujeres, cuando nosotras estábamos demostrando día a día que teníamos la misma capacidad y la misma profesionalidad que nuestros compañe-ros de trabajo. Era un interrogante permanen-te… y no entendía, no entendía”. Siempre su postura era de protesta y de rebeldía ante estas situaciones, que ha mantenido hasta

res todavía estamos en desigualdad en muchos campos, por eso su compromiso es, junto con el de otras muchas mujeres, conseguir que tenga-mos igualdad de representación y las mismas oportunidades en todos los ámbitos.En el año 1983, tras su vuelta a Huelva, Sole-dad participa en la organización de uno de los principales eventos de la provincia onubense, la celebración del Festival de Cine Iberoameri-cano. Allí conoce a la que poco tiempo después se convertiría en su socia, creando la sociedad Colombina de Congresos, empresa dedicada a la organización de eventos, producción audio-visual y la edición de libros y revistas, además de poner en marcha, posteriormente, una UTE con Niebla Producciones Audiovisuales. Es una etapa de su vida que recuerda con mu-cho cariño, a pesar del extraordinario esfuerzo y dedicación que les supuso iniciar una acti-vidad de la que no había ningún referente en Huelva “cuando nos presentábamos a las di-ferentes instituciones y entidades que podían requerir nuestros servicios, teníamos que ex-plicarlo todo pormenorizadamente, porque se

desconocía por completo en que consistía nuestra labor, hasta tal punto, que llegué a escribir una nota en un periódico de tira-da provincial detallando en que consistía la labor de una azafata de congresos”.Fueron duros, sobre todo a nivel personal. Sus hijos eran muy pequeños y resultaba muy difícil y complicado compaginar la vida personal y profesional. Deciden trasladar

en el que Soledad vive con su familia, de esta manera, podía estar pendiente de sus hijos y al mismo tiempo dedicar las horas necesarias a su negocio. Tantas horas de trabajo empiezan a dar sus frutos y la empresa que hace más de 24 años puso en marcha goza hoy de prestigio y reconocimiento en Huelva. ¿Cómo asume tanta responsabilidad?, ¿le agobia decidir?. Soledad “Noasumo mi responsabilidad con agobio, pero si con preocupación, porque el futu-ro de una pequeña empresa, como es la mía, está siempre por decidir, depende, demasiado del trabajo diario, del corto plazo.Me preocupa que la empresa siga adelan-te como hasta ahora, tomar las decisiones adecuadas, no para el futuro más inme-díato, sino pensando en el largo plazo. Esas son las decisiones que me preocu-pan: que mi equipo tenga estabilidad, con-

cieros necesarios para acometer nuevos

en nosotras.Pero, también pienso que llegar hasta aquí no ha sido fruto de la casualidad, hemos sabido estar pendientes y antici-parnos a las necesidades de un mercado cambiante, hemos analizado lo que se hacía fuera en nuestro sector, para con-seguir introducir novedades que han sido

secuentes y dueñas de nuestras propias decisiones”.Se siente orgullosa de lo que tiene y espe-cialmente de lo que es. De lo que tiene, una empresa “moderna,participativa, social e innovadora”, con

una plantilla formada por seis perso-nas, de las que cuatro son mujeres, que desempeñan funciones técnicas. Le gustan las personas que trabajan en su empresa, personas formadas,

bre todo le gustan, “porque son perso-nas generosas dispuestas a aprender y a enseñar, y eso imprime un valor importante al trabajo que desarrolla-mos cada día”. De lo que es, una mujer trabajadora, “curranta”, analítica, “analizo constan-temente lo que hago” y sobre todo una persona moderada en sus acciones y en su comportamiento, con unas ga-nas insaciables de aprender. Aprender de sus compañeras de la Asociación de Mujeres Empresarias de Huelva, de sus experiencias, de sus logros e incluso de sus fracasos; aprender pro-curando estar al día de lo que pasa en la vida social y política; aprender de las personas que trabajan en su em-presa. Cree en la riqueza y sabiduría que aportan las personas, indepen-dientemente de su edad.Soledad se considera una mujer de éxi-to, en su vida personal y empresarial. Sus expectativas van en ambas direc-ciones, “que mis hijos sean felices y que siempre puedan elegir la vida que quieran vivir. En el terreno profesional,seguir haciendo lo que he hecho has-ta ahora, sintiendo que mi empresa es querida y valorada no sólo por la clien-tela, sino también por la competencia”.Y como Presidenta de una organización

tacto su interés por seguir abriendo ca-minos para que entren cada vez más mujeres en el mundo de la empresa. “Quiero seguir trabajando por fomen-tar que las mujeres creen empresas, porque las mujeres con altas aspi-raciones y proyectos son un dato de igualdad, porque las mujeres estamos aportando y apostando por una forma de hacer empresa, desde nuestras ex-periencias y decisiones, compartiendo enseñanzas y aprendizajes de vida, eso es lo que merece la pena”.

Isabel Morales RomeroCONSIMAR CONSTRUCCIONES Y CONTRATAS

CONSTRUCCIÓN Y REHABILITACIÓN

“…Nunca me planteé ser empresaria, yo sólo quería trabajar, y trabajar en un ambien-te de igualdad…¿por

qué no iba a tener derecho a trabajar en la construcción y defender mi puesto de trabajo como cualquier hombre?...” “Cuando eres mujer y escoges un sector tradicionalmente diri-gido y ocupado por hombres, esto supone que no sólo te tie-nes que preocupar de desem-peñar tu trabajo correctamente, sería más cierto decir que per-fectamente, sino además que, tienes que demostrar constan-temente que eres capaz de ello. A un hombre le presupo-nen la capacidad de realizar ese trabajo, en cambio, una

es capaz, una y otra vez”.Cuando te acercas a esta mu-jer, lo que más te llama la atención es, la energía y la fuerza que desprende, y aun-que ella asegura que con los años ha perdido parte de esa fuerza…”porque ha sido tanto el esfuerzo que he realizado sola, completamente sola, sin sentirme apoyada, que sigo afrontando los retos con la misma ilusión que al principio, pero con menos energía…”,nosotras, al conocerla tene-mos serias dudas al respecto, que se van disipando a medi-da que conversamos con ella.Isabel nació en el municipio gaditano de Algodonales. Desde la infancia vio crecer a su familia, -ella es la segunda, de cinco hermanas y dos her-manos- y convivió con el valor

de la honradez, la honestidad, el sentido de la responsabili-dad… y “el que para comer y conseguir algo en la vida, hay que trabajar y trabajar mu-cho…”, que su madre y su pa-dre se encargaron de inculcar a sus hijas e hijos. Pero también recibe otros prin-cipios no compartidos con sus hermanos, preceptos que for-man parte de la educación que sólo reciben las mujeres de la casa…”mi hermana y yo ayu-dábamos a mi madre a realizar las labores domésticas…ta-reas que eran impensables que, en aquel tiempo, hicieran los hombres, porque eran co-sas de mujeres”. Ella procura-rá, desde que fue madre, evitar transmitir a su hijo e hija esta parcela de la educación que recibió, a pesar de que, como

cil…, “porque tus hijos no sólo beben de la educación que reciben en casa, luego está la escuela, las amistades, la in-formación que reciben, incluso el entorno familiar, que ejercen

que a ti misma te entran ga-nas de claudicar y no seguir luchando contra corriente”.Su padre trabajador en el cam-po, su madre, ama de casa.

tes para mantener a una fami-lia cada vez más numerosa, por lo que, cuando ella conta-ba tres años de edad, emigran a Francia. “Allí viviremos has-ta que cumplí los once años, y mis padres, con un poco de dinero ahorrado, decidieron volver y establecerse de nue-

vo en su pueblo natal”. Fue feliz, muy feliz, el tiempo que pasó en el país vecino. Le gustaba venir de vacaciones a España, pero, puntualiza, “sólo en vacaciones”, sabien-do que después regresaba a su casa…, “me encantaba pasar unos días en el pueblo, pero en Francia tenía mi es-cuela, mis amigas… tenía mi pequeña vida”. Reconoce que la vuelta repre-sentó un cambio demasiado radical para una casi ado-lescente, hasta el punto que es una etapa de su vida, de la que no guarda un buen recuerdo, sobre todo, de la escuela. “Casi no sabía es-pañol, porque sólo lo hablaba en casa con mis padres,…y aunque lo entendía todo, era incapaz de escribir y leer en español, así que simplemente pensaron que me había que-dado retrasada en el colegio y me llevaron a la clase de pár-vulos, con once años”. Desde entonces, nos comenta, no transige, ni perdona, el que una persona pueda humillar a otra. Las de la familia la obligan a aban-donar los estudios y ponerse a trabajar. Añora no haber podido continuar estudiando. Parece que sueña despier-ta, cuando nos dice que a ella le hubiera gustado estu-diar Bellas Artes y después Arquitectura…“con lo que he aprendido en los años que lle-vo en la construcción yo creo que hubiese sido una buena arquitecta”.

Pero como otras muchas mujeres que han vivido circunstancias simila-res, Isabel ha sabido sacarle el jugo a todo aquello de lo que ha podido aprender…, “de mi propia experien-cia, de la experiencia de los demás, prestando atención de quien me po-día enseñar…”. Sus primeros trabajos fueron sirviendo en una casa en Sevilla y más tarde, en Valencia cuidando a los niños de una familia. En esta última ciudad se siente cómo-da, y además cuenta con la compañía de su hermana que por aquel enton-ces también trabajaba allí.En contra de lo previsto y de manera casi urgente, tuvo que regresar a su pueblo, el motivo nos lo relata ella mis-ma: “me quedé embarazada, lo que para una mujer de pueblo, hace casi treinta años, suponía casarse lo más rápidamente posible, y yo hice, lo que se esperaba de mí”. Toma contacto con el mundo de la construcción a través de su marido, que era albañil, nada más y nada me-nos, que ayudándole a construir la que sería su casa.Lo positivo: descubre que aquello le gusta, que es capaz de hacer lo mis-mo que un hombre, y lo que empezó como una pequeña ayuda para que su marido pudiera construir la vivienda fa-miliar, acabaría, con los años, convir-tiéndose en una empresa constructora gerenciada y administrada por ella.Lo negativo: el tono despectivo de al-

incluso de haber empezado la ejecu-ción del trabajo asignado, el trato di-ferencial con respecto a los hombres que trabajaban en la obra…”yo he llo-rado mucho, a solas, pero he llorado mucho”. Tras esta experiencia, Isabel toma una resolución que cambiará el resto de su

vida: “tenía que trabajar, hacía falta en mi casa y pensé que ser albañil era una forma como otra cualquiera de acceder a un empleo”.En el año 1991 su marido crea una pequeña empresa con cuatro trabajadores, de la que ella quiere formar parte como peón; en un primer momento, él se niega llevado por sus pre-juicios y a las posibles críticas

tras la insistencia de Isabel.Durante los cuatro años si-guientes trabajará de peón al-bañil y conductora de camión transportando materiales a las distintas obras. “Poco a poco, me fui ocupando de las factu-ras, presupuestos, etc, todo ello, después de la jornada de trabajo y sin dejar de lado las tareas del hogar, los hijos…” Más tarde, por consejo de los gestores, ella se da de alta como autónoma, convirtiéndo-se así en empresaria…, “aun-que seguía trabajando como peón y chofer, haciendo de todo un poco”. No será has-ta el año 2004 cuando cree la sociedad Consimar Cons-trucciones y Contratas. Muchos años llenos de limita-ciones, “la primera, el que me admitieran”, pero ésa sólo fue la primera, a partir de ahí vi-nieron todas las demás; “fra-ses del tipo: más vale que te vayas a tu casa a atender a tus hijos, qué haces aquí, en vez de estar limpiando tu casa… ¿cuántas veces las habré oído?”. No es una ninguna heroína, sino que como ella misma ar-gumenta, el tener que estar en todo momento a la defensiva, termina por hacer mella en tu carácter,… “pero también te fortalece, te hace ser tenaz y

poco a poco te vas haciendo

guien, algún día reconoce que lo haces bien, que estás a la altura e incluso que empiezas a poner el listón muy alto”.Desde entonces han sido años marcados por las renuncias... “a tener un poco de tiempo para mí, de disponer cierta paz y tranquilidad…porque no vivía, solo trabajaba, en la gestión de la empresa, a pie de obra,…cuidar a mis hi-jos…hacer las tareas del ho-gar, que nunca eran compar-tidas,…trabajar hasta quince horas díarias”. Asegura que lo que le ha motivado a seguir y no abandonar, ha sido su afán de superación… “mi gusto por los retos, mis ganas de progresar y madurar como persona y no quedarme estancada”, y sobre todo, las ganas de que en un futuro no muy lejano, realmente exista igualdad en el terreno laboral entre hombres y mujeres; “que una mujer no tenga que desempeñar su trabajo como si de un continuo examen se tratara, y le reconozcan su valía como buena profesional sin importar su género”.Ésta es la razón principal por la que se incorporó hace al-gunos años a la Asociación de mujeres empresarias y profesionales de Cádiz. “Por-que si hay algo en lo que creo profundamente y que todavía no ha podido ser, es en la igualdad”. En su opinión, las organizaciones empresaria-les de mujeres son un medio valioso y el instrumento más legítimo del que disponen las mujeres para reivindicar ma-yor aceleración en el proceso de implantación de la igualdad

efectiva, real y presente en to-dos los ámbitos, entre los cua-les está el empresarial.Los pilares de su vida: sus hi-jos y su empresa. “Mis hijos son el motor de mi vida, mi empresa el combustible que me hace seguir”. Consimar Construcciones y Contratas, es hoy día, una de las empresas de construcción más importante de la comar-ca, teniendo entre sus fortale-zas, en opinión de su gerenta, el disponer de un equipo for-mado por once personas que garantizan la calidad y serie-dad en cada proyecto que la empresa acomete. En este sentido, una de las grandes alegrías que Isabel está viviendo es la incorpora-ción de su hijo al equipo de tra-bajo como encargado de obra. “Las ilusiones son la llama de la vida, y yo sueño con que mi empresa siga creciendo en personas, y en facturación. Para el capítulo de los sueños, dejo que algún día se convier-ta en una empresa familiar”.Las claves de su éxito como empresaria: “creo que supe-

medio empresarial se le pre-sentan a las mujeres, que en mi caso, y creo que se puede aplicar a otros, es en primer lugar mi tenacidad y perse-verancia, siguiendo siempre mis convicciones, siendo una misma la persona que más te pueda exigir”.

María Moreno Moreno EL CONVENTO

HOTEL Y RESTAURANTE

Mujer enérgi-ca, fuerte y poderosa en su conversa-ción. Se gra-

ba en la retina de quien la es-cucha, la seguridad y decisión

ceres y opiniones. Ante ella es difícil permanecer impasible, porque de alguna manera al contar su vida, te involucra en los acontecimientos y expe-riencias vividas; porque una cosa está clara, desde muy joven ha tenido muy claro que su historia la escribía ella, y por tanto, en su existencia los hechos han sucedido porque ella así lo ha decidido. Ese carácter temperamental se desquebraja, cuando se le formulan preguntas que tienen que ver con su ámbi-to más íntimo, más personal. Percibes que descubres su punto más frágil, y al mismo tiempo, lo que la hace ser más sensible, emocionarse.Frases como: “no he tenido tanta relación con mis padres y con mis hermanos como yo quisiera o como ahora me he dado cuenta que me hubiese gustado tener”…, “como cual-quier madre he intentado cui-dar de mis hijas lo más posible pero, quizás, no les he dedi-cado el tiempo necesario”, se repiten, persisten durante toda la conversación que mantene-mos con María Moreno. De al-

bre determinados aspectos de su vida le duelen, le hieren.

Por el contrario, la alegría de que todo está bien hecho, la hace estar y sentirse conten-ta. Para quienes la rodean, es muy satisfactorio constatar lo que se puede hacer con es-fuerzo e ilusión, a esas perso-nas ha sabido transmitirles el afán de superación y la inquie-tud necesaria para conseguir sus propias metas. María nació en el pueblo ga-ditano de Ubrique, formando parte de una familia que ella

bajadora, y lo más importante, el tesón de luchar y luchar por conseguir algo en la vida. “Enmi casa, desde que éramos pequeños hemos tenido que trabajar siempre”. Un recuer-do que siempre la acompaña-rá: “Al salir de la escuela, por entonces tenía nueve años, me iba a trabajar a un taller de grabado de piel…me tenía que subir a un taburete para llegar a la mesa y así era como me

grabar la piel”. Su madre y su padre, atendían

municipio ubriqueño. Ella, la tercera de tres hermanas y tres hermanos, se marchará a vivir con una tía, por lo que, aún siendo corta la distancia que les separaba de ellos…“echaba de menos a mis pa-dres, a mis hermanos”…, pero se adaptó…, “creo que lo más importante es la familia…aun-que el trasiego de la vida hace que no le dediques la atención que deberías…” .

Cuando estudiaba segundo de bachiller, decide dejar los estudios. Reconoce que se juntaron dos factores: “a mí no me gustaba estudiar y lo que quería era trabajar”. Con los años y sobre todo, la ex-periencia que con ellos se acumula, la hacen pensar que de haberse esforzado un poco más, habría conseguido un mayor nivel académico, que ella ha paliado, aprendiendo de su propia experiencia como empresaria…”a través de los negocios que a lo largo de mi vida he puesto en marcha… y de la gente…tratar a gente diferente te hace formarte día a día”. En el taller seguirá trabajando hasta los veintiún años, edad con la que se casa con un car-tero que años atrás había co-nocido en Ubrique. A partir de entonces, él, su marido, se convertirá en la persona más importante de su vida, junto con sus dos hi-jas… a él debe una parte va-liosa de su éxito como empre-saria. “De mi marido no sólo he recibido apoyo y refuerzo, el ha intervenido directamen-te en mi desarrollo como mu-jer de empresa, el cincuenta por ciento de mi trayectoria empresarial se lo debo a su empuje y visión”.Trayectoria que inicia en la ciu-dad gaditana de Arcos de la Frontera, con la apertura de un bar, que durante dos años atenderá junto a su marido los

Tras aquella primera experien-cia, siempre apoyada por su marido y motivada por su afán de superación y vocación em-presarial, decide abrir un estu-dio de fotografía. Nos quedamos un tanto sor-

re a este segundo negocio. Por lo que, a continuación le preguntamos cómo le surgió esta idea. “Observé que en Arcos sólo había un fotógrafo, de mane-ra que ante cualquier evento como bodas, reuniones, etc,

cultades para poder hacer un

to en cuestión. Pensé que po-dría ser un buen negocio, así que, me informé a través de profesionales de la fotografía, leí incansablemente sobre el tema… y echándole mucho valor, porque era consciente de las lagunas que tenía…de-cidí aventurarme”. La aventura, como ella dice, duró once años. Fue realmen-te fructífera, en lo económico, y en lo personal, pues, nos con-

muy creativa en la que la ima-ginación, la intuición, y, porque no decirlo, la improvisación, tuvieron un lugar destacado. “Como resultado, todavía con-servo muchas de las fotogra-fías de aquella época, fotogra-fías que comparo con algunas de las que se hacen ahora, y me parecen que conservan un encanto y un color especial”.Incluso, comenta con gran or-gullo, fueron los que introduje-ron las fotografías al aire libre,

ya que por aquel entonces, los reportajes se solían hacer en estudios. El tesón, que dice haber heredado de sus ante-cesores, pero que a medida que la vamos co-nociendo, estamos cada vez más convencidas que, de forma congénita, ella ha aportado una buena dosis, la hace, casi se diría, la obliga, a enfrentarse a nuevos retos, plantearse nuevas metas y objetivos que cumplir. Observa que en el casco histórico de la loca-lidad en la que reside, estaba prácticamente desprovisto de servicios de restauración y hos-telería, lo que sin duda, repercutía en el turismo

en ella, debía trasladarse a otros municipios cercanos…tiene unas muy buenas comunicaciones que le permiten un cómodo enlace con municipios im-portantes como Jerez de la Frontera, o incluso con la misma Bahía de Cádiz”.Y de otro lado, su enclave natural, ofrece unas vistas inigualables a la Sierra de Grazalema, además de marcar la conocida ruta de los Pue-blos Blancos de Cádiz. Hace veinte años, que María Moreno se con-virtió en empresaria del sector hotelero, con la puesta en marcha en el año 1987, del hotel El Convento. “Llevábamos un tiempo buscando el lugar idóneo en el que materializar la idea de negocio que teníamos en mente…debía ser un lugar especial, que en modo alguno desen-tonara, con el barrio antiguo que posee esta ciudad”, que, por cierto, fue declarado conjunto monumental histórico-artístico en 1962. Fruto de la búsqueda incansable y de ciertas dosis de suerte o casualidad, llega a sus oídos que, movidas por circunstancias económicas, las monjas de clausura que a lo largo de varios siglos habían residido en la zona antigua de

el que se asentaban. Así fue, como tras importantes reformas, que en todo momento preservaron la arquitectura

Pensado para que los visitantes puedan disfrutar en calma de la antigua belleza de este pueblo”.

Nosotras que entrevistamos en la terraza del hotel que dirige, desde la que tenemos el privilegio de contemplar el prodigio visual de la Peña y la vega del río Guadalete, y a nuestro alrededor majestuosas iglesias y casas centenarias. María,inicios, los primeros años fueron realmente duros, especial-mente en el aspecto económico… “como se suele decir, casi sudamos sangre, para que el banco nos concediera el présta-mo que necesitábamos”. En honor a la verdad, según nos dice, no sólo era la entidad

ner en práctica, vaticinándole que aquello lejos de ser rentable, le podría llevar a la ruina. Esta mujer no sólo siguió adelante con su idea de negocio, sino que tiempo después, ante la considerable demanda de visi-tantes, que además de sentir la atracción de hospedarse en sus habitaciones, querían probar los excelentes platos que se horneaban en su cocina, abrió las puertas del Restaurante El Convento.María conserva como un tesoro dedicado a la satisfacción, el día que publicaron en el diario francés Le Figaro, un reportaje del Hotel y del Restaurante… “jamás podré olvidarlo, ha sido, quizás por inesperado, el reconocimiento del que más orgullo-sa me he sentido”.Aunque en el año 1992, a las dos empresas anteriores se unió la incorporación de una tercera, el Hotel Los Olivos. Para Ma-ría, El Convento representa la esencia de su trayectoria empre-sarial… “aquí fue donde empezó todo, con dos habitaciones individuales, dos dobles y un pequeño restaurante, y mucho, mucho cariño”. De la actual plantilla del grupo empresarial, compuesta por die-cisiete personas, forman parte las dos hijas de esta mujer, que en la actualidad ocupan cargos de responsabilidad en la em-presa.María, en este sentido vive sentimientos encontrados, porque de un lado, vive con agrado la incorporación de sus hijas al ne-

situación sea las más idónea para el futuro profesional de aqué-llas… “pues los hijos no tienen que verse obligados a cargar con los negocios de sus padres, deben tener el derecho a elegir, y

saber que quieren hacer con su vida”. Nosdisfrutar de un paisaje y un entorno cálido, sosegado, que a golpe de siglo se ha ido apoderando de este establecimiento.

Josefa Moreno BenítezBALTIMAR

PESCA Y COMERCIALIZACIÓN DE MARISCO

Josefa Moreno gerencia y ad-ministra, des-de hace treinta años, la empre-

sa familiar Baltimar, sociedad dedicada a la actividad pes-quera, más concretamente, a la pesca y comercialización de marisco, que vende tanto en el mercado nacional como en otros países europeos. Actualmente, su sede principal está en Huelva, aunque la ex-pansión experimentada por la sociedad en los últimos años, la ha hecho ampliar sus des-tinos de actuación hacia Áfri-ca occidental, en zonas como Mauritania y Senegal.Pero la historia de esta empre-sa es anterior a la trayectoria empresarial de su actual ge-renta, pues, diez años antes de que Josefa asuma su direc-ción, fue su marido, Angel Mu-riel, quien la había fundado. Durante ese tiempo, la vida de esta mujer, trascurrió tal y como se esperaba de ella. Josefa cumplía a la perfec-ción con el papel que desde su nacimiento tenía asigna-do: contraer matrimonio, ser madre y, a partir de enton-ces, dedicarse con abnega-ción al cuidado de su familia

lo largo de diez años, Josefa cumplió con la más absoluta diligencia el rol que le corres-pondía: ser responsable del bienestar y calidad de vida de la unidad familiar.

Alguien dijo que nuestro futuro no está escrito, que cada perso-na tiene el derecho, la obligación de marcarse su propio destino y que sólo cuando las personas tenemos que hacer frente a de-terminadas circunstancias, so-mos capaces de sacar lo mejor de nosotras mismas. Algo de eso debió ocurrir en la vida de esta mujer, nacida en el municipio onubense de Cartaya, cuando en el año 1977, falleció su marido… “me vi con una em-presa que pasaba por momen-tos muy difíciles, y cuatro hijos, el mayor con diecisiete años y el menor con cinco años”.Créditos sin pagar, sin mercan-cía que vender que le permitiera

contraídas en ese momento, con dos barcos congeladores, como único patrimonio, y lo más importante, sin nadie que creyera en la posibilidad de que una mujer que hasta entonces se había dedicado a las labo-res domésticas, sin apenas for-mación y ninguna experiencia, fuera capaz de seguir adelante con un negocio que, a todas lu-ces, estaba abocado al cierre. “Todo el mundo me aconsejaba lo mismo: vender los barcos y con ese dinero liquidar las deu-das. De alguna manera, me sentí como si todos tuvieran derecho a decidir por mí, como si yo fuera prácticamente una niña. Por aquel entonces tenía cuarenta años y la plena capa-cidad para resolver sobre mi vida y el futuro de mis hijos”.

A pesar de los treinta años trascurridos, aún no alcanza a comprender cómo tomó la decisión, sin duda, más im-portante de su vida; pero si sabe los motivos que la lleva-ron a tomarla: “pensé, si ven-do el escaso patrimonio de la empresa, no deberé dinero a nadie, pero, a partir de ahí, ¿de qué íbamos a vivir mis hijos y yo?”.Los vientos soplaban tan fuer-tes, que no era nada recomen-dable hacerse a la mar. Pero Josefa no estaba ni para con-sejos, ni recomendaciones, la necesidad de sacar su familia adelante pudo más: decidió hacerse cargo de la empresa pesquera, convirtiéndose en la nueva propietaria de Baltimar. Fueron años muy difíciles, hasta tal punto que cuando le planteamos que nos cuente alguna anécdota que recuer-de con cariño o simpatía de sus comienzos, la repuesta no puede ser más tajante y sincera: “no recuerdo nada agradable de aquellos años... Mis comienzos fueron tan complicados, tristes y duros, que si pudiera los borraría de mi cabeza”.Tuvo que tomar la dirección de la empresa, aún a sabiendas de que no estaba preparada para ello. De la noche a la ma-ñana había pasado de ser un ama de casa, a ser la única responsable de una actividad pesquera con diez años de antigüedad en el mercado.

A esta situación se unía otra no menos desalenta-dora, era la primera empresaria que entraba, casi sin permiso, en un mundo, como es el sector de la pesca…, “donde no sólo me tenía que enfrentar a la rudeza de los hombres del puerto”, sino que además debía enfrentarse al recelo y reticencia de los demás navieros, todos ellos hombres.Al menos en Huelva era la primera mujer que diri-gía una empresa pesquera.Eso, duras por las que tuvo que pasar…, “ver en sus miradas, la eterna pregunta: qué pinta esta mujer aquí, cuando lo que debía hacer es estar en casa cuidando de sus cuatro hijos”. Pero aprendió a controlar sus miedos e inseguridades…, “y como las buenas actrices no dejaba entrever a nadie lo mal que lo pasaba… me armaba de valentía y tira-ba hacia delante con mi mejor sonrisa”.Afortunadamente, también encontró personas, compañeros de profesión que le ayudaron y cre-yeron en ella, de ellos aprendió, escuchando mu-cho, preguntando más, propias decisiones”.Pero sin duda, la persona clave a lo largo de su vida personal y profesional, ha sido su hijo mayor…, “élha sido, además de mi hijo, mi amigo, mi herma-no, mi consejero… en él me he apoyado, en aque-llos momentos en los que me quedaba sin fuerzas para seguir, cuando la única idea que planeaba en mi cabeza, era tirar la toalla”. En su opinión, a pe-sar de sus escasos 17 años, Ángel se convirtió en un maestro para su madre, Josefa. Baltimar ha pasado por distintas etapas, en estos treinta años de gestión. Cada momento vivido, ha supuesto un paso más hacia la consolidación

de esta empresa. La primera, en la década de los ochenta, con la constitución en socie-

adquisición de nuevos barcos que les permitiera pescar en caladeros de aguas interna-cionales.En los noventa, con la consti-tución de una sociedad mixta en Senegal, que les facilita faenar en la zona de África occidental, tiene lugar la ma-yor expansión y crecimiento de la empresa. En la actualidad, el aumento de

haya alcanzado una factura-ción de cinco millones de euros en cada sede (Hueva y Sene-gal), “plicado las ventas en los treinta años que llevo en la gestión”.También cada una de estas fases ha supuesto la incorpo-ración de forma paulatina y progresiva a la empresa de su hija y de sus tres hijos. Este hecho, a juicio de esta arma-dora, es la mayor y mejor re-compensa que ha obtenido de su labor empresarial. “Es algo que he deseado toda mi vida, y que poco a poco he visto hecho realidad. Con cada in-corporación la empresa ha crecido, ha mejorado sustan-cialmente, contribuyendo a su posicionamiento como empre-sa líder en el sector”. Es de lo que más orgullosa

sa…, “el haber hecho de esta empresa, un negocio familiar,

es el mejor reconocimiento que puedo tener”. Se siente una mujer muy afor-tunada, “reconozco que en la vida he tenido mucha suerte, porque si bien me considero una persona honesta, lucha-dora y responsable, también hay muchas personas em-prendedoras que portan estos mismos atributos, y no gozan de la misma situación de que dispone hoy día mi empresa”.Baltimar cuenta con una plan-tilla de más de 400 personas, compuesta mayoritariamente por hombres…, “desgracia-damente ésta sigue siendo una actividad dominada por hombres, ya sea trabajando como empresarios o como personal asalariado”. Precisamente, éste es uno de los principales motivos que llevó a Josefa a incorporarse a una organización empresa-rial femenina, concretamente, a la Asociación de mujeres empresarias de Huelva. Por-que, nos comenta, para ella es muy importante reivindicar la presencia de las mujeres en este sector de actividad. “Siempre he luchado, y lo haré mientras pueda, no sólo para que las mujeres decidan crear empresas en la actividad pes-quera, sino también, para que no tengan que afrontar los obstáculos de género que yo tuve que salvar. Las mujeres debemos tener las mismas oportunidades en todos los sectores de actividad

y las mismas posibilidades de éxito o de fracaso que los hom-bres en cualquier actividad emprendida… no es de justi-cia que nuestra condición de

cuanto menos, limite nuestro derecho a ser empresarias”. En estos momentos y después de una considerable inversión con la construcción de nuevos barcos congeladores de ma-yor envergadura, Baltimar ha ampliado la cuota pesquera y

más desarrollar estrategias para su introducción en nuevos mercados internacionales. “Como empresaria trabajo en un sector muy difícil, sobre

jeto a legislaciones muy dis-tintas y cambiantes en cada momento, pero a la vez, es apasionante, quizá el enorme riesgo de esta actividad es lo que la hace ser apasionante, y debo confesar que esa pa-sión y ese riesgo es lo que me hacen sentir viva y con ganas para seguir diciendo: a pesar de todo, ¡yo sigo aquí!”

Rosario Navarro González MADERA Y MIMBRE

COMERCIO DE MUEBLES EN MIMBRE Y MADERA

Hablar con Rosa-rio te hace re-

lo que las muje-res hemos con-

seguido, pero también cues-tionarse si somos conscientes del papel que jugaron las que nos precedieron.Rosario pertenece a una gene-ración de mujeres nacidas en la posguerra española, muje-res que, como ella, tuvieron que hacerse a sí mismas, tu-vieron que hacerse fuertes a la fuerza, a pesar suyo, formando un grupo de invisibles que su-friendo la pérdida de identidad propia, se vieron obligadas a sobrevivir en una sociedad que las obligó a ocupar posiciones secundarias y a ser ciudada-nas de segunda clase. Y sin embargo, aún forman-do parte de un sistema, de una sociedad, que les negó la conciencia de sí mismas, como personas individuales y como colectivo, no sólo han sabido sobrevivir, sino que además han reunido las fuer-

mar el mundo. Sirvan estas líneas para ren-dir nuestro homenaje, sencillo

pero sentido reconocimiento, a aquellas mujeres que, como Rosario, sobreponiéndose a sus propias historias de vida, y en muchos casos no siendo conscientes de su gran esfuer-zo, han contribuido de manera indiscutible, a la construcción de la ciudadanía de la que hoy gozamos otras mujeres. Rosario nace en Sevilla en el seno de una familia honesta, sencilla y, por encima de todo, muy trabajadora. Toda su vida trascurrirá paralela al río Gua-dalquivir. Sus años de infancia y juventud, en el Paseo de Colón; más tarde, cuando se casa, se traslada al otro lado del río, al barrio de Triana. Se siente trianera hasta lo más profundo de su ser.En su niñez no falta el cariño que recibe de sus padres, de su tías… pero falta dinero para

vive con lo justo. Los dos sueldos que gana su padre trabajando en una carpintería y en el Ayuntamiento no dan para más, y Rosario y su hermano no pueden disfrutar de los juguetes, de los regalos de Navidad de los que disponen otros niños y niñas

del barrio. A pesar de ello, es feliz, y las carencias materiales las suple con el afecto, con el amor que siente “a espuertas” de su familia. Emotiva y sensible,a pesar de la dureza con la que la vida la ha tratado, le brillan los ojos cuan-do recuerda a su padre, al que perdió debido a una enferme-dad pulmonar a los 15 años. Dicen que las personas nun-ca se van si permanecen en el corazón de alguien que las recuerda, y Rosario le tiene siempre presente. De él con-serva los mejores consejos que ha recibido en la vida, de él ha heredado la alegría de vivir, el afán de superación y la inteli-gencia. De su madre, la iniciativa y la capacidad para adaptarse a las situaciones difíciles. “Mimadre era una mujer valien-te y muy luchadora, y al caer mi padre enfermo, aunque no sabía ni leer ni escribir, ense-guida se puso a trabajar. Ella fue la que nos crió y educó a mi hermano y a mí, haciendo de padre y de madre” .Asiste a las clases del colegio que su tía, que era maestra, tenía en la calle Reyes Cató-

licos. Allí permanecerá has-ta los diez años, recibiendo la educación establecida por aquel entonces para las mu-jeres. “Me enseñaron a leer, a escribir, y algunas labores de la casa como coser, bordar… te educaban en los valores de la familia, el respeto a los mayores…”. Después estudia en otro colegio del barrio de Triana. A los 14 años deja los estu-

entender las explicaciones, simplemente “no me gusta-ba estudiar”. Pero la lectura le apasiona, es casi una ob-sesión que ha mantenido du-rante toda su vida. “Desde en-tonces leo todo lo que cae en mis manos, periódicos, libros, revistas…”. La formación que no tuvo la ha suplido leyendo y escuchando a las personas que le pueden aportar alguna enseñanza sobre los temas que son de su interés. Una de las experiencias más valiosas que conserva de estos años fue poder acceder a la biblioteca que una de sus tías tenía en su casa, “me pasaba horas y horas leyendo sin descanso, no me acordaba ni siquiera de comer o de dormir… lo recuerdo como uno de los momentos más felices de vida”.En aquellos años empieza a trabajar, pues es consciente

por las que pasa su familia. Lo hace en un taller de costu-ra que se dedicaba a la con-fección de trajes de novia. Su capacidad para las relaciones

y para adaptarse a las nuevas situaciones, le llevan a hacer de sus compañeras, sus ami-gas que, incluso fuera de las horas de trabajo,

que no entiende, su padre se lo había dicho muchas veces: todo lo que no preguntes será algo que dejarás por aprender. “Mi objetivo era

ganaba más dinero y en mi casa hacía falta”. Lo consigue, pero ser modista no era lo que ella le pedía a la vida, “a mí lo que me gustaba era los negocios, me gustaba embarcarme en proyectos, emprender cosas por mí misma”.Sin embargo, el mundo de los negocios era un ámbito exclusivo para los hombres; única-mente podían disfrutar de ciertas concesiones aquellas mujeres que, debido a determinadas circunstancias, como situaciones de viudedad, o fallecimiento del padre, se les permitirá con-tinuar con la empresa como medio de supervi-vencia, primero, de la familia, después, de ella misma.Son años en los que las mujeres que rompien-do los cánones de sumisión, dependencia y acatamiento, decidían emprender negocios, se adentraban en una aventura incierta, con el consiguiente riesgo de ser penalizadas por un entorno que lejos de admitirlas como iguales, les hace ver que ocupan un lugar cedido y de-

Rosario, como la mayoría de las mujeres de la época, es educada para cumplir una misión clara y concreta: casarse, tener descendencia, y a partir de ahí, dedicarse a la atención de la familia y a las labores domésticas.Se casa con 20 años. Su marido no quiere que trabaje fuera de casa “no era algo propio de las mujeres, y la que lo hacía era porque no le quedaba más remedio, en cuyo caso, se procuraba que nadie del entorno cercano se enterara. Estaba muy mal visto.”Pero ella no piensa igual, es una mujer lucha-dora, constante y, como ella misma dice, “ca-bezota, muy cabezota… lo que quiero trato de conseguirlo”.En contra de la opinión de su marido, decide continuar cosiendo en casa para sus amigas y

las mujeres de su entorno más cerca-no. Era su forma de reivindicar su de-recho al trabajo como medio económi-co, de independencia, y de autonomía personal. Es su forma de empezar a reivindicar su derecho a la visibilidad.Nacen sus dos hijas y su hijo. Rosario reconoce que fue madre demasiado pronto “los hijos necesitan mucha dedi-cación, y yo tenía muchas inquietudes, quería tener tiempo para formarme y prepararme… pensaba que algún día podría poner mi propio negocio, tomar mis propias decisiones”. Pero esto no era lo que se esperaba de ella. Por aquellos años tiene lugar uno de los acontecimientos que más negati-vamente ha repercutido en la construc-ción de vida de esta mujer: fallece su único hermano. Este hecho la marcará para siempre, pues, por las circuns-tancias que le había tocado vivir, más allá de ser su hermana, se había con-vertido en una segunda madre para él.“Desde pequeña fui muy responsable, no me quedó más remedio, y mientras mi madre trabajaba yo me quedaba a cargo de mi hermano”.Rosario ha generado una enorme ca-pacidad para sobreponerse a situa-ciones realmente difíciles, ha sabido

mado la decisión de hacerle frente a la vida con todas las armas de las que ella dispone: ilusión, constancia, ente-reza… y creer en ella misma. Su oportunidad surge casi por casua-lidad, al cerrar la empresa en la que trabajaba su marido, y habiendo unas hijas y un hijo a quienes mantener. Con la ayuda de un amigo de la fami-lia, que le orienta, le ayuda a buscar un local y le presta dinero, pone en marcha una ferretería.

Pasados algunos años, va introducien-do otro tipo de artículos relacionados con la droguería, regalos, complemen-tos, muebles de madera… La ferrete-ría empieza a dejar de ser un negocio rentable al surgir los grandes comer-cios del sector. Rosario comprueba que los muebles de madera que “compraba a los car-pinteros que se llegaban por la tienda, se vendían muy bien, además no tenía que pagarles al contado, me daban ciertas facilidades”. En 1986 da un giro radical a su nego-cio y pone en marcha Madera y Mim-bre, empresa dedicada a la venta al por menor de muebles de mimbre y de madera hechos a medida. Han pasado 45 años desde que Rosa-rio inició su andadura como empresa-ria, y más de 20 desde que crea Made-ra y Mimbre. Se siente orgullosa de lo conseguido, “más de lo que yo hubiera podido soñar. Me siento reconocida y, lo que para mí es más importante, me siento querida como empresaria”. En la actualidad el negocio representa los principales ingresos de la familia.Una luchadora en un mundo difícil pero lleno de las posibilidades que ella, y sólo ella, buscó. Un consejo para las nuevas mujeres emprendedoras: “Seguir un camino, unir la alegría de vivir al trabajo, creer en una misma, decidir, que se consi-deren capaces de llegar hasta donde quieran. No es sencillo, pero se pue-de, mirando siempre de frente al fu-turo. Y sobre todo, querer y quererse mucho”.

Mª José Navarro PintoGRUPO EMPRESARIAL CEALSA

VENTA AL POR MAYOR Y POR MENOR DE ELECTRODOMÉSTICOS

Quedamos con Mª José Navarro un día de la Navidad de 2007 para realizarle la en-

trevista personal previa a la ela-boración de su historia de vida. Ha sido complicado, muy com-plicado cerrar con ella un día en

y no compartimos con ella unas horas, sino prácticamente una jornada de trabajo. Al llegar a la capital almeriense le telefonea-mos y nos emplaza a encon-trarnos en la avenida que se conoce en la ciudad como Pa-seo. Aparece una mujer menu-da, risueña, alegre y enérgica que nos invita a acompañarla a realizar unas últimas gestiones antes de comenzar con nuestro trabajo; en aproximadamente hora y media, acudimos a ul-timar aspectos en dos de los tres comercios al por menor que tiene abiertos al público en la capital almeriense, a una en-

Almería-Al centro, asociación empresarial que gestiona los in-tereses de los comerciantes del centro de Almería asociados y de la que esta mujer es Presi-denta. Al terminar y relajarnos para proceder a la entrevista, le preguntamos si siempre una jornada de trabajo para ella es así, nos contesta con un “casisiempre, adornada con 6 ó 7 llamadas al móvil, que hoy no he atendido para poder trabajar contigo lo antes posible”. Mª José es Directora Adjunta del Grupo Empresarial CEAL-SA y Gerenta de la sociedad limitada Todobá. Además es Presidenta de la Asociación de comerciantes Almería-Al Cen-tro, Presidenta de la Asociación de Autónomos de la Provincia de Almería (CEAT-Almería) y

Presidenta de la Federación Andaluza de Mujeres Empresa-rias (FAME), desde el año 2000. Mientras nos entrevistamos con ella, entendemos que no puede pasar por la vida sin dejar hue-lla y que ésta le deje rastro a ella; le preguntamos sobre esta

“no sé, ¿es esa la impresión que te he dado?… yo creo profundamen-te en la participación social y en la sociedad civil; el mundo de las organizaciones empresaria-les y más en concreto trabajar en las organizaciones empre-sariales de mujeres forma parte de mi vida. Me gusta contribuir, como sé, como puedo… Me exijo mucho, aprendo mucho y a veces lo disfruto porque me excede la responsabilidad, es curioso solo aquí me puede la responsabilidad, hablando de mujeres, con mujeres y para las mujeres”. Probablemente por una cuestión de compromiso, añadimos. Nace en Ceuta, aunque ha vi-vido en Cádiz, Barcelona y Al-mería, por este orden; por eso no se siente de ningún sitio y al mismo tiempo de todos a la vez

“cada una de estas ciudades parte mi vida en etapas”, aunque nos cuenta que en los últimos años empie-za a sentir algo que creía supe-rado y que es enraizarse con la tierra en la que se ha nacido “por uno u otro motivo Ceuta está presente en mi vida, hasta el punto que ahora mantengo contactos a través de Internet con antiguos compañeros de estudios, con gente de mi ba-rrio… quiero volver y me da miedo volver, empiezo a añorar el azul del mar de mi tierra, que es diferente, mágico…”.Su vida laboral y empresarial co-mienza en la ciudad de Barcelo-

na. Crea junto a su cuñada una tienda al menor de productos de “delicatesem” se llamaba “La Sagrera” y suelta una carcaja-da y un “verás que me va a dar llorera, me estoy emocionando. No sé por qué me emociona siempre recordar”; antes había trabajado en una guardería de la empresa Puig -Mª José es puericultora- y vendiendo libros y enciclopedias para la editorial Salvat. Reconoce que aquel pri-mer negocio le imprime y le des-pierta la vena empresarial. “Me preguntas si la empresaria nace o se hace… yo creo que las dos cosas, en mi caso me he hecho empresaria, no tenía antece-dentes familiares y aquí estoy. Y además absolutamente en-tregada, dedicada… satisfecha, pero hay que hacerse, es difícil, duro y también apasionante”. Contrae matrimonio en Barce-lona y de allí se traslada a Al-mería. En estos años, Mª José tiene dos hijas y un hijo y se de-dica sólo a su familia. Vive esta etapa de su vida como una re-nuncia que no considera nece-saria, “pero también es verdad que en mi caso se juntan varias circunstancias: las familiares y la llegada a una ciudad nueva, donde hay que construir una vida…”. Pasados unos años, junto a una amiga, monta en la Plaza Pavía de la capital de Almería un videoclub, “Los Ángeles” se llamaba. La hoy llamada conciliación de la vida familiar y laboral le decanta ha-cia la elección de esta actividad y también a la de su compañe-ra de viaje, “… justo lo que no se puede hacer en empresa.

Lo sé, pero la vida supera a las teorías. En ese

organizábamos bien. Date cuenta que te hablo de una etapa de absoluta desigualdad. Hoy ha-blamos y aspiramos a la igualdad real. Yo he vivi-do la desigualdad más absoluta”.En paralelo al inicio de esta segunda actividad empresarial, participa en la creación de Comer-ciantes de Electrodomésticos de Almería -CEAL-SA-, empresa dedicada a la venta al por mayor de electrodomésticos. En los próximos años abrirá otros videoclubs, pero el crecimiento y la evolu-ción de CEALSA la lleva a cerrar la empresa ori-ginaria para, en el año 1987 extender el negocio a la venta al por menor. Inicia así su actividad la empresa Todobá. Actualmente con tres tiendas abiertas al público en Almería capital y salto cua-litativo en la Mª José Navarro empresaria… “por muchas razones. Primero porque aprendí que cuando el mercado dice que no… es que no; y que los videoclubs tenían su etapa. A todo esto también aprendes a desligarte en lo emocional de las empresas, a escucharlas… las empresas ha-blan y te dicen lo que necesitan. Si tú estás atenta a ellas y las observas, si le pones distancia emo-cional… Decides cerrar una etapa, liquidar una empresa y saber que en el cumplimiento de tu de-ber está tu acierto. Te cueste lo que te cueste”.Todobá multiplica el negocio en Almería de CEALSA. Vende al menor electrodomésticos y artículos de regalo. En aquellos momentos es de las primeras tiendas de la ciudad dedi-cadas a la comercialización de listas de bodas “llegué a tener ciento cincuenta listas de bodas en un mes. Eso son cincuenta familias por lista conociéndote y acostumbrándose a comprarte.

siempre ha estado el dar un servicio de atención a la clientela… supone mucho para una empre-sa en crecimiento”.La experiencia con Todobá, hizo que creara “Creating Home”, empresa especializada en ar-tículos de regalo y decoración a la que Mª José le pone una especial “pasión”, ya que le permite abrir una línea de negocio con la que siempre había soñado: un servicio de asesoramiento en decoración y diseño de interiores y ejecución de obras menores. No tendría suerte con esta nue-va iniciativa, ya que una obra municipal mal pla-

empresa “no siempre los elementos los gestiona-mos nosotras”

En paralelo a esta nueva iniciativa, CEAL-SA-Almería ve abrir delegaciones prime-ro en Granada, y luego en Murcia. Surge además CEDECASA, delegaciones de la empresa matriz en Las Palmas y Tenerife. Hasta que, hace un año de este entramado empresarial gestionado por Mª José Nava-rro y Sebastián Moyano, su marido, se crea el Grupo Empresarial CEALSA, conforma-do por, según su fecha de constitución, CEALSA-Almería, Todobá SL, CEALSA-Granada, CEDECASA, CEALSA-Murcia a las que se les une CEALSA Instalaciones y CEALSA Hogar. Las empresas que con-forman el grupo facturan hoy aproximada-mente 52 millones de euros y emplean a 120 personas, “su mejor activo”, señala Mª José. La vida de CEALSA ha evolucionado y también la de la familia Moyano-Navarro, de manera que sus hijas y su hijo se in-corporan al mundo de la empresa; -unos a la empresa familiar, otra emprendiendo una actividad por cuenta propia que hoy ya

lo ambicionaba, casi no lo esperaba… “al

dencia un trabajo en la Administración, y la funcionaria, una empresa. Siempre lo que no tenemos… pero ahora estoy orgullosa y en paralelo gestionando una empresa de futuro preparada para absorber a la pri-mera generación… CEALSA Hogar surge desligada de la matriz para que se hagan con la empresa de abajo a arriba, para que no les absorban las decisiones de sus mayores, para que aprendan, para que se equivoquen, para que acierten…”.Esta historia quedaría incompleta sin la na-rración de su vida en las organizaciones empresariales. Mª José Navarro forma

del “club de las 10”, una reunión de muje-res sin forma jurídica y sin más pretensión que el enriquecimiento conjunto, que la puesta en común de inquietudes y la lu-cha por la igualdad. Nuestra protagonista

de sus componentes: “muy bien, pero esto… ¿para qué?, nuestras reuniones, nuestras luchas deben tener un objetivo mayor y deben trascender… me niego a

quedarme aquí”. La invitan a participar en un Congreso nacional de mujeres em-presarias celebrado en Extremadura, y entonces sí, conoce a representantes de organizaciones de mujeres empresarias y encuentra las respuestas. Junto con otras empresarias, promueven la creación de la Asociación de Empresarias de la provincia de Almería -ALMUR-, ésta se integra en ASEMPAL, la Confederación de Empresa-rios de la provincia de Almería, miembro de la Confederación de Empresarios de Andalucía. De ahí a la organización regio-nal, a la promoción de la Federación An-daluza de Mujeres Empresarias y a este currículum: Presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de la Provincia de Almería (ALMUR), organización miembro de la Confederación Empresarial de la Pro-vincia de Almería (ASEMPAL), desde su creación, en el año 94, hasta marzo de 2004.Vicepresidenta II de la Confederación Empresarial de la Provincia de Almería, ASEMPAL, desde 1999 hasta 2004. Desde octubre de 1997 a Diciembre de 2005 presidió el Consejo de Mujeres Em-presarias de la Confederación de Empre-sarios de Andalucía (CEA). En Diciembre de 2000 pasa a ocupar la Presidencia de la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME). Desde el 21 de Febrero de 2002 es miembro del Comité Ejecutivo de CEA, como presi-denta de FAME, siendo la primera mujer que, en representación del colectivo em-presarial femenino, pasa a formar parte de este órgano de dirección de CEA. Desde el mes de Marzo de 2006 es vocal de Junta Directiva de la Confederación Española de Organizaciones Empresa-riales (CEOE).En la actualidad, también es Presidenta de la Asociación de Autónomos de la Pro-vincia de Almería, CEAT-Almería, cargo que ocupa desde marzo de 2004 y de la Asociación Almería Centro, desde di-ciembre de 2004. Ella lo resume de la siguiente forma: “Simplemente emocionante”.

Agustina Olarte RubioGRUPO EMPRESARIAL OLARUPROMOCIONES INMOBILIARIAS, ASESORAMIENTO A EMPRESAS

Nos trasladamos en esta ocasión a San Pedro de Alcántara, en la provincia de Málaga. Es un pueblo tranquilo, blan-co muy blanco y nos recibe con una luz majestuosa y mediterránea. Esta luz, su

clima… fueron los que conquistaron a esta mujer cor-dobesa que, desde Sevilla llegó a él para pasar unas vacaciones de verano, y que ya nunca más ni supo ni quiso irse.Agustina es cordobesa, nacida en el municipio de Cabra. En este pueblo fue una niña feliz. Su familia llega a él desde la provincia de Jaén, muchos años atrás, por un traslado profesional de su padre. Es la pequeña de una familia de siete miembros y un juguete para su familia ya que tiene una gran diferencia de edad con sus her-manas y hermanos. Crece mimada y rodeada de cariño. Hasta los seis años no va al colegio, pero su primera infancia estaba llena de formación. “Mis hermanos me formaban, cuando me escolaricé ya sabía leer y escribir. Yo era muy lista“, nos dice risueña.Nos habla mucho de su familia, uno de los pilares más importantes de su vida, de su madre -que moriría pron-to, pero que recuerda probablemente a través de los recuerdos que le han transmitido-, de su genial abuela Agustina, “mujer adelantada a su tiempo. Merecería que la citaras en el libro. Era una auténtica empresaria y una gran luchadora”. Mi familia siempre ha sido un gran ma-triarcado, a mí me sostiene. Somos de muchas reuniones. Yo miro a esa mesa grande llena de generaciones… y siempre me emociona”. Junto con su hijo e hijas, constituye la base emocional de la vida de Agustina, “mi familia de origen y la que he creado“, “me siento muy orgullosa de mis hijos, no sabría pasar sin ellos”.Tras la muerte de su madre, su familia se traslada a vi-vir a Sevilla, quiere también a esta ciudad, le encanta visitarla, pasearla, acudir a casa de sus hermanas que todavía viven allí, pero el cambio de vida que le supu-so su traslado de Cabra a la capital andaluza, hizo que no se asentara en ella. “De la vida en la calle, llena de cariño, siendo la pequeña del barrio en el que vivía, con lo cual recibía atención de todas y todos los vecinos, de una vida bulliciosa… mi primer recuerdo sevillano es

una disciplina…”. “Y el clima sevillano, con el que nunca he tenido buena relación”.

Agustina es maestra. Cree que las dos grandes vocaciones de su vida han sido el magisterio y el mundo de la empresa. Durante una impor-tante etapa de su vida asoció sus dos pasio-nes, porque empezó, con tan sólo 16 años, a ser empresaria dirigiendo un colegio y más tarde ya en San Pedro de Alcántara, monta junto al que por entonces era su marido una Guardería. “En mi colegio sevillano, soñaba despierta con un colegio mayor y siempre con unas mismas instalaciones -que nos dibuja en un papel-, cuando buscábamos el espacio idó-neo para montar la Guardería las vi y entonces dije: aquí”.Fue feliz, muy feliz, mientras se dedicó a esta actividad empresarial, pero se separa de su marido y cuando lo hace tiene claro, que mon-tar otra empresa en otro sector es su futuro porque “siempre tuve claro que no podía com-petir con el padre de mis hijos”. Se dedica durante una época a la venta de pro-piedades inmobiliarias, “sola, fue duro, durísi-mo; durante un tiempo vendí multipropiedad, saqué como conclusión que si había hecho esto, yo podía venderlo todo, cualquier cosa”.Agustina es una mujer positiva, incluso de la adversidad siempre saca fuerzas porque “yocreo mucho en mí misma…”. Reconoce, que como corredora tuvo un golpe de suerte. Intermediaba una venta entre un ven-dedor y un importante comprador y enseñó un molino en el río Ojén, la venta fue un éxito, tan-to que de aquello recibe una oferta de trabajo, que ella transforma: “montamos una empresa, yo dirijo la inmobiliaria que sería su objeto so-cial y tú actúas de socio capitalista”. “Nunca pensé que aceptara, pero lo hizo y aquí estoy”.Un año duraría esta alianza que le permite iniciar su actividad empresarial. Todavía hoy conserva en un cajón de su actual mesa de trabajo, el teléfono móvil con el que hizo esta venta del molino. Nos lo enseña y nos parece conmovedor. Sonreímos y sonríe.

Hoy tiene un grupo de empre-sas, preside Olaru, Múltiple.

Korai. Las dos primeras de-dicadas a la promoción inmo-biliaria y al asesoramiento a empresas del sector. Las dos últimas, sus niñas mimadas, las que el éxito de las prime-ras ha permitido que impulse en los últimos años, dedica-das a la decoración y venta de artículos de regalos y mobilia-rio auxiliar -Bacari- y al diseño de joyería -Korai- , que le ha permitido conocer una faceta de ella misma de la que no era ni siquiera consciente, su creatividad y “lo que me gusta trabajar con las manos”.Nos parece una mujer senci-lla en su relato, con una ex-traordinaria capacidad para transmitir lo que piensa, con ciertos rasgos de timidez que procura evitar sacando a relu-cir todo un arsenal de sentido del humor que aplica incluso a situaciones difíciles y mo-mentos duros y complicados que ha vivido, pero que como ella misma nos dice: “Procu-ro borrar de mi memoria todo aquello que sea desagradable o negativo. Es una carga que no merece la pena llevar, por-que te impide acordarte de lo bueno que te ha pasado en la vida”.

Agustina no es una mujer de vivir de los recuerdos, de lo pasado. En su opinión, lo me-jor está por llegar, y para que eso ocurra, la mente tiene que permanecer abierta, tiene que estar saneada, para poder distinguirlo y recibirlo como se merece.Actualmente y desde el año 2006, es Presidenta de la Asociación de Mujeres Em-presarias de Málaga y Costa del Sol. Cree necesitar regalar todo lo que ha recibido y alla-nar el camino de obstáculos y

dedoras del futuro, a las que recomienda “el mundo de la empresa. Intervienes, decides, proyectas… vives tan intensa-mente que también el trabajo te da felicidad. Sumando, con-sidero que puedes llegar a ser más feliz”. A lo que aspiramos todas y to-dos, ¿o no?.

Ángeles Orantes-Zurita López INDUSTRIAS CÁRNICAS ZURITA

FABRICACIÓN DE PRODUCTOS CÁRNICOS

Y ELABORACIÓN DE PLATOS PREPARADOS.

Cuando Ángeles piensa en sus inicios como empresaria le vienen a la men-

te un montón de ideas y pa-labras: compromiso familiar; porque fue eso lo que en un primer momento le introdujo en el mundo de la empresa, la continuidad del negocio que muchos años atrás había ini-ciado su padre; responsabili-dad en la gestión y dirección, entendiendo que el esfuerzo y el trabajo realizado por su antecesor no podía “caer en saco roto” y ahora le tocaba a ella contribuir al crecimiento y

todo, vocación, que descubre “haciendo empresa, apren-diendo a convivir con el riesgo y la incertidumbre”.“Y las personas que tanto me han ayudado, como mis herma-nos, sus conocimientos y apo-yo, hacen posible que dirija esta industria, o como empresarias y empresarios, compañeros de

ciencia me han enseñado y de los que tanto he aprendido”.Pero como cualquier historia, ésta debe empezar por el prin-cipio, que en el caso de esta mujer resulta complicado, por-que si su historia personal se inicia con su nacimiento en la ciudad de Granada, hace 39 años, su trayectoria empresa-rial es difícil decir cuando co-mienza, pues prácticamente desde su niñez está ligada al negocio familiar. “Mis padres

do yo tenía dos años. Desde muy pequeña, ayudaba a mis padres. Hasta donde alcanza mi memoria, mi vida trascurría entre las paredes de la carni-cería que tenía mi familia”.

Porque la historia de Ángeles, como la de su familia, es la de una permanente búsqueda de nuevas ideas. La semilla, su madre y su padre, dos perso-nas que, trabajando codo con codo en la tienda de comesti-bles que a comienzos de los años setenta tenían en Gra-nada, deciden dar un giro al negocio y reconvertirlo en una carnicería-charcutería.A medida que van naciendo sus tres hijos y Ángeles, su única hija, la empresa también va creciendo, lo que se tradu-cía en continuas mudanzas de la familia, “en función de las fá-bricas que mi padre iba abrien-do en distintos municipios de la provincia granadina”. No será hasta 1986 cuando se cree la empresa que hoy conocemos como Industrias Cárnicas Zurita, dedicada a la fabricación de productos cár-nicos y elaboración de platos preparados.Durante todo este tiempo, la protagonista de nuestro relato creció y se educó llevando la responsabilidad, la honestidad y el amor a la familia como los tres principales valores que desde entonces formarán parte de su equipaje como persona.En su actitud ante las cosas y ante las personas se valora como persona muy responsa-ble, con mucha capacidad de trabajo y, lo más importante, el ser honesta con las personas que le rodean. “Soy de la opi-nión de que triunfan las empre-sarias y los empresarios que son honestos, y que sabiendo lo que quieren no utilizan cual-

que se han propuesto”.No todo vale. En su opinión, una cosa es crear una empre-sa, y otra bien distinta hacer

negocio. Para ella, crear em-presa es una carrera de fondo “en la que no se puede espe-rar resultados a corto plazo… la labor de emprender, es una tarea a largo plazo”. Ángeles lo tiene muy claro: “a mí me gusta decir que estoy hacien-do empresa, más que decir que soy empresaria”.Pero retomemos su historia. Se licencia en Derecho. Recono-ce que no le atraía desde el principio, pero decide terminar la carrera, y lo hace con un buen expediente académico, según nos comenta.Finalizada ésta, es selecciona-da para realizar un Máster de Dirección de Empresas en Bar-celona. “Los dos años que pasé en Barcelona fueron muy impor-tantes para mí, porque allí tomécontacto con otras experiencias, con personas diferentes, y co-mencé a ver el mundo empresa-rial desde otra perspectiva”.Regresa a Granada, no sin cier-tas dudas, tentada por la oferta de trabajo que le acababan de proponer en la ciudad Condal. No se arrepiente en absoluto, porque al volver empieza a trabajar como adjunta a la di-rección “junto al mejor maestro que he tenido: mi padre, con él he aprendido cosas que no habría estudiado en ninguna escuela de negocios”. Fueron cinco años muy duros, en los que la palabra apren-der era como un martillo que resonaba en su cabeza todos los días y a todas horas. “Meenriqueció, y me enseño, en-tre otras cosas, a relativizar los problemas y a ser una mujer

de palabra: lo que se dice se cumple, ¿cuántas veces le habré escuchado esta frase?”. Fue una alumna muy aplicada y su padre supo ver en ella los mimbres con los que, poco a poco, se iba trenzando una buena empresaria: intuición, energía, inquietud, curiosidad… vocación. Ángeles mantiene que algunos de estos aspectos de su carácter los ha ido descubriendo paulati-namente, y otros los ha tenido que aprender en el ejercicio de su profesión como empresaria. Cuando le preguntamos si en ese periodo se encontró ante situaciones distintas por el he-cho de ser mujer, desde la más absoluta sin-

de alguna manera privilegiado “era la hija del dueño de la empresa, por lo que nunca noté ningún trato discriminatorio hacia mí, pero sí despertaba cierta curiosidad por el hecho de ser joven y mujer en un sector con escasa re-presentación femenina”. Pero Ángeles es una mujer sensible y compro-metida con las demás mujeres, especialmente por su papel como empresaria. “Cmente que tengo determinadas obligaciones con la sociedad, sobre todo con las mujeres. Con ellas comparto mucho más que el ser del mismo sexo, comparto una forma de ver la vida, de hacer, una problemática común, y ello, en cierta manera, me obliga a actuar en mi en-torno y luchar porque el talento femenino no se vaya de las empresas y consigamos unas condiciones en las que familia y empresa sean dos realidades compatibles para la mujer”Esta forma de ser y pensar le llevará, años des-pués, a pertenecer a la Asociación granadina de mujeres empresarias.El año 1995 será un año que jamás olvida-rá. Tiene lugar el relevo generacional en la empresa. No fue una sorpresa para nadie. Durante cinco años su padre había estado preparando la sucesión en el negocio y la per-sona que debía asumir la dirección del mismo estaba designada. Desde hace siete años Ángeles es la directora

una nueva andadura, mucho más llena de responsabilidades.

En este tiempo, ha aprendido muchas cosas, “la primera de ellas, conocerme a mí misma, enfrentándome a situa-ciones novedosas y diferentes, situa-ciones complejas en muchos casos”;pero sobre todo ha aprendido a ser feliz con el trabajo que realiza, sabién-dose en todo momento respaldada por sus tres hermanos.“Ser empresaria, dirigir, no es fácil, por lo que saber que realmente somos un equipo de trabajo que evolucionamos al mismo ritmo es fundamental. Sentir que no estás sola a la hora de enfrentar cual-quier decisión importante es decisivo”. El suyo es un trabajo complicado por-que día a día está lleno de pequeños y grandes problemas. “En mi caso, reco-nozco que me tengo que autoalimentar de ilusión, de la ilusión de venir cada día a trabajar proponiéndome hacerlo mejor que el día anterior”.Noes una mujer de renuncias. Tampoco ha querido renunciar a la construcción de su propia familia, su marido y su hijo de apenas dos años de edad. Al preguntarle a qué renunciaría, deja asomar ese carácter apasionado que

“renunciar

cosas o personas; renunciar siempre tiene un tinte negativo. Yo no estoy dispuesta a renunciar a nada ni a nadie. Yo quiero el paquete completo, mi proyecto familiar y empresarial”.Va más allá, y de una forma cortés y cordial, nos llega a cuestionar el por qué de esta pregunta, considerando que si estuviéramos entrevistando a un empresario tal vez no le hubiéra-mos formulado esa cuestión.Precisamente el tema de la conciliación de la vida familiar y personal y la vida profesional es un tema que le preocu-pa. En Industrias Cárnica Zurita, traba-jan 110 personas, de las que el 60 por ciento son mujeres. Somos conscien-tes de que la mujer es un activo muy importante para la empresa.“Las empresas tienen que cambiar, pero también la propia sociedad y la familia, de tal manera que a las mujeres

no se les ponga en la tesitura de tener que decidir en algún momento de su vida entre formar una familia o buscar su desarrollo profesional. No podemos cometer la torpeza de que se produzca la fuga del talento femenino”.Desde hace años, la empresa tiene establecidos turnos rotativos de jornada intensiva, para facilitar la conciliación de trabajo y familia de su personal. El espíritu de empresa familiar sigue vivo en Industrias Cárnicas, y a pesar del fuerte crecimiento que ha experi-mentado en los últimos años, Ángeles y sus hermanos trabajan para que esa esencia se mantenga siempre.El gran despegue se produjo en el año 2004. Hasta entonces la actividad prin-cipal había sido la producción de em-butidos y jamones, pero a partir de ese año lanzan una nueva línea de produc-tos, basada en la elaboración y comer-cialización de platos preparados. “Fue una auténtica revolución que supuso un incremento de nuestras ventas en un 115 por ciento en el año 2005. Hoy día, el 50 por ciento de nuestro negocio lo genera esta gama de productos”.Para esta mujer nada es intocable, lo fundamental es tener capacidad para adaptarse a los cambios. “Está claro que ningún proyecto fun-ciona por casualidad, detrás hay mu-

sionalidad y también de generosidad en dar lo mejor que cada una y cada uno tiene”.Sus proyectos no acaban ahí, y en la actualidad están creando nuevos ca-nales de venta, además de desarrollar un proyecto de hostelería que desde hace tiempo están evaluando. “Siento una gran satisfacción por haber tenido la suerte de liderar una empresa de esta envergadura. En mi caso, ser la directora general de Industrias Cárnicas Zurita fue consecuencia de una suce-sión, pero, también, una elección perso-nal, libre y voluntaria, que me ha ayuda-do a madurar como persona, diría que me ha ayudado a ser mejor persona”.

Mª Fe Peinador GarcíaPEINADOR

DISEÑO Y VENTA DE CALZADO DE SEÑORA

Mª Fe Peina-dor, diseña-dora y geren-

que lleva su primer apellido, Peinador, de-dicada al diseño de calzado y complementos de señora, apuesta desde sus comienzos por la personalización de sus creaciones, buscando la per-fecta combinación entre cubrir las necesidades que en cada momento y para cada ocasión tiene una mujer a la hora de vestir una parte de su cuerpo, “y entender el calzado casi como una obra de arte que,

tra personalidad”.Diseñar y crear, los criterios

tura de esta empresa, don-de nada queda a la improvi-sación, donde cada modelo conlleva un auténtico proceso creativo, cargado de investi-gación, selección minuciosa de materiales y búsqueda de elementos nuevos e innovado-res para conseguir el perfecto

el arte y la belleza trasladados al calzado femenino”.Las creaciones realizadas por

fuerza que pone en cada uno de sus actos, en cada momen-to de su propia historia que em-pezó hace 35 años en la capital granadina. Mª Fe recuerda su infancia siempre rodeada de di-bujos, papeles que ella garaba-teaba e impregnaba de colores. “Desde pequeña me encantaba jugar a inventarme vestidos, bolsos y zapatos para mis mu-ñecas. Admiraba el diseño de cada modelo de zapato y me preguntaba quién sería la per-sona capaz de tener tanta ima-ginación y crear lo que para mí eran pequeñas obras de arte”. Seguridad, unión e indepen-dencia, son los sentimientos

niñez. “Mis padres enseñaron a sus seis hijos a luchar y tra-bajar por conseguir aquello en lo que crees y buscas con de-cisión, independientemente del esfuerzo que ello te suponga”.Para ella no tiene sentido em-peñarse en la búsqueda de la felicidad, “la felicidad no se busca, se obtiene por un cú-mulo de circunstancias”. Loimportante, en su opinión, es sentir ilusión por el trabajo que haces, apreciar lo que vales y

amar lo que tienes. “A mí la ilusión por las cosas y las per-sonas es lo que me inspira”.Mª Fe tenía muy claro que lo que realmente le gustaba y atraía era el mundo del di-seño. Realiza varios cursos relacionados con esta área y el dibujo técnico. Pero no

una formación más amplia y especializada. Describe que casi por casualidad conoce la existencia del Centro Tecnoló-gico del Calzado, ubicado en Valencia. “No fue tarea fácil convencer a mis padres, pero

sueño” y durante tres años se formará en diseño y arquitec-tura del calzado.Ésta será una de las experien-cias que más gratamente re-cuerda ”fue como empezar a dar forma a lo que yo quería hacer en el futuro. Era como si las piezas del puzzle empeza-ran a encajar”.“Aprendí que el diseño se puede estudiar, pero que la creatividad y la imaginación, si bien son cualidades innatas en todas las personas, algunas nacen con un don especial que les permite desarrollarlas”.

Ella misma hizo una prospección de cómo debía ser el establecimiento. “Tenía que ser un negocio con imagen, basado en el diseño personalizado, que me permitiera desarrollar

propio estilo”. Así nació Peinador, una idea que consiguió convertirse en realidad. Las horas y esfuerzos que Mª Fe ha dedicado a esta empresa son inimaginables, pero, como ella dice, es difícil que un negocio grande o pequeño pueda desarrollarse de otra manera.Fue una aventura empresarial que empezó de menos cero pero, eso sí, con un motor llamado Mª Fe y un combustible llamado trabajo, mu-cho más valioso que el dinero.En el terreno personal ha ido construyendo su propia familia, un hijo y dos hijas, que son su preocupación y constituyen su principal fuen-te de alegría y satisfacción. “Reconozco que mis hijos son mi mayor y mejor creación, me hacen sentir viva y de ellos aprendo a aprove-char intensamente cada momento que la vida me regala”.A ellos les transmite los principios que rigen su vida: honestidad y seguridad; de ellos es-pera que sean felices y que sean capaces de mantener la ilusión en todo aquello que deci-dan hacer en la vida. “Siempre les digo que las personas que no sueñan, que ni siquiera son capaces de soñar, es como si no tuvieran alma, como si no estuvieran vivas”. Para Mª Fe cada colección de zapatos que ha ideado, que ha soñado, le ha supuesto un volver a empezar; es como iniciar una nueva aventura empresarial. En este sentido, desde la puesta en marcha de la marca Peinador son varias las aventuras que esta mujer ha mate-rializado. La última de ellas ha sido una colec-ción inspirada en el Barroco español “se trata

De esta forma, poco a poco

sus ideas y diseños que luego materializaba. “Fue un éxito. Para mí fue un verdadero descubrimiento: mis diseños gustaban”.Aquello la motivó a seguir ade-lante. Viajó y vivió en ciudades como Londres, Roma, Oporto… “Sentía fascinación por todos aquellos lugares de los que podía beber arte en estado puro, de los que podía extraer experiencias y conocimientos que después trasladaba a mis cuadernos de dibujo. Era obtener información y formación a borbotones”.Para pagarse su estancia en estas ciudades europeas, compaginó estudios y trabajo. Trabajó como dependienta en comercios de ropa, escapara-tista, de una forma o de otra, siempre ligada a la moda, al diseño y la creatividad. Empie-za a proporcionar sus diseños de zapatos a empresas fabri-cantes del sector “y sorpren-dentemente me los pagaban”. Con la cabeza llena de ideas, regresa a Granada y, desde la seguridad en sí misma y la serenidad de los conocimien-tos bien aprendidos, tomó la decisión profesional más im-portante de su vida: pondría en marcha una empresa, una tienda de zapatos.

de doce líneas de inspiración que van desde Velázquez o Vermeer, hasta Juana la Loca, y otra creación basada en el poema titulado La princesa enamorada que García Lorca dedicó a la reina loca”.Asimismo, colección de zapatos de no-via, modelos personalizados y exclusivos “realizados a partir de ideas propias, combinando pieles y textiles diversos, con adornos y complementos que buscan obtener un producto bello y diferente para un día tan especial”. Es cierto que es muy difícil in-novar continuamente, pero la innovación es un factor deter-minante en cualquier empresa si el objetivo es conseguir que ésta se consolide y perdure en el tiempo. “Siempre digo que una empresa es un organismo vivo y, cuanto más vivo esté, mejor funcionará y más posi-bilidades de éxito tendrá”. Es por lo que Peinador preten-de en todo momento adaptarse a las necesidades y gustos de su clientela, buscar algo nuevo, que asombre, que sorprenda.Y realmente lo consigue. Prue-ba de ello son los premios y distinciones con las que ha sido reconocida la labor empresarial de esta mujer, como son, entre otros, el Premio a la Empresa-

ria Innovadora 2006 de Grana-da y el Premio concedido por la Cámara de Comercio de Gra-nada a la iniciativa empresarial del año 2006.Estos reconocimientos son es-pecialmente valiosos para esta empresaria “porque con ellos, se muestra el esfuerzo y el tra-bajo de las mujeres que, con sus empresas, estamos ayu-dando al crecimiento económi-co de la provincia de Granada”. En su trayectoria empresarial Mª Fe no está sola, está acom-pañada y apoyada por todo un equipo que comparte la misma

belleza y creatividad en cada uno de sus productos.La ampliación de plantilla que la actividad está demandando hace que Peinador esté en un proceso actual de reajuste al contemplar la creación del área de recursos humanos, que se sumará al actual orga-nigrama compuesto por siete departamentos técnicos. Hace algunos años la marca también se estableció en la ciudad portuguesa de Oporto, “una ciudad con un encanto muy especial y con una per-sonalidad que se ajusta per-fectamente a nuestro modelo de empresa”.Esta idea también ha sido un éxito y un enorme reto, ya que

no se trataba de crear una tienda grande sino una gran tienda, lo que en ocasiones es mucho más difícil. Peinador siderada en el ámbito inter-nacional. Así lo acreditan los mercados europeos y japone-ses donde las colecciones di-señadas por Mª Fe empiezan a hacerse un hueco, con un carisma y una imagen empre-

“Después de estos años como empresaria, me doy cuenta de que para hacer empresa hace falta que convivan muchos factores; el primero, al menos para mí, la creatividad, pero además la capacidad de tra-bajo ilimitada, el entusiasmo necesario, sin olvidar la capa-cidad de riesgo y la prudencia imprescindibles”.Para terminar, le preguntamos cómo animaría a fomentar en-tre las mujeres la creación de empresas. Nos responde con unas palabras de Victor Hugo que dicen así: “El futuro tiene muchos nombres: Para los dé-biles, es lo inalcanzable, para los temerosos, lo desconoci-do, para los valientes, es la oportunidad. Valentía pues”.

Beatriz Pérez MartínANDALUCINE

PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL Y LOCALIZACIONES

Beatriz nace en Sevilla, ciudad en la que estu-dia y desarrolla su actividad em-

presarial, salvo un periodo de tiempo que estudia en Málaga.Pero, por encima de todo, se siente andaluza, le gusta tra-bajar en y por Andalucía.“Tengo una abuela granadina y otra malagueña, por lo que me siento un poco de toda An-dalucía. Soy una enamorada de mi tierra”.Proviene de una familia que, aunque económicamente aco-modada, inculca a sus hijas el valor de las cosas, “mis padres nos decían que los caprichos teníamos que costeárnoslos nosotras” por lo que desde muy joven Beatriz compatibili-za estudios y trabajo. Es una buena estudiante, y

alguna manera abocada a cursar estudios superiores, en concreto la carrera de De-recho. No lo tiene nada claro, pero era lo que se esperaba de ella “mi padre era abogado, mi hermana también”.

Es una etapa de incertidum-bres “pero entendí que esta carrera me permitiría acce-der a opciones laborales muy diversas”.Durante el primer año de la licenciatura se debate entre continuar o empezar a tomar-se en serio aquellos temas que realmente le interesaban: la imagen, la arquitectura y el dibujo.Se reconoce cierto grado de inseguridad que intenta paliar con un carácter fuerte e inde-pendiente. Lo que la lleva en segundo de carrera a tomar la decisión de dejar estos estu-dios, pero al mismo tiempo le preocupa la reacción de sus padres, especialmente de su padre. No quería generar con-

cisión le decepcionaría. Para Beatriz la reacción de su padre, además de inespera-da, fue clave para que verda-deramente encauzara su vida profesional por los derroteros que a ella realmente le gus-taban: la creatividad, el cine y la imagen. “Fue sorprendente, cuando se lo comuniqué, me comentó que también había estudiado Derecho sin voca-ción, por obligación. Así que debes buscar tu sitio y desa-rrollar tus inquietudes… es la única manera de ser feliz”.Parte, gran parte de lo que es hoy, se lo debe a él, a su pa-dre, “que fue quien me orientó y me ayudo a como el decía, a buscar mi camino”. Para Beatriz fueron decisivos los cursos de Imagen y Sonido que realiza en Málaga, “allí fue donde empezó todo”, porque

después vinieron otros cursos de video interactivo, comienza

la carrera de Imagen y Sonido.Cuando piensa qué aprendió o hasta qué punto es válido lo que aprendió en su forma-ción, Beatriz entiende que todo le ha servido, que todo es válido. Sabe distinguir lo que aprendió en su familia y en la Universidad. De su familia, los valores que han marcado toda su vida, honestidad, respeto y toleran-cia, que más tarde ha intenta-do trasladar a sus hijos y que también ha llevado a su vida profesional.De la formación académica, el conocimiento y el saber dar un enfoque más amplio a las cosas. En realidad, el mantener viva la curiosidad, y saber aprender de todas las situaciones.A los 21 años se independiza de su familia y aunque trabaja en sectores relacionados con sus estudios, como la fotogra-fía, reconoce que el trabajo como meritoria, en el rodaje de una película fue la expe-riencia educativa más valiosa que ha tenido. Los meritorios, los aprendices en el cine, ha-cen de todo, pero aún así le pareció una experiencia muy creativa. “Todas las personas que nos dedicamos al mundo de la imagen y la producción decimos que hasta que no pa-sas la prueba de fuego de ser meritorio, no puedes estar se-guro de que tu vida profesional se vaya a desarrollar en los medios audiovisuales. Porque es una locura, son muchas horas, mucho estrés…”

Ese sentimiento de discriminación de género “siempre lo he tenido” . Ya en sus primeras experiencias de trabajo percibe ciertos enca-sillamientos que sufren las mujeres. “Hay de-partamentos en los que prácticamente no hay mujeres, como son eléctricos, cámaras, maqui-nistas… sin embargo hay otros en los que la mayoría son mujeres, como producción, secre-taria de rodaje…” Beatriz es realmente consciente de las barreras de género cuando se convierte en empresaria. Son muchas las mujeres que tienen una eleva-da formación técnica en el sector audiovisual, son muchas las mujeres que, siendo excelen-tes profesionales, trabajan en la producción y en los medios de comunicación; sin embargo, escasean aquellas que deciden crear su pro-pia productora. Mujer inquieta, considera que las empresarias “debemos implicarnos en el mundo organizado de la empresa. Me ha supuesto compartir ex-periencias, ponerle cara y dar forma a aquello que sientes, porque en un principio no sabes si es inseguridad personal, si determinadas situa-ciones te ocurren sólo a ti… Descubrí que en realidad se trata de un problema de género que subsiste en la sociedad, lo que hace que las mujeres tengan un tratamiento distinto, discri-minatorio con respecto a los hombres, en gene-ral, en todos los ámbitos de la vida, y de forma muy acuciada en el mundo de la empresa”.Comprometida las mujeres tienen una perspectiva distinta a la de los hombres pero igual de valiosa, por lo que es necesario que las mujeres incorporen su forma de hacer para que nuestra sociedad funcione de forma más equilibrada “y la empre-sa es un escenario perfecto para que las muje-res puedan incorporar su visión y sus valores, accediendo a puestos de mayor responsabili-dad y representatividad”. Para Beatriz la maternidad ha sido uno de los hechos que más le ha marcado, no sólo en su vida personal, sino también en su construcción como empresaria. El ser madre le ha hecho

Todo su trabajo tiene coheren-cia, la capacidad de trabajo duro, de observar y aprender de quienes tienen más ex-periencia. Pero es un descu-brimiento poco a poco, casi por casualidad. “Entendí que si quería controlar todos los aspectos de un producto au-diovisual, desde la calidad, el formato, la creatividad… tenía que ser productora”.De ahí surge la idea de crear una productora de cine, que nace con el nombre Barataria.Visto en la distancia, la verda-dera razón de poner en marcha una empresa está en su propia personalidad, “soy una perso-na independiente, que necesi-ta tener grandes dosis de liber-tad para poder disfrutar con lo que hago”. Se inmiscuye en los proyectos, controlando no sólo la fase inicial de la producción, sino también los efectos, y eso sólo podía hacerlo creando su propio negocio.La creación de la empresa fue un camino duro, fruto de mu-cho trabajo y de muchas ho-ras. Cuenta con el apoyo de su padre, de su pareja, pero su madre es reticente y eso la hace dudar. “Asumir las res-ponsabilidades que conlleva dirigir una empresa me ha cos-tado mucho. En parte, porque mi madre me trasladó, aún sin ella querer, el modelo de vida que le habían inculcado, una mujer a la sombra de su marido”. Beatriz ha tenido que aprender a desprenderse de este modelo para poder crecer como persona y, por añadidu-ra, hacer crecer a su empresa.

otras personas. “Tener a mis dos hijos me hace ser más generosa, ser más responsable de mis actuaciones. Siempre he tenido una actitud positiva ante los errores, sin embargo, hoy día, procuro dedicar todo el tiempo que sea

dirigir implica asumir la responsabilidad de que tus decisiones van a afectar en mayor o menor medida a un grupo de personas, a un equipo de trabajo”.La formación empresarial que recibe en el Instituto Internacional San Telmo es clave para el crecimiento de su actividad empresarial. Es el mapa de ruta de una nueva etapa, el punto de partida de un nuevo proyecto empresarial. “Mediante la formación descubrí las carencias que tenía en las distintas áreas de la empresa, sobre todo descubrí la necesidad de seguir creciendo empresarialmente”.Con el apoyo “valioso” de su pareja, se embarca en la construcción de la empresa Andalucine S.L, dedicada a la producción audiovisual de documentales, películas de televisión y películas publicitarias y de promoción, así como a la producción de películas propias.Pero sin duda, el proyecto que más apasiona e ilusiona a Beatriz en estos momentos es la segunda línea de negocio que está desarrollando la empresa, consistente en un portal

a profesionales del sector, ofrece la posibilidad de obtener las mejores localizaciones reales para el rodaje de películas, a partir de la elección de una

paisajística, sin tener que pasar horas buscando en la red entre las distintas webs locales que basan sus propuestas en fotografías de decorados. “Estanueva línea de actuación de la empresa me tiene enamorada, porque

se trata de un proyecto innovador que, estoy convencida, va a generar mucha riqueza”.Beatriz se muestra entusiasmada con el negocio que gerencia y comparte junto con dos socios más, uno de ellos su pareja, con la que comparte una igualdad real tanto en el trabajo como en el cuidado y educación de los hijos y la realización de las tareas domésticas “diría que, en el ámbito familiar y doméstico casi lleva más peso mi pareja que yo”.Siente reconocida su labor como empresaria. Los premios y reconocimientos recibidos son un

seguimosy estamos en el camino correcto”. Perotambién exigen la responsabilidad y el esfuerzo de “no bajar la guardia” en ningún momento.“Llegar hasta aquí es de lo que más orgullosa estoy, saber que lo que hacemos tiene el reconocimiento de las compañeras y compañeros del sector, y saber que seguimos vivos y llenos de proyectos”.

Amparo Pernichi LópezAMPARO PERNICHI VIDRIEROS

DISEÑO, FABRICACIÓN Y RESTAURACIÓN DE

VIDRIERAS ARTÍSTICAS

Aunque nació en Barcelona, muy pronto se tras-lada a vivir con su familia a la

provincia de Córdoba, con-cretamente a la zona del Valle de los Pedroches. Allí perma-necerán hasta que, cumplidos los catorce años, se instalan

cordobesa, si bien Amparo, concluirá sus estudios univer-sitarios en Madrid. No será hasta el año 2002 cuando se

“para no volver a ausentarme más de la única ciudad en la que ten-go algún arraigo”.“En mi familia se vivía con vocación de esfuerzo, de ho-nestidad y de trabajo, que mi padre inculcaba a sus cuatro hijos”. Su madre les enseña los valores de familia, espíritu

también desde muy joven, descubre el valor que más ha luchado en mantener durante todo su vida: “la libertad de elegir, que es algo a lo que nunca estaría dispuesta a re-nunciar. Yo lo veo así: si algo no te satisface, o no te gusta,

tienes que intentar cambiarlo, y trabajar, aunque sea con vis-tas a un futuro más o menos cercano, para conseguirlo”. No entiende que haya perso-nas que estén dispuestas a re-nunciar a un bien tan preciado como es la posibilidad de ele-gir, de escoger, en su opinión, eso es lo que hace completas y plenas a las personas.Cuandoen el colegio tiene que decidir cómo proyectar su vida y su formación académica, se incli-na por una carrera de ciencias, la Ingeniería Técnica en la es-pecialidad de Obras Públicas, que como antes hemos men-cionado cursó en Madrid. En esta decisión tuvo un peso im-portante el carácter de reto y cierta dosis de pragmatismo.“Me interesaba fundamental-mente porque era difícil. Sabía que quizá no era lo que me hacía disfrutar más, pero mi manejo de los números y de

sacar adelante esta carrera”.De otro lado, su sentido prácti-co le decía que la especialidad elegida le permitiría tener bue-nas oportunidades de trabajo.

Reconoce que, teniendo en cuenta cómo ha trascurrido su trayectoria profesional, quizá hubiera sido más acertado ha-ber optado por una formación relacionada con el diseño pero,

“fue la elec-ción que hice, y no me arre-piento, pues la experiencia fue extraordinaria”.Comozar la carrera, empezó a tra-bajar. Lo hizo en una empresa de ingeniería especializada en estudios medioambientales en la que durante tres años ocu-pará el puesto de jefa de obra, para más tarde ejercer como técnica medioambiental en la misma empresa. “Fue mi primer trabajo a tiem-po completo. Esta experiencia la veo hoy como una forma de transición hacia la actividad empresarial que se iba a con-cretar más tarde”.La experiencia fue durísima, “porque con los 22 años que tenía por aquel entonces, mi trabajo consistía en contro-lar el estado de la carga que transportaban los camiones de la empresa”, pero también fue valiosa, le hizo madurar

como persona y como profesional. A partir de entonces, quiso centrarse en el mundo de la empresa que había vis-to desde fuera, y plantearse la posibili-dad de disfrutarlo desde dentro. Descubre desde sus comienzos labora-les que, al menos en el sector en el que trabajaba, estrechamente relacionado con la construcción, existía un trato preferente hacia sus compañeros. “A nosotras nos daban la responsabilidad de las obras menores, sin embargo, las construcciones de envergadura eran asignadas a nuestros compañeros. Daba igual que día a día demostraras tu profesionalidad y potencial”. No se trataba de una norma escrita, todo se traducía en un lenguaje silen-cioso y mudo, en un uso y costum-bre que había conseguido traspasar los límites del tiempo y de sucesivas generaciones “las cosas eran así por-que siempre se había funcionado de aquella manera”. A esta experiencia le sucede otra en una empresa especializada en la fabri-cación de vidrieras artísticas. Fue una etapa de descubrimientos. De un lado, sus dotes artísticas y creativas aplica-das al vidrio, y de otro, la oportunidad de conciliar el mundo del arte y de la creación, con la capacidad analítica y el rigor que requiere la gerencia de una

empresa, además del espíritu empren-dedor y la ambición empresarial.Fueron ocho años en los que Amparo se descubrió como artista y empresa-ria, ya que además de desarrollar la línea de vidriera artística, fue la ge-renta y participe de la sociedad para la que trabajaba. “Trabajar en esta empresa cambió mi futuro profesional gracias en buena parte a la generosa apuesta del que considero fue mi maestro, Peke Toyas, quien poco tiempo después se conver-tiría en mi marido y socio”. En el aspecto personal, se casa y na-cen su hijo y su hija. Son las personas más importantes de su vida, los tres la acompañan y la animan cada día en este camino que escogió recorrer, “medan estabilidad emocional pero, sobre todo, me hacen tener siempre los pies en la tierra”. A sus hijo e hija intenta inculcar el va-lor de poder elegir y la responsabilidad que ello conlleva, “en la medida que ser y sentirte libre te obliga a ser muy consecuente con tus decisiones, te obliga a saber dirigir tus propios pasos en la vida”.En el año 2002 crea su propia empresa Amparo Pernichi Vidrieros, dedicada al diseño, fabricación y restauración de vi-drieras artísticas.

Puntualiza que “aunque en las distintas fases de producción empleamos todos los medios y herramientas que la tecno-logía pone a nuestro alcance, el proceso de fabricación que realizamos es completamen-te artesanal.” No podía ser de otra manera, pues, según nos comenta esta empresaria, hace algún tiempo pusieron en marcha una línea de fabricación estandarizada de vidrieras, que, si bien hoy supo-ne el treinta por ciento de los ingresos, el grueso de la factu-ración procede de los trabajos exclusivos que la empresa reali-za. “Nos hemos dado cuenta de que a pesar de ser un producto de difícil implantación, nuestra clientela lo que nos demanda es un producto único, exclusivo y personalizado”.En la actualidad, la empresa se encuentra en fase de creci-miento. “No es un producto del que se obtenga una rentabili-dad inmediata, pero la apues-ta, aunque arriesgada, está mereciendo la pena”. El objeti-vo es llegar a ser líderes a nivel nacional en el vidrio artístico. Ella lo expresa de manera con-tundente: “lo que me propongo es que la vidriera artística vaya asociada al nombre de nuestra empresa”.

Probablemente, una buena for-

muy bien a la gente con la que uno quiere estar. En este sentido, Amparo se siente satisfecha de estar rodeada de las personas, artesanas, artistas y diseñadoras, que trabajan en su empresa. “El trato con ellas, la necesi-dad de motivarlas y el saber cómo hacerlo, han sido ca-pacidades que he aprendido a desarrollar desde que soy empresaria, pero ha sido im-prescindible, porque el com-ponente creativo es el factor clave de nuestra diferencia-ción en el mercado”.Actualmente, en su afán de

poniendo en marcha un plan de actuación para la comer-cialización de sus productos de forma virtual, a través del sitio web con el que cuen-ta la empresa, “la idea que perseguimos es que nuestra clientela pueda visualizar a través de nuestra página las vidrieras acabadas, ver posi-bles diseños que se adapten a sus gustos y necesidades, incluso la posibilidad de en-viarles presupuestos en fun-ción de los modelos y dise-ños elegidos”.Además la empresa está im-plantando un programa infor-mático de gestión para optimi-zar sus acciones comerciales y de atención a la clientela.

“Queremos actualizar e innovar el producto pero sin que pierda un ápice de identidad y de per-

las herramientas de la industria al servicio de la artesanía”.Sin tapujos ni dobleces, Ampa-

una empresaria de éxito. Es consciente del camino que le queda por recorrer, hasta po-der decir que Amparo Perni-chi Vidrieros es una empresa fuerte y sólida, “pero no por ello dejo de considerar exito-sa mi trayectoria empresarial, sobre todo, cuando pienso que todas las personas que trabajamos en esta empresa vivimos haciendo lo que más nos gusta”.Cuando le preguntamos si volvería a escoger el mismo camino, nos contesta antes incluso de que hayamos termi-nado de formularle la pregun-ta. “La valoración que hago de estos cinco años pasados es que ha sido y está siendo difícil, porque paralelamente a la gestión del negocio apa-rece un sentimiento de res-ponsabilidad que cada día te exige hacerlo mejor, hasta lle-gar a convertirse casi en una obsesión.Sin embargo, en mi opinión, po-cas cosas son comparables a la satisfacción personal de crear, de hacer posible algo, es como tener el privilegio de ver cumpli-do un sueño en el que tú partici-pas directa y activamente”.

Carmen Piedra RuizCARMEN PIEDRA

CONFECCIÓN TEXTIL SEÑORA Y CABALLERO

Cuando nos en-trevistamos con Carmen Piedra, lo hacemos en la tienda que lleva

su nombre, ubicada en el cen-tro comercial y de negocios de Marbella. En pleno centro de la ciudad malagueña. En la actualidad, el comercio se dedica al diseño y confección para señora y caballero; si bien, originariamente, en el año 1991 cuando se constituyó, la empresa estaba especializada en la confección de trajes de novia y ceremonia, productos que continua comercializando en la actualidad.A lo largo de la conversación que mantenemos con ella, se producen varias interrupcio-nes; no nos sorprenden, des-de el primer momento, se ha excusado ante la posibilidad de que esto pudiera ocurrir, ya que, la época estival coin-cide con la temporada alta de esta empresa, encontrándose todo el personal trabajando a pleno rendimiento en la ela-boración de los encargos que tienen comprometidos para los

de año. No obstante, la entrevista se desenvolvió de forma relajada y amena gracias a su facilidad para retomarla en el tema que en ese momento estuviése-mos tratando. Carmen se muestra una mu-jer decidida, cuando al iniciar la actividad empresarial, con-

del funcionamiento y gestión de una empresa. Ella así lo expresa: “mi decisión, ilusión

para que pudiera sortear las carencias en la gestión que

tuve al comienzo de mi trayec-toria empresarial”.Confi ada, por cuanto sabe me-dir sus posibilidades, se sien-te segura del trabajo que se realiza en su empresa, y lo sabe transmitir con maestría, tanto a empleadas como a la propia clientela. Independiente, necesita ser y sentirse libre, dar prioridad a sus ideas, a lo que ella quiere hacer y a sus ilusiones. Y desde luego, constante, vuelca todos sus esfuerzos, los que puede poner con los cinco sentidos, en conseguir sus objetivos; no importa el tiempo que haya que dedicar,

do deseado.Cordobesa, nacida en el pueblo de Cabra, del que Carmen se siente muy orgullosa por par-tida doble; en primer lugar, porque, ciertamente, el muni-cipio cordobés ha dado perso-nas importantes e ilustres en ámbitos como, la literatura, la política y la ciencia; pero tam-bién, porque nuestra entre-vistada, como ella dice, “mesiento muy de mi pueblo, por calidad de vida, por el trato con y entre las personas, por el ritmo pausado y calmo en el que trascurre la vida”. Desde su juventud se propuso no extrañar y a la vez, sentir añoranza de su pueblo, si por alguna circunstancia debía marcharse. Como así fue. En 1980, por motivos de trabajo abandona Cabra, desde en-tonces,de semana, participo en todos los eventos culturales que se organizan, y con los años he conseguido que mis hijos tam-bién estén tan integrados que, hoy por hoy, son más ega-brenses que yo”.

En su vida, la familia ocupa un papel principal, si bien, más que de la familia propiamen-te dicha, Carmen habla de la

liar, porque para ella también forman parte del mismo, los amigos, “yo tengo grandes amigos, que me aceptan tal y como soy, me reconfortan, me escuchan y hasta me sopor-tan, igual que la familia,... yo me doy mucho a mis amigos, pero debo reconocer que de ellos recibo muchísimo más”.De su madre ha heredado “la constancia, la curiosidad por todos los temas que me ro-dean y la capacidad para ob-servar y asimilar”.Su padre, la persona con la que más antagonismos ha tenido, pero, a su vez, la más decisiva en su vida, y a él ha querido de-mostrar que era capaz de ser empresaria, de depender sólo de ella, sin necesidad de trabajar para nadie. “Mi padre no tenía claro que este mundo, el de la empresa, también fuera cosa de mujeres, y el recelo que mani-festaba a que me pudiera ir bien, junto a mis ganas de demostrar-le que era capaz de hacerlo, fue-ron los principales motivos que me llevaron a intentarlo”.Estudia Magisterio en la rama de Ciencias Sociales, para más tarde, formarse en la es-pecialidad de Educación Es-pecial; también cursa Pedago-gía Terapéutica, Logopedia y Ortofonía, y en medio de toda esta formación, consigue en-trar en la Escuela Internacional de Decoradores. Nunca llega-rá a ejercer como decoradora,

que tiene pendiente en su vida.Desde los 18 años compaginará los estudios con trabajos esporádicos que le reportan al-gunos ingresos. Era su forma de reivindicar su independencia, y aunque fue duro, le compen-

satisfacción de valerse por sí misma, y depen-der económicamente lo menos posible de su familia. “Recuerdo un verano, que me dediqué a dar clases particulares en una urbanización, empezaba a trabajar a las nueve de la maña-na y terminaba a las ocho de la tarde... fue agotador, pero fue el primer dinero importante que gané”.Se casa. Piensan que sus pretensiones de tra-bajar fuera de casa, ha sido sólo un capricho de juventud que al estar casada se le pasará; du-rante algún tiempo, hasta ella misma se intenta-rá convencer de su nueva situación y dedicarse al cuidado de sus hijos y de su nuevo hogar.Pero, aunque los trabajos realizados, hasta ese momento, habían sido eventuales y económi-camente poco productivos, para ella tenían un

de la autonomía, de la emancipación, “el valor de tomar mis decisiones, administrar mi propio

con mi esfuerzo, no soportaba el sentimiento de ser mantenida, tenía unos conocimientos, escasa experiencia, y la maravillosa sensación de muchas cosas por hacer”.Acababa de cumplir 24 años, tenía una hija y un hijo pequeños, ambos de la misma edad, y

las oposiciones de Magisterio. Aquello podría ser la llave que la condujera a la independen-cia económica y la estabilidad laboral.Con un alto concepto de sí misma, respaldada por el valor de la decisión adoptada y dichosa de asumir nuevas responsabilidades, se marcha al destino de su recién estrenado trabajo como maestra en un colegio de Marbella,… “la maleta cargada de ilusiones, de ideas, proyectos. Con-migo, mis hijos y la sensación de haber recupera-do la porción de libertad que me correspondía”. Durante diecisiete años ejercerá como maestra,

en la especialidad de Pedago-gía Terapéutica y Logopedia, en distintos centros educati-vos de la ciudad malagueña. El año 1987 fue crucial en la vida de esta mujer. Se acababa de crear en Málaga la Escuela de Diseño, y a pesar de la opo-sición del director del centro a que se matriculara, argumen-tando que le sería imposible asistir a las clases, al estar trabajando y tener dos hijos pequeños, Carmen reivindica su derecho a ingresar en la en-tidad y lo consigue. Sus diseños son atractivos, las líneas originales dejan entre-ver unos trazos bellos y su-gestivos. “Un fotógrafo amigo mío, fue el culpable de que decidiera poner en marcha mi empresa, ya que, casi me obli-gó a presentar una colección en el Certamen de la Moda de Marbella… La noche anterior no dormí, me temblaban las piernas sólo de pensar que entre los miembros del jurado había diseñadores de la ca-tegoría de Pedro del Hierro y Elio Benhayer”. Tuvo un rotundo éxito. Aquello

vo que necesitaba y al año si-guiente Carmen había puesto en marcha su taller de diseño y confección. Durante siete años compagina-rá su trabajo como docente y el taller de costura. “Era funcio-naria de nueve a tres y de tres a doce de la noche, me con-vertía en empresaria, además madre de cuatro hijos… era de locura, de auténtica locura”. Una anécdota servirá para

describir la situación del todo estresante y caótica que so-brellevaba: “Hubo un día en el que me llevé a una de mis hijas al taller, cuando llegó la noche a la niña le entró sueño y le improvisé una cama deba-jo de mi mesa. Cuando termi-namos, ya de madrugada, nos fuimos. No fue hasta que me monté en el coche cuando caí en la cuenta: ¡había olvidado a mi hija en el taller!”.Carmen conoce de primera mano, el coste que para mu-chas mujeres supone desarro-llar una actividad profesional,… “hasta tal punto que mantener-nos en el mercado de trabajo, puede llegar a convertirse en una auténtica hazaña digna de una heroína… estamos todo el día improvisando, desarrollan-do una capacidad de trabajo y de organización, que para sí la quisieran los altos directivos de las más grandes empresas”. Actualmente, está dedicada en exclusividad a su trabajo como empresaria, lo que le ha per-mitido dar un fuerte impulso al crecimiento de su empresa, sobre todo, en estos momen-tos, en los que, en su opinión, el sector textil está viviendo una importante crisis debido a la dura competitividad a la que se enfrenta tras la entrada en el mercado español de los países asiáticos. “En ocasio-nes, la vida te exige un volver a empezar, cuando esto ocu-rre, te tiene que encontrar tra-bajando, ideando nuevos pro-yectos, buscando recursos,… Para mi, esas situaciones hay que entenderlas como acica-

tes para mejorar, pensando que es bueno asumir los cam-bios desde el optimismo,… si no la vida puede llegar a ser muy aburrida”.Las expectativas de futuro pa-san por industrializar el proce-so de producción, incorporan-do la tecnología en las fases de dibujo, patronaje, y diseño, así como, mecanizar parte del ciclo de elaboración de cada producto, lo que, redundará, en la ampliación de la plantilla, a día de hoy compuesta toda por mujeres. “Es hora de dar el paso de la artesanía a la industria, apro-vechando todos los recursos de tipo tecnológico que estén a nuestro alcance. Quiero ir paso a paso, pero yo no re-nuncio a nada, ya no quiero renunciar a nada”.

Mª Carmen Portillo IzquierdoESCUELA INFANTIL PEKES

EDUCACIÓN INFANTIL

Cuando entre-vistamos a Mª Carmen Portillo lo hacemos en una de las tres

escuelas infantiles que geren-cia, concretamente la ubicada en la ciudad de Cádiz. Cuen-ta, además, con otros dos centros de educación infantil situados en el municipio gadi-tano de Puerto Real.Las paredes de su despacho, lugar elegido por ella para man-tener la reunión, están llenas de fotografías de alumnas y alumnos de cursos anteriores, del personal de la empresa y, ocupando un lugar de honor, el cartel conmemorativo del 25 aniversario de la constitución de la empresa. Nos enseña la estatuilla que representa el Premio a la Mujer Empresaria del Año que el pasado mes de marzo le fue concedido por la Confederación de Empresa-rios de Cádiz, “para mí tiene

porque me ha ayudado a va-lorarme más y reconocerme a mí misma como una buena empresaria”.La empresa ocupa íntegra-

plantas perfectamente acondi-cionado y da la impresión de estar muy bien distribuido en función de los servicios que allí se prestan: entre otros, au-las de formación para niños de cero a cinco años, comedor, gimnasio y muchos espacios abiertos dispuestos para reali-zar actividades al aire libre. Precisamente, la construcción

esta mujer, fue una de las de-cisiones más arriesgadas que ha tenido que tomar a lo largo de su historia como empre-saria, pues “a los problemas

que tuve con la inmobiliaria que intentó por todos los me-dios que no pudiera optar a la compra del terreno en el que construir la escuela, se

el proyecto”.Curiosamente, bajo las condi-ciones de un préstamo per-sonal y otro hipotecario una

su proyecto.

A lo largo de la conversación que mantenemos con ella se muestra sincera y abierta, re-memorando sin tapujos las vivencias y momentos que le han marcado y que han condi-cionado su forma de actuar y de hacer en la vida.Una vida que se inició hace 50 años en un entorno fami-liar marcado por la prematura muerte de su padre, cuando ella apenas había cumplido los siete años de edad. “Mimadre se vio con cinco hijos pequeños a los que tenía que sacar adelante. Era enferme-ra y hacía diariamente dos tur-nos en el Hospital, iba a poner

inyecciones a las casas y en verano alquilaba algunas de las habitaciones de la casa en la que vivíamos a los turistas que venían a Cádiz a pasar las vacaciones”. Es la persona que más le ha

como persona. “Su espíritu lu-chador, sin tregua para venir-se abajo en los momentos di-fíciles, me ha ayudado mucho

han ido surgiendo a lo largo de mi vida”. Mª Carmen es la única mujer de los cinco hermanos. Reco-noce que tenía todas las pape-letas para recibir una educa-ción sexista, “y aunque lo han intentado, no lo han consegui-do porque siempre he estado estudiando y trabajando”. Al

tancias que le tocaron vivir a su madre, que la forjaron indepen-diente en lo personal y en lo económico, asumiendo el pa-pel de madre y padre a la vez; ese ha sido su modelo aprendi-

Con diecinueve años, y una asignatura pendiente de C.O.U, accede a su primer puesto de trabajo, en una em-presa de hidrocarburos donde sólo permanecerá tres meses. “No me fue mal en el trabajo que desempeñaba como ad-ministrativa, incluso me ani-maron para que me quedara”.

era un trabajo para ella. Lo deja, y durante los tres me-ses siguientes trabajará como auxiliar de clínica. Por entonces, mantiene lo

lucha interna, entre terminar C.O.U y estudiar la carrera de Medicina, o decantarse por

dedicarse a materializar la idea que desde hacía algún tiempo tenía en la cabeza: poner en marcha una escuela infantil. Se decide por esto último, lo que en ningún caso le supuso grandes re-nuncias, “fue una decisión tomada por mí, sin ataduras, sin imposicio-nes. Siempre había querido trabajar en algo relacionado con los niños, y ví en la creación de mi propia em-presa la oportunidad de desarrollar, de un lado, mis deseos de supera-ción, y de otro, dedicarme profe-sionalmente a lo que realmente me gustaba”. En su opinión fue una de las mejo-res decisiones y elecciones que ha tomado en la vida, “porque la pues-ta en marcha de mi empresa supu-so mucho más que iniciarme en la actividad empresarial, más que una empresa ha sido el proyecto de mi vida, me ha ayudado a superarme como persona”, aspectos de su carácter que, como la timidez, tantas autolimitaciones le han supuesto. En el año 1978 inicia su andadura empresarial con un negocio que desde entonces siempre ha esta-do vinculado a todos los aconte-cimientos importantes de su vida, entre los cuales cita su matrimonio y el nacimiento de sus dos hijos.Fueron unos años en los que tuvo que poner a prueba su capacidad de organización pues, en el terre-no personal, había nacido su pri-mer hijo y estaba embarazada del segundo, al mismo tiempo que es-tudiaba la carrera de magisterio y dirigía su empresa.Sonríe al comentarnos que todavía se pregunta cómo pudo sobrevivir a aquellos años, pero ella, que se

una mujer fuerte, sin duda debió serlo para poder afrontar ese cúmulo de situaciones. Desdecultades que tienen las mujeres para poder hacerse un hueco en el mundo del trabajo, ya sea por cuenta ajena o trabajando como em-presaria. “El papel que se nos impone, inclu-so antes de nacer, se va acentuando con la educación que recibimos, se nos va graban-do a fuego lento en la piel, hasta que llega un momento que lo asumimos como propio y acabamos creyendo que ese rol responde a una elección personal”. En yectoria con la de su marido, que al igual que

probar “que he tenido más barreras y obstá-culos que saltar que él, mi desgaste ha sido mayor, he tenido que esforzarme más, porque el peso de mi mochila ha sido mayor: hacerme un hueco como empresaria, la atención de los hijos y del hogar”.Entre se ha encontrado a la hora de desarrollar su proyecto de empresa están las económicas,

ocupa un lugar muy importante, pues, en su opinión, le ha perjudicado el hecho de que la actividad económica que realiza forme parte de un sector ocupado mayoritariamente por mujeres “esto me ha llevado a situaciones difíciles a la hora de negociar con entidades

como de segunda categoría, cuando yo ten-go personal empleado, clientela, proveedo-res, impuestos, alquileres… como cualquier otra empresa”. Las cosas han cambiado mucho a lo largo de estos casi treinta años desde que Mª Carmen abriera las puertas de su primera escuela infantil.Siente reconocido su esfuerzo, que no sólo se atribuye a ella misma, sino también al equipo de treinta profesionales que trabajan en su empresa, “personas comprometidas, vocacionales y conscientes de que tienen en sus manos algo muy importante como es la

formación y educación de los niños”.Su principal orgullo es comprobar cómo en estas tres décadas han pasado por su escuela dos generaciones de la misma familia. “Nunca olvidaré uno de los mo-mentos más felices de mi vida, cuando en el año 2003 celebramos el 25 aniver-sario desde la apertura de nuestro pri-mer centro educativo y al acto asistieron padres y madres que se formaron aquí y venían acompañados de sus hijos, que son alumnos nuestros en la actualidad”. Desde el punto de vista personal, ha visto crecer y desarrollarse a sus hijos como buenas personas con la máxima aspi-ración de que sean felices “haciendo lo que quieran hacer, pero por encima de todo, que sean buenas personas y que sean felices”. Recientemente, acaba de tomar las rien-das de la gestión de las guarderías municipales de Puerto Real, además de tener en marcha la remodelación y ampliación de las instalaciones de la Es-cuela ubicada en Cádiz para poder aco-ger a un mayor número de niñas y niños menores de tres años “dada la demanda que tenemos solicitándonos nuevas ins-cripciones”.En este sentido, vive con verdadera sa-tisfacción la incorporación estable de su hijo mayor al negocio, ya que lo que en principio iba a ser algo temporal, traba-jando como administrativo, se ha conver-

desarrollando la labor de subdirector de una de las escuelas situadas en Puerto Real.Para esta empresaria es el momento de recoger los frutos “después de haber sembrado durante tantos años, lo quiero disfrutar al máximo, con los cinco senti-dos; el poder vivir y deleitarme en este instante es el mayor éxito que pueda re-compensar mis casi treinta años como empresaria”.

Antonia Prieto GarcíaPAOLA NOVIAS

DISEÑO Y CONFECCIÓN DE TRAJES DE NOVIA

Si la inteligencia

la capacidad de adaptación a las circunstancias,

sabiendo convertir en ventaja la adversidad, sin duda esta-mos ante una mujer que re-

cepto; una mujer que pese a la frustración y el dolor que le hayan podido ocasionar de-terminadas situaciones por las que ha pasado a lo largo de su vida, ha sabido sobre-ponerse a ellas y de ellas ha sabido sacar partido “apren-diendo que los momentos duros que la vida te pone por delante no nos deben reper-cutir negativamente, todo lo contrario, nos deben enseñar a saber valorar más las cosas y hacer vivir intensamente los momentos de felicidad”.Antonia recuerda que esta forma de actuar, “de ir por la vida”, la tuvo que poner en práctica ya en su infancia, cuando con tan sólo 5 años de edad vivió el fallecimiento de su padre. “El sentimiento que más asocio con mi niñez es el de tristeza, al evocar a una mujer muy joven, mi madre, que con 26 años se quedó viu-da con cuatro hijos a los que ella sola sacó adelante”.Paso de niña a mujer en po-cos años, porque mientras su madre trabajaba, ella debía realizar las labores de la casa y quedarse al cuidado de sus tres hermanos más pequeños. Echa en falta lo que para ella es lo más importante en una familia: la alegría, esa alegría

sus amigas y amigos “porque tenían un padre y una madre”.

Mujer abrumadoramente posi-tiva. “Soy lo que soy gracias al amor que se respiraba en mi casa, la unión tan intensa con

el carácter que me forjó, una familia humilde en el aspecto económico, pero extraordina-riamente rica en valores” . Estudia formación profesional en la rama de delineación, en el instituto politécnico de la Rábida, en Huelva. Se orienta hacia todo lo que tiene que ver con la decoración, especial-mente con la decoración de interiores, y “pensaba que los estudios que cursaba podían ser la manera de introducirme en ese área a largo plazo”.Le gusta estudiar, pero descu-bre que lo elegido no le permi-te desarrollar todo su potencial creativo. Por lo que al incorpo-rarse al mercado laboral decide buscar otras opciones de tra-bajo. Valora muy positivamente sus experiencias como traba-jadora por cuenta ajena antes de ser empresaria, “porque te ayuda a ver las cosas desde distintos prismas y por tanto tener una visión más enrique-cedora, y muy especialmente, el año que trabajé coordinando el departamento de decoración de unos grandes almacenes”.Aquella experiencia fue el pun-to sin retorno para tomar una de las decisiones que más ha marcado su vida: crear su pro-pia empresa. Con la puesta en marcha de

su trayectoria empresarial. A pesar de las horas de trabajo, de decir “no” a divertirse con su grupo de amistades, en de-

la empresa le impone con tan

solo 18 años, vive con ilusión, con muchísima ilusión su trabajo como empresaria. “Disfrutaba inventando, haciendo mis propias creaciones y

he sentido mucho amor por mi trabajo”.Y durante todo este tiempo, detrás de esta gran mujer, otra mujer, su madre que, casi en la sombra, le guía, le aconseja, la entiende, “es la persona que más me ha enseñado en la vida. Mi máxima aspiración es parecerme a ella, es una mujer admirable y admirada por sus hijos”. Generosidad y compartir, los principales valores aprendidos. Con cierto pudor, recuerda que

lo dio a una persona que conocía y sabía que No es

compasión, la compasión es sentir lástima de alguien, no es un sentimiento que me guste. Se trata de compartir con las personas que no tienen las mismas posibilidades y oportunida-des que tú”. Desde aquella época abre los ojos y percibe que muchas de las personas con las que comparte género, “tenían voz, pero no eran escuchadas”.No entiende por qué las mujeres, dotadas casi de una inteligencia natural “que las hace ser administradoras, educadoras, realizar varias y diversas tareas al mismo tiempo, no eran me-recedoras de las mismas oportunidades que los hombres”. Porque la discriminación existe, nacen sus compromisos sociales. “Comprome-terte, ayudar, implicarte, es para mí la idea prin-cipal para ser feliz”.Hace 15 años que esta mujer emprendió una nueva aventura empresarial, poniendo en marcha Paola Novias, dedicada al diseño, ela-boración y venta de trajes de novia, madrina, y ceremonia. “Memoda siempre me había atraído. Por mi nego-cio tenía mucha relación con diseñadores de moda nupcial y comercios del sector, por lo que no era una actividad desconocida para mí”. Asiste a una feria dedicada al traje de novia, y decide embarcarse en el nuevo proyecto. Mujer vocacional para la que el riesgo es como un elixir que una vez lo has probado no puedes dejar de tomar. “Pero no soy persona de ha-cer las cosas a ciegas, me gusta asegurarme

. Tras realizar un estudio de mercado, consideró que era un mo-

mento propicio para poner en marcha este tipo de actividad. Antonia es madre de una hija, a la que ha visto crecer a me-dida que también lo hacia su empresa. Constituye el pilar de su vida personal “y mi mayor motivo de alegría y preocupa-ción, porque mi felicidad prácti-camente depende de ella: si mi hija es feliz yo también lo soy, y al revés”. A ella intenta inculcar los prin-cipios heredados de su familia, sobre todo que sepa dar sin esperar recibir algo a cambio. Para esta mujer, es la base de su equilibrio y estabilidad per-sonal. “La persona que da sólo con la intención de recibir vive en una situación de permanen-te frustración”.En sus establecimientos, en la actualidad tiene abierta seis tiendas repartidas por toda la geografía onubense, se pue-de encontrar toda la moda nupcial que existe en estos

-mas y creaciones de los gran-des diseñadores.“Cuando empecé me di cuenta de que el concepto de moda no existía en las colecciones nupciales que se comerciali-zaban en Huelva, por lo que muchas mujeres que iban a casarse tenían que desplazar-se, fundamentalmente a Se-villa, para encontrar ese traje que las hiciera sentir únicas en un día tan especial”.Las novias reclamaban una co-lección en la que se pudieran

la que el corte y el tejido fuesen los ingredientes esenciales. Y ahí estaba Antonia Prieto para ofrecérsela y hacerlas sentir elegantes y únicas. No le agobia asumir tanta res-ponsabilidad: compromisos con

su personal, el pago de créditos, la negociación con empresas proveedoras. No le preocupa tomar decisiones, es más, se siente cómoda adoptándolas y resolviendo problemas. En este sentido, lo único que la hace sentirse mal, son las decisiones que afectan al per-sonal, “cuando debo despedir

al cabo es darle una mala no-ticia a alguien… eso es lo que más trabajo me cuesta”.Considera que la suya es una empresa de éxito porque sabe dar a cada clienta, en todo mo-mento, lo que necesita, adap-tándose a las imposiciones de las modas y a las exigencias del mercado. Sin tapujos, también ella se ve como una empresaria de éxito “porque estoy recogiendo los frutos de mi trabajo, sin pisar a nadie en el camino, aceptando y disfrutando lo conseguido”. La empresa cuenta en estos momentos con una plantilla de 45 personas, de las que 43 son mujeres, que realizan funciones a nivel de encarga-da y de especialistas en los

con la actividad de la empre-sa. Antonia reconoce que le gusta trabajar con mujeres “porque además de su pro-

trabajo una serie de valores añadidos como, la tenacidad, el perfeccionismo por el traba-jo bien hecho, la implicación en un proyecto común… que,

buena marcha y en el creci-miento de la empresa”.Para esta empresaria es muy

se comprometan y conciencien de la importancia de implantar medidas que faciliten la incor-

poración y la estabilidad de las mujeres en el mercado de tra-bajo, no sólo por una razón de compromiso social, “también por una cuestión de rentabili-dad económica. Las mujeres tienen capacidades, conoci-mientos y habilidades muy va-liosas para los negocios, que ninguna empresa se puede permitir el lujo de desaprove-char, sobre todo teniendo en cuenta la competitividad cada vez mayor de los mercados en los que nos movemos”.Soñar es fácil, pero hay que saber tocar con los pies en el suelo. Antonia es una mujer dinámica y trabajadora con un gran sentido de la realidad. Este sentido de la realidad es muy importante para mante-ner el rumbo de su vida, y le permite saber los pasos a dar en cada momento. “Llega un punto en que lo que vas realizando adquiere vida propia y necesita crecer… Mi empresa está en esa fase en la que me pide seguir avanzando, como sinónimo de evolucio-nar”. Es por lo que está prepa-rando la próxima apertura de otro establecimiento dedicado exclusivamente a la moda nup-cial masculina. “Hasta ahora hemos formado parte de algo tan mágico como el sueño de una mujer de ser la más bella en el día de su boda; también queremos ampliar este sueño a los hombres, haciéndoles co-partícipes de una historia en la que ellos son protagonistas al cincuenta por ciento”.

Mª Ángeles Ramírez GarridoEXPLOTACIÓN DE OLIVAR

Mª Ángeles re-presenta la lucha de mu-chas mujeres por conseguir

la igualdad en el medio rural. Igualdad en el reconocimiento de su aportación al progreso y desarrollo de los pueblos que

que tradicionalmente han ju-gado las mujeres andaluzas que viven en zonas rurales, cuya contribución al cuidado de las hijas e hijos, a las ta-reas domésticas y al sosteni-miento de la explotación agra-ria, ha sido y es en la práctica, decisiva y determinante. Vital y enérgica. En ella es todo pasión, porque tiene la capacidad de apasionarse con todo aquello en lo que se involucra, de enamorar y de enamorarse en cada momen-to de aquello que tiene por delante. Destila buen humor y optimismo, prueba de ello es que a lo largo de la conver-sación que mantenemos con ella las sonrisas y risas fueron frecuentes, y he de confesar que no sólo por parte de la entrevistada.Hay sucesos que marcan la madurez en la vida de una per-sona, en este caso inteligente y rápida en la percepción, en el aprendizaje y en la deci-sión. En su caso, los primeros años de vida, los años de su infancia, que trascurren en el olivar jienense donde vive jun-to a sus padres y un hermano, “siempre apegados a la tierra, a nuestra tierra”.

Del campo y de su gente, Mª Ángeles ha aprendido todo lo que sabe, todo lo que para ella es importante. No le importaba levantarse a las cuatro de la mañana para, una vez recogida la cosecha del pequeño huer-to que tenían al lado del olivar, acompañar a su padre a vender-la a Linares, “y después regre-sar para seguir trabajando en el campo, durante todo el día”.Es una mujer muy familiar. Su fuerza radica en su persona-lidad, segura y sincera y en el apoyo de su familia. De su fa-milia, y especialmente de su padre, aprende, más que a va-lorar, a amar a las personas, a amar la tierra, amar a los olivos, como si de personas se trataran “porque lo que tienes plantado es como un hijo, lo riegas, lo podas, lo fumigas… te esfuer-zas lo máximo para cuidarlo y conservarlo, igual que un hijo”.Tal es así, que a los 13 años plantea en casa que quiere dejar de estudiar, sus padres le advierten: “como no estu-dies te vienes con nosotros a trabajar al campo”. Era justo lo que ella quería hacer, “arar la tierra, sembrar, incluso sufrir, porque la gente del campo so-mos muy sufridores”Durante muchos años trabajará como jornalera; no le importa, es una mujer feliz. Empieza a despertarse en ella la concien-cia de que los hombres y las mujeres no son valorados en igualdad. Las mujeres trabajan en el suelo recogiendo la acei-tuna, los hombres de pie, va-reando. Las mujeres cobraban menos jornal que los hombres.

Percibe los obstáculos, pero en ellos se crece. Las barreras pueden ser un acicate para acometer decisiones y clari-

está dispuesta a aguantar esta situación, injusta para ella y sus compañeras. Cuando re-clama el mismo sueldo que sus compañeros tiene lugar un suceso que no estaba previs-to, “el resto de los trabajadores me apoyaron, exigiendo que me pagasen lo mismo que a ellos ya que había realizado el mismo trabajo”. Este aconteci-miento marcará su existencia, toma conciencia de lo social, de lo colectivo, para ponerlo al servicio de la mejora de la calidad de vida de las mujeres rurales de su entorno. Perci-be que las mujeres del campo padecen situaciones adversas que afectan al ámbito de lo doméstico y que también se hacen extensibles al ámbito del trabajo. Sus tareas, sus trabajos están infravalorados, a pesar de que cumplen con una doble y triple jornada. “Las mujeres que viven y tra-bajan en el mundo rural, su-fren los inconvenientes del trabajo pero ninguna de sus ventajas, ya que el trabajo no nos reporta de forma personal y directa una remuneración en igualdad, derechos sociales e identidad profesional. Nos convertimos así, de hecho, en un gran colectivo invisible y nada reconocido”.Para esta mujer formar parte de una organización que la apoye y valore su trabajo será el pilar decisivo en su trayectoria “las

mujeres del campo tenemos que estar más unidas que nunca, porque nuestra situación de aislamiento y de invisibilidad es aún mayor que la de las empresarias del medio urbano. Sólo perteneciendo a las asociaciones de mujeres rurales podremos avanzar hacia una participa-

el camino hacia acciones de progreso y futuro para nosotras mismas y para los pueblos de nuestra tierra”.Lleva 27 años casada con un hombre del que

cierta ironía comenta que lo suyo no fue un “cuando le conocí no me gustó, me

pareció un poco prepotente”. Ahora se siente vinculada a él por amor, por compromiso y por el profundo respeto que ambos se profesan. Es una etapa en la que nacen sus dos hijas y su hijo, y dedica gran parte de su tiempo a su crianza, aunque sin desvincularse de la tierra “ya que algunos días seguía bajando al campo para ayudar a mi padre”.El año 1992 fue un año clave en su vida, su padre decide repartir el olivar que posee en-tre sus dos hijos. Mª Ángeles decide trabajar por cuenta propia dedicándose a la explota-ción de la parte del olivar que recibe. Es, sin duda, un año en que asume un reto complejo tanto profesional como emocionalmente. Emo-

las mujeres en una actividad donde aquellas no existían como titulares de la explotación, y además compaginarlo con el cuidado de sus hijas e hijo, teniendo que demostrar constante-mente que ella era capaz de gestionar el nue-vo negocio. Profesionalmente, porque se trataba de una ex-plotación agraria, siempre expuesta a las in-clemencias del tiempo, y por tanto se trataba de un negocio en el que la inversión de dinero, esfuerzo y dedicación no siempre se traduce en rentabilidad económica.Esta empresaria recuerda con especial cariño el día que su padre puso el olivar a su nombre “recuerdo que lo primero que hice fue comprar maquinaria nueva para arar la tierra. Sentí que aquello era mío”.

Los primeros años fueron du-

ahora, como empresaria, ne-cesitaba formarse en aspec-

a la actividad. Se dedica a realizar aquellos cursos que le pueden facilitar poner al día la explotación y rentabilizarla lo mejor posible. “Hice cursos de prevención de riesgos la-

nitarios… todos los que han hecho falta. Lo importante era que mis “olivas” crecieran sa-nas, dieran el mejor fruto, las mejores aceitunas” A partir de ahí comienza a disfrutar de lo que tiene, de lo que podía hacer. Quería en-contrar la manera de dirigir y gestionar lo mejor posible su empresa “porque hasta hace poco no he sido consciente de que era empresaria, por com-promiso y por convicción”Se plantea ampliar el negocio comprando más olivos, pero su familia la convence para que desista de la idea. Es una decisión de la que siempre se arrepentirá.Hasta entonces Mª Ángeles había contado únicamente con lo aprendido observando a su padre y con su propia ex-periencia. Pero sale adelante con mucha dedicación, trabajo y esfuerzo. Ese es el secreto y no hay otro: la ilusión y la cons-tancia, los mejores aliados. Hace años que es miembro de una organización agraria de mujeres rurales y delegada de la Unión de Pequeños Agricul-tores y Ganaderos en Jaén, lo que le ha permitido entrar en

contacto con otras mujeres empresarias agrícolas. Para ella un momento de especial

sido el hecho de que la Ley de Igualdad recogiera en su ar-ticulado el reconocimiento de la cotitularidad de las explo-taciones agrarias, una lucha continuada en el tiempo y que hoy ha tenido su recompensa a través del artículo 20 de la Ley, que para las mujeres del campo tanto representa. “Para nosotras, era muy im-portante que la Ley se hiciera eco de la cotitularidad real de las explotaciones agrarias, por

el reconocimiento del gran colectivo que representan las empresarias del campo” A lo largo de estos 15 años de andadura hasta hoy, cuando la explotación se considera consolidada, Mª Ángeles ha invertido y ha tomado decisio-nes con el objetivo de mejorar las condiciones del trabajo en ella. Son 300 los olivos con los que cuenta esta empresaria, algunos de los cuales tienen más de 100 años de antigüe-dad. Se emociona al recordar que los árboles que ella cuida con tanto esmero, hace años pertenecieron a su abuelo y después a su padre, “son par-te de mi vida, forman parte de la historia de mi familia”. En este sentido, le preocupa lo que pueda pasar cuando ella ya no pueda atenderlos, porque sus hijas e hijo, ya ma-yores, han enfocado su futuro profesional hacia otros derro-teros, “el futuro del olivar me

preocupa mucho, y no creo que mis hijos quieran seguir con el negocio, teniendo en cuenta que una de mis hijas es profesora de piano, otra estu-dia Estadística y el otro estudia Ciencias Medio Ambientales”.A sus 54 años Mª Ángeles es una mujer llena de proyectos. Probablemente el de más en-vergadura, pero en el que tie-ne puestas todas sus ilusiones, es convertir su explotación en cultivo ecológico, por lo que en estos momentos se encuentra realizando todos los trámites y recopilando la documentación necesaria para la obtención de

acrediten el rendimiento de su explotación como aceite eco-lógico. “Porque este va a ser el futuro de nuestra tierra y el futuro de este sector agrícola”Mª Ángeles quiere compartir con otras mujeres su pasión, entusiasmo y dedicación a la vida y al trabajo que han veni-do arropados desde niña por algo que sus padres le dejaron muy claro en su educación: sé tu misma, lucha por lo que crees, y no te rindas al primer obstáculo. Mira tus manos, húndelas en la tierra y llénalas de sabiduría.

Antonia Rey Barroso NEGGRA

DISEÑO Y VENTA AL POR MENOR

DE ROPA INFANTIL Y COMPLEMENTOS

El teléfono no deja de sonar, el fax no deja de recibir do-cumentos. Frené-tico y caótico es

la sensación que produce el ritmo de trabajo en Neggra, la empresa creada y dirigida por Antonia Rey. Pero es sólo la primera impre-sión, porque enseguida te das cuenta que todo responde a un engranaje que se ajusta correctamente a los niveles de producción que en ese mo-mento desarrolla la empresa.Antonia nos recibe en su des-pacho, instalado en la primera planta de la nave industrial que

Polígono Industrial Las Sali-nas, de la ciudad gaditana del Puerto de Santa María. Nada más iniciar la entrevista nos co-menta que el espacio se les ha quedado pequeño, necesitan-do unas nuevas instalaciones de mayores dimensiones “quenos permita trabajar de forma más cómoda y satisfacer toda la demanda que tenemos”.

En un primer momento, mues-

nuestras preguntas iniciales, que no entendemos. Es una

que protege con celo su inti-midad, y que a pesar de di-rigir un negocio de ámbito nacional y contar con una plantilla de ciento diecisiete personas, de las que prácti-camente el cien por cien son mujeres, considera que no ha hecho nada en especial y “que cualquier persona con un poco de tesón y dedica-ción puede conseguir lo que yo he logrado”.Su historia es la de una mujer que ha exprimido cada segun-do, cada minuto de su vida, lo que sin duda ha contribuido a su enriquecimiento a través de las experiencias y conoci-mientos que ha ido acumulan-do a lo largo de su trayectoria personal y profesional. Desde pequeña percibe que la ciudad gaditana que la vio nacer, Arcos de la Frontera, no va a dar respuesta mas que a

sus inquietudes, a la vocación artística que siente desde su juventud. “Para mí hablar de la creación artística en todas sus facetas, la pintura, el dibujo, el diseño, es lo mismo que hacer el relato de mi propia vida... no recuerdo ningún momento de mi trayectoria personal y profesional sin estar vinculada al arte”. Así de íntima y coherente será la unión de esta empresaria y el desarrollo de su futura empresa. Como no podía ser de otra manera, estudia Bellas Ar-tes en la facultad de Sevilla. Su familia, si bien no lo veía con buenos ojos “pues, pen-saban que no era una carrera de futuro, especialmente mis padres”, le dejan total libertad para que sea ella quien de-cida. Lo tenía muy claro, tan claro que, a pesar de su timi-dez “le eché valor y me puse a pensar cómo podía ganar el dinero que me permitiera cumplir mi gran sueño desde que era pequeña: crear, pin-tar, diseñar”.

En su opinión, fueron la au-sencia de limitaciones y trabas para tomar sus propias decisio-nes las que la hacen ser exi-gente consigo misma y asumir responsabilidades, por lo que paralelamente a sus estudios universitarios comienza a tra-bajar para poder pagarse la ca-rrera. “No quería que nadie me ayudara. Siempre tenía muy presente la frase que mi padre nos repetía hasta la saciedad a mis hermanos y a mi: para con-seguir algo hay que trabajar y ganárselo uno mismo”.Reconoce que la experiencia no fue fácil. Hacía muñecos de trapo que vendía en las tien-das, pintaba cuadros y ropa... “siempre llevaba en el bolso lanas, restos de telas que me daban en las tiendas y trozos de madera que me proporcio-naban las carpinterías”.“Fuí feliz, la persona más feliz, a lo largo de esos cinco años”,en los que a diario se iba y volvía andando de la facultad durante dos horas. “Así me ahorraba el dinero del autobús y lo empleaba en comprar pin-turas, pinceles y otros materia-les para hacer lo que después vendía en los comercios”. Fue un tiempo en el que echa de menos tener ratos de ocio y tiempo libre “Las veinticua-tro horas del día se transfor-maban en treinta”. Pero pone el entusiasmo y dedicación propios de las personas que, casi desde la juventud, tienen resuelto lo que quieren hacer en la vida. En esos años descubre que lo que hace gusta al público, que

cada vez le demanda más los objetos y piezas que manualmente elaboraba, motivo principal por el que decide crear su propio negocio, desarrollar su creatividad y deseos de superación. Alquila un pequeño local en el Puerto de Santa María, en Cádiz, y es allí donde empieza a tomar forma su negocio Neggra, dedicado, en un primer momento al diseño de textil para señora y caballero, ropa de baño y decoración, para posteriormente especializarse en la venta al por menor de ropa infantil y complementos que Antonia y su equipo diseñan y pintan a mano. Recuerda con cierto sonrojo su primer día como empresaria. El sentimiento que le viene a la cabeza cuando vuelve la vista atrás, hace ya más de diez años, “el miedo, el pudor que sentí al ver expuestas las cosas que de forma total-mente artesana y manual había elaborado. Fue como desnudarme en un escaparate, porque lo que mostraba y vendía era exclusivamente fruto de mis sentidos y mi imaginación”.Ilusión y cierta determinación, los dos ingre-dientes para que naciera la marca Neggra. Pero como suele ser habitual en los comien-zos, el entusiasmo es mayor que los medios con los que se pueden contar, y Antonia no es la excepción a esta circunstancia, como ella misma nos relata: “En mis inicios, me encontré

Busqué socios con los que compartir mi pro-yecto, pero nadie creía ni entendía mis inquie-tudes. En ocasiones, pienso que si en vez de ser una mujer, además joven, hubiese sido un hombre, las cosas habrían sido distintas…” .Se vio sola. Pero está situación, tras provocar en ella cierto desánimo y sentimiento de fracaso, se convirtió en un revulsivo ”tenía que seguir luchando, superar las barreras que me encontraba, buscar soluciones… de nada sirve lamentarse”. Para convertir aquella pequeña tienda en una empresa sólida y con posibilidades de futu-ro, Antonia tuvo que añadir otros ingredientes: “riesgo, constancia y trabajo, trabajo y trabajo”.Al mismo tiempo, empieza una de las etapas

tanto en lo profesional “por lo que me permitió

aprender y reciclarme”, como en lo personal “me ayudó a vencer mi timidez, al tener que relacionarme con muchas personas”. Nos referimos a los quince años durante los cuales, ejerció de profesora de secundaria, en la especialidad de dibujo y diseño, en dos institutos del Puerto de Santa María. “Fueron años muy duros y estresantes, ya que compatibilicé la actividad docente con la dirección de mi empresa… No tenía horas, ni días de descanso, trabajaba a todas horas,

Sonríe cuando le preguntamos cómo era capaz de asumir tanta responsa-bilidad. No entiende la vida sin idear, hacer cosas y, sobre todo, decidir, “eslo que me mantiene viva. Tenemos que afrontar retos constantemente, es lo que nos construye como personas y nos diferencia de los demás”.Pero una empresa, una vez ha nacido, necesita, exige crecer, consolidarse, necesita perdurar. “El negocio de-mandaba todo mi esfuerzo y energía si quería alcanzar el objetivo que me había propuesto: hacer de Neggra una gran empresa”.Esta es la razón por la que abandona la docencia y decide dedicarse a tiempo completo a la actividad empresarial que años atrás había puesto en marcha. Compra un local de mayores dimensiones, tienen lugar las primeras contrataciones de personal, las primeras inversiones importantes en equipo y acondicionamiento del nuevo espacio. Neggra empieza a generar lo que se ha dado en llamar estilo e identidad propia, buena reputación y marca, elementos que toda empresa busca tener y man-tener a lo largo de toda su historia.Antoniaexpresión que dice: “cuando la suerte llame a tu puerta, que te encuentre

trabajando”. Así fue, al menos en su caso, según nos lo cuenta: “Coincidióque se celebraban unas regatas en el Puerto de Santa María, a las que asistía la Infanta Cristina, y uno de esos días, entró en mi negocio y me encargó unas camisetas para sus hijos. Fue un momento clave en el reconocimiento y evolución de mi trayectoria empresarial”.Todo empezó en el año 1997. Tras una primera tienda, se abrió otra, que llevó a una tercera, y así hasta llegar a los más treinta comercios que esta em-presaria dirige en la actualidad. Afi rma que le ha supuesto tener que realizar constantes esfuerzos, pero crecer consiste en eso: aumentar la complejidad en la gestión, asumir nuevas y mayores responsabilidades, creación de puestos de trabajo, inno-var y estar siempre atenta a la evolu-ción el mercado. Neggra, con Antonia al frente, está en plena expansión, previendo la aper-tura de nuevos locales en otras loca-lidades de Andalucía, de España y en mercados exteriores. Asegura que el esfuerzo le ha valido la pena. En su opinión, cuando se mira en el espejo ve a una mujer satisfecha, reconocida en lo privado, porque ella y sólo ella sabe a cuánto ha tenido que renunciar para llegar a situar su empresa en el lugar que ocupa hoy; y reconocida en lo público, ya que, entre otros, el pasado año le fue concedido por la Asociación de Empresarias y Profesionales de Cádiz el Premio a la Trayectoria Empresarial de mujeres de la provincia de Cádiz. “Pero sin dudarlo, el mayor reconocimiento ha sido poder hacer el camino que había elegido… He arriesgado mucho pero a cambio me he hecho y descubierto a mi misma, ¿acaso eso no merece la pena?”.

Rosario Rodríguez Barranquero MONTEHUEZNAR

HOTEL RURAL

Cuando conoces a esta mujer enseguida te ves atrapada por su sentido

del humor. Son contadas las ocasiones en las que le he visto un gesto serio o grave, que inmediatamente cambia para esbozar esa amplia son-risa que tanto la caracteriza y

transmite.Hay una frase que repite varias veces a lo largo de la entrevis-ta: “siempre hay que poner al mal tiempo buena cara”; frase que a diario pone en práctica, y que si hace algunos años debía proponerse ejercitar, hoy forma parte de su manera de ver y entender la vida. Rosario no se felicita por los errores cometidos, pero acep-ta que de ellos ha aprendido mucho más que de los acier-tos. “Me han enseñado a de-fenderme y a saber distinguir lo que es verdaderamente importante, de aquello a lo que damos importancia en un momento dado”. Lo que no

vocarse y tomar decisiones desacertadas, muy al contra-rio, su carácter perfeccionista y su nivel de autoexigencia,

casi “le niegan” la posibilidad de incurrir en fallos. En la gestación de su carác-

madre…, “que renunció a su carrera para ejercer de madre y esposa”, de la que apren-de que el valor de las cosas radica en el esfuerzo que se haga por conseguirlas; pero también, su padre, un hombre para el que sólo tiene palabras de elogio, y del que siente un sincero orgullo… ”ha sido el referente para mi y para mi hermano, del que a medida que van pasando los años voy descubriendo la grandeza de los valores que me ha trans-mitido”.Disciplina, capacidad de sacri-

por el trabajo bien hecho, se siente una mujer afortunada, “porque son la mejor herencia y el más grande patrimonio que he recibido de ellos”.Su infancia trascurre, como después toda su vida, en la ciudad de Sevilla. Ha vivido en distintos sitios, ha viajado mucho, a veces motivada por la profesión de su padre, otras por el gusto de viajar, o pos-teriormente, por sus propias obligaciones laborales… pero siempre vuelve a Sevilla.

La unión que existía en su fa-milia, es lo que más percibe de esa época de su vida… “éramos una piña, los cuatro, mis padres, mi hermano y yo, hemos estado siempre muy unidos. No tengo ni un solo re-cuerdo importante de mi niñez que no sea junto a mi fami-lia,… el verdadero sentido de querer y compartir lo aprendí de ellos y con ellos”. Es una buena estudiante, la constancia y tenacidad, las mejores aliadas, y ese sentido del amor propio según el cual, si lo demás pueden hacerlo yo también. “Era muy machacona y perseverante, además tengo que decir, que disfrutaba estu-diando… hasta que llegué a la facultad”.Su verdadera vocación era el Periodismo, pero las condicio-nes económicas de la familia no le permitían estudiar fuera de Sevilla. Las opciones que baraja son Historia del Arte y Derecho. Se decide por esta última, considerando, desde un punto de vista práctico, que podía tener más salidas labo-rales. “Me dejé aconsejar por mi padre, que me recomendó que optará por una carrera que me permitiera en el futu-ro tener más posibilidades de encontrar empleo”.

A los 24 años accede a su pri-mer empleo como administrati-va en una empresa de alimen-tación. Valora esta experiencia de trabajo por lo mucho que allí aprendió. “Tenía claro que no me iba a ser siempre admi-nistrativa, pero me lo plantee más que como un puesto de trabajo como un periodo de aprendizaje, en el que hice de todo y decía que sí a cualquier tarea que me proponían”.Permanecerá en la empresa du-rante tres años al cabo de los cuales había asumido el pues-to de Jefa de Administración. La formación y experiencia ad-quiridas, le permitieron acce-

tades a una nueva oferta de empleo.A veces la coincidencia en el mismo tiempo y lugar de varias

cian determinadas decisiones a las que sólo el devenir de los acontecimientos da sentido. Al menos eso fue lo que le su-cedió a esta mujer, porque a los problemas económicos que surgen en la empresa en la que estaba empleada, se unía su insatisfacción por el trabajo que desempeñaba… “casual-mente me enteré que se iba a poner en marcha por primera vez en Sevilla un Master en Dirección y Administración de Empresas…, pude acceder al temario y me pareció muy inte-

resante”. Toma la que ella considera la primera inversión arriesgada de su vida. “Tenía un poco de dinero ahorrado, así que, me marché de la empresa y decidí dedicarme a tiempo comple-to al Master”.Sin dudarlo, esta formación se convertirá en el germen de su posterior experiencia empresa-rial, y en su opinión, la enseñanza más enri-quecedora y útil a la que ha podido acceder… “y a la que a pesar de los años trascurridos continúo sacando provecho”. Todo sucede de manera casi vertiginosa. Tras

bajo el brazo y consciente de la experiencia la-boral que poseía, le surgen varias ofertas de trabajo. Mujer ambiciosa en lo profesional, se

para acceder a puestos de responsabilidad para los que no era contratada bajo la excusa de que además de ser muy joven, éstos nunca habían sido ocupados por mujeres. Pero la vida casi siempre nos ofrece alternati-

atentas y alertas como para poder ser capaces de verlas. En el caso de esta mujer, vino de la mano de cinco personas, ya entonces amigas, que ha-bía conocido realizando el Master. “Nosa fondo nuestras posibilidades, materializamos nuestra idea en un plan de negocio, que sor-prendentemente era viable y rentable”.Así surge la consultora Formación y Mercado, especializada en formación empresarial y es-tudios de mercado.En su opinión lo tenían todo. El punto de parti-da, desde el punto de vista técnico, era perfec-to: conocían el mercado, contaban con expe-riencia, tenían formación “y todas las ganas de trabajar y tener éxito”.

“Pero un proyecto empresarial es como una carrera de obstáculos” y en los inicios encontraron dos obstáculos

hacer tambalear la empresa: la escasez de recursos económicos y la juventud de todo el equipo emprendedor, que en ocasiones, restaba

la posible clientela. “A pesar de

adelante y supimos gestionar la empresa”.Con el paso de los años y de-bido a motivos personales que no vienen al caso, la sociedad quedó reducida a dos socias,

solver la sociedad, pues, sus intereses profesionales les lle-varon por caminos distintos. Tras la disolución de su primera empresa, se planteó abandonar el mundo empresarial, pero su entorno familiar y de amistad le animaron a seguir en lo que realmente le gustaba, gracias también al apoyo de un gran amigo que se ha convertido en el hombre más importante de su vida, sus buenos consejos

sí misma, y decidió volver a intentarlo y crear una nueva empresa de consultoría. Y así nació la consultora Gestión Dinámica, especializada en formación para empresas. A

partir de ese momento, su gran amigo, además se convertirá en su socio, “un puntal indispensable en la gestión de los negocios que desde entonces he acometido”.Esta nueva aventura de Gestión Dinámica ha durado cuatro años, tras los cuales,

dirigiéndose hacia un sector emergente como es el turismo.A lo largo de su periplo laboral, había tenido la oportunidad de conocer en profundidad la Co-marca de la Sierra Norte de Sevilla, en particular el pue-blo de El Pedroso, “donde me planteé invertir y crear Gestión Turística del Sur”.Así nación Hotel MonteHuez-nar Spa, “una empresa a la que tienes que poner mucho amor y ternura, porque la in-versión es muy alta y no te puedes plantear recuperarla en poco tiempo.Lasmuy distintas a las de hoy, pero no sabría vivir sin ellas, creo que es hasta positivo contar con ellas, te mantienen siempre ágil y activa”. “Hoy he cumplido mi sueño, ya que invertí hace cinco años en un pequeño hotel rural y hoy es pionero del turismo en la Sierra Norte, ya que, es el primer hotel de estas caracte-

rísticas que cuenta con un cir-cuito de spa y servicio de ma-sajes, con lo que ha cambiado

de la compra de un negocio al desarrollo de un concepto em-presarial”.En su opinión, esto no es el

“es un camino abierto a un futuro prometedor y en el que pienso siempre ir hacia delante y seguir creciendo y creando nuevos proyectos empresariales”.

Sara Rodríguez BorreroCANTARERAS

COMERCIO DE MUEBLES Y ARTÍCULOS DE DECORACIÓN

Al iniciar la carre-ra de Ingeniería Agrícola ya sa-bía que no era una especial

vocación la que le impulsa-ba a esta elección. Más bien, quería realizar una carrera de ciencias, dirigida al ámbito de lo técnico, pero sin saber en concreto cuál era la dirección que iba a tomar a lo largo de su vida profesional. Siempre ha sentido interés por las anti-güedades y una especial atrac-ción por todo lo relacionado con la imagen. “De pequeña me encantaba buscar en casa de mi abuela.Daba lo mismo si encontraba una camisa o una lámpara, lo importante era el

. Una de sus

perar cosas antiguas.

Sara nació en el municipio de Alhajar, un pueblo pequeño de marcada raíz rural, en pleno corazón de la sierra de Huelva. Su infancia transcurrió en el campo, que también era el medio de vida de su familia. “Yo, como era la mayor, ayudaba a mis padres en todo lo posible”.De esta época de su vida guar-da un grato recuerdo, pues, aunque hoy día no podría vivir sin su dosis de ciudad y asfal-to, no descarta volver a sus orígenes algún día.De hecho, en alguna que otra ocasión se le ha pasado por la cabeza poner en marcha un hotel rural. Sobre todo echa de menos el poder disfrutar del tiempo, saborear la forma acompasada de pasar las horas “en los pueblos el tiempo se mide y transcurre de manera muy distinta a la ciudad. No existen las prisas, andar, caminar y pasear son palabras que adquieren su verdadera dimensión”.“Nunca llegué a ejercer la pro-

en Ingeniería Agrícola”. Re-cién terminada la carrera hizo tímidos intentos por poner en práctica lo estudiado, pero al

Desdehace diecisiete años Sara Rodríguez dirige y gerencia la empresa Cantareras, dedicadaal mundo de la decoración. En ella se pueden encontrar muebles, telas, papel pintado, tapizados, y objetos de decoración. “No sé si la suerte es trabajar en algo que me gusta o haber llegado a querer tanto mi trabajo, pero me siento afortunada”.De su madre y su padre recibe,

como principales enseñanzas, el apego al trabajo, el valor del esfuerzo y la honestidad. Valores que, en su opinión, han repercutido posteriormente en la forma de afrontar su andadura profesional.Tras periores, se casa, y por razo-nes familiares se traslada a vivir durante tres años a Ba-dajoz. “Estaba acostumbrada a trabajar y de pronto me vi casi sin hacer nada. Mi úni-ca tarea era la de cuidar de mi familia”. Necesitaba hacer algo, trabajar, por lo que juntoa su marido decide poner en marcha un bar de copas. “Meencargué de decorarlo, y con poco dinero y mucha imagi-nación, “La Badila”, abrió sus puertas en 1998”.Funcionó muy bien, pero Sara nunca llegó a sentir como propio aquel negocio. “Era como si ayu-dase, pero no tenía la sensación de que aquella empresa fuera al cincuenta por ciento mía”.Durante aquellos años, en sus escasos ratos de ocio, iba po-niendo en práctica los cono-cimientos que de forma auto-didacta tenía en restauración. “Desde pequeña me encanta-ba recuperar muebles y obje-tos abandonados por su anti-güedad, dar vida a algo que parecía inservible, me produ-cía una gran satisfacción”.En 1990 decide iniciar una acti-vidad industrial en la que pueda sentir que su aportación es real-mente importante. Tenía claro que quería crear su propia empresa. Después de revisar las diferen-tes alternativas, “decidí que sería más fácil si optaba por desarrollar un proyecto que tuviera que ver con mis inquietudes y gustos”.

Ese mismo año surgió Cantareras. Su creación sig-

nómico. “Invertimos todo nuestro dinero y no nos quedó más remedio que pedir un crédito. Fue una verdadera aventura. Por aquel entonces los tipos de interés eran altísimos y las condiciones de los ban-cos, mucho más duras”.Desde el punto de vista de la gestión, pensó que con la experiencia adquirida durante los tres años en los que había gerenciado el bar de copas era más que

, “dos sectores tan diferentes requieren de estrategias distintas. La elección de las compras, la negociación con los proveedores... em-pecé a sentir la responsabilidad de ser empresaria”.Sara, que se reconoce como una mujer muy segu-ra de sí misma, considera que este aspecto de su carácter le fue muy útil en ese momento para no plantearse la posibilidad de haber tomado la deci-sión equivocada.Cantareras, se desarrolló y creció de tal manera que en poco tiempo amplió por primera vez su local. Po-cos años después abrió un nuevo establecimiento, Cosas, y paralelamente ha desarrollado actividades de fabricación de muebles adoptando en este caso otro nombre comercial.“A lo largo de estos años me he dado cuenta que, si bien es muy importante la clientela, y más aún con-

po humano. Es importantísimo contar con buenos y buenas profesionales, que se sientan partícipes de

que el mayor valor son ellos mismos”.En este sentido, la empresa cuenta con una plantilla de seis personas, de las que cuatro son mujeres, respon-

Por lo general, el crecimiento de una empresa casi nunca se realiza de forma tan programada como se describe en los planes de negocio, sobre todo, porque la necesidad de adaptarse a las nuevas ten-dencias y demandas del mercado imponen un ritmo tan acelerado que las decisiones y actuaciones, en muchos casos, deben ir por delante de los análisis

Son oportunidades de nego-cio que se presentan para quienes las puedan aprove-char, como es el caso de esta empresaria, cuando decidió poner en marcha una fábrica de muebles, Añil Diseño, que además de abastecer sus pro-pios establecimientos, provee a otros muchos comercios de muebles a nivel nacional y en los mercados exteriores.Cuando preguntamos si se con-sidera una empresaria de éxito, Sara lo deja muy claro: “si tener

nado, adaptándose a los tiem-pos, desarrollando un negocio que lleva funcionando diecisiete años en el mercado, entonces

empresaria de éxito y la empre-sa que dirijo también lo es”.Confi esa estar cada vez más de acuerdo con sus padres cuando le decían que la constancia en el trabajo, a la larga,da sus frutos.Esta mujer está viendo recom-pensados sus esfuerzos. Hay personas que nacen portando los genes de la empresa, no es su caso; como ella dice, la persona empresaria se hace a base de ilusión, ganas de traba-jar y la idea de que todo es po-sible. “No sé si biológicamente existe algún elemento determi-nante, pero creo que para de-dicarse a la empresa hace falta tener algo diferente”.En la actualidad la empresa está invirtiendo tiempo, trabajo, y di-

nero en nuevos diseños y estra-tegias de cara a un futuro inme-diato que le permita, mediante Añil Diseño, consolidarse en el mercado nacional e implantarse en los mercados exteriores.Rodobosa es la razón social del grupo de establecimientos co-merciales que están estableci-dos en Huelva, y Añil Diseño, la sección que engloba la fa-bricación y comercialización de muebles a nivel nacional y de comercio exterior.“Mi experiencia ha sido muy satisfactoria y volvería a re-petir cada paso que he dado, todo me ha sido útil, me ha servido, de todo he aprendido. A lo máximo que aspiro es a conseguir que a mi empresa no le salgan arrugas como me empiezan a salir a mí”.Se abre una nueva etapa para esta mujer y su empresa, en la que espera que todo sea más fácil: poder desarrollar los pro-yectos con más calma y dispo-ner de más tiempo libre para poder dedicárselo a su familia y a sí misma.A su hija y a su hijo intenta transmitirles los valores que a ella le han servido para hacer realidad su historia como mujer y empresaria “para que sepan enfrentarse a la vida con opti-mismo y con espíritu de lucha. No quiero que piensen que su padre y yo tenemos la obliga-ción de darles algo, sino que sean ellos los que deben con-seguir lo que se propongan.”

Gloria Rodríguez FernándezREAGRA ALMERÍA

RECOGIDA, TRANSPORTE Y ALMACENAMIENTO

DE ACEITE PARA SU RECICLADO

Gloria, no es empresaria por vocación, ni de-bido a su expe-riencia laboral

anterior, o como consecuen-cia de una determinada for-mación, sino que, al igual que otras muchas mujeres, fueron las circunstancias económi-

para acceder a un empleo por cuenta ajena, los motivos que llevaron a estar mujer a crear su propio negocio. Tiene 47 años cuando acce-de al mundo de la empresa y, junto a dos socios, pone en marcha Reagra Almería, dedi-cada a la recogida, transporte y almacenamiento del aceite usado proveniente del consu-mo humano.La empresa realiza todas aquellas actividades que tie-

neración y reciclaje del aceite que procede del consumo do-méstico y del sector de la hos-telería y restauración. “Reagra Almería nace con una clara vocación medioambien-tal, que va más allá de las exigencias legales y adminis-trativas. Nuestro compromiso es también de concienciación a la población en general de la importancia del reciclaje para conseguir una mayor calidad de vida presente y futura, de tal manera que con un peque-ño esfuerzo por parte de todos tendríamos un entorno más limpio y descontaminado”, noscomenta esta empresaria.

Desde sus inicios, la empresa, unido a su actividad puramen-te económica, realiza iniciati-vas en distintos medios que

avance importante en la sensi-bilización y educación sobre la importancia del reciclaje en el ámbito doméstico. “El objetivo

y educar a los consumidores del cuidado y el respeto del medio ambiente, entendiendo que educando a las personas de nuestro alrededor, las esta-mos motivando para que tam-bién reciclen sus hábitos”.Honesta, irradia fuerza en sus palabras, seguridad en sus

Mujer de grandes convicciones y creencias que dan valor a su vida y sentido a su trayectoria empresarial, “mis principales motivaciones, además de las personas que me rodean, mi familia y mis amigos, son mis propios valores morales. Me gusta que todo lo que hago

No podría entender mi vida y el desarrollo de mi negocio sin honestidad, o sabiendo que es-toy haciendo daño a alguien”.Nacida en Linares (Jaén), hace once años se traslada a vivir a Almería, concretamente al municipio de Vera. Son razo-nes laborales las que la llevan a ella y a su marido a tomar esta decisión. Mi marido había perdido su empleo y las posibi-lidades de trabajo en la provin-cia jienense eran escasas.Se marcha a Almería cumpli-

dos los 40 años, pero Gloria se siente almeriense “al cien por cien”. “Puede parecer ex-traño, teniendo en cuenta la edad que tenía cuando me fui de mi tierra, pero no siento ninguna añoranza. Estoy pro-fundamente arraigada a esta provincia y a sus gentes”.Gloria es una mujer muy fami-liar. A lo largo de la entrevista alude constantemente al en-torno familiar en el que nació y se educó, como al que des-pués ella creó, como el gran pilar de su vida, “no concibo ni la vida personal ni laboral sin ella. Para mí la familia es primordial, porque es donde he aprendido casi todo lo que sé y lo que soy, y porque es donde he descubierto a mis mejores amigos.” Cuando se le pregunta por sus experiencias educativas más valiosas, Gloria contesta con decisión: “las personas a las que he conocido a lo largo de la mi vida”.Le gusta aprender de las per-sonas, ”todas te aportan cono-cimientos que luego cada una y cada uno tiene que saber exprimir y transformar en ex-periencias valiosas que verda-deramente te sirvan”.Sin olvidar la lectura, curiosa, más que gustarle leer “devoratodo lo que cae en sus manos”.Sólo tiene estudios básicos, pero ha intentado cubrir sus carencias formativas empa-pándose de la información que le ofrecen periódicos, autores clásicos, contemporáneos... La

lectura es la necesidad de dar cauce a su interés por seguir aprendiendo.Durante los primeros años de residencia en Almería nada hace presagiar cambios importantes en la vida de esta mujer. Se dedica con agrado, al cuidado de su hija y sus dos hijos, a realizar las tareas domésticas, “el ser empresaria es algo que no entraba en mis planes, es algo que jamás había contemplado”.Por aquel entonces conoce a un empresario del sector que lleva casi cuarenta años dedi-cándose a la fabricación de bio-combustible. Será una persona clave en el inicio de su actividad empresarial, “ya que él me ayu-dó a ver una idea que desde el primer momento me pareció una oportunidad de negocio”.Durante un tiempo se convierte en el mentor, en el maestro de Gloria, hasta que ésta, poste-riormente, pone en marcha la empresa Reagra Almería.En los comienzos fueron mu-

táculos a los que tuvo que enfrentarse esta empresaria,

ciación, hasta la falta de un

sando por el hecho de que se trataba de una actividad que no estaba regulada adminis-trativamente, “la recogida de aceite usado se encuadraba en los residuos urbanos y no

ca que regulase este tipo de actividad”.Gloria, además, tiene que en-frentarse a otras barreras que

hasta ahora le habían pasado inadvertidas. Empieza a tomar conciencia de que mientras a los hombres se les presupone la capacidad para emprender y dirigir negocios acertadamente, las mujeres tienen que demos-trar día a día que ellas también saben y pueden gestionar con los mismos niveles de capaci-tación, valor y responsabilidad que los hombres.Para esta empresaria la situa-ción fue, si cabe, más compli-cada, pues además de que se trataba de un negocio absolu-tamente innovador en Almería, ella carecía de una formación

la actividad que estaba em-prendiendo y no contaba con una experiencia laboral previa relacionada con el sector. Aquello le afecta, le hace du-dar si está siguiendo el cami-no adecuado. “En aquel mo-mento no entendía el por qué de esa diferenciación de trato Lo que más me desilusionó fue pensar que si hubiese sido un hombre, incluso más joven, las cosas hubiesen sido distin-tas, más fáciles”. No se desanima, sabe, está con-vencida, de que se trata de un buen negocio, con un mercado potencial futuro en expansión. Ha estudiado concienzudamen-te la normativa medioambiental, conoce al detalle las políticas medioambientales. No se equi-voca, y lo que fue un desafío se convierte en éxito. Evoca con cierta nostalgia su primer día de empresaria. “Cuando empezamos recogía-mos el aceite y lo almacenába-

mos en un patio. Yo me sentía mal, pensaba que esa no era la imagen que quería ofrecer de mi empresa”. Deciden comprar una nave industrial en la que construir

dotarla de unas instalaciones adecuadas que sirvieran de almacén y “a partir de ese día me empecé a considerar una empresaria, ese día, por primera vez, sentí que había creado una empresa”. Reagra Almería es uno de los principales motivos de alegría de esta mujer, eso… y estar viva, tener proyectos futuros, “que los objetivos que en su día me marqué con la empre-sa se han ido cumpliendo. He aprendido a ser empresaria, es como un veneno del que ya no puedo, ni quiero escapar: arriesgar y disfrutar con ello”.La empresa cuenta con una plantilla de nueve personas, entre las que se encuentran la hija y uno de los hijos de Gloria. “Ellos toman sus pro-pias decisiones, y aportan muy buenas ideas para el ne-gocio”. Pero reconoce que la incorporación no fue sencilla. “Fue complicado, tanto para ellos como para mí, separar la relación profesional de la per-sonal, saber dónde empieza la jefa y dónde termina la madre no es fácil”.Se siente orgullosa del equipo humano que trabaja en la em-presa,tes, con unos niveles de pro-fesionalidad y de lealtad a la empresa fuera de lo común”. Para Gloria, contar con estas

personas como colaborado-ras, es algo más que un mo-tivo de alegría, “me considerouna persona muy afortunada, por compartir tantas horas de trabajo con unas personas a las que respeto y admiro pro-fesional y personalmente”.Precisamente, su máxima aspi-ración es mantener este equi-po de trabajo, además de con-tinuar en el empeño de ampliar determinadas áreas de trabajo y seguir innovando en los pro-cesos y equipos técnicos de la empresa.Gloria se considera una mujer reconocida en su vida personal, “compartiendo cada momento de mi vida junto a un hombre, mi marido, al que por amor lle-vo unida tantos años” y junto a unos hijos, de los que se siente cómplice, madre y amiga.También se considera recono-cida en el ámbito empresarial, se siente en igualdad de con-diciones respecto a sus com-pañeros, los empresarios. Pero promiso con la igualdad debe ser adquirido por todas las mujeres y todos los hombres de empresa, para que ningu-na mujer vea frustrada sus ex-pectativas, sus ilusiones como empresarias. “Y ese compro-miso nos exige educarnos y educar en términos de igual-dad. Este, en mi opinión, es el primer paso para que la igualdad se genere y desarro-lle de forma natural en nuestra sociedad”.

Rosario Ruiz FernándezRETAMAR/KARTING COPO & ROQUETAS

ESTACIÓN DE SERVICIOS Y CIRCUITO DE KARTING

Rosario nos reci-

nas de una de sus dos empre-sas. Lo primero

que nos llama la atención de esta mujer es su capacidad para abstraerse de los muchos asuntos que a buen seguro la ocupan, y centrarse en las cuestiones que le planteamos. Precisamente antes de co-menzar la entrevista, comenta a una de sus colaboradoras que, salvo que se trate de un tema muy urgente, procuren no interrumpirnos.A lo largo de la conversación percibes que es una persona muy organizada, para la que

un lugar muy importante, diría, clave para la gestión de sus negocios y de su tiempo. Des-de hace varios días tiene apun-tada en su agenda la cita que hemos concertado con ella. Se muestra cercana, partici-pativa y nos reitera en varias ocasiones lo ilusionada y agradecida que está “por acor-daros de mí para participar en este libro”.Describe su niñez como una infancia normal, con juegos y con tres hermanos con los que jugar, en el municipio almeriense de Beninar. Pero hay un dato al que ella no da mayor importancia y que a nosotras nos llama mucho la atención: no empezó a ir al colegio hasta los siete años. Insiste: “hasta lo siete años, no sabía ni leer ni escribir”.Cuando le preguntamos por esta circunstancia, Rosario nos responde que en su pue-blo era lo habitual.

Pero nuestra sorpresa va en aumento cuando nos comenta que, a los ocho años, sus pa-dres la envían a un internado ¡y a los 9 años comienza los estudios de Bachiller! Sus ni-veles de autoexigencia y res-ponsabilidad, le hacen “recu-perar el tiempo”.De su madre escucha cons-tantemente una frase: “mu-riendo y aprendiendo”, que ella se aplicará durante toda su vida. “Pienso que una per-sona debe formarse siem-pre, no durante un periodo de tiempo sino a lo largo de toda su vida. Aún más si eres empresaria, porque en la di-rección intervienen factores, la mayoría de ellos decisivos para la gestión”. En la actua-lidad se encuentra realizando un master en turismo y cali-dad turística.Se licencia en Medicina, carrera que estudió en Granada. Es un periodo de su vida que recuer-da gratamente porque, de un lado, al ser la segunda vez que se separa de su familia, tras su paso por el internado, tuvo que aprender a valerse por sí mis-ma, a tomar sus propias deci-siones y a ser independiente; y de otro lado, “fue una etapa que me sirvió para desarrollar mi capacidad intelectual y me formó para el trabajo”.Finalizados sus estudios uni-versitarios, accede al mer-cado de trabajo. Durante los siguientes tres años, ejercerá la medicina en distintas loca-lidades de la provincia de Al-mería. Descubre que el trato que recibe de sus pacientes, especialmente de las mujeres, es distinto al que conceden a

sus compañeros de profesión. “La imagen que percibían era la de un profesional de la me-dicina hombre, era indiferen-te la edad, pero en cualquier caso, un hombre y no una mujer”. Siente que esa diferencia en el trato, lleva implícita una menor valoración y conside-ración de su trabajo, respecto al que desempeñan sus com-pañeros médicos. Por más que se esforzara en hacer ver que sus conoci-mientos no eran fruto de la casualidad, sino de muchas horas de estudio y dedicación “sus miradas eran de insegu-ridad, e incredulidad, ante mis diagnósticos, incluso ex-presiones como: “niñica, ¿tú estás segura?” no eran infre-cuentes”. Tras este periodo, si bien con-tinúa su relación con la sani-dad, orienta su actividad la-boral hacia la enseñanza, y durante once años impartirá clases de tecnología sanitaria en la formación profesional. Sin embargo, Rosario siente que la labor docente tampo-co la satisface plenamente. No se arrepiente de su etapa como médica, ni de los años dedicados a la enseñanza, pero entiende que ninguna de las dos cubre sus perspec-tivas. No son su verdadera vocación. “Fueron muchas las veces, que me pregunta-ba, ¿voy a estar dando clases hasta que me jubile? Enton-ces la insatisfacción era aún mayor, el sentimiento de ruti-na y monotonía se convertía en una pesada carga, que se me hacía insoportable…”.

A esta situación profesional se le une otra de carácter personal: por aquel entonces habían nacido sus dos hijos, por lo que se encontraba con dos niños muy pequeños, compatibilizan-do en ocasiones dos trabajos, y uno de ellos a más de cien kilómetros de distancia de donde residía. Toma una de las decisiones que ella

adoptado, pero a la vez la que más bienestar personal y felicidad profesional le ha produci-do: abandona los dos empleos. “En la vida se presentan determinadas situa-ciones que te empujan a elegir. Yo lo hice, y elegí la empresa, mi verdadera vocación, lo que más me apasiona”.En realidad, su relación con el mundo de la em-presa venía de lejos, ya que su madre y su pa-dre en el año 1981 habían puesto en marcha en la localidad de Retamar (Almería) una estación de servicios, en la que ella ayudaba durante los periodos de vacaciones que sus estudios le permitían. Lo suyo fue una incorporación pro-gresiva, pero continuada. El tiempo de dedica-ción a la empresa familiar fue cada vez mayor. “El negocio me fue absorbiendo, mejor dicho, yo me dejé absorber por el negocio, hasta que me escuché a mí misma y me vi dirigiéndolo”. Rosario lleva catorce años al frente del área de servicios Retamar, junto a uno de sus herma-nos. A lo largo de su trayectoria ha tenido que superar obstáculos y acometer proyectos que

negocio, cambiando tanto la infraestructura como la forma de gestión del mismo. Al principio fue complicado, sobre todo porque hubo quien pensó que no sería capaz de aco-meter la dirección, cuanto menos la renovación de la empresa. “Se equivocaron completamen-te, porque siempre me he dicho, lo que es ca-paz de hacer otro, también puedo hacerlo yo. No hay que ponerse límites”.Con respecto a las estrategias que ha emplea-do en este proceso: “Trabajar, trabajar y creer en mí misma”.Rosario reconoce que siempre ha contado con el apoyo de su familia, principalmente de su madre, de su padre y de su marido, al que agradece no sólo el que haya estado ahí en las ocasiones adversas, sino que además

haya tenido una actitud activa en todo momento, “dándome el empuje y las fuerzas que a veces me han faltado para seguir adelante”.“Y por supuesto, mis hijos, lo que más me motiva a seguir creciendo como persona. Quiero ser un buen referen-te para ellos, que sepan tener aspira-ciones y que sepan trabajar duro para conseguirlas”.Para esta mujer, ser empresaria es casi una forma de vida, “porque siempre tienes la empresa en tu cabeza”, pero también hay que saber desconectar. Reconoce que le costó, sobre todo al principio, porque llegaba a casa y se-guía pensando y hablando del nego-cio, de los problemas que tenía… al

taba de ellos”. La experiencia y la formación ayudan, en este sentido, y especialmente la pla-

“Para las personas que diri-gen un negocio el noventa y cinco por ciento de su tiempo en la empresa lo

Pueden ocurrir cosas urgentes, que sur-jan de inmediato, sin esperarlas, pero deben ser las menos, porque en mi opi-nión son las que desgastan más”.Le gustan los retos, “tener un proyec-to difícil, sacarlo adelante… me moti-va el propio reto”. Sus aspiraciones la llevaron a poner en marcha, junto con sus dos hermanos, en el año 2004, la construcción del Karting Copo en el municipio almeriense de El Ejido, como ampliación del circuito Karting Roquetas creado por su familia 16 años atrás. Finalmente, se constituyó

además de los dos circuitos de karts, ofrece servicio de cafetería y restaura-ción y competiciones deportivas. Mujer pragmática y realista, considera que crear este nuevo negocio ni fue una ilusión, ni imposible, todo lo contra-rio, “sabía que si nosotros no lo ponía-mos en marcha, alguien se nos podía

adelantar, cuando la idea había sido nuestra; podíamos hacerla realidad”.En la actualidad, Karting Copo & Ro-quetas está implantando una nueva línea de negocio como es la organiza-ción de eventos, actividades para gru-pos y cursos de conducción deportiva y educación vial para centros escolares. “A los negocios hay que dejar que hablen y tener tiempo para oírlos, es la mejor manera que conozco para saber darles la orientación que te van pidiendo”.Es una mujer afortunada. Hace lo que más le gusta: hacer empresa, con la velada esperanza de que algún día sus hijos se incorporen y continúen con los negocios que su madre dirige. Pero eso, como esta mujer nos dice: “es otra historia, es mi gran proyecto personal”.“Avanzo cada día realizando una acti-vidad que me apasiona, que me exige creatividad, decisión y a la que impri-mo mi carácter personal. Cuento con una familia que me apoya, me respe-ta y me anima ¡y además, me quiere! Yo quiero que haya muchas mujeres como yo, en mis mismas circunstan-cias. Ese es mi máximo deseo”.

Antonia Ruiz OlivaLEHMBERG-FORMACIÓN

FORMACIÓN

Antonia es, desde el año 1997, la consejera dele-gada del grupo de empresas Lehm-

berg-Formación que, especiali-zada en educación no reglada, a

dica a la formación ocupacional continua, creación de platafor-mas formativas y la preparación de oposiciones para el acceso a distintos Organismos y Adminis-traciones Públicas.La empresa, a juicio de esta empresaria, ha sabido mol-dearse y adaptarse a los cambios y a las necesidades formativas que el mercado exige; incorporando en cada momento las metodologías di-dácticas y los medios técnicos más innovadores, como ele-mentos diferenciadores en un sector altamente competitivo como es el de la formación.

Fruto de ello es el prestigio del que goza el grupo em-presarial, notoriedad y buena reputación, que se han ido ex-tendiendo y consolidando más allá de las fronteras de la pro-vincia malagueña.La empresa, que ha tomado su nombre de la calle en la que se ubica su sede social, está si-tuada en una de las zonas más comerciales de la capital mala-gueña, por lo que su fácil acce-so tanto para viandantes como para vehículos, sin duda ha favorecido el incremento de su clientela en los últimos años.Cuando entrevistamos a Anto-nia lo hacemos en su despach situado en la planta alta del

ocupa la empresa.Desde la calle se aprecia y

que por sus dimensiones, por su imagen, con un atractivo

diseño que, rompiendo con la arquitectura próxima, da al conjunto un aspecto elegante, espacioso y bien iluminado. La entrevista se desenvuelve desde el principio con mucha

a pesar de sus reticencias iniciales a ser entrevistada, pues, en su opinión, ella to-davía esta empezando en “esto” del mundo de la em-presa. “Todavía necesito al-canzar la edad adulta como empresaria, por lo que no me puedo considerar referente para otras mujeres empren-dedoras y empresarias”.En la empresa se respira el bullicio propio del trabajo, pero la única interrupción que tenemos es la de una llama-da de teléfono que nuestra entrevistada recibe en el mó-vil y que resuelve rápidamen-te apagándolo.

Por su forma de actuar, da la impresión de ser una perso-

misma. Firmeza y seguridad que se acentúan por su forma de gesticular, con una mirada

hacia su interlocutora. Desde la sinceridad, nos comentará que a pesar de su experien-cia de vida, no son pocas las ocasiones en las que tiene di-

ño cuando tiene entre manos algún problema más o menos importante que resolver o algu-na decisión difícil que tomar.“Cuando esto ocurre siempre recurro a mi padre, y me plan-teó cómo lo hubiera resuelto él o qué consejo me habría dado, y casi siempre acabo encon-trando la solución”.Su padre será la persona más importante de su vida, la que

desde su niñez, y aunque de alguna manera ella ha luchado por ser su propia fortaleza, re-conoce que a su padre le unen unos lazos de los que nunca querrá, ni podrá desprenderse. Desde que era niña se puso de

so, impaciente y rebelde. Nos recuerda una frase que siem-

a ella: “digan lo que digan y ha-blen lo que hablen, mi Antonia siempre se opondrá”. Este carácter le ha servido para ser una persona comprometida, en lo personal y en lo profesional, defendiendo sin tapujos aquello en lo que cree y rebelándose contra las que ella considera in-

justicias, “incluso a sabiendas de que determina-das posiciones me podían perjudicar o, al menos, podían no favorecerme profesionalmente”.Esta actitud la llevará a tener una breve pero intensa incursión en la vida política local del municipio de Velez-Málaga, que abandonará pronto al sentirse más cercana a los colecti-vos empresariales. Hoy día es miembro del Pleno de la Cámara de Comercio de Málaga, además de pertenecer a varias organizaciones empresariales sectoriales y a la Asociación de Empresarias de Málaga y provincia. “En mi opi-nión, desde las empresas y desde las organi-zaciones empresariales se pueden conseguir muchas cosas, desde un punto de vista eco-nómico, las empresas generan empleo y crean riqueza, lo que repercute en una función social de una magnitud extraordinaria, al lograr que las ciudades y los pueblos avancen de forma segura, sin posibilidad de retrocesos”.Pero no nos adelantemos a los acontecimien-tos con el riesgo de olvidarnos de aquella niña procedente de una familia del entorno rural, de la zona de la Axarquía, que tanto le marcará, “para lo bueno y para lo malo”.“Para lo bueno, porque desde pequeña me crié en un ambiente de absoluta libertad, donde todo el mundo se conocía, se relacionaba, y se ayudaba. Pero este ambiente rural era también un con-texto cerrado, era como vivir en una realidad muy sesgada”.Esto, según Antonia, hace que cuando se tras-lade a Málaga capital para estudiar en la Fa-cultad de Filosofía la carrera de Filología His-pánica, descubra un mundo nuevo para ella, el de la ciudad, “los movimientos universitarios, las tertulias, las manifestaciones…”do que durante un tiempo le dedicase escasas horas a los estudios. “Reconozco que fue una época de mi vida en la que me despisté, me ví deslumbrada por lo que me ofrecía la ciudad, que yo ni siquiera podía haber imaginado, y me olvidé del por qué estaba yo en Málaga”. Probablemente todo se debió al proceso normal de madurez que experimenta cualquier perso-

Con el título bajo el brazo, em-pezó la dura y ardua travesía de buscar y encontrar empleo.“Fueron años muy complica-dos, que llegaron a afectarme en lo personal. Llegué a plan-tearme qué conocimientos, qué habilidades eran las que no reunía que resultaba impo-sible que encontrará un puesto de trabajo”. Durante casi diez años, su vida profesional se limitó a dar clases particulares, alguna que otra sustitución en algún centro de educación privado, y sobre todo, a llevar el currículo y presentar-se a todas aquellas ofertas de trabajo de las que se enteraba.“Recuerdo el daño moral que me ocasionaba cuando tras prepararme para acudir a una entrevista, al comprobar que

pánica, ni siquiera llegaban a entrevistarme y darme la más mínima oportunidad”.Casi a punto de cumplir los treinta años, con un escaso bagaje laboral que, como un círculo completamente cerra-do, le impedía labrarse un fu-turo profesional, decide poner en marcha junto a una compa-ñera, un centro de estudios. El salir de la situación de desempleo y la necesidad de encontrar una mínima estabili-dad laboral fueron las causas por las que esta mujer se con-virtió en empresaria. Pero los problemas solo acaba-ban de empezar. Los recursos económicos con los que conta-

ban eran escasos “hasta el pun-to de que, prácticamente, todo el mobiliario de la academia los hicimos nosotras: estanterías, mesas, lámparas… todo fue, literalmente, artesanal”.Sus conocimientos de empresa eran nulos. “Cuando abrimos pensamos que simplemente, nosotras nos dedicaríamos a impartir clases y que en eso consistía todo ¡cuán equivo-cadas estábamos!”.Presupuestos, contabilidad, im-puestos, publicidad, marketing, previsiones… eran conceptos que no estaban ni en su voca-bulario, ni en sus mentes.Aprendió todo lo que conlleva la gestión del negocio a mar-chas forzadas, “fue como un curso acelerado, pero con la diferencia de que tanto los errores como los aciertos re-percutían irremediablemente sobre la empresa”.Hoy empresarial previa a la puesta en marcha de cualquier em-presa es un recurso de un va-lor incalculable. Considera que, actualmente, tanto las Administraciones como las propias organiza-ciones de empresa ponen al alcance de las personas em-prendedoras instrumentos de asesoramiento, asistencia técnica y recursos formativos, que facilitan la madurez de las ideas empresariales, así como, la información necesaria y pre-cisa para conocer la viabilidad de un plan de negocio. “Pero en mis comienzos como empresaria no existían tales

medios como no fuera acu-diendo a entidades privadas, por lo que yo lo recuerdo como la época más angustiosa de mi trayectoria empresarial”.Tras esta experiencia, Antonia pone en marcha otro centro de estudios en el municipio mala-gueño de Vélez-Málaga, para

dos empresarios del sector, el grupo Lehmberg-Formación.“Creo que lo mejor que nos da la vida es la posibilidad de elegir. En mi caso en concreto, podía haberme quedado con mi pequeña empresa de forma-ción, pero aposté por este pro-yecto y, aunque hemos pasado algunos años difíciles, estoy convencida de que elegí bien”.La empresa cuenta actual-mente con una plantilla de, aproximadamente, 100 perso-nas, de las que más de 70 por ciento son mujeres que, en su mayoría, ocupan los puestos de dirección de las distintas

vistada, tradicionalmente en la docencia ha habido una presencia mayoritaria de las mujeres, pero, a medida que se asciende a los puestos de dirección, esta presencia va disminuyendo hasta llegar a ser meramente residual. “En Lehmberg-Formación he-mos apostado por la forma de hacer y de dirigir de las mujeres y los resultados no pueden ser mejores. Su proximidad, su ca-pacidad de comunicación, sus niveles de implicación y de au-toexigencia, son el germen para

Carmen Saiz MuñozINDUSTRIAS QUÍMICAS CARPO

FABRICACIÓN DE TINTES Y BARNICES

“Amí, ser empre-s a r i a me ha d a d o

muchas satisfacciones. No sólo por el aspecto económi-co, sino también por realizar-me como persona. Me ha permitido conocerme más y mejor, hacer cosas que creía imposible que yo pudiera hacer y, sobre todo, el recono-cimiento de mi equipo de tra-bajo, esto para mí es lo más importante”.Carmen Saiz no es una persona con la que tuviese un contacto previo a la entrevista. Sin embargo, nada más conocerla te das cuenta que es una persona muy agradable en el trato, correcta, educada, habladora. Es una gran conversadora.Se le nota cierta dosis de timidez que ella no esconde. Le gusta la transparencia en el trato con las personas “que te vean tal y como eres, sin dobleces”.Pero mucho tiempo ha sufrido por

seguridades. Hoy considera que es una persona prudente en sus decisiones, sencilla en su vida diaria, “una de las co-sas que me produce más fe-licidad es mantener una con-versación agradable con mis amigos o simplemente estar en mi casa sentada frente al televisor sin sentirme culpable de no hacer nada”.Le gustan los pequeños deta-lles, por ejemplo, cuando nos recibe en su despacho hay una mesa con un ordenador, teléfono y... montones de pa-peles encima; sin embargo, la sensación es de que todo está en su sitio, ordenado y cuida-

do, para hacer confortable su lugar de trabajo.Carmen nació en Valencia hace 57 años, porque toda su fami-lia es de la zona del Levante, pero con 5 años trasladan a su padre a Jaén, y con él a toda la familia, compuesta por su ma-dre, su padre, dos hermanos, y Carmen, la más pequeña. A pesar del tiempo trascurrido, recuerda perfectamente los primeros años de su infancia en Valencia. “Sigo mantenien-do contacto permanente con mi familia de allí, de hecho suelo ir a menudo. Pero llevo tantos años en Jaén que ya me siento andaluza”. En el proceso de convertirse en una persona independien-te, han jugado un papel funda-mental su madre y su padre. Sus padres les enseñaron a ella y a sus hermanos, que la formación y el trabajo proporcionan la posibili-dad de que una persona sea independiente, ten-ga opinión y criterio y logre acceder a puestos de trabajo y de responsabilidad en igual-dad de oportunidades. Es lo que aprendió en casa.“Mis padres siempre se han es-forzado por darnos una forma-ción lo más amplia posible, y mostrarnos el trabajo como algo imprescindible, como un medio de independencia económica y de realización personal”.Su educación trascurre por unos derroteros muy distintos a su posterior desarrollo profe-sional. Estudia Magisterio aun-que, con cierto tono de compli-

que le hubiera gustado estudiar es Interpretación y Traducción, y así tener la excu-sa perfecta para poder viajar (una

pasión que ha conservado a lo largo de los años) a Francia. “Pero a mi madre aquello de irse a Francia no le sonaba nada bien, y con 17 ó 18 años no te-nía en la cabeza otra cosa más que obedecer a mi familia… Al-guna vez me he arrepentido de no haber insistido más”. Cuandodecide probar suerte presen-tándose a las oposiciones, que no aprueba. Aquello le su-puso un revés importante en su vida, pero su padre le dijo: “depresiones ni una, te vienes a trabajar conmigo (se ríe), yeso fue lo que hice”.A los 19 años empieza a traba-jar en la empresa que su padre había fundado en el año 1962.

No puede evitar hablar con cierta nostalgia de la persona que ha sido clave en su vida, “mi padre, un hombre em-prendedor con el que trabajé durante algunos años. Hemos estado muy unidos, mi padre ya era mayor y se apoyaba mucho en mí y yo en él”.Aprendió, como otras muchas mujeres, a no venirse abajo

convertir en ventaja la adversi-dad. “Cuando surge un proble-ma trato de buscar la solución y aprender para evitarlo en el futuro. Pero siempre le busco la parte positiva, no me com-plazco nunca en lo negativo”.Estadado mucho a sobrellevar las cargas que ha tenido que so-portar en el camino.Se casa y tiene un hijo y una hija que, en la actualidad, tie-nen 19 y 17 años, respectiva-mente. Va compaginando la actividad profesional con el cuidado de su familia. Pero tiene un marido que entiende su vida, “ca que sigue demostrándome que lo es”, que la apoya y se responsabiliza de los hijos, en los muchos momentos que le acapara su vida profesional.Carmen reconoce que, en este sentido, su situación es privi-legiada porque sabe que, aún hoy, las cargas familiares si-guen recayendo en gran me-dida sobre las mujeres. En 1973 tiene lugar uno de los momentos más desgraciados de su vida: la muerte de su padre, y decide hacerse cargo de la dirección de la empresa.Carmengerencia del negocio por res-ponsabilidad, “por continuar la empresa familiar”, más que por vocación. Haciendo em-

presa, es cuando descubre su vocación empresarial.“Ser empresaria me ha ayuda-do a descubrir capacidades que no pensaba que tuviera, valorar la libertad que da ser tu propia jefa y lo importante que es, so-bre todo para nosotras las mu-jeres, ser independiente”.Se gusta como es, porque ha sabido conjugar lo que tenía que hacer, con hacer lo que le gusta y quiere. Fruto de la experiencia adqui-rida durante esos años, sur-ge en el año 1994, Industrias Químicas Carpo, más conoci-da por Barnices Carpo.Ubicada en la localidad jienen-se de Mancha Real, desarrolla su actividad en el sector quí-mico, dedicándose a la fabri-cación de barnices para ma-deras, tintes y disolventes. La empresa ha sido referen-te para otras industrias del sector, siendo la primera en Andalucía en conseguir las

sistemas de gestión de calidad y de gestión medioambiental, en una única auditoría de certi-

(de gestión medioambiental) de la provincia de Jaén.A Carmen le preocupan deter-minadas “asignaturas pendien-tes” en el mundo empresarial, especialmente aquéllas que tienen que ver con el acceso de las mujeres a la actividad empresarial. Siente que to-davía las mujeres tienen más

crear empresas y para gestio-narlas que los hombres. Aún en nuestros días existen sec-tores económicos donde las mujeres prácticamente ni están representadas ni están presen-tes. “Trabajo en un sector don-

de la gran mayoría son hom-bres. Cuando nos reunimos los miembros de la Asociación Nacional de Barnices, muchas veces soy yo la única mujer, casi todas mis relaciones em-presariales son con hombres. Considera que hay que trabajar intensamente para que algún día desaparezcan las diferen-cias de género, y la empresa es un gran campo de actua-ción para conseguir la igual-dad entre hombres y mujeres. Para ella es necesario que haya más mujeres empresa-rias, porque eso supone tra-bajar en ese proceso de con-cienciación que necesitan los hombres para llegar a percibir de manera natural que “lasmujeres pueden ser igual de arriesgadas, prudentes, deci-didas y fuertes que ellos”. Y también, que haya más mu-jeres en las empresas “porque las mujeres tenemos incorpo-rado un sentido del deber y de la responsabilidad y una efec-tividad en el trabajo de la que, sinceramente, los hombres tendrían mucho que aprender”.Carmen comenta una anéc-dota al respecto: “Un día me visitó un proveedor y me pre-guntó cómo era capaz de con-tratar mujeres, teniendo en cuenta que éstas se quedan embarazadas, se quedan con sus hijos cuando se ponen malos… A lo que le contesté: “Pues, fíjate, los hombres jue-gan al futbol, se lesionan, hay que operarlos, se les complica la operación, y en vez de un mes, están tres meses de baja (en ese momento yo pasaba por una situación similar con un trabajador). El proveedor no supo responderme….”En Barnices Carpo trabajan 18 personas, de las que la tercera

parte son mujeres que desem-peñan labores técnicas en el Departamento de Producción y labores administrativas. “Mu-jeres con iniciativa, muy profe-sionales, con una gran capaci-dad para tomar decisiones”.Carmen se entusiasma cuando habla del equipo humano que trabaja en Barnices Carpo, “nos conocemos desde hace tanto tiempo que las relaciones trascienden más allá de lo pro-fesional. Y eso yo lo veo como algo positivo. “A mi gente” la considero como una prolonga-ción de mi propia familia”. Carmen mira al futuro con grandes dosis de optimismo. ¿Sus aspiraciones? “Seguirtrabajando, que la empresa no deje de funcionar, ser capaces

clientela… En el terreno per-sonal, que mis hijos crezcan y nos tengan siempre presen-tes, seguir llevando una vida sencilla junto a mi marido, y poco más… Ansío viajar, mi gran pasión”. “Las mujeres ponemos sen-sibilidad en el trabajo, lo hu-manizamos, tendemos a con-vencer más que a imponer, dar libertad para que las y los demás desarrollen sus ideas, potenciamos las capacidades y reconocemos los valores de los demás, hombres y muje-res. Para mí estos son los va-lores en los que se asienta la igualdad: la consideración de las personas en igualdad”.

Rosa Mª Sánchez OjedaLA SARGA

RESTAURANTE

Rosa Mª ha na-cido y vivido prácticamente durante toda su vida en el muni-

cipio de Cazorla, situado en la comarca del Alto Guadalquivir de la provincia de Jaén. Lugar privilegiado para vivir, al es-tar ubicado en ese marco in-comparable que es el Parque Natural de Cazorla, que ofre-ce a quien lo visita la paz de espíritu y el redescubrimiento de una naturaleza en estado puro, llena de diversidades, colores y contrastes que con-viven en perfecta armonía.En medio de esta localidad está situado La Sarga, el res-taurante que desde hace 27 años dirige esta mujer junto a su marido, y lugar en el que nos citamos con ella para rea-lizarle la entrevista.Se trata de un local de peque-ñas dimensiones en el que sólo tienen cabida diez me-sas. La decoración, extrema-

damente cuidada con elemen-tos decorativos sencillos pero

biente agradable y acogedor. Sorprenden sus grandes ven-tanales, por los que penetra una luz impresionante duran-te todo el día y dejan ver el asombroso paisaje de la sie-rra de Cazorla.Cuando Rosa Mª nos recibe, descubrimos a una mujer atenta y muy educada, de voz fuerte, gruesa y elevada, que contrasta con su aspecto físi-co, al ser una mujer de peque-ña estatura, casi frágil, lo que en modo alguno responde a sus vivencias, a su experien-cia de vida.Es imposible hablar de lo que hoy es y de lo que hace sin re-currir al pasado, a su infancia y adolescencia, que trascurren vinculadas al Parador Nacio-nal de Cazorla debido a que “tras las muerte de mi padre siendo aún muy pequeña, y después de vivir un tiempo en Barcelona, le ofrecen a mi ma-dre un trabajo en el Parador”.Desde entonces no volverá a separarse de su tierra, salvo el periodo de tiempo que vivió en León cuando estudió en la Es-cuela Superior de Hostelería.

Se siente cazorleña “por los cuatro costados. Aquí nací, me casé, nació mi hija y tengo mi trabajo. Los grandes acontecimientos de mi vida han ocurrido aquí”.Pero Rosa Mª va más allá. Le motiva trabajar día a día para que su pueblo se conozca en todas partes, para que recu-pere sus tradiciones y sea un referente para otros munici-pios andaluces. Cuando piensa en su infancia, se ve feliz, pero siempre mar-cada por el recuerdo de su ma-dre, “de lo joven que se quedó viuda y de la cantidad de ho-ras que tenía que trabajar para sacar su hija adelante”.Su madre, persona clave en su vida. De ella aprendió la importancia del esfuerzo y el trabajo constante para con-seguir lo que te propones. De ella aprendió a valorar lo que tiene, y a valorarse a sí mis-ma. “Es justo que hoy le haga su pequeño reconocimiento, porque siempre ha vivido por mí. Se olvidó de su propia vida para vivir por su hija, ha sido una excelente madre que me ha ayudado mucho”.

De la enseñanza reglada se cansa pronto, y a pesar de la insistencia de su madre para que continuase formán-dose, a los 17 años decide dejar los estudios y entra a trabajar en el mismo Parador de Cazorla. Esta experiencia marcará, en muchos sentidos, la vida de esta mujer. Descubre su verdadera vocación pro-fesional, hacia la que encaminará sus futuros pasos: la restauración. “Allí te instruían en todas las áreas de trabajo, trabajaba en todos los departamentos: cocina, atención al cliente, servicio de habitaciones...”. Fueron cinco años que le sirvieron para aprender que las personas no dirigen empresas, ni de-partamentos, ni siquiera equipos:sólo dirigen a personas. Recuerda con profundo cariño esa épo-ca, y siente especial agradecimien-to por la persona que administraba el Parador; “él me convenció de que sólo tendría futuro en la Hostelería y la Restauración si me convertía en una auténtica profesional y para eso, el único camino era formarme”. Ingresaen la Escuela de Hostelería de León. Se había marcado un objetivo y había encontrado el camino para conseguir-lo. A partir de ahí, la formación será una constante en su vida. “Me gusta formar y necesito formarme. Tanto que me insistió mi madre en que estudiara y ahora, que estoy en un proceso de formación continua porque así lo re-quiere mi profesión, pienso que estoy cumpliendo, aunque sea de otra ma-nera, su objetivo”.También esos años en los que atesora la experiencia necesaria para independi-zarse profesionalmente, le sirven para empezar a entender que la vida laboral se presenta de manera distinta para hombres y mujeres. Algunos trabajos se ofertan sólo para los hombres, otros están absolutamente feminizados. Los

puestos de trabajo de responsabilidad en cocina, en administración… son ocupados casi en exclusividad por hombres. Las mujeres realizan los tra-bajos menos valorados: fregando los platos, camareras de habitaciones. Su mirada ya no volverá a ser la misma. Hoy día, en su restaurante, el equipo de trabajo está compuesto casi en su totalidad por mujeres. “Las mujeres tie-nen el mismo derecho que los hombres a ingresar en la fuerza de trabajo, su capacidad y preparación es igual que la de aquéllos; no podemos consentir, la sociedad en su conjunto, no puede por más tiempo, seguir arrastrando esta lacra social que supone la des-igualdad, ni por el bien de las mujeres, ni de los hombres”. Cazorla es hoy un enclave turístico, pero hace casi 30 años, cuando aún estaba por descubrir, Rosa Mª detecta una oportunidad de negocio: crear un restaurante que tuviera como base la cocina tradicional cazorleña pero enri-quecida con los contrastes, matices y texturas de una cocina innovadora y creativa.Así nace La Sarga, que pone en mar-cha junto con su marido. Él es el Jefe de Cocina y Rosa Mª la Jefa de Co-medor. Este restaurante, que debe su nombre al cortijo que sus abuelos tenían en el Parque Natural, se ha convertido en uno de los lugares emblemáticos de esta localidad jienense. Pero no siempre fue así, y Rosa Mª recuerda con una sonrisa en su ros-tro el primer día que abrió sus puertas La Sarga: “Fue el cuatro de febrero de 1980, ese día sólo entró una persona, un señor que desde entonces viene desde Úbeda todos los lunes a comer”. Pero no desfallece. En su opinión, para crear una empresa principalmente hace falta una idea clara, nueva y creativa,

de la cual la primera convenci-da sea una misma. Rosa Mª y su marido constitu-

lo personal y en lo profesional. En lo personal, bajo el para-guas de una relación basada en la admiración y sobre todo “en el diálogo, hablarlo todo y cuando hace falta, saber pe-dir perdón”. En lo profesional, cada uno tiene sus funciones perfectamente establecidas dentro del negocio, “mi marido se dedica a la cocina y yo a vender los platos que elabora y crea, porque ambas funcio-nes son igual de importantes”.La Sarga ha hecho de la gas-tronomía un arte, que abre una puerta inagotable a la creativi-dad. “Es un arte, y, como ocurre con todo arte, hay inspiración, ideas, horas de estudio, horas

perfeccionarlo y, sobre todo, existe el punto de sufrimiento e inseguridad hasta que no lo disfruta el comensal”.Pero también ha habido mo-mentos duros y difíciles, espe-cialmente en los comienzos,

los escollos más importantes para sacar adelante el proyec-to. Hasta ese momento, nun-ca había padecido en primera persona las desigualdades de género, pero cuando se dirige a los bancos con su idea de

negocio, siendo mujer y con sólo 24 años “hubo quien me miró con una mezcla entre ex-trañeza, sorpresa, y pensando de dónde había salido esta chica”.Fue lo más difícil, demostrar que podía salir adelante. Las mujeres tenemos que demos-trar continuamente que somos capaces de hacer bien nuestro trabajo. “Nadie se cuestiona que una empresa no funcione porque al frente esté un hom-bre. Pero con las mujeres no ocurre igual”. Es una mujer fuerte, a pesar de su apariencia física, que no sólo ha sabido hacerse un hueco, sino que es una empresaria respetada y muy considerada en el sector de la actividad que desarrolla.Para ella, un buen negocio es aquél que permite una desco-

do la jornada laboral y es posi-ble dirigirlo incluso a distancia. Y en este sentido, La Sarga es un negocio de éxito, porque también cuenta con un equipo

formado, “en el que puedo de-legar funciones y tareas con la

del trabajo bien hecho”. Rosa Mª tiene una máxima en su vida: los obstáculos están

superarlos. Un ejemplo lo ilus-tra: Necesitaba saber de vinos, como jefa de comedor era algo imprescindible. Se le plantea la posibilidad de estudiar etno-logía, duda, no se cree capaz de hacerlo, es algo muy com-plejo, pero no llevarlo a cabo le supone un gran inconveniente para su trabajo. Se atrevió con el curso de vinos que en la ac-tualidad sigue realizando.

Tres son los momentos de for-tuna en su vida, que resume en tres días: “el día que me casé, el nacimiento de mi hija, y el día que abrí mi negocio, los tres acontecimientos que han supuesto los cambios más importantes en mi vida”. Para ella La Sarga es más que un negocio, es una forma de vida que la hace sentir viva y en constante aprendizaje. “Pretendo que quien se sien-te en nuestra mesa, note y perciba la gran dedicación de un equipo humano que cree

casi un medio de comunica-ción, probablemente el mejor entre las personas”.Sus expectativas futuras: con-solidar el salón para cele-braciones que hace poco ha puesto en marcha en la misma localidad. “Mi objetivo es con-seguir que el nuevo estableci-miento, La Loma de la Sarga, alcance el mismo prestigio y reputación que hemos logrado con el restaurante”. Para esta mujer el secreto de su éxito no responde a nin-gún truco, es sencillamente la constancia diaria en la realiza-ción de un proyecto de restau-ración, “y digo de un proyecto porque cada plato nuevo que sacamos supone realmente un proyecto, casi un experi-mento, con honestidad, con entrega, y con la suma de toda una orquesta profesional, para poder servir nuestro me-jor concierto”.

María Santiago Buendía EQUIPOS DE OFICINA DE GRANADA

DISTRIBUCIÓN DE PRODUCTOS CANON

María es una persona emi-nentemente familiar. Su familia es

su principal apoyo, lo ha sido desde siempre, ”es lo que más me merece la pena. Pase lo que pase y haga lo que haga, mi familia siempre ha estado ahí cuando la he necesitado”.Es su refugio, al que necesi-ta volver en su día a día para sentirse segura, “recargar pi-las” y recibir la tranquilidad y serenidad que, de una mane-ra tan natural y sencilla, ella sabe transmitir. Su infancia, feliz, muy feliz, se desarrolló en el municipio granadino de La Peza, junto a sus padres, sus dos hermanos y hermana, en el entorno rural que imponía el trabajo de su padre. “Vivíamos en el cortijo del que mi padre era encar-gado, hasta que nos traslada-mos a Granada capital cuando cumplí los siete años, por lo que toda mi primera infancia, mis primeros juegos, mis pri-meros amigos… las primeras vivencias que recuerdo, están estrechamente unidas a la vida en plena naturaleza”.

Pero la felicidad no se apren-de, como ella dice “O se es o no se es feliz. La felicidad tie-ne que salir de dentro de una misma”. Ésta será una máxima que María se impondrá cum-plir y llevar a rajatabla durante toda su vida. No es excesiva-mente optimista, simplemente ha sabido sacar partido a todo lo que ha hecho o le ha ocu-rrido a lo largo de su historia. Quizás por eso lo que para otras personas son renuncias

como experiencias de las que aprender, oportunidades que aprovechar y, casi se diría, ventajas de las que disfrutar y

de quienes la rodean. Las circunstancias de su vida la hacen madurar a una edad en la que mayoría de las personas se empiezan a plantear su futu-

tudios en el Instituto Juan XXIII de Granada, con dieciocho años recién cumplidos, con-trae matrimonio con Ángel, un hombre al que ella considerará su maestro y mentor en el co-nocimiento de la actividad em-presarial de la que asumirá su gestión algunos años después.

Pronto nacen su hija e hijo, y durante algunos años compa-ginará su crianza al tiempo que colabora en la distribuidora de productos Canon que bajo el

de Granada, había puesto en marcha su marido en la capital granadina.“Fueron años de mucho traba-jo, pero la ilusión y el empeño podían con todo. Primero em-pezamos con un local peque-ño, luego, poco a poco, fuimos adquiriendo más maquinaria, realizamos la primera con-tratación” y se trasladan a un local de doscientos cincuenta metros cuadrados en la calle

en la actualidad.“Apostamos muy fuerte, fue una lucha titánica. Considero que éramos unos auténticos emprendedores porque cada día era aprender, progresar, estábamos permanentemente atentos a las nuevas tenden-cias del mercado. Más que una evolución era una revolu-ción permanente”. María tenía veintiséis años cuando se produce el falleci-miento de su marido. Este terri-

ble acontecimiento en la vida personal de esta mu-jer, tendrá una innegable repercusión en su vida profesional. A partir de entonces, hace ya más de veintitrés años, inicia una trayectoria empre-sarial, que tendrá como resultado haber converti-

Granada en la empresa lider del mercado grana-dino en la distribución y reparación de productos

“En la mayoría de las si-tuaciones, las personas se proponen unas me-tas, unos retos que cum-plir, y dirigen todos sus esfuerzos y energías en conseguirlo. En mi caso concreto, nada había

fruto de la casualidad, de una triste casualidad”.No eligió la actividad a emprender, más bien fue al revés, la empresa la eligió a ella y aunque, en su opinión, se lo encontró todo hecho, nosotras, aún a costa de perder la objetividad en la entrevista que le realizamos, diferimos de esta opinión; en primer lugar, porque María, ocupando un segundo plano, había sido desde los comienzos, un apoyo

para la empresa, y en segundo lugar, porque la dirección de un negocio después de veintitrés años, en ningún caso se debe a la buena fortuna o a una tendencia natural del mercado, es el fruto de una acción ardua y difícil, pero acompañada de lo que esta mujer considera como su mayor triunfo: “una gran ilusión por sacar adelante un proyecto a pesar de todo, con la seguridad necesaria de que es posible y con las ganas de descubrir oportunidades y retos que cumplir”.En el camino: errores, y sobre todo toneladas de inseguridades y miedos, muchos miedos. “Al fra-caso, a no hacerlo bien, a fallarle a la gente que depende de ti, miedo a no ser una buena ma-dre para mis hijos, que por aquel entonces eran muy pequeños… yo he tenido muchos miedos, soy, ¡he sido!, una mujer de miedos”.Cuando le preguntamos si recuerda su primer día como empresaria, ella nos aclara: “una cosa es ser empresaria y otra creerte y sentirte como tal”.Seconvirtió en empresaria cuando legalmente asu-mió la mayoría del capi-

tal social de la empresa, “pero realmente me sentí una mujer de empresa la primera vez que asistí a una reunión de distribui-dores de Canon a nivel nacional y, de trescientas personas, yo era la única mujer. Lo pasé muy mal, pero al mismo tiempo, me dio mucha fuerza y pensé que si había po-dido con aquello, estaba preparada para superar cualquier situación”.En este camino, los hijos, sus mayores motivos de felicidad. La admiran, la respetan, y por encima de todo la quieren, por la mujer que ha sido, y por la mujer en la que se ha ido haciendo, una mujer que ha decidido afrontar por sí sola las preocupa-ciones y pasar noches en vela, a cambio de obte-ner una gran recompen-sa que saborea en su día a día: la libertad de no te-ner mandos superiores, la libertad de decidir, la libertad de trabajar en lo que le gusta. Equiposde Granada, tiene su fortaleza en poder ofrecer al mercado las últimas novedades tecnológicas en activos y procesos informáticos, para ello, dispone de un personal muy especializado en las

distintas áreas en las que está organizada la empresa, como son el departamento técnico, comercial, informático y de administración.Encon una plantilla compuesta por treinta y ocho personas, un equipo de trabajo al que María atribuye el cincuenta por ciento del éxito de su empresa. “Enuna organización como la que yo dirijo, necesitas rodearte de la mejor gente posible, personas que se involucren en el proyecto, que lo hagan suyo y que aporten ideas. En mi opinión, esa es la labor de una buena líder, motivar a su personal, delegar en las áreas de trabajo que potencie su creatividad y el asumir responsabilidades”.La empresa dispone de dos centros de trabajo, uno de ellos situado en la ciudad de Granada y otro en la provincia, concretamente en el municipio de Motril. No obstante, las perspectivas de futuro le hacen plantearse la compra de unos terrenos en

más de dos mil metros cuadra-dos, que les permita concentrar en ella toda la actividad que la entidad genera, motivo por el cual María considera, además, necesario acometer en corto plazo, determinados ajustes que tendrán como destino la ampliación, en algunos casos

los departamentos o ámbitos de trabajo de la empresa. “Unnegocio consolidado necesita innovar, innovar para crecer y crecer para expandirse”.La empresa apuesta por una formación periódica y conti-nua de todo su personal, ne-cesaria e imprescindible para adaptarse a los cambios tec-nológicos que el mercado les requiere. “Aproximadamente,cada seis meses Canon lanza nuevos productos y hay que renovar los equipos y progra-mas informáticos que distri-buimos, por lo que tenemos que estar permanentemente preparados. Es como volver a reciclarte cada seis meses”.El sector en el que Equipos de

lla su actividad es altamente competitivo, es por ello que, en palabras de su directora y gerenta, “para nosotros es de obligado cumplimento es-tar continuamente investigan-do las nuevas necesidades del mercado, hacer nuevas propuestas que sean lo más atractivas posible, con el obje-tivo de mantener e incremen-tar la cartera de clientes”.Estades que en pleno siglo XXI encuentran las mujeres para conciliar su ámbito personal y profesional, aún más cuando se trata de mujeres que han decidido, por vocación o mo-tivadas por otras circunstan-cias, asumir responsabilida-

des empresariales. “Aunquecada vez menos, la sociedad, de un lado, sigue poniendo en tela de juicio nuestra capaci-dad para liderar empresas, y de otro, nos exige que asuma-mos la carga del cien por cien de las obligaciones familiares, penalizando a través de la culpa a aquellas mujeres que reclaman el compromiso en el ejercicio de esta tarea de sus compañeros hombres en tér-minos de igualdad.”María, que ha vivido esta si-tuación en primera persona, trabaja desde su incorporación a la Asociación Granadina de Mujeres Empresarias para que estos modelos cambien “y sean

como principios y valores que han impregnado el pensamien-

mente en nuestra forma de ha-cer y actuar individual”.En este sentido, reconoce que todavía queda mucho cami-no por recorrer para que las generaciones de mujeres que nos sucedan no tengan que enfrentarse con esos perjui-cios, con esa resistencia al cambio. “Para ello es funda-mental invertir tiempo, ganas y esfuerzo en educar a nues-tros hijos y nietos en los va-lores de la igualdad y en el compromiso de reconocer la forma de hacer y actuar fe-menina como instrumentos de enriquecimiento personal y social”.

Ana Santos Payan EL GAVIERO

EDITORIAL

Conversar con Ana es una ver-dadera delicia. Cercana, cal-mada, hace que

la entrevista se desarrolle en un ambiente tranquilo y de absoluta cordialidad. En ella llama la atención la riqueza de sus gestos, algunas pre-guntas la sorprenden, otras la apasionan y otras la hacen

durante nuestra conversación no hay ninguna cuestión que la deje impasible. Siendo una mujer joven, tiene 34 años, comprende rápida-mente las situaciones y se ubi-ca concediendo importancia a aquello que la tiene. Para ella, esta entrevista tiene impor-tancia en un doble sentido, de un lado, es consciente de que sus respuestas pueden

otras mujeres, y de otro lado, muy respetuosa con el trabajo ajeno, quiere hacernos sentir cómodas y dedicarnos todo el tiempo que consideremos ne-cesario para el buen desarro-llo de la entrevista.

Trabajadora incansable, su vida trascurre entre la actividad de su empresa y la Universidad de Almería, en la que está hacien-do el Doctorado en Historia. En la actualidad, el trabajo le ocu-pa prácticamente todas las ho-ras del día. De hecho, cuando a lo largo del diálogo hablamos de compatibilizar la vida profe-sional con la familiar, Ana reco-noce que “ahora mismo com-patibilizo una vida profesional con otra vida profesional, pero no me quejo, todo lo contrario, porque estoy viviendo uno de los momentos más dulces y felices de mi vida, y tengo que aprovecharlo al máximo”. Ana nace en Guadalajara, pero se traslada a Almería hace once años, procedente de Alcalá de Henares (Madrid), ciudad en la que trascurre su niñez y parte de su juventud, siendo la cuar-ta de cinco hermanos.Es una buena estudiante. Su padre es maquinista de RENFE y su madre, aunque sin un ho-

clases de francés, dedicando la mayor parte de su tiempo al cuidado de sus hijos, por aquel

entonces todavía pequeños.Desdeun especial interés por todo aquello que tiene que ver con el arte, la cultura y la historia. Por ello, cuando termina sus estudios en el Instituto, y a pesar de que con 18 años se suelen tener pocas cosas cla-ras en la vida, Ana ya ha de-cidido hacia donde dirigir sus inquietudes académicas: es-tudiará la carrera de Historia. Recuerda sus años en la Uni-versidad, como una de las experiencias más valiosas y fructíferas de su vida, tanto a nivel personal como incluso profesional. “La Universidad me sirvió para formarme como persona, allí conocí y me rodeé de un grupo de compañeros y compañeras excelentes, que se convirtieron en mi grupo de amigos”. Además, en la Facul-tad tiene la oportunidad de par-ticipar en la edición de la revis-ta Indagación, el germen de lo que más tarde será la actividad empresarial que esta mujer de-sarrolle “allí aprendí mucho de lo que ahora mismo estoy desa-rrollando empresarialmente”.

Es historiadora por vocación y por pasión. Siempre se ha man-tenido unida a la Universidad.

tinua sus estudios de doctorado y, ya en Almería, se dedica a la investigación y a trabajar en ex-cavaciones arqueológicas.Se traslada a la capital alme-riense por cuestiones labora-les, al aprobar su marido las oposiciones de secundaria y obtener una plaza en un Insti-tuto de esa ciudad. Se adapta con facilidad a los cambios y los recibe como ex-periencias siempre positivas y enriquecedoras. “La idea de vivir aquí nos gustó desde el primer momento, y hasta aho-ra no hemos cambiado nunca de opinión. Almería es un buen lugar para vivir”. No siente añoranza de su tie-rra, sí de la familia que dejó allí. A veces piensa que vivir en Madrid es vivir en el centro cul-tural de España “pero Almería es una ciudad muy cómoda. El tiempo, la vida, trascurre de otra manera, con más calma, más pausada, mayor calidad de vida”. Las personas nos vamos mo-delando y haciendo, cada una a su tiempo, a su ritmo, pero cuando han trascurrido perio-dos largos de nuestra vida, es cuando somos conscientes de

que pertenecemos y nos vinculamos a las ciu-dades, a los sitios en los que hemos madurado en lo profesional, en lo personal, y sobre todo, donde hemos aprendido a ser felices “y la fe-licidad no es sencilla, porque está compuesta de pequeños momentos; cuando crecemos esos momentos se van haciendo cada vez más pequeños, pero son más intensos”.Esto le ha ocurrido a Ana y como ella misma dice: “cuando me preguntan de dónde soy, muchas veces digo que ya soy de Almería. Aquí tengo mi empresa aquí ha crecido mi hija, aquí soy feliz”.Después de una experiencia laboral previa de más de diez años, en la que se dedicó al di-seño, maquetación y edición de revistas litera-rias, así como a la gestión cultural a través de asociaciones culturales, decide dar un cambio a su trayectoria profesional poniendo en mar-cha la empresa El Gaviero Ediciones, de la que Ana es socia fundadora, junto a tres personas más, y directora. Se trata de una editorial literaria, dedicada a la publicación de libros, así como también al diseño de ediciones especiales para las ad-ministraciones públicas y a la coordinación de eventos culturales. “En nuestra empresa pro-ponemos una nueva forma de entender y rea-lizar la edición de un libro, el libro como objeto artístico por dentro y por fuera”. Los primeros años de la empresa son compli-

y porque, como comenta esta empresaria, “care-cía de cultura de empresa, unido a cierto miedo que no voy a negar sentía a lo desconocido”.Ana se emplean en la edición de libros. Apuesta por la independencia en la distribución, y entiende que eso sólo es posible constituyendo una auténtica

empresa cultural. “Creo que las empresas culturales pueden y deben ser un pilar fundamental de nuestra economía”.Excelencia en la calidad, crea-tividad, independencia e inno-vación, los principales rasgos

Gaviero Ediciones, empre-sa que debe su nombre a un personaje de Álvaro Mutis, Maqroll el gaviero. “Simbólica-mente, nuestro gaviero es ese personaje que otea el horizon-te desde lo alto de la gavia y va encontrando, tesoros, islas, objetos hundidos en el mar… libros que hay que rescatar.”En su andadura empresarial Ana ha contado en todo mo-mento con el apoyo y la ilu-sión de su marido. Llevan 17 años juntos, trabajan juntos, aunque cada uno mantiene su parcela de independencia, teniendo proyectos comunes,

nidos. Probablemente en el buen entendimiento está la igualdad entre ellos. Precisamente, cuando habla-mos con esta mujer sobre las desigualdades de género, nos comenta que ella hasta hace poco no era consciente de los problemas de desigualdad que afectan a las mujeres, “hoy no sólo me preocupa, sino que lo le convertido en una de mis

principales compromisos”. Tal vez antes entendía que si las leyes establecían condiciones de igualdad para hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida “ya estaba todo he-cho y conseguido”.Esta nueva forma de pensar surgió a raíz de su relación con Teresa Claramunt, profesora entregada desde hace muchos años a la defensa de los dere-chos de la mujer. Y también, gracias a su incorporación al Consejo Empresarial de la Mujer de la Confederación Empresarial de la provincia de Almería. Estas dos circunstan-cias la llevan a reparar en as-pectos que hasta entonces le habían pasado inadvertidos: el empleo de un lenguaje en el que se omitía a las muje-res, el obviarse el papel que las empresarias representan en los distintos sectores de actividad... “me hizo despertar y darme cuenta de que al con-trario de lo que hasta entonces había pensado, no todo estaba hecho, ni conseguido”.Afronta la gestión del negocio, disfrutando de lo que hace, “aveces no sé distinguir dónde acaba el trabajo y dónde em-pieza mi hobby”, pero se reco-noce cierto miedo a no acertar o a tomar la decisión equivoca-da. Su primer pensamiento, “no

lo voy a poder hacer”, pero de ese mismo pensamiento saca sus mayores fuerzas para con-seguir aquello que se propone. Su entorno familiar y personal le proporciona la estabilidad que necesita. Es una persona muy independiente, “pero ne-cesito sentirme querida y apo-yada para estar bien y dar el cien por cien en mi trabajo”.Consolidar Salamandria, la pri-mera revista literaria que ella editó en Almería, es el pro-yecto al que dedicó un gran esfuerzo. Con esta revista se quiso cubrir lo que, en opinión de Ana, le faltaba al mercado editorial: imaginación y atrevi-miento, “cuidando escrupulo-samente, no sólo los conteni-do literarios y artísticos, sino también los diseños”. Precisa-mente, son estos principios los que guían la forma de trabajar en El Gaviero Ediciones. Considera que una empresa de éxito es aquella que con-sigue los objetivos que se va marcando “nosotros lo vamos consiguiendo, pero todavía nos queda mucho camino por delante”. Su máxima as-piración es seguir trabajando con las mismas ganas del principio. “No quiero perder la frescura, ni dejar de aprender, no quiero pensar que ya lo he hecho todo”.

Encarna Serrano Córdoba PUNTO Y SEGUIDO

AGENCIA DE COMUNICACIÓN INTEGRAL

La maternidad, los nacimientos de sus dos hijas, han sido para esta mujer los mejores momentos

de su vida. Casi podríamos de-cir el móvil que la llevó a crear su propia empresa. Un acto de rebeldía a través del cual enseñar a sus hijas que para las mujeres no es obligatorio, ni siquiera necesario, tener al-guien que te dirija, que somos capaces de desenvolvernos en todos las facetas de la vida con total y plena naturalidad, “incluso capaces de ser em-presarias en sectores que tra-dicionalmente se han repartido los hombres y las grandes em-presas multinacionales”.A ellas, a sus hijas, ha queri-do inculcar que, con y desde la honestidad, y siendo muy disciplinadas es posible hacer empresa, a veces, con ciertas renuncias. “A cambio, decides más, tienes más libertad, te alegras, te enorgulleces de ti misma, y puedes conseguir que cada día sea el primero de la larga trayectoria que te propones como mujer de em-presa”. Encarna es feliz todos los días cuando aparece por la puerta de la empresa, ”to-dos los días empiezo y los empiezo con la misma ilusión, porque todos los días tengo algo que aprender, algo que organizar, algo sobre lo que decidir. Es complicado ¡por supuesto! pero también, es lo que me hace sentir viva, sentir que soy yo”.

Sus renuncias. A ella le gusta hablar y pensar en positivo. No renunciaría jamás, ni a sus hijas, ni a su empresa, a par-tes iguales. La experiencia de vida le ha enseñado a sobre-llevar aciertos y errores, en lo personal y en lo empresarial “pero sin renunciar a la em-presa que para mí es vital por-que es algo que he hecho, y lo mismo pasa con mis dos hijas, son tan mías que aunque no me pertenecen sus vidas, sé que son algo muy mío”.Desde el principio, cuando creó la empresa buscaba un nombre sencillo, fácil de rete-ner, para lo que pronto iba a convertirse en una fábrica de ideas, sensaciones, concep-tos e imágenes; un nombre que hiciera referencia a que la creatividad y la imaginación no tienen límites. Punto y Seguido es el nombre de la empresa. Nació en el año 1991, cuando Encarna, jun-to con otras personas, todas ellas provenientes del mundo de la publicidad y la comuni-cación, deciden dar forma a su propio proyecto “porquepensábamos que, además de autoemplearnos podríamos enfocar cada trabajo con unos criterios diferentes; a través de una empresa que nos per-mitiera rentabilizar el esfuer-zo, la entrega y el interés que poníamos en cada uno de los trabajos que realizábamos”. Encarna es su directora ge-neral. Cada día se esfuerza por hacerla crecer. Lo intenta.

Está cansada porque la bata-lla es dura y difícil, “sobre todo cuando eres consciente de que las multinacionales del sector intentan monopolizar todo el mercado”. Pero está conven-cida de que lo que hace, es lo que hay que hacer. “Sé que voy por el buen camino”, ma con total seguridad. Pero es evidente que su histo-ria no empezó hace 16 años con el inicio de Punto y Se-guido, agencia dedicada a la comunicación integral. La his-toria de esta mujer comienza muchos años atrás en el mu-nicipio cordobés de Espejo. Allí nace y crece junto a su familia, su madre, su padre y una hermana. Admira profundamente a su padre, y se enorgullece de que en su herencia genéti-ca él le haya aportado tanto. “Una persona optimista, va-liente y generosa”. La prime-ra virtud que le transmite: la honestidad. Para Encarna, la integridad y la honradez son las condiciones básicas que una persona debe reunir para ir por la vida, y saberse des-envolver en cualquier ámbito, tanto personal como profesio-nal. “Es lo que mi padre llama-ba ir con la cabeza bien alta, llamando a las cosas por su nombre y mirando siempre a los ojos”.Por aquella época estudia secretariado internacional ”enel que ni siquiera se estudiaba idiomas, pero era lo que había para las mujeres, secretariado

o administrativo”. Por aquel entonces eran muy pocas las mujeres que accedían a la Universidad y las que lo conseguían, tenían muy limitadas las carreras que podían estudiar, normalmente relacionadas con el arte y las humanidades.A los 17 años consigue su primer trabajo, que compagina con los estudios. Compatibilizar trabajo, estudio y familia será una constante en su vida, hasta el punto que, como ella comenta, “hoy día no sería capaz de dedicarme en exclusividad a una sola de estas tareas. No es más que un ejercicio de reorganización de tiempos, algo a lo que las mujeres estamos desde siempre muy acostumbradas a hacer”.Su primer trabajo, durante dos años, como administrativa en un comercio. Posteriormente, a lo largo de diecisiete años trabajará en el departamento de Relaciones Públicas de la delegación que una empresa catalana tenía en Córdoba.Esta experiencia laboral será decisiva para el rumbo que to-mará posteriormente la trayectoria profesional de Encarna. Allí aprende gran parte de lo que hoy sabe del mundo de la comunicación, pudo participar activamente en distintos proyectos de difusión y marketing que la empresa estaba implantando, incluso estudios de percepciones para co-nocer el grado aceptación de la clientela de los nuevos productos que fabricaba la empresa. “Tuve la oportunidad y la aproveché, sin saber, ni imaginar, que pasados unos años dirigiría mi propia agencia de comunicación”.Por aquellos años percibe un trato distinto para ella y sus compañeras con respecto al resto de los empleados, en una empresa en la que trabajaban sólo tres mujeres y el resto eran hombres. Durante algún tiempo entiende su si-tuación como privilegiada “el trato hacia nosotras era con mimo, incluso disponíamos de un coche que nos trans-portaba al trabajo, sólo a nosotras”… Eran “las niñas”, y así las llamaban. Era impensable considerar discriminatoria aquella forma de actuar hacia las mujeres de la empresa cuando, muy al contrario, todo eran ventajas y prerrogativas.“¡Qué inocente e ilusa! ¿Cómo no comprendí que el pa-ternalismo es una de las manifestaciones más veladas y recónditas de la discriminación? La indulgencia, la cle-mencia, una forma de desigualdad que tiene en el trabajo su principal caldo de cultivo, especialmente dirigido hacia las mujeres que ocupan puestos de escasa responsabili-dad en las organizaciones”.

A partir de entonces ya nada volverá a ser igual, y a pesar de que el trabajo que realizaba le seguía gustando, su interés e ilusión no serían los mismos. Empieza a necesitar una nueva oportunidad que la sacase de aquella “jaula con barrotes de oro” en la que se encontraba.Mientras tanto, Encarna se había ca-sado y, recién nacida su primera hija, decide retomar sus estudios. Cursa la carrera de Graduado Social. De su experiencia en la facultad recuerda las constantes prisas, las carreras a contrareloj para poder conciliar traba-jo, estudios, y la atención que le re-quería su hija.La espera de una nueva oportunidad

jo en una empresa publicitaria, en la que durante tres años desempeñará el puesto de ejecutiva de cuentas. Durante esos tres años que pasa en la agencia se esforzó haciendo un ejer-cicio intelectual tan cansado como en-riquecedor. “Fue un trabajo complejo, pero me permitió adquirir conocimien-tos en la dirección y la gestión, que después me fueron tremendamente útiles en la gerencia de mi propio ne-gocio, y que todavía hoy sigo ponien-do en práctica”. Como relatábamos al comienzo de esta historia, el principio de la andadu-ra empresarial de esta mujer comenzó hace dieciséis años. Hace dieciséis años que, primero con optimismo, y segundo con fuerza y paciencia, ha ido afrontando retos y consiguiéndo-los. “En mi opinión, al menos en una actividad como la que desarrolla mi empresa, tan saturada de grandes grupos de comunicación, los retos hay que planteárselos poco a poco y con-solidar cada paso que se da, cada ob-jetivo que se consigue”.

En el crecimiento de Punto y Seguido

adaptación a las innovaciones tec-nológicas que exige la actividad em-presarial que desarrolla, así como el equipo de trabajo que la compone, en palabras de su directora general, “unade nuestras principales fortalezas, su nivel de implicación, su lealtad y en-tusiasmo constituyen el ochenta por ciento del éxito de la empresa”.Encarna encara el futuro de la empresa con cierta preocupación, pensando en la continuidad del mismo. “No es fácil encontrar a la persona idónea. Qui-zás tendría que personalizar la frase y decir que no es fácil para mí, por-que en él no sólo pueden contar los dieciséis años de funcionamiento, sino los treinta años de esfuerzo e ilusión hasta conseguir materializar esta idea de negocio”.El futuro de la empresa empieza a escribirse a través de los proyectos que ya está acometiendo; el de mayor envergadura consiste en promover la creación de un grupo de empresas, del que Punto y Seguido formará parte, todas ellas ligadas a la comunicación, las nuevas tecnologías y la producción audiovisual, con el objetivo de ofertar al mercado un servicio integral, amplio y completamente adaptado a las nece-sidades de las empresas e institucio-nes andaluzas. “El hecho de ser mujer en una época difícil y complicada para que las muje-res puedan acceder al mundo del tra-bajo y al desarrollo de sus propias ini-ciativas empresariales, no ha sido un obstáculo insalvable para mí. Animo a las mujeres a que se lancen a ha-cer realidad su sueño, sabiendo que a los sueños hay que perseguirlos; ellos nunca vendrán a buscarnos”.

Margarita Sutil CortésCENTRO DE ESTUDIOS Y FORMACIÓN CR SUTIL

FORMACIÓN

Margarita es una persona que facilita la entrevista porque se

sitúa rápidamente en el inte-rés de la comunicación que

sa cada pregunta para lograr la respuesta más adecuada, pero cuando responde lo hace sin censuras, y reconociendo qué temas y qué cuestiones no se ha planteado antes. Hace un relato bastante or-denado de las situaciones y acontecimientos de su vida, y cuando introduce algún ejem-plo o anécdota para ilustrar un hecho concreto, que en prin-cipio puede parecer una des-viación de la conversación, enseguida explica la razón de lo que cuenta y la relación que guarda con las ideas que está exponiendo.

Es una mujer emprendedora y activa, muy activa y muy exi-gente, en primer lugar consigo

es un aspecto de su carácter que quizá debería corregir. Decidida, pero también analí-tica y sensata, sabe ver cuan-do hay que cambiar y lo hace. Casi toda su vida gira en torno al trabajo, quizás por exceso de responsabilidad y por el valor que concede a las cosas bien hechas. Pero valora los sentimientos, la familia y muy especialmente a las amigas y amigos, algunos de los cuales conserva desde la niñez y a quienes considera una de las mayores fortunas que la vida le ha deparado. Es barcelonesa de nacimiento, pero a los tres años se tras-lada con su familia a Andújar (Jaén). Apenas tiene recuer-dos anteriores.

Cuando evoca su niñez se re-cuerda yendo del colegio a casa de su abuela o a pasear con la bici por el pueblo. Sí, ha sido una infancia feliz. Y como todas las personas que saben disfrutar del pueblo en la niñez, reivindica el valor de sus orígenes, precisamen-te por la libertad que te da vivir en un entorno conocido, protector, donde los riesgos son mínimos. “En el pueblo

personas y la cercanía a todo lo cotidiano”.Probablemente venga de esa

mo que ha desarrollado en su vida adulta, a través de ella ha aprendido a valorar “la tranquilidad y el silencio que te regala la naturaleza y com-partir ese momento con otras personas… es una de las co-sas que hoy me produce más alegría”.Tiene 39 años y vive con su madre y su padre. En la actua-lidad no tiene pareja, reconoce que es complicado encontrar a la persona adecuada y con-sidera que es difícil mantener una relación de pareja; quizá en defensa de su propia inde-pendencia “a la que no estoy dispuesta a renunciar”.

“Mis padres me enseñaron el valor del respeto a las personas, a sus de-cisiones, pero también el ser conse-cuente y asumir la responsabilidad de las decisiones que cada una toma”.Margarita es una persona honesta y consecuente con lo que piensa y decide. Toma las riendas de su vida: “quiero ser dueña de mis propias de-cisiones y ser la única persona que decide sobre las cuestiones que afec-tan a mi vida”. Para ella, es impor-tante la búsqueda de la coherencia en toda actuación. No se permite la incoherencia casi nunca. Le gusta te-ner un hilo conductor en su vida pero eso no le impide empatizar y ponerse en el lugar de la otra persona. Margarita tiene el discurso de una mujer vitalista, con las ideas muy cla-ras, “a mí no me agobia decidir. Soy una persona a la que no le asusta la responsabilidad, la llevo bien. Acepto que en la vida hay que tomar decisio-nes y decido”. Cuando se le pregunta a esta mujer por su formación, ella nos devuelve con otra cuestión: “¿me preguntas por mi formación o por mi educación?”. Por ambas. En una edad más temprana la educación que recibes es la de tu entorno familiar más próximo, en este sentido, “mis padres nos trasmitieron los mismos valores a mi hermano y a mí, pero he de reconocer que en algunos aspectos nos educaron de forma distinta”. Margarita se sonríe, recuerda que cuando salía con su grupo de amigas y amigos, podía llegar a casa más tarde si volvía con su hermano. Me mira y dice entre risas, “fíjate que incongruencia, mi hermano es menor que yo y sin embargo él tenía que cuidar de mí”.

Siendo adulta también la “han edu-cado” las personas a las que ha ido conociendo. Las relaciones persona-les son uno de nuestros principales activos, “te permiten ampliar tu pers-pectiva de la vida, plantearte cuestio-nes desde otros puntos de vista que no son los tuyos. Te enriquecen, te abren al mundo”. Margarita estudió Geografía e Histo-ria en las Universidades de Jaén y

demasiado esta carrera. ¿Entonces, por qué la estudió? Lo que realmente le gustaba era la arqueología, “peroello suponía trasladarme a Barcelona y mi familia no se lo podía permitir, así que me conformé con Geografía e Historia”.Con 20 años comienza a trabajar, compaginándolo con sus estudios universitarios. Son experiencias cor-tas, que la ayudan económicamente, pero a las que está muy agradecida porque le enseñaron a valerse por sí misma y aprender a ser indepen-diente personal y económicamente. Ha sido una constante en su vida, casi una obsesión, el no depender de nadie, “ser, yo misma, mi princi-pal apoyo, porque aunque tengo a mi

sola la que tiro para adelante”.Finales de la década de los 90. Le empieza a rondar la idea de poner en marcha un centro de enseñanza, pero Margarita es consciente de sus carencias: no tiene formación en em-presa, no conoce a nadie del mundo empresarial, desconoce los trámites y el “papeleo” que hacen falta para poner en marcha un negocio… Todo surge en una comida de Navi-dad, en la que coincide con dos ami-gas que están en su misma situación, “la formación de cada una de noso-

tras era complementaria y po-díamos cubrir muchas materias y áreas de formación”. La idea de crear el centro de enseñan-za empieza a tomar forma. Así surge el Centro de Estu-dios y Formación, dedicado a la impartición de cursos de Formación Profesional Ocu-pacional, talleres, formación para personas trabajadoras de distintos sectores de activi-dad y cursos de postgrado.De esta época Margarita re-cuerda lo duro que fueron los comienzos, “teníamos que ha-cer de todo, a ratos éramos directoras, a ratos profesoras,

de tareas”. También con el apoyo de personas que creyeron en su proyecto. Mar-garita recuerda con especial cariño al Director de la Escue-la de Empresas de Andújar, “él nos apoyó a nivel personal y nos ayudó técnicamente. Siempre le estaré agradeci-da”.En la actualidad, Margarita diri-ge ella sola la empresa Centro de Estudios y Formación CR Sutil, ya que, debido a circuns-tancias personales, sus com-pañeras tuvieron que dejar el negocio. “Este fue uno de los momentos más difíciles”, co-menta esta mujer.Este experiencia ni contactos, pero sí tiene capacidad de ries-go y capacidad de aprendizaje y de lucha.Ha aprendido, ha descubierto su capacidad de organización,

de decisión, de análisis, de adaptación y de iniciativa. Y

empresarial en solitario. A su cargo trabajan unas ocho personas a lo largo del año. Las funciones de Margarita son la dirección comercial y la dirección de la gestión. La empresa está en fase de cre-cimiento, sobre todo de capta-ción, de abrir nuevas líneas de formación y consolidar las que ya tienen. Mira a su alrededor y se sien-te realmente orgullosa de sentirse capaz de seguir, de continuar a pesar de los pro-blemas y reveses por los que ha pasado.Es uno de los principales mo-tivos que ha llevado a Mar-garita a incorporarse a una organización empresarial de mujeres, a la Unión de Empre-sarias de Jaén. Porque si en el ámbito del trabajo las mu-jeres encuentran impedimen-tos fuertemente arraigados en

tan su plena incorporación, en igualdad de condiciones con

des y desigualdades de gé-nero, se acentúan mucho más en el mundo de la empresa, en el que las mujeres se en-frentan a serias y graves des-ventajas que las convierten en vulnerables ante la posibilidad de desarrollar sus propios pro-yectos empresariales. “Mi esfuerzo y trabajo cons-tante, como Presidenta de la Unión de Empresarias de Jaén junto con el de mis com-

pañeras van en esta línea, en generar entornos más equili-brados en el ámbito empre-sarial, en los que quepan y participen en igualdad hom-bres y mujeres”. Pensar en el futuro es su gran preocupación. Es una mu-jer inquieta a la que le gusta asumir retos profesionales. Colaboran con distintas ad-ministraciones, entidades em-presas, impartiendo talleres y acciones formativas, tanto para personas desempleadas como ocupadas, pero para

loque más deseo es poder dise-ñar y organizar yo mis propios cursos, no tener que depen-der de nadie en relación a la actividad que desarrollo”.Desde el punto de vista so-cial, “seguir trabajando desde la Unión de Empresarias de Jaén a favor de las mujeres emprendedoras y empresa-rias de la provincia, prestán-doles nuestro apoyo técnico y personal para que tengan un poco más fácil hacer realidad la creación de sus negocios, y les suponga menor esfuer-zo y sobre todo menor coste emocional, la consolidación y el crecimiento de las empre-sas que en si día pusieron en marcha”.“Cualquier esfuerzo que se pone en colectivo y que se hace conjuntamente, sirve”.

Francisca Urbano Cuesta ESTUDIOS PROMOCIONALES

SERVICIOS Y ORGANIZACIÓN DE EVENTOS

Son diversos y distintos los mo-tivos que alegan las personas que deciden

crear su propio negocio. Sin lugar a dudas, uno de ellos es

empleo por cuenta ajena, que en el caso de las mujeres, se convierte en una de las razo-nes más frecuentes, máxime cuando se trata de mujeres con cargas familiares; en es-tos casos, muchas de ellas sabedoras de la situación de desventaja en la que se en-cuentran ante su pretensión de incorporarse al ámbito de lo laboral, reconocen en el au-toempleo y la creación de em-presa, su estrategia para de-sarrollarse profesionalmente. Este es el caso de Francisca Urbano, “ante la imposibilidad de encontrar trabajo por cuen-ta ajena opté por el autoem-pleo como medio de acceso al empleo, y a la independen-cia económica y la autonomía personal que tanto deseaba conseguir”.Por aquel entonces, tenía

veinte años, estaba casada y era madre de una hija y un hijo, ambos pequeños.De esta forma, hace ahora 26 años, nació Estudios Promo-cionales, empresa que presta aquellos servicios que son ne-cesarios para la organización de eventos.“Mi formación académica no

presarial, por eso tuve que inventar la forma de ir apren-diendo lo que debía saber. Aunque pueda resultar algo manido, realmente la clave de mi desarrollo profesional estu-vo ahí”.Desde entonces, Francisca no ha dejado de aprender, valo-rando e insistiendo a cuantas mujeres emprendedoras co-noce de la importancia y la seguridad que da, a la hora de poner en marcha una em-presa, contar con una buena formación empresarial. “Tener una base formativa en las dis-tintas áreas de la gestión de una empresa, no te asegura el éxito de un negocio, pero desde luego, es un recurso valioso y de gran utilidad para

superar muchos de los obstá-

buen seguro surgen en el de-sarrollo de cualquier actividad empresarial”.Así opina esta cordobesa na-cida hace 47 años en el seno de una familia, de la que aprendió a valorar el trabajo como un medio de desarrollo personal y profesional… ”Re-cuerdo a mi madre, una mujer adelantada a su época, y con un gran espíritu emprendedor que la llevó a montar una bo-dega en la casa de vecinos en la que vivíamos”. Los mismos valores que ella después ha transmitido a su hija e hijo.De su infancia sólo guarda buenos recuerdos; “el mejor, la casa de vecinos en la que vivía, que pertenecía a mi abuelo. Era tan grande que me permitía llevar a todas mis amigas y amigos y disponía-mos de muchos espacios dis-tintos en los que jugar”. En su memoria también queda un grato recuerdo del colegio, especialmente, nos comenta, del patio de naranjos que ha-cia las veces de recreo, donde

compartía buenos ratos con sus amigas. Cuando le preguntamos por al-guna persona clave en su vida, responde con total seguridad: “mi hermana mayor”, ella ha sido su modelo, además del cariño que le profesa, siente por ella verdadera admiración.A los dieciocho años se casa, y las nuevas responsabili-dades adquiridas hacen que abandone los estudios. Siem-pre se arrepentirá de no haber alcanzado un mayor nivel de formación… ”porque fui una buena estudiante hasta que decidí dejar de serlo”. Como relatábamos al comienzo de esta historia, con escasos veinte años, crea su empresa. Reconoce que los primeros años fueron realmente duros, en todos los sentidos, unido a que tenía un total desco-nocimiento de las labores de gestión y dirección, sus hijos eran muy pequeños,… ”estira-ba hasta lo indecible las horas del día, para atender a mi em-presa recién estrenada, a dos niños que prácticamente eran bebés, y además, formarme en la labor de gerencia”.No fue tarea fácil, pero luchó por buscar su hueco de merca-do, tratando de cubrir lagunas que nadie ocupaba. Ella así lo explica: “En aquello años, en Córdoba no había empresas que se dedicaran a esta acti-vidad, de manera que para or-ganizar eventos, las entidades y las empresas debían acudir a otras empresas de fuera, lo que en cualquier caso, supo-nía una escasa vinculación en-tre cliente y proveedor, con el añadido incremento en el cos-te de este tipo de servicios”.En la actualidad, la personali-

zación en la prestación de los servicios que ofrece Estudios Promocionales, se ha converti-do en una de las principales for-talezas de esta empresa. Esto que puede parecer tan obvio y tan simple es, con frecuen-cia, la asignatura pendiente en muchas empresas, argumenta esta empresaria… “para poder llevar el barco a buen puerto es preciso tener controlada la ruta a seguir y conocer en pro-fundidad al cliente y sus nece-sidades”. Y en su opinión, este es un factor de importante va-lor que las grandes empresas del sector olvidan, sobre todo cuando se trata de una clien-tela compuesta por pequeñas empresas.De otro lado, el tema del per-sonal ha sido desde el princi-pio y hasta hoy su gran pre-ocupación, y al tiempo quizá lo que más satisfacción le ha producido…, “cuando observo los resultados del esfuerzo. Los recursos humanos son y para esta empresa más, si cabe, el elemento clave de su desarrollo y crecimiento”. Al respecto, considera que no es fácil conseguir un clima la-boral sano y capaz de motivar día a día. “Sin embargo, no te-ner en cuenta su importancia es la mejor manera de propi-ciar el fracaso”.En la actualidad, además es Presidenta de la Unión de mujeres Empresarias de Cór-doba… “precisamente porque cuando empecé como em-presaria me sentí muy sola, sin nadie que me informara y me asesorara, y a lo largo de estos años he podido com-probar que en esta situación

se han encontrado otras mu-chas mujeres emprendedoras y empresarias”. En su opinión, las asociaciones de mujeres empresarias prestan un apo-yo técnico personalizado muy valioso, para que, a través de la formación, la información y el asesoramiento, las muje-res que se han incorporado o quieren ingresar en el mundo de la empresa lo tengan un poco más fácil. Manifi esta que se siente cómo-da tomando decisiones, inclu-so, las decisiones importantes son las que afronta con mayor

que hay momentos en los que le puede llegar a agobiar tener ese peso encima…, “pero in-tento ordenar mis ideas y se-gún las voy aclarando, actúo de una manera o de otra”.En el ámbito de lo personal, se siente orgullosa de la familia que ha contribuido a construir, especialmente de las relacio-nes que ha sabido establecer con su hija e hijo… ”mi comu-nicación con ellos es muy es-trecha, de mucha complicidad, eso si dejando muy claro que, por encima de todo soy su madre, pero es una relación basada en el cariño, la com-

Precisamente, de su familia y de su entorno de amistades es de quienes obtiene el mejor de los reconocimientos a su labor y trabajo como empresaria, al menos, es el reconocimiento que más le importa, nos ase-gura esta mujer. “Loactividad es ver como cada día vuelve a ser un reto que con-

seguir, pues, tras un obstáculo superado suele producirse un crecimiento de la empresa, o al menos, un fortalecimiento de la misma”. En esta línea, la empresaria comenta que, cada paso que da la empresa hacia adelante, también supone o genera más responsabilidades, por lo que en cada momento, hay que estar a la altura de las nuevas demandas y exigencias que impone el devenir y la marcha del negocio. “Y aunque cueste reconocer-lo, el trabajo de empresaria crea adicción, yo no sabría vivir de otra manera… no es que no puedas dejarlo, es que no quieres, tomas conciencia de que el trabajo que desem-peñas es fuente de riqueza, es generador de empleo para otras personas, y lo que es más importante, te hace feliz, acaba siendo como un órgano sin el cual no podrías vivir”.En su opinión, lo difícil sobre todo para las mujeres es po-der compatibilizar la dedica-ción que te exige la labor em-presarial y la vida familiar y personal, ya que, no duda que

nera diferente en el desempe-ño profesional de mujeres y hombres. “Por regla general, los hombres se dedican casi al cien por cien al ejercicio de su profesión, y todo lo más co-laboran o ayudan en las labo-res domésticas; sin embargo, el caso de las mujeres es bien distinto, sobre nosotras sigue recayendo la responsabilidad,

ción y organización del cuida-do de la casa y de los hijos”.

Eufrasia Vargas Pérez CENTRO ASISTENCIAL FUENTE SALINAS

CENTRO TERCERA EDAD Y

UNIDAD DE ESTANCIA DIURNA

“Yo siem-pre digo que so-mos las dueñas

de nuestro tiempo y de nues-tros sueños”. Será una frase que le oiremos en repetidas ocasiones a lo largo de la con-versación que mantenemos con ella. Una frase que Eufrasia em-plea cuando le formulamos alguna pregunta que directa-mente guarda relación o tiene que ver con la participación de las mujeres en el mundo de la empresa, ya sea cuando ha-blamos de las circunstancias que en su caso concreto la llevaron a ser empresaria, o cuando quiere motivar y ani-mar a otras a convertirse en mujeres de empresa; siempre insistirá: “en nuestra trayecto-ria se producirán muchas ad-versidades y contratiempos, pero no podemos olvidar las satisfacciones que produce el que cada una de nosotras se marque sus propias me-tas, sus propios objetivos, y conseguirlos. Ese es el mayor reconocimiento, la mayor sa-tisfacción que una pueda te-ner, ser la dueña de tu tiempo,

principal para verlos cumplir”.Su historia es la de una mujer llena de actividades, de posi-bilidades que ella ha buscado, o que la vida le ha puesto por delante y ella ha sabido ver y

recoger, de proyectos que lle-nan su imaginación y que a su vez atraen otras ideas.Por eso no es de extrañar que durante la entrevista, cuando le planteamos que nos descri-ba una imagen que represen-te su futuro más inmediato, su respuesta sea “tener tiempo libre, descansar, jubilarme y poderme dedicar a escribir,

No obstante, por la expresión de su cara y el tono casi joco-so que utiliza, da la impresión de no estar muy convencida de su respuesta. Eufrasia no nació en un am-biente culto ni de buena po-sición económica, pero curio-samente su educación, sobre todo tratándose de una mujer, no fue muy de la época. Nace en el entorno rural de la provincia de Granada, con-cretamente en Cacín, un pue-blo pequeño de apenas 1.500 habitantes, a 43 kilómetros de la capital. Su padre, obrero del campo. Su madre, una mujer dedica-da al cuidado de sus hijos y de su hogar, pero con las ideas muy claras en lo que respec-ta al futuro de su hija y de su hijo. “Ella sabía que el pueblo ofrecía muy pocas posibilida-des de futuro para mí y para mi hermano”. Deciden marcharse a Grana-da. Allí encontrarían un buen colegio para sus hijos, “la base para labrarse un futu-

ro profesional, es tener una buena formación. Una buena educación brinda las mejores oportunidades, la primera, poder elegir lo que se quiere hacer y a qué quieres dedi-carte”. De tanto escucharla en boca de su madre, Eufrasia, tendrá esa frase grabada en su cabeza para siempre. Estudia bachiller y después la carrera de Magisterio, además de diplomarse en Graduado Social. Curiosamente, intercalará su formación universitaria, con otro tipo de formación “al mismo tiempo, aprendía a hacer punto de cruz, a bordar, todas aquellas cosas que debíamos aprender las mujeres de entonces”…aquellas labores propias de su sexo.De su época como estudiante de Magisterio recuerda con especial ternura y admiración

en el que realizó las prácticas obligatorias de su formación universitaria. “Un hombre íntegro, que me enseñó el valor de la solidaridad, de la colaboración, del saber escuchar y la inestimable valía del trabajo en equipo”. Aspectos que ella sigue cultivando a día de hoy.Su padre fallece muy joven, a los 55 años. Tanto ella como su hermano deberán ayudar económicamente en casa y, por supuesto, continuar con sus estudios.

En su opinión, su padre es en cier-to modo “el culpable” de que ella sea empresaria, “en él he tenido un modelo extraordinario de empresa-rio”. Un hombre que, de obrero del campo con muy escasa formación, llegó a poner su propio negocio: un molino de cereales, “él me impreg-nó de su sabiduría, me hizo enten-der que cada cual tiene que saber escribir las páginas de su propio li-bro, de su vida: para tener éxito en algo, haz las cosas como te gusta-ría que te las hicieran a tí”.A los 19 años empieza a trabajar en la panadería del que después se convertirá en su suegro. Allí co-nocerá al que hoy es su marido, un hombre del que dice haber tenido la suerte de conocer. Los dos han sabido madurar juntos, trabajar juntos, respetándose sus propios espacios y tiempos, “disfrutamos de nuestra compañía mutua, y eso al cabo de tantos años y de compartir no pocos ava-tares, es todo un privilegio”.Hay una simpática frase que nos parece describe a la perfección la relación que mantiene con su ma-rido: “¡ay, que faltita te hago!” es, al parecer, la expresión favorita de ambos con la que hacen refe-rencia a lo mucho que se echan de menos cuando por diversos motivos uno de los dos se ausen-ta de Granada. Desde muy joven ha aprendido a ser feliz con lo que la vida le de-

no le ha quedado más remedio que aprender a conformarse con lo que tenía, a disfrutar con lo poco tenía. A sus valiosos 58 años, Eufrasia pertenece a una generación de hombres y mujeres para la que la

palabra renunciar no sólo no está en su vocabulario, sino que ni tan siquiera está en su mente. A poco había que renunciar cuando poco había de lo que privarse. “No es conformismo, se trata de disfrutar de cosas a las que a veces hoy no damos excesiva importancia: el placer de pasear, de disponer de dos escasos días de vacaciones… eso lo valoro desde pequeña y es algo que he intentado transmitir a mis hijos”.A lo largo de su trayectoria son va-rias las experiencias empresaria-les que ha desarrollado. La prime-ra se produce sin previo aviso, al fallecer su suegro, ella y su marido deciden hacerse cargo de la pana-dería. “No fue vocacional, sino una decisión motivada por dar continui-dad al negocio familiar, al mismo tiempo que era nuestro medio de vida”. Aún así lucharon codo con codo durante 18 años, por sacar adelante el negocio, hasta conver-

Granada.La crisis que sufrió el sector hace algunos años les afectó, y antes de que les arrastrase, deciden ini-ciar una nueva actividad empresa-rial, que les permitiera rentabilizar y aprovechar los conocimientos y experiencia adquiridos durante tantos años. Durante cinco años, dirigirá un centro homologado de formación especializado en la im-partición de cursos de repostería y panadería en la localidad alme-riense de Roquetas de Mar. “Dis-fruté mucho esta etapa porque me permitía, de alguna manera, poner en práctica lo que había aprendido estudiando Magisterio”.“Por primera vez, sentí que elegía, que hacía lo que realmente me

gustaba y que era una decisión toma-da libremente sin verme obligada por las circunstancias. Tomar las riendas de mi vida: el plato más dulce que has-ta entonces había saboreado”.El centro fue un acierto, las aulas se lle-naban. Pero mantenerlo era complicado, la inversión era alta, la dependencia de la Administración era absoluta y sólo con las clases de repostería y panadería era difícil conseguir que sobreviviera. Final-mente deciden abandonar el proyecto.“Fue un poco frustrante, como aban-donar algo en lo que había puesto una

dejado algo a medio camino”. A cambio, aprende que en la empresa hay que poner un cincuenta por ciento de corazón y otro cincuenta por cuen-to de cabeza. “Y si el negocio no es rentable, hay que abandonarlo y llenar ese vacío con la ilusión de empezar proyectos nuevos”.Desde hace trece años, Eufrasia dirige el Centro Asistencial Fuente Salinas, ubicado en el municipio granadino de Fuente Vaqueros. La empresa dedi-cada a la atención integral de perso-nas mayores y discapacitadas físicas, presta servicios de unidad de estancia diurna, respiro familiar y residencia para personas mayores y discapacita-das físicas de cualquier edad. La empresa, en la actualidad líder en Andalucía en el sector de la atención a la tercera edad, tiene abiertas las puertas de dos residencias y dos uni-dades en la provincia de Granada, un nuevo centro en Almería inaugurado este mismo año, además de estar en construcción otro en Jaén que prevén

próximo año, lo que supondrá contar con 200 nuevas plazas. Mira a su empresa y siente verdadera satisfacción de los resultados obteni-dos. “Cuando pusimos en marcha la

empresa pretendíamos tener un centro con capacidad para ochenta camas; hoy contamos con casi setecientas”. El carácter de la persona, su capaci-dad para entusiasmarse, el espíritu de superación y de trabajo, disfrutando de lo que hace, es la clave. Y en este sen-tido, la empresaria valora y agradece el trabajo que día a día realizan las 175 personas que trabajan en el Cen-tro Asistencial Fuente Salinas. “Reco-nozco que el talento femenino abunda en esta empresa, y digo femenino por-que el 95 por ciento de la plantilla son

como profesionales, está su lealtad, la ilusión y la voluntad de hacer su labor cada mejor”.También dos de sus tres hijos trabajan

te pensar en la posibilidad de dar con-tinuidad al negocio familiar, pero esto forma parte de un capítulo todavía muy lejano en la historia de esta mujer. Dado el alto porcentaje de mujeres que componen la plantilla, la empresa rea-liza una serie de acciones tendentes a promover la conciliación de la vida fa-

raria y la instalación de una guardería dentro de la empresa para uso exclusi-vo de las hijas e hijos de su personal.“La vida, o mejor dicho el transcurrir de la vida lo trastoca todo. Soy cons-ciente de que ahora vivo situaciones por las que ya he pasado antes, pero que ahora las resuelvo de forma distin-ta. En este proceso, enriquecedor, de madurez, y de comprensión, tienen un papel principal mis tres nietos, mi ma-yor fuente de satisfacción, pero tam-bién los años cumplidos como empre-saria me han hecho ser mejor mujer

intacto en mí el espíritu de aquella maestra que consiguió ejercer la do-cencia en otros ámbitos”.

Mercedes Vico CaballeroESTRATEGIA DE CREATIVIDAD

AGENCIA DE PUBLICIDAD

Mercedes es granadina de nacimiento, pero “hecha”en Almería,

ciudad en la que, como ella dice, tiene su vida: “aquí ten-go a mis hijas, a mi familia a mis amigos… todo lo que más quiero lo tengo en Almería”.La dignidad y el respeto a los demás y a una misma, los reconoce como los principa-les valores que han regido su vida y que aprendió de su familia, pero conversando con ella llama poderosamente la atención el talante generoso y el comportamiento solidario y comprometido que muestra hacia las personas, especial-mente las más desfavoreci-das. Es un modo de ver y de hacer, propio de aquellas per-sonas que entienden la vida desde lo social, desde lo co-lectivo, del que todas y todos formamos parte. Deja huella por lo que dice. Sus palabras, las precisas, adquieren la im-portancia del discurso que se apoya y respalda en los he-chos y en las obras. “Claro que tengo compromi-sos. Yo creo que cualquier pro-blema de la sociedad, como el maltrato o las drogas, no son un problema de una persona, ni siquiera de una familia, es un problema de la sociedad en su conjunto”

Y a cada compromiso intenta aportar algo, “en unos aporto mi trabajo, en otros aporto mi tiempo; no entiendo la vida sin dar. Comprometida y res-ponsable.”Mercedes colabora activamen-te en distintas organizaciones, como Proyecto Hombre, de la que es Vicepresidenta, y es además miembro del volunta-riado de prisiones.De su infancia recuerda la vida sencilla y agradable del pue-blo, rodeada de afectos y ca-riños y de mucha libertad. Es la estampa de su familia: es-tabilidad, equilibrio y el apoyo incombustible de su madre, el referente más importante en la vida de esta mujer. Con la distancia que dan los años, Mercedes reconoce lo que le enseñó y lo que de ella apren-dió “a no renunciar a nada, a darme cuenta que la vida tras-curre demasiado rápido, aun-que haya que trabajar duro hay que saber vivir”. Trabajadora y poco dada a considerar que ha hecho algo verdaderamente importante, desde los 13 años compati-biliza estudios y trabajo. Son trabajos esporádicos, durante las vacaciones, hasta que la contratan como dependienta en un comercio de confección. Allí permanecerá durante ocho años. Esta experiencia le aporta conocimiento en el tra-

to con el público, pero de ella sacó otras muchas enseñan-zas; quizá la más importante sería implicarse en cada traba-jo dando el cien por cien, “no entiendo el trabajo, ni la vida, sin una implicación absoluta; en este sentido no encuentro diferenciación entre el trabajo por cuenta ajena y el trabajo como empresaria”.Aprende a no ponerse límites “todo lo que queráis lo podéis hacer y conseguir”, como les repetía su madre a ella y a sus hermanas y hermano, y sobre todo, aprende a saber lo que quiere, a saber conjugar inte-reses y circunstancias, porque como ella dice, “las circuns-tancias en mayor o menor me-dida te vienen dadas, pero los intereses, son de cada cual y te los tienes que marcar tú”.Es una época de vivencias in-tensas, que requieren la con-centración de su atención en la construcción de una forma y un estilo de vida. Se ha se-parado y sus dos hijas son muy pequeñas. Comienza a trabajar en una empresa de publicidad y por la noche es-tudia tres años de Marketing, obteniendo el título de técnica en Marketing, Recursos Hu-manos y Protocolo. Reconoce que los estudios le han servido para darle seguridad y tener una buena base para en-frentarse a la vida profesional.

Su trabajo en una agencia de publicidad como ejecutiva de cuentas, se convertirá en la experiencia más decisiva para el posterior desarrollo de su actividad como empresaria a partir del año 1992. Mercedes considera que “la vida nunca la marcas tú, sino que tú marcas, digamos, las líneas generales, pero otras van surgiendo y te van condicionando”. Son años intensos también para su vida familiar, “porquesi para cualquier mujer traba-jadora es difícil conciliar vida laboral y familiar, en mi caso, al estar separada era mucho más complicado ya que debía conciliar roles diversos”. Sus hijas han sido una prioridad en su vida, y entiende que ha sido el periodo más difícil, “loshijos te requieren muchísima atención y muchísimo tiempo”.No quiere renunciar a la expe-riencia de criar y educar a sus hijas, pero, de otro lado, ha en-contrado una vida profesional que le ofrece lo que necesita: motivación, hacer cosas nue-vas, sentir curiosidad, estar en permanente contacto con las personas. Ha encontrado su

Mercedes se siente preparada, quiere y busca independencia y encuentra el medio de tener siempre en marcha imagina-ción y creatividad. En el año 1992, crea su propia empre-sa Estrategia de Creatividad, agencia de publicidad que además ofrece los servicios de asesoramiento y estudios de mercados a empresas.

Recuerda que fue una de las decisiones más arriesgadas que ha tomado, ya que a la crisis económica del año 92, se unía el hecho de que tanto ella como sus socios procedían de la mis-ma agencia a la que iban a hacerle la compe-tencia. “Montamos la empresa con cierto mie-do, no queríamos decírselo a nadie,sabíamos que podíamos encontrarnos con muchas tra-bas porque se trataba de una empresa muy fuerte y muy consolidada en Almería. Todo fue muy complicado”. Además de socia, Mercedes es la Directora Co-mercial de la agencia. Le gusta el trato con la gente de fuera y de dentro de la empresa. “Esfácil trabajar con un equipo humano con la for-mación, la experiencia y los valores personales con los que contamos en Estrategia de Creati-vidad”.Para esta mujer dos son los factores de éxito en la gestión del negocio, la delegación de fun-ciones y tareas, “el que cada persona se sienta responsable de su trabajo, de lo que hace, le hace estar fuertemente vinculada a los intere-ses y objetivos de la empresa y entenderlos como intereses propios”.De otro lado, considera que las mujeres tienen una forma de liderar muy valiosa para el mun-do de los negocios. “La mujer está educada para transmitir y expresar sus sentimientos, lo que, trasladado al ámbito de la empresa, hace más humana y conciliadora la vida laboral”.Estrategia de Creatividad realiza desde hace años, acciones en pro de la igualdad de opor-tunidades, en concreto, estableciendo reduc-ción de jornada para trabajadoras y trabajado-

del personal.Desde muy joven se da cuenta que hombres y mujeres no viven situaciones y vidas iguales, que asumen roles distintos: el del hombre, ga-nar dinero para mantener a la familia; el de la mujer, cuidar a los hijos y realizar las tareas domésticas.

“Esta situación que intuía, se hizo evidente cuando empecé a trabajar. Tomé conciencia de que me incorpo-raba a un mundo de hombres. Te das cuenta que avanzar lo más mínimo nos cuesta tres veces más a las mu-jeres que a los hombres, sin importar, en ocasiones, lo duro que trabajes y lo formada que estés”.En la actualidad, Estrategia de Crea-tividad es una empresa consolidada, en la que trabajan 18 personas, de las que seis son mujeres que desempe-ñan sus funciones en la dirección, en el área comercial y la administración de la empresa.Para Mercedes la empresa que, en par-te, dirige constituye una de sus prin-cipales alegrías, “me permite trabajar con absoluta libertad, tener autonomía en mi trabajo, relacionarme con una

que confían plenamente en nosotros”. Se siente privilegiada por trabajar en aquello que le apasiona y sin lo que no podría entender su propia existencia. Tampoco olvida a su familia, especial-mente a sus hijas, “lo mejor que me ha pasado en la vida, son mi motor. Sin ellas yo no podría haber hecho muchas de las cosas que he logrado”. Hoy,son mujeres con las que tiene una relación “ , basada en el res-peto y la admiración mutua. Se siente una mujer reconocida, respe-tada y, lo que es más importante, que-rida tanto en el entorno empresarial como en su vida personal.

En su futuro inmediato se prevén po-cos cambios. Lleva 15 años trabajan-do como empresaria. Es una mujer de empresa por convicción y desea, a tra-vés de esta entrevista, que las muje-res emprendedoras lo tengan, “de ver-dad”, un poco más fácil, sabiendo que al crear su propia empresa no sólo de-

que, si bien no son tangibles, propor-cionan unas satisfacciones y enrique-cimientos a veces de más calado que lo puramente material. “La satisfacción de asumir retos profesionales, ser tu propia jefa, la ambición de hacer las cosas compartidas, son aspectos que a día de hoy sólo he encontrado sien-do empresaria”.

Rosa Weber FrancoLCR, 2001TELECOMUNICACIONES

Nació en Cádiz hace 39 años. Es madre de un niño que aca-ba de cumplir

un año de edad, y que se ha convertido en el pilar de su vida personal. “A diferencia de otras mujeres, yo no he tenido vocación de madre. De he-cho, cuando nació mi hijo, los primeros meses, que a casi todo el mundo le parecen tan idílicos, para mi no lo fueron, es ahora cuando verdadera-mente estoy disfrutando de la compañía de mi hijo y de to-dos los grandes cambios que él está trayendo a mi vida”. Ella, la menor, se ha criado casi como hija única, por la di-ferencia de edad que guarda con su hermana y dos herma-nos, “aunque pueda parecer contradictorio, me he criado como hija única, pero con muchas madres y muchos padres. Con el hermano que menos tiempo me llevo hay una diferencia de ocho años. Incluso tengo un hermano con el que nunca he convivido en casa de mis padres, porque él tenía 21 años cuando yo nací

y, por su trabajo, vivía fuera”.Rosa Weber parece una persona familiar, aunque según nos va contando, la suya no es una fa-milia al uso pues, en su opinión, al ser muy numerosa, hace que sea muy diversa en formas de pensar y de actuar, con perso-nalidades muy distintas. Durante un buen rato, nos relata anécdotas y situaciones para-dójicas que le han ocurrido de-bido a esa diferencia de edad.De su infancia y juventud, re-

ra de su padre, la persona que más le ha marcado y del que no pudo disfrutar como ella hubiese querido, debido a la enfermedad prolongada que él padeció. Sus sentimientos hacia él van más allá del cariño que siente como hija, para transformarse en profunda admiración, has-ta tal punto que su hijo, el de Rosa, se llama Juan Weber. “Le hemos puesto mi primer apellido para que se llame igual que su abuelo”. Elogiasereno, cómo supo hacerse un hueco en la vida y, sobre todo, cómo la entendía, cómo

se interesaba por su trabajo, dándole el valor y el recono-cimiento que otras personas, más cercanas a ella en edad y generación, no eran capa-ces de valorar y reconocer.“Para los demás era como si yo en vez trabajar estuviera ju-gando, casi desconocían a lo que me dedicaba, en cambio, mi padre se interesaba por lo que hacía, me aconsejaba… Sentía orgullo de padre”. No tenía una vocación de estudiante clara, le faltaba disciplina y constancia, que suplía con una privilegiada memoria y dotes de observa-ción. “Mis padres me decían cuando les llevaba las notas: porque tienes sobresalientes y notables, pero aquí no te vemos estudiar”. Pero el tener una gran retentiva,

la Universidad, y en el segundo curso de Trabajo Social, decide abandonar los estudios.No obstante, valora su estan-cia en la Universidad. En su opinión, los estudios, en gene-ral, le han ayudado a ser más tolerante. “El tener que convi-vir con mucha gente, muy dis-

tinta, me ha hecho tener una actitud más tolerante al conocer muchas realidades, que no eran ni me-jores ni peores que la mía, sólo distintas”.Tras su paso por la Universidad, se matricula en una escuela de azafatas y relaciones públicas. Allí trabajará como recepcionista durante dos años, al cabo de los cuales se marchará a la empresa de organización de eventos que tenía una de las profesoras del citado centro de estudios y donde permanecerá siete años. Cuando le preguntamos acerca de las experien-cias vividas como trabajadora por cuenta ajena, considera que de todas ha aprendido y todas le han servido para después desarrollarse como empresaria.“Pero la lectura que más me hago, y de lo que más cuenta me he dado, es que cuando eres trabajado-ra es muy difícil ponerse en el lugar de la empresa-ria o empresario que dirige la empresa. Tú sólo ves una parcela muy pequeña, la que ocupa tu propio puesto de trabajo, pero eres incapaz de dimensio-nar más allá, por lo que tampoco alcanzas a com-prender muchas de las decisiones que se toman”.La tan conocida soledad de quien dirige.Tras sus experiencias como trabajadora, Rosa decide que es el momento de arriesgarse y ser ella la que tenga que enfrentarse a esa soledad, creando su propia empresa, LCR 2001, especiali-zada en ofrecer servicios integrales de telecomu-nicaciones. Corría el año 1999. La empresa, dedicada a la elaboración de pro-yectos de redes de voz y datos, y centrales te-lefónicas, también tiene en la actualidad la re-

Esto fue una oportunidad que se nos presentó y supimos apro-vechar, lo que, sin duda nos ha abierto las puertas de grandes empresas que reclaman los servicios que ofrecemos”.Rosa reconoce que una de las tareas que más le cuesta llevar a cabo en su labor de empresaria es

Me parece que es lo más difícil en la gerencia, o al menos la más ingrata, porque las circunstancias de cada día pueden cambiar tanto

buen seguro, has invertido muchas horas”.La sociedad LCR 2001 cuenta con una plantilla compuesta por ocho personas, una de las cuales es la actual pareja de Rosa Weber. En este senti-do, le interrogamos si el hecho de compartir trabajo y vida personal con el padre de su hijo, le genera

en ocasiones, sobre todo al principio, fue un tanto complicado, como en cual-quier empresa en la que trabajan perso-nas que mantienen vínculos familiares. “Nosotros, con compresión, cariño y sentido común, hemos sabido separar trabajo y familia, aunque reconozco que no ha sido fácil”.Asimismosabilidad de tener personas a su cargo es también un tema que le preocupa, “el saber que las decisiones que tomo pueden repercutir, para bien o para mal, en las personas que trabajan en esta empresa es algo que en ocasio-nes me hace perder el sueño. Pero reconozco que sin esa responsabilidad ya no sería capaz de vivir”.Durante su etapa como trabajadora de-pendiente no vivió situaciones discri-minatorias, no obstante, es consciente de las situaciones de desigualdad que afectan fundamentalmente a las muje-res, además de haberlas padecido en su trayectoria empresarial. Al respecto, nos comenta cómo, recientemente, “el res-ponsable de una empresa del sector, al entrar en LCR 2001, se dirigió a mí para decirme que estuviera pendiente de pa-sarle una llamada que tenía que recibir, confundiéndome con la recepcionista”. En su opinión, y a pesar de lo conse-guido, todavía hay sectores empresa-riales en los que ser mujer y empresa-ria, sigue despertando cuando menos sorpresa, si no cierto rechazo. Es uno de los principales objetivos que tienen ante sí las organizaciones empresaria-les de mujeres: hacer que el mundo de la empresa esté para siempre abierto

a todas las personas, sin distinción de género, opina esta empresaria.La empresa que dirige tiene entre sus proyectos de futuro centrar sus esfuer-zos en la implatanción de los servicios

la consolidación y la estabilidad del negocio, así como también la amplia-ción del servicio postventa, para lo que están poniendo a punto la creación de otra empresa especializada en la pres-tación de este servicio. “No niego que me produce un cierto vértigo acometer y afrontar nuevos re-tos, pero la realidad es que para una empresa, éstos, los retos, son su razón de ser. Pienso, no obstante, que cierta dosis de miedo no es mala, siempre y cuando no te paralice y te impida tomar las decisiones necesarias para afrontar nuevos objetivos y poner en marcha nuevas estrategias”. Asegura que, a pesar de que aún le que-da mucho camino por recorrer y mucho que aprender como mujer de empresa, “he logrado el reconocimiento de la gente que me importa: de mi familia, de mis au-ténticos amigos y del grupo de personas que trabajan conmigo, y, por supuesto, de mí misma”. Entendiendo que, si vol-viera a repetir su historia, no cambiaría ni uno solo de los episodios vividos.

Encarna Ximénez de Cisneros Rebollo

COMUNICACIONES ENRA

ASESORÍA EN COMUNICACIÓN, IMAGEN Y PROTOCOLO

Un negocio que vive de la ima-gen y las rela-ciones públicas necesita una

buena localización, y Comu-nicaciones Enra, la empresa que dirige esta Empresaria con mayúsculas, la tiene en Carre-ra del Genil, una de las calles más bonitas y costumbristas de la capital granadina. Encarna nos recibe en su des-pacho, un espacio muy acoge-dor en que no faltan las plan-tas, lo que sin duda facilita el carácter íntimo del mismo. La de asesoría en comunicación, imagen y protocolo, cuenta hoy con una prestigiosa car-tera clientelar, la mayoría de ellas empresas, institucio-nes y organismos públicos que, siendo cada vez más conscientes de la importan-cia de la comunicación tanto interna como externa, bus-can profesionales con ideas y capacidad para llevarlas a la práctica con éxito.En -ma con rotundidad: “tenemos el reto de consolidar nuestra posición y lo hacemos con una atención personalizada”. Y es que su fuerza radica en un equipo humano con voca-ción de servicio, para el que la creatividad, la iniciativa y la imaginación son sus señas de identidad, “unido a que el

mercado de las relaciones pú-blicas está ex-perimentando un crecimien-to impensa-ble hace unos años, y eso nos favorece”.Muy segura de

-nes y respuestas, desprende credibilidad y veracidad de cuanto dice y expresa y, a pesar de algunos sinsabores encontrados en el camino re-corrido, mantiene la frescura y la ilusión de los primeros años “pensando que lo mejor está por llegar, que tu corazón y tu mente estén lo más alerta posible para descubrirlo”.En un primer momento da la imagen de ser una persona racional, que se guía por los dictados de su cabeza, pero nada más lejos de la realidad. A medida que profundizamos en la conversación que man-tenemos con ella, descubres a una mujer que necesita po-ner pasión y corazón en todo aquello que hace. Su vida está llena de grandes titula-res que ella te va narrando y desgranando como si de un artículo de prensa o reportaje se tratara.Una vida que empieza en Sevi-lla, la ciudad que la vio nacer, a la que añora por su familia, que continúa viviendo allí “y recuerdo por sus olores, sus árboles, su color y calor”.Encarna ha vivido en muchos lugares de la geografía espa-ñola: en Asturias, Toledo, Ma-drid... “y a pesar de llevar en mis espaldas 25 mudanzas, sin duda, Granada y Sevilla, por este orden, son mis luga-res de referencia”, las ciuda-

des que han forjado el carác-ter rebelde, fuerte y decidido de esta mujer.No entiende la vida sin hacer varias cosas al mismo tiem-po, lo que en ocasiones le ha acarreado algún que otro pro-blema, “al dar la imagen de una persona voluble, y que no termina nada de lo que empie-za”. Pero no es cierto. Su vi-veza, inteligencia y capacidad de trabajo le permiten, casi le exigen, acometer diversas ac-tividades a la vez. Por ello, desde los 17 años compaginó estudios y traba-jo. Siente verdadero orgullo cuando nos comenta que se pagó la carrera de Periodis-mo con su propio sueldo. “Y lo hice por decisión propia, nadie me lo pidió, ni me lo exigió”….Recuerda esa etapa de su vida como una de las experiencias más gratas y satisfactorias de las que ha vivido. “Tuve que hacer un verdadero ejercicio de autocontrol para poder compatibilizar estudios y tra-bajo”. Sólo puede cursar los tres primeros años de carrera en Sevilla, teniendo que des-plazarse a Madrid para acabar la licenciatura. “No quise seguir haciendo ese esfuerzo económico”, por lo que decide no asistir a clase y presentarse sólo a los exámenes. “Me busqué una compañera en Madrid que me enviaba los apuntes, y así es como estudiaba…”Fue una situación difícil de so-brellevar para una chica que apenas tenía los veinte años cumplidos, pero reconoce que fue una experiencia valiosa, “porque aprendí a convivir con el estrés, a llevarme bien con él y comprendí que, cuando quie-res conseguir algo, a veces no

te queda más remedio que apostar fuerte y tirar-te a la piscina con todas sus consecuencias”. Serán estas las circunstancias por las que En-carna puntualiza que, de su paso por la Uni-versidad, sobre todo valora lo que aprendió: a amar la carrera que en un principio había ele-gido casi por casualidad, a sentirse y hacerse fuerte disfrutando de cada momento; pero tam-bién valora lo que desaprendió: “a minimizar

relevantes e importantes, a descubrir que para ser feliz hay que aprender a serlo, y que es algo que hay que proponérselo todos los días”.Esboza una sonrisa cuando recuerda, allá por sus comienzos como profesional del Periodismo, las objeciones de su padre a que llegase tarde de la redacción del periódico para el que trabajaba. No fue fácil que él aceptara el ejercicio de su profesión, a sus ojos una profesión quizás de-masiado liberal, que, no obstante, armoniza-ba con la tradición familiar según la cual las mujeres cuando empezaban a trabajar debían entregar la mitad de su sueldo en casa, para que la madre les fuera comprando el ajuar que debían llevar al casarse. Por aquellos años conoce y vive en primera per-sona determinadas situaciones en el ámbito del

justas, pero que hoy, desde la experiencia y el descubrimiento de una nueva visión de las cosas,

que son, sin tapujos, desigualdades, limitaciones por el mero hecho de haber nacido mujer. Ella así nos lo describe: “Fui de las primeras mujeres especializadas en periodismo depor-tivo, un tema que me apasionaba, y tanto mis compañeros como mis jefes reconocían mi buen hacer, hasta que un día un director de la cadena de radio en la que trabajaba me llamó a su despacho y me dijo que a pesar de lo bien que lo hacía, mientras él fuera director ningu-na mujer a su cargo entraría en los vestuarios masculinos para entrevistar a los jugadores; era sin duda, una profesión de hombres.”De esta manera se truncó su fugaz carrera como informadora deportiva, algo que Encarna, a pesar de llevar más de 27 años como perio-dista no olvidará.Ha habido muchos momentos de soledad y también de sensación de fracaso, “pero tam-bién de los fracasos hay que extraer alguna enseñanza” y ella siempre había sido una mag-

situación le sirvió de acicate

nal. “Creí en mí misma, y a partir de entonces me hice la

las cosas no me salieran bien, jamás me diría: tú no vales.” En lo profesional, le permitió sa-car a la luz una idea que desde siempre había estado ahí, la-tente, casi de forma impercep-tible: “decidí ser empresaria.” “Cuando me preguntan qué me llevó al mundo empresa-rial, siempre digo que cuan-do nací y mi madre preguntó ¿qué es niña o niño? le res-pondieron: ni una cosa ni la otra, es empresaria.”Para Encarna ser empresaria es mucho más que una profe-sión. Es ante todo una voca-ción, a la que se puede llegar por muy diversos motivos y ra-zones. En su caso fue su ca-rácter inconformista, el pensar que las cosas podían y debían cambiar para las mujeres, la conciencia de que cada mujer puede tomar las riendas de su vida profesional, asumir las mismas cuotas de responsa-bilidad, de autoexigencia y de decisión que los hombres, “demanera que las únicas limita-ciones para el desarrollo de nuestras vidas laborales sean

aquellas que de forma indivi-dual y personal se imponga cada mujer a sí misma”.Ésta ha sido la máxima que ha marcado la vida empresarial de esta mujer, y que también ha sabido trasladar a su vida per-sonal: ”En el ámbito de lo pri-vado he aprendido a sustituir el verbo ayudar, por el de colabo-rar. Es un trámite complicado, pero que cuando lo ejercitas, funciona y convence.”Se siente muy orgullosa de lo conseguido hasta ahora, y segura del camino que aún le queda por recorrer. Feliz del apoyo que siempre ha encon-trado en su familia y en su ma-rido, un hombre que ha sabido adaptarse a las circunstancias cambiantes, a las insegurida-des propias de cualquier ne-gocio. A ellos, en parte, debe su éxito empresarial, “son mis cimientos, las personas que me ofrecen la estabilidad per-sonal que necesito para poder hacer frente a una profesión compleja y muy competitiva.”Comunicaciones Enra cuenta con un equipo de trabajo com-puesto en su gran mayoría por mujeres, excelentes profesio-nales especializadas en distin-tas áreas de la comunicación, y cómplices en hacer de la em-presa una organización fuerte y

sólida, capacitada y comprome-

dar el prestigio que de manera

do a lo largo de los años. “Es nuestra principal oportu-nidad, y así lo reconocemos todas las personas que for-mamos y trabajamos en Enra. Pensar que en un campo como el de la comunicación siempre hay algo nuevo por descubrir, porque es un mundo que de-pende en gran medida de la creatividad de las personas que trabajan en él.” Cuando se le pregunta cómo ve su empresa dentro de algu-nos años, no sorprende la res-puesta que nos ofrece: “comouna entidad que sea capaz de seguir ilusionando y haciendo disfrutar a las personas que trabajan en ella. Tal y como yo lo veo, trabajar

trabajo debe ser un medio im-portante de realización perso-nal, a él dedicamos mucho de nuestro tiempo, nos relaciona-mos con otras personas a las que aportamos y nos aportan. No podemos desaprovechar tantas horas y esfuerzo, es-pecialmente las mujeres, que tanto hemos arriesgado y lu-chado por defender y hacer entender que el trabajo es también una parcela muy im-portante de nuestras vidas”.

índice

Alarcón López Rosario 6

Alcalá Zafra Natividad 10

Alfonso Romero Marina 14

Alonso Lorente Ana 18

Arcos Von Haartman Estrella 22

Arias Ortega Aurora 26

Bascuñana Trives Carmen 30

Benítez Mota Rita 34

Bermúdez-Coronel García de Vinuesa Mª Dolores 38

Bornay Pérez Mª Carmen 42

Borrero Martín Ana 46

Campos 50

Cano Torres Matilde 54

Cañete Sánchez Mª José 58

Caparrós Torrecillas Consuelo 62

Carbonne García María 66

Carrillo Lafuente Anabel 70

Contreras Gil María 74

De Arcos Rus Margaret 78

De los Santos Neira Mª Francisca 82

Diez Abad Sonia 86

Expósito Segovia Mª Luisa 90

Fernández Ávila Carmen 94

Fernández López Aurea 98

Fernández Luque Nuria 102

Fernández Rentero Marisa 106

Gallardo López María 110

García Aller Mercedes 114

García Vázquez Susana 118

Gómez Ferrón Dolores 122

González Dorao Belén 126

González Insúa Concepción 130

González Romero Carmen 134

González Torres Marta 138

Gutiérrez Ramos Mª Dolores 142

Hernández Ruzafa Mª del Señor 146

Herrera Valero Manuela 150

Jaque Colomo Eulalia 154

Jiménez Aguilar Mª Dolores 158

Leiva Ruano Eva 162

166 López Caparrós Ana

170 López Iglesias Carmen

174 López Pérez Susana

178 Maldonado Sánchez África

182 Márquez Fernández Josefa

186 Martínez Egaña Mercedes

190 Martínez Tellería Rosa

194 Medina Muñoz Rocío

198 Mora Abril Soledad

202 Morales Romero Isabel

206 Moreno Benítez Josefa

210 Moreno Moreno María

214 Navarro González Rosario

218 Navarro Pinto Mª José

222 Olarte Rubio Agustina

226 Orantes Zurita Ángeles

230 Peinador García Mª Fe

234 Pérez Martín Beatriz

238 Pernichi López Amparo

242 Piedra Ruiz Carmen

246 Portillo Izquierdo Mª Carmen

250 Prieto García Antonia

254 Ramírez Garrido Mª Ángeles

258 Rey Barroso Antonia

262 Rodríguez Barranquero Rosario

266 Rodríguez Borrero Sara

270 Rodríguez Fernández Gloria

274 Ruiz Fernández Rosario

278 Ruiz Oliva Antonia

282 Saiz Muñoz Carmen

286 Sánchez Ojeda Rosa

290 Santiago Buendía María

294 Santos Payán Ana

298 Serrano Córdoba Encarna

302 Sutil Cortes Margarita

306 Urbano Cuesta Francisca

310 Vargas Pérez Eufrasia

314 Vico Caballero Mercedes

318 Weber Franco Rosa

322 Ximénez de Cisneros Rebollo Encarna