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Revista de médicos Clínicos

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Page 1: Revista Nº7
Page 2: Revista Nº7
Page 3: Revista Nº7

StaffOjo Clínico es una publicación de Capital Intelectual S.A. Edificio Insud - Paraguay 1535 (C1061ABC) Ciudad de Buenos AiresTel. 4872 1300.Contenidos y diseño. Happy Together Contenidos / Asesor médico. Ricardo Coler Asesor general de OjoClinico.net. Dr. Ricardo BarciaImpresión. Nexo Gráfico S.A., Corrales 1659 (Ciudad de Buenos Aires)Registro de la propiedad intelectual Nº 297625. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o parcial. Sugerencias y comentarios: [email protected]

Sumario

/Sm

An5

TemaNro. d epágina

Símbolo dela sección

Nombre

Xx1

Xxxxxxxx

Xxxxxxxxxxxxxx

Fernando Pitossi

NHS: Tan inglés como

el Big Ben

Soy jefeanécdotas de clínicos

Última página

Up

Mirá vos

Encuentro de residentes:

intercambio, debate y

actualización

Las redes sociales

entran al consultorio

¿Somos un cuerpo?

Dr. House vs. Dr.

Pedrueza

Meditación

Las enfermedades más buscadas

en la web

La disección de cadáveres

anécdotas

Page 4: Revista Nº7

página 4 ojoclinico.net

/MvMirá vos

¿Curarse de los malos recuerdos?

Diabéticos: dormir a oscurase ingerir cardamomoEl Journal of Pineal Research —revista que se espe-cializa en la difusión de estudios científicos relacio-nados con la glándula pineal— publica los resultados de una investigación de la Universidad de Granada según la cual dormir totalmente a oscuras podría ayudar a controlar mejor la diabetes mellitus. Esto se debe a que la ausencia de luz favorece la secreción natural de melatonina, hormona que ayuda reducir la hiperglucemia y la hemoglobina glicada, a disminuir los ácidos grasos libres y a mejorar la ratio leptina/adiponectina, según informaron el portal Diario Mé-dico y el periódico español ABC, entre otros medios. Los mismos efectos se han demostrado con la inges-ta de alimentos y especias ricos en melatonina, como leche, cerezas y aceitunas, mostaza, cúrcuma, car-damomo o cilantro.

Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, un grupo de científicos descubrió una droga que podría borrar los malos recuerdos, a la manera de la píldora que tomaba Jim Carrey en la película Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Se trata de la metirapona, que bloquea el funcionamiento de la hormona del estrés y tendría la capacidad de modificar la forma en que la memoria hu-mana almacena los episodios traumáticos o dolorosos. Los investigadores mostraron cómo 33 hombres, luego de ingerir una dosis de este fármaco, olvidaban las imágenes emocionalmente negativas que se les habían mostrado pocos días antes.

Mouse antigérmenesOcho de cada diez infecciones se propagan por contacto. Los gérmenes pue-den sobrevivir en superficies sólidas durante largos períodos. Partiendo de estas dos premisas, un metalúrgico inglés diseñó el primer mouse con propie-dades bactericidas. El dispositivo está elaborado íntegramente en cobre, ma-terial que ayuda a reducir la propagación de microorganismos, virus, hongos y bacterias. Según un ensayo del hospital Salvador Allende de Calama, Chile, el uso del cobre en superficies de contacto disminuye en más de un 90% los gérmenes presentes en otros materiales utilizados habitualmente en centros de salud, como por ejemplo el plástico o el acero inoxidable.

Page 5: Revista Nº7

página 5

/An

Comunidad de médicos clínicos

Anécdotas

El ruso hispanoparlanteHace unos años, viajé a un congreso inter-nacional de mi especialidad en Moscú. La mayoría de los médicos presentes provenía de Europa y Norteamérica. Éramos pocos los de habla hispana, por lo que —con el correr de los días— empezamos a sentir esa mezcla de libertad e impunidad de poder conversar en el propio idioma delante de todos, sin que nadie entienda. En los ratos libres o coffee breaks, nos juntábamos y les sacábamos el cuero a los personajes que íbamos detectando entre la concurrencia. Nos creíamos unos vivos bárbaros, pero la supuesta picardía criolla (en este caso, latinoamericana) nos jugó una mala pasada: de pronto, un ruso del que nos reíamos por su particular atuendo y su extravagante barba se dio vuelta y, desde sus dos metros de estatura, nos dijo en un castellano apenas comprensible: “Veo que hablan español. Mucho gusto, ¿serían tan amables de contarme qué les causa tanta gracia?”. Varios respondieron con un pe-dido de disculpas. Yo, lo confieso, agaché la cabeza y me quedé en silencio.

¿Querés contarnos unaanécdota? Mandanos unmail a [email protected]

Recurso de chamuyo

Mi abuelo era médico y siempre contaba que, de joven,

haberse inclinado por esta carrera lo ayudó bastante

a tener éxito con las mujeres (y a compensar la falta

de facha, una carencia que, al igual que la vocación,

heredé de él). En los bailes juveniles, cuando todavía

cursaba en la facultad, presentarse como estudiante de

Medicina le allanaba el camino para conseguir chicas.

La profesión estaba dotada de un enorme prestigio

social, y las adolescentes morían por conseguir un

pretendiente con semejante futuro. Tanto que los pro-

pios amigos de mi abuelo (en su mayoría atorrantes

del barrio que jamás habían pisado un aula univer-

sitaria) se hacían pasar por compañeros suyos de la

facu, con tal de aprovechar las ventajas de aquella

reputación.

¡Quiero vale cuatro!En mis tiempos de guardias nocturnas, entre consulta y consulta, solíamos amenizar las madrugadas con largas partidas de truco. Mi compañero era otro médico residente, que profesionalmente dejaba mucho que desear pero a la hora de las cartas la rompía. Casi siem-pre nos enfrentábamos a una pareja de enfermeros y, para ponerle pimienta al asunto, incluíamos alguna apuesta pequeña. A veces, algo de dinero. Otras, una prenda que el perdedor debía cumplir. Una noche, uno de nuestros adversarios había faltado. Pensábamos que nos quedaríamos sin nuestro habitual entretenimiento. Pero justo llegó un paciente que (no recuerdo ya cómo salió el tema) terminó confesándome su pasión por el truco. Sin pensarlo dos veces, lo invitamos a jugar y —para mi desgracia, porque lo tuve de rival— resultó ser invencible. No sé si hacía trampa o tenía suerte, pero nunca ligó menos que un siete de espadas. Menos mal que, como no nos conocíamos y no había confianza, no habíamos apostado nada.

Page 6: Revista Nº7

Relaciones de poder en clínicas y hospitales

jefes MéDiCos

página 6

Nota de tapa

/Nt

ojoclinico.net

Dr. Rodrigo SánchezHospital Vidal de Corrientes

Page 7: Revista Nº7

Los líderes de cuatro equipos profesionales, de distintas áreas y lugares, responden el mismo cuestionario, rompiendo algunos mitos y confirmando otros. Cómo manejar personalidades, competenciasy expectativas sin fracasar en el intento.

Por Martin De Ambrosio

página 7Nota de tapaComunidad de médicos clínicos

Dra. Cristina MyburcHospital de Clínicas José de San Martín

Dr. Víctor IkedaClínica Monte Grande

Dr. Jorge AbaurreUniversidad Nacional de Cuyo

Page 8: Revista Nº7

página 8

Nota de tapa

/Nt

ojoclinico.net

Todos creemos que los jefes ocupan un lugar de máximo poder y lo disfrutan. Tienen una posi-

ción privilegiada, pueden decidir a su antojo y nadie les discute. Estamos seguros de que un jefe la pasa mucho mejor que quienes están a su cargo. Es un puesto tan atractivo que siempre que queda vacante hay alguien interesado en ocuparlo. Pero los sitios de poder en los sistemas médicoasis-tenciales necesitan, además de capacidad de mando, buena formación profesional. Ser el mejor médico no es garantía de ser el mejor de los jefes. Hace falta algo más que no se aprende en la facultad. En esta nota elegimos a cuatro jefes médicos para que respondan el mismo cuestionario (sobre el modo en que se llega a ser jefe, los problemas per-sonales, el trabajo administrativo, la competencia por el poder): Víctor Ikeda, 57 años, jefe de Medi-cina Interna de la Clínica Monte Grande, con unos veinte médicos a cargo; Jorge Daniel Abaurre, jefe de servicio de Consultorios Internos de DAMSU (Departamento de Asistencia Médica Social de la Universidad Nacional de Cuyo), Rodrigo Sánchez, jefe de residentes del Hospital Vidal de Corrientes; y Cristina Myburc, jefa de Sala de la 5a Cátedra de

Medicina Interna del Hospital de Clínicas José de San Martín.Tenemos muchas fantasías sobre lo que significa ser un jefe; esto es lo que opinan los que tienen la experiencia.

Víctor Ikeda, dos décadas al frente

Llegué progresando en mi carrera, haciéndome car-go de los problemas. Hace veinte años que estoy en este puesto y siempre trabajé en el llano, mucho más de lo que acostumbran los referentes. Por mi manera de ser evito estar involucrado en las cuestiones personales de mis subordinados, pero cuando uno se relaciona con gente los conflictos son inevitables. Surgen problemas que poco tienen que ver con el ejercicio de la profesión pero que influyen en el trabajo. Por eso trato de contener, de colaborar en algunas cosas. Hacer bien ese papel jerarquiza y da respeto. Ser jefe no es mandar, ni impartir órdenes todo el tiempo, sino marcar una línea directriz y de contención.

Si alguno de los muchachos tiene una dificultad, estoy siempre dispuesto a ser contemplativo, a dar un par de días más de lo necesario. Trato de manejar las relaciones personales del grupo con actividades sociales que ayuden a mantener la in-tegridad del equipo. De paso, en esas reuniones, trasmito líneas de conducta. Quiero que el médi-co, sobre todo en medicina interna, tenga un as-pecto humano. Lo considero más importante que el técnico. Lo tecnológico es algo que se adquiere con dinero. Respecto del trabajo administrativo, hay mucho. Tengo que controlar un poco y consensuar gastos de estudios y tratamientos. Igual, estoy convencido de que ser buen médico y ser buen jefe son cosas separadas. Uno tiene que tener cierta capacidad de mando y peso específico como médico para que la jefatura tenga sustento. De lo contrario, las órdenes son incoherentes. Sinceramente, no siento que haya gente que quiera mi lugar. Quizás porque se trata de una institución relativamente chica. Ser jefe da más obligaciones que satisfacciones pero por suerte he logrado armar un

Doctor ikeda: “Quiero que el

médico, sobre todo en medicina

interna, tenga un aspecto humano.

Lo considero más importante que las

cuestiones técnicas. Lo tecnológico es

algo que se adquiere con dinero”.

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página 9Nota de tapaComunidad de médicos clínicos

grupo homogéneo. Si bien no tengo contacto directo con todos los pa-cientes, hago mis recorridas y estoy informado de todo lo que pasa en la clínica.El médico acepta las jerarquías siempre y cuando uno demuestre que sabe, que es sólido. Hay una ten-dencia a respetar al otro cuando se nota su buena formación. Cuando el médico joven se da cuenta se nos “pega”, buscando rescatar cosas que le sirvan. La información médica está en todas partes y los jó-venes tratan de acercarse para aprender a ser críticos con la información.En definitiva, hay dos tipos de jefes: el maestro y el operativo. Yo me enrolaría más en el aspecto del conocimiento. Desde el punto de vista de conducir, no soy tan bueno.

Jorge Abaurre, cordialidad y respeto

Ser jefe no me cambió la manera de relacionarme con los demás. Trabajo en la institución hace más de veinte años y sigo atendiendo en consultorios ex-ternos para no abandonar a mis pacientes de tantos años. Conozco a todos los profesionales del servicio y no me cuesta relacionarme con mis compañeros de trabajo, aún sabiendo que soy el responsable médi-co-administrativo del sector. Es cierto que uno se involucra con las cuestiones personales de los otros médicos. Primero por cues-tiones administrativas (permisos, licencias, cursos y demás) y segundo porque conducir un grupo signi-fica también comprometerse con el otro, tratar de estar siempre, ayudar a sentirse mejor.Es obvio que ser jefe significa tener que hacer tam-bién trabajo no médico, algo que muchas veces difi-culta mis otras tareas. Los papeles nunca fueron mi fuerte, y esa es una característica que comparto con la mayoría de mis colegas.

Se puede ser un buen jefe sin ser un buen médico. Lamentablemente la medicina está deshumanizada, economizada; se dedica poco tiempo a los pacientes y muchos profesionales han perdido el amor y el ver-

dadero sentido de ejercer esta maravillosa profesión. No sé si alguien quiere ocupar mi lugar. Me imagino que tendrán su oportunidad cuando las circunstan-cias lo permitan. Con la mayoría de mis compañeros he comparti-do largos años en la atención primaria de la salud. Hoy me toca a mí ser el primero de mis iguales y trato de mantener la misma relación de cordialidad y respeto.Lo peor de ser jefe es sentir que todo el esfuerzo no alcanza. Ventajas sociales siento que no existen; tal vez alguien puede pensar que por ser jefe tengo más virtudes. No es así. En cambio es verdad que pue-do distribuir mejor el tiempo en mis tareas, ya que sigo trabajando 35 horas semanales en mi función. Jefes hay muchos; maestros solo unos pocos. Jefe es el superior o la cabeza principal de un grupo que ejerce su función por mandato. Maestro es aquel que enseña un arte o una ciencia como puede ser la Medicina, “es el que más se exige a sí mismo”, como decía Nietzsche.Seguramente alguna vez puedo ser injusto o arbi-trario; trato de no serlo, pero el que hace se equivo-ca, y yo seguramente no escapo a la regla.

Doctor Abaurre: “Hoy me toca a

mí ser el primero de mis iguales,

y trato de mantener la misma

relación de cordialidad y respeto”.

Page 10: Revista Nº7

página 10 ojoclinico.net

/Nt

Hay mucha actividad administrativa y buena parte de ella la hago fuera del hospital. Me llevo trabajo a casa. Mi relación con mis propios jefes es exce-lente; me dan una mano con nuevos proyectos, ma-teriales y libros. Existe una vieja escuela de castigos que cree que cuan-do hay un problema se debe penar sumándoles horas de trabajo a los residentes. Y si el caso lo merece, in-cluso aplicar sanciones. Yo prefiero las reuniones de grupo: charlas y concientización. Eso funciona. Los reúno y hablamos. Pero debo reconocer que si eso no funciona los sanciono agregándoles horas de trabajo.Lo mejor de ser jefe es sentir que encaro un proyecto y genero algo positivo. Lo peor es la cantidad de tiempo que me lleva. No cuento con tiempo libre. Trabajo diez horas por día, más dos guardias semanales. Pero es un logro, siempre quise llegar a esto. Si estás afue-ra, no tenés el tiempo para leer, te quedás con lo que aprendiste. Acá estás exigido.En la actualidad no se respetan tanto las jerarquías. Me parece bien que se discutan y se debatan las me-didas, pero la falta de aceptación del rango genera inconvenientes.Mi referente fue un jefe de servicio. Estaba muy ca-pacitado y era muy exigente. Conocía cada engra-naje. Pensaba que un residente debía trabajar, pero nunca hasta el punto de que su actividad le impidie-ra preparar una clase. La residencia es un trabajo duro. Pero a pesar de todo me gusta, es casi una cuestión personal. Vale la pena empezar de cero con un proyecto propio. Aunque mi jefatura tiene vencimiento, le voy a dar todo el impulso antes de irme.

Rodrigo Sánchez, todo el impulso

Siento mucha responsabilidad por ser jefe de re-sidentes. Todo tiene que salir bien; esas son las expectativas. Arranqué en la jefatura con muchos ideales y planes. Pero la realidad te ubica de in-mediato. La realidad está llena de impedimentos. Apenas empezás ya te vas frenando. Por ejemplo,

queremos hacer trabajos de investigación pero no tenemos tiempo. Hay mucha responsabilidad asis-tencial. Mucha tarea burocrática. Mi función es organizar a los residentes. Activida-des, evaluación y control. Tengo siete residentes a cargo, y algunos más en el interior de la provincia. Trato de no involucrarme en cuestiones personales. Cuando se presenta un conflicto me veo obligado a mediar, pero siempre manteniendo una distancia emocional, poniendo un límite para evitar confu-siones o malos entendidos.

Doctor sánchez: “Lo mejor de

ser jefe es sentir que encaro un

proyecto y genero algo positivo. Lo

peor es la cantidad de horas que me

lleva. No cuento con tiempo libre

para otras cosas.”

Page 11: Revista Nº7

página 11Nota de tapaComunidad de médicos clínicos

Cristina Myburc, aprendizaje y diálogo abierto

Este año, después de una década en el Hospital de Clínicas (primero como residente, después como médica de planta), me ofrecieron la jefatura de una de las salas de cátedra: un desafío que afronté con entusiasmo y gran expectativa. En el Clínicas no hay muchas jefas mujeres, y además, con 39 años, soy una de las más jóvenes en asumir esta responsabilidad. Pero, la verdad es que ni la edad ni el género afectan la relación con mis pares ni con los miembros del equipo. Me siento respetada, valorada y, a la vez, con las mismas obligaciones que cualquier otro jefe.De alguna manera lo vivo como un reconocimien-to a mi esfuerzo, como un objetivo cumplido. Es-toy al frente de un grupo compuesto por un jefe de residentes, médicos de planta y residentes. Es un reto para mi carrera desde todo punto de vista: desde lo asistencial, desde lo social, desde lo aca-démico, desde el manejo de los vínculos, etc. ¿Si hay tensiones, competencias o luchas de poder? Creo que las mismas que puede haber en cualquier otra actividad aunque, en general, el ambiente es de mucho respeto.

La diferencia que percibo respecto de mi función anterior es el aumento en la carga de trabajo, tan-to asistencial como administrativo. No son tareas que desconocía, y trato de hacerlas cada día un poco mejor. Las voy llevando con bastante es-fuerzo y dedicación. Quizás, el cambio principal consiste en adoptar un rol más activo en cuanto al manejo del grupo, y desplegar habilidades es-pecíficas para tal fin. En ese sentido, vengo de una escuela muy exigente y llevo esa exigencia a mi estilo de liderazgo. Pero siempre desde un enfoque ameno, buscando conocer al otro, de brindarle un espacio de aprendizaje recíproco, y de fomentar el diálogo abierto y la discusión.Como jefe, uno desarrolla un nivel de alerta ma-yor, una atención más exhaustiva, que le permite adquirir una visión integral de las personas, para poder estimular sus logros o fortalezas y señalar las oportunidades de mejora. Trato de ser directa y frontal, de potenciar las capacidades individuales y de promover el trabajo en conjunto: cuando todos apuntamos hacia el mismo objetivo, al margen de las diferencias, los resultados son más satisfacto-rios. En definitiva, este es un desafío complejo, pero no me genera un peso ni una carga, sino una moti-vación y una intensa adrenalina.

Doctora Myburc: “Como jefe,

uno desarrolla un nivel de alerta

que le permite adquirir una visión

integral de las personas, para poder

estimular sus logros y señalar las

oportunidades de mejora”.

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página 12 ojoclinico.net

Page 13: Revista Nº7

acuerdo a cinco años con Brasil para sumar esfuerzos y mejorar nuestra competitividad a través de proyec-tos conjuntos. A nivel mundial la competencia es in-tensa. Está pasando algo similar a lo que ocurrió con la terapia génica, que provocó muchos titulares de diarios al principio, pero luego se volvió al laborato-rio para ver si los trabajos publicados tenían solidez. Hay publicaciones que están siendo refutadas; quizás se difundieron demasiado rápido y algunos conceptos vertidos deben revisarse.

¿Cuáles marcaría como los principales hitos o logros alcanzados en el país?El mayor fue la creación del Consorcio de Investiga-ción, que propició una cultura de trabajo entre ins-tituciones (el Leloir, la Fundación Favaloro, el Fleni, el Hospital Austral, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, empresas privadas, etc.) no muy habi-tual en la Argentina. Otro hito es la designación del Incucai como ente regulatorio. En cuanto a avances científicos, nuestro grupo descubrió una molécula del sistema inmune que promueve la diferenciación de células madre del cerebro a neurona. También en el Instituto se consiguió caracterizar mejor la inte-gración y funcionalidad de esas neuronas nuevas que se generan en el cerebro con el resto de los circui-

página 13EntrevistasComunidad de médicos clínicos

“en 2007 éramos catorce grupos trabajando; hoy somos casi cincuenta. se firmó un acuerdo a cinco años con Brasil para sumar esfuerzos y mejorar nuestra competitividad a través de proyectos conjuntos.”

“Y también tengo una familia”, aclara Fernando Pitossi entre risas, tras resumir su extenso currí-

culum. Bioquímico (UBA) especializado en biología molecular, completó su formación en Europa, donde cursó el doctorado y el posdoctorado. “Fui por un año y me quedé diez, entre Suiza y Alemania.” En 1997 volvió al país y desde 2000 dirige el laborato-rio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Siste-ma Nervioso en la Fundación Instituto Leloir, de la cual actualmente es vicepresidente. Investigador del Conicet, integra la Comisión de Bioética de Terapia Celular del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, y coordina el Consorcio de Investigación en Células Madre.Recién llegado de Toronto, donde asistió al Con-greso de la Sociedad Internacional de Investigación en Células Madre, y pocos días después de oficiar como anfitrión (en el Leloir) de Cristina Kirchner (quien entregó distinciones a científicos), Pitossi re-cibe a ojo Clínico y no oculta su entusiasmo por la visita presidencial. “Cristina ya estuvo dos veces aquí; nunca antes había venido ningún presidente —cuenta—. Lo que más me impresionó fue que haya dedicado veinte minutos a ver células madre y neu-ronas en el microscopio; algo que refleja su interés y su entusiasmo por la investigación científica.”Pitossi percibe un escenario propicio para el desarro-llo de la ciencia nacional. “Recuperamos la dignidad en cuanto a nuestras condiciones de trabajo. En los 90 quise volver tres veces a la Argentina y no pude, porque estaba cerrada la carrera del Conicet; ahora los laboratorios rebosan de becarios, de investigado-res jóvenes. Hay un camino para que los científicos contribuyamos al crecimiento del país”, sentencia.

en el campo específico de las células madre, ¿cómo definiría el estado actual de la investigación en la Ar-gentina? ¿Y en el mundo?Desde la creación del Ministerio de Ciencia, que iden-tificó a esta área como prioritaria, hubo avances im-portantes. En 2007 éramos catorce grupos trabajan-do en el tema; hoy somos casi cincuenta. Se firmó un

Quien preserva células madre no está comprando un seguro biológicoUno de los principales expertos argentinos en la investigación con células madre cuenta los últimos avances y las perspectivas terapéuticas en este campo. Además, ofrece consejos a médicos para evacuar dudas de los pacientes sobre el tema.

FERNANDO PITOSSI, ESPECIALISTA EN BIOLOGÍA MOLECULAR

/En

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página 14 ojoclinico.net

/En

Pitossi dirige el laboratorio de Terapias

Regenerativas y Protectoras del

Sistema Nervioso en la Fundación del

Instituto Leloir.

tos. Otra gran noticia fue la certificación del Banco Público de Cordón Umbilical del Hospital Garrahan bajo estándares internacionales, que lo convierten en el líder en Sudamérica en su tipo.

Por lo que cuenta, se está dando una interesante ar-ticulación público-privada…Así es. Me parece muy acertada la visión de comple-mentar esfuerzos, que no caiga todo el peso sobre el Estado ni sobre las empresas privadas. Buscamos una integración genuina que permita llevar el cono-cimiento del laboratorio a la clínica, lo cual requiere una intención sostenida en el tiempo y varios actores involucrados.

¿Qué fue lo más destacado del congreso al que asis-tió en Canadá?Todo el campo se está orientando al estudio y la utilización de las llamadas “células madre reprogra-madas”. Estas, a diferencia de las embrionarias (que vienen del óvulo fecundado y pueden dar origen a cualquier tipo celular) y las adultas (las que tenemos nosotros, específicas de un tipo celular), son creadas por el hombre, transfiriéndole cuatro genes a una célula adulta del cuerpo y dándole así la capacidad de generar cualquier tipo celular como si fuera una célula madre embrionaria. Esto abre un potencial enorme para varias aplicaciones; las primeras ya se ven: líneas celulares para estudiar enfermedades que no tienen modelos de estudio en laboratorio.

¿Cuál es su postura frente al debate bioético que se está dando sobre el uso de células madre?Es un debate necesario, cuyo tono bajó mucho a par-

tir de la aparición de las células madre reprograma-das. El tema más sensible pasa por las células madre embrionarias, el descarte de los óvulos fecundados que no se implantan luego de los tratamientos de fer-tilización in vitro. Hace falta una legislación al res-pecto. Brasil nos lleva la delantera: tiene una norma que permite usar esos óvulos para investigación.

¿Y qué opina de los bancos privados de células ma-dre de cordón umbilical?Yo recomendaría donar esas células al banco públi-co del Garrahan. Es una actitud altruista: si todos lo hiciéramos, en algún momento se cubrirían las posi-bilidades de histocompatibilidad del conjunto de la población. Además, la legislación vigente dice que si uno elige un banco privado, las células entran en un registro público, con lo cual tiene el mismo sentido —de alguna forma— que donarlas al banco público. Es cierto que hubo en primera instancia amparos favo-rables a los bancos privados, pero se sigue apelando

“La gente debe tener claro que está pagando la guarda, no la promesa de tratamiento. esto no es un seguro biológico, no son células de repuesto...”

Page 15: Revista Nº7

página 15Comunidad de médicos clínicos Entrevistas

y será la Corte la que decida. El problema que veo es que la gente no siempre recibe información exacta al momento de decidir. No hay certeza de cuánto pue-den durar esas células vivas en nitrógeno líquido, y su aplicación actual es la misma que la de las células madre de médula ósea adulta; no existen tratamien-tos nuevos para, por ejemplo, enfermedades neuroló-gicas. La gente debe tener claro que está pagando la guarda, no la promesa de tratamiento. Esto no es un seguro biológico, no son células de repuesto que uno conserva para cuando se enferme de cualquier cosa.

¿Qué recomendaciones básicas deben tener en cuen-ta los médicos al responder consultas relacionadas con terapias de células madre?Básicamente, saber que hay un solo tratamiento ya establecido en la clínica, que es el trasplante de mé-dula ósea para enfermedades derivadas de la sangre, y que cualquier otro tipo de intervención terapéutica utilizando células madre es experimental. Como tal, esa intervención debe ser gratuita y el Incucai tiene que aprobar su protocolo para que la práctica presen-te cierto viso de seguridad; en caso contrario se está violando la normativa. Muchos pacientes o familiares se acercan con planteos como “Yo no tengo nada que perder, mi hijo está muy grave, ¿qué puedo perder?”. El riesgo es que la persona termine empeorando.

¿Qué horizonte vislumbra a largo plazo para este tipo de tratamiento?Les veo un potencial enorme. Esto va a cambiar la medicina, porque aborda a la enfermedad desde un punto de vista no farmacológico, al atacar directa-mente a la célula enferma.

Salud y capacidad de cambio

En la última edición del ciclo de conferencias TEDxBuenos Aires, Pitossi expuso sobre “Sa-lud, células madre y capacidad de cambio”, tomando a la biología como ejemplo del po-tencial humano para adaptarse a entornos en permanente transformación. “No existe un momento en que las cosas no estén cam-biando, y el cuerpo debe responder a eso ade-cuadamente para mantenerse sano. Hay una dinámica de recambio celular mucho más intensa de lo que los propios científicos creía-mos hasta no hace mucho. Incluso algo en apariencia tan inmutable como el esqueleto se renueva en un 10% por año. ¿Por qué no con-fiar en esa capacidad biológica para arriesgar-nos, también, a generar aquellos cambios que necesitamos en nuestra vida?”, se pregunta.

Page 16: Revista Nº7

página 16

Clínicos en el mundo

/Cm

ojoclinico.net

Emblema de atención igualitaria, el servicio estatal de Gran Bretaña es una de las organizaciones con más empleados del mundo. El psiquiatra argentino Julián Bustin, que trabajó siete años allí, analiza las fortalezas y las cuestiones pendientes de este complejo sistema.

NHS: TAN INGLÉS COMO EL BIG BEN

GRAN BRETAÑA

Page 17: Revista Nº7

página 17Clínicos en el mundoComunidad de médicos clínicos

En Inglaterra, cuna del capitalismo, el Servicio Nacional de Salud (NHS, National Health Ser-

vice) se maneja, en esencia, con una lógica socialis-ta. Alrededor del 90% de la población se atiende dentro de este sistema (apenas el 10% opta por el privado), símbolo del “Estado de bienestar” que ha caracterizado a varias naciones europeas desde la posguerra. Fundado en 1948 bajo los principios de acceso universal y gratuidad, supo mantener inalte-rable su espíritu a través de las décadas, aunque en los últimos tiempos se ha intentado reformarlo (ver recuadro). Tan británico como el Big Ben y el té de las cinco, el NHS es considerado la cuarta organiza-ción con mayor cantidad de empleados en el mundo (uno de cada 23 trabajadores ingleses se desempeña en sus filas), detrás del ejército chino, Walmart y la compañía estatal de trenes de la India. Se trata de un modelo financiado sólo con impuestos; un esquema en el cual la distribución y la asignación eficiente de los recursos desempeñan un papel clave para garan-tizar la excelencia.

El psiquiatra argentino especializado en gerontopsi-quiatría Julián Bustin vivió en Inglaterra siete años y conoce de primera mano las fortalezas y debilidades de este complejo sistema. En su estadía en Liverpool y Londres, combinó formación y práctica profe-sional, se capacitó en gerontopsiquiatría y tuvo la oportunidad de adquirir una valiosa experiencia para su carrera. “Lo que más me sorprendió es lo protocolizado y regulado que está todo”, cuenta. También destaca la descentralización de los trata-mientos puertas afuera del hospital (varios especia-

SIEMPRE ATENTOSGran Bretaña convive con una situación de guerra permanente y su sistema de salud se adapta a ello.

Julián BustinEl psiquiatra especializado en gerontopsiquiatria conoce muy bien el sistema por haber vivido siete años en Inglaterra.

listas acuden al propio hogar del paciente). Del lado del “debe”, ubica el talón de Aquiles del modelo: las listas de espera y las demoras de varios meses para someterse a ciertos estudios complementarios, como las resonancias magnéticas.

Pero quizás el aspecto más llamativo sea el peso que adquiere dentro de la estructura del NHS la figura del GP (general practitioner), el médico de familia o de cabecera. El GP cubre un área determinada por los códigos postales cercanos a su consultorio. Tiene un promedio de 1800 pacientes a cargo y realiza unas 8500 consultas por año. “Es el único que pue-de prescribir medicación. Es el que decide derivar a un especialista y centraliza toda la información. Es la vía de entrada al sistema”, resume Bustin, jefe de Gerontopsiquiatría de Ineco (Instituto de Neu-rología Cognitiva). En los últimos tiempos, los mé-dicos de familia han absorbido aún más poder, ya

el general practitioner cubre un área determinada por los códigos postales cercanos a su consultorio. Tiene un promedio de 1800 pacientes a cargo y realiza unas 8500 consultas por año.

Page 18: Revista Nº7

página 18 ojoclinico.net

/Cm

Cameron: reforma a mediasUn año atrás, el ministro de Salud británico, Andrew Lansley, propuso una profunda re-forma en el sistema de atención médica, para hacer frente a los desafíos derivados del enve-jecimiento poblacional y las políticas de aus-teridad poscrisis internacional. La iniciativa contemplaba varias medidas de liberalización y privatización de un modelo caracterizado por su espíritu igualitario y su impronta es-tatal. Pero la resistencia de los profesionales del sector (y de gran parte de la sociedad, que temía ver transformado su emblemático Na-tional Health Service en un esquema de segu-ros al estilo estadounidense) llevó al premier David Cameron a dar marcha atrás y a mo-dificar las intenciones originales. Cameron se vio obligado a aceptar la mayor parte de las enmiendas que introdujo un foro de expertos convocado por el propio Gobierno, antes de reenviar el proyecto al Parlamento. Este foro recomendó, entre otras cosas, que el organis-mo regulador no tenga como misión explícita “promover la competencia” sino “la colabo-ración y la calidad”, y que se mantenga firme el control público sobre el sistema.

PRINCIPIOSUna característica central

del sistema es el apego a los valores éticos

heredados de Maimónides.

que el Estado delegó en ellos la facultad de asignar determinados recursos. “Antes, cada hospital tenía asegurado un presupuesto fijo y una cantidad mí-nima de derivaciones; ahora, el GP puede derivar al paciente al establecimiento que le parezca mejor; ya no tiene que enviarlo al más próximo al domici-lio”. Esto genera más competencia para incrementar la calidad introduce un componente capitalista al sistema, aunque a la vez ha llevado al cierre de va-rios hospitales chicos, con la consecuente pérdida de puestos laborales.

El experto cuenta que los GP, en un contexto de muy buenas condiciones de trabajo para los médicos en general (al menos cuatro semanas de vacaciones y

diez días pagos al año para capacitación, entre otros beneficios), son los “mimados” del sistema. En los años 90, el Gobierno los convirtió en los mejor re-munerados, como un anzuelo para atraer más estu-diantes hacia una especialización que no despertaba demasiado interés. Hoy, los aspirantes se multipli-can, pero la selección es cada vez más rigurosa.

Al díaEn Inglaterra, la universidad es pública pero aran-celada, aunque con cuotas más accesibles que, por ejemplo, en los Estados Unidos. Los cupos para las facultades de Medicina son limitados y existe un proceso de recertificación cada cinco años, que obli-ga a los profesionales a mantenerse actualizados.

“Los cupos para las facultades de Medicina son limitados y existe un proceso de recertificación cada cinco años, lo cual obliga a los profesionales a mantenerse actualizados.”

“Esto hace que el nivel promedio sea muy bueno”, afirma Bustin. Respecto del rol del médico clíni-co o internista, a diferencia del GP no desarrolla su labor en forma ambulatoria (tampoco, por lo general, en consultorios privados), sino dentro del ámbito de los hospitales, y su función implica co-nocimientos avanzados de especialidades como la gastroenterología y la cardiología.

Otros datos interesantes y particulares del NHS: las medicaciones tienen un costo estándar y acce-sible, subsidiado por el Estado (se paga un valor fijo por receta, cualquiera sea la droga), y existe una institución —el National Institute of Clinical Excellence(NICE)— formada por un comité de prestigiosos referentes y encargada de indicar los diagnósticos, tratamientos y fármacos recomenda-dos para las distintas enfermedades. Las decisiones del NICE suelen avivar polémicas, ya que se basan no sólo en la efectividad clínica, sino en una ecua-ción costo-beneficio, análisis económico mediante.

“Me impactó la uniformidad y la homogeneidad en todo sentido —concluye Bustin—, incluso en lo geográfico: conocí distintas lugares y, en líneas generales, el nivel es parejo. Hay cuestiones mejo-rables, por cierto. Pero el balance arroja un saldo positivo.”

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/RnReunión

ojoclinico.net

P romover la actualización científica, en temas de la práctica diaria, convocando a especialis-

tas nacionales e internacionales. Crear un espacio de encuentro e intercambio de experiencias entre colegas. Fomentar la actividad científica a través de la presentación de trabajos y discusión de casos clínicos. Afianzar vínculos entre ser-vicios y residencias de clínica médica de distintos lugares del país para debatir in-quietudes y perspectivas en la formación del internista. Esos son los objetivos del primer Congreso de Medicina Interna de la Costa Atlántica, a realizarse los días 13, 14 y 15 de octubre en el hotel Costa Galana de Mar del Plata, or-ganizado por las cuatro residencias de clínica médica que existen en esa ciudad (clínicas 25 de Mayo y Pueyrredón, Hospital Privado de Comunidad y Hospital Interzo-nal General de Agudos).

encuentro de residentes: intercambio, debate y actualización

CONGRESO DE MEDICINA INTERNA

Mar del Plata albergará el Primer Congreso de Medicina Interna de la Costa Atlántica. Habrá paneles y cursos a cargo de expertos nacionales y extranjeros. Aquí, uno de los organizadores anticipa la agenda de las jornadas y analiza el panorama actual de una instancia decisiva en la formación médica: la residencia.

¿el objetivo? Afianzar vínculos entre servicios y residencias de distintos lugares del país.

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so serán las mesas de discusión de casos clínicos, donde las diferentes residencias expondrán problemas y situaciones que serán discutidos por varios de los invi-tados”, cuenta Pablo Malfante, coordi-nador de la residencia de clínica médica del Hospital Privado de Comunidad, y uno de los impulsores de la iniciati-va. La agenda del encuentro incluye un curso sobre medicina basada en la evidencia, dictado por miembros de la Unidad de Efectividad Clínica del Hospital Italiano de Buenos Ai-res; la participación de referentes del Lupus Research Institute de Londres, y la presencia de médi-cos norteamericanos que diserta-rán sobre temas como manejo del síncope, actualizaciones en EPOC, trombosis y cáncer.

“Todos los que hemos hecho una residencia la valoramos profunda-mente, como herramienta funda-

Será un ámbito de contacto y perfeccionamiento para los médicos en formación en la especialidad, los clínicos ya egresados de la residencia y toda otra especialidad que tenga como base la medicina in-terna. Habrá cursos, conferencias, paneles y mesas redondas a cargo de prestigiosos expertos. Además, se presentarán trabajos de investigación y el comité científico —tras una rigurosa evaluación— premia-rá al mejor.

“Una de las instancias más atractivas del congre-

mental en nuestra formación. No entendemos otra forma posible de entrenamiento,” afirma Malfante, y agrega: “El rol del médico residen-te en la estructura hospitalaria es de vital im-portancia, porque no sólo se forma el que pasa por dicha práctica, sino que, al mismo tiempo, se genera una dinámica de docencia que obliga a cada uno de los actores del sistema a mante-nernos actualizados permanentemente.”

¿Cuáles son los principales desafíos que se pre-sentan en este campo específico?El sistema requiere de un gran compromiso, lo que significa que todos los que hemos es-tado dentro de la residencia nos tuvimos que adaptar a muchas horas de dedicación a la ta-rea cotidiana, a muchas horas de estudio para poder entender diferentes situaciones que nos plantea la medicina, a resignar horas de sueño en guardias, a empezar a aprender la relación médico-paciente-familia, etc. Además de esto, hoy se plantea también como desafío hacer de las residencias un sistema cada vez más perfec-cionado con un perfil centrado en la asisten-cia porque esa es la esencia del trabajo médico pero claramente basado en la docencia y la ex-celencia en la formación.

¿Cómo impacta la residencia médica en la for-mación profesional? ¿Cuáles son sus principa-les fortalezas?Es la mejor manera de formarse en una espe-cialidad. No hay otro sistema que pueda re-emplazarlo porque es completo, intensivo y brinda una experiencia que, al ser supervisa-da, garantiza la calidad de los conocimientos adquiridos y estimula un amplio desarrollo en la especialidad elegida. La residencia también permite al médico realizar rotaciones en otras instituciones, dándole la posibilidad de compa-rar métodos de diagnóstico, sistemas y trata-mientos, lo cual enriquece significativamente su formación.

Malfante reconoce que esta instancia exige grandes sacrificios y renuncias, pero concluye: “Hasta el más disconforme en algún momento extrañará la residencia, porque siempre segui-rá siendo una experiencia fundamental para la vida del médico”.

“La residencia médica es la mejor manera de formarse en una especialidad. es un sistema completo e intensivo, que garantiza la calidad de los conocimientos adquiridos.”

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/OpOpinión

Las redes sociales entran al consultorio

INFORMÁTICA Y SALUD

Por Mariela PaleeffContadora Pública (UBA)

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Las redes sociales entran al consultorio Claves para interactuar con los “pacientes 2.0”. Un nuevo paradigma

que redefine vínculos y crea oportunidades.

La tecnología, se sabe, no es mala ni buena en sí misma; todo depende del uso que se le dé. En

todos los campos, la medicina incluida, hay “apoca-lípticos” e “integrados”, parafraseando a Umberto Eco: aquellos que reniegan de los avances tecnoló-gicos y quienes les auguran un potencial favorable y un abanico de oportunidades por explorar. Entre estos últimos se encuentra el estadounidense Daniel Sands, presidente de la Society for Partici-patory Medicine de Boston, quien en una reciente presentación en el American College of Physicians (ACP) abordó el tema de las redes sociales: cómo redefinen el rol de los pacientes, generan nuevos desafíos y pueden —si se las emplea con criterio e inteligencia— transformar positivamente el ejercicio de nuestra profesión. Sands advierte la irrupción de un nuevo paradigma que transforma la esencia del vínculo médico-pa-ciente, de la mano de la creciente utilización de in-ternet como fuente inagotable (y no siempre precisa) de datos sobre temas de salud. Los e-patients, como los denomina, ven a su doctor de cabecera como un socio, un aliado, y ya no como un oráculo paterna-lista, dueño de la verdad. La asimetría en la infor-mación tiende a reducirse: cada vez más personas googlean diversas patologías en la red y adquieren un conocimiento creciente acerca de estas cuestio-nes. La irrupción de las redes sociales les permite, además, conectarse entre sí y compartir ese cono-cimiento (y esa experiencia). Entre ellos y, tal como propone el autor, con la propia comunidad médica. La colaboración, sostiene, es la clave para optimizar la atención de los pacientes y, en tal sentido, las he-rramientas “dospuntocero” pueden resultar de gran ayuda. “Los médicos deben aprender a conectarse mejor con los flamantes e-patients”, afirma Sands, y sugiere alentar la participación de los usuarios en lu-gar de percibirla como amenaza. Por cierto, existen barreras culturales (y por estos pagos, también so-cioeconómicas) que superar. Pero la era de la comu-nicación multidireccional ha llegado para quedarse,

y el desafío radica en trazar un círculo virtuoso don-de todos se beneficien. Se trata de una transformación gradual pero firme que deben encarar, en conjunto, autoridades sanita-rias, hospitales, profesionales y organizaciones del sector. Con simplicidad y eficacia, dice Sands, es po-sible avanzar hacia un esquema de interacción fluida y directa con los pacientes, en una dinámica enri-quecedora que combine múltiples plataformas on-line (desde Skype hasta Facebook) para maximizar la cooperación recíproca. En este modelo, las redes sociales juegan un papel clave a la hora de tejer re-des y expandir horizontes. En particular, Twitter (la vedette del momento en la web) es vista por el ex-perto como un canal propicio para compartir ideas o conceptos vertidos en conferencias, mantenerse actualizados y construir comunidades.

Un nicho a explorarCon él coincide John Maese, quien —también en el marco del ACP norteamericano— disertó sobre cómo “comercializar” la práctica médica en la era digital. Partiendo de indicadores que reflejan el au-mento en las búsquedas de información de salud en la web, el autor ve en los social media un nicho atractivo para que los médicos exploren.

La colaboración es la clave para optimizar la atención de los pacientes y, en tal sentido, las herramientas “dospuntocero” pueden resultar de mucha utilidad.

Cómo aprovechar al máximo estas herramientas

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Opinión

Al igual que en los diferentes ámbitos y actividades humanas, los consumidores tienden a desempeñar un rol cada vez más activo también en lo que se re-fiere a la salud. Este fenómeno deja obsoletos los viejos preceptos del marketing y requiere de reflejos para adaptarse a los cambios. Al respecto, Maese alaba el poder de las redes sociales, aunque con un enfoque más orientado a lo económico y comercial que el de su colega.

De la mano de la creciente utilización de internet como fuente inagotable (y no siempre precisa) de información sobre temas de salud, irrumpió un nuevo paradigma que transforma la esencia del vínculo médico-paciente.

De Facebook, destaca su vertiginoso crecimiento y sugiere utilizarlo como un medio de contacto con los pacientes, tomando los recaudos de diferenciar el perfil “privado” (aquel donde subimos las fotos de las vacaciones o chateamos con amigos) de la cuenta creada especialmente con fines profesionales. A su vez, ubica a Twitter como una extraordinaria herra-mienta para estar al tanto de las últimas noticias de los temas de interés, o participar de debates virtuales con inmediatez y dinamismo. En definitiva, el autor insta a aprovechar, en todas sus facetas, “las siner-gias de la interconectividad”. La sabiduría colectiva generada en las redes sociales ofrece perspectivas que trascienden el conocimiento individual de cada paciente o médico, concluye por su parte Jane Sarasohn-Kahn, responsable del in-forme The Wisdom of Patients: Health Care Meets Online Social Media, que analiza el modo en que las colaboraciones innovadoras online están transfor-mando el modo en que todos los actores involucra-dos en el sector expanden sus saberes sobre los re-gímenes terapéuticos y el manejo de enfermedades. El auge de la “salud 2.0”, agrega Sarasohn-Kahn, va de la mano de una insoslayable demanda de trans-parencia de los consumidores, y desafía la noción de que el cuidado de la salud sólo tiene lugar entre las cuatro paredes del consultorio.

NUEVOS DESAFÍOSLas redes sociales

redefinen el rol de los pacientes y pueden

transformar positivamente el ejercicio de la profesión.

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/ReReflexión

ojoclinico.net

N o somos un cuerpo, tenemos un cuerpo. Lo contrario sería desastroso. El cuerpo suele ha-

cer lo que quiere, independientemente de lo que nos parece a nosotros. Le gusta pedir lo que necesita sin interesarle nuestra opinión y sin el menor respeto por los demás o las circunstancias. Es un socio amo-ral, urgido y caprichoso. A decir verdad, un poco bruto el socio. Mira donde no tiene que mirar, duele cuando no tiene que doler y viene con tendencia a desesperarse.Cuando queremos hacer algo, hay que tener en cuenta si está cansado, dispuesto o alterado. Son sus tiempos y no hay forma de evitarlos. Si comer con sal lo perjudica, el cuerpo pide sal en las comi-das, y si hay que salir a caminar prefiere quedarse sentado. El médico tiene que convencerlo y todos

¿somos un cuerpo?El cuerpo es básicamente un lugar de registro, que denuncia y avisa sobre aquello que nos gusta, nos seduce, nos duele, nos conmueve, nos asusta, nos molesta, nos sorprende.

EL DESAFÍO MÉDICO ANTE LOS INDICADORES FÍSICOS

sabemos que eso nunca es fácil. Para el paciente to-davía menos, claro está.¿Para qué nos sirve un cuerpo? Para pensar no hace falta un cuerpo; para estar distraído, tampoco. Pero para desear, extrañar o sentirse satisfecho, sí. Para eso es indispensable. No es necesario el cuerpo para organizarse y menos para estar equivocado. Pero es imposible sorprenderse, amargarse o deleitarse si no se tiene un cuerpo. ¿Por qué? Porque el cuerpo es básicamente un lugar de registro. Si pensamos que algo nos tiene que gustar pero nos da sueño, malestar o dolor, es porque el cuerpo denuncia que hay una diferencia entre lo que debería gustarnos y lo que nos gusta. El cuerpo tiene siempre su propia opinión y nunca es democrático.Si algo nos conmueve, es porque lo sentimos en el cuerpo. No hay amor ni miedo sin un cuerpo que dispare los mediadores necesarios. Si no tuviéramos un cuerpo, no sabríamos lo que esas sensaciones sig-nifican. Eso no implica que el cuerpo acepte nuestras órdenes ni que sienta lo que queremos que sienta. Ahora imaginemos que somos un cuerpo. ¿No cae-ría la opinión que tenemos de nosotros mismos? Hay algunas situaciones en las que podemos vol-vernos un cuerpo. Dejar de tenerlo y pasar a ser eso, nada más que eso. Son momentos especiales; la sala de cuidados intensivos es un buen ejemplo. Tenemos un cuerpo, pero también hay un cuerpo que nos tiene a nosotros. Y muy simpáticos no le debemos caer, porque cuanto más tiempo pasa en nuestra compañía más cansado se lo ve, menos ga-nas tiene de hacernos caso, hasta que finalmente se termina pudriendo.

si algo nos conmueve es porque lo sentimos en el cuerpo. No hay amor ni miedo sin un cuerpo que dispare los mediadores necesarios. si no tuviéramos un cuerpo, no sabríamos lo que esas sensaciones significan.

por Ricardo Coler*

* Médico y periodista. Autor de los libros Eterna juventud y El reino de las mujeres, entre otros. Comentarios y réplicas a [email protected]

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AVISO

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Caso House

/Hs

Dr. House vs. Dr. PedruezaEl médico de la tele se encuentra ante un paciente incapaz de seguir los cuerpos en movimiento. Pero el doctor José Pedrueza afirma que House se equivoca en su diagnóstico.

En el examen muestra dolor en el cuadrante abdominal superior derecho y no queda claro si es epistaxis o hemorragia digestiva alta. Se suma fallo renal y hepático. Como no hay a quién preguntarle antecedentes, despiertan al padre que estaba en estado de coma.

El dosaje de mercurio da negativo y House piensa en una enfermedad de fibras rojas rasgadas. Los síntomas dependientes del aparato cardiovascular se imponen en la evolución del paciente.

En el interrogatorio de House, el padre cuenta que el hijo tiene contacto con pinturas antimoho de manera habitual. Nuevo diágnostico: intoxicación por mercurio.

_primera parte

_segunda parte

_cuarta parte

_tercera parte

Paciente masculino con convulsiones

Búsqueda de antecedentes

Mercurio negativo

Diagnóstico de House

DR. GREGORY HOUSE

Estudió en la Johns Hopkins

Jefe de Diagnóstico

Hospital Princeton-Plainsboro

Episodio 7. Temporada 3.El hijo del tío en coma

Paciente joven con akinetopsia (incapacidad de seguir los cuerpos en movimiento), convulsiones y señales de alcoholismo. El cuadro se le manifiesta cuando visita a su padre, internado en estado vege-tativo, por asfixia e intoxicación por monóxido.

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página 29Caso HouseComunidad de médicos clínicos

DR. JOSÉ PEDRUEZA

La presentación del cuadro y el desarrollo del razonamiento médico tiene escaso rigor científico. Manejaría la información al paciente y a la familia de modo completamente diferente al mostrado en la serie, más aún cuando se trata de enfermedades de posible transmisión sexual. La medicina moderna necesita de médicos que se acerquen más a los pacientes y que logren motivarlos para que cambien los estilos de vida, de modo de prevenir enfermedades crónicas que hoy se han convertido en grandes desafíos: la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes y el sedentarismo. Para casos más exóticos siempre es bueno tener algún House cerca, o una computadora con una excelente base de enfermedades para asociar síntomas. Hablar con el paciente, examinarlo, entenderlo e intentar ayudarlo es una cosa muy distinta.

Conclusión

El Dr. Pedrueza se animó a desafiar a Dr. House. ¿Usted? Escríbanos a [email protected]

Error: las enfermedades hereditarias, en general, suelen aparecer antes y con otras manifestaciones asociadas. House deja de lado la causa principal: el alcohol y sus complicaciones

_el Dr. Pedrueza cuestiona

La causa: el alcohol

Aquí el episodio se vuelve fantasioso, sin asidero médico. En este caso, la posibilidad de despertarlo con una extraña droga sudafricana para poder interrogarlo está fuera de los límites de la medicina.

Todo el episodio demuestra una pérdida excesiva de tiempo en estabilizar hemodinámicamente al paciente. La cardiomiopatía alcohólica tendría que haber sido el diagnóstico inicial.

La sintomatología y la exposición del muchacho nunca fueron suficientes.

_el Dr. Pedrueza avisa

_ la necesaria explicación

_conclusiones apresuradas

Pura fantasía

Cardiomiopatía alcohólica

Poco trabajo

Médico especialista en Medicina Interna

Ex residente Hospital San Martín de La Plata

MP 224027

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/TxTexto

ojoclinico.net

En tiempos de Frankenstein, la única fuente legal de obtención de cuerpos para el estudio de la anato-

mía en Inglaterra era la cárcel, que cedía los cadáveres de los ajusticiados para su disección. La disección fa-vorecía el progreso de la ciencia pero era, ante todo, un castigo. Los condenados preferían que su cuerpo se pudriera en la calle, a veces frente a su casa. Todo era preferible a la disección. La disección se interponía en los planes de la resu-rrección de la carne. ¿En qué estado iban a salir esos cuerpos manoseados de sus tumbas el día del Juicio? ¿Podés imaginarte un Lázaro de físico alterado, cami-nando con el tórax abierto?Hasta los más desaprensivos temblaban al pensar en su hijo, su madre o un hermano entregados al escalpe-lo. Muchos años antes, Harvey había dado el ejemplo. Él pensaba que, como la caridad, la disección podía empezar por casa, y diseccionó a su padre y a su her-mana para demostrar su fe en la ciencia. Pero Harvey era un precursor y los precursores están solos en el mundo de la historia. Una vez diseccionado, el cuerpo del condenado era expuesto al público. La disección implicaba desnudez, desintegración y vejación. La Justicia sumaba la disec-ción a la horca porque existía ese miedo, que a su vez se vio reforzado por la medida. Desde esa perspectiva, los profesores eran verdugos de cadáveres. A los pies del patíbulo, los médicos hacían guardia, vestidos de negro.A veces había luchas feroces, cuerpo a cuerpo, bajo la horca. Los allegados querían el cuerpo para enterrar-lo y los médicos lo necesitaban para conocerlo mejor. Tuvieron que cerrar al público los ajusticiamientos para salvar a los médicos de la furia del pueblo.Solía haber más médicos y aprendices que reos con-denados a la pena capital. El cadalso no daba abasto. ¿De dónde sacaban médicos y alumnos los cadáveres que necesitaban para conocer el cuerpo humano, si no de allí? Todos lo sabían. El 10 de septiembre de 1813, el Times publicó esta noticia:

“Ayer, un hombre llamado Joseph Naples fue detenido por el robo de un cadáver en el cementerio de Saint

Pancras. El prisionero se veía tranquilo y confiado. Fue blanco de la ira de la gente, sobre todo cuando la viuda y la hija del occiso se presentaron, de luto, en la corte.El oficial Lambert declaró que a las cinco de la madru-gada se cruzó en la sección nueva del cementerio con el prisionero, que cargaba un gran bulto sobre el hom-bro. Le preguntó a dónde lo llevaba y el prisionero le entregó una tarjeta con la dirección (falsa) de un tal señor Thompson, vendedor de cuchillos. Al examinar el bulto, el testigo descubrió el cadáver de un hom-bre, atado como un embutido, apenas cubierto por un paño verde. Detuvo al prisionero y lo llevó ante el sacristán de la iglesia, quien halló una tumba abierta en la que faltaba un cuerpo que habían enterrado esa misma tarde.Al retirarse de los tribunales, el prisionero conservaba su aire sereno y confiado. Le preguntó al juez si el de-lito por el que estaba siendo retenido no era, después de todo, una infracción menor, a lo que el juez asintió. Después hizo una reverencia y se fue.”

El señor Naples era el jefe de una banda de reduccio-nistas. No podían levantarse cargos por el robo de un cuerpo porque un cuerpo no era propiedad de nadie. Podían encarcelarlo un par de días por entrar al ce-menterio fuera del horario de visitas o por robar la

Harvey pensaba que la disección podía empezar por casa, y diseccionó a su padre y a su hermana para demostrar su fe en la ciencia. Pero era un precursor, y los precursores suelen estar solos en el mundo de la historia.

La disección de cadáveresEn la Londres de principios del siglo XIX, los reduccionistas trabajaban robando cuerpos de los cementerios para que los médicos y científicos pudieran experimentar, aun a riesgo de

enfrentar la ira de los familiares del muerto o el brazo de la Justicia. Por Esther Cross

EL INCREÍBLE DIARIO DEL SEÑOR NAPLES

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página 31TextoComunidad de médicos clínicos

mortaja que pertenecía a la familia del muerto. Por eso salía con un paño verde. El señor Naples era flaco, educado y amable. Había sido marinero, pero cuando se quedó sin dinero entró en el negocio funerario, primero como sepulturero y después como ladrón de tumbas para los médicos. El señor Naples sabía escribir y era organizado. Por

algo era el jefe de la banda. Era un hombre de nego-cios, llevaba un registro, sacaba cuentas.Su diario va desde 1811 hasta 1812. En mayo, ju-nio y julio no hay anotaciones porque, por el ca-lor, había poca actividad en las escuelas privadas y públicas de anatomía, que trabajaban entre octubre y mayo. El diario de Naples no tiene firma porque Naples no era un idiota, pero el tiempo hace lo mis-mo que las personas mayores: dice la verdad.En sus notas, “intoxicado” significa borracho, “grande” significa adulto, “chico” significa niño y “feto” significa feto. Constan nombres de clientes, de tabernas y de compañeros, a veces con sus alias,

como pasa con Thomas Light, que es John Jones y Thomas Knight. Llama la atención la mención de una misteriosa señorita Naples.

Diciembre de 1811. Domingo: estuvimos de guar-dia. En casa toda la noche. De día atendimos varios funerales.”“Viernes: saqué uno de Saint Batholomew. Lo llevé a Carpue. A la noche salí y conseguí 8. Dan con-siguió 1. En casa el resto de la noche. Lukes, 2 en Big Gates: 1 para Frampton, 3 para el hospital Saint Thomas, 3 para el auditorio Wilson.”“Martes: todo el día intoxicado.”“Sábado: fui a Bartholomew y traje 2 para Brookes. Embalé 4 y los envié a Edimburgo. Vine a casa. Me encontré con Ben. Trajimos 3.” “Miércoles: me levanté a las 4 de la madrugada. Tra-jimos 3 adultos, 1 para Guys y 2 para Saint Thomas. Vinimos a casa. Llevamos 1. En casa toda la noche. Señorita Naples.”“Viernes 5: nos encontramos en el St Thomas. Con 3 cosas en mano, arreglamos que cada uno reciba 12.” “Martes: fui al hospital Saint Bartholomew, imposi-ble vender, volví.”“Febrero, 1812. Martes: fui al St Bartholomew, llevé las cosas. En casa el resto de la noche.”“Jueves: nos encontramos y fuimos a Saint Pancras. Trajimos 15 grandes y 1 chico y los llevamos al Saint Bartholomew.”“Jueves 2: en casa todo el día. A la noche me encon-tré con Jack pero no pudimos ir porque había luna llena.”“Miércoles: fuimos a ver si había novedades. No pu-dimos salir porque Jack y Tom se emborracharon. Bill se sentía muy mal”.“Jueves 27: fui al Hospital Saint Thomas. Vendí las extremidades. A la noche Tom y Bill se emborracha-ron en la Rockingham Arms. En casa todo el resto del tiempo.”

“Martes: fui al Saint Thomas. A la noche fui al Saint Pancras. Conseguí 8 adultos, 2 chicos y 2 fetos. El tráfico de cadáveres dejó de ser negocio en 1832, cuando se decretó el Acta de Anatomía que despla-zó la disección de los condenados a muerte a los ca-dáveres de los marginados sociales. El señor Naples, rápido a la hora de adaptarse, se retiró del mundo de los reduccionistas –que dejó de existir– y entró como empleado en el hospital de Saint Thomas, en calidad de encargado de la sala de disección. Consiguió el puesto a través de sus contactos con los profesores de los hospitales.

Bajo la horca había luchas feroces: los familiares querían el cuerpo para enterrarlo y los médicos lo querían para estudiarlo.

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Bienestar

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ojoclinico.net

EL SILENCIO ES SALUDMEDITACIÓN: UNA DISCIPLINA ANCESTRAL

Esta milenaria práctica oriental cosecha cada vez más adeptos en todo el mundo. En esta nota, claves de una técnica reconocida por la OMS como eficaz herramienta terapéutica. Además, las investigaciones médicas que comprueban su eficacia en materia de concentración y manejo de los dolores.

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página 33BienestarComunidad de médicos clínicos

Olvídese de la imagen de un monje sentado en posición de Buda, vestido con una túnica, jun-

tando los dedos de cada mano y apuntándolos al cielo mientras, con los ojos cerrados, recita el clási-co mantra: “Ommmm…”. Lejos de ese estereotipo, la meditación gana terreno en las sociedades de Oc-cidente aggiornando una milenaria tradición orien-tal a los tiempos modernos. Desde 2000, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce esta práctica como “una herra-mienta terapéutica que reduce el estrés y mejora la calidad emocional”. Existen distintas corrientes que la promueven, algunas con una impronta más espiritual o religiosa y otras con un enfoque más pragmático y científico. Se trata de una sencilla técnica que no requiere de aprendizajes complejos ni de grandes esfuerzos o recursos. Basta con en-contrar un espacio de quietud y comodidad para explorar un terreno al cual estamos poco habitua-dos: el del silencio. Según sus promotores, la meditación genera mayor concentración, serenidad, paz interior y claridad mental. Además, mejora el funcionamiento cere-bral, al reforzar la comunicación entre la corteza prefrontal y las demás áreas del cerebro. “Es el método de autodesarrollo más practicado, eficaz e investigado científicamente”, aseguran en el movi-miento internacional de Meditación Trascendental, organización fundada por el gurú indio Maharishi Mahesh Yogi. La meditación, en definitiva, trasciende el campo de la espiritualidad para convertirse en un aliado de médicos y pacientes, de la mano de estudios acadé-micos que avalan su eficacia. Aquí, un resumen de distintas investigaciones que han comprobado algunos de sus beneficios.

• Atención mental. Un estudio de investigadores

brasileños del departamento de Psicobiología de la Universidad Federal de San Pablo y el Instituto Albert Einstein, publicado recientemente en la re-vista Neuroimage, demostró que el entrenamiento de la meditación incrementa sustancialmente la efi-ciencia cerebral en las tareas de atención mental, al tiempo que contribuye a dominar los impulsos de dispersión o distracción. Para llegar a estas conclu-siones, se evaluó el desempeño de personas acos-tumbradas a meditar frente al de otras que no han desarrollado este hábito. Los participantes fueron sometidos a una serie de ejercicios prácticos, mien-tras se monitoreaba la actividad de sus diferentes regiones cerebrales.

• Manejo del dolor. The Clinical Journal of Pain difundió un trabajo conjunto de expertos de las uni-versidades de Hong Kong y Glasgow, que comparó la eficacia del programa de reducción del estrés ba-sado en la técnica del Mindfulness (un tipo de medi-tación enfocado en el concepto de “atención plena” en el aquí y el ahora) con los programas multidis-ciplinarios de intervención para el dolor. El estudio revela la efectividad de la práctica del Mindfulness en el tratamiento del dolor crónico intenso.

• Efectos analgésicos. Publicada por Psychosomatic Med en 2009 y desarrollada por el Departamento de Fisiología de la Universidad de Montreal, esta investigación concluye que quienes practican la meditación zen tienen un umbral más bajo de sen-sibilidad al dolor y experimentan efectos analgési-cos mientras se encuentran en un estado de plena concentración. En tanto, el canal de difusión de la American Pain Society dio a conocer un trabajo de la Universidad de North Carolina que pone bajo la lupa los efectos del Mindfulness en el dolor induci-do en forma experimental.

el entrenamiento en meditación incrementa sustancialmente la eficiencia cerebral en las tareas de atención mental y contribuye a dominar los impulsos de dispersión o distracción.

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Última página

Las enfermedades más buscadas en la webEs una realidad. Nuestros pacientes cada vez buscan más sus problemas de salud en la web. ¿Cuáles son las consultas más comunes? Aquí un top 5 según Google.

página 34 Ojo clínico. Comunidad de médicos

/Up

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2

ANSIEDAD / DEPRESIÓN

Los trastornos de salud mental también tienen su espacio entre las búsquedas frecuentes de los internautas.

CEFALEAS

Los distintos tipos de dolor de cabeza, como migrañas y jaquecas, son motivo recurrente de consultas virtuales. Un error típico del “googleador compulsivo hipocondríaco” consiste en atribuir el síntoma a una enfermedad grave.

CÁNCER

La enfermedad más temida, en torno a la cual existe aún un alarmante desconocimiento entre los pacientes.

ALERGIAS

En segundo lugar aparecen los distintos tipos de alergia. Las dudas, por lo general, apuntan a saber cómo controlar los síntomas.

OBESIDAD

Según un estudio de Google en base a las tendencias de búsqueda de los usuarios, la obesidad y temas afines (dietas, control de peso) encabezan las búsquedas sobre cuestiones de salud.

Del paternalismo a la participación

En un reciente paper del American College of Physicians, el presidente de la Sociedad de Medicina Participativa de Boston, Daniel Sands, analiza cómo las redes sociales y los modernos paradigmas de comunicación digital redefinen el rol de los pacientes y generan nuevos desafíos para la

práctica profesional. Según el experto, la naturaleza de la relación tiende a transformarse: se pasa de un esquema de información asimétrica a otro donde esa brecha se va acortando; y de un paciente visto como receptor pasivo al modelo actual que lo constituye como un socio y aliado activo a lo largo

del tratamiento.Además, el autor advierte un salto del paternalismo tradicional a la participación y la interacción, y considera que el vínculo ha ido mutando de médico-paciente a proveedor-consumidor (más información en la página 22).

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