ramas secas

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RAMAS SECAS Laiseca Estévez Octubre 2011

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Autora : Laiseca Estevez

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Page 1: Ramas Secas

RAMAS SECAS

Laiseca Estévez

Octubre 2011

Page 2: Ramas Secas

Para ti

por qué también se puede vivir

amando las ramas secas.

Laiseca Estévez

Tu amor es una cosa suave y caliente

el lugar donde me perdería para siempre.

Miriam Reyes

Page 3: Ramas Secas

Llegó el otoño rojo

todo era movimiento migratorio

Page 4: Ramas Secas

Ventiocho años sin viento

separan el borde de la orilla

de este calculado encuentro

en el cual, sería imposible

articular una mísera y sola palabra.

Solo quiero cerrar los ojos

para no sentir el frío

¡tenía que haberme negado a vivir!

¡tenías que haberte negado a vivir!

¡teníamos que habernos negado a vivir!

Page 5: Ramas Secas

Fuimos tierra mojada

silencio perforado cristalizado sobre las ventanas

Page 6: Ramas Secas

La mañana abrió sus labios exudando ternura

Page 7: Ramas Secas

paseó la herida tensando la piel

en una ceremonia íntima recuperada

acariciando cada surco de su cuerpo

viajando colinas

ciudades

sin salir del territorio

recordó caminos

atajos autovías

rincones ángostos

donde nunca entró la luz

empezó a amar

en un ejercicico cruel

sangriento y desesperado

Page 8: Ramas Secas

amanecieron pájaros dormidos en su boca

con los primeros rayos de sol

Page 9: Ramas Secas

Las raíces se alimentan de la buena tierra

se secan

nacen otras nuevas

injertadas a un saludable y sano tronco

ahogado en ceniza

brotando yemas frondosas

luciendo nuevas semillas

Page 10: Ramas Secas

Se disiparon nieblas

empezarón comtemplando

las faltas de ortografía de la piel

y alguna nueva cicatriz

apestando a caridad

domésticando ese sentimiento

que avanza oblicuo

cuando todo esta perdido

trasgediendo la madera abierta

temblando como niños

sobre raíces segadas

Page 11: Ramas Secas

después del sueño

le entró hambre de morir

ella dijo en voz muy baja

no te mueras aquí amor

o no podré enterrarte

Page 12: Ramas Secas

Habitámos cada rincón del cuarto

hasta que la sombra recorrió los muebles

la mesa de cristal, el polvo de las paredes enteladas

los besos, las sábanas,desparramando veneno en el techo.

Calamos la profundidad

hasta llegar a tocar el miedo

empezamos a recorrer la savia lentamente

subir a las ramas

brotar

¡fue como una liberación!

a un paso de llorar la vida.

Page 13: Ramas Secas

Nos amamos con uñas y dientes

absolviendo la niebla y la luz

sobre una hoja de templado acero

mostrando uno a uno

los lugares del dolor adulto.

Un campo de concentración en horas

con el tiempo

los muros agrietan y terminan cediendo.

Page 14: Ramas Secas

Era dolor

sólo era un sintoma

Page 15: Ramas Secas

El río de la sangre fluye leve

sufre condenada axfisia

ahogándonos hasta perecer estrangulados

dime que no quema retenido a tus pies

dime que no es verdad

dime que todavía puede ser peor.

Page 16: Ramas Secas

La lluvia incesante se hizo visible

nos recorrió despacio

en una descomposición lenta y azul

adivinó nuestras manos

sintió su peso

desnudándonos ingravidos

quisimos proteger a la humedad del frío

Page 17: Ramas Secas

Al principio no fue más que un comienzo

barro sin modelar

para recreo de sus ojos

para cuidarla acariciarla amarla

-y ocupó todo el espacio de su estrecho firmamento-

hasta el día que el universo quebró

hecho pedazos.

Los cometas son caprichosos

ahora

cada una de las noches que espera

cierra la puerta

para no tener que desearla.

Page 18: Ramas Secas

Etér para rociar cuánto queda en la herida

diluirnos en el caudal

resistiendo todo tipo de plagas

Page 19: Ramas Secas

Tuvimos que esperar tanto tiempo

para cauterizar la henmorragia

qué aún después

de sacar brillo a sus letras de hielo

esculpimos una muralla

en el lugar menos visible del tronco

Page 20: Ramas Secas

sangro

trago

escupo

hojas doradas

Page 21: Ramas Secas

Levantarse

entre aguas negras de sal

Ahogarse

sobre el limo del desierto

Volver a morir

una y mil veces

Page 22: Ramas Secas

Masticamos un minuto de felicidad

amarilla como el mes de octubre

Page 23: Ramas Secas

Hecho jirones

destruido ante tanta desidia

te esfumaste junto a la mañana

desgastado como una pastilla de jabón

Page 24: Ramas Secas

y mientras atravesámos

la espesura del bosque

los árboles mecian el aire

para besarnos de cerca la soledad

Page 25: Ramas Secas

Fue el cuerpo

recóndito lugar de reposo

a esa profundidades

donde no llegarías jamás

Page 26: Ramas Secas

-Seis mil euros-

¡el amor siempre esta de saldo!

-¿cómo no aprovechar una ocasión así?

-tan sólo pagáste seil mil euros...

-por todo un bosque talado.

Page 27: Ramas Secas

Encontré entre tus dedos

un lugar en la hierba

la verdad nunca es bella

te atraviesa punzante la espina dorsal

y te crees qué te pertenece para siempre

Page 28: Ramas Secas

tuve que aprender

a soldarme las venas desde dentro

caminar de puntillas

sobre el hilo qué iba tejiendo la ira

estuve débil

hambrienta

malherida

navegé océanos de dolor inmundo

vomité hasta la desolación

(cuando la desolación es lo único que te queda)

me arrastré como la serpiente

te busqué en todos los vertederod del extraradio

en todos los lugares oscuros

arañé mi piel hasta hacer sangre

supliqué entre los vivos

y al fin

estas aquí...

Page 29: Ramas Secas

Tardé en reacionar

era algo tan esperado como inalcanzable

tuve que clavarme un cutex en el pecho

para sentir

qué era yo, aquél tempano que te miraba

Page 30: Ramas Secas

La hojarasca

tiene un crujir carasterístico

a veces suena igual

que todo un bosque incendiado

Page 31: Ramas Secas

Me permití pensar que sólo había escombro

tal vez era un sueño, dulce, profundo

de donde no saldíamos

pero la realidad

es presente

de alma atravesada

Page 32: Ramas Secas

Hacía ese frío que te deja vencido sobre el mármol

Page 33: Ramas Secas

con esa habilidad que tiene el hielo indomable

cuando te atraviesa la piel

fundiéndose a la altura del estomago

para regurgitar el hambre

sentí vergüenza

lloré parques enteros

jardines, ciudades

museos, estanques

estaciones de metro

Page 34: Ramas Secas

pero tú

-sombra insoldable-

me acompañabas eternamente

estabas allí

bajo el cielo raso

a escasos metros de mis bajos fondos

¡ni un sólo reconocimiento!

¡ni una sola caricia!

Hubiera gritado hasta desangrarme

te había necesitado tanto amor.

Solo necesitaba ese abrazo cálido

saber que nunca había marchado de tu vida.

Page 35: Ramas Secas

Vomité el fuego

la rabia, el dolor

empecé a vivir de nuevo

quebrada tras un bosque encantado

en medio de hojas muertas con pronunciados nervios

sin luz

entre restos de lluvia

frío, raíces, nieve, tierra...

Ya entonces amaba cada tramo de tu piel

y todo cuánto ella había vivido

las ramas secas se alimentan

de oxígeno devastado

donde el aire siempre es limpio

Quizá algún día aprendamos a amar de nuevo.