01-pensamiento político post fundacional. marchart-2009

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  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    1/18

    Traduccin e OLIVERM RCH RT

    M ARTA D E L F I N

    L V R E Z

    El

    pensam iento poltico

    posfundacional

    L a

    d i ferencia pol ti ca en

    N a n c y

    Lefort

    B a d i o u

    y L a c l a n

    FONDO

    DE

    CULTUR A

    ECONM ICA

    MXICO ARGENTINA BRASIL COLOMBIA CHILE ESPAA

    ESTADOS

    UNIDOSDE

    AM RICA

    GUATEMALA

    PER

    VENEZUELA

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    2/18

    Primera edicin

    en

    ingls,2007

    Primera edicin enespaol,2009

    Marchart,Oliver

    El

    pensamiento

    poltico

    posfundacional:

    la

    diferencia

    poltica

    enNancy

    Lefort

    BadiouyLaclau.- la ed. -Buenos Aires:

    Fondo de Cultura Econmica,

    2009.

    257p.;21x14 cm.

    -

    (Sociologa)

    Traducido por Marta

    Delfina

    lvarez

    ISBN

    978-950-557-781-1

    1.TeorasPolticas.I.lvarez, Marta Delfina, trad.II.Ttulo

    CDD 320.1

    Armado e ilustracin de tapa: Juan Balaguer

    Ttulo original: Post-Foundational Political Thought .

    Political

    D i f fe r e n c e

    in

    Nancy

    Lefort Badiou an d Laclau

    ISBN de laedicin original:978 O74862498 O

    2007

    Edinburgh

    University Press

    D.R.

    2009,

    FONDO

    DECULTURA ECONMICA DE ARG ENTINA S.A.

    El Salvador 5665; 1414 Buenos Aires, Argentina

    [email protected]

    /

    www.fce.com.ar

    A v.

    PicachoAjusco227; 14200 Mxico D.F.

    ISBN:

    978-950-557-781-1

    Comentarios y sugerencias:

    [email protected].

    ar

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    o

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    sin autorizacin expresa de la editorial.

    I M P R E S O E N A R G E N T I N A P R I N T E D I N R G E N T I N

    Hecho

    el depsito que previene la ley 11.723

    NDICE

    Agradecimientos 11

    Introduccin Sobreelfundamento ausentede losocial 13

    I. Loscontornos del heideggerianismo deizquierda:

    e lposfundacionalismo y la contingencia necesaria

    1. Antifundacionalismo

    y

    posfundacionalismo

    25

    2.

    El

    giro

    cuasi

    trascendental

    28

    3.

    Heidegger.acontecimiento

    momen to

    l ibertad

    di-ferencia

    34

    4. La preguntafundante respecto

    de la diferencia ontolgica 40

    5. Lacontingencia 44

    6. Momento y constelacin 51

    II. La poltica y lo poltico:

    genealoga

    de una diferencia conceptual

    1. La paradoja

    poltica

    55

    2.

    Lo poltico

    asociativo:

    elrasgo arendtiano 59

    3.

    Lo polticodisociativo:e lrasgo schmittiano 63

    4.

    Neutralizacin, colonizacin y sublimacin

    de lopoltico 67

    5. La diferenciaconceptual:

    una

    visin

    diacrnica 73.

    6.

    La

    politizacin

    de los

    conceptos

    y el

    concepto

    de lo

    poltico

    78

    7.

    La crisis de lo social o por qu no es suficiente

    el nominalismo conceptual

    83

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    3/18

    EL

    PENSAMIENTOPOLTICO

    POSFUNDACIONAL

    III

    Retrazar ladiferencia poltica: Jean Luc Nan cy

    1. La filosofa y lo

    poltico:

    ladeconstruccinde lopoltico

    La retirada

    de lo

    poltico

    La

    politique

    y

    le

    politique

    Lacomunidad

    y la

    diferencia poltica

    El

    momento de lo poltico: el acontecimiento

    Elpeligrodel filosofismo y lanecesidad

    de una filosofaprimera

    2.

    3.

    4

    5.

    6

    87

    90

    94

    96

    103

    109

    IV El momento maquiaveliano reteorizado: Claude Lefort

    1.

    Pensamiento, filosofa, ciencia 117

    2

    La

    poltica

    y lo

    poltico

    121

    3. El

    conflictocomo fundamento:

    ladoble divisin de la sociedad 126

    4.

    Elmomentomaquiavelianosegn

    Lefort

    131

    5.

    Lo

    real como alteracin

    y lo

    imaginario

    como

    ocultacin 135

    6. La

    democracia como institucionalizacin

    ntica de ladivisin

    originaria

    140

    V El Estado y la poltica de la verdad: lain Badiou

    1. Contrala filosofapoltica

    como

    una filosofa de

    lo

    poltico

    147

    2

    La

    poltica

    de lo

    real

    154

    3.

    Una

    poltica

    de la

    verdad:

    igualdad

    y

    justicia

    162

    4. Lagraciade lacontingencia

    yel mal delfundacionalismo 167

    5. El

    peligro

    del eticismo 172

    VI Lo polticoy laimposibil idad de la

    sociedad:

    Ernesto Laclan

    1. La

    imposibilidad

    de la

    sociedad

    179

    2

    La

    sedimentacin

    social y el acontecimiento

    dereactivacin 184

    NDICE

    4

    5

    La

    poltica

    y lo

    poltico:

    una

    diferencia laclauiana 19

    Lateora del discurso como ontologa poltica 195

    El

    sptimo

    da de

    descanso 2

    VIL Fund ar el posfundacionalismo: una ontologa poltica

    1.

    Hacia una filosofa de lo poltico 203

    2.

    Posfundacionalismo

    y

    democracia

    206

    3.

    Losdesplazamientos polticosde la

    poltica

    210

    4.

    El

    pensamiento

    poltico

    como filosofa primera 214

    5. La

    diferencia

    poltica

    como diferenciapoltica

    223

    Bibliografa

    ndice de nombres y conceptos .

    233

    253

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    4/18

    INTRODUCCIN.

    SOBRE

    EL

    FUNDAMENTO

    AUSENTE

    DEL OSOCIAL

    La

    controversia acerca del concepto de lopol-

    tico

    es de

    na tura leza

    ms seriaque

    cualquier

    otra

    disputafamiliar entreparadigmas; se tra ta

    de la pertinencia o no

    pertinencia

    de la filosofa

    poltica

    para nuestros tiempos.

    A G N E S H E L L E R

    EL

    S I G U I E N T E E S T U D I O

    sobreelpensamiento poltico posfundacional

    discurre en torno a una curiosa diferencia, la cual ha cobrado cierta

    vigencia en el reciente pensamiento poltico continental y angloes-

    tadounidense: ladiferencia entre

    la

    poltica

    y lo

    poltico entre

    l a

    poli-

    tique

    y le

    polit ique en francs, o

    entre

    Politiky

    da s

    Politische

    en

    ale-

    mn. Como es biensabido,la nocin distintiva de lo poltico se

    desarroll

    primero

    en elmundo

    germanohablante,

    dondefue

    Cari

    Schmitt quien, celebrado por muchos y denostado por otros, pro-

    cur diferenciar lo poltico de otros dominios de lo social, incluido

    el dominio de la poltica en el sentido estricto del trmino (vase el

    captulo

    2). En

    2001,

    la

    nocin

    de lo

    poltico ,diferenciada expl-

    citamente de la poltica , incluso fue canonizada institucional-

    mente, cuando Fierre Rosanvallon

    se

    hizo cargo

    de la

    prestigiosa

    ctedrade

    Historia

    moderna ycontempornea de lopoltico en

    el

    Collge

    de

    France (vase Rosanvallon,2003).

    En el

    mundo ger-

    manohablante, los dosdiccionarios histricosmsimportantesto-

    man encuentaladiferencia entre

    Politik y das Politische

    (Sellin, 1978;

    *

    The Concept

    o f

    thePolitical Revisited ,

    e n

    DavidHeld

    cotnp.),

    Political

    Theory

    Today Cambridge,PolityPress, 1991,p .336.

    13

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    5/18

    14 EL PENSAMIENTOPOLTICO

    POSFUNDACIONAL

    Vollrath,1989),

    y en el

    mundo anglfono,

    la

    diferenciacin entre

    una nocinfuertede lo poltico y una nocin dbil de la poltica

    se ha

    convertido

    en el

    concepto matriz

    de

    aquellas reas

    de la

    teo-

    ra

    poltica angloestadounidense que son receptivas del pensa-

    miento continental (Beardsworth,1996;Dillon,1996;Stavrakakis,

    1999;

    Arditi

    y

    Valentine, 1999; Williams,2000).

    Aqu hemos optado por remitirnos, ante todo, a la Francia de

    posguerra, pues ello nos conduce a una constelacin tericaque,a

    faltade un nombremejor,podra describirse como heideggeria-

    nismo

    de la

    izquierda 1

    En la

    presente investigacin, esta idea

    no abarca al grupo de tericos que

    fueron

    discpulos directos de

    Heidegger-losheideggerianos de primera generacin , tales

    como Herbert Marcuse y HannahArendt-,sino ms bien a los

    tericos

    franceses,

    quienes,con laayudadeHeidegger, trataron

    de lograr dos cosas: primero, trascender el cientificismo y sus re-

    manentes en lo que fue el paradigma terico ms avanzado de la

    poca,

    el estructuralismo; y segundo, tomando en cuenta las du-

    dosas,

    si no

    despreciables, inclinaciones polticas

    de

    Heidegger,

    reelaborar y orientar su pensamiento en una direccin mspro-

    gresista.

    Lo que

    evolucion

    fue una

    versin izquierdista particu-

    lar

    no slo del

    postestructuralismo

    (un trmino que reduce la

    genealoga del heideggerianismo de izquierda al paradigma cien-

    tfico

    del

    estructuralismo) sino tambin

    del

    pos fundac ionalismo,

    si

    por

    ste comprendemos una constante interrogacin por las figu-

    ras metafsicas fundacionales, tales como la totalidad, la universa-

    lidad,

    la

    esencia

    y el

    fundamento.

    El

    posfundacionalismo, como

    mostraremos

    en el

    captulo

    1, no

    debe confundirse

    con el

    antfun-

    dacionalismo o con un vulgar posmodernismo del todo vale , hoy

    demod,dado

    que un

    enfoque posfundacional

    no

    intenta borrar

    por

    1L anocind eizquierda

    heideggeriana

    la

    gauche heideggrienne)

    proviene

    de

    Dominique Janicaud

    y de su

    monumental estudio sobre

    la

    recepcin

    del

    pensamiento

    de

    Heidegger

    en

    Francia

    (2001:

    291-300).

    La

    expresin heideg-

    gerianismo

    d e

    izquierda tambinfueutilizada,

    en un

    sentido

    m s

    crtico,

    po r

    RichardWolin(2001)para describirlaposicindeHerbert Marcuse

    frente

    a su

    maestro

    Heidegger.

    INTRODUCCIN

    15

    NU A_>L^

    completo esasfiguras delfundamento, sino debilitar suestatus

    ontolgico.

    2El debilitamiento ontolgico del fundamento nocon-

    duce

    al

    supuesto

    de la

    ausencia total

    de

    todos

    los

    fundamentos,

    pero s a suponer la imposibilidad de un fundamento

    l t imo,

    lo cual

    es algo enteramente distinto,pues implicalacreciente conciencia,

    por un lado, de la contingencia y, por el otro, de lo poltico como

    el

    momento

    de un fundar

    parcial

    y, en

    definitiva, siempre fallido.

    No debera sorprendernos si en la mayora de los miembros

    de la

    familia

    de la

    constelacin posfundacional, esto

    es, en las

    teoras bastante diversas de la izquierda heideggeriana, encontra-

    mos frmulas o figuras de la contingencia que pertenecen a lo que

    cabra

    denominar la tropologa posfundacional de la

    infundabi-

    dad.Encasi todosloscasos descubrimos,porejemplo,unanocin

    radicalizada del acontecimientocomo algo que uno encuentra y

    que no puede ser

    subsumido

    bajo

    la lgica del fundamento: en

    todo caso, elacontecimientodenota el momento dislocador ydis-

    ruptivoen el cual los fundamentos se derrumban. Lalibertady la

    historicidadse han de fundar ahora, justamente, sobre la premisa

    de la

    ausencia

    de un

    fundamento ltimo.

    El

    juego interminable

    entre el fundamento y el abismo sugiere tambin aceptar la nece-

    sidadde decisin(basada en la indecibilidad ontolgica) y ser

    conscientes de ladiv is in,la

    discordia

    y el antagonismo,pues cada

    decisin-dadoque nopuede sustentarse en unfundamento esta-

    ble ni

    tampoco

    ser

    tomada

    en el

    solitario vaco

    de la

    completa

    in-

    fundabidad-

    siempresever confrontadacondemandasy

    fuer-

    zas

    contrapuestas. Es evidente que estas figuras de la contingencia,

    cuyos orgenes

    se

    remontan

    a la

    obra

    de

    Heidegger, tienen impli-

    caciones completamente polticas; y uno de los objetivos de esta

    investigacin es sacar a la luz dichas implicaciones a fin de dar

    cuenta de un fundamento polticodel pensamiento posfunda-

    cional (vase el captulo7).

    2Paraunamaneradiferentedeabordar esta ontologa dbil en lateora

    poltica,

    y en

    particular

    con

    respecto

    a las

    obras

    de

    George

    Kateb,

    Charles

    Taylor,Judith

    Butler

    y William

    Connolly, vase

    White

    (2000).

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    6/18

    16 EL

    PENSA MIENTO POLTICO POSFUND

    ACINAL

    Sin

    embargo,

    no es mi propsito negardemodo alguno que,

    desdediferentes punto s de partida, es posible arri bar a conclusio-

    nes muy similares. El pragmatism o, por ejemplo, puede constituir

    el

    pun to de partida de una postura an tifundacionalista, tal como

    lo demuestra la obra de RichardRorty(cuy a filosofa

    postanal-

    tica

    pas por la experiencia de Heidegger y por el pensamiento

    continental; vase

    Rorty,

    1979, 1989).

    Y

    pensemos

    en el

    ejemplo,

    quizm s improbable,de un escepticismo conservadory de una

    posicin como la de Michael Oakeshott, que cabe describir como

    no

    fundac iona l i s ta

    y que

    puede ayudarnos

    a

    ilustrar

    la diferen-

    ci a

    entre una postura pos- o no fundacional, por un lado, y una

    postura antifundacionalista radical,por elotro.E lfamosodictum

    de Oakeshott,en elsentidode que en laactiv idad poltica los

    hombres navegan

    en un mar sin

    lmites

    y sin

    fo nd o :

    no hay

    puerto

    en

    donde refugiarse

    ni

    suelo para

    el

    anclaje,

    ni

    punto

    de

    part ida nidestino sealado (1991:60)est dirigido contra lo s

    intentos de

    fundar

    la poltica. Con este propsito, emp lea todo el

    arsenal de topoino funda cionalistas : el abismo sin fondo opera

    comofigura de un fundamento ausenteque no proporciona nin-

    gn punto de

    anclaje

    allende los lmites del mar. La poltica debe

    aceptar

    e l

    hecho

    de que es un

    proceso

    de final

    abierto

    que no

    tiene

    un principio claroni tampocoun fin o un destino determinados.

    Po r

    cuanto

    sefunda sobrel anada,es

    preciso llegar

    a un

    acuerdo,

    precisamente, con el abismo que constituye su fundam ento: Esa

    poltica

    esnurfr di eSchw indelfreie

    [solamente para quienes

    no pa-

    decen de vrtigo], lo que slo debera deprimir a quienes han per-

    didosu valor (1991: 60).No hay que olvidar,sin embargo, que

    Oakeshott

    no es un n ' fundacional ista,pues si

    bien

    el mar es

    ilimitadoe insondable, an est estructurado:en otras palabras,

    no es una tabula rasa,

    sino

    el

    terreno estructurado sobre

    el

    cual

    nos movemos

    donde encontramos tanto oportunidades como

    obst culos ( el mar es, a la vez, amigo y enem igo , 1991: 60). La

    act iv idad

    poltica -por infundableque sea- noaconteceen un

    vaco, sino

    que

    est siempre envuelta

    en

    capas sedimentadas

    de

    tradiciones, las

    cuales,

    por su

    parte,

    son flexibles,

    variables

    y

    care-

    INTRODUCCION 17

    ccn de fundam ento. En ningn punto encontramos un slido an-

    claje

    p ara nuestras actividades;

    sin

    embargo, ningn voluntarismo

    i desprende de ello, pues nun ca navegam os en un mar sin olas.

    Los

    heideggerianos de izquierdapueden llegar a diferentes

    Conclusiones,

    dado que,

    desde

    s u

    perspectiva,

    las

    tradiciones

    son

    principalmente

    estructuras plagadas

    de

    poder mediante

    la s

    cuales

    perpetan

    formas

    multifacticas

    de

    exclusin

    y

    subordinacin.

    Cabe

    concluir que de la ausencia de fun dam ento no se

    desprende

    ninguna

    consecuencia poltica necesaria (de otra manera, sera fac-

    tible

    fundar un a

    visin

    d el

    mundo poltica particular, algo

    que fue

    excluido

    e xhypothesi . Por

    consiguiente, elaborar

    un a

    versin expl-

    citamente

    izquierdista del pensamiento posfun dacional constituye

    una decisin polticap er se(vase

    el

    captulo

    7). Lo que

    distingue

    a

    los

    heideggerianos de izquierda de los conservadores escpticos

    como Oakeshott

    no es el

    hecho

    de que

    pertenezcan

    a la

    izquierda,

    sinoelhechode queconstruyensusteoras basndose engranm e-

    dida

    en el legado de Heidegger.

    Ello

    se

    pone

    de man ifiesto en el uso

    de las figuras de contingencia o infund abilidad ya mencionadas y

    que

    examinaremos

    en el

    captulo

    1,

    pero tambin

    en su

    empleo

    de

    la

    diferencia

    poltica:la diferencia

    entre

    lapoltica y lo

    poltico .

    Entonces,cmo se construye esta diferencia y qu rol desempea

    en el pensamiento social y poltico posfun dacional?

    Sibien la

    diferen ciacin terica entre

    la

    poltica

    y lopol-

    tico acontece por prim era vez en el pensam iento poltico alemn

    con Cari

    Schmitt, la costumbre de establecer una

    diferencia

    entre

    ambos conceptos comenz en el pensamiento

    francs

    ya en 1957,

    co n

    la publicacin del ensayo de Paul

    Ricceur

    La paradoja

    pol-

    tica

    (vase captulo

    2) ;

    luego con dujo

    a la

    obra

    de

    Jean-Luc Nancy

    y

    Philippe Lacoue-L abarthe (vase captulo

    3), la

    cual motiv

    a su

    vez

    a otros pensadores como Claude Lefort (vase captulo 4) y

    Alain

    B adiou (vase captulo

    5) areformular su s

    propias teoras

    en

    funcin

    de la diferencia poltica. En dichas teoras hay, por cierto,

    un a serie

    de

    usos

    de la

    nocin

    de lo

    poltico -sea como racionali-

    dad lgica o especfica, como

    esfera

    pblica o como acontecimiento

    qu e

    escapa por completo a la significacin-, los cuales se ensam-

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    7/18

    18 ELPENSAMIENTO POLTICO POSFUNDACIONAL

    blan no por un marco conceptual global, sino por la relacin ,

    compartida

    por

    todos,

    con un

    fundamento ausente.

    En

    cuanto

    fi-

    guras

    de la

    contingencia,

    se

    acercan

    a lo que el

    primer Heidegger

    denomin conceptos formalmente indicadores ( formal anzei-

    gende Begriffe , 1983:428-431):

    al

    girar

    en

    torno

    al

    abismo

    de la

    contingencia y la infundabilidad, proporcionan un terreno tro-

    polglco para indicar formalmente que no pueden ser repre-

    sentadosenf o rmadirecta.Uno de losobjetivosdenuestra inves-

    tigacin consiste en cartografiardicho terreno, o, ms bien, las

    constelaciones tericas que encuadran la nocin de lo poltico en

    su

    diferencia

    con la poltica. Desde nuestra perspectiva, sin em-

    bargo,

    no basta con

    enumerar,

    nominalsticamente, los diversos

    usos

    de la

    nocin

    de lo

    poltico.

    Y

    aqu

    es

    dondecomienza

    lo que

    llamo

    la pregunta fundante

    3

    del pensamiento posfundacional:

    no slo debemos describir el desarrollo del concepto de lo poltico;

    tambin tenemos que interrogar la diferenciacin misma entre ste

    y la

    poltica

    (y

    entre

    la

    poltica

    y lo social). Por qu la

    poltica,

    comoconcepto nico, demuestra

    ser

    insuficiente

    en un

    cierto punto

    y,

    por lotanto,esmenester suplementariaco notro trmino?

    En

    miopinin,la

    diferencia poltica

    es el

    resultado

    de un

    pro-

    blema o una parlisis de la teora poltica y social convencional.

    En

    loconcernientea lainnovacin conceptualde lopolticoy, en

    particular,

    a la

    diferencia entre

    e l

    nuevo concepto

    de lo

    poltico

    y el

    concepto tradicionalde lapoltica,la

    diferencia

    poltica parecein-

    dicarla crisis del paradigma

    fundacionalista

    (representado cient-

    ficamente por especies tan diversas como el determinismo econ-

    mico,

    elconductismo,elpositivismo,elsociologismo,etc.).Lo que

    surgien las fisuras delfundacionalismofue elnuevo horizonte

    3Establezco una diferencia -paceHeidegger (1994)-entre la preguntarecto-

    ra , referida a la nocin de lopoltico(la pregunta que caracteriza a la mayora

    de lasteoras

    analizadas,

    desde

    SchmitthastaRicoeur

    en

    adelante)

    y la

    pregunta

    fundante , referidaa lanaturaleza mismade ladiferencia entre polticay lopol-

    ticoc o m o diferencia.

    Sin

    embargo,debeadvertirse

    que la

    transicin

    de la

    pregunta

    rectora a lapreguntafundante no es una empresa gradual, sino que requiere lo

    que Heidegger llama un

    sal to ,

    vale decir, la instanciacin de otro comienzo .

    INTRODUCCIN

    19

    delpensamiento posfundacional,

    a

    travs

    del

    cual

    se

    hizo posible

    cordar con la experiencia de lo queLefortllama la disolucinde

    losmarcadores de certeza y con la imposibilidad de postular,

    para

    las teoras (fundacionalistas), un marcador de certeza espec-

    fico como fundamento positivo de lo social. Con respecto a la teo-

    ra

    poltica vigente, nuestra investigacin procura corroborar la

    tesis de que la diferencia conceptual entre la poltica y lo poltico,

    como diferencia, asume

    el rol de un

    indicador

    o

    sntoma

    de l

    funda-

    mentoausentede lasociedad. En

    c u an to

    diferencia, stan o pre-

    Hentasino

    una

    escisin paradigmtica

    en la

    idea tradicional

    de

    poltica,donde es preciso introducir un nuevo trmino (lo pol-

    tico)a fin de sealar la dimensin ontolgica de la sociedad, la

    dimensin

    de la

    institucin

    de la

    sociedad,

    en

    tanto

    que

    pol-

    t ica se mantuvo como el trmino para designar las prcticas

    nticas de la poltica convencional (los intentos plurales, parti-

    culares

    y, en

    ltima instancia,fallidos

    de

    fundar

    la

    sociedad).

    As, para las teoras posfundacionalistas, donde se emplea di-

    ch a

    diferencia, sta adquiereelestatusde una diferencia fundante

    que

    debe

    ser

    concebida como negatividad,

    y en

    virtud

    de la

    cual

    se

    Impidela

    clausura

    de lo

    social

    (en el

    sentido

    de

    sociedad)

    y la po-

    sibilidad de volverse idntico a s mismo.Paraindicar esta im-

    posibilidad de clausura final, el antiguo concepto de la poltica

    se

    divide internamente entre

    la

    poltica

    eo

    ipso(ciertasformas

    de

    nccin,

    el subsistema

    poltico,

    etc.) y algo que siempre escapa a

    todo

    intento de domesticacin poltica o social: lo poltico. Lo que

    llegaa

    obstaculizar

    el

    acceso

    al

    momento puro

    de lo

    poltico

    (no

    mediadopor los desplazamientos estratgicos de la poltica o por

    las

    sedimentaciones sociales)es, noobstante,l anaturaleza diferen-

    cial

    de la

    diferencia poltica,

    la

    cual conlleva

    la

    constante posterga-

    r an

    de

    cualquier estabilizacin,

    obiendel

    lado

    de la

    poltica

    o

    bien

    del lado de lo poltico.Vistadesdela perspectiva de otra tra-

    yector iaterica, tambin cabra explicar la

    diferencia

    poltica, en

    u nsentido spinoziano lacaniano, como el indicador de una causa

    nusente

    o estructural (una causa perdida ) que slo est presente

    ensusefectos:algo

    cuya

    existencia es preciso dar por sentada

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    8/18

    20

    EL PENSAMIENTO POLTICO

    P O S F U N D A C I O N A L

    INTRODUCCIN

    21

    debido

    a las fallas y

    brechas dentro

    de la

    significacinpoltica

    y

    social.

    Al

    igual

    que en el

    pensamiento

    filosfico,

    donde slo

    po-

    demos

    infer ir la diferencia onto-ontolgica

    partiendo

    de la in-

    completud de lo

    ntico,

    en el

    discurso

    de la

    teora poltica nica-

    mente podemos

    infer ir

    la diferencia

    poltico-poltica

    -y, por lo

    tanto,

    lo

    poltico" como

    el

    momentocuyaplena actualizacin

    siempre se pospone aunque siempre se logra

    parcialmente-

    partiendo

    de la

    imposibilidad

    de la

    sociedad,

    lo que

    equivale

    a la

    imposibilidad deproporcionarunadefinicinltimade lapoltica.

    Considerada

    desde

    este ngulo, es evidente que la distincin

    entre lapolticay lopolticosecorrespondecon lo que en

    filosofa

    se

    denomina diferenciaontolgica.

    Esta

    alusin

    a ladiferencia on -

    tolgica no es

    casual, pues dice algoacerca

    del

    estatus

    de

    esas teo-

    ras.L oque las une es el

    hecho

    de

    verse obligadas

    a

    abandonar

    el

    mbito

    confortable de l

    positivismo,

    el

    conductismo,

    e l

    economi-

    cismo, etc.,y adesarrollarun adistincin cuasi trascendentalqu e

    no es

    perceptible desde

    la

    esfera

    de la

    ciencia sinodesde

    la

    esfera

    de la filosofa. Podramos decir que

    -desde

    la posicin de un ob-

    servador

    de la filosofa- la

    diferenciaontolgica

    se

    despliega como

    una incompatibilidad radical, como una brecha insalvable entre

    conceptos tales comolosocial,lapoltica

    [poli t ics] ,

    la

    forma

    de go-

    bierno [po ly] ,

    la

    determinacin

    d e

    normas

    y

    objetivosgenerales

    p o l i c y

    y lapolica

    [plice]

    por un lado,y lopoltico

    [the polit ical]

    en

    cuanto acontecimiento

    o

    antagonismo radical,

    por el

    otro.

    El

    problema reside, por cierto, en que la diferencia poltica no puede

    ser descripta por instrumentos empricos. Por consiguiente, no

    puedeser un

    objeto

    de la

    ciencia poltica,sino slo

    "el

    objeto"

    de

    una teora poltica que se atreva a tomar un punto de vista filos-

    fico sin por ello incurrir en un filosofismo no poltico. Este tipo de

    *

    Elinglscuenta con tres sustantivos que se corresponden con el trmino

    "poltica". Esquemticamente, definiremossussignificadosde lasiguientema-

    nera:po l i t i c sse refiereal proceso de lucha por obtener el poder einfluiren el

    desarrollo

    de las

    actividades

    del

    gobierno; po l i t yhace referencia

    al

    concepto

    de

    fo rmade gobierno, al marco institucional, y

    po l i c y

    designa las estrategias y pla-

    nes de accin del gobierno para resolver o mitigar los problemas. [N. de la T.]

    punto filosfico de observacin se caracteriza, precisamente,

    po rsu capacidaddediferenciarsec onrespectoalestatus mismo

    la

    indecibilidad

    (su

    estatus

    o

    condicin cuasi trascendental,

    Contrapuesto a lasdecisiones "empricas" tomadasencontextos

    particulares),

    vale decir,

    a l

    estatus

    nec e sa r io

    de la

    contingencia.

    A

    Inversa, debemos aceptar que, detrs

    de los

    parecidos

    de

    fami-

    1Udel

    heideggerianismo

    de

    izquierda,

    no hay un

    principio

    unifi-

    Odor

    o subyacente; antes bien, hay una falta(la ausencia de un

    fundamento

    ltimo de la sociedad) que genera distintas versiones

    de la diferencia

    poltica

    y crea lanecesidadde trazar, en primer

    trmino,

    una lnea divisoria entre lapolticay lopoltico.E n la

    mayorade los casos, si no en todos, observamos la necesidad de

    dem arca rla

    propia posicin vis-a-v is

    una

    interpretacin mera-

    mentepositivista, sociologista, empiricista, historicista o economi-

    clnta

    de la

    ciencia poltica.

    Conviene sealar

    que la

    aparicin

    de la

    diferencia ontolgica

    n el pensamiento poltico es mucho menos espectacular de lo

    qu eparece a primera vista, tan pronto como nos damos cuenta

    de quedefinelaestructuradecasi todaslasteoras posfundacio-

    nalistas

    y, en

    especial,

    de las de

    procedencia

    heideggeriana.Ni

    bienaceptamos que la sociedad no puede ni podr nunca basarse

    n un

    fundamento,

    una

    esencia

    o un

    centro slido, precisamente

    P a imposibilidad

    de

    fundamento adquiere

    un rol que

    deberamos

    l lamar

    (cuasi) trascendental respecto de los intentos particulares

    de fundar lasociedad.Po rtanto, lanocin de fundamentose es-

    i 'lnde,

    por un

    lado,

    en un

    fundamento puramente negativo

    (la im-

    posibilidad de un sustrato final) y, por el otro, en laposibilidadde

    fundamentos

    contingentes", para usar una expresin acuada por

    l u d i t hButler (1992), esto

    es, una

    pluralidad

    de

    movimientos hege-

    mnicos

    quetratandefundarlasociedadsin serenteramenteca-

    piu'cs

    d e

    hacerlo. Toda fundacin ser,

    en

    consecuencia,

    un a

    fun-

    il tU'inparcial dentro de un campo de intentos fundacionales

    cont rapuestos .A la luz de nuestra condicin posfundacional es

    punible

    explicar entonces

    por qu lo que en filosofa se

    denomina

    n

    diferencia

    ontolgicase

    refleja

    conceptualmenteen elmbitode

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    9/18

    22

    EL PENSAMIENTO

    POLTICO POSFUND

    ACINAL

    INTRODUCCIN

    23

    lateora poltica actualbajolaformade ladiferencia entreelcon-

    cepto de la poltica y el concepto de lo poltico, lo que nodejade

    serunhecho peculiar.

    Deah que lo diferente de los predicados conferidos a lo pol-

    tico

    portericostandiversoscomoSchmitt,Ricoeur,Wolin,Mouffe,

    Nancy,

    Badiou,Rancire, entre otros,sea denaturaleza secunda-

    ria si se lo

    compara

    con lo que

    comparten estos pensadores:

    la

    necesidad

    de dividir

    la

    nocin

    de la

    poltica

    desde

    dentro y,

    como

    ya

    dijimos,

    hacerlo de una manera por completo

    diferente

    de las dis-

    tinciones meramente nticas comolas que seestablecen, por

    ejemplo,entre la poltica, la determinacin de normas y objetivos

    generales y la

    forma

    de gobierno). Al escindir la poltica desde

    dentroselibera algo esencial.Por unaparte,lapolticaen elnivel

    ntico continasiendounrgimen discursivo especfico,unsis-

    temasocialparticular, una cierta

    forma

    de accin; mientras que,

    por

    otra

    parte,lopoltico asumeen elnivel ontolgicoel rol dealgo

    que es de una naturaleza totalmente distinta: elprincipiode auto-

    noma

    poltica,o elmomentodeinstitucinde lasociedad.Encuanto

    diferenciada

    de la

    poltica,

    la

    nocin

    de lo

    poltico

    no

    puede inte-

    grarse

    en las

    diferencias sociales,

    la

    repeticin,

    la

    tradicin,

    la se-

    dimentacin o la burocracia. Lo poltico, al igual que otras figuras

    dela contingencia y lainfundabilidadtales como el acontecimiento,

    elantagonismo,laverdad,lorealo la

    libertad,

    mora,por as de-

    cirlo, en el

    no-fundamento

    de la sociedad, el cual se hace sentir en

    el juego diferencial de la diferencia poltica. Pero el fundamento

    de

    la

    sociedad

    no

    est meramente ausente. (Re-)aparece

    y

    est

    suplementado por el momento que podemos llamar, haciendo re-

    ferenciaal momento maquiaveliano de J. G. A.Pocock (1975),el

    momento de lo poltico

    Ensuma, lo que ocurre dentro del momento de lo poltico, y

    lo quepuede considerarsela lgica subyacente de laobrade

    muchos tericos posfundacionales polticos, es el siguiente movi-

    miento de doble pliegue. Por un lado, lo poltico, en tanto momento

    instituyente de la sociedad, opera comofundamento suplementa-

    rio

    paraladimensin

    infundable

    de lasociedad; pero,por elotro,

    fundamento

    suplementario se retira en el momento mismo

    Aque instituye lo social. Como resultado deello,la sociedad

    lltmpreestar

    en

    busca

    de un

    fundamento ltimo, aunque

    lo

    mximoquepuede lograres un

    fundar

    efmeroycontingentepor

    mtdio

    de lapoltica (unapluralidaddefundamentos parciales).

    t t

    es la manera en que debe comprenderse el carcter

    di-feren-

    eUl

    de la diferencia poltica: lo poltico (localizado, por decirlo as,

    n

    el lado ontolgico delSer-como-fundamento)nunca ser capaz

    dvestartotalmente a la altura de su funcin en cuanto Funda-

    mento, y, sinembargo, tienequeactualizarse

    bajo

    la

    forma

    de una

    polticasiempre concreta que, necesariamente,

    no

    entrega

    lo que

    h

    prometido. Perolapolticay lopoltico,elmomentode fundar

    y

    elmomentode laactualizacinde ese

    fundamento,

    no seencon-

    trarn

    nunca

    debido

    al abismo insalvable de la diferencia entre

    ambostrminos,lacualno es, en smisma, sinolasignaturade

    nuestra

    condicinposfundacional.

    Este libro est dedicado a la interrogacinacercade ese mo-

    mentomaquiaveliano de lo poltico y a la constelacin concep-

    tualdentro de la cual lo poltico surge justo en el corazn de los

    conceptos

    tradicionales de la poltica y lo social. No obstante, en

    unasegundaetapa, el libro persigue un objetivo ms ambicioso:

    determinarel

    e s tatus

    terico o filosfico de un pensamiento pol-

    ticoque no vacila en comprometerse plenamente con todas las

    consecuencias derivadas de la invencin de la diferencia pol-

    tica.

    En

    esta

    etapa

    inicial

    delargumento

    slo

    podemos indicar

    nuestra

    sospecha de que ninguno de los posfundacionalistas pol-

    ticosanalizados en el presente volumen son conscientes deestas

    consecuencias

    radicales.Sibienalgunos deellos -Badiou,por

    i'li-mplo-asignan a la diferencia poltica slo una parte

    especfica

    de

    su

    arquitectura terica

    (en

    Badiou,

    la

    poltica

    no es

    sino

    uno de

    cuatro

    procedimientos de verdad , incluidos el amor , el arte

    y

    la ciencia ), otros tiendenasubestimarlasimplicaciones radi-

    rtk-s queconllevaelempleode la diferenciapoltica. Puesuna vez

    |ue

    se da por

    sentado

    que lo

    poltico acta como

    el

    suplemento

    (undante

    de

    todas

    las

    relaciones sociales,

    ya no

    ser posible limitar

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    10/18

    24

    EL PENSAMIENTOPOLTICOPOSFUNDACIONAL

    susefectos-e incluso losefectosde su

    ausencia-

    al campo tradi-

    cionalde lapoltica. Todaslasdimensionesde lasociedad(ytam-

    binlas

    esferas

    del"amor",el"arte"y la"ciencia") sern someti-

    das,enconsecuencia,aljuego constantedel

    fundar

    /desfundartal

    como

    escaptado conceptualmentepor ladiferenciapoltica.

    Si

    coincidimos

    en este punto, entonces es preciso expandir

    considerablemente el rea de intercambio del pensamiento pol-

    tico posfundacional, no slo para incluir todo el campo de lo so-

    cialy de lasrelacionessocialescomosu"dominioobjeta ",sino

    tambin para reclamar unestatusde primaca

    frente

    a las dems

    disciplinas. Dado que la ontologa poltica implcita en la diferen-

    ciaontolgica se interesa por las condiciones cuasi trascendenta-

    les delfundar/desfundar de toda entidad social (y toda entidad,

    enestesentido,es social), entonces ya no puede tener el estatus

    de una ontologa regional. Se convertir, pues, en una ontologa

    general, que, dadas nuestras premisas posfundacionales, ser

    acosada, necesariamente, por el espectro de su propia imposibili-

    dad final, de la

    imposibilidad

    de lo que

    tradicionalmente

    se de-

    nomina una filosofaprimera". No obstante, esa imposibilidad

    ltima de una filosofa primera, en el sentido de un discurso fun-

    dacional,

    no nos

    exime

    de la

    tarea

    dereflexionarfilosficamente

    sobre

    la dimensin misma del

    fundar,

    aun cuando ninguna filo-

    sofaencontrniencontrar nuncaunfundamento ltimo.Y, sin

    embargo,

    algo

    del

    orden

    de una filosofa

    primera sobrevive

    en la

    exigenciade nuestra condicin posfundacional; una condicin en

    lacualno seabandonalabsquedadefundamentos (comoen el

    caso

    de un antifundacionalismopoco sofisticado), sinoque se la

    acepta

    como

    una

    empresa imposible

    y a la vez

    indispensable.

    Es

    dentro

    del

    contexto

    de esa

    reflexinsobre

    la

    dimensinfundante/

    desfundante

    de toda entidad social donde el pensamiento pol-

    tico

    posfundacional

    se

    despliega.

    \LOS

    CONTORNOS

    DE LHEIDEGGERIANISMO

    DEIZQUIERDA:

    EL

    POSFUNDACIONALISMO

    Y

    LACONTINGENCIA

    NECESARIA

    La

    disolucindel

    mito

    defundacinnodisuelve

    elfantasmade supropiaausencia.

    E R N E S T O

    L A C L A U

    1 .

    A N T I F U N D A C I O N A L I S M O

    Y

    P O S FU N D A C I O N

    A L I S M O

    En

    este captulo,

    mi

    propsito

    estratarde dar

    solidez

    a

    nuestra

    tesis

    principal-segnla cual ladiferenciapoltica debe enten-

    derse

    como

    una

    diferencia

    que

    apunta sintomticamente

    a los

    tambaleantesfundamentosdel

    fundacionalismo-, analizando

    sus

    elementos

    paso por paso y comenzando con una descripcin de

    lanocin mismadeposfundacionalismoy delargumento cuasi

    trascendentaldel que procede el pensamiento posfundacional.

    Examinaremosentonces las racesheideggerianasdel posfunda-

    donalismo

    (en

    torno

    a los

    cuatro conceptos

    de

    acontecimiento,

    momento,libertady

    diferencia),

    lo que nos

    permitir percibir

    mejor

    lassimilitudesexistentes entre los

    heideggerianos

    de iz-

    quierdaexaminados en los captulos 3 a 6. Luego mostrar que la

    diferenciaontolgica, implcita

    en la

    nocin radical

    de

    contingen-

    cia,se

    halla

    en el

    "ncleo" (negativo)

    del

    pensamiento

    posfunda-

    c'lonalvigente.

    "Politics

    and

    theLimits

    of

    Modernitiy",

    en

    Andrew Ross (comp.), Univer-

    A l a nd on? ,

    Minneapolis,

    University

    o f

    Minneapolis Press, 1989,

    p. 81

    [trad.

    w t p .

    1

    .

    "Poltica

    y los

    lmites

    de la

    modernidad",

    en

    Debates pol t icos contempor-

    i l r t i s ,

    Mxico,

    EdicionesP y V,1996].

    25

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    11/18

    26

    EL

    PENSAMIENTO POLTICO POSFUNDACIONAL

    El

    trmino fundacionalismo puede utilizarsepara definir

    -desdeel punto de vista de la teora social y

    poltica-

    aquellas teo-

    ras que suponen que la sociedad y /o la poltica se basan en

    principiosque 1) soninnegables einmunes arevisin, y 2)estn

    localizados fuera de la

    sociedad

    y de la

    poltica (Herzog, 1985:

    20).

    En la

    mayora

    de los

    casos

    de

    fundacionalismo poltico

    y so-

    cial,

    lo que se busca es un principio que funde la poltica desde

    fuera. Apartird eeste fundamento trascendente sederiva, segn

    se

    afirma,

    el

    funcionamiento

    de la

    poltica.

    Si

    pensamos

    en el de-

    terminismo econmico, por ejemplo, ste proporciona un conjunto

    de principios (las leyes econmicas) que se presenta como la

    esenciade lapoltica(de lo que lapoltica realmente es) y,ade-

    ms, localiza dicho fundamento(la base econmica)fuerao ms

    all

    del

    mbito inmediato

    de la

    poltica,

    la

    cual

    se

    convierte enton-

    ces en un asunto meramente superestructural .

    Esta

    brevereflexinsobre

    el

    fundacionalismo modernopuede

    suministrarnos el punto de partida para desarrollar algunos de los

    criterios

    de lo que cabra denominar legtimamente una constela-

    cinposfundacional.

    Para hacerlo, sin embargo, se precisa un argu-

    mento mucho

    ms

    complicado

    que

    simplemente invertir

    el

    funda-

    cionalismo en un

    antifundacionalismo.

    Con

    frecuencia

    se dice que

    el

    problemaen eldebate fundacionalista resideen lamanera dua-

    lista de

    formularlo,

    pues se lo ha planteado en los trminos fun-

    dacionales

    fuertes

    de una

    eleccin entre

    un

    fundamento ltimo

    y

    ningn fundamento en absoluto (la tesis del nico o ninguno)

    (Fairlamb,

    1994:12

    y

    13).

    Y, de

    hecho,

    en la

    medida

    en que la

    visin

    antifundacionalista

    se

    basa

    en la

    negacin

    o en la

    oposicin res-

    pecto

    de lavisin fundacionalista, obviamente compartenelmismo

    horizonte. La conclusin que debe inferirse de ello, sin embargo,

    noes la

    nica utilizada

    por losfundacionalistas

    para lanzar

    su

    pro-

    verbialataque contra

    e l

    antifundacionalismo.

    De

    acuerdo

    con los

    primeros,

    l os

    antifundacionalistas necesariamente tienen

    que va-

    l r s

    del fundacionalismo

    para desarrollar

    el

    antifundacionalismo;

    .idi-ms, al

    invalidartodos

    lo s

    fundamentos, estn

    erigiendo,en

    rigor,u nnue vofundam ento final, unasuertede antifundamento .

    LOS CONTORNOS

    DEL HEIDEGG ERIANISMO. ..

    27

    o r

    lotanto, deberan aceptarque es finalmenteimposible superar

    1 fundacionalismo.

    Una

    crtica semejante podra

    ser

    vlida

    en

    cuanto

    a las formas

    mu ytoscas del antifundacionalismo, aunque sospecho que repre-

    Mflta, encierta medida, un a caricatura inclusode losantifunda- ^

    Clonalismos

    realmente existentes (como el de Feyerabend), para \o hablar

    delantifundacionalismo y del posmodernismo desempean, de

    Un

    modo bastante conveniente, el papel del ogro, aunque cada

    v z

    son menos los tericos que adhieren a esas opiniones. Por

    Consiguiente,uno no

    puede sino sospechar

    que el

    encuadre

    de la

    discusin entrminos dualistas

    -donde

    losantifundacionalistas

    meramente niegan o invierten las premisas fundacionalistas- es

    parte

    de la estrategia de los fundacionalistas ms que de los pos-

    (undacionalistas.Se ha

    subrayado

    que en el

    debate terico

    el r-

    tu lonegativo anti

    se

    asignadesde

    el

    punto

    de

    vista

    del

    funda-

    ]

    clonalismo, lo cual implica que el terreno del debate privilegia, /

    mediante

    un

    acto poltico,

    elsenti o

    atribuido

    al

    fundamento

    que/

    einvocaen eltrmino primariode ladicotoma (Doucet,1999J

    293

    y294). Encuadrareldebateencursoenfuncinde ladivisin

    entre

    fundacionalismo

    y

    antifundacionalismo favorece

    al funda-

    cionalismo

    y, por

    tanto,

    es

    sustentada

    e

    implementada

    por los

    fundacionalistas.

    Si

    bien

    esta evaluacin del debate fundacionalismo /

    antifun-

    dacionalismo es ciertamente correcta, estlejosde ser exhaustiva.

    l'ues es preciso preguntar dedndeproviene el poder del funda-

    cionalismo

    para enmarcar

    el

    debate segn

    sus

    propios trminos,

    colocndose en una posicin privilegiada y denunciando todo lo

    dems como derivado de l o como un parsito suyo. La estrate-

    g iafundacionalista parece

    funcionarpor una

    sola razn:

    su

    para-

    digma

    es, de hecho y en gran medida, hegemnico. Su predomi-

    nio

    le permite formularla discusin en sus propios trminos.

    Inversamente, para polemizar coh

    e l

    fundacionalismo,

    el

    cmffun-

    dacionalismo debe necesariamente ingresar en territorio funda-

    cionalista, aunque afirme

    que se

    encuentra totalmente fuera

    de

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    12/18

    28

    EL PENSAMIENTO POLTICO POSFUNDACIONAL

    eseparadigma. Perosilanzarun ataque antifundacionalista con-

    tra el fundacionalismo parece dar ventaja a la posicin de ste l-

    timo como trmino primero,eincluso fortalecerlo, quopciones

    nos

    quedan?

    x

    2 . E L

    G I R O C U A S I T R A S C E N D E N T A L

    respuesta

    -cuys^orgenespueden

    remitirse a Heidegger, tal

    como

    veremos-es, desde

    luego,

    la

    siguiente:

    en

    lugar

    de un

    ata-

    que f rontal al

    fundacionalismo

    o

    metafsica ,

    lo que

    debera

    in-

    tentarse

    es la

    subversin

    del

    terreno mismo donde opera

    el

    funda-

    cionalismo,

    es

    decir,

    no

    negar sino subvertir

    sus

    premisas. (Pues

    si

    no esposible salir completamentededicho discursodebidoa su

    estatus hegemnico, sesigue entoncesque undiscursono

    funda-

    cionalista tendrqueoperar siempre,encierta medida,enterreno

    fundacionalista.)

    Esadeconstruccindelfundacionalismoesalgo totalmentedi-

    ferente

    de su mera inversin. En consecuencia, el ataque fundacio-

    nalista estndar

    al posfundacionalismo

    (malinterpretado como

    an-

    tifundacionalismo)

    dista

    de dar en el

    blanco. Para Gayatri Spivak,

    por ejemplo, la deconstruccin ni siquiera es

    no

    fundacionalista, y

    menosan

    antifundacionalista.

    Antes bien,encuanto unreiterado

    concentrarlaatencinen laconstruccinde losfundamentos que

    se presuponen evidentes desuyo , ofrece una crtica permanente-

    mente repetida

    del

    universal tico-poltico europeo (1992:153).

    JudithButler haceuna observacin similaren elsentido de

    que laideade losfundamentosesalgode lo que nopodemosli-

    brarnos fcilmente.

    En

    todo caso,

    el

    terico debera dirigir

    su

    aten-

    cin

    a

    aquello

    que

    excluya

    o forcluya la

    instauracin

    de

    funda-

    mentos. Segn Butler:

    Lacuestin

    no

    reside

    en

    suprimir

    losfundamentos o

    incluso

    en

    defender un a

    posicin denominada

    antifundacionalismo: am-

    ba s

    posiciones

    son

    diferentes versiones

    de l

    fundacionalismo

    y

    LO SCONTORNOSDE L HEIDEGGERIANISMO...

    -~~ ~

    29

    LOS

    C U N

    iw iv i i ^ ^

    de la

    problemticaescptica

    qu e

    ste engendra.

    La

    tarea con-

    siste, msbien,en interrogar qu

    autoriza

    y qu excluye o f o r -

    cluye,

    p rec isamente , el

    movimiento terico

    qu e

    establece

    los

    fundamentos

    (1992:

    7).

    \a

    nocin de fu

    un

    marco alternativo del debate podra describirse

    mejor

    como un

    debilitamiento ontolgicodelestatusdefundamentoque no los su-

    pr ime

    por completo.Poresta razn,lo quellega denominarse

    posfundacionalismo no debera confundirse con antifundaciona-

    lismo.

    1

    Lo quedistingueelprimerodelsegundoes que no supone

    laausencia de cualquierfundamento; lo que ssuponees la ausen-

    cia

    deunfundamento

    l t imo,

    dado que solamente sobre la base de

    esa

    ausencia

    los

    fundamentos

    (en

    plural)

    son

    posibles.

    El

    problema

    so

    plantea entonces

    no enfuncin de la falta de

    fundamentos

    (la

    lgica

    del

    todo

    o

    nada) sino

    en

    funcin

    de

    fundamentos

    contingen-

    f i ' S .As

    pues,

    el

    posfundacionalismo

    no se

    detiene tras haber

    su-

    puesto

    la

    ausencia

    de un

    fundamento

    final, y por eso no se

    con-

    vierteenunnihilismo,existencialismo opluralismo antifundacional,

    todolo

    cual presupone

    la

    ausencia

    de cualquier

    fundamento

    y

    tiene

    po r

    consecuencia

    una

    libertad absoluta

    y sinsentidoo una

    autono-

    ma

    total. Tampoco

    se

    convierte

    en una

    suerte

    depluralismo

    pos-

    moderno donde todaslasmeta-narrativasse handesvanecido en

    i l

    aire,

    pues

    lo que todava se acepta en el posfundacionalismo es la

    necesidad

    d e algunos

    fundamentos.

    Como resultado

    de

    ello,

    lo que se

    vuelve problemtico

    no es

    la

    existencia de fundamentos (en plural), sino su estatus

    ontol-

    gico,que se considera ahora necesariamente contingente. En este

    anlisis,el

    cambio

    que se

    produce

    al

    pasar

    de los

    fundamentos

    realmente

    existentes a suestatus-esdecira sucondicinde po-

    Aqu debera aclararseque el

    prefijo

    pos- enposfundacionalismo no se

    r t ' l

    ii-re

    al

    momento ltimo

    de una

    secuencia temporal, sino que,

    al

    mostrar

    la

    dis-

    l i i n c t a tanto

    de l

    fundacionalismo

    como

    d el

    antifundacionalismo, sirve

    d e

    indica-

    dor de su problemtica relacin dicotmica. Para unanlisisde los

    postismos

    vt Mse

    tambinDerrida

    (1990).

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    13/18

    EL PENSAMIENTO

    POLTICO POSFUNDACIONAL

    poltico.

    En Francia,ocurriunacontecimiento similar slo des-

    pusde laSegunda Guerra Mundial,y en elmundo angloestadou-

    nidense-sidejamosdeladoelcaso especialdeHannah

    Arendt-

    fu e

    incluso

    m s

    tarde,

    y

    principalmente

    a

    travs

    de la

    recepcin

    del postestructuralismo francs, cuando se teoriz un concepto

    anlogo

    de lo

    poltico como

    acontecimiento.

    Cabe

    observar entonces que, como regla general, en elpensa-

    miento poltico britnico

    y

    angloparlante,

    una

    nocin radical

    de lo

    poltico

    [the political]

    -localizada

    en un

    nivel ontolgico

    po r

    com-

    pleto diferenteal de lapoltica [politics], de la forma degobierno

    [polity], de la

    determinacin

    d e

    normas

    y

    objetivos[ p o l i c i e s ]

    y

    otros

    vocablossemejantes-aparece con posterioridad al pensamiento

    poltico continental.

    E l

    proceso

    de

    radicalizacin

    de la

    nocin vul-

    gar de

    polticasufri

    un

    cambio

    a

    partir

    de los

    debates alemanes

    realizados

    en los

    primeros aos

    d el

    siglo

    xx

    hasta

    los de la

    Francia

    de la segunda posguerra, y nicamente en los ltimos aos el pen-

    samiento francsse introdujo en los debates angloestadouniden-

    ses -la excepcin a la regla es, de nuevo, la pensadora continen-

    tal Hannah Arendt y susepgonos-(Palonen, 1999a). Una de las

    razones

    de ese

    desarrollo

    tan

    desigual-aparte

    de las

    diferentes

    inclinaciones

    filosficas de las

    respectivas culturas

    de esapoca-

    reside, para Palonen, en el hecho de que

    la

    discusin

    britnica

    s e

    relaciona

    con la prctica

    diaria

    de lo po-

    ltico-performativo

    [politicking],

    en

    tanto

    que el

    debate

    alemn

    y,

    parcialmente,

    e l francs de lasegunda posguerraserefieren ms

    bien a lapoliticizacin,a l a

    apertura

    de un

    espacio

    de

    juego

    S p i e l -

    raume paralopoltico-performativo [ p o l i t i c k i n g ] fuera de lopol-

    tico

    normal

    [ p o l i t y ]

    1999a).

    Dicho

    de otra manera, la discusin britnica se mantuvo, en gran

    parte, dentro

    de los

    lmites

    de una

    idea

    de

    poltica entendida como

    un a

    actividad restringida

    al

    campo

    de lo

    poltico.

    A l a

    inversa,

    un a

    visin de este tipo descarta efectivamente la posibilidad de desa-

    rrollarun anocin m sradicalde lopoltico (sea como

    dimensin

    LA POLTICAY L OPOLTICO

    83

    permanente global detoda vida social,s eacomo elmomento o

    acontecimiento

    e

    funda r /de sfunda r

    la

    sociedad como tal).

    7. LA

    CRISIS

    DE LO

    SOCIAL

    O POR QU NO ES

    SUFICIENTE

    EL NOMINALISMO CONCEPTUAL

    Cul fue el

    acontecimiento inmediato

    qu e

    provoc,

    finalmente, la

    acuacind el

    concepto puro

    de lo

    poltico, primero

    en

    Alemania

    y

    luego

    en

    Francia?

    L a

    pregunta parece exigir

    una

    respuesta bastante

    especulativa,

    si

    bien Palonen propone

    al

    menos

    un

    posible enfoque

    de l

    problema remitindose

    a una

    observacin

    de

    Hannah Arendt:

    E n

    Alemania, la dcada de

    1920 tiene mucho

    en

    comn

    con las

    dcadas de1940y1950en Francia.Lo queocurrienAlemania

    trasl aPrimera Guerra Mundial fue larupturade unatradicin

    -una ruptura

    qu e

    tuvo

    que ser

    reconocida

    comoun

    hecho consu-

    mado, una realidadpoltica,unpuntode noretorno-;y lo mismo

    sucedien

    Francia

    25 aos ms

    tarde

    Palonen,

    1989: 82).

    Vistodesdeestengulo,fue laconstelacinde lacrisislo queestable-

    ci

    un

    cierto paralelo

    en el

    campo intelectual entre

    la

    Alemania

    de la

    primera posguerray laFrancia posteriora laSegunda Guerra Mun-

    dial.

    L a

    crisis cobr

    la

    forma

    de un

    quiebre

    de la

    tradicin,

    de una

    dislocacin

    de los

    sedimentos

    de lo

    social.

    En

    suma:

    era

    preciso lle-

    gar a un

    acuerdo

    con la

    experiencia

    de la

    contingencia

    y con la

    natu-

    raleza

    sinfundamentode lasociedad, unacuerdoq ueserva como

    trasfondo de la realidad para una

    reconceptualizacin

    de lapol-

    tica

    entendida como lopoltico ,y esto se produce al final de un

    desarrolloconceptualq uecomenzcon elSattelzeit deKoselleck.

    Desde luego,

    af irmar

    que la filosofapolticaes unfenmeno

    de la crisis no constituye unatesisnueva. Para Sheldon

    Wolin,

    la

    mayora de los grandes enunciados de la filosofa poltica se han

    formulado

    en tiempos de crisis; vale decir, cuando los fenmenos

    polticos estn, de hecho, menos integrados en lasformasinstitucio-

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    14/18

    84

    EL PENSAMIENTOPOLTICO

    POSFUNDACIONAL

    nales" (1960:8). Sin embargo, la hiptesis de que la innovacin con-

    ceptual est desencadenada por lacrisis socialyrelacionadacon

    ellase vuelve realmente plausible si suponernos que"unacrisis"

    no es sino el resultado de una creciente no-correspondencia entre

    un viejoparadigma conceptual y su cambiante contexto institucio-

    nal o social (donde paradigmas contrahegemnicos contrapuestos

    procuran

    ocuparellugardel

    viejo

    paradigma). Desde este punto

    de vista, la innovacin conceptual acontece con el teln defondode

    un a crisis paradigmtica,enrespuestaa ladecreciente capacidad

    delviejoparadigma para proporcionar un modelo u horizonte de

    inteligibilidad/plausibilidad en una nueva situacin. De esa ma-

    nera, la innovacin conceptual de "lopoltico"y, en particular, la

    diferencia

    entre

    el

    concepto nuevo

    de lo

    poltico

    y el

    concepto con-

    vencional de la poltica apuntan, tal comosostenemos,a la crisis

    del paradigma fundacionalista (representado por tendencias tan

    diversas como

    eldeterminismo

    econmico,

    elconductismo,el

    posi-

    tivismo,e lsociologismo). Esteparadigma lleg a rearticularse in-

    ternamente cuando lasteorasfundacionales se vieron obligadas a

    enfrentarse a la imposibilidad de proponer "marcadores de cer-

    teza"

    incontestables como

    un

    fundamento positivo

    de lo

    social.

    En

    lo

    relativo

    a la

    teora polticareciente, propusimos

    la

    hiptesis

    de

    que ladiferencia conceptual entrelapolticay lopoltico asumeel

    rol de un

    indicador

    o

    "sntoma"

    del

    fundamento ausente

    de la so-

    ciedad. Esta diferencia no representa sino una escisinen la idea

    tradicional de poltica, en la cual fue preciso introducir un nuevo

    trmino a fin de indicar la dimensin

    "ontolgica",

    la dimensin de

    institucin/destitucin

    de la sociedad, en tanto que "la poltica" se

    mantuvo como un trmino referidoa las prcticas

    "nticas"

    de la

    poltica convencional: lo particular y, por ltimo, los siempre in-

    fructuososintentos

    de

    fundamentar

    la

    sociedad.

    Por consiguiente, al trmino del proceso de politizacin con-

    ceptual,segnlodescriben Kosellecky la escuelade la B e g r i f f s g e s

    chichte no

    slo ciertos conceptos pasaron

    a ser"polticos"

    (tempo-

    ralizados, democratizados,historizados),

    sino

    que las

    races

    polticas de todos los conceptos se hicieron visibles. Al final de la

    LA POLTICAY LOPOLTICO

    politizacin de los conceptos se halla, pues, el concepto de lo pol-

    tico.Lo que

    ocurri junto

    con la

    politizacin

    de los

    conceptos

    fue la

    dislocacin del horizonte fundacionalista. Ahora bien, cuando el

    cambio de horizonte vuelve al punto de partida, o sea, despus de

    un proceso de continua autonomizacin, lo poltico mismo (lo pol-

    ticocomo aquello que no puede serconfinadodentro de los lmites

    del mbito de la poltica) se convierte en un nuevo horizonte. Perci-

    bimos entonces

    la

    constitucin misma

    de la

    sociedad

    y de lo

    social

    a

    travs del espejo poltico.

    Po resta razn,una investigacin

    histrico

    concep tual de lcon-

    cepto de lo poltico no debe abordar suobjetomediante un

    enfo-

    que puramente nominalista, dado que la lgica de la

    "conceptua-

    lizacin"

    o del "lenguaje" mismo no puede separarse de la poltica.

    Tras

    el cambio de horizonte, nos encontramos dentro un horizonte

    poltico, y, en consecuencia, es menester ser conscientes de que no

    slo

    e l

    discurso poltico sino

    el

    l enguaje como

    ta l

    funcionan polti-

    camente.J. G. A.Pocockloexpresmejorquenadie cuando,en

    una formulacinverdaderamente quismica, concibe "la poltica

    misma

    como un sistema de lenguaje y el lenguaje como un sis-

    tema poltico" (1973: 28). Anlogamente, JamesFarr

    af irma

    que

    una

    teora poltica

    del

    cambio conceptual

    "debe

    tomar, como

    punto de partida, la constitucin poltica del lenguaje y la consti-

    tucin lingstica de lapoltica".Elloimplica que

    suspremisas debenreconocerque los actores, alactuarpoltica-

    mente,

    hacen cosas pormotivosestratgicosypartidistasen y a

    travs del

    lenguaje;

    y quepueden

    hacer

    esas cosasporqueen el

    lenguaje

    losconceptos constituyen,parcialmente,creencias,ac-

    ciones

    y prcticaspolticas.En

    consecuencia,

    el cambio

    poltico

    y

    el cambio conceptualdeben entenderse

    como

    unproceso com-

    plejoe

    interrelacionado

    (1989:32).

    Cul

    es la

    implicacin

    de

    todo esto?

    No es

    evidente

    que la

    inven-

    cin de un concepto

    "puro"

    de lo poltico se basa en el proceso hist-

    rico de lapolitizacinde conceptos? Enotras palabras,la

    temporal -

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    15/18

    86

    EL

    PENSAMIENTO

    POLTICO

    POSFUNDACIONA L

    ^iviy^1A_JU-NAL

    zacin de los

    conceptos

    no

    v a

    de la

    mano

    de la

    creciente conciencia

    de lainfundabilidad y delacontingencia?Y si,eventualmente,

    llega-

    mos apensaren ladiferencia entrelapolticay lopolticocomo d i f e

    rencia temporal),

    vale

    decir,comou n procesode oscilaciny dislocacin

    qu e

    torna imposible cualquierfundamento

    estatice,

    entonces,

    no es esa

    diferencia

    slo otra manera

    de

    indicar

    y

    pensar

    la

    contingencia?

    Si

    elloesas,si ladiferenciaessolamente otra forma (paradjica)de

    hablar

    acerca

    de lafalta de

    fundamento sobre

    la que nos

    apoyamos,

    entonces

    la

    consecuencia sera nuestra imposibilidad

    de

    abordar

    el

    concepto

    de lo

    poltico

    de un

    modo puramente nominalista

    (locual

    simplemente sera

    ant i

    y

    no posfundacional), asaber,

    como

    un

    con-

    cepto entre

    los

    muchos

    que se

    encuentran dentro

    de la

    familia

    de

    palabrasderivadas depol is .No se trata de un objeto-oconcepto-en-

    tre

    otros que debe ser analizado; antes bien, es el nombre mismo del

    horizonte deconstitucinde cualquier

    objeto,

    incluidalaconstitu-

    cin

    de nuestra propia posicin en cuanto historiadores conceptuales

    o

    tericos polticos.

    L a

    diferencia

    de la

    poltica vis-ct-vis

    lo

    poltico

    debe interpretarse, por lotanto, como un signo de la temporalizacin

    qu emantiene abiertos

    y

    posibilita los procesos de politizacin

    que,

    de otro modo-estoes, en una sociedad que se imagina sustentada

    por unfundamento

    firme

    y

    estable-,

    nopodran concebirse. Estadi -

    ferencia radical,que es

    slo

    e l

    sntoma conceptual

    de la

    dislocacin

    temporal implcita en el proceso infijable defundar/desfundar, no

    debe confundirse con

    el

    nivel de las diferencias

    corrientes

    u

    ond-

    eas

    entre conceptos

    y

    por tanto, no es visible para un nominalista a

    ultranza.

    6Retomaremos

    el

    tema

    en el

    captulo

    7; en los

    siguientes

    captulos analizar la constelacinposheideggerianadel

    posfunda-

    cionalismopoltico,cuyos puntos clave se indican por medio de los

    nombrespropios:

    Nancy,

    L efort,

    B adiou y

    Laclau.

    6E notras palabras,unaversin puramente nominalistade lahistoriacon-

    ceptual nopuededarcuentade la

    diferencia

    radical entre

    lapoltica

    y lopolti-

    co.Au ncuando estas teoras nominalistas

    afirman

    ser antifundacionalistas, no

    pueden garantizar la

    infundabilidad

    de losocial, dadoque no esfactible,para

    unateora nominalista,atribuiru nestatus cuasi trascendentalal fundamento

    ausente (para

    un

    nominalista slo hay,

    ex

    hypothesi,

    el

    nivel

    de lo nrico).

    III.

    RETRAZAR

    L A DIFERE NCIAPOLTICA:

    JEAN-LUC

    NANCY

    LA FILOSOFAY LOPOLTICO:

    L A

    DECONSTRUCCIND E L O POLTICO

    Toda

    indagacin

    en el

    posfundacionalismo social

    y en la

    diferen-

    ciaconceptual entre

    la

    poltica

    y lo

    poltico tendr

    que

    tomar

    en

    cuentael trabajopresentado yelaboradoen elCentro parala In-

    vestigacin Filosfica

    de lo

    Poltico entre

    1980 y1984. E l

    Centro,

    fundado

    po r

    Philippe Lacoue-Labarthe

    y

    Jean-Luc Nancy,

    se

    con-

    virti en el lugar donde, hasta el momento, se ha llevado a cabo la

    ms

    intensa

    e

    influyente reelaboracin

    de la

    nocin

    de lo

    poltico

    o de ladiferencia entrelapolticay lopoltico. L amaneraen que

    Claude Lefort

    y Alain

    Badiou,

    por

    ejemplo, encuadraron

    suspro-

    pias versiones

    de la

    diferencia poltica

    (a

    menudo

    en

    contraposi-

    cin

    con la

    versin

    de

    Nancy

    yL acoue-Labarthe)s e

    halla, cierta-

    mente, influidapor los debates realizados en el Centro. Mediante

    el

    enfoque comparativo que empleamos en los siguientes cap-

    tulos, ser posible adquirir una comprensin ms amplia de la

    formaen que la diferencia poltica se despliega dentro de un

    con-

    junto diverso pero relacionado

    de

    abordajes tericos

    que

    parten

    del postestructuralismo o del heideggerianismo deizquierda .

    Estos

    enfoquesson,de una u otra manera, teorasde la contin-

    gencia . Comparten

    u na

    nocinfuerte

    de l

    acontecimiento;

    adjudi-

    can

    un papel capital a la divisin y al antagonismo; todos niegan,

    por

    cierto,

    la

    posibilidad

    de un

    fundamento ltimo

    de lo

    social

    y,

    sin

    embargo, estn fundados

    en sus

    propias variantes

    de lo

    qu epodramos llamarladiferencia qntolgica.L ostericos anali-

    zadosenstey en losrestantes captulos representan,por as de-

    cirlo,

    a

    ciertos clanes

    del

    heideggerianismo

    de

    izquierda,

    y

    ello

    87

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    16/18

    206 EL

    PENSAMIENTOPOLTICOPOSFUNDACIONAL

    pleo comn

    de la

    diferenciapoltica, estos tericos compartenu n , i

    larga

    serie

    de

    presupuestosconcernientes

    a la

    contingencia,

    el

    con-

    flictoyla naturaleza acontecimental de lopoltico,pero tambin

    existen disimilitudesydesacuerdos entre ellosen lorelativoa las

    conclusiones que

    pueden

    inferirse de la retirada del

    fundamento.

    En

    lo que resta de esta investigacin, me centrar en un par de dese-

    mejanzas

    dentro

    de la

    izquierda

    heideggeriana.Y, lo que tal vez

    sea de mayor importancia, tratar de sealar lo que est implcita

    y

    polticamente en juego en una postura posfundacional en pol-

    tica.Terminar por delinear algunas de las consecuencias filosfi-

    cas que, a mientender,deben extraerse de nuestro anlisis de la

    diferencia

    poltica. Dichas consecuencias, ya indicadas en los cap-

    tulosprevios, conciernen principalmente al estatus terico mismo

    del pensamiento poltico posfundacional con respecto a otras

    reas de

    pensamiento.

    Se argumentar a

    favor

    del papel (parad-

    jico)de laontologapoltica posfundacional como lo que una vez

    se llam

    primera

    filosofa , y de la diferencia poltica como el

    fundamento cuasi trascendentalde lo

    social

    y de la

    sociedad.

    2. POSFUNDACIONALISMO YDEMOCRACIA

    Talcomo Ernesto

    Laclau nos

    recuerda, algunos

    de los

    intereses

    polticos

    involucrados;Sfi unenfoqueposfundacional de la pol-

    tica

    fundado

    en la

    disolucin

    de los

    mitos fundacionales mis-

    mos consisten en una ampliacin del espacio de la politizacin,

    incluida

    la

    politizacin emancipadora.Este debilitamiento

    del

    fun-

    damentopuedeconducir a lacreciente^ceptacinde la contin-

    gencia

    y la

    historicidad

    del

    ser,

    la

    cual tiene, potencialmente,

    un

    efectoliberador.

    Aun

    cuando

    se

    conceda

    que

    este mismo proceso

    1 f

    puede resultar en un estado de angustia paralizante o en una acti-

    tud

    escptica conservadora, Laclau, por otro lado,tiendea hacer

    hincapien que los seres humanos comenzarn a verse cada vez

    m s

    como los autores exclusivos de su mundo . Los individuos

    t e n d e r na considerar que su destino es inevitable si suponen que

    FUNDAR

    E L POSFUNDACIONALISMO

    207

    Dios

    o la

    naturaleza

    han

    hecho

    el

    mundo

    tal

    cual

    es.

    Pero

    si se

    juzgaque el mundo es el resultado de los discursosy vocabula-

    rios contingentes que lo constituyen (1996a: 122), la gente quiz

    tolere

    su destino con menos paciencia y empiece a desarrollar una

    actitud

    ms

    poltica hacia

    la

    construccin

    de

    nuevos, aunque

    siempre slo contingentes, fundamentos.

    i,

    Sin

    embargo, antes de asimilar con demasiada rapidez la politi-

    zacin

    emancipadora

    a la

    politizacin

    tout

    court ,

    conviene hacer

    una pausa. Lo que

    Laclau

    enuncia en la cita anterior son las condi-

    ciones histricas de posibilidad de una poltica emancipadora. Es

    evidente, cuando se observan los desarrollos polticos actuales, que

    dichas condiciones

    no

    conducen necesariamente

    a ladifusinde las

    demandas emancipadoras o a la construccin de unahegemona

    emancipadora.

    Y si

    esta ltima

    no es el

    resultado lgico

    de la

    politi-

    zacin, entonces deberamos proceder con cautela y no saltar con

    demasiadafaci l idad

    a

    conclusiones tocantes

    a la

    naturaleza eman-

    cipadora o democrtica de una postura posfundacional en el pensa-

    mientopoltico.Si tomamos en serio la nocin de

    diferencia

    poltico

    ontolgica, deberamos reconocer

    que

    nunca seremos capaces

    de

    obtener un fundamento ontolgico que

    f u n d e

    o determine una

    poltica ntica particular (sea o no emancipadora),puesello sera,

    en s mismo, claramente contradictorio. Y, como ya he mencio-

    nado en la introduccin, es posible imaginar un escepticismo pos-

    fundacional conservador que no sea forzosamente democrtico o

    emancipador. Por

    consiguiente,

    si

    derivar

    una

    poltica particular

    a

    partir

    de una

    postura posfundacional sera

    un

    claro o sequitur,

    en-

    tonces el nico argumento poltico que en aparienciapuedehacerse

    partiendode ladiferenciapolticaes unargumento o sequitur.

    Es

    ste realmente

    el

    caso?

    Si

    ninguna poltica particularpuede

    derivarse lgicamente de una postura posfundacional, esto im-

    plica

    que

    nada

    puede derivarse? Pienso que no, porque lo que una

    postura posfundacional

    sz dice es que

    todo intento

    de

    f u n d a r

    fraca-

    sar

    en ltima instancia. Comprender esto tiene, de hecho, implica-

    cionespara nuestra ideadedemocracia, dadoquestase define

    como

    u n

    rgimen

    qu e

    busca, precisamente,

    llegara un

    acuerdo

    con el

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    17/18

  • 8/11/2019 01-Pensamiento Poltico Post Fundacional. Marchart-2009

    18/18

    21 0

    EL PENSAMIENTOPOLTICOPOSFUNDACIONAL

    blece un

    lazo asociativo mediante

    la

    deliberacin libre

    y

    pblica

    sin rastro alguno de violencia. Lo que cabe atestiguar en ambos

    casoses lamisma tendencia haciaun apriorismo emancipador.

    Repito:

    tal

    apriorismo

    es un

    clarononsequitur

    si

    tomamos

    en

    serioladiferencia ontolgica entrelapolticay lopoltico. Aquello

    que labrecha entrelonticoy loontolgico, entrelapolticay lo

    poltico indica

    es,precisamente,la

    imposibilidad

    defundaruna po-

    ltica

    ntica particular dentro del mbito ontolgico de lo poltico,

    aunque siempre deber articularse

    en el

    espacio abierto

    por el

    juego

    de la

    diferencia poltica.

    Tal

    articulacin podra conducir

    a las ms

    diversas direcciones polticas, y, por lo tanto, no se puede garanti-

    zar de antemano ningn resultado emancipador o democrtico. Si

    ello es as, cmo explicar entonces por qu los tericos ms

    sofisti-

    cados recurren

    al

    argumentonon

    sequiturdel

    apriorismo emancipa-

    dor?

    Admito

    que la

    razn podra encontrarse

    no

    tanto

    en una ex-

    presinde

    deseos

    comoen lasecreta subsuncinde lopolticoenlo

    tico

    cuyo ejemplo extremo

    es la

    obra

    de

    Badiou. Contrariamente

    a

    lo

    que suele considerarse el principal peligro del posfundaciona-

    lismo

    poltico,

    su

    dficitnormativo,

    es

    esteet icismo

    el que se

    detecta

    con msfrecuenciaen elpensamientoposfundacional. Elresultado

    de ello,

    ejemplificado

    en nuestro captulo sobre

    Badiou,

    es un des-

    plazamiento tico de la poltica.

    3. LOS

    DESPLAZAMIENTOSPOLTICOS

    DE LA

    POLTICA

    E l

    atajotico entre

    lo

    poltico

    y una

    poltica emancipadora

    es una

    manera, aunque no la nica, de desplazar las implicaciones radi-

    cales

    de la

    diferencia poltica. Aparte

    del

    atajonormativo

    y

    tico,

    Chantal

    Mouf fe

    (1993)

    y

    Bonnie Honig

    (1993)han

    percibido

    un

    desplazamiento

    de la

    poltica

    -es

    decir,

    de la

    lucha

    y el

    con-

    flicto- alojurdicoo loadm inis trativoen las

    tendencias liberales,

    comunitarias

    y, a

    veces, republicanas

    del

    pensamiento poltico.

    Es

    indudable que, tradicionalmente, la teora poltica se ha mostrado

    bastante hostil hacia suobjetomismo: la poltica. Por lo general, el

    FUNDAR ELPOSFUNDACIONALISMO

    pensamiento poltico,

    desde

    Platn

    a

    Rawls

    y a

    Habermas,

    se

    ocupadel

    establecimiento

    o la

    legitimacin

    de un

    buen

    orden ,

    que,

    finalmente,

    volvera irrelevante cualquier

    formade

    contesta-

    cin y de

    conflicto.Jacques Rancire (1999)

    ha

    proporcionado

    una

    sistematizacin

    de lo que

    podra llamarse

    \asfiguras

    el desplaza-

    mientode la poltica dentro del pensamiento poltico. En

    pa r t i cu-

    lar menciona tres

    fo rmasde la

    abolicin poltica

    de la

    poltica,

    llamadas por Rancire archipoltica , parapoltica y metapol-

    tica ,y corregidas por Zizek (1999a) con los conceptos de ultra-

    poltica y

    pospoltica

    (esta ltima derivada de lo que Rancire

    denomina posdemocracia ).

    Permtanme traducir las figuras de desplazamiento de Ran-

    cire a

    nuestro propio lxico

    de la

    diferencia poltica.

    En la archipo-

    ltica el aspecto ontolgico de lo poltico asume el papel de f undar

    el aspecto ntico de la poltica, eliminando as el juego de la

    dife-

    rencia

    poltica

    y

    fusionando

    lo

    social

    con la

    totalidad sustancial

    de

    la

    comunidad (lo que Nancy denominara

    comunin

    o poltica

    del inmanentismo ).

    Cada poltica tiene

    su anclaje

    dentro

    del r jc

    de lopoltico, cuya verdad -laesencia armoniosade unacomu-

    nidad buena ojusta-ser determinada por el filsofo. En la

    parapo-

    ltica el

    aspecto ontolgico

    de lo

    poltico,

    entendido

    como

    la

    ins-

    tancia

    instituyente/destituyente

    de

    antagonismo,

    se

    elimina

    al

    dispersarse en el doblete ntico de la poltica,segnel cual

    sta

    asume

    el

    papel gubernamental

    de

    polica

    o

    control

    [policing].

    Esta

    vez

    lo que se

    dispersa

    es lo poltico dentro de una poltica node

    conflicto,

    sino de competicin. Se podra sospechar que elmodelo

    secreto de la despolitizacin parapoltica de hoy es el mercado,

    dondelos antagonistas se convierten en competidores

    econmicos.

    E nvirtud

    de

    esta transformacin parapoltica,

    el

    juego entre

    la po-

    lticay lo

    polticopuededomesticarse

    y se

    torna gobernable.

    En 1

    metapolt ica la

    versin simtrica

    de la

    archipoltica,

    el aspecto

    n

    tico de la

    poltica

    no se

    funda

    en lo

    ontolgico, sino

    que es i n k - r

    pretado como una falsaapariencia de estructuras sociales ms pro

    fundas. Enotras palabras,lapolticanoexpresao

    representa

    un,

    verdad suprahistrica

    de lo

    poltico

    o de la

    comunidad;

    msbici