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NOVIEMBRE - DICIEMBRE DE 1950

MEMORIALDEL

EJERCITO DE CHILERevista bimestral

Órgano oficial del Estado Mayor General del Ejército.

Oficinas: Alonso Ovalle 1187 — Teléfono 65271 — Anexo 223

AÑO XLIV. N. ° 239. 2. º Semestre.

EDITORIAL.

OTRO AÑO NUEVO 3

TÉCNICA MILITAR.

1. —PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN LA PREPARACIÓN YEJECUCIÓN DE UNA OPERACIÓN ANFIBIA COMBINADA. -Mayor Oscar Hurtado M 5

2. —EL ARMA DE INGENIEROS EN EL PRESENTE, PRINCIPIOSQUE ENCUADRAN SU ORGANIZACIÓN E INSTRUCCIÓN ENEJÉRCITOS MODELOS. LO QUE ELLA DEBE SER EN NÚES-TRO EJERCITO. (Conclusión). —Tte. Coronel Benjamín Videla Ver-gara 17

3. —EL CUERPO DE EJERCITO. (Conclusión). —Tte. Coronel AlvaroCastro Simms 39

HISTORIA Y GEOGRAFÍA.

4. —HACIA EL 18 DE SEPTIEMBRE DE 1810. (Conclusión). —Sr. Ed-gardo Andrade Marchant 79

(A la vuelta)

Pág.

imp. I. O. M. O|T. 1363-50.

SUMARIO:

(De la vuelta)Pág.

DE NUESTRO CANJE.

1. —LA GUERRA MODERNA Y El PRINCIPIO DE LA ECONOMÍA

DE LAS FUERZAS 91

2. —ARMAS CIENTÍFICAS Y UNA GUERRA FUTURA 107

3. —LA PSICOLOGÍA Y EL JEFE . . . 1274. —LA ARTILLERÍA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. COM-

POSICIÓN, EMPLEO Y PERFECCIONAMIENTO 143

5.—LA INFANTERÍA DE 1965. . . 161

CRÓNICA.

1. —INVESTIDURA DE NUEVOS OFICIALES 171

2. —DÍA DE SANTA BARBARA 172

8. —RETIRO DE SEÑORES GENERALES 172

4. —RECEPCIÓN DE NUEVOS ALFÉRECES EN EL CLUB MILITAR 173

5. —CAMPEONATO NACIONAL DE ESGRIMA 173

DON GODOFREDO BUSTAMANTE I B A Ñ E Z . . . 174

OTRO AÑO NUEVO

Para el hombre sentimental, cada año nuevo que llega es unapuerta abierta a la esperanza de días mejores y más felices quelos que ya pasaron, pero para una institución como el Ejército escerrar otra etapa definida del calendario con un balance realistade lo trabajado en el año que termina, y mirar al nuevo como tiem-po de superación de sus labores y del desempeño de sus miembros.

Nuestro Ejército ha cumplido siempre con esa superación queaparentemente no se ve desde afuera, porque todas sus actividadesse desenvuelven quitadas de propaganda, y con la satisfacción deldeber cumplido que es la doctrina austera y tradicional del soldadochileno.

Un año, entre otras cosas, significa haber instruido otro con-tingente más en el manejo de las armas y haber educado el alma deesa juventud en el amor a la patria, en la disciplina social y res-peto a la Constitución y las leyes, acrisolando otra porción del pa-trimonio humano de Chile en virtudes y pujanza física.

Esta simple enunciación encierra el movimiento integral delmecanismo del Ejército sin fricciones ni ¡tropiezos, organizada-mente y con inteligencia funcional, con jerarquías compatibles conla camaradería y la comprensión desde el más alto al más bajogrado. Un año cumplido en esa forma da la seguridad del que vie-ne, mejorado por la experiencia del mando y por la moderniza-ción de métodos y elementos.

Que un hombre sentimental pida, a la incógnita de los 365 díasfuturos, felicidad emocional y alegrías, que ya el soldado sabe y leinteresa ser, en el nuevo año, mejor profesional, y que la institu-ción siga como siempre cumpliendo fielmente con las finalidadesseñaladas por la Ley y los reglamentos, por las necesidades de lapatria y su soberanía.

Por su parte, el "Memorial del Ejército" se complace en hacerllegar a todos sus subscriptores y distinguidas familias, sus votospara que el año 1951 sea de ventura y logro de sus más carasaspiraciones.

M I S C E L Á N E A

"Señores —exclamó el Comandante Ramírez formulando su progra-

ma de guerra en un banquete de amigos que precedió de unas pocas

horas la partida—. "Señores: a nombre del batallón 2. 9 de línea y del '

mío propio, doy las más sinceras gracias por la expontánea y noble

manifestación de que hemos s ido-objeto- tanto de parte del pueblo de

Valparaíso, como de vosotros mismos, que formáis en las filas de los

esclarecidos ciudadanos de esta localidad.

"Pero debo recordaros que el honor que hacéis ahora al cuerpo

de mi mando, a quien ha caído la suerte de ser llamado uno de los

primeros a la defensa de los intereses, de la honra de nuestra patria,

lo recibo, no solamente en nombre del batallón 2. 9 de línea, sino, en el

de todo el Ejército, que, como nosotros, está l lamado a defenderla.

"Permitidme, pues, en este momento, que recuerde a los viejos com-

pañeros de armas que formaron en las filas del Carampangue, Chacabu-

co, Maipú, Buin, Santiago, Colchagua y Carabineros de Yungay, del úl-

timo de los cuales, se ha formado este batal lón, y que han legado a la

historia de nuestra patria páginas gloriosas, con hechos inmarcesibles de

abnegación y heroicidad.

"Esa huella luminosa de victorias, seguirá siempre este batallón, con-

tinuando de está manera la tradición de acontecimientos que han enal-

tecido al Ejército chileno y manteniéndolo en la esfera respetuosa de

que ha gozado, dentro y fuera de la República".

(Eleuterio Ramírez en el Transporte "Rimac",el 20. II. 1879).

TECNICA MILITAR

PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN LA PRE-PARACIÓN Y EJECUCIÓN DE UNA OPERACIÓN

ANFIBIA COMBINADA

Mayor OSCAR HURTADO M.

El estudio de la Historia Militarequivale a hacer la guerra con experien-cia ajena, porque la propia es difícilde cosechar, cuesta caro y llega tarde.

BALK.

INTRODUCCIÓN

A manera de brevísima introducción a este artículo y con el finde evitar cualquier confusión de nombres y conceptos entre nues-tros lectores queremos señalar de inmediato que la reglamentaciónnorteamericana da la denominación de "Operaciones Anfibias" yde "Operaciones Anfibias Combinadas" a aquellas acciones deguerra que, con participación de fuerzas del Ejército, Marina yAviación, se ejecutan para DESEMBARCAR en playas hostiles conel propósito posterior de poner en ejecutar un Plan de Operacio-nes que, a la postre llega a ser en realidad un plan con caracterís-ticas netamente terrestre.

En el curso de este estudio aclararemos mejor este concepto.Ahora sólo queremos señalarlo con el fin de hacer una clara dis-tinción con la denominación de "Operación Combinada" con quecomúnmente se menciona en nuestros reglamentos a esta clase deacciones. Aclaración que estimamos necesaria hacer por cnantouna "Operación Combinada" es toda aquella en que toma partemás de una Institución Armada y puede no tratarse de desembar-cos. Por otra parte, la guerra moderna obliga, casi invariable-mente a que toda operación se ejecute con participación de las tresramas de la Defensa Nacional. O sea, que, toda operación modernade cierta envergadura pasa a tener el carácter de '' Operación Com-binada" y no siempre de Anfibia.

Como nuestra intención es tratar los principios de organizacióny empleo que rigen para la preparación y ejecución de una "Ope-ración Anfibia Combinada"; de ahí la conveniencia que hemos es-

. timado de hacer esta aclaración previa.

MEMORIAL DEL EJERCITO.

LA HISTORIA Y GEOGRAFIA COMO FUENTE DE

ENSEÑANZAS

El estudio de la Historia y Geografía Militar, tienen por ob-jeto analizar con juicio crítico, desapasionado y capaz los aconteci-mientos guerreros del pasado para convertirlos en fuentes inagata-bles de enseñanzas para, el PORVENIR. Nuestra ciencia militartiene mayores necesidades e investigaciones que realizar respectodel futuro que del pasado. De ahí que el estudio histórico y geográ-fico de cualquier campaña pretérita tenga por finalidad primordialdeducir enseñanzas de aplicación inmediata; pero a la vez ponien-do en juego toda la imaginación y capacidad para PREVER lo quepueda acontecer en el futuro, para así, adelantándose a cualquiersorpresa de posibles adversarios adoptar, instantáneamente, proce-dimientos nuevos en presencia de factores nuevos.

Así lo entendieron también los Oficiales de la Armada y delEjército de los Estados Unidos durante su brillante y aceleradamovilización que precedió a su participación en la II Guerra Mun-dial. Pero, los Oficiales que trataron durante la paz de poner enpráctica esta sana teoría, no encontraron en las páginas de la His-toria Militar moderna otro ejemplo de esta naturaleza que la fra-casada campaña de Gallípoli durante la I Guerra Mundial y pos-teriormente las operaciones inglesas sobre Noruega, las que, pormedio del fracaso y del error ofrecieron las muy provechosas lec-ciones y experiencias en materia de, desembarco sobre una castaenemiga.

Creemos oportuno y necesario echar una rápida ojeada a es-tas campañas de cuyo fracaso fueron deducidas las más sabias lec-ciones y los verdaderos principios de organización y empleo queaplicados posteriormente a las grandes empresas anfibia de la IIGuerra Mundial fueron sin duda los que aceleraron el triunfo delas armas aliadas.

LOS DARDANELOS (25. IV-1915)

Aspecto político

Los insistentes pedidos de ayuda por parte de Rusia a Ingla-terra como consecuencia de su. desastrosa campaña de invierno, lue-go después que von Hindenburg había dado cuenta del "poderoso"Ejército Imperial Ruso, fue lo que impulsó a Winston Churchill, en-tonces Primer Lord del Almirantazgo a sugerir la idea de forzarlos Dardanelos. El éxito de esta empresa hubiera significado laapertura de los estrechos al Mar Negro y hubiera hecho tambiénefectiva la ayuda que Rusia esperaba de sus aliados.

Mr. Churchill era de opinión que los estrechos podían ser for-zados por fuerzas navales solamente y que el éxito de la empresa'

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PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN

justificaría cualquier pérdida. Esta idea tomó forma concreta cuan-do en una reunión del Consejo de Guerra verificado, el 13 de enero-de 1915, se decidió que el Almirantazgo debía hacer los planes pa-ra el bombardeo, asalto y toma de la Península de Gallípoli en elmes de febrero del mismo año. Sin embargo, a medida que los díaspasaban se hizo cada vez más evidente la necesidad de contar conuna gran fuerza militar como requisito previo al éxito de la opera~ción planeada. No obstante, prevaleció la idea de Churchill y lafuerza militar fue omitida.

Sin entrar de lleno a detalles sobre el desarrollo de esta aven-tura, señalaremos a grandes rasgos los hechos que, a juicio de loshistoriadores militares determinaron el fracaso de esta empresay que, como hemos dicho, constituyeron posteriormente la mejor es-cuela sobre operaciones anfibias ya que de su estudio, análisis y co-rrección de los errores salieron a luz los verdaderos principios deorganización, conducción y ejecución necesarios a empresa de talnaturaleza.

Aspecto geográfico

Los Dardanelos están peligrosamente cerca de Egipto, con suCanal de Suez y en línea vital hacia el E.

Un estudio más minucioso demuestra que la entrada de los es-trechos está salpicada de varias islas que fueron destinadas a jugarun importante papel en las operaciones alrededor de los Dardanelos,aunque todas las operaciones militares fueron realizadas en la Pe-nínsula de Gallípoli. Tenedos, Mytilene, Imbros. Lemnos y Skirus,fueron utilizadas por los británicos, obtenidas por captura o por ne-gociaciones con el astuto líder griego Venizelos.

Lemnos con su magnífico puerto, la bahía de Mudros, fuá es-pecialmente importante debido a su proximidad a los Dardanelos.

La Península de Gallípoli, una masa de montes rocosos, deabruptas colinas y estrechos valles, tiene aproximadamente 80 kiló-metros de largo y de 3 a 17 kilómetros de ancho. Se levanta a más-de 300 metros sobre el nivel del mar. El suelo es árido y cubierto devegetación baja y espesa. Los caminos escasos y de pobres condi-

ciones. La mayor parte de la costa está formada por acantilados,que caen casi a pico al mar.

Las playas son angostas y escasas.

Aspecto militar

El plan turco de defensa contra un ataque naval en esta zona,incluía fortificaciones permanentes a ambos lados de la angostura.Dentro de estos fuertes había: 5 cañones de 14 pulgadas, 3 de 13pulgadas y 70 de mediano calibre y tiro rápido. El plan de defen-sa consulta además el minado e iluminación de las partes más

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8 MEMORIAL DEL EJERCITO

vulnerables y suceptibles a un ataque. Pero la defensa más seguray eficaz contra un ataque de tierra, la constituían seis divisionesque era necesario eliminar para sentirse en posesión de los Dar-danelos.

Como es de suponer, el plan para romper estas defensas tur-cas con fuerzas navales solamente, fracasó. Las minas, las bateríasde costa y los tubos lanza torpedos fueron motivos para que los bri-tánicos se vieran obligados a abandonar la empresa. Dieciséis bu-ques de gran calado penetraron majestuosamente en los Dardane-los y a la primera' acción de la defensa tres de ellos fueron seria-mente dañados y ante el serio peligro presentado al resto de la flo-ta, hubo de retirarse a la bahía de Mudros.

El segundo intento incluyó desembarcos anfibios por unidadesdel Ejército con la Marina Real actuando como servicio de abaste-cimiento y como apoyo de artillería. Las fuerzas empeñadas alcan-zaron a 78. 000 hombres. La misión que recibió el General Hamil-ton, Comandante de las fuerzas aliadas en Gallípoli, fue la de verentrar a la Marina en los Dardanelos. Pero, el General Hamiltonno tenía los suficientes cañones a su disposición. El servicio de in-formaciones no le pudo suministrar con precisión los informes re-queridos.

Debido a las características de las playas, la fuerte corrientey el temor a los arrecifes, la marina había descontado una opera-ción nocturna en Hellel y los desembarcos deberían hacerse de día.Ya no podía obtenerse la sorpresa de la operación.

El desembarco debía efectuarse mediante el uso de remol-ques, es decir, vapores, cada uno de los cuales tenía que remolcar4 botes hasta la costa.

Un barco carbonero y varias otras embarcaciones más pequeñasdebían transportar el resto de las fuerzas.

Este fue, en línea general, el plan que se llevó a efecto en lamadrugada del 25 de abril de 1915. Su ejecución dejó mucho quedesear. Las tropas australianas y neozelandesas que pusieron pieen tierra al atardecer fueron contraatacadas y casi arrojadas al mar.

Causas del fracaso

Según el estudio posterior de esta operación, el ataque princi-pal fracasó en especial por las siguientes razones:

1ª Los buques empleados no eran apropiados, ni estaban equi-pados para acciones de esta naturaleza.

2.ª La marina calculó mal la corriente a lo largo de la costa,erró en varias oportunidades los puntos exactos de desembarco.

3.a Hubo una confusión de unidades en el desembarco, mez-clándose unas unidades con otras.

4.ª Falta de control entre el Mando 'Superior con las unidadessubalternas.

PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN 9

5ª El bombardeo naval no dio los, resultados que se esperabande él.

6ª Las tropas de asalto debieron abrirse camino hasta la costamisma, bajo un intenso fuego enemigo y luchando a través de obs-táculos sumergidos, minas terrestres y alambradas.

7ª El sistema de comunicaciones fuá pobre y deficiente.

Enseñanzas obtenidas por los norteamericanos del estudio históricoy geográfico de la fracasada empresa de los Dardanelos

1. — La primera lección que salta a la vista fué que las opera-ciones anfibias tenían necesariamente que ser "Operaciones Com-binadas" y que Winston Churchill estaba completamente equivoca-do con su idea de que los Dardanelos podían ser tomados por fuer-zas navales solamente.

2. — L a improvisación de buques y elementos de desembarco,no era posible y que las Fuerzas Armadas de cualquier nación quepretenda efectuar una operación de desembarco, deberá contar conlos barcos y equipo desembarco adecuados a este tipo de guerra es-pecializada.

3. — La necesidad de un sistema de comunicaciones apropia-das, eficientes y seguras.

4. — La necesidad de una reglamentación común, de un entre-namiento apropiado y permanente entre los componentes de las tresramas de la defensa que tengan que participar en una acción com-binada.

Estas lecciones fueron hábilmente aprovechadas por los norte-americanos que reforzadas después con la experiencia de Noruega,y de los "Comandos" británicos, se dieron a la tarea de organizaruna Fuerza Combinada de tal magnitud y naturaleza que sin pecar.de exageradas creemos que a ella se debió en gran parte los reso-nantes triunfos aliados alcanzados posteriormente en el Norte deÁfrica, Europa, en el Pacífico y intimamente en Corea.

EL FRACASO DE NORUEGA (ABRIL 1939)

Las experiencias de Gallípoli no fueron suficientes para con-vencer a la hasta entonces más poderosa Armada del Mundo de laimperiosa necesidad de mancomunar su poderío con una potentefuerza aérea naval y con una fuerza de desembarco suficiente-mente entrenada y potente que le permitiera en una operación deconjunto alcanzar los objetivos señalados en el Plan de Operaciones.

10 MEMORIAL DEL EJERCITO.

Sin siquiera intentar entrometernos en las controversias anglo-norteamericanas con respecto a la dominación marítima y sin entraren detalles sobre lo que aconteció a la Armada Británica en Norue-ga quedemos señalar sólo las causas que, a juicio de los estudio*posteriores constituyeron el fracaso de esta operación.

El Mayor Carl N. Hoffman, en un artículo titulado "El fra-caso en Noruega", publicado en "Marine Corps Gazette" formulaentre otras, las siguientes causas principales de este fracasó:

1) Exagerado control de la flota por el Almirantazgo quecoartó la libertad dé acción del Comando en Jefe de la Operación.

2) Palta de coordinación entre los Comandos del Ejército, Ma-rina y aviación, llegándose al extremo de embarcarse en diferen-tes barcos.

3) Ausencia de una FUERZA DE DESEMBARCO apropiadapara explotar las ventajas iniciales alcanzadas por la flota.

Continúa el Mayor Hoffman: " El hecho es que Gran Bretaña,el poder naval mayor de aquel tiempo, no pudo realizar con éxitoninguna campaña naval contra un poder naval relativamente in-ferior...

"La razón no es misteriosa, ni obscura, la Armada Británicanecesitó en Noruega una FUERZA AEREA NAVAL más fuerte yuna FUERZA DE DESEMBARCO para lanzarla a tierra cuandose les presentó la oportunidad favorable.

"La Operación Narvick hizo resaltar la necesidad de una tro-pa de desembarco que bajo el mando directo del (Comando de laOperación pudo ser empleada con oportunidad y buen éxito...

"La Operación Trondheim acentúa este hecho y refuerza elprincipio de la imprescindible necesidad de contar con el apoyode una poderosa aviación naval... "

Mr. James Forrestal, mientras fue Secretario de Defensa, for-muló, la siguiente declaración con respecto al fracaso de Noruega:

"Este desastre, que tan profundamente afectó el curso de laguerra, no fue sólo el fracaso de 16. 000 hombres, sino el fracaso ene1 ejercido del poder naval de la más poderosa Marina del mundoy dejó completamente demostrado la necesidad de una tropa anfi-bia, especialmente entrenada y equipada para completar la acciónde la flota en el mar".

PRINCIPIOS BÁSICOS

Por tratarse de operaciones, cuyos principios orgánicos y deejecución, de acuerdo a la técnica moderna, son de reciente data,hemos hecho la síntesis histórica que antecede con el fin de for-marnos un concepto cabal sobre las fuentes de enseñanza que die-ron origen a los PRINCIPIOS GENERALES que rigen hoy la pre-paración y ejecución de una Operación Anfibia Combinada.

PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN

MANDO Y CONDUCCIÓN

Un Comando único deberá conducir las difirentes fases de laOperación, quien será responsable del Comando de Conjunto, a finde coordinar las misiones asignadas al Ejército, Marina y Avia-ción con el propósito de asegurar el trabajo de "Team", esencialal buen éxito de toda operación.

El empleo de elementos y personal de las tres Instituciones bajoun Comando Unico requiere una adecuada repartición de oficialesde Estado Mayor de cada una de ellas en el Estado Mayor Combi-nado que asesora al Comando de la Operación. La proporción va-ría de acuerdo al escalón de Comando y a la representación de ca-da componente.

1. —El empleo de tropas de Ejército, Marina y Aviación enuna Operación Combinada es facilitado por coordinados planes yentrenamiento en común de todas las unidades participantes, ini-ciadas con la antelación necesaria para dar tiempo a la regulariza-ción indispensable debido a diferencias de equipo y procedimientospropios de cada institución.

2. — Para asegurar una eficiente coordinación de las fuerzasde apoyo disponibles del Ejército, Marina y Aviación durante una.Operación Combinada un "Centro de Coordinación y Apoyo deFuego" es establecido en los Cuarteles Generales de la Artilleríade cada escalón, desde el Batallón hasta el Ejército. Ahí los dife-rentes Comandos que tienen la responsabilidad de dar apoyo a susrespectivas Unidades, coordinan planes y mejores medios para darla protección requerida en el menor tiempo y con la mayor eficacia.El Comando de la Artillería es responsable de la coordinación detodo apoyo de fuego, incluyendo las artillerías del Ejército, Marina yAviación de choque, cuando el Comando técnico ha pasado a ma-nos, de las Unidades del Ejército desembarcados en tierra.

3. — Operación Anfibia Combinada-. Es una operación ofen-siva que se ejecuta mediante el transporte marítimo de hombresy materia], con participación del Ejército, Marina y Aviación man-comunadas, con el firme propósito de efectuar un exitoso desem-barco sobre playas enemigas. Las Operaciones Anfibias presentanun sinnúmero de problemas tácticos y técnicos los cuales requierenuna especial atención en la organización y equipo de las unidadesparticipantes;

4. — Una Operación Anfibia, puede realizarse para alcanzartodos o algunos de los siguientes propósitos:

a) Captura y mantención de una Cabeza de Playa desde la cualse inicie posteriormente una operación de tierra en gran escala.

b) Captura y conservación de una determinada área para usode una Base Naval o Aérea.

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c) Captura y mantención de un lugar con el propósito de pri-var su uso por el enemigo..

d) Destruir recursos, instalaciones y fuerzas enemigas en undeterminado sector o superficie peligrosa a nuestros futuros pro-pósitos.

e) Efectuar confusión u obtener determinada información delenemigo.

5. — 'Los tipos de operaciones anfibias son determinados porlos tipos de buques empleados.

Algunos de éstos pueden transportar personal, vehículos yabastecimientos directamente sobre la playa; en cambio, otros re-quieren el transbordo de tropas, vehículos y abastecimientos desdelos buques transportes a embarcaciones más pequeñas para así efec-tuar el desembarco en tierra.

Las Operaciones Anfibias pueden ser clasificadas como sigue:a) "Operación buque a playa" yb) "Operación playa a playa".Operación "Buque a playa": Consiste en el trasbordo de tro-

pas, equipo, material y abastecimientos desde transportes maríti-mos a embarcaciones menores de desembarco y el subsecuente mo-vimiento posterior a la playa designada para su desembarco.

Operación "Playa a playa: Es una operación anfibia en la cualel grueso de las fuerzas de desembarco con cierto equipo y abaste-cimientos es transportado en embarcaciones adecuadas, o vehículosanfibios desde una "Playa Base" directamente a la playa de des-embarco, sin necesidad de transbordos.

6. — En una Operación Anfibia, la iniciativa y todos los mediosdisponibles para conseguir la sorpresa deberán ser puestos en prác-tica por fuerzas atacantes. El enemigo deberá dislocar sus fuer-zas defensivas a lo largo de toda o partes principales de la línea decosta susceptibles a un desembarco; pero desconoce donde y cuandocomenzará el ataque. El atacante puede seleccionar las playas opuntos de desembarco y puede hacer uso de su "Reserva flotante"para explotar oportunamente las debilidades de la defensa enemiga

El número y tipo de barcos y embarcaciones menores son porlo general limitados; en consecuencia, las fuerzas de desembarco consus respectivos equipos deberán estar de acuerdo al número y ti-po de barcos disponibles.

Para montar un ataque desde el mar se requiere mayor tiempoque para un ataque en tierra y las tropas de asalto embarcadas sonparticularmente vulnerables a los ataques aéreos, marítimos y defuerzas de tierra.

Las tropas de asalto embarcadas, no pueden tomar parte efec-tiva en la batalla hasta no haber desembarcado en la playa.

Posibles desembarcos en la playa por grandes fuerzas puedenser limitados y obstaculizados por desfavorables condiciones delmar y fuertes defensas, así como por la distancia de las áreas de lan-

PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN... 13

zamiento o aterrizaje de fuerzas aerotransportadas y apoyo aéreo,pueden también ser limitados.

Cuando estas condiciones existen el apoyo aéreo puede ser in-suficiente y hasta nulo.

Desfavorable tiempo y marejada pueden presentarse en el mo-mento mismo en que se tiene planeado el desembarco.

Luego después que las tropas han desembarcado, ellas deberánabastecerse de las instalaciones de playa hasta que la habilitación delos puertos y campos de aterrizaje pueda ser obtenida.

7. — Las Unidades del Ejército deberán ser organizadas y agru-padas de tal manera que permitan su desembarco en Unidades tác-ticas completas.

Cada Unidad de Combate deberá ser organizada de tal maneraque por sí sola cuente con el poder de fuego suficiente para hacerfrente a la defensa hasta que las armas de apoyo sean desembarca-das.

Igualmente una especial organización naval es requerida parael convoy, embarque y desembarque de las fuerzas de tierra, de talmanera, que facilite al máximo las operaciones mediante el apoyode los cañones navales, por lo menos hasta que las unidades de Ar-tillería hayan tomado posición en tierra.

Unidades aéreas deberán también ser empleadas en la conve-niente proporción como para asegurar adecuada protección duran-te el trayecto a la playa, el desembarco e instalaciones en la playa,así como para una adecuada acción ofensiva contra las defensas, an-tes, durante y después del desembarco.

8. — Equipos especiales de hombres y material deberán ser em-pleados antes del desembarco para limpiar de obstáculos sumergidoslas partes de playa en que se efectúa el ataque.

Elementos especiales de desembarco tales como: barcazas, botesneumáticos, vehículos anfibios blindados, etc., son requeridos paracolocar en tierra al personal, abastecimiento y equipo.

Las características geográficas del área de desembarco deter-minarán el tipo y cantidad de vehículos anfibios que necesitará unadeterminada operación.

FASES GENERALES DE UNA OPERACIÓN ANFIBIACOMBINADA

Fase Nº 1. Planes:

Comprende la preparación de planes y la coordinación entre elEjército, Marina y Aviación, hasta los menores detalles de ejecu-ción de la proyectada operación.

Los planes de operaciones y los logíticos deberán elaborarseen forma simultánea y coordinarse mutuamente.


Fase Nº 2. Concentración de Unidades y período de entrenamientoespecializado

Durante la concentración y período de entrenamiento especia-lizado, las fuerzas participantes en la operación deberán ser reuni-das y organizadas en destacamentos combinados de acuerdo a las-posibles futuras misiones que reciban y entrenadas conjuntamenteutilizando, canchas especiales, cajón de arena, mapas en relieve yotras ayudas de instrucción que familiarice a los participantes so-bre un terreno igual o semejante al que deban actuar. Esto puedeser realizado sin sacrificar el Secreto de la operación si los EstadosMayores toman las precauciones del caso en el suministro de mapas,preparación de sectores en relieve y otros detalles sobre los puntoso áreas de desembarco.

Fase Nº 3. Reunión de buques transportes y embarque de personaly equipo

Las tropas de asalto, equipo y abastecimientos son reunidaspara embarcarlas en los buques transportes previamente prepara-dos y concentrados para tal objeto.

El embarque de las fuerzas combinadas y ensayo del plan de-embarque y operaciones deberá ser realizado de acuerdo con el tiem-po y disponibilidad de medios.

Los ensayos de embarque y desembarque deberán realizarse consuficiente anterioridad al día de partida, a fin de permitir los cam-bios y correcciones a que pudieran ser sometidos de acuerdo a lasdeficiencias por subsanar.

Fase Nº 4. Travesía Marítima

El movimiento o transporte marítimo hacia el área de objeti-vos incluye el movimiento de los "Destasamentos de Desembarcos"desde el punto de embarcación hasta las playas de desembarco.

Fase N. º 5. Operación preliminar de desembarco

Consiste en reconocer las zonas de minas sumergidas, posibili-dad de ataques navales o aéreos; efectuar demoliciones bajo elagua, destrucción de obstáculos en la playa y cualquier otra opera-ción que conduzca a facilitar el asalto.

Fase Nº 6. Asalto.

La ejecución del asalto mismo sobre la. playa o playas asigna-das de acuerdo a las órdenes de ataque.

PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN... 15

Fase Nº 7. Desembarco de la Reserva y abastecimientos

Una vez que el escalón de asalto haya puesto pie en tierra yasegurado un sector de playa, las tropas de reserva y escalones deabastecimientos son conducidos y establecidos en la área asignadaen tierra.

Fase Nº 8. Organización Cabeza de Playa

Cuando el escalón de asalto ha alcanzado sus objetivos inicialesy ganado el suficiente terreno para la prosecución de la operación;cuando la consolidación y organización del terreno está aseguradoy comienzan a establecerse las instalaciones de los servicios, puede-decirse que se ha conquistado ya una adecuada "Cabeza de Playa".

AVIÓN ANTIAÉREO

El Ejército norteamericano ha solicitado créditos por un tota! de4. 518. 000 dólares, para proseguir sus pruebas con un avión antiaéreosecreto: el "barrecielos" que, según se afirma, puede hacer impactos enaviones con velocidad supersónica, de día o de noche.

El alcance y la velocidad de fuego del "barrecielos", un arma de75 mm., no se han dado a conocer en el informe dado a la publicidadante el subcomité de créditos militares de Ia Cámara de Representan-tes, pero sus datos primordiales son: que está dotado de una direcciónde fuego de radar y su munición es de percusión a proximidad.

M I S C E L Á N E A S

CAPSULA DE ESCAPE

El Negociado de Aeronáutica de la Armada está estudiando una"cápsula de escape" para los aviones de alta velocidad.

Esta cabina de forma aerodinámica, tiene control automático de pre-sión y calefacción. En caso de necesidad el piloto la desprende del avióny ésta desciende con paracaídas.

La "cápsula" permanece a flote cierto tiempo si cayera en el vacíoy lleva todo lo necesario para sobrevivir. Además evita que el pilototropiece con la cola del avión al abandonar el mismo.

NUEVO TRANSPORTE DE ASALTO

El Chase X C-123 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos es unavión de asalto de dos motores diseñado para transportar personal decombate, ingenieros y abastecimientos a pequeños campos carentes depreparación previa en zonas avanzadas de combate. Los motores sonPratt y Cía. Whitney R-2. 8OO de 2. 400 caballos de fuerza cada uno. Es-tán montados en náceles especiales las cuales pueden ser rápidamentedesconectados del a la, permitiendo un cambio rápido de motor. El X C-123, con una envergadura de 30 metros, tiene un largo de 21 metros yde altura 9 metros. El compartimiento de carga tiene aproximadamente10 metros de largo, 2 metros y 50 centímetros de ancho, y 2 metros dealtura. Una rampa atrás del compartimiento de carga puede bajarse atierra, para que los rodados suban a bordo. Además la rampa puede seradosada al nivel de la parte trasera móvil de cualquier camión, a fin defacilitar la carga y descarga del material rodante.


diferentes tareas, todos de vital importancia para el Comando ylas Tropas, por lo que sería ir contra el principio que dice que alos zapadores y en general a todas las armas, no se debe enseñarnada que no vayan a aplicar en el campo de batalla, el indigestar-los con conocimientos de todo orden.

Por supuesto que muchas de las sub-clasificaciones, indicadasen el Cuadro que como ejemplo liemos dado, pueden refundirseunas con otras, pero siempre conservando los tres fundamentalestipos, que la organización del arma debe contemplar en todos losEjércitos. La resolución del problema en particular, será del re-sorte de cada Ejército en especial.

3. º—La técnica de los Ingenieros Militares, se ve fundamen-talmente influenciada por las características geográficas y topo-gráficas del medio en que actúa. Este factor que tiene preponde-rante influencia en todas las armas, tiene una vital e imperativasobre la organización, dotación de elementos e instrucción de losingenieros militares, pues son ellos los luchadores, que día a día,tendrán que afrontar los múltiples problemas que el terreno lespresente, ya sea para modificarlo en su aspecto, para aumentar suscondiciones de vialidad o para vencer técnicamente los obstáculosque les presente.

En consecuencia en su instrucción, en su organización y en sudotación de elementos y maquinarias debe considerarse, ademásdel tipo de las Unidades a la cual servirán, las características geo-gráficas y topográficas de sus posibles zonas de acción.

En el fondo, las misiones por cumplir y las maquinarias poremplear, serán las mismas, pero adaptadas a las características delmedio. La resolución del problema, se encuentra en una prepara-ción básica común, que posteriormente se orienta de acuerdo conlo expresado y dando centro de gravedad a los problemas que pre-sentará cada zona. Semejante temperamento se debe seguir conrespecto a la organización y dotación de elementos de las respec-tivas Unidades.

4. °—La ejecución de la mayoría de las obras y el cumplimien-to de casi todas tas misiones de los ingenieros multares están ínti-mamente ligadas a los factores tiempo, materiales y personal dis-ponible.

Hemos dicho que la técnica de ingenieros de bien poco o nadasirve, sino cumple dentro de los límites de tiempo y lugar, las exi-gencias que le fije la conducción. La suma de los factores materia-les y hombres, da una resultante que se llama tiempo.

El obtener un resultado positivo en la resolución de la ecua-ción indicada, no es un problema tan simple, pues el arma de in-genieros es de lenta reacción, como consecuencia de las exigenciasque tiene que satisfacer, para dar cumplimiento eficientemente ala totalidad de las faenas o misiones que debe cumplir y que yahemos indicado en otro Capítulo.

EL ARMA DE INGENIEROS EN EL FRENTE 19

En toda misión técnica por sencilla que sea, deberá conside-rarse las siguientes fases previas, y en el carácter de imprescindi-bles, si queremos tener una ejecución dinámica:

1 — El reconocimiento de la zona, obstáculos o accidentes geo-gráficos, donde se cumplirá la misión o se construirá la obra.

2 — Confección de los proyectos que se desprenden y dicta-ción de las órdenes preparatorias o de ejecución correspondientes..

3 — Acumulación y apresto de los materiales, elementos omaquinarias necesarias, en el sitio requerido. Organización y alis-tamiento de las Unidades que cumplirán la misión, tanto para lapreparación como para la ejecución. Al respecto cabe recordar,que los ingenieros reciben una distinta organización para cada unade las misiones que les corresponde cumplir, las que también exi-gen el empleo de distintos elementos, maquinarias o herramientas..La construcción de un puente exige una muy diferente organiza-ción y empleo de elementos, que la de un camino o de una obrafortificada, y aun dentro de las tres especialidades, indicadas, sepresentan múltiples variantes, según sea el tipo de la obra porrealizar.

Las actividades indicadas para esta fase previa, pueden serde suma simplicidad y exigir un mínimum de tiempo para su rea-lización, pero en todo caso deben consultarse y con la debida opor-tunidad, si queremos que las reacciones de la técnica, tengan el se-llo del dinamismo que exige la conducción moderna.

El olvido en adelantar con la debida oportunidad las P. M.de reconocimiento y los trenes de puentes para el cruce de un río,el no dar un bien meditado escalonamiento a los zapadores y suscolumnas, cuando se va marchando a lo largo de desfiladeros y elno transmitir con la debida anticipación las órdenes para planifi-car y preparar o poner en vigencia un Plan de Destrucciones oBarreras, traerán indiscutiblemente repercuciones negativas sobrela conducción.

En consecuencia podemos establecer; que el arma de ingenie-ros, es una arma de Previsiones, que exige del mando una efectivaplanificación de su empleo, para llevar a la realidad con la debi-da anticipación las fases previas que a cada misión corresponda,lo que da por resultante una oportuna y también efectiva realiza-ción. El pretender que una Unidad de ingenieros se apreste técni-camente para el cumplimiento de una misión, con la misma rapi-dez que se ramifican y despliegan las fuerzas de las otras armas,es una utopía, que más de un dolor de cabeza dará a los compo-nentes del arma y a los conductores que en tal creencia vivan. Loselementos y, maquinarias modernas permiten una rápida ejecución,pero para que cumplan con dicho requisito y con el de la eficiencia,es indispensable que se planifique su empleo y el de los hombresque las trabajarán o aprovecharán. Por último, podemos estable-cer que para que un Arma de Ingenieros, coopere positivamente-


a la conducción, será indispensable que ésta, mantenga permanen-temente orientados a los Cdos. de dicha arma, sobre sus planespara el presente y el futuro, al igual que sobre las exigencias quepara su logro deben cumplir en forma especial las Unidades deIngenieros. ¡Si se procede así, y se cuenta con ingenieros bien do-tados y mejor instruidos, éstos cumplirán con los requisitos detiempo, eficiencia y lugar, en el cumplimiento de sus misiones.

5. "—La preparación de sus Cuadros de Jefes, Oficiales, Tropay Contingente.

a) De los Cuadros de Oficiales:

No es problema sencillo el formar un Oficial y un Jefe de Za-padores, ya que en su formación, habrá que considerar en igualgrado de importancia, el aspecto táctico y el técnico, ambos difíci-les de conciliar, y que deben aunarse férreamente si queremos te-ner un cuerpo de verdaderos Ingenieros Militares.

El Oficial de ingenieros, en el aspecto táctica y estratégico,debe ser tan completo como el mejor conductor, ya que estudiaráy aplicará su técnica, para servir las dos primeras. No podremosconstruir un eficiente sistema de obstáculos, sin conocer perfecta-mente las características de la defensa y de las armas que le daránvida con sus fuegos. Tendremos muchas veces, que construir unpuente, en lugares y puntos reñidos con la técnica pura, si as? lorequiere la conducción. Para lograr ésto, será indispensable que alOficial de Ingenieros se le instruya concienzudamente, en el as-pecto táctico y se le haga vivir desde su iniciación en la carreraen contacto con las demás armas y palpando el papel que a la suya,le corresponderá en cada determinada situación táctica. Sólo asíse logrará formar una verdadera conciencia, táctica y estratégica,en la Oficialidad de nuestra arma, lo que será garantía para elmando, de una bien orientada conducción técnica, en tiempo deguerra.

La formación del técnico mismo, también reviste caracteresespeciales y difíciles, por las siguientes razones:

a) Amplitud del campo de materias que abarca y complejidaddel mismo. El Ingeniero Militar, será por lo general, el proyecta-dor, el ejecutor y el abastecedor de las obras que emprende, esdecir, él será su arquitecto o su ingeniero, su conductor de obrasy su proveedor. Tres aspectos que en la vida civil, por lo generalson manejados por elementos diferentes.

b) El tendrá que formarse un criterio esencialmente prácticoy tendiente a no emplear la técnica, exclusivamente dentro de losprincipios que ésta aconseje, sino que subordinándolos a los su-periores de la conducción. Su doctrina, en este aspecto debe ser:Una obra técnica no tendrá ningún valor si no se construye den-tro de los límites de tiempo y lugar, que fije la conducción.


c) El tendrá que conocer y saber dirigir las tareas inherentesa todas las ramas del arma, aunque se especialice en algunas deellas, pues está llamado, a ser Comando de Ingenieros, es decir,asesor del mando, en todos los aspectos del arma.

Para lograr que la formación del Oficial de Ingenieros, llenepositivamente las condiciones indicadas, será, a mi juicio, necesa-rio cumplir con los siguientes requisitos:

1. —Reclutar los futuros Oficiales de Ingenieros, dentro delos cadetes, que demuestren, no sólo especial gusto por los estudiostécnicos, sino también tácticos. Si el postulante al arma no reúneambas condiciones debe ser rechazado.

2. —Orientar su educación desde el primer día en los Cuerposde tropa, en el aspecto táctico - técnico, mediante la vigencia dePlanes de Academia, perfectamente estudiados, en ambos aspectos.

3. —-Formar su criterio práctico, con la resolución frecuentede problemas tácticos-técnicos en el terreno y accionando los me-dios que verdaderamente empleará la guerra. El no tiene para queser un calculista o un proyectador acabado. El debe ser un prác-tico, que aplicará la técnica, establecida en sus numerosos regla-mentos, con criterio militar.

4. —Contemplar en los programas de instrucción de la Escue-la, sólo lo que realmente interese al Oficial de Ingenieros, dandogran importancia a la resolución de problemas de carácter tácticotécnico, cuya comprobación, debe materializarse, por la ejecuciónde numerosos ejercicios demostrativos en el terreno.

5. —Se reitera lo expresado, en el sentido de que tanto las Uni-dades como la Escuela, deben contar con todos los elementos, ma-teriales, herramientas y maquinarias, que emplearán en la Gue-rra, única manera de formar Oficiales prácticamente capaces.

Finalmente, he de hacer resaltar un último aspecto, en lo quese refiere al reclutamiento de los Oficiales de Ingenieros, en elsentido de que en la especialidad de zapadores de combate, todoslos puestos o el 99% de ellos, deberán ser ocupados, en caso deguerra por Oficiales de carrera; y en los de construcción, sólo seránecesario, el contar con un mando táctico y de combate de talescaracterísticas, pudiendo ser llenados, los demás puestos, con re-servistas, que hayan seguido en la vida civil, alguna carrera téc-nica.

b) De los Cuadros de Tropa:

El Teniente Coronel Chauvineau, decía el año 1924. lo siguien-íe, en el Curso de Informaciones para la Alta Jefatura del Ejércitofrancés: "El militar no tiene, en campaña, necesidades inferiores"a las de cualquier ciudadano en tiempo de paz. El tiene todas"las necesidades de este ciudadano aumentadas y complicadas


"considerablemente. Pero en la paz, las personas encargadas de sa-tisfacer estas necesidades, son numerosas y especializadas.

"El zapador militar, que es a la vez ingeniero de puentes,."constructor, arquitecto, carpintero, herrero, minador artificiero,.'' albañil, pontonero, combatiente, etc., no es un especialista: es el"hombre que todo lo hace.

"Esta cualidad, creedme, es muy poco envidiable, y nosotros"quisiéramos especializarnos, lo que ya hemos logrado en algunas"ramas de nuestra Arma".

En otros acápites de su conferencia dice:"Uds. saben que todo constructor, como consecuencia de la im-

"portancia variable de sus trabajos, no puede mantener, perma-"nentemente, a todos los obreros, que puedan serle necesarios en"un momento determinado. El tendría, muy a menudo, mano de"obra improductiva. Por otra parte, hay obreros especializados,"que es difícil encontrarlos en el momento que se les necesite y"que en razón a la importancia de sus funciones, es conveniente"mantenerlos, permanentemente, a nuestras órdenes, a la vez que"conocerlos bien.

"Estos cuadros permanentes, son los pilares de cualquier em-" presa constructiva.

"Entre nosotros este personal, lo constituye, la tropa de In-'' genieros.

'' Los contramaestres son nuestros Suboficiales; los obreors es-pecialistas, nuestros soldados.

"Punte es este de suma importancia. Se forma un infante, un"artillero, un jinete, de quien nada sabía de esto con anterioridad,"pero es mucho más difícil, por no decir imposible, el hacer de"él un zapador. De un agricultor, no haremos tan fácilmente un"electricista, un carpintero o un minador.

"Nuestro rol consistirá en mostrar al obrero de oficio, la di-ferencia que existe entre las condiciones de ejecución del campo"de batalla y las del taller y en familiarizarlo con el rodaje mili-"tar. Ella ya es suficiente, dado el escaso tiempo de que dispone-"mos y la variedad de los trabajos".

A continuación el conferenciante establece la necesidad de, do-tar a las Unidades de Ingenieros, de los Cuadros Auxiliares co-rrespondientes, para la ejecución de la mano de obra, que no re-quiere una especialización acabada.

Estos cuadros estarán constituidos por los reservistas de za-padores y por tropas de las otras armas, según sean las exigen-cias que cada situación imponga.

Las ideas sustentadas por el Jefe francés fueron también apli-cadas en su fondo y en su forma, por el Ejército alemán, el quecon este aspecto se ciñó a las siguientes normas. (Boletín informa-tivo de un Oficial observador el año 1941).

EL ARMA DE INGENIEROS 3N EL FRENTE 23

1. °—Agrupó a los zapadores en dos grandes núcleos, de com-bate y de destrucción, contemplando, además, dos tipos especia-les de Unidades, para atender a la construcción y al servicio delas fortificaciones y a la reparación y construcción de las vías fé-rreas. Los Batallones de construcción, en un principio a su vez fue-ron sub-clasificados en Batallones de construcción propiamente ta-les, Batallones de caminos y Batallones de puentes.

Como se ve en el gran Cuadro de la organización del Arma enAlemania, hay una tendencia perfectamente clara y positivamentematerializada, hacia la especialización.

2. °—A todo soldado de Ingenieros, se daba una instrucciónbásica de infantería, cuyas exigencias variaban, según el tipo dezapador. Un zapador de combate, debía y debe ser, tanto o másinfante que los memos infantes. Uno de construcción debe ser sóloun técnico.

3. °—Contemplaba dentro de la rama de zapadores de combate,las siguientes especializaciones.

a) Servicio de tropas de ataque,. con equipo especial de com-bate de zapadores.

b) Servicio de obstrucciones. Construcción de obstáculos detodas clases. Entrenamiento en el manejo de explosivos y de mi-nas y el uso de sierras eléctricas y de equipos de taladro.

c) Servicio de combate en ríos. Manejo y uso de balsas y detotes de ataque en toda circunstancia y ante cualquier situaciónbélica.

d) Servicio de construcciones de puentes reglamentarios.e) Servicio de construcción de puentes de emergencia.f) Servicio de fortificaciones. Construcción de instalaciones

de defensa de toda, clase. Construcción de refugios antiaéreos. Pre-paración de casas y aldeas para la defensa.

Los zapadores de construcción, a su vez, realizan las siguien-tes instrucciones especializadas: Construcción de caminos y obrasde arte, reparación dé puentes permanentes, construcción de posi-ciones fortificadas lejos de la influencia del enemigo terrestre,construcción de zonas para vivaquear o acantonar, en la zona deatrás.

Por supuesto que un clase de Ejército, podía alcanzar variaso todas las especialidades, correspondientes a su rama, para lo cualexistían tres Escuelas de Ingenieros, en las cuales se desarrollanCursos de perfeccionamiento táctico y técnico.

De lo expuesto, podemos, a mi juicio, sacar las siguientes con-clusiones.

1. °—Los Ingenieros Militares, son una Arma de Cuadros, quetendrá mayor o menor valer, según sea el criterio con que estosse recluten. Para que ella tenga un provechoso y eficiente desem-peño, será necesario, que el reclutamiento de estos Cuadros, queconstruiran el esqueleto de la armadura técnica del Ejército, en


lo que a zapadores se refiere, se haga en todos los Oficios, queabarca en su empleo esta arma. Obreros que en lo posible, debenser de especial competencia.

2. °—La misión del Ejército y del Arma de Ingenieros, con estosobreros, será el de hacer de ellos, verdaderos combatientes técni-cos, para lo cual, será indispensable el sumar a la instrucción quese da a cualquier soldado combatiente, la técnica correspondientea la especialidad en sus diversas ramas y orientada con sentidoabsolutamente bélico. Esta tarea de por sí, es difícil, se requierenaños de práctica y estudio, para formar un Suboficial o Clase deZapadores, que merezca el nombre de tal.

3. °—Las Unidades de zapadores deben estar dotadas de todoslos materiales, herramientas y maquinarias que emplearán en casode guerra, si se quiere formar Cuadros permanentes, con capaci-dad técnica y combativa efectiva. Un práctico en explosivos, no seforma haciendo problemas en la pizarra. Si lo formamos en estanegativa forma, haremos de él su propio victimario, cuando en rea-lidad tenga que hacer uso de ellos, en forma intensiva, en caso deguerra. Igual cosa podemos decir, con respecto a todas las otrasespecialidades, que contiene el Arma. La poca práctica preparaciónde sus cuadros, hará de ellos sus propios victimarios, como en elcaso, de los explosivos o los de sus compañeros de lucha, por laimperfecta forma, en que construirán las obras que les corres-pondan.

4. °—'Los Cuadros de una Unidad de zapadores, deben permi-tirle, armonizados y reforzados con las fuerzas auxiliares corres-pondientes, dar cumplimiento total a cualquiera de las diferentesmisiones, que correspondan a esta arma. Ellos deben tener unainstrucción básica de combate y técnica común, siendo especialis-tas en determinadas ramas. Así. se podrá contad siempre con téc-nicos de real eficiencia, para dirigir y cumplir la mano de obramás delicada y con los auxiliares correspondientes para aspectossecundarios o de menor valer técnico, que presenta toda obra deenvergadura.

También en lo que se refiere a reclutamiento de los cuadros,.en tiempo de guerra, se pueden aplicar los principios establecidospara los Oficiales, en lo referente a las especialidades: Construc-ción y Combate.

c) Del Reclutamiento e Instrucción de sus Contingentes.

Valen en este aspecto y tal vez con mayor grado de agudezalas exigencias establecidas para los cuadros permanentes, ya queha sido y es considerado en otros Ejércitos, un verdadero imposi-ble, el formar con los contingentes de ingenieros, zapadores de tipaUniversal. A fin de lograr resultados verdaderamente positivos enla preparación de las reservas de Ingenieros, se sustentan las si-


guientes normas o principios, en cuanto a su reclutamiento e ins-trucción:

1. °—Los contingentes de ingenieros, deben ser reclutados y se-leccionados, según su oficio, entre ellos no debe haber porcentajesde analfabetos.

2. °—La duración de los períodos de conscripción, debe ser eldoble de la impuesta a las demás armas. No se forma un Contin-gente de verdadero valer técnico, como zapador, con nueve o docemeses de conscripción. Ejércitos como el alemán, que cuentan concontingentes seleccionados, se ciñen a esta norma.

3. °—Perfecta clasificación de las materias de enseñanza, ins-truyendo al conscripto, en lo que verdaderamente tendrá valerpráctico para él, en la guerra. No enseñar nada que no se vayaa aplicar en el campo de batalla, eliminar todo lo superfluo.

Con referencia a esto, creo de interés, reproducir algo de lodicho por Schauman, en el libro "El Arma de Ingenieros en elúltimo Conflicto Mundial". Dice, entre otras cosas:

"La simplificación debe llegar hasta el último detalle, así sola-" mente se desterrará la enseñanza superflua, como es el perder el"tiempo, enseñando que el Trotyl está recubierto de determinadas"substancias y sometido a procedimientos físicos o químicos. El"soldado debe aprender únicamente a conocerlo, emplearlo y do-" minar el conocimiento de las medidas de seguridad. En igual"forma, se debe proceder con las demás instrucciones y al final"se podrá observar que se ha efectuado una verdadera economía"de tiempo e instruido perfectamente. Si fuera necesario hacer"una comprobación, sería suficiente citar la actuación de las tro-"pas de zapadores integrantes de los famosos "Comandos" de"Lord Lovat, cuya instrucción era eminentemente práctica y lo-"graron resultados sorprendentes, en el cumplimiento de las mi-"siones asignadas".

Estimo, que en el juego de estos dos factores, radicará el éxi-to de la preparación de los reservistas de Ingenieros.

III. ESTRUCTURA ORGÁNICA QUE SE ESTIME DEBE TE-NER EL ARMA DE INGENIEROS EN NUESTRO EJERCITO

1. — Del objetivo perseguido

Para dar término a este trabajo expondré en líneas generales, laestructura orgánica que en su mando y en sus órganos ejecutivos, seestima debe tener el atina, al igual que los principios fundamentales,en que considero debe descansar el reclutamiento e instrucción de susCuadros de planta y contingente. No entraré en el detalle orgánicode la constitución de los diferentes órganos de mando y Unidades,


por cuanto este tema será abordado en las siguientes conferencias,por los Jefes de la Escuela. No creemos, ni pretendemos dar connuestras proposiciones unas soluciones ideales o perfectas al proble-ma orgánico de los Ingenieros Militares. Sabemos que nues-tros trabajos adolecen de muchos vacíos y errores. Si afrontamos-tai tarea, no es con un espíritu pretensiosamente dogmático, sino quesimplemente cumpliendo un imperativo de nuestra conciencia profe-sional, que nos dice que los Jefes de la Escuela, incluyendo su Di-rector, tienen el deber de cooperar al mando en la resolución del pro-blema en estudio y en el convencimiento de que el modesto y si sequiere erróneo grano de arena, que agregamos a lo ya hecho en estesentido, será debidamente comprendido y avaluado por nuestra altajefatura y por nuestros compañeros de armas. El no hacer es fácil,pero negativo. El hacer aunque sea imperfectamente, es más peligroso,pero también más útil. Apoyados en esta última premisa, entramos.de lleno a exponer nuestras ideas.

2. — De nuestra proposición y sus fundamentos

A lo largo de este trabajo, hemos expuesto los fundamentos decarácter doctrinario, en que descansa la organización del arma de in-genieros y la solución que al problema se ha dado en Ejércitos mode-les. Encuadrados dentro de estas normas o principios, entramos alestudio de nuestro caso:

A. — DEL PROBLEMA ORGÁNICO PROPIAMENTE TAL

1º— De los tres grandes núcleos orgánicos

Hemos visto que se contemplan tres grandes núcleos orgánicos.Los Ingenieros' de Combate, los Ingenieros de Construcción y las Or-ganizaciones o Formaciones del Trabajo, los que pueden tener dis-tintf/denominación y escalonamiento, pero que específicamente cum-plen idéntico papel, cualquiera que sea el Ejército a que sirven.

Analicemos este aspecto:

a) Los Zapadores de Combate y Construcción

La gran extensión de nuestros posibles teatros de Operaciones,las dificultades que los mismos presentan al empleo de las Tropas,dadas sus difíciles características geográficas y topográficas, y lavulnerabilidad consecuente de sus líneas de comunicaciones, cuyasvías determinantes cruzan múltiples obstáculos de todo orden, dan alempleo del Zapador de Combate y Construcción un amplio y positivo


ampo de acción, tanto para permitir el mejor accionar de nuestrasfuerzas en el campo de combate y dificultar el del adversario, co-10 para garantir el flujo de las evacuaciones y abastecimientos, y lamovilidad operativa dentro de cada teatro y entre ellos, entre sí.

Digno de señalarse, también en este aspecto, es el importante pa-ra el que corresponde cumplir a los Zapadores cooperando al mandoen la obtención de la seguridad de nuestros dispositivos con un mí-limun de empleo de fuerzas, para dar el tiempo necesario a la eje-ución de los movimientos maniobras proyectados, mediante el inten-o, acertado y oportuno empleo de las Barreras Técnicas. Una obs-rucción en el terreno, un derrumbe o un simple campo minado, sig-tifican: seguridad, tiempo, economía de fuerzas.

Por estas razones, estimamos que es de carácter vital para nues-ra conducción, el contar con una completa y bien dotada organiza-ión de zapadores de combate y de construcción, pues en ellos, en-ontrará uno de los más poderosos medios para llevar a la realiza-ión, de acuerdo con nuestras posibilidades, las más audaces con-epciones.

b) De las Organizaciones o Formaciones del Trabajo

En su aspecto vialidad.,La vecindad a la frontera de nuestras principales redes ferro-

viarias y camineras y la vulnerabilidad de las mismas a la accióntérea y de sabotaje, como consecuencia, de los múltiples obstáculos,que también cruzan, aconsejan el contar con una potente, flexible ybien dotada organización de trabajo, especializada en la construccióny reparación de caminos y vías férreas, con sus respectivas obrasle arte.

El mantener en servicio nuestro sistema vial, pese a toda laposible acción del adversario, debe ser una imperativa exigencia denuestra alta conducción, pues de su cumplimiento dependen no só-io, la movilidad operativa de nuestras fuerzas, sino también el co-rrecto abastecimiento de los teatros de operaciones y del frente in-terno. Nuestro Ejército puede convertirse en un coloso con los piesde cera, que estática y trágicamente mirara el derrumbe de susmejores maniobras y de sus mejores planes de abastecimiento, sinocontempla este importante aspecto del problema. No hay que ol-vidar que para tener la movilidad estratégica y logística que tantorequiere nuestra conducción, es vital el dar la debida importanciaa ese algo prosaico, pero de determinantes consecuencias; que esla vialidad. La obstrucción de los puentes, en nudos camineros-fe-rroviarios matrices, hará fracasar la mejor maniobra, si su repara-ción no se hace dentro de los límites de tiempo que esta exige.

En consecuencia, considero que también debe darse primeraurgencia en nuestro apresto bélico a la organización desde la paz


de las entidades del trabajo, que tendrán por misión el garantir lavialidad estratégica y logística.

Estas organizaciones como consecuencia de nuestra particularsituación, además de cumplir con los requisitos de orden general yaestablecidas, deben contar con equipos y trenes de puentes, que lespermitan solucionar en forma rápida los problemas que en este as-pecto se presentaran. No hay que olvidar que en gran parte del des-arrollo de nuestros posibles conflictos, la red vial interna, estaráíntimamente ligada a la conducción de las operaciones.

—De los otros aspectos (sabotaje, protección aérea pasiva, sal-vataje y despeje de derrumbes, etc. ), las mismas razones ya expues-tas, a la que se podría agregar la gran congestión de poblaciones e ins-talaciones que presentan nuestros principales centros' de vida, acon-seja dar la debida importancia al pavoroso y fulminante problemaque presentan las guerras del presente, como consecuencia de losbombardeos aéreos, organizando con patriótica y humana previsióny desde la paz, las formaciones o entidades de trabajo, que tendránla dura y heroica tarea de paliar y neutralizar el efecto demoledorde los ataques aéreos sobre centros poblados. Tanto estas activida-des como las de carácter vital, deben estar en condiciones de en-trar en servicio, cuando se pronuncie por primera vez la palabraguerra. Nuestra posición y las características geográficas de nues-tro territorio, nos impiden el poder organizarías y ponerlas en ser-vicio, con posterioridad a, la iniciación del conflicto.

Concluyendo, podemos establecer que nuestro país, requiere pa-ra garantir la defensa de nuestro territorio el contar con un armade Ingenieros que contemple los tres grandes núcleos orgánicos,ya establecidos, los que por nuestra particular situación deben serconsiderados con primera urgencia en su apresto bélico.

El no hacerlo podrá traer la triste consecuencia de no poderemplear o abastecer en el frente a nuestras bocas de fuego, por muypotentes, numerosas o perfectas que sean y lo que es peor aún elque dichas bocas de fuego, no alcancen a llegar al frente dentro delos límites de tiempo que la conducción requiera.

2º— De las normas generales a seguir para organizar las Unidadesde Combate y Construcción

Hemos visto la gran cantidad de subclasificaciones que paraambos tipos de Ingenieros Militares, contemplan los Ejércitos mo-delos. La resolución dada por estos Ejércitos al problema, es la quea sus particulares condiciones corresponde. Piara ellos no hay pro-blemas de cantidad tanto en el aspecto hombre como en el aspectomedios. Por lo tanto, han resuelto la ecuación de la eficacia y laoportunidad, organizando todas las Unidades necesarias para ga-rantir tal objeto y dotándolas con los especialistas y medios técnicos,que a sus respectivas misiones corresponde. En síntesis: la cons-


trucción en serie, aplicada con gran acierto, por supuesto, a la reso-lución del problema bélico: Dejó bien en claro, que por lo menos enlos ingenieros de Combate, se contempla una instrucción básica co-mún, posibilitando así el apoyo de unas Unidades a otras.

Veamos ahora, la solución que, según nuestro criterio, debe te-ner nuestro problema orgánico, el cual debe dar la resultante de laeficiencia y la oportunidad, con un máximun de aprovechamiento delos medios y los hombres, para encuadrarse dentro del juego de losgrandes principios que deben servir nuestra conducción, acción, se-guridad, economía de fuerzas y concentración de medios. En con-secuencia, nuestro objetivo debe ser el obtener una máxima eficaciay rendimiento, con el mínimo posible de medios.

Las mismas razones que fundamentan la exigencia de contarcon los tres grandes núcleos orgánicos de Ingenieros, nos serviránpara fijar las líneas directrices, que a mi juicio, deben encauzar la-resolución del problema en estudio. Entramos en su análisis:

a) La extensión de los frentes aconseja:

—El considerar la dotación de Unidades de Ingenieros, desdeel escalón táctico, a fin de garantir la oportunidad en la solución delos problemas. Dentro del cuadro táctico, cabe considerar, sólo a lasUnidades de Infantería y Caballería, ya que las de Artillería encon-trarán la solución de sus más importantes dificultades en el cum-plimiento del Plan de Organización del terreno, por parte de losingenieros afectos a las Unidades Operativas correspondientes. Lasde las más pequeñas, debe ensontrarlas la propia artillería.

La armonía, la concentración de los esfuerzos y la economía delos mismos, deben ser la resultante del cumplimiento de las siguien-tes exigencias:

—Organizar, dotar e instruir las Unidades de Ingenieros, quesirvan los diferentes escalones, para que estén capacitados para cum-plir todas las misiones, que a su respectivo escalón corresponda ypara cooperarse mutuamente entre sí. Este objetivo se alcanzarámediante una enseñanza básica común, unida a una acertada espe-cialización.

—Ampliación de las exigencias, de orden técnico que en otrosEjércitos, se fija a las Unidades de Ingenieros. La solución se en-contrará en la organización de cada una de ellas, a base de núcleosaltamente especializados en el cumplimiento de determinadas fae-nas, núcleos1 que al unirse y trabajar en común, podrán realizaruna misión de conjunto. Es decir, cada Unidad de Ingenieros nues-tra debe ser un verdadero mecano, por supuesto que las piezas deeste mecano, tendrán la característica de poder servir de auxiliares,en otros aspectos, que para el que han sido especializadas. No esesta una solución ideal, pero creo que es la nuestra.


El pretender, tener o formar al Ingeniero, capaz de ser un es-pecialista consumado en todos los múltiples aspectos que abarcael arma, es una utopía, sobre todo, si se consideran nuestros plazosde conscripción y el nivel cultural y físico de nuestro pueblo.

El pretender contar con todos los tipos de Unidades especia-listas, que hemos indicado, sería pecar contra la economía de lasfuerzas, que tan necesaria nos es. Al respecto, cabe hacer mención,que las diferentes características geográficas y topográficas de nues-tros posibles teatros de operaciones, debe ser debidamente conside-rada dentro de esta especialización.

—Preparación de un cuadro de Jefes, Oficiales y Tropa de am-plia cultura profesional, tanto táctica como técnica, y de una' altaexperiencia alcanzada desde la paz, mediante el constante trabajoen todos los aspectos que el arma abarca y empleando todos los me-dios que la guerra pondrá a su disposición; centralización del man-do, de Ingenieros, en cada frente de combate de manera que puedaobtener la armonía y el máximo aprovechamiento de los esfuerzosen la acción técnica. De esta manera, la descentralización en la eje-cución será sólo aparente, ya que el mando logrará que todos los es-fuerzos, se encaucen en una senda común.

b) Las difíciles características geográficas y topográficas de nues-tros posibles teatros de Operaciones

Esto unido a la extensión de las zonas que controlarán las Uni-dades Operativas Menores y al hecho de que los bombardeos aéreos,se harán sentir en todo el ancho y profundidad de los Teatros deOperaciones, aconseja el dar un escalonamiento adelantado a lasUnidades de Zapadores de Construcción, a fin de que se puedanvencer las dificultades que estos tres factores impondrán, con lasimultaneidad que requerirá la conducción y dando cumplimientoa la exigencia, oportunidad que tan vital es en el marco de la téc-nica bélica. El escalonamiento a partir del marco C. E. para arribaque se da en el modelo dado, a este tipo de Unidades no nos ga-rantizará su efectivo y oportuno empleo. Es por esto que estimoaconsejable, el considerar su dotación a partir del Cuadro Div.hacia arriba. Por otra parte, un Comandante está en mejores condi-ciones de emplear un medio, si lo tiene a sus órdenes, que si tieneque solicitarlo de un superior, por muy preocupado y capaz queéste sea. Por supuesto que la dotación de las Unidades y elementosde este tipo debe ser lógicamente dosificada.

Estas mismas razones aconsejan el contar con Unidades de Za-padores de Combate y Construcción, en el escalón de las UnidadesOperativas Mayores, para que estén en condiciones de agrontar los"problemas que jurisdiccionalmente les correspondan, establecer loscentros de gravedad técnica y reaccionar ante los imprevistos, que,


en el aspecto ingeniero serán múltiples y de graves repercucionespara el mundo.

3º— Nuestra proposición

Consecuencialmente, con lo dicho, podemos establecer la si-guiente estructura orgánica para el Arma de Ingenieros.

a) Compañías de Ingenieros de Combate en los Regimientos deInfantería y Secciones en los de Caballería.

Misión fundamental: Cooperar técnicamente a las fuerzas de-ambas armas y según las exigencias que les fije la modalidad deempleo de cada una de ellas.

Instrucción: La correspondiente al zapador de combate.Exigencias fundamentales: El de caballería altamente especia-

lizado en explosivos y demoliciones y el empleo de las Barreras téc-nicas.

El de infantería en la construcción de posición fortificadas yde sus zonas de obstáculos, y en la lucha técnica contra los mismos.Ambos combatientes en la más amplia acepción de la palabra. Es-pecial importancia en lo referente a campos minados y trampas pa-ra bobos. En cuanto a cruce de obstáculos fluviales, aptos para efec-tuar el pasaje navegando de sus Unidades, en pontones y barcas.Las Unidades de la infantería, especializadas en la construcción de-pasarelas y pontezuelos flotantes y colgantes con material decircunstancias y reglamentario. Ambos deben estar en condicionesde servir de auxiliares a los zapadores de combate de las UnidadesOperativas, en el cumplimiento de sus misiones de construcción depuentes y caminos. Despeje de obstrucciones del terreno y habilita-miento, en primera instancia de las vías de comunicaciones obstrui-das, para permitir el paso de sus Unidades. Dotación de elementostécnicos: Escalón con los materiales correspondientes a las misio-nes por cumplir.

b) Compañías y Escuadrones de Zapadores de Combate en losDestacamentos, Brigadas de Caballería y Regimientos Reforzados.Misión fundamental:

Servir técnicamente a dichas Unidades. Instrucción; La inhe-rente a los zapadores de combate. Deben estar en condiciones deconstruir puentes ligeros de columnas reglamentarias y de circuns-tancias. Tipos de apoyo según las características de los ríos de las-zonas en que sirven. Para todos obligatoria la construcción de pon-tezuelos colgantes. Deben estar en condiciones de actuar como auxi-liares en la construcción de puentes que no sean de su especialidad.Aptos para preparar y construir caminos del tipo regional. Dota-


ción de elementos: Escalón de material técnico y Columnas de Puen-tes. Si los de Destacamentos y de Regimientos Reforzados deben ac-cionar con independencia y alejados de sus Divisiones, deben contarcon una sección de maquinarias, con el personal técnico correspon-diente, para hacer las reparaciones y despeje de vías de comunica-ciones obstruidas.

c) Batallones mixtos de zapadores en las Divisiones de Ejército,(Combate y Construcción).:

Misión Cumplir las mismas inherentes a los zapadores de com-bate y de construcción, en las zonas de acción de sus respectivasUnidades.

Instrucción: En cuanto a zapadores vale lo establecido para losDest. con las variantes correspondientes a las exigencias de la Uni-dad que sirvan. Especialistas en construcción de puentes de todotipo y cruce de obstáculos fluviales y de todo orden.

Dotación de elementos: Escalón de materiales en las Compa-ñías. Columnas de materiales y trenes de puentes para las Unidades

-de Combate. Talleres móviles y maquinarias para reparar, despejarobstrucciones y construir caminos de primera urgencia, para lasUnidades de construcción. Por estimar que es esta la Unidad, quesirve de molde para la organización de las demás, en cuadro que secopia a continuación, se da la estructura que en el aspecto técnicoy en líneas generales se estiman debe tener:

(Cuadro, pág. 33)

d) Regimientos o Batallones de Zapadores de Construcción yde Combate en las Unidades Operativas Mayores.

Misión: La establecida en el estudio doctrinal. Las especializa-ciones por contemplar en construcción, dependerán de las caracte-rísticas de los teatros de operaciones. En lo fundamental: debenestar en condiciones de construir puentes pesados, y reparar y cons-truir caminos, de gran rendimiento, para lo cual deben estar dotadosde las maquinarias y material correspondiente. El número de Ba-tallones por Unidad Operativa Mayor, será como consecuencia de

las exigencias técnicas que deben satisfacer en el respectivo teatrode operaciones. En este caso debe consultarse también las fraccio-nes encargadas de la reparación y abastecimiento del material de

Ingenieros.

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M. del E. 3.


e) De las Organizaciones o Formaciones del Trabajo:

En beneficio de la brevedad, sólo expondré algunas ideas, res-pecto a lo que estimo deben ser las organizaciones y formaciones deltrabajo, y ellas son:

1ºLa organización, preparación y dotación de elementos de lasformaciones del trabajo, es del resorte de la Dirección Suprema enla guerra, asesorada en lo que al frente bélico se refiere, por la al-ta Jefatura del Arma de Ingenieros.

2o Esta organización debe estar, constituida por Batallones delas distintas especialidades que su empleo contempla, distribuidos alo largo del país. Estos Batallones formados por personal civil es-pecializado y en lo posible aptos para concurrir al frente y al man-do de Jefes y Oficiales en retiro, que hayan perdido sus condicio-nes de combatientes activos.

3o Dentro de esta organización debe darse primera importan-cia a la organización y apresto de las fracciones encargadas de ga-rantir el empleo de nuestra red vial, y

4o Se reitera lo manifestado en el sentido de que ella debe te-ner un apresto bélico, igual al de las tropas encargadas de protegernuestras fronteras terrestres o marítimas. La defensa civil de Chile,es el núcleo que reforzada, puede llegar a constituir una ideal or-ganización de este tipo.

4º— De la Organización de Mando:

Para que éste pueda cumplirse en buena forma, estimo debenconsultarse los siguientes órganos de mando, cuyas fundamentalesfunciones, se especifican: ,

1o El Comandante de Ingenieros de la Dirección Superior dela Guerra dependiente del Ministerio de Defensa y asesor técnicode la misma, en todo lo referente al arma de ingenieros y las Or-ganizaciones y Formaciones del Trabajo. Jefe y responsable de lapreparación, organización, apresto y empleo bélico de estas últi-mas. Para esto debe ser asesorado por civiles pertecenientes a todaslas actividades que a su amplio empleo corresponden. Organo ase-sor en cuanto al Arma de Ingenieros se refiere, y de mando en cuan-to a la organización del trabajo. Debe ser el órgano que propongatodo lo referentes a adquisición de maquinarias, materiales y ele-mentos técnicos de Ingenieros, para el servicio de todas las fuerzasde la defensa nacional.

2o El Inspector o Comandante de Ingenieros del Ejército —Asesor técnico del Comandante en Jefe del Ejército, en cuantoa la organización, instrucción, apresto y empleo técnico del Armade Ingenieros.

EL ARMA DE INGENIEROS EN EL FRENTE...... 35

Tendrá el. mando de las Unidades asignadas a este escalón. Debedictar las Directivas para el desarrollo de la instrucción dentro delEjército, y controlar su cumplimiento. Debe hacer las proposicionespara la adquisición de maquinarias y material técnico de ingenieros,para el servicio del Ejército. Responsable del reabastecimiento de losmismos en tiempos de guerra.

3o Los Comandantes de Ingenieros de las. Unidades OperativasMayores y Menores, asesores técnicos de los respectivos Comandan-tes. Tendrá el mando sobre las Unidades asignadas a dichos Escalo-nes. Confeccionarán los Planes de Empleo y organización del terrenoque en cada caso correspondan. Responsables de la Solución dé losproblemas referentes a los Ingenieros Militares, dentro de toda la zo-na jurisdiccional de sus Unidades. Deben ser asesorados por P. M.técnicas.

4o Los Comandantes de Regimientos, Batallones o Compañías,componentes de las Unidades Operativas Mayores o Menores. Ten-drán el mando de sus Unidades y serán responsables de su correctoempleo.

5º— Los Comandantes de Formaciones del trabajo:

NOTA:

1) Entre el Arma misma y las Organizaciones del Trabajo debeexistir armonía y continuidad en las acciones. Esto se logrará me-diante las Directivas y Planes de Empleo y de organización del te-rreno, que deben dar las autoridades de los diferentes escalones demando y por el contacto, entre los órganos de mando y Directivos,que trabajen o accionen en zonas contiguas.

2) Se estima que todo lo referente a la vialidad, debe ser accio-nado por los Comandos de Ingenieros, en el total de las zonas ju-risdiccionales de las Unidades Operativas correspondientes.

3) Al igual que lo referente a Telecomunicaciones, los Comandosde Ingenieros de todos los escalones, deben tener atribuciones paradar disposiciones de carácter técnico a todos los componentes de laUnidad en que estén encuadrados. Estas disposiciones deben tenerel carácter de órdenes (Medidas de seguridad y neutralización pa-ra un determinado tipo de minas. Disposición para el pasaje por al-gún vado o puente, etc. ).


B. — DE LA INSTRUCCIÓN Y PREPARACION DE SUPERSONAL:

Vale lo dicho en el Capítulo en que se trató esta materia en suaspecto doctrinal o universal. Indicaremos, eso sí, algunas normas queestimamos, de indispensable necesidad: seguir, para que la instrucciónde Ingenieros en el Ejército, sea de efectivo, valor.

1o Los cuadros de tropa del Arma de Ingenieros, deben formar-se en lo posible, a base de obreros especializados, aunque para ello seanecesario abrirles particulares expectativas en su carrera. Por lo me-nos un 60 por ciento de su planta debe cumplir con este requisito.

2o Parala conscripción de sus Unidades, debe procederse conigual criterio.

3o La preparación e instrucción de los cuadros componentes, de-be ser orientada con sentido esencialmente práctico. Un arma de in-genieros formada a base de enseñanzas teorizantes podría desempeñarmuy buen papel en una academia o Instituto, pero hará uno muytriste y de graves consecuencias para el mando, las, demás armas ylos zapadores mismos, en el terreno de la acción aplicada. Por otraparte, ya hemos visto que no es posible, pensar en producir zapado-res capaces, táctica y técnicamente, especialmente en la rama de com-bate, en cortos períodos de aplicación. Esto es más grave en nues-tro caso, en que el zapador tendrá que abarcar un más amplio cam-po de acción que en otros Ejércitos.

Este objetivo se logrará sólo contando con Unidades dotadas detodas las maquinarias y elementos que emplearán en la guerra.

4o Es indispensable que los cuadros de planta, de Oficiales yTropa de Ingenieros, desarrollen sus cursos en forma completa, ymediante la aplicación de Planes de Estudios, que armonicen lo teó-rico con lo aplicado.

5o Deben consultarse Cursos de aplicación para los Jefes delArma, los que en su desarrollo deben consultar el empleo de la téc-nica de Ingenieros, al servicio de las ideas operativas que el alto man-do piensa poner en aplicación, en las posibles situaciones bélicas quese nos pueden presentar. Al respecto se estima de carácter indispen-sable, el contar desde la paz, con los Comandantes de Ingenieros deJas Unidades Operativas, a fin de que planifiquen con la debida pre-visión, todo lo que al empleo de la técnica de ingenieros se refierey en sus respectivas zonas jurisdiccionales.

6° Deben desarrollarse en forma normal, los Cursos de Ingenie-ros, para Oficiales y Clases de todas las armas, a fin de que en nues-tro Ejército pueda ser realidad aquello, de que todo soldado es hastacierto punto un zapador.

EL ARMA DE INGENIEROS EN EL FRENTE...... 37

7o Igualmente es indispensable, que las Unidades de todas lasarmas cuenten con las herramientas y materiales técnicos que paradesarrollar la instrucción de Ingenieros, se requiera.

8° Para formar completamente al Oficial, es requisito primor-dial, que se le haga servir en todas las Unidades de arma, a fin deque trabaje en diferentes situaciones y características de terreno ymaterial. El Oficial debe llegar a su Curso de Tenientes, habiendocumplido con este requisito. Por esto se estima dé carácter impres-cindible, el que la Inspección tome ingerencia directa en las des-tinaciones de los Oficiales del arma.

9o El Capitán antes de ascender, en lo posible, debe cumplir laexigencia de mandar una Unidad de zapadores, de Destacamento ode Regimientos de Infantería Ref., a fin de adoctrinarse en el há-bito de cooperar y de que se interiorice en el detalle de las exigen-cias del campo de batalla.

Creo que tomando estes medidas y las de carácter general, ex-puestas en el Capítulo correspondiente, lograremos tener un Ejército,en que no sólo los Ingenieros conozcan de este importante aspecto delas guerras del presente.

C O N C L U S I Ó N

Al llegar al término de este trabajo, para el que reclamo, comoúnicos méritos, el haber sido inspirado por un bien sentido anhelode superación profesional, y concebido con todo el cariño que debesentir un soldado de verdad, por su arma y la Institución, reafirmouna vez más, mi fe en el brillante destino de los Ingenieros Militaresde nuestro Ejército, confiado no tan sólo en las exigencias de los im-perativos de la época, sino que muy principalmente, en el esplendo-roso presente intelectual y moral que vive el arma, cuyos componentessaben ser ejemplo de abnegación, eficiencia en la acción y entregaabsoluta de sus seres, en aras de la grandeza del parche azul que or-gullosamente ostentan, del Ejército y la Patria.

Si los zapadores europeos, americanos y africanos, perfectamen-te dotados de materiales, armamentos y herramientas y bien ins-truidos, supieron en el último conflicto demostrar al mundo, que eransoldados para los cuales no había imposibles, los de Chile, dignosdescendientes del Arauco no domado, son garantía de lo mismo, cono sin materiales en paz o en guerra.

M I S C E L Á N E A S

* * * * * *

El que está acostumbrado a la disciplina siempre encuentra en sucorazón la fuerza necesaria para permanecer en su puesto; jamás aban-dona ni a sus jefes, ni a sus carneradas, y funda su gloria en participarde su suerte.

La profesión militar es la única en que los puros sentimientos deadhesión a la Patria, de amor al orden y al desinterés son exigidos ypuestos en práctica. Es también la única profesión en que los hombresde todas las condiciones vienen a unirse y a darse la mano confundidosen las filos, donde todos son iguales por la obediencia y todos enno-blecidos por sus sacrificios al deber.

Cuando se piensa en las importantes funciones del militar, en susmobles deberes, en la alta misión que le ha sido reservada, no hay queasombrarse de que el primer hombre que adquirió nobleza, el primeroque mereció ser colocado por encima de los demás, haya sido un sol-dado .

El soldado, más que nadie, debe saber que el valor militar no tienemérito real sino por la adhesión; nunca se juzga del honor y del valorde un hombre porque ha sido vencedor o vencido, sino porque ha probadoque sabe dedicarse y sacrificarse a los intereses de los demás.

EL CUERPO DE EJERCITO 39

EL CUERPO DE EJERCITO

Tte. Crl. ALVARO CASTRO SIMMS.

(Conclusión)

PUNTOS QUE PUEDE CONTENER LA ORDEN

DE MARCHA PARA EL C. DE E.

Es en general muy relativa la confección de este documentoen el C. de E. Los presentes puntos se refieren principalmente ala marcha más o menos próxima al adversario.

1. —Noticias del enemigo y propias tropas.2. —Misión del C. de E.3. —Idea de maniobra.4. —Exploración.

a) Aérea.b) Terrestre.

5. —Dispositivo de movimiento (dispositivo de marcha).a) Qué unidad o unidades operativas menores adelante.b) Cuáles en el segundo escalón.

6. —Misiones a las unidades operativas menores.Ejes de marcha, zonas de acción, horas de partida y de llega-da, objetivos final o sesundarios y conducta en caso de en-cuentro con el adversario.

7. —Seguridad.Misiones de seguridad en sus distintos aspectos.a) Seguridad lejana.b) Seguridad antiblindaje.c) Vanguardias y flancoguardias.

Composición y misiones.8. —Tropas de C. de E.

Dispositivo de marcha.9. —Enlaces y Transmisiones.

a) Ubicación y desplazamiento de los P. de M. del C. de E. yde las unidades operativas menores (Eje de traslado).

b) Anexos técnicos.


10. —Servicios. —Durante la marcha (únicamente lo que debenconocer las. unidades. subordinadas; generalmente será moti-vo de Disposiciones Complementarias).

H. —EL REPOSO DEL CUERPO DE EJERCITO.

Sólo excepcionalmente puede considerarse en forma global elreposo del C. de E.; generalmente esta actividad será de pertenenciade cada una de las unidades operativas menores.

El reposo como actividad global del C. de E. será una activi-dad de regulación en cuanto a seguridad lejana, es decir el Cdo.del C. de E. debe tomar medidas que interesen al conjunto, pormedio de:

a) Destacamentos de seguridad, fuertes en medios, con misiónde mantener determinadas zonas (esta seguridad se efectúa desdeel punto de vista de la seguridad antiblindaje especialmente).

b) Bloqueo de caminos por medio de campos minados espe-cialmente a los flancos y retaguardia.

c) Protección antiaérea, por medio de las formaciones aéreasde que dispone el C. de E. y de las tropas de artillería antiaéreas.La seguridad inmediata y el dispositivo de las unidades operativasmenores serán dispuestos por los comandos de estas unidades.

I. —EL CUERPO DE EJERCITO EN EL ATAQUE.

La marcha de aproximación analizada anteriormente en susdos aspectos, avance lejos y próximo al adversario, conduce al C.de E. a la toma de contacto con el enemigo, actividad realizada porlas vanguardias de las divisiones delanteras y que tiene por objeto:

—Precisar el frente enemigo, y—Constituir el propio frente de combate.A esta fase o momento de la acción ofensiva, las unidades de-

lanteras proceden de acuerdo con la actitud general que les haprescrito el mando del C. de E. y que le ha sido fijada en la ordenpara la aproximación o en las órdenes sucesivas que el general delC. de E. en antecedentes de la situación que se está viviendo haido impartiendo sucesivamente por lo común en forma aislada pa-ra las diversas formaciones delanteras.

La toma de contacto es una actividad relativamente larga yque el comandante del C. de E. debe seguir muy de cerca, especial-mente en lo relacionado con las acciones que libran las vanguar-dias, a fin, de estar permanentemente informado y poder tomaruna decisión oportuna y acertada para empeñar el combate contoda su gran unidad.


La toma de contacto puede producirse contra un enemigo enposición o contra un enemigo en movimiento.

En el primer caso, las vanguardias relevan generalmente a loselementos de caballería o mecanizados que ya estén adelantados yprocuran determinar el campo principal de combate enemigo porel empleo total de sus medios. Logrado lo anterior se instalan enel terreno para cubrir el despliegue del grueso.

Delante de un enemigo en actitud ofensiva las vanguardiastratarán de obtener como objetivo principal, la detención de ésteantes de proceder a su ataque. El Cdte. del C. de E. fija posterior-mente las líneas sucesivas que los gruesos de las divisiones debenalcanzar y la actitud de las vanguardias, estableciendo la coope-ración entre ellas?.

La reglamentación de algunos ejércitos extranjeros, como asi-mismo algunos autores militares, establecen a continuación de la.toma de contacto y antes del ataque propiamente tal, una fase in-termedia, denominada "empeño". Este momento, junto con el an-terior —toma de contacto— constituyen los preliminares del ata-que y no se pueden delimitar exactamente, teniendo ambos unaimportancia capital en la conducción posterior de la operación. Ladiferencia más notoria entre ambas fases (toma de contacto y em-peño), puede radicar en el hecho que durante la toma de contacto,las acciones que libran las vanguardias tienen un aspecto de ma-yor descentralización, bajo la dirección de los comandantes de las-unidades operativas menores, en tanto que en el empeño, es el Cdte..del C. de E. quien asume directamente la dirección de las vanguar-dias basado en las informaciones que ya ha obtenido durante la tomade contacto. Sin embargo, hay situaciones en las cuales, el Generaldel C. de E. desde la marcha de aproximación ha controlado direc-tamente a los elementos adelantados y vanguardias, pasando direc-tamente desde ella al empeño de toda su unidad. Ello dependeráde la actividad que haya desplegado la exploración y, naturalmen-te, de la mayor o menor cantidad de informaciones que posea elmando del C. de E. Esta fase podría caracterizarse por:

—El objeto, que es rechazar los elementos adelantados adver-sarios, verificar el valor del contacto, obligar al enemigo a mos-trar sus fuerzas, y conquistar puntos del terreno cuya posesiónes necesaria para el ataque posterior del grueso.

—Los medios empleados, siendo estos un mínimo de infante-ría y numerosa artillería, comprendiendo las vanguardias, algu-nas fracciones de inf. del grueso y, en algunos casos, elementos,blindados.

La aviación entre tanto, continúa su exploración táctica y decombate, en beneficio especialmente de la artillería y tropas delan-teras empeñadas.


Al mismo tiempo, el grueso del C. de E. se aproxima y seapresta para la acción decisiva, mientras las formaciones de losservicios se despliegan para su empleo.

El empeño debe asegurar al C. de E. el despliegue de un fren-te cohesionado a todo lo largo de la zona de acción y, por consi-guiente, la posibilidad de maniobrar con el grueso a cubierto.

Una vez terminada esta fase de la operación ofensiva, el C. deE. presentará el siguiente aspecto:

—Adelante, un frente de combate formado por las vanguardiasmás o menos reforzadas y detenidas por una línea continua defuegos.

—Detrás, los gruesos de las divisiones delanteras y la artille-ría del C. de E.; en parte desplegada y en parte reuniéndose mása retaguardia, todo ello en una profundidad de 8 a 10 kilómetros.

—Más atrás, las unidades de segunda línea.—Las formaciones de los servicios, principiando a desplegarse.En resumen, en este momento, el C. de E. se encuentra reunido

dentro de un campo de batalla.¡La concepción original de la batalla, que el Cdte. del C. de E.

se formuló desde muy atrás y que dio origen al avancé y marchade aproximación, cede ahora su lugar a una nueva concepcióndel ataque, basada en las nuevas informaciones referentes al ene-migo y al terreno, que el mando del C. de E. ha ido obteniendo.La primera concepción, de aproximación hacia el campo de bata-lla, fue preparatoria, de alistamiento; la segunda es ejecutiva, derealización de la batalla, en vista del terreno en que ella se libra-rá. El ideal es que entre ambas exita una absoluta armonía y con-cordancia, de modo que la primera traspase íntegramente el cam-po táctico y de resolución, las ventajas obtenidas en el dispositivode aproximación. Si ello se logra, la iniciación del ataque no seráotra cosa que la continuación de la maniobra lejana que se haido realizando en la aproximación, ahora ya a distancias menores,dentro del campo de la batalla, para accionar las armas contra eldispositivo enemigo. Anteriormente se accionó en forma indirecta,llevando las tropas hacia un dispositivo apropiado, para permitirahora la acción de éstas, por medio de las armas.

La concepción táctica de la maniobra ofensiva constituye elPlan de Ataque del C. de E.

En conjunto este Plan de Ataque comprenderá los siguientesaspectos:

—Idea general de maniobra (acción frontera o envolvente;objetivo final; objetivos sucesivos; fases de ejecución; centro degravedad, etc. ).

—Misiones a las unidades operativas menores. Maniobra porrealizar; líneas o zonas de partida para el ataque; conquista deciertos objetivos previos; objetivos final o sucesivos; plazos de eje-


cución; coordinación y cooperación entre ellas, etc. Refuerzo de-ciertas unidades según misión y terreno.

—Misión para la Art. de C. de E. Contrabatería; batimientode objetivos lejanos; apoyo de las unidades delanteras; según eso,su despliegue.

—Misiones para el resto de las tropas de C. de E.—Misiones a la aviación.—Reserva. Composición; ubicación; dirección de avance; po-

sibles empleos.—Seguridad del dispositivo. Destacamentos adelantados o ha-

cia los flancos o espalda; seguridad antiblindaje y antiaérea.—Persecución eventual.—Enlaces y telecomunicaciones. Ubicación de los P. de M. y

P. C.—Incógnitas que aún se le presentan por aclarar.—Servidos. Disposiciones referentes al aspecto logístico.

Para que este Plan de Ataque tenga buen éxito y puesto enejecución produzca los resultados que de su concepción teórica se-espera, es indispensable que:

—Se disponga constantemente de informaciones ciertas y opor-tunas, a fin de que el Cdte. del C. de E. vaya introduciendo las-modificaciones que sean necesarias o haciendo intervenir los me-dios aún disponibles en los momentos precisos.

—Se establezca un centro de gravedad operativo y a él se leden los medios adecuados.

—Coordinar la acción de las unidades operativas menores.—Apoyar el esfuerzo de las unidades empeñadas con el em-

pleo de los medios del C. de E.—Regular el apoyo aéreo.—Explotar los éxitos obtenidos por medio del empleo de la-

reserva.

En general, el ataque del C. de E. puede desarrollarse contra;un enemigo en posición o contra uno en movimiento en actitudofensiva. La operación en ambos casos adquiere características di-ferentes; sin embargo, existen muchos aspectos comunes, que seindicarán a continuación antes de observar las diferencias.

El Cdte. del C. de E. una vez elaborado su Plan de Ataquey emitidas las órdenes de ejecución correspondientes para las uni-dades operativas menores, interviene fundamentalmente en la ba-talla por medio de su artillería, aviación, tropas mecanizadas delC. de E., y su reserva.

La Art. del C. de E. apoya principalmente, ejecutando los fue-gos de contrabatería y fuegos lejanos, permitiendo que la artillería.


divisionaria realice el apoyo inmediato con sus medios concentra-dos. Cuando la artillería de C. de E. dispone de abundante mate-rial y recibe peticiones de las divisiones, puede reforzar su accióncon apoyo inmediato. A la inversa, en ciertas circunstancias, la ar-tillería divisionaria puede reforzar a la de C. de E. para el cum-plimiento de su misión. La artillería de C. de E. se empleará depreferencia apoyando el centro de gravedad operativo.

Cuando haya posibilidades de reforzar a las unidades opera-tivas menores con aviación de observación para su exploración in-mediata, el Cdte. del C. de E. puede procurársela; en todo caso,deben delimitarse perfectamente las fajas de observación del C.de E. y de las divisiones. De acuerdo con su misión, también pue-den afectarse formaciones de tanques, blindadas o químicas, a lasdivisiones delanteras; estos medios pueden también ser empleadosdirectamente por el Cdte. del C. de E.

El C. de E. interviene en el desarrollo de la acción medianteel empleo de sus reservas; para ello deberá seguir de cerca el desa-rrollo de las diferentes acciones. Las reservas deben estar situadasde modo que puedan intervenir en cualquier parte del frente decombate del C. de E., en forma oportuna. De preferencia ellas de-Tjen ser provistas de medios de transporte motorizados y, mientrasse encuentran en movimiento, aseguradas contra la acción aérea ymecanizada.

Los planes para el empleo y desplazamientos de las reservasdeben elaborarse con suficiente anticipación y detalle. Cuando selas emplea en el combate, deben ser reemplazadas lo más prontopor los elementos disponibles. Sin embargo, los escalones de ataqueno deben ser debilitados innecesariamente por el solo fin de pro-curar elementes para las reservas. El mando del C. de E. no debevacilar en emplear sus últimas reservas cuando tal acción prometaresultados decisivos; el empleo parcial de las reservas del C. de E.es rara vez justificable.

El ataque de un C. de E. es asunto de días y no de horas. ElCdte. del C. de E. sigue el desarrollo de la batalla por su contactopersonal y por medio de informes de sus oficiales de E. M. o deenlace, por las informaciones recibidas de sus comandantes subor-dinados y por sus propios órganos de información. Según lo indicael curso de la acción, él ajusta o modifica las misiones primitiva-mente asignadas a las unidades subordinadas y efectúa los cambiosnecesarios en las zonas de acción y objetivos fijados, a fin de sa-car el máximo de ventaja de las debilidades del enemigo, explotaresa debilidad y derrotarlo.

El Cdte. del C. de E. debe prever la persecución y aniquila-miento de un enemigo desmoralizado.


1. —Ataque a un enemigo organizado para la resistencia.

Tratándose de un enemigo ubicado en el terreno y cuya situa-ción informada por la exploración, se conoce con mayores o meno-res detalles, el proceso de aproximación, toma de contacto, empeñoy ataque, se verifican mucho más expeditamente. Entre la concep-ción lejana de la batalla y la concepción inmediata de ella, puedeexistir una absoluta correlación y la segunda será continuación exac-ta de la primera. La batalla ofensiva se inicia desde la profundidadmediante el dispositivo que se ha adoptado para el avance y se con-tinúa naturalmente por la actividad de las unidades operativasmenores en demanda de sus objetivos de ataque, partiendo desdesus zonas de apresto.

En el presente caso el Cdte. del C. de E. dispone de tiempo,informaciones y relativa calma para planear su operación, y vienedesde la profundidad constituyendo su dispositivo de combate. Enel campo táctico se materializará simplemente la acción de envol-vimiento que se preparó en la aproximación o se precisará el lu-gar o momento del rompimiento. Los detalles de la acción del ata-que son asunto del mando divisionario y estarán de acuerdo conél terreno, misión, objetivos por alcanzar y grado de organizaciónalcanzado por el dispositivo adversario.

2. —Ataque a un enemigo en movimiento en actitud ofensiva.

Este caso'de ataque es de solución más difícil para el Cdte.del C. de E., pues está en la incertidumbre respecto a la actituddel adversario. El dispositivo de aproximación, a menudo no co-rresponderá al que sea necesario para librar la batalla. En todocaso, el Cdte. del C. de E. deberá evitar someterse al adversarioy amoldar su maniobra a la actitud de aquél, sino que por el con-trario, imponer su idea y, por medio de la acción de las unidadesdelanteras dar libertad de acción a la masa de su unidad para rea-lizar la batalla según su concepción. Esto no significa, sin embar-go, que el mando del C. de E. deba ser rígido en la conducción dela batalla; sólo se necesita firmeza para proseguir la continuaciónde su idea, amoldándola a las variantes que surjan del terreno o dela actitud del enemigo.

Por lo tanto en este caso, el Cdte. del C. de E. necesita llevarmás en la mano su unidad y estar informado de las acciones delan-teras; una ubicación adelantada de su P. C. facilitará la captaciónoportuna de la situación y permitirá impartir las órdenes.

A pesar que tratándose de un adversario en movimiento, laconcepción de la batalla se dificulta, la ejecución se facilita debidoa que los fuegos adversarios serán menos profundos y efectivos,la organización del terreno será superficial o no existirá, los obstácu-


los artificiales serán mínimos, y en general, se podrá vencer conacciones menos potentes pero bien dirigidas con relación al dispo-sitivo adversario. En síntesis, la conducción operativa y tácticaadquiere una importancia determinante; la posición, la maniobrason decisivas.

En algunos casos después del choque de las vanguardias ha-brá necesidad de reajustar el dispositivo según la actitud del ene-migo. A favor del empleo y a veces del sacrificio de algunas uni-dades la masa del C. de E. podrá maniobrar y alcanzar situacio-nes favorables para producir la decisión y aún el aniquilamiento-adversario. Ello obliga al mando del C. de E. a determinar exacta-mente el alcance de las misiones que asigne a las unidades opera-tivas menores; a precisar la dosificación de sus medios, reforzándo-las que lo necesiten, o restándoselos a aquellas que los tienen enexceso o no pueden emplearlos por razones de terreno; a materia-lizar un centro de gravedad con la máxima potencia; y finalmentea constituir reservas adecuadas. Respecto a este último punto sepuede decir que convendrá disponer de reservas locales a fin decontrarrestar la acción de un enemigo que se adelanta a lanzar elataque y de una reserva general para la explotación, en caso debuen éxito, o para cerrar la brecha a un enemigo que ha vencido-a los medies delanteros. Las reservas locales son de responsabilidadde los comandantes de unidad operativa menor. La reserva generalpuede estar constituida por elementos restados a las unidades ope-rativas menores o por una unidad operativa menor completa. Susituación relativa, las condiciones del terreno, el grado de contacto-con el enemigo en que se encuentren, determinarán qué sistemao procedimiento se adopte. Lo fundamental es que tenga la fuerzasuficiente para explotar el éxito y provocar la decisión y al mismotiempo, que esté lista para intervenir en forma oportuna y decisi-va, aun cuando sea para aprovechar las circunstancias imprevistas.

Ya sea que se trate de un enemigo organizado para la resis-tencia o de un envolvimiento, la operación ofensiva del C. de E.puede adoptar algunas de las dos modalidades fundamentales delataque, esto es, rompimiento o envolvimiento.

3. —Ataque de Rompimiento

El ataque de rompimiento persigue como finalidad abrirse pa-so a través del frente enemigo y llegar a la profundidad de su po-sición hasta, por lo menos, desorganizar e inutilizar su desplieguede artillería. En su realización se puede proceder metódicamenteprogresando sucesivamente de un objetivo a otro, o recurriendo aun procedimiento abreviado, eliminando ciertas frases para provocaruna pronta decisión. Cualquiera que sea la modalidad que se siga,el ataque debe ejecutarse con velocidad y potencia; la velocidad


no significa precipitación innecesaria ni decisiones sin suficientesfundamentos, sino que ejecuciones súbitas y violentas hasta alcan-zar los objetivos fijados. La potencia se obtiene por la concentra-ción de medios sobre la zona de rompimiento y la simultaneidadde su acción.

Considerando la amplitud que tendrán nuestros frentes decombate en relación con los medios en juego, lo normal será elegirun solo lugar de rompimiento, generalmente el correspondiente auna unidad operativa menor. Ello no significa que se vaya a rom-per en todo el frente de dicha unidad, sino que es su comandantequien recibe la misión, se le dan los refuerzos necesarios y es en sufaja donde accionan de preferencia los medios propios del C. deE. Detrás de esa unidad se escalonarán generalmente las reservasdel C. de E.

La maniobra de rompimiento comprenderá normalmente, dosfases, a saber, ruptura y explotación. Ambas deben ser perfecta-mente coordinadas de modo que los esfuerzos gastados en produ-cir la primera no sean frustrados por un tardío comienzo de lasegunda. La ruptura es tarea de las divisiones delanteras y en par-ticular de una de ellas que lleva el centro de gravedad, y que, portal razón, dispone normalmente de refuerzos especiales, y de pre-ferente acción de aviación. La explotación es actividad de las reser-vas del C. de E. y en su acción deben alcanzar hasta la profundi-dad del dispositivo adversario. La ruptura debe producir una bre-cha suficientemente amplia y segura para permitir el paso a tra-vés de ella de las unidades de reserva que se han mantenido atrás,si ello no ocurre, algunas de las formaciones de la reserva necesi-tarán ser distraídas para atacar hacia los nuevos flancos interioresformados en los lugares de ruptura, lo que disminuirá la potenciade las tropas de explotación y retardará su acción en la profundi-dad, pudiendo con ello, dar lugar al defensor para aproximar nue-vas reservas.

En ciertas circunstancias puede suceder que la ruptura se pro-duzca en un lugar no esperado del frente, lo que retardará el mo-mento de empleo de las tropas de explotación, las que normalmen-te se aproximarán detrás de las unidades que llevan el centro degravedad. Por esta razón, en frentes muy extensos y cada vez quehaya posibilidades materiales, debe motorizarse parte de la reserva.

Respecto a las tropas de C. de E. en la operación de rompi-miento podemos decir:

La artillería actuará generalmente en la zona que se lleva elcentro de gravedad, ejecutando contrabatería, a fin de permitirque la. artillería divisionaria atienda el apoyo inmediato de suunidad.

Los zapadores igualmente actuarán en la zona del centro degravedad, pero normalmente afectos a la división responsable de


la ruptura, cumpliendo especialmente tareas de despeje de minas,destrucción de obstáculos y otras tareas similares, acompañandoestrechamente a la infantería en misiones de combate; ademásprocurarán condiciones favorables para la aproximación de Lasreservas.

La aviación de ataque completará la acción destructiva de laartillería contra las grandes organizaciones del terreno y manten-drá las reservas alejadas del campo de batalla atacándolas tanpronto se termine de comprobar su aproximación, especialmentesi son elementos motorizados.

La Av. de Obs, entretando controlará todo el dispositivo, para,informar oportunamente al Cdte. del C. de E. sobre las variantes-de la situación, permitiéndole aprovechar cualquier ocasión que sepresente. Muchas veces el propio Cdte. del C. de E. sobrevolarála zona de combate para formarse un juicio personal del desarrollode la acción. Las tropas bl. del C. de E., según las condiciones deterreno, misión, tiempo para su cumplimiento e informaciones quese tengan del enemigo, podrán ser empleadas en la ruptura o enla explotación. Serán empleadas en la ruptura cuando la misióndel C. de E. tiene un plazo angustioso' para su cumplimiento y es.necesario resolver muy rápidamente el problema que se presenta;cuando las condiciones de terreno son especialmente favorables ocuando se ha reconocido que la organización defensiva del adver-sario es débil y carece de fuertes elementos antimecanizados. Siexisten condiciones adversas a las indicadas serán la infantería yzapadores los que produzcan la ruptura, reservándose las tropasblindadas para ser empleadas en la explotación.

Gracias a su movilidad táctica, blindaje y gran potencia defuego, son especialmente apropiadas para penetrar profundamen-te, aniquilando las últimas resistencias que aún subsisten, o bien,rodeándolas y dejándolas atrás para alcanzar la gran profundidaddel dispositivo adversario, destruir sus reservas, aniquilar a lospuestos de mando y comunicaciones, impidiendo con ello la conti-nuación del mando; anular las posiciones de artillería; cortar lascomunicaciones, impidiendo la llegada de refuerzos y la retirada delas tropas de primera línea; y producir el desorden, la desorgani-zación y el pánico en el adversario y por medio de una potenteacción sobre su espalda, provocar su derrota decisiva.

La caballería a caballo y mecanizada dentro de Un menor ra-dio de acción, y de acuerdo con sus características, presenta con-diciones de empleo similares a las de las tropas blindadas.

La ruptura del frente adversario, para que sea explotada porel C. de E. debe haber producido una brecha de dos a tres kilóme-tros de ancho, convenientemente asegurada en los flancos hastauna profundidad de 200 a 300 metros; antes de lograrla puedeser prematuro empeñar por ella tropas de explotación. No obstan-te, el mando del C. de E. reconociendo acertadamente las posibi-


lidades del adversario, sus disponibilidades de reserva, la ubicacióny característica de movilidad de ellas, y otras condiciones de terre-no, puede apresurar el empleo de las tropas de explotación paraimpedir que la brecha sea cerrada o se construya un frente más-a retaguardia, en este caso parte de las tropas de explotación sededicarán inicialmente a consolidar las ganancias logradas por lastropas de ruptura. Resuelto el momento de explotación por elCdte. del C. de E. no debe vacilar en empeñar la totalidad de susmedios, aun quedando momentáneamente sin reservas, para lograr-la victoria final en la batalla. Un empleo potente, rápido y deci-dido de las reservas en la explotación, muchas veces decidirá lasolución de una batalla aún indecisa; a la inversa, un empleo de-masiado metódico y por parcialidades, puede producir la consoli-dación del frente enemigo y la pérdida de una oportunidad que-sera difícil que se produzca nuevamente.

El Coronel español Gonzáles de Mendoza, al respecto dice:'' El empleo de las reservas durante el ataque, es el acto esen-

cial del General de C. de E. ".Producida la brecha, las tropas de ruptura han logrado su

objetivo y las tropas de explotación progresan en demanda de lossuyos. Alcanzados estos, generalmente el objetivo final del C. de-E. ha sido logrado y por lo tanto, la batalla resulta favorablemen-te. La continuación posterior de la operación ofensiva es ya sólocuestión de vencer resistencias locales y esporádicas. Los serviciosdeben ser adelantados oportunamente, especialmente los de muni-ción y sanidad, a fin de alimentar la maniobra táctica y prevenir-su detención y agotamiento por falta de recursos.

4. —Ataque de envolvimiento.

El ataque de envolvimiento, analizado dentro del escalón C.de E., persigue como finalidad destruir la capacidad de resisten-cia del enemigo, más bien por la maniobra y ubicación de los me-dios con respecto a él y al terreno que por la acción violenta,masiva y concentrada de las armas, como es el ataque de rom-pimiento.

El C. de E. en el ataque de envolvimiento alcanza su finali-dad combinando las direcciones de empleo de las unidades op.menores, en tanto que en la maniobra de rompimiento lo hace yux-taponiendo y superponiendo sus medios.

Según sean las condiciones del terreno, la movilidad del ad-versario y las informaciones que de él tenga el cuerpo de ejército,el ataque de envolvimiento puede gestarse desde muy atrás, cuandolas unidades operativas menores aún están desplazadas de la apro-ximación hacia el campo de batalla, o en las proximidades del

M. del E. 4.


adversario, una vez ya dentro del campo de batalla y producidoel empeño.

En el primer caso existirá gran descentralización de la ma-niobra, quedando ella encargada fundamentalmente a los mandosinferiores que deberán cumplir directivas generales impartidaspor el Cdte. del C. de E. en el segundo caso existiría una mayorcentralización en el mando del C. de E. y será su comandantequien vaya resolviendo los detalles de ejecución. De aquí resultaun ataque de mayor o menor amplitud que algunos autores clasi-fican diciendo que en el primer caso se trata del ataque envolven-te clásico en tanto que el segundo es denominado ataque desbor-dante.

Establece asimismo, una diferencia, indicando que el ataqueenvolvente lleva la masa en el envolvimiento, librando en el frentesólo una acción secundaria, en cambio que en el ataque desbordan-te lleva su masa contra el frente adversario combinando su ataquecon una acción secundaria contra el flanco, una vez que el ataquefrontero ha logrado amarrar a la totalidad de las reservasenemigas.

El ataque desbordante se ejecuta cuando la situación del ene-migo ha sido incierta y no permitió formarse una idea de maniobracon suficiente anticipación como para gestarlo desde la profundi-dad; cuando la superioridad de medios no es muy grande, temién-dose que el enemigo reaccione ofensivamente contra las tropas quellevan la acción frontera mientras el envolimiento va en desarro-llo; cuando el terreno no permite la amplitud del movimiento oel tiempo que el exige no corresponde a la situación; o cuando nose dispone de tropas veloces adecuadas para esta maniobra. Entodo caso, las tropas destinadas al envolvimiento deben tratar dealcanzar la gran profundidad del dispositivo defensivo adversario,para alcanzar de preferencia sobre la espalda. La acción de dobleenvolmiento es la que procura resultados más decisivos.

El ataque de envolvimiento es el que exige una mayor activi-dad del mando del C. de E. para coordinar perfectamente en tiem-po y espacio la acción de las unidades operativas menores de modoque los esfuerzos de unas repercutan en beneficio de las otras. ElCdte. del C. de E. debe imaginarse, con lógica, las alternativas delas diversas, a fin de considerarlas en la fijación de plazos o líneaspor alcanzar.

Así como en el ataque de rompimiento se establecieron las fa-ses de ruptura y explotación encargadas a distintas unidades, enel ataque de envolvimiento pueden establecerse comparativamentelas fases de amarre frontero, correspondiente a la ruptura, y deexplotación con el empleo de las tropas que envuelven, correspon-diente a la explotación realizada por las tropas que penetran porla brecha, en el rompimiento. Para ambas tareas hay que asignarunidades diferentes, objetivos de ataque distintos y momentos di-


versos de empleo. La acción envolvente normalmente deberá hacersentir su efecto antes. que se haya producido un amarre frontero-conveniente como para fijar al contendor al terreno, y obligarlo-a emplear su reserva; ello indica que las fuerzas destinadas a laacción frontera no pueden ser débiles, si no se quiere correr elriesgo que el adversario lleve su dispositivo a una línea más retra-sada, quedando el enolvimiento corto o cayendo en el vacío, o queun enemigo audaz, decidido y bien mandado, produzca una reac-ción ofensiva súbita y violenta contra las tropas que atacan fron-teramente, las que por su escasa cuantía puedan ser batidas aisla-damente antes que el envolvimiento haga sentir su efecto. Por es-tas razones, aun cuando el envolvimiento lleva el centro de grave-dad y gracias a su empleo se busque la decisión, las tropas que losirven serán por lo común de menor cuantía que las que atacanfronteramente; las tropas del envolvimiento explotan el éxito delataque por su ubicación y acción de sus fuegos más que por su cau-sa. La movilidad y velocidad juegan en esta aparición un rol deci-sivo, circunstancia que indica la conveniencia de disponer de ca-ballería y tropas mecanizadas para producir un envolvimientoque se realice rápidamente y actúe por sorpresa.

Las tropas empleadas en el envolvimiento prolongarán cons-tantemente su acción con el ala exterior para hacer sentir su efectohasta el último momento y estar en situación de contrarrestar lasmedidas que tome el enemigo, tales como doblar o prolongar el ala;constituir un flanco defensivo; adelantar elementos de proteccióndel flanco; retirarse, etc. En el ataque de enolvimiento, el Cdte.del C. de E. encuentra un grave problema que resolver al consi-derar lo relativo a las reservas, por las siguientes razones:

Construir dos agrupaciones, una para el ataque frontero yotra para el envolvimiento, disemina los efectivos y resta mediospara organizar una tercera agrupación como reserva.

La ubicación de esta reserva, es difícil de determinar, puessi se coloca detrás de las tropas que atacan fronteramente, consti-tuirá una reserva local de ese frente sin posibilidades de un opor-tuno empleo en el envolvimiento; a la inversa, si acompañan a lastropas del envolvimiento, no estará en condiciones de atender lasnecesidades del frente. Si se sitúa muy a retaguardia para aten-der a ambas agrupaciones, su empleo puede ser tardío; y si seconstituye con medios mecanizados a fin de subsanar los inconve-nientes anotados, se corre el riesgo de distraer valiosos elementosque estarían mejor empleados en la acción envolvente.

Por las razones indicadas puede suceder que el Cdte. del C. deE. se vea en la necesidad de no separar una reserva general, sinosimplemente dosificar con abundancia ambas agrupaciones paraque ellas dispongan de su propia reserva local.

Si el ataque de C. de E. ya sea de rompimiento o en-volvente es detenido por el contendor, el Cdte. del C. de E.


debe inmediatamente impartir las órdenes necesarias para que lasdistintas unidades operativas menores se organicen defensivamen-te en el terreno ganado; la artillería del C. de E. continuará ba-tiendo los puntos más peligrosos del dispositivo enemigo, y a veces,los tanques y otros elementos mecanizados deberán ejecutar ata-ques a objetivo limitado a fin de favorecer la infantería delantera.Más tarde, «i es necesario, se dispondrá el repliegue -de algunoselementos muy comprometidos y a favor de la obscuridad, se dis-pondrán aquellos cambios que sean necesarios en el dispositivo deataque, se reabastecerá a las tropas, especialmente de municiones,y se impartirán las órdenes para la continuación posterior de laacción.

Una vez que las unidades operativas menores integrantes del0. de E. han alcanzado sus objetivos de ataque, y por lo tanto, elC. de E. ha ganado su objetivo, se continúa la explotación del éxitomediante la persecución ejecutada por cada comandante de unidadoperativa menor dentro de su faja de acción y por el C. de E. enconjunto de acuerdo con las misiones que a dichas unidades lesasigne el mando del C de E.

La Orden de Ataque

El Plan de Ataque concebido por el comandante del C. de E.se pone en vigor por medio de la Orden de Ataque. Según la si-tuación, esta orden puede ser de conjunto o fraccionada; en situa-ciones muy claras, será posible impartir desde el comienzo de laoperación una orden completa en la que se fijen todas las fases,momentos y detalles de ejecución del ataque, en cambio, cuandono se puede prever con suficiente claridad y lógica el desarrollode los acontecimientos, el comandante del C. de E. puede ir dan-do forma a su concepción del ataque (plan de ataque) por mediode órdenes fraccionadas sucesivas a las unidades operativasmenores.

Según sea el curso que siga la operación, las informacionesque vaya recibiendo sobre el enemigo y el resultado de las accio-nes de las unidades subordinadas, puede el comandante del C. deE. ir regulando la maniobra, estableciendo nuevas disposiciones afin de cordinar las acciones, ampliando o limitando las exigenciasimpuestas inicialmente a las unidades, variando el agrupamientode las tropas, subordinando o retirando la subordinación de lastropas de C. de E. Esto no significa vacilación en el mando nicarencia de ideas matrices fundamentales, sino que por el contra-rio es ir amoldando las variantes imprevisibles del campo de bata-lla a la idea fundamental de maniobra, hasta hacerla realidad, esdecir, hasta conquistar el objetivo final de ataque del C. de E.

En todo caso es de suma conveniencia que el General del C.de E. tenga una detallada conferencia con los comandantes de uni-


dades operativas menores, en conjunto, a fin de que conozcan susideas fundamentales en toda su amplitud y no sólo en la formafría e impersonal en que se transcribe en las órdenes; gracias aesta conferencia los comandantes subalternos estarán compenetra-dos perfectamente de cuáles son las necesidades del C. de E., lasexigencias que a las diversas unidades se les imponen, la coopera-ción o apoyo que mutuamente pueden procurarse; las fases o mo-mentos culminantes para las cuales necesitará reservas, hombresy materiales; las razones por qué en un momento determinado lerestan al apoyo de las formaciones de C. de E. y aún le imponenprivarse de algunos medios orgánicos de su unidad y en general,después de haberse debatido en un ambiente de cordialidad y res-peto todas las posibilidades propias y del adversario, se elimina-rán fricciones en el momento de la acción, con ventajas evidentespara la feliz conclusión de la maniobra.

Puntos que debe contener una orden de ataque.

1. —Noticias del enemigo.2. —Misión del C. de E. y unidades vecinas.3. —Idea general de maniobra; fases, direcciones, objetivos.4. —Disposiciones de conjunto; límites de las unidades operativas

menores; primera y segunda líneas.5. —Misiones a las unidades operativas menores.

Primera fase. Hora del ataque, direcciones de ataque, objeti-vos, apoyes recíprocos, etc.¡Segunda fase. Condiciones de partida, conducta después de laocupación del objetivo de ruptura, explotación (si procede),envolvimiento, zonas por alcanzar, etc.

6. —Medios suplementarios. Repartición inicial y posterior.7. —Artillería.

Misiones de la artillería de C. de E. y de las unidades opera-tivas menores. Apoyo recíproco; límites entre las de C. de E-y divisionario; organización; agrupaciones; entrada en posi-ción; municionamiento; consumos autorizados.

8. —Aviación.Misiones de exploración; de cooperación a la artillería de C.de E. y divisionaria; orden de urgencia; cooperación al ata-que.

9). —Defensa Antiaérea.Misión general; condiciones de ejecución; refuerzo por lastropas antiaéreas del C. de E.

10. —Defensa antimecanizada.Misión general; condiciones de cumplimiento; empleo de for-maciones del C. de E.; refuerzo de las unidades operativasmenores.


11. —Reservas.Mando. Composición; ubicación; misiones; previsiones parasu empleo.

12. —Zapadores.Trabajos especiales; previsiones para su empleo; refuerzo alas divisiones.

13. —Enlaces y telecomunicaciones.Eje de desplazamiento de los C. G. de C. E. y de las divisio-nes. Puestos de Mando. Horas de funcionanmiento. Instala-ciones de los nuevos enlaces.

J. — EL CUERPO DE EJERCITO EN LA PERSECUCIÓN

La batalla ofensiva iniciada por el C. E. en la aproximaciónprolongada en la toma de contacto y empeño realizadas en el ata-que, alcanza su culminación y término por la persecución. La amplia-ción de la explotación de los resultados favorables obtenidos duran-te el ataque dentro del campo táctico primero y en el marco estra-tégico más tarde, da lugar a la persecución. La persecución buscacomo objetivo fundamental completar totalmente la destrucción deun adversario parcialmente batido durante el ataque. Si esta finali-dad no se logra integralmente deberá colocar a lo menos a las tropasen un dispositivo favorable para la gestación y realización de unanueva batalla ofensiva. Considerada en este segundo aspecto, la per-secución enlaza una batalla con otra.

El mando del C. E. ya en la orden de ataque indica normasgenerales para la realización de la persecución por las unidades ope-rativas menores fijando direcciones eventuales para su ejecución.Esta previsión es de la mayor importancia, pues si consideramos elvolumen de la unidad en estudio es de temer que la decisión pueda.llegar atrasada, si no se ha sido previsor en su emisión.

El Comandante del C. E. que ha seguido de cerca el desarrollade la acción que libran sus unidades subordinadas debe determinarel momento oportuno de iniciación de la persecución; la determina-ción de dicho momento es de su exclusiva responsabilidad y requiere-una apreciación exacta del cuadro táctico que se vive. La iniciaciónprematura de una persecución cuando el contendor dispone aún defuertes reservas y su dispositivo general de combate no ha sido sufi-cientemente reducido, puede conducir al atacante a una disminu-ción de su poder ofensivo a una falta de coordinación entre sus tro-pas delanteras; a una reducción del apoyo artillero necesario a las-primeras líneas; a una congestión de medios sobre determinado fren-te, favoreciendo con ello la acción de los fuegos defensivos; y en ge-neral, a una paralización y a un fracaso del ataque. A la inversa, un


retardo en la determinación del momento de iniciación de la persecu-'Ción, proporcionará al defensor tiempo suficiente para reorganizar sudispositivo, llevarlo más atrás, retirar medios valiosos para la conti-nuación de la acción en otro lugar y en general eludir una decisiónque le era adversa.

Determinado el momento de iniciar la persecución, el Generaldel C. E. emite órdenes escalonadas y breves dirigidas a las diversasunidades empeñadas, a sus reservas y a los servicios, a fin de poneren práctica el Plan de Persecución que ha sido formulado de acuerdocon su misión y, la situación alcanzada por sus medios y el terreno.

En esta fase de ]a acción el mando del C. E. se caracteriza prin-cipalmente por su gran descentralización. Dentro del cuadro de con-junto, el Comandante asigna misiones precisas a las unidades opera-tivas menores materializadas generalmente por la conquista de cier-tos objetivos tácticos o geográficos, logrados los cuales debe haberseproducido la destrucción del enemigo. Las unidades empeñadas en elfrente iniciarán la persecución directa, buscando como finalidad lafijación del enemigo que se retira para obligarlo a presentar una: nueva batalla; dentro de su faja de acción con parte de sus mediostratarán de rebasar el dispositivo adversario para facilitar la acciónfrontera de la masa.

Las unidades del C. E. que se encontraban más en la profun-didad del dispositivo de ataque, según su movilidad y condiciones delterreno, pueden continuar detrás de las unidades delanteras, a fin dereforzarlas, relevarlas, tomar nuevamente contacto con el adversarioy recomenzar nuevamente la batalla, o desplazarse lateralmente haciala profundidad, persiguiendo paralelamente para interceptar la re-tirada, y atacar a la masa desde los flancos, en combinación con laacción directa del resto del C E . En cumplimiento de estas activida-des los comandantes de unidades operativas menores deben actuar conla mayor iniciativa y libertad de acción para afrontar las variadassituaciones que se le van a presentar; por estas razones se dice queel mando del C. E. en esta maniobra se descentraliza grandemente.No obstante, el Comandante del C. E. conserva el mando generalde la operación y debe coordinar en tiempo y espacio las acciones desus unidades subordinadas; en espacio se ha logrado fijando direccio-nes de persecución y objetivos por alcanzar que correspondan a laidea general de maniobra, de acuerdo con la posibilidad del enemi-go en tiempo, la coordinación es más complicada, pues si se estable-ce en forma muy rígida y precisa, se limita mucho la iniciativa delos mandos subalternos y se corre, por lo tanto, el riesgo de impedirque alguna unidad aproveche situaciones favorables. A la inversa sise deja demasiada amplitud se puede exponer a las unidades aisladasa las concentraciones sucesivas que oponga el enemigo aún en condi-ciones de resistir.


En este momento de la operación, el mando del C E . necesitaexigir a sus órganos de información el máximo de rendimiento, a fiade poder apreciar, dentro del cuadro general, la situación que se vive,para de acuerdo con ella imponer nuevos objetivos a sus Divisiones,limitar los ya fijados, reagrupar sus medios, conceder o retirar re-fuerzos de sus tropas de C. E. y en general, conducir la maniobrade acuerdo con su intención. Los objetivos para la exploración pue-den ser: determinar cual sería el nuevo frente de combate enemigo ycuál será la zona de terreno libre delante de esa nueva línea de defen-sa en que tendrá lugar la nueva batalla, más hacia la profundidad,establecer la aproximación de nuevas tropas, controlando las vías decomunicación, puntos de desembarco, etc. Para cumplir estas ta-reas, especialmente los medios aéreos, deberán desatender momentá-neamente la observación inmediata del campo de batalla, dirigiéndosea determinar las condiciones del adversario en el futuro campo debatalla, bien en la profundidad.

En la persecución el factor velocidad es fundamental, para lo-grar la cual, las tropas delanteras tratarán de reconstituir lo antes.posible sus formaciones de marcha sobre los caminos o terrenos favo-rables; a medida que la situación se va aclarando y el mando delC. E. ve que dispone de una zona de terreno libre de enemigo, vapasando paulatinamente de un orden de combate, ampliamente des-plegado en el sentido del frente, a uno cada vez más profundo, cons-tituyendo columnas de marcha en las direcciones generales de perse-cución. La preparación de la futura batalla y las limitaciones de lared caminera impondrán la conveniencia de dejar algunas unidadesen segundo escalón en el nuevo dispositivo de aproximación que se-inicia. Puede ser aconsejable adelantar a las unidades que se mante-nían en reserva, por los caminos principales, constituyendo un pri-mer escalón, en tanto que reúnen, reorganizan y reabastecen a lastropas que durante el ataque constituyeron el escalón delantero, paraformar con ellas nuevas reservas que continúan la aproximación másretrasada.

Inicialmente la artillería de C. E. y aún algunas de las divisio-nes, permanecerán en sus posiciones hasta sacar el máximo de rendi-miento de sus trayectorias; ello hará más rápida la persecución ypermitirá la reorganización de las tropas con vista a la nueva batalla.A medida que la acción progresa, los fuegos de artillería adversaria;se harán más débiles, razón por la cual la artillería de C. E. necesi-tará emplear poco material en la contrabatería, debiendo dejar lamasa para el cumplimiento de tareas en la profundidad. La artille-ría de las divisiones dada su mayor movilidad está en mejores con-diciones para acompañar de cerca a las tropas que persiguen. Por lotanto, la artillería de C. E. se empleará normalmente en comisionesde conjunto, concentrando sus fuerzas sobre la retaguardia enemiga.


Si el C. E. dispone de elementes blindados, éstos pueden re-icibir por misión ejecutar la persecución paralela, dirigiéndose a cor-tar la línea de retirada del enemigo e impedir la concurrencia denuevas tropas hacia el campo de batalla, apoderándose de líneas geo-gráficas bien determinadas situadas en la profundidad. Si su númeroes limitado, pueden ser subordinados a las unidades operativas de-lanteras, a fin de abrir el camino a la infantería, aniquilar las re-sistencias que aún subsistan y darle impulso y vigor a la persecución

Un plan de reparaciones de las vías de comunicación, rápidamen-te elaborado por el mando del C. E. fijará el orden de urgencia y re-partirá las tareas entre los zapadores de C. E. y los de las unidadesoperativas menores; en ciertos casos puede ser conveniente reforzara las divisiones con zapadores o tropas de trabajadores del C. E . ;pero debe tenerse presente que ello no recargue innecesaria y perju-'dicialmente las obligaciones de los mandos respectivos limitando suacción, fundamental que debe ir dirigida contra el enemigo en retirada.Es tarea fácil del mando del C E . ejecutar las grandes reparacio-nes detrás de las tropas para facilitar el abastecimiento posterior.

El alistamiento oportuno de algunas tropas transportadas pormedios motorizados, empleadas directamente por el mando del C. E.puede dar resultados decisivos, especialmente si se les hace actuaren combinación con tropas blindadas contra los flancos y espaldas.

La aviación de ataque empleada en la profundidad, como unaprolongación de la acción artillera procurará cortar las tropas ene-migas en su retirada, destruyendo caminos y puentes, a la vez im-pidiendo la aproximación de reservas de carácter operativo.

En situaciones poco claras el Comandante del C. E. convieneque se reserve algunos elementos rápidos para operar con ellos, enel conjunto, hacia la gran profundidad, una vez que reciba infor-maciones más precisas sobre la actitud de la masa enemiga, sus di-recciones de retirada, la organización de nuevas posiciones o la apro-ximación de nuevas fuerzas al campo de batalla; gracias a ellospodrá resolver definitivamente la batalla. Para su empleo, el Ge-neral del C. E. tendrá que apreciar serenamente las ventajas quele pueden reportar el lanzar medios muy temprano a la persecución,ganando tiempo, pero exponiéndose a que sean amarrados en ac-ciones secundarias, desgastarlos en beneficio de sólo determinadasunidades, sin visión del conjunto; en cambio, un empleo más tardíopuede perder algo de tiempo el que se puede recuperar posterior-mente, gracias a la velocidad de desplazamiento, pero permite lle-varlos con el máximo de su rendimiento hacia lugares decisivos cuyaconquista repercutirá en el conjunto de la batalla.

Aún en la persecución el mando del C. E. no debe perder devista la seguridad del conjunto de su dispositivo; ella la obtendrámediante una intensa y profunda exploración aérea y terrestre,por el empleo de unidades especiales de seguridad hacia los flan-


cos; las órdenes para las tropas especiales (A. A. y A. Bl) y laexistencia de reservas capaces de contrarrestar las reacciones deladversario. En esta fase de la operación es de temer particular-mente las acciones de tropas blindadas y aviación de ataque ene-miga, que tratarán de aliviar a la masa de sus fuerzas medianteviolentos contraataques.

Respecto a los servicios, el mando del C. E. debe prever des-de temprano la constitución de escalones de combate ligeros, do-tados de lo más indispensable, especialmente munición y combus-tible, capaces de adelantarse hacia las divisiones del primer es-calón de persecución o agrupación paralela, a fin reabastecerlascon toda oportunidad, asegurando de esa manera una persecucióncontinuada y tenaz.

Durante la persecución se fija ubicación a los Comandantesde las unidades subordinadas, eligiéndola ellos en los lugares des-de donde puedan conducir en mejor forma su acción; general-mente estará detrás de sus respectivas vanguardias, en las inme-diaciones del eje de marcha, debiendo comunicarla al Comandan-te del C. E., a fin de asegurar los enlaces. El Comandante del"C. E. se sitúa cerca de aquella de sus unidades que lleva el cen-tro de gravedad de la maniobra y desde donde está en situaciónde recibir fácilmente las informaciones, formarse concepto clarode la situación que se vive e impartir las órdenes con toda opor-tunidad.

Todos los mandos deben tener presente que el dispositivo quese adopte debe ser tal que permita rápidamente pasar a un nuevoataque formal, con unidad de Concepción, cuando la situación loimponga.

La persecución es la fase final de la batalla ofensiva y en ellael vencedor debe sacar el total rendimiento de los sacrificios reali-zados que a veces serán iguales a los del vencido. Por ello, el man-do del C. E. debe:

a) Preverla: preparando reservas; disponiéndola en carácterde eventual en la orden de ataque.

b) Prepararla: dictando órdenes oportunas; fijando objetivosa las unidades operativas menores; reorganizando las agrupacio-nes de persecución; estableciendo los mandos y enlaces correspon-dientes.

c) Conducirla: por medio de una infatigable acción personal;coordinando la acción de las unidades operativas menores y refor-zándolas con los medios que les serán necesarios, tan pronto elC E. puede descentralizar su acción de mando.

d) Vigorizarla: con su acción de mando; mediante el empleode formaciones y tropas dependientes directamente del mando delC. E . ; por la oportuna atención de las necesidades logísticas.


K. — EL CUERPO DE EJERCITO EN LA RESISTENCIALA DEFENSA

El mando del C. E. de un severo análisis de la situación, valo-rizando su misión, medios, terreno y las posibilidades del enemigo,puede resolver aceptar la batalla que le propone el contendor, re-curriendo a un procedimiento defensivo. Sin embargo, dicha deci-sión debe llevar envuelta siempre la intención futura de una ac-ción ofensiva; una vez que se haya sacado el máximo de rendi-miento de las ventajas que la defensiva procura se tratará de des-gastar al adversario, consumir su potencial, ofensivo, colocarlo enuna situación desfavorable de terreno y en general crear condicio-nes a lo menos de equiparidad para concluir la maniobra ofensiva-mente hasta alcanzar una decisión favorable.

Plan de Maniobra.

De esta apreciación nace un plan de maniobra que debe con-templar, además de la fase de la defensiva pura, las actividadessubsiguientes de contraataque y contraofensiva, tendientes a la des-trucción del adversario..

En la defensa, el mando de C. E. adquiere la característica defuertemente centralizado, limitándose la libertad de acción de losmandos subalternos, con el objeto de servir exactamente la ideageneral de maniobra del Comandante del C. E.

La primera actividad del Comandante del C. E. es la deter-minación por la carta de la zona de resistencia, elección que se com-plementa por medio de reconocimientos aéreos y terrestres. De di-chos reconocimientos deduce el mando del €. E. la conveniencia deinstalar Posiciones Adelantadas o Puestos Avanzados de Combate,la amplitud de las fajas de defensa de las unidades operativas me-nores, la necesidad de disponer protección especial de los flancos,la ubicación, cantidad y misiones de las reservas, las tareas quecorresponderá cumplir a la artillería del C. E. y de las Divisiones,las partes fuertes del terreno que es necesario conservar a toda cos-ta, las destrucciones que es necesario ejecutar, las reparaciones enlas vías de comunicación, etc.

Determinadas estas diferentes exigencias de la defensa, ellasson asignadas a las distintas unidades operativas o a las tropas delC. E., cuyos comandos son los encargados de darles forma.

Las fajas asignadas a las unidades operativas menores delan-teras no serán generalmente de igual amplitud, pues circunstanciasdel terreno o de intención del mando del C. E. pueden indicar di-ferentes densidades de ocupación; habrá casos en que mientras unadivisión tenga que defender un frente de 4 a 6 kilómetros, otra ve-eina tendrá que cubrir 10 o 12 kilómetros. El Comandante del C. E.


indicará a las Divisiones la línea general a que se adelantarán loaP. Av. C. y el comportamiento de éstos (vigilancia o resistencia),los lugares cuya mantención interesa especialmente y la coordina-ción entre las fajas. Fuera de estas exigencias, los comandantes deunidades delanteras tienen libertad para organizar su faja como loestimen conveniente.

Tropas adelantadas

La constitución de Posiciones Adelantadas será generalmentedispuesta directamente por el mando del C. E., sirviéndose paraello de elementos motorizados o de caballería, ya sea del, C. E. osubstraídos momentáneamente a las unidades operativas menores,reforzados con artillería motorizada, que puede integrar la zonaocupada por las posiciones adelantadas o actuar desde posicionesintermedias próximas a la posición principal de resistencia.

La constante necesidad de informaciones obliga al empleo des-de muy temprano, de aviación y tropas motorizadas y de caballeríahacia el enemigo; estas tropas además de acumplir misiones de ex-ploración realizan actividades de combate, actuando dilatoriamen-te delante de las posiciones adelantadas, en combinación con las-tropas de que las cubren o constituyendo ellas mismas las, posicio-nes adelantadas.

Dichas tareas de combate tienden a desgastar al ataque du-rante su marcha de aproximación, retardar su movimiento, obligar-lo a mostrar sus efectivos y procurar una ganancia de tiempo ne-cesaria para la ejecución de los trabajos de tierra en la posición:principal de resistencia.

Artillería

El Comandante Art. del C. E. prepara un Plan de Fuego pa-ra todo el frente del C. E., en el cual fija diversas misiones que co-rresponderá cumplir a la artillería del C. E. y a la de las unidadesoperativas menores; inclusive los consumos de munición autoriza--dos para cada tarea de fuego.

La Artillería del C. E. se empleará generalmente bajo las ór-denes directas del Comandante del C. E. para cumplir tareas queinteresen al conjunto. Estas pueden ser: entorpecimientos lejanos,contrabatería y contrapreparación, cuando se determina que el ata-que ya ha ocupado la posición de apresto y se dispone a lanzarse-ai ataque. La Artillería del C. E. comúnmente dispondrá de obser-ción aérea.

El Comandante Artillería C. E. prepara concentraciones deltotal o parte de la artillería disponible sobre partes importantesdel terreno, estudiar el empleo eventual de la del C. E. en benefi-


cio de otras Grandes Unidades vecinas, como asimismo, la ayuda re-ciproca que puede pedirle a ellas.

Defensa Antimecanizada

La defensa antimecanizada debe constituir una preocupaciónespecial del 'Comandante del C E .

Para ello establecerá:Que las posiciones adelantadas y los P. Av. de C: dispongan de

armas antiblindaje.Que el borde delantero del C. P. C. corra siguiendo obstáculos-

naturales, cada vez que sea posible.Organización de profundos campos minados donde la configu-

ración del terreno así lo aconseje.Organización de una defensa antimecanizada en la profundi-

dad del dispositivo, cubriendo los posibles caminos de avance de-elementos mecanizados.

Que la atrillería concurra con sus fuegos al rechazo de los ele-mentos blindados.

Reserva de elementos antimecanizados en la gran profundidad,capaces de concurrir hacia el frente, flancos y retaguardia.

Reservas.

Las reservas del Comandante del C. E. pueden estar formadaspor fracciones restadas a las unidades operativas menores, por tro-pas del C. E., no empleadas o que hayan cumplido otras tareas, opor una unidad operativa menor, completa. Es más aconsejableadoptar el último procedimiento cada vez que las circunstancias lopermitan, porque así se dispondrá de una unidad operativa com-pleta en sus medios y elementos para provocar la decisión de con-junto cuando el 'Comandante del C. E. estime llegado el momen-to oportuno.

Las reservas del C. E. tienen por finalidad:a) Reforzar la dotación de alguna faja, si en el transcurso de

la acción se evidencia su debilidad.b) Restablecer la continuidad de la posición en caso de que

haya sido rota.c) Relevar unidades gastadas en. el combate.d) Oponerse a acciones envolventes del atacante.e) Organizar posiciones de recepción para facilitar la re-

tirada.f) Contraatacar.g) Participar en una contraofensiva general.h) Otros empleos, según la situación.Como fácilmente puede apreciarse, el cumplimiento de todas

estas tareas o algunas de ellas, imponen la existencia de numero-

62 MEMORIAL DEL, EJERCITO

sas reservas, lo que aparentemente se contrapone con la potenciaque la posición de resistencia debe poseer, pero la realidad es queson las reservas las que dan potencia a la posición de resistenciapermitiendo la continuidad en la acción y la persistencia en labatalla. En el combate participan todas las tropas y no solamentelas que primero hacen fuego contra el atacante; a medida que eltiempo pasa y la acción se prolonga, van interviniendo nuevas tro-pas desde la profundidad, ya sea relevando las delanteras para per-mitir su rehabilitación, ya sea accionando sus armas o participandoen la lucha por medio de contraasaltos y contraataques.

Por las razones anteriores, el Comandante del C. E. debe re-flexionar profundamente sobre la fuerza que dejará de reserva,sus agrupaciones, su ubicación y sus misiones. Según sea su inten-ción futura será el volumen de medios de que deberá disponer. Sipiensa decidir la acción por medio de un contraataque o una con-traofensiva, el volumen de medios deberá ser muy considerable ycompuesto de unidades operativas completas.

Cuando la tarea impuesta a una reserva relativamente peque-ña deba cumplirse dentro de la faja de una unidad operativa me-nor, conviene poner previamente dicha tropa a las órdenes delComandante de la faja; en cambio, si la tarea está fuera de las fa-jas de las unidades operativas menores o la importancia de la tareaimpone el empleo de una unidad operativa completa, ella depende-rá directamente del mando del C. E.

El Contraataque.

Dentro de las numerosas tareas que corresponde cumplir a lasreservas, tal vez la más importante sea la ejecución del contra-ataque.

El contraataque del C. E. dada su amplitud y repercusiones enla continuación posterior de la maniobra, adquiere un carácter ope-rativo. Por eso, la eficiente utilización de la reserva en esta activi-dad requiere una preparación cuidadosa de planes, ' reconocimien-tos detallados de los caminos de aproximación y de la zona de em-pleo, protección contra ataques terrestres y aéreos en su ubicaciónoriginal y durante su desplazamiento y un sistema de enlace queasegure la rápida transmisión de las órdenes.

Si la unidad de reserva encargada de la realización del contra-ataque, es del volumen de una división o más, la operación se rea-lizará bajo la dirección del C. E. En cambio, si se emplean mediosmenores, ellos serán colocados bajo el control de la división encuya faja se emplearán. En ambos casos es el Comandante delC. E.. quien regula el apoyo de artillería y de la aviación que estéen situación de participar en el contraataque.

El contraataque presenta en su ejecución iguales caracterís-ticas que el ataque. Sus objetivos pueden ser la recuperación de


partes muy importantes del terreno y cuyo dominio es fundamen-tal para la continuación posterior de la acción, ó, si la proporciónde medios lo permite y se presentan circunstancias favorables,provocar la destrucción de un adversario que ha quedado frente ala posición quebrantada por la acción de los fuegos de la defensa.

El contraataque de grandes unidades se caracteriza por eltiempo prolongado que demanda su ejecución. Si se dispone para;el día, se puede calcular en seis a ocho horas y si para; el día si-guiente, en diez o doce.

Para determinar la hora de ejecución del contraataque, se pue-den analizar las siguientes circunstancias:.

Iniciado en el transcurso de la tarde, no dispondrá general-mente de suficiente tiempo para su terminación y consolidacióndando oportunidad a que el enemigo reajuste su dispositivo en elcurso de la noche; a la vez se puede hacer lo mismo con el propiodispositivo y. consolidar las ganancias de terreno obtenidas.

Durante la noche no hay conveniencia en desarrollarlo por losgraves inconvenientes que tienen los combates nocturnos. Por estasconsideraciones, parece más conveniente proceder como sigue, cada-vez la situación lo permita:

Decidirlo a mediodía o comienzos de la tarde,Efectuar los reconocimientos en el transcurso de la tarde,Mover las unidades a su zona de apresto, durante la noche,Iniciar el contraataque con las primeras luces del día siguiente.Con ello se logrará además mantener el secreto de la operación

lo que tiene una importancia decisiva.

Condiciones en que debe lanzarse el contraataque.

La decisión de la realización del contraataque es de la exclu-siva responsabilidad del Comandante del C. E. El contraataque es-la manifestación de la voluntad del Comandante del C. E. y la for-ma más violenta y decisiva con la cual interviene en la acción.

En esta acción generalmente es consumen todas las reservasdisponibles, la aviación, tropas blindadas y artillería toman parte-en su totalidad. Ello indica la necesidad de que sea el fruto de unatranquila y profunda apreciación.

El contraataque no puede lanzarse a obscuras de la situación,,cuando el enemigo no ha mostrado aún todos sus efectivos, cuan-do no se ha manifestado el centro de gravedad del ataque, cuandono se ha sacado aún el total rendimiento de las armas de fuego dela posición, y, en general, cuando aún conserva su gran potenciaofensiva. Un contraataque prematuro, contra un enemigo organi-zado, con sus bases de fuego bien constituidas y en situación de-apoyar fácilmente a las tropas delanteras, con numerosas reservas-ubicadas en la profundidad, conducirá a la derrota, pues se ha-


EL ARMA DE INGENIEROS EN EL PRESENTE,PRINCIPIOS QUE ENCUADRAN SU ORGANIZA-CIÓN E INSTRUCCIÓN EN EJÉRCITOS MODE-LOS. — LO QUE ELLA DEBE SER EN NUESTRO

EJERCITO

Tte. Crl. BENJAMÍN VIDELA VERGARA.

(Conclusión)

d) Algunas consideraciones al respecto.

La organización, expuesta, que contempla, en forma completa.el cuadro que debe presentar en su estructura el arma de Ingenie-ros en el presente, creo es suficiente para formarse una idea con-creta de toda la importancia que en un conflicto ella tiene y de-todas las nefastas consecuencias, que de su incompleta o imperfec-ta organización pueden derivarse para el mando, pues cada una delas actividades que a los Ingenieros corresponde cumplir, tieneaunque en otro orden, la misma importancia que las que corres-ponden a una infantería, a una de caballería o a una de artille-ría. Si los ingenieros están mal dotados, instruidos y equipados,las otras armas por muy valerosas que sean, no podrán, hoy por-hoy, tener un eficiente accionar en el campo de batalla.

Por último cabe hacer presente, que la serie de las numerosassub-clasificaciones que hemos visto, no es el fruto de un capricho,sino una consecuencia imperativa de la necesidad de lograr un ar-mónico y simultáneo accionar técnico, desde el corazón de la Pa-tria hasta las más adelantadas líneas del campo de batalla, lo queno sería posible alcanzar con la concentración en dos o tres Uni-dades tipos, de todo el sinnúmero de misiones que deben cumplirlos ingenieros militares en tiempo de guerra. Ella también es de-rivada de la imposibilildad de formar, un eficiente soldado o com-batiente técnico, en todos estos aspectos.

Por otra parte dado el intenso empleo, que en sus respectivos,campos de acción, tendrán las diversas clasificaciones de Ingenie-ros, es muy difícil el esperar un actuar superpuesto de los mismos,en una determinada zona y en el cumplimiento de una misma mi-sión. Podrán emplearse dentro del mismo sector, pero cumpliendo.

M. del E. 2.


brían despreciado prematuramente las ventajas que ofrecían el te-rreno, para salir a la lucha fuera de la posición organizada.

El contraataque se lanzará una vez que se esté seguro que elenemigo ha perdido su impulso ofensivo por la acción concentradade los fuegos defensivos y no se encuentra detenido solamente parareorganizar su dispositivo de ataque. Además debe esperarse quese haya separado de su artillería y de las bases de fuego de infan-tería, empleando sus reservas o alejado de ellas. Si en estas circuns-tancias se deja pasar mucho tiempo antes de reaccionar, puede su-ceder, también, que el atacante tenga tiempo de reconstituir su dis-positivo y subsanar las fallas que pudieran haber ayudado al buenéxito del contraataque.

A veces será necesario modificar el despliegue artillero, a finde servir en mejor forma al contraataque o establecer nuevas rela-

ciones de mando para un mejor apoyo artillero.Antes de la ejecución del contraataque la tarea más importan-

te de la artillería será la de dificultar por medio de sus fuegos le-janos la aproximación de reservas. Igual tarea corresponderá a laaviación. Una vez lanzado el contraataque, la tarea principal deambas será el apoyo directo a la infantería atacante.

El frente de una división en el contraataque, disponiendo deuna conveniente profundidad para alimentar las acciones delante-ras puede ser de 3 a 4 kilómetros.

La línea de partida para el contraataque de las unidades de-lanteras debe estar retrasada respecto a las tropas empeñadas, a finde no producir mezcla y confusión. Más tarde, ya en la ejecucióndel ataque, se producirá un paso de línea, cuyos detalles deben ha-ber sido provistos y acordados entre los comandantes correspondien-tes.

Para la ejecución del contraataque por una unidad operativamenor, el Comandante del C. E. indica generalmente una direccióny un objetivo por alcanzar, dejando en libertad al Comandante dela unidad de contraataque para que determine el ancho de la fajapara sus unidades, el dispositivo y demás detalles.

En el momento en que la unidad que contraataca hace sentirsu acción sobre el enemigo, todas las unidades de la línea de com-bate deberán intensificar su acción, tanto de fuego como empleandolas reservas aún disponibles, a fin de impedir que el atacante pue-da concurrir con sus medios hacia la faja donde recibe el contra-ataque. El mando del C. E. serán quien regule este empleo confor-me a las informaciones que sobre el desarrollo de la acción va re-cibiendo.

En resumen, las actividades del Comandante del C. E. respectoal contraataque se pueden resumir así:

1. — Decidirlo: Momento de ejecución, dirección general ob-jetivos por alcanzar.


2. — Prepararlo: Planes y órdenes. Movimientos de tropas, re-conocimientos, reagrupamiento artillero.

3. — Dirigirlo: Cooperación de los medios del C. E. Empleo dela aviación y tropas blindadas. Acción de otras fajas vecinas.

Las tropas blindadas adquieren un valor excepcional en la eje-cución del contraataque y ese será su empleo normal en la defensi-va. Dirigirán su acción preferentemente hacia los flancos del ad-versario, y si ello no es posible por razones de terreno u otra índo-le, romperán fronteramente para accionar sobre la espalda y flan-cos.

EL CUERPO DE EJERCITO EN LA DEFENSA DE UNFRENTE EXTENSO

Resumen de un artículo de "Military Review", Julio de 1949).

En la pasada guerra hubo casos en que un C. E. tuvo que de-fender un frente extenso y es posible que el caso, vuelva a presen-tarse.

(La materia se va a tratar considerando que un C. E. integra-do por tres divisiones de infantería y una división blindada debadefender un frente de 45 kilómetros que se considera ''extenso",en relación con el frente de 22 a 27 kilómetros, que considera nor-mal, para una fuerte defensa en posición organizada.

Este método defensivo puede adoptarse cuando se presentanalgunas de las siguientes situaciones:

1. — Insuficiencia de tropas disponibles;2. — Cuando es necesario economizar fuerzas por órdenes su-

periores;3. — Durante una situación de detención provisional en una

sucesión de movimientos rápidos a través de una zona extensa;4. — Cuando el terreno del frente normal no es adecuado pa-

ra asegurar los flancos;5. — En la defensa en todas direcciones, como es la defensa de

islas o las cabezas de desembarco aéreas.Hay ciertas condiciones que favorecen el tomar la decisión de

defender un frente extenso. Por ejemplo: Superioridad aérea deldefensor, que le permite libertad de movimiento y restringe la ma-niobra al atacante; carencia de blindaje y movilidad del atacante,pues reduce la velocidad de sus ataques y permite al defensor con-centrar sus reservas; y la certeza de recibir refuerzos, que permitecorrer el riesgo de defender un frente extenso ya que el defensorsabe que tendrá ayuda cerca en caso que el enemigo penetre en sus

M. del E. 5.


líneas. Existe otro caso en que es conveniente dicha decisión aun-que no favorece la defensa en sí; cuando es necesario el replieguepara acortar las líneas y ese terreno que abandonaríamos al enemi-go y que fue conquistado a costa de grandes sacrificios es esencialpara operaciones futuras.

Indudablemente que en dicha situación es preferible continuardefendiendo «1 frente más extenso y ejecutar la retirada si el ene-migo nos obliga a ello.

Principios. — La defensa por el cuerpo de Ejército de un fren-te de 45 kilómetros se asemeja más a una operación de protecciónque a la defensa organizada de una posición defensiva. Esto no sig-nifica que los principios deban olvidarse, sino por el contrario, de-ben aún tenerse más en cuenta como principios. En consecuencia,la defensa debe tener una máxima profundidad, los flancos debenmantenerse seguros, los reconocimientos deben ser vigoroso y lareserva debe ser poderosa y capaz de acción decisiva. Los contra-ataques deben planearse y ejecutarse en los momentos críticos.

Fuerzas de Seguridad. — (Posiciones Adelantadas y P. Av. C. )Al examinar la organización de este tipo de defensa, desde el

frente hasta la retaguardia, encontramos primeramente las fuerzasde seguridad y las fuerzas de protección. Posiciones Adelantadas yPuestos Av. de C) . Dichas fuerzas tienen mayor importancia queen la defensa normal ya que es necesario conocer lo antes posible losefectivos, disposiciones v acciones del enemigo. Son de vital impor-tancia la acción retardalriz y el engaño del enemigo por las tropasde seguridad, a fin de que el Comandante del C. E. disponga deltiempo suficiente para contrarrestar cualquier acción enemiga en elfrente extenso. Por lo tanto, las fuerzas de seguridad tienen queser más móviles y numerosas que aquellas empleadas en la defensade una posición organizada.

Zona Principal de Resistencia. — (Campo Principal de Com-bate).

En esta clase de defensa no hay borde delantero propiamentedicho. Debe existir sí la posición principal de resistencia (campoprincipal de combate). La continuidad de la posición principal deresistencia depende de la aptitud del C. E. para defender las ca-racterísticas claves del terreno con unidades fuertes, equilibradas ycapaces de combatir independientemente. Esto significa ocupar ydefender fuertemente, centros de resistencia muy separados, en lospuntos claves del terreno, aun cuando fueran rebasados o cercadospor el enemigo, mientras que el resto de la posición de resistenciase defiende con pocas fuerzas o se protege con patrullas o fuego yobservación. El propósito de esos dispositivos es canalizar los ata-ques enemigos por las rutas más desventajadas. También sirvenpara obligar a las puntas de lanza del atacante a avanzar por terre-no que selecciona el defensor y que le es más conveniente para suscontraataques. Los intervalos entre dichos centros de resistencia de-


ben estar cubiertos por masas de fuego de artillería divisional y delC. E., para así evitar, si es posible, la penetración y apoyar los con-traataques.

Se consigue escalonar la defensa en profundidad mediante elempleo de posiciones predeterminadas a retaguardia. Las divisionesy el C. E. escogen y reconocen esas posiciones de retaguardia y sihay tiempo y personal disponible, se deben organizar y preparar.La misión de esas posiciones es parecida a la de las posiciones de re-sistencia a retaguardia empleadas en la defensa normal de la di-visión. Ese panorama de una zona principal de resistencia compues-ta de varias "islas" de defensa no debe confundirnos y llevarnosa la conclusión de que podemos prescindir de los límites entre uni-dades y los puntos límite de sector, pues el control lateral de lasdivisiones y la fijación de las responsabilidades continuarán sien-do necesarios.

Reservas

Para determinar la ubicación y tamaño de las reservas se debehacer un cuidadoso estudio del terreno. Se determinarán los pun-tos claves del terreno, los que deberán ser defendidos por un ba-tallón reforzado, generalmente. De acuerdo con el mismo estudiose dará una faja a cada división teniendo en cuenta que la puedadefender y dejar una reserva razonable. El C. E. debe contar conuna fuerte reserva, ubicada en una zona central y muy móvil. ¡Sise debe elegir entre reservas fuertes para las divisiones o para elC. E. debe elegir la reserva fuerte para el C. E., que le permitirárechazar el ataque principal enemigo.

La ubicación de las reservas de las divisiones debe ser conociday aprobada por el Comandante del C. E. ya que éstas participaránen los contraataques del C. E., por este motivo el Comandante delC. E. comunicará a los comandantes de división sus planes de con-traataque.

La ubicación de la reserva del C. E.,. debe estar ubicada en elpunto más adelantado que permita moverla con facilidad a cual-quier sector del frente, estará generalmente un poco más atrás queen la defensa normal. Puede ser conveniente dividir la reserva delC. E. en dos partes con el fin de que esté en condiciones de concu-rrir rápidamente hacia los flancos de la posición.

Los Planes de Contraataque

El C. E. preparará varios planes de contraataque, los que de-ben ser muy flexibles. Tratándose de la defensa de un frente exten-so el enemigo podrá penetrarlo casi por cualquier parte. Pero nodebe olvidarse que la penetración principal estará condicionada ala red principal de caminos; en consecuencia, al Comandante del

MEMORIAL DEL EJERCITO.

C. E. le interesará la penetración de importancia por donde el ene-migo emplea su reserva general. Para qué la defensa tenga éxito,las divisiones deben resistir en sus frentes respectivos hasta obligaral adversario a emplear su reserva general y el Comandante delC. E. tratará de emplear sus reservas en masa, de un modo decisivo.En raras ocasiones estará justificado reforzar las unidades del fren-te con las reservas.

Empleo táctico de las tropas del C. E.

La división blindada debe emplearse en el contraataque dondesu participación será de mayor valor que en la ocupación estáticadel terreno.

El regimiento de caballería se empleará en misiones de recono-cimiento y seguridad y sólo se usará en los contraataques a faltade otras tropas.

La artillería del C. E. no podrá cubrir todo el frente de éstepor su extensión, en consecuencia, la mejor manera de apoyar auna división es subordinándole toda o parte de su artillería.

Las tropas de ingenieros del 'C. E. se utilizarán especialmenteen la preparación de la posición principal y en el trazado de zo-nas defensivas detrás de esta posición. Es dé gran importancia lareducción del frente por medio de obstáculos y demoliciones.

Las instalaciones del C. E. deben instalarse en localidades de-fendidas y en áreas pequeñas que faciliten su defensa de posiblespenetraciones de tropas enemigas hacia la profundidad, las cualespueden ser más frecuentes. Esto es necesario en atención a que sedispondrá de pocas tropas para la defensa de estas instalaciones.

La defensa de frentes extensos puede hacerse con éxito siem-pre que se apliquen con criterio los principios generales de la de-fensiva, los cuales deben sufrir las variaciones o interpretaciones-correspondientes a esta situación especial.

Cita del Reglamento de Servicio en Campaña NorteamericanoFM-100-5.

"La conducta de la defensa es de carácter móvil. La movili-dad se logra por el uso de fuerzas de cobertura, por el mejoramientode facilidades para el movimiento dentro de la posición de resisten-cia, por la distribución de las fuerzas en la profundidad, y por laretención de reservas capaces de ejecutar movimiento rápidos. Lasfuerzas de cobertura embarazan, despistan y desorganizan al ene-migo; las unidades en zonas organizadas de la posición de resisten-cia se mantienen en sus posiciones a todo trance; las reservas ma-niobran detrás de los ejes así establecidos. Se combina la defensamóvil con la fija, a fin de conservar la posición de las zonas esen-

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ciales para la maniobra de las fuerzas defensoras, mantener unmáximo de fuerzas disponibles para fines de contraataque o con-traofensiva, y despistar al enemigo acerca del carácter de la resis-tencia que se le opone".

L. — EL CUERPO DE EJERCITO EN LA RETIRADA

Dado el volumen del C. E. y los anchos frentes en que normal-mente se emplea, no se puede realizar la retirada como una activi-dad conjunta y única para el total de esta gran unidad, como sepuede observar 'en la división o unidades menores, sino que, la re-tirada para el C. E., comprende una serie de acciones libradas porlas unidades operativas menores, en las cuales mientras una se re-tira, otra se defiende, resiste dilatoriamente y aun puede realizar,ataques a objetivos limitados.

Par tal razón, esta fase de la batalla puede denominarse conmás propiedad maniobra en retirada, para dar con ello la idea deque comprende una serie de acciones que en conjunto constituyenuna maniobra u operación destinada a llevar el dispositivo defen-sivo más a retaguardia.

Esta maniobra en retirada podría definirse como que es aquellaoperación que tiene por objeto ganar tiempo retardando la pro-gresión del grueso enemigo, a costa de pérdidas de espacio, con élobjeto de permitir en otro momento y en distinto terreno la ejecu-ción de otra maniobra prevista por el alto mando. Dicha maniobrapuede ser la ocupación de una fuerte posición de resistencia a re-taguardia donde se quiera dar una batalla defensiva reduciendo elfrente inicialmente ocupado, atraer al enemigo a un terreno espe-cialmente desfavorable, obligando a alargar sus líneas de comunica-ciones, para operar ofensivamente más tarde; aprovechar fuerteslíneas geográficas para desde ellas esperar la aproximación de nue-vas fuerzas al campo de batalla, la intervención de otras potenciasen la guerra o la llegada de una estación del año favorable, etc.

En otras circunstancias, la maniobra en retirada pudo produ-cirse como una necesidad ineludible para evitar la destrucción delas propias fuerzas en la posición ocupada.

En general, podemos decir que la retirada se realiza volunta-riamente y disponiendo de relativa libertad de acción o forzada porel adversario careciendo casi completamente de libertad de acción,la que debe lograrse por medio de acertadas tácticas.

¡La maniobra en retirada es conveniente cuando el que se retiracuenta a su favor con los factores de tiempo y espacio y la pérdidade terreno se vea más tarde compensada por razonables expectati-vas de resultados decisivos.

La esencia de la maniobra radica en forzar al atacante a pre-parar una serie de batallas, sin permitirle que ninguna de ellas lle-


gue a su culminación antes de que se cuente con una suma lógicade posibilidades favorables. El peligro de esta maniobra es que lasfuerzas en retirada se vean envueltas en una acción decisiva enun momento inesperado y desfavorable.

El general del C. E. después de una serena y profunda apre-ciación de la situación resolverá la ruptura del combate y retiradainmediata de su unidad, para así dar comienzo a la maniobra en re-tirada; la primera actividad tiene un carácter esencialmente tácti-co y su ejecución es del resorte de los mandos subalternos, en tantoque la segunda adquiere un carácter operativo y es de la responsa-bilidad del mando del C. E. En esta decisión operativa influye prin-cipalmente; entre otros factores, la misión por cumplir, la situaciónde combate, la red de comunicaciones a retaguardia, las operacionesproyectadas para el futuro por el Alto Mando y la ubicación de zo-nas estratégicas más atrás. Estas consideraciones influencian direc-tamente la dirección general de movimiento que deben optar lasunidades operativas menores subordinadas. Es así como puede re-sultar una retirada rectamente hacia atrás, o una convergente ha-cia determinada zona o una divergencia o excéntrica hacia zonas di-ferentes.

En cualquiera de los tres casos se tratará de que las tropas enretirada estén en situación de efectuar, en el momento oportuno,una concentración de los medios para lanzarlos en un contragolpedecisivo.

La retirada en un ancho frente y rectamente hacia atrás facili-ta la ejecución de la maniobra; presenta al atacante un ampliofrente difícil de rodear por los flaneas, pero tiene el inconvenientede dar ocasión al adversario para realizar una rápida concentraciónde sus medios sobre alguna parte del frente para producir ahí unaruptura profunda, especialmente si dispone de elementos blindadosy motorizados y el terreno se presta para su empleo. Para preve-nir esta contingencia conviene mantener formaciones motorizadas yantiblindajes en situación de concurrir rápidamente al lugar ama-gado, como asimismo, realizar una intensa exploración aérea y ser-virse de fuerzas aéreas de combate.

Una penetración profunda del atacante, puede cortar a partesimportantes del C. E. de su línea de retirada, obligando al total delC. E. a empeñar una batalla en malas condiciones de dispositivo. Ala inversa una acción rápida y decisiva contra esas fuerzas que pe-netran puede ser el comienzo de una batalla favorable que transfor-ma la maniobra en retirada en una ofensiva. En todo caso, debeasignarse una importancia fundamental a éxitos adversarios lo-cales en frente de gran extensión.

La retirada convergente produce un movimiento coordinado defuerzas hacia una posición favorable a retaguardia; procura un ro-bustecimiento de los medios gracias a la concentración de ellos, pe-a-o presenta el peligro de ir dejando los flancos expuestos a acciones


envolventes de las fuerzas que persiguen, lo que se puede paliarpor el empleo de destacamentos de protección de los flancos o porla configuración del terreno cuando éste se va estrechando en ladirección del movimiento retrógrado. Esta maniobra puede estardestinada a acortar las líneas defensivas, enderezando salientes oentrantes: a afirmar los flancos sobre obstáculos del terreno pro-tectores; o a concentrar los medios para la batalla decisiva. Se pue-de combinar la maniobra convergente con la aproximación de re-fuerzos desde la profundidad para producir la batalla en la zona deconvergencia.

La maniobra en retirada divergente puede llevar por finalidad1

obligar al contendor a dividir sus fuerzas para buscar más tarde ladecisión sobre uno de sus grupos separadamente; aprovechar laconfiguración del terreno; o servirse de líneas de comunicacionesubicadas en esa forma.

Tiene el grave inconveniente de restar la cooperación entre lasdiversas agrupaciones, salvo que la distancia no sea tan grande quelas desvincule operativamente, en cuyo caso podría constituir unaventaja de ubicación con respecto del enemigo.

En cualquiera de los casos, la maniobra en retirada irá prece-dida de una primera fase de retirada pura, seguida más tarde poracciones en las que se combinan diferentes modalidades de combate.

La interrupción misma del combate y retirada en su primermomento es cuestión de las divisiones, conforme con las instruccio-nes recibidas del C. E. El papel del mando del C. E. es organizarla maniobra conjunta, velando por la seguridad de las unidadesmenores, regulando sus movimientos y asegurando su mutuo apoyo-y cooperación.

Esquemáticamente la retirada del C. E., como tal, podría com-prender los siguientes momentos o fases:

a) Organización de una posición de recepción, a retaguardia,dotada con tropas frescas y sin grandes obstáculos en su frente, afin de no entorpecer el repliegue de la masa.

b) Retirada de la masa del C. E. detrás de la posición de re-cepción, protegida por tropas de retaguardia que mantienen el con-tacto con el enemigo.

c) Ocupación de una nueva posición por la masa del C. E., sise tiene la intención de seguir resistiendo, o constitución de las co-lumnas de marcha, si se tiene el propósito de alejarse considerable-mente o realizar otras actividades.

d) Retirada de las tropas de retaguardia.e) Retirada de la posición de recepción, una vez que la masa-

se encuentre segura.Estudiando más en detalle cada una de estas fases, se puede

establecer: La posición de recepción. — Se elegirá por la carta y sereconocerá más en detalle en el terreno; debe encontrarse ubicadade tal manera que interfiera la dirección principal de retirada, y


en consecuencia, la dirección principal en que el contendor ejecuta-rá la persecución.

Será guarnecida en lo posible con tropas móviles y frescas, oja-lá que no hayan participado en los combates anteriores; estas tro-pas pueden ser reservas del C. E. especialmente caballería y tropasmecanizadas, si aún se dispone de ellas, reservas o fracciones toma-das de las unidades operativas menores que aún cuenten con esoselementos y aún en ciertos casos tropas de refuerzo que el Alto Man-do pone a disposición del C. E. para posibilitar la maniobra en re-tirada, especialmente en su primera fase de interrupción del com-bate y retirada inmediata. Esta última situación se presentarácuando el C. E. se encuentra muy comprometido en la batalla, ha-biendo empeñado ya todos sus medios y el mando superior le hacellegar esas nuevas tropas no para continuar la batalla, sino paragarantizar vina retirada ordenad.

La posición de recepción obra fundamentalmente por el fuego,por lo tanto, la artillería será el elemento más importante en su or-ganización ya que normalmente se dispondrá de escasa infanteríay ésta sólo como una seguridad inmediata de la artillería de la po-sición. Como la artillería divisionaria se encontrará en el primer mo-mento aún empeñada en la batalla, el mando del C. E., tendrá querecurrir a su artillería propia para constituir la posición de recep-ción; más tarde podrá disponer de fracciones de artillería divisiona-ria; esta artillería recibirá como misión principal la de batir pormedio de fuegos lejanos y concentrados las direcciones principalesde persecución; para ello se le autoriza un consumo extraordinariode municiones y el mando del C. E. debe hacer provisiones en talsentido. A fin de facilitar el enlace con la infantería, dificultadagrandemente en la confusión de la retirada, puede ser convenienteque la artillería de C. E. se subordine a una unidad operativa me-nor que actúa en su frente a diferencia de lo que ocurre en la de-fensa, en cuyo caso será normal que el mando del C E. maneje di-rectamente la acción de las artillerías divisionarias. La posición derecepción combate hasta garantizar que la masa del C. E. se en-cuentra en seguridad, para retirarse posteriormente, generalmentea favor de la noche. Habrá situaciones en las cuales se tendrá quellegar a sacrificar a las tropas de esta posición para impedir que elcontendor vuelva a tomar contacto con la masa del C. E.

La retirada de la masa del C. E. — Será dispuesta por el man-do del C. E. una vez que la posición de recepción está en situaciónde cumplir sus tareas y para su ejecución, es indispensable que seestablezca claramente las direcciones generales de retirada; las fa-jas en las cuales se va a mover las unidades operativas menores;los caminos de los cuales se van a servir; las líneas por alcanzar;los plazos de ejecución; el comportamiento frente a la posición derecepción, fijándose especialmente si la rodearán, pasarán a travésde ella, o dejarán parte de sus medios para reforzarla.


La ocupación de la nueva posición. — Puede ser ordenada enconjunto con las disposiciones para la retirada; para ello, se tendrápresente sólo las condiciones tácticas y del terreno, sino qué, muyespecialmente, el estado de desgaste de las unidades que va a ocu-parla, dando mayores frentes a aquellas que han combatido menosy tiene por lo tanto, una mayor potencia.

También puede indicarse a las unidades operativas menoresdistinta actividad, una vez sobrepasada la posición de recepciónhacia retaguardia, ordenando para una de ellas, por ejemplo, lacontinuación de la retirada hacia la profundidad, en tanto que otrase organiza para resistir dilatoriamente. Es en este momento dondepropiamente principia la maniobra en retirada del C. E. y por lotanto, puede jugar en forma diferente con sus unidades integran-tes, a fin de servir su idea general de maniobra.

La retirada de las tropas de retaguardia. — Aun cuando hansido dejadas por las divisiones en sus respectivos frentes, será ge-neralmente ordenada y regulada por el mando del C. E., a fin delograr armonía en el conjunto y cooperación mutua. Habrá ocasio-nes en que esas tropas de retaguardia sean reforsadas por los ele-mentos móviles del C. E., especialmente tropas mecanizadas o caba-llería destinadas a dar consistencia al velo de seguridad dejado porlas divisiones y realizar una acción retardada indispensable para elordenado repliegue de la masa.

La retirada de la posición de recepción. — Será dispuesta porel mando del C. E. una vez que se asegura que la masa del C. E. dis-pone de suficiente libertad de acción para cumplir su idea generalde maniobra. Las tropas que la guarnecían s/n, sus característicasy movilidad, podrán continuar presentando sucesivas resistencias,como tropas de retaguardia, reaccionando ofensivamente contra unperseguidor demasiado confiado, realizando exploración inmedia-ta, o trasladarse directamente a la nueva posición para integrarla.

El mando de V. E. se descentraliza grandemente siendo losmandos subalternos los encargados de dar forma a la maniobra enretirada conforme a las normas generales de ejecución que el Gene-ral del C. E. les haya fijado; dichas normas fijarán expresamen-te para cada fase o momento y para cada unidad cuál es la conside-ración primordial, si la pérdida de fuerzas y medios para ganartiempo o la pérdida de terreno para economizar fuerzas. El mandodel C. E. por su parte se mantiene constantemente vigilante de lasactividades de las unidades operativas menores, a fin de regularsu empleo, coordinar su apoyo mutuo y aprovechar toda situaciónfavorable para reaccionar contra el enemigo, ya sea con una acciónlocal o con una maniobra conjunta.

El Comandante del C. E. destaca varios oficiales de su E. M.,a fin de orientar y canalizar el repliegue de las unidades subordina-das. Así, a medida que las unidades se reorganizan, se cohesionan yel campo de batalla se despeja, la retirada forzada por el empuje

EST

UD

IO

CO

MP

AR

AT

IVO

D

EL

D

ES

PL

AZ

AM

IEN

TO

D

EL

C

. DE

E. L

EJO

S Y C

ER

CA

DE

L E

NE

MIG

O

Punto

de vista

comparativo

Lejos

del enem

igoC

erca del enemigo.

A. —

O

bjeto

B. —

C

arácter

C. —

Informaciones.

D. —

Mando.

1) R

egulación.2)

Intervención.

E. —

A

specto general

deldesplazam

iento.

Concurrir hacia la zona de batalla con los m

edios es-tratégicam

ente reunidos.

Operativo.

Antecedentes

globales. (E

xploración operativa). H

acia

la profundidad.

Por

medio

de D

irectiva. C

uadros de

Avance.

Periódica. Por

fechas, m

isiones u

objetivos, rela-

cionados especialm

ente por

el tiem

po. (H

orario) y

el terreno

(Naturaleza,

distancias, etc. ).

a) M

archa de

guerra (lejos

del adversario

terres-tre)

más de dos jornadas. 60 kilóm

etros.b)

Previsiones detalladas. Con bastante anticipación.

c) Se

dan com

o referencia

líneas de

operaciones y

líneas del

terreno por

alcanzar.

d) P

lan de Em

pleo de las T

ropas. Orden operativo.

e) P

riman los

factores técnicos.

Maniobrar

(desplazarse) dentro

de la

zona de

ba-talla

con los

medios

tácticamente reunidos.

Dar batalla de

C.

de E.

Táctico.

Antecedentes

concretos y

más

detallados.(E

xploración táctica).

Por m

edio de

órdenes. C

uadros de

Marcha.

Por m

edio de m

isiones m

ás inm

ediatas y relaciona-

rlas especialm

ente con

el enem

igo (presencia,

proxi-m

idad y

actividad).

a) M

archa de

aproximación

(de un

campo

de ba-

talla a otro). Dos jornadas o m

enos.b)

Previsiones inm

ediatas condicionadas

por proxi-

midad

y actividad

del enem

igo.c)

Se indican:

direcciones de m

archa o

zonas por

alcanzar.1)

Plan de E

mpleo de las T

ropas. Orden táctico.

3) Prim

an los

factores tácticos.

Punto

de vistacom

parativo.L

ejos del

enemigo

Cerca del enem

igo

F. —

S

eguridad.

G. —

Idea de maniobra.

H. —

R

eacción ante

sorpresa.

I. —

Enlaces.

f) D

istancia e intervalo

entre las unidades: 60 ki-

lómetros y m

ás.g)

Prim

an la

comodidad

y seguridad.

h) G

randes m

edios de

transporte.

a) P

rincipalmente

aérea.b) Se

obtendrá por

el adelantam

iento de

unidades o

fracciones, y

por el

propio dispositivo

(especialm

ente aptas

las unidades

motorizadas).

Grandor;

distancias.c)

Principalm

ente "la

seguridad del

jefe".

Aún no se m

aterializa un centro de gravedad. Am

-p'ia

libertad para

idear la

maniobra.

Mayor

tiempo

y espacio

para reaccionar.

Por medio del P

lan de Avance. L

a Aviación. P

artesenviados

periódicamente. R

adio, etc. G

randes m

ediosa

grandes distancias.

Profundidad.

f ) D

istancias e

intervalos entre

las unidades:

re-ducidos, 30 a 40 kilóm

etros.g)

Prim

a la relación de tiempo con el adversario en

cuanto a

concurrencia oportuna de la masa.

h) G

eneralmente

medios

de transporte

orgánicos.

a) D

e todo

orden.b)

Dispositivo

más

cerrado. Pequeñas

unidades o

fracciones de

seguridad que

se desplazan

a m

e-nores

distancias.c)

'Seguridad del jefe" y "de

las tropas".

Es indispensable que se m

aterialice un centro de gra-vedad. Y

a existe una idea general de cómo se va a

dar la batalla.

Menores posibilidades.

Reacciones

más

inmediatas.

Medios

técnicos corrientes,

pero asegurados

para la

oportuna transm

isión de

las órdenes.

PROYECTILES COHETES

Según informaciones procedentes de la zona soviética de Alema-nia, técnicos alemanes fabrican en la actualidad para la U. R. S. S. losproyectiles cohetes transoceánicos proyectados en Alemania poco antesde terminar la última guerra.

Los trabajos se llevan a cabo en una gigantesca fábrica subterrá-nea situada en Peenemunde, en la costa del Báltico y el proyectil quese está fabricando, por cierto en gran cantidad, es el que los alemanesllamaron "Lirio de Fuego", debido a la forma en que hace explosión,al llegar a la proximidad del blanco, donde se fracciona en ocho odiez proyectiles pequeños que siembran la destrucción en una zona deunas tres millas cuadradas. El alcance del citado cohete se estima enunos 1. 500 Kms.

; Se señala que la fábrica de Peenemunde, destruida por losbombardeos aliados, fue reconstruida por la U. R. S. S. con prisionerosde guerra del campo de Blagovostroi, en los Urales. La instalación dela maquinaria y la fabricación de cohetes está vigilada por técnicos ru-sos, habiendo comenzado las actividades de la misma a principios delpasado año.

PRUEBA DE AVIONES MILITARES

En los Estados Unidos, se están probando nuevos tipos de aviones-militares que pueden doblar sus alas, como los pájaros, variando el án-gulo de incidencia de éstas hasta en diez grados.

Uno de estos aviones es el Republic XF-91, del cual existen dosmodelos experimentales. Conocido bajo el nombre de Thunderceptor,está impulsado por un motor a chorro Allison J-35 complementado porcuatro motores a cohete, que le imprimen una gran velocidad, especial-mente a grandes alturas.

Otro de los nuevos aparatos que, como el anterior, tiene la carac-terística de doblar las alas hacia atrás, es el Convair XP5Y-1 de granradio de acción, impulsado por hélices accionadas por turbinas y que*es probablemente el bote-volador más veloz del mundo. En uno de Ios-vuelos experimentales, en San Diego, California, se elevó del agua enmenos de veinte minutos, lo que es un despegue notable para un bote-volador de 60 toneladas de peso.

HISTORIA YGEOGRAFIA

HACIA EL 18 DE SEPTIEMBRE DE 1810

Por EDGARDO ANDRADE MARCHANT.

(Continuación)

II. — PARTE

La prisión de los patriotas chillanejos: don Pedro Arriagada yFray Rosauro Acuña, demostraba que el espíritu revolucionarioestaba bien prendido en la región del Ñuble, siempre tradicionalista,realista y católica. El enlace con la inquietud de Concepción eraevidente, y con el nexo principal de la obra del joven O'Higgins,que llamaba en sus cartas, a esos dos prisioneros, "mis discípulos".La causa seguida contra ellos, por el gobernador García Carrasco,fracasó porque la Real Audiencia libertó a Arriagada y condenó alpadre Acuña a residencia forzosa en uno de los conventos de laOrden, en la capital. Fácil es imaginarse lo que seguiría hablandoel padre Acuña, en el corrillo conventual en favor del mando pro-pio de los criollos chilenos. La decisión de los Oidores enrabió aGarcía Carrasco, y dictó' un famoso decreto por el cual convertía en"crimen atroz" la más vaga sospecha de siquiera no ser "plena-mente decidido a favor de la causa justa de la nación"; entendien-do esto de la "nación", como el régimen colonial y su persona atra-biliaria, a la que debía rendírsele adhesión servil 3- bulliciosa.

Por otra parte, la salida de Martínez de Rozas de su lado, lohabía dejado en manos de la camarilla de palacio, que los aislabahasta de muchos europeos peninsulares. Y para mayor soberbia,a mediados de 1809, recibía la Cédula Real que lo continuaba comoPresidente de Chile. Con esta ratificación de su mando, se apre-suró a revocar la autorización que había dado, el año anterior, paraque el Cabildo de Santiago tuviera 12 regidores más. Este ataqueal cuerpo edilicio, era a objeto de destruir la mayoría revoluciona-ria que había concurrido a ganar la votación, para establecer untratado de amistad con el Cabildo de Buenos Aires, donde el es-píritu independiente y patriota estaba fuertemente establecido.Sin embargo, anulados los doce regidores ad-hoc se formó otra vez

80 MEMORIAL DEL E J E R C I T O . .

la mayoría revolucionaria, y se entró de lleno en beligerancia con.García Carrasco.

En efecto, elevaban un extenso memorial al Gobierno español.dando cuenta detallada de las arbitrariedades del Presidente, y en.cuanto a reemplazar a los regidores anulados, llenaban las vacan-tese de tres puestos de regidores en propiedad que no se habían pro-veído porque antes no los necesitaban. Hecho el remate de los car-gos, ocupaban su sillón edilicio tres vecinos revolucionarios, entreellos, el Conde de Quinta Alegre, decidido, influyente y poderoso-para tenérselas tiesas a García Carrasco;

Poco tiempo después, en uso de sus atribuciones, el Cabildonombraba Alcaldes para la capital, a los señores Nicolás de la Cer-da y Agustín Eyzaguirre, y de Procurador a don Juan AntonioOvalle; todos, connotados criollos y adversarios del Presidente. Es-ta banderilla le dolió a García Carrasco, y cuando protocolarmen-te fue a visitarlo el Cabildo para presentarle a los elegidos, éste los.insultó soezmente. Y no paraba aquí el enojo del Mandatario des-bocado ya en pelear con todo el mundo: el Asesor de la Presiden-cia, con nombramiento real, don Pedro Díaz Valdés, era perseguidoen tal forma, que tuvo que acudir en petición de resguardo de suministerio, a la Real Audiencia, dando motivo para que García Ca-rrasco pusiera de oro y azul a los Oidores, a los cuales no les reco-nocía autoridad superior a la suya.

El balance final era que estaba peleando con moros y cristia-nos; con Dios y el diablo. El Cabildo revolucionario, la Real Audien-cia ultra colonial y realista, la sociedad santiaguina escarnecidapor su conducta y su concubinazgo con una negra, vieja y ordina-ria, la mitad del clero en su contra, eran los factores para apresurarsu ruina y para dar lugar a los patriotas a obtener junta de go-bierno propio.

El año de gracia de 1810, tuvo en el episodio de las lanzas decolihue, la demostración de que García Carrasco ya no las teníatodas consigo y que su ánimo estaba perturbado por los temores dealgún levantamiento contra él. Así, hizo juntar todas las lanzas decolihue o quila que había en la capital y alrededores y lías remitióa Valparaíso, con el pretexto de que serían enviadas a España paraayudar en la guerra contra los franceses.

El Cabildo, al conocer esta medida que dejaba indefenso el Reyno, porque las tales lanzas eran armas indispensables para esa épocade tan pobrísimo material de fuego, reclamó ante la Real Audiencia,ofreciendo dar, en cambio, la suma de cinco mil pesos para ayudar-en la guerra de la Península Ibérica. García Carrasco al verse pi-llado en su juego, las hizo devolver a Santiago, no sin que antes,en un oficio hiciera un elogio apasionado de las grandes condicio-nes de la quila chilena como arma de combate. Este episodio fueotro entrevero para medir las fuerzas entre el Cabildo y el Presi-

HACIA EL 18 DE SEPTIEMBRE DE 1810 81

dente, y le dio a este círculo patriota seguridad en sus medios yconfianza para las peleas que deberían seguir entre ellos.

Nuestro hombre se sentía solo y temeroso, y por eso queríadar la sensación de ánimo y de espíritu de lucha. Su vanidad, surencor y su capricho buscaban la forma de dar una ficción de se-guridad y de energía del mando. Así, dictaba un Decreto para cas-tigar a ]os que fueran "indiferentes" de los conflictos de España;dando lugar a la delación anónima "por simples sospechas". Tangrave era la aplicación de este decreto que la Real Audiencia re-chazó sus procedimientos de dictadura cobarde e inhumana.

Unas cartas privadas del Virrey del Plata, en que le dabacuenta de las conspiraciones santiaguinas que se sabían mejor enBuenos Aires que en su palacio de Gobierno, lo tenían enfurecido»buscando la víctima propiciatoria para dar satisfacciones a sussuperiores coloniales. No tardó en presentarse la ocasión con moti-vo de haber sido acusado, el Procurador de Santiago, don JuanAntonio Ovalle, de propagar ideas revolucionarias en Cauquenes,hablando de la necesidad de "sacudir el yugo de la fidelidad yvasallaje y de adoptar la idea de una ABSOLUTA INDEPEN-DENCIA".

Instaurada la causa contra Ovalle se careció de testigos, perorebuscando la manera de condenarlo a toda costa, lo que sería un gol-pe contra el Cabildo que lo había nombrado de Procurador contra lavoluntad presidencial, se encontró la declaración de un fraile co-mo prueba irrefutable, que añadió que se reunían para las herejíasrevolucionarias en casa de don José Antonio Rojas y con la asisten-cia principal del doctor don Bernardo Vera y Pintado.

García Carrasco se frotó las manos. En vez de uno eran tres,y bastante gordos los peces. Rojas era un hombre cultísimo, viaja-do y gran lector de libros filosóficos franceses, que nunca le habíadoblado el espinazo y que por el contrario, manifestaba su despre-cio social contra él. Vera y Pintado, argentino graduado en el paíscomo abogado, era un ingenio brillante y cáustico, que lo había he-cho víctima de sus epigramas burlescos. En cuanto a Ovalle, ya lecobraría su cargo de Procurador dado sin su consentimiento.

En la anochecida del 24 de mayo de 1810, los hacía apresar yencarcelar en el cuartel San Pablo, y desafiando la indignación delvecindario de Santiago, presentaba el caso a la Real Audiencia contales mentiras que los Oidores nombraban una comisión para exa-minar los papeles de los presos. Mientras tanto, en la noche siguien-te, sin dejar que se despidieran de sus familiares ni llevar otra co-sa que lo encapillado, los mandaba a Valparaíso entre una fuertecustodia de Dragones.

M. del E. 6.


El Cabildo entró a terciar fuertemente y habiendo nombrado adon José Gregorio Argomedo como nuevo Procurador en reempla-zo del preso O valle, dirigió a García Carrasco un oficio pidiendoque el juicio o proceso de Jos patriotas se siguiera en ¡Santiago.Ochenta y dos firmas de vecinos manifestaban que el orden no se-ría alterado. Una diputación del vecindario, despedida con maltrato, dio el índice de la terquedad voluntariosa del Presidente.Pero los santiaguinos reaccionaron y en la noche comenzaron loscorrillos y reuniones para encarar las cesas como vinieran.

Mientras tanto, la Real Audiencia recapacitando, recomenda-ba al Presidente la suspensión de la orden de destierro y su cambiopor confinamiento en uno de los fuertes de Valparaíso. Y, hastael Cabildo Eclesiástico, le solicitaba igual clemencia. García Carras-co, viéndose abandonado por los Oidores, y midiendo la efervescen-cia general, daba órdenes de suspender el destierro y de dejarlospresos en el puerto, mientras se terminaba el proceso. A mediadosde junio llegaba, al Castillo de San José, donde estaban, un Oidornombrado para tomar las declaraciones, y la justificación de ellosfue tan completa que el alto magistrado de la Audiencia ordenabaque se les soltara y tuvieran la ciudad como cárcel. El 6 de julio,llegaba de vuelta el Oidor y daba cuenta de su cometido y de haberdejado a Ovalle, Rojas y Vera, libremente transitando en las callesde Valparaíso. Esta medida movía al Cabildo para pedir que seles trajera a la capital y a que los amigos de los acusados acosaranal Presidente pidiéndole el regreso.

García Carrasco fingió acceder y dio toda clase de segurida-des, sin embargo, al caer la tarde despachaba un oficial de órdenesa Valparaíso con un sobre cerrado donde tenía instrucciones peren-torias para embarcar a Ovalle, Rojas y Vera, rumbo al Callao, enel primer barco que saliera hacia el norte.

El Capitán que llevaba las órdenes, padre del General Bulnes,en el camino se topó con dos personas conocidas, a quienes dio aentender la misiva que llevaba en forma muy discreta y dubitativa,con lo cual aquella misma noche en Santiago, ya se sabía que el Pre-sidente iba a desterrarlos no obstante sus declaraciones. Visitado,por los parientes de los presos, les dio reiteradas explicaciones deque en tres días más tendrían con ellos a Ovalle, Rojas y Vera. Yhasta consultó, con mucha faramalla, a uno de los presentes parapreguntarle sino sería conveniente llevarlos a sus haciendas pri-meramente.

Mientras tanto, el Capitán Ruines hacía embarcar el día 10de julio, rumbo al Callao en la fragata "Miantinomo", a Ovalle y aRojas quedando en tierra Vera y Pintado a causa de una enfer-medad que él ayudaba a parecer más grave.

Dos correos a revienta cinchas, trajeron el día 11 de julio lanoticia del embarque de Ovalle y de Rojas, en circunstancias que


en la noche anterior García Carrasco había dado fervientes decla-raciones de que no serían embarcados y que debían aprontarse pa-ra abrazarlos. El estallido popular fue inmediato, y las calles cen-trales se llenaron de vecinos indignados. De repente alguien gritó:"Al Cabildo Abierto", haciéndose un clamor popular donde esta-ba la semilla del gobierno propio.

García Carrasco veía el tumulto y escuchaba los mueras y losdenuestos contra su odiada persona. Vio, también, como las puer-tas del Cabildo se abrieron y el pueblo penetró para pedir justiciay representación a los que investían la autoridad de la comunaDe aquella exaltación justificada, salió una comisión formada porel Alcalde Eyzaguirre y el Procurador Argomedo, para ir dondeGarcía Carrasco a invitarlo a pasar a la sala del Cabildo y rendircuentas de su falsa actitud. Desafiante y desdeñoso, les mandó de-cir con un portero que se retirasen, y el pueblo congregado al sa-ber su respuesta, sintió un latigazo. El Cabildo se puso entoncesa la cabeza del pueblo, y se dirigió a la Real Audiencia, advirtiendoa los Oidores que el caso no admitía dilación. Ocupada la sala deesta alta corporación, pidieron que se citara en el acto, allí mismo,al Presidente. La Audiencia accedió v dos de sus miembros fueronal palacio de Gobierno donde García Carrasco, después de negarsea comparecer, accedió en vista de la representación que le hicieronde los graves disturbios que sobrevendrían si no concurría. Antesde acompañar a les Oidores, dio órdenes a las tropas de Dragones yde la artillería de ocupar el centro de la plaza, mientras llegabanlas tropas que tenía acuarteladas en el cuartel San Pablo. Así,confiado en las fuerzas de las armas que tenía para despedazarcualquier motín, se dirigió a la sala de la Audiencia donde lo es-peraba sin temores reverenciales, el pueblo de Santiago.

Sentado con postura y gesto desdeñosos, jugando con el bastónde mando, escuchó primeramente al Alcalde don Nicolás de la Cer-da que expuso el motivo del acto y que relató la historia del casoOvalle, Rojas y Vera y las arbitrariedades sucedidas en el proceso.Luego cedió la palabra al Procurador Argomedo, quien sacudió laasamblea, con su palabra encendida que desmenuzaba, acto por ac-to, los abusos por García Carrasco en el sumario de los tres deste-rrados. Terminó pidiendo la remoción de su camarilla a quien su-ponía como instigadora de sus desaciertos; que Ovalle, Rojas y Ve-ra, fueran traídos a Santiago, y que en caso de habérseles ya em-barcarlo, se expidiera un oficio al Virrey del Perú para su reem-barque a Chile. Ese oficio debía entregarse ahí mismo, en ese instan-te. García Carrasco quiso desafiar con su actitud desdeñosa, e in-terpeló a varios que supieron responderle dejándolo más mal para-do que antes. Crecía el tumulto, y veía que las tropas no actuaban,aunque se oía el ruido del tambor en la plaza. Un Oidor quiso de-fenderlo, pero fue hecho callar con amenazas. Según refiere Ca-


rrera, en su diario, hasta un chileno tuvo preparada su pistola pa-ra matarlo cuando ¡García Carrasco hizo alarde de que no sabíantodos los concurrentes si podrían o no salir del recinto.

Viendo el cariz violentísimo que tomaba el acto, la Audienciaacordó ir a la sala contigua a discutir con García Carrasco su si-tuación. Allí se le hizo ver la necesidad imperiosa de ceder, sobretodo cuando los jefes militares estaban con el pueblo. En vano, elPresidente, hizo alardes y profirió amenazas; la hora seguía co-rriendo y veía que estaba solo, espantosamente solo, derrotado. Unode los Oidores pareció en la sala donde estaba el vecindario y comu-nicó que el Presidente accedía. Se había ganado la pelea, y cuandoel Cabildo quiso ir a agradecerle, recibió sus insultos y amenazasque más bien eran el epitafio de su derrota.

¿Qué cosa oculta hubo en la terquedad de García Carrasco, pa-ra seguir adelante el destierro de Ovalle, Rojas y Vera? Desconta-dos los motivos psicológicos de su temperamento, por aquellos díasdel comienzo de junio llegaba a Santiago la noticia del nombramien-to de la Primera Junta de Gobierno del pueblo de Buenos Aires, yésto daba entender a García Carrasco que no tardarían los chilenosen hacer lo mismo. Era preciso entonces, mostrar mano de fierrocon los "juntistas" y atestiguar, con las medidas que tomara, suespíritu de gobernante inflexible con las ideas revolucionarias. Tan-to más cuanto que, en cartas de los Virreyes de Lima y del Pla-ta, le habían reprochado, que más se supiera afuera de su Reinode las cosas facciosas contra la corona, que en su palacio de gobier-no.

El hecho político de los bonaerenses había envalentonado a lossantiaguinos, de modo que los sucesos en que probaron sus fuerzascontra el Presidente eran episodios preparatorios para llegar a te-ner una Junta propia, somo la conseguida, el 25 de mayo, por sushermanos trasandinos. Los que creían que todo estaba ganado, conla derrota de García Carrasco, se equivocaban, porque éste co-menzó a preparar su revancha. Pero el Cabildo ya había tomadosus medidas y movilizaba a los vecinos para montar guardia y ha-cer rondas, a fin de evitar cualquier golpe de mano del Presidentecontra el Cabildo y sus miembros. Las noches corridas desde, el11 de julio adelante fueron de alertas mutua. El 13 recrudeció laalarma y el vecindario armó a más de mil hombres que se distribu-yeron en retenes y patrullas, y en guardia que vigilaban a caballo,el palacio del Presidente y el cuartel San Pablo. Los santiaguinosquerían hacerse respetar, y en el día 14 de julio, el Cabildo se pre-sentó delante de García Carrasco a pedirle que cumpliera todo lo quehabía prometido. Este se negó, pero dio las más grandes segurida-des de que no abrigaba propósitos de venganza.

El Cabildo se retiró molesto y decidido a terminar de una vez,para tener una Junta propia. Con tal motivo, en una reunión ex-


traordinaria y secreta de esa noche, en casa del señor Hermida—donde está la esquina de Huérfanos con Ahumada— tomaronel acuerdo solemne de exigir la deposición de García Carrasco amano armada; que el Cabildo gobernaría el Reino cinco días, du-rante los cuales se convocaría un Cabildo Abierto, para instalaruna JUNTA DE GOBIERNO provisorio, hasta que se convocaraun Congreso de Diputados elegidos por todos los pueblos. El día si-guiente hubo otra reunión, y se fijó el día 17 de julio para la eje-cución de los acuerdos.

Como siempre, a pesar del secreto jurado, los Oidores sabían eldía 15 lo acordado en la noche del 14 por los cabildantes. El Re-gente de la Audiencia citó para una componenda a los Alcaldes yal Procurador y en la reunión los representantes del Cabildo sos-tuvieron con ardor la deposición de García Carrasco y la instala-ción de una Junta de Gobierno. Por su parte, los Oidores aceptabanla salida de García Carrasco, pero pedían que en su reemplazofuera nombrado el militar de más graduación. Después de discutirlargamente hubo acuerdo en lo último y de encargar a la Audien-cia la renuncia del Presidente.

García Carrasco, por medio de su confesor supo la situaciónen que se encontraba, y confiaba que con las fuerzas militares ylas de un factotum que tenía podría ahogar las pretensiones delCabildo y aceptadas por la Real Audiencia.

El día 16, festivo por la Virgen del Carmen, la Audienciase dirigió a García Carrasco para pedirle que renunciara en vistade que iba a estallar el día 17 un gran movimiento popular. Gar-cía Carrasco, resistió lo que pudo y al último pidió que se citara enuna hora más a su despacho a todos los Jefes de alta graduaciónpara una Junta de Guerra y que el Cabildo también asistiera.

A la una de la tarde, ya estaba lleno su salón con los invita-dos, pero García Carrasco ya sabía su situación; a medida que lle-gaban, especialmente los jefes militares, auscultaba sus pensamien-tos y lealtad. Estaba solo, sin apoyo alguno, cosechando el frutoamargo que había sembrado. No tenía otra cosa que renunciar, ycon dignidad abrió la sesión y manifestó su propósito de alejarse.A una pregunta suya sobre si su actitud tendría malas consecuen-cias que se las culparían a él, respondieron de uno en uno, que nopasaría nada. Dando a entender que su renuncia la daban por he-cha y aceptada por todo el pueblo. Como había dos Brigadieres Ge-nerales preguntó cuál debía recibir el mando que dejaba, y la mayo-ría señaló, entonces, a don Mateo de Toro y Zambrano, Conde dela Conquista, que estaba presente como jefe militar. A la una ymedia estaba terminado el acto y ganada una etapa más hacia la li-bertad política chilena,

Sin embargo, el triunfo era de los realistas. Con le sucedidohabían echado por la borda las pretensiones de nombrar una Junta

86 MEMORIAL DEL, EJERCITO

de Gobierno después de la caída de García Carrasco. Seguiría elmismo régimen colonial con la Real Audiencia y un Presidente nom-brado con todas las de la ley. El Cabildo perdía la partida, porqueincluso la salida de García Carrasco les quitaba el motivo prin-cipal, objetivo, de mostrar a los gobernantes coloniales como tor-pes, tiranos o cretinos. Pero, la suerte estaba echada, y de todas ma-neras, el espíritu revolucionario, encontraría la forma de perseguirla instalación de la soñada Junta.

La semblanza del Conde de la Conquista es ya muy conocida;octogenario, y sin experiencias en cosas de gobierno, patriarcal ybueno, era el caso de apoderarse de su voluntad. Padre de numero-sa familia, sus hijos se dividían en juntistas y realistas. De modoque, al través de ellos, luchaban las influencias. El primer acto delnuevo Presidente fue un bando pidiendo unión y concordia a todoslos vecinos y señalando medidas para evitar incidentes y peleas,embriagueces y escándalos. Una pastoral, inspirada por la RealAudiencia que creía que ido García Carrasco, todo se había con-cluido para seguir siempre en la siesta colonial.

Sin embargo, pronto los revolucionarios se anotaron dos basasmuy buenas. Fue nombrar Secretario de Gobierno al doctor Argo-medo, el impetuoso e inteligente Procurador del Cabildo, en reem-plazo de clon Judas Tadeo Reyes, realista acérrimo y habilidoso; ynombrar a don Gaspar Marín, Asesor de la Presidencia. Por suparte, el cargo de Procurador del Cabildo era ocupado por don Jo-sé Miguel Infante, prestigioso abogado que cumpliría un gran papelen la instauración de la República.

El 22 de julio llegaba el doctor Vera, de regreso de su prisiónde Valparaíso y se le hacía un recibimiento grandioso y, a finesdel mes, asistía, con otros ilustres vecinos, a un banquete oficial delPresidente, y en el cual su nombre era tomado como bandera de li-bertad por algunos oradores, asustando a los realistas que veíanreverdecer con más fuerza que nunca las ideas revolucionarias.Luego, el Presidente, reconocía por una nota el establecimiento dela Junta de Gobierno de Buenos Aires. Detalles que demuestran ellento viraje que iba haciendo el Conde de la Conquista hacia losjuntistas.

El 31 de julio, un correo de Buenos Aires traía la noticia de lainstalación del Consejo de la Regencia en España, y los realistas seapresuraron a pedir que se jurara obedecimiento a las nuevas auto-ridades españolas. Los revolucionarios, por su parte trataban dedemorar el juramento, porque si reconocían el Consejo de la Re-gencia, debía acatar también su orden de reemplazar a García Ca-rrasco por Elío. enemigo implacable de los revolucionarios. Así elCabildo al recibir la nota del Presidente sobre el reconocimientodel Consejo de la Regencia, acordó para tramitar y ganar tiempo,que pasara en consulta al Procurador. Mientras tanto los revolu-


cionarios organizaban un movimiento popular armado para pedirnuevamente una Junta de Gobierno propio, y como se creía queel día 18 de agoste se haría tal reconocimiento, en esa ocasión al pu-blicar el bando, los revoltosos ocuparían la plaza de armas, y pedi-rían un Cabildo Abierto para nombrar una Junta. Pero, las no-ticias llegadas antes de esa fecha, favorables a los realistas, pos-tergaron el estallido revolucionario.

La Real Audiencia había representado al Presidente la tar-xianza del Cabildo para contestar sobre el reconocimiento del Con-sejo de la Regencia, y asediado el Cabildo quedó de dar a conocer ensu sesión del 13 de agosto, el informe del Procurador. Aquel día, elConde de la Conquista acompañado de su Secretario Argomedo sepresentó a la sesión del Cabildo para escachar el informe del Pro-curador Infante. En una notable pieza jurídica demostró que elConsejo de la Regencia no era legítimo. Los regidores Errázuriz yAlcalde pidieron, que el Cabildo no reconociera al Consejo de laRegencia. Esto alarmó sobre manera al Presidente, don Mateo deToro Zambrano, y pidió a su Secretario Argomedo que buscara unasolución, ya que la Capitanía General Chilena estaba comprometi-fda a reconocer el Consejo. Se armó una gran discusión, e Infan-te volvió a sostener ardorosamente su informe negativo, y despuésde largos debates, para no aparecer el Cabildo dividido con el Pre-sidente, se acordó reconocer el Consejo de la Regencia PERO NOJURARLO.

La victoria era a la vez de realistas y revolucionarios, pero aéstos les significaba seguir bien con el Conde de la Conquista y te-

ner libre su opinión y acción, desde el momento en que no habíanjurado su reconocimiento.

El mes de agosto finalizó y el Consejo de la Regencia fue pro-clamado en medio de una glacial indiferencia, más preocupada porlos incidentes entre el Cabildo y unos frailes que en sermones ha-blaban periquitos contra los juntistas y que fueron a su vez, dura-mente sermoneados por el Presidente.

Cuenta en su diario, el testigo de esos días: "Talavera", quela semana final de agosto fue dramática y que ambos bandos temíanun golpe de mano. Los patriotas, por su parte armaban sus inqui-linos y tenían verdaderas milicias patronales listas para acudir acualquier llamado. Los realistas, no se quedaban atrás y juntabandinero para incrementar la artillería que mandaba el coronel realistaReina.

El correo del 6 de septiembre traje desconsoladoras noticias pa-ra los realistas, tanto de la península como de las derrotas en Cór-doba. Sin embargo, seguían armando partidarios y eso lo compro-baba el Alcalde Eyzaguirre que allanando los presos de la cárcelencontraba muchas armas de fuego proporcionadas por los espa-ñoles para luchar en un momento dado contra los juntistas.


El Cabildo encontró en estas cosas un motivo para celebrar de-una vez por todas un Cabildo Abierto del cual; ya se darían mañapara que saliera una Junta de Gobierno. Con tal objeto, pidieron al-Presidente que asistiera a una reunión con los vecinos que él de-signara para tratar de "buscar algún arbitrio" para tranquilizarla opinión pública. Al saber esta noticia los Oidores acosaron alPresidente para demostrarle que el tal Cabildo Abierto al que loinvitaban era para 'botar al Gobierno y proclamar una Junta. Sor-prendido el Presidente ordenó que no hubiera al otro día Cabildo-de ninguna clase.

El día 12 de septiembre, Argomedo habló con los cabildantespara que se entrevistaran son el Presidente y le explicaran lo queellos habían querido efectuar. Una comisión se trasladó a palacioy fue recibida por el Conde de la Conquista, quien aceptó las ex-plicaciones y acordó que a las ocho de la noche se reunieran en sudespacho, los del Cabildo, los Oidores y los jefes de alta gradua-ción. Efectuada la reunión, Infante, como Procurador, hizo notarel peligro de la pronta llegada del general Elío como Presidente enpropiedad de Chile, y de don Antonio Garfias como su Asesor. Re-cordó la conducta despótica del Presidente García Carrasco y vati-cinó que Elío haría lo mismo. Preguntó con qué derecho iban arenunciar y a elegir su propio gobierno, como lo tenían todas las-provincias de España. Y, terminó diciendo que el Cabildo queríaque se consultara la voluntad del pueblo, y que éste, junto con lasautoridades eclesiásticas, civiles y militares resuelvan o no insta-lar una Junta de Gobierno.

Los Oidores y dos jefes militares, Reina y Feliú, combatieronla idea del Cabildo, y propusieron candorosamente lanzar un bando-pidiendo armonía y que nadie hablara de Juntas de Gobierno. Lareunión se alargó y se disolvió sin llegar a ningún acuerdo. Perolo importante era que, frente al Presidente y todas las autoridadesse había pedido la instalación de una Junta de Gobierno.

Aquella noche, Santiago era un campamento. Las milicias delos civiles patriotas vigilaban todos los cuarteles donde había je-fes realistas. Una patrulla de ronda al mando del Alcalde Eyza-guirre se acercó al cuartel de la Artillería —donde está la plaza dela Constitución— y se tocó alarma preparándose los realistas a de-fender el cuártel, y desconociendo la autoridad del Alcalde con re-chiflas y groserías. Eyzaguirre corrió a la casa del Presidente a dar-cuenta y a sacar partido del incidente. El Conde de la Conquista, aquien se le expuso bien claro las provocaciones de quienes pedían-garantías, autorizó la reunión de una Asamblea para adoptar me-didas. Al otro día, 13 de septiembre, se reunían en la sala del Presi-dente, y el Procurador del Cabildo, Infante, insistía en la imperio-sa necesidad de convocar un Cabildo Abierto, para tratar sobre la-situación y ponerle remedio. Recomendaba que asistieran a esta.


asamblea comunal, un diputado por cada corporación y de 300 a400 vecinos más caracterizados.

La proposición de Infante fue calurosamente aceptada, y seacordó; que debía enviarse una esquela invitación con el sello delPresidente, citando para el 18 de septiembre, en las salas del RealTribunal del Consulado, para tratar de los medios de seguridadpública: DISCUTIÉNDOSE ALLÍ CUAL SISTEMA DE GO-BIERNO DEBA ADOPTARSE para conservar este dominio al serñor Fernando VIL

El Conde de la Conquista ya estaba con los juntistas y prontolos realistas iban a experimentar su nuevo estado de ánimo. Enefecto, dejaba sin firmar el bando que los Oidores querían lanzaral país, pidiendo que no se hablara de Junta de Gobierno y que de-bía respetarse al Consejo de la Regencia.

Los días del 13 al 18 de septiembre fueron de zozobra y dealarma. Los patriotas redoblaron sus precauciones para evitar al-gún golpe de mano y en las noches rondaban los cuarteles que co-mo el de Artillería, al mando del Coronel Reina, era profunda-mente realista. El 15 de septiembre llegaban a Santiago las compa-ñías del Regimiento de la Princesa, y 350. hombres se acuartelaban-en la Chacra de Alcalde, reducto de patriotas. En esa misma noche,llegaron cuatro compañías de milicianos de Rancagua. Se refor-zaron las guardias en el Parque de Artillería y se rodeó el cuartelSan Pablo con 2 compañías de caballería. El 16 de septiembre, conel alba llegaban 10 compañías del regimiento del Príncipe, y conesto, la capital tenía fuerzas patriotas que superaban a las escasastropas realistas, y que poco a poco, por el cambio de jefes y oficia-les adictos al Cabildo, se iban convirtiendo en fuerzas de la próxi-ma Junta. El día 17, el coronel Reina se enfermaba muy a tiempo,y el Presidente sacaba la artillería de su cuartel frente a la Mone-da y les mandaba al cuartel San Pablo donde ya estaba el Coman-dante Vial, patriota de verdad, con tropa fielmente juntista. ElCapitán Mackenna era nombrado tercer ayudante de plaza, ganán-dose a un gran profesional militar para la causa. El otro jeferealista, coronel Feliú, también daba parte de enfermo lo que juntocon el arresto de unos pocos oficiales sospechosos dejaba el cam-po libre para que una fuerza militar cuidara la celebración del ac-to político que nos iba a dar la libertad y el albedrío ciudadano.

El 17 de septiembre, Santiago y sus alrededores era un inmen-so campamento. Más de tres mil milicianos, mal armados pero biendirigidos y resueltos, acampaban en el barrio sur, en la Cañadillay en el Tajamar. Sumando a éstos, los regimientos de milicianos re-glamentariamente constituidos, y la fuerza de línea que era la me-nor, se juntarían más de cinco mil hombres.

El día 17, a las siete y media de la tarde, se reunieron en casade don Domingo Toro, los que dirigían el movimiento. Prevaleció


la idea de nombrar cinco miembros para la Junta de Gobierno, yse escuchó la declaración de que ningún miembro del Cabildo seríamiembro de la Junta.

El día 18 de septiembre, despertaba el sol con el edificio delConsulado donde iba a verificarse el Cabildo Abierto, custodiadopor la tropa. A las nueve de la mañana iba el Cabildo en cuerpoa buscar al Presidente don Mateo de Toro Zambrano, Conde de laConquista y. Brigadier General del Ejército de la Capitanía Gene-ral de Chile. Pocos momentos después entregaba solemnemente, conpalabras sencillas, el bastón de mando. Los detalles de este acto hansido mil veces descritos. En ese bastón terminaba la colonia chile-na y, la Primera Junta de Gobierno Nacional era la piedra históri-ca y angular de nuestra emancipación política, conquistada por lamística revolucionaria que comenzó desde que Bernardo O'Hig-gins llegó a hacerse cargo de su patrimonio. Ocho años de lucha ideo-lógica se sucedieron hasta conquistar el derecho del gobierno pro-pio: años duros, de lenta siembra, pero tiempo de construcción deuna red patriota que tenía sus nudos en todas las ciudades y cam-pos de Chile. En la gesta revolucionaria que culminó en ese 18 deseptiembre de 1810, hay muchos actores y héroes anónimos, perocubiertos por la misma gloria de los grandes precursores del idealhumano, de todos los tiempos.

El Ejército, así como la sociedad, reposa sobre un cambió mutuade servicios y afecciones por parte de cada uno de sus miembros, cual-quiera que sea el rango que ocupe.

El superior y el inferior tienen recíproca necesidad el uno del otro;unidos por un interés común, la defensa de la Patria, ambos tienen enella su parte de honor, ambos tienen deberes y derechos, ambos estánigualmente sometidos a la ley y a los reglamentos militares. Así ni elsuperior tiene razón de enorgullecerse en su posición, ni el inferior debesentirse humillado por la suya.

DE NUESTRO CANJE

LA GUERRA MODERNA Y EL PRINCIPIODE LA ECONOMÍA DE LAS FUERZAS

General GERARDOT.

Es comente oír en la actualidad que, aún obteniendo la vic-toria, la guerra no es conveniente. ¿Es exacto ésto?

¿Se piensa aún que la guerra no fue conveniente, antaño paraRoma, y más recientemente para Inglaterra 1 ¿ Se cree que no lohaya sido ayer para los EE. UU. ya se trate de la Primera o de laSegunda Guerra Mundial? Tal afirmación ¿no resulta superficial,desde un punto de vista limitado a algunos casos especiales, comola demasiado costosa victoria de Francia en 1018 que condujo a laderrota de 1940 y, la superficial derrota de Alemania que le per-mitió este triunfo?

Sin duda conviene reflexionar sobre el problema ya sea a laluz de la historia, ya sea a base de ciertas teorías o bien ante he-chos recientes y auténticos.

En realidad, no es provechosa la victoria sino cuando cuestapoco al vencedor y la derrota cuesta cara al vencido. Si la victoriaha agotado a aquel, tanto como al vencido, el balance de fuerzaspuede restablecerse rápidamente, y puede aún tornarse desfavora-ble, si el vencedor se abandona e ilusionándose con la importanciade la derrota de su enemigo, se entrega por entero a la euforia deltriunfo.

A la victoria "a todo trance" se opone una política generalque, si no permite siempre librarse de la guerra, al menos permiteganarla económicamente.

¿Qué lecciones pueden sacarse de la historia al respecto?Y, ante todo, un hecho evidente: en la antigüedad, al menos

antes del uso generalizado de las armas arrojadizas, la victoria be-


neficiaba; era en efecto, en la mayoría de los casos, poco costosa.para el vencedor.

Es que, como lo ha demostrado tan bien Ardant du Picq, yala batalla, más que un choque material, era un choque moral. Cuan-do los dos ejércitos combatían de frente, el combate se eternizaba.en múltiples duelos y las pérdidas eran poco numerosas. Pero cuan-do sobrevenía un acontecimiento imprevisto, un ataque de flancoo un ataque de caballería sobre la espalda y retaguardia adversa-rias, la moral alcanzó a inquietarse para ver como salvar la defen-sa debilitada. El otro bando aumentaba entonces su audacia, lacarnicería empezaba y, con ella, la derrota y el desastre..

Con la aparición y el desarrollo de las armas arrojadizas ydespués de las armas de fuego, la fisonomía del combate cambia,los combatientes se alcanzan a la distancia, se facilita la retiradao la huida. El vencedor aprovecha más difícilmente este grave mo-mento psicológico en que el hombre inquieto mira hacia la reta-guardia para ver como romper el combate y Ardant du Picq hapodido escribir: "La invención de las armas de fuego ha dismi-nuido las pérdidas de los vencidos en los combates, su perfecciona-miento las ha disminuido y disminuye cada vez más. Esto parece-una paradoja, pero las cifras están a la vista y la deducción, paraquien sabe razonar, lo demuestra en forma evidente".

Y las cifras están patentes: en el curso de los siglos, las pér-didas de los vencedores no han cesado de elevarse y de aproximarse-a las de los vencidos. Durante las guerras de la antigüedad, el in-forme de las pérdidas se computaba a razón de diez muertos dellado de los vencidos, por un muerto del lado de los vencedores, osea, un décimo. En la Edad Media la proporción se eleva a uncuarto: el empleo de las flechas de los arqueros y en seguida delos primeros mosquetes, es la causa de ello. Las pérdidas de losvencedores aumentan rápidamente con el perfeccionamiento de lasarmas de fuego: en Malplaquet el vencedor sufrió aun más que elvencido.

Fue necesario posteriormente, el genio integral de Napoleónpara mantener en las mejores condiciones la proporción en un ter-cio; pero ya en Wagram, en Moskowa, en Bautzen el número depérdidas aumenta: es que Napoleón no pudo maniobrar ni perse-guir, en Leipzig sus vencedores pierden más efectivos que él

En 1870, el precio de la victoria es todavía más elevado y muya menudo las pérdidas de vencedor y vencido se equilibran; la úni-ca ventaja que obtiene el vencedor es una ganancia de terreno o deprisioneros.

El cuadro siguiente es, por otra parte, suficientemente demos-trativo:

LA GUERRA MODERNA Y EL PRINCIPIO.... 93

VENCEDORES VENCIDOS Proporción EfectivosBatallas Muertos Heri- Prisio- Muertos Heri- Prisio-

dos neros dos neros de pérdidas aproximados

ton 192 6. 400 l|30 Vencedor 10. 000Vencido 15. 000-

Trasimeno 1. 500 15. 000 20. 000 l|10

es 5. 000 50. 000 20. 000 l|lO Vencedor 50. 000

Vencido 85. 000

l e t a u r e . . . 55. 000 5. 000 Vencido 70. 000

, 2. 000 20. 000 20. 000 1|1O Vencedor 35. 000

Vencido 50. 000

oy 2. 000 8. 000 1|4

Ele 8. 000 10. 000 4|5 Vencedor 40. 000Vencido 60. 000

k e r g e n . . . 7. 000 10. 000 1. 300 1|3

v i d e n . . . . 7. 000 20. 000 1|3 Vencedor 50. 000Vencido 80. 000

l a q u e t . . . 20. 000 14. 000 1|7

e r l i t z . . . . 7. 000 15. 000 20. 000 1|2

4. 000 12. 000 15. 0 0 0 . l|3 Vencido 70. 000

t a d t . . . . 7. 000 9. 000 3. 000 4¡5 Vencedor 26. 000Vencido 66. 000

u 10. 000 27. 000 3. 000 1|3 Vencedor 55. 000Vencido 80. 000

d l a n d . . . . 8. 000 25. 000 1|3 Vencedor 80. 000

Vencido 100. 000

ing 15. 000 26. 000 l|2

ram 18. 000 24. 000 9. 000 3|4

M o s k o v a . . . 30. 000 60. 000 1|2

tzen 13. 000 15. 000 2/3

zig 80. 000 50. 000 5|8

v e l o t t e . . . . 14. 500 16. 000 1|1

t P r i v a t . . 20. 000 12. 500 5|8


Pérdidas humanas en el curso de algunas batallas.

Esta evolución general no termina todavía. Las guerras de1914|18 y de 1939/45 lo confirman. Seguramente, existen numero-sas excepciones, debidas, ya sea a casos fortuitos, sorpresas, venta-jas de un nuevo armamento o a deficiencia moral del adversario,etc., que hacen que el balance de fuerzas se incline exageradamentea favor de uno o de otro adversario, pero el sentido de la evolu-ción se mantiene.

En el frente occidental, las pérdidas anglo-franco-belgas son,en la Primera Guerra Mundial, más elevadas que las de los alema-nes que permanecieron a la defensiva y en 1941 /1945, en el frenteoriental, los rusos vencedores pierden 7, 5 millones de soldados,mientras que los alemanes no pierden, en realidad, más de dos mi-llones.

En estas condiciones, sobre todo para países como Francia, deescasa población y precaria natalidad, la victoria terrestre parececonvertirse en una pérdida: se gana momentáneamente, pero sepierde al final. Nosotros hemos alcanzado en las dos guerras, eltrofeo de la victoria y hemos sido batidos en 1940, porque la vic-toria de 1918 nos ha costado demasiado cara.

Es esta una política que Francia no puede continuar.

¿Se puede seguir otra política?Dos países, uno sobre todo en el pasado, el otro en 1941 ¡1945

han sabido conducir económicamente sus guerras. No olvidemos, enefecto que en la última guerra, Inglaterra no ha perdido sino306. 000 hombres y EE. UU. no ha perdido sino 275. 000, mientrasque él infligía a sus enemigas, pérdidas seis u ocho veces mayores.

Esto se debe exclusivamente a que ingleses y norteamericanoshan comprendido mejor que todos los otros pueblos, que las guerrasy batalla deben ser preparadas psicológicamente y ejecutadas conel material más perfeccionado posible.

Veamos primero lo que le ha ocurrido a Inglaterra.El teórico de esta guerra "económica" es el crítico militar in-

glés Liddell Hart. Lejos de ser, como algunos parecen creerlo, eladversario de la batalla sin la cual no se puede —evidentemente—obtener la victoria, él afirma acertadamente, que esta batalla debeser preparada, madurada, para que no resulte costosa. Es en otrosentido, en un sentido mucho más amplio: "La maniobra para labatalla", perseguida por el mariscal Foch.

En efecto, después de Napoleón, que dijo que en la guerra:"Lo moral es a lo físico, como tres a uno", después de Ardant duPicq que pone nuevamente de relieve toda la importancia del hom-bre en el combate, Liddell Hart ha demostrado, en numerosos es-

LA GUERRA MODERNA Y EL PRINCIPIO... . 95

critos, toda la importancia del factor moral en la guerra. Alcanzarésto es facilitar la victoria, es hacerla más cómoda, menos costosa,es darle la posibilidad de ser fructífera.

"Hacer moverse un ejército, dice él, según lo que del adver-sario se espera naturalmente, es consolidar el equilibrio de este úl-timo y, al reafirmar este equilibrio, aumentar su fuerza de resis-tencia. En la guerra, como en la lucha cuerpo a cuerpo, esforzarsepor equilibrar al adversario sin hacerlo perder su propio punto deapoyo o sin comprometer su equilibrio, no puede conducir sino alpropio agotamiento, agotamiento que no hace sino aumentar demanera desproporcionada con la eficacia de los esfuerzos que sedeben rendir. Por medio de métodos semejantes, la victoria no esposible sino a aquel que dispone de un enorme margen de fuerzas,superiores en todo a las del adversario y aún así, el éxito tiendea perder todo carácter decisivo. En todas las campañas decisivas,la dislocación del equilibrio psicológico y físico del enemigo fue elanhelo esencial de cada tentativa victoriosa emprendida con el ob-jetivo de alcanzarla. Tal dislocación resulta de una aproximaciónestratégica indirecta, ya sea deseada o fortuita".

Esta aproximación estratégica indirecta, es la aparición, en elcampo de batalla antiguo, de una caballería victoriosa sobre la ca-ballería enemiga en un combate preliminar aislado, arma que tomacon frente invertido a la infantería todavía firme. Entonces todala moral de ésta se basa en esta aparición y la derrota y la ma-sacre le siguen a continuación. Esto será, en el campo de batallanapoleónico, la llegada de un cuerpo de batalla en las espaldas delenemigo, cuyas reservas han sido empeñadas.

Pero, dice Liddell Ilart: "Cuando el gobierno considera queel adversario detenta la superioridad combativa, él puede estable-cer sabiamente una estrategia a objetivo limitado". "Pero entrelas razones más corrientes para adoptar esta estrategia a objetivolimitado, no deja de ser importante la que preconiza alcanzar unainclinación de la balanza de las fuerzas, cambio a menudo buscadoy alcanzado al agotar la resistencia del adversario por incesantesestocadas, en lugar de arriesgar grandes golpes. La condición esen-cial de semejante estrategia es llegar a que el agotamiento del ene-migo sea, relativamente, mucho mayor que el propio. Se tratará dealcanzar este objetivo lanzando "incursiones" sobre sus abasteci-mientos o también por medio de ataques localizados que lo aniqui-len poco a poco, infligiendo pérdidas desproporcionadas a. unaparte de sus fuerzas, atrayéndolo a ataques desventajosos para él,obligándolo a una diseminación exagerada de sus recursos y— de-talle que dista mucho ser despreciable— agotando su energía mo-ral y física".

En las batallas de antaño, esta acción sobre la moral enemiga-resulta principalmente, como acabamos de verlo, por la acción so-bre la espalda del ejército: el combatiente de primera línea dis—


tinguía, claramente, esta amenaza que lo hacía perder una partede sus medios físicos y morales y lo ponía a merced de su adver-

sario.En los modernos campos de batalla, de una extensión enorme,

esta acción sobre la, espalda no se percibe por el total de los com-batientes del ejército. Esta antigua acción sobre la moral del com-batiente, llave de la victoria antigua, ya no basta. Es por mediosmucho más contundentes, por una gama mucho más extensa deprocedimientos como debe alcanzarse el resultado y podemos afir-mar, con el crítico inglés: "En lugar de buscar el equilibrio con elenemigo al atacarlo, es necesario romper este equilibrio antes queun ataque formal sea o pueda ser montado, con algunas probabi-lidades de éxito".

El se apoya, por otra parte, para su aseveración, en lo escri-to por un hombre que estudió durante mucho tiempo los grandesprincipios militares y que aparece probablemente como precursoren ciertos estudios suyos sobre la guerra:

"Lenín, agrega el escritor inglés, tuvo en estas materias unavisión de la verdad fundamental, cuando expresó que, por princi-pio, en la guerra, la estrategia más sana consiste en retardar lasoperaciones hasta que la disgregación moral del enemigo permitaasegurar fuertemente el golpe mortal". El procedimiento no essiempre practicable, ya que a veces se muestra fecundo el métodode propaganda de Lenín. Pero el principio que ha pretendido sen-tar, puede ser modificado de la siguiente manera: " En toda cam-paña, la estrategia más sana consiste en retardar la batalla y latáctica más juiciosa es diferir el ataque, hasta que la dislocaciónmoral del enemigo permita descargar, en las mejores condiciones,el golpe decisivo".

"Esta política, continúa él, está ligada a la historia del Im-perio Británico y, en varias oportunidades, desempeñará el papelde una boya salvavidas para los aliados de "Gran Bretaña" almismo tiempo que será para Inglaterra una ventaja permanente".

¿Es en efecto, necesario recordar todas las coaliciones que In-glaterra concertó contra Luis XIV, y en seguida, contra Napoleón?

Todas las victorias de éste no tendieron sino a agotar física ymoralmente a los franceses-: Inglaterra ganó la última batalla. ¿Esnecesario recordar también, en un escalón inferior, la estrategiade Wellington y de otros generales ingleses en España, haciendoagotarse por la guerrilla española a las tropas francesas, evitán-dolas cuando ellas eran demasiado numerosas o mandadas por elEmperador y no midiéndose con ellas, sino cuando este último noestaba allí y cuando disponía de ventajas seguras? El bloqueo deAlemania en las últimas dos guerras mundiales y los bombardeosaéreos de la última se ciñen a una política análoga.

La crítica que Liddell Hart formulaba antes de 1939 contra laestrategia militar del Estado Mayor inglés durante la guerra de

LA GUERRA MODERNA Y EL PRINCIPIO.... 97

1914-1918, era "de haber tomado la espada fulgurante forjada porlas potencias continentales'', de haberse dejado empeñar en unalucha terrestre mal conducida —emite al respecto ideas muy se-ductoras— y de haber llegado demasiado débil al fin de las hosti-lidades, para recoger los frutos de la victoria.

El preció a que hemos pagado las batallas del Somme y dePasschendael bajas que, si bien se excusan al computar las pérdi-das, que causaron al enemigo, tocaron lo más profundo de nuestrasfuerzas morales: Por un tiempo, si no para siempre, hemos perdidola fe que nos ha hecho crear nuestro Imperio. El restablecimientonormal se producirá tal vez, pero no compensáremos nunca las pér-didas políticas y económicas, consecuencia de nuestro agotamientomoral".

Por otra parte, es curioso constatar que, mientras que la I.Guerra Mundial, que no terminó con una completa victoria, ha cos-tado a Inglaterra 810. 000 muertos, la II. Guerra Mundial que fueuna guerra más larga, mucho más "dura", que fue librada contraAlemania, Japón e Italia, no le ha costado sino 306. 000, más 542. 000de la Comunidad Británica.

Esto se debió a que Inglaterra pudo, durante la II. GuerraMundial, esperar que los armamentos necesarios para la victoria, es-tuvieran listos y que la moral enemiga estuviera suficientementequebrantada para que aquella no le produjese demasiadas bajas.

Pero el ejemplo más típico de una guerra conducida económi-camente es el de Norteamérica, cuyos enemigos tuvieron cerca deocho veces más pérdidas (1) que las que sufrió ese país. Esto sedebe, esencialmente, a que los norteamericanos han sabido haceruna guerra técnica, con medios que permitían evitar al máximolas pérdidas humanas. El comando norteamericano fue obligado aadmitir —aunque injustamente, según mi opinión; algunos- pare-cen no estar de acuerdo con ello actualmente— que la ocupaciónera la condición final, necesaria de la derrota del enemigo, pero élpreparó esta ocupación de tal manera que fuera lo menos costosaposible y se puede decir que en las campañas que ha conducido,"el ejército del aire ha conquistado y los ejércitos de superficiehan ocupado".

Es empleando estos mismos procedimientos como los norte-americanos piensan conducir mañana una guerra eventual. Es poreso que quieren evitar una guerra terrestre costosa y dedicar su

(1) 1. 592. 600 alemanes, italianos y japoneses fueron muertos, contra 201. 367norteamericanos. (Informe Marshall).

M. del E. 7.


esfuerzo al dominio aéreo. Es ésto lo que el general Eisenhoweraconseja a su gobierno y a sus compatriotas en su informe de fe-brero de 1948:

"Necesitamos un sistema de bases principales y de bases se-cundarias o alternadas, alrededor de las cuales pueda organizarseal principio nuestra defensa antiaérea y, en seguida, nuestra contra-ofensiva. Esta concepción, si ella tuviera la esperanza de evitaroperaciones terrestres largamente elaboradas y costosas por el em-pleo del ejército del aire, necesita sin embargo, irremisiblemente, lapresencia de un ejército terrestre eficaz, sin el cuál no podemosposeer, ni conquistar rápidamente las bases en cuestión".

Y agrega:"Cualquiera que sea la importancia de las fuerzas, ya sea en

un continente u otro, no se puede dudar que gracias a la potenciade choque del ejército terrestre se ha podido obtener la deci-sión (1). Sin embargo, Norteamérica con su poder industrial y susrecursos técnicos, debería estar en condiciones de evitar esta clasede guerra. Tal conflicto puede aniquilar una nación y no tenerotro desenlace que una parálisis general".

De este razonamiento se desprende la experiencia de que si sequiere ganar la guerra económicamente, es necesario:

1. °—No entrar en ella, sino después de haberla preparado de-bilitando la moral del adversario y elevando la de nuestros con-ciudadanos;

2. °—No librar, cada vez que sea posible, la. batallas decisivassino después de haber debilitado la resistencia moral y física delcombatiente enemigo y conservado intacta la del propio;

3. °—Obtener desde antes de la guerra, armas técnicas supe-riores a las del enemigo, en cantidad y calidad e inducir a éste abatirse en el campo (de la técnica por ejemplo), más favorable anosotros.

. (Luego, el primero de estos principios incluye la guerra psico-lógica que debe librarse desde el tiempo de paz. De esta guerra psi-cológica no trataremos por ahora. No haré sino recordar de paso,lo que dice Lenín al respecto:

"En cincuenta años más, los ejércitos no importarán ya grancosa, tendremos suficientemente podrido al enemigo antes de queestalle el conflicto, para que la herramienta bélica de que disponeno pueda ser utilizada cuando la necesite".

(1) Es de notar que esta frase parece estar en contradicción con la escritaen un párrafo anterior y que dice: "El ejército ratifica la teoría según la cualla potencia aérea es predominante en la guerra, si es ayudada por fuerzas te-rrestres y marítimas adecuadas.

LA GUERRA MODERNA Y EL PRINCIPIO.. . . 99

Creo que no es necesario insistir más gara demostrar la impor-tancia de esta guerra psicológica, preludio de la guerra militar pro-piamente tal y cuya conducción —como corolario— depende, node los conductores militares, sino, de los estadistas y de un estadomayor que debería ser el de la Defensa Nacional.

Mientras que esta guerra psicológica se sigue ampliando toda-vía, desde los primeros tiempos de la lucha armada, el segundoprincipio exige que el Mando dedique un cuidado extremo a lasalud física y moral de las tropas.

La rudeza, la disciplina ciega y aún a veces la brutalidad hanparecido por mucho tiempo, a nuestros padres, la mejor fórmulapara contar con buenos soldados, de moral si no elevada, al menossólida. Pero ahora, un servicio de sanidad y una ciencia psicoló-gica en incesante progreso aseguran el mantenimiento de los efec-tivos y de la moral.

"La notable disminución del porcentaje de muertos por he-ridas de guerra, dice el general Marshall, es uno de los testimoniosmás directos y más sorprendentes del inmenso trabajo cumplidopor el Servicio de Sanidad Militar... La comparación, entre lacuota de muertos por enfermedades en esta guerra y en las otras,es impresionante. Durante la Guerra de México, el 10% de los ofi-ciales y tropa murió anualmente por enfermedades. La cuota fuereducida a 7, 2% para las tropas de la Unión durante la Guerra deSecesión, a 1, 6% durante la Guerra contra España, a 1, 3% du-rante la I. Guerra Mundial y a 0, 6% durante la II. ".

La salud moral de las tropas fue también objeto de cuidadoconstante del Mando norteamericano.

"Las condiciones en que los soldados norteamericanos vivierondurante la guerra, su exposición al peligro, la monotonía de lasjornadas, la ausencia completa de comodidades a las que nuestrosconciudadanos están acostumbrados, han obrado desfavorablemen-te sobre su estado nervioso y mental. Desde el principio, el Ejér-cito reconoció que esta tensión nerviosa debía ser contrarrestadacon distracciones sanas".

De allí nació la organización de un servicio especial que dis-tribuye libros y periódicos, organiza funciones cinematográficas,establece emisiones de radiodifusión, distribuye equipos de depor-tes, organiza concursos deportivos, etc. Este servicio es, en. su or-ganización, no un Comisario del Pueblo o un Oficial de Informa-ciones para mantenerlo al día con más o menos veracidad sobre lamoral de la tropa, sino un verdadero Instituto Gallup, y "el siste-ma de desmovilización se basó en las encuestas hechas para cono-cer la opinión de los soldados".


La moral es también cuestión de alimentación y este asuntocapital no ha sido dejado a la iniciativa mayor o menor de lossubalternos.

"El ejército norteamericano fue, sin discusión posible, mejoralimentado que ningún otro ejército de la historia. El progreso al-canzado respecto a porciones de guerra por este ejército, constituyecasi una revolución. Las porciones de las tropas combatientes lla-madas " C " y " X " fueron de una variedad que el soldado no sehubiera atrevido a soñar hace algunos años solamente".

Las porciones son, por otra parte, adaptadas al lugar y altiempo en que serán consumidas y a las posibilidades que tendráel hombre de prepararlas. (1).

En fin, un buen armamento es necesario a los combatientes deprimera línea, pues —dice el general Marshall— "destruir la con-fianza del combatiente en sus armas y su Alto Mando es el anheloconstante e intenso del enemigo".

Pero, ante un comando inteligente que empieza a estudiar y aadoptar medidas tendientes a mantener y elevar la moral del perso-nal de su ejército, es lógico que el —adversario por su parte— tratede contrarrestar las medidas tomadas o considerarlas. Por radio,por proclamas, el continuará y prolongará la propaganda de tiem-po de paz, al dirigirse a los miembros del ejército. Mientras másse haya conquistado al civil de tiempo de paz, más fácil será alcan-zar al soldado ciudadano de tiempo de guerra y los efectos de esteataque sobre la moral se multiplicarán por sí mismos.

Debe practicarse además una técnica completa en las tinieblasy es necesario reconocer que, en la teoría como en la práctica, losrusos están —en esta clase de guerra— en gran ventaja sobre losnorteamericanos y los occidentales.

Es indispensable pues, que el Mando francés cree también —omantenga activamente, si se considera que ya existe— un verda-dero servicio psicológico que, no solamente estaría encargado deseguir el estado moral de sus combatientes y de sus tropas, sinotambién de estudiar todos los medios modernos de mejorarlos.

No basta tratar de elevar o defender la moral de los nuestrosy dañar la del adversario durante la batalla para alcanzar la vic-toria con mayor economía de fuerzas. El asunto era más fácil en

(1) En todo caso, el trabajo de éste queda reducido al mínimo. Se conside-ra, por otra parte, que es necesario —por término medio— 5 hombres delEjército Francés para alimentar a 100 y solamente 2 en el Ejército de EE. UU.Pero en Francia, se usan todavía las cocinas rodantes y la mondadura individualde las papas, procedimiento que data seguramente del tiempo de Louvois, yaque no puede ser de Meroveo.


la antigüedad, lo que explica, en parte, que la victoria costara pocoal vencedor, pero los métodos de entonces son ahora muy poco efi-caces.

La aparición del enemigo en la espalda de un ejército, lo queantiguamente era por lo común, el acontecimiento decisivo de unajomada bélica, no produce ya en la batalla moderna, el mismo efec-to terrorífico sobre el combatiente; éste no ve ya —en efecto—desarrollarse los movimientos envolventes que se hacen en la ac-tualidad, con una amplitud desconocida antiguamente. Sólo el Man-do, que los conoce, se expone a ser aterrorizado y perder el con-trol. Salvo en el cuadro reducido de un combate local, el comba-tiente sólo se dará cuenta en forma indirecta de ello y esta noti-cia no tendrá ya en sí misma, consecuencias decisivas sobre el con-junto de la batalla.

La acción sobre la moral adquiere ahora mayor magnitud. Pue-de ser, por ejemplo, una nueva acción técnica que sorprende alenemigo y lo enloquece, porque no está preparado contra ella yrecibe golpes sin poder reaccionar (empleo de los tanques en 1916o los bombardeos en picado en 1940); o una acción masiva delos tanques, que no puede contrarrestar, o una acción potente de losfuegos del ataque contra los cuales —según le parece— no se po-drá proteger; o por último, ciertas acciones que provocan replie-gues más o menos desordenados de las unidades vecinas, fracasossucesivos o pérdidas considerables, etc., etc.... El efecto pue-de ser, a menudo, solamente de orden moral: el ruido (por lo de-más impremeditado) que los "stukas" producían al picar fue, paramuchos, el que inspiraba terror.

De cualquier origen que ellas sean, las consecuencias de estasacciones son mucho más notables en una tropa mal instruida ypoco disciplinada que en otra profesional o fogueada.

Al principio de una guerra, las tropas recién movilizadas hanactuado siempre penosamente; 1914 lo prueba y 1940 lo evidencia.El general de Gaulle ha hablado y está escribiendo mucho, desdehace tiempo, sobre "nuestra masa de reservas y de reclutas, ele-mento principal de la resistencia nacional, pero lenta para concen-trarse, pesada para entrar en acción", lo que lo obligaba en susescritos, a pedir la creación de un ejército profesional con el finde "compensar" lo que los primeros movimientos de las tropasfrancesas tienen de rutinario, falso y torpe''.

Así pues, la acción contra la moral del enemigo, en la cualArdant du Picq ve —con justa razón— el secreto de la victoria, esmucho más difícil de realizar hoy día que antes. Ya no es posibleobtener de golpe la derrota del adversario. La derrota se propagaen general a lo largo de todo el frente de combate y es ésto lo queexplica por último, la duración de las batallas actuales. Es nece-sario, pues, para vencer en este choque moral, poseer medios muchomás poderosos y variados que antes, pues este choque debe extenderse


considerablemente, en tiempo y espacio, al unísono con la batallamisma. En caso contrario, sólo por medio de un terrible y sangrien-to combate se podrá obtener la victoria. Esto se comprobó en 1918.

Con venzámonos de que no es sino por medio de la "'guerrapsicológica" desencadenada desde el tiempo de paz, antes del co-misma. En caso contrario, sólo por medio de un terrible y sangrien-didas.

Hitler lo comprendió así ya que comenzó desde 1933 esta gue-rra psicológica. El Cominform, aplicando los excelentes principiosde Lenín, la desencadenó hace ya mucho tiempo.

Rotas las hostilidades, la propaganda misma debe continuar.Así el soldado que llegue al combate sin convicción y sin fe y, porlo tanto, sin valor —ya medio vencido— nada logrará si se enfren-ta con hombres fanatizados y confiados. La victoria será obtenidapor el adversario con menores pérdidas; la guerra psicológica des-encadenada oportunamente habrá sido beneficiosa. La guerra po-drá ser provechosa, como la de Hitler contra Francia en 1940 y lohabría sido definitivamente si él hubiera podido detenerse entonces.

Pero el material ha jugado siempre, en las guerras, un impor-tante rol. En la antigüedad, los galos comenzaron a ser batidos porlos romanos desde que éstos aprendieron a fabricar buenas espadasy buenos escudos con metal mejor. Hoy, como entonces, la moral deun ejército no resiste una insuficiencia de material, pues, no se con-trarresta ésta sino por un heroísmo mayor de sus tropas, es decir conun mayor sacrificio de vidas humanas.

Pues en la vida, como el porvenir de una nación —sobre todoen el caso especial de Francia— que depende de la economía quehaya hecho de la sangre de sus hijos, el Mando no puede permitirsedescuidar ninguno de estos aspectos del factor "material" en laguerra moderna.

En estas condiciones el arte del Mando consiste pues en reem-plazar al máximo el hombre por el material y exponer lo menos po-sible a aquel a los azares de la guerra. La mejor arma es la quepermite, alcanzar un objetivo dado, exponiendo la vida de la me-nor cantidad de combatientes.

Pues el ejército, que para mayor eficacia utiliza lo más posi-ble la máquina, economiza mucho al hombre —y, ésto cada vez máscon el radar que ofrece la eficacia máxima— sobre todo desde laexistencia de la bomba atómica ya que sólo la aviación es capaz detransportarla.

Este hecho ya era realidad en 1940 y sobre la batalla de In-glaterra, Churchill pudo decir: '' Nunca tantos hombres debierontanto a tan pocos".


Hoy, más que nunca, por las posibilidades que le da la bom-ba atómica, el Ejército del Aire es el que puede infligir al enemi-go las mayores pérdidas con menor riesgo, es el que permite apli-car en mejor forma el principio dé economía de las fuerzas, de lasfuerzas humanas, especialmente.

Los ingleses y los norteamericanos se convencieron hace tiem-po de ello, aun antes del empleo de la bomba atómica, ellos quierena toda costa evitar la guerra terrestre en la que el empleo del ma-terial no influye plenamente. El general Eisenhower ha escrito,por otra parte, en su informe de febrero de 1948 —en lo concer-niente a las operaciones terrestres y como yo lo recordaba anterior-mente— que tal conflicto puede desangrar a una nación y no te-ner otro resultado que una parálisis general".

Los aliados tienen otras ventajas todavía al batirse en el "cam-po aéreo" antes que en el "terrestre".

En efecto, es muy atinado obligar al adversario a luchar, allídonde parece ser menos fuerte y donde nosotros nos creemos máspoderosos.

Camilo Rougeron ha dicho al respecto:"Entre dos adversarios, el éxito recompensará a aquel que

sepa imponer al otro la modalidad de combate que le es menos ven-tajosa a éste. Los EE. UU. lo lograrían si consiguen convertir lalucha en un problema de producción cualitativo y cuantitativo, enun terreno en que sus producciones sobrepasarán las de la pro-ducción soviética y en que el invasor enredado, como el alemán ensus conquistas, no tendrá éxito ya en su explotación económica. Lavictoria pertenecerá a la U. R. 8. S. si ella obliga a EE. UU. —parasostener a los aliados desfallecientes— a empeñarse en una luchade efectivos en la que le faltará la superioridad numérica y en laque sus escrúpulos le impedirán practicar el arte de hacer batirsea los pueblos contra su voluntad".

Pues en la lucha terrestre, que los rusos quieren imponernosy que pasivamente, por "tradición" —o más exactamente por ru-tina, aceptamos— el valor del material y de la inteligencia, queson nuestras ventajas principales, no pueden tener sino una acciónrelativamente secundaria, mientras que el número, la masa huma-na, el material rudimentario, la moral de masas que sólo los regí-menes totalitarios saben explotar tan bien, adquieren en este te-rreno, una importancia decisiva.

Es pues en el aire donde tenemos, ventajas para buscar la de-cisión.

Además, desplegar nuestros principales esfuerzos en el aire,es ante todo impedir en lo posible, que los aviones enemigos sobre-vuelen el territorio nacional, ya que ellos son portadores de me-dios mortíferos y de destrucción hasta ahora no igualados. Es eco-nomizar además la sangre de nuestra raza.


En fin, esta será la única manera de que nuestra pobre avia-ción, debilitada por las quintas columnas, dividida políticamente,movilizada a última hora, pueda resistir a las fuerzas enemigas,tropas profesionales —o con varios años de servicios— y fanati-zadas por la propaganda comunista. Sin este apoyo, menos quenuestras tropas de 1914, menos aún que las de 1940, ellas no po-drían resistir a pie firme a la erupción bárbara que las asaltaría.Napoleón decía, hace más de un siglo, que a nuestros adversariosera preciso matarlos dos veces.

El esquema de la guerra de mañana, tal como se puede y debeconcebir, no es ya y no debe ser, centrado sobre el infante y elejército terrestre, sino en la mecanización a todo trance y en lapotencia aérea.

La realidad es que la guerra futura puede no imponer, si sequiere, sino un mínimo de tropas de superficie —perfectamenteequipadas— pero impondrá forzosamente desde luego, una poten-cia aérea considerable.

Es necesario pues que por medio de una victoria aérea, previaa toda acción de superficie, las aviaciones aliadas puedan atacarcon suficiente potencia a las tropas enemigas, las debiliten sufi-cientemente para que la resistencia de nuestras tropas —facilitadaademás por la organización de zonas fortificadas— sea posible.

Pero tal acción en el aire exige, desde la ruptura de las hosti-lidades, la superioridad aérea —superioridad indispensable por lodemás, si no queremos asistir impotentes a la devastación del te-rritorio nacional por la acción aérea enemiga.

Está acción aérea, que protegerá, en buenas cuentas en formarelativa a nuestras ciudades y poblaciones, al destruir el ejércitodel aire enemigo y después que apoye en seguida a nuestro ejércitoterrestre, que nunca será bastante sólido al principio de una gue-rra, no debe confiarse totalmente a las fuerzas aliadas, ya que seignora si ellas podrían acudir oportunamente.

Además, no se debe sacrificar la población francesa ya exangüey alivianar las cargas de guerra de nuestros aliados al tomar bajonuestra responsabilidad la guerra terrestre, "la más costosa" envidas humanas.

Me consta que algunos afirman que nuestros aliados nos obli-garán a batirnos en la superficie, al principio, entregándonos ma-terial terrestre, pero no material aéreo.

Si esto se produjera, debería incitarnos más que nunca a recons-tituir urgentemente una poderosa industria aeronáutica francesay una vez más se comprobaría que la vida de Francia y su inde-pendencia provienen esencialmente de la existencia de esta poten-cia industrial aeronáutica que sería menester —por otra partedescentralizar en África del Norte.

¿Piensan por otra parte, los que sostienen que nuestros aliadosse negarían a entregarnos material aéreo, que es mucho más peli-


groso traspasar material terrestre a aliados dudosos ya que estesiempre es relativamente fácil de mantener y demora más en que-dar anticuado que el material aéreo, que envejece muy pronto yque no puede subsistir sin una intensa corriente de reabastecimien-to y que, además, es siempre difícil y delicado fabricar? Se puede,por otra parte, confiar mucho más en la pequeña fracción de com-batientes aéreos que en la masa de combatientes terrestres.

Todo nos incita a desplegar nuestro esfuerzo en el campo aereo;.con nuestros aviones y nuestros pilotos: el estado de nuestro ejér-cito y nuestro país, como la voluntad de vencer y de triunfar al'menor precio de sangre francesa. Esta no es solamente una pro-bable defensa de nuestro país, sino la única realista para los queno cuentan sino con divisiones nominales, insensibles y sin vida,tipo "Tema táctico". De la adopción o rechazo de esta solución mo-derna del problema de nuestra defensa nacional depende nuestravida y nuestro porvenir.

Es sólo por medio de una guerra psicológica sobriamente con-ducida y por un desarrollo considerable del Ejército del Aire como-Francia puede' evitar el volver a presenciar las hecatombes de1914¡18 y la derrota de 1940.

De la Revista "Revue Militaire Information", Francia..

El objetivo de toda maniobra táctica es poner al enemigo en una-situación desfavorable para luego destruirlo. Logramos ese propósito-mediante el fuego y el movimiento, aprovechando las ventajas que nos-ofrece el terreno y el empleo juicioso de la reserva. Ya se trate de una-división de infantería, ya de una división blindada, el propósito de la-maniobra táctica no cambia.

General de Div. Christopher Vokes. —Canadá.

M I S C E L A N E A S

A pesar que el estudio de la Historia es propio de los príncipes, élno es menos útil a los particulares. Es la cadena de los acontecimien-tos de todos los siglos, hasta nuestros días. El hombre de leyes, el po-lítico, el guerrero, que han recurrido a ella, han aprendido la conexiónque las cosas presente tienen con las cosas pasadas...; ellos adquirieronuna experiencia prematura.

Federico el Grande.

No hay otro maestro mejor, para la conducción de los ejércitos,que la Historia de las guerras.

Hindenburg.

Delante de todo oficial que aspire a llegar a ser un gran capitán,hay un libro abierto intitulado "Historia de la Guerra". Debo reconocerque su lectura no es siempre interesante ni divertida... pero, sin embargodebido a ella se consigue descubrir muchos hechos y cuestiones de tras-cendencia.

Ton Schlieffen.

De todas las producciones del espíritu, la más casta, la más severa,a l ta y humilde a la vez, es la Historia.

Thiers.

ARMAS CIENTÍFICAS Y UNA GUERRA 107

ARMAS CIENTÍFICAS Y UNA GUERRAFUTURA

¿Será efectivo que una nueva guerra general, con bombas ató-micas y uso de instrumentos biológicos destructivos, destruirá la ci-vilización y nos hará retroceder a la edad de piedra ? ¿ Es tan deses-perado el caso de que se justificaría una guerra profiláctica, a finde que podamos, por lo menos, afrontar lo inevitable en la épocaque a nosotros nos convenga y bajo nuestros propios términos?¿Puede un régimen democrático desarrollar un fuerte poderío mi-litar sin afectar sus verdaderos postulados?

No hay respuesta precisa para estas preguntas, como tampocola hay para el problema máximo, que es de cómo evitar otra guerra.Hay poderosos factores presentes: ciencia y democracia. 'La cienciamoderna ha cambiado, y sigue cambiando, radicalmente el proce-dimiento de la guerra; y el proceso democrático nos ha dado nue-vos gobiernos sobre nuestros destinos que está tenues, sólo compren-dimos a medias, y también evolucionando.

En primer lugar, nos parece que el futuro tecnológico es mu-cho menos siniestro y alarmante de lo que a muchos se nos ha he-cho creer, y que los aspectos promisores de la ciencia moderna apli-cada sobrepasan por un amplio margen su amenaza sobre nues-tra civilización. En segundo lugar, estimamos que el proceso demo-crático es en sí mismo una garantía con la cual, si podemos encon-trar el entusiasmo y la eficiencia para usarlo, junto con la voluntadde fortificarlo, podemos edificar un mundo en el cual todos los hom-bres puedan vivir en prosperidad y paz. '

Con la primera guerra mundial nació una nueva era guerrera,a raíz de dos grandes innovaciones. La primera de éstas fue el des-arrollo de la manufactura de precisión y la producción en masa. Lasegunda, fue la máquina de combustión interna. La combinaciónde estas innovaciones hicieron posible la guerra mecanizada, y des-de ese momento el mundo cambió totalmente.

Los mismos procesos mecánicos que. produjeron alambre, arti-llería, o la ametralladora, pudieron también construir tanques, pa-ra mover los cuales, tenían a mano la máquina de combustión in-terna que usaba los productos del petróleo. El tanque podía, destro-zar un campo alambrado y dar pasada a las tropas; pero se convirtióen un huérfano que recibía escasa ayuda, y sólo aparecía en can-tidades cuando la extenuación de un campo ya había sido debilita-da. La máquina de combustión interna había facilitado la creacióndel avión, y había volado gente una década antes del comienzo de


la guerra, sin embargo, la participación de la aviación militar enesa guerra fue más bien un incidente que un factor determinante.

Debemos considerar otra innovación aparecida en la guerraterrestre, que fue precursora de nuevos adelantos, esto es, el gasvenenoso.

En el mar también comenzó una revolución en los métodos, pe-ro solamente un comienzo. El instrumento que apuntaba los gran-des cañones de los acorazados, automáticamente, seguía el rumbo yvelocidad del buque y del Manco; pero, agregó a sus cálculos ladeflexión de la granada debida a la rotación de la tierra, gravedady presión barométrica.

La gran innovación de la guerra naval fue el submarino. Cuan--do comenzó la guerra, esta arma no fue estimada debidamente, apesar de que prácticamente no había medio alguno para combatir-la, y de que aún con su estructura primitiva y vulnerable por pocono determina el resultado de la guerra, antes de ser supeditada porlas cargas de profundidad y el sistema de convoyes.

También la radio apareció en la primera guerra. El embriónde grandes descubrimientos, se usó principalmente para comunica-ciones en el mar y para correlacionar los movimientos en los com-bates navales; pero, presentaba en uso la mayoría de los principiosque llevaron más tarde a las ramificaciones extraordinarias de loque hoy llamamos electrónicas.

Cuando terminó la primera guerra mundial, existían, por lotanto, casi todos los elementos para la guerra científica. ¿Qué hizoel mundo a raíz de ello? Se echó a dormir en esta materia, de modoque la segunda guerra mundial comenzó donde terminó la primera.Hubo unas pocas excepciones.

Desde el punto de vista militar, el mayor desarrollo de tiemposde paz fue en el campo de la aeronáutica. Aquí hubo varias fuerzasen trabajo. Primero, fue la mayoría de edad del transporte aéreo,con muchas vicisitudes, pero en manos de verdaderos esforzados queno se amedrentaron en correr riesgos, ni se opusieron a las mejorestécnicas que les propusieron. Segundo, aquí hubo un interés mili-tar genuino y un estímulo verdadero por parte de las órdenes ydesarrollo militares.

Durante la paz, la técnica de la artillería se movió con la lenti-tud con que el arte de disparar proyectiles se ha movido desde losdías en que los cañones recién fueron estriados, y a las granadas seles colocó explosivos por primera vez. La escala completa de los nue-vos armamentos —cohetes, cañones sin retroceso, proyectiles dirigi-dos, fusibles de proximidad, bazookas, balas de dispersión—, salie-ron por la presión de la guerra, completamente fuera del sistema or-ganizado de desarrollo del armamento y, a veces, a pesar de ello.

Durante el intervalo de paz, se desarrollaron dos inventos deimportancia en los laboratorios del Gobierno e industria asociada,y se mantuvieron en gran secreto. Estos fueron: el radar y el sonar.


Igualmente, durante todo este tiempo se progresó regularmente enla ciencia del átomo.

La segunda guerra mundial fue, mucho más que la primera,una guerra de ciencia aplicada. Las grandes campañas que barrie-ron los continentes y océanos usaron al máximo los recursos cientí-cos de que disponían, por lo que al terminar los dejaron práctica-mente agotados. Si hay una nueva guerra en una década o algo así,habrá innovaciones, pero con toda probabilidad no habrá un volca-miento de nuevos inventos, como sucedió cuando la ciencia organi-zada y la ingeniería pusieron todo su empeño en la guerra, proyec-tando sin trabas sobre las grandes reservas que no fueron explota-das en el pasado.

LA GUERRA TERRESTRE PUEDE TERMINAR ENESTANCAMIENTO

La guerra exclusivamente terrestre ya no existe. Las operacio-nes anfibias y la interacción de las operaciones aéreas con el movi-miento de tropas, dieron término a ella. Podemos, sin embargo, to-mar como una fase de la guerra las campañas' terrestres.

Cuando comenzó la verdadera actividad de la segunda guerramundial, una vez que Hitler hubo consolidado sus conquistas en elEste, en tanto que los aliados esperaban detrás de la Línea Maginot,se hizo evidente que el estancamiento, característico de la primeraguerra mundial, era virtualmente una cosa del pasado. Las ma-sas de artillería móvil podían efectuar perforaciones o daros, lasque podían ser explotadas por la caballería en su forma de equipotanque-aéreo. Hitler conquistó el continente debido a que sus ejér-citos habían perfeccionado tan bien este método que sobrepasabaa la resistencia acostumbrada.

Después de un largo intervalo, la guerra terrestre terminó enigual arrasamiesto sobre Europa con que había comenzado el ani-quilamiento de las líneas, las anchas barridas de caballería, y gue-rra móvil con todo su asedio y complejidad. Por este hecho puedellegarse a la conclusión errónea de que no había habido un cambiodefinitivo en el período, y que el estancamiento de la primera gue-rra había sido permanente y umversalmente quebrado en la primeraparte de la segunda. En realidad, las tácticas defensivas progresa-ron enormemente, y los medios de arrasamiento de 1940 eran com-pletamente anticuados en 1944. En el arrasamiento final hubo mu-chos factores nuevos: larga preparación por bombardeo de comuni-caciones, agotamiento del enemigo después de cinco años de guerra,los ejércitos más preparados de la historia, coordinación efectivade los aliados por primera vez, producción industrial sin preceden-tes y una magnífica dirección.

110 MEMORIAL DEL EJERCITO:

Las posibilidades actuales de un estancamiento en la guerraterrestre, es un asunto que merece un análisis detenido. Es innega-ble que las líneas debidamente preparadas de una fuerte naciónindustrializada no podrían ser superadas por un enemigo de igualcalibre, a menos que este último sea capaz de hacer operar efectiva-mente en el campo, grandes masas de equipo altamente técnico, yesto también es aplicable, aún considerando la presencia de bombasatómicas en cantidades moderadas por ambos bandos.

Una de las nuevas medidas para la defensa, que aparecieronen el período, fue el uso de grandes cantidades de minas terres-tres. En la disputa entre las minas terrestres y los medios paraanularlas, las minas obtuvieron la supremacía. Se inventaron conéxito aparatos portátiles para detectar minas metálicas, cuyos prin-cipios estaban basados en el fenómeno que hace producir un ruidocuando se pasa la mano cerca de un aparato de radio defectuoso,pero este invento fue anulado por medio de las bombas plásticas.Se enseñó a los perros a olfatear las minas, pero esto no tuvo granéxito ya que hay muchos medios para engañar a los perros. Algode éxito se consiguió con grandes rodillos que se empujaban delan-te de los tanques, los cuales eran capaces de soportar las explosiones-de las minas, pero también hubo minas de tamaño superior que losdestrozaban. Las ''culebras" —pedazos de manguera llenos de ex-plosivos que podían empujarse adelante o ser lanzados a la vanguar-diar por medio de un cohete pequeño— podían ser explotados paraaclarar una senda. Los tanques equipados con una sucesión de estosaparatos podían continuar siempre que el tanque mismo no fueravolado, pero era un método sumamente trabajoso sobre todo paracampos de gran profundidad. Los vehículos muy livianos, especial-mente la "Comadreia", un vehículo de baja presión, podía pasar-sobre campos minados para vehículos pesados, pero éste, no ibaarmado ni acorazado, y las minas colocadas para baja presión lopodían destruir. Aparentemente, a los rusos simplemente no les im-portaba los campos minados, pasaban sobre ellos y aceptaban laspérdidas. Estas podían ser muy grandes, como en el caso de aquellasminas construidas para lanzar al aire un tarro de explosivos quelanzara fragmentos contra un área determinada. El radio de pér-didas en el frente oriental durante el avance ruso refleja este he-cho. Está muy cercano el día en que las hordas, basadas únicamente-en su número, serán capaces de atacar posiciones bien preparadas.

Aún más, hacia el final de la guerra entró un elemento defen-sivo que los alemanes no tenían, y que fue un factor importantísimoen las posiciones de. defensa. Este fué el fusible de proximidad, quelos consideramos aquí tal como se usó por la artillería contra lastropas en campo abierto. El método antiguo consistía en un fusible-en la granada fijado para explotar a una distancia dada sobre el te-rreno, desde donde lanzaba su metralla en un cono dirigido ha-cia abajo. Esta granada de tiempo podía usarse sólo cuando el cam-


po estaba a la vista, y no era muy preciso.. El fusible de proximi-dad contiene un pequeño receptor de radio que hace explotar lagranada a una distancia determinada sobre el terreno, no haciendonecesario la observación de la explosión ni tener dificultades en su-preparación.

El uso de este fusible aumentó la efectividad de la artilleríacontra tropas en campo abierto en un gran margen, tal vez tantocomo diez veces, y esta ganancia era equivalente a tener una artille-ría diez veces mayor en trabajo. Cuando el efecto de la artillería semultiplica contra trapas en movimiento hay una fuerte ventaja enfavor de la defensa. El fusible de proximidad empezó a usarse encombates terrestres justo al comienzo de la contraofensiva alema-na en diciembre de 1944, en la batalla de Bulge. Especialmente enla parte Norte, de la ofensiva alemana, pilló a estas tropas en campoabierto, en neblina, en cruces de caminos, y causó consternación.Su poder, no fue de ninguna manera completamente explotado, yaque se usaba por primera vez y los Oficiales Artilleros y en especialel Alto Comando no apreciaron debidamente lo que se les habíapuesto entre manos. Sin embargo, por medio de este fusible, ayu-dado por el esfuerzo aéreo al levantarse la neblina, la falta de com-bustible por el lado alemán, la defensa obstinada cuyo ejemplo lodieron las palabras históricas del Comandante de Bastogne y loshábiles movimientos de divisiones, la ofensiva fue rechazada. Llegabien pudo haber sido salvada por el fusible de proximidad.

Un campo minado protegido por artillería o morteros con fu-sibles de proximidad, es una línea formidable, donde una simplecombinación de tanques y hombres no pueden vencerla. Aún más.e1 tanque casi encontró su igual en la última guerra. El tanque tie-Tie su límite respecto a su tamaño y espesor de su coraza, el cual es-tá impuesto por la necesidad, de no enfangarse cuando le toque atra-vesar terrenos blandos. Puede construirse una carga explosiva, re-lativamente pequeña, que puede penetrar en la mejor coraza quelleven. Esto es debido al viejísimo principio llamado el efecto Mun-roe por el cual una masa, de explosivo, de contornos debidos, a finde enfocar su efecto, disparada" en el momento preciso y en formaadecuada, producirá un orificio extraordinario en el acero o encualquier otra materia a través del cual pasará el proyectil que ha-rá una enorme explosión. Este principio se usó en los proyectilesdisparados por la bazooka, que es un arma liviana lanza-coheles quees transportada y disparada por un solo hombre. Su trayectoriaera muy lenta, su puntería incierta, era peligrosa para usarla, pero,podía atajar a un tanque, y su uso dio una fuerza nueva a la infan-tería.

Otra innovación que significó un peligro para el tanque, fueel cañón sin retroceso. Este era un cañón que disparaba hacia ade-lante y atrás al mismo tiempo. Esta arma parecía un sueño fantás-tico de un inventor, como hubo muchos; pero, la fuerza expelente


hacia adelante daba al proyectil una trayectoria muy veloz y granprecisión en su cañón estriado, mientras que se producía la explo-sión por un orificio trasero que evitaba el retroceso, la cual no erapeligrosa a menos de que alguien inadvertidamente se colocara jus-to detrás del arma. La importancia de esta innovación residía enel hecho de que esta poderosa arma, relativamente de bajo costo»y de poco volumen, era fácilmente movilizada y usada por un par-de hombres, y su impacto sumamente potente aún contra un blancomovible a alguna distancia. Nunca se combinó esta arma con la.carga perfilada, no habiendo, al parecer, ninguna razón del porqué no se hizo, ya que un tanque que invada una región protegidocon estas armas tendría muy corta vida.

El asalto de la infantería por el aire también debe ser con-siderado al tratarse sobre mejoras de medios defensivos terrestres,ya que éste podría ser un medio para quebrar las líneas defensivas.Durante la guerra se mejoraron mucho las técnicas de estos asaltosaéreos, pero las experiencias de Creta, Normandía, Arnhem y los.cruces del Rhin demostraron que el asalto aéreo es un auxiliar parael avance, y no es el medio para comenzar grandes barridas detrásde las líneas enemigas. Las grandes barridas de estos tiempos re-quieren vehículos y muchos de ellos, ya que en cualquier caravanade poca movilidad en un país armado enemigo será liquidado porfuerzas de gran movilidad que se le opongan. Una isla débil po-dría ser atacada en esta forma, pero tendría que ser decididamente'débil. El muy ponderado asalto aéreo es una ayuda para abrirse-paso aparentemente nada más. No nos interesamos en el asalto deuna nación armada contra otra que no lo está, en el sentido moder-no —aquí el asalto puede dar resultados, pero probablemente nosea ni necesario. Puede haber un lugar para el asalto aéreo en uncaso de invasión sorpresiva en una escala superior a la de PearlHarbour, aunque ésto es muy dudoso. Como ayuda para abrirsepaso, para reducir bajas y riesgos, siempre que se cuente con elcontrol aéreo, y a sabiendas de que de todos modos la ofensiva seva a lanzar, el asalto aéreo tiene su puesto, y esta ayuda fue usadacon toda eficiencia. Un asalto aéreo que trate de penetrar una líneaprotegida adecuadamente por buenas alarmas y radar, poseedorade aviones livianos "de intercepción equipados con radar para usonocturno, iría prácticamente a un suicidio.

Hay, por lo tanto, fuertes presunciones de que la defensa sigasu carrera ascendente, y de que el estancamiento de la primera gue-rra mundial reaparezca si los antagonistas son substancialmenteiguales bajo el punto de vista del uso eficiente de los adelantos-técnicos, que pueden encontrarse en ambos bandos a lo largo deuna gran frontera terrestre. Esto puede significar que el esfuerzosupremo debe concretarse en otro sitio, pero lo debemos considerarcomo factor muy importante en el estudio del futuro.


LA GRAN AMENAZA EN EL MAR, SON LOS SUBMARINOS

Tal vez el último conflicto vio el final de una de las escenasmás dramáticas de la guerra: el encuentro de grandes flotas y degrandes buques. La evolución completa de la guerra marítima du-rante la segunda guerra mundial, vista de la parte técnica, giró al-rededor del radar. El radar tuvo su origen el año 1925, a raíz déexperimentos de orden netamente científicos hechos por dos físicosque lanzaron pulsaciones cortas de radio para estudiar sus reflexio-nes desde la esfera iónica, las capas conductoras sobre la tierra quereflejan las ondas de radio. Hay dos maneras de usar la radiaciónpara determinar la distancia de un objeto dado; una examinando laforma de interferencia a la radiación continua, y la otra enviando-pulsaciones cortas de radiación, a fin de examinar su eco. La pri-mera se usó en el fusible de proximidad y es excelente para distan-cias cortas, y la segunda fue la que dio mejores resultados para usodel radar.

La sensibilidad y precisión del radar son armas de alto gra-do. Usando tubos de rayos cátodas, y más o menos tal como un tubode televisión presenta una escena, el radar de un avión puede daruna visibilidad de la tierra, sobre las nubes, en neblina, o de noche,tan detallada como si tuviera extendido Un mapa de ella no pudie-ra ver a través de la obscuridad. Un instrumento de esta naturalezadebía revolucionar forzosamente machas facetas combativas, y lohizo, muy en especial en el mar.

Guando la guerra empezó, había grandes flotas de buques deguerra, que estaban destinadas a encontrarse. Como siempre, en laguerra artillera naval, la decisión a la larga se inclina a los buquesque pueden disparar con mayor precisión, rapidez y bajo las con-diciones más desfavorables. Pasado los tropiezos del principio, pu-dimos disparar mejor debido a que poseíamos el mejor radar, y yalos resultados no pudieron ponerse en duda.

La guerra terminó, o llegó a ser una lucha contra un enemigo-relativamente inexperto o mal equipado, antes de terminar su cursola evolución completa de la guerra marítima. Así fue como un in-vento potencial no se usó en toda su magnitud. Este fue la bomba-dirigida.

LA AMENAZA DE LA BOMBA DIRIGIDA

El bombardear desde alturas grandes o moderadas es un asun-to de mera casualidad. Sin embargo, es muy posible guiar una bom-ba después de lanzada y durante el medio minuto más o menos quedura su caída, obteniendo con ello una puntería precisa. Esto pue-

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de hacerse, ya sea automáticamente o con controles manuales, y seha hecho de diferentes maneras.

¿Hay alguna defensa contra el bombardeo de gran altura queuse bombas dirigidas?

Con toda probabilidad hay alguna defensa, pero el grado de-eficiencia que ella tenga será dudoso por un largo tiempo.

En una posible guerra futura, si ella ocurriera mientras elmundo mantiene sus actuales inter-relaciones, la única flota ene-miga de cualquier circunstancia, sería una flota de submarinos.

La primera guerra mundial demostró la capacidad del subma-rino para interrumpir el comercio, a pesar de, que los " U " de esa«época eran de difícil manejo y muy frágiles. Durante el intervalode paz ocurrieron dos cosas, uña a favor y otra en contra del subma-rino. El submarino adquirió mayor velocidad bajo la superficie,mayor radió de acción y mayor solidez de cascó, por lo cual al de-clararse la segunda guerra podía sumergirse rápidamente a varioscientos de pies y maniobrar en círculos cerrados. El submarino. pu-do siempre usar los mismos instrumentos de escucha que los bu-ques de superficie, y este hecho, agregado a su mejor expedición,hizo que los métodos usuales para atacarlo quedaran anticuados.La carga de profundidad, aún en los comienzos de la segunda gue-rra, no era nada más que un tarro lleno de TNT con un fusible hi-drostático para explotar a una profundidad dada, el cual se hundíaa razón de cinco pies por segundo, de modo que el submarino te-mía tiempo de más para esquivarlo lo cual podía generalmente ha-cerlo dada su mayor velocidad y mayor capacidad de sumersión.

Sin embargo, durante la paz, los laboratorios navales de Esta-dos Unidos y de Inglaterra produjeron un método muy importantede detección, que. se llamó "asdic", y más tarde "sonar", que, pa-ra detección submarina-hace el mismo papel que el radar en el aire.Él buque que lo lleva, lanza pulsaciones de sonido de relativa altafrecuencia y examina la forma de los ecos que recibe. Tomando eltiempo que demora el eco, y con un receptor direccional, se puedeobtener la distancia y singlatura del submarino, siendo el sonarposteriormente mejorado para determinar la profundidad a quese encuentra el enemigo. Esto fue realmente un auxiliar poderosí-simo.

Debemos hacer hincapié en que las pulsaciones del radar atra-viesan sólo unos pocos pies bajo el agua, pero también el sonar tie-ne sus limitaciones, calculadas en unos pocos miles de yardas, debi-do al apagamiento de la señal y a la confusión de los ecos prove-nientes del fondo. Bajo el agua no puede especificarse un alcancepreciso en la misma forma que se puede hacer con el radar en elaire. Sin embargo, el sonar parecía ser la respuesta al submarinode esa época.

Tal vez pudo haber sido, si se hubiera avanzado paralelamenteen las armas de ataque, pero entramos a la guerra con los mismos


tarros de cenizas viejos y nos aferramos tenazmente' a ellos a pesarde que estaban positivamente anticuados. El irrefutable poder delsonar nos dio demasiada confianza, lo que nos costó más tarde hun-dimientos excesivos.

Aún, la presencia del sonar no aseguró la protección de losconvoyes. Parte de esta falla era debida al hecho de que el sonara veces queda muy limitado cuando es desfavorable la distribuciónde la temperatura del mar; también limitaba la efectividad de ubi-cación el hecho de que su sonar no podía trabajar a altas velocida-des; pero, el límite principal era el hecho de que las cargas de pro-fundidad no eran muy eficientes. Los submarinos podían trabajar enposición adelantada al convoy, disparar sus torpedos, y sumergién-dose a grandes profundidades estaban casi seguros de salir indem-nes. Tardíamente aparecieron cargas de profundidad que, por lomenos, traían sus líneas más estilizadas, a fin de acelerar su hun-dimiento, y también algo se hizo para instalarles fusibles de proxi-midad, y esto algo ayudó, pero la ventaja siempre estaba en el ata-que de sorpresa del submarino a un convoy o a un buque aislado,y las pérdidas ascendieron a serias proporciones.

Para combatirlo, el submarino debe primero ser ubicado, enseguida localizado con más exactitud, perseguido mientras se man-tenga sumergido, y finalmente destruido. Hubo grandes adelantosen estar campos. '

Hubo dos grandes métodos para la ubicación, muy efectivosen ese tiempo, 'y ahora ambos anticuados o de valor muy reducido.El primero fue la ubicación por radio, y éste fue de tanto valor de-bido al error cometido por los alemanes que tal vez no se repita.Estos se comunicaban continuamente desde Berlín con sus subma-rinos, y las radioestaciones que interceptaban sus mensajes podíantambién interceptar la dirección de los mensajes de los submarinosy así calcular la posición aproximada de ellos.

El método segundo fue el del radar. Los submarinos de esaépoca debían pasar una parte considerable de su tiempo en la su-perficie para cargar baterías, y estando en la superficie podían serdetectados por radar a 20 ó 30 millas de distancia. Un aeroplanoequipado con radar podía, por lo tanto, investigar áreas enormes,tanto como 5. 000 millas cuadradas por hora, y es por ello queaún la inmensidad del océano comienza a ceder a las flotas de avio-nes equipados en esta forma.

EL GRUPO CAZA A MUERTE

La combinación más efectiva fue el grupo caza a muerte. Unportaaviones pequeño y otras embarcaciones antisubmarinas de su-perficie acompañaban un convoy, se hacían a la mar para atacar


directamente una concentración de submarinos. El conocimiento dela posición lo deba las barridas de radar, y con sólo aviones equipa-dos exprofeso, o en combinación con buques de superficie, se lle-vaba a efecto el ataque. Cuando adoptamos este método contra elenemigo, la marea comenzó a cambiar.

Para seguir correctamente a un submarino sumergido, hubovarias mejoras, siendo la principal el sonar que, aunque su alcan-ce no progresó gran cosa, se hizo más adaptable y seguro. Llegó elmomento en que un submarino cogido por el haz del sonar de unbuque de superficie, en condicione favorables, estaba imposibilita-do para maniobrar con éxito, a fin de escapar1 a la persecución.

También apareció la detección magnética aérea (M. A. D. ).Aunque de alcance muy limitado, podía localizar un submarino su-mergido, por la distorsión que produce dicho submarino en el cam-po magnético terrestre.

La boya sonora complementó estos medios y fue sumamente efi-ciente para los aviones. Desde un avión no puede oírse el ruido quehace un submarino bajo el agua, ni aún puede oirse desde un bu-jque de superficie que navegue a toda máquina, ya que él mismohace tanto ruido que apaga todos los demás. Pero, se puede lanzaruna pequeña boya que flote en la superficie y escuchar lo que trans-mita por radiotelefonía un micrófono que, partiendo desde esta bo-ya, se sumerja a la profundidad que se desea. Un submarino sumer-gido, una vez localizado en la superficie por radar, no tenía muchasprobabilidades de escapar, aunque no hubiera buques de caza cer-ca, ya que los aviones podían mantener contacto por medio de ca-denas de boyas sonoras, que, junto con su señal de identificaciónindicarían los progresos del submarino. Si fuera necesario, se des-tinarían aviones por turnos, a fin de continuar la caza del subma-rino hasta que a éste se le terminara su radio de acción bajo el aguay debiera aflorar, o hasta que llegaran buques de superficie quese hicieran cargo de la pista por medio del sonar. Aún más, apare-cieron nuevos métodos para atacarlo mientras permanecía sumer-gido.

La carga de profundidad era realmente anticuada, pero semantuvo por un buen tiempo. Más efectivo fue el disparo hacia ade-lante. Estos disparos hacia adelante, hechos con tubos o lanza-cohetes, rociaban una cantidad de cargas bastante a proa del buqueatacante, y estaban construidos para rociar sus cargas dentro deun área determinada sin dejar huecos, tipo munición de escopeta,siendo, por lo tanto, muy efectivos. Además, y de suma importanciaera que estos disparos podían' dirigirse a uno u otro lado de acuerdocon la indicación de último momento del sonar, y podían hacersecuando el sonar en comunicación con el submarino, y no, cuandoel buque atacante debe pasar sobre el submarino y con ello per-der contacto.


AVIONES CAZA-SUBMARINOS

El avión porta-cohetes fue sumamente efectivo. Un avión dealta velocidad, después de localizar por radar al submarino, podíapicar en un ángulo moderado, y ayudarse con proyector o dispararsegún indicaciones del radar. Su arma principal era un cohete decono sólido. Este iba dirigido para picar lo más cerca del submari-no, tenía una gran trayectoria marítima de poco calado, y al tocarel submarino lo traspasaba de lado a lado dejando grandes orificiosen el casco y enorme daño en el interior. Parecía que los días delsubmarino habían terminado, no sólo en esa guerra, sino perma-nentemente, tal vez ésto habría sucedido, si no hubiera sido porquelos submarinos también desarrollaron dos importantes innovacio-nes. Esta fueron, el submarino de alta velocidad equipado conschnorkel, y el torpedo de largo alcance.

Los alemanes habían planeado submarinos de alta velocidady relativamente silenciosos; construyeron unos pocos, no muy cono-cidos en el mundo, pero no los construyeron en cantidades. Su im-portancia estribaba en el hecho de que podían colocarse fácilmenteen posición de ataque a un convoy y escapar con igual facilidad.

Sin embargo, más importante que la mayor velocidad fue elschnorkel. Este consistía en una cañería arreglada en forma talde que el submarino podía navegar sumergido con sus máquinas;sólo una pequeña punta de cañería sobresaliendo en la superficie,más o menos como un nadador respirando por una paja larga. Undispositivo especial evitaba que entrara el agua por esta cañería,en caso de que el mar pasara por sobre su abertura, cerrando unaválvula momentáneamente. En los pequeños intervalos en que lacañería puede estar cerrada, las máquinas chupan el aire del inte-rior del submarino, lo que produce cierta molestia a la tripulación,pero no afecta al rendimiento. Un aparato como el schnorkel esmuy difícil de ubicar cuando hay un poco de marejada, ya sea aojo o por radar, y aunque no deja al ¡submarino completamente ala búsqueda del radar, rebaja decididamente la efectividad de ella.Sin duda es posible construir submarinos que naveguen sumergidascon sus propias máquinas, no necesitando con ésto al schnorkel.

El torpedo de largo alcance es mucho más importante de loque parece a primera vista, ya que introduce un elemento de sor-presa de mucha importancia. El hecho de que el alcance contra elsubmarino sea limitado y de que el torpedo pueda superar este al-cance siempre que se le fabrique lo suficientemente grande y costo-so, hace posible al submarino disparar su torpedo desde un áreamayor que la del alcance del sonar del buque de superficie, que só-lo puede darse cuenta de la presencia del submarino por este medio,demostrando con ello que la ventaja está de parte del submarinoque puede atacar las escoltas del convoy, y atacar posteriormente aeste último.


De estas observaciones se desprende que los días del submarinode ninguna manera se han terminado. Por dos veces en la historiacontemporánea, los agresores han tratado de aislar al mundo pormedio de submarinos, y así prevalecer. (Las dos veces han fallado,pero debemos asegurar que un intento similar corra igual suerte.

Para asegurar esto necesitamos un programa vigoroso en manos,de una Armada fuerte y generosamente mantenida, que esté en ínti-ma cooperación con la ciencia y tecnología a través del país. Necesi-tamos una Armada dedicada de lleno a su misión principal, y no des-viada por las sirenas de campos más espectaculares o alegando a ladefensiva en relación a su importancia comparada con cualquier otroservicio.

EN EL AIRE LOS BOMBARDEROS TENDRÁN FAENA

El bombardeo estratégico, son el cual el poder aéreo llevó laguerra a su campo, empezó con la batalla de Inglaterra. La pronti-tud de alarma del radar inclinó la balanza en ese gran, encuentro.Las flotas defensivas combatientes dé Inglaterra eran lamentable-mente, limitadas en número; sufrieron pérdidas grandes y casi fa-tales, pero, por medio del radar, pudieron hacer frente al enemigo, yprevalecieron.

Lo que siguió fue una carrera en las técnicas. Los encuentrosdirectos de flotas combatientes jugaron un gran papel; pero, los;duelos aéreos como fase importante de verdadera guerra moderna,son probablemente hoy día una cosa del pasado.

La aparición del avión a chorro hizo la diferencia. Las máqui-nas a chorro aumentaron la desproporción entre la función delbombardero de gran radio de acción y el caza de poca duración.Consiguieron velosidades aéreas tan altas, y, por consecuencia, ra-dios de giro tan grandes, que hicieron casi imposible un duelo, yaque, para llegar a éste, se necesita tener al enemigo a la vista pormás de unos segundos fugaces. También las máquinas a chorroaumentaron la efectividad de las operaciones de caza sobre su pro-pio territorio que contara con recursos de aterrizaje, y por otraparte, disminuyeron la posibilidad de defender flotas de bombarde-ros con escoltas de caza. Puede decirse, que contra un enemigo bienpreparado y alerta, el bombardeo en masa desde alturas modera-das, ha quedado anticuado. .

Para comprender esto, hay necesidad de analizar los medios deradar que se emplearon en la defensa. Primero, está la instalaciónde largo alcance y primera alarma, localizada en costas o fronteras,que puede detectar aviones hasta donde la. curvatura de la tierra lopermita —a doscientas millas más o menos si los aviones vienenmuy altos. Segundo, el radar de control interceptador, que colocó


en la pantalla de rayos cátodos las siluetas de todos los aviones quevuelan dentro de su radio de alcance. Por último, está el radar delos aviones mismos, que por fuerza es de corto alcance debido a losinconvenientes del peso, pero que se usa para los efectos del con-tacto final y aún para disparar su armamento, y también, por su-puesto, utilizable por el bombardero para defenderse. También es-tán el radar y otros elementos de los campos de aterrizaje —siste-mas de aterrizaje controlados de tierra y otros— que permiten ate-rrizar a los cazas y bombarderos con toda seguridad en los campos

obscuros.Penetrar una defensa equipada en esta forma, si está bien en-

trenada y provista de elementos, tanto de noche como de día, es unafaena aterradora para cualquier flota de bombarderos.

El siguiente punto que debe considerarse, es evidentemente elbombardero que vuela a grandes altitudes. Primero, puede argu-mentarse que si el bombardero vuela lo suficientemente alto, pue-

-de estar fuera de alcance de la artillería. Este asunto no puede re-solverse tan fácilmente. El bombardero de gran altura es sumamen-te vulnerable si recibe cualquier impacto, debido a su cabina conpresión. Segundo, si el bombardero vuela lo suficientemente alto,

-elude al avión de caza a menos que éste haya recibido la alarma contiempo, a fin de elevarse a la altura necesaria para presentarle com-bate; dependiendo esto,, por supuesto, de la calidad y potencia de lared de alarma de que se disponga y de la velocidad de ascensión delos cazas. Desde un punto de vista temporal, puede darse comoreal el concepto sobre flotas inmunes de bombarderos, pero no esuna cosa tan. sencilla para basarla sólo en la construcción de bom-barderos de gran altura.

El bombardero de altura tiene sus dificultades para dar en elblanco en los objetivos terrestres. Casi necesariamente dependerá de

. sus indicaciones de radar, y éstas son útiles solamente cuando el te-rreno presenta particularidades tal como lagos o ríos que puedenindividualizarse correctamente en el radar. Pero, las observacio-nes del radar pueden ser interferidas, y la observación visual no es.de mucha utilidad aunque sea pleno día y no haya nubes.

Tenemos otra técnica que considerar, la del proyectil dirigido.En los primeros tiempos del avión, todos los controles eran ma-

nuales, pero tan pronto como se usaron aviones grandes, se inven-taron aparatos automáticos para maniobrarlos, entre los que se des-taca el piloto automático que pilotea el avión en viajes largos, fijarumbo directo a elevación constante, considera los. balances y des-viacicnes, y da descanso al piloto. Es un aparata complicado, perode confianza, y posee un giroscopio que le fija el rumbo, ademásde mecanismos neumáticos e hidráulicos para operar los controles deacuerdo a sus indicaciones. Es una evolución del compás giroscópi-co usado hace tiempo para la navegación de los buques.


Aquí teníamos todos los elementos para producir alguna for-ma de proyectil dirigido —un avión sin tripulación— debidamenteregulado para volar hacia un blanco determinado, conduciendo unacarga de explosivos. Era sencillo hacer que este aparato lanzarasu bomba, o se lanzara él mismo, al completar un vuelo de longitud'determinada. Este también era un verdadero proyectil dirigido in-tercontinental, ya que a los aviones destinados a no regresar se Íes-puede dar un mayor radio de acción. Todos los elementos para uninvento de esta naturaleza existían mucho tiempo antes de comen-zar la guerra. ¿ Qué sucedió 1 Prácticamente nada, en ningún país,durante la paz.

Cuando la guerra comenzó, lo que se hizo fue fabricar unosaviones semiadaptados, por lo general, con todas sus máquinas y~mecanismos, y a un cesto muy subido para usarlos como proyecti-les. Nunca llegaron a usarse, debido a su alto costo.

Más interesante es lo tínico que se usó en este campo. Esto fuel-la bomba de zumbido V-l que comenzó a hostilizar Londres en juniode 1944. Esto era un avión autocontrolado de la forma que hemosdescrito, designado y arreglado para su objetivo específico, que erabombardear Londres en sus 30 millas de diámetro, desde una dis-tancia de más o menos 200 millas. Los alemanes pensaban dispararestos aparatos a razón de 3. 000 diario, manteniendo este bombardeopor semanas contra Londres y los puertos del Canal, y pensandohacerlo antes de que. pudiéramos lanzar nuestra invasión al Conti-nente. Si se les hubiera dejado hacerlo, bien podrían haber evitadola invasión. Los proyectiles llevaban más o menos mil libras de al-to explosivo cada uno, y no se podía garantizar de que sus conos no-contuvieran materias tóxicas en su lugar. Era una amenaza ver-dadera.

La V-2 alemana, al revés de la V-l, era un verdadero cohete yno un avión sin piloto. Su fuerza propulsora era producida porun gran chorro de gases calientes expelidos hacia atrás. Volabaen un gran arco, 7'5 millas de altura a la estratosfera, y descendíaa 5. 000 millas por hora, mucho más veloz que el sonido, de modo-que su llegada no era anunciada, y se oía el sonido de su pasada porla atmósfera sólo después de haber detonado su tonelada de alto ex-plosivo. ' Era un arma de terror.

En sentido limitado, era un proyectil dirigido. Toda su propulsión-ocurría en su primer vuelo hacia arriba, y como éste era más o me-nos errático, debía ser observado por radar, a fin de transmitir en.el momento preciso la señal de radio que cortaba su propulsión. He-cho ésto, quedaba volando en trayectoria libre, y su precisión de-jaba bastante que desear.

La V-2 daba casi el máximo de distancia efectiva que podía-esperarse para un cohete de una etapa con propulsión química. Sualcance puede incrementarse substancial mente de tres maneras.


Primero, su carga puede reducirse de acuerdo con el alcance quese desee, considerando que para un recorrido de más o menos 400millas no puede acarrear explosivo alguno: segundo, su tamañoy costo pueden ser aumentados, a fin de llevar la carga actual a ma-yor distancia, a pesar de que el alcance no va en relación directacon el tamaño; tercero, se le puede convertir en un instrumento deetapas múltiples, con un cohete enorme que, al terminar su etapadispare otro menor, y así siga sucesivamente. Si estamos en condi-ciones de pagar millones de dólares por un solo impacto en un blan-co lejano, se puede hacer en esta forma para cualquier distanciaestablecida.

Este dilema no puede solucionarse ni aún con nuevos combus-tibles químicos; pero, podríamos recibir la respuesta de que la si-tuación ha variado ahora que podemos disponer de energía atómica.Sobre esto, podremos decir que es un asunto muy discutible el quela energía atómica, basándose en el costo, pueda competir con loscombustibles químicos para producir energía son fines comerciales,bajo las relativamente fáciles condiciones del terreno, donde no haylímites para peso y espacio, y no se haga necesario gastar toda laenergía producida en un corto intervalo. Un cohete se puede ha-cer volar lejos, si uno no repara en el costo. El proyectil que vuelea una altura de mil millas sobre la tierra, puede fundirse como unmeteoro cuando choque con la atmósfera en su descenso, pero pue-de ser fabricado.

¿Podría hacerse que dicho proyectil diera en un blanco al tér-mino de su vuelo? La V-2 picó con razonable frecuencia dentro deun límite de quince millas del punto hacia el cual fue dirigida, des-de una distancia de 200 millas. Un proyectil similar que vuele a2. 000 millas deberá picar con razonable frecuencia dentro de unlímite de 150 millas del blanco elegido, y, con toda certeza este des-empeño podrá mejorarse. Puede esperarse que al proyectil se le do-te de instrumentos de precisión, y con ello pueda navegar y guiarseautomáticamente. También se le podrían agregar auxiliares de pun-tería y dirección, con todo ello, podría picar en un blanco tal vezdentro de 10 millas, o tal vez dentro de una o dos si todo marcharacorrectamente.

EL COHETE ATÓMICO INTERCONTINENTAL

Su costo sería astronómico. Como forma de llevar alto explosi-vo. o substitutos tóxicos, es una proposición fantástica, y, si lo em-pleáramos en cantidades, nos agotaríamos económicamente muchoAntes que el enemigo. Pero, llevaría bombas atómicas. Si alguna


vez se llegara a usar el cohete intercontinental, éste sería tal vez suúnico uso. Mientras las bombas atómicas sean escasas, y extremadamente caras comparadas con su poder destructivo, en términos dedólares desembolsados, no se las puede confiar a un transportadorsumamente complicado y posiblemente errático y de escasa precisión.

En el futuro próximo, el campo realmente importante y signi-ficativo está en los proyectiles dirigidos dé alcance inferior, mayorque el alcance de la artillería, pero no tan grande como para quesu costo y tamaño llegue a alturas prohibitivas. En este sentido,puede aplicarse para mejorar el alcance de la artillería de campaña,pero su aplicación más importante reside en la guerra aérea.

Durante la guerra apareció un cierto número de máquinas nue-vas, propulsoras de aviones. La más sencilla ha sido hasta 'ahora lade espolón a chorro (ram-jet). Esta simplemente es un tubo abier-to, cuyo propio movimiento produce la suficiente compresión en suproa para expeler con fuerza el gas caliente por la popa, con locual mantiene su movimiento. El mecanismo esencial es el fuegoen el medio del tubo, necesario para calentar el gas. Este espolón achorro necesita una velocidad de 3. 000 millas por hora para traba-jar bien.

Para una distancia relativamente corta, este proyectil de altavelocidad es casi el ideal. Puede ser disparado de un cañón o lle-vado en cohetes hasta alcanzar la alta velocidad que le es más fa-vorable para su funcionamiento, desde cuyo punto puede navegar ala velocidad de bala o mayor y mantenerse navegando diez o talvez cien millas. ¿Podría éste hacer algún impacto? Sobre distanciascortas, ciertamente puede ser dirigido hacia las proximidades delblanco, desde donde, no parece que, con ayuda de aparatos de direc-ción puede llegar al punto que explote su fusible de proximidad conefectos destructores sobre un avión. El invento está en su infancia,,y el tiempo nos dirá qué resultados prácticos puede dar, pero, suimportancia estriba en el hecho de que parece ser el gran enemigofuturo del bombardero.

Supongamos que esta clase de aparatos pueden tener un alcan-ce de p. ej.: 50 millas, y que con dicho alcance se les puede dirigircon precisión y dar un porcentaje razonable de impactos en un bom-bardero. Es obvio que el bombardero no podrá maniobrar para es-quivar un proyectil que trae la velocidad de una granada dispara-da por un cañón, y que tampoco podrá sobrevivir la explosión decien libras, o algo así, de alto explosivo, ocurrida en su proximi-dad. Pueda ser que el bombardero interfiera los controles del pro-yectil, siempre que sepa que se lo han disparado y que conozca lacombinación de frecuencia y demás; pero aquí, al parecer, la venta-ja está de parte del atacante quien puede cambiar los sistemas ycombinaciones a su gusto, a fin de qué si algunos son contraataca-dos, los otros no lo sean.

La era del bombardeo en masa parece que está llegando a sutérmino; si ello es verdad, ésta sería una gran cosa para el mundo.

ARMAS CIENTÍFICAS Y UNA GUERRA..... 123

LA BOMBA ATÓMICA NO ES ABSOLUTA

¿iCómo será una nueva guerra general en el mundo? Debemosexaminar dos situaciones: una, la actual en que poseemos la únicaexistencia de bombas atómicas, y la otra, que se nos presentará,cuando otros tengan existencia.

Para el futuro inmediato, la bomba atómica es un arma muy in-portante, pero en ninguna forma absoluta, esto es, de haber dejadoanticuados todos los demás métodos de guerrear. Este estado semantendrá mientras no baya grandes existencias de bombas en ma-nos de más de una Nación, y, aunque esto no ocurriera, aún se man-tendría en igual estado, a menos de que existieran medios para lan-zar las bombas a los blancos con un grado de seguridad relativo.

¿ Si viniera una guerra general mañana, o dentro de pocosaños, o en cualquier época antes de que nuestros enemigos tuvieranuna existencia considerable de bombas atómicas, destruiría nuestracivilización ? Seguramente que no. La guerra volverá a ser una con-tienda brutal, diabólica y desesperante, el daño será enorme y nos-otros lo compartiremos, pero en ningún caso quedaremos aniquila-dos y estamos seguros de ganarla. El mundo entero sabe esto, y amenos que nos debilitemos o que seamos incapaces de afrontar lastácticas de la guerra fría, no corremos riesgo inmediato.

Pero ¿qué podemos decir del comienzo de una guerra que nospille desprevenidos, que estemos tan confiados como para otro PearlHarbour? Nosotros no podríamos declarar una guerra en esta for-ma, pero sí podrían nuestros enemigos. Un dictador cuyo control fue-xa lo suficientemente fuerte y su cortina de hierro completamenteimpenetrable, podría accionar una gran sorpresa cuando decidieradeclarar la guerra.

Enviaría su flota de submarinos a ubicarse en puntos estratégi-cos de las rutas mercantes, y esto le daría una gran ventaja en laguerra submarina que vendría en seguida. Movilizaría en secreto ypondría en acción a sus ejércitos, a fin de que pudieran asaltarpuntos fuertes que no alcanzarían a guarnecerse, y los liquidaríapor la razón misma de su ímpetu. Si poseyera bombas atómicas, lasdirigiría a las. ciudades llave.

Debe descartarse la vieja fábula de que las bombas atómicaspueden acarrearse en maletas; no se pueden manejar en esa forma.La idea de traer las piezas y armarlas en una bodega poco conspi-cua, o en un Consulado, es probablemente también descabellada.Por supuesto, podría hacerse, aun cuando para ello se necesitaríamucho elemento técnico. Pero, una bomba así dispuesta no sería ungolpe de gran efecto en una declaración de guerra, y el contraban-dear simultáneamente varias de ellas los dejaría expuestos al ries-go de ser sorprendidos. Aún más, tal como hemos experimentado en


nuestro país, estos aparates son caros y no pueden arriesgarse en va-rias pieza de fácil reconocimiento, si se cuenta con otros mediosmas seguros para mandar el artículo completo.

VAPORES MERCANTES CON BOMBAS ATÓMICAS

Hay otro método que puede ser un verdadero peligro, y con-siste en llevar bombas atómicas en vapores mercantes que no seansospechosos, los que pueden estar anclados cerca de las ciudades, a finde hacerlos explotar cuando llegue la hora de la sorpresa, evacuan-do con anterioridad a la tripulación si su Gobierno ha sido suficien-temente benevolente o ha tenido en ella la suficiente confianza pa-ra darle aviso. Más flexible y por lo tanto más peligroso, es el plande fondear estas bombas en la bahía, o en canales, por medio deescotillas en las bodegas de los vapores, para que exploten después,ya sea por fusibles de tiempo, o aún por señales de radio. Es de-presumir, que las bombas colocadas cerca de diferentes ciudades senexplotadas tocias a un tiempo, haciendo el primer disparo de unaguerra total. No hay método alguno para determinar a distancia—ni aún de cerca_ si un vapor lleva esa carga mortífera, ya que labomba atómica no denota su presencia en la forma que lo hacen losmateriales de gran radioactividad. El daño a una ciudad sería muygrande si una de esas máquinas infernales explotara dentro de subahía, no tan enorme como muchos pueden pronosticar, ya que to-do tiene sus límites, pero de todas maneras bastante apreciable. Pa-ra guiarnos, tenemos la experiencia de Bikini, donde la muralla deniebla radioactiva que brotó de la prueba de agua submarina fueuna cosa terrible.

Si asumimos de que es difícil que el mundo sea lanzado a unanueva guerra por accidente, tal como ha ocurrido, y de que la gue-rra vendrá solamente si nuestro posible enemigo la considera inevi-table, y que, por lo tanto, la comenzará en el momento que a él lesea más favorable, de modo que el ataque Venga cuando estime quesu fuerza inmanente agregada al factor sorpresa sea lo suficientemen-te fuerte para superarnos, y que si deja pasar tiempo, éste le puedaser perjudicial. Podemos rebajar el valor de la sorpresa estandoalertas hasta cierto punto, aún en tiempos de paz. No podemos re-ducir a cero el factor sorpresa, pero lo podemos reducir bastante.

El elemento principal de nuestra preparación para un posible-ataque de sorpresa, es un sistema de inteligencia de mucha efectivi-dad, capaz de anunciarnos definitivamente si se está preparandoalgún ataque. Los trabajos para poner en movimiento un ataque desorpresa en gran escala, son inmensos y de gran alcance. La dicta-


dura y la tiranía forman individuos que son capaces de huirlas yson capaces de contar en seguida. No hay razón alguna porqué nopodemos saber lo que se está tramando, y si estamos en conocimien-to de ello, mucho se ha perdido del valor sorpresa. Con la declara-ción última del Presidente, sobre una explosión atómica, se ha com-probado que podemos investigar las cosas. Desde la guerra, se hacreado una Agencia Central de Inteligencia, pero ha estado bajo elmando de militares, cuya profesión corresponde a otra parte, fallaen sus articulaciones, y no es todavía lo suficientemente capaz parasu dura tarea. La inteligencia científica no puede desarrollarse bienpor los métodos de Mata Hari. o por medio de Agentes ignorantesen ciencia, y es tan peligroso poner inteligencia científica en ma-nos de aquellos que no la entienden, como poner cualquier otra di-visión de ciencia en iguales manos. Necesitamos una Agencia mo-derna de inteligencia en su sentido más amplio, que use métodosmodernos en la forma en que fueron desarrollados parcialmente du-rante la última guerra, no un aparato de comedia ni un burdo sub-terfugio, ni aun el semieficiente método que tenemos ahora, sino unaorganización idónea para suplir nuestras necesidades en este ru-bro. Ello puede cortar la amenaza de un ataque sorpresivo; no cues-ta mucho, y, de todas maneras tengámosla. Dada la experiencia dela última guerra, debemos saber como formarla, ya que en ese en-tonces, cuando nos metimos a hacer nuestro trabajo de inteligencia,no lo hicimos mal; pero, los hombres realmente inteligentes que la-hicieron funcionar se han, por lo general, desparramado en la vidacivil, la clase de talento que se necesita es escasa, y el trabajo noes atractivo. La tarea puede ser cumplida por un hombre de grancapacidad mental y de organización, con amplia autoridad y con elmayor apoyo del Presidente de los Estados Unidos. Debido a quevalorizamos nuestra tranquilidal, debemos estar de parte de estaidea.

De qué naturaleza será una guerra total, si llega a repetirseen el mundo? Deberá ser altamente técnica, rápida y furiosa; deja-rá el mundo revuelto y arruinado; costará millones de vidas y ago-tará los tesoros acumulados durante muchos años.. No destruirá lacivilización mucho más de lo que han hecho las dos últimas guerras,pero seguramente le hará retroceder.

No deberá producirse si mantenemos nuestra fuerza en todosu vigor; tampoco deberá producirse si nosotros fervorosamente ycon la, suficiente determinación resolvemos así; y tampoco deberáproducirse si aprendemos verdaderamente a hacer trabajar nuestrademocracia. No debe producirse jamás, ya que si el valor y fuerza delos pueblos libres la eviten por una generación, esa misma fuerzapuede producir entonces un nuevo mundo en donde las grandes gue-rras no tendrán cabida. Para llegar a este fin nos abocamos a una-


tarea que nos probará como nunca lo hemos sido, que nos probarási realmente decíamos de buena fe que creíamos en la dignidad ylibertad humanas, que nos probará si realmente podemos sobrepasaregoísmos y mezquindades, y hacer que nuestro enorme poder la-tente nos sirva para trabajar con verdadera eficacia para el biende todos.

De la Revista "LIFE" (U. S. A. ).

COHETE CON CEREBRO

La Compañía Aeronáutica Rayan de San Diego, California (Esta-cdos Unidos) ha perfeccionado un proyectil de propulsión a cohete dir i-gido desde tierra, el cual puede descubrir y destruir aviones enemigos.

El "Fi rebird" primer proyectil horizontal de la Fuerza Aérea, obtienesu " intel igencia" de un complicado sistema electrónico combinado conradar , que le permite actuar de noche y con mal tiempo.

Lanzado desde un avión caza a chorro, el proyectil sin piloto tie-ne aproximadamente 15 cm. de diámetro, 3 m. de largo y se reducea 2 m. después de dejar caer el cohete que lo impulsa. Una vez quese ha desprendido de este último mediante una carga explosiva, lafuerza de propulsión la recibe de cohetes de vuelo.

De "ORDNANCE".

LA PSICOLOGÍA Y EL JEFE 127

LA PSICOLOGÍA Y EL JEFE

Tte. Coronel HORACE E. TOWNSEND-

Todo aquel que se. precie de . ser un buen jefe debe conocer-la conducta o proceder humanó. El hombre es un instrumentofundamental en la guerra. Mientras otros varían, él permanece re-lativamente constante. A menos que conozcamos la manera deproceder y otros atributos básicos de los hombres cometeremoserrores crasos en el planeamiento y ejecución de las operaciones-militares.

Por lo tanto, el jefe militar debe conocer a sus hombres y sercapaz de modelar la conducta de ellos a fin de lograr unidad depropósito y esfuerzo. Esto no cae del cielo sino que hay que pla-nearlo concienzudamente y promoverlo sistemáticamente.

Comprensión del proceder humano

Los jefes aprenden a conocer a los hombres de las siguientesmaneras:

Primera, por experiencia en el mando de tropas. Desde losalbores de la historia militar se usa este método para comprendersimple y prácticamente el proceder humano. Los jefes militaresque han estado al mando de tropa por largo tiempo, llegan a ad-quirir tal habilidad en esto que muchos de ellos levantaron gran-des ejércitos y ganaron importantes batallas simplemente porqueconocían cómo actúan las tropas. La manera mejor para conocera los hombres es estando al mando de ellos.

Segunda, a través del estudio. Sin embargo, hay que sabercómo y qué estudiar. Es provechoso estudiar las experiencias aje-nas. Los jefes que tienen más experiencia y edad enseñan a losmás jóvenes y de menos experiencia. Este sistema tiene sus limita-ciones, pues es imposible transmitir por completo la experiencia.Si es posible enseñar métodos o técnicas, pero la comprensión delproceder humano, esencial a la selección propia y aplicación de-técnicas, debe ser adquirida por otros medios.

El proceder humano es un problema que puede estudiarseper se. Ese estudio científico del proceder humano es lo que lla-mamos psicología, o sea, el comprender por medios científicos alos hombres. Es la información que se obtiene acumulando, inves-tigando, clasificando y formulando sistemáticamente datos, he-chos y estadísticas sobre la conducta humana, y luego usar estos


datos, etc., para establecer las verdades o leyes que gobiernan elproceder del hombre. A falta de experiencia en el mando, la psicolo-gía enseña a comprender, aunque limitadamente, qué piensa el sol-dado y por qué se conduce de tal o cual manera.

El jefe sin experiencia debe estudiar ambos: psicología y lasexperiencias de otros conductores. De esta manera aprende uncaudal de técnicas que otros emplean con éxito y aprende cómohan de reaccionar los hombres a esas técnicas. Sin embargo, losconocimientos que adquiere del estudio no son comparables con losque le da la experiencia, pero es el substituto mejor a su dispo-sición.. En los períodos de expansión rápida del ejército, cuandono hay tiempo para aprender por experiencia, el estudio consti-tuye el medio más práctico para conocer a los hombres. Los jefescompetentes combinan la experiencia y el estudio.

Aplicación de la Psicología

El jefe debe conocer las capacidades y limitaciones de la psi-cología antes de aplicarla.

Capacidad. —La psicología ayuda al jefe a:1. Prever las reacciones de los hombres.2. Influir en sus hombres, a fin de que interpreten la situación

objetivamente.3. Adaptar favorablemente a los hombres a determinada si-

tuación.4. Ajustar la situación para beneficiar los hombres.5. Conocerse a sí mismo y tratar de corregirse.

Limitaciones

1. La psicología sólo complementa la experiencia en el man-do. Es una herramienta adicional y no un objetivo en sí.

2. Las finalidades de la psicología son limitadas. La psicolo-gía existe como ciencia desde hace poco más de medio siglo y aúnno ha analizado el intrincado ser humano al extremo de predecircon seguridad su proceder en cualquiera situación. Así que hastatanto no progrese más, el don de mando debe permanecer como el" a r t e " de aplicar hábilmente los conocimientos aprendidos porla experiencia.

3. Las reglas que nos ofrece la psicología son de carácter ge-neral, y debemos aplicarlas juiciosamente y de acuerdo con lascircunstancias.

4. Es peligroso contar con pocos conocimientos. No debe-mos utilizar a los hombres como si fueran conejillos de india. Porlo tanto, los jefes deben emplear sólo aquellas enseñanzas psicoló-gicas ya probadas y que él conoce perfectamente.


5. La psicología militar ha sido objeto de muy pocos estudios.Es una aplicación especial de la psicología general. No todas susenseñanzas deben aplicarse ni tampoco intentar hacerlo. El medioambiente militar es muy diferente al, que han estudiado los psi-cólogos.

El proceder y la causa

Todo proceder es el resultado de alguna causa. El hombreno actúa porque sí y no se funda en la oportunidad o caprichoarbitrario. Siempre hay alguna causa que se descubre estudian-do la situación del individuo. El soldado cree que tiene razonesbuenas y suficientes para hacer o dejar de hacer algo; pero a me-nudo los comandantes no conocen esas causas. Para modificar elproceder hay que examinar primero el resultado para determinarsu causa.

Los factores básicos que causan el proceder son la situacióny el individuo. Ambos están interrelacionados y se afectan el unoal otro. Por lo tanto, para modificar el proceder es necesario al-terar el individuo, la situación o ambos. Para encontrar la causaes necesario analizar la situación, el individuo, o ambos. Esta rela-ción estrecha se expresa por la fórmula:

Situación más Individuo (Causa) igual Proceder (Resultado).

Corrigiendo la causa

Para modificar el proceder, en necesario corregir la causa.Una vez que el jefe conoce la causa que motiva el proceder inde-seable puede hacer algo para corregirlo. El individuo no se dis-culpa porque tiene razones buenas. Es necesario que enmiendesu conducta. La modificación es mucho más efectiva si se evita lacausa en vez. de culpar al. individuo y usar la autoridad para co-rregir el resultado. Por ejemplo, la mejor manera para conseguirdisciplina es castigando al culpable, no por el mero hecho de queel individuo es culpable de una ofensa sino para que se conduzcabien en el futuro y evitar que otras personas incurran en la mismafalta. Como el individuo es al fin de cuentas quien gobierna su pro-pia conducta, el jefe obtiene los resultados mejores ayudándolo aque se ayude a sí mismo. Para esto tiene que o cambiar la situacióno alterar el soldado.

A menudo los jefes deben desistir, aunque temporalmente, delocalizar la causa. En las relaciones humanas (particularmente en-tre el personal militar) surgen situaciones emergentes donde elresultado es más importante, momentáneamente, que la causa.El jefe debe atender esas situaciones inmediata y efectivamente yejercer su autoridad, a fin de que los hombres se conduzcan como

M. del E. 9.


deben. Más tarde, si hay tiempo, estudia el motivo y, toma la ac-ción correctiva necesaria para evitar que se repita tal situación.Este proceso en manera alguna, tiende a invalidar el método de"Causa-resultado", para corregir el proceder, sino que altera elorden para resolver el problema.

La situación y el proceder

El individuo reacciona en determinada situación, no por lasituación en sí, sino como él la aprecia o percibe. Muchas veceslogramos cambiar la conducta de un hombre haciéndole ver co-mo verdaderamente es la situación. Por ejemplo, la conducta per-sonal del jefe influye grandemente en el proceder de sus hombressi el jefe indica, bien sea por palabras o por acciones, que élconsidera la situación crítica y que probablemente afectará la se-guridad de los hombres, éstos interpretarán la situación de esamisma manera. Por lo tanto, tenemos que los jefes ayudan a loshombres a interpretar propiamente la situación.

No siempre es posible modificar la situación. El jefe y sushombres se enfrentan muchas veces con situaciones que no permi-ten modificaciones importantes. El jefe debe enseñar a sus hom-brse a interpretar propiamente la situación en que se encuentrany a resolver sus problemas. Además, hace todo lo posible por ali-viar sus penalidades.

Si una causa afecta la conducta de muchas personas, el jefedebe tratar de corregir la situación. Pero si son pocos los hombrosafectados, definitivamente las técnicas deben dirigirse a corregiral individuo. Si hay problema sin cambio en la situación, es necesa-rio que los hombres la interpreten mejor.

Situaciones que ocurren frecuentemente

Las situaciones siguientes requieren ayuda del comandantepara que el individuo se adapte propiamente a ellas.

1. Ocurren frecuentemente durante el adiestramiento.a) La falta del hogar y de las relaciones de familia.b) Reglamentación.c) Disciplina.d) Demandas físicas extremas.e) Falta de comodidades personales, como actuar previda-

mente, etc.f) Subyugación de los intereses y de la voluntad.g) Destino inadecuado.b ) Rivalidad y competencia.i) Problemas en el hogar.j) Poca oportunidad para ascender.


2. Ocurren frecuentemente a los no combatientes en ultra-mar:

a) Inseguridad en cuanto al futuro.b) Separación del ambiente familiar.c) Soledad y monotonía.d) Soportar privaciones por largo tiempo.e) Clima desfavorable.3. Ocurren frecuentemente en el frente:a) Miedo.b) Cansancio mental y físico.c) Servicio ilimitado en unidades terrestres de combate.d) Inseguridad respecto a ios planes para la postguerra.e) Falta de identificación con las unidades en el sistema de

reemplazos.f) Pérdida frecuente de amigos.

La personalidad y el proceder

El otro factor que hay que considerar en la fórmula "causa-resultado" es la personalidad, término colectivo que usan los psi-cólogos para describir al individuo. Mente y personalidad no sonsinónimos sino que ésta, que es el conjunto de cualidades que cons-tituyen a la persona, incluye la primera. La personalidad encie-rra la estructura intelectual, emocional y física. En resumen, estodo lo que una persona fue, es y espera ser en el futuro.

La personalidad tiene su origen y desarrollo en la herenciay el medio ambiente. Es de poca importancia saber cuánto contri-buye cada uno de ellos a la formación del todo. Basta saber queel medio ambiente significa experiencias pasadas, y que es la úni-ca parte modifiecable de la personalidad. Cuando decimos modifi-car el proceder modificando al individuo queremos significar al-terar el efecto de las experiencias pasadas o presentes, que contri-buyan a causar el proceder actual.

Como la personalidad resulta de la experiencia, tenemos quees imposible que haya dos personalidades idénticas, pues es inve-rosímil "que dos personas tengan las mismas experiencias pasadas.Por lo tanto, como el individuo interpreta la situación de acuer-do con sus experiencias pasadas, el proceder de los hombres varíaextensamente. Es imposible encontrar dos individuos que actúeny piensen exactamente de la misma manera. Cada individuo reac-ciona a determinada situación de acuerdo con la impresión per-sonal que tiene del jefe y el método que emplea el jefe para diri-gir su conducta.

El jefe militar competente reconoce que los individuos sondistintos unos de otros y, por lo tanto, aplica técnicas diferentesen cada caso para obtener el proceder que desea de cada uno. Es-tas técnicas se conocen como "Son de mando individual", o sea,


tratar a cada hombre individualmente. Precisa que el jefe respetela dignidad e individualidad de cada hombre que está bajo sus ór-denes. Esas son las cualidades de mando que debe tener el jefede sección quien a diario estimula y da fuerzas a cada uno de sushombres para hacer frente a sus problemas personales!. Para quesea eficaz hay que temer un interés constante y sincero en los asun-tos de otras personas y el deseo ferviente: de ayudar a los demás,aún contra nuestra propia voluntad. He aquí algunas técnicascientíficas que se emplean comúnmente en el ejército para ayudara los hombres a adaptarse a las distintas situaciones. Estos méto-dos evitan el proceder indeseable.

1. Técnicas estandarizadas y que provee el ejército:

a) Selección de los destinos.b) Clasificación de las ocupaciones y pericias.c) Métodos para medir las aptitudes de los individuos a fin de

destinarlos de acuerdo con sus habilidades.d) Destinos apropiados.e) Programa de adelantamiento profesional.f) Mejoramiento constante de la vestimenta, equipo y ali-

mento.g) Facilidades para estudiar.h) Adiestramiento, tanto físico como mental, para ayudar al

individuo a resolver sus problemas.

2. Comúnmente empleados por los jefes, pero que no son nor-mas fijas.

a) Aconsejar a los hombres sobre sus problemas personales.b) Medidas disciplinarias.c) Identificar al soldado con l, a unidad.d) Fomentar la correspondencia personal.e) Sistema de pases y licencias para diversión y descanso.f) Facilidades de alojamiento y diversión.g) Ayuda de la Cruz Moja y otras agencias para solucionar los

problema en la familia.h) Bienestar físico y otras conveniencias.i) Estrechar los lazos y responsabilidades con la familia.

Hasta los jefes de las grandes unidades deben utilizar las téc-nicas del"don de mando individual". La naturaleza de las dife-rencias en personalidad quizás dé a entender que sólo deben com-prender y aplicar dichas técnicas los comandantes de las pequeñasunidades, quienes están diariamente en contacto con los hombresde su mando. Es igualmente importante que el general compren-da íntimamente las cualidades personales de los oficiales que com-ponen su Estado Mayor y de sus subordinados inmediatos. Algu-nos habrá que supervisarlos de cérea, otros deberán ser estimula-


dos. A algunos podrá confiar misiones independientes; otro nece-sitan órdenes precisas y pormenorizadas. Cada uno es una persona-lidad distinta y es imposible esperar que actúen y piensen exacta-mente igual porque han; recibido el mismo adiestramiento. La infor-mación que les suministren debe interpretarse tomando en conside-ración la personalidad del que la envía. La situación no es tan bue-na o tan mala como dice la información que dan al general. Los pla-nes, órdenes y acciones de cada uno reflejan la individualidad de

sus personalidades. El jefe influye en la personalidad de todo aquelque tiene relación personal con él. Recordemos, que no basta con lo-grar buenos resultados; sino que éstos deben ser tales que real-cen la confianza, respeto y cooperación leal de todos aquellos conque el jefe está diariamente relacionado.

Alterando la personalidad

Algunas características de la; personalidad pueden ser modifi-cadas, otras no. Es importante saber cuáles son aquellas cuandoqueremos que los hombres se ajusten a determinada situación. Só-lo las características adquiridas por experiencia son alterables: esinútil tratar de variar las hereditarias. Así el jefe no lograría ha-cer un buen músico a un soldado que no tiene talento para la mú-sica con solo transferirlo a la banda. Por el contrario, obtiene me-jores resultados si destina a los hombres a aquellas ocupacionespara las cuales ellos poseen aptitudes y se les haga fácil aprender.Las siguientes reglas generales son aplicables.

Entre las características adquiridas fáciles de modificar seencuentran las costumbres, actitudes y preferencias. El tempera-mento e inestabilidad emocional son difíciles de modificar y lascaracterísticas hereditarias, tales como la inteligencia, aptitudes ylas dotes que da la naturaleza a ciertos individuos, por lo regularson imposibles modificarlas.

Aquellos individuos con características inalterables, pero quela naturaleza no les dotó lo suficiente para desempeñar eficiente-mente una misión, deben redestinarse a tareas que estén dentrode sus capacidades. Hasta este punto, vemos que es necesario a ve-ces adaptar al individuo a la situación.

La personalidad del jefe

El jefe debe tener una personalidad predominante. Hastaahora, no habíamos considerado al jefe en la ecuación del proce-der humano. El también tiene su personalidad y su don de mandoes tan eficaz como sus atributos y experiencia. Tan pronto el jefepone en práctica el "don de mando individual" hay un choque en-


tre su personalidad y la de los hombres a sus órdenes. En igualdadde condiciones, aquél con la personalidad más notable evidente-mente predominará. Por lo tanto, el jefe debe desarrollar su per-sonalidad a tal grado que domine las diferentes situaciones re-sultantes del proceder de sus hombres. El tendrá que afrontarproblemas de más vasto alcance que los que normalmente él expe-rimentaría si fuera un subalterno. Además, él debe ser capaz dedominar las personalidades del grupo, que son más complejas quelas individuales. Si aplica técnicas que no conoce a cabalidad oque no se adaptan a su propia personalidad, muy probable que sushombres lo tilden de que no es sincero y sus esfuerzos serán fúti-les. Por lo tanto, debe analizarse constantemente a sí mismo ytratar de desarrollar características que mejoren su personalidad.De esta manera amplía el número y alcance de aquellos que él pue-de aplicar eficazmente.

Muchas personas han tratado de determinar los atributospeculiares del jefe ejemplar, pero en general han fracasado debidoa que interpretan consistentemente esos atributos. Podemos men-cionar algunos jefes militares eminentes que no tuvieron algunasde esas cualidades. No sabemos de comandante militar destacadoalguno que las poseyera todas en grado superlativo. No es de im-portancia la opinión, definición y la evaluación de ellas que hagatal o cual jefe. Lo importante que él trate constantemente de apli-carlas para modificar la conducta de sus hombres.

He aquí algunas de las características personales deseablesaceptadas más comúnmente:

Cultura. Resistencia.Discernimiento. iniciativa.Valor. Porte.Integridad. Justicia.Confianza (inspirarla). Entusiasmo.Tacto. Abnegación.

Es esencial una armoniosa combinación de los atributos. Sólohemos mencionado los más fáciles de identificar. Otros de gran va-lor son combinaciones, variaciones y contradicciones de los ante-riores. Lo más importante es adquirir una combinación armoniosade ellos aunque predominen uno o más, pero ninguno deberá es-tar en oposición. El jefe militar, para mejorar su personalidad,debe seleccionar uno de los atributos mencionados y aplicarlosconscientemente como él lo entiende. Después de practicarlo porbastante tiempo, entonces debe escoger otro y así sucesivamente.De esta manera, sus cualidades de mando serán una combinaciónarmoniosa de características que se pondrán de manifiesto en to-do lo que él diga o haga.


Proceder del grupo

Aunque es cierto que el jefe debe emplear constantemente"el don de mando individual", es necesario que él enfoque prin-cipalmente su atención a dirigir e influir en la unidad. Esto seaplica particularmente a los comandantes de fuerzas importantesquienes no tienen la ventaja de estar en contacto diario estre-cho con todos los individuos bajo su mando. El jefe tiene que com-prender que sus esfuerzos pertenecen principalmente a su unidad.Una fuerza grande no se puede mandar como si fuera un indivi-duo, sino como grupos o unidades. Por lo tanto, es esencial com-prender el proceder del grupo y como puede modificarse para ayu-dar al comandante a desempeñar su misión.

Ya hemos dicho que el proceder de los hombres varía exten-samente como resultado de la experiencia. Sin embargo, es pam-dójico que existan conductas extraordinariamente parecidas poresa misma razón. Todos los individuos parecen poseer, aunqueen grados variantes, las mismas habilidades y rasgos. La mayorparte de esta semejanza se debe. a la sociedad en que vivimos. 'Losmiembros de una sociedad democrática están expuestos a las mis-mas influencias religiosas, educativas, gubernamentales y otras re-laciones, que tienden a crear creencias, actitudes y costumbres si-milares.

Además, cuando los hombres se unen en un esfuerzo comúnel proceder de cada individuo del grupo hace que el proceder delos demás sea similar al suyo. Esta reacción en cadena reduce elefecto de las diferencias individuales y amolda el proceder delindividuo a las normas del grupo.

Eventualmente, el grupo adquiere unidad y norma de proce-der identificables y fáciles de predecir.. El jefe desarrolla esa per-sonalidad del grupo en algo que está por encima de las persona-lidades de los miembros del grupo. Una vez establecida, la perso-nalidad del grupo tiende a persistir aun cuando cambie la mayorparte de los miembros que lo integran.

La dirección del grupo

La personalidad del grupo demanda que cada uno de susmiembros se adapte y contribuya en el esfuerzo cooperativo. Deahí que esa fuerza puede causar lo mismo un proceder indeseablecomo deseable. Un individuo integrado en cierta unidad cuya in-disciplina es notoria, por lo regular será indócil, aun cuando talproceder no esté en armonía con su personalidad individual. Porconsiguiente, uno de los medios más efectivos para modificar elproceder del grupo, así como el de cada uno de sus miembros, esdesarrollando el "esprit de corps". Mientras más levantado sea el"esprit" de la unidad más valiosos son los esfuerzos individuales.


El adiestramiento militar tiene por fin desarrollar el proce-der del grupo. Cuando en el adiestramiento las personalidades in-dividuales reaccionan propiamente unas con otras hay esfuerzocoordinado, se reduce el efecto de las diferencias de las personali-dades y todos los miembros del grupo contribuyen de manera: si-milar con su conducta. La repetición de ese proceso amolda laspersonalidades individuales en un proceder modelo, y, de ahí, por-qué es importante adiestrar a los hombres en grupos (teams). Esetipo de adiestramiento fomenta la disciplina, pues el hábito obligaa los individuos a cooperar. Además, el adiestramiento eficientepreserva la iniciativa individual en la cooperación de tal maneraque, en ausencia de órdenes, el individuo actúa inteligentementecomo si tuviera tales órdenes. El adiestramiento, al dirigir el es-fuerzo individual hacia el fin único que persigue la unidad, esta-blece normas de proceder en la unidad, sin destruir la iniciativaindividual.

Todo individuo se enorgullece de pertenecer a una organiza-ción que posee un alto grado de adiestramiento y "esprit decorps". El voluntariamente olvida sus deseos personales por coo-perar con sus compañeros. Esa es la forma de disciplina más posi-tiva y eficaz: la autodisciplina. Para conservar la personalidadde la unidad hay que establecer reglas y códigos de conducta, ycastigar lo antes posible a aquellos individuos que no cumplan conellos. Si no se toma esta medida a tiempo, su comportamiento pro-ducirá una reacción en cadena perjudicial a la unidad. Esta esmás bien una disciplina negativa o protectora.

El discernimiento y percepción del grupo son más agudos quelos de sus miembros individuales. La unidad concentra los rasgospersonales de sus miembros y analiza rápidamente la situación yal jefe. El jefe resuelto, que conoce sus deberes y los desempeñaeficientemente, impresiona favorablemente a sus hombres. Deigual manera, los hombres pronto conocen al jefe que no tiene losconocimientos necesarios o que no sabe afrontar la situación. Esosjefes tienen que depender únicamente de su autoridad, lo que re-sulta en un rendimiento mediocre.

Elementos destructivos

Algunas causas del mal comportamiento del grupo son la sor-presa, el ocio y el fracaso. La sorpresa es un enemigo de la unidaddel grupo porque la percepción es más ligera que la adaptabilidad.Esto causa confusión. Hace que los hombres crean estar abandona-dos de sus jefes y por ultimo pierden la confianza en ellos 'y en launidad.

El ocio embota el espíritu de la unidad. La iniciativa prolon-gada hace que los hombres se preocupen demasiado por sus pro-blemas personales y a que encuentren las cosas más difíciles de lo


que verdaderamente son. Como resultado surgen las disencionesy el descontento.

El fracaso o el trabajo mediocre deprimen el "esprit decorps" de la unidad. Cuando ésta fracasa, no sólo, pone en tela dejuicio sus propias capacidades sino que hace que los hombres pier-dan la confianza en sus jefes. Ya que la magnitud del fracaso semide por las consecuencias, los hombres no consideran el fracasoen el adiestramiento tan seriamente como en el combate. Sin em-bargo, uno y otro son igualmente perjudicial a la unidad, pues, loslogros durante el adiestramiento producirán resultados similaresen el campo de batalla. Por consiguiente, el jefe que conoce a sushombres emplea su unidad estrictamente de acuerdo con sus capa-cidades. El economiza esas capacidades y evita desperdiciar suefectividad en acciones o tareas inconsecuentes. Sólo exige de sushombres lo que realmente es necesario para el buen cumplimiento-de la misión. Mientras tanto, lucha continuamente por aumentarlas capacidades de su comando.

Actitudes

Las actitudes son creencias u opiniones que tienen cierto ca-rácter de permanencia. Son importantes para el comandante porque indican las predisposiciones del proceder dentro de la unida-des militares. El jefe competente reconoce estas predisposiciones.y selecciona técnicas para modificarlas o para modificar hábil-mente la situación.. La acumulación y clasificación de datos sobrelas actitudes requieren gran pericia y deben llevarse a cabo cien-tíficamente. Este servicio lo provee el Departamento del Ejército.Los reglamentos prohiben a los comandantes de unidades condu-cir estudios similares sin permiso especial.

Las gráficas muestran algunas de las actitudes de grupos desoldados norteamericanos que si se interpretan, correctamente,pueden servir para seleccionar técnicas de mando más efectivas.

Entendemos por don de mando el arte de "influir y dirigir-hombres". Psicológicamente, es el arte de "modificar el procederen forma determinada". "El influir en los hombres" logra la mo-dificación deseada del proceder sin que el comando se dé cuentade ello. El "dirigir a los hombres" logra el mismo resultado, peroen este caso el comando se da cuenta exacta de ello. Ambos méto-dos son efectivos y deben emplearse. Para seleccionar y aplicar elmás efectivo de los dos hay que conocer cómo habrán de reaccio-nar los hombres.

Todo proceder tiene su causa. La modificación del comporta-miento más efectiva se logra cuando el jefe enfoca sus técnicas

RESUMEN


directamente en la causa. La causa puede radicar en la situación,en la personalidad o en ambas.

El comandante militar que trata de modificar la conducta desus hombres tendrá más éxito si:

Primero, determina qué situación podría causar o procederfavorable o desfavorable del individuo o la unidad.

Segundo, se asegura que cada individuo interpreta la situa-ción objetivamente según afecta la unidad y la misión.

Tercero, toma medidas para que la unidad se adapte a la si-tuación.

Cuarto, ajusta la situación (al límite de sus medios) en con-sonancia con la personalidad de la unidad.

El jefe de una división recién movilizada desea levantan lamoral de su unidad. ¿Qué propensiones tienen los hombres queayudan al jefe a seleccionar las técnicas apropiadas? Véase laGráfica 1. Si no existen circunstancias atenuantes que causen unadesviación de la norma, el jefe puede confiar que los resultados se-rán muy similares a los de la gráfica.

El esfuerzo aunado ("teawork") y orgullo en la unidad de-ben recibir el énfasis mayor para levantar la moral. ¿Qué métodosemplea el jefe para que el soldado se enorgullezca de su unidad?Véase Gráfica 2.

Supongamos que la división ha sido destinada a ultramar yel jefe desee preparar a sus tropas para la zona de combate. ¿Tie-nen los hombres fe ciega en nuestra causa? La Gráfica 4 indica quees necesario orientarlos en ese respecto durante el adiestramien-to.


¿Debemos hacer creer a los hombres que estarán en ultramarmucho tiempo? La contestación está en la Gráfica 5. Aquellos quecreen que la guerra durará más de un año estarán más conformescon el servicio de ultramar.

¿Los oficiales de la división deben estar preparados para ven-cer qué obstáculos? Es obvio, según la Gráfica 5, que deben velarpor el bienestar de sus hombres.

Además, es necesario desarrollar y poner en practica técnicasque eliminen las condiciones analizadas en la Gráfica 3, especial-mente las primeras cuatro.

Estudiando a los hombres es fácil determinar qué predisposi-ciones o actitudes puede el comandante aprovechar. Interpre-tándolas correctamente se adquieren ciertas indicaciones sobre laefectividad relativa de las varias técnicas de mando deseables. Es.posible que debido a problemas peculiares de cierto grado o uni-dad particular surjan variaciones entre el proceder resultante ylas disposiciones. Es necesario entonces determinar la causa espe-cífica.

De la Revista de los Servicios del Ejército (Argentina).


•

M I S C E L A N E A S

La verdadera esencia de la movilidad en el combate no radica enlos vehículos de transporte, en los aeroplanos ni en los carros de com-bate; se oculta donde siempre estuvo: en el corazón, en los músculos yen el cerebro del soldado corriente.

El carro, avión o cañón autopropulsado más perfecto no tienen mo-vil idad ni potencia ofensiva alguna hasta que no encuentran un hombredecidido que los utilice, y los hombres decididos a jugarse la vida nosurgen automáticamente por la mera razón de que un país haya apren-dido a producir las máquinas más perfectas.

Mientras más acostumbrado esté un comandante a exigir algo a sussoldados, tanto mas seguro estará de conseguir lo exigido. El soldadosiente orgullo de echar la vista hacia atrás y comprender la magnitudde las fatigas soportadas y de los peligros vencidos con faci l idad.

La movilidad en el combate seguirá estando en el hombre, en lalealtad básica, en la visión y en la inteligencia que le permitan ver lasoportunidades y en el sentido del deber que le impulsó a aprovecharlarápida y eficazmente.

LA ARTILLERÍA EN LA SEGUNDA 143

LA ARTILLERIA EN LA SEGUNDAG U E R R A M U N D I A L

Composición, empleo y perfeccionamiento.

De la publicación sueca Kungl Krigsvetenskaps-Akade-miens Handlingar och Tidskrift.

Durante la primera fase de la segunda guerra mundial, enlos relatos e informes de guerra predominaban las noticias rela-tivas al empleo de fuerzas aéreas y acorazadas. Y aunque la Ar-tillería y la Infantería tuvieron grandísima importancia en el con-flicto, no obstante, no se habló ni se escribió tanto de ellas, consi-derándolas como Armas "clásicas".

A medida que la guerra avanzaba, nos fuimos dando cuentade que tanto la Infantería como la Artillería mantenía su impor-tancia tradicional. Por lo que a la Artillería se refiere, su influen-cia dominante en las acciones bélicas decisivas se puso de mani-fiesto especialmente en los últimos tres años del conflicto, o seadesde 1942 a 1945.

En los últimos tiempos de la guerra, un General norteameri-cano (J. A. Crane) afirmó "la Artillería representa la fuerza dechoque en el ataque y el esqueleto de la defensa", lo que, segúnél, es una de las lecciones perdurables aprendidas en las campa-ñas de África y de Europa. Otro alto Jefe puso de manifiestoque las tropas de un Ejército democrático no suelen lanzarse alataque sin haber sido antes eliminada la resistencia enemiga me-diante la acción de la Artillería. En Italia, por ejemplo, se llegóhasta el extremo de lanzar algunos disparos de artillería de vezen cuando por encima y a vanguardia de las tropas en los avances,aunque no existiese ninguna resistencia, con el único objeto dehacer sentir a éstas la presencia de aquella.

Los rusos, teniendo en cuenta que los grandes éxitos, duran-te el período 1943-45, fueron alcanzados mediante la acción dela Artillería, llegaron a decir: "la Artillería es el dios de la gue-rra".

Composición de las Unidades artilleras.

Todas las naciones dividieron su Artillería en divisionaria, enCuerpo de Ejército y de Ejército. Algunos llegaron incluso a crearuna Artillería para la Infantería.


La Artillería divisionaria tenía, por lo general, las caracte-rísticas siguientes:

En Rusia existía Regimientos de Artillería divisionaria, com-puestos de Grupos ligeros, con piezas de 76 mm. y obuses de 122,y de Grupos de obuses de 150 mín: Durante la guerra, las piezas de150 mm. pasaron a la Artillería de Cuerpo de Ejército, con el finde poder dirigir su potencia de fuego concentrado desde una posi-ción más central. A medida que iba aumentando la producción dearmamentos, se amplió la organización de la Artillería divisiona-ria rusa. Al fin de la guerra estaba compuesta de tres Grupos de76 mm. y de un Grupo de obuses de 122 mm. Rusia (además delJapón) es la única nación que tiene la pieza de 76 mm. como basede la Artillería divisionaria. Esto se debe, probablemente, a la difi-cultad de movimientos en invierno, a causa de las abundantesnevadas, y en verano y en otoño, por el fango producido por losdeshielos. Tanto sus cañones de 76 mm. como los obuses de 122mm. son muy modernos y abundantes.

En Alemania, la Artillería divisionaria estuvo compuesta du-rante la guerra de tres Grupos de obuses de 105 mm., y de unode 150 mm. Esta plantilla se había fijado antes de la guerra, envista de experiencias anteriores.

En Inglaterra hacía ya tiempo que se había adoptado la pie-za única de 87 mm. La Artillería divisionaria, que constituía elnervio de la Artillería en general, estaba constituía por un número-de Grupos bastante elevado.

En Norteamérica se había copiado la plantilla alemana detres Grupos de obuses de 105 mm., más uno de 150. No obstante,después de la guerra se ha añadido a la Artillería otro Grupo de150 mm., con lo que el total asciende a cinco Grupos.,

En Finlandia, la Artillería divisionaria comprendía de tresa cuatro Grupos por lo general, con piezas de 76 mm. El tipo delos cañones, no obstante, variaba según las disponibilidades.

La Artillería de Cuerpo de Ejército y de Ejército no ha te-nido nunca, como la Divisonaria, una composición fija. En lamayor parte de las naciones ha estado siempre constituía por undeterminado número de Grupos autónomos; que podían ser asig-nados al sector en que se hubiese previsto la necesidad de una ma-yor masa de fuego. En general, la fuerza de Artillería de Cuerpode Ejército era antes inferior a la de la Artillería divisionaria, te-niendo en cuenta que cada División solía ser reforzada, ordina-riamente, por vino, dos o tres Grupos de la de Cuerpo de Ejército,o más aún, en el caso de que se considerase necesario un granaumento de su potencia dé fuego. Pero durante la guerra esta ne-cesidad era permanente, por lo que, según las posibilidades decada nación, se aumentó la Artillería de Cuerpo de Ejercitó a unnúmero de Grupos por lo menos igual al de la Divisionaria. Creá-ronse entonces nuevos mandos de Artillería con el fin de poder

LA ARTILLERÍA EN LA SEGUNDA.... 145

organizar Agrupaciones de esta Arma cuando hubiese necesidad.de concentrar un número de Grupos superior a los de la Divisio-naria. A tal fin, existía, por ejemplo, en los Ejércitos finlandeses,y alemán un Comandante de Artillería, a las órdenes de los Man-dos de División de Cuerpo de Ejército y de Ejército, el cual, encaso necesario, asumía el mando táctico de la Artillería. Dicho Co-mandante de Artillería era un Coronel o un General, según queformase parte de un Mando de División o de uno de Cuerpo deEjército o de Ejército.

La gran necesidad de fuego de apoyo, tanto en el ataque co-mo en la defensa, dio lugar, en el curso de la guerra, no sólo alaumento del total de las fuerzas de Artillería, sino también a la-integración de toda la de Cuerpo de Ejército y de Ejército engrandes Unidades diversas. Los primeros que dieron este pasofueron los rusos, que organizaron Brigadas y Divisiones de Arti-llería. Fundamentaron esta decisión en el hecho de que las Uni-dades de Artillería eran mucho más numerosas que las correspon-dientes de Infantería. Para hacer posible el empleo de esta masade Artillería, así como su concentración en sectores de interés es-pecial, fue necesario organizar también la Artillería de Cuerpo-de Ejército y de Ejército en grandes Unidades, como continua-ción ascendente de las Brigadas y Divisiones de Artillería.

También los alemanes comenzaron en 1945 la organización deDivisiones de Artillería; pero tuvieron que desistir de ello, disol-viendo las que ya habían organizado, por escasez de cañones degrueso calibre.

La organización de una División de Artillería alemana erala que se indica en el siguiente gráfico:

D I V I S I O N DE A R TI L LE R l A A LEMA NA1. 943

M. del E. 10.


A falta de piezas de calibre adecuado, se emplearon obusesde 105. (Esta observación se refiere a los seis Grupos de obusesque en el gráfico figuran como de calibre 150). Cada Grupo es-taba constituido por 18 piezas.

Todo el fuego de esta División de Artillería podía ser diri-gido desde una posición central (con intervención de la bateríade dirección de tiro) por el director de tiro (patrulla O. C) , quetenía a su disposición algunos carros que marchaban inmediata-mente detrás de la Infantería y de las Unidades acorazadas. Deeste modo, se podía lanzar en poquísimo tiempo un volumen colo-sal de fuego contra varias posiciones.

Los modernos cañones alemanes de 170 aun., con un. alcancede unos 30, Km., eran los destinados a ser empleados especial-mente en la contra-batería y contra los nudos de comunicaciones;pero no se llegaron nunca a construir en cantidad suficiente.

Después de la guerra, Norteamérica se decidió tambien a orga-nizar Divisiones especiales de Artillería El proyecto consistía encrear una División de Artillería por cada Cuerpo de Ejército yotra para cada Ejército. En el indicado proyecto se aumentaba laArtillería divisionaria, asignándole cinco Grupos, con seis piezaspor cada Batería. De este modo se creaba en el Ejército norteame-ricano un volumen de fuego de Artillería tan enorme, que casiigualaba al del Ejército ruso. La División de Artillería norteame-ricana vendría a tener: los órganos de mando, cuatro Regimientos,con un total de 13 Grupos, con obuses de 150, cañones de 210 yobuses de 240 mm.

En el cálculo de las fuerzas de Artillería de las diferentesnaciones suele tenerse en cuenta la denominada fuerza relativade Artillería, o sea la relación que existe entre el número totalde piezas y el de los Batallones de Infantería. Por lo que a lasnaciones beligerantes se refiere, el número de piezas por cada Ba-tallón oscila de 8 a 18, según que se trate de pequeñas o de gran-des potencias. En el caso más favorable, habría por cada Batallónde Infantería un Grupo y medio (o un Grupo de 18 piezas), loque ya significa un importante apoyo de fuego.

En Finlandia, no obstante ser una nación que tiene solamenteuna población equivalente a los 2|3 de la Suecia y recursos econó-micos muy inferiores a los de esta última, la fuerza de Artilleríaen 1944 era proporcionalmente mayor.

La motorización es una de las características aparecidas du-rante la guerra y conservadas después, tanto por la Artillería pe-sada como por la ligera, con lo que esta Arma ha alcanzado lamisma movilidad que las Unidades acorazadas. La capacidad deavance por terrenos accidentados ha sido aumentada con la adop-ción de medios de tracción automóvil especiales para esta clasede terrenos, como camiones-oruga, y con piezas sobre montaje-oru-ga autopropulsado. La Artillería motorizada ha dado magníficos

LA ARTILLERÍA EN LA SEGUNDA..... 147

resultados, tanto en los campos de batalla de la Europa CentralOccidental como en las regiones desérticas de África. No ocurrió-lo mismo en Rusia y en Finlandia, donde las abundantes nevadas-de los largos inviernos, los pantanos en verano y los barrizales delotoño han constituido dificultades gravísimas. En estas dos na-ciones, y especialmente en Finlandia, existían algunas fuerzas de-Artillería ligera (muy pocas) hipomóviles. También los alemanestenían en las Divisiones ordinarias algunas Unidades de Artille-ría ligera hipomóvil, tal vez por dificultades de construcción ymantenimiento de elementos para la tracción mecánica. Además secomprobó en la larga campaña de Rusia que los camiones pesadosno dieron buenos resultados con nevadas fuertes y con caminossin afirmar. Además, no siempre se pueden mantener los vehículosautomóviles en estado de servicio, por lo que, en muchas ocasio-nes, las Unidades motorizadas se convierten en fácil presa delenemigo.

Táctica.

Existen infinidad de ejemplos en las grandes batallas de laúltima guerra que confirman la parte dominante que la Artilleríatuvo en la victoria. Durante los primeros años del conflicto, hubomuchísimas situaciones en las que, a pesar del. apoyo de la Avia-ción y de los carros, no se consiguió llevar a buen término, sin unfuerte apoyo de la Artillería, un ataque propio o rechazar unodel enemigo. La misma Finlandia, país más próximo y muy pare-cido al nuestro, nos dio algunos ejemplos muy provechosos. Yadurante el período bélico invernal los finlandeses habían compro-bado cuan difícil resulta llevar a cabo una defensa o una opera-ción ofensiva sin Artillería o con una Artillería insuficiente..Esta deficiencia se notaba mucho más ante la imposibilidad depoder llevar a cabo un adecuado fuego de contra-batería. A partir-de 1941, los finlandeses aumentaron notablemente el número de susUnidades de Artillería y el de piezas modernas. En el período ofen-sivo 1941-42 se emplearon siempre, en operaciones de masa, gran-des contingentes de Artillería, llegando a asignar 14 Grupos enapoyo de una sola División. Cuando no era posible hacerlo así, nose llegaban a conseguir ni siquiera los resultados normales (porejemplo, el ataque efectuado por los alemanes en dirección de-Salla en 1941, etc. ).

A medida que la guerra avanzábanse comenzó a utilizar cadavez más el empleo en masa de la Artillería para poder conseguirlos objetivos deseados. Los primeros que emplearon la Artilleríaen masa en gran escala fueron los rusos, en los combates defensi-vos delante de Moscú, a principios del invierno de 1941. Según:informaciones rusas, en aquella ocasión se llevó a cabo, para de-


tener la ofensiva alemana, una concentración de todas las Unida-des de Artillería disponibles. Después, los rusos continuaron em-pleando la Artillería en masa en machísimas ocasiones, y hacia elfin de la guerra, esta clase de empleo se utilizaba normalmente encualquier acción de alguna importancia. En la preparación delataque principal ruso en Stalingrado, en 1942, se emplearon másde 5. 000 piezas de Artillería, con una densidad de una pieza cadacinco metros. Durante todo el período del avance ruso hacia elOeste no hubo operación de alguna importancia en la que no to-maran parte piezas de Artillería con una densidad media de 150a 200 piezas por kilómetro. En la "gran ofensiva" se llegó a con-centraciones de Artillería de 500 piezas por kilómetro, como ocu-rrió en el istmo de Carelia en el verano de 1944, en el ataque aBerlín, en 1945 y en otras ocasiones. Este sistema fue llamado porlos rusos ataque de Artillería.

En el último año de guerra, y durante el período defensivode los alemanes, no llegaron éstos a poder organizar concentracio-nes de Artillería que pudiesen contrarrestar las de los rusos. Esindudable que, con acciones eficaces de contrabatería y de contra-preparación, se puede inducir al enemigo a desistir de algún ataqueeventual.

Los alemanes no disponían de las fuerzas necesarias paraguarnecer los amplios frentes que tenían que defender. Los espa-cios vacíos eran defendidos con el fuego de Artillerías situadasen posiciones preparadas de antemano. La escasez general de per-sonal daba lugar a que la mayor parte de las veces se confiase ladefensa a la Artillería que tenía, en muchas ocasiones, que cargarcon el 60% al 80% del peso de la lucha (si se nos permite expre-sarnos de esta manera).

La Artillería tuvo también gran importancia en las batallasdefensivas de los finlandeses. No fueron pocas las veces en que de-bido a su importante capacidad de fuego, el resultado fue favora-ble a la defensa; esto ocurrió especialmente en los duros combatesque tuvieron lugar al nordeste de Viborg y en las inmediacionesde Ayrapaa.

Parece ser que los aliados occidentales aprovecharon las lec-ciones del método ruso del "ataque de Artillería". Durante lascampañas de África, de Italia y después de Francia, sé llevaron acabo potentes ataques con el sistema ruso de concentración de Ar-tillería. Todos estos casos son conocidos, y por ello nos limitaremosa citar la batalla de El Alamein, en la que actuaron 360 piezas porkilómetro; la de Túnez, 500 piezas por kilómetro; Cassino, el pasodel Rin y la detención de la ofensiva alemana en las Ardenas. Entodas estas batallas quedó demostrado hasta la saciedad él pocoéxito de los bombardeos aéreos contra tropas agrupadas en posi-ciones defensivas en comparación con el fuego de asalto de laArtillería. Según manifestaciones de Oficiales alemanes interroga-

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dos después de terminada la guerra, Cassino representaba el ejem-plo típico de cuanto acabamos de decir.

Durante la guerra se aplicaron dos métodos diferentes en elempleo de la Artillaría: tino de fuego descentralizado y el otro defuego concentrado. En ambos casos han existido siempre razoneslógicas que aconsejaban el empleo de uno y otro método, y en nopocas ocasiones hubo que combinar ambos.

Durante la campaña de invierno, los finlandeses emplearon,por lo general, la Artillería por Grupos, autónomos, cada uno delos cuales cooperaba con una Unidad de Infantería. No teníanentonces los finlandeses Regimientos. El empleo de la Artilleríaestaba a cargo de los Comandantes de Artillería de las Divisioneso de los Cuerpos de Ejército. En el período comprendido entre1941-44 se siguió este mismo sistema; pero se comenzó a poner enpráctica el método de concentración. Algo muy parecido fue loque hicieron los norteamericanos con la Artillería divisionaria:organizaron, para su empleo en campaña, el denomidado Combatteam (Grupo de Combate), compuesto de un Regimiento de In-íantería y un Grupo de 105, que actuaba en cooperación. No obs-tante, durante la guerra, esta organización resultó demasiado ge-neral y monótona, y no fue posible siempre la flexible adapta--ciéíi de la Artillería a las exigencias de cada situación.

El sistema de concentración de la Artillería me empleado porprimera vez por los rusos, que pudieron ponerlo en práctica porel gran número de Unidades de esta Arma de que disponían. No sepuede en modo alguno concebir un empleo en masa de la Artillería,cuando esta Arma predomina sobre los demás elementos bélicos, sinun empleo concentrado, táctico y técnico de las Unidades de la mis-ma. Todas las naciones beligerantes dedujeron en esta materia lasmismas enseñanzas.

Por lo tanto, mientras los diversos Ejércitos no dispusieron deabundante Artillería, esta Arma fue empleada, por lo general, des-centralizada por Grupos autónomos; pero a medida que aquélla au-jnentó en potencia y en número, se generalizó el empleo conten ira-do de la misma. Se recurrió también a la combinación de los dosmétodos en los casos en que la Artillería divisionaria operaba par-cialmente por Grupos y la de Cuerpo de Ejército actuaba concen-trada bajo la forma de agrupación (Estados Unidos y Finlandia).

El Grupo ha sido considerado, generalmente, como unidad defuego, aunque en algunas ocasiones se haya considerado como talincluso la Batería.

La característica de los métodos de ataque empleados durantela segunda mitad del último conflicto mundial fue el enorme fuegode asalto producido por la Artillería.

El siguiente gráfico nos da una idea esquemática de ejemplode ataque raso contra una posición defensiva. El enorme desplie-


gue de Artillería nos da una idea de la increíble potencia de la pre-paración.

ATAQUE DE LA DIVISIÓN

El método que generalmente se empleaba era el siguiente: Conlas piezas de Infantería, con las de la Artillería divisionaria y conlas de Cuerpo de Ejército, y con unas cuantas de las de largo al-cance se abría el fuego al mismo tiempo contra las fortificacionesenemigas más próximas, sobre los asentamientos de las Baterías,sobre los Puestos de mando, Centros de abastecimientos y líneas decomunicaciones. El fuego alcanzaba, por lo general, una profundi-dad de 3 a 5 Km, pudiendo llegar hasta los 8 Km. El tiro directo-de las piezas de primera línea completaba la acción. Esta masa defuego rebasaba en anchura los límites laterales del sector de ata-que. La preparación duraba, generalmente, dos, tres y hasta cuatrohoras. Cuando comenzaba el ataque con los carros y la Infantería,se interrumpía el tiro en un espacio central, quedando así un pasoprotegido, a vanguardia y a los flancos, por una barrera de fuegoque acompañaba a las fuerzas avanzantes para detener eventualescontraataques enemigos. Cuando el ataque había ya alcanzado unadeterminada profundidad, el fuego de la Artillería continuabaacompañando a las fuerzas por medio de las piezas de largo alcan-

LA ARTILLERÍA EN LA SEGUNDA..... 151

ce, mientras la Artillería de apoyo avanzaba rápidamente paramantenerse continuamente en contacto con las tropas atacantes.

Los preparativos para el ataque se debían hacer con todo de-talle y, sobre todo, con absoluto secreto, con el fin de poder explo-tar el factor sorpresa. Las tropas de choque y la Artillería que de-bían efectuar el ataque eran trasladadas a las posiciones de parti-da en la noche anterior a la fecha señalada para la acción (istmode Carelia, 9 de junio de 1944). Con anticipación se preparabanlas municiones, se reconocían los objetivos, se llevaban a cabo lapreparación topográfica, etc. Además del mantenimiento del se-creto de los prepartivos se empleaban otros medios para 'desorien-tar al. enemigo. La anchura de la zona delfuego de a. salto hacíadudar al enemigo sobre cuál sería la dirección del esfuerzo princi-pal; además se dieron casos en que, después del fuego de prepara-ción, no se desencadenó el ataque, llevándose a cabo al día siguien-te, después de repetir la preparación de Artillería y, en algunasocasiones, a lo largo de otra dirección. Hubo veces en que el ataquede la Infantería y de los carros se efectuó por un flanco de la zonabatida por el fuego de asalto.

Tampoco se empleaba siempre el mismo momento para el co-mienzo del ataque. Por lo general, se empezaba al amanecer, y ca-sos hubo en que se desencadenó el ataque momentos antes de salirel sol. El ataque en gran escala, de noche, con una preparación muyminuciosa, fue llevado a cabo por los rusos y por los norteamerica-nos en los últimos tiempos de la guerra, precedido también de unafuerte preparación artillera.

Teniendo en cuenta las dificultades del empleo de los carrosen los ataques nocturnos, muy pocas veces, y solamente en determi-nadas circunstancias se llevaron a cabo ataques por la tarde, con-siderando que si, llegada la noche, el enemigo contratacaba, y es-pecialmente si lo bacía con carros, resultaba muy difícil la reuniónde las fuerzas propias. En caso de efectuarse ataques por la tarde,se hacía únicamente en poca profundidad.

La preparación artillera rusa para un ataque de gran enverga-dura ocasionaba al enemigo el 60% de las bajas. El enlace quedabatan destrozado, que resultaba difícil, por no decir imposible, a lasfuerzas contrarias la dirección de la defensa. Cuando el enemigono disponía de la artillería necesaria para contrarrestar la acciónde la de los rusos, debía recurrir a artimañas tácticas especialespara evitar un desastre. Tanto los finlandeses como los alemanesprocedieron a evacuar la zona más avanzada del sector defensivoen que se esperaba el ataque. En el gráfico que a continuación re-producimos se indica el despliegue defensivo a que nos hemos re-ferido.

En la parte más avanzada de un despliegue se dejaban algu-nas fuerzas ligeras para la defensa de los puestos avanzados y para

la defensa de las posiciones simuladas que en realidad constituían


Zona defensiva de la Artillería (intercomunicada toda ella de ser posible.

esta primera línea. Tres kilómetros, aproximadamente, más atrásse organizaba la defensa propiamente dicha, con la mayor conti-nuidad posible y preparada en todo momento, con las correspon-dientes defensas a retaguardia.

Tres o cinco kilómetros más a retaguardia se organizaba unadefensa en la zona de las Baterías, o sea una "posición defensivade artillería", en la que una posible penetración enemiga puedeser contenida, en último extremo, con la intervención del personalmismo de las Baterías o con el tiro directo de las piezas.

Preparada de esta manera la posición defensiva, el enemigomalgastaba gran parte de sus municiones de artillería, disparandosobre una zona que estaba casi completamente vacía, y se encon-traba, cuando comenzaba el avance, con la línea principal de la de-fensa poco menos que intacta. La zona de los puestos avanzados seorganizaba en terrenos apropiados para desencadenar contraataques.

La artillería de la defensa no debía abrir el fuego con el fiade no descubrir los verdaderos asentamientos de sus Baterías, has-ta que el enemigo hubiese comenzado el ataque propiamente dicho.Mientras tanto, entraban en acción las "baterías nómadas", que,situadas en posiciones muy avanzadas, dispararán unas veces enun lado y otras en otro, para dar la impresión de un despliegue deartillería bastante amplio. Cuando la preparación artillera enemi-pa lograba inutilizar el sistema de enlace, haciendo imposible ladirección del tiro y de la acción táctica, se ponía en práctica, comoúltima solución, el plan de contrapreparación automática, previa-


mente preparado ante la eventualidad indicada. El tiro, en ese caso,sé hacía prácticamente a ciegas, pero con algunas probabilidadesde alcanzar un resultado eficaz de contención.;

Al principio de la guerra se efectuaron a menudo ¡ataques decarros, después de una cortísima e inesperada preparación artille-ra, que era continuada por. las piezas de los mismos carros. Se ha-bía decidido emplear este método en consideración a la menor mo-vilidad de la artillería en relación con la de los carros. Reducidadespués la de éstos por la mayor eficacia de las piezas contracarro,y aumentados, en cambio, la movilidad y el alcance de "la artille-ría en los últimos tiempos de la guerra, raras veces se llevaban acabo ataques de formaciones sin haber sido precedidas de una vio-lenta preparación y de un continuo fuego de apoyo.

Varios técnicos en la materia, pertenecientes a los diversospaíses beligerantes, han expresado la opinión de que, para garan-tizar el éxito de un ataque llevado a cabo por una División desple-plaga en un frente de 2 Km. y en terreno abierto, se necesita, porregla general, el apoyo de unos 15 Grupos de Artillería. Dedúcese,pues, de esta afirmación que en el caso normal de emplearse dosRegimientos de Infantería (y otro en reservarse deberán emplearocho Grupos por Regimiento).

Ha quedado comprobado que el fuego de contrabatería consti-tuye un elemento de gran importancia. Al principio de la guerralos alemanes creyeron poder sustituir el fuego de contrabatería porlos bombardeos aéreos; pero no tardaron en darse cuenta que estemétodo no resultaba eficaz contra la numerosa artillería de los ru-sos. Para destruir una Batería es necesario gastar bombas de avia-ción o granadas de artillería por un valor superior al de la Bate-ría misma. Después de un bombardeo aéreo de unos cuantos minu-tos, la Batería puede entrar casi inmediatamente en acción. Encambio, con una acción de fuego artillero, repetido varias veces omantenido por un determinado período de tiempo, se puede inte-Trumpir la actividad de la Batería enemiga por el tiempo que seconsidere conveniente. Una de las condiciones necesarias para, elbuen éxito de un combate es que la Infantería y las Unidades aco-razadas tengan libertad de acción durante todo el ataque. Por ellose ha comprobado la absoluta necesidad de neutralizar la artilleríaadversaria durante dicho período de tiempo, empleando a este fin laartillería de largo alcance.

Estudiando las lecciones deducidas de los combates defensivosde los alemanes en el frente oriental, se puede establecer el siguien-te orden de importancia de las acciones artilleras:

1. Contrabatería.2. Contrapreparación.3. Fuego de barrera contra las posiciones principales enemi-

gas y a vanguardia de las mismas.


La Artillería de asalto, arma bien conocida desde los prime-ros días de la guerra, se ha convertido en arma de empleo funda-mental, bien como artillería de acompañamiento en el ataque, paraeliminar las defensas más fuertes y los pequeños centros de resis-tencia, bien como arma de apoyo en la defensiva, o, finalmente,como arma móvil contracarro en toda clase de combates. Se ha de-mostrado eficaz incluso en los combates dentro de las poblaciones.

Perfeccionamiento técnico.

Perfeccionamiento de la-pieza. —El perfeccionamiento de quefueron objeto éstas piezas, inmediatamente antes de la guerra ydurante el conflicto, consistió principalmente en un aumento ge-neral de calibre, con el fin de obtener una mayor eficacia del dis-paro aislado y mayor alcance. Así como antes se consideraba queun alcance de 10 Km. era ya bastante satisfactorio, esta distanciaes la mínima que puede tener en la actualidad una pieza de arti-llería; la de campaña tiene ya alcances máximos de 30 Km. Loscalibres de las piezas de la Artillería divisionaria oscilan entre los76 y los 150 mm., mientras que la de Cuerpo de Ejército está com-puesta, generalmente, por piezas de 105 a 240 mm. La pieza de 150mm. ha resultado un arma verdaderamente eficaz en diversas cir-cunstancias.

Para las acciones de contrabatería y contra las comunicacio-nes se han empleado comúnmente piezas de 150 a 170 mm. y aunde calibres mayores, con alcances que van dé los 20 a los 30 Km..Con el fin de aumentar la movilidad y el rendimiento de las piezas"remolcadas" se las proveyó de ruedas de goma.

Durante la segunda guerra mundial se introdujo en los Ejér-citos de las potencias beligerantes el uso de un nuevo tipo de mon-taje, o sea el montaje-oruga autopropulsado. LOS alemanes, en losprimeros tiempos de la guerra, emplearon las piezas de Artilleríade asalto para completar la acción de la ordinaria; pero despuésasignaron a aquellas empleos y misiones especiales. Hacia el finde la guerra se decidió dotar a las piezas de artillería destinadas;al fuego de acompañamiento de montajes autopropulsados sin nin-guna coraza protectora. Los norteamericanos fueron los primerosque pusieron en práctica esta idea, pues ya en 1944 en la campañade Francia emplearon numerosas Unidades con piezas autopropul-sadas. La pieza, montada en la forma expresada, continúa siendoun cañón normal sin que deba confundírsela con la pieza: de asaltoni con el carro de combate. Después de la guerra se ha aumentadoen Norteamérica esta clase de artillería, e incluso se ha llegado atomar en consideración la idea de convertir toda ella en autopro-pulsada. La ventaja principal de esta clase de cañón es la rapidezcon que puede entrar en acción; circunstancia muy importante, so-


bre todo para las piezas pesadas, cuya entrada en posición requie-re bastante tiempo. Tiene, en cambio, los inconvenientes de que re-sulta mucho más pesado que el cañón remolcado y puede ocultarsemás difícilmente. La opinión sueca es que las piezas que más seadaptan a este tipo de montaje autopropulsado son las de 105 ylas de 150 mm.

La Artillería de asalto estaba al principio de la guerra com-puesta exclusivamente por piezas de 75 mm.; durante el conflicto,éstas fueron sustituidas por otras de 105 y de 150 mm., con grue-sa coraza frontal. Empleáronse principalmente en los Ejércitos rusoy alemán.

Durante la guerra apareció otro tipo de artillería, representa-do por la pieza múltiple que disparaba proyectiles-cohete de cortoalcance. Esta pieza constituyó al principio una especie de "susti-tutivo" de la comente, por su mayor Rapidez de fabricación. Losprimeros que la emplearon fueron los alemanes, a los que siguieronlos rusos, y después los norteamericanos. Las cualidades más carac-terísticas de esta pieza son su enorme potencia instantánea de fue-go y su peso, relativamente ligero. Pero tiene varios inconvenien-tes: alcance corto, espacio de tiempo relativamente largo para, larecarga y el enfriamiento, grandísima dispersión y poco menos queimposibilidad de ocultamiento. Además, si el tiro se prolonga du-Tante un espacio de tiempo algo largo, su potencia de fuego resul-ta inferior a la de las piezas normales. Estas piezas lanza-cohetesno deben ser consideradas como artillería, en el sentido corrienteen que se emplea esta palabra, puesto que, al menos por ahora, nopueden ser empleadas en las misiones tácticas propias de aquellaarma, si bien pueden ser útiles en las secciones de fuego comple-mentarias de la artillería normal y en el fuego de asalto y decontrapreparación.

Los cañones sin retroceso, denominados "de escape posteriorde gases", no se han empleado, generalmente, como piezas de ar-tillería. Ya durante la campaña de invierno dé Finlandia emplea-ron los rusos una pieza de este tipo de 70 mm.; pero no resultóeficaz y no se volvió ni a hablar de ella. Ya hacia el fin de la gue-rra construyeron los norteamericanos cañones de esta clase, de ca-libres de 75 y de 105 mm., para uso de las tropas aerotranspor-tadas.

La tendencia a aumentar cada vez el alcance de las piezas,puesto que de lo que se trataba era de batir a un enemigo organi-zado en profundidad, dio lugar a la aparición. de varios sistemaspara lograr aquel fin pero al final de la guerra todos estos siste-mas estaban en fase de investigación. En este aspecto, parece serque fueron los alemanes los que estaban más adelantados; tenían,en efecto, entre manos las tres innovaciones siguientes: proyectilessubcalibrados, boca de fuego cónica y propulsión-cohete durante latrayectoria del proyectil.


El proyectil subcalibrado tiene un diámetro inferior al calibredel arma, y va colocado dentro de un falso proyectil de materialblando que lo mantiene en contacto con el ánima y del que se des-prende en cuanto sale de la boca de fuego. El cañón cónico estábasado en el mismo principio; tiene su parte posterior cónica, y laanterior, cilindrica. Cuando pasa el proyectil por la parte anteriorse aplasta su envoltura exterior, que cae también al salir de la boca.de fuego. Con estos dos procedimientos se aumenta considerablemente la velocidad inicial del proyectil. Después de la guerra sepensó, construir también piezas contracarro, basadas en tal princi-pio y cuya- velocidad inicial era doble de la de las piezas corrien-tes. La adición de la acción cohete (reacción) durante la trayecto-ria del proyectil se aplica a cañones normales. Con este sistema, elproyectil alcanza distancias extraordinarias.

Medios técnicos.

Son varios los medios técnicos empleados en la Artillería. Nos-limitaremos a citar los más importantes.

La dirección del tiro efectuada desde el aire con los llamadosaviones de artillería constituyó para los aliados un sistema indis-pensable no sólo para el fuego de contrabatería y contra los nudosde comunicaciones enemigos, sino también para las acciones co-rrientes de apoyo. También los alemanes emplearon los aeroplanospara el fin indicado, aunque al principio creyeron que para la ac-ción de contrabatería bastaría el empleo exclusivo de aviones lige-ros de bombardeo.

Existieron dos modelos de estos aviones de artillería: uno bi-plaza, tipo "sport", de velocidad reducida, y otro de caza, rápido,de reconocimiento. Los primeros, que fueron los que más se usa-ron, fueron empleados por la Artillería divisionaria y por la de-Cuerpo de Ejército, para los tiros que alcanzaban los 15 Km. Porlo general, el avión se mantenía sobre la misma zona y a una redu-cida altura, con el fin de ser protegido por sus mismas D. C. A. Laposibilidad de descender rápidamente, poniéndose al abrigo del mis-mo terreno, su gran facilidad de manejo y de aterrizaje hacía»que este avión, prácticamente sin defensa alguna, pudiese escaparmuy a menudo a los veloces cazas adversarios. El problema de laalarma aérea se resolvía elevándose dos aviones al mismo tiempo,uno en misión de dirección de tiro y el otro en servicio de alarma.Los aliados se convencieron pronto de que se podían emplear estosaviones aun en los casos de superioridad aérea del adversario. Parardistancias superiores (15-30 Km, ), este método ofrecía escasas po-sibilidades de observación, y por ello se empleaban aviones dotadosde mayor velocidad y que podían penetrar en territorio enemigo amayores alturas. Naturalmente, su velocidad restringía las posibi-lidades de observación.


En la actualidad, estos aparatos forman parte de la plantilla,de la Artillería norteamericana e inglesa.

Otro medio técnico (arma secreta de la guerra) fue la radio-espoleta, qué tuvo una enorme importancia no solamente en la de-fensa antiaérea, sino también en la Artillería de campaña. Fueempleada por primera vez durante las operaciones de detencióndé la ofensiva alemana en las Ardenas en 1941, y a partir de en-tonees influyó mucho y con éxito en los diferentes combates dedetención. La radioespoleta puede sustituir la espoleta a tiempo,empleada en la actualidad por la Artillería de campaña para laexplosión de los proyectiles en el aire, y, partiendo de la base de-una completa seguridad de funcionamiento, ofrece resultados ex-traordinarios.

Con ella se obtiene la explosión automática a una determinadadistancia de la superficie del terreno. Su mayor ventaja es que lasexplosiones por ella provocadas "se adaptan a las ondulaciones delterreno", o sea que se producen siempre a la misma distancia dela superficie terrestre, independientemente de las pendientes o delos accidentes de ésta. De esta forma, un director de tiro puede,aunque no conozca el terreno a la perfección, dirigir el fuego,puesto que, estallando los proyectiles en el aire en la forma indi-cada, se puede efectuar la acción de fuego a grandes distancias, enla oscuridad y con intervención aérea. Actualmente se tropieza conalgunos inconvenientes, el mayor de los cuales es que pueden ocu-rrir algunas explosiones prematuras, debido a los accidentes delterreno e incluso, en casos de tiro en masa, al hecho de que unosproyectiles ejerzan influencia sobre otros.

El radar puede usarse en combates terrestres como medio delocalización y de dirección de tiro. Los aliados lo emplearon mu-cho hacia el fin de la guerra, no obstante hallarse los métodos deempleo del mismo en fase de experimentación. Seguramente que enlos años posteriores a la terminación de aquélla, dichos métodos.habrán sido perfeccionados por los Ejércitos de las grandes poten-cias. Se han establecido dos sistemas diferentes de empleo, o sea:descubrimiento de las trayectorias de los proyectiles para locali-zación de los morteros y de las Baterías enemigas, y descubrimien-to de objetivos comunes, como columnas de vehículos, concentra-ciones de tropas, etc.

En el último conflicto se llegó en muchas ocasiones a descubrircon bastante precisión asentamientos de morteros, así como obje-tivos en movimiento (carros, vehículos y otros similares). El radarconstituyó un medio fundamental para la ejecución de fuego porsorpresa. No se podían "observar" los objetivos fijos, pues la lo-calización de las Baterías por medio del descubrimiento de las tra-yectorias no resultó muy satisfactoria. El material que se empleo-durante la guerra era muy voluminoso y complicado, por lo queno era posible emplearlo en la observación directa desde un obser-


vatorio; pero después de la guerra se construyeron aparatos másmanejables y transportables. Grandes, al parecer, son las posibili-dades de perfeccionamiento en esta materia y seguramente que losnorteamericanos han logrado grandes adelantos en ella.

El enlace, que constituye un elemento fundamental para elfuncionamiento de la artillería, ha alcanzado, por lo que respectaa la' calidad del material, un alto grado de perfeccionamiento du-rante la guerra. Se han hecho, sobre todo en los Ejércitos de lasgrandes potencias, grandes progresos en material radio, consiguién-dose con ello funcionamiento más perfecto, mayor alcance, dismi-nución de peso, etc.

En cuanto a la mayor o menor conveniencia, para la Artille-ría, del enlace por hilo o por radio, las opiniones están divididas.Afirman unos que el enlace por hilo es mejor, mientras que otros

-opinan que la radio es más segura. Cada uno aduce en favor de suopinión las más diversas situaciones. La experiencia nos enseña queel enlace por hilo es conveniente para el beligerante que, en unadeterminada situación, - tiene superioridad de fuerzas, y puede, portanto, hacerlas funcionar; en cambio, la radio es más convenientepara el que se encuentra en situación de inferioridad, puesto queel enlace por hilo resulta más vulnerable. No falta, finalmente,quien afirma, con un criterio bastante paradójico, que el enlacepor hilo, combinado con la radio, son los más a propósito en el ata-

que, y que el enlace radio es el único que puede funcionar enen un combate defensivo.

Existen otros muchísimos medios técnicos de la Artillería;pero sería preciso emplear mucho tiempo y espacio para exponer-los. He aquí algunos que, por lo menos, merecen ser mencionados:televisión para la dirección del tiro, mayor empleo de la fotogra-metría, material perfeccionado para descubrimiento del sonido, apa-rato especial para la dirección concentrada y simultánea del tirode un gran número de Baterías ("koppelungnsgerat"), etc.

Artillería de largo alcance, o sea proyectiles-cohetesde largo alcance.

Parece ser que los denominados proyectiles-cohetes de largoalcance constituyen la innovación más importante alcanzada du-rante la segunda guerra mundial en el campo de la técnica de lasarmas, y, según opinión de muchos, superará, probablemente, enimportancia a la misma bomba atómica. Es más conveniente cata-logarlos como un determinado tipo de sistema de explosión quecomo arma especial. Entre los tipos de proyectiles-cohete que fue-ron empleados durante la guerra, figuran el "V-l" , alemán, quese podría definir como un proyectil volante con propulsión por

LA ARTILLERÍA EN LA SEGUNDA.... 159

reacción, y el "V-2", proyectil-cohete de gran volumen con pro-pulsores líquidos. Parece ser que, por ahora, el "V-2" es el quetiene mayores posibilidades de perfeccionamiento, habiéndose de-mostrado desde los primeros experimentos ser un arma eficaz de-gran alcance, contra la que no se ha encontrado aún ningún mediode defensa. Los datos aproximados más importantes del "V-2"parece que son los siguientes: longitud, 14 m.; diámetro, 1, 5 m.;peso, 12 toneladas, de las que una corresponde a la carga explo-siva, 8 a los elementos de propulsión y el resto al aparato de direc-ción, etc. El proyectil se eleva en posición vertical, y cuando ha al-canzado gran altura, se dirige Hacia el objetivo con una inclina-ción de 45°, marchando a alturas de 16 a 19 Km. con una veloci-dad máxima de 5. 600 Km. por hora. Se regula el alcance aumen-tando o disminuyendo desde tierra la cantidad consumida del lí-quido propulsor, que está compuesto de un combustible de alcohol.Una vez que el proyectil inicia su trayectoria por la estratosfera,no puede ser guiado desde tierra. Los alcances máximos consegui-dos hasta ahora son de unos 350 Km. aproximadamente, aunque,naturalmente, se podrán conseguir aún mayores. La caída es casivertical. La explosión se puede oír a varios kilómetros de distancia.

Según informaciones norteamericanas, parece ser que los ale-manes, al terminar la guerra, tenían en fase de construcción cercade un centenar de proyectiles-cohete dirigidos, de varios tipos. To-dos ellos, juntamente con el "V-2", se están perfeccionando en laactualidad en los Estados Unidos, donde, desde que acabó la gue-rra, se han efectuado varias pruebas de lanzamiento.

Los proyectiles-cohete dirigidos, por lo que a las fuerzas te-rrestres se refiere, parece se perfeccionan en las siguientes moda-lidades:

1. Defensa antiaérea, combinada con autodirección por radar.2. Contra objetivos tácticos, bajo forma de cohetes de alcance-

medio (de 8 a 16 Km. ).3. Cohetes de largo alcance (varios centenares de kilómetros).Los proyectiles-cohete antiaéreos, autodirigidos (que serán, sin

duda, un eficacísimo medio para la defensa del territorio nacional)no entran en los límites fijados para este artículo.

Los cohetes de alcance medio darán muy buenos resultados-contra las Baterías enemigas, Puestos de mando, enlaces, comuni-caciones y zonas de concentración de tropas, o sea una acción simi-lar a la de la Artillería de largo alcance. Existe la posibilidad depoder alcanzar las mismas distancias que con la artillería "ordi-naria". Los indicados proyectiles-cohete podrán también llegar aser empleados como Artillería de costa y naval.

Los proyectiles-cohete de largo alcance serán, probablemente,los primeros medios que en el porvenir se emplearán contra los te-rritorios metropolitanos. Si se consigue emplear aparatos pulveri-zadores de explosión (gases, tóxicos, microbios), se convertirán en


realidad los medios más tremendos de destrucción conocidos, por loque es de desear que nos limitaremos todos al empleo de los máscorrientes sistemas de explosión.

Conclusión.

Los más importantes experimentos efectuados y las innovacio-aies surgidas, en lo que a la Artillería se refiere, - durante la segun-la guerra mundial pueden resumirse en la forma siguiente:

1. El material de tipo "clásico" ha sido modernizado, espe-cialmente, con la aplicación de montajes-oruga autopropulsados ycon el aumento de alcance (10-13 Km. ). Continúa, pues, la pieza"clasica" siendo el medio más eficaz para el fuego de apoyo.

2. La radioespoleta ha aumentado en gran manera las posibi-lidades del tiro con explosión en el aire, aumentado con ello laeficacia de la artillería.

3. La aviación de artillería se ha revelado como de grandísimautilidad en la dirección del tiro.

4. El radar ha sido aplicado a la exploración del terreno y ala localización de objetivos (dirección del tiro).

5. Las piezas múltiples (cohetes de corto alcance) han resul-tado de gran utilidad para la artillería en la preparación y en lacontrapreparación.

6. El empleo de la artillería en masa ha llegado a ser normalen las acciones de gran importancia. Este es quizá la experienciamás importante.

7. Se han construido, aunque en la actualidad se hallan aúnen período de experimentación, nuevos tipos de artillería de gran-dísimos alcances.

8. Los proyectiles-cohete de largo alcance están destinados aobtener un desarrollo impresionante en el porvenir.

Estos proyectiles harán que, en el futuro, la Artillería se di-vida en las dos ramas principales siguientes:

Artillería de apoyo (divisionaria y de Cuerpo de Ejército).Artillería de largo alcance.La primera estará constituida por piezas de tipo clásico y por

otras piezas y otros medios de nueva construcción. La Artilleríade largo alcance estará formada por una artillería móvil de pro-yeetiles-cohete con misiones tácticas y con alcances de unos 50 Km.,y por una artillería de proyectiles-cohete del tipo '' V-2'', con mi-siones estratégicas y con alcances de varios centenares de kiló-metros.

LA INFANTERÍA DE 1965 161

LA INFANTERIA DE 1965

Por P. H. H. BRYAN.

Durante una guerra atómica la misión principal de la infante-ría será la destrucción de las bases enemigas de bombardeo atómico.

El gran poder destructivo de los bombardeos atómicos con pro-yectiles autopropulsados desecha la posibilidad de que grandes for-maciones motorizadas se acerquen ai enemigo en la forma acostum-brada en el pasado.

En el combate atómico mientras más cerca nos hallemos delenemigo mayor será nuestra seguridad pues, bajo tales circunstan-cias, éste no podrá utilizar sus armas atómicas de largo alcance."Cerrar inmediatamente con el enemigo o perecer" será un sabiolema militar en el 1960, y para la aviación será el único medio fac-tible de alcanzar la rapidez y sorpresa necesarias para transportarlas tropas directamente hasta el sector enemigo.

Las instalaciones enemigas para el lanzamiento de proyectilesatómicos indudablemente serán el centro de una zona fuertementedefendida. La construcción subterránea de dichas instalaciones lashará inmunes contra represalias atómicas y, por lo tanto, sólo po-drán ser conquistadas por la infantería. Los tanques y vehículosblindados no podrán vencer los obstáculos naturales y artificialesque protegerán esas defensas ni penetrar las fortificaciones sub-terráneas; además, éstos ocupan una zona muy extensa para resis-tir los efectos de la explosión atómica y, debido a su peso y volu-men, requerirán una flota aérea desproporcionada para su trans-portación.

Las fuerzas militares del futuro consistirán, pues, principal-mente de infantería totalmente aerotransportada. Esta volará di-rectamente desde su base, posiblemente a 600 millas por hora, y des-cenderá en o cerca de las instalaciones de lanzamiento enemigas.Cuanto más ligero establezca contacto con el enemigo, tanto más se-gura se hallará. No existirán períodos intermedios ni líneas terres-tres de comunicación. La tierra de nadie no será la zona compren-dida entre las dos fuerzas rivales sino, por el contrario, casi todo leresto del mundo —de hecho— cualquier sector donde no se halle elenemigo.

M. del E. 11.


ORGANIZACIÓN DE LA INFANTERÍA

Una operación de infantería de asalto aerotransportada contraun punto de resistencia exige gran precisión en la regulación ycoordinación de los esfuerzos. En este tipo de operaciones se difi-culta sobremanera el mando y control de unidades debido precisa-mente a las características de ocultación y agilidad que hacen de lainfantería el medio de asalto más efectivo a cortas distancia. Unhombre ocultado del enemigo queda invariablemente ocultado desu jefe. Mientras más rápido es el avance de la infantería, mayo-res son las posibilidades de que se pierda el control y surja la con-fusión consiguiente. Comparativamente, el control del movimiento.de barcos, aviones y tanques es un juego de niños.

La actual organización de la infantería no se presta para accio-nes de combate de rápido movimiento y gran ocultación. Actual-mente la unidad básica es el pelotón (sección) un grupo de unostreinta hombres dividido en tres secciones (escuadra) y comandadapor un oficial. Una de las lecciones aprendidas durante la GuerraMundial II es que un grupo de treinta hombres no puede operarefectivamente como un cuerpo colectivo si es controlado verbalmen-te por un solo hombre. El jefe de pelotón que ha sido detenido-por el fuego y se ha ocultado tras unas rocas, invariablemente vesólo a dos o tres de sus hombres tomando cubierta a su alrededor.Si alza la voz quizás podrá emitir órdenes a otros cuatro o cincohombres, pero al efectuar movimientos de avance subsiguientes no-tará que ha perdido el contacto con la mayor parte de su unidady que virtualmente comanda el equivalente de una sección. Las ac-tuales y futuras condiciones tácticas hacen muy difícil la eficientedirección de un pelotón de treinta hombres.

Un grupo de diez hombres es el mayor cuerpo colectivo que pue-de ser dirigido y controlado personalmente en una acción caracte-rizada por la rapidez y ocultación. No obstante, según el peloteade tres secciones es muy grande, como hemos visto, para ser dirigi-do y controlado personalmente por un oficial, también resulta muypequeño para justificar la existencia de una plana mayor de pelo-tón, independiente, que ejerza control radiotelefónico indirecto acierta distancia de sus secciones. Por lo tanto, en una guerra fu-tura podemos anticipar la organización de un pelotón de seis sec-ciones, cada una compuesta por diez hombres, comandada por unaclase y controlada por radioteléfono por el oficial comandante delpelotón y su plana mayor.

Una compañía consistirá de cuatro pelotones de este tipo, untotal aproximado de 250 hombres. El número de mandos subordina-dos de una comandancia es determinado mayormente por el núme-ro máximo que el comandante puede manipular sin dificultad, con-siderando al mismo tiempo la rapidez del movimiento, el volumende mensajes e informes en circulación y la rapidez con que seas

LA INFANTERÍA DE 1965

necesario tomar decisiones tácticas. La antigua práctica de estable-cer tres mandos subordinados, basada en las vagas teorías de or-ganización triangular, no justifica su existencia en las futuras uni-dades de infantería aerotransportada.

Cada batallón constará de cuatro compañías. Nuevamente es-te número ha sido fijado tomando en consideración el número deunidades que un oficial puede controlar eficientemente. La actualcompañía de plana mayor del batallón, con sus vehículos, transmi-siones y armas pesadas de apoyo, prácticamente desaparecerá.

El regimiento de tres batallones será la formación básica. Elritmo acelerado y el tiempo limitado de que se disfruta en un asal-to a corta distancia no permitirán la centralización actual de nues-tras fuerzas divisionarias. Las fuerzas de apoyo del futuro (si esque hay alguna) serán adscritas al regimiento para facilitar su rá-pida utilización cuando se necesiten.

La división del futuro dejará de ser la formación básica, perocontinuará siendo un escalón de mando de vital importancia. Uncuartel general divisionario controlará seis regimientos; el númeroactual de tres sería muy pequeño, bajo estas nuevas condicionespara justificar una organización táctica independiente. En el pa-sado y en la actualidad, tres regimientos ha sido el máximo posibleque el jefe divisionario ha podido controlar debido a los problemasadministrativos de abastecimiento y transporte que constituían suprincipal preocupación. La futura división de seis regimientos, li-bre de todas las complicaciones y limitaciones impuestas por las lí-neas terrestres de comunicaciones, bases terrestres y depósitos deabastecimientos de retaguardia, será probablemente mucho más fá-cil de controlar que las actuales

El estado mayor divisionario será comparativamente pequeñoy muy similar al C. G. Divisionario Avanzado de hoy día. Esteserá el escalón de mando superior que acompañará las fuerzas du-rante las etapas iniciales de la operación aerotransportada y pro-bablemente nunca radicará a más de unos cuantos cientos de yardasde las fuerzas principales.

EL SOLDADO INDIVIDUAL

Las dos cualidades esenciales requeridas del fusilero de 1965,,(aparte del omnipresente requisito militar-valor), serán: agilidad,en lugar de resistencia física, y la habilidad para combatir en pe-queños grupos aislados sin el estímulo psicológico provisto por lapresencia de otras unidades. Las posiciones poderosamente fortifi-cadas y de profundidad considerable que con toda certeza rodea-rán las instalaciones de lanzamiento de armas atómicas enemigasindudablemente estarán protegidas por casi todos los obstáculos queel hombre y la naturaleza puedan concebir: alambradas cursos de

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agua, emplazamientos de hormigón, campos de minas, arrecifes, ex-tensos pasadizos subterráneos, etc. Es posible rebasar por avión elmás intrincado campo de minas y descender sobre la más firme for-taleza, pero tales acciones requieren rapidez y agilidad; no se re-querirá resistencia física para sobrellevar marchas continuas.

El fusilero de 1965 estará tan familiarizado con el avión comosu equivalente de hoy día lo está con los camiones. Llevará sobre susespaldas una capa más ligera que la actual y su equipo y vestimentaserán diseñados de acuerdo con los últimos adelantos científicos.

El fusilero del futuro (figura 1) estará provisto de un cascocon visera corrediza que llenará múltiples cometidos; por ejemplo,

EL CASCO SERVIRÁDE PROTECTORPARA BUCEARPARA VUELOS A GRANDES ALTITUDESY DE MASCARA ANTIGAS

DENTRO DEL CASCO HABRÁ1 AURICULAR PARA RADIO1 AURICULAR PARA VOZ1 MICRÓFONO DE LARINGE

LA VISERA O U I Z Á S AYUDEA VER MEJOR DE MOCHE

BOTELLASDE OXIGENO

BAJERIAELÉCTRICA

BOLSAINFLABLE

PARA NADAR

CANANA

LAS ALETAS PARABUCEAR SE PLIEGAN

A LAS PIERNASCUANDO NO SI USAN.

¿ EL FUSILERO DE 1965?


ofrecerá protección contra proyectiles comunes, explosivos y radia-ción atómica; en caso necesario será completamente hermético e im-penetrable; y podrá usarse como máscara de oxígeno durante vue-los a grandes alturas o como escafandras para el tipo de operacio-nes realizadas por Jos "hombres ranas". El oxígeno provendrá deuna botella situada en el morral. El agua no será, en adelante, unobstáculo para la infantería; por el contrario, le proveerá protec-ción adicional.

El oído y la voz humanas son completamente inadecuados comomedios de comunicación durante un combate caracterizado por larapidez, la ocultación y el estruendo. Es factible anticipar la adop-ción de un pequeño radioteléfono de una o dos libras de peso y unalcance de dos a trescientas yardas. Este alcance será suficiente pa-ra permitir la comunicación directa entre el jefe de sección y el sol-dado y eliminará gran parte de las dificultades halladas en el con-trol táctico del soldado individual. Es evidente que la ocultación delsoldado fuera del alcance de la vista del jefe (y no la distancia quelos separa) imposibilita casi por completo el control verbal cuandolas unidades se hallan bajo una fuerte concentración de fuego ene-migo.

El radioteléfono permitirá al jefe' de sección establecer comu-nicación directa con sus hombres sin alzar la cabeza o la voz. Loshombres pueden transmitir al jefe su posición y éste, a su vez, pue-de planear y ordenar sus movimientos subsiguientes en detalle.

Sólo es necesario emplear uno de los auriculares del casco parala intercomunicación radiotelefónica; el otro puede usarse como-amplificador de los sonidos corrientes circundantes. Este últimotendrá dos finalidades: primero, proveerá un medio alternativo decomunicación si falla el radioteléfono; y, segundo, amplificará losruidos producidos por el enemigo. Esto es. de particular importan-cia durante el combate a cortas distancias.

Es probable que la visera del casco aumente la visión durantela noche —unas pocas yardas serían suficientes—. La obscuridad esel mayor obstáculo en los movimientos de la infantería. El contrin-cante que primero perfeccione y emplee tal artefacto combatiráventajosamente contra el enemigo.

El soldado llevará en su mochila el radioteléfono, una pequeñabotella de oxígeno, una capa liviana que usará principalmente comofrazada, y raciones del tipo " K " para dos días. La vestimenta ex-terior será tratada químicamente para proteger su cuerpo contra laradioactividad.

Actualmente, no es posible predecir qué efecto tendrán lasinvestigaciones científicas en las armas portátiles de la infanteríade 1965. La característica principal de la explotación atómica es elpoco peso del proyectil en proporción con su radio de destrucción.No surgen complicaciones adicionales de construcción cuando la


bomba es lanzada desde aviones de bombardeo o en proyectiles autodirigidos y de artillería de diveros tipos, pues éstos ofrecen amplioespacio para la instalación de tan intrincado mecanismo y facilitanla explotación de su "característica principal". Sin embargo, laconstrucción de un modelo microscópico del tamaño de una balade poco calibre es algo muy diferente y presenta dificultades muyobvias. Más aún, no es necesario aumentar el radio de destrucciónde las armas de infantería para operaciones de asalto aerotranspor-tadas en que la misión es cerrar con el enemigo. Aún serán esencia-les las armas de un limitado radio de destrucción que puedan usarsesin riesgo para el que las opera. Tal parece que las balas y grana-das de mano constituirán las municiones de la infantería de 1965.

LAS CLASES

Como, tácticamente, la sección será la unidad básica, los jefes«de sección tendrán mayores responsabilidades en la guerra atómicadel futuro.

La Guerra Mundial II nos mostró que las batallas de infante-ría no comprendían combates entre batallones o regimientos sinomás bien una serie de encuentros en menor escala entre pequeñosgrupos de hombres que luchaban acciones aisladas fuera del aicance de la vista de grupos similares. Este aspecto de la táctica dela infantería será más macado para el 1965. Tales condiciones de-mandan una considerable iniciativa e independencia de parte de losjefes de estos pequeños grupos.

En el pasado, las clases han sido seleccionadas de acuerdo conlos méritos que de ellas exigían las tendencias bélicas del siglo die-cinueve. El nuevo jefe de sección, con su mando independiente encampaña, deberá poseer firmeza, constituir un ejemplo de valor pa-ra sus hombres y, sobre todo, tendrá que estar capacitado para to-mar decisiones rápidas.

El jefe de sección necesita gran pericia en la lectura de cartasy habilidad para apreciar la situación militar. Puede verse clara-mente que gran parte de las responsabilidades del jefe del pelotónactual habrá de recaer sobre el futuro jefe de sección.

En el futro el grado de clase estará revestido de mayor presti-gio y autoridad.

EL OFICIAL

El futuro oficial subalterno de infantería será esencialmenteun oficial de control y no un conductor en el sentido literario de lapalabra. Sus instrumentos serán el micrófono y la carta y, excepto


en emergencia, no participará activamente en combate. Este seráseleccionado por su mentalidad superior y sus vastos conocimien-tos militares en vez de por su intrepidez y rápidas reacciones men-tales.

Deseamos recalcar una vez más que no es posible privar las tro-pas de un control continuo más allá de cierto escalón de mando sin

. perder la cohesión, i. e., más allá del pelotón (de seis secciones).Aquí vemos que la línea de demarcación entre el oficial y la claserepresenta la diferencia entre el combatiente y no combatiente.

Los jefes de pelotón y de compañía serán la autoridad supremaen todos los asuntos relativos a su unidad. Esto eliminará muchade la confusión que surge debido a la existencia de dos jefes y da-rá a los oficiales del batallón un control mucho más preciso sobrelos hombres a su cargo.

LA BASE

Los fusileros de una guerra atómica no podrán pasar por al-to el principio de "operar siempre desde una base segura". Lasbases en su patria serán primordialmente instalaciones subterráneasa prueba de proyectiles atómicos. Sus aviones saldrán a la superfi-cie en forma similar a la empleada para subir los aviones embarca-dos hasta la cubierta de vuelo del portaaviones. Dichas bases tam-bién estarán diseñadas para resistir fuerzas de invasión aerotrans-portadas que desciendan en o cerca de ellas.

Las bases se apertrecharán de antemano con abastecimientospara varios meses y, aunque su función principal es proveer unabase para operaciones ofensivas, constituirán colectivamente unaserie de puntos de resistencia para un plan puramente defensivo.Un bombardeo atómico en gran escala inutilizará todas las líneasde comunicación establecidas en la superficie. Estas bases, esparci-das por todo el país, proveerán un margen de seguridad en mediode la consiguiente ruina y desolación; actuarán, desde luego, comadepósitos para el abastecimiento aéreo de las tropas y serán, en re-sumen, el hogar, asilo, garage y despensa del soldado de infantería.

CONCLUSIONES

La Guerra de los Boers fue una guerra de caballería; la GuerraMundial I fue en gran parte una guerra de artillería; y la GuerraMundial II, una de armas blindadas. La infantería ha sido, pues, laCenicienta de las armas, pero la tendencia de la estrategia y táctilcas de la guerra atómica necesariamente restaurarán a la infante-


ría al lugar de honor en combate. Dentro de las dos próximas déca-das habrá desaparecido por completo el sobrecargado y fatigadosoldado de línea y en su lugar aparecerá el veloz soldado aerotrans-portado, cuyo liviano pero costoso equipo incluirá todos los últimosadelantos de la ciencia moderna.

El proyectil atómico y el avión de gran velocidad no son an-ticipaciones del futuro sino hechos de la actualidad. Ningún ejér-cito ha sufrido reveses militares como resultado de un exceso deprevisión en la técnica progresiva de la guerra, pero la historia, es-pecialmente la más reciente, está repleta de ejemplos de desastresy fracasos debido a la falta de ella.

(De la Revista de los Servicios del Ejército, Argentina).

Mientras más animado esté un general en Jefe del verdadero es-píritu de la guerra, más conciencia tiene de que puede y debe venceral adversario, y con más ardor buscará la gran batalla contando espe-rarlo todo en ella.

Clausewitz.

NUEVO ENTRENADOR LIGERO ANTIAÉREO IMPRESIONA A LOS JEFES

DE LA DEFENSA DEL MUNDO

El equipo de entrenamiento Portobel, el único entrenador antiaéreo

ligero del mundo, está atrayendo el interés de los Jefes de Entrenamiento

de Ejército, Aviación y Marina en muchos países. Este invento británico

consiste de una media cúpula hecha de tela impermeabilizada en su su-

perficie interior de goma blanca, la cual tiene un diámetro interior a ni-

vel de la tierra de treinta pies. Tiene 20 pies de altura y se entra por puer-

tas a prueba de aire y se mantiene inflada por un pequeño compresor

el cual aumenta la presión interior ligeramente sobre la presión atmosfé-

rica. En efecto, es comparable al ascensor de los cuerpos de escalera.

Del lado interior, un proyector cinematográfico con películas espe-

ciales proyecta sobre un espejo movible una imagen y el espejo lo refleja

sobre la superficie interior de la cúpula de tela. Las películas son de aero-

naves, buques y otros blancos móviles. Sobre la película hay una man-

cha amarilla que es el punto correcto de mira después de hacerse las to-

lerancias por la velocidad del avión. Sólo el instrumento puede divisar

esta mancha amarilla, ya que el personal del cañón tiene anteojos amari-

llos, pues neutralizan el color.

El instructor puede apreciar, si el artillero ha dado en el blanco o si

ha errado el objetivo.

La película está dotada para reproducir sonidos como los de avio-

nes, baterías en las cercanías, bombas que explotan, de motores de lan-

chas veloces, etc. También se reproducen los sonidos del cañón de en-

trenamiento por medio de un amplificador controlado por el instructor.

La acústica del Portobel hace muy fuertes los sonidos alrededor del.

artillero y proporciona un realismo completo. Un equipo de tres hombres,

dos apuntadores y uno que arregla las miras, manejan un cañón sintética

cuyas miras se proyectan sobre la superficie interior de la cámara de tela

El trabajo de este equipo es mantener la imagen de las miras de l

cañón dentro del área correcta del blanco mientras éste se mueve a tra-

vés de la pared y el resultado es claramente visible para el instructor, ya

que él puede divisar el punto amarillo referido anteriormente.

Todos los movimientos y "tacto" de los cañones de entrenamiento

son exactamente iguales a los del cañón real. Lo único que falta es el

retroceso. Las nuevas mejoras harán el Portobel más útil. Tendrá aire

acondicionado para climas calientes, una plataforma para entrenamien-

to naval y simula los movimientos de un barco e igualmente la simulación

debida para el entrenamiento de artillería antiaérea.

El Portobel puede ser transportado en un camión de tres toneladas

y puede ser usado con vientos fuertes, siendo muy estable. Se dice que

-con este equipo puede adquirir la artillería pericia en 15 días por sólo

una fracción del costo del entrenamiento auténtico de campaña.

Se han recibido pedidos de las fuerzas de defensa de Noruega,

Suecia, Dinamarca, Bélgica, Holanda y otros países han demostrado in-

terés por el equipo y han enviado sus representantes para presenciar las

demostraciones.

(De la Revista de las Fuerzas Armadas. —Venezuela).

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C R O N I C A

INVESTIDURA DE NUEVOS OFICIALES

El 28 de diciembre, la Escuela Militar presentó su revistafinal, en la que se llevó a efecto la investidura de los nuevos ofi-ciales.

Concurrieron a la ceremonia que se realizó en el Estadio Mi-litar: S. E. el Presidente de la República, acompañado de susedecanes; Ministros de Estado, Comandante en Jefe del Ejército,Marina y Aviación, altos jefes y oficiales de las Fuerzas Armadas,Agregados Militares y Diplomáticos;

De acuerdo con el programa tradicional, los cadetes ingresa-dos en el año juraron la bandera. El Comandante del Batallón deCadetes, Mayor señor Juan Forch Petit, hizo uso de la palabrapara referirse al significado de este acto.

A continuación, fueron investidos los nuevos oficiales proce-diendo a entregarse a cada uno de ellos su respectivo despacho.

En seguida, se procedió a la repartición de premios a los alum-nos de la promoción que obtuvieron las más altas notas.

El Alférez señor Fernando Amengual del Campo, quien obtu-vo la primera antigüedad de su curso, se hizo acreedor al PremioPresidente de la República, consistente en una condecoración queostenta la miniatura en oro de la piocha O'Higgins que llevan ensu banda tricolor los Jefes del Estado.

Esta condecoración sólo se otorga a los alféreces y guardia-marinas que obtienen la primera antigüedad al egresar de las Es-cuelas Militar, Naval o de Aviación.

El Capellán de la Escuela Militar, Presbítero don BernardinoAbarzúa, bendijo los sables de los nuevos oficiales y pronuncióuna alocución patriótica.

El Director de la Escuela Militar, Coronel don Héctor Sa-güez Zúñiga, en un conceptuoso discurso, exhortó a los alférecesa cumplir con los deberes de su nuevo cargo.

La ceremonia terminó con el desfile de la Escuela Militar y delos nuevos oficiales ante el Presidente de la República.


DÍA DE SANTA BARBARA

El 4 de diciembre todos los que llevan el parche negro sereunieron para celebrar el día de la santa patrona del arma: San-ta Bárbara.

En todos los cuarteles se llevaron a efecto ceremonias des-tinadas a reavivar la tradicional veneración de los artilleros porsu patrona.

Manteniendo su hermoso gesto de solidaridad que ya se hahecho tradicional, los Oficiales de Artillería en servicio y en re-tiro donaron una nueva cama al Preventorio Infantil de Peñalolén.

Esta costumbre artillera es digna de ser imitada por los oficia-les de todas las armas, como un homenaje más humano y sentido,ya que con ello se contribuye a levantar el nivel de salud de losniños de hoy, que serán los hombres del mañana.

RETIRO DE SEÑORES GENERALES

Después de servir durante más o menos cuarenta años en lainstitución, se han acogido al retiro voluntario de las filas: el se-ñor General de División don Rafael Poblete Briño y los señores-Generales de Brigada don Humberto Gajardo Amagada y donVíctor Granifo de la Jara.

Estos distinguidos Jefes al abandonar las filas del Ejércitodejan un recuerdo imperecedero entre sus camaradas de la insti-tución; a través de los altos cargos que les correspondió desempe-ñar, conquistaron el aprecio, respeto y lealtad de sus colabora-dores por las altas virtudes profesionales y morales que engalana-ron su recia personalidad.

El Memorial del Ejército al desearles felicidades en sus nue-vas vidas, es portador de la cálida despedida de sus compañerosde armas, los que tendrán siempre un cariñoso recuerdo de susJefes, que supieron plasmar en el alma de los soldados las virtu-des de los "caballeros de la espada", capacidad, honor y Patria.

RECEPCIÓN DE NUEVOS ALFÉRECES.... 173

RECEPCIÓN DE NUEVOS ALFERECES EN ELCLUB MILITAR

El 29 de diciembre se llevó a efecto en el Club Militar la recep-ción tradicional de los nuevos socios, los alféreces recién egresa-los.

Prestigió el acto con su presencia, el Presidente de la Repúbli-ca, Excmo. señor Gabriel González Videla. Concurrieron a esta ce-remonia; El señor Ministro de Defensa Nacional, General de Di-misión don Guillermo Barrios Tirado, el Comandante en Jefe delEjército, General de División don Rafael Fernádez, Reyes, altosjefes de las Fuerzas Armadas, Agregados Militares y Diplomáti-cos.

Ofreció la manifestación el Presidente del Club Militar, Ge-neral de División don Teófilo Gómez Vera, Jefe del Estado MayorGeneral del Ejército.

Se procedió, asimismo, a hacer entrega al Alférez señor Fer-nando Amengual del Campo de la condecoración "Medalla delClub Militar", que se otorga anualmente al primer alumno de lapromoción.

El Alférez Amengual agradeció la distinción que se le hacíaen nombre de sus compañeros tuvo expresiones de gratitud por

a brillante manifestación de camaradería que se les había brin-lado.

CAMPEONATO NACIONAL DE ESGRIMA

En el reciente campeonato de esgrima que se llevó a efecto enesta capital, tres Oficiales de Ejército obtuvieron los títulos delampeones de Chile en cada una de las armas con que se com-etía:

1) Florete: Capitán Auxiliar señor Erto Pantoja.2) Espada: Capitán de Tren señor Serafín Cuevas.3) Sable: Coronel señor Julio Moreno Johnstone.Hacía muchos años que el Ejército no obtenía un triunfo tan

completo en este deporte.El "Memorial", al darle sus parabienes por su actual éxito,

les desea igual suerte en el próximo campeonato sudamericano,en el cual cabrá a estos oficiales el honor y la responsabilidad derepresentar a Chile.


N E C R O L O G Í A

DON GODOFREDO BUSTAMANTE IBAÑEZ

En diciembre falleció en forma prematura e inesperada el Di-bujante Jefe del Estado Mayor General del Ejército, don Godofre-do Bustamante Ibáñez.

Descendiente de una larga línea de militares, desde muy niñose sintió inclinado a las armas, y a los 12 años ingresó a la EscuelaNaval, recibiendo sus despachos de Guardiamarina en 1915. Sir-vió en la Marina hasta 1923, llegando al grado de Teniente lº. enel cual abandonó las filas.

En 1934 se reincorporó a las Fuerzas Armadas, como Dibu-jante del Departamento de Organización del Estado Mayor Ge-neral del Ejército, puesto en el cual sirvió durante 16 años conlealtad, con esfuerzo y con abnegación.

Atacado por una grave enfermedad, nada pudieron los cuida-dos en su familia, y falleció prematuramente, dejando sin finali-zar tanta labor donde había desplegado su espíritu de trabajo einiciativa.

Como dijo el señor Mayor don Francisco Armas Cancino,quien lo despidió a nombre del Estado Mayor: "Ha caído un hom-bre bueno que tenía su corazón y su casa abiertos de par en parpara aquellos que él llamaba sus amigos".

"Hoy sólo nos quedan estos despojos mortales, un recuerdo-inmortal y sus ejemplares virtudes. Nos queda sólo el instante deladiós definitivo... "

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