1.4. efectos del sector industrial 1.4.1. la industria …suficiente dotación de ciertos factores...

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suficiente dotación de ciertos factores en regresión: infraes- tructuras básicas, cantidad y precio de la mano de obra... Sin embargo, el volumen de empleo y el nivel salarial son factores de localización que continúan siendo invocados por algunos empresarios agroindustriales, fundamentalmente en áreas deprimidas. Aunque, desde nuestro punto de vista, son aspectos que hoy están perdiendo vigencia frente al grado de cualificación, pensamos que las necesidades de ciertos con- tingentes de trabajo estacional tienen mayor incidencia en la I.A.A. de primera elaboración que en otros subsectores industriales. 1.4. EFECTOS DEL SECTOR INDUSTRIAL Y DE LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA EN EL DESARROLLO REGIONAL Y RURAL 1.4.1. LA INDUSTRIA Y LAS TEORIAS DE CRECIMIENTO REGIONAL La consideración de las interrelaciones de la actividad indus- trial con la sociedad y la economía regionales desde una óptica agregada hace dirigir también nuestra atención a las teorías de crecimiento regional. En este contexto, desde la mitad de los años cincuenta existe un amplio conjunto bibliográfico destina- do a elaborar modelos teóricos que se proponen integrar el espacio y la distancia en un análisis dinámico de los desequili- brios económicos regionales: modelos de base de exportación, neoclásicos, de causación acumulativa, de polos de crecimiento, econométricos, input^utput, multisectoriales80... Dentro de este ámbito de investigación, algunos autores han centrado su esfuerzo en estudiar los efectos de las implantaciones industriales en las pautas espaciales de desa- rrollo económico. En este contexto, se ha apuntado la necesi- dad de incorporar a las teorías locacionales un punto de vista más amplio, abordando no sólo la influencia del entorno eco- Puede consultarse en RiCti^ tuso^ (1977-I y 1986I, pp. 103-138) revisio- nes críticas de los diferentes modelos de crecimiento regional. 84

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suficiente dotación de ciertos factores en regresión: infraes-tructuras básicas, cantidad y precio de la mano de obra...

Sin embargo, el volumen de empleo y el nivel salarial sonfactores de localización que continúan siendo invocados poralgunos empresarios agroindustriales, fundamentalmente enáreas deprimidas. Aunque, desde nuestro punto de vista, sonaspectos que hoy están perdiendo vigencia frente al grado decualificación, pensamos que las necesidades de ciertos con-tingentes de trabajo estacional tienen mayor incidencia en laI.A.A. de primera elaboración que en otros subsectoresindustriales.

1.4. EFECTOS DEL SECTOR INDUSTRIALY DE LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIAEN EL DESARROLLO REGIONAL Y RURAL

1.4.1. LA INDUSTRIA Y LAS TEORIAS DE CRECIMIENTOREGIONAL

La consideración de las interrelaciones de la actividad indus-trial con la sociedad y la economía regionales desde una ópticaagregada hace dirigir también nuestra atención a las teorías decrecimiento regional. En este contexto, desde la mitad de losaños cincuenta existe un amplio conjunto bibliográfico destina-do a elaborar modelos teóricos que se proponen integrar elespacio y la distancia en un análisis dinámico de los desequili-brios económicos regionales: modelos de base de exportación,neoclásicos, de causación acumulativa, de polos de crecimiento,econométricos, input^utput, multisectoriales80...

Dentro de este ámbito de investigación, algunos autoreshan centrado su esfuerzo en estudiar los efectos de lasimplantaciones industriales en las pautas espaciales de desa-rrollo económico. En este contexto, se ha apuntado la necesi-dad de incorporar a las teorías locacionales un punto de vistamás amplio, abordando no sólo la influencia del entorno eco-

s° Puede consultarse en RiCti^ ►tuso^ (1977-I y 1986I, pp. 103-138) revisio-nes críticas de los diferentes modelos de crecimiento regional.

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nómico en la distribución espacial de la industria, sino tam-bién, con una óptica de "feed-back", los efectos de la articLila-ción espacial de la industria en la diferenciación de los proce-sos de desarrollo regional. Sin embargo, no es mtry frecuentela literatura que analiza la j^roblemática de las implantacionesindustriales en el ámbito de las teorías de crecimiento regional sr

En primer término, hay que considerar las mítltiples inte-rrelaciones de la industria, desde el pLmto de vista de los flu-jos productivos, monetarios y de mano de obra, con los dife-rentes sectores económicos. Además, es preciso evaluar losimportantes efectos mtiltiplicadores de una implantaciónindustrial en el crecimiento económico regional. Los meca-nismos que se desencadenan a partir de la instalación deindustrias tienen, en consecuencia, claras implicaciones en elcomportamiento espacial del proceso de desarrollo $?.

Dentro de este conjtuito de esquemas teóricos sobre losefectos de las implantaciones industriales en el desarrolloregional s3, el concepto de polos de crecimiento suscitó ungran interés por sus potencialidades prácticas en el ámbito delas políticas de desarrollo regiona184. Sin embargo, no ha res-pondido a las esperanzas depositadas, debido a que la expe-riencia ha mostrado a menudo que su resultado no ha sido ladifusión territorial del desarrollo, sino su concentraciónsobre un área geográfica restringida, agudi-r.ando los deseqtti-librios territoriales. Un polo de crecimiento se define como

81 En este contexto, podemos resaltar los siguientes trabajos: Ctt^aPntn^ y

N'^t.^:ee (1987-III) (PP. 151-175), M.^^z,^co^. (1980.111) (pp. 177-242) y ParcEi>o(1989-[[I) (Pp. 108-118).

$" Por estos motivos, las Administraciones Públicas han formulado políticasen las que el fomento a la localización industrial y a la creación de polos de desa-rrollo han figurado como elementos clave en las estrategias de reducción de losdesequilibrios espaciales.

es Haremos referencia a aquellas teorías del crecimiento que, a nuestro jui-cio, tienen una ma}'or relación con el tema de los impactos de la industria en elterritorio.

^ PEwtoux fue el autor que en 1955 expuso por primera s^ez el concepto depolo de crecimiento. Fueron también los economistas franceses, con Bouuevu.^.Ea la cabeza, los respoiuables de trasladar la idé^de polo de crecimiento al espa-cio geográfico, como queda re0ejado en la obra:

- BouDevu.^.E, J. (1972).- Aménagement du territoire et polarisation.-Paris: Ed. Génin.

ó^

un conjunto de industrias, fuertemente interrelacionadas através de los eslabonamientos input-output, alrededor de unaindustria motriz, capaz de generar un crecimiento dinámicode la economía 85.

Por consiguiente, se ha comprobado empíricamente ladificultad de reconciliar la teoría de los polos de crecimientocon unos objetivos de desarrollo equilibrado entre los dife-rentes componentes del espacio y, más aún, en un contextode industrialización rural. Aunque los polos. pueden teneraceptables resultados con respecto a la consolidación de unsistema de ciudades, a partir de la expansión de los núcleosintermedios gs, en nuestra opinión no sirven para activar eldespegue económico de las áreas menos favorecidas conindustrialización incipiente. Además, es necesario rechazar elconcepto de industrias motrices para una buena parte delmedio rural, ya que éstas suelen tener altos requerimientosen factores de localización, de los que a menudo no existeuna dotación suficiente en dicho ámbito geográfico.

Sin embargo, algunos razonamientos teóricos aparejados aesta teoría, que versan sobre el impacto industrial en el áreacircundante, pueden servirnos de utilidad desde una perspec-tiva dinámica de las repercusiones en el desarrollo regional,sobre todo en lo que concierne a los medios de transmisióndel crecimiento polarizado. En este sentido, se hace hincapiéen la ampliación en el polo industrial de la oferta de la gamade productos y su consiguiente disminución de costes de pro-ducción, así como en los beneficios vinculados al incrementode la demanda local. También se examina el efecto de lasinversiones que implican innovación sobre la ejecución de

s' La teoría parte de un contexto urbauo y se centra en los efectos del polosobre el hinterland adyacente. Los polos de crecimiento son abordados en granparte de los tratados de Economía Regional o en obras que abordan los sistemasespaciales de la industria. Podemos reseñar, por la claridad de su exposición, lossiguientes trabajos: L^lUCie, Dr^-Fnu^ y LncouR (1979-I) (pp. 147-164); RtcHn^-soN (1986I) (pp. 127-138). También destacamos el análisis realizado por MnNZn-cot. (1980-III) (pp. 91-101), que relaciona este tema con los complejos y ejesindustriales.

86 R^cHntt^soN (198CrI). Normalmente, la política territorial los ha utilizadoen regiones atrasadas, seleccionando el centro urbano de mayor entidad, perolos desequilibrios a nivel intrarregional se han hecho a posteriori más patentes.

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inversiones complementarias. Asimis^no, es de destacar elanálisis de la generación de economías externas por parte delas aglo^neraciones territoriales. En este ámbito conceptual,los "polos tecnológicos" y los "distritos industriales", examina-dos en las teorías de los "sistemas industriales regionales",añaden wi enfoque más centrado en la red de relacionesinterempresariales vinculadas a la difitsión de tecnología y alos servicios a la producción, rebajando así el predominioexplicativo de las industrias motrices $^.

Por otra parte, los efectos de las implantaciones industria-les en el desarrollo regional y local se transfieren a través deuna secuencia de procesos recurrentes, cuya propagación seefectúa con mayor o menor intensidad en función de lascaracterísticas socioeconótnicas del área y del tipo de plantas ainstalar. Una interesante explicación de los impactos en elterritorio, que podemos adaptar en su medida a medios nourbanos, es la realizada a partir de las teorias de causalidad cir-cular y acumulativa gg.

Así, la instalación de nuevas industrias crea a nivel localun incremento de riqueza$`^. E1 crecimiento potencial de losmercados locales impulsa la aparición de nuevos comerciosy servicios para la población, con el fin de satisfacer lasnecesidades provocadas por un incremento de rentas. Estasnuevas actividades originan también un mayor nivel de desa-

R^ Sin embargo, esta litenttn•a no tiene como principal objetivo el estudiode los efectos de la industria en el desarrollo regional y rural, sino que su finali-dad es el análisis general del funcionamiento de los sistemas industriales a nivelespacial. Véase a este respecto la bibliograGa recogida en la nota n.u 30.

^ Los principios de esta teoría fueron establecidos originalmente por D1^R-^^^^., en su obra:

- Mvan.^t., G, (1956).- Economic Theory and UnderdevelopedRegions.- London: Methuen.

Segím los principios de la teoría económica, las fuerr.as del mercado debe-rían favorecer a las zonas desfavorecidas, debido a que los precios de los Cactorescíe producción son allí más bajos. Sin embargo, en la práctica sucede exactamen-te lo contrario }', además, se acrecien[an las disparidades económicas con respec-to a las áreas centrales con el paso del tiempo, debido a que el proceso es acumu-lativo.

s`^ Destacamos, por su explicación concisa sobre los efectos acumulati^^osgenerados por las implantaciones industriales, el trabajo de Ct^ent^.^ y H'^LRER(1987-[II), entre otras publicaciones.

ó/

rrollo, lo que a su vez genera unas superiores necesidadesde infraestructuras y servicios administrativos.

La localización de industrias también determina, simultá-neamente con el aumento de rentas, nuevas necesidades demano de obra especializada, así como de materias primas, bie-nes intermedios y servicios para la industria. De este modo, laoferta de trabajo incrementa su grado de cualificación y seubican nuevas empresas de servicios para la industria e indus-trias auxiliares y de bienes intermedios. Todo ello repercuteen un incremento del nivel de economías externas.

En una segunda fase, las mayores dotaciones infraestructu-rales y de economías externas, así como la existencia de mer-cados de consumo y de mano de obra cualificada en expan-sión son, entre otras, significativas razones que aumentan elpoder de atracción del área para nuevas instalaciones indus-triales. De este modo, se produce una mejora significativa enlos factores de localización industrial.

No obstante, este proceso acumulativo puede no repercutirtotalmente a nivel local, ya que el proceso multiplicador no sematerializa en su totalidad más que en las grandes concentra-ciones urbano-industriales, pues en otros casos se drenan par-te de los recursos productivos y de las rentas hacia otras áreas.Hay que recordar que toda una serie de actividades económi-cas requieren un umbral mínimo en factores locacionales, par-ticularmente en economías de aglomeración, que deben exis-tir previamente a la puesta en marcha de las primeras implan-taciones industriales. De este modo, la mejora en los factoresde atracción puede no concretarse plenamente.

El enfoque causal y acumulativo tiene una continuacióntemática en los análisis industriales influidos por las teoríascentro-periferia 90. EI proceso definido anteriormente, fre-cuente en las economías regionales de los países avanzados, hatenido como resultado la creación de centros de crecimiento

J0 Detenninados trabajos orientados al estudio de los procesos de desarrolloregional mediante un enfoque centro-periferia, como los de F2^EUHwNh (1972-III) y de FR^enmwtvN y WrJwta (1980-III), examinan las tendencias de segregaciónespacial en términos de control y dominación, utilizando esquemas aplicables alos análisis industriales.

óó

localizados. Las fuerzas aglomerativas de la industria, más alláde un cierto estadio de desarrollo, han ido profitndizando losdesequilibrios regionales, jugando en favor de las concentra-ciones metropolitanas y, aunque decreciendo en intensidad,en el espacio circundante próximo. Mientras tanto, este mode-lo expansivo ha determinado en las áreas periféricas una seriede desventajas comparativas en lo que concierne a los factoresde localización industrial. Por lo tanto, el predominio de losfenómenos de aglomeración y la inducción de un crecimientoautosostenido en las zonas industriales (centro), se encuentraasociado al declive de las áreas periféricas.

Estas teorías continúan verificándose empíricamente en laactualidad e incluso sigue reforzándose esta dicotomía territo-rial. Sin embargo, esto no quiere decir que en determinadospuntos de la periferia no puedan producirse ciertos procesosde difusión industrial, habiéndose consolidado algunosmodelos de desarrollo industrial en determinadas áreas rura-les^^, como quedó reflejado en el apartado 1.2. Con el tiem-po, comienzan a incidir también aquí las fuerzas aglomerati-vas, aunque la intensidad de los efectos multiplicadores semanifiesta a una escala mucho más reducida. Por el contra-rio, el resto de la periferia padece cada vez más las consecuen-cias de la dualidad provocada por el espacio industrial ^^.

A modo de recapitulación, evaluamos el grado de adaptaciónde las distintas teorías al problema de la industrialización en el

exterior de las aglomeraciones metropolitanas y, en particiilar, en

el medio rural.• es decir, ^en qué medida sirven estos enfoques paraevaluar las posibilidades de reinvertir la segregación espacial dedeterminadas áreas rurales?. Así, las implicaciones de los polosindustriales en el aumento de los desequilibrios territoriales de

^' Según PeECeuo (1989-I11), `el desarrollo de la periferia es finalmentemenos homogéneo de lo que la teoría había previsto".

^" Es necesario mati-r.ar que a partir de la crisis de los setenta se ha produci-do una cierta distorsión en los resultados previstos por las teorías causales y decentro-periferia. Aunque muchas aglomeraciones urbanas siguen experimentan-do un dinamismo creciente, la retracción de algunas antiguas regiones industria-les, sobre todo las especialiradas en sectores en recesión }' con una estnicturamanufacu^rera poco diversificada, ha pro^•ocado en toda su área de influenciauna involución en el conjunto de las actividades económicas. De este modo, sehan interrumpido bruscamente las tendencias acumulativas precedentes.

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una región determinan una clara incompatibilidad de esta teoríacon los objetivos de desarrollo rural. Las teorías de causalidadhan subrayado que uno de los principales impactos de la indus-tria es la generación de fenómenos de aglomeración, por lo quenos interesa el intento de generalización de estos efectos almedio rural: el crecimiento autosostenido se materializa en losdiferentes tipos de ámbitos territoriales, pero en una magnitudque depende en cada caso de la dotación inicial en factores delocalización y, muy especialmente, en economías externasy3. Lasteorías de centro-periferia asumen la interpretación de los proce-sos acumulativos, pero incorporan también la idea de que eldesarrollo del centro y la depresión de la periferia son fenóme-nos interrelacionados, dualidad que se agudiza actualmente.Finalmente, quisiéramos remarcar la posibilidad, aun no siendoun fenómeno mayoritario, de contrarrestar la estrecha correla-ción entre las tendencias de industrialización y de urbanización,mediante la movilización del potencial local endógeno.

1.4.2 INDUSTRIALIZACION RURAL, INDUSTRIAAGROALIMENTARIAYDESARROLLO LOCAL

Tampoco en este caso es abundante la bibliografía queaborda explícitamente la influencia de la LA.A. en los proce-sos de desarrollo de los espacios regional y rural94. En este

`'s Asimismo, extraemos de estos trabajos la [ipificación de los impactos dela industria sobre el territorio: rentas y bienestar, materias primas y bienes inter-medios, sen^icios generales e industriales, empleo y atracción de la población,dotaciones infraestructurales y economías de urbanización y de aglomeraciónindustrial.

^'4 Destacamos algunos trabajos sobre las consecuencias de la instalación dela LA.A. en las características de su entorno territorial, en los que se abordan tan-to aspectos generales relativos al desarrollo de la sociedad y la economía localescomo cuestiones relacionadas con el desarrollo agrario: Aitaovo, GoMrs de Ai.naE^-oA y von der Wr:^u (1979-[II); AsSOCIA770N Poua i.^ PkoMO^'^o^ Ih^^us^'aiH:Acx^-Cui.TUe^ (]974III); BAatiw (1981-II[); RousA ( 1981-]II). Sin embargo, no hanexistido prácticamente trabajos de carácter teórico que aborden de forma siste-mática este tipo de efectos en el desarrollo rural. Por otra parte, la correlación aescala macrorregional entre los fenómenos de localización agroindustrial y elnivel de desarrollo económico o agroalimentario se obsen^a en las publicacionesde JuAti i Fetiot.i.Ae ( 1978-I11) y Rooaícuer-Zúñ^cA y Soa^A (1985-III).

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apartado comenzámos por hacer una breve exposición de

aquellos efectos de la industrialización que no tienen únicarnen-

te una incidencia en el sector agrario, sino más bien en el desa-

rrollo general y en la revitalización de la sociedad y de la econo-

mía de las áreas rurales.

Regulación del mercado de trabajo local

En un contexto de excedentes de mano de obra agraria y,consiguientemente, de procesos de subempleo y éxodo rural,la dinamización del mercado de trabajo local ha sido conside-rado generalmente como el principal itnpacto de la industria-

lización rural.La industria puede crear, sin considerar los efectos de enca-

denamiento en otros sectores, ttna serie de empleos a tiempocompleto donde se integren los miembros de las unidadesfamiliares que se encuentran habitualmente subempleados(mujeres, jóvenes...). El empleo en la industria suele combinar-se también, en mayor o menor grado, con la agricultura a tiem-po parcial9', pudiendo afectar en último extremo a los cabezasde explotación. De cualquier modo, el objetivo de la industria-lización es reducir el subempleo y no el nivel de paro, ya queesta última es una finalidad mucho más difusa y más dibcil deconseguir en el medio rural. Se pretende conseguir de estamanera una cierta estabilización del tejido socioeconómico yreducir el éxodo rural, sobre todo en lo que respecta a lapoblación más joven, más que inducir una expansión demográ-

fica y económica.Santacana (1987-III) demuestra que en las comarcas espa-

ñolas donde se han llevado a cabo procesos estables de indus-trialización local, los núcleos de población examinados tienenuna dinámica demográfica significativamente más estable queen otras áreas rurales de similares características geográficas,así como una pirámide de repartición por edades bastante

9' A pesar de que un gran incremento de la a.t.p. produce inflexibilidadesque pueden impedir los procesos de reestn^cturación agraria, lo cual puede con-

^^ertirse en una des^^entaja a partir de un cierto límite.

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más equilibraday`'; incluso las tres cuartas partes del númerode zonas analizadas tienen tasas positivas de crecimiento de lapoblación.

Efecto de arrastre sobre otras actividades y com filementode rentas agrarias

Las principales consecuencias de la industrialización ruralno son, según los expertos, los impactos de las propiasimplantaciones fabriles, sino el impulso a la diversificaciónproductiva y los efectos de encadenamiento a m^edio plazosobre otras actividades. Hay que tener en cuenta las escasaspotencialidades de que el desarrollo de muchas áreas ruralesprovenga de la expansión del sector agrario y que otros secto-res, como el turismo rural, no disponen del mismo poder dearrastre. Así, la industrialización, junto con el desarrollo equi-librado de actividades de servicios a la producción, restilta seruna actividad adecuada en el despegue de las transformacio-nes estructurales, debido a la generación de economías exter-nas. Esto puede repercutir en una revalorización del artesana-do y del comercio tradicional.

Aparte de dicha función de encadenamiento, la industriacontribuye a más corto plazo a constituir un valioso comple-mento de las rentas agrarias. El Instituto del Territorio yUrbanismo (1987-III) verifica que los niveles de renta de lasáreas españolas de industrialización endógena son, por reglageneral, superiores a la media dé la provincia donde se ubi-can. Otros estudios también señalan que en las zonas ruralescon un cierto grado de diversificación productiva, los salariosindustriales, así como los de otros oficios inducidos, acabanpor convertirse, frente a las rentas agrarias, en la principalfuente de ingresos de las unidades familiares.

9^ Este trabajo también comprueba que el empleo temporal y el lemenino,así como la a.t.p., son muy elevados en dichas áreas. Asimismo, todas las afirma-ciones expnestas coinciden en líneas generales con las conclusiones obtenidasempíricamente por los estudios aplicados realizados por autores franceses.

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Modernización de las estructuras sociales

Como consecuencia de la industrialización, hay que con-siderar, aparte de los efectos estrictamente económicos, lapaulatina conexión de la familia campesina con actividadesno agrarias, cumpliéndose una función de reanimaciónsocial. La inercia productiva es norma común en muchaszonas agrarias, que muestran en buena parte de la poblaciónrural una falta de vinctilación al mercado y a las innovacio-nes tecnológicas. El trabajo de los componentes de la unidadfamiliar en la industria modifica los hábitos de comporta-miento tradicionales, desde el punto de vista de las iniciativaseconómicas frente al mercado. La modernización de lasestructuras sociales beneficia incluso a la transformación delpropio sector agrario.

Efectos en el carácter policént^rzco del territorio

Los efectos inducidos por la industrialización sobre lamejora en las infraestructuras y en los servicios pueden servir,como hemos señalado, para generar un nivel incipiente deeconomías externas, lo que tiene la misión de reforzar elcarácter policéntrico del territorio. En las zonas con una esca-sa dinámica socioeconómica, la formación de pequeños cen-tros industriales y de servicios es íitil para contrarrestar losimpactos negativos de marginalización provocados por undesarrollo polarizado. Es, en este sentido, una pequeña con-tribución a la formación de una red de níicleos mejor reparti-dos en el territorio, aunque los resultados sólo pueden verifi-carse a medio o largo plazo.

Por otra parte, la agricultura continúa siendo el sectordominante en la economía del medio rural y casi el exclusivoen muchas áreas desfavorecidas. De este modo, la industriali-zación rural en base a recursos locales tiene en ocasiones casicomo única alternativa la transformación de productos agra-rios. Debido a su adecuación a las necesidades de desarrollo ya las restricciones sociales y productivas del medio rural, exis-ten una serie de razones que explican la buena adaptación de

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la LA.A. a los procesos de industrialización rural, sobre todo enel caso de las actividades de primera transformación 97:

- La I.A.A. puede suponer la prolongación natural de lasactividades agrarias, tanto desde el punto de vista empresarialcomo sociocultural, por lo que se adapta mejor que otras acti-vidades fabriles a la escasa mentalidad industrial de los agri-cultores, que de esta manera se incorporan más fácilmente altrabajo en la industria.

- Asegura el mantenimiento de una mayor proporciónde valor añadido a nivel local que otros subsectores industria-les, pues una proporción cada vez más importante del valordel producto alimentario final es acaparado por los sectoresde "aval", en detrimento del sector agrario. Esto tiene unamayor repercusión en el caso, no demasiado habitual, de for-mación de cooperativas que integren verticalmente las fasesprimaria y transformadora, e incluso de distribución. Por otraparte, sus efectos multiplicadores sobre el empleo o sobre losingresos suelen ser superiores a la mayoría de los sectoreseconómicos.

- La pluriactividad a la que dan lugar las implantacionesagroindustriales permite combinar en cierta medida sus pun-tas de empleo con las correspondientes al sector agrario. Asi-mismo, la LA.A. permite usos alternativos de determinadasproducciones agrarias destinadas al consumo en fresco y conelevados costes de transporte en comparación con su escasovalor en origen.

- Los requerimientos tecnológicos y dimensionales tie-nen en algunas actividades sólo un nivel moderado. Algunossubsectores de primera elaboración pueden utilizar mano deobra intensiva, con no demasiado nivel de cualificación y decarácter familiar 98.

^^ Algimos argumentos sobre la favorable adaptación de la LA.A. a los pro-

cesos de desarrollo rural, aunque no son abordados de manera exhaustiva, pue-

den COnSUltarSe en: A)^► ^I98I-III • y ASSOCIATION POUR IA PROMOTION INDUSTRIP:ncRlcul-TUR^ (1974II7).

`'H Con respecto a los aspectos tecnológicos y de mano de obra, algunosautores opinan que en ocasiones el grado de tecnificación de algimos estableci-mientos agroindustriales actuales resulta excesivamente bajo y que éstos seencuentran ligados en cierto modo a la decadencia de.la agricultura tradicionallocal, no habiéndose adaptado adecuadamente al mercado.

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- Una de las razones de mayor peso es que determinadasactividades de primera elaboración tienen menores requeri-mientos en factores de localización que la mayor parte de lossubsectores industriales. Además, las materias primas puedenconstituir por sí mismas un importante elemento de atracciónlocacional.

Por último, exponemos a continuación cuáles son los efec-

tos más específicos de las implantaciones agroindustriales en zonas

rurales sobre el desarrollo ágrario local `^y. Se señala general-mente que una de las principales consecuencias es el impulsoa la modernización del sector primario. La I.A.A. ayuda amantener un cierto nivel de especialización de las explotacio-nes, sobre todo en las áreas desfavorecidas que tenían previa-mente ciertos rasgos de agricultura de subsistencia. EI estable-cimiento de plantas agroindustriales en ciertas zonas ruralesotorga a las unidades de producción agraria una eficaz vía deconexión con el mercado y asegura la colocación de su oferta;es de todos conocido que una de las mayores dificultades deestas explotaciones es la búsqueda de canales adecuados dedistribución. En este sentido, los productores necesitan adap-tar su oferta, partiendo de un mayor grado de policultivo, aunas materias primas especializadas, con unos ciertos requisi-tos .de calidad y más homogéneas 10°. Otra contribución de laI.A.A. es la regulación temporal de una producción bastanteestacional y perecedera, lo que en algunos casos puede reper-cutir simultáneamente en una mejora de la calidad de lasmercancías destinadas al mercado en fresco.

Como consecuencia de las mencionadas relaciones entrela agricultura y la I.A.A., se incrementa y generaliza el gradode mecanización y de incorporación de inputs, dando lugargeneralmente a una mayor intensificación productiva y obte-

^`^ Entre las aportaciones bibliográficas sobre los efectos de la LA.A. en lossistemas agrarios locales, podemos destacar: Axrtoio, Gontt's ue At.ateiD^ y vo^uee N'etD (1979-Ill); Roua,^ (1981-I1I).

10° En el caso de áreas marginales donde predominaba anteriormente laagricultura de subsistencia, las implantaciones agroindustriales provocan wiadesintegración de la misma, }^+ que a partir de ese momento los agricultores seven obligados a tener en cuenta los costes de producción }' la orientación almercado.

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niendo cotas superiores de productividad. En el caso de lasáreas desfavorecidas, este proceso repercute en ocasiones enuna mayor diferenciación económica entre las explotaciones,en función de su capacidad de adaptación a la reconversiónestructural y a las innovaciones tecnológicas. Esta dinámica seacelera cuando existen acuerdos contractuales con la firma, ocuando se produce una integración de carácter cooperativo,aunque estas fórmulas de coordinación vertical no son fre-cuentes en muchos subsectores agroalimentarios españoles.

En cuanto a los trasvases intersectoriales de fuerza de tra-bajo provocados por las implantaciones agroindustriales, nosuelen repercutir en el abandono de las explotaciones agra-rias, sino, como hemos señalado, en la reducción del subem-pleo y en el complemento de rentas familiares. Por estosmotivos, se insiste generalmente en que es difícil que las insta-laciones agroindustriales determinen a corto plazo una trans-formación significativa de las estructuras agrarias, salvo enalguna excepción donde estos fenómenos adquieran granintensidad y en situaciones cercanas al pleno empleo real.

No obstante, la I.A.A. puede llegar a inducir una disminu-ción en el número de candidatos al acceso futuro a la gestiónde las explotaciones, lo que podría tener implicaciones en lasestructuras agrarias a medio y largo plazo. Asimismo, las posi-bilidades que tiene la LA.A. de crear cierta cantidad de traba-jo eventual, a causa de la estacionalidad productiva de susactividades, fomenta el hecho de que se produzca un ajustepaulatino de las necesidades de mano de obra en la explota-ción, teniendo en cuenta a su vez la reorientación de la pro-pia producción agraria.

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