¿Qué son y cuáles son los dones espirituales?

Rom 12:4-10

¿Qué son y cuáles son los dones espirituales?

Rom 12:4-10

“La alegría de hacer bien está en sembrar, no en recoger”

Jacinto Benavente (1866-1954)

Dramaturgo y director español

Introducción

El búmeran (del inglés boomerang, transcripción directa de la

pronunciación aborigen de Australia) es un arma que tras ser lanzada regresa a su punto de origen debido a su perfil y forma de lanzamiento especiales. Consiste en un palo de cierta longitud, pero raramente superior a 50 cm, ligeramente curvado en ángulo hacia su mitad (lo que le confiere el efecto necesario para describir vuelos circulares). Su capacidad de describir vuelos de ida y vuelta se debe a su curvatura y tallado; pero también en gran medida a la habilidad y la técnica del lanzador.

Hay bendiciones que podríamos

llamar “bendiciones búmeran”. Un

hombre llamado Vernal Simms vivía en un peligroso conjunto de departamentos de su ciudad natal. Aunque había sido buen estudiante, Vernal no tenía dinero para pagar su universidad y sus estudios en el seminario (había sentido el llamado de Dios para servirle como pastor). Su madre constantemente le decía: “Ora, y de alguna manera el Señor abrirá un camino”.

Sin un centavo para la colegiatura, Vernal fue a la universidad e incluso fue a la orientación. Tenía que empacar sus pocas pertenencias y regresar los 160 kilómetros a su casa. Pero un heredero de una fortuna empresarial oyó hablar de la difícil situación de Vernal y pagó su educación universitaria y seminarista. Después de su graduación, Vernal fue a la oficina de su benefactor para agradecerle todo lo que había hecho por él, y preguntarle cómo podría pagarle.

¡Imagínate a un muchacho diciéndole a un multimillonario qué podía hacer para compensarlo! El

hombre respondió: “Ayuda a alguien”. Ahora Vernal E. Simms es pastor de una iglesia en Filadelfia y presidente de una organización de ayuda para gente negra e inmigrantes. Además tiene ministerios para drogadictos y marginados. Vernal dice: “He aprendido que las bendiciones de Dios son como un búmeran. Cuando he intentado ayudar a alguien, el Señor me ha bendecido”.

Los dones espirituales son capacidades sobrenaturales dadas por el Espíritu Santo para que sirvamos a los demás. No son para el provecho y presunción personales. Los dones nos capacitan para continuar con la obra del Señor Jesucristo a través de la iglesia.

¿Qué labor realizamos cuando ponemos nuestros dones al servicio del Señor a través del

trabajo de la iglesia? ¿Cómo operan estos regalos que Dios

nos ha dado?

“Los dones espirituales son capacidades que:”“Los dones espirituales son capacidades que:”

I. Nos disponen para diversas funciones, 12:4-5

“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros”.

“Los dones espirituales son capacidades que:”“Los dones espirituales son capacidades que:”

II. Nos diversifican para distintos servicios, 12:6-8

“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.

“Los dones espirituales son capacidades que:”“Los dones espirituales son capacidades que:”

III. Nos dirigen para diseminar amor, 12:9-10

“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros”.

ConclusiónUn pequeño llamado Jaime asistía a una escuela primaria. Un día se anunció que el grupo de Jaime presentaría una obra teatral: una adaptación infantil de “Romeo y Julieta”. Lo que más quería Jaime era ser uno de los personajes principales, pero su madre temía que no lo escogieran. El día en que se repartieron los papeles a los niños, la madre de Jaime y una amiga fueron a recogerlo, pues temían de que el pequeño estuviera desilusionado.

Cuando Jaime vio a su madre corrió hacia ella con los ojos brillantes de orgullo y emoción, y dijo: “¡Imagina qué, mamá! ¡Me escogieron para el papel de aplaudir y animar!”

Los dones espirituales nos disponen para diversas funciones. Como en el caso de la obra teatral del grupo de Jaime, a algunos les toca actuar, a otros hacer la escenografía, a otros correr el telón y a otros aplaudir y animar. Tan valioso lo uno como lo otro. Los dones nos diversifican para distintos servicios. Esto estará en función de las habilidades que a cada uno nos dé el Señor. No todos tenemos las mismas destrezas; cada uno la suya.

Y finalmente, los dones nos dirigen para diseminar amor. Todo servicio que hagamos debe tener como principal objetivo mostrar el amor de Cristo y nuestro propio amor. Un servicio sin amor se vuelve una obligación y se hace a regañadientes. En cambio, cuando lo realizamos con amor es como una linda envoltura para un hermoso regalo.

Yo te invito a que ejerzamos nuestros dones: realicemos diversas funciones, cumplamos distintos servicios y, sobre todo, diseminemos el amor de Cristo y el nuestro propio.