(2009) carácter de las ocupaciones humanas en el área de los antiguos-monte zeballos y paso...

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    Una mirada desde el ltimo confn

    Tomo 2

    Compiladores

    Mnica Salemme - Fernando SantiagoMyrian lvarez - Ernesto Piana

    Martn Vzquez - Mara Estela Mansur

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    Arqueologa de la Patagonia : una mirada desde el ltimo confn / Mnica CiraSalemme ... [et.al.] ; compilado por Fernando Carlos Santiago ... [et.al.]. - 1a ed. -Ushuaia : Utopas, 2009.v. 2, 602 p. ; 18x28 cm.

    ISBN 978-987-1529-11-7

    1. Arqueologa. I. Salemme, Mnica Cira II. Santiago, Fernando Carlos, comp.CDD 930.1

    Fecha de catalogacin: 21/10/2009

    Arqueologa de la Patagonia - Una Mirada desde el ltimo confn

    de Mnica Salemme et al. Mnica Salemme et al.

    Compiladores:

    Fernando Santiago - Mnica Salemme - Myrian lvarez

    Ernesto Piana - Martn Vzquez - Mara Estela Mansur

    1ra Edicin - 300 ejemplares.

    Diseo, diagramacin y Edicin:

    EDITORIAL UTOPIAS de Jorge NavoneTe/Fax: 54 2901 424552Ushuaia - Tierra del Fuegowww.editorialutopias.com.ar

    Diseo de tapa: Jorge Navone

    Todos los derechos reservadosI.S.B.N: (Obra completa) 978-987-1529-09-4I.S.B.N: (Segundo volumen) 978-987-1529-11-7

    Impreso en Argentina - Noviembre 2009

    Queda hecho el depsito que marca la ley 11.723

    Queda estrictamente prohibida, sin la autorizacin escrita del autor, bajo las sanciones establecidas por

    las leyes pertinentes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cualquer medio o procedimiento,comprendidos la reprografa y el tratamiento informtico.

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    1061Mengoni Goalons et al.

    1 Instituto de Arqueologa, Facultad de Filosofa y Letras, UBA, 25 de Mayo 217 3er. piso, 1002 Buenos Aires. Correoelectrnico para correspondencia: [email protected]

    Carcter de las ocupaciones humanas en el

    rea de Los Antiguos- Monte Zeballos y Paso

    Roballos (Santa Cruz, Argentina)

    Guillermo L. Mengoni Goalons1, Mara Jos Figuerero Torres1,M. Victoria Fernndez1, Pamela V. Chvez1

    A B S T R A C T

    This paper explores the dynamics and history of human occupation during the Holocenealong the valleys forming a corridor between lake Carrera-Buenos Aires and the Columna-Ghio lakes in N.W. Santa Cruz. The analysis was based on the study of persistent places, thoserepeatedly used locations as indicated by radiocarbon dates. The intensity of occupation wasmeasured by the abundance (density) of lithic and animal bone discard and the variety oflithic reduction activities. Dated occupations were organized in two chronological periods: amore recent one from 760-1280 cal BP, and an earlier one from 2060-2350 cal BP. The northernJeinemeni-Zeballos river valley may have been a transit route with relatively short-term stopsat strategic places that were recurrently occupied for brief periods. In contrast, the southernGhio-Columna river valley showed longer-term occupations. This would suggest a dierentrole in mobility with marked dierences in the use patterns of places and lithic resources.

    INTRODUCCIN

    El objetivo general del proyecto marco en elque se encuadra el presente trabajo es estudiar lahistoria de la ocupacin de un rea cordillerana dePatagonia Centro-Meridional desde el poblamien-to indgena inicial hasta tiempos histricos.

    El rea de investigacin comprende una franja

    de territorio que corre adyacente al lmite entreArgentina y Chile (entre 4630 S y 4710 S). Estarea ha sido dividida en dos sectores: (a) sector nor-te de Los Antiguos-Monte Zeballos recorrido porlos ros Los Antiguos y Jeinemeni-Zeballos, drenan-do ambos valles en el Lago Buenos Aires (200 m), y(b) sector sur de Paso Roballos surcado por los rosGhio-Columna (500 m) que corren primero hacia elsur y luego al este (Figura 1).

    El ro Los Antiguos nace en la zona del MonteZeballos de ms de 2000 m de altura en la mese-

    ta del Lago Buenos Aires. Las otras dos cuencasnacen en la zona algo ms baja conocida como ElPortezuelo (1500 m). Esta comarca constituye uncorredor natural que corre entre la Precordillera de

    los Andes (Chile) y el borde oeste de la Meseta delLago Buenos Aires (Argentina).

    En tiempos recientes esta zona fue afectadapor las erupciones del volcn Hudson (45 54 S, 7258 O) ubicado a unos 120 km al N.O. del pueblo deLos Antiguos. Es presumible que el rea tambin se

    haya visto impactada por otras erupciones previasdurante el Holoceno, en especial durante las erup-ciones masivas que han sido documentadas a lo lar-go de su historia, tales como aqullas datadas 3600y 6700 aos AP que tuvieron una amplia dispersinpor Patagonia sur (Naranjo y Stern 1998).

    El inters arqueolgico de esta rea de investi-gacin radica en que se trata de una va de comu-nicacin que une dos cuencas lacustres de origenglaciario (entre otros, Singer et al. 2004; Glasser yJansson 2005; Douglass et al. 2006) que son impor-

    tantes por su extensin y potenciales condicionespara la habitabilidad. Nos referimos al lago Carre-ra-Buenos Aires al norte y a los lagos Cochrane-Pueyrredn y Posadas al sur.

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    Adems, a travs de estos valles se puede ac-ceder sin dicultad a los territorios que se extien-den al oeste en direccin al Pacco, por ejemplo atravs del valle del ro Chacabuco que drena en elro Baker. Por lo tanto, se trata de una potencial va

    de trnsito para el desplazamiento de los gruposque habitaban estas reas cordilleranas. Pensamosque este corredor podra tener caractersticas ar-queolgicas potencialmente distintas a las vas decomunicacin tradicionalmente exploradas comoson las extra-cordilleranas de la estepa del interiorde Patagonia o la costa martima.

    CONCEPTOS TERICOS-METODOLGICOS

    La historia de ocupacin de un rea suele serel resultado de un proceso dinmico en el que se

    conjugan aspectos socioculturales y ambientales.Estos factores condicionan el patrn de ocupacinde los diferentes lugares que son habitados en elcorto y largo plazo. Algunos lugares pueden mos-trar ocupaciones continuas y otros ocupacionesdiscontinuas, como resultado del uso prolongadoo breve de esos espacios en combinacin con lastasas de acumulacin de sedimentos. Por lo tanto,el ritmo de ocupacin de un rea est dado por elorden y alternancia en que los diferentes espacios(lugares) son utilizados a travs del tiempo. Tam-

    bin es importante en una escala espacial mayorconsiderar a las vas de circulacin que permiten es-tablecer redes de trnsito entre los diferentes luga-res ocupados en una regin. Pensamos que a partirde un mayor control cronolgico de las ocupacio-nes detectadas podremos determinar el ritmo questas tuvieron, discernir su duracin (corta o larga)y establecer si se produjeron abandonos (breves o

    prolongados), conformando as un patrn de ocu-pacin regional (Wandsnider 1998). Como se men-

    cion ms arriba conocer la historia de la ocupacines el principal objetivo del proyecto marco dentrodel que se inserta este trabajo.

    Hay dos conceptos que han sido de utilidadpara discutir algunos de estos temas: persistenciae intensidad. Ambos conceptos han sido aplicadosal anlisis de los diferentes lugares estudiados y lasocupaciones identicadas en cada uno de ellos a nde categorizar su carcter.

    Se denominan lugares persistentes a aque-llos espacios que han sido usados repetidamente

    durante la ocupacin a largo plazo de una regin(Schlanger 1992). Estos lugares pueden tener cua-lidades nicas que los han hecho propicios para eldesarrollo de ciertas actividades, tareas o prcticas.Asimismo, pueden estar caracterizados por poseerciertos rasgos arqueolgicos que sirven de focopara su reocupacin. Tambin pueden formarsecomo resultado de la visita reiterada dado lo atrac-

    Figura 1. Mapa de ubicacin de los sitios arqueolgicosdiscutidos.

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    tivo que puede resultar la existencia de materialesculturales depositados previamente.

    Las dataciones pueden servirnos para ver si eluso de los lugares fue reiterado (o no) a lo largo deltiempo, con qu grado de intermitencia se dieron

    las ocupaciones y si hubo perodos de abandonoque puedan ser corroborados en el registro sedi-mentario del sitio.

    La intensidad en la ocupacin de un espacio sevincula con el esfuerzo (o energa) invertido en eldesarrollo de una cierta gama de tareas en un de-terminado lugar a lo largo del tiempo. En este sen-tido, intensidad tambin involucra un componentetemporal. As lo plantean otros trabajos que hacenuso del concepto de intensidad, pero aplicado -porejemplo- a estructuras de combustin, donde se

    mide el tiempo de combustin, el grado de oxige-nacin y el tipo de combustible utilizado (Mallol etal. 2007).

    Algunos autores tambin lo han empleado en elanlisis de material ltico cuando se quiere discutirel tiempo y energa invertidos en la reduccin de ar-tefactos (por ejemplo, Dibble 1995; Clarkson 2002).Otros autores lo han usado como expresin de lacantidad de gestos tcnicos (tool strokes) utiliza-dos para faenar un animal o acceder a algunos desus productos (Egeland 2003; Pickering y Egeland

    2006). Tambin se ha aplicado al estudio de restosvegetales para discutir los patrones de uso y consu-mo de plantas (por ejemplo, Bonzani 1997; Pearsall2000). Todos estas diferentes clases de materialespueden ser considerados globalmente como part-culas sedimentarias cuyo origen y cantidad sirvende medida para estimar la intensidad de las ocu-paciones (Otte et al. 2003) al igual que las tasas deacumulacin de sedimentos (Stein et al. 2003).

    La intensidad puede medirse a travs del nme-ro de veces que un espacio particular fue ocupado

    y el tiempo involucrado en dichas ocupaciones. Esesperable que cuanto mayor sea el tiempo com-prendido mayor ser la variedad de actividadesdesarrolladas y, por ende, la cantidad de descarteacumulado (Binford 1983).

    En nuestro trabajo la abundancia del descartefue calculada a partir de la densidad de materiales

    por volumen expresada por el nmero de tems/dm3. Esta frmula vale tanto para el descarte lti-co como para los desechos seos de fauna u otrostipos de vestigios. La escala que empleamos paramedir el grado de intensidad a partir de la cantidad

    de descarte fue la siguiente: Baja: 0 a 4 tems/dm3

    Media: 5 a 10 tems/dm3

    Alta: 11 ms tems/dm3

    Adems de la densidad, la variedad del descar-te es tambin una medida que se relaciona con ladiversidad de tareas y actividades desarrolladas(Wandsnider 1992). Por lo tanto, la densidad de dis-tintas clases de artefactos y ecofactos ser utilizadapara medir la intensidad de las ocupaciones (Hol-daway et al. 2000; Marwick 2002; Otte et al. 2003).

    Tomamos la evidencia de la tecnologa reductivaltica para explorar la variedad de tareas realizadasen cada localidad en relacin con los recursos dis-ponibles regionalmente (Holdaway et al. 2000).

    Dentro del concepto de una tecnologa reducti-va, las unidades de anlisis elegidas fueron las queconceptualmente reeren por un lado, a la fuente omatriz, de las cuales se extraen elementos y, por elotro, a los elementos extrados (Steen et al. 1998;Hiscock 2007). Sobre esta base diferenciamos trescategoras principales: los ncleos, los artefactos

    formatizados y los desechos.Adicionalmente, constatamos si cada uno de

    estos elementos tena restos de corteza. La canti-dad de corteza puede ser tomada como un indica-dor del largo de la secuencia de reduccin, poste-rior transporte de elementos y cercana entre loslugares de obtencin de materias primas y los demanufactura, uso y descarte de artefactos (Shiner2004; Holdaway et al. 2008). En nuestro caso he-mos tomado la presencia de corteza en cada unade las categoras descriptivas del proceso de re-

    duccin como marcador de su intensidad: a mayorreduccin, menor ser la presencia de corteza en elconjunto (Dibble et al. 2005).

    Con estas seis categoras de anlisis (formatiza-dos, ncleos y desechos, con o sin corteza) espera-mos ver si hubo diferencias en la variedad de activi-dades reductivas desarrolladas en cada localidad.

    DESCRIPCIN DE LAS LOCALIDADES Y DISPONIBILIDAD DE MATERIAS

    PRIMAS LTICAS

    Son varias las localidades que han sido estu-diadas hasta el momento a lo largo del rea deinvestigacin, tanto en el sector norte como sur(Mengoni Goalons y Figuerero Torres 2005; Figue-rero Torres y Mengoni Goalons 2007a; Figuerero

    Torres y Mengoni Goalons 2007b). Contamos conla informacin de ocupaciones en aleros y cuevasque poseen estratigrafa que han brindado materialartefactual, vestigios seos de animales y restosvegetales. Esta informacin se complementa con

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    aqulla provista por concentraciones y material ar-queolgico aislado hallado en supercie y en capaen sitios a cielo abierto. A n de comparar ambossectores hemos elegido aquellos sitios que poseensecuencias datadas o material en estratigrafa (Fi-

    gura 1).En el sector norte se encuentra el Alero El Re-

    fugio II (4642S ; 7137 O; altitud: 900 m) ubicadosobre el faldeo E del valle del ro Jeinemeni, a unos30 km al sur de Los Antiguos (Figuerero Torres yMengoni Goalons 2007b) (Figura 1). Aqu se iden-ticaron cuatro capas naturales con una potenciatotal de 25 cm.

    El Alero Mauricio II (4647 S; 7148 O; altitud:670 m) tambin en el sector norte, est ubicado so-bre la margen derecha del ro Jeinemeni medio, a

    1 km aguas debajo de la conuencia con el ro Ze-ballos (Figura 1). El reparo rocoso es de unos 18 mpor 3 m con exposicin al N.O. Se trata de un sitiomulti-componente que fue ocupado repetidas ve-ces a lo largo de los ltimos milenios. Si bien anno se lleg al nivel basal, disponemos de muestrasarqueolgicas analizadas de las capas naturales ex-cavadas. La estratigrafa de este alero comprende10 capas naturales identicadas en una superciede 2m2. En conjunto tienen una potencia de 100cm. La capa 1 es de guano y las capas 2 a 5 no con-

    tienen restos arqueolgicos, por lo que este anlisisse basa sobre el contenido de las capas 6 a 10 inclu-sive. Los fechados disponibles provienen de la capa9 (Tabla 1). La capa 10 en este alero, descansa sobreuna capa de ceniza volcnica no-basltica impura(Corina Risso, FCEN-UBA, comunicacin personal2008).

    En el sector sur contamos con el Alero Colmi-llo Sur I (4710 S; 7145 O; altitud: 730 m) (Figura1). Se trata de un reparo rocoso, formado al pie deunas bardas que enmarcan un caadn que corre

    en sentido N-S, cercano al faldeo sur del cerro ho-mnimo. El alero es de 5 m por 2,5 m y tiene expo-sicin al oeste. Se identicaron cinco capas natura-les en una supercie de 1m2. La potencia que stasabarcan es de 62 cm. La capa 1 es de guano y esteanlisis comprende el contenido de las capas 2 a 4inferiores sin haber alcanzado el fondo del alero.Los fechados provienen de las capas 4 superior einferior (Tabla 1).

    Lago Columna I (4710 S; 7137 O; altitud: 600m) es una cueva cercana a la costa norte del lago

    homnimo (Figuerero Torres y Mengoni Goalons2007b) (Figura 1). Se identicaron seis capas natu-rales con una potencia de 50 cm.

    Para discutir la intensidad de la ocupacin detodos estos sitios se emple la abundancia del des-carte expresada en trminos de densidad. A n deevaluar el rango total de variacin de la densidad se

    incluy tanto aquellos sitios que estn caracteriza-dos por ocupaciones efmeras (Alero El Refugio II yCueva Lago Columna I) como aqullos en los quelas ocupaciones son ms intensas (Alero Mauricio IIy Alero Colmillo Sur I). Como se ver ms adelante

    esto posibilit agrupar las diferentes ocupacionesidenticadas en cada una de las localidades sobrela base de la frecuencia combinada de artefactoslticos y material seo acumulados por unidad es-tratigrca.

    Para analizar comparativamente la variedadde tareas en los dos sectores del rea de investiga-cin y su variacin temporal nos concentramos ensolamente dos de las localidades (AMII y CSI), porposeer secuencias estratigrcas de ms potencia,disponer de anclaje cronolgico para algunas de

    sus capas y contener gran cantidad (n > 500) de ar-tefactos lticos descartados.De ese modo se denieron dos bloques cronol-

    gicos sobre la base de los fechados radiocarbnicosactualmente disponibles (Tabla 1). Las diferentesocupaciones identicadas en ambas localidadesfueron agrupadas de acuerdo con su cronologaabsoluta, su ubicacin relativa dentro de la pila es-tratigrca y su individualizacin como unidadesdiscretas. Las diferentes unidades de anlisis fue-ron denidas a partir de una unidad estratigrca

    en particular o como agregados de varias capas.A partir de estos criterios denimos un bloque

    ms reciente que va de 760-1280 aos cal. AP Estebloque rene a las capas 6-9 y provisoriamente ala capa 10 de AMII y, adems, a las capas 2-3 y ala 4s (superior) de CSI. El otro bloque ms antiguoque abarca los 2060-2350 aos cal. AP est com-puesto por el momento slo por la capa 4i (inferior)de CSI en el sector Sur. De esta manera se dispusode muestras repartidas a lo largo de las secuenciastemporales y tambin representadas ambos secto-

    res espaciales.En cuanto a las materias primas lticas, realiza-

    mos un anlisis ms detallado para ver si las acti-vidades tecnolgicas estuvieron condicionadas porla estructura regional de este recurso (Nelson 1991;Andrefsky 1998). Para esto revisamos los trabajospara reas aledaas al rea de estudio que analiza-

    SitioCapas

    datadasEdades

    Aos 14C AP

    EdadesAos calibrados AP

    (2 sigmas)

    AMII9(1)

    9(3)

    900 40

    980 40

    760-930

    790-980

    CSI 4 superior4 inferior

    1180 552197 58

    980-12802060- 2350

    Tabla 1: Fechados radiocarbnicos de los sitios AleroMauricio II (AMII) y Colmillo Sur I (CSI).

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    ron las materias primas disponibles regionalmentey las representadas en el registro arqueolgico.

    Las materias primas ms representadas son:obsidiana, basaltos y variedades de slices. Estasclases son las que hemos empleado para clasicar

    las muestras analizadas. La obsidiana provendra deuna fuente secundaria circunscripta a la localidadde Pampa del Asador, meseta Belgrano (Espinosay Goi 2004; Stern 2004). Los anlisis geoqumicosde materiales arqueolgicos indican que tiene unamuy amplia distribucin, desde Puerto Madryn alN.E. hasta Tierra del Fuego (Garca-Herbst et al.2007). La localizacin de esta fuente se encuentraentre 80 y 120 km del rea de estudio, por lo que esconsiderada una materia prima no-local (Geneste1988).

    Los basaltos se hallan en fuentes secundariasrelacionadas con geoformas glaciuviales y aluvia-les que rodean las mesetas tectnicas pre-andinasde las cuencas bajo estudio (Gurieb 2004). Estacategora incluye tambin rocas andesticas. Lasmesetas prximas que contienen estas rocas g-neas son la del lago Buenos Aires, al este, y la de

    Chile Chico, al N.O. (Ramos 2002a, b; Gorring et al.2003; Brown et al. 2004; Espinoza et al. 2005), porlo tanto estn disponibles en la regin y los consi-deramos una materia prima local.

    Las slices es una categora general que engloba

    a una variedad de materias primas cuya composi-cin est caracterizada por un alto contenido deSiO

    2y un colorido sumamente diverso. En general,

    todas estas variedades de rocas y minerales se ha-llan en fuentes secundarias en distintas porcionesde las cuencas estudiadas. Algunas localizacionesque se destacan son: a) los ros Tarde y Pedregoso,auentes del lago Posadas (Cassiodoro et al. 2004),b) la zona de rocas aborregadas y la divisoria entrelas cuencas Posadas y Ghio (Gurieb 2000; Cassio-doro et al. 2004), c) el valle Chacabuco superior

    (Mndez Melgar 2004), y d) el ro Jeinemeni infe-rior (Mndez Melgar 2004). Hay una sola mencinde una fuente primaria en las rocas aborregadas delComplejo El Quemado, ubicado al norte del LagoPosadas (Cassiodoro et al. 2004). Al igual que losbasaltos, las consideramos una materia prima lo-cal.

    INTENSIDAD DE LAS OCUPACIONES Y CANTIDAD DE DESCARTE

    En la gura 2 vemos cmo se agrupan las dife-rentes ocupaciones identicadas en una serie desitios ubicados de norte a sur a lo largo de la franjade territorio investigada a partir de los conteos dematerial ltico y vestigios seos faunsticos. Los da-tos empleados para este grco incluyen informa-cin de las ltimas excavaciones complementandoaquella presentada en trabajos anteriores (Mengo-ni Goalons y Figuerero Torres 2005; Figuerero To-

    rres y Mengoni Goalons 2007b; Figuerero Torresy Mengoni Goalons 2007a). Se advierten cuatro

    Figura 2. Cantidad de descarte (densidad) por ocupa-cin de los siguientes sitios: Alero El Refugio II (AER),Alero Mauricio II (AMII), Alero Colmillo Sur I (CSI) yCueva Lago Columna I (LC).

    grupos de ocupaciones. Hay ocupaciones caracte-rizadas por un bajo descarte ltico que se asocia conpoco material seo (Grupo A). Otras ocupacionesposeen una moderada cantidad de descarte lticoy una variada cantidad de restos seos (Grupo B).Hay tambin ocupaciones con alto descarte ltico ymoderado descarte seo (Grupo C). Por ltimo hayocupaciones con bajo descarte ltico y una alta can-tidad de restos seos (Grupo D).

    En un trabajo anterior (Figuerero Torres y Men-goni Goalons 2007b) vinculamos estos patronescon el grado de intensidad en la ocupacin. Una altadensidad de materiales se correspondera con unaalta intensidad en la ocupacin y una baja densidadcon una baja intensidad. Por lo tanto, tambin ca-bra pensar que estos patrones puedan estar rela-cionados con la variedad de tareas desarrolladas yel tiempo involucrado.

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    El total del material ltico para ambos sitios estvolcado en las siguientes tablas (2 y 3) que detallanlas cantidades correspondientes a las categorasde artefactos formatizados, ncleos y desechos(AMII: n=1812; CSI: n=3674). En las tres categorasse registr la presencia de corteza. Dentro de cadabloque temporal examinamos las tendencias de lasactividades reductivas para cada conjunto y, luego,por materia prima.

    Bloque temporal (760-1280 aos cal. AP)La unidad de anlisis compuesta por las capas

    6-9 de AMII (Tabla 2) muestra todas las categorasdescriptivas que involucra el proceso de reduccinltica. La proporcin de artefactos formatizadoscon corteza es alta (43,7%) comparada con el totalpara la localidad (35,1%). Estas capas incluyen unacuarta parte de los ncleos del sitio, los cuales tie-nen una proporcin menor de elementos con cor-teza (25,0% vs. 50,0% para el sitio). Los desechosdominan cuantitativamente (97,8%) y muestranelementos con corteza (7,5%).

    Capas Fsc Fcc Nsc Ncc Dsc Dcc Total

    6-9 9 7 3 1 817 66 903

    % parcial 1,0 0,8 0,3 0,1 90,5 7,3 100,0

    % cortezapor

    categora43,7 - 25,0 - 7,5 -

    10 15 6 5 7 768 108 909

    % parcial 1,6 0,7 0,5 0,8 84,5 11,9 100,0

    % cortezapor

    categora- 28,6 - 58,3 12,3 -

    Todas 24 13 8 8 1585 174 1812

    % total 1,3 0,7 0,4 0,4 87,5 9,6 100,0

    % cortezapor

    categora- 35,1 - 50,0 - 9,9 -

    Tabla 2. Material ltico de Alero Mauricio II para los ele-

    mentos formatizados (F), ncleos (N) y desechos (D),sin corteza (sc) y con corteza (cc).

    El conjunto de la capa 10 de AMII posee repre-sentadas todas las actividades reductivas. La pro-porcin de artefactos formatizados con corteza(28,6%) es ms baja que las de las capas superioresy no se aleja demasiado de los valores para todo elsitio (Tabla 2). En esta unidad hay mayor cantidadde ncleos de los cuales ms de la mitad (58,3%)

    presentan restos de corteza. Los desechos domi-nan (97,1%) el conjunto.

    En el sitio CSI, la unidad de anlisis compuestapor las capas 2-3 no presentan todos los elementosreductivos (Tabla 3). La proporcin de corteza delos elementos formatizados es del 27,6%, siendomenor a los valores observados en el conjunto 6-9 ysemejante a la capa 10 de AMII. Hay muy pocos n-cleos con respecto a las otras categoras y ningunopresenta corteza. Estos valores son notoriamentemenores a los de AMII. Los desechos de estas capastambin dominan el conjunto (95,4%) y la propor-cin de restos con corteza es menor (5,0%) a la deAMII.

    El conjunto de 4s de CSI estn representadastodas las categoras del trabajo de reduccin (Tabla3). La proporcin de artefactos formatizados concorteza es menor (21,7%) al conjunto anterior y aAMII. Los ncleos (0,2%), especialmente aqulloscon corteza, tienen una muy baja representacin.Los desechos predominan (98,1%) y hay una mayorcantidad de desechos con corteza (7,2%) y se acer-can a los de AMII.

    Las diferencias ms notables entre los dos sitiosson la cantidad de ncleos, que es ms del doble enAMII, y los porcentajes de elementos con corteza,que es menor en CSI en todas las categoras (for-matizados, ncleos y desechos).

    Capas Fsc Fcc Nsc Ncc Dsc Dcc Total

    2 y 3 21 8 3 0 623 33 688

    % parcial 3,0 1,2 0,4 0,0 90,6 4,8 100,0

    % corteza

    por cate-gora

    - 27,6 - 0,0 - 5,0 -

    4s 18 5 2 1 1258 97 1381

    % parcial 1,3 0,4 0,1 0,1 91,1 7,0 100,0

    % cortezapor cate-

    gora- 21,7 - 33,3 - 7,2 -

    Todas 39 13 5 1 1881 130 2069

    % total 1,9 0,6 0,2 0,1 90,9 6,3 100,0

    % cortezapor cate-

    gora- 25,0 - 16,6 - 6,5 -

    Tabla 3. Material ltico de Colmillo Sur I para los elemen-

    tos formatizados (F), ncleos (N) y desechos (D), sincorteza (sc) y con corteza (cc).

    VARIEDAD DE LAS ACTIVIDADES REDUCTIVAS

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    1067Mengoni Goalons et al.

    Las actividades reductivas evidenciadas por elmaterial ltico para este bloque temporal son msclaras si se relacionan con los recursos disponiblesregionalmente. Para ello dividimos a los materialeslticos en las categoras de materias primas com-prendidas en el modelo de disponibilidad regionalactualmente vigente que fue detallado ms arriba.

    El objetivo de este ejercicio fue ver si existe un pa-trn consistente en la ausencia de elementos pormateria prima que se correlacione con la distanciaa la fuente conocida.

    En el sector norte en ambos conjuntos de AMIIel basalto es la nica materia prima representadaen todas las categoras de las actividades reduc-tivas (Tabla 4). No obstante, el descarte total debasalto en las capas 6-9 representa cantidades in-termedias (33,0%) entre las slices (52,6%) y la obsi-diana (14,4%) (Tabla 6). Un cuarto de los ncleos debasaltos tienen corteza como as tambin la mitadde los elementos formatizados. Un 14,0% de losdesechos de esta roca muestran corteza. Como sever este valor es ms alto que para las otras ma-terias primas. En la capa 10 el total de descarte delos basaltos (44,4%) se asemeja en cantidad al delas slices (43,4%) y est por encima de la obsidia-

    AMII Materias primas Fsc Fcc Nsc Ncc Dsc Dcc Parcial

    Capas 6-9 Obsidiana 1 1 0 0 123 5 130

    - % parcial 0,8 0,8 0,0 0,0 94,6 3,8 100,0

    - % corteza por categora - 50,0 - 0,0 - 3,9 -

    - Basaltos 1 1 3 1 251 41 298

    - % parcial 0,3 0,3 1,0 0,3 84,2 13,7 100,0

    - % corteza por categora - 50,0 - 25,0 - 14,0 -

    - Slices 7 5 0 0 443 20 475

    - % parcial 1,5 1,0 0,0 0,0 93,3 4,2 100,0

    - % corteza por categora - 41,7 - 0,0 - 4,3 -

    Capa 10 Obsidiana 2 1 0 0 93 14 110

    - % parcial 1,8 0,9 0,0 0,0 84,5 12,7 100,0

    - % corteza por categora - 33,3 - 0,0 - 13,1 -

    - Basaltos 1 1 1 5 325 71 404

    - % parcial 0,2 0,2 0,2 1,2 80,4 17,6 100,0

    - % corteza por categora - 50,0 - 83,3 - 17,9 -

    - Slices 12 4 4 2 350 23 395

    - % parcial 3,0 1,0 1,0 0,5 88,6 5,8 100,0

    - % corteza por categora - 25,0 - 33,3 - 6,2 -

    Tabla 4. Material ltico por materia prima de los conjuntos del sitio Alero Mauricio II, del Bloque Temporal 760-1280

    aos cal. AP Elementos formatizados (F), ncleos (N), desechos (D), sin corteza (sc) y con corteza (cc).

    na (12,1%). Esta capa sigue las mismas tendenciasque las anteriores para los basaltos pero tiene unamayor proporcin de ncleos con corteza (83,3%) ydesechos con corteza (17,9%).

    Las ausencias ms notables son los ncleos deobsidiana en las capas 6-9 y la 10. No obstante, hayelementos formatizados y desechos con corteza

    en todas las capas. En las capas 6-9 la proporcinde desechos con corteza de esta materia prima essemejante a las slices aunque bastante menor queel porcentaje de los desechos de basaltos con cor-teza. En cambio en la capa 10 esta proporcin dedesechos con corteza de obsidiana se asemeja a lasde los basaltos.

    Las slices son la materia prima ms abundan-te en las capas 6-9 (52,6%) y en la capa 10 es casitan preponderante (43,4%) como los basaltos. Fal-tan por completo los ncleos en las capas 6-9. Encambio hay muchos artefactos formatizados aban-donados en el lugar. La proporcin de artefactosformatizados y los desechos con corteza en amboscasos es menor a las dems materias primas.

    En el sector sur en CSI en el conjunto de las ca-pas 2-3 ninguna materia prima tiene representadastodas las categoras de reduccin mientras que s

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    ArqueologadelaPatagonia-Unamiradadesdeelltimoconfn

    lo estn en el conjunto de la 4s. Cuantitativamenteen las capas 2-3 las slices tienen mayor descarte(50,1%) superando a la obsidiana (28,6%) y a losbasaltos (21,2%). Sin embargo, la proporcin dedescarte con corteza de las slices no es consisten-temente la ms elevada en comparacin con lasdems materias primas. La ausencia ms destaca-

    ble es la falta de ncleos con corteza. Los artefac-tos formatizados con corteza tienen valores algomayores (27,8%) y los desechos con corteza tienenvalores intermedios entre la obsidiana y los basal-tos (Tabla 6). Esta situacin contrasta con la repre-sentacin completa de todas las categoras de re-

    duccin de las slices para la capa 4s. Aqu dominantambin las slices (54,0%) por sobre la obsidiana(30,8%) y los basaltos (15,2%) (Tabla 6). La propor-cin de artefactos formatizados con corteza de lasslices es muy baja dentro de esa categora (6,6%)en comparacin con las dems materias primas ytambin con respecto al conjunto anterior. Los de-

    sechos con corteza dentro de esta categora (8,1%)son algo mayores y se asemejan a los valores deaqullos de la obsidiana en este conjunto.

    Hay ncleos de obsidiana sin corteza en las ca-pas 2-3 y faltan por completo en la capa 4s. Dentrodel conjunto de las capas 2-3, la proporcin de ar-tefactos formatizados de obsidiana con corteza esalta (28,6%) y semejante a la de las slices (27,8%).Tambin el porcentaje de desechos de obsidia-na con corteza (6,9%) es superior al de las slices(5,2%), lo que seala cierta similitud en el trabajo

    de reduccin. En la capa 4s la proporcin de arte-factos formatizados con corteza (50,0%) es muysuperior al de las slices (6,7%) aunque los valoresde desechos con corteza son semejantes (7,0%).

    Hay una proporcin muy baja de ncleos de ba-salto. Faltan aqullos con corteza en la capa 2-3 yestn ausentes en la capa 4s. Esta materia prima

    CSI Materias primas Fsc Fcc Nsc Ncc Dsc Dcc Parcial

    Capas 2-3 Obsidiana 5 2 1 0 176 13 197

    - % parcial 2,5 1,0 0,5 0,0 89,3 6,6 100,0

    -% corteza por

    categora- 28,6 - 0,0 - 6,9 -

    - Basaltos 3 1 1 0 138 3 146

    - % parcial 2,1 0,7 0,7 0,0 94,5 2,1 100,0

    -% corteza por

    categora- 25,0 - 0,0 - 2,1 -

    - Slices 13 5 1 0 309 17 345

    - % parcial 3,8 1,4 0,3 0,0 89,6 4,9 100,0

    -% corteza por

    categora- 27,8 - 0,0 - 5,2 -

    Capa 4s Obsidiana 4 4 0 0 388 29 425

    - % parcial 0,9 0,9 0,0 0,0 91,3 6,8 100,0

    -% corteza por

    categora- 50,0 - 0,0 - 7,0 -

    - Basaltos 0 0 0 0 201 9 210

    - % parcial 0,0 0,0 0,0 0,0 95,7 4,3 100,0

    -% corteza por

    categora- 0,0 - 0,0 - 4,3 -

    - Slices 14 1 2 1 669 59 746

    - % parcial 1,9 0,1 0,3 0,1 89,7 7,9 100,0

    -% corteza por

    categora- 6,7 - 33,3 - 8,1 -

    Tabla 5. Material ltico por materia prima de los conjuntos del sitio Colmillo Sur I, del Bloque Temporal 760-1280

    aos cal. AP Elementos formatizados (F), ncleos (N), desechos (D), sin corteza (sc) y con corteza (cc).

    Sitio Capas%

    Obsidiana% Basalto % Slices

    AMII 6-9 14,4 33,0 52,6

    10 12,1 44,4 43,4

    CSI 2-3 28,6 21,2 50,1

    4s 30,8 15,2 54,0

    4i 27,3 24,7 48,0

    Tabla 6. Materias primas en los conjuntos de Alero Mau-ricio II y Colmillo Sur I.

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    1069Mengoni Goalons et al.

    es la que tiene tambin menores valores de repre-sentacin en ambos conjuntos. Con respecto a lasslices, materia prima siempre mayoritaria, repre-senta menos de la mitad (21,2%) en las capas 2-3 ytres veces menos (15,2%) en la capa 4s. Acompaa

    esta tendencia la baja proporcin de artefactos for-matizados de basalto en las capas 2-3 y una ausen-cia total en la capa 4s. El porcentaje de desechossin corteza en los basaltos es siempre inferior a lasotras dos materias primas.

    Bloque temporal 2060-2350 aos cal. APEl bloque temporal ms temprano est repre-

    sentado slo por la ocupacin de la capa 4 inferiorde Colmillo Sur I en el sector sur (Tabla 1).

    Capas Fsc Fcc Nsc Ncc Dsc Dcc Total

    4i 32 7 2 3 1475 86 1605

    % total 2,0 0,4 0,1 0,2 91,9 5,3 100,0

    % cortezapor categora

    - 17,9 - 60,0 - 5,5 -

    Tabla 7. Material ltico de la capa 4i de Colmillo Sur Ipara los elementos formatizados (F), ncleos (N) y dese-chos (D), sin corteza (sc) y con corteza (cc).

    El total de material ltico para el bloque est vol-cado en la tabla 7. Esta muestra que todas las cate-

    goras de reduccin se hallan presentes, dominan-do, como en los otros casos, los desechos (97,2%).Aqu, en comparacin con el bloque temporal msreciente del mismo sitio, la proporcin de ncleoscon corteza es mayor (60,0%), la de los artefactos

    formatizados es algo menor (17,9%) y la de los de-sechos semejante (5,5%).

    En este conjunto las slices evidencian todas lasactividades de reduccin (Tabla 8). Son las slices elmaterial ms descartado (48,0%) seguido en pro-porciones semejantes, por la obsidiana (27,3%) ylos basaltos (24,7%) (Tabla 6). La cantidad de ele-mentos formatizados de slices es alta dentro delconjunto, pero proporcionalmente los elementoscon corteza (12,5%) son menores que para las de-ms materias primas. La proporcin de los dese-

    chos con corteza tiene valores intermedios (4,4%)con respecto a las dems materias primas.

    Todos los ncleos de obsidiana tienen cortezay los valores de desechos con corteza (10,7%) sonmayores a los de las dems materias primas.

    Las ausencias ms destacadas son la falta dencleos de basaltos. Los valores totales de des-carte de los basaltos (24,7%) los colocan en ltimolugar con valores cercanos a la obsidiana (27,3%)(Tabla 6). Los elementos formatizados en basaltotiene valores semejantes a la obsidiana, pero se di-

    ferencian de sta materia prima por la ausencia dencleos.

    CSIMaterias primas Fsc Fcc Nsc Ncc Dsc Dcc Parcial

    Capas 4 i Obsidiana 7 2 0 2 381 47 439

    % parcial 1,6 0,4 0,0 0,4 86,8 10,7 100,0

    % corteza por cat-

    egora- 22,2 - 100,0 - 11,0 -

    Basaltos 4 2 0 0 385 5 396

    % parcial 1,0 0,5 0,0 0,0 97,2 10,3 100,0

    % corteza por cat-

    egora- 33,3 - 0,0 - 1,3 -

    Slices 21 3 2 1 709 34 770

    % parcial 2,7 0,4 0,2 0,1 92,1 4,4 100,0

    % corteza por cat-

    egora- 12,5 - 33,3 - 4,5 -

    Tabla 8. Material ltico por materia prima de la capa 4i del sitio Colmillo Sur I, del Bloque temporal 2350-2060 aoscal. AP Elementos formatizados (F), ncleos (N), desechos (D), sin corteza (sc) y con corteza (cc).

    DISCUSIN

    En este trabajo la discusin est centrada en elanlisis comparativo de la intensidad de las ocupa-ciones detectadas en algunos sitios del norte y surdel rea de investigacin. Las medidas empleadasen este anlisis fueron la cantidad de descarte y

    la variedad de actividades reductivas lticas. Estascomparaciones se hicieron entre diferentes ocupa-ciones de una misma localidad y entre localidadesdistintas teniendo en cuenta dos bloques tempo-rales de ocupacin y la disponibilidad regional de

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    ArqueologadelaPatagonia-Unamiradadesdeelltimoconfn

    materias primas.En el bloque temporal ms reciente (760-1280

    aos cal. AP) la variedad de tareas reductivas enambos sectores del rea fue semejante, en tantoque estn presentes todas las categoras conside-

    radas. Las diferencias se notan en la intensidad conque se llevaron a cabo las tareas de reduccin aun-que hay variaciones intra-locales. En el sector nor-te, las proporciones de elementos con corteza entodas las categoras de reduccin son mayores queaqullas del conjunto del sector sur. Esto indicarauna variedad de tareas reductivas que resultan deuna secuencia corta de reduccin o menos intensa.A su vez, la cantidad de ncleos indicara una ma-yor disponibilidad de materias primas. Al tomar encuenta el trabajo de reduccin por materia prima,

    las diferencias se perlan de modo ms claro.Los basaltos en el sector norte son la nica ma-

    teria prima que se halla presente en todas las cate-goras de reduccin. Muestran adems una mayorpresencia de corteza en desechos y ncleos lo queseala una reduccin menos intensa, secuenciasms cortas de reduccin y una disponibilidad ma-yor de materia prima. Todo ello es concordante conlo esperado para una materia prima de carcter lo-cal. En el sector sur, los basaltos muestran menorcantidad de descarte y variedad de tareas, pero un

    trabajo de reduccin ms intenso en funcin de lasmenores proporciones de corteza y la ausencia dencleos con corteza. Por lo que en el sector sur losbasaltos parecieran menos disponibles y se com-portan como una materia prima no local.

    Las slices en el sector norte (AMII) dominan enlos conjuntos por su cantidad. No obstante, presen-tan una menor variedad de actividades reductivas yuna menor proporcin de descarte con corteza. Engeneral, esto indicara un trabajo ms intenso, aun-que con una menor disponibilidad de esta materia

    prima para el conjunto de las capas 6-9 y una algomayor para el de capa 10. En comparacin con elprocesamiento de los basaltos, las slices operarancomo una materia prima no local en las capas 6-9,pero no as en la capa 10. En el sector sur (CSI), lacantidad de descarte, la variedad de actividades re-ductivas y las bajas proporciones de corteza en ge-neral, indica que las slices se trabajaron en formams intensa. La presencia de corteza en desechos yncleos tambin concuerda con una disponibilidadlocal de estas materias primas.

    La obsidiana en el sector norte muestra una me-nor variedad de tareas por la ausencia de ncleos,y las bajas proporciones de corteza sealan un tra-bajo de reduccin ms intenso. Todo esto es cohe-rente con una materia prima no local. En cambio enel sector sur, la obsidiana no est tan intensamentereducida mostrando muchos artefactos con corte-

    za y proporciones de corteza en los desechos seme-jantes a las slices. Incluso hay presencia de ncleosen las capas 2-3 de CSI. Esto apunta a que su dispo-nibilidad en este sector no es tan restringida comolo evidenciado en el sector norte.

    En el bloque temporal ms antiguo (2060-2350aos cal. AP) en el sector sur, el trabajo en generalmuestra una proporcin de ncleos con corteza ma-yor a la de los artefactos formatizados con cortezalo cual podra estar indicando un aprovisionamien-to ms local. Esto no opera por igual para todas lasmaterias primas consideradas. El tratamiento de lasslices muestra mayor trabajo (variedad de tareas yvalores bajos de corteza) con una secuencia de re-duccin ms larga. Aqu la disponibilidad no parecerestringida dado que hay ncleos con corteza y las

    slices se comportan como una materia prima local.La obsidiana, con ncleos y altos porcentajes decorteza, llevara a pensar que es una materia pri-ma local o, al menos, que se encontraba fcilmen-te disponible. Los basaltos, en cambio, muestranuna menor variedad de tareas y una secuencia dereduccin incompleta porque no hay ncleos. Todoindicara que estas rocas se comportan como unamateria prima no local.

    Por el momento, no notamos una tendenciatemporal en las prcticas de reduccin ni en el tra-

    tamiento de las materias primas. Entre los dos blo-ques temporales no hay tendencias marcadamentecontrastantes. La nica salvedad es que, dentrodel bloque ms reciente en la secuencia de AMII,los ncleos de las slices estn ausentes en las ca-pas superiores (6-9) y presentes en la inferior (capa10). Sin embargo, el tratamiento de los basaltos y laobsidiana se mantiene igual. La capa 10 por el mo-mento no posee dataciones y fue provisoriamenteagrupada junto con las capas 6-9.

    En cambio observamos diferencias espaciales

    en el tratamiento de las materias primas y la varie-dad de actividades reductivas. La tabla siguiente(Tabla 9) muestra los conjuntos presentados en lastablas 4, 5 y 8 ordenados por bloque temporal y porsector. En esta tabla buscamos medir la intensidadde reduccin ltica a travs de la variedad de acti-vidades, que luego compararemos con la densidadde descarte ltico. La primera medida se construyconsiderando cuntas clases de materias primaspresentan toda la variedad de actividades reducti-vas (artefactos formatizados, ncleos y desechos,

    con o sin corteza). Esta es alta cuando las tres clasesde materias primas muestran todos los elementosdel trabajo de reduccin, es media cuando hay slodos y es baja cuando hay una o ninguna (Tabla 9, se-gunda columna). A su vez consignamos la materiaprima para la cual todos los elementos reductivosse hallaban presentes (Tabla 9, tercera columna).

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    1071Mengoni Goalons et al.

    ConjuntosVariedad deactividades

    Materiasprimas

    DensidadLtico

    Mauricio II (6-9) Baja Basalto Baja

    Mauricio II (10) MediaBasalto

    SlicesBaja

    Colmillo Sur 2-3 Baja Ninguna Baja a Media

    Colmillo Sur 4s Baja Slices Alta

    Colmillo Sur (4i) MediaObsidiana

    SlicesMedia

    Tabla 9. Comparacin de la intensidad del trabajo dereduccin y el descarte del material ltico para los sitiosAlero Mauricio II y Colmillo Sur I.

    Aqu se nota claramente que los basaltos tienentodos los elementos de la actividad reductiva en elsector norte y no as en el sector sur. Es solo en elsector sur que el descarte de la obsidiana muestratodos los elementos. En cambio las slices estnpresentes tanto en el sector norte como en el sec-tor sur.

    Podemos relacionar este nuevo patrn con lasexpectativas que genera la disponibilidad regionalde materias primas. Los basaltos slo se compor-tan como una materia prima local en el sector nor-te, a pesar de estar tambin disponibles en el sec-tor sur. En este ltimo sector los basaltos muestranactividades menos variadas y una menor frecuen-cia de descarte. La obsidiana se comporta confor-me a lo esperable para una materia prima no localcuya fuente de aprovisionamiento est a ms de80 km al S.O. del rea de investigacin. La presen-cia de ncleos slo en el sector sur y de artefactosformatizados y desechos con corteza en el sectornorte conrma este patrn. La presencia de todaslas actividades de reduccin practicadas sobre lasslices conforma lo esperado para una materia pri-ma de carcter local. A esto podemos agregar quelas slices siempre son la materia prima ms descar-tada (Tabla 6) en cualquiera de los conjuntos ana-lizados.

    Para poder avanzar en la caracterizacin de lasocupaciones queremos establecer un nexo entre lavariedad de actividades de reduccin por materiaprima y la densidad del material ltico descartado.Lo esperable es que, siendo otros factores constan-

    tes, una variedad determinada de actividades dereduccin se corresponda con una densidad seme- jante de descarte ltico. Para ello nos referimos alos datos presentados en la gura 1. En la tabla 9(cuarta columna) vemos que esta correspondenciase sostiene para las ocupaciones 6-9 de AMII, 2-3 y4i de CSI. Pero esto no se cumple para algunas ocu-paciones del sector norte y sur. La capa 10 de AMIItiene una variedad de actividades media pero estose correlaciona con una densidad baja de descarte.La capa 4s de CSI tiene una baja variedad de acti-

    vidades reductivas y, al mismo tiempo, tiene unadensidad ltica alta.

    Estas aparentes anomalas pueden entendersesi tomamos otros aspectos en consideracin. La va-riedad de actividades representadas en el conjuntode la capa 10 de AMII pareciera no estar elmentereejada en la cantidad de descarte. Esta menorfrecuencia de descarte podra relacionarse con lasubstraccin de elementos por algn mecanismode conservacin o reclamacin que involucre llevar-se artefactos del lugar donde originalmente fueron

    producidos (Holdaway et al. 2008). As, el conjuntodescripto estara representando un remanente delespectro global de actividades reductivas llevadasa cabo en el sitio.

    En el caso del conjunto del conjunto de 4s deCSI que muestra una gama reducida de activida-des y una cantidad alta de descarte, pensamos quepodra existir un vnculo con la duracin de estaocupacin. Puede suceder que la gama de tareashaya sido menor pero que hayan durado ms tiem-po. Esta mayor duracin sera concordante con la

    cantidad de descarte registrado en esta unidad deanlisis, tal como se desprende de los modelos et-noarqueolgicos propuestos por Binford (1983).

    CONCLUSIONES

    Como se plante en otros trabajos anteriores(Figuerero Torres y Mengoni Goalons 2007 a y b)se ha observado un contraste entre las ocupacio-nes del norte con respecto a las del sur. Se da unamayor continuidad (persistencia) en el uso de loslugares en el sector sur (por ejemplo, en el sitio Col-millo Sur I) en comparacin con los del norte (porejemplo, en Mauricio II).

    En este trabajo vemos que esta diferencia en lapersistencia con que se ocupan estos espacios tam-bin tiene un correlato en la cantidad de materiales

    que son descartados y la variedad de tareas desa-rrolladas en cada uno de ellos.

    En el sector norte a la baja persistencia se sumauna variedad de actividades de reduccin que va debajo a medio y una baja densidad de material ltico.Estas diferencias se hacen ms notorias cuando semide la variacin en la composicin de los conjun-tos a partir de la abundancia relativa de artefactosformatizados, ncleos y desechos por materia pri-ma y, adems, se mide el porcentaje de elementosque poseen corteza. Solamente se observa una

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    ArqueologadelaPatagonia-Unamiradadesdeelltimoconfn

    secuencia de reduccin ms completa para los ba-saltos y las slices, materias primas que estn lo-calmente disponibles. Esto queda ilustrado por lasocupaciones del Alero Mauricio II en el curso del roJeinemeni.

    En el sector sur, a la mayor persistencia se agre-ga tambin una variedad de tareas reductivas queva de baja a media pero acompaada de una den-sidad de materiales variable. Al igual que en el casoanterior se verican variaciones en la composicinde los conjuntos de las tres categoras reductivas.Aqu se da la correspondencia entre una baja varie-dad de actividades y una baja a media densidad, enun caso (2-3 de CSI) en que la secuencia de reduc-cin es incompleta para las tres clases de materiasprimas consideradas. Tambin hay corresponden-

    cia en otro conjunto (4i de CSI), pero en este caso lasecuencia de reduccin se halla completa para lasobsidianas y las slices, siendo slo esta ltima unamateria prima local. No se verica la corresponden-cia esperada en el conjunto de 4s de CSI y la secuen-cia de reduccin se completa slo para las slices,materia prima local. Como se expuso ms arriba, eltiempo de duracin de las ocupaciones podra estaractuando en la conformacin de este patrn.

    Este contraste entre ambos sectores estarasugiriendo que estos espacios tuvieron un rol dis-

    tinto en la movilidad de los grupos que habitaron

    en esta comarca cordillerana. El sector norte podrahaber constituido primordialmente una va de trn-sito con ocupaciones de relativa corta duracin enpuntos de parada (lugares) estratgicos que eranocupados recurrentemente en forma breve. El sec-

    tor sur, en cambio, habra estado caracterizado porocupaciones ms prolongadas y por la reocupacinreiterada de aqullos lugares que previamente ha-ban sido utilizados.

    Por el momento no se han advertido cambiosnotorios en los patrones de utilizacin de las mate-rias primas durante el perodo comprendido entrelos 750-2350 aos cal. AP ms all de variacionessituacionales de escala intralocal o interlocal.

    Son varios los temas que han sido discutidos eneste trabajo. El objetivo fue examinar el carcter

    de las diferentes ocupaciones detectadas a lo largodel corredor natural que une Los Antiguos con PasoRoballos. Como hemos visto hay diferencias mar-cadas en los patrones de utilizacin de los lugaresy recursos lticos que apuntan a que el carcter delas ocupaciones fue distinto en esta franja cordille-rana. Queda an por explorar otros factores quepodran estar condicionando las variaciones espa-ciales y temporales observadas a n de compren-der en su profundidad la historia de ocupacin deesta regin.

    AGRADECIMIENTOSA la UBA (UBACYT 2004-7 F039), CONICET (PIP 2000- 02288) y ANPCYT (PICT 2006-00668) por el

    apoyo nanciero. A Vctor Ramos y Corina Risso (FCEN-UBA) por su asesoramiento. A la Municipalidadde Los Antiguos y su pueblo por su apoyo e inters en nuestro proyecto. A las estancias El Refugio, El Ala-mo, La Frontera, Sol de Mayo y La Juanita por su generosa hospitalidad. A Carolina Mengoni Goalonsquien dise y realiz el mapa de ubicacin.

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