paul tillich - moralidad y algo más

Upload: pgmm

Post on 10-Jul-2015

569 views

Category:

Documents


20 download

TRANSCRIPT

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    1/46

    Moralidady aIgo mas

    Paul Tillich

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    2/46

    UNIVERSIDAD BIBLICA LATINOAMERICANAApartado 901-1000San Jose, Costa RicaTelefonos: (506) 283 8848,2834498,2242791Fax: (506) 2836826E-mail: [email protected]

    INDICEBiblioteca de libros de la etica protestante I 3

    Presentaci6n! 5Int roducci6n! 7

    San Jose, Costa RicaDiciembre 2005 CAPtruLo 1

    La dimensi6n religiosa del imperativo moral! 11

    CAPITULO 2La fuente rel igiosa de las exigencias morales! 25

    CAPIrULO 3EI elemento religioso en la motivaci6n moral I 41

    Publicado en espafiol originalmente por:AMERICA 2000Editorialla Aurora y Editorial Escaton,Buenos Aires, Argentina, 1974.Este libro es una traduccion deMorality and Beyond, Harper and Row,New York, 1963.Tradujo al castellano: Marcelo Perez Rivas.

    CAPITULO 4La consciencia transmoral I 59

    CAPITuLO 5La etica en un mundo que cambia I 77

    mailto:[email protected]://www.ubila.net/http://www.ubila.net/mailto:[email protected]
  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    3/46

    L IB RO S D E L A E TI CA P RO TE ST A NT E

    Bibliotccadclibros-clasicos de la etica protestaLa biblioteca contiene siete libros de etica de autores protetuvieron un papeJ clave en pensar la etica a partir dprotestantes. Son: Paul Lehmann. Etica en el contexto criMiguez Bonino. Ama y haz 1 0 que quieras; Reinhold Niebuhrmoral y la sociedad inmoral; Walter Rauschenbusch, Lossociales de Jesus y Paul Tillich, Moralidad y algo maproyectado la traducci6n y posterior inclusion en la Bibliotecde Richard Niebuhr, The Responsible Selfy Joseph Sittler, Thof Christian Ethics y otros. Esta biblioteca puede adquUniversidad Bfblica Latinoamericana, en dos presentacioimpreso (formato de libro) yen CD.Los libros son clasicos en el sentido de que no s610 repperfodo de no menos de 30 anos atras, sino, y sobre toabrieron brechas en el pensarniento etico tradicional .tambien nuevas direcciones hacia la revitalizacion de la eticasu vertiente protestante y ecumenica, en un mundo cadnecesitado de la responsabilidad humana. En verdad, elresponsabilidad es el tema que orienta cada volumen.Es notable que estos autores rompen con esquemas deontoenfatizan reglas y principios universales, absolutos y eterncambio- privilegiar la reflexion moral que parte de los contde la vida, en pro de la toma de conciencia y la acecompromiso con lajusticia social y el bienestar del "pr6jimoha side la vertiente dominante entre el protestantismo, especAmerica Latina. pues sin duda alguna el fundamentalismodeontol6gica legalista representa el "grueso" del pensamevangelico, Tampoco ha caracterizado a la etica catolicdependencia de la ley natural y de la deontologia sacercamiento a la moral en formas rfgidas y no contextuales.No obstante, la vertiente representada por los vohimencoleccion ha sido grandemente influyente en las tradiciones

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    4/46

    Roy H. May

    PRESENTACIONBIBLIOTECA DE LIBROS CLAsICOS. U.B.L

    lIamadas 'historicas", y ha venido a ser como la base del pensamientoetico y social del movimiento ecumenico. Estos vohimenes sonformativos de la etica teol6gica progresista.

    Presentacion

    UNIVERSIDAD BIBLICA LATINOAMERICANALibrerfa SEBILAApartado 901-1000San Jose, Costa RicaTelefonos: (506) 283 8848, 2834498, 224 2791Fax: (506) 2836826E-mail: [email protected]

    En este l ibro, e l teologo luterano Paul Til lich reflexiona sobre lgracia como fuentes de la moral. Opta por la gracia y el commoral que surge desde el interior de la persona, no impuesto codivinas extemas. "Un acto moral-dice Tillich=no es unobedezca a una ley externa, humana 0divina. Es la ley in tema dexistencia verdadera ...que exige que actualicemos 10 que seella". Para Tillich, la etica no es para controlar 0 fiscalizar lasino para dar fonda 0 seriedad a la vida. Es par medio de la mque la persona "llega a ser 10 que uno ya es en forma potenpersona dentro de una comunidad de personas". Asf rompe condeontologico y legalista de la etica t radicional, tan to protestancat6lica. Argumenta que la base de la etica es el arnor comprendsentido griego de agape pues, e l s ignificado de la etica es "lade los modos en que el arnor se encarna, logrando, asi , mantenerla vida". Pero esto es dinamico; no se puede pensar una etica hV\!Z para todas las veces y lugares. El problema con la etica dque quiere "imponer en todos los tiempos 10 que en real idad peun tiempo pasado" y esto es idolat?~: convertir ~lgo que es ~contingente en un absoluto. Tillich mantema que elprotestante" sometfa toda ley, doctrina 0 valor cultural ala crftiDios trasciende toda ley, doctrina y cultura. En este sentidosiempre es rela tiva aDios pues, "el a gape esta encima de todaes muy importante para la etica porque permite que esta sea anuevas realidades, 10 cual es posible, segun Tillich, porque el amse combina con el kairos- - t iempo de oportunidad y cambic--p"nuevas leyes y nuevos sistemas de etica", de acuerdo con locarnbiantes.

    No hay duda que hay muchos vacfos entre elIos. Par ejemplo, no haymujeres ent re los autores. Salvo una sola excepcion, todos son varonesblancos, norteamericanos-europeos. En esto representan su propiot iempo, ademas de su propio contexto. Estos son factores que limitan suutilidad en el mundo de hoy y en America Latina en especial. Par otraparte, todos los autores han estado comprometidos con las luchassociales de su tiempo y, sin duda alguna, sus obras ofrecen pistas haciauna etica comprometida y contextual aun en nuestro lugar y tiernpo.Ciertamente son interesantes por razones hist6ricas, pero ademas por suvitalidad aiin hoy.Ofrecemos la bibl io teca precisamente porque creemos que la vert ienteque representa nos da much a s pistas hacia Ia renovaci6n de la eticacrist iana y, sobre todo, porque practicamente se desconoce en AmericaLatina. Casi todos los libros fueron pubJicados en America Latinadurante cierta epoca, pero haee t iempo desaparecieron del mercado; dosde el los jamas fueron traducidos. De 1amisma manera que influyeron enuna generaci6n anterior. esperamos que influyan en una nuevageneraci6n de pensadores cristianos.

    Pedidos:

    Tillich (1886-1965) fue uno de los teologos mas importantesveinte; muchos dirfan el mas significativo. Nacido en Aledestac6 como te61ogo y filosofo, demostrando siempre muchola relaci6n entre la teologfa, la condici6n humana y la cultura.punta de partida de la reflexi6n et ica y teol6gica es esa condici6

    mailto:[email protected]://www.ubila.net/http://www.ubila.net/mailto:[email protected]
  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    5/46

    6 MORALIDAD Y ALGO MAS INTRODUCCI6N

    las personas. La teologfa tiene que escuchar al mundo y luegoresponderle. Tillich llamaba a esto "el metoda de correlaci6n" que"explica los contenidos de la fe cristiana a traves de la mutua dependenciade las cuestiones existenciales y de las respuestas teologicas", As! que,para Tillich, la teologfa era reflexi6n acerca de la relaci6n integral depersona-Dios-mundo. Esto es de suma importancia para la etica porquesefiala que la moral jamas se trata exc1usivamente de cuestionespersonales e individuales, mas bien toea todo el tejido social. En 1933,como militante del soeialismo religioso y fuer te cr ftico del nazismo,Til lich fue expulsado de la Universidad de Frankfurt donde fungfa comocatedratico de filosofia y luego dej6 Alernania para ir se a los EstadosUnidos. Aunque sabra poco ingles, se destac6 como brillante "teologopublico" en el medio norteamericano. Su trabajo teol6gico principal fuedesarro llado mientras ejercfa catedras en el Seminario Teol6gico Uni6nen Nueva York y luego en las universidades de Harvard y Chicago.

    Introducci6n

    La etica teol6gica es un elemento de la teologfa sistematicapresente en cada una de las partes de esta, Por razones de ordese la t ra ta , por 10 general, en forma separada, en la ensefianza yEsto se debe a la gran cantidad de material que se debe abarcarpor el justi ficado deseo del estudioso de tratar cada uno de losque 10 ocupan del modo mas comprehensivo posible. La cuesestudiara en los cinco capftulos que siguen es la antiqufsima pc6mo 1 0 moral se relaciona con 1 0 religioso.

    Roy H. May

    Es urgente volver a plantearse esta cuest i6n, debido aI caractasumido en la actualidad la predicaci6n de la Iglesia y la eticaEsta ultima, 0bien comparte el ret roceso general de la filosoffalos problemas 16gicos 0 semanticos , 0 bien cont inua la discuteorfa del valor (que en sl es un retroceso desde la inonto16gica), 0 bien socava la posibilidad de que haya normasun pragmatisrno puro 0 un existencialismo puro (aunque daresta pureza es un engafio),Es mas importante , s in embargo, e l estado actual de la predicacensefianza de la Iglesia, tanto cat61ica como protestante (aunqueremos sefialar es mucho mas evidente en el protestanEvangelio (evanguelton: buenas nuevas), el mensaje de la recy de la reuni6n con Dios como fundamento y meta de nuestrotransformado en una multiplicidad de leyes, en parte doctriparte eticas, El "yugo" moral, que Jesus quer fa hacer mas livside hecho sino mas pesado, y en gran medida se ha perdidode la gracia , no obstante las numerosas oraciones l ini rg icas pde los pecados. No expresan la visi6n que aparece en las car tao en el Evangelio de Juan, aquella a la cual se refiere la septimdel Padrenuestro "lfbranos del mal", es decir, la imagen ddemoniaco que gobiema el universo y que arrastra al sersepararse de Dios y a la host ilidad hacia El. La s oraciones posolo cumplen, para muchos, la funcion de aliviar la conciencia

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    6/46

    8 MORALIDAD Y ALGO M As

    de quienes han violado las reglas de compor tamiento tradicionales, y amenudo absurdas, la mayoria de las cuales son de caracter prohibitivo.Pero no expresan la gran paradoja: que hay una posibilidad de reuni6ncon el etemo fundamento de nuestro ser mas alla de la obediencia a 1 0que prescribe "una actitud correcta", sin que debamos ser "buena gente" 0"ser human as de buena voluntad". De ah f que, no obstante las f6rmulasli turgicas, los himnos y las lectures de las cartas paul inas, e l mensaje dela gracia se ba perdido. La gracia, como poder para aceptar a la personaque es inaceptable y de sanar al que esta moralmente enfermo, hadesaparecido detras de la predicaci6n de la ley religiosa y moral.Es comprensible que la gente, al darse cuenta de este moralismodesprovisto de gracia, se incline hacia la etica secular . Pero cuando enella no encuentran mas que el analisis 16gieo de las teorfas eticas,asumen, sin ningtin esfuerzo, un relativismo cfnico 0 un absolutismototalitario, el uno much a s veces consecuencia del otro. La cuesti6nimplfcita en esta situaci6n es: l,Podemos sefialar hacia algo que trasciendatanto al moralismo desprovisto de gracia como al relativismo sin norrnas,sea cn la teorfa etica 0 en la accion moral?La respuesta del cristianismo es el mensaje de que una nueva realidad haaparecido con la venida del Cristo, un poder para existir en e 1 cual esposible que tengamos parte y del cual pueden surgir pensamientosgenuinos y actitudes correctas, aunque s610 sea en forma fragmentaria.Encontramos afirmaciones analogas en otras religiones y aun enmovimientos seculares de c a ra c te r imp lf c it am en t e religioso, como elnacionalismo, el socialismo y el humanismo liberal. EI ser precede a laacci6n en todo 1 0 que existe , incluyendo al ser humano, aunque en el serhumano, como portador de la libertad, la acci6n tarnbien determina el ser.Esta respuesta se opone tanto al legalismo moral como a la anomiaamoral. Afirma la moralidad pero al mismo tiempo sefiala mas ana deella, a su fundamento religioso."Los princip ios rel ig iosos de la acci6n moral" es el tema de los tresprimeras capftulos de este libra, que forman una cierta unidad y quefueron presentados bajo el mismo ti tu lo en las Conferencias en Memoria

    INTRODUCCl6N

    de Jabob Ziskind, en la Universidad de Dartmouth. Los doscapftulos, que provienen de rni libro La era protestanie, se ocupanconsecuencias decisivas del primer analisi s, EI capftulo IV demc6mo se realiza la liberaci6n de la consciencia moral, graciafundamentaci6n transrnoral , y el capi tu lo V desarrol la la posib ilconquistar el relativismo etico por medio d~ los pr incipios, uniagape (arnor) y de kairos (el momento Justo). Le agradezc.University of Chicago Press por el perrruso que me concedireimprimir estos dos capltulos.La forma en que este libro ha Ilegado a ser explica las repetic ionhecho de que a veces no este del todo completo. No obstantlimitaciones es mi deseo que este estudio colabore a eliminar elconflicto entre la etica determinada por la raz6n y la etica detepor la fe. Trata de hacerlo al mostrar que los pr incipios r~ligiospresentes en los prineipios de la acci6.n. moral ~n sf. S1 la mint rfnsecamente religiosa, como la rel ig ion es in trfnsecarnenteninguna de las dos depende de la o tr a, n i puede ser sustituida porEstoy muy agradecido con la Sra. El izabeth Wood, q~ien nuevammejorado el idioma, como en los tres vohimenes de nus sermonesEste libro esta dedicado a Reinhold Niebuhr, tras treinta anos dey dialogo, La tension entre 10 etico, que tl ha re~resentadonto16gico, que he representado yo, ha probado ser una l~portantpor donde penetrar a los misterios de la teologfa y de la VIda.No he olvidado el decisivo rol que represent6 en mi vida, al trami familia a los Estados Unidos, poco despues de la toma dellos nazis en Alemania y mi expuls ion de ese pals , en 193entonces hemos trabajado juntos en mutua ayuda, critica y agape

    PaEast Hampton, Lo

    jul io

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    7/46

    LA DIMENSI6N RELIGIOSA DEL IMPERA Tivo MORAL

    ,CAPITULO 1La dimension religiosadel imperativo moral

    En los tres primeros capftulos de este libra se tratara la inmanreligioso en 10 moral desde tres direcciones. En el primer cdesarrolla la dimensi6n refigiosa del imperativo moral, en el sfuentes religiosas de las demandas morales y en el tercero ereligioso en la rnotivaci6n moral.Para poder comprender la expresi6n tiel imperativo moral"distinguir entre las tres funciones basicas del espfritu hmoralidad, la cultura y la religi6n. Cuando las Ilamamos funespfritu humano estamos seftalando y subrayando 1aunidad dicuerpo y la mente, de la vitalidad y la racionalidad, de 10 consinconsciente, de 10 emocional y 10 intelectual . En cada fespfritu humano esta involucrada Ia persona toda y no solaparte 0 un elemento de ella. Como a menudo he insistidoresucitar el sentido de la palabra "espfritu" como cualidad nathumano. No se 10 puede sustituir por "mente", porque en esta paspecto intelectual.Ninguna de las tres funciones del espfritu aparece en ningiinaislada de las otras dos. Sin embargo deben distinguirse cadaotras porque es posible que aparezcan relacionadas entre sf dmaneras. Concisamente podriamos decir que la moralidad

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    8/46

    12 MORALIDAD Y ALGO M As LA DlMENSI6N RELIGIOSA DEL IMPERATIVO MORAL

    consti tuye al portador del espfritu, la persona centrada en sfmisma, que lacultura sefiala hacia la creatividad del espfritu y tambien hacia la totalidadde sus creaciones, y que la religi6n es la autotrascendencia del espfr ituhumano hacia 10que es final e incondicionado en su ser y significaci6n.

    EI imperative moral es el mandato de llegar a ser 10 que unoforma potencial , una persona dentro de una comunidad de personel ser humano, en el l frni te de nuest ra experiencia , puede l legarpersona, porque solamente el ser humane es un yo cornplcentrado en sf m ismo, que se posee frente a un mundo al cual pedel cual, a la vez, esta separado. Esta relaci6n dual can elpertenencia y separaci6n- el permite al ser humane hacer preencontrar respuestas, admitir y demandar exigencias. Comocentrado, como individuo, el ser humano puede responderconocimiento y su acci6n a los estfmulos que le llegan desde elcual pertenece; pero ademas, debido a que enfrenta a ese su munen este sentido, libre de ~I, puede responder "responsablemente",tras deliberar y decidir y no por una compulsi6n determinada. Egrandeza, pero tambien su peligro: Ie permite actuar en condemanda moral. Pueden sucumbir a las fuerzas desintegradot ienden a controlar su persona (cent ro de la acci6n personal) ysu unidad. Pero antes debemos considerar mas profundamente alos conceptos que hemos mencionado basta aquf.

    La primera de estas tres funciones es nuest ro tema directo y primordial.Pero para poder1a tratar en forma adecuada deberemos referimoscont inuamente a las ot ras dos. Esto presenta una dificul tad imposib le deresolver en un estudio como este y que solamente podrfa superarse en elcontexto de un sistema que comprende la to tal idad de 1a interpretaci6nque el ser humane hace de Sl mismo y de ]0 que significa suvida (quedesarroUo en mi Teologla sistematica). E1 presente estudio debepresuponer pero no puede desarrol lar ta l s is tema; sin embargo, debemosreferimos a el y derivar de eI una posib1e soluci6n al problema quetenemos entre manos, "los principios religiosos de Ia acci6n moral".La acci6n moral establece al ser humane como persona y como portadordel espfri tu . Es el caracter incondicional del imperative moral 10que daser iedad ultima tanto a la cultura como a la religi6n. Sin ella cultura sedeteriorarfa en un puro esteticismo 0 en un puro uti litarismo y la rel ig i6npasana a ser una distorsi6n emocional del misticismo. EI mensajeprofetico, tal como 10encontramos en el Antiguo Testamento, contrapusoe1 imperativo moral. como demanda de justicia, con la cultura y lareligi6n de su epoca. EI mensaje profetico es de seriedad ultima y notiene equivalente alguno en otras religiones. La seriedad del cristianismodepende, igualmente. del imperativo moral, como tambien depende de elcualquier seriedad ultima en la cultura occidental. Las ciencias, las artes,la polftica , la educaci6n -todas se vuelven vaclas y se autodestruyen si, ensu creaci6n, no se tiene en cuenta el irnperativo moral. El imperativomoral se pone de manifiesto en la honestidad cientffica y art fs tica , hastae1 punto del sacrificio de sf misrno; cuando uno se compromete a sechumano y justo en las relaciones sociales y en 1apolft ica; cuando se amaa1 otro como consecuencia de saberse amado par Dios. Estos sonejemplos que demuestran que sin la inmanencia del imperativo moraltanto la cultura como la religi6n se desintegran por falta de seriedadultima.

    El ser humane tiene un mundo, es decir , un todo est ructurado, cde un nnmero infinito de partes, un cosmos, como 10Hamaron ldebido a su caracter estructurado que 10hace accesible al sertraves de las acciones creativas de la recepci6n (cognoscitivtransformaci6n (la praxis) . Tener un mundo es mas que tener uPor supuesto que el ser humano, como todo otro ser, tlene unpero a diferencia de los anima1es superiores, par ejemplo,sometido a el. Es capaz de transcender lo en cualquier direeciimaginaci6n, el pensamiento y la acci6n (por ejemplo, lasociales, 0 los conceptos ontol6gicos, 0 las exploraciones espacser humano tiene "mundo" en cada par te de su entomo. Su encucualquiera de los objetos que 10 rodean es siempre un encuentuniverso que se manifiesta en un objeto particular. El ser humase encuentra con este arbol como s610 este arbol, sino tambarbol, uno de los muchos arboles, como un ejemplo de la esp(en sf una manifestaci6n especial del poder universal de la existe

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    9/46

    14 MORALIDAD Y ALGO M As LA DIMENSI6N RELIGIOSA DEL IMPERA rrvo MORAL

    Tal encuentro presupone la l ibertad con respecto a 10 part icular y laposibilidad de ver 10 universal dentro de 10 particular. La manifestaci6nde esta libertad es el lenguaje. Ellenguaje se mueve en el dominio de losuniversales. Es la misma cosa tener mundo, trascender el entorno y hablaren conceptos y proposiciones significativas. Todo esto constituye lal ibertad esencial del ser humano y es la presuposici6n del imperativomoral en su experiencia.

    paso; su yo desintegrante, su despersonalizaci6n, muestran la nade la acci6n antimoral y, por contraste, la naturaleza de la acci6n m

    De ahf que un acto moral no es un actoque obedezca a una ley externa,humana 0 divina. Es la ley interna de nuestra existencia verdadera, denuestra naturaleza esencial 0 creada, que exige que actualicemos 10 quese sigue de ella. Y un acto inrnoralno es una transgresi6n de una 0varias6rdenes exactamente circunscriptas, sino un acto que contradice laautorrealizaci6n de la persona como tal y que la arrastra a ladesintegraci6n. Provoca una disrupci6n de la persona como centro de lavida personal, al otorgar predominio a las tendencias parciales, a laspasiones, deseos, temores 0 ansiedades que contradicen la esencia (0potencialidad) de la persona. EI control central se debilita y a menudopracticamente desaparece. Y cuando ocurre esto, y otras tendenciasparciales tambien tienden a predominar, el yo se divide y las tendenciasconflictivas hacen de 61su campo de batalia. La voluntad, en el sentido deun yo que aetna desde la totalidad centralizada de su ser, es esclavizada.La libertad es reemplazada por la compulsi6n. La deliberaci6n y ladecisi6n, que garantizan la calidad de la libertad se convierten en simplesfachadas de fuerzas arrolladoras que predeterminan la decisi6n. La vozdel ser esencial del ser humane progresivamente es silenciada, paso a

    El acto moral como autoactualizaci6n del yo 0constituci6n de lacomo persona, tiene analogfas en todos los seres vivientes, incluyser humano, desde el punto de vista biol6gico. La analogfadisminuci6n 0 perdida del centro de la vida personal (el yo) ehumane es el fen6meno psicosomatico de la enfermedad.enfermedad algunos procesos que son elementos necesariostotalidad de la vida, toman un camino independiente y ponen en pfuncionamiento del todo. EI crecimiento canceroso de partes dees la analogfa mas iluminadora posible de 1 0 que ocurre en lacuando tendencias particulares conquistan el centro y destrozan lde las tendencias equilibradas. La analogfa entre el acto antimoenfermedad del cuerpo es en muchos casos (yen cierta forma emas que una analogfa, Ambas son expresiones de la ambuniversal de la vida, segun la cual los procesos de autointegraccontinuamente combatidos por movimientos hacia la desintegraciel problema etico esto significa que el acto moral es siempre unasobre fuerzas desintegradoras, y que su meta es la actualizaci6nhumano como persona centrada y, por 10 tanto, libre.

    EI imperativo moral es la exigencia de llegar a ser en acto 1 0 que uno esen esencia y por 10 tanto en potencia. Es el poder de la existencia del serhumane que Ie ha sido dado por la naturaleza, que el actualizara en eltiempo y el espacio. Su existencia verdadera llegara a ser su existenciaactual -este es el imperativo moral. Y como su existencia verdadera es laexistencia de una persona en una comunidad de personas, el imperativomoral consiste en 10 siguiente: llegar a ser persona. Cada acto moral es unacto mediante el cual el individuo se afirma a sfmismo como persona.

    A esta altura me parece necesario hacer un breve comentario seEn este estudio hago uso de los terminos "moralidad" y "moramayor parte del texto. Y a veces aparece el terrnino "etico". Nconfusi6n alguna si, como ahora sugiero, definieramos la etica cciencia de 1 0 moral". Pero esta no es una definici6n geneaceptada, siendo la principal raz6n que la palabra "moral", a tdiversos accidentes hist6ricos, ha recibido algunas connodistorsionantes. Desde el siglo XVIII, al menos en Europa, haimplicancia de "rnoralismo", en el sentido de etica legalista y sula gracia. Yen los Estados Unidos, bajo la influencia del puritantornado un significado sexual. Ser "amoral". en este sentido, sigsexualmente indisciplinado, 0 por 10 menos negar la eticconvencional. Debido a estas dos connotaciones, se ha trremplazar "moral" por "etica". Sin embargo, si esto fuera gene

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    10/46

    16 MORALIDAD Y ALGO MAs LA DIMENSI6N RELIGIOSA DEL IMPERA TIVO MORALd 1 , H I'." . dcuiri I 6 dcepta 0, e. termino euco no iarcana en a qumr a connotaci n e

    'moral '; y no habria cambio alguno. Por 1 0 tanto, recomiendo que 't5tico"se reserve para la teorfa de la moral, y que 'moral" y sus derivados sepurgue de esas asociaciones y se 1 0 use para describir la acci6n moralmisma, en su significado fundamental.

    incondicional en oposicion a condicional.

    Hernos discut ido la naturaleza del acto moral , su caracter omnipresente ysu inmanencia en las ot ras dos funciones principales del espfri tu del serhumane - la cultura y la religi6n. Debemos preguntar ahora: "Cual es ladimensi6n religiosa del imperativo moral y, en el capftulo II, cual es larelaci6n entre la creatividad cultural y la moralidad?

    Podemos preguntar, sin embargo, si una decisi6n moral 'p~ede mfinne bajo un imperativo incondicional cuando la declsl~? es.moral y cuando el riesgo impl ica que puede ser una decision mLa re;puesta a esta pregunta es que el cara~t~r incondicional noal contenido sino a la forma de la decision moral. Se puecualquier lade de una alternativa moral, por grande. q.ue sea elequivocarse. Que una decisi6n audaz sea una declsl6n. mor~solamente del puro "debra ser" del imperativo moral . Y 51 alguidudas acerca de cual ent re varios aetos posibles es el que esta dcon el imperative moral, debe recordarsele que cualquie~a de eljustificarse en una situaci6n particular, pero que la elec~16n, c~sea, la debe tomar la persona, consciente de estar bajo ~n iincondicional. La duda que puede haber con respecto a la jusnacto moral no contradiee la certeza de su seriedad ultima.La aseveraci6n del caracter in trfnsecamente rel ig ioso delmoral puede criticarse desde diferentes punto~ de vista. ~ teol~afi rmar con gran fuerza el caracter incondiclOna.l del imperativpero negar que este caracter haga que el imperative ~?ral seaLos mandatos morales, se dice entonces, s~n religiosos pmandamientos divinos. Son uhimamente senos porque expvoluntad de Dios". Solamente esto los haee incondicionales. Dhaber querido algo diferente, y debemos abrir nuestrosrevelacion para saber cual es verdade~amente su :,olunrazonamiento excluirfa, por supuesto, cualquier elase de etica ssolamente el contenido sino la incondicionalidad del imperatitendrfan que ser sancionados por un mandato divino y conservadtradiciones divinas libros sagrados.Mantengo, sin embargo, que la expresi6n "voluntad de Dies"debe ser comprendida de manera di ferente. No es una vo~untaque se nos impone, una ley arbitraria formulada por ~n tiranoque es extrafio a nuestra naturaleza eseneial y a qUle~, porjustificablemente nos resistimos desde el punto de VIsta

    En respuesta a la primera pregunta, podemos decir: la dimensi6n religiosadel imperativo moral es su caracter de incondicional. Esto, por supuesto,lleva a ot ra pregunta: "Por que es incondicional e l imperat ivo moral , y enque aspectos particulares podemos decir que 1 0 es y en cuales no? En lavida diaria usamos un sinmimero de imperat ivos; pero en su mayor parteson eondicionales: "debes partir ahora si quieres llegar para tomar elavi6n". ("Pero quiza- pudieras quedarte, si no te interesa perder eJavi6n".) Este, resulta evidente, es un imperativo condicional. Sinembargo, si alcanzar el avi6n fuera cuest i6n de vida 0 muerte, como 10serfa, por ejemplo, en eJcaso de un medico que debe operar sin demora aun paciente , e l imperat ivo condicional se convierte en incondicional.Perder el avi6n por negligencia serfa, entonces, un acto antirnoral, yafectarfa a la persona del medico de manera desintegradora. Podemoscomparar este caso con el efecto desin tegrador que t iene sobre la personadel protagonista de La cafda, de Albert Camus, su fracaso de salvar a unamujer que se esta ahogando.Hay varios casos en que los imperat ivos condicionales influyen sobre unimperativo incondicional. EI hecho de haber perdido el avion puede,ademas, causar ansiedad en aquellos que esperan la llegada de un amigo.Y hay cas os en los que varios imperativos compiten por la validezsuprema, y en los cuales la decisi6n es un riesgo moral . Pero no obstanteestos casos 'huxtos", e l imperativo moral en sf, como 1 0 llam6 ManuelKant, es m a s 'tategorico" que 'hipotetico'' 0, como dina yo,

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    11/46

    1 8 MORALIDAD Y ALGa MAs LA DIMENSI6N RELIGIOSA DEL IMPERATIVO MORAL

    naturaleza. La "voluntad de Dias" para nosotros cs precisamente nuestroser esencial con todas sus posib iIidades, nuestra naturaleza creada queDios declare "muy buena" segUnel mito de la creaci6n, cuando "vio todo1 0 que habfa hecho". Para nosot ros la "voluntad de Dios" se manifiesta ennuestro ser esencial y es solamente por eso que podemos aceptar comovalido el imperativo moral. No es una ley extraiia la que nos exigeobediencia , s ino "Ia voz silenciosa de nuestra propia naturaleza de sereshumanos" y de seres humanos con un caracter individual.

    morales. legales, sociales, politicos y econ6micos. Para nuestroesto s ignifica, ante todo, que los diversos valo res estan situencima 0 por debajo de otros valores, y que no puede haber inmde un valor en otro. El valor de 10 santo no puede estar inmanejemplo, en el valor de 10 bueno, y viceversa. La relaci6n espuede terminarse en la eliminaci6n de uno u otro -mas frecuenterneste caso, en la eliminaci6n de 10 santo.

    Pero debemos avanzar un paso mas. Podemos decir: cumplir con lapropia naturaleza es por cier to una demanda moral que es intrfnseca anuestro propio ser. Pero , lPor qu e es un imperativo incondicional? l,Notengo acaso el derecho de dejar sin realizar mis potencialidades, de sermenos que una persona, de contradecir mi bondad esencia l y , por 10 tantode dest ru irme? Como un ser que posee la libertad de la autocontradicci6ndeberfa tener el derecho a esta posihi lidad , e l derecho a malgastarme. EIimperativo moral es incondicional solamente si e lijo afi rmar mi propianaturaleza esencial, y esto es una condicion. La respuesta a esterazonamiento esta en la experiencia que se ha quer ido comunicar en iadoct rina del valor infini to de toda alma humana, por 10 menos a los ojosde Dios. No es una prohibici6n extema contraria a la autodestrucci6n -ffsica, psicol6gica 0 moral- que se nos revelarfa en los momentos masdesesperados, sino la voz silenciosa de nuestro propio ser, 10 que nosniega el derecho a destruirnos. Es damos cuenta que pertenecemos a unadimensi6n que trasciende nuestra propia libertad finita y nuestracapacidad de afirmarnos 0 negamos a nosotros m ismos. Por 10 tantomantengo mi af irmaci6n basica de que el caracter incondicional delimperativo moral es su calidad religiosa. Ninguna heteronomfa religiosa,ninguna sujeci6n a mandates externos entra en juego cuando sostenemosla inmanencia de la religi6n en el imperativo moral.

    La segunda caracterfstica de la teorfa de los valores esta muy relcon nuest ro problema. EI establecimiento de los valores y sus rpresupone un sujeto que evahia, Surge. entonces, la preguntapueden separarse los valores que estan relacionados con los indcon los grupos que evaldan (por ejemplo, los valores del paquellos valores que valen por sf mismos, sin que intervengan lde actuar 0 pensar personales y sociales? Si hay tales "valores a(absolu tos, en el sent ido de ser independientes de un sujeto que~cuaI es el origen de su caracter absolute? lc6mo puede encontrl,

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    12/46

    20 MORALIDAD Y ALGO MAs LA DlMENSI6N RELIGIOSA DEL IMPERATIVO MORAL

    socio l6gicas. Por ejemplo, uno puede derivar la consciencia moral de lasmasas dominadas, como Nietzsche, de los siglos de presi6n que losgrupos gobemantes han ejercido sobre ellas , s in vaci lar ante el empleo delos ~s cruele~ me~odos de sometimiento -militares, legales,educacionales, psicologicos, etc. De generaci6n en generaci6n estaspresiones fueron produciendo la creciente intemalizaci6n de las 6rdeneses decir , la sensaci6n de es tar colocados bajo un mandamiento interiorincondicional, un imperativo moral absoluto.

    imperative moral. Se puede, por supuesto, descar tar cadaparticular en favor de otro, pero no se puede descartar el imoral en sf sin autodestrui r la propia esencia 0 la propia relacietemo. Por estas razones, los esfuerzos por denigrar aincondicional del imperativo moral, a partir de argumentos psicsociol6gicos, esta condenado al fracaso.

    Este tipo de argumentaci6n parece ser conv incente. Pero es circular ,porque presupone 10 que se propone demostrar la identidad de dosestructuras cualitativamente diversas. En un caso, las personas y losgrupos estan atados a trajiciones, costumbres y autoridades. a las cualesla conciencia les exige un sometimiento que puede ser debil 0 fuerteflexible 0 rtgido, sana 0 compulsivo, razonable 0 fanatico. Lasexplicaciones psicol6gicas 0 socio l6gicas de ta les estados mentales sonto~l~ente justif icables. Nada de 10 que transcurre, en la mente puedeexmurse de una explicacion psicol6gica 0 sociologica . Pero dentro deesta estructura de causalidad se manifiesta otra, 10 que podrfamos llamarla "estructura de significado" 0, para usar un famoso termino medievalque ha side resucitado por la fenomenologfa contemporanea, la estructurade intencionalidad 0 estructura noetica (de nous, mente). Esta estructurase haria evidente, por ejemplo, si un matematico, psicol6giea ysocio l6gicamente condicionado como todo el mundo, descubriese una?roposiei?n matematica nueva. La validez de esta proposici6n estndepen~l~nte de la serie de condiciones que han hecho posible sudescubnnuento. De manera similar , el significado en el ser y en el deberser. sur~en como consecuencia de los proeesos psieol6gicos ysoclO16g1COSue hacen posible su aparici6n. Pero su validez no dependede la estructura que 10 ha causado y en la cual aparece. La s presionespsicol6gicas y sociol6gicas quiza sean la ocasi6n para que aparezcan talesestructuras, pero no pueden producir e l signi ficado de 1 0 incondicional.Por.fuertes que sean las presiones, ellas mismas estan condicionadas y esposible contradecir las y liberarse de ell as , por ejernplo, de la imagenpat~ma, 0 de la eonsciencia intemalizada a partir de las presionessociales . Pero esto no se puede haeer con el caracter incondicional del

    Bxiste , s in embargo, un problema m a s fundamental , que presdiscutieron exhaustivamente los fil6sofos eticos de la antigdecir , el problema del objetivo moral. Hemos dicho que el objemoralidad es 'llegar a ser una persona dentro de una comupersonas", y hemos indicado que la persona.. en cuanto cenactividad personal. es 1 a portadora del espfritu, de illcreatividaautotrascendencia. En tanto que el objetivo moral sea el de cpreservar a la persona con estas potencia lidades que son suyas,decir que el imperat i vo moral exige la aetualizaei6n de la pocreada del ser humano. Pero ahora surge la pregunta, l.esexigencia incondieional? La respuesta depende de la idea quedel objet ivo in trlnseco del ser humano, de su telos, de aquello pha sido creado. Si la meta del ser humane implica algo superiory 10 transitorio, la realizaci6n de esa meta es infinitamente signde seriedad incondicional. Cuando Plat6n dijo que el telos del ses Uegar a ser 10 mas similar posib le aDios, o torga al imperatien virtud del telos que propone, un caracter incondicionalembargo, el telos consiste, como en la escuela hedonisexperimentaci6n de la mayor cantidad posible de placerder ivarse de la vida, no hay imperative incondicional algunosino apenas el b ien eondieionado consejo de calcular b ien que cdolor sera inevitable sufrir para alcanzar la mayor cantidadplacer. Entre estos dos ext remos en la definici6n del telos interhumano, hay varias defin iciones que establecen objet ivos finia tenemos a su formulaei6n, pero en las cuales se vislumbra uincondiciona1. Esto es eierto, par ejemplo, del utilitar ismo,imperativo moral exige t rabajar para li la mayor fel ic idad de laAquf el placer es reemplazado por la felicidad y, sobre todo,no es la felicidad individual sino la de muchos. Y la felieidad

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    13/46

    22 MORALIDAD Y ALGO MAs

    no es posible sin que el individuo ejerza control sobre.sf. mismo e.nsubusqueda personal de la felicidad. Por lo tanto, en el utilitarismo seproclama una exigencia que no es posible derivar de las tendenciasmeramente naturales del individuo, una exigencia que implica laaceptaci6n de la otra persona como persona y, ademas, como elementoincondicional, se 10reconozca 0 no explfcitamente.Los epicureos desarrollan el problema del telos y del imperativo moraldesde otro punto de vista. Tambien usan el termino "felicidad", pero paraellos la fel icidad consiste en la vida del espfritu en comunidad con losamigos, y en la participaci6n creativa del individuo en los valorescognoscitivos y esteticos de su cultura. La relaci6n tanto con los amigoscomo con Ia creatividad cultural exige sujeci6n incondicional a lasnormas y estructuras de la amistad, el conocimiento y la belleza.Lo mas cercano a la definici6n de Plat6n del telos humane es elpensamiento de Arist6teles. Segun este la meta mas alta del ser humanees la participaci6n en la etema intuici6n divina de la propia divinidad.Este estado solo puedc alcanzarse plenamente al entrar en la vida etema,por encima de la vida finita. Esto no quiere decir que el individuo poseala inmortalidad, sino que, con el tiempo, podra participar de la vida etemade Dios a traves de la theoria 0 contemplaci6n, en la vida de la intuici6n.Donde quiera se alcance este estado de participaci6n hay eudaimonia,realizaci6n de uno mismo bajo ladirecci6n de un daim6n bueno, un poderbenefactor de caracter semi divino. Alcanzar esta meta es un imperativomoral . Y como las vir tudes practicas son una condici6n previa para larealizaci6n del individuo a traves de la participaci6n en 10 divino,tambien tienen validez incondicional.Hemos usado la palabra griega euda imonia (que err6neamente se traducefelicidad) para sefialarel objetivo de ia moral tal como se 10 describe envarias escuelas eticas. Eudaimonia es una de esas palabras que hansufrido un marcado deterioro en el nivel sernantico. Las polernicasestoicas y cristianas contra el epicureismo, que a menudo confundfaninjustamente a1 epicurefsmo can el hedonismo, son las principalesresponsables de este proceso. La palabra en sf significa realizacion de

    LA DIMENSI6N RELIGIOSA DEL IMPERATIVO MORAL

    algo can la ayuda divina y la fel icidad que resulta de ello. Estano excluye el placer, pero el placer no es el objetivo, ni 1 0 es laen sf. La felicidad acompafia a la realizaci6n y se logra junto codescartamos este concepto de la eudemonia tambien tenedescartar la esperanza cristiana de la santidad etema. Puesca1v~nistadiga que el objetivo de su vida es Ia gloria de Dios,santidad cuando logra ese objetivo y sirve a la gloria de Dmismo, por supuesto, ocurre con el concepto de theosis ("l lesemejante a "Dios") 0 con el de fruitio dei ("disfrutar la intuicvida divina"), 0 con el de trabajar para y participar en el Reinoque para muchos es el objetivo del ser humano individuhumanidad y del universo entero.La felicidad 0 la santidad como percepci6n emocional de la realiuno mismo, no esta en conflicto con el caracter incondiciimperativo moral ni, por 10 tanto, con su caracter religiosoconflicto 5610 cuando se niega la funci6n de auto-trascendeespfritu humane y el ser humane lIega a concebirse como taprisionado en su finitud. Pero esta disminucion del ser humproceso finito se ha dado muy pocas veces en la historia.fil6sofos mas altamente secularizados han side conscientes de lde auto-trascendencia del espfritu humane y, por 10 tanto, de la dde 10incondicional 0 dimensi6n religiosa.Hay dos conceptos en la discusi6n que precede que a menudousados sin que se los discutiera a fondo. Uno es "consciencia", ea traves del cual se experimenta el caracter incondicional del immoral, y el otro es el termino "religioso" (en el tftulo y en mucpartes de este capftulo). El concepto de consciencia se discutiraen el capitulo IV. Con respecto al concepto de religi6ndesarrollado en gran parte de mi obra) puedo Iimitarme a ladefinici6n restringida: EI concepto fundamental de "religion" escaptado por un interes infinito, por una inquietud ult ima, poruno no puede menos que tomar incondicionalmente en serio. Esen cuenta este concepto que hemos formulado la principal propoeste capitulo, es decir, que hay una dimension religiosa en el im

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    14/46

    24 MORALIDAD YALGO MAs

    moral. Del concepto fundamental de religi6n deriva el conceptotradicional de que 1areligion es una expresi6n particular, en sfmbolos depensamiento y de accion, de aquel interes ult imo, dentro de un gruposocial dado (como, por ejemplo, una iglesia). Si el imperativo moralderivara de la religi6n en el sentido tradicional de la palabra, 1ae_ticasecular tendrfa que romper todos los lazos que existan con la religi6n,porque rechaza toda dependencia especffica con respecto a cualquierreligi6n. Si el elemento religioso, en cambio, es intrfnseco al imperativomoral.el conflicto no es necesario.

    LA FUENTE RELIGIOSA DE LAS EXIGENCIAS MORALES

    Capitulo 2La fuente religiosade las exigencias Morales

    El primer capitulo evit6 pronunciarse detalladamente con respcontenido del imperativo moral. Se limit6 a desarrollar elincondicional de la moralidad, sea cual fuere la exigencia moral cestuviere 0 no mas 0 menos deterrninada por condicionahist6ricos y personales, Su caracter incondicional fue consideraduna cualidad religiosa.Sin lugar a duda la cuesti6n del contenido etico -Ia pregunta sobrsedebe hacer- debe haberse planteado ya en la mente de muchosNo se 1a ha dejado totalmente sin respuesta; pero la respuesdebemos llegar a ser 1 0 que esencialmente somos personas- es taque no ofrece ninguna orientaci6n concreta. Sin embargorientaci6n es necesaria en la vida de los seres humanos. Tambnecesarios ciertos principios que al rnismo tiempo son abstrconcretos, de tal manera que pueda derivarse de elIos el apnecesitamos para las decisiones morales. i ,Hay tales principioacci6n moral? Y si los hay, l.c6mo puede relacionarseloscondiciones siempre cambiantes de la existencia? (,No es el reletico la unica respuesta posible, aun teniendo presente elincondicional del imperativo moral?EI primer problema de este capitulo es considerar los aspectos polas limitaciones del relativismo etico. Porque el relativismo es

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    15/46

    26 MORALIDAD Y ALGO MAS

    etica prevaleciente y, en muchos aspectos, la practica etica mas difundida.Lo s hechos que respaldan esta teorfa son evidentes. La pronunciadadiferencia entre la etica primitiva y la contemporanea y entre laoccidental y la oriental, la feudal y la burguesa , la liberal humanista y laneo-colectivista, y la diferencia en las act itudes eticas frente al mismohecho ai in en un mismo lugar, por parte de los diversos niveles socia les,grupos religiosos y generales, son un fuerte apoyo del relativismo moral.Durante algun t iempo los antropologos, que se ocupan de las culturasprimitivas, fueron los mas ardientes defensores del relativismo etic o. Apartir del siglo xvru la investigaci6n antropol6gica ha tenido interes enla etica del ser humane primitivo. Su moralidad, segun se suponfa, servfa-para demostrar los condicionamientos de nuestras propias ideas &icas,fueran estas feudales 0 burguesas. Cier tas leyes par ticulares, conrespecto, por ejemplo, al homicidio, el robot la mentira, y otras pot elesti lo , de una cul tura , se comparaban con otras leyes equivalentes perodiversas (ya veces contradictorias) de otras culturas. De allf se extrafa laconclusion de que no hay un terreno comdn entre los pensamientos eticosde las diversas culturas. La etica, segun este punto de vista. estacultural mente condicionada y por 10 tanto las eticas de diversas culturasdifieren entre sftanto como las culturas mismas.Tanto en la antropologfa cul tural como en el pensamiento popular estasideas todavta gozan de ampl ia aceptaci6n, pese a la aguda crftica que seha hecho de su metodologfa primitiva. Hemos aprendido (en parte graciasal concepto de que toda realidad viviente es una unidad estructural, unaGestalt. y no un compuesto mecanico) que las culturas son unidadestotales, que no podemos comparar partes de ellas con partes de otrasculturas, sino que les necesario comprender el significado de losparticulares a la Iuz del todo. Entonces quiza descubramos que elcontraste entre las exigencias eticas de diversas culturas no escontradictorio, s ino que se trata de expresiones diversas de un principiofundamental cormin. La ignorancia de este concepto ha producido muchorela tivismo ingenue en el pensamiento popular y , desgraciadamente ,tambien entre algunos estudiosos de la antropologfa cuando, sinproponerselo, hacen las veces de fil6sofos. EI metoda del analisis

    LA FUENTE RELIGlOSA DE LAS EXIGENCIAs MORALES

    estructural es una advertencia contra el usa primit ivo de los "prien la argumentaci6n a favor del relativismo etico,La doctrina de la ley moral natural constituye una critica poconstructiva de las teortas relativistas. Es una teorfa muy vieja, ftodavia vital que el ser humano, por naturaleza (en el cristianiscreaci6n) posee consciencia de la s nonnas morales universvalidas, Todo ser humane habrfa recibido potencialmentconsciencia, aun cuando la posea distorsionada por la cueducaci6n y su alienaci6n existencial de su autentico ser. Esclasica de la ley natural posee 5610una relacion indirecta con elde las leyes ffsicas, las leyes de la naturaleza en el sentido compalabra. En nuestro contexte la ley natural es la ley de la razoncomo la denominaba Kant, la razon practica, Segdn el pensestoico, proviene de la misma fuente que las l eyes f f si cas de la naellogos divino que esta presente de manera creativa tanto en lasla naturaleza como en las leyes morales naturales de la mente hucristianismo acept6 la doctrina estoica y la mayorfa de losr el ig i os o s h a n d e sa rr ol la do conceptos similares. Es un problemageneral e inevitable. que esta presente tanto en la busqueda decomo en la exigencia dejusticia.Su trasfondo es la consciencia que el ser humane tiene del abismsepara de su realidad esencial y, por 10 tanto, de 10 que deber faconsciencia de la alienaci6n que suf re con respecto a su ser esenla contradicci6n en que vive con respecto a este. EI acentoalienaci6n, por parte de algunos pensadores protestantes radicaleinducido a rechazar por completo la doctrina de la ley naturahumane ha perdido totalmente 10 que es esencialmente (creaci6n) . No posee conocimiento aIguno de su autentica natumenos que 10 reciba por revelaci6n divina. La revelaci6n qurecibir a traves de sunaturaleza creada esta oculta por el hecseparaci6n con respecto aDios. Es necesaria, por 10 tanto, uexper iencia revelator ia, tal como la que inspir6 la Ley MosaSerrn6n del Monte.

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    16/46

    28 . M OR AL lD AD Y ALGO M As

    En todo rechazo de la le y moral natura! hay unautoengafio, Quienes laniegan debcn admit ir que una ley moral divinamente revelada no puedecontradecir Ia naturaleza humana creada por Dios. Solamente puede seruna re a fi rmacion de la ley que se deduce de la naturaIeza esencial del serhumano. Y d es pu es de haber concedido esto, los crfticos deben avanzarun paso mas hacia Ia afirrnaci6n de 1a doctrina de la ley natural. -Lanaturaleza esencial del ser humano no puede perderse mientras 6ste sigasiendo ser hurnano. Podra distorsionarse en el proceso de sua c tu a li z ac io n , p e ro no puede desaparecer. La afirmaci6n misma de que elser humano esta alienado con respecto a su naturaleza creada supone laexistencia de un abismo entre 10 que es esencialrnente y 10 que esexistencialmente. Aun Ia conciencia debil 0 mal orientada es conciencia,es decir, la

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    17/46

    30 MORALIDAD Y ALGO MAS

    de relatividad de la etica y desarrollar con sudinamica de la ley moral naturaL ::n,,,ri~-J--- un a n"r- t.,.;n'3- - - '- & . . ..Tal cosa, sin embargo, no puede hacerse hasta dar respuesta a la preguntade si existe una fuente religiosa de las exigencias morales concretas. Y-siasf fuera,lc6mo se relaciona esta con la respuesta formal, que ofreefamosanteriormente. segdn la cual el imperativo moral nos propane lIegar a seractualmente 10 que somos esencialmente, una persona dentro de unacomunidad de personas? "Que quiere decir esto, en terminos concretos?"Que nonnas de acci6n moral implica esta exigencia? Sed necesariocontestar estas preguntas por partes. e ir construyendo, paso a paso, unaestructura de la acci6n moral que sintetice tanto 10 absoluto como 10relativo. 10 estatico como 10 dinamico, los elementos religiosos como losseculares del pensarniento etico y de Ia experiencia moral.En primer lugar examinemos Ia frase "dentro de una comunidad depersonas". La teorfa etica contemporinea ha acentuado fuertemente elencuentro de persona a persona como la rafz ex.perimental de lamoralidad. La razon decisiva es la diferencia fundamental entre elencuentro de una persona con otra persona y el encuentro de una personacon realidades no personales (el yo-ttl de Martfn Buber, en oposici6n alyo-eUo). En el segundo caso, en el encuentro del ser humane con Janaturaleza que esta fuera de el, no hay lfmites a las posibilidades deacci6n. EI ser humano puede transformar cualquier segmento de larealidad en su objeto de estudio, puede disecarlo, analizarlo 0usarlo paraconstruir algo nuevo. un producto tecnico, con sus partes 0 elementos. EIser humano puede someter a Ia naturaleza, en forma progresiva y casi sinllmites, en todas las direcciones, a su conocimiento y a su accion, EIunico lfrnite es la finitud del mismo ser humano. Pero nadie puede, enrealidad, establecer d6nde queda este limite. Antes de Ilegar a el, nadapuede resistir al ataque cognoscitivo y tecnico del ser humano frente a larealidad no personal. No hay nada que pueda resistir a la voluntad del serhumane de transformar 10 que le rodea en sus objetos y usarlo para susprop6sitos.Existe, sin embargo, un limite, aquf y ahora, en el encuentro entre el yo y

    .LA FUENTE RELIGIOSA DE LAS EXIGENCIAS MORALESel ni. El limite es la otra persona. Esta parecerfa ser una asencilla, casi obvia. Pero no es tan sencil la cuando nos pregl,d6nde nos encontrainos con una persona? La respuesta -enhurnano- sirve para algo solamente si definimos comosolamente a aquellos seres vivientes que son potencialmentesegiin las posibilidades de su estructura psicoffsica. Esta dincluirla a todos los grados de la actualizaci6n de la potehumana, desde el niiio recien nacido hasta el ser humane sabio,Pero no detennina que grupos, dentro de la especie psicoffsicahumana, poseen un potencial personal. A 10 largo de la historiaesta es una cuestion que ha quedado sin decidir (todavfa ealgunos aspectos al menos). Los esclavos, las mujeres, los eneciertas razas en particular, fueron considerados objetos, shumanidad limitada no reconociendosela, Muy a menudo losancianos, los enfermos, los anormales mentales y los criminalestratados como objetos, aun cuando pertenecieran a grupos cuyohumane era reconocido, porque no habfan actualizado atin 0ya nactualizar su potencial personal. Esta incertidumbre con respectcon quienes es posible tener un encuentro en el nivel personaque tratar de escapar a las relatividades de la historia en el reiformalizando el primer principio, es una tentativa condenada aEn el preciso momento en que se debe aplicar el principio,situaci6n concreta.Ias tradiciones, las convenciones y las autoridun lado, y la crftica, las indecisiones y elriesgo personal. por otrque determinan el contenido de la demanda que finalmente obedNo obstante, ha y indicios de que la naturaleza esencial del seeleva su voz y se hace ofr aun en medio de todas estas incertiducristianismo, aunque no liber6 a los esclavos, les oreconocimiento de su caracter personal, al considerarlos como ila relaci6n con Dios. Los estoicos, que lograron atin mascristianos en 10 que respecta a la emancipaci6n polftica, 10 hicienombre del logos universal. en el que participa todo ser humanmovimientos, y legisladores ann anteriores que limitaron elindiscriminado de los esclavos, deben haber comprendido qutransforman a un ser humane (en el sentido psicoftsico) en

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    18/46

    32 MORALIDAD Y ALGO MA.S

    objeto, s u fr en e ll o s mismos la distorsion de su propia persona. Lo m i sr no ,por supuesto, es cier to del hombre que trata a la mujer como un simpleobjeto, 0 de un padre que se comporta con su hijo como si este fuera unacosa, 0 de un t irano que inteota convert ir a sus subdi tos en herramientaspara la ejecuci6n de su s designios. Ellos mismos, todos.v.sedespersonalizan. EI esclarecimiento popular con respecto a estasrelaciones ha hecho que se agrandara el cfrculo de aquellos que sonconsiderados potencialmente personas. EI c f rcu lo , en principio, inc1uye atodos los seres humanos, aunque en rea1idad nunca es ast, aun donde elprincip io universal is ta es aceptado, como, por ejemplo, 10 revelan losactuates conflictos raciales en pafses de Occidente.Esta discusi6n nos ba Uevado a la s rafces oms profundas de 1 0 quecomdnmente denominamos justicia. Todas las implicaciones de la idea dejustic ia, especia l mente las diversas formas de igualdad y libertad , sonaplicaciones del imperati vo de reconocer a toda persona en potenciacomo persona. Aquf, tambien, es donde cada sistema de justicia (en elsentido legal) depende, consciente 0 inconscienternente, de algunainterpretacion de 1 a idea moral de justicia,Sin embargo. hasta aquf, hay un lfrnite a la formulaci6n del principiomoral de justicia. EI reconocimiento de alguien como persona es unaacci6n exterior. que puede hacerse con toda la frialdad legal y aun conindifcrencia . Se puede crear just icia sin crear una relacion humana. Enmuchas circunstancias, esta es la u nica manera de hacer justicia,especialmente en el encuentro de diversos grupos socia les . Pero la li sa yllana objetividad nunca ocur re entre seres humanos. Aun la mas pura"indiferencia" esta siempre acompaiiada por algun ingrediente decompromiso. En el encuentro de una persona con otra, dentro de unacomunidad de personas, la palabra "comunidad" explicita el compromisosubyacente, porque implica mutua participaci6n, y al decir participaci6nestamos diciendo uni6n. EI deseo de la union de 1 0 separado (que enultimo termino es reuni6n) es amor. Todas las comuniones sonencarnaciones del arnor, del impulso a participar en el otro. El arnor haside incorporado a lajusticia cuando el reconocimiento de la otra personacomo persona no es distante y frio sino comprometido . De esta manera, e l

    LA FUENTE RELIGIOSA DE LAS EXIGENCIAS MORALES

    arnor se convierte en el princip io moral u lt imo. que incluye a la jual mismo tiempo la trasciende.Sin embargo, en este lugar es necesario combatir varias interpretafalsas del principio del amor. En primer lugar, debe subrayarse qarnor incorpora en sf a la justicia, la justicia no se ve disminuidenaltecida . Se convierte en justicia creativa , en el sentido que t ienAntiguo Testamento y el Nuevo los conceptos de Sedaqah y Dikarespectivamente. Estas son caracteristicas de la actividad divinamismo tiempo juzga y salva. La frecuente protesta de los judfos,sufrido inconmensurables injusticias a 10 largo de los dos milehistoria cristiana _tlNosotros no queremos amort queremos justicibasada, en el sentido de agape, contiene en sf a Ia justicia celemento incondicional y como su arma contra susentimentalizaci6n. Es lamentable que el cristian ismo haya tan aocultado su falta de voluntad para hacer justicia, 0 su no disposic i6luchar por ella, oponiendo la justicia y el arnor y real izando oamor, en el sent ido de la "caridad", en lugar de luchar por la elimde la injusticia social.Una de las razones de este malentendido con respecto al amidentificaci6n del arnor con una de las emociones. EI arnorcualquier experiencia humana, incluye, por supuesto, un eemocional, y este puede llegar a ser avasalladoramente fuerte.e lemento emocional no es la to ta lidad del amor. Por sobre toda oel arnor, como agape, esta muy lejos de la piedad, 0 la lasticuando pueda incorporar elementos de piedad y lastirna ensituaciones particulares. EI ataque, de Nietzsche contra la ideadel amor e st a causado po r esta confusi6n. Pero deberfa servi r paIglesia cristiana demuest re en su ensefianza, predicaci6n y li turg iexigencia incondicional de la justicia forma parte de la naturalezidea de agape. (Creo que serfa saludable evitar el uso de la"amor" cuando se quiere decir agape, por 10 menos durante algunintroduciendo directamente en nuestros idiomas modernos lagriega).

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    19/46

    34 MORALIDAD Y ALGO MAS LA FUENTE RELIGIOSA DE LAS EXIGENCIAS MORALES

    El agape es una cualidad del arnor, esa cualidad que expresa laautotrascendencia del elemento religioso que forma parte del arnor. Si elarnor es la norma ult ima de todas las exigencias morales, su cualidadagapica seiiala hacia la fuente trascendente del contenido del imperativomoral . Porque el agape trasciende las posihilidades finitas del -serhumano. Pablo !o indica en su gran himno al agape (I Corintios 13),cuando 10 describe como 1a mayor obra del Espfritu Divino, como unelemento de la vida etema, que vamasalla ann que lafe 0 la esperanza.El agape como elemento autotrascendente del amor, no esta separado delos ~tros ~1~II_I(mtosue por 10 general se describen como Epitumla (lacuahda~ hbldin~ del amor), Filia (Ia calidad amistosa del amor) y Eros(la cuahdad mfstIca del arnor). En todos eUos aetna 10 que denominarnosla~?:ncia por efectuar la reuni6n de 10 separado, y todos elIos estan bajoelJUICIOel 4gape. Porque el arnor es uno. aun si en ciertas circunstanciaspred.omina alguno de sus diversos elementos. Ninguna de estascuabdades esta totalmente ausente en las distintas manifestacionesparticulares del amor. Hay un elemento cornpasivo (de laftlfa y el eros)~nel agape y hay elementos de agape en la compasi6n genuina (un hechoImportante en las conversaciones entre cristianos y budistas), Es esteelemento de agape que impide a la participaci6n en el otro convertirse en~na. mera identif icaci6n con el, del mismo modo como la compasi6nirnpide que el agape se convierta en una acci6n de distante y friocumplimiento de "Ia ley del amor". Y hay eros enel agape, y agape eneleros, 10cual impide que la cultura se vuelva un entretenimiento carentede seriedad, transitorio, asfcomo el eros impide queel agape se convienaen u~a fijaci6n moralizante que vuelva las espaldas a las potencialidadescreatt~as del ser hu~ano y la naturaJeza, obligando a un compromisoexclusivo con un DICSque s610puede ser temido u obedecido, nuncaa~ado. Porque sin eros hacia el supremo bien no puede haber amor aDIOS.Aun la cualidad libidinosa. del amor esta siempre presente en lasformas mas elevadas del eros, la filia y el agape. El ser humano es unaunidad multidimensional y no un cornpuesto de partes.'

    Por 10 tanto, todos los elementos del ser del ser humano particada una de sus decisiones y acciones morales.Sobre esta base, podemos juzgar el ascetismo a la luz del princagape. En primer lugar, nada de 10 que ha sido creado es mamismo. La materia no es un principio antidivino, del cual el alliberarse. EI deseo de uni6n con la realidad material a travessentidos es una expresi6n del amor como libido. Y en la lielementos del eros, la filia y el agape estan presentes, del mismcomo la libido est4 presente en ellos. Como en todos los otrospregunta es cuanto agape acnia de manera efectiva ~n loslibidinales del amor -en el deseo de alirnentos, de bebida, de asexual y de goce estetico. Si la cualidad libidinal sobrepasa al ede agape, y con ello tambien a los elementos de e~os y /!lia, es.nque en nombre del agape se Ie oponga r~slstencla.. Bajocondiciones, sera necesario imponerse un ascensmo parcial 0respecto a casas que en sf son buenas. Este ascetismo "disciplinbien diferente del ascetismo "ontologico'' que evita las casapresencia en elias de un elemento material. El ~rimeroconsecuencia del agape, el segundo es rechazado por el agape.Esta distinci6n se aplica tambien al elemento extatico en la reli~junto con su dimensi6n espiritual posee una c~ara dpsicosomatica, La uni6n de estos dos factores caractenza todgenuino, incluyendo toda oraci6n se~ia ~ue llega ~asta la pdivina. El elemento libidinal del amor impide que el agape seen un calculo racional de c6mo ofrecer la mejor ayuda a los dcomo el elemento de agape en el amor impide que la libido secausa y destruya a lapersona, y con ello al poder del eros y te fiiiEl arnor es uno. Sus diferentes cualidades son inseparables, perquedar aisladas y ser antag6nicas entre sf . ~n toda~ la~ .si tuaelemento decisivo es el agape, porque esta unido a lajusncia y tlos lfrnites finitos del arnor humano. Por 10 tanto. en cuaIquierentre las cualidades del amor, el agape es el elemento deterSolamente sobre esta base puede el arnor ser llarnado la fuente.Estas i~eas se.elaboran en laprimera secci6n del tercer volurnen de mi Teologiasistemdtica, bajo el t ftulo de "La vida en el espiritu".

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    20/46

    36 MORALIDAD Y ALGO M A s

    las exigencias morales. Si se entiende el amor de este modo, obtenernosuna segunda respuesta a la pregunta sobre la religi6n y la moral. Laprirnera era el caracter' incondicional del imperativo moral. La segunda esel caracter t rascendente de la fuente ult ima de las exigencias morales (elamor bajo el dominic del agape). Esto vuelve a demostrarnos que-Iamoralidad posee una calidad rel ig iosa, aun cuando sea independiente decualquier sis tema de et ica que pertenezca a una rel ig i6n en el sentido maslimitado de esta palabra.All lamar al amor Ia fuente de las normas morales, hemos dado respuestaa Ia primera pregunta de este capi tu lo , a saber, la que nos formulabamoscon respecto a la relatividad de la etica, Porque el arnor es al mismorelativo yabsoluto, por su misma naturaleza. Principio inmutable, sinembargo siernpre cambia en sus aplicaciones concretas. "Presta ofdos" ala situaci6n particular. La justicia abstracta no puede hacerlo; pero 'lajusticia incorporada en el amor, convertida de este modo en "justiciacreativa" 0 agape, sf puede hacerlo . EI agape acnia en relaci6n con lasexigencias concretas de cada situaci6n (sus condiciones, sus posiblesconsecuencias, e l status interior de las personas j rnplicadas, susmotivaciones ocultas, los complejos que los limitan y sus deseos yansiedades inconscientes). El arnor percibe todo esto (y mas hondocuanto mayor, 0 m a s fuerte , es el e lemento de agape). En la misma lfneade este pensamiento podemos interpolar una digresion can respecto aldescubrirniento par la psicologfa del inconsciente, obra no solamente deleros creativo, sino tambien de la justicia creativa 0 agape, pese alprejuicio antirreligioso de muchos de los representantes del movimientopsicoanalftico,La teologfa cris tiana se ha ocupado del problema de la decision moral enterminos de la doctrina del Espfritu divino. La "Presencia Espiritual", lapresencia del Divino Fundamento del Ser hacia y en el espfritu humano,abre los ojos y los ofdos del ser humane a la exigencia moral i rnpl fc ita enla situaci6n concreta . Las tablas de la ley no pueden aplicarse de maneratotal a las situaciones particulares. Esto vale tanto para los DiezMandamientos como para las pautas que establece el Serm6n del Monte 0las prescripciones morales de las Epfstolas de Pablo . "La let ra mata", no

    LA FUENTE RELlGlOSA DE LAS EXIGENCIA'S MORALES

    solamente porque juzga a quien no puede cumplir Ia ley, sinoelimina las potcncialidades creativas del momento unico. que nupresent6 antes ni volvera a presentarse jamas, EI .Espfritu.contrario, abre la mente a estas potencialidades y deternuna las decdel arnor en cada situaci6n particular. De este modo se resuelprincipia, el problema del caracter absoluto relativ~ de las e~igmorales. EI amor , como principio ultimo de la moraltdad, es siemmismo. El amor, incorporandose en una situaci6n unica, en el poEspfr itu, es siempre diferente. Por 1 0 tanto el amor nos libe:raesc1avitud a las tradiciones eticas absolutas, a la moral convencionlas autoridades que pretenden saber cual es la decisi6n c?x:ecta, s iescuchado, probablemente las exigencias del momento ~~lCO. El Ees el Espfri tu de la novedad. Rempe las puertas de la pris ion de culey moral absoluta, aun cuando este investida can la autoridadtradici6n sagrada. El amor puede rechazar 0 util.izar todas las tradmorales, y siempre exarnina crlticamente la validez d~ las c~nvemorales. Pero el amor no puede cuestionarse a sf rrusmo m pucuestionado por otras instancias.El probiema de este capitulo -la fuente religiosa de las ~xmorales- ha side resuelto, hasta el momento, en tres afirmacionrespecto al princip io ult imo de las normas et icas. La primera afitenfa que ver con la idea de justicia, estableciendo a cada sercomo persona. La segunda describfa el amor, que incorpora enjusticia, como pr incipio ultimo de las exigencias morales. Y elsefialaba la dependencia de las exigencias morales con respecsituaci6n concreta, que es de caracter unico.Sin embargo, queda una pregunta sin responder, y e~ta es: l.~ufunci6n de las leyes que han sido formuladas para regi r la accionEstas aparecen abundantemente en los textos sagrados, que las cy les proporcionan una validez casi incondicional. Ahorapreguntamos: l.Cual es su signi ficado, dentro de la estructura quvenido desarrollando hasta este punta? La respuesta esta en la"sabiduria". Representan la sabiduria del pasado can respectohumano, su relaci6n con otros y consigo mismo, su situaci6

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    21/46

    38 MORALIDAD Y ALGO MAs

    existencia temporal, y el telos 0meta in terior de su ser. La sabidurfa , enlos ultimos siglos del Mundo Antiguo, lIeg6 a ser (como el logos) unpoder divino, mediador ent re Dios y el mundo y entre Dios y el serhumano. Era (otra vez, como ellogos) un principio de la manifestaci6ndivina en Ia naturaleza y la histor ia. Segun el libro de Job, Dios hizo elmundo mientras contemplaba a la Sabidur fa, que estaba a su lado. En lahistoria ha inspirado a los ser humanos, mostrandoles el camino correcto:posefa poderes revelatorios y se encam6 en Jesus, el Cristo. La Sabidurfa,en este senti do, es la fuente de las tablas de la ley en muchas rel ig iones yculturas. Desde el punto de vista humano, las revelaciones, mediadas porla sabidurfa , son el resul tado tanto de la experiencia acumulada como devisiones revelatorias, En cuanto tales, poseen un peso t remendo, peronoson de val idez incondiciona1. Gufan a la conciencia en las situacioneseoncretas, pero ninguna de elias, tomadas como ley, posee validezabsoluta. Aun los Diez Mandamientos expresan no solamente lanaturaleza esencial del ser humano sino tambien las l imitaciones de unaeultura feudal primitiva. Por eierto que se asume un riesgo al desviarse dela sabidurfa que encarna una tradici6n concreta. Pero tambien hay riesgoen la aceptaci6n sin cuest ionamiento de una tradici6n. El primero es unriesgo exter ior e interior, el segundo solamente un riesgo interior. EIprimero acarrea el aislamiento y el ataque, e l segundo Ia seguridad y laalabanza. Pero la aceptaci6n 0 la transgresi6n de la moralidad tradicionalse justi fica espiritualmente s610 cuando se 10 hace con un profundoautoanalisis, muy a menudo en medio del dolor de una concienciadividida, con el coraje de decidir aun cuando se reconoce el riesgo deequivocarse. (Vease capitulo IV.)La mayor parte de los seres humanos siguen la gufa de la tradici6n moralcuando obedecen al imperativo moral. Todos necesitamos estaorientacion en nuestra vida diaria y en innumerables cuestiones eticasgrandes y pequefias. Se necesita una buena cantidad de habi tos morales afin de satisfacer las exigencias de una vida normal. Por 1 0 tanto, las tablasde la ley, que son los mandamientos de la sabidurfa divino-humana paratodas las generaciones, son dones de la gracia, aun cuando puedenvolverse destruct ivos si se los eleva a una validez absolu ta y se los colocaen el lugar que corresponde at agape y a su poder de escuchar la voz del

    LA FUENTE RELIGlOSA DE LAS EXlGENCIAS MORALES

    momenta actual.Podemos preguntarnos si el amor es el principio ult imo en la et icY nuestra respuesta debe ser afirmativa, porque el encuentrogrupos sociales tiene como fin la reuni6n de 1 0 que esta separmismo modo como en el encuentro entre dos personas. Sin embauna diferencia decisiva . Los grupos socia les son grupos de podeposeen una personalidad propia. En terminos de su gobiemo tcent ro de organizaci6n que cambia can el tiempo y la circunstancno poseen un centro de vida personal, como sucede con los indEsto signi fica que hay importantes di ferencias en el modo comoefectivo el arnor en la etica social. Todo intento de identifproblemas de la etica personal y los de la etica social (como 1pacifismo legalista, por ejemplo) ignora la realidad del poder ensocial, y de este modo eonfunde la cent ral idad organizat iva dehist6rico con la eentralidad personal de una persona indivitratamiento de los problemas que plantea esta afirmaci6ndesarrollo de una filosoffa del poder. No podrfarnos hacerlo, sincentro de los lfrnites de este trabajo. 2Para resumir la tesis de este capftulo: la fuente religiosa de las emorales es el amor bajo el dominio de su cualidad agapica , en uel imperativo de justicia que nos obliga a reconocer a cadapotencial personal como persona. siendo guiados por la sabidurfhumana que esta incorporada a las leyes morales del pasado,ofdos a la situaci6n presente y concreta y actuando con valent labase de estos principios.A partir de tales decisiones, en el poder del amor, sin dudanuevos conceptos. Y quiza estes t ransformen las tablas de la leen un c6digo mas apto para regir nuestra situaci6n como uncomo cada una de nuest ras si tuaciones particulares individualmesto ocurriera, el amor, como principio ultimo de la exigencserfa poderosamente convalidado.2 Pero me he ocupado de este desarrollo en mi libro Amar. poder y just

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    22/46

    EL ELEMENTO RELIGIOSO EN LA MOTIV Aa6N MORAL

    Capitulo 3EI elemento religiosoen la motivacion moral

    Despues de haber descubierto la dimensi6n religiosa de las eximorales en el caracter incondicional del imperativo moral, y sureligiosa en el dominio del agape, debemos pasar ahora a pregunthay algun elemento religioso en el proceso de la motivaci6n moralLa pregurua nos Beva inmediatamente al concepto de "ley". EI impmoral incondicional nos enfrenta bajo la forma de la ley moral sSe nos aparece, asi , como la tinica motivaci6n justificable. Tomotivaci6n introducirfa condiciones que violarian elincondicional de la moralidad. Este es el punto de vista basico deetica rigorista (0 puritana, 0 pietista) de Kant. Reducirfa el ereligioso en la moralidad al caracter incondicional del imperativoYa hemos violado esta restrieci6n al referimos a la fuenteexigencias eticas y establecer al arnor como iinica fuente posidec1inar,con todo, la austeridad formal de los principios kantianosdebemos hacer 1 0 mismo can respecto a la motivaci6n moral.Tal como 10 indica la forma lingtilstica por sf misma, el imperatives un mandamiento y, si se 1 0 generaliza, una ley. Nos hemos reeste terminc, "ley", al hablar de las leyes naturales de la mordistinguimos de las leyes ffsieas de la naturaleza. Esta distincionde manera muy importante en el problema de la motivaci6nsolamente experimentamos como ley a la ley moral porque el ser

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    23/46

    42 MORALIDAD Y ALGO MA.S EL ELEMENTO RELIGIOSO EN LA MOTIV ACI6N MORAL

    vive al~enado de la ley estructural de su ser esencial, que es lIegar aconvertIrse en una persona integrada. Esta ley Ie pertenece, es sunaturaleza. Y nunca se converti rla en una ley que Ieordena hacer algo siel no tratara de quebrantarla. Pero si vive alienado de ella, si la contradiceen su existencia , se convierte para 61en ley. Y puesto que todos los sereshumanos comparten esta condici6n, todos estMt bajo Ia ley. Aun el arnorse convierte, para ellos, en ley: "Amaras a tu pr6jimo ... " Si eI amordeterminara nuestro ser, si fuera una ley estructural con la cual nossintieramos identificados, no podna convertirse en una ley que nosordena amar 0 en una expresi6n del imperativo moral. Serfa unaextension natural de nuestro ser, una con 61 y no opuesta a el, 0enfrentandolo.

    reconocer que son expresiones de su verdadera humanidad. Dhaber servido para proteger su imagen contra las aparentinevitables tendencias monof isitas en todas las Iglesias cristiadecir, contra el error teol6gico, fuertemente apoyado por lapopular, que consiste en ver en Jesus a un dios que caminaTierra. Pero si se toman en serio las tentaciones de Jesus, se plpregunta, de si su ser iedad presupone u~a separaci6n de ~~. u~idDios que determina Ia totalidad de su vida y 10 hace el HijoPuede responderse a esta pregunta volviendo a la historia de Adatentaci6n seria implica el deseo de aquello por 10 cual uno esJesus, como Adan, estuvo en la lCnea divisoria entre la inocencculpa, en la f rontera de la existencia donde aparece la ley que orJesus, precisamente, cita contra Satanas palabrasdel Antiguo Tesque son 6rdenes.Pode~os ~sar es~ modo de entender la ley como la clave para interpretardos historias bfblicas de gran poder simb6lico -la primera, Ia tentaci6ri de

    Adan; fa segunda, Ia tentaci6n de Cristo. En la historia de la carda Diosprohibe a Ad!n que coma del arbol de l conocimiento (que tarnbien espoder). Nos preguntamos: l,Es necesana esta prohibid6n? Si Ad~nhub~era si~o identico con su ser verdadero eJ mandamiento negat ivo nohubiera sido necesario. Pero siendo un ser humano Adan tenfa Iaposib il idad de contradeci r su ser autent ico, En la tentaci6n todavfa no 10habfa hecho, pero estaba presente en ella tendencia a hacerlo 10 cualsigni fi~a que ya se hab~a separado de su unidad natural con Dios, La leyaparecl~ cuan~o apare.cleron los primeros srntomas de Ia separacion y rueconmovida la mocencra del estado creado de ser 0existir en Dios. La leyfue una advertencia , un Uamado a regresar a la inocencia original . Peroeste hecho, por sf mismo, significa que la inocencia ya se ha perdido.Tampoco era culpa, todavfa. Era la lfnea Iimftrofe entre las dos; y elnombre de esta frontera es "el deseo".

    Comprendiendo as! estos dos significados de la ley, la leyestructura y la ley como exigencia de actualizar y realizar esta estnos acercamos a la pregunta: l.Posee la ley, en el segundosigni ficados, un poder rnotivador que sea 10 suficienternente pcomo para que nos sintamos invitados a cumplir el imperativosus exigencias concretas? La respuesta , como la respuesta a Ia psobre el principio ul timo 0 final del contenido de la moralidaddesarrol larse en varios niveles. Porque es muy profunda y represtensiones mas hondas de la experiencia religiosa y de la histocristianismo.

    Este analisis de Ia inocencia , el deseo y la ley, puede aplicarse tarnbien auna de las narraciones mas problematicas de los evangelios, Ia historiasabre las tentaciones de Jesus. Algunos teologos niegan la "seriedad" delas tentaciones; OITOS Ja afirman, pero no son conscientes de lasconsecuencias de esta afirmaci6n. Al declarar, con el Nuevo Testamentoy la mas clasica teologia, Ia seriedad de las tentaciones de Jesus, debernos

    La pregunta mas general es: "i,Puede la ley que ordena hacer alpresupone el contraste entre nuestro ser esencial y nuestro sermotivar nuestra transformaci6n bacia una renovada coincidenciaactual y 10 esencial? La primera respuesta logicamente coherentepuede. Porque la misma existencia de la ley, en este sentido, se bahecho de la divisi6n. La ley (y a partir de aquf cuando hablamos dqueremos decir solamente la ley que nos ordena hacer cosas)expresi6n de la alienaci6n que sufre el ser humane con respecverdadera naturaleza. l,C6mo podria, entonces, ser capaz de supealienaci6n? Esta respuesta, 16gicamente inevitable, es tamb

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    24/46

    44 M OR AL ID AD Y ALGO MA S

    respuesta que experimentamos psico16gicamente: La orden de queseamos buenos no nos hace buenos. Hasta es posible que nos empuje almal. .Consideremos esta respuesta en varias a r e a s de Ia experiencia. La mascontemporanea, quid, es el descubrimiento psicoterapeutico de que laforma menos efecti va de tratar a una persona que sufre de algona formade compulsi6n autodestructiva -el a lcoholismo, por ejemplo- es tratar dedirigi rla mediante mandamientos morales. "[Deje la bebida!" Ningunpsicoanalista digno de su profesi6n cometerfa este error destructivo. Laley, tal como es enunciada por el psicoanalis ta , producirfa una t remendaresistencia en el paciente, y con mucha raz6n. EIpaciente se reti rarfa a sulibertad de contradecirse a sf mismo, aun si haciendolo estuvieraautodestruyendose. Mediante esta reacci6n el paciente esta defendiendoun elemento decisivo de su libertad humana. EI psicoanalis ta que, seganla ult ima moda, comienza por arengar moral mente a su paciente, por mascuidado que ponga al hacerlo debiera recordar que es precisamente laperdida patologica de la capacidad para responder a los mandamientosmorales 10 que convierte en pacientes suyos a esas personas. La mayoriade los analistas siguen teniendo consciencia de esto, conservando asf unode los mas profundos descubrimientos de la psicoterapia , a saber, que laley no puede veneer las compulsiones, que la obl igaci6n no l ibera. En elanalista que sabe esto el paciente no encuentra la ley sino su aceptaci6ncomo persona. Se 10 recibe tal como esta y no se Ie dice que cambie decondici6n para Ilegar a ser aceptable. En algunos casos, especialmente enel asesoramiento pre-analftico 0 diagn6stico del enfermo, la aceptaci6npuede expresarse en el reconocimiento, por parte del analista, de lamanera en que el rnisrno todavfa sigue siendo esclavo de algunacondici6n similar, 0 de la rnisma condici6n que afecta al paciente, demanera que deja de ser el el unico sujeto, y el paciente un objeto, en lareLaci6n terapeuta-paciente,Se ha acusado a Lap sicoterapia de no poseer una moralidad clara. Enalgunos casos esta cntica quiza sea valida -hace algun tiempo quiza 10fuera en muchos ejemplos. Pero en 10 que tiene que ver con el metodo, talleniencia moral es el resultado de una s imple confus i6n entre 10 que

    ELELEMENTO RELIGIOSO EN LA MOTIV ACI6N MORAL

    siznifica aceptar y 10 que signi fica perrn iti r. En la situaci6n anh;y ni 6rdenes ni autorizaciones, sino aceptaci6n y terapia. Siromper el poder de la compulsion sera posib l~ que haya entre ~lpsicologo y el enfermo, ya curado, una relacion de asesoranuenque puede, 0 no, presentarse la cuesti6n sobre que deberlapaciente con su nueva Iibertad recuperada. SOI.amente ento~entrar en juego el problema de la moral, su cont~rudo y su~ mOty el analista podra, pero s610entonces, convertirse en amigo 0del paciente. Pero entonces se les planteara a los dos la ot ra pn:gla ley moral, que apela a la libertad, posee 0 no un poder motives impotente (cuando carece de un elemento rel ig ioso -y este eluna aceptaci6n que trasciende la distinci6n entre el que cura ycurado).Otra relaci6n en la cualla cuesti6n del poder motivador de lacaracter decisive es la educacional, primero en la familia, desescuela, y en general en cualquier situaci6n que involucre uneducacional. En primer lugar, es necesario distinguir entre lque se basan en la autoridad y las ordenes que se basan en 1aracEs diffc il que esta distinci6n pueda hacerse de manera absolusiempre hay alguna autoridad qu.erespalda las 6rd~nes q~e seal alumno en la relaci6n educacional: y esta autondad sremprser racional, Sin embargo, para el educando es muy impcomprende Ia necesidad racional de la ~rden que r~ibe 0 si escomo un mero ejercicio de autoridad incomprensible. Es posiresista en ambos casos. Pero si se trata de la primera siresistencia no es rebelde; es una forma pr im itiva de autoadebil itada por el reconocimiento subconsciente de que la ordeEntonces la naturaleza esencial del nino viene a unirse, en pcontenido de la orden, y en la medida en que se da esta unidadeja de ser una ley extrafia, impuesta por la ~uto~dad del ,aconvierte en expresi6n de Ia exigencia de una situacion practiccomo podrfa ser, por ejemplo , la necesidad de respetar ciertos.la vida de la familia y en la escuela . Por 10 tanto, es de granpara el proceso educacional que se ayude al nino a comprenderobjetiva de las 6rdenes que recibe.

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    25/46

    46 MORALlDAD Y ALGO M As

    Si esto no se Iogra, 0si las 6rdenes son mas la expresi6n de una autoridadque qui e re imponerse que de una situaci6n real, el nifio es arrastrado auna genuina rebeldfa , y pueden sueeder t res casas: que la rebeldfa t riunfey se desarrolle una independencia creativa; que la rebeldla t riunfe en 10exterior pero fracase interiarmente, debido a 10 cual la rebeldfa seimplanta en el caracter de la persona como uno de sus rasgos: 0 que larebeldla fraease tanto por dentro como por fuera, dejando como saldo uncaracter quebrantado, sumiso. Estos ejemplos demuestran el problema dela ley en un ambito donde se la experimenta de manera casi cotidiana ydonde los padres, los docentes y ann los fil6sofos de la educaci6n handecidido finalm ente que la ley debe desaparecer por completo y serreemplazada por una especie de reinado de Ia permisividad organizada,Esto, sin embargo, ha llevado a consecuencias en las que se pone demanifiesto de manera patente Ia "dialect ica de Ia ley". Despues de algnn

    , t iempo, par 10general hacia el final de Ia adolescencia, la mayorfa de losnifios se vuelven bien adaptados conformistas, aunque s610 ]0 sean en eln ivel mas superfic ial . Los que experimentan esta superfic ial idad comovacfa, se quejan de no haber tenido que.enfrentarse seriamente con la leyjamas, y de no haber sido guiados nunea a la comprensi6n profunda desus poteneialidades y de su naturaleza eseneial. En vista de esta situaci6n,debemos estar de acuerdo can el ap6sto l que m a s crttico fue con respectoa Ialey -Pablo- y afirmar con 61que "la ley es buena. . ." porque expresa labondad creada, original, del ser hurnano, que el ser humano debeenfrentar, porque vive alienado de ella,La referencia a Pablo nos Heva al ambito en el cual el problema de lamotivaci6n moral y, en consecuencia, del poder motivador de la ley, hasido experimentado y discut ido de manera mas completa y profunda en lareligi6n y en la teologfa, En este momento no nos preocupa la preguntagenera] con respecto al elemento religioso en la motivaei6n moral, sino laact itud hacia la ley en algunos de los mas grandes ser humanos rel ig iososde la historia. Su exper iencia no se restr inge a 1a religi6n en el sentidoestrecho de la palabra, sino que es tfpica de la experiencia humana engeneral. No hay texto, en la teologfa, la filosoffa y la psicologia, que seocupe con mayor profundidad del problema de Ialey que el capi tulo 7 de

    ELELEMENTO RELIGIOSO EN LA MOnv ACI6N MORAL

    la Epfstola a los Romanos. Alaba a la le y per ser "santmandarniento par ser "santo, bueno y justo". La llama "espi ri tuaf ly? interior" se "deleita en la ley de Dios''; como sujeto raciosujeto a la ley de Dios". Sin la ley "jamas habrfa conocido elEsta es una ~e las faeetas de la evaluaci6n que Pablo hace de lley es expresl,6n de 10 que el ser humane es, esencialmente y pode 10 que debiera ser perc no es, tal como la ley se 10 demuestra.El otro aspecto de la evaluaei6n de la ley por parte de Pablo esten su experiencia de que la ley nos ordena haeer un bien delsomos capaees po:que estamos alienados con respecto a ella ypoder que con~adlce a nuestro ser autentico. "Es evidente que y-yo el agente, smo el pecado que habita en mf". Pero el pecadoque mostrar- nos nuestra naturaleza esencial y nuestra alienacrespecto a ella, La ley despier ta el pecado dormido: "Cuando laausente , e l pecado es una cosa muerta". "Cuando vino el mandampecado salt6 ~ la ~ida". Es evidente que Pablo no cree que la lepader, de ,mot l~aC16n moral . Era consciente, sobre la base deexpenencia, del hecho que la ley que ordena el bien produce "tde malos deseos", pero no nos motiva para veneer esos desreuni6n de nuestra voluntad actual can nuestra voluntad esencial:hago es 10 malo que no quiero".La. ~xperiencia de Pablo es independiente del marco de rrel ig iose en el cual se dio. Cualquier humanista que tuviera coplena de su condici6n moral y espiritual hubiera podido estar plede acuerdo con el. De hecho, sin embargo, y no por casuaproblema de la ley como poder motivador volvi6 a aparecer dcon toda su profundidad y poder explosivo, en la reforma proTodos,lo~ reformadores combatieron la idea de que las "buenascumphnue?to de la ley , pudieran ser uno de los factores que cona la SaIV~Cl?n0 a Ia aceptaci6n del ser humano por parte de Dioel cum~llIruento de los mandamientos (que es imposible en elseparacion con respecto a Dios) sino la aceptaci6n del mensajesomos aeeptados, 10 que, motiva nuestra actuaci6n moral . Sinlos reformadores sostuvieron un triple "uso" de la ley, Prim

  • 5/10/2018 Paul Tillich - Moralidad y algo m s

    26/46

    48 MORALIDAD Y ALGO M As

    funci6n legal, como principio de la ley positiva, la ley de la naci6n.Segundo, su poder para despertar nuestra consciencia al hecho de quenuestra existencia actual contradice nuestro ser esencial, de que estamosalienados con respecto a nosotros mismos. Y tercero, su funci6n comoespejo de 10 que es bueno y 10 que es malo en la vida cristiana. Luteroneg6 y Calvino afinn6 esta tercer funci6n de la ley. Pero todos losreformadores negaron que tuviera poder como motivador moral.Fue, nuevarnente, una experiencia personal, la de Lutero, 10 que condujoal redescubrimiento de la experiencia de Pablo y de sus implicacionesteol6gicas. La profundidad en que Lutero experiment6 la ambigtiedad dela ley se pone de rnanifiesto en sus expresiones de fuerte rechazo, nosolamente contra la ley en sf sino tambien contra la imagen de un Diosque establecerfa una ley que nadie puede cumplir y, castigarfa a los queno la cumplen. La perturbadora ansiedad que produce este pensamiento yel odio oculto hacia ese Dios estallan en Lutero en repetidasoportunidades, aun en su perfodo posterior. En tal estado de mente, el serhumano no es capaz de reconocer a la ley como expresion de sunaturaleza esencial; la experimenta como un mandamiento exterior a el,extrafio y t iranico. Pero, como en el caso de Pablo, esta no fue la unicaevaluaci6n de la ley por parte de Lutero. La interpretaci6n de los DiezMandamientos en el Catecismo Menor de Lutero demuestra que fuecapaz de ver en la ley la expresi6n correcta de la relaci6n del ser humanecon Dios y con el ser humane (de tal modo que larecta relaci6n con Dios-de arnor y temor- proporciona la motivacion moral). M a s alla de esto, suinterpretacion indica, con respecto a cualquiera de las tablas de la ley, unasituacion particular, en este caso la de una sociedad rural paternalista enla cual 61vivi6 (vease Capftulo II).La ambiguedad de la ley, tal como la experiment6 Lutero, fue elproblema decisivo de todo el perfodo de la Reforma. Hubo diversosenfasis, segiin cual fuera el reformador, pero la respuesta basica fue entodos los casos la misma. La enorme tensi6n que produjo estaarnbiguedad, sin embargo, poco a poco fue aflojandose, y elprotestantismo se convirtio, eventualmente, en una religi6n de la ley,tanto de la ley moral como de la doctrinaria.

    EL ELEMENTO RELIGIOSO EN LA MOTIY ACI6N MORAL

    Todos los sistemas que estan determinados por la ley, sean reseculares, son sistemas de transacci6n. Esto vale tanto para lcomo para los individuos, y vale para la gran rnayorfa de los ssituaciones humanas en todas las epocas. Sucede porque la leyincorpora a Ia ley de la naci6n, a las normas convencionalprincipios de la educaci6n (con 0 sin el apoyo de una reparticular), y ejerce su poder motivador a traves de la traopini6n publica, el habito personal y las amenazas y promesasrelacionados con todos estos. De este modo la ley posee elproducir una acci6n moral, en sus modos institucionalizados. Se10 general. de 10 que los reformadores denominaron el "primerley", su peder para producir una "Justicia civil", pues es la obelas leyes 10 que hace posible la sociedad. Desde el p.un~o.deimperativo moral incondicional, y del amor como pnnc~plOtodos los mandarnientos morales, estos metodos de motivaciacciones morales son modos de transacci6n, inevitables en vcondici6n humana, muy distantes de l