lunes 28 de julio 2014 sólo vísperas

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CELEBRACIÓN EUCARISTICA CON VÍSPERAS Lunes 28 de julio 2014 RITOS INICIALES Reunido el pueblo, el Señor Obispo con los ministros va al altar, mientras se entona el CANTO DE ENTRADA Cuando llega al altar, el Señor Obispo con los ministros hace la debida reverencia, besa el altar, lo inciensa. Después se dirige con los ministros a la sede. Terminado el canto de entrada, el Señor Obispo y los fieles de pie se santiguan, mientras el Señor Obispo dice: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. El pueblo responde: Amén. - 19 -

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CELEBRACIÓN EUCARISTICA CON VÍSPERAS

Lunes 28 de julio 2014

RITOS INICIALES

Reunido el pueblo, el Señor Obispo con los ministros va al altar, mientras se entona el

CANTO DE ENTRADA

Cuando llega al altar, el Señor Obispo con los ministros hace la debida reverencia, besa el altar, lo inciensa. Después se dirige con los ministros a la sede.

Terminado el canto de entrada, el Señor Obispo y los fieles de pie se santiguan, mientras el Señor Obispo dice:

En el nombre del Padre, y del Hijo,

y del Espíritu Santo.

El pueblo responde: Amén.

El Señor Obispo dice:

L

a paz esté con ustedes.

El pueblo responde: Y con tu Espíritu.

Todos sentados.

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SALMODIA(LH p. 783 Lunes I)

Ant. 1. El Señor se complace en los justos.

Salmo 10Al Señor me acojo, ¿por qué me decís:«escapa como un pájaro al monte,porque los malvados tensan el arco,ajustan las saetas a la cuerda,para disparar en la sombra contra los buenos?Cuando fallan los cimientos,¿qué podrá hacer el justo?»

Pero el Señor está en su templo santo,el Señor tiene su trono en el cielo;sus ojos están observando,sus pupilas examinan a los hombres.

El Señor examina a inocentes y culpables,y al que ama la violencia él lo detesta.Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,les tocará en suerte un viento huracanado.

Porque el Señor es justo y ama la justicia:los buenos verán su rostro.

Ant. 1. El Señor se complace en los justos.

Ant. 2. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Salmo 14Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienday habitar en tu monte santo?

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El que procede honradamente y practica la justicia,el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua,

el que no hace mal a su prójimoni difama al vecino,el que considera despreciable al impíoy honra a los que temen al Señor,

el que no retracta lo que juróaún en daño propio,el que no presta dinero a usurani acepta soborno contra el inocente.

El que así obra nunca fallará.

Ant. 2. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Ant. 3. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.

Cántico Ef 1, 3-10

Bendito sea Dios,Padre de nuestro Señor Jesucristo,que nos ha bendecido en la persona de Cristocon toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo,antes de crear el mundo,para que fuésemos consagradose irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,

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por pura iniciativa suya,a ser sus hijos,para que la gloria de su gracia,que tan generosamente nos ha concedidoen su querido Hijo,redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,hemos recibido la redención,el perdón de los pecados.El tesoro de su gracia, sabiduría y prudenciaha sido un derroche para con nosotros,dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el planque había proyectado realizar por Cristocuando llegase el momento culminante:hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,las del cielo y las de la tierra.

Ant. 3. Dios nos ha destinado en la persona de Cristo a ser sus hijos.

La Asamblea se pone de pie.

ORACIÓN COLECTAEl Señor Obispo, con las manos juntas dice:Oremos.

Y todos, junto con el Señor Obispo, oran en silencio durante unos momentos. Después el Señor Obispo, con las manos extendidas dice la oración colecta.

eñor Dios, que quisiste proveer de pastores a tu pueblo, infunde en tu Iglesia tal espíritu de piedad y fortaleza, que suscite

ministros dignos de tu altar y los haga ser valientes y humildes promotores del Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que

S

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vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.Al final de la oración el pueblo aclama: Amén.

La Asamblea se sienta.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURAEste pueblo será como este cinturón, que no sirve para nada.

Lector:Del libro del profeta Jeremías: 13, 1-11

El Señor me dijo: "Ve a comprar un cinturón de lino y póntelo en la cintura, pero no lo metas en el agua". Compré el cinturón y me lo puse en la cintura, según la orden del Señor.

Entonces el Señor me habló por segunda vez y me dijo: "Toma el cinturón que compraste y que llevas puesto en la cintura, levántate y vete al río Éufrates y escóndelo ahí, en el agujero de una roca". Fui y lo escondí en el Éufrates, como me había ordenado el Señor.

Al cabo de mucho tiempo, me dijo el Señor: "Levántate, vete al Éufrates y recoge el cinturón que te mandé que escondieras ahí". Fui al Éufrates, escarbé y recogí el cinturón del sitio donde lo había escondido; pero el cinturón se había podrido: no servía para nada.

Entonces el Señor me habló y me dijo: "Esto dice el Señor: 'Del mismo modo haré yo que se pudra la gran soberbia de Judá y de Jerusalén. Ese pueblo malvado se ha negado a obedecerme, se porta obstinadamente, ha seguido a otros dioses para servirlos y adorarlos, y será como este cinturón, que ya no sirve para nada. Porque así como el cinturón va adherido al cuerpo, así quise llevar unidas a mí a la casa de Israel y a la casa de Judá, para que fueran mi pueblo, mi

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fama, mi gloria y mi honor; pero ellos no me escucharon' ".Palabra de Dios.

Todos aclaman:Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIALDel Salmo 32

R. Abandonaron a Dios, que les dio la vida.

Abandonaron a Dios, que los creó, y olvidaron al Señor, que les dio la vida. Lo vio el Señor, y encolerizado, rechazó a sus hijos y a sus hijas.

Abandonaron a Dios, que les dio la vida.

El Señor pensó: "Me les voy a esconder y voy a ver en qué acaban, porque son una generación depravada, unos hijos infieles.

Abandonaron a Dios, que les dio la vida.

Ellos me han dado celos con un dios que no es Dios y me han encolerizado con sus ídolos; yo también les voy a dar celos con un pueblo que no es pueblo y los voy a encolerizar con una nación insensata".

Abandonaron a Dios, que les dio la vida.

La Asamblea se pone de pie.

ALELUYA

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El coro y la asamblea cantan la aclamación antes del Evangelio. Mientras tanto, el Señor Obispo pone incienso al incensario. El diácono, inclinado ante el Señor Obispo, pide la bendición, diciendo en voz baja:Padre, dame tu bendición.

El Señor Obispo en voz baja dice:El Señor esté en tu corazón y en tus labios,para que anuncies dignamente su Evangelio,en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo.

El diacono responde: Amén.

Después el diácono va al ambón llevando el Evangeliario, acompañado por los ministros que llevan el incienso y los cirios.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

Aleluya, Aleluya.Aleluya, Aleluya.

“Por su propia voluntad el Padre nos engendró mediante la palabra de la verdad, para que fuéramos, en cierto modo, primicias de sus creaturas.”

Aleluya, Aleluya.

EVANGELIO

Ya en el ambón, el diácono dice:El Señor esté con ustedes.

El pueblo responde:Y con tu espíritu.

Diácono:

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Del Santo Evangelio según san Mateo: 13, 31-35

Y mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho, el pueblo aclama:Gloria a ti, Señor.

El diácono inciensa el libro de los Evangelios.Luego proclama el Evangelio.

n aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: "El Reino de los cielos es semejante a la semilla

de mostaza que un hombre siembra en su huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas". Les dijo también otra parábola: "El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar". Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo.

E

Acabado el evangelio el diácono dice:Palabra del Señor.

Todos aclaman: Gloria a ti, Señor Jesús.

BENDICIÓN CON EL LIBRO DE LOS EVANGELIOS

El diácono lleva el evangeliario al Señor Obispo y éste lo besa, luego dice en secreto:Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

El Señor Obispo da la bendición con el evangeliario. El coro y la asamblea vuelven a entonar el Aleluya.

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Aleluya, Aleluya.

HOMILÍA

PRECES(LH p. 786 Viernes I)

El Señor Obispo invita a los fieles a orar, por medio de la siguiente monición:Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que recordando siempre su santa alianza, no cesa de bendecirnos, y digámosle con ánimo confiado:Favorece a tu pueblo, Señor.

Salva a tu pueblo, Señor,y bendice a tu heredad.

Congrega en la unidad a todos los cristianos:para que el mundo crea en Cristo, tu enviado.

Derrama tu gracia sobre nuestros familiares y amigos:que encuentren en ti, Señor, su verdadera felicidad.

Muestra tu amor a los agonizantes:que puedan contemplar tu salvación.Se pueden añadir algunas intenciones libres

Ten piedad de los que han muertoy acógelos en el descanso de Cristo.

El Señor Obispo concluye la plegaria con la siguiente oración:

ORACION AL FINALDE LA VISITA PASTORAL

PADRE SANTO,TE DAMOS GRACIAS PORQUE HAS DESPERTADO

EN TODOS LOS MIEMBROSDE ESTA IGLESIA PARTICULAR DE CUAUTITLÁN

UN NUEVO ARDOR PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO.

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LA PRESENCIA DE TU HIJO JESUCRISTO, EL BUEN PASTOR,

CON LA FUERZA DE TU ESPÍRITUNOS LLAMA A PONER EN PRÁCTICA

LA NUEVA EVANGELIZACIÓNEN EL CAMINO DE LA MISIÓN PERMANENTE.

POR INTERCESIÓN DESANTA MARÍA DE GUADALUPE,

Y DE SAN JUAN DIEGO,CONCEDENOS LLEVAR LA BUENA NOTICIA

A LAS FAMILIAS Y A LOS JÓVENESCON EL LENGUAJE NUEVO DEL AMOR.

PARA HACER PRESENTE TU REINOEN COMUNIDADES QUE SEAN SIGNO

DE TU MISERICORDIAPARA TODOS LOS ALEJADOS

Y LOS POBRES DE NUESTRAS COMUNIDADES

Concluye solamente el Señor Obispo:

TE LO PEDIMOS EN TU MISMO HIJO,JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

El pueblo aclama:

Amén.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

El Señor Obispo, con las manos extendidas dice:

ira, Señor, con bondad las oraciones y ofrendas de tu pueblo, para que se multipliquen los dispensadores de tus misterios y

perseveren sin cesar en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.MR. Amén.

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PREFACIO

V. El Señor esté con ustedes.R. Y con tu espíritu.V. Levantemos el corazón.R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.R. Es justo y necesario.E

n verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro. Cuya muerte celebramos unidos en caridad, cuya resurrección proclamamos con viva fe, y cuyo advenimiento glorioso aguardamos con firmísima esperanza. Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo

PLEGARIA EUCARÍSTICA IV

El Señor obispo, con las manos extendidas dice:

Te alabamos, Padre santo,

porque eres grande, porque hiciste todas las cosas con sabiduría y amor.

A imagen tuya creaste al hombre

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y le encomendaste el universo entero, para que, sirviéndote sólo a ti, su creador, dominara todo lo creado.

Y cuando por desobediencia perdió tu amistad, no lo abandonaste al poder de la muerte, sino que, compadecido, tendiste la mano a todos, para que te encuentre el que te busca.

Reiteraste, además, tu alianza a los hombres; por los profetas los fuiste llevando con la esperanza de salvación.

Y tanto amaste al mundo, Padre santo, que, al cumplirse la plenitud de los tiempos, nos enviaste como salvador a tu único Hijo.

El cual se encarnó por obra del Espíritu Santo, nació de María la Virgen, y así compartió en todo nuestra condición humana menos en el pecado; anunció la salvación a los pobres, la liberación a los oprimidos y a los afligidos el consuelo.

Para cumplir tus designios, él mismo se entregó a la muerte, y, resucitando, destruyó la muerte y nos dio nueva vida.

Y porque no vivamos ya para nosotros mismos, sino para él, que por nosotros murió y resucitó, envió, Padre, desde tu seno al Espíritu Santo como primicia para los creyentes,

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a fin de santificar todas las cosas, llevando a plenitud su obra en el mundo.Junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:

Por eso, Padre, te rogamos que este mismo Espíritu santifique, Señor, estas ofrendas,de manera que sean Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, Señor nuestro,Y así celebremos el gran misterio que nos dejó como alianza eterna.

Porque Él mismo,llegada la hora en que había de ser glorificado por ti, Padre santo, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Y, mientras cenaba con sus discípulos, tomó pan, te bendijo, lo partió y se lo dio diciendo:

“Tomen y coman todos de él,porque esto es mi Cuerpo,que será entregado por ustedes”.

Del mismo modo, tomó el cáliz lleno del fruto de la vid, te dio gracias, y lo pasó a sus discípulos diciendo:

"Tomen y beban todos de él,porque éste es el cáliz de mi Sangre,Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por ustedesy por muchos para el perdón de los pecados.

Hagan esto en conmemoración mía".

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O. Éste es el Sacramento de nuestra fe.T. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús.

CC. Por eso, Padre, al celebrar ahora el memorial de nuestra redención, recordamos la muerte de Cristo y su descenso al lugar de los muertos, proclamamos su resurrección y ascensión a tu derecha; y mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos su Cuerpo y su Sangre, sacrificio agradable a ti y salvación para todo el mundo.

Dirige tu mirada sobre esta Víctima que tú mismo has preparado a tu Iglesia, y concede a cuantos compartimos este pan y este cáliz, que, congregados en un solo cuerpo por el Espíritu Santo, seamos en Cristo víctima viva para alabanza de tu gloria.

C1 Y ahora, Señor, acuérdate de todos aquellos por quienes se ofrece este sacrificio: de tu servidor el Papa Francisco, de nuestro obispo Guillermo Ortiz Mondragón, del orden episcopal y de los presbíteros y diáconos, de los oferentes y de los aquí reunidos, de todo tu pueblo santo y de aquellos que te buscan con sincero corazón.

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C2Acuérdate también de los que murieron en la paz de Cristo y de todos los difuntos, cuya fe sólo tú conociste.Padre de bondad, que todos tus hijos nos reunamos en la heredad de tu reino, con María, la Virgen Madre de Dios, con su esposo san José, con los apóstoles y los santos; y allí, junto con toda la creación libre ya de pecado y de muerte,te glorifiquemos por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.

El Obispo toma la patena y el cáliz, los levanta y dice:

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.El pueblo aclama: Amén.

Rito de la comunión

Una vez que ha bajado el cáliz y la patena, el Obispo, con las manos juntas, dice:Llenos de alegría por ser hijos de Dios,Digamos confiadamenteLa oración que Cristo nos enseñó: Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa:

Padre nuestro, que estás en el cielo,santificado sea tu nombre;venga a nosotros tu reino;hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

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Danos hoy nuestro pan de cada día;perdona nuestras ofensas,como también nosotros perdonamosa los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación,y líbranos del mal.

El Obispo, con las manos extendidas, prosigue él solo:

Líbranos de todos los males, Señor,y concédenos la paz en nuestros días,para que, ayudados por tu misericordia,vivamos siempre libres de pecadoy protegidos de toda perturbación,mientras esperamos la gloriosa venidade nuestro Salvador Jesucristo.Junta las manos.El pueblo concluye la oración aclamando:Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.

Después el obispo, con las manos extendidas, dice en voz alta:

Señor Jesucristo,que dijiste a tus apóstoles:“La paz les dejo, mi paz les doy”,no tengas en cuenta nuestros pecados,sino la fe de tu Iglesiay, conforme a tu palabra,concédele la paz y la unidad.

Junta las manos.

Tú que vives y reinaspor los siglos de los siglos.El pueblo responde: Amén.

El obispo, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade:La paz del Señor esté siempre con ustedes.

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El pueblo responde: Y con tu espíritu.

El diácono añade:En Cristo el Señor, dense fraternalmente la paz.

Y todos, según la costumbre del lugar, se dan la paz. El Obispo da la paz al diácono o a los ministros. Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena, y deja caer una parte del mismo en el cáliz diciendo en secreto:El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna.

Mientras tanto se canta o se dice:Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,ten piedad de nosotros.Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,ten piedad de nosotros.Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,danos la paz.

A continuación el Obispo, con las manos juntas, dice en secreto:Señor Jesucristo, la comunión de tu Cuerpo y de tu Sangre, no sea para mí un motivo de juicio y condenación,sino que, por tu piedad,me aproveche para defensa de alma y cuerpoy como remedio saludable.

El Obispo hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena, lo muestra al pueblo, diciendo:

Éste es el Cordero de Dios, Jesucristo luz de las naciones,que se nos da como alimento de vida eterna.Dichosos, ya desde ahora, los invitados a la mesa de su Reino.

Y, juntamente con el pueblo, añade:

Señor, no soy dignode que entres en mi casa,pero una palabra tuyabastará para sanarme.

El Obispo dice en secreto:El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna.

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La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna.

CANTICO EVANGÉLICO(LH p. 786 Lunes I)

Todos de pie.Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.

Cántico de María.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:su nombre es santo,y su misericordia llega a sus fielesde generación en generación.

El hace proezas con su brazo:dispersa a los soberbios de corazón,derriba del trono a los poderososy enaltece a los humildes,a los hambrientos los colma de bienesy a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,acordándose de su misericordia-como lo había prometido a nuestros padres-en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.

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ORACIÓN DESPUES DE LA COMUNIÓN

El Señor Obispo: Oremos.

limentados con el pan de esta mesa celestial, te suplicamos, Señor, que, por este sacramento de caridad, maduren las

vocaciones que a manos llenas siembras en el campo de la Iglesia, de tal modo, que sean muchos los que elijan el camino de servirte en sus hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ALa asamblea responde:Amén.

BENDICIÓN FINALEl Señor Obispo extiende las manos hacia el pueblo y dice:

El Señor esté con ustedes.

Pueblo: Y con tu espíritu.

El Señor Obispo:

Bendito sea el nombre del Señor.

Pueblo: Ahora y por todos los siglos.

El Señor Obispo:

Nuestro auxilio está en el nombre del Señor.

Pueblo: Que hizo el cielo y la tierra.

El Señor Obispo:

La paz de Dios que sobrepasa todo juicio, custodie sus corazones y sus pensamientos en el conocimiento y el amor de Dios y de su Hijo Jesucristo, nuestro SeñorPueblo: Amén.

El Señor Obispo:

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Y la bendición de Dios TodopoderosoPadre Hijo

y Espíritu Santodescienda sobre ustedes

y permanezca para siempre.

Pueblo: Amén.

DESPEDIDA

Diácono: Vayan a vivir lo que aquí hemos celebrado.

Pueblo: Demos gracias a Dios.

El coro entona el

CANTO DE SALIDA.

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