5 de noviembre y las marchas por ayotzinapa

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Maestría en Filosofía B.U.A.P. Filosofía Práctica Ensayo sobre el tema “Responsabilidad, Convicciones y ley”. Martha Carolina Aleman Wong Responsabilidades y convicciones a la Mexicana. Desde el mes de septiembre en la población mexicana se han estado padeciendo una serie de eventos que dejan notar la ola de violencia que se vive en nuestro país. El caso Ayotzinampa es una muestra de la disyunción entre los conceptos convicciones y responsabilidades de los que hace mención Roberto Aramayo. En lo que respecta a la situación que se vive en este caso, tal parece que la Ética y la Política, no se llevan. Las marchas que se han suscitado en todo el país por esta situación de los normalistas, es porque considera dicha población, que ese es el medio para exigir a las autoridades a que se responsabilicen y hagan lo que consideran ellos lo justo. Las soluciones de las autoridades van desde una apertura al diálogo, pero sin que ambas partes lleguen a negociar o a un acuerdo, (como si la vida de una persona se negociara) una clara actitud individualista y despótica del gobierno. La responsabilidad que ha asumido nuestro gobierno en el caso, es propia de la crítica que hace evidente Manuel Cruz

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Es una pequeña reflexión en torno a los tiempos posmodernos y México.

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Maestra en FilosofaB.U.A.P.Filosofa PrcticaEnsayo sobre el tema Responsabilidad, Convicciones y ley.Martha Carolina Aleman WongResponsabilidades y convicciones a la Mexicana.Desde el mes de septiembre en la poblacin mexicana se han estado padeciendo una serie de eventos que dejan notar la ola de violencia que se vive en nuestro pas. El caso Ayotzinampa es una muestra de la disyuncin entre los conceptos convicciones y responsabilidades de los que hace mencin Roberto Aramayo. En lo que respecta a la situacin que se vive en este caso, tal parece que la tica y la Poltica, no se llevan.

Las marchas que se han suscitado en todo el pas por esta situacin de los normalistas, es porque considera dicha poblacin, que ese es el medio para exigir a las autoridades a que se responsabilicen y hagan lo que consideran ellos lo justo. Las soluciones de las autoridades van desde una apertura al dilogo, pero sin que ambas partes lleguen a negociar o a un acuerdo, (como si la vida de una persona se negociara) una clara actitud individualista y desptica del gobierno.

La responsabilidad que ha asumido nuestro gobierno en el caso, es propia de la crtica que hace evidente Manuel Cruz sobre dicho sentido del concepto. Segn el anlisis del autor en Cuando son muchas voces, es que existe un trasfondo en el concepto responsabilidad, por un lado se puede interpretar que el individuo responde por el acto cometido y eso para la sociedad moderna est bien se hace lo justo. Pero cmo la desaparicin de un hijo? o qu te entreguen en una bolsa sus cenizas? Responde acorde con la idea de una solucin responsable. Por eso para Manuel Cruz es engaoso el sentido responsabilidad, ya que en el trasfondo significa reparacin del dao y si esta reparado entonces es hora de olvidar tal acto. Con dicha interpretacin la vida de un ser humano que se ve afectado por un acto violento puede ser reparada. Porque la reparacin puede ser bajo un costo econmico o privacin de la libertad. Como si normando los montos o privacin de la libertad o que otro responda por ti (una aseguradora) reconstruya lo que un acto ha destruido. Si a veces las heridas en el cuerpo se manifiestan con cicatrices, ahora en la subjetividad de la persona Cmo se manifiestan? Las heridas que han lacerado la piel dejan marcas perceptibles que aunque pase el tiempo siguen estando ah, en cuanto a la prdida fsica de un ser amado, al igual que la herida hay huella de su presencia. Difcil es para la persona reparar la ausencia que se ha generado, se torna an ms difcil, cuando dicha ausencia fue provocada por violencia.

La anterior respuesta por parte de las autoridades mexicanas, lejos de ser sorpresiva fue indignante. Porque la poblacin receptora y afectada, esperaba dicha resolucin, con tintes falaces, aunque tena una remota esperanza a que con ellos fuera diferente. Con una postura muy lejana de denotar veracidad, ms bien con un trasfondo corruptible, nuestra institucin poltica demuestra con lo anterior, que no hace un buen do con la tica. Convirtindose lo anterior en una de tantas necesidades que busca resolver nuestro pas, porque lograr que nuestras instituciones se apeguen conforme a derecho, es decir a lo que debe de ser, no es tarea fcil y en estos tiempos es lo ms necesario para nuestro pas.

Pero por qu a las autoridades mexicanas les cuesta ser ticos? Los ndices de violencia y de corrupcin que me han tocado vivir en nuestro pas ponen al descubierto muchas acciones morales, que pueden ser calificadas de justas o injustas. Las decisiones para la resolucin de los actos violentos por parte de nuestras autoridades se anteponen a lo que debiera ser en sentido kantiano, en cambio son sustituidas por resoluciones en base a las convicciones de cada poltico. De ah la reflexin de Roberto Aramayo en Los laberintos de la responsabilidad sobre las acciones de los polticos que hacen denotar que poseen y se dirigen bajo una tica distinta a la del ciudadano comn. Es por esta razn que Roberto Aramayo hace todo un anlisis sobre la tica de responsabilidad y la tica por convicciones.

Tomando en consideracin el hacer poltico de nuestro pas, tanto la tica de responsabilidad como la de conviccin son las escusas perfectas para ocultar sus irregularidades en la toma de decisiones al resolver conflictos presentados a su pueblo. Mencionar casos como el Movimiento del 68, El Jueves de Corpus, Matanza de Aguas Blancas, Matanza de Acteal, Guardera ABC, Caso Ayotzinapa y el modo de respuesta ante tales hechos por parte del gobierno, podramos decir que los polticos que se encontraban al frente del poder defendan su postura justificndose por una tica de conviccin ya que recurren a la idea de que por el compromiso que tienen por algunos, anteponen, las necesidades de unas minoras. De ah la frase de Roberto Aramayo que se cometa una injusticia con tal de que el mundo tire para adelante[footnoteRef:1]. La respuesta a tales eventos que procedi a ejecutar el gobierno, con tal de tener Olimpiadas, que no se les vincule con narcotrfico o con corrupcin en elecciones ha sido por el bien de la mayora aunque se antepone el mal de una minora. Esto hace que se cuestione promesas de campaas donde juran cumplir y velar por el bien comn. Qu acaso el bien comn es exclusin? Y en qu momento se distorsiona dicha promesa? Qu por sus convicciones de ser polticos es fcil negociar el valor de su palabra? [1: Aramayo Roberto, Los laberintos de la responsabilidad, Plaza y Valdez editores, pgs. 26-27.]

En lo que respecta a la tica de responsabilidades bajo dichas problemticas se vuelve un crculo vicioso porque de qu manera se zurce el dao ocasionado? Cmo un poltico mexicano puede responder a la mala toma de decisiones que han hecho de nuestro pas? Si hiciramos un recuento de los ya mencionados casos donde el gobierno lejos de dar una pronta respuesta y justa, se caracteriza por la inmunidad a los corruptos. Esa es la manera de hacerse responsable a tales hechos. Los hechos con el paso del tiempo llegan a ser perdurables si son significativos, pero dentro de esa significacin donde juegan nuestra emociones que han sido quebradas no se llegan a olvidar tambin perduran. Pero al no exigir a nuestras autoridades a que cumplan con lo pactado, se cae en el riesgo de que sigan ocurriendo casos as. Bajo la lupa de la tica de la responsabilidad los polticos se escudan en una mala toma de decisin. En la no prevencin de las consecuencias ante los hechos. Como no prevn sus fines es justificable recurrir a la irresponsabilidad de su parte.

Ante tales excusas se entienden que existen dos tipos de ticas. Siendo as a que se cae en un error segn Roberto Aramayo y el error estriba en creer que tanto la tica de responsabilidad y la de conviccin van separadas. Siendo que lo que realmente est separado, es la relacin entre tica y poltica. Aunque ambas reas tienen quehaceres diferentes apuntan al mismo fin que es el bienestar de la sociedad. Pero mientras que la poltica como la ciencia que se encarga del poder y de ensear a un sujeto a ser poltico, la tica apunta a que ese mismo sujeto sea profesional guindose por sus valores, que sus convicciones sean acordes al bienestar de la comunidad a la que pertenece. Es de esa manera que cuando la poltica se sirve de la tica para hacer proselitismo electoral, la quiere hacer su cmplice para cubrir sus fines. Sin embargo cuando las minoras alzan la voz y exigen el valor de la palabra que tanto haca referencia en sus discursos los polticos se les da la espalda y entonces nos preguntamos hay congruencia?, se confirma que la tica y la poltica no conviven, y que fue un acto de ilusin.

Con el anlisis de cada una de las obras y lo anterior expuesto concluyo a que la promesa de la modernidad no se ha cumplido. Porque la posmodernidad apelando a la razn y elevndola al ms alto rango, tambin fue una falacia. Que los medios de comunicacin juegan un papel determinante para dominar a la poblacin pero que los derechos obtenidos y que es el logro por el cual se siente tan orgullosa la modernidad, que viene significando en realidad un estancamiento de la misma. Basta con observar las injusticias cometidas por el mundo global y que al defenderlos tanto, han generado nuevas problemticas al no saber con certeza el valor de los derechos humanos. Que ante la diversidad de problemas generados se cuestiona el papel de la tica. As como la diversidad de propuestas ticas para hacer frente al mundo global, entrando al terreno del mercado. Que si la tica para hacer frente a los problemas sociales debe partir de una subjetividad porque sin ella, sin la empata no se puede la tica comprometer con el otro para ayudarlo a la resolucin justa de su conflicto. Que la responsabilidad y la conviccin no hace que existan dos ticas sino ms bien se requieren ambas para exigir el buen desempeo de la autoridades. Por ltimo como dice Aramayo un poltico honesto no se puede mantener bajo la idea de que tica y poltica van por el mundo tomadas de la mano para que haya paz en el mundo.BibliografaAramayo Roberto, Los laberintos de la responsabilidad, Plaza y Valdez editores, 2007.Cruz Manuel, Cuando son muchas voces, Universidad de Barcelona, Instituto de Filosofa del CSIC.Cortina Adela, tica de mnimos. Introduccin a la filosofa prctica, Tecnos, Madrid, 2000.