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Oración Común Del conflicto a la comunión Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

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Oración ComúnDel conflicto a la comunión

Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

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Oración Común

Del conflicto a la comunión: Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

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Texto elaborado por el comité de liturgia de la Comisión Luterano-Católico Romana sobre la Unidad

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Oración Común

Del conflicto a la comunión: Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

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Ediciones paralelas en alemán, francés e inglés

Tapa: Kai-Michael Gustmann

Diagramación: Federación Luterana Mundial

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Introducción a la Oración Común para la Conmemoración Ecuménica

Oración Común

Este orden litúrgico marca un momento muy especial en el camino del con-flicto a la comunión entre luteranos y católicos. Nos ofrece la oportunidad de mirar al pasado con agradecimiento y arrepentimiento, y mirar hacia el futuro comprometiéndonos en un testimonio común y continuando nuestro caminar conjunto.

La conmemoración ecuménica de los 500 años de la Reforma refleja en su estructura litúrgica básica el tema de la acción de gracias, la confesión y el arrepentimiento, y el testimonio y compromiso común, tal como fue-ra desarrollado en Del conflicto a la comunión: Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017. Informe de la Comisión Luterano-Católico Romana sobre la Unidad. Estas características de la Oración Común reflejan la realidad de la vida cristiana: formadas por la palabra de Dios, las personas son enviadas a dar testimonio y servicio en común. En esta particular y señera conmemoración ecuménica, la acción de gracias y el lamento, el gozo y el arrepentimiento, sellan el canto y la oración con los que conmemoramos los dones de la Reforma, pidiendo perdón por la división que hemos perpetuado. La acción de gracias y el lamento, sin embargo, no son todo, pues nos conducen al testimonio común y al compromiso de los unos con los otros y con el mundo.

Una guía práctica

Roles en la Oración Común

Durante esta conmemoración ecuménica se señalan dos roles: oficiantes y quienes leen. Las dos personas oficiantes serán una luterana y la otra cató-lico romana. Las dos personas que leen serán una católica y la otra luterana. Quienes leen y quienes ofician no deben ser las mismas personas.

En la segunda parte de la Oración Común se convocará a otras personas para leer y líderes para la oración de intercesión. Estas no deben ser las mismas que las y los lectores principales y las y los oficiantes. De contar con invitadas e invitados ecuménicos, podrá ofrecérseles participar de estos roles.

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Instrucciones para la Oración Común

Música

Los cánticos e himnos que aquí se sugieren se ofrecen sólo como ejemplos. Están pensados especialmente para un contexto multi-cultural. Cada contexto y lengua, tiempo y lugar, encontrará los himnos, cánticos y canciones que cumplan la misma función en la Oración que los que aquí se proponen. La selección de la música apropiada comienza con la comprensión de la función particular de un cántico en la liturgia.

Apertura

El himno de apertura puede ser un cántico que nos congrega en acción de gracias y en nombre del Dios Trino. Puede ser un himno clásico conocido tanto por congregaciones católicas como luteranas, o una canción nueva. Por ejemplo, “Alma, bendice al Señor” (Lobe den Herren) o una canción más reciente, como “Cantad al Señor” de Brasil.

El diálogo de apertura incluye dos opciones. La oración comunitaria comienza de diversas maneras, dependiendo del país y la cultura. En algunas regiones es práctica corriente comenzar en el nombre del Dios Trino. En otras, es más habitual empezar la oración con “Oh Señor, abre mis labios.,” seguida por la doxología en el nombre del Dios Trino. Los oficiantes entonces dan la bienveni-da a la comunidad, invitándolos a participar de la acción básica de la liturgia.

Acto seguido una persona lee un pasaje del documento de estudio Del conflicto a la comunión que declara explícitamente por qué nos hemos reunido juntos como luteranos y católicos. Este pasaje también incluye una lectura de las Escrituras (1 Corintios 12:26). Una de las personas oficiantes concluye esta sección con una oración de invocación al Espíritu Santo.

Después de la apertura y la oración la asamblea se une en canto y pide al Espíritu Santo que ilumine los corazones y la oración. Algunos himnos que desempeñan esta función son, por ejemplo, “Soplo de Dios,” o “Gracious Spirit, Heed our Pleading,” o cantos más meditativos al estilo de Taizé (por ejemplo, “Ven Espíritu de Dios”), o cánticos como “Come Holy Spirit, Descend on Us” (Comunidad de Iona).

Acción de gracias

Después de la apertura, recordamos conjuntamente el pasado con acción de gracias y arrepentimiento. Estas dos secciones comienzan con lecturas y reflexiones desde el lado católico y el luterano. La sección de acción de gracias concluye con una oración y un canto de acción de gracias. El arrepentimiento lleva a la confesión, el canto del Salmo 130, la promesa del perdón en Cristo y el saludo de la paz.

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Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

La sección titulada Acción de gracias expresa nuestro regocijo por los do-nes recibidos y redescubiertos de diversas maneras a través de la renovación e iniciativas de la Reforma. Después de la oración de acción de gracias, toda la asamblea se une cantando en gratitud y alabanza por la obra de Dios. Lo mejor sería incluir cánticos que sean familiares a toda la asamblea. Algunos ejemplos incluyen, “Thanks be to You Forever” (Marty Haugen), o “To God Our Thanks We Give” (“Reamo leboga” de Botswana), o “Laudate Dominum” de Taizé.

Arrepentimiento

Luego de dos lecturas que ayuden a contextualizar la confesión, las y los oficiantes guían a la asamblea en oración, que consta de tres momentos. En primer lugar, la asamblea lamenta que incluso las buenas acciones reforma-doras han tenido a menudo consecuencias negativas no intencionales. En segundo lugar, la asamblea reconoce la culpa del pasado. En tercer lugar, la asamblea confiesa su propia complacencia, que ha perpetuado las divisiones del pasado y levantado hoy más murallas. La asamblea se une a las y los oficiantes respondiendo a cada sección con un Kyrie eleison cantado.

A continuación se canta el Salmo 130 (“Desde las profundidades”). Se recomien-da utilizar el salmo completo más que versiones parafraseadas. Existen muchas versiones cantadas del Salmo 130, incluyendo el canto llano presente en la mayoría de los himnarios, o versiones más elaboradas con antífonas y canto responsorial (por ejemplo, ver las obras de compositores como Gelineau, Farlee, Haugen, Joncas).

Al salmo le sigue la promesa del perdón en Cristo, que es impartida conjunta o alternadamente por los oficiantes, quienes entonces invitan a la asamblea a compartir el saludo de la paz y la reconciliación. Durante el saludo de la paz se puede entonar “Ubi Caritas” (Taizé). Este cántico se centra en el tema de la unidad: donde hay amor y caridad, allí está Dios. Desde un punto de vista práctico, un cántico reiterativo como «Ubi Caritas» puede entonarse por el tiempo que dure el saludo de la paz.

Compromiso y testimonio común

La acción de gracias y el arrepentimiento conducen a la asamblea hacia el testimonio, el compromiso y el servicio común.

Después del saludo de la paz, la asamblea escucha el evangelio leído por una de las personas lectoras. El texto de Juan 15 sitúa a Jesucristo en el centro. Sin Cristo, nada podemos hacer. En respuesta a la lectura del Evangelio las personas oficiantes predican un sermón conjunto (ver notas para el sermón).

La asamblea entonces profesa su fe común con las palabras del Credo de los Apóstoles.

Un cántico marca la transición desde la escucha de la Palabra a los compromisos específicos provenientes de los cinco imperativos expresados

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en Del conflicto a la comunión. La temática de este cántico podría enfocar la atención de la asamblea sobre el tema del servicio en el mundo. Por ejemplo,

“Oh Lord, We Praise You” (Lutero) o « Sosténnos firmes” (Lutero) o “We All Are One in Mission” (una tonada finlandesa). [Nota: en caso de cantarse el Credo no sería necesario cantar otro himno en este momento, o puede cantarse un himno después de que la persona oficiante introduzca los cinco compromisos,

“Nuestro camino ecuménico continúa.”].Se anuncian en la asamblea los cinco imperativos o compromisos. Los

compromisos pueden ser leídos por jóvenes. Después de cada lectura alguien (tal vez niños o familias, especialmente familias que representan matrimonios católico-luteranos) enciende una de las cinco velas grandes en el altar o en un sitio adecuadamente preparado cerca del altar. Puede utilizarse la llama de un cirio pascual para encender las cinco velas, reflejando de esta manera el texto del evangelio: aparte de Cristo, nada podemos hacer. El cirio pascual puede estar ubicado junto a la pila bautismal.

Después de leídos los cinco compromisos, se entona un himno que haga referencia a la luz. Por ejemplo, “Christ Be Our Light” (Bernadette Farrell), o “Come Light, Light of God” (Comunidad de Grandchamp, Suiza), o “Kindle a Flame” (Comunidad de Iona), o “En nuestra oscuridad” (Taizé).

La asamblea se une en oración. Las intercesiones se dirigen a Dios, cuya misericordia perdura por siempre. Pueden ser adaptadas al tiempo y el lugar, agregando o editando intercesiones que hagan referencia a la situación local y la situación mundial actual.

La oración de cierre conduce al Padrenuestro.La Oración Común concluye con una acción de gracias1 y bendición por

parte de ambas personas oficiantes.El canto después de la bendición nos envía con júbilo al mundo. Si la

Oración Común comenzó con un himno tradicional bien conocido, el himno de envío podría ser un canto más reciente que fije nuestra mirada en el fu-turo de Dios. Por ejemplo, si al principio la asamblea cantó “Alma, bendice al Señor” ahora se podría concluir con “Cantad al Señor.”

Notas para el sermón

El sermón debería reflexionar sobre la relación entre Jesucristo como centro y fundamento de la iglesia (Juan 15) y la conmemoración de los 500 años de la Reforma como parte del camino Del conflicto a la comunión, alentando a la asamblea hacia un compromiso continuo de servicio y testimonio común y a orar por la unidad.

1 El diálogo final se reproduce con permiso de “A Wee Worship Book 4” (Wild Goose Publications 1999.) Texto (adaptado) John L. Bell, © 1999 WGRG, a/c Comunidad de Iona, Glasgow 3DH, Escocia. www.wildgoose.scot

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Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

La conmemoración de la Reforma debería ser una celebración de Jesucristo, puesto que los reformadores consideraron su tarea principal apuntar a Cristo como “el camino, la verdad y la vida” y llamar a las personas a confiar en Él. Es Cristo quien debería ser celebrado. Martín Lutero y los otros reformadores sólo aspiraban a ser «testigos de Cristo.»

Puesto que el sermón (o los dos sermones) no debería ser muy extenso(s), quien(es) predica(n) debería(n) centrarse en Juan 15 y su relación con el camino Del conflicto a la comunión como se describiera más arriba. Pueden tomarse como ilustración referencias hechas en la acción de gracias y el arrepentimiento durante el servicio, y asimismo mencionarse experien-cias de las respectivas congregaciones. Sin embargo, el sermón no debería abarcar muchos temas. Debería tener un claro lineamiento: centrarnos en Cristo, el testimonio de Cristo, buscando la unidad de la única vid, y el envío en comunión con Cristo para el servicio común con y hacia otras personas.

El Capítulo 5 de Del conflicto a la comunión puede ser especialmente útil en el delineamiento de una estructura para un sermón conjunto, ya que proporciona varias afirmaciones concisas.

Quienes predican pueden también reflexionar sobre los cinco imperativos que se encuentran en el capítulo 6. Estos imperativos podrían expandirse con referencias específicas al contexto local.

El texto bíblico es Juan 15:1- 5.

◊ Cristo hace referencia a sí mismo como “la vid verdadera,” pero una vid no existe sin pámpanos: Cristo no quiere ser sin la iglesia, como la iglesia no es nada sin Cristo: sin Cristo, nada podemos hacer.

◊ Hay una sola vid verdadera. Todos los pámpanos son pámpanos de una vid, y por lo tanto llamados a la unidad. Al acercarnos a Cristo también nos acercamos a otras personas. El evangelio de Juan se centra en la comunión con Cristo, quien es el rostro de la misericordia del Padre.

◊ Los pámpanos no son fines en sí mismos sino que existen para dar fru-tos. El fruto es doble: testimonio y servicio. Quienes creen en Cristo y la iglesia en su conjunto son testigos del don que les ha sido otorgado. Son testigos de la vida con Cristo y la salvación por medio de Cristo. El mun-do que continuamente se olvida de Dios necesita desesperadamente de este testimonio. En comunión con Cristo se nos llama a servir a las y los demás como Cristo lo hace con nosotros y nosotras. En el contexto actual un fruto importante de los pámpanos es su anhelo de unidad, búsqueda de la unidad, y compromiso a proseguir en el camino hacia la unidad. La imagen de la vid y los pámpanos es una imagen de crecimiento. En el camino ecuménico nos comprometemos al crecimiento, con todo lo que conlleva este proceso.

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◊ Los pámpanos siempre necesitan ser limpiados: ecclesia semper re-formanda. El énfasis sobre los frutos y la limpieza de los pámpanos en Juan 15 nos trae el reto del examen autocrítico. Esto también nos permite relacionarlo con el momento del arrepentimiento en el servicio, pero de-bería estar más orientado hacia el futuro: el llamado siempre renovado a la conversión a Cristo y al prójimo como la superación del egocentrismo propio de las personas (y también del egocentrismo de las iglesias) a través del poder del Espíritu Santo. Aquí los imperativos pueden ayudar en la descripción de este llamado a la conversión y a la unidad.

◊ En el corazón de este texto hallamos la afirmación de que sin Cristo nada podemos hacer. Cristo es el centro. Nuestro camino de fe, nuestro camino conjunto, nuestro compromiso con el testimonio y servicio en común, tienen su fuente en Jesucristo.

◊ Esta comunión o relación no es sólo individual sino comunitaria. Se re-fleja en un compromiso y testimonio común, en un propósito y servicio conjunto en, para y con el mundo.

◊ «Unidad» en propósito y servicio da testimonio del Dios que es amor. «…que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea…” (Juan 17: 21)

◊ Permanecer: Permanecer en Cristo implica permanecer en mutua co-munión. Nuestra persistencia en la comunión, comprometidos con la comunión y la reconciliación, es la que produce buenos frutos. Un buen árbol se reconoce por sus buenos frutos. Un buen árbol es aquel que no está dividido en sí mismo.

Theo DieterDirk LangeWolfgang Thönissen

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Oración Común

Del conflicto a la comunión. Conmemoración Conjunta Luterano-Católico Romana de la Reforma

Apertura

Himno de entrada

Oficiante I:

En el nombre del Padre, y del (+) Hijo, y del Espíritu Santo.Amén.

¡El Señor sea con ustedes!¡Y con tu espíritu!

[Alternativa: Pueden utilizarse otros diálogos de apertura acorde al contexto]

Señor, abre mis labios. Y publicará mi boca tu alabanza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo;Como era en el principio, es ahora y será siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Oficiante I:

¡Queridas hermanas y hermanos en Cristo! Les damos la bienvenida a esta cele-bración ecuménica que conmemora los 500 años de la Reforma. Por más de 50 años luteranos y católicos han recorrido el camino del conflicto a la comunión. Con júbilo hemos llegado a reconocer que lo que nos une supera con mucho aquello que nos divide. En este caminar, han crecido la comprensión y la confianza mutuas.

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Oficiante II:

Por ello, hoy es posible congregarnos. Nos acercamos con diferentes pen-samientos y sentimientos de acción de gracias y lamento, júbilo y arrepen-timiento, gozo en el evangelio y pena por la división. Nos congregamos para conmemorar en remembranza, en acción de gracias y confesión, y en testimonio y compromiso común.

Lector(a) I

En el documento Del conflicto a la comunión leemos: “La iglesia es el cuerpo de Cristo. Y dado que solo hay un Cristo, así también él tiene solo un cuerpo. Mediante el bautismo, los seres humanos son constituidos en miembros de su cuerpo.” (#219) “Ya que tanto católicos como luteranos se encuentran unidos unos a otros en el Cuerpo de Cristo, del cual son miembros, se verifica en ellos lo que Pablo menciona en 1 Cor 12,26: «Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él». Lo que afecta a un miembro del cuerpo afecta también a todos los demás. Por esta razón, cuando los cristianos luteranos recuerdan los acontecimientos que dieron lugar a la formación particular de sus iglesias, no desean hacerlo sin sus hermanas y hermanos cristianos católicos. Al recordar unos con otros el principio de la Reforma, están tomando en serio su bautismo.” (#221)

Oficiante I:

¡Oremos!

[breve silencio]

¡Jesucristo, Señor de la iglesia, envíanos tu Espíritu Santo! Ilumina nuestros corazones y sana nuestros recuerdos. Oh Espíritu Santo, ayúdanos a reconocer con gozo los dones que la Reforma ha brindado a la Iglesia, prepáranos para arrepentirnos de las murallas divisorias que nosotros y nuestros antepasados hemos levantado, y apréstanos para el testimonio y servicio común en el mundo.Amén.

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Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

Himno de invocación al Espíritu Santo

Acción de gracias

Lector(a) I:

Una lectura de Del conflicto a la comunión

“Los luteranos están agradecidos de corazón por lo que Lutero y otros refor-madores les hicieron accesible: el entendimiento del evangelio de Jesucristo y la fe en él; el reconocimiento del misterio del Dios Trino, que se da a sí mismo para nosotros, los seres humanos, por gracia, y que solo puede ser recibido en la confianza total de la promesa divina; en el reconocimiento de la libertad y la certidumbre que el evangelio crea; en el amor que procede de y es despertado por la fe; en la esperanza frente a la vida y frente a la muerte que la fe trae consigo; y en el contacto vital con la Santa Escritura, los catecismos y los himnos que le dan vida a la fe” (#225), en el sacerdocio de todos los creyentes bautizados y en su llamado para la misión común de la Iglesia. “Los luteranos…se dan cuenta de que aquello por lo que agrade-cen a Dios no es un don que pueden reclamar solo para sí mismos. Desean compartir este don con todos los otros cristianos.” (#226)

Lector(a) II:

“… los católicos y los luteranos tienen en su fe tanto en común que pueden…estar agradecidos ambos en conjunto, …. ” (#226). Alentados por el Concilio Vaticano II los católicos “con gozo, reconocen y aprecian los tesoros verdade-ramente cristianos que, procedentes del patrimonio común, se encuentran en nuestros hermanos separados. Es justo y saludable reconocer las riquezas de Cristo y las virtudes en la vida de quienes dan testimonio de Cristo y, a veces, hasta el derramamiento de su sangre, porque Dios es siempre admirable y digno de admiración en sus obras.” (Unitatis Redintegratio, Capítulo 1). En este espíritu, católicos y luteranos se abrazan como hermanas y hermanos en el Señor. Juntos se regocijan en los dones verdaderamente cristianos que ambos han recibido y redescubierto de maneras diversas a través de la reno-vación e iniciativas de la Reforma. Estos dones son motivo de agradecimiento.

“El caminar ecuménico hace posible que luteranos y católicos puedan apre-ciar juntos la visión de Martín Lutero y su experiencia espiritual acerca del evangelio de la justicia de Dios, que es a la vez su misericordia.” (#244)

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Oficiante I:

¡Oremos!

[breve silencio]

Te damos gracias, oh Dios, por las muchas perspectivas teológicas y espiri-tuales orientadoras que todos hemos recibido por medio de la Reforma. Te damos gracias por las transformaciones y cambios positivos desencadenados por la Reforma o por los desafíos que nos impuso. Te damos gracias por la proclamación del evangelio durante la época de la Reforma y que desde enton-ces ha fortalecido a innumerables personas a vivir vidas de fe en Jesucristo.Amén.

Himno de acción de gracias

Arrepentimiento

Lector(a) I:

“Así como la conmemoración común en 2017 traerá expresiones de alegría y de gratitud, también deberá permitir un espacio para que tanto luteranos como católicos experimenten el dolor por los fracasos, las transgresiones, las culpas y los pecados relativos a las personas y acontecimientos que se conmemoran.” (#228) “En el siglo XVI, católicos y luteranos frecuentemente no solo malinterpretaron, sino que exageraron y caricaturizaron a sus opo-nentes para ridiculizarlos. Repetidamente violaron el octavo mandamiento, que prohíbe dar falso testimonio contra nuestro prójimo.” (#233)

Lector(a) II:

Con frecuencia luteranos y católicos se han concentrado en lo que los se-paraba en lugar de lo que los unía. Aceptaron el hecho de que el evangelio estuviese atado a los intereses políticos y económicos de aquellos en el poder. Sus fracasos resultaron en la muerte de cientos de miles de personas. Hubo familias destruidas, personas encarceladas y torturadas, se libraron guerras y la religión y la fe fueron abusadas. Muchos seres humanos sufrieron y la credibilidad del evangelio fue socavada de tal manera que sus consecuen-cias todavía nos afectan. Lamentamos profundamente las iniquidades que católicos y luteranos se han infligido mutuamente.

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Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

Oficiante I:

¡Oremos!

[breve silencio]

Oficiante II:

Oh Dios de misericordia, lamentamos que aún las buenas acciones de reforma y renovación hayan tenido a menudo consecuencias negativas no intencionales.Kyrie eleison (Señor, ten piedad)

Oficiante I:

Traemos ante ti el peso de las culpas del pasado, cuando nuestros antepasados no siguieron tu voluntad de que todos sean uno en la verdad del evangelio.Christe eleison (Cristo, ten piedad)

Oficiante II:

Confesamos nuestras propias formas de pensar y actuar que perpetúan las divisiones del pasado. Como comunidades y como individuos nos rodeamos de muchas murallas: mentales, espirituales, físicas y políticas, que resultan en discriminación y violencia. Señor, perdónanos.Kyrie eleison (Señor, ten piedad)

Salmo 130

[El salmo puede cantarse o leerse sus versículos en forma alternada.]

Oficiantes I y II:

[Estas líneas pueden ser leídas alternadamente por los oficiantes I y II.]

Cristo es el camino, la verdad y la vida. Él es nuestra paz, quien derriba las murallas que nos dividen, quien nos concede, a través del Espíritu Santo, renovados comienzos.

En Cristo recibimos perdón y reconciliación, y se nos fortalece para un testimonio común y fiel en nuestros tiempos.Amén.

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La Paz

Oficiante II:

Que la paz de Cristo reine en sus corazones, pues como miembros de un solo cuerpo se les llama a la paz.

¡La paz de Cristo sea siempre con ustedes!¡Y con tu espíritu!

Oficiante I:

Compartamos unos con otros una señal de reconciliación y paz.

Saludo de la paz

[Durante el saludo puede cantarse Ubi Caritas u otro himno.]

Evangelio

Lector(a) I:

Continuando nuestro camino del conflicto a la comunión, escuchemos el evangelio según San Juan:

“Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan 15:1-5)

¡El Evangelio del Señor!¡Demos gracias a Dios!

Sermón conjunto

Oficiante I:

En conjunto, confesemos nuestra fe.

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Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

El credo apostólico

Himno

Compromisos: Cinco imperativos

Oficiante II:

Nuestro camino ecuménico continúa. En esta celebración nos comprometemos a crecer en comunión. Nos guiarán los cinco imperativos presentes en Del conflicto a la comunión.

[Después de la lectura de cada compromiso se enciende una vela. Para encender cada vela puede

utilizarse la llama de un cirio pascual. Se puede solicitar a jóvenes la lectura de los cinco com-

promisos, y las velas pueden ser encendidas por niños y familias. Acompañando el encendido de

las velas puede interpretarse en el órgano o en otro instrumento la melodía de un himno como

“El Señor es mi fortaleza” (Taizé) o similar.]

1. Nuestro primer compromiso: “Católicos y luteranos deben comenzar siempre desde la perspectiva de la unidad y no desde el punto de vista de la división, para de este modo fortalecer lo que mantienen en común, aunque las diferencias sean más fáciles de ver y experimentar” (#238).

Se enciende una vela

2. Nuestro segundo compromiso: “Luteranos y católicos deben dejarse trans-formar a sí mismos continuamente mediante el encuentro de los unos con los otros y por el mutuo testimonio de fe.” (#239)

Se enciende una vela

3. Nuestro tercer compromiso: “Católicos y luteranos deben comprometerse otra vez en la búsqueda de la unidad visible, para elaborar juntos lo que esto significa en pasos concretos y esforzarse continuamente hacia esa meta.” (#241)

Se enciende una vela

4. Nuestro cuarto compromiso: “Luteranos y católicos deben juntamente redescubrir el poder del evangelio de Jesucristo para nuestro tiempo.” (#242)

Se enciende una vela

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18 Oración Común

5. Nuestro quinto compromiso: “Católicos y luteranos deben dar testimonio común de la misericordia de Dios en la proclamación y el servicio al mundo.” (#243)

Se enciende una vela

Himno

Oración de intercesión

[La persona que lea las oraciones puede ser distinta de quienes leyeron previamente.]

Oficiante I:

“El compromiso ecuménico para la unidad de la iglesia no solo sirve a la iglesia, sino también al mundo, para que el mundo crea.” (#243) Oremos ahora por el mundo, la Iglesia, y por aquellos en necesidad…

1. Dios de Misericordia, tu bondad prevalece a lo largo de la historia, abre los corazones de todas las personas para que te encuentren a ti y tu misericordia que perdura por siempre.¡Escucha nuestra oración!

2. Dios de paz, doblega lo inflexible, las barreras que dividen, las adhesiones que frustran la reconciliación. Trae la paz a este mundo, especialmente a [nombres de países o lugares.]. ¡Restablece nuestra integridad y muéstranos tu misericordia!¡Escucha nuestra oración!

3. Dios de justicia, sanidad y redención, sana a quienes sufren enfermedad, pobreza y exclusión. Que llegue la justicia para quienes sufren bajo el poder del mal. ¡Otorga a todos vida nueva y muéstranos tu misericordia!¡Escucha nuestra oración!

4. Dios, roca y fortaleza, protege a las personas refugiadas, a quienes no tienen hogar o seguridad, a todos los niños y niñas abandonados. Ayúdanos a defender siempre la dignidad humana. ¡Muéstranos tu misericordia!¡Escucha nuestra oración!

5. Dios creador, toda la creación gime expectante, apártanos de la explotación. Enséñanos a vivir en armonía con tu creación. ¡Muéstranos tu misericordia!¡Escucha nuestra oración!

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Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017

6. Dios de misericordia, fortalece y protege a quienes sufren persecución por su fe en ti y a las personas de otras creencias que son perseguidas. Otórga-nos el coraje para profesar nuestra fe. Tu misericordia perdura por siempre.¡Escucha nuestra oración!

7. Dios de vida, sana los recuerdos dolorosos, transforma toda complacencia, indiferencia e ignorancia, derrama un espíritu de reconciliación. Vuélvenos hacia ti y hacia las y los otros. ¡Muéstranos tu misericordia!¡Escucha nuestra oración!

8. Dios de amor, tu hijo Jesús revela el misterio del amor entre nosotros, forta-lece esa unidad que solo tú sostienes en nuestra diversidad. ¡Tu misericordia perdura por siempre!¡Escucha nuestra oración!

9. Dios nuestro sustento, congréganos en tu mesa eucarística, nutre en y en-tre nosotros y nosotras una comunión fundada en tu amor. ¡Tu misericordia perdura por siempre!¡Escucha nuestra oración!

Oficiante II:

En la confianza de que tú, oh Dios, escuchas nuestras oraciones por las necesidades de este mundo y por la unidad de todos los cristianos y cristianas en su testimonio, oramos como Jesús nos enseñó…

Padrenuestro

Padre nuestro.

Oficiante I:

Por todo lo que Dios puede hacer en nosotros, por todo lo que Dios puede hacer fuera de nosotros,¡Demos gracias a Dios!

Oficiante II:

Por todas las personas en quienes Cristo vivió antes que nosotros y nosotras, por todas las personas en quienes Cristo vive junto a nosotros y nosotras,¡Demos gracias a Dios!

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20 Oración Común

Oficiante I:

Por todo lo que el Espíritu nos quiere ofrecer, por donde el Espíritu nos quiere enviar,¡Demos gracias a Dios!

Oficiantes (juntos):

La bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo sea con todos y todas ustedes y los y las acompañe en su camino conjunto, ahora y siempre,Amén.

Himno

[Se pueden cantar otros himnos o tocar un postludio a medida que las personas se retiran.]

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