Teologia bautismal de Clemente Alejandrino

segun Paed. I, 26,3-27,2

E1 presente articulo viene a ser un extracto de la obra que pensamos publicar sobre la exegesis primera a Ioh. 1, 3c-4 Quod factum est in ipso, Vita erat a. demente Alejandrino fu el

primer autor eclesistico que recogi el versiculo. De l habla en cuatro ocasiones : Paed. II, 79, 3 ; Adumbrationes in I Iohannis2 ; Excerpta ex Theodoto 19, 2; Paed. I, 26, 3-27, 2.

Seria largo examinar los cuatro testimonios. El mas luminoso

para la teologia del Bautismo es el cuarto, asi por lo que ensena directamente, corno sobre todo por el contexto en que va inserto.

Sera el nico que estudiemos aqui.

Agreguemos que la liberacin de los males es principio de salud. Certamente, slo quienes hayamos sido primero iniciados3 en las fronteras de la Vida, somos ya perfectos 4 ; pero vivimos desde que nos hemos separado de la muerte. Es pues salvacin el seguir a Cristo, pues lo que fu hecho en El, es Vida . En verdad, en verdad os digo afirma el que oye mi palabra y cree a quien me envi, tiene Vida eterna y no incurre en condena cin, sino que ha pasado de la muerte a la Vida . Asi que solo el creer y ser regenerado es perfeccin en Vida7, pues jams enferma Dios. Porque asi corno su querer () es obra y se denomina Kosmos, asi su volun tad ) es salvacin de los hombres y ha sido llamada Iglesia. Conoce pues [Dios] a cuantos llam, a quienes salv. Como que llam y salv a un tiempo 8.

1 Para est lectura e interpuncin cf. Ta. Zabn, Dos Evangelismi des Johannes5*, Leipzig-Erlangen 1921 p. 708 ss.; ltimamente mis Estudios valentinianos II p. 6 ss. ; y sobre todo I. de la Potterie, De Punctuatie en de Exegese van Joh 1, 3, 4 in de Traditie, Bijdragen 1955 pp. 117-135.

2 GCS Clemens III 210, 8 ss. 3 Leo con , y no corno quiere Sthlin, a quien

sigue Dolger, Ichthys I p. 172 n. 6. 4 La primera persona plural est mas en consonancia con la forma

que sigue a continuacin. 5 Ioh. 1. 3 c-4. 6 E1 Salvador en Ioh. 5, 24. 7 Precisa creer y regenerarse en el Bautismo para lograr la perfeccin

en la Vida divina. Clem. Al., Paed. I, 26, 3-27, 2 (GCS I 106, 1 ss).

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teologa bautismal de clemente alejandrino 411

Para entender el fragmento se requiere un estudio del contex

to y aun de todo el capitulo , con los elementos vinculados a la teo

logia bautismal (Primera Parte) ; particular inters despierta, entre

ellos, la variante adoptada por el Alejandrino en la clusula Tu es filius meus dilectus, ego hodie genui te (Segunda Parte), que prepara el camino a la exegesis bautismal de Ioh. l,3c-4 (Ter cera Parte).

PRIMERA PARTE

La perfeccin del Bautismo eclesistico

Los adversarios de la Iglesia lanzaban contra ella una acusa

cin muy sensible para Clemente. El Bautismo eclesistico era

imperfecto y conferia un. don infantil. Era precisa la Gnosis para lograr la madurez y perfeccin cabal.

El Alejandrino trata de probar a lo largo de todo el capitalo que el Bautismo eclesistico confiere, a ejempio del de Jesu-Cristo, la perfeccin. Su teoria bautismal subraya, en contraste con los adver

sarios, la nota de la .

Clemente sabia contra quines luchaba, y no se preocupa de

individuarlos ; ni siquiera nombra la secta a que pertenecian. Pero fcil es identificarlos, por su doctrina y por su terminologia.

Eran efectivamente quienes dicen que el recuerdo de los

mejores viene a ser una filtracin del espiritu. Entendiendo por fltracin () la separacin de los peores [elementos, pro vocada] por el recuerdo de lo mejor... El propio Espiritu Santo confiesan en arrepintindose torn a subir 10.

Sthlin no parece haber descubierto nada sintomtico en est

terminologia. Una primera comparacin nos pondr sin embargo en la pista.

9 Paed. I c. 6. 10 Paed. I, 32, 1 (I 108, 30 ss.).

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412 A. ORBE, S. I.

Valentin11 Gnsticos de Clemente12

et Christum autem non ab his qui sunt in Pleromate aeonibus emissum, sed a matre foris facta, secundum me-

moriam meliorum ( ... )18 enixam esse cum

quadam umbra. Et hunc quidem, quip- pe quum esset masculus, abscidisse a . semetipso umbram, et regressum (

) in Pleroma.

La identidad de dos expresiones cruciales resulta decisiva. Se trata de gnsticos valentinianos. en particular, de su doctrina en torno al origen del Cristo Superior, con el cual fu nitida tambin la Iglesia de los escogidos. Sophia le emiti en su destierro del Pleroma, movida del recuerdo de los Eones (= ). La syzygia Christus-Spiritus autoriza muy bien la aplicacin del

al Espiritu Santo.

Hay adems otro elemento de identificacin posible, dentro siempre del sistema valentiniano. Contraponiendo dos fenmenos : a) la filtracin de los Escogidos que se le colaron con Cristo a

Sophia tal seria el y b) la reaccin de Sophia al verse abandonada; tal habria de ser el significado del contraste entre por un lado y

por otro14.

La filtracin de los Escogidos pneumticos tiene un paralelo exacto con una terminologia anloga

no idntica entre los

Excerpta ex Theodoto 41, 2. Describe alli el autor el vuel del Cristo Superior, recin emitido por Sophia, al Pleroma. Con El15

11 Apud Iren. I, 11, 1. 11 Paed. I, 32, 1. 13 Es la lectura adoptada con mucho aderto por . Holl, en GCS

Epiphanius I 434, 22. 14 Llamando t a Sophia, segun la noticia expresa de Iren.

I, 4, 1 : Quapropter et ipsam duobus nominibus vocari, Sophiam paternaliter (pater enim eius Sophia vocatur [superiori) et Spiritimi sanctum ( ) ab eo, qui est erga Christum Spiritus. Formatam autem eam et sen satam factam, statim autem evacuatam ab eo qui invisibiliter cum ea erat Verbo, hoc est Christo, in exquisitionem egressam [cf. ] eius lu minis, quod se dereliquisset : et non potuisse apprehendere illud, quoniam coercebatur ab Horo .

15 A la letra en El.

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TEOLOGIA BAUTISMAL DE CLEMENTE ALEJANDRINO 43

se colaron tambin al Pleroma los grmenes espirituales :

... . No tratamos de explicar el hecho. Subrayamos la analogia del

con el de los gnsticos clementinos. Es naturai que por est filtracin de los espirituales con Cristo, pasa ra el substantivo a significar a los propios hombres

pneumticos que integraban la Iglesia de los Escogidos, verdadero

de Cristo. Las dos circunstancias, a saber : la emisin secundum memo

riam meliorum ie, y la filtracin de la Iglesia espiritual con Cristo

() determinan corno dos coordenadas la indole valenti niana de los gnsticos clementinos 17.

Resumiendo. Clemente alude en Paed. I, 32, 1 a los valentinia nos. Valentiniana es tambin la distincin entre pneumticos y psi quicos recogida poco antes18. La homogeneidad del pensamiento heterodoxo rebatido por el Alejandrino a lo largo del capitulo est adems en perfecto acuerdo con su indole gnostica. En definitiva, Clemente refuta la tesis valentiniana en torno a la imperfeccin esencial del Bautismo Eclesistico.

* * *

La Escritura denomina ninos e infantes (... ) a los fieles M. Segfin la tesis de los gnsticos es una apelacin que afecta slo a los eclesisticos, por razn de la indole pueril y despreciable de su doctrina.

1 Resp. el recurso al Pleroma (). 17 Omitimos el estudio de otros pasajes donde figuran trminos anlo

gos al . Baste enumerarlos. S. Ignacio Ant. (ad Rom. inscr.) llama a los fieles y (Philad. 3, 1) contrapone el al , con una terminologia e ideologia muy valentinianas. Cf. Lightfoot, The Apostolic Fathers II voi. II p. 193 n. 6 y sobre todo H. Schlier, Religionsgeschichtlche Untersuchungen zu den

Ignatiusbriefen, Giessen 1929 pp. 86 y 102. En la Homilia Pascual [de s. Hi

plito?] editada por P. Nautin [Sourc. chrt. voi. 27 p. 165, 21] se lee

en una pagina de sugestivas analogias con los valen

tinianos. Mas interesante an el pasaje del propio Clemente (Eclog. proph. 7, 3), segun el cual los espiritus del mal se filtrati () mediante el bautismo abandonando el alma con quien vivian complicados () hasta entonces. La inspiracin gnostica de est Ecloga resalta comparandola con la ideologia bautismal de Excerpt. ex Theod. 83. El punto mereceria

estdio. 78 Paed. I, 31, 1-2., 19 Cf. Le. 10, 21. tros textos en Paed. I, 32, 3 (I 109, 14 ss.).

Un

bonito estudio de tales trminos en los primeros documentos cristianos, con

singular insistencia sobre Clemente Al., puede verse en A. Harnack, Die

Terminologie der Wiedergeburt... TU 42, 3 Leipzig 1918 pp. 98-101.

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4M A. ORBE, S. I.

Clemente rebate la razn. Todo el capitalo [Paed. I c. 6] ir en este sentido.

Porque nosotros [los eclesisticos] no somos llamados nifios e infan tes por lo pueril y despreciable de la doctrina, corno han venido calum niando los hinchados de gnosis ( )20; sino que tan pronto fuimos reengendrados [en el Bautismo], recibimos lo perfecto ( ), tras de lo cual nos afanamos, pues fuimos iluminados, esto es conocimos a Dios ( ). No es por tanto imper fecto quien conoci lo perfecto. no me tomis a mal si confieso conocer a Dios. Pues algo parecido crey oportuno decir el Logos21. ste [= el

que conoce a Dios] es libre. Ademas, al bautizarse el Sefior reson de los cielos una voz, en testimonio del amado: Tu eres mi Hijo muy amado. Yo te engendr hoy 22. Preguntemos pues a los sabiondos [gnsticos] : el Cristo hoy reengendrado i es ya [antes de bautizado] perfecto, lo

que resulta absurdisimo le falta algo? Si le falta algo, le convendr apren der algo mas. Empero siendo Dios, no es razn aprenda nada, pues nadie

puede ser mayor que el Logos, ni maestro del unico Maestro23. Luego, aun

que a la fuerza, habrn de confesar que el Logos, nacido perfecto del Padre

perfecto, ha sido perfectamente reengendrado [en el Bautismo, tan slo] con arreglo a la prefiguracin de la Economia ( ). si era perfecto [antes de bautizado] i por qu se bautizaba el

perfecto? Convenia, dicen [los sabiondos], cumplir la humana profesin. Muy bien. Segun eso, al ser bautizado por Juan i viene a ser por lo mismo

perfecto? Es claro. i Luego no aprendi de l nada? Nada. i Sino

que el Bautismo solo le hace perfecto, y la bajada del Espiritu le santifica? Asi es. Pues lo proprio nos ocurre tambin a nosotros [los fieles], de

quienes el Sefior vino a ser modelo2t.

El curso de las ideas no ofrece dificultad. Alguna, la termi

nologia empleada por Clemente, no siempre de acuerdo con la de

los Stremata, singularmente en lo relativo al aplicado aqui al simple bautizado, y en los Strornata a los adelantados [gnsti

20 Cf. 1 Cor. 8, 1. Se refiere claramente a gnsticos heterodoxos : vase Paed. I, 32, 2 .

21 Cf. Ioh. 8, 31 s. Dicebat ergo Iesus ad eos, qui crediderunt ei, Iudaeos : Si vos manseritis in sermone meo, vere discipuli mei eritis, et

cognoscetis veritatem, et veritas liberabit vos . Para la expresin en Clemente cf. Vlker, Der wahre Gnostiker nach Clemens Ale

xandrinus TU 57 (1952) p. 105 s. E1 trmino , corno el de es aqui ambiguo, y no significa precisamente intuicin, sino el principio

acto incoado de la intuicin, que puede ser muy bien para Clemente un acto

de f. 22 Cf. Mt. 3, 17; Me. 1, 11; Le. 3, 22; Ps. 2, 7; Hebr. 1, 5; 5, 5. Para

otros lugares cf. J. Dupont, Filius tneus es Tu, L'interprtation de Ps.

2, 7 dans le NT., RSR 35 (1948) pp. 522-543. 353 Cf. Mt. 23, 8. 10. 24 Paed. I, 25, 1-3. 26, 1. 26 Semejantes fluctuaciones se dejan sentir a veces aun d'entro de una

misma obra, y fueron advertidas de antiguo. Ultimamente Vlker, Clemens

p. 449 ss. ha tratado de perfilarlas. Como quiera, en las pginas de Paed.

I c. 6 per totum polarizadas en torno al = Bautizado no hay equivocos

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teologa bautismal de clemente alejandeino 415

A la acusacin valentiniana responde el Alejandrino aceptando la denominacin escrituraria de ninos e infantes2e, pero demonstran

do tambin que la infancia no afecta a la doctrina al conoci miento de f, recibido por los feles en el Bautisrao. La f bau tismal es un conocimiento tan perfecto corno la presunta per feccin gnostica de los adversarios. Por lo mismo el bautizado es doctrinal cognoscitivamente perfecto ()27 pues con el Bautismo ha recibido el don perfecto ( ).

Lo prueba por dos capitulos : a) por el conocimiento perfecto consiguiente a la Uuminacin tipica del Bautismo; y b) por la per feccin inherente al Bautismo, a ej empio de Cristo.

Primer argumento. En el Bautismo fuimos iluminados

(), esto es, conocimos mediante la Iluminacin a Dios. Dios es perfecto, y corno tal segn el postulado de

[implicito en Clemente] slo puede ser conocido por el

perfecto. Luego et bautizado, en virtud de su Iluminacin [= Co

nocimiento] divina, es perfecto. Prueba la Mayor [Iluminacin = Conocimiento de Dios] re

curriendo al parecer a Ioh. 8, 31 s. donde prometia Jesus a sus

discipulos por el hecho de creer en El el conocimiento de la Verdad, esto es, de lo perfecto; mediante el cual habian de ser adems libres28.

Segundo argumento. Se funda en la ejemplaridad del Bau tismo de Jesus en el Jordan, y presupone su naturaleza divina antes de bautizado. Mas menos procede asi : Cristo ha sido reengen drado en el Bautismo. Asi lo demuestra el testimonio del cielo : eres mi Hijo muy amado. Yo te engendr hoy . Si es reen

gendrado en el Bautismo, una de dos : a) era perfecto antes de

l, b) no lo era. Esto segundo es absurdo en el Verbo de Dios.

Luego antes de bautizado Cristo era perfecto. Entonces ; a qu bautizarse? Aqui finge Clemente un dilogo

con los adversarios. Resumo la idea. El Bautismo obedecia a la ncesidad de cumplir la economia humana(r

ni fluctuaciones, explicables en obras y aun pasajes que modifican sensiblemente el estado de la cuestin.

26 Quiza por consideracin a 1 Pet. 2, 2 (cf. Paed. I, 44, 1) y 1 Ioh. 2, 14. 27 Para el concepto gnstico de puede verse R. Reitzenstf.tn,

Die Hellenistischen Mysterienreligionen', Leipzig 1927 p. 339 ss. 28 Por lo demas la igualdad Ilumimcin Conocimento divino era un

postulado del helenismo, que se deja sentir v. gr. entre los hermticos: cf. A.-J. Festugire, Le Dieu Incontm et la Gnose, Paris 1954 p. 248 s.

(RHT IV).

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416 A. ORBE, S. I.

), segn la cual Cristo debia ser bautizado por Juan para ser humanamente perfecto, con arreglo a la Economia divina pre formada para la salud de los hombres.

E1 Padre habia determinado que la perfeccin de los hombres y su salvacin estuviera vinculada al Bautismo, a ejemplo de su Hijo; mas no corno querian los gnsticos a una Gnosis

independiente del Bautismo, a un Conocimiento Superior, mas

perfecto del que se les comunicaba a los simples feles en el Bautismo.

Al bautizarse Cristo, no obstante el conocimiento perfecto que tenia del Padre en virtud de su fliacin divina, vino a demostrar

que para quienes no son dios corno El, la manera unica de lograr la perfeccin [ = la Ciencia e Iluminacin perfecta] es el Bau tismo, pues en cuanto hombre slo asi logr tambin El la per feccin.

* * *

Entre los valentinianos habia dos orientaciones bien definidas. Una intelectual28 que estimaba perfectamente inutil el Bautismo ordinario, asi corno en general cualquier otro rito sensible30. La

Gnosis, por su carcter intelectual e insensible debia comunicarse

por medios invisibles e insensibles. Otra orientacin31 ensenaba dos Bautismos, el imperfecto, usa

do por los eclesisticos, al que llamaban Bautismo del Salvador aparencial, encaminado exclusivamente a la remisin de pecados;

y el perfecto, usado por ellos, al cual denominaban tambin Re dencin mejor Bautismo de perfeccin ( ),ordenado al Conocimiento perfecto. Al primer Bautismo le llamaban animai [ = psiquico] ; al segundo, espiritual. Entre uno y otro habia la diferencia que entre el de Juan y el de Cristo32.

29 A la cual probablemente pertenecian Tolomeo y Heraclen. 30 Iren. I, 21, 4: Alii autem haec omnia [= ritus externos] recusan tes, dicunt non oportere inenarrabilis et invisibilis virtutis mysterium per visibiles, et corruptibiles perfici creaturas : et ea quae mente concipi non possunt, et incorporalia et insensibilia, per sensibilia et corporalia.

31 A la que pertenecia Marcos, y quiz tambin el fundador de la escuela Valentin.

32 Iren. I, 21, 2 : Et baptisma quidem apparentis Iesu in remissionem esse peccatorum, redemptionem autem esse eius qui in eo descenderit Spi ritus ad perfectionem ( ) : et illud quidem animale, illam autem spiritalem esse repromittunt. Et baptisma quidem a Ioanne annuntiatum in poenitentiam, redemptionem autem eius qui in eo est Christi, positam esse

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Conviene subrayar aqui la eficacia de los dos bautismos siempre segn los valentinianos . E1 imperfecto [= eclesis tico] tenia por efecto exclusivo, preponderante la remisin de los pecados. Solo el perfecto [ = gnstico] conieria el Espiritu Santo y por su medio la , que denotaba principalmente el Conocimiento perfecto e intuitivo de Dios33, aunque tambin llevara consigo la liberacin de todas las potestades y elementos adversos en que consistia propiamente la Redencin.

Una cosa era pues entre los valentinianos la remisin de pecados consiguiente al Bautismo imperfecto. Otra la liberacin Redencin de los elementos adversos ; la infusin del Espiritu ; y por ltimo la : si bien estos tres ultimos conceptos se identificaran prcticamente por lo menos en la rama intelec tual con la Iluminacin Gnosis perfecta34.

ad perfectionem : et hoc esse de quo dicit: Aliud baptisma habeo baptizari, et valde propero ad illud (Le. 12, 50).

A estos mismos dos bautismos alude Excerpt. ex Theod. contraponiendo el [ bautismo de agua] a la [ b. de espiritu] (ET 78, 2) y el bautismo sensible (r /) al inteligible ( ) (ET 81, 2). Se trata de una doctrina comun por lo menos a Marcos y al autor annimo de estos Excerpta; y muy posiblemente nacida con el propio Valentin.

Orgenes es tambin testigo de la doctrina valentiniana de dos bautis mos (fragm. in Eph. 4, 5 ed. Gregg en JTS III 1902 p. 413) y su noticia ha pasado a s. Jernimo (comment. ad Eph. 1. c. ed. Vallarsi P. 610) : Unum baptisma et cantra Valentinum [Orgenes : ] facit, qui duo baptismata esse contendit, et contra omnes haereticos. Orgenes se refiere sin duda a los bautismos in poenitentiam y ad perfectionem sefialados por s. Ireneo. Harnack (Der Kirchengeschichtliche Ertrag der exegeti schen Arbeiten des Orgenes II Teil TU 42, 4 Leipzig 1919 p. 158, 1) ha dejado escapar la noticia de s. Ireneo, cuando escribe: Zwei Taufen bei Valentin sind sonst m. W. nicht bekannt.

313 Ntese bien: en rigor la Redencin no se confundia conceptualmente, para los valentinianos, con la Gnosis Iluminacin. Aquella conotaba la li beracin del hombre interior, de las potestades y elementos adversos. La Gnosis denotaba la Vision de Dios. Sin embargo, la orientacin intelectual identificaba la Redencin con la Gnosis, y por lo mismo creia intil cualquier rito bautismo de Redencin, pues se bastaba la Gnosis para liberar al hombre interior de cualquier posible obstaculo : Esse autem perfectam re

demptionem, ipsam agnitionem inenarrabilis magnitudinis [=:Patris], Ea enim, quae sunt de ignorantia labis et passione facta, per agnitionem ( ) dissolvi, universum ignorantiae statum, uti sit agnitio redemptio interioris hominis. Et neque corporalem esse eam (corruptibile enim est corpus) ; neque animalem, quoniam et anima de labe est, [et] spiritus velut habita culum: spiritalem ergo oportere et redemptionem esse. Redimi enim per agnitionem interiorem hominem spiritalem, et sufficere eis universorum ag nitionem: et hanc esse redemptionem veram Iren. I, 21, 4.

34 Para la distincin entre la Redemptio () estricta y la

entre los valentinianos ritualistas cf. Iren. I, 21, 1-2; Hippol. VI,

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418 A. ORBE, S. I.

En suma, los valentinianos, aceptaran no el Bautismo ritual de agua, siempre le asignaban una eficacia infima, corno algo im

perfecto encaminado a la remisin de los pecados ; nunca la cau salidad piena de la Gnosis perfecta, vinculada al Bautismo del

Espiritu, que presumian ellos poseer.

El Alejandrino conoce probablemente las dos corrientes va

lentinianas, a juzgar por los diversos temas recogidos personal mente entre sus Excerpta ex Theodoto 35. A todas ellas responde con la tesis mas antagnica: el B'autismo eclesistico es condicin necesaria y suficiente para la perfeccin, esto es para la salvacin mediante el Conocimiento perfecto de Dios. Clemente no se expre sa asi, pero a est frmula vienen a parar sus argumentos.

El mas decisivo es para el Alejandrino el ejempio de Cristo. Si El adquiri la perfeccin, en cuanto hombre, por el Bautismo, y fu santificado tambin en cuanto hombre por la venida del Espiritu; asi tambin el cristiano cuyo ejemplar fu el Senor.

No es esto slo. Clemente discierne muy bien los efectos del Bautismo. Basta analizarlos para ver que los efectos separados por los valentinianos y distribuidos gratuitamente entre el Bautismo de agua, entre el de Redencin, y el de Espiritu, entran todos a

formar parte del simple Bautismo eclesistico. En efecto, escribe :

Al ser bautizados, somos iluminados; iluminados, somos adoptados por hijos; adoptados, somos perfeccionados ; perfectos, logramos la inmortalidad. Yo, habla [por el Salmista], dije: Dioses sois, e hijos todos del Altisimo36. Est obra viene a llamarse de muchas maneras : carisma, iluminacin, perfecto (), y lavatorio. Lavatorio [pues] por su medio nos limpiamos de los pecados; carisma, por perdonarnos las penas debidas a las faltas; ilumina

cin, corno medio para contemplar aquella santa Luz salvadora, esto es pe netrando con la vista en lo divino; perfecto por ltimo llamamos a lo no falto de nada [en su orden]. i Qu le falta en efecto al que ha conocido a Dios? Seria de veras absurdo llamar carisma de Dios, a lo que no est ca bal y lleno; pues siendo Dios perfecto, ha de otorgar naturalmente cosas per fectas. Bast que El mandase para que todas las cosas vinieran al ser. Del mismo modo, bastar que desee tan slo derramar su gracia, para ser ella colmada. Pues lo que en el tiempo es futuro, es atraido en virtud del querer [divino] 37.

41-42; Exc. ex The od. 22. 77 s. y otros pasajes citados por U. Mannucci en nota a s. Ireneo adv. haer. p. 233, 3.

Puede verse su discriminacin en F. Sagnard, Extraits de Thodote

(Sourc. chrt. voi. 23) p. 28 ss. l3 Ps. 81, 6.

Paed. I, 26, 1-3 (I 105, 20 ss.).

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teologa bautismal de clemente alejandrino 419

La idea no deja lugar a duda. E1 Bautismo abraza mucho mas que la simple remisin de los pecados, contra lo que estimaban los heterodoxos3S. Hay el lavatorio, hay la iluminacin, y la adop cin, y la perfeccin, y la inmortalidad. Los nombres mismos con que se le denomina, asi lo dan a entender : se le llama lavatorio carisma, iluminacin, perfecto.

Clemente sefiala gradualmente los multiples efectos del Bau tismo. Viene primero el Bautismo de agua () la vatorio () : los dos trminos se corresponden y explican mutuamente. Mediante el bautismo de agua el catecmeno queda limpio de sus pecados. Es la remisin de los pecados, nico efecto asignado por los valentinianos al Bautismo eclesistico. En realidad no es sino el primer efecto bautismal.

Con el lavacro () parece haber juntado el Alejandrino el carisma (), corno un aspecto complementario e inme diato a l. Se llama en efecto el Bautismo, porque nos perdona las penas debidas a los pecados. Muy probable es que al gunos gnsticos asignaran este segundo efecto al Bautismo ecle sistico. Yo me inclino sin embargo a creer que el carisma responde en la mente del Alejandrino al Bautismo gnstico de Redencin, por el que el interesado era liberado de los elementos adversos 39,

y conota el regio estampado en el alma 40 con el bautismo.

Segn eso, Clemente habria subrayado aqui la remisin y li beracin de las penas () debidas a los pecados, corno efecto del Bautismo ordinario, para hacer ver la inutilidad del rito

gnstico de Redencin, pues el bautismal bastaba a elio.

Luego del bautismo estricto [lavatorio] y de su efecto com plementario [carisma] senala Clemente con claridad la Iluminacin

( ). Por no haber comprendido tan funda mental orden de conceptos, se ha venido a confundir en Clemente

lo que a toda costa trata l de distinguir : el bautismo corno la vacro para remisin de pecados, y corno Iluminacin en orden al

conocimiento de Dios 41.

M Cf. Iren. I, 21, 2. Supra, nota 32. 8 Cf. Iren. I, 21, 1-2. Supra, nota 33. 40 Para la doctrina de Clemente sobre el carcter bautismal cf. ulti

mamente G. W. H. Lampe, The Seal of the Spirit, London 1951 pp. 153-7. 41 Asi v. gr. H. Seesemann, Dos Paulusverstndnis des Clemens Ale

xandrinus (Theol. Studien und Kritiken 107, 1936 p. 324) citando Paed. I, 26, 3 (I 105, 27 s.) : advierte que

queria decir, conforme a I, 26, 1 fiir den, der getauft ist.

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420 A. ORBE, S. I.

E1 Alejandrino llama a la Iluminacin . Por la forma

gramatical denota el fruto el don consiguiente el . La

explicacin elimina dudas. El Bautismo es llamado corno medio que es para contemplar aquella santa Luz salvadora, esto

es el instrumento (') para penetrar con la vista lo Divino42. La expresin est muy bien escogida. No ensena Clemente que el lavacro bautismal confiera el acto mismo de la contemplacin intuicin de lo divino, a la manera de los gnsticos heterodoxos. Sino nicamente el medio (') de contemplarlo. Y perfilando el

significado, agrega lineas despus :

Por cierto el que una vez fu regenerado [en el Bautismo], y por ende corno lo dice asimismo el nombre iluminado (), se ve al punto libre de las tinieblas, y desde entonces ha entrado en posesin de la Luz. Pues asi corno los que han sacudido el suefio, al punto despiertan [saliendo sin influjo alguno exterior] de si; y mejor aun, asi corno a quienes tratan de quitarles las cataratas, no les dan la luz de fuera, pues no la tienen, sino

que dejan libre la pupila quitando de la vista el impedimento [que la emba

razaba] : asi tambin los bautizados, una vez que nos desembarazamos de los

pecados que entenebrecian a manera de niebla al divino Espiritu, venimos a tener libre y desembarazado y luminoso el ojo del Espiritu, con el cual solo

contemplamos lo divino, mediante el Espiritu Santo que se derrama en no sotros. Tal [es] la mixtura [o unguento] eterno de la pupila capaz de ver la Luz eterna43, pues lo semejante ama lo semejante, y lo santo ama aquello de que procede el elemento santo que se ha venido a llamar propiamente Luz. Porque erais algun tiempo tinieblas, ahora empero Luz en el SeSor 44. De ahi, a lo que entiendo, vinieron los antiguos a llamar al hombre 45.

Dijrase que la Iluminacin ha caldo tambin sobre est p gina, corno sobre el bautizado. El Alejandrino explica el signifi ficado intimo del . El alma viene a ser corno la pupila del

ojo cubierto de cataratas. Mediante el lavacro [y el carisma] de

saparecen y caen las cataratas [ = pecados y penas a ellos consi

guientes]. No basta eso para que la pupila vea y ntre en ejercicio. Es menester se haga adems luminosa mediante el unguento celestial del Espiritu Santo, que se le derrama no bien se ha librado del

impedimento primero. Slo luego de bautizado en el Espiritu, ungida la pupila del alma por lo divino, es capaz de contemplar lo divino.

extrafia ms la actitud de M. Pohlenz, Klemens voti Alex, und sein helle nisches Christentimi (NGA 1943 p. 174): dass Taufe wie Herrenmahl fiir Klemens' Glauben keine entscheidende Bedeutung gewinnen. Vase en cam bio la acertada exegesis de W. Volker, Clemens p. 148, ss.

42 Paed. I, 26, 2 (I 105, 25 ss.). 43 Leo con F y no corno Sthlin. 4 Eph. 5, 8. Paed. I, 27, 3-28, 1-2 (I 106, 15 ss.).

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TEOLOGIA BAUTISMAL DE CLEMENTE ALEJANDRINO 421

Clemente orquesta el postulado donde ra dica la filosofia de la Iluminacin () corno medio indispen sable para conocer lo divino, la Luz de Dios. Mientras no sea mos luz, no contemplaremos la Luz de Dios; corno mientras no

seamos santos no podremos amar lo Santo de Dios46.

El postulado. subraya un matiz esencial. Y es que la Ilumi nacin bautismal no da primo et per se el acto de la vision de Dios. Sino el medio cognoscitivo ( ') para la vision de Dios. En concreto el Espiritu Santo, verdadero colirio que habilita la

pupila del alma para la vision de Dios. Clemente no se adelanta a decir que la Vision divina viene inmediatamente luego de la infusin del Espiritu. Mas bien da a entender, contra los gnsti cos, que el ejercicio de la vision no est actu vinculado al Bautismo. Lo est unicamente la virtud radicai de la vision, mediante el

Espiritu actu infundido al alma. Slo asi podr el Alejandrino urgir el actual y su perfeccin ontolgica, no obstante la con ciencia evidente de que no vemos aun intuitivamente a Dios, a

pesar del Bautismo.

Pues asi corno la impericia se deshace con la pericia, y la indigencia con la abundancia: asi necesariamente las tinieblas se disipan con la Iluminacin. Las tinieblas empero son la Ignorancia, conforme a la cual venimos a caer en los pecados, alucinados respecto a la Verdad. La Gnosis es ni mas ni menos la Iluminacin que disipa la ignorancia y deposita [en el alma] el instru mento de vision ( ). Pero tambin el hecho de arrojar de si lo malo viene a ser una revelacin de lo bueno; pues lo que malamente uni l ignorancia se deshace afortunadamente () mediante la Epignosis; y estos lazos se aflojan rpidamente mediante la f humana y la gracia divina, una vez remitidos los pecados con aquella sola medicina que es el Bautismo del Logos. Nos limpiamos de todos los pecados, y al punto dejamos de ser malos. Caracteristica exclusiva de est gracia de la Iluminacin, la de no ser en nuestra manera de obrar lo que ramos antes de lavados47.

Conocemos lo que significa para Clemente la Gnosis, la Ilumi nacin (est vez bajo la forma de ). No denota una vision actual de Dios, corno entre los gnsticos; sino la infusin en el alma del instrumento visivo ( ), mediante el cual ve remos un dia a Dios.

46 Cf. Plotino, Enn. I, 6, 9: . La idea viene ya desde Empdocles [ed. Diels, Vorsokratiker, fragm. 109

Emp.] y ha tenido una resonancia singular en la antigiiedad. Vase K. Praech

ter, Gesch. d. Phil. [Ueberweg-] ed. 11, Berlin 1920 p. 108 ss. *i Paed. I, 29, 4-30, 1 (I 107, 26 ss.). S. Justino

422 A. ORBE, S. I.

Un fino anlisis psicolgico se detendria a discriminar aqui, con los elementos clementinos, las tres fases de purgacin [vincu lada a la accin del lavacro], redencin liberacin de penas [referida al carisma], y epignosis conciencia de si [consiguiente a las dos anteriores], E1 Alejandrino se expresa corno si este ulti mo efecto se debiera al : La Gnosis es ni ms ni menos la Iluminacin que disipa la ignorancia y deposita [en el alma] el instrumento de vision .

En rigor, engloba las tres fases anteriores, agregando a ellas la estricta Iluminacin [, ], bajo el nombre gen rico de Gnosis. No vamos a repetir nuevamente distinciones.

Para Clemente el alma libre de pecados y de tinieblas inter

nas, ms aun, consciente de si, no es ipso facto hbil para con

templar lo divino. Se requiere una previa infusin del Espiritu iluminador. Ms, una lenta y progresiva educacin del alma bajo el influjo iluminativo del Espiritu, a fin que pueda un dia ver actu al Padre. La Iluminacin bautismal es ratione sui la parti cipacin del alma en la Luz Espiritu de Dios. Nada dice en si sobre el ejercicio de vision, ni sobre la indole del conocimiento actual de Dios, en el cristiano48.

A los tres nombres, quiz ms clsicos, de Bautismo La

vacro, Carisma, e Iluminacin (), agrega Clemente un cuar

to para caracterizar el Bautismo ordinario: . Al parecer,

por mera necesidad circunstancial, para salir al paso a la dificul tad valentiniana, de la presunta esencial imperfeccin del Bautismo eclesistico. Con tal ocasin subraya unas consideraciones muy

significativas. Perfecto se dice lo que no est falto de nada en su orden.

Ahora bien, a quien fu iluminado por el Bautismo y conoce a

Dios, no le falta nada. Luego... Nueva variante de lo dicho antes : Hemos recibido lo perfecto, tras de lo cual nos afanamos, pues fuimos iluminados, esto es, conocimos a Dios. Y quien conoci lo perfecto no es imperfecto 49.

Nuevo argumento, sacado est vez del nombre de carisma.

Si el Bautismo se dice carisma de Dios, ha de ser carisma per fecto; pues un Dios perfecto ha de otorgar por fuerza cosas per

48 Cf. si lubet A. Benoit, Le Baptme chrtien au II. sicle, Paris 1953

pp. 167 ss. Sobre todo, cuando estudia s. Just ino, Dial. 4, 1. Paed. I, 25, 1 (I 105, 1 ss.).

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teologa bautismal de clemente alejandrino 423

fectas. As lo confirma una simple analogia con la perfeccin de la obra y actividad creadora de Dios.

Bast el querer () divino para que todas las cosas vi nieran al ser, con toda su perfeccin naturai. Bastar igualmente el beneplcito ()

" de Dios para derramar su gracia per fecta sobre los que llame para su Iglesia. Luego el carisma bau tismal es perfecto.

Si alguna dificultad pudiera haber, seria la de anticipar a un instante el futuro, confiriendo en un momento la perfeccin llama

da a lograrse a fuerza de tiempo. Clemente aborda la dificultad ensenando que el futuro del tiempo se anticipa [ = es atraido] en virtud del querer [divino] ei.

No trato de examinar las interpretaciones dadas a est clu sula. El contexto la ilumina bien. La salvacin de los hombres no se realiza en un instante; pero si el querer voluntad divina de su salvacin. En virtud de est voluntad omnipotente Dios pre destina a los miembros de la Iglesia a la salvacin perfecta. Como en virtud del querer divino creador, saca de la nada a todos los seres.

Ahora bien, la gracia que Dios otorga al nefito en el Bautis mo no es otra que la Salvacin perfecta, cuyo objeto sera el Co

nocimiento de Dios, y cuyo principio cognoscitivo es la Gnosis que recibe en el Bautismo. Clemente concibe el don Bautismal corno un algo homogneo y esencialmente idntico a la Salvacin que ten dr lugar mediante la Intuicin divina.

El es el flujo del Espiritu Santo; participado de momento por el nefito se manifesta corno simple Conocimiento de

La diferencia entre el y el parece evidente. No tan evidente su determinacin. A juzgar por la filosofia contemporanea estoica sobre todo el denota algo asi corno la voluntas-natura, el querer espontneo y naturai; e} viene a ser la voluntas-ratio, una voluntad deliberada y gratuita. Urgiendo la forma gramatical, ninguno de los dos trminos significan la actividad volitiva corno tal [= in fieri], sino mas bien corno instrumento [=in facto esse] en orden a la creacin a la eleccin divinas. segn eso, denotarla el acto por el cual Dios llama a los seres por simple voluntad espontnea. Su efecto es la creacin naturai, na cida perfecta. significarla el acto por el que Dios llama a determi nados seres en virtud de una predileccin y eleccin singular: no por vo luntad espontnea, sino deliberada a la manera de hablar humana . Su efecto es la creacin sobrenatural, nacida tambin perfecta en su orden. Eso que Clemente denomina la Iglesia. Para la distincin entre y hay material precioso, aunque no bien diferenciado en M. Pohlenz, Die Stoa, Gttingen 1949 II p. 213 y antes en J. Kroll, Die Lehren des Hermes Trismegistos, Miinster i. W. p. 1914 p. 29 ss.

Paed. I, 26, 3 (I 105, 30 s.).

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424 A. ORBE, S. I.

F; mas tarde en el comprehensor se manifestar corno Conoci

miento intuitivo. Pero asi la F corno la Vision son aspectos se cundarios de una misma realidad, que denomina el Alejandrino Gnosis : actuaciones distintas de un mismo principio cognoscitivo, que es el Espiritu unguento del alma. Bastar, sin mudar intrin secamente lo mas minimo, que la pupila del alma se vaya empa pando mejor del Espiritu de Dios habituandose al Gonocimien to del Hijo, para luego subir hasta el del Padre

52 sin solucin de continuidad s3.

82 Idea muy querida de s. Ireneo, fundamental en su concepcin de la Economia (cf. G. N. Bonwetsch, Die Theologie des Irenus, Giitersloh, 1925 pp. 141 ss.) que se deja sentir palpablemente en nuestro Alejandrino, mediante la doctrina de la ; y mas tarde en Origenes.

Ignoro si alguna vez se detuvo Clemente a explicar, desde el punto de vista teolgico, por qu es la Iluminacin anterior a la Adopcin de Hijos. Los valentinianos teorizaban, a base de su torcida antropologia, en torno a Ioh. 8, 47. Origenes sale al paso a su exegesis, arguyendo de Ioh. 1, 12: Si " cuantos recibieron la luz verdadera que ilumina a todo hombre viajero de este mundo" no la han recibido a natura ( ) de Dios caso de que la hubieran recibido por ser a natura de Dios (= esto es, en virtud de su naturai cognacin con Dios), no hubiera sido escrito de ellos :

" Quotquot

autem receperunt eum, dedit eis potestatem filios dei fieri, his qui credunt in nomine eius" es claro que quienes no provienen de Dios [corno malamente presumen de si los gnsticos], antes de haber recibido la [luz] verdadera, ni tienen siquiera poder alguno de hacerse hijos de Dios; pero en habindola recibido, sin ser todavia hijos de Dios, reciben poder mediante el hecho de haber captado la luz [verdadera] de hacerse hijos de Dios [Origen. in Ioh. XX 23 (27): GCS IV Preuschen 370, 12 ss.; PG 14, 648 BC], Segun Origenes, combinando Ioh. 1, 8 con Ioh. 1, 10 una es la Iluminacin y otra la Filiacin divina. Aqulla es condicin necesaria para sta; y ni siquiera la lleva consigo corno efecto infalible. Las dos fases Illuminati Adoptati de Clemente adquieren asi una fundamentacin escrituraria, inde pendiente de los fenmenos del Jordan. I Quiere eso decir que para los dos Alejandrinos la teologia bautismal relativa a la gradacin IIluminati-Adoptati se inspirata tambin en la exegesis iohannea? Dejo abierta la pregunta para quien trate de estudiar en Clemente la causalidad entre la Iluminacin, la Filiacin Iv , y la Filiacin actual. Para la prioridad de la recep cin del Espiritu en el justo, sobre su adopcin divina cf. S. Zedda, L'ado zione a Figli di Dio e lo Spirito Santo (Analecta Biblica), Roma 1952 p. 181 s.

513 Es sabido que s. Ireneo ensefia la permanencia de las tres virtudes teologales en la otra vida (cf. adv. haer. II, 28, 3; IV, 12, 2). La f y la esperanza se emplearn en un continuo progreso por parte del alma en el magisterio de Dios : Semper enim fides, quae est ad magistrum nostrum permanet firma, asseverane nobis quoniam solus vere Deus, et ut diligamus eum vere semper, quoniam ipse solus Pater, et speremus subinde plus aliquid accipere et discere a Deo (II, 28, 3). El pensamiento de Clemente se ex plica muy bien por est misma mentalidad. No es la f ni la esperanza, segun nuestra concepcin actual. Es la Gnosis incoada en el Bautismo que ir en progreso creciente hasta la intuicin perfecta del Padre, sin solucin de continuidad. Cf. si lubet Cornel. a Lapide in 1 Cor. 13, 13 ; Estius in h. 1. ; R. Massuht, Dissertationes in Irenaei libros, Diss. Ili a. 8 n. 107.

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teologa bautismal de clemente alejandrino 425

Asi, aunque la grada actu conferida en el Bautismo sea en si cuantitativamente imperfecta, en comparacin con la que el ne

fito tendr al fin de su carrera 64, es no obstante cualitativamente

perfecta; mas aun, en virtud del querer divino, corno la gracia bautismal hace una nica gracia con la salud perfecta de que la Intuicin final del Padre es simple corona y complemento, al ser uno bautizado recibe actu la gracia perfecta, unica, en que consiste la salvacin.

Bien entendido que la voluntad de Dios se la confiere al nefito sin barrer de tiempos ni de lugares, y sin solucin de con tinuidad, corno un don sobrenatural tan perfecto en su orden corno

el de la creacin en el orden naturai. Tal es asimismo la interpretacin basica de W. Vlker S5 para

quien el Alejandrino quiere decir 68 que Dios slo concede dones

perfectos, mas no en el sentido de que no sea ya posible ningun aumento luego del don bautismal , sino porque considera ya corno existente lo que tan slo en el decurso del tiempo habr de

llegar 57.

La vocacin a la Iglesia y la salvacin son simultaneas en la mente y voluntad de Dios, corno lo fueron la voluntad de crear

54 Cf. entre otros lugares Paed. I, 98, 2 (I 148, 18 ss. max. 148, 19) : , donde claramente el Alejandrino piensa en un mcremenhum Spiritus. Contra lo que estima Lampe, The Seal of the Spirit p. 156.

es Ber wahre Gnostiker nach Clemens Alex. p. 151, 2. 86 En su clusula xfj

. Volker lee con Sthlin contra los cdices que dan .

57 Cf. tambin Ibid. p. 150, 2: wenn er (Clemens) gelegentlich den Tufling einen nennt, so meint er dies nur in dem Sinne, dass dieser durch die Taufgnade den Geist besitze und dass das neue Leben keim haft in ihm enthalten sei. Es bedarf immer der eigenen Mitarbeit, des stan digen Kampfes gegen die Siinde, des allmhlichen Reifens' und Wachsens, um dieses Geschenk nicht wieder zu verlieren . mas tarde p. 371 s. : Man hat gemeint, in Pad. I 26, 1... auf eine andere Betrachtungsweise zu

stossen, insofern hier Pistis und Gnosis fast identifiziert wiirden und der Be sitz der vollen Erkenntnis bereits an die Taufe gekniipft, also jedem Ka techumenen ohne weiteres zuteil werde. Aber Clemens sagt das nirgends. In Abwehr gnostischer Angriffe bemiiht er sich um den Nachweis, dass Pistis und Gnosis nicht zwei prinzipiell voneinander getrennte Stufen christli cher Seinsweise darstellen, sondern eng zusammengehoren. Der Glaube habe bereits alle wesentliche Erkenntnis in sich, er ist Geschenk Gottes und

Trger der Verheissungen. Clemens wollte allein diesen Gedanken entwickeln; dagegen war es nicht seine Absicht und btte ja auch nur verwirrend ge wirkt, dariiber Oberlegungen anzustellen, wie sich die im Glauben verbor

gene, keimhafte Erkenntnis allmhlich zur vollen Gnosis ausreife .

5 Gregorianum XXXVI (1955) - voi. XXXVI.

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420 A. ORBE, S. I.

y la creacin, en virtud del poder divino que no depende de otros elementos ni enferma nunca. Dios comunica al nefita la misma

perfecta lumbre intelectual [sobrenatural] que al comprehensor, y las mismas perfectas ensenanzas. Fruto de ellas es la salvacin

eterna, y unica, del Salvador eterno 68.

No olvidemos : el Alejandrino habla siempre contra los va lentinianos, que abrian un abismo entre las ensenanzas psiquicas proporcionadas a los eclesisticos, y las espirituales de los gns ticos. Ninguna diferencia hay piensa Clemente entre las ensenanzas de Dios. Todas ellas son igualmente perfectas. No

tiene unas para unos y otras para sus privilegiados. Adems no hay otra vocacin que a su Iglesia, porque no

hay otra salud que por ella. Dios conoce a los que llam y a los que salv en virtud de su llamamiento. No hay otra salud que la de los llamados. Y no hay otros llamados que los de la Iglesia de la vocacin. La Iglesia de los Escogidos no se distingue, corno

quieren los gnsticos, de la de los Llamados. Escogi a los que llam.

Luego ningn otro Bautismo que el de la Iglesia unica. Y ningunas otras ensenanzas que las del nico Bautismo. Queda asi eliminada por Glemente la diferencia esencial entre la Gnosis de los privilegiados [pneumaticos], y la Pistis de los vulgares psi

quicos. Eliminada tambin la diversidad entre la lumbre de Gnosis, correlativa los pneumaticos, y la lumbre de F correspondiente a los psiquicos. Una misma lumbre, unas mismas ensenanzas para todos los llamados y predestinados. Y si para los valentinianos, la Gnosis extrabautismal era la unica perfecta, para Clemente que

ignora toda otra Gnosis que no sea la bautismal, fundada en

ella, la perfeccin se halla ya contenida en est, aun cuando se

haya de coronar con la Gnosis intuitiva.

Pero aun, dicen, no ha recibido el don perfecto 5. Lo concedo tambin yo. Pero est en luz y las tinieblas no le dominan0. Y nada hay intermedio

68 Cf. Paed. I, 27, 2-3 (I 106, 7 ss.) : Asi el solo creer y ser reen gendrado [en el Bautismo] es perfeccin en vida ( ), pues jams est Dios dbil. Sino que asi corno su querer pasa a ser obra y se denomina Kosmos, asi su propsito viene a ser salud de los hombres y se ha llamado Iglesia. Conoce pues [Dios] a cuantos llam, a cuantos salv. Como que llam y salv a un tiempo.

" Pues vosotros mismos, dice el Apstol (1 Thes. 4, 9), recibis de Dios las ensenanzas ". Y cierto no nos es licito pensar [sea] algo imperfecto lo ensefiado por El : y el fruto de tales ense nanzas es la salud eterna del Salvador eterno " al cual [sea] la gracia en los siglos de los siglos. Amn

" . 59 De la Intuicin del Padre.

Cf. Ioh. 1, 5.

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TEOLOGIA BAUTISMAL DE CLEMENTE ALEJANDRINO 427

entre la luz y las tinieblas. E1 fin nos aguarda en la resurreccin de los muertos. Fin que no est en participar de ninguna otra cosa61, sino en lograr la promesa ya de antes confesada. Pues no decimos que las dos cosas, a saber, el arribo al trmino y su anticipo [bautismal] vengan a ser simili t neos en el tiempo. No es lo mismo, est claro, la eternidad que el tiempo, ni tampoco el impulso [hacia el fin] y el fin. Pero ambos versan sobre lo

mismo, y el propio individuo se ocupa en ambos. La f que se engendra en el tiempo, viene a ser por decirlo asi el impulso; mientras el logro de la

promesa, asegurado para siempre, es el fin. Bien entendido que el propio Salvador revel clarisimamente la igualdad ( ) de la salvacin, cuando dijo:

' Porque sta es la voluntad de mi Padre, que todo el que vea

al Hijo y crea en El tenga vida eterna. Y [yo] le resuscitar en el ltimo dia ' 2. Segn eso, creemos que nosotros logramos la perfeccin en lo que cabe dentro de este mundo, al que significo [diciendo] ltimo dia [por cuanto el mundo es] conservado basta cuando deje de existir63. La f en efecto es una perfeccin de la doctrina [prebautismal]. Por eso dice:

' El que cree en el Hijo, tiene vida eterna'64. Si por consiguiente los que hemos creido te nemos la vida i qu puede restar despus de poseida una vida eterna? Luego nada le falta a la f, siendo de su parte perfecta y colmada. Y si algo le

falta, no es por entero perfecta, ni es f la que cojea en algo; ni despus de salir de aqui quedan otras cosas a quienes han creido, estando ya aqui en

posesin inseparable de las arras. Sino que habiendo creido anticipadamente por la f, que aquello ha de ser, entramos despus de resucitados en posesin de lo que es ya, a fin que se verifique el dicho aquel :

' Hgase conforme a

tu fe '65. Donde est la f, alli est la promesa. Empero la perfeccin [con sumacin] de la promesa es el descanso. De forma que en la Iluminacin

[bautismal] est la Gnosis; pero el trmino de la Gnosis es el descanso [en el reino del Padre] ; y esto ltimo se presenta a la mente [corno an] apete cible e.

Hermosa pagina que subraya cuanto llevamos dicho. La f bau tismal se anticipa al don perfecto y colmado del descanso. Pero no hay solucin de continuidad entre aqulla y la intuicin final.

Las dos son Luz, y aunque no simultneas en el tiempo, vienen

a ser corno el impulso inicial y el trmino. La f bautismal inicia lo que la intuicin consumar. Son dos fases de una misma salud

(). Es mas, hay una perfecta homogeneidad e igualdad en tra ambas. Clemente la llama muy bien la . de la salvacin.

Si en efecto la f bautismal nos confiere la Vida eterna, y la sal vacin est en la Vida eterna, no habr otra diferencia entre el

don bautismal y el de la Intuicin final, que de grados. Una misma Vida iniciada mediante la f bautismal se continuara y lograr su consumacin sin mudanza alguna cualitativa

en la Intu

61 Esencialmente distinta de la participada en el Bautismo. 62 Ioh. 6, 40.

Cf. 2 Pet. 3, 7. 164 Ioh. 3, 36. 65 Mt. 9, 29. Paed. I. 28, 3-29, 3 (I 106, 30 ss.).

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428 A. ORBE, S. I.

cin del Padre. La f son las arras. La Vista de Dios sera la pro mesa. La f no desaparece en el reino, sino se consuma. La misma

perfeccin actual del nefto recin bautizado se consumar des

pus de la resurreccin de entre los muertos. En la Iluminacin actual est ya la Gnosis perfecta, aunque incoada. En la Vision del Padre estar la misma, aunque consumada67.

La f y la Vision final se igualan en la Vida eterna, corno en el unico fundamental substrato de la salvacin. Es la ense nada por el Alejandrinoe8, en abierta oposicin con los valentinia

nos, que ensenaban una salvacin psiquica, y otra pneumtica. No

hay dos medidas, ni dos formas de salvacin : una en la Ogdada con el Demiurgo [= la salvacin psiquica], y otra en el Pleroma con el Salvador y sus ngeles [ = la salvacin pneumtica] fi'J. Como la f y la Gnosis son una misma cosa, asi tambin una misma es la salvacin, e igual cualitativa y esencialmente para todos. Todos sern pues participes egualmente de la Vision del Padre, en que consiste la Vida eterna y la Salvacin. 'Porque tal es la voluntad de mi Padre, que todo el que vea al Hijo [sin distincin entre psiquicos y pneumticos] y crea en El [sin distincin entre ver al Hijo y creer en El; y por tanto sin distincin entre presuntos gnsticos, y simples creyentes] tenga vida eterna [ = la unica vida

eterna esencial]. Y yo le resucitar en el ltimo dia'. La

teologa bautismal de clemente alejandrino 429

Las pginas de Clemente encierran mucho mas de lo que una

simple lectura descubre. Antes de pasar adelante convendr filosofar sobre algunas de sus categorias mentales, en contraste con las nues

tras y con las valentinianas. Limitemos el pensamiento a las re laciones entre la f y la vision final. Caben aqui tres esquemas mentales : a) el de la teologia actual : b) el de los valentinianos :

c) el de Clemente. Para nuestros telogos la f y la vision difieren esencialmente,

y son incompatibles. La f ha de desaparecer para dar lugar a la Vision clara. Son nociones que giran en torno a la oscuridad claridad del conocimiento divino. La f es un principio cognosciti vo oscuro; el lumen de la Gloria, esencialmente diverso del an

terior, lleva al conocimiento claro. La teologia actual admitiria sin dificultad la de la bienaventuranza, porque tambin ella admite la unica verdadera salvacin en la Vision de Dios; y re

pugna una dualidad de salvacin, psiquica y pneumtica 70. Pero no puede admitir la igualdad esencial cualitativa entre el don de la f bautismal, y el de la vision Gnosis final.

Entre los valentinianos la f y la vision diferian tambin

esencialmente; pero desde muy distinto punto de vista. La Pistis era estrictamente hablando el unico posible conocimiento di vino qompatible con la naturaleza psiquica. Y corno los eclesisti cos eran todos psiquicos, no habia para ellos otra manera de co

nocer a Dios al verdadero Dios espiritual que la Pistis.

Sin embargo no era la Pistis, corno para la teologia actual, un

conocimiento oscuro en virtud del medio instrumento cognosci tivos. Su imperfeccin radicaba en la imperfeccin de la naturaleza humana. Asi corno un irracional no puede tener un acto racional,

asi tampoco un psiquico podia segun ellos tener un acto notico de intuicin (ni siquiera per gratiam), sino tan solo un acto discursivo lgico. Ahora bien, corno el verdadero Dios es

puro , tampoco podr ser conocido por quien no participe del

. En cambio el Demiurgo psiquico podr ser conocido perfec tamente por los psiquicos, por ser de su misma naturaleza. Los

valentinianos sin embargo nunca denominaron Pistis al acto por el cual conocian los psiquicos a su dios el Demiurgo , sino aquel solo acto por el que a su modo conocian al verdadero Dios espiri

70 E1 propio limbo no es, teolgicamente considerado, , sino ver dadera condenacin.

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43 A. ORBE, S. I.

tual. Era pues la Pistis un acto discursivo corno caracteristico

de la naturaleza psiquica , mediante el cual conocian por discur

so, no por Gnosis Intuicin, al unico verdadero Dios espiritual. El propio Demiurgo hizo un acto de Pistis al encontrarse por vez

primera con el Salvador que descendia a este mundo71, aceptando

y abrazando las ensenanzas del Salvador y reconociendo por ellas

corno a Dios Supremo a otro mayor que l, abandonando de est manera su primera ignorancia. La Pistis se rsum, para los va

lentinianos, en la aceptacin por los psiquicos de la doctrina espi ritual predicada por el Salvador. Una tal aceptacin lleva consigo la aceptacin de su propia inferioridad naturai, cognoscitiva, y hasta de su inferioridad escatolgica, al verse destinados a una bienaventuranza inferior a la de los espirituales.

El objeto material de la Pistis valentiniana es el mismo que el de la Gnosis. Pero asi corno los espirituales intuyen el objeto, asi los psiquicos le conocen por simple aceptacin racional. Es pues un conocimiento diverso no por la diversidad. del objeto conocido, sino por la de la naturaleza cognoscente. El psiquico no puede intuir, corno el Gnstico. Asi corno el Gnstico no puede discu rrir sobre el objeto de la salvacin, sino slo intuirle.

Segun eso la salvacin psiquica es inferior a la espiritual, por el modo de lograr su objeto. Mientras los pneumticos descan

san en la Vision del Dios Supremo, los psiquicos descansan oyendo a su modo el himno celeste de los bienaventurados pneumticos

72

sin llegar jams a la Vision. La Pistis nunca se resuelve en Gnosis para los valentinianos ; seria preciso que la naturaleza psiquica se

resolviese primero en pneumtica. Y por lo mismo, si en el Bau

tismo ha abrazado la Pistis, el eclesistico permanecer siempre con ella. Y despus de la consumacin final, nunca llegar a la Vision del Padre. Es imposible la Intuicin en quien es a natura racional psiquico.

71 Cf. Iren. I, 7, 4: Et sic [Demiurgum] perseverasse [mejor que conservasse] usque ad adventum Salvatoris. Quum venisset autem Salvator, didicisse eum ab e -omnia dicunt, et in gaudi um ad eum accessisse [mejor que ei cessisse] cum omni virtute sua, et eum esse illuni in evangelio cen turionem, dicentem Salvatori :

' Et ego enim sub potestate mea habeo milites et servos, et quod lusser faciunt' [Cf. Mt. 8, 9; Le. 7, 8]. Perfecturum autem eum eam, quae secundum ipsum est, mundi procurationem [mejor que creationem], usque ad id tempus quod oportet, maxime autem propter Ec clesiae diligentiam atque curam, et propter agnitionem ( ) praeparati praemii, quoniam in locum Matris transibit. Vase tambin I, 8, 4. 72 Cf. Exc. ex Theod. 65.

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teologa bautismal de clemente alejandrino 431

Clemente sigue un esquema equidistante de los valentinianos y de los actuales telogos 73. Difiere de la teologia actual en que ad mite la perpetuidad del don de la f en la otra vida. Y por ende en la homogeneidad e igualdad cualitativa de la f y de la vision. De los valentinianos le separa la unicidad de la , de las razas humanas, y de los medios para llegar a la vision de Dios. No hay dos salvaciones psiquica y pneumatica. Ni dos vias, la Pistis por un lado, y la Gnosis por otro para llegar paratamente a ellas.

Coindide con los actuales telogos en lo que le separa de los valentinianos. Y con los valentinianos en admitir la perpetuidad del don de F [= Gnosis].

* * *

Se adivina ahora a qu viene la insistencia del Alejandrino por subrayar la perfeccin cabal del Bautismo eclesiastico. Trata de eli minar la diferencia esencial entre Pistis y Gnosis, para asi reducir a unidad la salvacin mediante la Vista de Dios. La Economia de la unica verdadera salud, mediante la Gnosis perfecta, ha de estar abierta a todos los fieles. E1 titulo y arras para la misma es el Bautismo. El slo basta.

En la trilogia que hacen el catecmeno, el nefito y el biena venturado hay mucha mayor distancia entre los dos primeros que entre los dos ultimos. A pesar de que haya entre aquellos cronol gicamente tan corta diferencia corno la puede haber en un nefito

de cortos anos ; y no obstante el espacio inmenso de tiempo entre el Bautismo y la resurreccin de los muertos. Es una idea que ratifica la excelencia vinculada por Clemente al Bautismo :

Pero corno la Gnosis nace a una con la Iluminacin, irradiando luz en torno a la mente, al punto, de indocumentados venimos a ser discipulos, i Aca so porque ha sobrevenido alguna vez aquel aprendizaje? Nadie desde luego sera capaz de sefialar el tiempo. Pues por un lado la catequesis conduce a la f; la f, por otro, es adoctrinada por el Espiritu Santo junto con el Bautismo. Empero que haya solo ima universal salud para los hombres, la F, y que el justo y humano Dios tiene para todos la misma igualdad [de medida] y comunicacin, lo explic clarisimamente el Apstol diciendo : ' Mas antes de venir la f estbamos bajo la custodia de la Ley, encerrados con vistas a la f que debia ser revelada. De manera que la Ley ha sido

73 S. Ireneo apenas difiere en esto del Alejandrino. Vase arriba (nota 53) lo dicho sobre la permanencia de la f en la otra vida. Sobre la per feccin inherente al conocimiento actual cf. v. gr. Adv. haer. Ili, 12, 6 (Sagnard p. 220, 23 ss.) : docentes et evangelizantes Christum Iesum, Filium Dei. Haec enim erat salutis agnitio, quae perfectos ad Deum efficit eos qui cognoscunt Filii eius adventum.

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43-2 A. ORBE, S. I.

pedagogo nuestro con vistas a Cristo, para que por la f seamos justificados ; mas venida la f, ya no estamos sometidos al pedagogo' 74. iNo estis oyen do que ya no estamos debajo de aquella Ley, que era con temor, sino debajo del Logos, pedagogo del libre albedrio? Porque todos sois hijos de Dios, por la f en Cristo Jess. Pues cuantos en Cristo fuisteis bautizados, de Cristo fuiteis revestidos. No hay ya judto ni gentil ,no hay esciavo ni libre, no

hay varn ni hembra, pues todos vosotros unos sois en Cristo Jesus 76. Por

consiguiente no hay [privilegios raciales], unos [los pneumticos] dotados de Gnosis, otros psiquicos en el mismo Logos, sino que todos una vez desnudos de las concupiscencias carnales [somos] iguales y espirituales ante el Sefior. Y en otro lugar escribe :

' Porque con un [mismo] Espiritu hemos

sido todos nosotros bautizados en orden a un [solo] cuerpo, Judios Gen

tiles, siervos libres, y todos fuimos abrevados con una [misma] bebida'76.

La Gnosis es comunicada en un instante, durante el Bautismo,

a una con la Iluminacin. El Espiritu Santo no requiere tiempo para elio. La iniciacin doctrinal anterior al Bautismo es muy in ferior a las ensenanzas directamente recibidas del Espiritu en la Iluminacin. La Catequesis viene a decir Clemente conduce a la f, pero no la produce. El unico maestro de la f es el Espi ritu Santo y durante el Bautismo. Con la f sobreviene la salud universal y nica, preparada por la Ley corno por pedagogo nuestro.

El Alejandrino se anticipa asi a una difcultad gnostica. La economia de la Iglesia no es en efecto, corno pretendian los valen tinianos, una economia imperfecta y preparatoria, psiquica, al mo

do de la economia de la Ley. La ley imperfecta paso, y con ella los privilegios de raza dejaron de ser. No hay judio ni gentil, siervo ni libre. Entramos con el Bautismo de Cristo, en una Eco

nomia nica, que borra cualesquier diferencias, y donde todos so mos justificados por la f en uno slo, Cristo, unificados en un solo cuerpo la Iglesia mediante el mismo Espiritu.

No hay pneumticos ni psiquicos, gnsticos y creyentes, corno

pretenden los valentinianos. Ni hay una salvacin imperfecta para unos, y otra perfecta para otros. Ni hay un Bautismo imperfecto para los eclesisticos, y otro perfecto para ciertos iniciados. Ta les diferencias son ilegitimas, habiendo sido todos bautizados en un mismo Espiritu, en orden a la misma Iglesia, y abrevados con la misma sangre.

La nica diferencia legitima es la indicada por el Apstol77 : ' Y yo, hermanos, no pude hablaros corno a espirituales, sino corno

M Gal. 3, 23-5. Gal. 3, 26-8. ' 1 Cor. 12, 13. Paed. I, 30, 1-31, 2 (I 108, 5 ss.). " 1 Cor. 3, 1.

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teologa bautismal de clemente ALEJANDRINO 433

a carnales, corno a ninos en Cristo Entendiendo por carnales no a los hilicos valentinianos, sino a los catecumenos, y por espi rituales a los bautizados, dotados del Espiritu con el don de la f 78.

* * *

Hay en Clemente pasajes que introducen al parecer ya en este mundo una diferencia radicai entre el simple bautizado y el

gnstico78. El fenmenos es quiza debido a influjos, no bien con

trolados, de Filn; pero no merece ser sobreestimado. Nuestros

mismos pasajes permiten amplio margen a un desarrollo de la Gnosis a partir del Bautismo hasta su consumacin final : siempre es claro que se mantenga la uniformidad y continuidad de la Pistis corno substrato unico . Dificilmente habr entre las obras del Alejandrino pginas donde mejor se analicen las relaciones en tre la Pistis inicial y la Gnosis final, y donde se pruebe mejor su

perfecta homogeneidad no obstante el progreso indefinido desde el don bautismal hasta la Vision del Padre.

Las necesidades polmicas [antivalentinianas] no determinan

ninguna desviacin de la doctrina habitual de Clemente. Las di

vergencias en terminologia importan poco. En tal sentido, toda la seccin 81 sobre la indole homognea y perfecta de la Pistis-Gnosis

bautismal, en pugna con la doctrina valentiniana, representa el

pensamiento genuino de Clemente, y el punto mas encumbrado de

su teologia bautismal82.

Al ser hechos perfectos, nos inmortalizamos (

), escribia el Alejandrino, terminando la serie de los efectos del Bautismo83. La perfeccin nos lleva en efecto a vi

vir de lleno la Vida immortai de Dios. El propio Espiritu de adop cin que dice sobre el nefto : Ego dixi : Dii estis et flii Excelsi omnes 84 realiza est deifcacin mediante la comunicacin de la Vida divina.

78 Cf. Paed. I, 36, 2-3 (I 111, 17 ss.). 78 V. gr. Strom. V, 39, 4 (II 353, 12 ss.). Cf. Volker, Clemens p. 151, 2. 80 Cf. Strom. VII, 14, 1 (III 10, 30 s.). Vase Volker, Clemens

. 381 ss. 87 Paed. I, 27, 2-30, 1 (I 106, 7 ss.). 82 Cf. Volker, Clemens p. 228, 4 ss. 88 Paed. I, 26, 1 (I 105, 21). 84 Ps. 81, 6 citado Ibid. 105, 22.

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434 A. ORBE, S. I.

Clemente caracteriza est ltima con un trmino equivalente al

&. Fija su atencin en la idea antivalentiniana de la

bautismal, silencia el estudio del con que debiera terminar la serie de los efectos del Bautismo.

El fenmeno es tanto mas sintomtico, cuanto el . sefialaba el punto final de los ritos de iniciacin en las religiones de miste rios85. En una u otra forma los ritos tendian a provocar86 una

vision exttica [ = ] y la union mistica con la divinidad.

Clemente, en cristiano, coloca el despus del corno la expresin de la perfeccin consumada del Bautis mo. Si no recogi el trmino mismo pagano, no fu de seguro por que temiera extremar analogias con las religiones de misterios.

Mayores las habia recogido en su Protrptico8r. Pero el orden mismo en la serie ... indica a las claras el papel que desempenaba la inmortalizacin en la

teologia bautismal de Clemente. En realidad, bajo la forma de Vida divina ( ) est contenida en la concepcin que estudiaremos en la Parte tereera.

SEGUNDA PARTE

Tu ES FILIUS MEUS DILECTUS, HODIE GENUI TE

Antes de pasar adelante, conviene examinar las razones pro bables de Clemente para senalar el orden : Lavatorio, Carisma, Iluminacin, Adopcin de hijos, Perfeccin, Inmortalidad88. A mi juicio hubo de haber razones de exegesis escrituraria. Cules fueron ?

85 Cf. J. Kroll, Die Lehren des Hermes Trismegistos p. 134 s.; A. Dieterich, Eine Mithrasliturgie3 Leipzig 1923 pp. 12, 5 y 157 ss.; R. Rei tzenstein, Die Hellenistischen Mysterienreligionetfi Leipzig 1927 . 220 ss.; A.-J. Festugire, Le Dieu Inconnu et la Gnose, Paris 1954 p. 249.

8 Cf. F. Cumont, Religions Orientales* Paris 1929 p. 245 n. 106. 187 Cf. ltimamente H. Rahner, Griechische Mythen in christl. Deutung,

Ziirich 1945 p. 21 ss. ; J. Quasten, Patrology II p. 9 da abundante bibliogra fia para Clemente y los misterios paganos.

88 Cf Paed. I, 26, 1.

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teologa bautismal de clemente ALEJANDRINO 435

Un problema se nos presenta, que interfere con el nuestro :

la variante introducida por el Alejandrino Tu es filius meus di

lectus, ego hodie genui te . El expediente de Le Nourry89 es demasiado simplista. Tal

lectura ha llegado a nosotros por otras vias. a) Cod. Cantabr. Le. 3,

22 Tu eres mi hijo, yo hoy te engendr . Asimismo s. Jus tino en dos ocasiones90 y Ticonio11 b) Evangelio de los Ebio nitas92 : E hizose una voz desde el cielo que decia: 'Tu eres

mi hijo el amado, en ti me he complacido '. Y nuevamente : ' Yo

te engendr '

.

No tratamos de explicar la variante. Ausente de los cdices

de Mateo y Marcos, solo aparece en el cod. D y en siete de la

Itala, todos de Lucas. Cree A. Resch 03 se trata de una insercin

hecha por Aristn de Pella en el evangelio de s. Lucas. De donde

paso a s. Justino, quien por su inclinacin al Judiocristianismo pre firi est concepcin de Le. 3, 22 a la de Mt. 3, 17 no obstante

corresponder mejor la ltima a su propia Cristologia. Yo encuentro tal opinion muy lbil. El haber pasado la va

riante a Clemente Alejandrino, en un contexto enteramente antie

bionitico, a juzgar por la expresa confesin clementina sobre la divinidad de Cristo, anterior al Bautismo4, hace muy aventurada toda explicacin de indole dogmtica.

Un hecho resulta inconcuso : la existencia de una tradicin an

tigua favorable a la lectura clementina. Pero no acaba aqui el pro blema. Convendria determinar si dentro de esa tradicin, cabe

senalar una razn textual plausible en que pudiera inspirarse al

Alejandrino para la serie bautismal tan decididamente por l esta blecida : Bautismo, Iluminacin, Adopcin de hijos, Perfeccin, Inmortalidad.

Yo creo esto posible. Los documentos permiten descubrir una

razn exegtica. Indico algunos significativos :

a) s. Justino96 : Y entonces al venir Jesus al rio Jordan,

9 Apud PG 8, 280 n. 17 : Hic Clemens memoriae lapsu varia S. Scrip turae loca miscet et confundit.

90 Dial. c. Tr. cc. 88 y 103. 91 Liber regularum, ed. F. Burkitt, Cambridge 1894 Texts and Studies

III, 1 p. 7, 6 PL 18, 19 B. 92 Apud Epiph. Pan. haer. 30, 13, 7 (GCS I 350, 16 s.) Cf. H. Waitz,

apud E. Hennecke, eutestamentliche Apokryphen2 Tiibingen 1924 p. 45. s Aussercanonische Paralleltexte zu den Evangelien, TU X, 3 . 23.

Cf. Paed. I, 25, 2-3 (I 105, 7 ss.). 95 Dial. 88.

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436 A. ORBE, S. I.

donde estaba Juan bautizando, y bajar Jesus al agua, encendise asimismo un fuego en el Jordan, y eri saliendo E1 del agua, vol sobre El el Espiritu Santo en figura de paloma. [Asi lo] escribieron los Apstoles de este Cristo nuestro .

El orden de sucesos es : Baja Jesus al agua [= Bautismo de

agua], Aparece el fuego en el Jordan [= Iluminacin], Vuela el

Espiritu Santo sobre El [ = Santificacin de Cristo]. El propio Justino puntualiza en otra parte [Dial. 103] : Seg

eso, el Espiritu Santo vino tambin por causa de los hombres, corno dije arriba, y vol en figura de paloma sobre El, mientras salia de los cielos una voz, profetizada tambin por David cuando

dijo, corno en persona de El, lo que se le iba a decir [a Cristo] de parte del Padre :

' Tu eres mi Hijo, yo te engendr hoy ' .

El vuelo del Espiritu es simultneo con el anuncio de la Filiacin divina; por lo que la serie de sucesos, completada con la anterior, vendria a ser: Agua Fuego Espiritu [Filiacin]

Santificacin [ = perfeccin interior]. Primero el Bautismo, luego por este orden la aparicin del fuego, Espiritu, Voz celeste, e in fusin del Espiritu. Distinguiendo entre el vuelo de la paloma [Espiritu Santo], y su descanso en Cristo [Santificacin],

b) Evangelio de los Ebionitas96 : Y despus de muchas

cosas agrega que siendo bautizado el pueblo, lleg tambin Jess, y fu bautizado por Juan. Y segn subi del agua, abrironse los cielos, y vi [Juan] al Espiritu Santo que en figura de paloma descendia y entraba ( ) en El. Y una voz se hizo [oir]desde el cielo que decia :

' Tu eres mi Hijo el amado, en Ti me compiaci '. Y nuevamente :

' hoy te engendr

' .

Orden de sucesos. En lugar de la aparicin del fuego se pre senta la abertura de los cielos, posiblemente con algri resplandor. Se distingue claramente la bajada del Espiritu y su insercin en

Jesus. Agua - Cielos abiertos [Resplandor?] Espiritu Santo

Santificacin. Simultneamente al vuelo del Espiritu, y a su in sercin en Jesus hay que colocar las dos voces. Por tanto, la serie

completa: Bautismo de agua Cielos abiertos [Resplandor?]

Vuelo del Espiritu y Anuncio de la Filiacin Insercin del Espiritu y Anuncio de la Generacin actual.

El evangelio de los Ebionitas agregaba : Y enseguida una gran luz resplandeci en torno al lugar. Lo cual visto, dice, por Juan

96 A pud Epiph. Pan. haer. 30, 13, 7 (GCS I 350, 12 ss.).

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teologa bautismal de clemente ALEJANDRINO 437

dijole a Jesus: 'iQuin eres tu, Senor?'. Y nuevamente [por ter cera vez] una voz desde el cielo hacia E1 :

' Este es mi Hijo el

amado, en quien me he complacido ' .

Con lo cual la serie de sucesos habria de completarse con otros tres : Resplandor Pregunta de Juan Tercera voz [Filiacin]

97

* * *

l Gui de las dos series, la de s. Justino la del evangelio Ebio

nitico, es mas probable inspiradora de Clemente? Sin duda la pri mera. El evangelio Ebionitico delata su artificio con un dramatismo demasiado simple, por lo que a las tres voces se refiere. Su tradi ein se perdio. En cambio la de s. Justino caracterizada por una sola voz celeste se perpetu notablemente. Arranc quiz del

arquetipo del cod. D y se dej sentir entre escritores eclesisticos de todos los paises, mediante la clusula , 98.

Por otra parte el Resplandor [ = el Fuego] que en la mayoria de los testigos documentales viene despus del Bautismo de agua, parece ha de hallar ahi su puesto, aun cuando no haya seguido la misma trayectoria que la variante Ego hodie genui te ". Su apari cin en s. Justino y en s. Efrn resta valor a la tesis de su origen gnstico. sin embargo el autor del de rebaptismate delata en el hecho una intervencin heterodoxa :

Nam quia Ioannes dixit nos baptizandos esse in spiritu et

igni, eo quod addiderit dicens et igni, idcirco quidam desperati ho mines ausi sunt usquequaque pravitatem suam porrigere ... et temp tant nonnulli illorum tractare se solos integrum atque perfectum, non sicuti nos mutilatum et decurtatum, baptisma tradere, quod taliter dicuntur adsignare, ut quam mox in aquam descenderunt, statim super aquam ignis appareat100 ... Est autem adulterini huius

immo internecini baptismatis si qui alius auctor, tum etiam quidam ab eisdem ipsis haereticis propter hunc eundem errorem confictus liber qui inscribitur Pauli Pmedicatio1"1. In quo libro contra om

97 Otras series, reflejadas por documentos muy posteriores, han sido estudiadas por Resch, Agrapha p. 73 ss.

98 Cf. Resch, Agrapha, TU 30, 3-4 . 223. 99 Cf. Resch, Agrapha . 225. rebaptismate c. 16... 191 Cf. Hennecke, Neut. Apokr. p. 144, 1 y p. 44 nn. 5 y 6a. S. Je

rnimo, adv. Pelag. Ili, 2; S. Epifanio, Pan. haer. 30, 13, 7.

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438 A. ORBE, S. I.

nes scripturas et de peccato proprio conftentem invenies Christum,

qui solus omnino nihil deliquit, et ad accipiendum Ioannis baptis ma paene invitum a matre sua Maria esse compulsum, item cum

baptizaretur ignem super aquam esse visum, quod in evangelio nullo est scriptum W2.

Elementos heterodoxos segun el annimo trataron de

justificar el doble Bautismo en Espiritu y en Fuego, introduciendo en los evangelios autnticos la noticia de la aparicin del Fuego so bre el Jordan. Para elio escribieron tambin siempre segun d? rebaptismate la Predicatici Pauli, recogiendo entre otras la no ticia de que al ser Cristo bautizado se dej ver sobre el agua un fuego .

Personalmente no creo que la tradicin de las llamas signi fique mas en sus origenes que una orquestacin realista no precisa mente heterodoxa, ni menos la tradicin primitiva103 del fen meno cannico de los cielos abiertos, combinado con el de las lenguas de fuego en Pentecosts. Recogida por Taciano en su Diatessaron, y codifcada asi de una manera cuasi oficial, tuvo gran difusin, sin gularmente en la iglesia sira104.

Resch 105 trata de explicar la conjuncin del fuego con el Bau tismo, destacando el parentesco entre las escenas del Jordan y del Tabor. No voy a seguir su raciocinio. En su apoyo me permito se nalar un pasaje de Clemente Alejandrino que si no invent, cono ci al menos, una exegesis de colorido bastante gnstico que junt elementos de ambas escenas.

Segun supone el autor de Exc. ex Theod. 5 [Clemente?], en el Jordn se dej oir una voz que espant al vulgo. El dato est

102 De rebaptistmate c. 17. Cf. omnino C.-M. Edsman, Le Baptme de feu, Leipzig 1940 p. 182 ss. (Le baptme de Jsus dans le feu ou le Jourdain enflamm).

193 Como quieren algunos. Cf. Edsman, o. c. p. 183 donde cita a Erasmo, Grocio, Usener y Vlter, entre los partidarios de que la tradicin del fuego sobre el Jordan es en su forma textual la primitiva mais fut dessein exclue trs tt afin de retirer aux gnostiques leur appui scripturaire ! (el signo de admiracin es de Edsman, muy acertado).

1M Cf. E. Peterson, Zum Hamburger Papyrus-Fragment der A et Pauli, Vig. christ. 3 (1949) p. 157 n. 57; vase tambin Th. Zahn, Tatians Diatessaron (Forsch. z. Gesch. d. ntl. Kanons I), Erlangen 1881 p. 124 s. ; R. Reizenstein, Die Vorgeschichte der christlichen Taufe, Leipzig 1929 p. 200 s.; Resch, Agrapha pp. 73 ss.; Lundberg, Typologie Baptismale, pp. 31 s. (bibliografia en la p. 31, 1).

10 Agrapha p. 225.

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TEOLOGIA BAUTISMAL DE CLEMENTE ALEJANDRINO 439

de acuerdo con los cdices Sangerm. y Vere eli.1106. Y agrega poco

despus : Todavia la voz que reson en la montana [Tabor] fu

dirigida a los elegidos ya iniciados. Por lo cual admiraron tam bin el testimonio dado a su f. En cambio la Voz que reson en el rio, dirigise a los que iban a creer. Por lo mismo la descuida ron quienes se hallaban cogidos de antemano por la disciplina de los doctores de la Ley .

No tratamos de estudiar los elementos todos del relato107.

^ Aqui bastaba comprobar la union de las dos escenas del Jor dan y del Tabor atestiguada por Clemente Alejandrino, quiz con

influjo gnstico. Dicha union confirma la tesis de la conjuncin de algunos ele

mentos, tales corno el resplandor [del Tabor] con el fenmeno de los cielos abiertos [en el Jordan], Y aunque no explique del todo la aparicin del fuego en la tradicin de s. Justino, Taciano y otros, para nuestra tesis resulta suficiente, porque basta a justificar la versin de los cielos abiertos por la aparicin del Resplandor al instante de bajar Gristo a las aguas.

Si el elemento temor paso en Clemente108 de la escena del

Tabor a la del Jordan, bien pudo pasar el resplandor.

* * *

Es prcticamente imposible definir la trayectoria de los elemen tos fuego, resplandor, voces, temor etc. en el Bautismo del Jordan, dentro de la tradicin textual. Imposible tambin trazar la serie de sucesos con arreglo a todas las variantes determinadas por dichos

elementos. El problema en nuestro caso ha de formular se asi : ; Co

noci Clemente la tradicin del Resplandor sobre el Jordan? La respuesta, a mi juicio, debe ser afirmativa. La conoci y con

mucha probabilidad, segun la serie de sucesos "representada por s. Justino. Slo asi se explica de un lado la variante Tu es Filius meus dilectus, ego hodie genui te, y de otro el orden seguido per el Alejandrino al sefialar los efectos bautismales : Lavatorio, Ilumi

nacin, Filiacin adoptiva, Perfeccin, Inmortalidad.

106 Et cum baptizaretur, lumen magnum fulgebat (Vere, ingens cir

cumfulsit) de aqua, ita ut timerent omnes qui aderant . 107 Para el fenomeno de la admiracin () cf. E. Peterson, Eis

Theos, Gttingen 1926 p. 193 ss.; Waitz, apud Hennecke, Neut. Apokr. p. 52; H. Riesenfeld, Jsus transfigur, Kobenhavn 1947 pp. 284 ss.

108 Exc. ex Theod. 5.

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440 A. ORBE, S. I.

E1 Bautismo de Jesus fu el Ejemplar de todo Bautismo. Los sucesos del Jordan han de tener por lo mismo un paralelo en el Bautismo de los fieles. Los propios herejes aludidos por el de re

baptismate cohonestaban asi su Bautismo de fuego, por incorporar a su rito el fenmeno extracannico de la aparicin del fuego sobre

el rio. Era naturai que tambin los eclesiasticos trataran de justificar

los varios ritos bautismales por paralelismo con los fenmenos del

Jordan, escrupulizando en el orden de sucesos que hoy nos parecqn

secundarios. El Bautismo venia a ser el rito de la Iniciacin cris

tiana, y revestia caracteres anlogos a los actos con que v. gr. pre

paraban los hierofantes la contemplacin de la divinidad, interior al alma. En tales ritos los medios externos se hallaban escrupulosa mente graduados para lograr el efecto finalloe. Para los ritos bau

tismales de la Iglesia bastaba inspirarse en los fenmenos externos

del Jordan atenindose, a ej empio del Salvador, al orden de sucesos senalado por los autores sagrados.

Es lastima no haya recogido el Alejandrino todo el pasaje evanglico. Pero traduciendo su teoria bautismal, concretada en la

serie Tincti-Illuminati-Adoptati-Perfecti-Immortales effecti, por la historia evanglica a que mejor corresponde, todo induce a pensar conoci un texto parecido al de s. Justino: segun el cual en baj an d Jesus al agua () se dej ver un Resplandor [o fuego] que le Ilumin () ; e iluminado sali del agua, mientras se dejaba oir el anuncio de su Filiacin (

) : eres mi Hijo muy amado, Yo te engendr hoy , a tiempo que el Espiritu volaba sobre El y descansaba santifican dole ( ), y dandole con la perfeccin la inmortalidad ( ).

im Indico un ejemplo, sacado del Arte Hiertica de Proclo (Cf. Edsman, Le Baptme de Feu, Leipzig 1940 p. 175). Si se calienta previamente una mecha, dice el texto, y se la introduce bajo una lampara, cerca del fuego, al punto sin que la mecha le haya tocado, se le comunica el fuego y hace brotar de ella una llama que se dirige a l. Proclo distingue los momentos sucesivos de la operacin: 1 calentar la mecha equivale a establecer entre ella y el fuego la simpatia efcaz; 2 acercar la mecha a la lampara, colo cndola a la distancia conveniente, es tener en cuenta el momento y con formarse al rito, corno lo reclama el arte hiertica, en vistas a la ilumina cin; 3 la trasmisin del fuego que baja a la mecha viene a ser la Uegada parousia del dios evocado; 5 la ascensin de la llama que salta es la elevacin al cielo, de lo que participa en el movimiento divino [Vase J. Bidez

' , Annuaire de l'Inst. de Philol. et d'Hist. Orienta les de l'Univ. libre de Bruxelles 4 (1936) p. 86 s.].

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teologa bautismal de clemente alejandrino 441

Bastarla segn eso mudar la Filiacin anunciada sobre Jess, en la adopcin peculiar a los fieles, para que la serie de Clemente

reflejara exactamente el orden de sucesos evanglico, dndonos de

forma indirecta el texto que le sirvi de base para su teologia del Bautismo.

TERCERA PARTE

Exegesis bautismal de Ioh. 1, 3s-4.

Delineada ya la teoria de los trminos bautismales, agrega Cle mente, corno queriendo remachar el davo y justificar definitiva mente el nombre de ;

Ademas de que aun la liberacin de los males es principio de salud. Pero ertamente tan solo quienes hayamos sido primero iniciados en los umbrales de la Vida, somos ya perfectos. Empero vivimos ya los que estamos apartados de la muerte. Es pues salvacin el seguir a Cristo110.

El Alejandrino engloba los efectos bautismales en la denomi nacin genrica de . Como si todos, desde la liberacin de los males hasta la perfeccin en la Vida, constituyeran el unico don de la salud. Hay, viene a decir, un principio de salvacin, y una salvacin consumada. La salud comienza, aunque imperfectamente, con el Lavatorio y remisin de los pecados. Se consuma con la par

ticipacin en la Inmortalidad de Dios.

Hay aqui una imagen nueva. Clemente imagina al alma corno

si fuera a atravesar los umbrales del reino de la Vida, abandonan

do la muerte. Y eso, en seguimiento de Cristo. La inspiracin evan

glica en los sucesos del Jordan, parece clara. De ahi el colofn : Es pues Salvacin el seguir a Cristo ( ).

La frase, genrica en si, tiene un sentido muy concreto111. La

Paed. I, 26, 3-27, 1 (I 106, 1 ss.). 111 Stahlin (I 106, 3) no cita en el aparato ningn lugar paralelo. Hay

uno sin embargo de s. Ireneo muy pareti do. Justificando el Santo la creacin desinteresada del hombre por Dios, y su mandato a que siguiramos el ej em

pio del Salvador, escribe: Nec nostro ministerio indigene iussit ut eum se

queremur, sed nobis ipsis attribuens salutem. Sequi enim Salvatorem, par tecipare est salutem; et sequi lumen, percipere est lumen. Qui autem in lumine

sunt, non ipsi lumen illuminant, sed illuminantur et illustrantur ab eo: ipsi

5 Gregorianum XXXVI (1955) - voi. XXXVI.

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442 A. orbe, S. I.

salud est en imitar el ejempio de Cristo en su Bautismo. Si la

perfeccin se le comunica al cristiano en el Bautismo a ejemplo de Cristo, bastar para analizarla, estudiar el Modelo bautismal del

Jordan. Jesus paso en su humanidad por varias etapas, hasta lograr la

Perfeccin ejemplar : Lavatorio, Iluminacin, Anuncio de la Filia

cin, Infusin del Espiritu Santo. Y slo asi, con la infusin del

Espiritu, la Vida entr en El, y comenz a vivir deificado, en cuanto hombre. No es otra la Economia de la perfeccin cristiana.

El momento cumbre est en la Infusin del Espiritu Santo. Con el Espiritu entra la Vida de Dios. Gemente no recoge expresa mente la igualdad Espiritu Santo Vida; pero la supone, y se halla

implicita en el contexto112. Era una verdad comn a valentinianos

y a eclesisticos. Tan excelente Vida e incorrupcin (...

) escribe el annimo de 2 Clem. 14, 5 puede reci birla est carne [nuestra], si se le adhiere el Espiritu Santo ( ). nadie ser capaz de decir ni proferir lo que el Senor ha preparado a sus escogidos .

Si no se alude aqui a la efusin del Espiritu [ = Vida] en nues tra carne, durante el Bautismo, se subraya al menos la relacin in

tima entre el contacto del Espiritu Santo y la Vida inserta en la

quidem ei nihil praestant, beneficium autem percipientes illuminantur a lumine. Sic et servitus erga Deum, Deo quidem nihil praestat, nec opus est Deo humano obsequio; ipse autem sequentibus et servientibus ei vitam et incor ruptelam et gloriam aeternam attribuit Iren. IV, 14, 1. S. Ireneo destaca que el seguimiento del Salvador no es para ventaja del Salvador, sino de sus seguidores, pues quien sigue al Salvador [autor de la Salud], participa de la Salud. No gana la Luz con iluminar, sino los iluminados ganan con ella. Clemente aduce el postulado de que la salvacin est en seguir al autor de la Salud, para justificar la necesidad de su seguimiento en el Bau tismo. Quiz los dos conocieron una misma formula bsica : La Salud est en seguir al Salvador . Ireneo indica adems una comparacin que pudo muy bien haber nacido en su piuma por una evocacin bautismal : Sequi lu men, percipere est lumen con aplicacin del concepto de Luz al Salvador.

i Es quiz una versin cristiana del pitagrico Or) conocido de Cle mente [cf. Strom. II 70, 1 (II 150, 9)] ? A priori un positivo influjo de est fr mula no es improbable. El P. Danilou sefiala varios pasajes significativos : Platonisnve et Thologie Mystique, Paris 1944 p. 321 . 1 [corregir la cita de Delatte, tudes sur la littrature pythagoricienne, Paris, 1916, p. 16 : debe decir 1915 p. 76].

112 El Alejandrino conoce por Exc. ex Theod. 61, 6 la identidad valen tiniana Espiritu = Vida. El Espiritu Santo que descendi sobre Jess en el Jordan (cf. Exc. ex Theod. 16) es la Vida [ Zoe] que se apart de El al tiempo de su Pasin: cf. Iren. 1, 7, 2.

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teologa bautismal de clemente ALEJANDRINO 443

carne. Y elio basta para iluminar la mentalidad del Alejandrino. Tambin l se mueve en la rbita de 2 Clem. 14, 5 y vincula la in mortalidad Vida de Dios a la participacin del Espiriti! Santo113.

Clemente habla del Espiritu, corno unguento del alma 114 ; sin

l la pupila del alma no puede habilitarse a la vista de Dios, corno

tampoco santificarse para contemplar lo Santo de Dios. En su men te gravita el pensamiento mismo de s. Ireneo, para quien Cristo vino a ser principio de Vida divina en orden a los dems, al re citar sobre Si la uncin del Espiritu11B.

El nefito recibe la uncin del Espiritu participando del Espi ritu recibido por Cristo en el Jordan. Espiritu, uncin, Vida divi na : trminos todos equivalentes, conotan el elemento que descendi

en Cristo corno en Ejemplar, y en nosotros a imagen suya.

* * *

No es esto solo. El Alejandrino introduce el texto cruciai (Ioh. 1, 3c-4) aludiendo al Bautismo de Jesus, y destacando su Ejempla ridad. Ahora bien, si la Vida [= Espiritu] que desciende sobre los nefitos es una participacin de la Vida que descendi sobre Cristo ut de abundantia unctionis eius nos percipientes salvaremur

(Ireneo), lo naturai es que sobre Cristo bajara toda la Vida de Dios. Era la doctrina manifiesta del Evangelio secundum He

braeoslie, que en la frmula descendit super eum omnis fons Spi ritus Sancii plasmaba la doctrina comun a todos los eclesisticos, con una versin mas intelectual que la espontneamente sugerida

por la figura de la paloma. Ahora podremos explicarnos un hecho que fcilmente escapa