poesía imperfecta

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(C) Marcelo Suárez De Luna 2012

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Poesía imperfecta

Marcelo Suárez De Luna

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Poesía imperfecta © Marcelo Suárez De Luna, 2012. Edición: María García Esperón. Buenos Aires./México 1ª. Edición. Impreso en Argentina * Printed in Argentina.

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A Macarena

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¿Cómo poder hablar de amor?

¿Cómo poder hablar de amor en bares con televisión si en el momento justo

en que mi corazón se parte

tus ojos se distraen por un instante

mirando sin mirar figuras espectrales?

Y cuando vuelves a mi amor

de las noticias terrenales ¿olvidaste

que aquí estoy yo, confundido,

sin ganas de volver a ser herido?

Prefiero a los bares como antes. Sabían los cafés que yo he querido dejar hablar de amor a los amantes.

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Mi fe

Quién te dice si soñar a lo mejor

no es tan difícil ¡y hace bien!

Porque seguro es necesario como el pan como tu luz como mi fe.

Aunque trabajes en un banco soñate un mundo entero

de gente que se ríe y que se besa por las calles. Estoy seguro que mañana

será distinto.

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Borde

Es raro este amor que se me escapa como una peli, al borde del abismo

él la sujeta mas ella se resbala y no hay quien pueda remediarlo

así parece a veces este amor que se sostiene apenas con un dedo

con una mano temblorosa que se escurre hacia el vacío infinito del adiós.

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Palacios de arena

Caminando por la arena me pregunto ¿por qué, quiénes, para qué? Ninguna respuesta obtengo

hasta que veo la sonrisa de mi niña construyendo palacios, no castillos y entonces cualquier interrogante

pierde toda relevancia.

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Poesía imperfecta

Poesía torpe de mi amor irregular plagado de defectos, de recortes,

de intentonas que llega sin saber adónde va. ¿Adónde irá pues este amor?

con ansias de salir maravilloso pero es rudimentario y con hilvanes y su poesía, tan imperfecta como yo.

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Una mirada molesta

En mi edificio hay un tipo que hace guardia sábado y domingo

cuando lo saludo me saluda es muy correcto pero

hay un problema apenas me mira a los ojos

enseguida escruta lo que llevo: la bolsa con el desayuno

el diario del domingo o el teléfono

y me vuelve loco esa mirada me dan ganas de mostrarle la bolsa y decirle:

¿Sabés qué llevo? Una cabeza, un pie izquierdo

y un brazo sanguinolento ¿Me los cuidás?

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Cada mañana que te vas

Cada mañana que te vas no te das cuenta cuando mi cuerpo dice adiós sin inmutarse

es por la máscara, no adviertes que mis ojos desesperan tu regreso.

Mientras te arreglas no te miro; hago café pensando si lo habrás notado

pues cada mañana que te vas, entre tus cosas, llevas también mi corazón.

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Golpe de suerte

Quemé tus cartas olvidé tu teléfono

borré tu correo me cambié de ciudad

rompí tu foto regalé tus libros

(incluso los dedicados) dejé de nombrarte

ni siquiera te pienso

y sin embargo esta noche tiraría los dados una vez más.

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Un round más

Ya sé que estás exhausto que no sentís las piernas

que estás mareado que te falta el aire

y que tenés ganas de llorar de dolor.

Y yo que estoy afuera en tu rincón

sólo puedo hablarte y en un minuto curarte las heridas.

Sólo para que vayas de vuelta;

a dar y a recibir.

Un round más sólo eso te pido

no que ganes un round más.

Respirá profundo abrí bien los ojos movete por el ring

no te quedes quieto.

¡Subí la guardia! Que si bajás los brazos

la vida te mata ¡usá tu derecha!

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Yo sé lo que querés que te tire la toalla

pero no hay toalla en tu rincón. ¡No la hay!

Son sólo tres minutos,

nada más que parecen eternos

cuando estás golpeado y solo contra las cuerdas.

Pero no hay toalla en el rincón

¡No la hay!

No te queda otra usá tu derecha

abrí bien los ojos movete

y salí de nuevo.

Un round más.

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Por el amor de Dios

Hay un tipo tirado en un portal de la avenida Callao

tiene un brazo extendido pide algo

las personas miran a otro lado apuran el paso

aprietan el dinero en los bolsillos

se sienten agredidos y se defienden. El tipo no habla

pide algo pero no es un mendigo.

Es un borracho. Me parece que ya sé

lo que le pasa -¿Le doy una mano para levantarse jefe?

- Sí, ¡gracias! (sonrió).

Eso era todo.

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Un viejo indecente

Dedicado a Charles Bukowski

El viejo escribía bien. Era un borracho

que escribía bien. Trabajaba de cartero de cartero-escritor

y lo hacía bien. De joven tenía la cara llena de granos

nunca tenía un centavo pero escribía bien.

Luego se hizo famoso y tuvo plata siguió escribiendo bien

hacía escándalos por TV jugaba todo en el hipódromo

(era bueno en eso) pero seguía escribiendo bien.

A los críticos expertos no les gusta con Miller es lo mismo:

lo acusan de misógino sexista sin talento

pero escribía bien. Las mujeres generalmente lo odian

porque su poesía es sucia como lo era él

nadie quiere a un tipo que putea, escupe y tiene úlceras tan sangrantes como

descuidadas.

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No duraba en ningún trabajo no está en el Olimpo de Las Letras

pero ese viejo escribía endemoniadamente

bien. A mí me gusta.

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Homeless (I)

Y aquí estoy yo, sin voz, sin rostro, sin fe.

Pálido de soles invernales y madrugadas frías;

homeless que te pregunta si le permites tu baño,

o tu cocina porque no se anima a pedirte

tu corazón.

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Caballos salvajes

Sueño con caballos salvajes paciendo por los llanos

del norte o del oeste de la tierra sin alambres; sin monturas sin aperos

sin jinetes ni desfiles militares.

Dueños de su tiempo orgullosos invictos

sin carreras sin espuelas.

Detrás de las pupilas apagadas del caballo viejo

que recoge las miserias frente al carro del paupérrimo

veo el alma victoriosa que resiste que recuerda

los inmemoriales tiempos no vividos

de la libertad.

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La gente se oye pero no se escucha

Hagan la prueba díganle a alguien que discute con ustedes

“tenés razón”. Él seguirá exponiendo

sus razones sin advertir la venia, en vez de hacer lugar a silencios elocuentes

y cambiar de tema.

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Homeless (II)

He vuelto a ver luz en tu ventana mientras camino por la calle oscura.

Ese simple detalle inadvertido por el mundo

para mí es la vida.

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La condición del amor

Puedo enlazarte la luna de una soga ¡llévala luego, cual globo por el parque! pero aprovecho la ocasión para avisarte que no podré ir por ti mañana a yoga.

Puedo tocar las alas de aquel ángel y describirte sus risas celestiales

mas no lavaré los platos, te lo juro ni tus ventanas repletas de cristales.

¿Sabes? le dije a Dios cuánto te amo

ya le conté de ti y de mis versos. Empero no podré pagar ninguna cuenta

de luz, de gas ni de teléfono.

Quedémonos despiertos esta noche amándonos de todas las maneras

no obstante luego de ello ¡no me pidas! que te higienice de cabellos la bañera.

Y por mi amor a ti puedo inmolarme

dejarme lacerar mi amante carne sólo te ruego tu indulgencia al pecadillo de mi mortal pavor por clavos y martillo.

Y así por siempre me tendrás en tu regazo

seré tu amante fiel, tu vate iluminado. Pero si quieres que repare aquella silla pide un idóneo en la página amarilla.

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Que mis sutiles dedos por Dios están dotados para explorar en tus recónditos secretos placer y goces febrilmente imaginados

¿para otras cosas? ¡parecen de concreto!

Espero vida mía –y me despido- oigas el ruego de mi alma torturada.

Pídeme el cielo, los astros, las estrellas mas no me pidas nunca, pero nunca,

que haga nada.

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Ración

Como el preso de una comida diaria estoy esperando mi ración.

Ansioso, con agua en la boca con la memoria llena

de manjares compartidos que ahora parecen tan lejanos

pero con la ilusión intacta te decía que estoy esperando

mi ración de ti.

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Impaciencia

El cielo puede esperar las hipotecas subprime

la quiebra de los bancos Obama y Mc Cain

la Bolsa el partido de fútbol mi camisa arrugada la hora de la fiesta

la oferta de fin de temporada la primavera

el amigo la impaciencia.

Lo que no puede esperar

es el deseo.

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Propuesta (I)

Juguemos a que acabo de llegar y baila para mí.

Yo te ofrezco algo de dinero, y que parezca que te importe.

Seamos esta noche cualquier cosa

y olvidémonos de todo. Hagamos esta noche lo que quieras.

Pero por favor no dejes de bailar para mí.

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Bodegón “La vida”

Si vas a comer a un restaurante lleno y querés dejar de pensar en vos

por un buen rato hacé la prueba

(pero tiene que estar repleto, eh)

Verás al tipo mal llevado que disimula apenas el eructo

y que busca los restos de comida en sus encías

y estornuda y luego observa su pañuelo ante la mirada impasible de su esposa

y de su suegra que también buscan con palillos infinitos universos devorados.

Observarás a la pareja cómplice

que se habla de amor con todo el cuerpo especialmente con los ojos y sus risas

aunque también con sus voces, pero menos.

Repararás en el hombre solitario que busca en los bares con tevé

el hogar que se le fue hace mil años.

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¿Y esos niños que juegan, lloran, ríen y destrozan cosas

sin padres que intervengan ni los vean, o mejor dicho,

los quieran ver?

No te pierdas a los que saludan entre mesas. En realidad son comerciantes

que se sienten importantes cuando alguien los recuerda

sin saber de dónde era.

O el matrimonio mayor que apenas habla: miradas perdidas

pidiendo por el pan o por el vino.

Al que grita por teléfono y se ríe

carcajadas estruendosas que troca en furia despiadada

a la hora de la cuenta.

Tendrás al mozo servicial, al rencoroso, al optimista.

Todos ellos escrutados

por el ojo rapaz del propietario que lucha contra todo

en pos de la salud de su bolsillo

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que luego vaciarán alegremente hijos y esposas.

Pero él no verá eso vigía atento de la caja.

¡Ya sé que estás pensando! ¿no es demasiado?

¿Adónde fue a comer este fulano? A cualquier lado, es verdad, pero igualmente

No perdés nada en intentarlo.

Entonces, si estás cansado

y querés dejar de pensar en vos por un buen rato,

metete en cualquier lado (pero tiene que estar lleno, eh).

Hacé la prueba y mirá.

La vida pasará por tu costado y no tendrá tiempo de observarte.

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El alma de las cosas

Quizás buscamos sin saber lo que no existe;

dentro del pecho, detrás de tu mirada. Tal vez debiéramos dejar que nuestro cuerpo

sea sólo eso, la mejor de las moradas.

¿No será en otro lugar donde ella vive? (en una carta, en un café o en una rosa)

¡oh geografía equivocada del poeta! no es en el cuerpo donde hay alma:

es en las cosas.

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Finales felices

A él le calculo ochenta y siete (a ella, ochenta)

llegan casi al cierre al restaurante (¿de dónde vienen?)

De arranque piden vino, queso y pimientos

(¡le ponen sal!) después fuccile

pesto y tuco. Mientras tanto

se comen con los ojos y conversan toda la comida

(son dueños del tiempo). El tiene un cigarro en el bolsillo.

Piden la cuenta y yo que tengo la mitad de sus edades

los envidio como si fueran estrellas de rock. Y es que lo son.

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Sangre

En el Mayor Momento de la fe cristiana ha sido siempre hermanada con el vino

la Cena en cruz se trocará mañana para cumplir así nuestro feliz destino.

Metáfora que mezcla la espina con la rosa

en toda historia es prédica que cunde: que sabe a dulce la daga silenciosa

en el postrero instante en que fatal se hunde.

Yo admiro la bebida del festejo de los amigos, la risa, la alegría.

Rival eterno de la sangre derramada el vino tinto y fuerte de la vida.

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Rajatabla

Cueste lo que cueste Caiga quien caiga Porque lo digo yo

Porque a mí me parece Porque soy macho

Porque me la banco Y no se hable más del

asunto Sanseacabó

Es mi última palabra No acepto peros ni excusas

Así se hará o nada

Digo, de pronto, me parece Salvo mejor opinión tuya

En realidad no estoy seguro

Lo que a vos te parezca está bien Sí querida.

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Esos amores livianos

Esos amores livianos que nunca levantan vuelo

lo cual me resulta muy extraño siendo como son (livianos).

Tal vez una llamada

quizás una salida prohibido “necesitos”

(mucho menos sugerirlos). No se puede contar con ese amor

charla escasa, pelis nuevas y miradas que se escurren

a otras mesas otros ojos.

Y si pinta la ocasión

un encuentro de caricias en lo oscuro, sin te amos ni te quieros

por supuesto, con condón.

Es que uno nunca sabe qué hacen esos amores livianos

cuando se van.

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Heartbeats

El viento golpea duro en la cara y moja el alma.

Nadie podría caminar en una tarde como esta. Nadie en su sano juicio.

Nadie camina en un día de lluvia

y viento sin saber adónde va

a menos que esté loco o perdido.

Eso me digo yo

que estoy cuerdo mientras apuro el paso buscando adónde ir.

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Refugios

Unos se refugian en la religión (o en otras formas de literatura). Otros, en una botella de whisky

(dicen que te entiende…) También hay quien se refugia en el amor,

verdadero o falso; en el trabajo o en otras formas de droga

en casas en autos.

¡Tené cuidado! están disparando en la calle.

Hay que buscar refugio ya. O tendrás en la frente una cruz

pequeña como un orificio. Entonces game over.

Refugiate y cerrá los ojos la boca

los oídos. No pienses en nada

no mires si los otros pudieron refugiarse ¡no abras tu puerta!

Son tiempos difíciles. Ya pasarán

(dicen).

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Un paseo por el campo

Yo que tanto le escribo a Buenos Aires a su contorno gris, al negro de su lodo

y a los maulas de sus hijos que traviesos no se detienen hasta arrasar con todo

quise alejarme de la cívica violencia

huir al campo, a la espiga y a las frutas, y al caminar la vastedad de su llanura

sentir la tierra, y aprender de su paciencia.

Ya que no hay gauchos, ni postas ni pulpera ¡qué bien me haría beber una ginebra!

y entre paisanos recuperar el goce de la baraja fiel, de la amistad sincera.

Tres parroquianos vinieron a mi mesa

comenzó el juego, del "truco", por supuesto y todo el mundo se le arrimó al porteño

que entre la multitud se sorprendió molesto.

No sé por qué pero perdí la calma me quería ir y definí el partido,

mi compañero en la sien me puso el arma porque con 25 perdí la "falta envido".

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Tan enojado estaba que volteó la mesa fue todo al piso, los vasos y las cartas y me dijeron que la apuesta cancelara

o que salir con vida del boliche, no esperara.

Yo no aposté, dije apenas susurrando ah, ¿no? poné mil pesos ¡taca taca!

dijo el que dijo ser mi amigo en vano saqué el dinero de mi billetera flaca.

Cuando salía el patrón gritó ¡Sofrene! y del susto que me dio me quedé tieso Por la ginebra y los vermús son 800

Más treinta y tres por el big mac con queso.

Fue sólo un día, pero me pareció un año volver a ver tus grises como soles

regreso triste, más pobre de ilusiones ciudad querida, ¡tu ausencia me hizo daño!

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Quimera de Notre Dame

Extraño monstruo bestia soñadora

que custodia a Notre Dame de sus amados

padres infernales.

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Mosquitos

Las Fuerzas del Mal se empeñan en mandarme legiones de ellos, a veces uno solo pueden llegar a casa o perseguirme

a suelo antártico a estepas siberianas

para irrumpir en el momento exacto en donde el sueño

me da su dulce abrazo y así clavar

sus dagas traicioneras. Es tarde cuando despierto dolorido se alejan como aviones japoneses

cumplieron su objetivo. Regresarán después a torturarme

una vez más.

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Enigma revelado

El toro por las astas. La sartén por el mango. Agarrado de los huevos.

Así nos gusta decir a nosotros, los machos.

En cambio, Dios aprieta pero no ahorca. Yo siempre supe

que Dios era mujer.

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(Uno) otoñal

Seguramente es el otoño que llegó con su frío

de árboles marrones y lloviznas

repartiendo melancolías.

Pero uno que va de contramano por las calles de la vida,

arranca el día alegre con vientos en la cara revuelta de hojas secas

tomando mate mientras la vida pasa en la sonrisa de una niña.

Uno se pregunta por qué será

que siempre estamos esperando mil mañanas:

que vuelva el calor, que llegue el viernes.

Y sin embargo ahora hay una fiesta

de grises y marrones (también amarillos)

en el cielo y en la tierra que nadie parece agradecer.

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Excepto uno que va de contramano por las calles de la vida y espera

que lleguen otros invitados a esta fiesta otoñal que es suave y sutil

como la vida a veces.

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Muñecas

La niña ya no juega con muñecas ahora ve novelas en la tele. y pregunta qué hace mejor

si cantar o actuar. Yo le contesto, ensimismado

ella sonríe, soñadora y al despertar permite

que juguemos como antes.

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Interrupción

En dirección opuesta a mi camino viene un hombre bien vestido conversando.

Busco teléfonos, compañía pero viene hablando solo.

Lo que sea que le oye va a su izquierda. Y el hombre le sonríe, gesticula.

Ya nos cruzamos y advierte que lo observo. Se calla y me dedica una sonrisa

cómplice, que devuelvo.

Ya ganó mi espalda y sigue su camino pero giro a ver qué hace

y él vuelve a hablarle al de la izquierda. Estoy seguro que le dijo:

- Te decía que…

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Remedios antidomingo

En esas horas en que el suicidio no parece un disparate

Mejor refugiarse en cualquier medicamento: Un libro hipnótico.

Un gesto anticonvulsivante. Una ansiolítica tarde

sin malos pensamientos.

Tal vez algo de vino tinto y antipánico.

Y miorrelajantes caricias homeopáticas

Nada de muertos en noticias policiales, ni polos derretidos, o tigres africanos. Urge olvidarse de ayeres y mañanas

que nos conduzcan a la angustia del fracaso.

No disculpés la situación en esas horas en que el suicidio no parece un disparate

pues toda precaución resulta poca ante la tentación del somnífero balazo.

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El último de la clase (I)

El convidado de piedra. El último orejón del tarro.

El que nadie nota cuando se va. El cuatro de copas. El bueno para nada.

El callado. El último de la clase...

él también

se puede enamorar.

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Lovecrafts

Scooby Do puede ser un perrito muy simpático o un loco que jadea en el teléfono

Lovecraft es el apellido de un señor

muy terrorífico aunque también podría ser

un artesano del amor

La muralla china se ve desde el satélite

pero a la Ciudad Prohibida tal vez no la encuentres.

Barney es la alegría de los niños o un tímido adentro del disfraz

Yo puedo ser un tipo mirando a tu ventana

o el que acecha en la oscuridad.

Son puntos de vista.

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Falsos perdones

Te pido perdón

por haberte jurado que me encargaba de todo y las pilas de casi todo siguen ahí,

llenándose de olvido. Por los silencios.

Por haber detestado el sushi sólo porque es snob,

sin darle antes una chance al japonés de Chacarita.

Por creer que los hijos pueden elegir su identidad sexual pero no el club de fútbol,

que llega en línea directa por ascendencia paterna (no negociable). Por las inconsistencias.

Por las heridas que nunca cicatrizan. Por escucharte muchas veces

con los ojos distraídos. Por reírme con los tangos de Rivero y decirte

al quinto al hilo ¿en serio no te gusta? para después poner a Gardel.

Por Calamaro. Por agotar las cosas que me gustan

como a un pozo de petróleo. Por mis malos humores excesivos.

Por mis buenos humores peores todavía.

¡Perdón! Por reírme sin querer, mientras te pido estas disculpas

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La suerte de un cantante

En el subte hay un tipo que es cantante. Lo hace muy mal, sólo tiene tres canciones

y se ríe todo el tiempo. Me parece que se ríe de la gente somnolienta:

“yo soy libre, ustedes no”. Hace frío y el andén está repleto

y él se ríe, con su burla es estridente; hace mucho que lo veo

cuando voy para el trabajo.

Es feriado, bajo al metro con mi hija y ahí está.

El se ríe y desafina sus canciones (tres canciones que ensordecen)

Ella frena para verlo y yo me callo. Nada digo de la historia, ya lo observa.

Yo no aguanto y le pregunto ¿Qué?¿te gusta?

Es gracioso por su risa, me contesta. Pero no, canta muy mal.

Es lapidaria Suficiente para mí, habló vox dei.

Desde ahora me preparo para hacerlo. Unas pinzas, una bolsa, unas tijeras lo que sea pero el próximo feriado

es mi deseo que se calle el cantor.

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Hombre al agua

Creyó que era un sueño pero no. Estaba dentro de un vaso de agua

y si no braceaba, se ahogaba. Mas él era un eximio nadador,

y nunca, pero nunca tenía por costumbre ahogarse

en vasos de agua. Enfiló hacia la orilla de vidrio y demoraba

- ¿será un vaso de whisky? Por fin estuvo a punto de llegar.

Incluso rozó el vidrio. Pero el Gigante tuvo sed

y bebió del vaso.

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Yo no hice nada

No quise cruzarme en tu camino ni que te fijaras en mí

no pretendí llamar tu atención tosiendo a propósito pensando en voz alta hablando en voz baja.

No quise que cayeras rendida a brazos ni pies

por eso cruzo la calle cuando te veo venir

porque yo no hice nada para enamorarme de ti.

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Yo invito

“Más que Justo Suárez, Gatica me recuerda a Kid Charol. En el rincón es de los que no necesitan

estímulos y, por el contrario, se lo da a sus ayudantes. Conversa, pregunta o explica algo durante el descanso

como si en vez de una pelea se tratara de un entrenamiento. Y escucha lo que se le dice,

interpretando los consejos con una claridad mental que, en la acción, los perfecciona”

(Diego Franco ¡Aquí está! – Diciembre 16 de 1946).

Vamos al Picadilly, pibe? Yo invito!

El temible Mono.

El gastador. El analfabeto. El borracho.

El gran boxeador, inteligente y valiente. El amado por el pueblo.

El peronista. El fanfarrón.

El que los finos esperan ver caer con rencor. El del Mercury convertible.

El que nació en la calle. El que murió en la calle.

El bruto que no sabe fumar habanos pero le gusta tenerlos en la boca.

José María Gatica al encuentro del Presidente Perón diciendo: “dos potencias se saludan”.

El tipo generoso y pródigo con sus amigos.

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El de borrachera difícil, también rencorosa y violenta.

Pasó a la historia argentina como metáfora del que no sabe guardar

y termina sin nada

Yo me pregunto cómo se puede guardar lo que se desprecia

“Gatica pelea el sábado y gana. Y el lunes, cuando se

encuentra con su entrenador, le pregunta ¿Cuándo peleo? Como Carlitos Gardel, que al salir del teatro se

iba con los amigos para cantar a gusto…” Cosas de la sangre.

(Horacio Estol ¡Aquí está! Diciembre 16 de 1946).

“Un doble cordón de policías estaba formado en la vereda para abrir paso al féretro…el coche fúnebre que

esperaba frente a la casa fue obligado a desplazarse hasta la esquina, sin el ataúd. La gente quería

conducirlo a pulso…No fue aceptado ese reclamo, pero la multitud no se dio por vencida. Así como en otros tiempos, en casos parecidos, se desengancharon los

caballos para arrastrar el coche a tracción humana, la multitud que seguía a Gatica impidió que el chofer

empleara el motor y procedió a empujar el vehículo” (Diarios de la fecha de la muerte de Gatica)

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Tengo un amigo gay

Tengo un amigo gay uno negro

y uno judío (yo soy sudaca, y también un poco

contrahecho). Salimos una vez por mes y nos divertimos mucho.

Juan quiere esta noche ser de la partida pero le diremos que no.

Porque en verdad se llama Wang. Y no nos gustan los chinos.

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El niño estudia canto

Mis amigos Los Maestros tienen un sobrino.

En los ochenta jugábamos al truco y el chico traía el mate

(o el vino y los chorizos). En tanto el grupo, atento a la baraja.

"El pibe estudia canto" dijo un Maestro aquella noche de verano.

Familia de cantores, tiene chance (aunque es difícil)

Hoy es Ariel Ardit, Cantor de Tangos y se codea con Los Grandes.

Los años han pasado y ya no hay truco con Maestros.

Mas en cualquier caso faltaría el secretario porque hoy Ariel

es mano.

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Aristocracia argentina

Me da ternura cierta aristocracia que ya no es sino que ha sido en ciertos linajes de guerreros

en estancias inmensas como pampas pero ya no.

Aquella señora que mayor bebe té en la Recoleta.

Ya no hay fortunas pero aún tiene bibliotecas

y recuerdos de París para contarme.

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Los negros del blues

Anduve por Chicago y vi la Torre Sears y la John Hancock.

La Magnífica Milla con sus Hugo Boss y Ferragamo

y el Art Museum. ¿Y los negros del blues?

Pregunté. ¡Después!

Primero Chicago Bulls Navy Pier

y Al Capone. ¿Y los negros del blues?

Pregunté. Hay mucho teatro, cultura,

mejor que Nueva York. ¡La Torre de Agua y el Millenium!

¿Y los negros del blues? Pregunté.

Hay un show para turistas en un barrio acomodado

y tocan bien. ¿Y los negros del blues?

Pregunté.

¿Los querés ver? dijo harto mi anfitrión

y me llevó al barrio feo y peligroso de los negros.

Page 61: Poesía imperfecta

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Acá están, me dijo ¿Querés bajar a preguntar?

... No, mejor llevame a “Towers Records” a

comprar CDs.

Y eso que en el barrio había blues por todas partes...

Page 62: Poesía imperfecta

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El último de la clase (II)

El acabado. El loco.

El que hizo trizas su cara (y su carrera). El borracho. El drogón.

El que lo tuvo todo. El que lo perdió todo. El último de la clase...

Él también puede ganar una vez más.

Page 63: Poesía imperfecta

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Sures

Para mí el sur es una raya que va de Buenos Aires a Santiago.

Llega hasta la Patagonia y calla surcando mil desiertos despiadados.

También el sur del uruguayo

(ese que existe, nosotros lo habitamos) o el del poeta ciego

con gauchos y paisanos.

Es Camino del Sur que invita a ir Sureando silbando mil canciones que para mí son tangos.

¿Qué sur de aquellos sures

es el que yo más amo? Seguro que el de Manzi, con Manoblanca al lado.

El sur de las estrellas. El sur de aquellos ojos

que sueñan en Pompeya esperándome.

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Cinco minutos

El reloj dice que faltan cinco minutos para levantarse de la cama

o para entrar al trabajo para seguir en la playa

o para que empiece la función.

Cinco minutos para tomarse la última cerveza. Para dar y recibir besos.

Quizás en realidad faltan cinco minutos para morir o por vivir.

Eso no lo sabemos. Lo que me resulta curioso

es que vivimos como si tuviéramos cinco siglos por delante.

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Ella

Hasta al más taura

lo achica el puñal

de una traición en Palermo

o en Barracas no hay duelo

donde ella pierda.

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La advertencia

Hay un loco dando voces por la calle ¡todos moriremos! ¡todos moriremos!

la gente disgustada se desvía porque tiene razón.

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Huellas

Huellas en el mar, en los caminos, en las vidas.

Indelebles o borrosas, transcurrimos queriendo persistir

y dejar huellas imposibles que durarán hasta mañana

en que no estemos. Mañana, como ayer, seremos nada.

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Víctor Noir

Negra la muerte vino a verte

en un absurdo ¡Víctor!

Hombre niño novio que yaces en París

para deleite de quien busca

centurias después lo que no pudiste darle

a tu amada.

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Te llamaría

Te llamaría esta noche para salir por ahí

hay un lugar extraño al que me asomé te quiero llevar

porque es misterioso como vos

tomaríamos algo nos perderíamos en la oscuridad

y luego veríamos te llamaría esta noche

pero me da una terrible pereza

y encima hay fútbol por TV.

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Propuesta (II)

Y si luego de bailar para mí me pidieras cualquier cosa

¡pues la haría! Si la noche

no ha llegado a hacerse día.

Puedo ser –como Joaquín- tu mal y tu bien tu pan y tu vino.

Sólo es cuestión que te decidas

y me digas lo que quieres ahora mismo.

Que mañana quede lejos,

a años luz.

En otro siglo.

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Sandstorm

Es difícil resolver cuando llega la tormenta si no eres del lugar.

qué hacer o adónde ir cuando el día se hace noche de repente.

Sólo puedes pedir ayuda

a la gente del desierto si no eres invasor.

¿No lo eres?

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Lady

Te dibuja ojos azules y después susurra la peor barbaridad

¿cómo puede un angelito ser tan guarro

con la ceja arqueada? Reparte risas

penas no no miente nunca o casi nunca

una tarde dice adios y sin embargo no te enoja

yo creo que no hay forma de ofenderse cuando alguien te mira con su ceja levantada

¿verdad Milady?

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Consejo para orientar la búsqueda

Respetad al silencioso. al callado

que anda por la vida sin mostrar todos sus trucos.

Huidle al charlatán al alma de la fiesta

que enseguida agota el cargador sin siquiera afinar la puntería.

Quien se guarda sus palabras

a pesar de haberlas leído (o vivido)

es el dueño de las claves de volcanes y tormentas

o de bombas a punto de estallar.

Es que al otro, al parlanchín sus encantos se le escurren como fuegos de artificio.

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Monte vide eu

Montevideo es porteño todo es bueno y de lo malo no me acuerdo, es como acá

sólo que más pequeño.

Tiene mercado en el puerto en la ciudad vieja, arrabal.

Tiene Pocitos, llamadas cuando llega el carnaval.

Te pelean por Gardel

su lugar de nacimiento mas eso es con sentimiento con respeto, es un placer

llegar a Montevideo

donde hay negros con tambores comer asado con ellos

al compás de algún candombe.

Y luego volver a casa por ese río marrón

que lo llamamos del plata y descubrió un español

¡Hace tantos, tantos años!

Dice el libro qué sé yo.

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A. C.

Hay un tipo no sabés al que lo llaman Andrés. tiene un poco del Zorzal y de Bukowski también

¿Me zarpé? será el afecto

lo que ocurre es que el salmón de la dura dirección

hace crímenes perfectos.

Amigo de Diego y Pappo de Jarmusch y Abel Ferrara vive un poco en Argentina y otro poco allá en España.

Es abuelo de la nada de rulo y bigote raro.

Rodríguez lo llaman muchos y otros tantos Calamaro.

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Sísifo

Y aquí estoy yo levantando una y mil veces

la piedra del castigo. Hades no perdona

la mentira.

No me importa el cargarla para siempre

si salí de la morada de los muertos para oler al aire, sentir la tierra,

cruzar los mares una vez más.

No temo revelar los secretos de los Dioses.

Traicionarlos a ellos o a los hombres pero no a la vida. A ella jamás la traicioné.

¿Qué otra cosa debe hacerse que vivir cada día un poco más?

¡Un poco más!

Ya encontraré luego la manera de engañarlos otra vez.

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Comer solo

Cuando como solo

sin leer (algo extraño) no me cuido.

No tomo la copa del tallo

ni me limpio las comisuras de los labios urbanamente.

No evito apoyar los codos

en la mesa ni cierro la boca al masticar.

Cuando como solo

puedo agarrar la comida beber sin limpiarme la boca

brutalmente y eructar.

Y eso me gusta

porque me recuerda de dónde vengo de otro lugar.

No es ni mi ciudad

ni mi país ni mi continente.

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Vengo de donde venimos todos de las cavernas

y del fuego milagroso en eso pienso

cuando me engullo la comida

brutalmente porque como solo.

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Puedes llamarme

Puedes llamarme Nick tomar una copa conmigo

yo invito me cuentas tus penas

yo las mías diremos que la vida es rara

brindaremos por los buenos tiempos pasados, presentes, futuros

borrachos dormiremos juntos

o simplemente hablaremos después olvidaré tu nombre

tu historia tu rostro

salvo que mañana regreses.

En ese caso diré

que puedes llamarme Nick.

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Lluvia4

Abrí el paraguas por las dudas

descubrí que no llovía

y lo tiré al rato me mojé volví corriendo.

Ya era tarde

un viejito lo tenía una casa

de paraguas abiertos y tirados

como el mío construyó.

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Percal

Vos que dormís en Grand Hotel pensás

que no conozco el percal y eso que fuiste

conmigo a aquel lugar donde esa tela reina

un barrio como el tuyo antes de ser señora de

¿No te acordás?

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Enclavevudú

Asoman tus sandalias bajo mi cama

me pregunto si quedaron en clave vudú

porque desde que te fuiste no me libro de ellas

ni de vos.

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Vida

Aunque a veces el cuore me asfixia tuve más de lo que pude imaginar

te agradezco cada instante que me diste y sé muy bien

que una bola más me vas a dar nada quiero para mí

solo te pido que me cuides a ellita si no estoy.

Ya no tengo nada que pedirte

y sé muy bien que una bola más me vas a dar.

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El paraíso de unos es el infierno de otros

Suave es la noche los Havanna de chocolate

ese gato prudente tu sonrisa

incluso tu hermosa sonrisa puede ser para alguien un tenaz e insoportable

infierno

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Testamento

Me preguntan cómo me gustaría que me recuerde mi hija mañana.

Como a todos, que su padre fue un buen hombre.

Que con errores, luchó para que la vida la dañe lo menos posible.

Que la amó. Que le enseñó algunas cosas.

Pero esos deseos los tenemos todos los padres. Mi sueño particular es que un día,

revisando trastos en desuso ella encuentre uno con forma

de poesía imperfecta Y se diga que su viejo no lo hacía tan mal.

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Índice

¿Cómo poder hablar de amor?, 7 Mi fe, 8 Borde,9

Palacios de arena, 10 Poesía imperfecta, 11

Una mirada molesta, 12 Cada mañana que te vas, 13

Golpe de suerte, 14 Un round más, 15

Por el amor de Dios, 17 Un viejo indecente, 18

Homeless (I), 20 Caballos salvajes, 21

La gente se oye pero no se escucha, 22 Homeless (II), 23

La condición del amor, 24 Ración, 26

Impaciencia, 27 Propuesta, 28

Bodegón “La vida”, 29 El alma de las cosas, 32

Finales felices, 33 Sangre, 34

Rajatabla, 35 Esos amores livianos, 36

Heartbeats, 37 Refugios, 38

Un paseo por el campo, 39 Quimera de Notre Dame, 41

Mosquitos, 42 Enigma revelado, 43

Uno (otoñal), 44 Muñecas, 46

Interrupción, 47

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Remedios antidomingo, 48 El útimo de la clase, 49

Lovecrafts, 50 Falsos perdones, 51

La suerte de un cantante, 52 Hombre al agua, 53 Yo no hice nada, 54

Yo invito, 55 Tengo un amigo gay, 57 El niño estudia canto, 58 Aristocracia argentina, 59 Los negros del blues, 60

El último de la clase II, 62 Sures, 63

Cinco minutos, 64 Ella, 65

La advertencia, 66 Huellas, 67

Víctor Noir, 68 Te llamaría, 69

Propuesta (II), 70 Sandstorm, 71

Lady, 72 Consejo para orientar la búsqueda, 73

Monte vide eu, 74 A. C., 75 Sísifo, 76

Comer solo, 77 Puedes llamarme, 79

Lluvia4, 80 Percal, 81

Enclavevudú, 82 Vida, 83

El paraíso de unos es el infierno de otros, 84 Testamento, 85

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