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p. AGUAYO, J. CAPEL, O. GARRIDO, B. PADIAL coordinación del catión como un OH y cediendo un protón a un ion O^" próximc; para formar otro OH. Sobre esta superficie de grupos OH se adsorberían a su vez moléculas de agua. Este mecanismo explica a la vez la reactividad al agua de estos sistemas y la diversidad de energías de adsor- ción de la misma. La molienda seca aumenta también la reactividad del material que se estudia frente a los ácidos. Los resultados obtenidos a este respecto se tratarán en otra comunicación en relación con la extracción de alúmina de silicatos activa- dos por aportación de energía mecánica. BIBLIOGRAFÍA 1. KELLEY, W . P . y JENNY, H.: The relation of crystal structure to base exchange and its bearing on base-ex- change in soils. Soil Sei. 41, 1936, 367-382. 2. LAWS, W. D. y PAGE, J. B.: Changes produced in kaolinite by grinding. Soil ScL 62, 1946, 319-336. 3. PERKINS, A. T.: Kaolin and treated kaolins and their reactions. Soil. Sei. 65, 1948, 185-192. 4. KÖHLER, E.; HOFMANN, L.; SCHARRER, E. y FRUHAUF, K.: Über den einfluss der Mahlung au Kaolin und Ben- tonit. Ber. Deutsch. Keram. Ges. 37, 1960, 493-498. 5. AKAMATU, H. y TAKAHASHI, H.: Catalytic activity of Kaolin minerals. Clay Sei. 5, 1965, 197-205. 6. JUHASZ, Z.: Mechanochemische Activierung von Sili- katmineralen durch Trochen-Feinmahlen. Aufberei- tung Teschnik, 1974, 559-562. 7. JUHASZ, Z.: Mechano-Chemical activation of kaolin minerals. Acta Mineral, Petrograph, 1980, 121-145. 8. GONZÁLEZ GARCÍA, F.; Ruiz ABRIÓ, M. T. y GONZÁ- LEZ RODRÍGUEZ, M.: Effects of dry grinding on two kaolins of different degrees of crystallinity. Clay Mi- ner. 26, 1991,549-565. 9. PÉREZ RODRÍGUEZ, J. L.; MADRID SÁNCHEZ DEL VL LLAR, L. y SÁNCHEZ SOTO, P. J.: Effects of dry grinding on pyrophyllite. Clay Miner. 23, 1988, 399-410. 10. NEMECZ, E.: PyrophylHte ITc occurrence at Pázmand (Hungary) in fluorine-activized environtment. Aeta Ceol Hung. 27, 1984, 191-202. 11. MESA LÓPEZ COLMENAR, J. M.: Tesis Doctoral. Uni- versidad de Sevilla (España), 1986. 12. BENNET, H. y REED, R. O.: Chemical Methods of Silicate Analysis. Acad. Press. London, 1971. 13. GALÁN, E.; DOVAL, M. y ORTEGA, M.: Comunicación privada, 1982, 141-143. 14. BOLDYREV, V. v.: Mechanochemistry of inorganic solids. Termoehim. Aeta, 110, 1987, 303-317. 15. GONZÁLEZ GARCÍA, F. y MUNUERA, G.: Étude de la surface du rutile. Rev. Chim. Miner. 7, 1970, 1023- 1040. BOL. SOC. ESP. CERAM. VIDR. 31 (1992), 8, 304-311 Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas p. AGUAYO*, J. CAPEL*, O. GARRIDO**, B. PADIAL** * Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada ** Estación Experimental del Zaidín, CSIC Prof. Albareda 1. 18008 Granada RESUMEN. Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas. El estudio realizado ha consistido en la identificación del área fuente de aprovisionamiento de la materia prima arcillosa que sirvió para la elaboración de algunas de las vasijas cerámicas correspondientes a un contexto domés- tico perteneciente a la primera mitad del II mUenio a.C. (1650 ± 80) (siglos XVIII-XVI) del yacimiento arqueoló- gico de Ronda la Vieja (Ronda, Málaga). Para ello se han comparado las asociaciones de foraminíferos y nanno- plancton, presentes, tanto en las arcillas, como en algunas de las piezas cerámicas analizadas. Aproximadamente una tercera parte de éstas han sido manufacturadas con arcillas pertenecientes a los afioramientos más cercanos al yacimiento arqueológico. Estas arcillas proceden de una sedimentación marina de la cuenca más occidental de las depresiones intrabéticas, datables por bioestrati- grafía a finales del Mioceno (Tortoniense-Mesiniense). PALABRAS CLAVE. Fuentes de arcilla, fabricación cerámicas, arqueológicas ABSTRACT. Identification of the source area of the clay materials to fabricate archeological ceramics. The object of this study is the identification of the source area of the clay materials used for the manufac- turing of ceramic vessels utilized for domestic purposes during the first half of the second milenium a. C. (1650 ± 80) (s. XVIII-XVI). These ceramics were found in the archaeological site of Ronda la Vieja (Ronda, Málaga). For this purpose, the associations of foraminifera and nannoplanct present in the clay materials and ceramic sherds were compared. Ap- proximately a third of the Ronda la Vieja ceramics seem to be manufactured from clay materials ocurring in the neighbourhood of the archeological site. These materials derive from marine sedimentation that took place in the western part of the intrabetic basing and they are upper Miocene (Messinian-Tortonian) according to their biostratigraphic features. IOEY WORDS. Source area clay, archeological cera- mics. 304 BOL. SOC. ESP. CERAM. VIDR. VOL. 31 - NUM.4

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p. AGUAYO, J. CAPEL, O. GARRIDO, B . PADIAL

coordinación del catión como un OH y cediendo un protón a un ion O^" próximc; para formar otro OH. Sobre esta superficie de grupos OH se adsorberían a su vez moléculas de agua. Este mecanismo explica a la vez la reactividad al agua de estos sistemas y la diversidad de energías de adsor­ción de la misma.

La molienda seca aumenta también la reactividad del material que se estudia frente a los ácidos. Los resultados obtenidos a este respecto se tratarán en otra comunicación en relación con la extracción de alúmina de silicatos activa­dos por aportación de energía mecánica.

BIBLIOGRAFÍA

1. KELLEY, W . P . y JENNY, H.: The relation of crystal structure to base exchange and its bearing on base-ex­change in soils. Soil Sei. 41, 1936, 367-382.

2. LAWS, W . D . y PAGE, J. B.: Changes produced in kaolinite by grinding. Soil ScL 62, 1946, 319-336.

3. PERKINS, A. T.: Kaolin and treated kaolins and their reactions. Soil. Sei. 65, 1948, 185-192.

4. KÖHLER, E.; HOFMANN, L.; SCHARRER, E. y FRUHAUF, K.: Über den einfluss der Mahlung au Kaolin und Ben-tonit. Ber. Deutsch. Keram. Ges. 37, 1960, 493-498.

5. AKAMATU, H. y TAKAHASHI, H.: Catalytic activity of Kaolin minerals. Clay Sei. 5, 1965, 197-205.

6. JUHASZ, Z.: Mechanochemische Activierung von Sili­katmineralen durch Trochen-Feinmahlen. Aufberei­tung Teschnik, 1974, 559-562.

7. JUHASZ, Z.: Mechano-Chemical activation of kaolin minerals. Acta Mineral, Petrograph, 1980, 121-145.

8. GONZÁLEZ GARCÍA, F.; Ruiz ABRIÓ, M. T. y GONZÁ­LEZ RODRÍGUEZ, M.: Effects of dry grinding on two kaolins of different degrees of crystallinity. Clay Mi­ner. 26, 1991,549-565.

9. PÉREZ RODRÍGUEZ, J. L.; MADRID SÁNCHEZ DEL VL LLAR, L. y SÁNCHEZ SOTO, P. J.: Effects of dry grinding on pyrophyllite. Clay Miner. 23, 1988, 399-410.

10. NEMECZ, E.: PyrophylHte ITc occurrence at Pázmand (Hungary) in fluorine-activized environtment. Aeta Ceol Hung. 27, 1984, 191-202.

11. MESA LÓPEZ COLMENAR, J. M.: Tesis Doctoral. Uni­versidad de Sevilla (España), 1986.

12. BENNET, H. y REED, R. O.: Chemical Methods of Silicate Analysis. Acad. Press. London, 1971.

13. GALÁN, E.; DOVAL, M. y ORTEGA, M.: Comunicación privada, 1982, 141-143.

14. BOLDYREV, V. v.: Mechanochemistry of inorganic solids. Termoehim. Aeta, 110, 1987, 303-317.

15. GONZÁLEZ GARCÍA, F. y MUNUERA, G.: Étude de la surface du rutile. Rev. Chim. Miner. 7, 1970, 1023-1040.

BOL. SOC. ESP. CERAM. VIDR. 31 (1992), 8, 304-311

Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas

p. AGUAYO*, J. CAPEL*, O. GARRIDO**, B. PADIAL** * Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada

** Estación Experimental del Zaidín, CSIC Prof. Albareda 1. 18008 Granada

RESUMEN. Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas.

El estudio realizado ha consistido en la identificación del área fuente de aprovisionamiento de la materia prima arcillosa que sirvió para la elaboración de algunas de las vasijas cerámicas correspondientes a un contexto domés­tico perteneciente a la primera mitad del II mUenio a.C. (1650 ± 80) (siglos XVIII-XVI) del yacimiento arqueoló­gico de Ronda la Vieja (Ronda, Málaga). Para ello se han comparado las asociaciones de foraminíferos y nanno-plancton, presentes, tanto en las arcillas, como en algunas de las piezas cerámicas analizadas. Aproximadamente una tercera parte de éstas han sido manufacturadas con arcillas pertenecientes a los afioramientos más cercanos al yacimiento arqueológico. Estas arcillas proceden de una sedimentación marina de la cuenca más occidental de las depresiones intrabéticas, datables por bioestrati-grafía a finales del Mioceno (Tortoniense-Mesiniense).

PALABRAS CLAVE. Fuentes de arcilla, fabricación cerámicas, arqueológicas

ABSTRACT. Identification of the source area of the clay materials to fabricate archeological ceramics.

The object of this study is the identification of the source area of the clay materials used for the manufac­turing of ceramic vessels utilized for domestic purposes during the first half of the second milenium a. C. (1650 ± 80) (s. XVIII-XVI). These ceramics were found in the archaeological site of Ronda la Vieja (Ronda, Málaga). For this purpose, the associations of foraminifera and nannoplanct present in the clay materials and ceramic sherds were compared. Ap­proximately a third of the Ronda la Vieja ceramics seem to be manufactured from clay materials ocurring in the neighbourhood of the archeological site. These materials derive from marine sedimentation that took place in the western part of the intrabetic basing and they are upper Miocene (Messinian-Tortonian) according to their biostratigraphic features.

IŒY WORDS. Source area clay, archeological cera­mics.

304 BOL. SOC. ESP. CERAM. VIDR. VOL. 31 - NUM.4

Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas

1. INTRODUCCIÓN

La cerámica supone uno de los avances técnicos más importantes en el desarrollo tecnológico de la humanidad, si tenemos en cuenta el grado y la continuidad de uso que alcanza a lo largo de la Historia del hombre, desde su aparición hasta nuestros días.

Inicialmente, la cerámica surge en unos grupos sociales donde, su nivel de desarrollo tecnológico y su economía, impone unas funciones fundamentalmente consistentes en almacenamiento, transporte y transformación de alimentos. Esas funciones iniciales fueron ampliándose poco a poco, a medida que fueron necesarios otros usos, hasta alcanzar casi todos los aspectos de la cultura, incluso los ideológicos, pues con ella se realizan representaciones simbólicas o sirven de soporte a expresiones de todo tipo a través de su forma y decoración.

Por su excepcional tafonomía y extendido uso, la cerá­mica es uno de los objetos más abundantes y comunes del registro arqueológico, por ello y por sus características particulares, ha sido muy utilizada para la clasificación y datación de todo tipo de manifestaciones humanas, adjudi­cándoles de manera inadecuada, a nuestro entender, el valor de delimitadora de horizontes culturales, como el elemento más abundante y significativo de la «cultura material» a través de la construcción de tipologías basadas en exclusiva en sus atributos formales (morfometría, decoraciones, tec­nología), sirviendo además, a través del método comparati­vo, de soporte a muchas de las teorías explicativas de los procesos de evolución cultural mediante el difusionismo. No ha recibido, sin embargo, la misma atención la materia prima, la arcilla, que sirve de base para la confección de la cerámica.

La arcilla tiene como principal característica el ser un material con propiedades plásticas debido a su tamaño de partícula, forma laminar y propiedades cristalquímicas de su superficie (1). La existencia en su estructura de cationes de cambio rodeados de moléculas de agua orientadas, será un elemento más que influya en su grado de plasticidad (2).

La arcilla está formada por una serie de minerales que se conoce con el nombre de filosilicatos de la arcilla, los cuales, dependiendo de la estructura cristalina que presen­ten, van a formar grupos diferentes. Así, encontramos los grupos de la ilita, clorita, caolinita, montmorillonita y paligorskita (1); Linares y col. (3).

No todos los minerales de la arcilla tienen igual grado de plasticidad debido a que existan unos parámetros como son: tipo de catión de cambio, tamaño de partícula, cristalinidad, densidad de la carga superficial, presencia de sales solubles y compuestos orgánicos, que la modifican, siendo las arcillas más plásticas las montmorilloniticas y las menos plásticas las caoliníticas, ocupando un lugar intermedio las ilíticas y cloríticas.

Por lo que respecta al origen de los materiales arcillosos hay que decir que se forman a partir de los procesos de meteorización producidos en el suelo. Durante este proceso, los minerales primarios están sometidos a una alteración de carácter hidrolítico, debido a los cambios climáticos, produ­ciéndose, al mismo tiempo, la neoformación de nuevas fases minerales ñlosiücatadas que están en equilibrio con las condiciones ambientales de su formación.

Junto a estos minerales filosilicatados, en un sedimento arcilloso se encuentran otra serie de minerales integrantes de la fracción arena y limo que tienen gran importancia en la definición de su textura. Estas fracciones denominadas

gruesas se presentan en proporciones variables en función de las características mineralógicas de la zona y están integradas, en general, por cuarzo, calcita, dolomita, feldes­patos, yesos e ilita.

Dadas las características de formación que presentan la mayor parte de los depósitos arcillosos, éstos se convierten en un excelente indicador de las características mineralógi­cas del área de donde proceden y, por tanto, una fuente de información de primer orden en el estudio de materiales cerámicos.

2. CARACTERÍSTICAS GEOLÓGICAS Y GEOGRÁFICAS DE LA ZONA DE ESTUDIO

El trabajo aquí presentado se centra en el estudio de un conjunto de cerámicas y de depósitos de arcilla procedentes de la Depresión Natural de Ronda. Esta depresión constituye la parte más occidental de las depresiones héticas. Se trata de un rosario de grandes cubetas sedimentarias, constituidas por sinclinales con unas características litológicas diferentes para cada una de ellas, formadas por series de depósitos marinos y continentales de grosores variables. Su edad es muy tardía, Post-orogénica y por tanto, neógena (4).

La Depresión de Ronda tiene sus límites netamente definidos por las Sierras de los Merinos y Blanquilla al norte y éste, respectivamente; al sur, las Sierras del Oreganal y Sierras de Cartagima que las separan del valle del Genal; por el sudoeste queda cerrada por las Sierras de los Castille­jos y Líber, con el curso del Guadiaron entre ambas, prolon­gándose por el oeste con las Sierras gaditanas de Grazalema, Endrinal y Pinar; por el noroeste y norte está la zona más accesible, bien definida por un umbral en tomo a los 1.000 m. y compartimentado por los pasos abiertos por el Guadalete y sus afluentes, en las Unidades de Lijar, Algámita, Loma de la Cordillera y Sierra BorboUos (5). En ella pueden diferenciarse dos zonas siguiendo la orientación de la red hidrográfica, la meridional, que drena en el Mediterráneo a través de Guadiaro, y la septentrional, formada por la cabe­cera del Guadalete y sus afluentes, que drena en el Atlántico. Ambas zonas se encuentran divididas por las pequeñas elevaciones de las Sierras de la Sanguijuela, Cumbres y Salinas.

Desde el punto de vista geológico, la depresión se divide en otras dos zonas: la occidental, un golfo geo­gráfico por donde discurre el Guadalete, donde predo­minan formaciones calizas y arcillas triásicas; y la oriental, una cuenca marina neógena. La Cuenca de Ronda con una extensión de 300 km^, tiene su cota más alta en el cerro testigo de las Mesas con 999 m. de altitud. En esta zona es donde se ubica el yacimiento que ha suministrado el material cerámico. Está rellena por materiales que han sido repetidamente estudiados, ya desde el siglo pasado. Según F. Serrano (4) los materiales neógenos de la cuenca rondeña se agrupan en conjuntos litoestratigráficos o formaciones que se distribuyen vertical u horizontalmente aflorando en la actualidad en distintas zonas de la cuenca (fig. 1).

La cuenca, resultante del plegamiento alpino, fue inva­dida durante el Mioceno Superior por el mar. Esa invasión o transgresión marina se ha fechado en sus inicios en el Tortoniense superior, para comenzar a retirarse en el Misi-niense inferior, estando totalmente emergida al final del Mesiniense.

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Fig. L Distribución parcial de las formaciones sedimentarias identificadas en la Cuenca de Ronda (según F. Serrano).

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Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas

CORTE i - r NW

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CORTE 1 1 - i r ^ Las Mesas S'*'âe l a s S a l i n a s

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Fç.-Formación de Setenil i.inferior «medio tsuperior

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Svj• "Substrato ante-neogeno /A « Actividad halocinctica

Fig. 2. Cortes litológicos de la Cuenca de Ronda desde el NW al SE y del W al E, incluyendo el asentamiento de Acinipo (según F. Serrano).

Esa evolución paleogeográfica (fig. 3) ha dejado su hue­lla en forma de sucesiones de materiales que se han agrupado en secuencias tipo, de las que nos interesan especialmente las más recientes: la formación de la Mina y de las Mesas (fig. 2). El yacimiento de Ronda la Vieja se sitúa en la cima de la formación de las Mesas, constituida por un tramo de calizas de algas, que pueden alcanzar los 30 m. de potencia y que se sitúan sobre margar y limos arenosos que están caracterizados por la presencia de Globigerinoides elonga-tus, lo que ha permitido suponer que se trata de una subzona, dentro de las biozonas establecidas de edad Mesiniense Superior (Serrano, 1979). Esta formación reposa de forma concordante en la zona del asentamiento sobre la formación de la Mina, compuesta por margas y fimos de una gran potencia, alcanzando en su conjunto unos 825 m. como mínimo.

La presencia de abundante fauna sobre todo en los limos, ha permitido establecer cinco subzonas caracterizadas por la aparición de especies de foraminíferos planctónicos que han suministrado un esquema de datación que, para el tramo superior, se puede estructurar en: subzona de Turborrotalia acostaensis del Tortoniense inferior, subzona de Turborro­talia humerosa y subzona de Globorrotalia suterae, Torto­niense superior, subzona de Globorrotalia mediterránea, para el Messiniense inferior y subzona de Globorrotalia elongatus, para el Messiniense superior (Serrano, 1979:28), base de la formación de Las Mesas. En esta zona de la cuenca, la formación de la Mina se asienta sobre un substrato ante-neógeno.

3. fflPOTESIS Y M E T O D O L O G Í A

Para la realización de este estudio se han elegido como muestras las piezas cerámicas que aparecieron en un contex-

S* de l Tablón

S* de Hontejaqu«

TORTONENSE SUPERIOR-MESSINENSE BASAL

s* d e l Tablón

S* de Montejaqui

MESSINENSE SUPERIOR

Fig. 3. Reconstrucción del proceso de evolución paleogeográfica de la Cuenca de Ronda con la extensión marina durante el neógeno (según

F. Serrano).

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to arqueológico perteneciente al II milenio a. C. (1650 ± 80) (s. XVIII-XVI) de los niveles estratigráficos más antiguos de yacimiento pre y protohistórico de Ronda la Vieja. Esta muestra cerámica formaba parte de un conjunto de vasijas que aparecieron sepultadas bajo el derrumbe de las paredes de una cabana. En el conjunto de este ajuar doméstico están representadas vasijas para cocina, contenedores para alma­cenar tanto líquidos como sólidos, bien para el consumo individual o colectivo.

El número total de fragmentos cerámicos analizados es de 28 que represetan aproximadamente una cuarta parte del conjunto global de las vasijas asociadas a esta cabana de habitación, con una representación de todos los tipos.

Dado que el objetivo del trabajo es la identificación del área fuente de la materia prima utilizada en la fabricación de las cerámicas, se ha procedido a efectuar el muestreo de afloramientos arcillosos en las zonas próximas al asenta­miento, siendo dos los puntos muestreados (fig. 1). La can­tera situada en la parte norte, donde se recogieron dos muestras, muy próximas al enclave arqueológico, es un lugar tradicional de explotación de arcilla, tal y como pone de manifiesto su denominación toponímica «El Tejar».

Por su parte, el afloramiento ubicado al sudeste, al igual que el caso anterior, muy próximos al yacimiento, se ha formado aprovechando los niveles inferiores de las calizas de algas que se encuentran en posición primaria.

Si se tiene en cuenta que el yacimiento arqueológico está situado sobre la formación La Mina-Las Mesas, identificada como una subzona dentro de las biozonas pertenecientes al Messiniense superior, con abundante presencia de foraminí-feros y microflora, como ha quedado recogido en la descrip­ción geológica, se hacía imprescindible llevar a cabo un estudio de la microfauna y microflora con el fin de identificar las diferentes especies presentes y constatar la diferencia o similitud no sólo entre las diferenes matrices cerámicas, sino también con las muestras de arcilla recogidas, pues dadas las condiciones de sedimentación en una cuenca marina, los depósitos de arcilla existentes deben mostrar la misma asociación de foraminíferos y nannoplancton que las matri­ces arcillosas de los fragmentos cerámicos estudiados si éstos han sido fabricados, lógicamente, a partir de estos materiales.

3.1. Metodología

3.1.1 LUPA BINOCULAR

El estudio óptico, para la identificación de foraminíferos, tanto del material cerámico como de la arcilla procedente de los sedimentos muestreados, se ha efectuado con una lupa binocular ZEISS 475084-9901, con oculares de 10 x 25 y objetivos de 0,8, 2 y 6,3 aumentos.

3.1.2. MICROSCOPIO BINOCULAR

En la identificación de la microflora se ha utilizado un microscopio Karl Zeiss, Mod. Standard GEL.

Para la preparación de las muestras se ha procedido según los métodos habituales en micropaleontología en la prepa­ración de las muestras realizando «frotis» de cerámica y arcilla sobre las que se efectúa el estudio, distinguiendo la presencia de Diatomeas y Nannoplancton calcáreo.

4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La observación de las muestras cerámicas con lupa bino­cular ha puesto de manifiesto la existencia de dos tipos de matrices diferentes, uno con abundante presencia de forami-nífero visibles con facilidad (fig. 4) y un segundo tipo carente de ellos.

La presencia de microfauna en las matrices cerámicas no es un elemento del todo extraño, ya que si están presentes en el sedimento arcilloso que se utiliza para la fabricación de las vasijas, puede actuar perfectamente como desgrasan­te (6, 7).

En las muestras cerámicas estudiadas se ha podido cons­tatar este hecho pues, junto a la existencia de foraminíferos, se ha observado la presencia de fases minerales tales como cuarzo, calcita, feldespatos, mica, etc., como desgrasantes. Estos minerales presentan formas redondeadas, lo que hace pensar que, al igual que la microfauna, estaban «in situ» en el propio sedimento.

Una característica interesente de anotar es el hecho de que estas conchas de microorganismos animales aparecen, en la mayoría de las muestras, enteras, no habiendo sufrido cambio alguno ni durante el proceso de cocción, ni durante el período de uso de la vasija o posteriormente durante su enterramiento.

Las cerámicas que forman el segundo grupo se caracte­rizan por tener además de las fases minerales anteriores, la característica de poder distinguir en su matriz cerámica junto a los desgrasantes heredados del sedimento, algunos que han podido ser añadidos.

Por lo que respecta al estudio de la microfauna y micro-flora presente en las cerámicas (fig. 5), los resultados obte­nidos se recogen en la tabla I. Aunque no ha sido posible establecer en este primer y preliminar nivel de análisis, la asociación concreta de foraminíferos planctónicos, hemos podido constatar su presencia o ausencia y su asociación con nannoplancton, que permita asegurar su pertenencia a la zona del Discoaster quinqueramus, adcripción que queda afianzada por la presencia en estas mismas cerámicas de radiolas de erizos, espíenlas de esponjas y en algún caso de diatomeas.

Si se comparan las especies determinadas en las cerámi­cas con las encontradas en las arcillas analizadas (tabla II), se puede observar como existe similitud entre ellas. La presencia de Globigerinoides elongatus, Globorotalia me­diterránea, Globorotalia dalii y Globorotalia suterae, espe­cies características del Tortoniense y Messiniense, tanto en la cerámica como en el sedimiento arcilloso es prueba de ello (fig. 4). Junto a estas especies se han encontrado también, en las materias primas, radiolas de erizos, espíenlas de esponjas y, en algún caso, diatomeas. Todo ello permite reforzar la hipótesis de partida de una relación entre partes de las cerámicas y las muestras de arcilla próximas al asentamiento. Así pues, el 50 % de las vasijas cerámicas observadas (14 muestras) presentan foraminíferos planctó­nicos que se asocian a radiolas de erizos en ocho casos (28,5 % del total analizado) y a nannoplancton calcáreo, lo que nos permite además seguir considerando que la mitad de las arcillas utilizadas en la fabricación de las 28 piezas cerámicas analizadas, son de origen marino, pero la no determinación de sus especies, su no asociación a nanno­plancton o la no determinación de éste, impide por ahora asegurar, con exactitud, si pertenecen a las arcillas de las formaciones muestreadas u otras áreas fuente dentro del

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Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas

Fig. 4. Algunos de los foraminíferos planctónicos presentes en las arcillas maestreadas.

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TABLA I

ESTUDIO DE MICROORGANISMOS FÓSILES PRESENTES EN LAS MUESTRAS CERÁMICAS

Fig. 5. Secciones de foraminíferos planctónicos presentes en las matrices cerámicas.

TABLA II

ESTUDIO DE MICROORGANISMOS FÓSILES PRESENTES EN LOS SEDIMENTOS ARCILLOSOS

N." muestra

Procedencia Foram. Radiol. Diatom. Nanno.

1 Tejar + + + +(3)

2 Tejar + + + +(3)

3 Acinipo C. + + + +(3)

Foram. = Foraminíferos planctónicos y betónicos. Radiol. = Radiolas de erizo (Equinodermos). Diatom. = Diatomeas. Nanno. = Nannoplancton calcáreo.

+: presencia. - : ausencia. nd: no determinado.

(3): Messiniense inferior.

N." muestra

Tipo Foram. Radiol. Lamel. Diatom. Nanno.

40673 cuenco + + - - -

40786 orza - - - - -

40717 cuenco + + - - -

41080 olla G. - + - - +(1)

41130 olla G. - - - - -

41413 olla + + + - +(2)

41171 vaso C. + + - + +(2)

40714 orza C. - - - nd nd

41422 cuenco - - - nd nd

40643 cuenco + + - - +(2)

40627 fuente + - - - -

40794 vaso C. + - - - -

41440 vaso G. + - - - -

40805 cuenco - - - nd nd

41211 olla - - - nd nd

40785 cuenco + + - - -

41268 cuenco + + - - +(2)

40778 cuenco - - - - -

40688 cuenco - - + - -

40789 vaso C. + - - - -

40806 vaso S. - - - - -

40817 vaso C. - - - nd nd

40702 orza + - - nd nd

40672 cuenco + - - nd nd

41210 fuente + - - nd nd

40730 vaso C. - - - nd nd

40703 cuenco - - - - -

40675 cuenco - - - nd nd

Foram. = Foraminíferos planctónicos y bentónicos.

Radiol. = Radiolas de erizo (Equinodermos).

Lamel. = Restos de conchas de Lamelibranquios.

Diatom. = Diatomeas.

Nanno. = Nannoplancton calcáreo.

+: presencia. - : ausencia.

nd: no determinado.

(1): Eoceno. (2): Tortoniense superior/Messiniense inferior.

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Identificación de áreas fuente de arcilla para la fabricación de cerámicas arqueológicas

relleno neógeno marino de la Cuenca de Ronda. No obstante, lo que sí es evidente es que han sido fabricadas con arcillas de las zonas próximas al yacimiento.

Por lo que respecta al grupo de cerámica que no presentan esta asociación de microfauna y microflora hay que hacer la observación de que su ausencia no se debe a posibles transformaciones posteriores de la arcilla, como puede ser la temperatura de cocción, por los resultados mineralógicos obtenidos mediante la difracción de rayos X, como han puesto de manifiesto que éstas no han superado los 800 °C de temperatura en su cocción.

Suponiendo que los esqueletos de los foraminíferos en­contrados fueran carbonatados, el proceso de cocción no le habría afectado absolutamente nada, si la temperatura de cocción no hubiera superado los 800-850 °C, por el contra­rio, si fueran silíceos la temperatura no sería un factor de destrucción de los mismos. Ello induce claramente a consi­derar la no existencia de estos elementos en las arcillas originales con las que se fabricó esta parte del conjunto de piezas cerámicas.

Volviendo nuevamente sobre los datos recogidos en la tabla I, se observa cómo en el fragmento 40688, pertenecien­te a un cuenco, sólo se ha observado la presencia de Lame­libranquios sin que existan otras especies asociadas. Esto indica que la arcilla utiHzada en su fabricación procede de una cantera distinta, si bien, como en el caso anterior, su medio de sedimentación es también de origen marino.

En el resto de las cerámicas estudiadas no se han detec­tado especies de microfauna, por lo que hay que pensar que los materiales de fabricación proceden de un área fuente distinta, posiblemente de depósitos de tipo continental. Estas muestras suponen el 46,4 % del total de la muestra anahzada, para las que habrá que buscar áreas fuente diferentes a las muestreadas, dentro de las formaciones de relleno de la cuenca marina de Ronda.

Esta diferenciación que presentan las distintas matrices cerámicas nos ha planteado la posibilidad de intentar conocer si existe alguna relación con los resultados que se recogen en la tabla III. Como se puede observar en ella parece ser que sí existe cierta tendencia en la utilización de un tipo de material u otro para la fabricación de determinadas formas cerámicas. Concretamente en la producción de orzas y de vasos parece ser que se utilizaron materiales arcillosos procedentes de una zona determinada. Esta diferencia es menos notable en los cuencos, mientras que en las ollas no muestran ninguna diferencia.

5. CONCLUSIONES

Ante los resultados obtenidos podemos concluir que, tras los análisis reaüzados, pueden establecerse al menos tres grupos diferentes de arcillas con las que se han realizado las vasijas cerámicas estudiadas.

1. Un grupo que alcanza un tercio de la muestra, repre­sentado por las vasijas que contienen en su matriz la presen­cia tanto de microfauna como de microflora. En este con­junto cerámico se ha visto confirmada la hipótesis de partida de un abastecimiento a partir de un área fuente inmediata al asentamiento en un radio que no sobrepasa 1 km.

2. Otro grupo donde la procedencia de las arcillas tiene un origen marino, proveniente de aquellas formaciones que

rellenaron durante el Neógeno la Cuenca de Ronda y que afloran entorno al asentamiento en un radio de hasta 2 km. hacia el oeste y 10 km. hacia el norte, sur y este. A este grupo se asocia, por el momento, una sola muestra.

3. Un último grupo, formado por cerámicas con ausen­cia de foraminíferos y nannoplancton, que supera el 40 %, pertenece a arcillas de origen y edad distinta a las anteriores, pudiendo encontrarse dentro de la propia depresión rondeña, estando en algunas zonas próximas al propio asentamiento en dirección suroeste a noroeste, o bien de áreas fuente muy diferentes a las de la Depresión.

4. Las diferencias que se aprecian al tipo de materia prima utilizada y la tipología de las piezas cerámicas, pueden permitir considerar que, o bien, hay una intencionalidad en la selección de la arcilla, en función del uso para el que fuera destinada la vasija, o bien, proceden de otros talleres de fabricación.

Dado el escaso número de fragmentos estudiados, no es posible de momento, establecer unas conclusiones definiti­vas en este sentido.

Finalmente, resaltar el interés del método aplicado en estos análisis, ya que puede llegarse a una mejor caracteri­zación de las materias primas empleadas para las produccio­nes cerámicas y de las áreas fuente de procedencia de las arcillas. Es fundamental que el método se emplee controlan­do los medios de sedimentación (marinos o continentales), así como las asociaciones biológicas y las condiciones medioambientales (paleogeográficas). Así mismo si la natu­raleza del esqueleto fósil es carbonatado es fundamental que la muestra no haya superado los 800-850 °C durante la cocción, como es el caso de la mayoría de las producciones prehistóricas, para evitar la destrucción del mismo. En el caso de que los esqueletos sean silíceos este problemas no se presenta.

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JULIO-AGOSTO, 1992 311