2006.05.03 la alegría es un desafío

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Page 1: 2006.05.03 la alegría es un desafío

IMA SANCHÍS

“La alegríaes un desafío”

Cómo es una vida bella?

–Desde luego, no es un artefac-to, algo acabado y perfecto. Yocreo que somos artífices de nues-tra vida, nos vamos haciendo.

–Elija un camino.–La sencillez. Hay que saber mucho para

ser sencillo. La sencillez es un resultado; lasimpleza, un estado primario. Me gustaríallegar un día a ser sencillo.

–Ya, pero cómo se llega...–Desde luego, no solo. Uno solo se ensimis-

ma, se enquista, se vuelve autosuficiente.Creo que necesitamos el desafío permanentede los otros, esa irrupción que nos trastornay nos altera pero que nos hace vivir.

–¿Y por qué el otro nos trastorna tanto?–Porque no es otro como yo. En general,

no buscamos al otro, buscamos a alguien co-mo nosotros para no vernos muy desafiados.Pero es una suerte encontrarse en la vida conalguien otro de verdad.

–La alegría no ha de reducirse a la llamadafelicidad, dice usted.

–Hay éticas de la felicidad e incluso anun-cios televisivos en los que se dice: “Sopas he-chas con felicidad”; parece que es un ingre-diente, un aditamento. Yo más bien aposta-ría por la alegría, por el gozo de vivir.

–La alegría se cultiva.–La alegría es un desafío, algo por lo que

hay que luchar. No comparto los discursosquejosos de esa gente que está siempre gi-miendo y lamentándose. En una sociedadblanda, acomodada y tibia, la queja se haconvertido en un instrumento que se utilizacon demasiada facilidad.

–La alegría da trabajo.–Hay que emprender cosas, sí. En general,

estamos muy aburridos y eso nos produceuna vida gris más o menos adornada. La ale-gría nace del desafío, de correr el peligro devivir, de hacer de la vida una experiencia.

–Pensar diferente, ¿cómo hacerlo?

–Hay que vincular el pensar al vivir y anuestras palabras. De manera que digamoslo que pensamos, y pensemos y hagamos loque decimos. Un pensamiento implicado enla transformación de uno mismo es muy in-novador, porque el pensamiento empiezapor transformarse a sí mismo.

–La curiosidad mueve al pensamiento.–Sí, la curiosidad de ver si podemos ser

otros que los que somos. Pero nuestro pensa-miento es poco curioso, tiende a confirmarlo que ya existe en vez de crear algo distinto.

–¿Y cómo sacudirse las telarañas?–En general, somos seres aislados y te-

nemos una idea de las relaciones personalescomo si fueran un movimiento que lleva deluno al otro, una especie de yo yo y tú tú.Si uno piensa en Platón, entenderá que eleros, el amor, es el movimiento que pone alos dos en la dirección de algo.

–Hasta que empiezan las diferencias.–Encontrarse a alguien con quien iniciar

un itinerario hacia alguna cosa distinta es unregalo fantástico, pero hay que valorarlo. De-beríamos ser como los archipiélagos, conjun-to de islas unidas por lo que las separa.

–Después de tantos filósofos, ¿cuáles sonlas conclusiones que le han servido para vivir?

–La intensidad es un factor determinantepara la dicha. No se trata, creo, de hacer gran-des cosas extravagantes, sino de cuidar los de-talles de la vida, darle mucha intensidad acada instante. Piense en esos animales queviven cuarenta horas...

–¿Dar belleza a nuestra forma de vivir?–Sí, pero en el sentido griego, en el que la

bondad, la belleza y el bien están unidos. No-sotros hemos hecho de la belleza algo esteti-cista que se logra a través de una especie deataques de atletismo, pero hemos olvidadocultivar nuestro modo de ser.

–Me sabe mal hablar en este contexto de lamuerte.

–Entonces, mejor hablar como mortales,

entendiendo que cada instante no volverá. Amí, ser mortal me ayuda a vivir gozosamentey a darle a cada instante mucha fuerza.

–Es curioso que nos empeñemos en vivir co-mo si no fuéramos mortales.

–Porque vivir como un mortal es exigente.A mí, lo que me asusta es echar a perder lavida. En realidad, nos pasamos la vida ocul-tando que somos efímeros (en griego: seresde un día). Somos cotidianos, como el pan,como el periódico; somos de a diario, y estono es un obstáculo para la alegría.

–Pero nos llenamos la vida de obstáculos.–Toda una gran operación para olvidar.

Desde luego, esa obsesión por el trabajo sólopuede deberse a algún tipo de olvido. Si tu-viéramos esa conciencia de finitud, probable-mente seríamos menos productivos.

–¿Qué idea le sacude a usted más?–Lo que más me ha costado es aceptar la

soledad y el fastidio constitutivo, aprender avivir con esa incomodidad que llevamos den-tro y que casi siempre le achacamos a otro.

–Sé a qué incomodidad se refiere, ¿pero dequé se trata?

–Somos personas quebradas, no somos se-res acabados ni plenos. Hay que entenderque no es que tengas una herida, sino queeres una herida. La gente que no asume esosuele ser muy quejumbrosa y culpa a los de-más de esa incomodidad que nos constituye.

–¿Qué hacer cuando sufres?–Luchar: yo no creo que el sufrimiento re-

dima. El sufrimiento destruye y deteriora,no construye. A mí, la gente sin placer meparece peligrosa y resentida, me asusta.

–¿Con qué idea se quedaría?–El lenguaje es un principio extraordina-

rio de realidad; el pensamiento es acción. Elproblema es que hay mucha actividad y pocaacción, porque una acción produce una ver-dadera transformación de sí y de lo que hay;las actividades no transforman nada.

G R A C I A SSiento mucho que esta ‘contra’

no sea más larga, porque

absolutamente todo lo que me

dijo es virus fecundo de

inteligencia y celebración de la

vida. Argumenta el gozo de vivir

con autenticidad, conocimiento

y fe, de manera que su gozo es

terriblemente contagioso. Nos

invita a esforzarnos por la

alegría, hecho que en sí mismo

lleva implícita la recompensa y

nos hace generosos. Ya está bien

de tanto lamento, de tanta queja

estéril..., de tanto aburrimiento.

Entiende la alegría como un

desafío. “Hay que vincular el

pensar al vivir”, dice; lo que

significa pensar lo que decimos,

decir lo que pensamos y hacer lo

que decimos. Me gusta su idea

de humano como archipiélago,

conjunto de islas unidas por lo

que las separa, y saber que la

sensación de desamparo es

común a todos.

LLIBERT TEIXIDÓ

Á N G E L G A B I L O N D OCATEDRÁTICO DE METAFÍSICA

Tengo 57 años. Nací en San Sebastián y vivo en Madrid. Soy rector

de la Universidad Autónoma de Madrid. Estoy casado y tengo dos

hijos. En política me interesa la innovación, lo atrevido y lo discutible.

Creo que no se agota todo lo que hay en lo visible. He dado una

conferencia, Artesanos de la belleza de la propia vida, en el CCCB

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MIÉRCOLES, 3 MAYO 2006