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Maria Montessori, la primera doctora italiana 30 agosto 2012 | 13:29 horas | Enviar Un 31 de agosto pero de 1870 nacía en Anocna, María Montessori, una destacada educadora, médica, científica, psicóloga, filósofa, feminista y humanista italiana. De su experiencia creó entre finales del siglo XIX y principios del XX el Método Montessori, un método educativo alternativo que se basa en teorías del desarrollo del niño y la mente absorbente de los pequeños, el cual tiene gran relevancia en el mundo entero. Foto de Maria Montessori con los niños. Biografía de Maria Montessori

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Maria Montessori, la primera doctora italiana

30 agosto 2012 | 13:29 horas |   

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Un 31 de agosto pero de 1870 nacía en Anocna, María Montessori, una destacada educadora, médica, científica, psicóloga, filósofa, feminista y humanista italiana. De su experiencia creó entre finales del siglo XIX y principios del XX el Método Montessori, un método educativo alternativo que se basa en teorías del desarrollo del niño y la mente absorbente de los pequeños, el cual tiene gran relevancia en el mundo entero.

Foto de Maria Montessori con los niños.

Biografía de Maria Montessori

Maria Montessori nació el 31 de agosto de 1870 en Chiaravalle, provincia de Ancona, Italia. Pertenecía a una familia burguesa católica. Su padre era Alessandro Montessori, militar de profesión, quien era muy estricto, pero a pesar de las costumbres de la época, reconocía el derecho a la educación de la mujer.

A los 14 años comenzó a estudiar ingeniería, luego biología y más tarde fue aceptada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Roma “La Sapienza!. Su padre se opuso en un principio, pero siguió su formación y se graduó en 1896, convirtiéndose en la primera mujer médico en Italia.

Montessori fue miembro de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Roma, y luego estudió antropología, obteniendo un doctorado en filosofía. En esa época asistió a uno de los primeros cursos de psicología experimental, desarrollando su propia clasificación de enfermedades mentales.

Durante la crisis económica durante la unificación de las provincias italianas, se interesó por las condiciones sociales, especialmente de las mujeres. Maria Montessori participó en dos congresos internacionales feministas, uno en Berlín en 1896 y otro en Inglaterra en 1900. Allí enfatizó las repercusiones que las condiciones de vida tienen sobre la sociedad.

En un congreso en Turín durante 1898 expuso la importancia de la educación y atención especial en niños con deficiencias mentales. En el marco de la investigación por el asesinato de la Emperatriz de Austria, Sissi, planteó la relación entre el abandono infantil y el desarrollo de la delincuencia.

Maria Montessori trabajó con niños que eran considerados perturbados mentales, y se dio cuenta que estos tenían potencialidades que podían ser desarrolladas y tener una vida sin representar una carga para la sociedad.

Gracias a estas observaciones decidió dedicarse por el resto de su vida a los niños. Observando a unos niños “inadecuables” jugando con las migajas de la comida en lugar de comerlas, se dio cuenta que estos precisaban objetos para manipular, notando la necesidad del ser humano de realizar actividades para cultivar la inteligencia y la personalidad.

Entre otros puntos, Maria Montessori señala que la educación se basa en un tríangulo: Ambiente, Amor y Niño-Ambiente, haciendo incapié en el amor como forma de respeto, libertad con responsabilidades, límites y estructura, señalando la importancia de valorar al individuo, tenerle fe, confianza y paciencia, conociendo sus necesidades y promoviendo la empatía.

María Montessori murió el 6 de mayo de 1952 en Holanda Meridional.

  

 

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María Montessori

Constante investigadora; en su práctica médica, sus observaciones clínicas la condujeron a analizar cómo los niños aprenden, y ella concluye que lo construyen a partir de lo que existe en el ambiente.

Nació en Chiaravalle, Italia en 31 de agosto1870. Realiza estudios de medicina en la Universidad de Roma, donde se graduó en 1884, siendo la primera mujer médico en Italia, trabaja en la clínica donde estudio, y es elegida para impartir conferencias en Berlín en 1896 y en Londres en 1900, sobre la mujer en la vida social.  Ejerciendo su profesión, conoce por primera vez las obras de Seguin sobre pedagogía.

Sus observaciones clínicas la permitieron observar cómo los niños aprenden, y lo construyen su cultura y conocimientos a partir de lo que existe en el ambiente.

En 1902 empieza sus estudios de pedagogía, psicología experimental y antropología. Constante investigadora; dicta varias conferencias sobre los métodos educativos para niños afectados por deficiencias mentales. Crea en Roma la Escuela Ortofrénica, de la cual fue directora hasta 1900.

Fue maestra de antropología pedagógica en la Universidad de Roma (1900-1907) y es invitada a organizar escuelas infantiles de todo el territorio romano. Su primera “Casa de Bambini“, fue inaugurada en 1907, era la primera casa hogar en el barrio romano “San Lorenzo“. Dicha casa hogar se convierte en el origen del método educativo Montessori, el cual comienza a ser puesto en práctica en este mismo lugar.

El método Montessori esta basado en observaciones científicas hechas por la profesora relacionadas con la capacidad con bajo esfuerzo de los niños, para absorber conocimiento de sus alrededores, así como el interés que estos tenían por materiales que se pudieran manipular.

Cada ejercicio, del método fue basado fue basado en que los niños hacían por sí mismos, sin ayuda de los adultos. Porque cada niño es quien construía el aprendizaje. En 1909 dicta el primer curso de formación profesional en la “Citta di Castella“. En 1911 deja la consulta médica y se dedica al trabajo pedagógico. En 1913 es la primera vez que visita Estados Unidos, allí da conferencias sobre su trabajo con los niños. En 1913 María visita a los Estados Unidos, En 1915, es la segunda visita a los Estados Unidos, donde impartió cursos de aprendizaje a los profesores.

En 1917 el gobierno español la invita a inaugurar un instituto de investigación. En 1919, comienza una serie de cursos de aprendizajes a los profesores en Londres. En 1922 fue nombrada inspectora de las escuelas en Italia. Durante el régimen de Benito Mussolini, María acusó públicamente la doctrina fascista de “formar a la juventud según sus moldes brutales“; por esta razón abandona su tierra en 1933, estableciéndose posteriormente en Barcelona donde su método empieza a conocerse y aplicarse. En España empieza la guerra civil y  embarca en un crucero ingles, llego hasta la India e impartió una serie de cursos de aprendizajes a los profesores En 1940, cuando la India se incorporó a la Segunda. Posteriormente, fundó el “Centro Montessori” en Londres (1947). La nominan para el

premio Nobel, en tres oportunidades distintas: 1949, 1950, y 1951.

En 1951 se retira de su vida como conferencista. Luego de 14 años de exilio, regresó a Italia para reorganizar las escuelas e ingresar como docente a la Universidad de Roma y  comenzó su tarea en una de las comunidades pobres de Roma; con el propósito de mejorar la sociedad,

Con este método Montessoriano los niños aprenden a leer, escribir, contar y sumar antes de completar los 6 años de edad. Su sistema, junto con el material pedagógico, tiene un gran valor y cualidades didácticas, pero la eficacia de este material radica en el principio construido con base en el estudio y la comprensión de la actividad intelectual y el desenvolvimiento moral del infante.

María falleció en 1952, en Holanda, tras aportar al mundo de la pedagogía un nuevo método y un material didáctico que hoy es de gran ayuda en el período de formación preescolar e infantil.

Florián

Maria Montessori

Fecha de nacimiento: 31-Aug - 1870   Lugar de nacimiento: Chiaravalle, Italia Fallecido: 6-May - 1952   Lugar de muerte: Noordwijk aan Zee, Países Bajos Causa de la muerte: sin especificarRestos: Buried, de Noordwijk aan Zee, Países Bajos

Sexo: Femenino Religión: Católica Romana   raza o grupo étnico: BlancoOrientación

sexual: Heterosexual Ocupación: Educador , científico

Nacionalidad: Italia Sinopsis: Fundador del Método Montessori Educación

Un educador italiano del siglo 20, Maria Montessori es recordado como el fundador de la famosa Método Montessori de educación que enfatizaba práctica, el aprendizaje individualizado en grupos de edades mixtas en un entorno favorable a los niños. Sus estrategias de enseñanza y sus descubrimientos sobre el proceso de aprendizaje revolucionado el campo de la educación en los Estados Unidos e influyó profundamente en la educación de los niños en todo el mundo. A pesar de la familiaridad de su nombre, pocos se dan cuenta que gran parte del desarrollo "hands-on" enfoque ahora empleados en guarderías y jardines de infancia se remontan a las innovaciones de Maria Montessori. Aunque es más conocido como un educador, la capacitación formal Montessori fue como científico y médico. También es notable por haber sido la primera MD femenino de Italia porque sus esfuerzos comprometidos en favor de los niños, especialmente en el rostro del fascismo de la Segunda Guerra Mundial, Montessori fue nominado tres veces para el Premio Nobel de la Paz (1949, 1950 y 1951) .

María Montessori nació 31 de agosto 1870 en Chiaravalle, Italia. Su padre era funcionario y ex soldado. Su madre estaba inusualmente bien educado y un ávido lector, y María demostró ser extraordinariamente precoz. Estaba seguro y fuerte de mente, sobresaliendo en la escuela y con frecuencia asume el papel de líder en juegos y conversaciones. A la edad de trece años entró en una escuela técnica, una cosa considerada fuera de límites para las hembras. Posteriormente recibió tan altas que cuando se graduó, en 1886, ella fue capaz de entrar en el Regio Istituto Tecnico Leonardo da Vinci. Aquí estudió matemáticas, ciencias naturales y lenguas, de nuevo sobresalir más allá de todas las expectativas. Fue aquí también que fue apasionando las ciencias biológicas, y comenzó a soñar con seguir una carrera en medicina.

Pero en 1890, cuando Montessori aplicado a la Universidad de Roma, se le negó la entrada al programa médico a causa de su género. Montessori no era de los que se desaniman fácilmente. Se matriculó en la Universidad para estudiar física, las matemáticas y las ciencias naturales. Ella se aplican con decisión firme a pesar de la distracción de una ruptura permanente con su querido padre, quien desaprobaba la decisión. Dos años más tarde se había ganado su diploma di licenza. Con el tiempo, a pesar de su sexo, se le permitió estudiar medicina. Cuando presentó su tesis en 1896, su brillantez tan impresionado la junta de varones de revisión que se le otorgó el título de médico completo, por lo que su primera mujer médico de Italia.

Poco después de este logro fue promovida a asistente de cirugía en Santo Spirito, donde había trabajado anteriormente como asistente médico. Ella continuó la investigación en la Universidad de Roma, uniéndose al personal de la universidad en 1897. A lo largo de la manera que ella entró en una relación amorosa con otro médico y quedó embarazada. En lugar de casarse, la

decidida y poco convencional Montessori dio a su hijo recién nacido como educando a una familia en el campo. A pesar de que llevaba la cuenta de él, los dos vieron poco el uno del otro en los primeros años de su vida. (Él regresaría a su lado a la edad de quince años, y con el tiempo convertirse en su ayudante más valioso).

Trabajo de María por su parte se expandió para incluir el trabajo regular en los manicomios, con los niños con discapacidad mental. Se interesó por la psicología y el comportamiento humano, y para 1904 había aceptado un puesto de profesor de antropología en la Universidad de Roma. Ella entregó el cargo en 1906, sin embargo, para seguir lo que se convertiría en la obra de su vida, re-ingeniería de la esfera de la educación de los niños. Su objetivo inicial era rehabilitar a los niños desechados de la sociedad: los retrasados mentales, los niños con problemas de conducta, los huérfanos y los pobres desesperadamente. Los primeros esfuerzos de Montessori son tan asombrosamente exitoso que pronto acumuló una gran cantidad de seguidores, no sólo de padres desesperados por su ayuda, sino de los profesores desesperados por aprender sus métodos.

Irónicamente, los métodos de Montessori no se deriva de ninguna sabiduría pedagógica existente. Había, de hecho, dejó de lado la vía más tradicional de educación para las mujeres - la formación del profesorado - en favor de la ciencia. Pero como un astuto observador científico y rápido de mente, había descubierto algo importante y pronto, para el período, los principios revolucionarios sobre los niños y el proceso de aprendizaje. Entre ellos se encontraba la idea de que los niños tienen un impulso innato de aprender, y que por su cuenta que son capaces de acumular una cantidad increíble de información y sabiduría sobre el mundo que les rodea. Esta fue una noticia sorprendente en el cambio de siglo, como hasta ahora se había asumido que los niños sólo pueden aprender a través de la instrucción - o más específicamente, de ser impartida por un adulto.

Montessori descubrieron, además, que el poder innato de los niños para el aprendizaje trabajado mejor cuando fueron soltados en un lugar seguro y práctico entorno de aprendizaje. Dado mobiliario, equipo y suministros que podían acceder y trabajar por sí mismos, estaban motivados para explorar, experimentar y alcanzar nuevos entendimientos. Encontró auto-corrección, o "auto-didácticos", rompecabezas y otros equipos a ser un componente esencial del aprendizaje independiente y el ambiente favorable a los niños. Lo que es más, se encontró que si los niños fueron puestos en grupos con otros niños con una pequeña gama de edades (por ejemplo, 3-6, 6-9, 9-11, etc), no sólo trabajar juntos, sino también ayudar a enseñar entre sí. Los niños mayores aprendieran enseñanza y cultivar las capacidades técnicas y los niños más

pequeños lo haría vislumbrar estrategias para aprender y jugar que no habían considerado aún.

Montessori también encontró que los niños de todas las edades prosperó cuando se les dio la oportunidad de experimentar el dominio de habilidades de la vida real y el conocimiento que era adecuado a su edad y etapa de la vida. Así preescolares emocionado por que se les permita ayudar en la cocina y sintió orgullo y aumento de la autoestima por haber podido ayudar a poner la mesa y modales apropiados y expresiones verbales. Mientras tanto, la confianza en sí mismo y la alegría de los jóvenes adolescentes se vio reforzado por el dominio de la economía Home Basic, y al aprender información sobre cómo ejecutar un negocio, o la construcción de muebles o una casa. Estos adolescentes también lo hizo mejor cuando el énfasis principal en su proceso de aprendizaje era práctico y orientado a la acción, más que puramente intelectual. Montessori creía que esto se debía a que este grupo de edad se encontraba bajo mucha presión psicológica y fisiológica (por ejemplo, hormonas) que las oscilaciones crecientes de emoción hizo más difícil concentrarse en los estudios puramente abstractas. (Una premisa interesante algo que contradice Jean Piaget teorías 's acerca de esta misma etapa de desarrollo.)

Por encima de todo, Montessori sintió que su descubrimiento más importante fue la toma de conciencia de que es el maestro quien debe prestar atención absorta a los estudiantes, no al revés - una noción totalmente contrario a las expectativas de su tiempo. 

Pero se encontró con que al observar cómo los niños individuales respondió a varias lecciones y materiales, fácilmente podía entender por qué lecciones / experiencias que presentamos a continuación. Y al reconocer que cada niño es un individuo con necesidades y habilidades individuales, se podría aplicar este método para guiar a los niños en particular a la realización de su potencial.

 Lo que es más, demostró la verdad de esta filosofía mediante la transformación de las vidas y las mentes de los niños con los que trabajan: los niños con discapacidad mental, una vez relegados al asilo, eran ahora capaces no sólo de dominar las habilidades básicas de auto-cuidado, pero para pasar las pruebas académicas diseñadas para niños de corriente.

Esta hazaña llamó la atención de Alexander Graham Bell , Thomas Edison , e incluso discapacidades activista Helen Keller .Bell fundó la Asociación Educativa Montessori, con sede en Washington DC, y Montessori fue invitado a los EE.UU. en 1913. En 1915 habló en el Carnegie Hall, y ese mismo año hizo una profunda impresión cuando ella demostró sus técnicas en la Exposición

Panamá-Pacífico, en San Francisco. Una ola de entusiasmo por el método Montessori barrió los Estados Unidos.

Pero otros países han tomado nota también, y en 1929 abrió la Asociación Montessori Montessori Internacional en los Países Bajos, con otro centro después en 1947 en Londres. El mundo político tiene sus propios asuntos en los trabajos sin embargo, lo más notablemente posible el ascenso del fascismo en Italia y la propagación del régimen nazi de Alemania. Montessori se encontró bajo presión extrema para convertir sus escuelas en centros de formación, para producir en masa los soldados para la guerra. Naturalmente, ella se negó, y por un breve tiempo, ella y Mario fueron internados hijo. Fue liberado y exiliado luego por Mussolini , huyeron de Italia, refugiándose inicialmente en España y la India, y finalmente los Países Bajos. Fue allí, en 1952, que María Montessori murió, dejando a su hijo Mario a asumir el papel de liderazgo de su Asociación Montessori Internacional.

Aunque se había desvanecido considerablemente desde la conciencia popular en el momento de su muerte, su nombre vive a través del método de enseñanza que ella presentó. Curiosamente, pocos los que están familiarizados con la frase "Montessori School" saben nada acerca de los principios originales del método Montessori. Es más, debido a que el término "Montessori" no está patentado, muchas de las llamadas escuelas Montessori parece mal conocimiento de la filosofía del aprendizaje promovido por Maria Montessori. Algunos parecen creer "Método Montessori" es todo acerca de los juguetes que se ponen lejos cuidadosamente en los estantes o los rompecabezas estilo pasado de moda y objetos manipulables comprados en cuotas exorbitantes a los distribuidores especializados. Montessori se sentía que el ingrediente fundamental era aprender a ser un buen observador de los niños, aprender a deducir e intuir lo que los niños necesitan, tanto en general como individuos únicos, con el fin de desarrollar su pleno potencial.

Padre: Alessandro Montessori (soldado, funcionario) Madre: Renilde Stoppani novio: Dr. Montesano hijo: Mario Montessori (fuera del matrimonio)

    Bachillerato: Regia Scuola Tecnica Michelangelo     University: Regio Istituto Tecnico Leonardo da Vinci     Escuela de Medicina: Universidad de Roma    Profesor: Antropología de la Universidad de Roma

Autor de los libros: El Método Montessori ( 1912 , educación)

Dra. María Montessori - Una perspectiva histórica

 

“Ayudar la vida, dejándola libre, no obstante, para que se despliegue sola, esa es la tarea básica del educador.”

“La nuestra era una casa para niños, más que una escuela verdadera. Nosotros habíamos preparado un lugar para los niños dónde una cultura que ha sido esparcida  podía ser asimilada, sin ninguna necesidad de instrucción directa… Sin embargo, estos niños aprendieron a leer y escribir antes de cumplir cinco años, y nadie les dio ninguna lección. En esa época parecía un milagro  que los niños de cuatro y medio, pudieran escribir, y que ellos hubieran aprendido sin la impresión de que les fue enseñado.”

“Durante mucho tiempo estuvimos tratando de descifrar esto. Solo después de repetidos experimentos pudimos deducir con certeza que todos los niños están dotados con la capacidad de “absorber” cultura. Si esto fuera así –razonamos- si la cultura puede ser adquirida sin esfuerzo, proveamos a los niños con otros elementos de la cultura. Y entonces vimos como “absorbían” mucho más que lectura y escritura: botánica, zoología, matemática, geografía, y todo con la misma facilidad, espontáneamente y sin cansarse.”

“Y así descubrimos que la educación no es algo que la maestra hace, sino que es un proceso natural que se desarrolla espontáneamente en el ser humano. No se adquiere escuchando palabras, sino en virtud de experiencias en las que el niño actúa sobre su ambiente. La tarea del maestro no es hablar, sino preparar una serie de motivaciones para la actividad cultural en un ambiente especialmente hecho para el niño.”

 

"Mis experimentos, llevados a cabo, en muchos países diferentes, han continuado hasta  ahora por cuarenta años (ed. ahora por  más de noventa años), y mientras los niños crecían, los padres me pedían que extendiera mis métodos a edades más avanzadas. Así  descubrimos que la actividad individual es el factor que estimula y produce el desarrollo, y esto no es más  cierto con los pequeños de edad  preescolar que con los niños de primaria y secundaria.”  La Mente Absorbente - Dra. María Montessori

María Montessori es una figura tan controvertida en educación hoy, como lo fue hace medio siglo atrás. Alternativamente considerada como la defensora de la educación temprana del niño, o desechada por obsoleta e irrelevante, sus investigaciones y los estudios que ella inspiró ayudaron a cambiar el curso de la educación.  Entre quienes estudiaron con ella y continuaron haciendo sus propias contribuciones a la educación y la psicología infantil se encuentran Ana Freud, Jean Piaget, Alfred Adler, y Eric Ericsson. Muchos de los elementos de

la educación moderna han sido adaptados de las teorías de Montessori. A ella, se le reconoce el desarrollo de las aulas abiertas, la educación personalizada, los materiales de aprendizaje manipulables, los juguetes didácticos, y la instrucción programada. En los últimos treinta y cinco años los educadores de Europa y Norteamérica comenzaron a reconocer la coherencia entre la propuesta Montessori y lo que hemos aprendido en las investigaciones sobre el desarrollo infantil.

María Montessori fue una adelantada para su época. Nació en 1870 en Ancona, Italia, en una  familia de clase media educada pero no adinerada. Creció en un país considerado muy conservador en sus actitudes hacia las mujeres, sin embargo aún en contra de la enorme resistencia de su padre y sus maestros, Montessori prosiguió una educación científica y fue la primera mujer que se graduó de médico en Italia.

Como médica practicante asociada en la Universidad de Roma, ella era científica, no maestra. Es una ironía que ella se haya hecho famosa por sus contribuciones en un campo que ella había rechazado por ser el refugio tradicional de las mujeres, cuando pocas profesiones se les ofrecían que no fueran las tareas domésticas o el convento. El método Montessori se desarrolló, casi accidentalmente a partir de un pequeño experimento que la Dra. Montessori llevó a cabo de forma secundaria. Su talento no proviene de su capacidad docente, sino de que ella se diera cuenta de la importancia que tenía lo que ella había encontrado.

Cómo médica, la Dra. Montessori se especializó en pediatría y psiquiatría. Enseñó en la escuela de medicina de la Universidad de Roma, y a través de sus clínicas libres ella solía contactarse con niños de la clase trabajadora y pobres. Estas experiencias la convencieron de que la inteligencia no es inusual y que la mayoría de los recién nacidos vienen al mundo con un potencial humano que apenas se da a conocer.

Su trabajo reforzó sus ideales humanitarios, y se hizo lugar en su agenda recargada, para apoyar activamente los movimientos de reforma social. Al principio de su carrera profesional, aceptó dar charlas en toda Europa a favor de los movimientos feministas, fuerzas de paz, y  la reforma legal sobre trabajo infantil. Montessori se hizo conocida y altamente respetada en toda Europa, lo que indudablemente contribuyó a la publicidad que rodeó a sus escuelas.

En 1901, Montessori fue designada Directora del nuevo Instituto Ortofrénico, adjunto a la Universidad de Roma, antiguamente usado como asilo para los niños “deficientes y locos” de la ciudad, la mayoría de los cuales eran probablemente retardados o autistas. Ella inició una ola de reformas en un sistema que anteriormente había servido tan solo para confinar a jóvenes

mentalmente deficientes en habitaciones vacías.  Cómo conocía la necesidad que tenían sus pacientes de estimulación, actividad con fin propio, y autoestima, Montessori insistía en que el personal hablara con los pacientes con el mayor respeto. Armó un programa para enseñar a sus pupilos a cuidarse a sí mismos y al ambiente.

Al mismo tiempo, ella inició un estudio meticuloso de todas las investigaciones realizadas previamente sobre la educación de los mentalmente disminuidos. Sus estudios, condujeron  a Montessori al trabajo de dos médicos franceses casi olvidados de los siglos dieciocho y diecinueve: Jean Itard y Eduardo Seguin. Itard es más conocido por su trabajo con el “Salvaje de Aveyron”, un joven que fue encontrado vagando desnudo en la selva, cuando había pasado 10 años viviendo solo. El muchacho no podía hablar y carecía de casi todas las destrezas de la vida diaria. Acá había, aparentemente un “hombre al natural”, un ser humano que se desarrolló sin los beneficios de la cultura y la socialización con los mismos de su especie. Itard esperaba que su estudio echara alguna luz sobre el antiguo debate sobre qué proporción de la inteligencia humana y la personalidad es hereditaria y qué proporción deriva de la conducta aprendida.

El experimento de Itard tuvo un éxito relativo, pues se encontró con que el “muchacho salvaje” no colaboraba y no tenía deseos o no podía aprender muchas cosas. Esto llevó a Itard a suponer la existencia de períodos de desarrollo en el crecimiento humano normal. Durante estos “períodos sensibles” el niño debe ser estimulado o ¡crecerá por siempre carente de las habilidades humanas y los conceptos intelectuales que perdió en la etapa cuando pueden ser aprendidos fácilmente! Aunque los esfuerzos de Itard para enseñarle al muchacho salvaje fueron  escasamente exitosos, siguió un enfoque metódico para diseñar el proceso, sosteniendo que toda educación se beneficiaría con el uso de la observación cuidadosa y la experimentación. Esta idea fue sumamente atractiva para la Montessori científicamente entrenada, y luego se transformaría en la piedra angular de su método. De Eduardo Seguin, Montessori obtuvo una nueva  confirmación del trabajo de Itard, junto con un sistema más específico y organizado para aplicarlo a la educación cotidiana de los disminuidos. Hoy, Seguin es reconocido como el padre de nuestras técnicas modernas de educación especial para los retardados.

De estos dos antecesores, Montessori tomó la idea de un enfoque científico de la educación, basada en la observación y la experimentación. Ella pertenece a la escuela del pensamiento “Child Study” (traduce: Estudios del Niño) y  prosiguió su trabajo con el entrenamiento cuidadoso y la objetividad del biólogo que estudia la conducta natural de un animal de la selva. Ella estudió a sus jóvenes retardados, escuchándolos y anotando cuidadosamente todo lo que hacían y decían. De a poco comenzó a captar el sentido de quienes eran

verdaderamente y de qué métodos funcionaban mejor. Su éxito alcanzó notoriedad mundial cuando, dos años después de que comenzara, muchos de los adolescentes “deficientes” de Montessori lograron pasar los exámenes estandarizados para sexto grado de las escuelas públicas italianas. Aclamada por este “milagro”, Montessori respondió sugiriendo que sus resultados demostraron solamente que las escuelas públicas debían ser capaces de obtener resultados dramáticamente mejores con los niños normales.

Desafortunadamente, el Ministerio de Educación Italiano no recibió bien esta idea, y se le negó el contacto con niños en edad escolar. Frustrada en sus esfuerzos por llevar adelante el experimento con alumnos de escuelas públicas, en 1907 Montessori se lanzó a la oportunidad de coordinar un centro de cuidado diurno para niños de la clase trabajadora, que eran muy pequeños para asistir a la escuela pública.

La primera “Casa dei Bambini” o “Casa de los Niños” estaba ubicada en el peor distrito carenciado de Roma, y las condiciones que Montessori debió enfrentar eran pasmosas. Su primer curso estaba formado por cincuenta niños entre dos y cinco años de edad, a los que les ensañaba una cuidadora sin entrenamiento.  Los niños permanecían en el centro desde el amanecer hasta el anochecer, mientras sus padres trabajaban. Recibían dos comidas por día, se los bañaba regularmente, y estaban en un programa de cuidado médico. Esos mismos niños eran los típicos del centro de las ciudades en condiciones de pobreza extrema. Ingresaron a la Casa de los Niños, el primer día llorando y empujando, mostrando en general una conducta agresiva e impaciente. Montessori, sin saber si su experimento funcionaría en tales condiciones, comenzó por enseñarles a los niños mayores, como ayudar en las tareas de todos los días que debían hacerse. También introdujo los rompecabezas de percepción para  manipular, que ella había usado con los retardados.

Los resultados la sorprendieron, porque a diferencia de los niños retardados que debían ser estimulados para usar los materiales, estos pequeños eran atraídos al trabajo que ella introducía. Los niños que habían vagado sin rumbo la semana anterior, comenzaron a asentarse durante largos períodos de actividad constructiva. Ellos estaban fascinados con los rompecabezas y los aparatos para el entrenamiento de la percepción. Pero, para sorpresa de Montessori, los niños de tres y cuatro años se deleitaban con aprender las destrezas  prácticas de la vida diaria que reforzaban su independencia y autoestima. Todos los días, le pedían que les mostrara más, aún aplaudiendo con placer, cuando Montessori les enseñaba el uso correcto de un pañuelo de mano. Pronto, los niños mayores empezaron a hacerse cargo del cuidado de la escuela, ayudando a su maestra con la preparación  y distribución de las comidas y el mantenimiento de un ambiente impecablemente limpio. La conducta de ellos como grupo, cambió drásticamente de  ser los chicos de la

calle que corrían desenfrenadamente, a ser ejemplos de amabilidad y cortesía. No fue gran sorpresa que la prensa encontrara  atractiva tal historia de interés humano y de inmediato la difundieran por el mundo.

La educación Montessori suele ser criticada por demasiado estructurada y académicamente demandante para los niños pequeños. Montessori se hubiera reído de esta insinuación. A menudo decía, “Yo estudié a mis niños, y ellos me enseñaron a enseñarles.” Montessori transformó en una costumbre el prestarle atención minuciosa a la conducta espontánea de ellos,  indicando que solo de este modo una maestra podía saber cómo enseñar. Las escuelas tradicionales le prestan poca atención a los niños como personas, salvo para exigirles que se adapten a nuestros estándares. Montessori sostenía que la tarea del educador es servir al niño, determinando lo que cada uno necesita para poder lograr el máximo progreso. Para ella, un niño que fracasa en la escuela no debe ser culpado más que lo que un médico culpa a un paciente que no se cura con suficiente rapidez. Después de todo, el trabajo del médico es ayudarnos a encontrar la forma para curarnos, y la función del educador es facilitar el proceso natural de aprendizaje.

Los niños Montessori dieron el salto a lo académico. Siendo muy jóvenes para ir a la escuela pública, clamaban porque se les enseñara a leer y escribir. Aprendieron tan rápido y con tanto entusiasmo, usando el material manipulable de aprendizaje, que Montessori diseñó material para una máxima atracción y efectividad. Los niños estaban fascinados con los números; para satisfacer este interés la Montessori con inclinación matemática desarrolló una cantidad de material concreto para enseñar matemática, que no ha sido superado. Muy pronto sus niños de cuatro y cinco años estaban haciendo cálculos de adiciones y sustracciones con cuatro dígitos, y en muchos casos iban aún más allá. Sus intereses prosperaron en otras áreas, también, obligando a la extenuada médica, a pasar noche tras noche diseñando nuevo material que siguiera el ritmo de los niños en geometría, geografía, historia y ciencias naturales. La prueba final del interés de los niños llegó poco después de que su primera escuela se hiciera famosa, cuándo un grupo de mujeres bien intencionadas le entregaron una maravillosa colección de juguetes hermosos y caros. Los nuevos obsequios captaron la atención de los niños unos pocos días, pero luego regresaron al material de aprendizaje más interesante. Para sorpresa de Montessori, los niños que habían experimentado con ambos, prefirieron el trabajo al juego en la mayoría de los casos. Si estuviera aquí hoy, Montessori probablemente agregaría “los niños leen y  trabajan con matemática más avanzada, no porque los empujamos a hacerlo sino porque esto es lo que hacen cuándo se les da un contexto correcto y la oportunidad. Negarles el derecho a aprender porque nosotros, los adultos, creemos que no deben, es ilógico y típico de la forma en la que las escuelas se operaban antes.”

Montessori desarrolló su método a través de ensayo y error, haciendo especulaciones informadas sobre el significado subyacente de las acciones de los niños. Ella era rápida para captar sus claves, y constantemente estaba experimentando con la clase.

Por ejemplo, Montessori cuenta sobre la mañana en la que la maestra llegó tarde y descubrió que los niños habían trepado por la ventana y se habían puesto a trabajar. Al principio, los materiales didácticos, que habían costado tanto fabricar, estaban cerrados con llave en un armario alto. Solo la maestra tenía la llave y lo abría y entregaba el material a los niños que lo pedían. En esa ocasión la maestra se había olvidado de cerrar con llave el armario, la noche anterior. Cuando lo encontraron abierto, los niños eligieron un material cada uno y estaban trabajando tranquilamente. Cuándo llegó Montessori, la maestra estaba reprendiendo a los niños por sacarlo sin permiso. Ella reconoció que la conducta de los niños demostró que eran capaces de elegir su propia tarea, entonces quitó el armario y lo reemplazó por estantes bajos en los que las actividades estaban siempre disponibles para los niños. Hoy, esto puede sonar a un cambio mínimo, pero contradijo todas las prácticas educativas y las teorías de la época.

Un descubrimiento siguió a otro, dándole a Montessori una imagen crecientemente más clara de la mente interior del niño. Ella descubrió que los niños pequeños eran capaces de mantener la concentración tranquilamente durante largos períodos, aún cuando raras veces lo manifiestan en contextos de todos los días. Aunque son descuidados y desaliñados, ellos responden positivamente a una atmósfera de calma y orden. Montessori notó que la consecuencia lógica del amor del niño por una rutina consistente y reiterada, es un ambiente en el que cada cosa tiene su lugar. Sus niños disfrutaban enormemente en traer y llevar su trabajo desde y hasta los estantes, teniendo cuidado con no tropezar con nada o derramar absolutamente nada. Caminaban cuidadosamente por las habitaciones, en lugar de correr desenfrenadamente como hacían por las calles. Montessori descubrió que el ambiente propiamente dicho, era una pieza de importancia fundamental para lograr los resultados que ella había observado. Cómo no quería usar pupitres de escuela, hizo fabricar por carpinteros mesas y sillas acordes con el tamaño de los niños. Fue la primera en hacerlo, reconociendo la frustración que experimenta el niño pequeño en un mundo tamaño adulto. Finalmente, aprendió a diseñar escuelas completas, del tamaño aproximado de los niños. Había hecho fabricar jarritas y tazones en miniatura y encontró cuchillos que se correspondían con el tamaño de la pequeña mano del niño. Las mesas eran livianas, lo que permitía que dos niños pudieran correrlas solos. Los niños aprendieron a controlar sus movimientos, y que les disgustara la forma en la que se interrumpía la calma cuándo tropezaban con las cosas. Montessori también estudió el esquema del

tráfico en las aulas, y organizó el mobiliario y el área de actividad para minimizar la congestión y los tropezones. A los niños les encantaba sentarse en el piso, entonces compró una alfombritas pequeñas para definir el área de trabajo y pronto los niños aprendieron a caminar alrededor de ellas. A través de los años, las escuelas Montessori continuaron con esta ingeniería ambiental en todo el edificio y en el espacio exterior, diseñando toiletes y lavatorios del tamaño de los niños, ventanas bajas  hasta el piso, estantes bajos, y herramientas de mano y jardín de todo tipo en miniatura. Algunas de estas ideas fueron finalmente adaptadas por la gran comunidad educativa, particularmente por los jardines maternales y de infantes. Muchos de los rompecabezas y juegos didácticos, actualmente en uso en preescolar y primaria inferior son copias directas de las ideas originales de Montessori. Sin embargo hay mucho más de su trabajo que nunca entró en curso, y los educadores que buscan nuevas y más efectivas respuestas encuentran de gran interés la experiencia acumulada por la comunidad Montessori.

De la noche a la mañana, se le prestó atención a la primera “Casa de los Niños” de María Montessori y miles de visitantes se acercaron asombrados y con entusiasmo. Surgió un interés mundial cuando ella repitió su primera escuela en otros contextos con los mismos resultados. Montessori captó el interés y la imaginación de líderes nacionales y científicos, madres y maestros, líderes laborales y dueños de fábricas. Cómo científica internacionalmente reconocida, Montessori contaba con una excepcional credibilidad en un campo en el que muchos otros habían promovido sus opiniones, filosofías, y modelos que no se repitieron  fácilmente. El método Montessori ofrecía una propuesta sistemática que traduce claramente el nuevo contexto. En los primeros treinta años de este siglo (traduce del siglo pasado), el método Montessori parecía ofrecer algo a cada uno. Los conservadores apreciaban la calma, la conducta responsable de los niños pequeños, junto con el amor al trabajo. Los liberales elogiaron la libertad y la espontaneidad. Muchos líderes políticos lo vieron como una forma práctica de reformar los  anticuados sistemas escolares de Europa y Norteamérica, así como una propuesta que confiaban conduciría a una población más productiva y sujeta a las leyes. Científicos de todas las disciplinas anunciaban sus bases empíricas junto con los rápidos logros de los niños pequeños. Montessori condujo una ola de apoyo entusiasta que debería haber cambiado la cara de la educación mucho más drásticamente de lo que sucedió.  La etapa de máxima productividad de Montessori duró desde la apertura de la primera “Casa de los Niños” en 1907 hasta los años 30. Durante esta época, ella continuó su estudio de los niños, y desarrolló un plan de estudios muy extenso y también, una metodología para el nivel elemental. Las escuelas Montessori se instalaron en toda Europa y Norteamérica, y la Dra. Montessori abandonó su práctica médica para dedicar todas sus energías a defender los derechos y el potencial intelectual de todos los niños. Durante

toda su vida, la Dra. Montessori fue reconocida como uno de los líderes mundiales en educación. La educación fue más allá de María Montessori, adaptando solamente esos elementos de su trabajo que encajaban con las teorías y métodos existentes. Irónicamente, la propuesta Montessori no puede ser implementada como una serie de reformas graduales. Requiere una reestructuración completa de la escuela y del rol del maestro. Hace solo muy poco tiempo, dado que nuestra comprensión del desarrollo del niño ha aumentado, hemos descubierto cuán clara y sensible era su visión.  Hoy en día, hay un consenso creciente entre los psicólogos y  licenciados en ciencias de la educación en el sentido de que sus ideas estuvieron varias décadas adelantadas a su tiempo.

En tanto el movimiento gana adeptos y comienza a propagarse en el sector de las escuelas públicas americanas, uno puede afirmar sin dudar que Montessori, que comenzó hace casi 100 años, es una propuesta considerablemente moderna.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Maria Montessori

MARÌA MONTESSORI: (Chiaravalle,Ancona Italia 31 Agosto 1870-Holanda 6 Mayo 1952)

Fue Educadora, , médica, Psiquiatra, Filósofa, Psicóloga, feminista y Humanista Italiana, nació en Italia el 31 de Agosto de 1870, estudió Ingeniería a los 14 años, luego estudió biología y posteriormente fue aceptada en la facultad de medicina de la Universidad de Roma, se graduó en 1896 como la primera mujer médico en  Italia. Más tarde estudió Antropología y un Doctorado en Filosofía .

 · En su práctica médica, sus observaciones clínicas la condujeron a analizar cómo los niños aprenden, y que construyen su aprendizaje a partir de lo que existe en el ambiente.

· El 31 de marzo 1896 nace su hijo Mario.

· En 1902 empieza sus estudios de pedagogía, psicología experimental y antropología.

· Constante investigadora; dicta varias conferencias sobre los métodos educativos para niños afectados por deficiencias mentales.

· Crea en Roma la Escuela Ortofrénica, de la cual fue directora hasta 1900.

· Su primera “Casa de Bambini”, fue inaugurada en 1907 y se convierte en el origen del método educativo Montessori.

· En 1909 dicta el primer curso de formación profesional.

· En 1911 deja la consulta médica y se dedica al trabajo pedagógico.

· En 1913 inaugura la Asociación Educativa Montessori en Washington, DC, Estados Unidos y da conferencias sobre su trabajo con los niños

· En 1915, También en U.S.A, atrapa la atención del mundo con su trabajo del aula, llamado “la casa de cristal” y condujo cursos de aprendizaje para profesores.

· En 1917 el gobierno español la invita a inaugurar un instituto de investigación.

· En 1919, comienza a dictar una serie de cursos de aprendizajes a los profesores en Londres.

· Durante el régimen de Mussolini, Montessori, acusó públicamente la doctrina fascista de “formar a la juventud según sus moldes brutales”; por esta razón abandona su tierra en 1933, estableciéndose posteriormente en Barcelona.

· En 1947 fundó el “Centro Montessori” en Londres

· Es nominada para el premio Nobel, en tres oportunidades distintas: 1949, 1950, y 1951.

· En 1951 se retira de su vida como conferencista.

· Luego de 14 años de exilio, regresó a Italia para reorganizar las escuelas e ingresar como docente a la Universidad de Roma.

· María Montessori falleció de una hemorragia cerebral el 6 de mayo de 1952, en Noordwijk, Holanda, próxima a cumplir los 82 años.

 

Método Montessori

 El propósito básico de esta Filosofìa es liberar el potencial de cada niño para que se autodesarrolle en un ambiente preparado y estructurado. 

El método nació de la idea de ayudar al niño a obtener un desarrollo integral, para lograr un máximo grado en sus capacidades intelectuales, físicas y espirituales, trabajando sobre bases científicas en relación con el desarrollo físico y psíquico del niño.

 María Montessori basó su método en el trabajo del niño y en la colaboración adulto - niño. Así, la escuela no es un lugar donde el maestro transmite conocimientos, sino un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollará a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.

 Todo el material utilizado en Montessori, proporciona conocimiento al niño de una manera sistemática, en forma que el orden se hace evidente y se ayuda al niño a analizar el mecanismo y funcionamiento de su trabajo.

 Los principios de la filosofía Montessori se fundan directamente en las leyes de la vida. El niño posee dentro de sí, desde antes de nacer, directrices para desarrollarse psíquicamente. Los adultos somos simples colaboradores en esta construcción que hace de sí mismo. El niño necesita del amor y cuidado de sus padres, pero necesita también que el adulto le proporcione un medio ambiente preparado en donde sea posible la acción y la selección.

                            “Nadie puede ser libre a menos que sea independiente” 

 

 En un Ambiente Montessori la libertad es ciertamente muy importante, pero para conquistarla los niños tienen que trabajar de forma independiente y respetuosa.

Los niños participan de manera activa en su proceso de desarrollo y aprendizaje y pueden autodirigirse con inteligencia y elegir con libertad. En un ambiente Montessori el orden, el silencio y la concentración son la constante.

 Fuente: www.psicopedagogia.com/articulos

MARIA MONTESSORI, MD

(1870-1952)

La observación científica ha establecido que la educación no es lo que el maestro le da, la educación es un proceso natural espontáneo realizado por el ser humano, y no se adquiere escuchando palabras, sino por las experiencias sobre el medio ambiente. La tarea del profesor se convierte en la de preparar una serie de motivos de actividad cultural, repartidas en un ambiente especialmente preparado, y luego abstenerse de la interferencia molesta. Maestros humanos sólo puede ayudar al gran trabajo que se está haciendo, como siervos ayudar al maestro. De lo contrario, serán testigos del desarrollo del alma humana y el levantamiento de un nuevo hombre que no quiere ser víctima de los acontecimientos, sino que tendrá la claridad de visión para dirigir y dar forma al futuro de la sociedad humana. - Maria Montessori, Educación para un Nuevo Mundo

LA MUJER Y SU MÉTODO

¿Quién era esta mujer que comenzó una revolución educativa que cambió la forma de pensar sobre los niños más que nadie antes ni después?

Maria Montessori, nacido en 1870, fue la primera mujer en Italia para recibir un título de médico. Trabajó en los campos de la psiquiatría, la educación y la antropología. Ella cree que cada niño nace con un potencial único para

ser revelado, y no como una "pizarra en blanco" a la espera de ser escrito sobre. Sus principales contribuciones a la labor de aquellos de nosotros crianza y educación de los niños se encuentran en las siguientes áreas:

Preparación de los entornos más naturales y mantenerse con vida para el niño

La observación del niño que vive libremente en este entorno

Continuamente adaptar el entorno a fin de que pueda cumplir con el chid mayor potencial de su nivel físico, mental, emocional y espiritualmente.

LOS PRIMEROS AÑOS

Maria Montessori fue siempre un poco por delante de su tiempo. A los trece años, en contra de los deseos de su padre, pero con el apoyo de su madre, comenzó a asistir a una escuela para niños técnico. Después de siete años de ingeniería comenzó premedicación y, en 1896, se convirtió en un médico. En su trabajo en la Universidad de Roma psiquiátrica clínica del Dr. Montessori desarrolló un interés en el tratamiento de niños con necesidades especiales y, durante varios años, trabajó, escribió y habló en su nombre.

En 1907 se le dio la oportunidad de estudiar niños "normales", encargándonos de cincuenta niños pobres de las calles sucias y desoladas del barrio San Lorenzo, en las afueras de Roma. La noticia del éxito sin precedentes de su trabajo en esta Casa dei Bambini "Casa de los Niños" pronto se extendió por todo el mundo, las personas que vienen de muy lejos para ver a los niños por sí mismos. La Dra. Montessori fue sorprendido como cualquiera en cuenta el potencial de estos niños:

Suponiendo que me dijo que había un planeta sin escuelas ni maestros, el estudio era desconocido, y sin embargo los habitantes - no hacer nada sino vivir y caminar alrededor - llegó a conocer todas las cosas, de llevar en su mente la totalidad de aprendizaje: no te creo Se romance? Bueno, esto que parece tan extravagante como para ser nada más que la invención de una fértil imaginación, es una realidad. Es la manera del niño de aprender. Este es el camino que sigue. Se entera de todo sin saber que lo está aprendiendo, y al hacer eso pasa poco del inconsciente al consciente, pisando siempre en los caminos de la alegría y el amor.

DE EUROPA A LOS ESTADOS UNIDOS

Invitó a los EE.UU. por Alexander Graham Bell, Thomas Edison, entre otros, la Dra. Montessori habló en el Carnegie Hall en 1915. Ella fue invitada a crear un aula en la Exposición Panamá-Pacífico, en San Francisco, donde los espectadores vieron veintiún hijos, todo nuevo a este método Montessori, detrás de una pared de vidrio para cuatro meses. El único galardonado con dos medallas de oro para la educación fue a esta clase, y la educación de los niños pequeños se alteró para siempre.

INDIA y EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ

Durante la Segunda Guerra Mundial Dra. Montessori fue forzado al exilio de Italia a causa de sus opiniones antifascistas y vivió y trabajó en la India. Fue allí donde desarrolló su trabajo Educación para la Paz, y desarrolló muchas de las ideas que se enseñan en los cursos de formación a sus hoy. Fue nominada dos veces para el Premio Nobel de la Paz.

LA PRIMARIA PROGRAMA MONTESSORI

En Roma, la Dra. Montessori desarrolló el programa Montessori para los años de primaria para el niño de 6-12. Empezó, como las clases de primaria hacen hoy en día, con el plan de estudios requerido de Italia de su tiempo. Se adaptó el tradicional profesor-imparten materias en las artes y las ciencias para que los niños puedan utilizar los materiales para guiar su investigación abierta y seguir sus intereses individuales, que trabajan a un nivel mucho más alto que antes era (y es en la actualidad!) Pensaba posible que los niños de esta edad. El niño primaria, cuando se les permite trabajar de forma independiente en lugar de ser enseñada en grupos dirigidos por un profesor, y en clases con un grupo mixto de edad de 6-12 - años de edad, estudiantes de inspirar y enseñar a los demás, señores materias académicas no se enseña hasta media o alta escuela.

LA ESCUELA SECUNDARIA Y EL PROGRAMA DE LA ESCUELA SECUNDARIA

Montessori tenía muchas ideas para el niño a esta edad. Para más información sobre este nivel de edad ver: Montessori 12-18

LOS ASISTENTES AL PROGRAMA MONTESSORI INFANCIA

En la década de 1940, inspirado por el increíble potencial de los niños realizadas en los primeros años, la Dra. Montessori afirmó que tres años era demasiado tarde para comenzar a apoyar el trabajo y el desarrollo de los niños. En 1947, los asistentes al programa Montessori Infancia se inició en Roma. Esta fue una de 3 años, a tiempo completo programa que todavía se enseña hoy en varios países. Para una visión general del trabajo de Montessori a esta edad, véase: Montessori 0-3

HOY

Desde su muerte el interés en los métodos de la Dra. Montessori han seguido extendiéndose en todo el mundo. Su mensaje a los que ella siempre había emulado a volver la atención al niño, a "seguir al niño". Es debido a este principio básico, y las pautas de observación dejados por ella, que las ideas de la Dra. Montessori nunca llegará a ser obsoleto.

Muchas personas, al oír el alto nivel académico alcanzado por los alumnos en el sistema educativo, se pierda el punto y creo que las matemáticas Montessori manipuladora (como ejemplo) es todo lo que hay en el método Montessori. Es fácil de adquirir materiales y tomar cursos cortos para aprender a usarlos, pero el valor real de Montessori requiere entrenamiento prolongado y exhaustivo para el adulto.

El potencial del niño no es sólo mental, sino que se revela sólo cuando la completa "método Montessori" se entiende y lo siguió. Elegido por el niño, el trabajo práctico, la atención de los demás y el medio ambiente, y sobre todo los altos niveles de concentración alcanzado cuando el trabajo es respetado y se interrumpe, no revelan a un ser humano que es superior no sólo académicamente, sino también emocional y espiritualmente, un niño que se preocupa profundamente por los demás y el mundo, y que trabaja para descubrir una manera única e individual a contribuir. Esta es la esencia de la verdad "Montessori" El trabajo de hoy.

Maria montessori

1. La vida y la obra

María Montessori nació en Chiaravalle, provincia de Ancona, el 31 de agosto de 1870. Cuando cumple los doce años, sus padres, deseosos de darle a su

hija la mejor educación posible, se establecen en Roma, donde asiste a una escuela técnica para niños. Aunque sus padres deseaban para ella la carrera de maestra, única abierta a las mujeres, ella había decidido ser médico. A lo largo de sus estudios, se enfrenta con numerosas dificultades de orden económico y social; pero, en 1896, a la edad de veintiséis años, se convierte en la primera mujer de Italia que obtiene el certificado de médico. Ingresa en la Universidad de Roma como asistente en la clínica psiquiátrica. Es así como empieza a interesarse en los niños retrasados, a los que, en esa época, se trataba como a enfermos mentales.

1.1 Los primeros trabajos

En 1898, durante un congreso pedagógico en Turín, interviene a propósito del tratamiento y de la educación de éstos.

El ministro de Educación pública, Guido Bacelli, pidió entonces a la doctora Montessori que dictara en Roma una série de conferencias sobre la educación de estos niños. En el transcurso de estos dos años, integró un grupo de profesores especializados en la observación y educación de niños retrasados. Más adelante, cuando este establecimiento se transformó en “instituto”, amplió sus beneficios a todos los niños idiotas de los manicomios de la ciudad de Roma.

De regreso a Roma continuó sus observaciones. Elaboró un método fundamentado en los principios de Itard y Seguin, a quienes conoció durante su viaje a Francia, y emprendió una serie de nuevas experiencias en los dominios de la lectura y de la escritura. Este método dio resultados positivos al aplicarse a los niños anormales, llegando incluso a permitirles aprobar los mismos exámenes que los niños normales.

Abandona la enseñanza para consagrarse al estudio y a la investigación: profundización en la obra de Itard y Seguin.

1.2 Una creación: la “casa de los niños”

El director de un organismo social, L'Instituto Romano dei beni stabili, E. Talamo, había escuchado hablar sobre M. Montessori como médico y como educadora de niños retrasados y a ella confía la responsabilidad de organizar la vida de los niños que habitaban los nuevos edificios. Así se convirtió en la fundadora de una escuela: “La Casa de los niños”, que lograría una gran reputación y serviría de modelo a numerosas escuelas en el mundo entero. Al aceptar la dirección M. Montessori se propuso dos metas: una social, la otra, pedagógica.

La primera representaba, de alguna manera, un ideal de vida para los habitantes del barrio: procurar una existencia mejor para los obreros basada en

la higiene y la armonía familiar y social. El procedimiento contemplaba a los niños y buscaba lograr un objetivo pedagógico. En lugar de dejarlos correr y vagabundear en las escaleras y en las calles, se les ofrecía un establecimiento adaptado.

La primera “Casa de los niños” correspondía a los principios fundamentales de la investigación pedagógica moderna.

1.3 La atmósfera cultural italiana

Tan novedosa como era, la obra montessoriana no hubiera podido construirse y evolucionar en el contexto médico, psicológico y pedagógico de la época.

De Sanctis, profesor de psicología de la Universidad de Roma, se interesaba ya en los niños retrasados. Preconizaba el ejercicio de los sentidos como estímulo para el desenvolvimiento mental. Su método no dejo de influir en M. Montessori, médico y educadora.

1.4 El progreso del método montessoriano

En 1909, M. Montessori publicó su obra fundamental sobre el método de la pedagogía científica aplicada a la educación de los niños. Sus repercusiones fueron tan grandes que, con gran rapidez, la obra se tradujo a varias lenguas: inglés, alemán, español, holandés, francés, ruso, rumano, danés, etcétera.

A partir de esta publicación, M. Montessori intensificó sus actividades, hecho que consideraba indispensable para la propagación de sus ideas.

Los maestros y educadores que conocieron el “método”, ya a través del libro, ya a través de los cursos, contribuyeron al establecimiento de un clima favorable para la expansión de las ideas montessorianas en el mundo entero. Se fundaron asociaciones, “Casas de niños”.

Durante la Primera Guerra Mundial, se trasladó con frecuencia a los Estados Unidos, donde fundó un colegio para maestros. También visitó España, donde creó un seminario de pedagogía cuya dirección tuvo a su cargo durante varios años.

En 1936, el gobierno fascista la expulsó de Italia al condenar los principios montessorianos y cerrar las escuelas que los aplicaban.

Con el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial, María Montessori deja su país de adopción y parte hacia las Indias; permanece allí hasta 1946. Al apaciguarse el conflicto mundial, nuevamente vuelve a su peregrinaje para reintegrarse a Europa, a Italia, donde se le rehabilitó hasta que, finalmente, vuelve a Holanda, donde su vida termina en 1952, a la edad de 82 años. En la actualidad sus restos reposan en el pequeño cementerio católico de Noordwisk.

2. El encuentro con los médicos y educadores franceses Itard y Seguin

M. Montessori habló con frecuencia y con admiración de dos célebres médicos franceses: Itard y Seguin. Sus trabajos se remontan a la primera mitad del siglo XIX, pero contribuyeron enormemente a la elaboración del método montessoriano.

Itard situó sus investigaciones no en un laboratorio, sinó en la realidad. La conducción científica de ellas le permitió elaborar un método con fundamentos fisiológicos que constituyó, según los términos de M. Montessori, una verdadera “pedagogía científica”.

Seguin, muy apegado a los niños pequeños, estaba convencido de que el tratamiento sobre la debilidad mental y la idiotez, no debía acudir únicamente a la medicina, sinó también a los procesos educativos. La diferencia esencial entre la educación de los niños retrasados y normales no se encuentra en el objetivo, sino en el método.

Su profundo amor por los niños y su sentido pedagógico lo convirtieron en uno de los primeros educadores del siglo XIX. “Con Seguin, se observa la introducción en la pedagogía de dos nuevas condiciones que todos los reformadores buscarán satisfacer en lo sucesivo: antes que nada, la afectividad y los elementos fisiológicos, después, la actividad del ser que se desarrolla en contacto con el otro”.

M. Montessori es quien sigue más de cerca a Seguin. Lo reconoció como su maestro. Su método, elaborado para los niños normales, conserva un gran numero de los principios de Seguin.

En cuanto a la educación del cuerpo, ella incluyó dos elementos esenciales: la actividad de los sentidos, llamada “sensibilidad” y la actividad del movimiento, llamada “movilidad”. El mundo no es conocido únicamente a través de los sentidos, sinó también por el movimiento, por la relacion entre el cuerpo y el espacio.

Para M. Montessori, la necesidad de movimiento encuentra su origen en la educación de los sentidos.

Seguin creó un método para educar los sentidos en forma progresiva y racional y M. Montessori le siguió en este punto. Se comienza por ofrecer al niño pocos objetos contrastantes entre sí para llegar, gradual e insensiblemente, a un gran número de ellos, que no se distingan entre sí mas que por diferencias imperceptibles.

Otro punto común entre los dos educadores es el problema de la autoridad o, mas bien, de la libertad en la educación. El maestro puede, desde el principio,

adoptar una actitud autoritaria; pero ésta se desea más discreta en las instituciones de M. Montessori. No obstante, el objetivo sigue siendo la conquista de la autonomía.

La pedagogía de Seguin se fundamentaba en el sentido de la vista, como sentido intelectual por excelencia. Enseguida buscó que percibiera las relaciones: entre el nombre de una letra y su figura.

M. Montessori partió del estudio del individuo, no de la escritura. Se apoyó a la vez en la inteligencia y en la capacidad motriz. En forma paralela a las sensaciones visuales, puso en juego las sensaciones táctiles (letras en relieve sobre pequeños cartones). La imagen del signo gráfico se fijaba así en menos tiempo que con el método de su precursor. A continuación, el niño debía reconocer las figuras y escuchar los sonidos que les correspondían para que, en una tercera etapa, supiera pronunciar el sonido de cada signo alfabético.

En su método de preparación a la lectura y a la escritura, utilizó las tres etapas de la enseñanza sobre las que fundamentó su educación sensorial: asociación de la percepción sensorial con el nombre del objeto; reconocimiento del objeto correspondiente al nombre; recordatorio del nombre correspondiente al objeto.

Finalmente, el niño llega a la etapa de la escritura y aprende a componer palabras al elegir letras del alfabeto y colocarlas unas al lado de otras. Puesto que el niño sabe componer palabras bajo dictado, es capaz de ejecutar los movimientos necesarios para producir algunas letras primero y el alfabeto después. Llega así, casi de manera inconsciente, a la escritura.

3. El sensualismo, el positivismo, el naturalismo y M. Montessori

Sensualismo y gnoseologia montessoriana. La inteligencia es para Montessori el conjunto de actividades reflejadas, asociativas y reproductoras que permiten al espíritu desarrollarse por sus relaciones con el mundo exterior. De tal manera, el medio escolar condicionara, en cierta medida, el desarrollo intelectual.

El mundo exterior atrae al niño: de el recibe sensaciones e impresiones, placeres y dolores físicos y psicológicos. Es por ello que a Montessori le preocupó tanto el “ambiente” en que el niño evoluciona e insistió en la necesidad de educar los sentidos. Se aproximó así a la doctrina sensualista y a sus filósofos más representativos: Locke y Condillac. Para ellos el conocimiento se fundamenta en la información sensorial.

Los estímulos del mundo exterior no pueden alcanzar la inteligencia si esta no se encuentra receptiva: deben corresponder a los intereses y necesidades psíquicas del sujeto.

De ahí la importancia de seleccionar el material educativo. El niño se concentrará más conforme sea mayor el interés que se dé al apoyo de sus trabajos. Así aparecen dos factores que condicionan todo conocimiento: el externo, o atracción del material que se ofrece, y el interno, o la disposición del espíritu hacia el objeto.

Positivismo y metafísica. En la elaboración de su “pedagogía científica”, M. Montessori no olvidó ni a la antropología ni la fisiología ni a la medicina. Su formación la preparó especialmente para elaborar hipótesis a partir de hechos concretos y para dar un fundamento científico a sus teorías y a su obra pedagógica.

Tanto su fe como su vida profundamente religiosa matizaron sus ideas educativas y su actitud hacia el mundo.

Naturalismo. Al preconizar los ejercicios sensoriales, la educación corporal, el contacto con los objetos y al proporcionar a los niños la oportunidad de desarrollar su atención al aplicarla a un material concreto, M. Montessori consiguió fundar una educación que se basa en respetar las leyes fisiológicas y biológicas del desarrollo. De acuerdo con el naturalismo, considero que todo pequeño, hasta los seis años, no distingue el “bien del mal” y que ni el ejemplo ni las restricciones pueden influir positivamente en la mediante el contacto con la naturaleza.

No obstante, no es posible considerar a la educación montessoriana como exclusivamente naturalista, puesto que también comprende una tendencia espiritual. El ser humano es una creación de Dios, conformada a su vez de elementos materiales y espirituales.

M. Montessori no coincidía con el naturalismo, ya que éste privilegia a lo material y a lo fisiológico sobre la vida espiritual. Ella consideró al espíritu como fuente creadora de la vida humana. Reconoció, es cierto, que tanto el crecimiento como la educación siguen las leyes fisiológicas y biológicas, mas intentó conciliar los elementos naturalistas y espiritualistas.

Rousseau y M. Montessori. Rousseau sostiene que el niño debe ser libre, autónomo, sin ser molestado por las intervenciones adultas contrarias a la naturaleza. Esta libertad es necesaria para la realización de una sociedad ideal. También M. Montessori desea una sociedad así, ella la buscó a través de la intervención organizada de un educador, utilizando un material educativo apropiado, que permita al niño conquistar su autonomía y desarrollarse armoniosamente.

Por otro lado, si bien Rousseau condenó la instrucción precoz, M. Montessori la admitió y la difundió, manteniendo el respeto por la espontaneidad del niño. Sin

embargo, ambos pensadores rechazan el mundo adulto: el primero por considerar corrupta a la sociedad; la segunda por estimarla incapaz de resolver los problemas de la infancia.

4. Evolución y limites del idealismo montessoriano

Con frecuencia su primer periodo se considera positivista, tomando en cuenta el rigor científico con que elaboró su método. Pero no se pueden negar su evolución y sus finalidades idealistas. En los últimos años, M. Montessori no sostuvo su propio método, que se elaboró científicamente, con el entusiasmo y la pasión del principio. Dio prioridad al reconocimiento de los derechos del niño y al desarrollo de la “personalidad humana” con apreciaciones psicológicas y filosóficas.

Lo que da un tinte fuertemente idealista al pensamiento montessoriano del último periodo, es la expresión de un cierto número de conceptos: “el espíritu absorbente del niño”, el niño “embrión espiritual” en el que se desarrolla el hombre con su pensamiento y su sensibilidad, las “capacidades misteriosas” del niño que originan las facultades superiores del hombre de la misma manera en que los gases etéreos del universo se solidifican y transforman en astros y planetas.

Sus concepciones idealistas presuponen una fe en lo divino y en lo trascendente.

Otro de sus intérpretes notables, G. Broccolini estima que no se le puede tachar de idealista aunque su obra comprenda algunos conceptos “paraidealistas”, como la eliminación de los castigos y las recompensas (estas deben ser interiores).

Bergson, filósofo que como M. Montessori recibió influencias de la biología, concibió la vida como un elan vital (impulso vital). Tanto las ideas de Montessori como su misma terminología se asemejan a los puntos de vista bergsonianos.

4.1 M. Montessori y el neoidealismo italiano

Gentile, que pertenece al grupo de discípulos de Hegel, es el filósofo más representativo del neoidealismo italiano. Al igual que el idealismo francés, proponía al espíritu y no a la materia como fundamento del mundo. El espíritu constituye toda la realidad, en ella no hay más que él. Es también creación perpetua de sí mismo y, por este hecho, de toda realidad, capacidad y libertad absoluta.

Gentile conserva de la teoría de Hegel, no solamente la concepción del Espíritu, sinó también la del Estado. En su definición, éste constituye una

necesidad dialéctica que representa la voluntad colectiva y que encarna a la Italia más perfecta.La posición filosófica de Gentile se refleja de manera clara en sus conceptos educativos.

Para él “el maestro y el alumno no constituyen espíritus distintos el uno del otro, dominante uno con respecto al otro, sinó un solo y mismo espíritu, a saber, el espíritu único que conoce, el maestro que enseña y el alumno que aprende”. Se opuso al positivismo y limitó la acción pedagógica a una acción personal, confiando en el valor formativo de ésta. La instrucción y la educación, la cultura física, intelectual y moral son para el divisiones artificiales que deben ceder su lugar a un devenir espiritual libre, a una acción recíproca entre el maestro y el alumno.

Las terminologías de M. Montessori y de Gentile coinciden y sus conceptos se encuentran muy cercanos entre sí. “El niño no crece porque se alimente, respire o viva en condiciones favorables; crece por que se expande la vida que puja dentro de él”.

5. María Montessori y la escuela activa

El movimiento de la “Escuela Activa” precede las primeras investigaciones montessorianas sobre la educación. Su contribución al progreso de la “Nueva Educación” fue tan significativa que todavía marca las ciencias de la educación.

5.1 M. Montessori y la nueva educación

Broccolini sitúa a M. Montessori en el centro de la Nueva Educación.

Si se establece una comparación entre la vida y la obra de M. Montessori y la Decroly, se descubren caminos extrañamente paralelos. Ambos pedagogos estudiaron medicina, consagrándose durante varios años a los niños anormales. Los dos son herederos del positivismo: partieron del estudio de la antropología, de los datos de la antropometría y de una concepción del niño con fundamento biológico en sus investigaciones pedagógicas. Asimismo comprendieron muy pronto que a esta concepción le faltaba una dimensión espiritual.

Como decía Wallon en muchas ocasiones fue la “Casa de los niños”, la que dio origen a su método y no al contrario. A ambos los impregnó su cultura.

El paralelismo entre las dos doctrinas continúa a través de determinadas coincidencias: en 1907 los dos fundaron escuelas para niños normales; M. Montessori, la Casa de los niños en Roma y, Decroly, la Escuela de L'Ermitage en Bruselas. En las dos explotaron las experiencias adquiridas del trabajo con niños anormales. Pero si Decroly realizó investigaciones sobre niños

deficientes durante su carrera, M. Montessori hizo de los niños normales el centro de su interés.

Finalmente, los dos aplicaron los principios educativos que corresponden en gran parte a los de la Escuela Nueva. Tales similitudes no excluyen las diferencias en las que se traduce la originalidad de cada método.

El primer punto a señalar lo constituye la elección de la metodología utilizada para enseñar al niño a conocer. Decroly eligió un método “globalista”; M. Montessori, por su lado analizó las sensaciones recibidas del mundo exterior. El desarrollo de las concepciones teóricas pone en relieve la originalidad de cada uno.

Para Decroly, la primera forma de conocimiento y de actividad práctica del niño se fundamenta en una visión global. Dicho globalismo constituye una base primitiva; el método, por tanto, representa una referencia de origen y no una meta a la cual llegar.

Por su lado, M. Montessori no niega que el primer contacto del niño con el mundo exterior no constituye una toma de conciencia global. Ella creía, sobre todo, en la unidad del espíritu del niño, sobre la cual se apoya en los primeros ejercicios sensoriales. Pero consideró que los conocimientos primitivos se adquieren de manera inconsciente y sin referencia lógica. El medio en que el niño evoluciona le ofrece múltiples sujetos de conocimiento que se le presentan en forma desordenada. De aquí su preocupación por seguir un proceso analítico en la educación de los niños.

La divergencia más importante entre los dos pedagogos se relaciona con su evolución respectiva. Decroly conservó, durante su carrera, el espíritu científico inicial, y realizó sus investigaciones a partir de los niños, sin ligarse a las exigencias religiosas y espirituales del ser humano.

M. Montessori se alejó poco a poco del positivismo para acercarse al idealismo y al espiritualismo. La formación del carácter y de la personalidad sustenta su proyecto educativo. La terminología que utiliza conserva resonancias metafisico - religiosas. Para ella el niño no es un cuerpo animado, sinó un alma encarnada, que ha tomado posesión de la carne, y se conduce hacia una meta.

Sin embargo, los dos educadores siguieron fielmente los principios del movimiento de la “Escuela Activa” y sus diferencias no llegan a oponerlos.

5.2 Escuela tradicional, escuela nueva y escuela montessoriana

La educación nueva se expone a las críticas debido a que exalta una religión naciente más que exponer un sistema pedagógico. Se encuentran en M. Montessori consideraciones religiosas y una terminología relativa a la fe, al

Evangelio, a la religión en general. Por ello los detractores de la nueva educación se han referido con tanta violencia a la pedagogía montessoriana.

Asimismo, se ha reprochado a la “Escuela Nueva” sus contradicciones entre los conceptos teóricos y las aplicaciones prácticas.

Por el contrario, se le ha reprochado a M. Montessori por haber profundizado en el dominio filosófico; ésto a pesar de sus excelentes métodos y técnicas. Si procuró la independencia de los niños, consideró este objetivo como un fin en sí mismo, no como una etapa en el camino de su evolución.

La violencia se debe a que ella no permaneció pasiva ante sus censores, sinó que supo dirigir una serie de reproches a la escuela tradicional atacando, particularmente, la enseñanza abstracta y ex cáthedra que no se adapta a la naturaleza y a las facultades receptivas del niño.

M. Montessori dice que el material concreto de la escuela antigua ayudaba al educador a hacer sus explicaciones comprensibles para el conjunto de una clase que le escuchaba pasivamente. Los objetos se seleccionaban sin criterio científico. La pedagogía de esta educadora estudia experimentalmente los procesos del desarrollo. No se utilizan con el fin de que aporten un conocimiento, sinó para facilitar la expresión espontanea de la energía interior. Según ella, el método antiguo hacía del espíritu de los niños, un conjunto de ideas incoherentes, impidiéndoles manifestar sus propios intereses.

Reprocha a la escuela antigua su ausencia de preocupación por la educación moral, de vital importancia para ella. La escuela tradicional valoró los programas y los exámenes, pero prohibió la cooperación, el trabajo de grupo, de ahí el nacimiento del egoísmo y del individualismo.

También acusó a la escuela antigua de despertar en el niño la falta de confianza en sí mismo, la timidez, la hipocresía.

Resalta que conviene facilitar la libertad de expresión creando una vida social en el propio salón de clases. Es el intercambio el que permitirá al niño forjar su voluntad y acceder a la vida social y espiritual.

6. ¿Influyó Froebel en M. Montessori?

Casi sesenta años después de la creación de los “Jardines de Niños” de Froebel, se fundó la “Casa de los niños”. Ambas pedagogias se elaboraron para niños en edad preescolar: de tres a seis años.

Los dos poseen la preocupación de proporcionar, desde la primera educación, un lugar a la naturaleza; parten del mismo principio de autonomía en la actividad; adoptan la misma actitud de amor y de respeto hacia el niño. Froebel

subrayó que el educador debe proteger sin imponer. M. Montessori preconizó por su parte la libertad, bajo una discreta y atenta observación.

Las dos pedagogías comprenden ejercicios relativos al cuerpo y a los sentidos, ejercicios que se pusieron al servicio del espíritu para favorecer una relacion armoniosa entre el alma y el cuerpo.

Su punto coincidente por excelencia es el idealismo. Consideraron al niño como ser espiritual y confiaron en su naturaleza divina. Froebel se refirió a una metafísica y a una teología mística; M. Montessori partió de las ciencias positivas.

Mientras que en Froebel predominaron la abstracción y la imaginación, en M. Montessori prevaleció el trabajo, con su concentración en el “objeto de ocupación” en contacto con la realidad objetiva.

Para Froebel, simplemente debe estimular las habilidades del niño, la institutriz froebeliana es enérgica y se siente responsable de cada una de las acciones del niño.

En las escuelas montessorianas, la práctica educativa mantiene más afinidad con la teoría, y el principio de la autoeducación encuentra una mejor aplicación. La maestra es tranquila y paciente.

Parece ser que Froebel insistió menos que M. Montessori en la aplicación de sus principios educativos. Su material no presenta posibilidades de autocorrección, lo que deja al educador un margen mayor para intervenir.

M. Montessori se distinguió de Froebel sobre todo por la importancia que otorgó a la formación de sus educadores. Ella insistió mucho en la necesidad de organizar las etapas destinadas a la familiarizacion de las jóvenes institutrices con su método.

7. Los ejercicios sensoriales en la educación intelectual

El niño posee una fuerza interior que se manifiesta por un interés particular hacia los objetos del mundo exterior. El niño forma sus primeras ideas abstractas a través de sus sentidos, con ayuda de la educación.

M. Montessori elaboró el material que mejor corresponde a la situación del niño, a las proporciones de su cuerpo y a su estructura mental.

La estética de las formas y los colores no son indiferentes al niño. Contribuye a suscitar su interés y facilita su perseverancia.

M. Montessori no ignoraba que la mejor educación se realiza en contacto con el mundo real, que no excluyó de su sistema. Por el contrario, introdujo “los

ejercicios de la vida practica” (cultivo de plantas, cuidado de animales domésticos, etc.)

Los sentidos, centros nerviosos y músculos constituyen un conjunto: el cuerpo, que debe estar al servicio de la inteligencia y de toda la persona humana. En cuanto a los ejercicios sensoriales, no constituyen mas que un “medio” por el cual el niño sienta las bases para una vida más rica.

La educación sensorial, se encuentra vinculada con la vida del cuerpo, pero también con la del espíritu. Ayuda a los niños a buscar un comportamiento armonioso y adaptarse con más facilidad a la vida social.

Los resultados del método montessoriano fueron espectaculares en el aprendizaje de la lectura y de la escritura.

Se considerará al material exclusivamente como un medio de instrucción, si bien su finalidad no es únicamente la de transmitir el conocimiento. A través de él debe buscarse el objetivo global de la pedagogía montessoriana: el desarrollo de la personalidad y del mismo hombre.

El material educativo constituye verdaderamente la base del sistema montessoriano. El niño dedicado a trabajar con intensa atención se forja un potencial intelectual y espiritual precioso para su porvenir.

8. La educación liberadora

M. Montessori propuso el problema de la libertad como principal noción de su sistema. Al promoverla, exhortó a los padres y los educadores a no encerrar al niño en una “prisión”, con el pretexto de protegerlo porque es pequeño y débil; la sobreprotección asfixia la energía vital. Por el contrario, se le debe dejar libre para absorber y adquirir todo aquello que sea útil en su vida psicológica. El niño se desarrolla por sí mismo. A través de intervenciones discretas, la maestra puede aportarle algunos conocimientos indispensables, que eviten acciones inútiles y preparar un ambiente escolar favorable.

La libertad educativa permite la manifestación de las fuerzas creadoras. Es importante que el niño pueda moverse, tomar iniciativas, escoger únicamente el objeto que le atrae. El educador puede conocer al niño en su naturaleza verdadera, y las leyes que rigen su desarrollo.

La libertad está ligada, por un lado, a un medio adaptado a las posibilidades y a las necesidades del niño, y por otro, a las cualidades de la maestra, que sabrá crear el clima que permita la expansión de las capacidades naturales.

La intervencion del adulto no pretende resolver todos los problemas del niño, sinó conducirlo a la independencia.

La disciplina y la libertad son conceptos que se complementan. El niño desarrolla la conciencia de sus actos. Lo que en un principio era un impulso vital se convierte en acto deseado. El niño actúa primero en forma instintiva, después, consciente y voluntariamente. Las actividades libres mediante las que se desarrolla el espíritu de disciplina son inconscientes y espontáneas. Es aquí donde aparece el valor de la espontaneidad en la educación.

Si el niño se acostumbra a trabajar según su orden interior enseguida accede al orden exterior, a la calma, a la autodisciplina.

El niño busca el orden en los elementos exteriores para liberar su actividad creadora.

La autoridad protectora del adulto es indispensable. Dicha autoridad no debe intervenir mientras el niño trabaje con su concentración creadora. Utiliza su autoridad únicamente para guiar al niño en el empleo adecuado del material o para interrumpirlo cuando inicie una actividad que finalmente será destructiva.

Son entonces los impulsos interiores, y no la educadora, los que permitirán al niño construir su personalidad.

Cierta mezcla de libertad y de limitaciones constituye lo que en la pedagogía montessoriana se llama libertad educativa. Lo que cuenta es encontrar el equilibrio entre lo permitido y lo que no.

8.1 La libertad como finalidad

Se observa así que para María Montessori:

1. La libertad debe considerarse como una finalidad de la educación. El hombre libre adquiere conciencia de lo que es, por referencia de la realidad exterior.

2. Esta finalidad sólo se logra por la libertad-medio. El niño, con libertad de movimientos y de elección de sus actividades, evoluciona según la ley natural.

3. La permisividad por sí sola asegura la libertad y el desarrollo según las leyes naturales. Es indispensable la utilización de un material que se adapte a las proporciones y a las posibilidades del individuo.

4. Esta concepción implica la presencia de la autoridad adulta. Ella garantiza las condiciones para un trabajo libre.

9. Individualización y socialización

Montessori plantea que el trabajo individual constituye el punto de partida “para estimular y para desarrollar”, al mismo tiempo, las cualidades y facultades interiores.

Cuando se habla de individualización, no se trata de las mismas actividades impuestas a todos los niños para que ellos las realicen simplemente a su propio ritmo. Va mas allá: el niño elige sus actividades según sus propias necesidades. Esta libertad para elegir su ocupación, lo hace más trabajador, atento, concentrado.

Si se considera que el trabajo educativo debe responder a las necesidades interiores de cada niño, no se debe alentar la imitación de los actos de otros. En efecto, la concentración no se alcanza a través del trabajo impuesto ni por imitación. Algunas virtudes sociales, tales como la ayuda mutua, la cooperación, el sometimiento y las reglas de la vida en sociedad, suponen, desde el principio, una preparación interior imposible de lograr si no es a través de ejercicios ejecutados en forma individual. Terminada la tarea, el niño es perfectamente sociable.

A medida que sale de su concentración, parece descubrir por vez primera el mundo que le rodea como un campo ilimitado de nuevos descubrimientos. Su carácter se transforma, se vuelve más tranquilo, más inteligente. Entonces, el sentido social se desarrolla en un clima de calma y de aceptación mutua.

Sólo el niño que trabaja adquiere conocimientos claros y duraderos. Se sabe que el esfuerzo personal aporta beneficios para la adquisición de conocimientos. Esta modalidad de trabajo, con un material adecuado y fundamentado en los principios de libertad y de espontaneidad, asegura al niño un desarrollo físico, intelectual y moral armoniosos.

Emplea una serie de trabajos que se realizan en común, los cuales corresponden a actos de la vida real: explorar, poner la mesa, cultivar plantas, cuidar animales, etc. Sin embargo, se efectúan con instrumentos de tamaño proporcional al de los niños. Esto representa una gran motivación en el desempeño de tareas cuyo valor en la preparación para la vida social es más que evidente.

M. Montessori no se olvida de la importancia del cuerpo y del movimiento en la edificación de la inteligencia y de la conciencia, al considerar que “es el único medio tangible que establece relaciones claras entre el yo y la realidad exterior”. La gimnasia tiene una finalidad doble: forjarse una buena salud y adquirir el valor, la confianza en sí mismo y el sentido moral.

10. La educación moral y religiosa

Cuando se le posibilita al niño el trabajo en armonía con sus compañeros de clase, se le ayuda, sin duda alguna y con mayor seguridad, a ejecutar con rapidez y espontaneidad los actos morales, sin que intervenga el pensamiento

del deber. El niño, ubicado bajo condiciones favorables, manifiesta por sí mismo su tendencia a crecer moralmente.

El niño debe trabajar para desarrollarse y formarse sin la ayuda de promesas o amenazas.

Se constata que, tanto para lograr que el niño tome conciencia del sentido moral, como para ayudarlo a desenvolverse, la educación no debe limitarse a las modalidades físicas; exige el apoyo de dos fuerzas espirituales: el amor y la luz divina.

M. Montessori, convencida de que el niño muy pequeño, a causa de su pureza y la simplicidad de su joven alma, podría ser sensible a los misterios de la religión, se intereso activamente por la educación religiosa.

Como pedagoga, hizo investigaciones para evaluar las capacidades intelectuales y buscó los medios educativos óptimos para el desarrollo del sentido religioso.

Algunos principios montessorianos permiten cultivar el sentido religioso de los niños de cualquier creencia:

- la pedagogía del dominio sobre los movimientos corporales, que constituye la base de la vida psíquica;

- las lecciones de silencio que contribuyen por excelencia al recogimiento y a la unión del alma con Dios;

- el respeto al material educativo, el amor a lo bello y a lo bueno, que permiten presentir lo sagrado;

- la actitud y las cualidades de la maestra montessoriana, sus virtudes de humildad y de paciencia, factores de educación moral y religiosa.

11. El trabajo y la imaginación

La imaginación no se debe desarrollar sobre la debilidad, lo cual impide que el espíritu distinga entre lo real y lo fantástico, pues en lugar de cultivar la imaginación, se alienta con frecuencia la credulidad. Ésta disminuye mediante el desarrollo de la imaginación creadora y de la inteligencia.

La actividad del niño se organiza y su interés se despierta con un material elaborado científicamente y presentado al niño de manera sistemática.

El niño es feliz no cuando juega, sinó cuando trabaja.

El hombre como ser superior, dotado de inteligencia, debe cumplir una tarea importante: transformar, conquistar y utilizar al mundo para convertirlo en uno

nuevo y maravilloso, que sobrepase las maravillas de la naturaleza. Igualmente, el niño solo encuentra satisfacción y se desarrolla al trabajar.

El niño es incansable cuando su trabajo se adapta a sus posibilidades. No va tras la productividad, y su eficacia resulta mejor si actúa de manera individual y se concentra en el objeto de su elección.

El niño no trabaja para producir o modificar la realidad exterior, pero sí de manera inconsciente, para desarrollarse y perfeccionarse.

M. Montessori afirmó que el niño es fundamentalmente activo. Lo que impulsa al niño a actuar no es la meta exterior, sinó su propio perfeccionamiento.

M. Montessori comprendió y explotó desde muy temprano el valor educativo de esta categoría de objetos que atraen al gesto. Asimismo, al explotar el amor natural del orden y de lo determinado, logró hacer progresar en el niño no solamente el conocimiento del mundo real, sinó también la verdadera imaginación, con raíces en la realidad y que rebasa a la imaginación, inferior de una sorprendente riqueza, pero muy confusa.

12. Los periodos sensibles

M. Montessori, más que psicóloga, es una educadora. Su método científico de observación, rigurosamente aplicado a lo largo de sus experiencias, le permitió formular un principio psicológico, tan nuevo como fundamental, sobre el cual basó su pedagogía: el desarrollo del niño no se logra de manera lineal y regular, sinó por etapas. Existe una sucesión de periodos mediante los cuales, el niño revela una sensibilidad particular, desarrolla con más facilidad algunas aptitudes y se interesa más intensamente en tal o cual ejercicio o determinado objeto. Durante este transcurso, surge del fondo del inconsciente una verdadera pasión, no una simple curiosidad.

12.1 Los principales periodos sensibles

Cada individuo sigue su propio ritmo. En consecuencia, los periodos sensibles no coinciden, durante el crecimiento, en todos los sujetos. El educador deberá estar atento al comportamiento del niño para distinguir los periodos sensibles y responder a sus necesidades.

Desde el nacimiento hasta los tres años, el espíritu infantil busca experiencias sensoriales. Del año y medio a los cuatro años, aparecen la coordinación y el desenvolvimiento de los músculos. De los dos a los cuatro años, surge el interés por la verdad y por descubrir la realidad. Durante el mismo periodo, la actividad motora se perfecciona. El niño comienza también a entender las nociones de sucesión en el tiempo y de límite en el espacio. La sensibilización a la escritura halla un periodo favorable de los tres años y medio a los cuatro

años y medio. El momento para enseñarle a leer, va de los cuatro años y medio a los cinco y medio.

Se desarrolla entre el año y medio y los tres años, pero esta sensibilidad comienza mucho antes de que el niño camine o hable.

De los dos a los seis años y medio, se presenta el periodo sensible que posibilita perfeccionar los sentidos y el espíritu; establecer relaciones con el mundo de los objetos exteriores, de tal suerte que el niño puede apropiarse, mediante los sentidos, de las imágenes del ambiente exterior. Este periodo se encuentra vinculado a las sensaciones exteriores de color, sonido, forma, con la meta inconsciente de afinar sus sentidos y construir su inteligencia.

Por último, de los tres a los seis años también centra su interés en el perfeccionamiento de sus movimientos y de sus actos.

La tarea del educador consistirá entonces en distinguir el periodo sensible para la explotación óptima de sus potencialidades. Se trata de dejarlos vivir satisfaciendo el periodo que atraviesan. El niño se desarrollará gracias a una sucesión de momentos presentes iluminados por la luz de sus periodos sensibles.

Ésto no significa que la ayuda educativa sea inútil. Si no se le ayuda, se fatigará; la ayuda del educador tiene como objetivo aminorar el esfuerzo y realizarlo con orden.

El mérito de M. Montessori fue buscar la redistribución de los elementos culturales en función de los periodos sensibles.

El paso de una etapa a otra transcurre con naturalidad y sin restricción alguna. Al seguir sus intereses profundos, el niño elige con libertad el material que conduce a la escritura o a la lectura y lo utiliza como si jugara.

M. Montessori se interesó de manera particular por la higiene física, particularmente en el caso de niños con deficiencias. El niño, además de alimento físico, requiere alimento psíquico. La higiene que ella denomina psíquica nace del conocimiento de las leyes, de la vida y del espíritu.

Para M. Montessori, la vía hacia la normalización es el respeto a la libertad del niño y, al mismo tiempo, el ofrecimiento de un trabajo tan interesante que permita concentrar toda la atención.

Los periodos sensibles deben convertirse en objeto de estudio y ser conocidos por cada educador. El respeto a estos periodos resulta esencial par un plan pedagógico y contribuye a asegurar la higiene psíquica, la cual toma un doble

aspecto: terapéutico, que conduce a la normalización de los niños con “desviaciones”; profiláctico o preventivo, para los niños normales y equilibrados.

El niño necesita ser guiado al tomar elecciones fundamentales; el educador debe crear situaciones favorables para el desenvolvimiento de tal función.

El adulto atraviesa periodos durante los cuales requiere aprender y concentrarse en sus estudios. Solo que entre el adulto y el niño la diferencia es evidente: en el primero la concentración es activa y consciente, las conquistas intelectuales son producto de una actividad refleja, de un esfuerzo de la voluntad. En el niño, la concentración intensa en una ocupación no proviene de la conciencia sino de una necesidad interior.

Según M. Montessori estas leyes naturales del crecimiento constituyen un fundamento de la educación.

13. La educación en la paz y por la paz

En el pensamiento montessoriano, la adquisición de la paz debe convertirse en objeto de una ciencia: la de la educación y la formación del hombre. La paz implica una situación y una adquisición espiritual. “La verdadera paz nos hace pensar en el triunfo de la justicia y del amor entre los hombres; en un mundo mejor en el que reine la armonía”.

M. Montessori propuso principios y métodos de educación que encaminarían al individuo y a toda la humanidad al establecimiento de la paz.

Investigaciones científicas han mostrado como las situaciones sociales y culturales influyen en algunas conductas tales como la confianza, la voluntad de ayuda mutua o, por el contrario, la agresividad.

En la infancia existe mayor sensibilidad para esta educación, pues el carácter no se altera por la influencia de la sociedad.

El niño educa al adulto cuando éste desea imitar sus cualidades, tales como la pureza, la inocencia, la sencillez. El adulto puede descubrir en el otro las leyes que deben conducir a la humanidad por el camino de la paz.

Si se fomenta la rivalidad, la ambición, la prisa de posesión, no se puede esperar que el hombre con tal educación se vuelva bueno, aun si se predica la bondad en la edad adulta.

M. Montessori criticó al adulto cuyo comportamiento puede ser nocivo cuando éste alienta la lucha consciente o inconsciente entre el mismo y el niño.

Asimismo, contradijo la concepción según la cual el adulto debe formar al niño de acuerdo con el modelo que la sociedad desea, pues este error origina los conflictos y explica la intervención excesiva del adulto en la vida infantil.

M. Montessori buscó suprimir los castigos humillantes, en particular los golpes, que van en contra de la dignidad humana. Por otro lado, la estricta obediencia a un adulto severo equivale a la esclavitud y debe sustituírsele por una disciplina natural, un trabajo libre y espontáneo.

M. Montessori se negó a las recompensas; en contrapartida, ofreció la posibilidad de elegir libremente el objeto de trabajo.

El amor es el efecto de una educación armoniosa. Un niño que ama su ambiente, los seres que ahí viven; que encuentra alegría y entusiasmo en el trabajo, lleva la esperanza de una humanidad y un porvenir novedoso.

14. De la escuela maternal al liceo

M. Montessori insistió sobre el hecho de que los principios educativos se fundamentan en la evolución de la psicología del niño, la cual guarda una estrecha relación con la edad.

El “Método Montessori” constituye una ayuda que permite a la personalidad humana conquistar su independencia, la liberación de la personalidad, el rechazo a la opresión de los antiguos prejuicios... Es una defensa del niño, el reconocimiento científico de su naturaleza, la proclamación de sus derechos.

M. Montessori precisó su pensamiento en cuanto a los adolescentes y a su educación, en una obra que publicó en 1936 y que se reeditó posteriormente: De l'enfant a l'adolescent.

14.1 La enseñanza secundaria

La juventud tendrá que disponer de libertad suficiente para actuar de acuerdo con su propia iniciativa. Pero para que la acción individual sea a la vez libre e inventiva, debe inscribirse dentro de ciertos límites y someterse a ciertas reglas que le indiquen la mejor dirección. El adolescente y el niño necesitan una guía discreta que favorezca la búsqueda y la iniciativa personales.

Durante la adolescencia el principio de trabajo se concibe como una experiencia fundamental en contacto con la naturaleza. Experiencia y conocimiento de la tierra y de la naturaleza, pero también de las máquinas; de la cultura general y de la civilización moderna.

M. Montessori defiende que los jóvenes participen de manera activa dentro de la sociedad en la que viven. El hombre se adapta mucho mejor a la sociedad si siente que puede bastarse a sí mismo.

M. Montessori deseaba formar la personalidad no sólo mediante la adquisición de conocimientos para una profesión determinada sinó a través de una sólida cultura general.

Los niños de mayor edad experimentan fuertemente la necesidad de una adaptación social, gustan de sentirse fuertes e independientes; pero como seres en evolución requieren también educadores que atiendan los campos físico, biológico y psicológico. Los principios formulados para los niños de la escuela maternal se recuperan en la enseñanza secundaria: la libertad educativa, la independencia que se adquiere gradualmente, la adaptación social, la utilización de un material que se adapte a la enseñanza, la presencia de cierta autoridad, el trabajo que se realiza sin fatiga pero sin momentos de recreación inútil. Todo esto se reconstruye a partir del sistema montessoriano.

El sistema montessoriano se elaboró para los niños de 3 a 6 años. Su aplicación fue un éxito en las clases de la escuela elemental, después de un trabajó experimental de tres años (1911-1914).

Los principios de la libertad educativa, tal como M. Montessori los formuló, no son ajenos a las tendencias actuales de la enseñanza secundaria: en Francia, las materias optativas; la actitud del profesor que desempeña el papel de guía al alentar, en el alumno, el espíritu de iniciativa y de búsqueda personal.

Se aplicará una pedagogía de apoyo a los alumnos que se encuentren en dificultades.

15. Los puntos fuertes de la pedagogía montessoriana y la escuela maternal moderna

La escuela nueva, que marcó la educación de la primera mitad del siglo XX, se fundaba en datos biológicos y naturalistas y tendía a minimizar la influencia del educador.

M. Montessori valoró las leyes naturales y biológicas, lo que no le impidió conferir su debida importancia al ambiente. Al otorgar prioridad a lo orgánico y a lo psicológico, comprendió mejor el aspecto relacional con la familia y el educador.

Otro punto sobre el que coincidió con la psicología moderna es el aspecto negativo de las intervenciones autoritarias que impiden las manifestaciones de espontaneidad y de creatividad.

El niño se opone con frecuencia a una consigna dada y su desobediencia constituye una reacción de oposición al adulto que desea imponer su voluntad. Las órdenes del adulto provocan reacciones contrarias a las que se desean.

El responsable de la desobediencia será el adulto que no sabe o no desea satisfacer las necesidades del niño.

La educación debe satisfacer desde el principio aquellas necesidades fundamentales de afecto, de seguridad y de actividad que se presentan durante toda la infancia.

15.1 El paso de la escuela maternal a la elemental

Las investigaciones mas importantes se realizaron en los Estados Unidos; demostraron que el valor educativo de la escuela maternal resulta limitado si se cambia de fundamentos, de dirección y de objetivos en la escuela elemental.

Se debe intensificar y oficializar las relaciones entre ambas escuelas a través de visitas recíprocas, con organización de actividades comunes para los niños. Los maestros del primer ciclo de enseñanza primaria y los educadores de la escuela maternal deben, igualmente, intercambiar informaciones sobre los métodos y las estrategias educativas:

Se debe dar cierta unidad a los programas, a los logros y a las evaluaciones de los estudios que se realicen en ambas escuelas.

El juego educativo se utiliza mucho en las escuelas maternales actuales. Su objetivo es despertar la curiosidad, la imaginación, la capacidad gestual y, sobre todo, llevarlo por el buen camino que le hará llegar a la adolescencia y a la vida adulta. El juego es realmente educativo, pero sin que el niño tome conciencia de que se le enseña algo.

El material didáctico montessoriano que contempla el desarrollo de la personalidad infantil y la adquisición de conocimientos no se aparta de la realidad educativa actual.

M. Montessori tomaría en cuenta el desarrollo técnico y el progreso industrial actuales para modificar algunos de sus juegos educativos; aunque probablemente, conservaría el principio de los juegos sencillos, sólidos y adaptados al niño, cualidades indispensables para que los pequeños jueguen y trabajen en libertad. Rechazaría sin duda los juegos contemporáneos frágiles, sofisticados y caros, que quizás representen un gran beneficio financiero para los establecimientos industriales, pero que no corresponden a sus principios educativos fundamentales.

15.2 M. Montessori y la enseñanza individualizada

La pedagogía montessoriana considera a cada individuo como sujeto singular. El reconocimiento y la aplicación del principio de individualización influyeron en

las investigaciones psicológicas actuales y contribuyeron a la difusión de la enseñanza individualizada.

Al insistir sobre la singularidad de la infancia, M. Montessori evidenció que el niño y el adulto son psicológicamente diferentes, y la imposibilidad de que vivan en las mismas condiciones. Obligó al adulto a interesarse en los problemas psicológicos propios del niño y lo convenció de la necesidad de construirle un ambiente que corresponda a sus dimensiones y a sus necesidades. La educación se adapta a las distintas etapas de la evolución: más sensorial en la primera infancia, mas moral en la edad de la razón, más afectiva con el adolescente. De esta forma, la pedagogía montessoriana se atiene a las diversas etapas del desarrollo.

16. La obra montessoriana y sus limites

Resulta impresionante constatar la pobreza de la tesis montessoriana acerca de la noción de interés, la cual ha sido fundamental para un gran numero de educadores como Decroly, Claparede, Dewey.

M. Montessori no trató la crisis de personalidad que se presenta de los tres a los siete años. La crisis del “yo”, de lo “mío”, que Wallon consideró un fenómeno normal. Lo mismo sucede con Piaget, quien concluyó que el egocentrismo, consistente en confundir el “yo” con el “no-yo”, caracteriza esencialmente la segunda infancia y constituye “una cierta manera de vivir en sí mismo que desarrolla la riqueza de sensaciones inexplicables, imágenes y esquemas personales. M. Montessori vio egoísmo infantil.

M. Montessori se interesaba más en la práctica. Se inclinó más por una actitud moralizante que psicológica. Tampoco contaba con una formación sociológica, lo que le impedía estudiar y comparar la influencia de los diferentes ambientes sociales.

Para ella, la naturaleza infantil toma dos caminos comparables con las dos naturalezas del hombre: la del hombre en su creación y la del hombre caído.

Ella puso tanto a la filosofía como a la psicología al servicio de la educación práctica. Descubrió medios prácticos para una terapia educativa aun cuando no buscó fundamentar teóricamente sus explicaciones sobre las “desviaciones”.

M. Montessori fue una educadora tan dinámica como autoritaria y ambiciosa. Propagó su sistema a nivel mundial, lo que le permitió no solamente despertar polémicas sino también recibir elogios y ser objeto de admiración. Debió ser muy difícil para una educadora orgullosa de su método, querer modificarlo en puntos ciertamente controvertibles, pero que constituían sus principios específicos y esenciales.

M. Montessori jamás pareció vacilar ante las tesis opuestas. Siempre pareció satisfecha de los resultados sorprendentes de su método y no cesó, hasta su muerte, de hacer esfuerzos para propagarlo y sostenerlo bajo el plan teórico.

17. Conclusión

M. Montessori pertenece a la Escuela Activa, es ajena a las corrientes del naturalismo puro, del positivismo teórico y del neoidealismo italiano. Sin embargo, resulta innegable la manera constructiva en que retomó diferentes puntos de estas corrientes educativas, así como teorías más antiguas o contemporáneas.

Algunos críticos han planteado que la educadora italiana se limitó a utilizar su inteligencia y experiencia par elaborar una síntesis de ideas por completo divergentes.

El principio de libertad se tradujo en una actividad no dirigida, pero realizada en un ambiente y en un contexto organizados de tal manera que posibilitaron al niño la autoeducacion y el autocontrol.

El principio de espontaneidad tomó la forma de la libre elección hacia el objeto de interés según las necesidades del momento.

Sus teorías sobre la normalización, la absorción y los periodos sensibles constituyen una aportación importante. En efecto, se trata de verdaderas innovaciones que contribuyeron al avance de la metodología educativa y al conocimiento de la psicología del niño pequeño.

Su pedagogía es más una génesis que una síntesis, mas una creación, que la simple construcción de un método.

La aplicación de los principios de libertad y espontaneidad en el sistema montessoriano propicia la manifestación, libre y sin trabas, de las potencialidades intelectuales que, de este modo, no corren el riesgo de perderse; aunque ciertamente pueden desviarse si el educador no considera las leyes del crecimiento físico y psíquico del niño.

M. Montessori descubrió una vía nueva para lograr un sólido conocimiento de la naturaleza humana. Para elaborar su método recurrió a los datos que le proporcionaron diversas ciencias, desde la biología hasta la psicología y la

sociología. Pero ésto no significa una debilidad: es parte integrante de las ciencias de la educación.

18. La descoberta de l'infant

Ha sido demasiado normal identificar al método Montessori con la educación preescolar. No era ésta la primera intención de Montessori, que hubiera querido “experimentar los métodos elaborados por Séguin con tanto éxito en niños ( se entiende niños normales) de las primeras clases elementales, donde llegan entonces a la escuela indisciplinados y analfabetos, a los seis años”. El azar la llevó por otros caminos.

A principios del siglo XX, l´Instituto Romano del Beni Stabili ( Instituto de los Bienes Inmuebles), al frente del cual había como presidente un hombre inquieto, el ingeniero Talamo, ponía toda su atención en los barrios más populares de Roma, y edificaba grandes bloques de habitáculos higiénicos para obreros. Cada bloque debía poseer su propia escuela con una maestra residente en el barrio. Una amiga común de Talamo y Montessori sugirió que ésta se encargara de la organización pedagógica de estos centros. Se trataba de niños de tres a seis años, hijos de trabajadores que en general estaban fuera de casa prácticamente todo el día. Así fue como surgió la primera Casa de los Niños, inaugurada el 6 de enero de 1907 en la calle del Marsi número 58 del barrio de San Lorenzo. El nombre de Casa de los niños se debe a esta amiga común, Olga Lodi. Así, en el marco de una iniciativa social, comenzaba en el terreno práctico la carrera de Montessori. Más adelante, la institución educativa se separaría de la institución social.

Muy pronto, el 7 de abril del mismo año 1907 se abría la segunda Casa, en el mismo barrio de San Lorenzo. La misma sociedad promotora de los inmuebles creó una “Cada de Trabajo”, que fabricaba el material educativo preparado por Montessori. Las Casa de los Niños tenían un reglamento, del que parece interesante introducir algún fragmento:

“ L´Instituto del Beni Stabili en el inmueble N… de su propiedad una Casa dei Bambini, en la cual serán admitidos los hijos de los inquilinos que no hayan alcanzado la edad exigida para el ingreso en las escuelas primarias.

“ La finalidad principal de las Case dei Bambini es la de cuidar gratuitamente a los hijos de aquellos padres que se ven obligados a dejar el hogar para ir a trabajar.

“En las Case dei Bambini se trabaja la educación, la higiene y el desarrollo físico y moral de los niños, mediante procedimientos adecuados a sus edades.

“El personal de las Case dei Bambini lo compone una directora, una auxiliar y un médico. La directora fijará un horario. Serán admitidos todos los niños de 3 a 7 años.

“Los padres no pagarán ninguna cuota; tendrán pero sus obligaciones:

Llevar los niños a clase a la hora fijada, lavados y vestidos; todos deben llevar el delantal de la escuela.

Manifestar gran respeto hacia la directora y todas las personas que forman parte de la Casa dei Bambini, y ayudar a la directora en su obra de educación. Al menos una vez cada semana, las madres podrán hablar con la directora, a fin de darle cuenta del comportamiento de sus hijos en casa y de recibir consejos para el bien de los niños.

“Serán expulsados de la Casa dei Bambini:

Los que se presenten con la ropa rota o sucia.

Los que se muestren indisciplinados.

Aquellos niños cuyos padres faltasen al respeto a cualquiera de las personas encargadas de la Casa dei Bambini o que destruyeran, con su mala conducta, la obra educadora que constituye la finalidad de la escuela.

“Con la asignación del premio anual que se concede a la familia que haya conservado mejor el piso, se tendrá en cuenta también la manera cómo los padres han cooperado con la acción de la directora en la tarea de educar a los hijos”.

Montessori no utilizó la palabra “guardería” para referirse a las Case dei Bambini, porque no son guarderías. Se trata de auténticas instituciones preescolares. Es evidente con el texto transcrito. El interés principal de este reglamento es aquello que significa el acercamiento de los padres a la escuela y el compromiso de colaborar en la mejor formación del niño. Puede chocar que como causa de expulsión se alegue que “ se muestren indisciplinados”.

Todo lleva a creer que María Montessori gozó de libertad para estructurar pedagógicamente las Case dei Bambini del barrio de San Lorenzo; aunque una vez en marcha, al cabo de algunos años se desligó. En noviembre de 1908 se abría en Roma otra Casa, ahora ya no en un bloque popular de habitáculos sino en un edificio moderno burgués, y no pasó mucho tiempo cuando las Case dei Bambini se expandieron por toda Italia y por otros países, y con niños de todas las procedencias sociales.

El 6 de enero de 1907 la Casa dei Bambini de la calle de los Marsi se abrió a unos cincuenta niños tímidos y desamparados, aparentemente parados e

irresponsables, que no eran capaces de caminar en fila y a los que la maestra hacía que cada niño se cogiera del delantal del pequeño compañero que le precedía. Lloraban y parecía que tuvieran miedo de todo. No aceptaron los regalos, no probaron los dulces que se les había preparado, no respondían a las preguntas. “Eran casi un grupo de niños salvajes”, dice Montessori. “Está claro que no habían vivido como el pequeño salvaje d´Aveyron, en un bosque; pero sí en una selva de gente perdida, del otro lado de la sociedad civil. Delante de un espectáculo tan conmovedor muchos pensaron que tan solo un milagro podría educar a aquellos niños y expresaron el deseo de volverlos a ver al cabo de uno o dos años”.

Montessori asumió la educación de este grupo aplicando sólo ejercicios de vida práctica, de educación de los sentidos, durante siete meses. A finales de julio de aquel 1907, los niños sabían vestirse, desvestirse, lavarse; sabían barrer, limpiar los muebles, abrir y cerrar cajones, meter las llaves en la cerradura, ordenar bien los objetos, arreglar las flores; sabían observar las cosas y reconocerlas tan solo con el tacto. Pero parecía que los niños le pedían más.

Decidió cerrar durante el mes de agosto y empezar en septiembre. Y decidió enseñarlos a leer y a escribir, aunque hasta entonces, como muchos, pensaba que convenía demorar este aprendizaje hasta cumplidos los seis años. Tenía la impresión de que los niños reclamaban una especie de conclusión de los ejercicios que ya habían superado de una manera tan sorprendente. Algunos le exigían de una forma explícita el aprender a leer. Tuvo la intuición de lo que después denominó los “momentos sensibles” para un aprendizaje determinado. Además, Montessori nunca temió una precocidad, o una determinada precocidad en los niños. Necesitaba un material adecuado. En septiembre todavía no había encontrado quién le fabricase un abecedario magnífico, como el que utilizaban los deficientes, de madera barnizada y metal. Al final decidió, con las maestras, recortar en un papel grueso y duro las letras del alfabeto, bien grandes, y para que fueran sensibles al tacto las recortó después sobre papel de vidrio y las enganchó sobre papel liso. Comprendió que un abecedario de papel podía multiplicarse en numerosas copias y así podría ser utilizado por muchos niños simultáneamente, no sólo para reconocer las letras sino para formar palabras. Es el momento que tantos hemos vivido de una forma u otra de inventar material. Iba encontrando virtudes a estos papeles que confeccionaba y así, mientras trabajaba, se le aparecía mentalmente un cuadro clarísimo del método en todo su desarrollo, que la hacía sonreír por no haberlo imaginado antes.

Esta es pues la experiencia de las Case dei Bambini.

Estuvo limitada a niños de dos años y medio o tres hasta los seis. “Si existe una comparación posible entre deficientes y normales sólo puede darse, en

efecto, en el periodo de la primera infancia, en la cual el niño todavía no desarrollado y el que no tiene fuerzas para desarrollarse pueden de alguna forma ser comparados”. En 1916 publica La autoeducación en las escuelas elementales (lo que ahora denominaríamos “primarias”). Su opinión se extendía a todo el vasto dominio de la educación humana. Hubiera querido hacer llegar su espíritu renovador, con la reivindicación del esfuerzo personal, de la experiencia y de la investigación autónoma, del respeto al desarrollo natural de los poderes intelectuales y prácticos, hasta todas las ramas y todos los grados, comprendiendo la Universidad.

La práctica del método: un ambiente, un material y una maestra

Estos tres elementos son básicos para entender la pedagogía de Montessori. El perfil de la maestra montessoriana es uno de los aspectos más contundentes de la obra.

En realidad, el sistema Montessori, como otros métodos o instituciones educativas inspirados en Rousseau, forma parte de los esfuerzos casi patéticos de tantos pedagogos para situar al niño en el sitio que le corresponde. La “pedagogía científica” es un gran grito de alerta.

En 1900, Ellen Key publicaba El siglo del niño, donde, exagerando afirmaba que todo debía ser a partir del niño. Montessori recuerda que la palabra educación significa llevar lejos. Los alemanes decían “vom Kinde aus”. Decroly, desde otra perspectiva hacía, lo mismo en el año 1907, como Montessori, el paso de la educación de los niños anormales a los normales. La inspiración de Rousseau es evidente cuando Montessori pretende colocar al niño en el centro de todo, el niño puro y sencillo. El niño puede desaparecer bajo el peso de la educación. A mitad de siglo, Carl Rogers, cuando quería definir la “presencia” del maestro, decía que la cuestión no radicaba en estar delante o detrás del niño, sino a su lado. Resumiendo su pensamiento, Montessori insiste en el punto de que la cosa más difícil de aceptar por parte de nuestra consciencia es justo que el exceso de atenciones es aquello que impide que el niño ejercite sus propias actividades…

Cada vez que el adulto ayuda al niño sin que éste lo necesite, obstaculiza su expansión. Es lo que pasa cuando hacemos las cosas por él, considerándolo incapaz; y lo privamos de alimento intelectual. Para María Montessori, dice Giovanni Caló, el adulto tiene mucho que aprender del niño; y de aquí proviene aquel sentido montessoriano de la función redentora de la educación infantil, la misión verdaderamente revolucionaria que confía al niño.

Por esto son dos las cosas que conviene modificar en el entorno del niño: las atenciones del adulto (en la escuela, la maestra) y el ambiente. El material es

un medio para ello. Y estos tres elementos están íntimamente ligados entre ellos.

En primer lugar pues, un ambiente. Montessori transforma las aulas en verdaderas casas de niños. La creación de un ambiente adecuado, psicológicamente adaptado, tiene por objeto dar libertad a la actividad espontánea del niño. El ambiente debe ser proporcionado desde el punto de vista cuantitativo: mobiliario, útiles, objetos de observación, todo debe corresponder a las dimensiones físicas del niño. Todo está hecho a su medida. Además, mediante los ejercicios de vida práctica se pretende integrar la niño en este ambiente y desvelarle el gusto por el trato con los demás. Pero sobre todo (y esta es la verdadera intención) el ambiente asume una gran parte del trabajo que antes pertenecía exclusivamente a la maestra. Es aquí donde encontraríamos otra influencia de Rousseau. Tanto le da que ahora se hable del perfil de la maestra montessoriana.. En esta idea de Montessori hay contenida, como primer paso, la visión de la “educación negativa” de Rousseau, que éste además, extendía al plano de la organización política. Es la abstención como actitud del adulto delante del niño, y más que nunca si no se está seguro de hacerle un bien; la abstención como el más importante de los deberes o como el sacrificio más humano y más beneficioso que puede exigir el alma del niño. Superando esta visión, Montessori toma una orientación dinámica. Y su ambiente es un medio objetivamente organizado que crea estímulos, proporciona un orden, da lugar a una disciplina aparentemente involuntaria y evita que la iniciativa y la actividad espontánea del niño aparezcan por casualidad.

Y en este ambiente, es necesario un material. La creación del “material del desarrollo” responde a la idea de sustituir la enseñanza verbal por materiales concretos. Éstos son simplemente una ayuda: intentan ser un sustituto del maestro. Las palabras de éste se pierden; los materiales dominan en clase. Con este material se quiere que el niño esté en contacto con la realidad misma, más que con el maestro. El material debe servir para provocar el esfuerzo y para desprender al niño del adulto; en un segundo paso, el niño se desprenderá del material.

La polémica entorno al método Montessori, y la crítica más fácil, se ha centrado demasiado en el material. Se ha observado que el material Montessori es de índole diferente, por ejemplo, al inventado por Decroly o al encontrado por las hermanas Agazzi. Éstos utilizaban objetos concretos del mundo real y en cambio María Montessori empleó un material que se dirigía hacia cada sentido en particular y pretende aislar cada una de las cualidades sensoriales. Es un material, se ha dicho, analítico y abstracto que simplifica la realidad. Existe en el fondo, la discusión sobre la concepción analítica o globalizadora. Pero también el material “de primera mano” requiere el paso a la abstracción y el

material analítico debe producir, en todo caso, una síntesis. Y esto no es ninguna defensa del material Montessori.

Es cierto que se le puede sacar a Montessori un exceso de metodismo y una complicación de instrumentos y de procedimientos preadaptados. Ahora bien, el hecho de que material escogido se base en una teoría sensualista y naturalista y en procedimientos puramente analíticos, aparentemente contrarios a la naturaleza sintética de la actividad del espíritu, no constituye una crítica exacta y decisiva (G. Caló) desde todos los puntos de vista.

Montessori creía firmemente en los poderes sintéticos y creadores del espíritu. La “Pedagogía científica” explica bastante claramente el significado de lo que denomina “momentos sensibles”, tan relacionados con la utilización del material.

La maestra montessoriana es llamada “directora” en las primeras Case dei Bambini ya que, en principio, sólo vigila y provee. No enseña nada, no impone nada.

Debe contentarse con orientar la actividad del niño que trabaja y que descubre de la única forma posible, es decir, por él mismo. La “lección de los tres tiempos”, tomada de Séguin, es un modelo en este sentido. La principal dificultad para aplicar el método con maestros del sistema antiguo radica en lo siguiente: cuesta mucho impedir su intervención cuando el niño se queda desconcertado ante el error. Entonces los maestros del sistema antiguos sienten una profunda piedad e intervienen con una fuerza irresistible para ayudarlos. El lema del educador montessoriano es “esperar observando”. Y significa que tratemos al niño como a nosotros nos gustaría ser tratados.

Esto no es exclusivo del método Montessori. Séguin necesitaba unos maestros muy formados y “la enseñanza global de Decroly sólo puede practicarse, según Michelet, por maestros que se consagren en cuerpo y alma a su tarea, que confían más en sus alumnos que en sus manuales y que sepan superar la formación que ellos mismos recibieron”.

18.1 Historia de los métodos

La preparación de los maestros debe ir acompañada de la transformación de la escuela. Si se han formado maestros observadores e iniciados en la experiencia, conviene que en la escuela puedan observar y experimentar.

Por esto una base fundamental de la pedagogía científica debe ser una escuela que permita las manifestaciones espontáneas del niño y la expansión de su vivacidad individual. Si la pedagogía debe surgir del estudio individual del escolar, el estudio debe provenir de la observación de los niños libres, es decir, estudiados y vigilados pero no oprimidos.

Cada rama de las ciencias experimentales ha surgido de la aplicación de un método propio. Es importante definir elmétodo, la técnica y una vez aplicados, esperar el contenido que ha de salir de la experiencia. Es más, una de las características de las ciencias experimentales es la de experimentar sin ningún tipo de prejuicio sobre el éxito eventual del experimento. Por ejemplo, si se quiere investigar el desarrollo del cerebro en los escolares más inteligentes, una de las condiciones de la experiencia debe ser ignorar los que son más inteligentes y los que no lo son tanto, para que el prejuicio de creer que los más inteligentes deberían tener el cerebro mayor no altere involuntariamente los resultados de la búsqueda.

No se puede partir pues, de ideas dogmáticas sobre la psicología infantil, sino de una metodología que nos permita llegar a la libertad del niño, y observando sus manifestaciones espontáneas, extraer la auténtica psicología infantil.

El problema es establecer el método propio de la pedagogía experimental. Y para ello no podrá ser sacada de otras ciencias experimentales: y si la pedagogía científica está formada de alguna manera por la higiene, la antropología y la psicología, y hasta utiliza una parte de su técnica metodológica, esto queda limitado a puntos concretos sobre el estudio del individuo que se ha de educar. El estudio de Montessori es una parte secundaria de la pedagogía y, por tanto, debe ser paralelo a la educación, la cual es una tarea muy diferente.

Su estudio trata del método en la pedagogía experimental, y es el resultado de experiencias suyas llevadas a cabo en guarderías o en las primeras clases de primaria.

En realidad, Montessori ofrece sólo un inicio del método: tal como ella lo aplicó a niños de 3 a 6 años.

El sistema educativo de las Casas de los Niños tiene una historia larga: aunque esta experiencia ha sido breve cuando se ha llevado a cabo con niños normales, proviene de experiencias pedagógicas precedentes hechas con niñosanormales, y como tal, representa un trabajo de pensamiento bastante largo.

Cuando Montessori era auxiliar en la Clínica Psiquiátrica en la Universidad de Roma, tuvo ocasión de frecuentar el manicomio y escoger a los maltratados que debían pasar por la didáctica clínica; y se interesó por los niños idiotas que estaban acogidos en el mismo manicomio.

Fue así como interesándose por estos niños, conoció el método especial de educación de estos niños ideado por Séguin, y se convenció de la eficacia de las “curas pedagógicas” por diversas formas morbosas, como la sordera, la

parálisis, la idiotez, el raquitismo, etc., cosa que comenzaban también a pensar los médicos prácticos.

A diferencia de sus colegas, Montessori intuyó que la cuestión de los deficientes era sobre todo una cuestión pedagógica más que médica; y mientras en muchos congresos médicos muchos hablaban del método médico-pedagógico para la curación y educación de los niños frenasténicos, Montessori lo propuso como tema de educación moral en el Congreso pedagógico de Turín el 1898; y se ve que puso el dedo en la llaga porque la idea, que ya había pasado de los médicos a los maestros de primaria, se difundió rápidamente y fue una cuestión importante que despertó el interés de la escuela.

El ministro de Instrucción Raccelli, el cual fue maestro de Montessori, le encargó un ciclo de conferencias a las maestras de Roma, sobre la educación de los niños frenasténicos. Este curso se transformó después en la Escuela magistral ortofrénica, de la que fue directora Montessori durante dos años. En esta escuela añadió un aula externa con horario prolongado, que acogía niños considerados ineducables, por insuficiencia mental, en las escuelas primarias, y después gracias a la sociedad fue fundado un Instituto pedagógico donde, además de los niños externos, fueron internados todos los niños idiotas del manicomio de Roma.

Enseñó a leer y escribir correctamente a algunos deficientes del manicomio, los cuales luego se presentaron a un examen en las escuelas públicas junto a los niños normales, y los superaron.

Los que observaron estos resultados maravillosos se pensaban que era un milagro. Pero según ella, los niños del manicomio igualaban a los normales en los exámenes públicos, sólo porque habían seguido un camino diferente. Mientras que sus alumnos habían sido ayudados en el crecimiento psíquico, los niños normales, en cambio, habían sido agobiados y deprimidos.

El tema central en la educación científica de los deficientes era que los idiotas y los subnormales no respondían a la enseñanza habitual y no sabían ejecutar órdenes; por eso, se necesitaba recurrir a otros medios que se pudieran adaptar a la capacidad de cada individuo.

El maestro delante de un sordo o un deficiente, está impotente como si se encontrara delante de un niño recién nacido. Sólo la ciencia experimental puede señalar el camino para una nueva educación práctica.

Montessori deseaba experimentar los métodos que Séguin elaboró con tanto éxito con niños de primaria, cuando se presentaban en la escuela indisciplinados y analfabetos a los seis años.

18.2 Métodos de enseñanza adaptados a las “Casas de los Niños”

Una vez que supo que tenía a su disposición una escuela, decidió estudiar la educación de los niños desde el punto de vista científico y avanzar en un camino diferente que más o menos todo el mundo había recorrido, confundiendo el estudio de los niños con su educación y dando el nombre de “pedagogía científica” al estudio de los niños que están en la escuela común, la cual quedó intacta. Contrariamente, la pedagogía innovadora, basada en estudios precisos y objetivos, debe “transformar la escuela” y actuar directamente sobre los escolares, dándoles una nueva vida.

18.3 La naturaleza en la educación

Con el ambiente civilizado de la sociedad, los niños viven muy alejados de la naturaleza y tiene pocas ocasiones de entrar en contacto o de tener una experiencia directa.

En realidad, la naturaleza da miedo a la mayoría de la gente. El aire y el sol son temidos, como si fueran unos enemigos mortales. Si en esa época las exhortaciones de la higiene impulsaban un poco al hombre civilizado, este prisionero satisfecho, hacia la naturaleza libre, éste hacía caso tímidamente con una gran precaución.

El niño en la ciudad, después de un pequeño paseo, dice que está cansado, y por esto ya creemos que no tiene fortaleza. Pero su cansancio proviene de la artificialidad del ambiente: del aburrimiento, de la ropa inadecuada, del sufrimiento de sus pies pequeños, del ejemplo agotador de las personas que caminan en su entorno silenciosas, indiferentes y sin sonreír.

Pero si los niños están en contacto con la naturaleza, se les manifiesta la fortaleza. Hasta los más pequeños de dos años, si son fuertes y están bien alimentados, recorren kilómetros a pie.

El sentimiento de la naturaleza crece, como todo lo demás, con el ejercicio, y es cierto que no se transmite con una descripción hecha a un niño quieto y aburrido entre paredes y acostumbrado a ver y a sentir que la crueldad con los animales es una necesidad vital.

La naturaleza en la educación escolar

La educación en la escuela podrá fijar la atención del niño sobre objetos particulares que concreten todo el amor por la naturaleza que él ha podido hacer crecer; o que desvelen en él los sentimientos escondidos o perdidos. Darles motivos de actividad y al mismo tiempo conocimientos que le interesen: como en cualquier otro campo, aquí radica la posibilidad de la educación en la escuela.

El niño, que es el más observador espontáneo de la naturaleza, necesita sin duda tener a su disposición un materialpara actuar.

Las atenciones afectivas

Las atenciones afectivas hacia los seres vivos son la satisfacción de uno de los instintos más vivos del espíritu infantil. Por esto, se puede organizar fácilmente un servicio activo de cultivo de plantas y, especialmente, de cría de animales.

Cuando el niño sabe que los animales que cuida le necesitan, que las plantes se secan si no se las riega, su amor se va uniendo al momento que pasa con el que vendrá mañana.

La naturaleza les reclama y ellos se sienten responsables de que las flores y los animales que cuidan continúen estando vivos.

18.4 El material de desarrollo

El niño de dos años y medio o tres que va a las Casas de los Niños, ha acumulado y absorbido en los años precedentes de su vida, es muy activo y mentalmente muy despierto. Este hecho sucede sin ninguna ayuda del exterior. Se han acumulado conjuntamente impresiones esenciales y casuales creando en su mente subconsciente una riqueza confusa pero considerable.

Con la manifestación gradual de la consciencia y de la voluntad, nace la necesidad de poner orden y claridad, y de distinguir entre lo que es esencial y lo que es casual. El niño es maduro para un redescubrimiento del ambiente y de la riqueza interior de las impresiones que ha recibido. Para poder ser consciente de esta necesidad, necesita una guía científica exacta, como la que hace posible la dotación instrumental y los ejercicios montessorianos. El niño es como un heredero inconsciente de los grandes tesoros que posee, ansioso de valorarlos a través del conocimiento de un experto, y de catalogarlos y clasificarlos de manera que pueda disponer de ellos plenamente de una manera inmediata.

La actividad sensorial es el objetivo principal del método.

El material sensorial está constituido por un sistema de objetos agrupados según una determinada cualidad física de los cuerpos, como son el color, la forma, la dimensión, sonido, rugosidad, peso, temperatura, etc.

Asó, por ejemplo, un grupo de campanas que reproducen los tonos musicales; un conjunto de mesas que tienen la misma forma y las dimensiones graduadas; y otros que en cambio, difieren entre ellos por su forma geométrica.

Cada grupo representa la misma cualidad, pero en grados diversos: se trata, por tanto, de una gradación donde la diferencia entre objeto y objeto varía de

una manera regular y, si es posible, la diferencia está establecida matemáticamente.

Pero este criterio genérico se debe determinar, en la práctica, de acuerdo con la psicología del niño, y la experiencia dirá que sólo es apto para la educación aquel material que efectivamente “interesa” al niño pequeño y le entretiene con un ejercicio espontáneo y elegido varias veces.

Cada grupo de objetos (material de sonidos, material de colores…) que presenta una gradación, tiene en sus extremos el “máximo” y el “mínimo” de la serie, que determinan los límites que son fijados por el uso que hace de ellos el niño. Estos dos extremos, si se dejan de lado, demuestran la diferencia más grande que hay en la serie, y por esto establecen el contraste más destacado que permite el material. Como el contraste es relevante, las diferencias son evidentes, y el niño es capaz de interesarse incluso antes de hacer el ejercicio.

Aislamiento de una cualidad única en el material

Cualquier objeto que se quiera utilizar para la educación sensorial presenta necesariamente muchas cualidades diversas, como son peso, rugosidad, color, forma, dimensión, etc. Por eso es necesario aislar una sola cualidad del objeto. Esta dificultad queda superada con la serie y las gradaciones: se necesita preparar objetos que sean idénticos en todo, excepto en la cualidad, la cual varía. Una impresión táctil es más clara, si se trata de un objeto no conductor del calor, o sea que no dé al mismo tiempo impresiones de temperatura, y si el sujeto se encuentra en un sitio oscuro y silencioso, es decir, donde no hay impresiones visuales ni auditivas que puedan perturbar las impresiones táctiles. El proceso de aislamiento, por tato, puede ser doble: en el sujeto, aislado de toda impresión del ambiente; y en el material, con un sistema graduado según una sola cualidad.

Y esta precisión posibilita un trabajo de análisis interno y externo, idóneo para poner en orden la mentalidad infantil.

El niño, que por naturaleza es un explorador apasionado del ambiente, puede que todavía no haya tenido tiempo ni oportunidad de conocerlo exactamente, “cierra los ojos” o se los deja tapar voluntariamente, cuando explora las formas con las manos: o bien acepta también la oscuridad con tal de poder percibir los ruidos más suaves.

Cualidades básicas comunes a todo lo que en el ambiente educativo envuelve al niño.

A parte de todos los elementos anteriores, se tienen que añadir otros que no se refieran de un modo particular a los objetos sensoriales, sino que si es posible, tendría que estar compuesto por todo aquello que rodea al niño. Son éstos:

El control del error: Se debe procurar que los materiales ofrecidos

al niño permitan “controlar el error”, como por ejemplo, los encajes sólidos: es decir, soportes de madera que tienen agujeros por los que se adaptan cilindros de dimensión gradual: de delgados a gruesos, o bien de altos a bajos o de pequeños a grandes. Como los espacios corresponden exactamente a los cilindros que se tienen que poner, es imposible ponerlos todos de forma errónea, porque al final habría uno que estaría fuera de su lugar: y esto avisa del error cometido. De la misma manera que en los botones de una camisa el orden equivocado o el botón olvidado se manifiesta al final con un ojal vacío. En otros materiales, como en las tres series de bloques, el tamaño, el color,… de los objetos y el hecho mismo de que el niño ya se ha ejercitado en constatar los errores, hacen que éstos se vean de un modo evidente.

El control material del error hace que el niño tenga que poner en sus ejercicios el razonamiento, la crítica, la atención cada vez más interesada por la exactitud, la capacidad para distinguir las pequeñas diferencias, y de esta forma el niño prepara su consciencia para controlar los errores incluso hasta cuando no son materiales o sensiblemente evidentes.

La estética: Otra cualidad que deben tener los objetos es la atracción. En todo lo que rodea al niño, se debe cuidar el color, la brillantez, la armonía de las formas. No sólo el material sensorial, sino todo el ambiente debe estar preparado de forma que sea atractivo para el niño, al igual que en la naturaleza los pétalos de colores atraen los insectos para que chupen el néctar que contienen.

“Ten cuidado al utilizarme”, dicen las mesitas claras y brillantes; “no me dejes sola”, rezan las pequeñas escobas con el mango pintado de flores; “pon aquí tus manitas”, dicen los limpios lavabos.

Y el niño obedece a aquel que corresponde al momento de la necesidad de actuar.

3. La actividad: El material de desarrollo debe también tener la cualidad de prestarse a la actividad del niño. La posibilidad de mantener con atención el interés del niño depende no tanto de la calidad que existe en las cosas, como de la posibilidad de actuación que ofrecen.

Es decir, que para que una cosa resulte interesante, no basta con que sea interesante en sí misma, sino que necesita que se preste a la actividad motora del niño. Por ejemplo, necesita que haya pequeños objetos para que sean transportados, y entonces es el movimiento de la mano, más que los objetos, lo que mantiene al niño ocupado para hacer y deshacer, a transportar y a reordenar muchas veces seguidas las cosas, posibilitando una ocupación

prolongada del niño. Un juguete bonito, una visión atractiva, un relato sensacional, sin duda que pueden reclamar el interés infantil, pero si el niño sólo debe “ver”, “escuchar”, o “tocar” un objeto inmutable, ese interés será superficial e irá pasando por todas las cosas sin prestar atención. Así pues, el ambiente debe estar arraigado de manera que se preste a la actividad infantil, debe ser bonito, pero sólo esto mantendría el interés un solo día, mientras que si cada objeto puede ser movido, usado y llevado a su lugar, hace que la atracción por el ambiente sea llamativo.

Los límites: Finalmente otro principio común a todos los “medios materiales” construidos para la educación, y que hasta ese momento ha sido poco comprendido, pero que tiene un gran interés pedagógico, es éste: el material debe ser de “calidad limitada”. Este hecho, una vez constatado, es fácil de entender: el niño normal no necesita “estímulos que lo despierten”, que “lo pongan en relación con el ambiente real”. Él está siempre despierto y sus relaciones con el ambiente son innumerables y continuas. En cambio, necesita ordenar el caos que se ha formado en su consciencia con la multitud de sensaciones que el mundo le ha dado. No vive “dormido” como el niño deficiente, sino que es un “explorador en el mundo, que para él es nuevo” y, como explorador, necesita un camino ( que sea limitado y directo) que le conduzca a su propósito y le libere de las desviaciones pesadas que le impiden avanzar. Entonces “se aferra apasionadamente” a aquellas cosas (limitadas y dirigidas hacia el objetivo) que ordenan el caos que se ha formado dentro de él, y mediante el orden esclarecen la mente exploradora y le proporcionan una guía en sus búsquedas. El explorador, que antes estaba abandonado a sus propias fuerzas, se convierte en un hombre iluminado que a cada paso realiza nuevos descubrimientos y avanza con la fuerza que aporta la satisfacción interior.

Estas experiencias han de modificar mucho el concepto, que muchos todavía tienen , de que el niño es más ayudado cuantos más objetos educativos tiene a su disposición. Es un error creer que el niño que tiene más juguetes, que tiene más ayudas, será el más desarrollado. En cambio, es la multitud desordenada de objetos la que agrava el caos del espíritu del niño y le desmotiva.

Los “límites” en las ayudas que conducen al niño a ordenar su inteligencia y a facilitarle la comprensión de tantas cosas que le envuelven, son la máxima necesidad para ahorrar esfuerzos y dejarle avanzar con seguridad por los difíciles caminos del crecimiento.

18.5 Los ejercicios.

Cómo debería hacer la clase la maestra. Comparación con los sistemas tradicionales.

Las lecciones que inician al niño hacia la educación de los sentidos son individuales. La maestra realiza un intento de acercamiento al niño, que debe suponerse que está dispuesto a recibir la lección. Se sienta a su lado y coge un objeto que a ella le parece que le podrá interesar al niño.

La preparación de la maestra consiste en esto. Debería estar preparada para probar experimentos únicamente. La respuesta que ella espera del niño es que surja en él una actividad que le impulse a utilizar el material que le ha sido presentado.

La lección es para llamar su atención. Si el objeto responde a los deseos íntimos del niño y representa algo que le satisface, incita al niño a una actividad prolongada, ya que se siente el dueño y continúa utilizándolo.

No siempre se necesitan las palabras. A menudo basta con que muestre cómo se utiliza el objeto. Pero si es necesario hablar e iniciar al niño en el uso del material de crecimiento y cultura. La perfección consiste en la búsqueda del mínimo necesario y suficiente.

Una lección será más perfecta cuantas más palabras se ahorren. Y en la preparación de la lección se debe poner una atención especial en contar y medir las palabras que se deberán pronunciar.

La segunda característica de la lección es la simplicidad. Debe estar despojada de todo aquello que no sea verdad absoluta. La maestra no debe utilizar palabras sin sentido. Esta segunda característica es un aspecto de la primera, es decir, las palabras utilizadas deben ser también las más simples y deben referirse a la verdad exacta.

La tercera cualidad de la lección es la objetividad; de manera que la personalidad de la maestra debe desaparecer en beneficio de la evidencia del objeto sobre el que se pretende llamar la atención del niño.

La maestra observará si el niño se interesa por el objeto, cómo se interesa, cuanto tiempo, etc., y tendrá precaución en no forzar al niño al niño que no muestre interés por aquello que se le ofrece. Si después de preparar rigurosamente la lección en su concisión, simplicidad y verdad, el niño no entiende la explicación del objeto, la maestra debe tener en cuenta dos cosas: primero, no insistir repitiendo la lección y, segundo no debe convencer al niño de que se ha equivocado o no lo ha entendido, porque esto podría paralizar durante mucho tiempo el impulso para actuar, y este impulso es toda la base del progreso.

Cómo iniciar al niño en los ejercicios con el material sensorial.

Se debe comenzar el procedimiento con pocos estímulos que contrasten entre ellos para poder establecer después una cantidad de objetos parecidos, pero con una gradación diferente cada vez más fina e imperceptible. Así, por ejemplo, reconociendo las diferencias táctiles, empezaremos con dos superficies, una perfectamente lisa, y otra muy rasposa; si tenemos que experimentar el peso de los objetos, presentaremos primero unas maderas muy ligeras y otras que sean las más pesadas; para los sonidos ofreceremos los dos extremos de la serie graduada; con los colores, escogeremos las tintas más vivas y contrastadas, como el rojo y el amarillo; para las formas, un círculo y un triángulo, y así sucesivamente.

Para dar una idea todavía más completa de las diferencias, es conveniente mezclar con los contrastes fuertes las “identidades” ( que precisamente contrastan con las grandes diferencias) colocando dobles series de objetos; por ejemplo: buscar las cosas iguales, de dos en dos, con un revoltijo de objetos que se deben emparejar; dos sonidos igual de fuertes, y dos igualmente leves; dos objetos del mismo color rojo; el ejercicio de buscar las igualdades entre los contrastes precisa notablemente las diferencias, haciéndolas evidentes.

El ejercicio final, es decir el de las gradaciones, consiste en poner en orden de gradación un sistema de objetos mezclados de forma confusa, por ejemplo, una serie de cubos del mismo color pero de dimensión distinta; con la diferencia graduada sistemáticamente (por ejemplo, con la diferencia de un centímetro de arista, en cada cubo). Será semejante la presentación de una serie de objetos de color amarillo, pero que la tinta sea más clara con una gradación del más oscuro al más claro; o bien una serie de rectángulos que tienen uno de los lados igual, y el otro sistemáticamente decreciente. Estos objetos se deben colocar uno al lado del otro, según el lugar que su cualidad establece en la gradación.

Procedimiento técnico para iniciar en los ejercicios táctiles

El sentido del tacto está repartido por toda la piel, pero los ejercicios que realizan los niños quedan limitados a las yemas de los dedos, y sobre todo los dedos de la mano derecha.

La práctica ha hecho necesaria esta limitación y también es una necesidad educativa, ya que el hombre ejercita y utiliza el sentido del tacto por medio de estas zonas.

Pero es especialmente útil para el objetivo educativo de la maestra porque los ejercicios de la mano son una preparación indirecta para la escritura.

Por tanto, Montessori hace que el niño se lave bien las manos con jabón, en una palangana, y después se las hace meter un momento en otra palangana

de agua caliente. Después se las seca y con el masaje se completa la tarea preparatoria del baño; después se enseña al niño el tacto, es decir, la manera de tocar la superficie: para esto es necesario coger los dedos de los niños y deslizárselos por la superficie de forma muy ligera. Otro aspecto de la técnica es enseñar al niño a que tenga los ojos cerrados mientras toca, diciéndole que lo sentirá mejor y que sin verlo, reconocerá los cambios de contacto. El niño lo aprende en seguida y le gusta mucho. Realmente ejercitan el sentido del tacto, porque no se cansan nunca de tocar superficies lisas, y son muy hábiles para discernir las diferencias entre los papeles de vidrio.

El material didáctico consiste en:

Una madera rectangular muy larga, dividida en dos rectángulos iguales: en uno hay cartulina muy lisa, y en el otro papel de vidrio.

Otra madera como la anterior con tiras de cartulina lisa y tiras de papel de vidrio, alternadas.

Otra madera como las anteriores donde hay en gradación papeles de vidrio de manera que la textura sea cada vez más fina.

Otra madera donde hay papeles de diversa aspereza y uniformidad, desde el papel rasposo hasta la cartulina lisa de la primera madera.

Estas maderas, que llevan enganchadas objetos que se deben tocar, sirven para preparar a la mano a tocar ligeramente y a percibir las primeras diferencias de una forma sistemática. El niño, con los ojos cerrados, toca uno detrás de otro los rasgos diferentes de la madera y empieza a notar las distancias mediante el movimiento del brazo.

Como en muchos ejercicios sensoriales, el estímulo sensitivo es un medio para determinar movimientos.

Después de esta primera serie, Montessori preparó un material “móvil”, donde cada género forma un grupo, es decir, determina un ejercicio separado.

Existen colecciones de: papeles lisos de diferentes tipos; papeles de vidrio graduados; ropas diferentes.

Con este material se emplea la misma técnica, es decir, mezclar los objetos de una serie, y después realizar los emparejamientos o reconstruir las series.

Las ropas están también de dos en dos y están guardadas en un armario especial, que contiene lanas, sedas, algodones, linos, velos, etc., y sus nombre pueden ser aprendidos por los niños.

Todos los ejercicios se realizan con los ojos tapados.

Impresiones de temperatura

Para este ejercicio Montessori utilizó pequeños recipientes de metal en forma ovoide y cerrados herméticamente. En cada recipiente puso agua caliente a temperatura constante (75º) en cantidad gradualmente diversa, y llenaba el resto con agua fría a 15º, o bien preparaba recipientes iguales de dos en dos. Aunque las temperaturas varían en el acto, con el uso, la operación sirve para dar una cierta exactitud al ejercicio.

También utilizó una serie de sustancias que difieren en la conducción del calor, como la madera, vidrio, hierro, y que los usó para ejercicios más delicados.

Impresiones de peso

Para educar el sentido bárico, utilizó maderas rectangulares de 6 cm por 8, y de 1/2cm de grosor; son de tres tipos de madera: cedro, nogal y abeto; pesan respectivamente 24 gr, 18 y 12, es decir, existe una diferencia entre ellos de 6 gr.; deben ser bien finas y barnizadas, de modo que no haya astillas y se mantenga el color natural de la madera. El niño, viendo el color, sabe que tienen un peso diferente y, por tanto, puede controlar su ejercicio: coge con las manos dos maderas, las coloca sobre los dedos extendidos y hace un movimiento de abajo a arriba para evaluar el peso: este movimiento poco a poco debe volverse insensible. Es aconsejable que este ejercicio el niño lo haga con los ojos cerrados, porque así actúa por sí mismo con un gran interés para ver “si lo adivina”.

Estas modalidades de refieren a una técnica que es necesaria para obtener una exactitud suficiente en la evaluación de los pesos. En rigor, se debería poner ligeramente el objeto sobre la piel, evitando impresiones de temperatura (por eso se utiliza la madera) para obtener una impresión de peso referente al objeto, verdadera y propia. El movimiento de la mano arriba y abajo altera el peso, porque se altera la presión atmosférica, y provoca que el peso sea más perceptible. De aquí viene que sea instintivo el movimiento de “sopesar”: pero para poder tener una evaluación más exacta del peso del objeto se necesita disminuir estos movimientos tanto como sea posible.

Esta técnica aporta una exactitud que ya de por sí misma es bastante interesante.

18.6 La educación de los sentidos.

Impresión de las formas mediante la palpación

Educación del sentido estereognóstico. Reconocer la forma de un objeto tocando todo su entorno o palpándolo de una manera variada (como hacen los ciegos), no es ejercitar sólo el sentido del tacto ya que con el “tacto” sólo se

perciben las cualidades superficiales como liso y áspero. Pero cuando la mano (y el brazo) se mueven en el entorno de un objeto, a la impresión táctil se le añade la impresión del movimiento. Esta impresión se atribuye a un sentido especial ( un sexto sentido) que se llama sentido muscular y que permite dejar muchas impresiones en una “memoria muscular” o memoria de los movimientos.

Podemos movernos sin tocar nada y podemos reproducir y recordar el movimiento en su dirección, límites de expresión, etc. (consecuencia pura de sensaciones musculares); pero si nos movemos tocando una cosa, tenemos al mismo tiempo dos sensaciones: la táctil y la muscular, que originan este sentido que los psicólogos denominan “sentido estereognóstico”.

En este caso no sólo tenemos una sensación de movimiento, sino también el “conocimiento” de un objeto externo. Este conocimiento comprende también el conocimiento visual, dándole a la percepción del objeto una exactitud más concreta; esto ocurre mucho más en los niños pequeños, que da la sensación de que reconocen las cosas con más seguridad y sobre todo, tienen mayor facilidad para recordarlas cuando las tocan que no cuando las ven. Este hecho es normal, por la misma naturaleza de los niños pequeños. Éstos tocan todo lo que ven y adquieren así la doble imagen (visual y muscular) de las muchas cosas diferentes que encuentran en el ambiente.

Pero “tocarlo todo” según Montessori es más que una simple “verificación” de lo que ven: es la expresión evidente de una sensibilidad muscular muy viva que se encuentra en el niño pequeño durante la época de la vida en la que quedan fijadas las coordinaciones fundamentales de los movimientos.

Por tanto, no se trata sólo de “verificar” la visión, sino de ejercitar el movimiento por él mismo y de construir el edificio fisiológico que es la coordinación de los movimientos, necesario para formar los órganos de la “expresión”.

La razón por la que casi todos los ejercicios sensoriales van acompañados de “movimientos”, también demuestra que la “sensibilidad muscular” tiene una función dominante en la infancia. Por este motivo, en el método Montessori se utiliza mucho el sentido estereognóstico (porque también es crear cultura) en cuanto a sus manifestaciones expresivas (dibujo, escritura, etc.): con esta finalidad, por la que las sensaciones tienen un valor especial, tuvo el método un cuidado extraordinario de aquellas sensaciones en el periodo formativo de la primera infancia.

Sobre esto Montessori tenía datos experimentales que fueron un éxito y que ayudan mucho a la maestra. El primer material didáctico que se utilizó fueron los cubos y los prismas de Fröbel. Después de que el niño se fijara en la forma de los dos sólidos, se le hacía palpar cuidadosamente con los ojos abiertos,

repitiendo alguna frase que permitiese al niño fijarse en detalles particulares de la forma. Después de esto se le decía al niño que pusiera los cubos a la derecha y los prismas a la izquierda tocándolos, “sin mirarlos”. Finalmente, el niño repetía el ejercicio con los ojos cerrados. Casi todos los niños lo hacían bien, y en pocas sesiones desaparecían los errores: los prismas y cubos eran veinticuatro en total por ello se pasaban bastante rato atentos a esta especie de “juego”; pero sin duda que el niño mantenía viva la consciencia de ser “espiado” por sus compañeros curiosos y dispuestos a reírse de sus errores. Y el niño también se sentía orgulloso de ser un “adivinador”.

Estos ejercicios del sentido estereognóstico pueden ser muy variados y son divertidísimos para los niños, pero no se trata de la simple percepción de un estímulo, como el de la temperatura, sino que reconstruyen un objeto de sobra conocido. Se pueden palpar soldados de plomo, pelotas pequeñas y sobre todo, las monedas. Incluso llegan a distinguir formas pequeñas muy parecidas, como el grano de los pájaros y el del arroz.

Los niños se vuelven como locos cuando se dan cuenta de que ven sin ojos y lo demuestran gritando y enseñando las manos: “Mirad mis ojos! Veo con las manos, ya no necesito los ojos”. Y Montessori respondía a sus gritos: “Vale, saquémonos los ojos! ¿para qué los necesitamos?”, y ellos reían y aplaudían.

Es cierto que los niños fueron más allá de sus previsiones y les sorprendían con progresos rápidos e imprevistos. Estallaban en grandes manifestaciones de júbilo y Montessori reflexionaba profundamente sobre esto.

Más tarde, los niños tuvieron espontáneamente una inspiración que le sugirió unos ejercicios que son de los más interesantes de los que se hicieron en las Casas de los Niños. Se comenzó a utilizar sistemáticamente todo el material que se pudiera prestar a ser reconocido con el tacto: los encajes sólidos, los encajes planos o las tres series de bloques. Los niños que ya hacía tiempo que se habían abandonado para pasar a ejercicios superiores, volvían a coger los tres soportes de los encajes sólidos, y con los ojos tapados palpaban los cilindros y los encajes correspondientes, y a menudo agarraban los tres soportes y mezclan los cilindros de las tres series. O bien vuelven a coger los encajes planos y, con los ojos cerrados, tocan cuidadosamente los contornos, buscando el perfil de los marcos. Muchas veces, se sientan en el suelo y tocan las barras largas deslizando los dedos de arriba a abajo, como si quisieran comprobar la extensión del movimiento del brazo; o todavía sentados, mezclan cerca de ellos los cubos de la torre rosa, y la construyen con los ojos cerrados.

El ejercicio muscular rehace toda la educación que, por medio de la vista, desemboca en una apreciación exacta de las diferencias en la forma y dimensión de los objetos.

Educación sensorial del gusto y del olfato

Los ejercicios sensoriales de estos sentidos no son demasiado atractivos. Únicamente Montessori puede decir que ejercicios semejantes a las pruebas adoptadas normalmente en la psicometría no le parecen ni adecuados ni prácticos, al menos para los niños pequeños.

De esta forma, Montessori intentó organizar “juegos de los sentidos” que los niños podían repetir entre ellos. Les hacía oler violetas frescas o bien si era el mes de mayo, las rosas que cogían de sus jardines. Después se les tapaban los ojos de un niño y se le decía: “Ahora se te hará un regalo, te traerán flores”. En efecto, un compañero le acercaba a la nariz un manojo de violetas que el niño debía de reconocer, y para apreciar la intensidad se le presentaba una flor o más de una.

Después se pensó que sería más simple dejar esta tarea educativa al mismo ambiente. Primero, los olores para ejercitar los sentidos deben existir, y como no se encuentran forzosamente en nuestro entorno, se ideó un sistema que perfumara el ambiente, con la finalidad de que los aromas fueran cada vez más imperceptibles.

Se colgaron en las paredes algunas bolsas de decoración, según la moda china. Se preparó y se puso al alcance de los niños flores y hierbas del jardín, jabones de perfumes naturales, como el de almendra.

Mas tarde, cuando hicieron las plantaciones de hierbas aromáticas, todas de color verde, para que no fuese el color lo que llamase la atención, como ocurre en las flores vistosas, se comprobó que los que tenían más interés por buscar los distintos olores eran los niños de unos tres años; y Montessori se quedó asombrada cuando algunos le llevaron hierbas que no se habían cultivado en el jardín y que ni siquiera se consideraban aromáticas, pero que ante su insistencia, se descubrió que en efecto tenían un delicado perfume.

El campo, que por la uniformidad del color y por la escasa diferencia de las formas, representa hasta cierto punto el aislamiento de las sensaciones olfativas, se convirtió en un lugar de “búsqueda”, y por tanto de ejercicio del sentido olfativo. Cuando se ejercitan los estímulos sensoriales siguiendo un orden, también el olfato se ejercita de “manera inteligente” y es un órgano de exploración del ambiente.

Pero fue en la alimentación donde Montessori comprobó, incluso en los niños pequeños, que el olfato es el compañero natural del “gusto”, debido a su poder para escoger o rechazar alimentos. Montessori afirma que esta parte de la educación se confunde con la vida vegetativa, pero en realidad es tan delicada, que merece un trato especial. En efecto, reflexionando acerca de que el gusto

sólo percibe los cuatro sabores más simples, resulta de que el hecho de comer es el centro principal del ejercicio del olfato.

Enseñar a distinguir las sensaciones que son exclusivas del gusto, y enseñar a reconocer a los niños los cuatro sabores fundamentales, tiene un indudable interés para Montessori. El dulce y el salado son gustos agradables, la búsqueda del amargo es una experiencia, y el ácido, especialmente el de algunas frutas, es distinto en diversos grados.

El mundo de los olores se distingue más claramente que el del gusto en la variación de aquellas sensaciones mixtas olfativo-gustativas que se experimentan en la nutrición, como es el caso de la leche, el pan tibio y seco, el caldo, la fruta, etc. Y las sensaciones táctiles de la lengua, como las de las sustancias aceitosas, se distinguen de las sensaciones del gusto y del olfato mediante un trabajo mental que es una auténtica exploración de sí mismos y del ambiente.

El método de hacer tocar con la lengua una solución amarga, ácida, dulce, salada, tal como se hace en estesiometría (comprobar la sensibilidad), se puede aplicar a niños de cinco años que se prestan a estas búsquedas, como si fueran un juego, y se divierten sorbiendo, sin sospechar que están haciendo de conejillos de indias de experimentos que el adulto denomina solemnemente científicos. Los niños pequeños se dedicaban seriamente a la búsqueda de aquellos perfumes que la naturaleza ha distribuido en las hierbas del campo.

Ejercicios de distinciones visuales y auditivas

Material: Encajes sólidos y bloques

Distinción sutil de las dimensiones, solamente con las percepciones visuales.

Las series demuestran diferencias de dimensiones:

-En una serie las diferencias son de una sola dimensión (altura).

-En otra serie existe diferencia gradual de dos dimensiones (sección).

-En otra la diferencia está en las tres dimensiones.

Encajes sólidos.- Son tres soportes macizos de madera de color natural, lacados. Los tres de la misma forma y dimensión (55cm de largo, 6 cm de altura y 8 cm de anchura). Cada uno lleva diez piezas de para encajar, que son cilindros pequeños lisos, que llevan un botoncito de latón en el centro de la cara superior para poderlos agarrar; se pueden poner y sacar fácilmente en los agujeros del soporte y encajan perfectamente y exclusivamente a cada cilindro.

En conjunto, cada soporte se parece mucho a la caja de pesos de una balanza. Pero los cilindros escondidos en los tres soportes tienen una diferencia graduada regularmente:

En el primer soporte todos los cilindros tienen la misma sección (diámetro) pero la altura es distinta; el más bajo tiene 1 cm y los otros van creciendo de medio centímetro hasta el décimo, que mide 55cm de altura.

En el segundo soporte los cilindros tienen todos la misma altura; pero la sección circular va decreciendo regularmente: el diámetro de sección del cilindro más fino tiene 1 cm y los diámetros de las otras secciones van creciendo hasta un diámetro de 55 mm.

Finalmente en el tercer soporte, los cilindros disminuyen en las tres dimensiones asumiendo las diferencias que se han encontrado en los dos encajes precedentes.

Los niños cogen un solo soporte. Por tanto, tres niños pueden estar ocupados al mismo tiempo con los encajes.

El ejercicio es el mismo para los tres encajes: se ponen encima de la mesa, se sacan los cilindros, se mezclan y después se vuelven a colocar en el agujero correspondiente. ( El ejercicio es fundamental, de tal manera que cada soporte debería tener su propia mesa que tuviera un espacio para los cilindros sacados del agujero). En la correspondencia exacta entre el cilindro y el espacio que se encuentra en el soporte, existe el “control de error”.

En efecto, si en el primer encaje, por ejemplo, el niño se equivoca de agujero, un cilindro desaparecerá en la profundidad, y otro sobresaldrá por falta de profundidad; y la irregularidad, visible y palpable, será un control absoluto y material del error cometido. En consecuencia, es necesario cambiar de lugar los objetos atentamente, probar y volver a probar la colocación, hasta que todos estén colocados en su lugar, al mismo nivel que el soporte.

Es incluso más evidente el error en el segundo encaje, aparentemente igual, pero que si se mira bien, es diferente. Todos los cilindros tienen la misma altura, pero las secciones circulares difieren gradualmente del primero al último: en lugar de ser unos más altos y otros más bajos, como en el anterior, ahora son más finos unos y más gruesos otros. Si se pone un cilindro más fino que el espacio que lo recibe, puede ser que en un primer momento el error pase desapercibido, y durante cierto tiempo se podrá creer que se está haciendo bien. Pero al final, quedará un “cilindro incolocable”, fuera de lugar, fuera del soporte. Aquí el error es tan grave que la ilusión de hacerlo bien se pierde totalmente. Para ello, es necesario sacar todos los cilindros mal puestos y volverlos a colocar cada uno en lugar.

Los tres encajes, que a simple vista no se distinguen, le presentan al niño las diferencias mínimas y cada vez se hacen para él más interesantes. Luego viene la repetición del ejercicio que agudiza la vista para la distinción, agudiza el poder de observación, ordena y guía la atención conducida sistemáticamente, genera el razonamiento cuando el niño se fija en el error y en su corrección y, como le forma la personalidad psíquica a través de los sentidos, le permite un ejercicio constante y profundo.

Los bloques.- Tres series de bloques, aparentemente diversos, repiten la graduación de una, dos y tres dimensiones.

Se trata de trozos grandes de madera pintados de vivos colores, en tres sistemas con tres nombres: el sistema de las barras y de las medidas, el sistema de la escala de prismas y el sistema de los cubos (torre rosa).

Las barras, que todas tienen una base cuadrada de 113 mm de arista y son rojas, tienen una diferencia de 10 cm de una a otra: la más larga de la serie mide un metro y la más pequeña un decímetro.

Para poder manejar objetos tan largos y pesados, el niño se ve obligado a mover todo el cuerpo: debe dirigirse hacia delante y hacia atrás para transportar estas barras y colocarlas por orden de largura, como si fueran tubos de un órgano. Se tienen que poner en el suelo encima de una tarima suficientemente grande para que quepan el niño y el material. Una vez que se ha hecho bien la disposición, se deshace, se mezclan las barras colocadas en la misma disposición que los tubos del órgano, y se reconstruye el ejercicio las veces que sean necesarias hasta que el niño se encuentre satisfecho.

Esfuerzo y memoria muscular.- Los niños cogen los bloques con una sola mano teniendo en cuenta que a la mano de un niño de tres años le cuesta mucho coger bloques de diez centímetros de largura. Además estos bloques, y sobre todo el prisma de diez centímetros de largo, pesan mucho para el niño. Por tanto, el niño hace grandes esfuerzos con la manita mientras la está reforzando. Cogiendo repetidas veces todos los bloques de color marrón, la mano del niño acaba adquiriendo automáticamente la posición precisa y necesaria para abrazar el espacio de 10 cm, de 9, de 8, de 7, de 6, de 5, de 4, de 3, de 2, de 1, es decir, la memoria muscular se fija de acuerdo con las precisas graduaciones de espacio. Lo mismo se repite con los cubos de color rosa. Aquí existe otro medio de perfeccionamiento: el cubo inmediatamente más pequeño en la gradación se debe colocar en el centro del anterior, de forma que quede un espacio de un centímetro por el alrededor; el brazo y la mano, entonces, debe obedecer esta intención precisa, es decir, hacen un movimiento intencional preciso. El movimiento más difícil es el que se debe hacer con el cubo más pequeño: el que tiene un centímetro de lado: el brazo ha

de estar bien seguro para poner en el centro ese objeto tan pequeño, y lo demuestran la atención intensa del niño y su evidente esfuerzo.

Sin duda que en los ejercicios con encajes y bloques se educa el sentido de la vista, poco a poco se van distinguiendo diferencias que antes no se apreciaban. El ejercicio con la vista es una actividad motriz, bien por el hecho de revolver objetos pequeños que se deben cambiar de lugar, o bien por el transporte y la colocación de los gruesos bloques de madera. El ejercicio de los sentidos está conducido por “movimientos” que se coordinan según un objetivo inteligente que es necesario establecer.

Para el niño el ejercicio más fácil es el de los cubos (las diferencias máximas) y el más difícil el de las barras (las diferencias mínimas). Pero cuando en los cursos de primaria el niño se interesa por la aritmética y la geometría, se acuerda de los bloques de la primera infancia y vuelve a estudiarlos en las proporciones relativas, aplicando la ciencia de los números.

Material de los colores

El material que sirve para reconocer los colores (educación del sentido cromático), Montessori lo determinó después de una larga serie de pruebas con niños normales. El material definitivo son unas maderitas en las que hay cosidos hilos de seda de colores vivos. En ambos lados hay unas rebabas que impiden que los hilos de colores se escapen y permiten que se pueda coger la madera sin tocar nunca el hilo de color. De esta forma el hilo conserva el color mucho tiempo.

Montessori escogió nueve colores y cada uno tenía siete gradaciones de diversa intensidad: son, por tanto, 63 maderitas de colores. Los colores son: gris (del negro al blanco), rojo, naranja, amarillo, verde, azúl, morado, marrón y rosa.

Algunos ejercicios creados con este material son:

Se escogen tres colores con la gradación más viva, por ejemplo, rojo, azúl y amarillo y con doble espacio. Se colocan encima de la mesa delante del niño. Se le presenta un color y se le dice que lo busque, en la mezcla de los otros. Y así se van disponiendo las maderitas en columna, de dos en dos, es decir, aparejadas según el mismo color. Se va aumentando el número de maderitas de colores hasta presentar los nueve colores, o sea 18 maderitas. Finalmente en lugar de los colores más vivos, se cogen los más oscuros o los más claros.

Después se presentan dos o tres maderitas del mismo color, pero de intensidad diversa, cogiendo, por ejemplo, el más claro, el medio y el más oscuro y se ordena ponerlos en orden de gradación, hasta llegar a presentar las nueve gradaciones.

En una Casa de los Niños, Montessori vio cómo hacían este juego con gran interés y con una rapidez sorprendente: la directora pone encima de una mesa entorno a la que hay niños sentados, tantos colores como niños, tres por ejemplo. La maestra le indica al niño que observe bien el color que le toca o el que ha escogido. Después mezcla todos los grupos en la mesa. Cada niño coge rápidamente todas las gradaciones de su color, los amontona y después coloca los fragmentos colocándolos por gradación de forma que semeja una cinta de colores que va desapareciendo.

En otra Casa, observó cómo los niños cogían toda la caja de 63 colores, la tiraban sobre la mesa y mezclaban las maderitas, después volvían a formar los grupos rápidamente y los disponían por gradación construyendo sobre la mesa una especie de alfombra descolorida.

Los niños en seguida adquieren una habilidad que a Montessori la desconcertaba. Los niños de tres años colocan en gradación todos los colores.

Se puede también experimentar la memoria de los colores, haciéndole observar al niño un color, y haciéndole ir a buscar el mismo color en una mesa lejana donde están todos los colores alineados. Los niños suelen hacer bien este ejercicio, pero cometen pequeños errores. Los de cinco años disfrutan con este ejercicio y después les gusta comparar dos colores y adivinar su identidad.

Conocimientos sensoriales de geometría.

Los encajes planos y las formas geométricas.

Primer material: Historia de los encajes planos de madera

En la escuela de deficientes, Montessori ya había construido estos encajes en dos maderitas que se colocaban una encima de la otra, la que hacía de base era de una sola pieza y la de encima estaba perforada en forma de diversas figuras geométricas: en los agujeros sí debían encajar perfectamente las correspondientes figuras geométricas de madera, las cuales tenían un botoncito de latón para agarrarlas.

Séguin utilizaba una estrella, un rectángulo, un cuadrado, un triángulo y un círculo, cada uno de un color diferente, de forma que se unían colores y formas: y los agujeros estaban en el mismo tablero de madera.

En la escuela de deficientes de Montessori, se multiplicaron los ejemplares, distinguiendo los de colores de los de las formas. Los encajes de colores eran todos circulares, y los de las formas eran todos de color azúl. Hizo construir un gran número de maderitas de distintos colores, agrupando siempre muchas figuras en el mismo tablero rígido y así, eran inseparables.

Pero en sus nuevas experiencias con niños normales, después de diversas pruebas, suprimió totalmente los encajes planos de los colores porque este material no permite ningún control del error, y el niño sólo debe tapar el color que compara.

Material definitivo.- En cambio conservó los encajes planos de las formas, pero modificó el material separando todas las figuras: cada objeto que se tiene que encajar tiene un simple marco que se ajusta con el trozo, tal como hacen los carpinteros en la construcción exacta y ajustada, cosa que es la primera prueba de habilidad del operario.

Cada pieza de distinta forma (cuadrados, rectángulos, círculos, triángulos, trapecios, óvalos, etc.) tenía un color azúl luminoso, mientras que los marcos separados por cada pieza eran todos cuadrados, de la misma dimensión y de color blanco. De esta forma se podían hacer muchas combinaciones con los trozos separados, y se podían multiplicar las agrupaciones ya que era fácil poner los marcos uno al lado del otro.

Para poder tener juntos los grupos, preparó bandejas de madera que pudieran contener seis cuadrados, y para eso había seis figuras superpuestas de tres en tres. El fondo azúl de estas bandejas de madera resalta, cuando se dejan los marcos y se sacan las figuras, porque queda un fondo idéntico a la figura en la forma y color.

Para los primeros ejercicios hizo construir una bandeja con un fondo rectangular de la misma dimensión que las maderitas: el fondo azúl oscuro está rodeado con un marco que sobresale y que mide 6 mm de grosor y 2 cm de ancho. Sobre este marco se pone una tapadera construida con listones de 2 cm de grosor que entrecruzan un transversal y dos perpendiculares de manera que forman seis cuadrados iguales. Esta tapadera gira alrededor de un eje pequeño que está fijado a una pequeña anilla.

Sobre el fondo azúl se pueden adaptar perfectamente seis cuadrados de madera de 10 cm de lado y 6 mm de grosor que quedan fijados por la tapadera, si se cierra, porque cada listón se coloca encima de los lados extremos de dos maderas adyacentes, de manera que quedan bien fijadas y el conjunto se puede considerar como si fuera una sola pieza.

Esta bandeja tiene la ventaja de que se pueden hacer todas las combinaciones posibles de figuras geométricas, cambiando las piezas, y además asegura la inmovilidad de los marcos. El marco y los lados externos e internos de la bandeja están pintados de color blanco. En cambio, los trozos que se han de encajar son azules como el fondo de la bandeja.

Montessori ordenó fabricar también cuatro cuadrados macizos, del mismo color azúl, porque así se podía adaptar la bandeja para contener sólo una, dos, tres, cuatro o cinco figuras geométricas, y no seis; porque es muy importante que en las primeras enseñanzas se expongan sólo dos o tres figuras que contrasten o que al menos sean de forma muy distinta (por ejemplo, un círculo y un cuadrado). De esta forma se puede multiplicar la posibilidad de combinaciones.

También preparó un pequeño armario que puede ser de cartón o de madera con seis estantes. Consiste en una caja en la que la parte anterior se puede bajar, como las cajas que utilizaban los abogados, y las seis maderas colocadas sobre pequeños soportes laterales pueden contener cada una seis cuadrados. En el primer estante colocó los cuatro cuadrados macizos, y dos que tiene un trapecio y un rombo; en el segundo estante, un cuadrado y cinco rectángulos de la misma medida y amplitud decreciente; en el tercero, seis círculos de diámetro decreciente; en el cuarto, seis triángulos; en el quinto, polígonos que van del pentágono al decágono; en el sexto, diversas figuras curvas, elipse, óvalo y una figura decorativa (cuatro arcos entrecruzados).

Las tres series de cartones.- A este material se le añadieron cartones blancos, cuadrados de 10 cm de arista. Encima de una primera serie de estos cartones hay enganchada una figura geométrica de papel azúl, del color de los trozos que se deben encajar, y que tiene las mismas dimensiones y la forma de todas las figuras geométricas de la colección; sobre una segunda serie de cartones iguales está enganchado el marco también de color azúl, de las mismas figuras geométricas, y el marco tiene un centímetro de grueso; sobre una tercera serie de cartones iguales se dibujó con una raya negra el marco que reproduce las figuras con las mismas dimensiones y formas. Esta idea se encuentra también en Séguin.

Ejercicio con los encajes.- Consiste en mostrarle al niño la bandeja con diversas figuras, sacar las piezas, mezclarlas sobre la mesa e invitar al niño a que las vuelva a colocar en su lugar.

Este juego también pueden hacerlos los niños que no tiene tres años, pero no es tan atractivo como el de los encajes sólidos. Montessori no vio que lo repitieran más de cinco o seis veces seguidas.

El niño gasta mucha energía en este ejercicio. Debe reconocer la forma y observar mucho. Al principio muchos consiguen encajar las piezas a base de pruebas, mirando de poner, por ejemplo, de colocar sucesivamente un triángulo en un trapecio, en un rectángulo, etc. O cuando cogen un rectángulo y reconocen el lugar donde lo tienen que poner, lo prueban, pero ponen el lado largo en el lugar del corto y sólo después de muchos intentos llegan a ponerlo en su lugar. Al cabo de tres o cuatro pruebas sucesivas, el niño reconoce con

una facilidad extrema las figuras geométricas y pone los encajes con expresión de seguridad, y de forma despreocupada, de menosprecio hacia el ejercicio que ya considera demasiado fácil.

Este es el momento en que el niño se puede iniciar en una “observación” metódica de las formas, cambiando convenientemente las piezas sobre el atril y pasando de los contrastes a las semejanzas. Entonces el ejercicio resulta fácil para el niño, que se acostumbra a reconocer las figuras y a colocar las piezas de encaje en su lugar sin esfuerzo ni pruebas.

En un primer momento en que el niño ve figuras de forma contrastada, va muy bien asociar a la sensación visual sensaciones táctilo-musculares porque facilitan el reconocimiento. Montessori hacía tocar con el índice de la mano derecha tanto los lados del trozo a encajar, como el lado interior de la pieza que deberá caber y que repite la figura del mismo trozo, y procuraba que esto fuera un hábito del niño. Prácticamente es algo muy fácil porque a los niños pequeños, lo que más les gusta es tocar: algunos niños que aún no reconocen una figura mirándola, la reconocen tocándola. Evidentemente que asociar el sentido táctilo-muscular con el de la vista ayuda mucho a percibir las formas y fija la memoria.

En estos ejercicios el control es absoluto, como en los encajes sólidos porque la figura sólo puede entrar en el marco que le corresponde, por eso el niño se puede ejercitar solo y hacer una auténtica autoeducación sensorial, por lo que se refiere a la percepción visual de las formas.

Ejercicios con las tres series de cartones

Primera serie: Se le dan al niño algunos cartones con las figuras llenas y formas para encajar, es decir, las figuras centrales sin la pieza que hace de marco, correspondientes a las figuras. Se mezclan, el niño ha de ordenar los cartones en fila sobre la mesa (cosa que le encanta), y después adaptar encima los trozos. Aquí el control se encuentra en la vista: el niño debe reconocer la figura y adaptarle encima el trozo, de forma que lo cubra y lo esconda. El ojo del niño aquí es el marco que antes conducía materialmente a adaptar las dos piezas entre ellas. Además, el niño se debe habituar a tocar los contornos de la figura llena, como simple ejercicio y después de haber superpuesto el trozo, lo sigue tocando alrededor, como si lo ajustara con el dedo para que superposición sea perfecta.

Segunda serie: Se le dan al niño un montón de cartones y el grupo de formas para encajar que corresponden a las figuras dibujadas con el contorno de color azúl.

Tercera serie: Se le dan al niño cartones con las figuras simplemente dibujadas en negro y las formas para encajar como antes. El niño entonces, se prepara para interpretar con la vista los contornos de las figuras dibujadas y también se le prepara con la mano en el dibujo de las mismas figuras por medio de los movimientos que ha hecho.

Ejercicios para distinguir los sonidos

La educación del oído nos conduce especialmente a las relaciones del sujeto con un ambiente en movimiento que produce sonidos o ruidos. Donde todo está quieto, hay el silencio absoluto. El oído pues, es un sentido que sólo puede recibir percepciones si en el entorno del sujeto existe movimiento.

Una educación del oído que parta de la “inmovilidad” para llegar a la percepción de los ruidos o de los sonidos provocados por movimientos es una educación que parte del silencio.

El silencio es también la búsqueda de “esfuerzos colectivos” porque para obtener el silencio en un ambiente, es necesario que todas las cosas y personas estén en una inmovilidad absoluta. No hay duda que la búsqueda del silencio ha de provocar un vivo interés, como de hecho pasa en los niños.

El sentido del oído también nos da una idea clara de en qué consiste la primitiva y básica educación de los sentidos, porque consiste en “poder oír más”. El oído oye más (llega a una mayor agudeza) cuando oye ruidos “más ligeros” que antes. La educación de los sentidos conduce pues, a advertir los estímulos mínimos, y cuanto más pequeña sea la cosa percibida mayor es la capacidad sensorial. Por eso la educación de los sentidos permite avanzar esencialmente en la apreciación “mínima” de los estímulos externos. Por ejemplo, un hombre semisordo ( tal como lo ha presentado Itard) puede ser educado y percibir ruidos más pequeños que los que oía antes sin educación, y puede llegar gradualmente a percibir los ruidos que oye el hombre normal sin una educación auditiva.

Sobre esta base, Itard, con una sucesión de estímulos que van desde el contraste a la gradación hasta los mínimos, llevó a muchas personas semisordas a oír la voz que le habla y por tanto, a poder hablar, curando así a un gran número de mudos.

Otro principio de la educación sensorial es saber “distinguir” diferencias entre los estímulos. Esto incluye como preparación pedagógica una “clasificación” entre diversos grupos de sensaciones, y después la gradación que permita cada grupo.

Aquí se podrán distinguir al principio los ruidos de los sonidos, empezando por diferencias contrastadas hasta llegar a diferencias imperceptibles, y después el

timbre diverso de los sonidos que tienen diversos orígenes, la voz humana y los instrumentos, y finalmente la gama de los sonidos musicales.

Las lecciones del silencio son ejercicios independientes que tienen un efecto práctico importante sobre la disciplina. El análisis de los sonidos del lenguaje es el ejercicio que se hace a la hora de aprender el alfabeto.

En cuanto a los ruidos, en esa época se utilizaba un material educativo muy simple y primitivo, que consistía en cajas de madera o cartón idénticas de dos en dos, preparadas de tal forma que si se colocaban en serie, creaban seis ruidos graduados.

Para la educación del sentido musical, Montessori adoptó una serie de campanas que Anna Maccheroni hizo preparar muy cuidadosamente. Las campanas, puestas encima de un soporte y separadas entre ellas, son idénticas, pero si se las toca con un martillito, reproducen las siguientes notas:

La única diferencia perceptible es la del sonido. En cada campana hay una doble serie, y se pueden transportar, por tanto, se pueden mezclar como todos los objetos de la educación sensorial.

El primer ejercicio consiste en coger las campanas por el pie, hacerlas vibrar con el golpe del martillito, reconocer las dos campanas que reproducen el mismo sonido y colocarlas de lado ( se excluyen los semitonos). Después se tiene que saber percibir los tonos de la escala en su sucesión, y en este caso es la maestra la que dispone una serie de campanas en el orden que quiere, y deja la otra serie mezclada. El ejercicio también consiste en aparejar ya que se trata de provocar el sonido de una de las campanas fijas en la serie, y buscar en el montón de la otra serie aquella campana que le corresponda.

Cuando la oreja ya está suficientemente educada para reconocer y recordar la sucesión de los simples sonidos de la escala, entonces los niños tienen la posibilidad de colocar ellos solos las campanas separadas o mezcladas en el orden y sucesión de los tonos, guiados sólo por el propio oído musical y pueden añadir también los semitonos.

No se puede decir que la misma música continuará y consolidará la educación musical, igual como que el estudio de la pintura continuará la educación visual de los colores, etc. Pero la base exacta de una “percepción clasificada” que queda grabada en el niño tiene un valor inestimable de cara al progreso sucesivo.

18.7 El mecanismo de la escritura

La escritura es un acto complejo que tiene una parte que se refiere a los mecanismos motores y otra que es un verdadero trabajo propio de la inteligencia.

Montessori distingue dos grupos principales de movimientos: el que se refiere al uso del instrumento para escribir, y el otro que es el dibujo de la forma de cualquier letra del alfabeto. Estas partes constituyen el “mecanismo motor” de la escritura, que en realidad se podría sustituir por auténticas máquinas y en este caso es también un “mecanismo”, aunque de otro tipo, que para Montessori convenía desarrollar como hace la dactilografía.

El hecho de que una máquina puede permitir al hombre escribir es una aclaración para comprender como ambas cosas, es decir, los mecanismos y la función más alta de la inteligencia que utiliza el lenguaje gráfico para expresarse, se pueden separar perfectamente.

Los mecanismos fisiológicos son los que permiten un análisis cuidadoso porque observando como se escribe y notando los diversos coeficientes que concurren, es posible no sólo distinguirlos sino también “separarlos” uno de otro.

El primer grupo de movimiento, es decir, el que se refiere al uso del instrumento para escribir ( el hecho de aguantar la pluma o el lápiz que se coge con los tres primeros dedos y se mueve de arriba a abajo con esa uniformidad segura que se suele llamar “impulso” de la escritura). Es un movimiento tan individual que cada persona aunque utilice el mismo alfabeto, pone en la escritura su propio carácter. Existen tantas escrituras como personas.

En la infancia quedan fijados los “mecanismos motores”. El niño va elaborando y fijando a través del propio ejercicio, y a esto obedece un impulso individual, los caracteres de la propia individualidad. En esta edad los mecanismos motores se encuentran en el “periodo sensitivo”. Están en movimiento para obedecer las órdenes ocultas de la naturaleza, es decir, en todos los esfuerzos motores, el niño encuentra la satisfacción jocosa de responder a una necesidad de la vida.

Esta edad no es la que normalmente en las escuelas procuran provocar los mecanismos motores de escritura, pidiéndole a la pequeña mano, que ahora ya es adulta porque ha fijado muchos movimientos, el esfuerzo torturando, incluso deformando, el “volver atrás” en el camino de su crecimiento. La mano del niño de seis o siete años ya ha superado el periodo de la sensibilidad motora. Aquella manita ha ultrapasado el tiempo en el que se coordinan los movimientos, en el que se “crea” la mano “funcional” y por esto, se “ve condenada” a hacer un esfuerzo doloroso y antinatural.

Montessori afirma que es conveniente volver atrás para poder encontrar la mano infantil todavía no coordinada, “mórbida en la función”, es la pequeña mano que busca, del niño pequeño de cuatro años que “toca todas las cosas de su entorno” en el intento irresistible e inconsciente de establecer las coordinaciones definitivas.

El aprendizaje de la escritura tiene una duración muy corta porque sólo empiezan la enseñanza los niños que manifiestan un deseo y prestan una atención espontánea a las lecciones que la directora hace a otros niños y a los ejercicios en que se ocupan los otros. Algunos aprenden a escribir sin haber recibido lecciones, únicamente porque han oído las lecciones que se dan a otros. Todos los niños, a partir de los cuatro años en general, manifiestan un gran interés por la escritura. Sobre todo están entusiasmados por tocar las letras de papel de vidrio.

La caligrafía es una enseñanza necesaria para corregir defectos ya adquiridos y fijados. Y es un trabajo más largo y pesado porque el niño ve el modelo y debe hacer el movimiento adecuado para reproducirlo sin que haya una correspondencia directa entre la sensación visual y el movimiento. Además la caligrafía se enseña en una edad en la que ya están adquiridos todos los defectos cuando ya ha pasado el periodo fisiológico en el que la memoria muscular es más activa. El error fundamental del método de la caligrafía, que es el mismo que el de la escritura: comenzar por palitos.

En el método Montessori, en cambio, prepara directamente al niño para la escritura y para la caligrafía en los dos actos principales: la belleza de la forma(tocar letras) y el impulso del signo (ejercicios de pintar figuras).

El análisis de los movimientos de una mano que escribe

Para poder ayudar la estabilización de la escritura conviene hacer primero un análisis de los diversos movimientos que se suceden y procurar desarrollarlos por separado, independientemente de la verdadera escritura.

En los ejercicios de los sentidos, que van acompañados de “movimientos de la mano” muy suaves, y que son tan interesantes para el niño, hasta el punto de entretenerlo en una repetición indefinida de los mismos actos, se encuentran el tiempo psicológico y los medios externos idóneos para una preparación remota de los mecanismos de la escritura.

La mano que escribe debe poder sostener con los dedos un instrumento para escribir y conducirlo con mano ligera a trazar signos determinados. Para aguantar el instrumento para escribir no sólo se necesita la tarea de los tres dedos que lo sostienen, sino además la cooperación de la mano que ha de pasar ligeramente por encima del papel donde se escribe.

La primera dificultad de la mayoría de los escolares no es tanto la de “aguantar la pluma con la mano”, sino la de mantener la “mano ligera”, es decir, de sostener, de no cargar la mano ( el niño hace grujir la tiza sobre la pizarra, la pluma sobre el papel, y a menudo rompe la tiza y la pluma. Ha cogido y aguanta con temblores el objeto que escribe, pero su esfuerzo va dirigido a combatir el peso insostenible de la mano.

Además, la mano totalmente no coordinada no puede hacer signos tan precisos como son las letras del alfabeto. Sólo los puede ejecutar una mano que ya es capaz de dirigirse determinadamente. Esto que se denomina una “mano firme”, es condición necesaria para poder escribir. Adquirir todo esto requiere largos ejercicios repetidos con paciencia, y si éstos se han de hacer junto con el aprendizaje de la escritura, es decir, si la mano ruda e inadaptada para escribir se debe pulir “escribiendo”, esto será el obstáculo mayor para el progreso de la escritura.

En cambio, con el método Montessori, los niños pequeños ya tienen “la mano afinada y preparada para escribir”.

Los tres dedos que sostienen el instrumento: A los tres años los niños cambian de lugar los cilindros de los encajes sólidos, sosteniendo con los tres dedos el botón para cogerlos, que tiene más o menos las mismas dimensiones que un palo para escribir. Los tres dedos hacen una infinidad de veces aquel ejercicio que coordina los órganos motores predestinados a escribir.

La mano ligera: El niño de tres años y medio se moja las puntas de los dedos con agua tibia, se tapa los ojos con una venda y dirige sus energías a un único esfuerzo, el de “mantener la mano en el aire y ligera” para que los dedos “frieguen” la superficie del plano liso o áspero. Este esfuerzo de mantener y aligerar la mano comporta la agudización de la “sensibilidad táctil” de aquellos dedos que un día escribirán. Y así a medida que crece se va puliendo el instrumento más precioso de la voluntad humana.

La mano firme: Existe algo que precede a la habilidad de dibujar, es la posibilidad de mover la mano de una manera determinada, de poderla dirigir exactamente. Esta habilidad es una propiedad genérica de la mano porque se refiere a la mayor o menor posibilidad de coordinar los movimientos.

El ejercicio con los encajes planos consiste en tocar exactamente los contornos y los lados de las formas geométricas con la guía de un relieve de madera que ayuda a la mano inexperta a contenerse dentro de los límites asignados. Mientras el ojo se acostumbra a ver y a reconocer las formas que la mano va tocando. Esta preparación tan remota e indirecta es una preparación de la mano para escribir, no es una preparación de la escritura. Y no pueden confundirse estas dos preparaciones.

Preparación directa de la escritura. El análisis de sus factores.

Descripción del material para el dibujo y la escritura: Atriles, encajes de hierro, figuras dibujadas y lápices de colores.

Montessori fabricó dos atriles iguales, que consistían en dos tableros de madera inclinados ligeramente sobre el plano horizontal y sostenidos por cuatro pies de madera. En la parte inferior inclinada del atril, hay un palo transversal que impide que los objetos patinen. Cada atril tiene cuatro piezas cuadradas para encajar de 10 cm de lado, de hierro y de color marrón, y en medio de cada pieza está la figura geométrica para encajar, también de hierro, de color azúl y en medio tiene un botoncito de latón.

Material para tocar las letras: Maderitas con las letras del alfabeto en papel de vidrio, y tableros de grupos de letras según la semejanza de la forma

Ejercicios: Si se colocan de lado los dos atriles aparentan uno solo que contiene ocho figuras y se puede poner, por ejemplo, sobre la mesa de la maestra. El objeto es llamativo y el niño puede escoger una o más figuras, y coge al mismo tiempo la pieza cuadrada y la figura para encajar.

La semejanza con los encajes planos, que ya conocen los niños, es total: sólo que aquí el niño tiene las piezas libres, a su disposición; estas piezas pesan mucho. El niño toma la pieza cuadrada, la pone sobre el folio blanco y con un lápiz de color dibuja el contorno del centro vacío de la pieza, después la saca y en el papel queda una figura geométrica.

Es la primera vez que el niño reproduce con el dibujo una figura geométrica.

18.8 La educación en la paz y por la paz

La adquisición de la paz debe convertirse en objeto de una ciencia: la de la educación y la formación del hombre.

Montessori propuso principios y métodos de educación que encaminarían al individuo y a toda la humanidad al establecimiento de la paz. En la infancia existe mayor sensibilidad para esta educación, pues el carácter no se altera por la influencia de la sociedad. El niño educa al adulto cuando éste desea imitar sus cualidades, como la pureza, la inocencia.

Si se fomenta la rivalidad, la ambición, la prisa de posesión, no se puede esperar que el hombre con tal educación se vuelva bueno, aunque se predique la bondad en la edad adulta.

Montessori buscó suprimir los castigos humillantes, sobre todo los golpes, que van en contra de la dignidad humana. La estricta obediencia a una adulto severo equivale a la esclavitud y se debe sustituir por una disciplina natural,

libre y espontánea. Se negó a las recompensas; en contrapartida, ofreció la posibilidad de elegir libremente el objeto de trabajo.

18.9 La obra montessoriana y sus límites

Resulta impresionante constatar la pobreza de la tesis montessoriana acerca de la noción de interés, la cual ha sido básica para un gran número de educadores como Decroly y Dewey.

Montessori no trató la crisis de personalidad que se presenta de los tres a los siete años. La crisis del “yo”, de lo “mío”, que Wallon consideró un fenómeno normal. Lo mismo ocurre con Piaget, quien concluyó que el egocentrismo, consistente en confundir el “yo” con el “no-yo”, caracteriza la segunda infancia y constituye “una cierta manera de vivir en sí mismo que desarrolla la riqueza de sensaciones inexplicables, imágenes y esquemas personales. Montessori percibió egoísmo infantil.

Por otro lado, Montessori se interesaba más por la práctica. No contaba con una formación psicológica, lo que le impedía estudiar y comparar la influencia de los diferentes ambientes sociales.

Descubrió medios prácticos para una terapia educativa aun cuando no buscó fundamentar teóricamente sus explicaciones sobre las “desviaciones”.

Fue una educadora muy dinámica que propagó su sistema a nivel mundial, lo que le permitió no sólo despertar polémicas sino también elogios y admiración.

18.10 Conclusión

Montessori pertenece a la Escuela Activa, es ajena a las corrientes del Naturalismo puro, del Positivismo teórico y del Neoidealismo italiano. Sin embargo, es innegable la manera constructiva en que retomó diferentes puntos de vista de estas corrientes educativas más antiguas o contemporáneas.

Se la ha criticado con que se limitó a utilizar su inteligencia y experiencia para elaborar una síntesis de ideas por completo divergentes.

El principio de libertad se tradujo en una actividad no dirigida, pero realizada en un ambiente y contexto organizados de tal forma que posibilitaron al niño la autoeducación y el autocontrol.

El principio de espontaneidad tomó la forma de la libre elección hacia el objeto de interés según las necesidades del momento.

Sus teorías sobre la normalización, la absorción y los periodos sensibles constituyen un importante aportación. Se trata de grandes innovaciones que

contribuyeron al avance de la metodología educativa y al conocimiento de la psicología del niño pequeño.

Su pedagogía es más una génesis que una síntesis, más una creación que la simple construcción de un método.

La aplicación de los principios de libertad y espontaneidad propicia la manifestación, libre y sin trabas, de las potencialidades intelectuales que así, no se pierden, aunque pueden desviarse si el educador no tiene en cuenta las leyes del crecimiento físico y psíquico del niño.

El que elaborase un método recurriendo a los datos que le proporcionaron ciencias como la Biología, la Psicología y la Sociología, no significa una debilidad, sino que es parte integrante de las Ciencias de la Educación.

MARIA MONTESSORI, MD (1870-1952)

La observación científica ha establecido que la educación no es lo que el maestro le da, la educación es un proceso natural espontáneo realizado por el ser humano, y no se adquiere escuchando palabras, sino por las experiencias sobre el medio ambiente. La tarea del profesor se convierte en la de preparar una serie de motivos de actividad cultural, repartidas en un ambiente especialmente preparado, y luego abstenerse de la interferencia molesta. Maestros humanos sólo puede ayudar al gran trabajo que se está haciendo, como siervos ayudar al maestro. De lo contrario, serán testigos del desarrollo del alma humana y el levantamiento de un nuevo

hombre que no quiere ser víctima de los acontecimientos, sino que tendrá la claridad de visión para dirigir y dar forma al futuro de la sociedad humana.

- Maria Montessori, Educación para un Nuevo Mundo

LA MUJER Y SU MÉTODO

¿Quién era esta mujer que comenzó una revolución educativa que cambió la forma de pensar sobre los niños más que nadie antes ni después?

Maria Montessori, nacido en 1870, fue la primera mujer en Italia para recibir un título de médico. Trabajó en los campos de la psiquiatría, la educación y la antropología. Ella cree que cada niño nace con un potencial único para ser revelado, y no como una "pizarra en blanco" a la espera de ser escrito sobre. Sus principales contribuciones a la labor de aquellos de nosotros crianza y educación de los niños se encuentran en las siguientes áreas:

Preparación del entorno más natural y mantienen la vida del niño

La observación del niño que vive libremente en este entorno

Adaptar continuamente el entorno para que el niño pueda realizar su máximo potencial - física, mental, emocional y espiritualmente

LOS PRIMEROS AÑOS

Maria Montessori fue siempre un poco por delante de su tiempo. A los trece años, en contra de los deseos de su padre, pero con el apoyo de su madre, comenzó a asistir a una escuela para niños técnico. Después de siete años de ingeniería comenzó premedicación y, en 1896, se convirtió en un médico. En su trabajo en la Universidad de Roma psiquiátrica clínica del Dr. Montessori desarrolló un interés en el tratamiento de niños con necesidades especiales y, durante varios años, trabajó, escribió y habló en su nombre.

En 1907 se le dio la oportunidad de estudiar niños "normales", encargándonos de cincuenta niños pobres de las calles sucias y desoladas del barrio San Lorenzo, en las afueras de Roma. La noticia del éxito sin precedentes de su trabajo en esta Casa dei Bambini "Casa de los Niños" pronto se extendió por todo el mundo, las personas que vienen de muy lejos para ver a los niños por sí mismos. La Dra. Montessori fue sorprendido como cualquiera en cuenta el potencial de estos niños:

Suponiendo que me dijo que había un planeta sin escuelas ni maestros, el estudio era desconocido, y sin embargo los habitantes - no hacer nada sino vivir y caminar alrededor - llegó a conocer todas las cosas, de llevar en su mente la totalidad de aprendizaje: no te creo Se romance? Bueno, esto que parece tan extravagante como para ser nada más que la invención de una fértil imaginación, es una realidad. Es la manera del niño de aprender. Este es el camino que sigue. Se entera de todo sin saber que lo está aprendiendo, y al hacer

eso pasa poco del inconsciente al consciente, pisando siempre en los caminos de la alegría y el amor.

 

DE EUROPA A LOS ESTADOS UNIDOS

Invitó a los EE.UU. por Alexander Graham Bell, Thomas Edison, entre otros, la Dra. Montessori habló en el Carnegie Hall en 1915. Ella fue invitada a crear un aula en la Exposición Panamá-Pacífico, en San Francisco, donde los espectadores vieron veintiún hijos, todo nuevo a este método Montessori, detrás de una pared de vidrio para cuatro meses. El único galardonado con dos medallas de oro para la educación fue a esta clase, y la educación de los niños pequeños se alteró para siempre.

INDIA y EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ

Durante la Segunda Guerra Mundial Dra. Montessori fue forzado al exilio de Italia a causa de sus opiniones antifascistas y vivió y trabajó en la India. Fue allí donde desarrolló su trabajo Educación para la Paz, y desarrolló muchas de las ideas que se enseñan en los cursos de formación a sus hoy. Fue nominada dos veces para el Premio Nobel de la Paz.

LA PRIMARIA PROGRAMA MONTESSORI

En Roma, la Dra. Montessori desarrolló el programa Montessori para los años de primaria para el niño de 6-12. Empezó, como las clases de primaria hacen hoy en día, con el plan de estudios requerido de Italia de su tiempo. Se adaptó el tradicional profesor-imparten materias en las artes y las ciencias para que los niños puedan utilizar los materiales para guiar su investigación abierta y seguir sus intereses individuales, que trabajan a un nivel mucho más alto que antes era (y es en la actualidad!) Pensaba posible que los niños de esta edad. El niño primaria, cuando se les permite trabajar de forma independiente en lugar de ser enseñada en grupos dirigidos por un profesor, y en clases con un grupo mixto de edad de 6-12 - años de edad, estudiantes de inspirar y enseñar a los demás, señores materias académicas no se enseña hasta media o alta escuela.

LA ESCUELA SECUNDARIA Y EL PROGRAMA DE LA ESCUELA SECUNDARIA

Montessori tenía muchas ideas para el niño a esta edad. Para más información sobre este nivel de edad ver: Montessori 12-18

LOS ASISTENTES AL PROGRAMA MONTESSORI INFANCIA

En la década de 1940, inspirado por el increíble potencial de los niños realizadas en los primeros años, la Dra. Montessori afirmó que tres años era demasiado tarde para comenzar a apoyar el trabajo y el desarrollo de los niños. En 1947, los asistentes al programa Montessori Infancia se inició en Roma. Esta fue una de 3 años, a tiempo completo programa que todavía se enseña hoy en varios países. Para una visión general del trabajo de Montessori a esta edad, véase: Montessori 0-3

HOY

Desde su muerte el interés en los métodos de la Dra. Montessori han seguido extendiéndose en todo el mundo. Su mensaje a los que ella siempre había emulado a volver la atención al niño, a "seguir al niño". Es debido a este principio básico, y las pautas de observación dejados por ella, que las ideas de la Dra. Montessori nunca llegará a ser obsoleto.

Muchas personas, al oír el alto nivel académico alcanzado por los alumnos en el sistema educativo, se pierda el punto y creo que las matemáticas Montessori manipuladora (como ejemplo) es todo lo que hay en el método Montessori. Es fácil de adquirir materiales y tomar cursos cortos para aprender a usarlos, pero el valor real de Montessori requiere entrenamiento prolongado y exhaustivo para el adulto.

El potencial del niño no es sólo mental, sino que se revela sólo cuando la completa "método Montessori" se entiende y lo siguió. Elegido por el niño, el trabajo práctico, la atención de los demás y el medio ambiente, y sobre todo los altos niveles de concentración alcanzado cuando el trabajo es respetado y se interrumpe, no revelan a un ser humano que es superior no sólo académicamente, sino también emocional y espiritualmente, un niño que se preocupa profundamente por los demás y el mundo, y que trabaja para descubrir una manera única e individual a contribuir. Esta es la esencia de la verdad "Montessori" El trabajo de hoy.

NOTA: El nombre "MONTESSORI" Debido a un fallo judicial hace años, el uso de la palabra "Montessori" no está protegido y puede ser utilizado por cualquier persona para cualquier propósito, para describir las escuelas, los centros de formación del profesorado y los juguetes y materiales. Por lo tanto, recae sobre cada persona a la investigación "real" Montessori para su hijo o hija.

Para obtener más información sobre la enseñanza Montessori y crianza de los hijos, centros de formación, materiales, conferencias, etc, volver a www.michaelol

af.net

Si usted vive en los EE.UU. y está interesado en los juguetes de Montessori y materiales educativos que apoyan las ideas de Montessori en el hogar o la escuela, para niños desde el nacimiento hasta los 12 años, vaya a este enlace: materiales Montessori

Autor: mujernueva | Fuente: mujernueva María Montessori

Constante investigadora, buscó una reforma educativa creando el sistema educativo "Montessori"

 

María Montessori

Maria Montessori suele pasar desapercibida por muchos de sus coterráneos, aún cuando estuvo por muchos años en los billetes de 1.000 liras. Una mujer pionera no sólo en su país, sino en todo el mundo, la Dra. Montessori se destacó por su estudio del aprendizaje de los niños. Por sus aportes al mundo de la educación y de la valoración del niño, fue nombrada tres veces para el Premio Nobel de la Paz (1949, 1950 y 1951).

Nació en Chiaravalle, Italia, el 31 de agosto de 1870 y se recibió en medicina en 1896, volviéndose la primera mujer médico de Italia. Poco tiempo después, fue elegida para representar a Italia en dos conferencias: una en Berlín (1896) y otra en Londres (1900), ambas abordando el tema de la mujer. 

Empieza a ejercer su profesión en una clínica psiquiátrica, interesándose por el tratamiento infantil. Constante investigadora, dicta varias conferencias sobre los métodos educativos para niños con deficiencias mentales. En su práctica médica, sus observaciones clínicas la condujeron a analizar cómo los niños aprenden, y concluye que lo hacen a partir de lo que existe en el ambiente.

En 1907 tiene la oportunidad de estudiar niños “normales” cuando abre su primera "Casa de Bambini", en San Lorenzo, barrio pobre de Roma. Con los cerca de cincuenta niños de esta casa-hogar se pone en práctica el método educativo Montessori. Este método está basado en observaciones científicas hechas por la misma Montessori relacionadas con la capacidad que tienen los niños para absorber (casi sin esfuerzo) conocimientos de sus alrededores, así como el interés que éstos tienen por materiales manipulables. Cada material de equipo, cada ejercicio, cada método Montessori desarrollado, se basó en lo que ella observó que los niños hacían "naturalmente", es decir, por sí mismos, sin ayuda de los adultos. 

A los niños se les enseña. Esta verdad simple pero profunda inspiró a Montessori a buscar la reforma educativa (metodología, psicología, enseñanza, y entrenamiento del profesor), basando todo en su esmero en fomentar que es uno mismo quien construye el aprendizaje. 

En 1909 dicta el primer curso de formación profesional, con alumnos de todo el mundo. En 1911 deja la consulta médica y se dedica al trabajo pedagógico. En 1913 viaja por primera vez a Estados Unidos, donde da conferencias sobre su trabajo con los niños. Ese mismo año Alexander Graham Bell

y su esposa Mabel inauguran la Asociación Educativa Montessori en su hogar de Washington, DC. En 1915, atrapa la atención del mundo con su trabajo del aula llamado "la casa de cristal" en el Panama-Pacific International Exhibition (San Francisco) En esta segunda visita a los Estados Unidos, también condujo cursos de aprendizajes para profesores y dirigió las Convenciones Anuales de la Asociación Nacional Educativa "Kindergarden Union". En 1917 el gobierno español la invita a inaugurar un instituto de investigación. En 1919, comienza una serie de cursos de aprendizajes con los profesores en Londres. 

En 1922 fue nombrada inspectora de escuelas en Italia, pero durante la Segunda Guerra Mundial es exiliada por su posición anti-fascista y vive en España, Holanda e India, dónde sigue enseñando su método a profesores.

En 1951 se retira de su vida como conferenciante. Luego de 14 años de exilio, regresó a Italia para reorganizar las escuelas e ingresar como docente a la Universidad de Roma. Montessori había comenzado su tarea en una de las comunidades más pobres de Roma; su propósito era mejorar la sociedad, partiendo del estrato más bajo del pueblo. 

Con el método Montessoriano los niños aprenden a leer, escribir, contar y sumar antes de completar los 6 años de edad. Su sistema, junto con el material pedagógico, tiene un gran valor y cualidades didácticas, pero la eficacia de este material radica en el principio construido con base en el estudio y la comprensión de la actividad intelectual y el desenvolvimiento moral del infante. 

María Montessori falleció en 1952, en Noordwijk, Holanda, tras aportar al mundo de la pedagogía un nuevo método y el material didáctico que hoy es de gran ayuda en el período de formación preescolar

María Montessori (1870-1952)

Nació en Chiaravalle, cerca de Roma, el 31 de marzo de 1870, y fue la primera mujer italiana que recibió el

título de doctora en Medicina. Encargada de un curso sobre la educación de niños con dificultades especiales para los maestros de Roma y directora durante dos años de la Escuela Normal Ortofrénica en la misma ciudad, continuó sus estudios en Londres y en París.

Frecuentó después de 1902, los cursos de filosofía en la universidad romana y los de psicología experimental en las de Turín y Nápoles. A partir de la inauguración, en 1907, de las dos Case dei Bambini y de la publicación de su primera obra "El Método de la Pedagogía". Se dedicó a la propaganda y organización de las "Casas", actividad que desplegó en el mundo entero durante cuarenta años. María Montessori falleció a la edad de 82 años en Nordwijk, Holanda.

Su método, expandido ya alrededor del mundo, se enfoca en el desarrollo de la iniciativa e independencia infantil, permitiendo a los niños hacer por sí mismos las cosas que les interesan pero con límites marcados. Está comprobado que el Método Montessori permite a los niños parender a leer y a escribir más rápido y con una gran facilidad.

 

Una educadora diferente

 

Josephine Baker

Candice BergenCamille ClaudelMarlene DietrichIsadora DuncanFrances Farmer

Rosaura RevueltasSusan Sarandon

Simone de Beauvoir

Safo de Lesbos

En enero de 1907 la doctora Maria Montessori abrió su primera “Casa para niños” en Roma, donde puso en práctica su método de enseñanza que cambiaría para siempre la educación en el mundo.

Maria Montessori fue una adelantada para la época en que vivió. Nacida el 31 de agosto de 1870 en Chiaravelle, en la provincia de Ancona (Italia) en el seno de una familia de clase media, tuvo la oportunidad de asistir a la Universidad y estudiar medicina. En aquella época no se concebía en Italia que una mujer pudiera ser médico y de hecho la Universidad de Roma donde estudió no admitía a mujeres para cursar esta carrera. Sin embargo no se sabe muy bien como, ella consiguió que la admitieran. De este modo en 1896 se convirtió en la primera mujer doctora en

Fanny Blankers-KoenMildred DidriksonHeike DrechslerKrisztina Egerszegi

Cathy FreemanStefka KostadinovaNawal El MoutawakelWilma Rudolph

Yelena ShushunovaIrena Szewinska

Stanislawa Walasiewicz

Clara Campoamor

Emma GoldmanOlympe de GougesDolores Ibarruri

Alexandra Kollontai

Rosa LuxemburgoTheroigne de Mericourt

Ethel Rosenberg

medicina que tuvo Italia, y además con unas calificaciones sobresalientes.

Poco despues empezó a trabajar en la propia Universidad de Roma, como ayudante en el departamento de psiquiatría. En esta época se interesó de forma especial por la educación de los niños que tenían algún tipo de deficiencia mental, y aplicando métodos experimentales de dos profesores franceses que ella admiraba, logró que estos niños aprendieran a leer y a escribir. Incluso conseguía que niños con deficiencias consiguieran aprobarar los examenes escolares para niños "normales".

¿Cómo lo había conseguido? ¿Qué tipo de técnicas utilizaba esta jovencita que se movía con tanta celeridad y seguridad al mismo tiempo? Lo que hacía era reforzar la autoestima de los chicos a través de juegos y de trabajos manuales, y una vez que ellos sentían que podían avanzar, María iba transmitiéndoles el conocimiento de las letras y de los números. En poco tiempo, la doctora empezó a ser respetada entre el pequeño grupo de profesores y de padres que la conocían y ella pensó que su método podría ser aun más eficaz si lo ponía en práctica con chicos que no tuvieran ningún tipo de dificultad.

El principio básico que ella sostenía era que el niño necesitaba estímulos y libertad

Harriet Tubman

Mary Wollstonecraft

Mercedes de AcostaAspasia de Mileto

Alexandra David-Neel

Isabelle Eberhardt

Sofia Kovalevskaya

Maria Montessori

Florence Nightingale

Marina RaskovaTeodora de BizancioValentina Tereshkova

para aprender. El maestro tenía que dejar que el alumno expresara sus gustos, sus preferencias y algo más importante aún, había que dejar que se equivocara y volviera a intentar lo que había iniciado. Montessori insistía en que el rol del maestro dominante había que cambiarlo y dejar que el alumno tuviera un papel más activo y dinámico en el proceso de aprendizaje.

Gracias a ella se dejó de lado, además, la típica idea de las aulas de clase oscuras, sin ventanas, ambientadas únicamente con un pizarrón negro, donde los alumnos estaban como estatuas alineados en sus bancos y en cambio, empezó a valorizarse la importancia que tenían los lugares agradables, amplios, donde los pequeños podían moverse sin problemas y contaban con elementos como cubos, cajas de colores, etc, que contribuían a estimular el cerebro, el intelecto y la capacidad de comunicación infantil.

Basándose en esto, María fundó en Roma en el mes de enero de 1907, la primera Casa para niños (Casa dei Bambini), un lugar donde los niños tuvieran la oportunidad de aprender siguiendo sus innovadores métodos. Contaban con pequeños muebles sencillos y un magnífico material pedagógico (formas geométricas, aros, palos, lápices, pinceles y pinturas de varios colores) que iban haciendo que el aprendizaje fuera ameno, casi como un juego. La influencia que tuvo la doctora con su sistema fue mundial y gran parte de sus ideas hoy forman parte de nuestro conocimiento, lenguaje y manera de entender a los niños y los procesos educativos.

Maria Montessori a su llegada a Nueva York en 1913

En 1913 hizo su primer viaje a Estados Unidos, un país en el que sus ideas tuvieron un gran impacto y donde encontró muchos apoyos, entre los que destacaron el inventor del teléfono, Alexander Graham Bell y su esposa Mabel, quienes promovieron la creación de la Montessori Educational Association en Washington DC. Otros valedores de Maria en Estados Unidos fueron Thomas Edison y Helen Keller, la famosa "alumna" de Anna Sullivan.

Como muestra de la fama que por esta época había adquirido, valgan estas palabras que le dedicó el diario "The Brooklyn Daily Eagle":

"[...] a woman who revolutionized the educational system of the world, the woman who taught the idiot and the insane to read and write, whose success has been so wonderful that the Montessori method has spread into nation after nation as far east as Korea, as a far west as Honolulu and south to the Argentine Republic."

Maria Montessori nombrada Doctor Honoris Causa porla Universidad de Durham, en Holanda (1924)

Es dificil para nosotros comprender el impacto que tuvo Maria Montessori en la renovación de los métodos pedagógicos a principios del siglo XX, pues la mayoría de sus ideas hoy nos parecen evidentes e incluso demasiado simples. Pero en su momento fueron innovaciones radicales, que levantaron gran controversia especialmente entre los sectores más conservadores.

En 1929 fundó en Amsterdam la Association Montessori International (AMI), una organización dedicada a divulgar y promover sus metodos educativos, y que aun continua funcionando (aquí su web). Tras la muerte de Maria, su hijo Mario Montessori se hizo cargo de la AMI hasta su muerte en 1982.

Durante el régimen de Benito Mussolini, María Montessori tuvo el coraje y la valentía de denunciar públicamente que el fascismo cometía actos de brutalidad con los jóvenes al convertirlos en "pequeños soldados", y sus opiniones causaron tanta

molestia en el régimen gobernante que a la doctora no le quedó otra alternativa que exiliarse. Huyo en 1934 a Barcelona, donde estuvo viviendo un tiempo y luego se estableció en Holanda con su esposo y su hijo.

En 1939, cuando tenía 69 años, fue invitada por la Sociedad Teosófica a visitar la India. Precisamente allí le sorprendió el estallido de la Segunda Guerra Mundial, lo que la obligo a permanecer en este país durante el conflicto. Precisamente lo aprovechó para seguir divulgando sus ideas, que fueron muy bien acogidas tambien allí.

Tras acabar la guerra volvió a Europa en 1946 y estuvo en Londres donde dirigió un programa internacional de entrenamiento. En 1947 por fin regresó a su país, Italia, de donde había tenido que huir años antes, y esta vez fue recibida con todos los honores. En 1948 regresó a la India para seguir impartiendo cursos.

Maria Montessori junto a su hijo

En 1949 se estableció definitivamente en Amsterdam, y ese año publicó su libroAbsorbent Mind. En 1950 fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Amsterdam. En tres oportunidades fue nominada para el Premio Nobel (1949, '50 y '51).

En esta etapa de su vida ya había dado cursos y conferencias por todas partes y era reconocida como una institución a nivel mundial. Supo ganarse el título de pionera en la investigación del mecanismo de pensamiento de los niños. Con su método ella demostró que los niños podían aprender a reconocer las letras y a sumar antes de cumplir los seis años. Una de las curiosidades que rodeó a su vida es que, a pesar de que sus ideas eran reconocidas en todas partes y sus conferencias eran traducidas a varios idiomas, en su propio país fue durante años atacada y duramente criticada, probablemente por la fuerte tradición católica de este país, que se adaptaba menos a sus métodos.

Tumba de Maria Montessori

A la edad de ochenta y un años, el 6 de mayo de 1952, María Montessori muere en Noordwijk, Holanda. Desde entonces, su nombre y su obra están siempre en la memoria de todos y se la recuerda como la gran reformadora de la educación.

Además de su labor pedagógica, debe resaltarse tambien su importancia para el movimiento feminista. A finales del siglo XIX una mujer no podía ir caminando sola por la calle sin provocar un escándalo, no podía firmar un cheque y basicamente no podía hacer nada sin el permiso de su padre o de su marido. Sin embargo Maria Montessori consiguió destacar en la escuela, ir a la Universidad y forzar las normas establecidas para convertirse en la primera titulada en medicina de su país, y posteriormente en una figura admirada y respetada a nivel mundial, dejando una obra que continuó viva despues de su muerte.

El legado

Por primera vez, una técnica pedagógica incluía en su fórmula la idea de que el aprendizaje debía provocar felicidad y alentar la propia creatividad y capacidad natural de los niños. Algunas de las ideas que María Montessori puso en practica están aquí resumidas:

El nivel y tipo de inteligencia se conforman fundamentalmente durante los primeros años de vida. A los 5 años, el cerebro alcanza el 80% de su tamaño adulto. La plasticidad de los niños muestra que la educación de las potencialidades debe ser explotada comenzando tempranamente.

Los conocimientos no deben ser introducidos dentro de la cabeza de los niños. Por el contrario, mediante la información existente los conocimientos deben ser percibidos por ellos como consecuencia de sus razonamientos.

Lo más importante es motivar a los niños a aprender con gusto y permitirles satisfacer la curiosidad y experimentar el placer de descubrir ideas propias en lugar de recibir los conocimientos de los demás.

Permitir que el niño encuentre la solución de los problemas. A menos que sea muy necesario, no aportar desde afuera nuevos conocimientos. Permitir que sean ellos los que construyan en base a sus experiencias concretas.

Con respecto a la competencia, la doctora Montessori creía que este comportamiento debía ser introducido solo después de que el niño tuviera confianza en el uso de los conocimientos básicos. Entre sus escritos aparece: “Nunca hay que dejar que el niño se arriesgue a fracasar hasta que tenga una oportunidad razonable de triunfar”.

Ella consideraba no se podían crear genios pero sí, darle a cada individuo la oportunidad de satisfacer sus potencialidades para que sea un ser humano

independiente, seguro y equilbrado.

Otro de sus conceptos innovadores fue que cada niño marca su propio paso o velocidad para aprender y esos tiempos hay que respetarlos.

CASA DE NIÑOS (3 a 6 años)

Recientes estudios muestran que los niños preparados en ambientes Montessori son capaces de enfrentar nuevos retos, ser responsables, escuchar atentamente, adaptarse positivamente a nuevas situaciones, y ser entusiastas al aprendizaje.

Entre los tres y los seis años de edad se cristaliza la construcción de los tres años anteriores (0 a 3), y se continúa la formación y el desarrollo del niño como un ser

individual.

Este espacio es un mundo vivo, en el que no mas de 25 niños de entre 3 y 6 años conviven y aprenden haciendo las cosas por sí mismos. En él se observa una sociedad en pequeño, en la que los adultos están en un segundo plano y donde los niños se organizan, participan, se hacen responsables y ejercen su liderazgo.

En Casa de los Niños el aprendizaje es siempre atractivo y estimulante con inteligencia y autodisciplina. Se dividen en cuatro áreas, aunque ninguna de ellas se encuentra aislada:

Vida prácticaEjercicios encaminadosal cuidado del ambiente y de la persona; implican el desarrollo y perfeccionamiento del movimiento.

SensorialEsta área ayuda al refinamiento de los sentidos por medio de formas, tamaños, texturas, colores, sonidos, olores y sabores. Los niños aprenden a través de la experiencia

MatemáticasEl aprendizaje de las matemáticas inicia desde muy temprana edad y de una manera concreta. Los niños observan y exploran lo que sucede en cada proceso y construyen las bases de las matemáticas y la geometría.

LenguajeConsidera el enriquecimiento del vocabulario, el proceso de lecto-escritura, el gusto por la lectura, la autoexpresión y sienta las bases de aprendizajes

futuros.

Maria Montessori

1870-1952. Educadora y médica italiana.

Libros de Maria Montessori

La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.

Más frases sobre: Educación

Ésta es nuestra obligación hacia el niño: darle un rayo de luz, y seguir nuestro camino.

Más frases sobre: Educación

Si la ayuda y la salvación han de llegar sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad.

Más frases sobre: Niñez

OMUNIDAD INFANTIL (1 a 3 años)

En este periodo se desarrollan las bases para la construcción del ser humano. El movimiento es vital, ya que la habilidad de las manos del hombre está ligada al desarrollo de su mente.

La educación comienza desde el nacimiento. Los primeros años de vida son fundamentalmente, pues es cuando se forma la personalidad del niño. En este periodo se desarrollan las bases para la construcción del ser humano. En esta etapa del aprendizaje el movimiento es vital, ya que la habilidad de las manos del hombre está ligada al desarrollo de su mente, y a través de la historia la vemos conectada al desarrollo de la civilización.

La "Comunidad Infantil" ofrece a los niños un ambiente psíquico, físico y emocionalmente seguro, en donde pueden explorar con seguridad y orientarse en su mundo desarrollando su movimiento, lenjuage, iniciativa e independencia.

Generalmente ingresan a este ambiente a partir de que caminan y permanecen ahí hasta los tres años. Aquí se les ofrece la posibilidad de aprender el cuidado de sí mismos y de los demás.

En este ambiente se fincan las bases sensoriales y de vocabulario indispensables para la formación de conceptos y la adquisición posteriorde los conocimientos matemáticas y lecto-escritura. Se realizan actividades individuales y de grupo que ayudan a la concentración, la repetición y la

adaptación.

Aquí tienen la posibilidad de organizar el mundo que los rodea gracias a su mente abs

¿PRIMARIA? ¿SECUNDARIA?

Una pregunta común sueles ser: ¿hay primarias Montessori? ¿se adapatará mi hij@ en una escuela tradicional si es egresadod e Montessori? Aquí le respondemos.

Tras egresar de Casa de Niños los niños parten a la primaria. Es decisión exclusiva de los papás y

mamás el tipo de educación en el que sus hij@s seguirán formándose. El hecho de que hayan estudiado en un Montessori no los excluye de cambiar a un sistema tradicional, activo, etc. Para ese entonces, el niñ@ habrá desarrollado los conocimientos, la capacidad e independencia necesarios para adaptarse a cualquier sistema.

Por supuesto, existen escuelas Montessori que tienen ambientes de primaria, los cuales se conocen con el nombre de "Taller", incorporados y reconocidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP).

En este etapa se cosecha lo que se sembró en Comunidad Infantil y Casa de Niños y al igual que en sus predecesoras los grupos mezclan niños de diferentes edades aún y cuando dentro del ambiente se marque la diferencia entre grados académicos (primero, segundo, tercero, etc..)

Si bien existen algunas escuelas con secundaria Montessori, lo cierto es que el método académico es más experimental dado que la Dra. Montessori sentó las bases sólo hasta los 12 años de edad.

Al egresar de Taller (primaria) los niños estarán en perfectas condiciones, tanto académicas como emocionales, para adaptarse a cualquier otro sistema, porque habrán aprendido a aprender.

Comunidad Niños Montessori. ® Derechos reservados. Diseño: El papá de coide y pichi. 2003

Biografía de Maria Montessori

 

Maria Montessori

Biografia  de Maria Montessori

Una biografia para niños.

 

INTRODUCCION

 

Niños:

 

¿Alguna vez han oído hablar de Maria Montessori?

Ella es una mujer que ustedes nunca han visto, pero que está con nosotros en la escuela todos los días.

 

Ustedes saben que el nombre de nuestra escuela es “Centro Pedagógico Infantil Maria Montessori”. ¿No se han preguntado por qué Montessori es parte

del nombre de nuestra escuela? También es parte del nombre de Maria Montessori, y yo les voy a contar una historia sobre ella, la historia de su vida. La historia de la vida de una persona es una biografía. Cuando hayan oído la biografía de Maria Montessori, se darán cuenta de por qué nuestra escuela se llama Montessori.

 

El nacimiento de Maria Montessori y presentación de sus padres.

 

Maria Montessori nace hace mas de cien años, el treinta y uno de agosto de 1870 en la aldea de Chiaravalle, en Italia, país que tiene la forma de una bota y se encuentra en Europa.

 

Su mamá, Reñidle Montessori, y su papá, Alessandro Montessori, estaban muy orgullosos de su hija. Reñidle miraba su hermosa niña y pensaba que había un brillo muy especial en sus ojos.

 

El pueblo de Chiaravalle y la vida en la década de 1870.

 

María vivió los primeros cinco años de su vida en esa aldea. Esto ocurría hace mas de cien años, y en ese tiempo todas las cosas eran muy distintas. El estilo de ropa que la gente usaba era muy diferente. Las mujeres usaban enaguas largas y botines Los hombres usaban chalecos, tirantes y corbatas en forma  de lazo.

No había agua corriente en la casa por eso las  mujeres llevaban en su cabeza jarras con agua desde la fuente de la aldea. No había electricidad por eso la gente usaba velas y lámparas de aceite para ver en la oscuridad. No había automóviles por eso, para viajar de un lugar a otro, la gente caminaba o usaba caballos o carretas. La compra y venta se llevaba  a cabo en el mercado de una calle de la aldea, en donde la gente vendía platos, vegetales, telas o cualquier cosa que pudieran sembrar o hacer.

Pocos niños iban a la escuela. A la mayoría se les mandaba a trabajar tan pronto como podían:

vendiendo huevos o pan en el mercado, trabajando en una granja, o ayudando a cuidar a los niños pequeños. Casi todo el mundo trabajaba porque casi todo

el mundo era muy pobre. Poca gente iba a la escuela por eso poca gente podía leer o escribir, incluso los adultos. La gente que no podía escribir su nombre ponía una X en lugar de su firma.

A la familia de Mari le iba mucho mejor que a la mayoría de las familias. Su papá tenía buen trabajo en el gobierno y tanto él como su mamá sabían leer y escribir. María esperaba ir a la escuela con impaciencia.

 

La niñez de María.

 

María era una chica a quien le encantaba aprender. Tenía mucha curiosidad por la vida y hacía preguntas acerca de todo. Su mamá pensaba que esto era signo de inteligencia y la animaba ayudándole a encontrar las respuestas. A María también le gustaba ayudar a las personas menos dichosas que ella. Tenía para los pobres y siempre trataba de ser considerada, servicial y amable. María poseía un temperamento vivaz y defendía inmediatamente las cosas en que reía o a las personas que no fueran tratadas amablemente. Cuando Maria se enfadaba, pocos eran lo suficientemente fuertes para mirarla a los ojos y negarle algo.

 

 

La mudanza de la familia a Roma.

 

Cuando Maria tenía cinco años, su papá halló un trabajo mejor en la gran ciudad de Roma, capital de Italia. Ella y su mamá empacaron sus cosas y se mudaron a Roma con su papá. Vivían en un apartamento. A ella la vida de la ciudad le gustaba porque había muchas cosas que hacer y mucha gente bonita que ver y con quien hablar. También le gustaba la ciudad porque había muchos niños. Como no tenía hermanos ni hermanas, su mamá era su mejor amiga.

 

La primera experiencia de Maria en la escuela.

 

María tenía seis años cuando empezó a ir a la escuela. Estaba feliz a pesar de que las aulas eran tristes, sucias, frías y repletas de estudiantes. Todos los niños y las niñas tenían que estarse quietos en las incómodas sillas de sus

escritorios todo el día y tenían que escuchar al maestro repetir  la misma lección una y otra vez. No había suficientes libros ni papel para todos los niños.

           

María se sentaba en su escritorio y soñaba con una escuela que fuera cálida, limpia y alegre. Se imaginaba una escuela donde los niños se movieran libremente e investigaran cosas de interés. No podía entender porqué los maestros no trataban de hacer de la escuela un lugar más agradable. El dolor de espalda que le ocasiona su incómoda silla generalmente la hacía salir de ensueño. María era una chica muy inteligente que disfrutaba aprendiendo nuevas cosas por eso trataba de ignorar la terrible atmósfera de su escuela.

           

La mayoría de los niños que tenían suerte de asistir a la escuela, llegaban solamente al tercer grado. Después de eso los niños iban a trabajar o se quedaban en casa a ayudar a sus padres. A los niños que tenían la suerte de continuar más allá del tercer grado se les separaba ese año: una escuela para los niños y una escuela para las niñas.

María fue a la escuela de niñas hasta que cumplió los doce años.

           

A esa edad pocos niños continuaban sus estudios. Los que lo hacían eran casi siempre los muchachos. Las mujeres se quedaban en casa, y sus familias tenían dinero no tenían que trabajar; en la casa aprendían a convertirse en damas y a coser, cocinar y hacer el tè. Esto era lo que quería el papá de María para su hija.

 

La decisión de asistir a la escuela vocacional.

 

María quería otras cosas. A los doce años había salido muy bien en la escuela, y quiso continua sus estudios. Decidió entrar a la escuela vocacional, que era solo para muchachos, y se lo dijo a su mamá, que al ver ese brillo especial en los ojos de Maria, estuvo de acuerdo con la idea. Juntas se lo comunicaron al padre.

           

El papá de María se enfadó. Ya era hora de que María se convirtiera en una dama, y no había nada más que decir. Solo los muchachos iban a la escuela

vocacional y ella no necesitaba saber nada más. Cuando María creciera, se casaría, tendría hijos y cuidaría su casa. Esas eran las cosas para las que tenía que prepararse.

           

La mamá vio que el brillo de los ojos de María aumentaba. Con mucha determinación y tenacidad, María y su mamá convencieron a su papá de que María era una chica especial y brillante que debía ir a la escuela vocacional. Y así lo hizo.

 

La vida en la escuela vocacional.

 

La escuela vocacional era también un sitio triste, pero a María no le importó mucho porque ya estaba ahí para aprender. Había otra chica en la escuela vocacional y el director creó las reglas especiales para ellas. No podían almorzar con los muchachos ni tampoco jugar con ellos en los recreos. Los muchachos no siempre eran amables con las chicas. 

María era una buena estudiante y estudiaba con mucho empeño. Cuando terminó la escuela vocacional, tomo la desición de ir a la universidad y de llegar a ser doctora.

 

María decide asistir a la escuela de medicina.

 

María le contó a su mamá su decisión y, como siempre, su mamá pensó que era una gran idea. De nuevo, le dijeron a su papá.

El se escandalizó mucho más que antes. ¿Más estudios? ¿La Universidad? ¿Que María se hiciera doctor? En ese tiempo, solo los hombres iban a la universidad y de seguro ninguna mujer había tratado de hacerse doctora. Su papá le advirtió que ya era hora de que se convirtiera en una dama. No hacían falta más estudios para María Montessori.

A pesar de los ruegos de María y su mamá, su papá no quiso cambiar de opinión. Se enojó y estuvo enojado por mucho tiempo. Esto hizo que María estuviera muy triste, pero no abandonó su propósito de hacerse doctora algún día.

 

Solicitud a la escuela de medicina y súplica al papá.

 

María solicita la entrada a la escuela de medicina para llegar a ser doctora.

El rector de la universidad dijo: “No se admiten mujeres”.

“¿Cómo puede ser esto?,” le pregunto María, “Yo quiero ser doctora.”

“No se admiten mujeres,” dijo el rector.

“Muchísimas gracias, señor” le dijo María, “Pero ya llegare a ser doctora” y salió de su oficina.

 

La mirada de María adquirió de pronto un brillo muy especial. Entonces se fué a ver al Papa, que vive en Roma y es la cabeza de la iglesia católica de todo el mundo. El Papa es un hombre muy respetado y todos escuchan lo que tiene que decir. María le contó su problema y le pidió ayuda.

           

Nadie sabe exactamente qué fue lo que pasó, pero María fue la primera mujer de Italia que entró a la escuela de medicina.

 

María en laboratorio de la escuela de medicina.

 

María era la única mujer en la escuela de medicina. De nuevo se hicieron reglas especiales para ella. En ese tiempo los estudiantes de medicina aprendían a ser doctores a través del estudio de cadáveres. Al mismo tiempo que sus compañeros de clase durante el día. Tenía que trabajar sola de noche y usar velas o lámpara de aceite para alumbrarse. Sentía que era muy injusto hacer todo su trabajo sola. Muchas veces se hacía preguntas y no había nadie que pudiera darle respuestas.

 

El desaliento y el valor renovado.

 

Una noche cansada de trabajar tan duro, salió a dar un paseo. Se encontraba muy desanimada y pensaba que tal vez no debía terminar sus estudios.

Sucedió entonces algo raro: mientras caminaba vio a una pobre mujer que llevaba un pequeño niño, el cual se entretenía jugando con un pedazo de rojo papel brillante.

María los siguió para ver que hacía el niño con el papel. En la mente de María comenzaron a nacer ideas. Su corazón se llenó de valor y decidió terminar sus estudios.

Regresó al laboratorio y a su trabajo. Continuó estudiando con mucho empeño y en 1896 se graduó de la escuela de medicina. Convirtiéndose así en la primera doctora de Italia.

 

Graduación de la escuela de medicina.

 

Cuando María se graduó de la escuela de medicina, se le pidió que diera un discurso. Su padre vino a la ceremonia y escuchó a su hija con gran orgullo. Se avergonzó de haberse enojado con ella. Se dio cuenta de que no solo era una doctora, sino también una dama.

La mamá solo sonrío al ver el brillo en los ojos de María. Sabía que esto era solo el comienzo para su hija.

 

SEGUNDA PARTE

 

María, joven doctora, trabaja con los niños retrasados en el manicomio.

 

María era ahora la doctora Montessori. Aceptó un trabajo en un hospital de Roma. Uno de sus deberes era visitar los asilos de gente demente. Ahí encontró niños retrasados mentales, cuyas familias no los podían cuidar. A estos pobres niños se les llamaban “idiotas” o “personas de mente débil”. Nadie sabía qué hacer con ellos. Se les mantenían encerrados en cuartos que no tenían más que duros bancos de madera. No veían a nadie del exterior y no tenían anda con que jugar.

El corazón de María se conmovió al ver a estos desafortunados niños. Pasaba todo el tiempo que podía con ellos y sentía la necesidad de ayudarlos. Cierto día a llevar la comida a los niños, una enfermera le dijo a María que los pequeños eran sucios y voraces.

“¿Por qué dice eso?” preguntó María.

“Fíjese,”dijo la enfermera, “después de comer, se tiran al suelo a juntar las migas de pan, y se las ponen en la boca. Es asqueroso”.

María miró tristemente a los niños y se fijó en su cuarto vacío. “Estos pobres niños”, pesó “no son sucios ni voraces. No tienen nada más que hacer que juntar las migas de después de la comida. Se han inventado su propia diversión porque necesitan tener alguna clase de actividad.

 

María estudia a Seguin y a Itard.

 

María tuvo una idea. Conocía el trabajo de dos franceses que se llamaban Seguin e Itard.

Estos hombres habían trabajado con niños sordos y habían diseñado materiales especiales de tipo sensorial para ellos. Se les llaman sensoriales porque nosotros aprendemos con nuestros sentidos y estos materiales de enseñanza fueron diseñados para ayudar a los niños que no tenían el sentido del oído.

María pensó que si Seguin e Itard habían ayudado a los niños sordos con esos materiales, quizás ella podría ayudar a los niños retrasados de la misma manera. Viajó a Francia y estudió el trabajo de Seguin e Itard. Cuando regresó a Italia fabricó parte de estos materiales de tipo sensorial para los niños de los asilos.

 

Su introducción de materiales sensoriales a los niños retrasados da resultados extraordinarios.

 

Los niños estaban felices de tener algo que hacer y de tener a alguien que se preocupara por ellos. Jugaban con los materiales que María les había dado y aprendían mientras jugaban. Aprendían tocando con sus dedos, viendo con sus ojos, oyendo con sus oídos, y oliendo a través de la nariz. Aprendieron tan fácilmente que María les hizo muchas cosas para mantenerlos ocupados.

María se deleitaba observándolos. Algunas veces se quedaba con ellos todo el día e iba anotando cómo cambiaban y lo mucho que aprendían. Otras personas supieron del cambio de los niños idiotas y pidieron permiso a María para que

los niños tomaran un examen con los niños “normales” de la misma edad en la escuela. Los niños retrasados hicieron el examen junto a los niños normales y salieron mejor que ellos. Todo el mundo se sorprendió. La gente pensó que María era maravillosa. “Ha hecho un milagro” dijeron. María no se fijó en eso. “¿Si estos pobres niños han salido tan bien, que tan bien saldrían los normales si se les educara de esta manera?” se preguntó María.

Con sus materiales especiales de enseñanza María pudo cambiar la vida de los niños retrasados de Italia. Se le pidió que fundara clínicas para educar de esta manera especial a estos niños. Trabajó muy duro y entrenó a otras personas para que entendieran sus ideas y se hicieran maestras. Los niños retrasados de Italia ya no eran considerados idiotas o casos incurables. Tenían mejores lugares donde vivir y podrían desarrollarse más en la medida de sus posibilidades. Se les daba la oportunidad de mejorar al máximo porque María Montessori se preocupaba por ellos.

 

Los niños salvajes de San Lorenzo.

 

María quería saber cómo funcionaría su trabajo con niños normales. Pero ¿Cómo hacerlo? En Italia los niños se quedaban en su casa hasta los seis años y luego, o iban a la escuela, o se ponían a trabajar.

Eran los primeros años de este siglo. Los campesinos pobres y sus familias dejaban el campo y se iban a la ciudad de Roma a buscar trabajo. Se construyeron grandes edificios para alojar estas personas. Por primera vez, las mamás salieron de sus casas para buscar trabajo y ganar dinero. Los niños que eran demasiado pequeños para trabajar o para ir a la escuela se quedaban en la casa solos. Algunos de estos grandes edificios se encontraban en un ligar de Roma llamado San Lorenzo. Esta parte de la ciudad era pobre y sucia. San Lorenzo era conocido como el peor barrio de Roma. EN un  edificio habían como cincuenta niños que se quedaban solos todo el día mientras sus mamás estaban trabajando. Corrían como locos por los apartamentos y por las calles aventando piedras, rompiendo ventanas, escribiendo en las paredes y haciendo cualquier otra travesura que se les ocurriera.

Nadie sabía qué hacer con estos niños. El dueño del edificio se preocupó. Si no hacia lago pronto estos niños acabarían con el edificio. Se acordó de la doctora María Montessori y el trabajo que había hecho con los niños retrasados mentales. Se preguntó si ella no podría hacer algo con estos niños. Se puso con María para ver si ella podría organizar un lugar donde los niños pudieran jugar y aprender mientras que sus mamás estuvieran trabajando.

Esta era la oportunidad que María esperaba – la de trabajar con niños normales – aunque estos fueran un poco salvajes. Al día siguiente, María fue a San Lorenzo. Se impresionó ante el terrible aspecto de los departamentos y de las calles. Le dieron un pequeño cuartito, triste y sucio, ningún dinero para comprar juguetes y fabricar material.

Pero esto no detuve a María.

 

La primera “Casa dei Bambini” (Casa de niños).

 

María empezó a trabajar en su pequeño cuarto. Contrató a una mujer par que la ayudara. Pidió a sus amigos que recogieran dinero para juguetes y materiales. Hizo que los carpinteros construyeran muebles del tamaño de los niños para que pudieran sentarse y sentirse cómodos. Nadie había hecho esto antes. Ella limpió y pintó su pequeño cuarto, lo hizo brillante y placentero y le puso el nombre de “Casa dei Bambini”, que en italiano significa la “Casa de los niño”.

El seis de enero de 1907 abrió las puertas de la Casa dei Bambini e invitó a los niños a entrar.

Al principio, los niños no sabían que hacer. Nunca habían visto un lugar tan lindo donde todo era de su altura y tamaño.

Cuando comenzaron a asistir a la escuela de la Casa dei Bambini los niños estaban sucios y andrajosos. María decidió que primero debían aprender a cuidarse. Comenzó enseñándoles a lavarse la cara y las manos, a limpiarse la nariz y peinarse. Les enseño a lavar y arreglar sus ropas. También a barrer y fregar el piso, a sacudir los muebles y a fregar y secar los platos. Ante la incredulidad de todos, los niños se mantenían aseados al igual al pequeño cuarto de la Casa dei Bambini.

 

Al cambio en los niños de San Lorenzo.

 

María comenzó a traer los materiales sensoriales que había diseñado para los retasados mentales a la casa de los niños de San Lorenzo. Ellos los disfrutaban y aprendían tan rápidamente que muy pronto María tuvo que fabricar materiales nuevos hasta altas horas de la noche para que los niños pudieran usarlos al día siguiente.

Los niños jugaban con la torre rosa, las barras rojas, los bloques cilíndricos, el alfabeto móvil, la caja de husos y las letras de lija. Aprendieron a cantar, a leer, a dibujar, a contar, a cuidarse y a cuidar su escuela. María y los niños eran muy felices.

 

Después de un tiempo, la gente comenzó a enterarse del cambio de los niños salvajes de San Lorenzo. EL dueño del edificio y miembros del gobierno fueron a visitar la Casa dei Bambini. No podían creer el cambio que veían en los niños. Cuando se dieron cuenta de que los niños podían contar, leer, dibujar, cantar y cuidarse a sí mismos, pensaron que era un milagro. Le dijeron a María cuan maravillosa era.

Ella no se fijo en eso. Se pregunto, ¿Qué sucedería se a todos los niños se les educara de esta manera? Se convertirían en mejores adultos podrían hacer del mundo un lugar mejor.

 

María viaja por el mundo, escribe, da conferencias, funda nuevas escuelas Montessori y estudia.

 

Gente de todo el mundo comenzó a visitar la Casa dei Bambini. Querían saber más sobre la escuela de María y sobre su manera especial de enseñar a los niños. Ellos llamaron a este método de enseñanza “Método Montessori”.

 

Durante los veinte años siguientes, María escribió muchos libros acerca de sus observaciones sobre los niños. Viajó por todo el mundo y entrenó maestros en el método montessori. Fundó nuevas escuelas Montessori en casi todos los lugares que visitó. De noche se quedaba despierta hasta tarde, estudiaba, leía y hacia notas sobre lo que había observado y aprendió en sus viajes y de su trabajo con los niños.

 

Regresó a Italia para fundar escuelas por invitación de Mussolini. Comienza la segunda guerra mundial.

 

El tiempo pasó. Comenzó la década de 1920. Italia tenía un gobernante que se llamaba Benito Mussolini. Este se había impresionado con la doctora

Montessori y sus escuelas, y declaro que todos los colegios de Italia debían seguir el método montessori.

María regresó de sus viajes contenta de estar de nuevo en su país. Comenzó a entrenar maestros, a mandar, a hacer materiales y a fundar escuelas por toda Italia. Mussolini nombró a María “Embajadora de los niños”.

Varios años después, sucedió algo terrible. La segunda guerra mundial comenzó y se peleaba por toda Europa. Mussolini no era un gobernante prudente. Se alió con los que querían dominar el mundo en lugar de aliarse con los que querían que la gente fuera libre. Mussolini quería que todos los italianos estuvieran de acuerdo con sus ideas.

En 1934, María se dio cuenta de que Mussolini quería que sus escuelas convirtieran a los niños en pequeños soldados. María deseaba que sus escuelas ayudaran a los niños a ser libres y a convertirse en los mejores seres humanos y esto no tenia nada que ver con que fueran soldados, Se rehusó a contribuir en el plan de Mussolini.

Esto lo enojó muchísimo y cerró sus escuelas. En Alemania se cerraron escuelas Montessori por la misma razón. En Berlín incluso amontonaron todos los libros en la plaza de la ciudad y quemaron una figura de María encima de ellos.

 

María abandona la guerra preocupada por la posible interrupción de su trabajo.

 

María dejó Italia y se fué a España. Esto la entristeció mucho porque amaba a su país. Sabía que ahora se trabajo era más importante que nunca porque el mundo estaba en guerra. Sus escuelas educarían a los niños para la paz ayudándoles a aprender a amarse mutuamente y a amar la tierra. Sabía que si los niños sentían estas cosas, crecerían para ser adultos y no abarrían más guerras.

En España, de nuevo, María entrenó a maestros, fundó escuelas, y escribió libros. Cuando la guerra llegó a España, partió a Inglaterra y luego a Holanda. Le gustó muchísimo Holanda y decidió convertirla en su hogar. Comenzó a trabajar entrenando maestros, fundando escuelas y escribiendo libros, como había hecho por todo el mundo. Pero la guerra en Europa seguía empeorando y María se preocupaba porque pudiera interrumpir su trabajo.

 

Acepta una invitación a la India y funda escuelas para los niños Hindúes.

 

India estaba al otro lado de la zona de guerra en Europa, ahí podría continuar su trabajo y sentirse segura.

En la India vivía en paz en Adrar, Madras con la gente pacífica de la sociedad Teosófica. Comenzó a entrenar maestros hindúes, a fundar escuelas y escribir libros sobre sus observaciones.

En la India los niños también trabajaron con los materiales sensoriales. No hubo necesidad de enseñarles a enlazar y amarrar sus zapatos porque ellos usaban sandalias o andaban descalzos, y tampoco hubo necesidad de enseñarles cómo cerrar la cremallera de una chaqueta porque en la India hace mucho calor para usarlas. En cambio les enseñó a amarrar saris, a hacer guirnaldas de flores, como ponerse flores en el cabello, y como ponerse pasta de sándalo en la frente, ya que estas eran costumbres del pueblo hindú. Dondequiera que trabajara, ella siempre incluía las costumbres del país de los niños.

Aunque el lenguaje, el vestido, las costumbres y la cultura eran diferentes de Europa; María se sentía en casa y amaba al pueblo hindú. Ella se aficionó a usar el vestido nativo, el sari. El pueblo hindú también la amaba y apreciaba de sus modales amables pero firmes.

 

María desarrolla su plan de educación cósmica en la India.

 

María se quedó en la India siete años. Había cumplido los setenta y todavía trabajaba muy duro. Mientras estuvo en la India, María desarrolló su plan de educación cósmica. Se dio cuenta que si a los niños se les educa para la paz, entenderían que son una parte muy importante del bienestar de la tierra. Aprenderían a amar y a tener aprecio por todas las cosas vivas y a entender que todos dependemos de cada una. Cuando los niños comprendían estas cosas, pensaba, crecerán en forma natural, para ser amorosos y pacíficos.

 

Termina la guerra y María regresa a Europa para continuar su trabajo hasta la muerte.

 

Finalmente la guerra mundial se terminó. María pudo regresar a Europa. Su hogar era ahora Holanda en lugar de Italia.

Una vez en casa, comenzó a trabajar de nuevo. A pesar de lo ocupada que estaba, escribiendo y enseñando, siempre se deba tiempo para estar con los niños. Pasaba horas observándolos, hablando con ellos y escuchándolos. Todos la querían y se apiñaban junto a ella por donde quiera que estuviera. Sabían que ella los amaba también.

María murió el 6 de mayo 1952, cuando tenía 83 años. Había vivido una larga vida, sirviendo de inspiración a mucha gente. Había sido una persona definida que pensaba por sí misma y que nunca dejó que nada la detuviera. Sintió que la misión de su vida era la de ayudar a los niños.

Y nos ayudó a todos al darnos una escuela tan especial.

 

Escuelas Montessori por todas partes.

 

Actualmente existen miles de escuelas Montessori por todo el mundo y centenas de planteles que entrenan a maestros Montessori. Hay colegios Montessori en todos los continentes, excepto la Antártida. Muchísimos niños están aprendiendo a trabajar con los mismos materiales con los que ustedes trabajan con los mismos materiales con los  que ustedes trabajan en la escuela.

Si visitaran una escuela Montessori en otro país encontrarían muchas cosas similares a las de nuestra escuela. Se sentirían en casa y sabrían qué hacer a pesar de no hablar el mismo idioma.

Aunque la lengua, el vestido, las costumbres y la cultura sean diferentes, ustedes podrían trabajar con la torre rosada y las varas rojas.

 

El espíritu de María Montessori en las clases de todo el mundo.

 

Ahora se dan cuenta por qué María Montessori está con nosotros todos los días en la escuela.

Nosotros todavía usamos los mismos materiales que los niños retrasados mentalmente usaban hace más de cien años. Ahora tenemos muchas otras cosas en nuestra clase, pero de muchas maneras, nosotros somos como la primera escuela Montessori, la Casa dei Bambini.

Ahora que sabemos que hay miles de niños Montessori que juegan y trabajan como nosotros por todo el mundo. ¡No seria maravilloso si comenzáramos a escribirnos! ¡Necesitamos una sociedad Montessori de niños!

Tenemos que agradecer a María  Montessori por las escuelas que tenemos hoy día. Ella está aquí en espíritu con nosotros como está en todas las escuelas Montessori del mundo.

 

 

 

FIN

 “Las estrellas son tan grandes que no les importa parecer pequeñas”.

omunidad Niños Montessori Del Valle-Narvarte es una escuela comprometida 100% con el sistema y la filosofía Montessori.

Sabemos que un niño Montessori no sólo sábe aprender sino que además le gusta aprender. Es un niñ@ que disfruta su escuela y que sabe que a ella viene a "trabajar" y reforzarse como ser humano.

Sin embargo, es muy importante que la familia del niñ@ haga equipo con la escuela y lleve el sistema también a casa. La filosofía Montessori, a diferencia de otros sistemas educativos, es una educación integral, no una guardería.

En Montessori los niños no hacen lo que quieren, quieren lo que hacen.

María Montessori

  31/08/1870 – 06/05/1952

Médica, educadora, filósofa y humanitaria italiana, Montessori fue una pionera en la educación informal, cuyo método de enseñanza se usa en todo el mundo. Éste se basa en la siguiente premisa: “Primero la educación de los sentidos, luego la del intelecto”.

Montessori rompió con los papeles tradicionales entre hombre y mujer, maestro y alumno. No era usual tratar a los niños con un nivel tan alto de respeto, en una época en que se creía que a los niños había que verlos, pero no oírlos.

Maria Montessori nació en Ancona. Su padre, Alessandro Montessori, era un funcionario del gobierno y su madre, Renide Stoppani, era una mujer culta y rica dedicada a la liberación y la unidad de Italia. Sin el apoyo incondicional de su madre, María no habría entrado en la escuela técnica a los trece años, donde comenzó a estudiar ingeniería, pero pronto lo dejó. En cambio, ingresó en la escuela de medicina, de donde se graduó con las notas más altas. Fue la primera mujer graduada de médica en la Universidad de Roma. Enseguida fue nombrada asistente de cirujano y trabajó en un hospital de niños.

En 1898, nació el único hijo de María, Mario Montessori, de su amorío con un colega, el Dr. Montesano. Juntos decidieron mantener la relación y la paternidad de Mario en secreto. A cambio de ese secreto, acordaron nunca casarse con otra persona, cosa que Montesano no cumplió.

María se interesó por las enfermedades infantiles y las necesidades de aquellos considerados “imposibles de educar” y desarrolló un programa que permitía leer y escribir a niños con problemas de aprendizaje. Procuró enseñarles no a través de la repetición, sino desarrollando ejercicios que los prepararan para adquirir el conocimiento. Estos ejercicios entonces se repetirían: “Mirar se convierte en leer, tocar se convierte en escribir”. El desarrollo personal espontáneo a su propio ritmo.

En  1898 dio una conferencia en el Congreso Educacional de Turín sobre la enseñanza a los discapacitados. El Ministro de Educación quedó impresionado con sus argumentos y la nombró directora de la Scuola Ortofrenica, una institución dedicada al cuidado y la educación de los discapacitados. Su primer éxito fue conseguir que varios de sus alumnos de ocho años hicieran los exámenes estatales de alfabetismo. Los niños no sólo pasaron, sino que obtuvieron notas por encima de lo normal. Un logro considerado “el primer milagro Montessori”. Debido a su éxito con estos niños, se le pidió en 1907 que montara una escuela para niños en un proyecto de viviendas subvencionadas en Roma, llamado “Casa dei Bambini”. Esta casa se construyó como parte de la reurbanización de un barrio pobre. El objetivo allí era crear un ambiente favorable para que los niños vivieran y aprendieran allí. Lo más importante era la autodeterminación y los logros personales. Esto suponía desarrollar el interés por los demás y la disciplina, para lo que los niños realizaban ejercicios de la vida práctica. Estos y otros ejercicios permitían un desarrollo paulatino que significaba un desafío para los niños y les permitía juzgar su propio avance.Otro elemento central en el programa de Montessori era la descentralización de la maestra, quien era la “cuidadora” del medio ambiente.

Mientras que los niños realizaban sus actividades, la tarea de la maestra era la de observar e intervenir desde la periferia. Montessori complementó este concepto con la noción de una casa de los niños, como medio ambiente estimulante donde los participantes pueden aprender a tomar responsabilidad.

El éxito de esta escuela promovió la apertura de otras escuelas y el interés internacional en los métodos de educación Montessori. También trajo aparejados cuestionamientos sobre la educación “normal” y las razones del fracaso escolar de los niños.

En 1939, la Sociedad Teosófica de India invitó a Montessori, con lo que comenzó una relación especial con este país donde vivió varios años. Con la organización de varios cursos, comenzó el movimiento Montessori. En 1949, cuando viajó a Holanda, nombró un representante para que continuara con sus cursos en su ausencia.Desde 1913, el método Montessori tuvo varios adeptos en EE UU y ya en 1960 se había fundado la Sociedad Montessori Estadounidense. Con la llegada de Mussolini, Montessori se exilió por negarse a actuar contra sus propios principios convirtiendo a niños en soldados. Fue a vivir a España, donde vivió hasta 1936, al estallar la Guerra Civil. Entonces se mudó a Holanda donde se estableció la sede de la AMI. Montessori murió en Holanda luego de una vida dedicada al desarrollo de los niños. Su hijo, Mario estuvo al frente de la AMI hasta su muerte en 1987. Sus primeros trabajos se focalizaron en los derechos de la mujer y la reforma social, y evolucionaron para abarcar un método educativo profundamente innovador, con el que viajó por todo el mundo durante 40 años, dando conferencias, escribiendo y fundando programas de capacitación. Al final de su carrera, el lema “educar por la paz” fue central en su trabajo.  

“Lo esencial es que la tarea provoque tanto interés en el niño que cautive toda su personalidad. Yo estudié a mis niños y ellos me enseñaron cómo debía enseñarles.“ M. M. The Absorbent Mind   “Sentí que las deficiencias mentales principalmente presentaban un problema pedagógico, no médico.” M.M.

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9 Respuestas a María Montessori

Sergio Alfredo Sciglitano dice:

21 noviembre, 2008 a las 9:40 pm

Felicito a las responsables de mujeres para pensar, por haber incluído a la Dra. María Montessori. Soy profesor en un magisterio en Neuquén, ciudad de la Patagonia argentina y la obra de la Dra. italiana, es una de las principales temáticas que propongo para estudiar a mis alumnas. Debo comentarles, además que las alumnas, quedan fascinadas por el pensamiento y la acción de una de las mujeres más compromentidas con los niños del mundo.Saludo a todas y a cada una de ustedes,Prof. Mgter. Sergio Alfredo Sciglitano,Neuquén, 2008.

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preaxedis dice:

21 enero, 2009 a las 1:02 am

me gustaria recibir informacion sobre maria montessori

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mujeresparapensar dice:

21 enero, 2009 a las 9:59 am

Gracias por tu interés. Lo mejor es que entres en contacto con el sitio web de Montessori. Mucha suerte. MPP

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Marisa Césari dice:

28 marzo, 2009 a las 9:31 pm

Esta información es muy útil. Una excelente posibilidad de enriquecernos y enriquecer la vida de nuestros alumnos. Buscaba particularmente una biografía que reflejara los obstáculos sociales que María sorteó en el plano intelectual, laboral y respecto de su pasión y maternidad censuradas. Soy Profesora de Inglés y me interesa encontrar ejemplos de vida para aquellos que creen que

ciertas metas o ideales son inalcanzables. Montessori es un gran ejemplo de autodeterminación. Gracias.

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Patricia dice:

9 enero, 2010 a las 8:39 pm

Admiro a la Dra. María Montessoni, tanto como a las hermanas Cossettini, de Argentina. Como profesora me inspiro en ellas para que mis alumnos alcancen sus metas.Además felicito a las creadoras de este espacio, muy instructivo, me ayudó a conocer otras historias de vida.Gracias.Prof.y Lic. Patricia MuroPcia. de Córdoba.Argentina

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Julio dice:

20 abril, 2010 a las 4:04 pm

Apenas comence a ver el primer episodio de esta serie en V_ME TV y de verdad que es una historia muy buena, llena de valores y principios, me gustaria obtener informacion, de donde pudiera comprar este video, si alguien me ayuda con esto, se le agradesco de antemano, bendiciones.!!!

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Leslie dice:

20 octubre, 2011 a las 8:59 pm

Hola he leído sobre el método de María Montessori y me pareció interesante el trabajo que hizo, ha dejado una gran enseñanza a todos los docentes y q debemos de empezar a practicar. Me gustaría seguir compartindo con ustedes algunas experiencias Leslie

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morenita jung sou dice:

15 marzo, 2012 a las 3:36 pm

hola me facino el metodo de María Montessori es muy importante el legado de esta gran mujer que amo a los niños, hasta entregar todo de ella,amar a los niños, respetarlos, escucharlos y dejarlos crecer a su ritmo ese era su metodo muy interesante..

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Sofía dice:

25 junio, 2012 a las 7:28 pm

El método avanzado Montessori es un sistema educativo que hace hincapié en las actividades de los niños y al mismo tiempo en la observación clínica por parte del instructor, con la intención de adaptar el entorno de aprendizaje de los niños a su nivel de desarrollo.

La finalidad es la autonomía en todos los sentidos; intelectual al formar un pensador crítico, moral a través de la reciprocidad y respeto mutuo, social al trabajar con sus compañeros, emocional a la seguridad que le brindan sus propios límites, educacional al ser autosuficientes

Te comparto un link que encontre para que te informes más, espero que te guste, saludos y suerte!!

http://supermujer.com.mx/Familia/Primeros-anos/Metodo-avanzado-Montessori.html

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MARTES, 15 DE JULIO DE 2008

Maria Montessori

De muchas formas siempre estuvo adelante a su época. Nació en un pueblo llamada Chiaravalle en la provincia de Ancona, Italia el 31 de Agosto de 1870. Hija bien educada de padres de clase media, quien a pesar de las protestas de su padre comenzó estudiando Ingeniería y luego Medicina. Llegó a ser la primera mujer en Italia después graduada de la Escuela de Medicina en 1896. En sus prácticas médicas como voluntaria en investigación de la clínica psiquiátrica de la universidad, observó a niños mentalmente retardados, llevándola a analizar la forma en que estos niños podían aprender. Concluyó que ellos mismos construyen a su alrededor de lo que encuentran en su medio ambiente. En 1901 regresó a la Universidad a estudiar psicología y filosofía. En 1904 trabajó como profesora de Antropología en la Universidad de Roma. Su deseo de ayudar niños fue tan grande que en 1906 dejó la Universidad y con un grupo de 60 niños, hijos de padres que trabajan, abrió lo que se llamó "La Casa de los Niños". Este fue el surgimiento de lo que posteriormente se conoció como el método Montessori. Este método estaba basado en lo que de forma "natural" los niños hacían sin asistencia de adultos. Maria Montessori visitó por primera vez los Estados Unidos (U.S.A.) en 1913, el mismo año que Alex Graham Bell y su esposa fundaron la Asociación Educativa Montessori en Washington D.C. En 1915 ella llamó la atención mundial con su salón de clases "Casa de Vidrio" en la exhibición Panama-Pacífico Internacional en San Francisco con el fin de dar a conocer internacionalmente su método. Ella diseñó y construyó el material de enseñanza y desarrolló un ambiente donde se de el aprendizaje por automotivación.

Después el Gobierno Español la invitó a abrir un Instituto de Investigación en 1917. Dos años más tarde, en 1919 comenzó una serie de cursos de entrenamiento para la enseñanza en Londres.

Forzada a dejar Italia en 1934 por su oposición a Mussolini, se fue a Barcelona, España pero en la II Guerra Mundial ella y su hijo Mario se fueron y fundaron el Centro Montessori en Londres 1947, fue nominada al Premio Nóbel de Paz tres veces en 1949-1950-1951

Finalmente murió en Noordwijk, Holanda en 1952 a la edad de 82 años, enterrada cerca de Hague, donde esta la matriz del Instituto Americano Montessori (AMI).

Contexto Socio-Cultural

El Método Montessori se basa en el estudio científico del desarrollo natural del niño. Montessori considera la educación como una ayuda activa para el perfecto desarrollo del ser humano en proceso de crecimiento. Los conceptos de esta gran pensadora son parte del movimiento que se llamó ESCUELA NUEVA.Podemos decir que la escuela nueva es un movimiento de la nueva pedagogía activista que prácticamente surge a raíz de la inconformidad que algunos pedagogos tenían con el método educativo tradicionista. La "Escuela Nueva" consiste prácticamente en una educación para la vida en general, y especialmente, para la vida en sociedad; se trata pues, de una formación total (moral , social, física, intelectual y espiritual ) del ser humano. La innovación de este movimiento consiste, en su mayoría, en la libertad del aprendizaje por medio de la experiencia (sin dejar de lado los conocimientos teóricos-intelectuales ) de la cual se pretende que el hombre se vaya auto formando en un a conciencia crítica y en la que desarrolle el carácter científico (observación, hipótesis , comprobación y ley ) y la autodisciplina ; tales criterios pretenden crear en el hombre en espíritu de libertad que lo lleve a ser consciente y a responder a la necesidad de la comunidad en la que se desenvuelve y a sus propias necesidades.Desde el punto de vista de la pedagogía contemporánea y de la psicología del aprendizaje, se puede afirmar que la teoría educacional y el material didáctico desarrollado por María Montessori rompen la línea pedagógica tradicional. Modificó las prácticas educativas al combinar la libertad con la organización del trabajo. Así al quebrar la rígida estructura del aula tradicional y brindar al niño libertad de movimiento, de experimentación y de expresión, la Dra. Montessori respondió a la realidad del niño y creó un ambiente que facilitó el camino de la autoconstrucción del hombre.

Supuestos Teóricos

La inteligencia es para Montessori el conjunto de actividades reflejas, asociativas y reproductoras que permiten al espíritu desarrollarse por sus relaciones con el mundo exterior. De modo que el medio escolar, condicionaría en cierta medida, este desarrollo intelectual, de ahí su preocupación por el "ambiente" en el que el niño evoluciona: de él recibe sensaciones e impresiones, placeres, dolores físicos y psicológicos.

De ahí que insista en la necesidad de educar los sentidos, para lo cual se acercó a la doctrina “sensualista” y a sus filósofos más representativos: Locke y Condillac, para quienes el conocimiento se fundamenta en la información sensorial. No obstante, para ella, el proceso del conocimiento depende de dos fuerzas indispensables: "la exterior que toca y la interior que dice: yo abro la puerta". Es decir, la actividad espiritual tiene la primacía, pues sin ella, los sentidos se volverían inútiles. Y consiguió fundar una educación que se basa en respetar las leyes fisiológicas y biológicas del desarrollo. De acuerdo con el “naturalismo”, consideró que todo pequeño, hasta los seis años, no distingue el "bien del mal" y que ni el ejemplo ni las restricciones pueden influir positivamente en la moralidad infantil, por lo que buscó formar las bases del carácter, mediante el contacto con la naturaleza.

Así, el paso de la vida sensorial infantil a la vida social e intelectual se haría, en parte, gracias a la obra educativa de la misma naturaleza. Obviamente no se puede considerar, la educación montessoriana, como exclusivamente naturalista, puesto que también comprende una tendencia espiritual. Con Rousseau mantuvo sus diferencias así como algunas coincidencias.

Del idealismo, conserva ciertos elementos, se acercó al idealismo o neoidealismo italiano, corrientes representadas por los discípulos de Hegel; de hecho sus obras se encuentran marcadas por el idealismo, pero lo que da un tinte fuertemente idealista a su pensamiento, es la expresión de un cierto número de conceptos en este sentido. Sus concepciones idealistas presuponen una fe en lo divino y en lo trascendente. No obstante, otro de sus intérpretes notables (G. Broccolini) estima que no se le puede tachar de idealista aunque su obra comprenda algunos conceptos "paraidealistas", como la eliminación de los castigos y las recompensas, la educabilidad del hombre, etc. Hace referencia a un concepto montessoriano antiidealista sobre el caos de la conciencia infantil.

De la noción de la "Escuela activa". M. Montessori formó parte de sus ilustres promotores, sin que esto implicara que se encontrara en el centro de la Nueva Educación. Attisani y Hubert, afirman que proporcionó a este movimiento más elementos de los que ella recibió, por lo que puede catalogarse entre sus promotores. Entre ella y Decroly, se descubren caminos extrañamente paralelos: ambos pedagogos, estudiantes de medicina, consagrados durante varios años a los niños anormales; los dos herederos del positivismo, ambos comprendieron que a esta concepción le faltaba una dimensión espiritual; los dos también comenzaron su obra educativa sin apoyarse en principios preestablecidos. Tales similitudes no excluyen las diferencias en las que se traduce la originalidad de cada método, además de la metodología utilizada para enseñar al niño a conocer, la divergencia mayor entre los dos se relaciona con su evolución respectiva: materialista uno y más apegada al idealismo y espiritualismo, la otra.

Montessori se sitúa en seguida de su predecesor Froebel en la línea de la educación, según la naturaleza y la libertad, aparentemente las dos pedagogías persiguen el mismo objetivo, no obstante dicha apariencia deja suscitar algunas dudas. Los dos poseen la preocupación de proporcionar, desde la primera educación, un lugar a la naturaleza; parten del mismo principio de autonomía en la actividad; adoptan la misma actitud de amor y respeto hacia el niño. Las dos pedagogías comprenden ejercicios relativos al cuerpo y a los sentidos... pero su punto coincidente por excelencia es el idealismo. Consideraron al niño como ser espiritual y confiaron en su naturaleza divina, cuestión que condujo a cada uno por caminos diferentes de acuerdo a su personal concepción. Otra diferencia se refiere al papel del juego, cada uno mantiene su propia teoría al respecto. Y una diferencia más se refiere a la actitud del educador. Para Froebel, éste simplemente debe estimular las habilidades del niño. La actitud de los niños en las clases es sintomática: tienen los ojos fijos en la maestra como si resintieran su presencia en forma opresiva. En las escuelas montessorianas -en cambio- la práctica educativa mantiene más afinidad con la teoría, y el principio de la autoeducación encuentra una mejor aplicación. La maestra es tranquila y paciente. Se puede decir que el punto original se ubica precisamente aquí: la institutriz froebeliana interviene en las actividades de sus alumnos para controlarlas y dirigirlas, provocando una contradicción en el seno del sistema educativo dadas las exigencias teóricas de libertad en el crecimiento y desarrollo del niño. Mientras que Montessori se interesa más por la educación moral del niño, por lo que, permitía la intervención discreta de la maestra.Se puede decir que navegó a merced de diferentes corrientes psicológicas: tradicionales y modernas, fue así como se encontró con el psicoanálisis y la teoría de Freud. Reconoció las aportaciones de la teoría psicoanalítica que constituyó uno de los hallazgos más impresionantes. Montessori constató que

estas teorías explicaban en parte las enfermedades mentales, por lo que consideró que éste le permitiría aclarar, sin trastornarlas, sus propias observaciones y teorías psicológicas y pedagógicas. En su obra, El niño: tanto el vocabulario, como su argumentación, poseen un tono claramente analítico, que los maestros deberían conocer por las repercusiones que -concretamente- las defensas, tienen en el trabajo escolar. A otros puntos de la teoría, da poca importancia. Más aún, la teoría psicoanalítica que se elaboró a partir de enfermos y de padecimientos mentales y no se interesaba, al menos en sus comienzos, por el "psicológicamente sano", choca con el niño "montessoriano" que es, o pronto se convierte en un niño "normalizado". Otro punto en el que difieren es en la "desviación" montessoriana con la noción freudiana de neurosis. Hay divergencia también entre las terapias analítica y la montessoriana por la importancia que se da a los obstáculos y traumas. Sin embargo, estos dos niveles de investigación se complementan sin contradecirse. Freud subrayó los determinismos inconscientes, Montessori, la actividad consciente. Finalmente, el idealismo, que marcó fuertemente el pensamiento montessoriano, no aparece en la teoría psicoanalítica.

Propuesta pedagógica

El Método Montessori está basado en las necesidades del niño. "Investigaciones han demostrado que las mejores predicciones del éxito futuro es cuando se tiene un sentido positivo de la autoestima. El programa Montessori está basado en la propia dirección, actividades no competidas, ayuda al niño al desarrollo de la propia imagen y la confianza para enfrentar retos y cambios con optimismo." El pequeño depende del adulto para muchas cosas, pero para él lo más importante es que se le escuche y se le demuestre que él es importante para el adulto. Dentro de sus límites de desarrollo de acuerdo a las capacidades de su edad, el niño puede escoger el trabajo que más llame su atención y despierte su interés en ese momento. Al hacer esto, el niño demuestra su sentido de libertad y su derecho de espontaneidad. Gradualmente el niño adquiere un fuerte sentido de independencia, seguridad y confianza en sí mismo a medida que sus habilidades aumentan. "El método Montessori está basado en el amor natural que el niño tiene por aprender e incluirá una eterna motivación por aprender continuamente. Esto ayudará al niño en su crecimiento natural y evitará forzarle a hacer algo para lo cual no esta listo" . El método le provee al alumno la posibilidad de escoger el material en el cual el quiere trabajar dentro de un entorno atractivo y libre del dominio del adulto en el cual el niño puede descubrir su propio mundo y construir por sí mismo su mente y cuerpo dentro de las siguientes áreas: vida práctica

( aprende a cuidarse así mismo y su medio ambiente), sensorial (desarrollo de los sentidos y entendimiento del mundo a su alrededor), lenguaje, geografía, matemáticas, ciencias, música, arte, baile, costura, cocina, y lenguas extranjeras.

El propósito fundamental de un programa Montessori es el de ayudar al niño a alcanzar el máximo potencial en todas las áreas de su vida a través de actividades desarrolladas con el fin de promover el desarrollo de la socialización, madurez emocional, coordinación motora y preparación cognoscitiva. Para que el proceso de aprendizaje auto dirigido por el niño se de, todo el ambiente para el aprendizaje (aula, materiales, clima social, maestro , técnicas y recursos) debe ser de ayuda para el educando. De esta manera, el maestro , quién realmente se vuelve un facilitador logra ganarse la confianza del pequeño alumno el cual lograr así cruzar el umbral de probar cosas nuevas y construir su amor propio. "Los niños Montessori son usualmente adaptables. Han aprendido a trabajar independientemente. Debido a que desde una corta edad se les ha motivado a tomar decisiones, éstos niños pueden resolver problemas y escoger alternativas apropiadas para manejar así su tiempo." A través de observar las cosas hacia las cuales los niños se ven constantemente atraídos, la Dra.Montessori desarrolló una serie de materiales de apoyo multisensoriales, sequenciales, auto-didácticos que facilitan el desarrollo motriz y ayudan a la asimilación de ideas abstractas para la construcción del aprendizaje. Montessori desarrolló una serie de materiales para matemáticas que no han sido sobrepasados hasta la fecha. La idea de estos materiales es que cada niño puede llegar a auto-corregir sus fallas en vez de ser culpado o reprendido por sus fallas académicas. Tradicionalmente, los centros de enseñanza no le prestan la atención adecuada al niño como ser individual causándole frustración al experimentar el mundo adulto ya que se espera que ellos se adapten a las exigencias de los maestros y a sus estándares coaccionando de esta manera su creatividad , cuando la verdadera labor del maestro debería ser la de facilitar el proceso natural de aprendizaje donde todos los materiales y actividades subyacentes deben estar al alcance de los niños los cuales fue probado que "son capaces de estar concentrados durante largos periodos de tiempo aunque no sea visto ordinariamente en casa a diario" .Los niños aprenden por la relación causa-error no por que sean apresurados ,empujados o presionados. Los niños no deben ser coaccionados en su naturalidad para querer aprender por el sencillo hecho que los adultos pensamos que ellos no deberían o no es tiempo todavía. Cada niño da la pauta para su propio aprendizaje.

Un maestro con preparación Montessori requiere de un entrenamiento de un mínimo de 1 año para obtener una certificación autorizada por la Canadian Council of Montessori Administrators (CCMA) dentro del grupo en el cual

piensa trabajar (3-6, 6-9, 9-12). Un maestro Montessori debe ser meticuloso, observador y altamente creativo , debe servir de guía y modelo para sus alumnos.En una verdadera aula bajo el sistema Montessori debe imperar el principio de libertad con límites donde hay un grupo de niños de diferentes edades bajo el principio de respeto a los demás y al medio ambiente y provee al niño con la idea de sociedad y convivencia donde se promueve la colaboración de la comunidad. Los niños más grandes enseñan a los más pequeños y así refuerzan su propio aprendizaje y moldean ejemplos de conducta. A través de observar las experiencias de cada niño, el maestro determina si es apropiado introducir una actividad nueva a un grupo pequeño o individualmente. El ambiente físico de una aula Montessori tiene espacios abiertos que promueven la libertad de movimiento y libre tránsito del los pequeños. Se usan mesas con sillas del tamaño de los niños, lavamanos y baños bajos, alfombras para delimitar áreas de trabajo y absolutamente todo al alcance de los niños.

Montessori considera la educación como una ayuda activa para el perfecto desarrollo del ser humano en proceso de crecimiento.

Principios filosóficos del Método Montessori:

1- Los periodos sensitivos

2- La mente del niño

3- Libertad y Disciplina

4- Autonomía

5- Aprender haciendo

6- Las diferencias individuales

7- Preparación del ambiente

8- Actitud del adulto

9- Importancia del material

LOS PERIODOS SENSITIVOS son las diferentes etapas en las que el ser vivo se siente especialmente sensiblilizado para desarrollar determinadas aptitudes o para adquirir determinados aprendizajes. Los principales periodos sensitivos son: lenguaje, orden, percepción sensorial de la vida, movimiento, interés por los aspectos sociales.

LA MENTE DEL NIÑO es comparada a una esponja por sus características absorbentes. Su mente absorbe sin cesar un sin fin de conocimientos, costumbres, y maneras sociales, aprendiendo lo esencial del mundo que lo rodea, sin cansancio, sin esfuerzo, de una forma completamente natural.

LIBERTAD Y DISCIPLINA es lo que el niño necesita para aprender a crecer. Al obedecer las fuerzas vitales el niño favorece su desarrollo y se va autodisciplinando. Esta se asocia a la actividad y al trabajo y no a la inmovilidad que erróneamente llamamos disciplina. Obedecer a las fuerzas vitales es una disciplina interna que no es impuesta desde afuera. Al niño se le irá dando libertad a medida que vaya adquiriendo autodisciplina.

AUTONOMIA El niño no puede ser libre sin ser independiente en su forma de sentir, pensar, y actuar. Hay que facilitar al alumno a valerse por sí mismo, así adquiere seguridad, siente que es capaz, que puede, que sabe hacerlo.

APRENDER HACIENDO El niño necesita estar activo, esta es la etapa de la adquisición de conocimientos a través del movimiento y los sentidos.

LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES Los niños tienen diferente ritmo de aprendizaje. Así, los de ritmo rápido se aburren, sintiéndose desmotivados y generando indisciplina. Respetando el ritmo de cada niño el aprendizaje será más efectivo.

PREPARACIÓN DEL AMBIENTE Este principio tiene importancia vital ya que el niño aprende absorbiendo de su entorno. Hay que propiciar un clima de alegría, trabajo, tranquilidad, respeto, limpieza y orden.

ACTITUD DEL ADULTO Este debe respetar al niño durante su proceso de desarrollo y su forma de aprender, debe hablar en voz baja transmitiendo tranquilidad, debe guiar al niño para que aprenda y no darle todo hecho.

IMPORTANCIA DEL MATERIAL Este sirve para adquirir determinado aprendizaje, fortalece el desarrollo psicológico y social del niño. El material debe atraer y despertar interés para que el niño se concentre en el trabajo y permanezca activo. Comprendiendo su necesidad de coordinación motora y de interdependencia Maria Montessori ideó una serie de ejercicios de vida práctica llamados PSICOTICIDAD Y AUTONOMIA. La utilidad de estos ejercicios es:

Favorecer el desarrollo armónico y ordenado de los movimientos corporales.

Satisfacer la tendencia a imitar al adulto, facilitando así la inserción del ser humano en su ambiente cultural.

Satisfacer la necesidad de independencia del adulto. Los niños adquieren seguridad y confianza en sí mismos.

Fomentan el orden.

Desarrollan la capacidad de concentración.

Desarrollan el sentido de responsabilidad.

Desarrollan la fuerza de voluntad.

Ayudan a adquirir autodisciplina.

Las actividades de vida práctica preparan indirectamente para cualquier aprendizaje y para el proceso de lecto-escritura. Estos ejercicios no siguen un esquema rígido de ejercicios fijos. Deben adaptarse a la cultura del país de cada niño. Pueden realizarse tanto en el interior como en el exterior del aula. Algunos ejemplos de estas actividades son:

• Lavar platos (para el completo control del movimiento de la parte superior de su cuerpo).

• Lavar mesas (movimientos circulares de izquierda a derecha para reforzar la pre- lectura y escritura).

• Enrollar y desenrollar alfombras (coordinación motora gruesa).

• Gateo, volteo y arrastrarse (motricidad gruesa).

• Jardinería (cuido del medio ambiente).

• Baile (dominio completo de todo su cuerpo, coordinación motora).

• Trasegar agua de un vaso a otro (refuerzo para motricidad fina).

• Trasegar arroz con una cuchara de un pocillo a al otro (refuerzo de motricidad fina).

• Abrir y cerrar botes (motricidad fina).

• Enroscar y desenroscar tornillos muy grandes (pre-coloreo para tener fuerza al llegar a agarrar el lápiz).

• y muchas más.

MATERIAL SENSORIAL Este material ayuda al niño a desarrollar su inteligencia al organizar y clasificar sus percepciones sensoriales siguiendo un orden lógico. Pretende ordenar la infinidad de impresiones que el niño percibe. Es una verdadera preparación interna para la vida intelectual.

A través de la vista se pueden percibir formas: figuras geométricas, tamaños y colores. Los materiales para las actividades incluidas en el método para lograr esto son : manipulación de diferentes tamaños de objetos, clasificación de objetos por colores y tamaños e identificación de su igualdad o diferencia.A través de tacto se puede percibir: texturas, temperatura, pesos, formas y tamaños por medio de tocar los objetos y sentirlos el niño aprende estas relaciones por experiencia.

A través del olfato se pueden percibir olores. A través del gusto se puede percibir sabores. Todo esto se logra en base a las experiencias que el niño va teniendo en su aprender práctico.

A través del oído se pueden discriminar objetos musicales y obtener preparación fonética para lenguas extranjeras.

Para afianzar el proceso lecto-escritura el niño debe aprender a diferenciar cada vocal a través de tocarla en diferentes materiales como lija, algodón, arena , plasticina y pintura antes de entrar en la escritura formal con lápiz.

Experiencias educativas originadas en el pensamiento pedagógico del autor

A pesar de las dificultades históricas-culturales de la época se consigue dar a conocer el Método Montessori, dado que, es su misma creadora quien se preocupa de dar a conocer y a la vez formar a los diversos pedagogos explicando su propuesta pedagógica a nivel internacional.

En la actualidad muchos de los elementos Montessori son enseñados y ocupados sin sufrir gran modificación. Sin embargo su aplicación original y completa se lleva a cabo en sectores específicos de la sociedad, es decir, en aquellos que presentan un mejor estatus económico. Lo que sin duda puede

sonar contradictorio, ya que, su fundadora se interesa por trabajar con los sectores mas pobres y con mayor dificultades de aprendizaje. Es por medio del trabajo logrado en este estrato lo que genera aceptación y admiración de parte de los contemporáneos de la época del autor, la que a su vez, pasa a ser parte de las distintas reformas relacionadas con la Nueva Escuela.

En Chile tenemos algunos representantes de esta propuesta pedagógica a través de establecimientos educacionales que se encargan de formar alumnos y profesores según lo planteado por María Montessori. Cabe destacar que estos son colegios particulares, por lo tanto, no se encuentra al alcance de todos. Creemos que una generalización del Método en Chile, en estos momentos, significaría un cambio drástico en cuanto a materias de educación se refiere y que por lo de más esta muy lejos de ser así.

Circulación de ideas

Este método para muchos resulta agradable y recreativo para trabajar y es por ello, que lo que María Montessori propone apenas ha sido modificado en la actualidad. Sin embargo queremos dar a conocer ciertas opiniones de algunos actores sociales que dejan a un lado las valoraciones criticando el método a partir de la realidad actual.

Los materiales didácticos, prácticos y educativos Montessori en su creación tienen costos muy altos aunque no muchos saben que algunos de los mismos pueden ser sustituidos fácilmente sin interferir el aprendizaje de los chicos. Aunque en teoría el método puede aplicarse a casi cualquier cultura contrasta un poco con los prejuicios sociales establecidas por las clases sociales alta y media-alta, en cuales una empleada doméstica realiza los quehaceres, por lo tanto, no se ve la utilidad que el niño aprenda a realizar el tipo de actividades que ella realiza. "La implementación del método es integral ya que de acuerdo a su fundadora este no funciona si es aplicado a medias y para implementarse en su totalidad se requiere de reestructurar el rol del maestro completamente. " El número de alumnos es bastante reducido (más o menos 15 ) en una balanza de edades donde se promueva la interacción de las edades, pero en la realidad educativa de algunos países se tiende a tener un mínimo de 25 a 45 alumnos por sala de clase siendo difícil su implementación. Se trabaja mucho en la individualidad de la persona olvidando el aspecto de sociabilidad del niño. Algunas de las ideas no son meramente Montessori si no influencias de otros pensadores de la época como lo fueron: Dewey, Ferriére y Kerschensteiner y los movimientos de la época. La Dra. Montessori decía que la maestra Montessoriana debía de ser prudente y delicada y no utilizar su energía en

severidad si no más bien tener la paciencia necesaria para observar y cuidar al niño sabiendo retirarse oportunamente. Siendo este el principio de su fundadora, el método es a veces implementado con severidad y alta demanda académica para niños tan pequeños. Al quererse implementar dentro del Sistema Educativo debe reformarse tanto la metodología como el rol del docente como un facilitador o guía en vez del papel tradicional. Este método no puede ser implementado en forma parcial porque los alumnos requieren un conocimiento previo multi-sensorial que alberga el método Montessori el cual no ha tenido énfasis en el método tradicional, entonces no es conveniente combinarlos sino implementarlos en forma integral.

Comparación con nuestra realidad

El método Montessori comparado con nuestra educación tradicional, presenta grandes diferencias, su énfasis está en las estructuras cognoscitivas de los alumnos, en la enseñanza individualizada, se adapta a cada estilo de aprendizaje, los alumnos escogen su propio trabajo de acuerdo a su interés y habilidad, son participantes activos en el proceso enseñanza aprendizaje, el número de alumnos es reducido, de aproximadamente 15. De acuerdo a los tiempos para el desarrollo de actividades, el alumno trabaja por el tiempo que desee en los materiales escogidos descubriendo sus propios errores a través de la retroalimentación del material y refuerza internamente su aprendizaje a través de la repetición de una actividad, si bien hay límites de tiempo, son flexibles para lograr los objetivos. El alumno recibe el sentimiento de éxito, se utiliza material multisensorial para la exploración física, programa organizado para aprendizaje del cuidado propio y del medio ambiente, la maestra guía hacia los conceptos y si el trabajo es corregido, los errores usualmente son señalados.

Otra característica especial de este método es el trabajo con grupos con distintas edades dentro de una misma sala de clases, motivando a enseñar, colaborar y ayudarse mutuamente.

La maestra desempeña un papel sin obstáculos en la actividad del salón, se muestra creativa en la propuesta de las actividades. El ambiente y el método alientan la autodisciplina interna, se crea un ambiente tranquilo en donde cada uno desarrolla su trabajo sin perjudicar o molestar a sus compañeros.

El método tradicional, por otra parte, pone el énfasis en el conocimiento memorístico y desarrollo social, los trabajos se realizan según pautas establecidas y deben ser desarrollados en un tiempo determinado, los alumnos

son participantes pasivos en el proceso enseñanza aprendizaje, existen pocos materiales para el desarrollo sensorial y la concreta manipulación, hay menos énfasis sobre las instrucciones del cuidado propio y el mantenimiento de aula, esto por lo mencionado anteriormente sobre el alto número de alumnos.La enseñanza en grupo es de acuerdo al estilo de enseñanza para adultos y con alumnos de las mismas edades o del mismo nivel.

La maestra desempeña un papel dominante y activo en la actividad del salón y actúa como la fuerza principal de la disciplina externa. El ambiente de trabajo, por características de infraestructura, no permite gran libertad de acción en la sala de clases, y por número de alumnos que fluctúa entre 30 a 45, el ambiente se torna muchas veces ruidoso impidiendo la concentración para el desarrollo de actividades.

Publicado por Lilitheay   en 12:02

5 comentarios:

leudys dijo...

esta buenisima la informaciòn muchas gracias, me servira de mucho en mis investigaciones.

6 de julio de 2009 17:54

francoc1111 dijo...

excelente resumen de la teorias de Montessori me seran muy utiles en el articulo que estoy escribiendo

15 de julio de 2010 23:21

Mariana dijo...

Uno de los principales obstáculos para las escuelas Montessori en México son las ideas equivocadas al respecto. No es que la educación Montessori sea la mejor, solo es un camino diferente, para gente que ya no se conforma con lo que la educacion tradicional ofrece.

Que bueno que existan sitios como este. Felicidades!!

3 de abril de 2011 20:11

Paola Turra dijo...

muy buena la información expuesta, sólo acoto algo, que sería de gran ayuda que se facilite la bibliografía que utilizaste.

2 de junio de 2012 19:17

Lilitheay dijo...

Me alegra que la información expuesta les sea de utilidad. Buscaré en mis archivos las fuentes bibliográficas que utilicé... espero tenerlas aún, ya que este blog lo creé hace un par de años y lo tenía abandonado, pero ya no más.

24 de agosto de 2012 22:49

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Publicado: 28 Jul 2008 6:57 pm   Título del mensaje: María Montessori (1870-1952)

En enero de 1907 la doctora Maria Montessori abrió su primera “Casa para niños” en Roma, donde puso en práctica su método de enseñanza que cambiaría para siempre la educación en el mundo. 

Maria Montessori fue una adelantada para la época en que vivió. Nacida el 31 de agosto de 1870 en Chiaravelle, en la provincia de Ancona (Italia) en el seno de una familia de clase media, tuvo la oportunidad de asistir a la Universidad y estudiar medicina. En aquella época no se concebía en Italia que una mujer pudiera ser médico y de hecho la Universidad de Roma donde estudió no admitía a mujeres para cursar

esta carrera. Sin embargo no se sabe muy bien como, ella consiguió que la admitieran. De este modo en 1896 se convirtió en la primera mujer doctora en medicina que tuvo Italia, y además con unas calificaciones sobresalientes. 

Poco despues empezó a trabajar en la propia Universidad de Roma, como ayudante en el departamento de psiquiatría. En esta época se interesó de forma especial por la educación de los niños que tenían algún tipo de deficiencia mental, y aplicando métodos experimentales de dos profesores franceses que ella admiraba, logró que estos niños aprendieran a leer y a escribir. Incluso conseguía que niños con deficiencias consiguieran aprobarar los examenes escolares para niños "normales". 

¿Cómo lo había conseguido? ¿Qué tipo de técnicas utilizaba esta jovencita que se movía con tanta celeridad y seguridad al mismo tiempo? Lo que hacía era reforzar la autoestima de los chicos a través de juegos y de trabajos manuales, y una vez que ellos sentían que podían avanzar, María iba transmitiéndoles el conocimiento de las letras y de los números. En poco tiempo, la doctora empezó a ser respetada entre el pequeño grupo de profesores y de padres que la conocían y ella pensó que su método podría ser aun más eficaz si lo ponía en práctica con chicos que no tuvieran ningún tipo de dificultad. 

El principio básico que ella sostenía era que el niño necesitaba estímulos y libertad para aprender. El maestro tenía que dejar que el alumno expresara sus gustos, sus preferencias y algo más importante aún, había que dejar que se equivocara y volviera a intentar lo que había iniciado. Montessori insistía en que el rol del maestro dominante había que cambiarlo y dejar que el alumno tuviera un papel más activo y

dinámico en el proceso de aprendizaje. 

Gracias a ella se dejó de lado, además, la típica idea de las aulas de clase oscuras, sin ventanas, ambientadas únicamente con un pizarrón negro, donde los alumnos estaban como estatuas alineados en sus bancos y en cambio, empezó a valorizarse la importancia que tenían los lugares agradables, amplios, donde los pequeños podían moverse sin problemas y contaban con elementos como cubos, cajas de colores, etc, que contribuían a estimular el cerebro, el intelecto y la capacidad de comunicación infantil. 

Basándose en esto, María fundó en Roma en el mes de enero de 1907, la primera Casa para niños (Casa dei Bambini), un lugar donde los niños tuvieran la oportunidad de aprender siguiendo sus innovadores métodos. Contaban con pequeños muebles sencillos y un magnífico material pedagógico (formas geométricas, aros, palos, lápices, pinceles y pinturas de varios colores) que iban haciendo que el aprendizaje fuera ameno, casi como un juego. La influencia que tuvo la doctora con su sistema fue mundial y gran parte de sus ideas hoy forman parte de nuestro conocimiento, lenguaje y manera de entender a los niños y los procesos educativos.

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EsperanzaSu Alteza Imperial

Publicado: 28 Jul 2008 6:58 pm    

En 1913 hizo su primer viaje a Estados Unidos, un país

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en el que sus ideas tuvieron un gran impacto y donde encontró muchos apoyos, entre los que destacaron el inventor del teléfono, Alexander Graham Bell y su esposa Mabel, quienes promovieron la creación de la Montessori Educational Association en Washington DC. Otros valedores de Maria en Estados Unidos fueron Thomas Edison y Helen Keller, la famosa "alumna" de Anna Sullivan. 

Como muestra de la fama que por esta época había adquirido, valgan estas palabras que le dedicó el diario "The Brooklyn Daily Eagle": 

"[...] a woman who revolutionized the educational system of the world, the woman who taught the idiot and the insane to read and write, whose success has been so wonderful that the Montessori method has spread into nation after nation as far east as Korea, as a far west as Honolulu and south to the Argentine Republic." 

Es dificil para nosotros comprender el impacto que tuvo Maria Montessori en la renovación de los métodos

pedagógicos a principios del siglo XX, pues la mayoría de sus ideas hoy nos parecen evidentes e incluso demasiado simples. Pero en su momento fueron innovaciones radicales, que levantaron gran controversia especialmente entre los sectores más conservadores. 

En 1929 fundó en Amsterdam la Association Montessori International (AMI), una organización dedicada a divulgar y promover sus metodos educativos, y que aun continua funcionando (aquí su web). Tras la muerte de Maria, su hijo Mario Montessori se hizo cargo de la AMI hasta su muerte en 1982. 

Durante el régimen de Benito Mussolini, María Montessori tuvo el coraje y la valentía de denunciar públicamente que el fascismo cometía actos de brutalidad con los jóvenes al convertirlos en "pequeños soldados", y sus opiniones causaron tanta molestia en el régimen gobernante que a la doctora no le quedó otra alternativa que exiliarse. Huyo en 1934 a Barcelona, donde estuvo viviendo un tiempo y luego se estableció

en Holanda con su esposo y su hijo. 

En 1939, cuando tenía 69 años, fue invitada por la Sociedad Teosófica a visitar la India. Precisamente allí le sorprendió el estallido de la Segunda Guerra Mundial, lo que la obligo a permanecer en este país durante el conflicto. Precisamente lo aprovechó para seguir divulgando sus ideas, que fueron muy bien acogidas tambien allí. 

Tras acabar la guerra volvió a Europa en 1946 y estuvo en Londres donde dirigió un programa internacional de entrenamiento. En 1947 por fin regresó a su país, Italia, de donde había tenido que huir años antes, y esta vez fue recibida con todos los honores. En 1948 regresó a la India para seguir impartiendo cursos.

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EsperanzaSu Alteza Imperial

Publicado: 28 Jul 2008 6:59 pm    

En 1949 se estableció definitivamente en

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Amsterdam, y ese año publicó su libro The Absorbent Mind. En 1950 fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Amsterdam. En tres oportunidades fue nominada para el Premio Nobel (1949, '50 y '51). 

En esta etapa de su vida ya había dado cursos y conferencias por todas partes y era reconocida como una institución a nivel mundial. Supo ganarse el título de pionera en la investigación del mecanismo de pensamiento de los niños. Con su método ella demostró que los niños podían aprender a reconocer las letras y a sumar antes de cumplir los seis años. Una de las curiosidades que rodeó a su vida es que, a pesar de que sus ideas eran reconocidas en todas partes y sus conferencias eran traducidas a varios idiomas, en su propio país fue durante años atacada y duramente criticada, probablemente por la fuerte tradición católica de este país, que se adaptaba menos a sus métodos. 

A la edad de ochenta y un años, el 6 de mayo de 1952, María Montessori muere en Noordwijk, Holanda. Desde

entonces, su nombre y su obra están siempre en la memoria de todos y se la recuerda como la gran reformadora de la educación. 

Además de su labor pedagógica, debe resaltarse tambien su importancia para el movimiento feminista. A finales del siglo XIX una mujer no podía ir caminando sola por la calle sin provocar un escándalo, no podía firmar un cheque y basicamente no podía hacer nada sin el permiso de su padre o de su marido. Sin embargo Maria Montessori consiguió destacar en la escuela, ir a la Universidad y forzar las normas establecidas para convertirse en la primera titulada en medicina de su país, y posteriormente en una figura admirada y respetada a nivel mundial, dejando una obra que continuó viva despues de su muerte.

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EsperanzaSu Alteza Imperial

Publicado: 28 Jul 2008 7:00 pm    

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El legado 

Por primera vez, una técnica pedagógica incluía en su fórmula la idea de que el aprendizaje debía provocar felicidad y alentar la propia creatividad y capacidad natural de los niños. Algunas de las ideas que María Montessori puso en practica están aquí resumidas: 

El nivel y tipo de inteligencia se conforman fundamentalmente durante los primeros años de vida. A los 5 años, el cerebro alcanza el 80% de su tamaño adulto. La plasticidad de los niños muestra que la educación de las potencialidades debe ser explotada comenzando tempranamente. # 

Los conocimientos no deben ser introducidos dentro de la cabeza de los niños. Por el contrario, mediante la información existente los conocimientos deben ser percibidos por ellos como consecuencia de sus razonamientos. # 

Lo más importante es motivar a los niños a aprender con gusto y permitirles satisfacer la curiosidad y experimentar el placer de descubrir ideas propias en lugar de recibir los conocimientos de los demás. 

Permitir que el niño encuentre la solución de los problemas. A menos que sea muy necesario, no aportar desde afuera nuevos conocimientos. Permitir que sean ellos los que construyan en base a sus experiencias concretas. # 

Con respecto a la competencia, la doctora Montessori creía que este comportamiento debía ser introducido solo después de que el niño tuviera confianza en el uso de los conocimientos básicos. Entre sus escritos aparece: “Nunca hay que dejar que el niño se arriesgue a fracasar hasta que tenga una oportunidad razonable de triunfar”. # 

Ella consideraba no se podían crear genios pero sí, darle a cada individuo la

oportunidad de satisfacer sus potencialidades para que sea un ser humano independiente, seguro y equilbrado. # 

Otro de sus conceptos innovadores fue que cada niño marca su propio paso o velocidad para aprender y esos tiempos hay que respetarlos.

EN LA MONTANYA

La segunda etapa del viaje se encuentra ni lejos ni cerca de donde comenzó. Dejamos el Vercors con sus magníficos paisajes para adentrarnos en otros igual de impresionantes. Es un lugar diferente donde el objetivo es continuar con lo aprendido y pasar las etapas necesarias para cumplir el objetivo de ser autónomos. Poco a poco se va cumpliendo la ilusión viviendo el presente y aprovechando las oportunidades que se presentan.

mardi 24 novembre 2009

MARIA MONTESSORI

Llegó el momento de hablaros de María Montessorí, tal como ya dije una vez cuando escribí sobre la escuela donde trabaja Caro, un lugar donde los niños y niñas reciben una educación siguiendo los preceptos que Montessorí escribió después de haber pasado muchos años observando a sus alumnos.

La escuela de Caro va bien. A resurgido un nuevo proyecto este año con más ambición y ganas de perpetuar lo comenzado. Se ha encontrado un nuevo local, nuevos padres y un nuevo ambiente. Ahora ya tiene una clase, hay más niños y niñas pero el material sigue escaseando. De hecho, la escuela donde trabaja Caro, a parte de utilizar la pedagogía Montessori, funciona de forma parental, es decir, son los padres quienes en su mayoría se preocupan de la educación de sus hijos y hijas. Caro solo está para guiarlos y mostrarles como pueden aprender por ellos mismos. La frase preferida de sus alumnos es "ayudame a aprender". Por lo tanto, son los padres y madres quienes fabrican el material, quien hacen la comida, quienes han puesto el nuevo local en buen estado. En definitiva, es un modelo de escuela que choca en su totalidad con los preceptos establecidos. Una escuela que se incluye en la lucha que muchos padres y madres siguen contra la escolarización obligatoria y por una educación alternativa, puede que menos acorde con el sistema actual, pero en sintonía con los alumnos.

María Montessorí fuea una pedagoga avanzada en su tiempo. Su dedicación fue observar a los críos. De ellos aprendió y poco a poco fue encontrado lo que necesitaban para poder aprender de forma autónoma. María Montessori nos dice que se puede y hay que aprender de los niños y niñas. Ellos son el futuro de la sociedad, hay que dejarlos desenvolverse.

Aunque María Montessori dejara claras las formas de como educar incluso a adolescentes. Su trabajo se basa en los pequeños, hasta los 6 o 7 años, pues

entendió que era allí donde se jugaba el futuro de cada persona. De hecho, hasta esa edad, a los niños y niñas hay que dejarles jugar. Son como cachorros de apenas unos meses. No se les debe obligar, se les debe dejar escoger. Porque hacerles leer a 5 o 6 años, si les interesa la lectura antes que la escritura y a edad más temprana? Es un ejemplo de pregunta que María Montessori nos responde de forma sencilla. No hay que impedirles el aprendizaje, no hay que decir a un niño "sientaté, no cojas ese libro", pues estaremos cortando su deseo innato de aprender. Los niños y niñas a esa edad necesitan estar libres, poder moverse, tocar, sentir, amar y abrazar en cualquier momentos.

Estas ganas de hablaros sobre María Montessorí, la escuela donde va Caro, una educación alternativa y demás, viene dado porque la semana pasada, conseguimos ver una película biográfica sobre la vida de María Montessorí que no es fácil de obtener y teníamos muchas ganas de verla. No conozco su vida al cien por cien, pero tengo entendido que a pesar de ser casi el único documento sobre su vida, en lo filmográfico, es muy creíble y sincero con la realidad que pasó.

María Montessorí fue una mujer que nunca pudo ser madre y sin embargo tenía todo lo necesario para estar rodeado de los críos, que estos les escucharan y que aprendieran mutuamente. Tuvo una vida muy activa por la lucha de una educación alternativa. Sacó a muchos críos que eran considerado "débiles mentales", de la tortura gracias a sus investigaciones. Se abrieron escuelas Montessorí por todo el mundo. Desde los EEUU hasta la India, después fueron desapareciendo, pero ahora siguen surgiendo. María Montessorí estubo incluso en España, aunque muy poco, pues abandonó Italia, su estado natal, a causa del fascismo en el 36 y la llegado de Franco la envió a Holanda, dilapidando todos sus planes de instalación en España, un lugar donde se respiraba libertad y donde mucha gente estaba interesada en sus proyectos.

Pero porque si había tantas escuelas Montessorí, nunca se ha oído hablar en demasía de ellas? Porque siempre han sido intereses privados e individuales de gente con una gran esperanza de cambiar la educación quienes han llevado esos proyectos adelante. Aunque al principio contaban con el visto bueno de los gobernantes, poco a poco les fueron poniendo trabas, pegas y comenzaron a cerrar escuelas. El porque es sencillo, la pedagogía Montessorí conseguía que el obrero pensara, creaba intelectuales y no máquinas como hoy en día la escuela tradicional. Sacaba a los pobres a la calle con sus hijos e hijas delante. Era peligrosos para el sistema. Incluso hoy en día, aunque la república fancesa haya dando el visto bueno, no tienen ningún tipo de ayuda y siguen con las trabas administrativas y de encontrar locales aptos. Los inspectores siempre

amenazan con cerrar las escuelas con cualquier excusa. Locales con pocas condiciones de seguridad, educadores mal formados, porque no tienen un título, aunque cada dí estoy más convencido que para trabajar con niños y niñas no hace falta un título, sino una naturaleza. En resumen, escucas por todos sitios para entrabar una lucha que día a día coge más fuerza.

María Montessorí, a parte de dedicar casi toda su vida a los alumnos, también fue una mujer pionera, la primera en estudiar medicina en la universidad de Roma. Crecida en una familia burguesa, no tuvo miedo en romper los esquemas y aunque su padre era militar, su madre la apoyaba y respetaba su libertad. Nunca le faltó de nada, pero tenía esa gandeza que tienen las buenas personas, la de querer ayudar sin pedir nada a cambio, solo un poco de respeto.

Publié par BLQ

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Libellés : cine, documentales, historia, personajes

5 COMMENTAIRES:

Alejandro Kreiner a dit…

Muy interesante alternativa a la educación oficial. Estoy de acuerdo en que los niños de seis y siete años tien que divertirse.

Saludos.

25 novembre 2009 18:13

Lola a dit…

Pues a mi me parece estupenda esa educación. Yo si que conocia las escuelas Montessori porque mi nieta cuando era pequeñita, en Madrid, fue a una de ellas. Creo que en Majadahonda.Es buenísimo ver a padres ocupándose tanto de sus hijos.Un beso Lola

25 novembre 2009 21:39

Eloi BLQ a dit…

De todas formas, aunque yo defienda la pedagogía Montessori, no quiere decir que toda pedagogía alternativa sea mejor o peor. La lástima es que hay mucha desunión. En Francia, por suerte, hay todo un grupo de personas que se están moviendo para cambiar las cosas. Es muy pequeño todavía, pero crece y con un carácter polítoco y luchador, para conseguir la no escolarización.

gracias por vuestros comentarios

26 novembre 2009 22:34

sorel a dit…

Muy interesante artículo, amigo Eloi. Lo que destaco de lo que escribes de la filosofía Montesori es la importancia de la implicación de la familia.Como profesor me explico muchas de las cosas que veo en el aula cuando conozco a los padres de los alumnos. La escuela puede ayudar en la educación, pero sin el apoyo de la familia, poco podemos hacer. Como padre me doy cuenta del referente que voy a ser para mi hijo, de la influencia que voy a tener en su educación. Las leyes que rigen la escuela pública son un desastre, al menos en Andalucía. Cada vez nos piden más papeles inútiles que nos quitan tiempo de preparación de las clases, y tiempo de descanso. (al tener menos tiempo para preparar, queda menos margen para personalizar las clases y los contenidos).Ahora todo se basa en una cosa que se han inventado que son las "competencias básicas", que superponen los procedimientos a los contenidos". Da igual que el niño no sepa sumar o hablar inglés. Lo importante es que tenga la capacidad de hacerlo.Y está claro que lo de competencia suena fatal, está directamente pensado en ser útil a los intereses económicos de la sociedad.

En fin, un rollo, frente al que hay que rebelarse, claro está, porque de nosotros los profesores también quieren hacer máquinas, funcionarios eficientes y obedientes. 

Un saludo y a ver si me pongo al día con tu blog. El niño, y también este trabajo de burócrata me dejan poco tiempo. Ni que decir tiene que lo del niño lo llevo estupendamente :)