presentación casta Álvarez
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CASTA ÁLVAREZ
Casta Álvarez, por Marcelino DE UNCETA
Es una de las mujeres que destacaron en la defensa
de Zaragoza contra los franceses, demostrando tanto o
más valor que muchos de sus compatriotas varones, una
de las defensoras de la Patria.
Su estampa no pasaba desapercibida, por ir
acompañada de una pica, o según muchos afirmaban, de
una vieja bayoneta enganchada al palo de una escoba, a
modo de lanza..
Tanto en acciones en primera línea, como en las
logísticas de retaguardia, Casta siempre trabajó e increpó
a los que no lo hacían, haciendo gala de un fuerte carácter
por el que era conocida.
Nació en Orán (Argelia) o en Cabañas de Ebro (Zaragoza) en 1786, hija de labradores naturales de Figueruelas (Zaragoza). Sus padres fueron Diego Álvarez y Manuela Barlo. Terminados los asedios, sus padres se negaron a vivir en Zaragoza bajo dominio francés y marcharon a Cabañas de Ebro (Zaragoza), donde Casta se casó en 1814 con un acomodado labrador. Viuda y sola, pasó los últimos años de su vida olvidada, falleciendo el 29 de abril de 1846 a los 60 años de edad. Casta era la típica aragonesa, ruda en sus formas, pero trabajadora y amante de los suyos
HERÁLDICA.
Un lienzo de muralla de oro, en recuerdo de la presencia romana en el lugar; dos fusiles con bayonetas caladas de sable, evocando la Guerra de la Independencia, así como la estrella, también de oro, de cuatro puntas, representado a la heroína Casta Alvarez por la gran admiración que siente Cabañas hacia quien deseó vivir y morir en su tierra.
El esmalte azur está en relación a las aguas del río Ebro, que fecunda sus campos y posibilita la vida. Como timbre se utiliza la corona del Escudo de España.
Destacó en los asedios a sus 22 años de edad, por
su patriotismo y valor acompañando a los defensores de la
ciudad.
El 5 de junio de 1808 se destaca en la batalla de las
Eras del Sepulcro, junto a la puerta de Sancho.
También estará presente en la defensa del Portillo,
junto a Agustina de Aragón y ayudando a la madre Rafols
evacuando enfermos.
En la puerta del Carmen rechaza, junto a otros
zaragozanos, la peligrosa carga de los polacos ulanos, una
de las mejores caballerías de Napoleón.
January SUCHODOLSKi. La carga de los ulanos polacos
durante la batalla de Somosierra, 1860. Museo Narodowe,
Varsovia
Cuando tras el segundo sitio, y con el general
Palafox gravemente enfermo, se pacta la rendición de la
ciudad, Casta no lo asimila y no deja de insultar, mientras
se oculta, a la comitiva que entrega la ciudad a los
franceses.
Tras la guerra fue condecorada por sus acciones
con el Escudo de Distinción y el Escudo de Defensor de
la Patria por el general Palafox, y además, en 1815 recibió
la concesión fernandina de una pensión vitalicia de cuatro
reales diarios.
Juan GÁLVEZ
y Fernando BRAMBILLA
Grabado de la
serie "Ruinas de
Zaragoza" que muestra a
la heroína.
Juan GÁLBEZ y Fernando BRAMBILA. Casta ÁLVAREZ
Estampa aguafuerte y aguatinta (1812 y 1813)
Inscripción:
"CASTA ALVAREZ. Zaragozana,
una de las mugeres que mas se
señalaron en la defensa. Armada
con una bayoneta que a manera
de lanza llevaba en un palo,
animaba a los patriotas y los
guiaba a los enemigos quando
se aproximaban. Donde dio a
conocer mas su bizarria fue en la
batería de la Puerta de Sancho.
Se la premió con una pensión y
un escudo de honor"
Aquí vivió y murió Casta
Álvarez.
Defensora de la Ciudad de
Zaragoza en sus gloriosos
asedios de 1808 y 1809.
En honor de tan insigne
heroína dedica esta
memoria
La Junta del I Centenario de
los Sitios 1908
El 9 de junio de 1909, una comisión de la Ejecutiva del Centenario formada por los vocales señores Pano, Lasierra, Fabiani y Oliver acuden a Cabañas de Ebro para hacerse cargo de sus restos y trasladarlos a Zaragoza.
A tal efecto, llevaron un sarcófago, igual a los de las otras heroínas, de madera de cedro con chapas de metal blanco.
A su fallecimiento fue enterrada envuelta en una sábana, por lo que sus huesos estaban dispersos entre los escombros de la fosa, fueron recogidos y colocados en el sarcófago para trasladarlos a la parroquia donde se celebró una misa por su alma, con la presencia de todo el pueblo.
Se descubrió una lápida conmemorativa en la casa en que había vivido y emprendieron viaje por ferrocarril a Zaragoza, y dichos restos se depositaron en la sala capitular del Pilar..
Friso de Casta Álvarez en la
Iglesia del Portillo
El tema de los relieves gira
en torno a episodios de los sitios.
La talla de Fructuoso
Orduña destaca la heroica
participación de las mujeres
zaragozanas.
El 15 de junio de 1808 se
produjo el primer ataque de los
franceses a Zaragoza, en la puerta
del Portillo.
Aparecen la Madre Rafols,
la Condesa de Bureta, Agustina de
Aragón, Casta Álvarez, Manuela
Sancho, María Agustín en actitudes
diversas.
El 15 de junio de 1908 se celebró la misa de
réquiem, con la presencia del Rey, don Alfonso XIII,
miembros del Gobierno, Embajador de Francia y
presidente del Comité Francés de la Exposición,
Cabildo y autoridades locales.
Sobre las cinco de la tarde, desde la basílica del
Pilar, se pone en marcha la comitiva, en un día de
cielo encapotado.
Salen los armones de artillería, cubiertos de
paños negros, sobre los cuales iban los féretros de las
tres heroínas, llenos de flores y banderas. De cada
uno de ellos penden varias cintas que son llevadas
por representantes de todas las clases sociales.
En cabeza, en dos hileras, iban formadas las
niñas de las escuelas municipales cantando el himno a los Sitios, que acompañaba la música del Hospicio.
El Rey preside la comitiva y como al salir del templo llueve torrencialmente, alguien hace ver al monarca lo peligroso de recorrer una ruta tan larga en estas condiciones, pero él sigue adelante recibiendo impasible el agua, actitud que hizo aumentar los aplausos que el pueblo zaragozano le venía dispensando, y así con lluvia más o menos intensa se llega a la plaza del Portillo, momento en que cesa de llover.
Los féretros son portados al interior de la iglesia.
Alfonso XIII en la celebración del I Centenario
Al llegar el Rey, se le saluda con un inmenso clamor
y entre los acordes de la marcha real, pasando por debajo
de las banderas de los estudiantes cruzadas en su honor,
penetra en el templo.
Entre una muchedumbre enfervorizada, se procedió
a la inhumación de los restos de las tres heroicas
defensoras de Zaragoza en su definitivo enterramiento.
Desde los túmulos a los nichos fueron conducidos:
los de Agustina de Aragón, por los oficiales de artillería
Sres. Royo y Fons; los de Manuela Sancho, por el doctor
Fatás, concejal del Ayuntamiento de Madrid y don Alfredo
Ojeda; y el de Casta Álvarez, por los Sres Álvarez y
Lasierra.
Iglesia y capilla, repletas de público, estaban muy bien iluminadas, y lucían adornos florales.
Con este acto, Zaragoza rendía tributo a estas tres mujeres, símbolo del temple y valentía con que las zaragozanas vivieron los dos famosos Sitios.
Capilla mausoleo de las Heroínas de los Sitios.
Se trata de uno de los proyectos para el Centenario de los Sitios de Zaragoza, pues se decidió su construcción en marzo de 1907.
La obra es del arquitecto Ricardo MAGDALENA y se situó a la derecha del presbiterio, en un amplio espacio cubierto con cúpula, cuyos adornos fueron dedicados a las valientes mujeres que se distinguieron en los asedios.
Fue inaugurada por la reina María Cristina el 29 de octubre de 1908.
Retablo de la Anunciación,
obra del escultor Carlos
PALAO, cuya talla corrió a
cargo de Jaime LLUCH y
Antonio TORRES.
Retablo de la Anunciación,
obra del escultor Carlos
PALAO, cuya talla corrió a
cargo de Jaime LLUCH y Antonio TORRES.
Basílica del Pilar
Iglesia del Portillo
Un siglo después de los asedios, Zaragoza la
recompensa con el nombre de una calle y llevando sus
restos a la Iglesia de Nuestra Señora del Portillo, junto a
los de Agustina y Manuela Sancho.
Placa de la calle Casta Álvarez, antigua calle Ilarda
Postal conmemorativa del I Centenario de los hechos del 2 de mayo de 1808. Este lo hizo Luís López Allué. 1908
Mariano BENLLIURE. Monumento a Agustina de Aragón y
Memorial de las heroínas en Zaragoza
La capilla de la Anunciación de la iglesia de Ntra.
Sra. del Portillo está dedicada a honrar la memoria de las
heroínas. Los grandes medallones a izquierda y derecha,
en lo alto, atestiguan el deseo de la Junta del 1er.
Centenario de los Sitios, de ... consagrar y dedicar este
monumento en prueba del agradecimiento de la ciudad y
de la Patria.
A LAS HEROINAS / defensoras de Zaragoza en los
Sitios / de 1808 y 1809 / María Consolación Azlor y
Villavicencio, Condesa de Bureta / Agustina Zaragoza -
Manuela Sancho / Casta Alvarez - María Agustín / Madre
María Rafols / Josefa Vicente de Cerezo - Rita López de
Obispo / Clara D´Alzú - Engracia D ´Alzú / Josefa Amar y
Borbón / Joaquina Plazas - Estefanía López / María Lostal
de Sola - Benita Portolés / María Blánquez (la del Santo
Cristo) / Juliana Larena - La mujer de Foj / Catalina
Mondragón - María Artigas / ..... y muchas otras. / Dedican
este Monumento / con ocasión del 1er. Centenario del /
glorioso sacrificio. / LA PATRIA Y LA CIUDAD /
agradecidas.
Marcelino UNCETA. Casta Álvarez, 1875.
Óleo, (227 x 155 cm
Ayuntamiento de Zaragoza
La imagen representa la iconografía característica de Casta Álvarez. Es una mujer fuerte, ruda, trabajadora.
Porta la bayoneta como una lanza.
Va vestida con falda larga y amplia y una blusa blanca cubierta de un pañuelo rojo.
El pelo recogido y una mirada intimidadora.