Tengo un alumno que aun no accede a la lectoescritura, trabajar con el fue uno de los momentos de enseñanza aprendizaje que más se me dificultó, cuando les solicité que se reunieran en parejas todos los niños corrieron con sus compañeritos y dejaron a Heriberto solo argumentando que el no sabia leer. Por eso cuando vi que todos se alejaban yo le pedí que fuera mi compañero de lectura. Así que le di la oportunidad de elegir el libro de su agrado y enseguida le hice preguntas de acuerdo a los dibujos del libro, por ejemplo: ¿de que crees que se trate esta parte del cuento?, ¿Qué le sucedió a este personaje?, etc.

Lo que se favoreció mayormente en todos los alumnos fue el gusto por la lectura, a los niños les gusta realizar actividades diferentes, el simple hecho de estar sentados en el piso utilizando cojines, haciendo binas, leyendo en voz alta, compartiendo la lectura, es salir de la rutina y de las típicas actividades.

También se vio muy favorecida la socialización junto a la práctica de diversos valores como la convivencia, el respeto, el compartir, entre otros.

Primeramente invité a los niños a colocarse en círculo sobre el piso, les mostré diversos libros que ya habían tenido oportunidad de hojear, a continuación les presenté tres libros que para ellos resultaron nuevos, después exploré conocimientos previos, leímos juntos los títulos de los libros nuevos, invité a dos niños para que leyeran una pequeña parte (la más interesante) y realizamos comentarios sobre lo que tratarían los tres nuevos libros, en seguida di espacio para que se reunieran en binas a leer cualquier libro de su interés, después lo hicieron en equipos y al final de manera individual.

¿Cuál es tu libro favorito y por que? ¿de que crees que se trata este libro? ¿En que te imaginas que va a terminar?

Además de realizar preguntas directamente, solicité a algunos niños que pasarán a contarnos de que se trató su cuento a manera de recomendación.

También pase con los alumno de manera individual para preguntar porque habían elegido ese libro.

Promoví la reflexión sobre el lenguaje cuando los alumnos me decían de que creían que iba a tratar el texto, hicimos una lista en el pizarrón de todas las respuestas que dieron los niños.

Ya para finalizar la actividad solicité a los pupilos que me redactaran en su libreta si les gusto el libro y porque lo recomendarían a un compañero.

La principal función de nosotros los docentes es crear zonas de desarrollo próximo, es decir, conocer el punto de partida de cada alumno y ofrecerle las condiciones apropiadas que le hagan progresar.

Es muy importante estimular a los niños para que intenten escribir y debemos valorar todos los intentos de escritura. También debemos estimularlos para que aventuren hipótesis sobre que debe querer decir un texto determinado.

Se necesita una actitud de espera con respecto a las reacciones del alumnado para no precipitar las enseñanza, es mucho mas interesante la duda que surge que del alumno que la enseñanza que avanza el maestro.

 

Las conversaciones individuales con cada alumno es el instrumento para profundizar en la investigación de los conocimientos previos y del sentido que dan a los mismos.

Los tipos básicos de intervención que permiten acercar cada vez mas al alumnado a la lectura y a la escritura como conocimiento, como procedimiento y como actitud son: formular retos y orientar la búsqueda de soluciones.

Hay que saber ser un maestro modelo tanto en la lectura como en la escritura.

Que los alumnos tengan el derecho de ponerse en contacto con textos y puedan participar en situaciones didácticas que favorezcan su aprendizaje, tomando en cuenta sus saberes previos.

Estrategias básicas para la concepción de la lectura: muestreo, anticipación, predicción, autocorrección, inferencia.

Es necesario instalar en el escenario didáctico la legalidad de las lecturas no convencionales porque son las únicas situaciones en las que los niños tienen la posibilidad de interactuar directamente con los textos.