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Consideraciones finales El hecho religioso, sin lugar a dudas, siempre va a ser un tema problemático en la filosofía, algunos para defenderlo y otros para atacarlo, pero también hay quienes gustan de sacarlo de algún lugar que ocupe. Sea para una u otra forma, no puede dejar de ser pensado por los filósofos cuando tratan de entender al hombre. El positivismo lógico es un movimiento del Siglo XX que hizo suyo este problema, derivándolo del problema metafísico. Apostó por el sinsentido de las proposiciones y que tendría que ser eliminado del conocimiento, pues no aporta nada al mismo. Estas proposiciones pueden ser estudiadas por otras disciplinas, para entender por qué surge el fenómeno religioso, pero por la filosofía, en este sentido positivista que apuesta por un cientificismo, no debe ser admitido. También las proposiciones religiosas, desde el positivismo lógico, poéticamente son estéticas, emocionalmente el hombre puede producir algo, pero, de ninguna manera pueden ser consideradas como un elemento constitutivo del ser humano; pueden ser utilizadas por el hombre en un sentido lúdico, pero de este carácter no podrán salir jamás. 83

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Consideraciones finales

El hecho religioso, sin lugar a dudas, siempre va a ser un tema problemtico en la filosofa, algunos para defenderlo y otros para atacarlo, pero tambin hay quienes gustan de sacarlo de algn lugar que ocupe. Sea para una u otra forma, no puede dejar de ser pensado por los filsofos cuando tratan de entender al hombre.

El positivismo lgico es un movimiento del Siglo XX que hizo suyo este problema, derivndolo del problema metafsico. Apost por el sinsentido de las proposiciones y que tendra que ser eliminado del conocimiento, pues no aporta nada al mismo. Estas proposiciones pueden ser estudiadas por otras disciplinas, para entender por qu surge el fenmeno religioso, pero por la filosofa, en este sentido positivista que apuesta por un cientificismo, no debe ser admitido.

Tambin las proposiciones religiosas, desde el positivismo lgico, poticamente son estticas, emocionalmente el hombre puede producir algo, pero, de ninguna manera pueden ser consideradas como un elemento constitutivo del ser humano; pueden ser utilizadas por el hombre en un sentido ldico, pero de este carcter no podrn salir jams.

En un principio hemos situado al positivismo lgico en un contexto especfico. Herederos de dos grandes concepciones, la positivista y la analtica, es que se pueden entender los temas que se hicieron problema para ellos, pero tambin los mtodos utilizados para abordarlos.

Desde que escuchamos positivismo nos remitimos directamente a filsofos que van a estar en contra de la metafsica y que apuestan por que la experiencia sensible y el mtodo cientfico sean los nicos que legitimen el conocimiento; y no estamos muy alejados de esa concepcin.

El espritu positivista no es algo que surgi de repente en Comte y que de una vez por todas present esta forma de hacer filosofa. Es cierto que, el padre del positivismo es el que consolida el movimiento, le da fuerza y lo impulsa para que sea reconocido como un mtodo filosfico, pero ya haba detrs de l muchos filsofos que iban haciendo esta opcin filosfica.

A partir de un recorrido histrico, empezando con los griegos hasta llegar a Comte, hemos visto que poco a poco se va desarrollando este pensamiento hasta alcanzar su madurez, y nos percatamos que no es una forma obsoleta de hacer filosofa, pues tenemos movimientos del Siglo XX, como lo es el positivismo lgico, que ha seguido esta tradicin filosfica y ha defendido sus postulados.

No obstante, los filsofos de los cuales hemos reflexionado a lo largo de este trabajo, no se quedan en el puro mtodo positivo, abordan otro mtodo para desarrollar su filosofa, este mtodo es el analtico.

Aunque entendiendo de manera incompleta a Wittgenstein, retoman la filosofa de este autor en su primera etapa, la del Tractatus, con la cual buscan clarificar el lenguaje de los pseudoproblemas que han opacado a la filosofa y de esta forma poder hacer de sta una disciplina ms concreta y formal.

Por qu decir que los positivistas lgicos entendieron incompletamente a Wittgenstein? La respuesta es porque el positivismo se quedo en la lectura del Tractatus hasta la parte en que lo importante son las ciencias y que lo dems est dentro de lo que no puede decirse. Pero, no contaron con que Wittgenstein, no apuesta porque esas proposiciones que no pueden decirse, tienen que ser eliminadas; sino que tienen su valor para el hombre, pues, muestra su deseo de trascender el lenguaje y regular la misma vida.

A partir de estas lecturas, el positivismo lgico se aventura en el mundo filosfico para pensar y dar respuesta a ciertos problemas que ataen la vida de los hombres y de los cuales la filosofa debe reflexionar y orientar. Cuando estos problemas tienen que ver con las ciencias, con la experiencia sensible, no existe mayor dificultad para estos filsofos, pues, estas proposiciones son las que van configurando y haciendo del conocimiento progresar y as progresar tambin al ser humano.

El problema comienza cuando se encuentran con la metafsica, clsico problema de la filosofa y elemento que est presente de una u otra forma en el hombre; ms concretamente el caso del hecho religioso, cuando el hombre cree en la trascendencia y define el sentido de su vida partiendo de esta concepcin.

Al encontrarse con la metafsica y reflexionar sobre estos problemas con su marco terico, con sus referencias conceptuales, se percatan de que no tiene sentido hablar de esto; puesto que, no hay referencias empricas que nos den cuenta de la verdad o falsedad de aquello que expresamos con el lenguaje. Es ms, no slo carece de referencia objetual, sino que estas proposiciones quieren engaarnos hacindonos creer que son verdaderas, a simple vista no presentan algn elemento que nos haga dudar de su confiabilidad, por lo tanto, las consideramos verdaderas y vamos por el mundo defendiendo estas proposiciones.

Y el hecho religioso no se queda atrs, pues las religiones hablan de seres que guan la vida de los hombres y del mundo en general, pero, no hay una referencia sensible, concreta que nos pueda afirmar aquello que decimos. Ms an, para estas pocas, la ciencia se ha desarrollado de tal manera que el origen del universo, de dnde viene el hombre, por qu las cosas son como son, y todas estas preguntas que las religiones tratan de dar respuesta, ya la ciencia ha respondido y tiene pruebas para sostener aquello que dice.

Por lo tanto, lo que nos queda es dejarnos guiar por la ciencia, pues ella es la que va a determinar el rumbo que los hombres van a tomar, ella nos mostrar la salvacin aqu en la Tierra y que nos conducir a un mundo mejor, igualitario, con la respuesta a todas nuestras inquietudes, y as, nos olvidaremos de lo religioso.

Sin embargo, el hombre no puede quedarse en el mero cientificismo, pues sera reducir todo un complejo sistema que lo constituye a una limitada y reducida visin cientfica, y as quedan fuera dimensiones que hacen del hombre un ser equilibrado y que pueda desarrollarse plenamente.

Ya Kant quiso comprobar en la Crtica de la Razn Pura si la metafsica poda contener cierto rigor que lo pudiera constituir como cientfico. Sin embargo, dentro de los lmites del conocimiento se dio cuenta que no era posible, pues hay cosas que son incognoscibles para el ser humano son las ideas de Dios, alma y mundo; la razn trata de llegar a ellas, pero se queda slo en el intento, no las alcanza, ni las alcanzar jams.

No obstante, Kant no elimina del plano de la filosofa estos postulados y sigue indagando en qu sentido pueden tener valor, desde dnde estas proposiciones metafsicas son importantes para el hombre. Es en la Crtica de la Razn Prctica donde encuentra el valor de estas ideas que se transforman en postulados.

Estos postulados mueven a la voluntad para actuar de cierta manera, a obrar como si. Dios, alma y libertad, ahora tienen valor en funcin de la bsqueda de un bien supremo y de la felicidad plena. No obstante, esos postulados siempre estarn supeditados a la ley moral, es decir, nunca los llevarn a hacer cosas irracionales que estn en contra del bien, siempre se actuar bajo el imperativo categrico obra de tal manera que quieras que la mxima de tu accin pueda ser convertida en universal.

Ante la filosofa kantiana, Hegel reacciona y postula que el conocimiento del Absoluto si se puede alcanzar, en relacin con el hombre, bajo el mtodo dialctico. Es decir, bajo la teora de la tesis, anttesis y sntesis, se puede llegar a la verdad, que es el conocimiento de este Absoluto que es manifestado en la historia.

El hombre no puede ser entendido como un sujeto individual, slo se puede entender bajo esta relacin dialctica con el otro, para reconocerse a s mismo.

Ante esta lucha de reconocimiento de conciencias, se da la experiencia de la unidad, es decir, se conoce el absoluto que es manifestado en la historia, pues se llega a un mundo donde todos sean reconocidos, que sean iguales y que slo puede venir del absoluto.

No obstante, en esta concepcin hegeliana, todo se ve metido en un sistema dialctico, y slo bajo esas relaciones es que se puede entender el hombre y su relacin con el mundo. Pero se pierde el carcter individual del hombre.

Ante esto reacciona Kierkegaard y critica a sus predecesores, a Kant y a Hegel. Al primero, por quitarle autonoma a la religin y al segundo, por eliminar la individualidad del hombre.

Partiendo del caso de Abraham, Kierkegaard dir que la religin tiene autonoma sobre la tica, pues de lo contrario, Abraham no hubiera hecho caso a la voz de Dios ni presentado a Isaac como ofrenda. Pero como la fe implica riesgos, y es un estadio que ha superado el esttico y tico, obedece a esta voz divina que a los ojos del mundo le pide algo irracional, pero en el proyecto divino lo llevara a trascender.

Por otra parte, devuelve al hombre su individualidad, siendo consciente este de su libertad y de ejercerla en funcin de lo que le da sentido a su existencia, es decir, su relacin con Dios.

A partir de Kierkegaard se da una filosofa que trata de justificar la existencia del hombre, el por qu estar aqu; pues, la ciencia se ha dedicado a hacer del hombre un objeto ms para su estudio, pero se ha olvidado de que el hombre no puede ser reducido a un objeto.

Si el hombre, se redujera a un objeto cientfico, sera fcil de predecir ciertas situaciones y saber cmo va actuar bajo ciertas circunstancias; sin embargo, el hombre es un cmulo de emociones, experiencias, cosas que lo constituyen y que lo hacen imposible de ser estudiado en su totalidad por la ciencia. Jaspers mencionar por ejemplo las situaciones lmite.

Ante estas situaciones lmite, que pueden ser la enfermedad, la guerra, las crisis, si el hombre fuera entendido nicamente bajo la ciencias, podramos decir que tendramos una frmula que nos dijera el hombre va a actuar de esta manera. Sin embargo, en la prctica, vemos que antes estas situaciones cada quien acta de distinta forma.

Para algunos la desesperacin, la angustia, los puede llevar al suicidio, acabar de una manera fcil con todo aquello que le atormenta, con este tope que se ha encontrado y que no lo deja continuar su vida. Pero tambin hay otras opciones para salir adelante, una de ellas es Dios. l puede darle sentido a estas situaciones lmite que parecen terminar con el hombre, aquellas situaciones con las cuales nos encontramos con nuestro lmite.

Pero est en el hombre decidir si opta por una u otra opcin de las que se le presentan. Sin embargo, aqu le encontramos sentido al hecho religioso, alejados ya de la mirada cientificista de los positivistas lgicos.

La creencia en un ser trascendente ayuda a que las personas regulen su forma de actuar, que no se vuelva un caos este mundo en el que vivimos; pero tambin, le da sentido a la existencia humana, pues all en donde no podemos ms, sabemos que hay un ser que nos sostiene y que nos impulsa a seguir adelante en este camino de la vida.

Y la veracidad de estas proposiciones ciertamente no puede ser comprobadas bajo un mtodo cientfico, pero s puede ser comprobadas con el ejemplo de vida. Pues, si yo creo que Dios le da sentido a mi vida, que si acto de una manera correcta alcanzar esa felicidad plena, entonces lo que digo lo vivo. Y as se comprueba su verdad, en la medida en que congruentemente vivo lo que predico.

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