Universidad de las Américas Puebla

Humanidades

Pensamiento y Lenguaje

Irma Leticia Fernández Márquez

Sueños Lúcidos Como Herramienta de Terapia

Paris Barbachano Montero 139570

9 de julio 2009

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Introducción

La psicoterapia es criticada por su lentitud, y en general la psicología no es reconocida

como una ciencia verdadera. Desde hace años se espera que la psicología produzca leyes y

fórmulas universales con las cuales se pueda predecir la mente de la misma manera que en

física se puede predecir la velocidad y dirección de un objeto. Desafortunadamente la

mayoría de los psicólogos aceptan las críticas y adoptan la tarea encontrar dichas fórmulas.

Sobra decir que hasta hoy en día ninguna fórmula de ese tipo se ha encontrado. La

psicología detuvo por completo su avance legítimo como ciencia para dedicarse a buscar

leyes y principios inapropiados, y ante el obvio fracaso para hacerlo se reafirmó la idea de

que no es una ciencia.

Los psicólogos dejaron de cuestionarse acerca del mismísimo objeto de estudio de

su ciencia, el alma, y se concentraron en temas paralelos más fáciles de demostrar, como

por ejemplo la memoria y el aprendizaje. Y para hacerlo adoptaron métodos de otras

ciencias esperando de esta manera ganar algo de prestigio; métodos que funcionan a la

perfección en sus propios campos pero entregan resultados engañosos al aplicarse en áreas

extrañas a la propia.

Olvidar su objeto de estudio, inclinarse por complacer a la comunidad científica en

lugar de buscar la verdad, adoptar métodos de otras ciencias sin siquiera reflexionar si

serán precisos; estos problemas vienen de que la psicología se hizo dependiente de otras

ciencias. Si la psicología tuviera una herramienta propia y adecuada a su campo de estudio,

no solo progresaría enormemente como ciencia, también estaría más preparada para ayudar

a quienes soliciten su terapias psicológicas. Esa herramienta viene en la forma de sueños

lúcidos (SL).

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En este trabajo se explicarán los sueños SL, su función y su contenido, y la manera

en que pueden ser utilizados en la terapia para acelerar el proceso de curación. También se

explicara por qué es la herramienta apropiada para el modelo de ciencia psicológica,

aunque en ningún momento se sugiere que sea la única.

Ciencias ideográficas y nomotéticas

Uno de los principios más importantes , que mucha gente ha olvidado, es que puede haber

varios tipos de ciencia. Una de esas divisiones es entre ciencia ideográfica y ciencia

nomotética.

La ciencia nomotética es la más rígida. Incluye las matemáticas, la física, la

química, etc. En rasgos generales es la ciencia que puede hacer leyes respecto a su campo,

pues se tiene bastante información respecto a los observables como para predecirlos. Se

pueden hacer relaciones directas de causa y efecto: situación A siempre resultara en

situación B. Y es esencialmente cuantitativa: una gran cantidad de A siempre me dará una

gran cantidad de B; muy poco de A resulta en muy poco de B.

Es este tipo de ciencia el que la psicología aspira a ser, a pesar de que el sistema de

la psicología es inadaptable a la ciencia nomotética. Como este tipo de ciencia es el que

hace leyes y principios y, sobre todo, sus descubrimientos pueden ser repetidos bajo las

mismas condiciones, es el que contiene las ciencias más firmes y reconocidas. Es tanto el

éxito de estas ciencias que se ha llegado a pensar que si un evento no puede ser repetido

bajo condiciones controladas y arrojar los mismos resultados en cada intento, entonces no

se trata de un evento científico. Quienes estudian y están a la cabeza de estas ciencias

frecuentemente se dieron el lujo de decidir de manera totalmente arbitraria que cosa era

ciencia y que cosa no.

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La ciencia ideográfica, por el contrario, se caracteriza por tratar objetos demasiado

complejos como para reproducir hasta el último detalle en el laboratorio. Las ciencias

sociales como la historia son ideográficas. Todas las ciencias que tratan al hombre no solo

como organismo vivo se enfrentan a serios problemas pues es imposible predecir con

seguridad como actuará una persona, por mucho que sepamos de ella. De hecho operan al

revés que las ciencias nomotéticas, pues en donde estas últimas formulan leyes basándose

en datos, las ciencias ideográficas observan un evento y pueden deducir qué cadena de

sucesos hicieron que ocurriera, por ejemplo: después de estudiar cien casos de psicosis se

encuentra que en todos los casos el psicótico vio morir violentamente a un ser querido.

Entonces al tratar con un paciente diferente, del que no se sabe nada, ni su enfermedad,

sería válido preguntar si en su infancia vio morir a un ser querido si presenta síntomas de

psicosis, pues eso aceleraría el diagnóstico. Por otra parte, sería erróneo afirmar que

cualquiera que vea morir violentamente a un ser querido inevitablemente se convertirá en

psicótico. Esto es por la singularidad de cada ser humano, el hecho de que frente a un

mismo estímulo, diferentes personas reaccionan diferente.

La individualidad es central en las ciencias ideográficas. No existe una escala para

determinar cuanto siente una persona; es imposible realizar dicha escala pues no se puede

saber si “muy feliz” para mí significa lo mismo que para mi vecino. Un kilo es un kilo en

cualquier parte del muno y para cualquier persona, porque la fuerza de gravedad actúa de

la misma manera en todas partes solo con ligeras variaciones de acuerdo a la altitud. La

generalidad y constancia de los que es un kilo permite desarrollar un sistema de medidas

de peso aceptado por todos. Pasa exactamente lo contrario con las sensaciones. Como

explica Lawrence LeShan en De Newton a la Percepción Extrasensorial:

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Sería como ir al dentista con un dolor de muelas, que el

dentista preguntara cuanto nos duele y contestar:

“Aproximadamente dos dolores” (43).

No existe la unidad de medida del dolor. Al ver a dos personas riendo no se puede saber la

diferencia entre las dos exclamaciones de felicidad y, aunque uno claramente ría más que

el otro, es arriesgado afirmar que tiene peor humor que el otro. Sin embargo sabemos que

esos niveles de emoción existen, solo que son distintos para cada persona.

Entonces se entiende por qué es incorrecto usar el método de una ciencia

nomotética como la física para explicar sucesos en psicología, que es ideográfica. Esto

reafirma que si una ciencia desea avanzar en su campo, debe utilizar métodos desarrollados

a la medida, y no pedir prestado de otras ciencias.

Sueños normales y etapa MOR

El Diccionario de la herencia inglesa define a los sueños como “una serie de imágenes,

ideas, emociones, y sensaciones ocurriendo involuntariamente mientras se duerme”. Esta

definición no es errónea, sin embargo no toma en cuenta el significado del contenido de los

sueños, la forma en que las experiencias influyen en ellos, y su función en el organismo.

Respecto a la función de los sueños hay mucha polémica. Algunos aseguran que sirven

para realizar fantasías imposibles en el mundo real; otros, que son un sistema para

organizar la información registrada durante el día; e incluso hay quienes los consideran

aleatorios y carentes de cualquier significado importante.

Sigmund Freud, de los más reconocidos psicólogos, ofrece esta definición:

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Estructuras con significado que puede ser insertado en

la actividad de la mente despierta (30).

Aquí ya se establece la relación que existe entre el cerebro mientras está despierto, y el

contenido de los sueños. Esta relación es muy evidente en niños pequeños que no

distinguen correctamente la fantasía de la realidad. Después de ver una película o leer un

libro de terror, es muy probable que tengan dificultades para dormir, y una vez dormidos

que tengan pesadillas. Esto es porque la experiencia los impresionó de tal forma que se

gravó en el subconsciente, creando una ansiedad interna que se expresa en sus sueños.

Hay una importante etapa cuando se duerme: la etapa MOR, siglas para

Movimiento Ocular Rápido. Es tan importante que al conjunto de las otras etapas se le s

conoce momo etapas no-MOR. En MOR es cuando soñamos, e interesantes procesos se

llevan a cabo en el cerebro. Durante MOR las mismas neuronas que controlan los cinco

sentidos clásicos (vista, olfato, gusto, oído, y tacto) se activan de la misma manera que al

estar despierto. Neuronas relacionadas con el equilibrio se activan durante esta etapa.

En la figura I se muestra una polisomnografía durante MOR, una prueba que mide

el ritmo cardiaco, la respiración, la actividad cerebral y el movimiento ocular, entre otras

cosas, mientras se duerme. Encerrado en rojo está el electroencefalograma, y subrayado se

encuentra el movimiento de los ojos. En las figuras II y III se encuentran ondas cerebrales

beta y gama, que representan estados de alerta, trabajo activo u ocupación; y funciones

motoras, respectivamente. Se puede detectar la similitud de longitud de onda y amplitud

entre estas dos figuras y el electroencefalograma de la figura I.

Lo anterior destaca la relación existente entre la mente despierta y los sueños desde

un punto de vista funcional. Varios autores destacan esta misma relación haciendo énfasis

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en que las experiencias están directamente relacionadas con lo que se percibe en los

sueños. Sigmund Freud, que no necesita presentación, escribió al respecto:

Los sueños son estructuras con significado que puede

ser insertado en la actividad de la mente despierta (46).

Resaltando aún más la dualidad sueño-despertar, Jung nos dice:

“Todos cargan una sombra, y mientras menos presente

esté en la mente despierta de los individuos, más oscura

y densa se hace.”

Jung, en parte de su teoría habla de tres aspectos: el ánima (en hombres) o ánimus (en

mujeres, la persona, y la sombra. El ánima es como se percibe al sexo opuesto dentro de la

mente, este aspecto evoluciona de acuerdo con la edad. El ánimus es la imagen de uno

mismo. Y la sombra es la forma que toman las inseguridades, deseos y disgustos en el

subconsciente. Justo por ser meramente subconsciente, la sombra se presenta en los

sueños, tomando la forma ya sea de un ser aterrador o patético, dependiendo de si

representa los miedos o inseguridades.

Ambos autores basaron sus investigaciones en que hay una parte de nosotros que no

sale a relucir directamente, pero aún tiene influencia en la personalidad. Freud se inclina

más a pensar que es el subconsciente el que afecta las actividades diarias. Mientras que

Jung piensa que es la vida cotidiana lo que moldea al subconsciente. Recientemente se

prefiere pensar que es un poco de ambos y que tanto la actitud de cada persona como las

experiencias que vive son lo que completan su personalidad.

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Figura I. Polisomnografía durante MOR.

Figura II. Ondas cerebrales Beta

Figura III. Ondas cerebrales Gama.

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Sueños Lúcidos

Los SL son un tipo de sueños en que el soñador se da cuenta de que está soñando. Cuando

un sueño es lúcido, él o ella puede participar, y en ocasiones manipular, la experiencia

imaginaria de su entorno. Los SL son especialmente útiles pues el soñador tiene acceso y

cierto control sobre su propio subconsciente.

Los SL se pueden dar naturalmente, sin embargo se han desarrollado distintas

técnicas para aumentar las probabilidades de soñar lúcidamente. Recuerden que la

psicología es ideográfica, por lo que no se pude asegurar con cien por ciento de seguridad

que darán resultado. La práctica constante hace que con el tiempo los SL sean más

frecuentes y más duraderos.

Stephen LaBerge, un neurofisiólogo que se especializa en los SL ha desarrollado las

siguientes técnicas. El mismo LaBerge sugiere llevar un diario de sueños hasta recordar

por lo menos un sueño por noche antes de intentar las demás técnicas. Nada negativo

ocurre de lo contrario, pero las técnicas serán mucho más efectivas si se sigue esta

recomendación.

En las técnicas se mencionan los chequeos de realidad. Estos son rutinas diseñadas

para diferenciar entre la vida real y los sueños. Los más clásicos consisten en contarse los

dedos de la mano, si son más o menos de 5 se está soñando; intentar atravesarse la palma

de la mano con los dedos u otro objeto; leer varias veces un texto, si cambian las letras o

palabras enteras se está en un sueño. Cuando se hace un chequeo de realidad y el resultado

contradice lo que sabemos del mundo físico el sueño se vuelve lúcido.

Las seis técnicas reconocidas con alto nivel de éxito son las siguientes. entre

paréntesis están sus siglas en inglés:

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Operación Mnemotécnica para la Inducción de Sueños Lúcidos (MILD). Consiste

en programar la intención, mientras se cae dormido, de recordar que lo siguiente solo será

un sueño. Al despertar uno debe escribir el sueño lo más pronto posible, debido a la

tendencia a olvidar los sueños rápidamente. Posteriormente, al leer los sueños, ocurre que

la imaginación se transforma en memoria y el cerebro se acostumbra a l ambiente irreal de

los sueños. Esta técnica fue desarrollada por LaBerge.

Despertar de Vuelta a la Cama (WBTB). Dormir cansado por seis horas, despertar y

hacer chequeos de realidad durante una hora, ir a dormir de nuevo.

Iniciación al Despertar de Sueños Lúcidos (WILD). Caer dormido sin perder la

conciencia, esto hace que se llegue directamente a MOR. Para hacerlo hay que distraer a la

mente, cantando, contando ovejas etc. Algunos han dicho que se siente como pasar

rápidamente de agua a aire.

Técnica de Ajuste de Ciclo (CAT). Despertar 90 minutos antes por una semana.

Alternar despertares tempranos con despertares normales. En los días de despertar normal

el cuerpo está listo para hacerlos, se pone alerta y empieza un sueño lúcido. La variación

WILD-CAT (una combinación de estas dos últimas técnicas) consiste en que durante los

días normales se despierta por unos instantes y se duerme de nuevo. Esto hace un MOR

inmediato.

Suplementos para el Sueño Lúcido (LDS). Ciertos neurotransmisores pueden

aumentar la facilidad de percibir un sueño lúcido, estos son: asetilcolina, que se encuentra

en l yema de huevo, cacahuates, germen de trigo, hígado, carne, pescado, leche queso y

algunos vegetales; serotonina, pasta, papas, cereales y pan; dopamina, en la soya nueces y

proteína; y noradrenalina, principalmente en la carne. esta técnica es muy efectiva

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usándola en paralelo con otras, pues los químicos aumentan la posibilidad de sueños pero

no de sueños lúcidos.

Artefacto para Inducir Sueños Lúcidos (LDID). Aparatos con forma de casco que

detectan cuando uno entra en MOR. Al activarse crean estímulos visuales que se traducen

en el sueño, ejemplo: una pequeña luz hace soñar con las luces de un automóvil que se

acerca. Novadreamer y REMdreamer son modelos patentados, pero cualquiera con

conocimientos de electrónica puede fabricar uno.

J. Allan Hobson

Hobson es un psiquiatra e investigador estadounidense del sueño. Él difiere respecto al

significado de los sueños. En sus investigaciones descubrió que durante el sueño, el puente

del cerebro manda señales eléctricas hacia la corteza, y basado en esto propuso que los

sueños no son más que el cerebro superior intentando dar sentido a las señales aleatorias

que recibe. Sin embargo se sabe que pacientes con daños físicos en la corteza cerebral no

presentan alteraciones del sueño de ningún tipo, lo que pone en duda el argumento de

Hobson.

Conclusión

Basado en la clara relación entre los sueños y las experiencias sensoriales, es acertado

afirmar que si un terapeuta le enseña a sus pacientes a inducirse SL, los resultados que

pueda deducir de la terapia serán mucho más profundos. De la misma manera, si la

psicología comienza a usar métodos propios, compatibles con su campo de estudio, su

prestigio mejorará.

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Bibliografía

Altman, Leon L. The Dream in Psychoanálisis. Nueva York: International Universities Press, 1969.

Hobson, Allan J. El Cerebro Soñador. México: Fondo de Cultura Económica, 1994

LeShan, Lawrence. De Newton a la Física Cuántica.

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