17 canción de cuna
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"Aurtxo seaskan" kantaren inguruanTRANSCRIPT
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A finales del siglo XIX, José León Sagarzazu y Bruna Sagarzazu regentaban la fonda Brunania en el número 13 de la
calle Tiendas, en pleno Casco Histórico de Hondarribia. Tuvieron cinco hijos (Francisco, Celestina, Claudio, Dionisio
y Txomin). Los primeros protagonistas de nuestro relato son Claudio y Txomin.
Claudio Sagarzazu Sagarzazu nació en esa casa el 30 de octubre de 1895. La fonda Brunania estaba justo enfrente de
la casa Olazabal. Y en el jardín de la casa –lo que hoy es el parque Olazabal- había un perro de considerable tamaño
que cuidaba de la finca. El caso es que, como en la fonda solía haber animadas tertulias al anochecer, el pequeño
Txomin se hacía el remolón cuando llegaba la hora de irse a la cama. Su madre Bruna solía amenazarle diciéndole
que, si no se iba a dormir, vendría el perro grande del jardín de la casa Olazabal. Claudio escuchaba la treta de su
madre para convencer a Txomin y, años después, demostró que no la había olvidado.
A la derecha, con un banco junto a la puerta, la casa en la que nació el poeta Claudio Sagarzazu Sagarzazu, “Satarka”. Y, frente a ella, el muro
del jardín de la casa Olazabal (AHH)
Claudio fue creciendo y pronto demostró grandes cualidades para la escritura, y especialmente para la poesía. En
1920, y con 25 años, tenía ya publicados 81 poemas en revistas como Euskadi, Euzko Deya, Hermes o Euskal-
Esnalea, con el nombre de Claudio Sagarzazu Satarka. Un seudónimo formado por su propio nombre, Sagarzazu tar
Kauldi. En 1922 publica su primer poemario, Txinpartak. En las páginas 13 y 14 de este libro encontramos el que se
iba a convertir en su poema más conocido, “Aurtxoa seaskan”. Claudio demuestra en este poema que no había
olvidado las amenazas de su madre a Txomin, ni tampoco había olvidado al perro del jardín de la casa
Olazabal…”txakur aundia etorriko da, zuk ez badezu egiten lo” (si no te duermes vendrá el perro grande).
Pero dejemos por el momento a Satarka y a su hermano Txomin y vayamos a buscar a nuestro siguiente protagonista.
Gabriel Olaizola Gabarain había nacido en Hernani en 1891, donde siguió estudios musicales. Tras su paso por el
Orfeón Donostiarra, se trasladó a Barcelona para perfeccionar su técnica, y comenzó una exitosa carrera de bajo que le
llevó por el Teatro Real de Madrid, el Liceo de Barcelona o la Scala de Milán, dirigido por directores del prestigio de
Mancinelli, Toscanini o Mascagni. Se retiró de la escena en 1930 con más de 50 óperas en su repertorio, y en 1931
inició su nueva carrera de director coral fundando en San Sebastián Eusko Abesbatza. La guerra civil interrumpió las
actividades del coro y de su director.
Cosas de Alde Zaharra 17
Canción de cuna de la calle Tiendas
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Texto completo del poema “Aurtxoa seaskan”, publicado en “Txinpartak”, en 1922
Y aquí empieza su participación en nuestro relato. En agosto de 1937, tres días antes de la caída de Santander, el
lehendakari Aguirre mandó llamar a Olaizola, y le dijo “le encargo a usted que salga inmediatamente para Francia y
forme entre nuestros refugiados el coro más selecto posible, que lleve por el mundo, a través de nuestras melodías, el
recuerdo de un pueblo que muere por la libertad (…). Si caemos nos dedican un recuerdo y sigan cantando”. Y
Gabriel voló en El Negus hacia el aeropuerto de Biarritz.
El 2 de octubre Eresoinka-Coro Nacional Vasco estaba al completo con 67 vocalistas. 101 componentes en total, si
sumamos a dantzaris, txistularis, técnicos y directivos. Entre ellos Pepita Embil, los hondarribiarras Teo Hernandorena
y Txomin Sagarzazu –el pequeño Txomin, el hermano de Claudio, se había convertido en un consumado tenor-, y los
irundarras Mariano Gonzalez –Luis Mariano- y Maite Cruzado en el grupo de danzas.
Eresoinka-Coro Nacional Vasco en 1937 (fotografía de Boris Lipnitzky para los carteles). Remarcados en rojo de izquierda a derecha: Pepita
Embil, Luis Mariano, Teo Hernandorena y Txomin Sagarzazu (Arana, 1986). A la derecha, Gabriel Olaizola (Guregipuzkoa.net)
Se congregaron para ensayar en una gran sala de Ihartze artea, un caserón que tenía en Sara la familia Sota, donde, a
pesar de ser todos grandes intérpretes, tuvieron que hacer un inmenso esfuerzo para tener preparadas 43 obras en tan
sólo 32 días de ensayo durante los meses de octubre y noviembre. El coro se presentó en público en la Sala Pleyel de
París el 18 de diciembre de 1937.
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En algún momento de ese año 1937, Gabriel Olaizola tomó la primera y última estrofas del poema de Satarka y les
puso música. Según Ansorena, “Olaizola tomó la canción de cuna, versión francesa en ritmo de 6/8, le modificó el
compás y le acopló el poema de Claudio Sagarzazu”. Después, su hermano Joseba Olaizola la armonizó para coro de
voces mixtas.
Izquierda: Txomin Sagarzazu (primero por la izquierda) y Pepita Embil (a la derecha del micrófono), en la Universidad de Paris el 13/02/1938
-preciosos pantalones los de Txomin-. Derecha: Luis Mariano (enfermero) y Teo Hernandorena (dentista), pasando el rato entre ensayo y
ensayo (Arana, 1986)
Aurtxoa seaskan, tras los oportunos ensayos, fue estrenada por primera vez en público en el Théatre de París el 10 de
abril de 1938, “con un solo de Pepita Embil, acompañada a bocas cerradas por el coro. Hubo de repetirse en esta
primera audición”. Pero no era más que una primera prueba de fuego. El verdadero estreno, el más auténtico y
entrañable, tendría lugar 14 días después – el domingo 24 de abril de 1938, a las 10:30 de la mañana- durante una
emisión de Radio Paris. Cantada nuevamente por Eresoinka y Pepita Embil, pero conscientes de que esta vez las
ondas la llevarían al otro lado de los Pirineos. Aunque la partitura no se editaría hasta 1950, aquel día había nacido lo
que para muchos es “la canción de cuna más bella que existe”.
Por avatares de la vida, Txomin Sagarzazu había estrenado una canción de cuya letra era casi tan “responsable” como
su hermano Claudio. El tema ha tenido, desde entonces, un extraordinario éxito convirtiéndose en un estándar de la
música coral, interpretado por agrupaciones de todo el mundo. Y por muy diversos intérpretes en versiones muy
diferentes, desde las que podríamos llamar “clásicas” como las de Luis Mariano o Maria Ostiz, hasta algunas más
sorprendentes como la de la mejicana Lila Downs o la versión folk del grupo norteamericano The Kelly Family.
Aunque su denominación oficial es Aurtxoa seaskan –como el poema-, también se ha llamado a esta canción “Aurtxo
polita”, por sus dos primeras palabras, o incluso “Aurtxo txikia”. Esta última denominación ha llevado a más de una
confusión con otros temas de la música popular vasca.
Claudio Sagarzazu siguió escribiendo poesía, recibiendo grandes elogios de crítica y público, lo que queda reflejado
en los 35 premios literarios que recibió en su carrera como escritor. Publicó en 1957 Intza-begietan, dedicado a sus
padres, fue miembro correspondiente de Euskaltzaindia, y en 1996 se publicó su obra póstuma Ezti-tantak. Nació,
vivió y murió (1971) en el número 13 de calle Tiendas.
Aurtxoa seaskan no fue su único poema convertido en tema musical. Tomás Garbizu puso música a sus poemas
Etorrera, Ixil-ixilik, Maitatzen ditut o Nere maitea. El coro Xatz interpretó, en su 25 aniversario, Nere maitea con
música de Ferenc Farkas. Y en entrevista a El Bidasoa en 1958, ante el comentario de que el maestro Escudero iba a
poner música a su poema Kristo gurutzean, Claudio contestaba: “No es la primera vez que mi poesía inspira a los
músicos. El “Aurtxoa seaskan” (el niño en la cuna), la canción del maestro Olaizola, está inspirada en una poesía
mía”.
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Fiestas Euskaras y Patronales en Hondarribia : Claudio Sagarzazu, poeta premiado con La Flor Natural recitando su poesía 07/09/1925
(Guregipuzkoa.net)
Txomin continuó con su carrera de tenor. De tenor y de profesor de futuras generaciones. Porque Txomin había
desarrollado su técnica siendo pupilo de Gabriel Olaizola y fue, a su vez, profesor de otros intérpretes como Jose Luis
Zubiri.
Eresoinka-Coro Nacional Vasco se disolvió tras actuar, por última vez, el 14 de julio de 1939 en la Ópera de Paris,
con la Segunda Guerra Mundial a la vuelta de la esquina. Su director, Gabriel Olaizola, continuó su carrera como
director coral y fue profesor de canto en el seminario de Covadonga y en el Diocesano de Vitoria. Falleció en Hernani
en 1973. Ihartze artea es hoy un alojamiento rural que guarda como una joya los recuerdos de Eresoinka y los frescos
que pintó en la sala de ensayos Gaspar Montes Iturrioz.
Pepita Embil fue considerada “la reina de la zarzuela” y, junto a su marido Plácido Domingo Ferrer fundó la
compañía Ases líricos, que cosechó grandes éxitos durante décadas. Subió por última vez a un escenario en el
velódromo de Anoeta el 31 de agosto de 1990. Acompañada por su hijo, el tenor Plácido Domingo Embil, y el Orfeón
Donostiarra cantó una única pieza, el Aurtxoa seaskan. El ABC relataba: “Aunque llevaba muchos años sin cantar, no
ha perdido la madera de artista ni el buen gusto. Plácido y ella, secundados por un exquisito Orfeón, alcanzaron el
momento más entrañable de la noche con este “Aurtxo txikia” –Aurtxoa seaskan- que tantas veces habría escuchado
el tenor”
Pepita Embil, Plácido Domingo y el Orfeón Donostiarra cantando “Aurtxoa seaskan”, el 31 de agosto de 1990 en San Sebastián. La orquesta
dada la vuelta observando. No era para menos.
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A vueltas con la autoría
Aurtxoa seaskan se convirtió rápidamente en un tema muy conocido y popular. Interpretado no sólo por agrupaciones
corales o cantantes profesionales, sino por el pueblo en todo tipo de celebraciones, o como villancico en navidad. Lo
que le ha hecho entrar en la categoría de música popular vasca o, incluso, en la de tradicional. Y de aquí a ser
considerado como anónimo o de autor desconocido sólo hay un pequeño paso.
Dos ejemplos de partituras en las que el tema aparece como popular/tradicional, sin mencionar a sus autores
El periodista Javier Aramburu –sobrino de Claudio y Txomin- nos dice que “en muchos lugares aparece como
canción popular. Anónima. Como si el pueblo, de manera anónima, la hubiera creado. Mis familiares y yo nos
disgustamos mucho cuando vemos estas cosas. Porque creemos que no se está dando a cada uno lo que le
corresponde. Pero a veces pienso que, al considerarla popular, se les está haciendo un gran homenaje a los dos
autores. Porque esto expresa que el pueblo la considera como suya. Tan hermosa, sensible, redonda y profunda como
si el pueblo la hubiera creado para sí mismo (…). De esta manera el error se convierte en virtud”.
La autoría de la letra por parte de Claudio Sagarzazu Satarka no plantea mayores dudas. Cierto es que la base de datos
de la Bertso eta Olerkien Hemeroteka de la Diputación de Gipuzkoa, atribuye la primera publicación del poema
Aurtxoa seaskan (Argia, 28/08/1921) al bertsolari vizcaino Pedro Ortuzar Eskalza, Iturri. Pero es seguramente un
error producido por los modernos automatismos informáticos, porque Pedro Ortuzar Iturri no pudo publicar el poema
en 1921. Faltaban aún 11 años para que naciera.
Y es cierto que el poema aparece publicado por vez primera con el seudónimo de Iturri. Pero Claudio Sagarzazu
utilizó, además de Satarka, otros seudónimos. Tras la Guerra Civil Satarka había quedado marcado como seudónimo
nacionalista, así que comenzó a publicar como Sagarlore. Y, según el diccionario de seudónimos de Amezaga, en
otros momentos lo hizo como Urbasa. En 1921, y sólo en la revista Argia, varios de sus poemas –entre ellos, Aurtxoa
seaskan- aparecen publicados con el seudónimo de Iturri. No hemos podido saber más. Sus razones tendría.
En cuanto a la música, la cosa cambia. Aunque Gabriel Olaizola nunca afirmó haber compuesto la melodía, su nombre
y Autxoa seaskan están tan indisolublemente unidos que suele darse por hecho que él la compuso. De hecho en su
primera edición en versión de voz y piano de 1950 se, indica, como puede verse más abajo, su autoría.
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Sin embargo para Ansorena se trata de una melodía francesa. Bruno Imaz, que también la armonizó, hizo constar que
era popular vasco-francesa. Y, para dar más misterio al asunto, el diplomático José Miguel Azaola contaba que
después de cenar con unos familiares en un restaurante de Frankfurt, en 1978, comenzaron a cantar el Aurtxoa
seaskan. Según su relato, “gran sorpresa cuando, desde una mesa vecina, les dan la réplica cantando a coro la
misma canción en una lengua ininteligible. Establecidos los inevitables contactos, uno de los que, en la otra mesa,
había cantado esta canción, y que dice ser ruso, les dice que se trata de un cántico de su país y, solo esta vez, la canta
íntegramente en ruso”. Sea cual sea su origen le corresponde a Olaizola el mérito de haber popularizado esta canción.
Hay un último misterio. Legalmente, la autoría corresponde a Sagarzazu y Olaizola. En el Registro General de la
Propiedad Intelectual ambos constan como autores de la letra y de la música. Lo curioso es que está inscrita en el
registro en 1975, cuando tanto Claudio como Gabriel ya habían fallecido. ¿Quién la inscribió a su nombre?
En este registro oficial figura también que fue estrenada en San Sebastián el 10 de abril de 1934, lo que no es de
extrañar. Su inscripción en el registro está publicada en el BOE del 18 de octubre de 1975. Faltaba un mes para que
muriera Franco…no eran épocas para andar contando lo de Eresoinka y Radio París.
De izquierda a derecha: Claudio Sagarzazu "Satarka"; Antonio Valverde "Ayalde", Nemesio Echaniz y Nicolás Ormaetxea "Orixe", en 1954 (Euskomedia.org). A la derecha, la placa que recuerda, en el número 13 de la calle Tiendas, que en ese casa nació “Satarka”
Quizá cuando pases entre Brunania y el parque Olazabal te suceda como a nosotros. Muy despistados tenemos que ir
al pasar frente al que era el número 13 de la calle Tiendas –hoy tiene el número 15- para no recordar a Claudio, a
Txomin, Bruna, Gabriel, Pepita…y al perro del jardín de la casa Olazabal. Cerramos los ojos, sonreímos y tarareamos
bajito “la canción de cuna más bella que existe”.
Tetxu HARRESI, 25 de febrero de 2013
Fuentes:
Sagarzazu,C. (1922), Txinpartak. Olerkiak, San Ignacio de Loyola, San sebastián
Lekuona,M. (1957), Itzaurre-antzera, en Satarka (1957),Intza Begietan, Industria Gráfica Valverde
San Martín, J. (1968), Escritores euskéricos. Catálogo Bio-bibliográfico de escritores contemporáneos en vascuence, La Gran
Enciclopedia Vasca, Bilbao
Onaindia, S. (1977), Euskal literatura V, Etor, San Sebastián
BOE (1975), Registro General de la Propiedad Intelectual, BOE 18/10/1975
Arana, J.A. (1986), Eresoinka. Embajada cultural vasca 1937-1939, Gobierno Vasco, Vitoria
Amezaga, E. (1991), Entresaca de un diccionario de seudónimos, Revista Internacional de Estudios Vascos, Tomo XXXVI, Nº2
Ansorena, J.L. (1995), Procedencia de algunas melodías populares vascas, Txistulari, nº 164 octubre de 1995
Aramburu, J. (1995), Sagartzazu’tar Kauldi, “Satarka”, Ezti-tantak, Olerkiak, Elkar
San Martín, J. (1996), Aurkezpena. Ezti-tantak, Olerkiak, Elkar
Ibargutxi, F. "Klaudio Sagarzazu". Auñamendi Entziklopedia. Eusko Ikaskuntzaren Euskomedia Fundazioa
Prensa de la época