José Luis Martínez

DEDICATORIA

A

María Luisa Cayetano de Porflit Vilma María Martínez de Fajardo

Adelina Mendoza de Almanza Margarita M. de Valadez

Hermanas y colaboradoras valiosas y estimadas cuyos nombres apenas se mencionan, pero que gracias a ellas los editores y autores de la C.B.P. quedamos mucho mejor de lo que a veces somos capaces de hacer por nosotros mis­

mos. Son correctoras, asistentes editoriales y de control de calidad que todo editor y escritor sueña encontrar y que

cuando las halla da muchas gracias a Dios por ellas.

"Os recomiendo a nuestra hermana Febe... porque ella ha ayudado a muchos, incluso a mí mismo... Saludad a la hermana Pérsida, quien ha trabajado mucho en el Señor."

Romanos 16:1, 12

I N T R O D U C C I Ó N

Tiene en sus manos la continuación de 502 ilustra­ciones selectas. Sale a la luz, al igual que el tomo anterior, con el propósito de que sea una ayuda práctica para aque­llos que enfrentan el desafío de hablar semanalmente en público, y de lectura gozosa para aquellos otros que leen estos libros buscando inspiración y entretenimiento edifi­cantes.

Soy un convencido del uso de las ilustraciones en la ora­toria y en la enseñanza, y de la necesidad de los libros de ilustraciones y anécdotas. El Maestro de los maestros nos dio el ejemplo: "Todo esto habló Jesús en parábolas... y sin parábolas no les hablaba" (Mat. 13:34). Como buen cono­cedor de la naturaleza humana y como orador sensible y perspicaz, Jesucristo percibió cómo crecía el interés de los oyentes en sus mensajes cuando les hablaba usando parábo­las, al punto que nos dice el evangelista que "sin parábolas (ilustraciones relacionadas con su mundo) no les hablaba".

Todas las referencias nos certifican que mediante este método los oyentes quedaban bien impresionados, captaban el mensaje y lo retenían mejor en la memoria. Y, ¿no es ese el sueño y meta de todo aquel que dirige la palabra a una audiencia: Comunicar claramente el mensaje, impresionar positivamente, convencer y conmover al oyente y lograr que lo retengan en la memoria? Sigamos, pues, el ejemplo del Maestro.

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6 QUINIENTAS TRES

El pastor promedio predica más de 150 sermones por año. Predicar tan a menudo y tener que aportar ilustraciones nuevas y diferentes es una tarea prácticamente imposible, sobre todo para el pastor hispano que tiene que "hacer de todo" en su ministerio. Cuando llevamos más de treinta años en el ministerio ya sabemos por experiencia personal lo que significa terminar el domingo y tener que empezar de nuevo a pensar en otros tres sermones, y después en otros tres, y después... Estas ilustraciones han sido preparadas como una ayuda fraternal para ese sufrido compañero que agoni­za cada semana en oración ferviente y en estudio diligente procurando ministrar al pueblo de Dios con la Palabra cada semana.

Nada puede sustituir al esfuerzo personal de formar su propio archivo de ilustraciones, y en el seminario le habrán enseñado cómo hacerlo. Debemos estar con las antenas siempre listas para captar las ilustraciones que la Biblia, la historia, la prensa, la experiencia, la literatura, la vida nos aportan constantemente. Educar nuestra propia intuición para captar esa buena ilustración es una tarea principal para todo predicador. Todo aquel que regularmente habla en pú­blico termina teniendo un cierto sentido de que es lo que cae bien para alumbrar el camino que quiere que sus oyentes recorran. Ese sentido debe ser sensibilizado, disciplinado y mantenido alerta. La vida hará el resto. Las ilustraciones llueven a nuestro alrededor cada día y la mente que está aler­ta, sensible y disciplinada las recoge.

Algunas experiencias de la vida o incidentes casi se anuncian a sí mismos como ilustraciones desde el principio. Indican incluso qué es lo que ilustran. "Qué ejemplo tan bueno sobre el perdón", piensa usted; y de una vez toma nota de ello, pero anótelo en papel y tinta. No tema hacerse esclavo del hábito, pues la nota se escribe con rapidez y no es tiempo perdido. Le conviene curarse cuanto antes de la vanidad de suponer que usted nunca olvida algo tan bueno. Sí que olvidamos. Puedo asegurarle que usted ya ha perdido

ILUSTRACIONES ESCOGIDAS 7

docenas de tesoros de esa manera, y no puede darse el lujo de seguir perdiéndolos.

Pero a pesar de todo su buen esfuerzo personal va a necesitar la aportación de aquellos que comparten con usted el ministerio de la predicación o de la docencia. Por esta razón me animé a hacer este trabajo que pongo en sus manos. Me siento compensado al pensar que esta obra aliviará un poco la carga de los predicadores hispanos y les ayudará a incrementar y enriquecer su propio archivo de ilustraciones.

Incorporamos también en este tomo el correspondiente índice de asuntos a fin de facilitar la localización y uso de las ilustraciones.

José Luis Martínez

ÍNDICE DE ASUNTOS

A

Abuelos: 148 Aburrimiento: 319 Acción: 118, 119, 272 Actitud: 21 , 25, 46, 53, 101,

200, 221, 382, 462 Adaptación: 15, 221 Adolescentes: 143, 218, 228,

229, 409, 449 Adversidades: 372, 399 Adulación: 403 Agnosticismo: 400 Alimento alma: 459, 479 Ama de casa: 383 Amigos: 135, 220, 436, 442 Amor: 28, 70, 163, 249,

271 , 282, 362, 364, 367, 388, 442, 453 454, 457, 497

Ancianos: 156, 433 Angeles: 216 Anhelo por Dios: 14 Animo: 131, 205 Ansiedad: 69 Aprender: 161, 204, 245,

237 Armonía: 88, 190, 410 Arrebatamiento: 418 Arriesgarse-. 120, 121 Autenticidad: 16 Autoconcepto: 419 Autoexamen: 421 Avaricia: 315

Avivamiento: 93 Ayudar a los demás: 28, 132 Ayuda: 441

B

Balcón: 201 Barato: 247 Bautismo: 63 Bendición: 96, 177 Beso: 188 Biblia: 214, 215, 345, 350,

3 9 5 , 3 9 6 lector de la: 333

Bondad: 58, 450, 454, 466 Buda: 14, 250 Buenas obras: 212, 269 Burlas: 310

C

Cambios: 291 Camino: 179, 202, 254, 267 Canto: 289 Capricho: 364 Carácter: 97, 106, 273 Castigar: 448 Cazador: 130 Celos: 22, 44, 54, 285, 283 Chismes: 38, 317 Cielo-. 4, 6, 142, 309 Cinismo: 105, 106 Circunstancias: 15 Codicia: 313 Cómo lograrlo: 215

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10 QUINIENTAS TRES

Compasión: 351 Comportamiento: 110 Compensación: 132 Comunicación: 72, 190, 238,

281 , 394, 401 , 447, 458

Comunidad: 499 Conceptos: 9 1 , 266 Confesión: 326 Confianza en Dios: 22, 90 Conflictos: 277 Confusión: 265 Conocimiento esencial: 311 Consecuencias: 67, 176, 180 Consolación: 473 Constancia: 331 Contentamiento: 32, 128 Contextualización: 130 Contradicciones: 398 Control de la vida: 66 Convencimiento: 227 Conversión: 63, 79, 139 Convicciones: 8, 346, 380 Corazón: 46, 265

magnetizado: 155 Corregir: 43 Creación: 47, 64, 210, 223,

262, 314 Crecimiento: 117, 256, 354 Creer en otros: 338 Crisis: 396 Cristianos: 17, 49, 276, 277

auténticos: 16, 232, 279 282

Cristo: humanado: 182 marcas de: 292 señorío de: 89 viviente: 248, 257

y la mujer: 266 Crítica: 43 , 44, 45, 308,

310, 312, 363 Culpabilidad, sentido de: 10,

174 Culto: 56 Culto a la gente famosa: 257 Cultos/sectas: 77, 95

D

Dar: 133 Decadencia: 13 Decir-Hacer: 349 Dedicación: 402, 404 Definiciones: 140, 196, 197 Dependencia de Dios: 278,

309 Depravación: 305, 306, 307 Depresión: 304 Desafío: 103 Desánimo: 158 Desdichado, sentirse: 42 Descontentos: 332 Deseos: 85, 248 Desobediencia: 294 Devoción: 417 Diablo: 9, 115 Diferentes clases de obreros:

492 Diferencias: 502 Dificultades: 103, 253 Dilación: 81 Diligencia: 331 Dinero: 237, 316, 317, 318,

319, 320, 360, 373, 375, 376, 377, 378

Dios: 71 , 239 comodidad de: 182

ILUSTRACIONES ESCOGIDAS 11

creador: 280 deseo de Dios: 14 ¿dónde está?: 241 inmutabilidad: 71 moradas de: 480 nos ve: 386 voz de: 253

Disciplina: 246, 302, 303 Discípulo: 34 Discriminación mujer: 264 Divisiones: 255, 266 Divorcio: 379 Dominio propio: 60, 393,

420 Dones espirituales: 423 Dormilones: 56 Drogas: 76

E

Ecología: 64, 262 Edad: 193 Edificar: 114 Eficacia: 217 Egoísmo: 184, 422, 501 Elección: 390 Emociones: 65 Empresas: 250 Engaño: 176, 300 Engreimiento: 255 Entender: 99 Entusiasmo: 429 Envidia: 24, 73, 275, 296 Epitafios: 393 Equilibrio: 162, 491 Equivocado: 55 Errores: 243 Esclavitud: 137 Escrúpulos: 268

Escuchar: 370 Esfuerzo: 98 Esposa de Cristo: 163 Espíritu Santo: 267 Estancamiento: 84,198, 199 Estrategia pastoral: 56 Eternidad: 359 Etica: 178, 187 Evangelismo: 87, 98, 301 ,

352, 384 Evidencia conversión: 139 Excusas: 203, 294, 347, 485 Éxito: 2, 11, 53 , 250, 424 Experiencia personal: 139,

278

F

Familia: 72 Fe: 8, 13, 207, 298, 334,

383, 406 Felicidad: 32, 36, 59, 167,

168, 169, 171, 172 335, 475

Fidelidad: 26, 59, 136, 434 Filtros: 38 Flacidez mental: 326 Frases famosas: 495 Frustración: 205 Fruto: 293, 469 Futuro: 489

G

Galardón: 26 Gracia: 86, 152, 292 Grandeza: 347 Gratitud: 154, 155, 156,

157, 158, 159, 211

12 QUINIENTAS TRES

291, 331 , 441

H

Hábitos: 5, 460, 461 Hacer: 217 Hacer el bien: 177

imposible de: 381 Hambre: 227 Hechos: 205, 271, 366, 383 Herencia: 114, 146, 147 Higuera: 469 Hijos: 116, 149, 150, 246,

484 Honor: 133 Honradez: 109, 175, 176,

183, 240, 443 Hoy-. 164, 288 Humildad: 18, 25, 50, 57,

208, 290, 391 Humor: 61 , 146, 147, 148,

4 3 0 , 4 3 1

I

Identificación: 367, 442 ídolos en el corazón: 361 Iglesia: 7, 34, 4 1 , 78, 84,

129, 131, 198, 202, 328, 429

el clima de la: 362 Ignorancia, el costo de: 328 Igualdad de hombre-mujer:

263 Imagen de Dios: 52 Imitación: 283 Importancia de las cosas

pequeñas: 252, 339, 387, 445

Importante, lo más: 138 , Inconstancia: 205

Indiferencia: 87 Infelicidad: 166 Infierno: 21 Influencia: 357 Inmortalidad: 438 Insatisfacción: 32, 330 Insensatez: 493 Instantáneo: 80 Integridad: 365 Interés por los demás: 367,

368 Intriga: 369 Inversiones: 397 Investigación: 109

J

Jefe: 181, 192 Jesucristo:

nuestro modelo: 472 Joven de corazón: 100 Juicio: 321 , 373 Justicia: 165, 282, 444 Juventud: 100, 217

L

Laberinto: 252 Lectura de la Biblia: 212, 213 Ley: 296 Ley y gracia: 294 Lema: 123 Lengua: 425 Lepra: 488 Leyendas: 95 Libertad: 366

de escoger: 392 Locura: 470 Loro: 112, 371, 459

ILUSTRACIONES ESCOGIDAS 13

Libertad: 137, 364 Libros: 160 Líder: 181, 326, 374 Luchar por el bien: 30 Luz: 437, 465

LL

Llamamiento: 227 Llanto: 65 Llenos: 371

M

Madre: 82, 83, 230, 231, 232, 233, 234, 235, 236, 366, 377

Madrugar: 258 Madurez: 186, 261 Mansedumbre: 19, 51 Marcas de Cristo: 290, 357 Matemáticas: 230 Materialismo: 358 Matrimonio: 110, 184,190,

191, 192, 193, 194, 195, 196, 341 , 342, 385, 386, 408

Mayordomía: 136, 316, 318, 432

Medio ambiente: 64 Mejor, lo: 330 Mensaje de la Biblia: 99 Mentira: 173, 353 Merece la pena: 298 Metas: 1, 108, 260 Miembro de la iglesia: 34 Milagros: 223, 348, 440 Ministerio: 242, 356

Miopía: 494 Misionero: 390, 422 Modestia: 256 Moradas de Dios: 480 Moral cristiana, 178, 187 Motivación: 39, 228, 334 Muerte: 259, 309, 434, 439

503 Mujer: 266 Mundo, el otro: 142 Murmuración: 3 Música: 74, 289

N

Naturaleza humana: 304, 305 Navidad: 37 Navegar: 118 Necesidad de Dios: 85 Necios: 493 Negocios: 244 Negocios y pérdidas: 242 Nietos: 148, 153 Niños: 145, 229, 466, 467

temores de: 12 Normas: 107, 143, 203, 286 No se podía hacer: 379 Nostalgia: 500 Nuestro interior: 456

O

Obediencia: 273, 478, 487 Obras: 295 Odio: 270 Ofrendas: 136, 159 Oportunidad: 219, 243, 382 Oración: 22, 23, 27, 52,

224, 225, 226,

14 QUINIENTAS TRES

260, 273, 274, 275, 276, 336, 463, 463, 464

Orgullo: 55, 291 , 411 , 414, 428, 455

P

Paciencia: 80, 452 Padre: 12, 115, 149, 1 5 1 ^

246, 297 Padre Nuestro: 35 Pastores: 376 Paternidad: 146 Pecado: 176, 222, 246, 303,

351 Peligro: 240, 471 Perdido: 153 Perdón: 55, 180, 366, 385,

448, 468 solicitud de perdón: 384

Pereza, el costo de: 328 Pero...: 90 Persecución: 409 Persona de doble ánimo: 205 Personal, hacerlo: 368 Perspectiva: 202 Perspectiva infantil: 17, 9 1 ,

229 Piedra: 50, 481 Pobreza: 108, 147 Poder: 269 Politica: 224 Potencial: 389 Predicador: 236 Predicación: 236, 319, 324,

325, 412, 429 Preguntas: 149, 341 , 498 Preparativos: 407

Preocupación: 201 Preocupación por los perdi­

dos: 299, 350 Preparación para la muerte:

307, 355, 405 Prioridades: 40, 149, 251 ,

400, 416 Problemas, resolver: 257 Profesionales: 165 Progreso: 185 Promesas: 31 , 188 Protección: 214 Propósito: 242 Pruebas: 104, 112, 126,

287, 346, 482 Punto de vista: 206, 378

R

Razones convincentes: 225 Realidad: 62 Receta de la infelicidad: 166 Rechazo: 92 Reciprocidad: 165 Recompensa: 177, 209 Recursos divinos: 134 Rectitud: 174 Redentor: 483 Regalos: 184 Reglas para una vida buena:

111, 199 Reino, las luces del: 465 Relaciones incompatibles: 344 Religión: 446

falsa: 77 Remordimientos: 11 Renovación: 93 Reputación: 109, 112 Requisitos: 143

ILUSTRACIONES ESCOGIDAS 15

Rescate: 471 Resentimiento: 451 Respeto: 453 Responsabilidad: 264 Resurrección: 141, 360 Retos: 118 Riquezas : 31 , 116, 134, 389 Risa: 431

S

Sabiduría: 396 Salud mental: 113 Salvación: 357, 419, 474 Salvos por gracia: 152 Samaritano, el Buen, 212 Satanás: 9, 252 Sed: 134 Seducción: 74 Seguir a Cristo: 179 Segunda venida: 323 Seguridad: 153, 435 Sencillez: 99, 236 Sentencia: 182 Sentido de la realidad: 62 Sentido del humor: 6 1 , 429,

430 Sentirse desdichado: 42 Señorío de Cristo: 89 Sermones: 127, 209, 236,

237, 238, 358 Servicio: 213, 219, 331, 387 Ser y hacer lo mejor: 328 Severidad: 371 Sexo: 343 Siervos: 221 Significado de la vida: 102

Sinceridad: 20, 170, 206 Soledad: 289 S.O.S.: 471 Sufrimiento: 372, 456 Suicidio: 48 Superación espiritual: 325 Suposición: 102, 189, 302

T

Tacañería: 432 Tarea: 492 Televisión: 33 Temor: 301 Tenacidad: 124 Tentación: 263, 477 Tesorero: 375 Tesoro: 94 Testimonio: 299, 465, 486 Tiempo: 68, 71 , 144, 496

con Dios: 23, 287 uso del: 425

Tolerancia: 490 Trabajo: 170 Tradición: 427 Traje: 204 Transformación: 49, 79, 139,

338, 348 Tratos con el enemigo: 320

U

Unidad: 29, 125, 247, 255, 335, 355

Universo: 278, 279

16 QUINIENTAS TRES ILUSTRACIONES ESCOGIDAS

Uso de dones: 136 Utilidad: 331

V

Vacaciones: 145 Valor: 75, 122, 123 Valor material: 245 Vanidad: 18, 455 Vela: 191 Venganza: 284 Verdad: 95, 77, 105, 465 Verdadera felicidad: 168 Victoria: 476 Victoria sobre dificultades:

117, 119, 221, 298, 370, 476

Vida cristiana: 50, 111, 114, 298, 306, 405, 491, 496

espiritual: 327, 491 fructifera: 298, 314

Virtudes cristianas: 298, 369 Visión: 262 Vitaminas: 213 Voluntad de Dios: 251, 286,

395,478 Voz de Dios: 251

Y

Yo creo en ti: 336

19

1. METAS

Alguien le preguntó a una gran pianista cómo había We-gado a poseer tanta habilidad. Ella respondió que mediante el "olvido planificado". Al ver la cara de asombro del que preguntaba, añadió: "Sí, mediante el olvido consciente de todo aquello que no estuviera relacionado con mi meta y contribuyera a su logro."

2. ¿QUE ES TENER ÉXITO?

Ha logrado el éxito aquel que ha llevado una buena vida, que ha reído frecuentemente y ha amado mucho; aquel que se ha ganado el respeto de hombres inteligentes y el amor de los niños; aquel que ha encontrado su lugar en la vida y ba. curojplj/i/i hten. oau «su tarea.-, aqjfíi que ha. d/eia/d/a el mi¿í?áa un poco mejor que como lo encontró; aquel que nunca falló en apreciar la belleza de la tierra; aquel que siempre buscó lo mejor en otros, y dio lo mejor que tenía; aquel cuya vida fue una inspiración, y cuya memoria es una bendición.

3 . LA MURMURACIÓN

La diferencia entre un chismoso y un amigo que es fiel y compasivo es como la diferencia entre un carnicero y un cirujano. Los dos cortan la carne, pero por diferentes razo­nes.

4 . EL MAS ALLÁ

Hay muchas preguntas que la Biblia no nos responde acerca de la vida en el más allá. Creo que una de las razones

17

18 QUINIENTAS TRES

queda ilustrada por el cuadro de un niño sentado en un lado de la mesa frente a un plato de espinacas, mientras que al otro lado hay un pastel de chocolate. Le va a resultar difícil comerse las espinacas si tiene sus ojos puestos en el pastel de chocolate. Si el Señor nos hubiera explicado todo lo rela­cionado con el cielo pienso que tendríamos aun más dificul­tades de las que ya tenemos en comernos el plato de espinacas aquí.

5. HÁBITOS

¿Se ha dado cuenta cómo crece una parra enroscándose en un enrejado? Los brotes nuevos y verdes son fáciles de desenroscar y orientar en otra dirección. Pero las ramas de más tiempo, ya algo duras y secas, son más difíciles de diri­gir. Lleva tiempo y energía quitarlas de donde están, y a veces no se logra sin sacrificio y alguna pérdida.

Así son los malos hábitos, como una parra enroscada en un enrejado. Cuanto antes los corrijamos, más fácil resultará. Pero los viejos, aquellos que llevan años en nuestra vida, son difíciles de enmendar, y a veces esto no se puede hacer sin dolor y sacrificio.

6. CIELO

A un famoso predicador le preguntaron una vez: —¿Nos conoceremos unos a otros cuando estemos en el

cielo? A lo que respondió: —En realidad no nos conoceremos hasta que estemos en

el cielo.

7. ¿SERÉ YO?

Si algo va mal con su iglesia y se pregunta por qué, el

ILUSTRACIONES ESCOGIDAS 19

primer lugar por donde empezar es usted mismo. ¿Es su igle­sia poco amistosa? ¿Lo es usted? ¿No tienen interés en los perdidos? ¿Y usted qué? ¿No alcanzan a cubrir el pre­supuesto? ¿Se halla usted entre los morosos y tacaños? ¿Hay hostilidad entre los miembros? ¿Cuál es su actitud y comportamiento? Puede que encuentre o no las respuestas dentro de usted mismo. Sin embargo, tiene que estar seguro de que usted no es parte del problema antes de empezar a acusar a los demás.

8. CALIDAD DE CONVICCIONES

Si usted piensa que su fe no merece la pena morir por ella, menos va a merecer que viva para ella.

9. SATANÁS

Un agnóstico decía: —Yo no creo en el diablo. Nunca me lo he encontrado. A lo que un cristiano respondió: —Lleva usted razón. No se lo ha encontrado ni se lo

encontrará, pues nadie se encuentra con aquel que va en su misma dirección. Vaya en dirección contraria y verá cómo se tropieza con él.

10 . SENTIDO DE CULPABILIDAD

Se cuenta la anécdota de que una vez Arthur Conan Doyle, el escritor británico de novelas policiacas, decidió gas­tarles una broma a doce de sus amigos. Les envió un telegra­ma que decía: "¡Huye inmediatamente... todo se ha descu­bierto!" Todo salieron del país en el plazo de veinticuatro horas.

20 QUINIENTAS TRES

1 1 . REMORDIMIENTOS

El psicólogo estadounidense Bruce Narramore ha des­crito de la siguiente manera las dos clases de remordimiento que se dan:

"Dos personas están conversando mientras toman un café. Una de ellas, al extender su mano para alcanzar el azú­car, vuelca su taza de café. Una reacción típica de culpa sería: '¡Oh, que tonto soy! Debería tener más cuidado. Lo he trastornado todo. Lo siento mucho.' Y así continúa la per­sona regañándose a sí misma por el accidente. El dolor cons­tructivo es muy diferente. La persona que causó el accidente puede decir: 'Disculpe. Lo siento mucho. Use mi servilleta. Voy a limpiar la mesa inmediatamente.' Y quizá más tarde se ofrece a pagar si se rompió o estropeó algo."

El remordimiento según Dios es siempre positivo.

1 2 . PADRE

Un pequeño niño, asustado por una tormenta con mu­chos relámpagos y truenos, gritó en la noche:

•—¡Papá, papá, tengo miedo! —Hijo —le dijo el padre—, Dios te ama y él tendrá cuida­

do de ti. —Sí, yo sé que él me ama —respondió el niño—, pero

lo que ahora necesito es a alguien que tenga carne y hueso. El papel del padre es demostrar que Dios tiene piel y se

interesa por nosotros.

1 3 . EL PROCESO DE LA DECADENCIA ESPIRITUAL

Para los abuelos la fe fue una experiencia vital. Para los padres la fe fue una herencia preciosa. Para los hijos la fe era una conveniencia. Para los nietos la fe es un fastidio.

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1 4 . ¿CUANTO LO DESEAS? Mateo 7:7

Se cuenta que cuando Gotama Buda era todavía un jovencito, viajó hasta un monte apartado en busca de un sabio que se suponía tenía la respuesta para todos los secre­tos de la vida. Buda quería encontrar a Dios y creía que este sabio podría ayudarle.

Después de mucho esfuerzo logró encontrarle y le expresó sus deseos. El sabio y el joven conversaron durante un buen rato, y después el primero le pidió a Buda que le siguiera. Le llevó a la orilla de un lago, se sentaron y conti­nuaron hablando.

De pronto el sabio agarró al joven Buda por el cuello y lo sumergió en el agua, y lo mantuvo allí. Buda trató de escapar de aquella mano de hierro, pero el hombre era más fuerte que él. Buda se convenció de que iba a morir.

Justo cuando ei joven estaba a punto de rendirse y acep­tar la realidad de la muerte, el sabio lo sacó del agua.

Buda aspiró el aire con desesperación, cosiéndole un poco normalizar la respiración. Cuando lo logró se dispuso a gritar en protesta, pero el sabio le silenció con la mano, y le dijo: "Cuando tú desees a Dios tan desesperadamente como querías el aire, entonces y sólo entonces, lo encon­trarás."

Los cristianos debemos aprender de esta leyenda. Si queremos experimentar la presencia de Dios debemos tener este anhelo ferviente. Diciéndolo con palabras de la Escritura: "Como ansia el venado las corrientes de las aguas, así te ansia a ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo" (Sal. 42:1 , 2).

Si anhelas estar lleno del Espíritu con todo tu corazón, sucederá. Quizá no suceda instantáneamente y quizá venga después de gran lucha dentro de tu corazón y mente. Pero la Escritura promete: "Pedid, y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad, y se os abrirá."

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1 5 . ADÁPTESE A LAS CIRCUNSTANCIAS CAMBIANTES

Haríamos bien en imitar más a las moscas que a las abe­jas al considerar nuestro trabajo. Si usted coloca unas abejas en una botella, la deja abierta y la acuesta con el fondo hacia la luz, las abejas se dirigirán hacia la luz. Se concentran en la luz y no piensan en otra cesa mientras tratan de salir. Hacen caso omiso de la abertura en la botella por la que podrían escapar si pensaran en su situación en una forma creativa.

Y, ¿qué sucede con las moscas? Colóquelas en una bote­lla, déjela abierta y acuéstela de lado con el fondo hacia la luz, y las moscas se vuelven muy innovadoras. En lugar de mirar sólo hacia la luz, las moscas se mueven a troche y moche por el interior de la botella, y en poco tiempo su ac­tividad creativa les permite escaparse.

¿Es usted más semejante a una abeja atrapada que a una mosca innovadora? Necesita aprender a adaptarse en cuan­to a la manera en que mira su vida y la manera en que actúa en ella. Dejarse atrapar en un estado de resentimiento, de­rrotismo e infelicidad equivale a aprisionarse a usted mismo. Semejante situación requiere explorar las opciones en lugar de encerrarse en cierto patrón.

Muchas personas se han vuelto cada vez más, y tal vez intolerablemente, infelices porque no se adaptaron a las cir­cunstancias y a las exigencias cambiantes de la vida. Pueden haber sido las situaciones nuevas o administración nueva. Cualquiera que haya sido el caso, dejaron de adaptarse a las nuevas condiciones. Tal vez no pudieron adaptarse. O tal vez no quisieron, pensando que no valía la pena hacer el esfuerzo.

Pero recuerde que todo cambia en la vida. ¿Por qué hemos de esperar que nuestras circunstancias y situaciones permanezcan invariables? La respuesta, por supuesto, es que no debemos esperarlo. Nuestra vida no permanece estática, cambia; y nosotros también tenemos que cambiar.

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Para ser más felices tenemos que adaptarnos de forma crea­tiva a las circunstancias cambiantes que inevitablemente en­frentaremos.

16 . SEA AUTENTICO

La autenticidad tiene que ver con ser consecuente entre lo que se dice y se hace, y entre los valores que se procla­man y las prioridades que se exhiben. La falta de autentici­dad significa que proclamamos ser una cosa, pero en reali­dad somos otra.

Hace años leí la historia acerca de un pequeño pueblo que tenía un enorme roble en medio del parque central. La gente del pueblo se sentía orgullosa de ese árbol, el cual había estado allí desde hacía mucho tiempo, aun antes de que muchos de ellos nacieran, y pensaban que de seguro seguiría allí después de que muchos de ellos hubieran falleci­do. Pero un día un gran ventarrón partió el árbol por la mitad y puso al descubierto un tronco infectado. Exte­rior mente era todo un símbolo de fortaleza, pero interior­mente el roble estaba débil y vulnerable. Por años había engañado a sus admiradores.

Esa historia aún me persigue, y me asusta. Creo que el reto más grande que enfrenta la iglesia para

las próximas dos décadas es la enfermedad que está menoscabando su poder e integridad: el cristianismo no auténtico.

Pocos son los problemas exteriores que obstaculizan el ministerio de la iglesia contemporánea. Contamos con dine­ro y edificios, instituciones educativas de primer orden para preparar a nuestros líderes. Tenemos recursos abundantes: libros, casetes, conferencias, centros de capacitación, diver­sos ministerios y contamos con una relativa libertad política. Pero la vida cristiana no auténtica anula todas estas ventajas externas.

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17 . ¿LE VEN A USTED O A CRISTO?

Un padre y su pequeño hijo caminaban por una calle en Chicago y llegaron a una plaza donde estaban construyendo un rascacielos de muchos pisos. Mirando hacia arriba vieron a algunos hombres trabajando en la última planta del edifi­cio.

—Papá —preguntó el niño—, ¿qué están haciendo aque­llos niños pequeños allá arriba?

—No son niños, hijo, son hombres bien crecidos. —Pero, ¿por qué parecen tan pequeños? —Porque están muy alto —respondió el padre. Después de una pausa el niño volvió a preguntar: —Entonces, papá, cuando lleguen al cielo, ¿quedará algo

de ellos? Es muy cierto. Cuanto más cerca estamos de Cristo

menos nos ven los demás a nosotros y más ven a Cristo.

1 8 . ¿LO HACES PARA QUE TE VEAN? Mateo 6:1, 5

Son generalmente las cosas más pequeñas las que se pa­vonean e insisten sobre su propia importancia. ¿Recuerdan la rana en la fábula de Esopo? Se había dado cuenta de cuan pequeña era, de manera que trataba de inflarse para apa­rentar que era como una vaca. El hombre pequeño necesita enfatizar su dignidad. La persona que es primo tercero de un Duque nunca le permite a usted olvidarlo.

Jesús hizo grandes obras de misericordia pero nunca buscó la publicidad. El no dio gritos en la calle para llamar la atención. Cuando curó al leproso y a otros les dijo que no se lo dijeran a nadie. El se sentía satisfecho de servir al enfer­mo y al afligido.

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19 . MANSEDUMBRE Juan 3:26-30

Juan el Bautista fue uno de los hombres de carácter más fuerte y, a la vez, más mansos de la historia. Fue una figura tan poderosa que Josefo, el gran historiador judío, informa que muchos años después, cuando era mencionado el nom­bre de Juan, la gente todavía temblaba ante su pensamiento. Jesús tuvo palabras elogiosas para Juan: "De cierto os digo que no se ha levantado entre los nacidos de mujer ningún otro mayor que Juan el Bautista." Y con todo, cuando él vio a Cristo, en vez de hablar acerca de sus propios logros, envió a sus discípulos a Jesús, diciéndoles: "A él le es preciso cre­cer, pero a mí menguar." Y cuando le preguntaron quién era él, respondió: "Yo soy la voz..." Como diciendo: "He venido para ser oído, no para ser visto."

¿Se han dado cuenta de que David nunca habló de su vic­toria sobre Goliat en los salmos? Vivimos en un tiempo de superlativos: El mejor evangelista, el más grande predicador, el más grande teólogo, el mejor actor. Ambicionamos dig­nidad y posición. Queremos algún título y ser mencionados apropiadamente. No nos sorprende que Cristo no pueda ser visto.

2 0 . SINCERIDAD Filipenses 1:10

"Sinceridad" es una palabra muy interesante que pro­cede del término latino "sincerum" y que significa "sin-cera". En su aplicación a los seres humanos se refiere a aquella per­sona que actúa como realmente piensa y es en su interior.

La cera es esa substancia producida por las abejas y que usaban los carpinteros para rellenar agujeros y grietas de la madera y después pulirla. Cuando se deseaba tener un mue­ble que pareciera perfecto, o al menos con menos imper­fecciones, se arreglaba con cera. Y para hablar de algo que

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de verdad se vendía sin "arreglar", es decir, sin trampa ni engaño, se le ponía el rótulo de "sin-cera".

La característica de una persona sincera es la de que aparece ante los demás como realmente es. Es lo contrario de hipócrita. ¿Es usted una persona con -cera o sin-cera?

2 1 . EL INFIERNO

El filósofo Jean Paul Sartre presenta en su obra Sin sali­da a un grupo de personas encerradas en un cuarto sin sali­da. En vez de ayudarse, apoyarse, animarse y fortalecerse unos a otros, empiezan a desarrollar actitudes muy negativas entre ellos. Pasan el tiempo irritándose, provocándose y fas­tidiándose unos a otros.

Uno de ellos, sin poder ya aguantar más, exclama: "¡La gente es el infierno!", y en verdad podemos ser unos para otros como un infierno real y verdadero.

El hogar y la iglesia que supuestamente deben ser para las personas como rincones del Paraíso, se transforman a veces en auténticos infiernos. La única salida es permitir que Cristo cambie las actitudes de las personas; pero ni él puede hacer nada por nosotros si no se lo permitimos.

2 2 . MIRAD LOS LIRIOS DEL CAMPO, COMO CRECEN

Mateo 6:28

Un monje de los tiempos pasados dijo: "Necesito aceite", así que plantó un renuevo. Oró y en su oración pidió: "Señor, para que sus tiernas raíces puedan nutrirse y desarrollarse necesitan lluvia. Envía lloviznas apacibles." Y el Señor envió lluvia. "Señor", oró el monje, "mi olivo necesi­ta sol. Te ruego que lo envíes." Y el sol resplandeció y pintó de oro las nubes goteantes. "Ahora, Señor, envía una hela-

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da para que se afirmen sus tejidos", suplicó el monje. La helada vino y el arbolito estuvo resplandeciendo con el color de la nieve, pero por la noche esto le costó la vida.

El monje buscó en una celda a uno de los hermanos de la comunidad y le contó la experiencia tan rara que había tenido. Entonces su amigo le dijo: "Yo también planté un arbolito, el cual se desarrolló admirablemente. Pero yo con­fié mi árbol a Dios. Aquel que lo hizo sabe mucho mejor que yo lo que él necesitaba. No establecí condición alguna, ni fijé maneras ni formas de cómo criarlo, lo que hice fue plantar­lo y decir: 'Señor, envía lo que necesite, tormenta o sol, vien­to, lluvia o helada, tú lo has hecho, y tú sabes lo que necesi-

Todo a Cristo yo me rindo, Con el fin de serle fiel; Para siempre quiero amarle, Y agradarle sólo a él.

2 3 . NO TENIA TIEMPO

Hace algunos años un joven se acercó al capataz de un equipo de leñadores y pidió trabajo.

—Depende —contestó el capataz—. Veamos cómo talas ese árbol.

El joven se adelantó y con maestría taló un gran árbol. Impresionado, el capataz exclamó:

—¡Empieza el lunes! Lunes, martes, miércoles y jueves pasaron; y el jueves

por la tarde el capataz se acercó al joven y le dijo: —Puedes recoger tu cheque cuando salgas hoy. Sorprendido, el joven respondió: —Creía que pagaban los viernes. —Normalmente lo hacemos —contestó el capataz—,

pero te dejamos marchar hoy porque te has quedado atrás. Nuestras hojas diarias de trabajo demuestran que has caído

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del primer lugar el lunes al último el miércoles. —Pero soy un buen trabajador —objetó el joven—

¡Llego el primero, me voy el último, e incluso he trabajado durante la hora del descanso!

El capataz, sintiendo la integridad del joven, pensó du­rante un minuto y preguntó:

—¿Has afilado el hacha? El joven replicó: —He estado trabajando tanto que no he tenido tiempo

para eso. Qué error tan obvio. ¿Cómo pudo alguien cometer tan

impensable error? Aun así el hecho es que muchos de los siervos de Dios fracasan en la tarea señalada porque no se toman tiempo para afilar sus vidas en oración.

Sin duda, cuando los siervos de Dios hablan con fran­queza de sus vidas espirituales, la mayoría manifiestan su cul­pabilidad respecto a su vida de oración. Esto quiere decir que miles están llevando a cabo sus ministerios pastorales con instrumentos cada vez menos afilados que, inevitablemente, frustran cualquier posible éxito.

2 4 . LA ENVIDIA

Cuenta una antigua leyenda del siglo cuarto que unos demonios inexpertos encontraban grandes dificultades para tentar a un ermitaño consagrado. Le incitaban con toda clase de tentaciones, pero no podían seducirlo. Frustrados, los novatos volvieron a Satanás y le contaron sus apuros. El les respondió que habían sido demasiado duros con el monje. "Enviadle un mensaje", dijo, "de que su hermano acaba de ser nombrado obispo de Antioquía. Llevadle bue­nas noticias." Siguiendo el consejo de su jefe, los demonios volvieron obedientes y comunicaron las gratas noticias al ermitaño. En el mismo instante se hundió en unos celos pro­fundos y malévolos.

Después Satanás instruyó a sus subordinados, dicién-

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doles: "Envidia y celos son frecuentemente las mejores ar­mas contra aquellos que buscan la santidad."

Qué cierto es esto en la experiencia humana. Juan de la Cruz dijo que en lo que se refiere a la envidia: "Muchos sien­ten disgusto cuando ven a otros en posesión de bienes espi­rituales. Se sienten sensiblemente heridos de que otros los sobrepasen en este camino, y se resienten cuando otros son alabados."

Además, los corazones celosos y envidiosos, son infe­lices; porque hay una patología miserable en los celos. La Biblia recuerda esto de forma inolvidable en el caso del her­mano mayor del pródigo. Su corazón celoso hace que sea incapaz de compartir el gozo de su familia. De hecho se pierde la fiesta de su vida (Luc. 15:25-30). Entonces, inca­paz de participar en las cosas que agradan a su padre, sufre mayor aislamiento. Su hermano se convierte para él en "este tu hijo" (Luc. 15:30). Está fuera de onda no sólo con su her­mano, sino también con su padre. Los celos le han conver­tido en un miserable. Un corazón sujeto a semejante pato­logía no puede tener nunca éxito, independientemente de sus logros externos.

¡Cuánto mejor es ser un amable alentador que un celoso detractor! Cuánto mejor ser como Moisés. "¡Ojalá que todos fuesen profetas en el pueblo de Jehovah, y que Jehovah pusiese su Espíritu sobre ellos!" (Núm. 11:29). Cuánto mejor ser como Jonatán que fue capaz de reconocer que David sería quien ocuparía el trono y no él, y llegó a hacer pacto de amistad con David (1 Sam. 18:1-4). Cuánto mejor ser como Juan el Bautista que respondió a la advertencia de sus discípulos respecto a la ascendencia de Jesús sobre él dicien­do: "Ningún nombre puede recibir nada a menos que le haya sido dado del cielo... A él le es preciso crecer, pero a mí menguar" (Juan 3:27, 30). ¡He ahí un hombre de éxito! Por lo menos eso pensó Jesús, ya que dijo: "De cierto os digo que no se ha levantado entre los nacidos de mujer otro mayor que Juan el Bautista" (Mat. 11:11).

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2 5 . LA ACTITUD CORRECTA HACIA NOSOTROS MISMOS

Algunas cosas deben estar claras en nuestra comprensión de la humildad. Una es que la humildad consiste en mantener una actitud correcta hacia nosotros mismos. No es un abyec­to autodesprecio; no es el renunciar a la dignidad de nuestra naturaleza dada por Dios. Alistair Maclean nos dice que "la verdadera humildad no procede del sentido de nuestra detestable relación con el polvo que es indigno de nosotros, sino de la conciencia que tenemos de la tremenda cercanía a una magnificencia de la que somos indignos".

Alguien preguntó al gran predicador Joseph Parker: "¿Por qué escogió Jesús a Judas?" A lo que el doctor Parker replicó: "No lo sé, pero tengo una pregunta todavía más difícil. ¿Por qué Jesús me escogió a mí?"

Humildad y mansedumbre están, pues, ligadas con una honrada evaluación de nuestros puntos fuertes y débiles. Nadie aprecia la falsa humildad que niega los talentos y habi­lidades propias.

Usa tus dones, dijo Pablo. Deja de menospreciarte a ti mismo, deja de culpar a tus padres, a tu ambiente, circuns­tancias, mala suerte, debilidades, insensatez, errores y a la ani­mosidad de otros por el vacío de tu vida y por el hecho de que parece que no llegas a ninguna parte.

No gastes tu tiempo envidiando a otros por los dones que ellos tienen mientras que rehusas utilizar los dones que Dios te ha dado a ti. Bien puede ser que no tengas los dones que otros tienen porque no los has cultivado.

2 6 . EL GALARDÓN DE LA FIDELIDAD

Tenemos un relato muy interesante en 1 Samuel 30, relacionado con la fidelidad. David y sus hombres habían sali­do al campo de batalla y mientras que ellos estaban lejos vinieron sus enemigos y atacaron la ciudad de Siclag y la incendiaron, llevándose a las mujeres y los niños de David y

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sus soldados. Cuando éstos regresaron quedaron abrumados por el dolor. Las Escrituras dicen que "alzaron su voz y llo­raron hasta que les faltaron las fuerzas para llorar". Entonces empezaron a culpar a David, pero él se fortaleció en Jehovah su Dios, seleccionó a seiscientos de sus hombres y salió a rescatar a los cautivos.

Cuando llegaron al arroyo de Besor, doscientos de ellos estaban tan fatigados que no podían proseguir. David decidió dejarlos allí cuidando del bagaje y continuó con los cuatro­cientos restantes.

Lograron localizar al enemigo, lo vencieron, recuperaron lo perdido y volvieron además con un gran botín. Cuando regresaron al arroyo de Besor, algunos de los fuertes que sí habían podido ir a rescatar a los cautivos no querían repartir los despojos con los doscientos que habían quedado. David hizo entonces una declaración acerca de la fidelidad que es aleccionadora para todos: "Igual parte han de tener los que descienden a la batalla y los que se quedan con el equipaje. ¡Que se lo repartan por igual!"

Lo que David estaba diciendo es que aunque no todos son iguales en fortaleza sí que pueden ser todos iguales en fidelidad. Los doscientos que hicieron todo lo que pudieron eran exactamente tan dignos del premio como los demás. El principio básico que encontramos en todas las Escrituras, tales como la parábola de los talentos y la de las minas, y en otros lugares, es que aquellos que son fieles en sus deberes serán igualmente recompensados. De manera que ese creyente oscuro, ignorado, que pasa inadvertido, pero fiel en su puesto de servicio, compartirá igualmente con Pablo, Spurgeon, Livingstone y los demás grandes siervos de Dios.

27 . CADA MAÑANA

Señor, que cada mañana al despertar sienta en mi corazón la necesidad de orar, porque sólo así, Señor, el día bien podré empezar.

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Que mi alma, Señor, despierta busque la oración con anhelo, buscar tu rostro, oír tu voz, y seguir por el camino estrecho.

Que cada día al despertar, sea mi anhelo orar, orar con devoción, buscar tu dirección, y hacer lo que tú quieras, Señor.

Que sea una oración sincera y pura que salga del corazón que nada me distraiga, que solamente quiera oír tu voz.

Que la oración esté siempre presente, presente en mí, pues la dirección necesito de ti.

2 8 . EXTIENDE TU MANO

Extiende tu mano y toca al alma que anda hambrienta; extiende tu mano y toca la vida que está deshecha; extiende tu mano y toca al hombre que está angustiado; extiende tu mano y deja... que la sonrisa de Dios

toque por medio de ti.

Extiende tu mano y estrecha la del vecino que no te ama; extiende tu mano y estrecha la del extraño que

a ti se allega; extiende tu mano y estrecha la del hermano que te rehusa extiende tu mano y deja... que la sonrisa de Dios

estreche por medio de ti.

Extiende tu mano y da de tu amor al que está solo; extiende tu mano y da de lo tuyo al que no tiene; extiende tu mano y dale la luz al que está en tinieblas;

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extiende tu mano y deja... que la sonrisa de Dios dé por medio de ti.

2 9 . CON UN MISMO ESPÍRITU ...ESTABAN TODOS UNÁNIMES JUNTOS.

Hechos 2:1 (RVR 1960)

Que sea común nuestra oración, Que sea común nuestro fin, Que sea común nuestro propósito, Que sean comunes nuestras deliberaciones Que sean comunes nuestros deseos, Que estén unidos nuestros corazones, Que estén unidas nuestras intenciones, Que sea perfecta la unión entre nosotros.

"Y la multitud de los que habían creído era de UN CORAZÓN Y UN ALMA..."

Hechos 4:32 (RVR 1960)

3 0 . SI VAS A LUCHAR...

Si vas a luchar, lucha por la relación, no contra ella; lucha por la reconciliación, no por la alienación; lucha por la preservación de la amistad;

no por su destrucción; lucha por ganar a tu cónyuge, hermano, amigo,

no por perderlo; lucha para salvar tu matrimonio, tu familia, tu iglesia,

no para aprovecharte de ellos, lucha para solucionar los problemas,

no para salvar tu orgullo. Hope MacDonnald

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3 1 . DIAMANTES O CANICAS

Se cuenta que en el siglo pasado vivía en la región de Kimberly en África una familia muy pobre. El hombre tenía un rancho, pero la tierra era arenosa y estéril. Los niños, sin dinero con qué comprar canicas, habían aprendido a jugar con piedrecitas que juntaban de la arena del arroyo.

Un día pasaba un grupo de hombres y se detuvieron para pedir agua. Mientras la tomaban, uno de los hombres se quedó viendo a los muchachos y a sus "canicas", luego les preguntó si había más y cuando los niños le dijeron que, efectivamente, había montones junto a la arena, el hombre fue a verificar hallando tal y como los niños le habían dicho.

Entonces dijo al campesino: "Oiga, señor, ¿cuánto quiere por su rancho? Yo le pagaré lo que usted me pida."

El campesino sonrió, y pensando hacer un excelente negocio pidió cincuenta mil dólares. Dicho y hecho, el hom­bre sacó su talonario de cheques y le pagó lo que había pedi­do.

Eso fue el origen de las Minas Kimberly, las minas de dia­mantes más valiosas del mundo.

Ustedes y yo tenemos promesas de Jesús mucho más valiosas que los diamantes y, sin embargo, en ocasiones ju­gamos con ellas como si fueran canicas. El propósito de las promesas de Dios al hombre es el de hacerlo más valioso y mejor; mientras no lo veamos así no seremos mejores.

3 2 . GÓCESE CON LO QUE TIENE

Un cuento popular judío describe a un campesino que se quejaba todo el tiempo. Vivía en un pequeño cuarto con su esposa, dos hijos y un perro. El campesino era muy infeliz, de manera que fue con el rabino y le preguntó qué podía hacer.

El rabino le preguntó al campesino si tenía una cabra, a

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lo que contestó que sí. Le mandó meter la cabra en la casa y regresar la siguiente semana. El campesino se fue a su casa, metió a la cabra adentro y la siguiente semana fue a ver al rabino. Este le preguntó cómo iban las cosas y el cam­pesino le dijo que habían empeorado, teniendo adentro a la cabra, a su esposa, a dos hijos y al perro.

El campesino le preguntó qué debía hacer ahora, a lo que el rabino le respondió que metiera la vaca en la casa. La siguiente semana le dijo que metiera las gallinas, y la cuarta semana, los conejos. La siguiente semana, los caballos.

La casa del campesino ya estaba llena de caballos, cone­jos, gallinas, una vaca, una cabra, un perro, dos hijos y su esposa. En lugar de estar feliz, el campesino estaba desespe­rado. Le dijo al rabino que ya no podía aguantar más y le preguntó qué hacer. El rabino le dijo que sacara los caballos de su casa. La siguiente semana, los conejos; la siguiente, las gallinas.

Al fin, el hombre, su esposa, sus dos hijos y el perro se quedaron solos en la casa otra vez. El campesino volvió con el rabino y, antes de que éste le pudiera preguntar, le dijo cuan feliz se sentía ahora. Estaba de nuevo en la misma situación como cuando había buscado al rabino por primera vez y se había quejado de su falta de felicidad.

Piense. ¿No hay algo de bueno en su vida? Si se siente rodeado de una colección de animales de diferentes clases, cuando menos felicítese de que no tiene que trabajar entre todos los animales del zoológico. Tal vez es verdad que apre­ciamos más aun un poco de felicidad cuando podemos pen­sar cuánto peor podrían estar las cosas. Así que, fíjese en lo que pueda encontrar de bueno en su vida, hogar, iglesia, tra­bajo. Posiblemente deseará llevar un diario de las cosas que le hacen feliz en un día dado. Puede llevar el diario por escrito o mentalmente, según crea que le ayudará a tomar la idea en serio.

A medida que busca las cosas que le hacen feliz en un día dado, no busque las cosas grandes. Alégrese de que puede

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identificar cosas pequeñas que le dan aun un poco de felici­dad.

3 3 . SALMO DE LA TELEVISIÓN

La televisión es mi pastor, nada me faltará. En delicados sillones me hará descansar; me desviará de la fe; destruirá mi alma. Me guiará por sendas de sexo y violencia por amor al patrocinador.

Aunque ande en valle de sombra de mis responsabilidades cristianas, no temeré interrupción alguna porque la televisión está conmigo.

Sus colores y su control remoto me infundirán aliento. Aderezas comerciales delante de mí en presencia de mi mundanalidad.

Unges mi cabeza con humanismo y materialismo; mi codicia está rebosando.

Ciertamente la flojera y la ignorancia me guiarán todos los días de mi vida; y en mi casa mirando televisión moraré por largos días.

3 4 . LA DIFERENCIA ENTRE UN DISCÍPULO Y UN MIEMBRO DE IGLESIA

El miembro suele esperar panes y peces, el discípulo es un pescador. El miembro lucha por crecer, el discípulo por reproducirse. El miembro se gana, el discípulo se hace. El

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miembro depende en su mayoría de los pechos de su "madre" (la iglesia), el discípulo está destetado para servir. El miembro gusta del halago, el discípulo del servicio y del sa­crificio vivo. El miembro entrega parte de sus ganancias, el discípulo entrega su vida. El miembro puede caer en la ruti­na, el discípulo es un revolucionario. El miembro espera que le asignen tareas, el discípulo es solícito en tomar res­ponsabilidad. Uno murmura y reclama, el otro obedece y se niega a sí mismo. El miembro es condicionado por las cir­cunstancias, el discípulo aprovecha para ejercitar su fe. El miembro reclama que le visiten, el discípulo visita. El miem­bro vale para sumar, el discípulo para multiplicar. Hacer miembro de un discípulo es poner cepo al que anda en el Camino, hacer discípulo de un miembro es dar alas a la Evangelización. Los discípulos de la Iglesia Primitiva trastor­naron al mundo, los miembros del siglo XX están siendo trastornados por el mundo. Los miembos suelen ser fuertes como soldados de trinchera, los discípulos son soldados invasores. El miembro cuida de las estacas de su tienda, el discípulo ensancha el sitio de su cabana. El miembro hace hábito, el discípulo rompe los moldes. El miembro sueña con la Iglesia ideal, el discípulo se entrega para lograr la Iglesia real. La meta del miembro es ganar el cielo, la meta del discípulo es ganar almas para el cielo. El miembro maduro se hace discípulo, el discípulo maduro asume los ministerios. El miembro predica el evangelio, el discípulo hace discípulos. El miembro es "ojalá", y el discípulo "¡Heme aquí!"

Rodolfo Loyola,

3 5 . PADRE NUESTRO

NO DIGAS "PADRE" Si cada día no te portas como Su hijo...

NO DIGAS "NUESTRO" Si vives aislado en tu egoísmo...

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NO DIGAS "QUE ESTAS EN LOS CIELOS" Si sólo piensas en las cosas terrenas...

NO DIGAS "SANTIFICADO SEA TU NOMBRE" Si no lo honras...

NO DIGAS "VENGA A NOSOTROS TU REINO" Si lo confundes con el éxito material...

NO DIGAS "HÁGASE TU VOLUNTAD" Si no la aceptas cuando es dolorosa...

NO DIGAS "EL PAN NUESTRO DÁNOSLO HOY" Si no te preocupas por la gente con hambre...

NO DIGAS "PERDONA NUESTRAS DEUDAS" Si guardas rencor a tu hermano...

NO DIGAS "NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN"

Si tienes intención de seguir pecando... NO DIGAS "LÍBRANOS DEL MAL"

Si no tomas partido contra el mal... NO DIGAS "AMEN"

Si no has tomado en serio las palabras de esta oración.

Boletín Primera Iglesia Bautista de Madrid

3 6 . UNA FRASE FAMOSA

"La felicidad no consiste en hacer las cosas que nos gus­tan, sino en que nos gusten las cosas que debemos hacer."

Goethe, poeta alemán

3 7 . NAVIDAD

YO NAVI-DOY TU NAVI-DAS EL NAVI-DA NOSOTROS NAVI-DAMOS

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VOSOTROS NAVI-DAIS ELLOS NAVI-DAN

"Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es DADO..." (Isa. 9:6).

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha DADO a su Hijo unigénito,..." (Juan 3:16).

Boletín Primera Iglesia Bautista de Madrid

3 8 . LOS TRES FILTROS Santiago 3:1-12

Un día, un hombre fue al sabio Sócrates, y le dijo: —¡Escucha! Tengo algo muy importante que decirte de

tu amigo. —Espera un poco —le interrumpió Sócrates—. Lo que

me vas a contar, ¿lo has pasado ya por los tres filtros? —¿Qué tres filtros? —preguntó asombrado el charlatán. —Escúchame bien, el primer filtro es el de la verdad:

¿Estás seguro de que todo lo que me vas a contar es cierto? —inquirió el sabio.

—No sé mucho acerca de ello. No lo sé más que de oídas.

—Entonces, ciertamente lo habrás hecho pasar por el segundo filtro —quiso saber el sabio—. Es el filtro de la bon­dad.

El hombre enrojeció y respondió de mala gana: —Confieso que no. Tampoco lo he hecho. —Pero, entonces, ¿lo has hecho pasar al menos por el

tercer filtro?: ¿Te has preguntado si lo que querías contarme de mi amigo es necesario y útil?

—¿Útil? No, verdaderamente no —farfulló el otro.

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—¿Ves?, si lo que querías contarme no es ni verdadero, ni bueno, ni útil, es mejor que lo guardes para ti —exhortó el sabio con una amable sonrisa.

3 9 . MOTIVACIÓN

Una camioneta bien cargada apareció en el único sitio que quedaba en el campamento. Cuatro jovencitos saltaron del vehículo y empezaron a descargar febrilmente el equipa­je y a montar una tienda de campaña. Después los chicos corrieron a buscar leña para el fuego, mientras que las chi­cas y la mamá preparaban los alimentos y los utensilios de cocinar. Un vecino, también acampado allí, se quedó mara­villado de la rapidez y voluntad de trabajo de los jovencitos, y comentó:

—Señor, eso ha sido una gran demostración de trabajo en equipo.

A lo que el padre replicó: —Tenemos un sistema que funciona. Nadie va al aseo

hasta que tenemos el campamento organizado. Es decir, no se permiten excusas ni escapes hasta que lo principal no está hecho.

Un hombre joven, a quien se le hacía tarde, tomó un atajo para llegar cuanto antes a su casa. Dicho atajo pasaba por el cementerio. Debido a la oscuridad no vio una sepul­tura abierta y cayó en ella. Gritó, trató de salir, pero nada consiguió. Nadie se hallaba cerca para oírle y tenderle una mano. Así que se hizo a la idea de pasar allí la noche y se acomodó lo mejor que pudo en un rincón de la oscura tumba, esperando el amanecer. No mucho después, otra persona tomó la misma ruta, por el atajo del cementerio, y cayó en la misma sepultura. Empezó a saltar, escalar y gritar, buscando salir por todos los medios posibles. De pronto, el

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segundo que cayó oyó la voz del primero que desde el oscuro rincón anunció: "No podrás salir de aquí" ¡Pero sí pudo: de un salto!

Esto nos demuestra que cuando hay algo poderoso que nos impulsa en la vida —aunque sea el miedo— sí que podemos.

4 0 . PRIORIDADES

Hace años tuvo lugar una entrevista fascinante entre el señor Charles Schwab, entonces presidente de la Compañía Bethlehem Steel, e Ivy Lee, un consejero de dirección auto­didacta. Lee era un hombre agresivo, seguro de sí mismo, que con perseverancia había conseguido la entrevista con el señor Schwab, quien no estaba menos seguro de sí mismo, ya que era uno de los hombres más poderosos del mundo. Durante la conversación, el señor Lee afirmó que si la direc­ción de Bethlehem Steel seguía su consejo, las operaciones de la Compañía aumentarían sus beneficios.

Schwab respondió: —Si usted nos puede mostrar la manera de conseguir

hacer más cosas, será para mí un placer escuchar; y si fun­ciona, le pagaré lo que pida dentro de lo razonable.

Lee dio a Schwab una hoja de papel en blanco y dijo: —Escriba las cosas más importantes que ha de hacer

mañana. El señor Schwab lo hizo. —Ahora —continuó Lee—, numérelas en orden de

importancia. Schwab lo hizo. —Mañana por la mañana empiece con el número uno,

después siga con el número dos y así sucesivamente... No se preocupe si no ha completado todo al final del día. Al menos habrá completado los proyectos más importantes. Haga esto cada día. Después de que esté usted convencido del valor de este sistema, haga que sus hombres lo prueben. Pruébelo tanto tiempo como quiera, y entonces envíeme su cheque

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por lo que crea que vale el consejo. Los dos hombres se dieron la mano y Lee abandonó la

oficina del presidente. Pocas semanas después Charles Schwab envió a Ivy Lee un cheque por 25.000 dólares. ¡Una cifra astronómica para la década de los treinta! Dijo que era la lección más provechosa que había aprendido en su larga carrera en los negocios.

En el mundo frío y duro de los negocios hay pocas cosas tan importantes para el éxito como saber establecer las prio­ridades y vivir de acuerdo con ellas. Esto no es menos impor­tante en la vida espiritual, donde debemos tener nuestras pri­oridades en orden si esperamos conseguir el éxito. Y en el reino espiritual la prioridad número uno es Dios.

4 1 . DIEZ DIFERENCIAS ENTRE LA IGLESIA VIVA Y LA MUERTA

1. La iglesia viva está llena de personas con la Biblia en su mano.

En la muerta nadie lleva la Biblia. 2. La iglesia viva tiene un culto intenso y una alabanza

profunda. La muerta lo tiene rutinario.

3. La iglesia viva tiene problemas de espacio. A la muerta le sobra durante años.

4. La iglesia viva tiene juventud "problemática". La muerta no.

5. La iglesia viva tiene una visión de fe. La muerta no tiene ningún tipo de programa.

6. La iglesia viva tiene como meta su proyección misionera. La muerta sólo piensa en sus "necesidades".

7. La iglesia viva enfoca su ministerio en la gente. La muerta sólo se mira a ella misma.

8. La iglesia viva está llena de diezmadores. La muerta está llena de pedidores.

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9. La iglesia viva está llena de aire fresco de amor. En la muerta las rencillas son la única motivación.

10. La iglesia viva es eminentemente evangelizadora. La muerta está fosilizada.

4 2 . LA MEJOR MANERA DE SENTIRSE DESGRACIADO

Aquí tiene los diez mandamientos para lograr sentirse desdichado; se le han añadido unas referencias bíblicas como antídotos para esta receta de la desgracia.

1. Espere que a todos les guste cada cosa que usted ha­ce o dice (Juan 15:18-21; 16:32, 33).

2. No se sienta feliz si todas las cosas no son exacta­mente como usted quiere que sean (Prov. 14:12; Col. 1:10-12).

3. Piense que toda la desdicha que padece es siempre causada por hechos externos a usted o por otras per­sonas, y que usted es la única víctima (Rom. 7:21; Stg. 14, 15).

4. Piense que lo sabio es evitar las dificultades de la vida más que hacerles frente y resolverlas (2 Cor. 12:7-10; Fil. 4:13).

5. Sienta que tiene que saberlo todo y sentirse compe­tente en todo o es un fracaso en la vida (Stg. 1:5).

6. Crea que porque tuvo una experiencia negativa una vez en su vida, va a ser por siempre derrotado por ella (Fil. 3:13, 14).

7. Debe tener control completo de personas y situa­ciones en la vida o, por el contrario, vendrá el caos (Fil. 4:11-13).

8. Debe poner su felicidad y comodidad a la cabeza de

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su lista de prioridades a fin de sentirse realizado en la vida (Juan 10:9, 10).

9. Debe compararse con otros a fin de saber si es per­sona de éxito o no (1 Cor. 4:1-5).

10. Debe estar seguro del éxito antes de emprender cual­quier empresa (2 Cor. 8:12; 1 Co. 4:1).

4 3 . COMO CORREGIR SIN HERIR

En cierta ocasión me encontraba trabajando con un grupo de voluntarios que pintaban un viejo templo. Un señor se puso de capataz para decirnos lo que debíamos hacer. Un joven enlazó una soga en la torre y trepó por ella para pin­tarla, cosa bastante difícil. Con el balde de pintura colgando de la cintura, se sostenía de la soga con una mano mientras que con la otra pintaba a todo vapor. El capataz, desde el suelo le gritó:

—Estás salpicando de pintura, hazlo más despacio. El joven bajó por la soga y le entregó al capataz el balde

y la brocha, diciendo: —Muéstrame cómo. Cuando se crea usted en la necesidad de abrir la boca y

señalar las faltas ajenas, considere primero cómo hacerlo, ayudar y mostrar. Comprobará que la tarea que quiere criticar quizá no es tan fácil como a usted le parecía.

4 4 . PIENSE ANTES DE CRITICAR

Una vez fui a acampar con un grupo de personas a Baja California (México). Un señor se ofreció de cocinero con una condición: "Yo cocino la comida, pero al que no le guste y la critique tomará mi lugar y será el cocinero." Recuerdo que después, durante una comida, pensé: "A este plato le falta condimento", pero dije entre mí: "Prefiero comer esto

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que no me gusta antes que ser el cocinero y exponerme a que los demás critiquen lo que cocino." Como no tenía dis­posición de ayudar, tampoco tenía derecho a criticar.

4 5 . LA TÉCNICA "SANDWICH"

La crítica "cruda" puede compararse con la carne cruda. Hasta a un hambriento le resulta difícil comer un trozo de carne cruda. La carne cruda tiene que hacerse gustosa por medio de la cocción y el aderezo. De la misma manera, la crítica tiene que pensarse bien para "cocinar" la idea y ha­cerla gustosa.

Para hacer un sandwich colocamos la carne cocida entre dos rebanadas de pan con margarina al cual le hemos agre­gado lechuga, tomates y otros condimentos. El pan enman-tecado puede compararse con los elogios suaves. La le­chuga, el tomate y los condimentos son como expresiones solícitas, las cosas que piensa decir con el fin de quitar la dureza de la crítica.

La técnica sandwich empieza con una rebanada de pan con margarina, el elogio, al cual le agregamos la carne de la crítica cuidadosa, seguida por el condimento de palabras dichas con solicitud, terminando con otra rebanada de pan enmantecado. La carne de la crítica, cuidadosamente pensa­da, ha sido tiernamente preparada entre elogios fáciles de digerir.

La crítica tiene que hacerse con gran cuidado para no lastimar a quienes necesitamos corregir. Cada crítica tiene que estar emparedada entre dos elogios. Entonces, cuando ofrece su crítica, que sea cuidadosamente cocida con medi­tación y tacto, sazonada con amor y rodeada de elogios.

4 6 . EL CORAZÓN

Los chinos tiene un poema bellísimo acerca del corazón que dice así:

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Si hay rectitud en el corazón, habrá belleza en el carácter.

Si hay belleza en el carácter, habrá armonía en el hogar.

Si hay armonía en el hogar, habrá orden en la nación.

Si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo.

4 7 . CREACIÓN

Alguien escribió: "La probabilidad de que la vida se origi­nara por accidente es comparable a la probabilidad de que la composición de un diccionario de la lengua sea el resultado de una explosión en una imprenta."

4 8 . SUICIDIO

El 30 de marzo de 1987, el cuadro titulado "Los gira­soles", de Vicent Van Gogh (pintor holandés, 1853-1890), se vendió por la cifra record de 39 millones de dólares en el establecimiento Christie de subastas de arte, de Londres. Este ha sido el pago mayor hecho por una obra de arte.

El pintor, sin embargo, poco se benefició de sus obras de arte, pues sólo alcanzó fama mundial después de su suicidio. Tuvo la esperanza de haber vendido "Los girasoles" en unos 125 dólares, pero ni siquiera le dieron esa cantidad. Durante toda su carrera vivió de las ayudas que le pasaba su hermano Theo, quien tenía una galería de venta de pinturas. Su her­mano le animaba diciéndole que sus cuadros se vendían. Pero un día Vicent se quitó la vida al descubrir sus cuadros almacenados en un cuarto del establecimiento de su her­mano, sin venderse.

Pensemos en las obras de arte que estaban en la mente

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de Van Gogh y que podrían haber encontrado expresión si no se hubiera suicidado.

Las causas del suicidio son muchas. Una de ellas es el sentimiento depresivo de que la persona no vale ni importa para nadie, que no es necesaria ni apreciada. Dios en Isaías 43:4 nos dice: "Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé" (RVR 1960).

Cuando alguien cercano a nosotros está desalentado, decaído, deprimido, una palabra de estímulo de nuestra par­te puede iluminarle el día y su vida. Quizá pueda salvarle de un intento de suicidio.

4 9 . EL AGUA Y EL TE Gálatas 2:20

Tenemos una taza de agua caliente y dentro de ella una bolsita de té. El agua no es el té, ni tampoco el té es el agua; son elementos independientes. Pero cuando se introduce una bolsa de té en una taza de agua caliente, una cosa extraña ocurre, el agua cambia de color y de naturaleza. El agua se funde con una nueva realidad que lo domina todo. El fuerte color del té se esparce alrededor de la taza hasta que el líquido es té y no agua. Ahora, la primitiva existencia del agua está entrañablemente unida a la existencia del té. El agua, tras esa experiencia, podría decir: "No vivo ya yo, sino es el té quien vive en mí."

No conozco personas que beban agua caliente. Quien tal hiciera lo tildaríamos de excéntrico. Pero si esa agua, previa­mente calentada, puede llegar a ser la base de una saludable y excelente bebida, entonces merece la pena aceptar el pro­ceso.

De la misma forma el cristiano es como una taza de agua, la cual cuando es calentada por la fe y poseída por el Salvador, llega a ser algo completamente distinto. La natu-

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raleza de Cristo se introduce en el cristiano, y si se le deja, desde allí domará la existencia. Tal cristiano llega a ser más y más semejante a Cristo y cada vez menos de sí mismo. Así como el "té en el agua es la esperanza de algo nuevo y bueno", ¡Cristo en el cristiano es la esperanza de gloria! (Col. 1:27).

5 0 . COMO TU...

Así es mi vida, piedra, como tú como tú, piedra pequeña; como tú, piedra ligera; como tú, canto que rueda por las calzadas y por las veredas; como tú guijarro humilde de las carreteras; como tú, que en los días de tormenta te hundes en el cieno de la tierra, y luego centelleas bajo los cascos y bajo las ruedas; como tú, que no has servido para ser ni piedra de una Lonja, ni piedra de una Audiencia, ni piedra de un Palacio, ni piedra de un Templo; como tú, piedra aventurera; Como tú,

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que tal vez estás hecha sólo para la honda, piedra pequeña y ligera.

León Felipe

5 1 . EL ESPÍRITU DE MANSEDUMBRE

Cuan diferente era Jesús de aquellos que nunca sirven ni dan nada a menos que se les ponga en un lugar destacado, a menos que sus nombres sean anunciados con trompeta y reconocidos en placas. El amor no busca ser superior sino servir.

Hoy nosotros programaríamos para Pedro una serie de compromisos de predicación y le ofreceríamos nuestros pul­pitos para que nos dijera cómo fue eso de que anduvo sobre el agua. Le aplaudiríamos por su gran fe y le elevaríamos delante de la gente como un ejemplo piadoso de un obrador de milagros. Habríamos borrado de su biografía lo relacion-do con su mentira y su negación. No nos maravilla que la gente no vea a Jesús ni su poder para salvar. ¿No habremos perdido el espíritu de mansedumbre?

Hoy haríamos que Mateo se moviera entre las iglesias para decirnos cómo fue que él abandonó su negocio tan lucrativo para seguir a Cristo. El hecho de que él dejó aquel trabajo tan bien pagado, tan prometedor de promociones, tendría preferencia sobre el hecho de que fue Jesús quien le llamó a él. No nos sorprende que la gente vea todavía el dinero como algo tan importante y tengan el llamamiento de Cristo como algo secundario. ¿Dónde quedó el espíritu de mansedumbre?

Hoy presentaríamos a Pablo como el autor de trece éxi­tos de librería, como el más renombrado teólogo de nuestro tiempo y le invitaríamos para conversar con él sobre su experiencia de conversión en el camino de Damasco.

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Llegaríamos a pensar que quizá Cristo era realmente impor­tante si un gran hombre como Pablo llegó a creer en él. Si una estrella como él, además de varios actores de cine, y jugadores de fútbol y baloncesto siguen a Cristo es que él ciertamente debe tener algo que decir. Pero nosotros seguiríamos todavía a las estrellas en vez de al Salvador. ¿Tenemos el espíritu de mansedumbre?

5 2 . ORACIÓN

La comunión con Dios es la única necesidad del alma superior a todas las demás necesidades; la oración es el prin­cipio de esa comunión.

George MacDonald estaba ciertamente en lo correcto. Tenemos una gran necesidad de Dios y la oración la satis­face.

Piense en ello de esta manera: nuestras vidas son como placas fotográficas, y la oración es el tiempo de exposición a Dios. Al exponernos a Dios durante media hora, una hora, quizá dos horas al día; su imagen se imprime más y más sobre nosotros. Absorbemos más y más la imagen de su carácter, su amor, su sabiduría, su manera de tratar la vida y a las personas. Como siervos de Cristo eso es lo que necesi­tamos y es lo que recibimos de él.

Juntamente con esto, la voluntad de Dios no está someti­da a la nuestra sino la nuestra a la suya. Como dice E. Stanley Jones:

"Oración es entrega —entrega a la voluntad de Dios— y cooperación con esa voluntad. Si desde un bote lanzo un garfio que queda sujeto a la costa y tiro del cabo, ¿atraigo la costa hacia mí, o me acerco yo a la costa? Oración no es acercar la voluntad de Dios a la mía, sino adaptar mi volun­tad a la de Dios."

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5 3 . ÉXITO ES ACTITUD

El ingrediente secreto de muchos triunfadores ha sido, desde luego, la actitud. No se pasaron la noche contando lo que les faltaba. No vivían de lo que habían perdido. ¡Se con­centraban en lo que tenían!

Así sucedió con Pablo. Era cierto que estaba preso y que otros predicaban por envidia y ambiciones egoístas. Es ver­dad que se hallaba confinado e incómodo, ciertamente había perdido la salud; pero tenía a Cristo que le amaba, tenía la salvación, y tenía un gran futuro, porque su ciudadanía esta­ba en el cielo. Pablo sabía que Dios podía librarle en cualquier momento y de cualquier manera, si quisiera hacer­lo. El sabía que el plan soberano de Dios se llevaría a cabo en su vida y en la de la iglesia independientemente de lo que el hombre pudiera hacer, y tenía confianza en el futuro.

Después de nuestra salvación gratuita en Cristo, nuestra actitud es lo más importante que tenemos. La actitud es más importante que las circunstancias, el pasado, el dinero, el éxito, los fracasos, nuestros dones, la opinión de los demás, e incluso los "hechos".

Todos tenemos que elegir cada día la actitud con que hemos de enfrentarnos con dicho día. Es cosa nuestra hacer una elección positiva. Una actitud positiva, como la de Pablo en prisión, es un paso firme hacia el éxito.

Dos hombres miraban a través de unas rejas. Uno veía el fango, el otro las estrellas. ¿Qué ves tú?

5 4 . DETRACTORES CELOSOS, ANIMADORES AMOROSOS

El libro de Números nos cuenta que Josué estaba sirvien­do como ayudante de Moisés cuando recibió noticias des­concertantes. Dos ancianos llamados Eldad y Medad estaban profetizando (predicando) en el campamento de Israel. Para Josué esto suponía una afrenta al liderazgo de Moisés, por-

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que Moisés era el profeta de Israel por excelencia. Alarma­do y celoso por Moisés, Josué acudió inmediatamente a él, exclamando: "Señor mío Moisés, impídelos", esperando que Moisés entrara en acción. Pero para gran sorpresa de Jo­sué, Moisés contestó: "¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos" (Núm. 11:28, 29, RVR-1960).

Fue una experiencia determinante para Josué. Si no hubiese sido advertido aquí, su "celo generoso" por el honor de Moisés le podría haber convertido en un hombre de miras estrechas y servil, no adecuado para el ministerio. El resulta­do fue que la lección resultó bien aprendida. Josué no mostró nunca más esa estrechez de miras y se convirtió en un hombre que vivió solamente para la gloria de Dios.

Para quienes están en el servicio de Dios, el error de Josué ilumina una de las trampas más peligrosas: celos de servicios. Es un pecado que ha enredado a los hombres y mujeres cristianos más cabales.

5 5 . PIDA PERDÓN CUANDO ESTE EQUIVOCADO

Quizá funcionase para Ali MacGraw y Ryan O'Neal, pero yo no lo he visto funcionar en la vida real. En su pelícu­la Loue Story llegaron a la conclusión de que amar significa no tener que decir nunca: "Lo siento." Sería sin duda muy agradable tener una relación en la cual no tuviésemos que pedir nunca perdón, pero yo veo muchos esposos y amigos que jamás dicen que lo sienten y por eso acaban en mi con­sultorio psiquiátrico. Y en muchas ocasiones el mal que se ha hecho es tan grande que yo ya no puedo serles de mucha ayuda. Se podrían evitar una enorme cantidad de problemas familiares usando sencillamente las palabras: "Puede que tengas razón."

Todos nos equivocamos en muchas ocasiones. Es una

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tontería, por lo tanto, permitir que el orgullo y la inseguri­dad nos impidan admitirlo y, de ese modo, poder arreglar la amistad. Norman Vincent Peale escribe: "El pedir perdón con sinceridad es algo más que reconocer que hemos co­metido un error. Es reconocer que algo que hemos dicho o hecho ha dañado la relación y que tenemos suficiente interés en dicha relación como para querer enmendar y restaurarla."

Las personas que piden perdón no son débiles. Hace fal­ta ser fuerte para admitir que se ha equivocado uno. Debido a que las relaciones son la cosa más difícil que intentamos en esta vida, no hay duda de que habremos de cometer errores y cuando lo hagamos nos podremos ahorrar una serie de sufrimientos si pedimos perdón.

5 6 . ESTRATEGIA PASTORAL

El pastor ya no sabía qué hacer con aquel diácono que siempre se dormía durante el culto y hasta roncaba. Por mucho que le hablaba sobre el particular, no lograba corre­girlo. El pastor estaba ya desesperado pues la situación se estaba transformando en problema.

Al fin se le ocurrió una solución. El diácono tenía un nie­tecito al que el pastor pidió que se sentara en el culto al lado de su abuelito, de manera que cada vez que el diácono cabeceaba el niño lo despertara con un codazo. El sistema funcionó admirablemente durante varios domingos. Pero otra vez volvió a caer en el hábito de dormirse a pesar de que el niño estaba a su lado.

Un día, en cuanto que acabó el culto, el pastor llamó al niño y le preguntó.

—Oye, Pepito, ¿no quedamos en que yo te daría cin­cuenta centavos para que despertaras a tu abuelito?

A lo que respondió el pequeño: —Sí, pero mi abuelo se dio cuenta y me está dando un

dólar para que le deje dormir.

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5 7 . HUMILDAD

Al principio de su ministerio Pablo se llamó a sí mismo "el más pequeño de los apóstoles". A mitad de su vida, dijo: "A mí, que soy menos que el menor de todos los santos." Poco antes de su muerte se llamó a sí mismo el "mayor de los pecadores". Un hombre que se enorgullecía de su posi­ción dijo una vez en presencia del gran misionero Guillermo Carey:

—Creo que Carey fue un zapatero antes de hacerse misionero. ¿Es correcto?

A lo que Carey respondió: —Oh, no, sólo fui un remendón. Un cierto marqués francés fue elevado a su exaltada

posición proviniendo de unos orígenes muy humildes. Había sido pastor de ovejas en sus primeros años y en su palacio conservaba un cuarto que era conocido como "El cuarto del pastor". En aquella sala había reproducciones de montes, valles, manantiales, rocas y rebaños. Allí conservaba los ele­mentos y útiles de pastor que él había usado siendo mucha­cho cuando cuidaba de las ovejas. Cuando alguien le pre­guntó un día acerca del significado de todo aquello, él respondió: "Siempre que mi corazón es tentado al orgullo y a la altanería, voy a ese cuarto y me recuerdo a mí mismo quién fui yo una vez."

5 8 . EL PODER DE LA BONDAD

Un rey medieval despótico y cruel estaba constante­mente fastidiado por los brotes de rebelión en algunas de las provincias. Envió su ejército a una provincia y después a otra con el fin de sofocar la rebelión. Pero los capitanes no habían terminado de volver de un área cuando tenían que ser enviados rápidamente a otra, para después retornar a las anteriores. Las ejecuciones y los brutales castigos no lo­graron parar las revueltas.

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Un día, después de un nuevo levantamiento, el rey llamó al capitán de la guardia. Se hallaba desesperado. La cam­paña de terror sólo había logrado encolerizar más al pueblo y fomentar una oposición más determinada y fuerte. El rey tenía clavada su mirada en el suelo.

De pronto levantó los ojos y miró al capitán con un ex­traño brillo en la mirada. "Toda nuestra fuerza ha fracasado", declaró el rey. "Quién sabe, pero quizá hay un poder en la bondad en el que ni siquiera hemos pensado."

En consecuencia, el rey envió mensajeros de paz y buena voluntad a los subditos de las provincias y les invitó a partici­par en su concilio. La nación se pacificó y prosperó.

Roberto Eyton escribió en 1985: "La mansedumbre gana mientras que la violencia sólo provoca hostilidad." El poder moral es poder auténtico. Quizá por un tiempo tenga que ceder a la fuerza bruta. No puede inmediatamente con los batallones sangrientos; pero toda la historia y toda expe­riencia demuestran que la victoria de la violencia es de corta duración y que el triunfo de la bondad y la mansedumbre es permanente. Aunque la bondad esté bajo el yugo de la opre­sión nunca pierde su actitud soberana.

5 9 . PONGA LA FELICIDAD EN SEGUNDO LUGAR

No le dé el primer lugar en su vida a la búsqueda de feli­cidad. Póngala cuando menos en segundo lugar, y tal vez mucho más bajo en su escala de valores, deseos y necesi­dades. La razón es sencilla. Cuando buscamos la felicidad como nuestra meta más importante, no la conseguimos. Siempre nos elude cuando la ponemos primero en nuestra lista de prioridades.

Tal como escribió Harold Kushner en su best-seller, When All You've Ever Wanted Isn't Enough (Cuando todo lo que ha deseado no es suficiente), "La felicidad es una mariposa; cuanto usted más la persigue, más se le va y se esconde. Pero deje de perseguirla, guarde su red y ocúpese

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de otras cosas más productivas que la persecución en búsqueda de la felicidad, y se le acercará sigilosamente y se posará en su hombro."

O, medite en el pensamiento que el sabio gato mayor compartió con el gatito que pensaba encontrar la felicidad en su cola. El gatito correteaba tras su cola, sin poderla alcan­zar, sintiéndose cada vez más frustrado.

El sabio gato mayor le dijo que él también creía que la felicidad se encontraba en su cola. Sin embargo, había aprendido que si dejaba de perseguir su cola y se dedicaba a lograr las prioridades de su vida diaria, sucedía algo maravi­lloso. La felicidad le seguía dondequiera que iba, sin que tuviese que perseguirla.

La felicidad no vendrá si cavilamos sobre el hecho de que no somos tan felices como quisiéramos ser. La felicidad viene sólo cuando nos salimos de nuestro caparazón, remediamos lo que podemos remediar y seguimos adelante con la vida. Cuando lo hacemos así, muchas veces encontramos que la felicidad nos está siguiendo. O cuando menos está cerca.

6 0 . DOMINIO PROPIO

Si usted constantemente da señales de que ha perdido el control emocionalmente, será difícil formar relaciones posi­tivas con sus compañeros de trabajo. A las personas no les gusta acercarse demasiado a un vehículo —digamos un automóvil— que está fuera de control. Lo mismo sienten respecto a las personas que parecen haber perdido el control emocionalmente.

La ira es una emoción poderosa que toda persona tiene que aprender a controlar a fin de poder funcionar de una manera sana y productiva y formar relaciones positivas con otros. Si usted tiende a "perder los estribos", la mayoría de las personas le evitarán tanto como a un puerco espín.

Toda persona se enoja de vez en cuando. ¿Qué hemos

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de hacer? La pregunta no es si llegaremos a enojarnos, sino más bien cómo manejaremos nuestro enojo en los distintos sitios donde habitualmente nos desenvolvemos: El hogar, el trabajo, la iglesia, el tráfico en la calle.

6 1 . CULTIVE EL SENTIDO DEL HUMOR

Oí decir de un hombre que había guardado un registro cuidadoso de cómo empleó su vida durante ochenta años. Calculó que había pasado 21 años en el trabajo, 26 en la cama, 6 comiendo, 5 esperando a otros, 6 estando enojado y 46 horas riéndose. Me parece que debió haberse reído mucho más que eso.

La risa es una gran medicina para muchas cosas. Según el libro de Proverbios en la Biblia: "El corazón alegre trae sanidad."

La risa es un método excelente para reducir el estrés; es como una tormenta en el cerebro. Uno espera, lógicamente, cierta conclusión al chiste, pero al final trae una conclusión que no se esperaba. La risa refleja el reconocimiento de la mente de ese hecho. La risa es la expresión de deleite de que a usted, tan inteligente como es, le han tomado el pelo.

La risa le ayuda a contemplar la vida desde una perspec­tiva diferente. Así que le ayudará a tratar con el estrés si, en medio de su ocupación seria, se permite ver y experimentar otro lado de la vida: el humor.

6 2 . CONCÉNTRESE EN LA REALIDAD

Unos investigadores colocaron un pez grande —un lucio— y algunos pececillos en un acuario. El lucio se lo pasaba muy bien comiendo los pececillos; pero, después de un tiempo, los investigadores colocaron un cristal entre el lucio y los pececillos.

El lucio podía ver a los pececillos y empezó a tratar de

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alcanzarlos. Cada vez que lo intentaba se golpeaba la cabeza contra el cristal. Se puso más y más hambriento. Trató cada vez más de llegar a los pececillos. Finalmente, los repetidos encuentros de su cabeza con la hoja invisible de cristal hicieron mella en su instinto y decidió abandonar el esfuerzo de atrapar y comerse los pececillos.

Luego, los investigadores quitaron la separación de cristal y los atrevidos pececillos, sintiéndose totalmente a salvo, nadaban por todos lados del lucio.

Lo que uno podría pensar que sucedería cuando un lucio hambriento y frustrado se encontrase con apetitosos pececillos, no sucedió. El lucio no hizo ningún intento por atraparlos y comerlos. ¿Por qué no? Seguramente seguía con la percepción de que no podía hacer nada para llegar al alimento. Sabía que no podía atrapar a esos pececillos por más que se esforzara, aunque parecían estar tan cerca.

Tanto golpearse en la cabeza había producido su efecto. El lucio se dio por vencido y dejó de comer pececillos. De hecho, con el tiempo murió de hambre en un tanque lleno de alimen­to. El alimento estaba allí, pero el lucio se sentía tan controlado por circunstancias externas que no hizo ningún esfuerzo por satisfacer su hambre.

El lucio creía que sabía dónde estaba, pensaba que había hecho una evaluación realista de su circunstancia. Desafor­tunadamente, basó sus decisiones sobre lo que pensaba que era la realidad en lugar de en lo que la realidad realmente era.

Muchas personas tienden a hacer precisamente eso. Fun­cionan sobre la base de lo que piensan que es la realidad y nie­gan la realidad que existe. Sin embargo, si usted no es tan feliz en su vida como piensa que debe ser, ha llegado al punto en que tiene que tratar de lograr la percepción más clara que pueda de la realidad.

63. BAUTISMO

Se cuenta que cuando Iván el Terrible reinaba en Rusia, se dedicó tanto a sus tareas de líder que no tenía tiempo para sí,

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para el matrimonio o la vida social. Esta obsesión llegó a pre­ocupar tanto a sus servidores más cercanos que le insistieron mucho en que se casara. Aceptó el consejo y envió a vasa­llos de confianza a que le buscaran una novia entre las princesas de Europa. Le propusieron al fin a Sofía, hija del rey de Grecia. El solicitó formalmente la mano de Sofía, y se la otorgaron con la condición de que él se hiciera miembro de la Iglesia Ortodoxa Griega, lo cual aceptó.

Sin embargo, al enterarse de los requisitos se sintió desanimado. Uno de los artículos de fe establecía que ya no podría ser un soldado profesional. Cuando Iván y 500 de sus soldados bajaron a las aguas del bautismo para ser bautiza­dos por 500 sacerdotes, ya habían ideado un plan. Fueron sumergidos en las aguas, pero cada uno de ellos dejó el brazo fuera del agua con la espada en la mano. Se unieron a la iglesia con sus cuerpos, pero dejaron sus intenciones, brazo y espada sin bautizar.

Reflexionemos sobre nuestra vida por un momento: Cuando usted fue bautizado, ¿qué dejó fuera del agua sin querer entregárselo a Dios? ¿Sus posesiones materiales? ¿Su sexualidad? ¿Sus relaciones con otros? El bautismo significa que reconocemos a Cristo como Señor de nuestra vida. Déselo todo a él hoy.

6 4 . NUESTRO MEDIO

La tierra no está pasando sus exámenes físicos. Está enferma y el pronóstico no es bueno.

Las especies vegetales y animales están desapareciendo en un porcentaje elevado. Sólo se recicla una tercera parte del papel de periódicos. Las otras dos terceras partes que no se reciclan requieren cientos de miles de árboles al año para producirlo. Con el papel que desechamos podríamos cons­truir, sin exageración, una muralla de dos dimensiones de la muralla china. Y lo mismo podríamos decir del aluminio, del plástico y del cristal.

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El Salmo 24:1 dice: "De Jehovah es la tierra y su pleni­tud, el mundo y los que en él habitan." Como cristianos debemos conservar lo que Dios nos ha prestado con tanta generosidad.

6 5 . EMOCIONES

Muchos se sienten incómodos al lado de personas que sufren. No saben qué decir. A veces sin pensarlo mucho dicen: "Contrólate y no llores." Parece que no se dan cuen­ta de que si alguien está afligido necesita tener la libertad de llorar.

Los especialistas nos dicen que el llorar puede ser de gran alivio para la persona. Lo único que a veces tiene usted que hacer es tener cerca una caja de pañuelos desechables, tomar la mano de la persona afligida y esperar. No tiene que decir nada.

Por otra parte, otros especialistas recomiendan la risa como elemento principal en la curación de las enfer­medades. La risa, el buen humor, tiene gran poder sanador.

Unos dicen llorar y otros reír ¿Quién tiene razón? Los dos.

En Eclesiastés 3:1-4 leemos: "Todo tiene su tiempo... tiempo de llorar y tiempo de reír."

Sonrisas y suspiros, ambas son facetas de la vida. Al mi­nistrar a otros démosles oportunidad para llorar cuando la vida les trae aflicción, al tiempo que les animamos a reír.

6 6 . CONTROL DE LA VIDA

Casi todos tenemos dificultades en entregar el control de nuestra vida a Cristo. Nos parecemos a los capitanes de los barcos cuando llegan a puerto y tienen que entregar el con­trol de la nave al práctico del puerto. El capitán siente que el barco es su barco y nadie sabe manejarlo mejor que él, sobre

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todo si es un marino de larga y acreditada experiencia. Pero él debe reconocer que el práctico es el que mejor conoce el puerto y es la persona autorizada para meter los barcos allí.

A muchos nos cuesta soltar el control de nuestra vida, sobre todo si ya llevamos cuarenta o cincuenta años mane­jándola con cierto "éxito". Llegamos a pensar que no nece­sitamos a Dios para nada. Por eso les resulta tan difícil a las personas ricas confiar en Dios.

6 7 . CONSECUENCIAS

En 1856 el barco de pasajeros americano "Frost" llegó a Guam procedente de Manila. Antes de que se permitiera desembarcar a los pasajeros las autoridades sanitarias de Guam recomendaron al gobernador que ordenara una cua­rentena de al menos tres días para el barco, pues se había sabido que el día anterior habían arrojado al mar desde el "Frost" el cadáver de un joven que había fallecido de viruelas. Sin embargo, un ciudadano prominente e influyente insistió en desembarcar junto con su criado. Aquel sirviente fue el primero de 3.644 personas que fallecieron por causa de la epidemia de viruela que se desató, o por otras complica­ciones relacionadas con la enfermedad. Ese número de falle­cidos representaba el 43.5 por ciento de la población de la isla.

Las consecuencias de un acto irresponsable pueden ser muy amplias y durar por mucho tiempo. Jesús nos dio en Mateo 7:12 la regla de oro de la conducta humana.

6 8 . EL TIEMPO Efesios 5:16

Una maestra estimulaba el pensamiento de sus alumnos en una manera propia. Solía escribir palabras, frases o

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números en la pizarra sin relación con la lección del día. Un día escribió en la pizarra la cifra de 25.550. Cuando un estu­diante preguntó acerca del significado del número, ella explicó que correspondía al número de días que una persona tiene para vivir si es que llega a vivir hasta los 70 años.

Cuando los estudiantes pensaron en la vida en términos de días más que en años, la vida ya no les pareció tan larga.

Santiago nos dice: "Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente una neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece." (Stg. 4:14, RVR-1960). Moisés, con toda razón, decía inspirado por el Señor: "Enséñanos a contar nuestros días, de tal manera que trai­gamos al corazón sabiduría" (Sal. 90:12).

6 9 . ANSIEDAD 1 Pedro 5:7

El Centro Nacional de la Ansiedad de Estados Unidos dio a conocer recientemente su lista de "100 cosas por las que preocuparse en esta década". Tal lista, un tanto caprichosa, incluye cosas desde el SIDA al acné, y desde las drogas al pelo de la mujer quemado por la permanente.

La humanidad tiene muchas cosas que causan preocu­pación y ansiedad, pero Pedro tiene la cura para la ansiedad cuando escribe acerca del buen Padre celestial: "Echad sobre él toda vuestra ansiedad, porque él tiene cuidado de vo­sotros."

7 0 . AMOR

Al principio del nuevo año, la maestra del parvulario pensó que sería bueno empezar el año con un juego. Así que pidió a los niños que dijeran quiénes sabían escribir la pala­bra amor. Algunos de ellos lo intentaron pero no supieron

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hacerlo bien. De pronto, una pequeña se acercó a la maes­tra y le hizo señas de que se agachara. Al hacerlo la niña se le echó al cuello y le dio un abrazo muy fuerte. La maestra lo apreció y delante de todos le dio las gracias, pero después le recordó que así no era como se escribía la palabra amor. A lo que la pequeña replicó: "Oh, sí, así lo escribimos en nuestra casa."

7 1 . DIOS

La ciudad de Copenhague tiene el reloj más completo y complicado del mundo. Los expertos que lo compusieron tardaron cuarenta años en terminarlo y costó más de un mil­lón de dólares. Este reloj tiene 10 caras y está compuesto de 15.000 piezas. Es tan exacto que sólo varía en dos quintos de segundo en cada 300 años. Este reloj no sólo da la hora del día, sino también los días de la semana, los meses, el año, e incluso el movimiento de los planetas.

Con todo lo extraordinario que es, no es completamente exacto, porque cada 300 años tiene que ser corregido por el universo mismo en las 2 /5 de segundo que varía. El poderoso reloj del universo marcha por siglos y siglos con un movimiento tan exacto que todos los relojes de la tierra pueden ponerse en hora con él.

Ese gran reloj del universo muestra la inmutabilidad de Dios. En la tierra a veces los relojes se paran y las personas nos desilusionan, pero Dios y su universo permanecen fieles, de manera que podemos confiar en ellos.

7 2 . FAMILIA

En marzo de 1990 cayó una tremenda tormenta de nieve en la ciudad de Des Moines, en el estado de Iowa, que tumbó árboles y líneas eléctricas. El periódico Des Moines Register informó de cómo una familia había lidiado con la tormenta.

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Los padres y dos hijos adolescentes se encontraron encerrados en la casa, calentándose con el fuego que ardía en la chimenea. No tenían electricidad ni funcionaba el telé­fono. Así que... conversaron.

La madre decía más tarde que daba gracias a Dios por la tormenta porque les ayudó extraordinariamente a comuni­carse. "Antes", decía, "nuestras conversaciones más largas con los hijos no pasaban de cinco minutos. Pero en esos días no podíamos entretenernos ni con la lavadora, el televisor o el teléfono.

"Hablamos por horas y supimos acerca de las chicas que les gustaban, de los chistes que se contaban en la escuela, etc. Nos divertimos y conocimos bastante mejor los unos a los otros."

No debería ser necesaria una tormenta de nieve para que los miembros de las familias se juntaran, hablaran, se co­nocieran, y descubrieran cuáles son las inquietudes y necesi­dades de cada uno.

7 3 . ENVIDIA

Un hombre compartía la manera en que sus padres le enseñaron a evitar la envidia: "Admira la cualidad donde­quiera que aparezca y evita las comparaciones con otros."

Aquel que reconoce y respeta la excelencia en sus seme­jantes sin preocuparse indebidamente por sus propias cir­cunstancias, puede de verdad evitar la tendencia humana a la envidia. Puede incluso llegar a ser aquel que acepta a otros y los anima en una forma natural.

7 4 . SEDUCCIÓN

Cuando Ulises navegaba cerca de la isla de las sirenas, a fin de evitar que sus hombres se sintieran seducidos y atraí-

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dos a sus playas, llenó sus oídos con cera y él mismo se ató al mástil.

Pero cuando Orfeo pasó cerca de la isla, en busca del vellón de oro, siendo tan gran músico como era, compuso mejor música que las sirenas y por eso no fue atraído a la isla.

El mundo tiene su música, sus seducciones, atracciones, tentaciones, pero la música del Señor es mucho mejor, sus promesas son superiores, y su atractivo no se puede com­parar con lo que el mundo ofrece.

7 5 . VALOR Josué 1:9; Isaías 41:10

Cuando pensamos en el valor lo hacemos en términos del valor del soldado en el campo de batalla, su valor al enfrentarse a la muerte. Pero también se necesita valor para enfrentar la vida. El presidente John F. Kennedy dijo: "Sin desmerecer el valor con el que los hombres han muerto, no deberíamos olvidar aquellos actos de valor mediante los cuales los hombres viven."

Formar una familia en un hogar cristiano requiere valor. Ser un misionero requiere valor. Vivir para Cristo en el mundo del trabajo, de los negocios o centros universitarios requiere valor. Enseñar una clase de escuela dominical requiere valor. Servir a otros en el nombre de Cristo requiere valor. Enfrentar enfermedades graves con esperanza requiere valor. Perder a tu compañero-compañera en la vida y todavía superarlo y proseguir viviendo, requiere valor.

¿De dónde procede este valor? El valor de esa clase sólo proviene de Dios. Prometió dárselo a Josué y nos lo ofrece a todos los creyentes: "Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas" (RVR 1960).

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7 6 . DROGAS

Los cananeos ofrecían sus hijos en sacrificio al dios Moloc como un acto de devoción, demostrando así su entre­ga total a su dios. La Biblia condena esta abominación de sacrificios humanos: "No darás ningún descendiente tuyo para hacerlo pasar por fuego a Moloc. No profanarás el nombre de tu Dios. Yo, Jehovah" (Lev. 18:21).

Hoy podemos pensar que eso del sacrificio de hijos es algo del pasado, pero podemos estar bien equivocados. Innumerables criaturas son ofrecidas en el altar de las drogas. Hemos sabido de madres que entregan sus hijas adolescen­tes a los traficantes de drogas para que les sigan proveyendo de las drogas a ellas. Otros padres, bajo la influencia de la droga han matado a sus hijos. Hay niños que nacen ya con problemas relacionados con la droga porque sus padres son drogadictos. Se ha sabido también de infantes que han muer­to por sobredosis de drogas administradas en los biberones.

Sólo el poder sanador y salvador de Cristo puede hacer que termine esta abominación moderna de sacrificar niños en el altar de las drogas.

7 7 . RELIGIONES FALSAS Juan 8:12

En el tiempo antes de empezar a emplearse los equipos de navegación electrónica, los faros ubicados en lugares estratégicos de la costa eran de vital importancia. Hasta el siglo pasado, hubo piratas, que usando luces en la costa pro­vocaron la encalladura y naufragio de muchos barcos. Eran luces falsas en costas peligrosas. Un barco que se dirigía a puerto era desorientado por estas luces, pues pensando que eran las luces del puerto, cambiaban el rumbo y terminaban encallando y a merced de los piratas. Estos, sin compasión, dejaban que se ahogara la tripulación, mientras se apodera­ban del cargamento.

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De igual manera, las falsas religiones y cultos extravían a las personas sacándolas del verdadero camino que es Cristo, y así las llevan a la destrucción. Se enriquecen con lo que roban a sus víctimas, sin importarles que perezcan.

Jesús dijo: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue, nunca andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida."

7 8 . LA IGLESIA Hechos 4:12

Un hombre contaba la experiencia que había tenido con su mujer en un crucero por el Caribe: "Al poco tiempo de emprender el viaje nos informaron de que era requerido que todos participáramos en un simulacro de salvamento. Uno de los requisitos era que cada viajero y tripulante llevara puesto un chaleco salvavidas. Cuando sonó la alarma todos los pasajeros nos concentramos en el lugar establecido. La escena era sorprendente, pues todos (hombres, mujeres y niños), llevábamos el mismo chaleco, del mismo color. Damas muy finamente vestidas y enjoyadas llevaban el mismo chaleco salvavidas que las mujeres de la limpieza. Los hombres con elegantes ropas llevaban el mismo chaleco sal­vavidas que los cocineros y mecánicos."

Esta es una bella ilustración de la realidad de la iglesia. Cada vez que el pueblo de Dios se congrega es como un si­mulacro de salvamento. Sin importar edad, sexo ni posición social, cada uno necesita llevar el mismo chaleco salvavidas: Cristo Jesús.

7 9 . TRANSFORMACIÓN

Cuando terminó la guerra civil estadounidense en 1865, quedaba la tarea monumental de reconstruir el país, espe­cialmente en el sur. La amargura y el resentimiento habían sustituido al anterior espíritu optimista de la gente. Aunque

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Texas no había sufrido tanto material y emocionalmente como otros estados del sur, muchas personas sí que habían quedado muy lastimadas.

Ben Carroll entró cojeando en un pequeño pueblo del centro de Texas. Sus heridas físicas iban sanando lenta­mente, pero no sus heridas emocionales. El sentía que a sus veintidós años su vida había terminado. Se encontraba sin dirección y propósito, lleno de enojo y declarándose agnós­tico. Cuando un día entró en el último servicio religioso de una campaña de cultos especiales, las palabras del predi­cador metodista tocaron su corazón. Apoyándose en sus muletas en las últimas filas de la concurrencia, Ben Carroll invitó a Jesús a entrar en su vida y salvarle.

El cambio fue dramático. Carrol se pasó toda la noche leyendo El progreso del peregrino, según le instruyó el predicador. Para el amanecer sentía ya en su corazón que Dios le llamaba a predicar.

A los treinta y cuatro años, B. H. Carroll había predica­do el sermón anual de la Convención Bautista del Sur. Durante su vida ministerial pastoreó la Primera Iglesia Bautista de Waco, en Texas, y fue profesor en Baylor por 32 años. En 1905 organizó un seminario en Baylor y cinco años más tarde lo trasladaron a Fort Worth, donde se con­virtió en el Southwestern Baptist Theological Seminary. Carroll escribió treinta y tres libros, incluyendo un comen­tario en 13 volúmenes.

Esto es lo que sucede cuando Dios entra en la vida de una persona y se adueña de ella: Transforma a un hombre agnóstico y amargado de veintidós años en un gran siervo suyo. Dejemos que Cristo Jesús entre en nuestra vida y sea nuestro Señor. El puede usarnos como lo hizo con B. H. Carroll.

Rick Henson Revista Proclaim, Abril-Junio 1992

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8 0 . PACIENCIA

Vivimos en un mundo de resultados instantáneos: Desde café instantáneo con agua calentada en el microondas hasta puré de papas preparado en cinco minutos. Vamos al traba­jo a 60 kilómetros por hora y nos quejamos del tráfico; hace­mos fotocopias en segundos y las enviamos vía fax alrededor del mundo en cosa de minutos; usamos procesadores de pa­labras que forman un libro en pocas horas; y sabemos quién ganó las elecciones presidenciales antes de que se terminen de cerrar todos los colegios electorales y contarse todos los votos.

Nos estamos acostumbrando a creer que los problemas de la vida se pueden resolver instantáneamente; y aunque somos salvos desde el momento que creemos en Cristo, a Dios le lleva toda la vida de un hombre el moldearlo a la semejanza de Cristo. Debemos "esperar en el Señor" y aprender a ser pacientes mientras que él obra en nuestros prójimos y en nosotros. Leemos en el Salmo 126: 5, 6: "Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán. El que va llorando, llevando la bolsa de semilla, volverá con regocijo, trayendo sus gavillas."

Dios no resuelve instantáneamente nuestros problemas, pero sí promete estar con nosotros a lo largo de todo el pro­ceso, y "sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito" (Rom. 8:28).

8 1 . DILACIÓN

La dilación, el dejar para mañana lo que debemos hacer hoy, es un problema para muchas personas. Millones de per­sonas compran sus tarjetas o regalos el mismo día de la cele­bración del acontecimiento. Millones de personas esperan al último día para entregar su declaración de impuestos sobre la renta. Un investigador de estas actitudes ha dicho: "La di-

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lación es la proclamación de la independencia personal, una manera de decir: 'Hago las cosas como y cuando me pare­cen bien. No tengo por qué acoplarme a reglas y deman­das.'"

En muchas situaciones la dilación es sencillamente un inconveniente. En los asuntos espirituales puede ser fatal. Una persona que fue confrontada por Pablo con el evange­lio aplazó la decisión para otro día (Hech. 24:24, 25). Un creyente puede dejar para más adelante el ser obediente al Señor y perder oportunidades valiosas. La Palabra de Dios nos dice: "¡He aquí ahora el tiempo más favorable! ¡He aquí ahora el día de salvación!" (2 Cor. 6:2).

8 2 . MADRES

Pablo exhorta a las madres a que amen a sus hijos (Tito 2:4). Sin embargo, una madre se pasó un poco en su amor por su hijo.

Esta madre, agresiva y protectora, hizo con su zapato lo que su hijo no pudo hacer con sus puños: derrotó a su ene­migo en un combate de boxeo poco común. Su hijo se encontraba arrinconado contra las cuerdas y su oponente ya le había tumbado una vez por la cuenta de ocho. La buena mujer echó una mano a su hijo y después se fue a trabajar.

Un observador lo contó así: "Esta pequeña mujer salió de las últimas filas, se las apañó para pasar entre los guardias de seguridad y subió al ring con el zapato en la mano." Antes que nadie pudiera reaccionar, aquella madre golpeó repeti­das veces con el zapato al oponente de su hijo, le abrió una brecha en la cabeza que necesitó atención médica, y le dejó sin ganas de continuar la pelea. Al salir el contrario del ring, los jueces le dieron por perdedor por abandono, en medio de la protesta del público.

¿Justo? ¡No! Pero aquella madre no pudo aguantar más que le dieran a su hijo tal paliza, así que se sintió llamada a hacer algo.

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Las madres (y los padres) tienen la gran responsabilidad de amar a sus hijos. Cuando los ven metidos en problemas deben responder con amor. Cuando los ven hacer algo que no debieran hacer, deben corregirles con amor. Los padres que aman a sus hijos extienden alrededor de los mismos un escudo protector construido con amor.

8 3 . LAS FUERZAS DE UNA MADRE

En los Angeles, California, la pequeña Melody regresa­ba a su casa de la escuela, llevando abrazado un oso de felpa que su abuelita le había regalado. La señora Brown, una joven madre, esperaba ante la luz roja de un semáforo de la calle por donde cruzaba la niña.

Repentinamente un automovilista torció hacia la derecha dirigiéndose de frente hacia la pequeña. La señora Brown hizo sonar su claxon pero ya era tarde. Vio como el automóvil se echaba encima de la niña y la arrollaba. El auto­movilista frenó y el motor se paró justo teniendo a la niña debajo. Antes que los demás pudieran reaccionar, la señora se bajó de su automóvil, corrió hacia el frente del auto cau­sante del accidente y lo levantó lo suficiente para que pudie­ran sacar a la pequeña.

La niña se salvó de heridas y quemaduras serias gracias al oso que quedó entre ella y el motor caliente. Escapó mila­grosamente con lesiones menores. La señora Brown salió un poco dolorida de sus músculos pero por lo demás ilesa de la experiencia. Lo que nadie se explica es cómo aquella madre, embarazada de seis meses, pudo hacer la proeza de levantar más de 500 kilos al elevar el frente del automóvil, cuando un atleta no lo hubiera podido hacer. Sólo el amor de madre le dio fuerzas para ello. ¡Qué amor tan maravilloso y extraordi­nario ha dado Dios a las madres!

Bien sea en una proeza como ésta o en aliviarnos cuan­do estamos enfermos, nuestras madres demuestran diaria-

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mente su amor para con nosotros. ¡Gracias a Dios por las madres!

8 4 . LA IGLESIA

Las cataratas del Niágara son una de las maravillas natu­rales del mundo. Situadas a mitad de camino del río Niágara que fluye entre los lagos Erie y Ontario, vierten en su caída 500.000 toneladas de agua por minuto. Pero no sólo son bellísimas, sino también útiles. Proporcionan el poder para plantas hidroeléctricas que abastecen a parte de Nueva York, Pensilvania y Canadá.

Las cataratas pararon inesperadamente su actividad en la noche del 29 de marzo de 1848. El repentino silencio re­sultó tan abrumador que despertó a las personas que dor­mían. Corrieron al río y sólo encontraron pozos de agua acá y allá y abundancia de lodo y maleza. Algunos lo interpre­taron como una señal del fin del mundo. A la noche siguiente los templos estaban llenos de personas que oraban y habla­ban con preocupación y temor. El temor se estaba transfor­mando en pánico. Entonces, después de treinta horas de silencio, se empezó a sentir procedente del lecho del río el ruido ensordecedor de una avalancha de agua que avanzaba y caía por la catarata. Se volvió a escuchar el sonido familiar y las personas se tranquilizaron.

Se supo después que en el 29 de marzo un fuerte ven­daval había puesto en movimiento toneladas de hielo que cerraron la entrada del río cerca de Buffalo. El hielo hizo de muro contenedor del agua hasta que se derritió.

Este extraordinario lugar de belleza y poder fue anulado temporalmente por el hielo. ¡Qué lección para las iglesias! Todas las fuerzas externas pueden frenarla un poco, pero sólo el hielo en los corazones de los creyentes puede parar­la. Cuando Cristo nos dio una visión del futuro, nos advirtió acerca de las consecuencias de los corazones que se enfrían. (Mateo 24:12, 13).

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8 5 . DESEOS Salmo 42:1, 2

La novela The Greatest Desire (El más grande deseo) habla de un joven escritor que llega a Nueva York con el propósito de recoger material para una novela con ese mismo título. En sus indagaciones el escritor formula a la persona una pregunta: "¿Qué es lo que quiere o desea usted?" No les permitía escapar con una respuesta simple. Si un hombre respondía: "Quiero ser un abogado", el escritor insistía: "Y, ¿por qué quiere ser un abogado?" "¿Qué es lo que realmente quiere?" De esta manera terminaba averiguando cuál era el gran deseo de aquella persona. Quizá Rudyard Kipling podía haberle dado la respuesta, porque durante una grave enfermedad se mostró muy inquieto. La enfermera que le atendía le preguntó: "¿Necesita o desea alguna cosa?" Kipling respondió en un murmullo: "Quiero a Dios."

Todos somos como Kipling. En medio de esa enfer­medad autoinflingida que es el pecado, clamamos por aquel que puede darnos sanidad integral de cuerpo, mente y espíritu. Clamamos por Dios. Nuestro gran deseo es Dios. "Como ansia el venado las corrientes de las aguas, así te ansia a ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo" (Sal. 42:1).

8 6 . GRACIA

Hemos escuchado en los últimos años sobre las historias de horror que sucedieron en las dictaduras comunistas del este de Europa. Ninguna sobrepasa en crueldad a la del dic­tador rumano Nicolae Ceasescu en relación con su Hogar para los deficientes e irrecuperables.

Por orden de Ceasescu fueron enviados a este "hogar"

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niños de toda Rumania que tenían alguna deformación men­tal o física. Cualquier niño que el Estado consideraba que no era suficientemente perfecto, se lo quitaban a los padres para llevarlo a morir a este hogar, a fin de no "malgastar" recursos valiosos con él. No se toleraba ninguna fealdad o imperfección ¡Qué horrible perspectiva enfrentaban muchos niños!

Qué agradecidos le estamos a Dios que no usa tales exi­gencias con su gracia y su amor. Dios no eligió amar sólo a los ricos, los perfectos, los bellos. Eligió amar a todos. "Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Rom. 5:8).

8 7 . EVANGELISMO

Sucedió una tragedia que pudo haber sido evitada, en la piscina de un bloque de apartamentos en la ciudad de Houston, Texas. Dos niñitos de quince meses, que ya cami­naban bastante, cayeron a la piscina y unos hombres que estaba allí cerca ni se movieron para evitar que se ahogaran. Cuando las autoridades les preguntaron no supieron explicar por qué no intentaron salvar las vidas de los dos niños ahogados.

Es muy fácil sentir indignación por la conducta de aque­llos hombres, pero nosotros también a veces hemos preferi­do pasar de largo ante aquellos que se enfrentaban a grandes peligros y tragedias, especialmente aquellos que se pierden sin Dios y sin esperanza.

¿Qué razón tenemos para no compartir a Cristo, hablan­do de las buenas noticias de salvación, con aquellos que mueren en sus pecados? Cantemos: "Anhelo cada día traba­jar, y esclavos del pecado libertar, conducirlos a Jesús, nues­tro guía, nuestra luz, en la viña del Señor." Digamos como Isaías: "Heme aquí, envíame a mí" (Isa. 6:8).

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8 8 . ARMONÍA

El Señor quiere que vivamos en armonía. Quizá ustec ya lo sepa, pero hay un pueblo en el estado de Minnesota en EE.UU. de A. con ese nombre. Empezó como un poblado de unas pocas casas sin nombre. Cuando más gente se agregó al pueblo, un grupo de ciudadanos convocó a los de­más para decidir qué nombre ponerle al pueblo. Dieron muchas sugerencias, pero no pudieron llegar a ningún acuer­do y la discusión se hizo cada vez más tensa y acalorada. Disgustado por como se iban desarrollando las cosas, uno de ellos golpeó con el puño sobre una mesa y gritó: "¡Caballeros, por favor! ¡Tengamos armonía!" Para su sor­presa, todos se apropiaron de la palabra y gritaron: "Sí pongámosle armonía y tengámosla." Así se quedó como nombre del pueblo.

Ese debería ser también el nombre y el espíritu de mu­chas comunidades cristianas.

8 9 . SEÑORÍO DE CRISTO

Charles Colson cuenta en su libro ¿Quién habla por Dios? la historia de Jack Eckerd, fundador de la cadena de farmacias Eckerd en los Estados Unidos. Eckerd es un hom­bre que se entregó a Cristo Jesús ya en sus años maduros.

Poco después de su conversión visitaba uno de sus establecimientos y, de repente, se dio cuenta de que las estanterías de las revistas estaban llenas de ejemplares de Playboy y Penthouse, revistas pornográficas. No era que las hubieran puesto allí recientemente, pues ya llevaban cierto tiempo vendiéndolas; era que después de entregarse a Cris­to, el señor Eckerd empezó a ver con ojos diferentes el mun­do del cual él era parte.

Aunque ya retirado de la gerencia activa de la empresa, Eckerd llamó al gerente general y le urgió a que limpiara las estanterías de aquellas revistas. El gerente protestó y le ¡n-

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formó que la venta de aquellas revistas contribuía con una parte sustancial a los beneficios de la empresa. Como ac­cionista principal de la corporación, Eckerd se enfrentó a la realidad de perder bastante dinero, pero se mantuvo firme y persistió. Así fue que en 1984 ambas revistas pornográficas eran retiradas de los 1700 establecimientos de la Cadena Eckerd.

Colson tuvo ocasión más tarde de preguntarle qué le motivó a perseverar cuando había tanto en juego. Eckerd simplemente respondió: "Dios no me permitió escaparme."

Colson comentaba después que "el más erudito teólogo no habría dado una descripción más elocuente del señorío de Cristo en acción".

Si Cristo Jesús no le va a dejar a usted escaparse, una de dos, o usted ha alcanzado un nivel moral y espiritual tan alto que no precisa corrección, o no está prestándole atención a Dios. Lo último es lo que suele ocurrir más frecuentemente.

El señorío de Cristo es más que una declaración teológi­ca, es una realidad práctica: Cristo reinando y controlando su vida. Si él no es quien le controla, alguien o algo lo hará.

9 0 . PERO...

Frecuentamente nos encontramos a nosotros mismos en situaciones que parecen imposibles. El temor nos persigue como una sombra y el sentimiento de "para qué seguir" bombardea nuestras mentes. Después con fe y confianza renovadas, a pesar de todo lo acontecido, decimos: "Pero, no obstante, confío en Dios."

Esta palabra "pero" la encontramos con frecuencia en la Biblia. Es usada muchas veces en conexión con poder y vic­toria ante la amenaza y el peligro. En 2 Corintios 7:5 Pablo recuerda la experiencia en Macedonia de hallarse muy cansado y enfrentando dificultades por todas partes, y entonces, añade: "Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito" (2 Cor. 7:6).

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Algunas veces nos sentimos aplastados por el fracaso y preguntamos: "¿Para qué seguir?" Simón Pedro después de haberse pasado toda la noche pescando sin conseguir nada, pudo haberle contestado a Cristo de esa manera: en lugar de ello, dijo: ''Pero por tu palabra echaré la red" (Luc. 5:5). Y la pesca fue tan abundante que se rompía la red.

Eso es lo que ocurre cuando decimos: "Sé que en el pasado he tenido fracasos y desilusiones, pero hoy, no obs­tante, voy a confiar en Dios."

9 1 . CONCEPTOS

Robert Louis Stevenson tiene un cuento corto en el que habla de un niño que en una ocasión, al anochecer, miraba por la ventana de su casa. De pronto vio venir al hombre encargado de encender los faroles de gas de la calle, y a me­dida que avanzaba la calle se iluminaba.

Asombrado fue corriendo en busca de su mamá y le dijo: "Mamá, mamá, afuera en la calle hay un hombre que está haciendo agujeros en la oscuridad." Así vio el niño las cosas y ese fue su concepto de la luz y la oscuridad.

¿Qué concepto tiene del evangelio y qué hace con él? ¿Piensa que el proclamarlo es como abrir agujeros en la oscuridad? ¿Abre usted agujeros en la oscuridad?

9 2 . RECHAZO Juan 1:11

En diciembre de 1989 fue depuesto el dictador Manuel Noriega, de Panamá. Logró refugiarse en el interior de la Embajada del Vaticano en Panamá, donde se sintió seguro.

Durante los días que permaneció allí se hicieron ges­tiones con diversos países para que le dieran asilo político. Pero todos le rechazaron. Ningún país le abrió las puertas

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para refugiarse dentro de sus fronteras. El mundo entero le rechazaba.

¿Podemos imaginarnos lo que significa ser rechazado de esa manera? ¿Podemos pensar lo que significa no tener un hogar a dónde ir? ¿Podemos imaginar lo que es no ser recibido en ninguna parte?

La sociedad humana está llena de personas como Manuel Noriega. Los llamados de distinta manera: Enfermos del SIDA, gente sin empleo, mendigos, divorciados, etc. Ellas conocen la tragedia de sentirse rechazados.

Pero no están solos en su desesperanza, porque conoce­mos a uno que fue rechazado y tiene tierna simpatía y com­pasión por todos los rechazados del mundo. "A lo suyo vino, pero los suyos no le recibieron." Pero a los que reciben a este rechazado, él les da el "derecho de ser hechos hijos de Dios".

9 3 . AVIVAMIENTO

Hace algunos años mi esposa y yo, que estábamos visi­tando California, decidimos dar un paseo por las playas al sur de San Francisco. Era la primera vez que veía con mis ojos el Océano Pacífico y, al igual que V. Núñez de Balboa varios siglos antes, quedé cautivado por su esplendor.

Sin embargo, en este día en particular, estaba sucedien­do algo que le restaba belleza a aquellas aguas plateadas que lavaban las blancas playas. Cantidad de vegetación oceánica, maloliente y en descomposición aparecía amontonada a lo largo de la playa. Los residentes de la zona afirmaban que era algo que sucedía todos los años en esa época. Lo llama­ban "la renovación del océano". Es la manera que el océano tiene de purificarse, de purgarse a sí mismo de elementos indeseables y echarlos a las playas. Es un fenómeno nece­sario para la vida del océano.

Todo organismo necesita un tiempo de purificación, de purgarse a sí mismo de elementos innecesarios y dañinos y

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así empezar de nuevo. Las grandes masas de agua como los mares y océanos lo hacen y muchas especies de animales experimentan su anual cambio o muda, bien sea plumas, pelo, piel, etc. Incluso el ritual de la "limpieza primaveral" es una forma de dicho fenómeno.

Las iglesias también necesitan un tiempo así, y se suele llamar "avivamiento".

Se ha intentado muchas veces definir lo que es un avi­vamiento, pero quizá la mejor manera de entenderlo es como renovación. El avivamiento es un tiempo de evalución de nuestra vida y de considerar lo que no nos está ayudando ni beneficiando. Para la mayoría de nosotros es una oportu­nidad de iluminar aquello que estorba o frena en una mayor consagración a Dios. El avivamiento auténtico viene cuando los vestigios malolientes de nuestra vida de pecado son lan­zados a las playas del altar de Dios. El avivamiento sigue inmediatamente después.

Bruce Lampert Prodaim, Julio-Septiembre 1992

9 4 . TESOROS

En septiembre de 1857, el barco estadounidense Cen­tral América se encontró con un huracán cuando iba en ruta de Panamá a Nueva York. La nave llevaba quinientos pa­sajeros y un cargamento de tres toneladas de oro en barras y monedas que se estimaba en nueve millones de dólares.

Tres días tardó el barco en hundirse frente a las costas de Carolina del Sur, mientras que la tripulación y los pasajeros luchaban en vano. Perecieron cuatrocientas cincuenta per­sonas. Algunos de los sobrevivientes comentaban acerca de haber visto saltar por la borda a pasajeros desesperados, pero sobrecargados con el peso del oro.

El oro ha representado siempre la riqueza desde tiempos antiguos. La "fiebre del oro" ha llevado a muchos a la bus-

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queda enloquecida del metal más precioso de la tierra, y fre­cuentemente han pagado con sus vidas el empeño. Cuando se descubrió oro en Klondike en 1898, miles de personas perecieron en las frías y primitivas condiciones del río Yukón, en su ansia por hacerse ricos.

Cosas así todavía suceden hoy. En 1 Pedro 1:7 se nos recuerda que la fe en Dios es más preciosa que el oro.

9 5 . LA VERDAD

Las historias del pasado que pasan de generación a ge­neración, son frecuentemente llamadas leyendas. Muchas de ellas son popularmente tenidas por históricas, pero no son verificables. En muchos casos no son otra cosa que viejas fábulas que se han revertido con la credibilidad de la verdad. Por ejemplo, hemos creído por mucho tiempo que Nerón mandó prender fuego a Roma, y que mientras la ciudad ar­día él tocaba el violín. Eso no fue posible porque el violín no se inventó sino bastantes siglos después.

Estas historias, junto con muchas otras, caen en la cate­goría de fábulas y leyendas. De igual manera, muchas pre­tensiones religiosas, pasadas de generación a generación, adquieren frecuentemente para algunas personas el manto de la respetabilidad y la verdad.

Por ejemplo, hace más de 150 años, un hombre declaró que un ángel se le apareció y le dirigió al lugar donde esta­ban las planchas de oro en las que estaba escrita la Biblia de Oro. Hoy, la denominación que se fundó en base de esas enseñanzas está prosperando y es aceptada generalmente como una entidad religiosa importante. Hace más de cien años se fundó otra denominación sobre la base de un libro escrito por una mujer que decía que había recibido, mediante una revelación especial, la ley espiritual que estaba detrás del poder de la sanidad de Cristo Jesús. Ella declaraba, y algunos lo creyeron, que estas leyes podían liberar a la persona de

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cualquier forma de mal: pecado, enfermedad, ignorancia o temor.

Muchos mitos y fábulas son perpetuados por el tiempo y la tradición, y llegan a tener fuerte apelación para muchas personas. Por tanto, la Biblia nos dice que los cristianos deberían proclamar fielmente la verdad de la Palabra de Dios, aunque muchos "apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a las fábulas" (2 Tim. 4:4).

9 6 . BENDICIONES Romanos 8:28

Cuando Winston Churchill fue derrotado en las elec­ciones de 1945, su esposa, para confortarlo, le dijo:

—Puede que sea una bendición disfrazada. A lo que él replicó: —En este momento sí que parece estar efectivamente

disfrazada. Hay momentos cuando nos parece que si hay bendi­

ciones en alguna parte a nuestro alrededor están realmente bien camufladas. Pero con todo, todavía podemos gozarnos en la promesa divina: "Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito."

9 7 . CARÁCTER

Dwight L. Moody dijo una vez que podemos saber cuál es el carácter de una persona por lo que hace en la oscuri­dad, es decir, cuando nadie la ve.

La medida del carácter verdadero de una persona es lo que haría si supiera que nunca se descubriría.

Esto hace recordar de una señora que escribió una carta

82 QUINIENTAS TRES

al Ministerio de Hacienda de su país. Decía: "Estimado se­ñor: Llevo un tiempo que no puedo dormir. Cuando hice la declaración de la renta del último año, no di la cantidad de ingresos correcta. Les envío un cheque por la mitad de la cantidad que les debo. Si todavía no puedo dormir, les enviaré el resto."

9 8 . EVANGELISMO Mateo 28:19

Un hombre caminaba por la playa una mañana tempra­no y se dio cuenta de que alguien más caminaba delante de él. Parecía que la otra persona iba recogiendo objetos de la playa y arrojándolos de vuelta al mar.

Animado por la curiosidad aceleró el paso con el fin de alcanzar a la persona que iba delante. Al acercarse vio que era un joven adolescente que estaba recogiendo estrellas ma­rinas, dejadas en la playa por la marea, y él las devolvía otra vez al océano.

—¿Qué haces? —le preguntó el hombre. —Arrojando estas estrellas marinas otra vez al agua,

porque si están aquí para cuando aprieta el calor, todas ellas morirán.

Sonriéndose ante lo que parecía una simpleza, el hom­bre respondió:

—Joven, esta playa tiene bastantes kilómetros de longi­tud y debe de haber cientos de miles de estrellasmar en ella. ¿Qué diferencia va a significar lo que tú haces? ¿Para qué preocuparse?

El joven miró atentamente a la estrellamar que tenía en su mano y después la arrojó al agua, y contestó:

—Todo lo que sé es que para esa sí que ha merecido la pena y hay gran diferencia.

"Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones."

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9 9 . ENTENDAMOS CON SENCILLEZ

No teníamos gimnasio en nuestro seminario, así que íbamos a jugar baloncesto al de una escuela pública cercana. El conserje, un anciano negro de cabellos blancos, esperaba pacientemente a que termináramos. El, invariablemente, se sentaba a leer la Biblia.

Un día me acerqué a él y le pregunté: —¿Qué está leyendo? En vez de simplemente responder que leía la Biblia, dijo: —El libro de Apocalipsis. Un poco sorprendido, le volví a preguntar: —Pero, ¿lo entiende usted? —Oh, claro que sí —respondió el hombre con seguridad. —¡Usted entiende el libro de Apocalipsis! ¿Qué significa? Con gran tranquilidad el anciano conserje respondió: —Que Cristo es el vencedor.

1 0 0 . JOVEN EN LA MENTE

Nos hacemos viejos cuando nos olvidamos de nuestros ideales y metas. Los años pueden arrugar la piel, pero es la pérdida del interés por la vida lo que arruga el alma.

La preocupación, la duda, el temor y la ansiedad son los culpables de tantas cabezas agachadas y espíritus quebranta­dos.

Es usted tan joven como su fe y tan viejo como sus dudas. Tan joven como su confianza y tan viejo como sus temores. Tan joven como su esperanza y tan viejo como su desesperanza. En el centro de cada corazón hay un cuarto de grabación. Es joven mientras tanto que recibe mensajes de belleza, esperanza, alegría y ánimo.

Cuando su corazón se ha cubierto con las nieves del pesi­mismo y con el hielo del cinismo, puede creer que ya se ha hecho viejo, se ha marchitado.

84 QUINIENTAS TRES

1 0 1 . ES NUESTRA LA ELECCIÓN

Viktor Frankl decía: "Los que hemos vivido en campos de concentración podemos recordar a aquellos hombres que recorrían las barracas confortando a otros y ofreciendo su último trozo de pan. Quizá eran pocos en número, pero nos ofrecieron suficiente prueba de que a la criatura humana se le puede despojar de todo menos de una cosa: La última de las libertades, la de elegir nuestras actitudes ante unas cir­cunstancias dadas."

1 0 2 . EL SIGNIFICADO PROFUNDO DE LA VIDA

Examinar la vida para hallar su significado profundo es una preocupación del siglo veinte. Damos por supuesto que las cosas no son lo que parecen. Pensamos que las palabras ocultan sentimientos velados: que las acciones simbolizan otra cosa. A veces procuramos con empeño encontrar los significados ocultos, cuando quizá no haya otra cosa que lo que se ve en la superficie. Alguien lo ilustró de esta manera:

Un ingeniero, un psicólogo y un teólogo fueron a cazar a los bosques del norte del Canadá. Encontraron una cabana solitaria, bien alejada del pueblo. Debido a que la hospitali­dad es una virtud practicada por los que viven en zonas apartadas, los cazadores llamaron a la puerta para pedir per­miso de entrar. Nadie respondió, pero al ver la puerta sin cerrar con llave, entraron. Era un lugar sencillo dividido en dos cuartos y con escaso mobiliario y equipo. Nada les sor­prendió excepto la estufa de leña. Era grande, de hierro, y en forma de puchero. Lo que más les extrañó era el lugar donde estaba: Suspendida en el aire mediante alambres enganchados al techo.

"Es fascinante", dijo el psicólogo, "es evidente que este cazador solitario, aislado de la humanidad, ha elevado la es­tufa a fin de cobijarse bajo ella y tener una experiencia vica­ria de regreso al vientre de su madre.".

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"Eso no tiene sentido," replicó el ingeniero. "Este hom­bre está practicando las leyes de la termodinámica. Al elevar la estufa ha descubierto una manera de distribuir mejor el calor por la cabana."

"Con todo mi respeto", dijo el teólogo. "Yo estoy seguro de que esta elevación de la estufa, colgando del techo, tiene significado religioso. El acto de la elevación del fuego ha sido un símbolo religioso por siglos."

Los tres discutieron el asunto durante un buen rato sin llegar a un acuerdo. Cuando al fin llegó el anciano y solitario cazador, inmediatamente le preguntaron por qué había col­gado del techo con alambres aquella pesada estufa. Su respuesta fue muy sucinta: "Tenía abundancia de alambre, pero me faltaba tubo para la salida del humo."

1 0 3 . EL DESAFIO DEL BARCO

Los barcos, al igual que los hombres, se mueven mejor cuando tienen que navegar de cara al viento. Entonces hay que prestarle atención a la navegación y el capitán y la tripu­lación no se duermen. Cuando el viento parece favorable, que sopla en la dirección que queremos, no es tan benefi­cioso, sino por el contrario termina resultando destructivo. El viento a favor induce a relajar la tensión y se pierde habilidad y fuerza. Lo que se necesita es un poco de viento contrario, entonces fluyen las ideas y las iniciativas, y se prueban las fuerzas. Los barcos, como los nombres, responden mejor al desafío que a la comodidad. Recordemos también que los aviones para despegar lo hacen de cara al viento, no a favor de él.

104. LAS PRUEBAS NOS PERFECCIONAN Las piedras preciosas no pueden ser pulidas sin fricción,

ni ningún ser humano se perfecciona sin pruebas y dificul­tades.

86 QUINIENTAS TRES

1 0 5 . LA PURA VERDAD

No nos hacemos más morales y decentes al hacernos mayores, sólo escogemos nuestros pecados más cuidadosa­mente.

1 0 6 . FORMACIÓN DEL CARÁCTER

La industria del pescado es fuerte en la costa noroeste de los Estados Unidos y han desarrollado allí buenas técnicas para su comercialización. Pero las demandas del público le crearon un problema a los vendedores con cierta clase de pescado. Al principio lo congelaban y distribuían así, pero el proceso de congelación hacía que perdiera bastante de su sabor. Así que empezaron a experimentar enviándolo vivo en grandes tanques de agua de mar, pero aquello resultó peor. No sólo salía más caro, sino que además de perder el sabor, la carne se ponía fofa. La calidad se perdía.

Al fin, alguien con imaginación resolvió de forma inno­vadora el problema. Aquella clase especial de pescado era introducido en grandes tanques de agua de mar, junto con algunos ejemplares de su enemigo natural. Desde el princi­pio al fin del viaje aquellos perseverantes cazadores persi­guieron a sus presas por todo el tanque. Como se puede imaginar, cuando llegaron al mercado estaban tan frescos y buenos como recién cogidos. No habían perdido sabor ni la textura de la carne se había afectado. Estaban mejor que nunca.

Cada uno de nosotros nos encontramos en nuestro tanque particular de circunstancias, que muchas veces son inescapables. Ya es doloroso de por sí estar metidos en el tanque, pero además aparecen esas "espinitas" mandadas por el Señor para crearnos suficiente tensión y mantenernos bien vivos, alertas y creciendo. Son parte del propósito de Dios para formar nuestro carácter a fin de que seamos más semejantes a su Hijo. Comprendamos el porqué aparecen

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esas espinitas en nuestra carne. Son parte del método de Dios para formar carácter en tu vida y en la mía.

107 . NORMAS DE VIDA

Haga siempre lo recto. Esto complacerá a la mayoría y pasmará al resto.

1 0 8 . VARIEDAD EN LA POBREZA

Un sabio maestro aconsejaba a sus alumnos que no hicieran del ganar dinero, el poder o la fama, su meta en la vida. "Porque un día tropezarán con alguien que no se preo­cupa por estas cosas y entonces se darán cuenta de cuan pobres son ustedes", les dijo.

1 0 9 . INVESTIGACIÓN A FONDO

Un próspero corredor de bolsa se enamoró de una joven actriz muy digna y prometedora. La acompañaba fre­cuentemente y quería casarse con ella. Pero siendo un hom­bre muy precavido, decidió que antes de solicitarla en matri­monio, pediría a una agencia de investigación que averiguara sus antecedentes y sus actividades presentes. Después de todo, se decía a sí mismo, tengo que proteger mi reputación y creciente fortuna de una mala aventura matrimonial.

Aquel corredor de bolsa pidió a los directivos de la agen­cia que no revelaran su nombre al investigador que hiciera las averiguaciones. A su debido tiempo llegó el informe de la investigación, el cual decía: "Dicha actriz tiene un pasado impecable y una reputación excelente; sus amigos y asocia­dos son todos gente de buena reputación." Y el informe ter­minaba: "La única sombra en su vida presente es que se la ve frecuentemente con un agente de bolsa de dudosos prin­cipios y prácticas."

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1 1 0 . CAMBIO DE COMPORTAMIENTO

Un amigo psicólogo compartió conmigo la experiencia de estar aconsejando a un hombre que cada vez se distan­ciaba más de su esposa. Mi amigo aconsejó a aquel hombre que pensara en todas las formas posibles de hacer la vida más feliz para su esposa y de paso la suya también. A los pocos días el hombre le telefoneó a mi amigo y le relató lo siguiente:

"Cada día salgo a trabajar y aprovecho bien el día. Regreso a casa cansado, sucio y sudado, entro por la puerta arrastrando los pies y me dirijo directamente a la hielera, buscando algo para beber. Seguidamente continúo a la sala de estar a mirar la televisión hasta la hora de cenar. Pero después de hablar con usted he decidido procurar hacerlo mejor de ahora en adelante. Así que ayer, antes de salir para el trabajo me duché y afeité, y me puse una camisa limpia. En el camino de regreso paré en la floristería y compré un ramo de flores. En vez de entrar esta vez por la puerta trasera, como acostumbraba, fui a la entrada principal y toqué el timbre. Mi esposa abrió la puerta, me miró y se puso a llorar. Cuando le pregunté qué pasaba, me dijo:

"Ha sido un día horrible. El niño se ha roto una pierna y la tiene ahora escayolada. Nada más regresar a casa, sonó el teléfono y era tu madre anunciando que viene para quedarse una temporada con nosotros. Traté de lavar la ropa, pero la lavadora se rompió y tengo agua por todas partes. Y ahora tú vienes a casa y... ¡llegas borracho!"

La pobre mujer no pudo pensar en que su marido quería cambiar para mejor.

1 1 1 . EL PLAN DE THOMAS JEFFERSON

He aquí las diez reglas de Thomas Jefferson para una vida buena:

1. Nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.

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2. Nunca molestes a otro con lo que puedes hacer tú. 3. Nunca te gastes tu dinero hasta que no lo tengas. 4. Nunca compres algo que no quieres sólo porque es

barato; porque al final te saldrá caro. 5. El orgullo nos cuesta más que el hambre, la sed y el

frío. 6. Nunca te arrepientas de haber comido poco. 7. Nada te molestará si lo haces de buena gana. 8. Nunca permitas que te perturben los males que no

han ocurrido. 9. Toma siempre la vida por su lado más suave.

10. Cuando te enojes, cuenta hasta diez antes de hablar; y si estás muy enojado, cuenta hasta cien.

1 1 2 . LA PRUEBA DE FUEGO

Viva de tal manera que no se avergüence de vender su loro al más chismoso del pueblo.

1 1 3 . SALUD MENTAL

¿Se ha dado cuenta de que una de cada cuatro personas es un desequilibrado? Piense en sus tres amigos más íntimos, si ellos están bien, usted es el que anda mal.

1 1 4 . TU PROPIEDAD

Cualquiera que sea su herencia en la vida, edifique algo sobre ella. No se quede ahí quejándose de lo que ha recibido, si se fija bien y con actitud positiva seguramente descubrirá que es más de lo que piensa.

1 1 5 . ES TU PAPA

Dos niños regresaban a casa después de haber estado en

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la escuela dominical de su iglesia. Iban hablando por el camino acerca de la lección estudiada. Habían estado estu­diando las tentaciones de Cristo en el desierto, y uno le pre­guntó al otro:

—¿Tú crees en esas historias acerca del diablo? ¿Crees que realmente existe?

Y el otro respondió: —No, es como en el cuento de Santa Claus, es tu papá.

1 1 6 . HIJOS O RIQUEZA

Una persona con seis hijos está siempre más satisfecha que otra con seis millones de dólares. Razón: La persona con seis millones todavía quiere más.

1 1 7 . PODEMOS CRECER

Un hombre llamado Mallory dirigió una expedición en 1920 dispuesta a conquistar el monte Everest, en la cordi­llera del Himalaya. La primera expedición fracasó y también la segunda. Entonces, con un equipo de primera calidad y habilidad, intentó el tercer asalto. Pero les alcanzó una ava­lancha de nieve y la mayoría de ellos murieron. Cuando los pocos sobrevivientes regresaron a Inglaterra, celebraron un banquete en honor de los grandes hombres de la última expedición de Mallory. Cuando el líder de los sobrevivientes se puso en pie para recibir el homenaje de aplausos, se volvió para mirar y señalar a los retratos de sus camaradas que habían muerto. Después, le dio la espalda a la concu­rrencia y dirigiéndose a una gran fotografía del Everest que estaba sobre la pared y parecía un gigante inconquistable, dijo con lágrimas en los ojos y en nombre de sus compa­ñeros muertos: "Monte Everest, en nombre de todos los hombres valientes que han vivido y de todos los que todavía no han nacido, te digo: Tú nos has vencido una vez más.

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Pero un día te venceremos nosotros a ti, pon., puedes hacerte más grande, pero nosotros sí pode, cer."

1 1 8 . DISEÑADO PARA NAVEGAR

Un barco está seguro en el puerto, pero no fue cons­truido para eso. Fue diseñado para salir a alta mar y nave­gar en toda clase de condiciones. Así es la vida del hombre, fue diseñado para enfrentar retos y crecer.

1 1 9 . ATRÉVASE A ACTUAR

No es el crítico el que cuenta, ni tampoco el que analiza y señala lo que no se hizo o se debió hacer mejor. El crédito pertenece a la persona que está realmente en la arena, cuyo rostro está lleno de polvo, sudor y sangre; que todavía lucha valientemente; que se equivoca una y otra vez, pero prosigue; que sabe de entusiasmo, de devoción, que se entrega a causas dignas; que en el mejor de los casos conoce al final el triunfo, y en el peor sabe que ha fracasado atre­viéndose a luchar por grandes metas. De manera que su puesto nunca estará entre los fríos o tibios que nunca saben nada de victoria o derrota.

1 2 0 . ARRIESGARSE

Reír es arriesgarse a parecer tonto. Llorar es arriesgarse a parecer sentimental. Acercarse a los demás es arriesgarse a comprometerse. Expresar sentimientos es arriesgarse a descubrir tu ver­

dadero ser. Compartir tus sueños e ideas ante los demás es arries­

garse a perder. Amar es arriesgarse a que no te paguen de igual manera.

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Vivir es arriesgarse a morir. Vivir en esperanza es arriesgarse a no recibir lo que es­

peras. Probar es arriesgarse a fracasar. Pero debemos arriesgarnos, porque el mayor riesgo de la

vida es no arriesgar nada. La persona que no se arries­ga no hace nada, no tiene nada, ni es nada.

1 2 1 . VIVIR ES ARRIESGARSE

Un joven soltero que se dedicaba a las ventas y no gana­ba mucho, llevaba varios años pensando en cómo casarse. No se atrevía a tomar la decisión pensando en qué pasaría mañana. Sentía la necesidad de unos ingresos aceptables y regulares, lo cual en un sentido es muy sabio.

Un día se encontraba en un parque y veía cómo las ardi­llas saltaban de un árbol a otro. Una de ellas dio un salto que parecía un auténtico suicidio. No alcanzó la rama del otro árbol que deseaba, pero cayó en otra un poco más abajo a la que se agarró con fuerza, y desde allí escaló hasta la rama que quería.

Un anciano que andaba por allí comentó: "He visto a docenas de ellas saltar como ésa, especialmente cuando hay perros cerca y no pueden bajar a tierra. Muchas de ellas fa­llan en alcanzar su rama, pero nunca he visto a ninguna dañarse probando." Poco después dijo entre dientes: "Creo que no tienen otra alternativa que arriesgarse si no quieren pasarse toda la vida en el mismo árbol."

Entonces aquel joven pensó: "Una ardilla se arriesga, ¿es que tengo yo menos valor que una de ellas?" Como resulta­do se casó en quince días, empezó a vender más y más rápi­do que nunca, y para su sorpresa pronto se encontró en la zona de la estabilidad económica. Desde entonces, cada vez que tiene que elegir entre el riesgo de una nueva aventura o quedarse amarrado donde está, se acuerda del cuento: "Había una vez una ardilla..." Y de vez en cuando le parece

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escuchar de nuevo el comentario del anciano: "Creo que no tienen otra alternativa que arriesgarse si no quieren quedarse para toda la vida en el mismo árbol."

1 2 2 . VALOR

Se cuenta que hace años, cuando el político ruso Nikita Khrushchev estaba un día hablando ante el Consejo Supremo Soviético, y criticaba Severamente al dictador José Stalin, alguien de la audiencia le pasó una nota escrita, que decía: "¿Dónde estaba usted cuando Stalin cometía todas esas atrocidades?"

Khrushchev gritó: "¿Quién h^ enviado esta nota?" Nadie respondió. "Le doy un minuto p^ra que se levante", volvió a gritar. Pero nadie se levantó.

"Está bien, —continuó— les diré lo que estaba haciendo. Hice exactamente lo que el escritor de esta nota hace: ¡Na­da! No tenía valor para dar la cara."

123 . LEMA DE LA LEGIÓN EXTRANJERA FRANCESA

"Si vacilo, empújame. Si caigo, levántame. Si retrocedo, dispárame."

124 . CINCO MINUTOS MAS

Un héroe no es más valiente que los demás; es sólo cinco minutos más tenaz que otros. Perseverar en aquello que son nuestros ideales, nuestras metas y propósitos en la vida nos ayuda mucho a alcanzarlos.

1 2 5 . HAGAMOS LAS COSAS JUNTOS

Una persona que vivía cerca de un parque llamado Hoyt

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Park y que era un gran amante de los pájaros, disfrutaba viendo su jardín lleno de pájaros todo el año. Sin embargo, las ardillas también aparecían e invadían los comederos para pájaros que había instalado en sus árboles. Desesperado compró una escopeta de aire comprimido para espantar a las ardillas; empezó a dispararles y cada día lo hacía con dos o tres, semana tras semana. A pesar de medidas tan enérgi­cas no disminuía la presencia de las ardillas. Un día que dis­cutía aquel problema tan fastidioso con un colega en el tra­bajo, su amigo le dijo: "Yo ya he resuelto ese problema. A mí también me visitaban mucho las ardillas, pero ahora las atrapo. Agarro dos o tres cada día y las llevo a Hoyt Park y allí las suelto." El resultado es que las ardillas eran siempre las mismas, simplemente iban de un sitio para otro, creando los mismos problemas.

Ese es un ejemplo de lo que ocurre cuando abordamos nuestros problemas individualmente, sin ningún sentido ni perspectiva general.

1 2 6 . METIDO EN AGUA CALIENTE

El valor de una persona es como una bolsita de té. Nunca sabes lo que va a salir ni cuál es su calidad hasta que no le metes en agua bien caliente.

1 2 7 . LOS CUATRO SERMONES

Un profesor de homilética decía a sus alumnos en el se­minario que generalmente sólo recibía crédito por uno de los cuatro sermones que se producen cada vez que se predica. Cada vez que yo predico —decía él— pronuncio realmente cuatro sermones. Primero está el sermón que preparo con antelación, que suele ser bueno. Después está el que real­mente predico en el pulpito. Tercero es el que compongo en el camino de regreso a casa, que siempre es el mejor. Y el

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cuarto es el que cuentan los miembros de la iglesia, que no suele tener relación con ninguno de los otros tres.

1 2 8 . CONTENTAMIENTO

Se cuenta de un granjero que había vivido toda su vida en el mismo lugar. Era una buena granja, pero con el paso de los años aquel hombre empezó a cansarse de ello. Anhelaba algo diferente, un cambio, algo "mejor". Cada día encontraba una nueva razón para criticar algo del viejo lugar. Finalmente decidió venderla y se puso en contacto con un corredor de bienes raíces para ofrecerla en venta. El agente revisó de arriba a abajo la propiedad a fin de enfatizar todas las ventajas y beneficios de la misma en la publicidad: Lugar localizado idealmente, equipo moderno, ganado sano, tierra fértil, etc. Antes de ordenar que se anunciara en los perió­dicos, el agente llamó al granjero para leerle el anuncio y obtener su aprobación. Cuando terminó de leerlo, el hombre gritó: "¡Espere un momento! ¡He cambiado de parecer! ¡No lo quiero vender porque he estado buscando un lugar así toda mi vida!" Al hacer un inventario honrado de lo que tenía se dio cuenta de que era en realidad precioso. ¡Cuántas veces sucede lo mismo con nosotros!

1 2 9 . ¿CUAL ES LA PUNTUACIÓN DE MI IGLESIA?

En un boletín de iglesia se mencionaba la experiencia de un hombre que había visitado dieciocho iglesias diferentes en domingos sucesivos. Estaba tratando de averiguar cómo eran en realidad las iglesias. Este hombre contaba:

"Me sentaba en las primeras bancas. Después del servi­cio caminaba lentamente hacia la salida y regresaba otra vez al frente usando otro pasillo. Sonreía e iba correctamente vestido. Pedía a una persona que me dirigiera a un lugar determinado: Al salón de compañerismo, a la oficina del

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pastor, etc. Me quedaba a tomar café si lo servían. Usaba una escala para puntuar la recepción que recibía.

Puntuaba de la siguiente manera: 10 puntos por una sonrisa de un feligrés. 10 puntos por un saludo de alguien sentado cerca.

100 Por un intercambio de nombres. 200 puntos por una invitación a tomar café. 200 puntos por una invitación a volver.

1.000 puntos si me presentaban a otras personas. 2.000 puntos si me presentaban al pastor. "En esta escala, once de las dieciocho iglesias alcanzaron

menos de 100 puntos. Cinco en realidad recibieron 20 o menos puntos. La conclusión: La doctrina puede ser bíblica, el sermón bueno, pero cuando un visitante encuentra que nadie se preocupa si está o no está allí, lo más probable es que no vuelva."

1 3 0 . EL BUEN CAZADOR

Durante el tiempo de invierno tan crudo y oscuro de Alaska, los hombres jóvenes de un poblado de esquimales suelen salir al intenso frío en busca de alimento para su fami­lia. El cazador, armado solamente con una vara bien afilada en un extremo y movido por la compasión por su gente en riesgo de morir de hambre, vaga vigilante por el exterior anticipando el posible ataque de un oso polar. Al no tener ningún temor natural del ser humano, un oso polar bien puede atacar y comerse a un hombre. En el ataque, el cazador esquimal mueve las manos para enfurecer a la bes­tia y provocarla a que levante sobre sus patas traseras su cuerpo de más de dos metros de altura. En ese preciso mo­mento, el esquimal acercándose le apunta al corazón la vara afilada y apoyando en tierra el otro extremo espera a que el oso caiga con todo su peso sobre la vara y se la clave en el corazón. El oso, con el corazón atravesado, puede todavía matar o mutilar al cazador. Los familiares y amigos del cazador

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salen después y siguen las huellas en la nieve, encontrando aquella gran demostración de valor y el alimento para sobre­vivir.

Los primeros misioneros proclamaban a oyentes atentos que Cristo Jesús es el "Buen Cazador" que da su vida por el mundo.

1 3 1 . NECESIDAD DE REFRIGERACIÓN

Una iglesia proyectaba instalar aire acondicionado en el santuario, y a este fin el pastor se reunió con el técnico de la empresa. Aquel hombre hizo al pastor una serie de pregun­tas acerca de la capacidad del templo, metros cuadrados de espacio, asistencia habitual, etc., mientras que él iba toman­do notas. De repente, en medio de sus cálculos arrancó la hoja de papel, la rompió y la arrojó a un lado, y empezó de nuevo.

—¿Pasa algo? —preguntó el pastor. —Que estaba haciendo los cálculos para un teatro en vez

de para un templo —contestó el técnico. —¿Cuál es la diferencia? ¿No es lo mismo? —No exactamente —respondió el hombre—. En el tea­

tro, con todo lo que acontece en el escenario, se producen ciertos cambios biológicos: Se elevan las palpitaciones del corazón, aumenta la presión arterial, y sube la temperatura del cuerpo. En otras palabras, hay más necesidad de refrige­ración cuando la gente se siente animada y emocionada. Por otra parte, en la iglesia...

1 3 2 . TE AYUDAS A TI MISMO

Una de las más bellas compensaciones de la vida es que ningún hombre puede sinceramente ayudar a otro sin ayudarse a sí mismo de paso.

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1 3 3 . LO QUE RECIBE HONOR

Ninguna persona es jamás honrada por lo que recibe; se la honra por lo que da. El Hijo Pródigo hizo dos oraciones según se nos dice en Lucas 15. La primera: "Dame"; la segunda: "Hazme". Esta última habla de dar, de servir; no de recibir. Evidentemente ya había cambiado en su vida y estaba en el camino del crecimiento y de la madurez.

134. LOS RECURSOS DE DIOS ESTÁN A MANO El río Amazonas es el más caudaloso del mundo. Su boca

tiene más de 100 kilómetros de ancho y el volumen del agua que vierte en el Atlántico es superior al del Misisipí y el Nilo juntos. Entra en el océano tal cantidad de agua dulce que su corriente se puede notar varios cientos de kilómetros mar adentro. La ironía de los antiguos navegantes es que a veces, navegando por el Atlántico sur, se les agotaba el agua dulce y perecían de sed, cuando frecuentemente estaban navegan­do por las aguas dulces que vertía el Amazonas. Algunas veces, otros navegantes que lo sabían gritaban a los barcos con problemas de agua dulce: "¡Arrojen los baldes y cojan toda la que necesiten, pues están en la desembocadura del río Amazonas." La ironía de la historia humana es que muchos mueren de sed espiritual, cuando la abundancia del agua de vida está disponible (Juan 7:37, 38).

1 3 5 . COMO HACER AMIGOS

Usted puede hacer más amigos en dos meses interesán­dose sinceramente por otras personas, que en dos años procurando que la gente se interese en usted.

Dale Carnegie

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1 3 6 . EL DON YA ESTA EN TU MANO

Anthony Campólo, un profesor de sociología en ef Seminario Bautista del Este y orador muy solicitado, cuenta la experiencia que tuvo una vez que había sido invitado como orador en una conferencia de la Unión Femenil. En un momento del programa, cuando las mujeres presentes eran desafiadas con una meta de varios miles de dólares, la per­sona que presidía se volvió al doctor Campólo y le pidió que orara pidiendo que Dios bendijera a aquellas señoras a fin de que pudieran alcanzar su meta.

Para su sorpresa el doctor Campólo se acercó al estrado y rehusó amablemente, diciendo: "Ustedes ya poseen dentro de esta sala los recursos necesarios para completar este proyecto misionero." Y continuó: "Sería inapropiado pedir a Dios que les bendijera cuando él ya lo ha hecho abundante­mente para que pueda lograr esta meta. Los dones necesa­rios ya están en sus manos. Tan pronto como recojamos la ofrenda para sostener este proyecto misionero en su totali­dad, daremos gracias a Dios por liberarnos de toda limi­tación a fin de ser los mayordomos generosos y responsables que se espera de nosotros como cristianos." Cuando se re­cogió la ofrenda, el proyecto misionero quedó respaldado económicamente con creces, y el doctor Campólo las dirigió en una gozosa oración de acción de gracias por las abun­dantes bendiciones recibidas de Dios y por la fidelidad del pueblo de Dios.

1 3 7 ESCLAVITUD REAL O IMAGINADA

Zig Ziglar cuenta que el famoso Harry Houdini, el hom­bre que podía escapar de cualquier parte y abrir cualquier cerradura, siempre lanzaba su desafío en todo lugar donde actuaba: que le podían encerrar en cualquier celda y él es­caparía en poco tiempo, y siempre lo lograba. Pero una vez falló.

Houdini entró en la celda con sus ropas de calle, y la

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pesada puerta metálica se cerró tras él. Sacó de su cintura una pieza de metal fuerte y flexible que llevaba escondida y empezó a trabajar, pero pasaron treinta minutos y no había conseguido salir. Pasó una hora y la puerta seguía cerrada. A estas alturas Houdini estaba bañado en sudor y su rostro mostraba su exasperación. Al fin, después de tratarlo ardua­mente, Harry Houdini se dejó caer sobre la puerta que no había podido abrir, agotado por la frustración y el sen­timiento de fracaso. Al echar el peso de su cuerpo sobre la puerta ésta se abrió. ¡No estaba cerrada con llave! Pero en su mente sí había estado cerrada, y eso es lo que le privó de abrirla y salir de la celda.

1 3 8 . LO MAS IMPORTANTE

No es lo que comes lo que te hace fuerte, sino lo que digieres.

No es lo que ganas lo que te hace rico, sino lo que aho­rras.

No es lo que lees lo que te hace culto, sino lo que recuer­das.

No es lo que predicas o cómo oras lo que te hace cris­tiano, sino lo que practicas.

Francisco Bacon

1 3 9 . LA EVIDENCIA DE LA EXPERIENCIA PERSONAL

Un incrédulo estaba hablando acerca de la necedad de las creencias religiosas en general y de la fe cristiana en par­ticular. Al final de su disertación preguntó si alguien tenía algo para decir o preguntar. Entre los asistentes se encon­traba un hombre que había sido un caso perdido de vicio y corrupción, pero que se había entregado a Cristo y su vida se transformó por completo. En respuesta a la invitación se

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acercó al frente con una naranja en la mano; la peló delante de todos y empezó a comérsela.

El orador empezó a impacientarse y preguntó si tenía alguna duda o cuestión. Después de comerse el último gajo de naranja se volvió al incrédulo y le preguntó:

—La naranja que me he comido, ¿era dulce o agria? El enojado orador replicó: —¡Necio! ¿Cómo puedo saber si era dulce o agria si no

la he probado? A lo que el recién convertido contestó: —¿Cómo puede usted hablar acerca de Cristo sin haber­

lo probado?

1 4 0 . DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

Lo que el gusano de seda piensa que es el final, Dios lo llama mariposa.

1 4 1 . LA VERDAD ACERCA

DEL DÍA DE RESURRECCIÓN

"La gran verdad acerca del domingo de resurrección no es que vamos a vivir nuevamente después de la muerte —eso no es lo más grande— sino que podemos vivir vidas nuevas aquí y ahora mediante el poder de la resurrección de Cristo. No es tanto que vamos a vivir para siempre, sino que podemos vivir vidas nobles aquí porque vamos a vivir eter­namente en la presencia de Dios."

Phillips Brooks

1 4 2 . EL OTRO MUNDO

"Cuando leemos la historia descubrimos que los cris­tianos que hicieron más por este mundo fueron precisa-

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mente aquellos que pensaron más en el venidero. Pero después de que los cristianos empezaron a pensar menos en el otro mundo han cesado de ser tan efectivos en éste."

C. S. Lewis

1 4 3 . HAY QUE CUMPLIR CON LOS REQUISITOS

El día que el hijo cumplió los dieciséis años se acercó a su padre y le dijo:

—Papá, ya tengo dieciséis años, ¿puedo usar el automóvil cuando saque la licencia de manejar?

El padre miró al hijo y respondió: —Hijo, manejar el automóvil requiere madurez y tú

tienes que demostrar que eres un joven responsable. Pri­mero, tienes que mejorar tus calificaciones en la escuela; segundo, tienes que leer la Biblia a diario; y tercero, tienes que cortarte ese pelo, que me parece ofensivo.

El hijo empezó a cumplir los requerimientos del padre, a sabiendas de que el último requisito sería inaceptable. Cuando sus calificaciones mejoraron, fue a su padre con una sonrisa y dijo:

—Mira, papá, ya tengo calificaciones notables y sobre­salientes, ¿puedo ahora manejar el automóvil?

—Muy bien, hijo, lo celebro —replicó el padre—, ya has andado una tercera parte del camino, pero ¿has leído la Biblia? —preguntó el padre.

—Sí, cada día —respondió el chico. —Estupendo, ya tienes dos terceras partes hechas, pero

¿cuándo te vas a cortar el pelo? El joven pensó que podría ser más listo que el padre y

respondió: —No veo la necesidad de hacerlo, porque tengo enten­

dido que Jesús llevaba el cabello largo ¿no es cierto? —Es verdad, hijo. Y también Jesús caminaba a todo lu­

gar a donde iba.

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1 4 4 . USEMOS BIEN EL TIEMPO Salmo 90 ¡12

Cuando Paul Tsongas estaba en plena carrera y ascenso de prestigio como senador de los Estados Unidos, se enteró de que tenía cáncer. Esto le hizo reevaluar el tiempo que había dedicado al trabajo y a su familia. Una de esas raras noches que estaba en casa, se dio cuenta de que con el rit­mo de trabajo que llevaba no volvería a estar con ellos en varios años. Después de darse cuenta de esta trágica reali­dad, comentó: "Nadie en su lecho de muerte dice: '¡Me habría gustado haber dedicado más tiempo a mi trabajo!'"

1 4 5 . VACACIONES

Cuatro parejas alquilaron una casa de verano por dos meses. Cada una de las parejas disfrutaría de la casa durante dos semanas haciéndose cargo de los trece niños que suma­ban las cuatro familias. Una de las parejas presumía ante unos amigos acerca de lo inteligente y habilidoso del plan, cuando uno de los amigos observó:

—No creo que sean vacaciones dos semanas encerrados en una casa con trece niños.

—Oh, no —replicaron—. Las dos semanas fueron terri­bles. Las verdaderas vacaciones las disfrutamos durante seis semanas en casa sin niños.

1 4 6 . HECHO GENÉTICO DEMOSTRADO

La paternidad es hereditaria. Si sus padres no hubieran tenido hijos, lo más probable es que usted tampoco los ten­dría.

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1 4 7 . POBREZA GENÉTICA

La pobreza es hereditaria. Usted la puede adquirir por medio de sus hijos (y también la locura).

1 4 8 . MILAGRO GENÉTICO

Uno de los grandes milagros de la vida es que el tonto con el que se casa su hija puede ser el padre del nieto más guapo e inteligente del mundo entero.

1 4 9 . DÉJELES PREGUNTAR

No se sienta molesto cuando sus hijos le hacen pregun­tas imposibles de responder. Siéntase orgulloso de que ellos piensen que usted sabe las respuestas.

1 5 0 . LOS NIÑOS ESCUCHAN

Un día una joven madre y su pequeño hijo regresaban de la escuela en el auto. El despierto niño le preguntó a la mamá: "Mamá, ¿por qué los imbéciles sólo salen a la calle cuando papá maneja el automóvil?"

1 5 1 . DEFINICIÓN DE UN PADRE

Un padre es un hombre que lleva fotografías donde debería llevar dinero.

1 5 2 . SALVOS POR GRACIA

Una iglesia numerosa y creciente de una gran ciudad había establecido tres misiones y cuidaba de ellas. En el primer domingo de cada año, los miembros de las misiones

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acudían a la iglesia madre para participar todos juntos de la cena del Señor. En aquellas misiones, que estaban ubicadas en los barrios pobres de la ciudad, había algunas notables conversiones de ladrones, prostitutas, drogadictos y así; pero todos participaban juntos del pan y de la copa de la comu­nión en Cristo.

En una de estas celebraciones sucedió que estaban jun­tos un ex ladrón que ya había pagado por sus crímenes y el juez federal que lo había sentenciado y enviado a la cárcel. Después de salir de la cárcel el ex ladrón se había convertido a Cristo y llevaba una vida cristiana digna. Pero en ese momento, el ex ladrón y el juez parecía que no eran cons­cientes de quién era el uno y el otro.

Después del servicio, el pastor y el juez estaban hablan­do y el juez le dijo:

—¿Se dio cuenta de quién estaba a mi lado durante la cena del Señor?

Y el pastor contestó: —Sí, pero no creía que usted se había apercibido de ello. —Qué gran milagro de la gracia de Dios —agregó el

juez. —Sin duda alguna —replicó el pastor. Ante lo cual el juez preguntó: —Pero, ¿a quién se piensa que me refiero yo? —¡Al ex ladrón, por supuesto! —contestó el pastor. —No, estaba hablando de mí mismo —respondió el juez

para sorpresa del pastor. —No entiendo —dijo el pastor—. Yo pensaba que ha­

blaba de la dramática conversión de ese hombre. —No —respondió el juez—. A ese hombre no le costó

mucho convertirse cuando salió de la cárcel. El no tenía nada en su haber sino una historia de crimen, y cuando supo de Cristo se dio cuenta de que había esperanza y salvación para él. Se dio cuenta de cuánto necesitaba a Cristo. Pero en cuanto a mí, me enseñaron desde niño a ser un caballero, a decir a diario mis oraciones. Fui a la universidad, me hice

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abogado y después alcancé la categoría de juez. Todo fue bien conmigo. Pastor, nada más que por la gracia de Dios podía yo llegar a admitir que era un pecador y que delante de Dios no era mejor que los malhechores que enviaba a la cárcel. Fue necesaria más gracia para perdonar todo mi orgullo y autosuficiencia que para cambiar la vida de ese ex ladrón. Los que nunca hemos cometido grandes pecados escandalosos y groseros tenemos más dificultades en recono­cer nuestra necesidad de Dios, que aquellos que son bien conscientes de su vida de pecado y autodestrucción.

1 5 3 . LA RESPUESTA CORRECTA

Un anciano fue a pasear con su nieto más joven y para animar la comunicación entre ellos le iba haciendo pregun­tas:

—¿A qué distancia estamos de casa? —le preguntó A lo que el nieto respondió: —No lo sé, abuelito. Y otra vez: —¿Sabes dónde estás? —No, no lo sé. Entonces el anciano le dijo con buen humor: —Me parece que tú estás perdido. El niño miró a su abuelo y contestó: —No, no puedo estar perdido. Estoy contigo. Esa es la respuesta última y verdadera a nuestra condi­

ción humana. Nunca podemos estar perdidos si estamos con el Señor Jesucristo y él está en nosotros.

1 5 4 . EL ELOGIO DE LA GRATITUD

¿Sabe quién es el santo más grande del mundo? No es el que ora o ayuna más, ni tampoco el que ofrenda más o es más conocido por su temperancia, castidad o justicia; sino aquel que vive con gratitud en su corazón, que acepta bien la

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voluntad de Dios para él, que lo recibe todo como una ma­nifestación de la bondad de Dios para él, y le alaba por ello.

1 5 5 . EL CORAZÓN MAGNETIZADO

Si me dan un plato lleno de arena y me dicen que hay partículas de hierro en él, puedo quizá buscarlas con mi vista e incluso con el tacto de mis dedos y no encontrarlas. Pero si tengo un imán y hurgo con él en el interior de la arena atraeré las casi invisibles partículas de hierro con el poder de su atracción.

El corazón que no es agradecido, al igual que mis ojos y dedos, no descubre nada bueno. Pero dejemos que el cora­zón agradecido pase a lo largo del día y veremos cómo su magnetismo encuentra el hierro. Hallará cada día que en la arena de la vida hay bendiciones del cielo que sólo los cora­zones agradecidos saben detectar y gozar.

1 5 6 . GRACIAS POR LAS PEQUEÑAS COSAS

Era el día de Navidad en un hogar de ancianos. El pequeño grupo de personas que vivía allí se había reunido alrededor de la mesa para tomar su comida. El director del centro pidió a cada uno que compartiera algo por lo que podía dar gracias. Dieron gracias por tener un hogar donde poder estar, la familia, etc., etc. Una ancianita dijo: "Yo doy gracias por las pocas piezas que me quedan en la dentadura, porque todavía puedo masticar mi alimento."

1 5 7 . AGRADECIDOS AL GORGOJO

En el sur del estado de Alabama, en EE.UU. de A., hay un pueblo que se llama Enterprise. Allí han levantado un monumento a un insecto, honrando al gorgojo mejicano. En 1895 el gorgojo empezó a destruir la cosecha de algodón, el

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mayor cultivo del lugar. En su desesperación por sobrevivir, los agricultores tuvieron que diversificar los cultivos, y así es como se introdujo el cultivo del cacahuete en aquella región, que para 1919 producía ya bastante más beneficio que el algodón. Fue en ese tiempo de prosperidad que edificaron el referido monumento. En la inscripción grabada se puede leer: "En reconocimiento por la parte que el gorgojo tuvo en la prosperidad del pueblo de Enterprise." Como resultado final de un tiempo de dificultades y crisis vino la prosperidad y el crecimiento. De la adversidad puede salir la bendición.

1 5 8 . LA MAS GRANDE VIRTUD

La gratitud es el mejor antídoto contra el desaliento. Una leyenda cuenta que un hombre encontró el almacén donde Satanás guardaba las semillas que tiene listas para sembrar en los corazones humanos, y al encontrar que la semilla del desánimo abundaba más que las otras, se enteró que dicha semilla podía crecer casi en cualquier parte. Cuando le pre­guntaron a Satanás, admitió de mala gana que había un lugar donde no la podía hacer crecer.

—¿Dónde es? —le preguntaron. A lo que Satanás respondió con tristeza: —En el corazón de una persona agradecida.

1 5 9 . DALO PORQUE NO MURIÓ

Supimos de una pareja que dio una ofrenda generosa a la iglesia ¿n memoria de su hijo que había muerto en la gue­rra. Cuando el pastor compartió la noticia en el templo, una mujer dijo al oído de su marido.

—Vamos nosotros a dar otro tanto por nuestro hijo. A lo que su esposo respondió: —¿De qué estás hablando? Nuestro hijo no ha muerto. —Justo por eso —replicó ella—. Démoslo como una

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expresión de gratitud a Dios porque todavía lo tenemos con nosotros.

1 6 0 . EL GRAN VALOR DE LOS LIBROS

Charles H. Spurgeon, al comentar sobre 2 Timoteo 4:13 (RVR-1960), donde Pablo le pide a Timoteo que le lleve "el capote que dejé en Troas, y los libros, mayormente los pergaminos", escribió las siguientes palabras:

"El estaba inspirado por Dios, pero quería los libros. Llevaba predicando treinta años, mas deseaba los libros. Había visto al Señor, pero quería los libros. Tenía una expe­riencia superior a los demás, pero quería los libros. Había subido al tercer cielo y había escuchado palabras imposibles de repetir, pero quería los libros. Había escrito la mayor parte del Nuevo Testamento, pero quería los libros."

El amor a los libros y el hábito de la lectura es una de las majores maneras de crecer en conocimiento y en sabiduría.

1 6 1 . EL PROCESO DE APRENDER

Es increíble cuánto necesitamos aprender hasta poder llegar a darnos cuenta de cuan poco es lo que sabemos.

1 6 2 . LA NECESIDAD DEL EQUILIBRIO

De alguna forma llegamos a saber que sin el silencio las palabras pierden su significado; que sin escuchar el hablar pierde su poder de curar; que sin la distancia la intimidad no sana.

1 6 3 . DIOS EN CRISTO: EL REY BUSCA ESPOSA

Se cuenta que el filósofo danés Soren Kierkegaard buscó una vez describir la encarnación de Dios en Cristo, y para

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ello usó el siguiente relato que lo ilustra muy bien: Un cierto rey era muy rico y su gran poder era conocido

de todos. Pero se sentía infeliz, pues deseaba una esposa. Sin una reina, su gran palacio estaba vacío.

Un día, mientras pasaba por las calles de un pequeño pueblo, vio a una hermosa joven campesina. Tan bella y gra­ciosa que ganó inmediatamente el corazón del rey. La quería más que cualquier otra cosa que jamás había deseado. En los días sucesivos volvió a pasar frente a la casa de la joven con la esperanza de verla aunque fuera sólo un momento.

Se preguntaba cómo podría ganar su amor. El pensó: Daré un decreto real y ordenaré que la traigan a mi presen­cia a fin de que se convierta en la reina de mi tierra. Pero al pensarlo mejor, se dio cuenta de que ella era un subdito y se vería forzada a obedecer. Así jamás estaría seguro de que habría ganado su amor.

Entonces, pensó: "La llamaré en persona. Iré vestido con mi mejor ropa y con todos mis atributos reales. Llevaré mi corona, mis joyas y mi espada. La asombraré y deslum­hraré de tal manera que deseará ser mi esposa." Al refle­xionar más sobre ello, se dio cuenta de que así nunca estaría seguro si se casó por él o por las riquezas y el poder que le podía dar.

Decidió entonces que se disfrazaría de campesino y así se acercaría a ella. Pero tampoco le agradó al fin esta dupli­cidad.

Al fin supo qué era lo mejor que podía hacer. Se quitaría sus ropas reales y se vestiría de campesino. Iría al pueblo donde vivía su amada y viviría allí como un campesino autén­tico, procurando de esta manera ganarla. Trabajaría y suifriría con ella. Así lo hizo y ganó a su esposa.

Así hizo Dios al considerar cómo podría ganar a la humanidad. Dios en Cristo se hizo como uno de nosotros. Se vistió de carne humana para morar entre nosotros. Como Pablo dice: "Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo."

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1 6 4 . LAS ESPERANZAS D E l > FUTURO

Un psicólogo preguntó a varios mil<2s de personas me­diante una encuesta: "¿Qué es lo que t i e n e para vivir?" Que­dó muy sorprendido al descubrir que e l 9 4 por ciento esta­ban simplemente aguantando el p r e s e n t a mientras espera­ban algo en el futuro.

Esperaban que algo ocurriera. Esperaban la llegada del año siguiente, por un tiempo mejor; qu<3 "alguien muriera"; esperaban por el mañana, sin darse c u e n t a de que lo único que tenían era el hoy, porque el ayer y a había pasado y el mañana sólo existe en el deseo y la e sp<3 r a n z a - Disfrute ple­namente del hoy que es lo único con lo q u e de verdad puede contar.

1 6 5 . RECIPROCIDAD EN L A JUSTICIA

Un médico estaba conversando c o n u n abogado en una reunión, cuando se le acercó una s e ñ o r a quejándose de cier­tos malestares y preguntándole qué r e m e d i o podía tomar. El doctor le recomendó un tratamiento y c i ando la señora se había marchado, le preguntó al a b o g a d o :

—¿Tengo derecho a pasarle la c u e n t a P o r e s t e servicio profesional que le he prestado?

—Por supuesto —replicó el abogado-Al día siguiente el médico le envió a I a señora la corres­

pondiente factura, pero él también r e c i b i ó una de parte del abogado.

1 6 6 . LA RECETA DE LA I N F E L I C I D A D

1. Permita que las pequeñas cosas 1^ preocupen. 2. Pierda la perspectiva de las c o s a s . No ponga lo

primero en primer lugar. 3. Permita que le domine una b u e n a preocupación.

Una de esas sobre las que no t i e n e control y que no puede hacer nada.

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4. Sea un perfeccionista. Condénese a sí mismo y a otros por no alcanzar perfección.

5. Acierte siempre, en todo. Tenga la razón siempre. Sea el único que siempre lo hace todo bien.

6. No confíe o crea en la gente. Piense siempre en lo peor. Sospeche de todos; piense que los demás siempre tienen intenciones ocultas.

7. Compárese con los demás y véase siempre inferior. Ese es el mejor camino para sentirse completamente deprimido.

8. Tome de manera personal todo lo que le ocurra y que no le guste.

9. No se entregue de corazón a nadie ni a nada. 10. Haga de la felicidad su meta obsesiva en vez de dedi­

carse a amar a los demás y estar bien ocupado du­rante el día.

Use esta prescripción por un tiempo y tiene garantizada la infelicidad.

1 6 7 . EL CAMINO A LA FELICIDAD

El camino a la felicidad está siempre en el proceso de construcción.

1 6 8 . ¿QUIEN ES FELIZ?

En un periódico se preguntaba a los lectores quiénes pensaban ellos que eran las personas más felices de la tierra. Las respuestas que obtuvieron más puntos fueron: *

1. Un artesano que silba después de una tarea bien hecha; 2. Un niño construyendo un castillo de arena en la playa; 3. Una mamá bañando a su hijo después de un día muy ocupado; 4. Un médico que ha terminado una operación difícil y peligrosa y ha salvado una vida.

Como podemos apreciar, entre ellos no están los mi­llonarios ni los presidentes. Riquezas y categoría social, no

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importa cuánto las persigamos, no hacen a las personas felices.

1 6 9 . LO PRIMERO DE LA LISTA

La suprema felicidad de la vida es la convicción de que somos amados.

Víctor Hugo

1 7 0 . SINCERIDAD EN NUESTRAS EXPRESIONES

Un señor visitaba un parque zoológico y vio a uno de los empleados del parque llorando en silencio en un lugar dis­creto. El visitante preguntó a otro empleado por qué lloraba aquel señor, y le dijeron que había muerto un elefante. Conmovido por este detalle, el visitante preguntó de nuevo:

—¿Es que tenía tanto afecto a este animal en particular? Y le respondieron: —No señor, no es eso. Está llorando porque él es el que

tiene que cavar la fosa para enterrar al elefante.

1 7 1 . LOS ELEMENTOS ESENCIALES DE LA FELICIDAD

Son tres: Tener algo que hacer, tener alguien a quien amar, y tener algo que te dé esperanza.

1 7 2 . ESTRATEGIA PARA LA FELICIDAD

He aprendido a buscar la felicidad limitando mis deseos, más que procurando satisfacerlos.

La felicidad no está tanto en conseguir todo lo que que­remos, sino en dejar lo que no necesitamos.

El arte de la felicidad, como el de montar en bicicleta,

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debe aprenderse cuanto antes en la vida. El equilibrio, la pos­tura inconsciente, los ajustes sin esfuerzo, no aparecen con naturalidad en aquellos que no los han practicado desde la niñez.

1 7 3 . NO DIGA MENTIRAS

Un pastor vio a un grupo de niños que hablaban alrede­dor de un perrito que se habían encontrado perdido.

—¿Qué hacéis, muchachos? —preguntó el ministro. —Diciendo mentiras —contestó uno de los niños—. El

que diga la mentira más grande se queda con el perro. —Cuando yo tenía vuestra edad —respondió el sorpren­

dido ministro—, nunca pensé en decir una mentira. Los niños se miraron unos a otros un poco cabizbajos.

Finalmente, uno de ellos logró componerse y con valor dijo: —Creo que el pastor se ha ganado el perro.

1 7 4 . CONDUCIR EL AUTO SIN DOCUMENTOS

Nada hace que mejoren más las habilidades de manejar el auto y prestar atención al tránsito que el descubrimiento repentino de que su licencia o seguro ha expirado.

1 7 5 . HONRADEZ

Un señor fue a su abogado y le dijo: —Voy a meterme en negocios con un individuo en quien

no confío. Quiero que me prepare un contrato escrito de tal manera que ese hombre no pueda romperlo, de manera que yo quede protegido de cualquier mala intención que tenga.

A lo que el abogado contestó: —Escuche: No hay conjunto de palabras en ningún

idioma que pueda ocupar el lugar de la honradez en los tratos humanos, a fin de protegerles cuando una parte trata de engañar a la otra.

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1 7 6 . EL PECADO SIEMPRE NOS ALCANZA

Un ama de casa que preparaba una fiesta para unos ami­gos, fue al supermercado a comprar. Se paró en el mos­trador de la carne y pidió un pollo grande. El empleado metió la mano en el refrigerador donde guardaban los pollos y sacó el único que le quedaba. Lo puso en el peso e infor­mó a la señora que pesaba dos kilos.

—No creo que sea suficiente —dijo la señora—. ¿No tiene otro más grande?

El dependiente metió el pollo de nuevo en el refrigerador e hizo como que buscaba, a los pocos segundos sacó de nue­vo el mismo pollo, lo puso en la balanza y con disimulo pre­sionó el platillo de la balanza con el dedo.

—Aquí tiene, señora —dijo sonriendo—. Este pesa tres kilos.

De nuevo la señora respondió: —No estoy segura de que sea suficiente. Así que

póngame los dos.

1 7 7 . NO SE PUEDE EVITAR

Aquellos que procuran la luz del sol para los demás no pueden evitar disfrutarla ellos.

1 7 8 . ETICA

Un día el señor Andrés recibió cien pesos de más en el sobre con su paga, pero él no dijo nada. Durante la semana el contable de la empresa descubrió el error y en el siguien­te pago al obrero lo corrigió deduciéndole los cien pesos.

El señor Francisco protestó: —Discúlpeme, pero me han dado cien pesos de menos

en esta semana. —Pero usted no se quejó cuando se los dimos de más la

semana anterior —le replicó el contable.

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A lo que el señor Francisco contestó: —No, señor; porque no me preocupo cuando se comete

un error, pero cuando sucede dos veces ya es el momento de decir algo.

1 7 9 . SIGÚEME

El misionero E. Stanley Jones comentaba acerca de otro misionero que se perdió en la selva africana. Aquel hombre no veía nada a su alrededor excepto vegetación y, de vez en cuando, un pequeño claro en la jungla. Al fin se encontró con un nativo y le preguntó si él podía ayudarle a salir de allí. El nativo le respondió que sí.

—Muy bien —contestó el misionero—. Muéstreme el camino.

El nativo le dijo: —Camine. Así anduvieron por la selva por más de una hora y el

misionero empezó a estar cada vez más preocupado. —¿Está usted seguro de que éste es el camino? —volvió

a preguntar—. ¿Dónde está el camino? El nativo le respondió: —Bwana, aquí no hay camino. Yo soy el camino.

1 8 0 . ADEMAS DE SER PERDONADO

Muchos de nosotros somos como aquel pequeño niño que había roto el vidrio de un farol en la vía pública.

Muy preocupado le preguntó a su papá: —¿Qué puedo hacer? —Admitir que tú lo has hecho, preguntar cuánto cuesta,

repararlo y pagarlo —le respondió el papá. Esta manera práctica de enfrentar los hechos no era lo

que estaba esperando el niño, pues con un hilo de voz, con­fesó:

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—Yo pensaba que lo único que tenía que hacer era pedirle perdón a Dios.

1 8 1 . JEFES Y LÍDERES

El jefe crea temor, el líder inspira confianza. El mandar crea resentimiento, el liderazgo produce entusiasmo. El jefe dice: "Yo"; el líder dice: "Nosotros". El jefe busca al culpa­ble; el líder busca corregir los errores. El jefe ordena cómo...; el líder muestra cómo... El mandar hace el trabajo tedioso; el líder hace la tarea interesante. El jefe se apoya en la autori­dad; el líder confía en la cooperación. El jefe maneja, el líder dirige.

1 8 2 . DIOS DISFRUTA DE UNA VIDA BIEN CÓMODA

Miles de personas estaban reunidas delante del trono de Dios. Estaban reunidas por grupos y hablando. Al frente se veía un grupo que estaba hablando con bastante energía y calor, con belicosidad. "¿Cómo puede Dios juzgarnos a nosotros?", decía uno. "¿Qué sabe él acerca del sufrimien­to?", decía otro. Una mujer se levantó la blusa para mostrar las señales de tortura que había sufrido en un campo de con­centración: "Nosotros sufrimos el terror, los castigos, la tor­tura, la muerte", agregó.

En otro grupo un hombre negro mostraba su cuello con las señales de la cuerda de la horca. "Linchado por el solo crimen de ser negro", informó. Había docenas de esos gru­pos y cada uno se quejaba contra Dios por el mal y el sufri­miento en la tierra, que él había permitido. "¡Qué feliz es Dios de vivir en el cielo donde no hay hambre, ni sed, ni llan­to, ni enfermedad, ni dolor, ni odio!"

"¿Qué sabe él en realidad de lo que el hombre se ha visto obligado a soportar en la tierra?"

118 QUINIENTAS TRES

Cada grupo envió un líder para formar un tribunal y juz­gar a Dios. El grupo estaba formado por un judío, un negro, un paria intocable de la India, uno nacido ilegítimo, otro que estuvo en campos de concentración en Siberia, otros de Hiroshima y, así, otros más.

Su decisión fue que antes de que Dios les juzgara, que primero fuera condenado a vivir por un tiempo en la tierra como un hombre.

Pero debido a que él era Dios había que establecer cier­tas condiciones para asegurarse de que no usaría para su protección y beneficio sus poderes divinos. Tendría que nacer como un judío; que se dudara de la legitimidad de su nacimiento, a fin de que nadie pudiera saber quién era su padre. Que fuera el líder de una causa tan justa, pero tan ra­dical que acarreara sobre sí la oposición, el odio, la conde­nación y el esfuerzo de todo gran grupo tradicional religioso establecido, al punto que conspiraran para eliminarlo. "De­jémosle que conozca y experimente toda la profundidad de la miseria humana", dijeron. "Dejémosle que sea traicionado por un amigo, acusado de cargos falsos, juzgado por un tri­bunal dominado por la parcialidad y el prejuicio. Que sepa lo que es estar completamente solo y totalmente abandonado. Permitámosle que le torturen y que muera, y que lo haga de la forma más humillante."

Cuando todos habían hablado y la redacción de la sen­tencia estaba completada, se produjo un extraordinario silen­cio. Nadie dijo ni una sola palabra. Todos se dieron cuenta de que Dios ya había cumplido la sentencia... en Cristo Jesús.

1 8 3 . HONRADEZ DUDOSA

Una maestra estaba tratando de enseñar a sus alumnos la importancia de la honradez y preguntó a la clase:

—Supongamos que encuentran una cartera de mano con un millón de pesos en ella, ¿qué harían ustedes?

II l JSTRACIONES ESCOGIDAS 119

Uno de los alumnos levantó la mano rápidamente y dijo: —Si perteneciera a una familia pobre se la devolvería.

1 8 4 . SEAMOS PRÁCTICOS

Una mujer le decía a su esposo: "Este año vamos a ha­cernos regalos prácticos, tales como calcetines para los hom­bres y chaquetones de piel para las mujeres."

1 8 5 . EL SECRETO DEL PROGRESO

Todo progreso está basado sobre el deseo innato univer­sal de cada organismo de vivir por encima de sus ingresos.

1 8 6 . MADUREZ

Madurez es la habilidad de cumplir con su tarea, le su­pervisen o no, llevar dinero en el bolsillo y no gastarlo, y sufrir una injusticia sin dejarse dominar por el resentimiento y el ánimo de venganza.

1 8 7 . MORAL CRISTIANA

En 1966, un profesor estadounidense llamado Joseph Fletcher publicó un libro que tuvo bastante influencia titulado Situation Ethics (Etica de situación). Su premisa básica era que nada es universalmente bueno o malo. No hay absolu­tos. La moral está determinada por la situación. Un acto que puede ser correcto en una situación puede ser incorrecto en otra.

Lo que fue una discusión filosófica en 1966 se ha con­vertido en 1995 en la base moral de muchos. Hace treinta años pocos cuestionaban que la castidad no fuera algo bueno, que el trabajo diligente era la tarea de todo hombre responsable, que la conducta homosexual no era correcta, y

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que nunca estaba bien mentir, engañar, robar o cometer adulterio. Pero hoy la Biblia ya no es la base moral de muchos, sino la conveniencia.

Si llevamos la ética de situación hasta su conclusión final, terminamos con los campos de exterminio como Auschwitz y Dachau. En realidad a la entrada del campo de concen­tración de Auschwitz se encontraban las palabras de Hitler: "Quiero levantar una generación libre de conciencia." Y casi lo consiguió.

Cada día estamos bajo la influencia de la filosofía y de sis­temas de valores de aquellos que nos rodean. En un experi­mento famoso unos estudiantes pusieron una rana en un recipiente de agua y empezaron a calentarla muy lenta­mente. El agua al fin alcanzó el punto de ebullición, pero la rana nunca intentó saltar y escapar. ¿Por qué? Porque el cambio en su medio era tan sutil que la rana no se dio cuen­ta de ello hasta que era demasiado tarde.

Como cristianos, es más fácil de lo que pensamos termi­nar como la rana. Muchos hombres cristianos han cedido ante el sistema de valores del mundo porque fallaron en dis­cernir los cambios sutiles que se iban produciendo a su alrededor. Antes de que se dieran cuenta estaban metidos en agua bien caliente. Ellos no quisieron que eso sucediera, no pensaron en que les podía suceder a ellos. Pero les sucedió.

La Biblia nos traza con claridad dónde está la línea entre lo que es bueno y recto y lo que no lo es. Si como cristianos deseamos verdaderamente honrar a Dios en nuestro corazón y ser un testimonio al mundo, debemos pensar seriamente en la conexión que Jesús hizo entre cristianismo y moralidad. Lo que somos determina lo que hacemos. La Biblia nos enseña que seamos "santos y sin mancha delante de él" (Ef. 1:4); que andemos como "es digno del llamamiento con que fuisteis llamados" (Ef. 4:1); "hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Ef. 4:13); e "imitadores de Dios" (Ef. 5:1).

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1 8 8 . ME CASE CONTIGO POR TUS PROMESAS

Una mujer le decía a su marido: "No me casé contigo porque fueras perfecto, sino porque me hiciste una prome­sa." Se quitó el anillo de su dedo y mirándole, agregó: "Tu promesa de ser fiel y de cuidarme compensa por tus defec­tos, y mi promesa compensa por mis faltas. Somos dos seres imperfectos que decidieron voluntariamente casarse y las promesas son las que crearon nuestro matrimonio."

1 8 9 . EL PODER DEL BESO

Se afirma seriamente en base de estadísticas fiables, que los maridos que besan a sus esposas cada mañana antes de salir para el trabajo suelen vivir cinco años más que aquellos que no lo hacen. Los esposos que besan también suelen tener menos accidentes de automóviles, pierden menos tiempo en el trabajo y son más productivos y, por lo gene­ral, ganan más que los que no besan a sus esposas. No se tienen datos disponibles sobre esposas que besan. Quizá las compañías de seguros deberían ofrecer tarifas especiales a los esposos que besan, como se tienen para los que no fuman o no beben.

1 9 0 . EL PODER DE LA SUPOSICIÓN

Un hombre invitaba a un amigo a la celebración de su aniversario de boda y le explicaba cómo llegar hasta el lugar. Le informaba:

—Estaremos en el apartamento D del piso séptimo. Simplemente toca el botón del ascensor con el codo y llegas inmediatamente.

—¿Con el codo? ¿Por qué con el codo? —preguntó curioso el invitado.

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Y le respondieron: —¡Hombre! ¡Qué preguntas haces! ¡Porque no vas a

venir con las manos vacías!

1 9 1 . COMO LLEVARSE BIEN

Un abogado y un sicólogo conversaban en una reunión social, y el abogado le decía a su amigo:

—Observo que se lleva muy bien con su esposa, ¿no tienen nunca diferencias de opinión?

—Sin duda que sí —replicó el sicólogo—, frecuente­mente; pero en seguida las resolvemos.

—¿Cómo lo logran? —preguntó otra vez el abogado cada vez más intrigado.

—Muy simple —respondió el sicólogo—, nunca se las expreso.

1 9 2 . DOS SE CONVIERTEN EN UNO

Acabábamos de agregar a la ceremonia de bodas el encendido de las Velas de la Unidad por los novios. Les había explicado con antelación a la pareja el procedimiento, informándoles que cada uno toma una pequeña vela encen­dida, que representa su vida de solteros hasta el presente, y juntos encienden la otra vela más grande que aparece en el centro del candelabro. Cuando devuelven las pequeñas velas a sus lugares pueden, como ellos gusten, apagarlas o dejar­las encendidas simbolizando la singularidad de sus propias personalidades. Es interesante observar cómo los novios las dejan encendidas o las apagan.

En una ceremonia reciente los novios devolvieron a sus lugares sus velas encendidas. Entonces la novia, con un picaro brillo en sus ojos, se acercó a la del esposo y la apagó de un soplo. La congregación se echó a reír con este detalle.

Cuando compartí esta experiencia en una reunión de

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ministros, uno de los pastores más ancianos comentó con un guiño en los ojos: "Durante la ceremonia, los dos se hacen uno, y en la luna de miel se descubre cuál de los dos es."

1 9 3 . ¿QUIEN ES EL JEFE?

El hijo de un campesino decidió casarse y su padre le advertía, diciéndole:

—Juan, en cuanto te casas pierdes la libertad. El joven no le creía, y el padre agregó: —Te lo demostraré. Toma una docena de gallinas, átalas

por las patas y échalas al carro. Después engancha los caba­llos al carro y vete al pueblo. Párate en todas las casas que encuentres en el camino y en donde encuentres que el hom­bre es el jefe, dale un caballo; y donde halles que la mujer es el jefe, dale una gallina. Ya verás cómo vas a dar todas las gallinas y te volverás con los caballos.

El hijo aceptó la propuesta y se marchó al pueblo. Fue parando en las casas que hallaba a su paso y al poco tiempo ya había entregado diez gallinas. Al poco llegó a una pe­queña y bonita casa, y vio al hombre y a su esposa sentados a la puerta.

—¿Quién es el amo aquí? —preguntó. —Yo soy —dijo el hombre. —¿Es él el jefe? —le preguntó a la mujer. —Sí, lo es —respondió ella. El joven les pidió que salieran a la calle y les explicó la

razón de sus preguntas. Seguidamente le dijo al hombre que escogiera uno de los caballos, y le aseguró que por la tarde se lo entregaría. Los dos ancianos se pusieron a examinar cuidadosamente los dos caballos y el esposo dijo al fin.

—Creo que el caballo negro es el mejor de los dos. —A mí me parece —dijo la mujer— que el bayo es el

mejor. Y elijo ese. El anciano volvió a examinar el caballo bayo y dijo: —Creo que me quedo con el bayo.

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El muchacho sonriendo respondió: —No, ustedes recibirán una gallina.

1 9 4 . HACIÉNDOSE MAS VALIOSA

El arqueólogo es el mejor marido que una mujer puede tener, pues cuanto más envejece más interesado está él en ella.

1 9 5 . EL PAPEL DE LA ESPOSA

Todo hombre necesita una esposa, porque no puede cul­par al gobierno de todo lo que le va mal en la vida.

1 9 6 . MATRIMONIO IDEAL

Un proverbio danés afirma que "un esposo sordo y una esposa ciega forman siempre una pareja ideal".

1 9 7 . DEFINICIONES

Un cristiano es aquel que hace fácil el que otros crean en Dios.

"El hombre es una caña, la más frágil de la naturaleza, pero es una caña que piensa."

Blas Pascal

El matrimonio es el arte de que dos personas incompa­tibles aprendan a ser compatibles.

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1 9 8 . ES PELIGROSO ESTANCARSE

Ya Emilio Zola había llegado a la cúspide de la fama. Se había hecho de un gran prestigio a través de su labor pe­riodística, de sus novelas en las que describía la crudeza de la vida parisiense y, sobre todo, el célebre caso del capitán Dreyfus. Su nombre corría de boca en boca. Mientras tanto él recordaba a su amigo el pintor. Su inseparable compañero de aquellos días de penuria, cuando juntos compartían la pequeña buhardilla y el escaso mendrugo de pan que apenas podían conseguir. Un día Zola se fue en su búsqueda, se lo trajo a su casa para que hiciera vida de familia y disfrutara de todas aquellas comodidades de las que él ahora disponía co­mo todo un señor burgués. El pintor se mostró muy contento los primeros meses. Pero poco a poco se fue sintiendo incó­modo. Una mañana Zola irrumpió en su habitación y para sorpresa suya vio que su amigo se preparaba para irse de la casa.

—¿Es que dejas nuestra casa? ¿Acaso no te tratamos bien? —le preguntó Zola.

Su amigo se sonrió, se le acercó y poniendo sus manos sobre el abdomen de Zola, le dijo:

—Tu vientre te ha crecido demasiado y tengo temor que me suceda lo mismo.

Juan Pablo Tamayo

1 9 9 . LOS SIETE PASOS PARA LLEGAR AL ESTANCAMIENTO

1. Nunca lo hemos hecho de esta manera. 2. No estamos preparados para eso. 3. Lo estamos naciendo bien sin eso. 4. Ya lo probamos una vez. 5. Cuesta demasiado. 6. Eso no es responsabilidad nuestra. 7. Simplemente, no funciona. Cada vez que una persona presente una idea nueva, dé

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estos pasos y esté seguro de dos cosas: Nada cambiará, y todo seguirá lo mismo que siempre, estancado.

Juan Pablo Tamayo

2 0 0 . ¿QUIERES?

¿Cerrar tu libro de quejas y abrir el volumen de alaban­zas?

¿Creer que los otros son tan sinceros como tú y tratarlos con respeto?

¿Pasar por alto lo que la vida te debe y pensar en lo que tú debes a la vida?

¿Dejar de buscar la amistad y empezar a mostrarte amis­toso?

¿Contentarte con lo que tienes y dejar de llorar por lo que no tienes?

¿Gozar de las bendiciones sencillas de la vida y dejar de luchar por los placeres artificiales del día?

¿Olvidarte de lo que tú has logrado y meditar en lo que otros han hecho por ti?

¿Dejar de buscar a alguien que te ayude y dedicarte a ayudar a otros?

¿Aceptar a Jesucristo como tu Salvador y dejar que tu vida sea una fuente de su gozo, amor y paz?

Juan Pablo Tamayo

2 0 1 . EL PECADO DE LA PREOCUPACIÓN

Francisco C. Ellis nos cuenta de un negociante quien redactó lo que él llamó un "Cuadro de Preocupación", en el cual mantenía una lista de todas sus preocupaciones. Des­cubrió que el 40 por ciento de ellas eran de cosas y situa­ciones que probablemente nunca se llevarían a cabo; 30 por ciento tenían que ver con decisiones hechas en el pasado que él ya no podía deshacer; el 12 por ciento se entendía

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con la crítica de la gente contra él; y el 10 por ciento eran preocupaciones en cuanto a su salud. Concluyó que sola­mente el 8 por ciento de ellas eran legítimas. Jesús dijo mucho en cuanto al pecado de la preocupación. En 1 Pedro 5:7 nos ha invitado a echar sobre él todas nuestras an­siedades: porque él tiene cuidado de nosotros. Acuérdate que la ansiedad es el ácido que carcome el ropaje de la fe. La fe empieza donde termina la ansiedad. El opuesto tam­bién es verdad. La ansiedad empieza donde termina la fe.

Juan Pablo Tamayo

2 0 2 . DOS PERSPECTIVAS: EL BALCÓN Y EL CAMINO

Esta cuestión fundamental de la perspectiva que ha de adoptarse en la búsqueda de la verdad, aparecerá con más claridad si asociamos cada una de esas actitudes fundamen­tales con un símbolo, de tal modo que podamos visualizar mejor la materia que estamos considerando. Llamaremos a una de esas actitudes El Balcón; a la otra, El Camino.

El balcón: Esa pequeña plataforma de madera o piedra, que sobresale de la fachada, en las ventanales altos de las ca­sas españolas e iberoamericanas, es el lugar en que la fami­lia puede reunirse al atardecer o por la noche, para contem­plar, a guisa de espectadores, todo lo que pasa allá abajo en la calle o en la plaza, o para ver la puesta del sol, o para ex­tasiarse ante las estrellas de lo alto. Concebido así, el balcón es el punto de vista clásico y, por lo tanto, el símbolo del es­pectador perfecto, para quien la vida y el universo son obje­tos permanentes de estudio y contemplación. No es necesa­rio, en el sentido en que aquí usamos el término, que el bal­cón esté fijo en un sitio. Un hombre puede vivir una exis­tencia permanentemente balconizada, aun cuando tenga físi­camente la ubicuidad de un trotamundos. Porque el balcón significa una inmovilidad del alma, que puede coexistir per-

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fectamente con un cuerpo móvil y peripatético. Por camino quiero decir el lugar en que la vida se vive

tensamente, donde el pensamiento nace del conflicto y el serio interés, donde se efectúan elecciones y se llevan a cabo decisiones. Lugar de acción, de peregrinación, de cruzada, donde jamás está ausente del corazón del caminante un interés serio y profundo. En el camino se busca una meta, se corren peligros, se derrama a cada paso la vida. Guar­démonos, sin embargo, de interpretar el camino en términos puramente materiales. Muchos, cuyas vidas han transcurrido en el camino, jamás han viajado muy lejos de su escritorio o su pulpito, su clínica del hospital o su banco de carpintero. Otros que sirven en el camino, "sólo están en pie, listos a servir". Porque el camino, como el balcón, es un estado de ánimo.

Juan A. Mackay

2 0 3 . UN DOMINGO SIN EXCUSAS

Para aumentar la asistencia, las iglesias deberían consi­derar el hacerle propaganda a un "domingo sin excusas". Veamos cómo funcionaría esto.

Se pondrían camitas en los pasillos del templo para aquellos que dicen: "El domingo es el único día en que puedo dormir un poquito más."

Se proveerían cascos de acero para los que dicen: "El techo se va a caer el día que yo vuelva a este templo."

Habría cobijas para los que dicen que en la iglesia hace frío y ventiladores para los que dicen que hace mucho calor.

Se tendrían audífonos para los que dicen que el pastor habla en voz muy baja, y bolitas de algodón para los que dicen que el pastor habla muy alto.

Estarían listas las tarjetas de registro para que fueran anotando puntos los que dicen que en la iglesia hay muchos hipócritas.

Estarían de asistentes algunos parientes de los que el

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domingo van a visitar a sus familiares. Una sección del templo sería decorada con césped y

vegetación artifical, para los que les gusta hablar a Dios en la naturaleza los domingos por la mañana.

Por último, se decoraría el santuario con flores de Pascua y lirios de Resurrección para aquellos que nunca han visto el templo si no es con esos arreglos florales.

Al desaparecer todas esas excusas típicas, deberá haber una asistencia record en "el domingo sin excusas".

2 0 4 . DOCE COSAS PARA APRENDER

1. El valor del tiempo. 2. La necesidad de la perseverancia. 3. El placer del trabajo. 4. La dignidad de la sencillez. 5. La importancia del carácter. 6. El poder de la bondad. 7. La influencia del ejemplo. 8. La obligación del deber. 9. La sabiduría de la economía.

10. La virtud de la paciencia. 11. El cultivo de los talentos. 12. El gozo de crear.

2 0 5 . EL HOMBRE DE DOBLE ANIMO Santiago 1:8

Hay una especie de lagarto conocido como estinco porque tiene dos cabezas, una a cada extremo de su cuerpo. Es una especie rarísima e ilustra perfectamente la frus­tración. Cuando quiere correr, sus patas en realidad se mueven en direcciones opuestas.

Aunque parezca increíble ilustra muy bien la vida de muchos creyentes en Cristo. Todos tenemos tendencia al

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pecado, pero cuando nacemos de nuevo por la fe en Cristo Jesús, recibimos una nueva naturaleza. Esto suscita a menu­do una intensa lucha interna. Experimentamos un conflicto continuo entre la mente de Cristo y nuestra antigua manera de pensar y vivir.

Si no nos sometemos completamente al Señor, sino in­tentamos servir también al yo, nos pareceremos al estinco de dos cabezas que intenta ir a la vez en dos direcciones opues­tas. Jesús dijo: "Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y me­nospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas" (Mat. 6:24).

Rindámonos totalmente a Cristo, es la única manera de evitar la frustración de ser una persona de doble ánimo.

2 0 6 . PUNTO DE VISTA

Al pastor de una iglesia muy conservadora de una pequeña ciudad le regalaron un traje blanco, pero él no se animaba a ponérselo. Pero debido a que era tan elegante y le caía tan bien, un domingo se dispuso a estrenarlo. Cuando salía para el templo, le preguntó a su esposa qué le parecía; ella se le quedó mirando un rato y, al final, dijo: "Bueno, todo depende de qué pretendes hacer, si vas a predicar o a vender pollos fritos."

2 0 7 . HECHOS Y FE

Un pastor estaba hablando a su congregación sobre la relación entre los hechos y la fe. Decía: "Que ustedes están sentados aquí delante de mí, es un hecho. Que yo estoy aquí detrás del pulpito habiéndoles, es un hecho. Que yo crea que alguien me está prestando atención, es fe."

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2 0 8 . NO SEA DEMASIADO HUMILDE

Después del culto de adoración una señora mayor se acercó al pastor, que llevaba sólo unos pocos meses en la iglesia, y le dijo:

—Soy sorda y no puedo oír lo que dice, pero con todo vengo siempre para llenarme.

Deseando consolarla, el pastor le dijo: —Quizá no se está perdiendo gran cosa. —Sí, eso es lo que me dicen todos —replicó ella.

2 0 9 . EL IMPACTO DE LOS SERMONES

Hace varios años un lector de la revista British Weekly escribió una carta al editor diciendo: "Estimado editor: He notado que los ministros le dan mucha importancia a los ser­mones y dedican mucho tiempo a su preparación. He venido asistiendo con regularidad a los servicios religiosos durante los últimos treinta años y en todo este tiempo, si mi esti­mación es correcta, habré escuchado no menos de tres mil sermones. Pero para mi consternación, he descubierto que no puedo recordar ni uno de ellos. Me pregunto si no sería más provechoso que los ministros dedicaran su tiempo a otra cosa. Sinceramente..."

Dicha carta produjo un aluvión de respuestas de todos los colores, en las que se debatieron los pros y los contras de los sermones. Una carta que puso fin al debate decía: "Señor editor: Llevo casado treinta años. Durante este tiempo he tomado unas 32.850 comidas, cocinadas en su mayoría por mi esposa. Repentinamente he descubierto que no puedo recordar el menú de ninguna de ellas. Y, no obstante, he recibido gran beneficio de cada una de ellas. Tengo la clara impresión que sin esas comidas hace mucho que me habría muerto de hambre. Atentamente..."

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2 1 0 . CREACIÓN

Un europeo escéptico cruzaba el desierto del Sahara con un guía árabe. Cada día el árabe se arrodillaba en la arena ardiente e invocaba a Dios. El escéptico un día le preguntó:

—¿Cómo sabe que existe Dios? —Le contestaré en un momento —replicó el árabe—.

Pero déjeme hacerle primero otra pregunta, ¿cómo supo usted esta mañana que fue un camello y no un hombre lo que pasó cerca de nuestra tienda?

El europeo se rió y dijo: —Muy simple, por las huellas en la arena. Las huellas

eran las de un camello y no las de un hombre. Señalando hacia el occidente, a la puesta del sol, con los

brillantes arreboles de rojo, oro y púrpura reflejándose en el cielo, el árabe agregó:

—Tampoco son aquellas las huellas del hombre ni de la casualidad, son las de Dios, y por eso sé que existe.

2 1 1 . GRATITUD

A finales del pasado siglo, una acomodada familia ingle­sa visitaba a unos amigos en su casa de campo de Escocia. Mientras que su hijo Winston nadaba en el lago, experimen­tó calambres en las piernas y estuvo a punto de ahogarse. Afortunadamente, el hijo del jardinero se dio cuenta y logró sacarlo del agua. La agradecida familia quería compensar a aquel jovencito escocés y, al saber de su deseo de llegar a ser un médico, proporcionaron ayuda económica para que lo lograra. Alexander Fleming se graduó años después con ho­nores y alcanzó fama mundial como descubridor de la peni­cilina.

¿Quién era el joven que salvaron de morir ahogado? Seguro que también reconocerá su nombre: Winston Churchill. Lo interesante del caso es que el señor Churchill volvió a necesitar los hábiles servicios médicos de aquel hijo del jardinero.

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Sucedió durante la Segunda Guerra Mundial que Chur­chill, siendo Primer Ministro de Inglaterra, cayó enfermo de neumonía durante la famosa conferencia de Teherán con Roosevelt y Stalin. Su condición empeoraba rápidamente y los médicos llegaron a temer por su vida.

El rey de Inglaterra estaba tan preocupado que requirió los servicios del mejor médico del país. ¿Sabe quién? De esa manera Dios volvió a unir a Churchil y a Fleming, quien ayu­dó a salvar la misma vida dos veces.

2 1 2 . ¿ES USTED UN BUEN SAMARITANO? Lucas 10:33

Se cuenta de un profesor de homilética en un seminario que les pidió a sus alumnos que preparasen un sermón sobre la parábola del Buen Samaritano. Aquel sermón tendría una incidencia importante en su calificación de fin de curso. Cuando llegó el día para predicar su sermón en clase, cada uno de los estudiantes se encontró con una persona que les causó un cierto retraso en su camino hacia el aula. Mientras caminaban a toda prisa por el campus, se encontraron con una persona que decía estar necesitada. Irónicamente ninguno de ellos se detuvo para ayudar. Al final el profesor, quien había preparado a propósito aquellos encuentros, comentó: "Al fin de cuentas, ellos tenían la gran tarea de predicar un sermón muy importante."

Los seguidores de Cristo podemos predicar grandes ser­mones al mundo mostrando la bondad de Dios, mostrando bondad samaritana hacia otros, y no sólo hablando acerca de ella. ¿Cómo le va a usted? Cada vez que se encuentra con alguien en necesidad está viviendo la parábola del Buen Samaritano. ¿Dedica tiempo y fuerzas a involucrarse en la necesidad de su prójimo?

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2 1 3 . SERVICIO

Se dice que Albert Einstein, hacia el final de su vida quitó los retratos de dos científicos —Newton y Maxwell— de la pared donde los tenía en su estudio y los reemplazó por otros de Gandhi y Schweitzer. Cuando alguien le preguntó explicó que había llegado la hora de reemplazar la imagen del éxito por la del servicio. ¿Qué retratos cuelgan de la pared de tu oficina? ¿Los de predicadores de éxito o los de santos que sirven?

2 1 4 . EL EFECTO DE LEER LA BIBLIA

Un creyente estaba desanimado en su intento de leer y memorizar las Escrituras. Decía:

—No me aprovecha. No me importa cuánto leo, siem­pre lo olvido, no lo puedo retener.

Su sabio pastor le contestó: —¡Animo, hombre! Cuando echas agua por un colador,

no importa cuánta eches, no logras retenerla, pero al menos siempre terminas con un colador más limpio.

2 1 5 . ¿ADRENALINA O VITAMINAS?

Algunos parecen esperar que la lectura de la Biblia actúe en ellos como una especie de inyección de adrenalina que cause efectos inmediatos. Aunque ese efecto de "inyección" puede sucedemos de vez en cuando, los beneficios de la Palabra de Dios son más a semejanza de las vitaminas. La gente que toma vitaminas lo hace por los efectos benefi­ciosos a largo plazo, no porque sientan en sus cuerpos efec­tos inmediatos. Los toman regularmente porque les ayudará a tener mejor salud y mayor resistencia contra las enfer­medades.

Lo mismo sucede con la Biblia. A veces tiene en nosotros un impacto repentino e intenso. Sin embargo, el

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verdadero valor está en el efecto acumulativo tan beneficioso que viene al leerla y asimilarla en forma regular.

2 1 6 . ¿HAS VISTO ALGUNA VEZ UN ÁNGEL?

El misionero John G. Patón, que ministró en las islas Nuevas Hébridas, da testimonio de la acción protectora de los ángeles. Los hostiles nativos rodearon su casa una noche con la intención de incendiarla y matar a los Patón dentro. El pastor y su esposa oraron toda la noche y al amanecer descubrieron, para su gozosa sorpresa, que los atacantes se habían marchado.

Un año después el jefe de aquella tribu se convirtió al cristianismo. Patón le preguntó un día qué les había frenado en su intento de quemar la casa y matarlos. El cacique le respondió con otra pregunta:

—¿Quiénes eran todos aquellos hombres que estaban con ustedes en la casa?

—Nadie excepto mi esposa y yo —respondió el misionero.

Pero el jefe de la tribu insistió en que él había visto muchos hombres montando guardia alrededor de la casa. Hombres fuertes con vestiduras resplandecientes y espadas en sus manos.

Y el doctor S. W. Mitchell, un reputado neurólogo de Filadelfia cuenta que una noche, después de un día de mucho trabajo, cuando descansaba, le despertó el ruido insistente de alguien que llamaba a la puerta. Era una niña pequeña, pobremente vestida y mostrando inquietud en su rostro. Le dijo que su madre estaba enferma y que necesitaba ayuda. Aunque era una noche muy fría y de nieve y él se encontra­ba muy cansado, se vistió y fue con la niña a ver a la madre, a quien encontró muy enferma con pulmonía.

Después de examinarla y darle algunas medicinas, el doc­tor Mitchell felicitó a la señora por su hija tan persistente y valiente. La mujer le miró de forma extraña y le dijo.-

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"Mi hija murió hace un mes. Sus zapatos y abrigo están colgados allí en el armario."

El doctor Mitchell fue al armario y abrió la puerta. Allí estaba el mismo abrigo que llevaba la niña que había llama­do a su puerta. El abrigo estaba seco y caliente y no podía haber estado afuera, expuesto al frío y la nieve.

Billy Graham Angeles: Agentes Secretos de Dios

2 1 7 . COMO LOGRARLO

Hay tres maneras de lograr que se hagan las cosas: 1. Hágalo usted mismo. 2. Contrate a alguien para que lo haga. 3. Prohiba a sus hijos hacerlo.

2 1 8 . LA INDEPENDENCIA DE LOS ADOLESCENTES

Alguien escuchó a una madre comentar acerca de su hija adolescente: "Ella es muy independiente, vive en nuestra casa como si estuviera sola."

2 1 9 . TIEMPO OPORTUNO

¿Por qué no vendrán los grandes problemas de la vida a los dieciocho años que es cuando lo sabes todo?

2 2 0 . AMIGOS

Dos amigos fueron a acampar al bosque. Cuando des­pertaron en la mañana, se sentaron a la puerta de la tienda disfrutando de una buena taza de café, pero de pronto dis­tinguieron a un oso que se acercaba decidido en direción a ellos. Uno de los hombres agarró rápidamente sus botas y

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empezó a ponérselas, y el otro le preguntó sorprendido: —¿Es que crees que le vas a ganar a correr al oso? —No, no es necesario. Todo lo que necesito es correr

más que tú —replicó el otro.

2 2 1 . SIERVOS DE DIOS

Un hombre de Dios solía decir: "Dios tiene tres clases de siervos en el mundo. Algunos son esclavos y le sirven por temor; otros son jornaleros y le sirven por la paga; y otros son hijos y le sirven por amor." ¿En qué grupo está usted?

2 2 2 . ¿SERA EL PECADO?

¿Cómo es que siendo tan inteligentes, cultos, educados, dotados, idealistas, artistas y eruditos, somos todavía tan egoístas, intrigantes, chismosos, deshonestos, impacientes, arrogantes y faltos de respeto por otros?

2 2 3 . ENFOQUE APROPIADO DE LA CREACIÓN

Existe una capilla en los Pirineos franceses donde la gente suele ir a orar por sanidad. Un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que había perdido una pierna en la guerra, iba de vez en cuando a dicha capilla. Una vez, cuando cami­naba penosamente con sus muletas calle arriba, camino de la capilla, alguien que le vio comentó:

—¡Mira ese tonto! ¿Creerá que Dios le va a devolver la pierna?

Aquel hombre joven llegó a escuchar el comentario y respondió:

—No, por supuesto que no espero que Dios me devuel­va la pierna que perdí. Voy a orar para que me dé las fuerzas para vivir sin ella.

QUINIENTAS TRES

2 2 4 . ORAD SIN CESAR

A veces hemos oído decir: "No sé sobre qué orar." O, personas que solicitan una lista de oración y oran por los misioneros porque no saben qué más hacer. Una señora confesaba una vez: "No puedo orar por más de dos minutos cada vez. ¿Qué puedo hacer?" Cuando la gente me dice co­sas así, les contesto: "¿En qué ha estado pensando en los úl­timos días o qué le preocupó esta semana? Ore acerca de ello. Convierta sus pensamientos en oración. Orar no es so­lamente pensar acerca de cosas nuevas, sino que es sobre todo un diálogo. Conviértalo de un monólogo centrado en usted en una conversación con Dios."

2 2 5 . LA POSTURA MAS EFICAZ PARA ORAR

Tres ministros conversaban acerca de la oración en ge­neral y cuál sería la postura más eficaz para orar. Mientras ellos hablaban un albañil hacía reparaciones en la casa y les escuchaba. Uno de los ministros aseguraba que la clave esta­ba en las manos. El unía sus manos y las elevaba en un gesto de adoración a Dios. El segundo aseguraba que la verdadera oración de poder se hacía de rodillas. El tercero afirmaba que los otros estaban equivocados y que la postura correcta era estar extendido boca abajo en el suelo.

En este punto el albañil no pudo aguantar más y dijo: "He experimentado que el momento más efectivo para mí de orar fue aquel día que colgaba cabeza abajo de un andamio a veinte metros de altura, a causa de que se había roto una parte del andamio. Nunca jamás oré más ferviente y sinceramente."

2 2 6 . ORACIÓN EN EL CONGRESO

Una vez le preguntaron a un capellán del Congreso de los Estados Unidos si oraba por los senadores. A lo que el

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capellán respondió: "No, miro a los senadores y oro por el país."

2 2 7 . QUEDO CONVENCIDO

Todos en la empresa estaban dispuestos a firmar para el nuevo plan de seguro de accidente y vida, menos Samuel. Desafortunadamente se necesitaba la participación de toda la plantilla, pues de otra manera la compañía de seguros no seguiría con aquella oferta especial.

Todos intercedieron con Samuel, razonándole y rogando que accediera y firmara.

Al fin, el dueño de la empresa lo llamó y le dijo: —Aquí está la copia del nuevo plan de seguros y aquí

tienes un bolígrafo. Quiero que firmes ahora mismo. Siento decírtelo, pero si no firmas, quedas despedido. Así que de­cide ahora mismo. *

Samuel firmó en ese mismo instante. —Muy bien, Samuel —agregó el jefe—. ¿Me quieres

decir por qué no podías firmar antes? —Es que nadie hasta ahora me lo había explicado con

tanta claridad —contestó el empleado.

2 2 8 . FUERTE MOTIVACIÓN

La gente va a la escuela por diferentes razones, pero un individuo dio una de las mejores cuando contaba: "Mi padre y mi tío actuaban como balas de cañón en un circo. Mi padre siempre me insistía en que terminara la secundaria y fuera a la universidad, pero no le hacía caso. Un día mi tío salió dis­parado del cañón, no llegó a la red y fue a parar contra una valla haciéndose bastante daño. Aquel día decidí estudiar y no fallé hasta terminar."

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2 3 6 . EL MEJOR PREDICADOR

El famoso predicador G. Campbell Morgan tuvo cuatro hijos que también fueron predicadores. Howard, el más jo­ven, fue también tenido como un gran predicador. Una vez ocupó el pulpito de su padre mientras éste predicaba al otro lado del Atlántico, en Londres. Alguien que quería averiguar lo que realmente pensaba Howard, le preguntó:

—Howard, ¿quién es el mejor predicador de la familia? Sin dudarlo un momento, respondió: —Mi madre. Algunas veces los hombres y mujeres que nunca suben a

un pulpito predican los mejores sermones al vivir a diario la Palabra de Dios en sus vidas.

237. FRASES SOBRE EL DINERO El dinero no puede comprar amigos, pero hace que tus

enemigos te traten un poco mejor.

Se nos dice que el dinero no puede comprar la felicidad, pero infinidad de personas quisieran tener la oportunidad de comprobarlo por ellas mismas.

Mucha gente se ha dado cuenta al fin de que el dinero no puede comprar la felicidad, y ahora prueban con las tarjetas de crédito.

La gente procura vivir dentro del límite de sus ingresos a fin de poder pagar los impuestos a un gobierno que siempre se pasa en los gastos.

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Un comprador al por mayor de prendas de vestir visita­ba Corea y le agasajaron con un gran banquete. Le invitaron a hablar y contó una anécdota poco divertida y larga. El tra­ductor la repitió al grupo en pocas palabras y la audiencia se rió y aplaudió. Más tarde, el hombre de negocios comenta­ba con el traductor:

—Fue estupenda la manera en que la gente apreció mi anécdota, y me maravilló la manera tan breve en que se puede expresar en coreano.

El intérprete le confesó: —No fue así. Yo simplemente les dije: "Este hombre tan

rico ha contado una historia chistosa. Hagan lo que consi­deren apropiado."

Un presupuesto es un documento teológico, pues indica a quién o qué adoramos.

2 3 8 . COMUNICACIÓN

Cuentan que William Barclay, el gran erudito de la Biblia ya fallecido, desarrolló su gran habilidad para comunicar el evangelio con la ayuda de una señora miembro de su iglesia en Escocia. Durante un invierno que estuvo enferma, él la visitaba regularmente todas las semanas hasta que se recu­peró. En su última visita, ella le compartió: "Cuando está aquí, me habla y ora, le entiendo perfectamente cada pala­bra y frase, y me es de gran bendición. Pero, cuando está en el pulpito, siempre pasa por encima de mi cabeza." A partir de entonces siempre procuraba predicar con el vocabulario sencillo de la visitación personal.

2 3 9 . PERRO VALIOSO

El pastor predicó un sermón cortito y después explicó:

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"Nuestro perro se metió en mi oficina y se comió varias de mis notas." Al finalizar el servicio, un visitante de otra igle­sia se le acercó y le dijo: "Pastor, si su perro alguna vez tiene perritos, regálele uno, por favor, a nuestro predicador."

2 4 0 . EL PELIGRO DE HABLAR CLARO

Un joven predicador llegó a pastorear su primera iglesia. La congregación era pequeña y estaba compuesta en su totalidad por la gente de un pequeño pueblo maderero. To­dos trabajaban en la industria de la madera del lugar, que se hallaba en fuerte competencia con otra empresa a unos ki­lómetros río arriba. No pasó mucho sin que el pastor se diera cuenta de algo que le dejó muy pensativo. Un día que pasea­ba por el bosque vio por casualidad a unos obreros de la empresa del pueblo sacando troncos del río que pertenecían a la competencia, les cortaban la punta donde aparecían las siglas de la otra empresa y los metían en su propia serrería. El pastor se quedó muy preocupado por lo que había visto y trabajó todo el resto de la semana en un sermón titulado: "No codiciarás la propiedad de tu vecino." El mensaje cayó bien y la mayoría felicitó al pastor elogiando bastante su manera de predicar. Pero al lunes siguiente todo siguió como de costumbre, nadie se dio por enterado y siguieron hacien­do las mismas cosas de siempre: Robando los troncos del vecino. Así que al siguiente domingo predicó un mensaje más específico y fuerte. Lo tituló: "No robarás." "¡Fan­tástico!" "¡Estupendo!", le dijeron muchos. Pero a la semana siguiente todo siguió igual. El pastor se sintió indignado y pensó: "¡Esto ya es por demás! ¡Hay que terminar con esta situación!" Por lo que al domingo siguiente predicó un men­saje bien específico: "No robarás del río los troncos de tu vecino." Aquella misma noche le expulsaron de la iglesia y del pueblo.

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2 4 1 . ¿DONDE ESTA TU DIOS?

En un pequeño pueblecito cafetalero de Heredia, Costa Rica, dos jóvenes enamorados decidieron unir sus vidas en matrimonio. El día de la boda ella lucía bella, llena de dulzn. ra y encanto. El novio lucía pantalón azul, camisa blanca engomada y una faja roja que su novia le había tejido.

Cuando terminó la fiesta, los recién casados se dirigieron a la casita que les habían prestado en el centro de la finca Era una casa vieja. Amueblada a la antigua, recién pintada de blanco. Al llegar, la novia —llena de inocencia y pureza-, propuso a su esposo jugar a las escondidillas. El, compla-ciente, aceptó. Se escondieron, corrieron, se besaron y sg volvían a esconder entre las matas de plátano del cafetal. De

pronto la novia no encontró a su querido esposo. Lo llamó lo buscó... inútil. Pasaron las horas, los días, meses y años en el más grande misterio. El novio se había esfumado.

Veinte años después, la casa fue cedida a otra familia Los deteriorados muebles fueron sacados para su destruc­ción. Una caja de caudales, vieja, corroída, fue abierta y e| misterio se desveló. Dentro acurrucado estaba el novio. $e

había ocultado allí y la puerta se había cerrado. Sus gritos no salieron al exterior. Sólo había un puñado de huesos con el pantalón azul, camisa blanca engomada y la faja roja que la

novia llena de amor había tejido. Aquella esposa nunca disfrutó de su esposo aunque

siempre lo tuvo en su casa. ¿Dónde está tu Dios? ¿Acaso en tu corazón? Pero, ¿er,

qué condiciones?

2 4 2 . PROPOSITO

A veces resulta fácil perder de vista el verdadero propósi­to del ministerio cuando quedamos atrapados en la mecáni­ca rutinaria de hacer las cosas.

Hace años el funcionario del gobierno encargado de

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supervisar el transporte público mediante autobuses en una ciudad, recibió un gran número de quejas. Los ciudadanos alegaban que los autobuses pasaban de largo casi vacíos en las paradas llenas de pasajeros, sin parar a recogerlos. Cuando la comisión investigadora informó, dijo que los con­ductores de los autobuses tenían que pasar de largo en las paradas, aunque hubiera pasajeros, porque tenían que obser­var puntualmente el horario, o de lo contrario eran repren­didos y castigados. Resultó que al final era más importante mantener el horario que servir al público.

Eso sucede frecuentemente cuando las personas pierden de vista el verdadero objetivo. La mecánica de cumplir con la tarea terminaba por ser más importante que el propósito de la misma.

2 4 3 . UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Se acercó a mi mesa con los labios temblorosos. La lección había terminado. "¿Tiene una hoja nueva para mí, maestro? Esta la he estropeado." Tomé su hoja sucia y con borrones, y le di otra nueva, inmaculada. Luego, sonriendo, le hablé al corazón así: "Ahora, hijo mío, hazlo mejor."

Me acerqué al Trono con corazón tembloroso. El año había terminado. "¿Tienes un año nuevo para mí, Maestro querido? Pues éste lo he estropeado." Tomó mi año, sucio y con borrones, y me dio uno nuevo, inmaculado. Luego, sonriendo, habló a mi corazón así: "Ahora, hijo mío, hazlo mejor."

Anónimo

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2 4 4 . NEGOCIOS APRESURADOS Y PERDIDAS DOLOROSAS

Lucas 14:25-33

Hay una historia chispeante acerca de dos mercaderes. Uno era barbilampiño y por mucho que lo intentaba no lograba que le creciera la barba. El otro, por el contrario, tenía una barba abundante y larga. Un día el barbilampiño le propuso al barbudo:

—Mi amigo, tú tienes una barba envidiable, ¿estarías dis­puesto a vendérmela?

—¿Por qué no? —respondió el otro—. Si el pago es apropiado estoy dispuesto.

—Te pagaré lo que me pidas —contestó el otro—. Pero hay una sola condición: La barba permanecerá en tu cara y yo la cuidaré. La lavaré, cortaré, perfumaré, etc. La barba estará en tu cara pero será mía completamente, y tú me dejarás cuidarla cada vez que quiera.

Al amigo le pareció aquello un poco extraño, pero no puso objeción. Así que el barbilampiño compró la barba de su amigo y la dejó en su cara, y cumplió su palabra de cui­darla con esmero. A cualquier hora del día o de la noche, iba a la tienda o casa del amigo y reclamaba su derecho de cuidar de su barba. Algunas veces la peinaba y estiraba con el peine de púas y otras la bañaba con perfumes muy olorosos. No importaba cuan ocupado estuviera el amigo, él reclamaba y ejercía su derecho de cuidar de su barba.

Cuando el amigo protestaba, él decía: —Es mi barba y hago con ella lo que quiero. Pronto el amigo se cansó y alegando que ya no podía

aguantarlo más, anunció que se iba a afeitar la barba. —Quieres decir mi barba. Si haces eso te llevaré a los tri­

bunales, pues tenemos un contrato. Al fin el barbudo se rindió y dijo: —Está bien, tú ganas. Quiero recuperar mi barba y te

pagaré lo que me pidas.

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—¡Oh! —replicó el barbilampiño—, estoy muy orgulloso de mi barba y me va a costar mucho desprenderme de ella. Pero si me pagas cuatro veces lo que a mí me costó, te la cederé.

El pobre barbudo casi se desmaya del susto, pero con­siderando todo lo que había sufrido y soportado por causa de la barba, pagó lo que le pidieron.

Inmediatamente después se afeitó la barba. Había perdi­do su dinero y su barba, pero había aprendido una lección importante acerca de meterse en negocios apresuradamente y lo que cuesta salir de ellos. Jesús ya nos advirtió con aque­lla ilustración del hombre que se dispone a edificar una torre sin contar el costo.

245. ALGUNOS NUNCA APRENDEN Dos cazadores se adentraron en el norte del Canadá bus­

cando antas. Cuando regresaron al lugar donde les esperaba el piloto que les llevaría de vuelta a sus casas, llevaban seis antas. Al verlo el piloto les dijo que el avión sólo podía car­gar cuatro. Los cazadores protestaron:

"El avión que usamos el año pasado era exactamente como éste. La potencia era la misma, el tiempo era similar y teníamos seis antas."

Al oír su razonamiento, el piloto accedió al fin, pero muy a regañadientes. Metieron toda la carga en el avión y despe­garon. Desafortunadamente el avión no tenía potencia sufi­ciente para elevarse lo necesario y salir del valle con toda aquella carga y se estrelló. Al salir como pudieron de los restos del avión, uno de los cazadores le preguntó al otro si sabía dónde estaban. A lo que el otro respondió:

"No estoy seguro, pero me parece que estamos a unos cuatro kilómetros de donde nos estrellamos el año pasado."

Estas cosas suceden frecuentemente y todos somos cul­pables de algo así en nuestra vida. Pero por desgracia algu-

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ñas personas nunca aprenden ni siquiera después de graves pérdidas.

2 4 6 . LOS SIETE PECADOS CAPITALES DEL HOMBRE MODERNO

1. Política sin principios. 2. Riqueza sin trabajar. 3. Placer sin conciencia. 4. Conocimiento sin carácter. 5. Comercio sin moralidad. 6. Adoración sin sacrificio. 7. Ciencia sin humanidad.

Atribuido a Gandhi

2 4 7 . NO ES BARATO SI TE CUESTA TODO LO QUE TIENES

Lisa le decía a su hermano mayor: —¡Mira! Tengo nueve pesos y once centavos para los

regalos de Navidad. A lo que Miguel replicó: —No podrás comprar nada que valga la pena para

regalar a cada uno con ese dinero. Con mucha confianza, Lisa contestó: —Pues voy a intentarlo. Mientras ella salía, Miguel dijo a media voz con sarcas­

mo: —Sin duda serán regalos baratos. Lisa alcanzó a oírlo y respondió: —Nada es barato, Miguel, si te cuesta todo lo que tienes. Y nada es barato en la Navidad ante los ojos de Dios,

pues, después de todo, él se dio a sí mismo.

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2 4 8 . DESEEMOS LO MEJOR PARA OTROS

Al orar por otros debemos desear lo mejor para ellos. Debemos morir a nuestros deseos egoístas y buscar sólo lo mejor de Dios. No le podemos poner condiciones a Dios en nuestras oraciones, sin importar lo que pueda costamos. Cuando le ponemos a Dios condiciones, frecuentemente sucede que él hace de aquello la condición para contes­tarnos.

Carlos había estado orando durante meses por su hijo rebelde. Su hijo de veintidós años había dejado el hogar paterno y vivía con otros jóvenes en una zona poco re­comendable de la ciudad. Carlos sabía que su hijo había esta­do involucrado en drogas antes y pronto supo que ahora las vendía. La gran preocupación de Carlos era que Dios hiciera que el hijo volviera al hogar y que no fuera arrestado.

Una mañana, mientras oraba, Dios le habló. Se dio cuenta de su petición egoísta. Era un hombre muy conocido en el pueblo y sería muy embarazoso para él que su hijo fuera arrestado a causa de vender drogas. Carlos le dijo al Señor que si la única manera de liberar a su hijo del pecado era que fuera arrestado, él estaba dispuesto a que ocurriera sin importar su reputación personal.

A los pocos días Carlos recibió una llamada telefónica de la policía. Su hijo había sido arrestado por posesión ilegal de drogas e intento de venderlas. Cuando Carlos iba hacia la cárcel para pagar la fianza y sacar a su hijo se dio cuenta de que Dios había estado esperando a que él tuviera la actitud correcta a fin de que su hijo pudiera volver a casa.

Dios honró la obediencia de Carlos y él y su hijo pudie­ron restaurar sus dañadas relaciones.

Cuando oramos por alguien debemos quitar de en medio nuestros intereses egoístas y dejar que Dios obre en la forma que más convenga. Quizá no resulte como nosotros quisié­ramos, pero será lo mejor para las dos partes.

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2 4 9 . EL CUERPO SE AVIVA CON AMOR Romanos 15:5-7

Una señora de edad no podía soportar el ver gatos va­gabundos desamparados en las noches frías del invierno. Una tarde acogió a seis de estos gatos, además de su propio perro y su gato. Después de acostarse le atacó una enfer­medad repentina y no se pudo levantar de la cama. La casa se enfrió al apagarse la estufa. Las ventanas temblaban azo­tadas por el viento de la noche. La temperatura descendió a bajo cero. Parecía no haber esperanza para esta anciana.

Cuando los vecinos la echaron de menos al día siguiente la encontraron en su cama, bien calentita. A cada lado de su cabeza ronroneaba un gato vagabundo, otro estaba alrede­dor de su cuello como una estola de piel. Dos se habían aco­modado bajo sus axilas y dos más a sus costados. Su perro se había tumbado sobre su estómago. Los vagabundos que había protegido le salvaron la vida.

Tal como Cristo nos aceptó cuando éramos desagrada­bles, débiles y nada parecidos a él, así nosotros debemos recibir voluntariamente a los que son "hermanos débiles" y ser comprensivos con su forma de vida que no aprobamos precisamente.

La iglesia debe también acoger a los extraviados, los inadaptados, los enfermos. Estos forasteros, recibidos y ali­mentados, podrían proteger a la iglesia de caer en el lento enfriamiento del profesionalismo y el formalismo.

2 5 0 . LOS HUESOS DE BUDA

Hace algún tiempo se encontraron los huesos de Buda, según se dice. Miles de sus devotos desfilaron por la calle para rendirles homenaje cuando eran llevados a una ciudad sagrada de la India.

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Un misionero que se encontraba entre la multitud, al ver que todos se postraban, decía a un amigo: "Si se pudiera encontrar un hueso de Jesús el cristianismo se hundiría."

¡Cuan cierto es todo esto! Buda está muerto; Confucio ha muerto; Mahoma está muerto, pero Cristo vive para siempre y tiene las llaves de la muerte y de la tumba. El dijo después de haber resucitado: "Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpad y ved, pues un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo" (Luc. 24:39).

Supóngase que usted está viajando y llega a un lugar donde el camino se divide y va en dos direcciones diferentes. Necesitando un guía que le indique cuál debiera tomar, mira a su alrededor y ve dos hombres: Uno está muerto y el otro vivo. ¿A cuál de los dos debiera dirigirse para saber cuál camino tomar?

2 5 1 . PRIORIDADES BIEN ESTABLECIDAS

Se cuenta de un hombre quien, mientras caminaba por la playa, se encontró sobre la arena, arrojada allí por las olas, una vieja lámpara mágica. Cuando el genio salió en respues­ta a que frotó la lámpara sólo quedaba un deseo. El hombre lo pensó por un momento, y entonces pidió que le diera la Página Financiera del periódico local, donde aparecían los resultados de la Bolsa de Valores, pero fechada exactamente un año después. El genio desapareció en una nube de humo y en su lugar quedó la página del periódico requerida, con la información solicitada. Aquel hombre se sentó frotándose las manos de puro gusto, disfrutando del tesoro encontrado. Ahora podría invertir sus ahorros en la certidumbre de que al cabo de un año sería rico. Al estar soñando despierto, la hoja del periódico cayó de sus manos y se volteó. Al otro la­do estaba la lista necrológica, con el nombre de las personas fallecidas en la ciudad en ese día. El primer nombre que aparecía en la lista llamó su atención: ¡Era el suyo!

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El propósito principal en nuestra vida es glorificar a Dios. Para eso estamos en el planeta Tierra, y no es mucho el tiempo que pasamos aquí. En nuestra corta vida de sesenta o setenta años, Dios nos permite generosamente respirar con nuestros pulmones, que nuestro corazón lata más de cien mil vece¿ cada día, y que tengamos suficiente energía mental y física para proseguir. El propósito no es que alcancemos fama o acumulemos bienes, sino que le demos honra y gloria a él. En el proceso nos permite disfrutar de ciertas alegrías y beneficios, y lograr ciertos logros. Pero debido a la brevedad de la vida debemos hacer primero lo que es primero.

2 5 2 . MOSQUITOS Y MONTES

Un hombre de Dios ilustraba la importancia de las cosas pequeñas recordando lo que pasó durante la construcción del Canal de Panamá. El primer intento de excavar el canal a través del Istmo de Panamá lo llevó a cabo una compañía francesa. Hombres y máquina lucharon con los montes y la jungla. Sin embargo, el proyecto fue abandonado no a causa de los montes, sino de los mosquitos. La fiebre amarilla, inoculada por los mosquitos, mató a millares.

Tiempo después los médicos americanos encontraron la manera de proteger a las personas de los ataques de los mos­quitos. Cuando controlaron a los mosquitos, los montes ter­minaron cayendo. Hay mucha diferencia entre mosquitos y montañas. No obstante, los mosquitos hacían mucho más daño. Muchos más hombres perecieron por causa de los mosquitos que de los montes.

Nadie alcanza el éxito en las grandes oportunidades de la vida si antes no ha sido fiel en las pequeñas obligaciones. "El que es fiel en lo muy poco también es fiel en lo mucho, y el que en lo muy poco es injusto también es injusto en lo mucho" (Luc. 16:10).

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2 5 3 . ¿OÍMOS LA VOZ DE DIOS?

El gran predicador G. Campbell Morgan escribió una vez a otro ministro pidiéndole que les ayudara predicando en un servicio especial. Como pasaron dos semanas y no recibió respuesta, le escribió de nuevo temiendo que la primera se hubiera perdido en el correo. El ministro respondió a la segunda carta diciendo que había recibido la primera y que no había contestado porque estaba "esperando en el Señor" para saber si debería aceptar o no.

Morgan le volvió a escribir cancelando la invitación, con la explicación de que en el pulpito no quería a nadie que vi­vía tan retirado del Señor que tenía que esperar dos semanas para oír su voz.

A veces oímos decir a algunos cristianos que no saben qué es lo que Dios quiere que ellos hagan. Cuando eso su­cede es porque generalmente no están a la distancia debida para escuchar su voz. Isaías vio y oyó a Dios en medio de todo el movimiento del templo. Sucedió porque él estaba dis­puesto a ver y oír.

2 5 4 . COMO SALIR DEL LABERINTO

Cuenta una leyenda griega que Teseo, el héroe ate­niense, se ofreció de voluntario para ser encerrado dentro del laberinto de Dédalo situado en la isla de Creta, donde reinaba el rey Minos. En aquel subterráneo Teseo se enfren­tó a dos peligros: Al feroz Minotauro, personaje mitológico con cuerpo de hombre y cabeza de toro, que aniquilaba a todos los que encontraba; y al laberinto mismo, que era una red sin fin de intrincados túneles. Dice la leyenda que poco antes de que Teseo entrara, la bella princesa Ariadna, hija de Minos, le entregó secretamente un carrete de hilo. Desliando el hilo al tiempo que perseguía al Minotauro, iba dejando el rastro que le permitiría luego encontrar el camino de vuelta. Sin aquel hilo habría tenido que vagar desesperadamente por

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aquel laberinto de pasajes. Al fin, Teseo logró escapar de Creta, junto con la muchacha y sus compañeros.

En nuestra luchg por vencer a Satanás y su destructivo poder, y hallar el camino a través de los laberintos y dificul­tades de la vida hacia la ciudad eterna, Cristo es el Camino, la Luz, el Pan, el Agua, la Vida que nos permite alcanzarlo.

2 5 5 . ENGREIMIENTO Mateo 23:12

Se cuenta que una vez el autor alemán Goethe y el com­positor Beethoven estaban paseando juntos al aire libre. Dondequiera que iban la gente les señalaba, y Goethe ex­clamó:

—¿No es desesperante? ¡No hay manera de librarse de estas muestras de admiración y homenaje!

A lo que Beethoven contestó: —No se turbe demasiado. Es posible que algo sea para

mí. Parece que muchos entre la gente famosa, con su ten­

dencia al culto a la personalidad, tendrían problemas a la hora de sentarse a la mesa del Señor Jesús (Mat. 18:1-4).

2 5 6 . MODESTIA

Juan Owen, que fue canciller de la Universidad de Oxford en el tiempo de Juan Bunyan, acostumbraba a ir a escuchar a Bunyan, un hombre sin estudios, cuando el calderero iba a Londres. El rey Carlos II expresó su sorpresa de que una persona tan distinguida y cultivada fuera a escuchar a un hombre tan inculto como Bunyan. A lo que se dice que Owen contestó: "Si yo tuviera las habilidades del calderero, con la venia de su majestad, renunciaría gustoso a mis conocimientos."

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2 5 7 . SE NECESITA AYUDA

Un ingeniero judío que meditaba en el Muro de las Lamentaciones en Jerusalén, se alarmó ante la gran cantidad de hierbas que crecían en las grietas entre las enormes piedras. Sus estudios le enseñaron que los hierbajos podían dañar la estructura. Su advertencia levantó una controversia en Israel, especialmente cuando los dos rabinos principales de la nación, con igual autoridad eclesiástica, adoptaron pos­turas opuestas. Uno decía que los hierbajos simbolizan la ruina del templo y no debían ser arrancados. El otro, consi­derando el potencial daño al muro, pedía que se arrancaran, pero que se dejaran cerca del muro, como recuerdo de la destrucción del templo. Cuando los dos rabinos llegaron a un callejón sin salida, se preguntó al Custodio de los Santos Lugares de Israel lo que él haría. Su cauta respuesta fue: "Pedir otra opinión."

Eso ya lo recomendó el Señor Jesús cuando dijo que si dos hermanos no logran ponerse de acuerdo en privado acerca de sus desavenencias, llamen a la iglesia para que sirva de arbitro. Parece que el Señor no estaba tan preocu­pado por la existencia de disputas como por la manera de resolverlas. Las diferencias de opiniones son humanamente inevitables, y nadie se va a sorprender porque se den, pero sí se quedan boquiabiertos por la manera en que los "cris­tianos" a veces las resuelven (Mat. 18:15-17).

Demasiado a menudo las divisiones de iglesia y familiares son provocadas por cristianos obstinados que se aferran a sus propias opiniones, frecuentemente en asuntos secunda­rios. Aunque pretenden mantener los "principios" de la cuestión, más bien están defendiendo su propio prestigio y puntos de vista personales, no deseando someterse los unos a los otros en el amor y temor de Dios.

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2 5 8 . CRECIENDO SIEMPRE 2 Corintios 9:10

Algo admirable en los árboles es que nunca dejan de cre­cer, y en ellos encontramos una buena ilustración para nues­tra vida personal. Por los aros de crecimiento que observa­mos en los troncos de los árboles podemos reconstruir la his­toria de su vida. Durante los años buenos, cuando el agua es abundante, los anillos son anchos y se distinguen clara­mente. En otros años, cuando el árbol ha sufrido por la sequía, las plagas o el fuego, los anillos son apenas visibles. Los árboles que año tras año sostienen un buen ritmo de cre­cimiento sano, son fuertes y maduros. Sus raíces y tronco son capaces de sostener gran cantidad de ramas, hojas y fru­tos.

Las personas también necesitamos un crecimiento con­tinuo y sano a fin de ser fuertes y maduras. También necesi­tamos un buen sistema de raíces y un tronco fuerte. La Palabra de Dios nos da el método en el Salmo 1:1-3.

2 5 9 . LA MUERTE DE LOS FAMOSOS

Todavía hay gente que cree que Elvis Presley, el "Rey", está vivo y vive discretamente en alguna parte. Pero toda la evidencia señala que murió el 16 de agosto de 1977. La autopsia mostró que aunque había muerto de un ataque al corazón, tenía diez diferentes drogas en su sangre, incluidas la codeína y la morfina.

Su funeral fue uno de los despliegues más espectaculares del culto a los héroes que se han dado en los tiempos recientes. Cientos de personas se desmayaron, un hombre sufrió un ataque al corazón, y una mujer embarazada em­pezó el alumbramiento en el sitio. Las autoridades tuvieron que llamar a la Guardia Nacional para poner orden en la multitud descontrolada. La situación fue comparable a la que

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se produjo en la década de 1920 cuando la gente irrumpió por la fuerza en la capilla donde yacía el cadáver de Rodolfo Valentino.

El valor comercial de este famoso del espectáculo creció muchísimo después del funeral. Sus adoradores han demos­trado ser una fuente extraordinaria de ingresos. La gente que rodeaba a Elvis en vida ha visto multiplicarse su fortuna y no lleva señales de menguar y los pleitos familiares tampoco parecen menguar por causa del reparto de los importantes beneficios.

¡Cuan dintinto es todo con Cristo Jesús en su muerte! Además de que él sí resucitó.

2 6 0 . LEVANTARSE TEMPRANO A ORAR Salmo 5:3

Abraham se levantó muy de mañana para estar delante de Jehovah (Gen. 19:27).

Moisés se levantó temprano para dar un mensaje a Faraón (Exo. 8:20). Y volvió a hacerlo en otra ocasión para erigir un altar a Dios (Exo. 24:4).

Moisés fue muy temprano para encontrarse con Dios en el Sinaí (Exo. 34:4).

Josué se levantó muy de mañana para dirigir a Israel en el cruce del Jordán (Jos. 3:1) y lo mismo hizo para tomar Jericó (Jos. 6:12) y Hai (Jos. 8:10).

Gedeón se levantó muy de mañana para examinar el ve­llón (Jue. 6:38).

Elcana y Ana se levantaron de madrugada para adorar a •Dios(l Sam. 1:19).

Samuel se levantó temprano para encontrarse con Saúl (1 Sam. 15:12).

David se levantó pronto en la mañana para cumplir las órdenes de su padre (1 Sam. 17:20).

Israel se levantó de mañana para gozar de la victoria (2 Rey. 19:35).

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Job se levantó de mañana para ofrecer sacrificit 1:5).

Jesús madrugó para orar en el monte (Mar. 1:35;, y se levantó temprano para ir al templo (Juan 8:2).

La gente se levantó de mañana para buscar a Jesús y escucharle (Luc. 21:38).

Las mujeres fueron de madrugada al sepulcro (Mar. 16:2).

"Oh Jehovah, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré ante ti y esperaré" (Sal. 5:3).

La mañana es la puerta del día y debería estar bien guardada con oración. La mañana es una puerta del hilo donde se van engarzando las acciones del día y debería ser bien atada con devociones a Dios. Si sentimos la grandeza y valor de la vida seremos más cuidadosos con sus mañanas. Aquel que se levanta tarde y corre a sus quehaceres, y no busca a Dios en oración para adorarle y oírle, es tan necio como el que sale a la calle sin sus ropas y sin lavarse, o tan insensato como el que va a la batalla sin armamento. La experiencia nos demuestra que es mucho mejor empezar el día en comunión.

Copiado

2 6 1 . NO HAY ATAJOS A LA MADUREZ

Vivimos en un tiempo cuando podemos tener casi todo en forma instantánea: café, té, sopa, tortas, leche, cenas y hasta puré. Nos gustaría tener algún tipo de polvillo al que le agregáramos agua, calor, y revolviéramos y ¡puf!, apareciera una madurez espiritual instantánea. Pero las cosas no ocu­rren así. La madurez cristiana instantánea no es un produc­to de mercado.

Alguien ha observado que, cuando Dios quiere hacer un roble, se toma años. Cuando quiere hacer una hierba, se to­ma sólo seis semanas. El meteoro que relampaguea a través del cielo dejando una brillante estela de luz atrae mucha aten-

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ción y se quema en el proceso. La estrella que brilla reful­gentemente año tras año atrae poca atención, pero los nave­gantes establecen su curso por ella.

Si hay algo en lo que pareciera que Dios nunca tiene apuro, es en el desarrollo de cristianos maduros. Los segui­dores de Cristo deben darse cuenta de que se ha acabado la presión. La vida cristiana tiene como base un crecimiento lento pero firme hacia la madurez. Crecemos poco a poco durante un período (días, meses, años). Jesús dijo: "Mirad los lirios del campo, cómo crecen" (Mt. 6:28). ¿Cómo crecen los lirios? Simplemente dan expresión a la vida de Dios que tienen dentro. ¿Y cómo crecemos nosotros? Simplemente permitiendo que Dios exprese su vida a través de nosotros.

Cada cristiano debe descubrir su propio ritmo de cre­cimiento. Si es diferente de otros, ¿qué importa? No hay en lo espiritual niños prodigios que maduran del día a la noche. ¿Es visible su crecimiento aunque sea lento?

2 6 2 . LA NECESIDAD DE VISION

Un viejo relato africano cuenta de una mujer que se internó en la jungla para dar a luz un hijo. En el camino le apareció un hada y le dijo: "Si yo te toco tu hijo será rico." Pero ella no quiso. Al poco apareció otra y le dijo: "Si yo te toco tu hijo será famoso." Y también se negó. Un poco después le salió al encuentro otra hada y también le habló: "Si yo te toco tu hijo conocerá la felicidad." Ella movió la cabeza diciendo que no.

Otras hadas le fueron apareciendo en el camino, pero una, al fin, le dijo: "Si yo te toco tu hijo soñará, llevará den­tro de sí una luz, un fuego, que le llevará a luchar sin cesar por conseguirlo. Nunca terminará de alcanzarlo pero habrá hallado su camino y su meta, la razón de su vida." La mujer respondió: "¡Tócame!"

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2 6 3 . TENTACIONES Mateo 4:1-10

Los diseñadores y constructores de aviones los prueban en túneles de viento. Estos son construidos de distintos tama­ños y formas. Las severas pruebas a que son sometidos los aeroplanos señalan las partes débiles que deben ser mejora­das o demuestran la fortaleza, buen diseño y construcción del avión.

La tentación es de alguna manera como un túnel de pruebas. Así lo fue en el caso de Jesús y también lo es en el nuestro. Las tentaciones de Jesús demostraron que él puede conquistar a las personas sin emplear las tácticas del diablo, ya que puede alcanzar la victoria sin aceptar los valores del diablo.

Elmer C. Gray

2 6 4 . SOMOS RESPONSABLES Génesis 2:15

La Biblia nos enseña que una forma de pecar es infringir las leyes de Dios; conscientes o no de ello, sufriremos las consecuencias. La ecología hoy nos ha hecho conscientes de que si violamos las leyes de la naturaleza éstas incidirán inevitablemente en nuestra vida. Esto también es pecado y por esa actitud el ser humano ha arruinado parte de la creación de Dios.

Los hombres hemos tirado basura y desechos al mar creyendo que esa acción no nos afectaría. Hoy ya estamos sufriendo los efectos de la contaminación: se mueren las especies marinas y se contaminan las playas. También hemos usado productos en aerosol que por el gas que con­tienen han dañado la capa de ozono que nos protege de los rayos del sol; aunque muchas personas no se den cuenta aumentarán las enfermedades y el cáncer de piel.

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Es el hombre quien contamina el mundo desobedecien­do las leyes del Creador, y en vez de cuidarlo y conservarlo lo lleva a la muerte. Hoy Dios nos llama a redimir en Cristo a la creación que gime por el pecado y la destrucción que el hombre le transmite. El Señor quiere que trabajemos por la vida, que cuidemos el mundo, que denunciemos el pecado del alma humana, que llamemos al arrepentimiento y a la obediencia al Dios Creador.

2 6 5 . CORAZÓN DE HOMBRE EN PECHO DE MUJER

Betsy Sneith vivía pendiente de una seria advertencia. "Si usted queda embarazada —le había dicho el médico— temo que ese corazón trasplantado que lleva no resista el esfuerzo."

Pero Betsy quería un hijo, y quedó embarazada. Ahí empezó la angustiosa espera. Doble angustia: la del embara­zo mismo, y la de llevar en el pecho, no su propio corazón, sino el de un hombre muerto en un accidente automovilísti­co. El trasplante se lo habían hecho 4 años atrás.

Pero Betsy pasó todo el embarazo sin complicaciones, y a los 23 años de edad dio a luz con toda normalidad. "El corazón masculino sufrió las mismas modificaciones que el de una mujer", anunció el parte médico después del feliz alumbramiento.

Amigo, he aquí una noticia que merece comentario aparte. En primer lugar, señalar de nuevo el tremendo éxito que están teniendo los trasplantes de corazón. Segundo, ver que un corazón de hombre puede muy bien funcionar en pecho femenino. Y viceversa. En tercer lugar, comprobar cómo, bajo la tremenda crisis física, emocional y espiritual que es un alumbramiento, el corazón de un hombre experi­menta las mismas modificaciones que el corazón femenino.

¿No está señalando esto la unidad esencial de los dos

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sexos? La Biblia nos dice que Adán fue creado primero; después, la mujer. Dios creó al hombre, al ser humano, per­fecto en todos sus órganos. Y después de haber creado al hombre, tomando una parte de su pecho, hizo a la mujer, su compañera idónea.

Y aunque a veces se notan grandes diferencias entre mujer y hombre, y aunque haya grandes desavenencias entre marido y mujer, y aunque haya en el mundo una batalla, más verbal que otra cosa, entre machistas y feministas, la unidad esencial de ambos sexos sigue lo mismo.

"En Cristo Jesús —dice la Biblia— no hay varón ni mujer." Habiendo salido ambos de la misma mano creadora, y pudiendo ambos nacer de nuevo espiritualmente en Cristo, hombre y mujer, esposo y esposa, pueden ser un solo cuer­po, una sola alma y un solo espíritu, para intensa felicidad de ellos mismos, y gloria de Jesucristo.

Su nuevo nacimiento espera tan solo su acción humilde de arrepentimiento ante Dios.

Hermano Pablo El Luminar Bautista. Octubre 1989, pág 5.

2 6 6 . CRISTO Y LA MUJER

Dinesh sollozaba en la congestionada oficina del fiscal mientras describía seis años de abuso de parte de su esposo por resistirse a sus demandas de que ella pague más dinero por el privilegio de estar casada.

"Me decía constantemente que la dote era insuficiente", declaró la delgada ama de casa de 31 años de edad, vestida con un sari color púrpura.

"Siempre temí por mi vida. Primero me daba golpes de electricidad y cuando me di cuenta de que lo que quería era quemarme, huí."

Las últimas estadísticas nacionales, compiladas en 1986, indican que 1.319 recién casadas murieron quemadas sospe-

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diosamente, un 33 por ciento de aumento sobre las 900 del año anterior. Pero los activistas sostienen que la quema de novias no se denuncia en su totalidad y ha estado creciendo paulatinamente.

Frecuentemente se sabe de informes de amas de casa que mueren de las quemaduras sufridas "en un accidente que tuvieron mientras cocinaban". Las activistas por los derechos de la mujer dicen que la mayoría de estas muertes tienen como causa la dote.

Básicamente, el problema se debe a la baja considera­ción que se tiene por la mujer en la India, las que son con­sideradas un peligro tan grande que las familias a menudo forman dotes que sobrepasan en muchas veces sus ingresos anuales con el fin de poder casar a una hija.

La dote fue establecida hace miles de años como un me­dio para proporcionar a la mujer seguridad económica cuan­do se casaba para formar una nueva familia. La costumbre se degeneró gradualmente y fue prohibida en 1961. Pero la dote continúa vigente en la práctica por el estigma social de tener una hija soltera. Las familias hacen todo lo que pue­den para evitar que las hijas se queden solteras.

Por estos regalos, un hombre hindú acepta contraer ma­trimonio. Sin embargo, sus demandas no terminan con el casamiento. Y si la familia de la mujer no está dispuesta o no está en condiciones de satisfacer sus exigencias, el marido a menudo concluye que la única forma de aumentar su riqueza es con la dote de una nueva esposa.

En un país donde el matrimonio separa a una mujer de su familia, y una mujer divorciada o separada es una ver­güenza social, la esposa generalmente sufre en silencio cual­quier abuso de su esposo o de su familia.

¡Qué gran diferencia cuando Cristo está presente en el corazón y el hombre se siente llamado a amar a su esposa "como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella"! (Ef. 5:21-25).

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2 6 7 . LA BÚSQUEDA DEL CAMINO

Existe en África una especie de hormigas que se organi­zan así: La reina habita en la cámara real y las más jóvenes se refugian en otras cámaras construidas en largos túneles subterráneos. Las hormigas obreras son las responsables de transportar el alimento necesario para toda la colonia, llevándolo en largos viajes.

Durante estos viajes, en una forma aún no entendida totalmente por los científicos, las obreras son orientadas constantemente por la reina. Si la reina es molestada, las hormigas distantes quedan confundidas. Si la reina muere, las obreras se vuelven frenéticas, y se precipitan fuera del hormiguero hasta que mueren en el campo.

¿Se puede encontrar una descripción más parecida del hombre moderno? En su alejamiento de Dios, corta su relación con aquel que puede y desea guiarle. Por el con­trario nos precipitamos lejos de él de una manera frenética y sin propósito hasta que morimos.

No es difícil explicar ese frenesí de muerte. La prolife­ración de cultos (ambos, seculares y religiosos) habla fuerte­mente de la búsqueda frenética por propósito y dirección en la vida.

Jesús vino a redimirnos de semejante confusión y muerte. El se identificó a sí mismo como "el camino, la ver­dad y la vida" (Juan 14:6). Si Jesús es nuestro Camino, no debemos vagar sin propósito, ya que Jesús mismo nos da dirección y guía.

2 6 8 . ESCRÚPULOS Romanos 14

En nuestras iglesias existen hoy amplios desacuerdos sobre ciertas prácticas. Los escrúpulos varían en diferentes lugares. (Un escrúpulo ha sido a veces definido como una opinión sin base bíblica concreta, como el de que los hom-

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bres deben ir al templo con corbata, o que las mujeres no deben llevar pantalones en leí templo.)

Algunos cristianos creen que no deberían asistir nunca a un cine comercial. Otros creen que sí pueden, pero que de­ben ser selectivos con sus películas tanto como con su lite­ratura. Cuando se representó en los cines El refugio secre­to, de Corrie ten Boom, un colegio cristiano prohibió asistir a sus alumnos, y mucho menos ayudar como consejeros o acomodadores. Pero la mayoría de los creyentes no vieron problema en asistir o colaborar en el cine.

Una pareja que se había trasladado desde otra parte del país se sorprendió cuando en una iglesia evangélica anun­ciaron una fiesta de natación para la clase de parejas el sába­do siguiente. Mientras estaba fuera del templo, después del culto, explicando a un miembro por" qué desaprobaban el baño mixto, el marido escandalizó al hermano de es'e lugar al encender un cigarrillo.

Una cristiana del oeste de Canadá consideraba mundanal que otra cristiana amiga suya llevara su anillo de matrimonio; mientras una mujer europea pensaba que era casi inmoral para una esposa no llevar el anillo que señalaba su estado, de otro modo estaría invitando a aproximaciones ilícitas por parte de los hombres.

Un hombre de Dinamarca se sentía disgustado incluso de mirar a los estudiantes de una escuela británica jugar al fút­bol, mientras los estudiantes británicos se sorprendían al ver al danés fumar en pipa.

Un creyente alemán dijo a un visitante de los Estados Unidos: "Siento pena por vosotros los estadounidenses. Cuando pienso en todo el daño que os estáis haciendo a vosotros mismos con el tabaco, me pondría a llorar sobre mi cerveza." En algunos lugares no ven mal que la mujer vaya al templo con pantalones, en otros causa serios problemas.

Algunos grupos prohiben pintarse los labios pero per­miten empolvarse la cara. Una mujer dijo en una reunión que era pecado llevar pendientes pero, mientras hablaba, un

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collar de perlas de tres vueltas rodeaba su cuello y llevaba brazaletes en sus dos muñecas.

Un pastor se negó a apoyar un campaña de evange-lización a menos que los miembros del equipo se abstuvie­ran de llevar anteojos con borde metálico, lo que considera­ba un signo "hippy".

Muchas congregaciones, como señala William Barclay: "Se han dividido en dos porque los que sostienen opiniones más amplias y liberales son muy desdeñosos con aquellos a quienes consideran conservadores retrógados y puritanos, mientras los más estrictos son críticos y condenatorios en sus apreciaciones hacia aquellos que se creen con derecho a ha­cer cosas que ellos consideran malas."

2 6 9 . ¡PODER!

Un obrero de la General Motors había estado tratando de cortar un metal nuevo muy duro. Después de repetidos esfuerzos inútiles llevó el material al administrador general de la corporación, quien era un conocido ingeniero de auto­móviles e inventor, y le dijo que no podía cortarlo. El inge­niero le preguntó: "¿Ha usado el diamante para cortar meta­les?" El trabajador dijo que no, pero luego fue a tratar de ha­cerlo y pudo cortarlo con el diamante. Entonces el adminis­trador le dijo: "No es que el metal sea demasiado duro, sino que nuestras herramientas no son suficientemente fuertes."

Cristo sabía que las "herramientas" de los primeros discípulos no eran lo suficientemente fuertes como para hacer por sí mismos el trabajo difícil que él les había asig­nado. El reconocía que la fortaleza humana no tenía la suficiente potencia para esparcir el evangelio en un mundo hostil. Por eso, Cristo insistió en que sus discípu­los esperasen hasta que hubiera venido el Espíritu Santo antes de dedicarse a la tarea de obedecer la Gran Comisión (Hch. 1:4, 8; Luc. 24:49).

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2 7 0 . ODIO

Un anciano que tenía una tienda de abarrotes en el ba­rrio de Bronx de Nueva York, y que era muy estimado por toda la vecindad por su carácter amable y disposición de ayu­dar a todos, sufrió una noche un atraco. Una pandilla de jóvenes entró y le robaron 6,50 dólares después de dis­pararle y matarlo. El hijo encontró el cadáver de su papá; su dolor pronto se convirtió en odio terrible contra los autores del crimen. Juró que no descansaría hasta atraparlos y ma­tarlos.

Se matriculó en la Academia de Policía de Nueva York y, después de largo y duro entrenamiento, consiguió su puesto como policía. Alimentado por el odio patrulló las calles del barrio día y noche con la esperanza de encontrar a los asesinos de su padre. Durante veintiún meses seguidos se dedicó con todas sus fuerzas a esta misión. Su esposa esta­ba apenada viendo cómo su esposo, que, por otra parte, era una excelente persona, se consumía interiormente con este odio.

Una noche, el policía capturó a un joven que respondía a todas las características y datos que había conseguido de los miembros de la banda. Con su porra desarmó al joven que tenía una navaja en la mano, y levantando su revólver se disponía a disparar, pero su dedo no pudo apretar el gatillo. En su conciencia y corazón estaba escuchando la voz amable de su padre que le hablaba. Esposó al joven y lo llevó al cuar­tel de la policía. Después se fue a su casa.

—Agarré a uno de los que mataron a mi padre —infor­mó a su esposa—, pero no pude dispararle. Oía la voz de mi padre que me hablaba y aquello me lo impidió. Mi amor, ahora me siento libre y feliz.

—Eres digno de tu padre —respondió la esposa— y veo en tus ojos que verdaderamente te has liberado de tu carga.

Es algo muy grande ser libre y estar liberado de toda atadura interior. Quizá hay algo en su vida que le tiene enca­denado. Jesucristo dijo: "Conoceréis la verdad, y la verdad

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os hará libres... Si el Hijo os hace libres, seréis ver mente libres" (Juan 8: 32, 36). Y agrega: "Si guard. mandamientos permaneceréis en mi amor... Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros... y vuestro gozo sea completo" (15:10, 11).

2 7 1 . AMOR

Un anciano, pobre y enfermo, vivía en una casa que necesitaba bastante reparación. Debido a su situación era incapaz de cuidarse a sí mismo. Informaron de su condición a una agencia de auxilio social del gobierno y le visitó un obrero social. Le ofreció consejo y algunos folletos sobre cómo alimentarse mejor y cuidar de la casa. El obrero social le aseguró que si comía debidamente y arreglaba la casa todo le iría mejor.

Después le visitó una entrevistadora de la televisión local. Le hizo una interviú y tomó varias vistas de la casa y del ba­rrio para usarlas en una serie especial que su estación de televisión llevaba a cabo sobre la pobreza. Quedó tan afec­tada por lo que vio y por la súplica del anciano que no pudo disfrutar de su cena en el Club de Prensa aquella noche.

A continuación le visitó un político que andaba en cam­paña electoral para las ya próximas elecciones. El candidato político estuvo de acuerdo en que era deplorable la condición de aquel pobre hombre. Prometió solemnemente que lucha­ría porque se aprobaran leyes que eliminaran la pobreza.

Por último, otro anciano llegó al vecindario. Tampoco poseía muchas cosas, pero era rico en interés por los demás. Visitaba al otro anciano; jugaba al ajedrez con él a la puerta de la casa, le ayudaba a reparar la casa, le llevaba el carbón para la cocina, y le llevaba a él al establecimiento de abarro­tes para comprar lo que necesitaba. Cuando llegó la primav­era cultivaron un jardín juntos.

Con el tiempo, aquel pobre anciano mejoró. No a causa de los consejeros, promesas del obrero social, de la perio-

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dista o del político, sino del amor de su vecino. No es el conocimiento, la simpatía o la ley lo que más ayuda, sino el amor.

2 7 2 . PRUEBA DE CARÁCTER

Podemos juzgar a un hombre bastante correctamente si cuando le damos a elegir, él pide una carga ligera o unas espaldas fuertes.

2 7 3 . COMO RESPONDER A LA ORACIÓN

Un hombre pobre se cayó y se hizo daño un día cuando trataba de reparar el tejado de su modesta vivienda. Como resultado se iba a pasar unas pocas semanas sin trabajar. Con una familia numerosa para alimentar y escasos ahorros, el futuro se presentaba bien negro.

Los miembros de su iglesia se reunieron para orar por él. Aquellos creyentes elevaron al Señor oraciones muy fer­vientes para que él proveyera para las necesidades de aquel hombre y su familia. Justo en medio de una de aquellas pia­dosas y fervorosas oraciones, se oyó que alguien llamaba con fuerza en la puerta. Alguien se levantó presurosa a abrir y allí se encontró con un joven campesino. El muchacho dijo en voz baja: "Mi padre no ha podido venir a la reunión hoy, así que envió sus oraciones en la camioneta." Y allí, en una esquina del templo, estaba aparcado el vehículo con una buena cantidad de patatas, verduras y frutas. Así responde Dios a las oraciones.

2 7 4 . ORACIÓN Y ACCIÓN

Un líder religioso miraba con un amigo un programa de boxeo por la televisión. Al principio de uno de los combates,

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uno de los boxeadores se arrodilló en su rincón y parecía que oraba.

El amigo le preguntó al religioso. —¿Cree que le servirá eso de algo? A lo que replicó el otro: —Le servirá de mucho si sabe luchar y lo hace con

ganas. Por esta razón Jesús animó a sus discípulos a orar y per­

severar en la oración. No abandonaría la lucha nunca.

2 7 5 . LA ORACIÓN Y LA OBEDIENCIA

Norman Vincent Peale cuenta que en su niñez se hizo con un gran cigarro puro y se escondió en un rincón del patio para fumárselo. No le sabía muy bien pero le hizo sen­tirse mayor e importante, hasta que vio a su padre venir hacia él.

Norman ocultó el cigarro detrás de él y actuó como si no pasara nada. Hablaron por un momento, mientras que bus­caba a toda velocidad la manera de distraer a su padre. Viendo un anuncio del circo le preguntó:

—¿Puedo ir al circo cuando venga al pueblo? Por favor, papá, déjame ir.

Norman nunca olvidó la respuesta de su padre. —Hijo, una de las importantes lecciones que debes

aprender en tu vida es ésta: Nunca pidas nada mientras estás escondiendo a tu espalda una humeante desobediencia.

Esa es otra manera de decir lo que el salmista nos con­fiesa como una experiencia personal en el 66:18: "Si en mi corazón yo hubiese consentido la iniquidad, el Señor no me habría escuchado."

2 7 6 . PRUEBA LA ORACIÓN

Los expertos en incendios dicen que en el caso de un

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incendio en su casa, lo último que debe hacer es dedicarse a correr por la casa en llamas como a veces se ve en la tele­visión. La temperatura al nivel de la cabeza es muy elevada y un golpe de calor puede destruir sus pulmones.

La mejor manera de sobrevivir es ponerse de rodillas y sobre sus manos. Al nivel del suelo, la temperatura es mucho más baja y gateando hacia la puerta es la mejor manera de resistir tales condiciones.

Algunas veces las condiciones en nuestra vida pueden ser tan devastadoras como el fuego. En esos momentos la mejor manera de sobrevivir es de rodillas, en oración humilde y sin­cera delante de Dios. Y posiblemente esa sea la única opción que nos quede: Esperar y confiar en el Señor.

2 7 7 . RESULTADOS DE LOS CONFLICTOS Romanos 14

El conflicto en la iglesia de Roma se había intensificado hasta el punto en que probablemente la iglesia impedía que fueran miembros aquellos que tenían criterios excéntricos. La contienda por este desacuerdo persistía aún unos años después cuando Pablo llegó a Roma como prisionero del emperador. En su casa alquilada, Pablo escribió en la carta a los filipenses que algunos cristianos de Roma estaban predi­cando a Cristo por envidia y contienda (1:15, 16). La facción que insistía en observar las leyes ceremoniales del Antiguo Testamento —en contradicción directa con las enseñanzas de Pablo— estaba aprovechando su confinamiento para pro­mover sus puntos de vista y así afligir a Pablo.

Aunque parezca increíble, una evidencia bastante sustan­cial sugiere que la disputa de estos dos grupos fue culpable del martirio de muchos cristianos de Roma. Hacia el final del primer siglo, un líder cristiano de Roma, Clemente, escribió una carta a la iglesia de Corinto. Su propósito principal era reprender un espíritu de envidia y animosidad en la iglesia de

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Corinto. Para mostrar las horribles consecuencias de tal dis­puta, Clemente indicaba que por el tiempo del encarce­lamiento de Pablo un gran número de creyentes había sido martirizado a causa de los celos.

El teólogo Osear Cullman, en su libro Pedro, llega a la conclusión de que estos mártires (e incluye a Pedro y a Pablo) fueron víctimas de una celosa disputa de personas que se consideraban a sí mismas miembros de la iglesia cristiana de Roma. La rivalidad entre facciones en la capital se hizo tan encarnizada que algunos hermanos denunciaron a otros cris­tianos oponentes como traidores al imperio. Después de dis­cernir las evidencias, Cullman llega a la triste conclusión de que la envidia entre los cristianos ayudó a alimentar con san­tos a los leones del coliseo y a encender fuegos bajo her­manos cristianos en los jardines de Nerón. ¡Qué terrible incendio se puede desencadenar con chispas de rencor!

Cullman también sugiere que el final abrupto del libro de Hechos con Pablo prisionero en Roma, puede explicarse por las dolorosas circunstancias que contribuyeron a estos nu­merosos martirios. Tal vez Lucas, el autor de Hechos, quería correr un velo sobre esta penosa contienda entre el pueblo de Dios. Clemente, por otra parte, quería advertir a la igle­sia de Corinto una generación después, de los peligros que amenazaban a cualquier iglesia que permita una disensión semejante sin controlarla.

2 7 8 . LA DIFERENCIA ESTABA EN LA EXPERIENCIA

En cierta ocasión un grupo cristiano compartía una cena de compañerismo. Al ir finalizando, alguien se enteró de que una famosa artista compartía la cena como parte del grupo. Entonces, pidió que ella hiciera algo mostrando su arte, a lo cual accedió gustosa. Al ponerse de pie anunció que recitaría el Salmo 8 y comenzó haciéndolo con gran maestría. Su modulación y expresión fueron perfectas, la inflexión de su

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voz digna de su categoría. Cuando terminó, aplausos y vítores aprobaron la actuación de esta gran artista.

Poco después alguien, pretendiendo hacer una broma propuso que un hermano recitara también algo. Este se puso de pie y anunció que también recitaría el Salmo 8. (Los pre­sentes ignoraban que él había sufrido varias pruebas duras.) Algunos sonrieron pensando en cómo pretendería igualar a la artista. Cuando comenzó a recitar, su voz se tornó segura, llena de gratitud y gozo. Como la de aquel que alaba a Dios, sus ojos humedecidos por la emoción reflejaron al terminar la alegría que él tenía en su ser. Nadie dijo nada. Muchos de los que escuchaban habían sido contagiados por el mensaje del Salmo y permanecían en silencio. Entonces, la artista poniéndose de pie exclamó: "Yo conozco muy bien el texto del Salmo 8 y sé cómo decirlo, pero no hay duda de que usted, además de conocer el Salmo, conoce a aquel a quien está dedicado."

2 7 9 . CRISTIANOS

Los seguidores de Cristo no fueron conocidos como cris­tianos durante su ministerio terrenal. El nombre se originó más tarde y terminó por ser popular, como nos señala Hechos 11:26. Nunca ha habido mayor honor que el de lla­marse cristianos, pues la palabra ha llegado a ser sinónima de "persona semejante a Cristo".

Es muy interesante averiguar cómo se originan nombres y títulos y lo que de verdad quieren significar. Por ejemplo, durante y después de la guerra de la independencia esta­dounidense, "hermano Jonatán" era el nombre que se daba a cualquier patriota norteamericano. El nombre quedó para designar a cualquier buen patriota, como el de "Únele Sam" quedó para referirse al gobierno. El nombre de "hermano Jonatán" procede de Jonatán Trumbull que fue un ardiente patriota, gobernador de Connecticut y amigo íntimo de Washington. Cuando Washington necesitaba abastecimiento

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o consejo, solía decir: "Le preguntaré al hermano Jonatán." Y continuó diciéndolo y haciéndolo durante el tiempo que fue presidente. De manera que el nombre se extendió por la nación refiriéndose a cualquiera que fuera patriota y gene­roso.

El nombre "hermano Jonatán" quedó en el olvido desde hace mucho tiempo. Pero el nombre "cristianos" perma­necerá mientras haya hombres y mujeres, seguidores de Cristo, que sean semejantes a él en actitud y hechos.

2 8 0 . DIOS CREADOR

Cuando el astrónomo Copérnico descubrió que la tierra no era el centro del sistema solar se produjo inmediatamente una revolución. Los hombres no podían aceptar la afirma­ción, entraban en crisis, los conocimientos se alteraban. ¿Cómo podía ser que el hombre que se veía como el centro alrededor del que giraban las demás cosas ya no fuera más así? ¿Dónde quedaba el lugar del hombre? ¿Quién es el nuevo centro?

En otro sentido, esta revolución copernicana sigue sien­do inaceptable para muchos hoy. La tierra gira alrededor del sol y los hombres giran alrededor ¿de qué? o, ¿de quién? El hombre creía que él dirigía su vida y movimientos, ahora le cuesta aceptar que depende de otros, que no va hacia donde quiere. Se niega a aceptar que la vida gira alrededor de la luz de Dios. ¿No debería incorporar los propios datos que la ciencia ya ha reconocido hace varios siglos?

El hombre tiene una órbita marcada por el Creador, si se apagara el sol cesaría la vida, el hombre lo sabe pero se niega a creerlo, le cuesta aceptar su limitación y dependen­cia. ¿Su vida alrededor de quién gira? ¿Se cree el centro de la vida? ¿Ha reconocido la dependencia su vida en el Creador?

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2 8 1 . LA COMUNICACIÓN EN EL UNIVERSO

La galaxia en la que vivimos contiene millones de estre­llas y se llama la Vía láctea. En este universo extraordinario estamos viviendo en un rincón del mismo, ya que en realidad sabemos que en el cosmos hay más millones de galaxias que las que se pueden observar. Son números tan grandes que no entran en nuestro pensamiento, pero nos hablan de la gran­deza inconmensurable de esta creación.

Los científicos se preguntan si habiendo tantos millones de planetas debiera existir vida en otros planetas. Nuestra li­mitación humana hace que nos sea imposible comunicarnos con otras civilizaciones; por ejemplo, viajando a la velocidad de la luz (300.000 kilómetros por segundo) tardaríamos seis­cientos años en enviar una comunicación y recibir respues­ta.

Esta imposibilidad de comunicarse por parte del hombre ha sido subsanada por el Dios creador del Universo, quien nos habla por la Biblia y nos aclara parte de los grandes mis­terios. Nos dice que sí hay vida en otros lugares del univer­so, que hay otros seres celestiales llamados arcángeles, án­geles, querubines. El ha hecho esta belleza misteriosa que es el universo y él nos da las respuestas a nuestras limitaciones.

Si quieres saber busca a Dios, lee la Biblia y te sorpren­derás.

2 8 2 . CRISTIANOS

Turistas que visitaron recientemente China nos dicen que cada antigüedad que se vende allí es oficialmente certificada con un sello que garantiza que el objeto tiene al menos 125 años de existencia. Las personas pueden comprar con con­fianza porque cada pieza es certificada.

No en todas partes funciona así el negocio de anti­güedades. Cuando da vueltas por los establecimientos de an-

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tigüedades necesita realmente saber distinguir entre una pie­za auténtica y una reproducción reciente. Es conocida la broma de uno de esos comerciantes: "Si no ve la antigüedad que busca, dígamelo y se la podemos hacer."

A veces tenemos dificultades en distinguir entre los que son realmente cristianos y los que no lo son. Como en la parábola del trigo y la cizaña. Pero el Señor no tiene estos problemas porque cada cristiano verdadero es autenticado por el sello del Espíritu Santo (Ef. 1:13).

2 8 3 . IMITACIÓN

A los niños de 7 a 12 años de una escuela en la ciudad de Washington se les pidió que dijeran los nombres de todos los presidentes que recordaran. Después se les pidió que di­jeran los nombres de todas las bebidas alcohólicas que tam­bién recordaban. Los promedios que sacaron los niños fue­ron de 4.8 para los presidentes y de 5.2 para los nombres de bebidas.

Un niño repite las cosas como un lorito. Recuerda lo que ve e imita los modelos que aparecen ante sus ojos. Los creyentes en Cristo debemos vivir auténticas vidas cristianas delante de nuestros hijos desde el primer día de sus vidas.

2 8 4 . VENGANZA

A Ibn Saud, el primer rey de Arabia Saudita (1922-1953), se le tuvo como un hombre ecuánime y justo. Una mujer fue ante él una vez reclamando venganza contra el hombre que había matado a su esposo. El culpable se halla­ba subido a una palmera recogiendo dátiles cuando resbaló y cayó del árbol yendo a caer encima del esposo de la mujer matándolo.

—¿Fue la caída intencional? ¿Eran enemigos? —pregun­tó el rey a la mujer.

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—No —respondió la mujer a ambas preguntas, pero seguía demandando el precio de la sangre que le corres­pondía según la ley.

—¿En qué forma quieres ser compensada? —le volvió a preguntar el monarca.

Para su consternación, la mujer pedía la cabeza del cul­pable. El rey trató de disuadirla, mostrándole que como viuda iba a necesitar más el dinero, dado que su esposo ya no iba a poder sostenerla. Exigir vida por vida no iba a beneficiar a nadie, menos a ella y sus hijos. Pero la mujer obcecada con el deseo de venganza no quería escuchar.

Ibn Saud reflexionó un momento y después dijo: —Es tu derecho pedir compensación y tienes también el

derecho de pedir la vida del culpable. Pero sólo yo tengo la autoridad de decidir cómo se va a llevar a cabo. Lleva a este hombre a la palmera donde murió tu marido, que lo aten allí. Tú súbete a la palmera y déjate caer sobre él. De esa mane­ra le quitarás la vida y te vengarás.

El rey hizo una pausa y agregó: —O quizá prefieres mejor recibir el dinero de la sangre. La viuda aceptó el dinero. Todos hemos sufrido daños e injusticia alguna vez. Cuan­

do esto sucede, ¿cómo reaccionamos? El mundo clama por venganza y revancha. Pero la ven­

ganza termina dañándonos a nosotros más que a nadie. Si escuchamos cuidadosamente oiremos en medio de nuestros gritos de enojo, la voz calmada de Cristo que nos dice-. "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mat. 5:44 RVR 1960).

2 8 5 . CELOS

Los celos y la envidia son de las fuerzas más destructoras que pueden asediar al ser humano. Producen dolor y gran daño a aquellos que les dan entrada en su ser.

Esta verdad quedó demostrada en el caso de una mujer

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de Texas que apareció en los periódicos. La mujer estaba muy involucrada en las actividades escolares de su hija de tre­ce años. La madre quería para su hija una posición en la es­cuela que no había logrado porque otra jovencita la ganaba siempre. En una nueva oportunidad que se les presentaba a las dos niñas, la mujer de nuestro caso, temerosa de que su hija volviera a perder otra vez ante su rival, movida por los celos llegó a contratar a alguien para que matara a la otra niña y a su mamá. Afortunadamente las autoridades des­cubrieron el plan a tiempo.

La Biblia dice que los celos y la envidia son "obras de la carne" (Gal. 5:19-21), y no deben tener lugar en la vida cris­tiana.

2 8 6 . SI DIOS QUIERE

Los hijos de Dios, recordando el versículo de Romanos 8:28, a veces se preguntan: "¿Cómo puede esto que me ocurre ayudarme para bien?" Solamente Dios puede hacer­lo obrar para bien, y no puede hacerlo si no cooperamos con él. En todas nuestras oraciones debemos pedir que sea hecha su voluntad.

Supe de un hombre que vivía cerca de mi hogar y que iba a comprar una vaca. Era un cristiano y al encontrarse con unos amigos cristianos les informó que iba en camino a com­prar una vaca a una población distante un par de kilómetros de donde estaban. Sus amigos cristianos sugirieron que de­bería decir:

—Si es la voluntad de Dios compraré una vaca. A lo que el hombre respondió: —No, yo tengo el dinero en el bolsillo y voy a comprar

una vaca. Pocas horas después aquel hombre volvió por el mismo

camino. Estaba ensangrentado, magullado y con la ropa he­cha jirones. Lo habían asaltado los ladrones, sabedores de que llevaba dinero en su bolsillo. Sus amigos le preguntaron:

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—¿A dónde vas ahora? Aquel hombre contestó: —Voy a casa si el Señor lo permite. El sufrimiento le enseñó a aquel hombre una gran lección

que todos deberíamos aprender. Dios controla los aconte­cimientos y debemos ser pacientes y sumisos a su voluntad.

Billy Graham

2 8 7 . PRUEBA

Un niño de ocho años llamado Anthony Henderson se hizo repentinamente famoso el lunes 11 de marzo de 1991. Fue el niño que hizo que el Presidente de los Estados Unidos " se tuviera que identificar a sí mismo.

El presidente Bush visitaba la escuela de Anthony ese día y en el curso de la visita se sentó al lado del niño y empezó a leer un libro con él.

Mientras que el señor Bush leía, Anthony le preguntó: —¿Es usted realmente el presidente? El señor Bush se quedó sorprendido por la pregunta del

niño. —Claro que sí —respondió—. ¿No lo sabías? ¿Crees que

yo me estoy haciendo pasar por el presidente o algo así? ¿Cómo podría yo probártelo?

El presidente sacó su cartera y buscó entre sus docu­mentos. Le mostró al niño su licencia de manejar donde apareció el nombre George Bush. Después le mostró una tarjeta de crédito, una fotografía de sus nietos. Y al final le dijo:

—No tengo otra cosa, excepto el automóvil negro que me espera a la puerta. Pero si quieres te puedo dejar mi autógrafo.

—La maestra nos dijo que no podemos pedirle autó­grafos —contestó el pequeño.

La fotografía de Antony Anderson apareció en la revista

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USA Today, una revista nacional e internacional de gran tirada, y la foto sola dice toda la historia. Allí se le ve senta­do al lado del presidente Bush, quien con cara de asombro y maravillado trata de identificarse mostrando una tarjeta de crédito. Es evidente que no podemos ganar siempre, ni si­quiera el presidente de los Estados Unidos.

Al reflexionar sobre esta fotografía llena de humor e interés humano, me pregunto a mí mismo: "¿Podría la gente en este mundo preguntarnos a los cristianos: ¿Son ustedes de verdad seguidores de Cristo o simplemente lo simulan?"

¿Cómo podríamos demostrar que somos cristianos ge-nuinos? Cristo dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Como os he amado, amaos tam­bién vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros" (Juan 13:34, 35).

2 8 8 . HOY

Hoy trataré de vivir sólo este día y no me meteré a resolver todos los problemas de toda la vida.

Hoy no estaré temeroso de la vida y la muerte, sino gozaré de lo bello y lo feliz.

Hoy tendré un plan, aunque no lo siga al pie de la letra. Me libraré de la preocupación, la prisa y la indecisión.

Hoy me acoplaré a las realidades de la vida y no trataré de que todo se acople a mí. Si no puedo tener lo que me gusta, procuraré que me guste lo que tengo.

Hoy seré agradable, alegre y cariñoso; elogiaré a las per­sonas por lo que hacen y no las criticaré por lo que no pueden hacer. Trataré solamente de corregirme y criticarme a mí.

Hoy miraré a mi alrededor con ojos renovados y des­cubrir que puedo tomar de la vida todo aquello que puse en ella.

Hoy buscaré tiempo para relajarme y pensar en Dios.

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El hoy es nuestro, Dios nos lo ha dado. El ha vuelto a tomar todos sus ayeres y los mañanas todavía no los ha solta­do de su mano. Sólo el hoy es nuestro. Usémoslo de tal ma­nera que al final de él podamos decir que hoy hemos vivido y amado.

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2 8 9 . SOLEDAD

Alguien ha señalado que Miguel de Cervantes, Leonardo de Vinci, Guillermo Carey y Benjamín Franklin nunca vieron una película, escucharon la radio o miraron la televisión. Ellos también experimentaron la "soledad" y supieron qué hacer con ella. No tenían temor de estar solos porque sabían que en esos momentos era cuando les venía la inspiración y se tornaban más creativos.

De igual manera, la Biblia nos dice que Jesús se aparta­ba de vez en cuando de toda actividad para estar solo, que Pablo fue al desierto de Arabia para estar a solas, que Juan estaba solo cuando Cristo le dio la revelación de Apocalipsis.

Somos personas tan orientadas hacia la actividad en nuestra sociedad, que probablemente perdemos mucho de lo que Dios quiere compartir con nosotros. Desafortunada­mente muchos enferman cuando están solos porque no sa­ben qué hacer con la soledad.

2 9 0 . HUMILDAD

Santiago 4:6 nos dice que "Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes". George Washington Carver, el gran sabio e investigador negro americano del siglo pasa­do lo ilustra perfectamente. El solía decir: "Cuando era joven le dije al Señor:

—Dios, enséñame el misterio del universo. A lo que él me contestó:

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—Ese conocimiento me está reservado sólo a mí. Y entonces le propuse: —Señor, enséñame el misterio del cacahuete. Y Dios me dijo: —Me parece, George, que eso queda más a tu medida. Y eso es lo que hizo."

2 9 1 . LOS CAMBIOS

Al pastor inglés Benjamín Keach se le atribuye el haber introducido el canto congregacional en las iglesias bautistas. El pastor Keach empezó con los niños, pues a ellos les gusta­ba cantar, aunque sus padres lo rechazaban porque era extraño a la adoración evangélica.

Cuando el pastor Keach intentó introducir el canto con­gregacional en 1744, se produjo una gran controversia en su iglesia en Hossley Down (Inglaterra). Consiguió, basándose en la evidencia bíblica, que la iglesia estuviera de acuerdo en cantar un himno después de la cena del Señor. El incidente fue costoso, pues veintidós miembros se marcharon a otra iglesia decididos a no cantar. Seis años después la congre­gación aceptó cantar otro himno en días de "acción de gra­cias públicos".

Pasaron otros catorce años antes que la iglesia estuviera de acuerdo en que el cantar himnos al Señor era apropiado en el culto de adoración. Tuvieron que pasar veinte años antes de que una iglesia llegara a aceptar que el canto con­gregacional era bueno, bíblico y no ofendía a Dios.

Poco a poco la alabanza mediante el canto prendió entre los creyentes, al punto que después de estos veinte años, aquella iglesia que había recibido a los veintidós miembros que salieron de la iglesia que pastoreaba Keach por desacuerdo con el canto, tuvo necesidad de llamar a otro pastor y éste hizo del canto una condición para aceptar el pastorado.

184 QUINIENTAS TRES

Así van de lentos los cambios en la vida humana. H. León McBeth,

The Baptist Heritage, págs. 94-95 (Nashville, Broadman Press 1987)

2 9 2 . LAS MARCAS DE CRISTO Gálatas 6:17

Había cinco clases de personas que llevaban marcas en los tiempos del apóstol Pablo: Los esclavos (como señal de propiedad), los soldados (como señal de lealtad), los devotos (como una señal de consagración), y los despreciados (como una señal de vituperio). Las marcas del Señor Jesús en el cuerpo de Pablo incluían todas estas en una. Véase 2 Co­rintios 11:23-28 para un testimonio de algunas de estas marcas de Cristo en Pablo.

2 9 3 . LA MEDICINA PARA EL ORGULLO Colosenses 3:15b; 1 Tesalonicenses 5:18

La verdadera medicina para curarnos del orgullo no es la humildad, sino la gratitud. Los seres humanos terminamos por estar orgullosos de nuestra humildad. Pero cuando so­mos agradecidos dándonos cuenta de cuánto de lo que somos y tenemos se lo debemos a Dios y a los demás, nos hacemos un poco más humildes. Según Pablo en Romanos 1:21, el gran pecado de los hombres fue, y es, la ingratitud: "Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias; más bien, se hicieron vanos en sus razonamientos, y su insensato corazón fue entenebreci­do." La gratitud nos hace más sanos y equilibrados; vivamos, pues, con aprecio por lo que somos y tenemos.

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2 9 4 . LA LEY Y LA GRACIA Gálatas 3:1-3

El creyente que vive en la esfera de la gracia de Dios es libre, rico y corre en la línea que lleva a la realización y al galardón. Pero aquel que abandona la gracia por la ley se hace un esclavo, se empobrece y corre por un desvío. En resumen, es un perdedor. Y la única manera de transfor­marse en un ganador es "limpiarse de la vieja levadura" (1 Cor. 5:7, 8), de la falsa doctrina que mezcla la ley y la gra­cia, y entregarse al Espíritu de Dios.

2 9 5 . OBRAS Y FRUTO

El contraste entre obras y fruto es importante. En una fábrica una máquina obra y el resultado es un producto, pero nunca puede crear el fruto. El fruto es el resultado de la vida, y en el caso del creyente es la vida en el Espíritu. Cuando pensamos en "obras" pensamos en esfuerzo, en trabajo, en afán; cuando pensamos en "fruto" pensamos en el des­pliegue, belleza y serenidad de la vida. La carne produce "obras muertas" (Heb. 9:14), pero el Espíritu produce fruto vivo. El Nuevo Testamento nos habla de varias clases de fruto: Personas ganadas para Cristo (Rom. 1:13), vida santa (Rom. 6:22), ofrendas presentadas a Dios (Rom. 15:16-18), buenas obras (Col. 1:10), y alabanza (Heb. 13:15). El fruto del Espíritu que encontramos en Gálatas 5:22, 23 tiene que ver con nuestro carácter.

2 9 6 . LAS EXIGENCIAS DE LA LEY Santiago 2:10, 11

Imaginemos a un hombre conduciendo su automóvil por la calle de una ciudad y consciente o inconscientemente pasa

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un semáforo en rojo. Un policía lo para y le pide su licencia de manejar. El conductor inmediatamente empieza a defen­derse: "Señor policía, sé que me he pasado el semáforo en rojo, pero nunca he robado a nadie, nunca he cometido adulterio, nunca he engañado en mi declaración de la renta."

El policía sonríe y sigue llenando la hoja de denuncia, porque sabe que ninguna cantidad de obediencia puede com­pensar por un acto de desobediencia. La misma ley que pro­tege al hombre obediente es la que castiga al desobediente. Presumir de que hemos cumplido con una parte de la ley mientras que quebrantamos otra disposición de la ley es con­fesar que somos dignos del castigo. (Hech.l5:10; Mat. 11:28-30.)

2 9 7 . NUESTROS FALLOS COMO PADRES

Un especialista en temas de la familia realizó una encues­ta en distintos lugares de los Estados Unidos. Al preguntar a cientos de jóvenes, concluyó su estudio citando lo que muchos padres dicen más frecuentemente a sus hijos:

1. "Estoy cansado", ocupó el primer lugar. 2. "No tengo suficiente dinero", fue lo segundo. 3. "Estáte quieto", fue la tercera. Nadie nace sabiendo ser padre, sino que se aprende so­

bre la marcha. La mayoría procura cumplir lo mejor que pue­de, sin caer en errores graves, pero es evidente que a veces no les prestamos la debida atención a los hijos.

2 9 8 . NO ES FÁCIL

No resulta fácil... pedir perdón, empezar de nuevo, aceptar un consejo, admitir un error, ser generoso, enfrentar la crítica, ser amoroso, seguir probando,

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ser considerado, evitar las equivocaciones, mostrarse modesto en el éxito, beneficiarse de los errores, perdonar y olvidar, salirse de la rutina, pensar y después actuar, pensar primero y hablar después, lograr lo mejor de lo poco, dominar un temperamento rebelde, mantener un nivel elevado, aceptar una culpa merecida, ver la luz al final del túnel, pero siempre merece la pena. Procúrelo.

2 9 9 . LA FE

El profesor de física terminó su lección sobre el péndulo, habiendo demostrado la verdad matemática de que un pén­dulo que no se toca va siempre a oscilar de un lado al otro en arcos decrecientes.

Solicitó después un voluntario para demostrar este hecho. Colocaría al estudiante contra la pared y el péndulo pegado a su barbilla, soltaría seguidamente el péndulo y éste oscilaría de manera natural de un lado al otro. El profesor recordó a los alumnos que el péndulo regresaría al lugar de donde partió, pero no tocaría la barbilla del estudiante. Ninguno se prestó voluntariamente. Aunque todos "creían" que la ley de la física era cierta, no estaban dispuestos a po­nerla a prueba.

Así son muchos en su relación con Dios. Conocemos los hechos, pero no estamos dispuestos a arriesgarnos a dar pasos de fe basados en ellos.

3 0 0 . ENGAÑOS

Hace algún tiempo salió en la cubierta de un periódico un dibujo del reconocido artista Norman Rockwell que mos-

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traba a una mujer comprando un pavo para el día Acción de Gracias. El pavo estaba en la balanza y el carnicero se halla­ba detrás del mostrador. A la dienta, una señora de unos sesenta años, se la veía observando la balanza. Ambos te­nían una cara sonriente. Nada aparecía en el cuadro que es­tuviera fuera de lo normal.

Al mirar con detenimiento el conjunto, Rockwell mostra­ba el mensaje en las manos. El carnicero empujaba la escala para abajo con uno de sus pulgares, mientras que la mujer lo hacía para arriba con uno de sus dedos. Ambos se hubieran sentido mal si alguien los hubiera llamado ladrones, pero ninguno veía nada malo en un pequeño engaño. Pero para Dios no es cuestión de pequeño o grande, sino es asunto de intenciones y actitudes.

3 0 1 . TEMOR A DAR TESTIMONIO

Para sobreponerse al temor que todos en general expe­rimentamos al acercarnos a alguien para hablarle del evan­gelio, tenemos que estar convencidos de que Dios nos ha da­do algo para decir que la gente necesita saber urgente y de­sesperadamente. Tal convicción nos liberará de todo temor.

Por ejemplo, pensemos en una persona que va por la calle y se da cuenta de que en un edificio cercano hay mucha gente reunida. Al observar todo el edificio se da cuenta de que hay fuego en la parte superior del mismo. ¿Qué es lo que suponemos que hará esa persona? Echará a correr inmedia­tamente y avisará a la gente para que salgan todos cuanto antes del edificio, y observaremos que lo hace sin temor ni vacilación. ¿Por qué? Porque sabe que ellos necesitan oír lo que tiene que decirles. ¿Cuan convencidos estamos de que la gente necesita escuchar el mensaje de salvación del evange­lio?

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3 0 2 . EL PROPOSITO DE LA DISCIPLINA

Un niño tomó accidentalmente unas pastillas de doimir que encontró en el botiquín familiar. El médico instruyó a los padres para que mantuvieran al niño despierto durante las siguientes cuatro horas, recurriendo a todos los medios, incluso al de abofetearlo si fuera necesario. Aquel dolor era necesario para la sobrevivencia del niño. Así es el peregri­naje del cristiano: "Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de ella han sido ejercitados" (Heb. 12:11).

3 0 3 . DISCIPLINA

Un jovencito jugaba un día con su barquito en un estanque y a los pocos minutos quedó flotando fuera de su alcance. Un hombre que se hallaba cerca empezó a arrojar­le piedras al barquito y el niño se asustó pensando en lo que podía ocurrir. Pronto se dio cuenta de que las piedras pasa­ban por encima del barco y al caer en el agua formaban ondas que empezaron a moverlo hacia la orilla, y al poco tiempo el niño pudo recuperarlo.

Muchas veces, cuando nos apartamos de Dios, nos pa­rece que él nos está arrojando piedras, pero él en realidad está usando las ondas para hacernos regresar a casa.

3 0 4 . DEPRESIÓN

A un cierto conductor con tendencia a la depresión se le pinchó una rueda del automóvil en la carretera. Buscó en el maletero el gato para alzar el auto y, al no encontrarlo, miró a su alrededor y descubrió como a medio kilómetro una casa de campo. Pensó: "Me acercaré y pediré prestado un gato para poder cambiar la rueda." A medida que se acercaba a la casa, por varias razones, se sentía cada vez peor. Primera,

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por no tener él un gato; segunda, por tener que depender de la ayuda de otro. Al estar cerca empezó a temer que le dirían que no y se enojó por la expectativa del rechazo. A medida que se enojaba cada vez más por causa de sus necesidades insatisfechas de dependencia de otros, empezó a proyectar sobre el granjero la ira que sentía contra sí mismo por nece­sitar el gato y contra otros por haberle desilusionado. Cuando al fin llamó a la puerta de la casa y el granjero le abrió, el deprimido viajero gritó: "¡Quédese con su gato!" Eso probablemente garantizaba que no recibiría ayuda, de manera que regresó por donde había venido, convencido de que no podía confiar ni depender de la gente.

Frecuentemente sucede que nuestros puntos de vista y expectativas determinan los resultados.

3 0 5 . DEPRAVACIÓN DE LA NATURALEZA HUMANA

Supongamos que echamos cierta cantidad de sal en un depósito de agua pura. La sal afecta cada partícula de agua al punto de que toda ella queda salada. Eso es parecido a la depravación de la naturaleza humana. El primer pecado fue un acto que introdujo el pecado en la raza humana. A partir de aquel acto y de aquel momento la corriente sanguínea de la raza humana quedó contaminada.

3 0 6 . LA PERVERSIDAD HUMANA

Se cuenta que el doctor Alberto Einstein habló, durante una conferencia que pronunció en 1948, acerca de la natu­raleza del hombre en relación con el mundo: "El verdadero problema está en los corazones y pensamientos de los hom­bres. No es una cuestión física, sino moral. Lo que nos ate­rroriza no es la fuerza explosiva de la bomba atómica, sino el poder de la maldad del corazón humano."

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3 0 7 ¿PODEMOS ARREGLAR NOSOTROS A LA HUMANIDAD?

C. S. Lewis, reconocido escritor cristiano, ya fallecido, hablando sobre las ilusiones de algunos de que la humanidad no es tan mala y que nosotros podemos arreglarla, dijo con toda razón: "Ningún arreglo o combinación ingeniosa de huevos podridos puede resultar en una buena tortilla."

3 0 8 . IGNOREMOS LAS CRITICAS

Los marineros en los océanos del norte han visto pasar frecuentemente a los icerbergs yendo en dirección contraria a la del viento. ¡Se movían en contra del viento!, ¿pero cómo? La explicación está en que los icebergs, con nueve décimas partes de su volumen bajo la superficie del agua estaban bajo la influencia de tortísimas corrientes marinas que se movían en cierta dirección independientemente de hacia donde soplara el viento.

En la vida cristiana, sin importar cuan fuertes sean los vientos de las opiniones pasajeras que se oponen, el creyente que está sumergido en la corriente de la gracia y del amor de Dios, debe moverse en la dirección de la justicia.

3 0 9 . PREPARACIÓN PARA LA MUERTE

Muchas personas duermen en el invierno arropándose con una cobija eléctrica. El único problema con este gran invento es que es excelente en aquello para lo que está des­tinado. Es decir, que la manta eléctrica pone la cama tan cáli­da y confortable que resulta duro salir de ella en las frías mañanas del invierno. Algunos han encontrado que la única manera de lograrlo es desenchufarla para que no sea tan agradable estar metido en la cama y se tengan ganas de salir de ella. Quizá Dios permite nuestro deterioro físico en los

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últimos años para que estemos más dispuestos a dejar nues­tros cuerpos envejecidos para explorar el futuro desconocido que pone ante nosotros.

3 1 0 . BURLAS Y CRITICAS

Es un hecho que un caballo no puede tirar del carro mientras que cocea, y tampoco puede cocear mientras que tira. Imitemos al buen caballo y vivamos una vida apropiada. Tiremos de la vida honradamente y entonces no nos quedará tiempo para cocear.

Los pioneros han sufrido siempre las burlas de los obser­vadores celosos. Los primeros barcos de vapor tardaban mucho en hacer su recorrido y la gente se reía. Los caballos y los cochecitos de niños les ganaban a los primeros automóviles, y la gente hacía chistes. La primera lámpara eléctrica daba tan poca luz que la gente decía que había que encender una lámpara de gas para poder verla. Si usted emprende una gran empresa o proyecto, espere burlas y críticas.

3 1 1 . HAY QUE CONOCER LO ESENCIAL

Ilion T Jones, en su libro The Quiet Córner (El rincón tranquilo), habla acerca de los viejos días en barco por el río Misisipí. Uno de los pasajeros intentó entablar una conver­sación con el capitán.

—Supongo que usted sabe dónde están todas las rocas y bancos de arena del río —se atrevió a decir el pasajero.

A lo que el viejo capitán contestó: —No, eso sería una gran pérdida de tiempo, pero sí sé

dónde están las aguas profundas. No necesitamos saberlo todo acerca de la teología o de

la historia de la iglesia, y ni siquiera de la Biblia, para ser cris­tianos felices y útiles. Lo que más nos interesa es estar bien

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asidos de la mano de Dios, "porque sin él nada realmente valioso y eterno podemos hacer".

3 1 2 . LAS CRITICAS

Dos de los más famosos predicadores cristianos fueron contemporáneos durante el siglo diecinueve. D. L. Moody fue un gran evangelista y pastor estadounidense, y C. H. Spurgeon revolucionó la vida espiritual de Inglaterra median­te su poderosa predicación del evangelio.

D. L. Moody fue una vez a Londres para encontrarse con Spurgeon, a quien admiraba y a quien consideraba su mode­lo y mentor como predicador. Sin embargo, cuando Spur­geon abrió la puerta para recibir a Moody, éste se quedó pa­ralizado de asombro al ver a Spurgeon con un cigarro puro en la boca.

—¿Cómo puede usted, un hombre de Dios que debe dar ejemplo, fumar? —protestó el gran evangelista americano.

Spurgeon se quitó el cigarro de la boca, bajó las escaleras y se acercó al sorprendido Moody, y poniendo su mano en el abultado vientre de Moody, le dijo:

—De la misma manera que usted, un hombre de Dios, puede estar tan gordo.

Esto nos recuerda las palabras de Jesús: "No juzguéis, para que no seáis juzgados... ¿Por qué miras la brizna de paja que está en el ojo de tu hermano, y dejas de ver la viga que está en tu propio ojo?" (Mat. 7:1-3).

3 1 3 . CODICIA

Un padre caminaba por la calle con sus dos hijos pequeños y los dos iban llorando. Se cruzó con ellos un veci­no y le preguntó:

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—¿Qué les pasa a estos muchachos? ¿Por qué tanto alboroto?

A lo que el padre respondió: —El problema con estos chicos es el mismo que hay en

todo el mundo. Uno tiene un caramelo y el otro también lo quiere y trata de quitárselo.

El problema con este mundo es que hay demasiada gente que va por la vida queriendo pescar con ambas manos.

3 1 4 . LA CREACIÓN

Un científico le sugería una vez a un pastor que en razón de que en el universo existían millones de estrellas y plane­tas, era inevitable que la vida aparecería por generación espontánea en alguno de ellos. A lo que el clérigo le res­pondió:

"Mi amigo, si la policía encuentra un cadáver en el maletero de su automóvil Ford, ¿va usted a decirles que debido a que hay millones de autos Ford en el mundo, sin duda alguna tenía que haber un cadáver en su maletero? ¿No cree usted que ellos van todavía a querer saber quién lo puso allí?"

3 1 5 . LA AVARICIA

Se cuenta de un anciano cuáquero que, queriendo dar una lección a sus vecinos, puso un anuncio en un campo de su propiedad, que decía: "Se lo regalo a cualquiera que se sienta satisfecho."

Un granjero rico lo leyó al pasar por allí y pensó: "Dado que mi vecino y amigo va a dar este campo, yo tengo tanto derecho a recibirlo como cualquiera. Soy rico y tengo todo lo que necesito, así que estoy calificado para recibirlo."

Se acercó a la casa de su vecino y cuando el anciano apareció en la puerta, le explicó la razón de su visita.

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—¿Se siente usted realmente satisfecho? —preguntó el propietario del terreno.

—Sin duda que sí —respondió el granjero. Tengo todo lo que necesito y estoy plenamente satisfecho.

—Mi amigo —contestó el otro—, si usted está de verdad satisfecho, ¿por qué quiere mi campo?

La pregunta revelaba que la avaricia estaba oculta en el corazón del granjero. El problema básico con las riquezas materiales es que nunca satisfacen del todo, siempre se quiere más.

3 1 6 . HABÍA ESTADO PLANTANDO SEMILLAS Gálatas 6:7

Falleció un hombre cristiano que había sido juez durante muchos años. En su funeral se acumularon tantas flores que fue necesario un camión para transportarlas todas al cementerio. Al verlas cargar en el camión, alguien comentó con admiración:

—¡Qué gran cantidad de flores ha recibido este hombre! Alguien que conoció en vida al finado, respondió: —Sí, él estuvo sembrando durante mucho tiempo. ¿Qué clase de semillas está usted sembrando? Pablo dice

en Gálatas 6:7: "No os engañéis; Dios no puede ser burla­do. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará."

3 1 7 . EL CHISME Y LA BASURA

El chismoso sabe generalmente de dónde sacar la ba­sura, pero usted procure evitar que sus oídos, mente y corazón sean el cubo de basura de alguien.

3 1 8 . ESTABA EQUIVOCADO

El pastor llevaba varios domingos predicando sobre la

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mayordomía, y uno de los miembros comentó: "¡Qué ganas tengo de que el pastor deje ya de hablar de dinero y vuelva a predicar el puro evangelio!" Un verdadero mayordomo cristiano nunca piensa ni dice eso, pues el dar es el corazón del evangelio: "De tal manera amó Dios... que dio.."

3 1 9 . PERMÍTAME COMPARTIR EL ABURRIMIENTO

Un hombre muy rico dijo: "Sólo puedo ponerme un traje a la vez o dormir en una cama a la vez. Después de eso todo mi dinero es aburrimiento y fastidio." Por supuesto, muchos quisieran participar de ese "aburrimiento y fastidio". Lo que aquel hombre quería decir es que hay un límite muy real a lo que puede hacer lo material por una persona. Hay muchas cosas —las más importantes— que el dinero no nos puede proporcionar.

3 2 0 . MAS DINERO, MAS SED

Un antiguo proverbio romano dice que el dinero es como el agua del mar: cuanto más bebes de ella, más sediento te sientes.

3 2 1 . JUICIO Y PREDICACIÓN

Por mi experiencia como pastor sé que es mucho más fácil y agradable predicar acerca del amor de Dios que sobre el juicio, pero ambos son necesarios según lo exijan las circunstancias. Un médico no sería un buen amigo nuestro si nos recetara un jarabe cuando sabe que lo que necesitamos es una cirugía radical. Lo mismo se puede decir del predi­cador.

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3 2 2 . NO SIEMPRE CONVIENE NEGOCIAR

Un cazador levantó su arma de fuego para apuntar a un oso enorme. Estaba listo para disparar cuando el oso le habló suavemente y con una sonrisa.

—¡Un momento! ¿No será mejor conversar que dis­parar? ¿Qué es lo que quiere usted? Tratemos de negociar el asunto.

—Bueno —contestó el cazador, bajando su carabina—, lo que yo quiero es un abrigo de pieles.

—Muy bien —replicó el oso—; eso es razonable. A lo mejor podemos llegar a entendernos y hacer negocio. Yo sólo quiero llenar mi barriga. Lleguemos a un acuerdo.

Entonces se sentaron para llegar a un convenio. Después de un rato el oso se retiró sólito. El negocio había tenido buen éxito. El hombre estaba envuelto en una piel, y el oso tenía su barriga llena.

Moraleja: No siempre nos conviene negociar. A Simón Pedro poco le convenía calentarse al fuego del enemigo (Luc. 22:55); ni a Lot confraternizar con la gente pervertida de Sodoma (Gen. 13: 12, 13). Jesucristo dijo: "El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama" (Mat. 12:30).

3 2 3 . SEGUNDA VENIDA

Jesús nunca habló de su segunda venida en términos de tiempo sino de condiciones. Nosotros tenemos que ocu­parnos de las condiciones (Mat. 24:14) y dejarle al Padre el asunto del tiempo (Hech. 1:7).

3 2 4 . COMO MEJORAR LA PREDICACIÓN

En muchos pulpitos aparecen grabadas las palabras de Juan 12:21: "Señor, quisiéramos ver a Jesús." Son un

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recordatorio para el pastor a fin de que no olvide que eso es lo que la congregación necesita ver en el sermón.

3 2 5 . MALA PUNTERÍA

Simplemente porque el pastor (o el maestro) predique por encima de las cabezas de la gente de su congregación no quiere decir que está usando una munición de mayor calibre, sólo significa que tiene muy mala puntería.

3 2 6 . LA CONFESIÓN

El gran misionero evangélico E. Stanley Jones escribió lo siguiente en relación con la importancia de la confesión en nuestra disciplina espiritual:

"Sé que hay ciertas actitudes mentales, emocionales, morales y espirituales que no son saludables: el enojo, el resentimiento, el temor, la ansiedad, el deseo de dominar, sentimientos de culpa, impureza sexual, celos, falta de activi­dad creativa, complejos de inferioridad, etc. Estos son los mensajeros de la mala salud. Así que he aprendido a rendir estas cosas a Cristo cuando aparecen. Una vez le pregunté al doctor Kagawa: '¿Qué es la oración?' Y él me respondió: 'La oración es la rendición del yo.' Estoy de acuerdo con él. Es ante todo rendición, total rendición, día a día. Alcanza a lo que sabemos y a lo que no sabemos. Lo que no conoce­mos abarca el futuro que ignoramos y los problemas sin resolver tal como aparecen. De manera que he aprendido a tratar con estos problemas en oración cuando vienen y cier­tamente aparecen porque nadie está libre de ellos. No lucho con ellos, sino que los rindo a Cristo Jesús y le digo: "Señor, ahora están en tus manos."

Hay muchos que dicen ser seguidores de Cristo, pero que hace mucho que perdieron de vista su propia pecaminosidad. Si van al templo el domingo, salen sin haber

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tenido la experiencia de arrepentimiento y renovación que habla de auténtica adoración a Dios. Eso lleva a un cristia­nismo terriblemente mediocre.

3 2 7 . ORDEN EN LA VIDA ESPIRITUAL

Howard Rutledge, un piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, fue derribado sobre el Vietnam del Norte a comienzos de aquella guerra. Pasó varios miserables años como prisionero de guerra antes de que fuera dejado en li­bertad.

En su libro En presencia de mis enemigos, él reflexiona sobre la fuente de recursos de donde sacó fuerzas en aque­llos días que parecían interminables e intolerables. Dice:

"Durante aquel tiempo de forzada reflexión se me hizo mucho más fácil separar lo importante de lo trivial, lo que merecía la pena y lo que me podía olvidar de ello. Por ejem­plo, en el pasado trabajaba o jugaba los domingos y nunca tenía tiempo para Dios. Durante años mi esposa me había animado a ir al templo con el resto de la familia, pero yo no hacía caso. Ella nunca me fastidió con el asunto, simple­mente vivía en esperanza. Pero yo estaba muy ocupado, demasiado ocupado, como para dedicar unas pocas horas a la semana a lo que era más importante.

"Ahora la visión, el sonido y el olor de la muerte estaban constantemente a mi alrededor. Mi hambre por alimento es­piritual superó muy pronto a mi deseo de un filete de ter­nera. Ahora quería saber acerca de aquella parte de mí que nunca muere. Ahora sí que quería hablar de Cristo y de la iglesia. Pero en aquel campo de concentración, de aisla­miento y sufrimiento, no había Biblia, ni pastor, ni templo, ni himnario, ni creyente. Yo me había olvidado por comple­to de la dimensión espiritual de la vida y fue necesario caer prisionero para darme cuenta de cuan vacía está la vida sin Dios."

Cuántas veces son necesarias las presiones y dificultades

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de la vida para que nos demos cuenta, como Rutledge, de que hay algo vital que olvidamos con mucha frecuencia, y es Dios y nuestra relación con él.

3 2 8 . EL COSTO DE LA FLACIDEZ MENTAL

En 1978 tuvo lugar el suicidio en masa de los miembros de la iglesia "People's Temple" dirigido por Jim Jones. Este es un triste ejemplo de a dónde nos puede llevar la flojera mental. Aquellas personas permitieron que Jim Jones pen­sara y decidiera por ellos. Al hacerlo así estaban cortejando al desastre y la muerte. Vaciaron sus mentes y dependieron de la mente de él, y cuando la mente de Jones dejó de pen­sar correctamente todos sufrieron las consecuencias. Aquel líder les había prometido orientación y guía en medio de un mundo hostil y corrompido; les había ofrecido respuestas y apoyo, y la gente \e cedió todos sus derechos de discerni­miento y juicio propio e independiente por el precio de una pretendida seguridad.

En nuestra sociedad llena de presiones, la gente que no procura estar en buena forma mental, cae generalmente víc­tima de ideas y sistemas que son destructivos para el espíritu y las relaciones humanas. Quedan dañados porque no han aprendido a pensar por sí mismos, ni se han propuesto un programa de crecimiento mental continuo. Al no tener una mente fuerte se hacen dependientes de los pensamientos y opiniones de los demás.

Es fácil caer en la trampa de la flacidez mental, especial­mente cuando hay tanta gente dominante a nuestro alrede­dor que quiere pensar por nosotros, lo cual a veces sucede en la familia y en la iglesia. La tercera carta de Juan habla acerca de un tal Diótrefes, un líder laico, que al igual que Jim Jones, quería tener a todos bajo su control. Los miembros de aquella iglesia habían sometido sus mentes a la de Diótrefes.

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3 2 9 . ¿QUIEN SALE EN DEFENSA DE LA IGLESIA? 1 Juan 4:1

La locura de David Koresh y sus seguidores de la Branch Davidian, encerrándose en una casa de campo en Waco, Texas, y haciéndole frente a las autoridades federales con armas de fuego automáticas, ha dado pie paYa muchos chis­tes y comentarios mordaces en los medios de comunicación.

David Koresh decía que él era la encarnación del mismo Jesucristo, pero en vez de las armas del amor y del sacrificio personal para el bien de los demás, usó las armas de fuego y las de la manipulación mental. En los primeros días de marzo de 1993, cuando la policía federal acudió a la casa de campo que servía de cuartel general a Koresh y a las varias docenas de personas que le acompañaban, incluyendo bas­tantes mujeres y niños, para llevar a cabo una investigación, fue recibida a balazos, matando a cuatro agentes federales.

En todo lo que leímos en la prensa y vimos en la tele­visión en esos días, poco hubo de comentario positivo hacia el cristianismo, las iglesias y los cristianos. La fe, la moral y los ideales cristianos son el fundamento de muchos países en el mundo, pero los medios de comunicación sólo hablan de la religión cuando aparece por ahí algún loco o fanático.

Los muchos millones de personas que acuden cada domingo a los templos cristianos, lo muchísimo bueno que hacen cada día a favor de la sociedad humana, la importan­tísima contribución de las instituciones cristianas en el mundo, parece que eso no es noticia que merezca la pena ser publicada.

Cuando el huracán Andrew azotó las costas de Florida en el otoño de 1992, los primeros que llegaron con millones de ayuda en alimentos y medicinas fueron las organizaciones benéficas evangélicas, antes incluso que la Cruz Roja Ame­ricana. Pero eso no es noticia que merezca la pena publi­carse.

David Koresh, y otros muchos como él, no son modelos

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cristianos que debamos mirar, y mucho menos seguir, pero sí hay muchos modelos cristianos que, sin duda, serán recibidos por Cristo en su día con las palabras: "Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel... Entra en el gozo de tu Señor."

3 3 0 . ¿POR QUE NO LO MEJOR?

El almirante Hyman Rickover fue durante muchos años el jefe de la Marina nuclear de los Estados Unidos. Sus admi­radores y sus críticos sostenían puntos de vista opuestos en relación con el exigente almirante. El se encargó de entre­vistar personalmente a cada oficial que solicitaba un puesto para servir en los submarinos atómicos. Aquellos que pasaron por la entrevista solían salir temblando, enojados o intimidados. Entre ellos estuvo Jimmy Cárter, quien después fue presidente de los Estados Unidos. El cuenta así la entre­vista.

"Había solicitado servir en el programa de submarinos nucleares y el almirante Rickover me entrevistó para el puesto que buscaba. Era la primera vez que veía al almirante. Nos sentamos en su amplia oficina y me permitió escoger las materias que yo deseara discutir. Elegí cuidadosamente aque­llas que en esos momentos dominaba mejor: sucesos con­temporáneos, música, literatura, asuntos del mar y de la ma riña, electrónica, tácticas navales, armamento, etc. Empezó a hacerme preguntas que cada vez eran más incisivas y pro­fundas. Pronto se demostró que yo sabía poco de todo lo que había elegido.

Nunca apartó su mirada de la mía, nunca me sonrió. Al cabo de un rato me encontraba bañado de sudor. Finalmente me hizo una pregunta que yo pensé me iba a sacar de todos mis apuros. Me dijo:

—¿Cómo quedó en sus clases en la Escuela Naval? " Como me había ido bastante bien, me enderecé en mi

asiento, saqué el pecho, y respondí con orgullo:

ILUSTRACIONES ESCOGIDAS 203

—Saqué el puesto 50 en una promoción de 850. Esperé con satisfacción su felicitación, que nunca llegó.

En vez de ello me volvió a preguntar: —¿Hizo usted lo mejor que pudo? Empecé a decir: —Sí, señor... Pero inmediatamente recordé las veces que me había

dejado dominar por la pereza, o que me había distraído con trivialidades, en vez de prestarle la debida atención a las cosas importantes. Era humano y tenía derecho a respirar y flojear de vez en cuando. Reaccioné, me tragué mis palabras, y dije:

—No, señor, no siempre hice lo mejor. Me miró por un rato y entonces se levantó de su silla

dando por terminada la entrevista. Antes de despedirnos me hizo la última pregunta que jamás he podido olvidar o con­testar:

—¿Y por qué no? Me quedé allí parado, mudo, temblando, y por fin logré

moverme y salir de aquella oficina lentamente. Esta experiencia le sirvió a Jimmy Cárter como parte de

la introducción a su libro ¿Por qué no ¡o mejor? ¿No debe todo aquel que se dice cristiano darle lo mejor

a su Salvador, Maestro y Señor? Y si no lo hace, ¿por qué no?

3 3 1 . GRATITUD

Un hombre observaba cómo su vecino de ochenta años plantaba un manzano y lo hacía con gran cuidado. Curioso le preguntó:

—¿Espera comer manzanas del árbol que ha plantado? El anciano, apoyándose sobre la pala que había utilizado

para abrir el agujero, respondió: —No, a mi edad ya no puedo esperarlo. Pero toda mi

vida he gozado de esta deliciosa fruta, y nunca de un árbol

204 QUINIENTAS TRES

que yo haya plantado. Sólo estoy tratando de pagar a aque­llos que los plantaron para mí.

¿Procura usted dejar algo bueno que los demás puedan disfrutar motivado por la gratitud que siente por las muchas cosas buenas que otros dejaron para usted?

3 3 2 . DESCONTENTOS

Parece que en algunas partes de México se produce el fenómeno natural de encontrar fuentes de agua caliente y fuentes de agua fría una al lado de la otra. Las mujeres se benefician de las ventajas de este fenómeno natural, y lavan sus ropas en agua caliente y las enjuagan en agua fría. Se dice que un turista que observaba esta actuación comentaba con su amigo que le servía de guía:

—Me imagino que estas señoras pensarán que la Madre Naturaleza es muy generosa proveyéndolas de abundancia de agua caliente y fría tan cerca la una de la otra y, además, gratis.

A lo que el guía replicó: —No, señor, hay mucho descontento y queja porque no

les proporciona también el jabón. ¿Da gracias usted por lo que tiene o se dedica a quejarse

por lo que no tiene?

3 3 3 . ¿MARIPOSA O ABEJA?

Según James Hamilton, hay dos clases de lectores de la Biblia: los que la leen superficialmente y los que la sondean profundamente. Los describe comparándolos con dos cono­cidos insectos. Escribe: "Uno es notable por su imponente ornamentación, que se exhibe a la luz del sol como polvo de piedras preciosas; al contemplar sus evoluciones llenas de hermosura, su bello revoloteo sobre los campos y el danzar

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de flor en flor, no se puede dejar de admirar su actividad llena de gracia, porque está obviamente cubriendo mucho terre­no.

"Pero en el mismo campo hay otro trabajador cuyo traje marrón oscuro y vuelo directo, al grano, puede que no haya atraído tu mirada. Su errante compañero va de aquí para allá y chupa de manera elegante donde puede encontrar una go­ta de néctar a mano; pero este trabajador constante aterriza en todos los lugares, y allí donde lo hace o bien encuentra miel o la fabrica. Si la flor es profunda, desciende hasta el fondo; si su entrada está cerrada, la fuerza para abrirla; y si el néctar es peculiar, explora por todas partes hasta que lo encuentra...

"Su rival de alas de terciopelo no se detiene en detalles tan trabajosos y que demandan tanta paciencia...Este murió el octubre pasado. El otro está caliente en su colmena, entre las fragantes reservas que ha acumulado."

¿Que tipo de lector de la Biblia es usted? ¿Mariposa o abeja? ¿Da sólo una mirada superficial a las Escrituras o las investiga sondeando en sus riquezas y almacenando su dulzu­ra? Solamente el "método de la abeja" puede darle un vera­no espiritual a través de todo el año.

Boletín Primera Iglesia Bautista Valencia, España

3 3 4 . MOTIVACIÓN

Un ciudadano recibió un "Segundo Aviso" de la dele­gación de Hacienda apremiándole porque su pago de los impuestos estaba pasado de fecha, y si no pagaba inme­diatamente se lo reclamarían judicialmente y con todos los recargos. A primera hora del día siguiente el ciudadano apareció en la oficina de Hacienda con el dinero en la mano dispuesto a pagar. Para justificarse dijo:

—Nunca recibí el "Primer Aviso". A lo que el empleado replicó:

206 QUINIENTAS TRES

—Se nos agotaron los formularios de "Primer Aviso". Además —agregó— hemos descubierto que el "Segundo Aviso" es mucho más efectivo.

Se cuenta de una rana que cayó en un bache hondo y no podía salir de él. Incluso sus amigos no pudieron animarla lo suficiente para que juntara todas sus fuerzas, saltara y saliera del agujero. Al fin la dejaron, abandonándola a su suerte. Pe­ro al día siguiente la encontraron sana y salva y muy cam­pante. De alguna manera se las había ingeniado para salir de la apurada situación. Así que le dijeron:

—Pensábamos que de verdad no podías salir de aquel bache.

A lo que la rana contestó: —No podía, hasta que apareció un camión que se me

echaba encima y tuve que salir. ¿Qué es lo que nos motiva más en la vida? ¿Lo negativo

o lo positivo?

3 3 5 . DOCE REGLAS PARA ALCANZAR LA FELICIDAD

La felicidad es un hábito, es el resultado de pensar y vivir correctamente. Aquí tiene doce reglas para una vida feliz:

1. Viva una vida sencilla. Haga que la simplicidad pre­domine en sus planes diarios. Las cosas sencillas son las mejores.

2. Gaste menos de lo que gana. Puede resultarle difícil, pero le asegura grandes dividendos en contenta­miento.

3. Tenga pensamientos constructivos. Llene su mente con pensamientos provechosos.

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4. Mantenga una disposición flexible y resista la ten­dencia común de querer todas las cosas a su ma­nera.

5. Sea agradecido. Comience el día con gratitud por las oportunidades y bendiciones que disfruta.

6. Predisponga su buen ánimo. Cultive una actitud mental pacificadora y de buena voluntad.

7. Sea generoso. No hay alegría más grande en la vida que dar felicidad a nuestros semejantes a través de una generosidad inteligente.

8. Luche por los motivos más importantes. Que el propósito más elevado de su vida sea el crecer en gracia y poder espiritual.

9. Interésese por otros. Aparte su mente de pensar sólo en usted mismo.

10. Viva un día cada vez. Concéntrese en su tarea inme­diata. Logre el máximo del hoy de que dispone.

11. Haga algo por recrearse. Cultive una distracción a la que pueda usted acudir para divertirse y relajarse.

12. Manténgase cerca de Dios. La verdad y la felicidad que perduran dependen primordialmente de cuan cerca vivimos de él.

Esta gema literaria fue escuchada en el desayuno del programa de radio del Club Don McNeil. Doy traslado de la misma por la honda impresión que me causó, y confío en que le sea de tanta ayuda como lo ha sido para mí.

3 3 6 . LA ORACIÓN SIN FE

La fe en Dios da por supuesto que usted cree que él le oye, de manera que usted escucha y espera su respuesta.

Un hombre quedó atrapado en el tejado de su casa por causa de una inundación. Oró a Dios pidiendo ayuda. Pasó una barca llena de gente y le ofrecieron un salvavidas. El lo rechazó. Otra barca le ofreció un sitio y llevarle a lugar

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seguro. También rehusó. Un helicóptero que acertó a pasar por allí le ofreció bajar una escala; pero también lo rechazó. Pronto la tormenta empeoró y aquel hombre se ahogó. En el cielo le preguntó a Dios por qué no le había rescatado. El Señor le respondió: "Te envié un salvavidas, una barca y un helicóptero, pero tú los rechazaste."

Cuando le pedimos ayuda a Dios, la fe da por supuesto que la ayuda que nos venga es la respuesta del cielo; no pre­sume que nosotros podemos dictarle a Dios la ayuda que queremos recibir.

3 3 7 . APRENDAMOS DE LOS GANSOS

Un profesor leyó a sus alumnos un ensayo de un autor desconocido. Ese escrito cambió por completo el espíritu de la clase. Dice así:

"El próximo otoño cuando veas los gansos dirigiéndose hacia el sur para pasar el invierno, fíjate en que vuelan for­mando una V. Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del porqué vuelan de esa manera. Se ha comprobado que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V la bandada completa aumenta por lo menos un 70 por ciento su poder de vuelo que si cada pájaro volara solo. Las personas que comparten una dirección común y tienen un sentido de comunidad pueden llegar a donde deseen más fácil y rápidamente porque van apoyán­dose unos a otros.

"Cada vez que un ganso se sale de la formación siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la difi­cultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a la formación para beneficiarse de la ayuda del compañero que va delante. Si tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos en formación con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.

"Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a otro

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de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar. Obtenemos mejores resultados si establecemos turnos para hacer los trabajos más difíciles. Los gansos que van detrás graznan (producen el sonido propio de ellos) para alentar a los que van delante a mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.

"Finalmente, cuando un ganso se enferma, o es herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo o protegerlo. Se quedan acom­pañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o muere, y sólo entonces los dos acompañantes vuel­ven a su bandada o se unen a otro grupo. Si tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos uno al lado del otro apoyándonos y acompañándonos."

Al leer una y otra vez este ensayo siento la tentación de parafrasear las palabras de Jesús: "Mirad los gansos: no van a la universidad ni pretenden ser cristianos, pero ni aun Salomón con toda su sabiduría se portó como uno de ellos" (Mat. 6:29).

3 3 8 . YO CREO EN TI

No importa lo que hayas hecho... Yo creo en ti.

No importa qué te haya sucedido... Yo creo en ti.

No importa lo que la gente diga... Yo creo en ti.

No importa si eres rico o pobre... Yo creo en ti.

No importa tu edad o tamaño... Yo creo en ti.

No importa cuál es tu grado de inteligencia... Yo creo en ti.

No importa dónde vives... Yo creo en ti.

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No importa si tienes o no posición social... Yo creo en ti.

No me importa, de veras, no me importa.. Yo siempre creo en ti.

3 3 9 . LA IMPORTANCIA DE LO PEQUEÑO

Durante 1994 los periódicos se llenaron con el episodio protagonizado por las patinadoras Tonya Harding y Nancy Kerrigan. Fue un experiencia humana que habla de los temores y celos que se pueden albergar en el corazón, y de sus consecuencias.

Cuando llegó el momento de Tonya Harding para pati­nar en las Olimpiadas se produjo un momento de gran ten­sión. Los altavoces anunciaron su nombre, pero ella no salió. Las cámaras de televisión se enfocaron hacia el área de sa­lida de los participantes, y allí se vio tras las cortinas a Tonya tratando de arreglar el cordón de una de sus botas de pati­nar que se había roto. Cuando ya parecía que terminaba de colocarlo, descubrió que le quedaba corto. Salió a patinar, dio un par de vueltas y descubrió que no podía hacerlo sin los cordones apropiados. Se acercó llorando hasta los jueces y suplicó por una segunda oportunidad, que le concedieron.

Al ver desarrollarse aquel drama, uno no puede dejar de pensar en todos los años de duro entrenamiento desde niña, los sueños, la inversión en dinero, para que al final todo dependiera del cordón de las botas de patinar.

La vida es así. A menudo son las cosas pequeñas las que determinan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Olvídese de los duros entrenamientos, de los sueños, del dinero inver­tido, del entusiasmo puesto; si los cordones se rompen, se acabó la oportunidad de competir. No tiene ya la oportu­nidad de ganar.

Hay dos cordones que mantienen vivas y en marcha muchas empresas humanas: Confianza y buena adminis­tración. Si usted las pierde, está perdido. En una iglesia, por

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ejemplo, lo más importante no son las propiedades, las ofrendas, o cuan bien predique el pastor o cante el coro; lo más importante es la confianza. Si alguien o algo la des­truye, se ha perdido la oportunidad de servir. Lo segundo más importante es la buena mayordomía o administración. Ambas cosas, confianza y administración, tienen que ver, por ejemplo, con el sexo y el dinero, y lamentablemente muchos fallan en esas áreas.

3 4 0 . SOLO DIOS NOS PUEDE CAMBIAR Romanos 8:1-16

Pablo gritó con profunda desesperación: "¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?" (Rom. 7:24). Esta pudo haber sido una compara­ción espiritual con la costumbre romana de castigar al crimi­nal atándole al cadáver de su víctima, usando así su propia descomposición y fetidez para ejecutar al homicida. Alguien lo explicó diciendo:

"Supongamos que un biólogo está planeando llevar a cabo un experimento de injertar, en un momento dado del proceso de desarrollo, a una mariposa y un escorpión, y hacerlo de tal manera que ambas criaturas se fusionen en una sola carne y así crezcan hasta la madurez. ¡Qué choque tan tremendo de instintos se produciría en una monstruosi­dad así! Una parte de la naturaleza de tal criatura anhelaría el espacio abierto del cielo, mientras que a la otra le apete­cería un escondrijo en un lugar oscuro y una dieta tan dife­rente. ¿Qué se podría hacer con semejante criatura? Nada, excepto matarla. Hay un sentido en el que Satanás llevó a cabo, en el huerto del Edén, una cirugía así de diabólica en la raza humana."

Pablo se da entonces cuenta de que el ser humano no puede cambiar, ni limpiar, ni conquistar, ni mandar ni corre-

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gir su carne, sino sólo crucificarla con Cristo, y dejar que el Espíritu nos transforme y nos lleve a nacer de nuevo.

341. LAS SIETE ETAPAS DEL "RESFRIO" EN EL MATRIMONIO

Es una crónica de los cambios que suceden en el matri­monio apuntando a la reacción del marido al resfrío de su mujer. Dice así:

Primer año. La esposa tiene un resfrío. El esposo reac­ciona: "Corazoncito, qué preocupado me tiene mi tesorito. Tienes tapadita la naricita. Con tantas infecciones que andan por ahí nunca se sabe qué puede pasar. Esta tarde te llevo al médico para que te haga un buen examen y te tomes un buen descanso. La comida en el hospital es mala, pero no te preocupes. Te voy a llevar comida del mejor restaurante."

Segundo año. Resfrío. "Mira querida, no me gusta nada esa tos que tienes. Ya llamé para que venga el doctor. Ahora sé buenecita y vete a la cama. Hazlo por tu papucho."

Tercer año. "Será mejor que te acuestes. Es lo mejor cuando uno se siente caído. Te llevaré algo de comer. ¿Te­nemos sopa hecha?"

Cuarto año. "Mira querida, cuídate. Después de que des de comer a los chicos y de que hayas lavado los platos, mejor será que te acuestes. Ja, ja, ja."

Quinto año. "¿Por qué no te levantas y te tomas un par de aspirinas?"

Sexto año. "¿Por qué no te haces unas gárgaras, o algo así, en vez de quedarte ahí sentada, ladrando como una foca?"

Séptimo año. "Por favor, deja de estornudar. ¿Qué quie­res? ¿Que pesque una pulmonía?"

Es muy fácil con el correr de los años dejar que la fami­liaridad en el matrimonio vaya apagando el verdadero afec­to e interés entre la pareja. Al principio los cónyuges son

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atentos, deseosos de complacerse el uno al otro, listos para ayudar, dispuestos a escuchar, deseosos de conocerse mejor. Luego, con el paso de los años, lo que uno sabe del otro, lo mismo que pudiera ser un factor para profundizar su relación, parece ser causa para que se apague el matrimo­nio.

3 4 2 . EL MATRIMONIO ES COMO DOS RÍOS QUE SE JUNTAN

Dos ríos se juntan. Al observarlos desde arriba se los ve desplazarse plácida y calmadamente hacia el punto donde se encuentran y, de pronto, en el punto de convergencia se observa una verdadera batalla. Un río fuerte, apacible e inde­pendiente se encuentra con otro igualmente fuerte, apacible e independiente, y el agua de ambos se agita y choca en una corriente ruidosa y veloz. Después del encuentro algo vio­lento, las dos corrientes se combinan para formar un río más ancho e impresionante de lo que cada uno era original­mente.

Un buen matrimonio es como este fenómeno natural. Una persona independiente se encuentra con otra indepen­diente, y deciden unir sus vidas en una. El problema empieza cuando tratan de descubrir en cuál, pero la realidad es que no será en ninguna de las dos. Como los ríos, los dos inte­grantes de la pareja matrimonial se convierten en una creación nueva y distinta: más fuerte, más capaz y más impresionante que incluye las marcas de ambos. Y las per­sonas no se unen con facilidad ni sin conflicto, así como lo hacen los ríos.

3 4 3 . EL SEXO Y LOS NIÑOS

Hasta no hace mucho tiempo a los niños se le regañaba si eran curiosos y preguntaban acerca del sexo. Se les decía:

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"Eres demasiado chico para saber de eso. ¿Quién te metió esas ideas sucias en la cabeza? Te diremos todo lo que nece­sitas saber cuando llegue el momento."

El momento de hablar del sexo es cuando los niños pre­guntan. La clave está en responder al nivel de la pregunta del niño. Esto me recuerda la anécdota del niño que corrió a donde estaba su mamá diciendo:

—Mami, mami, ¿de dónde vine yo? La mamá se agarró fuerte de la refrigeradora, respiró

hondo, recordando que había leído media docena de libros en preparación para ese momento y que contaba con la he­rramienta para encararlo correctamente.

—Mira, chiquito, cuando dos personas se aman mucho como tu papito y yo, se casan y cuando ya están casados...

El niño se impacientó. Le pareció que éste iba a ser uno de esos largos discursos.

—Mami, simplemente dime lo que te pregunté. ¿De dónde vengo?

Ella volvió a empezar. —A ver, primero hablemos de los pajaritos. Ah, y de las

abejas. Van de flor en flor y... El niño no aguantaba más. —Mami, ¿y yo? ¿De dónde vine yo? Mi amigo Raúl dice

que él vino de Guatemala. ¿Y yo de dónde vine? Es muy importante entender el nivel de la pregunta del

niño y responder específica y brevemente a lo que él pre­gunta.

3 4 4 . UNA RELACIÓN COMO LA DE LA "GARRAPATA Y EL PERRO"

Algunos matrimonios se parecen a lo que podríamos lla­mar la relación de la "garrapata y el perro". La garrapata es un insecto parásito. Ve a un animal, se le pega y se come una nutritiva comida. Pero cuando tanto el esposo como la esposa ven al otro como su "comida" que le dará satisfacción toda la vida, lo que se obtiene son dos garrapatas y ningún

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perro, o dicho de otra manera: dos que toman y ninguno que da. No es difícil ver que este tipo de relación tendrá proble­mas.

3 4 5 . EL LIBRO QUE ES DIFERENTE

Se cuenta de un joven marinero cristiano que estaba en­cargado de la radio de un barco durante la Segunda Guerra Mundial, que tenía la costumbre de terminar el día con una lectura de la Biblia y oración.

Una mañana temprano, después de haber pasado la no­che de guardia, se le ocurrió, cuando estaba leyendo el Sal­mo 23, transmitir una porción de dicho salmo. Leyó cuida­dosamente: "Ciertamente el bien y la misericordia me segui­rán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehovah moraré por días sin fin."

Nada más terminar, se sorprendió de ver que dieciséis barcos en alta mar respondieron con un "Amén" a lo que él había transmitido.

¿Qué libro es ese que ha estimulado tanto interés por tanto tiempo y que sigue siendo el más vendido de todos? ¿Cuál es ese libro que ha sido tan amado y leído devotamen­te por millones de creyentes durante siglos en todos los con­tinentes?

Es la Biblia. Es el libro que es diferente. Los siglos pasan,

pero la Biblia ahí está todavía. Los imperios aparecen, desaparecen y son olvidados,

pero la Biblia permanece. Las dinastías suceden a las dinastías,

pero la Biblia ahí está. Los reyes son coronados y destronados,

pero la Biblia ahí está. Los emperadores decretan su destrucción,

pero ahí está.

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Los ateos la atacan, pero ahí está.

Los agnósticos sonríen cínicamente, pero ahí está.

Los incrédulos la abandonan, pero ahí está.

Los de la alta crítica niegan su inspiración, pero ahí está.

Encienden hogueras para quemarla, pero ahí está.

Se predice que será abandonada y olvidada pronto, pero ahí está.

Los modernistas tratan de "desmitificarla", pero ahí está.

3 4 6 . EL VALOR QUE DAN LAS CONVICCIONES 1 Reyes 18:36-39

William Booth fue un ministro metodista que tenía algu­nas ideas extrañas en cuanto a cómo llevar a cabo la obra del Señor. Cayó bajo las críticas de sus compañeros de ministe­rio porque quería llevar el evangelio a los barrios más bajos y de peor fama de Londres. Fue llamado para dar explica­ciones y ser reprendido en la Conferencia Anual de su denominación en Liverpool. Se le instruyó a que se dedicara exclusivamente a su ministerio en la pequeña congregación que le habían asignado. Pero su esposa se levantó con osadía en la asamblea y dijo en voz alta: "¡Nunca!" Ambos salieron de la asamblea que trataba de limitar la predicación del evan­gelio a las áreas respetables de Londres. Los dos fundaron el Ejército de Salvación que tuvo como meta predicar el evan­gelio a los descarriados en todo el mundo.

Cuando más tarde le preguntaron de dónde iba a sacar ministros para su Ejército de Salvación, respondió: "De las tabernas y de los prostíbulos."

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Riqueza, personalidad, habilidad y determinación son importantes, pero no son las cosas que nos hacen necesa­riamente grandes. Es lo que creemos lo que nos hace gran­des. Los hombres y mujeres que son empujados por gran­des convicciones son los que viven de manera noble y va­lerosa. En la Biblia encontramos muchos ejemplos de hom­bres y mujeres que vivieron a la luz de sus convicciones y son tenidos como grandes a los ojos de Dios: Elias, Daniel, Ester, entre otros muchos.

3 4 7 . LA VERDADERA GRANDEZA

Alex B. Thompson era un danés extremadamente rico. Nació en Copenhague, Dinamarca, pero vivió hasta hace poco en la Riviera francesa. Participaba rutinariamente en transacciones que involucraban muchos millones de dólares.

Cuando tenía noventa y cuatro años de edad se le ocu­rrió que sería bueno dejar algo para que el mundo le recor­dara. Aunque era uno de los hombres más ricos del mundo, temía que no le recordasen. Así que le pidió a la ciudad de Copenhague que le pusiera su nombre a una calle. Estaba dispuesto a dar una suma superior a cuarenta millones de dólares para salvar cualquier inconveniente que pudiera pro­ducir el cambio. El consejo de la ciudad lo rechazó, en razón de que tiene la política de nombrar las calles sólo por litera­tos famosos como Hans Christian Andersen, o notables por su filantropía o servicio al país.

Alex Thompson fue entrevistado por televisión y habló de su tristeza. Tiene todo ese dinero, pero tal vez no se le recuerde. Una de sus declaraciones nos produjo una tristeza profunda: "Es demasiado tarde para ser grande."

Había enfocado la energía de su vida en el poder y en el dinero, no en la gente. Sí, es un hombre poderoso y rico, pero es probable que sólo se le recuerde porque la ciudad de Copenhague le rechazó. Fue muy triste que sólo al final de

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la vida se dio cuenta de que era demasiado tarde para hacer algo por el mundo.

Qué bien nos iría si ajustáramos nuestros valores ahora. Esa sería una gran inversión. Entonces nosotros —y las per­sonas cuyas vidas tocamos— no tendríamos remordimientos cuando termine nuestra vida.

3 4 8 . CRISTO SIGUE HACIENDO MILAGROS

William Barclay, el reconocido teólogo y ministro evan­gélico, ya fallecido, habla en su autobiografía acerca de la trágica muerte de su joven hija.

Poco después de la tragedia, la B.B.C. de Londres le pidió a Barclay que hablara a la nación sobre los milagros de Jesús y cómo esos milagros se aplicaban a la vida moderna. Barclay contestó que lo haría con gusto, porque él siempre había sentido que debíamos reconocer a Cristo Jesús no como uno que vivió hace mucho, tiempo sino como aquel que está activo en medio de su pueblo hoy.

En el último de los programas, Barclay fue entrevistado y el presentador le preguntó cómo había llegado él a la con­clusión de que los milagros de Jesús eran aplicables a la vida moderna.

Al responder a la pregunta, Barclay relató la trágica muerte de su hija, que pereció ahogada, unos pocos años antes. Sólo tenía veintiún años y el día que iba a contraer matrimonio, ella y su prometido murieron ahogados en un accidente de barca.

Dios no paró el accidente, pero sí calmó la tormenta en el corazón de William Barclay. Debido a la presencia de Cristo, él y su esposa pudieron superar aquella tremenda prueba en sus vidas sin quedar permanentemente dañados y amargados. Sí, Cristo Jesús sigue haciendo milagros hoy de muchas maneras en las vidas de aquellos que creen y confían en él.

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3 4 9 . SI ALGUIEN DICE...

"Empezaré mañana", eso es... flojera. "Si tuviera tiempo", eso es... falta de voluntad. "No tengo talento", eso es... mentira. "Si tuviera dinero", eso es... desconfianza. "Estoy cansado", eso es... un pretexto. "Si tuviera oportunidad",... sobran en la vida.

3 5 0 . LA BIBLIA

Se cuenta de un misionero de la Sociedad Bíblica Ame­ricana que se encontraba en una calle de una ciudad africana con un Nuevo Testamento en la mano. Un africano se le acercó y le preguntó si le podía dar aquel librito. El misionero estaba dispuesto a hacerlo, pero sintió curiosidad por saber el porqué aquel hombre quería el Nuevo Testamento.

—Porque sus páginas tienen la medida perfecta para liar cigarrillos —confesó el hombre.

Impresionado por la honestidad del africano, el misio­nero decidió presentarle un reto.

—Le daré el libro —le dijo— si me promete leer cada palabra de cada página antes de usarla para liar un cigarri­llo.

El africano aceptó el reto y recibió el Nuevo Testamento. Quince años más tarde el misionero fue a unos cultos de evangelización donde iba a predicar un evangelista negro. Cuando el evangelista vio al misionero se le acercó, y le pre­guntó:

—¿No se acuerda usted de mí? —No —respondió el misionero—, ¿nos hemos visto

antes? —Sí, hace quince años usted me dio un Nuevo Testa­

mento y me hizo prometer que leería cada una de sus pági­nas de principio a fin antes de usarlas para liar cigarrillos. Me

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llevó desde el Evangelio de Mateo hasta Juan 13 antes de dejar de fumarme la Palabra y empezar a predicarla. Aquel Nuevo Testamento es la razón por la que estoy predicando aquí esta noche.

¿Por qué predicamos la Palabra de Dios? Porque "la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" (Heb. 4:12).

3 5 1 . COMPASIÓN

Un hombre regresó a su casa y encontró a su madre con­versando con un vagabundo en la cocina mientras éste co­mía unos bocadillos que la señora le había preparado. En su camino hacia el mercado, ella se lo había encontrado y le había hallado no sólo en gran necesidad de ayuda física sino también espiritual. El hombre llegó a escuchar algo de la conversación de su madre con el vagabundo.

—Desearía encontrar a mucha gente como usted en el mundo —decía el vagabundo.

—Los hay. Sólo tiene que buscarlos —contestó la seño­ra.

—Pero señora —contestó él—, yo no la busqué a usted, ¡usted me buscó a mí!

¿No es ese el llamamiento de Dios y la lección de la parábola de la oveja perdida (Luc. 15:3-7)?

3 5 2 . EVANGELISMO

Una niña experimentó un importante desafío en su vida a los doce años de edad. Ella y una prima estaban pasando un buen día de ocio nadando en el río, cuando todo repenti­namente cambió. La prima, sin darse cuenta, quedó atrapa-

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da en la corriente y por más que se esforzaba no podía escapar, corriendo el riesgo de ahogarse. Gritó pidiendo ayuda.

La niña no era muy buena nadadora y estaba paralizada por el temor. Ella ahora cuenta:

"Pensé que si intentaba salvarla nos ahogaríamos las dos; pero entonces se apoderó de mí un temor mayor: el de no hacer nada y perderla."

En consecuencia, se lanzó al agua y salvó a su prima. Todos tenemos temores de vez en cuando sobre hablar a

otros de Cristo. Diferentes temores asedian a diferentes per­sonas: el temor al rechazo, el temor a hacerlo mal, el temor a no saber responder a sus preguntas, etc. Pero sobre todo debe estar el temor a no hacer nada y que las personas se pierdan para la eternidad. Si nosotros callamos las personas se verán arrastradas por la corriente del mundo y se hundirán por el peso de sus pecados.

3 5 3 . LAS MENTIRAS

En abril de 1992, Arthur Ashe, el mundialmente cono­cido campeón negro del tenis, reveló que había contraído la terrible enfermedad del SIDA por medio de una transfusión de sangre contaminada durante una operación del corazón. El obviamente aborrecía el tener que reconocer su condi­ción, y un periodista le preguntó por qué no mentía acerca de su enfermedad. A lo que el gran campeón contestó:

"Porque cuando mentimos nunca decimos una sola men­tira, siempre hay otra después."

En una entrevista posterior informaba: "Dedico bastante tiempo a responder a preguntas de las personas que quieren saber cómo es que podían ocurrirle cosas como estas a una persona como yo. Esa es la vieja pregunta acerca de por qué le suceden cosas malas a la gente buena. Quizá no tengamos una respuesta completa, pero parte de la respuesta es

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porque somos parte de la raza humana y vivimos en un mundo ciego y sordo al pecado."

3 5 4 . CRECIMIENTO ESPIRITUAL

Un grupo de turistas visitaba un pueblito muy pintoresco. Pasaron cerca de un anciano que trabajaba en su parcela, y uno de los turistas le preguntó con un cierto tono de supe­rioridad:

—¿Ha nacido algún gran hombre en este pueblo? A lo que el anciano contestó: —No, solamente bebés. Aquella pregunta tonta recibió una buena respuesta.

Nunca hay héroes instantáneos, bien sea en el mundo o en el reino de Dios. El crecimiento y la madurez requieren tiem­po.

3 5 5 . UNIDAD

¿Ha intentado alguna vez conducir a un grupo de pre-escolares a través de una multitud? Eso es como hacer ma-labarismos con la arena. Cada persona que te encuentras es una obstrucción, cada cosa interesante es una distracción y cada bache es una herida. Además de que frecuentemente quedan esparcidos.

En esas situaciones la mejor solución es una buena maes­tra de preescolares. Ella tiene suficiente entrenamiento y habilidad como para saber manejar al grupo en una situación así. Antes de empezar la expedición ella procura que cada niño se agarre de la mano del que va delante. En un momen­to dado les dice: "Ahora yo tomo la mano de Inés y ella tomará la mano de Juanín. ¿Están todos agarrados de la mano de un compañero?" No pueden moverse por entre el gentío con la rapidez que la maestra podría hacerlo, pero logran salir adelante porque todos van juntos y enlazados.

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Este principio se aplica a la iglesia. La gente es mucho más fácil de guiar cuando todos van juntos. Si queremos que nuestra iglesia cumpla con su razón de ser y alcance la meta propuesta debemos mantenernos unidos bajo el señorío y el liderazgo de Cristo.

3 5 6 . MINISTERIO

Un hombre en un rancho clavaba un anuncio indicando que tenía para vender algunos cachorros de perro de pura raza, cuando sintió que alguien tiraba de su chaqueta. Miró y vio a un niño con una gran sonrisa y algo en su mano.

—Señor —le dijo—, quiero comprar uno de sus perritos. A lo que contestó el hombre: —Estos cachorros provienen de padres de pura raza y

cuestan bastante dinero. El niño bajo su cabecita por un momento, miró de nuevo

al ranchero y le dijo: —Sólo tengo dos pesos, ¿es eso suficiente para mirarlos

un poco? —Claro que sí —respondió el hombre. Seguidamente silbó, llamó a la perra y a los pocos segun­

dos apareció seguida de unas cuantas bolitas de lana con patas y ojos, pero al final, esforzándose por seguir a los demás, apareció uno más pequeño aún que tenía dificultades para correr.

El niño le dijo al ranchero: —Señor, quiero aquel perrito. El hacendado se arrodilló a su lado y le contestó: —Hijo, no estoy seguro de que lo quieras. El nunca va a

ser capaz de correr ni jugar como todos los demás perritos. El niño tomó las perneras de los pantalones y las levan­

tó, mostrando unos zapatos ortopédicos y unas abrazaderas de acero que sostenían sus piernas. Miró al ranchero y le dijo:

—Yo tampoco voy a poder correr como los demás niños,

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y ese perrito va a necesitar a alguien que pueda entenderlo. Eso es el ministerio cristiano. Las personas somos como

ese perrito, necesitamos a alguien que sea capaz de enten­dernos.

3 5 7 . LA SALVACIÓN

Una antigua leyenda cuenta de un hombre que tenía un siervo tonto. El dueño estaba a menudo exasperado con su siervo, hasta el punto de que un día le dijo al siervo:

—Eres el hombre con menos entendimiento con quien jamás me he tropezado. Mira, quiero que tomes esta vara y la lleves contigo siempre, y cuando encuentres a otro más tonto que tú se la das.

Pasaron los años y aquel siervo llevaba siempre la vara. Un día volvió a la hacienda de su amo y se encontró con que éste se hallaba gravemente enfermo.

El amo le dijo al siervo: —Me voy a un largo viaje. —¿Cuándo piensa volver? —le preguntó el siervo. —Este es un viaje del que jamás se vuelve —replicó el

amo. —Señor, ¿ha hecho todos los preparativos necesarios?

—volvió a preguntar el siervo. —No, no los he hecho —fue la respuesta. —¿Tuvo ocasión de haber hecho con tiempo todos los

preparativos? —volvió a preguntar el siervo. —Sí, he tenido toda mi vida para poder hacerlos, pero

he estado ocupado con otras muchas cosas. A lo que el siervo contestó: —Señor, va a emprender un largo viaje del que nunca

va a volver y pudo hacer los preparativos necesarios, pero ¿nunca los hizo?

—Sí, eso es lo que pasó —fue la respuesta. El siervo le mostró la vara que había llevado por tanto

tiempo y le dijo:

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—Señor, tómela usted. Al fin me encontré con un hom­bre que es más tonto que yo.

No seamos tan escasos de sentido común como para hacer preparativos para todo y , sin embargo, fallemos para hacerlos para el viaje a la eternidad.

3 5 8 . SERMONES

Un joven pastor presumía a menudo de que todo el tiem­po que él necesitaba para preparar su sermón del domingo por la mañana eran los pocos minutos que le llevaba ir desde la casa pastoral al templo, que estaban uno al lado del otro. Después de unas pocas semanas de escuchar sus sermones, la congregación compró una nueva vivienda pastoral a unos cuantos kilómetros de distancia.

3 5 9 . INFLUENCIA

Alguien contaba: "Me ha gustado desde siempre obser­var dónde la gente deja sus marcas. Me gustó por un tiempo explorar cavernas, meterme por ellas hacia el vientre de la tierra cientos y cientos de metros, vadeando corrientes sub­terráneas y escalando paredes cortadas a pico, hasta llegar al final de la misma. Y allí, en algún rincón, siempre encontra­ba la marca de alguien diciendo: 'Fulano de tal estuvo aquí en tal fecha.' He escalado también montañas elevadas y en lo más alto de ellas, en una roca o en un árbol, siempre apa­rece la firma de alguien: 'Yo estuve aquí en tal fecha.' A todos nos gusta dejar nuestra marca para la posteridad."

Creo que hay algo instintivo en querer dejar nuestra mar­ca para la posteridad. Todos queremos que nuestra vida sea digna de ser recordada. Queremos ser conocidos y recorda­dos. Vamos, pues, por la vida dejando señales a fin de que el mundo sepa que estuvimos en la tierra.

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Más importante que todas las demás marcas es la marca de Jesucristo en nuestras vidas. El quiere que nuestra vida sea diferente: feliz, fructífera, útil y eterna. Y por medio de él podemos dejar también la marca más provechosa e indele­ble en los demás.

3 6 0 . EL DINERO

Un hombre rico fue a ver a un rabino buscando ayuda. El rabino le llevó a una ventana y le preguntó:

—¿Qué es lo que ve? —A la gente —fue la respuesta. Después le llevó a un espejo y le volvió a preguntar: —¿Qué ve ahora? —Me veo a mí mismo —contestó el hombre. —El vidrio de la ventana y el espejo están hechos de

cristal —dijo e\ rabino—, pero el del espejo tiene un algo plateado, y en cuanto a la vida se le agrega un poco de plata dejamos de ver a los demás y sólo nos vemos a nosotros mismos.

3 6 1 . ÍDOLOS EN EL CORAZÓN Ezequiel 14:3

Una misionera contaba que cuando salió de su país de origen para ir a los campos de misión, marchó preocupada por el materialismo que veía entre sus compatriotas. Nunca pasó por su mente que ella misma pudiera ser materialista. A fin de cuentas, ¿no habían dejado ellos casi todo para ir a vivir a un lugar donde se tenían muy pocas comodidades? Pensaba que el materialismo no podía tocarles a ellos.

Sin embargo, poco a poco empezaron a aparecer en su corazón sentimientos de descontento. Al poco tiempo ya estaba anhelando cosas bonitas y cómodas en su corazón y

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alimentando secretos resentimientos por no tenerlas. Un día el Espíritu Santo le abrió los ojos a un conocimiento pertur­bador: el materialismo no es simplemente poseer cosas; puede ser también el anhelarlas de tal manera que te per­turbe. Se dio cuenta de que el materialismo también estaba en ella y había permitido que se convirtiera en un ídolo en su corazón. Al arrepentirse de aquel sutil pecado, Dios volvió a recuperar el lugar que le correspondía en el corazón de la misionera. Se llenó entonces de un profundo contentamien­to no basado en cosas, sino en él.

En los tiempos del profeta Ezequiel, Dios trató con esta clase de idolatría en el corazón. Debemos, pues, librarnos de todo aquello que nos aparta de tener nuestro contentamien­to en él.

3 6 2 . EL CUMA DE LA IGLESIA. 1 Tesalonicenses 3:12

Hay un lugar todavía en la tierra donde el aire es tan limpio y helado como pudo haberlo sido hace miles de años. Unos vientos constantes eliminan toda contaminación y gérmenes, y el clima impide el desarrollo de virus.

Eso parece que fuera el rincón más sano de la tierra, algo paradisiaco. Pero resulta que nadie quiere vivir allí, ¿por qué? Porque es demasiado frío, la temperatura allí desciende hasta 70 grados centígrados bajo cero. El Polo Sur es demasiado frío hasta para los microbios.

Algunas iglesias se parecen mucho a la atmósfera estéril de los Polos. La predicación de la Palabra es conforme a todas las normas tradicionales evangélicas, la doctrina es muy pura y sana, el estilo es muy cuidado, y el error no tiene ninguna posibilidad de desarrollarse; pero la temperatura espiritual y fraternal está por debajo de cero grados.

En esas iglesias se enseña todo lo correcto acerca del Señor, pero no hay evidencias de que tengan comunión con

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el Señor. Los de afuera nunca se sienten bienvenidos y a muchos de adentro se les invita muy educadamente a mar­charse si disienten de algo.

Está bien que nos esforcemos en ser bien bíblicos en lo doctrinal, pero no nos olvidemos de lo que dice Pablo en 1 Corintios 13:1-3. La iglesia está llamada a ser pura en la doctrina, pero también a ser una comunidad sanadora, donde todos los heridos del alma y del espíritu se sientan bienvenidos.

3 6 3 . UN ESPÍRITU CRITICO

Se cuenta de una esposa que procuraba agradar por todos los medios a su ultra crítico marido, pero generalmente fracasaba. Era durante el desayuno cuando él se mostraba más quejoso. Si le preparaba los huevos pasados por agua, él los quería fritos; y si se los hacía fritos, él los prefería en tortilla. Una mañana ella pensó que se le había ocurrido una idea genial: le preparó un huevo en tortilla y el otro frito, y fue y puso el plato delante de él. Esperó con ansiedad con la esperanza de que esta vez sí que había acertado y se ganaría su aprobación y elogio. El miró el plato y refunfuñó:

"¿Es que no puedes hacer nada bien, mujer? ¡Has frito el que quería en tortilla!"

Cuántas veces vamos por la vida así, sin apreciar ni reconocer lo mucho bueno que recibimos, debido al espíritu crítico y negativo que nos invade. El problema no está en los demás sino en nosotros.

3 6 4 . AMOR O CAPRICHO

"El capricho es un deseo instantáneo. Es un juego de glándulas atraído por otro juego de glándulas. El amor es amistad que se ha prendido en fuego. Requiere raíces y cre-

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cimiento, que va sucediendo día a día. "El capricho queda marcado por un sentimiento de ir.

guridad. Usted se haya emocionado y animado, pero no genuinamente feliz. Hay dudas que no se van, preguntas que quedan sin responder, cosas aquí y allá que no se quieren examinar muy de cerca para no estropear el sueño.

"El amor es la comprensión serena y la aceptación madura de la imperfección. Es real, le da fuerzas y crece más allá de sus límites para afirmar y animar a su amado. Se siente cálidamente animado por su presencia, incluso cuan­do no se haya presente. La distancia no les separa. Usted le quiere cerca, pero cerca o lejos, usted sabe que es suyo y que puede esperar.

"El capricho dice: Tenemos que casarnos inmediata­mente, no puedo arriesgarme a perderlo.' El amor dice: 'Sé paciente, no tengas temor. Planea tu futuro con confianza.' El capricho tiene un elemento de excitación sexual. Si es ho­nesto, admitirá que es difícil estar en su compañía a menos que termine en una experiencia de intimidad. El amor es la maduración de la amistad. Hay que ser amigos antes de ser amantes.

"El capricho es falta de confianza. Cuando él o ella está lejos se pregunta si no le estará engañando. A veces incluso lo verifica. El amor es confianza. Se siente tranquilo, seguro, sin temor. El o ella siente esa confianza y eso le hace ser más digno de confianza.

"El capricho le puede llevar a hacer cosas de las que se arrepentirá más tarde, pero con el amor nunca será así. El amor eleva a ambas partes. Le lleva a mirar hacia arriba (lo más noble), no hacia abajo (lo más mezquino). Le hace ser una persona mejor de lo que era antes."

3 6 5 . INTEGRIDAD SOSPECHOSA

Un policía de tráfico paró a un motorista y le ordenó que le mostrara su licencia de manejar automóviles y el corres-

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pondiente justificante de seguro del auto. El conductor se lo entregó y el agente lo examinó detenidamente por todas partes, mirándolos con suspicacia durante varios minutos antes de devolvérselos a su dueño. Al fin el agente explicó:

"Iba usted manejando tan cuidadosamente que de inmediato sospeché que lo más probable es que no llevara licencia de manejar o llevara una caducada, o fuera sin seguro."

Estamos tan habituados al mal que cuando aparece el bien dudamos de que sea verdad.

3 6 6 . LA LIBERTAD QUE NOS DA EL PERDONAR

Después de salir de los campos de concentración nazis, en donde había pasado muchos años, Corrie ten Boom se encontró cara a cara con uno de los más crueles guardianes alemanes que había conocido. Las había humillado y degradado a ella y a su hermana. Se había burlado de ellas y las había violado con la vista cuando se duchaban en las duchas comunes. Ahora se hallaba delante de ella con la mano extendida y diciéndole:

—¿Me puede perdonar? Ella escribe: "Yo estaba allí con mi corazón lleno de frial­

dad, pero yo sabía que la voluntad puede funcionar a pesar de la temperatura del corazón. Oré pidiendo a Cristo Jesús que me ayudara. Extendí mi mano para estrechar la que aquel hombre me ofrecía y entonces experimenté algo increíble. Una corriente que empezó en mi hombro corrió por el brazo abajo y se extendió por ambas manos enlazadas. Después esta cálida reconciliación pareció inun­dar todo mi ser, hasta el punto de hacerme llorar.

—Le perdono, hermano —dije. "Y lloré con todo mi corazón. Por un largo momento

ambas manos quedaron estrechadas, la del antiguo guardián y la de la antigua prisionera. Nunca había experimentado el

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amor de Dios de una manera tan intensa como lo hice en aquel momento."

Perdonar es poner en libertad a un prisionero y entonces descubres que el prisionero eras tú.

3 6 7 . EL AMOR ES IDENTIFICACIÓN

En 1873, un sacerdote católico llamado José Damián de Veuster fue enviado a ministrar a los leprosos de la isla Molokai en el archipiélago de Hawaii. Nada más llegar empezó a visitar a cada uno de los leprosos de la colonia con la esperanza de establecer relación y amistad con ellos; pero nunca sucedió, la gente le rehuía. Parecía como si cada puer­ta estuviera cerrada. Se dedicó intensamente a su tarea: edi­ficó un templo, empezó servicios religiosos y derramó su corazón a favor de los leprosos. Pero todo parecía en vano, pues nadie respondió a su ministerio. Después de doce años el padre Damián tomó la decisión de marcharse.

Entristecido empaquetó sus cosas y se fue camino del puerto para embarcarse y regresar a Bélgica. Mientras espe­raba se frotaba las manos nerviosamente, recapitulando en su mente su aparentemente inútil ministerio entre los lep­rosos. Al hacerlo miró sus manos y advirtió en la piel unas misteriosas manchas en las que sentía cierto entumecimien­to. Casi inmediatamente se dio cuenta de lo que estaba ocu­rriendo en su organismo: ¡Se había contagiado de la lepra!

Supo entonces qué era lo que tenía que hacer. Recogió sus cosas y regresó a la colonia de leprosos y a su ministe­rio. Pronto se extendió rápidamente por toda la colonia la noticia de su regreso. En pocas horas todos se enteraron y por cientos se congregaron alrededor de su casa, porque ellos entendían su dolor, temor e inseguridad acerca del futuro.

La gran sorpresa llegó el domingo, cuando el padre Damián abrió la capilla a la puerta encontró a cientos que esperaban para entrar. A la hora de empezar el templo esta-

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ba lleno y muchos esperaban fuera. Su ministerio se convir­tió en un gran éxito. ¿Por qué? Porque él era uno de ellos. El entendía y simpatizaba con ellos.

3 6 8 . EL TOQUE PERSONAL

Un caballero fue a una floristería para ordenar un ramo de flores que quería enviar a su madre que vivía a más de doscientos kilómetros de distancia. El lo ordenaría y pagaría en ese establecimiento y otra floristería lo prepararía y se encargaría de entregarlo directamente a la mamá. Al bajar del automóvil vio a una niña sentada en la banqueta y llo­rando. Se acercó y preguntó:

—¿Qué pasa? ¿Te puedo ayudar? La niña respondió: —Es que quisiera comprar una flor para mi mamá, pero

sólo tengo unos pesos y la flor vale bastante más. El hombre sonrió y dijo: —Vamos adentro. Yo pondré lo que te falte. Compró para la niña la rosa que ella quería y ordenó su

propio ramo de flores. Al salir se ofreció para llevarla hasta su casa. A lo que la

niña accedió, pidiendo que la llevara hasta donde estaba su mamá. Le dirigió hasta el cementerio donde la niña depositó la rosa sobre un sencilla lápida en una tumba. El hombre regresó a la floristería, canceló la orden por teléfono, com­pró un hermoso ramo de flores y se las llevó personalmente a su madre, viajando los doscientos kilómetros.

No espere para hacer por su amados lo que tenga que hacer, y pueda hacer; hágalo cuanto antes. Y hágalo de manera personal.

3 6 9 . INTRIGA FAMILIAR

Se dice que el presidente Franklin D. Roosevelt se hartó

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de estar sonriendo y diciendo las cosas comunes que se sue­len decir en las recepciones de la Casa Blanca. De manera que un día decidió averiguar si alguien en realidad prestaba atención a lo que él decía en tales reuniones. A cada persona que se le acercaba con la mano extendida, él le sonreía am­pliamente y le decía: "Esta mañana maté a mi abuela." La gente respondía automáticamente con frases como: "¡Qué bien!" "¡Cuánto me alegro!" o "¡Siga adelante con su gran tarea!" Nadie escuchaba lo que decía excepto un diplomáti­co extranjero, que cuando el presidente le dijo:

—Esta mañana maté a mi abuela. El respondió: —Estoy seguro de que ella se lo merecía. Esto indica la poca atención que prestamos a lo que las

personas nos dicen. Estamos más bien pensando en lo que nosotros vamos a decir, que en lo que los demás nos dicen.

3 7 0 . LA CONVENIENCIA DE ESCUCHAR

Un director general del Departamento de Transporte Público en un país contaba acerca de las frustraciones de una azafata por la poca atención que prestaban los pasajeros a la información sobre "Qué hacer en casos de emergencias" que se da al principio de cada vuelo. Un día decidió alterar un poco el texto y dijo: "Cuando caiga la mascarilla de aire en frente de usted, póngasela sobre su ombligo y continúe respirando normalmente." Ni un solo pasajero de dio cuen­ta del cambio.

3 7 1 . LLENOS

Las Escrituras nos exhortan frecuentemente a que nos llenemos de virtudes cristianas. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo puede saber, por ejemplo, que estoy "colmado de

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bondad"? (Rom. 15:14) Piense por un momento en una esponja saturada de agua que está sobre una mesa. Si usted la presiona ligeramente con un dedo, el agua correrá por la mesa. Inmediatamente sabemos que el agua satura todas sus celdillas. Lo mismo es cierto acerca de nosotros. Podemos decir qué es lo que nos llena por dentro por lo que sale cuan­do estamos bajo presión.

3 7 2 . ADVERSIDADES Y SUFRIMIENTO

La vida de Joni Eareckson —su accidente que la dejó paralizada del cuello para abajo siendo una adolescente, su tenacidad en la recuperación y su inspirador y productivo ministerio— es bien conocida por medio de sus libros, su arte y de la película que se filmó sobre ella. En el prefacio de su libro Joni leemos:

"Aislado, por sí mismo, ¿qué es un minuto? Sólo una medida de tiempo. Hay sesenta en una hora y 1.440 en un día. A los diecisiete años yo ya había vivido 9 millones de minutos. Con todo, en algún plan cósmico, este minuto quedó aislado, pues dentro de esos sesenta segundos quedó comprimido algo de mucho mayor significado que todo el resto de mi vida anterior.

"Muchas acciones, sensaciones, pensamientos y sen­timientos llenaron ese pequeño fragmento de tiempo. ¿Có­mo puedo describirlos? ¿Cómo puedo catalogarlos? Re­cuerdo claramente los detalles de aquellos pocos segundos que cambiaron para siempre mi vida. Y no hubo ningún aviso ni presentimiento. Lo que me ocurrió aquel día de julio de 1967, fue el comienzo de una aventura increíble que me siento compelida a compartir debido a todo lo que he apren­dido.

"Osear Wilde escribió: 'En este mundo hay solamente dos tragedias. Una es no conseguir lo que queremos y la otra es conseguirlo.' Refraseando su pensamiento puedo sugerir

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que en la vida hay sólo dos gozos. Uno, que Dios responda a todas nuestras oraciones; el otro, que Dios no responda a todas nuestras oraciones. Creo en esto porque he hallado que Dios conoce mis necesidades infinitamente mejor que yo. Y podemos confiar en él completamente, sin importar en que dirección nos lleven las circunstancias.

"En los Salmos se nos dice que Dios no trata con nosotros conforme a nuestros pecados e iniquidades. Mi ac­cidente no fue un castigo por mis errores, lo mereciera o no. Sólo Dios sabe por qué quedé paralizada. Creo que él sabía que sería mucho más feliz sirviéndole a él que de cual­quier otra forma. Es difícil de saber en qué dirección habría ido mi vida si yo hubiera estado sobre mis pies. Quizá hubiera sido arrastrada por la corriente de la vida —casada, quizá incluso divorciada— insatisfecha y desilusionada. Cuando estaba en la escuela secundaria reaccioné ante la vida con egoísmo y nunca me preocupé por los valores más permanentes. Vivía para cada día y para el placer que me apetecía, y casi siempre a expensas de otros."

3 7 3 . JUICIO SEVERO

Una señora cristiana quería un loro que pudiera hablar. Recorrió varias pajarerías hasta que encontró lo que desea­ba. El dueño le advirtió, sin embargo, que el loro había pertenecido anteriormente al dueño de una taberna de los barrios bajos y él pensaba que había aprendido de todo y podía decir cualquier cosa. Ella respondió que se lo quedaba y que le enseñaría el mejor vocabulario. Todo fue bien durante un mes. Aprendió a decir: "Alabado sea el Señor" y otras cosas así. Pero un día ella se olvidó de limpiarle la jaula y darle de comer y escuchó al loro decir cosas terribles. Le agarró y le reprendió:

—Te he dicho que en mi casa no uses jamás ese voca­bulario.

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Después lo metió de castigo en el congelador de la hie-lera. Unos minutos más tarde lo sacó y le preguntó:

—¿Has aprendido la lección? —Sí, señora —respondió el loro. —¿Lo vas a volver a hacer? —Nunca jamás —replicó el loro. Pasaron siete meses y el loro no dijo ni una sola palabra

malsonante. Aparentemente se había curado de sus malas costumbres. Pero un día ella se volvió a olvidar de limpiarle la jaula y ponerle comida y agua. Salió de compras y al regresar oyó al loro usar un vocabulario peor que nunca. Le agarró de nuevo, lo volvió a meter en la hielera y se olvidó de él por un tiempo. Estaba casi congelado cuando lo sacó y lo puso en su jaula. Pasado un rato el loro se recuperó y el ama le volvió a preguntar de nuevo:

—¿Has aprendido la lección? —Sí, señora —dijo el loro todavía temblando. Se estuvo quieto después por unos minutos y finalmente

le preguntó a la señora: —¿Puedo hacer una pregunta? Ellla le dio permiso, y el loro dijo: —Yo pensaba que conocía todas las malas palabras del

diccionario, pero ¿qué es lo que dijo aquel pobre pavo que tiene allí en el congelador?

3 7 4 . DOS EXTREMOS DEL L1DERAZGO

Esopo tiene una fábula que habla acerca de que las ranas querían tener un líder, de manera que acudieron a Júpiter con su petición. Al fin éste les arrojó un tronco en su charca y por un tiempo las ranas estuvieron contentas con su nuevo jefe. Pronto descubrieron que podían saltar por todas partes y subirse encima de él, y no ofrecía resistencia ni se quejaba. El tronco no tenía ninguna dirección ni propósito en su com­portamiento, sólo flotaba yendo de un lado para otro en la charca. Esta actitud exasperaba a las ranas que eran real-

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mente sinceras cuando hablaban de tener un "líder fuerte". Volvieron a Júpiter, se quejaron de la pasividad del tron­

co y solicitaron una administración y supervisión más enér­gica. Debido a que Júpiter estaba un poco fastidiado de las quejas de las ranas, les dio esta vez una cigüeña como líder, la cual sí que sobresalía por encima de todas las ranas y tenía la apariencia de un gran jefe. Las ranas parecían ahora muy felices con su nuevo líder. Estas se paseaban por toda la charca metiendo mucho ruido y llamando mucho la aten­ción. Sin embargo, su alegría se tornó pronto en tristeza y al fin en pánico, pues en poco tiempo la cigüeña se dedicó a comerse a sus subordinados.

La enseñanza de la fábula es que habla de dos clases de liderazgo. El Señor no quiere que sus líderes sean como un tronco que dejan que los demás salten por encima de ellos y gobiernen la iglesia, pero tampoco quiere que sean como la cigüeña que se comen a los miembros y se aprovechan de ellos. Quiera el Señor concedernos los líderes sanos y equili­brados que tanto necesitamos.

3 7 5 . SOBRE EL DINERO

Se dice que cuando una persona con experiencia se aso­cia con otra con dinero, la que tiene experiencia se queda con el dinero, y la que tiene dinero saca algo de experiencia.

Se dice que Martín Lutero comentó: "Dios hizo las manos con dedos a fin de que las monedas se pudieran escurrir entre ellos."

3 7 6 . FALSA PREOCUPACIÓN

Alguien llamaba a la puerta y al abrir el ama de la casa

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se encontró frente a un hombre con un aspecto triste. —Perdone que la moleste, pero es que estoy recogiendo

dinero para una familia en dificultades en nuestro vecindario —dijo el hombre y continuó con un acento de mucha ternu­ra y compasión—. El marido está sin trabajo, los niños están pasando hambre, les van a cortar la luz y el agua por falta de pago, y seguramente los echarán de la casa por estar atrasa­dos en el pago de la renta.

La señora se sintió conmovida y respondió con gran interés:

—Con mucho gusto voy a ayudarles, pero ¿quién es usted?

—Yo soy el casero. ¿En quién de verdad estaba pensando aquel individuo?

3 7 7 . LO SABIA POR EXPERIENCIA

Billy Graham contaba una vez acerca de un hombre muy fuerte que trabajaba en un circo. Uno de sus números más impresionantes era el exprimir todo el jugo de una naranja hasta su última gota. Después ofrecía mil dólares de recom­pensa a quien pudiera sacar una gota más. Fue de ciudad en ciudad con su oferta, pero nadie había sido capaz de cobrar los mil dólares. Un día llegaron a un pequeño pueblo en California e hizo su demostración acostumbrada, lanzando después el conocido reto. Un hombre de baja estatura y del-gadito aceptó el desafío. Tomo en sus manos la super exprimida naranja y ante la sorpresa de todos logró sacarle unas cuantas gotas más de jugo. El retador, un hombre tan fuerte y diestro, le miró con gran asombro no creyendo lo que habían visto sus ojos y le preguntó cómo había podido hacerlo. A lo que el hombre se encogió de hombres y res­pondió:

"No, no es nada especial. Yo soy el tesorero de la iglesia bautista de aquí cerca, y esto lo hacemos muy a menudo."

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3 7 8 . ¡POR QUE NO LO DIJO ANTES!

Un pastor metodista cuenta la anécdota acerca de una señora que una vez le llamó por teléfono. Ella se encontraba muy triste por la muerte de su gato Homero. La señora quería que el pastor celebrara un servicio fúnebre por Homero. El reverendo le dijo que esto estaba un poco fuera de lugar y seguidamente la refirió a un pastor presbiteriano que tenía su oficina unas cuadras más abajo.

Más tarde el pastor se enteró de que el colega presbite­riano la había referido a un pastor bautista, y éste a otro clérigo. Dos horas más tarde volvió con el pastor metodista, ahora enojada además de triste. Estaba muy molesta porque no podía encontrar un pastor dispuesto a celebrar un servi­cio fúnebre por su gato Homero, y no sabía qué hacer. Ella entonces explicó que estaba dispuesta a dar una ofrenda de mil dólares a la iglesia del pastor que llevara a cabo el fune­ral por su gato. El pastor cuenta que le costó sólo un minu­to reflexionar sobre el asunto, y con un toque genial le dijo a la mujer: "Pero señora, ¿por qué no me dijo desde el prin­cipio que Homero era metodista?"

3 7 9 . LA INDUSTRIA DEL DIVORCIO

La pareja entró sonriente al juzgado. Ella iba vestida de manera cómoda, porque se iba después a la playa con unas amigas. El llevaba chaqueta y corbata, pues a continuación tenía una importante reunión de negocios.

A ambos se les veía muy normales y despreocupados. Hasta bromeaban entre ellos. La pareja se presentaba ante el tribunal para oír la decisión final sobre su divorcio. Lle­vaban seis meses de casados y ya naufragaba el matrimonio. Pero ninguno de los dos parecía sentirlo. Lamentablemente esas situaciones de divorcio se producen al ritmo de uno o dos divorcios por cada tres matrimonios en la Europa

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Occidental y en los Estados Unidos de Norteamérica, depen­diendo de las regiones en donde se investiga la estadística.

"El divorcio —dice en un libro reciente el doctor Paul Bohannon, eminente sicólogo estadounidense— es todo un negocio floreciente. Por cada divorcio que se produce doce­nas de personas se benefician y la economía se tonifica."

¡A esto hemos llegado! El divorcio que antes se consi­deraba una tragedia, ahora es un negocio que ayuda de varias maneras a toda la maquinaria económica. Cuando una pareja se divorcia los siguientes profesionales, entre otros, se benefician: los abogados que preparan la documentación; los agentes de bienes raíces que compran y venden las propiedades de los divorciados; los detectives privados; los psicólogos y psiquiatras, y hasta los retocadores de foto­grafías que tienen que borrar de las fotografías familiares la cara del cónyuge indeseable.

Sólo la presencia de Cristo en los corazones y en el hogar puede hacer que muchos individuos tomen en serio la vida familiar y otros no hagan de la desgracia matrimonial un negocio lucrativo.

Hermano Pablo El Luminar Bautista

Julio-Agosto 1995

3 8 0 . CONVICCIONES FLEXIBLES

Una mujer que fue llamada a formar parte de un jurado le dijo al juez que presidía que ella no se sentía calificada para servir como miembro del jurado porque no creía en la pena capital. El juez le explicó:

—Señora, este no es un caso criminal sino civil. Se trata de un hombre que le quitó a su esposa cinco mil dólares de su dinero y se los gastó con otras mujeres y en jugar.

A lo cual contestó la mujer con calor y energía: —Con mucho gusto serviré en el jurado, señor Juez. He

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cambiado de opinión en cuanto a la pena capital. Parece que a veces el punto de vista cambia dependien­

do de quién o de qué se trata.

3 8 1 . NO SE PODÍA HACER

Veamos algunos ejemplos de inventos e ideas nuevas que la gente en su día decía que "no se podía hacer", de manera que se resistieron a lo nuevo. Se dice que:

1. Cuando se introdujo en 1797 el primer arado hecho de hierro fundido, los agricultores lo rechazaron alegando que el hierro fundido contaminaría la tierra y estimularía el crecimiento de hierbas.

2. Cuando apareció el ferrocarril y se vieron las primeras locomotoras, algunas elocuentes autoridades dijeron que eso requeriría la construcción de muchos manicomios debido a que la gente se volvería loca cuando vieran los trenes co­rriendo por los campos.

3. Otros "expertos" dijeron que estaba demostrado que si los trenes iban a la pavorosa velocidad de 25 kilómetros por hora los pasajeros empezarían a arrojar sangre por la nariz y otros se sofocarían al pasar por los túneles.

4. El Comodoro Vanderbilt echó de su oficina a Westinghouse cuando éste le habló de su nueva idea acerca de frenos de aire para los trenes, diciendo que "no tenía tiempo para escuchar tonterías".

5. Aquellos que le prestaron dinero a Roberto Fulton pa­ra su proyecto de barco a vapor exigieron que sus nombres no se hicieran públicos por temor al ridículo cuando se su­piera que ellos apoyaban cosas tan "ridiculas".

6. Cuando en 1881 la Asociación de Jóvenes Cristiano de Nueva York anunció que ofrecería un curso de meca­nografía para mujeres, muchos se opusieron vigorosamente alegando que el delicado organismo femenino sufriría mucho bajo tanta presión.

7. Muchos sabios varones insistieron en que los barcos de hierro no podían flotar, que se dañarían más fácilmente

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que los de madera cuando los sacaran a tierra para repara­ciones, que sería difícil preservar el fondo del barco de la co­rrosión, y que el hierro transtornaría la brújula.

8. Algunas ilustres personalidades rechazaron la invi­tación de montar en los primeros automóviles alegando que era incompatible con la dignidad de su posición.

3 8 2 . ENCONTRAMOS LO QUE BUSCAMOS

José Pérez fue al templo un domingo por la mañana. Escuchó el preludio, se dio cuenta de que a la organista se le había escapado una nota y empezó a hacer gestos de desaprobación. Vio a un adolescente hablar con otro cuan­do todos deberían tener la cabeza agachada para orar. Sintió como que el que recogía las ofrendas se fijaba excesivamente en lo que él ofrendaba, y eso le hizo hervir por dentro. Pilló al predicador en cinco errores durante la predicación, él llevó la cuenta exacta. Cuando salía sigilosamente por una puerta lateral durante la última oración, murmuró entre dientes: "No vuelvo nunca más. ¡Qué manada de inútiles e hi­pócritas!"

Antonio López fue al templo un domingo por la mañana. Escuchó a la organista tocar no muy perfectamente un arreglo de "Castillo fuerte es nuestro Dios" y se emocionó con la grandeza del himno. Vio a un adolescente hablar y se acordó de que él también había sido así de atolondrado y descuidado cuando jovencito, y pidió perdón a Dios por él y por el adolescente. Se alegró de ver que la iglesia estaba preparando una ofrenda especial para Nigeria. Apreció mucho el sermón aquella mañana porque respondió a unas dudas que llevaban molestándole un tiempo. Al salir por la puerta del templo se dijo a sí mismo: "¡Qué bien hice en venir! ¡Procuraré no perdérmelo nunca!"

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383. ¿ ES USTED SOLO AMA DE CASA? Demasiado a menudo a las mujeres se las hace sentir

como que debieran pedir perdón por ser "simplemente" madres y amas de casa, cuando en realidad esas funciones son de las más nobles de la tierra. Hace años, cuando era parte de la facultad de la Universidad de Pennsylvania, teníamos de vez en cuando reuniones sociales a las que llevábamos a nuestras esposas. Inevitablemente, algunas mujeres que eran profesoras, abogadas o sociólogas en­frentaban a mi esposa con la pregunta:

—¿Y usted a qué se dedica? Mi esposa que es una de las personas más brillantes y

equilibradas que conozco, solía contestar: —Estoy familiarizando a dos homo sapiens con los valo­

res fundamentales de la tradición judeo-cristiana, a fin de que ellos puedan ser instrumentos de transformación del orden social en el sueño teológico inherente en el cristianismo.

Y después seguía inmediatamente con la pregunta: —¿Y usted qué hace? El que respondieran diciendo que era "abogada" ya no

resultaba tan impresionante. Anthony Campólo

3 8 4 . LAS OPORTUNIDADES DE EVANGELISMO

Uno de los grandes desastres de la historia tuvo lugar en 1271. En ese año Niccolo y Matteo Polo (el padre y el tío de Marco Polo) se hallaban visitando a Kubla Khan, que en ese tiempo era un líder mundial que gobernaba China, India y mucho del Antiguo Oriente. Se sintió atraído por la historia del cristianismo tal como Niccolo y Matteo se la contaron, y les dijo:

"Vayan a su sumo sacerdote y díganle en mi nombre que envíe a cien misioneros entrenados en su religión y yo me

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bautizaré, y cuando yo me bautice muchos de mis vasallos principales lo harán también y pronto habrá aquí más cris­tianos que en sus países."

Nada se hizo durante treinta años, y entonces sólo se mandaron unos cuantos misioneros. Demasiado pocos y demasiado tarde. Está más allá de toda imaginación pensar lo que habría significado para el mundo que en el siglo trece China se hubiera convertido al cristianismo, si en el siglo trece India hubiera llegado a ser cristiana y gran parte del Oriente también. En estos casos vemos como el hombre frustra el propósito de Dios en la historia.

Wilüam Barclay

3 8 5 . PETICIONES DE PERDÓN

En 1995 se hicieron peticiones públicas de perdón por parte de líderes cristianos tan dispares como el Papa Juan Pablo II y el liderazgo de la Convención Bautista del Sur de los Estados Unidos.

El citado papa pidió perdón a los protestantes de la Re­pública Checa y de Polonia por las acciones erróneas cometidas contra ellos por la Iglesia Católica Romana. Este perdón lo solicitó durante la visita de tres días que hizo a estos dos países en la segunda quincena del mes de mayo. En la misma dijo: "Como Papa de la Iglesia Católica Roma­na, y en nombre de todos los católicos del mundo, pido perdón por las acciones nocivas cometidas contra nuestros hermanos no católicos, a través de la historia contra per­sonas que vivieron aquí y las que siguen viviendo hoy acá. También les aseguro el perdón de la Iglesia Católica por todos los males cometidos contra nuestros creyentes." Esta iniciativa del Papa fue una sorpresa tanto para protestantes como para católicos. Tuvo lugar después del haberse reunido con los representantes de la Iglesia Husita y con miembros de las comunidades anglicana, bautista, ortodoxa y judía.

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Por otra parte, cuando los 20.000 delegados de las igle­sias pertenecientes a la Convención Bautista del Sur de los Estados Unidos de Norteamérica se reunieron durante el mes de junio en Atlanta para celebrar su 150 aniversario, aprobaron una resolución mediante la que se pedía perdón a las comunidades negras del país por el racismo mostrado durante tantos años. La resolución denunciaba el racismo y repudiaba los males históricos producidos por la esclavitud.

Es ciertamente conmovedor ver estas acciones prácticas de tender la mano de la fraternidad y de la reconciliación. ¡Cuánto bien hace el pedir perdón cuando nos hemos equi­vocado y cuánto ayuda en las relaciones el estar dispuestos a corregir las actitudes negativas! Sería muy bueno que a nivel individual y comunitario cundieran estas acciones.

3 8 6 . DIOS NOS VE EN TODO MOMENTO

En el mostrador del comedor de una universidad se veía una gran fuente de manzanas sobre la que alguien había puesto un letrero que rezaba: "Toma sólo una manzana, Dios te está observando."

Al otro extremo del mostrador se hallaba una bandeja llena de dulces y sobre ella había colocado otro letrero que decía: "Toma todos los que quieras, Dios está de espaldas vigilando las manzanas."

Muchos viven como si Dios no los viera ni les oyera. Pero debemos ser conscientes de lo que Cristo dice sobre el particular: "Yo os digo que en el día del juicio los hombres darán cuenta de toda palabra ociosa que hablen" (Mat. 12:36). David habla muy claramente acerca de la omnipre-sencia y omnisciencia de Dios en el Salmo 139.

3 8 7 . ¡OJO CON LOS PEQUEÑOS INSECTOS!

Un árbol poderoso se erguía con todo su esplendor en lo

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alto de la montaña. Había sobrevivido a las tormentas de viento, de agua y de nieve, y al intenso frío de muchos invier­nos. Finalmente cedió ante el ataque de los pequeños insec­tos. Así pasa en muchos casos con el matrimonio.

3 8 8 . ERA ASI PORQUE ERA AMADA

Una vez conocí a una pareja de ancianos que irradiaba mucha felicidad. La esposa especialmente, que se hallaba casi incapacitada para moverse debido a la edad y a las enfermedades, y en cuyo rostro los sufrimientos habían deja­do docenas de arrugas, estaba tan llena de gratitud por la vida, que siempre me sentí conmovido e inspirado cuando los visitaba. Me preguntaba cuál sería la fuente que producía aquel rostro radiante. En todas las demás cosas ellos eran gente común y su casita indicaba un vivir muy modesto. De pronto me di cuenta de dónde venía todo su gozo, porque les vi a los dos cómo se hablaban y cómo se miraban a los ojos. Aquella mujer era profundamente amada.

No era porque ella fuera una persona alegre y agradable por lo que su marido la había amado durante todos aquellos años, sino todo lo opuesto. Porque había sido tan amada se había convertido en la persona que veía ante mí.

3 8 9 . EL PERDER LA VIDA Y GANARLA

Marian Preminger es un ejemplo vivo de lo que dice Jesús acerca de perder y ganar la vida. Nació en 1913 en Hungría y creció en un castillo con su aristocrática familia, rodeada de sirvientes, tutores, ama de llaves y chóferes. Su abuela, que vivía con ellos, insistía en que cuando viajaban llevaran sus propias sábanas, porque ella creía que era reba­jarse eso de dormir entre sábanas de gente común.

Mientras estudiaba en la escuela en Viena, Marian cono­ció a un joven doctor muy bien parecido. Se enamoraron, se

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fugaron y se casaron cuando ella sólo tenía dieciocho años. El matrimonio duró solamente un año. Ella regresó a Viena y empezó su vida como actriz.

Cuando ensayaba una obra, conoció al brillante director de orquesta alemán Otto Preminger. Se enamoraron y se ca­saron. Poco después se trasladaron a Estados Unidos donde él empezó su carrera como director de cine. Desafortunada y trágicamente Hollywood es un lugar de dramáticas ilustra­ciones de gentes que se muerden y devoran entre sí. Marian quedó deslumbrada con el brillo, las luces y la emoción superficial de la vida de Hollywood y empezó a vivir la clase de vida propia del lugar. Cuando Preminger se enteró se divorció de ella.

Marian regresó a Europa para vivir en París. En 1948 se enteró por medio de la prensa que Alberto Schweitzer, el hombre del que ella había oído hablar cuando era niña, esta­ba haciendo una de sus visitas periódicas a Europa y se ha­llaba en Gunsbach. Telefoneó a la secretaria de Schweitzer solicitando una cita y se la concedieron para el día siguiente. Cuando Marian llegó a Gunsbach descubrió al misionero to­cando el órgano en el templo del lugar. Ella escuchó la músi­ca y le ayudó volviendo las páginas de la partitura para él. El la invitó después a comer juntos en su casa; al final del día ella sabía que había encontrado lo que llevaba buscando toda su vida. Marian acompañó a Scheweitzer durante todo el resto de su estadía en Europa y cuando él regresaba para África la invitó a ir a Lambarene y trabajar en el hospital.

Ella lo hizo, y se encontró a sí misma. Allí en Lambarene, la joven que había nacido en un castillo y se había criado como una princesa, acostumbrada a vivir con toda clase de lujos y como una mujer caprichosa, se convirtió en una sirvienta. Se dedicó a cambiar vendajes, bañar niños y ali­mentar a leprosos... y se liberó. Marian escribió su autobio­grafía y la tituló All I Euer Wanted Was Everything (Todo lo que siempre quise era todo). No pudo conseguir el "todo" que le daría satisfacción y significado hasta que ella lo dio

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todo. Cuando murió en 1979, el periódico New York Times insertó su esquela mortuoria, que incluía una frase de Marian: "Alberto Schweitzer dijo que sólo hay dos clases de personas en este mundo: las que ayudan y las que no ayu­dan. Yo soy una que he procurado ayudar."

3 9 0 . ¿QUIEN ES UN MISIONERO?

Un misionero es un discípulo bien capacitado que Dios envía al mundo con sus recursos divinos para hacer discípu­los para el reino de Dios. Las Escrituras sugieren las siguien­tes imágenes bíblicas:

1. Un testigo: Hechos 1:8; Isaías 43:10-12. 2. Un evangelista: Lucas 2:10, 11; Hechos 11:19-21. 3. Un pionero: Hebreos 12:2; Hechos 20:22-24. 4. Un heraldo: 1 Timoteo 2:7; 2 Timoteo 1:11; 4:2. 5. Un embajador: 2 Corintios 5:20; Efesios 6:19, 20. 6. Un siervo: 1 Corintios 4 :1; 2 Timoteo 2:24.

Alguien señaló las siguientes semejanzas entre Jesús y Pablo en cuanto a preparación y ministerio:

Preparación: Tenían un profundo sentido de llamamien­to, estaban bien entrenados por la vida, estaban llenos del Espíritu y tenían corazón de siervo.

Ministerio: Su mensaje era de reconciliación con Dios, tenían una visión mundial, tenían una estrategia, se enfoca­ban en ministerios básicos, entrenaban a otros discípulos para que continuaran con la obra, eran hombres de perse­verancia, eran parte de un equipo, eran hombres de com­pasión y de pasión.

3 9 1 . SUS DIAMANTES

Russell Conwell, quien fundó hace más de cien años la

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Temple University en Philadelphia, Pennsylvania, usó en un discurso de promoción de la universidad la ilustración que el llamó "Acres de diamantes".

Habló acerca de un agricultor que poseía unas tierras que le permitían vivir muy dignamente. Pero había oído que si un acre de tierra tenía diamantes el dueño podía hacerse más rico de lo que fuera capaz de imaginar. Así que el agricultor vendió su tierra y se dedicó a viajar por todo el mundo bus­cando un lugar donde pudiera encontrar diamantes; pero nunca lo encontró. Al fin se le acabó el dinero y se suicidó.

Mientras tanto, el hombre que había comprado las tie­rras del agricultor, un día, paseando por la propiedad, acertó a recoger del suelo una piedra que brillaba y reflejaba la luz. La miró con detenimiento y observó que era un diamante. Aquella misma tierra que el agricultor había vendido estaba llena de diamantes.

La gran lección de esta anécdota es uno de los grandes secretos de \a vida: usted tiene diamantes dentro de sí mismo. Esos diamantes son llamados potencial y posibili­dades. Tiene dentro de sí mismo suficientes diamantes como para hacer que sus sueños se cumplan. Todo lo que tiene que hacer es usar sus "diamantes" y pagar el precio de alcanzar sus sueños. Todo lo que tiene que hacer es trabajar en su mina de diamantes.

Una y otra vez se ha demostrado que la mayoría de la gente sólo usa el diez por ciento de sus "diamantes": poten­cial y habilidades. Piense en ello por un momento. Si usted usara un diez por ciento más de su potencial y habilidades llegaría a ser el doble de lo que es en estos momentos.

3 9 2 . LA LIBERTAD DE ESCOGER

Se cuenta de Ron LeFlore, un joven negro que creció en un barrio muy pobre de Detroit, y que tuvo muy poca orien­tación en la vida, excepto aquella que consiguió de otros jó­venes que faltaban a la escuela, robaban cosas y usaban dro-

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gas. Fue arrestado varias veces, y en la cárcel tampoco fue un modelo, pues lo metieron en celdas de castigo varias veces. Durante la última vez que estuvo en esa celda de cas­tigo, un viejo prisionero que terminó muriendo en la cárcel le dio un consejo que cambió toda su vida. Este hombre le había visto jugar béisbol y un día le dijo:

"Tú tiene talento para jugar, puedes llegar muy lejos. ¡Inténtalo!"

Aquel joven lo pensó y tomó la decisión. Se hallaba en la cárcel, pero por fin entendió que tenía la libertad más im­portante que una persona puede tener: la libertad de escoger lo que quería hacer con su vida. Podía elegir entre ser "carne de prisión" por el resto de su vida o ser un jugador de béis­bol.

Cinco años más tarde fue contratado por uno de los me­jores equipos de béisbol de Detroit. Piense por un momento en esto: Aquel joven iba camino de destruir su persona por completo, pero él vio que la verdadera libertad, la libertad que todos tenemos, estriba en el poder de elegir. Todos tene­mos ese poder de elegir. Ron LeFlore pudo haber dicho: "No tengo para escoger. ¿Qué puedo escoger?" En vez de eso se dijo a sí mismo: "Puedo decidir, y quiero hacerlo."

Víctor Frankl, un psiquiatra mundialmente conocido, que pasó años en los campos de concentración nazi, y allí es­tudió el comportamiento de los prisioneros, dijo: "Le po­demos quitar casi todo a un hombre, excepto una cosa: la libertad suprema, la libertad de elegir sus actitudes en cual­quier circunstancia de la vida. Podemos elegir nuestro camino en la vida."

Si los hombres y las mujeres en un campo de concen­tración tienen esa libertad, es evidente que usted y yo la tene­mos también. ¡Decídase a ser lo mejor!

3 9 3 . PALABRAS PARA UN EPITAFIO

A Nicolás Copémico, uno de los grandes astrónomos de

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todos los tiempos (1473-1543), cuando estaba mur pusieron en las manos un ejemplar de su famoso libre las revoluciones de las órbitas celestes. Pero no t ^ su libro, tan notable y brillante, lo que estaba en su mente en ese momento. Por el contrario, él dictó que el siguiente epitafio se pusiera en la lápida de su tumba en Frauenburg: "Oh, Señor, la fe que diste a San Pablo, no la puedo pedir; la misericordia que mostraste con San Pedro, no me atrevo a solicitarla; sólo te pido, Señor, la gracia que otorgaste al ladrón moribundo en la cruz." No hay nadie que no pueda ir a la presencia de Dios bajo esas condiciones.

3 9 4 . LA COMUNICACIÓN DE LAS IDEAS

Usted puede usar las ideas como balas... o como semi­llas. Usted puede disparar ideas... o puede sembrarlas. Pue­de disparárselas a la gente en la cabeza o puede sembrarlas en el corazón. Si las usa como balas, matará la inspiración y neutralizará la motivación. Úselas como semillas, pues echa­rán raíces, crecerán y llegarán a ser una parte de la realidad de la vida en la que han sido plantadas. El único riesgo cuan­do se plantan semillas es que llegan a ser parte de aquel en quien son sembradas y crecen. El originador no recibirá pro­bablemente ningún crédito por ellas, pero si estamos dis­puestos a no recibir crédito por una idea, se podrá recoger una rica cosecha. Jesús dijo: "Más bienaventurada cosa es dar que recibir."

3 9 5 . ¿ES DE VERDAD LA VOLUNTAD DE DIOS?

Un hombre que estaba muy obeso decidió por fin que era hora de quitarse algunos kilos de encima. Comenzó su plan de dieta y ejercicio con gran seriedad, llegando incluso a cambiar la ruta por donde iba al trabajo para no pasar por enfrente de su pastelería favorita. No obstante, una mañana

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llegó al trabajo llevando un gran pastel de café. Todos sus compañeros le regañaron, pero él se sonrió beatíficamente, y explicó:

"Este es un pastel de café muy especial. Pasé accidental­mente esta mañana cerca de la pastelería y lo vi en el escaparate, junto con otros muchos dulces. Pensé que esto no era por accidente, así que oré: 'Señor, si tú quieres que yo disfrute hoy de uno de esos deliciosos pasteles de café, permíteme que dé una vuelta a la manzana y que encuentre un lugar para aparcar el auto justo enfrente de la pastelería.'" Y siguió diciendo: "Sin lugar a dudas, allí estaba el lugar... a la octava vuelta."

¿No jugamos así a veces con nuestras interpretaciones de la voluntad de Dios? Con toda seguridad, no vamos a recibir bendición del Señor.

3 9 6 . LA SABIDURÍA QUE NOS VIENE EN LAS CRISIS

Se cuenta algo, y se tiene como verdadero, que proviene del hundimiento del Titanic. Se dice que una mujer llena de temor encontró un lugar en un bote salvavidas que se halla­ba a punto de ser bajado a las aguas agitadas y frías del Atlántico. De repente se acordó de algo que necesitaba, de manera que pidió permiso para regresar a su camarote y buscarlo. Le concedieron tres minutos de permiso o se mar­charían sin ella.

Corrió por el puente que ya se hallaba inclinado de ma­nera peligrosa. Atravesó el salón de juego del barco con todo el dinero rodando de un sitio para otro. Llegó a su camarote, dejó a un lado sus joyas, y echó mano de tres naranjas que guardaba en un cajón. Regresó inmediatamente al bote sal­vavidas y partieron.

Eso parece increíble porque treinta minutos antes ella no hubiera preferido tres pequeñas naranjas por encima de sus

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joyas, ni siquiera la más pequeña. Pero la muerte se había apoderado del Titanic y de un solo golpe había trastornado todos los valores y prioridades. Instantáneamente los dia­mantes, las perlas y el dinero habían perdido su valor, y lo que parecía no valer, o valía muy poco, se convirtió en algo precioso. En aquel momento ella prefirió tres naranjas a un cofre de joyas.

3 9 7 . INVERSIONES

Andrew Young, antiguo colaborador de Martin Luther King, y posteriormente embajador de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas y alcalde de la ciudad de Atlanta, fue invitado a pronunciar el discurso de graduación en la Universidad de Maryland. Urgió a los estudiantes a que adquirieran "una Biblia y leyeran un capítulo cada día", y agregó: "Tengan la seguridad de que no les perjudicará en absoluto, sino por el contrario les iluminará y les ayudará a encontrar el propósito de la vida. Es mejor invertir quince dólares ahora en una Biblia, que no veinticinco dólares por hora después en un psiquiatra."

3 9 8 . CONTRADICCIONES HUMANAS

Un padre muy piadoso tenía un hijo que estaba estu­diando para el ministerio. El hijo decidió marchar a Europa para ampliar sus estudios, pero el padre se quedó muy pre­ocupado pensando en que la fe sencilla del hijo podría echarse a perder a manos de profesores sofisticados y libe­rales.

"No permitas que te quiten a Jonás de la Biblia", le acon­sejó el padre, imaginándose que ese libro con la historia de la ballena tragándose a Jonás sería una de las primeras cosas

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que podrían desaparecer. Por supuesto, no eran infundados sus temores.

Dos años más tarde el hijo regresó, y el padre le pre­guntó:

—¿Tienes todavía a Jonás en tu Biblia? El hijo se rió y le respondió: —Esa historia no está ni siquiera en tu Biblia. A lo que el padre replicó: —Por supuesto que sí está. ¿Qué estás queriendo decir? El hijo insistió: —No está en tu Biblia. Anda, enséñamela. El anciano buscó en su Biblia, tratando de encontrar el

libro de Jonás, pero no lo encontró. Al fin miró en el índice para verificar el número de página correcta. Cuando buscó la página indicada descubrió que las hojas correspondientes al libro de Jonás habían sido cortadas cuidadosamente.

—Lo hice yo antes de marcharme a Europa —dijo el hijo—. Dime, ¿cuál es la diferencia entre perder el libro de Jonás por medio del estudio a perderlo, como te ha pasado a ti, por tu negligencia y falta de interés?

3 9 9 . ADVERSIDAD

C. S. Lewis, en su libro Cristianismo nada más, com­para el uso que Dios hace de la adversidad a sacar a pasear a un perro. Si al perro se le enrrolla la correa en un árbol o poste de la luz y continúa corriendo hacia adelante, lo único que consigue es atarse cada vez más corto. Tanto el perro como el dueño persiguen el mismo fin: avanzar, pero el dueño tiene que frenar al perro tirándole en la dirección opuesta a la que él quiere ir. El dueño comparte la misma in­tención, pero entendiendo mejor que el perro a dónde quie­re éste ir, actúa de manera muy opuesta a la de la voluntad del perro. Es en ese sentido que Dios usa la adversidad.

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4 0 0 . AGNOSTICISMO

Se suele suponer que cuando las personas dejan de creer en Dios, que ya no creen en nada. ¡Es mucho peor que eso! Cuando dejan de creer en Dios, creen en cualquier cosa.

4 0 1 . CLARIDAD EN LA COMUNICACIÓN

Si Cristo Jesús fuera hoy a ciertos seminarios teológicos y preguntara a los profesores:

—Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? ¿Qué creemos que responderían ellos? Alguno quizá

respondería diciendo: —Tú eres la manifestación escatológica del kerygma en

el que reconocemos el significado último de nuestras rela­ciones interpersonales.

Y Jesús probablemente diría: —¿Qué? ¡Qué complicadas ponemos a veces las cosas los hom­

bres! Eso manifiesta, entre otras cosas, nuestra ignorancia.

4 0 2 . DEDICACIÓN

Un cierto perro presumía mucho de su habilidad para correr. Pero un día se le escapó un conejo que él andaba per­siguiendo, lo cual hizo que quedara en ridículo delante de los demás perros ante los cuales se había jactado tanto. Para sal­var su dignidad dijo algo que encierra una cierta verdad:

"Debéis recordar que el conejo corría para salvar su vida, pero yo sólo lo hacía para tener un buen almuerzo."

Cuando lo que hacemos es muy importante y vital para nosotros solemos ponerle bastante interés. Cuando no nos hace correr lo suficiente para conseguirle es que en el fondo no nos importa mucho.

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4 0 3 . ADULACIÓN

La adulación es como el perfume. Lo que hay que hacer es olerlo, pero no tragarlo.

4 0 4 . DEDICACIÓN EN LA IGLESIA

Muchas iglesias tienen un punto de vista sobre los dones espirituales y la dedicación como el de la película Beau Geste. En dicha película los árabes aparecen atacando un fuerte de legionarios donde sólo cuatro soldados quedaban vivos. Los árabes no lo sabían, pero si se hubieran dado cuenta, los cuatro legionarios no habrían durado mucho con toda seguridad. Por consiguiente, los legionarios idearon un plan para disimular su precaria condición. Pusieron los cuer­pos de sus compañeros muertos en los puntos estratégicos de defensa del fuerte y ellos corrían de un lado para otro dis­parando las armas que sus camaradas muertos parecían empuñar. Desde el exterior parecía muy convincente, pero desde el interior, eran sólo cuatro hombres.

De igual manera, en muchas iglesias, tenemos uno, dos o tres "profesionales" que corren desesperados de aquí para allá disparando las armas de la espiritualmente inactiva con­gregación. Desde fuera la iglesia parece estar viva y bien, pero desde dentro hay sólo unos pocos que hacen la tarea de todo el cuerpo.

4 0 5 . LA VIDA CRISTIANA

Un día unos alumnos judíos le preguntaron a su maestro: —¿Por qué el Señor no proveyó a Israel de suficiente

maná para todo un año, de una sola vez? A lo que el maestro respondió: —Les responderé mediante una parábola: "Un rey tenía

un hijo a quien daba una cierta cantidad de dinero al año, dándole dicha cantidad de una sola vez en un día determina-

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do. Pronto empezó a suceder que el único día en que el padre veía al hijo era en la fecha de la entrega de la asig­nación. Así que el rey cambió el plan y le daba al hijo día a día lo que necesitaba para cada día; de esa manera el hijo vi­sitaba al padre cada mañana. Pronto se dio cuenta de cuán­to necesitaba el amor constante, la comunión, la sabiduría y generosidad de su padre."

Dios se relaciona con nosotros en nuestra vida diaria de la misma manera que lo hizo con Israel.

4 0 6 . LA FE

Subirse a un poste de teléfonos requiere habilidad y prác­tica. Para lograrlo se necesita cierto equipo: un cinturón que ciña alrededor del poste y unas botas con unos clavos o pin­chos para clavarlos en la madera al ir subiendo. El secreto consiste en echarse para atrás y apoyar el cuerpo en el cin­turón, de manera que los pinchos de las botas se claven en la madera. El depender del cinturón es difícil de aprender. Muchas veces un principiante resbala por el poste porque no ha aprendido todavía a depender de su equipo. Una cuantas experiencias de esas le llevan a convencerse de que es con­veniente apoyarse en el cinturón.

En la vida cristiana Dios quiere que vayamos subiendo confiando y dependiendo de él. Cuando nos hacemos daño con los resbalones, deberíamos reconocer que son recorda­torios de que necesitamos depender de su fortaleza y amorosa protección.

4 0 7 . HAGAMOS LOS PREPARATIVOS CON TIEMPO

Una historia favorita de muchos es aquella del marinero cuyo barco naufragó cerca de una isla del sur del océano Pacífico. Cayó en manos de los nativos, quienes lo llevaron

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a hombros hasta el centro del pueblo, y allí lo sentaron en un trono rústico. Poco a poco se enteró de que era costumbre de aquella gente hacer a un hombre rey por un año. Al náufrago le gustó mucho la idea, pero pronto empezó a cavi­lar sobre qué les habría pasado a los anteriores reyes. Pronto descubrió que cuando acababa el año, su reinado se ter­minaba, y el rey era llevado a una isla solitaria donde moría de hambre. Aquello no le agradó al marinero, pero como era un hombre despierto y era también el rey, puso a trabajar a su gente: los carpinteros construyeron una barca y una casa; los agricultores plantaron árboles y prepararon la tierra para que diera fruto. De manera que cuando terminó su reinado no lo desterraron a una isla abandonada y vacía sino a un lugar de abundancia. Esa es una buena parábola de la vida: Todos nosotros somos como reyes aquí, reyes por un poco de tiempo, capaces de elegir qué queremos hacer con todo lo que tenemos a nuestra disposición en la vida.

El Señor Jesús dijo: "No acumuléis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corrompen, y donde los ladrones se meten y roban. Más bien, acumulad para vosotros tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corrompen, y donde los ladrones no se meten ni roban" (Mat. 6:19, 20).

4 0 8 . PREPARACIÓN PARA EL MATRIMONIO

La gente en nuestros países dedica más tiempo a la capacitación para obtener la licencia o permiso de manejar automóviles que a prepararse para el matrimonio o la pater­nidad responsable. Quizá eso explique en parte por qué te­nemos tantos "accidentes matrimoniales y familiares".

4 0 9 . AYUDAS PARA QUE LOS ADOLESCENTES ENTIENDAN A SUS PADRES

1. No tengas temor de usar su vocabulario. Ensaya em-

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pleando frases tan raras como: "Te ayudaré lavando yo los platos", "pasaré la aspiradora" o "limpiaré el auto o pagaré yo la gasolina".

2. Trata de entender su música. Escucha en tu radio o casetera algunas piezas de la música clásica que a ellos les apasiona; hazlo hasta que te acostumbres a su sonido.

3. Sé paciente con sus fallos y debilidades. Cuando pillas a tu mamá, que está luchando con la dieta, comiéndose a escondidas un dulce, no seas muy duro con ella. Dile que a ti te gustan las mamas "llenitas".

4. Anima a tus padres a que hablen acerca de sus pro­blemas. Procurar tener en mente que para ellos cosas como ganar lo necesario para sostener la familia y pagar las fac­turas mensuales, suelen ser muy importantes.

5. Sé tolerante con su apariencia. Cuando el papá se corta el pelo tan cortito no te sientas personalmente humi­llado. Recuerda que para él es importante estar en la "onda" con sus amigos.

6. Lo más importante de todo: Si ellos hacen algo que está equivocado, hazles saber que lo que no te gusta es su comportamiento, pero que a ellos les ama de todo corazón.

4 1 0 . FALTA DE ARMONÍA ENTRE LOS HOMBRES

U Thant, quien fue Secretario General de las Naciones Unidas en la década de los sesenta, hizo las siguientes pre­guntas mientras hablaba en 1965 ante un grupo muy distin­guido de sesenta y siete eruditos y hombres de estado, que se habían reunido para considerar los requirimientos para la paz mundial:

¿Por qué con todo nuestro conocimiento y capacidades nos hallamos todavía en el valle oscuro de la discordia y de la enemistad? ¿Qué elemento nos falta? ¿Qué es lo que nos impide proseguir para gozar juntos de los frutos del progre­so humano y recoger la cosecha de la experiencia humana? ¿Cómo es que a pesar de nuestros profesados ideales, núes-

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tras esperanzas y nuestros talentos, la paz en la tierra es todavía un objetivo tan distante que apenas se ve a través de las tormentas y agitaciones de nuestras presentes dificul­tades?

La respuesta puede parecerles simplista a algunos; pero el elemento que nos falta es la presencia real y verdadera de Dios en nuestros corazones.

4 1 1 . PERSECUCIÓN

Parece que la historia del hombre nos confirma que la tendencia de este mundo es "alabar a los santos muertos y perseguir a los vivos".

4 1 2 . ESTILO DE PREDICACIÓN

En un sermón el conocimiento del griego y del hebreo son como las ropas interiores de la persona, te hacen sen­tirte más cómodo y seguro y proporcionan mucho apoyo, pero no quieres que se vean. Nadie enseña sus ropas inte­riores, no es de buen gusto.

4 1 3 . SOBRE EL ORGULLO

El orgullo es como la barba: nunca para de crecer. La única solución es afeitarlo cada día.

Muchos cristianos creen equivocadamente que los peca­dos sexuales son los peores de todos los pecados, pero eso no es verdad. C. S. Lewis en su libro Cristianismo y nada más lo explica muy bien: "Si alguien piensa que los cristianos consideran la falta de pureza como el vicio supremo, están equivocados. Los pecados de la carne son malos, pero no son los peores. El pecado de manipular a la gente, la búsque-

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da del poder para aprovecharse de los demás, la calumnia, la mentira, el rencor, la venganza, el odio son peores que los llamados placeres de la carne. Porque hay dentro de mí dos tendencias que compiten con el ser humano que debo procu­rar llegar a ser: el ser animal y el ser diabólico; y de los dos, el diabólico es el peor. Por esa razón, siguiendo el pen­samiento de Jesús, un frío y rígido fariseo, satisfecho de sí mismo, que va regularmente al templo, puede estar mucho más cerca del infierno que una prostituta. Pero, por supuesto, lo mejor es no ser ninguna de las dos cosas."

4 1 4 . LA OBSTINACIÓN DEL ORGULLO

Charles Colson, en su libro Born Again (Nacido de nuevo), en el que detalla sus experiencias con el famoso caso Watergate, comparte que uno de los problemas del presi­dente Nixon era su dificultad en reconocer que pudiera estar equivocado en algo. De hecho, dice Colson, cuando Nixon estaba visiblemente acatarrado: estornudos, destilación na­sal, etc., nunca lo admitía.

Y cuanto más viejos somos más necios y tercos nos ponemos a veces, como dice la sabiduría popular: "Los hue­sos viejos antes se tronchan que se doblan."

4 1 5 . COMO ESTABLECEMOS PRIORIDADES

Si usted da a su hijo un dólar para depositarlo en la ofrenda el domingo en el templo y más tarde le da tres dólares para que se vaya a ver una película al cine, usted puede estarle enseñando un sistema de valores que él va a mantener durante el resto de su vida.

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4 1 6 . PROMESAS DE DIOS

Cuando Crowfoot, el gran jefe indio de las tribus Black-foot, al sur del estado de Alberta, le dio permiso a la Com­pañía de Ferrocarriles Canadienses para que cruzara por en medio de sus tierras, le dieron a él como obsequio un pase sin límite para usar el ferrocarril durante toda su vida. Crowfoot lo metió en una cajita de piel y lo llevó atado a su cuello por el resto de su vida. No hay constancia, sin embar­go, de que usara ni una sola vez los servicios del ferrocarril canadiense.

Sucede frecuentemente que las promesas de Dios son tratadas de igual manera por los cristianos. Las cuelgan en cuadros bellísimos en las paredes, las atesoran en pequeñas cajitas, y cantan fervorosamente: "Todas las promesas del Señor Jesús son apoyo poderoso de mi fe. Siempre en sus promesas confiaré." Pero nunca reclaman el cumplimiento de esas promesas en tiempo de necesidad. ¿De qué sirve te­nerlas en cuadros y cajitas si no las tenemos en nuestro corazón?

4 1 7 . MOMENTO DE QUIETUD

Un cristiano devoto y fiel en su encuentro diario con Dios, dijo como un testimonio: "Para mí la quietud de la primera hora de la mañana es el momento más precioso del día. Hay una calma y serenidad en esa hora que desaparece según avanza el tiempo con el ajetreo del día y las demandas de la gente. La hora temprana de la mañana simboliza para mí el renacer; las ansiedades, las frustraciones y los infortu­nios del día precedente parecen haber desaparecido durante la noche. Dios me ha concedido otro día de vida, otra opor­tunidad de hacer algo bueno por la humanidad."

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4 1 8 . EL ARREBATAMIENTO DE LA IGLESIA

Se cuenta que hace algunos años un anciano agricultor fue con su familia por primera vez a la gran ciudad. Nunca habían visto edificios tan altos y avenidas tan impresionan­tes. El agricultor dejó a su esposa en unos grandes almace­nes y llevó a su hijo a un banco, ubicado en el más alto de todos los edificios. Al entrar en el vestíbulo vieron algo que nunca antes habían visto: Dos puertas de acero se abrieron deslizándose hacia los lados. Una mujer bastante mayor se metió en aquella caja metálica y las puertas se cerraron de­trás de ella. Se encendieron unas luces con unas flechas indi­cando hacia arriba y luego hacia abajo. Las puertas se abrieron de nuevo y para sorpresa de padre e hijo apareció saliendo una bellísima y joven mujer. El agricultor se volvió a su hijo y le dijo: "Tú espérame aquí sin moverte, yo voy a buscar a tu madre para meterla aquí por un rato."

En el arrebatamiento, seremos tomados arriba, pero se­remos transformados y volveremos con cuerpos resucitados, en una experiencia de metamorfosis parecida a la del gusano y la mariposa.

4 1 9 . NUESTRO AUTOCONCEPTO

Algunas personas sienten la necesidad de disimular su falta de confianza en sí mismos tratando de dar una gran impresión. Un recién ascendido coronel del ejército entró en su nueva y amplia oficina. Nada más sentarse detrás de su gran escritorio, un soldado llamó a la puerta.

—Espere un momento —contestó el coronel con el tono propio de los jefes—. Estoy al teléfono.

Agarró el teléfono y dijo en voz alta: —Sí, mi general. Llamaré al Presidente esta tarde. No,

no señor, no se me olvidará. Después colgó el teléfono y le ordenó al soldado que

pasara.

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—¿Qué desea, soldado? —preguntó el coronel. —Mi coronel —empezó a decir el soldado—. Yo sólo

venía a conectarle el teléfono.

A los veinte años nos preocupamos de lo que la gente piensa y dice acerca de nosotros.

A los cuarenta ya no nos preocupa tanto lo que piensen y digan sobre nosotros.

A los sesenta ya nos hemos dado cuenta de que la gente por lo general no ha pensado ni ha dicho nada acerca de nosotros. En la mayoría de los casos sólo eran puras imagi­naciones nuestras.

4 2 0 . DOMINIO PROPIO

El dominio propio es la capacidad de partir una barra de chocolate en cuatro partes con tus propias manos, y después comerte sólo una de las piezas.

4 2 1 . AUTOEXAMEN

Hay un proverbio en el mundo de los negocios que afir­ma que el hombre que no hace inventarios periódicamente termina pronto en la bacarrota. Y en la vida espiritual sucede lo mismo.

4 2 2 . EGOÍSMO

Alguien ha dicho que la mitad de nuestros problemas nos viene por querer las cosas a nuestra manera. Y la otra mitad nos vienen por conseguirlo.

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Mucha gente conduce su vida al estilo de las cafeterías: sólo autoservicio.

4 2 3 . DONES ESPIRITUALES

Una mañana de intensa nevada y frío, un candidato a misionero llamó a las 5:00 de la mañana a la puerta de la casa del misionero que le iba a examinar. Le pasaron a la oficina y allí permaneció esperando, después de la hora de la cita establecida, durante tres horas para la entrevista. A las 8:00 de la mañana apareció un misionero ya jubilado y empezó el examen.

—¿Conoce usted la ortografía de las palabras más comunes?

Muy sorprendido por la clase de pregunta, respondió: —Sí, señor. —Dígame, pues, ¿cómo se escribe: "Ahí hay un hombre

que dice ¡ay!"? El aspirante a misionero respondió correctamente. —Muy bien —continuó el que le examinaba— ¿Sabe

usted sumar? —Sí, señor. Pues dígame cuantos son dos y dos. —Cuatro —respondió el candidato. —Correcto —dijo el veterano misionero—. Creo que

usted ha pasado el examen. Mañana le informaré al Comité de Nombramientos.

En la reunión del comité el misionero que había hecho el examen, informó:

"Creo que tiene todas las calificaciones para servir como misionero. Primero, le probé en la autonegación, haciéndole llegar a mi casa a las cinco de la mañana. El fue capaz de de­jar una cama caliente en una fría mañana de invierno sin quejarse. Segundo, le probé en su puntualidad, y él llegó exactamente a la hora. Tercero, le examiné en cuanto a la paciencia, pues le hice esperar en mi oficina por tres horas,

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y no se desesperó. Cuarto, le probé en su genio y tempera­mento, y no mostró enojo ni irritación. Le examiné en cuan­to a la humildad haciéndole preguntas que un niño podría responder, y no mostró ninguna indignación. De manera que mi conclusión es que satisface bien todos los requisitos para ser el buen misionero que necesitamos."

Los dones y habilidades dados por el Espíritu son muy necesarias, pero el fruto del Espíritu mostrado en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio es mucho más importante.

4 2 4 . ÉXITO

El único lugar donde éxito viene antes que trabajo es en el diccionario. En todos los demás casos no suele haber éxito sin arduo trabajo. Por eso se dice que el éxito está por lo general formado por un 95% de transpiración y un 5% de inspiración.

4 2 5 . EL USO DEL TIEMPO

Un estudio revela que el hombre promedio de setenta años de edad ha pasado veinticuatro años durmiendo, catorce trabajando, ocho en diversiones, seis a la mesa comiendo, cinco en transportación, cuatro en conversacio­nes con otros, tres en educación y dos años estudiando y leyendo.

Los cuatro años restantes los pasó en varias otras activi­dades. De esos cuatro pasó cuarenta y cinco minutos en el templo cada domingo y cinco minutos cada día dedicado a devociones personales de lectura de la Biblia y oración. Eso suma un total de cinco meses que le dio a Dios durante sus setenta años de vida. Lo cual no impresiona mucho.

Incluso si es un creyente fiel que ha asistido a la escuela

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dominical y a tres servicios religiosos de una hora cada uno a la semana, ha dedicado tan sólo un año y nueve meses a la iglesia.

Si usted duda de los cálculos aritméticos arriba indicados, siéntese y haga los cálculos de su propia vida. ¿Qué porción de esos años tienen que ver con Dios? Cuando usted termine con este ejercicio considere la pregunta de Cristo Jesús: "¿De qué le sirve al hombre si gana el mundo entero y pierde su alma?" (Mat. 16:26).

4 2 6 . LA LENGUA

Si durante el pasado año alguien le hubiera pagado cien pesos por cada palabra amable dicha por usted a otros, y le hubiera cobrado cincuenta pesos por cada palabra poco amable que usted hubiera dicho a los demás, ¿habría perdi­do o ganado dinero?

Algunas personas hablan mucho. Son como el joven que se dice fue a Sócrates, el famoso filósofo griego, para apren­der oratoria. Al presentarse habló tan incesantemente que Sócrates le cargó con una suma doble por enseñarle a hablar.

—¿Por qué me cobra a mí doble? —protestó el joven aspirante a orador.

—Porque tendré que enseñarle a usted dos ciencias: una cómo saber callarse, y la otra cómo aprender a hablar.

Se cuenta que una joven dama le dijo una vez a Juan Wesley:

—Creo que ya sé cuál es mi talento.

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—¿Sí? ¿Cuál es? —Que no tengo pelos en la lengua. Siempre digo con

franqueza lo que pienso. A lo que Wesley respondió: —Pues no creo que Dios se enoje si usted se olvida de

ese talento y lo entierra.

4 2 7 . LA TRADICIÓN

Las siete últimas palabras de una iglesia moribunda son: "Nunca antes lo hicimos de esta manera."

428. COMO CURARNOS DEL ORGULLO Filipenses 2:3

Cada año asistimos al espectáculo de ver a algunos jugadores de fútbol o de baloncesto que se sienten mal porque creen que no gozan de suficiente aprecio de parte de los directivos de sus clubes. Se sienten insatisfechos con sus salarios, a pesar de que ganan más en un año que la mayo­ría de nosotros en toda la vida. Su descontento se basa en la comparación. Cada jugador se considera a sí mismo el mejor en su posición, y piensa por ello que debería recibir el salario más elevado.

C. S. Lewis ya hizo, antes de la llegada de los contratos multimillonarios, esta acertada observación: "Decimos que la gente está orgullosa de ser rica, inteligente o atractiva, pero no es así. Están orgullosos de ser más ricos, o más inteligentes, o más atractivos. Si todos fuéramos iguales en riqueza, inteligencia o belleza no habría nada de que enorgu­llecemos."

El orgullo nos afecta a todos, no sólo a los ricos o famosos. Es nuestro orgullo lo que nos hace sentirnos dolori­dos cuando pensamos que alguien nos ha descuidado, igno-

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rado o arrebatado el crédito que nos correspondía. El orgu­llo está detrás de nuestros sentimientos de envidia para con la persona que ha tenido más éxito que nosotros. Asegu­rémonos de seguir el ejemplo de Cristo, y demos más con­sideración a los otros que a nosotros mismos. Esa es la mejor cura para la soberbia y el orgullo.

4 2 9 . LA IGLESIA Y EL ENTUSIASMO

Alguien usó muy acertadamente la siguiente metáfora en relación con la iglesia: "Sin estusiasmo, ¿qué es la iglesia? Es un Vesubio sin fuego, las cataratas del Niágara sin agua, el firmamento sin sol."

El cristiano como individuo y la iglesia como un cuerpo han de llevar a cabo la obra de Dios con el ardor propio de quien se sabe poseedor de un tesoro espiritual inestimable que puede enriquecer a muchos. La pasión del amor y el fuego del Espíritu son imprescindibles.

4 3 0 . EL HUMOR Y LA PREDICACIÓN

Billy Graham ha vencido frecuentemente la resistencia de las personas a escuchar con un sentido del humor efecti­vo. Una vez dirigió la palabra a los estudiantes de la presti­giosa Escuela de Economía de Londres. Cuando se levantó para hablar en el auditorio repleto de gente, algunos empe­zaron a abuchear. Poco después de empezar a hablar un joven estudiante se plantó delante de la audiencia y empezó a interrumpir a Graham accionando como un mono, hacien­do gestos, rascándose y emitiendo sonidos como un mono. Los asistentes empezaron a reírse a carcajadas y parecía que Graham había perdido el control de la audiencia.

Después de una buena carcajada de su parte, dijo: "El me

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recuerda a mis antepasados." El lugar volvió a llenarse otra vez de carcajadas. Y añadió: "Por supuesto, todos mis ante­pasados provienen de la Gran Bretaña." Después de eso se habían roto todas las barreras y Graham pudo comunicarse efectivamente con la audiencia.

4 3 1 . EL HUMOR Y LOS CRISTIANOS

Elton Trueblood dijo que el humor de aquellos que son seguidores de Cristo no es una simple manera de "negar las lágrimas" que se tienen en la tierra, "sino, por el contrario, la forma de afirmar algo que es mucho más profundo que las lágrimas".

4 3 2 . DADORES BIEN DISPUESTOS 2 Corintios 9:7

Se cuenta de un hombre rico que tenía fama de tacaño. Un día hablando con el pastor de su iglesia, preguntó:

"¿Por qué la gente me acusa de tacañería, aunque saben que he dispuesto en mi testamento que cuando me muera, todo mi dinero quedará para obras de caridad?"

A lo que el pastor respondió contándole una fábula acer­ca de un cerdo y una vaca. El cerdo se quejaba de que no podía comprender por qué a la gente le gustaban más las vacas que los cerdos. Dijo el cerdo:

—Ya sé que vosotras las vacas dais leche a la gente. Pe­ro nosotros los cerdos les damos tocino y jamón.

—Sí —dijo la vaca—, es cierto. Pero hay una gran dife­rencia. Nosotras las vacas nos sentimos contentas de dar mientras vivimos, pero vosotros los cerdos sólo dais después de morir.

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Desde luego es encomiable incluir causas dignas en nues­tro testamento, pero no a costa de no dar generosamente aquí y ahora. Lo que tengamos que hacer hagámoslo ahora, no lo dejemos para después de muertos. ¡Cuan complacido debió estar el Señor cuando los israelitas daban con tan buena disposición y generosidad para la construcción del tabernáculo, hasta el punto de que Moisés tuvo que pedirles que no dieran más!

Recuerde que el Señor ama al dador alegre (2 Cor. 9:7). ¿Qué clase de dador es usted?

4 3 3 . LA ANCIANIDAD

Nada hay más lindo que ver a una persona que envejece con gracia. Por el contrario, no hay nada más triste que alguien que con el paso de los años se hace cada vez más cínico, más resentido y más hostil.

Un anciano dijo una vez en un banquete con una sonrisa en sus labios y un guiño en sus ojos: "Sé que soy viejo porque hay tres cosas que no puedo recordar: No puedo recordar nombres, no puedo recordar caras, y no me acuer­do de lo tercero que no puedo recordar."

Sospecho que este hombre nunca en realidad se hará viejo. Está envejeciendo con gracia, pero nunca será un viejo porque tiene una actitud y un sentido del humor estupendos.

4 3 4 . LA ACTITUD DEL CRISTIANO ANTE LA MUERTE

Los grandes cristianos nunca tuvieron temor de la muer­te, sino que se enfrentaron a ella con confianza y valor. Ellos razonaban diciendo: "Si Cristo es la vida, entonces el morir me llevará a tener más de la vida. No será muerte en ningún sentido, sino la entrada a una dimensión superior de la vida con Dios." La historia registra esa verdad una y otra vez:

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Dietrich Bonhoeffer fue ejecutado el domingo 9 de abril de 1945. Sus compañeros de prisión dijeron más tarde que había estado dirigiendo un servicio de adoración, y en cuan­to terminó la última oración, se abrió la puerta y dos hom­bre entraron y gritaron: "Prisionero Bonhoeffer, venga con nosotros." Todos sabían lo que esto significaba: la ejecución de Bonhoeffer. Se dice que al salir él les dijo a sus com­pañeros: "Este es el fin, pero para mí es el comienzo de la vida."

Policarpo, el obispo de Esmirna, a mediados del siglo segundo de la era cristiana, fue llevado a la hoguera para ser quemado porque se negó a maldecir a Cristo e inclinarse ante el emperador romano. Policarpo dijo: "Durante ochen­ta y seis años le he servido y nunca me hizo ningún mal. ¿Cómo puedo blasfemar contra mi rey? Soy un cristiano." Después oró dando gracias a Dios por el privilegio de morir por la fe.

Susana Wesley fue la madre de varios hijos, incluidos Juan y Carlos Wesley. Cuando estaba en su lecho de muerte llamó a sus hijos y otros familiares, y cuando todos la rodea­ban, les dijo: "Tan pronto como yo parta, cantad un salmo de alabanza al Señor."

Recordamos, por supuesto, a Jesús, quien dijo lleno de confianza en la cruz: "¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!"

435. ¿CONTAMOS CON UN LUGAR SEGURO? Después de la Guerra del Golfo Pérsico en 1991, una

brillante cinta amarilla en el porche de una casa en Detroit prometía una acogida de héroe a un joven soldado. Pero a las pocas horas de su llegada apareció muerto en la calle enfrente de su propia casa. Mucha gente se sintió herida en su sensilidad por este hecho, fue un duro golpe. Pero éste no

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fue el fin de la historia. Se supo después que la viuda del sol­dado y un hermano de ésta habían sido acusados de asesina­to premeditado.

Sabemos que en las guerras se pierden vidas, y no nos sorprenden las tragedias en vecindarios llenos de vicio y mi­seria; pero no esperamos que un soldado sobreviva a una guerra y que al volver a casa su mujer y su cuñado lo maten para cobrar su seguro de vida.

Así como esperamos que el hogar sea un lugar seguro en un mundo peligroso, también esperamos que la iglesia sea un lugar seguro para los hijos de Dios en un mundo agitado. Hay una desilusión especial que se siente cuando cristianos llenos de cargas se sienten traicionados por la maledicencia, la ambición egoísta, la mentira en el mismo lugar en que deberían hallar amor y armonía. David confesaba: "Si un enemigo me hubiera afrentado, yo lo habría soportado... Pero fuiste tú, un hombre igual a mí, mi compañero, mi ínti­mo amigo" (Sal. 55:12-14).

Todos necesitamos lugares seguros: el hogar, la iglesia, el barrio, la nación. No hagamos nada que destruya el lugar seguro que buscamos y necesitamos.

4 3 6 . DEFINICIONES DE AMISTAD

Un amigo es aquel que sigue a su lado cuando todo el mundo le ha dejado.

Un amigo es aquel que no le da la espalda ni aun llegan­do a conocer lo peor de su vida. No es que apruebe su con­ducta, sino que a pesar de todo no le rechaza ni le niega su amistad. Estará dispuesto a corregirle con amor y a correr el riesgo de que usted se enoje con él por intentarlo.

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4 3 7 . DEJE LA LUZ ENCENDIDA Mateo 5:14, 16

Al final de un anuncio para una cadena de moteles, una voz decía con un tono que inspiraba confianza y tranquilidad: "Dejaremos la luz encendida para usted." Mi madre solía decir lo mismo. A veces yo trabajaba hasta muy tarde en la fábrica, o llegaba tarde a casa de la universidad. No importa a que hora llegaba a casa, la luz de la puerta estaba encen­dida. Su cálido resplandor parecía decirme: "Aquí es donde perteneces. Alguien te quiere y te espera aquí. Estás en casa."

Una noche la luz de la puerta no se hallaba encendida. Recuerdo mis sentimientos: "¿Estarían mis padres enfadados conmigo? ¿Habría hecho yo algo que estuviera mal? ¿Es que ya no era bienvenido?" La explicación era sencilla: la bom­billa se había fundido. Todo lo demás estaba bien.

Jesús es la luz verdadera, pero nosotros sus discípulos reflejamos su luz. Nuestro caminar fiel en obediencia es como una luz del amor y de la verdad de Dios. Nuestro tes­timonio es como una luz que traspasa las frías tinieblas de este mundo. Somo como una luz a la puerta de la casa atrayendo incrédulos a Jesús, asegurándoles que alguien les ama y les espera para darles la bienvenida al hogar.

Tengamos, pues, siempre nuestra luz encendida.

4 3 8 . WERNHER VON BRAUN Y LA INMORTALIDAD

Wernher von Braun, de origen alemán y uno de los grandes científicos del siglo veinte, dijo acerca de la inmor­talidad: "En nuestro mundo moderno mucha gente parece pensar que la ciencia ha hecho que las 'ideas religiosas' que­den como algo totalmente pasado de moda. Pero creo que la ciencia tiene una gran sorpresa para los escépticos. La

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ciencia, por ejemplo, nos dice que nada se pierde en la na­turaleza, que ni siquiera la más pequeña de las partículas se pierde sin dejar rastro. Piense en eso por un momento. Una vez que lo haga, sus pensamientos acerca de la vida nunca serán ya los mismos.

"La ciencia ha encontrado que nada desaparece sin dejar rastro. La naturaleza no conoce la extinción. Todo lo que conoce es transformación. Pues bien, si Dios aplica este principio fundamental a las partes más insignificantes del universo, ¿no es lógico suponer que también lo aplica a la corona de la creación, que es el alma humana? Creo que tiene sentido que lo haga. Todo lo que la ciencia me ha enseñado —y continúa enseñando— fortalece mi creencia en la continuación espiritual después de la muerte. Nada desaparece sin dejar rastro."

4 3 9 . ¿COMO ES LA MUERTE?

Se cuenta que en aquellos días cuando los médicos ha­cían sus recorridos a caballo para visitar en las casas de cam­po a sus pacientes, uno de ellos fue a visitar a un enfermo muy grave. Fue en su carro tirado por un caballo y acom­pañado de su perro.

—¿Cómo me encuentro, doctor? —preguntó el hombre. —No muy bien —contestó el médico. Ambos hombres se quedaron en profundo silencio por

un rato. Entonces el enfermo volvió a preguntar: —¿Cómo es eso de morirse, doctor? Mientras que el anciano médico trataba de pensar en

algunas palabras de aliento, oyó cómo su perro subía por las escaleras. Debido a que la puerta estaba cerrada, el perro empezó a lloriquear y arañar la puerta.

El doctor le dijo al paciente: —¿Ha oído eso? Es mi perro. Nunca estuvo antes en

esta casa, él no sabe qué hay y cómo es a este lado de la puerta, pero sí sabe que su dueño está aquí, por lo que su

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instinto le dice qué todo está bien. La muerte es así —siguió diciendo el médicP- Nunca hemos estado allá y no conoce­mos el lugar, pero sabemos que nuestro amado Maestro está allí. Y porque él eptá allí sabemos que todo está bien. El nos ama, él tiene cuidado de nosotros, ha ido a preparar lugar para nosotros. El está allí, y eso es todo lo que necesitamos saber. Cuando un ser querido muere, recuerde que Dios está a ambos lados de la tumba.

4 4 0 . MILAGROS DE DIOS

Un ingeniero jubilado escribió: "Enfrente de mi casa hay un jardín con robles que tienen más de cien años. Los miro y me doy cuenta de que las hojas necesitan muchos litros de agua cada día a fin de mantenerse verdes. Sé que ninguna bomba inventada por el hombre podría impulsar esa canti­dad de agua a través de los densos troncos de madera de esos árboles. Sin embargo, Dios permite que sus raíces ejerzan una presión muy fuerte de doscientos kilogramos por centímetro cuadrado sólo para impulsar el agua hasta las hojas, sin tener en cuenta la resistencia de la madera. Este es otro de los milagros de Dios que suceden cada día sin que nadie se dé cuenta"

Dios no le pidió a Abraham que contemplara los árboles, sino que dirigió sti atención hacia las estrellas. Mientras él contemplaba el gran número de las estrellas, le dijo: "Así seta, tu descendencia." Creo que íue algo más que ut\a promesa de gran número. Implica que si Dios podía crear y mantener todas aquellas estrellas, no tendría problemas en cumplir su promesa de que Abraham tendría un hijo en su vejez. Y Abraham se dio cuenta porque leemos que "creyó a Jehová" (Gen. 15:6).

Consideremos a menudo las maravillas de la creación, pues es una buena manera de fortalecer nuestra fe en las promesas del Creador.

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4 4 1 . LA VIDA ES DURA Y NECESITAM(

Una maestra de escuela pidió a los niños de escribieran en una hoja de papel aquello por lo M^e se sen­tían más agradecidos. Cada uno de ellos expresó aquello que suele ser más común y normal entre los niños, pero uno de ellos escribió que él estaba muy agradecido por las gafas que llevaba. La maestra quedó impresionada, porque en general los niños se sienten mal de llevar gafas y prefieren no hablar de ello, pero aquí había obviamente uno que apreciaba la buena ayuda que los lentes le prestaban.

—Juanito —preguntó la maestra—, veo que tus gafas es por lo que tú estás más agradecido. ¿Hay alguna razón espe­cial para ello?

A lo que Juanito respondió: —Sí, señora. Mis lentes evitan que los otros chicos me

peguen y que las niñas me besen. El pequeño Juanito había aprendido ya, muy temprano

en la vida, que necesitamos toda la ayuda que podamos con­seguir.

4 4 2 . AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS

Ocho jóvenes adolescentes hicieron algo poco común para expresar su amor y su apoyo por un compañero de es­cueta a quien \e habían diagnosticado cáncei. Mt/rteíríb-damente lo habían detectado a tiempo y los doctores se sen­tían optimistas en cuanto al resultado del tratamiento; pero para luchar contra el cáncer tenían que aplicarle quimiote­rapia. Algo que le preocupaba bastante al joven era la pér­dida temporal del pelo como consecuencia de la quimiote­rapia. Le resultaba doloroso pensar en tener que volver a la escuela sin pelo.

Pero sus ocho amigos idearon un plan para ayudarle. A

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fin de que no se sintiera tan mal y para expresarle su amor y simpatía, se afeitaron todos la cabeza con el fin de que todos aparecieran iguales. Así a él no se le notaría tanto y no se sentiría solo cuando regresara a la escuela. El periódico local los sacó a todos juntos en primera plana, con sus cabezas afeitadas, y con la frase explicativa abajo que decía: "Todo lo que hacemos lo hacemos juntos." ¡Qué hermoso ejemplo de amistad y solidaridad!

De estos gestos de amor hablaba Jesús en Juan 13:34, 35. Esos versículos contienen un pensamiento profundo, conmovedor y estimulante. Se supone que debemos amar como Cristo lo hizo: de una manera generosa e incondi­cional. Esa clase de amor es lo único que puede salvar a este mundo: el amor redentor de Dios mostrado en Cristo Jesús, y somos llamados a vivir en ese espíritu.

4 4 3 . ¡MENUDA HONESTIDAD!

A veces no podemos ver nuestra propia deshonestidad. Una vez una esposa le contaba a su marido:

—No lo creería si no lo hubiera visto, pero nuestros ami­gos que nos visitaron durante el fin de semana se llevaron cuatro de nuestras mejores toallas.

—Bueno —respondió el marido—, así es la vida. Hay algunos que nunca puedes confiar en ellos. Son así, ¿qué le vas hacer? Dicho sea de paso —añadió—, ¿cuáles se lle­varon?

A lo que la esposa contestó: —Aquellas blancas, tan suaves y gruesas, que secan tan

bien. Esas que llevan el nombre "Marriott" grabado en el centro.

¡Qué visión tan aguda para ver la falta en los demás y qué miopía para verla en nosotros mismos!

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4 4 4 . JUSTICIA SOCIAL Mateo 5:6

Hace muchos años, un joven abogado hizo un viaje a Nueva Orleans. Vio allí algo que le rompió el corazón y le revolvió el estómago: una venta de esclavos. Los esclavos habían llegado en un barco y estaban siendo vendidos al mejor postor. Aquella escena se grabó para siempre en la mente del joven abogado. Los niños gritaban, las madres lloraban y los hombres se esforzaban por impedir que sus familias fueran separadas, pues lo más probable es que no se vieran nunca más. Los seres humanos eran tratados como animales. Aquello era una actividad cruel y sórdida, y mien­tras el joven abogado contemplaba esta sucia inhumanidad con lágrimas en sus ojos, se dijo así mismo: "¡Esto está mal, es injusto, es inmoral! Si alguna vez tengo la oportunidad de hacer algo para corregirlo, lo haré, y lo haré con todas mis fuerzas."

¿Sabe quién era aquel joven abogado? Abraham Lincoln. Y cuando le llegó la oportunidad de corregir aquel mal, lo hizo. Cumplió con las demandas de la justicia de Cristo. Nuestro llamamiento como cristianos y como iglesias es a ser la "conciencia de la sociedad" y luchar por la justicia social. Vemos ese llamamiento en toda la Biblia. Moisés, Amos, Elias, el apóstol Pablo, y especialmente Cristo Jesús, se com­prometieron delante de Dios no sólo a hacer ellos el bien de manera personal, sino también al cumplimiento de la justicia social. ¿Cómo le va a usted y a mí con esto de la justicia social? ¿Tenemos verdaderamente hambre de justicia?

4 4 5 . LAS PEQUEÑAS COSAS Mateo 25:31-40

Se cuenta acerca de un hombre que atravesó caminando los Estados Unidos. Empezó en California y terminó en

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Nueva York. Al final de su recorrido, alguien le preguntó: —¿Cuál fue la parte más dura del viaje? ¿Qué es lo que

le resultó más difícil? ¿Fue el desierto, las montañas o los ríos?

A lo que el hombre contestó: —No, fue la arena que se me metía en los zapatos. Sucede frecuentemente que cuando llegan las grandes

crisis de la vida solemos responder bastante bien, pero son a veces las cosas pequeñas y nuestras reacciones negativas las que nos producen los mayores inconvenientes y perjuicios.

Cuando examinamos las situaciones en los matrimonios, familias, iglesias, negocios, comunidades, llegamos muy a menudo a la conclusión de que el problema realmente está en "la arena en los zapatos".

Jesús reconoció la importancia de las cosas pequeñas y por eso nos dio la parábola acerca del juicio. Algunos esta­ban a la derecha y otros a la izquierda. Unos recibieron gran bendición y otros se la perdieron. ¿Por qué? Porque afecta a nuestro destino. Jesús explicó que la diferencia en los desti­nos fue causada por las cosas pequeñas: un pedazo de pan a un hambriento, una vaso de agua, una prenda de vestir, la amabilidad de visitar al que está en el hospital o en la cárcel, etc. Eso era todo, sólo cosas pequeñas, pero el cómo las manejamos establece una gran diferencia.

4 4 6 . ¿COMO ES SU RELIGIÓN?

Se dice de un hombre que había estado alejado de su iglesia por varios años, y en todo ese tiempo se involucró en muchas actividades delictivas. Pero cuando regresó a su igle­sia y llegó el tiempo de los testimonios, él se levantó y dijo:

"Estoy contento de estar de nuevo con ustedes, en mi iglesia, y quiero que sepan que aunque es cierto que maltraté mucho a mi mujer, abandoné a mis hijos, mentí, robé e hice otras cosas, y como resultado estuve varias veces en la cár-

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cel, nunca en todo este tiempo, ni una sola vez perdí mi religión."

Si su religión no es nada más que una pretendida póliza de seguros para el cielo, si no tiene efectos reales en cómo vive y en cómo trata usted a otros en esta vida, usted está totalmente equivocado. Sería muy bueno que investigara un poco más acerca de la esencia del cristianismo y de lo que le espera ante el Dios justo y santo.

4 4 7 . COMUNICACIÓN

No hace mucho leí acerca de un pequeño niño que iba en el asiento de atrás del auto familiar comiéndose una man­zana. De pronto le dijo a su papá:

—Papá, ¿por qué mi manzana se está volviendo de color marrón?

Y entonces el padre explicó: —Porque debido a que te vas comiendo la parte exte­

rior, con la piel, la carne de la manzana se oxida al entrar en contacto con el aire y cambia su estructura molecular, y como resultado se altera su color.

Se produjo un largo silencio, y después el pequeño pre­guntó suavemente:

—Papá, ¿me estás hablando a mí? Eso es lo que a veces preguntan los miembros de la igle­

sia cuando escuchan a algunos predicadores. ¿Para quién ha­bla usted cuando predica? ¿Le entienden? Si los oyentes no le entienden no está en realidad predicando, comunicando el mensaje de Dios, sino otra cosa muy diferente.

4 4 8 . PODEMOS CASTIGAR O PODEMOS PERDONAR

Un hombre fue a visitar a su pastor. Se hallaba deprimi­do y desalentado. El y su esposa estaban teniendo proble-

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mas. El fin de semana anterior habían ido a la ciudad de Dallas para celebrar su aniversario. Cuando estaban saliendo de su pueblo, él se acordó de algo que había dejado pen­diente en su oficina. Regresaron, hizo los arreglos necesa­rios y emprendieron de nuevo el viaje. Sólo se demoraron quince minutos.

Pero por alguna razón la parada le disgustó mucho a la esposa. Viajaron en completo silencio hasta Dallas. Pasaron un fin de semana miserable. Ella rehusó hablar con él. Cuan­do él trató de tocarla, ella le rechazó. A la semana siguiente de dicho suceso él fue a ver al pastor. Con dolor decía:

"Todavía no me habla. No quiere escuchar, no se aviene a razones. Todavía me está castigando."

¿No es eso triste? ¿Por qué castigamos a la gente? ¿Por qué lo hacemos de manera tan cruel a aquellos que decimos que amamos? No tiene sentido y es inútil. Es mucho mejor perdonar, es mucho mejor olvidar, es mucho mejor ser un pacificador.

La elección es nuestra: Podemos reír o llorar, animar o desanimar, apaciguar o irritar, cantar o lamentar, perdonar o castigar.

4 4 9 . PREGUNTAS DE ADOLESCENTES

Hace algunos años un pastor fue llamado a presidir el servicio fúnebre de un colega. Los redactores del periódico cometieron un serio error al cambiar los nombres de los pas­tores en la información sobre el fallecimiento. Cuando el pastor que presidía vio su nombre cambiado con el del difun­to se quedó seriamente preocupado, pensando especial­mente por un hijo joven que tenía estudiando en la universi­dad en otra ciudad.

En cuanto pudo le llamó por teléfono. —¡Cuánto me alegro de encontrarte! —le dijo—. ¿Has

leído la información que apareció hoy en el periódico acer­ca de mi fallecimiento?

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A lo que el hijo respondió como sólo un estudiante ado­lescente puede hacerlo:

—Claro que sí. Pero dicho sea de paso, ¿desde dónde estás llamando?

4 5 0 . SED BONDADOSOS UNOS CON OTROS Efesios 4:32

El predicador metodista James W. Moore, de la ciudad de Houston, cuenta que cuando era un estudiante en el semi­nario, fue a ministrar en una pequeña iglesia en un pueblito de Ohio. Una tarde de verano, en la calle principal del pue­blo, tuvo una de las experiencias más memorables de su vida.

Se hallaba lloviendo y delante de él iba una niña en bici­cleta llevando una caja con varios comestibles que acababa de comprar. La bicicleta patinó por causa de la lluvia y la niña fue a parar al suelo, y los comestibles se desparramaron por el suelo. El pastor hizo lo que cualquiera habría hecho: parar y apresurarse a ayudar a la jovencita.

La niña lloraba en silencio mientras el pastor le limpiaba la rodilla y le ayudaba a recoger las bolsas y meterlas en la caja. Se ofreció a llevarla a casa, lo que ella aceptó agrade­cida. Metieron la caja en el auto y la bicicleta en el portae­quipaje, y partieron para la casa siguiendo las orientaciones de la niña. La mamá les recibió muy bien hasta que se enteró quién era la persona que había ayudado a su hija.

Se puso nerviosa, le pidió que se marchara, le dijo que a su marido no le agradaba para nada ver a ministros de la religión en su casa, y que él se hallaba a punto de regresar del trabajo. Obviamente había tenido tiempo atrás alguna mala experiencia que le había llevado a despreciar a la igle­sia.

Mientras que la esposa le daba estas explicaciones, el pastor vio sobre la pared una fotografía del esposo que indi­caba que había sido boxeador. Al hombre se le veía grande

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y musculoso. De manera que el pastor pensó que ver­daderamente lo mejor era marcharse. Pero ya era tarde, el marido entraba ya por la puerta.

La mujer toda nerviosa le explicó lo que había sucedido, pero a pesar de todo él no reaccionó muy bien, y dijo:

—Márchese y no vuelva. Aquí no es bien recibida la gente de iglesia y menos los ministros.

La esposa no dejaba de mirar al suelo avergonzada, y el pastor hizo lo que cualquiera en sus cabales habría hecho, se marchó diciendo muy amablemente:

—¡Que Dios les bendiga! Al domingo siguiente el pastor no podía creer lo que sus

ojos veían. Durante el primer himno, aquel hombre entró y se sentó en una de las últimas bancas. Se escucharon unos pocos murmullos en la congregación. El pastor tragó saliva y siguió adelante. Durante el canto del último himno, el hom­bre salió en silencio.

Al domingo siguiente volvió a suceder lo mismo, pero esta vez el hombre pasó al frente al hacerse el llamamiento. Fue un momento emocionante. Muchos en la iglesia que le conocían rompieron a llorar.

Movido por la curiosidad el pastor le preguntó cuál de los dos sermones le había tocado el corazón. ¿Qué había logra­do romper aquel duro caparazón de hostilidad?

A lo que el hombre respondió: —No quiero ofenderle, pero no fue ninguno de los dos

sermones. No fue nada de lo que usted dijo. —¿Entonces qué? —volvió a preguntarle. El pastor nunca olvidó su respuesta. —Usted fue bondadoso para con mi hijita. Eso fue lo que

me llamó la atención. Usted fue amable. Aprendió aquel día una lección: la importancia de la bon­

dad, de la amabilidad, en la vida. El gran sermón, el gran tes­timonio que es ser bondadoso para con los demás. La bon­dad y la amabilidad son expresiones del fruto del Espíritu que, supuestamente, deben verse en los cristianos.

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4 5 1 . LOS EFECTOS DEL RESENTIMIEÍ.

La esposa de Job le dijo a su marido: "¡Maldice a Dios, y muérete!" Mucha gente elige este camino de resentimiento y con el

paso del tiempo se amargan cada vez más. Viven sin gozo, sin esperanza, sin alegría, sólo tienen enojo y hostilidad.

Un hombre vivía exclusivamente en el pozo del resen­timiento. Se levantaba por la mañana y se acostaba en la noche maldiciendo. Cuando alguien iba a verle empezaba inmediatamente con sus quejas. Hablaba mal del gobierno, del alcalde, de la iglesia, de sus vecinos, de sus suegros, prác­ticamente de todo y de todos. La gente le huía por su amar­gura, hostilidad y cinismo. ¡Qué tragedia!

Pero no siempre había sido así. Muchos le recordaban cuando había sido creativo, divertido, productivo y feliz. Ahora ya no lo era. El resentimiento era la fuerza contro-ladora de su vida. Era cierto que había tenido algunas difi­cultades importantes, le habían ocurrido algunas cosas graves. Había experimentado dolor y sufrimiento. Pero ¿quién no los tiene?

No hay nada más devastador para el alma, nada más debilitante para la vida espiritual y moral, que el resen­timiento. Necesitamos evitarlo como si fuera una plaga. Pero es algo que nosotros tenemos que decidir. Cuando la vida nos golpea fuerte con sus problemas y tragedias podemos elegir entre el resentimiento y vivir una vida miserable y destructiva, o podemos hacer lo que al fin hizo Job, confiar en Dios. El dijo: "He aquí, aunque él me mate, en él he de esperar" (13:15).

4 5 2 . LA PACIENCIA

Una maestra de escuela primaria estaba teniendo un día terrible. Había estado lloviendo todo el día, y treinta niños habían estado encerrados todo el tiempo en una pequeña

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aula, sin poder salir. Los chicos estaban ya todos alborota­dos, de manera que le resultaba difícil calmarlos y controlar­los. Los problemas habían surgido durante todo el día uno detrás de otro. La pobre maestra era la que más deseaba que sonara la campana de salida a las tres de la tarde.

A las 2:45 de la tarde se asomó por la ventana y vio que todavía llovía, así que se dispuso a ayudar a cada niño a po­nerse su impermeable y botas para protegerse de la lluvia. Ya los tenía a todos listos, excepto un niño de seis años. Tenía un par de botas que resultaba bien difícil ponérselas. No tenían cremallera, ni cordones, ni agarraderas; había que metérselas tirando todo el tiempo. Pero después de mucho esfuerzo al fin logró ponérselas. Entonces al niño se le ocu­rrió decir:

—Maestra, estas botas no son mías. La maestra quería llorar y gritar, pero no lo hizo. Hizo

una breve oración, respiró profundamente, se retiró el pelo de la cara, y empezó la tarea de quitarle las botas al niño. Después de un buen esfuerzo logró sacárselas.

En ese momento el pequeño agregó: —Estas botas son de mi hermana, pero ella me deja

usarlas y por eso las traje puestas. ¡Y vuelta a empezar a poner botas sin descomponerse

excesivamente! Es evidente que Dios nos da a todos oportu­nidades cada día de cultivar la paciencia. ¿Aprendemos?

4 5 3 . LOS LIGAMENTOS DEL AMOR Y DEL RESPETO

M. Scott Peck tiene un relato muy interesante en su libro The Different Drum (El tambor diferente), que él titula "El regalo del rabino".

Se trata de un monasterio y sus monjes que habían caído en un período de decadencia. Quedaban sólo cinco monjes y todos ellos de más de sesenta años. En los bosques cer-

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canos al monasterio había una cabana que un rabino de un pueblo cercano visitaba periódicamente. Un día el abad del monasterio desesperado por la situación fue a ver al rabino para pedirle consejo.

El rabino le dijo: "No tengo ningún consejo que darles. Lo único que

puedo decirles es que uno de ustedes bien puede ser el Mesías."

Cuando el anciano abad regresó al monasterio los otros monjes le rodearon y le preguntaron con ansiedad:

—¿Qué te dijo el rabino? ¿Te dio alguna solución para nuestra situación?

—No, no me pudo ayudar —respondió el abad—. Es­tuvimos orando y leyendo las Escrituras juntos, y lloramos juntos. Lo único que me dijo al ir saliendo para regresar, fue algo un poco misterioso. Me dijo que uno de nosotros podía ser el Mesías, y no sé exactamente qué quiso decir con eso.

En los días siguientes los monjes estuvieron pensando en las palabras del rabino. ¿Uno de nosotros el Mesías? Y si es así ¿quién?

¿Hablaría acaso del padre abad? Si se estaba refiriendo a alguien seguramente que sería al padre abad.

Por el otro lado, quizá estaría pensando en el hermano Tomás, pues él es un hombre realmente santo.

No creo que estuviera hablando del hermano Santiago, pues él a veces tiene un poco de mal genio, aunque la ver­dad es que casi siempre lleva razón.

No pienso que se refiriera al hermano Felipe, pues él es muy pasivo, aunque es cierto que siempre se halla dispuesto cuando lo necesitas.

Al irse haciendo estas reflexiones, los monjes empezaron a tratarse los unos a los otros con gran amor y respeto, por si acaso uno de ellos fuera el Mesías.

Debido a que el bosque era muy lindo, la gente de los alrededores solía ir a comer y disfrutar del campo los fines de semana. De vez en cuando algunos entraban en el viejo

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monasterio y empezaron a percibir el gran amor y respeto que se tenían los monjes entre ellos. Un amor que los unía y los sostenía irradiaba de ellos y llenaba el ambiente. La voz se corrió y cada vez los visitaba más gente.

Pronto algunos jóvenes se unieron al monasterio y este se fue renovando y desarrollando otra vez. Llegó a ser de nuevo un centro de luz y espiritualidad gracias al consejo del rabino, de manera que el consejo se convirtió en el regalo del rabino.

¿Cuál es el significado de esta historia? Cuando nos tratamos los unos a los otros con amor y respeto, el amor y respeto que tendríamos para con Cristo, eso no sólo nos une sino que une a otros con Cristo y con nosotros. Los liga­mentos del amor son muy poderosos cuando los cultivamos.

4 5 4 . EL AMOR HACIÉNDOSE VISIBLE

Durante los disturbios en la ciudad de Los Angeles en 1991 tuvo lugar un notable gesto de amor del que infor­maron los periódicos. Un hombre llamado Fidel López fue sacado de su camión y lo apalearon sin misericordia. Lo golperon incesantemente con palos de béisbol y puntapiés. Numerosa gente lo estuvo viendo sin hacer nada para impedirlo.

De repente un ministro evangélico negro, el reverendo Bennie Newton, salió en defensa de López. Cubrió al his­pano con su cuerpo y gritó a los que le golpeaban: "¡Basta! ¡Parad! ¡Si le matáis a él me tendréis que matar a mí con él!"

Después recogió del suelo a López ya inconsciente y lo llevó al hospital más cercano. Al domingo siguiente el pastor Newton levantó una ofrenda de amor de 3.000 dólares para compensar a López por lo que la gente le había robado el día de los disturbios.

Días después los dos hombres se encontraron, se abrazaron y lloraron juntos. López le preguntó al pastor:

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—¿Cómo puedo darle las gracias? Usted me salvó la vi­da. Pero, ¿por qué lo hizo? ¿Por qué se arriesgó por mí?

—Porque soy cristiano —respondió el pastor negro—. Porque creo en sembrar amor y no odio; en ayudar y no en herir. Creo en Cristo Jesús, el Príncipe de paz y de amor.

El reverendo Newton practicaba realmente lo que predi­caba.

4 5 5 . LOS RESULTADOS DEL ORGULLO Y DE LA VANIDAD

El orgullo y la vanidad enferman el alma. Una de las fábulas de Esopo nos lo enseña muy bien.

Los ratones querían estar mejor organizados, así que eligieron algunos líderes. Todo fue bien por un tiempo. Los líderes ayudaron de verdad a encontrar mejores maneras de conseguir más alimento y librarse de la persecución de los gatos. Todos en el reino de los ratones se sentían felices.

Pero con el paso del tiempo, los ratones líderes se dejaron atrapar en su orgullo y sentido de gran importancia, y dijeron: "Nosotros somos los líderes aquí y deberíamos tener títulos y privilegios. Deberíamos vestirnos con bellos uniformes y llevar medallas apropiadas. También convendría que llevásemos sombreros de copa a fin de que todos nos vean y nos reconozcan inmediatamente."

Lo dijeron y lo hicieron. Se pusieron sus uniformes, sus medallas y sombreros de copa. Se les veía magníficos y ellos se sintieron muy orgullosos.

Pero un día el gato lanzó un ataque por sorpresa. Todos los ratones corrieron para salvar sus vidas, pero los ratones líderes se movieron con lentitud porque los uniformes y las medallas les estorbaban mucho para correr. Pero aun peor, cuando llegaron al agujero y quisieron meterse para prote­gerse, los altos sombreros de copa se lo impidieron. Así que el gato cazó a unos cuantos y disfrutó aquel día de una comi-

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da suculenta. Aquellos ratones vanidosos murieron atrapa­dos por su propia vanidad.

Jesús señaló este problema en el Sermón del monte (Mat. 6:1), es decir, el orgullo y la vanidad son peligrosos, destructivos y devastadores para la vida espiritual. Nos con­viene evitarlos como si fueran una plaga.

4 5 6 . EL ORIGEN DE MUCHO DE NUESTRO SUFRIMIENTO

Mark Twain dijo una vez: "A lo largo de los años he esta­do preocupado por muchas cosas, y la mayoría de ellas nun­ca ocurrieron." La verdad es que nosotros mismos somos el origen de muchas de nuestras dificultades y sufrimiento. El gran educador William James señaló una vez que el 85 por ciento de nuestro sufrimiento nos lo causamos nosotros.

En el famoso Diario de Ana Frank aparecen unas frases que hablan de esta realidad. Quizá usted las recuerde. Ana y otros ocho judíos habían vivido juntos durante meses, escon­didos de los nazis, cuando de pronto la presión del confi­namiento y del vivir juntos tanto tiempo en un espacio tan limitado causó una seria discusión. Resentimientos reprimi­dos durante largo tiempo explotaron repentinamente en un intercambio de palabras y gestos muy ásperos y amargos.

El padre de Ana Frank intervino diciendo: "Si continuamos así, no es necesario que vengan los

nazis a destruirnos. Nosotros mismos nos destruiremos." Esta es una advertencia valiosísima para todos en todo

tiempo, que deberíamos tomar muy en serio. Generalmente las cuestiones principales en la vida no las tenemos que resolver fuera de nosotros, sino dentro de nosotros. No son las presiones externas las que nos destruyen, pues solemos manejarlas bastante bien, sino las internas. Esas son las que nos causan los mayores problemas.

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4 5 7 . TE AMO A TI, NO AL AUTO

Un hombre cuenta que estaba sentado en su automóvil esperando que cambiara la luz de un semáforo, cuando otro automovilista le golpeó fuerte por detrás. Cuando el hombre salió de su auto y se acercó al causante del accidente, se encontró con una mujer joven al volante que lloraba a lágri­ma viva.

—Lo siento de veras —le dijo—, discúlpeme. No puedo creer que haya hecho esto. Mi esposo me va a matar. Nos acabamos de casar y él me regaló este automóvil como un obsequio de bodas, y ya lo he estropeado. Nunca antes tuve un accidente y no sé qué hacer.

El hombre trató de calmarla y animarla, pero cuando le dijo a la señora que necesitaba su nombre, dirección, núme­ro de licencia de manejar y póliza de seguro, la mujer se echó a llorar otra vez.

—No sé si tenemos seguro ni qué compañía es. —Probablemente lo lleva usted guardado en la guantera

del auto —le dijo con amabilidad el hombre. Allí estaba. Junto con la información sobre el seguro

había una nota del marido en la que decía: "Mi amor, en caso de accidente recuerda que yo te amo a ti, no al automóvil."

Eso es como una especie de parábola acerca de nosotros mismos. Son las buenas nuevas del evangelio de Jesucristo. Dios nos está diciendo: "En caso de accidente, recuerda que yo te amo." Y ciertamente nuestras vidas están bien acci­dentadas y necesitan bastante reparación. Sólo el amor de Dios logra recomponernos.

4 5 8 . PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN

Después de un tiempo de ausencia, un ministro volvió de visita a una iglesia que había pastoreado años atrás. Al entrar

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en el vestíbulo se encontró con la hermana Cecilia, una señora mayor. Cecilia y su esposo habían sido miembros muy fieles de aquella congregación y muy buenos amigos del pastor visitante y su esposa. De manera que se alegraron de verse. El corrió a su encuentro y la saludó con un abrazo fra­ternal, diciéndole:

—¡Qué alegría verla! ¿Cómo se encuentra hermana Cecilia? ¿Y Francisco, su marido?

—¿No se enteraron ustedes? —respondió ella—. Paco marchó con el Señor hace unos meses.

Sin pensarlo mucho el ministro contestó: —¡Oh!, ¡qué lástima! ¡Cuánto lo siento! Inmediatamnente pensó en lo que había dicho y sintió

que eso no era apropiado decirlo acerca de alguien que había ido a estar con el Señor en el cielo. Así que se corrigió y agregó:

—Bueno, quiero decir, que me alegro. Pero aquello no le sonó tampoco muy bien, no le pare­

ció que fuera mejor que lo anterior. De manera que añadió tartamudeando:

—Lo que quiero decir es que estoy sorprendido. ¿No se ha fijado usted que a veces cuanto más hablamos

peor se ponen las cosas? Desde luego conviene pensar antes de hablar, pero a menudo, una vez que ya hablamos y meti­mos la pata, la mejor manera de salir del agujero es callán­donos.

4 5 9 . ALIMENTO PARA NUESTRA ALMA

Se cuenta de una mujer que fue a una pajarería a com­prar un loro que hablara. El dueño del establecimiento le vendió uno que estaba garantizado que hablaría. La mujer se lo agradeció y se marchó a su casa con el loro, y allí lo metió en una linda jaula.

Dos días después regresó a la pajarería alegando que el loro no había hablado todavía.

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—¿Le ha puesto usted al loro un espejo en la jaula? —le preguntó el vendedor—. A ellos a veces les gusta mirarse en el espejo y eso les ayuda a hablar.

La mujer compró un espejo, se lo llevó a casa y se lo puso al loro en la jaula.

Al día siguiente regresó a la pajarería e informó que no había habido suerte. El loro no había dicho ni palabra.

—Pruebe con una escalera —le dijo el hombre—. A veces les gusta subirse por la escalera y eso les estimula a ha­blar.

Así que la señora se hizo con una escalera y la instaló en la jaula, pero sin éxito alguno. El loro no abrió el pico.

—Vea si le da resultado un pequeña percha donde el loro se pueda balancear —le dijo esta vez el encargado del establecimiento—. A todos los pájaros les gusta balancearse. Seguramente que esto le ayudará a hablar.

A la mañana siguiente la mujer volvió otra vez a la paja­rería.

—Mi loro murió la pasada noche —dijo con tristeza. —¡Cuánto lo siento! —le respondió el hombre—. ¿Dijo

el loro algo antes de morir? —Sí —contestó la mujer—. Antes de exhalar el último

suspiro el loro me preguntó: "¿Es que no venden comida en esa pajarería?"

Con cuánta facilidad compramos espejos para cultivar nuestra vanidad, escaleras para subir más alto en la posición social y columpios para disfrutar del placer de la vida. Pero, ¿dónde está el alimento para nuestra alma? Nuestra alma también necesita atención y clama por alimento (Sal. 42:1 , 2).

4 6 0 . LOS EFECTOS DE LOS HÁBITOS

Alguien dijo: "Nunca he conocido a un hombre que deci­diera convertirse en un alcohólico; sólo he conocido a gente que tomó un primer vaso de licor, más tarde otro vaso, otro

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día otro trago, y así sucesivamente hasta que el hábito quedó por fin establecido. Nunca he conocido a una persona que quisiera ser un mentiroso. Pero un día una mentira empezó el hábito de la falsedad, y cuando dijo otra, y otra, y otra, el hábito terminó por quedar bien establecido en la persona. Y así'es como sucede. Un hábito se inicia con una simple decisión: la decisión de hacer algo, y esa decisión hará pro­bablemente que lo vuelva a hacer otra vez en el futuro. Usted hace algo porque quiere hacerlo. Después lo hace porque ya lo hizo una primera vez. Y al fin sigue haciéndolo porque ya no puede evitarlo."

4 6 1 . TODO EMPEZÓ CON UNA PEQUEÑA TENTACIÓN

Un pastor fue a visitar a la cárcel a un miembro de la igle­sia que había sido empleado de confianza de un banco por más de veinte años, y al que habían acusado de robar mi­llones de pesos al banco. "Malversación de fondos" era el tecnicismo legal que usaron para describir lo sucedido. Era un hombre culto y de porte distinguido, se le veía totalmente fuera de lugar metido en la cárcel. Antes de su arresto era uno de los hombres más respetados y considerados de la co­munidad.

Todo empezó inocentemente. Pero sucedió y volvió a suceder, y sucedió otras veces. Cada vez era más fácil y llegó a racionalizar de tal modo lo que estaba haciendo, que lo hacía cada semana sin sentir ningún remordimiento o inquie­tud. Fue al fin descubierto (siempre sucede así, nuestro peca­do tarde o temprano nos alcanza) y fue a parar a la cárcel. El pastor nunca olvidó lo que aquel hombre le dijo:

"Nunca me vi ni pensé de mí mismo como un ladrón. Cuando ellos empezaron a usar esas palabras de ladrón, desfalcador, engañador, criminal refiriéndose a mí, me

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quedé muy sorprendido. No podía creer que estuvieran ha­blando acerca de mí. Yo me había engañado por completo a mí mismo con mis racionalizaciones. Estaba tan ciego a mis propios hábitos que no fui capaz de ver lo que me esta­ba pasando; no veía en lo que me estaba convirtiendo."

Es muy importante la decisión de hacer algo y el primer paso en llevarlo a cabo. Conviene asegurarnos de que eso es lo que agrada a Dios y que va a resultar en bendición para nosotros y otros. Pero cuando ya estamos sufriendo las malas consecuencias, el primer paso para vencer un mal hábito es reconocer sinceramente que lo tenemos y que nos está perjudicando, llamarle por su nombre, sin intentar disi­mularlo.

4 6 2 . COMO ORAR EN TIEMPOS DE CRISIS

Robert Schuller, pastor y escritor muy reconocido, en­cuentra razones para estar agradecido incluso en tiempos de tragedia. Dice: "Mi hija perdió una pierna en un terrible acci­dente de motocicleta. Cuando me enteré de lo sucedido, mi oración fue de gratitud. Dije: 'Gracias, Señor, porque está viva. Gracias porque sólo ha perdido una pierna. Gracias porque no se ha desgraciado la cara. Gracias porque su cere­bro no quedó dañado. Gracias porque la llevaron a un hos­pital. Gracias porque todavía la tenemos con nosotros.' En momentos así esa es la única forma de orar."

4 6 3 . LA ORACIÓN NOS CAMBIA

Richard Foster, un cuáquero que dirige una entidad de renovación espiritual y quien es un escritor muy estimado, dice acerca de la oración: "Los creyentes que realmente oran —no los que solamente analizan la oración— se convierten

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en personas más amorosas, más sensibles hacia otras per­sonas. Lo he observado infinidad de veces, y creo que refle­ja no sólo mi propia experiencia sino también la de otras muchas personas.

"Para muchos —agrega Foster— la oración les lleva a alguna forma de acción social, no simplemente a estar pi­diendo que sucedan ciertas cosas. La oración sincera siem­pre lleva implícita una dimensión social. La verdadera ora­ción no nos aisla del mundo, sino que nos envía al mundo para sanar a la gente."

4 6 4 . LA ORACIÓN Y LA ACCIÓN

Brown Campbell, presidente del Concilio Nacional de Iglesias en Estados Unidos, decía acerca de la oración: "Cuando era un niño mi padre me ilustró la oración de la siguiente manera: 'Supongamos que tú estás en medio de las vías del tren y estás allí atado sin poder moverte, y el tren se acerca, oras para que Dios detenga ese tren. Pero si tú estás en medio de las vías y nada te impide salir de allí, y el tren se aproxima, no ores a Dios pidiéndole que te saque de allí, tú echa a correr y cuida de tu vida.'"

4 6 5 . LAS LUCES DEL REINO Mateo 5:14-16

La entrada a algunos puertos resulta bastante difícil debido a la profundidad o extensión del canal de acceso. Por esa razón se instalan boyas-faros para indicar claramente el camino. En tiempo de neblina y por las noches, estas boyas-faros se encienden automáticamente. Los capitanes con­ducen sus naves pendientes de lo que estas luces les señalan.

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Los cristianos somos como pequeñas luces puestas en el camino que lleva al reino de Dios, y en este tiempo de oscuri­dad es conveniente que señalemos bien el camino para la humanidad.

4 6 6 . LOS MAS PEQUEÑOS PRIMERO

En la ciudad de Buenos Aires se pueden observar nom­bres de calles y monumentos dedicados a la memoria de William Morris. Es uno de los pocos evangélicos cuyo nom­bre ha trascendido a nivel nacional.

Morris fue fundador de hogares para niños y se le conocía también como un gran educador. Recorría perso­nalmente las calles y los hogares solicitando ayuda para los niños huérfanos. También llevaba a cabo gestiones ante las autoridades a favor de la niñez desamparada. Cierto día Mo­rris llegó a la casa de una familia de creyentes a pedir za­patos usados. La familia que lo recibió observó que efectiva­mente tenía sus zapatos gastados, pues ya le asomaban por los lados los dedos de los pies. Rápidamente le trajeron un par de zapatos de su medida. Pero con gran sorpresa le oye­ron decir: "Perdón, no me he expresado bien; no he venido a pedir para mí sino para mis niños. Ellos están primero."

En el nuevo orden instituido por Jesucristo, los grandes o los más importantes son aquellos que se colocan al lado y a la altura de los más pequeños o humildes, y participan con ellos en la solución de sus problemas.

4 6 7 . SI UN NIÑO.

Si un niño le habla, escúchele; si un niño le pregunta, respóndale; si un niño no le habla, háblele usted; si un niño le llama, no tarde en ir a él;

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si un niño no juega, invítelo a jugar; si un niño le pide, dele sólo lo que conviene; si un niño está solo, dele todo lo que pueda

de su tiempo; si un niño llora, no le deje llorar solo, consuélelo; si un niño no es feliz, enséñele a descubrir el valor

de lo que posee; si un niño no tiene amigos, sea usted el primero; si un niño le ama, ámelo; si un niño le odia, ámelo más.

4 6 8 . SI HA SIDO PERDONADO, ¿POR QUE NO PERDONA?

En cierta ciudad apareció una vez un aviso con los nom­bres de las personas que no pagaban sus deudas en el co­mercio o que eran morosos para con sus obligaciones. Mu­chos se indignaron con esta publicación, porque además se recomendaba que nadie concediera más crédito a las perso­nas que se hallaban en la lista. Lo notable es que muchos de los morosos pertenecían a las familias más ricas de la ciudad. Desde ese día a muchos les bajaron el copete o la cresta, según el caso.

¿Se imagina usted si el Señor publicara una lista con los nombres de quienes no hemos pagado nuestras deudas, o no hemos liquidado las obligaciones, o no hemos cumplido con nuestros compromisos o promesas, y la lista se leyera en el templo? Entonces nos daríamos cuenta de la gran carga que pesa sobre nuestras conciencias y, lo peor, sufriríamos la vergüenza del siglo. Pero en el sentido espiritual Jesucristo ha pagado nuestras deudas, ha cumplido por nosotros las obligaciones morales. Hecha la liquidación, ha quedado un saldo a favor nuestro. ¿Por qué no ser sensibles ahora con aquellos que son nuestros deudores, moralmente hablando,

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y perdonar sus faltas del mismo modo que Cristo Jesús nos perdonó a nosotros?

4 6 9 . LA HIGUERA EN EL CAMINO Mateo 21:18, 19

La higuera es un árbol que suele tener un tronco retorci­do y su madera es blanda y lechosa. Tuvo su origen en el Oriente y pertenece a climas templados. Crece incluso en zonas pedregosas, es decir, en áreas donde no se dan otros árboles. Puede llegar a medir seis metros de altura y su som­bra es muy buscada por los orientales. Produce dos clases de frutos: la breva y el higo propiamente dicho. La higuera es un árbol especial, pues todo lo relativo a ella es muy salu­dable, y tiene incluso propiedades curativas. El higo, además de ser un alimento sano, es fortificante y depurativo. Algu­nos dejan el higo en agua y la bebida la tienen como curati­va de algunas enfermedades. Evidentemente, la cataplasma de higos que pusieron sobre la llaga del rey Ezequías le sanó de aquella terrible enfermedad (2 Rey. 20:7). Es bueno tam­bién el higo seco, pues se conserva bien y no pierde sus pro­piedades alimenticias.

Hablar de la higuera para los israelitas es como hablar del ombú para los habitantes de la pampa sureña. Con la diferencia de que el ombú no da fruto, sólo una sombra muy agradable, y ha sido el refugio del gaucho. Miqueas nos habla de que cada israelita podrá sentarse debajo de su higuera como símbolo de paz cuando reine el Señor. No sólo es sím­bolo de paz sino también de prosperidad y abundancia. La higuera que estaba en el camino y que Jesús increpó repre­sentaba a Israel. Este árbol le decepcionó pues al tener hojas se presumía que tendría también fruto. Así sucedió también con el pueblo judío, tenía toda la apariencia de una vida sa­ludable, pero por dentro estaba muerto.

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¿Tiene usted en su vida hojas y fruto, o solamente hojas? Las hojas solas hablan de apariencias; el fruto evidencia rea­lidades, es el resultado de recursos internos sanos y bien di­rigidos.

4 7 0 . LAS LOCURAS DE LOS GRANDES Hechos 26:24

El calificativo de loco ha sido dado a muchos hombres eminentes en todas la esferas de la actividad humana: reli­giosa, política y científica; pero sabemos que más lo mere­cían aquellos que se lo aplicaban a otros. Así llamaron a Juan Wesley, el gran predicador del siglo XVIII, como a grandes misioneros que marcharon a tierras lejanas a sembrar la Palabra de Dios, como es el caso de Guillermo Carey, fun­dador de las misiones modernas. Bacon, uno de los más grandes genios en las ciencias exactas desde los tiempos de Arquímedes, fue tenido también como loco; y no olvidemos a Cristóbal Colón a quien los "sabios" de varias cortes euro­peas lo tuvieron por loco.

Aunque tildaron a Pablo de "loco", la verdad es que esta­ba hablando de la experiencia más importante que la per­sona puede tener en la vida. Los que aceptan a Cristo expe­rimentan un cambio en sus vidas que no se puede explicar con palabras. Su manera de vivir cambia, sus conceptos acerca de la vida cambian. Desde la perspectiva humana se podría decir que todo aquel que acepta a Cristo se vuelve loco.

4 7 1 . LA SEÑAL S.O.S

La señal S.O.S. que en inglés, la lengua original, signifi­ca "Save our souls" (Salvad nuestras almas) es una señal internacional que usan las embarcaciones de todo el mundo

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cuando se encuentran en el peligro inminente de hundirse. Los barcos de cualquier bandera que reciben esa señal ubi­can al barco en peligro y acuden rápidamente en su ayuda.

La vida es como un mar tempestuoso. El hombre se halla en peligro inminente de perderse por causa de sus pecados. Cuando lanza su llamada de auxilio, Dios le extiende su mano salvadora en Cristo Jesús, y le rescata. El Señor Jesucristo es nuestro salvavidas eficaz.

4 7 2 . JESUCRISTO, NUESTRO MODELO

La crisis de valores morales y espirituales es el signo de nuestro tiempo. Desde aquellos que se hayan en posiciones de gobierno, hasta los ciudadanos más modestos, todos su­fren los efectos de este mal. En los altos puestos de dirección se necesitan personas que sean modelos de honradez y transparencia en las acciones que se realizan. El soborno, el fraude, el engaño, la falsedad, son actos reprochables. Hay un refrán que dice: "De tal palo tal astilla", y otro agrega: "No se pueden pedir peras al olmo". Para la crisis de valores de nuestro tiempo Jesucristo es el modelo de hombre nuevo. Para una sociedad en decadencia, Jesucristo es la respuesta. ¿Lo ha recibido usted en su corazón?

4 7 3 . LLAMADOS A CONSOLAR Isaías 40:1

Gerhard von Rad, un gran teólogo alemán y erudito del Antiguo Testamento, hace resaltar la necesidad de volver a enfatizar la palabra "consolar".

La tarea de la predicación no sólo tiene el énfasis de pregonar la ira de Dios, sino también de presentar el men­saje de consolación que el hombre necesita. Dice este teólo-

302 QUINIENTAS TRES

go: "En siglos anteriores cuando un teólogo defendía una doctrina que parecía nueva o peligrosa, se investigaba a ver si era consoladora. Si lo era, todo estaba en orden; si no lo era es que contenía alguna falsedad; era ley en lugar de amor. La lógica que hay detrás de esta argumentación es suficientemente clara: Consolador, aunténticamente conso­lador, sólo hay uno: Dios. Todo lo demás que los hombres hacen o idean es, en última instancia, desconsolador."

4 7 4 . LA SALVACIÓN VIENE DE ARRIBA

El doctor Don Webb, un ministro y profesor metodista relata la siguiente experiencia personal que ilustra muy bien el camino de la salvación y la razón de la Navidad:

Antes de ser ministro había sido capitán de la marina de guerra. Se sintió muy orgulloso cuando una vez le pusieron al mando de un barco de guerra. Al hacerse cargo del mando del buque quiso impresionar a la tripulación con su bravura. Una de las primeras tareas asignadas consistía en verificar las anclas que sujetaban las boyas en ciertos lugares estratégi­cos, y la única manera de poder hacerlo era mediante buzos de profundidad. Cuando llegaron al primer lugar de verifi­cación de las boyas, uno de los ayudantes le dijo a Webb que el capitán anterior, un hombre muy estimado y respetado, había sido siempre el primero en bajar.

—¿Quiere usted hacer lo mismo, capitán? —le pregun­taron.

Webb nunca había hecho ese tipo de trabajo. No sabía Casi nada de buzos y de bucear, y menos en las profundi­dades. Pero incapaz de tragarse su orgullo y admitir que no sabía, sacó el pecho y dijo:

—Por supuesto que sí, vamos a prepararnos. El pastor Webb cuenta todo el proceso de ponerse el

traje de buzo, colocarse encima todo el equipo necesario y bajar a muchos metros de profundidad. Estaba muerto de

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miedo, pero actuó como si no pasara nada. Al comenzar a bajar el agua era bellísima, azul muy claro, después algo ver­de oscuro, después gris y al fin oscura por completo. Se hun­dió en el lodo del fondo y no sabía cómo caminar por allí. Cuenta que le entraron sudores de muerte y se llenó de páni­co. Se cayó de espaldas y no sabía cómo salir. Le habían dicho que en caso de necesidad tirara de la cuerda que le sujetaba arriba al barco y bajarían a ayudarle. Pero él no lo hizo. Allí estaba caído en el fondo del mar, hundido en el lodo, recordando cuan necio había sido y ya sólo esperaba morir. Todo a causa de su insensatez y orgullo.

Pasados unos minutos de desconcierto y confusión que le parecieron una eternidad, notó el toque suave de una mano sobre su hombro. Era un buzo experto que había baja­do a echarle una mano. Sus compañeros en el barco se habían dado cuenta de que estaba en dificultades y enviaron a un experto para ayudarle a salir. Lo sacaron y le enseñaron a funcionar mejor y sobrevivir en el fondo del mar.

¿No es esta una gran parábola de la vida? Esta es la razón de ser de la Navidad y así es el camino de la salvación por medio de Cristo. Necesitamos ayuda urgente de arriba. Si somos capaces de reconocer nuestra necesidad, tragarnos el orgullo y admitir que necesitamos al Salvador, y cuánto quiere él ayudarnos, él nos sacará de ese fondo de lodo de pecado donde estamos metidos. Después nos instruirá para que aprendamos a sobrevivir en medio del lodo de mundo y llegar a las mansiones que él nos tiene preparadas (Juan 14:1-4).

4 7 5 . FELICIDAD

No hace mucho una prestigiosa universidad llevó a cabo un estudio mediante el cual encontraron que los que se sien­ten verdaderamente felices y realizados son aquellos que se han consagrado a una tarea más grande e importante que

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ellos mismos. Tienen un sentido profundo de significado, propósito y misión. Se hallan dedicados a una gran causa. ¿Busca usted la felicidad y la realización personal? Dedique su vida a Cristo. Dedique su vida a las virtudes cristianas, al amor, la paz, la justicia, la verdad. Hacer menos que eso es estar cerca, pero todavía fuera.

4 7 6 . LA VICTORIA PROVIENE DE DIOS

En la Biblia tenemos bastantes ejemplos de personas que fracasaron por pensar excesivamente acerca de sí mismos: Un labrador rico (Luc. 12:13-21); un apóstol muy impulsivo (Mat. 26:31-35); un rey poderoso (Dan. 4); una iglesia satis­fecha de sí misma (Apoc. 3:14-22); algunos hombres de negocios prósperos (Stg. 4:13-17). Todos ellos fracasaron. Aparentemente no aplicaron a su corazón la palabra que Dios nos da en Proverbios 26:12: "¿Has visto a un hombre sabio en su propia opinión? ¡Más esperanza hay del necio que de él!" Dios se lo recordó a los hebreos en Deute-ronomio 8:1-6. Quizá nuestro mayor temor nos viene antes del combate; pero nuestro mayor peligro aparece después de la batalla. Si la victoria nos hace orgullosos, estamos cerca de caer. Pero si la bendición de Dios nos hace humildes, vamos entonces camino de la prosperidad.

4 7 7 . COMO VENCER LA TENTACIÓN

Dios nos prueba con el fin de sacar de nosotros lo mejor que llevamos por dentro (como el oro en el crisol), pero Satanás lo hace con el propósito de que salga lo peor de nuestra humanidad (Stg. 1:1-15). Satanás ceba el anzuelo con aquello que parece bueno, y nosotros lo mordemos y terminamos cayendo en el mal. Podemos vencer al tentador

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mediante la fe y poniéndonos la armadura que Dios n< > • provee (Ef. 6:10-18), usando la Palabra de Dios, orando, confiando en que Dios nos dará la salida (1 Cor. 10:13) y dependiendo del poder del Espíritu. Como Cristiano en 1:1 progreso del peregrino, de Juan Bunyan. Recuerde lo que dice la Biblia: "Fiel es Dios, quien no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar..." (1 Cor. 10:13).

4 7 8 . OBEDIENCIA A LA VOLUNTAD DE DIOS

Los padres de Moisés y las parteras hebreas (Exo. 1:17; 2:1-3) se encuentran entre esa gran "nube de testigos" que mostraron valor para poner la voluntad de Dios por encima de la ley humana. Daniel y sus amigos (Dan. 1), los tres varones hebreos (Dan. 3), los profetas, los apóstoles y otros muchos a lo largo de la historia del pueblo de Dios, también lo hicieron. Su propósito no era tanto oponerse a una ley humana mala, sino hacer que resplandeciera la gloria y la verdad de Dios.

4 7 9 . ALIMENTO ESPIRITUAL Éxodo 16

Aquellos hebreos redimidos se comportaron como los gentiles, porque preguntaron: "¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?" (Mat. 6:25-34). Dios no los rescató de la esclavitud para matarlos de hambre en el desierto. Su ver­dadero problema era que todavía estaban dominados por el viejo apetito y necesitaban aprender a gozar el nuevo ali­mento que Dios les proveía. El maná era una figura de Cristo Jesús. El maná sólo sustentaba el cuerpo, pero Cristo sus­tenta todo el ser. Tenemos que alimentarnos de él por medio de la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios es alimento completo para el ser inte-

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rior del hombre. Es leche (1 Ped. 2:2), pan (Mat. 4:4), carne (1 Cor. 3:1, 2; Heb. 5:11-14) y miel (Sal. 119:103). Alimen­tarnos con la Palabra de Dios producirá gozo en nuestros corazones (Jer. 15:16), y hará que deseemos más el alimen­to espiritual que el físico (Job 23:12; Luc. 10:38-42).

4 8 0 . LAS MORADAS DE DIOS Éxodo 40:34

Primero, Dios caminó con el hombre en el huerto del Edén (Gen. 5:24; 6:9); después él deseó morar con el hom­bre (Exo. 25:8). Su gloria descendió al tabernáculo (Exo. 40:34), pero cuando Israel pecó, la gloria se apartó de ellos (1 Sam. 4:21, 22). La gloria de Dios moró en el templo (1 Rey. 8-.10, 11), pero volvió a apartarse a causa del pecado del pueblo (Eze. 11:22, 23). La gloria vino después en la per­sona de Cristo Jesús (Juan 1:14) y mora ahora en los creyentes individualmente (1 Cor. 6:19, 20) y en la iglesia colectivamente (Ef. 2:20-22). Un día la gloria de Dios será revelada en un nuevo cielo y una nueva tierra y en una ciu­dad perfecta donde su pueblo habitará para siempre (Apoc. 21—22).

4 8 1 . EL MENSAJE DE LAS PIEDRAS

Las piedras jugaron un papel importante en la entrada de Israel a Canaán. Las piedras en el Jordán (Jos. 4:1-9) les recordaban el milagro de Dios en el paso del río; también conmemoraban la muerte del pueblo a la vieja vida. El gran montón de piedras en el valle de Acor hablaba del pecado de Acán y los trágicos resultados de la codicia y la desobedien­cia (7:25, 26). Las piedras de la Ley en el monte Ebal (8:31, 32) hablaban de la dedicación de Israel a Dios para obedecer

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su Palabra. El altar de piedra en la orilla oriental del JonLuí era un testimonio de la unidad de Israel (22:10), y la 9r.u1 piedra que Josué levantó como un testimonio de la promcs, 1 del pueblo de servir solamente al Señor (24:26, 27). Con el paso de los años aquellos testigos quedaron en simples mo­numentos y la gente se olvidó de su mensaje y significado. El pueblo de Dios hoy también tiende a olvidar aquellas cosas que él quiere que recordemos acerca de nuestra relación con él. Hoy no tenemos piedras, pero sí tenemos dos ordenan­zas establecidas por Cristo Jesús: bautismo y cena del Señor, que nos ayudan a recordar elementos básicos de nuestra comunión con él.

4 8 2 . PRUEBAS Jueces 7

Nunca sabemos cuándo Dios está usando las experien­cias comunes de la vida para probar nuestra fe. Los hombres en el ejército de Gedeón fueron probados por la manera en que bebían el agua. Lot fue probado mediante el desacuerdo en cuanto a la tierra (Gen. 13:6). Israel fue probado me­diante la sed (Exo. 15:22-27), y Moisés fue probado median­te las quejas del pueblo (Núm. 20:1-13). Debemos estar constantemente alertas porque a veces no sabemos cuál es la lección que nos conviene aprender hasta que no fallamos en la prueba.

4 8 3 . EL PARIENTE QUE PUEDE REDIMIR Rut 2:20 y Levítico 25:23-55

Esta ley evitaba que el pobre fuera explotado y que las propiedades fueran pasadas por codicia de una tribu a otra. El redentor tenía que ser un familiar cercano que podía redi-

308 QUINIENTAS TRES

mir y quería hacerlo. No estaba obligado a hacerlo, pero se esperaba que lo hiciera. Rehusar hacerlo perjudicaba a la familia y a la tribu, y también dañaba su propia reputación. Al nacer en Belén, Cristo Jesús se convirtió en nuestro pa­riente cercano. El estaba en condiciones de redimir y quería hacerlo. El salva a todos aquellos que ponen su confianza en él.

Rut es un buen ejemplo para seguirlo. Ella escuchó las instrucciones (3:1-4), obedeció (w. 5, 9), creyó en lo que su redentor le dijo (w. 10-14), recibió sus dones (w. 15-17), y esperó pacientemente a que él completara la obra (v. 18). Cuando ponemos nuestra esperanza en nuestro redentor no tenemos nada que temer. ¿Ha encontrado usted, como Rut, su Pariente cercano dispuesto a redimirle?

4 8 4 . LOS HIJOS

Según las Escrituras los hijos son un don de Dios (Gen. 48:8, 9), heredad y recompensa (Sal. 127:3), como armas en la lucha contra el enemigo (Sal. 127:4, 5), una fuente de felicidad (Sal. 113:9), corona de los padres ancianos (Prov. 17:6). Es una falta grave abusar de los hijos (Mat. 18:1-6), o descuidar su educación espiritual (Ef. 6:1-4). El testimonio cristiano está sólo a una generación de distancia de su extin­ción. Si fallamos en discipular a los hijos en la vida cristiana, estamos hipotecando el futuro del cristianismo.

4 8 5 . EXCUSAS

El evangelista Bill Sunday definió una excusa como "la piel de una razón embutida de mentira". Benjamín Franklin dijo: "Nunca he conocido a un hombre que fuera bueno inventando excusas y que al mismo tiempo fuera bueno en

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cualquiera otra cosa." Adán fue el primero en dar una cxcimu por el pecado (Gen. 3:12), y muchos han seguido su mnl ejemplo. Las excusas sólo sirven para complicar más luí cosas.

4 8 6 . EL TESTIMONIO EVANGELIZADOR

Una peluquera en San Bernardino, California, empren­día frecuentemente conversaciones y usaba un vocabulario vulgar que ofendía a algunas de sus dientas cristianas. Una de ellas dejó de ir a esa peluquería, prefiriendo otra de am biente más cristiano. Tiempo después se enteró de que su antigua peluquera se había convertido a Cristo y regresó por que como peluquera era ciertamente mejor que las demás. Un día, durante un momento de confidencias confesó e\ porqué había dejado de acudir a la peluquería. A lo que 1¿> ahora nueva amiga contestó: "¿Por qué no me hablaste del amor de Cristo?"

Muchos de nosotros podemos recordar ocasiones seme­jantes en las que preferimos huir más que amar y orar. Jesús es en esto, como en todo, un ejemplo para nosotros. Prl mero, no trató a los inmorales o a los extraviados como si fueran enemigos. Si censuró a alguien fue a los líderes reí i gioso por mal usar las Escrituras o el templo, por desvirtuar el carácter de Dios o poner sobre la gente cargas innece sanas. Por el contrario, él se relacionó con los que eran socialmente mal vistos. Segundo, él trató a cada uno de ma ñera diferente; adaptándose a las circunstancias personales de cada uno, no estableció un método único como un molde que sirviera para todos. Pablo se hacía a todo y a todos para ganar a los que pudiera para Cristo (1 Cor. 9:19-23). ¿Es usted de los que se acercan a la gente o de los que se alejan?

310 * QUINIENTAS TRES

4 8 7 . OBEDIENCIA, NO SACRIFICIO

El pueblo de Dios se enfrenta constantemente a la ten­tación de sustituir la realidad espiritual por rituales religiosos. Las palabras de Samuel (1 Sam. 15:22, 23) no le quitan importancia a los sacrificios, sino más bien señalan que la condición del corazón determina el valor del sacrificio (Sal. 51:16, 17). Dios no se enriquece con nuestros dones y ofrendas (Sal. 50:12-14), pero nosotros sí quedamos en­riquecidos si nuestras ofrendas están respaldadas por cora­zones obedientes (Miq. 6:7, 8). El acepta la adoración sólo si puede aceptar al adorador (Isa. 1:10 y siguientes). Dios no sólo conoce nuestros corazones sino que también los escu­driña, y conoce nuestros pensamientos y motivos. Nosotros pensamos que conocemos nuestros corazones, pero en reali­dad no es así, por lo que nos conviene aceptar la opinión de Dios.

4 8 8 . QUEDARON LEPROSOS

La lepra en la Biblia aparece como un símbolo del peca­do (Lev. 13). Guejazi, el criado de Elíseo, quedó leproso a causa de su codicia y engaño. Miriam también se convirtió en leprosa por su envidia y críticas (Núm. 12). El rey Uzías quedó leproso debido al orgullo (2 Crón. 26:16-23). Si Dios hiciera esto con las personas hoy, ¿se quedaría usted le­proso? Los pecados ocultos del espíritu son peligrosos (2 Cor. 7:1).

4 8 9 . MIREMOS SIEMPRE HACIA EL FUTURO Esdras 3:11-13

Los ancianos del pueblo miraban hacia atrás y lloraban, mientras que los jóvenes miraban hacia adelante y se regoci-

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jaban. Lágrimas y risas se dan hoy también en iglesias y familias. En aquellos días fueron capaces de trabajar juntos, pero no de adorar y alabar juntos. Si nos concentramos en el pasado podemos estar seguros de que nos privaremos de un futuro glorioso (Fil. 3:12-14). No podemos cambiar el pasado, pero el pasado puede cambiarnos a nosotros para bien o para mal. Todo depende de cómo lo vemos. El pasa­do puede ser un timón que nos guía o un ancla que nos amarra al fondo. Deje sus errores del pasado con Dios y mire hacia el futuro con fe.

4 9 0 . LA TOLERANCIA

La tolerancia se basa en la cortesía, en el respeto, y en la sospecha de que la otra persona puede tener razón porque nadie en la tierra tiene el monopolio de la verdad y del conocimiento.

4 9 1 . UNA VIDA ESPIRITUAL EQUILIBRADA Esdras 7:10

Según lo que se dice de Esdras, él se había dedicado a estudiar la Palabra de Dios, obedecerla y enseñarla. Era seméjate a la persona de la cual habla Jesús en Mateo 13:52: un estudiante (aprende) que era un discípulo (vive lo aprendido) y un padre de familia (comparte lo que tiene). Tener una vida bien equilibrada es muy importante.

4 9 2 . ¿QUIEN HACE LA TAREA?

En Nehemías 3—4 encontramos varias clases de per-

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sonas en relación con la edificación del muro. Algunas fueron constructoras, éstas son las que llevaban a cabo la tarea. Otras fueron destructoras, siempre andaban ocupadas derribando todo lo que los demás hacían. Un tercer grupo estaba compuesto por aquellos que podríamos llamar los obstructores, que son los que andaban creándoles proble­mas a los que construían. Eso pasa también hoy en muchas comunidades cristianas. ¿En qué grupo se encuentra usted? El apóstol Pablo nos recuerda que cuidemos cómo edifi­camos (1 Cor. 3:10-15).

4 9 3 . EL CAMINO DE LOS NECIOS Proverbios 2

La Sabiduría en Proverbios se dirige a tres clases de per­sonas: el simple, el escarnecedor y el insensato. El simple es aquel que se cree cualquier cosa (Prov. 14:15). No tiene en­tendimiento (Prov. 7:7; 9:4), es incapaz de ver lo que está por delante (Prov. 22:3; 27:12). El escarnecedor piensa que él lo sabe todo (Prov. 21:24), de manera que nunca obtiene sabiduría (Prov. 14:6), ni se beneficia de la reprimenda (Prov. 9:7, 8). Siempre anda creando problemas (Prov. 22:10) y tiene que ser corregido (Prov. 19:29). El insensato es un engreído que rechaza la instrucción (Prov. 12:15; 1:7, 22). Habla con orgullo (Prov. 10:18), busca peleas (Prov. 18:6, 7), es un entremetido (Prov. 20:3), habla sin pensar (Prov. 18:13), y se ríe del pecado (Prov. 14:9). No les sirve de mucho la disciplina (Prov. 17:20) y finalmente cae (Prov. 10:8, 10).

Parece que el mundo no ha cambiado mucho desde los días de Salomón. Hoy también encontramos estos tres tipos de personas. ¿Se encuentra usted entre, alguno de ellos? Recuerde que Dios promete dar sabiduría a todo aquel que la busca y la pide (Stg. 1:5).

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4 9 4 . A VECES NO ES MALO SER UN POCO MIOPE

El sábado fue siempre el "día de limpieza" en la casa de mis padres, y mi madre seguía cumpliendo con el mismo ri­tual después de que todos sus hijos habían dejado ya el nido. Un sábado que pasé a visitarla, me sorprendió encontrarla descansando en su sillón favorito.

—¿No te sientes bien? —le pregunté, preocupada. —Me siento estupendamente —contestó mi madre. —Pero no estás haciendo la limpieza semanal. —Pues, verás: después de todos estos años, descubrí có­

mo terminar la tarea en la mitad de tiempo —explicó mi mamá—. Sólo me quito las gafas... y ya está.

Y es que en este mundo para poder vivir un poco mejor a menudo conviene ver la mitad de lo que se ve y oír la mitad de lo que se oye.

4 9 5 . FRASES FAMOSAS

Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.

La verdadera caridad no consiste en dar al necesitado, sino en evitar que el necesitado exista.

Seremos mejores ciudadanos cuando las votaciones en las cámaras legislativas susciten en nosotros tanto interés como los partidos de fútbol.

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Un país lo suficientemente libre como para examinar su propia conciencia es una tierra en la que es grato vivir; es una nación envidiable.

No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.

Siempre se ha distinguido entre el auténtico líder y el político profesional. El primero vive para la política; el segundo, de la política.

Somos libres para amar a Dios o rechazarle. El nos invi­ta a que le amemos. Nos insta a que le amemos. Se encar­nó para que podamos amarle. Pero, en definitiva, la decisión es suya y es mía.

Max Lucado

Un concepto saludable de sí mismo consiste en verse a sí mismo como Dios le ve. El le ve a usted en Cristo Jesús, como un hijo amado, redimido y heredero de la vida eterna. Nada más ni nada menos.

Josh McDoweH

Un sentido de humor bien desarrollado es el balacín que pone equilibrio en nuestros pasos al caminar por la cuerda floja de la vida.

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Reírse 100 veces al día es un ejercicio tan bueno para el corazón como pasarse diez minutos en un gimnasio hacien­do ejercicio.

Barbara Johnson, citado en Ponte una flor en el pelo y sé feliz

Señor, cuando no tengamos razón, haz que tengamos el deseo de cambiar; y cuando sí la tenemos, haz que sea fácil vivir con nosotros.

Peter Marshall

Cuando la tentación llama a mi puerta, le pido a Cristo Jesús que abra él. Así estoy bien protegida.

Corrie ten Boom

4 9 6 . SOBRE EL TIEMPO Y LA VIDA

Date tiempo para trabajar; es el precio del éxito.

Date tiempo para pensar; es el origen del poder.

Date tiempo para amar y ser amado; es el privilegio de Dios.

Date tiempo para jugar; es el secreto de la eterna juventud.

Date tiempo para leer; es el fundamento de la sabiduría.

Date tiempo para soñar; es como enganchar tu carro a una estrella.

Date tiempo para hacer amigos; es el camino de la felicidad.

Date tiempo para mirar a tu alrededor;

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es muy corto el día para ser egoísta. Date tiempo para reír;

es la música del alma.

4 9 7 . NO ES FÁCIL AMAR AL HOMBRE

Es fácil amar a los animales, a los árboles, a las flores, a la primavera, al campo, a la creación. En cambio, llevarse bien y comprender a los seres humanos no es cualquier cosa; pero ese es el camino de Dios y es nuestra oportunidad de mayor felicidad y realización humanas

4 9 8 . LOS HECHOS DE LA FE

Un pastor estaba hablando a su congregación acerca de la relación entre la fe y los hechos. El decía: "Que ustedes están sentados aquí en el templo delante de mí, eso es un hecho. Que yo estoy aquí, hablando desde este pulpito, es también un hecho. Que yo crea que alguien me está escuchando, eso es fe."

4 9 9 . LA FUERZA QUE DA EL VIVIR EN COMUNIDAD

Durante un recorrido en el que admiramos las gigan­tescas secoyas de California, el guía aseguró que las raíces de estos árboles apenas penetran en la tierra.

—¡Imposible! —exclamó uno de los visitantes—. Yo crecí en el campo y aprendí que cuando las raíces no son profun­das, los vientos muy fuertes derribarían al árbol.

—Pero no a las secoyas —insistió el guía—. Estos ár-

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boles crecen sólo en grupos, y sus raíces se enredan uiuis con otras, de manera que cuando sopla el viento fuerte se sostienen entre todas.

Esto encierra una enseñanza. La gente, en cierta mane­ra, es como las secoyas. La familia, la iglesia, los amigos, los vecinos y la comunidad en general deberían constituir refu­gios para que, cuando vengan los vientos huracanados de la vida, todos y cada uno de sus integrantes se apoyen y en­frenten la adversidad juntos. ¿Es así en su caso? Quiera Dios que lo sea, porque el aislamiento es camino de destrucción y muerte.

5 0 0 . LA NOSTALGIA

La nostalgia es como un anestésico: no se siente dolor, sino un sueño agradable. Ar ir envejeciendo, lo que importa ya no es tanto qué y cómo sucedió lo que añoramos, sino de qué manera lo recordamos.

5 0 1 . EGOÍSMO ESCONDIDO

En 1994 mi esposo y yo tuvimos la suerte de poder sacar entradas para uno de los partidos de fútbol que se iba a jugar en Dallas del Campeonato Mundial de Fútbol que se cele­braba en Estados Unidos. Mientras viajábamos hacia Dallas íbamos escuchando toda la algarabía en la radio del auto­móvil. Comentábamos luego acerca de los altos precios de la reventa de entradas, y como ama de casa que recuerda las finanzas hogareñas, le pregunté a mi marido si vendería el suyo por 100 dólares. Sin titubear, respondió que no.

—Bueno, ¿y por 200? Nuevamente la respuesta fue un rápido y rotundo "no".

Parecía muy firme en su pasión futbolística, pero volví a la carga.

318 QUINIENTAS TRES

—¿Y por 500? —Tampoco —replicó. Pero insistí. —¿Y si te ofrecieran 1.000? Esta vez vaciló unos instantes, y creí haber averiguado su

precio, cuando se volvió, me miró a los ojos y con un brillo de picaro en los suyos, dijo:

—Bueno, por esa cantidad... podría vender el tuyo y repartirnos las ganancias.

5 0 2 . CELEBREMOS LAS DIFERENCIAS Génesis 1:26, 27; 2:18-25

Cuando un hombre responde al teléfono busca papel y un bolígrafo. Cuando una mujer lo hace busca una silla.

Ningún hombre se ha quejado nunca de que una mujer habla demasiado cuando le está diciéndole a él cuan maravi­lloso es.

Para medir a un hombre fíjese en la altura de sus ideales, en la profundidad de sus convicciones, en la anchura de sus simpatías y en la longitud de sus sacrificios.

Para conocer realmente a un hombre, observe su com­portamiento con una mujer, con una rueda pinchada y con un niño.

Aun si un hombre pudiera entender a una mujer, él todavía no lo creería.

Mucha de la fricción que se produce en la autopista está causada, en la mitad de los casos, por hombres que tratan de ir lo suficientemente deprisa como para impresionar a su no­via, y la otra mitad procura ir lo suficientemente despacio como aplacar a su esposa.

Un optimista es un hombre joven que se da prisa porque piensa que la chica con la que va a salir ya está lista esperán­dole.

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5 0 3 . SOBRE LA MUERTE

Billy Graham cuenta en su libro Enfrentando ¡a muerte y la vida en el más allá: "El doctor Donald Grey Barnhouse fue uno de los más grandes predicadores de los Estados Unidos. Su primera esposa murió de cáncer antes de los cua­renta años, dejando tres hijos menores de doce años. Barn­house decidió predicar él el mensaje en el servicio fúnebre. ¿Qué les podría decir un padre a sus hijos huérfanos en un momento así?

"Cuando iba de camino hacia el servicio fúnebre, un gran camión pasó el automóvil de los Barnhouse en la autopista, proyectando una sombra sobre ellos. Barnhouse se volvió a su hija mayor que miraba por la ventanilla y aprovechó la ocasión para preguntarle:

—Dime, hija, ¿qué preferirías más que pasara por enci­ma de ti, el camión o su sombra?

La niña miró intrigada a su papá, y respondió: —La sombra, sin duda. La sombra no puede nunca

dañarme. El doctor Barnhouse usó la respuesta para decirles a sus

tres hijos pequeños: —La mamá no ha sido arrollada por la muerte, sino por

la sombra de la muerte. Por eso no hay nada que temer. "Durante el funeral, él habló con confianza y energía

basado en los Salmos, enfatizando el Salmo 23:4: 'Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo'."

La muerte no es quien vence al final, pues tenemos la victoria asegurada en Cristo Jesús. "¡Sorbida es la muerte en victoria! ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?... Gracias a Dios que nos da la victo­ria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Cor. 15:55).