4. teorías sobre los trastornos de ansiedad
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4. TEORÍAS SOBRE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD 1. INTRO: Hasta épocas recientes los trastornos de ansiedad se incluían en el término de neurosis. El concepto de neurosis se ha transformado notablemente:
-‐ Cullen: lo empleó originariamente con un sentido de enfermedad del sistema nervioso.
-‐ Freud: trastornos producidos básicamente por causas psicológicas Diferenció la neurosis de ansiedad y las neurosis fóbicas de otros trastornos neuróticos no relacionados de forma tan estricta y primaria con la ansiedad. La ansiedad era considerada como una reacción del yo a las fuerzas instintivas del ello que no podían ser controladas. Fue entendida como una “señal de peligro” procedente de los impulsos reprimidos del individuo. Etapas de la teoría de sobre la formación de la ansiedad neurótica:
1) El individuo trata de materializar los impulsos sexuales y agresivos en forma de conducta. 2) Éstas conductas pueden ser castigadas generándose en el sujeto la experiencia de miedo (ansiedad objetiva y adaptativa para evitar el castigo) 3) El individuo puede experimentar ésta ansiedad objetiva a partir de señales internas (pensamientos o hechos memorizados) asociadas a la conducta previamente castigada. 4) Puesto que es una experiencia desagradable se puede afrontar el problema reprimiendo las señales internas , suprimiendo de la conciencia todos los pensamientos y recuerdos asociados al castigo. 5) Fragmentos del material reprimido o representaciones simbólicas pueden emerger de la conciencia. 6) Éstos fragmentos son los que elicitan las reacciones de ansiedad neurótica.
Los problemas asociados al estatus científico y a la utilidad práctica de éste modelo han sido referidos por varios autores.
La aplicación de los conceptos básicos del condicionamiento clásico y operante hace surgir nuevas teorías en la asunción de que la ansiedad es una respuesta aprendida de naturaleza anticipatoria (teorías conductuales y cognitivas) Existen también otros enfoques de tipo biológico (a partir de estudios psicofisiológicos, neurofisiológicos, datos sobre predisposición genética y familiar) 2. TEORÍAS DE APRENDIZAJE A. Condicionamiento clásico: Modelo de Watson y Rayner: Publicación clásica del miedo en el pequeño Albert: establecieron los principios del modelo de condicionamiento pavloviano de las fobias. Cualquier situación o estímulo (principio de equipotencialidad) inicialmente neutro, puede adquirir la propiedad de elicitar respuestas de miedo por su asociación con estímulos nocivos traumáticos. La ansiedad es entendida como una respuesta emocional condicionada. Tres características principales del modelo: 1) La repetición de la asociación entre los EC y los EI incrementará la fuerza de la RC de miedo.
2) Las reacciones de miedo fóbico se favorecen cuando la intensidad de miedo inducido por los EI es elevada (traumática). 3) Otros estímulos neutros similares a los EC pueden elicitar reacciones de miedo, siendo éstas mayores a mayor semejanza con los EC. Debilidades de la teoría: No cualquier estímulo puede ser condicionado a respuestas de ansiedad (el principio de equipotencialidad parece no ser compatible con la propiedad selectiva y no arbitraria que parecen presentar las fobias). También se critica el carácter traumático de la situación de condicionamiento, puesto que ni es necesaria la presencia de eventos traumáticos ni todas las experiencias traumáticas llevan al condicionamiento del miedo. Además éste modelo no explica la no-‐extinción de la respuesta condicionada de miedo en ausencia de reforzamiento. B. Condicionamiento clásico y operante: modelo bifactorialmediacional. Alternativa al modelo de condicionamiento clásico que incluía los principios del condicionamiento operante. El Modelo BifactorialMediacional de Mowrer se apoya básicamente en el paradigma de evitación activa (el sujeto aprende a escapar de un estímulo elicitador de miedo y a evitar el estímulo incondicionado) Explica el fenómeno de no-‐extinción de la respuesta condicionada de miedo típica de los trastornos de ansiedad. Es bifactorial porque implica tanto al condicionamiento clásico como al operante: desarrolla dos fases básicas:
-‐ Mediante un proceso de C. Clásico se establece una respuesta condicionada de miedo y una vez constituida adquiere propiedades de impulso (drive) secundario con capacidad para mediar y motivar el inicio de una conducta instrumental de escape/evitación).
-‐ En la segunda fase hay un proceso de evitación activa, el sujeto no aprende a evitar un castigo (EI) lo cuál le reduce la ansiedad (la evitación queda reforzada negativamente).
Éste modelo, entonces, explica el desarrollo del componente emocional del miedo en términos de Condicionamiento Clásico y el de mantenimiento (evitación) mediante el condicionamiento Operante. Aportaciones de ésta teoría a la psicopatología de la ansiedad: la ansiedad posee propiedades de drive (motivacionales) y una explicación sugestiva (no totalmente satisfactoria) sobre el fenómeno de la paradoja neurótica (existe protección contra la extinción de las RC clásicas de miedo debido a la propia conducta de evitación del sujeto). Objeciones al modelo planteadas: en laboratorio se observa resistencia a la extinción de respuestas de evitación en ausencia de miedo. Aunque el miedo se extinga las respuestas de evitación son altamente resistentes a la extinción. Además al mantenerse el miedo también deberían producirse respuestas de evitación, tras la aplicación de técnicas de prevención de respuesta a veces se extingue la conducta de evitación pero no la de respuestas autónomas de miedo (es decir que se puede dar la evitación sin miedo y el miedo sin evitación). La teoría de Mowrer es la base teórica para explicar la forma en que se aprenden las fobias pero no explica la paradoja neurótica (persistencia e incremento de la conducta fóbica). C. Alternativas teóricas al ModelBifactorial: Se pueden dividir en 3 categorías: C.1. Alternativas operantes no mediacionales: TEORÍA DE SEÑAL DE SEGURIDAD: basada estrictamente en el condicionamiento operante. Postula que la conducta de evitación se produce bajo condiciones de reforzamiento positivo, más que de reforzamiento positivo: el sujeto se aproxima a
estímulos que le dan seguridad (conducta de aproximación-‐relajación). La conducta está motivada no sólo por un escape de miedo si no por una aproximación a una situación que le aporta seguridad. Problema: al suprimirse el concepto de miedo se asume una conducta de evitación que no siempre es relevante para las fobias y tampoco explica la resistencia a la extinción de la evitación. TEORÍA DEL ESTÍMULO DISCRIMINATIVO: El EC, en lugar de señalar peligro (aparición EI) únicamente se trata de un estímulo discriminativo. Aprende a discriminar estímulos más que a evitar los EC. Los EC señalan la ocasión para que se ejecute la respuesta de evitación. El mantenimiento de la conducta de evitación se explica a través del refuerzo producido por la reducción o supresión del EI pero no por la reducción o supresión del EC. Críticas: excesiva polarización en los componentes del condicionamiento operante y críticas parecidas a las de la teoría de señal de seguridad). C.2. Alternativas operantes mediacionales: Más o menos fiel a las teorías de Mowrer: las respuestas de miedo condicionadas clásicamente actúan como mediadoras de la conducta de evitación. Solomon y Wynne: Nueva versión del modelo bifactorialmediacional basándose en 2 principios: 1) Principio de conservación de la ansiedad: las latencias cortas de las respuestas de evitación previenen que se produzcan reacciones autónomas de ansiedad al EC, se conservan éstas reacciones y no se extinguen. 2) Principio de irreversibilidad parcial: se basa en que en los casos de reacciones muy intensas de miedo las respuestas condicionadas clásicamente son difíciles de extinguir completamente. De ésta manera explican la resistencia a la extinción de la conducta de evitación y la posible disociación (asincronía) entre las respuestas clásicas y operantes. La falta total de satisfacción con los retoques efectuados a la teoría bifactorial llevó a Rescorla y Solomon a considerar el miedo como un estado central del organismo: las respuestas condicionadas periféricas (autónomas) no median necesariamente las respuestas de evitación. Sin embargo, como asumen que la conducta de evitación está mediatizada por la reducción del miedo establecen que el miedo consiste en un estado central más que en una manifestación periférica (sólo ocasionalmente aparecen asociadas a la evitación). Pero dejan sin explicar porqué no se extingue el miedo (incluso como estado central) en condiciones de no-‐refuerzo. Levis y cols: versión moderna del modelo bifactorialmediacional. Parte del principio básico de Mowrer de que el miedo motiva las conductas de evitación, siendo éstas reforzadas negativamente. Incorporan además el principio de conservación modificando y extendiéndolo mediante la inclusión del concepto de complejidad y serialidad del EC. Entiende que las respuestas de miedo pueden ser elicitadas por el EC incluso cuando éste se presenta muy brevemente. El principio de conservación de la ansiedad es entendido según EC complejos y ordenados serialmente. (no explica el incremento paradójico). C.3. Influencias operantes sobre las respuestas autónomas. Kimmel, ha ofrecido una interpretación sobre la adquisición de la paradoja de la ansiedad en términos inversos a como ha postulado la teoría biproceso (partiendo de una influencia directa de las respuestas operantes sobre las respuestas autónomas de la ansiedad). Puntos centrales de la teoría: 1)Fase inicial de condicionamiento clásico donde el individuo es sometido a pruebas de un ensayo interviniendo diversos EC y EI. 2) Los EC son compuestos fundamentalmente: se forman conjuntos de EC con capacidad para elicitar reacciones autónomas condicionadas.
3) Si hay probabilidad elevada de producir respuestas emocionales condicionadas tras EC y hay baja probabilidad de que se produzcan eventos traumáticos EI el sujeto se encuentra en una situación de evitación instrumental. 4) La respuesta autónoma condicionada será reforzada negativamente de manera mágica (el individuo tratará de crear las condiciones que favorezcan ésta forma de reforzamiento, por ejemplo, produciendo la respuesta autónoma). Lo fundamental no es la evitación del EC, sino del EI. Ésta teoría podría explicar más el TAG que las fobias. 3. TEORÍA DE LA PREPARACIÓN. Hay estímulos o situaciones que elicitan más respuestas fóbicas que otros. Marks: sugiere el concepto de prepotencia: la prepotencia conduce selectivamente las asociaciones a través de ciertas vías nerviosas (como si el cerebro estuviera programado para establecer preferentemente ciertas asociaciones). Seligman: concepto de preparación A. Concepto de preparación: Parte de la idea de que el organismo está preparado filogenéticamente para asociar ciertos estímulos con relativa facilidad y otros con relativa dificultad. La teoría de la preparación surgió como reacción a la premisa de equipotencialidad. García y cols constataron un fenómeno importante complementario: cuando un RI era exteroceptivo los estímulos en un principio neutros y exteroceptivos eran condicionados fácilmente y los EN interoceptivos difíciles de condicionar (experimento rata descarga-‐luz/sonido vs rata descarga-‐agua con sacarina). Sugerían que las ratas estaban preparadas para asociar el sabor con la enfermedad yla descarga eléctrica con luz y sonido. Estudios cómo la fácil adquisición de náusea condicionada en pacientes oncológicos con tto de quimio al olor del hospital sugiere lo mismo. La preparación tiene un significado de tipo biológico-‐evolutivo, estamos preparados para asociar ciertos estímulos a ciertas respuestas, y determinados por la historia evolutiva de la especie. Seligman definió operativamente la dimensión de la preparación estableciendo un continuo teórico: el organismo puede estar preparado, no preparado o contrapreparado para aprender según un continuo hipotético. C. Preparado: como extremo tenemos a las respuestas instintivas. B. Preparación y fobias: Seligman formuló la teoría de la preparación como una crítica general al aprendizaje tradicional pero posteriormente la aplicó a las fobias. Establece que éstas tienen 4 propiedades: -‐ Selectividad: las fobias están limitadas a un determinado rango de estímulos, que parecen relacionarse con cierto peligros especiales importantes durante la evolución (más fobias a un animal que a un mueble). -‐ Fácil adquisición: el condicionamiento de miedo con un ensayo es más excepción que regla, en cambio las fobias pueden adquirirse con un solo ensayo sin necesidad de estímulos traumáticos. El C. Clásico preparado, por definición, ocurre tras unos pocos ensayos. -‐ Resistencia a la extinción: aspecto característico de la paradoja neurótica, es una de las propiedades del aprendizaje preparado. Es uno de los aspectos característicos de las fobias y otros trastornos de ansiedad. -‐ Irracionalidad: desproporción entre el peligro real del estímulo y las respuestas de ansiedad, los argumentos lógicos aplicados a los individuos fóbicos son ineficaces para reducir la ansiedad, aunque reconozcan la ausencia objetiva de peligrosidad del estímulo temido.
Seligman dice que las fobias son instancias de aprendizaje preparado y que poseen un significado biológico evolutivo. Hay estímulos que se han convertido en objetos potencialmente fóbicos (arañas, por ej. ) porque en el curso de la evolución los individuos que sentían miedo fácilmente ante éstos estímulos sobrevivieron. Al ser instancias de aprendizaje preparado se constituyen predominantemente por asociaciones primitivas y no cognitivas, por lo que no son fácilmente modificables con argumentos cognitivos. La teoría de la preparación, entonces, se trata de una revisión del modelo de condicionamiento de la ansiedad orientada biológicamente. Hay una predisposición innata a la fobia, no una fobia innata. Öhman refinó y amplió ésta teoría e infirió algunas diferencias sobre los distintos tipos de fobia: sugieren que las fobias difieren de acuerdo con sus aspectos filogenéticos: Incluye el concepto de los “sistemas conductuales” correspondientes a los distintos tipos de fobia pueden poseer orígenes evolutivos diferentes. Ejemplo: las fobias a alturas y espacios cerrados implican miedos de tipo no comunicativo, mientras que las fobias a animales y sociales son de tipo comunicativo. Es más:
-‐ las fobias a los animales tiene su origen en un sistema conductual de defensa a los depredadores (controladas por procesos automáticos no reflexivos, se organizan con un sistema de respuestas de evitación/escape y poseen una estrecha relación con la actividad autónoma, es un aprendizaje extremadamente eficaz por el coste que supondría fracasar en la respuesta a éste tipo de miedo)
-‐ y los sociales están relacionados con un comportamiento agresivo intragrupo activados por un sistema de dominancia-‐sumisión (miedos intraespecíficos, obedecen a estímulos más difusos, están controlados por un proceso menos automático y más reflexivo y sus patrones de escape y evitación son menos relevantes, no existe una relación tan estricta con el SNA.). Las fobias sociales están preparadas para asociar más fácilmente el miedo a determinados estímulos como las expresiones faciales.
Éste tipo de diferencias permite explicar las diferencias de inicio de las fobias (las animales edad de inicio más temprano y las sociales en la adolescencia cuando debe asegurarse una posición social). La agorafobia se asocia a situaciones diversas relacionadas con vulnerabilidad hacia los depredadores, pero no parecen estímulos preparados. Klein sugiere que el ataque de pánico refleja la activación de un sistema de alarma para responder al peligro de asfixia y estimular al escape rápido de situaciones potencialmente mortales. Implica un sistema no comunicativo en el que los estímulos interoceptivos jugarían un papel esencial. El pánico y la agorafobia serían instancias de aprendizaje preparado y las situaciones temidas por los agorafóbicos menos preparados. Según algunos autores podría ser una forma madura de la ansiedad de separación (elevado valor de supervivencia estar cerca de la madre en la infancia). C. Estudios experimentales: Öhmann: sus estudios demostraron invariablemente una incrementada resistencia a la extinción de las respuestas autónomas (conductancia de la piel, frec cardíaca, etc) condicionadas pavlovianamente mediante el apareamiento de estímulos fóbico-‐relevantes y EI aversivos. Desarrollaron un análogo experimental pavloviano de condicionamiento de miedo fóbico. El paradigma consistía en aplicar un condicionamiento diferencial donde un EC (diapo araña por ejemplo) era seguido por una descarga eléctrica (EI). Mientras que otro EC igualmente preparado o prepotente no era seguido de dicha descarga. Las respuestas diferenciales a los estímulos fóbico-‐relevantes eran comparadas con las respuestas diferenciales a estímulos neutros como diapositivas de flores por ejemplo. El más claro resultado de éstas investigaciones fue la superior resistencia a la extinción de las respuestas autónomas condicionadas a estímulos potencialmente fóbicos, en comparación con las respuestas condicionadas a estímulos neutrales.
Con otros experimentos en fobia social constataron que no era necesaria la presencia física del EI durante la adquisición, ya que los efectos fóbico-‐relevantes eran igualmente observables tras el condicionamiento indirecto como vicariamente o tras información cognitiva. Éstos datos apoyan los principios de selectividad, fácil adquisición y resistencia a la extinción explicitados con la hipótesis de preparación. La irracionalidad fue probada empíricamente por éstos autores ya que las respuestas condicionadas a estímulos fóbico-‐relevantes no eran abolidas a pesar de informar a los sujetos sobre la no emisión de EI durante la fase de extinción. Los datos obtenidos por otros autores han obtenido un apoyo mixto de la teoría, aunque tienden a apoyar sus resultados más nucleares. Un aspecto de la preparación que no ha sido suficientemente aclarado es el concepto de belongniness, o asociación particular entre un EC y un EI: los efectos fóbico-‐relevantes (asociación especial entre un EC preparado y un EI nocivo) asociados a imágenes de arañas y serpientes se deben a la naturaleza táctil del EI (descarga eléctrica). Esto podría sugerir que la belongniness relativa a los estímulos de animales pequeños fóbico-‐relevantes no implica a los estímulos aversivos en general sino que se restringen a los que implican daño en la piel. (conclusión no absolutamente convincente). D. Alternativas al concepto de preparación: Bennet-‐Levy y Marteaus sugieren que los mecanismos en los miedos vienen determinados por el principio de discrepancia (discrepancia de la forma humana) y la presencia de propiedades perceptuales evocadoras de miedo. Pero se han obtenido efectos fóbico-‐relevantes mediante EC consistentes en caras humanas que lo contradicen. Maltzman y Boyd: refirieron que Öhman y cols podrían haber confundido el contenido de los estímulos (fóbico/ no fóbico) con el significado (agradable/ desagradable/ neutro) apoyándose en que las imágenes de arañas y serpientes son más significantes que las neutras. El concepto de prepotencia ha sido sugerido como alternativo al de la preparación (aunque parece más complementario que alternativo) Otros (Bandura) creen que los efectos fóbico-‐relevantes de Öhman y cols podrían deberse a un aprendizaje previo por los sujetos a través de la experiencia (se ha demostrado que existe una superior resistencia a la extinción con los estímulos filogenéticamente relevantes que con los estímulos de miedo relevantes ontogenéticamente) Davey sugiere que ciertas fobias y miedos comunes a los animales reflejan un proceso de la evitación de la enfermedad, más que un proceso de defensa a los depredadores (relación entre asco y miedo) . La teoría de la preparación, en definitiva, si bien aporta explicación sobre la génesis y mantenimiento de las fobias, no aporta mecanismos explicativos. Como teoría biológico-‐evolutiva es una metateoría. Explica el qué y el porqué pero no el cómo. 4. INCUBACIÓN DE LA ANSIEDAD Pretende mejorar los mecanismos explicativos sobre el condicionamiento de la ansiedad, centrándose en la “ley de incubación” como complemento a la ley de la extinción. Además asume la existencia de factores de vulnerabilidad individual (por ej: diferencias en neuroticismo) y filogenética (hipótesis de la preparación) que facilitan los mecanismos de la incubación.
A. Conceptos básicos del modelo: Eysenck postula la teoría de la incubación: la ansiedad se adquiere y se mantiene de acuerdo con los principios del C. Clásico: -‐ tipo A (ej: salivación; la motivación debe ser manipulada externamente y las RC y RI son diferentes; en el ejemplo RC: salivación, RI: ingestión de comida)
-‐y tipo B: la motivación es generada por el propio paradigma de condicionamiento y posee menor dependencia del estado motivacional del organismo (ej: condicionamiento aversivo): Las RC y RI son similares. Eysenck señala que en éste tipo B tanto el EI (por naturaleza) como el EC (por asociación con EI) poseen propiedades de drive. La simple presentación de EC no necesariamente va seguida de de no-‐reforzamiento, ya que la propia RC puede actuar como agente reforzador por la similitud con RI. Además subraya el concepto de respuesta nociva: des del punto de vista del sujeto existe una respuesta nociva (Gestaltlike) en la que el sujeto experimenta simultáneamente el EC y el EI: la RC añade otro incremento de dolor/miedo que introspectivamente resulta muy difícil de diferenciar de la respuesta nociva original.
La ansiedad se genera, mantiene e incrementa merced a dichas propiedades del C. Clásico tipo B. La mera presentación de EC puede incrementar RC en vez de extinguirlo. Para ello se precisa la interacción de dos parámetros: la fuerza del RC (o intensidad de EI) y la duración de la exposición del EC (no seguida de EI): para que haya resistencia a la extinción o incremento (incubación) de la RC ésta debe actuar como agente reforzador (sólo si la RC es fuerte y la duración de EC es corta). El principio de incubación entonces postula que la mera presentación del EC no siempre lleva a la extinción de RC (da cuenta del incremento paradójico). Permite también interpretar que dos técnicas aparentemente opuestas como la desensibilización sistemática y la inundación sean eficaces para reducir la ansiedad. Explica también la existencia de casos de incremento paradójico o no reducción de la ansiedad (al aplicar inadecuadamente las técnicas, por ej al retirar el estímulo fóbico ante la aparición de un incremento inesperado de la ansiedad).
B. Sobre el concepto del punto crítico: El modelo dice que hay un “punto crítico” hipotético que determina la fuerza crítica de la respuesta y la duración crítica del tiempo de exposición del EC presentado solo, para que a partir de dicho punto la fuerza de la respuesta se incremente o disminuya tras la aplicación de determinado tiempo de exposición del EC. Probl: determinación de los puntos críticos. Cuando la RC es fuerte, ésta posee la capacidad para actuar como reforzador semejante a la RI, pero cuando es débil no está capacitada para actuar de ésta forma y se produce extinción de la respuesta de ansiedad. Respecto a la duración: cuando la RC es fuerte (encima del punto crítico) las exposiciones cortas de EC llevan a la incubación de la ansiedad y las exposiciones prolongadas a la extinción. Cabe decir que tal vez no sea tan relevante determinar el punto crítico de forma estándar ya que éstos pueden variar según el individuo. Lo más relevante es la interacción funcional entre ambos parámetros. Tanto la desensibilización sistemática como la inundación conducen a un descenso progresivo de las RC.
C. Apoyo empírico al Modelo de Incubación: Napalkov observa que tras el C. clásico de un solo ensayo en perros se incrementaba drásticamente tras nuevas repeticiones del EC solo. Pero la RI tendía a habituarse tras varios disparos (EI). Esto se llama “efecto Napalkov”: incremento paradójico (incubación) de una respuesta autónoma inducido por la presentación repetida de EC solo. Las posibles inconsistencias encontradas en otros estudios pueden explicarse porque éstos eran indirectos (no diseñados para probar específicamente la teoría) o bien tenían errores. Sandín y Chorot han encontrado evidencia experimental a la teoría de la incubación.
Eysenck y Kelley en una versión más moderna han ampliado la teoría sugiriendo que el efecto de incubación está mediado por procesos neuroendocrinos ( la ansiedad clínica es el resultado de una interacción entre C. Clásico asociativo y diferencias individuales en el funcionamiento del sistema neuroendocrino). Neurosis= Condicionamiento+Neurohormonas. Puesto que las hormonas (ACTH, MSH y vasopresina) pueden incrementar la atención también pueden interferir con la extinción permitiendo al EC adquirir un elevado nivel de fuerza excitatoria bajo las condiciones paramétricas que favorecen la incubación.
D. Alternativas al modelo de Eysenck: Algunas de ellas se consideran más extensiones o matizaciones que alternativas.
-‐ Hipótesis de restablecimiento del miedo: Rescorla y Heth; durante el C. clásico de la ansiedad se establecen representaciones mnésicas de eventos como el EC i el EI, formándose asociaciones entre ambos estímulos (representaciones de la asociación de EC y EI). La RC ocurre como resultado de activar la representación del EI (por conexión con el EC). Las presentaciones únicas del EC tienden a producir extinción de la RC. Sin embargo, la presentación subsecuente del EI individualmente induce un efecto de incremento del valor de representación que posee el EI e incrementa el nivel de miedo elicitado por la ocurrencia del EC (se admite que tras la extinción todavía hay una fuerza asociativa entre EI y EC).
-‐ Revaluación del EI: Davey: los factores que influyen sobre la evaluación del EI pueden reducir o incrementar el valor de éste, afectando a la fuerza de la RC independientemente de los cambios que se produzcan en la fuerza asociativa EC-‐EI. Mediante éste modelo explica el efecto de la incubación de la ansiedad por existencia de cambios en la evaluación que hace el individuo del EI (incubación cuando el EI está sobrevalorado durante las sucesivas representaciones del EC). La tendencia hacia la inflación del EI puede estar potenciada por factores como: 1) predisposición de procesar los aspectos aversivos de los eventos y 2)tendencia a discriminar y sobrestimar la intensidad de las propias reacciones de ansiedad.
5. CONDICIONAMIENTO Y PROCESOS COGNITIVOS Las teorías anteriores no consideran necesario recurrir a los procesos cognitivos para explicar los mecanismos de los fenómenos psicopatológicos de los trastornos de ansiedad. Parece que las fobias no sólo se pueden adquirir mediante C. directo sino también mediante aprendizaje vicario, el condicionamiento a través de la información cognitiva puede jugar un papel importante. Las palabras (por ej “araña”) puede al ser asociadas con significados negativos puede adquirir de forma indirecta a la propiedad de inducir reacciones negativas a través de un condicionamiento semántico. Éste tipo de aprendizajes puede explicar cómo a veces se adquieren fobias y miedos de forma gradual.
A. Adquisición de las fobias: Los miedos y fobias pueden adquirirse a través de procesos directos e indirectos. Aunque se observan diferencias en función del tipo de fobia: agorafobia y claustrofobia parecen formarse principalmente a partir de experiencias traumáticas pasadas. Las fobias sociales y las específicas como fobia a la sangre, inyecciones y heridas denotan porcentajes elevados de posibles causas de condicionamiento, sobretodo en el último tipo parece que el aprendizaje vicario es importante. En contra de lo que se sospechaba la fobia a los animales son las que más se asocian a acontecimientos distintos de las experiencias directas de condicionamiento. Y muchos no recuerdan el origen de sus miedos. Se puede sugerir que más que originarse por experiencias aversivas directas, se generan mediante procesos de transformación hacia la repugnancia/ contaminación relativa a dichos animales (modelo de evitación de la enfermedad).
Actualmente parece claro que la vía de adquisición más relevante para los trastornos fóbicos es el condicionamiento directo, siendo menos frecuente por aprendizaje vicario y por transmisión de información. Aunque hay ciertos miedos como los temores al agua, alturas, a extraños y a la separación que no se han podido asociar a ninguna de las 3 vías señaladas por Rachman.
B. Modelos cognitivos de aprendizaje: -‐Seligman y Johnston: modelo basado en la teoría de la expectativa de resultado. Las expectativas son para ellos un constructo hipotético sobre un estado del organismo que representa contingencias entre respuestas y resultados en una situación determinada. -‐Teoria de la autoeficacia de Bandura. Incluye la teoría de la expectativa de resultado y la expectativa de autoeficacia (percepción de la propia eficacia para llevar a cabo acciones específicas de forma exitosa)-‐ Sugiere que la ansiedad se asocia más específicamente con las expectativas de autoeficacia que con las de resultado. Establece 4 vías a través de las cuales pueden constituirse las expectativas de autoeficacia en un individuo: 1. experiencia vicaria 2. Experiencia directa sobre el éxito de sus acciones. 3. Información verbal (persuasión) 4. Conciencia de la propia activación emocional. Ésta teoría solo puede ser de utilidad para explicar el mantenimiento de la ansiedad.
C. Modelo de expectativa de la ansiedad: Reiss: El modelo es básicamente pavloviano-‐cognitivo aunque integra aspectos del condicionamiento operante como el reforzamiento negativo y el autorreforzamiento. Los conceptos básicos:
-‐ Expectativa de peligro: expectativa sobre un daño/peligro del medio físico externo -‐ Sensibilidad al daño: sensibilidad al daño físico personal -‐ Expectativa de ansiedad: expectativa sobre la posibilidad de experimentar
ansiedad o estrés. -‐ Sensibilidad a la ansiedad: Sensibilidad a experimentar ansiedad. -‐ Expectativa de evaluación social: expectativa de reaccionar de tal forma que lleve a
una evaluación negativa. -‐ Sensibilidad a la evaluación social: sensibilidad a la evaluación negativa.
El modelo gira entorno a éstos 6 conceptos. Reiss establece los puntos cardinales de su modelo sobre la base de 5 hipótesis:
1. Algunos miedos están motivados parcialmente o en su totalidad por las expectativas y sensibilidades a la ansiedad. Los miedos comunes pieden ser analizados según tres categorías diferentes de expectativas: peligro/daño por el medio físico, de ansiedad y de evaluación social negativa.
2. La sensibilidad a la ansiedad es una variable de diferencias individuales que se evalúa a través del Índice de Sensibilidad a la Ansiedad. (versión más reciente: ASI-‐3) también versión en niños.
3. Un índice de sensibilidad a la ansiedad más elevado se asocia con tendencia a experimentar miedo.
4. La sensibilidad a la ansiedad no se encuentra exclusivamente en la agorafobia (también al TEP y las drogadicciones).
5. La sensibilidad a la ansiedad es un factor de riesgo para los trastornos de ansiedad.
En la reformulación de la teoría de Reiss se observó un giro a el concepto de sensibilidad a la ansiedad como elemento central de su modelo cognitivo.
D. Sensibilidad a la ansiedad y sensibilidad al asco La sensibilidad a la ansiedad es el miedo a las sensaciones de ansiedad. Se asume que éste se produce por la creencia de que la experiencia de miedo/ansiedad posee consecuencias somáticas, psicológicas o sociales que pueden resultar peligrosas. Una persona puede ser propensa a experimentar ansiedad y sin embargo no experimentar miedo a los síntomas de ansiedad. La escala ASI-‐3 permite evaluar las 3 dimensiones de sensibilidad a la ansiedad: somática, cognitiva y social. Éste concepto ha tenido de gran aplicación en psicopatología y tratamientos de trastornos de ansiedad. Se sugiere que puede desempeñar un papel relevante en la intensificación de las sensaciones corporales que llevan al ataque de pánico y puede predecirlos. El concepto de sensibilidad al asco (Sandín y Chorot): el asco es una emoción básica con componentes cognitivos, fisiológicos y comportamentales que actúa para prevenir la contaminación y la enfermedad. Puede ser variable según predisposición individual. Se ha relacionado positivamente con ciertas fobias, tales como las relacionadas con “animales relevantes al asco” y las fobias de tipo sangre-‐inyecciones-‐daño. La conexión entre la sensibilidad al asco y TOC a través de la potenciación de los síntomas relacionados con la contaminación posee un interés especial ya que aproximadamente en la mitad de los casos clínicos con éste trastorno predominan los síntomas de tipo contaminación. Sandín ha presentado un modelo jerárquico de los miedos y las fobias que integra en diferentes niveles conceptuales el rasgo de ansiedad: 4 variables de vulnerabilidad más específicos (sensibilidad al asco, a la ansiedad, evaluación negativa y daño) y diferentes tipos de miedos/fobias. La principal escala para evaluar la sensibilidad al asco es la DS (Disgust Scale).
E. Reevaluación del EI: Davey: Presentó un modelo pavloviano para dar cuenta del mantenimiento e incubación de la ansiedad empleando como concepto básico la reevaluación del EI. Según sugiere la fuerza de la RC no sólo depende de procesos asociativos que relacionan el EC con el EI sino también de los procesos que llevan al individuo a reevaluar el propio EI (pueden producir cambios dramáticos en la fuerza de la RC independientemente de cualquier experiencia con la contingencia EC-‐EI). El EC mediante su asociación con el EI, elicita una representación cognitiva del EI, que es valorada siendo el resultado de ésta valoración el que determina la fuerza, y en algunos casos la forma de la RC. La reevaluación del EI puede estar afectada por diversos factores: experiencia con el EI, la transmisión de información sobre el EI y la autoobservación de las reacciones al EC y al EI). En su reciente revisión integra el concepto de expectativa de resultado: considera las contingencias del aprendizaje humano en términos de expectativas. Los sujetos evalúan la relación entre la señal (EC) y el resultado (EI) mediante la asimilación de la información relevante a partir de una serie de fuentes, y sobre la base de ésta información se constituye una expectativa de resultado (EI) cuando el sujeto es expuesto a una señal particular (EC). Sigue manteniendo como elementos esenciales los conceptos de valoración y revaloración del EI. Según éste modelo, entre el EC y la RC se interponen una serie de factores mediadores (expectativa de resultado, representación cognitiva del EI y valoración del EI) y moduladores (relacionados con la valoración de la expectativa, y relativos a los procesos de revaloración del EI). La capacidad del EC para activar una representación cognitiva del EI depende de diversos factores que determinan
hasta qué punto el sujeto “espera” que el EI siga al EC (expectativa del resultado). El modelo resulta atractivo ya que permite explicar la no extinción de la ansiedad cuando el EC se presenta solo y el fenómeno de incremento paradójico (incubación) a partir de una inflación del EI (sobrevaloración del EI). Además de incorporar los factores asociativos incluye otras variables que influencian la fuerza de la RC.
6.ANSIEDAD Y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN El conocimiento de la relación entre la cognición y la emoción requiere que consideremos la interrelación entre los procesos automáticos y los estratégicos (intencionales). Es posible que los factores cognitivos implicados en la emoción puedan ser automáticos en un sentido, pero no en otro. Asimismo, los factores cognitivos implicados en la emoción puedan interactuar de tal forma que las estrategias intencionales puedan a veces modificar las operaciones automáticas. Zajonc: había diferenciado las respuestas emocionales de las cognitivas sobre la base de que sólo las primeras son fáciles, involuntarias y, aunque más difíciles de verbalizar, más fáciles de comunicar y entender. Un aspecto fundamental de la teoría es que el afecto es potencialmente independiente de la cognición, otros autores han enfatizado que las reacciones emocionales dependen de la valoración cognitiva previa. Posiblemente ambos autores tienen parte de razón, pues existen evidencias de que el afecto y la cognición pueden ser al menos parcialmente independientes. Es probable que muchos de los procesos cognitivos implicados en la emoción sean automáticos y no conscientes. Existen actualmente 3 orientaciones básicas sobre ésta cuestión:
A. Emoción e Imagen: Procesamiento Bioinformacional: Lang se basa en una concepción “descripcionalista” de la imagen emocional (la representación es más una descripción que una imagen mental, toda la información codificada en el cerebro es abstracta y uniforme). Propone que las imágenes emocionales son conceptuadas como estructuras preposicionales.
Expectativa de
resultado
Información sobre la contingencia situacional
Información transmitida Social y Verbalmente Acerca de la contingencia
Creencias existentes acerca de la contingencia
EC Expectativa de resultado
Representación cognitiva del EI
Evaluación del EI (aversivo, apetitivo, agradable, doloroso,
etc) RC
Uno de los objetivos es integrar los 3 modos de respuesta de la ansiedad sugeridos previamente por éste autor. Lang sugirió que la información sobre la ansiedad es almacenada en la memoria a L/P en redes asociativas (redes emocionales) consistentes en elementos ligados de forma lógica (redes preposicionales. Para ésta teoría son relevantes los tipos de información almacenados y los resultados producidos por la activación de dicha información. La red puede ser activada por inputs que se acoplan a la información presente. Cuando se accede de éste modo a un número suficiente de “nodos” de la red, entonces la red entera es activada, dando lugar a una variedad de conductas y respuestas denominadas emoción. Ciertos elementos de la red pueden poseer una gran potencia asociativa: basta la activación de pocos nodos clave para acceder al programa completo. Lang u su grupo han sugerido que la memoria emocional contiene 3 tipos de información: 1) Información sobre estímulos externos: características físicas de los estímulos,
corresponden a las descripciones usuales de los objetos o situaciones que dan lugar a la respuesta emocional. Aquí el acoplamiento de inputs es fundamental a la hora de definir las situaciones emocionales.
2) Información sobre las respuestas: expresión facial o conducta verbal, acciones de aproximación o evitación, cambios viscerales y somáticos que soportan la atención y la acción. Las ideas de que las respuestas que ocurren ante un tipo de situación están codificadas en la estructura de la memoria emocional es un aspecto fundamental de ésta teoría.
3) Proposiciones semánticas: Información (conceptos semánticos) que definen el significado del objeto o situación y de las respuestas, las probabilidades de ocurrencia del estímulo y las consecuencias de la acción (ej: la serpiente es venenosa e impredecible” o “cuando sientes taquicardia o sudoración estás asustado”).
Las unidades de análisis en la teoría bioinformacional son las proposiciones (unidades de información y constituyen relaciones lógicas entre conceptos). Una proposición se compone de “nodos”(argumentos) y una elemento relacional (predicador). Las proposiciones se agrupan y codifican en la memoria en unidades superiores o redes. Las redes pueden poseer relaciones más o menos estrechas y en conjunto constituyen la estructura asociativa o la memoria asociativa de la emoción que viene a constituir una especie de “programa afectivo” En el tratamiento psicológico de las fobias generalmente se activa la memoria emocional a través del input verbal (script). Un script es un texto base para una imagen emocional: describe con mayor o menor detalle los eventos a ser imaginados. Cuando es activado un número suficiente de unidades de la red emocional, ésta se activa en su totalidad elicitando las subsecuentes reacciones viscerales y somatomotoras. Lang sugiere que para la respuesta emocional del miedo existe un prototipo de imagen del miedo codificado en la memoria a L/P. Un prototipo es una red conceptual de información codificada proposicionalmente que se procesa como una unidad. El prototipo puede ser activado como tal unidad por instrucciones, medios de comunicación o estímulos sensoriales objetivos. Una característica importante del prototipo de fobia es que incluye información sobre las respuestas, esto es, un programa sobre la expresión afectiva (set de acción) que se produce cuando se activa el prototipo. No en todos los trastornos de ansiedad están igualmente integrados los diferentes componentes de la memoria asociativa. Ha diferenciado entre la fobia específica, la social y la agorafobia: las redes asociativas que median en las fobias específicas están altamente organizadas, se da una fuerte predisposición al escape y la evitación como parte del prototipo fóbico. En la fobia social y la agorafobia no existe un programa tan coherente para el escape-‐evitación. Los sociales poseen
redes definidas para la vigilancia y las preocupaciones por la valoración. Los agorafóbicos parecen caracterizarse por poseer estructuras proposicionales con baja fuerza asociativa por lo que son más difíciles de activar. Lang sugiere dimensiones básicas de conducta como valencia (placer-‐displacer), activación (arousal-‐reposo) y potencia (dominancia-‐sumisión). Definen además la emoción como disposiciones hacia la acción e introducen la distinción ente respuestas estratégicas (dimensiones valencia y activación) y tácticas (más relación con los conceptos de dominancia y sumisión) La teoría ha enfatizado la importancia de la terapia de la ansiedad basada en la respuesta. Foa y Kozak: elaboraron un modelo que podría ser considerado como una extensión al modelo referido por Lang. El concepto sobre el “significado” no debería reducirse a las proposiciones semánticas, sino que debe incluir toda la información tanto codificada semánticamente como de forma no semántica. Según ellos, el procesamiento emocional es un paso imprescindible para la terapia de ansiedad. A través del procesamiento emocional se lleva a cabo una corrección de las redes asociativas.
B. Sesgos cognitivos y ansiedad: Orientaciones teóricas paralelas a Lang: Beck: Propuso que tanto la depresión como la ansiedad están asociadas a un sesgo congruente con el estado de ánimo en todos los aspectos del procesamiento. Existe un esquema disfuncional que juega un papel central en el desarrollo y mantenimiento de la depresión y ansiedad. La diferencia entre ambos trastornos es explicada por el contenido de los sesgos del procesamiento. Los esquemas además pueden desempeñar un papel activo en cuánto organizadores del flujo de nueva información. Los esquemas están organizados en constelaciones o subsistemas (modos) que corresponden a diferentes aspectos motivacionales. La activación de un esquema cognitivo particular depende de cuál sea el modo actualmente dominante en el individuo. Bower: Teoría de la red asociativa: defiende que las emociones están representadas en la memoria en unidades, o nodos en forma de red asociativa (red semántica). Cada emoción posee en la memoria un nodo o unidad específica que congrega conjuntamente muchos otros aspectos de la emoción conectados al nodo por puntos asociativos. Los nodos están relacionados con otros tipos de información en la memoria asociativa, tales como situaciones relevantes para elicitar la emoción, reacciones viscerales, recuerdos de eventos agradables, desagradables, etc… La activación de un nodo emocional facilita la accesibilidad al material congruente y en consecuencia, lleva a un sesgo hacia el procesamiento de la información congruente. Ésta hipótesis de la congruencia del estado de ánimo presenta cierta similitud con Beck. Una segunda e importante hipótesis de ésta teoría es la dependencia del estado de ánimo que predice que el material memorizado se recuerda mejor cuando existe acoplamiento entre las condiciones en que se aprendió originalmente dicho material y las condiciones bajo las que se pretende recordar. Muchas controversias al respecto. Implicaría que tanto la ansiedad como la depresión se caracterizan por sesgos congruentes con el estado de ánimo que operan a distintos niveles del procesamiento como la atención, la interpretación y la memoria. Según ésta deberían existir similares sesgos en todos los niveles de procesamiento. El principal cuerpo de evidencia que, en cierto modo, apoya un sesgo cognitivo en los pacientes con ansiedad se refiere a los estudios sobre atención pero con notables contradicciones.
C. Ansiedad y atención selectiva: Procesamiento automático y estratégico: Los principales tipos de paradigmas cognitivos para investigar posibles sesgos atencionales con trastornos de ansiedad son la escucha dicótica, la prueba de Stroop, modificada y tareas de tiempos de reacción. Se ha sugerido que en los paradigmas basados en la escucha dicótica y en Stroop no quedan claros los mecanismos que subyacen a los sesgos atencionales. Para ello se han diseñado tareas de tiempos de reacción: un ejemplo es el paradigma de prueba o de detección de puntos. La aplicación de diseños experimentales basados en éstos tres tipos de paradigmas ha llevado a resultados que parecen demostrar (de manera general) que existe un sesgo atencional en los pacientes ansiosos hacia las señales de amenaza. A veces resultados no claros o contradictorios. En general se han obtenido resultados que apoyan la hipótesis de congruencia específica, las amenazas específicas pueden diferenciar a los sujetos con trastorno de ansiedad congruente con la amenaza (pacientes con fobia social poseen cierto sesgo atencional que favorece el procesamiento de señales de amenaza de tipo social evaluativa: “incompetente”, “fracaso”, “inepto”, por ej. ) Una cuestión que ha tomado relevancia es la importancia del procesamiento automático en los trastornos de ansiedad: el sesgo atencional vinculado a la ansiedad está determinado, al menos en gran parte, por mecanismos que operan a nivel no consciente, no intencional y automático (nivel preconsciente). El efecto priming (imprimación, fenómeno automático de integración) observado en algunas investigaciones sobre memoria implícita y ansiedad se ha considerado como prueba del procesamiento automático selectivo típico de ansiedad. Éste efecto ocurre cuando una experiencia pasada facilita la realización de una tarea que no requiere un recuerdo deliberado de tal experiencia. Una conclusión que parece derivarse de algunos trabajos sobre memoria implícita y explícita es que la ansiedad se asocia a un sesgo congruente (con la emoción) en memoria implícita (priming) mientras que la depresión se relaciona con un sesgo congruente en la memoria explícita. Ideas generales que integran las aportaciones sobre sesgos atencionales y otras ideas comentadas (resumen): 1) Los individuos con elevado rasgo de ansiedad pueden tener tendencia
diferencial a interpretar estímulos como amenazantes, cosa que induce a un sesgo preatencional que lleva a asignar recursos de procesamiento hacia estímulos amenazantes o lo contrario (tendencia a elevado rasgo de ansiedad).
2) El sesgo interpretativo y el alto rasgo de ansiedad pueden llevar a incrementar la atención de forma selectiva hacia las señales de amenaza, generando una espiral de incremento de la ansiedad. Las diferencias individuales entre codificación selectiva representaría en éste sentido, un sustrato cognitivo de vulnerabilidad hacia la adquisición de trastornos de ansiedad (vulnerables: tendencia a usar estrategias controladas para reducir el exceso de información amenazante que podría ocurrir en situaciones de estrés, y un eventual fracaso de tales esfuerzos podría representar el comienzo de un trastorno de ansiedad)
3) El sesgo atencional incrementa directamente la activación del SNA. 4) El sesgo atencional asociado al incremento de la activación autónoma puede
facilitar y/o generar condicionamiento pavloviano de respuestas de miedo/ansiedad y potenciar la adquisición de trastornos de ansiedad.
5) Existe evidencia de un proceso inverso: el sesgo atencional puede adquirirse mediante C. Clásico.
6) De acuerdo con la hipótesis sobre el procesamiento preatencional en las fobias, éstos autores han demostrado que los individuos previamente condicionados a estímulos potencialmente fóbicos adquirían un sesgo atencional no consciente.
7) Un incremento en la activación autónoma del organismo puede incrementar el rasgo de ansiedad y la tendencia a interpretar los estímulos ambiguos como amenazantes.
D. Ansiedad y procesamiento cognitivo: hacia una integración: LANG, FOA Y KOZAK BOWER BECK Y EMERY Aspecto central Procesamiento
bioinformacional Estado de ánimo y memoria Cogniciones
Estructuras cognitivas de memoria
Red proposicional asociativa
Red semántica asociativa Esquemas
Unidades de análisis/ información
Proposiciones (argumentos+ predicador)
Nodos. Estados emocionales discretos
Modos Creencias Pensamientos
Procesamiento selectivo (sesgos)
Estímulos Respuestas Significados
Atención Interpretación Memoria
Atención Interpretación Memoria
Procesamiento automático
Sí Sí Sí
Dispositivo de alarma (programas de respuesta)
Set de activación (evitación/escape)
NO NO
Dimensiones Valencia Activación Potencia
NO (Emociones discretas)
NO (Emociones discretas)
Predicciones Procesamiento del programa afectivo Sincronización del triple sistema de respuesta Programas de respuesta estratégicos vs tácticos
Congruencia del estado de ánimo (amenaza/peligro) Dependencia del estado de ánimo (amenaza/peligro)
Congruencia del estado de ánimo (amenaza/peligro)
Öhman parte de que la ansiedad se origina a partir de sistemas de defensa biológicos, presumiblemente responsables de la ansiedad aguda (ataque de pánico por ej) y de la ansiedad estable (ej: rasgo de ansiedad y/o TAG). El modelo está estructurado sobre la base de 5 conceptos: 1) El detector de características: permite llevar a cabo un filtrado inicial de los
estímulos, permite que algunas de las características estimulares puedan conectar directamente con el sistema de activación (permite reacciones automáticas). Actúa a un nivel previo a la memoria y permite que se produzca una discriminación de la información, favoreciendo que la atención pueda dirigirse hacia señales potencialmente relevantes. Opera en las fobias y puede ser resultado de C. Clásico, también opera en los ataques de pánico y TEP.
2) El evaluador de significación: valora automáticamente la relevancia de los estímulos filtrados por el detector de características. Únicamente da significado total al estímulo o configuración estimular. Forma parte de sistemas de memoria asociativos, tales como el procesamiento de respuestas emocionales (Lang) o las representaciones mnésicas en redes semánticas (Bower). Cuando la amenaza es descubierta se activa el sistema de percepción consciente, el cual puede interferir y competir con otras tareas en curso.
3) El sistema de activación: Dota al evaluador de significación. Incrementa su sesgo. Actúa también sobre el sistema de percepción consciente, para que el individuo experimente las reacciones fisiológicas. La comunicación recíproca entre la activación y la percepción autónoma reviste un interés especial en los trastornos de ansiedad (particularmente en trastorno de pánico).
4) El sistema de expectativas: Sirve para acoplar la información dentro de las estructuras de la memoria asociativa, a mejor acoplamiento, más activación
(más procesamiento) de las estructuras congruentes. Aporta el contexto general para la interpretación de las entradas sensoriales que alcanzan el sistema de percepción consciente. Doble función en generación de la ansiedad: favorece el procesamiento selectivo de información congruente y aporta el contexto para la interpretación consciente.
5) El sistema de percepción consciente: 2 funciones importantes: Integra conscientemente la información procedente de los otros tres sistemas (activación, significación y expectativas) y selecciona alternativas de afrontamiento para la amenaza percibida.
7.ASPECTOS BIOLÓGICOS DE LA ANSIEDAD Los trastornos de ansiedad poseen también una vinculación con el sustrato biológico del individuo; los fenómenos biológicos, por otra parte, constituyen una modalidad de manifestación de la ansiedad. No todos los individuos presentan la misma vulnerabilidad biológica para que tales trastornos se desarrollen y se mantengan.
A. Predisposición hacia los trastornos de ansiedad: Conclusiones de Sandín a los trabajos de Torgersen:
a. Los factores hereditarios desempeñan un papel importante en los trastornos de ansiedad.
b. El desarrollo del TAG no muestra evidencias de influencia genética. c. Para el resto de trastornos de ansiedad, las tasas de concordancia son del
45% al 15% para gemelos monocigóticos y dicigóticos respectivamente. d. Excepto en TAG, parece existir un importante componente d transmisión
familiar de tipo hereditario. e. Los trastornos de ansiedad parecen poseer una transmisión genética
independiente de la que se da en depresión y en trastornos somatomorfes (hipocondríasis e histerias).
El TAG y las fobias específicas parecen no tener tanto grado de determinación genética de transmisión familiar que el pánico-‐agorafobia y el TOC (a excepción de la fobia a la sangre, con alto grado de concordancia en familiares). Existe evidencia que el neuroticismo y/o el rasgo ansiedad tienden a darse en familias y pueden transmitirse genéticamente de forma independiente. Aún así, no existe evidencia de un fenómeno que implique una determinación genética específica. Puesto que los trastornos de ansiedad son relativamente comunes es probable que la frecuente familiaridad observada sea debida a una múltiple combinación de factores genéticos y ambientales. Parece que lo que se hereda es una vulnerabilidad para desarrollar un trastorno de ansiedad en general, no un trastorno específico.
B. Aspectos psicofisiológicos: La ansiedad se ha relacionado con la activación del SNA y cambios en el SNC. La ansiedad clínica se ha asociado a hiperactividad del SNA y somático, existen diferentes categorías asociadas con la actividad electrodermal, la actividad cardiovascular, la actividad muscular, la actividad respiratoria, la actividad del SNC, la dilatación pupilar y las variaciones del pH. Variación negativa contingente: relacionada con el SNC, es un potencial evocado electroencefalográfico que ocurre cuando un sujeto realiza una asociación relevante entre dos estímulos. La amplitud de ésta respuesta es anormalmente baja en los pacientes con trastornos de ansiedad (se puede deber a que el exceso de ansiedad dificulta la concentración de la tarea al ser distraída por pensamientos
o sentimientos relacionados con la ansiedad). Los pacientes con TOC exhiben un patrón opuesto (incremento de la respuesta, esto implica mayor alteración del SN que en otros trastornos de ansiedad). SNA: Los pacientes con fobia específica en contraste con otras formas de ansiedad sí presentan evidencia de alteración psicofisiológica, fuertes respuestas psicofisiológicas. Una excepción ocurre con la fobia a sangre-‐inyecciones enfermedad, que tiene una respuesta cardiovascular bifásica: primero hay una activación simpática inicial que lleva a una caída brusca de la presión y de la actividad cardíaca: desmayo generalmente. Las respuestas psicofisiológicas observadas en las fobias sociales parecen depender de que la fobia sea generalizada(niveles elevados de activación simpática) o circunscrita (manifestaciones parecidas a la fobia específica). El TAG es una alteración crónica de la ansiedad, éstos pacientes además de que manifiestan un estado mantenido de “nerviosismo” y quejas orgánicas, sus respuestas simpáticas ante situaciones estresantes son semejantes a las de individuos normales. Sin embargo posee ciertas peculiaridades: disfunción de respuestas vinculadas al sistema simpático, aunque no tanto en el sistema simpático. El TP con o sin agorafobia se caracteriza por presentar fuertes reacciones simpáticas durante el ataque de pánico como incremento de la tasa cardíaca, elevación de la frecuencia respiratoria, sudoración, temblor manifiesto… Éstas reacciones aparecen tanto en los ataques de pánico espontáneos como en los inducidos en laboratorio. Aún así hay casos de ataques de pánico con disneas, palpitaciones, taquicardia y otras reacciones simpáticas. Se cree que las respuestas del ataque de pánico se deban a descenso repentino del tono vago (durante hiperventilación en sujetos normales, pero no estudiado con sujetos clínicos). También sorprende que, teniendo en cuenta el miedo que aparece en éstos sujetos, las respuestas fisiológicas no sean mayores. Algunos pacientes con ataques de pánico recurrentes y respuestas cardiovasculares particularmente elevadas parecen poseer una predisposición constitucional hacia la hiperreactividad cardiovascular (Puede que haya algún trastorno cardiov). Algunos sujetos parecen tener una alta susceptibilidad para hiperventilar. La hiperventilación en ataques de pánico produce un círculo vicioso que incremente los síntomas asociados al ataque de pánico. La ansiedad se asocia a:
-‐ Un descenso del pH en estructuras relacionadas con el sistema simpático -‐ Hiperventilación con efectos directos sobre el CO2 que llevan a un posterior
incremento sanguíneo del pH. C. Aspectos bioquímicos y neurobiológicos:
1. Respuestas neuroendocrinas: El sistema neuroendocrino se relaciona con el estrés y con la ansiedad. Se ha venido asumiendo que un incremento de los estados de ansiedad supone un incremento en la activación de ciertos procesos neuroendocrinos, como los implicados en la tiroxina, cortisol, catecolaminas y ciertas hormonas hipofisarias. Algunas revisiones recientes han puesto en relieve la dificultad para establecer mecanismos neuroendocrinos que puedan asociarse específicamente a los distintos tipos de trastornos de la ansiedad . Se ha sugerido una estrecha relación entre catecolaminas y ansiedad. Aparte de alguna evidencia que vincula la ansiedad/fobia social con la adrenalina, ambas catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) se han visto elevadas en otras fobias, pánico y otras manifestaciones clínicas de la ansiedad.
El sistema hipotálamo-‐hipófiso-‐suprarrenal se ha relacionado con la ansiedad, con respuestas de estrés, postulándose un incremento de activación en el citado eje (hipersecreción de cortisol sistémico). El sistema médulo-‐suprarrenal se activa también significamente en respuestas de estrés y ansiedad. La activación cortico-‐suprarrenal se asocia con cierto grado de especificidad en situaciones incontrolables y emociones subsecuentes (ej depre), mientras los estados de hiperactivación catecolaminérgica tienden más a vincularse a situaciones de amenaza, pérdida de control y emociones subyacentes (ej ansiedad).
2. Aspectos neurobiológicos: Una de las teorías más conocidas ha propuesto que la ansiedad se relaciona con una actividad noradrenérgica incrementada, posiblemente por hiperactividad del Locus Coeruleus. A partir de evidencia clínica indirecta se ha resaltado el posible papel del sistema GABA en la etiología de la ansiedad. Eison: sobre la base de una función moduladora del sistema serotoninérgico sobre el noradrenérgico (interacción entre ambos sistemas); sugiere que una alteración en el balance de la neurotransmisión serotoninérgica contribuye a los trastornos de ansiedad y depresión (exceso y déficit respectivamente). Tiene un sentido dimensional de éstos trastornos, se establece la transición de la ansiedad hacia la depresión, desde la hiperactividad hacia el agotamiento serotoninérgico. Gray: la ansiedad se genera a partir de la estimulación del SIC (sistema de inhibición conductual). Se localiza en las estructuras límbicas del cerebro y está conectado primariamente con el tronco del encéfalo y las regiones corticales. El SIC puede ser estimulado mediante indicadores de castigo, señales de no recompensa y estímulos innatos de miedo, dando lugar a respuestas asociadas a dicho sistema de inhibición, como son el incremento de atención, incremento de la activación/arousal y la inhibición conductual. Le Doux: refiere la importancia de una vía nerviosa que comunica directamente el tálamo con las reacciones emocionales, y que puede presentar un papel crucial en los procesos emocionales automáticos (no conscientes). El hecho de que en la amígdala se almacene la memoria emocional (almacena la información primitiva) posee, según él, un enorme valor adaptativo para las respuestas de ansiedad. Los estímulos visuales se procesan inicialmente en el tálamo, que transmite una información rudimentaria a la amígdala (de manera casi instantánea), permitiendo un rápido cambio en la focalización de la atención y/o la emisión por el organismo de una respuesta automática de evitación/huida ante el peligro potencial. Paralelamente, la corteza visual recibe información del tálamo y lleva a cabo una representación precisa y detallada sobre el estímulo, ésta información se transfiere a la amígdala, induciendo activación autónoma y muscular. Según Le Doux, la vía tálamo-‐amígdala permite que las respuestas emocionales se inicien en la amígdala antes de ser conscientes del estímulo que nos hace reaccionar o de que identifiquemos las sensaciones experimentadas. Ésta vía es muy útil en situaciones en las que se necesita una respuesta rápida. Los descubrimientos de Le Doux aportan una base neurobiológica específica a la teoría de la preparación de las fobias. En concreto apoyan la hipótesis de Zajonc sobre la primacía del afecto y sobre la existencia de un procesamiento en paralelo entre el afecto y la cognición. Para LeDoux es de enorme importancia la diferencia entre:
o Memoria declarativa: se refiere a la reproducción consciente de hechos ocurridos de forma consciente. Depende del hipocampo y la corteza cerebral.
o Memoria emocional: puede heredarse o puede adquirirse mediante aprendizaje (fobias, por ejemplo). El aprendizaje emocional opera independientemente de nuestros procesos conscientes, si bien la información emocional puede almacenarse como un “frío” hecho declarativo. Los recuerdos emocionales y declarativos se almacenan y recuperan en paralelo, lo cuál no significa que tengamos acceso consciente directo a la memoria emocional sino que lo tenemos a las consecuencias.
8. TEORÍAS Y TRASTORNOS DE LA ANSIEDAD. Según Barlow una alarma es una reacción generalmente intensa de miedo de tipo primigenio, que implica respuestas potenciales de evitación/escape. Se diferencian entre exteroceptivas e interoceptivas (ésta diferencia la hace Sandín). Las alarmas exteroceptivas pueden convertirse en alarmas aprendidas por acción de los tres modos de adquisición del miedo fóbico (condicionamiento directo, aprendizaje vicario y transmisión de información/instrucciones). Tales alarmas pueden implicar aspectos más o menos específicos de: preparación/ prepotencia, incubación, valoración del EI, expectativas y modificación de las estructuras cognitivas. A partir de éste mecanismo pueden adquirirse fobias específicas y sociales. Otra vía posible en la génesis de los trastornos de ansiedad es a partir del estrés psicosocial (sucesos sociales y/o diarios) mediado por alarmas interoceptivas (que se identifican con el primer ataque de pánico, ya que los siguientes pueden estar condicionados). Éstas alarmas están implicadas en TP (con o sin agorafobia), fobias específicas, fobias sociales (aunque en éstos los ataques de pánico suelen ser del tipo limitado situacionalmente). Hay una vía de adquisición de las fobias y TAG que no requiere la presencia de alarmas pero sí un elevado nivel de vulnerabilidad psicológica (aprensión ansiosa). Ésta vía podría explicar las fobias sociales que no presentan clara evidencia de contingencias de aprendizaje , sino más bien experiencias de elevado estrés (ejemplo: relacionado con sucesos vitales o estrés diario que implican evaluaciones sociales) y déficit de ejecución y habilidades sociales. Puede observarse que los mecanismos implicados en el TP difieren significativamente de los demás trastornos. El aspecto fundamental es que mientras en las fobias el estímulo desencadenante de la ansiedad es de tipo externo, en el pánico las señales disparadoras son de tipo interoceptivo (el primer ataque suele ser inesperado pero los siguientes pueden ocurrir elicitados por estímulos internos). Los ataques de pánico recurrentes también pueden asociarse a los estímulos externos dando lugar a un TP con agorafobia. Existen bastantes estudios que han demostrado la aparición de ataques de pánico en momentos de elevado estrés. También existe evidencia de un exceso de sucesos vitales negativos durante el tiempo que precede al inicio del trastorno. Se ha sugerido que el haber sufrido de ansiedad por separación durante la infancia/ adolescencia (sublínica o clínica) es un factor que favorece el posterior desarrollo de TP. La predisposición biológica (tendencia a hiperventilar, bajos umbrales de percepción autónoma, anormalidades bioquímicas, intolerancia a las drogas) y la sensibilidad a la ansiedad (miedo a los síntomas de ansiedad, creyendo que tienen consecuencias peligrosas; puede adquirirse a través de condicionamiento, aprendizaje vicario e información/instrucciones) son posiblemente los principales factores de vulnerabilidad al TP. Recientemente se ha constatado la evidencia de la capacidad de la sensibilidad a la ansiedad como predictora del pánico y de su independencia con el rasgo ansiedad.
Clark: usó el concepto de interpretaciones catastrofistas para desarrollar un modelo cognitivo del pánico. Según él, las peculiares sensaciones asociadas a la hiperventilación son interpretadas por el sujeto de forma negativa y catastrofista. Esto induce a un incremento de la ansiedad y de los síntomas de hiperventilación entrando en un círculo vicioso, que por feedback negativo, termina en ataque d pánico. Aún así, todas éstas interpretaciones cognitivas no permiten por sí solas explicar el TP. Existen crisis de pánico sin interpretaciones catastrofistas y viceversa. Los procesos de condicionamiento pavloviano interoceptivo parece que aportan un marco de referencia más sólido para dar cuenta de la génesis y permanencia de TP (puede explicarse su recurrencia). El TAG es el trastorno de ansiedad peor conocido etiológicamente, no existen señales a las que pueda asociarse la ansiedad. Barlow considera que es la manifestación clínica de la aprensión nerviosa Para él es un producto del estrés psicosocial, particuclarmente cuando se trata de un estrés incontrolable e impredecible. Borkovec ha emfatizado la implicación primaria de la preocupación patológica en éste trastorno. La preocupación patológica se define como uan forma de evitación cognitiva respecto a posibles catástrofes o sucesos peligrosos futuros. La preocupación produce efectos funcionales al suprimir los aspectos somáticos de la experiencia de ansiedad, con lo cuál se mantiene mediante reforzamiento negativo, y sin resolver el problema irresoluble. Borkovec delimita dos posibles mecanismos implicados en la génesis del TAG: uno asociado a una historia personal de sucesos vitales pasados de tipo traumático, y otro relacionado con la existencia durante la infancia de lazos afectivos seguros.