Las aves hacen mucho por vos

Las aves nos encantan. Son simpáticas, coloridas, cantan bellísimo, nos inspiran poemas y canciones. Pero además tienen una gran importancia ambiental, y características que las vuelven un recurso útil para los humanos en términos educativos, turísticos, culturales y económicos. ¡Te invitamos a conocer más sobre ellas!

Las aves ayudan a mantener ecosistemas saludables:

Algunas ayudan a controlar plagas, como las aves rapaces, que se alimentan de roedores, o las insectívoras, que consumen insectos.

Otras se alimentan de animales muertos y esto evita la proliferación de enfermedades asociadas a la descomposición de cadáveres. Este es el caso de aves carroñeras como jotes y cóndores.

Muchas polinizan plantas, logrando su reproducción cruzada. Un ejemplo son los picaflores, que, al ir en busca del néctar para alimentarse, retienen en su plumaje granos de polen que luego depositan en otra planta.

Son las principales dispersoras de semillas de las plantas en ambientes boscosos y selváticos, al ingerir los frutos carnosos y luego excretar las semillas que quedan así en condiciones de germinar. Las semillas de algunas plantas deben pasar necesariamente por el sistema digestivo de las aves para luego poder germinar.

Otras, como muchas aves acuáticas, posibilitan el necesario intercambio genético entre cuerpos de agua como lagunas, transportando en sus patas huevos y larvas de peces, caracoles y anfibios.

Finalmente, debemos recordar que las aves silvestres forman parte de las redes tróficas, sirviendo de alimento a otras aves y animales y ejerciendo un control natural sobre aquellas especies de animales y plantas que consumen.

Son buenos indicadores del estado del ambiente. Las aves nos permiten conocer factores ambientales de manera muy rápida y accesible. Por ejemplo, la presencia de aves pescadoras en cursos de agua indica que allí hay peces, la cantidad excesiva de gaviotas puede sugerir la presencia de algún basural, etc.

Nos ayudan a poner en valor ciertas áreas de importancia ambiental, ya que son fácilmente identificables, y al protegerlas resguardamos todo su entorno. Así es como hace 20 años surgió el programa “Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves” (AICA o IBAs, en inglés) liderado por

la federación BirdLife International y coordinado en Argentina por Aves Argentinas. Estas áreas contienen especies valiosas para su conservación y sirven como una herramienta de gestión. En Argentina hay 270 AICA, entre las cuales se incluyen algunos de los humedales más importantes del país.

Son un excelente modelo para explicar conceptos evolutivos y comportamentales. Muchas especies comunes en parques y plazas presentan comportamientos que ilustran conceptos biológicos y nos permiten comprenderlas mejor, como por ejemplo el cortejo durante la época reproductiva.

Son una interesante herramienta de educación ambiental, ya que son fáciles de observar y están presentes en todos los ambientes, incluso en los urbanos. En estas zonas se puede recorrer reservas naturales urbanas y parques, descubrir la gran cantidad de especies de aves que las suelen visitar y su interacción con la flora del lugar.

Son un valioso recurso para el ecoturismo. En Argentina hay más de mil especies de aves y cada región presenta su propio elenco. Muchos observadores y fotógrafos viajan desde diferentes partes del mundo a nuestro país para deleitarse con nuestras especies nativas, y el turismo interno ligado a la observación de aves va en aumento. Así, encontramos algunas aves que sólo habitan en América y son realmente muy curiosas, como los picaflores, otras muy peculiares que anidan en el sur del país, como los pingüinos patagónicos, en cuerpos de agua como la laguna Iberá hay gran diversidad de aves acuáticas, en los bosques patagónicos carpinteros gigantes negros y en Misiones podemos observar aves con extraños picos como el tucán.

Son importantes recursos naturales. Algunas de nuestras aves han sido y son utilizadas como recurso por el hombre. Aves como pavas de monte, charatas, patos, inambúes, entre otras, son fuente de alimento. De otras, como el ñandú y el choique, se utilizan la carne, el cuero de alta calidad, las plumas y los huevos. El guano de especies como los cormoranes es un excelente abono para las plantas, rico en fósforo. El uso de las aves y otras especies como recurso siempre debe estar sujeto a la normativa vigente y hacerse de manera sustentable, de modo de no afectar la supervivencia de las especies.

Nos acercan a la naturaleza. Son una muy buena excusa para realizar actividades al aire libre, conectarnos con la naturaleza y encontrarnos con amigos o familiares para compartir nuestra misma curiosidad y pasión.

Nos entretienen y hacen aprender, ya que siempre es divertido observarlas, jugar a identificar de qué especie son y estudiar su comportamiento. Son muchísimas y de lo más variadas. Incluso es interesante conocer su hábitat y los otros animales que allí viven, para comprender que todo está interrelacionado y que es necesario que existan todos y cada uno de estos “actores” y sus “escenarios” para que las aves puedan alimentarse, encontrar pareja, reproducirse y nidificar.

Son parte de nuestra cultura. Las encontramos en nuestro lenguaje cotidiano; muchas veces

utilizamos frases que las involucran como: “patas de tero”, “es un loro”, “tenés un nido de carancho”, etc. También están presentes en nuestra cultura a través de pinturas, esculturas, música, cuentos, leyendas e incluso símbolos como la paloma de la paz. Desde tiempos milenarios han sido una fuente de inspiración cultural.

¡Son la historia viviente! Las aves actuales son descendientes de los dinosaurios. Una linda actividad es rastrear su historia evolutiva hasta llegar a sus ancestros, los dinosaurios.

Las tomamos como modelo. Los seres humanos atribuimos valores a algunos comportamientos de las aves que nos inspiran y nos ayudan. Por ejemplo, ver cómo cuidan a sus pichones nos infunde amor y respeto por el prójimo, observarlas llevar materiales para construir sus nidos nos da un sentido de perseverancia y paciencia. Independientemente de los mecanismos que disparan el comportamiento de las aves -que no están asociados a valores sino a factores de orden genético y ambiental- muchos inspiran a los seres humanos a ser mejores personas.

Tienen un gran valor estético. Los colores y cantos de las aves hacen más hermosos los

ambientes. Cualquiera puede comprobar este efecto de la presencia de las aves comparando los silenciosos bosques artificiales de especies exóticas (como los grandes pinares) con los bosques naturales que rebosan de colores y sonidos.

¿Qué podemos hacer para protegerlas?

¡Conocerlas! Las aves son la excusa perfecta para salir a la naturaleza y reconectarnos con ella. Podemos encontrarlas incluso en las grandes ciudades y en reservas urbanas. Conocerlas sin perturbarlas es el primer paso para cuidarlas.

Conservar áreas naturales. Estas pueden estar protegidas bajo diferentes categorías, como parques nacionales, provinciales o municipales, reservas urbanas y también reservas privadas.

Evitar actividades que dañen sus hábitats. La pérdida y fragmentación de hábitats es la principal amenaza para las aves. Por eso es primordial que las actividades productivas, turísticas, inmobiliarias y de ocio vayan de la mano con la conservación de ambientes nativos.

No comprar ni tener aves como mascota. Las aves nacieron para estar en libertad, y el mascotismo es una de las principales amenazas que sufren en nuestro país. Muchas veces las personas compran aves porque desconocen el daño que les hacen. Por eso, brindar información es el primer paso. Dos maneras de estar cerca de las aves son: armar ambientes propicios para atraerlas y salir a la naturaleza a descubrirlas.

Denunciar la caza ilegal a la Dirección Nacional de Fauna o las direcciones provinciales.

Crear ambientes propicios para atraerlas. Cada espacio verde puede convertirse en un refugio para nuestras aves, solo es necesario incluir en ellos las plantas nativas de la región en que nos encontremos. Ellas les ofrecerán alimento, refugio, materiales para construir sus nidos, etc. ¡Todos podemos ayudarlas! ya sea que tengamos un pequeño patio, balcón o terraza, como un gran jardín. Pueden asesorarse sobre las especies recomendadas para cada región en www.arbolesnativos.org.ar.

Las aves hacen mucho por vos. ¡Ayudanos a protegerlas!

Aves Argentinas, febrero de 2013. Fotografías: Banco de imágenes de Aves Argentinas. Agradecemos a los siguientes fotógrafos por sus imágenes: Germán Prancetti (garza blanca), Marcelo Ruda Vega (yetapá de collar), Carlos Del Aguila (pirinchos), Ramón Moller Jensen (churrinche y picaflor común), Roberto Güller (monjita overa), Hernán Rodríguez Goñi (chuña patas rojas y carancho común) y L. C. Marigo (águila viuda). Y a Cynthia Guevara por la colaboración en el armado del texto.

Aves Argentinas es una entidad civil sin fines de lucro que trabaja para revalorizar el vínculo de las personas con su entorno natural, brindando un espacio para los amantes de la naturaleza y desarrollando proyectos y actividades de conservación, investigación, educación y difusión.

A través de actividades de difusión, educación, gestión e investigación, Aves Argentinas intenta

generar una mayor conciencia en la sociedad acerca de la importancia de conservar la biodiversidad y en particular las aves. Apoyá nuestra labor de conjunto, para que sigamos desarrollando acciones a

favor de las aves silvestres y sus ambientes.

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