02 la biblioteca nacional de méxico - posgrado.unam.mx · la biblioteca nacional de mÉxico judith...
TRANSCRIPT
LA BIBLIOTECA NACIONAL DE MÉXICO
Judith Licea de Arenas*
La Biblioteca Nacional de México tiene varias funciones principales, entre las que destacan, la
adquisición, organización, conservación y provisión de los documentos que posee, bien sean
publicados en el país, que se refieran a él o le sean relevantes. De esta manera, al tener la
Biblioteca Nacional la responsabilidad de acopiar y preservar para las generaciones futuras los
productos del ingenio humano, no puede considerarse a la Biblioteca Nacional como a una
institución aislada del entorno social, económico, político, científico y tecnológico del país, sino que
su desarrollo tiene que consolidarse y adecuarse a los cambios que la nación demanda, es decir,
es necesario que las funciones de la Biblioteca respondan a las concepciones vigentes del modelo
de país.
El papel de la Biblioteca Nacional será relevante en la medida en que las prácticas
bibliotecológicas estén relacionadas. Al conjuntarlas, las actividades de la Biblioteca Nacional se
sintetizan en el siguiente diagrama:
ENTRADAS----------PROCESO----------SALIDAS
-------------------------------------------------
El diagrama muestra que las “entradas” (libros, casetes, disquetes, carteles, rompecabezas) que
requieren de un “proceso” de organización (catalogación, encuadernación, colocación en los
estantes) para producir “salidas” (preguntas contestadas, documentos prestados) articulan los
recursos documentales y de personal, de acuerdo con las funciones implícitas de la Biblioteca, a
saber:
- Disponer de una colección sobre la producción nacional, a través del depósito legal.
- Reunir la bibliografía extranjera sobre México, de acuerdo con políticas de selección
coherentes.
* Coordinadora de la Biblioteca Nacional.
- Servir de repositorio.
- Ofrecer acceso a sus colecciones.
- Preparar la bibliografía nacional.
- Ser el centro bibliográfico nacional.
De conformidad con lo anterior, a continuación presentamos una visión de las bases del
desarrollo de la Biblioteca Nacional dividida en los siguientes apartados: legislación,
administración, colecciones, control bibliográfico, servicios e instalaciones. Evitamos, sin
embargo, dar listas de nombres de directores e indicación sobre el número de volúmenes y tipo
de material que posee la Biblioteca Nacional en determinados periodos que, según Benson1 es
lo que caracteriza a la historia bibliotecaria.
La legislación de la Biblioteca Nacional
Las disposiciones legales sobre la Biblioteca Nacional, en orden cronológico, se dan a
continuación:
1833 Bando sobre la organización de una biblioteca nacional, (26 de octubre de 1833).
1846 Decreto sobre el establecimiento de una biblioteca nacional, (30 de noviembre de 1846).
1857 Decreto acerca de la supresión de la Universidad de México, (14 de septiembre de 1857).
El decreto se refiere a la transferencia del edificio, libros fondos y demás bienes que le
pertenecen [a la Universidad] a la formación de la Biblioteca Nacional...
1861 Decreto sobre la planta de empleados de la Biblioteca Nacional, (24 de diciembre de 1861).
1867 Decreto que manda establecer la Biblioteca Nacional en la iglesia de San Agustín, (30 de noviembre de 1867).
1885 Reglamento de la Biblioteca Nacional de México, (31de enero de 1885).
1914 Ley de la Universidad Nacional2 en la cual queda indicado que la Universidad Nacional estará constituida por la reunión de las facultades establecidas en las Escuela Nacionales de Jurisprudencia, de Medicina, Odontología, de Ingenieros, de Bellas Artes y de Altos Estudios; por los Institutos Médicos, Patológico y Bacteriológico Nacionales y por el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, el Museo Nacional de Historia Natural y la Biblioteca Nacional.
1926 Decreto por el cual se faculta al Ejecutivo de la Unión para crear en la Biblioteca Nacional, una sección de Prensa Nacional y Extranjera, (22 de diciembre de 1926).
1927 Decreto que reforma el [decreto] del 22 de diciembre de 1926, por el cual se autoriza la creación de una sección de compilación de prensa nacional y extranjera, dentro de la Biblioteca Nacional, (23 de febrero de 1927).
1929 Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma,3 (22 de julio de 1929).
Capítulo II
Artículo 4º. La Universidad quedará integrada por las siguientes instituciones; inciso C.
Institutos de investigación y otras instituciones: Biblioteca Nacional
1933 Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México.4
1938 Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México.5
Artículo 6º. La investigación científica se llevará a cabo principalmente por los siguientes institutos:
k) Biblioteca Nacional.
1945 Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México.6
1951 Creación del Patronato de las Bibliotecas Universitarias.7
Con fecha 3 de agosto de 1951 quedó instalado el Patronato de las Bibliotecas Universitarias, creado a iniciativa del entonces Rector Dr. Luis Garrido y del Director de la Biblioteca Nacional, Prof. Juan B. Iguíniz. Se incluyen en su constitución: fines, miembros, patrimonio. El objeto y fines del citado Patronato serán: 1. Procurar la formación de un fondo patrimonial destinado al fomento de las Bibliotecas. 2. Impulsar la marcha y el desarrollo de las mismas y procurar que llenen debidamente su objeto. 3. Estimular las donaciones y legados de particulares y corporaciones. 4. Fomentar por cuantas maneras sea posible, el mejoramiento material e intelectual de las Bibliotecas.
1954 Instalación del Consejo Técnico de Bibliotecas.
Por medio de una Circular enviada a los Directores de Facultades, Escuelas e Institutos de la UNAM por el Secretario General, Dr. Rubén Vasconcelos, el 19 de julio de 1954, se comunica la creación del citado Consejo. Este estuvo formado por el Jefe del Departamento Técnico de Bibliotecas, como presidente del C. Rector, un representante del Patronato de Bibliotecas, el Director de la Biblioteca Nacional y por dos bibliotecónomos titulados.
1966 Constitución del Consejo Técnico de Bibliotecas.
En una comunicación de fecha 11 de noviembre de 1966, dirigida a autoridades y funcionarios por el Secretario General de la Universidad, Lic. Fernando Solana, se informó que por acuerdo del Sr. Rector, el Consejo Técnico de Bibliotecas “es un cuerpo consultivo para problemas de planeación, legislación y organización del sistema bibliotecario de la Universidad Nacional Autónoma de México y que lo integran el director de la Biblioteca Nacional, el director General de Bibliotecas de la UNAM, el director de la Hemeroteca Nacional, el consejero técnico del Colegio de Bibliotecología de la Facultad de Filosofía y Letras, y como suplente el Coordinador del Colegio de Bibliotecología de la misma Facultad. El Secretario General presidirá las sesiones del citado Consejo”.
1967 Sugerencia sobre el cambio de nombre y estructura de la Biblioteca Nacional, (27 de septiembre de 1967).
El H. Consejo Técnico de Humanidades propone al Sr. Rector, con fecha 6 de octubre de 1967, se unifique el nombre de la dependencia con el de los otros Institutos de Humanidades. Que se llame Instituto de Investigaciones Bibliográficas. La proposición es también en el sentido de que el personal comprenda tanto al personal a cuyo cargo está el desarrollo de las investigaciones como los lugares en que se llevan a efecto y que son
la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional. Estas dos dependencias habrán de conservar su personalidad jurídica para todos los aspectos necesarios.
1967 Proposición al H. Consejo Universitario para establecer el Instituto de Investigaciones bibliográficas.
El Sr. Rector pone a consideración del H. Consejo Universitario, el 19 de octubre de 1967, el establecimiento del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, con sus dos subdependencias, la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional, así como al grupo de investigadores de ambas Instituciones.
1967 Acuerdo Núm. 59 de la Comisión de Reglamentos del H. Consejo Universitario.
La Comisión de Reglamentos comunica al Secretario General que no hay inconveniente alguno para que se modifique el artículo 9º. del Estatuto General en su fracción XVI y diga: XVI. Instituto de Investigaciones Bibliográficas, que incluye a la Biblioteca Nacional y a la Hemeroteca Nacional.
1967 Modificación del Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México, artículo 9º., fracción XVI.
En la sesión del H. Consejo Universitario de fecha 30 de noviembre de 1967 fue aprobada la siguiente modificación:
Artículo 9º. La investigación se realiza, principalmente, en los institutos y en los centros. Fracción XVII Instituto de Investigaciones Bibliográficas que incluye a la Biblioteca Nacional y a la Hemeroteca Nacional.
1972 Proyecto de creación del Consejo Técnico de Servicios Bibliotecarios y de Información Científica de Servicios Bibliotecarios y de Información Científica de la UNAM.
Se trata de un documento elaborado por la Secretaría General de la UNAM en julio de 1972 donde se propone la creación del Consejo antes indicado y su respectiva coordinación.
1977 Acuerdo Núm. 4 que crea el Consejo de Bibliotecas y Documentación de la Universidad Nacional Autónoma de México8 el cual tendrá, entre otras, las siguientes funciones: 1. Programar el desarrollo del sistema bibliotecario y de documentación de la Universidad. 2. Proponer las innovaciones necesarias en el sistema bibliotecario y de documentación. 3. Proponer las políticas necesarias en materia de personal especializado, canje, selección cuantitativa y cualitativa, adquisición de libros y publicaciones periódicas, sistematización de la información y, en general, de aquellas actividades bibliotecarias y de información que reclamen atención.
La administración de la Biblioteca Nacional
La relevancia de la Biblioteca Nacional en el entorno nacional no sólo depende de su base
jurídica sino también de la riqueza de sus colecciones y servicios. Los objetivos y funciones
que ha desempeñado en los últimos treinta años se indican a continuación:
El año de 1964 la Biblioteca Nacional tenía los siguientes objetivos:9
- Constituir el fondo de la producción bibliográfica nacional retrospectiva y contemporánea.
- Reunir y conservar la producción de autores mexicanos editada en lenguas extranjeras.
- Mantener e incrementar la colección de incunables, manuscritos y libros raros y curiosos.
- Establecer relaciones de canje con instituciones similares.
La Biblioteca Nacional tuvo, en 1967,10 las funciones que se indican a continuación:
- Planificar y programar las actividades de la Biblioteca.
- Conservar y preservar el patrimonio bibliográfico o base de depósito legal, compra, canje y
adquisición.
- Proporcionar a los investigadores y público en general para su consulta, las obras que se
le soliciten, tanto de las de su propiedad como las que existan en otras bibliotecas a través
del préstamo interbibliotecario.
- Facilitar información y consulta bibliográfica y bibliotecaria tanto al público asistente como a
las instituciones de cultura que lo requieran.
- Realizar investigaciones bibliográficas y bibliotecarias tanto de su acervo como de otros
nacionales y extranjeros, a través de sus órganos especializados.
- Publicar el resultado de sus investigaciones y difundir los frutos de su trabajo mediante sus
publicaciones regulares.
- Preparar al personal técnico y de investigación de acuerdo con sus necesidades.
- Facilitar el acceso a la alta cultura a todo el público a través del préstamo de su acervo
bibliográfico, de transmisiones audiovisuales y por medio del sistema Braille.
- Colaboración con la UNAM en su misión de formación y difusión cultural, así como con
otras instituciones nacionales y extranjeras.
- Divulgar la riqueza bibliográfica que conserva, mediante la formulación de guías, catálogos,
exposiciones, visitas guiadas, conferencias y otros medios.
- Elaborar y aprobar el anteproyecto de presupuesto de la Biblioteca, así como controlar sus
movimientos presupuestales.
- Registrar y controlar los trámites administrativos del personal que colabora en esta
dependencia.
- Informar sistemáticamente de sus actividades a las autoridades superiores de la UNAM.
Las funciones que correspondía desempeñar a la Biblioteca Nacional, el año de 197011 eran
las siguientes:
- Planificar y programar las actividades de la Biblioteca.
- Conservar y preservar el patrimonio bibliográfico representado por las diversas colecciones
nacionales y extranjeras a base de depósito legal, compra canje y adquisición.
- Constituir el acervo bibliográfico nacional a base de depósito legal, compra, canje y
adquisición.
- Proporcionar a los investigadores y público en general para su consulta, las obras que se
le soliciten, tanto de las de su propiedad como las que existan en otras bibliotecas a través
del préstamo interbibliotecario.
- Facilitar información y consulta bibliográfica y bibliotecaria tanto al público asistente como a
las instituciones de cultura que la requieran.
- Realizar investigaciones bibliográficas y bibliotecarias tanto de su acervo como de otros
nacionales y extranjeros, a través de sus órganos especializados.
- Publicar el resultado de sus investigaciones y difundir los frutos de su trabajo mediante sus
publicaciones regulares.
- Preparar al personal técnico y de investigación de acuerdo con sus necesidades.
- Facilitar el acceso a la alta cultura a todo el público a través del préstamo de su acervo
bibliográfico, de transmisiones audiovisuales y por medio del sistema Braille.
- Colaborar con la UNAM en su misión de formación y difusión cultural, así como con otras
instituciones nacionales y extranjeras.
- Divulgar la riqueza bibliográfica que conserva, mediante la formulación de guías, catálogos,
exposiciones, visitas guiadas, conferencias y otros medios.
- Registrar y controlar los trámites administrativos del personal que labora en esta
Dependencia.
- Informar sistemáticamente de sus actividades a las autoridades superiores de la UNAM.
La estructura administrativa de la Biblioteca, también a lo largo de 27 se presenta en las
figuras 2-7. Cabe agregar que la Biblioteca Nacional, de acuerdo con el bando que le da
vida (1833) debe reformular sus objetivos y funciones para asumir su papel de máxima
institución bibliotecaria del país y servir de centro de la actividad bibliotecaria nacional.
Las colecciones de la Biblioteca Nacional
Hoy en día, la Biblioteca Nacional reúne cerca de dos millones de documentos en
diferentes presentaciones y formatos. Si bien las colecciones pertenecientes a
corporaciones y comunidades religiosas dieron origen a la Biblioteca, a raíz de la
desamortización y la nacionalización de los bienes de la Iglesia, por medio del depósito
legal, la compra y la donación, ésta ha incrementado considerablemente sus recursos
documentales. También, ha logrado mantenerse dentro de la definición de adquirir,
conservar y hacer accesibles los materiales documentales aparecidos en México. En la
actualidad las políticas explícitas de adquisiciones establecen que: se adquirirán los
materiales siguientes:
- documentos publicados o producidos en México,
- documentos publicados o producidos en el extranjero sobre México, y
- documentos que sean de valor para el estudio de la vida cultural de México.
De esta manera, la Biblioteca ha logrado reunir una gran variedad de materiales que no sólo
requieren de condiciones especiales en cuanto a su organización sino también en cuanto a su
conservación. Así, se han tenido que agrupar dichos materiales especiales en las siguientes
salas especiales:
Bibliografía: la colección consta de materiales sobre bibliotecología, entre los que destacan
los de bibliografía y bibliología.
Fondo reservado: las colecciones que constituyen el Fondo Reservado son variadas e
incluyen desde incunables, manuscritos, códices; hasta correspondencia de destacados
mexicanos, para citar sólo unas cuantas.
Fonoteca: en esta sala se localizan materiales sonoros, así como música impresa.
Iconoteca: en esta sala se encuentran reunidas fotografías, carteles, fotomontajes,
estampas y programas de mano, entre otros.
Mapoteca: aquí se localizan mapas, atlas, globos y archivos legibles por computadora.
Materiales didácticos: en la sala se tienen diferentes tipos de materiales dirigidos al
desarrollo del niño en edad preescolar tales como modelos, rompecabezas, juegos.
Tiflología: reúne principalmente obras en escritura Braille realizadas en México.
Videoteca: conserva los materiales, especialmente videograbaciones.
La Biblioteca Nacional, organismo bibliográfico nacional
De acuerdo con el bando que establece la organización de una Biblioteca Nacional, de fecha
26 de octubre de 1833, le corresponden a la Biblioteca Nacional las siguientes obligaciones.
Art. 10. los libros y manuscritos de la biblioteca se irán colocando
y clasificando por orden de materias.
Art. 11. Se les numerará y avaluará por peritos, a medida que se
vayan comprando o recibiendo.
Art. 12. Se formarán cuatro índices: uno alfabético de autores, otro
de títulos, otro por orden de materias y otros por salas y estantes:
en el último se expresará el número y valor de cala libro y
manuscrito.
Art. 13. Las nuevas adquisiciones que de impresos o manuscritos
hiciere la biblioteca, se registrarán en los índices. Cada tres años
se renovarán éstos.
Art. 14. En cada sala de las que se abran al público, habrá un
ejemplar de cada uno de estos índices, para los que concurran a
la biblioteca puedan luego pedir con claridad a los empleados en
ella el libro que desean leer.
El control bibliográfico (CB) en la Biblioteca Nacional, a partir del bando antes mencionado, ha
sido el registro y descripción de documentos existentes... con el fin de facilitar el acceso a los
documentos, idea que coincide con la definición moderna de control bibliográfico. 12
Hoy en día, el CB se realiza en la Biblioteca Nacional de acuerdo con normas de amplia
utilización validadas mediante consenso internacional orientadas hacia la sistematización,
creación y diseminación de información bibliográfica.
Las normas bibliográficas modernas comienzan a aplicarse en la Biblioteca Nacional casi al
mismo tiempo que tuvo lugar la Conferencia Internacional sobre los Principios de Catalogación 13 que se celebró en París en 1961.
Sus recomendaciones, sobre la elección y forma de los asientos tuvieron gran influencia en
la Biblioteca, a través de las Reglas de Catalogación Angloamericana.
En la década de los setenta se promovió el control bibliográfico universal (CBU) que tenía
como ideal la disponibilidad universal de información bibliográfica básica en forma
internacionalmente aceptable de todas las publicaciones aparecidas en todos los países. Con
el SBU suponía que cada país llevaría a la práctica el control bibliográfico nacional basado,
principalmente, en el depósito legal. Esta forma de control, que ya se practicaba en la
Biblioteca, recibió un nuevo impulso, basado en el uso de normas internacionales14 para lograr
el intercambio de información.
Las formas de distribución y de acceso a los registros bibliográficos van desde el catálogo
público en línea hasta los disquetes. Sin embargo, es obvio que, con fines de control
bibliográfico, deben comprenderse los beneficios y las repercusiones de un acceso más amplio
a la información. Si bien la preparación de la bibliografía nacional corriente y retrospectiva es
un compromiso de la Biblioteca, en un principio, tanto la compilación de la bibliografía nacional
corriente como de retrospectiva fue producto del quehacer individual de un puñado de
hombres. Desde siempre, la formación de la bibliografía ha sido tarea ardua pese a que la
legislación sobre el depósito legal, que es la principal fuente de la bibliografía tiene largos años
de haber hecho su aparición en México. Dicha legislación obliga a los editores, impresores y
productores a depositar ejemplares de su producción en la Biblioteca Nacional. No obstante,
esto no ha traído consigo el beneficio del control bibliográfico en el país.
El primer decreto de depósito legal de 30 de noviembre de 1846 dice que “... de todas las
obras, periódicos que se publiquen en el Distrito Federal y territorios, se pasará un ejemplar a
la biblioteca (Nacional)... Se invitará a los Excmos. Sres. gobernadores de los Estados, a que
practiquen lo mismo con las publicaciones que se hagan en éstos...”
El decreto de fecha 14 de septiembre de 1857 establece que”... Todos los impresores de la
capital tendrán la obligación de contribuir para la Biblioteca (Nacional) con dos ejemplares de
los impresos de cualquiera clase que publiquen: el impresor que faltase a esta prevención se le
impondrá gubernativamente una multa de veinticinco a cincuenta pesos que ingresarán a lso
fondos de la misma Biblioteca”.
El decreto del 23 de diciembre de 1869 se refiere a la obligación de todos los impresores
de la capital de remitir dos ejemplares de cada una de sus publicaciones a la Biblioteca
Nacional. La Tesorería General hará efectiva la multa que la ley impone a las personas que la
infrinjan, bastando para ello el simple aviso de la falta, dado por el director de la Biblioteca.
Con fecha 22 de junio de 1909 el Presidente de la República emite una circular en la que
dice que en vista del olvido en que, por el transcurso del tiempo ha venido a caer el decreto de
fecha 14 de septiembre de 1857 que estableció la Biblioteca Nacional, prescripción que
impulso a todos los impresores de la capital de contribuir para la citada Biblioteca con dos
ejemplares de sus impresiones, se dispone que por esta circular se recuerde a los impresores
sobre la prescripción indicada.
El decreto del 31 de diciembre de 1957 señala que todos los autores, editores e impresotes
del país tienen la obligación de enviar a la Biblioteca Nacional dos ejemplares de los libros de
toda clase, periódicos y revistas que publiquen. El autor, editor e impresor que faltare a esta
prevención será sancionado por la Secretaría de Educación Pública, con una multa de 50 a
500 pesos. El decreto de 11 de enero de 1965 dice que todos los editores del país tienen la
obligación de enviar a la Biblioteca Nacional dos ejemplares de cada una de las ediciones de
los libros, periódicos y revistas que publiquen con fines comerciales; quedarán igualmente
obligados a entregar los ejemplares mencionados, los autores que lleven a cabo la publicación
de sus obras con la misma finalidad comercial.
Con fecha 3 de agosto de 1975 se gira una circular a los editores del país a efecto de que
cumplan con las disposiciones del decreto de 11 de enero de 1965, que ordena que los
editores deberán remitir dos ejemplares a la Biblioteca Nacional.
El decreto vigente, de fecha 8 de julio de 1991, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 23 de julio de 1991, obliga a los editores y productores del país la entrega a la
Biblioteca Nacional de:
- dos ejemplares de libros, folletos revistas, periódicos, mapas, partituras musicales, carteles
y de otros materiales impresos de contenido cultural, científico o técnico.
- Un ejemplar de micropelículas, diapositivas, discos, disquetes, audio y videocasetes y, de
otros materiales audiovisuales y electrónicos que contengan información de las
características señaladas en el inciso anterior.
Los editores o productores que no cumplan con la disposición serán sancionados con una
multa.
El beneficio de un instrumento jurídico para obtener la producción intelectual del país debe
rendir frutos. El depósito legal de los documentos generados en México en la Biblioteca Nacional
asegura su difusión y preservación.
El Boletín de la Biblioteca Nacional (1904-1967) se convierte en la bibliografía corriente de
esos años. Sin embargo, hasta ya entrado el siglo es cuando comienza a darse, a nivel
institucional, una mayor actividad bibliográfica.
En el año de 1967, la Biblioteca Nacional inicia la publicación de la Bibliografía Mexicana
corriente, si bien en ese mismo año también se inicia la compilación del Anuario Bibliográfico que
se convirtió en la bibliografía nacional retrospectiva.
Puede decirse que es hasta ese año cuando comienza propiamente lo que en otros países se
había iniciado cerca de 150 años antes: la compilación de la bibliografía nacional corriente y
retrospectiva basada en el depósito legal.
La Bibliografía Mexicana se publicó ininterrumpidamente hasta 1989, estando por aparecer los
años de 1990 y 1991; y del segundo se publicaron los años 1958-1964.
Los cambios catalográficos se incorporaron rápidamente a la Bibliografía Mexicana, motivo por
el cual ha servido de fuente de consulta a no pocas bibliotecas mexicanas y extranjeras.
Hoy, la Biblioteca Nacional produce la Bibliografía Mexicana en presentación electrónica en
busca de eficiencia y ha sido nuestro propósito que esta bibliografía sirva a bibliotecas y a
estudiosos que encontrarán en ella una muestra del control bibliográfico sobre la producción
mexicana y un valioso auxiliar para su quehacer.
La Bibliografía Mexicana, sin embargo, tiene limitaciones porque la observancia de la ley no ha
sido amplia, dado que todavía hay editores y productores que no han advertido la importancia de la
Bibliografía como medio para difundir y preservar sus productos.
En el período 1958-1964, el anuario Bibliográfico incluyó, en promedio, 4,418 fichas anuales.
La Bibliografía Mexicana (1967-1989) reunió, también en promedio, 8,190 fichas anuales. Para los
años 1992 y 1993 se buscó una captación, principalmente de material mexicano, no sólo sino
también no impreso, dada la apertura de la legislación hacia nuevas presentaciones de
documentos.
La revisión de 1988 de la segunda edición de las Anglo-American Cataloguing Rules son el
instrumento normalizador de la catalogación descriptiva.
Para la clasificación de los materiales documentales sobre derecho y literatura
hispanoamericana se utiliza la edición publicada en 1980 de la Clasificación Decim Mervil Dewey y
la Dewey Decimal Classification, vigésima edición para los otros materiales. La Lista de
Encabezamientos de Materia Elaborada en la Biblioteca Nacional es la lista oficial para la
designación de temas.
La estructura de la ficha bibliográfica o de la ficha catalográfica, así como la organización de la
bibliografía nacional ha sido un reflejo de las normas vigentes en la época.
Así tenemos que en sus primeros años, por ejemplo 1904, la ficha, basada en el registro de
propiedad literaria, estaba ordenada por impresor e incluía título y autor.
Las fichas incluidas en el Boletín de la Biblioteca Nacional correspondiente a 1967
comprendían los elementos bibliográficos esenciales para la identificación del documento, además
de una nota acerca de él. La Bibliografía Mexicana de 1967 y el Anuario Bibliográfico inician su
publicación ordenando las fichas topográficamente. La Bibliografía, conforme surgen innovaciones
en catalogación, las incorpora, aumentando así su utilidad.
Los índices, tanto de la Bibliografía como del Anuario también se caracterizaron por tener un
alto grado de corrección. En la actualidad, los recursos de la automatización abren una nueva
época al control bibliográfico en México y, en particular, a la Bibliografía Mexicana.
La automatización se inició en la Biblioteca Nacional el año de 1985. el manejador de bases
de datos MINISIS fue utilizado para los siguientes propósitos:
- la producción de tarjetas para los catálogos público, topográfico, oficial y de las salas
especiales,
- la preparación de la Bibliografía Mexicana.
Sin embargo con el fin de aumentar la eficiencia y eficacia, dicho manejador fue sustituido pro
el paquete CIBIMEX diseñado en la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes, mientras se instala el sistema integral Dynix, dado el volumen de la
información presente de la Biblioteca y la compatibilidad del sistema con otros que utilizan el
formato USMARC. De esta manera, uno de los subproductos de la automatización, la
Bibliografía Mexicana, se ofrece, para su comercialización, en los siguientes formatos:
- MARC COMM
- ISO 2709
- ASCII
Los servicios de la Biblioteca Nacional
Los servicios de la Biblioteca también están establecidos por decreto. El bando de fecha 26 de
octubre de 1833 relativo a la organización de una Biblioteca Nacional, artículo 15, que “se permitirá
a los concurrentes el que copien y el que tomen cuantos apuntes quieran, y los empleados de la
biblioteca les darán, además, aquella asistencia que puedan requerir de sus luces y conocimientos,
para que dirijan mejor sus lecturas e investigaciones”. También, desde los orígenes de al Biblioteca
se establecía, en el artículo 17 del mismo bando que “no se podrá extraer de la biblioteca ningún
libro ni manuscrito, bajo pretexto alguno”. Dicha disposición es refrendada en el artículo 11 del
decreto de 30 de noviembre de 1846 y en el artículo 8 del reglamento de la Biblioteca Nacional de
México de fecha 31 de enero de 1885. por tal motivo, el análisis jurídico de los decretos anteriores
establece que éstos siguen vigentes en todo lo que no se oponga a los mismos.
La falta de suficientes bibliotecas y su cercanía con centros escolares ha llevado, no
obstante, a que se confunda el papel de la Biblioteca Nacional; se trata de una biblioteca de último
recurso dirigida principalmente a grupos de usuarios de claridad, constituidos por profesores e
investigadores.
La provisión de servicios que se proporciona a sus usuarios están basados en sus propias
colecciones, dado que auxiliares tales como catálogos de otras bibliotecas apenas se están
comenzando a utilizar por medio de nuevas tecnologías.
Los servicios básicos de consulta manual y automatizada, préstamo en las salas de lectura
y orientación son ampliamente utilizados, y queda por incrementar el uso de servicios tales como el
de lectura para ciegos y débiles visuales.
La reproducción de documentos, con el fin de protegerlos está limitada. Por un lado, la
fotoduplicación directa íntegra de cualquier colección no está permitida; los materiales de
características especiales (tamaño, peso, estado de conservación) y los documentos de más de 90
años de antigüedad, sólo podrán ser reproducidos en micropelícula. Los dibujos, grabados y
mapas sólo podrán ser reproducidos mediante fotografía.
Las instalaciones de la Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional abrió sus puertas el 2 de abril de 1884, en el extemplo de San Agustín, de
conformidad con el decreto de fecha 30 de noviembre de 1867 promulgado por el presidente
Benito Juárez, en el cual se señalaba que la Biblioteca Nacional se establecería en la antigua
iglesia de San Agustín. Sus anteriores sedes fueron el Colegio de Santa María de Todos los
Santos y el edificio de la Universidad.
La Biblioteca funcionó cerca de un siglo, si bien con interrupciones, en dicho extemplo. El 3
de diciembre de 1979 se abrió en el Centro Cultural Universitario, con una superficie de 25,038m2
un nuevo edificio que se pensó daría cabida a las diferentes colecciones de la Biblioteca, sin
embargo, el edificio que a primera vista pareció suficiente para albergar la totalidad de las
colecciones de la Biblioteca Nacional se tuvo que compartir con otra dependencia universitaria, el
Centro de Estudios sobre la Universidad. Des esta manera, buena parte de las colecciones más
valiosas e importantes tuvieron que quedarse en el antiguo edificio de San Agustín, tales como los
llamados fondo reservado y de origen, en condiciones inadecuadas, en el edificio recién
inaugurado.
Los daños estructurales causados al edificio de San Agustín por los sismos del año de
1985, la falta de seguridad para las colecciones, el alto nivel de contaminación en la zona centro de
la ciudad y la dispersión de las colecciones en dos sedes, hicieron pensar en la urgencia de contar
con un nuevo edificio anexo al existente en el Centro Cultural Universitario.
Las siguientes áreas fueron contempladas en el programa de necesidades:
- salas de lectura
- cubículos para investigadores del Instituto de Investigaciones Bibliográficas y para
investigadores visitantes
- sala de juntas
- áreas de fotoduplicación
- áreas para la lectura de microfichas
- catálogo y terminales de computadora
- área de administración
- áreas de servicio: comedor, sanitarios, cuartos de aseo
- área de exposiciones
- área de laboratorios de conservación y restauración
- área de procesos técnicos
El 9 de abril de 1992 el presidente de la República otorgó un presupuesto extraordinario
para la construcción de un nuevo edificio para la Biblioteca Nacional, iniciándose al poco
tiempo, su construcción. La nueva sede, o edifico del fondo Reservado de la Biblioteca
Nacional, se localiza al costado poniente del edificio “antiguo” con una superficie total de
7,575m2 distribuidos en tres niveles. La nueva sede fue entregada el 8 de diciembre de 1992.
Las áreas planteadas en el programa de necesidades cambiaron al establecerse políticas
explícitas sobre la conservación de las colecciones, en particular las que se refieren a su
protección al no permitir la fotoduplicación indiscriminada; asimismo, las áreas que ya existían
en el edificio “antiguo” tales como comedor, laboratorios de conservación y restauración y
servicios técnicos fueron suprimidas.
Las siguientes áreas son las que existen en la actualidad:
- salas de lectura
- área administrativa
- área de cubículos
- áreas de servicio
- salas de juntas
- área de depósitos
En el nuevo edifico se alojaron un total de 204,115 volúmenes pertenecientes a la Biblioteca
Nacional y 50,789 volúmenes de periódicos y revistas que constituyen el fondo reservado y la
colección García Balseca de la Hemeroteca Nacional. La distribución de las colecciones quedó
de la siguiente manera:
Planta baja: Sala Mexicana, formada por obras selectas aparecidas en México en los siglos
XVI al XIX, y la colección del Fondo Reservado.
Primer piso: Fondo de origen, constituido por las colecciones pertenecientes a
corporaciones y comunidades religiosas afectadas por la desamortización y la nacionalización
de los bienes eclesiásticos.
Segundo piso: Colecciones de particulares que la Biblioteca ha adquirido por compra o
donación, así como las colecciones de la Hemeroteca Nacional antes señaladas:
Diez meses transcurrieron entre la entrega del edificio (8 de diciembre de 1992), y el inicio
del servicio (6 de octubre de 1993), si bien en el lapso antes señalado se tuvieron que realizar
las siguientes actividades:
1. Control de los niveles de humedad para alcanzar 50-60% de humedad y 18-22°, de
temperatura.
2. Distribución de la estantería, previamente seleccionada de acuerdo con los
siguientes criterios:
calidad
resistencia
estabilidad
durabilidad
Las características de la estantería seleccionada fueron las siguientes:
2.40 m de altura
0.90 m de largo
0.30 m de fondo
La adquisición de la estantería se basó, no solamente en el número de volúmenes a colocar y al
crecimiento futuro, sino también en el formato de las colecciones y a su colocación definitiva en los
depósitos. El cálculo de espacio para las colecciones, conforme a su formato, fue el siguiente:
Colección Fondo Reservado
20% de volúmenes de menos de 290 mm
75% de volúmenes de entre 290 mm y 480 mm
5% de volúmenes de más de 480 mm
Colección Fondo de Origen
100% de volúmenes de entre 290 mm y 480 mm
Colecciones Particulares
100% de volúmenes de menos de 350 mm
3. Distribución definitiva de la estantería según los siguientes lineamientos:
- acceso y circulación en pasillos principales = 1.35 m
- circulación entre baterías – 0.80 m
- separación de la pared más cercana = 0.40 m
4. Adecuación de la iluminación con el propósito de preservar los materiales y permitir el trabajo en
salas de lectura y áreas de administración:
450 luxes en salas de lectura
100 luxes en áreas de depósitos
300 luxes en áreas de administración
5. Realización del traslado de los materiales constituidos, como ya se mencionó, por 204,115
volúmenes, el cual se dividió en dos etapas. La primera comprendería el traslado de las
colecciones del edificio “antiguo” al nuevo; y la segunda, el traslado de las colecciones del
extemplo de San Agustín a la nueva sede.
Para dicho traslado se tomó en cuenta los siguiente:
- cuidar que el nuevo edificio no se ocupase en forma errática sino equilibrada,
- determinar el tipo de contenedores a utilizar, prefiriéndose las rejas de madera reforzada
por ser fáciles de transportar y estibar,
- adquirir el recubrimiento de las colecciones para protegerlas de golpes, polvo y agua. Se
escogió el plástico de burbuja para tal propósito,
- establecer el número de horas/hombre que se requerirían de acuerdo con el número de
metros cúbicos que tendrían que trasladarse,
- prever que materiales contaminados pudieran aislarse de inmediato para evitar la
propagación de hongos o insectos,
- fumigar, selectivamente, los materiales que lo requiriesen,
- asignar las áreas en las cuales se colocarían las diferentes colecciones, si bien la
modulación de la estructura, para elevar el grado de seguridad en la conservación de los
documentos propiedad de la Biblioteca Nacional, que permite el aislamiento de los
depósitos en caso de fuego o plagas, el cuidado del orden topográfico y la conservación de
los materiales, se tuvo que conciliar buscando que las colecciones tuvieran las mejores
condiciones. Los folios se separaron conforme al siguiente formato:
- folios de 43 cm en promedio (aproximadamente 2,100 volúmenes)
- folios de 68 cm en promedio (aproximadamente 620 volúmenes)
- folios de 80 cm en promedio (constituidos por 15 libros de coro)
Algunas colecciones, sin posibilidad de crecimiento se colocaron al 100 por ciento de la capacidad
de los anaqueles, mientras que otras, previendo su crecimiento, se colocaron al 50 por ciento de la
capacidad de los anaqueles.
Además se tuvieron que tomar las siguientes provisiones:
- Conseguir un transporte de 2.5 toneladas, lo cual permitiría que se realizarán, en las
mejores condiciones, entre 2 y 3 viajes diarios, si el vehículo recibía una carga del 70% de
su capacidad, carga que se colocaría en su respectivo sitio a las pocas horas de haber
sido empacado en el centro de la ciudad.
- Cuidar la forma de descargar el edificio del extemplo de San Agustín con el fin de evitar
que una descompensación en el mismo pudiera no sólo afectar al edificio sino a los
trabajadores que ahí se encontraban y a las colecciones. Se recurrió a la descarga cruzada
de la planta alta del extemplo, no siendo necesario seguir el mismo procedimiento cuando
se desocupó la planta baja.
- Buscar la manera de que las colecciones ubicadas en la planta alta del edificio de San
Agustín, aproximadamente a una altura de 16 m, no se expusieran a riesgo alguno. Para
ello, se alquiló una torre que permitió el descenso de los contenedores a gran velocidad y
sin peligro para el personal que participó en el traslado.
- Contar con una rampa que permitiera la carga del vehículo con seguridad y rapidez, la cual
se colocó a la entrada de la capilla de la Tercera Orden (figura)
Un total de 11,023 horas/hombre se emplearon en el traslado de los materiales al nuevo
edificio.
Las colecciones trasladadas del edificio “antiguo” al nuevo fueron las siguientes:
Colección Num. de volúmenes María Asúnsolo 362
Pedro Caffarell 29,880
Mario Colín Sánchez 9,652
Escuela Nacional Preparatoria 21,025
Fondo de Origen 31,812
Ignacio García Téllez 1,003
Gilberto Loyo 7,263
Manuel Maples Arce 3,000
Enrique de la Mora Documentos varios
Ángel Pola 10,715
Efrén C. Del Pozo 8,244
Propiedad Literaria Documentos varios
Total 122,956
Colecciones trasladadas del extemplo de San Agustín al nuevo edificio de la Biblioteca Nacional:
Colección Num. de volúmenes
Fondo de Origen 42,868
Fondo Reservado 21,051
San Carlos 4,458
Tiflología 7,118
Otras colecciones 5,664
Total 81,159
Hoy, en este nuevo edificio, incunables, libros de coro, manuscritos, los archivos franciscano, de
Juárez Madero, Angel María Garibay, entre otros, se encuentran en condiciones satisfactorias de
humedad, temperatura, seguridad y sanidad, lo cual confirma que la Biblioteca Nacional esta
cumpliendo con su función de conservar y preservar el patrimonio de la nación. Nuestro
agradecimiento al profesor Jorge Salas, Gabriela Salas, Elizabeth Sánchez, María Eugenia
Velásquez y Marcos Alonso, así como al Ing. Franco y al Arq. Tomás Hernández por su ayuda para
lograrlo.
En páginas anteriores nos referimos a actividades de organización de los recursos
documentales de la Biblioteca que son indispensables para proporcionar los servicios. Los
servicios son menos tangibles que las entradas, sin embargo éstas son fácilmente cuantificables,
por ejemplo, el número de volúmenes prestados, número de preguntas contestadas, pero al igual
que las entradas, las salidas tienen que medirse en términos de calidad, por lo cual es necesario
relacionarlas, así como reencontrar el papel de la Biblioteca Nacional a partir de un eficiente control
y disponibilidad bibliográfica.
Figura 1 Biblioteca Nacional
Diagrama estructural
DIRECCION
INSTITUTO BIBLIOGRÁFICO
MEXICANO
DEPARTAMENTO DE
ADQUISICIONES
DEPARTAMENTO
TÉCNICO
DEPARTAMENTO DE
SERVICIO AL PÚBLICO
DEPARTAMENTO
TIFLOLÓGICO
- Secretaría
- Sección de Compras - Sección Depósito Legal - Sección de Donación Canje y Boletín - Sección de Encuadernación - Sección de Organismos Internacionales - Sección de Registro - Sección de Restauración
- Sección de Catalogación - Sección de Clasificación - Sección de Distribución y Mercado - Sección de Investigación - Sección de Remisión y Duplicado
- Sección de Consulta - Sección de Información - Sección de Préstamo Interbibliotecario
- Sección de Préstamo - Sección de Reproducción del Sistema Braille - Servicio Auditivo
OFICINA ADMINISTRATIVA
OFICINA DE INFORMACIÓN
ESPECIALIZADA
1967
Intendencia Laboratorio Fotográfico Secretaría Sección de Duplicación
Archivo de la Palabra Sección de Manuscritos Sección de Obras Raras
Figura 2
Biblioteca Nacional
INSTITUTO DE
INVESTIGACIONES BIBLIOGRÁFICAS
DEPARTAMENTO DE
ADQUISICIONES
DEPARTAMENTO TÉCNICO
DEPARTAMENTO DE SERVICIO AL
PÚBLICO
DEPARTAMENTO TIFLÓGICO
DELEGACIÓN ADMINISTRATIVA
OFICINA DE INFORMACIÓN ESPECIALIZADA
Intendencia Laboratorio Fotográfico Secretaría Sección de Duplicación
Archivo de la Palabra Sección de Manuscritos Sección de Obras Raras
1970
DIRECCIÓN
Secretaria Sección de Compras Sección de Depósito Lega Sección de Donación Canje y Boletín Sección de Encuadernación Sección de Organismos Internacionales Sección de Registro Sección de Restauración
Sección de Catalogación Sección de Clasificación Sección de Distribución y Mercado Sección de Investigación Sección de Remisión y Duplicado
Sección de Consulta Sección de Información Sección de Préstamo Interbibliotecario
Sección de Préstamo Sección de Reproducción del Sistema Braille Servicio Auditivo
Figura 3
Instituto de Investigaciones Bibliográficas
DIRECCIÓN GENERAL
DIRECCIÓN DE LA
BIBLIOTECA NACIONAL
DIRECCIÓN DE LA
HEMEROTECA NACIONAL
DELEGACIÓN ADMINISTRATIVA SECCIÓN DE
INFORMACIÓN ESPECIALIZADA
UNIDAD ADMINISTRATIVA DELEGACIÓN
ADMINISTRATIVA
1970
DEPARTAMENTO DE ADQUISICIONES
DEPARTAMENTO TÉCNICO
DEPARTAMENTO DE SERVICIO AL PÚBLICO
DEPARTAMENTO TIFLÓLOGICO
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN
DEPARTAMENTO DE SERVICIO AL
PÚBLICO
DEPARTAMENTO TÉCNICO
* Presupuesto * Personal * Suministros e inventarios * Almacén * Correspondencia y Archivo * Intendencia
Figura 4
Instituto de Investigaciones Bibliográficas
DIRECCIÓN
1979
BIBLIOTECA NACIONAL HEMEROTECA
NACIONAL
DEPARTAMENTO:
* Servicio al Público * Técnico
DELEGACIÓN ADMINISTRATIVA
DEPARTAMENTO:
* de Adquisiciones * Técnico
DEPARTAMENTO DE SERVICIO AL
PÚBLICO DEPARTAMENTO DE
INVESTIGACIÓN UNIDAD
ADMINISTRATIVA
Libros Raros
Manuscritos
Tiflológico
Fotoduplicados
Salas de lectura
Bibliografía
Máquinas
TALLER DE
RESTAURACIÓN
Figura 5 Instituto de Investigaciones Bibliográficas
DIRECCIÓN
CONSEJO INTERNO
DEPARTAMENTO DE ADQUISICIONES
DEPARTAMENTO ANÁLISIS BIBLIOGRÁFICO
DEPARTAMENTO SERVICIOS AL
PÚBLICO
DEPARTAMENTO PROYECTOS Y SALAS
ESPECIALES
1990-1991
COORDINACIÓN HEMEROTECA
NACIONAL
COORDINACIÓN BIBLIOTECA NACIONAL
SECRETARÍA ACADÉMICA
SECRETARÍA ADMINISTRATIVA
DEPARTAMENTO SAN AGUSTÍN
TIFLÓLOGICO
FONDO RESERVADO
SERVICIOS AL PÚBLICO
COMPRA
SECCIÓN BÚSQUEDA BIBLIOGRÁFICA
ICONOTECA
CONSULTA
DEPÓSITO LEGAL
MAPOOTECA
SECCIÓN DE CATALOGACIÓN
PRÉSTAMO EN SALA
VICEOTECA CANJE Y
DONACIÓN
SECCIÓN DE MANTENIMIENTO
CATÁLOGO PRÉSTAMO
INTERBIBLIOTECARIO
FONOTECA
MATERIALES DIDÁCTICOS
COLECCIONES ESPECIALES
BIBLIOTECOLOGÍA
Figura 6 Instituto de Investigaciones Bibliográficas
Biblioteca Nacional Organograma Estructural
COORDINACIÓN
DEPARTAMENTO DE ADQUISICIONES
DEPARTAMENTO DE SISTEMATIZACIÓN BIBLIOGRÁFICA
DEPARTAMENTO DE SERVICIOS DE INFORMACIÓN
SECCIÓN DE COMPRAS
SECCIÓN DE DÉPOSITO LEGAL
SECCIÓN DE DONACIÓN YCANJE
SECCIÓN DE PRE-CATALOGACIÓN
SECCIÓN DE CATALOGACIÓN
SECCIÓN DE PREPARACIÓN FÍSICA
SECCIÓN DE COLECCIONES GENERALES
SECCIÓN DE COLECCIOENES ESPECIALES
CATALOGACIÓN DESCRIPTIVA
CATALOGACIÓN POR MATERIA
ENCUADERNACIÓN
MAPOTECA VIDEOTECA TIFLOLOGÍA MATERIALES DIDÁCTICOS
FONDOS ESPECIALES
FONOTECA ANTICUARIA ICONOTECA BIBLIOGRAFÍA CONSULTA
Abril 1992
FONDO RAFAEL H. VALLE
FONDO DE ORIGEN
FONDO RESERVADO
Figura 7 Instituto de Investigaciones Bibliográficas
Biblioteca Nacional Organigrama Estructural
COORDINACIÓN
DEPARTAMENTO DE ADQUISICIONES
DEPARTAMENTO DE SISTEMATIZACIÓN BIBLIOGRÁFICA
DEPARTAMENTO DE SERVICIOS DE INFORMACIÓN
SECCIÓN DE COMPRAS
SECCIÓN DE DEPÓSITO LEGAL
SECCIÓN DE DONACIÓN Y CANJE
SECCIÓN DE PRE-CATALOGACIÓN
SECCIÓN DE CATALOGACIÓN
SECCIÓN DE PREPARACIÓN FÍSICA
SECCIÓN DE COLECCIÓN GENERAL
SECCIÓN DE COLECCIONES ESPECIALES
FONDO RAFAEL H. VALLE
FONDO DE ORIGEN
OCTUBRE 1993
CATALOGACIÓN DESCRIPTIVA
CATALOGACIÓN POR MATERIA
MAPOTECA VIDEOTECA
TIFLOLOGÍA MATERIALES DIDÁCTICOS
FONDOS ESPECIALES
FONOTECA FONDO RESERVADO
ICONOTECA BIBLIOGRAFÍA CONSULTA
NOTAS 1 Benson, N.L., La historia de las bibliotecas en América Latina, Apuntes bibliotecológicos, 1971, núm 3, pp. 1-13. 2 Compliación de legislación universitaria de 1910 a 1976, México, UNAM, 1977, vol.2, pág. 739. 3 Ibid., p. 755. 4 Ibid., p. 772. 5 Ibid., p. 206. 6 Ibid., p. 776. 7 se constituyó el Patronato de las Bibliotecas Universitarias, Boletín de la Biblioteca Nacional, 1951, 2ª época, vol. 2, núm 3, pp. 3-4. 8 Acuerdo núm. 4 [que crea el Cosnejo de Bibliotecas y documentación de la universidad Nacional Autónoma de México], Gaceta UNAM, 1977, 3ª. Época, vol. 14, núm 37, p. 6. 9 Universidad Nacional Autónoma de México, Anuario general, México, Dirección General de
Publicaciones, 1964, p 205. 10 Universidad Nacional Autónoma de México, Secretaría General, Diagramas estructurales y
funciones de las dependencias universitarias, México, UNAM, 1967. 11 Universidad Nacional Autónoma de México, Secretaría General, Organización, México,
UNAM, 1970. 12 Roberts, W. D., What is Universal Bibliographic Control?, International Seminar on
Universal Bibliographic Control, Río de Jainero, marzo de 1993, pp 23-26. 13 International Conference on Cataloguing Principles, Paris, 1961. Report, London, IFLA,
1963. 14 Anderson, D., Universal Bibliographic Control: a long-term policy, a plan for action,
Munchen, Verlang Dokumentation, 1974.