I.- La función más importante en el Reino de Dios es; servir. Mr.

9:33-37.

A.- Hay un Señor y todos los demás somos siervos. B.- Dios nos ha dado diferentes capacidades para servir a los demás. C.- Jesús enseñó que en su Reino la grandeza tiene un significado muy diferente. D.- En este mundo vemos al “primero y mejor”, pero Dios va al que se dispone a ser el último.

II.- ¿Quién es el mayor? Lc. 22:24-27.

A.- El estilo de vida en este mundo es completamente diferente al del Reino de Dios. B.- En el mundo se busca vivir por encima de otros, buscando señorear. C.- En el mundo les gusta mirar a la gente desde arriba y verlos satisfaciendo sus necesidades materiales y emocionales. D.- En el Reino de Dios los que quieren ser líderes asumen el papel de siervos en relación con los demás. E.- La grandeza en el Reino de Dios no se mide por lo que sabemos, o por nuestros logros, ni por haber estado en tal o cual lugar. F.- Nuestra grandeza se mide solo en virtud de nuestra disposición de servicio a los demás. G.- Jesucristo, el Señor del universo, vino a este mundo no para ser servido sino para servir.

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III.- El Siervo de Siervos. Fil. 2:3-4; Jn. 13:2-8.

A.- En vez de ser personas que dirigen todo y atraen todo hacia sí mismos, Jesús les enseñó a que consideraran a otros como más importantes. B.- Servir es dar prioridad a los intereses de otros sobre los nuestros. C.- Jesús negó sus propios derechos para suplir nuestras necesidades. D.- Cristo lavó los pies de sus discípulos; esta tarea en particular era regularmente desempeñada por el siervo más bajo de la casa. E.- Cristo quiso asegurarse que sus discípulos aprendieran el significado de esa experiencia. Jn. 13:13-15. F.- Cristo quiso que sus discípulos se miraran el uno al otro y se preguntaran: ¿Cómo podría yo servirte y hacer que tu crezcas y prosperes, aunque esto me signifique ocupar el lugar más bajo y hacer las cosas que otros evaden?

IV.- Servir incluye compañerismo unos con otros.

A.- Compañerismo con Dios y con los demás. I Jn. 1:5-9. B.- A causa del pecado vivimos vidas aisladas y tememos ser vistos como realmente somos. C.- Andar en su luz significa vivir vidas transparentes en presencia de los demás, dispuestos a ser vistos tal y como somos, permitiendo que nuestras debilidades, capacidades, tendencias a pecar, victorias abundancia o escasez, dones, o limitaciones físicas sean expuestas. D.- ¿Cómo podemos servirnos unos a otros si escondemos lo que somos y lo que necesitamos?

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V.-Servir; valorándonos unos otros.

A.- Vidas ligadas al cuerpo de Cristo. I Cor. 12:12-13. B.- Nuestro cuerpo tiene muchos y diferentes miembros activos, mas no deja de ser una unidad. C.- Dentro del servicio tenemos que aprender a valorar cada parte del cuerpo. I Cor. 12:14-17. D.- Dios quiere que nos relacionemos con los demás según su propio diseño. E.- Debemos eliminar toda tendencia a despreciarnos o de sentirnos indignos por no tener un puesto “importante” dentro del Cuerpo. I Cor. 12:18-20. F.- Nadie puede decir que uno tiene parte más importante en lo que Dios está haciendo. G.- Nadie puede mirar a otra persona y decir que no se le necesita en el ministerio de la iglesia. I Cor. 12:25.

VI.- Servir; aceptándonos unos a otros.

A.- Aprender a aceptar a los débiles. Rom. 15:1. B.- Debemos aprender a encontrar lo bueno en otras personas. Rom. 15:2-3. C.- Jesús se entregó a sí mismo para reconciliarnos con el Padre. D.- Aunque éramos débiles e injustos y llenos de todo pecado Cristo nos acepto y perdonó. E.- No debemos rechazarnos cuando vemos la primera evidencia de debilidad; Dios quiere que tengamos paciencia en uno con el otro. F.- Dios quiere darnos un lugar espacioso, donde podamos vivir y movernos con toda libertad, sin necesidad de estar obligados a actuar o llevar un estilo de vida predeterminado.

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G.- Debemos hacer lo mismo que Dios hace con nosotros: Crear espacio para ser débiles y hasta espacio para fracasar. H.- Debemos crear un ambiente de aceptación para poder servir.

VII.- Servir; llevando las cargas los unos de los otros. I Cor. 12:26-

27; Gál. 6:2-3.

A.- Cuando vemos a un hermano sufrir en alguna área de pecado, tenemos la responsabilidad de amonestarle en amor y restaurarle en su fe. B.- Restaurar con un espíritu de humildad, bondad, y lleno de genuina compasión,, nunca con una actitud de orgullo personal. C.- Debemos estar conscientes de nuestras propias debilidades; pues quien sabe si algún día necesitaremos de los otros. D.- Las consecuencias del pecado son desastrosas que una persona no es capaz de llevarla sola. E.- Tenemos la responsabilidad de apoyar a aquellos que están pasando por momentos difíciles. F.- Debemos aprender a amonestar a los demás siguiendo el modelo bíblico.

VIII.- Servir; incluye soportarnos unos a otros. Col. 3:12-13.

A.- Nuestra relación con los demás siempre dependerá de la clase de actitud que mostramos frente a los que nos hacen daño. B.- Como reaccionamos el uno al otro siempre muestra lo que somos.

C.- Solo el amor de Dios nos capacita para poder soportar cualquier intensidad

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de dolor sin tener que huir el uno del otro. Col. 3:14-15. D.- Jesús devolvió perdón a cambio de insultos; y esta es la clase de amor que se nos ha llamado a demostrar al mundo. I Ped. 3:8-9.

IX.- Servir; confesando nuestras ofensas unos a otros. Stg. 5:16.

A.- Nuestra congregación no está compuesta de gente perfecta; todos estamos en el proceso de crecimiento, aprendiendo a caminar con Dios y el uno con el otro. B.- Debemos confesar nuestros pecados uno a otro. C.- Necesitamos las oraciones de otros. D.- Pecados no confesados estorban el poder sanador de Dios en nuestras vidas. E.- La relación entre el pecado no confesado y la enfermedad se nota claramente en la experiencia de David. Sal. 32:3-5. F.- Dios quiere que vivamos en una relación de confesión el uno con el otro. G.- Ya que Dios nos ha aceptado totalmente en su Hijo, necesitamos también aceptarnos unos a otros.

X.- Servir; es compartir los unos con los otros. Hech. 4:32-25.

A.- La iglesia primitiva no solo vivía llena de poder; sino que experimentaban en su medio una actitud dadivosa el uno con el otro. Hech. 2:44-45. B.- Existe una relación directa entre el poder de Dios y nuestra actitud frente a los asuntos financieros.

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C.- En el inicio vemos una iglesia muy comprometida a compartir sus recursos materiales entre sus miembros. D.- Dios anhela que imitemos la actitud de los primeros cristianos, aunque ésta tal vez nos signifique tener menos.

XI.- Servir con la marca del amor. Jn. 13:34-35.

A.- En el servicio no importa tanto lo que hacemos, sino la actitud con lo que lo hacemos. B.- Si nos medimos según la vara de nuestra propia dignidad; todavía tenemos un problema de orgullo. C.- En el Reino de Dios todos somos importantes D.- Cuando el mundo vea el amor de Dios en nuestro servicio entonces se dará cuenta que nuestra fe en Cristo es verdadera. I Jn. 4:7-8. E.- Si hemos recibido la vida de Dios, también hemos recibido su naturaleza, que es amor. F.- Amar significa entregarse unos a otros con el propósito de suplir sus necesidades y hacer que encuentren vida, aunque esto nos cueste mucho. G.- Amar menos es hacer menos. H.- El amor verdadero nunca depende del carácter del que es amado; depende solamente de la naturaleza de aquel que ama.

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