11-'los rubios' (by yvonne yolis, barbara blatt and kevin hagopian)

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LOS RUBIOS Argentina, 2003 Dirigida por Albertina Carri, con Analía Couceyro “Y me lancé al camino, hacia lo no sabido, limpio y sin carga. La memoria guardará lo que valga la pena. La memoria sabe de mí más que yo; y ella no pierde lo que merece ser salvado”, escribe Eduardo Galeano en “Días y noches de amor y de guerra”. Algo parecido se propone Albertina Carri en su película Los rubios. Desandar los senderos de la memoria, recorrer los vericuetos en los que nos envuelve, detenerse en las grietas abiertas entre el pasado y el presente, aceptar lo que se recuerda, tanto como lo que se olvida o se reinventa. La directora invita al espectador a reflexionar sobre la construcción de la propia identidad – la suya, la de toda una sociedad– a partir de una ausencia: la de sus padres, desaparecidos y asesinados por la última dictadura militar argentina. Sin embargo, Los rubios no relata la vida ni la desaparición (cuando Albertina, la menor de tres hermanas, tenía tres años) del matrimonio Carri. La película no apuesta a narrar El Pasado, lejano e intocable, sino que más bien decide interpelar ese pasado, confrontarlo con y desde el presente, desde lo que implica para la joven Carri como persona, mujer, hija, directora de cine. Tampoco se persigue, por lo tanto, un fin determinado (recopilar datos, recabar testimonios, averiguar cómo fueron los hechos para llegar a la verdad, si bien hay algo de todo esto). Se trata de la búsqueda, de recorrer todos esos posibles caminos del mundo de la memoria. La realizadora encuentra en el cine mismo (su metier, su presente) la mejor manera de exponer sus inquietudes, de exponerse. Al realizar una película sobre la realización de una película –que de eso también se trata Los rubios– se pone al descubierto el artificio (los mecanismos de

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LOS RUBIOS

LOS RUBIOS

Argentina, 2003Dirigida por Albertina Carri, con Anala Couceyro

Y me lanc al camino, hacia lo no sabido, limpio y sin carga. La memoria guardar lo que valga la pena. La memoria sabe de m ms que yo; y ella no pierde lo que merece ser salvado, escribe Eduardo Galeano en Das y noches de amor y de guerra. Algo parecido se propone Albertina Carri en su pelcula Los rubios. Desandar los senderos de la memoria, recorrer los vericuetos en los que nos envuelve, detenerse en las grietas abiertas entre el pasado y el presente, aceptar lo que se recuerda, tanto como lo que se olvida o se reinventa. La directora invita al espectador a reflexionar sobre la construccin de la propia identidad la suya, la de toda una sociedad a partir de una ausencia: la de sus padres, desaparecidos y asesinados por la ltima dictadura militar argentina.

Sin embargo, Los rubios no relata la vida ni la desaparicin (cuando Albertina, la menor de tres hermanas, tena tres aos) del matrimonio Carri. La pelcula no apuesta a narrar El Pasado, lejano e intocable, sino que ms bien decide interpelar ese pasado, confrontarlo con y desde el presente, desde lo que implica para la joven Carri como persona, mujer, hija, directora de cine. Tampoco se persigue, por lo tanto, un fin determinado (recopilar datos, recabar testimonios, averiguar cmo fueron los hechos para llegar a la verdad, si bien hay algo de todo esto). Se trata de la bsqueda, de recorrer todos esos posibles caminos del mundo de la memoria.

La realizadora encuentra en el cine mismo (su metier, su presente) la mejor manera de exponer sus inquietudes, de exponerse. Al realizar una pelcula sobre la realizacin de una pelcula que de eso tambin se trata Los rubios se pone al descubierto el artificio (los mecanismos de construccin) y se comienza a jugar en tres niveles: realidad, ficcin y documental. Como los espacios en blanco, los huecos de la memoria y los vacos, la narracin de Los rubios est fragmentada y aparentemente desestructurada. Decir que se van intercalando los relatos de los hechos del pasado con algunas lecturas y fotos; los testigos de esos aos, amigos y vecinos, con los lugares que habitaron como la casa o el campo; la representacin de sensaciones y temores reales o imaginarios de la infancia con los integrantes del equipo de filmacin, los ensayos y las tomas... es decir poco.

Las capas de sentido tambin se van multiplicando gracias a la utilizacin de diferentes recursos estticos y de puesta en escena: el color y el blanco y negro, la utilizacin de televisores y voces en off, la animacin de muecos Playmobil, las pelucas rubias con las que los miembros del equipo se disfrazan de esos Carri que invent la memoria.

Y hay otra vuelta de tuerca todava. En la pelcula que se est filmando Albertina Carri es interpretada por la actriz Anala Couceyro. Ella no solamente hace de Albertina sino que adems aparece enuncindolo: Soy Anala Couceyro y en esta pelcula represento a.... Esto distancia al espectador, evita su identificacin directa con la realizadora (con su dolor) y habilita, una vez ms, la reflexin. Al desdoblarse, sin embargo, Carri es ms protagonista que nadie y su compromiso con lo que est contando es aun mayor, porque narra en primera persona por dos: cuando Couceyro es Carri y cuando Carri le dice como hacer de s misma.

El final condice con el tono de todo el film: lejos de la solemnidad; cerca de una mirada esperanzadora y de cara al futuro, sin perder de vista que todos somos hijos de una generacin masacrada; con ms preguntas que respuestas pero con la certeza de habernos acercado a la pelcula o la historia que a Carri le hubiese gustado que le contasen.

La versin de Influencia cantada por Charly Garca es tan acertada y pregnante como la imagen final de esos cinco rubios que caminan hacia el horizonte.

Yvonne Yolis

Reflexin crtica sobre la pelcula Los rubios de Albertina CarriBarbara Blatt (SPAN 6220)

1. Descripcin

A continuacin se analizar la pelcula Los rubios realizada en el ao 2004 por Albertina Carri. La directora de la pelcula trata de reconstruir la memoria de sus padres, Roberto Carri y Ana Mara Caruso, miembros del grupo guerrillero Montoneros, que fueron secuestrados por militares el 24 de febrero de 1977 y llevados al campo clandestino Sheraton donde se supone que murieron ese mismo ao, es decir cuando ella tena cuatro aos. En este sentido la pelcula constituye un acercamiento muy personal a los acontecimientos de la dictadura militar en Argentina (1976-1983) durante la cual aproximadamente 30.000 personas acusadas de ser subversivos fueron secuestradas por militares y llevadas a centros clandestinos de detencin donde sufrieron todo tipo de humillaciones, violaciones y tortura, un martirio que en la mayora de los casos acab con su muerte. Los rubios se puede describir como una mezcla entre una pelcula documental y una pelcula de ficcin ya que, por un lado contiene varias entrevistas reales con amigos, familiares y compaeros de los padres desaparecidos adems de entrevistas con los vecinos del barrio donde vivan cuando fueron secuestrados y, por otro lado, contiene el tema de la ficcionalizacin de la propia experiencia a travs de la actriz Analia Couceyro que representa a Albertina Carri en su bsqueda de la verdad, adems de animaciones con figuras de Playmobil. Algunas escenas se ruedan en el campo donde la directora se mud con sus dos hermanas mayores para vivir con sus tos despus de la desaparicin de sus padres hace ms de veinte aos, otras se ruedan en Buenos Aires donde se consiguen las entrevistas con los antiguos vecinos, la entrevista con una antigua compaera, las imgenes del antiguo campo clandestino de Sheraton as como las imgenes de la visita en la oficina de antropologa forense. En su conjunto, la pelcula, que representa el intento de reconstruir la memoria de los padres desaparecidos y de reafirmar la propia identidad, se caracteriza por cierta fragmentacin y la falta de una estructura narrativa bien definida

1. Anlisis

Antes de abordar en ms detalle esta fragmentacin de Los rubios cabe mencionar que sta refleja, en cierto sentido la fragmentacin de la memoria y de la identidad de Albertina Carri que es, a la vez, directora, protagonista directa y protagonista indirecta a travs de la representacin de una actriz. En este contexto es importante entender que esta pelcula se realiza a travs de la perspectiva de lo que Marianne Hirsch llama la posmemoria: Postmemory describes the relationship that the generation after those who witnessed cultural or collective trauma bears to the experiences of those who came before, experiences that they remember only by means of the stories, images, and behaviors among which they grew up (106). Carri trata de purificar su memoria latente justamente de estas historias, imgenes y comportamientos que reconoce como ajenos, un proyecto que resulta imposible ya que los acontecimientos traumticos ocurrieron en una fase muy temprana de su vida. Es decir, la pelcula no logra reconstruir la memoria pura que tanto desea la directora sino que demuestra cmo opera la memoria o la posmemoria. Por esto la Albertina-personaje escribe en un papel, mientras escucha una entrevista con una de las antiguas compaeras de militancia de sus padres, que idealiza la apariencia fsica de la pareja: Exponer a la memoria en su propio mecanismo. Al omitir recuerda. Por un lado Carri expone la memoria de los familiares como idealizacin de sus padres que, en su recuerdo, se convierten en dos personas excepcionales, lindos, inteligentes y la memoria de sus compaeros como influida por un anlisis poltico. Por otro lado expone su propia pos-memoria como difusa y contaminada por todas estas versiones. Si, como dice Hirsch, la conexin de la posmemoria con el pasado no es mediada por el recuerdo sino por imaginative investment, projection, and creation (107), la pelcula en s, como inversin imaginativa, proyeccin y creacin representa justo esta mediacin.

La esttica que usa la pelcula no slo est destinada a representar la fragmentacin de la posmemoria sino tambin a dificultar la identificacin con la protagonista/directora. La pelcula empieza con una pequea animacin de Playmobil que representa una escena idlica de madre, padre e hijo en el campo. Sin embargo, a esta escena se sobreponen las voces del equipo durante el rodaje, de manera que el espectador no logra acceder emocionalmente a esta fantasa infantil causada por el trauma. Ms tarde en la pelcula Albertina-personaje comenta desde el off El campo es el lugar de la fantasa o donde comienza mi memoria. Cuntas veces viera a mis padres en auto, a caballo o en colectivo? En este sentido la primera escena ya seala la ausencia de una memoria propia real que acompaa a la directora durante el rodaje pero que no da lugar al sentimentalismo o a emociones fuertes debido a la posicin de distanciamiento que toma. A la escena de la animacin siguen imgenes del campo, del trfico en Buenos aires y un fragmento del libro Isidro Velsquez escrito por Roberto Carri, el padre de Albertina, y ledo por la Albertina-personaje. Este artefacto que le dej su padre a Albertina se opone, en su carcter poltico e ideolgico, a la escena infantil mostrada justo antes, lo que alude a la conglomeracin de las imgenes e ideas que componen su posmemoria. Lo que sigue es la bsqueda activa de nuevas imgenes e ideas en el ltimo barrio donde vivan los Carri cuando fueron secuestrados y que se presenta en estilo documental. En este momento la directora, aunque inicialmente no menciona su nombre, aparece como ella misma y expone, junto con su asistente de direccin, Santiago Giralt, la actitud dudosa de la entrevistada que al principio niega recordar los Carri, slo para afirmar despus: nosotros fuimos muy solidarios con la gente. No es para lavarme las manos. Su conformismo que se expresa cuando dice una vive tranquila si no tiene drama con nadie recuerda el pasaje del libro de Roberto Carri que se ley en la escena anterior: La poblacin es la masa, el banco de peces, el montn gregario, indiferente a lo social, sumiso a todos los poderes, inactivo ante el mal, resignado con su valor. Se puede decir que en las escenas de carcter documental en las que Albertina Carri misma sale como entrevistadora su presencia sirve para desenmascarar y acusar. Sin embargo, justo despus, el lenguaje directo de la pelcula cambia otra vez y da lugar a una fusin entre realidad y ficcin: Analia Couceyro se presenta como actriz que representa a Albertina Carri y se presenta, poco despus, en la casa de una antigua compaera de los Carri, que le da la bienvenida con mucho cario, para hablar de una posible entrevista sobre sus padres. El espectador se queda confundido porque no es evidente si la compaera tambin acta o no como actriz en este momento e intuye as la imposibilidad de captar la verdad. Ms tarde el espectador ve a la Albertina-personaje en su cuarto mientras sale una entrevista con otra compaera de los Carri en su televisor. Evidentemente el lenguaje de la pelcula es indirecto y las imgenes slo llegan al espectador de una manera mediada: los sentimientos de Albertina son mediados por una actriz y el recuerdo de la entrevistada es mediado a travs de la pantalla en la pantalla. En cierto sentido el lenguaje indirecto de la pelcula simboliza la experiencia de la posmemoria. Una escena clave que se caracteriza tambin por el distanciamiento tiene lugar cuando la Albertina-personaje habla de su deseo infantil de recuperar a sus padres frente a la cmara de Albertina-directora que le da instrucciones de hablar de una manera montona y de repetir la escena. Varela explica que en este momento Carri no slo es la directora sino que tambin adquiere estatuto de personaje, un fenmeno que permite ver cmo se complica la construccin de su identidad: la identidad de Albertina Carri es un conjunto de voces que la definen y la atraviesan: ella es la directora, la guionista, la actriz y tambin es personaje. Es un dinmico rompecabezas que explota al mximo la necesidad de ser un yo pero a travs de otros (6). Aunque se entiende el significado de semejantes escenas, se puede decir que la esttica de la pelcula, con su lenguaje indirecto y sus performances de Playmobil, aleja al espectador y no le da lugar para identificarse con la directora/ el personaje Albertina Carri o caer en el sentimentalismo.

Aparte del alejamiento por la esttica de la pelcula se presenta al espectador el problema de la interpretacin de la pelcula que no transmite un mensaje claro. La interpretacin se complica sobre todo por la escena final en la que primero la Albertina-personaje se aleja de la cmara por el camino del campo con una peluca rubia puesta y, despus, todo el equipo, es decir cinco personas, repiten esta accin. El pelo rubio es importante en el contexto de la pelcula ya que otra vecina del barrio que es expuesta como colaboradora de los militares durante una entrevista percibi a toda la familia como rubios. La Albertina-personaje explica esta percepcin falsa con la otredad de la familia: ramos como un punto blanco que se mova y era muy evidente que no ramos de ah, que ramos extranjeros para ese lugar. Y me imagino que sera parecido a lo que pasaba en su momento con mis padres. Gariboto y Gmez resumen las interpretaciones que se han hecho de esta escena, que incluye la idea de la identificacin afectiva con los oprimidos pero tambin la crtica de la adopcin de una identidad distorsionada (121-122). Segn Gariboto y Gmez la escena implica que no hay reconstruccin, sino distorsin (122). En cuanto a la pelcula en su conjunto dejan claro que en lugar de intentar de deslindar lo real, opera directamente sobre el imaginario y se mueve siempre en el orden de lo performativo. En vez de descansar en la narrativa oficial, coquetea con ella, se distancia, se burla y pone en evidencia el agotamiento de una aparato de sentido que, en su funcionamiento hegemnico, se vuelve intil (123). En este sentido la pelcula permanece en la ambigedad intencionadamente.

1. Conclusin (o reflexin personal)

A pesar de la ambigedad de la pelcula en cuanto a su mensaje definitivo se puede determinar que representa la imposibilidad de reconstruir una memoria pura desde la posicin de la posmemoria que no permite eliminar la fragmentacin y distorsin del recuerdo. Adems aborda el tema de la dificultad de construir la propia identidad ante la ausencia de la memoria directa de los padres as que sta se basa, en parte, en experiencias mediadas. La posicin de distanciamiento que toma la directora frente a su propia experiencia (sea inevitable o voluntariamente) dificulta la identificacin del espectador y evita cualquier tipo de sentimentalismo, lo que hace la pelcula ms real en el sentido de que una verdadera identificacin con un hijo de desaparecidos no es posible para una persona no afectada por la misma experiencia y de que la vida cotidiana de un hijo se caracteriza seguramente ms por una sensacin de alienacin por un lado y la necesidad de acusar por otro lado que por el sentimentalismo. De la misma manera la imposibilidad de dar sentido a la experiencia de un hijo de desaparecidos se refleja en el fin de la pelcula que deja al espectador en la ambigedad.

En comparacin con Los rubios, otras pelculas que tratan de la experiencia de hijos de desaparecidos transmiten un mensaje ms claro al final. En el caso del documental Nietos de Benjamn vila, por ejemplo, es sobre todo un mensaje de esperanza y nimo. Mientras se muestran las imgenes del entierro del padre de Horacio Pietragalla, hijo de desaparecidos que acaba de recuperar su identidad, y de las Abuelas de Plaza de Mayo que luchan para encontrar sus nietos desaparecidos suena la cancin Hay que seguir andando. El final del documental The disappeared, por su parte, deja una fuerte sensacin de ausencia irreparable y de tristeza, con un Horacio que, en la tumba de sus familiares habla de la necesidad de abrazar a su madre y del deseo de tomar un vino con su padre. Es evidente que Los rubios no transmite las mismas emociones intensas. Adems Albertina Carri trata de evitar la idealizacin de sus padres o cualquier exageracin o distorsin de su memoria mientras Horacio en The disappeared nicamente enfatiza los rasgos positivos de sus padres y aplaude sin reserva la lucha armada de sus padres. De hecho, la Albertina-personaje habla de la ira que surge en ella cuando piensa en el hecho de que su madre podra haber dejado el pas. Sin embargo, aparte de ciertas manifestaciones de emociones (mediadas) Los rubios es una pelcula extremamente distanciada, sobre todo si se considera su contenido altamente personal.

Bibliografa:

Garibotto, Veronica, and Antonio Gomez. Mas alla del formato memoria: La repostulacin del imaginario postdictatorial en Los rubios de Albertina Carri. Contracorriente: A Journal of Social History and Literature in Latin America 3.2 (2006): 107-126. MLA International Bibliography. EBSCO. Web. 18 Apr. 2010.

Hirsch, Marianne. The Generation of Postmemory. Poetics Today 29.1 (2008): 103-128. MLA International Bibliography. EBSCO. Web. 18 Apr. 2010.

Los rubios. Dir. Albertina Carri. Perf. Analia Couceyro, Albertina Carri, Santiago Giralt. SBP, 2004. DVD.

Varela, Mara Amalia. Memoria e identidad: Sobre Los rubios de Albertina Carri. redcomunicacion.org. Red Nacional de Investigadores en Comunicacin, 2006. Web. 18. Apr. 2010.

Los Rubios (The Blondes) Directed by Albertina Carri(Argentina, 2003, 89 minutes, b&w and color, 35mm)in Spanish with English subtitles

Cast:Albertina Carri . . . . . . . . . . HerselfAnala Couceyro . . . . . . . . . . Albertina Carri

The following film notes were prepared for the New York State Writers Institute by Kevin Jack Hagopian, Senior Lecturer in Media Studies at Pennsylvania State University:"I foresee that man will resign himself each day to new abominations, and soon that only bandits and soldiers will be left..." - Jorge Luis Borges,

"The Garden of Forking Paths," 1942

In the 1970's, Argentina seemed a South American hell, run by bandits and soldiers, always bent on new abominations. From 1976 to 1983, in the name of suppressing terrorism, the military junta which governed Argentina tortured and killed thousands of Argentineans. In the sinisterly named "National Reorganization Process," President Jorge Rafael Videla's government made war on its own citizens, detaining them incommunicado, torturing them, murdering them, and secreting their bodies. Videla and his successor presidents operated what came to be known as "The Dirty War" against the political Left that claimed between 9,000 and 30,000 Argentineans dead or missing.

The Dirty War gave the world a horrifying new noun: to be among "the disappeared" now means to be made missing and presumed dead by the ruling regime. The fate of "los desparecidos" haunts the generation that followed them; in death, the disappeared are almost as real in Argentina as they were in life, haunting the political scene with their mute testimony against the lies and power mongering that killed them. Many in that next generation grew up orphaned, their families sacrificed to a sham war on terrorism whose only victory was against the civil liberties of Argentina, and whose legacy was a slogan of heartbreaking resolve: "nonca mas": never again.

Albertina Carri was one of those orphans. Her parents were taken in 1977, when she was four. In her fact/fiction hybrid film Los Rubios (2003), she returns to Argentina to craft a film that investigates the malleability of memory, and the "truth" of any account of events as morally cosmic as the Dirty War. A neighbor tells the character based on Ms. Carri that she remembers the family well - they all had blond hair. This unambiguous fact anchors the woman's recollections of the Carri's traumatic disappearance, and the narrative she tells herself about her own culpability in a program of extirpation and extermination that required the silence of millions to accomplish the slaughter of thousands. But this "fact" is as subject to revision as history itself; who are those people wearing blond wigs who can be seen in the old neighborhoods?

Los Rubios is not a romantic attack on the junta. It is rather a warning about the slipperiness of what another political filmmaker in South America called "the official story," that stew of media narrative, political indoctrination, and "common sense" which we come to accept as our own political history. When her complicity in this complex edifice of self-deception is revealed to her, the cinematic Carri is left without even the solace of a coherent story about those awful days; she can only shake her head and say, "All I have are vague memories contaminated by so many versions." Cultural critics have a name for the acts of historical invention we practice to fill in certainty for ambivalence: "prosthetic memory." For Carri, such acts of invention are pathological responses to events too monstrous for ordinary coping mechanisms.

Los Rubios is absurd, tragic, and sometimes, hilarious. It seeks not to eulogize the disappeared in solemn, self-important terms, but to make them as alive and real in the cultural sphere as they are in the political arena, a Borgesian lesson in the ultimate fiction: that of ultimate certainty.

Kevin Hagopian, Penn State University