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TEXTO: REDACCIÓNFOTO: WIKIMEDIA COMMONS

EEn contra del criterio general, según el cual el ma-gisterio era la opción más adecuada para una chi-ca, estudió medicina y empezó a trabajar tratando a niños con deficiencias mentales en una clínica

psiquiátrica de Roma. Pero, como describiría más adelante, “en oposición a mis colegas, yo tenía la intuición de que la cuestión de los anormales era más pedagógica que médica (…)”. Por lo tanto, se propuso explorar tratamientos nuevos basados en una educación adaptada para ayudar a aquellos niños a mejorar.

Su trabajo experimental era pionero, sin modelos ni re-ferentes suficientes, y sus resultados empezaron a suscitar interés por todas partes. En la primera escuela, La casa dei bambini (la casa de los niños), comprobó que los niños sin dificultad específica alguna también se sentían atraídos por los nuevos materiales que ella creaba, sin necesidad de per-suadirlos, tal como pasaba con los que sufrían deficiencias.“El adulto no ha de intervenir en los esfuerzos del niño: cuando ellos están aprendiendo algo por primera vez, son muy lentos. Su vida está gobernada por leyes muy diferen-tes de las nuestras.”

Ya con los primeros libros publicados y la formación de maestros consolidada, Montessori fue nombrada inspecto-ra de las escuelas italianas, hasta que en 1934 los fascistas italianos cerraron todos los centros y prohibieron toda actividad relacionada con su método. Entonces se exilió y se instaló en Barcelona, donde en 1915 ya había impartido cur-sos en la Escuela de verano (organizados por la Mancomu-nitat de Cataluña), y se había creado la Sociedad Montesso-ri de Barcelona. En 1936, con el estallido de la Guerra Civil, volverá a irse y en esta ocasión recalará en Ámsterdam. Las ideas de Montessori conectaron de lleno con el movimiento potente de renovación pedagógica que se desarrollaba en

Cataluña, pero no fue hasta mucho más tarde, hacia los años 50, cuando se iniciaron los cursos reglados sobre el método Montessori en Barcelona y en Madrid, que después darían lugar a los primeros colegios Montessori.

Los principios pedagógicos de Maria Montessori son de una sencillez enorme, y se basan en la observación científi-ca y la curiosidad permanente sobre los procesos de los ni-ños. Revolucionaron los parámetros educativos del momen-to, colocando al niño en el centro de su propio aprendizaje y haciéndolo, por lo tanto, protagonista del proceso educativo. Creó materiales nuevos, originales y específicos, y consiguió que una parte importante de su visión de la escuela fuera asequible, al alcance de los niños y niñas (“¡No hemos de cambiar al niño sino la escuela!”), con unos principios muy claros: la autonomía, la iniciativa, la capacidad de escoger, la voluntad, el respeto y la escucha. Por este motivo, impul-só unos espacios con mobiliario adaptado a la medida de los niños, con materiales “que eduquen todos los sentidos” y que estén a su alcance, en un entorno agradable: “Así los niños llegan a parecerse a las cosas que quieren”.“Es la personalidad humana lo que hay que considerar y no un método educativo: es la defensa del niño, el recono-cimiento de su naturaleza, la proclamación social de sus derechos lo que ha de sustituir los métodos y las formas fragmentarias de concebir la educación.”

Maria Montessori no era una maestra convencional: sus ideas eran fruto de una observación paciente del comporta-miento espontáneo de los niños, en un ambiente preparado y adaptado a sus necesidades. Esta práctica y su mirada lú-cida, junto con un amor profundo, le permitían ver más allá de las manifestaciones superficiales del comportamiento de los niños.

El legado de Montessori ha tenido y tiene una influencia incuestionable en la pedagogía reciente. Sus principios ya forman parte de muchos proyectos educativos y las nuevas investigaciones de la neurociencia avalan, con datos y palabras de hoy, sus propuestas. Propuestas que continúan vivas, por todas partes del mundo.

Maria Montessori(CHIARAVALLE, ITALIA 1870 - NOORDWJEK, HOLANDA 1952)

Asociación Montessori Española: www.asociacionmontessori.netAssociación Montessori Internacional: www.montessori-ami.org

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«La primera tarea de la educación es agitar la vida, dejándola libre para que se desarrolle.»