JUEVES DE LA SEMANA DE LA FAMILIA 2016

(Tiempo estimado 2 hrs.)

“LA TRANSFORMACIÓN DEL AMOR”

HORA SANTA

Preparativos:

Se ha organizado la logística para que el Santísimo sea trasladado a los Centros Pastorales, Sectores o Capillas donde se realizará la Semana de la Familia.

Se ha dispuesto un altar, suficientemente decorado, iluminado y alto para que destaque la custodia o relicario (cuidar que el MESC alcance).

En la pared detrás del Santísimo, se colocará una manta o cartel con la frase: “Unidos por la Familia, según el Plan de Dios”.

1. Bienvenida entusiasta y motivante.Bienvenidos hermanos a este día tan especial de la Semana de la Familia. A diferencia de los

otros días, hoy recibiremos a Jesús Eucaristía para agradecerle, ofrecerle y pedirle por nuestros matrimonios y familias. Les invito a ponerse de pie y cantando recibimos al Señor: “Cantemos al Amor de los Amores”

2. Exposición. El MESC entra con el Santísimo y lo expone. Los participantes se arrodillan. Al término del canto se guarda 1 min. de silencio.

3. Introducción.Señor, te damos la bienvenida a nuestro CP, Sector o Capilla. Tú vienes para estar cerca de

nuestras familias, “Entre las Casas de las Gentes”.

Te acercas a nuestras familias, a sus alegrías y sus penas, a sus esperanzas y sus crisis. Tú te acercas para caminar con nosotros, porque nosotros nos hemos alejado de Ti. Te hemos dejado

fuera de nuestros hogares, de nuestro matrimonio, de nuestra recámara, de nuestra mesa, de la relación con nuestros hijos y hermanos.

Tú vienes para recordarnos que te necesitamos; así nos lo dice el Papa Francisco: (la lectura debe hacerse pausadamente, dando posibilidad de mayor comprensión).

“Pero nada de esto (ideal de matrimonio y familia) es posible si no se invoca al Espíritu Santo, si no se clama cada día pidiendo su Gracia, si no se busca su fuerza sobrenatural, si no se le reclama con deseo que derrame su fuego sobre nuestro amor para fortalecerlo, orientarlo y transformarlo en cada nueva situación”. A.L. 164

Un muy grave y muy común error, es no buscar la ayuda del Señor para nuestro matrimonio y familia. Queremos salir adelante con nuestras solas fuerzas.

Buscamos la ayuda de otros que están pasando por lo mismo, pero no de “Quien me puede sacar de lo mismo”. Incluso escuchamos y tomamos como modelos a imitar a quienes han fracasado en varias ocasiones y nos presumen con todo cinismo su “libertad”, pues ya enterraron tiempo atrás la conciencia de que hay un Dios que pide fidelidad e indisolubilidad. Un Dios que nos ofrece su ayuda para seguir su camino y alcanzar lo que nos puede hacer felices y no los espejismos del mundo.

Pidamos perdón al Señor en silencio, por haberlo dejado fuera de nuestra vida matrimonial y familiar (1 min. de silencio).

Pidámosle perdón por haber escuchado a los que proclaman que Dios no debe meterse en nuestras vidas y menos decirnos cómo vivirla (1 min. de silencio).

Reconozcamos ante Él, que muchos de nuestros problemas matrimoniales y familiares, vienen de ignorar su proyecto de familia como “Santuario de la Vida y Escuela de Amor” (1 min. de silencio).

4. 1ª Reflexión.Ahora sigamos escuchando al Papa Francisco que nos recuerda que los cambios en la vida

matrimonial, deben ser de crecimiento hacia el ideal de la Unidad (la lectura debe hacerse pausadamente, dando posibilidad de mayor comprensión).

La transformación del amor

163. La prolongación de la vida hace que se produzca algo que no era común en otros tiempos: la relación íntima y la pertenencia mutua deben conservarse por cuatro, cinco o seis décadas, y esto se convierte en una necesidad de volver a elegirse una y otra vez.

Quizás el cónyuge ya no está apasionado por un deseo sexual intenso que le mueva hacia la otra persona, pero siente el placer de pertenecerle y que le pertenezca, de saber que no está solo, de tener un «cómplice», que conoce todo de su vida y de su historia y que comparte todo. Es el compañero en el camino de la vida con quien se pueden enfrentar las dificultades y disfrutar las cosas lindas.

¿Acaso no era esto parte de la elección inicial: recorrer la vida en pareja? Si lo he conseguido ¿será que valoro suficientemente que no estoy solo?, ¿se lo demuestro a

mi pareja suficientemente?, ¿se lo agradezco suficientemente? Le damos gracias al Señor por haberlo conseguido (1 min. de silencio).

Si no he conseguido es ideal, ¿estoy dispuesto a reorientar mi relación?, ¿estoy dispuesto a pedir perdón y devolverle a mi pareja lo que le pertenece?, ¿estoy dispuesto a recuperar mi anhelo original de vivir en pareja? Se lo ofrecemos al Señor (1 min. de silencio).

5. Canto Eucarístico.Nos ponemos de pie y cantamos: “Señor a quién iremos”

6. 2ª Reflexión.El Papa Francisco nos describe cómo el amor conyugal derrota al tiempo y los cambios que este

trae (la lectura debe hacerse pausadamente, dando posibilidad de mayor comprensión).

“Eso también produce una satisfacción que acompaña al querer propio del amor conyugal. No podemos prometernos tener los mismos sentimientos durante toda la vida. En cambio, sí podemos tener un proyecto común estable, comprometernos a amarnos y a vivir unidos hasta que la muerte nos separe, y vivir siempre una rica intimidad. El amor que nos prometemos supera toda emoción, sentimiento o estado de ánimo, aunque pueda incluirlos. Es un querer más hondo, con una decisión del corazón que involucra toda la existencia.

Así, en medio de un conflicto no resuelto, y aunque muchos sentimientos confusos den vueltas por el corazón, se mantiene viva cada día la decisión de amar, de pertenecerse, de compartir la vida entera y de permanecer amando y perdonando. Cada uno de los dos hace un camino de crecimiento y de cambio personal. En medio de ese camino, el amor celebra cada paso y cada nueva etapa”.

Hay muchas etapas en la vida matrimonial. ¿Puedes descubrir las etapas por las que ya han transitado? (1 min. de silencio).

¿Puedes descubrir la presencia de Dios en los momentos importantes de tu historia conyugal? (1 min. de silencio).

Démosle gracias a Dios por cumplir su compromiso de acompañarnos en la aventura matrimonial? (1 min. de silencio).

7. Canto.Nos ponemos de pie y cantamos: “Si yo no tengo amor”

8. 3ª Reflexión.El Papa Francisco desenmascara la mentira de que el amor se diluye conforme el tiempo va

dejando su huella en el cuerpo del cónyuge. Nos describe la fórmula para superar el desencanto (la lectura debe hacerse pausadamente, dando posibilidad de mayor comprensión).

164. En la historia de un matrimonio, la apariencia física cambia, pero esto no es razón para que la atracción amorosa se debilite. Alguien se enamora de una persona entera con una identidad propia, no sólo de un cuerpo, aunque ese cuerpo, más allá del desgaste del tiempo, nunca deje de expresar de algún modo esa identidad personal que ha cautivado el corazón.

Cuando los demás ya no puedan reconocer la belleza de esa identidad, el cónyuge enamorado sigue siendo capaz de percibirla con el instinto del amor, y el cariño no desaparece. Reafirma su decisión de pertenecerle, la vuelve a elegir, y expresa esa elección en una cercanía fiel y cargada de ternura.

El deterioro físico es natural y muy real: ¿Recuerdas el rostro y el cuerpo de tu esposo-esposa?, ¿Has visto fotos de la boda de tus papás? (1 min. de silencio).

¿Logras ver a tu pareja más allá de su apariencia física?, ¿tus sentimientos superan la evidencia del paso del tiempo? (1 min. de silencio).

Pidámosle al Señor que nos ayude a recuperar esa visión de amor (1 min. de silencio).

Continúa el Papa sobre este tema (la lectura debe hacerse pausadamente, dando posibilidad de mayor comprensión).

La nobleza de su opción por ella, por ser intensa y profunda, despierta una forma nueva de emoción en el cumplimiento de esa misión conyugal. Porque «la emoción provocada por otro ser humano como persona [...] no tiende de por sí al acto conyugal».

Adquiere otras expresiones sensibles, porque el amor «es una única realidad, si bien con diversas dimensiones; según los casos, una u otra puede destacar más». El vínculo encuentra nuevas modalidades y exige la decisión de volver a amasarlo una y otra vez. Pero no sólo para conservarlo, sino para desarrollarlo. Es el camino de construirse día a día.

Otro muy grave y muy común error, es que, damos por supuesto de que mi pareja sabe que la amo, y que no es necesario expresárselo. Y más común todavía, el que conforme cambian las etapas, no cambiamos nuestras formas de expresarnos el amor. Por repetitivas van perdiendo efecto o ya no corresponden a lo que la pareja espera y necesita.

¿No será esta la razón de la rutina y del fastidio?, ¿no será el motivo de que la relación se vaya enfriando hasta desaparecer?, (1 min. de silencio).

¿Cómo podrías expresar tu amor en la etapa actual, de manera que tu pareja se sienta amada? (1 min. de silencio).

Pidámosle al Señor nos ilumine para ser creativos, para ser expresivos, para no dar por hecho de que mi pareja sabe que la amo (1 min. de silencio).

9. Canto.Nos ponemos de pie y cantamos: “De aquí hasta el final contigo”

DE AQUÍ HASTA EL FINAL

De aquí hasta el final contigo,

de hoy hasta la eternidad,

será el Señor nuestro camino

y su amor será nuestra razón.

PARA TI YO SERÉ,

LUZ CUANDO NO PUEDAS VER,

PARA MÍ SERÁS SOL

CUANDO LLUEVA.

TRATARÉ PARA TI,

DE SER CADA VEZ MEJOR

Y LLENARTE CON MI AMOR.

Tendremos penas y alegrías,

tendremos dudas y dolor,

pero al final lo olvidaremos

y de nuevo triunfará el amor.

10. Despedida.Antes de despedir al Señor, bendigámoslo por todas las luces y gracias, que para nuestro

matrimonio y familia, nos ha regalado en la Exhortación Apostólica del Papa Francisco en esta Semana de la Familia.

Pero debe quedarnos claro que el Papa todavía tiene mucho que decirnos:

En el Capítulo V nos habla de la experiencia de ser papá y ser mamá. En el Capítulo VI nos propone cómo organizar el servicio a las familias en la parroquia, Cómo

hacer una Pastoral Familiar. En el Capítulo VII de la maravillosa y retadora vocación de educar a los hijos En el Capítulo VIII de cómo vivir las crisis. Y en el Capítulo IX de la espiritualidad matrimonial y familiar.

Ante toda esta promesa de enriquecimiento, que en realidad es una invitación muy concreta que Jesús Sacramentado nos ha venido a hacer:

¿Estamos dispuestos a invertir parte de nuestro merecido descanso o diversión, para reunirnos una vez a la semana o la quincena o al mes, y continuar leyendo, reflexionando y orando sobre lo que nos escribió el Papa?, ¿Cómo le contestamos a Jesús sobre la invitación que nos ha venido a hacer? (1 min. de silencio).

11. Rito de despedida.El MESC, da la comunión a una persona mayor o enferma presente o el mismo comulga,

mientras cantamos: “Bendito, bendito, bendito sea Dios”

12. Invitación para mañana.Agradecemos su presencia esta noche y les esperamos mañana para continuar estudiando

Amoris Laetitia y compartiendo nuestra experiencia y enriqueciéndonos con la de los demás.