Módulo B

Recopilación Lic. Abigail Rapaport

Exclusión: la conciencia colectiva cumple una ley fundamental. Ninguna persona que forma parte de un sistema puede quedar excluida. A ningún miembro se le puede negar la pertenencia ese a sistema. Si esto ocurre, en el futuro, la persona excluida estará representada por un miembro del sistema. La persona excluida se vuelve destino para quien la representa. Del libro “Después del Conflicto la Paz” p.78

Adicción: la dinámica principal es la del hijo que no puede o no debe tomar de su padre. La madre le comunica “Únicamente aquello que viene de mí es bueno, lo que viene de tu padre y de su familia no vale nada, no debes tomarlo. Toma sólo de mí!!

En consecuencia el hijo dice: ”Si únicamente puedo tomar de ti, me vengo, tomando tanto que me perjudique”.

Es decir, la adicción es la venganza y a la vez expiación por no poder tomar del padre.

En ello encontramos también la solución, en cuanto una persona, con la mirada puesta en su madre, toma del padre y le concede un lugar, puede dejar la adicción (vale para el alcohol, drogas y también bulimia). De Felicidad Dual p. 321.

Movimiento Amoroso Interrumpido: todo hijo percibe el movimiento natural hacia su padre y madre para encontrar allí amor, protección y calor. Este impulso será frenado de forma abrupta si el hijo vive una prematura separación, un fuerte rechazo o se siente herido. Ej. Un niño de trece meses que debió ser hospitalizado y alejado de su madre por tres meses. . Este no se atreve en el futuro a seguir el impulso espontáneo hacia su madre o padre Este movimiento natural se interrumpe. Y más tarde no encuentra, como adulto, la valentía de entregarse por completo al amor de su pareja, está atrapado entre la nostalgia y sus experiencias negativas correspondientes. En reiteradas ocasiones él provoca inconcientemente mediante su comportamiento este rechazo, que en secreto desea. Así estos movimientos de tristeza, dolor, ira y frustración se repiten y giran en un círculo sin fin.

En ciertas sesiones terapéuticas uno puede golpear almohadones durante años sin que por ello la ira cambie sustancialmente. Esto se debe a que la ira es sólo un sentimiento sustituto. El verdadero sentimiento es el deseo de acercarse al otro. La curación es posible si se satisfacen las necesidades de la niñez. El terapeuta puede abrazar al cliente, como representante del padre/madre, sólo cuando el “por favor” se pronuncia con sinceridad. De esta manera, el movimiento que estuvo interrumpido durante tanto tiempo alcanza su verdadero

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objetivo, en este proceso los sentimientos negativos pueden desaparecer espontáneamente. De Sin Raíces no hay Alas p. 51

Identificación: un posterior se inmiscuye en los asuntos de un anterior y aunque quiera salvarlo por amor, al mismo tiempo, se trata de una arrogancia. No puede poner orden un asunto en lugar de su antepasado. Es imposible que se logre. De Felicidad Dual p.173

Transferencia: los sentimientos de un excluido son asumidos por un posgénito.

La Identificación también abarca la dinámica de la doble transferencia.

Doble transferencia: estos sentimientos no se exteriorizan contra el culpable, sino que son dirigidos a otro objeto.

Ejemplo: la hija asume la rabia reprimida de la madre (hacia su marido), esta es la transferencia en el sujeto. Paro también se da una transferencia en el objeto. La hija no expresa la rabia reprimida contra el padre, donde correspondería, sino contra su marido, que se ofrece porque no puede defenderse, él la quiere. Esta es una solución barata. La solución auténtica es que la hija se incline ante sus padres y les diga “tal como ustedes lo hagan para mí está bien”. Por otro lado, hay que añadir que aquí la hija que venga a su madre, no sólo ama a su madre, sino también a su padre, Lo imitaba comportándose con su marido de la misma manera que él había tratado a su madre. Así actúa otro patrón de culpa-inocencia, en el que el amor ciega a la persona para el orden. Es decir, la inocencia en un lado la ciega para la culpa y sus consecuencias en el otro lado.

Implicaciones sistémicas: siempre que conflictos no solucionados aparecen como fantasmas en relaciones posteriores, se hacen patentes a través de actos y emociones incomprensibles. La sensación de identificación es un “estar fuera de sí”. Felicidad Dual p. 65.

Expiación: compensamos también a través del dolor. También eso es un movimiento de conciencia. Si a alguien le hemos ocasionado dolor, también nosotros –por compensación- queremos sufrir. Después de haber experimentado ese dolor, recobramos la buena conciencia.

Esta forma de compensación tiene muy poco o nada que ver con el amor. Es más bien ciega e instintiva.

Ejemplo: una madre se volvió depresiva después de nacer el hijo, hay una tendencia a que el hijo piense que tiene que pagar por eso. Se siente culpable siempre que la madre sufra un daño en el parto. Lo que corresponde es que el hijo de gracias por la vida que recibió, aceptando ese regalo y sacándole provecho.

Enfermedad: la justicia del alma familiar expresa la búsqueda del equilibrio a través de una enfermedad, como solución vicariante (que puede sustituir o representar algo) de lo inconcluso y aún no conocido. El síntoma, grito de auxilio por algo que el sistema intenta poner en orden, expresa una compensación que pugna por el equilibrio. Más que significar la enfermedad por lo que ella expresa, constituye una búsqueda que en el sustrato profundo de la trama secreta familiar se convierte en portavoz de lo aún no resuelto.

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Reconocer la enfermedad como emisaria trangeneracional, en cuanto permite decodificar lo que realmente hay detrás de ella, la resignifica como mensajera del amor. Desde el amor, la enfermedad se convierte en representante de quien, por ejemplo, aun no tiene un claro lugar en la red familiar. Esta comprensión genera una nueva postura en que la salud y la enfermedad dejan de ser antagónicas para convertirse en contracaras de una misma moneda.

Abrazar la dolencia para reconocerla, incluirla y asentirla en nuestra vida, en cuanto que incluye pendiente generacionales, abre las puertas para sintonizarnos con lo que ella evoca, es decir, con lo que fue, tal y como haya sido.

Asentir a la enfermedad implica renunciar a resistir su presencia en nuestra vida y dejar de luchar contra ella. Sin resistencia y sin lucha se puede conciliar y dialogar para descifrar el secreto que ella intenta develar. En consecuencia, todo proceso de sanación presupone abrazar lo pendiente que habita en el hoy para que asintiéndolo, el pasado se pueda soltar.

Stephan Hausner en una entrevista con Graciela Lauro, consigna lo siguiente: “una persona que sintoniza con el pasado tiene un futuro. El que está enojado con el pasado esta atado allí, sin futuro. Este trabajo busca resolver esas ataduras para habilitar el futuro”. Del libro Constelaciones Familiares de Marianela Vallejos p.221

Enfermedad como Expiación: el deseo de expiar por una culpa, es una dinámica que conduce a enfermedades y al suicidio, a accidentes y a la muerte.

La enfermedad como expiación por otros: a menudo la culpa y la expiación son asumidas en lugar de otros miembros de la familia o de la red familiar. Así también en relación a la culpa o a la expiación, un hijo o un cónyuge dicen: ”mejor que sea yo que tú” tomando sobre sí la culpa y sus consecuencias si otros se niegan a hacerlo.

La Enfermedad como consecuencia de no tomar a los padres: otra actitud que conduce a enfermedades graves es la negación del hijo de tomar a sus padres con amor y honrarlos como sus padres. Del Amor del Espíritu p.83

Parentificación: cuando los padres se dirigen a los hijos con exigencias que no corresponden a la relación, esto significa una inversión, una perversión de la relación, una parentificación. Los hijos, sin embargo, no son capaces de defenderse. Son involucrados y llevados a una arrogancia por la cual, posteriormente, ellos mismos se castigan.

Si los padres necesitan algo, se dirigen a su pareja o a sus padres.

Venganza: la necesidad de compensación la desarrollamos también cuando alguien nos ha hecho un daño. Entonces, nosotros también queremos hacerle algo. La necesidad de compensación se convierte aquí en un sentimiento de venganza. Pero la venganza sólo compensa en el instante, porque origina de inmediato necesidad de venganza de todos los participantes y finalmente sólo daña.

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Vengarse con amor: en el caso de haber dado algo malo, también es importante buscar un equilibrio, por eso Bert Hellinger habla de que hay que vengarse con amor. Es también hacer algo malo, pero un poco menos de lo que se ha recibido. Cuando el otro está dispuesto a ser un poco malo también, la relación se puede equilibrar, sino uno continúa siendo mejor que el otro, esto separa a la pareja, porque ya no es “pareja”. Esta venganza es delicada y hay que tratarla con mucha responsabilidad y cuidar de no entrar en una escalada negativa que lleve a la destrucción de la relación.

Amor ciego: un posterior ama para ayudar a un anterior. Intenta compensar la fatalidad a través de la fatalidad. Siempre tiene las mismas consecuencias: fracasa.

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