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MullersaragonesasMarzo 2007. Nº 2

Mujeres ydemocracia,un largo camino

hacia la Igualdad

¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuandolas mujeres den señales de vida por la República seles concederá como premio el derecho a votar? ¿Esque no han luchado las mujeres por la República?[...] ¿No refluye sobre ellas toda la consecuencia dela legislación que se elabora aquí para los dos sexos,pero sólamente dirigida y matizada por uno?¿Cómo puede decirse que la mujer no ha luchadoy que necesita una época, largos años deRepública, para demostrar su capacidad? [...]

Si afirmáis que la mujer no influye para nada enla vida política del hombre, estáis -fijaos bien- afir-mando su personalidad, afirmando laresistencia a acatarlos. ¿Y es en nom-bre de esa personalidad, que convuestra repulsa reconocéis y de-claráis, por lo que cerráis las puertasa la mujer en materia electoral? ¿Esque tenéis derecho a hacer eso? No;tenéis el derecho que os ha dado laley, la ley que hicisteis vosotros, perono tenéis el derecho natural funda-mental, que se basa en el respeto a

todo ser humano. [...]No olvidéis que no sois hijosde varón tan sólo, sino que se reúne en vosotros elproducto de los dos sexos. [...]aunque no queráis ysi por acaso admitís la incapacidad femenina,votáis con la mitad de vuestro ser incapaz. [...]

No dejéis a la mujer que, si es regresiva, pienseque su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéisa la mujer que piense, si es avanzada, que suesperanza de igualdad está en el comunismo. Nocometáis, señores diputados, ese error político degravísimas consecuencias. [...]No tendréis nuncabastante tiempo para llorar al dejar al margen de

la República a la mujer, que represen-ta una fuerza joven; que ha sido sim-patía y apoyo para los hombres queestaban en las cárceles; que ha sufri-do en muchos casos como vosotrosmismos, y que está anhelante,aplicándose a sí misma la frase deHumboldt de que la única manera demadurarse para el ejercicio de lalibertad y de hacerla accesible atodos es caminar dentro de ella.

Extracto del discurso de ClaraCampoamor en

defensa del derecho de las

mujeres a votar en las elecciones

Mujeres y democraciaFue en los procesos de cambio de los regímenes autoritarios a los democráticos, donde la mujer encontró

el contexto adecuado para la elaboración de estrategias, que tuvieran en cuenta el concepto de génerodentro del desarrollo de los derechos ciudadanos. Desde su aparición en la Ilustración, hasta hoy, losmovimientos feministas han cuestionado la formulación de estos procesos, demandando para las mujeresderechos civiles, políticos y sociales, que como sujetos de derechos individuales se les negaba. Se hablabade derechos del "hombre", de ciudadanos y no de ciudadanas

Es cierto que en la sociedad actual, la incorporación de las mujeres en los ámbitos de la vida social, cultu-ral y política, se considera un eficaz motor de progreso. Sin embargo, y a pesar de las legislaciones y normaslegales siguen existiendo barreras que impiden que las mujeres puedan ejercer realmente el derecho al poder,obligándonos a "medirnos" con los hombres, sin que podamos compararnos a nosotras mismas, por la falta de

experiencia histórica. Aunque hay grandes ejemplos de la partici-pación de las mujeres en la vida pública, esto sigue perteneciendoa las mujeres militantes, quedando la gran mayoría fuera de estosámbitos.

No es posible cambiar este sistema mientras no cambien las rela-ciones hombre-mujer en cuanto a la división del trabajo, quedan-do para nosotras el ámbito privado y con él la imposibilidad derepartir nuestro tiempo y recursos para acceder al poder plena-mente. Debemos, como movimiento, lograr coordinar a todasaquellas mujeres que se quedan fuera de estos procesos, para quetambién se escuche su voz, siendo un reto cuyo objetivo sea cam-biar las relaciones de poder en toda la sociedad.

A principios del siglo XX, Virginia Woolf invitaba a la inteligenciafemenina a "buscar nuevas palabras y crear métodos nuevos".Busquemos pues nuevas palabras como ciudadanas, ejerciendocomo tal, con plena autonomía y creando métodos para la for-mulación de nuevas políticas, en las que todos y cada uno de losindividuos tengamos los mismos derechos y libertades, por encimade cualquier diferencia.

La defensa del voto femenino

Mullers Aragonesas 2

Estaba cansada. Hacía muchotiempo que se sentía cansada.Llevaba varios días dando vueltasy más vueltas a lo que no teníavuelta atrás. Quizá lo único seguroes que él volvería a ganarle lapartida. Podía leerlo en sus ojos.Cada vez lo veía másclaro. Poco importabanlos resultados de su últi-mo análisis, ni laspalabras de ánimo deDon Julián, el geriatraque pasaba consultaen la residencia dondeella vivía. De nuevo sudestino, parapetadotras el pequeño espejode aumento, estabafrente a ella, observán-dola en silencio.

Y, al mirarse, aprecióun rostro que no legustaba. No le gusta-ban: sus arrugas, ni susojos tristes y apagados,ni el rictus de su boca,ni su expresión inexpre-siva. Contuvo uninstante la respiración,clavó las uñas en lapalma de sus manos,recordando aquellahumillación:

"Me voy, no estoyenamorado de ti".

Y le entraron ganasde gritar; más, inmedia-tamente, pensó en suJuan: “Lo de su Juan había sidoharina de otro costal. Ella lo habíaengendrado con amor, llevadoen su vientre, criado a sus pechos,y aunque por ello había perdidosu honra, y sus hechuras de mujer,fue por lo único que mereció lapena seguir”.

Le parecía oír a los vecinos quedecían: “Ha sido horrible… unaexplosión en la fábrica de pirotec-nia. ¿No es ahí dónde trabaja elhijo de la señora Antonia…?”

Era, ahora, su primer viaje por laliteratura. Sentada ante su propia

fracaso, como el escritor queintuye que su novela nunca lle-gará a ser el libro del año, y bajoel peso de los días, muy despacio:la cabeza inclinada sobre lamesa, los ojos clavados en la luzque se empequeñecía, y un lla-

mativo bolígrafo, entre sus dedos,deformes, y agarrotados por laartrosis, comenzó a trasladar,flotando, su silencio. Y así, conver-tido en palabra expuesta alpapel, dictó su epitafio:

"Yo, una mujer, parida a la vidaen años de guerra, despreciada eignorada por haber nacido hem-bra, relegada de la igualdad y lacultura por la sociedad domi-nadora y machista que me tocóvivir, y olvidada para la historia, fuila que no hubiera querido ser:pálido fantasma entre las dosEspañas, llanto furtivo, poesía sin

verso, voz sin palabra, sol morteci-no, luna humillada. Laberintodonde se pierden los deseos.

Yo, una mujer, que no fui la quehubiera querido, fuera del tiempoya, permanezco aquí, en esta

lejanía que me cerca.Vestida y maquilladade muerte, comenzaréa vivir de nuevo, y olvi-daré para siemprequien era antes.

A partir de ahora,separaré en dosmitades mis recuerdos,y esconderé mi otro yobajo la llave de lossueños. Inauditasrespuestas en nuevosamaneceres me acari-cian. Y diálogos sus-pendidos, como lluviade arena, se esparcenpor la nada. Macizosde flores, sin tierra niagua, adornan miinfinito. Y paseos haciaextraños encuentrosme empujan y me ele-van sobre espacios sinprofetas ni dioses.

Vida y destino, vio-lencia y guerra, aban-donados y enterradosbajo losa negra.Emprendo en solitarioel camino de mi cita”.

Sin profetas ni dioses

Julia Gallego Pérez: Escritora. Nací un 19 deDiciembre de 1945, en El Burgo de Ebro, peroel mismo día de mi primer cumpleaños, paséa vivir en Pina de Ebro, mi pueblo. Porqueaquí he vivido, practicamente, toda mi vida:me he casado y han nacido mis tres hijos, y,así lo siento, en realidad soy una Pinera. Elgusanillo literario lo sentí desde mis primerosaños, aunque, hasta el año 2004, a través delas primeras jornadas literarias que se cele-braron aquí, en Pina. No me decidí a plas-mar en cuartillas, todo lo que llevo dentro. Enel año 2005 participé por primera vez en elprimer Certamen Literario, Jardiel Poncela,de la Comarca Ribera Baja del Ebro, cele-brado en Quinto. Tuve suerte, siendo laganadora del citado certamen, con mi rela-to: Almas partidas.

Fotografía: Álvaro Margalé


Para Teresa su vida comenzó cuando ella teníaonce años. No hay vida anterior, ni recuerdos, sólosus once años en el año 1936. No importa quehayan pasado 70 años porque a día de hoy su ros-tro se encoge cuando recuerda aquellos primerosdías de la Guerra Civil y el terror que su familia vivióen Novallas. "En mi casa -asegura- yo era la únicachica y por eso siempre vivímuy apegada a mi madre".

Su madre, su padre, sus her-manos y la maldita guerra."Pasamos mucho -suspira-. Mimadre pasó mucho porque lemataron dos hijos y el marido.Dos hijos de 18 y 24 y su maridocon tan sólo 46". No habla desus hermanos o su padre, hablade los hijos y el marido porquea día de hoy el dolor sigue sien-do el de su madre, que eramadre y esposa, y no el de ella,que era hija y hermana.

"El hijo de 18 años podríahaberse salvado, pero no. Mimadre lo tenía escondido ycuando venían registrabanpero no lo encontraban: esta-ba en un leñera a la que casino se podía acceder". Teresarecuerda que alguien se chivóy finalmente dieron con él."Eran las tres de la mañana yvinieron de nuevo. Primero lepreguntaron a mi madre ycomo ella no decía nada,empezaron a pegarle; fueentonces cuando él salió y dijo:'si tenéis cojones dejad a mimadre y venid a por mí'. Se losllevaron a los dos".

La madre, Presen, regresó ylo hizo con la cara más tristeque nunca. Tardó años en con-tarle a Teresa que aquellamadrugada los fascistas ledecían: "La matamos a usted oal hijo y ella decía que al hijono" Finalmente mataron al hijoy luego ella tuvo que pasearse

por Novallas con el pelo al cero y los pechos alaire: ese era su castigo porque sus hijos y su maridose reconocían como republicanos. Simplemente.

Poco a poco les quitaron todo: desde los juegosde cama hasta los perniles, el trigo y la casa quePresen tuvo que volver a pagar. Entonces la madre

mandó a su hija Teresa a Cortes,a casa de una tía; y otros hijos aTarazona, a un orfanato. Teresarecuerda aquellos años sin color,en un triste blanco y negro, enlos que su madre viajaba comopodía desde Novallas hastaBilbao para vender en el merca-do negro aceite, pan y cogerdinero con el poder sacar ade-lante a sus hijos.

Teresa revuelve en su memo-ria y aún no entiende como sumadre soportó tanto. Y siemprehabla del hijo, del que ella viomorir, "porque al marido y al otrohijo no los vio", dice Teresa.Teresa es ahora una mujer demás de ochenta años, con lavoz sofocada y las manos vivas.Vivo es su rostro y sus palabras ycomo mujer que era ni fue a laescuela, siempre con su madre,porque su madre tuvo muchoshijos y ella era la única chica. Asu madre la nombra una y otravez y sabe que vivió y murió conmiedo.

Teresa no era más que unaniña, 14 años, cuando entró atrabajar en la fábrica de lino."Trabajábamos desde las cincode la mañana hasta las dos dela tarde y desde la cinco hastalas diez de la noche.Empezamos a trabajar comobestias para poder comer", afir-ma y con dureza recuerdacomo don Pablo, el dueño de lafábrica, cada semana les quita-ba dos reales para el seguro yles decía: “en el futuro se acor-darán de mí'” Teresa cierra el

“A mi madre le mataron ados hijos y al marido”

Para Teresa sus recuerdos comienzan en 1936 cuando su familia, que residía enNovallas, sufrió el horror por la única razón de ser republicanos

Teresa recuerdaaquellos años sincolor, en un tristeblanco y negroA su madre lanombra una y

otra vez y sabeque vivió y murió

con miedo


puño y dice: “claro que meacuerdo. Nos quitaba el dinero,pero jamás pagó ningún seguropor nosotras: era un ladrón. Él y elcura que llevaba las cuentas”.

Trabajaba dentro y fuera de sucasa, porque todos eran chicos ysu madre estaba enferma delcorazón. "Para mí no hubo niñez,ni adolescencia, ni nada. Sólo sus-piros, dolor y trabajo: aquello fuela muerte". Y los años fueronpasando. Teresa se casó, peronunca dejó a su madre. Su hijarecuerda que si su padre se iba alcine a Tudela, su madre decíaque estaba cansada, que sequedaba en casa, pero era paraestar con su madre, a la que lasoledad se la iba comiendo.

Teresa ha vivido y ha evolu-cionado con los tiempos.Recuerda el fin de la dictadurafranquista y asegura que podervotar para ella fue algo grande,importante. Sabe que jamásvotará a la derecha, que su votoes de izquierdas y en sus silenciosmurmura: "Pasó mucho mi madre.No sé cómo aguantó”.

Ahora Teresa vive en casa desus hijas y ellas la animan y sobre

todo le ayudan a no olvidar. Al finy al cobo todo lo que le pasó essu vida. “Mamá pasó mucho yeso es algo que en alguna medi-da ha arrastrado a lo largo de losaños. Ahora bien, es importanteque reconozca que jamás nosinculcó ningún tipo de rencor niodio”.

Teresa se queda adormiladamirando la mañana que soleadacae sobreTarazona. Es un día frío yella con su toquilla sobre los hom-bros quiere contribuir a que el olvi-do no queme todo y todo sedesvanezca como la nieve.

Nash, Mary. “Rojas: las mujeres republicanas en la Guerra Civil”

Abella, Rafael. “La vida cotidiana durante la Guerra Civil”

Díaz Viana, Luis. “Canciones populares de la Guerra Civil”

Anderson B. y Zinissfr. “Historia de las mujeres, una historia propia” Editorial Crítica. Madrid

Bajtin (1974). “La cultura popular en la edad media y renacimiento” Barcelona, Seix Barral

Bel, M.A. (2000) “La historia de las mujeres desde los textos”. Ariel, Barcelona

Benjamín, W. “Para una crítica de la violencia y otros ensayos” Madrid, Taurus

Bernárdez A. ed (2001) “Violencia de género y Sociedad: Una cuestión de poder”

Corsi, J. “Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social” Paidós,Buenos Aires

Faludi, S. “Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna” Anagrama, Barcelona

Del libro: "Tierra y raíces, un árbol…."De José Luis Cunchillas Ilarri, 1996

"Aun veo a la Presen, imperial como una reina, no encor-vada por nada ni por nadie, pasar por la calle de San Antóncon su pan bajo el brazo. Le dejaron sin marido y ella tiró delcarro de su vida sin amedrentarse por nada, sin una lágrima,con un coraje capaz de sacar adelante a una pleyade dehijos”.

Ella sola, de la estirpe de Agustina de Aragón, arrojó a losejércitos del hambre, de la miseria y del deshonor. ¡Qué ga-llardía, madre!

Bibliografía recomendada


Mujeres en la historia

Podemos decir que el feminismonace en España con ConcepciónArenal (El Ferrol, 1820 - Vigo, 1893).

Desde joven luchó contra la tradicional marginación del sexo femenino,reivindicando la igualdad en todas las esferas sociales. Contra la volun-tad de su madre, que le dio una férrea formación religiosa, entró en laFacultad de Derecho en Madrid. Tuvo que vestir ropas masculinas, puesla educación universitaria estaba vedada a las mujeres, y también asíparticipó en tertulias políticas y literarias.

En 1861 fue la primera mujer premiada por la Academia de CienciasMorales y Políticas por su memoria “La beneficencia, la filantropía y lacaridad”. También fue la primera mujer que recibió el título de Visitadorade Cárceles de Mujeres. Publicó artículos, libros de poesía y ensayo ydefendió la educación de la mujer como principal medio para acce-der a los ámbitos dominados por los hombres. Fundó la ConstructoraBenéfica, sociedad que construía casas baratas para obreros, ycolaboró organizando en España la Cruz Roja del Socorro.

"Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”, "La sociedad no puede enjusticia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad delgénero humano."

Nació hacia 1748. Pobremente educada fue ridiculizada por su obsti-nado feminismo. Exaltada por las ideas de la Revolución Francesa, publicóen 1791 un manifiesto titulado “La Declaración de los Derechos de la Mujery la Ciudadana” tomando como modelo la Declaración de 1789. Se con-virtió en el, hasta entonces, más brillante y revolucionario alegato en favorde las reivindicaciones femeninas. Reclamó un trato igualitario de la mujerrespecto al hombre en todos los aspectos de la vida, públicos y privados:el derecho al voto, a ejercer cargos públicos, a la propiedad privada o aparticipar en el ejército y en la educación.

Prolífica escritora política se manifestó claramente contra la represiónjacobina y contra Robespierre y Marat. Acusada de ser una realistareaccionaria, por oponerse a la pena de muerte contra la familia real, fueguillotinada en 1793.

Hiratsuka Haruko (1886-1971) usó el apodo de Raicho. En 1911 fundó la revista Seitosha,Calcetines Azules, la primera en Japón hecha sólo por mujeres. Los periodistas se burlaronde esa publicación y de las "nuevas mujeres", poetas y defensoras de los derechos de la

mujer, que escribían en ella sobre sexualidad, castidad o aborto. Tras los ataques a ella misma y a otrascolaboradoras, Raicho renunció a la revista en 1915, pero ya se había convertido en la cabeza visible delmovimiento de liberación de las mujeres japonesas. En 1920 colaboró en la fundación de la Asociación delas Nuevas Mujeres, que presionó para conseguir los derechos básicos de todas las mujeres. Al terminar laSegunda Guerra Mundial se vio apoyada con una constitución que daba a las mujeres japonesas el dere-cho al voto. Posteriormente se centró en defender la paz e incluso siendo ya anciana se movilizó contra laguerra de Vietnam. La Organización de Nuevas Mujeres Japonesas, creada por ella y otras mujeres en1963, permanece activa todavía hoy.

Desde Aspasia de Mileto a Teresa Claramunt y pasando por Raicho, Concepción Arenal o López de Ayala,a lo largo de estas líneas, ofrecemos pinceladas que ayudan a conocer la vida y personalidad de estasmujeres valientes y luchadoras que hicieron cambiar la historia

Raicho

Concepción Arenal

Olimpia de Gouges


Teresa Claramunt i Creus(Barbastro, 1862- Barcelona,1931) Militante fundamental

del movimiento libertario, es quizás la primera revolucionaria española delsiglo XIX. Obrera tejedora, en 1884 participó en la creación de la Secciónde Oficios Varios de Trabajadores anarco-colectivistas de Sabadell.

Es ya conocida por la policía por su defensa de los trabajadores y porsu participación en huelgas cuando en 1893 la detienen por el atentadodel Liceo de Barcelona. No tardó en ser liberada al demostrarse que notenía nada que ver, pero había un claro interés en vincularla con ese tipode acciones. Cuando en enero de 1896 estalló una bomba en una pro-cesión, fue de nuevo detenida y dejó testimonio escrito de la tortura a losanarquistas en el castillo de Montjuich. Fue expulsada de España.

A su vuelta fundó la revista El Productor y escribió “La mujer.Consideraciones sobre su estado ante las prerrogativas del hombre”,contra el prejuicio de la superioridad masculina y achacando a la edu-cación el estado de postración de la mujer. Tras su participación en laSemana Trágica de 1909 fue detenida de nuevo y no por última vez. Laparálisis le dificultó su actividad militante los siguientes años, perotodavía daría algún mitin contra la dictadura de Primo de Rivera: el últi-mo en Barcelona en 1929.

Ángeles López de Ayala (Sevilla, 1856 - Barcelona, 1926) ganósu primer premio literario a los 16 años y empezó a colaborar conrevistas y periódicos publicando también novelas, obras de

teatro y poesía. En Madrid conoció la masonería asumiendo los ideales de fraternidad y de emancipaciónsocial. Será una de las pocas mujeres que entrará en una logia masónica antes de acabar el siglo XIX. Sufriódenuncias, atentados y cárcel por movilizarse contra decisiones gubernamentales o a favor de las mujeres.En Barcelona contactó con Teresa Claramunt y otras mujeres, con las que fundó en 1889 la SociedadAutónoma de Mujeres, una de las más importantes instituciones feministas a caballo entre los siglos XIX y XX,embrión de la Sociedad Progresiva Femenina que financiaría una escuela diurna para niños y una escuelalaica nocturna para adultos. Colaboró con Ferrer i Guardia en distintas actividades.

Publicó revistas y periódicos donde hablaba del librepensamiento, reivindicando la república, la lai-cización de la sociedad y la emancipación de las mujeres. Algunas de estas publicaciones tendrán unavida muy breve por las persecuciones de las autoridades. Pasó tres largas temporadas en prisión por susactividades políticas y periodísticas. En 1910 organizó la manifestación feminista más importante y multitu-dinaria bajo la bandera de la emancipación de la mujer, del librepensamiento y de la república: salierona la calle entre 10.000 y 20.000 mujeres en Barcelona, pero sumando las que se manifestaron en otros pun-tos de Cataluña fueron más de 50.000.

Aspasia nació en Mileto hacia el 470 antes de Cristo. Estuvo unida aPericles hasta la muerte de éste (429). Algunos piensan que adquirió susconocimientos de retórica en Mileto, pues en las ciudades jónicas los niñosy las niñas convivían en la escuela pública y compartían el aprendizaje enigualdad. También era normal entre las jónicas asistir a los actos culturalesy políticos, lo que entre los atenienses era impensable. Otros opinan que suformación pudo darse en Atenas, que entonces era un foco de atracciónde sofistas y retóricos.

Por ser experta en retórica, por rodearse de los más ilustres intelectualesde su época y por contribuir al florecimiento de la vida cultural en Atenas,consiguió la admiración y el respeto de filósofos y artistas. Pero por serextranjera, por su supuesta influencia sobre Pericles y por llevar una vidade mujer libre e independiente, fue atacada y ridiculizada por conser-vadores y cómicos como Aristófanes.

Ángeles López de Ayala

Teresa Claramunt i Creus

Aspasia de Mileto


La losa que nos aplastaLa Ley de Igualdad para fomentar

la presencia de las mujeres en lavida política que posiblementeaprobarán las Cortes Generales enbreve, supondrá un pequeñoempuje para que una mínima partede la mitad de la poblaciónespañola "salga del armario", perono tendrá la suficiente fuerza comopara convencer a las mujeres paraque aporten su trabajo desinteresa-do que intente mejorar el mundoque nos rodea. Que nadie mellame pesimista ni agorera, pero laley no cambiará lo que llevadécadas enraizado en lo más pro-fundo de la mentalidad de la mujer.

Así me lo confirmó el cura que ofi-ció el funeral por la madre de unaamiga. En mitad de la pena por esamuerte imprevista y cruel empiezael sacerdote a glosar la vida de lafallecida hasta llegar al consabidode que "detrás de un gran hombre,siempre hay una gran mujer". Peroel tópico estalló cuando, a conti-nuación, el cura empieza adescribir las características "intrínse-cas" de una pareja. Detrás de lamanida frase, el orador siguiódiciendo que "el hombre pone lafuerza, a veces la inteligencia, perola mujer pone el corazón en su casay, con ese gran corazón con el que

gobierna su casa, para qué quieregobernar otras instituciones si laclave, la institución fundamental, lafamilia, está ya bien gobernada”.

Confieso que me costó reaccionar.Que en el Siglo XXI, en unasociedad moderna y avanzada,todavía sigan con ese mensaje queempezó cuando triunfó la dictadu-ra franquista, significa que en estoscasi 70 años, nada o muy poco hacambiado. El gran logro machistaconsistió en desactivar a la mitad

de la población relegándolas,ocultándolas en las casas. Asítenían menos personas con las quecompetir.

Pero el triunfo de verdad llegócuando las mujeres interiorizaron,asumieron y justificaron esa deca-pitación pública. Los hombres con-vencieron a las mujeres de que ibana vivir mejor dedicándose exclusiva-mente a su familia, a sus hijos, a lavary planchar la ropa, a sacar adelanteun hogar honrado. Este mensaje sesigue transmitiendo y se sigue viendola maternidad como una cargacuando, compartida, no tiene porqué serlo. Se sigue preparando a losniños para la vida pública y a lasniñas para que encuentren un tra-bajo que les permita ocuparse desus hij@s, aunque se desperdicie suvalía. Lo peor es que la mayoría delas mujeres ni siquiera se dan cuentade que una gran losa les impide par-ticipar en la vida pública aunquepiensen que han elegido librementededicarse a sus hijos.

Esta falta de libertad está privan-do a la sociedad de las aporta-ciones de la mitad de su población.¿Qué sociedad puede, hoy en día,desaprovechar tanto capitalhumano?

Comentario literario

nista entre igualdad y diferencia, alos diversos estilos que tienen lasmujeres de afrontar la asunción depuestos de poder, desde el accesoal abandono, sus motivaciones, eleterno dilema de la equiparación asus homólogos masculinos o, por elcontrario, la decisión de marcardiferencias en el desempeño delpoder, aun asumiendo el riesgo deno ser aceptadas, incorporandointereses y puntos de vista de lamujer que son, al fin y al cabo,intereses humanos.

Pero el camino hacia la libertad yla igualdad de la mujer en el acce-so al mercado de trabajo, ha traí-

En “Con diferencia”, MarinaSubirats analiza temas relaciona-dos con la autonomía de la mujera finales del siglo XX. El paso de ladependencia a la autonomía enlas relaciones personales, suproyección política, la evoluciónde las condiciones de vida de lasmujeres y el trabajo doméstico,estudia la imagen de las mujeresen la publicidad, y algunosaspectos de las conclusiones dela Conferencia de Pekin.

El primer artículo, "Somosiguales, somos diferentes", ana-liza el tema de la diferencia.Desde el antiguo debate femi-

do consigo consecuencias en suvida cotidiana , en la organizaciónde su tiempo y en la estructurasocial de la familia, que han obli-gado a la mujer a modificar susplanteamientos, sus roles y aluchar por una nueva identidaden la que el género se va desdibu-jando.

Todavía queda un reto pararesolver: el tema de la desigual-dad entre sexos, la transformaciónde las normas sociales y la trans-formación de los géneros sinperder sus especificidades, convir-tiéndose ambos, simplemente, enposibilidades humanas.

Con diferencia: Las mujeres frente al reto dela autonomía.Marina Subirats, Barcelona, Icaria, 1998


Una historia de perdedorasEl papel de las mujeres no puede

ser entendido si antes no realizamosuna mirada retrospectiva al proce-so que desde finales del siglo XIX yprincipios del XX demandaba unnuevo status social para un colecti-vo, el femenino, que siempre solíaser dejado de lado. Las mujeres noparticipaban en la cultura, laeconomía o la sociedad, tareasiempre reservada a los hombres,por el contrario debían quedarrecluidas en la esfera privada delhogar y, si trabajaban, a unadivisión sexual y clasista del trabajo.

Gran parte de la culpahay que achacarla a lafalta de oportunidadespara que las mujeres reci-bieran una educaciónescolar y una culturapropia. La enseñanza públi-ca era algo raro a principios delsiglo XX, pues la educación estabamonopolizada por la Iglesia, y éstano hacía mucho por educar a lasmujeres en un sentido más prácticoque el de ser "la perfecta ama decasa y madre de sus hijos". A

comienzos del siglo XX un 71% de lapoblación femenina de España eraanalfabeta por un 55,57% de hom-bres que no sabían leer ni escribir. Lasituación mejoró hacia 1930 (47,5%de analfabetismo femenino y 36,9%de masculino), pero seguía reflejan-do la desventaja femenina. Losobstáculos que ya encontraba lamujer en la educación primaria ysecundaria se hacían mucho másgrandes cuando se trataba de laeducación superior. Muy pocasmujeres llegaban a la universidad yaunque a finales de los años 20

encontramos más mujeresen la universidad práctica-mente ninguna ejercía sucarrera después de licen-ciarse.

Junto a las dificultadesde la mujer para recibir

una educación adecuada nosencontramos con la discriminaciónque éstas sufrían en el trabajo. Lasdesiguales relaciones le imponían lasegregación laboral y su discrimi-nación salarial. Las mujeres teníanmenos salidas profesionales,

recibían salarios comparativa-mente más bajos que los hombres ytrabajaban en tareas no especia-lizadas y por tanto menos re-tribuidas. A finales del siglo XIX lasmujeres sólo ganaban la mitad delo que ganaba un hombre desem-peñando el mismo trabajo. LaIglesia rechazaba al mismo tiempoque la mujer trabajara pues supapel único y prioritario era elhogar y el bienestar de la familia.

Por último tenemos las dificul-tades de la mujer en el ámbitosocial, víctimas de un sistema pa-triarcal que las discriminaba. Poco apoco en un proceso lento y gra-dual desde el siglo XIX empezaron ahacerse oír.

Mientras en el bancal vecino se escucha el particularsiseo de las varas de coger olivas, Rosa, sentada sobreuna gran caliza plana observa la era situada frente al“mas”, en la que tantas veces jugó.

Lleva años sin volver a este lugar pero una vez aquí,en el mismo sitio en el que aprendió a bordar, le cues-ta escasos segundos trasladarse a losaños 50 y recordar cómo llamada avoces a Clavel, un perro fiel, colorcanela, que le acompañaba hasta elcamino a esperar a que "padre" llegasedel pueblo montado en el carro que tira-ba la vieja mula.

Rosa pasó en la huerta aragonesa susprimeros años de vida. Jugaba con suvecino, ayudaba en casa y recorría másde 4 kilómetros al día para ir a la escuelarural más cercana, lugar en el que apli-cadamente aprendía el catecismo y aser mujer de provecho en su casa. Unainfancia feliz hacia un futuro destinado enexclusiva a cuidar de la familia. Pero algocambió. Cincuenta años después, Rosa

observa su entorno. A la derecha, las colmenas sin abe-jas, delante, un muro de guillos desmoronado, a suizquierda la acequia del agua, ahora entubada... cin-cuenta años de cambio. Siente nostalgia, pero la justa.

Le maravillan los cambios materiales que ha vivido,pero más aún le sorprenden los acontecimientos que la

vida le tenía prepadados, de ser madre yesposa a elegir su estado civil y montar supropia empresa, una existencia más ver-tiginosa de lo que nunca pudo imaginar.

Rosa piensa en voz alta que, entre lasmiles de cosas soñadas que le contó aClavel, jamás le podría haber dicho quevolvería conduciendo al lugar que un díala vio nacer entre la tenue luz de lasmechas de aceite.

Rosa monta en su todoterreno y piensaen cómo ha pasado de llevar la varaque le mandaban, a tener entre susmanos el volante de su vida. Ella conver-tida en una mujer del cambio... ¡Quién selo iba a decir!

Varas y volantes

A comienzosdel XX el

71% de lasmujeres erananalfabetas


Un paso más

La igualdad entre hombres ymujeres en cuanto a su partici-pación política está consagradaen multitud de textos legales tantonacionales como internacionales;la Carta de las Naciones Unidas, laDeclaración Universal de Dere-chos Humanos, La Convenciónsobre la Eliminación de todas lasFormas de Discriminación Contrala Mujer, etc… Se puede afirmarque actualmente ningún Estadoque se diga democrático niega laigualdad para las mujeres, ni impi-de su acceso en igualdad decondiciones al mundo público.

En esta línea de actuación,recientemente el Estado españolha aprobado la Ley Orgánicapara la igualdad efectiva de hom-bres y mujeres. Obviamente, estanorma ha supuesto un avance enestas políticas, y lo más importanteha previsto algunas medidas efec-tivas de aplicación inmediata quese supone fomentarán la consecu-ción de la igualdad efectiva.

Sin embargo la mencionadanorma se nos queda corta,todavía adolece de cierto grado

De ahí la importancia de la apli-cación efectiva de acciones posi-tivas tendentes a la igualdad, quetransformen las relaciones degénero y que se interioricen a nivelmental y emocional, desde lasfamilias, las escuelas, los institutos,las empresas… a los ámbitos institu-cionales y públicos. Hemos deenriquecer la realidad de toda laciudadanía con medidas de igual-dad real que no se queden enmera expresión de deseos y teoríapolítica.

Hemos de pasar de la exposi-ción a los hechos, de la teoría a larealidad, de los modelos a las rea-lidades. Esta ley es un paso paraello, pero apenas hemos comen-zado el camino.

de ingenuidad y visión utópica delos problemas de género. En-contramos en ella multitud dedeclaraciones de voluntad, deverbos que en lugar de ser conju-gados en modo imperativo lo soncon demasiada frecuencia encondicional o con la apariciónestelar demasiadas veces deexpresiones tales como; "siempreque sea posible" o "promover""inspirar", "procurar", etc..

Se olvida esta ley de que elprimer obstáculo que entorpecetodas las formas de participaciónde la mujer en la vida económica,social y política, lo constituye ladesigualdad resultante de ladivisión de roles entre hombres ymujeres en los espacios públicos yprivados.

Para ello, además de buenosdeseos, hacen falta medidas quepermitan lograr condiciones equi-tativas para la plena integraciónde la mujer a la vida publica, parala revalorización de los espaciosprivados, de forma que éstos seancompartidos por hombres ymujeres en igualdad.

La Ley Orgánica para la igualdad efectiva dehombres y mujeres aprobada en el Congresosupone un paso adelante si bien cuenta concierto grado de ingenuidad y visión utópica

Actividades de la Asociación Amparo PochMuchas han sido las actividades que

a lo largo de estos últimos meses haorganizado la Asociación Amparo Poch.Desde charlas a talleres, pasando porconferencias. Con respecto a estas últi-mas hay que destacar las ofrecidas porAngela Labordeta en Jaca o Brea,donde a través del nombre de diversasmujeres, la escritora descubre un mundofemenino, muchas veces oculto.

La abogada Isabel Giménez ha lleva-do hasta La Muela, Calatayud o Brea suconferencia sobre la violencia de

género, en la que se trata de intentaracercar la amplia normativa vigente enmateria de violencia de genero a su apli-cación práctica; esto es, trasladar a losasistentes el día a día de esta lacrasocial, dar a conocer pautas de con-ducta o reacción frente a situacionesviolentas.

También Concha Nasarre ha llevadohasta Alagón su charla sobre política ymujer en la que se analiza la actividadque la mujer ha desarrollado en políticaa lo largo de la historia


A cuenta de que en materia deigualdad nuestra sociedad se dejaarrastrar por la inercia de los acon-tecimientos y no reacciona comodebiera, hoy me he propuesto re-flexionar sobre ese desequilibrio exis-tente entre los derechos que asistena hombres y mujeres y los deberesque a ambos géneros obligan.

Accedo al buscador de internet yescribo: "por la igualdad entre hom-bres y mujeres". La web me contestaque existen aproximadamente2.870.000 páginas en español quetratan del asunto. Abro alguna deesas páginas y encuentro propues-tas para solucionar los problemas dedesigualdad, desde todos los puntosde vista imaginables.

Si en las primeras 17 páginas degoogle he leído más propuestas altema de la igualdad y más solu-ciones al problema de la desigual-dad de las que podría haber imagi-nado estrujándome el cerebelo,¿qué no se resolverá en2.870.000 páginas? Asípues, deduzco que lasociedad puede estar endisposición de aprobar elexamen teórico de igual-dad con suficiencia, inclu-so con brillantez. Lo quees seguro es que NOsuperamos el examen

práctico. Poner en práctica todaslas teorías y manifiestos acerca de laigualdad de género es un ejerciciode voluntad de las personas, hom-bres y mujeres, que no se producehabitualmente.

Los hombres han abandonado"oficialmente" el rol machista quetanto poder les ha dado siempre yhan adoptado una postura dedefensa subliminal del machismoque algún estudioso denomina"micromachismo". En pleno siglo XXIy en una sociedad avanzada nosería de recibo esgrimir argumentosque favoreciesen descaradamenteal hombre o que sustentasen su pre-ponderancia sobre la mujer, encualquiera de los ámbitos deactuación: Trabajo, política, familia,etc. Así que se ha hecho necesariopara los hombres habilitar nuevosmétodos que les permitan, aunapoyando formalmente las teoríasen favor de la igualdad, seguirmanejando la situación y conservar

la desigualdad.

Por este procedimientose actúa con las mujeres:Haciéndolas "invisibles" alignorar sus opiniones, ridi-culizando su compor-tamiento, manteniendoinsistentemente actitudessexistas con la apariencia

de que se trata de bromas sin impor-tancia...

Prácticamente en todos los lugaresdonde hombres y mujeres seencuentren, ya sea en el espaciolaboral, político, sindical, social ofamiliar, las mujeres son reprimidassólo por el hecho de ser mujeres.Además, al detentar el poder social,político y económico, los hombres seotorgan también el poder de definirla realidad y de decidir cuándo y enqué situación es interesante discutirsobre cuestiones de género. Y, paracolmo, piensan que la igualdad seconsigue sólo con hablar de ella.

Los intentos de la mujer por reivin-dicar la igualdad son innumerables,Sobre el papel está todo escrito. Laspautas a seguir y la forma en que loshombres machistas han de modi-ficar su comportamiento, se handescrito hasta el infinito. Lo que noquiere decir que no haya que seguirinsistiendo, porque está visto que lamaquinaria a favor de la igualdadde géneros funciona demasiadolenta. Lo peor de esta lentitud es quecada día que pasa con la desigual-dad instalada, queda espacio paralos abusos.

Igualdad, mucha teoría ypoca práctica

En el anterior número dimos nuestra enhorabuena a la asociación El Álamo de El Burgo de Ebro. En éste que-remos reconocer el importante trabajo realizado por la Asociación de mujeres Muskaria de Sádaba, al frente dela cual está Carmen Salvo, por ampliar las actividades de la asociación a colectivos que no forman parte deestas asociaciones, pero que necesitan apoyos que a veces no reciben de sus ayuntamientos.

En Sádaba no existe una escuela de adultos, por lo cual esta asociación ha organizado para toda la poblacióncursos tan variados como los de yoga, soldaduría, aragonés o fotografía, además de otras actividades como laFeria artesanal, que en julio de 2006 celebró su quinta edición. Allí hubo muestras de productos artesanales, exposi-ciones de los trabajos realizados en los talleres organizados por la asociación, información turística sobre Sádaba,animación callejera o teatro, para finalizar con una fiesta medieval con lanzafuegos y luchas a espada. Sin duda,se trata de una importante labor respaldada por muchísimas personas que acuden a las actividades y cursos deMuskaria. Desde la Amparo Poch sólo podemos desearles que continúen con su labor muchos años.

Otras experiencias

Para los hombres se ha

hecho necesariohabilitar nuevosmétodos para

seguir conservando la

desigualdad


Edición: Asociación Amparo PochDiseño, maquetación y redacción: A. Labordeta y C. Montañés Rebled

Fotografía: A. MargaléColaboraciones: J. Gallego, I. Giménez, E. Bandrés, C. Nasarre, C. Montañés, E. Ramos, A. Cucalón y M. Fanlo

Asociación Amparo PochTeléfono 657 536 566

e-mail: [email protected]

01 mullers ok - amparopoch.files.wordpress.com · el contexto adecuado para la elaboración de...

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