30 años entre los muertos - dr. carl wickland

7/29/2019 30 Aos Entre Los Muertos - Dr. Carl Wickland

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Carl WICKLANDEn colaboracin con:Nelle M. Watts

Celia L. Goerz yOrlando D. Goerz

TREINTA AOS ENTRE

LOS MUERTOSEsta *Copia de trabajo no tiene en absoluto finalidad comercial.

Se trata de copias para trabajar en el grupo *Aqu-All+Ttulo original "Thirty years among the dead"

Versin digital gratuita en http://www.espiritismo.es

Federacin Esprita Espaola

Prefacio de Franois BruneTraduccin: Alfredo Camarero Gil


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Este libro est dedicado ami mujer Anna W. Wicklandcuyo ideal humanitarioy el compromiso desinteresado

han hecho posible esta investigacin,y a los colaboradores invisiblesque han inspirado fielmentey guiado nuestros esfuerzos.


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PREFACIO

del Padre Franois Brune1

Si te gustan los libros del ms all que hacen soar, llenos de descripciones

maravillosas, a merced de una imaginacin desbordada, como tantos que aparecen

en todas las libreras de esoterismo, con viajes "astrales", jardines psicodlicos,palacios ros, cascadas y entidades "superiores" un tanto extraas que te proponen

itinerarios iniciticos, entonces cierra enseguida este libro. No es para ti. Si ests

apasionado por las historias de regresiones a vidas anteriores en las que te llevan en

unas pginas a pocas y civilizaciones extraas, abandona enseguida este libro. El

libro que tienes en tus manos es una obra seria. No es un libro para soar, para huir

de este mundo, es un libro para tratar de saber realmente ms sobre el misterio de la

vida. Cuando digo que es una obra seria, no quiero decir una obra difcil. Es, por el

contrario, muy fcil y agradable de leer. Est llena de ancdotas. Pero no se trata de

historias inventadas de pies a cabeza para venderlas bien. Son historias verdaderas.Haca muchos aos que yo buscaba un editor que tuviera la valenta de lanzarse a

esta publicacin. Haba encontrado el original, americano, de venta en el stand

"librera" de un congreso de la Asociacin internacional para el estudio de los

estados cercanos a la muerte (IANDS), en Estados Unidos. Haba observado

tambin que su traduccin en alemn segua siendo reeditada regularmente y senta

enormemente que los lectores franceses siguieran si tener acceso a esta obra que yocreo muy importante. (Por fin un da, cuando todos mis esfuerzos cerca de los

1. Autor de Los muertos nos hablan, EDAF, Madrid, 1990, San Pablo, El testimoniomstico, etc.


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editores haban resultado vanos hasta entonces, es un editor el que viene a m y me

anuncia la aparicin inminente de esta obra, proponindome presentarla!

Como no se trata de una novela policaca y aqu no hay intriga, me permitir,

desde el prefacio, revelaros el tema de este libro.

Carl Wickland era mdico psiquiatra. Sucedale con frecuencia quesospechaba que un determinado enfermo no sufra de ninguna de las enfermedades

mentales catalogadas, sino que estaba Anada menos que@, si se me permite decirlo,

infestado por la presencia obsesiva, en l, de un traspasado, de un difunto, que se

apoderaba ms o menos totalmente de su cuerpo y de su cerebro y le perturbaba

considerablemente, impidindole vivir con normalidad.

La esposa de Carl Wickland era mdico y, fenmeno raro, *mdium de

incorporacin+, es decir que el espritu de uno o varios difuntos podan

fcilmente apoderarse ms o menos totalmente de su conciencia y llegar a

habitarla. Este fenmeno implica cierto nmero de variantes. En el caso de laSra. Wickland, el espritu del difunto se apoderaba tan totalmente de ella que se

encontraba entonces como en sueo y no recordaba luego, en absoluto, lo que el

traspasado haba podido decir o hacer sirvindose de su cuerpo. Sealemos

enseguida que este fenmeno es bastante espectacular cuando es autntico. Yo

he tenido ocasin, precisamente, de ser testigo de dos casos de este tipo, uno

que no creo autntico, el otro s. As fue como pude hablar con el doctor William

Lang, clebre oftalmlogo muerto en 1937, a travs de George Chapman,

simple fontanero.

Cuando el fenmeno es autntico, el timbre de voz ya no es el del mdiumen su estado ordinario, sino el del traspasado, pudiendo muy bien salir de la

boca de un hombre una voz de mujer o al contrario. Se puede recordar aqu el

caso extraordinario de Maguy Lebrun, escuchando una buena noche a su

marido Daniel pronunciar un discurso con una voz de mujer, mientras

continuaba durmiendo a pierna suelta.2

La actitud, los gestos del mdium as

invadido no son ya los suyos sino los del fallecido que, momentneamente, le

atormenta. Hasta los rasgos de la cara se encuentran hasta cierto punto

cambiados.

Lo que vais a poder leer aqu por tanto son entrevistas con los muertos, atravs de ese mdium extraordinario que era la mujer de Carl Wickland. Son

dilogos por tanto de tono muy vivo. Carl Wickland hace las preguntas, el

Amuerto@responde sirvindose de los rganos vocales de la su mujer, mientras

sta se encuentra sumida en una especie de trance inconsciente; y todo esto

forma una mina de informaciones de primera mano absolutamente nica, una

masa de documentos sobre los cuales se puede luego reflexionar y meditar.

Descubriris as, probablemente con la misma sorpresa que yo, que

muchos de los traspasados no se dan cuenta de que han *pasado+ al otro lado

2. Maguy Lebrun;Mdicos del cielo, mdicos de la tierra, Ediciones Lucirnaga.


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del velo. Tratan desesperadamente de seguir llevando su vida habitual. Slo se

dan cuenta de que se niegan ahora a mirarlos y a responderles, de que todo el

mundo se porta como si ellos no estuvieran all y sienten mucha amargura. Todo

esto se conoca ya por el Libro tibetano de los muertos. Personalmente, yo lo

saba tambin por haberme entrevistado en Alemania con el profesor WernerSchiebeler, un cientfico, doctor en ciencias, antiguo profesor en una escuela

superior tcnica, que hace hoy un poco lo mismo que el doctor Wickland, con un

grupo de oracin que incluye siempre dos o tres mdiums3. Otros realizan

investigaciones bastante parecidas pero sin recurrir a un mdium, realizndose

el contacto con el traspasado que infesta al vivo sometiendo a ste a hipnosis4.

Si todo esto es verdad, cosa que yo creo despus de muchos testimonios e

indicios, nuestros psiquatras deberan interesarse un poco ms por estos

fenmenos. Entre sus enfermos, hay ciertamente personas que estn

simplemente infestadas por la presencia en ellos de traspasados que tratan decontinuar su vida en la tierra. No se trata realmente de *posesin+ demonaca.

Muchas veces, el*muerto+ ni siquiera sabe que est muerto. Siente a veces su

presencia en el *vivo+ como una prisin. Sucede a veces que se encuentran

varios traspasados en la conciencia del mismo *enfermo+ y que se sienten ellos

mismos muy molestos, incluso irritados por la presencia de otros. Estos

fenmenos podran muy bien explicar ciertos casos de *doble personalidad+ o

incluso de *personalidades mltiples+. A la vista de todos estos testimonios,

muchos de nuestros *alienados+ podran ser sacados con mucha rapidez de

nuestros asilos de locos. Quedaran libres al mismo tiempo buen nmero detraspasados, ayudndolos a continuar su evolucin en un mundo distinto de

aqul al que ahora pertenecen.

Yo no pido a nuestros psiquatras que crean en todo esto bajo palabra.

Slo les pido que tengan la suficiente amplitud de miras para que se tengan a

bien examinar esta hiptesis y someterla a sus investigaciones. Reconocer la

realidad de estos fenmenos necesitar, por supuesto, que se traten de

desarrollar tambin otros mtodos para liberar a unos y otros. Nuestroseminentes psiquatras no han recibido ciertamente la formacin adecuada para

hacer esto. Pero tal vez pudieran hacer como los que trabajan con el profesor

Schiebeler, reconociendo cada uno la competencia del otro.

Por otra parte, es interesante destacar que esta presencia obsesiva de los

traspasados en la conciencia de los vivos no siempre tiene efectos negativos. Puede

tratarse a veces de una presencia ms discreta que acaba desembocando en una

cierta transmisin de los centros de inters del difunto e incluso de sus cualidades.

As es como muestran otros estudios que algunas carreras tardas e inesperadas de

escritores, de pintores, de msicos, de deben al parecer a esta especie de simbiosis

entre *muertos+y *vivos+.

3. Cf. Werner Schiebeler,La vie apr s la mort terrestre, Robert Lafond, 1992.4. Cf. Edit. Fiore,Les esprits possessifs, La Pierre d=Angle/Exgergue, 1996.


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Comprenderis tambin entonces que todos los relatos de regresiones a vidas

anteriores haya que tomarlos con precaucin. Personalmente, no tengo una posicin

sistemtica contra la posibilidad de reencarnacin. Slo deseo que se siga

reflexionando, reuniendo los testimonios, los ndices a favor y en contra. Las

posiciones dogmticas no pueden ayudar a nadie. Los estudios llevados a cabo poralgunos equipos *cientficos+ sobre la reencarnacin son hoy en da muy discutidos

por los que han tratado de comprobarlos5.

Cuando se leen con cierta atencin estas conversaciones con los muertos, se

comprende que a travs de regresiones bajo hipnosis o en momentos de simple

relajacin se puedan captar recuerdos de vidas autnticas, vividas realmente, sin que

hayamos sido nosotros forzosamente quines las hayamos vivido. Son entonces los

recuerdos de los muertos que viven en nosotros los que vuelven a subir a la

superficie, al nivel consciente. Tal vez no se expliquen as todos los recuerdos de

vidas anteriores, pero se trata ciertamente de una pista que hay que explorar ms afondo.

Parece efectivamente que podemos estar habitados por uno o varios difuntos

sin que hayamos tenido nunca la ocasin de darnos cuenta. Se trata entonces de una

especie de smosis entre vivos de este mundo y vivos del otro, los traspasados, que

nos vigilan, pero comparten tambin nuestras necesidades, nuestros esfuerzos, y que

continan as su evolucin espiritual a travs de nosotros, que vivimos en la tierra.

Esto es, en todo caso, lo que se desprende claramente de los mensajes recibidos de

su madre por Alain Guillo, el reportero fotgrafo francs, prisionero nueve meses en

Kabul. Su madre le dice que ella se ha *integrado+ en su alma con un grupo muypequeo de otros *muertos+ que queran seguir con l, a travs de l, su evolucin.

Esto es incluso lo que ella llama su *reencarnacin+6.

Slo he evocado aqu, a titulo de ejemplos, algunas reflexiones que podra

inspiraros este libro. Por vosotros mismos descubriris muchas otras, pues este libro

os ofrece con toda honestidad, en estado bruto, una documentacin excepcional,absolutamente nica hoy en el mundo. (Estoy muy contento de que esta obra pueda

por fin leerse en nuestra lengua! Todos los mdicos, los psiquatras, los neurlogos,

tendran que haber ledo esta obra. (Cuntas catstrofes podran evitarse! Asimismo,

todos aquellos que se ocupan de fenmenos paranormales, de experiencias en lafrontera de la muerte, de comunicaciones con el ms all.

Los mismos sacerdotes deberan estar al corriente de estos fenmenos. Tal vezdejasen de hablar en sus ceremonias de Asueo eterno@, como si los muertos

durmiesen bajo sus losas hasta el final de los tiempos. Se sabe que los telogos delentorno vaticano acaban de reconocer por fin la posibilidad de estas

comunicaciones as como su legitimidad bajo ciertas condiciones. Como

5. Cf. Ian Wilson, Expriences vcues de la survie apr s la mort, L=ge du Verseau

Belfond, 1988.6. Alain Guillo, l=adresse de ceux qui cherchent, Robert Laffont, 1991; ditions PressePocket, 1992.


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consecuencia de un artculo del Padre Gino Concetti sobre este tema, en noviembre

de 1996 en lOsservatore Romano, varios peridicos italianos acogieron muy

positivamente esta evolucin. S, los muertos estn vivos y siguen en relacin

estrecha con nosotros. Conocer un poco mejor las leyes que rigen su nueva

existencia nos permitira mejor ayudarlos y establecer con ellos relaciones nuevassobre bases ms sanas.

S, estoy convencido de que se trata aqu de una obra muy importante, de una

de las obras mayores sobre la vida en el ms all. El autor no es cristiano y no

siempre me identifico con sus formulaciones o sus convicciones. Pero este detalle

importa poco respecto a lo esencial. Lo que interesa en esta obra no son las

opiniones del autor que, por otra parte, intervienen muy poco, sino todos esos

testimonios directos que vienen del ms all. A vosotros ahora, amigos lectores, el

sacar provecho de ella para vosotros mismos y el hacerla conocer ampliamente en

torno a vosotros.Franois Brune


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CAPTULO 1

INTERACCIN ENTRE LOSDOS MUNDOS

La nocin de un mundo invisible rodeando al mundo fsico es difcil deentender para un gran nmero de personas, porque nuestra experiencia mental selimita generalmente a lo que es visible o tangible. Sin embargo es fcil comprobarque la materia pasa por cambios constantes, pasando por ejemplo alternativamente

por tres formas slida, lquida y gaseosa, y por tanto de lo visible a lo invisible.La naturaleza visible es slo lo invisible, lo Real, manifestado gracias a una

combinacin de elementos. La ciencia nos informa de que el noventa y cinco porciento de la vegetacin procede del aire o de la atmsfera. La humanidad, )no vive

en el fondo de un ocano invisible, la atmsfera? sta es ms importante para laexistencia fsica que cualquier otra sustancia visible, porque la vida slo puede durarsin ella unos instantes.

El nitrgeno, que constituye el mayor volumen de la atmsfera, esabsolutamente indispensable para la existencia y el crecimiento de lo vegetal y de loanimal. El hidrgeno y el oxgeno pasan constantemente del estado de vaporinvisible a formas slidas visibles. El carbono ofrece otro ejemplo de transformacinsimilar. Los sonidos, los olores, las leyes trmicas del calor y del fro, y muchos otrosfinmonos que van del electrn infinitesimal a las fuerzas csmicas que hacen que se

muevan los planetas y los soles, todas esas cosas son factores invisibles e intangibles.En el fondo, toda actividad, ya sea qumica, vital o mental, acta de forma

invisible, como se observa en la afinidad qumica, en las leyes energticas, en lavida vegeta y animal, en la inteligencia y la actividad mental. En cada campo dela naturaleza fsica manifiesta, es evidente que todos los elementos tienen su razy su permanencia en lo invisible. Lo invisible es la fuente de lo visible.

Cuando comprobamos que lo que es material es slo combinacin desustancias y de formas invisibles, podemos admitir la existencia de un mundoinaccesible a nuestros sentidos fsicos. Por otra parte, teniendo en cuenta el

maravilloso avance de la ciencia en la comprensin y el dominio de las fuerzas


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de la naturaleza, resulta incomprensible que un espritu inteligente no puedallegar a reconocer la existencia independiente del espritu humano fuera delcuerpo fsico. Por otra parte, pocas realidades han sido mejor comprobadas atravs de los siglos que la existencia independiente del espritu y su persistencia

despus de la muerte.Segn el historiador Fiske: *Entre todas las razas humanas, por muchoque podamos remontarnos de la hora actual, el culto de los antepasados es laforma ms antigua de religin... prevaleciendo en frica, en Asia, en China, enJapn, as como entre los arios de Europa y las tribus de los indios de Amrica.+Ahora bien, el culto de los antepasados )no implica un contacto entre los queviven en la tierra y los que ya pasaron al otro mundo?

Allen escribe en su Historia de la civilizacin: *En todas las tribusprimitivas del mundo, se constata la creencia en el alma humana, en un mundo

espiritual, y generalmente en la inmortalidad del alma. Los hombres primitivosconsideran la vida de ultra-tumba como una continuacin de sta; reconocentambin otra dimensin del ser, otro S mismo, que tiene poderes misteriosos. Lamuerte es el abandono del cuerpo fsico por ese misterioso S mismo que se creecontina viviendo en la cercana vecindad. El amor y los odios de este mundoson transferidos al mundo de los espritus.+

Para Confucio, la existencia de un ms all y su interaccin con estemundo era tan incuestionable como para sus contemporneos. *No lloris a losdifuntos con una pena excesiva, deca. Los muertos son amigos abnegados y

fieles; estn siempre en relacin con nosotros.+Los escritores de la antigedad (Scrates, Herodoto, Sfocles, Eurpides,

Platn, Aristteles, Horacio, Virgilio, Plutarco, Josefo, Mximo de Tyr) no handejado de hablar de la existencia de los espritus como de un hecho muyconocido. Cicern escribi: * )No estn los cielos llenos de hombres? Esosmismos dioses estaban en su origen aqu abajo, y es desde aqu desde dondesubieron a los cielos.+

La realidad de que el cristianismo reconoca desde el principio laexistencia de los espritus est ampliamente atestiguada en los escritos de san

Antonio, Tertuliano, Orgenes y sus contemporneos.La misma Biblia est plagada de referencias a la existencia de los

espritus. *Nosotros tambin, rodeados como estamos de tal nube de testigos...+(Hebreos 12, 1). *Amigos mos, no os fiis de cualquier espritu, sino examinadsi los espritus vienen de Dios...+ (I Jn 4, 1). *Espritus de los justos llegados ya asu consumacin...+ (Hebreos 12, 23). *Si hay un cuerpo fsico, hay tambin uncuerpo espiritual... Mas no es lo espiritual lo que primero aparece, sino lonatural; luego lo espiritual.+ (I Cor 15, 44-46). Se podran dar otras muchas citas

bblicas.

Swedenborg hizo su aportacin escribiendo numerosos volmenes sobreeste tema. Asimismo, el Doctor Samuel Johnson ironizaba: *Yo no creo en los


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espritus; he visto demasiados.+John Wesley, el fundador del metodismo, escriba en El mundo invisible:

*Es cierto que los ingleses, en general, como la mayora de los eruditos deEuropa, han considerado los cuentos de brujas y los relatos de apariciones como

simples fbulas de viejas. Lo siento, y aprovecho la ocasin para protestar contraesta concesin abusiva que hacen los que creen en la Biblia a los que no creenen ella. Esta actitud est en contradiccin directa, no slo con la Biblia, sino conla opinin de lo que hay de ms sabio y mejor en los hombres de todos lostiempos y de todas las naciones. Renunciar a creer en la realidad de la brujera yde la relacin con los muertos, es en realidad renunciar a creer en la Biblia.+ Essabido que se haban producido fenmenos metapsquicos en Epworth, en casade Samuel Wesley, el padre del Reverendo John Wesley, y se continuarondurante muchos meses, con ruidos y perturbaciones de diferentes tipos.

Shakespeare, Milton, Wordworth, Tennyson, Longfellow, y muchos otrospoetas manifestaron, en sus escritos, una comprensin profunda de lacontinuidad de la existencia del hombre despus de la muerte.

Todos nosotros estamos familiarizados con los convincentes resultadosdel trabajo de investigacin metafsica de algunos cientficos, filsofos,escritores, sacerdotes, pastores, mdicos, psiclogos y otros investigadoresmodernos: el Profesor Crookes, Alfred Wallace, Sir Oliver Lodge, Sir ArthurConan Doyle, Rev. R. J: Cambell, Arcediano Colley, Rev. Newton, Rev. Savage,W.T. Stead, Victor Hugo, Camille Flammarion, Doctor Baraduc, el Doctor Janet,

el Profesor Richet, Casar Lombroso, el Doctor Hodgson, el Doctor L.K. Funk, elProfesor William James, el Profesor Hyslop, el Doctor Carrington, para citarslo algunos.

No puede uno sino dar la razn al Doctor Thomas J. Hudson, autor de TheLaw of Psychic Phenomena, que escribi: *El hombre que niega hoy losfenmenos espiritistas, no merece ser llamado escptico: es simplementeignorante.+

Segn el Reverendo George M. Searle, Rector de la Iglesia Catlica delApstol san Pablo de la ciudad de Nueva York: *La realidad de la existencia de

los espritus en el espiritismo moderno ya no es una cuestin abierta, inclusoentre los cientficos que han estudiado el tema. El que considere sumanifestacin como un simple camelo, una trampa o una ilusin, estsimplemente fuera de juego.

*Hoy en da nadie niega la existencia real de los fenmenos espiritistas,salvo algunos que viven con los pies en la tierra pero con la cabeza entretinieblas+, escribi el jesuita G.G. Franco, en Civilta Cattolica.*Los fenmenosespiritistas son hechos objetivos que caen en el campo de los sentidos y puedenser tranquilamente observados por todos. Cuando tales hechos son atestiguados

por testigos tan numerosos y dignos de crdito, es intil, insensato y ridculoluchar contra la evidencia. Los hechos son incontestables, incluso para los


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racionalistas.+El mundo espiritual y el mundo fsico interactan constantemente; el

plano espiritual no es vaporoso e inconsistente, es real y natural. Es vasto campode sustancia sutil, donde reinan la actividad y el progreso, y donde la vida es

slo la continuacin de la vida en el mundo fsico. En el plano fsico, el almaadquiere el conocimiento por la experiencia y el contacto con las cosasobjetivas, y la inteligencia se desarrolla expresndose a travs de los rganosfsicos; en el plano espiritual, el individuo contina su progresin, el espritu sedesarrolla de acuerdo con la razn, a travs del servicio espontneo hacia el otro,a la bsqueda de ideales elevados y a una visin de la finalidad de la vida que vaalargndose continuamente.

El cambio que se llama *muerte+, considerado universalmente con miedo ytristeza, se produce con tanta naturalidad y sencillez que la mayora, despus de

abandonar el mundo fsico, no se da cuenta de su trnsito y, al no saber que existeuna vida espiritual, son totalmente inconscientes de haber pasado a otro estado deexistencia. Privados de sus rganos sensoriales fsicos, estn cerrados a la luz fsica,y como les falta la percepcin mental de la meta espiritual de la existencia, estosindividuos estn espiritualmente ciegos y se encuentran generalmente en un ambientede oscuridad Blas *tinieblas+ mencionadas en la Biblia. Incapaces de elevarse hacialas esferas espirituales, se retrasan en los alrededores de la tierra, en una zona que esconocida bajo diversos nombres: esfera terrestre, plano terrestre o tambin planoastral.

La muerte no convierte a un pecador en santo, ni a un loco en sabio. Lamentalidad de un fallecido es la misma que antes de su trnsito; los individuos llevancon ellos, en su nueva vida, sus antiguos deseos, sus viejas costumbres, sus dogmas yconceptos errneos, su indiferencia o su incredulidad. Adoptando formas exterioresque son el resultado de su vida mental en la tierra, millones de espritus permanecencierto tiempo en la esfera terrestre, atrados por el ambiente de su vida terrestre, ysiguen dominados por sus costumbres y sus intereses terrestres. *Porque donde esttu tesoro, all estar tambin tu corazn+ (Mt 6, 21).

Los desencarnados que han progresado hacia el mundo espiritual ms elevado

tratan constantemente de aclarar a estos espritus a los que se califica de *ligados a latierra+ [en ingls: earthbound]. Pero stos ltimos, debido sobre todo a prejuiciossobre la vida posterior, se imaginan que los que partieron estn *muertos+ y rechazansu presencia como alucinaciones, o la temen como a *fantasmas+; muchas veces seniegan a reconocer a sus amigos y a darse cuenta de su propia condicin de*desencarnados+. Pronto se excluyen a s mismos de toda ayuda que venga de lo alto.

Muchos se encuentran en estado de sueo, otros estn perdidos o en laconfusin mental; algunos viven atormentados por el miedo de las extraas tinieblasen que se encuentran, o torturados por el remordimiento de su conducta durante su

vida terrestre; otros, movidos por tendencias egostas o carnales, buscan el medio desatisfacerlas y permanecen en este estado hasta que renuncian a estos deseos malos y


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piden desesperadamente el conocimiento y la luz; entonces, espritus msevolucionados pueden llegar a ellos y venir en su ayuda.

Desprovistos de cuerpo fsico, a travs del cual pudieran satisfacer sus bajastendencias, muchos seres desencarnados se sienten atrados hacia la luz magntica

que emana de los mortales y, conscientemente o no, se encadenan al aura magnticade stos ltimos. Se dotan as de un vehculo para permanecer en contacto con latierra, obsesionando o poseyendo a los seres humanos. Estos espritus intrusosinfluyen, con sus pensamientos, en las personas sugestionables [en ingls: sensitive];les comunican sus propias emociones, debilitan el poder de su voluntad y controlanmuchas veces sus acciones. De ello resulta una gran angustia, gran confusin mentaly cantidad de dramas terribles.

Estos espritus ligados a la tierra son los que, en todas las pocas, se llamaban*demonios+; son *demonios+ de origen humano, subproductos del fracaso humano,

lanzados ciegamente a una existencia miserable post-mortem y retenidos all por suignorancia. Observemos que la palabra griega *da mon+, que aparece en el NuevoTestamento, designa simplemente a un *espritu+. Scrates utilizaba esta misma

palabra para designar al genio benefactor que le inspiraba.La influencia de estas entidades desencarnadas es la causa de muchos

acontecimientos ocultos, misteriosos e inexplicables de la vida terrestre, as como deuna gran parte de la miseria del mundo. Una vida y una motivacin puras, o unainteligencia poderosa, no brindan necesariamente a una persona terrestre una

proteccin suficiente contra la obsesin y la posesin por parte de las entidades; el

mejor medio para protegerse de esto es conocer y comprender la naturaleza de estosproblemas.Las circunstancias fsicas que permiten a los espritus usurpar la vida de los

mortales son diversas y variadas; tal influencia se debe muchas veces a unasusceptibilidad natural, a un sistema nervioso agotado o a un traumatismo repentino.Tambin los trastornos fsicos pueden llevar a la obsesin, porque cuando sedebilitan las fuerzas vitales, se ofrece una menor resistencia astral y espritus intrusostienen un fcil acceso. Con mucha frecuencia, no el mortal ni el espritu sonconscientes de la presencia del otro.

Esta intrusin altera las facultades de la persona invadida, dando lugar a uncambio aparente de la personalidad o a veces incluso a una multiplicacin odisociacin de la personalidad; ello puede derivar en una verdadera locura, variandolos grados, desde la simple aberracin mental a todos los tipos de demencia, como ladepresin, la histeria, la epilepsia, la melancola, la esquizofrenia, las fobias y lasmanas (cleptomana, obsesiones religiosas y de suicidio, etc), lo mismo que laamnesia parcial o total, la debilidad psquica, el alcoholismo y la dipsomana, lainmoralidad y la bestialidad, y todas las formas de criminalidad.

La humanidad est constantemente amenazada por la influencia psquica de

millones de seres desencarnados que han muerto sin haber llegado a una realizacinsuficiente de la finalidad de la vida. El reconocimiento de este hecho permite


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explicar gran cantidad de pensamientos involuntarios, de emociones incontroladas,de extraos presentimientos, de humores melanclicos o irascibles, de impulsosirracionales, de accesos de clera o de impulsos violentos, de pasiones incontrolablesy de otros innumerables caprichos mentales.

Desde la ms remota antigedad hasta los tiempos modernos, se han contadocasos de obsesin y de posesin por espritus. En su libroPrmitive Culture, el DoctorTyler, clebre antroplogo ingls, escribe: *No es excesivo afirmar que la doctrina dela posesin demonaca es admitida (la misma teora, explicando los mismosfenmenos) por la mitad de la especie humana, que la ha heredado de susantepasados desde la antigedad primitiva.+

En el libro de Muller, Unreligionem, se puede leer: *la creencia general de lospueblos primitivos es que las crisis de epilepsia, de histeria, de delirio, de idiotez yde demencia son causadas por demonios que llegan a controlar al cuerpo+.

Segn Homero, que haca referencia continuamente a los demonios: *unhombre enfermo que se deteriora es una persona sobre la que ha dirigido su miradaun espritu malo.+ Platn opinaba que los demonios obsesionan a los mortales.Scrates habla explcitamente de demonios que influyen en el que es posedo, o loco.Plutarco escribi: *Algunos demonios tirnicos exigen para su propio placer a unalma todava encarnada, porque son incapaces de satisfacer sus pasiones de ningunaotra manera. Incitan a esta alma a la rebelin, al desenfreno sexual, a la guerra, ylogran as lo que desean.+ El historiador judo Flavio Josefo confirma: *Los demoniosson los espritus de los hombres malos.+ Los espritus obsesivos o posesivos son

mencionados con frecuencia tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En ISam 16, 23, leemos: *David tomaba la ctara y la tocaba; entonces Sal se calmaba,mejoraba y el mal espritu se apartaba de l.+

La creencia en los espritus y en la posesin espiritual era tan corriente entiempos de los apstoles, que la capacidad de expulsar a los malos espritus eraconsiderada como una de las seales distintivas del autntico discpulo, y hay queadmitir que una parte considerable de la obra atribuida a Jess consista en expulsar alos demonios. Algunas citas del Nuevo Testamento bastan para convencernos de ello.*Jess les dio poder sobre los espritus inmundos para expulsarlo, y para curar toda

enfermedad y toda dolencia.+ (Mt 10, 1); *Y corri [Jess] toda Galilea, predicandoen sus sinagogas y expulsando a los demonios+ (Mc 1, 39); *...vino de la ciudad a suencuentro un hombre, posedo por los demonios [...] [Jess] haba mandado alespritu inmundo que saliera de aquel hombre[...] Los que lo haban visto, lescontaron cmo haba sido salvado el endemoniado.+ (Lc 8, 27-36); *y los que eranmolestados por espritus inmundos quedaban curados...+ (Lc 6, 18); *y se alejaban deellos las enfermedades y salan los espritus malos+ (He 19, 12).

*Uno de entre la gente le respondi: AMaestro, te he trado a mi hijo que tieneun espritu mudo...@ [...] Y Jess pregunt al padre: A)Cunto tiempo hace que le

viene sucediendo esto?@CAdesde nio@, le dijo. Jess increp al espritu inmundo,dicindole: AEspritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de l y no entres ms en l.@


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Despus de gritar y agitarlo con violencia, sali y el muchacho qued como muerto,tanto que muchos decan: A(Ha muerto!@ Pero Jess, tomndole de la mano, le levanty l se puso en pie+ (Mc 9, 17-27). (Casos de este tipo no son raros en lainvestigacin en psicologa clnica).

Entre los escritores del comienzo del cristianismo, podemos citar a sanAntonio, que dijo: *Nos movemos entre los demonios, que nos inspiran pensamientomalos, y entre los ngeles buenos. Cuando stos ltimos estn especialmente

presentes, no hay perturbacin, ni disputa, ni gritos, sino tanta calma y dulzura que elalma est llena de alegra. El Seor es testigo de que, despus de numerosos ayunos,me he visto rodeado de ngeles, y me he unido gozosamente a ellos cantando conellos.+ Tertuliano desafiaba a los paganos sobre la superioridad de su poder de arrojardemonios. Minucio Flix, abogado y apologista romano, escriba en Octavius: *Hayespritus hipcritas y errantes, degradados de su vigor celeste, que, despus de

haberse predicho, no dejan de causar a otros la ruina.+El Doctor Godfrey Raupert de Londres, que hace varios aos, fueespecialmente delegado por el Papa Po X para dar conferencias en Amrica sobre elespiritismo, deca en resumen: *Ya no es posible ignorar el tema de los fenmenosmetapsquicos. Los cientficos del mundo entero han reconocido la comunicacincon los espritus como un fenmeno muy concreto y real, e ignorarlo sera una

poltica peligrosa. sta es la razn por la que el Papa me ha pedido instruir a loscatlicos sobre la actitud a tomar frente a este tema... La Iglesia admite la realidad delos fenmenos espiritistas y de la inteligencia exterior que los provoca; en realidad,

ella ha admitido siempre su realidad. El problema actual es descubrir la naturaleza deesa inteligencia. Nos encontramos ahora en el comienzo de nuevos descubrimientosque pueden revolucionar el mundo. Todava no ha llegado la hora de explicar todoslos fenmenos. Debemos suspender nuestro juicio hasta que se conozca mejor eltema. El estudio del espiritismo es nuevo y por tanto peligroso... Un conocimientoincompleto del tema puede presentar graves peligros.+ Estos peligros no son otrosque la obsesin y la posesin.

He aqu una cita de Monseor Lavelle, Rector de la Catedral de san Patricio deNueva York: *No hay duda sobre el hecho de las obsesiones diablicas en la

antigedad. El hecho de que la Iglesia reconozca la posibilidad es una evidencia, sise tienen en cuenta los ritos establecidos para el exorcismo.+He aqu lo que escribi Julian Hawthorne en uno de los mayores peridicos

americanos: *miles de hombres y mujeres de vida o espritu malo mueren cada da.)Qu ocurre con su alma, con su espritu? Quieren volver aqu... La decisin y lafrecuencia crecientes con las que sacan ventaja de las oportunidades para realizar su

plan son ilustradas de muchas maneras... Se nos ofrecen dos posibilidades dedefensa: debemos o bien agotar la ola de estos visitantes indeseables, o bien cerrarnuestras puertas.+

El Doctor Alexis Gustafson, que mostraba pblicamente sus opiniones sobre elhecho de la obsesin espiritual, y citaba casos que haban sido propuestos a su


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consideracin, pensaba que *los espritus de las personas vengativas tienen poder,despus de la muerte, para entrar en los vivos y poseerlos bajo ciertas condiciones.+

El Profesor Herbert L. Stetson, del Kalamazoo College, en Mchigan,declaraba en un conferencia en el Universidad de Chicago: *La obsesin demonaca

no es un mito; las enfermedades se deben muchas veces a la posesin diablica... Lacreencia en los demonios est muy extendida.+*Yo veo con frecuencia a los espritus que causan la locura+, afirmaba por su

parte el Doctor E.N. Webster, de la seccin de Psiquiatra de la American MedicalAssociation. *A veces, escucho incluso sus voces. Personas aquejadas de locura,consideradas como casos desesperados, estn muchas veces sometidas al controlirresistible de un espritu o de una multitud de espritus. Encontramosfrecuentemente, en la autopsia, que no existe ninguna lesin fsica del cerebro o delsistema nervioso en tales personas.+

El Profesor William James ha escrito en losProceedings of the S.P.R. (Societyfor Psychical Research): * No tengo la menor duda de que la teora de los demoniosse pondr de actualidad. Slo un Asabio@ puede ser lo suficientemente ciego eignorante para no sospechar de esta posibilidad.+

Segn el Profesor James H. Hyslop, entonces editor del diario de la AmericanSociety for Psychical Research: *Cada vez es ms evidente que la obsesin seencuentra en la base de muchas locuras y puede ser curada. El mundo mdico tendrque despertar y estar atento a este problema, si no ste ltimo escapar pronto alcontrol de la medicina.+

En uno de los ltimos libros del Profesor Hyslop, Contact with the OtherWorld, dice lo siguiente: *la existencia de espritus malos que afectan a los vivos seensea en el Nuevo Testamento, y se sugiere en Antiguo, con tanta claridad como lasdems doctrinas que all se exponen... El trmino obsesin es utilizado por losinvestigadores espiritistas, para expresar la influencia anormal de los espritus sobrelos vivos... Las curaciones obtenidas han requerido mucho tiempo y paciencia, lautilizacin de psicoterapias no habituales y la intervencin de mdiums, para entraren contacto con las entidades obsesivas y as liberar de su influencia o educarlas paraque dejen voluntariamente de aferrarse a los vivos. Todos los casos de disociacin o

paranoia que he analizado fueron sometidos a este mtodo y han proporcionado laprueba de la presencia de entidades extraas, agravada frecuentemente por sntomasde deterioro fsico o mental. Es hora de continuar con experiencias a gran escala enun campo que promete tener tanta proyeccin prctica como cualquier aplicacin delescalpelo y del microscopio.+

EnModern Psychical Phenomena, el Doctor Hereward Carrington afirma: *Esevidente... que la obsesin por un espritu es al menos una posibilidad que la cienciamoderna ya no puede ignorar, cuando numerosos hechos palpables concurren paraavalar esta nocin.. Su estudio se convierte en imperativo, no slo desde el punto de

vista acadmico, sino tambin por el hecho de que cientos y tal vez miles deindividuos sufren, en la actualidad, por esta situacin, y que su curacin reclama un


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estudio y un remedio urgentes. Desde que se ha establecido la posibilidad terica dela obsesin espirita, se ha abierto ante nosotros un vasto campo de estudio einvestigacin, que exige todo el cuidado, el arte y la paciencia que la psicologamoderna pueda aportar.+

Jams en la historia de la medicina hubo un inters tan ampliamenteextendido, tanto en el pblico en su conjunto como entre los mdicos, por la causa yel tratamiento de las enfermedades nerviosas y mentales. Las estadsticas muestranque la locura crece por todas partes con una rapidez alarmante, sin embargo losmdicos especialistas discrepan enormemente en sus opiniones sobre las causas deldeterioro mental, y la ciencia no conoce todava la etiologa exacta de la locurafuncional. AEl mundo entero se volver loco no tardando mucho+, declaraba elDoctor Winslow, de Inglaterra.

La mayora de los neurlogos y de los psiquatras son de la opinin de que la

causa activa o subyacente de la locura tiene su origen en un sistema nerviosotrastornado, pero en realidad se sabe muy poco sobre esas supuestas causas. ElDoctor W.M.L. Coplin, director de Bureau of Health and Charities, en Filadelfia, hahecho notar lo siguiente: *La locura, en la mayora de los casos, no se acompaa delmenor cambio perceptible en la estructura del cerebro. Al microscopio, el cerebro del

paciente no muestra absolutamente nada que se distinga en lo ms mnimo delaspecto del cerebro de una persona sana. Es por tanto evidente que la locura podradeberse a una toxemia, al efecto de algn organismo sutil de naturaleza similar a los

bacilos... Algo causa la locura; pero qu, todava no lo sabemos.+

Pero el Doctor Britton D. Evans, director del manicomio de Morris Plains, enNew Jersey, constata: *Sucede que un tumor cerebral o una meningitis cerebral noafecta al espritu... Un hombre puede tener tejidos cerebrales afectados y tener, a

pesar de todo, un espritu normal.+El Doctor William Hanna Thomson, mdico en el Roosvelt Hospital y profesor

de enfermedades del sistema nervioso en la Facultad de medicina de la Universidadde Nueva York, deca, a propsito del Tuke=s Dictionary of Psychological Medicine:*Los que han colaborado en esta gran enciclopedia se encuentran entre los mseminentes profesores, especialistas y directores de manicomios en Gran Bretaa, en

los Estados Unidos, en Francia, en Alemania, en Hungra, en Blgica, en Dinamarca,en Suiza y en Rusia. En los artculos sobre la cleptomana, la dipsomana, la manacrnica, etc., no hay ni una sola palabra sobre la anatoma patolgica (porqueninguna anomala puede detectarse). Lo mismo ocurre en el artculo sobre lamelancola, la locura puerperal, la catatona, la locura circular, la locura asesina o lalocura epilptica; en ninguno de estos artculos se encuentra una palabra sobre laanatoma patolgica, por la simple y buena razn de que ninguna de estas formas delocura presenta un estado patolgico o enfermizo del cerebro distinto del cerebrosano de un hombre de buena salud muerto en un accidente.+

Recientemente, ha aparecido un anuncio de que un gran porcentaje decuraciones llevadas a cabo en el Hospital psiquitrico de New Jersey, en Trenton, se


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haba logrado por la ablacin de dientes, de amgdalas o de rganos infestados. En unresumen sobre el mtodo Trenton, el Doctor R.S. Copeland escriba: *La hiptesis enla que se basa este tratamiento es que la locura es una toxemia o un envenenamientodebido a una infeccin microbiana en alguna parte del cuerpo. Si esto es verdad, se

sigue que la ablacin del tejido infestado, cuando el caso no es demasiado avanzado,llevar consigo la desaparicin del problema mental.+Cuando las estadsticas reunidas por el gobierno de los Estados Unidos y por

otros muestran que el crecimiento del nmero de locos es, proporcionalmente, mayorque el crecimiento de la poblacin en general, parece incongruente atribuir a lascaries de dientes y a las amgdalas patolgicas las causas fundamentales dedesequilibro mental, en nuestra poca en la que los cuidados dentales y quirrgicosse han generalizado. Es un hecho que, cuando los cuidados dentales estaban pocoavanzados y se practicaban poco, y la gente tena ms dientes con caries, la locura

era menos frecuente que ahora.Sin pretender desacreditar los informes Trenton, mi experiencia me hademostrado que, en muchos casos de perturbacin mental, aunque el paciente tengadentadura muy cariada, el equilibrio mental se ha restablecido completamentedesalojando al espritu obsesivo, antes de prestar a los dientes la menor atencin.Como se ha descubierto que los espritus obsesivos eran sensibles al dolor, estoyobligado a sugerir que curaciones como las anunciadas por el hospital de Trenton sedeben, al menos en parte, al hecho de que los espritus intrusos fueron desalojados enel curso de la intervencin dental o quirrgica.

Para el investigador en psicopatologa que se interese por la hiptesisespiritista, muchos sntomas de la *neurosis de guerra+ sugieren que el factorpatgeno principal es la obsesin o la posesin por espritus de soldados fallecidos einconscientes de su trnsito. sta es la conclusin del Doctor F.E. Williams, directormdico del National Commitee for Mental Hygiene de la ciudad de Nueva York. Estaconclusin viene sugerida por los siguientes sntomas: *delirio, alucinaciones,estados de ansiedad, desrdenes cardacos funcionales, parlisis, temblores,trastornos al andar, movimientos convulsivos, dolor, anestesia, hiperestesia, una

prdida de la visin, problemas de diccin, etc.+

Segn el Doctor Williams, la hiptesis espiritista relativa a la neurosis deguerra queda ms en evidencia por la rpida recuperacin de los pacientes contratamiento de shocks elctricos; *como lo ha demostrado el Doctor Vincent, quecuraba en unas horas a pacientes que haban sido tratados por otros psiquatrasdurante meses.+ Los shocks elctricos, en efecto, hacen salir a entidades obsesivas.Esta teora es sostenida tambin por estas otras declaraciones del mismo DoctorWilliams: *Esta neurosis es rara entre los prisioneros que han sufrido shocksmecnicos... Una herida grave del sistema nervioso central y del cerebro no seacompaa de sntomas que se encuentran en la conmocin... Los xitos teraputicos

proceden de enfoques psicolgicos, ms bien que de enfoques orgnicos... Eldiagnstico debera producirse y el tratamiento comenzarse inmediatamente, antes de


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que la conmocin [la obsesin] se convierta en una neurosis psquica estable.+Los peridicos publicaron recientemente el caso de un muchacho, Frank

James, un granujilla de la ciudad de Nueva York, quien, despus de una cada demobylette a la edad de diez aos, de ser un nio alegre, carioso y obediente, pas a

convertirse en un muchacho grun, insolente, y se convirti en un ladrn y en uncriminal consumado. Despus de varios trimestres en reformatorio y cinco a os en laprisin de Sing Sing, fue declarado loco incurable y enviado al manicomio. Frank,sin embargo se fug, y cuando sus perseguidores trataron de capturarlo, recibi ungarrotazo en la cabeza. Habiendo perdido el conocimiento, fue llevado al hospital.Al da siguiente por la maana, el muchacho se despert extraordinariamentecambiado; era dulce y respetuoso, no mostrando ya ninguna se al de desequilibro, ya partir de aquel momento nunca mostr la menor inclinacin a cometer ningunaclase de fechora. El artculo concluye: *Lo que sucedi en el mecanismo del cerebro

del muchacho no es comprendido del todo por los mdicos.+)Cmo explicar un caso as con la teora toxmica? Un golpe en la cabeza

)habra podido erradicar la supuesta toxemia y restaurar el equilibrio mental? Laexplicacin, desde nuestro punto de vista, sera la siguiente: como consecuencia delshock que sigui a la cada, un espritu obsesivo criminal haba tomado el control delmuchacho, y el golpe sobre la cabeza con el garrote provoc la expulsin de esteespritu obsesivo.

El xito atribuido a la hidroterapia, tal como se practica en las institucionespara alienados (especialmente cuando se utiliza una fuerte corriente de agua, o un

bao ininterumpido) puede explicarse tambin por la expulsin de entidadesobsesivas, que renuncian al desagrado de tal tratamiento.

En el Journal of Abnormal Psychology, el Doctor Prince escribi: *Si hemosque establecer unos principios slidos que dirigen los mecanismos del espritu,debemos correlacionar los resultados de todos los mtodos de investigacin, tantoexperimentales como clnicos, y reflexionar con madurez en los resultados obtenidos

por todos los investigadores competentes.+El hecho de que los psiquatras de fama y las autoridades ms conocidas estn

muy en desacuerdo sobre la causa de la locura es una razn suficiente para que los

pensadores estudien toda teora susceptible de lograr resultados, sin tener en cuentalos prejuicios personales o populares.

Nos enfrentamos a una situacin dramtica, y nada podr remediarla si no es latolerancia y la mayor apertura de espritu. Puesto que la locura es, principalmente, lamanifestacin de un problema mental o psicolgico, sin causas orgnicasnecesariamente, el tratamiento implica el reconocimiento del dualismo del hombre:materia y espritu, fsico y espiritual.

La locura no es un estigma; la actitud pblica frente a esta dolencia deberaser, no de aversin sino de comprensin, fundada en la realizacin de la estrecha

relacin existente entre los mundos visible e invisible.


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La obsesin espirita es un hecho. Es una perversin de una ley natural (lainteraccin entre los dos mundos) que es ampliamente demostrable. Cientos deveces se ha presentado la prueba haciendo transferir temporalmente la supuestalocura, de una vctima a un mdium preparado para esta finalidad. Mediante este

mtodo, se ha podido constatar que la causa es un espritu ignorante y malo,cuya identidad, por otra parte, puede demostrarse muchas veces.Con este mtodo, y sin prejuicios por parte del mdium, se ha demostrado

tambin que era posible aliviar a la vctima, as como librar a la entidad obsesivade sus tinieblas espirituales, explicndole las leyes que rigen el mundoespiritual. Esto es lo que vamos a demostrar en las experiencias que siguen.

La comunicacin entre los mundos visible e invisible es un fenmenonatural. Puede establecerse a travs de una persona de una determinadaconstitucin psquica, llamada mdium, capaz de actuar como un intermediario a

travs del cual las inteligencias desencarnadas pueden fcilmente entrar enrelacin con el plano fsico. Entre las distintas formas que puede tomar elcontacto, el ms interesante para la investigacin es el trance inconsciente, por elque puede establecerse una comunicacin directa con el mundo invisible. Enesta forma de contacto, el mdium, durante un tiempo, es controladoenteramente por el espritu, y no guarda luego ningn recuerdo concreto de ello.De esta manera, el estado mental ms o menos confuso o retrasado de lasentidades desencarnadas puede ser constatado con claridad.

Experiencias psquicas sin conocimiento previo pueden resultar

peligrosas, cuando se descuidan las necesarias precauciones y se ignoran lasleyes que prevalecen en estas condiciones, lo mismo que la ignorancia y eldesprecio de las dems leyes que rigen la vida cotidiana pueden resultar

peligrosas. Pero el posible mal uso de una cosa no es argumento suficientecontra su uso.

La investigacin metapsquica pertenece, de pleno derecho, al dominio dela ciencia. Sentido comn y discernimiento son esenciales en este trabajoexperimental, lo mismo que un gran dominio de las leyes que entran en juego.En estas condiciones, la investigacin cientfica y la ciencia espiritual corren

parejas.


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Captulo 2

LA INVESTIGACINMETAPSQUICA

La investigacin sobre el psiquismo humano es de la mayor importancia para lahumanidad. El psicoanlisis propone la teora de que la mayora de las neurosis y

psicosis tienen su origen en un traumatismo psquico olvidado y reprimido. El

neurlogo y el psiquiatra tratan, por su parte, de aislar los factores orgnicos en lasneurosis, las aberraciones mentales y las diversas formas de locuras.Aunque ninguna de estas dos ramas de investigacin est dispuesta a aceptar la

hiptesis segn la cual inteligencias desencarnadas contribuyen a la formacin demuchas neurosis y psicosis, o en todo caso las favorecen, prestan sin embargo unimportante servicio para desvelar y sacar a la luz las predisposiciones que, en una

persona, pueden llevar al desequilibrio mental.La investigacin metapsquica estudia dos campos de investigacin. Uno que se

puede considerar como Anormal@ y otro que se puede llamarAparanormal@. El campo

normal, tanto desde el punto de vista mdico, como desde el del ministro del culto,responde sobre todo a esta pregunta: )qu le sucede a la persona despus de muerta?Esta pregunta es de una importancia vital, si se me permite la expresin, para el

paciente llegado a la frontera del otro mundo, que duda sobre su futuro, y quetiembla frente al destino desconocido despus de su muerte. )No sera la parte msnoble de la vocacin de mdico, asegurar a su paciente en el umbral de la muerte, deacuerdo con los conocimientos actuales, que no hay muerte, sino un nacimiento a unnuevo campo de actividad, en esferas mentales ms elevadas?

El campo paranormal de la investigacin metapsquica se centra en procurar al

mdico los conocimientos ms amplios posibles sobre el funcionamiento de losespritus, tanto desencarnados como encarnados, y de modo especial sobre lasmanifestaciones patolgicas, que se derivan de una disfuncin de esos espritus. Estainvestigacin metapsquica no slo confirma la existencia de los espritus, sino quedemuestra tambin que tales entidades juegan un papel importante en muchasneurosis y trastornos de personalidad.

Es sin duda al mdico al primero que ataen los problemas que resultan de unaexperimentacin metapsquica o espiritista incompetente y mal dirigida, que llevafrecuentemente a trastornos mentales; l es, en efecto, habitualmente el primero en

ser consultado al aparecer estos trastornos, y de su decisin depende en gran medidala suerte de la desafortunada vctima de la incompetencia. Al menos por esta razn,


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debera ser ciertamente no slo el privilegio, sino tambin el deber urgente delmdico, de instruirse sobre los aspectos ms variados de la investigacinmetapsquica, en especial sobre sus peligros cuando sta se hace por investigadoresirresponsables, especialmente aquellos que tienen una predisposicin

psicopatolgica.Los accidentes que se producen con frecuencia en la investigacin metapsquica,me han movido a seguir en mi trabajo un mtodo muy riguroso, para detectarclaramente las causas de estos problemas y evitarlos. El problema grave de lostrastornos mentales, provocados por experiencias espiritistas irreflexivas, atrajo por

primera vez mi atencin cuando llegaron a mis odos casos de varias personas, cuyasexperiencias aparentemente inocentes con la escritura automtica y la Oui-ja [objetoutilizado para comunicar con los espritus, que incluye una tabla con letras, nmerosy palabras impresas], terminaron en una demencia tal que tuvieron que ser internadas

en un hospital psiquitrico.El primero de estos casos fue el de la Sra. Bl., a quien sus intentos de escrituraautomtica llevaron a la alienacin mental, con una seria alteracin de la

personalidad. De ordinario, era amable, piadosa, tranquila y refinada, pero seconvirti en llamativa y ruidosa, le daba por las payasadas, bailaba, hablabagroseramente y, pretendiendo que era actriz, quera muchas veces vestirse para elescenario diciendo que tena que estar en el teatro a tal hora y que, si no, perdera suempleo. Finalmente, lleg a ser tan irresponsable que fue internada en un asilo.

Otro caso fue el de la Sra. Bn., que, practicando la escritura automtica, se

transform de una seora artstica y refinada en una persona violenta. Gritando convoz chillona, se frotaba continuamente las sienes y exclamaba: A(Dios me salve!(Dios me salve!@ Saliendo precipitadamente a la calle, se arrodillaba en el barro pararezar, y rechazaba el alimento, diciendo que si coma antes de dieciocho horas, ira alinfierno.

La Sra. SRA. Sr., que haba seguido las mismas prcticas, lleg a ser tambinpsictica y violenta, y sus comportamientos exigieron la intervencin de la polica.Se levantaba por la noche y posaba en el escaparate de su tienda de modas con eluniforme de Napolen, porque deca ser l. Despus de muchos otros actos

irresponsables, necesitando ser sometida por la fuerza, fue internada.De la misma manera, la Sra. Wr., result obsesionada por alucinaciones; Dios lehablaba continuamente y la condenaba por las malas acciones de que l la acusaba.Despus de haber intentado suicidarse a peticin de ese pretendido Dios, fue llevadaal asilo.

He podido constatar otros resultados desastrosos por la utilizacin irresponsable dela Oui-ja, y esto me ha llevado a buscar en los fenmenos metapsquicos una posibleexplicacin de estos hechos.

Mi mujer ha resultado ser un excelente mdium, e inteligencias desencarnadas

pudieron fcilmente Acontrolarla@, es decir tomar momentneamente posesin de ellapara comunicar con personas fsicas. En respuesta a sus dudas sobre el derecho de


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Aturbar a los muertos@, esas inteligencias afirmaron que, entre los mortales, estabaextendida una concepcin muy errnea en lo referente a los estados que prevalecendespus de la muerte. Declararon que, en realidad, no haba muerte, sino paso naturaldel mundo visible al invisible, y que los espritus avanzados estaban continuamente

preocupados por comunicar con los mortales para ilustrarles sobre este punto y sobrelas posibilidades de evolucin que esperan al espritu despus de la muerte. Lamuerte Bla liberacin del espritu fuera del cuerpoB es tan natural y tan sencilla queuna gran mayora de espritus, durante un tiempo ms o menos largo despus de sumuerte, no se dan cuenta del cambio que se ha operado en ellos; por falta deeducacin relativa a su naturaleza y a su destino espiritual, permanecen a vecesmucho tiempo en sus lugares terrestres, y los encantan por decirlo as.

Esas inteligencias le han explicado a mi mujer que muchos de esos espritus eranatrados hacia el aura magntica de los mortales; con mucha frecuencia, tanto el

espritu como el mortal son inconscientes de esta intrusin. Al obsesionar y poseer asus vctimas, esos espritus se convierten, por ignorancia o por malicia, en la causa deun dao y de una miseria indescriptibles, produciendo muchas veces enfermedad,corrupcin moral, crimen y locura.

Siempre segn las inteligencias espirituales que nos han guiado, el riesgo de caerbajo la influencia de un espritu ignorante y pegado a la tierra es el mayo peligro parael novato en investigacin metapsquica; si el investigador no comprende bien estefenmeno, corre an mayor peligro, especialmente si tiene ciertas tendenciasneurticas.

Nos explicaron tambin nuestros guas que, por un sistema de transferencia, esdecir haciendo que entidades que obsesionan sean transferidas de la vctima a unmdium, se podra constatar la situacin de estas entidades obsesionantes ycomunicar con ellas. Gracias a esta transferencia, las vctimas de obsesin podranser aliviadas, mientras que los espritus que obsesionan seran contactados y tomadosa su cargo por espritus avanzados, en misin para esto, que los instruiran sobre lasleyes de la vida superior.

Nuestros guas dicen tambin haber constatado que mi mujer era un instrumentoadecuado para este experimento y han propuesto que, si yo cooperaba con ellos, ellos

demostraran la veracidad de sus afirmaciones. Ellos procuraran que los espritusobsesivos tomaran posesin, temporalmente, del cuerpo de mi mujer, sin que resultepara ella ningn dao; mi papel consistira entonces en comunicar con esos espritusignorantes instruyndolos, mientras que ellos trataran de contactar con esos espritusdesde el mundo espiritual. De esta cooperacin resultara a la vez la liberacin de las

personas obsesionadas y la de los espritus obsesivos prisioneros del Plano Terrestre.Queriendo descubrir si estas afirmaciones extraordinarias eran verdaderas,

aceptamos lo que pareca ser una empresa arriesgada. Si las afirmaciones de estasinteligencias eran verdaderas, esto supondra una enorme influencia para la

comprensin de gran nmero de situaciones, tanto en criminologa como enpsicopatologa.


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Para conseguir sus fines, los guas permitieron que se produjeran numerosasmanifestaciones, muchas veces de forma inesperada. Algunas de ellas se produjeronmientras continuaba yo todava mis estudios mdicos.

Un da, sala yo de mi casa a la universidad, sin saber que iba a comenzar

inmediatamente mi primera diseccin como estudiante; por consiguiente, elsubconsciente de mi mujer no habra podido tomar la menor parte en lo que luegosucedi. Los estudiantes tena que hacer la diseccin de la parte lateral de un cuerpohumano; el primer sujeto era un cadver de unos sesenta aos y, aquella tarde, yocomenzaba a hacer la diseccin de un miembro inferior.

Volv a casa hacia las cinco de la tarde y, apenas haba franqueado la puerta,cuando mi mujer fue presa de un malestar repentino. Se sinti flaquear y titubecomo si estuviera a punto de caer. Como yo pona mi mano en su espalda, ella seirgui y entr en trance, controlada por una inteligencia extraa que dijo con gestos

espantosos: A)Quin te crees para cortarme as?@Respond que yo no cortaba a nadie, pero el espritu me interrumpi irritado:

A(Pues s, t me cortas! (T descuartizas mi pierna!@Al darme cuenta de que el espritu propietario del cuerpo sobre el que haba

operado me haba seguido probablemente hasta casa, quise hablar con l, haciendoen primer lugar que mi esposa se sentara en un silln.

A esto, se opuso con fuerza el espritu, diciendo que yo no tena que tocarlo.Cuando le dije que tena todo el derecho a tocar el cuerpo de mi mujer, l replic.A(Tu mujer! )De qu ests hablando? Yo no soy una mujer, soy un hombre.@

Trat de explicarle que haba dejado su cuerpo fsico y que controlaba el cuerpo demi mujer, que su espritu estaba aqu y su cuerpo en la facultad. Cuando acabdndose cuenta de esto, le dije: ASupn que diseco en este momento concreto tucuerpo en la facultad; esto no podra matarte, puesto que ests aqu.@

El espritu admiti que esto pareca razonable y dijo. AYo creo que debo estar esoque llaman Amuerto@, de manera que yo no hara ningn uso de mi viejo cuerpo. Si

puedes aprender algo disecndolo, entonces ve all, y discalo.@Despus aadi de repente: AEa, Seor, dme un comino.@

Le dije que no tena. Entonces mendig una pipa, diciendo: AMe muero de ganasde fumar.@Esta peticin le fue tambin denegada, por supuesto. [El hecho de que la Sra.

Wickland haba tenido siempre horror de ver a alguien masticar tabaco excluy laposibilidad de que su subconsciente pudiera jugar cualquier papel en este episodio].Despus de una explicacin ms detallada del hecho de que estaba muerto, el espritucay en la cuenta de su verdadera situacin y parti.

El examen ulterior de los dientes del cadver indic que el hombre haba sido unconsumidor empedernido de tabaco.

En otra ocasin, en que me haban nombrado asistente para una clase deestudiantes de diseccin, haba sido elegido como sujeto el cadver de un hombre de


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color. An no haba sido tocado el cuerpo cuando una tarde, la Sra. Wickland entren trance y un extrao espritu, hablando a travs de ella, exclam. ANo vais adisecar a ese hombre de color!"

Le dije que estaba lo que se llama muerto, que l no estaba ya en su viejo cuerpo,

sino que controlaba en aquel momento el cuerpo de mi mujer. No quiso creerlo y,cuando le mostr las manos de mi mujer, hacindole observar que stas no eran decolor sino blancas, replic: ADebo tener blanco de cal encima; es mi oficio blanquearcon cal.@

Este espritu se mostr muy obstinado, buscando todos los argumentos posiblesantes que aceptar la verdad, pero acab convencindose y se march.

Otro incidente va a demostrar tambin hasta qu punto increble hay espritusaferrados a su cuerpo terrestre, por ignorar su transicin, es decir la naturaleza de loque se llama la muerte.

En la sala de diseccin, estaba el cuerpo de una mujer de unos cuarenta aos quehaba muerto en el Cook County Hospital, en Chicago, el mes de junio anterior. Enenero, siete meses despus de su muerte, este cuerpo haba sido confiado anumerosos estudiantes, entre los que yo me encontraba, para practicar la diseccin.Yo no pude estar presente la primera tarde, pero los dems comenzaron su trabajo.

Nada me dijeron nunca de esta primera sesin de diseccin, pero, no s por qurazn, los dems estudiantes no volvieron a tocar nunca este cadver.

Al da siguiente no haba clases por la tarde, por eso comenc yo a disecar solo,trabajando en el brazo y el cuello. La sala de diseccin se encontraba al final de un

largo stano muy tranquilo, pero una vez o con claridad una voz que dijo: A(No measesines!@

La voz resonaba dbil, como en la lejana. Como yo no me inclino fcilmente aatribuir este tipo de accidentes a los espritus, conclu que la voz vena

probablemente de los nios, desde la calle, aunque no haba odo a nadie jugar cercade aqu.

En la tarde del da siguiente, estaba de nuevo trabajando completamente solocuando me vi sorprendido por un ruido que pareca venir de un peridico arrugadotirado en el suelo, un sonido idntico al que hace un peridico cuando se hace con l

una bola; apenas prest atencin y no dije nada a mi mujer de este incidente.No pens ms en este episodio hasta algunos das ms tarde. Tenamos en nuestra

casa un crculo espiritista y acababan de marchar nuestros colaboradores invisibles,cuando observ que mi mujer se quedaba en un estado semi comatoso. Me acerqu

para conocer la razn, cuando el espritu que la controlaba se levant de pronto, megolpe y dijo, enfadado: A(Tengo una cuenta que arreglar contigo!@

Despus de una breve lucha con el extrao, le pregunt lo que no funcionaba.A)Por qu quieres matarme?@, pregunt la entidad.

AYo no estoy matando a nadie@, respond.A(S, t estabas disecando mi brazo y mi cuello! He gritado para que no me


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asesines, y he arrugado ese peridico en el suelo para asustarte, pero no has prestadola menor atencin.@

Entonces, riendo ruidosamente, el espritu aadi en medio de una gran hilaridad:A(Pero he conseguido asustar a los otros!@ Comprend entonces por qu no vino

ningn otro estudiante a continuar la diseccin, despus de la primera sesin.Fue necesario explicar con gran detenimiento a este espritu femenino su actual

situacin. Dijo que se llamaba Minnie Morgan. Finalmente comprendi y parti,prometiendo buscar ms la elevacin espiritual.

La facilidad con que los espritus toman el control del mdium Sra. Wickland estan grande que la mayora de ellos, al principio, no llegan a comprender que estnAmuertos@ y que ocupan temporalmente el cuerpo de otra persona.

Si su inteligencia est suficientemente despierta y se razona con ellos, se les puedehacer tomar conciencia de que su situacin es inhabitual, centrando por ejemplo su

atencin en la diferencia entre sus propios hbitos indumentarios y los del mdium, oentre su cuerpo habitual y el del mdium. As ocurre sobre todo si el espritu es unhombre, puesto que la diferencia es entonces ms llamativa. Cuando les digo que elcuerpo que estn controlando pertenece a mi esposa, los espritus replicanhabitualmente: AYo no soy tu mujer@, y hay que darles gran nmero de explicacioneshasta que pueden reconocer que ocupan temporalmente el cuerpo de otro.

Hay tambin espritus obtusos, anclados en un escepticismo obstinado, y querehsan con terquedad que han realizado la transicin fuera del mundo fsico. stosno quieren escuchar la voz de la razn y es imposible convencerles del cambio de su

situacin, incluso cuando se pone delante de ellos un espejo; declaran a veces quehan sido hipnotizados. Se muestran tan obstinados que, generalmente, hay queforzarlos a que se vayan; entonces los toman a su cargo nuestros colaboradoresinvisibles.

La transferencia, desde un paciente a un mdium, del espritu responsable detrastorno mental o de la psicosis, viene facilitada por la utilizacin de una descargaelctrica, enviada al paciente, generalmente en presencia del mdium. Aunque estadescarga no representa ningn peligro para el paciente, es sumamente eficaz, porqueel espritu obsesivo no puede resistir mucho tiempo al tratamiento elctrico y se le

desaloja rpidamente. Parece en efecto que el espritu es mucho ms sensible que elmismo paciente al dolor provocado por esta descarga.

Escoltado, por decirlo as, por nuestras ayudas invisibles, el espritu que es lacausa del trastorno puede penetrar luego en el cuerpo del mdium; se hace posibleentonces entrar en contacto directo con l, y se intenta llevarlo a comprobar suverdadera situacin y las posibilidades de elevacin que se le ofrecen. En esemomento, los buenos espritus que trabajan con nosotros se lo llevan y se ocupan del, mientras la Sra. Wickland vuelve a su estado normal.

En bastantes casos, se ha logrado, mediante un sistema de concentracin en un

crculo espiritista, una notable prueba de que la causa del trastorno mental eranentidades desencarnadas. En algunos casos, se ha desalojado en efecto a espritus


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obsesivos del cuerpo de pacientes que residan muy lejos. Estos espritus sonentonces transferidos por nuestras ayudas invisibles a nuestro crculo, donde se lesinduce a controlar al mdium. Estos espritus se lamentan muchas veces de habersido expulsados, ignorando a veces que son espritus desencarnados y que controlan

o influyen en una persona encarnada.La semejanza entre el comportamiento del espritu obsesivo, constatada a travsdel mdium, y los sntomas del paciente, as como el alivio logrado por ste ltimocomo consecuencia de la transferencia, prueban indudablemente que es justamente elespritu el que era la causa del trastorno. En muchos casos, la identidad del esprituha sido autentificada sin error posible. Despus de esa transferencia y ese desalojo

permanente del espritu obsesivo, el paciente se cura progresivamente. Es frecuenteel que varios espritus tengan que ser desalojados de un mismo paciente.

Es posible preguntarse por qu inteligencias del ms all no pueden tomar a su

cargo a esos espritus ligados a la tierra, para desalojarlo e instruirlo, sin que seanecesario sin que esos espritus controlen previamente al mdium. La razn es que amuchos de esos espritus ignorantes no pueden llegar los espritus ms evolucionadosdel mundo espiritual, hasta que ellos entren en contacto con unas condiciones fsicas,y sean obligados a constatar su situacin mediante un dilogo con una persona fsica.Slo en ese momento se abren a la ayuda venida de lo alto y pueden ser puestos en elcamino del progreso. Hasta entonces, todo sucede como si, por su apego a la vidaterrestre, por su confusin y su obstinacin, se aslan del mundo espiritual

propiamente dicho; con frecuencia, son incapaces de percibir a las entidades

desencarnadas (entre ellos, su padres o parientes ya fallecidos) que tratan deacercarse. La razn es que el plano donde residen estos espritus obsesivos (llamadoel Plano Terrestre) est, en realidad, ms cercano y ms unido a la materia terrestreque a las esferas espirituales propiamente dichas.

El hecho de que un espritu ignorante ligado a la tierra sea forzado a controlar unmdium en un crculo espiritista, permite, en general, a ese espritu comprender susituacin. Por otra parte, esto ofrece un inters para el investigador. Hay que aadirque, al mismo tiempo, grupos de otros espritus que estn en las tinieblas son guiadoshacia el crculo espiritista para que aprovechen la leccin ilustrada por elcomportamiento del espritu obsesivo que se expresa a travs del mdium

Numerosos espritus obsesivos se muestras especialmente insensatos y resultadifcil razonar con ellos. Esta situacin est ligada en parte a las falsas doctrinas, alas ideas fijas y a distintos privilegios adquiridos durante la vida fsica. Estosespritus son con frecuencia viles y violentos, y a veces es necesario reducirlosfsicamente, sosteniendo las manos del mdium.

Al darse cuenta de su verdadera situacin, muchos espritus tienen la sensacin deque van a morir, lo que significa que estn perdiendo el control del mdium.

Otros espritus estn en un estado de estupor somnoliento, deseando simplemente

que se les deje solos, y a veces es necesario un lenguaje severo para despertarlos,como veremos en las obsesiones que van a seguir. En los casos descritos, se alude


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muchas veces a un *calabozo+ en el que los espritus refractarios pueden ser situadospara impedirlos obsesionar a los vivos; los espritus obsesivos se lamentan a veces,en efecto, de haber sido retenidos en un *calabozo+. En nombre de cierta leyespiritual, espritus evolucionados tienen la facultad de situar a un espritu ignorante

y peligroso en una situacin parecida a una prisin, una habitacin impenetrable,como una clula de la que no hay posibilidad de evasin. Aqu es donde debenpermanecer espritus tercos, solos consigo mismos, viendo nicamente el reflejo desu propia personalidad. Ante sus ojos, aparecen sus acciones pasadas hasta que searrepienten, al menos en parte, y muestran un deseo de adaptarse a su nuevasituacin y de atenerse a las leyes espirituales de progreso.

Durante la transferencia, el estado psquico de la Sra. Wickland es el de un tranceinconsciente; sus ojos estn cerrados y su propio mental se mantiene en un estado desueo. Ella, personalmente, no recuerda en absoluto lo que ocurre durante este

periodo.La Sra. Wickland no sufre ninguna secuela de estas experiencias; fuera de lassesiones de mediumnidad, tiene un control perfecto de s misma y un espritu claro y

positivo. Despus de treinta y cinco aos de trabajo de mdium, no ha sufrido elmenor deterioro o el menor prejuicio.

Est protegida constantemente, desde el lado invisible, por la supervisin de ungrupo de inteligencias poderosas conocido bajo el nombre de AGrupo deMisericordia@ [en ingls: Mercy band]. Este grupo de espritus del ms all dirigeeste trabajo y, a travs de l, se esfuerza por llevar a la humanidad a caer en la cuenta

de la simplicidad de la transicin, llamada muerte, y de la importancia de unacomprensin racional de lo que sucede a los espritus.Uno de los fines de nuestro trabajo ha sido obtener, de primera mano,

informaciones fiables e incontestables sobre las condiciones de despus de la vida.Gracias a estas experiencias, contamos con informes detallados de cientos decomunicaciones, que han sido fielmente dactilografiadas.


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Captulo 3

CRTICA DE LA EXPLICACINPOR EL SUBCONSCIENTE

Durante treinta aos de incansables investigaciones entre los Amuertos@, hemospodido constatar fenmenos tan sorprendentes que parece increble que personasrazonables e inteligentes hayan podido ignorar durante tanto tiempo hechos que

pueden ser fcilmente comprobados. Hay una imposibilidad total de fraude en estasexperiencias; en trance, la Sra. Wickland ha hablado lenguas extranjeras totalmentedesconocidas para ella, ha utilizado expresiones que jams haba odo antes; msan, la identidad de los espritus que la controlaban fue comprobada muchas veces yse han podido aportar innumerables confirmaciones.

En una ocasin, convers con veintin espritus distintos, que hablaron uno trasotro utilizando el cuerpo de mi mujer; para mi mayor alegra, la mayora eran con

toda evidencia amigos y parientes que yo haba conocido cuando estaban en la tierra.En total, hablaron seis lenguas diferentes, cuando mi mujer slo habla sueco e ingls.

Una vez, nos fue enviada de Chicago una paciente, la Sra. A., de la que fuerondesalojados y dirigidos a controlar a la Sra. Wickland trece espritus (ver Captulo 12.Espritu: Frank Bergquist; paciente: Sra. A.). Entre ellos, siete fueron reconocidos

por la madre de la paciente, Sra. H.W., como parientes y amigos que ella habaconocido durante su vida terrestre. Uno de ellos era un ministro del culto, antes

pastor de la Iglesia Metodista de la que la Sra. H.W. era miembro; haba muerto enun accidente ferroviario nueve aos antes, pero todava no era consciente de este

hecho. Otro espritu era su cuada. Haba tambin tres mujeres de edad, amigas de lafamilia desde haca aos, un joven vecino y la suegra de la paciente, todoscompletamente desconocidos de la Sra. Wickland.

La Sra. H.W. habl ampliamente con cada uno de ellos, mientras ellos seexpresaban a travs de la Sra. Wickland. Ella comprob innumerables declaracioneshechas por los espritus y les ayud a realizar su cambio de situacin, as como delhecho de no haber dejado de obsesionar a su hija. Esta paciente est hoycompletamente curada y se ocupa activamente de asuntos familiares, musicales ysociales.

Otro caso va a demostrar claramente la realidad de la transferencia del paciente al


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mdium y la imposibilidad de que el Asubconsciente@ o una Apersonalidad mltiple@pueda jugar un papel cualquiera en el mdium. Una tarde de verano, nos llamaron acasa de la Sra. M., una seora culta y refinada; era gran msico y cuando susrequerimientos mundanos fueron demasiado importantes, sufri una depresin

nerviosa. Pareca incurable y se encontr durante seis semanas en tal estado dedelirio, que sus mdicos no eran capaces de aliviarla y, da y noche, tena enfermerasconstantemente a su cabecera.

Cuando encontramos a la paciente, sentada en su cama, lloraba un minuto como unnio abandonado, luego gritaba de pronto, llena de pnico: A(Mantilla! (Mantilla!@Despus, mientras discuta, hablaba un galimatas de hecho de una mezcla de inglsy espaol (ella no conoca nada de ste ltimo).

La Sra. Wickland dio inmediatamente su diagnstico de mdium, afirmando que setrataba sin ninguna duda de un caso de obsesin; esto fue confirmado de forma

inesperada cuando la Sra. Wickland, que estaba junto a la cama dispuesta a marchar(ya se haba puesto su abrigo), entr de repente en trance. La colocamos en un divnen la sala de msica, y all, durante dos horas, habl por turno con varios espritusque acababan de ser desalojados de la paciente para controlar temporalmente a laSra. Wickland.

Haba tres espritus: una muchacha llamada Mary, su novio americano y su rivalmexicano, Mantilla. Los dos hombres haban amado apasionadamente a la muchachay se odiaban ferozmente. En una pasin de celos, uno de ellos haba matado a lamuchacha; luego, en una lucha desesperada, los dos rivales se haban matado

mutuamente.Ninguno de los tres se haba percatado de que estaba muerto, aunque dice Mary,llorando miserablemente. AYo cre que se haban matado entre ellos, pero ah siguentodava luchando.@ Este drama causado por la pasin, el odio y los celos, no habaterminado con la muerte fsica; el grupo de los tres haba sido atradoinconscientemente a la atmsfera psquica de la paciente, y su lucha violenta se habacontinuado en el interior mismo de su aura. Como su resistencia nerviosa eraexcesivamente baja en aquel momento, uno despus de otro haban usurpado sucuerpo fsico, produciendo un trastorno que nadie en torno a ella poda explicar.

Con gran dificultad, se les convenci a los tres espritus de que haban perdido sucuerpo fsico, y fueron llevados por nuestros colaboradores invisibles.Durante ese tiempo, nuestra paciente haba rehecho su rostro. Mientras hablaba de

forma razonable a la sorprendida enfermera, caminaba con calma por la habitacinen que se encontraba. Pronto dijo: AEsta noche voy a dormir bien@, y volviendo a lacama, se durmi sin necesidad de los sedantes habituales y descans tranquilamentetoda la noche.

Al da siguiente, asistida por una enfermera, fue llevada a nuestra consulta;despedimos a la enfermera, tiramos sus medicamentos, y despus de un tratamiento

elctrico, la paciente cen con otros pacientes en el comedor comn; aquella noche,asisti a un espectculo dado en nuestra gran sala comn.


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Al da siguiente, le fue sacado otro espritu, era una nia que haba encontrado lamuerte en el terremoto de san Francisco, y que lloraba continuamente diciendo queestaba perdida en la oscuridad. No es necesario decir que fue consolada por espritusamigos que se ocuparon de ella. Les haba sido imposible lograrlo mientras estaba

enredada en el aura de una persona sugestionable.Despus de algunos meses de tratamiento, de reposo y de recuperacin, la pacientevolvi a su casa y reemprendi una vida normal.

Una de nuestras primeras experiencias en Chicago tuvo lugar el 15 de noviembrede 1906. Durante una de nuestras sesiones espiritistas, la Sra. Wickland se encontr

poseda por una extraa entidad y cay postrada en el suelo. Durante cierto tiempo,permaneci en un estado comatoso El espritu se manifest finalmente,comportndose como si estuviera pasando por un gran dolor. No dejaba de repetir:A)Por qu no tom ms fenol? Quiero morir; estoy muy cansado de vivir.@

Con una voz dbil, el espritu, que visiblemente era femenino, se quejaba de estarrodeado de una densa oscuridad, y no poda ver una lmpara que iluminabadirectamente el rostro de la Sra. Wickland. Cuchiche con voz apagada: A(Pobre hijomo!@ y cuando se le pregunt su nombre, dijo que se llamaba Mary Rose y que vivaen el nmero 202 de la South Green Street, una calle totalmente desconocida paranosotros en aquel momento.

Al principio, era incapaz de recordar una fecha, pero cuando se le pregunt:A)Estamos en el 15 de noviembre de 1906?", ella respondi: ANo, eso ser la prximasemana@. Su vida, segn ella, slo haba sido un rosario de amargas decepciones;

haba sufrido continuamente de trastornos abdominales crnicos, y finalmente,decidida a poner fin a su miserable existencia, se haba envenenado.

No se dio cuenta al momento de que haba conseguido efectivamente destruir sucuerpo fsico, porque, como la mayora de los suicidados, ignoraba totalmente laindestructibilidad de la vida y la realidad de una existencia despus de la muerte.Cuando, con nuestras explicaciones, resultaron ms claros para ella el por qu real dela vida y el sentido del sufrimiento, se sinti inundada por el arrepentimiento yofreci una plegaria sincera para conseguir el perdn. Entonces, se abri ligeramentesu visin espiritual y pudo ver la silueta espiritual de su abuela difunta, que haba

venido a llevarla al mundo espiritual.Una peticin posterior de informacin sobre la direccin que haba dado esta

suicidada, demostr que sus declaraciones era exactas; una seora con el nombre queella haba dado haba vivido efectivamente en aquella casa, y su hijo segua viviendoall. Nos dijeron que la Sra. Rose haba sido hospitalizada en el Cook CountyHospital y que haca una semana que haba muerto.

Al informarnos en el hospital, encontramos una prueba ms de la veracidad de loshechos, y obtuvimos una copia de los archivos de este caso:

Cook County Hospital, Chicago, Ils.

Mary Rose.


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Admisin el 7 de noviembre de 1906.Fallecida el 8 de noviembre de 1906.Envenenamiento con fenol.

N1 341.106

El siguiente caso va a demostrar tambin que muchas veces es posible laidentificacin del espritu. La Sra. Fl., una paciente que haba sido declarada loca eincurable por varios doctores, era una seora cultivada de natural dulce; pero sehaba vuelto muy impulsiva, blasfemando continuamente y pelendose con talviolencia que eran necesarias varias personas para dominarla.

Pasaba tambin por estados comatosos y luego por repetidas prdidas deconocimiento; sola rechazar el alimento y anunciarAque haba estado casada en elcielo por potencias celestiales@; en otros momentos, hablaba un lenguajeextraordinariamente grosero; estos estados variados se alternaban constantemente,

pero ninguna prueba verdadera de obsesin se puso en evidencia hasta que un da laSra. Fl. perdi la palabra; refunfuando como una idiota, simulaba perfectamente una

persona sorda y muda.Por aquella poca, un seor que proceda de un Estado vecino se present en

nuestro centro para visitar a una paciente. Poco despus de su llegada, la enfermeraque cuidaba de la Sra. Fl. cont que la paciente haba vuelto a cambiar de

personalidad y que hablaba como una nia. Este cambio era tan extrao que se lepidi al seor que entrara en la habitacin para observar a la paciente. sta ltima nolo conoca en absoluto y sin embargo, cuando entr, lo seal con el dedo y dijo con

voz aguda infantil. A(Conozco a este hombre! (l anudaba continuamente cintas enmis espaldas! (Y me tiraba los chupetes! (Me llev tambin a un campamento degitanos! Viva al otro lado de la calle, frente a mi casa, y me llamaba habitualmente*Yema de rosa+. *Tengo cuatro aos.+

El seor extraado confirm todo lo que ella acababa de decir: haba conocido aesta nia en su casa en Iowa, pero se haba muerto el ao pasado. Explic queadoraba a los nios y que en varias ocasiones haba llevado a esta nia a ver uncampamento de gitanos. Dijo tambin que, despus de comprar un da chupetes parala nia, se haba divertido tirndoselo en el corralito cuando ella estaba chupndolo.

Era evidente que el afecto que una a los dos seres haba atrado al espritu de lania hacia su amigo, y que ella encontr en la Sra. Fl. un vehculo a travs del cual

poda hacer conocer su presencia al seor.La paciente fue liberada de este espritu y, gradualmente, de las dems influencias

obsesivas. Algunos meses despus, fue declarada normal por un juez y un jurado, ydeclarada completamente competente para firmar papeles legales.

Otro caso interesante es el de la Sra. O., cocinera en un restaurante. Habaobservado que una camarera se comportaba de forma rara y pareca vctima de

alucinaciones. La Sra. O. llev a esta camarera a mi consulta. Despus de untratamiento elctrico, la paciente declar que se senta muy aliviada y volvi a su


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casa.Pero aquella noche, la propia Sra. O. se sinti vctima de un estado inexplicable de

nerviosismo, que la impidi dormir y que continu hasta las diez de la maanasiguiente. Justo en medio de sus preparativos para la cena, se puso de pronto furiosa,

se mes los cabellos y amenaz con herirse voluntariamente.Me llamaron. Al acercarme a ella, la encontr en un estado de demencia,

delirando, quejndose de que la seguan y no poda encontrar un lugar dondedescansar. Sospechando de la presencia de una entidad invisible, sent a la Sra. O. enuna silla y le at los brazos para evitar una lucha; despus de algunas palabras con elespritu obsesivo, ste declar que era un hombre, pero no quiso reconocer que murini que obsesionaba a una mujer.

Este espritu deca que se llamaba Jack, que era to de la camarera trastornada, yque haba sido toda su vida un vagabundo. Cuando pude hablar con l, el espritu

comenz a darse cuenta de su situacin y se fue prometiendo no volver a causarproblemas. La Sra. O. Recuper entonces inmediatamente su estado normal y volvia su trabajo sin ningn otro trastorno ulterior.

Se obtuvo ms tarde la confirmacin, a travs de la camarera, de que haba tenidoun to que se llamaba Jack, que ste haba sido vagabundo, y que se haba muerto. Eneste caso, la Sra. O. se haba comportado, de forma completamente involuntaria,como un mdium al que el espritu que obsesionaba a la camarera haba sidotransferido.

Hace aos, el Doctor Lydston cont en el diario de Chicago el caso de un paciente

que, aunque no tena ningn conocimiento de francs ni de msica, cantabaperfectamente la marsellesa en francs cuando estaba bajo la influencia de unanestsico. El Doctor Lydston, negndose a creer que la individualidad continuabaexistiendo despus de la muerte, explic este fenmeno como demostracin de unaconciencia subliminal, es decir de una memoria inconsciente. Lo compar con elcaso del criado sin instruccin que, delirando, recitaba latn clsico tan perfectamentecomo su antiguo patrono difunto, que haba sido profesor de latn, lo haba hechodurante su vida.

Yo repliqu en un artculo que fenmenos as se encontraban en la investigacin

metapsquica, y declar que, a pesar de los intentos de explicacin de los cientficosmaterialistas, estos casos demostraban claramente la existencia pstuma de losespritus y su capacidad para comunicarse por medio de los mortales. A mi juicio,aada yo, si se conociese la verdad sobre estos dos casos, se encontrara que elhombre que cantaba en francs era una persona sugestionable, es decir abierta lainfluencia de los espritus, y que estaba en estos momentos, controlada por algunaentidad del ms all. De la misma manera, explicaba yo, con toda probabilidad, elcriado que recitaba latn estaba posedo por el espritu del profesor que le habacontratado antes de morir.

Poco despus, el hombre al que aluda el doctor Lydston me escribi, despus deleer mi artculo. *Yo no s ni una palabra de francs+, me dice, *pero lo que s es que


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estoy terriblemente acosado por los espritus.+En el estudio de casos llamados de Apersonalidad mltiple@, de Adisociacin de

personalidad@, y en los Aestados disociados de conciencia@, los psiclogos modernosrechazan la posibilidad de que sean causados por inteligencias extraas. Alegan sobre

todo que las personalidades aberrantes que se apoderan de los pacientes, no danninguna seal que indique un origen espiritual o un conocimiento supra-normal.Pero, segn nuestra experiencia, esto se explica just

30 años entre los muertos - dr. carl wickland

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