stine r.l. - la novia muerta

Upload: javild2

Post on 13-Jul-2015

400 views

Category:

Documents


9 download

TRANSCRIPT

La novia muertaR. L. STINELa primera vez que vi a Jonathan Morgan, me aterroric. Desde el momento en que le distingu desde mi bicicleta, pese a los rayos de sol que me cegaban, hubiera debido darme cuenta de que era mejor mantenerme alejada de l. Me estaba acercando a algo peligroso y terrorfico. Creo que en ese mismo momento supe que Jonathan me metera en los. Pero una persona no siempre hace caso de su intuicin, no siempre se gua por el sentido comn, o al menos yo no lo hice. As que en un santiamn Jonathan me atrap, me envolvi con su tristeza y me atrajo con su secreto: un enigma que se inici con un asesinato. Todo comenz en un bonito y caluroso da de finales de abril. Tom prestada la bicicleta de mi hermano Kenny y sal a dar un paseo. Quera explorar Shocklin Falls, nuestro nuevo hogar. La bicicleta de Kenny era un cacharro: una BMX pesada y lenta, con el asiento demasiado alto para m. (Os podis creer que soy ms baja que mi hermano pequeo? Qu rabia!) Me robaron la bicicleta de veintiuna marchas justo antes de mudarnos, as que no me quedaba otra eleccin.

La novia muerte

R. L. Stine

Tengo diecisis aos y carn de conducir. Pero en coche no se puede explorar. Me chifla montar en bicicleta. Me encanta sentir el viento en la cara y los pedales bajo las zapatillas deportivas, esa sensacin de control, el modo en que las piernas se me cansan y me late el corazn: me encanta la sensacin de absoluta libertad. En un coche es imposible experimentar todo eso. Pap prometi que me comprara una bicicleta nueva en cuanto la compaa de seguros pagara por la que me robaron. Aunque yo no quera esperar tanto tiempo, mi padre no estaba de humor para discusiones. Pap y mam todava estaban abriendo cajas. A ese paso no acabaran hasta las prximas Navidades. Parece mentira todo lo que una familia como la nuestra puede llegar a almacenar. Uno slo cae en la cuenta cuando ha de mudarse a otro pueblo. Bueno, el caso es que saqu la bici de Kenny y me fui a dar una vuelta. Soy una enana, tendra que haber bajado el silln, pero me mora de impaciencia por salir y explorar Shocklin Falls. Me haba puesto unos pantalones cortos de color verde y una camiseta sin mangas azul elctrico. Era el primer da realmente caluroso de la primavera y los rayos del sol de la tarde pegaban con fuerza. Tena la espalda achicharrada. Me acababa de lavar el pelo; lo tengo rubio, largo y liso, y lo llevaba recogido con una cinta azul. Ya se secara con el sol. Se perciba un leve perfume en el aire. Al final de mi calle haban florecido los altos arbustos de cornejo. Era una sensacin fascinante e irreal, como pasear bajo majestuosos arcos blancos. Ms hermoso que la vida misma, pens. Cuando voy en bicicleta me vienen a la cabeza ideas como sta. No tard mucho en explorar Shocklin Falls. Es muy pequeo. La escuela universitaria donde pap y mam empezarn a dar clases el prximo semestre est en un extremo del pueblo. Ms all hay unas calles tranquilas y sombreadas por hileras de rboles vetustos, alineados frente a unas pequeas y hermosas viviendas. Las casas grandes y lujosas estn en las afueras, en la otra parte del pueblo, cerca de las cascadas. En el centro hay un pequeo barrio dePgina 2 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

tiendas, donde casi todos los edificios son de dos pisos. Tambin hay un cine con dos salas, un banco, una oficina de correos y poca cosa ms. El centro comercial mas cercano esta en Cedar, pasados dos pueblos. Pedale despacio por delante de los establecimientos. Para ser un sbado por la tarde, no haba mucha gente en las calles. Supuse que casi todos estaran en casa, aprovechando el tiempo primaveral para arreglar sus jardines y patios. Una vieja furgoneta me adelant ruidosamente. Tena las ventanillas bajadas y un montn de chicos y chicas escuchaban en su interior una cancin antigua de Def Leppard a todo volumen. A su paso, dos ancianas tomadas del brazo que iban a cruzar Main Street fruncieron el ceo y movieron la cabeza dando signos de desaprobacin. Me llam la atencin una tienda de bicicletas situada en la esquina de Main Street y Walnut. Baj de la bici de Kenny y me acerqu al mostrador. Apoy la nariz contra el cristal, intentando ver lo que haba en el interior. Tenan una amplia gama de ofertas, as que decid volver en otro momento para mirarlas con ms detalle. Volv a subir a la bici de Kenny y me deslic hasta la calle, tratando de mantener el equilibrio. Habr visto ya todo el pueblo?, me pregunt. Pues s, ya lo haba visto todo. Di la vuelta a la manzana de nuevo y me dirig hacia las famosas cascadas, pues todava no las haba visto. La seora Pratte, la agente inmobiliaria que nos haba vendido la casa, no paraba de decir entusiasmada que eran muy bonitas y espectaculares, as que me reserv la mejor parte del recorrido para el final. La seora Pratte haba descrito las cascadas como unas cortinas blancas y vaporosas que caan de lo alto de un barranco escarpado hacia el caudaloso ro Monohonka. Tena mucha gracia para describir las cosas, una cualidad que posiblemente resulta muy til para una agente inmobiliaria. Dijo que eran tan hermosas como las Cataratas del Nigara, pese a ser mucho ms pequeas, claro est. Desde el extremo superior de las cascadas se podan avistar tres pueblos.Pgina 3 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Segu pedaleando por la Main Street hasta pasar de largo el rea comercial y no tard en llegar al barrio elegante de Shocklin Falls. Las casas eran enormes, algunas parecan mansiones. La mayora tenan varios jardineros cuidando las plantas, arrancando las malas hierbas y quitando las hojas secas. Me asust un poco cuando un pastor alemn ech a correr hacia m gruendo. Su dueo le gritaba que volviera, pero el perro no le hizo ningn caso. Empec a pedalear con todas mis fuerzas, levantndome del silln para conseguir ms velocidad. Gracias a Dios el perro se cans despus de perseguirme ms de media manzana y se content con detenerse y ladrar, advirtindome que me mantuviera alejada. - De acuerdo, de acuerdo. Me doy por aludida! - le grit, sin dejar de darle al pedal, por supuesto. Los bosques se vislumbraban tras las grandes casas. Los rboles estaban en su mayora sin hojas, aunque ya empezaban a apuntar en las ramas los primeros brotes de la primavera. Una ardilla trep precipitadamente a un rbol, asustada por mi silenciosa intrusin. Encontr el camino para bicis del que me haba hablado la seora Pratte. El sendero sinuoso que discurra entre los rboles se haca cada vez ms empinado a medida que se internaba en el denso bosque. Al cabo de unos diez minutos llegu a la cima. Me sent orgullosa al comprobar que no me faltaba el aliento. Para m es muy importante estar en buena forma, se es uno de los motivos por los que me gusta ms la bici que el coche. Segu pedaleando hasta dejar el bosque a mi derecha. A la izquierda quedaba el borde del barranco, una cada vertical hasta las rocas negras del fondo. Reduje la velocidad porque no haba ningn tipo de proteccin. En algunos lugares el camino de tierra era muy tortuoso y estaba tan slo a unos treinta centmetros del precipicio. O el ruido de las cascadas antes de llegar a vislumbrarlas: un suave murmullo que aumentaba en intensidad a medida que me aproximaba. Despus de una curva en el sendero, aparecieron justo en frente de m.

Pgina 4 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Ante mis ojos se extenda un espectculo impresionante. El agua blanca caa centelleando como si estuviera hecha de un milln de diamantes, salpicando y formando una niebla blanca y resplandeciente. Abajo se vean las aguas marrones del ancho ro fluyendo entre las verdes riberas. Tambin se divisaba el pueblo, como en miniatura. Detrs de l se vea otro, y a lo lejos otro ms, difuminado entre la niebla. Reduje la velocidad hasta detenerme. El camino se acababa de repente al pie de unas altas rocas de granito gris. Me proteg los ojos de la luz del sol, y entonces lo vi. Era un chico. Llevaba unos tejanos y una camiseta amarilla, y estaba justo al borde de la cascada. Se me cort la respiracin y agarr el manillar con fuerza. No esperaba que hubiera alguien all. l no se haba percatado de mi presencia. Estaba mirando hacia abajo, a las abruptas rocas negras al pie de la cascada. Se parece a Luke Perry, pens. Tena el pelo al estilo James Dean, pero yo no dispona de mucho tiempo para pensar en su aspecto. Mientras el chico segua mirando hacia abajo, avanz un paso. El corazn me dio un vuelco. Entonces me di cuenta de lo que pretenda hacer. - No lo hagas! - grit para que me oyera entre el rugido de las cataratas- . No saltes! No saltes, por favor! 2 El chico solt un grito y dio un paso atrs, asustado por mis chillidos. Salt al suelo y corr hacia l, mientras la bici golpeaba ruidosamente las rocas, a mis espaldas. - Eh! - me llam. La expresin de su rostro pas de la sorpresa a la confusin. Hundi las manos en los bolsillos de los tejanos, se apart del borde del barranco y se dirigi hacia m. Era alto y muy atractivo, incluso tena patillas; de verdad que se pareca a Luke Perry. Estaba muy bronceado por el sol y tena un hoyuelo en el mentn.Pgina 5 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Fij en m sus increbles ojos verdes. Me imagino que yo tambin deb de mirarle un buen rato, pues de otro modo no me explico cmo pude ver su cara con tanta claridad. - Te haba confundido con otra persona - me dijo gritando para que pudiera orle con el estruendo que producan las cascadas. Sonri. Una sonrisa torcida pero realmente bonita. Creo que en aquel mismo instante me enamor de l. No lo s..., no estoy segura ..., es difcil de explicar. Me senta avergonzada por haber gritado de aquel modo. - Pensaba que ibas a... - empec a decir, pero no quise la frase. l segua sonriendo, con las manos en los bolsillos y la camiseta amarilla agitada por el viento. - Qu dices? - Lo siento... Estabas- estabas al borde de las cataratas y cre que... Siempre que estoy muy nerviosa me pongo a tartamudear. l empez a rer. Tena una risa preciosa. Inclinaba la cabeza un poco hacia atrs y entrecerraba sus maravillosos ojos verdes. - Te creas que iba a saltar? - pregunt, ponindose serio. Senta el ardor de sus ojos en los mos mientras Me escudriaba. Asent y me puse roja. Me tir de la coleta; todava tena el pelo hmedo. - Estaba esperando a alguien - dijo- . Pero parece que no va a venir. - Nu... nunca haba venido aqu - tartamude, bajando los ojos. Me senta incmoda all arriba. Normalmente no me dan miedo las alturas, pero estbamos tan arriba... Adems el precipicio era muy vertical y abrupto, y las rocas all abajo se vean demasiado puntiagudas. - Vas al instituto de Shocklin? - me pregunt. - A partir del lunes. Acabamos de mudarnos aqu. Antes vivamos en Ohio. Soy Annie Kiernan - respond con poca naturalidad, ladeando la cabeza. Siempre me da mucha vergenza este tipo de presentaciones, no s por qu. - Yo soy Jonathan Morgan - dijo l. Sac las manos de los bolsillos y me estrech la ma. Todo fue muy formal. Hizo una mueca.Pgina 6 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Me encantaba el hoyuelo que tena en el mentn, y tambin el modo en que el pelo se le mantena firme contra el viento, sin despeinarse. Hubiera debido de advertir la tristeza que se reflejaba en sus ojos verdes, el miedo, el terror. Pero no vi nada, claro. Tendra que haberle preguntado qu haca al borde del barranco. Por qu miraba tan intensamente hacia abajo, donde las aguas turbulentas rompan contra las rocas. Pero no lo hice, como era de esperar. En vez de eso le dije: - Es impresionante estar aqu arriba - un comentario bastante insulso, pero al menos haba conseguido hacerlo sin tartamudear. - Pues s - contest rascndose la patilla derecha. - El pueblo es muy aburrido - continu- . Quiero decir que no est mal, pero no tiene nada de particular. No me hubiera imaginado que iba a encontrar algo as - dije sealando las cascadas. La mirada de Jonathan apuntaba hacia el bosque que haba detrs de m. - Bueno, es que he dejado la bicicleta ah detrs - dijo- . Esprame aqu, voy a buscarla. - Te gusta ir en bici? - le pregunt mientras pasaba de largo. - S, mucho - respondi sin detenerse. Desapareci detrs de las rocas de granito. Cruc los brazos, encogindome de hombros por el fro y mir fijamente al pueblo que haba justo debajo. Aunque el sol de la tarde an estaba alto en el ciclo, haca un poco de fro all arriba. Qu sitio ms maravillosos, pens. Saba que acudira a ese lugar a menudo con mi bicicleta. De repente se me ocurri que tal vez pedaleara junto a Jonathan. Tena el tonto presentimiento de que estbamos predestinados a conocernos ah. Como en una de esas pelculas romnticas en blanco y negro. A lo mejor le pido que me acompae a dar un paseo en bici el fin de semana que viene, pens. Le mir mientras se acercaba, llevando de la mano una resplandeciente bicicleta negra de carreras.

Pgina 7 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

No. Seguro que tiene novia - pens, hundindome en la miseria- . Es demasiado atractivo como para no tenerla. Adems ha dicho que estaba esperando a alguien. Apoy su bicicleta en una de las grandes rocas y se dirigi hacia m con largas y lentas zancadas. - As que... acabas de trasladarte aqu? - pregunt, retirando de mis cabellos una larga brizna de hierba. - S. Mis padres van a dar clases en Logan, ya lo conoces, la escuela universitaria. - Es una extraa poca del ao para mudarse - coment, mirando hacia las cascadas por encima de mi hombro. - Dmelo a m - refunfu- . Tener que cambiar de instituto y toda la historia. Es horrible! Me observ con detenimiento. - Ests en el ltimo curso? - En el penltimo - puntualic. - Has conocido a alguien? Me refiero a otros chicos. - Slo a ti - dije riendo. l tambin se ech a rer, aunque con moderacin. - Entonces supongo que debera ensearte los alrededores, no? - dijo con una repentina timidez. Tendra que salir por la televisin - pens- . Es guapsimo! - Podra guiarte en una excursin por Shocklin Falls - se ofreci, haciendo un gesto hacia su bicicleta- . En un par de minutos lo veremos todo brome. - Bueno, creo que ya he hecho la excursin - contest, e inmediatamente me arrepent de haberlo dicho. - Por qu he dicho eso? - me reproch a m misma- . Me ofrece pasear en bici conmigo y yo lo rechazo. Qu burra soy! Notaba como me volva a sonrojar. Jonathan me mir fijamente. - Te presentar a algunos chicos y chicas de Shocklin - propuso. - Estupendo! - exclam contenta- . Quiero decir...Pgina 8 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Volvi la mirada hacia el bosque, como si hubiera visto algo. - Tengo un amigo - empez a decir- . Es mi mejor amigo. Bueno, es un idiota total, pero es mi mejor amigo. En realidad est un poco loco. Te gustar. - Es- estupendo! - volv a exclamar tartamudeando de nuevo. No tendra la intencin de que saliera con su amigo? - Se llama Calch - continu Jonathan, con la mirada todava fija en el bosque- . Caleb Dorsey. - Ri con disimulo, como si acabara de recordar algo divertido sobre su amigo- . Los padres de Caleb tienen que trabajar cada viernes por la noche - sigui Jonathan- , as que siempre aprovechamos para reunirnos unos cuantos en su casa y hacemos una especie de fiesta. Es bestial! A veces nos desmadramos un poco. - Estupendo! - exclam. Por qu no se me ocurrira algo ms original?, me recrimin. Cuntas veces poda repetir una persona la palabra estupendo en una conversacin! Debe pensar que soy una idiota redomada. - Te gustara ir conmigo el viernes por la noche? A casa de Caleb, me refiero. - Sus ojos verdes parecieron iluminarse mientras esperaba una respuesta. - Te refieres a una cita? Tranquilzate, Anny - me dije- . Como si nunca hubieras tenido una cita! En Middletown tenas bastante xito. - S - contest Jonathan con una mueca- . Una cita. - Desde luego - dije- . Estupendo! Haba vuelto a decir estupendo. - Estupendo - repiti l en voz baja. Dio una patada a la tierra del suelo y mir a las cascadas. - Me tengo que ir. - Yo tambin - aad. El sol se puso tras una, gran nube blanca. Empezaba a refrescar, y las sombras se alargaban en el suelo. Fuimos a buscar las bicicletas. Me senta realmente bien. Haca tan slo tres das que haba llegado a Shocklin Falls, y el primer chico al quePgina 9 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

conoca, guapsimo por cierto, me peda que saliera con l. No est mal para empezar - pens- . No est nada mal. Jonathan agarr su bicicleta por el manillar y se acerc a m, llevndola de la mano. Nos encaminamos hacia el sitio donde yo haba dejado la ma, al otro lado de las rocas. Me sorprendi que la bicicleta estuviera de pie, apoyada contra una roca. Recordaba que la haba dejado caer al suelo cuando ech a correr hacia Jonathan, creyendo que iba a saltar. Qu raro, pens, e inmediatamente solt un grito sofocado. - Vaya! Me arrodill para examinarla. - Oye! Qu pasa aqu? - grit. El corazn me lata a toda velocidad. Alguien haba rajado las ruedas hasta dejarlas hechas jirones. 3 - No me lo puedo creer - dije entre dientes. Pas una mano por encima de una de las ruedas destrozadas. Un trozo de neumtico me cay en la mano. - Quin... - No pude acabar la frase. Se me haba hecho un nudo en la garganta. Me qued agachada, mirando con incredulidad las ruedas de la bici de Kenny, totalmente destrozadas. Jonathan estaba a mis espaldas, proyectando su sombra sobre m. - No lo entiendo dijo con voz tranquila- . Aqu no hay nadie. Levant la vista hacia l. Tena los ojos entrecerrados, como si buscara a alguien en el bosque. Segu el recorrido de su mirada. Casi todos los rboles estaban sin hojas, as es que hubiera resultado fcil detectar a alguien que intentara huir. All no haba nadie. De repente sent un estremecimiento de fro por todo el cuerpo. - Kenny me va a matar - susurr, ponindome de pie. - Quin es Kenny? - pregunt Jonathan, que todava segua escudriando el bosque. - Mi hermano pequeo. Esta bicicleta es suya.Pgina 10 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Jonathan frunci el ceo. - Te acompaar a tu casa caminando - dijo sombramente, sin mirarme a los ojos. - No hace falta - dije- . Puedo... - No. - Agarr el manillar de la bici de Kenny y me orden con voz enrgica- : Lleva mi bicicleta. Yo llevar la tuya a pie. - De pronto pareci que estuviera furioso. Tom su bicicleta y empezamos a caminar por el sendero. - Vaya estupidez - dije- . No entiendo por qu alguien me ha podido hacer una cosa as. Jonathan no contest. - Quiero decir - continu con voz temblorosa- que no comprendo cmo alguien ha podido subir hasta aqu para destrozar la bicicleta de una desconocida... Jonathan sigui sin decir palabra. Guard silencio, intimidada por su expresin furiosa. Por qu estaba tan enfadado? Despus de todo no era su bicicleta! Haba cambiado tan de golpe su estado de humor que me asust. Seguimos el camino de bajada que se adentraba en el bosque. Todo empezaba a sumirse en las sombras y haca fro. Era como si se hubiera terminado la primavera y volviese el invierno. El camino de regreso se me hizo eterno. Me senta muy incmoda. Quera hablar, decir algo, cualquier cosa, pero Jonathan miraba al suelo, con las mandbulas apretadas. Observ que le palpitaban con furia las venas de las sienes, as que opt por seguir callada. No lograba entenderlo. l se haba ofrecido a acompaarme a casa, yo no le obligaba. Estaba enfadado conmigo? Me senta totalmente confusa. Aquello no tena sentido. Finalmente llegamos a Main Street. El sol apareci de nuevo pero pronto iba a anochecer y haca fro. - Vivo en Edgevale - dije en voz baja, - Muy bien - respondi con expresin ausente.

Pgina 11 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Entonces omos a nuestras espaldas la voz de una joven que llamaba a alguien. Los dos nos detuvimos y nos dimos la vuelta. Una chica se aproxim en una fulgurante bicicleta roja. - Jonathan! - llam, sonrindole abiertamente. Era pelirroja. Los cabellos rizados le caan como una cascada por los hombros y tena la cara llena de pecas. Sus ojos, de un azul grisceo, estaban demasiado juntos y tena la nariz achatada. No se puede decir que fuera guapa, aunque resultaba mona. Llevaba unas mallas negras y una enorme camiseta azul y blanca del instituto de Shocklin, con una S en la parte delantera. - i Ruby! - exclam Jonathan. Aunque ella le sonrea afectuosamente, l no mostr demasiado entusiasmo al verla. - Hola - dijo ella sin aliento, apoyando los pies en el suelo. Me ech una ojeada, y enseguida volvi a sonrer a Jonathan. - Qu ha pasado? - Hemos tenido problemas con la bici - replic Jonathan secamente. Ruby solt una risita tonta. - sta es Annie - le dijo Jonathan- . Annie... - Kiernan - aad- . Annie Kiernan. Y sta es mi bici. - Seal a la bicicleta que Jonathan llevaba a pie. Me pareci que la chica no se haba molestado en mirarme. - De dnde vienes, Ruby? - pregunt Jonathan- . De las cascadas? - Umm... - Se desvaneci la sonrisa de su rostro y se puso roja- . Claro que no. Slo estaba dando un paseo por ah. Me he pasado todo el da ayudando a mi madre a arreglar el jardn, as es que quera hacer un poco de ejercicio. - Has visto a Dawn? - pregunt Jonathan. - No. Ir a su casa esta noche - contest Ruby- . Para pasar el rato. - Annie se acaba de mudar aqu - dijo Jonathan, recordando de pronto que yo an segua all. - Ah - contest Ruby sin mostrar demasiado inters. Pero luego se dio la vuelta, entrecerrando los ojos y examinndome detenidamente.Pgina 12 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Qu le ha pasado a tu bicicleta? - pregunt. - Alguien ha rajado los neumticos - le contest- . Me parece increble. Ruby mir framente a Jonathan. - Pues yo s me lo creo - mascull- . Ech una mirada furtiva a Jonathan, que no supe interpretar. Se llevaban algo entre manos pero no acertaba a saber de qu se trataba. Acaso era Ruby la persona que Jonathan estaba esperando en la cascada? Si lo era, lo lgico hubiera sido que l le preguntara por qu no haba acudido. Llegu a la conclusin de que deba de estar esperando a otra persona. Me pareci que a Jonathan no le caa bien Ruby. Ella segua sonrindole, pero me resultaba imposible saber lo que ella senta realmente por l. - Me tengo que ir - dijo Ruby de repente. jug nerviosamente con el manillar de la bici y luego se dirigi a m- . Vigila con Jonathan - dijo apretando los dientes- . Lo digo en serio, Es peligroso, un chico peligroso de verdad. - Ruby... - empez a protestar Jonathan. - Ms tarde! - lo interrumpi Ruby, y se march pedaleando con fuerza, desapareciendo rpidamente al girar la esquina. - Es muy rara - dijo Jonathan- . Ese comentario que ha hecho sobre m iba en broma. Ruby y yo somos viejos amigos, sabes? Jonathan me miraba intensamente, estudiando cul haba sido mi reaccin ante las palabras de Ruby. - S, ya me he dado cuenta de que lo deca en broma - dije, aunque no estaba muy segura. De lo que s estaba segura era de que hablaba seriamente y de que no bromeaba. Me estaba advirtiendo realmente de que me mantuviera alejada de Jonathan? De verdad crea que era muy peligroso? Qu idea ms ridcula! Ech un vistazo disimulado a Jonathan. A m me pareca un chico totalmente normal, por encima de la media

Pgina 13 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Mir sus verdes ojos salvajes y su tez morena, y de repente me record a un tigre. Los tigres son peligrosos- pens- . Bueno, no me importa. Al poco rato llegamos a mi casa y nos cambiamos las bicicletas. - Gracias por acompaarme - le dije. - De nada. Siento mucho lo de tu bici. - Quieres entrar un rato? Hizo un gesto de negacin con la cabeza. - Tengo que ir a casa. Te ver en el instituto el lunes. - Vale, estupendo - le dije, y enseguida aad- : Ha sido un placer. - Son de lo ms falso y estpido. l lo pas por alto. - Y no te olvides de lo del viernes por la noche - dijo, subiendo a la bicicleta. - No me olvidar. Tengo muchas ganas de ir. Eso no se poda negar! Le observ mientras se alejaba, pedaleando con rapidez y facilidad gracias a sus largas piernas. Me di la vuelta y empec a arrastrar la bici de Kenny hacia la puerta de casa, pero me detuve en seco. Quin haba en aquel recodo? Alguien estaba esperando bajo la sombra de un alto seto, subido a una bicicleta. Alguien estaba esperando a Jonathan. Volv hacia la calle para ver si desde all poda ver mejor de quin se trataba. Ruby! Le estaba esperando en el recodo. Cuando l se aproxim, Ruby sali de su escondrijo bajo la sombra del seto. Hablaron durante unos instantes desde sus bicicletas y luego se alejaron, pedaleando juntos. Pero qu est pasando aqu? - me pregunt- . Qu est pasando realmente? 4

Pgina 14 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Caleb Dorsey era uno de esos chicos a los que les parece graciossimo aplastarse latas de Coca- Cola en la frente y eructar ruidosamente. Tena una melena desaliada y pareca no habrsela lavado en un mes. Me fij en que llevaba un fino pendiente de oro en una oreja. No poda imaginar una expresin de seriedad en su rostro porque daba la impresin de que siempre estaba sonriendo. Le haban salido arrugas alrededor de los ojos de tanto rer. Caleb era alto y desgarbado y no poda estarse quieto. Se notaba que era muy nervioso. Se mova de un lado para otro en la pequea y abarrotada sala de estar de su casa vestido con una camiseta que le quedaba pequea y unos tejanos desteidos con grandes agujeros en las rodillas. Sacuda continuamente los hombros y saludaba a la gente con fuertes palmadas, gritando y riendo. Al principio me costaba creer que Caleb y Jonathan fueran ntimos amigos, pero al cabo de unas horas me di cuenta de que Caleb potenciaba el lado ms desenfadado de Jonathan. Cuando estaba con l, Jonathan se relajaba y adoptaba una actitud divertida, desmadrada y ruidosa. Era como si quisiera competir con su amigo. Yo estaba bastante nerviosa porque era la nica persona nueva en aquel sitio, as que me mantuve bastante al margen de las conversaciones y me dediqu a observar a la gente. Jonathan me haba venido a buscar a casa en una flamante furgoneta Volvo de color gris y me llev a la pequea casa de Caleb para la acostumbrada noche de marcha de los viernes. Jonathan estaba muy relajado y yo haca como que tambin lo estaba, pero tena un nudo en el estmago y las manos fras como el hielo. Despus de todo era nuestra primera cita e bamos a una fiesta donde l conoca a todo el mundo y yo absolutamente a nadie. Haba pasado ms de una hora en mi habitacin pensando en qu ropa iba a ponerme. Al final me decid por una blusa de seda blanca de manga larga y una falda corta negra Betsey Johnson, con unos leotardos negros debajo.

Pgina 15 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Al entrar por la puerta de la cocina observ que casi todas las chicas iban con tejanos, pero no me import. All dentro haca mucho calor, a pesar de que era una noche fra. Haba unos veinte chicos y chicas apretujados en la diminuta sala de estar y el estrecho recibidor. La msica estaba tan fuerte que vibraban los cristales de las ventanas, y la gente tena que gritar para hacerse or en medio de aquel barullo. Algunas parejas bailaban cerca de la puerta del vestbulo y un grupo de gente rea y hablaba en el medio de la sala de estar. Dos parejas se besuqueaban en la estrecha escalera que conduca al piso superior; una estaba en el primer escaln, y la otra medio oculta en la oscuridad, un poco ms arriba. La mayora de la gente beba refrescos sin alcohol, pero observ que algunos sostenan latas de cerveza en la mano. Pens que aunque los padres de Caleb estuvieran trabajando, seguro que saban lo de las fiestas del viernes por la noche, aunque no s si sabran lo de la cerveza. Jonathan me tom de la mano distradamente y me acompa a la abarrotada sala de estar. Entonces o claramente entre el ruido de voces y la msica que alguien preguntaba: - sa es la nueva novia de Jonathan? Me di la vuelta pero no consegu ver de quin se trataba. Caleb se acerc con fanfarronera, haciendo muecas, y me examin con expresin burlesca. Jonathan nos present, empujando a Caleb medio metro hacia atrs. - Vigila con este tipo - advirti Caleb, devolviendo el empujn a Jonathan. No lo parece, pero es un animal. Solt una carcajada. Lo primero que me vino a la cabeza fue que Caleb era la segunda persona que me deca que tuviera cuidado con Jonathan. - T no eres un animal, eres un vegetal - replic Jonathan. - Pues t ni siquiera llegas a vegetal - contest Caleb- . T eres una esponja.

Pgina 16 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Si soy una esponja, t eres la porquera que hay que limpiar con ella! exclam Jonathan. Los dos estallaron en carcajadas. Jonathan neg con la cabeza y me dijo algo, pero la msica estaba tan fuerte que no lo pude or. Caleb vino hacia m y apoy su pesado brazo sobre mi hombro. - No nos hagas caso - dijo acercando su cara a la ma. Le ola el aliento a cerveza- . Los dos somos unos sinvergenzas. - Y estamos orgullosos de serio! - aadi Jonathan son- riendo. Se pas la mano por el pelo y recorri la sala con la mirada. - Dnde est Dawn? - pregunt a Caleb. Caleb se encogi de hombros y le dio una fuerte palmada en la espalda a un chico bajito, a quien se le cay la bebida en la moqueta. El muchacho ni siquiera se dio la vuelta y sigui hablando con sus compaeros. - Aqu estoy - anunci una voz femenina detrs de m. Al darme la vuelta vi a una chica alta y espectacular, con el pelo largo, negro y rizado, unos ojazos tambin negros y los labios pintados de un color oscuro. A pesar del color negro de sus cabellos y de que predominaban los tonos oscuros, tena la piel muy plida. Llevaba unos pantalones cortos azul elctrico encima de una malla negra de cuerpo entero, lo que le daba un aspecto muy sexy. - Caleb, no puedes bajar un poco la msica? - pidi con un tono de voz algo exigente, y pasando de largo por mi lado. - Claro que no. - Le hizo una mueca burlona. - Aqu no se puede pensar - grit ella. - Y quin quiere pensar? - contest Caleb. - A Caleb no le gustan las experiencias nuevas - intervino Jonathan, y entonces se volvi hacia m- : Annie, sta es Dawn Pedderson. - Hola - grit Dawn para que yo pudiera orla- . Ests aqu con l? seal a Jonathan y me hizo una mueca. Asent.

Pgina 17 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Debes de ser nueva aqu - brome Dawn, echndose el pelo atrs. Estaba muy pendiente de su cabello. No haca ms que estirrselo, jugando con sus rizos entre los dedos y apartndoselo de la cara. - S - respond- . Me acabo de trasladar aqu. Busqu a Jonathan con la mirada, pero l y Caleb se haban esfumado. Me sent abandonada. Mientras lo buscaba, mis ojos se detuvieron en la pareja que se estaba besando al pie de la escalera. No poda ver sus caras, pero reconoc los cabellos pelirrojos de la chica. - Ruby! - exclam. - Te han presentado a Ruby? - me pregunt Dawn, acercndose a m y siguiendo la Direccin de mi mirada. - S - dije mirando a la pareja- . Quin es el chico? - No lo conozco - contest Dawn- . No creo que vaya a Shocklin. - Ri con disimulo - . Lo ms probable es que Ruby ni siquiera sepa cmo se llama. Me re con ganas, me gustaba el oscuro sentido del humor de Dawn. - Algunos practican aerobic; Ruby se dedica a trabajarse a los chicos. Dawn me dirigi una intensa mirada y aadi- : Tambin le gusta Jonathan. Lo sabas? - Le gusta? - pregunt- . Haba tanto ruido que no estaba segura de haberlo odo bien. No pude or lo que Dawn dijo a continuacin. Distradamente nos fuimos alejando de los altavoces y del barullo hasta que llegamos a la cocina. Estaba vaca. A alguien se le haba cado toda una bolsa de patatas fritas encima del mostrador de formica amarilla de la cocina. En el fregadero haba un montn de platos sucios. Pis un charco de CocaCola en el suelo de linleo. Dawn y yo nos apoyamos en el mostrador y empezamos a hablar y a picotear las patatas esparcidas por encima. Dawn era casi un palmo ms alta que yo. No paraba de quejarse de que estaba gorda, pero en mi opinin tena muy buen tipo. Yo pareca un esprrago enano a su lado. Le habl de mi traslado y de lo difcil que me haba resultado dejar a mis amigos en Ohio para empezar en un instituto nuevo a ms de la mitad dePgina 18 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

curso. Pegamos un respingo al or el fuerte ruido de algo que se acababa de romper. - Esto es muy tpico - dijo Dawn alzando los ojos al cielo- . Me parece increble que los padres de Caleb le aguanten todo esto. - Caleb est como una cabra - dije agarrando otra patata- . Es muy divertido! - En todo caso tiene un aspecto bastante cmico - mascullo Dawn- . Caleb y yo hemos estado saliendo intermitentemente casi medio ao, rompiendo y volviendo a salir. La mir sorprendida. No me poda imaginar a Caleb y Dawn como pareja. - Rompiendo y volviendo a salir? - le pregunt. - A veces me harto de l - admiti, echando una mirada furtiva hacia la puerta de la cocina- . Me refiero a que nunca habla en serio. Eso puede ser muy divertido durante un rato, pero a veces tengo ganas de sacudirlo y decirle: Ya basta, djate de bromas. Intenta ser un poco serio! Puede llegar a ser muy pesado, sabes? Siempre anda metido en los en el instituto, siempre... - Se qued en silencio. - S? - le anim a que siguiera. Se encogi de hombros. - Bueno, en realidad no me puedo quejar. Me hace rer, y cuando lo conoces bien te das cuenta de que es buena persona. - Suspir y le dio unos golpecitos a una patata frita hasta hacerla aicos sobre el mostrador. Luego me mir a los ojos. - Hay algo que deberas saber sobre Jonathan - dijo, bajando el tono de voz y ponindose seria. - Sobre Jonathan? - S. Ha pasado por un mal trago. Jonathan ha... No consigui acabar la frase. Caleb irrumpi en la cocina y la tom del brazo. - Venga Dawn, que nos vamos todos. Ella retir el brazo - Nos vamos? Adnde?Pgina 19 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- A Sportsworld - contest Caleb volviendo a tirarle del brazo. Se dirigi a m- : T tambin. Vamos! - Es una especie de polideportivo - contest Dawn, haciendo una mueca- . Uno de esos sitios donde se puede jugar al baloncesto, al pimpn y... - Ya vers qu paliza le pego a Jonathan - dijo Caleb, sonriendo burln- . Hemos hecho una pequea apuesta.- Junt las manos y dobl las rodillas, imitando una postura ridculamente exagerada de bateador de bisbol. Luego bate imaginariamente en el aire, girando todo su cuerpo hasta chocar con el mostrador de la cocina. - Caleb, cmo le vas a dar una paliza a Jonathan si ni siquiera me puedes ganar a m? - dijo Dawn, negando con la cabeza. - Supongo que lo dices en broma, no? - Hizo como que le haba herido profundamente- . Pero si t bateas como una nia! - Qu gracioso! - exclam Dawn- . Eres realmente muy gracioso! - Le dio un fuerte empujn en broma y luego lo sigui hasta la sala. Yo segu a Dawn y me detuve en el recibidor. Al otro lado de la sala vi a Ruby junto a Jonathan. Ella tena la mano en su mejilla y estaban hablando, con las caras prcticamente pegadas. Creo que l me vio porque retir la mano de Ruby y se apart de ella. Atraves la sala, abrindome camino entre un grupo de gente que rea muy ruidosamente. - Por fin te encuentro - dijo sonrindome mientras me acercaba- . Te acuerdas de Ruby? Ruby y yo nos saludamos. - Ya te han arreglado la bici? - pregunt, gritando para que pudiera orla entre las carcajadas que resonaban en la sala. - La bicicleta no era ma - le dije- . Era la de mi hermano. No reaccion, tal vez porque no me haba odo. Caleb me agarr por el hombro. - Venga, chicos. Vmonos ya! Jonathan me sonri con culpabilidad. - No te importa? He hecho una especie de apuesta con Caleb. - Desde luego que no - dije . Ser divertido.Pgina 20 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Segundos ms tarde estbamos unos diez de nosotros amontonados en dos coches, atravesando el pueblo a toda velocidad hacia Sportsworld. Me sent en el asiento de delante junto a Jonathan, con cuatro chicos a los que no conoca en el asiento de atrs. Jonathan conduca como un loco. Tena puesta la radio a todo volumen y no paraba de dar golpes de volante para que el coche fuera dando bandazos por la carretera. Durante todo el recorrido fuimos a ms de ciento veinte por hora. - Jonathan! - grit cuando se sali de la curva y se meti en un jardn- . Para ya! Tena los ojos desorbitados y una amplia sonrisa en los labios. - Lo tengo todo bajo control - grit. Dio un golpe de volante muy brusco y el coche derrap hasta volver a la carretera. - Siempre conduces as? - pregunt. l miraba fijamente a travs del parabrisas con una extraa expresin en el rostro, como si estuviera hipnotizado. - Jonathan? Me sent enormemente aliviada cuando por fin llegamos a Sporstworld, un edificio muy iluminado que ocupaba ms de una manzana, con pistas de deporte cubiertas y otras exteriores. Jonathan gir dentro del aparcamiento, con un chirriar de neumticos, y detuvo el coche bruscamente, dejndonos los huesos destrozados. Abr la puerta y sal pitando del coche, aliviada de verme sana y salva. Observ sorprendida que Caleb y su grupo ya estaban entrado en el edificio. Caleb an debe ser un conductor ms luntico que Jonathan, pens. Di un portazo y corr detrs de Jonathan, que ya se diriga directamente hacia la entrada. - Menudo viejecito! - grit sin aliento- . He pasado mucho miedo, Jonathan. l se detuvo y se dio la vuelta. Su sonrisa se haba desvanecido. Sus impresionantes ojos verdes parecan fulminarme.Pgina 21 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- A veces me vuelvo como loco - dijo- . Pierdo el control, comprendes? Se qued mirndome fijamente, con las manos apoyadas en la cintura, como esperando una respuesta. Yo no saba qu decir. Su forma de conducir me haba asustado mucho y desde luego pareca que hubiera perdido el control. La expresin de su rostro se fue suavizando y sonri. - Lo deca en broma - dijo. Sus ojos verdes parecan centellear bajo las luces. Era guapsimo! - Venga, vamos a batear algunas pelotas. Atraves corriendo el aparcamiento para reunirse con los dems. Dawn estaba delante de nosotros y de repente record que haba empezado a decirme algo en la cocina: Hay algo sobre Jonathan que deberas saber. A qu se refera? Tena que ver con su forma de conducir? Tena que ver con su tendencia a perder el control? Daba la impresin de tener cambios de humor muy bruscos. Me querra prevenir Dawn sobre eso? Los pequeos recintos en donde se bateaba estaban afuera, en la parte trasera del edificio, bajo las potentes luces. Poda ver una hilera de unos diez pequeos espacios alargados, delimitados por una malla formada por tela y alambres, donde haban unas mquinas que lanzaban pelotas. El sitio estaba abarrotado, lleno de chicos y chicas, mucha gente joven de clase trabajadora que armaba mucho jaleo. Tuvimos que esperar a que quedara un recinto libre. Me mantuve cerca de Jonathan, mirando entre las mallas cmo la gente bateaba pelotas que alcanzaban hasta ciento cuarenta y cinco kilmetros por hora. - Mira a ese chico. Batea con una hora de retraso cada vez que le viene una pelota - dijo Jonathan, riendo con disimulo. Era una noche fra, ms propia del invierno que de la primavera. Yo estaba temblando y me arrepenta de no haber buscado un jersey antes de salir de mi casa. Jonathan animaba al chico que bateaba. Pareca divertirse. Me pregunt si yo le gustaba.

Pgina 22 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

De repente o un estrpito por encima de nuestras cabezas. Mir sorprendida hacia arriba y vi a Caleb colgado de una de las mallas del recinto, a unos diez o quince metros de altura. Se sujetaba con una mano, mientras haca gestos de chimpanc con la otra. - Pero bueno! - grit Jonathan, y luego estall en una carcajada. - Baja de ah! - grit un hombre detrs de nosotros - Oye, que es peligroso! - chill otro. - Yo Tarzn! - vocifer Caleb desde arriba. - Caleb est como una cabra! - exclam Jonathan- . Est completamente loco! Es capaz de hacer cualquier cosa! Me fij en Dawn, que estaba unos pasos ms all. No pareca divertirse en absoluto. Ms bien, estaba colorada y como con vergenza. Dos hombres con pantalones azul oscuro y camisas blancas se acercaron corriendo. Seguro que trabajan aqu, pens. - i Oye, baja ahora mismo! - gesticul uno de ellos furioso. - Pero qu ests haciendo! - grit el otro. Caleb pas de los dos hombres. - Eh, Jonathan! Vienes conmigo? - le incit- . Desde aqu se disfruta de una vista estupenda! - Pero es que este chico es increble! - exclam Jonathan sin dejar de rer. - Venga, gallina! - le incit Caleb Jonathan se qued mirando a su amigo. - Venga, cobarde! - volvi a provocarle. Jonathan dej de sonrer y su semblante me produjo escalofros. Tena una extraa expresin en el rostro, una mezcla de miedo y rabia. Su cuerpo se puso rgido y mir intensamente a Caleb, sin moverse. Qu est pasando? En qu estar pensando Jonathan? Y por qu de repente se ha puesto tan raro? Da miedo. - Eh, cobardica! - continu Caleb, agitando la mano que tena libre- . Cobardica! Jonathan me ech una ojeada furtiva y nerviosa, y empez a llamar a Caleb. Pero se le apag la voz y abri los ojos con miedo.

Pgina 23 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Al agitarse para animar a Jonathan a que subiera con l, a Caleb le resbal la mano de la malla y empez a caer. Caleb caa con todo su peso al suelo, y no me di cuenta de que aquel horrible chillido que o en ese instante vena de m. 5 Todo el mundo a mi alrededor grit con horror. Jonathan me agarr del hombro. Caleb aterriz gilmente de cuatro patas y dio dos vueltas por el suelo hasta ponerse en pie con una sonrisa burlona y triunfante dibujada en su rostro. - Tachaan! - cant. Por todas partes se oyeron exclamaciones de alivio. Los dos empleados, con el ceo fruncido, agarraron a Caleb de los brazos, uno a cada lado. - Hey! Qu pasa? - protest Caleb- . En serio, qu he hecho de malo? Jonathan estaba agarrado con fuerza a mi hombro. Me volv hacia l. Pareca aturdido por lo que acababa de suceder. - Ests bien?- le pregunt. Movi la cabeza. De repente pareci volver a la realidad. - S. Estaba... estaba pensando en otra cosa - dijo evitando mirarme a los ojos y soltndome el hombro. Caleb discuta con los dos empleados, que queran sacarlo del polideportivo. Dawn se acerc a m, jugando nerviosamente con un grueso mechn de pelo negro. - Has ledo algn libro interesante ltimamente? - me pregunt de pronto. - Pens... pens que esta vez se iba a matar de verdad - dijo Jonathan. - Esta vez? - pregunt. - S. Ya ha hecho lo mismo en otras ocasiones - me dijo Dawn. - Siempre est haciendo cosas as - dijo Jonathan moviendo la cabeza- . Siempre aterriza de pie. - O de cabeza - aadi Dawn con sorprendente pesadumbre- . Pero eso no basta para que entre en razn.Pgina 24 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Los dos hombres acompaaron a Caleb a la salida, y Dawn sali corriendo para alcanzarlo. Pareca muy enfadada. Yo no haca ms que pensar que Dawn y Caleb formaban una extraa pareja. Incluso daba la sensacin de que a ella no le acababa de gustar demasiado Caleb. Jonathan eligi un bate del montn que haba fuera del recinto y lo bate con fuerza en el aire, como si estuviera devolviendo una pelota. - Parece que se ha acabado nuestra competicin - dijo en voz baja- . Lo siento. - No pasa nada - contest. Haca muchsimo fro y estaba temblando. - Vmonos - dijo. Tir el bate al suelo y se dirigi a la salida. La gente todava rea y hablaba sobre el incidente. Mientras segua a Jonathan, record la extraa expresin de su rostro cuando Caleb le llamaba para que subiera junto a l. Era miedo? Era rabia? O celos? Sus verdes ojos reflejaban una profunda tristeza. En qu estara pensando? Llegu a la conclusin de que probablemente yo estaba haciendo demasiadas conjeturas. Lo ms probable era que Jonathan slo estuviera preocupado por Caleb, simplemente. Siempre hago lo mismo. - Piensas demasiado - me dice siempre mi madre. Siempre lo analizo todo al detalle. Encuentro significados misteriosos en cosas que carecen de sentido. Pero por qu me senta tan mal mientras nos dirigamos a la furgoneta? - Ests nerviosa, Annie, eso es todo - me dije- . Es tu primera cita con Jonathan y no ests segura de si le gustas o no. Y por qu debera gustarle? Despus de todo he estado muy callada toda la noche. Me he sentido como una extraa entre toda esta gente que ya se conoca desde hace un montn de tiempo. Nunca volver a pedirme que salga con l. Me sent en el asiento delantero del vehculo y cerr la puerta. El asiento de cuero estaba muy fro. Jonathan puso el coche en marcha. Dos parejas ms se haban subido al asiento de atrs.Pgina 25 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Puedes poner la calefaccin? - pregunt, rodendome con los brazos para entrar en calor. - Desde luego - dijo mientras la pona. Durante el viaje de vuelta condujo muy prudentemente, mantenindose siempre por debajo del lmite de velocidad. Todos hacan bromas sobre Caleb y su aventura. Uno de los chicos explic una historia de cmo una vez Caleb se col en una piscina cubierta y le pescaron nadando en pelotas con un grupo de chicos. Otra chica explic que una noche le vieron por intentar forzar la puerta de su propia casa. - Le han detenido veinte veces - declar otro. Todos rean excepto Jonathan. - Caleb no es un delincuente - le defendi Jonathan muy serio- . Quiero decir que nunca le han condenado por Siempre alega enajenacin mental. Todos se echaron a rer, incluso Jonathan. Entre carcajadas y bromas fuimos dejando a todos en sus casas. Me senta muy a gusto y ya haba entrado en calor cuando Jonathan detuvo la furgoneta ante mi casa sin parar el motor. Estaba encendida la luz de la entrada y la de la habitacin de mis padres, en el piso de arriba. El reloj en el salpicadero sealaba las 11:24. Todava era bastante temprano. Me pregunt si Jonathan iba a besarme. Le mir furtivamente bajo la plida luz del porche y me di cuenta de que quera que lo hiciera. Sus ojos miraban con detenimiento las luces verdes del salpicadero. Me pregunt si estara pensando en eso, en si me iba a besar o no. Estara l tambin nervioso? A lo mejor ni siquiera estaba pensando en m. Su expresin era impenetrable. No poda adivinar cules eran sus pensamientos. - Bueno, sta ha sido una noche tpica en Shocklin Falls - dijo volvindose hacia m y sonriendo. - Lo he pasado muy bien - respond, devolvindole la sonrisa. - Yo tambin - dijo l de un modo automtico. Se va a inclinar hacia m para besarme? No. - Te ver en el instituto - dijo. - De acuerdo.Pgina 26 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Le di unos segundos ms, pero l mantena las dos manos apoyadas en el volante, de modo que abr la puerta y sal de la furgoneta. La luz de los faros pas por delante de la casa mientras yo sacaba las llaves y abra la puerta. Estaba decepcionada. Me senta como una idiota. La luz del recibidor estaba apagada. Colgu la chaqueta en el armario de la entrada sin molestarme en encenderla y empec a subir las escaleras a oscuras. Entonces alguien se abalanz sobre m y not una presin en los hombros. 6 Sofoqu un grito y tropec contra la barandilla de la calera. O unos pasos... - Goggles! - protest en un susurro ahogado. Encend la luz del pasillo. El estpido gato estaba a mis pies, a punto de saltar- . Goggles, cuntas veces te tengo que decir que no me asustes? - dije subindolo en brazos. Empez a ronronear. Acerqu su nariz a la ma. - No saltes encima - le dije por ensima vez- . No tengo siete vidas como t. Lo estrech en mis brazos, acariciando su blanco y suave pelo. - No entiendes ni una palabra de lo que te estoy diciendo, verdad, tonto? Segua ronroneando satisfecho mientras le pasaba la mano por la espalda. Luego me dio un golpecito con la pata. Era su manera de decirme que ya haba recibido bastante cario por el momento, as que lo dej en el suelo y se alej. Goggles tena algunas malas costumbres. La peor era saltar encima de la gente en la oscuridad, pero yo no se lo tena en cuenta y segua querindolo mucho. Es tan bonito, con su sedoso pelo blanco y sus grandes y serios ojos azules... Suba ya las escaleras, pensando en Jonathan, cuando la voz de mi madre interrumpi mis cavilaciones. - Annie, eres t? Y quin va a ser si no!,pens. - S, soy yo - respond.Pgina 27 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Apareci en la barandilla del piso de arriba, con el cabello suelto y un camisn de franela rosa. - Qu tal lo has pasado? - Bien. Siempre respondo lo mismo a esa pregunta. Qu espera, que le d detalles? - Qu habis hecho? - pregunt mi madre, bostezando ruidosamente. - Hemos ido a una fiesta - contest mientras suba- . Slo ramos unos pocos. - Muy bien - dijo con voz soolienta- . Hasta maana. - Y se meti en su habitacin. Unos minutos ms tarde ya me haba puesto el pijama y estaba en la cama pensando en Jonathan. Record la voz de aquella chica, en casa de Caleb, inquiriendo: Es sta la nueva novia de Jonathan? Me preguntaba si realmente yo era la nueva novia de Jonathan y si me pedira otra vez que saliera con l. Antes de darme cuenta, me qued profundamente dormida. A lo mejor so con Jonathan, aunque por la maana no recordaba nada. El lunes por la maana me encontr a Dawn en el instituto. Hablamos durante un rato en el descanso entre dos clases y me enter de que estbamos inscritas en la misma asignatura de ciencias sociales. Dawn realmente me caa bien, y esper que llegramos a ser buenas amigas. Durante la hora de comer, Dawn estaba sentada a una mesa, en un rincn del comedor, y fui a comer con ella. Hablamos sobre los trabajos que tenamos que hacer para la asignatura de ciencias sociales. Dawn y los otros compaeros de clase me llevaban la delantera. Haca tres semanas que haban empezado a consultar libros para redactar los trabajos. Saba que me tendra que pasar mucho tiempo en la biblioteca y la sala de ordenadores para reunir toda la informacin que pudiera, intentando ponerme al da con el resto de la clase. Al cabo de un rato nos pusimos a hablar de Jonathan. - Dnde lo conociste? me pregunt Dawn mientras se coma la ensalada. - En las cascadas - contest.Pgina 28 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Dej el tenedor encima de la mesa y abri la boca asombrada. - Qu? Dnde? - En las cascadas - repet, sorprendida por su reaccin. Se apart un grueso mechn de pelo negro hacia atrs y me mir detenidamente, observando mi rostro como si intentara averiguar si deca la verdad. - Estaba dando un paseo en bicicleta para conocer la zona - le dije- , as que segu el camino que conduca a las cascadas y... - Me parece increble que Jonathan haya ido all arriba - me interrumpi Dawn, que segua mirndome intensamente. Retom el tenedor y empez a dar golpecitos en la bandeja. - Qu ocurre, Dawn? - pregunt Entrecerr sus ojos oscuros - Estamos hablando del mismo sitio? - Hay ms de un sitio con cascadas? - pregunt inocentemente. - No. - Lade la cabeza- . Es que me parece increble que Jonathan haya sido capaz de volver all arriba. Quiero decir.... despus de lo que pas. Dej mi pedazo de pizza encima del plato y me com un poco de queso que se me haba quedado en el dedo gordo. - Ocurri algo malo ah arriba? - pregunt- . Le pas algo a Jonathan? Dawn asinti. - S. Hace unos meses, en enero pasado. - Se detuvo, y luego continu- : Supongo que ser mejor que te lo cuente... En realidad lo sabe todo el mundo. No es ningn secreto, te lo puedo asegurar. - El qu? - pregunt con impaciencia- . No seas tan misteriosa, me tienes intrigada - No creo que te guste lo que te voy a decir - replic Dawn en voz baja. - Qu es lo que te tiene intrigada? - Pregunt alguien a nuestras espaldas. Me di la vuelta y vi a Ruby justo detrs, con una bandeja repleta en las manos. Dej la bandeja a, mi lado, frente a Dawn, y se sent. - Estis muy serias - coment, cambiando los platos de lugar en su bandeja- . De qu hablis, de vuestro pelo?Pgina 29 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- De los trabajos que tenemos que hacer para la clase de ciencias sociales respondi Dawn con rapidez, lanzndome una rpida mirada para que no la contradijera. Ruby apart su melena pelirroja hacia atrs, por encima de su camiseta Gap verde, y empez a juguetear con la pajita en el envase de zumo. - Nosotros no tenemos que hacer trabajos en la clase de Curtis - nos dijo- , pero tenemos que preparar un examen superduro, y adems no es tipo test. - Creo que preferira tener un examen - coment, pegando un pequeo mordisco al pedazo de pizza que me quedaba- . Estoy muy retrasada. - Creme, no te gustara tener que estudiar para este examen - insisti Ruby, agarrando una hamburguesa y mirando cmo goteaba la grasa del panecillo- . Nos harn preguntas muy fciles y concretas, como por ejemplo: compara y contrasta todo lo que hay sobre la tierra. Dawn y yo nos remos con ganas. sa sera una buena pregunta para un examen que no fuera tipo test. Charlamos sobre profesores y asignaturas mientras yo me mora de ganas de or lo que Dawn me haba empezado a explicar sobre Jonathan, pero era evidente que Dawn no quera hablar de ello delante de Ruby. Que podra ser?, me pregunt, sin dejar de darle vueltas a la cabeza. Por qu estaba tan sorprendida Dawn de que Jonathan estuviera en las cascadas? Qu habra pasado all arriba? Ya casi habamos acabado de comer cuando alguien me dio una palmada en el hombro. Mir hacia arriba y vi a Jonathan, sonrindome. Llevaba un jersey azul plido y unos tejanos oscuros. Estaba muy atractivo. - Hola! - dije radiante, sin poder ocultar mi sorpresa Haba estado todo el da buscndole. - Qu tal? - salud echando una rpida mirada a Dawn y volviendo a centrar su atencin en m. Seal mi trozo de pizza y pregunt- : Te gusta esa suela de zapato? - No est mal - contest, y rpidamente cambi de tema- : De momento me va bastante bien, aunque no hago ms que perderme. Este instituto es mucho ms grande que la escuela donde iba antes. - Has visto a Caleb? - pregunt Jonathan a Dawn.Pgina 30 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Dawn hizo una mueca. - Le han castigado a quedarse encerrado durante la hora de la comida. Jonathan se ech a rer. - Qu ha hecho? Dawn alz los ojos al cielo. - Le dijo una grosera a la seora Kelman. - Caleb slo sabe decir groseras - dijo Jonathan, riendo con disimulo- . Annie, ya te has comprado la bici nueva? Asent. - He comprado una de segunda mano. Las nuevas son demasiado caras, y adems sta va muy bien. Es una bicicleta de veintiuna marchas. Jonathan se inclin hacia m. - Estupendo. Te apetece ir en bici conmigo el sbado por la tarde? Le haba prometido a mi padre que le ayudara a sacar las cosas de las cajas que tenemos en el garaje, pero saba que me podra escapar. - S, estupendo - le contest- . Ven a buscarme a casa, s? - De acuerdo. - Jonathan se esfum tan rpido como haba aparecido. Me puse muy contenta. A lo mejor Jonathan no pensaba que yo fuera una estpida. Tal vez yo le gustaba. Mi sonrisa se desvaneci cuando vi la expresin en el rostro de Ruby. Se estaba mordiendo el labio y frunca el ceo. Se haba puesto plida como la cera, como si estuviera enferma. - Ruby, te encuentras bien? - le pregunt. - No... no me pasa nada - contest dbilmente. Dej caer el resto de la hamburguesa en la bandeja y ech la silla hacia atrs- , Creo que me ha sentado mal la comida. - Quieres que te ayude a ... ? - empec a decir, pero ella se puso de pie y se march apresuradamente del comedor sin mirar atrs. - Crees que deberamos ir a ver qu le pasa? - le pregunt a Dawn. Dawn neg con la cabeza. - No te preocupes, estar bien.

Pgina 31 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Se haba pasado el rato moviendo distradamente la ensalada con el tenedor, pero no haba comido casi nada. - No te mueres de hambre? - pregunt. Dawn asinti. - S, pero tengo que perder peso. No me gusta salir con un chico que es ms delgado que yo. - Creo que tienes un tipo perfecto - afirm, y luego me dio vergenza haberlo dicho. Pero era verdad. Hubiera dado todo el oro del mundo por tener el tipo de Dawn en vez de mi cuerpo bajito y poco femenino. Dawn tom su bandeja y se levant. - Ests lista? - S, pero tienes que acabar de contarme lo que me estabas diciendo... sobre Jonathan. Se puso seria. - Bueno, Annie, te lo voy a decir, pero es posible esto lo cambie todo, de verdad. - No te entiendo - dije- . Cambiar el qu? - Tus sentimientos hacia Jonathan - contest Dawn- . Se trata de la chica que muri. Has odo hablar de eso? - Que muri? La palabra se qued grabada en mi mente y la repet mentalmente una y otra vez, como si nunca fuera a desaparecer. - Qu chica? Dejamos las bandejas en el mostrador. Me pareci que el suelo se mova bajo mis pies y que los fluorescentes del techo brillaban ms de lo normal. Es verdad que quiz no quiera or esto, pens, cerrando los ojos hasta que se detuvo el centelleo de las luces. - No, no he odo hablar de eso - contest con voz temblorosa. Salimos del comedor, subimos las escaleras y atravesamos el pasillo que conduca al despacho del director, en la parte delantera del edificio. El pasillo estaba abarrotado de chicos y chicas que haban acabado de comer y que charlaban ruidosamente mientras esperaban a que sonara la campana anunciando la quinta clase. No les prest ninguna atencin.Pgina 32 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Mientras segua a Dawn y me pregunt adnde me llevaba y qu me iba a decir. A medida que avanzbamos, el estmago se me iba encogiendo por el miedo y las manos se me quedaban fras. El corazn me empez a latir con fuerza. Puede que esto lo cambie todo, haba dicho Dawn. Todo? A qu se refera? Doblamos una esquina hasta que llegamos cerca de la entrada principal. El despacho del director quedaba al otro lado de las grandes puertas de la entrada, y en la pared que al lado del despacho haba una gran vitrina, como las que se suelen utilizar para exponer trofeos deportivos. Dawn se detuvo delante de la vitrina. Se ech su espesa melena negra hacia atrs con las dos manos y me mir a los ojos. - sta es la chica que muri - dijo haciendo un gesto hacia la vitrina- . Muri en las cascadas. Tragu saliva y mir fijamente al Interior de la vitrina. Slo contena una fotografa, una ampliacin en color de una de esas fotos que hacen a todos los alumnos del colegio. La chica era muy bella. Era la tpica belleza americana: cabellos rubios y relucientes, ojos azules preciosos y mejillas como las de una modelo. Una bonita sonrisa revelaba unos dientes blancos perfectos. La fotografa estaba adornada con crespn negro. Al pie de la foto haba una pequea placa negra con una fecha escrita: 1978 1993. Mir los ojos de aquella chica y sus ojos me devolvieron framente la mirada. Tras unos segundos tuve que apartar la mirada. - Muri? - pregunt a Dawn con voz aguda y tensa- .Quin es? Bueno, quiero decir... quin era? - Era Louisa - contest Dawn en voz baja- . La novia de Jonathan. 7 Mir fijamente la foto de Louisa a travs del cristal y apreci unos bellos ojos azules y una hermosa sonrisa. Tena el pelo rubio color miel y estaba peinado con desenfado hacia atrs. Daba la impresin de ser muy suave, sobre su piel perfecta.Pgina 33 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

El crespn negro que rodeaba la fotografa desentonaba. Era una chica tan bonita, con un rostro tan luminoso, se la vea tan... feliz. No hubiera debido estar all, con aquella placa bajo su foto. La vitrina era como un atad de cristal y yo miraba pasmada el rostro sonriente de Louisa, sus bellos ojos azules. Sent un escalofro y me apart de la vitrina. En cierto modo senta como si estuviera invadiendo su intimidad. - Era la novia de Jonathan? - pregunt a Dawn. Dawn asinti. Quera aclarar ms cosas. Cientos de preguntas acudan a mi mente. Quera saberlo todo, cmo era y cmo muri. Por qu me haba dicho Dawn que esto cambiara mis sentimientos hacia Jonathan? Pero en ese momento son la campana que anunciaba la quinta clase y el pasillo se inund de gente que corra ruidosamente hacia las aulas. Dawn me dijo adis con la mano y me dej all plantada... sola con Louisa. Me qued contemplando otra vez la foto mientras se iban desvaneciendo las voces y risas en el pasillo. Louisa y yo nos quedamos completamente solas. - Cul es tu historia, Louisa? - pregunt en voz baja- .Qu te pas en lo alto de las cascadas? Ella me miraba fijamente a travs del cristal. La fecha 1978- 1993 pareca relucir y luego volverse borrosa. Era acaso tristeza lo que me pareca detectar en la profundidad de sus ojos azules? Era melancola lo que se adivinaba bajo su sonrisa de pose? Tuve que hacer un esfuerzo para apartarme de all. Me qued sorprendida al ver que el pasillo estaba casi vaco. Estaba a punto de sonar la segunda campana, y yo ni siquiera haba buscado los libros. Cunto tiempo me haba quedado all? Saba que tena que hablar con Dawn para averiguar las respuestas a todas mis preguntas. Me fui corriendo, intentando no mirar hacia la vitrina y me dirig hacia la taquilla. Ms tarde llamar a Dawn por telfono - decid- . La obligar a que me lo cuente todo.Pgina 34 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

La tarde se me hizo interminable. Estaba distrada. Creo que no me enter ni de una palabra de lo que decan. Cuando acabaron las clases, me pas dos largas horas en la sala de ordenadores pasando la informacin que haba reunido para el trabajo de ciencias sociales. Por lo general disfruto haciendo estos trabajos, porque me lo paso bien buscando datos e informacin en los libros. Es como hacer de arquelogo. Pero haba empezado el curso tan tarde y llevaba tanto retraso en las clases que me senta agobiada. Me daba la sensacin de que Shocklin High era mucho ms duro que mi antigua escuela. Tampoco estaba acostumbrada al tipo de ordenadores que tenan en la sala de informtica, as es que no haca ms que cometer errores. Esa noche, mientras trataba de concentrarme en los deberes, me di cuenta de que no poda apartar a Louisa de la cabeza. Estaba ansiosa por averiguar lo que haba ocurrido. Cuando llegu a casa, estuve llamando a Dawn sin parar. Al principio nadie atenda el telfono, y luego estuvo ocupado durante horas. - Qu desesperacin! No pude hablar con Dawn hasta la hora de comer del da siguiente. Hice engullir a Dawn la comida (de todos modos se trataba tan slo de una ensalada), y luego la llev a la vitrina. - Me tienes que contar todo lo que pas - insist, mirando la fotografa y observando otra vez la tristeza en los ojos de Louisa- . Qu le sucedi? Dawn se apoy en las baldosas de la pared jugando con un mechn de pelo, enrollando y desenrollndolo alrededor de un dedo, como si estuviera pensando. - Ests segura de que lo quieres saber? - S, estoy segura - dije impaciente- . Dime lo que pas. - En realidad nadie lo sabe - dijo Dawn, sin mirarme a los ojos- . Bueno, quiero decir que... nadie est seguro. Suspir con ansiedad. - Empieza desde el principio - le apremi. Dawn esper a que pasara un grupo de animadoras, con sus uniformes de color azul y blanco, riendo y empujndose en broma contra las paredes.Pgina 35 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Cuando dieron la vuelta a la esquina, Dawn solt su mechn de pelo y avanz un paso hacia m. - Ocurri el pasado enero. Haca mucho calor para ser un da de enero. Louisa y Jonathan fueron a dar un paseo en bici a las cascadas. No se sabe bien cmo, Louisa se despe con la bicicleta por las cascadas y muri. Aguant la respiracin y cerr los ojos. - Por las cascadas? Intent no imaginrmelo, era demasiado horrible. El agua de la cascada caa en picado y con fuerza contra las afiladas rocas negras del fondo. - Por las cascadas - repiti Dawn en voz baja. - Pero Jonathan... - empec. En realidad no saba lo que quera decir. - Jonathan le dijo a todo el mundo que haba dejado a Louisa sola durante un par de minutos - continu Dawn, mirando fijamente a la vitrina, con los puos apoyados en la cadera- . Jonathan dijo que haba visto a alguien en el sendero, o al menos eso le pareci. Bueno, fue a ver de quin se trataba, y cuando volvi... No acab la frase. Tragu saliva y mir la foto, que en ese momento se convirti en un borrn de color lleno de tonos azules y rosas, y rodeado de negro. - Y cuando volvi..., Louisa ya no estaba? - consegu preguntar. - Jonathan la busc - respondi Dawn- , y entonces descubri su bicicleta all abajo, destrozada. Se haba estrellado contra las rocas. - Y Louisa? - pregunt con un nudo en la garganta. - Encontraron su cuerpo ro abajo - dijo Dawn susurrando- . Dos das ms tarde. Estaba hecha pedazos. Sofoqu un grito. - Alguien la haba cortado en pedazos? Dawn asinti pesarosa. - La polica dijo que las rocas haban sido las causantes de aquella carnicera. Intent enfocar la imagen de la foto en la vitrina, pero la vea borrosa. Apoy una mano en la pared para mantener el equilibrio.Pgina 36 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Qu historia ms horrorosa! Y pensar que hace poco yo haba subido a las cataratas... con Jonathan. Poda recordarlo todo con absoluta claridad- el rugido del agua en mis odos, el tortuoso sendero que discurra por el bosque, el borde del precipicio y las afiladas rocas en el ro, al pie del abismo. Todas esas imgenes me venan a la mente con claridad. Me volv hacia Dawn, que haba cruzado los brazos. - Por qu se suicid? - pregunt al fin. - Qu te hace pensar que se suicid? - pregunt Dawn con un tono de inquietud que me sorprendi. - Qu? - pregunt boquiabierta, imaginando lo que intentaba decirme. El director del instituto, el seor Thomasson, pas de largo frotando suavemente con un pauelo hmedo una mancha en su corbata amarilla. Levant la mirada hacia nosotras al pasar a nuestro lado, salud solemnemente con un gesto y entr en su despacho, todava concentrado en su corbata. - Yo era la mejor amiga de Louisa - me confes Dawn- . Estaba convencida de que era completamente feliz. - Suspir, bajando la mirada, y a continuacin aadi- : Supongo que nunca se llega a conocer realmente a otra persona, aunque sea una amiga ntima. Nunca se sabe lo que en realidad le preocupa. - Pero... - La polica decidi que haba sido un suicidio - interrumpi Dawn, mirando fijamente sus zapatillas blancas de deporte. - Por si an no lo sabes, los padres de Jonathan son muy ricos. Consiguieron que la investigacin policial terminara muy pronto. Las palabras de Dawn me dejaron de piedra. Me llev las manos a la cabeza y las apret contra mis palpitantes sienes. - Pero nadie sospech de Jonathan, verdad? - pregunt con voz angustiada. - No. Puede decirse que no - contest Dawn de mala gana. Levant la mirada y la fij en la ma- . Pero surgieron rumores... Ya sabes cmo empiezan los rumores.Pgina 37 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Qu clase de rumores? - apremi. - Rumores, simplemente - replic Dawn con nerviosismo- . Algunos decan que Jonathan y Louisa haban tenido una discusin muy fuerte, que Jonathan quera romper con ella y salir con otra. - Con otra? - Bueno... no s quin vio una noche su vehculo aparcado delante de la casa de Ruby. Mir a Dawn inquisitivamente para intentar leer su pensamiento y adivinar lo que ella pensaba que haba ocurrido en realidad. - Dawn, no creers que Jonathan mat a Louisa, verdad? - pregunt. - No, claro que no - contest al instante, demasiado deprisa. Me agarr el brazo y acerc su cara a la ma. - Pero ten cuidado, Annie - susurr. Cuidado? A qu se refera? - Yo tendra mucho cuidado - repiti en un susurro, sin soltarme del brazo. - Dawn... - Me tengo que ir - dijo soltndome por fin- . Ya seguiremos hablando en otro momento, de acuerdo? Antes de que tuviera tiempo de contestar empez a correr pasillo abajo. Ten cuidado? No me poda quitar esas palabras de la cabeza. A qu se refera? Quera decir que tuviera cuidado con Jonathan? Crea realmente que Jonathan haba matado a Louisa? Que la haba empujado por el precipicio? Haba pedido Jonathan a sus padres que acallaran a la polica? - No. De ningn modo. Ella haba dicho que no crea que Jonathan hubiera matado a Louisa, pero por qu me adverta entonces que anduviera con cuidado? Met las manos en los bolsillos de los tejanos y procur dejar de temblar. Quera largarme, ir a mi taquilla, a la clase siguiente, pensar en otra cosa. En cualquier otra cosa. Pero Louisa no me dejaba marchar. Su fotografa me atraa, me llamaba, me arrastraba hacia ella. Me qued all, mirndola intensamente a travs del cristal.Pgina 38 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Dawn me haba contado toda la historia, aunque en realidad no me haba contado nada. Hay una historia detrs de esta historia, verdad Louisa? - le pregunt mentalmente. Hay secretos que t no has confiado a nadie. Misterios que ya nunca revelars. Permanec all en aquel pasillo muy iluminado, con las manos en los bolsillos y escrutando la fotografa como si buscara en aquel hermoso rostro respuestas que se escondan en l. No tengo nocin de cunto tiempo transcurri ni de cunto tard en darme cuenta de que alguien se haba colocado a mi lado, tan cerca que su hombro choc con el mo. Tampoco s cunto tiempo tard en darme cuenta de que esa persona me estaba mirando tan intensamente como yo miraba a Louisa. - No se suicid - dijo l. 8 - Qu has dicho? - contest sobresaltada. Me alej un paso de l y observ con detenimiento su rostro. Llevaba unas gafas redondas con una fina montura dorada. Era ms bajo que yo, y ms flaco que un fideo. Tena la cara larguirucho, con unos grandes ojos castaos, exagerados por las gafas. El pelo era tambin castao, con un corte en forma de cepillo. Al dar otro paso haca atrs observ que llevaba una camisa de rayas verdes y negras, con unos anchos pantalones marrones de algodn. Me sonri con nerviosismo y parpade dos o tres veces tras sus gafas. - Hola - dijo con timidez- . Ayer estuviste en la sala de ordenadores despus de clase, verdad? - Tena una voz sorprendentemente grave. No paraba de parpadear con agitacin y de pasar los libros de una mano a la otra mientras hablaba. - S - contest. - Yo tambin estaba all. Me viste? Negu con la cabeza y sonre. - Estaba tan concentrada en mi trabajo que no vi a nadie - confes.Pgina 39 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

La decepcin se reflej en su rostro alargado. - Me llamo Ryan - dijo con timidez. - Hola - contest- . Ryan es tu nombre de pila o tu apellido? - Tengo un nombre que podra pasar por apellido - replic mientras se dibujaba una ligera sonrisa en su rostro- . Pero Ryan es mi nombre de pila, Ryan Baker. - Yo me llamo Annie Kiernan - le dije. - Ya lo s - me repuso, e inmediatamente se sonroj- . Bueno, o que alguien te llamaba por el nombre. Eres nueva, verdad? - S - contest, echando una ojeada al reloj que haba fuera del despacho del director. De un momento a otro sonara la campana. Se aclar la garganta inquieto y volvi su mirada hacia la fotografa de Louisa. - Era muy buena amiga ma - confes sin emocin alguna- . Me refiero a que ramos ntimos amigos. - Ah, s? - No saba qu decir. - No salimos juntos ni nada - continu Ryan sin apartar la mirada de la vitrina- . Slo ramos muy buenos amigos. En realidad... - Vacil unos instantes y opt por no continuar- . Qu desgracia! - mascull de un modo extrao. Haba algo en Ryan que me haca sentir incmoda. Supongo que se trataba de su nerviosismo. - Has odo toda la historia? - me pregunt, mirando a Louisa. - S, casi toda - contest. - Bueno, pues no se suicid! - grit con repentina vehemencia. Eso es lo que me haba parecido or cuando me habl por primera vez: No se suicid. - Cmo lo sabes? - inquir, dando otro paso hacia atrs. - Lo s - salt l, y se volvi a poner colorado. Son la campana y los dos dimos un respingo. Vacil por un momento. l no se movi. - Creo que deberamos ir a clase - dije, impaciente por deshacerme de l. Asinti pero sin moverse.Pgina 40 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Qu haces el sbado, Annie? Te gustara ir al cine? Su invitacin me tom por sorpresa y me qued boquiabierta, mirndole embobada como si no le hubiese entendido. Debi pensar que era una estpida. Por qu Ryan me haca sentirme tan incmoda? - Supongo que estars ocupada - mascull compungido- . Bueno, quizs en otra ocasin. Me acord de que el sbado tena una cita con Jonathan, y que la tarde la tendra ocupada. - S, en otra ocasin - contest, sintindome ridcula- . Encantada de conocerte, Ryan. Murmur algo, evitando mirarme a los ojos, y se fue precipitadamente. Le observ desaparecer al doblar la esquina. - Qu chico ms raro! - dije en voz alta. Luego, echando una ltima mirada a Louisa corr hacia clase. La tarde result un desastre. Me equivoqu de pgina al hacer los deberes de matemticas, y el seor Woolrich se burl de m delante de toda la clase. El seor Woolrich es un tipo demasiado susceptible. Luego me atragant al beber de una fuente junto al gimnasio, y un chico al que nunca haba visto empez a darme fuertes palmadas en la espalda para que dejara de toser. Desde luego no me ayud en absoluto, y me sent totalmente ridcula. Cuando fui a la sala de ordenadores estaba hecha polvo. Probablemente hubiera sido mejor ir a casa y tumbarme en el sof a ver la televisin el resto de la tarde, pero todava tena que escribir en el ordenador varias pginas para el trabajo. No haba ms que dos chicas escribiendo frenticamente al fondo de la sala. Busqu a Ryan con la mirada y respir aliviada al comprobar que no estaba all. Slo pensar en l me haca sentir incmoda. A lo mejor tengo prejuicios hacia los chicos que son ms bajos que yo, pens. No. sa no era la razn por la que me desagradaba. Simplemente se trataba de que era un chico demasiado nervioso y raro. Adems sePgina 41 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

dedicaba a decirme cosas reveladoras y espeluznantes, y no me conoca de nada. Louisa no se suicid. Por qu me haba dicho eso? Intentaba asustarme a propsito? Sacud la cabeza como si intentara sacar a Ryan de mis pensamientos. Tom mi disquete y lo insert en el mismo ordenador que haba utilizado con anterioridad, en la primera fila. Encend el ordenador, localic mi archivo y lo recuper. El ordenador hizo un zumbido y apareci una pantalla vaca. - Pero qu pasa! - grit en voz alta. Dnde estaban todas las notas que haba escrito el da anterior? Debo haber hecho algo mal. Tienen que estar aqu. Tienen que estar aqu por fuerza, pens. - Qu porquera de ordenadores! - dije entre dientes Apagu el ordenador y lo volv a encender. Recuper mi archivo. El aparato volvi a emitir un zumbido, obediente. El nombre de mi archivo apareci en la parte superior de la pantalla, pero el resto estaba en blanco: no haba absolutamente nada. Se me hizo un nudo en la garganta y me empec a encontrar mal. - Dnde has escondido mis cosas? - le pregunt al ordenador. Me qued mirando la pantalla vaca con incredulidad y rabia. Mis notas... Todo mi trabajo haba desaparecido. Estaba borrado. Puls las teclas, con una sensacin de pesadez en el estmago, y desplac la pantalla hacia abajo, pgina por pgina. All no haba nada. Todas las pginas estaban vacas. - No! - grit con desesperacin- . Esto es imposible! Espera. Haba algo al final del archivo: dos frases. Estaba tan irritada que tard un rato en prestar atencin a las palabras. Mientras las lea, la sensacin de pesadez que tena en el estmago se me fue extendiendo por todo el cuerpo y me entraron escalofros. En la parte inferior de la pantalla pona: ALJATE DE JONATHAN.Pgina 42 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

AS SALVARS LA VIDA. 9 Me di cuenta de que aquello no haba sido un accidente. El ordenador no haba borrado mis notas. Alguien si haba dedicado a eliminar todo mi trabajo y luego haba escrito aquel mensaje amenazador al final. - Quin? - grit sin darme cuenta de que estaba hablando en voz alta. Me di la vuelta y vi a dos chicas al fondo de la sala que levantaban la mirada hacia m. Dej el disquete dentro del ordenador y lo apagu. Luego met los libros en la mochila y sal precipitadamente de la habitacin. Respiraba aceleradamente y me estallaban las sienes. Ech a correr por el pasillo y baj las escaleras, con las zapatillas golpeando ruidosamente el suelo. Quin me puede haber hecho esto?, me pregunt. Todo mi trabajo... Con lo atrasada que ya iba respecto a los dems! Me entraron ganas de llorar pero me contuve. Quin lo habr hecho? Ech a correr entre clases vacas, me cruc con un hombre de la limpieza que llevaba dos grandes papeleras grises y pas de largo la silenciosa hilera de taquillas. Me detuve bruscamente frente a la vitrina de Louisa. No te pares, me dije. Pero algo me oblig a detenerme. Louisa me miraba intensamente. Su sonrisa haba cambiado. Me estaba advirtiendo, me estaba avisando de que deba mantenerme alejada de Jonathan. No! - No desvares, Annie - me reproch en voz alta. Hice un esfuerzo por no mirar la fotografa y dobl la esquina corriendo. O risas ms adelante. Dawn estaba apoyada en su taquilla junto a Caleb, con los libros y cuadernos a sus pies.Pgina 43 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Se estaban desternillando y pararon de repente cuando vieron que me acercaba. - Me tengo que ir - dijo Caleb agachndose para recoger algunos de los libros y drselos a Dawn- . Qu tal te va? - pregunt dirigindose a m. - De maravilla! - repliqu con sarcasmo. Pero Caleb ya se haba ido, saludando a Dawn con la mano y sin esperar la respuesta. - Hola Annie, qu te pasa? - pregunt, recogiendo el resto de sus cosas. - Alguien ha borrado todo mi trabajo - le espet casi sin aliento. Dawn se irgui, dejando sus libros en el suelo. - Qu? Repet lo que acababa de decir y se qued boquiabierta. Le dije lo del aviso al final del archivo que me adverta que deba mantenerme alejada de Jonathan. Se qued pensativa y se pas la mano por el cabello - Quin puede haber hecho una cosa tan extraa? - pregunt. Me encog de hombros. - Si ni siquiera conozco a nadie - me lament- . Es mi segundo da en este estpido instituto! - Quieres que vayamos a algn sitio y hablemos de lo que te ha ocurrido? - No lo s - contest, sintindome desgraciada- . Creo que me ir a casa. Hoy he tenido un da horrible. - Guard silencio al ver a Jonathan doblando la esquina. Tena la cabeza gacha y andaba a paso rpido, dando grandes zancadas. Una sonrisa Ilumin su rostro al verme. - Hola! - grit. Se acerc rpidamente hacia nosotras, con su mochila al hombro y una raqueta con una funda azul en la mano- . Qu hacis aqu todava? - Han castigado a Caleb y he ido a verle para que me d unos apuntes explic Dawn. - Pues yo dira que debes de estar muy apurada para pedirle los apuntes a Caleb - brome Jonathan.

Pgina 44 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Son mis apuntes. Necesitaba que me los devolviera - dijo Dawn. Guard silencio y se puso a recoger sus cosas del suelo. Jonathan fij su atencin en m. - Y t? qu ests haciendo? Sent un miedo repentino. De pronto me vino a la mente la amenaza en la pantalla del ordenador, y la cara de Louisa en la fotografa. La mataste, Jonathan?, me pregunt en ese momento. Mir a Jonathan a los ojos. Le tena miedo de verdad? No. El sentimiento de temor se desvaneci rpidamente. Me sonrea con afecto, tmidamente, mientras se pasaba la mano por el espeso cabello. Sus ojos verdes tambin parecan sonrer. Jonathan no es un asesino, conclu. - Estaba en la sala de ordenadores - le dije- . Pero a mi disquete le ha pasado algo y se ha borrado todo lo que haba escrito. - No me sorprende - replic Jonathan. - Cmo? - le mir sorprendida por su comentario. Dawn tambin le observ extraada. - Esos ordenadores Apple estn hechos polvo - explic Jonathan, dndose distradamente golpecitos en el hombro con la raqueta- . Se caen a trozos. Mi primo va a Frankling Heights y dice que en la sala de ordenadores tienen docenas de Macintosh nuevos. - Bueno, no s si ha sido culpa del ordenador o no, pero el caso es que todo mi trabajo se ha ido a pique. - No le dije nada de la amenaza que alguien me haba escrito al final del archivo. Dawn meti rpidamente los libros y sus cosas en la taquilla y cerr la puerta con llave. - Tengo prisa. - Se volvi hacia Jonathan- . Qu ests haciendo por aqu a estas horas? Tambin te han castigado? l levant la raqueta de tenis. - Tengo entrenamiento con e equipo e tenis - contest- . Este ao competiremos a nivel estatal. - Lo habrs soado! - mascull Dawn sarcsticamentePgina 45 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Jonathan sonri de oreja a oreja. - No, en serio - dijo. - Me tengo que ir - dijo Dawn, volvindose hacia m- Llego tarde al trabajo y siempre me rien. - Hasta luego - respond, pensando todava en las notas que se me haban borrado. - Quieres hacer algo el sbado por la tarde? - me grit desde mitad del pasillo- . Tengo una clase por la maana pero luego podramos ir al centro comercial, si te apetece. - No puedo - le contest- . Voy a ir con Jonathan a probar mi nueva bici. Quieres venir con nosotros? - No, gracias. Tengo que ir de compras. Ya nos veremos - dijo saliendo por la puerta. Jonathan y yo nos quedamos solos en el largo y solitario pasillo. l empez a girar el mango de la raqueta ensimismado No se me ocurra nada que decir... Me pregunt si deba contarle que saba lo de Louisa, pero no pareca el momento ni el lugar apropiados. A lo mejor se lo digo el sbado - pens- , o a lo mejor no. Qu gano con decrselos? Tena la mente en blanco. - Me- me acompaas a casa? - pregunt tartamudeando otra vez con nerviosismo- . O prefieres que te acompae a la tuya? Sonri pero hizo un gesto negativo. - No puedo. Tengo que volver al entrenamiento. SIo he venido para hacer una llamada. - Bueno - contest, colocndome bien la mochila en la espalda- . Hasta luego. Me apetece mucho lo del sbado. - A m tambin - dijo mientras haca girar la raqueta de tenis. Caminamos juntos por el pasillo vaco; slo se oa el eco de nuestros pasos. Jonathan empuj la puerta pero se detuvo de pronto. Dud un momento y entonces se inclin hacia m y me bes, presionando suavemente sus labios contra lo mos, y despus con ms fuerza.

Pgina 46 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

Me qued tan estupefacta que tragu saliva ruidosamente. De repente, al mirar por encima de su hombro mientras nos besbamos, observ que algo se haba movido rpidamente. Alguien nos estaba observando desde el fondo del pasillo. Me separ de Jonathan para descubrir quin era, pero el desconocido se apart rpidamente aunque consegu distinguir la imagen de unos cabellos pelirrojos. Era Ruby! - Ven aqu, Goggles, sintate en mis rodillas. - Me haba pasado diez minutos llamando al gato desde e1 silln, pero el muy testarudo se limitaba a mirarme inmvil, delante de la puerta de su guarida, como si estuviera loca- . Muy bien, qudate ah - dije totalmente harta y mosqueada- . Si quieres ser un antiptico, se es tu problema, bola de sebo peluda. Al segundo de haber dicho eso el muy testarudo corri hacia m y salt encima de mis rodillas. Solt una carcajada. - Tendr que utilizar estas tcticas ms a menudo - le dije, acariciando su pelo suave. Goggles me soport durante un minuto y despus se esfum. Era viernes por la noche y estaba sola en casa. Me senta inquieta; mis padres estaban en una fiesta, en la escuela universitaria, y mi hermano Kenny iba a pasar la noche en casa de uno de sus nuevos amigos. Daba nerviosos golpecitos en el brazo de la butaca de cuero con los dedos, sin saber qu hacer. No haba nada interesante en la tele. Todava no tenamos televisin por cable, as que slo poda elegir entre tres canales. Tampoco me apeteca buscar ms informacin para mi trabajo de ciencias sociales. A quin le apetece ponerse hacer los deberes un viernes por la noche? - Goggles, adnde ras t? - le pregunt, pero enseguida me pareci una enorme estupidez plantearle mis problemas al gato. Goggles no era la compaa adecuada en ese momento. Me levant, pensando que tal vez podra lavarme el pelo y hacerme un peinado como el de una modelo que haba visto en una foto de la revista Seventeen. Cuando me diriga hacia la puerta, me vino de nuevo a la mente la foto de Louisa. Record su pelo. Era tan rubio como el mo, aunque ms bonito yPgina 47 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

ondulado, con una cada muy natural. Era el tpico pelo que no daba dolores de cabeza. Bueno, seguro que ahora ya no le da dolores de cabeza - pens con tristeza- . Est muerta. No pude evitar imaginarme por ensima vez a la pobre Louisa cayendo por las cascadas con la bicicleta, chillando hasta golpearse contra las afiladas rocas y produciendo un chasquido estremecedor. No! Por qu no me poda quitar esa horripilante escena de la cabeza? Por qu no poda dejar de pensar en ella y en su macabra muerte? Piensa en algo agradable - me dije- . Aparta a Louisa de tus pensamientos, concntrate en algo bueno que te haya ocurrido. Entonces me puse a pensar en Jonathan. Me pregunt qu estara haciendo en ese momento, si estara en su casa tan aburrido como yo. Llmalo, no seas tonta!, pens. Me dej caer en el silln y descolgu el telfono. Dud unos instantes y empec a ponerme nerviosa. No te lo pienses Annie - me dije- . Llmalo. No pasa nada! Con el auricular en la 'Mano, me di cuenta de que no tena el telfono de Jonathan. Llam a informacin y lo ped. Luego, repitiendo el nmero varias veces para no olvidarlo, lo marqu rpidamente antes de que me diera tiempo a arrepentirme. Escuch un tono, dos tonos... Estaba apretando el auricular tan fuerte que me dola la mano, as que afloj un poco. Tres tonos... No est en casa - pens decepcionada- . No contesta nadie. Al or el cuarto, alguien descolg el telfono. - Diga? - Seora Mo- ,Morgan? - tartamude. - Eres t, Ruby? - pregunt la seora Morgan sorprendida- . An no ha pasado Jonathan a recogerte? Ya hace mucho rato que ha salido hacia tu casa. Me qued de piedra, con la sangre helada en las venas. Segua paralizada, como si me hubieran tirado un jarro de agua fra. - Ruby? - pregunt la madre de Jonathan.Pgina 48 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Perdone, me- me he equivocado - consegu decir, y colgu el telfono. Jonathan ha quedado con Ruby esta noche! Me reproch el sentirme tan dolida. Tena todo el derecho del mundo a salir con Ruby. Despus de todo no es que Jonathan y yo... No estbamos... Nunca me dijo que... Respir profundamente y me control un poco. Trat de tranquilizarme, de evitar que la rabia se apoderara de m. Mir al suelo. Goggles me estaba mirando con sus gran- des ojos azules. - Jonathan ha salido con Ruby esta noche - le dije al gato. Son el telfono y pegu un brinco. Goggles sali pitando. Enseguida descolgu el auricular. Una voz spera empez a hablar antes de que me diera tiempo de decir nada. - Los ordenadores no mienten - dijo- . Aljate de Jonathan Morgan. Una novia muerta es suficiente. 10 Me result imposible dormir pensando sin parar en aquella voz y en aquel desagradable mensaje. Al principio no me haba asustado, ms bien me haba puesto furiosa. Acaso pensaba alguien que iba a conseguir alejarme de Jonathan con estpidas amenazas telefnicas?. Pero cuanto ms pensaba en ello, ms miedo tena. La persona que haba llamado saba lo del ordenador. Seguro que l o ella era quien haba borrado el disquete donde tena mi trabajo. No sera la misma persona que haba rajado las ruedas de la bici de Kenny la tarde que conoc a Jonathan? En cualquier caso, la persona que haba llamado saba cmo contactar conmigo y dnde viva: Me encog de hombros. Record de pronto una pelcula que haba visto en la tele sobre una niera que se quedaba sola en una casa y empezaba a recibir llamadas telefnicas amenazadoras. Y resulta que la persona que telefoneaba estaba en la casa con ella, en el piso de arriba! Me levant y empec a registrar la casa frenticamente, para asegurarme de que todas las puertas estaban bien cerradas. Como si eso pudiera ser de gran ayuda si alguien se propona de verdad entrar en mi casa!Pgina 49 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Ha sido slo una broma pesada - me dije a m misma en voz alta. Me tembl tanto la voz que no hubiera podido tranquilizar a nadie. Volv a pensar en Louisa. Estaba muerta de verdad; eso s que no era una broma pesada. Ms tarde me fui a la cama pero no consegu dormirme. Las sombras en el techo de mi habitacin parecan rocas afiladas. Las mir con ojos desorbitados y un nudo en la garganta. La spera voz de la llamada me daba vueltas en la cabeza, como si fuera el susurro del agua precipitndose por el abismo de las cascadas. No s cmo, pero al final consegu dormirme. A la maana siguiente llam a Dawn por telfono; necesitaba hablar con alguien. - Me tengo que ir enseguida - me dijo sorprendida de que la llamara tan temprano- . Los sbados por la maana tengo clase de ingeniera elctrica. Qu pesadez! - Tienes qu? - le pregunt, segura de no haber entendido bien. - Ya me has odo - dijo quejndose- . Es una clase de iniciacin sobre instalaciones elctricas. Son dos horas cada sbado por la maana. Ruby cree que las chicas tenemos que saber hacer cosas de sas, ya sabes, al menos aprender las tcnicas. As es que me ha convencido para que me apunte a esta asignatura con ella. - Cmo lo ha conseguido? - pregunt. - Bueno, el profe est muy bueno... - - empez Dawn suspirando- . La verdad es que no lo s. Slo hemos ido a clase dos semanas, y por el momento es bastante interesante. Nos habla de circuitos y todo eso. - Qu curioso - contest. - Y t qu tal? - me pregunt. - Ayer por la noche recib una llamada rarsima. - Le expliqu lo de la amenaza por telfono. - Qu barbaridad! - exclam Dawn- . Se lo has dicho a tus padres? - Bueno... no - contest. - Quiz 'se lo deberas decir - insisti Dawn- . A lo mejor ese loco amenaza en serio. Me parece que sera mejor que tus padres estuvieran al corriente.Pgina 50 de 102

La novia muerte

R. L. Stine

- Qu te hace pensar que es un hombre y no una mujer? - pregunt. Dawn se qued callada un momento. - Por qu lo dices? Quin crees que es? - me pregunt por fin. - Tal vez Ruby - contest. No se me haba ocurrido pensar en Ruby. En realidad no haba sospechado de ella hasta ese mismo instante. Pero de repente, aquel susurro spero me son mucho a la voz de Ruby. - Ruby? - se sorprendi Dawn- . Oye, Annie! No lo creo. - Pero Dawn... - No tienes que dudar de ella - me interrumpi Dawn- . No deberas dejarte llevar por la primera impresin que te haya causado. De verdad que no tienes por qu desconfiar de ella. - Bueno, t la conoces mejor que yo - dije, no demasiado convencida- . Pero haba algo en ese susurro... - Venga ya! Por qu iba a asustarte Ruby para alejarte de Jonathan? pregunt Dawn. - Para empezar, porque ayer por la no