en busca del anillo perdido

21
AUTORES: Clàudia Muratet Aschallew Rubira Ricard Sabio Guillem Sala Mireia Torres EDITORIAL: Los Escritores

Upload: escritores-escritores

Post on 15-Mar-2016

242 views

Category:

Documents


4 download

DESCRIPTION

En busca del anillo perdido

TRANSCRIPT

Page 1: En busca del anillo perdido

AUTORES: Clàudia Muratet

Aschallew Rubira

Ricard Sabio

Guillem Sala

Mireia Torres

EDITORIAL: Los Escritores

Page 2: En busca del anillo perdido

2

CAPÍTULO 1: EL TRABAJO

Como cualquier martes a las ocho de la mañana, las puertas de mi colegio, Garbí, se

abren para dar lugar a un nuevo día de aprendizaje. Suena el timbre indicando que

tenemos que ir a clase para hacer el control de matemáticas. Todos los alumnos nos

sentamos en las sillas y esperamos a que la profesora llegue. Tras esperar diez largos

minutos, la maestra llega y todos nosotros corremos rápidamente hacia nuestros sitios,

para que no nos regañe. Reparte los exámenes y empezamos. Las matemáticas,

definitivamente, no son mi fuerte, así que soy de los últimos en entregar el examen.

Después de finalizar nuestra prueba de mates, tenemos castellano. Hoy tenemos que

presentar las historias que el maestro nos había mandado desde, hacía ya, más de un

mes. El profesor de esta materia, Fernando, es mi favorito. Aunque a primera vista

pueda parecer un señor muy serio, ya que siempre va trajeado. Es muy amable y

siempre que puede nos echa una mano en cualquier problema que tengamos.

Fernando abre su bloc de notas para pasar lista y dar pie al comienzo de las

presentaciones. Mi apellido empieza por la letra "Z", así que me siento tranquilamente

esperando a que llegue mi turno. Después de escuchar todas las historias de mis

compañeros, que fueron muy divertidas y amenas, al fin llega mi oportunidad para

sacar un sobresaliente.

Semanas atrás tuve que escoger el argumento de mi historia. Después de buscar en

internet y en libros, decidí hablar sobre la época medieval. Al ser un tema muy amplio,

decidí focalizarlo en mi ciudad de residencia, Glasgow.

Me puse a buscar ideas y ninguna me parecía suficientemente buena, así que decidí

dejarlo estar por unas horas y echar una cabezadita. Cuando me levanté, había tenido

la idea perfecta. Mientras dormía, tuve un sueño relacionado con la edad medieval.

Una historia sobre la pérdida de un anillo y dos personajes que tenían que ir a

buscarlo.

Al oír mi nombre, me levanté de la silla rápidamente para hacer mi presentación,

mientras me decía a mí mismo que todo saldría bien. Me disponía a empezar mi

argumento, estaba un poco sudoroso y al principio tartamudeaba, ya que veía a todos

los compañeros mirándome con desganas de escuchar mi historia. Segundos

después, empecé y me solté.

Page 3: En busca del anillo perdido

3

CAPÍTULO 2: LA HISTORIA RENACE

En el siglo XV, una niña llamada Sally, que tenía un pelo negro intenso, la piel blanca

como la nieve, ojos azules como el mar. Vivía felizmente con sus padres, que se

dedicaban a las tareas del campo. Ella era muy feliz, hasta que una fría mañana de

invierno, sus padres murieron por una enfermedad. Le embargaron sus tierras porque

ella era muy pequeña y no podía trabajar, así que tuvo que ir a vivir a casa de unos

tíos lejanos que le daban alojamiento y comida a cambio de trabajar para ellos en el

campo.

Sally era muy infeliz, pobre y echaba de menos a su familia. Cada día estaba más

delgada y triste, y necesitaba dinero para salir de ese ámbito. Entonces fue cuando

conoció a su amigo el mercader que era un joven que tocaba de pies al suelo, vivía

solo y que digamos, no era rico, era más bien pobre. También era alto, con pelo más

bien castaño y ojos verdes. Ella fue a su parada de alimentos para hacer un trueque

de productos agrarios a cambio de algo de dinero. Y, así empezaron a hacerse

amigos.

Un día, Sally le contó al mercader, que en el pueblo había rumores de un anillo

escondido no muy lejos de Glasgow que valía una fortuna, ya que era de los

antepasados del rey. Quien lo encontrara podía llegar a hacerse rico, de manera que

los dos podrían salir de la pobreza y empezar una nueva vida. El mercader, muy

entusiasmado con la idea de encontrarlo, se puso a buscar información. Empezó por

su búsqueda, preguntando a todo aquel que supiera algo del anillo, como cuál fue el

último lugar donde fue visto.

Sally y el mercader decidieron no contar nada a nadie acerca de su gran aventura.

Algunos días se escapaban a ciudades cercanas de Glasgow para sacar más

información. Lo que ellos no sabían es que había unos ladrones muy malvados que

rondaban por los mismos sitios para también conseguir el anillo.

Aunque la propuesta sonara arriesgada, Sally y el mercader no tenían mucho que

perder, ya que ambos no tenían familia y su situación económica no era demasiado

buena. Descubrieron que ese anillo venía de una familia real muy poderosa de

Escocía. Su valor era incalculable, y el rey pagaría mucho dinero a cualquier persona

que lo encontrase. Aparte, el rey, tenía un caballero llamado Jack Davies y un

ayudante llamado Igor que también irían en busca del anillo perdido.

El anillo era totalmente reconocible por sus incrustaciones de diamantes y rubíes.

Page 4: En busca del anillo perdido

4

CAPÍTULO 3: A PALACIO

En lo más elevado de Glasgow, exactamente, en el maravilloso palacio del rey

Eduardo I de Inglaterra, todo iba fenomenal, prácticamente todo estaba en orden.

Cada persona hacia la tarea que le correspondía; unos barrían el suelo, los otros

sacaban el polvo, algunos hacían las camas… Y si dejamos las tareas de la casa,

podíamos encontrar al caballero Jack Davies, el preferido del rey, ya que era un

hombre de familia rica, que llevaba una armadura muy peculiar, ya que era única en el

mundo. Su cara era redonda como un huevo, la boca era pequeña y tenía los ojos de

un azul penetrante, y la nariz y las orejas las tenía exageradamente grandes y el pelo

oscuro. Tenía las piernas delgadas pero fuertes y su cuerpo era un poco gordo.

Siempre llevaba unas botas amarillas, aunque como no se las limpiaba nunca, se

veían negras. Siempre mostraba una cara de alegría, y cuando la gente tenía algún

problema intentaba ayudarla.

A este no le encontrábamos solo, ya que siempre estaba con su escudero Igor que era

como su segundo padre. El pobre Igor, era un pobre viejo jorobado, al que al rey

acogió en palacio, al descubrir que era su mejor amigo de la infancia, el cual le había

enseñado a montar a caballo. Éste pasó a ser el escudero del mejor caballero del rey,

ni más ni menos que el mismísimo Jack Davies. Con la edad iba perdiendo un poco la

memoria y a veces no sabía de qué hablaba, de manera que en la mayoría de

ocasiones que Jack y él vivían aventuras, siempre acababa metiendo la pata de

alguna forma. No obstante, podía decir, ver o saber cosas estúpidas que en precisos

momentos podían resultar de mucha ayuda. Igor parecía muy inocente y sensible

debido a su gran joroba, que tenía en su pequeña y estrecha espalda. Gracias a sus

larguiruchos brazos y piernas podía llegar a coger casi todo lo que estaba en sitios

diminutos a los que parecía imposible llegar. Su retorcida nariz y su capucha negra

carbón, que siempre llevaba puesta, hacían de él una persona siniestra capaz de ser

reconocida en cualquier parte.

Igor le enseñaba a Jack a saltar del caballo mientras éste iba a galope y el rey los

observaba desde la majestuosa ventana del comedor principal, donde se estaba

preparando la mesa para ir a comer. Una vez Jack ya había entendido como hacerlo,

una mayordoma les llamo para ir a la mesa. El caballero y su compañero, muertos de

hambre, guardaron las cosas, dejaron al caballo en el establo y fueron al comedor tan

rápido como les fue posible. Al llegar allí, vieron que la mesa no estaba parada con los

manteles ni la vajilla diarios. Lo pasaron por alto, pero cuando llegaron los platos,

entendieron que el rey les querría pedir algo importante.

Page 5: En busca del anillo perdido

5

-Buenos días caballeros.- dijo el rey nada más entrar por la puerta.- Me imagino, que

ya sabéis por qué camino voy, ¿no?

-Sí, sí,- contesto Igor- pero le agradecería que me explicara hora mismo de qué se

trata, porque me gustaría entrenar a Jack para estar preparado y…

-No hace falta que te preocupes por nada, querido. – Le interrumpió el rey- Ya lo tengo

todo pensado. En el primer plato mantendremos una conversación como la de

siempre, pero durante el segundo os hablaré de este tema. Lo único que os puedo

decir ahora, es solo, que es un asunto importante, quizá el más importante que os

haya pedido en mi vida. Así que ya os lo digo ahora; no me podéis defraudar.

-Sí majestad. – Dijeron los dos caballeros a la vez.

-Pues así empezamos a comer. Traed los platos, mayordomos. –Ordenó el señor.

Tardaron media hora en terminarse el primer plato. Se habían terminado unos

apetitosos macarrones, con salsa de tomate y orégano, y les esperaba un magnífico

rape. Justo, cuando llego el pescado acompañado de unas patatas y unos tomates, el

rey empezó a hablar:

-Queridos compañeros, he esperado todo este tiempo por una pura manía que tengo,

pero lo que de verdad quiero, es informaros de una simple pero dificilísima misión que

tenéis que cumplir. Simplemente se trata de ir en busca de un anillo, pero no de un

anillo normal y corriente, sino que es el anillo de mis antepasados, un anillo que lleva

años desaparecido. Al fin he encontrado una pequeña ayuda que nos marca el

principio de su localización.

-Tranquilo majestad. -contestó Jack- No le defraudaremos, para nosotros será coser y

cantar.

-No vayas tan rápido Jack. –Dijo el rey- Si al principio os he dicho que puede que sea

de las misiones más difíciles de vuestras vidas será por algo, ¿No crees? Así que lo

primero y lo último que os tengo que decir, porqué ya no tengo más información, es

que el anillo está situado en la isla de Arran.

-Sí. Puede continuar que de momento lo entendemos todo. –Dijo Igor.

-Lo siento amigo pero ya no tengo nada más que contaros.

Los dos caballeros se quedaron sorprendidos, nunca les había pasado esto.

Normalmente el rey les daba mucha información, y esta vez solo les había dicho que

Page 6: En busca del anillo perdido

6

el anillo estaba situado en una isla llamada Arran, que ni siquiera sabían si existía de

verdad.

De repente el rey se levantó de la mesa, y sin decir ni una palabra se fue por la puerta

sigilosamente. Acto seguido, los caballeros, empezaron a discutir sobre cómo podrían

encontrar la misteriosa isla. De golpe, entró un criado y se dirigió hasta los dos

caballeros y les dijo:

-Señores tengo que comunicarles algo importante.

-Adelante –Contesto Igor sorprendido.

El criado le alargo la mano y le dio un mapa.

-Señor aquí tiene un mapa con la localización de la isla –dijo el criado mientras

desaparecía por la puerta.

-Muy bien, –contesto el escudero sin poder dar las gracias- entonces mañana por la

mañana ya empezaremos la búsqueda del famoso anillo.

CAPÍTULO 4: LA FUGA DE WILLIAM Y WILSON

Era un día maravilloso, pero en ese pequeño rincón de Glasgow los días siempre eran

grises. Pero la mañana había empezado diferente. Los dos hermanos William y

Wilson, que eran los ladrones más perseguidos de Glasgow, se habían levantado los

primeros, y esto no era normal ya que siempre eran los últimos en todo. Un ladrón del

lado de la celda de los hermanos les preguntó:

-¿Cómo es que hoy os habéis levantado tan temprano?

-Amigo, respondió William- hoy es nuestro último día en esta humilde prisión. Ha

llegado el día que estábamos esperando durante cinco años, hoy, por fin, después de

eternos días de preparación y planificación del plan…. nos escaparemos.

-Siento deciros estos –dijo otro preso que estaba escuchando la conversación- pero

esto lo han intentado miles de presos durante siglos y nadie lo ha conseguido.

Vosotros no sois mejores que los otros así que mejor que no lo intentéis, porqué

fracasareis y acabareis ahorcados, o acto parecido, por el pueblo.

Nadie dijo nada, ni siquiera los dos hermanos ya que habían ignorado el comentario

del otro preso.

Page 7: En busca del anillo perdido

7

Pasó la mañana, sin que ocurriera nada extraordinario. Hasta que un guardia gritó:

-¡Se han escapado los dos hermanos! Corred, tenemos que encontrarlos antes de que

anochezca, sino ya será demasiado tarde.

Todos los presos asomaron las cabezas entre los barrotes de sus celdas, querían

saber que había pasado ya que muchos no se lo podían creer. De repente un preso

vio como los dos hermanos salían del carrito de la ropa sucia.

-Tened cuidado –les dijo muy amablemente el preso- os deseo toda la suerte del

mundo. Aunque creo que es imposible salir de aquí, creo que tenéis posibilidades de

conseguirlo, ya que lo que acabáis de hacer es un paso de gigante. Hasta nunca.

-Muchas gracias- dijo uno de los hermanos mientras vigilaba que nadie les viera.

El preso no dijo nada, así que los dos ladrones pudieron salir de la prisión con

facilidad. Pero antes de salir, se encontraron con un gran problema: la puerta de salida

al exterior estaba llena de guardias que la vigilaban.

Esperaron a que anocheciera, así aprovechando el cambio de guardias podrían tener

la suerte de conseguir escapar definitivamente. Y así fue, después de muchos años de

planificación, lo consiguieron.

Estuvieron corriendo hasta que dejaron de sentir sus piernas, y entonces decidieron

quedarse a dormir en medio de un prado. La mañana siguiente se despertaron nada

más salir el sol. No tardaron mucho tiempo en ponerse en marcha, así que antes de

que llegara el mediodía, ya habían llegado a la ciudad. Allí lo primero que buscaron fue

una tienda de pelucas, pero antes de llegar a encontrarla, se dieron cuenta de que

nadie los había reconocido, así que emprendieron otra vez su camino en busca de

cualquier lugar donde poder pasar, por lo mínimo, esa noche.

William, que era un hombre de clase baja y tenía un carácter fuerte. Su pelo era

castaño y los ojos de un marrón muy claro. Al igual que su hermano era muy

aventurero, y defendía siempre sus ideas. Llevaba cuatro cuchillos y una pequeña

daga. Era muy buen negociador y utilizaba un vocabulario muy trabajado y correcto.

Era un poco egoísta; pero respetuoso. Él era perseguido por un rey al que antes

servía, ya que le quemó las cosechas y la familia real pasó un crudo invierno. Por eso

ahora, el ladrón, vigila dónde se mete.

Así que de repente dijo:

Page 8: En busca del anillo perdido

8

-Escucha Willson. ¿Tú sabes porque el rey reside con un tal individuo llamado Igor?

-Sí –contestó con gran rapidez- Tú ya sabes que el rey tuvo una infancia peligrosa, ya

que padeció graves enfermedades, ¿no? Pues resulta que durante esta época conoció

a este tal Igor, que fue con quien vivió grandes aventuras y el que le enseño a montar

a caballo. Entonces, los padres de Igor se mudaron y los dos chicos se separaron para

no volverse a ver jamás. Durante todo ese tiempo, los dos hicieron sus propias vidas,

el rey ascendió al trono después de la muerte de su padre, e Igor se casó. Pero al

final, llego el gran día, cuando de repente Igor y llamo a la puerta de palacio donde

pregunto si se podía quedar a vivir allí, ya que su mujer le había echado de casa. El

rey supuestamente, lo afirmó.

-Menuda historia.- dijo William.

Siguieron andando, hasta que Willson que era igual que su hermano, un hombre de

clase baja, aventurero y con un carácter afable, que acostumbraba también a robar y

atracar personas por impulsos que tenía a momentos, aunque sabía utilizar muy bien

el sentido común. Normalmente protegía a su hermano y siempre llevaba siete

espadas y una lanza. Tenía el pelo negro, los ojos de un marrón muy oscuro y era

bastante alto. Dijo súbitamente:

-Hermano escucha eso.-Dijo mientras señalaba a dos mujeres marujeando en una de

las esquinas.

Hablaban de un anillo que resultaba ser de los antepasados del rey. Los dos

hermanos escucharon la conversación disimuladamente pero con mucha atención. Al

final las dos mujeres de despidieron i una vez ya habían desaparecido dijo William:

-Así que un anillo perdido, ¿no? Pues ya sabemos lo que tenemos que hacer Willson.

-No pretenderás ir en su búsqueda, ¿verdad hermano?

-Exactamente. –Contestó- Empezaremos esta noche atracando la gente para que nos

dé más detalles de éste, ya que todo lo que sabemos es que este anillo es de los

antepasados del rey y para ir en su búsqueda, lo principal, es saber dónde está

situado.

-Entendido hermano. ¿Pero cuál es el plan?

-Para planes no tenemos mucho tiempo. Así que lo único que podremos hacer es

asaltar a la gente que pasea por las noches y si hace falta entrar en los restaurantes,

bares, hostales…

Page 9: En busca del anillo perdido

9

-De acuerdo.- contestó Willson esperando a que anocheciera.

CAPÍTULO 5: EMPIEZA LA BÚSQUEDA

Sally se preparó su intensa y pesada mochila, puso todo lo imprescindible para su

largo camino tras el anillo. Ella se adentró en el bosque, como si fuera un perro

hambriento.

En medio de la vegetación y cinco horas de intenso camino y con una mochila pesada,

cayó exhausta y con fatiga, tenía una herida en el muslo que no paraba de sangrar.

Cogió una hoja de un árbol caído y se la lio cubriendo toda la herida.

Bebió de una cantimplora llena de agua, comió un poco de fruta y continuó su largo

camino, hasta llegar a una casa pequeña dentro del bosque. No se había dado cuenta

antes, porque estaba cubierta de árboles. Abrió la puerta con sutileza y silencio.

Estaba oscura, no se veía nada y tuvo de sacar la antorcha para ver mejor, perecía

una casa vieja, con telarañas por todas partes. Ahora, su objetivo era buscar comida

para el resto camino.

Después de dar una vuelta por la vieja cocina de la casa y coger un poco de comida

salió por la puerta, satisfecha de la obtención de comida, que le había dado la casa.

Continuó caminando. A unos escasos 59 metros de la casa, se veía una cascada que

le interrumpía el camino, entonces sacó la mochila de la espalda y miró si tenía algún

objeto que le sirviera para cruzarla.

Sacó una cuerda muy larga y la lanzó con el objetivo de que llegara al otro extremo de

la catarata. Lo consiguió sin demasiado esfuerzo. Después de cruzar al otro extremo,

vio que había alguien que la observaba detrás de aquellos arbustos, se empezó a

acercar hasta que salió de ellos. Y se llevó una desagradable sorpresa; quien estaba

escondido en los arbustos era un animal de medio tamaño, con la boca grande, con

garras afiladas y comedor de salmones. Era un oso de Glasgow. Sally corrió con todas

sus fuerzas, sujetando con una mano la mochila y con la otra intentando abrir la

cremallera. Después de abrir la mochila, sacó un trozo de pan, lo troceó y lo fue

lanzando lejos para despistar al oso. Ocho o diez minutos más tarde miró hacia atrás,

al ver que no le perseguía el oso, se paró y se apoyó en un árbol. Se quedó dormida

como un bebé.

A las siete de la mañana del día siguiente, empezó otra vez su andadura hasta Arran,

la isla donde se identificaba el anillo del rey. Sally, al salir del bosque, vio una ciudad a

Page 10: En busca del anillo perdido

10

lo lejos. Pensó que había tenido suerte porque, por fin, tendría un sitio donde comer y

dormir un poco y aprovechar para preguntar por la isla.

Al llegar al pueblo, visitó un establo en el centro. Allí, preguntó a todo el mundo que

estaba dentro de la hostelería. Después de respuestas de todo tipo, no se aclaraba y

decidió ir al sheriff a preguntarle. El seguro que sabía las respuestas a todas sus

preguntas. Él le respondió de forma amable y educada, a todas sus preguntas sin

dudarlo ni un instante. Sally le dio las gracias.

Al salir siguió las órdenes del sheriff para llegar a su objetivo.

Mientras tanto, en el centro de Glasgow, un apuesto mercader quería ir en la

búsqueda del mismo objeto que quería su amiga Sally. Preparó todo lo necesario para

sobrevivir durante el tiempo que iba estar fuera de casa. Fue en dirección contraria a

la de Sally. Y pasó por una serie de pueblos que tenían la peculiaridad de que en

ellos no vivían más de treinta personas.

Más tarde, pasó por campos de trigo y cereales de sus amigos para preguntar si

tenían información sobre el anillo. Sus amigos no sabían nada.

Era de noche y se tenía de alojar en algún lugar, se paró en las escaleras de la iglesia

de un pueblo cercano a Glasgow. Agotado y sin fuerzas, intentó estirarse. Una hora

después, apareció una joven, se acercó y con una voz dulce le dijo:

-No te quedes aquí, que vas a coger frío.

-No he comido, no tengo fuerzas para seguir por mi camino y además no tengo un sitio

donde descansar más que este. -respondió el mercader.

Ella lo cogió de los hombros y se lo llevó arrastrando hasta su casa de madera. El

mercader estaba muy agradecido que le ayudara. Cuando entraron en la casa, el

mercader se sorprendió, estaba limpia y había antorchas encendidas.

La chica le dio un poco de comida para recuperar fuerzas. A continuación le preparó

una cama de paja. En cuanto el mercader terminó de comer, se acostó y a los cinco

minutos se quedó dormido fruto del agotamiento.

Pasaron tres días y el mercader seguía en cuidado de esa chica, ella le seguía

tratando igual como si su novio se tratara. Al mercader le enamoró su simpatía y su

amabilidad, pero a la vez también era consciente de que su objetivo era aquel anillo.

Page 11: En busca del anillo perdido

11

Ya era de noche, la chica se había dormido y el mercader salió de esa casa con

cuidado intentando no hacer ruido para que no se despertara.

Había luna llena que iluminaba todo el camino. El mercader siguió por una ruta donde

había pisotones provocados por animales que habitaban cerca. Las siguió hasta llegar

a una granja donde las huellas se acababan. Preguntó al señor que se alojaba en el

interior del hogar sí sabía dónde se localizaba la isla de Arran. A continuación le

respondió y le dijo que tenía de pasar por el lado de un bosque lleno de hojas verdes y

animales peligrosos y allí habría un pueblo al lado del mar.

Siguió las indicaciones del señor mayor. Continuó la ruta, paso por un bosque y

cuando lo pasó se encontró con un pueblo grande donde habitaba mucha gente.

Mientras caminaba tranquilamente por las calles de la ciudad, a lo lejos, vio a Sally su

amiga de Glasgow.

CAPÍTULO 6: EN MEDIO DE LAS RAMAS

Ya se hacía de noche.

El día siguiente, a las siete de la mañana, Jack e Igor, que estaban en Glasgow,

preparaban todo lo necesario para el trayecto que deberían empezar; armas, comida,

cuerdas, monedas por si tenían de comprar o intercambiar productos.

Antes de empezar el camino en busca del anillo, en la misma ciudad, compraron

burros para que el camino se les hiciera más llevadero. Pasaron por corrales donde

fueron atacados por animales de la granja, después atravesaron bosques con

trampas, ahí se estuvieron un buen rato solucionando los problemas.

Jack se había emborrachado, porque se había bebido una botella de ron entera y

estaba inconsciente, e Igor intentaba despertar-lo, pero no obtuvo éxito.

Intentó arrástralo hasta un rio de allí cerca para lanzarlo al agua, pero no se despertó,

cogió un poco de comida para metérsela en la boca, pero Igor tenía un problema, no

tenía fuerza y tampoco estaban sobrados de comida. No pudo abrir la boca de su

amigo, así que cogió un cuchillo que estaba expuesto al interior de la bolsa y corto una

rama grande de un árbol, y la hizo golpear contra la cabeza de Jack.

Ante unos segundos de completo silencio, Jack por fin se despertó.

Page 12: En busca del anillo perdido

12

Ya podían seguir la andadura hasta el objetivo. Pasaron horas en el bosque sin señal

de que estaban en buen camino. Llegaron hasta un pequeño campamento donde

intentarían robar un poco de comida.

Tres minutos más tarde ya habían salido del campamento con toda la comida que

había en ese campamento.

Al salir, una persona que estaba escondida detrás de los árboles, los miro atentamente

sin sacar un ojo de sus mochilas. Cuando estaban un poco más lejos del campamento,

esa persona, entró en éste, ya que era suyo. A continuación pego un grito, parecía

muy enfadado, algo le había molestado. Cogió unas armas que tenía y empezó a

correr desmesuradamente y entusiasmado en dirección de donde estaban Jack e Igor.

Ellos dos miraron hacia tras y vieron a lo lejos que alguien venia corriendo. Era la

persona que se habían encontrado al salir del campamento; iba armado. Entonces

empezaron a correr lo más rápido que podían teniendo en cuenta el peso que

sostenían.

Se subieron a los burros y los golpearon con el látigo, contra el lomo, para que

empezaran a correr en dirección a los campos que tenían delante.

Escaparon de él y al salir de aquellos campos, llenos de peligrosas trampas, vieron un

estupendo pueblo donde pasar la noche.

Mientras tanto, en Glasgow, William y Wilson salían por la noche como cada día, a

robar objetos relevantes e importantes. Cuando terminaron, ellos dos fueron a casa

corriendo, para coger las cosas imprescindibles para el viaje que les esperaba. Cada

uno metió lo que pensaba que era necesario sobrevivir en su mochila que habían

robado hacía tan solo dos días.

Empezaron la caminata, no tenían dinero y por lo tanto, no se pudieron permitir

comprar un animal como hicieron Jack e Igor.

Fueron por donde les dijeron las dos señoras que cotilleaban. Pasaron por pueblos sin

apenas gente, por rutas, por bosques y finalmente por una granja cuya iba

acompañada por una casa perdida de madera fuerte y resistente a la lluvia. Allí se

quedaron un par o tres de días.

Wilson y William al salir del establecimiento robaron dos vacas que había en la granja.

Page 13: En busca del anillo perdido

13

Después de pasar por la granja, siguieron una ruta que les condujo por unos

matorrales. Allí se encontraron animales repugnantes, como por ejemplo, gusanos,

escorpiones y serpientes.

A Wilson le fascinaban las serpientes y se quiso acercar a una de ellas, se acercó

tanto que le mordió en una pierna, y no se podía levantar.

Entonces su hermano cogió todo el equipaje que había traído Wilson y lo aboco en su

mochila. A continuación lo cogió en brazos y se lo llevó al pueblo más cercano

Allí estuvieron unos días en una casa grande, sobre los cuidados de un señor mayor.

CAPÍTULO 7: LA CANTINA

Sally y David, Jack Davies e Igor salieron del bosque y se dirigían hacia al pueblo

cuando justo antes de llegar, encontraron una cantina en medio de la carretera. Hacía

rato que andaban bajo la lluvia y estaban muy cansados. Por eso decidieron entrar.

Justo al entrar se encontraron todos e inmediatamente decidieron hacer el resto del

camino todos juntos. Era un sitio pequeño y oscuro pero les pareció un sitio ideal con

buen ambiente para pasar un rato hablando y descansando. Tenían que hablar de

cómo llegar a la isla de Arran.

Los cuatro aventureros se sentaron frente a una mesa en una esquina del local. Así

podían hablar tranquilamente sin que nadie les escuchara. En seguida se les acercó

el dueño de la cantina para pedirles lo que querían.

-¡Cerveza para todos y un poco de agua para la pequeña! – dijo el mercader.

Al cabo de poco rato llegaron las bebidas y los tres hombres empezaron a hablar para

planificar el viaje.

-Cómo vamos a ir juntos tenemos que marcar una ruta para llegar lo antes posible al

barco real que nos tiene que llevar a la isla – dijo Jack.

Jack Davies se había convertido en el líder del grupo y todos le escuchaban siempre

atentamente. A todos les parecía bien. Igor, el escudero, siempre estaba de acuerdo

con sus ideas y David ya tenía bastante con preocuparse de la pequeña niña.

-¿Cómo iremos hasta al puerto? - preguntó David.

Page 14: En busca del anillo perdido

14

-Iremos caminando. Pero puede ser que nos encontremos con bandoleros que nos

puedan asaltar o robar- respondió Igor, antes de que su amo pudiera decir algo.

-De acuerdo. Podemos coger un atajo que descubrí cuando huía del rey después de

que mataran a mis padres – añadió David.

David siempre recordaba a sus padres y los echaba de menos. Ahora que él se hacía

cargo de la pequeña Sally, no podía dejar de pensar en su madre y lo valiente que fue

al salvarle la vida, escondiéndolo en un lugar seguro como el subterráneo de la iglesia

del pueblo. David había tenido que arreglárselas él solo desde muy joven y por eso

conocía bien la zona. Había acabado haciendo de mercader y era su forma de

sobrevivir.

Sally jugaba con su muñeco mientras escuchaba la conversación de los mayores. Era

un muñeco de trapo que siempre había tenido pero que no se sabía quién se lo había

regalado. Desde hacía tiempo que estaban juntos y habían vivido muchas cosas ellos

dos solos, hasta que llegaron Jack Davies e Igor. Ahora formaban un cuarteto al que a

ella le gustaba.

Salieron de la cantina, continuaron andando y al cabo de un rato llegaron al puerto por

el atajo que conocía David.

Al llegar al puerto, los estaba esperando el capitán del barco. El barco era muy grande,

muy largo y las velas del eran muy amplias. En general, era el mejor barco de la

población de Glasgow y a los aventureros les gustaba.

El capitán les estaba esperando a bordo del barco y les dio la bienvenida:

-Será un largo viaje. Os podéis acomodar en la bodega.

-Gracias capitán – respondió Jack Davies en nombre de sus compañeros.

Los cuatro aventureros habían llegado por fin al barco que los tenía que llevar a la isla

de” Arran”. Estaban muy cansados pero felices por haber conseguido su propósito.

Ellos creían que estaban a salvo en el barco y se relajaron. Pero aún les quedaban por

pasar muchas aventuras y peligros que en aquellos momentos no se podían ni

imaginar.

Page 15: En busca del anillo perdido

15

CAPÍTULO 8: ENTRE VELAS

Los hermanos Wilson y William acordaron con sus amigos piratas ir a la isla de Arran

para encontrar el anillo. Habían oído rumores de que en aquella isla se escondía un

tesoro que querían llevarse a la ciudad.

Los piratas aceptaron llevar a los hermanos hasta la isla a cambio de una

recompensa. El trato era llevar el anillo a la ciudad y venderlo. Parte del dinero

obtenido sería para los piratas. Todos estaban de acuerdo pero esto no llegó a pasar

porqué el barco nunca llegaría a la isla.

Un fuerte temporal hizo naufragar el barco pirata. La nave era muy vieja y además

había quedado muy dañada después de un enfrentamiento con otro barco pirata. Una

de las bombas de los cañones enemigos había destrozado parte de la proa y uno de

los mástiles. Parte de la tripulación murió ahogada pero algunos marineros, incluidos

los hermanos Wilson y William, sobrevivieron gracias a los botes salvavidas.

La suerte hizo además que otra nave los divisara en medio del océano. Era la galera

real, la que pertenecía al Rey Eduardo I de Inglaterra, y en la que viajaban los cuatro

aventureros. Los hermanos pidieron ayuda a la tripulación de la nave. Se la ofrecieron

pero a cambio, les tenían que facilitar la información para poder encontrar el anillo en

la isla. Los hermanos aceptaron el trato porque no estaban en condiciones de negociar

ya que lo que más les importaban en aquellos momentos era salvar sus vidas. Sí,

consiguieron el compromiso de que no los llevarían a la cárcel una vez encontraran el

tesoro y regresaran a Glasgow. Con ello tenían que estar más que contentos.

La galera real se dirigía ahora a la isla de “Arran” sin la presencia de los piratas y el

peligro que ello suponía. Pero aún les quedaban más de 20 millas para llegar a la

costa y no habían previsto que en el mar había otros peligros aparte de los piratas.

Un calamar gigante con sus enormes tentáculos les sorprendió una madrugada. Sus

brazos, equipados con centenares de ventosas, agarraron por unos momentos

interminables el casco de la nave que sufrió algunos daños, pero sobretodo asustó a la

tripulación que no sabía que era lo que estaba pasando. Cuando vieron lo que estaba

sucediendo en el agua, no podían creérselo.

-¡Izad la velas rápidamente y todo a estribor! –ordenó el capitán para alejar la nave de

aquel monstruo marino y evitar daños mayores en la nave.

Los aventureros no dudaron en ayudar a la tripulación tirando de los cabos. Los

ladrones también colaboraron achicando el agua de la cubierta. Mientras, la pequeña

Page 16: En busca del anillo perdido

16

Sally descansaba en un camarote con su muñeco de trapo y no se dio cuenta de lo

que pasaba en el exterior. Entre todos, en seguida consiguieron desviar el barco y

dejar atrás el peligro.

Pero cuando empezaban a tranquilizarse, les saltó por delante de la galera un

cachalote, de casi veinte metros de largo, que es el tipo de ballena más grande de su

especie. La gran ola que provocó el movimiento del animal en el Océano Atlántico casi

hizo volcar la galera que se alejó muchos metros de la costa.

Esta vez la niña se despertó asustada y empezó a llorar. El fuerte movimiento del

barco le impedía ponerse en pie. Pero después, el mar volvió a la calma. Sally

consiguió subir a cubierta donde David la abrazó y la intentó tranquilizar:

-No pasa nada, Sally. Sólo ha sido un susto, ya todo pasó.

La pequeña no dijo nada. Se dejó consolar por su amigo y enseguida se tranquilizó.

La tripulación también fue recuperándose del susto. Habían descubierto en poco

tiempo los peligros del océano.

- Nunca pensé que podría vivir una situación tan peligrosa- dijo Jack.

-Jamás había visto monstruos como esos animales que daban tanto miedo –añadió

Igor.

Los aventureros pensaron por unos instantes que nunca llegarían a la isla y no podrían

buscar el anillo. Pero al final pudieron salir del peligro y seguir su camino hacia el

tesoro que durante tanto tiempo habían planeado encontrar.

CAPÍTULO 9: LA ISLA DE ARRAN

De repente, se oyeron las anclas de la nave que caían sobre el agua y hacían ruido al

impactar fuertemente con ésta. Después, cuando el barco ya estaba más parado,

William saltó para llegar hasta el suelo; se lució e hizo un salto muy bonito al llegar al

agua. Cogió un poco de arena de la playa, y dejó que el viento se la llevara de su

mano. Entonces, un grupo de aventureros que se habían adelantado a ellos, entraron

en el bosque y, cayeron víctimas de una trampa, no habían hecho ni cuatro pasos.

Jack Davies e Igor ya habían descargado todo el equipaje del navío; Sally, el

mercader, Wilson y William les ayudaron a transportar el equipaje más lejos de la

Page 17: En busca del anillo perdido

17

orilla. El agua se llevó una caja y, al golpear con una fuerte ola, se rompió en muchos

pedazos. La pequeña compañía pago lo acordado con el capitán y abandonó la Isla

porque las viejas historias decían que la Isla estaba maldita por unos indígenas.

La compañía hizo un campamento improvisado entre la orilla y el bosque; era muy

rudimentario, hicieron una hoguera rodeada por un tipo de sacos de dormir de la

época. No hacía mucho frío, había un clima muy bueno. Jack Davies, Igor y Sally se

fueron a pescar peces cerca de unas rocas que parecían las de un espigón antiguo.

Para cenar lograron pescar veinte peces, y el mercader y los hermanos consiguieron

algo de carne y fruta que les tendrían que servir como comida de toda la expedición,

porque una vez dentro del bosque no había vuelta atrás. Había serpientes y

escorpiones que iban en una sola dirección, el anillo, ya que éste tenía poder de

atracción sobre los animales malditos. En una roca descubrieron un mapa dibujado

que indicaba algunas de las trampas que había en cuya isla. Se veía representado una

especie de castillo al final del mapa, parecía que estuviera rodeado por un foso con un

tipo de animal verde y alargado. Sally, que demostró tener muy buena traza con el

lápiz, arrancó un poco de corteza de una palmera, y como ésta es grande, rígida y fácil

de escribir, lo copió.

A la mañana siguiente, siguieron el trayecto con un poco menos de peso; los ladrones,

que eran los más sigilosos, iban primero, Sally ayudaba al mercader a cargar con la

comida y los utensilios básicos y Jack Davies e Igor les escoltaban por los flancos y

por atrás. Estaban muy bien protegidos y adelantaron mucho más de lo que esperaban

gracias a la moral que daba el mercader cantando canciones típicas de lugares

remotos. Se había generado muy buen ambiente entre todo el grupo. A media tarde

apareció William corriendo velozmente. Cuando paró, dijo:

-¡¡Ya hemos encontrado el castillo!!

Entonces se oyó un ruido y un grupo de piratas salieron disparados hacia ellos

rodeándoles; el que parecía ser el jefe ordenó:

-¡Dadnos todo lo que tengáis, y tú (dijo refiriéndose a William) guíanos hacia el anillo!

Acto seguido, uno de los piratas dio un paso adelante pisando una rama rota y se

activó una trampa escondida en un árbol, entonces una flecha salió de un árbol en

dirección al pirata que había pisado la rama y se cayó del barranco. La formación en

redonda que se había creado se desmoronó entre el caos y el miedo; habían activado

muchísimas trampas e iban cayendo uno tras otro. La compañía lo aprovecho para

Page 18: En busca del anillo perdido

18

irse de aquellos despiadados bandidos; eran muy ricos porque habían asaltado a

todos los viajeros que habían ido antes que ellos. La compañía se fue campo a través

durante una media hora y no pararon de correr hasta quedar reventados delante del

castillo como dijo William.

Una vez en aquel llano, delante del castillo, organizaron un campamento muy

improvisado que constaba de dos tiendas, una en frente a la otra, pequeñas y de

antiguas telas aprovechadas. Entre las dos tiendas había un espacio considerable

para que cupiesen todos para comer, en medio había una hoguera. Mientras Sally, el

mercader e Igor preparaban la cena, William, Wilson y Jack Davies fueron a explorar el

terreno. Al cabo de diez minutos, los tres entraron al castillo, estaba un poco derruido

por el tiempo pero aún así, se veían los pasillos reales con claridad. Debía de ser un

castillo muy grande y bonito; cuando de repente Jack Davies tocó un tapiz, ese se

cayó y se vio un esqueleto con un pergamino enrollado sujetado entre las dos manos,

parecía importante. William lo cogió y parecía un mapa de un edificio, que indicaba los

pasillos a seguir y donde estaban las trampas.

De repente, oyeron un ruido entre los matorrales que tenían cerca. Los tres que

vigilaban el campamento se armaron; fue una falsa alarma. Era una ardilla, que

también cocinaron para almorzar.

En las tripas de la ardilla, se fijaron que había un mapa escondido. Sally y el mercader

lo limpiaron con cuidado de no dañar el mapa que parecía un poco gastado por el

tiempo y de los jugos gástricos de las tripas de la ardilla. Cuando llegaron Jack Davies,

William y Wilson, Sally les mostró el mapa que habían encontrado dentro de la ardilla.

Jack Davies, William y Wilson les enseñaron lo que habían encontrado dentro del

castillo; mientras cenaban, William no paraba de mirar los dos mapas; eran diferentes

uno del otro; el que habían encontrado en el castillo había una marca muy rara en la

parte superior izquierda del pergamino. Ponía una cosa como (p.1) y en el que había

encontrado Sally, en el mismo sitio que el otro ponía (p.2). Resultaba muy extraño

pero como estaba tan agotado, al final se fue a dormir. William tuvo muchos sueños

relacionados con el mapa; en uno de ellos pensaba que era planta 1 y planta 2. En el

almuerzo les explicó su sueño a los otros y les resultó que podría tener algún tipo de

relación con los pisos del castillo.

Recogieron todo y se adentraron en el gran puente que daba exceso a la puerta del

castillo de Brodick. Dejaron las cosas en el campamento donde habían dormido, cerca

de la puerta principal y entraron sigilosamente en el castillo. Una vez dentro, hubo que

encender cuatro antorchas porque todo estaba muy oscuro a causa que los castillos

Page 19: En busca del anillo perdido

19

de aquellos tiempos no tenían ventanas. William tenía el mapa en las manos, iban

todos detrás de él en fila india; no hablaban, no hacían ningún ruido para no revelar su

posición al monstruo que las leyendas y mitos decían que había dentro.

CAPÍTULO 10: LA CONCLUSIÓN

De repente el tejado cayó, hubo un desprendimiento de rocas que fue muy fuerte

porque destrozó todo lo que había en el suelo y lo que estaba colgado por las

paredes. La compañía se dirjió corriendo sin parar hacia delante; cómo el que lleva

menos peso era Igor, que era el que iba delante para ganar velocidad. Empezó a

correr hacia delante, giró hacia la derecha, la izquierda, y de repente se detuvo delante

de una gran pared que tenía dibujado el precioso escudo que distinguía esa familia de

las otras familias reales que había en la poderosa Inglaterra que vivían antes de su

abandono en los días oscuros y tiranía.

Todos se detuvieron al ritmo que habían llegado, estaban reventados de tanto

esfuerzo; la ola de escombros iba llegando y la compañía tenía cada vez más miedo.

Decidieron dejar en el suelo todas las mochilas y utensilios que llevaban cargados. La

ola les estaba a punto de alcanzar cuando Igor tocó una antorcha que abrió una

pequeña puerta en medio del muro. Entraron todos aprisa. Se pudieron salvar sin sufrir

ningún daño alguno. Cuando se levantaron, vieron una sala con un estante dónde

había unos veinte anillos. Jack Davies, que era el más culto, pensó en que habían de

escoger uno de los anillos, el verdadero, claro. Una vez habías escogido el anillo lo

habías de llevar en una pequeña fuente que sólo podías ver con un anillo puesto, ibas

hacia la fuente donde te habías de beber un vaso del agua mágica.

Comieron unos trozos de pan porque hacía más de cinco horas que no comían y

estaban muy hambrientos.

Cuando se recuperaron, al cabo de una hora, observaron atentamente todos los

anillos; los que les parecían que eran los que tenían más probabilidades los

arrinconaron para diferenciarlos de los que estaban seguros que no podían ser. El

mercader era el que sabía más porque hacía pocos años había trabajado de tasador

de joyas y tenía la experiencia suficiente como para diferenciar si el anillo llevaba

magia, si era de oro puro, si estaba falsificado con materiales parecidos al oro. Se

podía decir, que era todo un genio en cualquier tipo de mercancías.

Page 20: En busca del anillo perdido

20

La compañía tuvo suerte de que el mercader llevaba su kit de tasador de joyas en la

mochila que siempre llevaba consigo. Éste se pasó mucho tiempo descartando anillos,

William le ayudaba mucho porque quería aprender las principales características para,

cuando robara, saber si el anillo era bueno o falso y para intercambiarlo en el mercado

prohibido, así, ninguna persona le podría engañar, al menos es lo que él creía.

Al cabo de una larga hora y media; el mercader les mostró los tres anillos que le

parecía que podían ser.

Más tarde, el mercader, se decidió y escogió el anillo que le parecía que podía ser el

verdadero. William y Jack Davies querían probar el anillo y se discutieron un buen rato.

Sally, que era uno de los más inteligentes de la compañía, decidió hacer una votación,

todos los de la compañía tendrían derecho a hacer un boto. Acabo ganando Sally, así

que ésta se puso el anillo. Era el de verdad, el mercader lo había acertado. El anillo

guio a Sally por el castillo hasta encontrar una diminuta sala dónde se encontraban

seis tronos, los de los antiguos reyes de Inglaterra. En cada trono había una espada,

un escudo y todo el equipaje de caballero, estaba en perfecto estado. También, sobre

la mesa, había una cajita con seis anillos de oro puro y joyas.

Cuando acabaron de cargar con la mercancía, movieron una trampilla que había en

aquella misma sala, se les abrió una puerta que iba dirigida a un pasillo muy largo.

Cuando salieron de él, estaban en Glasgow, muy cerca del palacio donde residían el

rey, Jack Davies e Igor. La compañía les acompañó a la puerta del castillo y se

despidieron con largos abrazos. Los otros fueron a una cantina y allí se divirtieron,

cantaron, bailaron y se emborracharon durante semanas.

-Y aquí acaba la historia -dijo el niño mientras se queda de pie esperando la reacción

de los compañeros.

Todos juntos se pusieron a aplaudir porque sin duda había sido la mejor obra literaria

de la clase. El profesor le puso un excelente y le tomó como un alumno ejemplar a

seguir.

Page 21: En busca del anillo perdido

21

ARGUMENTO

Toda esta historia sucede en la ciudad de Glasgow, en la época actual, cuando un joven

presenta en clase una historia que tenía que inventar. El relato que el chico explica también

transcurre en Glasgow y se sitúa en la época medieval (s.XIII). Una niña, llamada Sally, que es

huérfana, busca un anillo de los antepasados del rey con la finalidad de saber quién le dejó a

su único muñeco al que tanto quiere. Pero Sally no estará sola en esta emocionante aventura,

sino que la pobre topará con cinco personajes más, que también van en busca del anillo. Se

topará con David, un gran mercader conocido en todo Glasgow; con dos ladrones llamados

William y Willson, perseguidos por el rey; y, también, con un famoso caballero enviado por el

rey, Jack Davies, y su escudero, Igor, quien no le facilitará mucho el trabajo a Jack. Estos seis

personajes vivirán aventuras dónde tendrán que aprender a luchar juntos porque, si no lo

hacen, no podrán conseguir el maravilloso anillo.

BIOGRAFÍAS

Mireia Torres Cobos.

Nació en Barcelona, el 1 de Junio de 1999. Ahora es estudiante en el colegio Vedruna Gràcia,

en la misma ciudad. Le apasiona escribir, así que, cualquier momento que tiene libre del día, lo

aprovecha para escribir algún relato o parte de ello. Se puede decir, también, que es una

persona muy creativa, activa, a la que le gusta ayudar a la gente que lo necesita. Y como tiene

una pasión inmensa por los animales, de mayor, le gustaría tener un perro.

Ricard Sabio Ruiz. Nació el 22 de marzo de 1999. Actualmente, estudia en la escuela Vedruna Gràcia de

Barcelona. Practica el tenis-mesa y le gusta jugar con el ordenador. Es hijo único y tiene mucho

sentido del humor. Desde pequeño veranea en Sant Pol de Mar, donde tiene una pandilla de

amigos.

Clàudia Muratet Saladrigas.

Nació en Barcelona el 12 de Julio de 1999. En la actualidad, estudia segundo de la ESO en el

colegio Vedruna Gràcia. Es una chica simpática, lista, amigable, que veranea en la Ceradanya.

Hace danza y juega al golf. Este último lo practica con sus padres y su hermana menor. Tiene

un perro y, cuando sea mayor, querrá ser publicista.

Aschallew Rubira Freixas.

Nació el 9 de Noviembre de 1998 en Gondar, Etiopía. Practica baloncesto y atletismo. Es un

chico muy simpático, amable y, a veces, un poco despistado, siempre ríe. Es muy trabajador y

tiene muchos amigos que le adoran y le aprecian. Es muy buen deportista, tiene más velocidad

y resistencia que el resto de compañeros de clase. De mayor, quiere ser ilustrador.

Guillem Sala Ferrer

Nacido el 6 Julio de 1999, tiene un hermano de 10 años llamado Roger. Estudia en la escuela

Vedruna Gràcia y juega a baloncesto en esta misma escuela. En su tiempo libre, le gusta

hablar con los amigos, ir de viaje con su familia y, principalmente, jugar al baloncesto. De

mayor le gustaría ser informático en una empresa y tener una hija.