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t3 B3 - R.uish* 11isroÉ.ins (ll6^t.ù El acueducto de Zempoala: las respuestas de fray Francisco de Tembleque AlainMusset r [v, onstruido a mediados del sigloXVI, para lle- uar agua potable al pueblo de Otumba, el acue- dttcto eonocido izoy en dta bajo ei nombre de su constructor, el padre fray Francisco de Temble- que, todnuia alza susarcosmonumentales arriba de una profunda banenca, un poco al este de Tepeyahualco,sobre la carretera federal numero 132, entre Teotihuacdn y Tulancingo. Sfn embar- go, los arcos que se pueden uer desde Ia canete- ra no sonmas que una pequefia parte de una obra gigantescct que, desdehace mas de cuatro siglos, prouoca la admiraciôn de los cronîstas,uiajeros, e hktoiadores. Famoso por sus cualidades ar- quitectônicas, el acueductq lo es también por laspinturas indigenas y los glifos de sus paredes. Estasdecoraciones fueron estudiadas por Angel Ivlaria Garibay y Joaquin Galarza, aunque desa- fortunadamenteel trabajo de este ûltimo nunca se hayapublicado. Un lîbro entero fue dedicado a Ia personalidad del padre Tembleque: el de Octauiano Valdés.2 Esta es una publicaciôn de corte maspoético que histîrico, ba*da en las leyendas de la cons- trucciôn casi "milagrosa" del acueducto. De hecho, no podemos oluidar que s pesar de ser el padre Tembleque un personaje famoso en Ia historîa nouohispanq todauia persiste un cierto misterio en torno a é1.Escasos son /os documen- tos de Ia época que tratan de su aida y de su obra. Algunos testigas,camo fray Gerônimo de Mendieta, que {'te a uisitsrlo en su lugar de tra- bajo, nos bindan algunas informaciones, pero no con datos suficientes para lograr definir la personalidad del franciscano, ni tampocola his- toriacompleta de su obra.3 Por todo lo dicho, cualquier documento nueuo sobre el padreTembleque, o sobre el acueducto, puede resultar muy importante y proporcionar- nos un poco de luz sobre unaobra hidraulica tan extraordinaria. Presentamos aqui un documento que en nuestra opinionno carece de ualor: por primera uez, en efecto, habla el padre Temble- que, contestando a quincepreguntas sobresu trabajo y sobre Ia uidade losindiosde Otumba. Algunos datos sobre el acueducto de Tembleque De hecho 2qué sabemos del padre y de su acue- ducto, antesde la lectura de estemanuscrito? Las informaciones mas ualiosas las scamos de Mendieta,a quien dedicaunas cuantas lineas al ftanciscano de Otumba y a su compafiero fray Juan de Romanones en su Historia.Los dos frailes uinieronde Castilla; el primero delpueblo de TembleQuê, ! el otro de Romanones. Otro texto de lulendieta,uerdadero catalogo de Ia prouincia franciscana de Nueua Espafia, redacta- do en 1570, confirma estainformacion. Escribe al respecto: Frai franeisco de tembleque, de sesenta afros. Es confesor de espafroles y de los yndios confessor y predtcador en la lengua mexic*

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El acueducto de Zempoala : las respuestas de fray Francisco de Tembleque, Historias, 1989, n° 19, pp. 81-96.Constructed in the middle of XVIth century to drive potable water to the town of Otumba, the aqueduct nowadays well-known under the name of its constructor, fray Francisco de Tembleque, still raises its monumental arcs above of a deep ravine, at the east of Tepeyahualco, on federal highway 132, between Teotihuacan and Tulancingo…

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t3 B3 - R.uish* 11isroÉ.ins(ll6^t.ù

El acueducto de Zempoala: las respuestas defray Francisco de Tembleque

Alain Musset

r[v, onstruido a mediados del siglo XVI, para lle-uar agua potable al pueblo de Otumba, el acue-dttcto eonocido izoy en dta bajo ei nombre de suconstructor, el padre fray Francisco de Temble-que, todnuia alza sus arcos monumentales arribade una profunda banenca, un poco al este deTepeyahualco, sobre la carretera federal numero132, entre Teotihuacdn y Tulancingo. Sfn embar-go, los arcos que se pueden uer desde Ia canete-ra no son mas que una pequefia parte de una obragigantescct que, desde hace mas de cuatro siglos,prouoca la admiraciôn de los cronîstas, uiajeros,e hktoiadores. Famoso por sus cualidades ar-quitectônicas, el acueductq lo es también porlas pinturas indigenas y los glifos de sus paredes.Estas decoraciones fueron estudiadas por AngelIvlaria Garibay y Joaquin Galarza, aunque desa-fortunadamente el trabajo de este ûltimo nuncase haya publicado.

Un lîbro entero fue dedicado a Ia personalidaddel padre Tembleque: el de Octauiano Valdés.2Esta es una publicaciôn de corte mas poéticoque histîrico, ba*da en las leyendas de la cons-trucciôn casi "milagrosa" del acueducto. Dehecho, no podemos oluidar que s pesar de ser elpadre Tembleque un personaje famoso en Iahistorîa nouohispanq todauia persiste un ciertomisterio en torno a é1. Escasos son /os documen-tos de Ia época que tratan de su aida y de suobra. Algunos testigas, camo fray Gerônimo deMendieta, que {'te a uisitsrlo en su lugar de tra-bajo, nos bindan algunas informaciones, pero

no con datos suficientes para lograr definir lapersonalidad del franciscano, ni tampoco la his-toria completa de su obra.3

Por todo lo dicho, cualquier documento nueuosobre el padre Tembleque, o sobre el acueducto,puede resultar muy importante y proporcionar-nos un poco de luz sobre una obra hidraulica tanextraordinaria. Presentamos aqui un documentoque en nuestra opinion no carece de ualor: porprimera uez, en efecto, habla el padre Temble-que, contestando a quince preguntas sobre sutrabajo y sobre Ia uida de los indios de Otumba.

Algunos datos sobre el acueducto de Tembleque

De hecho 2qué sabemos del padre y de su acue-ducto, antes de la lectura de este manuscrito?Las informaciones mas ualiosas las scamos deMendieta,a quien dedica unas cuantas lineas alftanciscano de Otumba y a su compafiero frayJuan de Romanones en su Historia. Los dosfrailes uinieron de Castilla; el primero del pueblode TembleQuê, ! el otro de Romanones. Otrotexto de lulendieta, uerdadero catalogo de Iaprouincia franciscana de Nueua Espafia, redacta-do en 1570, confirma esta informacion. Escribeal respecto:

Frai franeisco de tembleque, de sesenta afros.Es confesor de espafroles y de los yndiosconfessor y predtcador en la lengua mexic*

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na. A srdo guonJur en las casas principalesy a echo oôrc-s noloÔles en ornato de lasrePûblicas de los.r'ndros'

Un documento olc-r'o aiade: "de la prouinciade Castilla".t Al conlicrio de fray Juan de Ro'manones, considetudo como "una de las meioresIengaas que en eslo trero ha habido", Temble'que nunca logrô hablu e! nahuatl con todo elornoto que Ie dabon los religrosos cultos- Al pa'

recer, hablaba la lengua del pueblo. Aunque nosabfa componer discursos, sermones encantadores, ni tampoco hacer traducciones floidas delIatin al nahuatl, podta al menos conuersar con/os indios de su pueblo y de su doctina.

Merced a Ia obra de Mendieta, disponemospor otra parte de unos datos sobre el acueductoque construyera Tembleque o, mejor dicho, quemandara construtr. Acerca del porqué de la obra,nos dice Mendieta que Otumba estaba ubicodo

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1 de la Hacienda de Tecajete2 de la Hacienda de los Arcor

3 de Tepeyahualeo

Otumba

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en una regiôn semidesértica, qtte carecia de agua.Ademds, el ganado de los espaf ioles bebia en losjagiieyes de los indigenas, con lo que ensuciabay contaminaba el agua. Para el padre Temble-que, la ûnica soluciôn era traer el agua potablede lejos. AI parecer, nuncs pensô en prohibirque el ganado tuuiera acceso a los jagtieyes.

La segunda informaciôn brindada por Mendie-ta toca Io espiitual. En efecto, segûn é1, esteacueducto nunca hubiese podido lleuarse a cabo,sin el socorro de los santos. Aun los mas poten-tes monarcas nunca hubieran podido hacer loque logrô un frailecillo sin dinero ni conocimien-tos arquitectônicos, pero que disponia de unamano de obra al parecer muy calificada. Comolo dîce el mismo Mendieta: "ni él pudiera dfspo-nerse a semejante obra, si no fuera con inspira-ciôn y particular auxilio de la gracia diuina". Elcarôcter milagroso del trabajo Io encontramostambién en la leyenda del gato pardo quien, cadamafiana y durante los cinco afios que tardô laelaboraciôn de los arcos de Tepeyahualco, Ietrafa conejos y codornices cazados en la noche.Mendieta afirma haber uisto este milagro con suspropios ojos.

Por fin, pese a Io que predecian las autorida-des religioæs y la administraciôn cclonial, paraquienes el acueducto nunca podria lleuar agua alpueblo de Otumba, dadc Ia disposiciôn del tene-fro,6 Tembleque cumpliô su meta. Para elloutilizô uarios manantiales ubicados al pie delceno del Tecajete (2890 m). Todauia se puedenuer, cerca del pueblo de Santa Moria Tecajete,tres pozos antiguos que seguramente son del si-glo XVI, y de donde sale un cofio de agua: esel pincipio del acueducto. El trabajo durô porlo menos 17 afios: cinco de ellos fueron necesa-rios para la parte que cruzara la barranca de Te-peyahualco, arriba del rio Tecocomulco. SegûnMendteta, el acueducto alcanzaba 15 leguas delargo.

En su Teatro Mexicano,l Vetancurt repitegran pcrte de las inforrnacicnes de Mendieta, yafrade muchas cosaq a ueces inspirdndose enTorquemada.E Se construyeron tres puentes: elpimero de 46 arcos, el segundo de trece, y untercera, el de Tepeyahualco, cuyo arco central"a los que io uen cau* asombro, que si iuera

paso podia por debajo del passar un nau{o de por-te a ueln tendida". La perfecciôn de la obra era talque 140 atos después de acabada, no habianinguna piedra rota, y no se podia encontrarninguna hierba entre las piedras.e Ademds,nunca faltô agaa, saluo en 1674; pero ya el afiosiguiente el problema se habia arreglado merceda la intensenciôn de san Nicol6s. En Ia obra deVetancurt, Ia anécdota del goto pardo se presen-ta de manera diferente: algun dia, el aicade ma-yor don Juan Cauallero uino a uerlo para tra-tar de persuadirle de que todos sus esfuerzos noseruirian para nada, puesto que los manantialesdel Tecajete estaban supuestamente situados aun niuel mas bajo que el pueblo de Otumba.Entonces apareciô el gato pardo trayendo unconejo para el padre. Cortésmente, Temblequepidiô otro conejo para el utsitante, y para sugran sorpresa el animal le obedecio. Para Ca-uallero no cabia duda alguna: el fraile estababajo la protecciôn de los santos.

Al contrario de Mendieta, quien no mencio-na ninguna fecha de construccion, Vetancurt nospropone una, aunque de manera indirecta. Enefecto, su libro sale en 1698, y como escibe queel acuerdo habia funcionado sin problemasdesde hacia 140 afi.og se puede pensor que lafecha en que se concluyô seria la de 1548. To-mando en cuenta los 17 afios necesarios para surealizaciôn, se obtiene como fecha de principiode Ia obra 1531. Esta fecha muy antigua (sôlodiez afios después de la caida de México-Tenoch-titlan) corresponde mas o menos con Io quedice fray Juan de Torquemada. En casi todos losdetalles el texto de Torquemada es una parâfra-srs de Io que escribe Mendieta, pero afiade que apartir de que se terminaron los trabajos, es decîrdesde hacia 60 afios, nunca habia faltado elagua, y que los peores tenemotos no hîcieronningûn dafro al acueducto. Ya que Torquemadaescribiô su l ibro entre los afros 1609 y 1612, elacueductotuuo que haberse terminado entre i549y 1 552, y se empezar{a entre 1532 y 1535.A pesrrLe estas informaciones, Octauiano Valdés penxbaque eI trabajo no habrfa podido empezar antes de1543, para acabarse en 1560, 17 afios mds tarde-Funda su hipôtests en el hecho de que Mendieta,quien llegô a la Nueua Espafia en 1554, probable'

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Relaci6n geogrâfica de Zempoala

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ïtente uisitô a Tembleque dos o tres afios después'En esta época, el francisceno trabaiaba en losarcos de ia barranca de Tepeyahualco, y Ie fal-taban por Io menos dos o tres artos antes depoder lleuar agua a Otumba (se necesitaba uncarto de cuatro legtns). As{ que llegamos a l.a

fecha de 1560 para Ia conclusiôn de bs traba-

ios. El problema de esta interpretaciôn es queMendteta no especifica la fecha de su uisita alpadre Tembleque, y que Ia propuesta de Octa-ubno Valdés no tiene una bose muy firme.

Tampoco nos brinda inforrnaciôn al respectola Relaciôn Geogrdfica de Zempoala.lo Redacta-da en 1580, no hace mds que recordar la existen-cia de la obra de Tembleque, pero sin hablar delfraile:

T?ujeron dicha agua de una legua de dondeestan eongregados, del pie de un cerro queIlaman Tlecaxtitlan, que quiere decir "cerroheeho c trnrnera. de brosero", porque, en laeumbre del dîcho ceto estd un llano hechocomo brasero. T?ujeron el aglta por unosarcos de calicanto hasta en rnedio de lacongregaciôn, en una fuente en media deh plaza de los euatro dtehos pueblos, yeorre por todas las calles.

El mapa que scompafia la relaeiôn proponesin ernbargo una de hs primeras representacio-nes, h primera qutztis, del acueducfo. Se pueden,Jer, en efecto, euatro arcos frente al pueblo deTepeyahualco, asi como el cafro de agua que vlede! cerco Tlecaxapa, simbolizado por un tepetlcoranado por llamas. Una parte de este cafro uaa juntarse con los arcos, mientras que la otraviene a dar en Ia fuente de un tinquis.

Muy temprano, el acueducto de Tembleque seconuirtiô en ui lugar "turistieo", y los relatos delos admiradores de la obra del franciscano abun-dan. Ya en 1585, fray Alonso Ponce al uisitar lasconuentos de la proutncia franciscana quiso uerIos famosos crcos. 11 En el siglo XVIII, cusndotodavia paxban los aguas por el cafro del acue-dueto, el capuchino Francisco de Ajofrin, de la%grada Congregaciôn de Propaganda Fide, admi-raba h.s proporciones de esos srcos tan delgadosy tan altos. Segûn su opiniôn, la obra era muy

milagtosa pues Ia fuente de donde xlia el aguaera mds baja que su punto de llegada, y ademdsel franciseano que lo concibiô no conocia nadade arquiteet.tra.t2 Para ilustrar su descripeiôn,Aiofrin dibujô las arcos prîncipales y algunos deIas glifos estudiados por Garibay y Galnrza. Porotro lado, segin lo que dice Madame Calderônde la Barca, en 1840 ya no funciorwba el acue-ducto.t3 Se puede pensar que hacfa tiempo queel agua ya no salia, porque ésta escribe que nun'ca llegô a concluirse el acueducto, dejando a loshabitqntes de Otumba sin agua. El guia no hubie'ra oluidsdo que a fines del siglo XVII todauiaIlegaba el agua hasta Otumba: al parecer, elacueducto terminô de seruir hncia 1800.

Como se puede uer, no faltan las descripcio-nes de l.a obra de Tembleque, pero esas deserip-ciones no responden a las preguntas y dudas quese presentan: de hecho, es Ltn milagro que el pa-dre haya realizado tal obra sin tener ningû.n cono-cimiento de arquitectura. Pero si tomamos encuenta que fueron los indios los que eonstruye-ron los arcos, el milagro se reduce. Por otraparte, nos falta informociôn ueraz sobre las fe-chas de construeciôn del acueducto, dado quelas que tenemos ahora estan basadas en hipôte-sis e interpretcciones (ademas, no concuerdan

entre sf). En fin, se tienen datos sobre los técni-cos de construcciôn, pero no ocurre Io mismoen el caso del contexto histôico, polftico y so-cial en el cual se decidiô emprender la obra. Estees un punto que tenemos también que aclarar.

Las respuestas de Tembleque

El documento aqui presentado da respuesta acasi todos esas pregunfos. Se trata de un manus-crito del Archiuo General de [ndias de Seuilla,registrado bajo el nûmero 1029 del Ramo Justi'eia. El titulo completo es: "Jnformaciïn hechapor D. Luis de Velasco Virrey de Nueua Espafia,sobre lo tocante ol agua que se lleva al pueblo deOtumba". Su fecha es de 1562, pero contieneuaios documentos anteriores, del afio 1558,entre los cuales estô el texto que nos interesa. Laescitura del manuscrito es una cursiua del sigloXW. El conjunto, es decir 93 fojas recto4terso,

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parece haber sido escrito por una sola persona, Transcribimos las respuestos del franciscano y las

iiÂi- 6-ii^;;;r; h hoÀogeneidad dit grafis- presentamos en este corto estudio, dado que las

mo. La informaciôn trata de" una peticiôn"de los înformaciones que nas bi.ndon modifican la

ii.ndios de Otumba que quieren seï releusados del histoia hasta ahora conocida del acueducto' Se

tributo pagado a laborina, dado que estan cons- sabia en efecto que el padre falleciô en 1579 o

tTuyendoTn ameducto con el cual uan a traer 1580,.después de una tentatiua de asesinato per'

a si pueblo el agua potuble que necesitan; éste petrada en contra de su uida por un,fraile lego-

les cuesta mucho trabajo, y ademôs gastàn en puesto a su disposiciôn, y que tenia en a-qu-el

su realizaciôn gran parie'dé sus ingrelos. En el e.ntonces una edad muy auanzada. Perosufecha

marco de Ia iiformaciôn enco^ridodo al juez de naeimiento era desconocida, El manuscrito de

Alonso de Bazdn,ta y registrada por el escriba- Mendieta descubierto por J.P. Berthe en Madrid

no de su Majestad Aionsà de Quidro, se conuo- afirma sin embargo queenlST0Temblequetenia

ca a muchàs tust igos que t ienen que contestar 60 afros: habria entonces nacido en1510. El in-

a quince preguntas sobre la regiôn de Otumba terrogatorio de Tembleque confirma esta fecha,y â" ,, falti de agua; sobre la-situaciôn econô- dndo que dice textualmente "qLte es de edadcuc'

mica de los habi iantes del pueblo: sobre las rentayochoaf iospocomdsomenos"(fol .72u.). '

técnicas utilizados en la consirucciôn del acue- Como el documento es de 1558, la fecha de na-

ducto; sobre el tibuto y sus consecuencios para clmiento es seguramente 1510; muriô a Ia edad

Ios indigenas; sobre lo-s problemas que tienen de 69 ô 70 afios.qr"

"ri"ntar los mismo's indigenas por culpa En cuanto a Ia construcciôn del acueducto,

âe este trabajo.ls aunque no conocemos Ia fecha en que se termi'

Se presenian tres categorfas de testigos: nô la obra, nos dice el padre que los trabajos-Espafioles, como Agustin de las Ca*s (fol. 14 empezaron a fines de febrero de 1555, y que se

u.), Diego Ramirez de Barrio Nueuo, cotegidor eomenzaron a juntar los materiales seis o siete

de Otumba (fol. 58 u.), Gregorio de las Ribas, meses antes, es decir en agosto o en septiembreconquistadory uecino de México (fol.69). de 1554. En 1558, ya tres leguos y media (un-Indios, prouenientes de los pueblos circundan- tercio de la obra) estaban acabadas (preguntates, y cuyas respuestas traduce el intérprete siete, fcl. 73 u.). Tembleque no pensaba queJuan Nufrez; cada pueblo (Tepeapulco, Zempoa- fuera posible termitwr el trabaio antes de eincola, San Juan Teotihuacdn, Huetaco (?), Octoti- o seis afros, ost que se puede deducir que se con-qutpac (sic -seguramente Oxtotîcpac), Achichi- cluyô hacia 1564. Pero al parecer, en 1558 to-lacayucan (sic) presenta dos principales (fol. dauia no habia llegado elacueductoalaborranea26 u.-fol. 58 u.). de Tepeyahualco, y sabemos que ûnicamente-Franeiscanos, que los indigenas de Otumba para la constntcciôn de eps a,rcas Ee lleuô cincopresentan como testigos para reforzar su punto afios. Segûn el parecer de Juan de Bazdn (fol.de uista frente a las autoridades espanolas. Del 92-92 u.), en febrero de 1558 el agaa llegaba aconrsento de Tulancingo uiene Juan de Mansilla; poca distancia de un lugar en donde se teniadel de Zempoala, fray Antonio de Herrera (fol. que hacer un puente muy importante: se trata64 u.); y de Otumba fray Lorenzo de Villanue- segtramente de esta bonanca.Porconsecuencia, Iua (fol. 67 u.), fray Juan Buenauentura (fol. 23 se necesitô mas tiempo para acabarlo. Si admitî I

u.), fray Juan de Romanones (fot. 18u.), el ilus- mos Wra que se eoncluyera el acueducto los 1? itre compafiero de Tembleque, y sobre todo fray afros propuestos por Torquemada y Vetancurt, iFrancisco de Tembleque, el mismo fraile que la obm se terminô en 1572, es decir mucho mds Iideara el acueducto. tarde de lo que hnsta ahora se pen*ba. I

Por primera uez, aparece un manuscrito de la Cuando habla det acueducto y de su construc- |época en donde el padre Tembleque habla de si ciôn, otro punto muy importante del interroga' Imismo, de la regiôn de Otumba, y de la gran toio, el padre Tembleque nos brinda mucha Iobra que se esta realizando bajo su direccion. informaciôn que los historiadores y los cronistss I

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de su época no recordaron. Segun é1, en efecto,300 o 400 hombres eran necesrios para traba-

jar en la obra diariamente; 300 o 400 indiosoluidados por la historia, pero que idearon sinduda alguna la estructura del edificio, dado queTembleque no conoc|a nada de arquitectura.Los muros de adobe que todauia se pueden uerhoy en dfa entre los arcos, son una prueba queæ emplearon, para su construcciôn, técnicasindigenas y prehispdnicos. El nûmero de obre'ros empleados en Ia obra parece enorme, y aun-que no se conoce exactamente el promedîo deproblaciôn de Ia regiôn de Otumba, se puedepensar que Ia mayoria de los hombres sanosparticipaba en esta tarea- Pero el trabajo de loshombres es una cosa; no se puede oluidar porotra parte el trabajo de las mujeres. Este aspectode la dir:isiôn del trabajo en la sociedad indigenafue completamente ocultado por los cronistas. Apesar de todo, el texto de Tembleque nos hacerecordar que cuando se trataba de un trabaiocomûn, de Ia importancia del acueducto de Zem-poala, todos participaban en el esfuerzo. Asi,mientras que los hombres trabajaban en leuantarlos arcos monumentales, o cauaban la tierca paracolocar en su lugar el cafio de agua, las mujeresse quedabanen casa para tejer telas de algodon queuendian después en los tianguis. El dinero que per-cibian de Ia uenta de ess mantas (producto tipi-eamente indigena, que refleja la persistencia deuna tradicion prehispdnica) seruia para comprarlos materiales que no se encontraban en el terri-torio de Otumba, como Ia cal, por ejemplo (fol.76). Este tipo de financiamiento no era muy fre-cuente en la época coloninl; cuando se trataba dela construcciôn de un acueducto generalmente eldinero prouenia de las autoridades uirreirnles,del cabildo de urw ciudad, o de urw ordenreligb-s. El caso del acueducto de Tembleque es muyespec{fico, y eso Ie da un ualor histôrtco aûn mdsimportante.

El problema del financiamiento de Ia obra,raiz de Ia peticiôn hecha por los indios de Otum-ba, es uns consecuencia directa de los altos cos-tos de fabicaciôn de un acueducto que atrauesa-ba tres barrancas, entre ellas la de Tepeyahualco,porticularmente ancha y hondn, y para el que senecesitaban arcos de marnposteria, y mateicles

csros por esccsos. Este aspecto no interesaba a

los autores que ya mencionamos, pero es esen-

cial para entender la obra. Desafortunadamente,el p-odre Tembleque no contesta directamente ala pregunta del iuez, asi que no se pueden calcu-lai lol gastos realizados por los indigenas. Todo

lo queâîce Tembleque es que la obra cuesta mascaro que Io que se puede pensar, y que ua a cos'tar atin mos porque faltan todauia las partes masdificites (pregunta ocho, fol. 74). A pesar detodo, la Real Audiencia, en el parecer enuiado alreal Consejo de los Indias, calcula que se gastarân

en la obra un total de 20 mil pesos, y que ya losindigenas han pagado 15 mil pesos para comprarsus materi.ales ( el texto es de 1 5 6 2'f ol. 93 ). Puestoque segitn la misma fuente,los indios de Otumbapagabân cada afio 2500 pesos de tepuzque comotributo, se puede uer la eantidad enorme de dine'ro inuertido en la obra.

Por otra parte, Tembleque no habla mucho desu trabajo personal. Sabemos que se encarga.de ladirecciôn de Ia obra, como lo dice el texto depresentaciôn del testîgo: "EI padre fray Francis'co de Temisleque, a cuyo cargo esté el traer de Iadicha agua desde que se comenzô a traer" (fol.72). Pero segûn parece, su trabaio es més bien untrabajo rie organiza.ciôn y de control que de ar'quitectura, ciencia que debfa desconocer, aun'que no podemos asegurar nada: la construcciôndel acueducto, en efecto, necesitô el uso de cono-cimientos arquitectônrcos sln los cuales Ia obrano hubiera podido lleuarse a cabo. En combio,jugô un pa-Del fundsmental en la determinaciôndel trayecto del acueducto, y en la busqueda deIas fuentes môs adecuados. Hizo muchos recorri-dos por Ia zona para medir el teneno y escogerlos pasos mas practicables (pregunta sets, fol. 73u.). Sus cdlculos no resultaron malos, a pevr de laoposiciôn de los principales maestros que uinie-ron a Zempoala y Otumba para uerificarlos.Cuando habh por ejemplo de las nueue leglas"mâs o menos" que seporan a las fuentes de supunto de ilegada, él estô mâs cerca de Ia reali-dad que Torquemada y sus quince leguas.

El contexto histôrico y social

Ademds de las informaciones que se refieren al

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propio acueducto, las respuestos de fray Francis-co de Tembleque euocan Ia uida cotidiana de losindios de Ia regiôn de Otumba a mediados delsiglo XVL En torno aI problema del agua, de sucontrol y de su distribuciôn se exacerbanloscon-flictos no sôlo entre espafioles e indios, sino tam-bién entre las mismos comunidades indigenas.En esta época empiezan a aparecer cambios enIos paisajes: las poblac{ones prehispdnicas fueronobligadas a congregarse con el fin de controlarlasmejor. En una region cuyo clima es seco, y don-de los escosos arroyos no bastan para alimentarla poblaciôn natiua, el agua es un motiuo, o unobjeto, de luchas: la construcciôn del acueductode Tembleque puede modificar su panoramapolitico, econômico y social, y eI trayecto quesigue contribuye a reorganizar el espacio regîo-nal, El uirrey, por ejemplo, en Eu parecer, declaraque "se poblaran muchos por las partes por don-de ha de uenir el agua" (fol. 93). De hecho, hoy

Signos y figuras en el acueducto de Zempoala

en dfa se puede uer la l{nea de poblaciones (ha-ctendas, pueblos o aldeas) que sigue el trayectodel acueducto. En este contexto, y a partir denuestro documento, es posible inferir una seriede conflictos que traducen un cambio en lasestructums que solian gobernar las relacionesentre las diferentes actores de Ia uida econômica.

1) Los conflictos entre espafioles e indios

El agua que unban lns poblaciones indige-lws pdra beber, antes de Ia construcciôn delacueducto, era prtnctpalmente el agua de lluuiarecogida en los tradicionales jaglieyes. Esosjagtieyes, al parecer, no tenian techo, ya que elganado espafiol podia beber ahi sin difîcultad.roEste ganado constituye la primera fuente de con-flicto entre las dos comunidades. En efecto,como lo indica Tembleque (pregunta cuatro,fol. 73), los bueyes y las uacas traidos por losespafioles contaminan el agua hasta entoncesreseruada a los hombres. Esos tanguæ se trans-forman rô.pidamente en focos de infecciôn y pro-uocan el desarrollo de muchas enfermedades enlas poblaciones indigenas. Lo interesante en Iareflexiôn de Tembleque, es que enfrentamosaqui un fenômeno nuet)o, estrechamente ligadoa una actiuidsd que no existia antes de la llegadade |os espafioles.

La segunda causa de conflicto, aparentemen-te, es mas aleatoria: depende de la situaeiôn delpueblo de Otumba, ubicado en el Canino Realque Da de lt[éxico a Veracruz, y también a lasminas de Pachuca (pregunta once, fol. 74 u.-75). Pero otra uez es el desanollo de dos actiui-dades de oigen espartol el causante de proble-mas: hablamos de Ia industia minera, y delaumento de los flujos regionales e interconti-nentales entre México y Ia Costa del Golfo,uerdadero cordôn umbilical entre la metrôpoli ysu colonia. .Esos flujos, adem6s, estan basadosen el uso de carcetas y de mulas; éstas multi-plican las posibilidades de transporte, por Io quemuy temprano las autoridades uîteinales modifi-caron los caminos prehispdnicos. En cuanto aIcaso de Otumba, esos flujos comerciales conti-buyeron a acentuar un problema ya sensible: elabastecimiento de agua potable. En el mejor de

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1, Arco y entrada del agua 2. Por donde sale 3. Torrecillas que impidenla entrada en el puente; segûn Ajofrin

los cosog los uiajeros no pdraban en un puebloen donde faltaba el agua, aunque eso suponidque Otumbo no sacaba ningun prouecho de suubicociôn estratégica en una de las rutas masimportantes de Nueua Espafra. En el peor, seoaroben y les robaban el agaa a los indios. Comobuen postor y buen dialéctico, Tembleque hacehincapié en el hecho de que el acueducto serui-,ia a la uez para los inCigenas y para los uiajerosCel Camino Real, dado que se estaban constru-yendo fuentes y pilas de agua potable a Io largole toda la obra (pregunta diez, fol. 74 u.), To-Cauia se puede ûer una de esas cajas de agua en lazntrada del pueblo de Otumba, pero también enZempoala y en las dos extremidades de los arcosle Tepeyahualco.

2) Conflictos entre comunidades indtgenas

Pero traer el agua a un lugar significa tambiénquitdrsela a otro. El agaa conducida a Otumbauiene de muy lejos, fenômeno que extrafra a iasautoridades espafiolas, para quienes hubiera sidomôs fdcil captar el agaa de fuentes môs cercanas,como las de Tepeapulco, o de Texcoco. Estaposibilidad, sin embargo, presentaba dos inconue-nientes mayores: el primero de cardeter técnico,puesto que traer el agua de otro lugar diferentede Zempoala suponia también no atrauesar lasmejores tierras de la regiôn (era entonces el tra'yecto mas ûtil). El ægundo era môs de tipopolitico o econômico: Ios îndios de Tepeapul-co y de Texcoco no aceptaron ceder su agua a

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los de Otumba, ni tampoco uendérsela. Esteaspecto de la construcciôn del acueducto fueoluidado por los dos pincipales de Tepeapulco,cuando se les preguntô los motiuos de la longi-tud tan inusitada del cano (fot. Z8-Sl). Por otraparte, el manuscrito nos informa que los indiosde Otumba no gozaban gratuitamente del agua deZempoala. Se estableciô un contrato entre lasdos partes: los de Otumba tenian que pagar c losde Zempoala ueinte pesos de oro comûn cadaafio, ademas de los trabajos realizados para traera su pueblo el agua potable (quinta pregunta,fol. 73).

Este contrato es muy similor a otro estudiadopor José Lameiras en un litigio entre los indiosde Teotihuacun y los de Acolman en 1589.1' Eneste pleito, los de Acolman tenian que entregara los de Teotihuacan la cantidad de ueinte pesosde oro cada afro por el uso de las aguas ubicsdasen su jurisdicciôn, esto en lugar de los productostradicîonales que solian ciar corno tributo (ma{2,mantas de algodôn, plumas.). Es notoria la simi-litud de los dos contratos. Ademôs, el pleito selleua a cabo en la regiôn de Otumba, ya que,como Io dice el padre Tembleque, los indios de

su doctrina iban a traer el agua desde el p.ueblode San Juan Teotihuacrin, situado a dos leguos desu pueblo, cuando lo necesitaban (tercera pregun-ta, fcl. 72 u.-73). No se sbe si existia desde laépoca prehispdnica un acuerdo entre Teotihuacdny Atumba, pero es probable que si, y seguramen-te éste ten{a bases similares a las que acabamosde uer, y que se repitieron con los indios de Zem-poala.tE

Asi resulta que nuestro documento es unafuente histôrica bastante importante no sôloen cuanto a la regiôn de Otumba, sino tam-bién en lo que toca a toda Ia Nueua Espafia,dado que trata de muchas aspectos de la uidacolonial.

Claro que se podria afiadir muchas cosas a estaintroducciôn, pero el manuscrito habla por slmismo y no necesita tantos afiadidos. Traté,eso si, de colocarlo en su contexto, y subra-yar los temas que me parecian môs importantes.En cuanto a Ia transcripciôn presentada aqui,eseogimos una uersiôn en espafrol moderno parafacilitar su lectura. En cambio, no se tocô laestructura de las frases; sôlo se afradiô la puntua-ciôn, para mayor inteligencia del texto.

Notas

t En su total idad el acueducto alcanza 34 km de lar-go, desde el ceno de Tecajete, de donde salfa el agua,hasta el pueblo de Otumba. Los alcos de Tepeyahualcomiden 38.75 rn en su punto mâs elevado. El arco centralt iene 17 m de ancho. Para lodas las medidas esencialesdel acueducto, uno puede referirse al estudio del arqui-tecto D. Ricardo Bodina. en ia edic i6n de 19?9 del l ibrode Octar iano Valdés, pp. 164^i70.

2 Octaviano Valdés, El padre Tembleque, tr{éxico,Toluca, BEEM, 1979 (pr imera edic ién: 1945).

3 Fray Gerônimo de \{endieta, Historia Eclesiast icaIndiana, México, Porrr ia, 1971, pp. 697€99.

a Op. cit . , ibidem.s Fondo lUanuscrito de! Inst i tuto de Valencia de

Don Juan (X4adrid). Comunicaciôn persona! del DoctorJP. Berthe.

6 Se pensaba que las fuentes estaban a menor alturaque el pueblo de Otumba. pero en real idad hay una di fe-rencia de nivel de 250 m. Tenia asi lugar, pese a un decl i-ve muy débi l (7Yo), e l derrame del agua. A simple v ista,sin instrumentos para medir con precisiôn, era necesariala fe de Tembleque para pensar que la obra fuera posible.

7 Fran Agustfn de Vetancurt, Teatro tr lexicano, Su-cesos Religiosos, I , Iéxico, Porrûa, 1921, p. 119.

E Fray Juan de Torquemada, Mâiarquia Indiana,Lib. XX, Cap. 63 (y no ?3 como lo indicala srntesis defuentes histôricas de Octaviano Valdés, p. 148), pp.532-535.

9 Hoy en dfa los arcos de Tepeyahualco estân en ex.celente estado de conservaci6n.

to Relaciones Geogrâficas de México,lVtéxico, UN.{M,1986, T. I , p.7 4.

l l "Entre Tepeapulco y Cempoala, no lejos del cami-no, estân los arcos tan nombrados de Ternbleque, porlos cuales pasa por una barranca muy honda el agr.ra queva encafrada desde Cempoala a Otumba. Fuélos a ver elpadre comisario, y causan adrniracién porque son ait i-simos, muy bien sacados y I ' istosos: son tres, uno encimadel otro, y asf v:ene a estar el ûlt imo muy alto, y contcner esta aitura, no t iene de grueso la pared mâs de nue-ve pies ( . . . ) Es toda agua maravi l losa". Antonlo de Ciu-dad Reai, Ttatado curioso y docto de las grandezas deNueua Espaf ia. .Véxico, UNAM, 19?6, T. I , p. ?1,

i2 Francisco de Ajofr in, Diario de! uiaje que por o.-

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len de la sasrada conûelaciôn de propaganda fide hizor la Amériia septeniio-nal en el-siglo XVIII eI pdre'ray Francisco Ajofrin, capuchino, Madrid, Archivo Do':umental Espafrol , 19b9, T. I I , p. 211.

13 Madame Calder6n de la Barca. Lo uida en MéxicoIurante una residencia de dos af ios en ese pais, Méxieo,?orrûa, 1976, Carta XVI.

la "Vecino desta ciudad, persona de toda confianze",lnviado a ver el estado de la obra en virtud de una real:édula del 3 de jul io de 1556, que pedfa mds informa-:iôn-sobre el proyecto del padre Tembleque (fol. 93).

l5 Al f inal de cuentas, Alonso de n""ân propuso sus-render el pago del tributo de los indfgenas de Ohrmbalurante tres af ios (fol.92 v.). El viney y la Real Audien-: ia aceptaron la propuesta, peto en 1562 (fol. 93), esJech cuatro afros después de la visita del juez al acre-lucto.

16 Subsisten en el pueblo de Otumba tres g:andes

jagûeyes que recogian el agra de l luvia. El primero seubica atrâs del convento; el segundo a un Iado del hospital antiguo, en Ia calle fray Francisco de Tembleque, pordonde llegaba el acueducto al pueblo; el tercero a laesquina de las calles de Miguel Lerdo de Tejada e IsidroFavela, Son obras, al parecc, del siglo XVI. Sus dimen-siones son considerables (el mâs grande alcanza 11 me-tros de ancho sobre 26 de largo, y casi 8 de hondo).Hoy en dfa esos jagûeyes sirven de basurero.

l? "Relacioneo en torno a la posesiôn de t ierras yagues: un pleito entre indios principales de Teotihua-clin y Acolman en el siglo XVI", en Rojas, Strauss,Lameiras, Nueuas noticias sobre bs obls hidrâulicasprehîspdnîcas y colonbles en el Valle de trléxico, tr{éxico,SEP.INAH,19?4.

I E Sabemos por otra parte que los franciscanos corts-truyeron un convento en Zempoala como eompensaciônal agua entregada al monasterio de Otumba (fol. 19 v.).

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Respuestas defray Francisco de Tembleque

T:T.[r l dicho padre Fray Francisco de Tembleque,a cuyo cargo estâ el traer de la dicha agua desdeque se comenzô a traer, frayle profeso conven'tuat aet mcnasterio del senor San Francisco delpueblo de Otumba, testigo presentado por losdichos gobernador e alcades e principales del di'cho pueblo de Otumba, el cual habiendo juradoægun derecho e siendo preguntado y examinadopor las pregunias del dicho interrogatorio, dijo edepuso lo siguiente:

A la primera pregunta dijo que conoce a losdichos gobernador e alcades y casi a la mayorparte de los indios e principales del dicho pueblode Otumba, e que tiene noticias del dicho pue-blo de Otumba e de sus sujetos e términos, por-que ba sido el guardiân del dicho monasterio deOtumba tiempo y espacio de tres afros poco mâso menos e que asimismo tiene noticias e conoci'mientos de la fuente, cafro e obra del traer de ladicha agua, porque lo ha visto e ha estado a sucargo el traer de la dicha agua desde que se co'menzô hasta el dfa de hoY.

Y preguntado por las preguntas generales, dijoque no le tocan ni empece ninguna dellas mâs depor caridad, y holgarfa mucho de ver trafda ladicha ag:aa al dicho pueblc de Ûtumba por el biene descanso de los naturales del dicho pueblo deOtumba, e que es de edad cuarenta e ocho afrospoco mâs o menos, e que ayude Dios a la verdad.

A la segunda preggnta dijo que lo contenidoen la dicha pregunta es pûblico e notorio segûn en

ella lo dice e declara, e que este testigo lo sabepor que muchas veces la ha andado a buscar porloda la dicha provincia, e no ha visto ni halladoque en toda ella haya rfo ni fuenie ni otro ma'nantial de agua algua, e que esto responde a es'ta pregunta.

A la tercera pregunta dijo que lo contenido enla dicha pregunta pasa asf como en ella lo dice edeclara, e que es verdad que algunos afros les fal'ta la dicha agua por no llover tanto algunos afroscomo otros, por lo cual los dichos naturales vanal pueblo de San Juan por ella, que esta distanciade dos leguas e la traen a cuestas para asf susten'tar con ella, e esto es muy notorio en toda laNueva Espafra, e esto responde a esta pregunta.

A la cuarta pregunta dijo que es e pasa comola pregunta lo dice e declara, e que es verdad que

la dicha agua es tan mala aI tiempo que se va se'cando, por causa de los ganados que en ella estana beber, gue viene a ser tan mala, que por la be'ber viene a causar a los dichos naturales ntimerode enfermedades, por ser la dicha agua tan dafro'sa y pestilencial como es, e trafda la dicha aguaque al presente se trae cesarfan todas las enfer'medades que la Pregunta dice.t

A la quinta pregunta dijo que lo contenido enla dicha pregunta es pûblico e notorio, e ha sidodelante deste testigo tres aios los indios naturalesdel dicho pueblo de Otumba han pagado a los delpueblo de Capuala (sic) los veinte pesos de orocomûn que en cada afro les dan por razôn de

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la dicha agua, e que este testigo se remite a Ia es-critura que sobre ello pasô, e que demâs de losdichos veinte pesos de oro comûn que los dichosindios del dicho pueblo de Otumba dieron a losdel dicho pueblo de Çapuala por razôn de la di-cha agua, el dicho pueblo de Otumba sacô a sucosta e misiôn gran parte de la dicha agua, e ayu-d6 a traer dos mil brazas el cafro del agua queviene al dicho pueblo de Capuala, la cual dichaagua se hace dos partes, la una de la cual es laque se l leva al dicho pueblo de Otumba e la otramitad se trae al dicho pueblo de Çapuala e almonasterio del sefror San Francisco que en el re-side, e se dan otras dos tercias partes al pueblode Cempoala e Tlaquilpa pueblos que se han jun-tado, e ha llegâdose cerca del dicho monasterionuevo que esta en medio de los diehos dos pue-blos, e que esto responde a esta pregunta.

A la sexta pregunta dijo que es verdad que porel camino derecho desde donde se toma e sale ladicha agua, hasta el dicho pueblo de Otumba,hay e puede haber cinco leguas poco mâs o me-nos, e por los rodeos, partes e lugares por dondela dicha agua va e ha de ir, podrfa haber nueveleguas poco mâs o menos, porque este testigo loha andado, medido, e nivelado muchas veces, eque es verdad que no hay otra agua alguna quemâs cômodamente e con menos trabajo se puedal levar al dicho pueblo de Otumba si no es la queal presente se lleva; e esto que en el pueblo deTepeapuico y la cibdad de Tezcuco se pudierallevar de ellos otra agua alguna con menos traba-jo, e que ésta los dichos pueblos de Tepeapulco ecibdad de Tezcuco no la quisieron dar ni vendera los naturales del dicho pueblo de Otumba, eaun que la dieran, no fuera tan necesaria e aco-modada como es la dicha agua que agora se lleva,porque atraviesa e pasa por toda la mayor partee lo mejor deT dicho pueblo e provincia de Otum.ba, e que esto responde a esta pregunta.

A la séptima pregunta dijo que lo que sabe deel la es que es verdad que este que declara eomen-zô a traer el cafro de la dicha agua tres afros enfin de este mes de febrero en que estamos, e an.tes que se comenzase gætô en comenzar a juntare a llegar materiales para la dicha obra seis o sie-te meses, y hasta ahora desde que asf se comen-zô, podrâ estar hecha e trafda el agua tres leguas

e media e antes docientas brazas mâs, e que todoeste dicho tiempo se ha gastado en la dicha obra,por ser la dicha obra fuerte e haberse hecho enella cantidad de arcos e puentes por donde y en-cima de ellos pasa la dicha agua, e que esto res-ponde a la pregunta.

A la c.,ctava pregunta dijo que este testigo nosabe particularmente lo que en Ia dicha obra quese ha hecho hasta hoy se ha gætado, mâs deque Ie parece segrin la obra va fuerte e los mate-riales que en ella va que la eal no hay en el dichopueblo e se va por ella a otras paJtes e fuera de lacomarca del dicho pueblo de Otumba, le pareceque se habrâ gastado aûn mâs de lo que la pre-gunta dice, e que esta entendido que en lo queresta del traer de la dicha agua al dicho pueblode Otumba se gastarâ aûn mucho mâs de lo quela pregunta dice, por no estar hecho sino pocornâs de la tercera parte de la distancia que ha si-do de Ia toma de agua hasta el dicho pueblo eplaza de Otumba, e que le parece a este testigoque para acabar de llevar la dicha agua desdedonde ahora esta al dicho pueblo de Otumba,que se podrâ llevar en tiempo y espacio de cincoafros antes mâs que menos, e que esto es lo quesabe e responde a esta pregunta.

A la novena pregunta dijo que dice que lo dichoe declarado tiene en la pregunta antes de esta,e que Ie parece a este testigo que para que ladicha obra se acabe en el dicho tiempo que tienedeclarado es muy necesario e conveniente que deordinario anden en ella cada dfa trecientos o eua-troeientos hombres, porgue esta claro que no an-dando en la dicha obra la cantidad de gente quedeclarado tiene se tardarâ mâs tiempo, e cesandola obra no habrfa efecto lo eomenzado y serfacausa de perderse lo hecho y gastaCo en ella, porser los indios para muy poco trabajo e por traer-se los materiales lejos, e que esto responde a estapregunta.

A la décima pregunta dijo que lo contenido enla dicha pregunta es e pasa asf como en eila lo di-ce e declara, e que demâs de la utilidad e prove-cho que viene a los narurales del dicho pueblo eprovincia de Otumba, los demâs naturales de fue-ra parte e otros términos e pueblos e que no sonsujetos del dicho pueblo de Otumba, en todas laspartes e lugares por donde la dicha agua pasa e

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iene, reciben gran pro e utilidad porque se lesejan arcas e pilas abiertas de agua, e lo mismon los caminos reales la que della puedan asimis-no gozar los pasajeros e otras personas que porllos pasan e asf lo ha hecho este testigo, en lo:ue hasta ahora se ha hecho de la dicha obra, er mismo harâ en lo que resta por hacer, hastalevar la dicha agua al dicho pueblo de Otumba,unque hasta ahora lo que estâ hecho e trafda laLieha agua afin no allega a los sujetos del dichorueblo de Otumba no embargante que estâ e alle-a la dieha agua cerca de los sujetos del dichorueblo de Otumba, e que esto responde a estarregunta.

A las once preguntas dijo que lo contenido ena dicha pregunta es e pasa asf como en ella se di-:e e declara, y que demâs de lo que la preguntalice, es notorio que no hay otro camino sino esror el pueblo e provincia de Otumba para ir las:anetas a las cibdades de la Veracruz, Taxcala,sic), y los Angeles, e las minas de Pachuca e a:tras partes por donde es muy grande el basti-nento que las carretas ponen a (?) México de laslichas partes e de otras muchas, e que por no te-rer como no tiene el dicho pueblo de Otumbalgua, las carretas e harrfas e otras muchas genteslue por el pasan no osan parar en él por causa dea falta de la dicha agua, e si algtrnos paran losraturales del dicho pueblo reciben grandes vexa-:iones y molestias por que demâs de les tomar su€ua se la hacen traer de sus pozos y jagiieyes a:uestas, e que si la dicha agua estuviese ya trafdar puesta en el dicho pueblo de Otumba e plaza enercado del, es notorio que cesarr'an las dichasrexaciones gue a los dichos naturales se les hacen)or causa de la dicha agua e todo redundarfa enlro de los dichos naturales, e gue esto responder esta pregunta.

A las doce preguntas dijo que lo contenido ena dicha pregunta es e pasâ asi como en ella lo di-:e e declara, porque claro estâ que teniendo losliehos naturales abundancia de agua sana e lim-ria como la que se trae e ha de ilevar al dichorueblo de Otumba e sus sujetos, e no bebiendoas dichas aguas que en sus jagûeyes e pozos tie-ren, que es encharcada e dafrosa, los dichos na-urales del dicho pueblo e provincia de Otumba,'ivirân mâs sanos e contentos, y el dicho pueblo

se aumentarâ e crecerâ por ser provincia de lasprincipales de esta Nueva Espafra, una de las prin-cipales de ellas, e no tener otra falta mayor quees la de la dicha agua, e que esto responde a estapregunta.

A las trece preguntas dijo que dice lo que di-cho e declarado tiene en la dicha pregunta antesde ésta, e que le parece a este testigo que paraque los dichos naturales queden descansados yrelevados del trabajo e gasto que han de tenerdel traer de la dicha agua hasta la poner en el di-cho pueblo de Otumba, es necesario e convenien-te que su Magestad les haga merced a los dichosnaturales del dicho pueblo e provincia de les sol-tar e remitir los tributos que en cada un afro ledan, por el tiempo de los dichos cinco o seis afrosque ha dicho e declarado que ha de durar el traerde la dicha agua al dicho pueblo de Otumba, eaunque este testigo tiene entendido (que) los di-chos naturales gastarân e montarâ mr{s lo queellos haa de gastar de sus casas e haciendas queIos tributos que su Magestad les hiciere mercedde les soltar e remitir de los dichos cinco o seisaios, e que esto responde a esta pregunta.

A las catorce preguntas dijo que es notorioque haciéndoles su Magestad la dicha merced deles soltar e remitir los tributos que en cada unaio le dan por el tiempo de los dichos seis afrosque declarado tiene que ha de durar el traer de ladicha agua,los dichos naturales del dicho puebloe provincia del recibirân gran eontento e queda-rân relevados e descansados del trabajo del traerde la dicha agua, y el dicho pueblo e provinciadel tiene entendido que por el gran aumento queha de venir del traer de la dicha agua al dichopueblo redundarâ en gran pro e utilidad de suMagestad e de su Rea! HacienCa, e que esto res-ponde a esta pregunta, demâs del aumento denuestra Santa fe que es el principal intento de suMagestad.

A las quince preguntas dijo que todo lo quedicho e declarado tiene es la verdad y en ello seafirma e ratifica después de se lo haber lefdo deverbo ad verbum, y es la verdad para el juramen-to que hizo, e lo firmô de su nombre y el dichosefror juez asimismo Alonso de Bazân, Fray Fran-cisco de Tembleque, ante mi Diego de Quadro,escribano de su Magestad.

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E luego e incontinente el dicho sefror juezde oficio pregunt6 al dicho padre fray Francis-co de Tembleque que so cargo del juramento quetiene hecho, diga e declare que si por causa âeltraer de la dicha agua al dicho pueblo de Otum-ba algunos de los naturales del dicho pueblo deOtumba se hayan muerto, ido o ausentado del di-cho pueblo, o se les haya echado otros tributos eimposiciones mâs de las que son obligados por sutasacion, o se les haya hecho algunos otros malostratamientos, molestias, o vexaciones, que lo digao declare; al cua- dijo que so cargo del dicho ju-ramento que dicho tiene, que no sabe que porra-zôn de la dicha obra se haya muerto indio alguno,ni menos se haya ido e ausentado natural del di-cho pueblo,2 ni sabe ni ha ofdo decir que se les

Notas

t Juan de Romanones aflade que muchas mujeres, talcomo muchos ni.fros, se ahogaron en los jagùeyes deOtumba ( f . 19 v.) .

2 En cambio, el indio Francisco Ximenez. indio natu-ral y principal de Huetutiquipaque (sic) declâra que 10 o

haya echado impuesto' otros tributos, ni imposi'ciones algunas, e esto que para ayuda de! costo dela cal por no echarles que paguen ningun dinerode sus casas, se comprô cantidad de algodôn, elcual se repartiô entre losvecinos del dicho pueblopara que Io mandasen hilar a sus mujeres, e des-pués de hilalio se tejiô e hicieron mantas para queel dinero que dello sobrese se gastase en cal comose gastô, y los indios le dijeron que ningfin traba'jo ni vexaciôn dello recibieron, antes gran conten-to con deseo de beber el agua en sus casas e pue-blo, e que esto es verdad para el juramento quehizo y en ello ser, firmô e ratificô elo firmô desunombre, y el dicho sefror juez de su nombre Alon-so de Bazân, fray Francisco de Tembleque, antemi Diego de Quadro, escribano de su Magesiad.

12 indios se han ausentado del pueblo de Oturnba,para no tralajar en la obra (f ,90). Otros, como DiegoCehuyloque (sic), han ofdo decir que algunos indiosse han ido, pero no lo averiguaron personalmente (f.92 ) .

29. o "lubt& rc ræmbrri D. P?rfccb écl selcma nryisimo c* cl curl D. Afts€o êcgÊ flrutPan ru postubciscs b:ste cnlre 16 rutRtG"