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EJEMPLAR NO SUJETO A DONACION, PROPIEDAD DEL DEPARTAMENTO DE
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CHIAPAS EN EL MUNDO ACTUAL Diálogo académico en el CRIM-UNAM
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Sol Arguedas Coordinadora
EJEfv1PLAR NO SUJETO A DONACIOt'-J. PROPIEDAD DEL DEPARTAMENTO DE
PUBLICACIONES DEL CRIM
CENTRO REGIONAL DE INVESTIGACIONES
MUL TIDISCtPLINARIAS
CHIAPAS EN EL MUNDO ACTUAL Diálogo académico en el CRIM-UNAM
Universidad Nacional Autónoma de México Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias
Cuernavaca, Mor., 1999
GN303 CH5 A7
Arguedas, Sol, coord.
Chiapas en el mundo actual: Diálogo académico en el CRIM-UNAM 1 Sol Arguedas, coordinadora. Cuernavaca: UNAM, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, 1999.
24.~p.
ISBN 968-36-7471-2 l. Chiapas. Luchas sociales.
Catalogación en publicación: Lic. M~ha A Frías-Biblioteca del CRIM.
Fotografias de portada e interiores: Emiliano Menéndez Pedrero
Diseño de portada: Poluqui.
1 a. edición: 1999
© Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM, Av. Universidad s/n, Circuito 2, Col. Chamilpa, Cuernavaca, Morelos.
Correo electrónico:
crim@servidor. unam.mx http://www.crim.unam.mx
ISBN: 968-36-7471-2
Impreso y hecho en México.
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Tabla de contenido
Presentación Sol Arguedas .
Bienvenida
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Héctor Hiram Hernández Bringas . . . • . • • . . • . . . 17
Ponencias Moderador
David Moctezuma Navarro Cltiapas ¿espejo del mundo actual? . ..•...•..•.• 21
Intervenciones de: Pablo González Casanova • .
Rodolfo Stavenltagen . . .
Gilberto López y Rivas . .
Miguel Álvarez Gándara.
Horacio Cerutti.
Debate Intervenciones de:
Pablo González Casanova • .
Rodolfo Stavenhagen .
Gilberto López y Rivas .
Miguel Álvarez Gándara
Horacio Cerutti . . . . . .
Preguntas y comentarios M a. Herlinda Suárez Zozaya
Rodolfo Uribe Iñesta •...
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S. Héctor Rosales . ... . . . . . • • • . 96
Jorge SerranoMoreno . .
Guillernzo Peimbert
Gerardo Tltijssen. . .
Úrsula Oswald . . . . . . .
Respuestas Pablo González Casanova .
Rodolfo Stavenltagen . • .
Gilberto López y Rivas .
Miguel Álvarez •
Horacio Cerutti.
Reflexiones finales Morgan Quero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Documentos anexos Primera Declaráción de la Selva Lacandona .
Segunda Declaración de la Selva Lacandona .
Tercera Declaración de la Selva Lacandona
Cuarta Declaración de la Selva Lacandona .
Quinta Declaración de la Selva Lacandona . .
Respuesta a la Quinta Declaración de la Selva Lacandona ...... .
Creación de la COCOPA. • • . . . .
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Conclusión de las tareas de mediación de la CONA/ 199
1) Hacia una nueva etapa del proceso de paz . 199
2) Por la paz: una mayor participación de la sociedad. . • • . • . . • • . . . . . . . . . . . . . . 202
Cuadro comparativo de los Acuerdos de San Andrés . 205
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Sol Argucdas
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PRESENTACIÓN
* SOL ARGUEDAS
Quienes desde el Gobierno están forzando el cambio de México en sus estructuras económicas y administrativas~ y aceptan ciertos cambios en lo político impulsados por las fuerzas democráticas del país, están demostrando también su poca capacidad para comprender y asitnilar algunos de los más importantes cambios sociales y culturales que ocurren aquí y en el mundo. Están modernizando a México sólo en planos económicos y tecnocráticos, aunque con sus respectivos y parciales complementos políticos. Lejos están todavía de visualizar una democracia integral, no obstante ser un buen principio lograr en la práctica una democracia de tipo electoral. Y todo esto sin considerar la gran transformación actual del pensamiento teórico que sintetiza -y debiera guiar al mismo tiempo- la acción en eada una de las actividades diarias.
Es, ésta, la primera reflexión que a los universitarios, dentro de nuestro quehacer teórico académico, nos suscitan tanto el conflicto en Chiapas como el tratamiento que le aplican las autoridades gubernamentales. Tal pareciera que fuese la misma gente la que juzgó a fray Bartolomé de las Casas en el siglo XVI y la que acaba de juzgar a monseñor Samuel Ruiz García en este final del siglo XX, como si no hubiese cambiado nada, en tanto tiempo, en la relación entre vencedores y vencidos.
Reconocer "la visión de los vencidos" -como diría Miguel León Portilla- es la primera de nuestras obligaciones, seguida por la tarea intelectual de dar luz en el conflicto que dura ya 500 años, propiciando así la, o las soluciones, dentro de un contexto actualizado que incluya los notables cambios que ha sufrido, y sigue sufriendo, nuestra realidad contemporánea.
*Politóloga. Investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM).
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Para comprender en profundidad todo lo que está en juego en el conflicto actual en Chiapas es preciso remitimos a los grandes cambios que están ocurriendo en nuestra época. Es, ésta, una época de transición. En ella naufragan, se diluyen o se transforman muchos conceptos, principios, conductas y actitudes -así como instituciones y organizaciones- que desde siglos atrás han conformado el mundo en el que nacimos y nos formamos material, espiritual e intelectualmente.
Por lo tanto es también en el interior de nosotros mismos -los contemporáneos- en donde está acabando un mundo y está naciendo otro. Ser y estar conscientes, o vivir conscientemente esta magna transformación es lo que nos puede diferenciar de otros seres pasi-
. vos que no viven plenamente por sí mismos, sino que se dejan vivir por la naturaleza.
El choque súbito con la realidad chiapaneca, hasta ahora más disimulada que oculta, nos cimbró también emocionalmente.
Con el propósito de establecer un intercambio intelectual de \ 1
conocimientos y de experiencias objetivas y subjetivas que nos vuelvan sujetos activos del gran cambio, la comunidad académica del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM)
impulsó la realización de una mesa redonda bajo el título ¿Cómo se refleja, en el conflicto de Chiapas, la transformación del mundo actual?, en la que desarrollaron sus ponencias distinguidos pensadores en las ciencias sociales y participó un grupo de investigadores del propio CRIM con interesantes preguntas y comentarios pertinentes.
Estamos listos, pues, para conocer las palabras del sociólogo, del economista, del politólogo, del antropólogo, del filósofo y, en este caso particular de Chiapas, también del teólogo, que. nos ~ablan, por ejemplo, de algunos temas como el incesante fluJO de mformación diversificada que sin embargo no logra establecer, dentro de una sociedad profusamente informada, una comunicaci~~ realmente humana entre los seres humanos; que nos hablan tambte~, entre los temas que ellos desarrollan, de las increíbles innovactones
tecnológicas y de la globalización del capital con su correspondiente tendencia neoliberal a agudizar la división entre los que tienen y los que no tienen, entre los poseedores y los desposeídos, aunque también con la promesa de una posible universalización de valores espirituales: éticos y estéticos; o que nos hablan del paulatino cambio en las funciones tradicionales de la máxima institución política lograda en el transcurso de la moden1idad -el Estado nación - y del surgimiento perceptible en varias regiones del mundo -entre ellas Chiapas- de un nacionalismo que pareciera ser de nuevo tipo, más ligado ahora a la defensa de los lazos étnicos, religiosos, idiomáticos: culturales en una palabra, y menos ligado a la defensa de esa institución política que llamamos Estado; que nos hablan del desbordamiento y de la inquietante banalización de anteriores culturas· elitistas, de la aparición en estos tiempos posmodernos de culturas de masas, anodinas por una parte, pero, por otra, ¿quizás del fortalecimiento de verdaderas y arraigadas culturas populares?, todo ello con sus elementos destructores y sus aspectos constructivos; que nos hablan del debilitamiento y, por lo tanto, de la transformación de antiguos conceptos puntales del hasta ahora edificio teórico del pensamiento moderno, tales como los conceptos del tiempo, de la historia y del progreso; y que nos hablan también del no tan sorprendente viraje de la Iglesia católica -patente en Chiapas- hacia la franca "opción por los pobres" (¿un futuro socialismo con Dios?) una vez desaparecida la amenaza atea del socialismo soviético.
Con la participación de los doctores Pablo González Casanova, Rodolfo Stavenhagen, Gilberto López y Rivas, Miguel Álvarez Gándara y Horacio Cerutti se realizó la mesa redonda el 14 de abril del año en curso, en la sede del CRIM, con una nutrida asistencia que respondió así al llamado de los organizadores, los académicos pertenecientes a dicha institución, Héctor Hernández Bringas, Francisco Rodríguez, Sol Arguedas, David Moctezuma y Morgan Quero.
Estas Jornadas indudablemente enriquecerán nuestros conocimientos teóricos y prácticos acerca de qué es lo que está cambiando tan decisivamente en el mundo en nuestro momento y cómo se
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reflejan dichos cambios en el conflicto de Chiapas, es decir, en nuestra realidad nacional.
Las intervenciones en la mesa redonda fueron posteriormente revisadas y corregidas por sus respectivos autores en sus formas orales, para facilitar la lectura de sus transcripciones; algunas fueron ampliadas para enriquecer la infonnación en el presente libro.
Nos pareció pertinente reproducir al final algunos documentos, que consideramos básicos, para una mayor difusión de los mismos y una mejor comprensión del desenvolvimiento del conflicto en Chiapas.
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Bienvenida Dr. Héctor H. Hernández Bringas*
Es motivo de gran satisfacción para el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM ser anfitrión y organizador de esta Mesa Redonda que lleva por título una pregunta que, hoy por hoy, a muchos de nosotros nos parece central: ¿Cómo se refleja en el conflicto de Chiapas la transformación del mundo actual? También es motivo de enorme beneplácito y de gran atractivo y estímulo intelectual la presencia de tan distinguidas personalidades a quienes hemos pedido nos ofrezcan sus puntos de vista sobre la preocupación central de este evento.
Nos hacen el honor de acompañamos don Pablo González Casanova, ex Rector de nuestra Universidad, Director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM y miembro de la Comisión Nacional de Intermediación. El Dr. Rodolfo Stavenhagen, investigador de El Colegio de México y, ·como todos sabemos, ilustre miembro de la comunidad académica intelectual mexicana. Esperamos la llegada, en cualquier momento, del Lic. Miguel Álvarez, Secretario ·Ejecutivo de la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI). Nos acompañan también el Dr. Gilberto López y Rivas, Presidente en turno de la Comisión de Concordia y Pacificación (CONAI); el Dr. Horacio Cerutti, investigador del Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos de la UNAM, y reconocido experto en temas como el de la Teología de la Liberación y las utopías, entre otros.
A todos ustedes nuestros ponentes expreso el más amplio reconocimiento por la amable y entusiasta respuesta· a nuestra invitación. Valoramos ampliamente su presencia y la comunidad del CRIM les da la más cordial bienvenida.
*Director del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM).
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Quiero también manifestar el reconocimiento a la principal responsable de que estemos hoy aquí reunidos. A nuestra querida Sol Arguedas, quien, desde que concibió la idea, puso en juego todo su entusiasmo y su talento para lograr cristalizarla, dando con ello continuidad a un esfuerzo académico realizado en 1994 por el CRIM también sobre el tema de Chiapas y abriendo otra posibilidad para que la UNAM dé cabida, una vez más, al debate sobre un tema fundamental. '
Asimismo agradezco las ideas y la iniciativa de David Moctezuma y de Morgan Quero en la organización de esta mesa. Dejo a David Moctezuma el micrófono, quien moderará la sesión y previa.:. mente hará una introducción al tema y explicará la mecánica de la mesa redonda.
Muchas gracias.
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1 1 PONENCIAS
MODERADOR DAVID MOCTEZUMA NAVARRO*
CHIAPAS ¿ESPEJO DEL MUNDO ACTUAL?
A más de cuatro años de que se inició la insurrección indígena en Chiapas resulta claro que dicho conflicto no puede ser entendido, con la profundidad que amerita, si no se le ubica como parte de los grandes cambios que están ocurriendo en México y en el mundo entero. Situar el conflicto armado bajo esta perspectiva es una tarea compleja porque el mundo parece enfrentar, actualmente, un cambio de época cuyas transformaciones pueden tomar, todavía, un tiempo indefmido para madurar y adquirir su forma definitiva. Las grandes transformaciones históricas que el mundo ha experimentado han sido lentas y no exentas de tensiones y conflictos. Y este pudiera ser el caso de la etapa que hoy vivimos.
Las ideas que aquí se exponen tienen el propósito de presentar un marco general para el intercambio de puntos de vista y, como el nombre de esta reunión académica lo indica, partimos del supuesto de que el conflicto indígena en Chiapas puede analizarse como parte de los problemas que implica la construcción de lo que se ha dado en llamar la "aldea global".
MEGA TENDENCIAS
Las transformaciones que genéricamente se identifican bajo el concepto de globalización implican modificaciones y reacomodos en las economías de casi todos los países del orbe. Tales transformaciones, que poco a poco han ido tomando forma, se aceleraron, tal vez, con esa especie de maratón mundial en el que, sobre todo después de la caída del sistema socialista, se enfrascaron las naciones buscando conquistar y dominar los mercados mundiales.
• Investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM.
Este texto es una versión revisada de la presentación general de la Mesa Redonda.
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El triunfo mundial del capitalismo, de la economía de mercado, implica, entre otras cosas, que todas las economías nacionales se han vuelto interdependientes y que la producción organizada por las grandes corporaciones, así como el capital financiero, han perdido definitivamente su anterior arraigo territorial. Para las compañías transnacionales, dotadas de gran poder financiero, industrial, comercial, científico y tecnológico, las fronteras nacionales han perdido significado al romperse la relación entre la propiedad económica y la nacionalidad.
Con la intemacionalización de la economía el mundo avanza, paradójicamente, de manera simultánea en dos sentidos: por un lado las economías nacionales son más interdependientes e integradas, pero, por otro, se tiende a la formación de regiones económicas que pudieran llegar a convertirse en grandes compartimentos estancos. Al menos tres regiones formadas por bloques de países ya están definidas: Europa Occidental, América del Norte y el Sudeste Asiático.
Estos procesos en su conjunto, incluyendo la acción de los organismos financieros internacionales, han tenido entre sus consecuencias y efectos la limitación de los márgenes de maniobra independiente de los Estados nacionales. Las decisiones en materia comercial, financiera y de promoción del desarrollo han dejado de ser asuntos que puedan resolverse de manera autónoma, soberana, sin considerar y atender las condiciones de la inserción internacional de los países.
Pero los cambios en el mundo no son sólo económicos. Como sostiene KapuscinskV en los últimos años del siglo XX a nivel planetario se muestran otras grandes tendencias, como son la paz mundial y el triunfo de la democracia. Con el fin de la guerra fría el mundo inició una etapa en la que si bien existen conflictos annados, éstos no afectan, como en el pasado, a grandes núcleos de pobla-
1 Kapuscinski, Ryszard, "Cómo veo el mundo", Nexos, núm. 244, abril de 1998.
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ción; o al menos no amenazan la paz del mundo. La consolidación de la paz planetaria ha sido acompañada de procesos de construcción, avance o consolidación de la democracia. " ... La democracia se ha convertido en la solución del .momento, el anhelo que todo lo domina, el modelo general". Sin embargo, como también sostiene el autor polaco, junto a estas tendencias del mundo de fin de siglo, se da otra que es trágica para la convivencia humana y para la supuesta sociedad global que se está creando: el abismo de la miseria.
Ante la globalización económica, en principio se arraigó la creencia de que avanzamos progresivamente hacia un orden social autorregulado, resultado de la lucha competitiva entre sujetos que buscan obtener el máximo beneficio personal. Con esta idea, y suponiendo que había que acabar con los restos del Estado interventor, sentó sus reales el neo liberalismo. Sin embargo, después del pasajero entusiasmo por la caída del socialismo real y de·la victoria planetaria del x_apitalismo liberal, ha sido ostensible el fracaso del neoliberallsmtrpara resolver los problemas de la marginalidad y la injusticia social. Las desigualdades sociales no sólo no han desaparecido, sino que han aumentado. Está demostrado que al tiempo que crece la desigualdad entre países ricos y países pobres se ahonda la desigualdad en el interior de las naciones. Y si esto es válido para los países desarrollados,2 mucho más lo es para los pobres.
Cabe decir que estas grandes tendencias son sólo eso, tendencias que no están plenamente consolidadas. El mundo se reorganiza conforme a ideas todavía dificiles de definir. Lo cierto es que antiguas ideas se derrumban, sobre todo aquellas totalizadoras que tendían a ver a las sociedades políticas como homogéneas. Hoy parece existir una especie de desencanto sobre las explicaciones globales que a fuerza de generalizar acaban por no entender la especificidad
2 Ver una argumentación en el sentido de que la mundialización h~ implicado, para los paises desarrollados, paro masivo, crecimiento formidable de las desigualdades y pobreza, en: Fitoussi, Jean-Paul, "Mundialización y desigualdades", Este Pafs, núm. 83, febrero de 1998.
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de los hechos concretos. Tal vez por eso las ideologías estén en desuso.
Consecuencias en los estados nacionales
Independientemente de las posturas que sostienen que los cambios mundiales son consecuencia de los que acontecen en el interior de los países, o de las que postulan que los cambios internos se deben a la influencia de los externos, el hecho es que empieza a cambiar el \ significado del Estado nación. Como sostiene Luis Aguilar: " .. .la mundialización o globalización económica ha provocado que la idea de país o nación haya perdido de golpe su significado económi- 1 coy ha trastocado el papel tradicional que el Estado-nación desempeñaba en la promoción y la conducción del desenvolvimiento económico nacional, en la regulación de las relaciones entre capital y trabajo en los diversos sectores productivos, así como en la promoción y la regulación de los intercambios con las economías externas".3
Pocos se aventuran en estos días a sostener las viejas tesis marxistas del fm del Estado como forma de organización política y de cohesión social. El consenso mas bien parece ir en el sentido de que el Estado nacional está cambiando, se está transformando, se está· adecuando a los procesos de la globalización y a los efectos que implica la aplicación de polfticas de corte neoliberal en el interior de los países. Nadie parece dudar que el ·Estado omniabarcante y omnipresente, supuesta.J;nente homogéneo, ha llegado a su fin. Hoy día en todo en mundo, y México no es la excepción, hay más sociedad y menos Estado. Esta es otra megatendencia mundial.
Peter F. Drucker4 nos re(fuerda acertadamente que Jean Bodín inventó el concepto de soberanía basado, en parte, en el control de
3 AguiJar, Luis, "El México inconcluso", en proceso editorial.
4 En: "La economfa global y el Estado-Nación", Foreing Aftairs, vol. 76, sep./oct de 1997.
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los países sobre la emisión de su propia moneda, el control del crédito y la política fiscal. Hoy resulta evidente que, ante la acción de las grandes corporaciones mundiales y de los organismos financieros internacionales, el concepto de soberanía se ha relativizado. Ante este hecho, algunos autores empiezan incluso a hablar de "soberanía compartida" para aludir a la toma de decisiones comunes entre países. Esta idea parte de la estimación de que si la resultante del proceso que vivimos nos lleva a una división del mundo en grandes regiones, es decir, a la formación de grupos de países asociados para ampliar sus mercados y participar con más éxito en la economía global, transitaremos quizá del Estado nación hacia el Estado región. 5
Pero en la globalización no todo está dicho, el proceso está lleno de paradojas y contradicciones. Al mismo tiempo que en algunas partes del planeta parece transitarse hacia el Estado región, en otras se dan fuertes resistencias ante la homogeneidad que implica la globalización. Frente a las tendencias integradoras y homogeneizantes, algunos movimientos nacionales buscan reivindicar sus derechos a la singularidad cultural o incluso a la autonomía política.
Sabido es que en las condiciones mundiales actuales, las grandes corporaciones y los organismos financieros mundiales son capaces de influir en decisiones estratégicas de los países. Esto se ha traducido en un debilitamiento de la capacidad de los Estados para promover el desarrollo, la cual ahora está determinada, en alguna medida, por los centro del capitalismo mundial. Esto ha hecho que en el interior de los países resurjan, con fuerza, las micro identidades nacionales, y que aparezca una sociedad civil con mayor capacidad de autonomía respecto del Estado.
s Ver esta tesis en Ohmae, Kenichi, The rise of the region state, Foreing Affairs, vol. 72, núm. 3, 1993. También puede consultarse la argumentación del paso de la ciudad a la nación y de la nación Tia región, en: Pipitone, Ugo, Ciudades, Naciones, Regiones, en Metapolítica, vol. 1, Núm. 3, julio-septiembre de 1997.
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Al mismo tiempo que las fronteras económicas se han desdibujado, fuertes reivindicaciones sociales en el interior de algunos países pugnan por la defensa de su propia identidad. Son movimientos que, ante la posibilidad de ver eliminadas sus tradicionales formas de supervivencia, reaccionan defensivamente.
Si esto es así, estaremos ante otra de las contradicciones del proceso de globalización que, al pretender un mundo homogéneo, propicia el que se revele con nitidez lo que siempre ha estado ahí: ]a naturaleza multinacional de muchos Estados nacionales. De ahí que hayan tomado fuerza las demandas por la redistribución interna del poder y haya resurgido el reclamo por construir, ahora sí, de manera real, Estados federales, Estados descentralizados, como diría Felipe González.6
Desde nuestro punto de vista, una de las manifestaciones concretas de resistencia hacia la homogeneidad de la globalización es la lucha emprendida por el movimiento zapatista. Se dirá que puede ser un despropósito ubicar el conflicto iniciado por el EZLN en esta dimensión, sobre todo si se tom~ en cuenta que el conflicto, como se expresaba en las declaraciones iniciales del EZLN, más que reivindicaciones culturales las tenía políticas. Pero lo que importa no es tanto el inicio del conflicto sino sus derivaciones y lo que ha 11egado a significar para grupos sociales, para los que la gJobalización poco 0
nada significa.
Neolibera/ismo y zapatismo
En el caso de México la aplicación tozuda de las políticas neo liberales ha cC'brado varias víctimas, y una de ellas es el sistema político posrevolucionario. El predominio del neoliberalismo ha debilitado la capacidad de cohesión del Estado en la medida en que descuidó sus políticas sociales para sustituirlas por los mecanismos del mer-cado.
6 En: "Siete asedios del mundo actual", Nexos, Núm. 243, marzo de 1998.
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Un asunto muy estudiado es el hecho de que la lealtad de los ciudadanos hacia el régimen político posrevolucionario se cimentó en el sistema corporativo y en los beneficios que las masas recibían por medio de éste. El cambio del modelo de desarrollo económico, iniciado en los años ochentas, trajo consigo una redefiv.ición, una limitación de los alcances de la acción del Estado, cuya consecuencia, casi inmediata, ha sido la liberalización de las fuerzas políticas y de la propia sociedad civil, así como el surgimiento del pluralismo político.
El Estado mexicano, y el sistema político que lo sustentaba, ha perdido su anterior fuerza debido a los condicionamientos de la globalización, pero también por decisión propia de la élite gobernante. La combinación de fuerzas externas y decisiones internas terminaron por limitar tanto la función estatal en la promoción del crecimiento económico como el compromiso histórico en la compensación de las desigualdades sociales. Es en este contexto que las reivindicaciones del movimiento zapatista acontecen como un mecanismo de defensa ante la pérdida de la capacidad del Estado de promover el bienestar.
A nivel mundial hoy resulta evidente que las políticas neo liberales ni pueden prescindir completamente de la acción regulatoria del Estado, 7 ni han logrado borrar el eterno anhelo de una sociedad justa. Por eso ha resurgido el viejo comunitarismo. Tal vez empezamos a redescubrir que el sujeto individual, aislado, no tiene sentido al margen del todo que lo trasciende. Y éste parece ser, desde nuestro punto de vista, parte fundamental del sentido profundo del levantamiento zapatista en Chiapas.
El conflicto entre el EZLN y el gobierno mexicano puede ser visto, también, desde la perspectiva de la polémica que Huntington
1 Ver las tesis recientes de George Soros en el sentido de que podemos tener una economfa de mercado, pero no podemos tener una sociedad de mercado, en: "Hacia una sociedad global abierta", Nexos, núm. 243, marzo de 1998.
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introdujo con su ensayo sobre el choque de las civilizaciones. Este autor ocasionó convulsión en los medios intelectuales mundiales con su tesis en el sentido de que, en el mundo globalizado, los conflictos entre las naciones no serán más por razones ideológicas o políticas, sino que " .. .los conflictos principales de la política mundial se producirán entre naciones y grupos de civilizaciones diferentes ... Las líneas de separación entre civilizaciones serán las líneas de batalla del futuro".8 El politólogo norteamericano formuló su ensayo para alertar a la sociedad norteamericana sobre el peligro que para su proyecto hegemónico representan las culturas china y árabe, pero, independientemente de las críticas que ha recibido, tiene el mérito de haber puesto en el tapete de la discusión el factor cultural como un elemento fundamental a considerar en las deliberaciones sobre el futuro del Estado nación.
El conflicto en Chiapas pudiera ubicarse, analíticamente, en la perspectiva de la lucha entre culturas. Gracias a ese conflicto los mexicanos hemos recordado nuestra naturaleza pluricultural. La lucha en Chiapas, más allá de sus implicaciones políticas, que las tiene, es también señal de un pueblo que defiende su identidad y su derecho a la singularidad cultural. Ante esta situación la disyuntiva para el gobierno mexicano, con su perspectiva neo liberal, es responder al cuestionamiento que en el terreno académico otros han hecho: ¿se justifica la concesión de derechos políticos especiales _a grupos minoritarios dentro de un ordenamiento democrático liberal nacional? ¿Es legítimo conceder a grupos étnicos un estatuto constitucional de excepción? Hasta ahora la respuesta gubernamental es: no. Sin embargo el multiculturalismo existe. Esta es la realidad que los zapatistas han logrado oponer ante la supuesta existencia de un Estado nacional mexicano homogéneo. La preservación de un México multicultural y plural es el principal reto que la globalización impone a naciones como la nuestra.
s Huntington, Samuel, "The clash of civilizations", Foreing Aft'airs, vol. 72, núm. 3, 1993.
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1 IJ
En este sentido, nuestro problema como país es que todavía. hay resistencias ante el pluralismo. Todavía no está plenamente\ aceptado que el pluralismo político, que apenas empezamos a vivir, implica una redistribución interna del poder; y el pluralismo cultural, el respeto a la diferencia.
La construcción real y no sólo formal de un país que acepte su raíz indígena y su tronco mestizo implica, desde nuestra perspectiva, responder de manera afirmativa las preguntas antes enunciadas. La solución práctica el mundo la conoce bajo el concepto de autonomías regionales. Esta opción ha permitido, en otras partes del mundo, conciliar la preservación de las identidades locales con la unidad de un Estado.
Este es uno de los nudos del conflicto chiapan~co para el cual no parece existir una salida en el corto plazo. Y no parece haberla porque se confrontan, en las posiciones del EZLN y el gobierno de fa república, dos visiones contrapuestas. El segundo, comprometido con su interpretación sobre las tendencias del cambio mundi~l, parece pensar que no hay más camino que los valores de la democracia liberal y los derechos de los individuos sobre los de las comunidades; el primero, con su convicción de que los derechos históricos y culturales de las comunidades deben tener primacía sobre los del individuo.
Hoy día, en el conflicto en Chiapas se oponen, como en el siglo pasado, dos ideas de nación. Hoy, como en el pasado, está en juego el diseño o el rediseño constitucional del país. Tal vez el actual estancamiento en el proceso de negociación se deba a la errónea percepción de que son incompatibles los derechos históricos y culturales de las comunidades con los derechos liberales de los individuos. Las antinomias que teórica y prácticamente se plantean entré comunidad o individuo, libertad o igualdad, integración o se~regación, sólo pueden ser resueltas mediante el diálogo y el ejercicio de la virtud cívica de la tolerancia. De otra forma estaremos condenados a una permanente e inútil confrontación.
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PABLO GONZÁLEZ CASANOVA*
Me pareció que en un local como éste, en un Centro de Investigaciones, podía ser interesante reparar en el método que usamos, o en las reglas que seguimos, para pensar en torno a un problema tan importante, tan dramático. Si Descartes se olvidaba frecuentemente de sus reglas de pensar tras haber escrito un magnífico libro sobre el tema, nosotros nos olvidamos todavía más, y lo primero que vale la pena es darse cuenta de que el problema de los zapatistas no es sólo un problema de los zapatistas; que el de los indios no es un problema nada más de los indios; que el de Chiapas no es nada más un problema de Chiapas; que el de México se inserta en problemas de tipo mundial. Y, afortunadamente, las ciencias sociales han entrado en una etapa en la que pasan del análisis macro al análisis micro, y del micro al macro en formas que no tienen precedente en la historia del conocimiento humano. Antes se hacían grandes síntesis, pero en ellas, entre las categorías que manejaban sus autores y los problemas pequeños e inmediatos había, con frecuencia, hiatos terribles que no podían librar. Hoy las posibilidades metodológicas de ese vínculo se dan y permiten pensar en lo local y lo global constantemente. Si nos olvidamos de hacerlo es culpa nuestra y las consecuencias pueden ser muy graves, de una gran irresponsabilidad intelectual y de una gran irresponsabilidad política; son las que a uno le permiten decir lo que le da la gana cuando se tiene la decisión de seguir políticas arbitrarias o autoritarias en las que no se quiere explicar por qué se está tomando determinadas medidas. La responsabilidad del científico social y la del político al aislar un problema son igualmente grandes. Sobre esa base querría abordar el tema, empezando por la globalización, fenómeno que según creo se tiene que definir mucho más claramente de lo que se ha hecho. Hay una definición mitológica, mistificadora de la globalización, que nos está haciendo muchísimo daño. Voy a intentar brevemente un planteamiento, una definición de lo que es la globalización, respondiendo a la pregunta de nuestro encuentro.
·sociólogo. Director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades. UNAM.
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Creo que la globalización es un fenómeno de apropiación del mundo; ahora, ¿quiénes se apropian el mundo? Se apropian el mundo las grandes potencias y las grandes empresas; para eso están utilizando las nuevas tecnologías de la información, de la organización, de la simulación de guerras, de los escenarios de saqueo, de los escenarios de vinculación entre el poder y la apropiación. Este fenómeno por lo tanto subsume, integra fenómenos anteriores de apropiación y de dominación que se han conocido con el nombre de imperialismo, de colonialismo, o con otro tipo de nombres como los de oligarquías, dictaduras etcétera. En todo caso sólo se ha presentado como si fuera el problema de una mayor articulación del mundo, de una mayor comunicación del mundo, y así es, pero aparte de eso, se trata de un fenómeno en que el neo liberalismo, junto con la tecno-ciencia, llegan con el·gran mito de que van a resolver los problemas del autoritarismo y la corrupción, y aprovechando la crisis de un mundo que se llamó socialista sin serlo, y la crisis de la social democracia y la crisis del populismo dicen que con la política neoliberal van a resolver los problemas de la humanidad en un plazo relativamente corto. Con esos y otros argumentos se impone una serie de políticas a los gobiernos del mundo, no sólo en los países de la periferia sino también en los países centrales. Esas políticas determinan una redistribución de la riqueza y del producto en el mundo entero, dependiendo de la correlación de fuerzas que existe entre los países, entre las clases, los estratos, las regiones etcétera. La redistribución corresponde a fenómenos de apropiación, pero la apropiación a su vez deriva de políticas que conocemos muy bien: hemos sufrido políticas de privatización, de desnacionalización tremendas, por las cuales cantidades enormes de riqueza y recursos pasan de unas manos a otras y afectan no sólo el poder y las riquezas de los Estados; afectan también a la sociedad civil, a los pueblos. Las agro industrias empiezan a apoderarse de grandes cantidades de terrenos; las propiedades y las empresas se concentran cada vez más. Las polfticas neo liberales ayudan a zanjar la crisis de las grandes compañfas, de los grandes bancos, y dejan que se vayan abajo las pequeftas, lo que explica fenómenos como "El Barzón", en México.
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Es en esas condiciones como viene una crisis, la crisis económica que estamos viviendo y la crisis del neoliberalismo. Pero esta crisis se inscribe en otra mucho más profunda: la crisis de un sistema que empezó hace 500 años, un sistema de economía-mundo, como la llama Wallerstein, que es el capitalismo. Y este es un segundo punto que se está ocultando. Se habla de globalidad sin decir todo lo que acabo de decir y que implica la globalidad en materia de apropiación y dominación, y se habla de la crisis actual sin referirse a la crisis sistémica que el mundo está viviendo y sobre la cual hay evidencias extraordinarias y sorprendentes. Evidencias en el sentido de que realmente estamos llegando a un punto límite en lo que en el marxismo clásico se llamó la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción. Sin emplear esa terminología que a veces fatiga por el uso demagógico que se le dio, sí podemos decir que el desarrollo tecnológico es tan brutal, junto con la explotación de la naturaleza para fmes de un sistema en que el profit motive es el motor principal, que están acabando con los re-cursos de la tierra. Todos los investigadores -muchos de ellos han sido ministros como la Sra. Brutland, otros están en Washington como los del Worldwatch Institute -muchos investigadores de lo más serio, de lo más responsable, con un nivel de conocimiento y una capacidad de rigor altísimos, sostienen que de continuar las tendencias actuales estaremos en peligro de ecocidio. La respuesta del establishment consiste en pretender que se trata de personas escépticas, catastrofistas, que ven las cosas muy mal, y que siempre habrá una solución. El mundo científico replica una y otra vez que esto no es así, y sin embargo seguimos hacia una situación que va a ser catastrófica de continuar el sistema dominante; me refiero al sistema capitalista. Sin embargo, con la crisis de las opciones a este sistema, es decir, con la crisis del comunismo, con la crisis de la social democracia, con la crisis del nacionalismo revolucionario, resulta sumamente dificil plantear una alternativa importante.
Ahora bien, en esas condiciones nos hemos puesto a estudiar cuáles son las opciones que se dan en el mundo y hemos encontrado que una de esas opciones se encuentra en México ... Quiero decirles que México ha hecho contribuciones a la historia universal varias
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veces. Hizo una cuando Hidalgo y More los iniciaron la primera guerra popular de independencia y, en lugar de dejar que Allende dirigiera la guerra, ellos convocaron al pueblo y organizaron una guerra popular: ésa fue una innovación a nivel mundial. Otra innovación a nivel mundial la hizo Benito Juárez, cuando en lugar de resistir al ejército más poderoso de su tiempo, el francés, con una guerra convencional, también hizo una guerra del pueblo. Esa fue otra aportación a la que después Reyes Heroles llamaría liberalismo social. Efectivamente, con Juárez y en medio de las contradicciones que se plantearon en esa primera etapa de liberalismo muy asociada al colonialismo y al imperialismo, los liberales mexicanos de todos modos plantearon políticas nacionales, sociales, que no podemos ignorar. Otra aportación muy importante fue la de la Constitución de 1917, la más avanzada en el mundo entero en aquel entonces, hasta que llegó la rusa que en otros puntos -no en el terreno de la libertadsí logró rebasarla. Quiero decirles ahora algo. Sin el menor chovinismo, sin el menor intento de pensar que México es el centro del universo, sí puedo asegurarles que la Lacandona parece ser el centro del universo.
En la Lacandona se está pensando, con una profundidad extraordinaria, con una profundidad que no existe en ningún otro movimiento contemporáneo, en un proyecto de democracia universal, de democracia alternativa que en lugar de pensar en la toma del poder, cosa muy rara en los movimientos revolucionarios, que en lugar de pensar en términos de convertirse en un movimiento político que forme parte de un gobierno determinado, pone el acento en la construcción, en la estructuración de los poderes en las comunidades sobre la base de un tipo de democracia plural, respetuosa de todas las religiones, de todas las ideologías, de todas las filosofias, y sobre la base de un diálogo que nos vaya orientando en medio de una situación muy distinta a la que el hombre vivía en el siglo XIX, en una situación en que no sabemos exactamente cuál es el futuro de la humanidad. El "estúpido siglo XIX", como lo llamó el poeta, creía con toda certeza saber a dónde iba el ser humano. Ya fueran positivistas, ya fueran marxistas, todos sabían que íbamos al "Progreso",
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al "Socialismo", a una etapa superior. Ahora el "inteligente siglo XX" por lo menos tiene el mérito de no asegurar adónde vamos.
En ese sentido el zapatismo hace otra aportación: se compenetra con los problemas morales y políticos, ve los problemas morales de las revoluciones y de los movimientos sociales, y descubre la importancia de un valor extraordinario que es la dignidad. ¿Por qué la dignidad es un valor extraordinario? Porque los hombres se están enfrentando a una múltiple guerra de baja intensidad en la que se les acaba física, psicológica o moralmente. Enfrentar esa guerra múltiple no sólo implica tener valor físico, sino también valor psicológico, fortaleza espiritual, y un gran valor en el terreno ético, para hacer constantes esfuerzos por igualar la palabra con la acción; para representar y defender los intereses generales de las comunidades, de los pueblos, de las naciones; y para no cejar ni traicionar los objetivos generales y no abandonarlos por otros de tipo particular. Esos y varios planteamientos más son muy importantes en la construcción de un mundo alternativo a fines del siglo XX.
La filosofía que está detrás de ellos surge del legado de 500 años de lucha del pueblo maya y se junta con un movimiento mundial por la democracia que se inició en el 68, con un movimiento mundial que correspondió a las guerrillas de los años setentas -como los tupamaros en Uruguay- que destacaron mucho con un primer proyecto de democracia. Ese proyecto de democracia se junta con la teología de la liberación y con los planteamientos que la religión católica, en este momento la más avanzada del mundo, hace con "la opción por los pobres", y se acentúa muchísimo en el movimiento de los zapatistas. A ese legado, el movimiento zapatista añade un conocimiento sorprendente de la tecno-ciencia y otro de la filosofía posmodema que incluye la narrativa en la reflexión polftica, además de algo muy agradable (sobre todo cuando se piensa en el esprit de sérieux de la antigua izquierda) que es el sentido del humor, la ale-
gría de la vida.
Es así como el zapatismo plantea un proyecto revolucionario que, en lugar de una guerra que persiga la derrota de tipo militar de
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una de las partes, se transfonne en una lucha de tipo político y legal; que a partir de la idea de las comunidades como centros de construcción de un poder alternativo hilvane las autonomías de las localidades con las autonomías de los municipios, con las autonomías de las regiones que comprendan varias localidades o varios municipios, y que puedan reestructurar el poder en México y en el mundo.
Ahora, les quiero decir que muy posiblemente, así como hay una ceguera para ver los peligros que amenazan al mundo si seguimos con este sistema, puede haber esa misma ceguera para el movimiento que los indios de Chiapas y de México han iniciado en favor de una nueva democracia plural de carácter nacional y mundial. Si eso ocurriera se cerrarían las puertas no sólo al futuro de nuestro país, sino al del mundo entero, y es por eso que se preocupan tanto no únicamente los chiapanecos, no sólo los indios, no sólo los mexicanos progresistas, sino gente del mundo entero, porque éste es un proyecto que no es nada más de los mayas, que no es nada más de los zapatistas; es textualmente un proyecto que entusiasma a mucha gente en Estados Unidos, Canadá, Holanda, Africa, Asia. Hay una sensibilidad IJlUY grande, sobre todo en la gente joven, sensibilidad que los alienta a venir a nuestro país y a tratar de ayudar para que ese proyecto se realice. Sin embargo, ahora el gobierno está convirtiendo en delito el luchar por un mundo alternativo, y eso para nosotros constituye una seria derrota, y al decir para nosotros, pienso particularmente en quienes hemos luchado porque esta guerra de baja intensidad termine con el triunfo de la paz y con una solución democrática que amplíe las posibilidades de acción y de articulación de organizaciones autónomas y de comunidades que se vinculen dentro de un gran proyecto nacional. Les recuerdo a ustedes, a ese efecto, que los zapatistas siempre tienen la bandera nacional, y siempre están pensando en términos internacionales. Y con ellos todos los que estamos luchando por una solución pacífica consideramos que si perdemos en este intento de lograr la paz mediante una legislación que reconozca los derechos políticos a los pueblos indios y a las comunidades indias; si perdemos en este intento, no vamos a perder nada más nosotros, va a perder el mundo entero. La lucha que en ese sentido ha librado el obispo Samuel Ruiz -una lu-
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cha absolutamente admirable, respetable- es objeto en este momento de uno de los ataques más duros contra él y contra toda la diócesis que encabeza y contra los sacerdotes que han hecho "la opción por los pobres". Se ha convertido en un delito defender el que haya una salida jurídica, política, de respeto a los pueblos indios de México. Si no seguimos luchando para que el derecho a la lucha política de los pueblos indios y sus comunidades -que es lo más racional, lo más ético, lo más político, lo más humano que puede haber- sea una realidad, vamos a cometer un grave error. Porque estoy seguro que sí podemos ganar y que debemos seguir luchando para sustituir la lucha militar por la lucha política, la guerra injusta por la paz con justicia y dignidad.
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Rodolfo Stavenhagen
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RODOLFO STAVENHAGEN"'
Ante todo yo quisiera agradecer al CRIM y a los organizadores de esta Mesa Redonda la invitación y felicitarlos por la iniciativa, porque creo que cuanto más podamos debatir, discutir y analizar estos graves problemas que nos aquejan y a los que ha hecho referencia el Dr. González Casanova, pues tanto mayor será la contribución a la comprensión, al entendimiento de lo que nos pasa y tal vez a la posibilidad de buscar y encontrar y lograr soluciones pacíficas a esta problemática.
Siguiendo un poco en la línea que inició don Pablo, es decir, la visión de la globalización y la relación que tiene o pueda tener con la problemática que estamos viviendo no sólo en Chiapas sino en realidad en todo el país y en muchos otros países, creo que todos nos preguntamos aquí, en este momento, por qué nuestro gobierno demuestra tal increíble incapacidad e incompetencia para dar solución pacífica a un problema como el que representa el levantamiento del EZLN en Chiapas. ¿Es realmente un problema tan profundo y tan grave que no se le puede encontrar una solución? Creo que nos quedamos todos intrigados con dicha pregunta, ya que no hay una res-
puesta fácil.
Podría haber varias respuestas, pero una de las que a mí se me antoja apuntar es que quienes tOJTI~ decisiones políticas al más alto nivel en nuestro país están ofuscados Y son prisioneros de una concepción rebasada, tal vez decimonónica, para no decir la otra palabra que mencionó el Dr. González Casanova, presos de una concepción superada de lo que es el nacionalismo, de lo que es el llamado Estado nacional. Además, no son los únicos que se ven prisioneros de esta confusión, porque los hay en todas partes del mundo y esto creo que precisamente apunta hacia los procesos de transformación que señalaba el Dr. González Casanova. El problema de la globalización y sus implicaciones tiene que ver, desde lue-
• Antropólogo y sociólogo, investigador de El Colegio de México, miembro de la cosEVER (Comisión de Seguimiento y Verificación). •.
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go, con lo que significa el concepto de Estado nacional o Estado-nación en nuestra época, y tiene que ver con las fuerzas sociales, políticas y económicas diferentes que están surgiendo en las últimas décadas. Hay ahí una parte de este nudo, porque lo que vemos en este proceso de globalización ya descrito por don Pablo es que el actor central del sistema internacional, el Estado nacional, está perdiendo relevancia en dos niveles, a nivel mundial y a nivel internacional, y está perdiendo también relevancia en el nivel interior del espacio territorial administrativo del Estado.
A nivel internacional creo que nadie podría negar dicho fenómeno; ya se han señalado las grandes transferencias financieras que ocurren por correo electrónico y por internet bancario de un momento a otro, las que pueden destruir lo que antes se llamaba una economía nacional en un par de minutos con la transferencia de miles de millones de dólares, operación que alguien puede efectuar apretando un botón en una computadora. Es, éste, un fenómeno de todos los días, visible en todas partes, por ejemplo en la crisis del sureste asiático. Todo eso se relaciona con estas transferencias, el famoso capital especulativo que entra y sale y beneficia a unos cuantos y destruye a muchos millones, el flujo de las tecnologías, la subordinación de ciertas decisiones económicas bancarias y otras, que antes correspondían a un Estado y hoy ya no le corresponden al mismo.Se engañan los Estados si creen que pueden influir en esto.
Como parte de la globalización, el Estado como tal está prácticamente desapareciendo; claro que todayía hace acto de presencia, pues ideológicamente se juega mucho en la situación actual, y los nacionalismos resisten, pero realmente su debilidad se ve en los organismos financieros internacionales, se ve en el sistema de Naciones Unidas, se ve en la parálisis del sistema internacional como conjunto de Estados nacionales independientes. El tipo de soberanía tradicional hace mucho tiempo que ya se perdió. El otro aspecto, muy vinculado a esta cada vez mayor disfuncionalidad del modelo del Estado nacional, es que en el interior, por las razones mismas de la globalización, el Estado nacional tampoco puede seguir desempeñando el papel que alguna vez tuvo (si es que en realidad alguna vez
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lo tuvo) o que alguna vez pretendió tener, es decir, el de promover el desarrollo económico y social de sus poblaciones, el de servir de árbitro entre diferentes fuerzas políticas y sociales en el interior del país, el de redistribuir el ingreso y manejar y administrar los bienes comunes y colectivos; en una palabra, el de ocuparse del bien común. Todas estas son ideas acerca de la función del Estado nacional, pero vemos cada vez más que, co1no resultado de los procesos de globalización, el Estado nacional ya no tiene aquella capacidad señalada. En nuestro país ha cambiado el discurso sobre el Estado nacional en los últimos 20 años. Todavía recordamos, cuando menos algunos de los que estamos aquí, que se hablaba de que el Estado es, o era, el rector de la economía en México. A quien se atreva hoy a sugerir que el Estado debe ser el rector de la economía tal vez lo expulsarán del país como extranjero pernicioso ... En fin, tal forma de expresarse ya no se estila, además de que ya no es posible que el Estado sea capaz de cumplir esas funciones. A causa del achicamiento del Estado y de la privatización de los recursos públicos la gente ya no encuentra, en los órganos estatales digamos de política social, las respuestas a las necesidades básicas determinadas por la COilvivencia de los seres humanos. Entonces la busca en otra parte, tiene que buscar en otra parte aquellas solidaridades, aquellas redes, aquellos apoyos que necesita el ser humano para resolver sus problemas no aisladamente, porque el ser humano no es una isla, es un ente social determinado por la cultura en que vive y por la colectividad social de la que forma parte y a la cual se integra. Claro que estas colectividades cambian, no son esencialistas,,no están ahí para siempre. Van. cambiando y es el ser humano en colectividad el que cambia precisamente esas culturas, esas sociedades, esas redes, esas estructuras y esas solidaridades; pero frente a esta dinámica el concepto del Estado nacional como el mayor bien de la humanidad -como se decía todavía en el siglo XIX-realmente se está desintegrando. Lo que ocurre es que lamentablemente nuestras clases políticas, y no me refiero sólo a las de México, no se están dando cuenta de esto, no se están dando cuenta del papel cambiante del Estado nacional, tanto a nivel internacional como parte de la globalización, como a nivel nacional en un país. Vivimos pues, y esto sería una hipótesis a discutir, con un modelo de Estado nacional que tiene sus orígenes allá en
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el siglo XIX y antes, y que es también no sólo un modelo jurídico político, sino un modelo cultural; es también un modelo social de Estado, y vivimos con este modelo que ya no refleja las realidades de nuestra época a fines del siglo XX. Quiero referirme a un aspecto en particular de esta contradicción, porque desde luego hay muchas, pero no tenemos tiempo de analizarlas en esta mesa redonda. Me referiré a un aspecto fundamental: el sistema internacional, representado por las Naciones Unidas, está compuesto hoy día por más o menos 200 unidades que son los Estados nacionales miembros de dicha organización. Entre Estados independientes, soberanos, que tienen voz y voto en Naciones Unidas, algunos son enormes en términos de población, en términos de economía, en términos de poderío militar, y algunos son muy pequeños, pero de acuerdo con la aceptación general tienen exactamente el mismo voto, la misma voz, un pequeño país-islita como Tonga en el Pacífico sur con 1 O mil habitantes y China con más de 1000 millones de habitantes, o Estados Unidos con la tercera parte de la economía mundial.
Éstas son algunas de las contradicciones, pero la contradicción fundamental, que quisiera señalar porque tiene relación con la problemática que estamos discutiendo, es que estos 200 Estados nacionales no corresponden a la multiplicidad de pueblos y de culturas que existen en el mundo. Hay, como ustedes saben, una enorme discusión acerca de las definiciones de "pueblos", "culturas", "grupos étnicos", definiciones de las que cada quién toma la que más le conviene. Pero en realidad, según las estimaciones que tenemos, en el mundo hay alrededor de 8 a 1 O ·mil grupos culturales distintos identificados como tales. Fijar su número depende mucho de si usamos criterios lingüísticos, criterios subjetivos, criterios administrativos, en fin, nadie sabe exactamente bien cuántos hay, pero se piensa que son entre 8 ó 1 O mil pueblos, llamémoslos así en este momento, aunque sea un concepto también controvertido pero que se usa mucho. Y en cambio hay 200 Estados. ¿Qué quiere decir esto? Que los Estados, a través de sus gobernantes electos o impuestos, legítimos 0 ilegítimos, piensan hablar en nombre de todos estos pueblos, primero, sin que en la mayoría de los casos los pueblos los hayan autorizado para que· hablen en su nombre, y segundo, que la mayoría
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de los Estados -sí no es que todos hoy en día- no son Estados nación en el sentido tradicional de que a cada Estado corresponde sólo una nación, sino que son, de hecho, Estados multinacionales, multiétnicos, multiculturales, multilingüísticos, multirreligiosos, multirraciales etc., como los quieran llamar. Ejemplos hay muchísimos, algunos son más heterogéneos que otros, pero las diferencias culturales, sociales, lingüísticas, religiosas, étnicas, en el interior de los Estados, se hacen cada vez más importantes para la acción política porque en parte, precisamente por las razones que dije hace un momento, se evidencia la incapacidad de un Estado nacional, basado en su concepción decimonónica, para dar solución adecuada a los grandes problemas sociales, a las necesidades básicas o fundamentales de la gente que vive en el interior de. estas sociedades de tipo nacional hoy en día a fines del siglo XX.
Las contradicciones -ya lo señaló hace un momento el Dr. González Casanova- van en aumento y esto lo reconocieron organismos como el Banco Mundial y las Naciones Unidas, cuando ésta última convocó hace tres años a una gran cumbre mundial sobre desarrollo social que, por cierto, no ha dado absolutamente ningún resultado; pero cuando menos se reconoció la necesidad de considerar el desarrollo social, y no sólo el llamado desarrollo económico y la globalización financiera, que por sí solos no resuelven los problemas a nivel internacional.
Entonces el gran problema eri 'et interior de los Estados, entre muchos otros, pero es éste al que yo quiero hacer referencia aquí, es cómo se manejan las diversidades cultural, étnica, religiosa, lingüística, racial etc., que se van generando y que van adquiriendo cada vez más importancia precisamente en la crisis del capitalismo mundial y en el proceso de globalización y, precisamente, ante la incapacidad del Estado nacional para hacer frente a esta crisis. Ahora, el concepto de Estado nacional con el que vivimos fue ideado por los próceres del siglo XIX Y se identifica con un modelo cultural de una minoría dominante, en nuestro el caso de México de una minoría criolla de origen occidental, frente a una población muy diversa, mestiza, indígena, étnicamente diversificada.
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Durante casi 200 años hemos vivido con este modelo de Estado nacional que idearon los próceres de la patria a principios del siglo XIX, el que está llegando, casi dos siglos después, a una seria crisis de tipo nacional. ¿Por qué? Porque en dos siglos este modelo de Estado nacional, etnocrático como yo lo llamaría, no ha sido capaz de entender la problemática nacional real, mucho menos de darle una solución. En ese sentido hay que ver la reacción prácticamente histérica que en este momento se ha levantado respecto a una inocente declaración de municipios autónomos en algunas partes de Chiapas, por parte de quienes viven ahí en esos municipios y han vivido ahí durante cientos de años; es su tierra, su localidad, su historia, su identidad los que están en juego, pero el Estado nacional ha sido incapaz de comprenderlo. Esto se da no sólo en México, se da en muchas otras partes del mundo y algl!nas veces ha conducido a guerras enormemente violentas.
Lo que ocurre es que en nuestro país, como en otros de América Latina, una manera de buscar opciones a esto ha sido el surgimiento de los movimientos políticos indígenas, la emergencia de Jos pueblos indígenas como actores, como nuevos actores políticos y sociales. Si nos hubiéramos reunido aquí en este recinto hace unos quince años, no se nos habría ocurrido hablar de "movimientos indígenas". Habríamos hablado, tal vez usando ese lenguaje marxista al que se refería don Pablo, de los movimientos campesinos; habríamos hablado de la clase obrera; habríamos hablado de los estudiantes; habríamos hablado de los intereses de la burguesía nacional y de la burguesía internacional (por'Cierto, la burguesía nacional parece que ya desapareció, no sólo del lenguaje, sino que flsicamente ha sido liquidada por la globalización). En cambio hoy hablamos de los indígenas. ¿Por cuáles razones hay que estudiarlos? Por qué surge el interés en y por ellos y por qué surge el interés de los propios indígenas? ¿Por qué están ahí plantados en el zócalo hoy día, pidiendo el respeto a los acuerdos de San Andrés? Porque han sido marginados durante 500 años, porque apenas están surgiendo como actores sociales y no sólo en México, también en Guatemala, en Ecuador, en Bolivia.
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A nivel internacional la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas está trabajando en los derechos indígenas; hay un convenio, el 169 de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado por México, que nuestros funcionarios ignoran totalmente; ignoran que ese convenio ya es ley en nuestro país. En fin, esto es parte de lo que está ocurriendo en el mundo. Estos movimientos pro indígenas se reflejan, desde luego, en los planteamientos que hacen los zapatistas; también se reflejan en los planteamientos que hacen otras organizaciones indígenas en nuestro país, como por ejemplo las que están agrupadas en el Congreso Nacional Indígena, o en el Movimiento de los 500 años en Guerrero, y en algunas otras que han organizado las marchas; se reflejan también en los primeros acuerdos de San Andrés, firmados por las dos partes y que el Gobierno se ha negado a cumplir hasta ahora. Es en este sentido que hay que ver también el movimiento zapatista.
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Gilberto López y Rivas
GILBERTO LÓPEZ Y RIV AS"'
Quisiera aprovechar lo ya planteado por mis colegas los doctores Stavenhagen y González Casanova para continuar sobre todo con la línea de argumentación del primer tema en términos del problema que los marxistas llamaron "la cuestión nacional", que constituye uno de los elementos fundamentales que el movimiento indígena, especialmente el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ha destacado en los últimos tiempos. El EZLN impulsa una tendencia que se venía dando ya en las izquierdas latinoamericanas ante la débacle de los paradigmas socialistas, o que pretendieron ser socialistas, consistente en regresar al planteamiento de la cuestión nacional sobre nuevas bases. Por cierto, de acuerdo con Yvon Le Bot, el EZLN no planteó la cuestión indígena por el hecho de que la mayoría de sus tropas era precisamente indígena y no quería dar la impresión de ser un movimiento regional o indígena Iocalista. Según el sobeomandante Marcos, los planteamientos clásicos de un marxismo tradicional habían sido derrotados a lo largo de la experiencia de constitución del zapatismo. La cuestión nacional como un modo de revalorar la nación como proyecto, y también como un nuevo paradigma por el cual luchar, se presenta básicamente en el zapatismo, y, diría yo, también en el cardenismo, sobre dos aspectos fundamentales. Uno de ellos, dimensionado de una manera muy especial por el zapatismo, es la cuestión étnica, el problema de los pueblos indios; el otro, que tocan también tanto el cardenismo como el zapatismo, es el problema de la hegemonía de la nación, del proyecto de Estado que quieren los pueblos que componen la nación.
En ese sentido, una vez terminada la guerra fría y desaparecida la problemática que ocasionó por decenas de años -guerras, conflictos y tensiones en lo que fue básicamente el enfrentamiento de dos Estados del mundo-, y una vez impuesto el sistema neoliberal como tendencia económica, política y social, los pueblos comenzaron a redefinir cómo defenderse. Me refiero a una tendencia, porque no concibo el neoliberalismo como un cataclismo, como una fatali-
• Antropólogo, diputado federal y presidente en ;umo de la Comisión de Concordia y Pacificación {COCOPA).
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dad. La prueba de ello está en que, a partir de que comenzaron a sentirse los efectos de polarización y la pulverización de prácticamente todas las conquistas sociales, económicas, políticas, sindicales etcétera, logradas durante los siglos XIX y XX, y cuando incluso en las metrópolis las clases medias empezaron a advertir los efectos de este sistema, se inició el surgimiento de movimientos tendientes a conformar nuevos instrumentos de lucha, nuevas formas de enfrentar esta realidad opresiva. Creo que uno de ellos, el más imaginativo, el más singular, es el zapatismo; aunque ciertamente en cada lugar se están dando nuevas formas de lucha revestidas de su propia especificidad. Pensemos, por ejemplo, en el Movimiento de los Sin Tierra en Brasil; o en el de los jóvenes en Europa, que se posesionan de ciertos inmuebles urbanos que no están en uso; o en los movimientos anarquistas, los movimientos de género, los movimientos que de alguna manera buscan la democratización de nuestros países. Todos ellos responden a esta especie de cataclismo ocasionado por una pobreza, una deshumanización y una depredación nunca antes vistas. En este sentido el zapatismo también responde precisamente a partir de revalorar la nación.
Cuando el marxismo tradicional se planteó el problema de definir la cuestión nacional, se refirió sólo al problema del Estado que tiene dentro de sí numerosas naciones, pueblos o etnias, y que trata de dar una respuesta a la explosión étnica nacional. Los marxistas discutieron acerca de la autonomía cultural personal del lado austrohúngaro, y acerca de la malograda experiencia de la Unión Soviética en el sentido de establecer grados -importantes de autonomía hasta llegar a las repúblicas federadas, repúblicas autónomas, regiones autónomas, comarcas autónomas, lo cual, de todas formas, no evitó un proceso de rusificación y un proceso de ruptura del propio orden constitucional soviético, es decir, el problema de las nacionalidades. Incluso el propio Lenin, cuando definió la cuestión nacional, se quedó sólo en este aspecto del problema, y no trató la redefinición de la nación misma. Cuando Lenin enumeró los países donde surgían problemas nacionales, curiosamente _no incluyó los de América Latina, porque en la perspectiva clásica del marxismo que se desarrolla en los siglos XIX y XX se identificaba el problema
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nacional con el problema de la independencia nacional, es decir, del establecimiento de naciones-Estado, y no se redefinía la composición interna, la forma de luchar por la nación dentro de la nación misma, el problema del poder interno de la nación.
Creo, al respecto, que éste es uno de los grandes aportes del zapatismo: en enero de 1994, su espectacular sublevación desnudó el cúmulo de contradicciones presentes a lo largo de siglos, y rompió todos los elementos de carácter subjetivo del triunfo del capitalismo sobre el socialismo y sobre las ideas libertarias de las luchas sociales. De pronto el zapatismo develó las grandes contradicciones de clase -aunque no se quieran nombrar con la frecuencia que lo hacíamos antes-, de género, étnicas, políticas, contradicciones que despierta un sistema que busca exclusivamente, y a cualquier costo, la ganancia.
El zapatismo, y también el cardenismo, matizaron este paradigma sectario dogmático que identificaba sólo clases sociales: las clases sociales comenzaron entonces a tener nombre y apellido, es decir, a tener un tinte nacional, de género, de grupos de edad. Así quedó al desnudo un sistema social basado en una matriz clasista que alberga, en el seno de las luchas políticas, contradicciones que, si bien secundarias, se establecen como primarias para algunos agentes sociales y políticos. De tal forma, el sistema provoca que en ocasiones los hombres seamos los peores enemigos de las mujeres, que establezcamos poder sobre los niños en nuestras familias, que no respetemos los derechos de los ancianos ni, particularmente, los derechos de los pueblos que confotman esta nación múltiple. Una nación que en estricto sentido es nuestra, pero en cuyo destino nunca hemos podido influir. El zapatismo nos· ayuda a redefinir estas cuestiones nacionales y entra incluso en el terreno de lo simbólico, en lo que podríamos llamar patriotismo revolucionario.
Al respecto cabe recordar que en Francia, durante la segunda guerra mundial, se vivió una situación paradójica: los comunistas sostenían la idea de que los obreros no tenían patria; no obstante, fueron éstos los que organizaron de manera decidida la resistencia
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contra la invasión extranjera. Esto es, de alguna manera el marxismo tenía que reconocer que había caído en el nihilismo nacional, en un internacionalismo imaginario, casi siempre fracasado en la práctica, y que finalmente teníamos que acometer la tarea de enfrentarnos a nuestros opresores, dentro de nuestra propia casa. Una casa que tenía un nombre y una historia que los marxistas desconocíamos. Entonces comprendimos que teníamos que ir a nuestras propias raíces para descubrir el internacionalismo, pero a través de las lochas nacionales, en el prisma de nuestra propia historia, a partir de conocer de manera cierta todos los aspectos recónditos de nuestra geografía política, social y económica. Esto es, debíamos hacemos nacionales en nuestra propia patria, tratar de compenetramos con nuestra historia para luchar desde dentro por los derechos de nuestros propios pueblos. Creo que en este sentido se debe interpretar el que el zapatismo traiga siempre, como decía el Dr. González Casanova, la bandera nacional. Evidentemente ellos están expresando un sentimiento con el que se identifican aquéllos que no están articulados con las economías mundiales o con las formas de explotación que el neo liberalismo exalta. De ahí que la burguesía nacional no ha desaparecido, como sugirió el doctor Stavenhagen; probablemente gran parte de ella está en el PRO o en el PAN, ya que, de alguna manera, la burguesía nacional representa proyectos que no están ligados con el proyecto de expoliación transnacional y ve reflejado en aquellos partidos políticos su sentimiento· de pertenencia a un territorio específico donde tienen sus formas de reproducción, aunque tal identificación se realice desde sus muy particulares puntos de vista. En realidad es la fracción financiera del capital la que prácticamente se ha convertido en una fracción capitalista antinacional, es decir, que conspira contra la nación.
En el desarrollo del debate zapatista se dio una discusión muy fuerte sobre los rangos de las autonomías, y conforme ha pasado el tiempo me doy cuenta de que, en cierta forma, era un debate falso, porque en realidad lo importante no es cómo se establece la autonomía ni cómo se expresa en cada pueblo sino la construcción del sujeto autonómico. En realidad ésa es la virtud de las autonomías: que cada cual expresa la manera de defender sus intereses, sus espacios,
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sus formas de representación política como se decida colectivamente.
Puede decirse que las autonomías expresan lo que en algún momento se denominó el poder dual, resultado de un proceso hegemónico ganado por el zapatismo que se expresa en la lealtad de miles de personas hacia la organización, y que ahora se denominan autonomías o municipios autónomos. Éstos no son sino los viejos espacios de los territorios liberados, donde se expresa el poder de la guerrilla, el poder de la gente que viene desde abajo, y donde se expresan sujetos autonómicos que tienen dignidad y organización y que están dispuestos a defender a fondo sus conquistas, entre ellas la de poder decir: "Éste es el municipio autónomo Flores Magón".
El problema en cuanto a las autonomías reside en que nuestra clase gobernante representa un proyecto antinacional, mientras que las autonomías son una forma de defensa de lo nacional, de las identidades populares, de las identidades indígenas. De ahí la imposibi-
. lidad de que la clase gobernante conceda lo que de hecho no le pertenece, que son esos territorios, esas tierras, esa soberanía compartida que todos los mexicanos tenemos a partir del artículo 39 constitucional y que nos secuestran en el artículo 41 al establecer que los partidos tienen el monopolio de la representación política.
Los antropólogos que estudiamos la nación habíamos tenido equivocadamente sólo una visión estatista de la misma; incluso hoy, la discusión se centra por lo general en los Estados-nación. Así, la forma tradicional de comprender los Estados-nación está dejando de ser útil para la nueva forma de concebir la nación, los pueblos nación o las naciones pueblo -en ese sentido abstracto que resume la pertenencia de un sinnúmero de pueblos que conforman un solo pueblo-, y creo que la equivocación c.onsiste en haber renunciado a esas pertenencias.
De esta forma nos alejamos de nuestras propias luchas nacionales. Recuerdo la época en que sabíamos más de lo que estaba ocurriendo en el conflicto chino-soviético, que de lo que había ocurrido
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entre Lombardo Toledano y el grupo de Los Lobitos, o sea, no teníamos una visión concreta de nuestro propio país. Sufríamo"s una colonización mental a partir de un marxismo que no aplicaba sus propios requerimientos de lo concreto, de lo específico y de lo histórico a su realidad nacional.
En este sentido se sigue privilegiando ·el aspecto estatista del concepto de nación, incluso cuando se ve al neoliberalismo como determinante, es decir, casi como una especie de plaga frente a la cual no podemos hacer nada más que esperar cómo nos va a arrasar. Si tomamos esa actitud es porque nos limitamos a la historia de los Estados-nación; pero los Estados-nación no solamente fueron conformados por las burocracias centralizadas que, entre otras cosas, impusieron una lengua. Finalmente vemos que las luchas de resistencia y la participación de los sectores que conforman ese pueblo, también le imprimen su sello a la nación.
Entonces, al negar la existencia de los Estados-nación vemos sólo un aspecto del problema .. Por ejemplo, en las discusiones sobre la adhesión al Tratado de Maastricht se dan en Europa dos posiciones totalmente opuestas: en Francia las poblaciones fronterizas muy ligadas a las economías vecinas, por ejemplo con Alemania, votaron a favor del tratado en más de setenta por ciento; en cambio, la situación en el cinturón rojo, obrero, controlado por el Partido comunista o con una influencia grande del mismo, todavía hoy era la inversa, y también en las zonas vinícolas. Así, las poblaciones de nuestros países al organizarse empiezan a apostar por un tipo de relación hacia fuera y hacia adentro. Quienes discuten cuál tipo de nación queremos, cuál tipo de Estado queremos, llegan al problema central de la existencia misma de los Estados como los vemos en el siglo XXI.
Aquí es donde encontramos un concepto dinámico d~ nación; no podemos ya hablar de una nación burguesa o de una nacJón plasmada en un sitio y con unas características específic~ .. La nación tiene que ir cambiando y es. precisamente en la deflnrctón de e~e cambio en donde tenemos que participar todos; creo que de no PartJ-
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cipar caeríamos en el garlito que nos tienden al afirmar que ante el huracán del neo liberalismo, a los pueblos sólo les queda rezar.
Ahora estarnos ante un proyecto que debemos configurar con claridad como un proyecto nacional-ni siquiera me atrevo a llamarlo nacionalista-que identifique con precisión a sus aliados externos, esto es, los explotados del mundo, y que identifique a sus aliados internos, estos nuevos sujetos emergentes, y algunos otros, adormilados por el corporativismo, como la clase obrera, quienes tendrán necesariamente que despertar ante un nuevo -proceso de luchas.
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Miguel Ángel Álvarez Gándara
N.UGUELÁNGELÁLVAREZGÁNDARA*
Soy de los convencidos de que Chiapas representa no el viejo tipo de conflictos, con viejos actores y viejas agendas. A pesar de la honda causa, se trata de un nuevo tipo de conflictos enmarcados por la globalización y la crisis de los Estados. Los nuevos actores y las nuevas agendas, desde la recuperación de la identidad cultural y política, replantean a los Estados mismos, sus democracias y modelos. Sobre esta base, y aceptando la pregunta que convocó a esta mesa redonda, afirmaría que sí, en efecto, en Chiapas se reflejan y se cruzan todas las agendas, los plazos, los terrenos, que están hoy en disputa y transformación no sólo en México, sino en el mundo.
Se me habían ocurrido tres temas por dónde abordar la afirmación de que en Chiapas se refleja esta transformación. Les mencionaré los tres, aunque sea sólo para abordar el tercero, que es el que me interesa recalcar; los otros nada más los comentaré rápidamente. El primero tendría que ver con lo que ya don Pablo y los anteriores ponentes plantearon respecto al proyecto de Estado y de nación. Pienso que la disputa definitiva ya empezó, se cruza y está en juego totalmente en Chiapas. La lucha por el poder pasa por quién conduce y hacia dónde la transición; y esta disputa a su vez pasa por el tipo de valoración y solución que se dé al conflicto en Chiapas. Así, la lucha por el parto o el aborto del México nuevo pasa por Chiapas.
El segundo tema es que Chiapas está vinculado también al propio papel y al proyecto de México en el mundo. Las naciones, los países, los organismos, las otras sociedades civiles, todo tipo de ámbitos (partidario, académico, eclesial etc.), todos de alguna manera tienen hoy preguntas, esperanzas, procesos en Chiapas.
Éste es un tema muy amplio; de él sólo quiero destacar que en Chiapas está en juego sobre todo la recuperación de la latinoamericanidad y el papel de México en América Latina. Al respecto hay
·sociólogo. Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de lntermediación (CONAI).
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algo que como mexicanos tenemos hoy no sólo el derecho, sino el deber, de hablar fraternalmente con nuestros hermanos de América Latina. No es posible seguir manteniendo la distorsión con la que los pueblos de América Latina han respondido a la solidaridad que les ha dado el pueblo de México. No es justo que el gobierno de México capitalice, se apropie de lo internacional como materia propia, y obligue a las vanguardias y a los otros movimientos latinoamericanos a comportarse como sus aliados estratégicos, aislando o inhibiendo la solidaridad que necesitan nuestras propias luchas como pueblo. La solidaridad internacional no es intervencionismo. Hoy está en nuestro derecho, y es nuestro deber, el recuperar y recibir la fraternidad entre los pueblos de América Latina. Para ello debemos recuperar como terreno civil propio, igual que a lo público, igual que al poder, a lo diplomático e internacional.
El tercer tema es que en Chiapas se procesa, no sólo para México sino para el mundo, la concepción, la estrategia y la metodología de los procesos de negociación y de paz para el nuevo tipo de conflictos.
Hay actualmente 59 países que viven conflictos armados internos. Casi la tercera parte del mundo vive guerras internas. Si toda práctica puede ser concebida teóricamente, el hecho de que cada conflicto tenga su peculiaridad no impide la capacidad de recoger las lecciones que en general ofrecen todos los conflictos, y tener más claió ·por qué se generan, por dónde orientar su solución a fondo, y cómo entender y conducir los procesos de negociación y de paz. Sin embargo, ni siquiera la ONU, el órgano prioritario que para este tipo de tareas han generado los gobiernos del mundo, tiene la más elemental sistematización o recuperación de lo que la humanidad ha aprendido para evitar las guerras y enfrentar las tareas de construcción de la paz.
El intercambio con otros procesos fue una tarea permanente de la Comisión Nacional de Intermediación {CON Al) para ser útil en el proceso de paz en México. Entrando en contacto con otros procesos y experiencias de negociación, de paz, de mediación, encontra-
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··--1 mos efectivamente algunas constantes. Así, el modelo vigente en 1 México, el modelo de San Andrés, recogió varias lecciones y, aun-~ que ahora está en crisis, es réconocido en los circuitos de expertos y
de profesionales en materia de paz como un modelo estrictamente innovador y de fondo. Desgraciadamente -porque a pesar de que haya mucha información gana más la reflexión coyuntural que la de fondo-, no hay entre nosotros los mexicanos suficiente claridad de lo que está en disputa en materia de paz en Chiapas, ni de lo que hay detrás de San Andrés y de la labor de la CONAI.
Permítanme entonces comentar algunos de estos elementos de negociación y de paz que se procesan en Chiapas y que tienen que ver con condiciones de transformación mundial.
En general, aunque existen muy diversos factores que explican una rebelión y su causa, el factor que desencadena un conflicto armado es de tipo político. Se establece que cuando un grupo, causa, cultura, clase etc., no encuentra espacio o forma de hegemonía o solución en la lucha política natural, recurre a la vía armada para generar condiciones y capital político, que no puede obtener por la vía normal, para propiciar la presión y la negociación políticas que le permitan avanzar lo más posible.
En esta lógica hay una profunda contradicción con los Estados, que siempre tratarán de escapar de una negociación política sustantiva con una contraparte que los presiona por la vía armada. Esto no le gusta a ningún Estado, ni a los Estados-nacionales en crisis, y menos cuando el movimiento armado los presiona a cambios que ni siquiera a los actores legales se quieren conceder; en todo caso, la lógica de Estado intenta primero derrotar militarmente, y luego reducir al mínimo la negociación para producir una rápida salida para los actores, sin comprometerse a una salida de fondo para las causas. Buscarán por lo tanto la más rápida solución coyuntural, ya sea para hacer desaparecer el movimiento armado, o bien para acelerar su conversión en un actor político que regrese a la lucha política natural.
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Obviamente al movimiento armado le interesará, al revés, que en su espacio de confrontación con el Estado se pueda negociar lo más profundamente acerca de las causas, y durante el mayor tiempo, para que pueda cambiar el país mientras él mantiene una interlocución privilegiada, y mientras no pueda ese cambio darse por la vía política natural.
Éste es un esquema elemental para seguir los rasgos y momentos que se .viven en los distintos conflictos armados internos. La clave está en el vínculo que se genere entre la negociación y la paz, así como entre el conflicto mismo y el sistema político nacional. Estos vínculos definen modelos de procedimiento y normativos de diálogo y de negociación. Para ello, en la gran mayoría de conflictos se requiere de mediadores y facilitadores. No es raro que la mediación recaiga en actores eclesiales fuertes, confiables por no ser actores políticos ni parte en el conflicto.
En el proceso en México (que para la CONAI hoy está viviendo la fase 54 del conflicto, considerándolo desde el primero de enero del 94 para acá), ha habido dos modelos de diálogo y negociación, y dos etapas de mediación (personal y colectiva).
El primero fue aquél que operó en febrero y en marzo del 94, cuando el Comisionado para la Paz era Manuel Camacho. Aunque fue un diálogo democrático en cuanto a la negociación, nosotros llamamos a ése un "modelo de ventanilla", ya que en estricto sentido el Gobierno sólo recibió el pliego de peticiones, negoció internamente respuestas, y las ofreció luego al movimiento zapatista. Nunca negoció ni causas, ni diagnóstico, ni respuestas. Las soluciones las ofreció en dos paquetes, uno de 32 respuestas a la ventanilla de actores zapatistas, y otro en 15 comisiones de trabajo que operarían con otros actores en el terreno político natural. Ese modelo fracasó, lo que aprovechó el nuevo presidente para realizar ajustes estratégicos.
El primer ajuste fue permitir "el 9 de febrero de 1995", cuando quedó claro que la acción del ejército mexicano no se supeditaría ni esperaría a que Gobernación generara condiciones de una salida
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política. Al contrario, el Ejército se aseguró de garantizarle al Estado mexicano la situación militar que le conviniera para, a partir de e1la, construir una salida política. Esta situación, sin embargo, no impidió que madurara un segundo modelo, propuesto desde diciembre de 94 por la CONAI, aunque este modelo tuvo en su contra el hecho real de tener una correlación desfavorable, con un ejército en proceso de creciente autonomía. Aún así este segundo modelo, conocido después como Mesa de San Andrés, fue la base para la Ley para el diálogo, la conciliación y la paz digna en Chiapas del 11 de marzo del 95. Es decir, esa ley respaldó los rasgos fundamentales del modelo de San Andrés, salvo en su artículo 13, que dejó sueltas la lógica y la acción militares.
Este segundo modelo se sustenta en una concepción de negociación y de paz. Que la paz requiere, pero no se limita, al tránsito del enfrentamiento militar hacia el enfrentamiento político entre las partes. Que si las rebeliones y los conflictos se explican por causas profundas, y aparecen por vacíos y debilidad de las vías y actores políticos, económicos y sociales, la paz es sobre todo un proceso de solución de las causas, de construcción de actores y de generación de gobemabilidad. Por lo tanto, la paz requiere, no sólo la negociación entre las partes en conflicto, sino el proceso de construcción política que incorpora a todos los actores necesarios para resolver las causas del conflicto.
Así, la Mesa de San Andrés está concebida como un espacio para la disputa política; está diseñada exactamente para propiciar el diálogo y la negociación de todos los elementos del enfrentamiento entre el Gobierno y el EZLN, en un proceso en torno al cual se articularán los otros actores y agendas. En este sentido, en lugar de que la negociación fuera sólo de las partes en conflicto -como si la paz sólo fuera responsabilidad de las partes en guerra-, el modelo de SanAndrés lo que hacía era tejer una vinculación de la negociación entre el EZLN y el Gobierno con las otras agendas, dinámicas y actores de la vida política nacional.
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De este modelo, la ley especial lograba establecer el reconocimiento mutuo del gobierno federal y del EZLN como partes nece- -sarias para negociar una agenda de 7 temas sustantivos orientados a la 90lución de las causas del conflicto; reconocía al EZLN como un movimiento de mexicanos inconformes, mayoritariamente indígenas; establecía además la institucionalidad para la paz ( COCOPA, COSEVER, y "la instancia de mediación reconocida por las partes").
Por cierto, la COCOP A es una de las novedades del "caso mexicano", porque es la manera de mantener involucrados el Congreso y los partidos políticos nacionales en la búsqueda de salidas políticas y de evitar la salida militar. Ésa es su virtud. Es necesario el actor político, en este caso la COCOPA, distinto del actor eclesial y civil de mediación; ambas comisiones tienen tareas, composiciones e identidades distintas. Mientras que al coadyuvante político corresponde exactamente aportar iniciativas políticas, la labor de la mediación es exactamente no ser un actor político, sino un testigo, garante y vehículo que en medio de la desconfianza entre las partes genere una confianza relativa en la conducción de los procedimientos, esfuerzos y compromisos de la paz.
La labor fundamental que ha tenido la CONAI en el proceso de diálogo y negociación en San Andrés es la conducción metodológica. Éste es uno de los asuntos claves que aprendimos en otros procesos de paz, y también en otras negociaciones de gobiernos con movimientos indígenas. La cons~ante es que ahí donde el Gobierno conduce la metodología, la agenda, las reglas y los ritmos, ahí, aunque los movimientos indígenas participen, éstos acaban perdiendo el resultado de la negociación, pues el Gobierno los lleva al tipo de salida que quiere. ·
Para la paz en Chiapas entonces la clave era que las partes confiaran la conducción metodológica en la mediación, aunque eso significara aceptar que la disputa y la presión entre las partes incluiría la mediación. Así, todas las presiones públicas y privadas a la CON Al son inevitables, porque se refieren al papel, a la tarea intensa y delicada que ha cumplido como mediación en México.
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Existen además otras explicaciones de la presión: que la mediación posible gira en torno de un obispo comprometido con su pueblo, y que ante las causas del conflicto y el tipo de paz necesario, don Samuel y la CONAI son una mediación imparcial, pero no neutral._Hay que distinguir la neutralidad de la imparcialidad y de lapasividad. La CONAI no es neutral porque está comprometida con una concepción de paz vinculada a la disolución de las causas. Propiciar una salida estrictamente justa y digna es compromiso que ha guiado a don Samuel Ruiz y a la CONAI.
La imparcialidad es distinta, porque es, a partir de la autonomía y la distancia relativas respecto a las dirigencias y estrategias de cada una de las partes, la flexibilidad del eje de gravedad para garantizar que las dos partes se muevan. Ése era el compromiso de la conducción metodológica: que las partes pudieran disputar políticamente y, por lo tanto, efectivamente. Ante la disparidad del peso de las partes, la clave no ha sido la equidistancia, sino la congruencia y la firmeza para garantizar, a través de la disputa política en la mesa, una salida de paz a fondo. Ese es el compromiso, aunque las partes tendrán siempre el derecho de mover o remover el eje mediador.
Son seis los soportes estratégicos de San Andrés. Analizarlos sirve para explicar por qué está en crisis, quién lo puso en crisis y a quién le conviene que esté en crisis este modelo de negociación. El primer supuesto era que a mayor avance éle la lógica política iba a retroceder la lógica militar; lo cierto es que la lógica política avanzó al grado de llegar a acuerdos en el primero de los siete temas, y, sin embargo, ia lógica y la acción militares no sólo no retrocedieron, sino que se diversificaron, crecieron y generaron el peligroso fenómeno de los grupos paramilitares y la aceleración de las contradicciones secundarias.
Pensamos que la estrategia militar, en la que se sustenta toda la estrategia del Estado, ha sido también el factor en tomo al cual el Gobierno ha tejido su disputa del status del conflicto. No es igual el status reconocido inicialmente de un conflicto armado entre el Go-
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biemo y el EZLN, luego de un conflicto reducido entre el gobierno del Estado de Chiapas y el EZLN, y luego a uno entre organizaciones indígenas y el EZLN. Al reducir el status se quiere recuperar la capacidad del Gobierno y la del Ejército para actuar, no como actores de guerra, sino como actores garantes del orden y· la estabilidad. Así pues, la disputa del status está relacionada con la del diagnóstico -bases por cierto de la labor diplomática-, y tiene como eje esta hegemonía de la labor militar respecto a las necesidades de la lógica política. De esta manera, ni' la negociación ni la paz han podido avanzar.
El segundo supuesto era que a mayor avance en la mesa de negociación habría un mayor avance en el conjunto del proceso de paz. Para el proceso de incorporación de todos los actores que tienen que ver con las causas y las soluciones del conflicto, la paz tiene que ser un proceso con una estrategia mucho más amplia que sólo la de la negociación. San Andrés contiene una estrategia que le da un sentido político y articulador a la negociación, y un espacio a los conflictos menores vinculados con el circuito de los actores principales.
Aquí a lo que nos enfrentamos fue a una estrategia de desarticulación para que, en lugar de que hubiera una articulación de la negociación prioritaria con el resto de actores y conflictos, hubiera una desarticulación, un desfase; para cada conflicto, una comisión, un plan especial etc. Con eso lo que el Gobierno logró fue desfasar a la Mesa del resto de la problemática de Chiapas, y así hoy tenemos que la polarización ha crecido; hoy son más conflictos y más actores-que viven la lógica de la violencia; hoy la crisis es tal que ni siquiera rehabilitando la negociación, dificilísi~a, entre el Gobierno y el EZLN, podríamos afinnar que simultáneamente se rehabilitará el proceso de paz. Son dos lógicas vinculadas, pero hoy desfasadas. Por eso la CONAI desde hace tiempo asumió su labor de mediación para el conjunto del proceso de paz, y no sólo para la tarea específica de la negociación de las partes. Esto está reglamentado en San Andrés; si se leen los principios, las reglas y la ley misma, se verá que
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el sentido de la negociación se orientaba al proceso de pacificación, reto principal establecido y aceptado por las partes.
El tercer soporte era la incorporación de la sociedad civil como actor tanto de la negociación como de la pacificación. Es conocido que el formato que aceptó el Gobierno fue el de incorporar a asesores e invitados de las partes, cuyo papel fue fundamental para los primeros acuerdos; por ello, fue grave que al segundo tema no llegara el Gobierno con sus asesores e invitados. Estoy- seguro que ustedes conocen las fotos de la plenaria de San Andrés donde aparecen el Gobierno, el EZLN, la CONAI y la COCOPA;.ésas son fotos pactadas que no reflejan el verdadero proceso de negociación; había varios formatos de trabajo, aunque generalmente cada parte iba a su oficina, y era la CON Al la que "puenteaba" la posibilidad de negociación; ni siquiera era importante el diálogo: lo que San Andrés propiciaba eran condiciones de negociación. En términos de contenido, la clave era que la sociedad civil, por la vía de asesores e invitados trabajando en mesas por subtemas, de hecho construyera la materia de la negociación.
Son tan polares las propuestas, que la única manera de avanzar fue que, de los nueve pasos en que consistía la negociación de cada tema, cinco de ellos los trabajaban fundamentalmente los asesores e invitados de las partes; sobre esa materia es que se acercaban las partes y podía haber acuerdos. Por eso, sin asesores e invitados, el Gobierno trabó la posibilidad de acuerdos; pero, además de evitar que la sociedad civil se convirtiera en el actor clave de la negociación en la mesa, evitó también que la sociedad civil fuera actor clave de la construcción de la reconciliación. En lugar de dar garantías para la participación de civiles en la distensión de las zonas de conflicto en Chiapas, persigue a quienes se movilizan como sociedad con lenguaje de paz. Éste seguirá siendo un soporte fundamental del modelo y del proceso de paz necesario en México.
El cuarto soporte era la simultaneidad de la negociación con el cumplimiento y la verificación. En otros procesos generalmente se negocia hasta un acuerdo final, que al firmarse desmonta el anda-
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miaje de relación entre las partes; y entonces se genera una comisión de seguimiento y verificación, pero que no puede garantizar el cumplimiento de acuerdos. Muchas veces esos acuerdos se lograron con modelos que no buscaban tanto la garantía de que se cumplieran; pretendían convertir los acuerdos en espacios o instrumentos de lucha, pero sin garantía de cumplimiento. En el caso mexicano se estableció que después de cada uno de los siete temas empezara el compromiso de cumplimiento de acuerdos, y empezara por tanto la verificación también, de manera que el cumplimiento y la verificación lubricaran la negociación de los demás temas. Por supuesto, si el Gobierno traba el cumplimiento del primer tema, traba la negociación de los temas siguientes.
El quinto supuesto era la vinculación de Chiapas con la situación nacional, aceptándose que "el proceso de negociación sería un buen ejemplo y aliento para otros cambios nacionales". Sin embargo, prevaleció la disputa de diagnóstico y de status para reducir el conflicto y la negociación a una agenda de tipo local. Finalmente, el sexto soporte se refería a los roles de CONAI y de COCOPA, que ya hemos comentado líneas arriba.
Concluyo diciendo que, por lo tanto, es el gobierno mexicano el que hoy ha puesto en crisis el modelo de San Andrés, que implicaba un proceso de negociación y de paz orientado de fondo a las causas del conflicto.
Hoy el gobierno federal, a pesar de que finnó y aceptó este modelo, con el que se llegó a acuerdos, se desdice porque considera que, políticamente, es "una trampa para él estar supeditado a la necesidad política de negociar acuerdos con el EZLN". Tiene una nueva actitud que lo hace creer que no necesita ya al EZLN para la solución de causas locales, y se lanza a una ofensiva de recuperación de la iniciativa política que pone en crisis no sólo las posibilidades de reanudar la negociación, sino pone en crisis las posibilidades de rehacer el proceso de paz.
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Se ha complicado el proceso. Ef conflicto no sólo es de Chiapa.s. Los escenarios se oscurecen ante varios grupos paramilitares activos en Chiapas, con un gobierno ensoberbecido que rompe las interlocuciones y los puentes, inhabilitando el modelo tal vez más avanzado de paz, que construimos en México aprendiendo de otros países.
Hoy en México están en juego, para los circuitos mundiales de paz, las opciones de salida que puedan ten~r los nuevos conflictos ante la globalización y la crisis de los Estados. El reto reconocido es que no basta impulsar salidas rápidas para los actores, sino comprometer la paz en soluciones de fondo para causas justificadas.
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Horacio Cerutti Guldberg ·
HORACIO CERUTTI GULDBERG*
El pensamiento de la liberación
Me pareció oportuno estructurar el aspecto relacionado con el pensamiento de la liberación, que Sol Arguedas me ha pedido desarrollar, en tres partes: hechos, supuestos y ciertos núcleos teóricos de debate y de discusión que quiero prop<?ner.
Hechos
Entre los hechos, en primer lugar creo que hay que valorar positivamente la radicalización de la Iglesia o, para ser más estricto, de las iglesias en América Latina, en los últimos 25, 30 años. Éste es el primero de los hechos que quiero mencionar. Para mí tal radicalización es positiva, francamente positiva.
El otro hecho lo quiero poner entre signos de interrogación: ¿la teología de la liberación es causa de lo que sucede en Chiapas?, o ¿cuál teología de la liberación?, o ¿cuál nivel de causalidad? Esto me parece que hay que dejarlo en interrogación, como uno de los puntos a aclarar.
Supuestos
En segundo lugar vienen los supuestos de los que voy a partir para esta exposición. Me parece que el fenómeno religioso es parte de la cultura latinoamericana de manera inescindible, cualquiera que sea la definición de cultura que adoptemos. En ese sentido no cabe duda de la certeza de aquelia afirmación del Che Guevara hace ya muchos años, cuando decía que en el momento en que los cristianos en América Latina se decidieran a hacer la revolución, la revolución sería imparable, invencible. Aquí el asunto es que si cambiamos el concepto revolución por el de democracia, como parece que ha sido el
•Filósofo. Profesor e Investigador de la Facultad de Filosofla y Letras, UNAM. Este texto es una versión revisada posterionnente de su intervención oral en la mesa redonda.
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cambio de objetivo surgido en los últimos años, la cuestión no se presentaría tan clara, sobre todo si pensamos en la estructura jerárquica de la iglesia católica. Hay en ella problemas en relación con esa estructura y con lo que son las características mismas de la democracia. Me parece oportuno traer a cuento un artículo que acabo de leer en la página editorial de un periódico de Morelia. Lo firmaba Sergio Sarmiento en su columna Jaque Mate. Allí decía que estos teólogos hablan mucho de política, pero hablan poco de Dios. Al margen de la escasa veracidad informativa que implica esta afirmación, desde el punto de vista teológico es absolutamente falsa, porque arranca de la incomprensión del concepto de Dios, que es central, medular, para la teología de la liberación en cualquiera de sus variantes.9 Es decir, aquí me parece que habría que tomar en serio la definición de la teología como reflexión racional sobre la experiencia de la fe. No se puede pensar simplemente en la teología como un juego de conceptos en el aire, sino que es efectivamente un juego o articulación de conceptos, pero para dar cuenta de la experiencia de la fe. ¿Cuál experiencia? Múltiples experiencias que son culturales, históricamente situadas.
Por cierto, enfoco este problema como alguien que no tiene, o no tiene ya, la experiencia de la fe, pero con plena conciencia de que, por razones teóricas, es necesario tomar en serio esa experiencia. Además, me produce un profundo respeto la fe de los que participan del movimien~o polifacético de la teología de la liberación.
Por último, lo que quiero decir en este rubro de supuestos es que la reflexión o la aproximación relativa a los modos de proceder epistémicos que efectúo tiene que ver con las cuestiones metodológicas, con las cuestiones de reglas del pensar- aunque le tengo un poco de miedo a eso de reglas- pero en fm, de reglas del pensar que mencionaba don Pablo González Casanova al comienzo de esta reu-
9 Es de gran interés, en este sentido, el libro de don Sergio Bagú, La idea de Dios en la sociedad de los hombres,· La religión: expresión histórica, radicalidad filosófica, pauta de creación social. México, Siglo XXI, 1989, 173 págs. Cf. mi 11 resefia en: Lecturas criticas. Morelia, IMCED, 1996, pp. 98-101.
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nión. Es decir, en el fondo es una aproximación epistemológica que se pregunta aquí cómo es posible producir conocimiento acerca de la experiencia de la fe, si ese conocimiento es válido o no y cómo podemos abordarlo. Claro que en cierta medida esta reflexión, a mi juicio, necesita ubicarse dentro de una terminología de paz que usa metáforas militares y esto también tendríamos que tomarlo con ciertas precauciones. Se necesita, me parece, colocarse un poco en la retaguardia, porque si uno se coloca exactamente en el frente de lucha, en la confrontación, ahí no cabe hacer matices ni disquisiciones como son los que quiero sugerir a continuación. Ahí hay un enemigo enfrente y hay aliados y no vamos a empezar a abrir discusiones y peleas y matices entre los aliados; pero desde el punto de vista conceptual es necesario examinar esto, incluso con sus matices, porque de ellos, creo, dependen en buena medida consecuencias no solamente teóricas fundamentales, sino consecuencias prácticas y políticas como se ha visto en muchos lugares de nuestra América en estos últimos y dificilísimos años. Quiero decir que es dificil a veces que los mismos teólogos de la liberación entren a mencionar sus discrepancias internas, porque el tipo de represión a la que se han visto sometidos casi no pennite ni da ocasión de que eso aflore. Pero hay ahí cuestiones muy delicadas dignas de consideración, si es que vamos a plantearnos en serio la repercusión de una discusión y de unas reflexiones que a nivel internacional tienen vigencia y _presencia en la situación chiapaneca.
Núcleos teóricos a debate
Entonces ¿cuáles son estos núcleos, a mi juicio neurálgicos, o con·densaciones, por así decir, especulativas que quiero proponer a la discusión? En primer lugar, si hubiera que reducir de manera rigurosa la teología de la liberación a una sola tesis, lo cual es un despropósito, pero en fin, si hubiera que hacerlo y pennftanme que lo haga, diría que tal tesis es la siguiente: existe una sola historia. 10 Es, ésta,
lO Cf. Samuel Silva Gotay, El pensamiento cristiano revolucionario en América Latina y el Caribe: Implicaciones de la teologia de la liberación para la
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la tesis vertebral de la teología de la liberación. Quiere decir que no hay por lo pronto dos historias: una historia del siglo y una historia sagrada; hay un solo proceso histórico y en él se dirimen o no los conflictos humanos. Quizás para la mayoría de los que estamos aquí esto es obvio. Sin embargo, desde el punto de vista teológico esto se convierte prácticamente en la cruz de los teólogos de la liberación: ¿cómo hacer para afirmar al mismo tiempo una sola historia y la fe, es decir, la confianza en la trascendencia? Éste es un problema fundamental. En el fondo ¿cómo hacer para mostrar -y aquí toco esa alusión, a mi juicio completamente falsa que mencionaba el periódico acerca de que no se estaría hablando de Dios- el modo en que Dios opera en la historia y no pensándolo como un deus ex machina, como algo que viene de afuera y que mágicamente soluciona los problemas, y que además deja sin lugar a los sujetos actores específicos concretos de ese proceso? Si no, más bien, que en ese mismo proceso con sujetos concretos divididos por géneros Dios está actuando.11 Éste es el problema. Está actuando en la historia sin dejarnos a nosotros perder el papel protagónico. Para mí en lo personal eso es muy difícil de creer, pero ésta es una tesis central de la teología de la liberación y si no partimos de ahí no sé qué estamos discutiendo, sinceramente. Punto clave en esta tesis son las relaciones entre la inmanencia histórica y la creencia en la trascendencia. ¿Cómo le hacemos para enganchar trascendencia con inmanencia? Déjenme decirles que creo que éste es el punto central de toda la in-
sociología de la religión. Rfo Piedras, Puerto Rico, Cordillera/Sfgueme, 2 ed., 1983, 393 págs. Este libro sigue siendo el mejor estudio sobre los orfgenes y las tesis fundacionales de la teología de la liberación.-
11 Para una critica a la carencia de perspectiva de género en algunos exponentes mayores de la teología de la liberación, cf. la excelente tesis doctoral de Elina Vuola, Limits of liberation; Praxis as Method in Latin American Liberation Theo/ogy and Feminist Theology. Helsinki, Suomalainen Tiedeakatemia, 1997, 245 págs. Una importantísima reflexión epistemológica con enfoque psicoanalítico es la de León Rozitchner, La Cosa y la Cruz: Cristianismo y Capitalismo (En torno a las Confesiones de San Agustín). Buenos Aires, Losada, 1997, 358 págs.
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teligentísima y sugestiva reflexión económico-teológica de Franz Hinkelammert, quien es probablemente una de las cabezas más brillantes que ha producido la reflexión teológica y económica en nuestro continente contemporáneamente. 12
Un segundo núcleo también sumamente complejo, que no sabe uno a veces ni cómo agarrarlo, es la opción por Jos pobres. Al margen de la discusión acerca de quiénes ~on los pobres, cómo se los puede definir, si son el pueblo de Dios etc., hay un asunto que tiene, en la terminología misma, raíces en el pensamiento existencialista: hay opción y se puede optar. Para que haya opción es menester poder elegir entre esto y esto, por lo menos entre dos opciones. Los sectores conservadores de la jerarquía eclesiástica lo que han hecho, en un proceso ya denunciado, proféticamente a mi juicio, por Hugo Assmann en los inicios mismos de la teología de la liberación ha sido apropiarse de la terminología liberadora para cambiarle el sentido y tratar de neutralizarla. 13 Inmediatamente a la opción se le pone el adjetivo "preferencial", la opción es preferencial por los pobres porque entonces, y ésta es una versión conservadora en el interior de la iglesia católica, no solamente se opta por los pobres, se puede optar también por los ricos y se puede optar por todo el mundo, finalmente. Lo grave no es eso. A mí lo que me preocupa es que, cuando uno analiza el lugar epistémico que ocupa el tema de la opción dentro de los discursos de la teología de la liberación, la opción aparece como un paso que se da y después garantiza lo que viene a continuación.
Es como si dijéramos que todo el esfuerzo se hace para llevarte a tal posición sobre la base del supuesto de que se puede optar y, una vez que optaste -ojalá por los pobres-, todo lo que venga a conti-
12 Cf., como muestra panorámica de su repercusión en la reflexión colectiva, los trabajos incluidos en José Duque (editor), Por una sociedad donde quepan todos. San José, DEI, 1996,395 págs.
13 Cf. Hugo Assmann, Teologla desde la praxis de la liberación,· Ensayo teológico desde la América dependiente. Salamanca, Sfgueme, 1973, 271 págs.
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nuación está de alguna manera garantizado. 14 Aquí lo que digo es: esto es cierto en parte, deseo creerlo además, pero no hay garantías. No hay garantías porque puede ocurrir, como la historia nos ha mostrado, que sedicentes liberadores que optaron, a la mera hora dieron la vuelta. Diría, por' ejemplo, saliéndome del plano ideológico y yendo al plano político, hay una cosa con la que nosotros no podemos engañarnos: una gran parte de los asesores, incluso hasta algún presidente por ahí, de los gobiernos neo liberales latinoamericanos, fueron de izquierda o se dijeron de izquierda; conocen perfectamente el mundillo izquierdista y sus limitaciones, el tufillo, incluso, de la izquierda, y por eso son unos enemigos peligrosos. Entonces creo que ahí hay un punto clave y no es una cuestión solamente anecdótica, es una cuestión teórica que tiene que ver con el problema mismo de esta famosa opción con todos sus matices.
Cuando nace la teología de la liberación, nacimiento quepodríamos fechar a finales de los años sesentas e inicio de los setentas, es francamente ecuménica. Gustavo Gutiérrez, sacerdote católico, fue autor del libro que se considera como el lanzamiento público de la teología de la liberación. Junto a muchos otros teólogos católicos, podríamos sumar a su nombre decenas de nombres de teólogos protestantes de una calidad intelectual y de una entrega humana fonnidables. A tal punto es esto cierto, que en los origenes de la teología de la liberación la jerarquía catolica acusa a este movimiento de "protestantizar" el catolicismo, es decir, de crear una variante protestante en el interior del catolicismo.
Esto me parece que hay que tomarlo en cuenta, porque hay, aparte de esa dimensión en la que la teología s~ elabora ecuménicamente, una circunstancia concreta de evangelización donde la iglesia católica, las iglesias protestantes y/o aquellos grupos religiosos llamados, quizás mal llamados o peyorativamente llamados sectas,
14 Cf. mi participación "Utopia y liberación. Abriendo surcos, sembrando suenas" en el Homenaje a Raúl Vidales con motivo del primer aniversario de su desaparición, Morelia, Centro Cultural Universitario, 31 de enero de 1996.
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enfrentan una situación conflictiva particularmente delicada en el caso de Chiapas.15
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En todo lo que vengo diciendo, me parece que está claro y es evidente para ustedes que estoy hablando de la teología de la liberación no como una especie de bloque homogéneo de pensamiento, sino como un conjunto variado de propuestas con rasgos comunes, pero con rasgos diferenciales también en su interior. En la medida en que se quiera rigorizar el nivel de análisis, se puede ir, _incluso, incrementando también las distinciones en el interior de este complejo movimiento. En todo caso, quiero mencionar dos grandes divisiones en el interior de la teología de la liberación que son decisivas para entender mucho de lo que hoy se está planteando en los ámbitos teológicos a nivel mundial. En primer lugar, aparecen dos vertientes desde el origen mismo de la teología de la liberación: una vertiente que califiqué de culturalista, y en el límite, hasta de populista, y otra vertiente la cual, con las mismas limitaciones de las etiquetas anteriores, señalé como marxista. 16
En segundo lugar, conviene distinguir promociones o generaciones en el interior de la teología de la liberación. Hay una generación fundacional en la que, por ejemplo, colocaría Jos nombres de teólogos estupendos como Gustavo Gutiérrez y como el recientemente fallecido Juan Luis Segundo. Casi desconocido este último, porque como es tan dificil leerlo por la gran densidad teórica de su
ts Indico só1ó una muestra de materiales referidos particularmente a México. Carlos Martfnez Garcfa, Intolerancia clerical y minorlas religiosas en México. México, CUPSA, Serie Protestantismo y Nación, 1993, 144 págs.; Varios autores, Las iglesias evangélicas y el estado mexicano. México, CUPSA, 1992, 176 págs.; C. René Padilla (compilador), De la marginación al compromiso; Los evangélicos y la polltica en América Latina. Ecuador, Fraternidad Teológica Latinoamericana, 1991, 128 págs.
16 Cf. mi Filosofia de la liberación latinoamericana. México, FCE, 2 ed., 1992, 320 págs. En especial el capitulo 111 "Teologfa de la liberación": hacia una hermenéutica co-creadora y ca-redentora, pp. 113 ss. Para acotaciones complementarias cf. mi Filosojlas para la liberación ¿Liberación de/filosofar?. Toluca, Universidad Autónoma del Estado de México, 1997, 221 págs.
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pensamiento, prácticamente de Segundo a veces se habla, pero casi nadie sabe lo que plantea. Sin embargo, es un autor extraordinario, uno de los grandes pensadores jesuitas uruguayos contemporáneos. Hay una segunda generación, de la que pondría como ejemplo a Leonardo Boff. ¿Cómo distinguir los planteamientos de estas dos generaciones? Para la primera generación, para los fundadores de la teología de la liberación, el problema no es institucional, eclesial, sino que ellos estaban francamente en la misma posición del Documento de la Iglesia en el mundo del Concilio Vaticano JI. Se trataba de cambiar las injusticias del mundo circundante. Esto es, de efectuar una transformación radical de las estructuras y de Ja sociedad latinoamericanas. ¿Para qué?. Para acabar con la pobreza que aparecía como el símbolo fundamental, en términos teológicos, del pecado, de un pecado estructural que necesitaba eliminarse. En el caso de la segunda generación a la que me referí, las cosas empiezan a modificarse. La preocupación pasa a ser, en buena medida, intraeclesial. Hay que discutir según ellos la falta de democracia en el interior de la Iglesia: ése es su tema central; es la tesis de Leonardo · Boff en Tübingen, una tesis sobre eclesiología entonces. Es un poco como comenzar a girar hacia adentro, a mirar hacia el interior mismo de las prácticas eclesiales y pensar cómo modificarlas. Por eso se vuelve tan peligrosa la relación entre Boff y el Santo Oficio, que lo llama y le dice: hasta aquí. 17 Además empieza, y esto no lo digo sólo yo, una especie de simbolización de la pobreza. Como la pobreza no se puede solucionar tan rápidamente y como la revolución y el cambio estructural tampoco caminan, a los pobres "siempre los tendréis entre vosotros" ... Entonces, resulta que el eje del análisis y del proyecto se traslada de terminar con la pobreza a reconocerle valores simbólicos, provocando así un desplazamiento de Ja discusión. Claro, todo esto en medio de posibilidades inéditas como fue la participación de los cristianos en el proceso revolucionario nica-
17 Leonardo Boff, ¿Magisterio o profecía?,· La misión eclesial del teólogo (una respuesta a la Instrucción del Vaticano). México, Palabra Ediciones, 1991, 94 págs. Este texto incluye, como apéndice, la Instrucción.
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ragüense, lo que complicó con dimensiones políticas toda la reflexión teológica que por otros lados se venía haciendo.18
¿De dónde se podría decir que surge teóricamente la teología de la liberación? Ustedes saben que la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) se reunió en 1968 en Medellín, Colombia, para tratar de aplicar en América Latina lo que se había discutido en el Concilio Vaticano II; esto quiso decir, en otras palabras, que había que volver a evangelizar América Latina. Y la cuestión teórica central fue: ¿cómo vamos a evangelizar lo que no conocemos?, vale decir, ¿cómo le hacemos para conocer esta realidad latinoamericana que tiene que ser evangelizada? o, en otras palabras, ¿cuál instrumento es el que nos puede dar el diagnóstico adecuado? El instrumento, la sierva de la teología hasta ese momento en el caso católico era la filosofia neotomista. Con las obras de Jacques Maritain y de Garrigou Lagrange se analizaba la realidad latinoamericana.... Y ¿qué es lo que se planteó en el CELAM, sobre todo por parte de los expertos? Con ese instrumento filosófico no vamos a llegar a ninguna parte, lo que hace falta aquí es un instrumento sociológico, hace falta que las ciencias sociales entren a explicamos qué es lo que ocurre en la realidad latinoamericana. En aquel momento se dio una coincidencia magnífica, si ustedes quieren sorprendente, porque a nivel de ias ciencias sociales latinoamericanas el paradigma de la dependencia estaba en plena fermentación. Ese paradigma tampoco era homogéneo. Había también posiciones menos radicales y más francamente marxistas. Por eso, en teología lo que se incorporaba abiertamente en algunos casos era el materialismo histórico como elemento de interpretación de la realidad latinoamericana, después de una operación quirúrgica que supuestamente le quitaba la dimen-
18 Cf., por ejemplo, el libro de Giulio Girardi, Sandinismo, marxismo, cristianismo en · la nueva Nicaragua. México, Centro Ecuménico Antonio Valdivieso/Ediciones Nuevomar, 1986, 457 págs., donde se hace de Sandino un teósofo de la liberación. El caso cubano fue diferente y está muy bien examinado en el libro de Raúl Gómez Treto, La iglesia católica durante la construcción del socialismo en Cuba. Matanzas, Centro de Información y Estudios Augusto Cotto, 1988, 125 págs.
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sión de materialismo dialéctico que no permite plantear el tema de la fe como central. 19
En realidad, la teología de la liberación es liberación (como terapia) de una situación de dependencia (como diagnóstico), entendida ésta según la interpretación o las interpretaciones generadas por la teoría de la dependencia. Esto no es trivial señalarlo, porque en el momento en que el paradigma de la dependencia empieza a hacer agua, entre otras razones con ~ríticas fundamentales de los que podríamos llamar nuestros maestros inmediatos, estoy pensando en el panameño Ricaurte Soler, en el ecuatoriano Agustín Cueva, en colegas aquí presentes etc., cuando se empiezan a ver las limitaciones de la teoría de la dependencia, el diagnóstico sobre la realidad latinoamericana adoptado por la teología de la liberación empieza también a hacer agua, y es en esa situación,.me parece, en la que nos encontramos hasta el día de hoy desde el punto de vista conceptual. Lo que hacen situaciones concretas es que permiten avanzar a partir de la praxis concreta, pero sin posibilidad de integrar esto en un paradigma teórico suficientemente explicativo.
Lo único que voy a añadir para terminar es que hay un problema muy serio en términos institucionales con la cuestión de la religiosidad popular, porque los teólogos de la liberación, sobre todo los católicos, no se han salido de la institución; están dentro de la institución dando su lucha. Esto se ha discutido mucho.
19 Cf. Giulio Girardi, Fe cristiana y materialismo histórico. Salamanca, Sfgueme, 1978, 1 S 1 págs.; José Francisco Gómez Hinojosa, Cristo/Marx ¿Un diálogo imposible?. México, Plus, 1989, 115 pásg.
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El hecho concreto es que las manifestaciones de la religiosidad popular no necesariamente pueden incorporarse, en forma clara, dentro de los marcos institucionales, y aparecen conflictos muy graves desde los puntos de vista teórico y práctico.2° Esto es lo que quiero someter a la discusión con ustedes.
DA VID MOCTEZUMA
Vamos a dar inicio a la segunda parte, eon el breve intercambio en-~ tre los ponentes para que señalen sus diferencias y simpatías, como
dijo don Alfonso Reyes. Tiene primero la palabra, usted don Pablo.
PABLO GONZÁLEZ CASANOVA
Estoy acostumbrado al método de consenso, mediante el cual todo el mundo empieza a pelearse y al final todos estaü oe acuerdo. Entonces realmente me costaría mucho trabajo pelearme, porque me pareció muy interesante ver, en todos los análisis que se hicieron, puntos de vista que incluso resultan muy originales en el análisis del conflicto de Chiapas y de los problemas mundiales, y con los que coincido. Así, por ejemplo, me interesó mucho ese planteamiento de los Estados-nación y los pueblos del mundo de Rodolfo Stavenhagen, quien ha venido trabajando hace tiempo sob1 e dicho tema, pero que aquí de pronto lo dijo de una manera muy compacta, y lo expresó como un problema de creación política de una polis mundial en la que hemos pensado mucho a partir del concepto de las naciones, pero en la que hemos pensado poco a partir de los pueblos. Costó
20 Para épocas más remotas, cf. la tesis de José Aparecido Gómez Moreira, Conquista y conciencia cristiana; El pensamiento indigenista y jurídico teológico de Don Vasco · de Quiroga (+ 1565). Quito, Abya-Y ala/CENAMI, 1990, 250 págs. Me hizo conocer Morgan Quero hace algún tiempo un trabajo muy interesante de Carlos Franco sobre la religiosidad popular en el Perú, titulado "Sarita Cojonia o los 'cholos' invaden el cielo" en C. Franco, La otra modernidad Imágenes de la sociedad peruana, Lima, 1991, pp. 111-127, que ejemplificarla lo anterior.
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más trabajo pensar en los pueblos, en las etnias, como comentó López y Rivas. Me interesó también mucho lo que dijo el propio López y Rivas en el sentido de que todo el proceso y el proyecto se llevó al terreno de liberación nacional, al terreno de las nacionalidades, pero no se planteó el problema de la construcción política dentro de los Estados, dentro de las naciones; ahí tuve un desacuerdo con Rodolfo porque él dijo que hace 30 años no hablábamos de estas cosas. Claro, algunos de ustedes estaban en secundaria y no podían hacerlo, pero quienes ya habíamos accedido a una etapa de madurez suficiente como para pensar en estos problemas empezamos a hablar del "colonialismo interno". A pesar de que Rodolfo Stavenhagen en ese entonces era como niño prodigio, ya también él hablaba del "colonialismo interno". Se nos planteó desde entonces un problema muy interesante: una reacción muy violenta contra el indigenismo oficial, una de cuyas derivaciones, con la cUál no estuvimos de acuerdo, fue la de nuestro amigo GuiJiermo Bonfil, quien planteaba un indianismo separado de la lucha de clases. Por otra parte, surgió también una reacción del marxismo que planteaba las luchas de clases sin la sobredeterminación del colonialismo interno. No aceptaba que éste se heredara y se reprodujera hasta nuestro tiempo.
En ese entonces empezaban planteamientos de tipo político no asistencialista, en relación con los indios de México. Esos planteamientos están relacionados con el proyecto de la democracia de un país multiétnico. Bueno, yo quería aélarar esto y también algunas cosas muy importantes que dijo Miguel Álvarez. Él y yo hemos conversado muchísimas veces; habló de 54 momentos dificiles, no sé si se refería a los momentos difíciles que hemos vivido en la CONAI; yo no los había medido o contado, pero hemos tenido conversaciones de una importancia, de un interés, de una riqueza muy grandes. Hoy, él hizo aportaciones también útiles para reflexionar sobre lo que significa, en el mundo, un fenómeno de conflicto y consenso, un fenómeno de enfrentamiento, mediación y diálogo en el que México hace aportaciones muy originales. Entre otras, México es un país donde una guerra empieza y a los doce días se detiene, y esto ocurrió justamente por un llamado del obispo Samuel Ruiz en el que convocó a la paz. Su llamado tuvo efectos muy fuertes en la sociedad civil
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y, después, en el propio Gobierno, cuando el presidente dio la orden del cese al fuego, y los zapatistas, que se habían preparado durante 1 O años para la guerra, aceptaron luchar en un terreno que no tenían previsto: el de la paz. Todo esto, que además de muy importante fue muy original, otra vez nos coloca frente a la necesidad de reflexionar, no para ser más pedantes de lo que somos, pero sí para sentir que en este país hay grandes posibilidades creadoras, y que esas posibilidades pueden ser útiles no sólo a nuestro país, sino a otros países del mundo como lo señalaron Álvarez y ·otros participantes.
Finalmente quisiera hacer una observación; precisar algo en relación con lo que dijo el profesor Cerutti sobre la teología de la liberación, a la que yo creo que hay que ver como parte de las influencias ideológicas (que son muchísimas) del movimiento zapatista. Como ya dijimos las influencias vienen de los mayas;·vienen de todas las luchas de liberación etcétera. Son muchas las influencias; entre ellas se encuentra la teología de la liberación y después del Concilio Vaticano 11, cuando la Iglesia toma posiciones de tipo político de "opción por los pobres". Estas posiciones se vinculan con una reflexión acerca de la teología de la liberación que yo querría destacar y que es relativamente distinta a la del profesor Cerutti, aunque no necesariamente incompatible. Creo que la aportación más notable de la teología de la liberación constituye un esfuerzo equivalente al que hicieron los sacerdotes jesuitas y una serie de sacerdotes de México y otras partes de América-Latina, en el movimiento que es conocido como la modernidad cristiana del siglo XVIII. Con la teología de la liberación se luchó porque se respeten la fe y los dogmas religiosos, al mismo tiempo que se adoptan las categorías de la liberación y la justicia, dentro de una opción por los pobres. Más que poner énfasis en cualquier otro problema se debe poner énfasis en que esa opción sea por la gente pobre. Aunque resulta dificil definir lo que es un pobre, hay una proporción creciente de pobres en el mundo que ya son casi las cuatro quintas partes, de acuerdo con algunos indicadores de la población mundial. Mientras terminamos de definir con precisión el problema, sí sabemos lo que significa que la Iglesia y las religiones ... que fueron tachadas de opio del pueblo o de los pueblos- se pongan de parte de los pobres y di-
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gan: "respeto mi fe, respeto Jos dogmas, pero estoy con los pobres". Y existe, aparte de esa opción, un fenómeno que a mí me tiene muy interesado, y que se llama "la conversión". En la "conversión" un hombre de pronto se transforma en sí mismo y toma esa opción, pero con una profundidad admirable, fascinante. Yo he visto esa conversión, la he visto en algunas personas, no voy a decir quiénes, y me ha impresionado mucho ver cómo de pronto se deciden a vivir la vida de otro modo.
RODOLFOSTAVENHAGEN
Este debate ha abierto pistas sumamente interesantes que seguramente recibirán atención de los aquí presentes después. Quisiera nada más agregar un asunto que se deriva de las inquietudes provocadas por las intervenciones de varios de los cqmpañeros de la Mesa y que tal vez no habíamos tenido tiempo de subrayar lo suficiente. Se trata de que todo este debate sobre la nación, sobre el Estado, sobre las luchas, se inscribe en un debate cada vez más amplio: el de los derechos humanos. Es, ésta, tal vez una de las filosofias de nuestro tiempo que todavía no está suficientemente considerada por las ciencias sociales, ya que generalmente está en manos de los juristas. Se considera que el debate sobre los derechos humanos es un asunto exclusivo de técnica jurídica y obviamente no es así. El debate de los derechos humanos es el debate de la liberación del ser humano; es, desde luego, filosófico, es histórico, es político, es sociológico y es cultural. En esta discusión, que se na venido planteando en nuestro país recientemente, en tomo a la posible ley sobre derechos y cultura indígenas, el tema de Jos derechos humanos está muy presente. Aquí hay dos concepciones que compiten y a veces se contraponen: uno es el concepto tradicional liberal del siglo XVIII de los pensadores ingleses, escoceses y otros, cristalizado en el Bill oj Rights de Estados Unidos y en la Carta o Declaración de Jos Derechos del Hombre y del Ciudadano de la revolución francesa, y en muchos, muchos otros documentos que conciben el individuo como depositario de todos los derechos en su calidad de individuo, condición universa(independiente de su condición social, cultu~al, religiosa etc. Todos los individuos tienen exactamente los mismos
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derechos. Este ·planteamiento concibe el individuo como un átomo que se vincula directamente con el Estado mediante un proceso político liberal, ojalá electoral, ojalá democrático. El Estado es la instancia siguiente, y no hay nada intermedio entre ese individuo, "liberado de sus amarres y con todos sus derechos humanos", y el Estado. Esta es la concepción liberal; a partir de elJa se han forjado las naciones, la idea de la nación cívica, en la que todos los que son ciudadanos tienen exactamente los mismos derechos sin. discriminación alguna. Sobre esta concepción se basa la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y todos los demás instrumentos sobre derechos humanos que se han venido agregando. Junto a esta concepción hay otra que nos dice que si bien el individuo posee los derechos individuales -y esto es fundamental reconocerlo- también existen los derechos de los pueblos. En esta concepción se afirma que el individuo sin su pueblo, sin su comunidad, sin su grupo, sin su identidad cultural, religiosa, lingüística, étnica etc., no es nadie, es un ente abstracto. Los seres concretos son aquéllos que viven en sociedad; son el producto de su sociedad e interactúan con su sociedad. Desde el punto de vista de esta segunda concepción, digamos competitiva, rival de la primera, se dice que, a menos de que se respeten y se reconozcan los derechos de los pueblos y de las colectividades, no será posible que el individuo ejerza realmente sus derechos individuales, porque es un individuo mutilado, es un individuo que no se reconoce en su comunidad. Esto es lo que se está discutiendo en México en este momento. El concepto liberal dice "¡No! Aquí todos somos mexicanos; todos tenemos los mismos derechos, ahí están en las leyes, ahí están en la Constitución." Claro, si vemos cómo funciona en la práctica se justifica aquello que decía alguien: "Todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros". De que hay unos con más derechos que otros se puede dar el siguiente ejemplo: el Gobierno, a través del Instituto Nacional Indigenista, tiene ahora un programa de excarcelación de indios, y en el informe anual o trimestral o algo que hace el director del Instituto Nacional Indigenista (INI} dice: "Hemos coadyuvado a excarcelar tantos indios". ¿Qué quiere decir eso?, que esos indios están encarcelados injustamente, q1,1e el propio Estado los ha encarcelado injustamente, precisamente porque hay desigualdades y por
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que la ley no es igual para todos. Entonces, si el Estado con una mano los mete en la cárcel, pues con la otra los tiene que sacar. Evidentemente la justicia ahí no funciona, y éste es apenas un simple ejemplo entre muchos otros. Por eso, por todas las razones expuestas anteriormente, se plantea la necesidad del reconocimiento de los derechos colectivos, de los derechos de grupo, de los derechos de los pueblos, y por eso las organizaciones indígenas como el Congreso Nacional Indígena insisten tantó en los derechos de los pueblos, que de acuerdo con la legislación internacional es el derecho a la libre determinación, es el derecho a la autonomía, y el sujeto del derecho es el pueblo. Ahora, el gran problema teórico-práctico que tenemos enfrente es ¿quién es el pueblo? De acuerdo con la concepción liberal, el pueblo somos todos los habitantes del Estado que se llama México; de acuerdo con una concepción más sociológica, más cultural, ese pueblo en abstracto está constituido por pueblos en concreto, definidos culturalmente, socio lógicamente etc. De acuerdo con la legislación internacional, los sujetos de los derechos como la libre determinación, que incluye la autonomía como quiera que se defina, tienen que ser los pueblos y no el pueblo en general. Ahora ¿quién define quiénes son los pueblos? ¿Con cuáles características se define quién es pueblo y quién no es pueblo? ¿Cuántos pueblos hay? Éste es uno de los problemas fundamentales que ya se planteó en los acuerdos de San Andrés; se comprende que hay diferencia entre la interpretación de los mismos que hacen el EZLN o la COCOPA.
Acerca de la cuestión de quién será sujeto de la autonomía y quién es definido como pueblo, no hay respuesta unívoca, no hay respuesta fácil. Esto es lo que se plantea, en este momento, en el debate en torno a estos nuevos actores sociales y políticos, que es también un debate en tomo a los derechos humanos, a la concepción de éstos y a su inserción en los debates políticos nacional e internacional. Agrego esto último no más para confundir un poco más el asunto ...
GILBERTO LÓPEZ Y RIV AS
Veo que m~s que debate lo que estamos haciendo es complementar las ideas que se desarrollaron. Sobre la actuación de la sociedad civil coincido con Rodolfo Stavenhagen en que la sociedad civil no ha
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respondido plenamente a la necesidad histórica que tiene e JI a misma de supervivencia: está haciendo poco. Y ahí es donde debemos identificar las características de la sociedad civil versus los partidos políticos. Antes dije que el artículo 39 constitucional nos da un derecho que el artículo 41 nos secuestra, ya que privilegia a los partidos políticos como representantes, pero también tenemos un problema con la sociedad civil. Ésta, por definición, está prácticamente fragmentada, es poco persistente, sólo actúa si hay ~angre, y después la cotidianidad la absorbe y desaparece su caudal solidario. Entonces intervienen los partidos políticos. No por orgullo partidista ni mucho menos, puesto que soy uno de los críticos más fuertes dentro del Partido de la Revolución Democrática, p~ro debo decir que el PRD es el único partido que ha mantenido una conciencia clara y organizada sobre la cuestión chiapaneca. Desgraciadame~te ni el Frente Zapatista ha respondido a _la altura de las necesidades, ni tampoco otras organizaciones, ya no digamos sindicales o académicas, como los colegios de antropólogos. No obstante que se está discutiendo sobre cuestiones a las cuales los antropólogos nos hemos dedicado toda la vida, los académicos involucrados en el manejo de esos te-· mas no se manifiestan cuando hay que manifestarse de manera clara, colectiva, permanente, sobre la situación chiapaneca. Creo que estamos viviendo una situación dificil, peligrosa, y sin embargo no hay una respuesta contundente de la sociedad civil. En cambio, proliferan esos seres abominables que secuestran la voluntad popular; y la mayoría de los partidos políticos no responden debido a su estructura.
Los zapatistas están hablando de cosa~ como la lucha por el no poder, o más bien por el poder de la colectividad o de una sociedad, es decir, hablan de la ética en la política, cuando casi por definición se piensa que la política carece de ética. En este sentido, el PRD
actúa por principios aunque se pierdan las elecciones, dice Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, mucha gente no está actuando en la medida de las necesidades.
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N.UGUELÁLVAREZGÁNDARA
Hago tres complementos, aunque aclaro que yo sí soy cristiano; tres cosas: una, creo que de todo lo que hemos dicho, y de todo lo que se podría decir, coincidiríamos en que en Chiapas hay una disputa histórica y estratégica, y que la pregunta es si es una disputa sólo de los actores que ya están activos allá, o si es una disputa que reclama la incorporación de todos los sectores para lo que está en juego ahí. Hemos visto con mucha esperan'za el esfuerzo que hay detrás de la iniciativa del Sistema Nacional de Creadores, y de toda la red de universidades, de académicos etc. y de la formación del CAI,21 porque nos parece que la inteligencia mexicana debe convertirse en un factor de paz, porque no sólo es una tarea el propiciar condiciones a la disputa política, sino es una tarea el propiciar contenidos y propuestas a la solución de las causas del conflicto. Al respecto el llamado que mil veces don Samuel ha hecho pará que cada quien añada su aporte para la paz de Chiapas, creo que es más válido ·y vigente hoy que nunca, sobre todo cuando ha surgido ahora una trabazón en la que la situación nacional pasa por Chiapas y no se resolverá sino se resuelve Chiapas, pero también Chiapas no se resolverá sino se resuelve la situación nacional. Todo esto está tan imbricado que hemos llegado a .la conclusión, y es preocupante la conclusión, de que la paz se ha convertido en una variable dependiente; ahora será de la suerte de otros factores, agendas y disputas de los que dependan el ritmo y el rumbo en que podamos encauzar, en los distintos plazos, el proceso de negociación y el proceso de paz. Entonces hoy más que nunca el participar es una tarea nacional y, por lo tanto, de todos los ámbitos; y ojalá que no sólo aquí, sino allá también, nos sigamos viendo.
El segundo comentario tiene que ver con preguntas que me hacían afuera durante el receso, acerca de la situación del Ejército. Para entrar al punto déjenme traer otra, digamos, clave que aprendimos en el seguimiento de otros procesos y es el siguiente: general-
21 Creadores, académicos e intelectuales (CAl)
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mente una vez surgido el movimiento armado hay dos grandes etapas: la primera es la etapa estrictamente militar, en la que las partes lo que buscan es llegar a su máximo de capital, y después abrir la etapa de negociación política para cosechar lo que ganaron con la etapa militar. En México, en esta circunstancia que comentaba don Pablo, de la guerra de los doce días, se presenta una situación atípica en la que ninguna de las dos partes satisfizo su capacidad militar: quedaron intactas, y para ninguna de las dos partes se había logrado la situación de capital político militar a la que se creíán capacitadas. Resulta entonces que el 12 de enero del 94 estábamos en la búsqueda de una solución política sin que se hubieran satisfecho y resuelto las capacidades de la lógica militar. El EZLN sí frena y empieza a crecer sin desarmarse, pero empieza a crecer políticamente, y empieza a crecer, incluso en la mesa de discusión, su capacidad de ganar representatividades, y sus propuestas no eran las propias sino las de otros actores. Si mientras el EZ frena la lógica militar sin desarmarse, pero, es cierto, sin quitar la declaración de guerra, el Estado mexicano en cambio ~antiene activa la lógica militar y hoy estamos frente a la contradicción de que el Estado dice "ahora sí quiero negociar" porque le da ventaja su situación militar, y de que el EZ diga "hoy no quiero negociar porque no hay para mí ninguna victoria en esa mesa". Hoy objetivamente no hay condiciones de victoria para las partes en la negociación; sólo hay condiciones de amarre de quien mantuvo activa su lógica militar. Por eso la problemática de reanudar el diálogo no es sólo la problemática de la ley en sí misma importante y complicada, vinculada al Estado, vinculada a los pueblos indios, en fin, el problema también es que están en disputa las condiciones objetivas de negociación. Se explica entonces por qué intenté comentar aquí las condiciones, métodos y procedimientos que garantizan esa negociación política; pero en todo caso la clave, se los cuento, tiene que ver con la negociación que se tiene por la molestia que el ejército mexicano tuvo por el cese al fuego y eso, aunque ocurrió en el94, sigue explicando cosas que han pasado acá. Se los cuento más o menos como nos lo contaron -de primera mano, en la CONAI- generales del ejército, no crean que es interpretación artificial. El punto era que todo el mundo cree que el error histórico del 94 fue el error económico de diciembre, el efecto tequila y todo
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eso, pero para el Ejército el error histórico del 94 fue el de enero del 94: haber frenado una ofensiva militar con garantía de éxito, a cambio de una aventura política. El Ejército no volverá a cometer ese error, dicen, con el agravante de que además teníamos facultades reglamentarias para haber obedecido al cese al fuego en otra fecha, una vez que estuvieran garantizadas posiciones militares favorables al Estado mexicano, y no posiciones que lo que propiciaron fue la negociación de esta zona liberada. Muere Colosio etc., etc., y la base de la negociación del Ejército con Zedillo candidato fue que el Ejército no volvería a cometer el mismo error. "Cuando volvamos a entrar en la cancha no nos saldremos hasta que estemos convencidos de que hay una política alternativa y madura". Por lo tanto el Ejército gana, el 19 de diciembre del94, cuando los zapatistas toman, para romper el cerco, los 38 municipios. El Ejército reivindica esa acción como acción militar, y dice "entro en la cancha y acuérdense de mi negociación". Entonces garantiza al Estado la solución militar y no frenará hasta que no le parezca que la política alternativa esté madura y el problema de fondo ep. la estrategia del Estado. Por eso no creemos que el nuevo secretario de gobernación, Francisco Labastida, represente una nueva estrategia, ya que los componentes fundamentales son los mismos. La actitud es la que cambió, los términos o el orden de los factores es lo que cambió, pero no los rasgos fundamentales de la estrategia. Ésta sigue teniendo como fundamento la imposibilidad de construir una salida política mientras no se supedite la lógica de los actuales militares a la posibilidad de que se construya la otra salida. Entonces el problema de fondo es que la actividad militar impide construir la salida política. De aquí que las condiciones de negociación no puedan darse sin contemplar la problemática militar. Se comprende entonces que el problema tal vez más delicado y más grave al que nos enfrentamos es el de reducir la actividad militar y supeditar ésta a la lógica de paz. Estamos convencidos, y es duro admitirlo, que el Estado mexicano no mostrará una auténtica voluntad de paz mientras mantenga la actual estrategia y la actual autonomía del Ejército. Por lo tanto el problema se encuentra mucho más allá de la ley y de las condiciones objetivas de negociación; el problema es otra vez el problema de fondo del pro-
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ceso de paz. La concepción que está imprimiendo el Estado al proceso de paz no lleva a una salida política negociada.
El tercer comentario sería alrededor de la serie de preguntas y reflexiones acerca de la cuestión eclesial y la teología de la liberación, que por sí mismas merecerían hacer otro seminario. Yo no más comentaría que, efectivamente, don Samuel Ruíz y la diócesis representan también un modelo de trabajo pastoral y eclesial para América Latina y para el mundo. La teología que se genera de la experiencia de San Cristóbal está por escribirse. San Cristóbal recoge a don Samuel Ruíz, generación episcopal del Concilio Vaticano 11, de Medellín y de Puebla y del precursor Santo Domingo; recoge a la generación de la opción por los pobres que abarcó no sólo a los agentes pastorales de San Cristóbal sino también a los 10,000 y pico de ministros y ministras indígenas. Además, hoy efectivamente San Cristóbal es la posibilidad de respuesta de muchas de las preguntas que dentro de la propia Iglesia y muy de fondo nos hacemos. Efectivamente nos preocupa no sólo lo que el ataque a don Samuel y a la diócesis significa para el proceso de paz; nos preocupa que en él haya ataques también a lo que ellos representan como modelo de iglesia comprometida. Está en juego también la relación de EstadoIglesia; de sociedad-Iglesia; de pueblo-Iglesia; de Iglesia-movimientos populares, y en ese golpe afortunadamente la mayoría moderada de los obispos mexicanos mantiene hasta ahora una actitud de respeto distinta a la de los obispos más duros radicales, entre los cuales se distingue el cardenal Sandoval, y se distinguía el nuncio Prigione, pero la correlación estrictamente eclesial no es tan desfavorable como lo fue hace un año contra don Samuel y la diócesis. En todo caso esa es otra de las tareas que están en juego.
HORACIO CERUTTI GULDBERG
Primero algunos comentarios a las exposiciones de los colegas que me han precedido.
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Coincido totalmente con lo que acaba de decir el Lic. ÁJvarez acerca de este último punto. También quiero agradecerle que nos haya permitido aproximarnos .. a ese proceso de negociación, ya que para la opinión pública es dificil entender qué es Jo que está ahí en juego. Coincido, por otra parte, con la idea de que sería bueno reunimos para discutir a fondo esta cuestión teológica, que tiene muchas aristas y muchos actores interesantes, que está por escribirse y que probablemente llegue a ser el capítulo·más relevante de la teología de la liberación.
Agradezco a don Pablo la precisión que me hizo. Estoy completamente de acuerdo con lo que dice: pensaba hablar después sobre conversión y martirio, pero e] tiempo no me alcanzó.
A Rodolfo Stavenhagen le suplico amplíe un poquito más éste que me parece el problema de la representación, porque en el fondo lo que hay por parte de los gobiernos y de los sistemas políticos organizados es el haberse apropiado de la representación en una democracia llamada representativa que deja muy de lado y mira como imposible, incluso en espacios pequeños, ]a democracia directa. Lo que han hecho es expropiarnos la posibilidad de representación. Firmamos un cheque en blanco y después: ¿quién nos entrega cuentas? Pues nadie. Ahí hay un punto muy importante que también tiene consecuencias teóricas y políticas fundamentales.
Esto es todo lo que añadiría brevemente.
DA VID MOCTEZUMA NAVARRO
Entonces daremos paso a la sesión de preguntas, pero como algunos de nuestros invitados disponen de muy poco tiempo porque tienen que regresar a la ciudad de México, les reitero la petición de que sean muy concretos en las preguntas.
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HERLINDA SUÁREZ*
Por supuesto tengo preguntas para todos, pero voy a aprovechar la oportunidad para comentar algo que me afecta personalmente. Ser de Chiapas, en particular de San Cristóbal, como yo, significa saber de desigualdades. Desde siempre supe que en la sociedad convivían grupos "con diferentes categorías". Que no era lo mismo ser indígena que no serlo. Que ser indígena significaba, casi por definición, ser pobre. Pero que no era lo mismo ser chamula que zinacanteco. También supe que entre los no indígenas no era lo mismo ser coleto que sancristobalense, que no era lo mismo vivir en el centro de la ciudad que en algún barrio, como Cuxtitali, por ejemplo.
San Cristóbal siempre ha sido así. Por ello, no es fácil ser originario de este lugar. Yo soy coleta por la definición, pero no lo soy, no lo soy realmente porque no me identifico con la definición. Con todo y el orgullo que uno puede sentir es dificil no sentir el dolor que causa ser parte de la exclusión, ya sea porque uno excluye o porque queda excluido.
Con este dolor llega una al ahora llamado "problema de Chiapas". No es fácil, de veras. Ahora el tejido social que soportaba las relaciones entre grupos sociales, comunidades e individuos se encuentra en tensión permanente. Se vive en la angustia. Aunque la vida cotidiana sigue su cauce, es imposible dejar de sentir miedo y responsabilidad ante los sucesos diarios. ¿Qué podemos hacer? Créanme, no es fácil conocer los lugares, las personas "buenas" y "malas" y tomar una posición. Aunque esté claro que la opción es "con los pobres", y aquí subrayo la preposición "con" y no "por" como menciona el Dr. Cerutti, cómo hacer para no sentirse excluido de lo que acontece, si no conocemos la información que manejan los sectores involucrados "legítimamente"? Aquí va mi pregunta, a Miguel Álvarez: ¿Por qué no explicar, en Chiapas, con los actores involucrados, abiertamente, que se está construyendo una metodología para la paz? ¿Por qué en el sector académico se expli-
·socióloga, Investigadora del CRIM-tmAM
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can las cosas claramente, e, incluso, de manera brillante, cuando en Chiapas se desconoce lo que hoy se nos expuso? Seguramente muchos podríamos contribuir de manera activa en la construcción de la paz. En principio señalo como error metodológico el que no se nos haya hecho partícipes de lo que aquí se expuso.
RODOLFO URIBE JNIESTA*
Quisiera señalar cuatro cuestiones que están determinando las condiciones en qu'e se da el conflicto y en las que se está leyendo o entendiendo en el contexto nacional. La primera está relacionada con la manera cómo pueden estar influyendo en el desarrollo y posterior desenlace del conflicto la manera en que se está traduciendo la globalización en los ámbitos nacional y local. Aunque se trata de un concepto muy usado, la verdad poco se ha hecho para definir y describir la globa1ización más allá de principios o contraprincipios ideologizados.
Quizá puede pensarse más bien que si globalización implica interdependencia planetaria estamos generalmente hablando de procesos coexistentes más que de un fenómeno global. Se habla de globalización o planetarización cuando se hace referencia a hechos de los que hasta ahora tenemos conciencia como el fenómeno de "El Niño", o de impactos globales de hechos regionales como la desaparición del bosque amazónico, o hechos que suman ambas dinámicas como los incendios forestales ocurridos desde Indonesia hasta toda América. Con el mismo término hacemos referencia también a la lógica de deslocalización de la dinámica financiera en la que las grandes decisiones de flujos de capitales no respetan lógicas de economías nacionales, y que en el ámbito de la producción material distribuyen infinitamente los procesos en todo el planeta, pero centralizan totalmente la más mínima decisión procesal en un solo centro. Hacemos referencia también a la sincronización de la comunicación mundial en la que una acción política es interpretada y tiene una reacción social en el interior de un país diferente, como
·sociólogo. Investigador del CRIM-UNAM. Participación oral corregida y aumentada posteriormente.
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se ha dado en Europa, al identificarse con los zapatistas. Fenómeno que además implica un proceso que está conectando contingentes de sujetos sociales tan disímbolos como los indígenas y los trabajadores siderúrgicos de Oviedo, por poner un ejemplo. Se trata de la exclusión. Y últimamente, en esta globalización tendríamos que agregar que la transparentación o permiabilidad de las soberanías ya no se da sólo en el átnbito financiero, sino que, en un sentido positivo, comienza a desarrollarse en el ámbito jurídico. De una parte, por ejemplo, la defensa de derechos individuales resulta en juicios extraterritoriales a Estados o gobernantes terroristas, la defensa del habita! Xuar de Ecuador contra la petrolera Texaco ha de darse en un juzgado neoyorkino, o, por otro lado, la investigación antinarcóticos también desemboca en solicitudes de extradicción y actos semejantes. Frente a esta dinámica la invocada soberanía puede tener distintos sentidos; por parte de los gobiernos latinoamericanos en estos casos, por ejemplo, puede resultar una defensa del transgresor.
Dentro del complejo de fenómenos económicos y políticos la llamada modernización económica y política se ha traducido, en América Latina, en la manifestación de una generación de políticos-tecnócratas que, con una argumentación técnica, han promovido la realización textual del ideario neoliberal de la reforma del Estado y de la reorganización de la economía. Esta reconstrucción de la economía, desde Argentina hasta México, se ha significado por la concentración del poder económico, vía influencias políticas, y una veloz capitalización a través de una gran variedad de actividades ilegales, como lo han demostrado los escándalos de Y abrán en Argentina y los de los banqueros mexicanos. Pero en México, además, se ha caracterizado por el desplazamiento del modelo del político tradicional especializado en el control de masas y la negociación con clientelas, acostumbrado a capitalizar y distribuir discrecionalmente los ingresos del erario público. Este tipo de políticos parecen haberse reagrupado a nivel de varias gubematuras estatales mediante su capacidad de forzar resultados electorales. Al mismo tiempo, en los territorios que controlan, aparece -como se ha visto en el caso de Morelos- una nueva organización de la delincuencia que, mezclando el secuestro, el robo de autos y el narcotrá-
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fico, vienen a ejercer una impune hegemonía en la sociedad civil y a constituirse en una gran economía paralela que puede sustituir la capitali~ción directa de los recursos del erario. No en balde casi todos estos gobernadores han estado involucrados en hechos violentos o han sido denunciados por los medios de comunicación extranjeros.
La dinámica que han seguido estos políticos, que controlan principalmente el sur-sureste del país, ha sido la de denunciar precisamente el aumento de los niveles de violencia para justificar un mayor endurecimiento político en todos los niveles. Sobre esta base se anuncian belicosamente como una opción para el control político (evitar derrotas del PRI) y supuestamente reducir la violencia (mediante más violencia, más policías, militarización de la vida civil, incremento del gasto policíaco y militar, justificando la incapacidad de protección en una mera "baja capacidad de fuego" subsanable con la compra de armamento). Se trata entonces del choque entre dos formas de capitalizar el poder: de los tecnócratas mediante la alianza con los financieros y la creación de carteles monopólicos que se apropian de todo lo que el Estado descentraliza, contra una concentración de poder y capital bajo la extorsión violenta directa al resto de la sociedad civil. Este tipo de situación ha desplazado la centralidad de la lucha ético-política al espacio del poder judicial que adquiere una relevante centralidad ahí donde realmente se logra su independencia, como en España e Italia, o viene a ser el último y mejor recurso de la impunidad, como en Rusia y México.
La pregunta que me hago es hasta qué punto la dinámica de la respuesta gubernamental a los conflictos actuales, mayormente indígenas, no sólo de Chiapas, sino también de Guerrero y de Oaxaca, ha sido influida, determinada, o puede ser determinada, por el juego estratégico de este sector que basa su posibilidad de persistencia en el poder de generar una demanda por "más seguridad" por parte de la sociedad civil, "más control" por parte de la clase política y en su supuesta capacidad pa:a imponer un orden, aunque éste sea el orden clandestino del crimen organizado.
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La segunda cuestión que se deriva de esta complejidad de procesos de la globalización tiene que ver con la capacidad de generar soluciones. Se trata de que cuando los politólogos están planteando la solución de este tipo de cuestiones como una mera necesidad de profundización, o aplicación de los procesos institucionales democráticos existentes, están obviando una dimensión que quedó oculta desde la primera Constitución, la del reconocimiento de los pueblos indígenas que implica una necesaria reforma constitucional que abarque este segmento de derechos colectivos, pero en una situación en la que los otros derechos colectivos reconocidos, los laborales y los de los pueblos campesinos, están sufriendo una grave agresión. Es decir, se trata de sumar una dimensión más en el momento en que la dinámica del poder hegemónico global busca el desconocimiento de los derechos colectivos. No hay en esto una conexión misteriosa. El desconocimiento de los derechos cofectivos campesinos exacerbó la necesidad de constituirse en interlocutores reconocidos. Por eso la lucha toma como objetivo, no la petición de dotación de cosas, sino de reconocimiento de personas jurídicas para hacer una defensa colectiva y global de todo tipo de derechos. Así se puede entender la petición directa que expresan los acuerdos de San Andrés, incluso en la interpretación de la propuesta de la COCOPA, como en la más abstracta propuesta zapatista de no luchar por el poder sino por la capacidad de todos de manifestarse en el poder; de no predefinir lo deseable sino de abrir .espacio a la manifestación de la multiplicidad de actores.
No es un problema local, es una manifestación de una paradoja que no están integrando los politólogos en sus análisis. Sucede que hasta ahora la ampliación de la representación política en los regímenes democráticos avanzaba al parejo de la integración de contingentes humanos en un mismo sistema económico, como fuerza de trabajo o consumidores, o las dos cosas, y de ahí a la representa· ción política y a la ciudadanía. Ahora a los sistemas productivos y financiero central les sobran contingentes de humanos desplazados por la automatización de los procesos, y les bastan pocos sectores de altísimo nivel de consumo de productos con mucho valor integrado con cada vez más veloces ritmos de reposición para sobrellevar su
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reproducción. Todo lo que va sobrando o cayendo -downshifting dicen los gringos- son los excluidos. Es decir, hace falta un replanteamiento conceptual de las propuestas de ampliación democrática que integre la existencia del proceso de exclusión en su análisis.
Las dos últimas cuestiones son centrales en la interpretación del conflicto e influyen fuertemente en la percepción, por parte de la opinión pública nacional, y en la posibilidad de proponer alternativas. Se trata, por una parte, de la necesaria aclaración del contexto concreto del conflicto en su dimensión local; y, por otra parte, dejar muy en claro que no es una cuestión de mera negociación de acceso a lo que puede llamarse "desarrollo" o "mejores niveles de vida", que comúnmente sólo significan acceso efectivo a servicios e infraestructura pública. Es decir, no es un problema de falta de desarrollo ni de falta de una efectiva distribución de los frutos del desarrollo.
Por una parte se trata de aclarar que, aunque el conflicto implique la reivindicación secular indígena de reconocimiento a su persistencia como pueblos con presente y futuro, es decir, parte de los 500 años de lucha, hay en el proceso local causas concretas, directas y recientes que, además, no tienen que ver con "falta de desarrollo", sino que son producto directo del "desarrollo" tal como efectivamente se da regionalmente. Esto significa recordar toda la discusión sobre la conceptualización del desarrollo, pero podemos simplemente señalar que desarrollo en su concepción más abstracta y general, desde Smith, significa un incremento en la producción regional de valor. Se maneja que todo el problema de Chiapas (como el de Guerrero o el de Oaxaca) se debe a la poca producción de valor, al poco desarrollo, porque no se puede repartir lo que no se produce. Se olvida justamente, como lo señaló desde el principio Marcos en su ensayo "Chiapas en dos Tiempos", o como demuestran Ana Esther Ceceña y Andrés Barreda en el primer número de la revista Chiapas, que esta entidad tiene una importante producción de riqueza. Y hay que revisar también los trabajos de la década de los ochentas, como los de Rosa Rojas, George Collier, June Nash y Odile Mari e Marion, en los qüe se demu~.stra el exitoso y vertigino-
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so proceso de desarrollo local de los años setentas y ochentas que produjeron el abandono de la actividad agrícola por la oferta de trabajo en las grandes presas y en el amplio programa caminero, entre otras obras de infraestructura; el auge maicero de la Frailesca, con su subsecuente crisis con la apertura de mercados, junto con el auge y la crisis del café ejidal, y toda una serie de procesos que generaron, en algunos municipios, una nueva élite local indígena y el endurecimiento de la élite de otros, resultando en migraciones forzadas hacia las cañadas y la selva; todo ello dando sentido y contexto a una fuerte lucha agraria a la que se respondió con el asesinato selectivo de líderes y masacres ejemplares como la de Wolonchán.
Es decir, no se tr~ta de un sentimiento romántico de recuperación del perjuicio sufrido -y no olvido- durante 500 años, sino de su concreción en una coyuntura reciente que le da densidad al proceso histórico. Y tampoco entonces se trata de un problema de generar las condiciones de tranquilidad para que aumenten las inversiones, o que el Estado siga "repartiendo el desarrollo". Contra lo que manejan los voceros oficiales, y los intelectuales afines, no se trata de un levantamiento militar para negociar condiciones de distribución. Es innegable que los alzados y sus llamadas bases de apoyo tienen la legítima aspiración de mejorar sus condiciones de vida, pero parte de la mecánica del paso de la lucha política tradicional a la militar, y luego a la resistencia pasiva, está en la co~prensión de que esto sólo es viable y sólo tiene sentido bajo la constitución y el reconocimiento como sujetos autónomos en un nuevo plano de integración política y social regional y nacional. Es decir, se trata del proceso en que la idea de conformarse una identidad social y política efectiva, y de ajustar un orden democrático nacional, se.convierte en los objetivos centrales necesarios y trascendentes.
Por eso es importante la controversia respecto a los acuerdos de San Andrés y la iniciativa de la COCOPA; al negarlos, el Gobierno reduce el conflicto a una disputa de recursos y desconoce a estos actores el derecho a autoconstituirse como actores de la sociedad civil y política mexicana. Y esta negación particular y su gen,eralización y administración vía reformas electorales -recordemos como, a cada
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crisis chiapaneca como la de Acteal, el Ejecutivo responde ofreciéndole a los partidos una nueva reforma electoral en el marco de la "Reforma del Estado"- no es sino la resistencia a reconocerle a toda la sociedad mexicana su posibilidad de reconstituirse, a partir de sus sujetos colectivos, manteniendo la ilusión del Estado-partido único-clase política como constituyente fundador y mantenedor indispensable de la sociedad. En este sentido radicaría la trascendencia social nacional del esquema de San Andrés.
HÉCTOR ROSALES AY ALA • Me interesa, en el contexto de esta reunión, retomar la frase de Miguel Álvarez, citando al obispo Samuel Ruíz, "que cada persona encuentre su aporte para la paz en Chiapas", para relacionarla con las observaciones que se han hecho acerca del papel de la inteligencia, y en particular de los investigadores en esta coyuñtura histórica.
Creo que estamos viviendo una época llena de presagios y de opciones, mismas que confluyen de manera paradójica en regiones y comunidades específicas del Estado de Chiapas, pero que adquieren importancia mundial en un mundo interconectado por múltiples redes comunicativas. De esta manera, todos y todas nos vemos interpelados por los avances y retrocesos que ocurren en un proceso de diálogo entre el Gobierno Federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en el que se expresan dos posiciones frente al presente y el futuro de la sociedad mexicana: la que se niega a reconocer la diversidad y la que nos invita a construir un mundo donde quepan todos los mundos.
¿Cuál puede ser el aporte de un investigador universitario para que se logre una paz con justicia y dignidad en Chiapas y, de manera correlativa, en México? La posibilidad de organizar reuniones como ésta en la que estamos, de publicar información novedosa, de seguir con atención los acontecimientos y generar corrientes de opinión es una parte de lo que podemos hacer, pero no es suficiente.
·sociólogo, Investigador del CRIM-UNAM
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• ~ El antropólogo y diputado Gilberto López y Rivas cerró su partici-f pación afirmando que debemos luchar por la nación; esto nos remite ;1 a un contexto más amplio, donde tendríamos que planteamos qué ~ significa luchar por la nación, ¿de cuál nación estamos hablando? ~ Esta interrogante no acepta una respuesta simple, porque nos de-:1 manda repensar cuál es nuestro lugar en el mundo, en esta sociedad ,1
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en particular y, sobre todo, cuál es nuestra tarea como seres dotados de conciencia y llamados a encontrarle sentido al hecho de existir.
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JORGE SERRANO MORENO* Tengo varias preguntas, aunque me voy a reducir a tres. A riesgo de no ser suficientemente preciso, pero a beneficio del tiempo para otros colegas que quieran plantear preguntas o comentarios, trataré de ser muy breve. La primera, para el Dr. Pablo González Casanova, va en relación con lo que él nos planteaba acerca de la apropiación del mundo. Ésta nos ha llevado, ciertamente, a una situación de crisis del neo liberalismo, pero esconde una crisis mayor: la crisis del capitalismo en el mundo, o capitalismo mundial. Por un lado, quisiera suplicarle ahondar en este fenómeno como tal, y por otro, lo que querría es pedirle algunas ideas cómo redefinir y cómo reformular el papel del académico y de las instituciones académicas frente a una transformación tan fuerte del mundo actual; o sea, qué ha de esperarse de un académico y de las instituciones académicas mexicanas hoy en día, dada la situación en que estamos, y sobre todo dado que tenemos el "privilegio" de que el centro del mundo, como usted lo dijo, está en la Lacandona, es decir, que está, en parte, en nuestras manos.
La segunda pregunta es al Dr. Rodolfo Stavenhagen. Tiene que ver con los que toman decisiones en nuestro país. Quienes toman esas decisiones, aparentemente, a juzgar por lo que usted planteaba, es gente que está en grave confusión, en buena parte precisamente por la concepción decimonómica del nacionalismo y del Estado nacional, a que usted hizo referencia. La pregunta es,
*Economista, Investigador del CRIM-UNAM
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¿hasta dónde se trata de una confusión mental, digamos por su formación, y hasta dónde es más bien el cúmulo de intereses que vienen precisamente de ese mundo exterior y que están presionando para que las decisiones políticas se orienten en un determinado sentido y no en otro? Por ejemplo, sabemos que el Fondo Monetario Internacional exige en sus · cartas de intención una serie de condicionamientos y negociaciones que presiona a los decididores del país y que ejerce esa presión en función no tanto del bien del país sino de los intereses del propio FMI.
La tercera pregunta la dirijo al Dr. Gilberto López y Rivas y va en el siguiente sentido: me pareció sumamente interesante lo que él nos decía acerca de una noción esencialmente dinámica de nación. Quisiera que abundara un poco más en qué es lo que está entendiendo por una noción "dínámica" de nación, dado que el potencial de concebir la nación así es muy grande. Inclusive tendría mucho que ver, creo, con toda la discusión que se está llevando a cabo en otros foros, sobre el papel creciente de las regiones y de la regionalización en el mundo, y el papel decreciente de los Estados en la época contemporánea.
GUILLERMO PEIMBERT*
Hace poco leí un artículo de Héctor Díaz Polanco, relacionado con la matanza en Acteal,22·en el que planteaba una tesis sobre la cual me gustaría escuchar la opinión de los ponentes.
Decía Héctor que la actual política de ofensiva militar del ejército tnexicano, por la que había optado el gobierno, respondía al hecho de que la declaración de autonomía de algunos municipios zapatistas -que de hecho siempre habían funcionado más o menos autónomamente---- demostraba en la práctica su mayor efectividad
•sociólogo. Técnico Académico del CRIM-UNAM.
22 Héctor Diaz Polanco. "Acteal y la autonomía" El Zapalista Ilustrado #11. México, Cuernavaca: 1998.
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frente a los municipios priístas. Esto cuestionaba la legitimidad y la efectividad de los grupos priístas que durante mucho tiempo habían "funcionado" respondiendo a intereses que nada tenían que ver con las necesidades reales de las comunidades indígenas.
Después de escuchar la excelente intervención de Miguel Álvarez, en la que se menciona ese pacto entre el actual gobierno zedillista y los altos mandos del ejército mexicano, resulta bastante claro que Jos motivos de la ofensiva n1ilitar que pretende arrasar con las comunidades de filiación zapatista tienen que ver con su explicación. Pero me parece también que los argumentos de Díaz Polanco son también un factor a considerar, sobre todo cuando dichas autonomías indígenas están ejerciéndose no sólo en Chiapas, sino también en Oaxaca, Guerrero, e incluso aquí en Morelos.
GERARDO THIJSSEN*
Soy Gerardo Thijssen y vivo aquí en Cuemavaca. Quería hacer unas preguntas y observaciones al Dr. Cerutti y a todos los ponentes de hoy. El doctor se preguntaba si la teología de la liberación es motivo de radicalización entre los cristianos. Y o creo que no, que más bien es consecuencia. La radicalización ya estaba en marcha cuando la teología de la liberación se convirtió en una ciencia reflexiva sobre dicho proceso de radicalización. Dentro de este proceso yo creo que
~¡ es muy importante la opción por los pobres, pero yo no diría que se ~~ opte por el pobre a causa de su deficiencia de medios para subsistir,
sino que, en primer lugar, se le prefiere por ser sujeto de transformación. Creo que esto es lo que se ha dado en el proceso de la teología
de la liberación.
Algo que eché de menos en las ponencias es que en Chiapas los chiapanecos se están convirtiendo en sujetos de transformación de la sociedad con una claridad que jamás he conocido, yo diría en mi vida. Leo muchos de los artículos de Pablo González Casanova,
* Promotor de Organizaciones Populares del Centro de Encuentros y Diálogos
{ONG).
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pero a veces por malicia trato de descubrir en ellos algo que he descubierto en mi propia vida: cómo yo me he dejado llevar por la sabiduría de los indígenas y, no sé si es verdad o no, pero creo que don Pablo puede decir también que él se ha dejado cambiar por su presencia en Chiapas, como don Samuel se dejó cambiar, y muchos otros sabios se han dejado cambiar por esta situación. Entonces me pregunto sinceramente si en algún pueblo del mundo existe tanta claridad sobre lo que significa la política, no solamente como tarea para mandar obedeciendo, porque eso significa que hay un pueblo capaz de pensar, como pueblo sujeto político, y creo que sobre esto hay una claridad enorme sobre el concepto de democracia. Cuando decimos que el concepto de la revolución se está transformando en un concepto de democracia, para mí no es mucho cambio, porque la democracia significa poder del pueblo: el pueblo que siempre ha sido víctima de estructuras políticas comienza a ser sujeto de transformación. Creo que en esto hay mucha claridad en Chiapas; a veces le he preguntado a personas de otras partes del mundo: díganme, ¿quién tiene más claridad sobre cómo luchar por la paz, cómo convencer al enemigo en vez de vencerlo, que los chiapanecos? Pienso también lo mismo en la economía.
Cuando uno lee revistas de economía lee sobre la superestructura, lee sobre el proceso financiero etc., pero no se lee sobre la satisfacción de las necesidades del pueblo. Por eso en Chiapas hay mucho más claridad, para no hablar todavía sobre la unión con toda la naturaleza. En este terreno sería interesante organizar un encuentro sobre las novedades en cuanto conceptos políticos, ideológicos, económicos y culturales. Alguien también dijo que es muy importante, dentro del proceso de Chiapas, el humor. También hay un concepto que se ha estudiado demasiado poco: es el concepto de la satisfacción, del incentivo; sin el incentivo del gozo creo que nadie de entre nosotros estaría hoy aquí. Sin gozo no se puede vivir (no sólo de pan vive el hombre); se tiene que gozar; sin deseos de felicidad no se puede vivir. Por ejemplo, sobre lo que aporta el deseo de vivir en comunidad y de poder servir a los hermanos creo que sería interesante hacer estudios más profundos sobre la situación que actualmente hay en Chiapas.
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ÚRSULA OSW ALD*
Quisiera en primer lugar felicitar a los ponentes por las enriquecedoras exposiciones de un tema tan actual y a la vez sumamente complejo. Uno de los puntos básicos en el conflicto de Chiapas es más bien subyacente y no es mencionado generalmente en primer lugar. No obstante, la dimensión del mismo rebasa el ámbito de Chiapas o del mismo país e involucra también intereses geopolíticos extranjeros. Se trata de las reservas de los recursos naturales y el manejo que se le ha dado durante los últimos siglos. El Estado de Chiapas es una de las zonas de mayor riqueza natural de nuestro país y de todo el continente americano, no sólo por su gran biodiversidad y la consiguiente producción de biomasa, sino también por el tipo de suelo, las reservas de petróleo, uranio, azufre y otros minerales en el subsuelo, el potencial agropecuario y el ecoturístico.
Sin embargo, esta enorme riqueza no se ve reflejada en un desarrollo social equitativo. Al contrario, se trata del Estado con mayor rezago social, político y económico, resultado de la apropiación de la riqueza generada, en manos de unos pocos. El conflicto de Chiapas se convierte, por lo tanto, como lo apunta Pablo González Casanova, en una lucha compleja de índole polí~ica, social, ecológica, ideológica y étnica, para sólo mencionar los aspectos más sobresalientes. En segundo término quisiera hacer algunos comentarios y varias preguntas, respecto a la apropiación de los recursos naturales, su relación con el conflicto actual y las perspectivas de los chiapanecos hacia una vida digna, basadas en el respeto de los derechos humanos, sociales y naturales.
Desde los tiempos prehispánicos existen enormes cantidades de agua en el sureste, que fueron aprovechadas en las actividades productivas y en los asentamientos humanos; no obstante, es básicamente a partir de este siglo cuando se construyeron 23 embalses, algunos de ellos importantes presas hidroeléctricas (Chicoasén;
• Antropóloga!Ecóloga, Investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM-UNAM).
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Netzahualcóyotl o Tecpatan; Venustiano Carranza o Dr. Belisario Domínguez; la General Ángel Albino Corzo o Ostaucán; la José Cecilio del Valle; la Bombana y Schpoina), que producen el 61% de la energía hidroeléctrica del país. Sin embargo, el35% de la población del Estado no cuenta con energía eléctrica y existen 11 municipios donde más del 80% de los habitantes carecen de este servicio (Francisco León 99.36%; Chalchihuitlán 95.56% y San Juan Concuc 90.42%).
Otro aspecto está relacionado con ocho tipos de protección ecológica declarados en el municipio de Ocosingo, no sólo famoso por la más cruenta matanza de integrantes del EZLN, en los primeros días de enero de 1994, sino también por su invaluable riqueza biológica. Asimismo, preocupa el hecho de que los gigantescos incendios forestales en esta primavera parecieran haber sido inducidos por razones estratégicas. Conociendo el valor biótico que se destruyó, se trataría simplemente de un ecocidio de monumentales dimensiones y sin justificación alguna.
Otro factor de conflicto en la región de Chiapas es la evolución del sector agropecuario y de los serviCios, particularmente aquéllos dedicados al turismo nacional e internacional. Chiapas ocupa el tercer lugar en producción de bovinos, el quinto en miel, el séptimo en ovinos, además de cría de puercos, aves, leche, huevos, maíz, frijol, café y otros productos tropicales. Al igual que las mejores tierras y, por ende, la producción agrícola, también los servicios y el turismo están acaparados en manos de grupos caciquiles locales, resultado de un maridaje histórico entre el poder local y las fuerzas económicas, cuyo resultado es la indescriptible pobreza de la mayoría de los chiapanecos, sobre todo de la población indígena.
Adicionalmente existen importantes riquezas minerales en el subsuelo: gigantescas reservas de petróleo, canteras, arena, grava, arcilla y, junto con Tabasco, abastece el mercado nacional con el 78.2% de azufre. Según información periodística existen además las más importantes reservas de uranio del país en la zona mencionada. Si pensásemos que este mineral se va convertir en pocos años en
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sustituto de hidrocarburos en el mundo entero, el E~tado no sólo tiene enormes potencialidades productivas en marcha, sino cuenta además con gigantescas reservas que lo convierten en una región estratégica en el panorama internacional.
A partir de estos datos se puede preguntar a Miguel Álvarez y a Gilberto López y Rivas: i,no existen apoyos subterráneos, interesados en promover una separación de Chiapas del resto de la República, de tal modo que el capital_ financiero fnternacional e intereses geopolíticos a largo plazo pudieran aprovechar dichos recursos? Sólo quisiera recordar al respecto el megaproyecto del tren transístmico que convertiría a la región en una fuerte atracción de inversiones internacionales y nacionales, y donde el capital financiero de las grandes potencias exig_iría seguramente contar con el control sobre los recursos requeridos, antes de arriesgarse en inversiones multimillonarias.
Finalmente, Chiapas es un Estado donde se violan sistemáticamente los derechos humanos, tanto en términos individuales como sociales. Como dijo Rodolfo Stavenhagen, los problemas de los derechos humanos y, relacionados con ellos, los de la seguridad, no se pan resuelto en ninguna parte del país. No obstante, en el Estado de Chiapas son flagrantemente viol~dos. No se trata sólo de la violencia armada en manos de caciques, paramilitares y otros grupos violentos, sino del derecho a la vida en un sentido más directo. Como muestran los datos sobre marginalidad, mortalidad infantil, cuadro de morbilidad general e infantil, la falta de una infraestructura básica de servicios de agua potable, de drenaje y de plantas de tratamiento se combina con los bajos sueldos de los peones agrícolas. Todo ello crea un cuadro de retraso y marginalidad, que no permite a la población indígena de bajos ingresos sobrevivir. Es más, esta lacerante pobreza, generada desde el seno materno, gesta un ser humano de segunda categoría, caracterizado por daños cerebrales causados por la desnutrición crónica materna e infantil. Así la pobreza extrema se convierte en pobreza perversa, al hipotecar el desarrollo de un niño antes de nacer.
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Y por último, quisiera dirigir las siguientes preguntas hacia todos los ponentes. ¿Pudiera un programa de organización de tipo militar, con una preparación de 1 O años para una guerra, cambiar la realidad indígena gestada durante los últimos 500 años de dominación, conquista, explotación y esclavitud? ¿Es factible que la integración de la mujer a las tomas de decisiones y al mando militar pennitiera cambiar las prioridades socio-políticas entre la población más depauperada y plantear un modelo de desarrollo distinto, basado en un profundo conocimiento de los problemas locales y los existentes recursos humanos, culturales, naturales y energéticos? ¿Pudiera finalmente la relación con otros indígenas del país y del mundo, minorías étnicas, religiosas, sociales y políticas llevar lapoblación chiapaneca hacia distintos procesos de participación social y política, pero siempre dentro de un contexto de equidad, legitimidad, democracia, autogestión y orientado hacia la calidad de vida y el bienestar social?
DA VID MOCTEZUMA NAVARRO
Entonces, ya que no hay más preguntas, vamos a dar paso a las respuestas en el mismo orden en que se han dado las exposiciones.
PABLO GONZÁLEZ CASANOVA
Empiezo con la pregunta del Dr. Serrano. Creo que con un propósito de análisis de lo que ocurre necesitamos reconocer tres tipos de crisis: la crisis del neo liberalismo, la crisis del capitalismo y la crisis de las hegemonías: en el mundo, en las distintas naciones y en las localidades. Destaco ahora la crisis de las hegemonías; me refiero al concepto gramsciano de dominación por los símbolos, por las creencias etcétera, y de coaliciones que se fonnan en torno a una serie de filosoflas, o a una filosofia; Gramsci pensaba en tomo a una clase, ahora ya se plantean nuevas hegemonías de articulación de distintas clases, grupos, religiones etcétera, con respeto a sus diferencias en fonnas phirales, tolerantes, autónomas. Reconocerlo es muy importante para plantear dos temas: uno relacionado con el papel de las universidades en este momento de crisis, y otro re lacio-
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nado con los problemas del poder alternativo. Por lo que se refiere al primer punto, creo que la universidad en México ha sido pionera en las luchas por las autonomías, y una de las primeras en sufrir los embates del Estado. Recuerdo cuando un día llegó mi padre, que era profesor de la universidad, herido en un brazo porque un bombero le había querido pegar al rector de entonces que era don Manuel Gómez Morín. Estaban ellos defendiendo la autonomía, mi padre, que era socialista, y don Manuel, que era más b~en liberal. La lucha por la autonomía implicaba una lucha por el respeto al pensamiento de los demás, y creo que nuestra universidad es de ias más avanzadas en el mundo entero en el respeto al pensamiento de los demás. Yo he estado en muchas universidades en el mundo y les aseguro que debemos sentirnos orgullosos porque nuestra universidad tiene un respeto extraordinario por el pensamiento de los demás. Entonces se vinculan estos dos temas con un tercero, que es muy importante y está relacionado con la pregunta que hacía el investigador de allá, de quien no sé su nombre, sobre qué debemos hacer. Él, que dijo haber sido invitado como asesor del EZLN, preguntó qué hacer. Creo que, limitados al campo de la universidad, debemos hacer estudios en torno al esclarecimiento de los problemas, a la descripción correcta de lo que pasa, a las generalizaciones controladas y contextualizadas, a las explicaciones que no sean mistificadoras. Todo esto es importante porque se está dando una lucha por la verdad en forma posmodema. El tema de la verdad en este momento está en el orden del día en los pensamientos filosófico y científico. En la ciencia se ha descubierto que no hay ninguna verdad sin posición; en física, en quín:tica, en biología, y nosotros en las ciencias sociales, desde luego siempre Jo hemos sabido, la verdad se da con una posición determinada. Aparte de eso hay, desde el punto de la teoría constructivista y de una seri~ de teorías que han surgido en el mundo científico, una vinculación con planteamientos que hacen Foucault y el posmodemismo en relación con la verdad y el poder. Hoy es evidente que se está planteando el problema de la verdad oficial, y en este momento ustedes sienten cómo la verdad oficial tiene que ser aceptada, y si no es aceptada viene una argumentación sumamente extraña ert la que uno se pregunta: ¿qué es lo que pasa? Un día le pregunté a don Samuel Ruiz: "Don Samuel, mi concepto de meo-
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tira ya no alcanza para entender lo que está pasando", y él me contestó: ''No, don Pablo, es que anda usted equivocado, el problema no es plantearse el problema de la mentira, el problema es plantearse el problema de la verdad. Cuando se plantea uno el problema de la verdad, hay que ver si la vincula uno con el problema ético o no". Coincido con él. Para hablar en términos republicanos, tenemos que referimos al interés general, al que se refirió, desde la revolución francesa para acá, todo pensamiento humanista. Entonces si nos planteamos el problema del interés general en relación con la verdad y con la construcción de un poder hegemónico, en este momento nos damos cuenta de que incluso la idea de Gramsci ya se quedó atrás, lá. idea de que el centro de todo iba a ser la clase obrera. Se desestructuró el tipo de relaciones que mantuvo unido el capitalismo clásico. Por eso tuvo toda la razón Ernesto Laclau cuando dijo que la centralidad de la clase obrera ya no existía. No lo dijo porque fuera un reaccionario, como creyeron algunos, sino porque la pérdida de centralidad ya era un hecho. Así, a partir de las nuevas circunstancias hay una nueva articulación, nuevos intentos de articulación de fuerzas que vienen de distintas partes, con distintas ideologías, en que incluso la idea de Partido ya es una idea que tiene que ser complementada con ideas de coaliciones y estructuras heterogéneas permanentes, unidas ... Sin que desaparezca necesariamente la forma de pensar del sistema filosófico, los sistemas filosóficos están en cr~sis. Igualmente están en crisis los partidos con una sola ideología, y la mayoría de las organizaciones sociales y políticas tienen que articularse siempre como coaliciones o uniones de variados tipos, sectores, grupos de la sociedad civil. Creo que al plantearnos el problema de la verdad, sin pensar en términos platónicos o plotinianos de que hay una verdad, sino pensando que sí, que la verdad tiene una posición, y que la verdad está relacionada con el poder, esa condición no deja de plantearnos los problemas de la seriedad, del rigor con que hacemos nuestros juicios, nuestras observaciones, el de poner a prueba nuestras proposiciones, nuestras teorías, el de convertirlas en hipótesis, el de corregirlas. El de oír con respeto y discutir con respeto las ideas de los demás. Esa es una tarea fundamental, y ustedes me dirán: "Bueno, eso ¿qué tiene que ver concretamente con la lucha actual?" Pues sí tiene que ver. Creo que todos estamos cons-
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cientes de que se está dando una lucha muy dificil para explicar lo que pasa en México. Afortunadamente ganamos la lucha por la explicación, en 1994, cuando muchas personas dijeron que los zapatistas eran unos estalinistas atrasados y quién sabe qué, y dijeron eso algunos grandes escritores de cuyos nombres no quiero acordarme (de uno sí me acuerdo, es Vargas Llosa). En ese entonces ganamos la explicación: se aceptó que el origen de la rebelión indígena en Chiapas se encontraba en una serie de problemas, de_injusticias ...
Termino con esto: Uno de los profesores aquí presentes dijo con razón, y yo coincido con él, que el problema no se va a resolver con base en inversiones, en donativos etcétera. El problema consiste en reconocer a los pueblos que están tratando de ser aceptados como actores políticos, tal como lo señaló Miguel Álvarez. Los indios de México están luchando por tener una personalidad política, y si no se les reconoce esa personalidad política no va a haber paz en este país, ni en el mundo. En cambio, si se les reconoce la personalidad política se da un paso en la construcción de un mundo nuevo: se disminuyen los peligros de guerra interna, internacional, y de destrucción mundial. Se da un gran paso reconociendo el derecho de las etnias de México a luchar jurídica y políticamente. Se pone un ejemplo al mundo. Ese es el camino que, según creo, se debe seguir. No me extiendo más porque mis colegas no tendrían tiempo para h.ablar.
RODOLFOSTAVENHAGEN
Bueno, creo que Pablo González Casanova ya ha respondido a muchas de las preguntas y no hay casi nada que agregar; pero como se me hicieron algunas directamente voy a tratar de contestarlas brevemente. Hay que recordar que en la historia de nuestro siglo, para no ir más al1á, probablemente ha habido más derrotas de movimientos populares que victorias, y creo que esto es algo que debemos tener presente siempre, aunque tengamos o creamos tener la verdad o la justicia de nuestro lado; aunque estemos identificados con las mejores causas y, por lo tanto, creamos tener una posición moral más fuerte que la de cualquiera posición política de otros. Realmente los
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movimientos populares han sufrido más derrotas que lograr victorias y creo que esto tiene que entrar en el cálculo y el análisis de lo que aquí se está hablando. Uno de los temas expuestos aquí, respecto al problema de Chiapas y a otros problemas, es el surgimiento efectivamente de un nuevo actor: la sociedad civil. En México todavía se está en pañales, yo diría, en cuanto a la consoJidación y a la construcción de una verdadera sociedad civil, por una serie de razones históricas, y otras culturales tal vez. Pero cuando los zapatistas nos llaman, y cuando "Miguel Álvarez nos dice también que la opción de don Samuel en San Cristóbal, y la de otros actores, es apostarle a la sociedad civil, lo que realmente veo es que la sociedad civil no les ha respondido suficientemente. Después de lo que ha ocurrido desde 1994, la sociedad civil debería ser uno de los actores más dinámicos, más articulados, más claros en su pensamiento, y no lo ha sido todavía. ¿Por qué? Hay que tratar de averiguarlo, o de entender el por qué, pero creo que hace falta ahí algo muy importante. En otras partes han surgido estos actores civiles y han ganado a pulso el reconocimiento de la sociedad poi ítica y de los factores del Estado y del Gobierno. Recordemos la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, en los años cincuentas y sesentás, al margen de los partidos políticos, al margen de todas las instituciones oficialmente reconocidas, aunque la importancia de las iglesias fue fundamental. Recordemos el surgimiento de "los verdes," de los ecologistas en Europa, por ejemplo en los años recientes en Alemania; pero ahí ha ocurrido algo muy interesante: ahora hay un partido ecologista y los tnovimientos civiles ecologistas se han transformado en unos de los actores del establishment que juegan todo el juego político oficial. Al respecto algut:ta gente dice que si estos movimientos han ganado respetabilidad y legitimidad en el escenario político en cambio han perdido otras cosas. Recordemos las actividades de la sociedad civil para deshacerse de tiranos, por ejemplo en la caída del sha de Irán (pero ¡qué vino después!), o en la caída del dictador Marcos en Filipinas; creo que también la sociedad civil contribuyó mucho en Argentina, y en general en el Cono Sur, para tumbar los gorilatos que ahí había, movilizándose en torno de los problemas de los derechos humanos. Así que ahí hay que buscar para responder algunas de las preguntas que me hicieron Horacio Cerutti y otros. El problema de
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la representabilidad política es muy importante; ahora tenemos una tendencia, recientemente, a aceptar que la única representabilidad alternativa será a través de los partidos políticos, y creo que los propios partidos políticos, incluso no sólo el PRI, sino los de la oposición también, tienen interés en ese juego de apropiarse la representación de toda la sociedad civil, ya que eso en parte los fortalece en el Congreso, en las elecciones, en.el IFE. Pero hay que admitir que adem~s de los partidos hay otros actores·, y lo que se está viendo en Chiapas es esa lucha ppr una representación política alternativa que el Estado no les quiere reconocer, aunque lo dice incluso la Constitución muy claramente. Creo que ahí hay una parte importante de la lucha, por ejemplo ~n el asunto de la elección de autoridades por usos y costumbres, a nivel de la comunidad, o si, por el contrario, sean los partidos los que pohgan sus candidatos y sea el mejor partido el que gane las elecciones, tal como lo plantean precisamente los liberales. Ahora hay que ver lo que está ocurriendo por ejemplo en Oaxaca, donde se está discutiendo en este momento una nueva ley indígena basada en la experiencia, ya prot ada en Oaxaca, de usos y costumbres a nivel de la comunidad, y no por eso se han desintegrado ni el Estado de Oaxaca ni la sociedad nacional. Entonces ¿de qué nos están hablando al decir que conceder o reconocer representación política a otros -actores que no sean partidos políticos va a desbaratar el Estado nacional? El Estado de derecho es otra de las grandes mentiras de las que hablaba precisamente Pablo González Casanova, pero esto hay que fortalecerlo y en este sentido las luchas que están librando las organizaciones indígenas por conquistar la legitimidad y la representatividad son muy importantes. Por desgracia, ellos mismos están minando estas luchas, o a veces hay fuertes intereses por fuera que las están tratando de minar; pero si no· hubiera esas organizaciones que van a conquistar la legitimidad propia y, por lo tanto, la representatividad, pues por mucho que hablen los juristas, los sociólogos, los politologos o los filósofos no se va avanzar demasiado, ya que lo que tenemos ahorita, lo sabemos muy bien, no son realmente democracias representativas. No hay una democracia representativa en nuestro país, sino algo que algunos politólogos llaman una democracia delegada, o gente que se auto asume como delegados de los pueblos y que, una vez electos o nombrados
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a ciertas posiciones, ya no tienen que rendir cuentas a nadie. Creo que ése es el problema con el concepto nación o pueblo, lo que planteaban muy bien Gilberto López y Rivas y varias de las personas aquí presentes hace un rato. ¿Quién o quiénes constituyen la nación? ¿Existe o debe existir una sola nación o hay varias naciones? La respuesta depende mucho de la definición. Recuerdo una campaña política de hace muchos años -era la de Miguel de la Madrid- en que me tocó estar en ·una de esas mesas que se organizan siempre para discutir. Miguel de la Madrid, animado por lo que mucha gente le decía en la mesa, afinnó que México es un Estado multinacional. Era la primera vez que un alto funcionario, candidato presidencial, formulaba una declaración así. Buen9, al siguiente día se desdijo, porque sus asesores jurídicos le reclamaron: "De ninguna manera puede usted decir que México es un estado multinacional; hay una sola nación, un Estado, un pueblo; si no revise usted los textos en los que se educó en teoría del Estado en la Escuela de Derecho". Esto también tiene mucho que ver con lo que decía Úrsula Oswald: el problema básico de los derechos humanos no es sólo la representatividad política, sino la seguridad del individuo y la de la colectividad. Seguridad no entendida en sentido militar, sino seguridad entendida como sobrevivencia, es decir, la satisfacción de las necesidades básicas frente a los retos que hay en el mundo en general. Para terminar con una nota optimista y no pesimista: claro que hay esperanza y la comparto con todos los aquí presentes, incluso, desde luego, en el proceso de negociación de paz en Chiapas, esperanza que reside fundamentalmente en el fortalecimiento de la sociedad civil. Creo que en este momento ahí tenemos que concentrar todos nuestros esfuerzos.
GILBERTO LÓPEZ Y RIV AS
El Ejército en todo este proceso es uno de los actores más peligrosos porque, aunque sea trillado lo que voy a decir, el problema no es que el Ejército salga de los cuarteles, sino cómo regresa a ellos. Setenta y dos mil efectivos militares en Chiapas significan casi sesenta por ciento del Ejército. Se trata de un sector que no ha sido estudiado en México a fondo. ¿Qué es lo que están pensando los militares de todo
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esto? ¿Cuál es su papel? Se les ha involucrado en la lucha contra el narcotráfico y se les ha corrompido hasta en los más altos niveles, y ahora están involucrados en una lucha contrainsurgente. Crearon ya su contraparte: los paramilitares. Es decir, han pue.sto en práctica el manual de guerra contra insurgente que leíamos en los años sesentas y setentas en relación con Centroamérica, en el sentido de que para hacer la labor sucia del ejército es necesario crear grupos paramilitares. De acuerdo con la información más reciente ya hay doce grupos paramilitares aproximadamente, que están actuando en concordancia con el Ejército, con las po1icías locales y con los gobernadores. Estamos, pues, ante una situación muy peligrosa y difícil. No es cuestión ni siquiera de discutir paradigmas de una nación, sino de pensar p9r cuál tipo de sobrevivencia estamos luchando.
En estos últimos meses, sobre todo ·después del crimen en Acteal, la opción del Gobierno -porque ellos también tienen opcionesha sido la represión. A pesar de que dicen mil veces que no utilizarán la fuerza del Estado, el problema no está planteado en términos de futuro sino de presente y pasado, ya que han estado actuando con toda la fuerza del Estado: introduciendo implementos y tropas; armando, entrenando y/o tolerando grupos paramilitares, y enderezando campañas contra la CONAI y la COCOPA. Sobre esta última debo decir que es un organismo cuya única virtud, tal vez, ha sido no plegarse a las órdenes del Ejecutivo a pesar de las presiones en ese sentido, e incluso de las llamadas telefónicas a los miembros de la COCOPA por lo que opinan en la prensa diaria. Mientras mantengamos la conciencia de que somos representantes nacionales y populares -aunque en ocasiones se trata de representaciones<Jelegadas-, tendremos la posibilidad de constituirnos en una coadyuvancia digna, contradictoria en su seno, pero digna en cuanto a su representación (porque a veces )a dignidad se contagia, como se contagian otras cosas, pues).
NUGUELÁLVAREZGÁNDARA
¿Por qué Ja CONAI no informa a nivel nacional, ni a nivel de Chiapas, lo que hace, lo que sabe? Primero por las propias limitaciones
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que impone el mantener la confiabilidad de las partes; para una mediación la confidencialidad tiene que ver·con la credibilidad, además de que mucha de la información que maneja es, en estricto sentido, patrimonio de las partes, patrimonio del proceso. Hay mucha materia que conoce la CONAI que no conviene o no podemos hacer pública, porque ello requier~ un acuerdo de las partes; ésa es una de las más importantes limitantes que explica por qué hemos sido escuetos en nuestra información pública.
Una segunda explicación es· que la CONAI hace muchos esfuerzos para informar, pero la información que ofrece es a veces demasiado discreta o hay que leerla entre líneas. Hay, además, el fenómeno de que a nuestros medios -y conste que no lo digo con mensaje, es un fe~ómeno estrictamente social, descriptivo y tal vez no exclusivo de México-, no les interesa o no saben convertir en noticiosa la información de fondo de los procesos; más bien tienen necesidad de la información coyuntural o de hechos, de sucesos más que de los procesos de fondo. Es un problema que hemos tratado de resolver por la vía del acercamiento a editorialistas. Muchos van un poco más allá, pero la información de la opinión pública con frecuencia no se genera por la opinión de los editorialistas, sino por las frases y gestos de los informadores, las cabezas, los titulares etc.
Una tercera explicación es que nuestro esfuerzo es insuficiente. Hay un problema de rebasamiento, tal vez nacional e internacional; hay redes, hay páginas de intemet, de E-mail, boletines etc., pero no llegan al gran público.
H~y una cuarta explicación, que tal vez sea más bien un requerimiento: quien quiera información, que se acerque; no hemos podido llegar a todos porque nos ha quedado gránde la demanda. Pero se dice que .la necesidad crea el órgano, y quien deveras sienta la necesidad de información acérquese, no espere o no ponga su esperanza en nosotros, dada nuestra incapacidad para informar plenamente.
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La segunda pregunta se refiere a por qué no hay, en relación con los actores de Chiapas particularmente, el cuidado para que se vayan incorporando en este proceso de negociación y de paz. Ahí diría también que hay varias explicaciones: la primera es que lapolarización que se vive en Chiapas es grande y creciente~ Se. está dando, en el marco de la disputa entre las partes, la conquista de base social para sus respectivos diagnósticos, sus concepciones de paz, sus propuestas, y eso está pasando particularmente en Chiapas. Entonces para cada diagnóstico hay una concepción de paz, y la disputa incluye la disputa de actores, de campos, de clases sociales; todo ello impide que articulemos los actores sociales en tomo al proceso de paz, cuando ellos mismos están articulados todavía en los campos de las disputas entre las partes.
Hay otra explicación también: no podemos canalizar la alta tensión a circuitos de baja tensión, porque a los circuitos de baja tensión les toca manejar su propia dimensión del conflicto, el propio carácter de su contradicción, más que sustituir o canalizar la tensión que le toca a otros espacios y actores. Se impulsa la articulación con los otros circuitos de alta tensión, pero teniendo claridad, en cada conflicto, cuáles son los temas, las agendas, los interlocutores etc.
Otra explicación se refiere a que, aunque hemos trabajado muchísimo, el asunto nos ha rebasado. Creo que no hay ningún problema en reconocer que la crisis de este proceso es tan intensa y compleja, que aunque la CONAI es un gran equipo con energía y voluntad constructiva, se han debilitado también las bases de su tarea mediadora. Sin embargo, les comparto ideas de don Samuel cuando dice: "tal vez estemos perdiendo ante el proceso de guerra, pero estamos ganando el proceso de paz". Hablando en estricto serl'tido, las tendencias de largo plazo van a favor, aunque el parto está siendo muy doloroso. El punto está en acelerar y articular la paz con la reforma del Estado. En la CONAI hay un espíritu de mucha serenidad frente a una coyuntura muy preocupante, muy poco favorable.
El tercero y último comentario es sobre la cuestión del aporte de Chiapas y el aporte en Chiapas. Queremos decir que no se trata de
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que todos los actores hagan lo mismo; tal vez el reto más interesante para los académicos e intelectuales estaría en hacer, como actores específicos, lo que otros no pueden hacer y ustedes sí pueden hacer, en calidad mas que en cantidad, en lógica de Estado más que en coyuntura, en lógica de conjunto más que en soluciones parciales. Efectivamente hay riqueza, claridad, inteligencia, sabidurí~ y latarea es cómo convertir en proceso práctico lo que ya se sabe, y lo que el país ha aprendido en otros procesos; creo que ésta es una de las claves, junto con no ser substitutivos de lo que les toca a los propios actores chiapanecos. El reclamo es que sean profundamente específicos, que sean cualitativos, generadores de fondo y de conjunto, porque eso es lo que hace falta para generar los cambios que requiere la paz.
Hasta pronto ...
HORACIO CERUTTI
Reflexionaba, mientras escuchaba lo que se discutía, en las palabras de Martí cuando decía que en nuestra América "pensar es servir" y me parece que es con esa actitud con la que tenemos que efectuar nuestro trabajo intelectual y es lo que se muestra esperanzador esta mañana.23 En segundo lugar, la ambivalencia de lo simbólico es sumamente seductora porque el mundo simbólico puede ser usado en un sentido o en otro, quizás en el sentido exactamente contrario, y esto es lo que lo hace, insisto, seductor en su tratamiento y peligrosísimo en su manejo. Por eso coincido plenamente con la observación de Gerardo Thijssen y además con la propuesta de que hagamos una reunión para discutir a fondo las dimensiones simbólicas, culturales y teológicas de este proceso que aquí apenas he podido bosquejar de manera complementaria, ya que las dimensiones política y social son las más urgentes. Es mi respuesta precisa a lo planteado por Ge-
23 José Martf, Nuestra América. Edición critica, Investigación, presentación y notas Cintio Vitier. La Habana, Centro de Estudios Martianos/Casa de las Américas, 1991, 32 págs.
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rardo Thijssen, con quien coincido en todo lo fundamental. Sugiero que esté presente como invitado en esa discusión Karl Lenkersdorf, quien con su extraordinario trabajo sobre el pens~iento de los tojolabales nos ha abierto un mundo de reflexión verdaderamente formidable para esa dimensión de la cultura y para la constitución de nuevos sujetos sociales desde su propia cosmovisión.Lo último que añadiría es que tengo muchas dudas, pero hay algo de lo que no tengo la menor duda y es que la fe, o mejor dicho las "fees", para ponerlo en plural si se puede decir _así, tendrán que ser un ingrediente, ojalá racionalmente controlado, indispensable de esa salida que llamamos también simbólicamente paz, con toda la carga magnífica de connotaciones, de esta utopía posible o sueño diurno que ·nos estamos planteando.
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Reflexiones finales MORGAN QUERO*
Ante un problema grave, y una pregunta de actualidad: ¿Cómo se refleja, en el conflicto de Chiapas, la transformación del mundo actual? trataré de hacer una relatoría ágil, resaltando, simplemente, al-· gunos puntos que se han abordado, sintetizándolos y tratando de ver cómo podemos incluirlos en nuestra agenda académica y/o política. Guardando las distancias, sería un poco a la manera de Italo Calvino, quien planteaba sus Seis propuestas para el próximo milenio. 24
En ese sentido, quisiera resaltar tres evidencias, luego dos recordatorios, una paradoja, un olvido y algunas propuestas que se plantearon directa, o indirectamente, en el transcurso de nuestra mesa redonda. 1 ,,
,¡ Las evidencias 1
La primera evidencia a la que nos hemos confrontado es que esta-mos ante un cambio de época. Un cambio muy profundo en la mane-ra de organizar las relaciones de poder en el interior de las sociedades. Un cambio aún más complejo en los espacios de libera-ción, sometimiento o acuerdo dentro de las esferas pública y privada en el torbellino de la globalización. Importante sería resaltar el lugar que ocupa México en la historia universal del siglo XX, en relación con estos grandes cambios: si el siglo XX se inicia en 191 O en Méxi-co, anunciando los problemas políticos, económicos y culturales venideros para gran parte del mundo, el siglo XXI ta1nbién se inicia aquí, en 1994. El levantamiento zapatista por un lado, y la primera gran crisis de la globalización financiera dentro del capitalismo mundial por el otro, anuncian los nuevos problemas en el horizonte del tercer milenio. Los problemas derivados de estos cambios críti-cos contienen elementos, causas y detonantes novedosos que consti-
•Po litólogo. Investigador del CRIM-UNAM. Este texto es una revisión posterior de la intervención oral.
24 Calvino, Italo. Seis propuestas para el próximo milenio. Madrid, Siruela, 1989.
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tuyen un reto intelectual y po1ítico para el académico o el actor social en su forma de pensar los problemas de una sociedad y de su entorno.
La segunda evidencia es que asistimos al surgimiento de nuevos movimientos sociales que buscan su expresión política desbordando la esfera de lo estatal, la lógica del mercado o el sistema de partidos. Este ·desborde se basa en el reclamo de integración y reconocimiento planteado por grupos sociales pertenecientes a identidades relegadas o subordinadas, desde las cuestiones de género hasta la diferencia étnica o cultural. Estos nuevos sujetos sociales, anclados, empero, en nuestras historia y memoria, buscan en el presente una expresión política y de poder desde lo que podríamos llamar, con otros, el multiculturalismo. 25
La tercera evidencia es la importancia y el consenso alrededor de los derechos humanos como elemento constitutivo de la vida en sociedad. Probablemente, ante el supuesto fin de las ideologías, los derechos humanos constituyen el eje central desde donde se puede articular el consenso político y la paz. En ese sentido, cabría recordar, ahora, ese encuentro simbólico entre dos de los más grandes filósofos políticos del siglo XX, Raymond Aron y Jean Paul Sartre. A lo largo de sus vidas se opusieron tenazmente el uno al otro en trincheras ideológicas, asumiendo liderazgos y compromisos intelectuales divergentes. Sin embargo, poco antes de morir, en la década de los ochentas, Jos dos ex-alumnos y compañeros de la Escuela Normal, se rindieron ante la evidencia de un íntimo consenso: lo más importante era, en efecto, salvaguardar la vigencia de los derechos humanos. Eso es lo que cada uno había querido hacer también, a través de su obra intelectual y su compromiso. En ese punto sus trayectorias se volvían a encontrar, permitiéndoles restablecer un diálogo.
25 Taylor, Charles. Multiculturalismo y "la politica del reconocimiento''. México, FCE, 1996.
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Los recordatorios
El primer recordatorio es que el cambio social sigue siendo endógeno, a pesar de la manipulación de las élites y el peso de la globalización. Olvidarlo sería no entender la ética de la responsabilidad que reclamaba Weber para todo aquél que asume la vocación política. Olvidarlo sería condenarse a echarle la culpa a los otros, a buscar factores externos, enemigos lejanos o complotes internacionales, allí donde la historia y la cultura de nuestro universo nos señala la fragilidad del consenso y, por ende, de toda comunidad enfrentada a sus propios problemas y circunstancias.
El segundo es recordar que el supuesto fin de los territorios, en su modalidad ligada a la ficción de la soberanía construida en el Medioevo, coloca a todas las naciones en una profunda crisis de identidad que fragiliza sus estructuras internas, sean éstas culturales o económicas. El fin de los territorios produce, contradictoriamente, una sensación de desamparo y libertad en la que los espacios son intercambiables por la reducción del tiempo que requerimos en desplazamos. La globalización produce un vértigo que nos deja, muchas veces, sin brújula y sin ancla. Y aunque haya llegado para quedarse, su influencia se hace sentir allí donde menos se esperaba. Lo infinitamente pequeño en lo social, puede utilizar, como un escudo, el pretexto de la globalización para protegerse de lo inmensamente grande. En ese sentido, el resultado sería el agotamiento de la misma organización estatal, administrativa o política, ante la doble exigencia de lo global y de lo local. Ambas exigencias constituyen juegos de actores disímiles frente a los cuales las recetas anteriormente establecidas parecen no dar resultados. Además, lo local se introduce, se incuba en ·los escenarios globales, jugando o apoyándose en el conjunto de las sociedades, haciendo presión sobre los gobiernos, dejando sin asidero la soberanía reclamada desde los Estados.
Unaparad~ayunowMo
La paradoja sería que las crisis del poder y de la autoridad, así como la crisis de las ideologías y de los paradigmas científicos para dar cuenta de la realidad, entenderla y transformarla, nos remiten tam-
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bién a la absoluta necesidad de reinventarlas. Pero esta reinvención debe tomar en cuenta todos los aspectos de las crisis para no caer en la tentación del eterno retorno o del error repetido. En ese sentido constituye un llamado a la audacia intelectual y a la originalidad política.
El olvido principal, es decir, lo que no se mencionó con suficiente fuerza y, sin embargo, es un factor de peso en el conflicto de Chiapas, es el problema comunal de la tierra. Ante la exacerbación del mercado y de los valores individualistas en la producción de la riqueza y en el cambio social, el problema de la propiedad colectiva sigue siendo un escollo para el desarrollo de cierto capitalismo. Por si fuera poco, la propiedad colectiva de la tierra no sólo plantea un candente debate en tomo a la generación y la distribución de la riqueza, sus formas y sus montos, sino también nos confronta a la idea y al sentido de la vida en sociedad. ·
Las propuestas
Como hacían los glosadores de los textos de la Edad Media, estas propuestas que emergen de la mesa redonda son recogidas al margen, anotadas cuidadosamente para ser agregadas a un texto mayor, por otros.
La primera propuesta que se desprende, tanto de las ponencias como de la discusión, es que hay que ampliar los marcos de referencia, los hitos culturales, los espacios imaginarios y sociales, de lo que hemos venido llamando pomposamente -o erróneamentenación. Esto permitiría romper esa nueva y peligrosa barrera entre la exclusión y la inclusión que tiene contornos materiales pero también sociales y culturales. El abrir estos marcos de referencia daría como resultado, probablemente inesperado para muchos, el ensanchamiento de los márgenes de gobemabilidad en pos de un desarrollo con equidad.
La segunda propuesta es la necesidad, no sólo para México sino para el mundo, de habitar el conflicto. Recordando que la teoría nos dice que el conflicto es constitutivo de lo político, el reto es,
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entonces, pensar cómo habitamos el conflicto, cómo lo regulamos, o, simplemente, cómo lo humanizamos. En esta mesa redonda se han señalado algunas de las formas utilizadas para construir este espacio de integración: ya sea de la mano de Dios, con la teología (de la liberación); o a través de un management (o gestión) de la negociación para alcanzar la paz; o recurriendo al derecho (en sus diferentes niveles y fueros); o incluso partiendo del re-conocimiento de nuestra propia historia. En todo caso se trata de buscar cauces con el fm de humanizar la violencia social, para evitar que esta crisis devenga en una catástrofe mayor. Recogiendo el título de un reciente libro del sociólogo Alain Touraine, se trata de responder a la ~regunta, hoy más acuciante que nunca, ¿Podremos vivir juntos? 6
La tercera propuesta, implícita en todas las intervenciones, nos abre al diálogo interior y al encuentro con el otro; es, al mismo tiempo, la más importante y la más sencilla, pero probablemente la más dificil de realizar. Se trata de escuchar el discurso de los otros, el discurso de los propios sujetos sociales que están luchando por la conquista de su autonomía como ciudadanos. Una afirmación a través de una voz, de una expresión y de una idea. Tengo la sospecha de que ésta es la propuesta fundamental.
A modo de epílogo, y para terminar con más esperanza que pesimismo, haciéndole un guiño a quien ha restaurado la relación entre la literatura y la política, recordando siempre que el juego está abierto, quisiera dejar este pequeño texto de Agustín Yáñez, en ese bello libro que esA/filo del agua: "Las canicas van rodando a su final destino, lentas o rápidas, contenidas en algún cruce de caminos, indecisas, luego violentamente precipitadas, como los juegos de feria en tablas polícromas, con rutas acotadas por clavos, va rodando
la bola."27
26 Touraine, Alain. ¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes. México, FCE, 1998.
2? y áftez, Agustfn, relato "canicas" en Al filo del agua. México, Editorial Porrúa, 1996,pp. 162-176.
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DOCUMENTOS ANEXOS
ME AA
DECLARACIÓN DE LA SELVA LA CANDO NA 1
HOY DECIMOS ¡BASTA! 2 de enero de 1994.
Al pueblo de México: Hermanos· mexicanos: Somos pr~ducto de 500 años de luchas: primero contra la esclavitud, en la guerra de Independencia contra España encabezada por los insurgentes, después para evitar ser absorbidos por el expansionismo norteamericano, luego por promulgar nuestra Constitución y expulsar el imperio francés de nuestro suelo, después la dictadura porfirista nos negó la aplicación justa de las leyes de Reforma y el pueblo se rebeló formando sus propios líderes, surgieron Villa y Zapata, hombres pobres como nosotros a los que se nos ha negado la preparación más elemental para así poder utilizarnos como carne de cañón y saquear las riquezas de nuestra patria sin importarles que estemos muriendo de hambre y enfermedades curables, sin importarles que no tengamos nada, absolutamente nada, ni un techo digno, ni tierra, ni trabajo, ni salud, ni alimentación, ni educación, sin tener derecho a elegir libre y democráticamente a nuestras autoridades, sin independencia de los extranjeros, sin paz ni justicia para nosotros y nuestros hijos.
Pero nosotros HOY DECIMOS ¡BASTA!, somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino paJ11 no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vendepatrias. Son los mismos que se opusieron a Hidalgo y a Morelos, los que traicionaron a Vicente Guerrero, son los mismos que vendieron más de la mitad de nuestro suelo al extranjero invasor, son los mismos que trajeron un príncipe europeo a gobernarnos, son los mismos que formaron la dictadura
1 EZLN Documentos y Comunicados. 1° de agosto/8 de agosto de 1994. Colección Problemas de México. Ediciones ERA.
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de los científicos porfiristas, son los mismos que se opusieron a la expropiación petrolera, son los mismos que masacraron a los trabajadores ferrocarrileros en 1958 y a los estudiantes en 1968, son los rnismos que hoy nos quitan todo, absolutamente todo.
Para evitarlo y como nuestra última esperanza, después de haber intentado todo por poner en práctica la legalidad basada en nuestra Carta Magna, recurrimos a ella, nuestra Constitución, para aplicar el artículo 39 constitucional que a la letra dice:
"La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno".
Por tanto, en apego a nuestra Constitución, emitimos la presente al ejército federal mexicano, pi lar básico de la dictadura que padecemos, monopolizada por el partido en el poder y encabezada por el ejecutivo federal que hoy detenta su jefe máximo e ilegítimo, Carlos Salinas de Gortari.
Conforme a esta declaración de guerra pedimos. a los otros poderes de la nación se aboquen a restaurar la legalidad y la estabilidad de la nación deponiendo al dictador.
También pedimos a los organismos internacionales y a la Cruz Roja Internacional que vigilen y regulen los combates que nuestras fuerzas libran protegiendo a la población civil, pues nosotros declaramos ahora y siempre que estamos sujetos a lo estipulado por las leyes sobre la guerra de la Convención de Ginebra, formando el EZLN como fuerza beligerante de nuestra lucha de liberación. Tenemos al pueblo mexicano de nuestra parte, tenemos patria y la bandera tricolor es amada y respetada por los combatientes INSURGENTES, utilizamos los colores rojo y negro en nuestro uniforme, símbolos del pueblo trabajador en sus luchas de huelga, nuestra bandera lleva las letras "EZLN", EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL, y con ella iremos a los combates siempre.
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Rechazamos de antemano cualquier intento de desvirtuar la justa causa de nuestra lucha acusándola de narcotráfico, narcoguerrilla, bandidaje u otro calificativo que puedan usar nuestros enemigos. Nuestra lucha se apega al derecho constitucional y es aband.erada por la justicia y )a igualdad.
Por lo tanto, y conforme a esta declaración de guerra, datnos a nuestras fuerzas militares del Ejército Zapatista de Liberación Nacional las siguientes órdenes:
Primero. Avanzar hacia la capital del país venciendo al ejército federal mexicano, protegiendo en su avance liberador a la población civil y permitiendo a los pueblos liberados elegir, libre y democráticamente, a sus propias autoridades administrativas.
Segundo. Respetar la vida de los prisioneros y entregar a los heridos a la Cruz Roja Internacional para su atención médica.
Tercero. Iniciar juicios sumarios contra los soldados del ejército federal mexicano y la política que hayan recibido cursos y que hayan sido asesorados, entrenados, o pagados por extranjeros, sea dentro de nuestra nación o fuera de ella, acusados de traición a la patria, y contra todos aquéllos que repriman y maltraten a la población civil y roben o atenten contra los bienes del pueblo.
Cuarto. Formar nuevas filas con todos aquellos mexicanos que nlanifiesten sumarse a nuestra justa lucha, incluidos aquéllos que, siendo soldados enemigos, se entreguen sin combatir a nuestras fuerzas y juren responder a las órdenes de esta c01nandancia general del EJÉRCITO ZAPA TI STA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
Quinto. Pedir la rendición incondicional de los cuarteles enemigos antes de entablar los combates.
Sexto. Suspender el saqueo de nuestras riquezas naturales en los lugares controlados por el EZLN.
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PUEBLO DE MÉXICO: Nosotros, hombres y mujeres íntegros y libres, estamos conscientes de que la guerra que declaramos es una medida últim·a pero justa. Los dictadores están aplicando una guerra genocida no declarada contra nuestros pueblos desde hace muchos años, por lo que pedimos tu participación decidida apoyando este plan del pueblo mexicano que lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Declaramos que no dejaremos de pelear hasta lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático.
INTÉGRATE A LAS FUERZAS INSURGENTES DEL EJÉRCITO ZAPA TI STA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
Comandancia General del EZLN Año de 1993.
¡Que suenen los tambores y los teletipos! ¡Que los satélites enloquezcan! ¿Qué? ¿Que cuál es el mensaje? Uno solo: Los zapatistas. Stop. ¡No se rinden!. Stop ¡Resisten! Stop y fin. Desde las montañas del Sureste mexicano Subcomandante Insurgente Marcos.
P.D. de la imprudencia. Nos aconsejan ser prudentes y finnar la paz, nos dicen que el gobierno nos acabará en horas, en días si se tardan, si no firmamos la paz. Nos recomiendan confonnarnos con las promesas ofrecidas y esperar. Nos piden la prudencia de rendirnos y vivir ... ¿Quién podría vivir con esa vergüenza? ¿Quién cambia vida por dignidad? Fueron inútiles tan sensatos consejos. En estas tierras reinan, desde hace muchos años, la imprudencia... y la dignidad.
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P.D. En el Comité estuvimos discutiendo toda la tarde. Buscamos la palabra en lengua para decir "RENDIR" y no la encontramos. No tiene traducción en tzotzil ni en tzeltal, nadie recuerda que esa palabra exista en tojolabal o en chol. Llevan horas buscando equivalentes. Afuera llueve y una nube compañera viene a recostarse con ·nosotros. El viejo Antonio espera a que todos se vayan quedando callados y sólo quede el múltiple tambor de la lluvia sobre el techo de lámina. En silencio se me acerca el viejo Antonio, tosiendo la tuberculosis, y me dice al oído: "Esa palabra no existe en lengua verdadera, por eso los nuestros nunca se rinden y mejor se mueren, porque nuestros muertos mandan que las palabras que no andan no se vivan". Después se va hacia el fogón para espantar el miedo y el frío. Se lo cuento a Ana María, ella me mira con ternura y me recuerda que el viejo Antonio ya está muerto ...
La incertidumbre de las últimas horas de diciembre pasado se repite. Hace frío, las guardias se relevan con una contraseña que es un murmullo. Lluvia y lodo apagan todo, los humanos murmuran y el agua grita. Alguien pide un cigarrillo y el fósforo encendido ilumina la cara de la combatiente que está en la posta ... un instante solamente ... pero se alcanza a ver que sonríe ... Llega alguien, con la gorra y el fusil chorreando agua. "Hay café", infonna. El Comité, como es costumbre en estas tierras, hace una votación para ver si toman café o siguen buscando el equivalente de "RENDIRSE" en lengua verd~dera. Por unanimidad gana el café. NADIE SE RINDE .. ~.
¿Nos quedaremos solos?
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SEGUNDA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA2
Hoy decimos: ¡No nos rendiremos!
... no son únicamente los que portan espadas que chorrean sangre y despiden rayos fugaces de gloria militar, los escogidos a designar el personal del gobierno de un pueblo que quiere democratizarse; ese derecho lo tienen también los_ ciudadanos que han luchado en la prensa y en la tribuna, que están identificados con los ideales de la Revolución y han combatido al despotismo que barrena nuestras leyes; porque no es sólo disparando proyectiles en los campos de batalla como se barren las tiranías; también lanzando ideas de redención, frases de libertad y anatemas terribles contra. los verdugos del pueblo, se derrumban dictaduras, se derrumban imperios ... y si los hechos históricos nos demuestran que la demolición de toda tiranía, que el derrumbamiento de todo mal gobierno es obra con-junta de la idea con la espada, es un absurdo, es una aberración, es un despotismo inaudito querer segregar a los elementos sanos que tienen el derecho de elegir al Gobierno, porque la soberanía de un pueblo la constituyen todos los elementos sanos que tienen conciencia plena, que son conscientes de sus derechos, ya sean civiles o armados accidentalmente, pero. que aman la libertad y la justicia y laboran por el bien de la Patria.
Emi/iano Zapata en voz de Paulino Martínez, delegado zapalista a la Soberana Convención Revolucionaria, Aguascalientes, Ags., México, 27 de octubre de 1914.
Al pueblo de México: A los pueblos y gobiernos del mundo: Hermanos: El Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en pie de guerra contra el mal gobierno desde el 1 de enero de 1994, se dirige a ustedes para dar a conocer su pensamiento:
2 EZLN Documentos y Comunicados. 1° de enero/8 de agosto de 1994. Colección Problemas de México. Ediciones ERA.
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Hermanos mexicanos: En diciembre de 1993 dijimos ¡BASTA! El primero de enero de 1994 llamamos a los poderes legislativo y judicial a asumir su responsabilidad constitucional para que impidieran la política genocida que el poder ejecutivo federal impone a nuestro pueblo, y fundamentamos nuestro derecho constitucional al aplicar el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:
"La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno."
A este llamado se respondió con la política del exterminio y la mentira, los poderes de la Unión ignoraron nuestra justa demanda y permitieron la masacre. Pero sólo duró 12 días esta pesadilla pues otra fuerza superior a cualquier poder político o militar se impuso a las partes en conflicto. La sociedad civil asumió el deber de preservar a nuestra patria, ella manifestó su desacuerdo con la masacre y obligó a dialogar, o todos comprendimos que los días del eterno partido en el poder, quien detenta para su beneficio el producto del trabajo de todos los mexicanos, no puede continuar más; que el presidencialismo que los sustenta impide la libertad y no debe ser permitido, que la cultura del fraude es el método con el que se imponen e impiden la democracia, que la justicia sólo-existe para los corruptos y poderosos, que debemos hacer que quien mande lo haga obedeciendo, que no hay otro camino.
Eso todos los mexicanos honestos y de buena fe, la sociedad civil, lo han comprendido, sólo se oponen aquéllos que han basado su éxito en el robo al erario público, los que protegen, prostituyendo a la justicia, a los traficantes y asesinos, a los que recurren al asesinato político y al fraude electoral para imponerse.
Sólo esos fósiles políticos planean de nuevo dar marcha atrás a la historia de México y borrar de la conciencia nacional el grito que hizo suyo todo el pais desde el primero de enero del 94: ¡YA BASTA!
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Pero no lo permitiremos. Hoy no llamamos a los fallidos poderes de la Unión que no supieron cumplir con su deber constitucional, permitiendo que el ejecutivo federal los controlara. Si esta legislatura y los magistrados no tuvieron dignidad, otras vendrán que sí entiendan que deben servir a su pueblo y no a un individuo, nuestro llamado trasciende más allá de un sexenio o una elección presidencial en puerta. Es en la SOCIEDAD CIVIL en la que reside nuestra soberanía, es el pueblo quien puede, en todo tiempo, alterar o modificar nuestra forma de gobierno y lo ha asumido ya. Es a él a quien hacemos un llamado en esta
SEGUNDA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA para decirle: Primero. Hemos cumplido sin falta el llevar las acciones bélicas dentro de los convenios sobre la guerra establecidos a nivel mundial; ello nos ha permitido el reconocimiento tácito de nacionales y extranjeros como fuerza beligerante. Seguiremos cumpliendo con dichos convenios.
Segundo. Ordenamos a nuestras fuerzas regulares e irregulares en todo el territorio nacional y en el extranjero la PRÓRROGA UNILATERAL DEL CESE AL FUEGO OFENSIVO.
Mantendremos el respeto al cese al fuego PARA PERMITIR A LA SOCIEDAD CIVIL QUE SE. ORGANICE EN LAS FORMAS QUE CONSIDERE PERTINENTES PARA LOGRAR EL TRÁNSITO A LA DEMOCRACIA EN NUESTRO PAÍS.
Tercero. Condenamos la amenaza que sobre la sociedad civil se cierne al militarizar el país, con personal y modernos equipos represivos, en vísperas de la j~mada para elecciones federales. No hay duda de que el gobierno salinista pretende imponerse por la cultura del fraude. NO LO PERMITIREMOS.
Cuarto. Proponemos a todos los partidos políticos independientes el que reconozcan ahora el estado de intimidación y de privación de los derechos políticos que ha sufrido nuestro pueblo en los últimos
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65 años y que se pronuncien por asumir un gobierno de transición política hacia la democracia.
Quinto. Rechazamos la manipulación y el tratar de desligar nuestras justas demandas de las del pueblo mexicanos. Somos mexicanos y no depondremos ni nuestras demandas ni nuestras armas si no son resueltas la democracia, la libertad y la justicia para todos.
Sexto. Reiteramos nuestra disposición a una solución política en el tránsito a la democracia en México. Llamamos a la sociedad civil a que retome el papel protagónico que tuvo para detener la fase militar de la guerra y se organice para conducir el esfuerzo pacífico hacia la democracia, la libertad y la justicia. El cambio democrático es la única alternativa a la guerra.
Séptimo. Llamamos a los elementos honestos de la sociedad civil a un diálogo Nacional por la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos. Por eso decimos:
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Hermanos: Después de iniciada la guerra, en enero de 1994, el grito organizado del pueblo mexicano detuvo el enfrentamiento y se llamó al diálogo entre las partes contendientes. A las justas demandas del EZLN, el gobierno federal respondió con una serie de ofrecimientos que no tocaban el punto esencial del problema: la falta de justicia, de libertad y de democracia en las tierras mexicanas.
El límite del cumplimiento de los ofrecimientos del gobierno federal a las demandas del EZLN es el que se marca a sí mismo el sistema político del partido en el poder. Este sistema es el que ha hecho posible que en el campo mexicano subsista y se sobreponga al poder constitucional otro poder cuyas raíces posibilitan el mantenimiento del partido en ~1 poder. Es este sistema de complicidad el que hace posible la existencia y beligerancia de cacicazgos, el poder omnipotente de los ganaderos y comerciantes y la penetración del narcotrá-
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fico ... El solo ofrecimiento de los llamados Compromisos para una Paz Digna en Chiapas provocó gran revuelo y un abierto desafío de estos sectores. El sistema político unipartidista trata de maniobrar en este reducido horizonte que su existencia como talle impone: no puede dejar de tocar estos sectores sin atentar contra sí mismo, y no puede dejar las cosas como antes sin que aumente la beligerancia de los campesinos e indígenas. En suma: el cumplimiento de los compromisos implica, necesariamente, la muerte del sistema de partido de Estado. Por suicidio o fusilamieqto, la muerte del actual sistema político mexicano es condición necesaria, aunque no suficiente, del tránsito a la democracia en nuestro país. Chiapas no tendrá solución real si no se soluciona México.
El EZLN ha entendido que el problema de la pobreza mexicana no es sólo la falta de recursos. Más allá, su aportación fundamental es entender y plantear que cualquier esfuerzo, en algún sentido o en todos, sólo pospondrá el problema si estos esfuerzos no se dan dentro de un nuevo marco de relaciones políticas nacionales, regionales y locales: un marco de democracia, libertad y justicia. El problema del poder no será quién es el titular, sino quién lo ejerce. Si el poder. lo ejerce la mayoría, los partidos políticos se verán obligados a confrontarse a esa mayoría y no entre sí.
Replantear el problema del poder en este marco de democracia, libertad y justicia obligará a una nueva cultura política dentro de los partidos. Una nueva clase de políticos deberá nacer y, a no dudarlo, nacerán partidos políticos de nuevo tipo.
No estamos pr.oponiendo un mundo nuevo, apenas algo muy anterior: la antesala del nuevo México. En este sentido, esta revolución no concluirá en una nueva clase, fracción de clase o grupo en el poder, sino en un "espacio" libre y democrático de lucha política. Este "espacio" libre y democrático nacerá sobre el cadáver maloliente del sistema de partido de Estado y el presidencialismo. Nacerá una relación política nueva. Una nueva política cuya base no sea una confrontación entre organizaciones políticas entre sí, sino la confrontación de sus propuestas políticas con las distintas clases sociales, pues del apoyo REAL de éstas dependerá la titularidad del
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poder político, no su ejercicio. Dentro de esta nueva relación política, las distintas propuestas del sistema y rumbo (socialismo, capitalismo, socialdemocracia, etcétera) deberán convencer a la mayoría de la nación de que su propuesta es la mejor para el país. Pero no sólo eso, también se verán "vigilados" por ese país al que conducen de modo que estén obligados a rendir cuentas regulares y al dictamen de la nación respecto a su permanencia en la titularidad del poder o su remoción. El plebiscito es una forma regulada de confrontación poder-partido político-nación y merece un lugar relevante en la máxima ley del país.
La actual legislación mexicana es demasiado estrecha para estas nuevas relaciones políticas entre gobernantes y gobernados. Es necesaria una CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA de la que emane un GOBIERNO PROVISIONAL o de TRANSICIÓN, sea mediante la renuncia del ejecutivo federal o mediante la vía electoral.
CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA Y GOBIERNO DE TRANSICIÓN deben desembocar en una nueva Carta Magna en cuyo marco se convoque a nuevas elecciones. El dolor que este proceso significará para el país será siempre menor al daño que produzca una guerra civil. La profecía del sureste vale para todo el país, podemos aprender ya de lo ocurrido y hacer menos doloroso el parto del nuevo México.
El EZLN tiene una concepción de sistema y de rumbo para el país. La madurez política del EZLN, su mayoría de edad como representante del sentir de una pat1e de la nación, está en que no quiere imponerle al país esta concepción. El EZLN reclama lo que para sí mismo es evidente: la mayoría de edad de México y el derecho de decidir, libre y democráticamente, el rumbo que habrá de seguir. De esta antesala histórica saldrá no sólo un México más justo y mejor, también saldrá un mexicano nuevo. A esto apostamos la vida, a heredar a los mexicanos de pasado mafiana un pafs en el que no sea una vergüenza vivir ...
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El EZLN, en un ejercicio democrático sin precedentes dentro de una organización armada, consultó a sus componentes sobre la firma o no de la propuesta de acuerdos de paz del gobierno federal. Viendo que el tema central de democracia, libertad y justicia para todos no había sido resuelto, las bases del EZLN, indígenas en sumayoría, decidieron rechazar la firma de la propuesta gubernamental.
En condiciones de cerco y presionados por distintos lugares que amenazaban con el exterminio si no se firmaba la paz, los zapatistas reafirmamos nuestra decisión de conseguir una paz con justicia y dignidad y en ello empeñar la vida y la muerte. En nosotros encuentra, otra vez, lugar la historia de lucha digna de nuestros antepasados. El grito de dignidad del insurgente Vicente Guerrero, "Vivir por la Patria o Morir por la Libertad", vuelve a sonar en nuestras gargantas. No podemos aceptar una paz indigna.
Nuestro camino de fuego se abrió ante la imposibilidad de luchar pacíficamente por derechos elementales del ser humano. El más valioso de ellos es el derecho a decidir, con libertad y democracia, la forma de gobierno. Ahora la posibilidad de tránsito pacífico a Ja democracia y a la libertad se enfrenta a una nueva prueba: el proceso electoral de agosto de 1994. Hay quienes apuestan al periodo poselectoral predicando la apatía y el desengaño desde la inmovil idad. Pretenden usufructuar la sangre de los caídos en todos los frentes de combate, violentos y pacíficos, en la ciudad y en el campo. Fundan su proyecto político en el conflicto posterior a las elecciones y esperan, sin nada hacer, a que la desmovilización política abra otra vez la gigantesca puerta de la guerra. Ellos salvarán, dicen, el país.
Otros apuestan desde ahora a que el conflicto armado se reinicie antes de las elecciones y la ingobemabilidad sea aprovechada por ellos para perpetuarse en el poder. Como ayer hicieron usurpando la voluntad popular con el fraude electoral, hoy y mañana, con el río revuelto de una guerra civil preelectoral, pretenden alargar la agonía de una dictadura que, enmascarada en el partido de Estado, dura ya décadas. Algunos más, apocalípticos estériles, razonan ya que la guerra es inevitable y se sientan a esperar para ver pasar el cadáver de su enemigo ... o de su amigo. El sectario supone, errónea-
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mente, que el solo accionar de los fusiles podrá abrir el amanecer que nuestro pueblo espera desde que la noche se cerró, con las muertes de Villa y Zapata, sobre el suelo mexicano.
Todos estos ladrones de la esperanza suponen que detrás de nuestras armas hay ambición y protagonismo, que esto conducirá nuestro andar en el f\lturo. Se equivocan. Detrás de nuestras armas de fuego hay otras armas, las de la razón. Y a ambas las anima la esperanza. No dejaremos que nos la roben.
La esperanza con gatillo tuvo su lugar en el inicio del año. Es ahora preciso que espere. Es preciso que la esperanza que anda en las grandes movilizaciones vuelva al lugar protagónico que le corresponde por derecho y razón. La bandera está ahora en manos de los que tienen nombre y rostro, de gentes buenas y honestas que caminan rutas que no son la nuestra, pero cuya meta es la misma que anhelan nuestros pasos. Nuestro saludo a estos hombres y mujeres, nuestro saludo y nuestra esperanza de que lleven esa bandera adonde debe de estar. Nosotros estaremos esperando, de pie y con dignidad. Si esa bandera cae, nosotros sabremos levantarla de nuevo ...
Que la esperanza se organice, que camine ahora en los valles y ciudades como ayer en las montañas. Peleen con sus armas, no se preocupen de nosotros. Sabremos resistir hasta lo último. Sabremos esperar ... y sabremos volver si se cierran de nuevo todas las puertas para que la dignidad camine.
Por esto nos dirigimos a nuestros hermanos de las organizaciones no gubernamentales, de las organizaciones campesinas e indígenas, trabajadores del campo y la ciudad, maestros. y estudiantes, amas de casa y colonos, artistas e intelectuales, de los partidos independientes, mexicanos:
Los llamamos a un diálogo nacional con el tema de democracia, libertad y justicia. Para esto lanzamos la presente convocatoria para la Convención Nacional Democrática.
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Nosotros, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en lucha por lograr la democracia, la libertad y la justicia que nuestra patria merece, y considerando:
Primero. Que el supremo gobierno ha usurpado también la legalidad que nos heredaron los héroes de la Revolución mexicana.
Segundo. Que la Carta Magna que nos rige no es ya más la voluntad popular de los mexicanos.
Tercero. Que la salida del usurpador del ejecutivo federal no basta y es necesaria una nueva ley para nuestra patria nueva, la que habrá de nacer de las luchas de todos los mexicanos honestos.
Cuarto. Que son necesarias todas las formas de lucha para lograr el tránsito a la democracia en México.
Llamamos a la realización de una Convención Democrática Nacional, soberana y revolucionaria, de la que resulten las propuestas de un gobierno de transición y una nueva ley nacional, una nueva Constitución que garantice el cumplimiento legal de la voluntad popular.
El objetivo fundamental de la Convenci(m Nacional Democrática es organizar la expresión. civil y la defensa de la voluntad popular.
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TERCERA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA1
2 de enero de 1995
A un año del alzamiento zapatista, hoy decimos:
¡La patria vive! ¡Y es nuestra! Hemos sido desgraciados, es verdad; la suerte nos ha sido adversa muchas veces, pero la causa de México, que es la causa del derecho y de !ajusticia, no ha sucumbido, no ha muerto y no morirá porque existen aún mexicanos esforzados, en cuyos corazones late el fuego santo del patriotismo y, en cualquier punto de la República en que existan empuñando las armas y el pabellón nacional, allí como aquí, existirá viva y enérgica la protesta del derecho contra la fuerza.
Compréndalo bien el hombre incauto que ha aceptado la triste misión de ser el instrumento para esclavizar a un pueblo libre: su trono vacilante no descansa sobre la voluntad libre de la nación, sino sobre la sangre y los cadáveres de millares de mexicanos que ha sacrificado sin razón y sólo porque defendían su libertad y sus derechos.
Mexicanos: los que tenéis la desgracia de vivir bajo el dominio de la usurpación, no os resignéis a soportar el yugo de oprobio que pesa sobre vosotros. No os alucinéis con las pérfidas insinuaciones de los partidarios de los hechos consumados, porque ellos son y han sido siempre los partidarios del despotismo. La existencia del poder arbitrario es una violación permanente del derecho y de /ajusticia, que ni el tiempo ni las armas pueden justificar jamás y que es preciso destruir para honor de México y de la humanidad.
"Manifiesto: en pie y resueltos como el primer día". Benito Juarez, enero de 1869, Chihuahua.
t EZLN Documentos y Comunicados 2, 15 de agosto de 1994/29 de septiembre de 1995.Colección Problemas de México. Ediciones ERA.
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Al pueblo de México: A los pueblos y gobiernos del mundo: Hermanos:
El día 1 o de enero de 1994 dimos a conocer la Primera Declaración de la Selva Lacandona. EJ día 1 O de junio de 1994 lanzamos la Segunda Declaración de la Selva Lacandona. A la una y a la otra las animó el afán de lucha por la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos.
En la primera llamamos al pueblo mexicano a alzarse en armas contra el mal gobierno, principal obstáculo para el tránsito a la democracia en nuestro país. En la segunda llamamos a los mexicanos a un esfuerzo civil y pacífico, a través de la Convención Nacional Democrática, para lograr los cambios profundos que la nación demanda.
Mientras el supremo gobierno mostraba su falsedad y su soberbia, nosotros, entre uno y otro manifiesto, nos esforzamos por mostrar al pueblo de México nuestro sustento social, la justeza de nuestras demandas y la dignidad que anima nuestra lucha. Nuestras armas callaron entonces y se hicieron a un lado para que la lucha legal mostrara sus posibilidades ... y sus limitaciones. A partir de la Segunda Declaración de la Selva Lacandona el EZLN intentó, por todos los medios, evitar el reinicio de las hostilidades y buscó una salida política, digna y justa para resolver las demandas plasmada en los once puntos de nuestro programa de lucha: vivienda, tierra, trabajo, alimentación, salud, educación, justicia, independencia, libertad, democracia y paz.
El proceso preelectoral de agosto de 1994 trajo la esperanza, en amplios sectores del país, de que el tránsito a la democracia era posible por la vfa electoral. Sabiendo que las elecciones no son, en las condiciones actuales, el camino del cambio democrático, el EZLN mandó obedeciendo el hacerse a un lado para dar oportunidad de lucha a las fuerzas polfticas legales de oposición: El EZLN empeñó su palabra y su esfuerzo, entonces, en la búsqueda del tránsito pacífico a la democracia. A través de la Convención Nacional
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Democrática el EZLN llamó a un esfuerzo civil y pacífico que, sin oponerse a la lucha electoral, no se agotará en ella y buscará nuev~s formas de lucha que incluyeran a más sectores democráticos en México y se enlazaran con movimientos democratizadores en otras partes del mundo. El 21 de agosto vino a terminar con las ilusiones de un cambio inmediato por la vía pacífica. Un proceso electoral viciado, inmoral, inequitativo e ilegítimo culminó en una nueva burla a la buena voluntad de los ciudadanos. El sistema de partido de Estado reafirmó su vocación antidemocrática e impuso, en todas partes y a todos los niveles, su voluntad soberbia. Frente a una votación sin precedente, el sistema político mexicano optó por la imposición y cortó, así, las esperanzas en la vía electoral. Informes de la Convención Nacional Democrática, Alianza Cívica y la Comisión de la
, Verdad sacaron a la luz lo que ocultaban, con vergonzosa complicidad, los grandes medios de comunicación: un fraude gigantesco. La multitud de irregularidades, la inequidad, la corrupción, el chantaje, la intimidación, el hurto y la falsificación fueron el marco dentro del que se dieron las elecciones más sucias de la historia de México. Los altos porcentajes de abstencionismo en las elecciones locales en Veracruz, Tlaxcala y Tabasco demuestran que el escepticismo civil volverá a reinar en México. Pero, no conforme con esto, el sistema de partido de Estado volvió a repetir el fraude de agosto imponiendo gobernadores, presidentes municipales y congresos locales. Como a finales del siglo XIX, cuando los traidores nicieron "elecciones" para avalar la intervención francesa, hoy se dice que la nación saluda con beneplácito la continuación de la imposición y et autoritarismo. El proceso electoral de agosto de 1994 es un crimen de Estado. Como criminales deben ser juzgados los responsables de esa burla.
Por otro lado, el gradualismo y la claudicación aparecen en las filas de la oposición que acepta el ver diluido un gran fraude en multitud de pequefias "irregularidades". Vuelve a aparecer la gran disyuntiva en la lucha democratizadora en México: la prolongación de una agonía por la apuesta a un tránsito "sin dolor" o el tiro de gracia cuyo destello ilumine el camino de la democracia.
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El caso chiapaneco sólo es una de las consecuencias de este sistema político. Haciendo caso otniso de los anhelos del pueblo de Chiapas, el gobierno repitió la dosis de imposición y prepotencia.
Enfrentado a una amplia movilización de repudio, el sistema de partido de Estado optó por repetir hasta la saciedad la mentira de su triunfo y exacerbó las confrontaciones. La polarización presente en el escenario del Sureste mexicano es responsabilidad del gobierno y demuestra su incapacidad para resolver, con profundidad, los problemas políticos y sociales de México. Mediante la corrupción y la represión tratan de resolver un problema que sólo tiene solución reconociendo el triunfo legítimo de la voluntad popular chiapaneca. El EZLN se mantuvo, hasta entonces, al margen de las movilizaciones populares, a pesar de que éstas enfrentaron una gran campaña de desprestigio y de represión indiscriminada. ·
Esperando señales de voluntad gubernamental para una solución política, justa y digna ~1 conflicto, el EZLN vio, impotente, cómo los mejores hijos de la dignidad chiapaneca eran asesinados, encarcelados y amenazados; vio cómo sus hermanos indígenas en Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Chihuahua y Veracruz eran reprimidos y recibían burlas como respuestas a sus demandas de solución a sus condiciones de vida.
En todo este periodo el EZLN resistió no sólo el cerco militar y las amenazas e intimidaciones de las fuerzas federales; también re-sistió una campaña de calumnias y mentiras. Como en los primeros ·1
días del año 1994, se nos acusó de recibir apoyo militar y financia- il miento extranjeros, se nos trató de obligar a deponer nuestras bande- ·~ ras a cambio de dinero y puestos gubernamentales, se trató de quitar legitimidad a nuestra lucha diluyendo la problemática nacional en el • marco local indígena. ·1
Mientras tanto, el supremo gobierno preparaba la solución militar a la rebeldía indígena chiapaneca y la nación se sumía en la desesperanza y el fastidio. Engañando con una supuesta voluntad de diálogo que sólo escondía el deseo de liquidar el movimiento zapa-
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tista por asfixia, el mal gobierno dejaba pasar el tiempo y la muerte en las comunidades indígenas de todo el país.
Mientras tanto, el Partido Revolucionario Institucional, brazo político del crimen organizado y el narcotráfico, continuaba su fase de descomposición más aguda al recurrir al asesinato como método de solución de sus pugnas internas. Incapaz de un diálogo civi1izado en su interior, el PRI ensangrentaba el suelo nacional. La vergüenza de ver usurpados los colores nacionales en el escudo del PRI sigue para todos los mexicanos.
Viendo que el gobierno y el país volvían a cubrir con e] olvido y el desinterés a los habitantes originales de estas tierras, viendo que el cinismo y la desidia volvían a apoderarse de los sentimientos de la nación y que, además de sus derechos a las condiciones mínimas de vida digna, se negaba a los pueblos indios el derecho a gobernar y gobernarse según su razón y voluntad, viendo que se volvía inútil la muerte de los muertos nuestros, viendo que no nos dejaban otro camino, el EZLN se arriesgó a romper el cerco militar que lo contenía y marchó en auxilio de otros hermano indígenas que, agotadas las vías pacíficas, se sumían en la desesperación y la miseria. Buscando a toda costa evitar ensangrentar el suelo mexicano con sangre hermana, el EZLN se vio obligado a llamar nuevamente la atención de la nación sobre las graves condiciones de vida indígena mexicana, especialmente de aquéllos que se suponía que ya habían recibido el apoyo gubernamental y, sin embargo, siguen arrastrando la miseria que heredan, afio con año, desde hace más de cinco siglos. Con la ofensiva de diciembre de 1994, el EZLN buscó mostrar, aMéxico y al mundo, su orgullosa esencia indígena y lo irresoluble de la situación social local si no se acompaña de cambios profundos en las relaciones políticas, económicas y sociales en todo el país.
La cuestión indígena no tendrá solución si no hay una transformación RADICAL del pacto nacional. La única forma de incorporar, con justicia y dignidad, a los indígenas a la nación, es reconociendo las características propias en stt organización social
' cultural y política. Las autonomías no son separación, son integra-ción de las minorías más humilladas y olvidadas en el México con-
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temporáneo. Así lo ha entendido el EZLN desde su formación y así lo han mandado las bases indígenas que forman la dirección de nuestra organización.
Hoy lo repetimos: NUESTRA LUCHA ES NACIONAL.
Se nos ha criticado que los zapatistas pedimos mucho, que debemos conformamos con las limosnas que nos ofreció el mal gobierno. Aquél que está dispuesto a morir por unas causas justa y legítima, tiene derecho a pedirlo todo. Los zapatistas estamos dispuestos a ofrendar lo único que tenemos, la vida, para exigir demacrada, libertad y justicia para todos los mexicanos.
Hoy reafirmamos: ¡PARA TODOS TODO, NADA PARA NOSOTROS!
Al finalizar el año de 1994 explotó la farsa económica· con que el salinismo había engañado a la nación y a la ~omunidad internacional. La patria del dinero llamó a su seno a los grandes señores del poder y la soberbia, y ellos no dudaron en traicionar el suelo y el cielo en el que lucraban con la sangre mexicana. La crisis económica despertó a los mexicanos del dulce y embrutecedor sueño del ingreso en el primer mundo. La pesadilla de desempleo, carestía y miseria será ahora más aguda para la mayoría de los mexicanos.
Este año que termina, 1994, acabó de mostrar el verdadero rostro del sistema brutal que nos domina. El programa político, económico, social y represivo del neo liberalismo ha demostrado su ineficacia, su falsedad y la cruel injusticia que es su esencia. El neoliberalismo como doctrina y realidad debe ser arrojado, ya, al basurero de la historia nacional.
HERMANOS:
· Hoy, en medio de esta crisis, es necesaria la acción decidida de todos los mexicanos honestos para lograr un cambio real y profundo en los destinos de la nación.
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Hoy, después de haber llamado primero a las armas y posteriormente a la lucha civil y pacífica, llamamos al pueblo de México a luchar POR TODOS LOS MEDIOS, EN TODOS LOS NIVELES Y EN !ODAS PARTES, por la democracia, la libertad y la justicia, a traves de esta ...
TERCERA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA
En la queJ.lamamos a todas las fuerzas sociales y políticas del país, a todos los mexicanos honestos, a todos aquéllos que luchan por la democratización de la vida nacional, a la formación de un MOVIMIENTO PARA LA LIBERACIÓN NACIONAL, incluyendo a la Convención Nácional Democrática y a TODAS las fuerzas que, sin distinción de credo religioso, raza o ideología política, están en contra del sistema de partido de Estado. Este Movimiento para la Liberación Nacional luchará de común acuerdo, por todos
: los medios y en todos los niveles, por la instauración de un gobierno 1
de transición, un nuevo constituyente, una nueva carta magna y la -"'!11'.'--"'"''ll destrucción del sistema de partido de Estado. Llamamos a la Con-
vención Nacional Democrática y al ciudadano Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a encabezar este Movimiento para la Liberación Nacional, como frente amplio de oposición.
LLAMAMOS A LOS OBREROS DE LA REPÚBLICA, A LOS TRABAJADORES DEL CAMPO Y DE LA CIUDAD, A LOS COLONOS, A LOS MAESTROS Y ESTUDIANTES DE
1 MÉXICO, A LAS MUJERES MEXICANAS, A LOS JÓVENES DE TOD.O EL PAÍS, A LOS ARTISTAS E INTELECTUALES HONESTOS, A LOS RELIGIOSOS CONSEC~NTES, A LOS MILITANTES DE BASE DE LAS DIFERENTES ORGANIZACIONES POLÍTICAS a que, en su medio y por las formas de lucha que consideren posibles y necesarias, luchen por el fin del sistema de partido de Estado , incorporándose en la CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRA TICA si no tienen partido, y en el Movimiento para la Liberación Nacional si militan en alguna de las fuerzas políticas de oposición.
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Por lo tanto, en cumplimiento con el espíritu de esta TERCERA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA, declaramos que:
Primero. Se le retira al gobierno federal la custodia de la patria.
La bandera de México, la ley suprema de la nación, el himno mexicano y el escudo nacional estarán ahora bajo el cuidado de las fuerzas de la resistencia hasta que la legalidad, la legitimidad y la soberanía sean restauradas en todo el territorio nacional.
Segundo. Se declara válida la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos original, expedida el 5 de febrero de 1917, incorporando en ella las leyes revolucionarias de 1993 y los estatutos de autonomía incluyente para las regiones indígenas, y se decreta el apego a ella hasta que se instaure el nuevo constituyente y se expida una nueva carta magna.
Tercero. Se llama a la lucha por el reconocimiento como "gobierno de transición a la democracia" al que se doten por sí mismas las distintas comunidades, organizaciones sociales y políticas, manteniendo el pacto federal acordado en la Constitución de 1917, y se incluyan, sin importar credo religioso, clase social, ideología política, raza o sexo, en el Movimiento para la Liberación Nacional.
El EZLN apoyará a la población civil en la tarea de restaurar la legalidad, el orden, la legitimidad y la soberanía nacionales, y en la lucha por la formación e instauración de un gobierno nacional de , transición a la democracia con las siguientes características:
l.Que liquide el sistema de partido de Estado y separe realmente el gobierno del PRI.
2.Que reforme la ley electoral en términos que garanticen: limpieza, credibilidad, equidad, participación ciudadana no partidaria y ~o gubernamental, reconocimiento de todas las fuerzas polític~s nacionales, regionales o locales, y que convoque a nuevas elecctones generales en la federación.
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3 .Que convoque a un constituyente para la creación de una nueva Constitución.
4.Que reconozca las particularidades de los grupos indígenas, reconozca su derecho a la autonomía incluyente y su ciudadanía.
5. Que vuelva a orientar el programa económico nacional, haciendo a un lado el disimulo y la mentira, y favoreciendo a los sectores más desposeídos del país, los obreros y campesinos, que son los principales productores de la riqueza que otros se apropian.
HERMANOS:
La paz vendrá de la mano de la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos. No puede nuestro paso encontrar la paz justa que nuestros muertos reclaman si es a costa de nuestra dignidad mexicana. La tierra no tiene reposo y camina en nuestros corazones. La burla a nuestros muertos pide luchar para lavar su pena. Resistiremos. El oprobio y la soberbia serán derrotados.
Como con Benito Juárez frente a la intervención francesa, la patria marcha ahora de lado de las fuerzas patriotas, contra las fuerzas antidemocráticas y autoritarias. Hoy decimos:
¡La patria vive! ¡Y es nuestra! ¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia! Desde las montaftas del sureste mexicano CCRI-CG del EZLN.
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CUARTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA 1
2 de enero de 1996
HOY DECIMOS: ¡AQUÍ ESTAMOS! ¡SOMOS LA DIGNIDAD REBELDE, EL CORAZÓN OLVIDADO DE LA PATRIA!
Todos aquellos pueblos, todos ésos que trabajan la tierra, a los que nosotros invitamos que se reúnan a nuestro lado y nosotros daremos la vida a una sola lucha, para que nosotros andemos con ayuda de vosotros.
Que sigamos luchando y no descansemos y propiedad nuestra será la tierra, propiedad de gentes, la que fue de nuestros abuelitos, y que dedos de patas de piedra que machacan nos han arrebatado, a la sombra de aquéllos que han pasado, que mucho mandan: que nosotros juntos opongamos en alto, con la mano en sitio elevado y con /a fuerza de nuestro corazón,_ ese hermoso que se toma para ser visto, se dice estandarte de nuestra dignidad y nuestra libertad de nosotros trabajadores de la tierra; que sigamos luchando y venzamos a aquéllos que de nuevo se han encumbrado, de los que ayudan a los que han quitado tierra·a otros, de los que para sí gran dinero hacen con el trabajo de los que son como nosotros, y de aquellos burladores en las haciendas, ése es nuestro deber de honra, ·si nosotros queremos que nos llamen hombres de buena vida, y bien en verdad buenos habitantes del pueblo.
Ahora pues, de algún modo, más que nunca, se necesita que todos andemos unidos, con todo nuestro corazón, y con todo nuestro empeño, en ese gran trabajo de la unificación maravillosa, bien verdadera, de aquéllos que empezaron la lucha, que guardan en su corazón puros esos principios y no pierden la fe de la vida buena.
1 EZLN Documentos y Comunicados 3, 2 de octubre de 1995/24 de en~ro de 1997. Colección Problemas¡r4e México. Ediciones ERA.
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· Nosotros regamos a aquél a cuya mano se acerque este manifiesto que lo haga pasar a todos los hombres de esos pueblos.
Reforma, Libertad, Justicia y Ley
El General en Jefe del Ejército Libertador del Sur Emiliano Zapata (Manifiesto zapatista en náhuatl)
Al pueblo de México: A los pueblos y gobiernos del mundo: Hermanos:
No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder.
Nosotros nacimos de la noche. En ella vivimos. Moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquéllos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz. Para todos todo. Para nosotros el dolor y la angustia, para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros el futuro negado, para nosotros la dignidad insurrecta. Para nosotros nada.
Nuestra lucha es por hacernos escuchar, y el mal gobierno grita soberbia y tapa con cañones sus oídos.
Nuestra lucha es por el hambre, y el mal gobierno regala plomo y papel a los estómagos de nuestros hijos.
Nuestra lucha es por un techo digno, y el mal gobierno destruye nuestra casa y nuestra historia.
Nuestra lucha es por el saber, y el mal gobierno reparte igno-rancia y desprecio. \
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Nuestra lucha es por la tierra, y el mal gobierno ofrece ~tOIJl;P.!\:'411
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cementerios.
Nuestra lucha es por un trabajo justo y digno, y el mal gobierno compra y vende cuerpos y vergüenzas.
Nuestra lucha es por la vida, y el mal gobierno oferta muerte como futuro.
Nuestra lucha es por el respeto a nuestro derecho a gobernar y gobernarnos, y el mal gobierno impone a los más la ley de los menos.
Nuestra lucha es por la libertad para el pensamiento y el caminar, y el mal gobierno pone cárceles y tumbas.
Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos.
Nuestra lucha es por la historia, y el mal gobierno propone olvido.
Nuestra lucha es por la patria, y el mal gobierno sueña con la bandera y la lengua extranjeras.
Nuestra lucha es por la paz, y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción.
Techo, tierra, trabajo, pan, sal~d, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y paz. Estas fueron nuestras banderas en la madrugada de 1994. Éstas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 aftos. Éstas son, hoy, nuestras exigencias.
Nuestra sangre y la palabra nuestra encendieron un fuego pequeñito en la montafta y lo caminamos rumbo a la casa del poder y del dinero. Hermanos y hermanas de otras razas y otras lenguas, de otro color y mismo corazón protegieron nuestra luz y en ella bebie-ron sus respectivos fuego~7:, ·
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Vino el poderoso a apagarnos con su fuerte soplido, pero nuestra luz se creció en otras luces. Sueña el rico con apagar la luz primera. Es inútil, hay ya muchas luces y todas son primeras.
Quiere el soberbio apagar una rebeldía que su ignorancia ubica en el amanecer de 1994. Pero la rebeldía que hoy tiene rostro moreno y lengua verdadera no se nació ahora. Antes habló con otras lenguas y en otras tierras. En muchas montañas y muchas historias ha caminado la rebeldía contra la injusticia. Ha hablado ya en lengua náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai, yuma, seri, chontal, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahua, matlazinca, ocuilteco, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, mixteco, cuicateco, triqui, amuzgo, mazateco, bocho, izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, huasteco, Iacandón, maya, chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomucelteco, kanjobal, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tarahumara, mayo, yaqui, cahíta, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú. Habló y habla la castilla. La rebeldía no es cosa de lengua, es cosa de digl')idad y de ser humanos.
Por trabajar nos matan, por vivir nos matan. No hay lugar para nosotros en el mundo del poder. Por luchar nos matarán, pero así nos haremos un inundo donde nos quepamos todos y todos nos vivamos sin muerte en la palabra. Nos quieren quitar la tierra para que ya no tenga suelo nuestro paso. Nos quieren quitar la historia para que en el olvido se muera nuestra palabra. No nos quieren indios, muertos nos quieren.
Para el poderoso nuestro silencio fue su deseo. Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos. Luchamos para hablar contra el olvido, contra la muerte, por la memoria y por la vida. Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido.
Hablando en su corazón indio, la patria sigue digna y con memoria.
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1 Hermanos:
El día primero de enero de 1995, después de romper el cerco militar con el que el mal gobierno pretendía·sumirnos en el olvido y rendirnos, llamamos a las distintas fuerzas y ciudadanos a construir un amplio frente opositor que uniera las voluntades democráticas en contra del sistema de partido de Estado: el Movimiento para la Liberación Nacional. Aunque al inicio este esfuerzo de unidad opositora encontró no pocos problemas, siguió adelante en Ios pensamientos de los hombres y mujeres que no se conforman con ver su patria entregada a las decisiones del poder y el dinero extranjeros. El amplio frente opositor, después de seguir· una ruta llena de dificultades, incomprensiones y retrocesos, está por concretar sus primeros planteamientos y acuerdos de acción conjunta. El largo proceso de maduración de este esfuerzo organizativo habrá de hacerse pleno en el año que se inicia. Nosotros los zapatistas saludamos el nacimiento del Movimiento para la Liberación Nacional y deseamos que entre quienes formen parte de él exista siempre el afán de unidad y el respeto a las diferencias.
Iniciado el diálogo con el supremo gobierno, el compromiso del EZLN en la búsqueda de una solución política a 'a guerra iniciada en 1994 se vio traicionado. Fingiendo voluntad de diálogo, el mal gobierno optó cobardemente por la solución militar y, con argumentos torpes y estúpidos, demente por la solución militar y, con argumentos torpes y estúpidos, desató una gran persecución policíaca y militar que tenía como objetivo supremo el asesinato de la dirigencía del EZLN. Las fuerzas armadas rebeldes del EZLN resistieron con serenidad el golpe de decenas de miles de soldados que, con asesoría extranjera y toda la moderna maquinaria de muerte que poseen, pretendió ahogar el grito de dignidad que salía desde las montafías del Sureste mexicano. Un repliegue ordenado permitió a las fuerzas zapatistas conservar su poder militar, su autoridad moral, su fuerza política y la razón histórica que es su principal arma en contra del crimen hecho gobierno. Las grandes movilizaciones de la sociedad civil nacional e in~er?a~ional p~raron.l~,ofensiva traidora y obligaron al gobierno a tnSJSttr r?· la Vla del dialogo y la negociación. De-
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cenas de civiles inocentes fueron tomados presos por el mal gobierno y todavía permanecen en las cárceles en calidad de rehenes de los terroristas que nos gobiernan. Las fuerzas federales no tuvieron más victoria militar que la destrucción de una biblioteca, un salón de actos culturales, una pista de baile y el saqueo de las pocas pertenencias de los indígenas de la selva Lacandona. El intento de asesinato fue cubierto por la mentira gubernamental con la máscara de la "recuperación de la soberanía nacional".
Olvidando el artículo 39 de la Constitución que juró cumplir el primero de diciembre de 1994, el supremo gobierno redujo al ejército federal mexicano a la categoría de ejército de ocupación, le asignó la tarea de salvaguarda del crimen organizado hecho gobierno y quiso enfrentarlo a sus hermanos mexicanos.
Mientras tanto, la verdadera pérdida de la soberanía nacional se concretaba en los pactos secretos y públicos del gabinete económico con los dueños de los dineros y los gobiernos extranjeros. Hoy, mientras decenas de miles de soldados federales agreden y hostigan a un pueblo armado de fusiles de palo y palabra digna, los altos gobernantes terminan de vender las riquezas de la gran nación mexicana y acaban de destruir lo poco que aún queda en pie.
Apenas iniciado el diálogo al que lo obligó la sociedad civil nacional e internacional, la delegación gubernamental tuvo oportunidad de mostrar claramente sus verdaderas intenciones en la negociación de la paz. Los neoconqu istadores de los indígenas que encabezan el equipo negociador del gobierno se distinguen por una actitud prepotente, soberbia, racista y humillante que llevó de fracaso en fracaso las distintas reuniones del diálogo de San Andrés. Apostando al cansancio, al desgaste de los zapatistas, la delegación gubernamental puso todo su empefío en conseguir la ruptura del diálogo, confiada en que tendría así argumentos para recurrir a la fuerza y así conseguir lo que por razón le era imposible.
Viendo que el mal gobierno rehuía un enfoque serio del conflicto nacional que representaba la gue~a, el EZLN tomó una iniciativa de paz que destrabara el diálogo y la negociación. Llamando a
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la sociedad civil a un diálogo nacional e internacional en la búsqueda de una paz nueva, el EZLN convocó a la consulta por la paz y la democracia para escuchar el pensamiento nacional e internacional sobre sus demandas y su futuro.
Con la entusiasta participación de los miembros de la Convención Nacional Democrática, la entrega desinteresada de miles de ciudadanos sin organización pero con deseos democráticos; la movilización de los comités de solidaridad internacionales y los grupos de jóvenes, y la irreprochable ayuda de los hermanos y hermanas de Alianza Cívica Nacional, durante los meses de agosto y septiembre de 1995 se llevó a cabo un ejercicio ciudadano que no tiene precedente en la historia mundial: una sociedad civil y pacífica dialogando con un grupo armado y clandestino. Más de un millón trescientos m i1 diálogos se realizaron para hacer verdad este encuentro de voluntades democráticas. Como resultado de esta consulta, la legitimidad de las demandas zapatistas fue ratificada, se dio un nuevo impulso al amplio frente opositor que se encontraba estancado y se expresó claramente el deseo de ver a los zapatistas participando en la vida política civil del país. La gran participación de la sociedad civil internacional llamó la atención sobre la necesidad de construir los espacios de encuentro entre las voluntades de cambio democrático que existen en los distintos países.
El EZLN tomó con seriedad los resultados de este diálogo nacional e internacional e inició los trabajos políticos y organizativos para caminar de acuerdo con esas señales.
Tres nuevas iniciativas fueron lanzadas por los zapatistas como respuesta al éxito de la consulta por la paz y la democracia.
Una iniciativa para el ámbito internacional llamó a realizar un encuentro intercontinental en contra del neo liberalismo. Dos iniciativas son de carácter nacional: la formación de comités civiles de diálogo como base de discusión de los ~r~cipales ~rob~emas nacionales y germen de una nueva fuerza pohttca no partJdarta; y la construcción de nuevos Aguascalientes como lugares de encuentro entre la sociedad civil y el zap~~mo.
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Tres meses después de estas tres iniciativas está por concretarse la convocatoria para el encuentro intercontinental por la humanidad y contra el neoliberalismo, más de doscientos comités civiles de diálogo se han formado en toda la República mexicana y, el día de hoy, se inauguran cinco nuevos Aguascalientes, uno en la comunidad de La Garrucha, otro en Oventic, uno más en Morelia, otro en La Realidad y el último y primero en el corazón de todos los hombres y mujeres honestos que hay en el mundo.
En medio de amenazas y penurias, las comunidades indígenas zapatistas y la sociedad civil lograron levantar estos centros de resistencia civil y pacífica que serán lugar de resguardo de la cultura mexicana y mundial.
El nuevo diálogo nacional tuvo una primera prueba con motivo de la mesa 1 del diálogo de San Andrés. Mientras el gobierno descubría su ignorancia respecto a los habitantes originales de estas tierras, los asesores e invitados del EZLN echaron a andar un diálogo tan rico y nuevo que rebasó inmediatamente la estrechez de la mesa de San Andrés y se ubicó en su verdadero lugar: la nación. Los indígenas mexicanos, los siempre obligados a escuchar, a obedecer, a aceptar, a resignarse, tomaron la palabra y hablaron la sabiduría que anda en sus pasos. La imagen del indio ignorante, pusilánime y ridículo, la imagen que el poder había decretado para consumo nacional, se hizo pedazos y el orgullo y la dignidad indígenas volvieron a la historia para tomar el lugar que les corresponde: el de ciudadanos completos y cabales.
Independientemente de lo que resulte de la primera negociación de acuerdos en San Andrés, el diálogo iniciado por las distintas etnias y sus representantes seguirá adelante ahora en el foro nacional indígena, y tendrá su ritmo y los alcances que los propios indígenas acuerden y decidan.
En el escenario político nacional el redescubrimiento de la criminalidad salinista volvió a sacudir ~1 sistema de partido de Estado. Los apologistas de las contrarreformas salinistas sufrieron amnesia y ahora son los más entusiastas perseguidores de aquél bajo
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de
cuya sombra se enriquecieron. El Partido Acción Nacional, el más fiel aliado de Carlos Salinas de Gortari, empezó a mostrar sus posibilidades reales de relevar al Partido Revolucionario Institucional en la cumbre del poder político y a enseñar su vocación represiva, intolerante y reaccionaria. Quienes ven con esperanza el ascenso del neopanismo olvidan que el relevo de una dictadura no significa democracia, y aplauden la nueva inquisición· que, con careta democrática, habrá de sancionar con golpes y moralina los últimos estertores de un país que fue asombro mundial y hoy es referencia de crónicas policíacas y escándalos. Las constantes en el ejercicio de gobierno fueron la represión y la impunidad; las masacres de indígenas en Guerrero, Oaxaca y la Huasteca ratifican la política gubernamental frente a los indígenas; el autoritarismo en la UNAM frente al movimiento de los CCH demuestra la ruta de corrupción que va de la aca
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, demia a la política; la detención de dirigentes de El Barzón es una
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muestra más de la traición como método de diálogo; las bestialida:as 1 des del regente Espinosa ensayan el fascismo callejero en la ciudad go de México; las reformas a la ley del seguro social reiteran la demo-
1 cratización de la miseria y el apoyo a la banca privatizada asegura la sa lí-,a u e lí-oa
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vocación de unidad entre poder y dinero; los crímenes políticos son irresolubles porque provienen de quien dice perseguirlos; la crisis económica hace más insultante la corrupción en las esferas gubema·mentales. Gobierno y crimen, hoy, son sinónimos y equivalentes.
Mientras la verdadera oposición se afana en encontrar el centro de una nación moribunda, amplias capas de la población refuerzan su escepticismo frente a los partidos políticos y buscan, sin encontrarla todavía, una opción de quehacer político de nuevo tipo.
Como una estrella, la heroica y digna resistencia de las comunidades indígenas zapatistas iluminó el año de 1995 y escribió una hermosa lección en la historia mexicana. En Tepoztlán, en los trabajadores de Sutaur-1 00, en El Barzón, por mencionar algunos lugares y movimientos, la resistencia popular encontró dignos
representantes.
En resumen, el año de 1995 se caracterizó por la definición de dos proyectos de nación compl,etamente distintos y contradictorios.
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Por un lado el proyecto de país que tiene el poder, un proyecto que implica la destrucción total de la nación mexicana; la negación de su historia; la entrega de su soberanía; la traición y el crimen como valores supremos; la hipocresía y el engaño como método de gobierno; la desestabilización y la inseguridad como programa nacional, y la represión y la intolerancia como plan de desarrollo. Este proyecto encuentra en el PRI su cara criminal y en el PAN su mascarada democrática.
Por el otro lado, el proyecto de la transición a la democracia, no una transición pactada con el poder que simule un cambio para que todo siga igual, sino la transición a la democracia como el proyecto de reconstrucción del país; la defensa de la soberanía nacional; la justicia y la esperanza como anhelos; la verdad y el mandar obedeciendo como guía de jefatura; la estabilidad y la seguridad que dan la democracia y la libertad; el diálogo, la tolerancia y la inclusión como nueva forma ·de hacer política.
Este proyecto está por hacerse y corresponderá, no a una fuerza política hegemónica o a la genialidad de un individuo, sino a un amplio movimiento opositor que recoja los sentimientos de la nación.
Estamos en medio de una gran guerra que ha sacudido al México de finales del siglo XX. La guerra entre quienes pretenden la perpetuación de un régimen social, cultural y político que equivale al delito de traición a la patria, y los que luchan por un cambio democrático, libre y justo. La guerra zapatista es sólo una parte de esa gran guerra que es la lucha entre la memoria que aspira a futuro y el olvido con vocación extranjera.
Una nueva sociedad plural, tolerante, incluyente, democrática, justa y libre sólo es posible, hoy, en una patria nueva. No será el poder el constructor. El poder hoy es sólo el agente de ventas de los escombros de un país destruido por los verdaderos subversivos y desestabilizadores: los gobernantes.
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Los proyectos de oposición independiente tenemos una carencia que, hoy, se hace más decisiva: nos oponemos a un proyecto de país que implica su destrucción, pero carecemos de una propuesta de nueva nación, una propuesta de reconstrucción.
Parte, y no el todo ni su vanguardia, ha sido y es el EZLN en el esfuerzo por la transición a la democracia. A pesar de las persecuciones y amenazas, por encima de los engaños y las mentiras, legítimo y consecuente, el EZLN sigue adelante en su lucha por la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos.
Hoy, la lucha por la democracia, la libertad y la justicia en México es una lucha por la liberación nacional.
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Hoy, con el corazón de Emiliano Zapata y habiendo escuchado la voz de nuestros hermanos todos, llamamos al pueblo de México a participar en una nueva etapa de la lucha por la liberación nacional y la construcción de una patria nueva, a través de esta ...
CUARTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA
En la que llamamos a todos los hombres y mujeres honestos a participar en la nueva fuerza polftica nacional que hoy nace el
FRENTE ZAPA TIST A DE LIBERACIÓN NACIONAL
Organización civil y pacífica, independiente y democrática, mexicana y nacional, que lucha por la democracia, la libertad y la justicia en México. El Frente ~~patista de Liberación Nacional nace hoy e invitamos para que parttctpen en él a los obreros de la república, a los trabajadores del campo y de la ciudad, a los indígenas, a los colonos, a los maestros y estudiantes, a las mujeres mexicanas, a los jóvenes de todo el país, a los artistas e intelectuales hosestos, a los religiosos consecuentes~tWfodos los ciudadanos mexicanos que que-
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remos no el poder sino la democracia, la libertad y la justicia para nosotros y nuestros hijos.
Invitamos a la sociedad civil nacional, a los sin partido, al movimiento social y ciudadano, a todos los mexicanos a construir una nueva fuerza política.
Una nueva fuerza política que sea nacional. Una nueva fuerza política con base en el EZLN.
Una nueva fuerza política que forme p~e de un amplio movimiento opositor, el Movimiento para la Liberación Nacional, como lugar de acción política ciudadana donde confluyan otras fuerzas políticas de oposición independiente, espacio de encuentro de voluntades y coordinador de acciones unitarias.
Una fuerza política cuyos integrantes no desempeñen ni aspiren a desempeñar cargos de eleccipn popular o puestos gubernamentales en cualquiera de sus niveles. Una fuerza política que no aspire a la toma del poder. Una fuerza que no sea un partido político.
Una fuerza política que pueda organizar las demandas y propuestas de los ciudadanos para que el que mande, mande obedeciendo. Una fuerza política que pueda organizar la solución de los problemas colectivos aun sin la intervención de los partidos políticos y del gobierno. No necesitamos pedir permiso para ser libres. La función de gobierno es prerrogativa de la sociedad y es su derecho ejercer esa función.
Una fuerza política que luche en contra de la concentración de la riqueza en pocas manos y en contra de la centralización del poder. Una fuerza política cuyos integrantes no tengan más privilegio que la satisfacción del deber cumplido.
Una fuerza política con organización local, estatal y regional que crezca desde la base, desde su sustento social. Una fuerza política nacida de los comités civiles de diálogo.
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Una fuerza política que se 1 !ama Frente porque trata de incorporar esfuerzos organizativos no partidistas, tiene muchos niveles de participación y muchas formas de lucha.
Una fuerza política que se llama Zapatista porque nace con la esperanza y el corazón indígena que, junto al EZLN, volvieron a bajar de las montañas mexicanas.
U na fuerza política que se llama de Liberación Nacional porque su lucha es por la libertad de todos los mexicanos y en todo el
país.
Una fuerza política con un programa de lucha de trece puntos, los de la Primera Declaración de la Selva Lacandona enriquecidos a lo largo de dos años de insurgencia. Una fuerza política que luche contra el sistema de partido de Estado. Una fuerza política que luche por la detnocracia en todo y no sólo en lo electoral. Una fuerza política que luche por un nuevo constituyente y una nueva Constitución. Una fuerza política que luche porque en todas partes haya justicia, libertad y democracia. Una fuerza política que no luche por la toma del poder político sino por la democracia de que el.que mande, man-
de obedeciendo.
Llamamos a todos los hombres y mujeres de México, a los indígenas y a los no indígenas, a todas las razas que forman la nación; a quienes estén de acuerdo en luchar por techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, información, cultura, independencia, democracia, justicia, libertad y paz; a quienes entienden que el sistema de partido de Estado es el principal obstáculo para el tránsito a la democracia en México; a quienes saben que democracia no quiere decir alternancia del 'poder sino gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo; a quienes estén de acuerdo con que se haga una nueva Carta Magna que incorpore las principales demandas del pueblo mexicano y las garantías de que se cumpla el artículo 39 mediante las figuras de plebiscito y referéndum; a quienes no aspiran o pretenden ejercer cargos públicos o puestos de elección popular; a quienes tienen el corazón, la voluntad y el pensamiento en el lado izquierdo del pecho; a quienes quieren @jar de ser espectadores y están dispues-
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tos a no tener ni pago ni privilegio alguno como no sea el participar en la reconstrucción nacional; a quienes quieren construir algo nuevo y bueno, para que formen el Frente Zapatista de Liberación Nacional. ·
Aquellos ciudadanos sin partido, aquellas organizaciones sociales y políticas, aquellos comités civiles de diálogo, movimientos y grupos, todos los que no aspiren a la toma del poder y que suscriban esta Cuarta Declaración de la Selva Lacandona se comprometen a participar en el diálogo para acordar la estructura orgánica, el plan de acción y la declaración de principios del Frente Zapatista de Liberación Nacional.
Con la unidad organizada de los zapatistas civiles y los combatientes zapatistas en el Frente Zapatista de Liberación Nacional, la lucha inic!iada el primero de enero de 1 994 entrará en una nueva etapa. El EZLN no desaparece, pero su esfuerzo más importante irá por la lucha política. En su tiempo y co~diciones, el EZLN partiéipará directamente en la formación del Frente Zapatista de Liberación Nacional.
Hoy, primero de enero de 1996, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional firma esta Cuarta Declaración de la Selva Lacandona. Invitamos al pueblo de México a que lo suscriba.
111 Hermanos:
Muchas palabras se caminan en el mundo. Muchos mundos se hacen. Muchos mundos nos hacen. Hay palabras y mundos que son mentiras e injusticia. Hay palabras y mundos que son verdades y verdaderos. Nosotros hacemos mundos verdaderos. Nosotros somos hechos por palabras verdaderas.
En el mundo del poderoso no caben más que los grandes y sus servidores. En el mundo que queremos nosotros caben todos.
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El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos. La Patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos.
Hablamos la unidad incluso cuando callamos. Bajito y lloviendo nos hablamos las palabras que encuentran la unidad que nos abraza en la historia y para desechar el olvido que nos enfrenta y destruye.
Nuestra palabra, nuestro canto y nuestro grito, es para que ya no mueran tnás los muertos. Para que vivan luchamos, para que vivan cantamos.
Vive la palabra. Vive el ¡Ya basta! Vive la noche que se hace mañana. Vive nuestro digno caminar junto a los todos que lloran. Para destruir el reloj de muerte del poderoso luchamos. Para un nuevo tiempo de vida luchamos.
La flor de la palabra no muere, aunque en silencio caminen nuestros pasos. En silencio se siembra la palabra. Para que florezca a gritos se calla. La palabra se hace soldado para no morirse en el olvido. Para vivir se muere la palabra, sembrada para siempre en el vientre del mundo. Naciendo y viviendo nos morimos. Siempre viviremos. Al olvido sólo regresarán quienes rinden su historia.
Aquí estamos. No nos rendimos. Zapata vive y, a pesar de
todo, la lucha sigue.
Desde las montañas del Sureste mexicano. CCRI-CG del EZLN.
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QUINTA DECLARACIÓN DE LA SELVALACANDONA*1
19 de julio de 1998
Hoy decimos: ¡Aquí estamos! ¡Resistimos!
''Nosotros somos los vengadores de la muerte. Nuestra estirpe no se extnguirá mientras
haya luz en el lucero de la mañana" Popul Vuh
Hermanos y hermanas.
No es nuestra la casa del dolor y la miseria. Así nos la ha pintado el que nos roba y engaña.
No es nuestra la tierra de la muerte y la angustia.
No es nuestro el camino de la guerra.
No es nuestra la traición ni tiene cabida en nuestro paso el olvido.
No son nuestros el suelo vacío y el hueco cielo.
Nuestra es la casa de la luz Y la alegría. Así la nacimos, así la luchamos, así la creceremos.
Nuestra es la tierra de la vida y la esperanza.
Nuestro el camino de la paz que se siembra con dignidad y se cosecha con justicia y libertad.
Nuestra es la unidad con los otros que nos ven y nos hablan, nuestra la decisión y la firmeza, nuestra es la historia.
1 Pub Ji cado en Perfil Politico, periódico La Jornada, 21 de julio de 1998
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Nuestro es el suelo que se llena en y con las manos nuestras, nuestro el cielo pJeno y los corazones que la vuelan.
No es el nuestro el lugar para sembrar el rencor o lavar la lástima.
No es nuestra la ropa del mendigo.
No es nuestra la mano que roba o limosna espera.
No es nuestra la voz que otra voz habla.
No es nuestra la mirada que se agacha, ni nuestra la cabeza baja.
No es nuestro el brazo que destruye ni el poder que rinde y avasalla.
N u estro es el sitio del respeto.
Nuestra la ropa del que trabaja.
Nuestra la mano que ayuda y que justicia demanda.
Nuestra la voz que en nuestra voz se habla y calla.
Nuestra es la mirada que alto se vuela, nuestra es la cabeza levantada.
Nuestro es el brazo que construye y que al otro abraza.
No es nuestro el todo.
Nuestra es la nada.
No es nuestra la orden que rompe y mata.
Nuestro es el mandato que obedece.
No es nuestra la guerra. \
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Nuestra es la Paz
Nuestra es la resistencia que la muerte aguanta y que pare la luz en el lucero de la mañana.
Somos nosotros la oscuridad que brilla, el silencio que habla, la máscara que muestra, la resistencia que vive.
Somos nosotros los ustedes renombrados, los de siempre somos.
Somos nosotros la pretérita raíz de la patria, el presente de su digna lucha, y de su mañana el sueño de ser mejores.
Desde que nos nacimos como lo que somos, una y otra vez, en el largo camino de nuestra historia como nación, los indígenas mexicanos hemos visto burlados nuestros derechos, desoídos nuestros reclamos. olvidada nuestra existencia. Una y otra vez, los indígenas nos hemos rebelado y hemos peleado por lo que nos pertenece.
Para burlar la muerte y el olvido que andaban en la mano del poderoso, arma hicimos de la palabra y palabra se hizo la justa razón que en nuestro corazón andábamos.
Para resistir la muerte y la mentira que catninaban el paso del poderoso, ahora del silencio hicimos arma y, guardando la palabra, volvimos adentro de nuestros corazones para encon·trar de la razón la fuerza y el camino, y así crecemos de nuevo.
La resistencia de los que somos no sólo nos permitió hacer fracasar los distintos intentos de aniquilarnos. También hizo fuerte al débil y la soberbia del grande se desgastó así inútilmente.
Nuestra bandera ni se ha arriado ni ha cambiado, sigue en nosotros el compromiso del "para todos todo, nada para nosotros".
Por el pasado rodar de la historia hemos resistido guerras de conquista y de exterminio. Con diferentes banderas han venido ejércitos enteros en contra nuestra~~' Gobiernos distintos han apadrinado las
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guerras que hemos padecido por sit;los. Siempre la mentira, el engaño y la muerte por el grande nos fueron ofrecidas a manos llenas. Siempre negadas nos fueron la democracia, la libertad y la justicia.
Pero todo resistimos, hermanos y hermanas.
Hemos conocido terribles máquinas de guerra creadas en los últimos 500 años. Nuestros hombres y mujeres tienen en la piel de su historia heridas de todas las armas, y nuestras carnes conocen todas las cárceles.
Pero resistimos.
No pocos han sido los muertos que estas guerras nos han hecho, no son pocos tampoco el dolor y la angustia que viven en nuestras tierras desde entonces.
Pero resistimos.
Hoy nos mienten de nuevo los poderosos. Hoy nos atacan de nuevo. Hoy de nuevo están el dolor y la angustia en nuestros suelos.
Pero resistimos.
Hemos resistido la muerte.
Hemos resistido el olvido.
Siguen con nosotros la palabra y la esperanza.
Sigue Zapata hablando en nuestros pasos.
Sigue la luz naciendo.
Seguimos ... EZLN
l. La resistencia y el silencio Hermanos y hermanas.
Nosotros entendemos que la lucha por el lugar que merecemos y necesitamos en la gran Nación Mexicana, es sólo una parte de la gran lucha de todos por la democracia, la libertad y la justicia, pero es parte fundamental y necesaria. Una y otra vez, desde el inicio de nuestro alzamiento el 1 de enero de 1994, hemos llamado a todo el pueblo de México a luchar juntos y por todos los medios, por los derechos que nos niegan los poderosos. Una y otra vez, desde que nos vimos y hablamos con todos ustedes, hemos insistido en el diálogo y el encuentro como camino para andarnos. Desde hace más de cuatro años nunca la guerra ha venido de nuestro lado. Desde entonces siempre la guerra ha venido en la boca y los pasos de los supremos gobiernos. De ahí han venido las mentiras, las muertes, las miserias.
Consecuentes con el camino que ustedes nos pidieron andar, dialogamos con el poderoso y JJegamos a acuerdos que significarían el inicio de la paz en nuestras tierras, la justicia a Jos indígenas de México y )a esperanza a todos los hombres y mujeres honestos del
país.
Estos acuerdos, los Acuerdos de San Andrés, no fueron producto de )a voluntad única de nosotros, ni nacieron solos. A SanAndrés llegaron representantes de todos los pueblos indios de México, ahí estuvo su voz representada Y planteadas sus demandas. Estuvo brillando su lucha que es lección Y camino, habló su palabra y suco-
razón definió.
No estuvieron solos los zapatistas en San Andrés y sus acuerdos. Junto y detrás de los pueblos indios del país estuvieron y están los zapatistas. Como ahora, entonces sólo fuimos parte pequeña de la gran historia con rostro, palabra Y corazón del náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai, yuma, seri, chonta/, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahu.a, matlaz~nca, ocui~tec~, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, m1xteco, cu1cateco, tnqu1, amuzgo, mazateco, chocho, izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, h~feco, /acandón, maya, chol, tzeltal, tzot-
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zil, tojo/aba/, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomuce/teco, kanjoba/, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tcn"ahumara, mayo, yaqui, cahita, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú.
Como entonces, hoy seguimos caminando junto a todos los pueblos indios en la lucha por el reconocimiento de sus derechos. No como vanguardia ni dirección, sólo como parte.
Nosotros cumplimos nuestra palabra de buscar la solución pacifica.
Pero el supremo gobierno faltó a su palabra e incumplió el primer acuerdo fundamental al que habíamos llegado: el reconocimiento de los derechos indígenas.
A la paz que ofrecíamos, el gobierno opuso la guerra de su empecinamiento.
Desde entonces, la guerra en contra nuestra y de todos los pueblos indios ha seguido.
Desde entonces, las mentiras han crecido.
Desde entonces se ha engañado al país y al mundo entero simulando la paz y haciendo la guerra contra todos los indígenas.
Desde entonces se ha tratado de olvidar el incumplimiento de la palabra gubernamental y se ha querido ocultar la traición que gobierna las tierras mexicanas.
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II.Contra la guerra, no otra guerra sino la resistencia digna y silenciosa
Mientras el gobierno descubría a México y al mundo su voluntad de muerte y destrucción, los zapatistas no respondimos con violencia ni entramos a la siniestra competencia para ver quién causaba más muertes y dolores a la otra parte.
Mientras el gobierno amontonaba palabras huecas y se apresuraba a discutir con un rival que se le escabul1ía continuamente, los zapatistas hicimos del silencio un arma de lucha que no conocía y contra la que nada pudo hacer, y contra nuestro silencio se estrellaron una y otra vez las punzantes mentiras, las balas, las bombas, los golpes. Así como después de los combates de enero de 94 descubrimos en la palabra un arma, ahora lo hicimos con el silencio. Mientras el gobierno ofreció a todos la amenaza, la muerte y la destrucción, nosotros pudimos aprendemos y enseñarnos y enseñar otra forma de lucha, y que, con la razón, la verdad y la historia, se puede pelear y ganar ... callando.
Mientras el gobierno repartía sobornos y mentía apoyos económicos para comprar lealtades y quebrar convicciones, los zapatistas hicimos de nuestro digno rechazo a las limosnas del poderoso un muro que nos protegió y más fuertes nos hizo.
Mientras el gobierno mostraba señuelos con riquezas corruptas e imponía el hambre para rendir y vencer, los zapatistas hicimos de nuestra hambre un alimento y de nuestra pobreza la riqueza del que se sabe digno y consecuente.
Silencio, dignidad y resistencia fueron nuestras fortalezas y nuestras mejores armas. Con ellas combatimos y derrotamos a un enemigo poderoso pero falto de razón y justicia en su causa_. De nuestra experiencia y de la larga y luminosa historia de lucha indígena que nos heredaron nuestros antepasados, los ha?itantes pri1neros de estas tierras, retomamos estas armas y convertimos en soldados nuestros silencios, la di~idad en luz, y en muralla nuestra
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No obstante que, en el tiempo que duró este nuestro estar callado, nos mantuvimos sin participar directamente en los principales problemas nacionales con nuestra posición y propuestas; aunque el silencio nuestro le permitió al poderoso nacer y crecer rumores y mentiras sobre divisiones y rupturas internas en los zapatistas, y trató de vestirnos con el traje de la intolerancia, la intransigencia, la debilidad y la claudicación; pese a que algunos se desanimaron por la falta de nuestra palabra y que otros aprovecharon su ausencia para simular ser voceros nuestros, a pesar de estos dolores y también por ellos, grandes fueron los pasos que adelante nos anduvimos y vimos.
Vimos que ya no pudieron tnantener callados a nuestros muertos, muertos hablaron los muertos nuestros, muertos acusaron, muertos gritaron, 1nuertos se vivieron de nuevo. Ya no morirán jamás los muertos nuestros. Estos muertos nuestros siempre nuestros y siempre de los todos que se luchan.
Vimos a decenas de los nuestros enfrentarse con manos y uñas contra miles de armas tnodernas, los vimos caer presos, los vimos levantarse dignos y dignos resistir. Vimos a miembros de la sociedad civil caer presos por estar cerca de los indígenas y por creer que la paz tiene que ver con el arte, la educación y el respeto. Les vimos, ya moreno su corazón de lucha y ya hermanos nuestros los vimos.
Vimos a la guerra venir de arriba con su estruendo y vimos que pensaron que responderíamos y ellos harían el absurdo de convertir nuestras respuestas en argumentos para aumentar su crimen. Y trajo la guerra el gobierno y no obtuvo respuesta alguna, pero su criJnen siguió. Nuestro silencio desnudó al poderoso y lo mostró tal y como es: una bestia criminal. Vimos que nuestro silencio evitó que la muerte y la destrucción crecieran. Así se desenmascararon los asesinos que se esconden tras los ropajes de lo que ellos llaman el "Estado de derecho". Arrancado el velo tras el que se escondían, aparecieron los tibios y pusilánimes, los que juegan con la muerte por ganancias, los que ven en la sangr~ ajena una escalera, los que matan porque al matador aplauden y solapan. Y el que gobierna se
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despojó de su último e hipócrita ropaje "La guerra no es contra los indígenas", dijo mientras perseguía, encarcelaba y asesinaba indígenas. Su propia y personal guerra lo acusó de asesino mientras nuestro silencio lo acusaba.
Vimos al poderoso gobierno irritarse al no encontrar ni rival ni rendición, lo vimos entonces volverse contra otros y golpear a los que no tienen el mismo camino que nosotros pero levantan idénticas banderas: líderes indígenas honestos, organizaciones sociales independientes, mediadores, organismos no gubernamentales consecuentes, observadores internacionales, ciudadanos cualesquiera que quieren la paz. Vimos a todos estos hermanos y hermanas ser golpeados y los vimos no rendirse. Vimos al gobierno pegar a todos y, queriendo fuerzas restar, sumar enemigos lo vimos.
Vimos también que el gobierno no es uno ni es unánime la vocación de muerte que su jefe luce. Vimos que dentro tiene gente que quiere la paz, que la entiende, que necesaria la ve, que la mira imprescindible. Callados nosotros, vimos que otras voces dentro de la máquina de guerra hablaron para decir no a su camino.
Vimos al poderoso desconocer su propia palabra y mandar a los legisladores una propuesta de ley que no resuelve las demandas de los más primeros de estas tierras, que la paz aleja, y que defrauda las esperanzas de una solución justa que acabe c. )n la guerra. Lo vimos sentarse a la mesa del dinero y ahí anunciar su traición y buscar el apoyo que los d~ abajo le niegan. Del dinero recibió el poderoso aplausos, oro, y la orden de acabar con los que hablan montañas. "Que mueran los que tengan que morir, miles si es necesario, pero que se acabe es~ problema", así habló e! dinero ~1 oído del que dice que gobierna. Vimos que esa propuesta mcumpha con lo ya reconocido, con nuestro derecho a gobernar Y a gobernarnos como parte de
esta Nación .
Vimos que esa propuesta nos quiere romper en pedazos, nos quiere quitar nuestra historia, nos quiere borrar la memoria, y olvida la voluntad de todos los pueblos indios que se hizo colectiva en San
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Andrés. Vimos que esa propuesta lrae la división y la ruptura de la mano, destruye puentes y borra esperanzas.
Vimos que a nuestro silencio se sumó la voluntad de gentes y personas buenas que, en los partidos políticos, levantaron voz y fuerza organizada en contra de la mentira, y así parar se pudo la injusticia y la simulación que se pretendían como ley constitucional de derechos indios y no era más que ley para la guerra.
Vimos que, callando, mejor podíamos escuchar voces y vientos de abajo, y no sólo la ntda voz de la guerra de arriba.
Vimos que callando nosotros, el gobierno sepultó la legitimidad que dan la voluntad de paz y la razón como ruta y paso. El hueco de nuestra palabra ausente señaló la vacía y estéril palabra del que mandando manda, y se convencieron otros que no nos escuchaban y que con desconfianza nos miraban. Así, en muchos se afirmó la necesidad de la paz con la justicia y la dignidad como apellidos.
Vimos a esos todos que son los otros como nosotros, buscarse y buscar otras fonnas para que la paz volviera al terreno de las posibles esperanzas, construir y lanzar iniciativas los vimos, los vimos crecerse. Los vimos llegar hasta nuestras comunidades con ayuda haciéndonos saber que no estamos solos. Los vimos protestar marchando, firmando cartas, desplegados, pintando, cantando, escribiendo, llegando hasta nosotros. Los vimos también proponer diálogos con ellos, el verdadero, no el que se simula por la voluntad del poderoso. Vimos también que algunos fueron descalificados por la intolerancia de quienes más tolerantes ser debieran.
Vimos a otros que antes no vimos. Vimos que la lucha por la paz sumó ella, y no nosotros, a gentes nuevas y buenas, hombres y mujeres que, pudiendo optar por el cinismo y la apatía, eligieron el compromiso y la movilización.
A todos en silencio vimos, en silencio saludamos nosotros a los que buscaron y abrieron puertas, y ~n silencio les construimos esta respuesta.
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Vimos a hombres y mujeres nacidos en otros suelos sumarse a la lucha por la paz. Vimos a unos desde sus propios países tender el largo puente del "no están solos", los vimos movilizarse y repetir el "¡Ya basta!", primero los vimos imaginar y realizar reclamos de justicia, marchar como quien canta, escribir como quien grita, hablar como quien marcha. Vimos todos esos destellos rebotar en los cielos y 11egar a nuestras tierras con todos los nombres con los que José se nombra, con los rostros de los todos que en todos los mundos lugar para todos quieren.
Vimos a otros cruzar el largo puente y, desde sus suelos, lle·gar hasta los nuestros después de saltar fronteras y océanos, para observar y condenar la guerra. Los vimos llegar hasta nosotros para hacemos saber que no estamos solos. Los vimos ser perseguidos y hostigados como nosotros. Los vimos ser golpeados como nosotros. Los vimos ser calumniados como nosotros lo somos. Los vimos resistir como nosotros. Los vimos quedarse aunque los fueran. Los vimos en sus suelos hablando lo que miraron sus ojos y mostrar lo que escucharon sus oídos. Seguir luchando los vimos.
Vimos qu~ callando, más fuerte habló la resistencia de nuestros pueblos en contra del engaño y la violencia.
Vimos que en silencio también nos hablamos como lo que realmente somos no como el que trae la guerra sino como el que busca la paz, no como el que voluntad impone, sino c9mo el que un lugar donde quepan todos anhela, no como el que está solo y simula muchedumbre a su lado, sino como el que es todos aún en la silen-
ciosa soledad del que resiste.
Vimos que nuestro silencio fue escudo y espada que hirió y desgastó al que la guerra quiere y guerra impone. Vimos que nuestro silencio hizo resbalar una y otra vez a un poder que simula paz y buen gobierno, y que su poderosa máquina de muerte una y otra vez se estrelló contra el silencioso muro de nuestra resistencia. Vimos que en cada nuevo ataque menos ganaba y más perdía. Vimos que
no peleando peleábamos.
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Y vimos que la voluntad de paz también callando se afirma, se muestra y convence.
111. San Andrés: una ley nacional para todos los indígenas y una ley para la paz
Una ley indígena nacional debe responder a las esperanzas de los pueblos indios de todo el país. En San Andrés estuvieron representados los indígenas de México y no sólo los zapatistas. Los acuerdos firmados lo son con todos los pueblos indios, y no sólo con los zapatistas. Para nosotros, y para millones de indígenas y no indígenas n1exicanos, una ley que no cumpla con San Andrés es sólo una simulación, es una puerta a la guerra y un precedente para rebeliones indígenas que, en el futuro, vendrán a cobrar la factura que la historia presenta regularmente a las mentiras.
Una reforma constitucional en materia de derechos y cultura indígenas no debe ser unilateral, debe incorporar los Acuerdos de San Andrés y reconocer así los aspectos fundamentales de las demandas de los pueblos indios: autonomía, territorialidad, pueblos indios, sistemas normativos. En los Acuerdos se reconoce el derecho a la autonomía indígena y el territorio, conforme al convenio 169 de la OIT, firmado por el Senado de la República. Ninguna legislación que pretenda encoger a los pueblos indios al limitar sus derechos a las comunidades, promoviendo así la fragmentación y la dispersión que hagan· posible su aniquilamiento, podrá asegurar la paz y la inclusión en la Nación de los más primeros de los mexicanos, cualquiera reforma que pretenda romper los lazos de solidaridad históricos y culturales que hay entre los indígenas, está condenada al fracaso y es, simplemente, una injusticia y una negación histórica.
Aunque no incorpora todos los Acuerdos de San Andrés (una prueba más de que no fuimos intransigentes, aceptamos la labor de la coadyuvancia y la respetamos), la iniciativa de ley elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación es una propuesta de ley que nace del proceso de negociación y, por tanto, está en el espíritu
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de darle continuidad y razón de ser al diálogo, es una base firme que puede abrir la solución pacifica del conflicto, se convierte en una importante ayuda para anular la guerra y preceder a la paz. La llamada "ley COCOPA" se elabora sobre la base de lo que produjeron los pueblos indios desde abajo, reconoce un problema y sienta las bases para solucionarlo, refleja otra forma de hacer política, la que aspira a hacerse democrática, responde a una demanda nacional de paz, une a sectores sociales y permite seguir adelante en la agenda de los grandes problemas nacionales. Por eso hoy ratificamos que apoyamos la iniciativa de ley elaborada por la Comisión de Concordia y Pacificación y demandamos que se eleve a rango constitucional.
IV. El diálogo y la negociación, posibles si son verdaderos
Sobre el diálogo y la negociación decimos que tienen tres grandes enemigos que deben ser derrotados para poder constituirse en camino viable, eficaz y creíble. Estos enemigos son la ausencia de mediación, la guerra y el incumplimiento de los acuerdos. Y la falta de una mediación, la guerra y el incumplimiento de la palabra son res-
ponsabilidad del gobierno.
La mediación en la negociación de un conflicto e.s imprescindible, sin ella no es posible que exista un diálogo entre dos partes enfrentadas. Al destruir con su guerra a la Comisión Nacional de Intermediación, el gobierno destruyó el único puente que había para el diálogo, se deshizo de un importante obstáculo a la violencia y provocó el surgimiento de una interrogante: ¿mediación nacional o
internacional?
El diálogo y la negociación tendrán pertinencia, viabilidad y eficacia cuando, además de contar con una mediación, la confianza y la credibilidad se restituyan. Mientras tanto, sólo puede ser una farsa en la que no estamos dispuestos a participar. No para eso entramos al diálogo. Entramos para buscar vías pacíficas, no para ganar tiempo apostando a trapacerías políticas. No podemos ser cómplices
de una simulación.
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Tampoco podemos ser cínicos y fingir un diálogo sólo para evitar la persecución, el encarcelamiento y el asesinato de nuestros dirigentes. Las banderas zapatistas no nacieron con nuestros jefes, no morirán con ellos. Si nuestros dirigentes son asesinados o encarcelados, no podrán decir que fue por ser inconsecuentes o traidores.
No nos alzamos y nos hicimos rebeldes por creernos más fuertes y poderosos. Nos levantamos en demanda de democracia, libertad y justicia porque tenemos la razón y la dignidad de la historia de nuestro lado. Y con esto en las manos y el pecho, es imposible quedarse impávido frente a las injusticias, traiciones y mentiras que en nuestro país son ya un "estilo de gobierno".
La razón siempre ha sido un arma de resistencia frente a la estupidez que ahora, pero no por mucho tiempo, aparece tan arrolladora y omnipotente. Estemos o no estemos los zapatistas, la paz con justicia y dignidad es un derecho por cuyo cumplimiento seguirán luchando los mexicanos honestos, indígenas y no indígenas.
V. Resistimos, seguimos Hermanos y hermanas:
El EZLN ha logrado sobrevivir como organización a una de las ofensivas más feroces que en su contra se han desatado. Conserva intacta su capacidad militar, ha expandido su base social y se ha fortalecido políticamente al evidenciarse la justeza de sus demandas. Se ha reforzado el carácter indígena del EZLN, y sigue siendo un importante impulsor de la lucha por los derechos de los pueblos indios. Los indígenas son hoy actores nacionales y sus destinos y planteamientos forman parte de la discusión nacional. La palabra de los habitantes primeros de estas tierras tiene ya un lugar especial en la opinión pública, lo indígena ya no es turismo o artesanía, sino lucha en contra de la pobreza y por la dignidad. Los zapatistas hemos tendido un puente con otras organizaciones sociales y polfticas, y con miles de personas sin partido, de todas hemos r~cibido respeto y a todas hemos correspondido. Además hemos, junto con otros, tendido puentes a todo el mundo y hemos contribuido a crear (aliado de hombres
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y mujeres de los 5 continentes) una gran red que lucha por medios pacíficos en contra del neoliberalismo y resiste luchando por un mundo nuevo y mejor. También hemos contribuido en algo en el nacimiento de un movimiento cultural nuevo y fresco que lucha por un hombre y un mundo nuevos.
Todo esto ha sido posible gracias a nuestros compañeros y compañeras bases de apoyo, sobre ellos y ellas ha recaído el peso mayor de nuestra lucha y la han enfrentado con firmeza, decisión y heroísmo. Importante también ha sido el apoyo de los pueblos indios de todo el país, de nuestros hermanos indígenas que nos han enseñado, nos han escuchado y nos han hablado. La sociedad civiJ nacional ha sido el factor fundamental para que las justas demandas de los zapatistas y de los indígenas de todo el país continúen por el camino de las movilizaciones pacíficas. La sociedad civil internacional ha s.ido sensible y ha tenido oídos y ojos atentos para que la respuesta a las exigencias no sean más muertes o prisiones. Las organizaciones políticas y sociales independientes nos han aceptado como hermanos y así nuestra resistencia se llenó de aliento. Todos rios han ayudado para resistir a la guerra, nadie para hacerla.
Hoy, con todos los que caminan dentro nuestro y a nuestro lado, decimos: ¡Aquí estamos! ¡Resistimos!
A pesar de la guerra que padecemos, de nuestros muertos y presos, los zapatistas no olvidamos por qué luchamos y cuál es nuestra principal bandera en la lucha por la democracia, la libertad y la justicia en México; la del reconocimiento de los derechos de los pueblos indios.
Por el compromiso hecho desde el primer día de nuestro alzamiento, hoy volvemos a poner en primer lugar, por encima de nuestro sufrimiento, por encima de ·nuestros problemas, por encima de las dificultades, la exigencia de que se reconozcan los derechos de Jos indígenas con un cambio en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que les asegure a todos el respeto y la posibilidad de luchar por lo que les pertenece: la tierra, el techo, el trabajo,
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el pan, la medicina, la educación, la democracia, la justicia, la libertad, la independencia nacional y la paz digna.
VI. Es la hora de los pueblos indios, de la sociedad civil y del Congreso de la Unión. Hermanos y hermanas:
Habló ya la guerra su estridente ruido de muerte y destrucción.
Habló ya el gobierno y su máscara criminal.
Es el tiempo de que florezcan de nuevo en palabras las silenciosas armas que llevamos por siglos, es el tiempo de que hable la paz, es el tiempo de la palabra por la vida.
Es nuestro tiempo.
Hoy, con el corazón indígena que es digna raíz de la nación mexicana y habiendo escuchado ya todos la voz de muerte que viene en la guerra del gobierno, llamamos al Pueblo de México y a los hombres y mujeres de todo el planeta a unir con nosotros sus pasos y sus fuerzas en esta etapa de la lucha por la libertad, la democracia y la justicia, a través de esta ...
Quinta Declaración de la Selva Lacandona. En la que llamamos a todos los hombres y mujeres honestos a luchar por el...
RECONOCIMIENTO DE LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIOS Y POR EL FIN DE LA GUERRA DE EXTERMINIO.
No habrá transición a la democracia, ni reforma del Estado, ni solución real a los principales problemas de la agenda nacional, sin las pueblos indios. Con los indígenas es necesario y posible un país mejor y nuevo. Sin ellos no hay futuro alguno como Nación.
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Es ésta la hora de los pueblos indios de todo México. Los 11amamos para que, juntos, sigamos luchando por los derechos que la historia, la razón y la verdad nos han dado. Los llamamos para que, juntos y recogiendo la herencia de lucha y resistencia, nos movilicemos en todo el país y les hagamos saber a todos, por medios civiles y pacíficos, que somos la raíz de la Nación, su fundamento digno, su presente de lucha, su futuro incluyente. Los llamamos para que, juntos, luchemos por un lugar de respeto aliado de todos· los mexicanos. Los llamamos para que, juntos, demostremos que queremos la democracia, la libertad y la justicia para todos. Los llamamos a exigir el ser reconocidos como parte digna de nuestra Nación. Los llamamos para que, juntos, detengamos la guerra que en contra de todos hacen los poderosos.
Es ésta la !tora de la Sociedad Civil Nacional y de las organizaciones políticas y sociales independientes. Es la hora de los campesinos, de los obreros, de los maestros, de los estudiantes, de los profesionistas, de los religiosos y religiosas consecuentes, de los periodistas, de los colonos, de los pequeños comerciantes, de Jos deudores, de Jos artistas, de los intelectuales, de los discapacitados, de los seropositivos, de los homosexuales, de las lesbianas, de los hombres, de las mujeres, de los niños, de los jóvenes, de los ancianos, de los sindicatos, de las cooperativas, de las agrupaciones campesinas, de las organizaciones políticas, de las organizaciones sociales. Los llamamos a que, junto a los pueblos indios y a nosotros, luchemos contra la guerra y por el reconocimiento de los derechos indígenas, por la transición a la democracia, por un modelo económico que sirva al pueblo Y no se sirva de él, por una sociedad tolerante e incluyente, por el respeto a la diferencia, por un país nuevo donde la paz con justicia y dignidad sea para todos.
Es ésta la hora del Co11greso de la Unión. Después de una larga lucha por Iá democracia, encabezada por los partidos políticos de oposición, hay en las cámaras de diputados y senadores una nueva correlación de fuerzas que dificulta las arbitrariedades propias del presidencialismo y apunta, con esperanza, a una verdadera separación e independencia de los poderes de la Unión. La nueva composición política de las cámaras baja y alta plantea el reto de
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dignificar el trabajo legislativo, la expectativa de convertirlo en un espacio al servicio de la Nación y no del presidente en turno, y la esperanza de hacer realidad el "Honorable" que antecede al nombre colectivo con que se conoce a senadores y diputados federales. Llamamos a los diputados y senadores de la República de todos los partidos políticos con registro y a los congresistas independientes, a que legislen en beneficio de todos los mexicanos. A que manden obedeciendo. A que cumplan con su deber apoyando la paz y no la guerra. A que, haciendo efectiva la división de Poderes, obliguen al Ejecutivo federal a detener la guerra de exterminio que lleva adelante en las poblaciones indígenas de México. A que, con pleno respeto a las prerrogativas que la Constitución Política les confiere, escuchen la voz del pueblo mexicano y sea ella la que los mande en el momento de legislar. A que apoyen con firmeza y plenitud a la Comisión de Concordia y Pacificación, para que esta comisión legislativa pueda desempeñar eficaz y eficientemente sus labores de coadyuvancia en el proceso de paz. A que respondan al llamado histórico que exige pleno reconocimiento a los derechos de los pueblos indios. A que contribuyan a crear una imagen internacional digna de nuestro país. A que pásen a la historia nacional como un Congreso que dejó de obedecer y servir a uno, y cumplió con su obligación de obedecer y servir a todos.
Es ésta la hora de la Comisión de Concordia y Pacificación. Está en sus manos y habilidades el detener la guerra, cumplir lo que el Ejecutivo se niega a cumplir, abrir la esperanza de una paz justa y digna, y crear las condiciones para la convivencia pacífica de todos los mexicanos. Es la hora de hacer cumplir lealmente la ley dictada para el diálogo y la negociación en Chiapas. Es la hora de responder a la confianza que en esta Comisión depositaron, no sólo los pueblos indios que acudieron a la mesa de San Andrés, también el pueblo todo que exige el·cumplimiento de la palabra empeftada, el alto a la guerra y la paz necesaria.
Ésta es la hora de la lucha por los derechos de los pueblos indios, como un paso a la democracia, la libertad y la justicia para todos.
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Como parte de esta lucha a la que llamamos en esta Quinta Declaración de la Selva Lacandona por el reconocimiento de los derechos indígenas y por el fin de la guerra, ratificando nuestro "Para todos todo, nada para nosotros", el EJÉRCITO ZAPA TI STA DE LIBERACIÓN NACIONAL anuncia que realizará directamente y en todo México una ...
CONSULTA NACIONAL SOBRE LA INICIATNA DE LEY INDÍGENA DE LA COMISIÓN DE CONCORDIA Y PACIFICACIÓN Y POR EL FIN DE LA GUERRA DE EXTERMINIO.
Para esto nos proponemos llevar la iniciativa de ley de la Comisión de Concordia y Pacificación a una consulta nacional en todos los municipios del país para que todos los mexicanos y mexicanas puedan manifestar su opinión sobre dicha iniciativa. El EZLN enviará una delegación propia a cada uno de los municipios de todo el país para explicar el contenido de la iniciativa de COCOPA y para participar en la realización de la consulta. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente, a la sociedad civil nacional y a las organizaciones políticas y sociales para hacerles saber la convocatoria expresa.
Llamamos a:
Los pueblos indios de todo México a que, junto a los zapatistas, se movilicen y se manifiesten exigiendo el reconocimiento de sus derechos en la Constitución.
Los hermanos y hermanas del Congreso Nacional Indígena para que participen, junto a los zapatistas, en la tarea de consulta a todos los mexicanos y mexicanas sobre la iniciativa de ley de la COCOPA.
A los trabajadores, campesinos, maestros, estudiantes, amas de casa, colonos, pequeños propietarios, pequeftos comerciantes y empresarios, jubilados, discapacitados, religiosos y religiosas, jóvenes, mujeres, ancianos, homosexuales y lesbianas, niños y niñas,
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para que, de manera individual o colectiva, participen directamente con los zapatistas en la promoción, apoyo y realización de esta consulta, como un paso más a la paz con justicia y dignidad.
A la comunidad científica, artística e intelectual para que se sume a los zapatistas en las tareas de organización de la consulta en todo el territorio nacional.
A las organizaciones sociales y políticas para que, con los zapatistas, trabajen en la realización de la consulta.
A los Partidos Políticos honestos y comprometidos con las causas populares para que otorguen todo el apoyo necesario a esta consulta nacional. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente, a las direcciones nacionales de los partidos políticos en México.
Al Congreso de la Unión para que asuma su compromiso de legislar en beneficio del pueblo, para que contribuya a la paz y no a la guerra apoyando la realización de esta consulta. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente a los coordinadores de las fracciones parlamentarias y a los legisladores independientes en las cámaras de Diputados y Senadores.
A la Comisión de Concordia y Pacificación para que, cum~ pliendo con sus labores de coadyuvancia en el proceso de paz, allane el camino para la realización de la consulta sobre su iniciativa. Para esto, el EZLN se dirigirá, en su oportunidad y públicamente, a los legisladores miembros de la COCOPA.
VII. Tiempo de la palabra para la paz. Hermanos y hermanas:
Ha pasado ya el tiempo en que la guerra del poderoso habló, no dejemos que hable más.
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Es ya el tiempo de que hable la paz, la que merecemos y necesitamos todos, la paz con justicia y dignidad.
Hoy, 19 de julio de 1998, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional suscribe esta Quinta Declaración de la Selva Lacandona. Invita~nos a todos a conocerla, difundirla y a sumarse a los esfuerzos y tareas que demanda.
¡DEMOCRACIA! ¡LIBERTAD! ¡JUSTICIA!
Desde las montañas del Sureste Mexican<'
Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación NaCional. México, Julio de 1998.
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RESPUESTA A LA "QUINTA DECLARACIÓN DE LA SELVA' LACANDONA" *
Boletín N° 178/98 México, D. F., 21 de julio de 1998
En relación con el comunicado emitido por el EZLN el día de ayer, la Coordinación para el Diálogo y la Negociación en Chiapas, refrenda una vez más que el Gobierno Federal preservará la vía política y pacífica del diálogo y la negociación para dar solución al conflicto en la entidad, en los términos de la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas.
Deseamos un diálogo directo entre las partes con la coadyuvancia de la COCOPA, que mantenga una continuidad en los términos pactados en los Acuerdos de San Miguel y se encauce hacia una solución definitiva del conflicto sin vencedores ni vencidos. Un diálogo en condiciones de certeza y discreción nara ambas partes, que mantenga informada de sus avances a la opinión pública. Un diálogo sin condiciones en el que sean presentadas con toda claridad las posiciones de cada parte y confrontadas con el ánim·o de resolver las divergencias bajo el objetivo común de lograr una paz digna y justa en Chiapas. En este sentido, la COCOPA ha formulado diversas solicitudes de encuentro con el EZLN que siguen pendientes de respuesta. Resulta por lo tanto indispensable transitar del intercambio de mensajes y comunicados a los hechos concreto·s que conduzcan a retomar el diálogo y la negociación, si es que en verdad el EZLN los considera posibles como lo acaba de expresar en su reciente comu-
nicado.
Mientras tanto el Gobierno Federal continuará atendiendo las justas demandas sociales de las comunidades indígenas, sus requerimientos de bienestar social y desarrollo productivo, dando
• Boletfn No. 178/98 de la Coordinación para el diálogo, la conciliación y la paz digna en Chiapas. 21 de julio de 1998. Secretaria de Gobernación.
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cumplimiento al compromiso cuntraído con ellas para enadicar marginación y pobreza, compromiso también incluido en los Acuerdos de San Andrés. Asimismo, continuará apoyando todos Jos esfuerzos tendientes a lograr acuerdos de reconciliación intra e inter comunitaria~ que eviten cualquier expresión de violencia. Coadyuvará a la. reorganización de la seguridad pública estatal y apoyará el combate a la impunidad. No cejará en la atención y retorno de los desplazados y la canalización oportuna de la ayuda humanitaria a los mismos. Mantendrá su decidido impulso al desarrollo económico de Chiapas.
El Gobier~o Federal expresa su rechazo a las imputaciones que en el documento de referencia le ha formulado el EZLN, sobre todo aquéllas relacionadas con la práctica de una estrategia apartada . de la búsqueda del diálogo y la negociación, especialmente las que se refieren a la conducción de una "guerra de extern1inio", alejadas por completo de la realidad de lo que acontece en Chiapas. Cabe recordar que fue el Gobierno Federal quien decretó unilateralmente el cese de las hostilidades en enero de 1994 y ha mantenido invariable esa postura. Rechaza también el señalamiento del EZLN sobre el incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés. El Gobierno Federal ha cumplido tanto con los Acuerdos de San Miguel como con los de San Andrés. En estos últimos se comprometió a hacerlos llegar a las instancias de debate y decisión nacional que es el H. Congreso de la Unión y ahí se encuentran. Adicionalmente, asumió la obligación de promover la reforma de varios artículos constitucionales, lo que ha hecho con la iniciativa presidencial. Actualmente corresponde al Poder Legislativo la decisión sobre las iniciativas de derechos y cultura indígenas qtie se le han presentado. El Gobierno Federal mantiene una actitud de respeto a las deliberaciones y detenninaciones soberanas del órgano legislativo federal.
Por otra parte, resulta pertinente recordar que la iniciativa presidencial presentada ante el H. Congreso de la Unión el 15 de marzo pasado recogió e incorporó la pluralidad de ideas expresadas en la Consulta Nacional sobre Derechos y Participación Indígena realizada conjuntamente con el Poder Legislativo en marzo de 1996
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y que convocó a 34 foros estatales y 120 encuentros con pueblos y comunidades indígenas en 18 entidades de la República.
Por último, y no obstante el desacuerdo antes referido, el Gobierno Federal no desea entrar en una polémica estéril con el EZLN que enfatice las diferencias con el mismo. En su lugar mantiene, y mantendrá, una actitud constructiva a favor del diálogo y la negociación.
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CREACIÓN DE LA COCOPA*
SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN LEY para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas.
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la República.
ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, a sus habitantes sabed:
Que el H. Congreso de la Unión, se ha servido dirigirme el siguiente
DECRETO
"EL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, DECRETA:
LEY PARA EL DIÁLOGO, LA CONCILIACIÓN Y LA PAZ DIGNA EN CHIAPAS
ARTÍCULO 1.- Esta Ley tiene por objeto establecer las bases jurídicas que propicien el diálogo y la conciliación para alcanzar, a través de un acuerdo de concordia y pacificación, la solución justa, digna y duradera al conflicto armado iniciado el 1° de enero de 1994 en el Estado de Chiapas.
Para los efectos de la presente Ley, se entenderá corno EZLN el grupo de personas que se identifica como una organización de ciudadanos mexicanos, mayoritariamente indígenas, que se inconformó por diversas causas y se involucró en el conflicto a que se refiere el párrafo anterior.
Ley para el diálogo, la conciliación y la paz digna en Chiapas. Secretaria de Gobernación. Decreto de fec,~9 de mano, 1995.
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ARTÍCULO 2.- Será objeto del acuerdo de concordia y pacificación a que se refiere el artículo anterior, entre otros, pactar las bases que permitan:
1.- Asegurar la paz justa, digna y duradera en el Estado de Chiapas, dentro del pleno respeto al Estado de Derecho;
II.- Atender las causas que originaron el conflicto y promover soluciones consensadas a diversas demandas de carácter político, social, cultural y económico, dentro del Estado de Derecho y a través de las vías institucionales;
111.- Propiciar que los integrantes del EZLN participen en el ejercicio de la política dentro de los cauces pacíficos que ofrece el Estado de Derecho, con respeto absoluto a su dignidad y garantías de ciudadanos mexicanos;
IV.- Conciliar las demandas e intereses legítimos de los diversos sectores de la sociedad chiapaneca;
V.- Pron1over el bienestar social y el desarrollo econótnico sustentable en Chiapas, y
VI.- Proponer los lineamientos para la amnistía que, como consecuencia del proceso de diálogo y conciliación, concederá en su caso el Congreso de la Unión por los hechos relacionados con el conflicto en el Estado de Chiapas, iniciado a partir del 1° de enero de 1994.
ARTÍCULO 3.- En el acuerdo de concordia y pacificación previsto en esta Ley, intervendrán los representantes del Gobierno Federal y del EZLN con la participación que corresponda a la Comisión de Concordia y Pacificación.
Del Diálogo y la Negociación
ARTÍCULO 4.- Con objeto de propiciar condiciones para el djárogo y la conciliación, a partir de la fecha de publicación de la presente Ley en el Diario Oficial de la Federación y durante los treinta días
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naturales inmediatos siguientes, l~s autoridades judiciales competentes mantendrán suspendidos los procedimientos iniciados en contra de los integrantes del EZLN, que se encuentren sustraídos de la acción de la justicia, y ordenarán que se aplaée por dicho término el cumplimiento de las órdenes de aprehensión dictadas dentro de dichos procedimientos. De igual manera, la Procuraduría General de la República suspenderá, por el mismo plazo, las investigaciones relativas a los hechos a que se refiere el artículo 1 de esta Ley.
Si se ha iniciado el diálogo dentro de dicho plazo, se mantendrán las suspensiones mencionadas en el párrafo anterior, siempre que continúen las negociaciones para la suscripción del acuerdo de concordia y pacificación a que se refiere esta Ley.
ARTÍCULO 5.- El Gobierno Federal pactará con el EZLN los calendarios, agenda y, en general, las bases para el diálogo y la negociación del acuerdo de concordia y pacificación previsto en este ordenamiento, con la participación que, en su caso, corresponda a la Comisión de Concordia y Pacificación señalada en el artículo 8. Dicha Comisión propondrá, por consenso, los espacios específicos para la realización de las negociaciones que deberán ser convenidos por las partes.
ARTÍCULO 6.- En tanto se desarrolla el diálogo y la negociación, el Gobierno Federal adoptará las medidas necesarias para garantizar el libre tránsito de los dirigentes y negociadores del EZLN y asegurará que no serán molestados, en sus personas o posesiones, por autoridad federal alguna.
Las autoridades competentes del Gobierno Federal se coordinarán con las del Estado de Chiapas, y de los municipios respectivos, para que el libre tránsito y la integridad de los dirigentes y negociadores del EZLN, en sus personas y posesiones, quede garantizada, en términos del párrafo anterior, con la intervención que, en su caso, corresponda a la Comisión de Concordia y Pacificación.
En Jos espacios de negociación, determinados de común acuerdo, no se pennitirá la portación de ningún tipo de anna. El Gobierno
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Federal, en coordinación con el del Estado de Chiapas, con la intervención que corresponda a la Comisión de Concordia y Pacificación, generará medidas de distensión y demás condiciones fisicas y políticas para el diálogo.
ARTÍCULO 7.- El Gobierno Federal, en coordinación con el Gobierno del Estado de Chiapas y los ayuntamientos respectivos, otorgará garantías y facilidades a los indígenas y campesinos de la zona del conflicto para su reintegrac"ión y asentamiento en sus comunidades de origen. Esta disposición es válida para todos los indígenas y campesinos, independientemente de su participación en el grupo involucrado en el conflicto del Estado de Chiapas.
De la Comisión de Concordia y Pacificación
ARTÍCULO 8.- Se crea la Comisión de Concordia y Pacificación, integrada por los miembros de la Comisión Legislativa del Congreso de la Unión para el Diálogo y la Conciliación para el Estado de Chiapas, así como por un representante del Poder Ejecutivo y otro del Poder Legislativo del Estado de Chiapas, que serán invitados con tal objeto.
Esta Comisión coordinará sus acciones con la instancia de mediación reconocida por los negociadores.
La presidencia de la Comisión de Concordia y Pacificación estará a cargo, de manera rotativa y periódica, de los representantes del Poder Legislativo Federal. El secretariado técnico estará a cargo de integrantes de la propia Comisión designados de manera conjunta por los miembros de la misma.
La Comisión podrá designar delegados que se acreditarán ante el Gobierno Federal y el EZLN.
ARTÍCULO 9.- La Comisión para la Concordia y la Pacificación se encargará de:
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1.- Coadyuvar a fijar las bases para el diálogo y la negociación del acuerdo de concordia y pacificación a que se refiere esta Ley, las que contendrán, entre otros aspectos, los lugares y condiciones específicos de las negociaciones y la agenda de las mismas;
11.- Facilitar el diálogo y la negociación y apoyar la suscripción del acuerdo de concordia y pacificación a que se refiere esta Ley;
111.- Promover ante las autoridades competentes condiciones para real izar el diálogo en los lugares específicos que hayan sido pactados para las negociaciones, y
IV.- Gestionar ante la Secretaría de Gobernación la adopción de las medidas necesarias para la adecuada difusión de esta Ley.
De la Comisión de Seguimiento y Verificación
ARTÍCULO 10.- Una vez que se suscriba el acuerdo de concordia y pacificación a que se refiere esta Ley, o cuando Jos negociadores lo consideren procedente, se creará una Comisión de Seguimiento y Verificación, integrada de manera paritaria, en los términos que lo acuerden los propios negociadores y a la que se invitará a sendos representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo del Estado de Chiapas.
Igualmente, la Comis.ión podrá invi!ar a pers?n~ o instituciones que considere conventente para el meJor cumphmtento de su come-tido.
ARTÍCULO 11.- La Comisión de Seguimiento y Verificación se encargará de: .
1.- Dar seguimiento a los compromisos pactados dentro del proceso de concordia y pacificación, con el propósito de promover el cabal cumplimiento de los mismos;
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11.- Proponer reformas jurídicas que se deriven del acuerdo de concordia y pacificación previsto en esta Ley, y
111.- Publicar de manera periódica las acciones emprendidas y los resultados alcanzados, derivados del acuerdo para la concordia y pacificación, tendientes a resolver los problemas que dieron lugar al conflicto a que se refiere la presente Ley.
Disposiciones tinales
ARTÍCULO 12.- El Gobierno Federal promoverá la coordinación de acciones con el Gobierno del Estado de Chiapas y de sus ayuntamientos, a fin de que las acciones e inversiones federales, estatales y municipales previstas en el Plan Nacional de Desarrollo y en los programas estatal y municipales, apoyen prioritariamente el desarrollo social y económico de las comunidades indígenas y de los campesinos en esa entidad federativa.
En igual forma se promoverá la concertación de acciones con los sectores social y privado, a fin de que contribuyan a establecer y fortalecer el diálogo y la cooperación permanentes entre los diversos grupos de la sociedad chiapaneca. Asimismo, ~e fomentará la creación de fondos mixtos con recursos federales, estatales, municipales y privados para financiar programas específicos destinados a rescatar de la marginación a las citadas comunidades indígenas y de campesinos en 'el Estado de Chiapas.
ARTÍCULO 13.- Las autoridades federales, en el ámbito de sus respectivas competencias, mantendrán la soberanía, la seguridad y el orden público internos, guardando la debida coordinación con las autoridades estatales para tales efectos. Las disposiciones de esta Ley no impiden el ejercicio de las facultades otorgadas a las autoridades competentes y fuerzas de seguridad para que cumplan su responsabilidad de garantizar la seguridad interior y la procuración de justicia.
TRANSITORIOS
PRIMERO.- Esta Ley entrará en vigor el día de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
SEGUNDO.- Esta Ley será difundida en los medios de comunicación en el Estado de Chiapas y deberá fijarse en bandos en las diversas poblaciones que se encuentran en la zona de conflicto, en las lenguas que se hablen en dichas localidades.
TERCERO.- La·Comisión de Concordia y Pacificación a que se refiere esta Ley, se instalará a los tres días hábiles de la entrada en vigor de este ordenamiento.
México, D.F., a 9 de marzo de 1995.- Sen. Sami David David, Presidente.- Dip. Gerardo de Jesús Arellano Aguilar, Presidente.- Sen. Jorge Rodríguez León, Secretario.- Dip. Marcelino Miranda Añorve, Secretario.- Rúbricas".
En cumplimiento de lo dispuesto por la fracción 1 del Artículo 89 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y para su debida publicación y observancia, expido el presente Decreto en la residencia del Poder Ejecutivo Federal, en la Ciudad de México, Distrito Federal, a los diez días del mes de marzo de mil novecientos noventa y cinco.- Ernesto Zedillo Ponce de León.- Rúbrica.- El Secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán.- Rúbrica.
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CONCLUSIÓN DE LAS TAREAS DE MEDIACIÓN DE LA CONAI*
Catedral de la Paz 7 de junio de 1998
HACIA UNANUEVAETAPADELPROCESODEPAZ
La voluntad de Dios, manifestada a través de su Santidad el Papa Juan XXIII, me pidió desde hace más de 38 años el servicio como Obispo de la Diócesis llamada entonces de Chiapas y, después de la erección de la de Tuxtla Gutiérrez, de la que quedó conocida como San Cristóbal de Las Casas, por el nombre de su sede.
La tarea específica de una acción evangelizadora, dirigida a todos y en especial a los más pobres y necesitados, en nuestro caso a los indígenas, la entendimos y la vivimos siempre como la predicación del Evangelio de Cristo, esto es, como el anuncio y la construcción del Reino de Dios en la Justicia, en la Verdad, en el Amor y en la Paz. Si bien es cierto que el Concilio Ecuménico Vaticano 11, en cuyas sesiones por la gracia de Dios estuve participando, agregó una iluminación especial que me ayudó a entender mejor la incidencia histórica del quehacer pastoral.
De ahí que al surgir en enero de 1994 un conflicto armado, no hayamos dudado los Obispos de Chiapas en condenar la violencia, al paso que reconocimos la legitimidad de las causas justas que se· enarbolaron y ofrecimos nuestros buenos oficios para que se buscara una salida pacífica. Esto lo consideramos como uno de los aspectos de nuestro quehacer pastoral.
Así tampoco juzgué ajena a la misión episcopal la propuesta de participar en la Comisión Nacional de Intermediación {CONAI) y servir como mediador en un proceso de diálogo que buscaba una solución pacifica para Chiapas y para todo el País. Es más, aceptamos en la Diócesis que la primera etapa del diálogo, que por las circunstancias exigfa de especial seguridad, se llevara a cabo en la propia
• Documentos suministrados por la CONAI
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Catedral, que se convirtió así en un símbolo de nuestra preocupación por la Paz.
No hemos ignorado, al aceptar la Mediación: que el proceso de Paz tenía una dimensión nacional e internacional; que suscitaba a diferentes niveles grandes y legítimas expectativas; que traería consigo la incomprensión, el sufrimiento y las presiones de diferente índole; que la CONAI tendría que pasar por diferentes etapas y adaptaciones para garantizar a las partes, a la sociedad mexicana y al consorcio internacional ante cuyo seguimiento se ha desarrollado este proceso, la credibilidad de las afirmaciones y acciones en él desarrolladas; que la Mediación estaba al servicio de las Partes: Gobierno y EZLN, sin representar a ninguna de ellas ante la otra, o ante la sociedad, sino ubicada en el proceso de Paz.
Por otra parte, varios condicionamientos que afectaban la continuación del diálogo, mencionados por el EZLN y considerados atendibles por el Gobierno, fueron reconocidos, pero luego considerados inaceptables. El cumplimiento de lo acordado en la Mesa 1 de San Andrés se convierte en una afirmación reiterada que no se con-. cretiza. El EZLN, ante esta situación, dijo sus últimas palabras para sumirse luego en un largo, comprensible y al final pesado silencio, que fue leído por la otra parte como rechazo al diálogo.
En el momento presente, a pesar de las afirmaciones dichas en contrario, es evidente que el Gobierno ha desistido del camino del diálogo según el modelo que se observaba en San Andrés, para ejecutar unilateralmente lo acordado y transitar hacia la temática pendiente, invocando un diálogo directo, sin que sea necesaria ninguna Mediación.
Se constata, además de la interrupción del diálogo, no sólo el deterioro de la situación en Chiapas y en el País, sino una constante y creciente agresión gubernamental a la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, a la Mediación y al mediador mismo, puesta en marcha por distintas instancias oficiales y recientemente llevada a cabo, con signos y palabras, por el propio titular del Ejecutivo en diversas ocasiones.
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Esta agresión a la Diócesis, que se inicia inclusive antes del conflicto, se ha convertido ya en una persecución sistemática contra ella y se ha concretizado en numerosas acciones: expulsión de 7 sacerdotes por falsas acusaciones; negación práctica de residencia a los agentes de pastoral extranjeros; encarcelamiento de 4 sacerdotes falsamente acusados y con franca violación a sus derechos humanos; cierre de unos 40 templos (alguno de ellos ocupado por el ejército mexicano); órdenes de aprehensión a numerosos sacerdotes, religiosas y misioneros; presión a varios campesinos para que afirmen que la Diócesis entrega armas a las comunidades; directrices a varios medios de comunicación para que tergiversen las noticias; generación de un clima de linchamiento; profanación del Santísimo Sacramento en varios templos, hecha por la policía de seguridad. Todo lo cual indica que esta persecución religiosa ya no se dirige únicamente a nuestra Diócesis, so pretexto de condicionar la Mediación para el diálogo, sino visualiza a la Iglesia católica de todo el País. ·
Con las limitaciones propias de la naturaleza humana, la Mediación ha cumplido con su tarea, esforzándose en momentos críticos del proceso de diálogo porque éste no se rompa, sin importar su propio desgaste.
Constato claramente que se ha terminado una etapa del proceso de paz en la que cumplimos responsablemente con lo que nos tocaba hacer para edificarla. Agradezco a todos aquéllos que me acompañaron en la tarea mediadora, particularmente a los miembros de la CONAI, que con generosidad y entusiasmo dieron su con-tribución por la Paz.
Ha de construirse otra etapa en la que se recreen las condiciones del proceso de paz con un diálogo y negociación que miren a la solución pacífica de las causas del conflicto.
La construcción de la Paz es para todo Obispo una tarea irrenunciable que se cumple de diferentes maneras y mediante diversos instrumentos a lo largo de la historia, según las situaciones por las que se atraviese. Continuar, con la fuerza de Dios y la iluminación
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de su Espíritu, en el empeño de construir la Paz verdadera desde Chiapas, sabiendo que ésta no se puede confundir con aquélla que surge de la represión selectiva a las comunidades, ni con los enfrentamientos que otros provocan en ellas, ni tampoco se puede alcanzar por caminos de desarticulación que rompe la unidad de las legítimas diferencias. La demanda de los derechos individuales y colectivos forma parte de nuestra acción Pastoral.
El Romano Pontífice actual su Santidad Juan Pablo 11, (cuya presencia en México es anunciada para el22 de enero próximo), así lo resumía al dirigirse el pasado 7 de abril a los jóvenes del mundo: "Los derechos de la persona son el elemento clave de todo el orden social. Reflejan las exigencias objetivas e inolvidables de una ley moral universal, que tiene su fundamento en Dios, primera Verdad y Sumo Bien. Precisamente por eso son el fundamento y la medida de toda organización humana, y solamente basados en ellos se puede construir una sociedad digna del hombre, arraigada sólidamente en la verdad, articulada según las exigencias de la justicia y vivificada por el amor. Ante las diversas formas de opresión existentes en el mundo, la Iglesia no duda en denunciar, con valentía, las violencias."
En esta nueva etapa, además del trabajo por la reconciliación y una unidad de nuevo cuño en la que no haya excluidos, aparece la responsabilidad de todos por construir un orden nuevo, con una conciencia histórica que abarca impresionantemente un abanico social cada vez más amplio.
Reconciliación profunda, unidad que convoca a todos, participación más diversificada y consciente, búsqueda de la verdadera justicia, son los caminos por donde deben transitar aquéllos cuyo objetivo es construir la verdadera Paz.
"Para que edifiques y plantes" Samuel Ruiz García, Obispo de San Cristóbal de las Casas San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. a 7 de junio de 1998. POR LA PAZ: UNA MAYOR PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD
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Ante la declaración pública hecha hoy por don Samuel Ruiz, Obispo de San Cristóbal y presidente de la CONA!, en su documento "Hacia una nueva etapa del proceso de Paz", los demás miembros de la CONAI manifestamos lo siguiente:
l. Reconocemos la lucha de don Samuel Ruiz en favor de la paz y la justicia, así como su empeño en trabajar colegiadamente en esta misión tan delicada para Chiapas y para México.
2. Constatamos que el Gobierno continúa desmantelando las condiciones necesarias para el diálogo y la negociación, a través de hechos como los siguientes:
a. La creciente militarización de las comunidades indígenas, sobre todo a partir de la masacre de Acteal;
b. La multiplicación de los grupos paramilitares, que continúan aétuando con total impunidad en contra de los pueblos indígenas;
c. El incumplimiento de los procedimientos y contenidos convenidos en los distintos acuerdos de San Andrés, especialmente los relacionados con los Derechos y Cultura indígenas;
d. La escalada en el uso de medidas de fuerza en contra de los municipios autónomos, operadas por el Gobierno del Estado, y agravadas por la reciente propuesta unilateral de remunicipal i-zación;
e. La dolorosa e irresuelta realidad de los desplazados y de los simpatizantes zapatistas injustamente encarcelados;
f Las campañas de desprestigio y las crecientes·agresiones deliberadas y dolosas en contra de la CONAI y en particular de su Presi-
dente.
3. Por lo anterior, entendemos y reconocemos las razones que llevaron a don Samuel Ruiz a declarar "que ha terminado una etapa del
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proceso de paz". En consecuencia consideramos que la CONAI ha concluido su tarea de mediación.
4. Frente a la actual y dificil situación:
a. Exigimos al Gobierno Federal y al Gobierno del Estado que por la vía de los hechos acrediten su voluntad de resolver, mediante el diálogo y la negociación con el EZLN, las causas que originaron el conflicto, y renuncien a su actual estrategia de guerra.
b. Reiteramos nuestro llamado al EZLN para que, no obstante las provocaciones gubernamentales, continúe luchando en favor de una solución política a las injusticias estructurales de Chiapas y del País.
c. Exhortamos a la sociedad civil de Chiapas, de México y del mundo, y a todas las fuerzas políticas del país a que asuman un papel más activo que frene la estrategia de guerra del gobierno y favorezcan una paz justa y digna, la cual no será posible sin el respeto de los derechos colectivos de los pueblos indios y un avance significativo en la reforma del Estado y en la transición a la democracia .
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Concepción Calvillo V da. de Nava, Juan Bañuelos, Pablo González Casanova, Óscar Oliva, Raymundo Sánchez Barraza.
Secretariado: Miguel Álvarez, Gonzalo Ituarte, Pedro Nava, Salvador Reyes
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CUADRO COMPARATIVO DE LOS ACUERDOS DE SAN ANDRÉS (firmados entre el gobierno federal.y el EZLN el16 de febrero de 1996), LA INICIATIVA DE LA COCOPA Y LAS MODIFICACIONES DEL GOBIERNO*
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Introducción y antecedentes
históricos
Índice parcial de desacuerdos
Introducción y antecedentes históricos
Cuadro comparativo
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El 16 de febrero de 1996 fueron firmados los primeros y únicos acuerdos entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Gobierno Federal. Seis meses después los acuerdos quedaban sin cumplir. Por ésa, y otras razones, las comunidades indígenas que forman la base de apoyo del EZLN ordenaron a la delegación zapatista de no presentarse en la sesión del diálogo programada para e14 de septiembre de 1996. Los zapatistas se quejaban que el gobiem(t'sólo esperaba el momento oportuno para implementar la solución militar. Antes de regresar a la mesa del diálogo, el EZLN pedía el cumplimiento de cinco requisitos:
1. La instalación de la Comisión de Seguimiento y Verificación, 2. La liberación de los presuntos zapatistas presos, 3. Un fm a la guerra sucia Y las campañas paramilitares en el norte de Chiapas, 4.Una comisión gubernamental con capacidad de solución, s. El cumplimiento de los acuerdos sobre derechos y cultura indige-na de San Andrés.
El 29 de noviembre de 1996, como parte de un esfuerZo para resolver la crisis, la Cocopa presentó una propuesta tanto al EZLN
• Procedencia: página de internet http:/naneta.apc.org/cdhbcasas/snandreslacuerdos.htm. Centro de derechos
humanos Fray Bartolomé de 1~ Casas. rl
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como al gobierno federal (vía fax). Aclaro que se trataba de un documento final y que por lo tanto se esperaba una respuesta de sí o no al documento completo. Los zapatistas juzgaron que el documento de la Cocopa omitía muchos de los acuerdos ya firmados en San Andrés. Sin embargo, el 30 de noviembre aceptaron el documento completo. Aunque el documento de la Cocopa estaba basado en los acuerdos ya firmados, el gobierno federal admitió que cuando firmó los acuerdos en febrero no pensaba tener que cumplirlos y aun necesitaban consultar con sus constitucionalistas acerca de ciertas dudas constitucionales. Zedillo solicitó un plazo no mayor de 15 días. El 19 de diciembre, el EZLN recibió el documento que se suponía era la respuesta del Ejecutivo federal a la iniciativa de la Cocopa. Después de analizarlo y valorarlo, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN dio a conocer, elll de enero de 1997 que consideraba la propuesta gubernamental "un incumplimiento de los acuerdos de San Andrés, por ser una burla a la demanda nacional e internacional de una paz justa y digna, y por no satisfacer los reclamos Indígenas de una nueva relación con la nación mexicana.". El EZLN reiteró que aceptaba el documento de la Cocopa. El gobierno federal aumentó la cantidad de soldados, municiones, vuelos, y patrullas en la zona de conflicto.
Aquí, para que ustedes puedan formar su propia opinión, les presentamos un cuadro comparativo. En la primera columna se presentan los acuerdos de San Andrés, en la segunda está la iniciativa de reformas constitucionales presentada por la Cocopa y aceptadas por el EZLN. En la tercera columna están las "observaciones" y modificaciones del gobierno que algunos encuentran infundados e incoherentes a los acuerdos ya firmados en San Andrés. Para facilitar su lectura del siguiente cuadro, hemos organizado el índice que sigue.
Índice parcial del cuadro comparativo
·Convenio 169 de la OIT: El Tratado denominado el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya forma parte del sistema jurídico mexicano. Fue firm'ado por el presidente de la República y ratificado por el Senado de la República, que son las
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dos condiciones que exige la Constitución para que un tratado tenga validez. Los acuerdos de San Andrés se apegan al Convenio 169 de la OIT.••
·Definición de pueblo indígena: Los acuerdos de San Andrés y el documento de Cocopa contienen la definición de pueblos Indígenas mientras la propuesta de Gobernación la omite.
·Derecho o interés público: Los acuerdos de San Andrés y el documento de la Cocopa plantean a la comunidad como entidad de derecho público. El documento del gobierno lo cambió a interés público. ¿Qué importancia puede tener esta diferencia?
·OIT: véase Convenio 169 de la OIT.
·Sistemas normativos o usos y costumbres: Los acuerdos de San Andrés y el documento de la Cocopa hablan de sistemas normativos mientras que Gobernación habla de usos y costumbres. ¿Qué importancia puede tener esta diferencia?
. Territorio: Los acuerdos de San Andrés y el documento de la Cocopa hablan de territorio mientras que la propuesta del gobierno no.
•• Adelfo Regino explica ... el derecho civil pertenece al derecho privado porque el código civil protege el interés de particulares. En cambio el derecho administrativo forma parte del derecho público porque el derecho administrativo se supone protege el interés del Estado o de la Administración Pública Federal. Entonces, primero que nada es lógico que tiene mayor peso y categoría, una mayor trascendencia, que una entidad o una derminada persona jurfdica colectiva sea una enti.dad de der~cho púb~ic~ que si~pl.e d~ interés público. Por ejemp!o en Méxaco son de mter~s pubhco las mstatucaon~s de beneficencia social, ... el panteón de una comumdad, las calles de determmada población." Francisco López Bárcenas ~xplica "De interés público es lo que interesa a todos los miembros de una sociedad o sea que no solamente me beneficia a mf o a otro en lo i~dividual."
e
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Iniciativa COCOPA. 29 noviem- Observaciones del Gobierno 20 Acuerdo de San Andrés bre 1996 (Sul5rayado: eliminado o diciembre. 1996 (Negritas: agrega-16 de febrero de 1996
modificado por Gobierno) do o modificado por el Gobierno) 1
l. Reconocer a los pueblos indígenas en la Constitución ge- La nación mexicana tiene una com- La nación mexicana tiene una neral. El Estado debe promover el reconocimiento, como posición pluricultural sustentada composición pluricultural garantía constitucional, del derecho a la libre detennina- originalmente en sus pueblos indi- sustentada originalmente en sus ción de los pueblos indígenas que son los que "descienden genas, gue son aguéllos gue des- pueblos indígenas a los cuales, en de poblaciones que habitaban en el país en la época de la cien den de ¡zoblaciones gue los términos de esta conquista o la colonización y del establecimiento de las ac- habitaban en el ¡zaís al iniciarse la Constitución, se les reconoce el tuales fronteras estatales, y que, cualquiera que sea su situa- colonización y antes de gue se esta- derecho a la libre determinación ción jurfdica, conservan sus propias instituciones sociales, blecieran las fronteras de los Esta- que se expresa en un marco de económicas, culturales y políticas, o parte de ellas. La con- dos Unidos Mexicanos~ y gue autonomía respecto a sus formas ciencia de su identidad indígena deberá considerarse un cri- cualguiera gue sea su situación ju- internas de convivencia y de terio fundatñental para determinar los grupos a los que se ridic!b conservan sus ¡zronias insti- organización social, económica, aplican las disposiciones" sobre pueblos indígenas. Pro- tuciones socialess económicas2 económica, política y cultural. nunciamiento Conjunto, p. 3. culturales y ¡zolíticas2 o ¡zarte de Dicho derecho les permitirá:
ellas.
Los ¡zueblos indígenas tienen el derecho a la libre detenninación ~ como ex¡zresión de ésmz a la autonomía como ¡zarte del Estado mexicano! nara:
2. Dicho marco juridico ha de edificarse a partir de reconocer la libre determinación de los pueblos indigenas, que son los que teniendo una continuidad histórica con las sociedades anteriores a la imposición del régimen colonial, mantienen identidades propias, conciencia de las mismas y la voluntad de preservarlas, a partir de sus caracteristicas culturales, sociales, politicas y económicas, propias y diferenciadas ... Propuestas Conjuntas p.2
La· autonomfa es la expresión concreta del ejercicio del de-~~ la libre determinación, expresada como un marco que se conforma como parte del Estado Nacional... Pro-~estas Corguntas, p. 2
3. La legislación nacional debe ~onocer a los pueblos indigenas como los sujetos de los derechos a la libre determinación y autonomía. Propuestas Conjuntas, p 2
.
5. l. El reconocimiento en la constitución política nacional de ... e) Derechos sociales. Para que se garanticen sus formas de organización social, la satisfacción de sus necesidades humanas fundamentales y sus instituciones internas. Pronunciamiento Conjunto, p. 7.
La autonomía es la expresión concreta del ejercicio del derecho a la libre determinación... Los pueblos indígenas podrán, en consecuencia, decidir su fonna de gobierno interna y sus maneras de organizarse polftica, social, económica y culturalmente ... Propuestas Conjuntas, p. 2.
l. -La crea9,ón de un nuevo marco jurídico que establezca una nueva relación entre los pueblos indígenas y el Estado, con base en el reconocimiento d~ su derecho a la libre determinación y de los derechos jurídicos, políticos, sociales, económicos y culturales que de él se derivan... Propuestas Conjuntas, p. 2.
l. Decidir sus formas internas de convivencia y de organización social, económica, política y cultural;
Nuevo Marco Juridico.
5.1. El reconocimiento en la Constitución Politica nacional de demandas indigenas que deben quedar consagradas como derechos legítimos ...
b) Derechos de jt,1risdicción. Para que se acepten sus propios procedimientos para designar sus autoridades y sus sistemas nót ii4_tivos para la resolución de conflictos internos, con respeto a los derechos humanos. Pronunciamiento Conjunto, p. 7.
b) Obtener el reconocimiento de sus sistemas normativos internos para la regulación y sanción, en tanto no sean contrarios a las Garantías Constitucionales y a los Derechos Humanos, en particular los de las mujeres; Propuestas Conjuntas, p. 5.
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JI. Aplicar sus sistemas normativos en la regulación y solución de conflictos internos, respetando las garantías individuales, los derechos humanos ~ particular. la dignidad e integridad de las mujeres; sus procedimientos, juicios y decisiones serán convalidados por las autoridades jurisdiccionales del Estado;
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l. Aplicar sus normas, usos y costumbres en la regulación y solución de conflictos internos entre sus miembros, respetando las garantías que establece esta Constitución y los derechos humanos, asr como la dignidad e integridad de las mujeres. Las leyes locales preverán el reconocimiento a las instancias y procedimientos que utilicen para ello, y establecerán las normas para que sus juicios y resoluciones sean homologados por las autoridades jurisdiccionales del Estado;
2 ... El reconocimiento de espacios jurisdiccionales a las autoridades designadas en el seno de las comunidades, pueblos indígenas y municipios, a partir de una redistribución de competencias del fuero estatal, para que dichas autoridades estén en aptitud de dirimir las controversias internas de convivencia, cuyo conocimiento y resolución impliquen una mejor procuración e impartición de justicia. Propuestas Conjuntas, p. 6.
l... f) En el contenido de la legislación, tomar en consideración la pluriculturalidad de la nación mexicana que refleje el diálogo intercultural con nonnas comunes para ·todos los mexicanos y respeto a los sistemas nonnativos internos de los pueblos indígenas. Propuestas conjuntas, p. 12.
e) Legislar sobre los derechos de los pueblos indigenas a elegir a sus autoridades y ejercer la autoridad de acuerdo a sus propias normas en el interior de sus ámbitos de autonomía, garantizando la participación de la mujeres en condiciones de equidad. Propuestas Conjuntas, p. 12.
b) Derechos de,jurisdicción. Para que se -~ten sus propios procedimientos para ~ sus autoridades y sus sistemas normativos para la resolución de conflictos internos, con respeto a los derechos humanos. Pronunciamiento Conjunto, p. 7.
6 ... h) Designar libremente a sus representantes, tanto comunitarios como en los órganos de gobierno municipal, y a sus autoridades como pueblos indfgenas, de conformidad con las instituciones y tradiciones propias de cada pueblo; Propuestas Conjuntas, p.5.
111. Elegir a sus autoridades y ejercer sus formas de gobierno interno de acuerdo a sus normas en los ámbitos de su autonomía. garantizando la participación de las mujeres en condiciones de equidad;
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11. Elegir a sus autoridades municipales y ejercer sus formas de gobierno interno, siempre y cuando se garantice el respeto a los derechos politicos de todos los ciudadanos y la participación de las mujeres en condiciones de igualdad;
e) ... Se propone al Congreso de la Unión el reconocimiento, en reformas constitucionales y polfticas que se deriven, del derecho de la mujer indfgena para participar, en un plano de igualdad, con el varón en todos los niveles de gobierno y en el desarroJio de los pueblos indígenas. Propuestas Conjuntas, p. 4.
l. El reconocimiento en la Constitución Polftica nacional ...
a) Derechos Politicos. Para fortalecer su representación polftica y participación en las legislaturas y en el gobierno, con respeto a sus traciciones para garantizar la vigencia de sus formas propias de gobierno interno.
5 ... e) Participación en los órganos de representación nacional y estatal. Ha de asegurarse la p¡uticipación y representación politicas local y nacional de los pueblos indígenas en el ámbito legislativo y · los niveles de gobierno, respetando sus diversas carapterfsticas socioculturales a fm de construir un nuevo federalismo. Proouestas Coniuntas. o. 4.
N. Fortalecer su participación y representación polfticas de acuerdo con sus especificidades culturales;
111. Fortalecer su participación y representación polfticas de conformidad con sus especificidades culturales;
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----·-.... mv ... • UlJU.'I~~\US '-...Ol'\JUntas. p. 4. \ \ \
1 2. El Gobierno Federal asume el compromiso de construir, con los diferentes sectores de la sociedad y en un nuevo federalismo, un nuevo pacto social que modifique de raíz las relaciones sociales, politica$, económicas y culturales con los pueblos indigenas. El pacto debe erradicar las formas cotidianas y de vida pública que generan y reproducen la subordinación, desigualdad y
. discriminación, y debe hacer efectivos los derechos y garantfas que les corresponden: derecho a su diferencia cultural; derecho a su hal>itat: uso y disfrute del territorio, conforme al articulo 13.2. del Convenio 169 de la OIT; derecho a su autogestión polftica comunitaria; derecho al desarrollo de su cultura; derecho a sus sistemas de producción tradicionales; derecho a la gestión y ejecución de sus propios proyectos de desarrollo. Pronunciamiento Conjunto, orginal p. 9.
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V. Acceder de manera colectiva al uso y disfrute de los recursos naturales de sus tierras y territorios. entendidos éstos como la totalidad del habitat que los pueblos indfgenas usan u ocupan. salvo aquéllos cuyo dominio directo corresponde a la Nación;
IV. Acceder al uso y disfrute de los recursos naturales de sus · tierras, respetando las formas, modalidades y limitaciones establecidas para la propiedad por esta Constitución y las leyes;
e) En materia de recursos naturales, reglamentar un orden de preferencia que privilegie a las comunidades indígenas en el otorgamiento de concesiones para obtener los beneficios de la explotación y aprovechamiento de los recursos naturales; Propuestas Conjuntas, p. /2.
b) Legislar para que se "garantice la proteción a la integridad de las tierras de los grupos indígenas", tomando en consideración las especificidades de los pueblos indígenas y las comunidades, en el concepto de integridad territorial contenido en el Convenio 169 de la OIT, asf como el establecimi~to de procedimientos y me_canismos para la regularización de las formas de la propiedad indígena y de fomento a la cohesión cultural; Propuestas Conjuntas, p. l.
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5.- Se propone al Congreso de la Unión ... a) Tenitorio. Todo pueblo indígena se asienta en un territorio que cubre la totalidad del habitat que los pueblos indfgenas ocupan o utilizan de alguna manera. El territorio es la base material de su reproducción como pueblo y expresa la unidad indisoluble hombre-tierra-naturaleza. Propuestas Conjuntas, pp.3-4.
6. Producción y empleo ... Se debe buscar el reconocimiento en el sistema juridico mexicano federal y estatal, del derecho de los pueblos indigenas al uso sostenible y a todos los beneficios derivados del uso y aprovechamiento de los recursos naturales de los territorio que ocupan o utilizan de alguna manera. .. Propuestas Conjuntas, p. 8.
6. Se propone al Congreso de la Unión y a las legislaturas de los estados ... d) acceder de manera colectiva al uso y disfrute de los recursos naturales, salvo aquéllos cuyo dominio directo corresponda a la nación; Propuestas Conjunta, p. 5.
2. Sustentabilidad. Es indispensable y urgente asegurar la perduración de la naturaleza y la cultura en los territorios que ocupan y utilizan de alguna manera los pueblos indígenas, según los defme el articulo 13.2. del Convenio 169 de la OIT ... Pronunciamientos Conjuntos, p. 5.
3 ... 4. Promover las manifestaciones culturales de los pueblos indígenas. El Estado debe impulsar polfticas culturales nacionales y locales de reconocimiento y ampliación de los espacios de los pueblos indígenas para la producción, recreación y difusión de sus cultui"aS;' de promoción y coordinación de las actividades e instituciones dedicadas al desarrollo de laS culturas indígenas, con la participación activa de los pueblos indfgenas y de incorporación del conocimiento de las diversas prácticas culturales en los planes y programas de estudio de las instituciones públicas y privadas. El conocimiento de las culturas indígenas es
VI. Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que configuran su cultura e identidad, y VII. Adquirir, operar y administrar sus propios medios de comunicación.
V. Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que configuren su cultura e identidad, y
VI. Adquirir, operar y administrar sus propios medios de comunicación, conforme a la ley
enriquecimiento nacional y un paso necesario para eliminar incomprensiones y discriminaciones hacia los indtgenas. Pronunciamiento Conjunto, p.4.
1. .. i) Legislar sobre los derechos de los pueblos indigenas al libre ejercicio y desarrollo de sus culturas y su acceso a los medios de qununicación. Propuestas Conjuntas, p. 12: 6. Se propone al Congreso de la Unión ... e) promover el desarrollo de los diversos componentes de su identidad y patrimonio cultural. i) promover y desarrollar sus lenguas y culturas, asf como sus costumbres y tradiciones tanto polfticas como sociales, económicas, religiosas y culturales. Propuestas Conjuntas, p. 5.
8. Medios de comunicación.... es indispensable dotar a estos pueblos de sus propios medios de comunicación, los cuales son también instrumentos claves para el desarrollo de sus culturas ... Propuestas Conjuntas, p. 9.
g) en la Carta Magna, asegurar la obligación de no discriminar por origen racial o étnico, lengua, sexo, creencia o condición social, posibilitando con ello la tipificación de la discriminación social como delito. Propuestas Conjuntas, p. 12.
3. Conocimiento y respeto a la cultura indígena. Se estima necesario elevar a rango constitucional el derecho de todos los mexicanos a una educación pluricultural que reconozca, difunda y promueva la historia, costumbres, tradiciones y, en general, la cultura de los pueblos indígenas, raíz de nuestra identidad nacional. Propuestas Conjuntas, p. 7.
4. Promover las manifestaciones culturales de los pueblos indígenas. El Estado debe impulsar polfticas culturales nacionales y locales de reconocimiento y ampliación de los espacios de los pueblos indígenas para la producción, recreación y difusión de sus culturas; de promoción y coordinación de las actividades e instituciones dedicadas al desarrollo de las culturas indígenas, con la
La Federación, los estados y los municipios deberán, en el ámbito de sus respectivas competencias, y con el concurso de los pueblos indígenas, promover su desarrollo equitativo y sustentable y la educación bilingüe e intercultural. Asimismo, deberán impulsar el respeto y conocimiento de las diversas culturas existentes en la Nación y combatir toda fonna de discriminación.
Las autoridades educativas federales. estatales y municipales. en consulta con los pueblos indígenas, definirán y desarrollarán programas educativos de contenido regional, en los que reconocerán su herencia cultural.
La Federación, los estados y los municipios deberán, en el ámbito de sus respectivas comp~tencias, y con el concurso de los pueblos indígenas, promover el desarrollo equitativo y sustentable y la educación bilingüe e intercultural. Asimismo, deberán impulsar el respeto y conocimiento de las diversas culturas existentes en la Nación y combatir toda forma de discriminación.
Las autoridades educativas competen tes, tomando en cuenta la opinión de los pueblos indígenas, definirán . y desarrollarán programas educativos de contenido regional, en los que reconocerán su herencia cultural.
1 participación activa de los pueblos indígenas; y de incorporación. del conocimiento de laS diversas prácticas culturales en los planes y programas de estudio de las instituciones públicas y privadas. El conocimiento de las culturas indigenas es enriquecimiento nacional y un paso necesario para eliminar incomprensiones y discriminaciones hacia los indigenas. Pronunciamiento Cof!iwúo, p. 4. El reconocimiento de espacios jurisdiccionales a las autoridades designadas en el seno de las comunidades, pueblos indfgenas y municipios, a partir de una redistribución de competencias del fuero e~, para que dichas autoridadades estén en aptitud de dirimir las controversias internas de convivencia, cuyo conocimiento y resolución impliquen una mejor procuración e impartición de justicia. Propuestas Con-juntas, p. 6.
2.- Libre determinación. El Estado respetará el ejercicio de la libre determinación ... Respetará asimismo las capacidades de los pueblos y comunidades indfgenas para determinar su orooio desarrollo. en tanto se
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respete el interés nacional y público. Los distintos niveles de gobierno e instituciones del Estado Mexicano no intervendrán unilateralmente en los asuntos y decisiones de los pueblos y comunidades indígenas, en sus organizaciones y formas de representación y en sus estrategias vigentes de aprovechamiento de los recursos.
3. Sustentabilidad. Es indispensable y urgente asegurar la perduración de la naturaleza y la cultura en los territorios de los pueblos indígenas. Se impulsará el reconocimiento, en la legislación, del derecho de los pueblos y comunidades indígenas a recibir la indemnización correspondiente, cuando la explotación de los recursos naturales que el Estado realice, ocasione daños en su habitat que vulneren su reproducción cultural. Para los casos en los que el daño ya se hubiera causado, y los pueblos demuestren que las compensaciones otorgadas no permiten su reproducción cultural, se promoverá el establecimiento de mecanismos de revisión que permitan que de manera conjunta, el Estado y los afectados analicen el caso concreto. En ambos casos
los mecanismos compensatodos buscarán - • "- ----"--#~l.la A~ /nc
los mecanismos compensatorios buscarán asegurar el desarrollo sustentable de los pueblos y comunidades indigenas. Asimismo, impulsar, de común acuerdo con los pueblos indigenas, acciones de rehabilitación de esos territorios, y respaldar sus iniciativas para crear condiciones que aseguren la sustentabilidad de sus prácti~ de producción y de vida.
4. Consulta y acuerdo. Las políticas, leyes, programas y acciones públicas que tengan relación con los pueblos indfgenas serán consultadas con ellos. El Estado deberá impulsar la integridad y concurrencia de todas las instituciones y niveles de gobierno que inciden en la vida de los pueblos indigenas, evitando las prácticas parciales que fraccionen las políticas públicas. Para asegurar que su acción corresponda a las caracteristicas diferenciadas de los diversos pueblos indígenas, y evitar la imposición de polfticas y programas uniformadores, deberá garantizarse su participación en todas las fases de la acción pública, incluyendo su concepción, planeación y evaluación. Prormestas Coniuntas. oo. 1 O -11.
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4. Educación Integral Indfgena. Los gobiernos se comprometen a re$petar el quehacer educativo de los pueblos indígenas dentro de su propio espacio cultural. La asignación de los recursos financieros, materiales y humanos deberá ser con equidad para instrumentar y llevar a cabo acciones educativas y culturales que detenninen las comunidades y pueblos indígenas. Propuestas Conjuntas, p. 7.
4. Promover las manifestaciones culturales de los pueblos indígenas. El Estado debe impulsar polfticas culturales nacionales y locales de reconocimiento y ampliación de los espacios de los pueblos indígenas para la producción, recreación y difusión de sus culturas; de promoción y coordinación de las actividades e instituciones dedicadas al desarrollo de las culturas indígenas, con la participación activa de los pueblos indígenas; y de incorporación del conocimiento de las diversas prácticas culturales en los planes y programas de estudio de las instituciones educativas públicas y privadas. El conocimiento de las culturas indígenas es
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enriquecimiento nacional y un paso necesario para eliminar incompresiones y discriminaciones hacia los indigenas.
S.Asegurar educación y capacitación. El Estado debe asegurar a los indfgenas una educación que respete y aproveche sus saberes, tradiciones y fonnas de organización. Con procesos de educación integral en las comunidades que les amplíen su acceso a la cultura, la ciencia y la tecnologfa; educación profesional que mejore sus perspectivas de desarrollo; capacitación· y asistencia técnica que mejore Jos procesos productivos y calidad de sus bienes; y capacitación · para la . organización que eleve la capacidad de gestión de las comunidades. El Estado deberá respetar el quehacer educativo de los pueblos indfgenas dentro de su propio espacio cultural. La educación que imparta el Estado debe ser intercultural. Se impulsará la integración de redes educativas regionales que ofrezcan a las comunidades la posibilidad de acceder a los distintos niveles de educación. Pronunciamiento Coniunto. o.4.
8. Proteger a los indígenas migrantes. El estado debe impulsar polfticas sociales especfficas para proteger a los indígenas migrantes, tanto en el territorio nacional como más allá de las fronteras ... Pronunciamiento conjunto, p. S.
7. Protección a indigenas migrantes. El estado debe impulsar politicas sociales especificas para proteger a los indígenas migrantes, tanto en el territorio nacional como más allá de las fronteras, con acciones interinstitucionales. Propuestas conjuntas, p. 8.
El Estado impulsará también programas especificos de protección de los derechos de los indígenas migrantes, tanto en el territorio nacional como en el extranjero.
El Estado impulsará también programas específicos de protección de los derechos de los indígenas migrantes en el territorio nacional y, de acuerdo con las normas internacionales, en el extranjero.
3. Garantizar acceso pleno a la justicia. El Estado debe garantizar el acceso pleno de los pueblos a la jurisdicción del Estado mexicano, con reconocimiento y respeto a especificidades culturales y a sus sistemas normativos internos, garantizando el pleno respeto a los derechos humanos ... Pronunciamiento Conjunto, p.4.
m ... 2. Garantias de acceso pleno a la justicia. En las reformas legislativas que enriquezcan los sistemas normativos internos deberá determinarse que, cuando se impongan sanciones a miembros de los pueblos indígenas, deberán tenerse en cuenta las características económicas y culturales de los sancionados ... Propuestas Conjuntas, p. 7.
Para garantizar el acceso pleno de los pueblos indigenas a la jurisdicción del Estado, en todos los juicios y procedimientos que involucren individual y colectivamente a indígenas, se tomarán en cuenta sus prácticas jurídicas y especificidades culturales, respetando los preceptos de esta Constitución. Los indfgenas tendrán en todo tiempo el derecho a ser asistido~ por intérpretes y defensores. particulareS o de oficio. que tengan conocimiento de sus lenguas y culturas.
Para garantizar el acceso pleno de los pueblos indígenas a la jurisdicción del Estado, en todos los juicios y procedimientos que involucren individual o colectivamente a indígenas, se tomarán en cuenta sus prácticas jurfdicas y especificidades culturales, respetando los preceptos de esta Constitución. Los indfgenas tendrán en todo tiempo el derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de sus lenguas y culturas.
4. Participación. El Estado debe favorecer que la acción institucional impulse la participación de los pueblos y comunidades indfgenas y respete sus fonnas de organización interna, para alcanzar el propósito de fortalecer su capacidad de ser los actores decisivos de su propio desarrollo. Debe promover, en colaboración con las expresiones organizativas de los pueblos indfgenas, que estos vigoricen sus capacidades de decisión y gestión. Y debe asegurar la adecuada corresponsabilidad del gobierno y los pueblos indfgenas en la concepción, planeación, ejecución y evaluación de acciones que actúan sobre los indígenas. Puesto que las polfticas en las áreas indígenas no sólo deben ser concebidas con los propios pueblos, sino implementadas con ellos, las actuales instituciones indigenistas y de desarrollo social que operan en ellas deben ser transfonnadas en otras que conciban y operen conjunta y concertadamente con el Estado los propios pueblos indígenas. Pronunciamiento conjunto, p. 6.
El Estado establecerá las instituciones y politicas necesarias P&:a garantizar la vigencia de los derechos de los pueblos indígenas y su desarrollo integral, las cuales deberán ser diseñadas y operadas conjuntamente con dichos pueblos.
El Estado establecerá las instituciones y políticas necesarias para garantizar la vigencia de los derechos de los pueblos indígenas y su desarrollo integral, las cuales deberán ser diseñadas y operadas concertadamente con dichos pueblos.
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5... Al respecto, el gobierno federal se compromete a impulsar que, a partir de las reformas constitucionales, se emita la legislación general que permita contar de inmediato con mecanismos y procedimientos juridicos para, ...
b) que se legisle en los estados de la República. Pronunciamiento conjunto P. 8.
4. Participación. El Estado debe favorecer que la acción institucional impulse la participación de los pueblos y comunidades indigenas y respete sus formas de organización interna, para alcanzar el propósito de fortalecer su capacidad de ser los actores decisivos de su propio desarrollo. Debe promover, en colaboración con las expresiones organizativas de los pueblos indigenas, que estos vigoricen sus capacidades de decisión y gestión. Y debe asegurar la adecuada corresponsabilidad del gobierno y los pueblos indígenas en la concepción, planeación, ejecución y evaluación de acciones aue actúan sobre los indú:tenas.
Las Constituciones y las leyes de los Estados de la República. conforme a sus particulares caracterfsticas, establecerán las modalidades pertinentes para la aplicación de los principios señalados, garantizando los derechos que esta Constitución reconoce a los pueblos indfgenas.
El varón y la mujer son iguales ante la ley ...
ARTÍCtJLO 115. Los Estados adoptarán ... l. Cada municipio .. . 11. Los municipios .. . 111. Los municipios, con el concurso de los estados ... IV. Los municipios administrarán libremente ... V. Los municipios ... En los planes de desarrollo municipal y en los programas que de ellos se deriven, los ayuntamientos le darán participación a los núcleos de población ubicados dentro de la circunscripción municipal, en los términos que establezca la legislación local. En cada municipio se establecerán mecanismos de
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Las Constituciones y las leyes de los Estados, conforme a sus particulares caracterfsticas, establecerán las modalidades pertinentes para la aplicación de los principios señalados, garantizando los derechos que esta Constitución reconoce a los pueblos indígenas.
El varón y la mujer son iguales ante la ley ...
ARTÍCULO 115. Los Estados adoptarán ... l. Cada municipio .. . 11. Los municipios .. . 111. Los municipios, con el concurso de los estados ... IV. Los municipios administrarán libremente ... V. Los municipios ... En los planes de desarrollo municipal y en los programas que de ellos se deriven, los ayuntamientos le darán participación a los núcleos de población ubicados dentro de la circunscripción municipal, en los términoss que establezca la legislación estatal. Asimismo, las leyes locales establecerán mecanismos de oarticioación ciudadana
Puesto que las polfticas en las áreas indígenas no sólo deben ser concebidas con los propios pueblos, sino ·implementadas con ellos, las actuales instituciones indigenistas y de desarrollo social que operan en ellas deben ser transformadas en otras que conciban y operen conjunta y concertadamente con el Estado los propios pueblos indígenas. Pronunciamiento Conjunto, p. 6.
3 ... La nueva relación entre los pueblos indígenas y el estado mexicano debe garantizar la inclusión, diálogo permanente y consensos para el desarrollo en todos sus aspectos. No serán, ni la unilateralidad ni la subestimación sobre las capacidades indfgenas para construir su futuro las que definan las políticas del estado. Todo lo contrario serán los indígenas quienes dentro del marco constitucional y en el ejercicio pleno de sus derechos decidan los medios y formas en que habrán de conducir sus propios procesos de transformación. Pronunciamiento Conjunto original, p. 9.
con los ayuntamientos en la programación, ejercicio, evaluación y control de los recursos, incluidos los federales, que se destinen al desarrollo social. VI ... VII ... VIII ...
para coadyuvar con los ayuntamientos en la programación, ejercicio, evaluación y control de los recursos, incluidos los federales, que se destinen al desarrollo social. VI ... VII ... VIII ...
... Dentro del nuevo marco constitucional de autonomia se respetará el ejercicio de la libre determinación de los pueblos indfgenas en cada uno de los ámbitos y niveles en que la hagan valer, pudiendo abarcar uno o más pueblos indfgenas. conforme a las circunstancias particulares y especificas de cada entidad federativa .. Propuestas Conjuntas, p.2
S'. bbre determinación. El Estado respetará el ejercicio de la libre determinación de los pueblos indígenas, en cada uno de los ámbitos y niveles en que harán valer y practicarán su autonomfa diferenciada, sin menoscabo de la soberanía nacional y dentro del nuevo marco normativo para los pueblos indígenas... Pronunciamiento Conjunto, pp. 6, JO.
El derecho a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional de autonomía asegurando la unidad nacional. Podrán, en consecuencia, decidir su forma de gobierno interna y sus maneras de organizarse política, social, económica y culturalmente. El marco constitucional de
IX. Se respetará el ejercicio de la libre determinación de los pueblos indigenas en cada uno de los ámbitos y niveles en que hagan valer su autonomfa. pudiendo abarcar uno o más pueblos indigenas. de acuerdo a las circunstancias particulares y especificas de cada entidad federativa.
Las comunidades indigenas como entidades de derecho público y los municipios que reconozcan su pertenencia a un pueblo indigena, tendrán la facultad de asociarse libremente a fin de coordinar sus acciones. Las autoridades competentes realizarán la transferencia ordenada y paulatina de recursos, para que ellos mismos administren los fondos públicos que se les asignen. Corresponderá a las Legislaturas estatales determinar, en su caso, las funciones y facultades que pudieran transferfrseles, y
IX. Se respetará el ejercicio de la libre determinación de los pueblos indigenas en cada uno de los ámbitos y niveles en que hagan valer su autonomía de conformidad con lo dispuesto en el articulo 4o. de esta Constitución.
Las comunidades de los pueblos indigenas como entidades de interés público y los municipios con población mayoritariamente indigena, tendrán la facultad de asociarse libremente a fin de coordinar sus acciones, respetando siempre la división polrtico -administrativa en cada entidad federativa. Las autoridades competentes realizarán la transferencia ordenada y paulatina de recursos, para que ellos mismos administren los fondos públicos que se les asignen. Corresponderá a las Legislaturas estatales determinar los recursos y, en su caso, las funciones y facultades que pudieran transferirseles, y
... autonomía permitirá alcanzar la efectividad de los derechos sociales, económicos, culturales y polfticos con respeto a su identidad. Pronunciamiento Conjunto, p. 3.
h) designar libremente a sus representantes, tanto comunitarios como en los órganos de gobierno municipal, y a sus autoridades como pueblos indígenas, de conformidad con las instituciones y tradiciones propias de cada pueblo; Propuestas Conjuntas, p. 5.
1.- El establecimiento de la nueva relación entre los pueblos indígenas y el Estado ... Por ello, proponemos que estas reformas deberán contener entre otros, los siguientes aspectos generales: a) Legislar sobre la autonomia de las comunidades y pueblos indígenas para incluir el reconocimiento de las comunidades como entidades de derecho público; el derecho de asociarse libremente en municipios con población mayoritariamente indfgena; asf como el derecho de varios municipios para asociarse a fin de coordinar sus acciones como pueblos indfgenas. Propuestas Conjuntas p. 1 l.
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... Las autoridades competentes realizarán la transferencia ordenada y paulatina de recurso~ para que ellos mismos administren los fondos públicos que se les asignen, y para fortalecer la participación indígena en el gobierno, gestión y administración en sus diferentes ámbitos y niveles ... Pronunciamiento Conjunto, p. 7.
e) Competencias ..•. Asimismo, se requerirá especificar las facultades, funciones y reCUJ'SOS que sean susceptibles de ser transferidas a las comunidades y pueblos indigenas bajo los criterios establecidos en el apartado S .2. del documento intitulado "Pronunciamientos Conjuntos", asf como las diversas modalidades de participación de las comunidades y pueblos frente a las instancias de gobierno, a fin de interactuar y coordinar sus acciones con las mismas, particularmente a nivel municipal. Propuestas Conjuntas p. 4.
d) Autodesarrollo. Son las propias comunidades y los pueblos indfgenas quienes deben determinar sus proyectos y programas de desarrollo ... Propuestas Conjuntas, p. 4.
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5.- Fortalecimiento del Sistema Federal y Descentralización democrática. La nueva relación con los pueblos indígenas comprende un proceso de descentralización de las facultades, funciones y recursos de las instancias federales y estatales a los gobiernos municipales, en el espíritu del punto 5.2 del documento "Pronunciamiento Conjunto", para que con la participación activa de las comunidades indfgenas y de la población en general asuman las iniciativas de los mismos. Propuestas Conjuntas, p 11.
l. Ampliación de la participación y representación polfticas. Fortalecimiento municipal. Es conveniente prever en el nivel constitucional los mecanismos necesarios que: ... b) permitan su participación en los procesos electorales sin la necesaria participación de los partidos políticos; e) garanticen la efectiva participación de los pueblos indfgenas en la difusión y vigilancia de dichos procesos; d) garanticen la organización de los procesos de elección o nombramientos
X. En los municipios, comunidades, organismos auxiliares del ayuntamiento e instancias afines que asuman su pertenencia a un pueblo indígena, se reconocerá a sus habitantes el derecho para que definan. de acuerdo con las prácticas polfticas propias de la tradición de cada uno de ellos. los procedimientos para la elección de sus autoridades o representantes y para el ejercicio de sus formas propias de gobierno interno, en un marco que asegure la unidad del Estado nacional. La legislación local establecerá
X. En los municipios, comunidades, organismos auxiliares del ayuntamiento e instancias afines, de carácter predominantemente indfgena y para el ejercicio de sus formas propias de gobierno interno, se reconocerá a sus habitantes el derecho para elegir a sus autoridades o representantes internos, de acuerdo con sus prácticas polfticas tradicionales, en un marco que asegure la unidad del Estado nacional y el respeto a esta Constitución. La legislación local establecerá las bases y modalidades para
propios de las comunidades o pueblos indígenas en el ámbito interno; e) reconocer las figuras del sistema de cargos y otras formas de organización, métodos de designación de representantes y toma de decisiones en asamblea y de consulta popular; f) establecer que los agentes municipales o figuras afmes sean electos o, en su caso, ~radas por los pueblos y comunidades correspondientes; Propuestas Conjuntas, pp. 5y6. l. El reconocimiento en la constitución polftica nacional de demandas indígenas ... b) Derechos de jurisdicción. Para que se acepten sus propios procedimientos para designar sus autoridades ... e) Derechos sociales. Para que se garanticen sus formas de organización social ... Pron. Conjunto, p. 7. Las legislaturas de los Estados podrán proceder a la remunicipalinición en los territorios en que esten asentados los pueblos indígenas, la cual deberá basarse en consulta a las poblaciones involucradas en ellas. Propuestas Conjuntas, p. 3.
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nacional. La legislación local establecerá las bases y modalidades para asegurar el ejercicio pleno de este derecho.
Las Legislaturas de los Estados podrán proceder a la remunicipalización de los territorios en que estén asentados los pueblos indígenas. la cual deberá realizarse en consulta con las poblaciones involucradas.
establecerá las bases y modalidades para asegurar el ejercicio pleno de este derecho.
Las Constituciones y leyes locales establecerán los requisitos y procedimientos para constituir como municipios u órganos auxiliares de los mismos, a los pueblos indígenas o a sus comunidades, asentados dentro de los límites de cada Estado.
e) Legislar sobre los derechos de los _ __p_ueblos indfgenas a elegir a sus autoridades
y ejercer la autoridad de acuerdo a sus propias normas en el interior de sus ámbitos de autonomfa, garantizando la participación de las mujeres en condiciones de equidad; Propuestas Conjuntas, p.l O. Se propone la integración del municipio con población mayoritariamente indigena no como un tipo diferente de municipio, sino como aquél que en el marco del concepto general de esta institución politica permita, por un lado, la participación indígena en su composición e integración y al mismo tiempo fomente e incorpore a las comunidades indígenas en la integración de los ayuntamientos. Propuestas Conjuntas, p. 3. h) designar libremente a sus representantes, tanto comunitarios como en los órganos de gobierno municipal, y a sus autoridades como pueblos indígenas, de conformidad con las instituciones y tradiciones propias de cada pueblo; Propuestas Co,Yuntas, p.5.
En las reformas legislativas que enriquezcan los sistemas normativos internos deberá detenninarse que, cuando se impongan sanciones a miembros de los pueblos indigenas, deberán tenerse en cuenta las caracterlsticas económicas, sociales y culturales de los sancionados, privilegiando sanciones distintas al ~lamiento; y que preferentemente pU&ian compmgar sus penas en los establecimientos más cercanos a su domicilio y, en su caso, se propicie su reintegración a la comunidad como mecanismo esencial de readaptación social. Propuestas Conjuntas, p. 7.
Sólo por delito que merezca .. Los gobiernos ... Los gobernadores ... La Federación ... Los reos de nacionalidad ... Los indígenas podrán compurgar sus penas preferentemente en los establecimientos más cercanos a su domicilio, de modo que se propicie su reintegración a la comunidad como mecanismo esencial de readaptación social.
Sólo por delito que merezca. .. Los gobiernos ... Los gobernadores ... La Federación ... Los reos de nacionalidad ... Las leyes fijarán los casos en que la calidad indrgena confiere el beneficio de compurgar las penas preferentemente en los establecimientos más cercanos a su domicilio, de modo que se propicie su reintegración a la comunidad como mecanismo esencial de readaptación social; asimismo determinarán los casos, en que por la gravedad del delito, no gozarán de este beneficio.
2. Libre determinación. El Estado respetará el ejercicio de la libre determinación ... Respetará asimismo las capacidades de los pueblos y comunidades indígenas para determinar su propio desarrollo, en tanto se respete el interés nacional y público. Los distintos niveles de gobierno e instituciones del Estado Mexicano no intervendrán unilateralmente en los asuntos y decisiones de los pueblos y comunidades indígenas, en sus organizaciones y formas de representación y en sus estrategias vigentes de aprovechamiento de los recursos.
3. Sustentabilidad. Es indispensable y urgente asegurar la perduración de la naturaleza y la cultura en los territorios de los pueblos indígenas. Se impulsará el reconocimiento, en la legislación, del derecho de Jos pueblos y comunidades indígenas a recibir la indemnización correspondiente, cuando la explotación de Jos recursos naturales que el Estado realice, ocasione daftos en su habitat que vulneren su reproducción cultural. Para los casos en los que el daño
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El Estado organizará. .. Los fines del proyecto ... La ley facultará ... La legislación correspondiente establecerá los mecanismos necesarios para que en los
· planes y programas de desarrollo se tomen en cuenta a las comunidades y pueblos indígenas en sus necesidades y sus especificidades culturales. El Estado les garantizará su acceso equitativo a la distribución de la riqueza nacional.
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El Estado organizará .. . Los fines del proyecto .. . La ley facultará ... La legislación correspondiente establecerá los mecanismos necesarios para que en los planes y programas de desarrollo se tomen en cuenta a los pueblos indígenas en sus necesidades y sus especificidades culturales. El Estado promoverá su acceso equitativo a la distribución de la riqueza nacional.
ya se hubiera causado, y los pueblos demuestren que las compensaciones otorgadas no permiten su reproducción cultural, se promoverá el establecimiento de mecanismos de revisión que permitan que de manera conjunta, el Estado y los afectados analicen el caso concreto. En ambos casos los mecanismos compensatorios buscarán asegurar el desarrollo sustentable de los pueblos y comunidades indígenas.
Asimismo, impulsar, de común acuerdo con los pueblos indfgenas, acciones de rehabilitación de esos territorios, y respaldar sus iniciativas para crear condiciones que aseguren la sustentabilidad de sus prácticas de producción y de vida
4. Consulta y acuerdo. Las polfticas, leyes, programas y acciones públicas que tengan relación con los pueblos indígenas serán consultadas con ellos. El Estado deberá impulsar la integridad y concurrencia de todas las instituciones y niveles de gobierno que inciden en la vida de los pueblos indigenas, evitando las prácticas parciales que fraccionen las políticas públicas. Para asegurar
que. su acción corresponda a las caracterfsticas diferenciadas de los diversos pueblos indígenas, y evitar la imposición de polfticas y programas uniformadores, deberá garantizarse su participación en todas las fases de la acción pública, incluyendo su concepción, planeación y evaluación. Propuestas Conjuntas, pp.1 0-11.
4. Participación. El Estado debe favorecer que la acción institucional impulse la participación de los pueblos y comunidades indígenas y respete sus formas de organización interna, para alcanzar el propósito de fortalecer su capacidad de ser los actores decisivos de su propio desarrollo. Debe promover, en colaboración con las expresionerórganizativas de los pueblos indfgenas, que estos vigoricen sus capacidades de decisión y gestión. Y debe asegurar la adecuada corresponsabilidad del gobierno y los pueblos indígenas en la concepción, planeación, ejecución y evaluación de acciones que actúan sobre los indígenas. Puesto que las polfticas en las
ya se hubiera causado, y los pueblos demuestren que las compensaciones otorgadas no permiten su reproducción cultural, se promoverá el establecimiento de mecanismos de revisión que permitan que de manera conjunta, el Estado y los afectados analicen el caso concreto. En ambos casos los mecanismos compensatorios buscarán asegurar el desarrollo sustentable de los pueblos y comunidades indígenas.
Asimismo, impulsar, de común acuerdo con los pueblos indígenas, acciones de rehabilitación de esos territorios, y respaldar sus intciativas para crear condiciones que aseguren la sustentabilidad de sus prácticas de producción y de vida.
4. Consulta y acuerdo. Las politicas, leyes, programas y acciones públicas que tengan relación con los pueblos indígenas serán consultadas con ellos. El Estado deberá impulsar la integridad y concurrencia de todas las instituciones y niveles de gobierno que inciden en la vida de los pueblos indígenas, evitando las prácticas parciales que fraccionen las políticas públicas. Para asegurar
áreas indfgenas no sólo deben ser concebidas con los propios pueblo~ sino implementadas con ellos, las actuales instituciones indigenistas y de desarrollo social que operan en ellas deben ser transformadas en otras que conciban y operen conjunta y concertadamente con el Estado los propios pueblos indfgenas. Pronunciamiento Co'liunto, p. 6.
d) Autodesarrollo. Son las propias comunidades y los pueblos indfgenas quienes deben detel'Jil_i¡mr sus proyectos y programas de desarrollo ... Propuestas Conjuntas, p. 4.
d) Derechos económicos. Para que se desarrollen sus esquemas y ahemativas de organización para el trabajo y de mejora de la eficiencia de la producción. Pronunciamiento Conjunto, p. 7
l. Ampliación de la participación y representación políticas. Fortalecimiento municipal. Es conveniente prever a nivel constitucional los mecanismos necesarios que:
a) Aseguren una representación politica adecuada de las comunidades y pueblos indígenas en el Congreso de la Unión y en los congresos locales, incorporando nuevos criterios en la delimitación de los distritos electorales que correspondan a las comunidades y pueblos indígenas; Propuestas Conjuntas, p. 5.
ARTÍCUL0 53
La demarcación territorial...
Para establecer la demarcación territorial de los distritos uninominales ~ circunscripciones electorales plurinominales, deberá tomarse en cuenta la ubicación de los pueblos indfgenas, a fm de asegurar su participación y representación políticas en el ámbito nacional. Para la elección.
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La demarcación territorial...
Para establecer la demarcación territorial de los distritos electorales uninominales, deberá tomarse en cuenta la ubicación de los pueblos indígenas, a fin de asegurar su participación y representación polfticas en el ámbito nacional. Para la elección.
5. En las leyes reglamentarias e instrumentos juridicos de carácter federal que correspondan, deberán asentarse las disposiciones que hagan compatibles con las reformas constitucionales sobre nuevos derechos indfgenas.
Al respecto el gobierno federal se compromete a impulsar que, a partir de las reformas constitucionales, se emita la legislación general que pennita contar de inmediato con mecanismos y procedimientos jurfdicos para,
a) que se inicie la revisión y modificación de las diversas leyes federales;
b) que se legisle en los Estados de la República. Pronunciamiento Conjunto, p. 8.
ARTÍCUL073
El Congreso tiene facultad: 1... XXVII XXVIII. Para expedir leyes que establezcan la concurrencia del gobierno federal, de los estados y de los municipios en el ámbito de sus respectivas competencias. respecto de los pueblos y comunidades indígenas. cumplir los fines previstos en los artículos 4o. y 11 S de esta Constitución;
ARTÍCUL073
El Congreso tiene facultad: 1... XXVII XXVIII. Para expedir leyes que establezcan la concurrencia del Gobierno Federal, de los gobiernos de los Estados y de los municipios, con el objeto de lograr los fmes previstos en los artículos 4o. y 115 de esta Constitución, en materia indígena;
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6. Se propone al Congreso de la Unión y a las legislaturas de los Estados ...
h) designar libremente a sus representantes , tanto comunitarios como en los órganos de gobierno municipal, y a sus autoridades como pueblos indígenas, de conformidad con las instituciones y tradiciones propias de cada pueblo; Propuestas Conjuntas, p. 5.
l. Ampliación de la participación y representación polfticas. Fortalecimiento municipal. Es conveniente prever a nivel constitucional los mecanismos necesarios que:
a) Aseguren una representación política adecuada de las eomunidades y pueblos indfgenas en el Congreso de la Unión y en los congresos locales, incorporando nuevos criterios en la delimitación de los distritos electorales que correspondan a las comunidades y pueblos indfgenas;
b) Permitan su participación en los procesos electorales sin la necesaria participación de los partidos políticos; Propuestas rnniuntn.~ n_ 5_
ARTÍCULO 116
El poder público de los estados ... 1. •• 11. El número de representantes .. . Los diputados de las legislaturas .. . En la legislación electoral... Para garantizar la representación de los pueblos indígenas en las legislaturas de los estados por el principio de mayoría relativa, los distritos electorales deberán ajustarse conforme a la distribución geográfica de dichos pueblos.
ARTÍCULO 116
El poder público de los estados ... 1... 11. El número de representantes ... Los diputados de las legislaturas ... En la legislación electoral... Para garantizar la representación de los pueblos indígenas en las legislaturas de los _ Estados por el principio de mayoría relativa, en la conformación de los distritos electorales uninominales, se tomará en cuenta la distribución geográfica de dichos pueblos.
1... Proponemos que estas reformas deberán contener entre otros, los siguientes aspectos generales: ... d) Legislar sobre los derechos de los indigenas, hombres y mujeres, a tener representantes en las instancias legislativas, particulannente en el Congreso de la Unión y en Jos congresos locales; incmporando nuevos criterios para la delimitación de los distritos electorales que correspondan a las comunidades y pueblos indígenas y permitan la celebración de elecciones conforme a la legislación de la materia; Propuestas Conjuntas, p. 12.
·EJEMPLAR NO SUJETO A DONACION. : ·PROPIEDAD DEL DEPARTAMENTO DE
PUBLICACIONES DEL CRIM
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DE lNVESTtGACIONESI .. , .·, .-: ' 13LINARIAS
Chiapas en el mundo actual. Diálog? académico en el CRJM-UNAM se tenmnó de imprimir en el mes de marzo en l()s _talleres de la bnprenta Javier Gómez _Ávda, Sur 16-A No. 28 Col. Agrícola Oriental, '!'lé· xico D.F. La Edición consta de 500 eJempl~s en papel cultural de 75 gramos con tipos TlDles Roman de 9, 10 Y 11 punt9s. La corrección de estilo estuvo a ~o. de Sol Arguedas. El cuidado de la edicl~D estuvo a cargo de Sol Arguedas Y Sergto Raúl Reynoso López.
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ISBN 968-36-7471-2
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