(1949) y la cucaracha (1959) sobre

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50 SIGLO NUEVO (1949) y La Cucaracha (1959) sobre a a su sentido ‘mexicanista’, a lo que Del Río respondió: “No se trata de nacionalismo ciego. Amo lo nuestro porque lo siento, porque soy mexi- cana de hueso colorado. Siento mío el arte mexicano, la cocina mexicana, nuestra gente, nuestra cultura… Sin que eso quiera decir que desprecio lo extranjero. Por qué había de des- preciarlo. Admiro la autenticidad, en cualquier parte del mundo en que se produzca”. La entrevista fue publi- cada en Talacha periodística (1983), la primera recopilación de crónicas, reportajes y artículos de Leñero. De la O agrega que “fue la primera mexicana que triunfa en Estados Unidos, pero parece que no nos ‘cae el veinte’ de eso, no le ha- cemos justicia como merece. Habrá quienes digan que sí se le reconoce porque una calle lleva su nombre o porque se le hizo una estatua, pero no es suficiente. En Hollywood es una gloria y le aplauden lo que hizo pero aquí no somos capaces de llevarle una flor ni en su natalicio ni en su aniversario luctuoso, mucho menos de abrir un museo para ella sola o ponerle una sala”. Recuerda que la última vez que Del Río visitó la ciudad fue durante el mandato de Héctor Mayagoitia, donde se le realizó un gran homenaje en el que ella, con mucha nostalgia, habló de Durango, de sus orígenes y de la fa- milia Asúnsolo López Negrete. “Acabamos de celebrar los 60 años de la cinematografía en Du- rango, en ese año no fuimos capaces de hacerle un homenaje con un ciclo completo de sus películas, que hayan invitado a la Asociación Na- cional de Actores (ANDA) para dar una conferencia o que gente de aquí haya viajado a Estados Unidos a llevarle una flor a su estrella o a im- partir un taller o conferencia sobre ella. Entre sus últimas propiedades estuvo una en un poblado de Nazas y en el lugar no hay alguna placa so- bre Dolores, nada. Vamos a la casa en que nació y está abandonada e incluso alguna vez hicimos la pro- puesta de que fuera un museo del cine y se nos ha ignorado”, dijo. Fernando Llanos, director de Matria, documental ganador en el Festival Internacional de Cine de Morelia en 2014 y que formó parte de la selección oficial del Margaret Mead Film Festival de Nueva York, del Festival Internacional de Cine de Monterrey y del Festival del Nuevo Cine Mexicano en Durango, entre otros, compartió que Dolores del Río “es un ícono de la época de oro del cine nacional, de una belleza espectacular a quien se debería de revisar y proyectar más. Faltan pu- blicaciones o documentales sobre su persona. No recuerdo haber visto ningún libro sobre ella, tampoco lo he buscado, pero de Pedro Infante y María Félix aunque no los busques los encuentras. No sentí que en Durango tuviera ese peso porque la ponen en el mismo callejón, al lado de Salma Hayek y Penélope Cruz, y supongo que se merece un par de escalones arriba”. SE ECHAN “LA BOLITA” Sobre los homenajes que se le han realizado a la actriz que no posee ni un día conmemorativo ni festival o concurso, se le cuestionó a Rubén Ontiveros Rentería, director del Ins- tituto de Cultura del Estado de Du- rango (ICED), quien argumentó que al tratarse de una figura de la pan- Archivo Siglo Nuevo

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(1949) y La Cucaracha (1959) sobre La Cucaracha (1959) sobre La Cucarachasu sentido ‘mexicanista’, a lo que Del Río respondió: “No se trata de nacionalismo ciego. Amo lo nuestro porque lo siento, porque soy mexi-cana de hueso colorado. Siento mío el arte mexicano, la cocina mexicana, nuestra gente, nuestra cultura… Sin que eso quiera decir que desprecio lo extranjero. Por qué había de des-preciarlo. Admiro la autenticidad, en cualquier parte del mundo en que se produzca”. La entrevista fue publi-cada en Talacha periodística (1983), la primera recopilación de crónicas, reportajes y artículos de Leñero.

De la O agrega que “fue la primera mexicana que triunfa en Estados Unidos, pero parece que no nos ‘cae el veinte’ de eso, no le ha-cemos justicia como merece. Habrá quienes digan que sí se le reconoce porque una calle lleva su nombre o porque se le hizo una estatua, pero no es sufi ciente. En Hollywood es una gloria y le aplauden lo que hizo pero aquí no somos capaces de llevarle una fl or ni en su natalicio ni en su aniversario luctuoso, mucho menos de abrir un museo para ella sola o ponerle una sala”. Recuerda que la última vez que Del Río visitó la ciudad fue durante el mandato de Héctor Mayagoitia, donde se le realizó un gran homenaje en el que ella, con mucha nostalgia, habló de Durango, de sus orígenes y de la fa-milia Asúnsolo López Negrete.

“Acabamos de celebrar los 60 años de la cinematografía en Du-rango, en ese año no fuimos capaces de hacerle un homenaje con un ciclo completo de sus películas, que hayan invitado a la Asociación Na-cional de Actores (ANDA) para dar una conferencia o que gente de aquí haya viajado a Estados Unidos a llevarle una fl or a su estrella o a im-partir un taller o conferencia sobre ella. Entre sus últimas propiedades estuvo una en un poblado de Nazas y en el lugar no hay alguna placa so-

bre Dolores, nada. Vamos a la casa en que nació y está abandonada e incluso alguna vez hicimos la pro-puesta de que fuera un museo del cine y se nos ha ignorado”, dijo.

Fernando Llanos, director de Matria, documental ganador en el Festival Internacional de Cine de Morelia en 2014 y que formó parte de la selección ofi cial del Margaret Mead Film Festival de Nueva York, del Festival Internacional de Cine de Monterrey y del Festival del Nuevo Cine Mexicano en Durango, entre otros, compartió que Dolores del Río “es un ícono de la época de oro del cine nacional, de una belleza espectacular a quien se debería de revisar y proyectar más. Faltan pu-blicaciones o documentales sobre su persona. No recuerdo haber visto

ningún libro sobre ella, tampoco lo he buscado, pero de Pedro Infante y María Félix aunque no los busques los encuentras. No sentí que en Durango tuviera ese peso porque la ponen en el mismo callejón, al lado de Salma Hayek y Penélope Cruz, y supongo que se merece un par de escalones arriba”.

SE ECHAN “LA BOLITA”

Sobre los homenajes que se le han realizado a la actriz que no posee ni un día conmemorativo ni festival o concurso, se le cuestionó a Rubén Ontiveros Rentería, director del Ins-tituto de Cultura del Estado de Du-rango (ICED), quien argumentó que al tratarse de una fi gura de la pan-

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