vasculitis - eular ultrasound reuma · las vasculitis primarias se clasifican en vasculi - tis de...

15
75 Las vasculitis son enfermedades autoinmunes ca- racterizadas por una inflamación de la pared vascu- lar. Las vasculitis primarias se clasifican en vasculi- tis de vasos pequeños, medianos y grandes según la nomenclatura de Chapel Hill 1 . Las vasculitis se- cundarias suelen afectar a vasos pequeños y se aso- cian a infecciones, intolerancia a fármacos y otras enfermedades autoinmunes, como artritis reuma- toide y lupus eritematoso sistémico. La ecografía es una herramienta de gran utili- dad en la evaluación diagnóstica de la vasculitis de vasos pequeños. Ayuda a establecer el diagnóstico de vasculitis de vasos medianos y grandes y se em- plea en la monitorización clínica de la vasculitis de vasos grandes 2 . Vasculitis según el tamaño del vaso Vasculitis de vasos de pequeño calibre La evaluación diagnóstica de la vasculitis de vasos pequeños consiste en el examen de órganos abdo- minales, incluyendo los riñones, la pleura y el cora- zón. La ecografía de los riñones contribuye a di- ferenciar las causas de la insuficiencia renal. En la glomerulonefritis grave, la corteza renal se observa hiperecoica (figura 1). La ecografía del bazo puede detectar espleno- megalia o infartos, que se caracterizan por áreas hipoecoicas claramente delineadas en el bazo (figu- ra 2). Incluso las vasculitis de vasos pequeños pue- den causar estrechamiento de los vasos abdomina- les. La figura 3 muestra una estenosis del tronco celíaco en un paciente con síndrome de Churg- Strauss que también tenía una estenosis en la arte- ria mesentérica superficial. El paciente desarrolló una angina abdominal que revirtió con la adminis- tración de corticoides y azatioprina. La ecografía puede detectar una estenosis de la arteria renal y diferenciar las causas extrarrenales e intrarrenales de hipertensión arterial. La figura 4 muestra arte- rias renales normales en un paciente con arteritis de Takayasu. La ecocardiografía puede identificar anomalías que se relacionan directamente con la enfermedad en el 31 % de los pacientes con granulomatosis de Wegener, como anomalías de la motilidad parietal (figura 5), disfunción sistólica del ventrículo izquier- do (figura 6) y derrame pericárdico (figura 7) 3 . La ecografía puede detectar incluso derrames pleurales pequeños (figura 8). Identifica los deno- Wolfgang A. Schmidt Vasculitis PUNTOS CLAVE • La ecografía es una herramienta de gran utilidad en la evaluación diagnóstica de las vasculitis de vasos pequeños y medianos. • Las estenosis y las oclusiones agudas de las arterias temporales son altamente sospechosas de vasculitis. • En la vasculitis de vasos grandes (arteritis de células gigantes y arteritis de Takayasu), la ecografía revela una inflamación homogénea característica en la pared arterial. • La ecografía de las arterias axilares aporta información importante sobre la presencia o ausencia de arteritis de células gigantes de vasos grandes.

Upload: trananh

Post on 27-Sep-2018

228 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

75

Las vasculitis son enfermedades autoinmunes ca-racterizadas por una inflamación de la pared vascu-lar. Las vasculitis primarias se clasifican en vasculi-tis de vasos pequeños, medianos y grandes según la nomenclatura de Chapel Hill1. Las vasculitis se-cundarias suelen afectar a vasos pequeños y se aso-cian a infecciones, intolerancia a fármacos y otras enfermedades autoinmunes, como artritis reuma-toide y lupus eritematoso sistémico.

La ecografía es una herramienta de gran utili-dad en la evaluación diagnóstica de la vasculitis de vasos pequeños. Ayuda a establecer el diagnóstico de vasculitis de vasos medianos y grandes y se em-plea en la monitorización clínica de la vasculitis de vasos grandes2.

Vasculitis según el tamaño del vaso

Vasculitis de vasos de pequeño calibre

La evaluación diagnóstica de la vasculitis de vasos pequeños consiste en el examen de órganos abdo-minales, incluyendo los riñones, la pleura y el cora-zón. La ecografía de los riñones contribuye a di-

ferenciar las causas de la insuficiencia renal. En la glomerulonefritis grave, la corteza renal se observa hiperecoica (figura 1).

La ecografía del bazo puede detectar espleno-megalia o infartos, que se caracterizan por áreas hipoecoicas claramente delineadas en el bazo (figu-ra 2). Incluso las vasculitis de vasos pequeños pue-den causar estrechamiento de los vasos abdomina-les. La figura 3 muestra una estenosis del tronco celíaco en un paciente con síndrome de Churg-Strauss que también tenía una estenosis en la arte-ria mesentérica superficial. El paciente desarrolló una angina abdominal que revirtió con la adminis-tración de corticoides y azatioprina. La ecografía puede detectar una estenosis de la arteria renal y diferenciar las causas extrarrenales e intrarrenales de hipertensión arterial. La figura 4 muestra arte-rias renales normales en un paciente con arteritis de Takayasu.

La ecocardiografía puede identificar anomalías que se relacionan directamente con la enfermedad en el 31 % de los pacientes con granulomatosis de Wegener, como anomalías de la motilidad parietal (figura 5), disfunción sistólica del ventrículo izquier-do (figura 6) y derrame pericárdico (figura 7)3.

La ecografía puede detectar incluso derrames pleurales pequeños (figura 8). Identifica los deno-

Wolfgang A. Schmidt

Vasculitis

PUNTOS CLAVE

• Laecografíaesunaherramientadegranutilidadenlaevaluacióndiagnósticadelasvasculitis devasospequeñosymedianos.

• Lasestenosisylasoclusionesagudas delasarteriastemporalessonaltamentesospechosasdevasculitis.

• Enlavasculitisdevasosgrandes(arteritis decélulasgigantesyarteritisdeTakayasu), laecografíarevelaunainflamaciónhomogéneacaracterísticaenlaparedarterial.

• Laecografíadelasarteriasaxilaresaportainformaciónimportantesobrelapresencia oausenciadearteritisdecélulasgigantesdevasosgrandes.

EssEntial applications of MusculoskElEtal ultrasound in rhEuMatology76

minados «cometas pulmonares» en la fibrosis pul-monar4, que se observan como colas de cometa hiperecoicas que irradian desde la superficie pul-monar y se originan en los tabiques interlobulilla-res subpleurales engrosados por fibrosis. Los co-metas pulmonares también se observan en el edema pulmonar5.

La tomografía computarizada (TC) del tórax es el patrón de referencia para evaluar las alteracio-nes fibróticas de la poliangeítis microscópica y del síndrome de Churg-Strauss6 y para delimitar las lesiones nodulares típicas de la granulomatosis de Wegener7,8. La TC y la resonancia magnética (RM) son las modalidades de técnicas de imagen de pri-

Figura 1 Cortezarenalreducidaehiperecoica(flecha) enelriñónizquierdodeunpacientecongranulomatosis deWegeneryglomerulonefritis.

Figura 2 A)Infartoesplénicocaracterizadoporunaregiónhipoecoica(flecha)enunpacienteconsíndromeantifosfolípido.B)Vascularidadreducidaenelárea delinfarto (flecha).

A

B

Vasculitis 77

mera línea para evaluar la vasculitis sinonasal9,10. La RM es el método de elección para establecer el diagnóstico de la vasculitis cerebral11,12.

Vasculitis de vasos de mediano calibre

La poliarteritis nodosa causa aneurismas en las ar-terias abdominales. La angiografía y la angiogra-fía por RM (ARM) son las técnicas que se emplean

habitualmente para detectar estos aneurismas. No se han descrito casos de aneurismas detectados por ecografía en la poliarteritis nodosa. En un pacien-te con necrosis testicular, la ecografía demostró edema de la pared arterial en las arterias testicula-

Figura 4 ArteriasrenalesnormalesenunpacienteconarteritisdeTakayasu.D:arteriarenalderecha;I:arteriarenalizquierda.

DI

Figura 5 Ecocardiografíaquemuestradiscinesiadeltabiqueinterventricular(flecha)enunpacienteconarteritisdeTakayasu.VD:ventrículoderecho;VI:ventrículoizquierdo.

VD

VI

VD

VI

Figura 3 Estenosisdeltroncoceliaco(flecha)queseobservacomounamezcladecolores(fenómenodealiasing)enunpacienteconsíndromedeChurg-Strauss.LascurvasDopplerdeondapulsadamuestranunaumentodelavelocidadsistólicamáxima(450cm/s).

EssEntial applications of MusculoskElEtal ultrasound in rhEuMatology78

res como la descrita en la vasculitis de vasos de gran calibre13.

La enfermedad de Kawasaki es una vasculitis aguda autolimitada de la infancia. Se caracteriza por fiebre, exantema polimorfo, descamación membra-nosa de las puntas de los dedos, conjuntivitis, muco-sitis y adenopatía cervical unilateral. Los aneurismas asientan en las arterias coronarias y en otras arterias en aproximadamente el 25 % de los casos no trata-dos. La vasculitis de las arterias coronarias puede conducir a oclusión coronaria y disfunción ventri-cular izquierda. Los aneurismas coronarios se pue-den detectar mediante ecocardiografía transtoráci-ca en estos pacientes, la mayoría de los cuales tienen entre dos y seis años de edad. La sensibilidad y la especificidad global de la ecocardiografía en cortes transversales para identificar correctamente aneu-rismas coronarios son del 95 % y el 99 %, respec-tivamente, en comparación con la angiografía14. La ecografía intracoronaria revela un aumento del gro-sor del complejo íntima-media arterial15.

Ante la sospecha de estenosis coronaria se reco-mienda una ecocardiografía seguida de una prueba

Figura 6 Ecocardiografíaquemuestrahipocinesiaglobal(flechas)enunamiocardiopatíasecundaria aenfermedaddeBehçet.VD:ventrículoderecho;VI:ventrículoizquierdo.

VD

VI

VI

VD

Figura 7 Ecocardiografíadeunpacienteconamiloidosisprimariaquemuestra underramepericárdico(flecha),hipertrofiamuscularhiperecoicaydilatación delaaurículaderecha(AD)ydelventrículoderecho(VD).AI:aurículaizquierda;VI:ventrículoizquierdo.

VD

ADAI

VI

Vasculitis 79

de esfuerzo. La evaluación de estrés se puede com-binar con ecocardiografía o con gammagrafía16. La angiografía todavía tiene un lugar en la terapia in-tervencionista y cuando las técnicas no invasivas ob-tienen resultados contradictorios. La ARM y la an-giografía por tomografía computarizada (ATC) son nuevas alternativas de estudios de imagen no inva-sivos. La ecografía intracoronaria sigue siendo una herramienta de investigación porque es una técni-ca invasiva.

Vasculitis de vasos de gran calibre

La arteritis de células gigantes (ACG) (también conocida como arteritis de la temporal) y la arteri-tis de Takayasu son las dos vasculitis de vasos gran-des mencionadas en la nomenclatura de Chapel Hill1. Se han descrito nuevas entidades identifi-cadas por el uso de la ecografía, la RM, la TC, la ARM y la tomografía por emisión de positro-nes (PET)17. Entre estas entidades se incluyen la ACG de vasos grandes, la vasculitis de las arterias proximales del brazo y la aortitis idiopática. Los pacientes con polimialgia reumática (PMR) pue-den tener ACG de vasos grandes, aunque no pre-senten síntomas o signos clínicos de vasculitis (PMR

pura)18,19. Además, algunos pacientes con enferme-dad de Behçet tienen vasculitis de vasos grandes. Los vasos de gran calibre, en especial las venas fe-morales superficial y común y la poplítea, son los afectados con mayor frecuencia en la enfermedad de Behçet vasculítica20 y tienen el aspecto ecográ-fico y clínico de una trombosis venosa profunda (figura 9).

Ecografía vascular para el reumatólogo

Los reumatólogos deberían conocer las diversas de-finiciones empleadas en ecografía vascular21,22. En el modo Doppler se evalúa el efecto Doppler. El princi-pio Doppler determina que la frecuencia de las on-das sonoras aumenta cuando éstas se reflejan desde objetos (p. ej., eritrocitos) que se acercan al trans-ductor y disminuye cuando se reflejan en objetos que se alejan. Esta información se convierte en on-das sonoras. Es posible trazar curvas de flujo y de-terminar la dirección del flujo sanguíneo.

El Doppler de onda continua evalúa el flujo sin proporcionar imágenes anatómicas. Este método detecta toda la información de un eje del cuerpo. La información se convierte en sonido o en curvas

Figura 8 Vistalaterallongitudinaldelapleuraderecha quemuestraunderramepequeño (flecha).

Costilla

Pulmón

Hígado

EssEntial applications of MusculoskElEtal ultrasound in rhEuMatology80

que se visualizan en una pantalla. El Doppler de onda continua no aporta información sobre las distancias.

El Doppler de onda pulsada es un modo más avan-zado que el Doppler de onda continua. Detecta la información en una región anatómica selecciona-da del eje del haz Doppler. La región anatómica se selecciona en la imagen en escala de grises o en la imagen Doppler color.

El modo Doppler color combina el efecto Doppler con la adquisición de imágenes en tiempo real. La imagen en tiempo real se crea por el movimiento rápido del haz de ultrasonidos. La información del ultrasonido Doppler está integrada en la imagen en escala de grises como una señal de color. Esta señal indica la dirección del flujo sanguíneo. Las señales rojas indican el flujo que se dirige hacia el trans-ductor. Las señales azules indican el flujo que se ale-ja del transductor.

El modo dúplex combina la adquisición de imá-genes en tiempo real con el modo Doppler. Repre-senta la imagen anatómica con señales de color y curvas Doppler. Esta técnica permite estimar la ve-locidad del flujo a partir del cambio de frecuencia Doppler en combinación con un programa de co-rrección del ángulo. Las arterias temporales son pequeñas, pero tienen velocidades de flujo simila-res a las arterias más grandes. El promedio de velo-cidades sistólicas máximas de las arterias tempora-les es de 50 a 60 cm/s. No es necesario usar el modo Doppler de potencia, porque no aporta informa-ción sobre el fenómeno de aliasing, correspondien-te a una mezcla de colores, en las estenosis.

Tipos de vasculitis

Arteritis de células gigantes

La ACG y la PMR son más frecuentes de lo que se creía anteriormente. La prevalencia de la PMR y la ACG en Estados Unidos es de alrededor del 0,1 % y el 0,3 %, respectivamente23. La ACG afecta como mínimo al 15 % de los pacientes con PMR y alrede-dor del 40 % de los pacientes con ACG presentan síntomas de PMR. En siete de 102 pacientes con PMR pura, la ecografía de la arteria temporal detectó arteritis de la temporal18. Los estudios de PET reve-laron ACG de vasos grandes en hasta el 31 % de los pacientes con PMR24. La ACG es la vasculitis prima-ria más frecuente en la población caucásica. El cua-dro clínico varía considerablemente entre pacientes.

Afecta casi exclusivamente a personas mayores de 50 años de edad. El 74 % de los pacientes pre-sentan cefalea localizada en la región temporal. El 64 % de los pacientes tienen arterias temporales sensibles a la palpación y a menudo inflamadas. La pulsación puede estar reducida, el 37 % de los pa-cientes presentan claudicación de la mandíbula y el 32 % tienen compromiso ocular, que suele deberse a neuropatía óptica isquémica anterior y puede cau-sar ceguera del ojo afectado. La velocidad de sedi-mentación globular (VSG) es mayor de 50 mm/hora en el 85 % de los pacientes, y en la mayoría de los pacientes es superior a 20 mm/h. La histología de la arteria temporal es positiva en el 85 % de los pa-cientes con arteritis de la temporal25,26.

A

Figura 9 Latrombosisagudadelavenapoplíteasecaracterizaporunvasoengrosado,hipoecoico,nocompresiblequenomuestraseñalesdecolor (flechas).A)Vistalongitudinal.B)Vistatransversal.

B

Vasculitis 81

En 1995 se describieron por primera vez los re-sultados de la ecografía de las arterias temporales27. El diámetro luminal promedio de las arterias tempo-rales superficiales comunes sanas es de 1,7 mm, y el de las ramas frontal y parietal es de 0,7-0,8 mm (figu-ra 10). La pared vascular de las ramas, incluyendo las dos capas de la fascia temporal, tiene un diámetro de 0,7 mm28. Los ecógrafos pueden proporcionar reso-luciones axial y lateral de 0,1 mm22. Esto permite ob-tener información sobre la luz y la pared del vaso, la pulsatilidad y las características del flujo sanguíneo. El ecografista puede comunicarse con el paciente du-rante el examen, correlacionar los síntomas con los hallazgos ecográficos y explicar los resultados.

La ecografía dúplex aplicada a las arterias tem-porales revela las siguientes características28:

1. El edema se observa como un engrosamiento pa-rietal oscuro, hipoecoico y circunferencial (halo) alrededor de la luz arterial (figura 11). Desapa-rece con la administración de corticoides al cabo de 2-3 semanas.

2. La estenosis aumenta la velocidad y la turbu-lencia del flujo sanguíneo. La ecografía Doppler color muestra una mezcla de colores y señales de color persistentes en la diástole. Las curvas Doppler indican velocidades de flujo sanguí-neo de más del doble de las registradas en el área antes de la estenosis, a veces con formas de onda que indican turbulencia (figura 12).

3. La oclusión de la arteria temporal se observa en la imagen en escala de grises, pero no presenta se-ñales de color (figura 13).

Las arterias temporales inflamadas son menos pulsátiles.

La ecografía vascular requiere un ecógrafo Dop-pler color de calidad moderada o alta, un transduc-tor lineal de más de 8 MHz, los ajustes estandari-zados del ecógrafo y un ecografista con experiencia en ecografía vascular. La señal de color debe cubrir exactamente la luz arterial. Si se extiende sobre partes de la pared vascular, puede pasar por alto zonas con inflamación. Si cubre sólo el centro de la

Figura 10 Imágeneslongitudinal(A) ytransversal(B)delaramafrontalnormaldelaarteriatemporalsuperficial.Laperfusiónenlaluzarterialseilustraengris.Laparedvascular,queincluye lafasciatemporalqueenvuelvelaluzperfundida,eshiperecoica.

A B

06

Figura 11 Arteritistemporalaguda conedemahipoecoicodelaparedvascular(flechas)delaramaparietal enimágeneslongitudinal(A) ytransversal(signodelhalo)(B).

BA

EssEntial applications of MusculoskElEtal ultrasound in rhEuMatology82

luz, puede conducir al diagnóstico erróneo de vas-culitis. La inclinación del haz de ultrasonido (stee-ring) en la muestra en color debe ser máxima. La frecuencia de repetición de pulsos (FRP) debe ser de 2 a 2,5 KHz. Se considera que un ecografista llega a determinar con fiabilidad el aspecto normal de las arterias temporales después de haber exami-nado a no menos de 30 a 50 personas sin ACG29-33.

La ecografía Doppler color comienza con una exploración longitudinal frente a la oreja izquier-da, de manera que el paciente pueda seguir el exa-men en la pantalla (figura 14). El ecografista sigue

la rama parietal longitudinalmente y desplaza el transductor transversalmente para encontrar la rama frontal y la sigue en sentido longitudinal y transversal. Las arterias temporales superficiales con las ramas parietal y longitudinal se deben exa-minar en dos planos de ambos lados en su longitud completa. El autor realiza la ecografía Doppler de onda pulsada (dúplex) sólo en zonas con sospecha de estenosis (aliasing en la sístole y persistencia del flujo en la diástole). Si no es posible detectar seña-les de color en una arteria temporal visible en imá-genes en escala de grises, será necesario reducir la

Figura 12 Ecografíadúplexdelaramafrontalenunpacienteconarteritistemporalagudaquemuestraunedemahipoecoicodelaparedvascular.LascurvasDoppler depotenciamuestranunavelocidadaumentadadelflujosistólicoydiastólico.Lavelocidadmáximadelflujosistólicoesde180cm/s.

Figura 13 Imagentransversaldeunaarteritistemporalagudaconoclusiónhipoecoicadelaramafrontal quemuestramaterialhipoecoicodentrodelaantigualuzarterialsinseñalesdecolor.

Vasculitis 83

FRP y aumentar la ganancia de color para no pasar por alto un flujo sanguíneo lento.

El examen siempre debe incluir las arterias axi-lares (véase más adelante). El examen de las arte-rias faciales, occipitales, vertebrales, subclavias y carótidas es opcional y depende de los síntomas del paciente (figura 15). En un paciente con claudica-ción de la pierna o pulsos pedios ausentes, la eco-grafía debe incluir las arterias de la pierna. El exa-

men puede detectar edema vasculítico de la pared vascular en presencia o ausencia de estenosis, en especial en las arterias poplíteas.

Los resultados de la ecografía de la arteria tem-poral se han comparado con los hallazgos clínicos e histológicos en numerosos estudios28,34-55. La preci-sión diagnóstica depende de la calidad del equipo y el uso del modo dúplex. En los primeros estudios se empleaba el modo Doppler de onda continua para

Figura 14 Enunexamenporultrasonidosdelasarteriastemporales,elecografistacomienzaconunaexploraciónlongitudinalfrentealaoreja(A).Luegosiguelaramaparietallongitudinalmente(B)yretrocedeeltransductortransversalmente(C)paraencontrarlaramafrontal,quedebeseguirensentidolongitudinal(D)ytransversal(E).(De Bruyn GAW, Schmidt WA: Introductory Guide to Musculoskeletal Ultrasound for the Rheumatologist. Houten, The Netherlands, Bohn Stafleu van Loghum, 2006.)

B

D E

C

A

Figura 15 Imágeneslongitudinales devasculitisenlasarteriasoccipital(A),vertebral(B),facial(C)ysubclaviaproximal(D).Laarteriafacialestáocluidaenlaregióndistal(izquierda).

C D

A B

EssEntial applications of MusculoskElEtal ultrasound in rhEuMatology84

detectar oclusiones y estenosis56-63. En un metaaná-lisis de 23 estudios, la ecografía dúplex de la arteria temporal tuvo una sensibilidad combinada del 87 % y una especificidad combinada del 96 % en compa-ración con el diagnóstico clínico64. La ecografía de la arteria temporal tiene una buena correlación con la RM de alta resolución realzada con contraste de las arterias temporal y occipital; la RM para este tipo de estudio se introdujo 10 años después de la ecografía de la arteria temporal55-65.

En la institución del autor se ha creado un cen-tro especializado en arteritis temporal. Los médicos que sospechan ACG aguda en sus pacientes pue-den ponerse en contacto con este centro. Las citas para los pacientes se fijan dentro de las 24 horas de un día laboral. Un reumatólogo con experiencia en ecografía vascular obtiene los antecedentes médi-cos, realiza un examen clínico estandarizado y luego realiza una ecografía de la arteria temporal y la ar-teria axilar. A partir de los resultados clínicos y eco-gráficos, el reumatólogo puede realizar otros exá-menes ecográficos, por ejemplo, en las articulaciones del hombro y la cadera en pacientes con PMR sin ACG, para buscar erosiones en la segunda y la quin-ta articulaciones metacarpofalángicas y en la quinta articulación metatarsofalángica si sospecha artritis reumatoide, o realizar una ecocardiografía ante la sospecha clínica de endocarditis. Dado que la es-pecificidad del signo del halo en las arterias tempo-rales es superior al 99 % para el diagnóstico clínico de ACG en esta institución47, la biopsia de la arteria temporal se indica sólo en casos dudosos (p. ej., eco-grafía normal a pesar de la sospecha clínica de ACG o si sólo se identifican estenosis). La ecografía es ne-gativa en la mayoría de los pacientes en tratamiento con corticosteroides durante más de dos semanas. En este caso, la histología puede ser positiva, porque su sensibilidad diagnóstica para la arteritis temporal pa-rece disminuir más lentamente con el tratamiento66.

La adquisición de imágenes depende del opera-dor, aunque los estudios de ecografías de la arteria temporal han demostrado una concordancia supe-rior al 90 % de diagnósticos correctos entre eco-grafistas28,67. Las características histológicas de una biopsia de la arteria temporal parecen correlacio-narse con la presencia de complicaciones oftalmo-lógicas68,69. Sin embargo, dichas complicaciones pa-recen ser independientes de la presencia de estenosis, oclusiones y compromiso bilateral o menor de la

arteria temporal en la ecografía70. La vasculitis de la arteria proximal, en especial con hallazgos ecográ-ficos normales en la arteria temporal, parece confe-rir protección frente a complicaciones oculares gra-ves como la neuropatía óptica isquémica anterior19,70.

Arteritis de células gigantes de vasos grandes

La ACG extracraneal se detecta con frecuencia cre-ciente debido a los avances tecnológicos en los estu-dios de imagen. Es más frecuente en las arterias pro-ximales del brazo, en especial las arterias axilares. Esta entidad se ha denominado ACG de vasos grandes71.

A diferencia de la ACG craneal clásica, la ACG de vasos grandes afecta a pacientes de menor edad (66 frente a 72 años), más a menudo mujeres (83 % frente a 65 %), y presenta un intervalo entre el co-mienzo de la enfermedad y el diagnóstico más lar-go (siete frente a dos meses). La histología de la arteria temporal o los hallazgos ecográficos son po-sitivos sólo en alrededor del 60 % de los casos. En la institución del autor, alrededor del 45 % de los pacientes con ACG de diagnóstico reciente tienen ACG de vasos grandes manifestada por vasculitis de la región proximal del brazo19,67,72.

La ecografía puede acceder de manera fácil y rá-pida a las arterias axilares, que se deben examinar en todos los pacientes con sospecha de ACG, PMR, fie-bre de origen desconocido o claudicación del brazo. La exploración se lleva a cabo de la misma manera que para el examen del receso axilar de la articula-ción glenohumeral En la mayoría de los casos, el transductor se debe desplazar alrededor de 1 cm en dirección medial para detectar y seguir las arterias axilares en dos planos (figura 16).

Un complejo íntima-media > 1,0 mm puede in-dicar ACG de vasos grandes. El diagnóstico es de-finitivo si el edema homogéneo de la pared vascu-lar es < 1,5 mm (figura 17). El edema de la pared vascular es hipoecoico en la enfermedad activa no tratada, como se describió en el caso de las arterias temporales. Puede causar oclusiones o estenosis de relevancia hemodinámica. Con el tratamiento con corticosteroides, el edema disminuye en un plazo de meses o años en la mayoría de los casos y los síntomas de claudicación del brazo desaparecen. De lo contrario, la enfermedad evoluciona como la arteritis temporal clásica73.

Vasculitis 85

Polimialgia reumática

La ecografía de la arteria temporal ha revelado ACG en el 7 % de los pacientes con PMR pura18. La ecografía de la arteria axilar detecta ACG en otro 10-15 % de pacientes19. El autor indica una ecografía de las arterias temporal y axilar en todos los pacientes con sospecha de PMR. La ecografía musculoesquelética revela sinovitis de la articula-ción glenohumeral, bursitis subdeltoidea, tenosi-novitis del bíceps, sinovitis de la cadera o bursitis trocantérica en casi todos los pacientes con PMR no tratada74-76. Se ha propuesto la inclusión de la ecografía de hombros y caderas en los futuros cri-

terios de clasificación de la PMR77. El examen eco-gráfico debe incluir la bursa trocantérica; también se debe realizar un examen dinámico del hombro, porque detecta la mayoría de los derrames peque-ños en la articulación glenohumeral dorsalmente con el hombro en rotación externa78.

Aortitis

Las imágenes ecográficas de una aortitis son simila-res a las de otras arterias de gran calibre con vascu-litis. El principal inconveniente de la ecografía es su incapacidad para identificar estructuras situadas de-

Figura 16 Ecografíadúplexdeunaarteriaaxilarnormal enunavistalongitudinal.LascurvasDopplermuestran unincrementosistólicorápidodelavelocidaddeflujoyflujoretrógradopostsistólico.

A

Figura 17 Imágeneslongitudinal(A)ytransversal(B)deunavasculitis (flechas)delaarteriaaxilar(arteritisdecélulasgigantesdevasosgrandes)conengrosamientohomogéneodelapared.

B

EssEntial applications of MusculoskElEtal ultrasound in rhEuMatology86

bajo de aire y hueso. Aporta poca información so-bre la aorta torácica a menos que se realice una eco-cardiografía transesofágica79,80. La ecocardiografía transtorácica permite examinar los primeros 3 cm de la aorta ascendente y la ecografía abdominal iden-tifica la aorta abdominal. La RM es el método de elección para identificar el engrosamiento parietal de la aorta torácica. La TC es menos sensible. La RM y la ARM se han utilizado para diagnosticar aortitis, pero no delinean la pared vascular81.

Dado que los pacientes con ACG tienen hasta 17 veces más probabilidades de desarrollar aneuris-mas torácicos en un plazo de 10 años después del ini-cio de la enfermedad, requieren un seguimiento con radiografías de tórax anuales82,83. La ecocardiografía también puede descartar aneurismas de la aorta pro-ximal durante el seguimiento. Si la radiografía de tó-rax y la ecocardiografía indican la presencia de aneu-rismas, se debe indicar una TC o una RM de tórax.

Arteritis de Takayasu

A diferencia de la ACG de vasos grandes, la arteritis de Takayasu comienza antes de los 40 años de edad. Las arterias subclavias, en especial las proximales, son las afectadas con mayor frecuencia (93 %), se-guidas de la aorta (65 %) y las carótidas comunes (58 %)84. Es frecuente identificar vasculitis en otras arterias. La ecografía revela segmentos largos ca-racterísticos de engrosamiento parietal concéntrico,

liso, homogéneo, de ecogenicidad media, como en la ACG (figura 18)85,86. El engrosamiento de la pa-red generalmente es más brillante que en la arteritis temporal y en la ACG de vasos grandes, debido a la evolución más crónica y al edema más leve de la pa-red vascular. Sin embargo, puede verse hipoecoico en la enfermedad aguda, como se ha descrito en la carotidinia87. La vasculitis se diferencia fácilmente de las lesiones arterioscleróticas que son heterogé-neas e irregulares y tienen calcificaciones. La ecogra-fía de alta resolución puede detectar edema de la pared vascular en la enfermedad preestenótica ini-cial88. Los hallazgos ecográficos tienen una buena correlación con los de otros estudios de imagen, como la angiografía, la RM, la RMA, la TC y la PET89-91.

Compromiso de vasos grandes en la vasculitis de vasos pequeños

Las vasculitis de vasos pequeños (p. ej., granulo-matosis de Wegener) a veces comprometen arterias más grandes, como las temporales92, las digitales93 o las carótidas94. Los hallazgos en las arterias tempo-rales y carótidas son similares a los de la ACG. La ecografía de las arterias de los dedos es más preci-sa después de bañar las manos del paciente en agua caliente. Los pacientes con síndrome de Raynaud primario suelen tener perfusión normal en las arte-rias digitales. Los pacientes con esclerosis sistémi-ca a menudo presentan oclusiones crónicas, mien-

A

Figura 18 Imágeneslongitudinal(A)ytransversal(B)delaarteriacarótidacomúnenunpacienteconarteritisdeTakayasu.Lainflamaciónhomogéneashiperecoica delapared (flechas)esvisibleinclusosinusarelmodoDopplercolor.

B

Vasculitis 87

tras que los pacientes con vasculitis aguda presentan estenosis agudas y una arteria hipoecoica que no muestra señales de color (figura 19)95.

Conclusiones

La ecografía es una herramienta de gran utilidad en la evaluación diagnóstica de las vasculitis de va-sos pequeños. La ecografía vascular revela anoma-lías patognomónicas de las vasculitis de vasos me-dianos y de vasos grandes, en especial un edema homogéneo de la pared vascular, en presencia o ausencia de estenosis u oclusiones. El examen eco-gráfico de las arterias temporales y de otras arte-rias, en especial las axilares, establece el diagnósti-co en más pacientes con vasculitis de vasos grandes y contribuye a iniciar con prontitud el tratamiento efectivo. La ecografía también es de utilidad en la vigilancia clínica de la enfermedad.

Referencias bibliográficas

1. Jennette JC, Falk RJ, Andrassy K, et al: Nomenclature of systemic vasculitides. Proposal of an international consensus conference, Arthritis Rheum 37:187–192, 1994.

2. Schmidt WA, Wagner AD: Role of imaging in diagnosis of and di-fferentiation between vasculitides, Future Rheumatol 1:627–634, 2006.

3. Oliveira GH, Seward JB, Tsang TS, et al: Echocardiographic fin-dings in patients with Wegener granulomatosis, Mayo Clin Proc 80:1435–1440, 2005.

4. Doveri M, Frassi F, Consensi A, et al: Ultrasound lung comets: New echographic sign of lung interstitial fibrosis in systemic scle-rosis, Reumatismo 60:180–184, 2008.

5. Jambrik Z, Monti S, Coppola V, et al: Usefulness of ultrasound lung comets as a nonradiologic sign of extravascular lung water, Am J Cardiol 93:1265–1270, 2004.

6. Ando Y, Okada F, Matsumoto S, et al: Thoracic manifestation of mye-loperoxidase-antineutrophil cytoplasmic antibody (MPO-ANCA)-related disease. CT findings in 51 patients, J Comput Assist Tomogr 28:710–716, 2004.

7. Komocsi A, Reuter M, Heller M, et al: Active disease and residual damage in treated Wegener`s granulomatosis: An observational study using pulmonary high-resolution computed tomography, Eur Radiol 13:36–42, 2003.

8. Schmidt WA: Use of imaging studies in the diagnosis of vasculitis, Curr Rheumatol Rep 6:203–211, 2004.

Figura 19 Vistaslongitudinalesdeunaarteriadigitalpalmarconapariencianormalenunpacienteconfenómeno deRaynaudprimario(A),conoclusióncrónica(laarteria noesvisible)enunpacienteconesclerosissistémica(B) yconoclusiónaguda(laarteriaseobservacomounabandahipoecoica[flecha])enunpacienteconvasculitis reumatoide(C).

A

B

C

03

EssEntial applications of MusculoskElEtal ultrasound in rhEuMatology88

9. Lloyd G, Lund VJ, Beale T, et al: Rhinologic changes in Wegener's granulomatosis, J Laryngol Otol 116:565–569, 2002.

10. Lohrmann C, Uhl M, Warnatz K, et al: Sinonasal computed to-mography in patients with Wegener's granulomatosis, J Comput Assist Tomogr 30:122–125, 2006.

11. Seror R, Mahr A, Ramanoelina J, et al: Central nervous system involvement in Wegener granulomatosis, Medicine (Baltimore) 85:54–65, 2006.

12. Pipitone N, Versari A, Salvarani C: Role of imaging studies in the diagnosis and follow-up of large-vessel vasculitis: An update, Rheu-matology 47:403–408, 2008.

13. Kolar P, Schneider U, Filimonow S, et al: Polyarteritis nodosa and testicular pain: Ultrasonography reveals vasculitis of the testicular artery, Rheumatology 46:1377–1378, 2007.

14. Hiraishi S, Misawa H, Takeda N, et al: Transthoracic ultrasonic vi-sualisation of coronary aneurysm, stenosis, and occlusion in Kawa-saki disease, Heart 83:400–405, 2000.

15. Schratz LM, Meyer RA, Schwartz DC: Serial intracoronary ultra-sound in children: Feasibility, reproducibility, limitations, and sa-fety, J Am Soc Echocardiogr 15:782–790, 2002.

16. Newburger JW, Takahashi M, Gerber MA, et al: Diagnosis, treatment, and long-term management of Kawasaki disease: A sta-tement for health professionals from the Committee on Rheuma-tic Fever, Endocarditis, and Kawasaki Disease, Council on Car-diovascular Disease in the Young, American Heart Association, Circulation 110:2747–2771, 2004.

17. Blockmans D, Bley T, Schmidt W: Imaging for large-vessel vascu-litis, Curr Opin Rheumatol 21:19–28, 2009.

18. Schmidt WA, Gromnica-Ihle E: Incidence of temporal arteritis in patients with polymyalgia rheumatica: A prospective study using colour Doppler sonography of the temporal arteries, Rheumato-logy 41:46–52, 2002.

19. Schmidt WA, Seifert A, Gromnica-Ihle E, et al: Ultrasound of proximal upper extremity arteries to increase the diagnostic yield in large-vessel giant cell arteritis, Rheumatology 47:96–101, 2008.

20. Düzgün N, Ates A, Aydintug OT, et al: Characteristics of vascular involvement in Behçet's disease, Scand J Rheumatol 35:65–68, 2006.

21. Schmidt WA: Doppler sonography in rheumatology, Best Pract Res Clin Rheumatol 18:827–846, 2004.

22. Schmidt WA, Backhaus M: What the practising rheumatologist needs to know about the technical fundamentals of ultrasonogra-phy, Best Pract Res Clin Rheumatol 22:981–999, 2008.

23. Lawrence RC, Felson DT, Helmick CG, et al: Estimates of the prevalence of arthritis and other rheumatic conditions in the Uni-ted States. Part II, Arthritis Rheum 58:26–35, 2008.

24. Blockmans D, De Ceuninck L, Vanderschueren S, et al: Repetitive 18-fluorodeoxyglucose positron emission tomography in isolated polymyalgia rheumatica: A prospective study in 35 patients, Rheu-matology 46:672–677, 2007.

25. Smetana GW, Shmerling RH: Does this patient have temporal arteritis? JAMA 287:92–101, 2002.

26. Schmidt WA: Current diagnosis and treatment of temporal arteri-tis, Curr Treat Options Cardiovasc Med 8:145–151, 2006.

27. Schmidt WA, Kraft HE, Völker L, et al: Colour Doppler sonogra-phy to diagnose temporal arteritis, Lancet 345:866, 1995.

28. Schmidt WA, Kraft HE, Vorpahl K, et al: Color duplex ultrasono-graphy in the diagnosis of temporal arteritis, N Engl J Med 337:1336–1342, 1997.

29. Schmidt WA: Takayasu and temporal arteritis, Front Neurol Neu-rosci 21:96–104, 2006.

30. Bruyn GAW, Schmidt WA: Introductory Guide to Musculoskele-tal Ultrasound for the Rheumatologist, Houten, The Netherlands, 2006, Bohn Stafleu van Loghum.

31. Schmidt WA, Blockmans D: Use of ultrasonography and positron emission tomography in the diagnosis and assessment of large-vessel vasculitis, Curr Opin Rheumatol 17:9–15, 2005.

32. Schmidt WA, Gromnica-Ihle E: What is the best approach to diagnose large-vessel vasculitis? Best Pract Res Clin Rheumatol 19:223–242, 2005.

33. Schmidt WA: The role of color and power Doppler sonography in rheumatology, Nat Clin Pract Rheumatol 3:35–42, 2007.

34. AbuRrahma AF, Thaxton L: Temporal arteritis: Diagnostic and therapeutic considerations, Am Surg 62:449–451, 1996.

35. Lauwerys BR, Puttemans T, Houssiau FA, et al: Color Doppler sonography of the temporal arteries in giant cell arteritis and po-lymyalgia rheumatica, J Rheumatol 24:1574–1579, 1997.

36. Wenkel H, Michelson G: Correlation of ultrasound biomicrosco-py with histological findings in diagnosis of giant cell arteritis, Klin Monatsbl Augenheilkd 210:48–52, 1997.

37. Venz S, Hosten N, Nordwald K, et al: Use of high resolution co-lor Doppler sonography in diagnosis of temporal arteritis, Rofo 169:605–608, 1998.

38. Ihara M, Yanagihara C, Takeda N, et al: The significance of color duplex ultrasonography for the diagnosis of temporal arteritis, Rinsho Shinkeigaku 39:1001–1005, 1999.

39. Stammler F, Ysermann M, Mohr W, et al: Value of color-coded duplex ultrasound in patients with polymyalgia rheumatica without signs of temporal arteritis, Dtsch Med Wochenschr 125:1250–1256, 2000.

40. Roters S, Szurman P, Engels BF, et al: The suitability of the ultra-sound biomicroscope for establishing texture in giant-cell arteritis, Br J Ophthalmol 85:946–948, 2001.

41. Schmid R, Hermann M, Yannar A, et al: Color duplex ultrasound of the temporal artery: Replacement for biopsy in temporal arteri-tis, Ophthalmologica 216:16–21, 2002.

42. Salvarani C, Silingardi M, Ghirarduzzi A, et al: Is duplex ultraso-nography useful for the diagnosis of giant-cell arteritis? Ann In-tern Med 137:232–238, 2002.

43. LeSar CJ, Meier GH, DeMasi RJ, et al: The utility of color duplex ultrasonography in the diagnosis of temporal arteritis, J Vasc Surg 36:1154–1160, 2002.

44. Nesher G, Shemesh D, Mates M, et al: The predictive value of the halo sign in color Doppler sonography of the temporal arteries for diagnosing giant cell arteritis, J Rheumatol 29:1224–1226, 2002.

45. Murgatroyd H, Nimmo M, Evans A, et al: The use of ultrasound as an aid in the diagnosis of giant cell arteritis: A pilot study compa-ring histological features with ultrasound findings, Eye 17:415–419, 2003.

46. Pfadenhauer K, Weber H: Duplex sonography of the temporal and occipital artery in the diagnosis of temporal arteritis: A pros-pective study, J Rheumatol 30:2177–2181, 2003.

47. Schmidt WA, Gromnica-Ihle E: Duplex ultrasonography in tem-poral arteritis, Ann Intern Med 138:609, 2003.

48. Nicoletti G, Ciancio G, Tardi S, et al: Colour duplex ultrasono-graphy in the management of giant cell arteritis, Clin Rheumatol 22:508–509, 2003.

49. Reinhard M, Schmidt D, Hetzel A: Color-coded sonography in suspected temporal arteritis—experiences after 83 cases, Rheuma-tol Int 24:340–346, 2004.

50. Romera-Villegas A, Vila-Coll R, Poca-Dias V, et al: The role of color duplex sonography in the diagnosis of giant cell arteritis, J Ultrasound Med 23:1493–1498, 2004.

51. Vianna RN, Mansour M, Ozdal PC, et al: The role of ultrasound biomicroscopy in predicting the result of temporal artery biopsy in temporal arteritis patients: A preliminary study, Eur J Ophthalmol 15:655–659, 2005.

52. Karahaliou M, Vaiopoulos G, Papaspyrou S, et al: Colour duplex sonography of temporal arteries before decision for biopsy: A pros-

Vasculitis 89

pective study in 55 patients with suspected giant cell arteritis, Ar-thritis Res Ther 8:R116, 2006.

53. Zaragozá García JM, Plaza Martínez A, Briones Estébanez JL, et al: Value of the Doppler-ultrasonography for the diagnosis of tempo-ral arteritis, Med Clin (Barc) 129:451–453, 2007.

54. Alberts MS, Mosen DM: Diagnosing temporal arteritis: Duplex vs. biopsy, QJM 100:785–789, 2007.

55. Bley TA, Reinhard M, Hauenstein C, et al: Comparison of duplex sonography and high-resolution magnetic resonance imaging in the diagnosis of giant cell (temporal) arteritis, Arthritis Rheum 58:2574–2578, 2008.

56. Kelley JS: Doppler ultrasound flow detector used in temporal ar-tery biopsy, Arch Ophthalmol 96:845–846, 1978.

57. Barrier J, Potel G, Renaut-Hovasse H, et al: The use of Doppler flow studies in the diagnosis of giant cell arteritis: Selection of temporal artery biopsy site is facilitated, JAMA 248:2158–2159, 1982.

58. Bienfang DC: Use of the Doppler probe to detect the course of the superficial temporal artery, Am J Ophthalmol 97:526–527, 1984.

59. Liozon F, Weinbreck P, Vidal E, et al: Arterial stenoses of the arms in Horton's temporal arteritis. Apropos of 3 cases. A review of the literature, Ann Med Intern (Paris) 137:307–312, 1986.

60. Brunhölzl C, Müller HR: Doppler sonography findings in arteritis temporalis, Ultraschall Med 9:232–236, 1988.

61. Friedman G, Friedman B, Beer G: Role of Doppler ultrasound flow studies in the diagnosis of temporal arteritis, Isr J Med Sci 24:686–687, 1988.

62. Dany F, Liozon F, Chaumont P, et al: Sensitivity and specificity of temporal Doppler in Horton's disease, J Mal Vasc 14(Suppl C): 04–108, 1989.

63. Puéchal X, Chauveau M, Menkès CJ: Temporal Doppler-flow studies for suspected giant-cell arteritis, Lancet 345:1437–1438, 1995.

64. Karassa FB, Matsagas MI, Schmidt WA, et al: Diagnostic perfor-mance of ultrasonography for giant-cell arteritis: A meta-analysis, Ann Intern Med 142:359–369, 2005.

65. Bley TA, Wieben O, Uhl M, et al: High-resolution MRI in giant cell arteritis: Imaging of the wall of the superficial temporal artery, AJR Am J Roentgenol 184:283–287, 2005.

66. Narváez J, Bernad B, Roig-Vilaseca D, et al: Influence of previous corticosteroid therapy on temporal artery biopsy yield in giant cell arteritis, Semin Arthritis Rheum 37:13–19, 2007.

67. Schmidt WA, Natusch A, Möller DE, et al: Involvement of peri-pheral arteries in active giant cell arteritis: A study using color Doppler sonography, Clin Exp Rheumatol 20:309–318, 2002.

68. Makkuni D, Bharadwaj A, Wolfe K, et al: Is intimal hyperplasia a marker of neuro-ophthalmic complications of giant cell arteritis? Rheumatology 47:488–490, 2008.

69. Chatelain D, Duhaut P, Schmidt J, et al: Pathological features of temporal arteries in patients with giant cell arteritis presenting with permanent visual loss, Ann Rheum Dis 68:84–88, 2009.

70. Schmidt WA, Krause A, Schicke B, et al: Do temporal artery ultra-sound findings correlate with ophthalmic complications in giant cell arteritis? Rheumatology 48:383–385, 2009.

71. Brack A, Martinez-Taboada V, Stanson A, et al: Disease pattern in cranial and large-vessel giant cell arteritis, Arthritis Rheum 42:311–317, 1999.

72. Schmidt WA, Kraft HE, Borkowski A, et al: Colour duplex ultra-sonography in large-vessel giant cell arteritis, Scand J Rheumatol 28:374–376, 1999.

73. Schmidt WA, Moll A, Seifert A, et al: Prognosis of large-vessel giant cell arteritis, Rheumatology 47:1406–1408, 2008.

74. Cantini F, Niccoli L, Nannini C, et al: Inflammatory changes of hip synovial structures in polymyalgia rheumatica, Clin Exp Rheu-matol 23:462–468, 2005.

75. Cantini F, Salvarani C, Olivieri I, et al: Shoulder ultrasonography in the diagnosis of polymyalgia rheumatica: A case-control study, J Rheumatol 28:1049–1055, 2001.

76. Frediani B, Falsetti P, Storri L: Evidence for synovitis in active polymyalgia rheumatica: Sonographic study in a large series of pa-tients, J Rheumatol 29:123–130, 2002.

77. Dasgupta B, Salvarani C, Schirmer M, et al: Developing classifi-cation criteria for polymyalgia rheumatica: Comparison of views from an expert panel and wider survey, J Rheumatol 35:270–277, 2008.

78. Schmidt WA, Schicke B, Krause A: Which ultrasound scan is the best to detect glenohumeral joint effusions? Ultraschall Med 29(Suppl 5):250–255, 2008.

79. Frank MW, Mehlman DJ, Tsai F, et al: Syphilitic aortitis, Circula-tion 100:1582–1583, 1999.

80. Fateh-Moghadam S, Huehns S, Schmidt WA, et al: Pericardial effusion as primary manifestation of Takayasu arteritis, Int J Car-diol, 2009;Feb 2:[Epub ahead of print].

81. Stanson AW: Imaging findings in extracranial (giant cell) temporal arteritis, Clin Exp Rheumatol 18(Suppl 20):S43–S48, 2000.

82. Evans JM, O'Fallon WM, Hunder GG: Increased incidence of aor-tic aneurysm and dissection in giant cell (temporal) arteritis. A po-pulation-based study, Ann Intern Med 122:502–527, 1995.

83. García-Martínez A, Hernández-Rodríguez J, Arguis P, et al: Deve-lopment of aortic aneurysm/dilatation during the followup of pa-tients with giant cell arteritis: A cross-sectional screening of fifty-four prospectively followed patients, Arthritis Rheum 59:422–430, 2008.

84. Kerr GS, Hallahan CW, Giordano J, et al: Takayasu arteritis, Ann Intern Med 120:919–929, 1994.

85. Bond JR, Charboneau JW, Stanson AW: Takayasu's arteritis. Ca-rotid duplex sonographic appearance, including color Doppler imaging, J Ultrasound Med 9:625–629, 1990.

86. Maeda H, Handa N, Matsumoto M, et al: Carotid lesions detected by B-mode ultrasonography in Takayasu's arteritis: “Macaroni sign” as an indicator of the disease, Ultrasound Med Biol 17:695–701, 1991.

87. Schmidt WA, Seipelt E, Krause A, et al: Carotidynia in Takayasu arteritis, J Rheumatol 34:231–232, 2007.

88. Schmidt WA, Nerenheim A, Seipelt E, et al: Early diagnosis of Takayasu arteritis by colour Doppler ultrasonography, Rheumato-logy 41:496–502, 2002.

89. Taniguchi N, Itoh K, Honda M, et al: Comparative ultrasonogra-phic and angiographic study of carotid arterial lesions in Takayasu's arteritis, Angiology 48:9–20, 1997.

90. Lefebvre C, Rance A, Paul JF, et al: The role of B-mode ultrasono-graphy and electron beam computed tomography in evaluation of Takayasu's arteritis: A study of 43 patients, Semin Arthritis Rheum 30:25–32, 2000.

91. Kissin EY, Merkel PA: Diagnostic imaging in Takayasu arteritis, Curr Opin Rheumatol 16:31–37, 2004.

92. Müller E, Schneider W, Kettritz U, et al: Temporal arteritis with pauci-immune glomerulonephritis: A systemic disease, Clin Ne-phrol 62:384–386, 2004.

93. Schmidt WA, Wernicke D, Kiefer E, et al: Colour duplex sonogra-phy of finger arteries in vasculitis and in systemic sclerosis, Ann Rheum Dis 65:265–267, 2006.

94. Schmidt WA, Seipelt E, Molsen HP, et al: Vasculitis of the internal carotid artery in Wegener's granulomatosis: Comparison of ultra-sonography, angiography, and MRI, Scand J Rheumatol 30:48–50, 2001.

95. Schmidt WA, Krause A, Schicke B, et al: Color Doppler ultraso-nography of hand and finger arteries to differentiate primary from secondary forms of Raynaud's phenomenon, J Rheumatol 35:1591–1598, 2008.