Dijo Jesús a sus discípulos:

“ El que quiera

venirse conmigo, que

se niegue a sí mismo,

que cargue con su

cruz y me siga. Si uno

quiere salvar su vida;

la perderá; pero el

que la pierda por mí,

la encontrará.”.

“Tú piensas como los hombres no como Dios».

En el evangelio de hoy Jesús

reprende a Pedro porque no

está dispuesto a admitir un

Mesías sufriente.

Así se lo expresa Jesús:

Jesús no se limita a reprender a Pedro

ni a descalificar los criterios mundanos.

Ofrece un itinerario positivo,

centrado en la adhesión a Él:

“El que quiera venirse conmigo,

que se niegue a sí mismo,

que cargue con su cruz

y me siga”.

Tres condiciones para la amistad con el Maestro.

La abnegación no tiene hoy buena fama.

Al prójimo se le invita a «dar a su cuerpo alegría».

Sin embargo, sólo quien se niega a sí mismo

logra fortalecer su voluntad

y alcanzar las metas verdaderas.

“Negarse a sí mismo”

El cristiano se niega a sí mismo

para hacer suya la suerte de Jesús.

La cruz no es sólo un adorno, significa las opciones

y el estilo del Maestro.

Resume su camino y el nuestro.

“Cargar con la cruz”

La negación y la cruz

sólo tienen sentido para

el que ha decidido

seguir al Señor.

El seguimiento es la clave

de la vocación cristiana.

Lo fue para los primeros

discípulos de Jesús

y lo será siempre

para los que crean en Él.

“Seguir al Señor”

Señor Jesús,

que nuestras

opiniones y decisiones

se formen a la luz

de tu palabra. Amén.

Texto: José Román Flecha Andrés

PALABRA DEL SEÑOR –Salamanca

Presentación: Antonia Castro Panero

Música: Canto a la vida