PARASHAH N 53

HAAZINU/ESCUCHEN

(Dt 32:1-52, Jl 2:15-27, II Sm 22:1-51, Rm 3:19-31)

1 Oleh: Dt 32:1-6, 2 oleh: Dt 32:7-12, 3 oleh: Dt 32:13-18, 4 oleh: Dt 32:19-28, 5 oleh: Dt 32:29-39, 6 oleh: Dt 32:40-43, 7 oleh: Dt 32:44-47 y Maftir: Dt 32:48-52

transliteracin del maftir

[Vaiedabr adoni el moshh betzem haim hazh lemr alh el har haavarm hazh har nev ashr beretz mov ashr al peni ierej urh et retz kenan ashr an notn livni isral laajuzh umt bahr ashr atAh olh shmah veheasf el amija kaashr met aharn ajja behr hahr vaieasf el amv al ashr mealtm bi betj beni isral bemi merivt kadsh midbr tzin al ashr loh kidashtm ot betj beni isral ki mingued tirh et haretz veshmah loh tavh el haretz ashr an notn livni isral]

RESUMEN

Mosheh convoc a los Cielos y al Planeta Tierra, como los dos testigos de lo que iba a suceder al Pueblo de Israel por desobedecer la Torah.

La Historia demuestra que Dos siempre ha sido bueno con Israel y que ste debe estar agradecido por todo lo que l ha hecho a su favor.

Los otros pueblos han sido utilizados por el Eterno para castigar a Israel, en su desobediencia...

Aqullos, que creyeron dominar al Pueblo con sus propias fuerzas, sern tratados duramente por Hashem.

COMENTARIO

Dt 32:4: Esto constituye una creencia fundamental: El reconocimiento de la justicia divina, an cuando no se alcance a comprender.

Dt 32:51: Hashem volvi a mencionar la falta de Mosheh, antes de su muerte, para salvar la reputacin de esta gran persona y no dejar dudas ni sospechas sobre su memoria, ya que la posteridad podra suponer que Mosheh tuvo otras trasgresiones ocultas y que muri vctima de ellas...

D'os, que cuida siempre del buen nombre[footnoteRef:1] de los justos, mencion, tanto la falta, como el castigo. [1: Entindase por buen nombre dignidad y no renombre, o fama. Desde esta perpectiva se puede decir que los siervos del Eterno no tienen reputacin pero s dignidad, la cual ha sido otorgada, nicamente, por los mritos de Yeshah Hamashaj.]

Escuchen, oh Cielos, y hablar, y oiga, el Planeta Tierra, las palabras de mi boca! Mi enseanza caer como la lluvia y mi palabra fluir como el roco, como llovizna sobre los tiernos brotes y como aguacero sobre la hierba. Cuando invoque el Nombre del Eterno, reconozcan el Peso de la Pureza de nuestro Dos. l es la Roca y Sus Obras son perfectas, como perfectos son Sus Juicios, Su Fidelidad y Su rectitud. La corrupcin no es de l, sino de Sus hijos, integrantes de una generacin perversa y torcida. As pagan al Eterno, oh pueblo ruin e insensato? Acaso no es l el Padre que te cri, te hizo y te estableci? Acurdate de los das antiguos. Piensa en los aos de tantas generaciones. Pregunta a tu padre y te lo dir. Pregunta a tus ancianos y te lo dirn. Cuando el Supremo dio a cada pueblo su heredad, dividi a los hijos del hombre y fij los lmites de los pueblos conforme al nmero de los hijos y de las hijas de Israel. Y Su pueblo es posesin Suya. Yaakov es Su Heredad. Lo hall en un desierto, en la mayor soledad, lo ampar, le ense y lo cuid como a la nia de Sus ojos, como el guila que agita su nido, revolotea sobre su cra, extiende sus alas y toma a sus polluelos entre sus plumas. As lo gui el Eterno, sin la ayuda de ningn dios extrao. Lo condujo a las alturas de la Tierra para que comiera el fruto de los campos. le di a sorber miel de la roca y aceite de la dura pea. Le dio crema batida de vaca y leche de oveja, con la grosura de los corderos y de los carneros de Bashn, y machos cabros con la flor del trigo. Bebi la espumosa sangre de la uva. Pero Yeshurn, al engordar, se encabrit. Al cubrirse de gordura abandon a Dos, su Creador y se olvid de la Roca de su Salvacin. Lo provocaron, celndolo, con dioses extraos, con abominaciones que causaron Su gran ira. Ofrecieron sacrificios a entidades espirituales del Mal, que no son Dos, a dioses que no conocan, a nuevos dioses vecinos, a quienes tus padres nunca reverenciaron. No te acordaste de la Roca que te haba sustentado. Te olvidaste de Dos, que te hizo nacer. Cuando el Eterno lo vio se burl de ellos, por la provocacin de sus hijos y de sus hijas. Entonces dijo: Esconder Mi rostro de ellos. Ver cmo terminarn, porque es una generacin perversa de hijos impos. Con sus venidas suscitaron Mi clera y Mis celos de dioses, que no son tales. Por eso Yo los provocar con cualquier pueblo sin importancia. Las llamas del fuego de Mi ira llegarn hasta el abismo ms profundo y abrasarn la Tierra y las bases mismas de las montaas. Agotar los males que puedo causarles y dirigir contra ellos todas Mis saetas. Sern aniquilados por el hambre, por el calor sofocante y por la gran destruccin. Enviar contra ellos hasta los dientes de las bestias salvajes y el veneno de los reptiles que se arrastran en el polvo. La espada los exterminar por fuera y el espanto los consumir por dentro, tanto al mancebo, como a la doncella, tanto al nio de pecho, como al hombre canoso. Dije que los esparcira por todos los confines, hasta desaparecer todo recuerdo de ellos entre los hombres, si no fuera que el enemigo, pronto a pelear, encarnizadamente, contra ellos, ensoberbecido por la victoria, se atribuyera el mrito a s mismo y no al Eterno. Son un pueblo mal aconsejado y carente de entendimiento. Si fueran sabios comprenderan esto y sabran el fin que les espera. Cmo puede uno solo perseguir a un millar y dos hacer huir a una multitud sin contar con el apoyo de la Roca, con la ayuda decisiva del Eterno? La roca de ellos no es como la Roca nuestra, pero son jueces nuestros. El vino de ellos es de las vias de Sdom y Amorah. Sus uvas son como la hiel y sus racimos son amargos. Ponzoa de serpientes es su vino, veneno mortal de spides. Acaso no tengo esto bien guardado entre Mis tesoros? Mas son la venganza y la recompensa, para cuando tropiece el pie. Y el da de su calamidad est cercano y las cosas que sobrevendrn se aproximan rpidamente. El Eterno har justicia a Su pueblo y se apiadar de l cuando haya agotado Sus castigos. Entonces dir l: Dnde estn sus dioses, la roca en quien confiaron?Quin comi la grosura de sus sacrificios y quin bebi el vino de sus libaciones? Que acudan en su ayuda y los protejan. Vean, pues, que soy Yo, solamente Yo... Ningn otro dios Me acompaa. Yo doy la muerte y doy la vida. Yo hiero y curo... Nadie puede librarse de Mi mano. Alzo Mi mano, a los Cielos, jurando por Mi vida eterna que, cuando afile Mi espada relampagueante y, en Mi mano, tome el juicio... Me vengar de Mis enemigos y de quienes Me aborrecen. Har que Mis saetas se embriaguen de sangre y Mi espada se harte de carne. Fluir en abundancia la sangre de los muertos, de los cautivos y de las cabezas de los jefes enemigos. Exalten, oh pueblos, al pueblo Suyo, porque l vengar la sangre de Sus siervos, castigar a Sus adversarios y har la expiacin de la Tierra y de Su pueblo.

(Dt 32:1-43)

UN POCO SOBRE EL RECHAZO EMOCIONAL,

A PROPSITO DE LAS LECTURAS DE LA

PARASHAT HAAZINU Y DE SHABAT SHUVAH

Lecturas:

II Sm 22:1-51, Os 14:2-10, Mq 7:18-20, Jl 2:15-27, Hb 1:1-2:18 y Rm 3:19-31.

Si entrar en definiciones y circunscribindome tan slo alrededor de lo que evoca el trmino, rechazo emocional, podra decir que ste se aprecia en la conducta

Algo as como:

1. Comportarse como esclavo, siendo libre

2. Conducirse como indigno, habiendo sido justificado

3. Asumir conducta de hurfano, siendo hijo

Sin perder lo que he enunciado, veamos el antdoto, en las lecturas de la Parashat Haazinu y en las lecturas especiales de Shabat Shuvah:

Shmuel/Samuel:

El Eterno es el Libertador y el Refugio.

Hoshah/Oseas:

Volvamos al Eterno!... l quita toda la iniquidad y nos acepta con benevolencia.

Mijah/Miqueas:

Slo el Eterno perdona la maldad y olvida la trasgresin del Remanente de Su Pueblo.

Yoel/Joel:

Hagamos Teshuvah porque el Eterno se apiada de Su Pueblo y no permitir que sea avergonzado!

Hebreos y Romanos:

Justificados gratuitamente por la redencin de Yeshah.

Entonces:

Hagamos Teshuvah

Creamos que hemos sido perdonados

y que hemos sido aceptados

Acabemos con el rechazo emocional!

conrado.yoetz@gmail.com