SEGUNDO DOMINGO DE PASCUAFiesta de la Divina Misericordia

Concluimos la octava de pascua con esta fiesta que Juan Pablo II instituyó para laocasión por petición de una religiosa polaca que él mismo canonizó.

Hoy, el Papa Francisco ha querido canonizar a dos predecesores suyos que hanmarcado la historia reciente de la Iglesia:

A Juan XXIII, ahora San Juan XXIII, esta mañana durante la homilía de laceremonia, Francisco lo denominó el Papa de la docilidad al Espíritu. Ya loconocíamos como el Papa bueno por su figura regordeta y bonachona y porque loeligieron para ser un Papa de transición y resultó ser un auténtico revolucionario.A eso se refiere nuestro Papa. Porque fue Angelo Roncalli fue el Papa de la pazen medio de la guerra fría entre los dos grandes poderosos del mundo, pero fuetambién el Papa que convocó y reunió el Concilio Vaticano II, hace 50 años, elacontecimiento eclesial más relevante del siglo XX pues fue el concilio que marcóla pauta de profundos cambios en la iglesia, abriéndola al mundo moderno. EstePapa fue quien dijo que el aire de la Iglesia estaba enrarecido y que había queabrir las ventanas para que entrase aire fresco… fue el Papa que pronosticó queel siglo XXI sería el siglo de los laicos…y también quien afirmó que la Iglesia noestaba para condenar a nadie sino para acoger y salvar…

Y de Juan Pablo II, ahora San Juan Pablo II, Francisco dijo que era el Papa de lafamilia. Mejor no pudo llamarlo pues no hay discurso suyo, intervención pública,documento, que no hable del asunto. Parece ser que Karol Wojtyla, quería serrecordado por esto y lo consiguió!!

Fue precisamente San Juan Pablo II quien escribió una encíclica, DIVES INMISERICORDIA, rico en misericordia, donde afirma que esa es la esencia de Diosmismo, es su virtud característica, su rasgo típico…un Dios que se inclina ante eldébil para levantarlo..

Así, pues, en ese marco de fiesta eclesial, estamos celebrando la pascua deCristo. Un paso que nunca es en vano porque produce transformacionesprofundas como la que tuvo la primitiva comunidad cristiana compartiendo encomún no solo su amistad sino sus bienes incluso, mostrando que los efectos dela resurrección no son solo la alegría y el pasarla rico, sino llegar a darse a símismos con total generosidad y desprendimiento.

Un paso que deja huella aún en aquellos escépticos como Tomás que hadesafiado la fe de quienes testimoniaban haber estado con el resucitado y que alconfrontarse cara a cara con el retado-careado no tiene más alternativa que decirSeñor mío y Dios mío!

Por eso, dichosos los que han creído sin haber visto, dice Jesús. Y San Pabloaños después dirá también “ustedes lo aman sin haberlo visto…seguros dealcanzar el término de esa fe: su salvación”. Pidámosle al Señor esta noche el donde la fe como patrimonio y de la misericordia como imagen suya que somos.