RELATOS DE VIAJES EXTRAORDINARIOS

EDITA. CENTRO CADIS, Centro Promotor del Talento y de las Altas Capacidades Intelectuales, Sevilla

La presente edición de relatos de viajes extraordinarios presenta los textos íntegros y las ilustraciones de los ganadores del Concurso de Relatos de Viajes Extraordinarios, convocado por el Centro CADIS, Centro Promotor del Talento y de las Altas Capacidades de Sevilla, durante los meses de noviembre y diciembre de 2014.Dada la alta calidad y creatividad de los mismos, tenemos el honor de darlos a conocer para el disfrute de todos y todas.

Edita: Centro CADIS, Centro Promotor del Talento y de las Altas Capacidades Intelectuales, Sevilla.Avenida Reino Unido, nº 9, Edificio Sevilla Sur, 4º Derecha, 41.012, Sevilla.www.centrocadis.com www.facebook.com/centrocadis

Sevilla, enero 2015.

© de los textos: los autores.© de las ilustraciones: los autores.Diseño y maquetación: Carmen Carmona Huelva.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, y la distribución de ejemplares mediante venta, alquiler o préstamos públicos.

ÍNDICE DE RELATOSCATEGORÍA INFANTIL-El planeta NECK POOK. Tomás Stompoly Rubio (9 años). 1º Premio CADIS.-El viaje GAMER por los videojuegos. Pepe Sánchez Jiménez (9 años). 2º PREMIO CADIS.

-Ana Valiente. Manuel Senande Priegue (3º EPO). A Coruña. 1º Premio.-Un viaje inolvidable. Javier González Cejudo. (9 años). Algeciras. 2º Premio.

CATEGORÍA JUNIOR-Demasiadas aventuras para un solo viaje. Juan Bonillo Ruíz (11 años) 1º Premio CADIS.-Regreso antes del ocaso. Natalia Baena Naranjo (12 años) 2º Premio CADIS.-La hormiga que quería volar. Dylan Jackson (10 años) Mención de honor CADIS.

-Los caminos del fuego. Jesús Montalbán Molina (1º ciclo ESO). Granada. 1º Premio-Interestelar II. Ángel Caballero (1º ciclo ESO). Granada. 2º Premio

EL PLANETA NECK POOKTomás Stompoly Rubio (9 años)

Erase una vez un niño de nueve años que se llamaba Tomás. El padre de Tomás tenía un amigo que era astronauta que se llamaba Blas. Un día su padre, que se llamaba Nicolás, lo llevó a ver a su amigo astronauta. Cuando llegaron vieron la nave espacial del astronauta. Tomás le preguntó a Blas si podía verla por dentro. Le contestó que sí y que no tocara nada. Pero, sin querer, Tomás pulsó el botón y salió volando al espacio.

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Tomás tenía miedo pero vio los planetas y se tranquilizó. Vio rápidamente volar un cometa y decidió seguirlo aunque no sabía cómo funcionaba la nave. En pocos minutos cogió el tranquillo del manejo de la nave y persiguió al cometa. Lo siguió hasta llegar a un planeta de color morado que tenía un montón de anillos. Tomás se puso al volante para aterrizar y tiró de una palanca para conseguirlo, con la mala suerte de aplastar la casa de un marciano al hacerlo.-¡Has aplastado mi casa!, dijo el marciano.-Upss, lo siento. Yo solo tengo cinco euros y …-No pasa nada, ya la reparo yo. Afirmó el extraño ser.-Y… ¿dónde estoy?Era un planeta parecido a Saturno pero con muchos anillos. Tenía por lo menos veinte anillos.El marciano le dijo: ¡Estamos en el planeta NECK POOK!-Un segundo… pellízcame. Y en ese momento, Tomás se desmayó.

Cuando Tomás se despertó estaba chorreando porque el marciano le había echado agua para que se espabilara.-¡No me toques! ¡Ahhh! ¡Qué fría está el agua! ¿Serán imaginaciones mías? Se preguntó Tomás gritan-do. Pero, ¿no estaba en un desierto?

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De pronto, un marciano guardia sacó una pistola super-mega-blaster-gelatinosa y disparó a Tomás. Tomás tenía una especie de gelatina por todo el cuerpo y tenía más miedo que un elefante en frente de un millón de ratones.Al rato, Tomás vio a un marciano persiguiendo a otro para pegarle. Tomás fue corriendo detrás de los marcianos y sacó una cámara de fotos de su bolsillo y tomó una foro de los marcianos. ¡¡FLASH!!, hizo la cámara, y el marciano malo se froto los ojos sin parar igual que el que estaba huyendo. -“¡Qué tec-nología más avanzada!”, dijo el marciano malo. Tomás no lo entendía. Había un mogollón de objetos como: naves espaciales, casas retorcidas y cosas así.El marciano malo se fue corriendo, y el bueno estaba chillando con los ojos cerrados como si le fueran a pegar. Abrió los ojos y vio a Tomás, que le había ayudado.-Gracias. Tú aún no tienes casa, ¿no?, dijo el marciano.-No, dijo Tomás.-Pues puedes quedarte en mi casa a dormir.-Gracias, afirmó Tomás muy contento.

Al día siguiente Tomás estaba paseando (pero con mucho miedo) por la ciudad de NECK POOK, mientras que el marciano iba explicando todo lo que veían. Tomás decidió ir a ver como se encontraba su nave. La nave se de color amarillo fluorescente. Después pensó que al anochecer podría en la nave y volver a la Tierra. Esperó y esperó, un poco aburrido, viendo las calles de aquel lugar con su amigo marciano.Al anochecer fue a la nave espacial, se metió dentro y volvió a pulsar el botón. La nave se elevó un poco y salió volando hacia el Sistema Solar. Tomás estaba flotando aburrido y decidió lavarse los dientes.

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La nave aterrizó en un mundo que parecía por fuera que estaba compuesto completamente de agua. La nave estaba echando mucho humo. Vio como una especie de cara de calavera que tenía un robot que no paraba de perseguirle. El robot estaba gritando sin parar: ¡Jefe, jefe, jefe!La calavera se acercó a Tomás y dijo, ¡Tú nunca has estado aquí y acabas de aplastar una parte de mi castillo!Tomás dijo: ¡Otra vez he aplastado una casa!, que solo tengo cinco euros…La calavera miró fijamente a los ojos a Tomás y dijo: ¡Vete ahora mismo! Tomás así lo hizo.

El joven tenía miedo por lo ocurrido con la calavera antes, pero no le echó mucha cuenta. Siguió su camino hacia la Tierra pero, como se le estaba gastando el combustible tuvo que parar otra vez en NECK POOK. Allí repostó muy fácilmente y además sin pagar, porque de noche era gratis.Al pasar un rato, Tomás estaba muy cansado y decidió volver a la Tierra por la mañana. Al siguiente día, no le dijo nada al marciano y se fue sin pensarlo dos veces. Pero, justo cuando se estaba montando en la nave, se encontró con el marciano malo que había intentado pegarle al otro marciano. Tomás estaba muy nervioso y pensó que le iba a hacer algún daño a la nave. El alienígena le pegó una patada, y como tenía tanta fuerza, se la cargó.

Tomás pensó que si iba a una carpintería se la arreglarían. Tardó mucho en llevarla a la car-pintería y, cuando estaba a medio camino, se encontró con el alienígena bueno. Él le ayudó a llevar la nave más fácilmente, y cuando llegó le dijo el carpintero que tendría que esperar tres días.

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Tomás no estaba ni contento ni triste, porque iba a faltar a las clases y porque estaba conociendo un mundo rarito. Esperó y esperó todo lo que hizo falta hasta que llegó el día definitivo, el de la despedida. Tomás se había hecho tan amigo del alienígena que no quería dejarlo porque parecía que había estado con él toda la vida. Pero estaba feliz porque iba a ver a su familia pronto.Había una reunión muy especial en NECK POOK cuando Tomás se iba a marchar. El alcalde del lugar se despidió de él y le dio un diploma por ser el primer humano que había llegado a ese planeta tan gracioso y divertido. Pero como el alcalde estaba hecho de gelatina, al darle la mano a Tomás le manchó la mano.

Cuando Tomás se iba a ir, llegó la calavera montada en su robot, que ahora se había transformado en un avión. La calavera lanzó una red a la nave y la capturó. En resumen: ¡había raptado la nave! Pero el joven no iba a rendirse tan pronto, así que le pidió a los marcianos una nave y, por si acaso, un espejo.Despegaron y se dirigieron al planeta que era parecido al agua. La calavera estaba sentada en su trono de piedra riéndose sin parar con su risa malvada. Tomás y el marciano, que se llamaba Row, entraron en el castillo de la calavera muy despacio, sin que se oyera nada.

Pero a los pocos minutos Row hizo un ruidito muy flojito, pero que pudo oír la calavera.Así que tuvieron que esconderse. Como Row solo se podía transformar en mini, se metió en un macetero, y Tomás se escondió detrás de una columna.

La calavera se iba acercando poco a poco, y con miedo, Tomás salió y le dijo: ¡Devuélveme mi nave!-Ni lo pienses, respondió la calavera. Me has destrozado mi castillo y no te lo voy a perdonar.Todo estaba congelado, y permaneció en silencio durante unos segundos. La calavera cogió su robot, que ahora tenía forma de pistola, y apuntó a los dos amigos. Tomás, que ya había pensado en esto, cogió junto a Row el espejo. El láser que la calavera disparó, rebotó en el espejo y terminó de romper el castillo y a ella en mil pedazos.

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Después de esto, cogieron la nave y salieron volando. Se fueron a NECK POOK para dejar en su hogar a su amigo el marciano. Por fin Tomás pudo emprender el camino de vuelta a casa.Su padre se alegró de verle y le preguntó que por qué maravillosos lugares había estado. Tomás le contestó: ¡Si te lo cuento con detalles no me vas a creer, pero he estado en un planeta muy divertido! Si quieres, papá, algún día puedes venir conmigo. Lo pasaremos muy bien y conocerás a marcianos muy graciosos.

FIN

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EL VIAJE GAMER POR LOS VIDEOJUEGOSPepe Sánchez Jiménez (9 años)

PRÓLOGOEsta es la impresionante aventura de cuatro amigos a los que les gustaba jugar a juegos de ordenador y vieron un programa raro y lo descargaron. Les tele transportó al interior del ordenador. Los cuatro viajaron recorriendo algunos de los videojuegos más famosos.

Erase una vez un gamer llamado Pepe el PRO, y sus amigos: Álvaro, Javi y Manuel Avecilla. A los cuatro les gustaba jugar al pc.La historia comienza cuando quedaron en la casa de Pepe para jugar a los videojuegos. Entonces OCU-RRIÓ: era un programa extraño, pero con buena pinta. Y entonces, en el ordenador se abrió un portal y los absorbió. Los tele trasportaron a un juego. El juego se llamaba Worms Armageddon. En el juego todos eran gusanos. De repente, Pepe y sus amigos se convirtieron en ¡gusanos! Vieron un punto negro en el cielo, y otro, y otro… ¡unas bombas! Salieron pitando de allí. Pepe cogió una bomba sagrada y se la lanzó a un gusano y… ¡¡¡AAAALELUYA!!! ¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!!!. Salió volando y se ahogó. Javi dijo: ¡¡¡WOOOOOOOOOOOOOOOOW!!! Luego se abrió un portal, y de pronto estaban en… no me gusta mencionarlo: FIVE NIGHTS AT FREDDY´S. Pepe dijo: Estamos muertos… Manuel preguntó: espera, estamos en el primer nivel, ¿no?. Pepe respondió: No, en el último, yo me pasé muuuuuuuuuuuuuuuuuuchas noches, ohh!!!!! ¡AAAAHHH EL ZORRO NO ESTÁ, CIERRA LAS PUER-TAS! #click#. ¡¡Ufff, estamos perdidos!! No estamos salvados, son las seis. #dign dong# ¡Sí, las seis!.

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Y ahora, ¿a dónde?. Álvaro dijo: ¿Mmmmmmm?, ¿Tantos cubos? Creo que es MINECRAFT. Pppf, esto parece fácil. ¡Oh, no! (Cinco horas después) Ya creo que estamos preparados para pasarnos el juego, dijo Álvaro. Al cabo de cinco minutos: ¡Sííííííííííi!

Pepe dijo: Ahora estamos en…¿The binding of Isaas?. Bueno, hay un nitem cerca. Sííííííí, el mejor ítem. Cinco salas después….¡BOOOOOOOOOM! ¡BOOOOOOOOOM!. Seis mapas después: ¡La liquidamos, bieeeeen! Y ahora el portal 20 niveles después, ¡Desaparece Glados, desaparece! Todos dijeron: ¡Sííííííííííííí!. Espera weathly, no te descontroles. Cinco segundos después: ME LAS PAGA-RÁS, WEATHLY. Y tras varias aburridas salas después: SIII, OTRA VEZ EN APERTURE SCIENCE. Mientras tanto Manuel estaba pensando: ¿de qué están hablando éstos? (Porque nunca jugó a este juego)

Unas salas más tarde Álvaro gritó: SÍÍÍÍÍÍÍÍ, vamos a deshacernos de WEATHLY. Un rato más tarde se encontraban en el club penguin.

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Álvaro corre, gritó Pepe. No los mires a los ojos, NOOOOOO. Nos persiguen!!!! Después de terminar este asunto, Manuel dijo que tenía hambre y Javi afirmó que se encontraban en Fruit Ninja, #fsh# #fsh# #fsh# ¡Ala, merienda gratis!Y ahora… ¿una cabeza amarilla gigante que come puntos? Gritó Álvaro. Es PAC-MAN. Corred, arrinco-nadlo y coméoslo. GAME OVER. Pepe dijo: ¡Biennn! Espera, esto ha sido super fácil, ¿no creéis?

Y ahora en TF2, ¡¡Yeah!! Los cuatro amigos eligieron los personajes. Pepe dijo: yo seré Spy. Y Javi dijo: yo Scout. Y Álvaro dijo: Yo el soldier. Y por último Manuel dijo: Yo aleatorio.Los cuatro se unieron al equipo rojo, todos se mancharon de un líquido rojo que parecía sangre. ¡¡¡Ugh!!! ¿Y ahora dónde?

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Javi gritó: ¡Uy, qué mujer más guapa, por Dios!, y dijo Pepe: Tomb Raider… yo me voooooy (porque al que no conoce, adiós (vamos, que lo liquida))Dijo alguien: ¡Hola!Y Pepe gritó asustado: ¡¡AAAAAHHH!! Y salieron corriendo a otro jueguito.¿Super Mario? ¡¡CORRE, NO LO MIRES A LA CARA QUE TE COME!!Dijo Javi: Es un hombre, no un ZOMBIE.Manuel dijo: Mi papi jugaba de pequeño y no comía niños como los ogros.Álvaro dijo: Esto es muy antiguo.Y Pepe dijo: Desde antes de que el Universo existiera.

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Luego se tele transportaron a un sitio “extrañamente extraño”. No era un juego, era un microchip

GIGANTE, era una especie de super jefe final o algo así.Pepe dijo: Prefiero FIVE NIGHTS AT FREDDY´S. ¡¡¡CORRED!!!. Álvaro dijo: Si no lo derrotamos nunca, volveremos a casa, NUNCA.Todos dijimos: Entonces… A POR ÉÉÉÉÉÉL. Era como una especie de mezcla de juegos. Cada uno de los niños eligió un juego: Pepe el Worms Armageddon, Álvaro el TF2, Javi el juego del MINECRAFT y Manuel Fruit Ninja. Pepe eligió el modo Dios, creado por él, y le arrojó las armas más potentes. Álvaro cogió el Heavy, Javi se puso en modo creativo y, por último, Manuel le daba con la espada. De repente a Pepe le rebotó la bomba y tuvo que salir corriendo. Javi, sin querer, soltó el arma. Álvaro se quedó sin munición, y Manuel perdió las espadas. Sin pensarlo, Pepe le dio un gran puñetazo de fuego y entonces se agrietó un poco. Le dio un poco más y se lo cargó. ¡¡¡BOOOOM!!!. Explotó y se creó el portal de vuelta. Los niños se fueron a casa y Javi dijo: ¡¡¡Qué guay, hagámoslo otra vez!!! No terminó de decirlo cuando todos le gruñeron. Había sido muy intenso como para repetirlo otra vez en la vida.Se oyeron unos pasos repentinamente que asustaron a los cuatro amigos. ¿Quién sería?... ¡La tía de Pepe, Eva!, que dijo: ¿queréis merendar?

FIN wiiiiiiii lol

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ANA VALIENTEManuel Senande Priegue (3º EPO)

La biblioteca más animada iba a abrir sus puertas por la mañana. Un nuevo día repleto de niños divirtiéndose estaba a punto de comenzar. Con mucho entusiasmo dijo Mortadelo: -Amigos, ¿estamos todos listos?-¡Sí! Contestaron todos los cuentos y cómics.-No, nooo… un monstruo enorme y horrible apareció por la noche y se llevó a Buenlibro, nuestra querida y más solicitada enciclopedia. Con el susto quedé mudo y reaccioné ahora- dijo Don Quijote muy triste.-¡Ala! Ya está este en su mundo- dijo Filemón.-Es verdad, ¡no está!- murmuraron Pedro y Heidi.

En el suelo se veían unas pisadas enormes. El monstruo, después de secuestrar a Buenlibro pasó por donde están los mapas y fue hacia la puerta.-¡Vamos a buscarla!- gritaron todos. Se subieron en Rocinante y arrancaron. En Barcelona frenaron en seco.-¡Mirad, veo el monstruo!-gritó Filemón.-¡Oh!, pues es muy bonito, da gusto mirarlo- comentó Heidi.

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-No es ningún monstruo. Es una casa bien bonita, aquí lo pone “Sagrada Familia”- dijo Pedro.Siguieron el viaje y llegaron a París, donde se quedaron pasmados e inmóviles del susto.-¡Cacho bicho! Murmuraban al contemplar la torre Eiffel.Sancho intentó clavarle la espada de Don Quijote pero… ¡sonó a lata!-¡Uf! Esto está menos vivo… es inofensivo- dijo Sancho.A Heidi se le ocurrió una excelente idea:-Estamos cerca de los Alpes, Pedro nos puede ayudar a subirlos. Desde arriba podremos ver toda Europa y será más fácil encontrarla. Les pareció una genial idea y llegaron a la cima. Por mucho que miraron no vieron a su amiga. Escucha-ron un ruido en Alemania y allí fueron.

Continuaron su viaje y llegaron a Italia. Comieron pizza y espagueti para reponer fuerzas. Don Quijote divisó otro monstruo. -¡Mira qué grande! Se llama Pisa, tiene el nombre al lado. ¡Bahhh!, pero este no pudo ser. Está malito de la columna, se tuerce hacia un lado. ¡Está pachucho!-¡Bahh! Son las fábricas. Aquí hay un montón- dijo Pedro al llegar.Heidi, que tenía un oído muy fino escuchó contra muy dulcemente:-Tengo “morriña”, tengo nostalgia porque estoy lejos de mi hogar.

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Mortadelo sacó unos supermegaprismáticos y vio a Buenlibro. Estaba en Noruega. El sitio era muy frío y con mucho hielo, donde a ella le era muy difícil escapar y a los demás rescatarla. Estaba custodiada por el monstruo.-¡Vale!, pues si a este le gusta el frío le esperaremos con calor- dijeron a la una.Se abrazaron todos muy juntitos y crearon tanta calorcita y amor que el monstruo se marchó espantado. Volvieron a la biblioteca cantando “el Himno de la Alegría”. Bueno… menos Don Quijote que se empeñó en liberar a España de monstruos y… ¡por ahí anda a trompazos con la Giralda de Sevilla y con la Torre de Hércules en Galicia!

COLORÍN...COLORADO...Nota del autor:

Este cuento va dedicado a nuestra profe: Ana Celia. Ella es Buenli-bro. El monstruo es la terrible enfermedad que la secuestra. Los li-bros y cuentos se esfuerzan muchísimo, lo mismo que está haciendo

nuestra profe para volver al colegio.

Te queremos mucho: “ANAVALIENTE”.

UN VIAJE INOLVIDABLEJavier González Cejudo (9 años)

Capítulo 1. Erase una vez tres niños que se llamaban Jaime, Javier y Nacho, que eran muy amigos. Un día 1 de enero, al salir del colegio querían ir a la casa de Javier y Nacho, los hermanos. Esa quedada la hicieron el día que terminó el colegio, el 23 de junio. Desde ese día, los niños hicieron tantas quedadas como podéis imaginar y formaron una pandilla a la que pusieron el nombre de “pandilla insuperable”.Un día de mucho calor quedaron todos para ir a la playa. Cuando llegaron allí Jaime dijo:-¿Nos bañamos?-No tengo ganas, mejor luego- contestó Nacho.-¿Qué podemos hacer?- quiso saber Javier.-Podríamos jugar al futbol- propuso Nacho.-¡Vale!- gritaron todos menos Nacho.Un culé, una pared, unos tiritos… ¡Un partido!- dijeron todos. Como eran impares jugaron uno contra dos. Cuando se cansaron se fueron al agua, y como tampoco sabían a qué jugar dijeron: -¡A Marco Polo!-¡Buena idea!- dijo Nacho.-También podemos ir a dar un paseo- exclamó Jaime.No se decidían, así que lo echaron a pares y nones y perdió lo del paseo. Estaban jugando en el agua a Marco Polo cuando un gran remolino los arrastró a un mundo mágico.

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Capítulo 2. La historia del Mundo Mágico.Cuando el agua los absorbió se vieron inmersos en un gran vacío marino, parecido a una cueva en la que vieron una posible entrada. Algunos querían ver lo que había y otro no…-¡Vamos a explorar!- dijo entusiasmado Jaime.-¡Sí!- respondió Javier.-¡Uuuuuh! A mí me da un poco de miedo- hizo saber Nacho.-¡Será divertido!- animó Jaime.-¡Eso, eso!- apoyó Javier.-¡Venga, vale!- dijo asustado Nacho.Tras atravesar la entrada los tres se quedaron boquiabiertos… ¡Era un mundo mágico! Todos querían descubrir su historia.Mientras exploraban, un dragón medio bicho luchaba contra un centauro.-¡Te voy a matar!- gritó el Centauro.-¡Aaaah!- exclamó el dragón asustado.

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Terminada la pelea, Jaime se acercó al Centauro y dijo:-¿Qué ha sido eso?-¿Y tú quién eres? ¡Un intruso! ¡Te voy a matar!- desafió el Centauro.-¡Noooooo! ¡Estamos perdidos, no sabemos dónde estamos!- gritaron desesperados los tres. -¡Ah, bueno! Venid conmigo- dijo el Centauro.-¿A dónde vamos?- dijo Nacho temeroso.-No temáis, vamos a mi castillo.-¿A tu castillo?- preguntó Jaime.-Sí, a mi castillo- respondió el Centauro.Cuando llegaron al castillo, los niños se quedaron asombrados, tanto que creían estar viendo mons-truos… Pero, ¡veían monstruos de verdad! Al darse cuenta, los tres niños se desmayaron. Pasadas ya unas horas se despertaron y comprendieron que aquellos monstruos no daban tanto miedo. Los tres se quedaron en el castillo del Centauro y después de varios días conocieron a uno de los monstruos llama-do Larion, y lo incorporaron a la pandilla.

Se quedaron con Larion a jugar un rato y un niño apareció desorientado.-¿Dónde estoy? ¿Y mi familia?- preguntó el niño extrañado y con miedo.-¿No es ese Curro?- se extrañó Javier.-Sí, es Curro- afirmó Nacho.-Javier, Nacho, Jaime, ¡qué alegría de veros?Curro se unió a la “Pandilla Insuperable” y conoció a Larion.

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Capítulo 3. La fuga de Larion.Cuando se fueron a la cama estuvieron hablando:-Mañana quedamos en el salón del castillo a las 8:00- dijo Curro.Al levantarse, todos vieron que Larion no estaba y dijo Jaime:-Seguramente estará en el salón.-Sí, seguro que está allí- respondió Javier.

Cuando llegaron al salón vieron que no estaba y se dieron cuenta de que había una nota en la que ponía: “Lo siento chicos, tengo que irme con mi padre. Espero volver a veros”

Cuando vieron la nota, todos se quedaron muy tristes, pero al cabo de unos días lo superaron.Se fueron del castillo a seguir explorando el mundo mágico. Pasaron unos días y quedaron en el campo de futbol para jugar. En cuanto llegaron, dijeron todos:-¡Vamos a jugar al futbol!-¡Como en los viejos tiempos!- exclamó Javier.-¡Vamos!- dijeron animados todos. Jugaron un partido Curro y Javier contra Nacho y Jaime.

De repente, en mitad del partido, el campo empezó a temblar.-¿Qué está pasando?- preguntó Jaime.-No lo sé- dijo Javier muy asustado.Y cuando miró debajo suya había una gran grieta.¡Era el dragón que mató el Centauro! ¡Había revivido!

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Capítulo 4. La venganza contra el dragón.-¿Cómo ha podido revivir?- se extrañó Nacho.-Ni idea- dijo Curro.-¡Corred!- gritó Javier desesperado.-¡Valeeee!- exclamaron todos.Los cuatro niños empezaron a correr y se separaron Javier y Curro, por un lado, y Nacho y Jaime, por otro. Estaban asustadísimos.-¿Dónde están Curro y Javier?- preguntó Jaime. Habrán corrido por el otro lado.Mientras Javier y Curro:-¡Tenemos que encontrarlos!- exclamó Curro.Entonces Jaime y Nacho, y Javier y Curro sabían que tenían que encontrarse. Todos estaban pensando hasta que Javier se tocó el bolsillo trasero de su pantalón y encontró su móvil. Recordó que Jaime tenía móvil, así que lo llamó. Lo que hicieron fue quedar en el puente levadizo del lago Lesmon.Curro y Javier llegaron antes, y vieron al dragón surcando las aguas. Quisieron avisar al Centauro pero el dragón los siguió.

Se adentraron en un bosque y consiguieron despistar al dragón. Ya podían avisar al Centauro, pero prefirieron esperar a Nacho y a Jaime. En ese mismo momento Jaime y Nacho llegaron al puente y se preguntaron:-¿Dónde se han metido? ¿Qué habrá pasado?Inmediatamente, Javier volvió a llamar a Jaime:-¿Dónde estáis?- dijo Jaime.-En el bosque Falgot- respondió Javier suspirando- tenemos que llamar al Centau-ro. ¡Otra vez el dragón!

Entonces el dragón volvió a aparecer delante de Jaime y Nacho.-¡Cuelgo que está el dragón! Y salieron corriendo.

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El dragón se había despistado y, Jaime y Nacho, aprovecharon el despiste del dragón para llegar al bos-que Falgot. Cuando se reunieron todos, corrieron al castillo del Centauro y al verlo a lo lejos le gritaron:-¡El dragón!, ¡el dragón! Y todos se metieron dentro.

El Centauro les dio unas piedras de poder y se las colocaron: Curro en la frente, Jaime en el brazo, Nacho en los puños y Javier en el pecho.

Con las piedras podían hacer de todo. Crear un arco y flechas, una espada, un látigo… Cada piedra tenía su propio poder. La de Curro tenía el poder de prever los movimientos del enemigo, la de Jaime, tener velocidad supersónica, la de Nacho le otorgaba super fuerza, y la de Javier una gran elasticidad.Con esos poderes, Curro decía lo que tenían que hacer, Jaime mareaba al dragón, Nacho lo debilitaba con sus golpes y Javier lo amarraba como si se tratase de una cuerda. Así consiguieron vencerlo y vol-vieron a la Tierra a disfrutar de lo que quedaba de verano. Todos los días hablaban de ese viaje y, por eso, se fue “UN VIAJE INOLVIDABLE”.

FIN

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DEMASIADAS AVENTURAS PARA UN SOLO VIAJEJuan Bonillo Ruíz (11 años)

Capítulo 1: Una alarma de guerra.Hola soy Naiko. Tengo 11 años y vivo en el campamento íbero de Akra Leuke. Soy el hijo del cazador y aún no comprendo cómo mi padre no se dedica a la agricultura, al padre de Pakia le va muy bien. Nuestro jefe es muy simpático y positivo, no como el del poblado de Abdera. Mi madre se dedica a coci-nar casi todo el día y a tejer, también ha llegado a comerciar. Una vez cambió una burra por tres ovejas y la burra se nos murió en seguida, por lo visto estaba enferma. Después de aquello dejó el comercio.Por aquel entonces yo estaba contento, acababa de nacer un hermanito nuevo se llamaría Pedriko. Acu-dió toda la aldea para felicitarnos y regalarnos cosas, aunque al final los regalos se los llevaron papá y mamá, y no quedó nada para Pedriko. Pero corriendo se fueron todos otra vez a la choza del jefe, incluso papá. Algo raro pasaba y no me estaba dando cuenta.-¡Mamaaaaá! -grité yo-¿Qué pasa?¿por qué están todos en la choza del jefe? -Shhhh, vas a despertar a Pedriko -dijo mamá- Últimamente se están dando alarmas de aldeas vecinas que están atacando los romanos por la zona y tenemos que huir y pedir refuerzos a los mejores guerre-ros de por aquí cerca. Para ello todos estamos recogiendo nuestros bienes y posesiones, cargándolos en nuestros barcos para ir a Ebussus.

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Papá y tú iréis en un carro a la aldea de Cartago Nova a pedir refuerzos junto a otros hombres.Después de haber dicho esto, pasaron varios días hasta que llegó la hora de despedirse y desearse suerte. Mi padre dice que los hombres no lloran, pero a mí se me escaparon algunas lágrimas, es más creo que a él también.Cuando emprendimos el viaje todos sacaron sus lanzas, eso me demostró que la cosa no iba en broma. Mi padre me dio un escudo y un cuchillo bien largo. Me dijo que ya era mayor y que yo también merecía formar parte de la victoria.Ese mismo día, oímos un llanto de un bebé. Papá y yo miramos en nuestro carro y vimos que… ¡Pedriko estaba dentro! Por lo visto, mamá se lo debió dejar olvidado dentro mientras preparaba el carro para el viaje. Cuando nos dimos cuenta, era demasiado tarde como para entregar a Pedriko al barco de las madres, ya que hacía bastante rato que había zarpado.

Capítulo 2: El monstruo de Padrikunos.Llevábamos estos últimos tres días escuchando unos cantos muy bonitos y nos preguntábamos su pro-cedencia, cuando de repente nos asomamos a una llanura y había muchos bueyes pastando. Nuestro jefe nos dijo que no nos los comiésemos ni les hiciéramos daño, ya que según cuenta una leyenda griega, los dioses les castigaron por comerse dichos animales sagrados. Pero Burraides, sin querer les dio hierba con mucha tierra, ya que no había pasto. Entonces a los bueyes les sentó mal y empezaron a mugir. Nuestro jefe gritaba alarmado que habíamos molestado a un animal sagrado que representaba la virilidad y la fuerza.

Al instante apareció un lince entre nosotros y unos buitres se posaron en los árboles. Nuestro jefe, blanco de pavor, nos dijo que eso significaba que muchos de nosotros… íbamos a morir. Decidimos escondernos en una cueva. No llevábamos allí ni dos minutos cuando oímos una voz femenina. Nos giramos y observamos a una bella mujer que cantaba. Todos empezaron a cortejarla menos mi jefe, Pedriko y yo. Nuestro jefe decía que podía ser el feroz monstruo de Padrikunos, que se comió hasta al gigante Padrikunos: su dueño.

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De repente se transformó en un monstruo que empezó a devorar a nuestros compañeros. Todos in-tentaban liberarse y huir. La mayoría clavaba sus lanzas en el gran cuerpo del monstruo que seguía devorando a gente.

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Al final se rindieron al intentar matarlo. Parecía imposible. Y todos corrieron fuera de la cueva, donde había menos carromatos que antes de entrar en la cueva, pero los suficientes como para los que volvía-mos con vida. Era como si todo estuviese previamente planificado.

Capítulo 3: Los caníbales enanos.Proseguimos nuestro viaje mucho más cautos que antes, ya habíamos deshonrado a los dioses. Pie-drakamos, el escultor y cantero, se había llevado consigo todas sus esculturas de la suerte ytodas las piedras necesarias para tallar más. Pero cada dos por tres se le caían todas las piedras. Aunque eso hizo que fuésemos más lentos, nos salvó de un derrumbamiento.Esos días estuvimos acampando en una colina y mis días transcurrieron ayudando a Piedrakamos para que no se le cayesen las esculturas de la suerte del carro. Con ese objetivo, le hice un mecanismo que a la vez servía como antirrobo. Mi padre se enfadó conmigo porque dijo que talando el mecanismo con mi cuchillo y sujetando las esculturas con mi escudo, era desaprovechar sus regalos.

Al día siguiente, vimos a lo lejos un poblado donde quisimos pasar la noche. Al aproximarnos, nos dimos cuenta de que no es que estuviese lejos, es que era pequeñísimo. Una casa de una planta medía como la longitud desde el suelo hasta nuestras rodillas. Al abrir la puerta del poblado, observamos que sus habitantes iban desnudos y nunca salían al exterior de la aldea porque la puerta del poblado sólo se abría desde fuera. Al cabo de unos minutos nos dimos cuenta deporqué se abría la puerta de esa manera. Estaban encerrados porque… ¡eran caníbales!

Todos nosotros corrimos a nuestros carros a coger las armas y empezamos a combatir. Yo, en cambio, puse a Pedriko en el carro de Piedrakamos y aproveché para mejorar el sistema antirrobo del carro. Mi padre al darse cuenta de que Pedriko no estaba en nuestro carro avisó a todos, yse dirigieron al carro del escultor, ya que adora a los bebés. Entonces empezó a funcionar mi plan. Todos cayeron en un hoyo que había camuflado, pero al caer presionamos una plataforma que tiró para debajo de un mecanismo.

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Ese mecanismo tumbó mi escudo, que sujetaba las esculturas. El escudo cayó sobre la apertura de la fosa y la tapó. En ese momento, todas las esculturas y piedras de Piedrakamos cayeron sobre los enanos caníbales, aplastándolos irremediablemente. Entonces mi padre se alegró de haberme entregado esos presentes. Con las prisas, se me había olvidado un pequeño detalle: ¿cómo íbamos a salir del hoyo sin luz ni escaleras?Estuvimos dos horas intentando salir del hoyo, hasta que por fin lo conseguimos. A la vuelta, toda la aldea me felicitó por mi hazaña. Todos menos Piedrakamos, que se limitó a felicitar a Pedriko y no a mí, proclamando en ese momento que la estrategia para hacer frente a los caníbales se le había ocurri-do a él. Al instante toda la aldea le felicitó y me riñeron porque no le hice caso cuando me “dijo” que tenía que poner escaleras para salir. Corrí a nuestra carroza a llorar. Mi padre, al verme, me consoló y cuando supo la verdad se la contó a toda la aldea. Menos mal que ya tengo excusa para no ayudar a Piedrakamos.

Capítulo 4: Los Pentaurones.Al cabo de varios días, fuimos a cruzar el río Segura. Para ello, decidimos construir un puente. Cortamos árboles e hicimos un muro por el que poder cruzar, pero con tan mala suerte, que éste se empezó a hundir. Entonces construimos otro, pero de nuevo se hundió. Entonces, aparecieron unas figuras emer-giendo del agua con cabeza de toro, cuerpo de hombre y cinco brazos.

Todos nos arrodillamos ante los curiosos toros, ya que según nuestras creencias, éstos son dioses. Pero en un abrir y cerrar de ojos, empezaron a atacarnos. Ante dicha amenaza, no nos quedó más remedio que defendernos. Pero es imposible luchar con tres brazos de desventaja, así que les tiramos flechas. Pero ellos las esquivaban. De repente vi a Piedrakamos llorando en su carromato. Corrí sin que me viesen a su carro y le dije:-¿Piedrakamos, tú eres un desertor?-. Sé que no se merecía mi ayuda, pero estaba convencido de que estaría arrepentido por lo del otro día.

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Es que mi mujer está poco orgullosa de mí. No sé cómo coser. ¡Qué desastre de hombre!- dijo-. Que yo sepa ningún hombre en la aldea sabe coser. Aunque mi madre sí que cose bien, una vez me hizo un disfraz de… Espera, ¿he dicho disfraz? Inmediatamente corrí a por un arco y le lancé una flecha a un pentaurón que estaba muy viejo y lo maté. Lo cogí durante la batalla y lo rajé. Lo limpié y le quité las tripas, los huesos y los músculos. Entonces se lo di a Piedrakamos. –Si lo coses como un disfraz tendrás el reconocimiento de toda la aldea.-. Piedrakamos empezó a coser y coser y coser y coser, hasta que lo tuvo listo. Entonces le dije que lo rellenase de veneno y cerdo de nuestras provisiones para el viaje. Una vez que lo hubo terminado, lo puse en el campo de batalla erguido con palos. Ahora se pondría a prueba mi plan. Nuestros guerreros lo rajaron y los pentaurones al oler a cerdo corrieron a comérselo. Inevitablemente se envenenaron y murieron. Después de esto, todos felicitaron a Piedrakamos. Él recuperó su reputación, y finalmente, todos pudi-mos cruzar el río sin problemas.

Capítulo 5: Llegan refuerzos.Tardamos en alcanzar Cartago Nova, ya que los bandidos de la zona nos crearon serias dificultades. Cuando llegamos preguntamos por la choza principal. Una vez que la encontramos, les contamos las no-ticias y ellos aceptaron dar refuerzos. Seleccionaron a sus mejores soldados, y nos dieron más carrozas y más provisiones. Desde luego, eso sí que era una buena ayuda. Por ello, siempre estaremos agradecidos a los habitantes de Cartago Nova.

Capítulo 6: ¿Otra vez el monstruo?En el viaje de regreso cruzamos el río Segura sin problemas y fuimos muy rápidos, ya que como agrade-cimiento, Piedrakamos les dio muchas esculturas de la suerte. Íbamos sin problemas justo cuando vimos algo que no nos gustó nada… ¡el monstruo de Padrikunos! Aquel feroz monstruo que ya dejamos atrás y que se comió a la mayoría de nuestros amigos estaba suelto. De repente un gran buey apareció corriendo entre nosotros. Un experto en leyendas de Cartago nos dijo que eso significaba que los dioses nos han perdonado y que estaban con nosotros.

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El buey escribió en el suelo:

KOLA MORTIS

No hacía falta ser muy listo como para saber el significado del texto. Quería decir que el monstruo de Padrikunos moría por la cola. Al instante de leer esto, un guerrero cartaginense recordó que había oído que el monstruo moría justo por la unión del rabo al cuerpo. Debatimos sobre si hacerle frente al monstruo o huir.Finalmente decidimos atacar. Formamos dos grupos, uno a cada lado para despistarle. Pero cuando nos encontró se transformó en un monstruo siamés, es decir, dos monstruos unidos el uno al otro por el rabo. Intentamos despistarlos, pero no lo conseguimos. Ya empezaba a devorar a algunos soldados justo cuando el hermoso buey se lanzó al ataque en embestida contra el monstruo. Éste lede-voró con sus dos cabezas a la vez. Aprovechando ese momento, nos fuimos acercando hacia la cola del monstruo. De repente, éstese giró y dejó al descubierto la unión del rabo con su cuerpo. Fue entonces cuando todos tiramos flechas y lanzas. El monstruo gimió profundamente y murió desintegrándose. Después de aquello, entre todos cogimos los restos del buey que nos había ayudado. En medio de la llanura construimos un altar con su cabeza. Para nosotros, ese buey era un Dios.

Capítulo 7: Ya de vuelta.A la vuelta de nuestro viaje, conseguimos intimidar al enemigo romano con la ayuda de los refuerzos conseguidos. Aún no había regresado nadie a la aldea,por lo que enviamos un barco mensajero para comunicarles que podrían emprender la vuelta a la aldea sin problema. Mientras tanto, decidimos organizarlo todo tal y como estaba antes de marcharnos. Fue difícil, ya que ninguno de nosotros re-cordaba exactamente como estaba,perotrabajando en equipo lo conseguimos.Cuando todo estuvo listo, decidimos montar un banquete sorpresa. -¡Yo me en cargo de cocinar! ¡Y yo de cazar! ¡Yo decoro la aldea!- Se oía-¡Vamos a hacer un teatro! ¡Nosotros vamos a ser los actores! ¡Yo coso los disfraces!- dijo Piedrakamos.

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Todo estaba listo cuando llegaron de Ebussus las mujeres y bebés. Mi madre gritó -¿Cómo está Pedriko? ¡Me lo dejé olvidado en vuestro carro!- Finalmente nos reencontramos con nuestras familias y compar-timos los relatos de nuestro increíble viaje. Después, empezó la fiesta. ¡A mí me dieron el mejor premio del mundo, el premio de Akra! Nos lo pasamos super bien y mi padre me dijo algo que jamás olvidaré: -Estoy muy orgulloso de ti, hijo. Has demostrado que es mejor el ingenio y la humildad que la fuerza y la violencia. Y recuerda esto Naiko, eres un héroe.

FIN

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REGRESO ANTES DEL OCASONatalia Baena Naranjo (12 años)

He venido a contaros una historia que ocurrió no hace mucho. Nuestro relato comienza en un pequeño pueblo al norte de Francia donde no ocurría nada fuera de lo común. Tan normal y pequeño que casi nadie lo conocía. Sucedió en una estación de mis favoritas, conocida en mi casa como “el tiempo fa-miliar”, donde preparamos barbacoas y nos sentamos alrededor de un buen fuego a contar historias.

Era uno de los días más fríos del año, el último día del año con clases, así que se podía observar con claridad el entusiasmo de los alumnos. Todos los años, mis compañeros hablaban de sus increíbles vacaciones, de lo que hacían, y de muchas cosas divertidas, mientras que yo hacía lo mismo años tras año: volaba a América a ver a mi abuela. Y no os lo toméis a mal, yo quiero mucho a mi abuela pero el avión me marea y lo paso fatal. Y después, en aquella casa tan vieja nos morimos de frio.Eso era lo que pensaba, que mis vacaciones serían las mismas de siempre… pero las cosas no son lo que parecen.

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Al salir del instituto, volví a casa lo más rápido que pude pues ya tenía ganas de que acabase el trimes-tre.Cuando llegué, corrí hasta la habitación, lancé mi mochila a un lado y me tumbé sobre la cama para relajarme un rato. Después de descansar, mis padres me dijeron que preparase el equipaje para el viaje, y después de horas preparándolo, metiendo cosas y sacándolas, conseguí acabar.Acabé tan tarde que cené super rápido para acostarme.

Ya era de día y, nada más despertarme, vi a mi madre corriendo por todos lados, histérica. Cuando miré el reloj comprendí por qué estaba así. Estábamos llegando tarde al aeropuerto. Mi madre se puso a coger todas las maletas, acercándolas al coche, mientras que yo me vestía. Subimos todo al coche, lo más rápido que pudimos y salimos corriendo para el aeropuerto. Y una vez que acabamos la interminable cola de personas que tenía que viajar, entramos en el avión. El viaje cada vez me parecía más largo. De repente, escuché algo muy raro, como si el motor del avión estuviera estropeado. Y así era, estaba estropeado, y mientras caíamos en picado vimos algo realmente extraño.

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Las coordenadas no indicaban que hubiese una isla en aquel lugar. Yo pensé que era mejor estrellarse contra una isla que hacerlo en medio del mar, así que en cierto modo me alegré mucho salvo por el hecho de estar cayendo. Cuando aterrizó el avión estaba hecho pedazos y todos los pasajeros habían resultado ilesos milagrosamente. Después de salir del avión nos encontramos a una vieja chamana, lo cual me llamó mucho la atención, aunque me aterró lo que dijo: “Si antes del ocaso no salís de la isla moriréis ahogados.

Pero nos dio una pista muy importante. En lo alto de la montaña hay un avión ya reparado y en condiciones para poder volar. Por ello nos dispusimos a darnos mucha prisa parallegar a tiempo.Cruzamos ríos, pasando por el agua y acabando empapados. Pasamos abriéndonos paso entre las rocas y escalamos las montañas y las pequeñas elevaciones rocosas para atajar y conseguir llegar lo más rápido posible, antes de que llegase el ocaso.

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Como íbamos bien de tiempo porque con los atajos habíamos hecho mucho reco-rrido, pasamos a descansar a una cueva fresquita que se había formado entre dos huecos de la montaña más alta. Hacía allí tanto frío que se había formado pedazos de hielo dentro de la cueva, pese a que fuera hacía mucho calor.Ninguno de nosotros lo intuimos, pero pasó.

Hubo un gran derrumbamiento que, por suerte, no nos pilló a ninguno, pero ya no podíamos salir. Así que nos adentramos hacia el interior de la cueva para ver si había otra salida. Después de andar muchí-simo rato hubo un pequeño terremoto y pensamos que ya faltaba poco para el ocaso, así que corrimos como locos. Y por fin conseguimos ver algo de luz, la salida de la cueva ya estaba cerca y visible.

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A continuación conseguimos salir y escalar lo que nos quedaba por escalar, y en lo alto de la montaña estaba por fin el avión. Casi parecía un sueño.Pero cuando todo parecía mejorar, la isla comenzó a hundirse, así que nos dimos mucha prisa para subir al avión.Ya se sumergió la isla. Mientras despegábamos la contemplamos por última vez, y el avión ya se dirigía para América. ¡Y si os digo la verdad, ya había tenido suficiente aventura! FIN

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LA HORMIGA QUE QUERÍA VOLARDylan Jackson (10 años)

Había una vez una hormiga llamada Onidy. Ella vivía en un pequeño hormiguero en el bosque. Vivía tranquila sin nadie que le molestara. Pero un día vio a unas hormigas que podía volar y se sorprendió:-¡Guau! Nunca he visto unas hormigas que vuelan, dijo Onidy.Esa misma tarde la hormiga se fue a casa de su amiga Monarca, una mariposa. Allí también estaban el escarabajo Joya, la libélula Plata, el escorpión Zis y la araña Tela. Estaban merendando y la hormiga les explicó lo que había visto. Monarca le dijo:-Yo vuelo todos los años cientos y miles de kilómetros.-Yo también vuelo- dijo Plata- pero no tan lejos si no hacía adelante y hacia atrás.-Yo apenas me desplazo porque espero a mis presas para inyectarle veneno- dijo Zis. -Yo soy una arácnida como Zis y apenas me desplazo, como él, porque espero a las presas que quedan atrapadas en mi red- dijo Tela.-Yo me muevo poco para presumir de mis colores- dijo Joya.

Y llegó la primavera, era hora de trabajar. Todas las hormigas trabajan sin cesar excepto una, Onidy. Estaba viendo el cielo y, de repente, algo llamó su atención: un pájaro de poco más de quince centíme-tros surcaba el cielo a toda velocidad.

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Y llegó la primavera, era hora de trabajar. Todas las hormigas trabajan sin cesar excepto una, Onidy. Estaba viendo el cielo y, de repente, algo llamó su atención: un pájaro de poco más de quince centíme-tros surcaba el cielo a toda velocidad.-¡Alucinante! Ojalá fuera como este pájaro- dijo Onidy.-Es una golondrina- anunciaron todas las hormigas.-¿Una golon… qué?- preguntó la hormiga.-Todos se rieron: ¡Ja, ja ja! ¡No sabe lo que es una golondrina! -Sí, un pájaro- contestó Onidy furiosa. Y se pudo a llorar. Y mientras dormía la golondrina la despertó y le explicó quién era y qué hacía aquí en primavera y en verano.-¿Tú cómo te llamas?- preguntó la golondrina.-Yo Onidy, ¿y tú?- exclamó la hormiga. -¡Ah! Pues yo me llamo Semar- contestó la golondrina.Y llegó el verano. Era hora de trabajar aún más y Onidy seguía sin trabajar. Por eso fue expulsada del hormiguero. A ella le daba igual porque quería seguir su sueño.Y llegó el otoño.-Adiós- dijo Semar. Me tengo que ir África porque aquí los días son más fríos.-¿Quieres venirte conmigo?- dijo la golondrina.-Pero, ¿cómo? Si no sé volar- contestó Onidy.-En mi espalda- exclamó Semar.Y se fueron a África.Semar le enseñó todos los animales de ese lugar:-Ese es muy grande, con una manguera en la cara- comentó Onidy.-Ese es un elefante y esa manguera es su gran nariz.-Ese se ríe mucho- dijo Onidy.-Esa es la temible hiena- dijo Semar.-Aquel tiene rayas y se parece a mi amigo Pacla, un caballo- exclamó la hormiga.

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-Es una cebra- contestó la golondrina.También vieron muchos más.-¡Es un lugar diferente!-¡Maravilloso! ¡Cuántos animales fantásticos hay por aquí!- exclamó la hormiga.

Onidy estaba alucinando con el viaje tan espectacular que había hecho con su amiga la golondrina y todas las cosas nuevas que estaba viendo. Mientras sobrevolaban estas tierras tan bonitas y diferentes, Semar explicó más cosas sobre ese lugar.-Mira, estos son los animales más parecidos a ti, las termitas- explicó Semar. Trabajan sin cesar como vosotros, y esa montaña enorme que ves se llama termitero. Es su casa- siguió contando Semar.-Tienes razón, se parecen mucho a mí, lo único diferentes es que son rojas- dijo Onidy.

-¿Qué son estos?- preguntó la hormiga asustada. -Son humanos- contestó Semar- ¡Corre!, súbete a mi espalda, ¡salgamos veloces!Mientras que las dos amigas volaban por encima de ese paraíso, la hormiga vio un ave que venía en picado hacia ellas con unas garras listas para matar.-¡Semar! ¡Un bicho peligroso con garras viene a toda velocidad!- gritó Onidy.Semar sabía que era un halcón peregrino, así que se escondió en un arbusto donde el halcón no cabría. ¡Qué susto! Y pronto llegó la primavera.-¡Tenemos que regresar al bosque- dijo Semar- aquí hace un calor insoportable.-Sí, dulce hogar, dulce hogar- cantaba Onidy por el viaje.

Y llegaron al bosque Yedas. Onidy explicó a sus amigos todo lo que había visto durante su maravilloso viaje.

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A las hormigas les explicó todo sobre la colaboración y el trabajo de las termitas, y le dejaron volver al hormiguero por su gran idea. Una vez terminado el “hormitero” llamó a Monarca, Plata, Joya, Zis y a Tela para que lo visitaran por dentro y por fuera y, por su puesto le presentó a su fiel amiga Semar.

-¡Hola!- dijeron los amigos de Onidy. ¿De dónde vienes?- preguntaron.-Vengo de África- contestó Semar.

Y Onidy estaba muy contenta aunque no tenía nada de qué presumir, ¿o sí!. De su colaboración y facilidad para hacer amigos.

FIN

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LOS CAMINOS DEL FUEGOJesús Montalbán Molina (1º ciclo ESO)

En las vastas tierras del Sáhara, el arqueólogo Mc. Arthur excava entre antiquísimas piedras secas que se alzan como murallas. Hacía tiempo que estaba en esta expedición en el norte de África con su equipo: un arqueólogo marroquí, el jefe de un museo de arqueología y tres exploradores británicos en busca de la perfección de su oficio.

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De repente, excavó lentamente y notó algo en el agujero que brillaba como una estrella. Finalmente vio que era una especie de moneda de un tamaño más o menos como el de su mano. Tenía grabado una especie de camino que se desvanecía entre dos montañas. Cuando apartó la vista de la moneda, vio que había un suelo de piedra que tenía tallado un sol ardiente. Él lo miró y ejerció un poco de fuerza sobre el antiguo grabado.El suelo se empezó a mover y las grietas se abrían en el seco suelo. Asombrados los demás, vinieron al encuentro del arqueólogo. Se estaba haciendo más grande el agujero y, de repente, se abrió del todo. Uno de los exploradores perdió el equilibrio y cayó en el foso. Se oyó un rechinar de dientes y voces pidiendo auxilio del británico. Pero entonces se notó el sonido de unos pasos rápidos como el viento que no eran del explorador, y entonces cesó el llanto y sonó un grito. Mc Arthur y el resto del equipo desmontó el campamento y pisaron a fondo el pedal del jeep. Cuando llegaron a la zona poblada, se lo explicaron a la policía de la zona, pero ellos rechistaron diciendo que si era una broma absurda.

Al mes siguiente, Mc Arthur estaba en su laboratorio. Estaba examinando la moneda. Era de un material parecido al oro pero no era oro. Era dura como una piedra y tenía por la parte contraria al dibujo unas extrañas letras con espirales. Entonces hizo un increíble descubrimiento: las letras que había grabadas eran ubicaciones, parecidas a las de un mapa. Pero el dibujo del mapa no era muy parecido a África. Dedujo que podría tratarse de un antiguo camino. Finalmente se decidió por volver. Cuando llegó, la fosa no estaba. Mc Arthur se puso a buscar el botón parecido al sol. Apartó arena, lo encontró y lo pulsó. El suelo se movía, se agrietó y pasó lo mismo.

Mc Arthur quería explorarlo pero necesitaba a alguien que lo ayudase. Se fue al pueblo y buscó allí entre la multitud hasta que encontró a un mercader.-¿Podría llevarme ante algún hombre sabio de la zona?- preguntó Mc Arthur.

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¡Pues claro!, pero primero cómpreme esta tela, importada desde el Asia oriental- dijo el mercader.Y así lo hizo. Lo llevó a una parte apartada de la zona social del poblado. Lo llevó a una chabola, tocó la puerta y entró. Allí encontró a un hombre con turbante, de piel morena, descalzo sobre una alfombra. Alrededor de él había colocadas miles de velas encendidas. Le preguntó si conocía el signo de la mone-da, y él dijo que sí, que era un antiguo signo de una tribu africana famosa por adorar a la muerte y ha-cer sacrificios. Siguieron hablando y al final el sabio decidió ir a la expedición. Su nombre era “Jatlum”.

A Mc Arthur le pareció un poco astuto pero lo dejó ir. Por el camino se encontró con un fuerte y valiente hombre negro que vestía pieles de león y leopardo y sostenía una gran hacha. Era un amigo de una tribu, se llamaba “Cuntu”. Él le saludó y le comentó antiguas aventuras que había vivido juntos pero se puso serio cuando Mc Arthur le habló del agujero. Él en voz alta le dijo que iría a la aventura sí o sí. Al final también le acompañaron tres hombres de raza negra para transportar el equipaje.

La verdad es que ni siquiera Mc Arthur sabía qué les esperaría en aquella cueva oscura, antigua y, cómo no, peligrosa. Al día siguiente allí estaban todos: el sabio, el fuerte, los tres porteadores y Mc Arthur. Éste sacó una escalera y fueron bajando de uno en uno. Sacaron una linterna y se pudo ver que aquello era una especie de mina. En las paredes había grabadas un montón de letras raras e incomprensibles. En el suelo había canales de arena roja. Uno de los porteadores encendió una cerilla que, tras resbalár-sele de los dedos, cayó al canal. Ardió como la gasolina aquel canal de arena roja. Entonces el techo se abrió y cayó un gran bloque de oro macizo a uno de los porteadores, que murió aplastado. El canal de fuego se alargaba hasta lo que alcanzaba la vista. Vieron un altar dorado y un trono. Al final de aquel pasillo se hallaba una puerta de piedra que tenía en la parte superior una calavera plateada con ojos de zafiro y rubí. Pero estaba cerrada. Cuntu cogió con fuerza su potente hacha y con perfección partió la puerta en dos y pudieron atravesarla. Se encontraron dentro de una selva muy densa. En el suelo en-fangado se podían ver huellas de algo. Continuaron durante horas. El sabio se sentó a descansar en una roca, pero entonces salieron dos manos que lo arrastraron hacia la maleza. Mc Arthur salió corriendo tras él hasta que de un impulso se abalanzó a puñetazos contra él.

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Jatlum volvió al sendero. Mc Arthur hizo hablar al extraño pero hablaba una lengua extraña. Al final lo ataron a un árbol y continuaron.Por el camino, una araña se abalanzó contra uno de los porteadores que quedaban y empezó a morder-le. Cuntú le dio un manotazo al insecto. El hombre ya había muerto pero aquel ser no era lo que decían. Era una especie de mono con escamas con ojos azules y pequeños colmillos.Avanzando por la espesa jungla vieron leones, panteras, búfalos, y hasta un elefante. Y la arena roja también…Vieron una puerta hecha de verja de acero protegida por unos centinelas con cuchillos y espadas.Mc Arthur vio unas rocas encima de la puerta. Sacó su revólver y disparó con perfección. Las piedras cayeron sobre los centinelas, que cayeron inconscientes sobre el suelo.

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Atravesaron la puerta y se encontraron en un entorno volcánico. Estaban bajo tierra pues encima de ellos había un gran techo de piedra. Al fondo de la cueva infernal había un altar con estatuas doradas. Entonces vieron unos extraños seres hechos de piedra, de fuego y de lava. Dos de esos seres se dieron cuenta de su presencia y sacaron unas flechas ardientes y dispararon. Interceptaron al último porteador que ardió en llamas.Salieron a la huida. Por el camino se podían ver un montón de lingotes de oro. Jatlum se sintió atraído por el tesoro y fue a por él, pero le cogieron los seres infernales y se lo llevaron a un castillo ardiente. Al final solo quedaban Mc Arthur y Cuntu.

Al salir de aquel infierno vieron un gran río de lava que se desvanecía entre dos montañas. Detrás de ellos se oía como se comunicaban aquellos seres. Era un sonido que perforaba en tímpano. Continuaron y vieron que el suelo era la arena roja. Finalmente atravesaron las montañas y observaron cómo el río de lava caía por una catarata. Justo alrededor de la catarata se veían dos estatuas de un tamaño significativo. Era la estatua de un hombre y de una de las bestias del fuego.

Pero, ¿dónde iría el río de lava? No lo sabían pero habían descubierto una tierra de fuego ocultada a la humanidad. También ellos tenían que guardar el secreto de estos caminos de fuego.

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FIN

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INTERESTELAR IIÁngel Caballero (1º ciclo ESO)

Día 1: El comienzo.Hola, mi nombre es Ángel. Estoy haciendo esta grabación cerca de Marte junto a los camaradas Sema, Gabri y David. Mi hija Emily también está conmigo en esta nave llamada Lindux. Estamos en Lindux para buscar otra galaxia en la que podamos habitar. Tenemos zigotos en cápsulas para colonizar otro planeta. Nuestro planeta empezó a decirnos que nos fuéramos hace un año, haciendo que se secaran los océanos. En ese momento fue cuando empezamos a morir por plagas de arena. Esas tormentas de arena entraban en los pulmones y se secaban, haciéndote morir al instante.Mi hija me está diciendo que vaya con ella a dormir. Adiós.

Día 15: Gargantua.Sin novedades. Todavía no hemos encontrado ningún planeta habitable en esta galaxia a la que hemos denominado Gargantua. Gargantua tiene tres planetas, pero vistos a distancia no parecen habitables.

Día 23: Planeta verde.Estamos cerca del primer planeta. Estaba equivocado. Parece muy habitable, es verde y parece que tiene agua morada, o algo así.

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Día 24: Aterrizaje.¡Emily, ponte el traje! Hemos aterrizado en el planeta verde. Al parecer es tranquilo, tiene plantas ex-trañas, o eso es lo que parece. ¡Gabri, abre la escotilla!, a ver el planeta verde. Acabo de salir y tenía razón: eran plantas. También tenía razón sobre el agua morada. ¡Podéis salir todos! ¡Mirad esa planta, parece una rosa! ¡No, no Gabri, no toques el agua!

Día 25: Planeta erróneo.Estamos en Lindux, hemos abandonado el planeta con un camarada menos… Al parecer el agua del planeta es como ácido y tiene marea, por lo cual subió la marea y atrapó a Gabri. Cuando nos dimos cuenta estaba ya muerto. Emily está llorando por lo sucedido a Gabri. Nos disponemos a partir al se-gundo planeta.

Día 28: Planeta negro.Nos acercamos a un planeta negro que parece atraer bastante, así que nos estamos poniendo los trajes. Todos empezamos a tener hambre por lo que hemos decidido comernos los suministros de reserva. El planeta negro parece tener atmósfera, pero no sabemos si es de oxígeno.

Día 29: Intento de aterrizaje.Vamos a disponernos a aterrizar en el planeta negro pero se nos ha roto un motor, así que David ha ido a repararlo. El motor parece irreparable pero creo que el camarada David puede repararlo.

Día 30: Otra muerte.David murió intentando reparar el motor. Fue absorbido por el planeta negro. Lo recordaremos como un héroe.

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Día 31: Planeta naranja.Vamos a intentar aterrizar en el último planeta. Es un planeta naranja con atmósfera. Parece que tiene oxígeno. No parece una amenaza. El planeta negro absorbió tres de los cuatro motores, por lo que no sabemos si llegaremos.

Día 33: Planeta correcto.Hemos tardado dos días en llegar al planeta naranja. Mi hija Emily y yo estamos seguros de que este es el planeta correcto. Parece que el último motor está a punto de explotar…

Día 34: El sacrificio.Hola, soy Sema. El comandante Ángel ha muerto salvando a su hija Emily. Vamos a lanzarnos en para-caídas al planeta naranja. Esperamos que sea el correcto… La nave explotó y el comandante Ángel salvó a su hija Emily. Estamos en un trozo de nave flotante. Vamos a ello.

Día 35: Planeta habitable.Tardamos un día en aterrizar. El planeta es habitable, tiene comida, agua potable y animales no muy diferentes a los de la Tierra. El campamento con los cigotos ha sido montado. Todos los sacrificios han valido la pena. Muchas gracias Gabri, David y Ángel.

FIN o no...

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¡MUCHAS GRACIAS A TODOS Y A TODAS

POR VUESTRA PARTICIPACIÓN!