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Primer numero dedicado a Edgar Allan Poe

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Poe

Como si no tuviéramos suficiente con el terror de vivir en el tercer mundo y en uno de los países más violentos del mundo, en este primer número de Stylus nos sumergiremos en la obra y vida de Edgar Allan Poe.

No haremos una bibliografía más, que ya abundan muchas y muy buenas en las librerías, para esta ocasión nuestros colaboradores han analizado diferentes aspectos de la obra como la relación del autor con las mujeres, a cargo de Paula Hurtado que nos pone de manifiesto la adoración de Poe por la mujeres y el tratamiento casi divinizado que las somete a ser elementos que parecen no tener carácter o que solo son una débil voz, las mujeres en la vida de Poe y su amarga relación con la muerte. Malacay busca la relación de algunas de las obras de Edgar Allan Poe con la música, y en especial con la banda argentina liderada por Gustavo Cerati, Soda Stereo.

También hemos hecho una selección de jóvenes autores que nos presentan cuentos inspirados en los relatos de Edgar Allan Poe, tomando como escenarios lugares de la geografía colombiana, así como una muestra de imágenes sobre Poe o sus obras.

Esperamos que esta primera edición sea del agrado de ustedes los conocedores de este gran escritor y claro si no se han acercado aun a la obra de Poe, se animen a hacerlo, se dejen seducir por su excelente escritura.

Leonardo Suárez Aranda

Sumario

3. Carta enamorada. Carta de despedida

11. Vincent Poe

14. La transeúnte y el hacha

16. Las mujeres y Poe: ¿Fantasía o realidad?

21. Especial imágenes de Poe

24. El corazón delator - The Tell-Tale Heart

28. Edgar Allan Poe

31. El salto de Tequendama

32. Cause

Carta enamorada. Carta de despedida

Hoy desperté con ganas de sentirte encima de mi corazón taquicárdico a punto de salirse, y de seguir mientras dormías con mi dedo meñique, el caminito de venas que se marca en tus brazos de marfil y que tanto me gusta. Exceso de todo, especialmente de canciones ambiciosas que inútilmente tratan de detener el tiempo. Cinco y media de la mañana.

El amor no existe. El amor somos nosotros pero no te siento ni en mi piel ni en mi aliento y por eso la mañana tiene mucho de tedio. No sólo de tedio. De distancia. Hice, entonces, el intento de seguir durmiendo para soñarte pero no lo conseguí porque

como siempre, el ruido de la calle me absorbió.

Con la luz asomándose por los cristales empañados por algo similar a la vida, sentí cómo todo se apagaba por un instante mientras trataba de incorporarme en dos pies. Lucecitas de colores. Respiré profundo y usando mi mano como ancla en la puerta, no me dejé caer, poco después llevé mi cuerpo desnudo a la ventana y por unos minutos me dediqué a contemplar… Lluvia. Asfalto sucio pero brillante, era lindo. Olor a polvo mojado.

Destinos. No queda una piedra en pie. Prisa. Miedo del

agua. Miedo del tiempo y de los relojes. Cinco y treinta y pico. Muerte por doquier. Pisadas gastadas. Cartones vacios con los restos del licor nocturno. Ausencia. Miles y miles de gotas suicidas… Cuando llueve por la mañana, el día es grato porque las calles se vacían: la gente se espanta y corre como loca mirando al suelo porque el hecho de

mojarse es contraproducente para todos los objetivos cotidianos: la rutina, el horario, los buses, los trajes de paño, el cabello bien peinado, la evasión de la gripe porcina. Otros se estremecen porque la luz pálida recuerda los sin sabores de la existencia o porque en el inconsciente las partículas de agua proyectan las lágrimas guardadas y eso hace pensar en la tristeza (mucha o poca) que todo ser humano lleva consigo. Aprovechando el buen tiempo afuera, decidí caminar un poco antes de buscarte.

Ya te había dicho que muchas veces era feliz ¿te acuerdas? Pero era inevitable que toda felicidad fuera efímera, y de

ahí su belleza, de esa finitud ingrata. Siempre trato de pensar en eso que te dije cuando te apareces en mi cabeza, de un tiempo para acá son la mayoría de las veces, así de pronto justifico de alguna manera que no me ames.

Como lo había supuesto, todo estaba casi vacío. Digo casi para no despreciar la presencia de una o dos almas en pena, que como yo, andaban aparentando un desconocimiento del rumbo a tomar.

Poco apoco las gotas caían con más fuerza, como con una rabia disimulada, una especie de odio kamikaze. La brisa se fue haciendo un vendaval y me agradaba cómo las luces intermitentes de los relámpagos en las nubes hacían que las

personas bajaran un poco su cabeza como preparándose para el estruendo y como si con el cuello amortiguaran las ondas de sonido. Uno tras otro, los rayos hacían que la tierra resonara como anunciando el apocalipsis tan esperado entre los religiosos y los existencialistas. La lluvia estalló haciendo regurgitar las alcantarillas como si el agua hirviera. Mi reflejo se revolvía y se revolvía como en un mal sueño, con el líquido hirviente también salió toda la putrefacción de la ciudad: los papeles desaparecidos por conveniencia de los ejecutivos y los de cuello blanco. La mierda de las supermodelos, olvidada para alimentar el ideal de belleza lejos de toda

función animal. Los fetos desmembrados, irremplazables e inservibles, que desechan los hospitales, y en general, toda nuestra demás porquería que corre bajo nuestros pies y sobre la que trascurre nuestra vida, tan pulcra, tan ordenada, tan ejemplar.

No me quieres porque estoy loco ¿cierto? ¿Porque pienso en caos y bombas molotov? ¿Por qué desprecio el noventa por ciento de las instituciones humanas y no me importa cagarme en las iglesias con el abrigo de la noche? ¿Por qué pienso que el arte es más que una cosa bonita o de moda para adornar las paredes de las salas y las mesitas de centro? ¿Por qué canto más de lo que

hablo y escribo menos de lo que siento? ¿Porque me entrego a la experiencia del mundo a través todas las sobredosis, en todos los sentidos, y todas las formas posibles? O simplemente porque es completamente inverosímil que un ser de semejante calaña pueda decir que ama. No me quieres porque la posesión es mortal para el deseo. Veneno. No me quieres porque de mi no se puede esperar más que lo inesperado y tú buscas el control de todo, hasta de los sentimientos…

…Tal fuerza era la de aquel vendaval, que de repente me encontré sólo en la carretera, caminaba por toda la orilla porque aunque sé que

no estarás conmigo nunca más, aun no pienso en suicidarme. Es más, y abre bien los ojos: puede que nunca me suicide y en vez de eso espere la muerte como el resto de los ciudadanos ejemplares. ¿Ves como sí he cambiado? la mañana empezaba a distinguirse y la niebla se levantó para esconderlo todo, porque a fin de cuentas, perderse es una opción considerable cuando uno se levanta sólo, desesperado. La boca aun me sabía a vómito…

- ¿Estás bien? – Preguntó una voz dulce de mujer

- ¿Quién es? – respondí

- Oye, ¿Estás bien?

- No, no estoy bien. – dije sin dejar de caminar - Estoy perdido, y estoy triste, y estoy enamorado, y el amor me sabe a vómito – volví a responder sin ver absolutamente nada además de un blanco metalizado y absoluto.

- Ya veo, estás solo.

Estar solo no es problema, casi siempre es soportable. El problema es estar solo y con una mujer atravesada en la memoria. Eso es el infierno.

…Entonces, y sin previo aviso de pasos o sombras, miles de voces empezaron a compadecerme.

Parecía encontrarme en medio de un circulo con centenares de personas a mi alrededor, pero aun así no podía ver a nadie debido a la niebla que ahora parecía más espesa que cuando comencé la caminata. Podía escuchar cómo hablaban entre ellos, hombres y mujeres, platicando sobre mi estado deplorable y mi condición “no tiene remedio” alcancé a escuchar cuando me concentre en los murmullos. No, no tengo remedio. Las horas siguieron. Caminé. La niebla permanecía, algo extraño estaba

pasando pero no me interesó. Voces. Graves, agudas, nasales, guturales. No las conocía, no las identificaba. Estaba ciego. Para colmo

apenas podía distinguir las palabras del reventar del agua en los charcos y entreabrir los ojos mirando al suelo para no caerme, acto inútil teniendo en cuenta que el agua llegaba a medio camino entre mis tobillos y mis rodillas… No estoy seguro de cuánto caminé, tampoco hacia donde, creo que iba por la 34. Tenía frío pero me imaginé

que seguirías dormida, así que no me detuve.

Tienes que aprender que no puedes amar sin correr riesgo de sufrir, y que esa mierda de amar sin sufrimiento es puro teatro TV novelesco en donde cada persona va por su lado compartiendo besos. Son insignificantes por su misma falta de necesidad y desgarramiento, porque en esas relaciones valen más los prejuicios sociales que cualquier atisbo de unidad. Y me dirás que nada te impide amar de esa forma tan segura, y yo te responderé que eso no es amar sino que apenas es un intento irrisorio por convivir con otra persona. Divorcio del cuerpo y el espíritu. Pero seguramente ya ni

creerás en esa invención metafísica… Sin darme cuenta llegué a una especie de prado inmenso, supe que llegué porque el olor de la hierba mojada me es inconfundible y me agache para sentir el suelo con mis manos, y sé que era inmenso porque no paré de caminar durante un par de eternidades.

No sé cómo salí de la carretera pero ya no estaba en ella, y era un alivio ya que no habría carros de los cuales preocuparse. Pero no por eso las cosas se facilitaron; la ropa empezó a fastidiarme, me pesaba al punto de ahogarme como si cargara miles de kilogramos y tuve que desvestirme para lograr seguir dando pasos, incluso me quité los zapatos y las

medias empapadas. Sentir el pasto entre mis dedos y en la planta de mis pies me revivió un poco, y sin pensar en el descanso seguí con esa fuerza indescriptible que me empujaba hacia la nada. El frío era cada vez más penetrante, los huesos me dolían y me llevaban un agudo padecimiento a las cuencas de los ojos y a las sienes, la lluvia no cesaba. “No tiene remedio”.

Volví a escuchar la frase en la maraña de voces, pero esta vez a todo volumen, todos y todas empezaron a hablar, y ahora no solo hablaban entre ellos sino que también me dirigían frases indescifrables, sentía que casi me gritaban y que paulatinamente iba aumentando la velocidad de lo que ahora parecían ser

insultos, pero eran tantos sonidos extraviados que no distinguía nada de lo que me decían. Mi cabeza estaba por reventar, mi pecho sonaba como un gato enfermo y agónico cuando intentaba respirar, tenía nauseas, no veía, empecé a tambalear, las piernas me temblaban, no sentía los dedos de las manos y faltó poco para desmayarme, y para encerrar los males: no dejaba de amarte.

No puedo creer que despreciaras nuestra vida hecha poesía por un arrebato temeroso. ¿Es tan importante? ¿Sacrificar nuestra respiración al unísono para hacerte a la idea de que puedes dejarme en cualquier puto momento? Aun no puedo concebir que un acto así valga

la pena. Negarse a amar. Negarse a vivir. Negarse a sentir… Todo se volvió demasiado confuso. Llegué a pensar, incluso, que aun estaba yo tratando de soñarte, pero no, era demasiado vívido, demasiado real, demasiado doloroso y desconsolador. Carne y hueso. Sin saber donde estaba tu casa, seguí caminando para escapar de toda la gente invisible.

No, a diferencia de ti, yo no puedo aparentar no sentir, a diferencia de ti yo no puedo controlar mis emociones porque esas violencias hacen parte de lo poco que me hace sentir vivo. A diferencia de ti, yo quiero quererte porque no hacerlo sería traicionarme como lo hacen los cobardes y no resisto

estar preso y ser carcelero.Me gusta perder los estribos por los placeres dionisiacos, especialmente por una mujer, me gusta extinguirme cada vez que puedo, amando hasta que todo desemboca en un charco pútrido de fluidos y sueños…

- ¿Estás bien? – misma voz

- ¿Quién es? ¡QUIÉN ES! Dime tu nombre

- Oye, ¿estás bien?

- No, no estoy bien, me duele la cabeza por el ruido, no puedo pensar, estoy exhausto, necesito saber quien eres, no siento mis dedos por el frío, las luces tratan de apagarse y casi

no puedo mantenerme consiente. Mierda ¿De donde saliste?

- Ya veo, estas enamorado

Estar enamorado no es problema, casi siempre es soportable. El problema es estar enamorado y estar solo imaginando que esa persona es capaz de sentir lo mismo

…Las piernas no me aguantaron más. Caí. El olor me reconfortó pero las voces vinieron a mí como si todas las bocas estuvieran a milímetros de mi oído. Desnudo y en el suelo como roca amontonada, los tímpanos reventaron como dos granadas de mano. Sentía cada gota que resbalaba por mi piel y sólo pude pensar en saborear mi cabello.

Era agradable. Fue entonces cuando un grito con tu nombre tiñó el pasto de rojo: ¡¡¡¡Dinila!!!! Ahora que lo pienso, un grito más de miedo que de dolor, pero con un agradable descanso comparable con la morfina actuando sobre un sufrimiento que hace considerar la muerte.

Estoy seguro que había más gente en ese lugar porque después del grito sentía que miles de millones de ojos me observaban detrás de la cortina blanca. En este mundo ver a un desvalido apaleado por la lluvia y arrastrando un corazón macilento, equivale a una función de circo. Los gritos, sin embargo, ya no se escuchaban. Silencio. Tan solo agua corriendo y algunos pájaros. Pero

el cielo cayó por fin… intenté abrir los ojos, pero con un esfuerzo sobre humano apenas pude observar el horizonte. La niebla se iba disipando rápidamente y un alba rojiza con pinceladas rosadas cuestionaba fuertemente esa verdad que enseñan a los niños de que el cielo es azul. Por otro lado, tuvieron que pasar unos diez segundos para que me diera cuenta que no estaba en el suelo, en vez de eso andaba flotando en un mar escarlata de algo como sangre. Pero no sabía a sangre, tampoco olía a sangre, incluso era menos espeso, pero no tan ligero como el agua, la textura se asemejaba más a mucho polvo de gelatina recién disuelta en un poco

de agua y su sabor era como lamer una barra de metal; resultaba una mezcla de cobre y líquido amniótico No hacía falta hacer un esfuerzo por flotar, desde arriba debí parecer un corcho en mitad de una piscina. Me sentía tan cansado que no me sorprendí ni intenté divisar tierra, en vez de eso dejé que las olas jugaran conmigo.

Tranquilízate, ya has tomado una decisión: no amarme, Y tendré que aceptarla tarde que temprano. Pero tienes que aprender que la lógica no sirve de nada cuando lo que está en juego es la felicidad del alma misma. Quien quita, seguramente serás más feliz al lado de cualquiera que te pueda ofrecer una inmaculada relación

tradicional, y te regale un oso de peluche o un jean de ciento cincuenta mil pesos en vez de un poema porque piense que es más valioso, nadie lo culpa: el poema no tiene una etiqueta a lado, y cómo te darás cuenta después, si no es que ya lo sabes, ese tipo de seres sólo piensan con el genuino espíritu capitalista donde hasta el tiempo es dinero, entonces ¿Cómo va poder compararlo? Tranquila, como te dije: nadie lo culpa. Así como no es tu culpa que yo me haya enamorado, tampoco que tu te hayas enamorado, eso también tienes que aprenderlo. Pero ya has tomado tu decisión y no seré yo quien te comparta reflexiones sobre la vida y el amor… Creo que dormí, no

se cuanto, me pareció, igual, que estuve inconsciente tan solo un par de minutos.

Como pronto amanecería pensé que estabas próxima a levantarte y por eso busqué cualquier asomo de tierra a mí alrededor. La divisé y nadé. Me pareció un lindo detalle que el cielo permaneciera con ese tono rojizo que casi nunca veo. Otro par de eternidades pasaron frente a mis ojos irritados y ni siquiera iba en la mitad del recorrido. Seguí nadando. No es nada fácil escribirte pensando que lo más seguro es que esto nunca te llegue. No importa. Amor, me harán falta tus besos, y tus uñas hirientes en mi carne desabrida, me hará falta verte dormir y

que tus labios absorban todo ese malestar que suele corromperme los lunes en la mañana y que tanto me intoxica. Te amo. Y se que pocas veces te lo decía. De pronto tengo la sensación de que estoy perdido en algún pensamiento tuyo o en algún lugar de tus sueños entremezclados, y debes saber que apenas tenga fuerzas caminaré a tu casa y llevaré un poco de este mar para que ahí puedas meter un pez con mi nombre y hacer con él lo que se te de la gana. ¿Será que en otra vida nos encontramos de nuevo? Si es así, quiero que sepas que te amaré más de lo que te amé en ésta.

Estaba tan cansado que no hablé con nadie a pesar de lo

mal que me sentía. Los músculos me palpitaban como si mis extremidades fueran a desprenderse, mi cuello no soportaba el peso de la cabeza. Me tumbé en la arena…

- ¿Estás bien?

…Silencio…

… Mira, si encuentras esta carta, has de saber por último que el amor no existe. El amor somos nosotros y no soporto estar a tu lado si no puedo ahogarte con mi boca cada vez que el cuerpo me lo pide. No oigo tu voz hace semanas porque hay seres menos peligrosos y más normales con quien compartir los días. Se

terminó. El amor somos nosotros y no puedo estar contigo; primero porque ya elegiste, segundo porque nadie quiere a un cadáver enamorado…Si encuentras mi cuerpo, dos exigencias: 1. No lo beses. 2. Por ningún motivo le pongas una cruz encima. Puedes Enterrarlo donde te plazca pero sin ataúd... Ya que eres tan buena manejando tus sentimientos sin remordimiento alguno, por favor olvídame pronto para yo poder hacer lo mismo. Sé que no te será difícil. En lo que a mi respecta, intentaré soñarte una tercera vez.

Angelica Klinger

Vincent Poe

Edgar Allan Poe, tenía el poder de transmitir sus más oscuros y terroríficos pensamientos por medio de las palabras. Vincent Price, un actor estadounidense, descrito como “refinado, elegante y versátil”, caracterizado por actuar en películas de terror como “La Mosca”, “El péndulo de la muerte”, “La Máscara de la Muerte Roja”, entre otras, es el elegido para representar de una manera teatral las obras de Poe; pues con su inigualable don de la actuación, es este personaje quien nos enseña

audiovisualmente un poco de aquellos cuentos que hicieron tan famoso a Poe.

En esta ocasión, hablaré de dos de los cuentos representados por Vincent en la serie: “Relatos de Media Noche”, estos son “El Corazón Delator” y “El Cuervo”; cuentos creados por el escritor estadounidense. La primera historia se trata de un hombre que se ha obsesionado con el “ojo de buitre” de su compañero de vivienda, un hombre de avanzada edad.

Con el transcurso del tiempo, el hombre empieza a sentir tal fastidio por el ojo de su compañero, que resuelve asesinarlo, sin embargo no lo hace en el momento en que toma esa decisión. Así que pasa unas noches espiando en la habitación del viejo. Hasta que finalmente acaba con su vida. El hombre desmiembra el cuerpo, y en un “escondite perfecto” (bajo unas tablas del suelo) oculta el cadáver, con la sensación en sus oídos de que el corazón de la víctima aun late.

Unas horas después, un par de policías llegan a inspeccionar la casa, pues han sido avisados por los vecinos de un posible crimen. Sin embargo, solo el personaje principal escucha lo que lo que ocurre en aquel recinto.

Mientras que el segundo relato, cuenta la historia de un hombre que una noche, mientras lee un libro, y piensa en su amada “Leonor”, recibe la misteriosa visita de un cuervo; con quien extrañamente sostiene una conversación, en la que el cuervo, solamente responde “Nada más”. Estas dos palabras

confunden tanto al personaje, que terminan con hacer que éste pierda un poco más que la cabeza.

Los cuentos están escritos en primera persona, con lo cual es mucho más verídica la representación que Vincent Price le da. En los videos, dirigidos por el gran Kenneth Johnson, se narran la historias con las palabras exactas escritas años antes por Poe, para lo cual, Vincent adapta la capacidad de transmitir el furor y la ira de cada una de ellas, logrando así penetrar en la mente y el alma del espectador y creando una perfecta ilusión de que el momento narrado está realmente ocurriendo, aunque solamente él esté en escena.

Sin dudarlo, es una actuación admirable, que deja perplejo a cualquiera que vea el video. Y más aún, a cualquiera que sienta tal admiración por Edgar Allan Poe, como para querer sentir que hace parte de las obras que, en esta ocasión, Vincent Price narra.

Edwin Mateo Arismendy

La transeúnte y el hacha

Y allí estaba yo, destazando cadáveres en medio de la calle sin pretensión alguna de escapar, enceguecido, en un éxtasis de rabia y melancolía con la única idea de destrozar cualquier

cosa en cuyos rasgos pudiera haber algún vestigio de mi propio ser. De pronto, allí estaba ella,

mirándome con sus enormes y bellos ojos azules enlagrimados; temerosos, fijos, esperando el momento en el que mi hacha destrozara el hilo de vida que el terror no había logrado arrancarle.

Entonces me detuve frente a ella, imagino la imagen de un hombre ensangrentado hasta

las mangas, con las pupilas dilatadas y el rostro descompuesto delante de sí, prolongó aun más su agonía. Yo estaba absorto ante tan magnífica belleza. Esta joven de refinadas formas parecía rodeada de una luz incandescente distante de toda perversión, y aunque petrificada su expresión de angustia extrema me resultaba aún más interesante. ¿Era acaso esta figura la señal que necesitaba para por fin detenerme? no, tras la detallada revisión, noté la pequeña marca, esa marca que no era de ningún modo una señal para detenerme, era más bien la huella

del gran premio que la vida me obsequiaba tras el arduo trabajo que venía realizando calles atrás. Porque destazar tantos seres en tiempo record no es una tarea fácil; ni para débiles de estomago; aquella señal de la que les hablo era pequeña, oscura, en forma de hacha, ubicada tímidamente sobre la mejilla derecha de aquel ser sublime. Me acerque con emoción pero lentamente a la joven que al sonar de mis pasos no logró más que emitir un silencioso gemido, pero no hubo movimiento, ni un solo musculo de su

cuerpo se contrajo ante mi cercana presencia. Levante mi mano suavemente para acariciar su mejilla, dejaba tras mi paso un camino de sangre que pronto llegaba en delgados hilos al delicado cuello de la joven. Al contacto, mi estado de catarsis se quebró por completo, y se convirtió en un deseo fervoroso, sentí entonces una piel tersa y delicada ¡Quería tener ese trozo de piel! ¡De cualquier modo! Conservar para siempre sobre mi mano la bella sensación del contacto con la pureza misma hecha

materia. En un momento la magia se vio entorpecida por el ensordecedor ruido de las sirenas acercándose. Levanté mi hacha rápida mente, no sin antes acariciar por última vez el bello rostro ensangrentado ya por mi paso y de un tajo desprendí mi premio del rostro de la aparición, entonces todo fue confusión, escuchaba cada vez más cerca la sirenas martillando mi cabeza, dejé mi hacha sobre el cuerpo de la joven que yacía sobre el suelo y huí con mi preciado premio en mano. FIN

Jeraldin Macias

Las mujeres y Poe: ¿Fantasía o realidad?

En los relatos de Poe podemos encontrar gran variedad de personajes, pero en este caso me propongo indagar un poco más, en el papel que ocupa la mujer en éstos mismos. Ya es conocido que los protagonistas de sus cuentos siempre resultan ser hombres, pero también es importante resaltar cómo a través de

ellos la mujer adquiere un papel vital en sus historias. Por esta razón me enfocare en los cuentos: Berenice, Ligueia, Eleonora y Morella, ya que me parece que son de gran importancia para comprender la visión de Poe acerca de la mujer, y sirven también para resaltar el maravilloso trabajo de integración del rol

de la mujer en la literatura.

No podría decirse sin embargo que Poe fuese un hombre que luchara incondicionalmente por la igualdad de género, ya que la sociedad en ese momento era mas bien de carácter patriarcal, con fuertes influencias religiosas y políticas de por

medio, que definían los roles que la mujer debía cumplir, y que a su vez los hombres de la época estarían de acuerdo en aceptar y hacer respetar. Aunque la mujer estaba iniciando sus procesos de reconocimiento, ya no como alguien que se subyuga a un hombre si no como persona que tiene las mismas capacidades para aprender y educarse y que puede estar a la altura de este; no contaba del todo con una autonomía que no fuera regida por los dictámenes de los hombres de ese periodo histórico. Así pues, Edgar Allan Poe también nos relata aquellos pensamientos que marcaban el destino de las mujeres, manteniéndose en la realidad social y cultural de la que

hacían parte él y las mujeres de sus relatos.

Ya que sus protagonistas aun son personajes dóciles y débiles; personajes que se ven y definen por los deseos del autor y que tienen voz baja, casi oculta en sus narraciones; se podría interpretar cierta misoginia en el autor, pero creo que debería entenderse mas como el resultado de la influencia sociocultural en la creación artística y literaria, tal y como es la de Edgar Allan Poe.

El autor es capaz de relacionar en estos cuentos a los personajes femeninos con el tema de su preferencia: la muerte. Y es interesante entender esa relación, ya que nos saca del contexto

tradicional que tienen las mujeres en las grandes historias de la literatura y nos permite entenderlas de otra manera, Pero no es lo único. A través de sus historias vemos como Poe nos cuenta su vida. Su relación con las mujeres que aparecen en sus relatos, es visceral, es profunda y única; aunque la muerte sea la constante en estas historias, a cada una le da un trato diferente y original. El autor se toma la tarea de no caer en la repetición y por medio de la creatividad nos cuenta sus penas en el amor, la vida y la muerte; a través de él mismo y de sus compañeras.

La descripción y comprensión de lo bello, de la feminidad, de la

angustia, la desesperación y el miedo son características únicas en el trabajo de Poe. El relaciona estos factores con éxito, para así desarrollar historias que nos intrigan y nos conectan con los personajes, con él, con su espíritu y sus propias vivencias.

Estos cuentos en particular son casi autobiográficos. Son confesiones que el mismo Poe les hace a sus lectores, porque todas las protagonistas que estuvieron en realidad en su vida, lo afectaron profundamente y esto se ve reflejado en su escritura. Poe toma esta constante tragedia que lo rodea y la conecta con su creatividad, con su genio a la hora de escribir, dándonos así

no solo meras historias fantásticas y macabras si no también un poco de su realidad de su mismo dolor, ese dolor que siempre lo acompañaría. Es decir, no solo vemos historias sobre el papel, estamos viendo el alma del autor, su alma al descubierto.

… Pero, aun así, rehusaba llenarse el vacío de mi corazón. Ansiaba el amor que antes lo colmara hasta derramarse. Al fin el valle me dolía por los recuerdos de Eleonora, y lo abandoné para siempre en busca de las vanidades y los turbulentos triunfos del mundo

Es una conexión que va mas allá de la realidad, ésta traspasa la muerte. Cada una de sus protagonistas es bella, única,

interesante y divina a los ojos del autor; cada una de ellas crea en él un nuevo sentimiento y con el una nueva tragedia, una nueva historia.

Entre las características de sus personajes en especial los femeninos podeos ver una descripción que va mas allá de lo físico, es relacionado con lo espiritual. Cada una de sus protagonistas tiene un carácter especial y un factor de atracción que llama la atención de su compañero. Es esta atracción casi obsesiva, la que termina por definir o cambiar la historia. Es el caso de los dientes de Berenice o los ojos de Ligueia, que transformaron al protagonista y a la historia.

En el caso de Ligueia y Morella vemos

también que no se refiere únicamente a una mujer, son los restos de ellas en otras mujeres. Es decir el protagonista de su cuento vive con el recuerdo casi obsesivo se estas mujeres, tan es así que su propia mente los invita a pensar que son ella exactamente ellas las mismas mujeres que conocieron antes y los enloquecen. Pero no una locura visible si no una lucha interior en contra del pasado, en contra de ellos mismos y de lo que fueron.

Los personajes femeninos en estos cuentos adquieren también un carácter obscuro y macabro. Están llenos de intriga sufrimiento y desesperación pero a su vez están rodeados de la belleza que tan bien sabe describir

Poe, hasta el punto de permitirnos imaginarlas a cada una de ellas, de creer que al igual que el autor también vemos en ellas eso que las hace magnificas.

Pero en si, es la narración la cual se separa un poco de lo normal en cuanto al tratamiento de personajes femeninos para llevarlo a otro contexto, al contexto de lo oscuro, lo macabro, de la muerte, sin dejar a un lado el romanticismo y la melancolía del amor perdido. Creando así una nueva mirada sobre la mujer, una mirada desde lo masculino, que no le da todavía oportunidad a la mujer de surgir, pero que la exalta y la respeta. En conclusión podría decirse que Poe, nos muestra a una mujer

que sufre, que ama, que puede morir, pero también una mujer que es capaz trascender a la muerte, la vida y el olvido.

Qué esperas sentada,

Me miras y lo sabes

Te siento y lo sé.

Algo de ti es a lo que temo

Algo en ti es lo que amo

Pero…

Te acercas. Te observo

Mas cerca, más cerca

Estas frente a mi y sonríes…

De repente, ahí están.

Tus ojos,

Tu boca,

Tu sonrisa

Tus dientes.

Y ese reflejo me invade

Me atormenta,

Me destruye,

Me condena.

La desesperación me consume.

No quiero ver el nácar que escondes

en tu boca

Quiero apagar el brillo

Quiero arrancarlo

Que no sean tuyo, que sea mío

Que sonría únicamente para mí

Que me maldiga solamente a mí.

Lo quiero

Con la furia de los huracanes

Lo quiero dentro de mí,

Para mí.

Te beso con furia,

Con un beso de muerte

Y ya no estas, No eres tú;

No esta tu brillo,

No esta el nácar,

Mueres.

Las lágrimas caen,

En su reflejo veo el brillo.

Ya no es tuyo, es mio

Es en mi boca y no en la tuya

Estas en mí y no en ti

Eres mía y eres de nadie.

(Poema basado en el cuento BERENICE).

María Paula Hurtado Amado.

Especial

Imágenes inspiradas por Edgar Allan Poe y sus obras realizadas por jóvenes artistas.

Berenice, Joel Amat Guell

Anabel Lee, hyuugaemi

Edagar Allan Poe chibi , iveinbox

Too much Poe, Skia

Portrait of Edgar Allan Poe, Rudeone

El corazón delator - The Tell-Tale Heart

Edgar Allan Poe

“¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.”

Es de esta forma que inicia “El corazón delator” del escritor norteamericano Edgar Allan Poe,

narrado en primera persona, este es un cuento de género literario narrativo. La historia presenta a un narrador anónimo obsesionado con el ojo enfermo (que llama “ojo de buitre”) de un anciano con el cual convive. Finalmente decide asesinarlo. El crimen es estudiado cuidadosamente y, tras ser perpetrado, el cadáver es despedazado y escondido bajo las tablas del suelo de la casa. La policía acude a la casa por un llamado de los vecinos y el asesino acaba delatándose a sí mismo, imaginando alucinadamente que el corazón del viejo se ha puesto a latir

bajo el entablado del suelo. Esta obra es considerada un clásico en lo que se llama literatura gótica, por las características que posee, por ejemplo: Los detalles de la arquitectura de los lugares en que transcurren los hechos, los elementos escenográficos llamativos como luces y sombras, ruidos extraños, Emociones desbocadas (los personajes están sujetos a pasiones desenfrenadas, accesos de pánico, agitaciones del ánimo tales como depresión profunda, angustia, paranoia, celos y amor enfermizo).

A la ciencia

Edgar Allan Poe

¡Ciencia! ¡Verdadera hija del tiempo tú

eres! que alteras todas las

cosas con tus escrutadores ojos.

¿Por qué devoras así el corazón del poeta, buitre, cuyas alas son obtusas realidades?

¿Cómo debería él amarte? o ¿cómo

puede juzgarte sabia aquel a quien no dejas en su vagar

buscar un tesoro en los enjoyados cielos,

aunque se elevara con intrépida ala?

¿No has arrebatado a

Diana de su carro? ¿Ni expulsado a las Hamadríades del

bosque para buscar abrigo

en alguna feliz estrella?

¿No has arrancado a

las Náyades de la inundación,

al Elfo de la verde hierba, y a mí

del sueño de verano bajo el tamarindo?

Richard Wilbur (poeta norteamericano) ha sugerido que la historia es una representación alegórica del poema de Poe " A la ciencia”. El poema muestra la lucha entre la imaginación y la ciencia. En "El corazón delator", el anciano representa la mente racional científica para los dos utiliza la metáfora del ojo, mientras que el narrador es la imaginación que solo busca la manera de liberarse.

Corazón delator

(Soda Stereo)

Un señuelo hay algo oculto en

cada sensación ella parece sospechar parece percibir en mi

debilidad los vestigios de una

hoguera oh mi corazón se

vuelve delator traicionándome

Por descuido

fui víctima de todo alguna vez

ella lo puede percibir ya nada puede impedir en mi

fragilidad es el curso de las

cosas oh mi corazón se

vuelve delator

se abren mis esposas...

un suave látigo una

premonición dibujan llagas en las

manos un dulce palpito la clave intima

se van cayendo de mis labios (mantra)

Un señuelo hay algo oculto en

cada sensación ella parece sospechar parece descubrir en

mí que aquel amor

es como un océano de fuego

oh mi corazón se vuelve delator

la fiebre volverá de nuevo

un suave látigo

una premonición dibujan llagas en las

manos un dulce palpito la clave intima

se van cayendo de mis labios...

como un mantra de mis labios de mis labios

Muchos compositores y músicos se han inspirados por el cuento “El corazón delator”

La compositora francesa Henriette Renié (1875-1956) escribió "Ballade Fantastique d'après «Le Coeur Révélateur» d'Edgard Poë" para arpa.

"The Tell-Tale Heart" es uno de los temas del álbum Tales of Mystery and

Imagination de The Alan Parsons Project.

Lou Reed sacó el álbum The Raven que comprende varios trabajos inspirados en Poe, incluyendo "The Tell-Tale Heart."

Otros artistas: Insane Clown Posse, Buddy Morrow, Tourniquet, Menton J. Matthews, Underoath, etc.

Soda Stereo hizo un tema llamado Corazón Delator.

La banda de power metal Opera Magna hizo un tema llamado El Corazón Delator.

La banda Misterio, hizo una canción llamada Corazón Delator en su disco Los ojos del mal.

En la canción de Soda Stereo. El cuento de Poe está empleado narrando la locura del personaje desde un punto de vista reflexivo. Hace

referencia a la hipersensibilidad del narrador en partes como “Hay algo oculto en cada sensación/ella parece sospechar/parece descubrir en mí debilidad”. Esta hipersensibilidad es lo que causa locura en el narrador que es la que hace que termine delatándose. Se encuentra presente, además, el momento en el que el narrador necesita de

forma inmediata cometer el crimen (esa última noche que lo vigila), donde la canción cuenta: “Un suave látigo/una premonición/evocan llagas en las manos” que nos da a entender ese llamado que siente el narrador de cometer el crimen. La canción hace una constante referencia al momento en el que el narrador no soporta más el sonido del corazón latiendo bajo

las tablas del suelo de la habitación y se delata a sí mismo, en partes como: “Oh!, mi corazón se vuelve delator/traicionándome. Esta canción se puede encontrar en el álbum de Soda Stereo “Doble Vida” lo mismo que en el disco solista de Gustavo Cerati “11 Episodios Sinfónicos”.

Malacay

Edgar Allan Poe

Los escritos de Edgar Allan Poe han cautivado al mundo desde su primera publicación en 1827; sumergidos sin duda en un mar de amores, dolores y locura, llevan al lector a un sinnúmero de locaciones y a sentir con gran peso las emociones descritas. Una de las características más fuertes dentro de los textos de Poe es la forma en que transmiten diferentes sentimientos, la fuerza con la que los hace sentir.

En el trascurso de su vida, Poe paso por varios momentos traumáticos que marcaron cada vez más sus escritos, desde el profundo dolor que sintió tras la pérdida de su gran amor Virginia, hasta el odio que fue desarrollando a través de los años

hacia su padre adoptivo; sin duda estos hechos son la razón de los extremos que llegan a tocar sus personajes en de sus narraciones. En casi todos sus textos como en el gato negro o el corazón delator, Poe lleva a sus personajes por un camino de incontrolables sentimientos que llegan hasta extremos absurdos. En el caso del gato negro muestra la transición desde el amor a un mejor amigo, la locura total hasta el punto de llegar a un asesinato; algo parecido ocurre en el corazón delator en donde la locura de un hombre lo lleva al punto de asesinar a alguien que no le ha hecho nada en absoluto.

Un toque esencial de Poe es el uso de la primera persona en toda ocasión. Genera una atmosfera tanto interna del personaje como externa, lo cual hace que uno como lector sienta al personaje, desde el personaje mismo. Al utilizar la primera persona de esta forma, Poe da la impresión al lector de generar un vínculo con el personaje y con él mismo; mas aun si el lector tiene un conocimiento previo de la biografía de Poe. Esto da la impresión de conocer un poco mas a fondo al escritor y de tener una idea de que pasaba por su mente mientras escribía sus relatos y poemas. No esta de más aclarar que es solo una impresión ya que es imposible saber que estaba pensando Poe en el momento de escribir.

Algo que también llama la atención es la forma tan real en que Poe narra sus historia; tal vez es por la facilidad en identificar al escritor dentro de éstas. La vida personal de Poe tuvo desde un comienzo gran influencia dentro de sus escritos, hasta tal punto que como mencione anteriormente, se podrían llegar a confundir algunas situaciones de su vida real con las de sus historias. Pero inevitablemente la descripción de sentimientos es lo más acertado

entre su vida real y la vida dentro de sus textos.

En sus poemas, por ejemplo Annabel Lee o Morelia, es donde mas se ve la realidad de sus sentimientos. En este caso durante la enfermedad de su esposa Virginia y su muerte; aunque, no siempre se ve este tipo de emociones. Volviendo al gato negro, se puede ver la lucha, por decirlo de algún modo, contra sus propios demonios, como lo son el alcoholismo y los cambios tan drásticos de humor que este le causaba. De esta manera plasmó de alguna forma los sentimientos, pensamientos e ideas que se cruzaban por su cabeza.

Fue en sus cuentos, en los relatos cortos donde según mi parecer desahogo todas las ideas descabelladas que nunca llevo a cabo en su vida. Nunca será claro que ocurría en realidad dentro de la cabeza de Poe, pero no esta de más hacer unas cuantas conjeturas. En este caso me refiero a la forma tan explicita y tan presente de los asesinatos en sus narraciones. Podría decirse, es a donde pienso llegar, que Poe fantaseaba una y otra vez con asesinar. Es tan vivida la forma en que narra estos actos,

con tanto detalle, con tanta paciencia y, por que no, dedicación. Literalmente hace que a uno como lector se le erice el bello de todo el cuerpo, así que no es difícil al leer su obra que estas ideas se crucen por nuestra mente.

Una de las cosas que mas me intriga y siempre lo ha hecho a la hora de leer o hablar de Poe es, mencionada anteriormente, la forma en que hace tan real sus relatos; al punto que cualquier persona de la época pudo confundirlo con situaciones de la vida real. Es de mi agrado la forma en la que el escritor podía describir situaciones de tal manera que convence al lector de algo en específico. Puede que sea un sentimiento, o un pensamiento que queda grabado en su cabeza y lo acompañara para el resto de su vida. La forma de narrar una historia tan completa en tan poco

espacio, es otra de las muchas cualidades de Poe al escribir. Desarrolla por completo el argumento por más descabellado que sea. Genera una incertidumbre dentro de la historia y al final, que puede llegar a ser predicho o no por el lector, siempre sorprende de alguna forma.

Hablar de Edgar Allan Poe siempre constituye dejar algo por fuera. Su mundo, personal y literario, es extenso al punto de ser casi imposible de analizar todo. En este caso la idea fue dar un breve repaso de lo que es, a mi modo de ver, uno de los aspectos mas importantes dentro de la literatura de Poe. El uso de la primera persona y sus consecuencias, a la hora que algún lector tiene contacto con estos textos.

Nacor Andrade

El salto de Tequendama

El salto de Tequendama es un importante lugar turístico del municipio de Soacha, y para la misma población soachuna, un lugar importante a nivel histórico.

Esta zona carga una importante historia con su leyenda chibcha; la leyenda dice que la sabana de Bogotá fue inundad por la rabia de uno de sus dioses (chibchacum), luego de este suceso y que todos sus habitantes clamaron a Bochica, este vino y ayudo a la sabana a que el caudal de los ríos siguiera su paso, golpeando una de las piedras que

interrumpía el paso del rio, dando paso a la creación de el salto Tequendama.

En el paso del salto encontramos una casa en ruinas llamada el Hotel del Salto, construido en 1928, un lujoso hospedaje pues por allí pasaba una de las más importantes carreteras del país.

Ahora tanto el salto como su hotel, están completamente abandonados, llenos de espantos pues allí mucha gente se ha suicidado, y dicen que sus almas

recorren el salto y la vieja casa.

Actualmente la casa del salto esta siendo

reparada para la inauguración de un museo con el contenido histórico de Soacha.

Cause

Escucho llantos y gritos de desesperación, no se si es algo que me atormenta desde que llegue aquí. Se que a mi alrededor no hay absolutamente nada, solo el paso del rio, la caída de agua, y el maullar de los gatos, pero me pregunto ¿qué son esas voces? aunque sean gritos desgarradores no producen ecos, no producen nada, solo miedo.

Aun me pregunto ¿qué hago acá? Trato de recordar ¿como llegue? Pero en mi mente solo pasa la silueta de una mujer, algo opaca pero muy bella; delgada y su pelo, un hermoso pelo largo y negro, me sonríe, una sonrisa maliciosa.

Recorro aquel lugar tan familiar y desconocido a la vez. Es una casa enorme no puedo ver sus colores pues la luz que entra por alguno de los ventanales es poca para ver que hay en ella; estos ventanales son algo grandes con marcos de madera, el olor de la madera mojada de ellos es tan fuerte, hay largos pasillos que conducen a escaleras. Con algo de cuidado logro tocar la baranda, algo fría y suave de madera muy delgada y fina. Mientras voy subiendo las tablas del piso suenan, chirrean, escucho el maullar de los gatos más fuertes, el pasar de las ratas por entre las tablas y el fuerte ruido del caer del agua. Llegando al

segundo piso me encuentro encerrado en un pasillo largo lleno de puertas. Entro a una de las habitaciones, esta tiene 3 ventanas, entra algo de luz de la luna que ilumina las nubes rojizas. Me asomo y veo un gran paisaje de arbustos. A lo lejos un bosque muy espeso.

Lo que más me sorprende es un brillo, resalta tan tenebroso de la caída de agua de aquel cauce. Con mucha fuerza se veía como el agua caída si miedo a nada, rompiendo con todo a su paso. Aún más atemorizante era que solo escuchaba el recorrido del agua, mas no con la fuerza que esta pegaba a las rocas al caer. Como

si solo un pasar turbio fueran esas aguas nada más; quien escuchara aquello solo pensaría que hay un pequeño riachuelo con agua cristalina donde me podría bañar, pero era todo lo contrario el agua se veía caer con tanta rudeza y sus aguas espesas que formaban espumas de las negras y sucias aguas. En ese momento recordé algunos episodios de lo que quizás habría podido pasar. Volvia a mí el recuerdo de aquella mujer su sonrisa me tenía loco pues la veía con tanta claridad sé que no estaba feliz pues era una risa hipócrita. Maldita sonrisa. La vi

intentando pasar su mano en mi rostro y solo viendo el movimiento de sus labios diciendo “te amo” no la escuchaba, pero solo tenía ganas de matarla, pues aunque sentía que mi corazón latía fuerte y que un sentimiento más grande que el odio me unía a ella. Quería desaparecerla, no ver nunca más esa sonrisa, esa sonrisa loca que alguna vez me enamoro, esa sonrisa que me llevo a donde estoy. Así se fue aclarando todo, entendía que no eran más de las 5 de la mañana pero aun el lugar estaba tan oscuro, ni un rayo de sol atravesaba la

ventana. No entendía por que la noción del tiempo se perdía en aquel lugar y recordé que sin querer ese era el lugar de mi muerte. Recordé que una sonrisa maniática me había llevado aquel abismo y con mi vida había acabado, sin embargo yo sigo recordando esa sonrisa mientras espero en esta casa vacía, llena de sombras que bajan de aquel salto, llena de llantos y gritos desesperados, habitar esta casa llena de malditos recuerdos será la historia más triste por una maldita sonrisa.

Ana Maria Usaquén