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REVISTA TROLEO EDICION 24

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Siguiendo la travesía por el tiempo llegamos a la edición que coincide con el inicio del verano, temporada maravillosa que nos brindará nue-vamente una gama de opciones para disfrutar las actividades del mar que nos llenan los sentidos de vitalidad y pasión por la vida.

En este número les compartimos la emoción de torneos como el de Mahahual e Isla Mujeres, eventos realizados en un marco de belleza natural, donde hubo gran participación, ambiente festivo, camaradería y sobre todo la importancia de promover la pesca deportiva como un imán atrayente de turismo que genera buenos dividendos a la gente de la localidad que se beneficia de celebraciones como estas y que poco a poco se suman al cuidado y preservación de las especies, comen-to esto porque precisamente el 5 de junio se celebró el día mundial del medio ambiente establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en 1972 y como cada año, se busca sensibilizar a la opinión mundial en relación a temas ambientales tratando de darle un con-texto humano, motivando a las personas para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sustentable.

Ojalá que nuestros próximos gobernantes, del partido que sean, en-tiendan de una vez por todas que no puede haber conservación si hay hambre, falta de educación, falta de voluntad y mano firme al momento de aplicar las leyes, que la pesca es una actividad cuyo futuro depende de una buena conservación, que la pesca y la conservación están ínti-mamente relacionadas.

En ese tema sin duda los niños y jóvenes juegan un papel importan-tísimo y educarlos en el respeto al medio ambiente contribuye a me-jorar la calidad de vida de cualquier ser humano y la salud de nuestro planeta.

Bienvenido el día mundial del medio ambiente, bienvenido el verano y todas las ofertas recreativas de las diferentes regiones costeras de este hermoso país, desde Baja California, hasta la Península de Yucatán, la riqueza natural esta dispuesta para tomarla y saturarnos de aventuras, vivencias, recuerdos y paisajes que formaran parte de nuestra riqueza personal y espiritual.

Nos vemos en la próxima captura.

Manuel Solís Trejo / DIRECTOR

[email protected]

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a oferta de los torneos de pesca con mosca para peces de pico siempre ha sido reducida. Pocos pescadores pescan picu-dos con mosca y menos que éstos compitan entre sí. A nivel mundial no hay más de 4 Torneos en el mundo, uno de estos tor-neos es el Jake Jordan Invitational Fly Challenge que organiza el pescador Jake Jordan en el campo de pesca Casa Vieja, en la Costa del Océano Pacífico Guatemalteco, un torneo de captura y liberación para pez vela y marlin con caña de mosca.

El Torneo se realiza cada año a principios del mes de enero y exactamente con un año de anticipación recibí la invitación para participar. Para los pescadores con mosca todo es preparación. Con meses por delante se atan las moscas, se arman leaderes, se ajustan los nudos, se afilan los anzuelos, se revisa el equipo de pesca y se vuelve a revisar una y otra vez. Se prepara toda la logística del viaje y todo se afina para estar al 100%.

Como yo vivo en Cozumel, me trasladé a Cancún y de ahí volé a Panamá por COPA Airlines. Panamá es el mejor lugar para co-nectar con Centroamérica y Sudamérica, cambias de vuelo muy fácil y eficientemente, de ahí a Guatemala. En el aeropuerto de Guatemala me recibió gente de Casa Vieja Lodge y recorrí una hora y quince minutos por carretera hasta llegar a Puerto Quet-zal donde se ubica el lodge.

El escenario

Guatemala puede ser un país pequeño geográficamente, demo-gráficamente y económicamente, pero sus leyes sobre la pesca deportiva son de primer mundo. Tienen una avanzada legisla-ción de protección a los peces de pico e impone fuertes multas como sanción a la muerte de un pez, que en casos de reinciden-cia terminan en cárcel para los infractores y la justicia aplica a pescadores deportivos y a pescadores comerciales por igual. De ahí la gran productividad que es literalmente imbatible con liberaciones de docenas de peces por día por embarcación, lo que convierten a las costas del Pacífico de Guatemala en una de las mayores concentradoras de estos magníficos ejemplares a nivel mundial.

El lodge o campo de pesca Casa Vieja es un lugar excepcional, un refugio privado para pescadores rodeado de jardines y vege-tación tropical, construido hace más de veinte años por una de las más prominentes familias de Guatemala y en el sitio atracan embarcaciones de clase mundial, a cargo de capitanes de gran prestigio y renombre mundial. Casa Vieja es la sede del tor-neo que para esa ocasión nos repartiríamos en equipos de dos por embarcación. Mi compañero sería Nat Harris de Carolina del Norte, un caballero y un gran pescador. Nuestro bote el: “Release” una preciosa Merrit 37’ capitaneada por Francisco Alvarenga. Los adversarios en su mayoría eran pescadores ve-teranos de muchas capturas. Una de las figuras sobresalientes era la de Nick Smith, probablemente el pescador que más peces de pico ha capturado con mosca en la historia con más de 3,000 capturados desde los años 70’s a la fecha, él iba a bordo de la embarcación “Old Reliable”, una Bayliss 65’ guiada por un gran capitán de recién ingreso al salón de la fama de la pesca: Chip Shafer. En el Torneo también se encontraban pescadores como Brian Horsley del equipo de cañas SAGE y Jack Callion guía de pesca de Marathon, Florida y capitanes como Chris Sheeder y Mike Sheeder.

Las reglas del Torneo obligaban al uso estricto de las reglas de la IGFA. El leader podía ser de línea gruesa (usábamos 100 lb) pero éste no podía exceder 12 pulgadas (30 cm) de largo y después vendría la línea delgada o tippet de 20 lb (10 Kg) como máximo. Era obligatorio que el pescador lanzara la mos-ca hasta que el motor del bote se encontrara en neutral, y la tripulación solo podía asistirlo para teasear o acercar un pez a la popa del bote. El casteado, el enganche del pez y la pelea del mismo correspondían únicamente al pescador. Al llegar el lea-der a la punta de la caña o cuando el marinero tocaba el leader constituía un pez capturado. El pescador debía de pelear al pez por al menos 10 segundos antes de capturarlo y liberarlo. Esta última regla trata de evitar una lucha desigual en la que botes retroceden rápidamente apenas el pez se engancha y tocan el leader liberándolo sin mayor esfuerzo del pescador. Por ello, debían de pasar al menos 10 segundos para dar tiempo al pez de orientarse y huir.

Se otorgaban 100 puntos por cada pez vela capturado y libera-do. 500 puntos si se trataba de un marlín y 50 puntos adicio-nales si se lograba recuperar la mosca. Algo difícil, si conside-ramos que el marinero solo tiene 12 pulgadas (30 cm) de línea gruesa de donde controlar al pez una vez que éste está a un costado del bote.

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La pesca con mosca en aguas azules

Pescamos troleando como en la pesca convencional, pero solo con 3 cañas con carnadas sin anzuelos. Cuando un pez de pico surge tras la carnada el marinero se precipita sobre la caña de troleo y empieza a recogerla trayendo tras de esta a un embra-vecido pez que hace lo posible por tragársela, no tan rápido que el pez pierda interés en esta, pero tan poco tan despacio como para que logre alcanzarla, se la coma y desaparezca con un bocado gratis. El “teaseo”, como se le llama a la acción descrita anteriormente, requiere de mucha habilidad por parte de la tripulación. Cuando el pez está a unos metros de la popa del bote, el capitán detiene el barco y el marinero retira la car-nada que viene persiguiendo el pez vela o marlin con un fuerte jalón vertical. El pez da vueltas buscando desesperadamente su presa, es entonces cuando el pescador lanza su mosca y el pez pensando que esa es la carnada que perseguía, la muerde quedando cautivo e iniciando la lucha entre pez y pescador. Cada vez que un pez era enganchado, se debía llamar por radio a Casa Vieja, reportarlo y apuntar un número que se nos comu-nicaba para su registro. Debíamos notificar si el pez había sido capturado y si la mosca se había recuperado y teníamos los 50 puntos adicionales o no.

Este tipo de pesca es un trabajo en equipo y se requiere una per-fecta coordinación entre la tripulación: que capitán, marineros y pescador jueguen sin error en sus respectivas posiciones. Pre-vio al torneo hubo un día de práctica, ese día fue el mejor para el “Release.” Liberamos 3 peces velas con mosca y la cereza en el pastel fue un enorme marlin azul que toco a mi compañero Nat Harris capturar. Pescar un marlin siempre es un reto, pero pescar un marlín azul de más de 250 libras, teaseado a unos metros de la popa del bote y pescarlo con un equipo de pesca tan ligero es toda una hazaña.

Los tres días del torneo

El primer día de pesca las 7 embarcaciones con los 14 pesca-dores con sus tripulaciones estaban listos para zarpar. La pesca desafortunadamente iba a la baja y las cantidades de peces por los que Guatemala es mundialmente conocida simplemente no estaban ahí. Aun así, era buena pesca en cualquier otra parte del mundo.

Ese día tuvimos tras nuestras carnadas 5 peces vela, de los cua-les logramos enganchar 2 y finalmente pescar 1 (Nat Harris). La noticia del día la ponía el equipo de Nick Smith e hijo, con el capitán “Chip Shafer” del “Old Reliable” que habían cap-turado y liberado un marlín azul con mosca colocándose en el liderato del Torneo.

El segundo día de pesca fue mejor para nuestro equipo. Tuvi-mos 14 peces velas tras las carnadas de los cuales engancha-mos 6 de estos y pescamos 3 (1 de Nat Harris) y (2 Nassim Joaquín). Adicionalmente a las moscas recuperadas por nuestra tripulación que nos dieron puntos extras, logramos meternos a los primeros lugares. La tabla de posiciones cambio mucho, el puntero, persiguiendo su obsesión por otro marlin no volvió a pescar nada en los días siguientes y un nuevo líder se levantó para el segundo día: el francés Lucien Lafonte y su compañero Tony Weaver abordo del “Intensity.” Lucien Lafonte pretendía refrendar su título ganado el año pasado.

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En el tercer y último día de pesca se sentía la presión. Esa era una mañana especialmente difícil para todos los participantes. Los peces de pico estaban ahí, sin embargo, era realmente di-fícil acercarlos hasta la popa del bote, simplemente perdían el interés en las carnadas y no las seguían. De 10 que salieron tras nuestras carnadas, solo logramos presentar la mosca a 3, mismos que enganchamos, capturando Nat Harris 1 de estos y Nassim Joaquín 2. Pat Ford, uno de los mejores fotógrafos de naturaleza y en especial de pesca deportiva a nivel mundial nos acompañó ese día y con un escenario perfecto sobre un mar en calma, plasmó unas imágenes espectaculares.

Cerramos el Torneo en tercer lugar general, y un servidor en segundo lugar como mejor pescador del torneo con Paul Mc-garvie -quien de acuerdo a las reglas venció por tiempo, pues capturó su último pez primero-. Los ganadores fueron el fran-cés Lucien Lafonte (mejor pescador del Torneo) y su compañe-ro de Alaska Tony Weaver en el “Intensity”. Nuestro equipo, el “Release” vino de menos a más y pocos puntos nos separaban del segundo y primer lugar en un torneo con un final cerrado y competido.

El Jake Jordan Invitational solo entrega premios, no reparte au-tomóviles o grandes sumas de dinero, lo que finalmente impor-ta es la camaradería, el hacer nuevas amistades y refrendar las antiguas, el disfrutar de un mojito bien frío después de un largo día de pesca, el aprender nuevas técnicas y compartirlas con otros, el navegar con algunos de los mejores capitanes de este hemisferio y aprenderles lo más que se pueda, pero sobretodo, el poder pescar y hacerlo en un mar que aun en sus momentos malos, ofrece decenas de peces de pico al día a sus pescadores, sin duda, gracias a la conservación y la pesca responsable que hacen sus pescadores, la legislación vigente y la aplicación de las leyes que impone el gobierno de Guatemala.

Enhorabuena a Guatemala, al lodge Casa Vieja y a Jake Jordan por la gran organización de su Invitational Fly Challenge.

Si alguien esta interesado en participar en el torneo o pescar en Guatemala pueden enviar un email a Jake Jordan o a Casa Vieja Lodge y las puertas estan abiertas para recibirlos. Todos los barcos participantes en el torneo son del campo de pesca Casa Vieja y se rentan para ese evento en particular o cualquier día del año.

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La Marina y club de yates Chac Chí, propiedad de Don Gaspar Paredes nos recibió a la 7 en punto de la mañana para registrarnos y abordar una de las 12 embarcaciones totalmente equipadas que componen la flota de la marina, entre las que destacan: una Viking de 42 pies, una Black Fin de 38 pies, una Sea Ray de 38 pies, varias Luhrs y Bertram entre los 36 y 33 pies y el nuevo integrante de la familia que complementa las opciones de viajes de pesca y paseos por la bahía o en la costa de Cancún: un catamarán de 60 pies con aire acondicionado, donde caben 35 personas cómodamente y que incluye el servicio de comidas, bebidas y equipo para bucear en Isla Mujeres, especial para celebrar algún evento privado o ceremonia familiar diferente y seguramente memorable.

Esa mañana, nuestro bote asignado había sido bautizado como el Sea Señora, un Bertram 33 pies capitaneado por Edgar Aguayo y sus marineros Christian Canché y Jorge Domínguez. Esta embarca-ción que ya conocía bien, me había regalado formidables encuen-tros en ocasiones anteriores, así que nada mejor para empezar el día.

El objetivo era un dorado o un pez vela, así que zarpamos rumbo a la zona de corrientes a poco más de una hora de camino rumbo al noroeste detrás de Isla Mujeres, justo en el corte donde cae la plata-forma continental de 250-300 pies hasta más de 1,500 pies.

Durante el viaje y observando cómo alistaban los ballyhoos para colocar en las cañas, pensaba en lo importante que es convivir con los hijos, sobrinos o los nietos hoy en día, en un mundo que ha acelerado el ritmo de vida de forma impresionante y nos ha con-vertido en una sociedad de gratificación instantánea donde abundan las comidas rápidas, los video juegos, las Black Berry, los iphones, ipads, etc. y donde todo está en una abrumadora demanda constan-te. Pero gracias a Dios tenemos la naturaleza que nos obliga a redu-cir un poco la velocidad y nada mejor que compartir la experiencia de un inolvidable día de pesca, que crea recuerdos con duradera huella sobre todo en la mente de personas jóvenes como nuestros pescadores del día.

Troleando ya sobre el cantil, avistamos no muy lejos mucho mo-vimiento de delfines y pájaros sobrevolando la superficie, signo inequívoco de algún cardumen de bonitos o dorados y para nuestra suerte era bastante amplia la zona, ya que al navegar hacia el punto, docenas de delfines hacían piruetas en el aire y algunos más escol-tándonos a ambos lados del barco, dándonos la bienvenida al festín de media mañana, algo realmente espectacular y emocionante para todos.

Durante el recorrido cambiamos rápidamente las carnadas que ha-bíamos troleado dos horas antes por un apetitoso spread de señuelos Pakula… se estaban apenas acomodando las líneas de los tangones cuando el sonido de un Penn Senator estremeció a la juventud ahí reunida. Ana Pau tomaba la caña y trabajaba el primer bonito del día con paciencia y bastante relajada lo que indicaba que no era su primera pesca en esa modalidad.

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Seguimos trabajando la zona y dos cañas más chillaban y dobla-ban sus puntas… ¡ese era nuestro momento!, rápidamente Fernan-do y Jorge tomaban sus lugares en las sillas de combate con mucho ímpetu pero con miedo a perder la preciada pieza que peleaba y corría al otro lado de la línea. -Arriba la caña, baja y enrolla en un solo movimiento para no aflojar la línea porque se va- comenta-ba nuestro Christian atinadamente a los pescadores en turno; así, después de muchos gestos de esfuerzoy el cobro de línea en dura batalla, se dejaban ver por fin las caras de satisfacción cuando iza-ban abordo dos bonitos más de brillantes colores azules al Sea Señora! Justo en el momento de tomar el último leader, un dorado de buen tamaño hizo su aparición pegándole algunos topes a un señuelo que teníamos en el agua como para incitarlo a salir disparado y saciar sus instintos persecutorios, como un gato jugando con un ratón antes de despacharlo, pero imposible acelerar el bote en ese momento… con la misma desapareció y el -¡chííínnnn!!!!- de los ahí reunidos se dejaba escuchar.

Seguimos nuestra marcha a 8 nudos, pero ya el cardumen de bo-nitos se había desarticulado, lo que sí detectamos fueron algunas manchas de sardinas a pocos metros de profundidad y el capitán ordenó sacar los “Sabiki rigs” que son un armado de origen japo-nés que presenta varios anzuelitos decorados con escamas de pes-cado y un plomo, que emulan un cardumen de pececillos, camaro-nes u otros organismos que son presa fácil de pequeñas macarelas o sardinas, lo que nos serviría para buscar con algo de suerte un pez vela.

Se colocaron los Sabikis en dos cañas dejando profundizar el ar-mado y realizando pequeños tirones de sube y baja y al instan-te se comenzaron a “colgar” algunas macarelas y cigar minnow que rondaban bajo la sombra de la embarcación. Definitivamente cuando se tiene la posibilidad de trabajar con carnada viva ni pen-sarle dos veces, los resultados eran inmediatos… rrrrrrrrrrr!!! otro bonito más arrebataba un cigar minnow y le tocaba turno a Juan Manuel que presto a la maniobra de tomar la caña y acomodarse en la silla, dejaba salir línea del carrete para que corriera el pez dos y hasta tres veces, era de buen tamaño.

Aproveché para sacar un carrete de spinning, un Daiwa Saltist que había llevado por si parábamos a jiggear , lo armé con una peque-ña macarela y en pocos minutos sentí el nerviosismo del pez del otro extremo de la línea moviéndose de un lado a otro huyendo del sexto bonito del día que saltaba del agua en un violento ataque. Patricio el más peque del grupo, tomó la caña y con algo de ayuda y los gritos de ánimo de los demás logró dominar al pez después de 20 minutos de duro encuentro reflejado en el rostro de incredu-lidad por lo que había logrado.

Y como en las telenovelas donde todo se resuelve en el último capítulo, en los últimos 10 minutos que nos quedaban de pesca el capitán pega un grito desde la torre de mando y con una caña en la mano señaló a lo lejos un pico que se levantaba golpeteando el agua con parte de la aleta desplegada ... –Esta matando al pez-…decía a los chicos, mientras soltó un poco de línea, trabó el frenó y de pronto, el salto maravilloso del portento de los mares del Ca-ribe: el gran pez vela, dejando ver esos hermosos tonos de azules metálicos y a todos boquiabiertos… jamás habían visto uno en vivo, con eso ya estaba más que pagado el viaje; unos subiendo a la torre para ver mejor el espectáculo otros sacando las cámaras. Fueron varios saltos del pez más rápido del océano, que por su habilidad de pelea y sus acrobacias aéreas se considera uno de los máximos trofeos para cualquier pescador deportivo.

El pez vela es un pez potente en sus primeras carreras natatorias, pero la potencia de su pelea es limitada, y para una pelea justa lo ideal es capturarlos con equipos de pesca de altura livianos como los Shimano TLD 15 y 20, Talica, Torsa, Tyrnos, Torium, Trini-dad, Tiagra, Thunnus, Saragosa, etc. por mencionar algunos de esa marca con líneas de preferencia de monofilamento o híbrida de 20 a 30 libras y cañas de Medium a Medium-Heavuy de 20 a 50 libras de resistencia y leader de fluoro de 80 ó 100 libras. Por supuesto que se pueden usar niveles de resistencia superior de acuerdo a la destreza y umbral de confianza que tenga el pes-cador como era nuestro caso con chavos que empiezan a pescar en grande.

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Seguimos trabajando la zona y dos cañas más chillaban y dobla-ban sus puntas… ¡ese era nuestro momento!, rápidamente Fernan-do y Jorge tomaban sus lugares en las sillas de combate con mucho ímpetu pero con miedo a perder la preciada pieza que peleaba y corría al otro lado de la línea. -Arriba la caña, baja y enrolla en un solo movimiento para no aflojar la línea porque se va- comenta-ba nuestro Christian atinadamente a los pescadores en turno; así, después de muchos gestos de esfuerzoy el cobro de línea en dura batalla, se dejaban ver por fin las caras de satisfacción cuando iza-ban abordo dos bonitos más de brillantes colores azules al Sea Señora! Justo en el momento de tomar el último leader, un dorado de buen tamaño hizo su aparición pegándole algunos topes a un señuelo que teníamos en el agua como para incitarlo a salir disparado y saciar sus instintos persecutorios, como un gato jugando con un ratón antes de despacharlo, pero imposible acelerar el bote en ese momento… con la misma desapareció y el -¡chííínnnn!!!!- de los ahí reunidos se dejaba escuchar.

Seguimos nuestra marcha a 8 nudos, pero ya el cardumen de bo-nitos se había desarticulado, lo que sí detectamos fueron algunas manchas de sardinas a pocos metros de profundidad y el capitán ordenó sacar los “Sabiki rigs” que son un armado de origen japo-nés que presenta varios anzuelitos decorados con escamas de pes-cado y un plomo, que emulan un cardumen de pececillos, camaro-nes u otros organismos que son presa fácil de pequeñas macarelas o sardinas, lo que nos serviría para buscar con algo de suerte un pez vela.

Se colocaron los Sabikis en dos cañas dejando profundizar el ar-mado y realizando pequeños tirones de sube y baja y al instan-te se comenzaron a “colgar” algunas macarelas y cigar minnow que rondaban bajo la sombra de la embarcación. Definitivamente cuando se tiene la posibilidad de trabajar con carnada viva ni pen-sarle dos veces, los resultados eran inmediatos… rrrrrrrrrrr!!! otro bonito más arrebataba un cigar minnow y le tocaba turno a Juan Manuel que presto a la maniobra de tomar la caña y acomodarse en la silla, dejaba salir línea del carrete para que corriera el pez dos y hasta tres veces, era de buen tamaño.

Aproveché para sacar un carrete de spinning, un Daiwa Saltist que había llevado por si parábamos a jiggear , lo armé con una peque-ña macarela y en pocos minutos sentí el nerviosismo del pez del otro extremo de la línea moviéndose de un lado a otro huyendo del sexto bonito del día que saltaba del agua en un violento ataque. Patricio el más peque del grupo, tomó la caña y con algo de ayuda y los gritos de ánimo de los demás logró dominar al pez después de 20 minutos de duro encuentro reflejado en el rostro de incredu-lidad por lo que había logrado.

Y como en las telenovelas donde todo se resuelve en el último capítulo, en los últimos 10 minutos que nos quedaban de pesca el capitán pega un grito desde la torre de mando y con una caña en la mano señaló a lo lejos un pico que se levantaba golpeteando el agua con parte de la aleta desplegada ... –Esta matando al pez-…decía a los chicos, mientras soltó un poco de línea, trabó el frenó y de pronto, el salto maravilloso del portento de los mares del Ca-ribe: el gran pez vela, dejando ver esos hermosos tonos de azules metálicos y a todos boquiabiertos… jamás habían visto uno en vivo, con eso ya estaba más que pagado el viaje; unos subiendo a la torre para ver mejor el espectáculo otros sacando las cámaras. Fueron varios saltos del pez más rápido del océano, que por su habilidad de pelea y sus acrobacias aéreas se considera uno de los máximos trofeos para cualquier pescador deportivo.

El pez vela es un pez potente en sus primeras carreras natatorias, pero la potencia de su pelea es limitada, y para una pelea justa lo ideal es capturarlos con equipos de pesca de altura livianos como los Shimano TLD 15 y 20, Talica, Torsa, Tyrnos, Torium, Trini-dad, Tiagra, Thunnus, Saragosa, etc. por mencionar algunos de esa marca con líneas de preferencia de monofilamento o híbrida de 20 a 30 libras y cañas de Medium a Medium-Heavuy de 20 a 50 libras de resistencia y leader de fluoro de 80 ó 100 libras. Por supuesto que se pueden usar niveles de resistencia superior de acuerdo a la destreza y umbral de confianza que tenga el pes-cador como era nuestro caso con chavos que empiezan a pescar en grande.

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Los 5 pescadores tomaron parte del encuentro con la ayuda de Christian para mantener la línea tensa y que el pez no “escupiera” el anzuelo. La mejor recomendación siempre será usar anzuelos circulares y más si se trata de carnada viva ya que al darle tiempo al pez para tragar la carnada, el anzuelo circular genera mucho menos daño por su misma forma y rotación, que se posiciona con mucha más regularidad en la zona la boca y no a nivel interno como suele suceder con los anzuelos tipo J, esto sin duda reper-cute en menores índices de mortalidad para la especie y por tanto un esfuerzo importante en la conservación de las hermosísimas especies de pico.

La batalla duró unos 20 minutos entre gritos de –“Agarra con fuer-za la caña!, no se vaya a ir!, gira la silla, enrolla rápido!, es mi turnoooo!!”- toda una fiesta resultó al final cuando se subió a un

ejemplar de muy buenas proporciones. Ya para ese momento esta-ba más que listo con la cámara y acto seguido soltar al formidable animal de nuevo a su territorio, otorgándole la indulgencia más que necesaria: merecida.

Regresamos a las instalaciones de la marina cansados y asoleados pero con la adrenalina y la emoción desbordada y compartida con aquellos 5 jóvenes pescadores que vivieron intensamente una gran jornada. Bajándonos del barco me hicieron jurar que regresaría-mos con el pretexto de atrapar ese dorado que no pudimos lograr; algo difícil pensé, pero bueno, saldremos a pescar todos juntos otra vez y eso, ya es una gran captura para mí.

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Un pez vela por ejemplo, tiene variadas “técnicas” de ataque y formas de tragar su alimento y las aplica según sea el tipo de presa y las condiciones del medio circundante. Los peces vela poseen efectivas armas como son sus picos, su vista, su velo-cidad, sus colas, sus velas, su línea lateral y sus grandes hoci-cos. Sus picos los utilizan para alcanzar a presas más ágiles que ellos, golpeándolas para quebrarlas, poder atraparlas con sus fauces para terminar de matarlas o simplemente succionarlas gracias al efecto de sifón de sus opérculos branquiales.

Comprender el por qué de sus picos y cómo los utilizan es fácil si antes intentas atrapar una gallina con tus manos ¿alguna vez lo has intentado? ... no es nada fácil, ¿pero qué tal si alguien te facilita un bate de beisbol?

Sabemos que son depredadores muy eficientes, pero lo que ca-zan y tragan son presas vivas y esas presas vivas actúan distin-to que nuestras carnadas una vez que han sido alcanzadas por ellos.

Muchos nos enfocamos en lograr que nuestros señuelos y car-nadas vivas o muertas actúen lo más “natural” posible duran-te la acción de pesca, pero ¿también nos preocupamos porque éstas actúen de forma “natural” en los momentos posteriores al pique? … es justamente en este punto en donde aplicamos las maniobras de enganche necesarias para lograr que nuestra carnada actúe lo más parecido a cómo reaccionaría una presa similar en el estado natural y así, facilitarle al depredador la consumación de su ataque y logre por fin tragar nuestra carnada y poder reacionar clavando nuestro anzuelo.

En castellano estas maniobras de enganche las conocemos como “dar línea”, “dar de comer”, “dar arreada”, etc. según la región, pero por razones de estandarización utilizaremos el término en Inglés conocido como “Drop back”.

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La mecánica del drop back

Podemos describir la maniobra de drop back como la acción de permitir que el pez cobre cierta cantidad de línea entre el momen-to en el que atrapa la carnada y el momento en el que clavamos el anzuelo. Para entender la razón de ser de esta maniobra, primero tenemos que visualizar lo que sucede bajo el agua y al otro extre-mo de nuestra línea.

En el caso de una carnada muerta ofrecida al troleo del pez vela, el pez primero la golpeará para alcanzarla en el caso de que tro-leemos a velocidades relativamente altas para las carnadas (más de 7 nudos) pero en el caso de trolear a menor velocidad, ellos simplemente las inhalan y atrapan con sus fauces, apretándolas, obedeciendo a su instinto de matarlas para poder acomodarlas con la cabeza por delante y tragarlas.

En nuestro extremo de la línea, nosotros debemos estar muy aten-tos para reaccionar inmediatamente si observamos a un vela en la estela o intentando alcanzar nuestra carnada, para tomar la caña en nuestras manos, bajar el freno a “free spool” pero deteniendo la bobina con nuestro dedo pulgar y manteniendo la punta de la caña bien en alto para mantener óptima la acción de la carnada.

En el momento en el que el vela golpee la carnada, bajaremos la punta de la caña de forma brusca para que el arco que forma la línea al ser bajada permita que la carnada se detenga por breves segundos, eso asemejaría a un pececillo golpeado y justamente es lo que el pez vela espera para atraparlo; nosotros mantendremos la punta de la caña apuntando al pez vela (esto es importante para eliminar al máximo la fricción de las guías sobre la línea y poder sentir mejor lo que el pez vela hace) y esperaremos unos segundos a que el bote tense la línea, y si el pez vela atrapó nuestra carnada, sentiremos el peso en nuestro pulgar, aflojamos la presión de él en la bobina permitiendo que la línea salga, es importante ceder esta línea para que el pez vela cotinúe con su rutina depredadora que en ese momento es apretar la carnada y acomodarla para tragarla; la cantidad de línea a ceder es justamente el ajo de esta sopa y la medida “correcta” puede variar enormemente entre pescador y pescador. En mi opinión la cantidad de línea a soltar dependerá de varios factores, entre ellos el tamaño de la carnada pues a carna-das mayores, mayor línea tendremos que dar; también el tipo de carnada y por supuesto la especie que ha picado.

Algunos pescadores traducen la cantidad de línea a tiempo y este tiempo contado en segundos. Con este parámetro y una velocidad de troleo de 5-6 nudos podemos redondear a que un vela que ataca a una carnada del tipo de una lisa de a cuarta o a un ballyhoo de

tamaño similar, requerirá de “algunos” 4-6 segundos. A carna-das mayores, mayor tiempo y viceversa. Carnadas suaves como pancitas de barriletes armadas o filetes de calamares o calamares enteros, el drop back deberá ser muy corto a lo más algunos 3 segundos. Algo mejor que contar los segundos de un drop back es “sentir” la línea, percibiendo a través de ella los sutiles signos de lo que pasa del otro lado y traducirlos en nuestra mente a acciones y reacciones.

Cuando le soltemos línea, nuestro pulgar deberá tan solo rozar la bobina, para impedir que se sobre acelere y resulte nuestro carrete con la línea convertida en un nido de pájaros o “back slash”.

También podemos utilizar los dedos índice y cordial tocando la bobina por la parte superior en los carretes abiertos. Cuando un pez vela atrapa nuestra carnada, sentimos su peso y le comenza-mos a soltar línea, sentiremos que ésta sale a una gran velocidad del carrete, pero a la velocidad que sentimos le debemos restar mentalmente la velocidad que lleva el bote para así “sentir” la verdadera reacción del pez. Para lograr percibir esto es necesario realizar ejercicios lanzando por la borda una carnada, y simular nuestro drop back, una y otra vez, de esta forma podrás sentir cuál es la reacción de la fuerza del agua solamente sobre tu pulgar y conocer la diferencia cuando tengas a un pez del otro lado.

Es muy importante mencionar que la línea debe salir de nuestro carrete con la mínima resistencia, incluso es muy conveniente re-tirar la chicharra para lograr un free spool completo; si por temor al back slash mantenemos demasiada resistencia, el animal la sen-tirá y tal vez lo perciba como que la presa que atrapó sigue viva e intenta escapar de sus fauces, por lo que no la soltará para tragarla y eventualmente cuando lo haga, esa resistencia hará que la car-nada se escape en el justo momento en el que el pez disminuya su presión.

Si has realizado el drop back de forma correcta, a través de la línea podrás percibir cuando el pez se queda quieto ya que sientes su peso, pero la velocidad de salida de la línea es solo la de la lancha mientras él está acomodando y tragando la carnada, e inmedia-tamente después sentirás cómo la línea se acelera pues ya la ha tragado y ha iniciado su nado de nuevo, y ese es el justo momento que esperamos para clavar el anzuelo.

También la velocidad de troleo al momento del pique puede defi-nir si otorgaremos un drop back largo o corto, a menor velocidad más control y sensibilidad tendremos, a mayor velocidad el ani-mal forma más senos en la línea que también causan arrastre lo que dificulta nuestra maniobra.

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Armados y anzuelos

Una exitosa maniobra de drop back inicia con un anzuelo y un armado adecuados; la posición del anzuelo dentro de la carna-da no solo debe pensarse para lograr una bonita acción atrayente, también debemos prepararlo para que a la hora de la verdad, ese anzuelo quede correctamente ofrecido permitiendo que “trabaje” a la hora del enganche, comenzando por un tamaño equilibrado al volumen de la carnada así como el posicionamiento de su punta; si lo ponemos muy pequeño o con la punta escondida, a la hora del enganche tendremos mucha carne y poco acero dentro del hocico del pez; si lo ponemos muy grande o expuesto, además de entor-pecer la acción atrayente, dificultará que el pez trague la carnada, pudiendo hasta ser causa de que se pique o lastime y suelte la carnada antes de nuestra oportunidad de clavarlo.

Los modelos de anzuelo también dictan la técnica de drop back a aplicar y podemos clasificarlos básicamente en anzuelos “J” y an-zuelos “G” o circulares. Con ambos anzuelos la maniobra de drop back es similar, pero no la forma de enganchar. Con los anzuelos “J” subiremos el freno a strike al tiempo que damos algunas vuel-tas de manivela para ayudar a tensar más rápidamente la línea y alzando la caña se resiste fuertemente para afirmar y clavar los anzuelos con la ayuda de la fuerza del bote, el levantar la caña y aplicar los conocidos “varazos” ya es de cada quien y en lo perso-nal no los creo necesarios. Con los anzuelos “G” o circulares por el contrario, no es necesario, incluso es contraproducente el apli-car los varazos; lo más eficiente es simplemente mantener la caña abajo, subir a strike y resistir, la fuerza del bote y el anzuelo harán el resto. En cualquiera de los casos durante la acción de troleo, el freno del carrete debe mantenerse muy flojo para permitir que el animal al picar, tome línea sin mayor esfuerzo; y todo lo demás viene después. El leader juega también un papel muy importante, mientras más limpio y delgado (relativamente) más certeros se-rán los strikes, mientras más raspado tengamos los leaderes, más strikes adelantados tendremos.

Drop back con carnada viva

En mi opinión, el drop back a otorgar en el caso de una carnada viva debe ser levemente más corto que en el caso de una carnada muerta del mismo tipo y tamaño. Tal vez sea porque la misma vi-talidad y naturalidad de la carnada viva excitan al animal en su ac-ción depredadora o tal vez sea por el posicionamiento del anzuelo que permite que las primeras sean tragadas más fácilmente.

En los armados típicos de una carnada viva, el anzuelo va colo-cado sobre la cabeza y con una gasa o liga de manera que al ser tragado con la cabeza primero, el anzuelo se “dobla” a un costado de la cabeza al entrar al mismo tiempo su punta apunta hacia el lado contrario; al final el anzuelo termina en la parte más profunda del gaznate.

En una carnada muerta por el contrario, el armado típico presenta el anzuelo introducido en el medio del cuerpo de la carnada o un poco más atrás, apuntando hacia adelante, de manera que al ser tragado, tenderá a atorarse y técnicamente el pez batallará más para poder tragarla.

A lo largo del tiempo uno se topa con animales que se tragan hasta una ballena sin hacer gestos como otros que parecen comer con cubiertos, son estos últimos los que nos hacen pensar y ser mejo-res.

Entre pláticas de pescadores al final del día a veces se escucha y comenta “están comiendo muy rápido” o “andan muy remilgo-sos”. Sinceramente yo no conozco la respuesta a esta variación del comportamiento de un mismo animal a una misma carnada, quizás sea por lo que anden comiendo en el momento o tal vez sea la luna. Cuando el pescador llega al límite de su entendimiento siempre le echa la culpa a la suerte, o la luna.

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Armado típico de una carnada viva con el anzuelo sobre la cabeza.

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Troleando carnadas vivas, algunos pescadores más avispados apli-can un truco que en algunos torneos ha sido tema de controversia y eso es el sostener la línea de pesca con las manos a manera de un broche o clip humano, pero yo creo que va mas allá, porque el tru-co competo es sostener la línea entre las manos, pero dejar correr en la estela una cantidad de línea proporcional a la otorgada en un drop back, que en el caso de barrilete vivo del tamaño de una lo-bina trofeo y a velocidad lenta sería alrededor de 10-12 metros, de manera que esa línea va de su mano a la estela del bote formando un seno y vuelta a la caña, que descansa en su tintero.

Cuando el depredador se acerca, el pescador siente el nerviosismo de la desafortunada carnada a través de la línea, incluso la puede sacudir levemente para azuzar, y perfectamente siente cuanto el pez la toma y con toda delicadeza deja correr la línea entre sus manos, al tiempo que da la alarma mientras el pescador se arma con la caña esperando que la línea tense como el capitán detrás de su timón listo para responder en consecuencia.

Drop back con lures

Esta maniobra no es exclusiva de la pesca con carnada, también existen variaciones de ella para hacer más eficiente el clavado de los anzuelos cuando usamos señuelos artificiales. Una imagen de lo más común es ver a un pez vela en la estela, “cacheteando” a un lure, lo sigue y golpea repetidas veces pero no se decide a mor-derlo… lo que supongo sucede es que el vela hace lo que siempre ha hecho, golpear a una presa veloz para herirla y poder atraparla con sus fauces, pero si ese pececillo no se muere… termina por perder el interés y se va.

En este caso, tomaremos la caña y la alzaremos alto y su punta bien en vertical, y cuando el pez vela aparezca de nuevo, bajare-mos la punta de la caña de forma brusca de manera que su arco forme un seno que inmovilice por algunos segundos a nuestro lure, de forma similar a como antes describí con las carnadas, y manteniendo la caña abajo esperaremos a que el bote tense la línea y si sentimos el peso, clavamos los anzuelos. En el caso de los marlín rayados podemos incluso otorgar algunos 3-4 segundos de drop back antes de “anzuelear” para permitir que el marlin nade y “se acomode” de manera que al momento del” anzueleo” ya vaya nadando alejándose del bote, eso hará más eficiente la acción de los anzuelos que si aplicamos la presión cuando nada aún hacia la lancha pues en esos casos es cuando sacan la cabeza sacudiéndose los anzuelos.

Variaciones del drop back por especie

Si no podemos suponer que todos los peces de una misma especie se comportan igual, mucho menos lo harán entre especies.

Muchos pescadores que se inician en este tipo de pesca esperan descubrir trucos o fórmulas mágicas para encontrar la verdad, cosa más difícil en este asunto en donde una habilidad manual se enfrenta a una caterva de depredadores impredecibles, sin embar-go intentaré resumir y digerir el problema para nuestros amigos lectores que así lo han solicitado.

Otros peces como las sierras y los petos al atacar suelen trozar la carnada pues su comportamiento en la naturaleza es atacar en gru-po los bancos de peces, despedazando a éstos en frenesí, para pos-teriormente regresar y tragar con calma los despojos; para ellos prepararemos armados con anzuelos triples en la parte posterior para lograr enganches al “vuelo”, o sea un drop back prácticamen-te inexistente. En el caso de fondeo con carnadas vivas y buscando meros el drop back también será muy corto o inexistente pues estos engullen por succión.

Conclusiones.

El drop back más que solo una maniobra, es un conjunto de habili-dades que solo puede perfeccionarse con la práctica, ve y practica, pero en tus aciertos y errores aplica solo una corrección a la vez para que puedas identificar cual fue el fallo.

En la pesca con carnadas, el drop back es la piedra angular del sistema, todo se decide en una buena maniobra… y se disfruta, pues es sumamente emocionante el sentir al animal en la línea y totalmente adictivo el momento exacto en el que subimos el freno para lanzar al aire la apuesta de tener un gran pez firmemente en-ganchado en el otro extremo de la línea o solo una carnada mordi-da. La belleza y sentido de esta pesca en toda su expresión.

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Desde el modesto inicio de Okuma en 1987, la empresa se ha enfocado en la fabricación de productos más ligeros, más fuertes y más duraderos para todo tipo de pescadores. Al-gunas de las muchas innovaciones de Okuma incluyen el sistema de oscilación elíptica, fre-no de fuerza dual, el nuevo diseño del cuerpo de la cuchilla y la construcción de Alumilita. Okuma es uno de los fabricantes de acceso-rios para pesca que más rápido se han desa-rrollado en el mundo, con una constante in-novación y enfoque para ser más eficiente y vanguardista.

-Okuma no busca la inspiración en otros fa-bricantes, su inspiración proviene de los pes-cadores- desde el pescador eventual del fin de semana hasta los grandes profesionales de torneos. Como fabricante, Okuma tiene una relación única el campo, escuchando, apren-diendo y sobre todo: pescando.

En la actualidad, Okuma mantiene una posi-ción única, empleando a más de 2,000 traba-jadores y controlando el proceso de desarrollo desde las ideas hasta el diseño, las pruebas y la calidad de producción brindando a quienes practican la pesca deportiva en el mundo una amplia gama de carretes sin paralelo.

La fábrica en Taiwán está equipada con ma-quinaria de alta tecnología y precisión con instalaciones de prueba y un fuerte equipo de ingeniería Alemán; además de personal moti-vado y bien capacitado que constituyen una sólida plataforma.

Okuma es la alternativa perfecta para el pes-cador que busca productos dinámicos e inno-vadores, para pesca en agua dulce o salada.

Makaira – El buque insignia de Okuma La gama MAKAIRA de carretes de troleo, es el estandarte de los productos Okuma. Su nombre procede del término científico para denominar al marlin, representando los con-ceptos de máxima fuerza, potencia y resisten-cia.

La plataforma de fabricación de la serie MAKAIRA se diseñó alrededor de lo que en Okuma se denomina el concepto 4D: Design, Drive, Drag and Durability (Diseño, Manejo, Freno y Durabilidad). Todos estos aspectos se tienen en cuenta en cada una de las partes del carrete.

Esta serie representa el primer proyecto de Okuma en cooperación con el reconocido centro de diseño Tiburón Engineering USA, cuyo objetivo fue el diseño de carretes extre-madamente resistentes para el exigente mer-cado de los pescadores de aguas azules.

Características de construcción

· Engranajes principales en acero inoxidable con corte helicoidal.· Cuerpo mecanizado en aluminio 6061-T6 con platos laterales forjados. · Recubrimiento CRC resistente a la corro-sión.· Sistema de sujeción de hilo patentado para su uso tanto con monofilamentos como con trenzados. · Sistema de freno de Carbonite con aceite universal Cal´s.· Diseño especial del rodamiento del eje para aliviar la presión sobre los platos laterales en

situaciones de freno fuertes.· En tamaños 30 y 50 cuenta con 4 rodamientos de acero inoxidable Clase-5 ABEC. El tamaño 80 lleva 6 rodamientos de este tipo. · Anti-retroceso de doble grip. · Leva de freno multi-posición ultra-precisa.· Maneta patentada para incrementar la poten-cia el comfort.· Dos Velocidades

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Desde el modesto inicio de Okuma en 1987, la empresa se ha enfocado en la fabricación de productos más ligeros, más fuertes y más duraderos para todo tipo de pescadores. Al-gunas de las muchas innovaciones de Okuma incluyen el sistema de oscilación elíptica, fre-no de fuerza dual, el nuevo diseño del cuerpo de la cuchilla y la construcción de Alumilita. Okuma es uno de los fabricantes de acceso-rios para pesca que más rápido se han desa-rrollado en el mundo, con una constante in-novación y enfoque para ser más eficiente y vanguardista.

-Okuma no busca la inspiración en otros fa-bricantes, su inspiración proviene de los pes-cadores- desde el pescador eventual del fin de semana hasta los grandes profesionales de torneos. Como fabricante, Okuma tiene una relación única el campo, escuchando, apren-diendo y sobre todo: pescando.

En la actualidad, Okuma mantiene una posi-ción única, empleando a más de 2,000 traba-jadores y controlando el proceso de desarrollo desde las ideas hasta el diseño, las pruebas y la calidad de producción brindando a quienes practican la pesca deportiva en el mundo una amplia gama de carretes sin paralelo.

La fábrica en Taiwán está equipada con ma-quinaria de alta tecnología y precisión con instalaciones de prueba y un fuerte equipo de ingeniería Alemán; además de personal moti-vado y bien capacitado que constituyen una sólida plataforma.

Okuma es la alternativa perfecta para el pes-cador que busca productos dinámicos e inno-vadores, para pesca en agua dulce o salada.

Makaira – El buque insignia de Okuma La gama MAKAIRA de carretes de troleo, es el estandarte de los productos Okuma. Su nombre procede del término científico para denominar al marlin, representando los con-ceptos de máxima fuerza, potencia y resisten-cia.

La plataforma de fabricación de la serie MAKAIRA se diseñó alrededor de lo que en Okuma se denomina el concepto 4D: Design, Drive, Drag and Durability (Diseño, Manejo, Freno y Durabilidad). Todos estos aspectos se tienen en cuenta en cada una de las partes del carrete.

Esta serie representa el primer proyecto de Okuma en cooperación con el reconocido centro de diseño Tiburón Engineering USA, cuyo objetivo fue el diseño de carretes extre-madamente resistentes para el exigente mer-cado de los pescadores de aguas azules.

Características de construcción

· Engranajes principales en acero inoxidable con corte helicoidal.· Cuerpo mecanizado en aluminio 6061-T6 con platos laterales forjados. · Recubrimiento CRC resistente a la corro-sión.· Sistema de sujeción de hilo patentado para su uso tanto con monofilamentos como con trenzados. · Sistema de freno de Carbonite con aceite universal Cal´s.· Diseño especial del rodamiento del eje para aliviar la presión sobre los platos laterales en

situaciones de freno fuertes.· En tamaños 30 y 50 cuenta con 4 rodamientos de acero inoxidable Clase-5 ABEC. El tamaño 80 lleva 6 rodamientos de este tipo. · Anti-retroceso de doble grip. · Leva de freno multi-posición ultra-precisa.· Maneta patentada para incrementar la poten-cia el comfort.· Dos Velocidades

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Para el que llega por primera vez a Mahahual notará que la na-turaleza es como una obra de arte que se desconoce. Los colores son vivos colores, los sonidos y los olores siempre serán nuevos y cualquiera de sus kilómetros de playas pueden convertirse en un estado de ánimo para el espíritu. Éxtasis que transforma los sentimientos en imágenes de un mundo que pareciera acabado de nacer, salvaje, amigable y sobre todo colmado de experiencias que no se pueden describir porque no existe un lenguaje para los sen-tidos.

Sesenta kilómetros separan estas costas de la carretera federal que recorre todo el Estado de Quintata Roo, donde se viaja lleno de expectativas: Mahahual nunca es el mismo Mahahual. Fotografié esa vía desde que se comenzó a construir, cuando la planeación para detonar esas costas comenzaba a dar sus frutos como “Grand Costa Maya” (como se promociona actualmente). El ciclón Dean devastó la zona con un impacto terrible en toda el área pero aún, viendo las huellas del desastre resulta muy evidente el gran es-fuerzo del Fideicomiso Grand Costa Maya y el Gobierno del Es-tado para que Mahahual ya se destaque –de nuevo-, como un buen ejemplo a seguir para ofrecerse al turismo como el mejor destino de playa del sureste del Estado.

Mahahual es único. Es naturaleza y ordenamiento ecológico, es buen trato sin el hostigamiento comercial de otros polos turísticos y una excelente opción de buceo, playa, relax y pesca deportiva; donde cada año se celebran importantes torneos, entre los que se destaca el Torneo de Pesca Copa Gobernador, auspiciado por el Gobierno del Estado y que en esta ocasión estaba a horas de co-menzar su edición número XXI.

Llegamos en la noche en medio de un mar de pescadores que disfrutaban de la cena de capitanes donde fuimos recibidos por Fernando Salazar Cámara, Director General del Fideicomiso de Promoción Turística “Grand Costa Maya”, aún emocionado por el récord de 62 embarcaciones inscritas impuesto hasta esa hora. Se anunciaba el arribo de otras más lo que denotaba un éxito desde el comienzo y ello era entendible por todo el esfuerzo que venían haciendo desde meses anteriores. En las afueras del salón “Tequi-la” sede del evento, estaban estacionados una hermosa camioneta Pick-up, dos vehículos y varias motos como parte de los premios otorgados por el Gobierno y patrocinadores. También los apor-tes de varios de los “sponsors” se unían para coronar de lauros el evento... No había un cuarto disponible en la zona: Mahahual estaba de fiesta.

Amaneció con un poco de brisa, como resulta habitual en estos meses en las costas del Este del país. ¡El muelle parecía un her-videro! cada quien preparando sus equipos y los que tenían todo listo, esperaban por la presencia del Gobernador que dejaría como es costumbre inaugurado el evento a la hora prevista. Después que la máxima autoridad del Estado recorriera el muelle para saludar y conversar con los participantes se dió el disparo de inicio y co-menzaba el torneo.

No pudimos embarcarnos de tantos pescadores participantes, to-das las embarcaciones estaban a tope y aprovechamos para reco-rrer un Mahahual que se mostraba indudablemente muy renovado. Nuevos hoteles, señalizaciones, restaurantes, vialidades con co-rredores peatonales para asegurar el recorrido de los visitantes que ya empezaban a despertar y a ocupar las sombrillas y palapas de

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Para el que llega por primera vez a Mahahual notará que la na-turaleza es como una obra de arte que se desconoce. Los colores son vivos colores, los sonidos y los olores siempre serán nuevos y cualquiera de sus kilómetros de playas pueden convertirse en un estado de ánimo para el espíritu. Éxtasis que transforma los sentimientos en imágenes de un mundo que pareciera acabado de nacer, salvaje, amigable y sobre todo colmado de experiencias que no se pueden describir porque no existe un lenguaje para los sen-tidos.

Sesenta kilómetros separan estas costas de la carretera federal que recorre todo el Estado de Quintata Roo, donde se viaja lleno de expectativas: Mahahual nunca es el mismo Mahahual. Fotografié esa vía desde que se comenzó a construir, cuando la planeación para detonar esas costas comenzaba a dar sus frutos como “Grand Costa Maya” (como se promociona actualmente). El ciclón Dean devastó la zona con un impacto terrible en toda el área pero aún, viendo las huellas del desastre resulta muy evidente el gran es-fuerzo del Fideicomiso Grand Costa Maya y el Gobierno del Es-tado para que Mahahual ya se destaque –de nuevo-, como un buen ejemplo a seguir para ofrecerse al turismo como el mejor destino de playa del sureste del Estado.

Mahahual es único. Es naturaleza y ordenamiento ecológico, es buen trato sin el hostigamiento comercial de otros polos turísticos y una excelente opción de buceo, playa, relax y pesca deportiva; donde cada año se celebran importantes torneos, entre los que se destaca el Torneo de Pesca Copa Gobernador, auspiciado por el Gobierno del Estado y que en esta ocasión estaba a horas de co-menzar su edición número XXI.

Llegamos en la noche en medio de un mar de pescadores que disfrutaban de la cena de capitanes donde fuimos recibidos por Fernando Salazar Cámara, Director General del Fideicomiso de Promoción Turística “Grand Costa Maya”, aún emocionado por el récord de 62 embarcaciones inscritas impuesto hasta esa hora. Se anunciaba el arribo de otras más lo que denotaba un éxito desde el comienzo y ello era entendible por todo el esfuerzo que venían haciendo desde meses anteriores. En las afueras del salón “Tequi-la” sede del evento, estaban estacionados una hermosa camioneta Pick-up, dos vehículos y varias motos como parte de los premios otorgados por el Gobierno y patrocinadores. También los apor-tes de varios de los “sponsors” se unían para coronar de lauros el evento... No había un cuarto disponible en la zona: Mahahual estaba de fiesta.

Amaneció con un poco de brisa, como resulta habitual en estos meses en las costas del Este del país. ¡El muelle parecía un her-videro! cada quien preparando sus equipos y los que tenían todo listo, esperaban por la presencia del Gobernador que dejaría como es costumbre inaugurado el evento a la hora prevista. Después que la máxima autoridad del Estado recorriera el muelle para saludar y conversar con los participantes se dió el disparo de inicio y co-menzaba el torneo.

No pudimos embarcarnos de tantos pescadores participantes, to-das las embarcaciones estaban a tope y aprovechamos para reco-rrer un Mahahual que se mostraba indudablemente muy renovado. Nuevos hoteles, señalizaciones, restaurantes, vialidades con co-rredores peatonales para asegurar el recorrido de los visitantes que ya empezaban a despertar y a ocupar las sombrillas y palapas de

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las playas para ofrecer un escenario en verdad muy dinámico y concurrido. Por donde quiera había niños montando bicicletas, otros jugando bajo la mirada de sus padres que desde las mesas desayunaban de frente al mar, mientras algunos disfrutaban del primer chapuzón de la mañana. La aguas cristalinas en calma total se tornan como una piscina natural en esta costa que es resguardada por uno de los arrecifes más grandes y hermosos del orbe, y que permite en este punto, que grandes y pequeños disfruten plenamente de la práctica del kayak, del voleibol en el agua, paseos en bananas, jets sky, paddleboard, o alejarse ca-minando para castear como lo estaban haciendo dos pescadores con equipo de fly pegados prácticamente al mismo arrecife.

Caminamos para encontrarnos en el restaurante con Andrea y Mimo, dueños del hotel más emblemático de Mahahual y que hoy por hoy es todo un ejemplo de buen gusto y la mejor aten-ción de la zona. Sus dueños son empresarios muy jóvenes de origen italiano que promedian los 39 años y que en perfecto español compartieron con nuestro desayuno parte de sus his-torias.

como “Los cuarenta cañones” y en homenaje a ello y lo atípico del nombre nació este paradisiaco proyecto, hoy todo un sím-bolo de Mahahual, reconocido como la mejor opción de estas aguas y disfrutar de ello, fue un privilegio y el mejor valor agre-gado de nuestra estancia en estas costas.

Aprovechamos el resto del día para hacer fotos y disfrutar más que recorrer, un poco de costa de playas que nada dejan a la imaginación y donde se puede disfrutar la pesca en todas las modalidades; lo mismo de orilla con cañas largas, que cortas, de fondo o hacer fly en las partes bajas y por supuesto salir a aguas azules por pesca de fondo, troleo o deep jigging porque en realidad todo es posible en Mahahual.

Cerca de las 3:30 bajamos a degustar de la gastronomía italiana de Andrea y Mimo y terminando nos dirigimos al muelle oficial del evento. La báscula cerraba a las 6 y desde lejos se descubrían algunas embarcaciones enfilando la proa a la sede del evento. No habíamos visto tanto entusiasmo en este tipo de actividad, sin duda el encuentro de pescadores lograba atraer la

Apunto que conocí este hotel hace casi diez años, cuando cons-taba de una sola planta y algunas habitaciones, un pequeño bar en la orilla y el restaurant que desde esa época, tenía fama de buena gastronomía italiana y regional. Hoy consta de 35 habi-taciones en dos edificios de tres y cuatro pisos con varias sui-tes, más 10 departamentos con todas comodidades que uno no espera de un hotel de playa. De diseño impecable, funcional y muy adecuado con su entorno, es el oasis que todo vacacionista o pescador añora para reponer fuerzas después de un agitado día de playa o cualquiera de las actividades que se ofrecen en Ma-hahual. No por gusto “40 Cañones” ha servido de parador para equipos de buceo, famosos fotógrafos, destacados pescadores, publicaciones y canales de t.v. especializados, como Televisón Italiana y National Geography entre otros.

Nos contaba Mimo que al comienzo de los planes fueron a bu-cear en una ocasión a Chinchorro, (una de las ofertas más enri-quecedoras que se pueden disfrutar desde Mahahual). Estaban nadando en unos galeones hundidos que ofrece ese archipiélago y entre ellos visualizaron los restos de una fragata conocida

atención de todo el pueblo para que los turistas y visitantes se aglomeraran en el muelle junto a los familiares de los pesca-dores que desde temprano, se habían ido a contender por los buenos premios que estaban a la vista; comenzaban los arribos, continuaba la música y aumentaba la alegría.

Perdimos la cuenta de cuántos wahoos arribaron a la báscula, también buenos dorados como el de nuestros amigos de “La Intenso” que se izaban con un bello ejemplar capturado al final de la jornada. Un marlin blanco era llevado a la báscula cuando saludábamos a otras embarcaciones y aunque se decía que la pesca ese día no fue de las mejores, casi todas las embarcacio-nes pudieron subir capturas; en su mayoría wahoos, dorados y sendas barracudas, meros, abadejos y el marlin que venía pun-teando la competencia. El reloj en este tipo de eventos siempre es implacable y en lo que se acortaban los minutos para el cierre de la báscula algunos bajaban corriendo con sus piezas para llegar a tiempo a la fila, mientras unos pocos no pudieron llegar a tiempo con sus capturas… reglas son reglas y se hicieron para cumplirse.

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las playas para ofrecer un escenario en verdad muy dinámico y concurrido. Por donde quiera había niños montando bicicletas, otros jugando bajo la mirada de sus padres que desde las mesas desayunaban de frente al mar, mientras algunos disfrutaban del primer chapuzón de la mañana. La aguas cristalinas en calma total se tornan como una piscina natural en esta costa que es resguardada por uno de los arrecifes más grandes y hermosos del orbe, y que permite en este punto, que grandes y pequeños disfruten plenamente de la práctica del kayak, del voleibol en el agua, paseos en bananas, jets sky, paddleboard, o alejarse ca-minando para castear como lo estaban haciendo dos pescadores con equipo de fly pegados prácticamente al mismo arrecife.

Caminamos para encontrarnos en el restaurante con Andrea y Mimo, dueños del hotel más emblemático de Mahahual y que hoy por hoy es todo un ejemplo de buen gusto y la mejor aten-ción de la zona. Sus dueños son empresarios muy jóvenes de origen italiano que promedian los 39 años y que en perfecto español compartieron con nuestro desayuno parte de sus his-torias.

como “Los cuarenta cañones” y en homenaje a ello y lo atípico del nombre nació este paradisiaco proyecto, hoy todo un sím-bolo de Mahahual, reconocido como la mejor opción de estas aguas y disfrutar de ello, fue un privilegio y el mejor valor agre-gado de nuestra estancia en estas costas.

Aprovechamos el resto del día para hacer fotos y disfrutar más que recorrer, un poco de costa de playas que nada dejan a la imaginación y donde se puede disfrutar la pesca en todas las modalidades; lo mismo de orilla con cañas largas, que cortas, de fondo o hacer fly en las partes bajas y por supuesto salir a aguas azules por pesca de fondo, troleo o deep jigging porque en realidad todo es posible en Mahahual.

Cerca de las 3:30 bajamos a degustar de la gastronomía italiana de Andrea y Mimo y terminando nos dirigimos al muelle oficial del evento. La báscula cerraba a las 6 y desde lejos se descubrían algunas embarcaciones enfilando la proa a la sede del evento. No habíamos visto tanto entusiasmo en este tipo de actividad, sin duda el encuentro de pescadores lograba atraer la

Apunto que conocí este hotel hace casi diez años, cuando cons-taba de una sola planta y algunas habitaciones, un pequeño bar en la orilla y el restaurant que desde esa época, tenía fama de buena gastronomía italiana y regional. Hoy consta de 35 habi-taciones en dos edificios de tres y cuatro pisos con varias sui-tes, más 10 departamentos con todas comodidades que uno no espera de un hotel de playa. De diseño impecable, funcional y muy adecuado con su entorno, es el oasis que todo vacacionista o pescador añora para reponer fuerzas después de un agitado día de playa o cualquiera de las actividades que se ofrecen en Ma-hahual. No por gusto “40 Cañones” ha servido de parador para equipos de buceo, famosos fotógrafos, destacados pescadores, publicaciones y canales de t.v. especializados, como Televisón Italiana y National Geography entre otros.

Nos contaba Mimo que al comienzo de los planes fueron a bu-cear en una ocasión a Chinchorro, (una de las ofertas más enri-quecedoras que se pueden disfrutar desde Mahahual). Estaban nadando en unos galeones hundidos que ofrece ese archipiélago y entre ellos visualizaron los restos de una fragata conocida

atención de todo el pueblo para que los turistas y visitantes se aglomeraran en el muelle junto a los familiares de los pesca-dores que desde temprano, se habían ido a contender por los buenos premios que estaban a la vista; comenzaban los arribos, continuaba la música y aumentaba la alegría.

Perdimos la cuenta de cuántos wahoos arribaron a la báscula, también buenos dorados como el de nuestros amigos de “La Intenso” que se izaban con un bello ejemplar capturado al final de la jornada. Un marlin blanco era llevado a la báscula cuando saludábamos a otras embarcaciones y aunque se decía que la pesca ese día no fue de las mejores, casi todas las embarcacio-nes pudieron subir capturas; en su mayoría wahoos, dorados y sendas barracudas, meros, abadejos y el marlin que venía pun-teando la competencia. El reloj en este tipo de eventos siempre es implacable y en lo que se acortaban los minutos para el cierre de la báscula algunos bajaban corriendo con sus piezas para llegar a tiempo a la fila, mientras unos pocos no pudieron llegar a tiempo con sus capturas… reglas son reglas y se hicieron para cumplirse.

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Entre el bullicio, la música y la alegría reinante, conversamos unos minutos con Fernando Salazar Cámara, Director General del Fideicomiso de Promoción Turística “Grand Costa Maya”, complacido por el desarrollo del evento aunque insiste en traba-jar por más. “Mahahual está a tope, no hay cuartos vacíos”–nos decía. “Como se puede ver, los que aprovecharon el puente ya asumen este destino como una excelente opción para vacacio-nar desde Chetumal y las poblaciones de Carrillo Puerto, Li-mones, José María Morelos incluso Belice, Mérida, Escárcega y Campeche…” -y continuaba: “Mahahual comenzó a desarro-llarse a partir de que el muelle de cruceros se puso en marcha. Se hacía hasta cómodo esperar al principio en días alternos a que llegaran los cruceros, cuando bajaban miles de turistas de poder medio-alto y ofrecer los servicios que teníamos en esa época, pero cuando no había cruceros la situación se tornaba crítica; pequeños negocios no llegaban ni a la nómina, otros en verdad les costaba mantenerse solo para ese tipo de visitas, era un turismo temporal, de pocas horas en tierra y por eso nuestra prioridad de ampliar las opciones y dotar a Mahahual de más infraestructura para que el turismo regional y el extranjero que no arribaba vía crucero pudiera encontrar las condiciones nece-sarias y todos los servicios requeridos como se hace hoy en día, para ampliar su estancia y por supuesto hacer que inversiones del tamaño que fueren valieran la pena”.

Y nada más cierto, la infraestructura impuesta cubre todas las necesidades para quienes buscan una estancia diferente y segu-ra; donde se puede optar por un sinfín de opciones relacionadas con el mar, la naturaleza y sobre todo, poder disponer de pro-ductos y paquetes para todo tipo de visitante.

Don Fernando está casado con Mahahual y mejor que ello: cree en Mahahual y no es para menos cuando nos dejó saber la agenda de sus proyectos, de los recursos planificados para este destino, del ordenamiento vigente para respetar los recur-sos naturales, de las nuevas inversiones, los próximos eventos y la prioridad que significa para el Gobierno Estatal, situar a Mahahual en el umbral del turismo de playa y pesca deportiva; objetivo que sin duda están logrando y ello dice mucho cuando se convocan todos los esfuerzos hacia una misma dirección.

Hoy Mahahual es el secreto mejor guardado porque es el secre-to que ya todos conocen, que se ofrece con mucho orgullo con resultados que saltan a la vista y regocijan a cualquier visitante sobre todo a quien recuerde como yo, lo que eran estos para-jes donde no existía la carretera pavimentada, ni gasolinera, ni tiendas, sólo algunas cabañas rústicas y si acaso dos o tres hotelitos que ofrecían un servicio muy limitado. No había ni calles y todo se mostraba muy hostil si se compara con el Ma-hahual de hoy, transformado en todo un destino para el turista más exigente y de cualquier economía.

Se hizo corta la noche y en la cena en la palapa rebozaba de historias y bromas entre los pescadores que disfrutaban entre el cansancio y las emociones para antes de irse a dormir, pasar a revisar los avíos para el día final... el torneo continuaba...

Mientras esperábamos el arribo de las embarcaciones, yo ocupé la mañana en más fotos y Manuel se embarcó con “Chencho” un buen pescador y conocido hombre de mar, de los mejores prestadores de servicio del área. Trolearon muy cerca -me con-taba Manuel al regreso-, obteniendo un dorado y dos buenas barracudas apenas a trescientos metros de la orilla.

A las 4 en punto ya estábamos en la báscula después de algún descanso para partir de regreso a Mérida en la noche. Parecía que el muelle no podía soportar tanta gente. Lanchas llegan-do con más capturas, familiares echando porras a las embar-caciones que apenas estaban arribando mostrando sus trofeos, el área estaba colmada de música y alegría por doquier. A las cinco de la tarde se cerraba la báscula y se daría por terminado el pesaje que culminó veinte minutos después quedando a la vista buenos marlines, wahoos, barracudas y dorados mientras la fila aún se mantenía con capturas que habían arribado minu-tos antes del cierre. Daban las 5:45 pm exactamente cuando se dió lectura a la lista de premiados que subieron poco a poco a recibir los premios y disfrutar del merecido aplauso de todos los presentes, mientras posaban junto a sus laureles para las fotos de rigor.

Culminaban así dos días de torneo donde los patrocinadores y organizadores podían festejar con creces el merecido triun-fo del evento. Se sentaron nuevas pautas en cantidad de parti-cipantes, organización y premios y lo mejor: se plantaron las bases para eventos futuros donde Mahahual como ya se hace evidente, se dejará escuchar como el mejor secreto a voces del sureste mexicano: con las mejores playas, excelente pesca, paisajes envidiables y todos los servicios para disfrutar, con la familia y los amigos de una estancia inolvidable.

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Entre el bullicio, la música y la alegría reinante, conversamos unos minutos con Fernando Salazar Cámara, Director General del Fideicomiso de Promoción Turística “Grand Costa Maya”, complacido por el desarrollo del evento aunque insiste en traba-jar por más. “Mahahual está a tope, no hay cuartos vacíos”–nos decía. “Como se puede ver, los que aprovecharon el puente ya asumen este destino como una excelente opción para vacacio-nar desde Chetumal y las poblaciones de Carrillo Puerto, Li-mones, José María Morelos incluso Belice, Mérida, Escárcega y Campeche…” -y continuaba: “Mahahual comenzó a desarro-llarse a partir de que el muelle de cruceros se puso en marcha. Se hacía hasta cómodo esperar al principio en días alternos a que llegaran los cruceros, cuando bajaban miles de turistas de poder medio-alto y ofrecer los servicios que teníamos en esa época, pero cuando no había cruceros la situación se tornaba crítica; pequeños negocios no llegaban ni a la nómina, otros en verdad les costaba mantenerse solo para ese tipo de visitas, era un turismo temporal, de pocas horas en tierra y por eso nuestra prioridad de ampliar las opciones y dotar a Mahahual de más infraestructura para que el turismo regional y el extranjero que no arribaba vía crucero pudiera encontrar las condiciones nece-sarias y todos los servicios requeridos como se hace hoy en día, para ampliar su estancia y por supuesto hacer que inversiones del tamaño que fueren valieran la pena”.

Y nada más cierto, la infraestructura impuesta cubre todas las necesidades para quienes buscan una estancia diferente y segu-ra; donde se puede optar por un sinfín de opciones relacionadas con el mar, la naturaleza y sobre todo, poder disponer de pro-ductos y paquetes para todo tipo de visitante.

Don Fernando está casado con Mahahual y mejor que ello: cree en Mahahual y no es para menos cuando nos dejó saber la agenda de sus proyectos, de los recursos planificados para este destino, del ordenamiento vigente para respetar los recur-sos naturales, de las nuevas inversiones, los próximos eventos y la prioridad que significa para el Gobierno Estatal, situar a Mahahual en el umbral del turismo de playa y pesca deportiva; objetivo que sin duda están logrando y ello dice mucho cuando se convocan todos los esfuerzos hacia una misma dirección.

Hoy Mahahual es el secreto mejor guardado porque es el secre-to que ya todos conocen, que se ofrece con mucho orgullo con resultados que saltan a la vista y regocijan a cualquier visitante sobre todo a quien recuerde como yo, lo que eran estos para-jes donde no existía la carretera pavimentada, ni gasolinera, ni tiendas, sólo algunas cabañas rústicas y si acaso dos o tres hotelitos que ofrecían un servicio muy limitado. No había ni calles y todo se mostraba muy hostil si se compara con el Ma-hahual de hoy, transformado en todo un destino para el turista más exigente y de cualquier economía.

Se hizo corta la noche y en la cena en la palapa rebozaba de historias y bromas entre los pescadores que disfrutaban entre el cansancio y las emociones para antes de irse a dormir, pasar a revisar los avíos para el día final... el torneo continuaba...

Mientras esperábamos el arribo de las embarcaciones, yo ocupé la mañana en más fotos y Manuel se embarcó con “Chencho” un buen pescador y conocido hombre de mar, de los mejores prestadores de servicio del área. Trolearon muy cerca -me con-taba Manuel al regreso-, obteniendo un dorado y dos buenas barracudas apenas a trescientos metros de la orilla.

A las 4 en punto ya estábamos en la báscula después de algún descanso para partir de regreso a Mérida en la noche. Parecía que el muelle no podía soportar tanta gente. Lanchas llegan-do con más capturas, familiares echando porras a las embar-caciones que apenas estaban arribando mostrando sus trofeos, el área estaba colmada de música y alegría por doquier. A las cinco de la tarde se cerraba la báscula y se daría por terminado el pesaje que culminó veinte minutos después quedando a la vista buenos marlines, wahoos, barracudas y dorados mientras la fila aún se mantenía con capturas que habían arribado minu-tos antes del cierre. Daban las 5:45 pm exactamente cuando se dió lectura a la lista de premiados que subieron poco a poco a recibir los premios y disfrutar del merecido aplauso de todos los presentes, mientras posaban junto a sus laureles para las fotos de rigor.

Culminaban así dos días de torneo donde los patrocinadores y organizadores podían festejar con creces el merecido triun-fo del evento. Se sentaron nuevas pautas en cantidad de parti-cipantes, organización y premios y lo mejor: se plantaron las bases para eventos futuros donde Mahahual como ya se hace evidente, se dejará escuchar como el mejor secreto a voces del sureste mexicano: con las mejores playas, excelente pesca, paisajes envidiables y todos los servicios para disfrutar, con la familia y los amigos de una estancia inolvidable.

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La pesca con artificiales

En esta modalidad solo se trata de estar pendiente del frenado del recobro por el ataque y jalón del pez, para contrarrestar con nuestro jalón, el ataque del depredador. Ya el resto dependerá del propio diseño del artificial y “su armamento”, facilitando en mucho la clavada.

Una de las ventajas es que la mayoría de los artificiales se arman con anzuelos triples y en muchos casos con el doble de estos anzuelos, que si bien en muchos casos solo uno o dos logran anclarse de manera firme, en muchas ocasiones una o dos pun-tas -más- logran clavarse en alguna otra parte del cuerpo del pez, que ayudarán a contrarestar el esfuerzo por safarse. Otra ventaja es que por lo regular estos anzuelos están totalmente expuestos y colocados en puntos muy específicos del señuelo lo que hace que generalmente en el primer ataque logren clavarse muy bien. Incluso cuando el ataque no es muy efectivo, alguno puede clavarse en alguna zona exterior, “amarrando” de todas formas a la presa que será recobrada con mucho más esfuerzo, pero cobrada al fin con lo que se conoce como “robarse el pez” o “pez robado”.

Cuando recobramos un artificial en nuestros ambientes habitua-les lo ideal es estar concentrado en lo que hacemos aunque sepa-mos que en muchos casos con solo tensar la línea el propio pez logra clavarse alguno de los anzuelos. Propiciar nuestro hook set o jalón en el momento en que el pez ataca el señuelo y tensar la línea al instante es en la mayoría de los casos la garantía de una pelea continua teniendo en cuenta siempre el tipo de artifi-cial que estamos usando.

En el caso del minow (Xrap 10, 12, Yozuri F6, F8 etc) en los señuelos de media agua (Rapala Subwalk, Mirrolure Cath 2000, Shimano Waxwing, jerk baits, grubs, plumillas, cucharas, ratt-ling, etc.) las respuestas deben ser inmediatas. Una vez efectua-do el hook set no debemos dejar que se destense o afloje la línea y acto seguido: asumir la pelea con el pez.

Se suceden tiempos distintos con los superficiales como po-ppers, paseantes, etc., donde debemos esperar (y ello lleva cier-to entrenamiento) a que el pez “jale” el señuelo generalmante para hundirlo. Es un error estar vigilando el recobro de un po-pper y en cuanto se vea el ataque, meter el jalón porque en la mayoría de los casos evitamos que el pez muerda el artificial o –peor aún- se lo sacamos de la boca antes de cerrarla dando al traste la captura.

Se trata muchas veces de fracciones de segundo, cuando segui-do al ataque sintamos el jalón del pez hacia abajo. Solo en el momento cuando identificamos ese jalón es que contrarresta-mos con el nuestro, culminando casi siempre con el pez bien enganchado.

Resulta un buen recurso, conociendo la línea, los anzuelos y de la especie que se trata que durante el recobro, demos uno o dos “jaloncitos” más, para garantizar clavar con seguridad y poder asumir la pelea –digamos, con más confianza.

La pesca con carnada muerta

Esta es la base por lo general para quienes comienzan en la pesca. No es raro oir exclamaciones como: se me fue… no quiso morder…. me llevaron la carnada... cuando en realidad lo que se había sentido no era más que el movimiento de algún pez peque-ño comiendo, o el que estamos esperando que solo mordisqueó... sin más, y se fué. Para más seguridad en el caso de línea de mano no debemos mantener el yoyo con nosotros sino la línea, mientras el yoyo puede estar en el piso o en algún lugar seguro, de forma que pueda girar si fuese necesario antes de salirse. En el caso de la caña, debemos mantener el arco del carrete abierto y sostener la línea con la otra mano, de esta forma trataremos de estar al tanto de lo que suceda en el fondo y cualquier ataque del pez pueda sacar línea sin mucho esfuerzo, para bajar el arco con el freno dispuesto solo a la hora del hook set.

También debemos tener en cuenta que el anzuelo puede estar oculto dentro de la masa de carnada, por lo que en esos casos se necesita más fuerza para poder clavar con efectividad, sobre todo cuando se habla de bocas muy huesudas como el caso del sábalo. El conocer la morfología de las especies que intenta-mos capturar es bien oportuno para acatar por nuestra propia experiencia qué tanta fuerza es necesaria para clavar un pez y en qué momento hacerlo. Especies como el robalo por ejemplo, sabemos que tiene una garganta musculosa y resistente, pero una boca muy delicada, “forrada” de una especie de piel delgada muy frágil, y debemos tener en cuenta que un jalón sobredimen-sionado puede rasgarla y dejar libre al animal.

Esta pesca por naturaleza es pasiva. Muchas veces peces muy pequeños se acercan a mordisquear la carnada sin que sinta-mos nada y hasta pueden sacarla del anzuelo sin que nos demos cuenta y debemos entender estas situaciones como los riesgos posibles. También puede llegar el “bueno” y morder o tragar con movimientos leves y en ese momento debemos estar tranquilos y atentos, sin perder la cordura y esperando porque es probable que si jalamos y no ha tragado por completo o la tenga solamen-te mordida, se la podemos quitar de la boca. Lo que nos avisará cuándo jalar, es cuando el propio pez “jala” y comienza a sacar línea, o lo que quiere decir que se aleja con nuestra carnada dentro de la boca. En ese momento bajamos el arco, llevamos la caña hacia adelante, recobramos la línea holgada y cuando el pez logre tensar la línea restante en lo que se retira: ese es el momento del hook set.

Como en toda práctica, nada nos asegurará más éxito que ir es-tableciendo nuestras propias expectativas hasta lograr jornadas más eficientes de acuerdo a los depredadores de cada zona.

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La pesca con artificiales

En esta modalidad solo se trata de estar pendiente del frenado del recobro por el ataque y jalón del pez, para contrarrestar con nuestro jalón, el ataque del depredador. Ya el resto dependerá del propio diseño del artificial y “su armamento”, facilitando en mucho la clavada.

Una de las ventajas es que la mayoría de los artificiales se arman con anzuelos triples y en muchos casos con el doble de estos anzuelos, que si bien en muchos casos solo uno o dos logran anclarse de manera firme, en muchas ocasiones una o dos pun-tas -más- logran clavarse en alguna otra parte del cuerpo del pez, que ayudarán a contrarestar el esfuerzo por safarse. Otra ventaja es que por lo regular estos anzuelos están totalmente expuestos y colocados en puntos muy específicos del señuelo lo que hace que generalmente en el primer ataque logren clavarse muy bien. Incluso cuando el ataque no es muy efectivo, alguno puede clavarse en alguna zona exterior, “amarrando” de todas formas a la presa que será recobrada con mucho más esfuerzo, pero cobrada al fin con lo que se conoce como “robarse el pez” o “pez robado”.

Cuando recobramos un artificial en nuestros ambientes habitua-les lo ideal es estar concentrado en lo que hacemos aunque sepa-mos que en muchos casos con solo tensar la línea el propio pez logra clavarse alguno de los anzuelos. Propiciar nuestro hook set o jalón en el momento en que el pez ataca el señuelo y tensar la línea al instante es en la mayoría de los casos la garantía de una pelea continua teniendo en cuenta siempre el tipo de artifi-cial que estamos usando.

En el caso del minow (Xrap 10, 12, Yozuri F6, F8 etc) en los señuelos de media agua (Rapala Subwalk, Mirrolure Cath 2000, Shimano Waxwing, jerk baits, grubs, plumillas, cucharas, ratt-ling, etc.) las respuestas deben ser inmediatas. Una vez efectua-do el hook set no debemos dejar que se destense o afloje la línea y acto seguido: asumir la pelea con el pez.

Se suceden tiempos distintos con los superficiales como po-ppers, paseantes, etc., donde debemos esperar (y ello lleva cier-to entrenamiento) a que el pez “jale” el señuelo generalmante para hundirlo. Es un error estar vigilando el recobro de un po-pper y en cuanto se vea el ataque, meter el jalón porque en la mayoría de los casos evitamos que el pez muerda el artificial o –peor aún- se lo sacamos de la boca antes de cerrarla dando al traste la captura.

Se trata muchas veces de fracciones de segundo, cuando segui-do al ataque sintamos el jalón del pez hacia abajo. Solo en el momento cuando identificamos ese jalón es que contrarresta-mos con el nuestro, culminando casi siempre con el pez bien enganchado.

Resulta un buen recurso, conociendo la línea, los anzuelos y de la especie que se trata que durante el recobro, demos uno o dos “jaloncitos” más, para garantizar clavar con seguridad y poder asumir la pelea –digamos, con más confianza.

La pesca con carnada muerta

Esta es la base por lo general para quienes comienzan en la pesca. No es raro oir exclamaciones como: se me fue… no quiso morder…. me llevaron la carnada... cuando en realidad lo que se había sentido no era más que el movimiento de algún pez peque-ño comiendo, o el que estamos esperando que solo mordisqueó... sin más, y se fué. Para más seguridad en el caso de línea de mano no debemos mantener el yoyo con nosotros sino la línea, mientras el yoyo puede estar en el piso o en algún lugar seguro, de forma que pueda girar si fuese necesario antes de salirse. En el caso de la caña, debemos mantener el arco del carrete abierto y sostener la línea con la otra mano, de esta forma trataremos de estar al tanto de lo que suceda en el fondo y cualquier ataque del pez pueda sacar línea sin mucho esfuerzo, para bajar el arco con el freno dispuesto solo a la hora del hook set.

También debemos tener en cuenta que el anzuelo puede estar oculto dentro de la masa de carnada, por lo que en esos casos se necesita más fuerza para poder clavar con efectividad, sobre todo cuando se habla de bocas muy huesudas como el caso del sábalo. El conocer la morfología de las especies que intenta-mos capturar es bien oportuno para acatar por nuestra propia experiencia qué tanta fuerza es necesaria para clavar un pez y en qué momento hacerlo. Especies como el robalo por ejemplo, sabemos que tiene una garganta musculosa y resistente, pero una boca muy delicada, “forrada” de una especie de piel delgada muy frágil, y debemos tener en cuenta que un jalón sobredimen-sionado puede rasgarla y dejar libre al animal.

Esta pesca por naturaleza es pasiva. Muchas veces peces muy pequeños se acercan a mordisquear la carnada sin que sinta-mos nada y hasta pueden sacarla del anzuelo sin que nos demos cuenta y debemos entender estas situaciones como los riesgos posibles. También puede llegar el “bueno” y morder o tragar con movimientos leves y en ese momento debemos estar tranquilos y atentos, sin perder la cordura y esperando porque es probable que si jalamos y no ha tragado por completo o la tenga solamen-te mordida, se la podemos quitar de la boca. Lo que nos avisará cuándo jalar, es cuando el propio pez “jala” y comienza a sacar línea, o lo que quiere decir que se aleja con nuestra carnada dentro de la boca. En ese momento bajamos el arco, llevamos la caña hacia adelante, recobramos la línea holgada y cuando el pez logre tensar la línea restante en lo que se retira: ese es el momento del hook set.

Como en toda práctica, nada nos asegurará más éxito que ir es-tableciendo nuestras propias expectativas hasta lograr jornadas más eficientes de acuerdo a los depredadores de cada zona.

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La pesca con carnada viva.

Si bien no es una modalidad muy difícil, lo complejo se hace por ciertos recursos que debemos disponer como una buena cantidad de pez pasto vivo que nos puede suministrar algún pescador de la zona recién sacado durante el amanecer, o usar nuestra tarraya o alguna dotación de sabikis para hacernos de algunos ejemplares de sardinas, lisetas, mopiches, etc. que con-servaremos en algún vivero a mano.

Normalmente el proceso es el mismo que con carnada muerta, sólo que cuando la carnada está viva el proceso de espera es doble y si somos bien prácticos en esta modalidad, el mismo pez pasto puede alertarnos sobre cada paso.

Por lo general de igual forma abrimos el arco del carrete (en caso de spinning o colocamos el “free spool” en caso de con-vencional). Soltamos al pequeño pez con el anzuelo que se irá alejando lentamente tratando –por su propio instinto- de huir del punto donde lo saltamos, ello irá sacando línea del spool muy lento y cuando ésta pequeña presa divisa a su depredador (como casi siempre sucede) su nado será muy rápido y nervio-so tratando de huir y hasta cambiando la dirección de la línea, aviso que nos dejará alerta para el encuentro.

Acto seguido sentiremos un pequeño jalón y es cuando casi siempre el depredador mata o neutraliza a la presa, para lo cual puede sacar algo de línea… ¡pero cuidado, ese no es el mo-mento! ...debemos esperar muy atentos unos segundos más, para sentir cómo una segunda corrida nos anuncia que ya el pez tragó o está en la etapa final de llevar su comida al estómago y es en ese instante, cuando comenzó su segunda corrida, que cerramos nuestro arco o drag, bajamos la caña y dando algunos segundos, propiciamos nuestro jalón lo más fuerte posible le-vantando la caña, para tratar de enganchar al pez desde algún órgano o masa muscular interna. Hay quienes no abren el arco del carrete, sino que sacan línea y la mantienen fuera o aflojan en lo posible el drag, de una u otra forma lo que se busca es que el pez no sienta obstáculos al momento de moverse con la car-nada en la boca para evitar alertarlo de nuestra presencia.

Es una modalidad muy emocionante sobre todo porque en mu-chas ocasiones cuando la presa no divisa al depredador, de una calma total se puede pasar en menos de un segundo a una sor-presiva batalla llena de adrenalina y euforia por la embestida a nuestro pequeño pez pasto por algún depredador de buen tama-ño, dando lugar a jornadas inolvidables y a otro pretexto para los fanáticos a esta legandaria forma de pescar.

Los anzuelos circulares

Como se sabe es un diseño importado del lejano oriente que ha sido muy bien recibido en esta parte del mundo y aunque se piensa que el nombre de “circle hook” viene por su forma redonda no es lo correcto; lo que da origen a su nombre es la forma en que gira o rota en forma circular, cuando topa con un borde para clavarse. Sus ventajas superan en mucho a los an-zuelos tipo J sobre todo si tenemos en cuenta estos aspectos:

1.- Causan mucho menos daños que los anzuelos tipo J, ya que requieren de un borde, como suele ser casi siempre los costados de la boca para que rote y se clave, de lo contrario puede hasta ser tragado por el pez junto con la carnada con pocas opciones para dañar al pez en algún órgano interno.

2.- Su diseño esta conformado para garantizar el giro que le da su nombre y engancharse prácticamente sin ningún esfuerzo. Si está en la posición correcta solo es necesario tensar la línea y mantenerla firme y el pez al girar propiciará el clavado de manera muy eficiente.

3.- Por su curvatura es casi imposible deshacerse del anzuelo una vez que llega a clavarse en el sitio correcto.

4.- Una vez posicionado, si llega a romperse la línea o el leader, no representa ningún peligro para que el pez siga alimentándo-se de manera natural y seguir su ritmo de vida.

Queda claro que si en la modalidad de pesca con carnada usa-mos este diseño de anzuelo, podemos obviar el hook set, por-que no debemos jalar de la carnada ya que podemos extraerla con facilidad de la boca del pez y por su diseño, cuando este an-zuelo se recobra hacia el frente del pez, la punta queda dirigida hacia el interior del gap evitando que se enganche, porque para esto, debe topar para girar y ello le será imposible si se trabaja como se hace con el resto de los anzuelos tradicionales o tipo J, por lo que sin duda, es una inmejorable opción para hacer la pesca más cómoda y segura.

Ahora, si fuéramos a liberar la captura... nada mejor que un circle hook para propiciarle al pez, el menor daño posible.

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La historia

Si hiciéramos un árbol genealógico de la mayoria de los se-ñuelos sin detenernos en marcas y modelos, sin lugar a duda el tronco de este árbol sería el indiscutible jerk bait duro, o lo que la mayoría de las marcas nos ofrecen como minnow.

Un aspecto a favor del mito personalizado sobre estos primeros artificiales era que cada señuelo se fabricaba de una sección distinta en maderos diferentes que a pesar de un mismo proce-so de elaboración, cada señuelo debía comportarse de manera única. Nadie tenía un señuelo igual al tuyo; lo mejor es que por la razón que fuera, si el mío resultaba efectivo, el tuyo no tenía que ser igual. El mito crecía y la posibilidad de ensalzar un determinado señuelo dejaba abierta la opción de apostar por un artificial más que por otro incluso de la misma marca, modelo y color, y confieso que en mi caso fue el inicio, cuando un amigo español me presentó con mucho recelo su caja de pesca.

Era la primera vez que veía un “juguetero” completo y que ad-mito: me cautivó para siempre. Su caja era pesada, de esas de 5-6 charolas con los cierres bastante oxidados donde el fondo dejaba ver un amasijo de cordeles, anzuelos herrumbrosos en-redados con plomos y nudos sin deshacer; una vieja pinza y al-gunos flotadores. En las cavidades habían unas cucharas, tam-

bién unos “gallitos” como le decía a los jighead o bucktails y varios señuelos entre ellos tres Rapalas Original Floater idén-ticos. Siempre comenzaba a pescar con el mismo señuelo y era el único que usaba. La diferencia visible eran las dentelladas (que imagino por ser el que más lanzaba) “Nunca me deja sin comer” -me decía, “es que este tronco era el bueno… mira como está… y sigue matando” para anunciar en el momento de lanzarlo al agua: “El matón se va a bañar… vais a ver, vais a ver…” y en verdad pocas veces lo dejaba mal.

No es un secreto que el aspecto menos favorable de los minnow de madera, sobre todo los de madera balsa sigue siendo su poco peso, dificultad que se amplifica por un cuerpo voluminoso e

La raíz de este tronco fue el legendario Rapala Origi-nal Floater en sus primeras versiones y de esos tiempos para acá ha llovido mucho… o como insistiera la abuela: ¡y no para de llover!.

Su diseño fue la constante de su creador: tratar de imitar un pez herido, solitario, con un nado confuso y errático para llamar la atención del caza-dor oportunista. Los prime-ros minnow eran fabricados de madera balsa, de flotabi-lidad inmejorable que podía ser tallada con herramientas básicas sin más necesidad que unas manos expertas.

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inclusión de la paleta de menor o mayor tamaño, aspectos que en conjunto dificulta mucho para obtener largos lances. A pesar de todos los adelantos, se siguen fabricando aún muchos mo-delos de madera y hay muchos pescadores que prefieren usar los -antigüitos- de esos que nunca nos dejaban sin comer, que incluso guardan en sus empaques originales como reliquias ¿y por qué no? si al final son parte de una historia que nosotros mismos hemos convertido en leyenda.

El desarrollo.

En lo que el éxito de los nuevos productos aumentaba, aumen-taba el número de nuevos entusiastas de la caña y el carrete... Rapala no se daba a basto. De tallar en pequeños grupos se pasó a tallar en masa. Después se impuso el torno para luego pulir, pintar y armar hasta que llegó la época del moldeado y el fun-dido del plástico elevando la producción a millones. El negocio era rentable. Comenzaba una carrera por la diferencia.

Lanzar más lejos, ganar profundidad o hacerlos más resisten-tes eran solo algunas de las necesidades. Nuevos materiales con acabados sofisticados propiciaban mejores terminados. La posibilidad del moldeado también permitió disponer mejor del interior. Resguardar soluciones holográficas en un cuerpo transparente o crear cámaras para situar los balines en distin-tos puntos y estabilizar el nado del lure, desplazar su centro de gravedad o llevarlos hasta “X” profundidad ofreciendo más y mejores sonidos con mayor alcance. El minnow se sumergía ganando profundidad. Se convertía en el “asesino” de toda la columna de agua, desde la superficie hasta el agua profunda donde seguirá indiscutiblemente haciendo de las suyas.

El recobro

A modo general el jerk bait nació como su nombre: para re-cobrarse a tirones; no es un señuelo para lanzar y recobrar de forma continua donde se reduce su “wobbing” o coleteo y por supuesto el sonido. En el caso de los floating sobre todo, es imperativo devolver la caña a su punto de inicio en lo que se recobra la línea holgada para que el minnow suba a la superficie nuevamente. Este trabajo se repite 2-3 veces y se detiene; y se repite nuevamente. Es el equivalente al pez herido que trata de bajar flateando y sin fuerzas para ello y simular ese comporta-miento siempre fue el propósito para despertar los instintos del depredador oportunista.

No es raro escuchar: “Este señuelo no esta bien, se hunde de costado cuando tiro de él” sin poder determinar si es un defecto, o por casualidad logramos imponerle el movimiento adecuado a un señuelo diseñado para ello, porque así es, los jerk bait, sobre todo los del tipo floating, se diseñaron para clavarse en el agua ladeando el cuerpo cuando se le aplica el tirón con la puntera de la caña bien abajo.

Los suspending y los sinking según marca y modelo, pueden recobrarse de varias formas. Lo ideal es dejar que se hundan y comenzar el recobro a distintas velocidades pero siempre inter-calando los tirones. También aplicando solo 1-2 jalones segui-dos, precedidos de un descanso y así sucesivamente o pueden trolearse (según el modelo) a baja velocidad dando cortos tiro-nes a intervalos para hacerlos “flatear” y acentuar sus sonidos

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El arreglo.

Este señuelo necesita holgura para poder hacer bien su trabajo por lo que no debe amarrarse con nudo directo al señuelo o a la argolla si la trae. Tampoco se debe colocar algún destorcedor porque les aseguro que no hay nada que destorcer… el señuelo no gira como las cucharas, sólo se ladea sobre su eje. También aunque parezca ínfimo un destorcedor puede sumarle un peso que pudiera absorber parte del movimiento (dependiendo) del señuelo, igual puede atraer la atención de depredadores como la sierra y la barracuda hacia el brillo del metal y cortar la línea o el líder, sobre todo cuando se usan los niquelados o de lamini-tas; por cierto, uno de los seguros menos seguros del mercado.

Este tipo de señuelo debe amarrarse directamente con nudo de lazo o loop, como pueden ser los nudos Rapala o el Mirrolure, muy efectivos, fáciles de hacer y que le facilitarán al artificial toda la libertad para poder desplazarse con mayor naturalidad.

Hoy en día siguen apareciendo tantas versiones del minnow que hasta imposible resulta en muchos casos categorizarlos. Marcas como Rapala, Ima, Storm, Duo, Daiwa, Yo-zuri, Luc-ky, Bomber, Mirrolure, Excalibur, Spro y otras siguen dispu-tándose las oportunidades tratando de asumir de uno y de otro para ganar el mercado, lo que nos obliga ante tantas ofertas a tratar de conocer al menos las características básicas de cada uno y estar seguro de qué usar, dónde y cómo, para evitar erro-res posibles y compras innecesarias en muchos casos.

Un claro ejemplo de opciones que puede presentar un mismo diseño es el famoso Yo-zuri Crystal Minnow por ejemplo, en su tamaño F8, ideal para el troleo lento, la orilla y los canales medio profundos de los esteros, pero... si nos mostraran mu-chos de estos señuelos (sin conocer sobre ello) nos parecerán todos iguales salvo por el color; donde además el vendedor -que no siempre puede hablar con propiedad- tratará de ofre-cernos el color que menos vende, el que –según él- nos va a dar capturas inimaginables, el que: “solo con lanzarlo verás como se le tiran de volada”…

El que no sabe cae en la trampa y cae precisamente por no saber que este minnow de Yo-zuri ofrece tres versiones casi iguales. La poca diferencia a primeras instancias pudiera ser un ligerísimo cambio en la paleta y una simple letra impresa en el lomo o en el blíster de fábrica: F (de floating) S (de sinking) y si no dice nada: se trata de un señuelo tipo SUSPENDING. Si pensamos que hablamos de lo mismo detengámonos un minuto en lo que dice el fabricante para sacar nuestras propias con-clusiones: El FLOATING, cuando se deja de recobrar siempre regresa para mantenerse en la superficie, igual cuando se tro-lea y se detiene la embarcación. El SINKING se hunde rápido, aproximadamente hasta las 8-10 pulgadas y en esa altura po-dremos trabajarlo y puede seguir bajando lento, poco a poco,

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dependiendo del recobro; mientras que el tercero: el SUS-PENDING, de forma muy similar a los anteriores se hunde más lento pero hasta las 24 y 36 pulgadas de profundidad don-de puede mantenerse suspendido entre tirón y tirón.

Sin duda el desconocimiento en este caso -como en muchos aspectos de la pesca- pudiera hacer la diferencia en una salida a pescar; sobre todo si insistimos en llegar con un floating a aguas profundas; o por el contrario, usar la versión sinking en aguas bajas o medias, donde el único logro sería clavarlo en el lodo o en el peor de los casos engancharlo en el fondo, perdiendo definitivamente el señuelo.

El camino recorrido.

Un buen ejemplo que personifica la metamorfosis desde que el Original Floater tocó el agua podemos encontrarlo en una de las últimas entregas –yo diría que de las más significativas- del consorcio Normark. Un jerk bait efectivísimo tanto en los esteros como en las playas en cualquiera de sus tamaños: el Max Rap de Rapala.

Este estilizado señuelo se mueve como un dardo en el agua, alarde de una aerodinámica que pocos señuelos pueden ofre-cer en el mercado. Se pueden lograr casteos muy largos de-bido a la inclusión de balines de tungsteno estratégicamente ubicados para desplazarse durante los lances, lo que la firma patentó como su nuevo sistema MAXCAST donde también su pequeña paleta disminuye mucho la fricción para lograr largas distancias. Hasta la fecha se ofrece en 4 tamaños, en una pe-queña pero muy efectiva gama de colores que están ubicados dentro del alargado cuerpo (como sucede en la familia X-rap) protegiéndolos de cualquier daño como mordidas o raspones para garantizar su presencia en cualquier escenario. Sin duda otros aspectos que apoyan su increíble apariencia es que su in-terior cuenta con un tallado muy bueno, hecho con laser, simu-lando escamas. Ojos de buen tamaño en 3D y un sonido muy característico que se deja escuchar muy alto, incluso fuera del agua. Su rolling (movimiento sobre su eje) resulta muy efecti-vo a cualquier velocidad de recobro y su armamento es verda-deramente mortal: tres anzuelos afiladísimos de níquel VMC Spart point, ubicados en puntos clave de su cuerpo hacen que se comporten de manera muy eficiente y puedo asegurar que hasta la fecha, no tengo ni un ataque fallido a este señuelo.

Basta un corto tirón con la punta de la caña para que se clave de manera muy agresiva en la columna de agua destellando sus laterales como pocos señuelos pueden lograrlo convirtién-dose en un blanco muy llamativo, incluso en escenarios con

poca luz. Es un señuelo tipo suspending que se va a mantener entre los 30 y 60 cm de agua, ideal para aguas bajas aunque debemos tener cuidado con los jalones -más si usamos línea trenzada, por resultar muy sensible a cualquier movimiento debido a su ahusado cuerpo en forma de lanza. Resulta mejor recuperarlo de forma media lenta si estamos en aguas bajas: tironcitos secos y nos detenemos para darle otro leve jaloncito, otro, dos más y dejarlo suspender de nuevo, solo moviéndolo en corto y de nuevo reposo… resultando también para que se mantenga más tiempo en el agua, sin castigarnos por la nece-sidad de un casteo constante. Me llamó la atención que su versión más pequeña se armó con argollas de arrastre de forma ovalada (nuevas en la marca) al parecer más resistentes que las redondas, pero debo admitir que se oxidaron demasiado pronto y cambiarlas no afectó en nada el trabajo del señuelo

También el Max Rap resulta efectivo con recobro continuo en aguas más profundas, intercalando también los jalones cuando podemos trolearlo por ejemplo entre 6 y 8 nudos, dando prue-bas de su gran versatilidad.

¿Mito o realidad?

Si nos guiamos por el éxito y los años que el minnow lleva im-poniendo récord y haciendo historia, no hay nada que dudar. Estamos ante el diseño con más versiones de todos los tiem-pos, de donde nacieron las bases para los miles de artificiales que hoy ofrecen todos los catálogos y que sin duda deben ser parte importante en cualquier caja de pesca, aunque ello im-ponga conocer debido a las tantas versiones, para qué y cómo usar cada uno de ellos. Pero sabemos -y el fabricante también- que el pescador es un consumidor ávido. Que las modas se imponen o pasan. Que las tendencias pueden cambiar con una buena captura, del tipo de captura que todos aspiran y que sin duda pondrían de inmediato los ojos en la nueva adquisición, porque si algo es evidente es que si el pez muere por la boca: el pescador lo hace por los ojos…

En la actualidad no hay marca que no incluya varios minnow en su oferta, bien de paleta grande o corta, alargado o más corto, seccionado o entero. Porque no hay pretextos para no pescar con un minnow, no los hay y esa es la realidad que seguirá alimentando por siempre el mito del minnow o el jerk bait duro: el abuelo de todos los señuelos.

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La Isla se volvió mundialmente famosa en los años 70, cuan-do el documental “ La Cueva de los Tiburones Dormidos” fue grabado y dado a conocer por el famoso oceanógrafo mexicano Ramón Bravo Prieto.

Este hecho fue descubierto por un humilde pescador de langos-ta llamado Carlos García, mejor conocido por los isleños como “Válvula”, hombre que practicaba la apnea libre y era capaz de bajar más de 60 pies a puro pulmón. Según la historia, en una de sus inmersiones, Válvula se introdujo al interior de la cueva de un paraje cercano a la Isla conocido como “Los Cuevones” y cuál sería su sorpresa al encontrar que el lugar estaba habita-do por decenas de tiburones, entre los que destacaban enormes tintoreras.

La explicación científica de este raro fenómeno es que gracias a su posición estática contra la corriente, los temibles predado-res permanecían inmóviles y prácticamente drogados, ya que al correr el agua, ellos tomaban el oxígeno necesario para su proceso respiratorio, sin necesidad de moverse.

Este descubrimiento, que conmocionó al mundo científico fue documentado y transmitido por la National Geographic en un hecho histórico que causó furor entre fotógrafos y videógrafos de todo el mundo, el mismo furor que causa en los primeros meses de cada año, el arribo de grandes formaciones de escue-las de sardinas a las cercanías de la costa de Isla Mujeres que da lugar a un espectáculo visualmente fascinante cuyos prota-gonistas son cientos de peces vela que se concentran en grupos de 10 hasta 100 para alimentarse con sus singulares embestidas y espadazos que aturden o matan a las esquivas sardinas para luego devorarlas. Por esta y muchas razones Isla Mujeres es re-señada cada año por medios internacionales de pesca y buceo como un destino superior, con espectáculos naturales donde la mayoría de las veces las palabras no le pueden hacer justicia.

Hoy, Isla Mujeres, lugar custodiado por tibias y transparentes aguas azules tiene mucho que ofrecer. Posee una infraestructu-ra hotelera con instalaciones de lujo, parques naturales como “El Garrafón”, restaurantes de especialidades de comida inter-nacional y regional, bares donde se disfruta en la noche de mú-sica de trova, ritmos isleños y música de rock; callejones con coloridas tiendas, clubes de playa, marinas, nado con delfines, granja de tortugas y desde hace nueve años es sede del Torneo Internacional de Pesca Deportiva que lleva el nombre de Cosme Alberto Martínez Magaña, y que reunió esta novena edición a más de 750 pescadores distribuidos en 114 embarca-ciones inscritas al torneo, estableciendo una nueva marca para los organizadores y un claro beneficio para la gente de la Isla que se favorece considerablemente de eventos como este.

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La llegada una noche previa al torneo fue directamente a la Posada del Mar, hotel dispuesto para nuestra estancia y según apreciamos, de muchos grupos de pescadores participantes. Ese día visitamos parte del centro de la Isla donde se reúnen varios restaurantes y bares en un ambiente de fiesta que recorre una de las avenidas principales. Ahí cenamos y saludamos a varios amigos pescadores que platicaban y discutían sobre sus estrategias del día siguiente.

La mañana del sábado amaneció con mucho movimiento en el muelle oficial del evento. Se encontraban las tripulaciones que iban y venían alistando los últimos detalles, revisando equipos y cargando provisiones que depositaban en las embarcaciones que pegaban al muelle rápidamente para salir y dar oportunidad a otras que esperaban realizar la misma maniobra; algunos ins-critos de último momento, pero todos, aguardando con ansias el disparo para salir a la mar, bajo un cielo encapotado que avisaba de una buena lluvia y algo de marejada, pero nada que inquietara, por el contrario, se esperaba muchas capturas que sumaran los primeros puntos en la tabla de posiciones.

El reglamento fue claro y nada se dejaba a la suerte. Entre el comité organizador a cargo del Lic. Eyder Jahil Hoth, director de turismo de Isla Mujeres y nuestro gran amigo Gamaliel Ek, encargado de la coordinación de las inscripciones, la medición, el pesaje y las puntuaciones, decidieron implementar en caso de los picudos, la filmación de los últimos minutos de pelea, el momento de enganche y el izado a la embarcación con la fina-lidad de evitar cualquier controversia o polémica, incluyendo la toma de medidas a bordo para saber si la captura daba la talla o era regresada al mar, ya que penalizaban las capturas con di-mensiones por debajo de las reglamentarias del evento.

Ambas puntos nos parecen excelentes y lo mejor, es que se están llevando a cabo en casi todos los torneos serios del país. Como es norma, en todos los torneos de Quintana Roo, el pez vela quedaba fuera de competencia en una medida más para preser-var esta especie, sustento de muchas familias en el Estado.

Las 6 de la tarde era la hora pautada para el cierre de báscula. El público, muchos de ellos familiares de los pescadores, se acercaba poco a poco al lugar ocupando sus lugares en sillas dispuestas por los restaurantes cercanos al muelle oficial y al-gunos en “cayucos” apostados sobre la arena.

Poco antes de las 5 comenzó el desfile de embarcaciones que pegaban rápidamente para que uno o dos tripulantes bajaran sus capturas y se dirigieran al sitio de pesaje. Era un ir y venir de pescadores cargando dorados, wahoos, barracudas, bonitos, petos, sierras...se presentó un marlin qué no dió la talla y se penalizó con - 1,000 puntos cumpliendo con lo descrito en el reglamento.

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Espectáculo a parte era ver las maniobras de entrada y salida en un palmo de terreno, de más de 80 barcos, algunos de 60 pies o más , que pegaban al muelle para depositar sus capturas.

Media hora antes del cierre, la embarcación Scualo comandada por Sergio Martínez Sosa con matrícula chetumaleña, entraba con el radio a todo volumen celebrando con euforia algo que sonaba a triunfo. De la Scualo bajaban entre toda la tripulación conformada por Mauricio Osorio Polanco, Raúl Requena, Luis Felipe Trujillo, Enrique Medina, Miguelito (el diablo) y Gerar-do Aceves, un hermoso marlin azul que aprobó las medidas y oficializó en la báscula 196.72 libras.

Así mismo entregaban el video de la captura, prueba contun-dente y absoluta, que les daría finalmente el primer lugar del torneo y 250,000 pesos en efectivo. Mauricio Osorio nos co-mentó del equipo utilizado para la hazaña: caña Bill Fisher 30-50, carrete Shimano Tyrnos 50 LRS y línea de 50 libras Momoi. Un dato curioso es que este mismo equipo perdió un primer lugar en el torneo de Mahahual hace dos años, por una fragorosa pelea que se extendió por más de tres horas quedando fuera de tiempo, pero al final lograron un marlin de más de 300 libras, que no les dió el premio, pero sí muchas satisfacciones y experiencia que esta vez vieron recompensada.

El domingo 20 de mayo segundo y último día del evento, el cie-rre de báscula estaba programado a las 4 de la tarde. Amaneció igual de nublado que el día anterior y los pronósticos de lluvia moderada a torrencial se cumplieron. No paró de llover desde las 12 del medio día pero eso no impidió una buena pesca ya que entre otros datos recabados por los jueces se contabilizaron 70 embarcaciones con capturas de al menos un dorado y 36 con al menos 1 wahoo a bordo. 10 minutos antes del cierre se formaba una larga fila de pescadores entre los que destacaba un buen marlin blanco del equipo de “Te Veo Bien” que los colocaba en el segundo lugar.

Minutos después del cierre oficial se anunciaron las posicio-nes donde se confirmaba el premio absoluto del torneo para la tripulación de Scualos y los resultados finales, entre ellos los cinco primeros lugares del certamen quedando de la siguiente manera:

Así concluyó nuestra visita a este maravilloso destino para la pesca deportiva que goza de gran fama gracias al esfuerzo de su gobierno, prestadores de servicio turístico y patrocinadores.

Isla Mujeres seguirá dando de qué hablar, por lo pronto nos enteramos de la propuesta de la Internacional Underwater Spearfishing Association (IUSA) de tener como sede Isla Mu-jeres para realizar un torneo internacional de pesca submarina a pulmón, prevista para el próximo mes de agosto. Nosotros seguiremos muy pendientes del desarrollo de eventos que su-men buenos resultados y que sirvan para engrandecer aún más la historia de uno de los lugares emblemáticos de la pesca y buceo en todo el mundo.

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Rene Varela / Barra de Navidad, Jal.

Joaquín Herrera, Raúl Nariz, Henry Erosa, Tiberio Castillo,Edwin Santoyo, Federico Sierra /Isla Mujeres, Q. Roo.

Gerardo mex García /Campeche, Camp.

Mandanos tus fotos a:[email protected] sé un presumido irremediable

Francisco Bolio /Progreso, Yuc.

Esteban Roche, Gabriel Guzmán, Rafael Martínez, Enrique Gómez y Gallo /Isla Mujeres, Q. Roo.

Gunther Dittrich/ Progreso, Yuc.

Pilín Sansores Ponce / Holbox, Q. Roo.

Sergio Manuel / Coatzacoalcos, Ver.

Jasmani Avila, Guadalupe Avila, Manolo Betancour, José Auais,Willy Betancour y Alex Auais /Holbox, Q. Roo.

Fernanda y Mario Martínez Erosa, Anís Macari Erosa /Sisal, Yuc.

Gustavo Silva/Isla Mujeres,Q. Roo.

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Heriberto Chávez/ Tecolutla, Ver.José Manuel Hernández/ Oaxaca Leandro y Rodrigo Silveira /Uaymitún, Yuc.

César García Colón / Tecolutla, Ver.Francisco Góngora, Juan Alcocer

Playa del Carmen, Q. Roo. Jesús Denis/Sisal, Yuc.

Rodolfo Martinez Gamboa, David Ordoñez, Carlos SemerenaIsla Mujeres, Q. Roo.

Gilberto Anzo / Zihuatanejo, Gue.

Alejandro Rodríguez ,Marlon Rodríguez y Edgardo Rodríguez Mahahual, Q.Roo.

David González / Pantanos de Centla, Tab.

Luis Antonio Ortega /Campeche, Camp.

Cipriano Torres / Mahahual, Q. Roo.

Julio César Serrano Leyva, Alexis Sandez /La Paz, BCS.

Esteban Alcocer JanssenChelem, Yuc.

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