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    [email protected] / www.mdp.edu.ar

    SumarioSumarioSumarioSumarioSumarioAo 16 - Nexos 26 - Junio de 2009

    EditorialEditorialEditorialEditorialEditorial

    Opinin:

    Qu significa estudiar literatura en la universidaddel siglo XXI?Laura Scarano

    Actualizacin:

    Impacto de las poblaciones caninas asilvestradas sobrela produccin pecuaria de Tierra del Fuego, ArgentinaFabin Zanini, Daniel Leiva, Sebastin Cabeza, M. CelinaElissondo, Emiliano Olmedo, Hctor Prez

    Actculos:La base neurolgica del lenguaje: interaccin entre lalingstica y las neurocienciasJos Mara Gil

    Los modos de parecer de los cuerpos femeninos en losprimeros aos del siglo XX. Simulaciones corporalesimpresas en los medios grficos.Gisela P. Kaczan

    Situacin:

    La cerveza indiana: ensayo de Etnobotnica, Bromatologae Historia Cultural PrecolombinasE. Colagioia y L. Davidovich

    Los vascos en la prensa americana: recopilacin ydigitalizacin de noticias sobre el Pas Vasco y lascolectividades vascasAdriana lvarez, Mauro Vitullo y Laura Echezarreta

    Divertimento matemtico:

    Ptolomeo, Coprnico y Homero Simpson en el parque dediversionesMarina DArpa, Gabriel Calogero, Claudia Dehesa y JorgeNicols Lpez

    Resea:

    Lugar Comn /Elisa Calabrese

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    STAFF / NORMAS EDITORIALESSTAFF / NORMAS EDITORIALESSTAFF / NORMAS EDITORIALESSTAFF / NORMAS EDITORIALESSTAFF / NORMAS EDITORIALES

    Propietario:Propietario:Propietario:Propietario:Propietario:Universidad Nacional de Mar del Plata

    Director:Guillermo Lombera

    Editor:M. Andrea Di Pace

    Comit editor:Celso Aldao, Mnica Bueno,

    Mara Coira, Alberto de la Torre,Gustavo Fernndez Acevedo,

    Cristina Murray, Graciela Zuppa

    Arte:Departamento de Diseo

    EUDEM / UNMdP

    Impreso en:Direccin de Imprenta

    UNMdP

    La Secretara de Ciencia y Tcnica dela UNMdP tiene como objetivos laeleboracin, ejecucin y control de laspolticas atinentes al desarrollo de lasinvestigaciones, la formacin de post-grado y la vinculacin con el mediorelativa a estos campos. NEXOS surgecomo respuesta a la necesidad depo te nc ia r y ca na li za r tant o lacomunicacin interna como la difusinhacia afuera de la Universidad de lastareas realizadas en el mbito de estaSecretara. NEXOS se distribuyegr atui tamente a lo s docentes -investigadores de la UNMdP, a lasuniversidades, a instituciones afinesal sistema cientfico-tecnolgico, aembajadas, a fundaciones y a nivellocal, a centros profesionales ybibliotecas, como as tambin a todoaquel interesado que lo solicite. Sepermite la reproduccin del materialsiempre que se cite la fuente y elnombre del autor y que se enven aNEXOS dos ejemplares. Los artculosfirmados no expresan forzosamente laopinin de la UNMdP ni de laRedaccin.

    Normas EditorialesNormas EditorialesNormas EditorialesNormas EditorialesNormas Editoriales

    Requisitos que debern reunir los trabajos:

    * Dado que Nexos es una revista dedivulgacin de las actividades de cien-cia e innovacin tecnolgica que lle-van a cabo los investigadores de laUniversidad Nacional de Mar del Pla-ta, se recomienda que las contribu-ciones por publicar estn relaciona-dos con estas actividades.

    * Las contribuciones podrn ser:

    1) carta de lectores: comentariossobre temas aparecidos en nmerosanteriores o sobre temas relacionadoscon el quehacer cientfico;2) artculos: donde se tratan temasespecficos de investigacin de losautores;3) opinin y debate: respecto de te-mas relacionados con las actividadespropias de las ciencias o del mbitouniversitario;4) actualizacin: sobre novedades oavances cientficos y tecnolgicos;5) situacin: sobre temas propios denuestra universidad (reseas biblio-grficas, premios en reconocimientoa la investigacin, etc.).

    * Las contribuciones con formato deartculo o actualizacin no debernexceder las 5000 palabras, las deopinin y debate no debern excederlas 3000. En el caso de las cartas delectores y reseas bibliogrficas nodebern exceder las 500 palabras.

    * Los originales comenzarn con elttulo, nombre de los autores y lugarde trabajo y un resumen de no msde 100 palabras. Todas las pginasdebern estar numeradas. Serecomienda incluir datos biogrficosde los autores (aproximadamentecinco lneas).

    * Redactar los artculos teniendo encuenta que sus destinatarios no sonespecialistas. Evitar el uso depalabras tcnicas, en caso de que seainevitable su uso definir siempre, conprecisin pero de manera sencilla, elsignificado de los trminos. Recurrirabundantemente a ejemplos. Usar ellenguaje ms llano posible. Noemplear palabras extranjeras sihubiese razonables equivalentescastellanos. Evitar neologismos,muletillas y expresiones de moda.

    * Ilustraciones: es importante el usode ilustraciones para clarificar losartculos. Se recomienda que lasilustraciones (figuras, fotos, grficos,

    etc.) sean originales y de alta calidad.Las leyendas de las ilustraciones seescribirn al final del texto con unaenumeracin clara.

    * Bibliografa: no ser obligatoria suinclusin. En los casos en que se in-cluya deber ser un listado exclusi-vamente de las obras citadas en eltexto. Se sugiere no abusar de citasy referencias para hacer ms gil lalectura.

    * Para publicar en Nexos sernecesario que el autor o al menosuno de los autores (en el caso decoautoras) pertenezca a laUniversidad Nacional de Mar delPlata.

    * Las publicaciones sern sin cargo.

    Aceptacin y orden de publicacin detrabajos

    * El comit editor aceptar, rechazaro solicitar modificaciones a lostrabajos presentados.

    * El comit editor organizar el ordende publicacin independientementede las fechas de recepcin de lostrabajos. Se pretende que Nexosrepresente la actividad de ciencia einnovacin tecnolgica de laUniversidad en su conjunto.

    * Cuando el comit editor lo considerepodr solicitar el arbitraje de lostrabajos. Si se consideran necesariasmodificaciones de contenido seconsultar a los autores. El comiteditor podr realizar correcciones deestilo que no afecten el contenido delartculo.

    Recepcin de trabajos

    * Con la entrega de trabajos para supublicacin el autor se comprometea aceptar las normas editoriales y ga-rantiza la originalidad del trabajo. Losautores debern ceder sus derechosde autor a la Universidad Nacionalde Mar del Plata.

    *La versin original del trabajo puedeser enviada como archivo adjunto deun correo electrnico a

    [email protected] o personalmenteen un formato digital en la Secretarade Ciencia y Tcnica de la UNMdP Diag. J.B. Alberdi 2695 4 piso (7600)Mar del Plata.

    Ao 16 - N 26 - Junio de 2009ISSN 0328-5030

    Registro de Propiedad Intelectual0328-5030

    Tirada: 2000 ejemplares

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    EDITORIALEDITORIALEDITORIALEDITORIALEDITORIAL

    Editorial

    La gestin del conocimiento en unaUniversidad Pblica Nacional constituye elmotor de su desarrollo. Las respuestas a qu?,para qu?, para quin? y cmo gestionar elconocimiento? son estratgicas para desarrollarlas polticas ms acordes. Pero de eso no nosdimos cuenta ahora: nos hacemos esaspreguntas desde hace varios aos. Lasrespuestas que encontramos en muchos casosson contrapuestas y no satisfacen al conjuntode la comunidad universitaria. Creo que esdifcil encontrar una nica respuesta a

    preguntas tan esenciales cuando ellasinevitablemente contienen un modelo de pas,de regin o de realidad local.

    Hablamos de gestin delconocimiento. El conocimiento, en si mismo,es el primer ejemplo de globalizacin, comohe escuchado decir en conferencias al Ing. JuanCarlos Lerch (quien tuvo la suerte de trabajarcon Jorge Sbato -tringulo de la innovacin).El saber no tiene fronteras, creceinevitablemente; lo hace en forma exponencial

    y actualmente se difunde en tiempo real.Son las polticas estratgicas las queresponden preguntas como qu?, para qu?,para quin? y cmo gestionar elconocimiento? Y esas polticas se debenconsensuar entre distintos actores internos yexternos en forma vertical y horizontal.

    El Consejo Interuniversitario Nacional(CIN) est definiendo un Plan Estratgico deInvestigacin y Desarrollo (PEID). S que sehan definido reas prioritarias del

    conocimiento y que se espera poder financiarsus proyectos. Cuando salga este nmeroseguramente habr ms definiciones queespero poder compartir.

    El trabajo es duro. Podemos ordenarhacia adentro nuestro sistema de ciencia ytcnica pero hasta que no definamosestratgicamente nuestro rumbo sernacciones aisladas sin mayor impacto. Esnecesario que innovemos los mtodostradicionales de gestionar la ciencia y latecnologa y como deca Maquiavelo en 1513en El prncipe debe considerarse que nohay nada ms difcil de emprender, ni msdudoso de hacer triunfar, ni ms peligroso demanejar, que el introducir nuevas leyes. El

    innovador se transforma en enemigo de todoslos que se beneficiaban con las leyes antiguas,y no se granjea sino la amistad tibia de losque se beneficiarn con las nuevas. El origende esta tibieza es por un lado, el temor a losque tienen de su parte la legislacin antigua,y por otro, la incredulidad de los hombres,que nunca fan en las cosas nuevas hasta queven sus frutos.

    En ese sentido debemos desarrollarun plan estratgico de nuestra Universidad.

    Lo tenemos que pensar entre todos.Y espero que no sea como trasladarun cementerio (expresin de un amigoespaol el Dr Ignacio Fernndez de Lucio,Director del Instituto de gestin de lainnovacin y del conocimiento de laUniversidad Politcnica de Valencia) muchoste pueden ayudar, salvo los de adentro

    Dr. Guillermo LomberaSecretario de Ciencia y Tcnica

    Universidad Nacional de Mar del Plata

    Es grande el desafo e involucra variosfrentes de trabajo

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    OPININOPININOPININOPININOPININ

    Qu significa estudiar literatura en laQu significa estudiar literatura en laQu significa estudiar literatura en laQu significa estudiar literatura en laQu significa estudiar literatura en launiversidad del siglo XXI?universidad del siglo XXI?universidad del siglo XXI?universidad del siglo XXI?universidad del siglo XXI?

    Laura Scarano

    Cuando en la universidad los profesoresenseamos literatura (en la carrera de Letrasprivilegiadamente) nos proponemos abordarlos textos literarios como artefactos quetransmiten y conservan saberes y memoriascolectivas. Abordar la literatura como objetode estudio disciplinario significa siempreenfrentarnos a una manifestacin de la culturavista como una red de conexiones,hegemonas y enfrentamientos, por medio dela cual una comunidad expresa un mismosistema de representacin del mundo y

    comparte coordenadas histricas ygeogrficas. Progresivamente se ha impuestola nocin de texto cultural para definirnuestro objeto de estudio, articulado en unavariedad de discursos verbales (poticos,narrativos, dramticos, ensaysticos),constituidos por enunciados que conllevan unaevaluacin social, una orientacin ideolgica;es decir: un conjunto de ideas y valores,significados y sentimientos, susceptibles deser compartidos, por los cuales se expresa y

    encarna dicha cultura.Desde un punto de vista no

    esencialista, la cultura es una red que formaliza

    la realidad discursivamente y construye unsistema de comprensin social que emergeen textos y artefactos culturales. Y la literaturaes un subsistema dentro de ese ms amplioespacio que llamamos cultura, constituido portextos mayoritariamente escritos. Sin embargo,la literatura no est encapsulada en lossoportes materiales (libro, letra, guin)exclusivamente, ya que constituye una prcticasignificante (escritura) que no producehechos sino procesos de significacin. Loque usualmente definimos como semiosis

    es precisamente esa actividad cognitiva yemocional incesante: la emanacin de unasignificacin compleja que surge de lainteraccin del texto con sus lectores.

    Por eso nuestro objetivo al ensearliteratura (si an cabe ese reductor verbo ennuestra actividad cientfica y pedaggica) esinsertar los textos en su esfera cultural y sercapaces de leer y analizar las formas enque esa cultura produce significados, insertaen su historia e imaginario social. Ideas,

    imgenes, ritos y modos de accin articulandichos imaginarios (al decir de Baczko),constituyendo campos de representacin

    Proponemos reflexionar sobre las nuevas coordenadas del estudio y enseanza de laliteratura en la universidad, que plantean atractivos desafos a una nueva crtica,conciente de su funcin activa en la sociedad.

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    colectiva. Pero es til recordar adems que laliteratura como hoy la entendemos esprecisamente lo que sus practicantesentienden por literatura, como miembros de

    una comunidad interpretativa compuesta porla institucin (academia, universidad,profesores y alumnos, la escuela, los circuitoscrticos) y el pblico lector. Sealaacertadamente Terry Eagleton:

    Literatura es una definicin vaca queslo puede designar el rol de un texto en uncontexto social, en relacin con su marco y

    su comportamiento funcional en la lectura.No existe una esencia literatura sino undiscurso valorado como literario en trminos

    funcionales y no ontolgicos. Es una materiainestable y variable; no existe un canonliterario incuestionable [...] Todas las obrasliterarias son reescritas por las sociedadesque las leen de acuerdo a un sistemainconsciente de juicios de valor que nunca

    son desinteresados. Esta estructura de valoreses parte de lo que llamamos ideologa, losmodos en que nuestras palabras y

    pensamientos se conectan con las relacionesy estructuras de poder de la sociedad en que

    vivimos.

    Cuando preguntamos a los alumnosal comenzar el curso: por qu quierenestudiar literatura?, qu hacemos en la

    carrera de Letras?, cul es nuestra

    actividad?, buscamos enfrentarlos al hechode que leer/estudiar literatura es leercrticamente los textos y sus alrededores,interpretar sus mltiples significaciones, susvariantes de lectura en la historia, los efectosen el cuerpo social de su poca y lasposteriores. Hacer crtica literaria/cultural esconjeturar hiptesis ms que aseverarverdades, porque se trata de una ciencia noexacta sino hermenutica, una ciencia dela interpretacin cuya validez nace de losfundamentos de su argumentacin, de su

    poder de persuasin, de su contribucin ahacer un poco ms inteligible los siempreinagotables mecanismos de la creacin.

    Este es el programa de la nuevacrtica de cara al siglo XXI. Para algunospensadores, se trata de un radical cambio deepisteme, donde el estudio de la literaturaha dejado de ser una lectura pasiva y se haconvertido en una teora crtica einterdisciplinaria que analiza las formascolectivas (pblicas o privadas) de

    construccin de la subjetividad (Zavala 15).De los estudios temticos o meramenteformales, el triunfo del dato y la atencin

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    OPININOPININOPININOPININOPININ

    exclusiva a la estructura, o la nocin de verdady autoridad incuestionable, hemos pasado(asimilando lo mejor de esa herencia filolgicao formalista y distinguiendo la paja del trigo)

    a interesarnos por los procesos sociales y loscdigos culturales involucrados, laconstitucin de los sujetos y sus contextosde actuacin, las funciones de la literatura enla compleja trama de lenguaje y realidad.Aunque nunca hemos de olvidarel cuerpo dela letra, su materialidad significante, desde laelusiva metfora (y el despliegue de sus troposretricos) hasta sus formas fsicas depresentacin y circulacin (tapas, editores,circuitos crticos), desde su circunstanciaautoral (quin, dnde, cundo y cmo se

    escribi) a sus horizontes de recepcin(quines, cmo, dnde y cundo fue y esleda).

    Creo que an siguen siendo vlidaslas preguntas que nos llevaron a muchos denosotros a estudiar Letras. Y es buenorecordrselas a los alumnos, para que no lasolviden en el transcurso de esta carrera(lamentable trmino que ms de una veztransforma el aprendizaje y evolucin encompetitividad y lucha). Qu nos dicen los

    textos literarios, ms all de sus palabrasliterales? Cmo interactan con nosotrosdesde el pasado de su inscripcin al presentede nuestra lectura? Pero adems, quesperamos de ellos?, qu efectos (y afectos)suscitan en nosotros como lectores, inmersosen una comunidad interpretativa tan cognitivacomo emocional? La operacin de lectura essiempre un modo de reescritura, pero nuncadesde un vaco o una subjetividad aislada yahistrica. Somos personas en situacin.

    BIBLIOGRAFIA:

    -Baczko, Bronislaw (1991), Imaginariossociales. Buenos Aires: Nueva Visin.-Eagleton, Terry(1988), Una introduccin alos estudios literarios. Mxico: FCE.-Zavala, Iris (1994), Introduccin: Nuevastareas y lecturas al filo de la modernidaden: Francisco Rico (ed.) Historia y crtica dela literatura espaola. Vol.5/1. Barcelona:

    Crtica.

    Leemos con y desde una enciclopedia cultural,una educacin sentimental, una formacinintelectual, un territorio e historia concretos(por ms que los profetas de la

    desterritorializacin y el fin de la historia nosquieran convencer de lo contrario). Leemosdesde la vida: verdad de Perogrullo (y staes otra cita de autoridad) que hoy ms quenunca debemos reivindicar, sin caer en falaciasbiogrficas, pero con el convencimiento deque la tan mentada muerte del sujeto esun axioma afortunadamente perimido. Losprofesores y alumnos de la carrera de Letrasde esta universidad marplatense, argentina ylatinoamericana estamos orgullosos de estarefrescante y reparadora conviccin.

    Laura Scarano es M.A. por The Ohio StateUniversity (1988) y Doctora en Letras por laUBA (1991). Profesora Titular del Depto. deLetras de la Facultad de Humanidades de laUniversidad Nacional de Mar del Plata.Investigadora Independiente del [email protected]

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    ACTUALIZACIONACTUALIZACIONACTUALIZACIONACTUALIZACIONACTUALIZACION

    Impacto de las poblaciones caninasImpacto de las poblaciones caninasImpacto de las poblaciones caninasImpacto de las poblaciones caninasImpacto de las poblaciones caninasasilvestradas sobre la produccin pecuariaasilvestradas sobre la produccin pecuariaasilvestradas sobre la produccin pecuariaasilvestradas sobre la produccin pecuariaasilvestradas sobre la produccin pecuaria

    de Tierra del Fuego, Argentinade Tierra del Fuego, Argentinade Tierra del Fuego, Argentinade Tierra del Fuego, Argentinade Tierra del Fuego, ArgentinaFabin Zanini, Daniel Leiva, Sebastin Cabeza, M. Celina Elissondo,

    Emiliano Olmedo, Hctor Prez

    INTRODUCCIN

    Caractersticas de la poblacin canina

    El perro es una subespecie domsticadel lobo, segn la comparacin de los mapasgenticos de ambas especies. Los lobosposeen el mismo instinto social que presentan

    los perros en su lealtad hacia sus amos, suinstinto territorial y el instinto de caza. El loboposee incluso el instinto de conducir elganado, lo cual se pone de manifiesto cuandoun miembro de la manada asla de su rebaoa la vctima usando habilidades parecidas alas de un perro pastor.

    El gnero Canis evolucion,convirtindose en Canis lupus (lobo) hace 300mil aos, mientras que Canis familiaris (perrodomstico), apareci hace slo 12.000 aos.Domesticar proviene del latn domus, quesignifica casa, o ms concretamente dominio.Los cambios producidos por la domesticacinfueron varios, pero en lo que a

    comportamiento se refiere, se destaca ladisminucin de la agresividad y las reaccionesde escape y de defensa que se observan enlos animales salvajes. Por el contrario, amedida que los perros domsticos se alejandel control y cuidado del ser humano, su

    comportamiento tiende a parecerse al de suantecesor salvaje.Desde hace tiempo los perros han sido

    clasificados segn su comportamiento, susorgenes, su tipo y su dependencia de loshumanos. Con respecto a esta ltimaclasificacin, se han propuesto cuatrocategoras: i) perros con dueo y restringidos;ii) perros con dueo no restringidos; iii) perrosvagabundos o callejeros y iv) perrosasilvestrados. Las dos primeras incluyen a losperros de familia, tienen un dueo del cualdependen, pero pueden ser libres para vagar(no restringidos). La tercera categora,callejeros, incluye a perros que habitan en un

    En la provincia de Tierra del Fuego, los ataques perpetrados por perros a los ovinosdatan de ms de 40 aos. Cientos de perros deambulan sin control impactando en la

    salud de las personas, el medio ambiente, los animales de produccin y la fauna autctona.El dao producido por los perros afecta sustancialmente la economa pecuaria provincial.La perpetuidad del problema deteriora la produccin de carne y lana, el progreso genticoobtenido durante aos, la calidad de vida de las personas e impide el aprovechamientoeconmico de miles de hectreas.

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    contexto dominado por el hombre. Es un grupoheterogneo que abarca a perros que todavaestn ligados socialmente al hombre y a perroscon varios grados de miedo o tolerancia que

    encuentran en este medio comida y refugio.La cuarta categora, asilvestrados, incluye atodos los perros que viven en estado libre sincomida o refugio directamente proporcionadopor humanos, no muestran socializacin conel hombre y evitan continuamente el contactodirecto con humanos, con un estilo de vidalimitado principalmente a ambientes naturales.Con respecto a la depredacin sobre fauna yganado, los perros asilvestrados en generalno consumen los animales que matan. Por logeneral hieren y matan un gran nmero de

    animales, principalmente ovejas, por sutamao y forma de escape.

    Antecedentes

    La irrupcin de perros domsticos enla zona rural de Tierra del Fuego se remonta acasi 40 aos. En la dcada del 70 las estanciasubicadas sobre la costa del Canal Beagleesquilaban ms de 30.000 ovinos por aopero, producto de la depredacin canina, en

    la actualidad ya no existen ovejas en esaregin. Este fue el primer registro deestablecimientos que abandonaron la actividadovina por causa de la depredacin canina.

    En la zona de influencia de Ro Grandey Tolhuin el problema aparece a mediados delos 70 en consonancia con la radicacin delos primeros emprendimientos industriales queredund en aumento poblacional, crecimientodesordenado del casco urbano y mayorpresencia de perros.

    Al poco tiempo estos animales yadeambulaban sin control por los alrededores,evidenciando una marcada irresponsabilidaden la tenencia de mascotas. Desde esa pocase advirti a las autoridades que si los perrosno eran controlados en las ciudades y llegabanal bosque, se adaptaran a la vida silvestre yel problema se hara incontrolable.

    Situacin actual

    En la actualidad existen dos tipos biendefinidos de perros que producen prdidasen los animales de produccin y diferentesgrados de dao a la fauna. Uno es el

    netamente urbano, sale de la ciudad y regresaa ella luego de la incursin en el ambienterural; el otro en cambio, es el que se encuentraadaptado a la zona del bosque donde realiza

    todo su ciclo vital. El primer grupo afecta alos establecimientos que rodean a los centrosurbanos, especialmente Ro Grande y Tolhuin.El segundo interacciona con los ubicados enlas zonas donde tiene su hbitat ideal, es decir,el ecotono (bosque) y la precordillera. Lo quequeda evidenciado es que ambos grupostienen su origen en las ciudades.

    La poblacin canina de Ro Grande hasido evaluada a travs de diferentes estudiosque han puesto en evidencia un nmeroexcesivo de animales, una elevada relacin

    perro/vivienda, marcada irresponsabilidad enla tenencia de las mascotas, importante tasade personas mordidas, as como un deficientestatus sanitario donde se destacanprevalencias de enfermedades zoonticascomo hidatidosis, toxocarosis, y leptospirosis.Para obtener informacin que posibilitaradeterminar la magnitud del impacto en laproduccin pecuaria de la provincia, se realizuna encuesta sobre la problemtica caninarural en Tierra del Fuego 2008 cuyos resultados

    se presentan a continuacin.

    MATERIALES Y MTODOS

    rea de estudio

    La superficie del sector argentino dela Isla Grande de Tierra del Fuego es de2.136.300 ha. de las cuales 1.189.100 ha. estnocupadas por 72 establecimientosagropecuarios dedicados a la cra extensiva

    de ovinos (577.216 cabezas) y bovinos (41.000cabezas) de raza Hereford. De acuerdo conlas caractersticas del clima, relieve yvegetacin, el sector destinado a la produccinganadera se divide en tres regionesagroecolgicas: la estepa magallnica, elecotono y la cordillera.

    Encuesta

    Se realiz una encuesta semicerradaentrevistando en forma personal a losresponsables de establecimientos ganaderos(propietarios, administradores, encargados).sta se llev adelante durante los meses de

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    febrero y marzo de 2008, y abord 4 aspectosprincipales: a) informacin general; b)definicin del problema; c) caracterizacin delos perros del campo; y d) cuantificacin de

    prdidas. Adems, incluy un apartado paraagregar comentarios y un mapa delestablecimiento donde se indicaron las zonasde ataque, de avistaje, categoras de animalesafectadas y grado de dao (leve, moderado,grave).

    El anlisis estadstico de las respuestasse realiz en Epi Info 2002 (CDC, Atlanta, EUA).La cuantificacin de prdidas, obtenidadirectamente de la encuesta, se present encabezas de ganado. Las prdidas deproduccin de lana se calcularon sobre las

    prdidas en cabezas segn la categora deanimal, utilizando los siguientes valores dereferencia de produccin por cabeza: ovejas4,7 kg.; carneros 5,3 kg.; borregos 3,9 kg.

    Para valorizar las prdidas deproduccin, se utilizaron precios de referenciapara cada producto (kg de lana y cabeza deganado, segn categora). stos fueronobtenidos y revisados por UEP Ley Ovina Tierradel Fuego, Frigorfico Los Jazmines, EstanciaMara Behety y Estancia Cabo San Pablo. Para

    el clculo de estos precios se utiliz unacotizacin del dlar de $ 3,15.

    Para describir el impacto de lasprdidas sobre la economa de losestablecimientos afectados, se realiz unclculo de su productividad. La capacidadganadera o receptividad se calcul enequivalentes oveja (EO) de cadaestablecimiento, en funcin de su superficie yla zona en la que se encuentran las parcelasque lo conforman. La informacin obtenida

    se volc a una base de datos SIG (Sistema deInformacin Geogrfica) a partir de la cual seelaboraron mapas temticos. La informacinde las prdidas ovinas y bovinas correspondea los perodos mayo 2006 - abril 2007 y mayo2007 - febrero 2008.

    RESULTADOS

    Se encuestaron en total 57establecimientos rurales (79,2%) ubicadosmayoritariamente en la zona del ecotono(73,7%), y donde el 64,9% realiza explotacinmixta (ovina y bovina). Del total encuestado,en 42 establecimientos (73,7%) se report

    presencia de perros, de los cuales 34 (81%)sufrieron como perjuicio la muerte de ovinos(100%).

    La actividad de los perros fue

    confirmada por el avistaje (97%) y la presenciade ganado mordido (73,5%). Dado la magnituddel problema el 26,5% de los entrevistadosestara pensando en cambiar de explotacin.La falta de control en las ciudades y elabandono de los perros en los caminos seindicaron como las principales causas de lapresencia de perros en el campo y 78,6% delos establecimientos refirieron el avistaje decachorros.

    La incursin de perros en los potrerosde paricin campos destinados a alojar a las

    ovejas paridas, provoc una disminucin delporcentaje de sealada observndose undescenso del orden del 38.3% en los corderosobtenidos. Las prdidas de cabezas ovinas seobservan en la Tabla 1. La prdida de lana fuede 77.566 kg. es decir 2,1% de la produccintotal. Las prdidas en hacienda bovinaincluyeron 32 terneros y 2 novillos. Lasprdidas totales en el perodo estudiadocontabilizaron $ 4.450.375,6.

    DISCUSIN Y CONCLUSIONES

    La encuesta result un recurso simplepara obtener informacin valiosa que evidencilos aspectos ms relevantes del problema yque debera ser considerada a la hora dedelinear acciones de control.

    El problema afecta a un elevadonmero de establecimientos rurales (73,7%)e involucra 497.000 ha., es decir, ms de lamitad (52,7%) de la superficie provincial

    dedicada a la produccin. Los ms afectadosson aquellos cercanos a la ciudad de RoGrande y la Comuna de Tolhuin, donde seconcentra el 27% y 39% de las prdidastotales, respectivamente. Esta asociacinpermite inferir que el descontrol de lapoblacin canina urbana juega un papelpreponderante en el origen del problema(Figura 1).

    Las prdidas han sido mayores enovinos. Esto sucede no solamente por el mayorstock de esta especie, sino por la preferenciade los perros en atacar a los animales demenor tamao y mayor movilidad (Figuras 2-4). En los bovinos, los daos ms importantes

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    Figura 1. Establecimientos rurales y tipo de dao.

    Tabla I. Prdidas ovinas producidas por perros asilvestrados en Tierra del Fuego, Argentina.

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    Figura 2. Heridas desgarrantes caractersticas en hocico. Figura 3. Ovino con heridas caractersticas enmiembro posterior. Figura 4. Muerte de corderos luego del paso de los perros. Figura 5. Guanaco joven(chulengo) muerto con lesiones caractersticas.

    ocurren en terneros. Algo similar ocurre en lafauna autctona, donde el blanco preferidoson los guanacos recin nacidos y de cortaedad (Figura 5).

    Las prdidas sistemticas ocasionadaspor los perros atentan contra la esencia de laley 25.422 que crea el Rgimen para laRecuperacin de la Ganadera Ovina, tendientea lograr la recomposicin de las majadas, lamejora de la productividad, la intensificacinracional de las explotaciones, la mejora de lacalidad de la produccin (Ttulo I, CaptuloI, Artculo 2). El 26,5% de los productores,evalan cambiar de explotacin (salir delovino). Hubo una opinin unnime en que lagravedad del problema registra un aumento

    progresivo especialmente en los ltimos aos.

    El avistaje de cachorros podrainterpretarse como una adaptacin exitosa delos animales al bosque fueguino. Deberaconsiderarse el impacto potencial para la salud

    de las personas y los animales, prestandoespecial atencin a la intervencin en el ciclode la hidatidosis, lo que significara unretroceso en la lucha contra esta enfermedad.Tambin se han denunciado encuentros detrabajadores rurales con perros que entraaronriesgo para la integridad fsica, aunque nollegaron a producirse ataques. Esto tienerelevancia si consideramos que el 80% de losestablecimientos rurales dedicados al turismodenunci presencia de perros.

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    BIBLIOGRAFA

    - Fleming P, Corbett L, Harden R, ThomsonP. 2001. Managing the Impacts of Dingoesand Other Wild Dogs. Bureau of RuralSciences, 140 pp.- Fleming P. 2003. Guidelines for Preparinga Working Plan to Manage Wild Dogs. TheState of New South Wales NSW. Agriculture,15 pp.- Lindblad-Toh, K, et al. 2005. Genomesequence, comparative analysis andhaplotype structure of the domestic dog.Nature, 438: 803819.- Mattiello, S. 1998. El Proceso dedomesticacin. Instituto de Zootcnica,Facultad de Medicina Veterinaria,Universidad de Estudios de Miln. Obiettivi& Documenti Veterinari N 7/8.- Zanini F, Prez H. 2005. Poblacionescaninas urbanas: agresin a personas ymatanza de ovinos. ParasitologaLatinoamericana, 60: 53 pp.- Zanini F, Benetti F, Elissondo M, Prez H.2006. Encuesta sobre zoonosis en

    escolares de Tierra del Fuego, PatagoniaArgentina. Acta Boquim. Clin Latinoam 3:230.

    AUTORES

    Fabin Zanini es Mdico veterinario, jefedel Programa de Control de Hidatidosis yZoonosis de Tierra del [email protected].

    Daniel Leiva es Mdico Veterinario ydesempea su actividad en el mbitoprivado. [email protected]

    Sebastin Cabeza es Ingeniero enProduccin y productor ovino.

    M. Celina Elissondo es Dra. en CienciasBiolgicas y Investigadora del CONICET.Desarrolla sus actividades en elLaboratorio de Zoonosis Parasitarias dela Facultad de Exactas y Naturales de laUNMdP. [email protected]

    E. Olmedo se desempea en la UEP Tierradel Fuego de la Ley Ovina.

    Hctor Prez es Paratcnico del Programade Control de Hidatidosis y Zoonosis deTierra del Fuego.

    Los resultados de este trabajo fueronpresentados a las autoridades provinciales yla Secretara de Desarrollo Sustentable yAmbiente de la provincia de Tierra del Fuego,

    dict la Resolucin DS y A N 487/08 dondedeclara "especie daina y perjudicial" a loscnidos asilvestrados o cimarrones, ademsde aprobar el Plan para el Control de lasPoblaciones de Canes Asilvestrados en ZonasRurales. Esto tiene especial relevancia, ya quees la primera vez que se crea un marco legalintegral para este problema, que ocasionaserios perjuicios en muchas regiones denuestro pas.

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    1. El sistema lingstico del cerebro y lasteoras lingsticas de base neurolgica

    La capacidad de hablar y la capacidadde entender lo que los otros dicen requierenla participacin de una inmensa cantidad yvariedad de procesos cerebrales. Requieren,por ejemplo, el manejo de la informacin sobrevarios miles de palabras, sobre numerosasconstrucciones sintcticas y sus interco-nexiones, no slo de unas con otras, sinotambin con los significados y los sistemasque nos permiten reconocer los sonidos del

    habla y mover los msculos de la boca paradecir algo. Esta complejsima combinacin deprocesos cerebrales puede denominarse elsistema lingstico del cerebro. Gracias a dichosistema una persona puede hablar, entenderel habla de los otros, leer y escribir. Gracias aeste sistema, al menos en gran parte, podemospensar e incorporar nuevos conocimientos.

    La evidencia emprica para el estudiodel sistema lingstico del cerebro provienede diversas reas: la neuroanatoma, laneurofisiologa, la afasiologa, las imgenescerebrales, tambin la lingstica. En algunosaspectos, la evidencia neuroanatmica esbastante precisa. Por ella sabemos que el

    cerebro, y en particular la corteza, es unainmensa red de neuronas interconectadas

    (Mountcastle 1998). Tambin puede inferirsea partir de la evidencia emprica que el sistemalingstico constituye una red (Lamb 1999,2004; Pulvermller 2002).

    Sin embargo, la afirmacin de que elsistema lingstico es una red les resultasorprendente a no pocos lingistas queentienden que el sistema lingstico constade objetos sintcticos e instruccionescomputacionales. En verdad, un anlisiscuidadoso de la evidencia y de las relaciones

    entre las unidades lingsticas pone demanifiesto que la estructura lingstica es unared de relaciones (vase especialmente elinciso 7 de esta nota). Dicho anlisis nos llevaa una conclusin para muchos sorprendente:Es posible saber algo de la estructura y delfuncionamiento de la informacin cerebral apartir de la evidencia lingstica.

    2. Qu es el sistema lingstico del cerebrode un individuo

    Hay una hiptesis fundamentalcompartida por las teoras lingsticas de base

    Para las teoras lingsticas de base neurolgica (TLN), como la teora de redesrelacionales de Sydney Lamb, el lenguaje es un complejo conjunto de subsistemasbiolgicos. Por ello, la lingstica necesita entrar en contacto con la realidad neurolgicay contrastar sus hiptesis con lo que se sabe del cerebro gracias a las neurociencias.De manera complementaria, las neurociencias podrn llegar a obtener informacinvaliosa sobre el funcionamiento del cerebro gracias a los aportes de la lingstica.

    La base neurolgica del lenguaje:Interaccin entre la lingsticay las neurociencias

    Jos Mara Gil

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    neurolgica: Lo que llamamos lenguaje esapenas un concepto que sirve para hablar deuna configuracin particular de subsistemascerebrales interconectados a los que nos gusta

    pensar como si fueran una unidad (ms omenos) homognea. Entre esos subsistemascerebrales se encuentran el reconocimientofonolgico, el lxico, la produccin gramatical,la produccin fonolgica, el control decategoras de objetos concretos, etc. A partirde las reas de Wernicke y Broca (donde selocalizan el reconocimiento y la produccinfonolgica, respectivamente), las conexionesse extienden hacia la circunvolucin angular ylas reas vecinas en la parte posterior de la

    corteza, y a travs de senderos similares en ellbulo frontal, hacia el resto de la corteza,inclusive la gran rea rectora de asociacinsupramodal, en los lbulos frontal y temporal.

    La Figura 1 muestra las localizacionesaproximadas de las capacidades dereconocimiento fonolgico y produccinfonolgica (en las reas de Wernicke y Broca,respectivamente). De esta manera, el lenguajenos facilita las conexiones para los smbolosfonolgicos (que no estn almacenados peroque s pueden producirse y recibirse) hastacasi todo aquello que seamos capaces deexperimentar e imaginar.

    3. Del lenguaje a las estructuras neuronales yde las estructuras neuronales al lenguaje

    Las teoras lingsticas de baseneurolgica requieren la integracin de lalingstica y las neurociencias. Esta integracinpermitir que la lingstica entre en contactocon la realidad biolgica para determinar sisus hiptesis son compatibles con lo que se

    sabe del cerebro y, adems, permitir recorrerdos grandes vas de investigacin: (1) dellenguaje a las estructuras neuronales y (2) delas estructuras neuronales al lenguaje.

    (1) Del lenguaje a las estructurasneuronales. Lo que ms arriba se llamsistema lingstico es en definitiva uncomplejo conjunto de subsistemas. En virtudde este conjunto de subsistemas es posibleque un individuo despliegue con xitoactividades lingsticas concretas, desdeentender una pregunta puntual como Qu

    hora es? hasta escribir una novela de 500pginas. Como este sistema lingstico esinterno al individuo, tiene que guardar algunarelacin con las redes neuronales del cerebro.

    Figura 1. Desde el siglo XIX se sabe, a partir de los estudios sobre los diversos tipos deafasia, que la capacidad de la produccin fonolgica reside en el rea de Broca (en lacircunvolucin frontal inferior izquierda) y que la capacidad de reconocimiento fonolgicose sita en el rea de Wernicke (circunvolucin temporal superior). Ambas reas estnconectadas por el fascculo arqueado, un tracto de fibras de asociacin de materia blanca(con clulas muy ricas en mielina, lo cual favorece la rapidez de las conexiones). (Diseode Collin Harrison).

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    As, el estudio de las relaciones lingsticaspuede brindar indicios para el estudio de labase neurolgica del lenguaje. En estecontexto, surge (o se refuerza) la siguiente

    hiptesis: el sistema lingstico estfuertemente conectado con otros sistemascognitivos representados en la cortezacerebral: la audicin, la visin, la percepcinsomato-sensorial, etc. Despus de todo,usamos el lenguaje para hablar de una enormevariedad de aspectos de la experienciahumana, todos los cuales tienen algn tipode representacin cerebral. En la Figura 2 semuestran la conectividad que se da entre lavisin de la foto de un gato y la emisin de lapalabra gato. Entre la visin de la foto y la

    emisin verbal transcurren unos 600milisegundos. Y, dicho sea de paso, la

    palabra no estaba guardada en el cerebrodel hablante que dijo gato.

    Recorrido de las conexiones: Cuandouna persona ve la foto de un gato y despus

    lo nombra, parece que la actividad cerebralva del lbulo occipital (V, de VISIN) a C(Conceptos, lbulo temporal), y luego a L(Lexis, circunvolucin angular), PR (Wernicke),PP (Broca) y AP (produccin articulatoria), enese orden, seguido por la emisin de lapalabra gato. La actividad en el lbulooccipital aparece 150 milisegundos despusde que se muestra la foto; en el rea deWernicke la actividad se manifiesta entre los275 y 400 milisegundos. El nombre del animalse emite a los 600 milisegundos,

    aproximadamente.

    Figura 2. Ubicaciones aproximadas de algunas nexiones para el concepto GATO. C: conceptual;

    T: tctil (cmo se percibe un gato al acariciarlo); PR: reconocimiento fonolgico (de lapalabra hablada gato); PP: produccin fonolgica (de la palabra hablada gato); A:reconocimiento (imagen auditiva) del maullido del gato; V: reconocimiento visual (o imagen)de un gato. (Diseo de Collin Harrison).

    (2) De las es tructuras neuronales allenguaje. Los neurlogos, los afasilogos, losneuroanatomistas, los neurocientficos engeneral, han adquirido un amplio conocimientode las estructuras fsicas del cerebro. Sin

    embargo, este conocimiento por s slo nosirve para explicar cmo funciona el cerebro ala hora de ejecutar los procesos que usamosal hablar y al entender el habla. Incluso la

    pregunta fundamental de cmo el cerebro tratala informacin simblica (por ejemplo, laspalabras) sigue siendo algo misteriosa paralos especialistas en neurociencia. Hoy en dase estn llevando a cabo muchas

    investigaciones de imgenes cerebrales pormedio de tcnicas modernas como latomografa de emisin de positrones (PET), laimagen de resonancia magntica funcional

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    (fMRI) y la magneto-encefalografa (MEG). Peroestas tcnicas, desde luego valiossimas, nosdan informacin de dnde ocurre algo, y node qu es lo que ocurre.

    4. Importancia de la lingstica para eldesarrollo de la neurociencia

    La pertinencia del estudiointerdisciplinario de la base neurolgica dellenguaje est directamente ligada al cruce delas dos vas del inciso anterior. A pesar desus espectaculares avances, las neurociencias(por s solas) no pueden responder laspreguntas del lingista, por ejemplo cmo un

    nio es capaz de decir mam o cmo unadulto es capaz de producir o entender unenunciado irnico. Desde luego, esto no sedebe a una incapacidad de las neurociencias:se debe a que stas no se plantean, enprincipio, el objetivo inmediato de entenderlos procesos lingsticos de alto nivel. Pedirlea un neurocientfico que d respuestas a laspreguntas del lingista es como pedirle a uningeniero electrnico que determine, a partirde las estructuras electrnicas de una

    computadora, cmo se hace para que elprocesador de texto revise la gramtica y laortografa castellanas. En realidad, paraentender el programa de revisin de laortografa y la gramtica del espaol senecesita saber lingstica. De un modoanlogo, no es posible entender cmo serepresenta el lenguaje en el cerebro sin recurrira la lingstica.

    La conclusin de todo esto es lasiguiente: sobre la base de la evidencia

    emprica provista por las ciencias del cerebroy la lingstica, es posible empezar a construirun puente entre las estructuras neuronales ylas estructuras lingsticas. Un buen comienzopara la construccin de este puente es elminucioso trabajo llevado a cabo por VernonMountcastle y otros acerca de las columnascorticales. Este trabajo dio como resultado unadescripcin de las numerosas propiedades dela estructura y la funcin de la red cortical. Demanera concreta, Mountcastle (1997, 1998)mostr que las neuronas de la corteza cerebralse organizan en columnas y que es muyplausible la hiptesis de que estas columnasformen nodos en la red cortical (por ejemplo

    nodos correspondientes al concepto GATOo la imagen visual del gato).

    La lingstica es desde luego uno delos pilares de esta investigacin. La evidencia

    primaria que maneja son los textos, es decir,todo aquello que las personas dicen y escriben(y que por supuesto tambin puedenentender). A partir de la evidencia elementalde los textos (orales o escritos), se hanconstruido modelos plausibles de cmo es elsistema de informacin cerebral que permiteproducir y entender los textos que tenemosante nosotros.

    En sntesis, el trabajo conjunto de lalingstica y las neurociencias permitir integrarlas dos vas de investigacin antes

    mencionadas: del lenguaje a las estructurasneuronales, y viceversa.

    5. Integracin de la lingstica a la ciencianatural

    Ya se ha hecho explcita una hiptesisfundamental de las teoras lingsticas de baseneurolgica: el sistema lingstico del cerebroes una complejsima configuracin de

    subsistemas cerebrales interconectados a losque nos gusta pensar como si fueran unaunidad. Una de las mejores justificaciones deesta hiptesis y de esta metodologa generales la que dio el prestigioso neurlogo NormanGeschwind, en 1964, durante uno de los muypocos congresos de lingstica en los que huboalguna presentacin sobre lingstica yneurociencia:

    Me parece que el status de las

    teoras lingsticas sigue siendo unproblema difcil () Me gustara, demanera prudente, sugerir que tal vezdeba agregarse una piedra fundamentalms: hasta qu punto una teoralingstica se conecta con otra clase deinformacin, por ejemplo con losaspectos anatmicos del lenguaje? Alfinal de todo, tales conexionesestablecern una relacin entre unateora lingstica y un cuerpo ms ampliode conocimiento cientfico (Geschwind1964, citado por Lamb 2004, p. 227).

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    su parte, Halliday elabor una notacinespecial para su gramtica sistmica, graciasla cual se distinguen claramente las relacionessintagmticas (ambos/y) y las relaciones

    paradigmticas (uno u otro/o). De estamanera, si se identifican las relacionesinmediatas de una unidad lingstica (porejemplo, las del infinitivo ir) la unidadlingstica como tal desaparece, slo quedanlas relaciones, esto es, la conectividad. Dichotoscamente, una unidad lingstica no es msque un nodo en una red de relaciones, y estovale para cualquier sonido, palabra oconstruccin sintctica.

    De manera algo ms precisa, puededecirse que una unidad lingstica es lo que

    es no slo porque ocupa una posicinparticular en una red de relaciones, sino que

    es lo que es porque depende de los otrosnodos con los cuales est conectada. As, elconocido concepto de valor de Ferdinand deSaussure (el padre de la lingstica moderna)

    toma una dimensin adicional: una unidadlingstica es lo que es a partir de las dems.La Figura 3 muestra por ejemplo que

    las unidades estructurales como el morfemair, el concepto IR, la categora Verbo, el rasgoPretrito, el fonema /f/, etc. no son ms queubicaciones en un sistema de relaciones. Losrtulos IR, Verbo, ir, etc. no son parte dela estructura lingstica, sino que simplementeestn ah como una ayuda para el lector deldiagrama. (Los triangulitos de los cualessalen lneas indican conexiones y, mientras

    que los corchetes de los que tambin salenlneas marcan conexiones o).

    Naturalmente, cualquier representacinde una red relacional es parcial. El significadoes inagotable y las conexiones potenciales sonilimitadas. Por razones como stas, nadie

    podra elaborar una red relacional completa,ni siquiera en una vida entera de trabajo. Sinembargo este sistema de notacin (apenasbosquejado en la nota) permite empezar a

    entender que la estructura lingstica y elsignificado conforman una red. La palabra(o, de modo ms tcnico, la nexin lxica)carece de significado por s sola: la palabra

    ir es un tem de la red lxica, pero susignificado est en la conectividad con losdems elementos, no en s mismo.

    Figura 3: El morfema ir en tanto su aparicin en el sistema. Advirtase que los rtulos

    colocados fuera de las conexiones no son parte de la estructura lingstica. La informacinlingstica no consta de objetos: la informacin lingstica es el resultado de las conexiones.Advirtase tambin que para que haya conectividad debe haber nodos o nexiones. Porejemplo, la lnea con el triangulito de ms arriba y el corchete de abajo (a cuyaizquierda figura el rtulo ir) es en su conjunto la representacin del nodo o la nexincorrespondiente a ir. (Diseo de Gustavo Meschino).

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    8. Evidencia emprica: Los nodos o nexionescomo columnas corticales

    Cmo se maneja la informacin en

    un sistema de redes? Algo de eso puedeadvertirse en la Figura 3. Supngase que elsistema de un individuo percibe la palabrafue. Esa palabra (pronunciada oralmente porotro individuo) activar los nodoscorrespondientes a los rasgos acsticos, loscuales pasarn la activacin a los nodos deun nivel ms alto, los fonemas. Luego, laactivacin de los nodos correspondientes alos fonemas pasa a niveles todava msaltos, donde se representan los morfemas ylos lexemas, y despus al nivel donde se

    representan los conceptos de IR y Pretrito.De la activacin de todos estos nodos dependeel reconocimiento de lo que llamamospalabra, la cual no est depositada ah, comoun libro en una biblioteca.

    Advirtase algo muy importante: Nohacen falta un buffer, un tablero de trabajo niun mecanismo ejecutivo. Cada nodo en la redes su propio procesador y trabaja con unprincipio simple: cuando recibe suficienteactivacin la pasa a otro nodo con el cual

    est conectado. En la teora de redesrelacionales de Lamb (1999, 2004), los nodoso nexiones (tales como los que aparecen enla Figura 3) se implementan como columnascorticales.

    El trabajo de Mountcastle (1998),Burnod (1990) y Arbib et al (1998) sugiere quela unidad fundamental de la percepcin y laactividad motora es la columna cortical. Sedistinguen dos tipos importantes de columnas:la minicolumna y la maxicolumna. La

    minicolumna cortical consta de neuronas mso menos apiladas unas por encima de otras.Las minicolumnas estn desde la parte superiorhasta la parte inferior de la corteza cerebral,la cual tiene entre 2.5 y 4 mm. Cadaminicolumna est integrada por entre 75 y110 neuronas y su dimetro oscila entre los30 m y los 50 m. Un 70% de las neuronasde la columna cortical son las prototpicasneuronas piramidales y el 30% restante estintegrado principalmente por neuronasinhibitorias de varias clases. (Obsrvese quela nexin o nodo no se implementa como unaneurona aislada, entre otras cuestiones porquehay neuronas de excitacin y neuronas de

    inhibicin). Por su parte, un grupo de unas100 minicolumnas contiguas forma unamaxicolumna.

    La teora de redes relacionales

    presenta as dos hiptesis contrastables: Un nodo (o una nexin), como elcorrespondiente al concepto GATO o almorfema ir, PUEDE SER una minicolumnacortical. Hay conexiones de excitacin y de inhibicinentre las columnas corticales, todo lo cualpermite transmitir (o inhibir) informacin.

    Sobre la base de datos neurolgicos,Lamb (1999, 2004) sugiere que las columnas

    corticales tienen las mismas caractersticas quelos nodos o nexiones de la red relacional. Porejemplo, las conexiones (los vnculos entrelos nodos) tienen fuerza y grados de activacinvariables y tambin pueden fortalecerse pormedio del uso exitoso.

    9. Un ejemplo de confirmacin de una hiptesisfundamental de las TLN

    Un ejemplo pertinente de lo tratadohasta aqu es el de la contrastacin llevada acabo por Julio Gonzlez, FriedemanPulvermller y otros (2006), tal como lo sugiereel ilustrativo ttulo del trabajo: Readingcinnamon activates olfactory brain regions[Leer canela activa regiones olfativas delcerebro]. En efecto, por primera vez, en esteestudio se investig la relacin entre lainformacin lingstica y olfativa usando laimagen de resonancia magntica funcional

    [fMRI]. Varios hispanohablantes nativosdiestros leyeron pasivamente palabrasrelacionadas con olores (ajo, canela,jazmn) e tems lingsticos neutrales. Lostrminos relacionados con el olfato produjeronactivaciones en la corteza olfativa primaria,que incluye la corteza piriforme y la amgdala(Figura 4). Los resultados sugieren la activacinde conjuntos celulares corticales ampliamentedistribuidos en el procesamiento de palabrasolfativas. Estas poblaciones de neuronas seextienden a reas del lenguaje, pero tambinalcanzan algunas partes del sistema olfativo.Segn los autores, estos sistemas neurolgicosdistribuidos pueden ser la base del

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    procesamiento de elementos del lenguaje, desu informacin conceptual y semntica

    relacionada, y de su informacin sensorialasociada.

    A partir de la investigacin de Gonzlezy otros (2006), se pueden reconstruir,entonces, los siguientes elementos:

    Hiptesis H (de las TLN): La informacinlingstica est distribuida en la cortezacerebral. (Por ejemplo, la informacin quesomos capaces de procesar cuandodecimos, escuchamos, escribimos o leemos

    canela).

    Hiptesis Auxiliar A (proveniente de lasinvestigaciones de la neurociencia): Lacorteza olfativa primaria incluye la cortezapiriforme y la amgdala.

    Contrastacin C: Varios hispanohablantesdiestros sometidos a una imagen deresonancia magntica funcional [fMRI] leenpalabras olfativas como canela.

    Efecto esperable E: La imagen deresonancia magntica funcional [fMRI] revelaactividad cerebral en la corteza piriforme yla amgdala de los cerebros de los lectores.

    Luego, por medio del razonamiento [1],puede explicarse cmo interpretar que hubo

    una confirmacin de la hiptesis H, acerca dela distribucin de la informacin lingsticaen la corteza cerebral.

    [1] Premisa 1: Si la informacin lingsticaest distribuida en la corteza cerebraly, adems, la corteza olfativa primaria

    incluye la corteza piriforme y la amgdala,entonces, si varios hispanohablantesdiestros sometidos a una fMRI leenpalabras olfativas como canela, [seobservar que] la fMRI revela actividadcerebral en la corteza piriforme y laamgdala de los cerebros de los lectores.

    Premisa 2: Varios hispanohablantesdiestros sometidos a la fMRI leenpalabras olfativas como canela, y la

    fMRI revela actividad cerebral en lacorteza piriforme y la amgdala de loscerebros de los lectores.

    Figura 4. Esquema de algunos caminos (pathways) olfativos pertinentes. OB: bulbo olfativo,PC: corteza piriforme, A: amgdala, T: tlamo (ncleo dorsal medio), OFC: cortezaorbitofrontal. Desde la amgdala, parten proyecciones difusas al sistema lmbico. (Figurareproducida de Gonzlez et al. 2006)

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    Conclusin: la informacin lingstica estdistribuida en la corteza cerebral y, adems,la corteza olfativa primaria incluye la cortezapiriforme y la amgdala.

    10. Brevsimo balance

    El trabajo de Gonzlez y otros (2006)es uno de los tantos ejemplos que podraninterpretarse como la confirmacin de unahiptesis fundamental de las TLN. Dichaconfirmacin puede contar como un argumentoa favor de que la hiptesis H es verdadera: lainformacin lingstica est distribuida en lacorteza cerebral.

    Ahora bien, aunque puedeinterpretarse que la hiptesis H es verdadera,esto no permite inferir que las hiptesis deotras teoras lingsticas hayan sido refutadas.Como bien han explicado Duhem y Hempel,entre otros, no hay constrastaciones crucialesen la ciencia. Que una teora confirme unadeterminada hiptesis no es un argumentodecisivo para descartar todas las hiptesisincompatibles de otra teora.

    Sin embargo, por todo lo

    anteriormente expuesto, parece que las TLNson lo bastante buenas como para empezar aentender cmo es y cmo funciona en lacorteza cerebral eso que en la vida cotidianallamamos lenguaje.

    BIBLIOGRAFA

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    activates olfactory brain regions.NeuroImage, 32, pp. 906-912.-Lamb, S. (1966) An Outline of StratificationalGrammar, Washington, GeorgetownUniversity.-Lamb, S. (1999) Pathways of the brain: Theneurocognitive basis of language.Amsterdam, John Benjamins.-Lamb, S. (2004) Language and Reality.London, Continuum Books (editado por J.Webster).

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    RECONOCIMIENTO

    Las figuras 1 y 2 fueron diseadas porCollin Harrison para la versin castellana de Lamb (1999),traducida porAdolfo M. Garca y el autor de esta nota. Collin Harrison dise las figuras del librooriginal. Se espera que Senderos del cerebro aparezca en 2010.

    Jos Mara Gil es Profesor en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional deMar del Plata. Doctor en Filosofa por la Universidad de La Plata. Es Profesor Adjunto Regular delDepartamento de Filosofa e Investigador Adjunto del CONICET. Entre octubre y noviembre de 2009habr sido beneficiario de una beca post-doctoral de la Comisin Fulbright y el CONICET parainvestigar la base neurolgica del lenguaje en la Universidad Rice (Houston, Texas), en colaboracincon Sydney Lamb. [email protected]

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    Introduccin

    En los inicios del siglo XX, los cuerposfemeninos comenzaron a difundirse en laprensa ilustrada, que haca su presentacininaugural en el mbito argentino y, desde all,propagaron los modos legitimados de recrearla apariencia, a travs de las modalidades delvestir1. Estos cuerpos que actuaban en loprivado y en lo pblico y que se exponan,fundamentalmente, a las miradas de laintimidad, ahora convertidos en imgenes, seexpondran a las miradas masivas. En este

    sentido se sostiene que en las pginas de losmedios se divulgaron las prcticas del vestircomo maneras ficticias de mostrar el cuerpo ycomo sistemas de distincin en respuesta alos gustos de los grupos en el poder. Elreferente explcito fue la moda europea, ellati las imgenes inscriptas en los cuerpos,condicionando su aspecto esttico y susproporciones.

    Indagaremos en estas cuestiones apartir de las imgenes plasmadas en diferentes

    soportes: ilustraciones, grabados y fotografasy las articularemos con los discursos verbalesque las acompaan, ya sea en publicidades oen secciones literarias. Para corroborar la

    La prensa ilustrada argentina revel, para los primeros aos del siglo XX, los modosde parecer de los cuerpos femeninos a partir de un referente preciso: la moda

    europea. Esta consigna se inscribi en la estructura corporal y en la esttica delvestido y la moda fue quien atribuy la alineacin que deba asumir la postura paraser distinguida, relegando con ello sus formas y proporciones. Hubo, tambin, espaciospara representaciones fantsticas: mujeres que se disearon asumiendo lascaractersticas de personajes mticos y, con ello, transgredieron los modelos corporalesinstituidos.

    Los modos de parecer de los cuerpos femeninos

    en los primeros aos del siglo XX. Simulacionescorporales impresas en los medios grficos.

    Gisela P. Kaczan

    permeabilidad de los modelos importados,confrontaremos las imgenes nacionales conlas aparecidas en las revistas europeas.

    Esta propuesta permitir, por un lado,interpretar el sentido que los actores otorgarona su cuerpo en relacin con las imgenesdifundidas y, por otro, codificar a travs de laindumentaria, mensajes tanto informativoscuanto simblicos, individuales cuantosociales, algunos gestados por el razonamientoy otros por la imaginacin.

    Ficciones en los cuerpos

    La sensibilidad europea matiz lasmodalidades asumidas en las relacionessociales, sobre todo, en las de los gruposfavorecidos econmicamente. As como estereferente se ancl en niveles polticos,econmicos, tecnolgicos, culturales, comopatrn de innovaciones y expresionesmodernizadoras, al mismo tiempo filtr nuevosmodos de pensamiento y proporcion

    imgenes innovadoras para fijarlos. Loscuerpos y sus representaciones fueron otrosde los lugares legitimados para la enunciacinde esta tendencia.

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    En diferentes zonas de la prensa, estasimgenes se fueron sucediendo unas a otrasy cuando se aluda a las mujeres, las formasimportadas se revelaban en la adopcin de

    determinados esquemas corporales. Laspginas europeas evidencian siluetasserpenteadas, formadas por curvas ycontracurvas que pueden sintetizarse en lafigura de S al ver el cuerpo de perfil (Imagen1).En las pginas argentinas se segua la mismalgica: en la silueta frente al espejo (Imagen2), el centro del equilibrio pareciera situarseen el abdomen, mientras que la actitud, vistaen su perfil, es de desplazamiento. Un escritorde la poca sealaba:

    Se desarroll todo lo que poda impedira las mujeres estar sentadas, se aparttodo lo que pudiera molestar a lamarcha. Se vestan y se peinaban paraser vistas de perfil. El perfil es la siluetade una personaque pasa, que huirde nosotros. El atuendo se transformen una imagen del movimiento rpidoque anima al mundo2.

    Como si se detuviera una imagen en

    avance, la presencia fsica manifiesta unamarcada diagonalidad orientada hacia el frente.En este sentido, se propone que si la

    modernidad se inscribe en procesos deruptura, de progreso, de inquietud y decambio, la silueta parecera cristalizarlo en surecorrido, en gestos de anticipo, de

    Imagen 1: Grabado de moda Garden Party en Revista Fmina. Francia. N 192. Janvier de 1909.

    Imagen 2: Publicidad Gonzlez y Hnos. en SemanarioPBT. Buenos Aires. Ao 4. N 142. 3 de Agosto de 1907.P.24.

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    impaciencia por alcanzar lo nuevo. Tambinen las representaciones donde la mujerpermanece sentada, su postura tiende aconformar una figura inestable, con la intencinde reposicionarse (Imgenes 3 y 4).

    Esta impronta es tan substancial queincluso en ausencia del cuerpo, los dibujos

    de las prendas en las publicidades de cors yfaldas distorsionan su eje, marcando laorientacin ideal de la parte que cubren(Imgenes 5 y 6).

    Para mantener esta silueta, el sistemaindumentario se dise en consecuencia. As,el cuerpo se disciplin a travs de una posturaforzada por sistemas ajenos y el cors fue elmedio ideal:

    Como es sabido, el cors nos obliga a

    estar derechas, a mostrar alguna firmezaen la silueta. Si lo suprimimos, pues,nuestro cuerpo revelar un abandonode mal gusto, reido con la honestidad3.

    El cors, ergonomtricamente artificial,no slo condicion el recorrido del cuerpo alverlo de perfil sino, tambin, fraccion lasilueta al comprimir la cintura, marcandodesproporciones que se hacen evidentes enla frontalidad. Se acentuaron las formasfemeninas desde el exceso, algunas por ajuste

    y otras por exaltacin.Las imgenes publicitarias concretaron

    visualmente el deseo de la apariencia,difundiendo, a travs de figurines, lasproporciones ideales hacia las cuales laslectoras deban rectificarse. Se expusieroncuerpos impersonales, esquemticos,estereotipados, que no necesariamente secorrespondieron con las proporcionesanatmicas, sin embargo, tendieron aenfocarse hacia una generalidad formal

    pautada. En relacin con esto, agregamos loque Barthes ha sealado:

    Imagen 3: Seccin PBT novelesco El secreto de unasuegra, en Semanario PBT. Buenos Aires. Ao 4 N139. 13 de Julio de 1907. P. 8

    Imagen 4: Seccin literaria La cartera del marido enRevista Caras y Caretas. Buenos Aires Ao V. N 177. 22de Febrero de 1902.

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    el vestido no tiene aqu la tarea designificar un cuerpo rechoncho, esbeltoo menudo, sino, a travs de ese cuerpoabsoluto, de significarse a s mismo en

    su generalidad

    4

    .De esta forma, los conceptos

    propuestos en cada temporada se concretabanal hacerse presentes en la imagen corporal demoda y las pautas diseadas por los creadoresadquiran trascendencia masiva, a travs desu difusin en un escenario tan pblico comopoderoso. Pero las mujeres jugaban condesventajas, ya que la materia de sus cuerposno era para el grafito. O debera serlo?:

    Verdaderamente hace falta que el cuerpode la mujer sea maleable y flexible comobarro para que l se acomode a loscaprichos de nuestras modas5, sealaLe Grand Prix.

    El discurso revela, en tono de imposicin, elgrado de influencia de la moda sobre el cuerpo,como si l pudiera construirse eludiendo suestructura sea y muscular. Y esta idea sefortalece al ser vivificada en la imagen del

    barro como materia manipulable. Paraalcanzar tal fin, es necesario que el cuerpo semodifique, que atestige la mimesis con lospatrones impuestos. As, se promete un valorsublime: el reconocimiento social y, en esabsqueda, la apariencia a la moda es el mvil

    que garantiza la aceptacin y efectiviza ladistincin.

    Dar rienda suelta al tamao real de lacintura comprometa las virtudes femeninas

    homologadas socialmente, por lo tanto,quienes las disimularan con la indumentariaadecuada, actuaran dentro de la norma:

    Las mujeres que se privan del corstienen tambin parecido con otrasmujeres que no son precisamente lasms estimadas por la sociedad. Y comoel cors es la nica garanta de que nonos confunden con ellas, a l tenemosque recurrir6.

    La referencia en el texto a otrasmujeres, aludira a inmigrantes o trabajadorascuyos cuerpos atestiguaban dimensionescorporales ms cercanas a lo natural. Haciendola traduccin de esta diferencia, se advierteque en los grupos privilegiados, la originalidaddel cuerpo tenda a disolverse, del mismomodo que se evitaba la disposicin almovimiento, aquella que exigan las laboresrentadas. Por esto, portar un cors era,tambin, un signo visible de estar al margen

    del esfuerzo fsico, darse el lujo de mantenerseajena a cualquier actividad til, mientras sedesplegaban los rituales del consumodestinados a invertir en las apariencias7.

    Las imgenes 7 y 8 revelan lascualidades que podan asumir estos diseos

    Imagen 6: Publicidad de la Corsetera La EleganciaPortea de J. Santo en Revista Caras y Caretas. Ao IV.N 142. 29 de junio de 1901.

    Imagen 5: Publicidad de la Tienda La Piedad enSemanario PBT. Ao 4. N 142. 3 de Agosto de 1907.P.26.

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    y, adems, ponen de manifiesto a partir delcdigo visual, la idea de especularidad de lamoda argentina respecto de la europea. Porsupuesto, la mujer europea est fuera delespejo, dado que es la original.

    Al estudiar la aceptacin de estospatrones, es posible evaluar no slo los gustospersonales en relacin con las corrientesestticas, sino tambin, el grado deconformidad frente a lo impuesto, segn lasconvicciones individuales. En el caso de lasmujeres mencionadas, acataban estas modasno porque se usaban simplemente, sinoporque provenan de Europa y, como

    anticipamos, este referente se fueposicionando como matriz que orientaba alprogreso y, en consecuencia, estaba a favorde sus intereses. En las prcticas del vestiresto tena una estrecha vinculacin con losmodelos que figuraban la distincin en lolujoso, lo extravagante, lo ficticio, con losrecursos que adornaban el cuerpo

    transformndolo en un artificio. Dentro de estemarco, las preferencias individuales se ponande manifiesto en los detalles, por ejemplo, enla eleccin de un color dentro de una paletade colores de moda, de una prenda dentro deuna coleccin de moda, de una forma dentrode las tipologas de moda.

    Representaciones en los discursos

    En la prensa grfica se fijaron zonasde difusin de modelos corporales deseados,con el objetivo de ser transferidos a la vidacotidiana. Pero, tambin, espacios donde seexpusieron cuerpos de mujeres metforas, que

    Imagen 7: Figurn de moda en Natura ed Arte, Ressegnaquindicinale illustrata, italiana e straniera di Scienze,Lettere ed Arti (1904-05). Milano. Casa Editrice DottorFrancesco Vallardi. P.75.

    Imagen 8: Publicidad de Lzaro Costa y Ca Primaveraen Revista Caras y Caretas. Buenos Aires. Ao VI. N260. 26 de Septiembre de 1903.

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    tensaron las pautas del mundo real. No fueronelaborados como los cuerpos tipificados delos figurines, que exponan una indumentariapara comercializar o como los de las pginas

    artsticas que reproducan una escena diaria,sino como invencin, mito o fantasa.Ilustrando secciones literarias, personificandouna estacin del ao, como soporte grficode un conjunto de fotografas, entre otras,aparecieron para entretener la mirada.Para ejemplificar lo dicho, seleccionamos unapieza grfica -a doble pgina- del Diario LaNacin, denominada Los Balnearios. Mar delPlata (Imagen 9).

    Del lado izquierdo, se ubica la figurade una sirena, representacin mitolgicaheredada, que se contrasta poderosamentecon la figura de la derecha. En primera

    instancia, su cuerpo se exhibe desnudo ydecimos que se exhibe porque:

    exhibir no slo es mostrar, es mostrarde tal manera que aquello que semuestra se vuelva ms visible, sereconozca. Visibilidad acrecentada en lapose [] la exageracin es estrategia deprovocacin para no pasar desatendido,para obligar la mirada del otro [] Mrese

    Imagen 9 y detalles: Seccin de fotografas Los Balnearios. Mar del Plata en Diario La Nacin. Buenos Aires. AoI. N 25. 19 de Febrero de 1903.

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    donde se mire, el exceso siemprefomenta la lujuria de ver8.

    A la vez que lo hace, en posicin

    horizontal, su gesto es de expansin, susbrazos estn separados del torso, uno revelala axila y el otro sujeta un mechn de pelo.Voluptuoso, sugestivo, liberado, el cabelloapela a la sensualidad restringida en lacotidianeidad. Adems, la mirada revela unaactitud que no est inscripta en la discrecin,como la de la mujer real, concentrada en ellibro que lee, ms bien participa de un estadode ensoacin y nos hace cmplices, porquesu rostro se vuelve hacia nosotros.

    En cambio, la representacin de la

    mujer de la derecha se construye con signosconvencionales, como el modo de cubrir sucuerpo con una vestimenta corriente o el usode accesorios como el sombrero.

    En otra pieza grfica del mismo tipo,advertimos la recurrencia a ciertos signosicnicos. Se trata del dibujo (Imagen 10) queacompaa el texto titulado: Poetas y Profetas.En este caso, las dos mujeres representadaspertenecen al mundo de la fantasa. Sentadasde costado, dejan ver la desnudez de sus

    cuerpos casi en su totalidad, solamente unatela que cae ligeramente sobre las piernas

    oculta algunas zonas a la mirada del lector.Las manos delicadas, con gestos demovimiento, tocan el arpa y adhieren,simblicamente, el efecto de la msica a la

    imagen. A ello se suma la simulacin delperfume fluyendo del recipiente. Vista, odo yolfato se estimulan desde los trazosbidimensionales, apelando directamente a lossentidos.

    Este tipo de imgenes, que salpicaronla prensa, no la saturaron, permitieron hacervisibles recursos que embellecan aspectos dela realidad. Operaron como consentimientosencubiertos, que matizaban los criteriosrazonalizados, evadiendo ciertas restriccionessociales y conductas entendidas comoejemplares.

    Nada como el cuerpo de la mujer haservido con tanto afn para representarel orden moral y su trasgresin9.

    La clave era el uso de las liberadorasleyes de la imaginacin, en busca de conmovery dar licencia a lo inesperado.

    Algunas reflexiones

    En el itinerario por las grficas

    Imagen 10: Dibujo del texto Poetas y Profetas, escrito por Miguel de Unamuno en Revista Plus Ultra, Buenos Aires,Ao V. N 51. Julio de 1920.

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    Bebidas Alcohlicas Fundacionales

    Los grupos humanos primitivosestablecieron una vinculacin ecosistmica consus respectivos medios naturales, en virtudde la cual aprendieron a manipularempricamente los recursos disponibles parala elaboracin, entre otras cosas, de alimentos,bebidas y prcticas teraputicas. A todos estoselementos le imprimieron una nota clara ydistinta, manifestacin idiosincrtica de una

    manera de sentir e interpretar el mundo. Elmito y el pensamiento religioso no fueronajenos al arte de modelar cada acto cotidianoa imagen y semejanza del espritu culturalsubyacente. As lo revelan las bebidasnacionales de cada pueblo, que merecenllamarse fundacionales por su asociacinindisoluble con la sabidura ancestral que lasprodujo. No hubo una localidad nica yexclusiva para el momento lejansimo en queel hombre descubri el proceso de

    fermentacin de jugos, savias o nctares, peros hubo una enorme variedad de productosque cada medio le ofreci. El hallazgo fuemltiple. Tuvieron las civilizaciones del Cercano

    Oriente y sus herederas mediterrneas del orbegrecorromano al vino de uva y a la cerveza decebadaproductos seeros de la revolucindel neoltico y del asentamiento de lasprimeras ciudades del mundo en la medialunade las tierras frtiles; celtas y escandinavosse regocijaban en el hidromiel de los diosesmientras las tribus indoiranias del perodovdico se embriagaban ritualmente con elsoma de Indra o con el correspondiente haomade los persasinfusin misteriosa de

    sacerdotes y guerreros, cuya planta de origense desconoce; las estirpes eslavas aprendierona fabricar vodka de trigo o de centeno y noles faltaron a las naciones del Lejano Orientesus licores de arroz; las tribus africanas y lospueblos de Oceana congeniaron con vinosde palmeras datileras o cocoteras; loshabitantes del Cucasolugar de origen dela vidprepararon el kephir con leche de susrebaos e hicieron otro tanto los trtaros delas planicies asiticas confeccionando el

    kumiss con el ordee proporcionado por layegua esteparia o el yak tibetano. NuestraAmrica produjo el pulque entre los aztecas yun sinnmero de bebidas rituales de naturaleza

    Ni chicha ni limonadareza el adagio popular con el cual se denuesta al vstagoindefinido y balad que resulta de la mezcla impropia de dos cepas distintas eincompatibles. Se hace de este modo alusin proverbial a la chicha, bebida genuinade nuestra Amrica indgena, destacada por sus propiedades intrnsecas y los avataresde una prodigiosa evolucin. Con esto en vista, se consignan, en la presente nota, eldecurso de su historia natural y los aspectos ms llamativos de la cultura que trajoconsigo.

    La cerveza indianaEnsayo de Etnobotnica, Bromatologa e Historia

    Cultural Precolombinas

    Elio Colagioia y Luis Davidovich

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    embriagante y alucingena; pero sin duda nossorprende la sora peruana --mal llamadachichapor su singular prosapia y mayordifusin. De all que, con justicia, se le haya

    conferido el apelativo de cerveza indiana.

    Antes de la cerveza indiana: testimoniosarqueolgicos y teora difusionista

    De la fermentacin metdica del maz,obtuvo el Inca la muy preciada bebida. No sesabe a ciencia cierta de dnde provino aquelgrano milagroso que sirvi de sustento a msde una civilizacin precolombina y, despusdel descubrimiento, al mundo entero junto con

    las otras gramneas. Pudo comprobarse queun genotipo primitivo, caracterizado por unamazorca pequea en comparacin con sucontrapartida moderna, se habra usado comoalimento en el Mjico prehistrico. Los ensayosde datacin radioactiva arrojan una antigedadde 7000 aos para las semillas encontradasen cuevas. En lo que respecta al cultivopropiamente civil izadoes decir conemplazamientos rsticos preludiando centrosde carcter urbanoel solar primigenio se

    halla en la localidad de Cuello, al norte delactual estado de Belice. All eran cultivados elmaz y la mandioca hacia el 2500 a.C. Si bienla primaca del Mjico meridional y de lacolindante Guatemala como tierras natales delcereal ya no parece admitir refutacin, laausencia de un ejemplar moderno en estadosilvestre hace de su origen un tema altamenteespeculativo y controvertido. La mayora delos especialistas creen que el maz actual ozea mays desciende de la zea mexicana, una

    variedad de teosinte--gnero silvestre oriundode la regin antedicha y miembro de la granfamilia de las poceas. De hecho, la palabrateosintl en lengua nahuatl significa grano delos dioses. Probablemente, la mutacinnatural y la seleccin humana obraron comocatalizadores para que la planta evolucionaradel estado silvestre a la domesticidad agrcola.Su difusin a partir de aquellos parajes fuerpida y de amplio espectro: varias corrientesla llevaron hacia Norteamrica mientras queotra la introdujo en el mbito de las culturasque se asentaron allende el istmo de Panam.El mismo Darwin hall mazorcas empotradasen las costas del Per a unos 85 pies por

    encima del nivel del mar y se sabe que losgranos encontrados en tumbas de la zona sonde antigedad ms reciente que los de Mjico.La misteriosa tribu de los aznaras--

    predecesores de los Incas en sus dominiosdejaba como ofrenda funeraria las espigasaxiales de la planta en las huacascaractersticas de aquellos estratosarqueolgicos. Tambin es sabido que dichaespiga era propia del culto a Zarapconapa, sudios protector. Para la poca deldescubrimiento, era extensamente cultivadoy de all la escalada de trminos que lo definenen una pluralidad de lenguas: mahs entre losarahuacas de la Hispaniola, o ms propiamentedel dialecto taino de aquella tribu, del cual

    sali nuestra palabra castellana; sara entrelos quechuas del Per, tonko entre losaimaraes de Bolivia que tambin fueronsbditos del Inca; hua entre los Araucanos deChile y de nuestras comarcas andino-patagnicas, y abat entre los guaranes.

    De la serpiente emplumada a los Hermanosde Manco Cpac

    Un aplogo azteca narra que fueQuetzalcatl-deidad que se manifestaba comouna serpiente con plumas de quetzal--quienle revel el secreto del sustento a la primerapareja humana. Si bien el personaje mitolgico,en la opinin de un buen nmero deinvestigadores, parece ser un hroe histrico

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    que los antiguos Toltecas haban deificado,no es casual que se lo representara como aun ofidio con alas. Su esencia dual, similar ala del griffone del Purgatorio dantesco que

    simbolizaba la doble naturaleza de Cristo enel medioevo, nos habla del mediador entreun cielo lejano e inmarcesible y la tierra delos vivientes. Como genio de la civilizacin,fue su voluntad que el mundo se convirtieraen escenario de un milagro cultural: debapor fuerza beneficiar a los suyos, destinadosa rendirle culto y ofrecerle sacrificios. De allque tras haber creado y ubicado a nuestrosprimeros padres en las comarcas humeantesdel Popocatepetl, se sirvi de la hormiga negra,habitante industrioso del mundo subterrneo

    y conocedor de los secretos de la vegetacin,para que los condujera hasta un recnditoparaje donde germinara el maz. Otrasversiones de la leyenda lo presentan como elPrometeo americano: l mismo se transformen hormiga para pasar inadvertido y robarle alos dioses crueles y celosos el secreto del mazque habra de favorecer a los mortales.Desconocido y silvestre hasta ese da, tuvo elmgico cereal su da primero como alimentoprimordial. Por su parte, la cosmogona del

    Popol Vuh, libro sagrado de los Mayas yQuichs, nos ensea que los dioses habrancreado varias humanidades sucesivas, lascuales debieron ser aniquiladas por haberseextraviado en la malicia y la impiedad. Ahorabien, fue decisin de aquellos, crear cuatrohombres arquetpicos a partir de los granosde maz. Esta tentativa habra dado al fin susfrutos: de estos descenderan todas lasnaciones conocidas por los Mayas. Por suparte, una leyenda incaica nos dice que Manco

    Capac, fundador del Tahuantinsuyu o imperiode las cuatro regionesobsrvese como semantiene el simbolismo numricoparti consus tres hermanos hacia el norte en busca detierras frtiles; quedronse atrs aquellos,transformndose en estriles peascos y, sloa l, le cupo la gloria de hallar el frtil vallede Cuzco para plantar all su estirpe junto alcultivo del maz y de la quinoa. En el seno delmitologema universal de las edades delmundo, con sus ciclos eternos de creacin ydestruccin, se presenta a una criatura que eslo que come; su sustancia se asimila a la dealgunas plantas indgenas de su propio sueloy su dispersin a partir de un centro originario

    hacia los cuatro puntos sagrados del espacioes tambin alegora de trashumancia ymigracin junto con la labor agrcola. En elcaso concreto de nuestro cereal, no en vano

    intitul Miguel ngel Asturias Hombres de Maza una de sus novelas: corren paralelos eldestino indgena y el ciclo de la planta sagrada.

    Los reinos del licor ritual

    Ciertamente las civilizaciones deMesoamrica no ignoraron la cerveza de maz.Bastaba con moler el grano y hacerlofermentar. Hoy da se la confecciona enalgunos distritos de Mjico, Honduras y

    Guatemala y no es de extraar que la prcticase remonte a las culturas primigenias de laregin. Pero es curioso que no la tuvierancomo bebida fundacional. Era la opcin lgicay natural si hemos de dar crdito a todo loque se dijo sobre los orgenes del cereal y asus leyendas alusivas. Sin embargo, los aztecasconcedieron este honor al actli o pulque,resultante de la savia fermentada de distintostipos de gave o maguey (un tipo de loeamericana de la elegante familia de las

    Agavaceae o Amaryllidaceae). La savia melferaera recolectada a travs de incisiones en eltallo floral de la planta y se la coca con lamisteriosa hierba ocpatli; luego de algunosdas de fermentacin se ofrecan las primiciasal sanguinario dios del Colibr Hechicero oHuitztlilopochtli, seor de las batallas quedeba propiciar el nacimiento de vigorososguerreros. Una multitud de leyendas coronla historia cultural del pulque. Fue la diosaMayauel quien ense a los hombres a

    practicar incisiones en el maguey y concibi alos Centzon Totochtli o Cuatrocientos Conejosde la embriaguez, a quienes amamant concuatrocientas ubres. El nmero resulta depotenciar la cantidad de das o secuenciasperidicas de la cuenta de los destinos ocalendario astrolgico azteca --20 en total ycada uno asociado a una figura totmica, entrelas cuales el conejo correspondera al dcimoda. Amn de su relacin con la apariencia delsatlite --casi todas las culturas antiguascreyeron ver un conejo en la configuracin delos crteres lunaresy, por lo tanto, con elciclo de lunaciones, existe en la alegora unaposible alusin al perodo de no-manifestacin

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    que, al trmino de cada ciclo, sumira aluniverso en la oscuridad y en el sueoprimordial. Se deduce que la borracherainducida por el maguey representa a nivel

    csmico, el comienzo de una era de letargola concepcin ms temible de la cosmologareligiosa de los aztecas, consciente de la finitudde cada mundo y de su respectivo ciclo.Interesante tambin la leyenda del prncipeMeconetzin, noveno rey de los Toltecas, puebloque precedi a los Aztecas en el dominio delas tierras de Anahuac: de su madre, unahechicera extranjera que llev el pulque a suscomarcas, hered un temperamentoefervescente y belicoso comparable con laespuma de la bebida y responsable de la ruina

    de su reino. Es menester aclarar que el puebloazteca abominaba el estado de ebriedad y locondenaba con seversimas sanciones. Eraregla reservarle slo a los ancianos una ciertaprodigalidad en banquetes y bebidas.

    Aplicaciones del trmino chicha

    En principio, cabe destacar que a pesarde la extraordinaria difusin del licor entre

    los antiguos peruanos y otros sbditos de suimperio, los mitos sobre bebidas fundacionalesno son tan profusos como en el caso de lacultura azteca y debe sealarse que jams seus en el altiplano el trmino chicha para lacerveza del Inca. La palabra es tambin deorigen taino y define a cualquier bebidaembriagante que se haya originado en elNuevo Mundo. As lo entendi el PadreBernab Cobo en su Historia del Nuevo Mundo(1653). Por citar un ejemplo, entre los puebloscentroamericanos, desde el sur de Mjico

    hasta Panam, se denominaba chicha o chiccaa la bebida etanlica obtenida de la magnficapalmera Coyal (Cocos butyracea, L.), la cualabunda en los bosques y selvas de aquellaslatitudes. El mtodo de extraccin es sencilloy antiqusimo: una vez cortado el rbol, sehace un hoyo en la parte superior del troncoy se deja unos das para que confluya en steuna savia de color blanco amarillento; eldrenaje puede prolongarse hasta el vigsimoda, cuando dicha savia emana cada vez menos

    dulce y ya manifestando su transformacin enalcohol. Al finalizar el proceso de fermentacin,inducido del modo descrito, se obtiene el vinode Coyol. Tambin existe el ulung entre losmesquites de Honduras y la cuenca antillana,bebida que se fabrica a partir de lafermentacin de maz y mandioca. Ya veremosms adelante la importancia de esta asociacinen el rastreo de los orgenes remotos de lachicha. An as, los quechuas ignoraron estasbebidas y utilizaron exclusivamente el trmino

    ashua para la cerveza de maz mientras quelos aymaraes la denominaron cusa. Tambindisponan los industriosos sbditos del Incade una bebida alcohlica a base de quinoa,aunque no tan popular como la cerveza demaz.

    La sora peruana

    Para la mesa del Inca, el productodeba ser ms que refinado y su confeccinestricta. Uno de los mtodos prescriptos parasu elaboracin era el de maz retoado oenterrado en mantillo. He aqu el origen de la

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    sora peruana, trmino que procede de lamisma raz que la palabra quechua para elcereal es decir sara, y constitua el preciadolicor que se reservaba al Inca. Tras el remojo

    inicial de los granos durante un da, vena laformacin de una suerte de mantillo dondese los extenda sobre capas formadas por hojasde saco alternadas con esteras de chalatambin remojada; con esto se induca lagerminacin de las semillas, la cual tena lugara la semana (ntese la correspondencia conel proceso de elaboracin de la cerveza comn,cuya calidad es superior si se permite lagerminacin de los granos de cebada; estoya lo saban los antiguos peruanos para suvariedad de cerveza!); a continuacin, se

    secaba y mola el grano ya germinado parahervirlo durante varias horas; de esta coccinse obtena una infusin llamada up; con elresiduo resultante, una vez separado de lainfusin, se proceda a un nuevo hervor, delcual se extraa una segunda infusin llamadasecque; finalmente se aada este ltimo alup y se dejaba la mezcla en un cuenco paraque tuviera lugar el proceso de maduracin.Transcurridas unas horas, ya estaba encondiciones de ser consumida. A pesar de ser

    una excelente bebida con propiedadesestimulantes y nutritivas, las leyes del Incaregulaban su consumo y prohiban excesos yborracheras --delitos graves en una culturabasada en el trabajo colectivo, la autarquaeconmica y la austeridad. Aqu tambin eraregla la moderacin en los festines y convites.Los cronistas sealan que, durante losbanquetes del Inca, los prncipes de sangrereal junto con los curacas o jefes clnicos ycomensales ilustres se sentaban a la mesa,

    en hileras enfrentadas, y con cnticos yrecitaciones de leyendas nacionales, brindabany beban con sora, observando decoro ydiscrecin de acuerdo con un protocoloriguroso. Tambin era poltica del soberanorepartirla gratis entre sus sbditos bajo controly en ocasiones solemnes. Por desgracia, eldesorden que trajo la conquista espaola, nohizo ms que difundir el consumoindiscriminado de chichas y aguardientes entrenativos y espaoles por igual. De all que elPadre Acosta, autor tambin de una Historiade Indias (1590), aseverara que el soraperuano, por su reciedad a pocos lancesderriba y que se llegara a prohibrsela porley.

    La chicha nuqueada

    Ms antiguo y rudimentario, pero nopor eso menos eficiente, es el mtodo deelaboracin por maz mascado, el cual resultaen la popular chicha nuqueada. La referencianos viene del cronista lombardo GirolamoBenzoni quien nos describe en detalle elproceso tal como l mismo lo observara hacia1572. La elaboracin del licor era tareacolectiva que involucraba famil