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“Han de poner singular empeño en conocer bien la vida de Jesucristo, estudiando con amor los Evangelios” (Pág. 336) Centro Cultural Poveda “Con la meditación y el examen conocemos a Dios y nos conocemos a nosotros mismos.” (Pág. 115) República Dominicana, Julio 2009 “Ocúpate constantemente en estudiarte A ti mismo, ni te parezca nunca que te has estudiado bastante, pues siempre encontrarás en ti algo nuevo” (Pág.110) Pedro Poveda. Creí por esto hablé.

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“Con la meditación y el examen conocemos a Dios y nos conocemos a nosotros mismos.” (Pág. 115)

“La oración es nuestra única fuerza”

“Han de poner singular empeño en conocer bien la vida de Jesucristo,estudiando con amor los Evangelios” (Pág. 336)

“Ocúpate constantemente en estudiarte A ti mismo, ni te parezca nunca que te has estudiado bastante, pues siempre encontrarás en ti algo nuevo” (Pág.110)

Pedro Poveda. Creí por esto hablé.

Elia Fleta MallolCentro Cultural Poveda

República Dominicana, Julio 2009

Ser personas de oración

Ser maestras de oración

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Soy una persona que ha buscado constantemente cómo orar, cómo llegar a tener una amistad fuerte con Dios. Me hubiera gustado poder encontrar en mi vida algún maestro o maestra de oración que me guiara y me enseñara un buen método para orar. No la tuve, hasta el día que leí las obras de Teresa de Ahumada, más conocida como Santa Teresa de Jesús. En ella descubrí una maestra que hablaba desde su propia experiencia, desde la vida, y esto fue lo que más me entusiasmó. Leyendo sus escritos, descubrí como ella buscaba infatigablemente, una manera de “atar la loca de la casa” (que para ella eran los pensamientos y la imaginación), para poder orar concentrada sin divagaciones mentales. Esto se convirtió para mí también en una búsqueda incesante.

Sabía por referencias que en India existían métodos de meditación que podrían ayudarme a solucionar este problema de concentración para orar en profundidad. Fue allí precisamente donde haciendo un curso de meditación en Igatpuri (Maharashtra) llamado Vipassana, descubrí cómo ir educando mi mente para que se centrara en el presente. Haciendo la primera parte de Vipassana, el ejercicio meditativo llamado Anapanna, descubrí cómo esta sencilla meditación me iba ayudando a poner mi mente en el momento presente, sólo intentando atender concientemente a la respiración que en ese momento tenía. Fue un gran descubrimiento, empecé a ganar en concentración, atención y memoria.

Luego me di cuenta, practicando la meditación Anapanna y Vipassana diariamente antes de orar, cómo ya en la meditación llegaba a la paz interior de tal manera, que ya allí me encontraba con el Dios que me habitaba. Desde ese momento empezaba mi oración estando con Aquel que sé que me ama. Soy consciente que para los no creyentes o para las personas de otra tradición religiosa, esta paz tiene otro significado o recibe otro nombre, como “ la verdad inmanente”, pero de acuerdo con la espiritualidad católica, donde sabemos por experiencia que Dios nos habita, esto es una certeza: Dios es Paz, y en mi paz interior El se encuentra.

INTRODUCCIÓN

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Haciendo los Ejercicios del mes de Ignacio de Loyola, descubrí el gran aporte Ignaciano para ayudarnos a contemplar los textos Evangélicos: “Como si allí me hallase”, pasando el texto por los cinco sentidos, estando allí presente con Jesús como una discípula o un discípulo más, viviendo intensamente lo que acontece. Descubrí que al contemplar el texto trabajado del modo Ignaciano después de haber hecho la meditación, me daba cuenta de cantidad de detalles y estaba tan concentrada en lo que sucedía en el pasaje Evangélico que captaba con mayor claridad y fuerza sus sentimientos y valores. Fue allí cuando nació este método.

Luego, más tarde, no solamente viajaba yo a la tierra de Jesús, sino que era Jesús el que se metía en mi realidad y en mi vida. ¨Al Dios de los cristianos hemos de intentar encontrarlo en todo el proceso de su manifestación pero sobretodo en y desde la Palabra Encarnada, Jesús, el Hijo”1. He tomando algunos elementos del método de la Revisión de Vida de los Sacerdotes del Prado, concretamente de la manera de trabajar esta metodología realizada por Manolo Barco en Madrid. De esta manera tomando los elementos que él sugiere, vamos viviendo la presencia de Jesús de Nazaret presente en nuestra propia realidad, ayudándonos a revisar nuestra vida de acuerdo a sus sentimientos y sus valores.

La metodología que aquí se propone, es pues la suma de estas distintas fuentes pedagógicamente articuladas y que nos llevará al ponerla en práctica a ver resultados sorprendentes. Esta metodología se titula: “Ser personas de oración, maestras de oración”, porque en el Instituto Veritas de Madrid, donde por primera vez se implementó, me di cuenta de cómo los chicos y chicas que ya conocían el método, se ofrecían para guiar la meditación y presentar el texto que habían trabajado del Evangelio. A partir de ese momento hicimos pequeños grupos para que guiaran y presentaran el texto de manera orante, a fin de que fueran estos grupos los que guiaran la meditación-oración. Luego más tarde me enteré que algunos de los chicos y las chicas guiaban a veces en sus casas la meditación-oración. Ell@s podían ser maestr@s de oración.

En el año 2007, Rita Ceballos, que había conocido el método en Madrid en el Instituto Veritas, ya que nos había colaborado en el trabajo de los textos evangélicos respetando el mensaje y los elementos importantes de éste, me pidió que viniera a la República Dominicana e hiciera un curso con 25 maestros y maestras de la escuela pública de la Regional 8 de Santiago de los Caballeros. Fue la primera vez que esta metodología salía a otro contexto. El Método fue acogido y se implantó en 17 escuelas.

1. “Contemplación de la vida desde la Palabra de Dios”, Manuel José Barco Estévez, consultado en Internet en contemplavida.iespana.es/atenciónvida.htm, consultada la página web el 21 de Junio de 2009.

¨Al Dios de los cristianos hemos de intentar encontrarlo en todo el proceso de su manifestación pero sobretodo en y desde la Palabra Encarnada, Jesús, el Hijo”

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Si mantenemos en el día a día espacios donde

podamos meditar-orar nos iremos encontrando con nosotr@s de tal manera

que iremos aprendiendo a escuchar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro

espíritu

En Junio de 2009, a los dos años de ser acogido el método, se realizó un encuentro evaluativo con la mayoría de los profesores y con algunas alumnas que lo habían experimentado durante este tiempo.

Curiosamente, los resultados fueron muy similares a los resultados que se obtuvieron en Madrid con l@s estudiantes del Instituto Veritas:

“Portarme mejor, mejorar mi nota”; “no tengo miedo porque con Dios me siento segura”

“Aprendí a comunicarme con las demás personas”; “Me gustaría que fuera más tiempo¨ 2

Esta experiencia realizada en Santiago de los Caballeros y sus buenos resultados, han ayudado para que este Método se presente ahora en la ciudad de Santo Domingo, en la Regional 10, la zona con mayor población docente y alumnado del país.

Uno de los grandes resultados de esta Metodología, es la ayuda que nos brinda para recuperar y sanar nuestra humanidad, base importante sobre la cual se construye todo lo grande que puede surgir y desarrollarse en nuestra persona.

Si mantenemos en el día a día espacios donde podamos meditar-orar nos iremos encontrando con nosotr@s de tal manera que iremos aprendiendo a escuchar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu poniendo nombre a lo que nos pasa, buscando soluciones que afectan a la raíz verdadera de nuestros problemas; vamos siendo capaces de ver y afrontar incluso nuestras adicciones y nos vamos reconciliando con la realidad que somos, la de las otras personas y la realidad que nos circunda.

Descubriremos cómo relacionarnos con el Dios que nos habita y cómo ir sanando todo lo que nos ha creado heridas en nuestro interior y ha resquebrajado nuestra humanidad, que algunas veces va saliendo fuera en distintas formas de violencia.

Solo humanizándonos, recuperando, sanando o fortaleciendo nuestra

humanidad, podremos humanizar.

2. Encuentro y evaluación con los Centros Educativos Estatales que ya han incorpo-rado el Método, evaluación realizada por las alumnas que asistieron, Santiago de los Caballeros, 12 de Junio de 2009

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Si iniciamos un proceso conciente, humanizador de nuestra persona, dentro de un mundo como el nuestro que tiende a la deshumanización, a la manipulación y cosificación de las personas que le habitan para sacar diversos beneficios, iremos logrando cosas tan importantes como:

*Ser capaces de iniciar y vivir procesos constantes de cambio en nuestra persona, que nos lleve cada vez más a ser nosotr@s mism@s.

*Aprender a entrar en nuestra historia recorriéndola para descubrir y sanar nuestros traumas y heridas.

*Experimentar cómo nuestro proceso nos ayudará a guiar el proceso de otras personas. Nuestro propio testimonio saldrá sin que nos demos cuenta y construirá la mitad de nuestra tarea humanizadora.

*Caer en la cuenta, por experiencia, de la gran capacidad de humanización, reconciliación, paz, amor y justicia que provoca en nosotr@s los espacios de meditación-oración.

*Descubrir que no hay nada más humano que descubrir que la vivencia del amor no tiene límites, que la capacidad de amar nos abre al infinito y nos lleva a ser personas amigas fuertes de Dios.

*Empezar un proceso de amistad con Dios que es un proceso con diversas etapas, como cualquier tipo de relación de amistad. Aprenderemos que este Dios puede ser conocido a través de la persona de Jesús que se encuentra en los Evangelios. Entenderemos por experiencia el misterio de este Dios que se hace uno de nosotr@s para hacernos felices, justos, compasivos, pacíficos y misericordiosos como El es.

*Vivenciar que todo está conectado, si me libero y me acepto a mí mism@, liberaré y me responsabilizaré de las demás personas y la realidad que me circunda. Todo es una unidad.

Este Método nos conduce a la formación de una ciudadanía responsable, comprometida. Crea en nosotr@s actitudes de dialogo, de recuperación de nuestra humanidad, de apertura, de tolerancia, de paz y de reflexión.

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I. PROPÓSITOS DE LA EXPERIENCIA DE MEDITACIÓN.

1. Propósito general:

Propiciar un proceso de meditación y relación con la Trascendencia que conduzca a la persona al encuentro consigo misma, con la naturaleza, con el contexto y con las demás personas.

2. Propósitos específicos:

2.1. Vivenciar la riqueza del silencio, incluyendo el silencio interior de pensamientos e imágenes mentales.

2.2. Potenciar la fuerza de voluntad y la organización del tiempo para ir consiguiendo un ritmo de oración cotidiano, que la oración forme parte de nuestro horario, de nuestra vida.

2.3. Llegar a la Paz interior sin distracciones, donde se realiza el encuentro con Dios en nosotr@s.

2.4. Aprender a escuchar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu. Aprender a poner nombre apropiado a lo que nos pasa.

2.5. Aprender a sanar todo lo que nos ha herido profundamente y resquebrajado nuestra humanidad.

2.6. Ayudar a la reconciliación con nosotr@s mism@s, con los/las otr@s y con nuestra realidad.

2.7. Contemplar los pasajes del Evangelio e ir viendo el talante de vida y el compromiso que nos pide para la vida diaria. Relacionar siempre el Evangelio con la vida, con la realidad que nos rodea.

2.8. Facilitar el acercamiento como un/una discípul@ más metiéndome en el texto para ir conociendo profundamente a Jesús de Nazaret, sus actitudes y sentimientos.

2.9. Dedicar algún espacio para evaluar mi camino de oración. Evaluar qué problemas he tenido y si he podido sacar el tiempo para meditar-orar.

2.10. Enseñar a otras personas: niñ@s, jóvenes y adult@s, cómo llegar a ser personas de oración, una vez que mi camino de oración tiene consistencia.

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II. PASOS DEL MÉTODO

1. La vivencia del silencio

En este primer paso se acentúa la búsqueda de silencio no solo del ambiente, también se busca el silencio corporal y, lo que es más importante, el silencio mental (atando la “loca de la casa” que diría Santa Teresa, el silencio de pensamientos e imaginaciones). Ella insiste en esto como un paso decisivo e importante para llegar a orar, pero no nos dice cómo hacerlo. Sin embargo, en oriente este método existe desde hace miles de años, y se ha conservado hasta el día de hoy practicándose por personas de distintas tradiciones religiosas. Este método de meditación es el que se realiza mediante la simple concentración en la respiración natural quitando de la mente todo pensamiento e imagen que nos llegue, hasta lograr llegar al silencio y a la paz interior. Este sencillo método nos llevará “a la puerta del Castillo” (la primera morada), Castillo, que como dice Santa Teresa de Avila, somos nosotr@s mism@s. En el centro de este castillo habita Dios en nosotr@s.

Dentro del método se presenta a Santa Teresa de Ávila como la gran maestra de oración, que fue capaz de sistematizar su experiencia de amistad con Dios en forma de proceso. Para poderlo transmitir pedagógicamente creó varias metáforas didácticas de las que ella se valió para hacer comprensible el camino a seguir para a ser personas de oración, amig@s fuertes de Dios. Ella plantea claramente cómo la meditación-oración es un proceso con etapas, moradas, hasta llegar a la plena unión con Dios. Proceso que cualquier persona puede hacer y puede llegar al final, si es constante en el camino y si se deja guiar y llevar por Dios.

2. Condiciones previas para llegar al silencio

Entrando ya en materia, empezaremos diciendo que la oración es un proceso de relación de amistad con una persona, Dios, “con aquel que sabemos nos ama” (Santa Teresa). Cuando nos disponemos a comunicarnos con El (con el Dios que nos habita) generalmente lo hacemos de la misma manera como estamos acostumbrad@s a relacionarnos con las demás personas, con los mismos defectos y los mismos aciertos. En la oración, como en cualquier relación interpersonal, hay veces que las palabras e incluso los cantos son necesarios y ayudan, pero otras veces, y generalmente sucede cuando la relación llega a una gran confianza mutua y profundidad, sobran las palabras y se hace necesario el silencio.

En la oración, como en cualquier relación interpersonal a veces,

y generalmente sucede cuando la relación llega a

una gran confianza mutua y profundidad, sobran

las palabras y se hace necesario el silencio.

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Si en algún momento queremos utilizar música suave, que sea en el momento inicial o al final del todo. Nunca dentro de la meditación-oración. Pero recomiendo que para este tipo de método no se utilice, ya que disminuye su efectividad. Sólo el silencio puede sacar fuera todo lo que somos y nos adentra en nuestro interior más profundo, donde Dios habita en nosotr@s. Sólo viviendo el silencio lo podremos valorar y sabremos por experiencia todo lo que nos aporta, podemos utilizar la música para otros momentos orantes o para las celebraciones.

Quizás antes de seguir adelante conviene que hablemos acerca del andamiaje, o las condiciones previas a tener en cuenta para llegar al silencio interior, al “recogimiento” que diría Santa Teresa:

“Llámase recogimiento, porque recoge en el alma todas las potencias y se entra dentro de sí con su Dios, y viene con más brevedad a enseñarla su Divino Maestro y a darla oración de quietud” (Camino de perfección, capítulo 28, número 4)

Vamos pues a ver cuáles son estas condiciones que nos facilitan el encuentro con Dios dentro de nosotr@s mism@s:

2.1 La primera condición es la búsqueda de un lugar apropiado que facilite el encuentro.

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13 Buscar un lugar en nuestra habitación o en nuestra casa adecuado para orar y ser fiel a ese lugar ayuda a que nuestra oración gane en constancia. Este lugar puede tener aquello que nos ayude a meditar y facilite nuestra concentración para llegar a orar: un cojín adecuado o varios para conseguir la altura que cada cual necesite, alguna imagen que me motive inicialmente a la oración, una vela, algunas personas utilizan incienso etc.; otras personas prefieren ambientes más austeros. Cada cual utilice lo que más le ayude.

Vamos a ver cómo presenta el Evangelio los lugares elegidos por Jesús para orar:

“Por aquel tiempo Jesús subió a una montaña a orar “ ( Luc. 6, 12)

“Fue con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo: “sentaos aquí mientras yo voy allá a orar” (Mt. 26,36)

“Tomó a Pedro, Juan y Santiago y subió a un monte a orar” ( Luc. 9,28)

“Cuando tú vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu Padre en secreto” (Mt. 6, 6)

2.2 La segunda condición es el tiempo adecuado y sereno en nuestro horario para dedicarlo a la meditación-oración y el tiempo que empleamos en ella propiamente.

Para lograr la constancia, es mejor hacer la meditación diez minutos cada día que un día veinte minutos o media hora y otro día nada. Ya Santa Teresa nos decía que “la oración es amor y costumbre”.

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“Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama se le abrirá “ ( Luc.11, 9-10)

Es importante hacer un reloj que me ayude a visualizar mi horario y ver claramente qué actividades realizo cada día y qué tiempo utilizo para cada una de ellas, de esta manera veré qué actividades excluyo o me hacen falta y cuáles tengo ya asimiladas en mi horario. Dentro de este reloj incluiré el espacio de oración que realizo diariamente.

Lo ideal es llegar a incluir la meditación-oración de tal manera que forme parte de mi quehacer cotidiano y tenga un ritmo continuo.

2.3 La tercera condición tiene que ver con nuestra actitud interior, las resume Santa Teresa en tres:

Para poder avanzar en la relación y conocimiento de Jesús en la oración, y poder vivir con coherencia nuestro compromiso cristiano humanizando y cambiando las estructuras injustas, es importante vivir:

1. Acentuando siempre lo fraternal y sororal3.

2. En generosidad y libertad frente a los bienes, no dejando que nos sometan el corazón.

3. Andando en humildad, aceptando nuestras limitaciones y meteduras de pata. Andando siempre de cara a la verdad.

3. La importancia de la postura corporal para orar:

Es imprescindible que reeduque mi cuerpo, que explore posturas que me ayuden al encuentro con Dios. Sin embargo, recomendamos la postura de las piernas cruzadas y la espalda recta, relajad@s. Ya que esta postura tiene una gran sabiduría detrás:Hace que de cintura para abajo se reduzca la circulación de la

3. Según la Real Academia de la Lengua, el término “fraterno” proviene del latín frater-nus, y lo define como perteneciente o relativo a los hermanos; el paralelo para hermana es el término “ sororal” el cual es definido como perteneciente o relativo a la hermana. El término sororal aparece incorporado al diccionario de la Real Academia de la lengua a partir de l984. En un lenguaje inclusivo debemos decir fraternal y sororal. Anuario Pedagógico, número 10, “ Procesos educativos y nuevas subjetividades: articular igual-dad y diferencia” , Centro Cultural Poveda, pág. 94, Santo Domingo, 2007

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sangre, hay menor fluido sanguíneo, por lo tanto, las piernas como consecuencia de esto se duermen, (sin que ello tenga mayores consecuencias).

De cintura para arriba, al tener mayor torrente sanguíneo, el cerebro esta más oxigenado y por lo tanto, favorecerá el trabajo, la concentración mental y la memoria será mayor.

Antes de ponerme a meditar comenzaré siempre con unos minutos de relajación, recorriendo mi cuerpo en el orden que me ayude. Puedo comenzar por la zona de mi cuerpo donde suelo acumular más tensión, o terminar en ella.

El cuerpo, como ya hemos dicho, se puede reeducar, nuestro cuerpo se adapta más fácilmente de lo que pensamos a lo que lo acostumbremos. Si lo acostumbro a dormir mucho, me pedirá dormir mucho; si lo acostumbro a comer a determinadas horas, a esas horas me pedirá comida; Si lo acostumbro a levantarse temprano, se despertará temprano; si lo acostumbro a meditar-orar a determinada hora y momento, así me lo pedirá, y el día que no pueda hacerlo sentiré que algo me falta.Cuando se trabaja el método con un grupo de personas, a partir de 10-11 años, conviene sentarlas en el suelo en filas ordenadas a las chicas a un lado y a los chicos al otro, dejando un pasillo en medio que favorezca la entrada y salida de las personas que lleguen tarde o de las que tengan que salir. Si no hay suficientes chicos para llenar un lado, se colocan los chicos delante y se pueden sentar chicas en ese mismo lado empezando una nueva fila aunque la fila de los chicos no esté terminada.

Todo esto favorecerá la atención y la concentración inicial de la meditación-oración. Somos conscientes que la situación metodológica de los/las estudiantes en el aula para favorecer la interrelación es el situarles en forma circular; sin embargo, en la meditación-oración recomendamos la situación en filas bien ordenadas, colocando delante a las personas que mejor mediten y mejor se concentren, a los que mediten en casa, ya que estas personas influirán notablemente en la actitud de las que están detrás. Todo esto tiene su razón de ser. La interrelación se logra de otra manera, esta meditación-oración no nos saca en ningún momento de nuestra realidad, al contrario, nos adentra en nuestra propia realidad y en toda la realidad que nos circunda. Cuando llegamos la aceptación y la paz dentro de nosotras/os mismos llegamos a la paz con nuestro entorno.

Cuando llegamos la aceptación y

la paz dentro de nosotras/os mismos

llegamos a la paz con nuestro entorno.

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4.Fortalecimiento de la voluntad y la organización del tiempo

Desde el comienzo motivarnos para lograr ser personas capaces de gestionar bien nuestro tiempo, mentalizarnos, todo comienza en la mente.

Tratemos siempre de dejar en nuestro horario un espacio destinado a la meditación-oración, para que así vaya formando parte esencial e indispensable de nuestra vida, como el bañarnos, el comer, el estudiar….también que entre en mi ritmo cotidiano el orar.

Debo elegir un tiempo en mi horario que me ayude a que sea posible mantener un ritmo de meditación-oración cotidiano, miraré cuál es el mejor momento para mí, meditar-orar temprano por la mañana, antes de acostarme, o en otro momento. Es importante intentar ser fiel a ese tiempo y a ese espacio de la casa que he elegido.

5. Llegar a la Paz interior, al encuentro con el Dios que nos habita

Si seguimos las instrucciones, llegaremos a vivenciar nuestra paz interior. Cuando sabemos ir a la paz podremos guiar a otras personas a que también descubran y experimenten su paz interior. Quien sabe ir sabe guiar a otras personas.

Para llegar a la paz interior el vehículo conductor es la atención en nuestra respiración, tal cual es sin variarla. La respiración es lo que sucede en nuestro cuerpo ahora, ahora, ahora…. La atención consciente en nuestra respiración natural, pone “nuestra mente y nuestro corazón en el momento presente”4, educa nuestra mente para que no viaje al pasado añorando cosas ni al futuro deseándolas, sino que se vaya acostumbrando a vivir plenamente en el presente. Una mente centrada en el presente es una mente relajada, por lo tanto tendremos un cuerpo y un espíritu relajado sin ningún tipo de sufrimiento adicional, ya que una mente que está continuamente viajando al pasado o al futuro sufre, no se relaja.

4. San Pedro Poveda

Cuando sabemos ir a la paz podremos guiar a otras personas a que también descubran y experimenten su paz interior.

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“ La respiración refleja nuestro estado de ánimo en cualquier momento”

“ La respiración es la corriente que une los planos del ser; es el vehículo que une la vida interior con la vida exterior, el cuerpo y la mente.”5

Poco a poco, sin casi darnos cuenta, nos llevará la concentración en la respiración y el poner la atención en el roce del aire en la pequeña zona que está entre la narìz y el labio superior, a la paz interior. Sin casi ningún esfuerzo llegaremos al silencio y la paz interior. Si nos llega algùn pensamiento o empezamos a imaginar cosas, cortamos y nos volvemos a centrar en el punto de concentraciòn, sintiendo còmo roza suavemente el aire cuando respiramos en esa pequeña zona que se encuentra entre la narìz y el labio superior. De esta manera nos relajaremos y nos concentraremos al ir situando nuestra mente en el presente mediante este sencillo ejercicio educativo mental. Una vez que se ha experimentado el silencio interior y se ha disfrutado de él llegando a la Paz interior, allí en esa Paz está Dios. Dios está siempre en nosotr@s presente y nos habita; Dios es Paz. Esta experiencia no se olvida nunca, comienzo a sentirme una persona cambiada, porque realmente en mí las cosas empiezan a cambiar ya que me voy centrando en mí mism@ , me voy unificando como persona y esto me va afectando y va cambiando mi visión del entorno. La dimensión espiritual se ha despertado, ahora sólo tengo que continuar el proceso iniciado.

La teoría pasa o se olvida, pero esta experiencia perdurará de por vida. Sabiendo cómo utilizar este atajo de la meditación para concentrarme y llegar a la presencia de Dios, podré encontrarme con El siempre que quiera, y lo que es también importante: podré ayudar a otras personas a encontrarse con El. Esta técnica meditativa me puede ayudar también a ganar en concentración en el estudio, en mi trabajo en mi vida entera.

5. “ El secreto de oriente: respirar” Carlos Gonzalez Vallés, pág s. 16 y 81, Sal Terrae, Santandes, 2006

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6. Confrontar mi vida con el Evangelio, cambiar mi comportamiento y la realidad, de acuerdo con mensaje del Reino de Dios que Jesús vive y predica.

Una parte esencial dentro del método es el orar el Evangelio y contemplarlo dejando que el encuentro con Jesús transforme poco a poco nuestra vida y nos vaya haciendo tener sus mismos sentimientos, sus mismos valores. Nunca concebiremos el Evangelio separado de la vida y de la realidad, estará siempre en continua relación.

Una vez llegad@s a la paz interior donde nos hemos encontrado con el Dios que nos habita, iniciamos el momento de contraste de nuestra vida y realidad con el Evangelio, para este momento tomamos la manera que nos sugiere Ignacio de Loyola “como si presente me hallase”. El incorpora esta manera de trabajar y contemplar el texto evangélico dentro de los Ejercicios Espirituales.

Luego, después de llevar un tiempo viajando y conociendo a la tierra y la persona de Jesús de Nazaret, iniciaremos un segundo momento, que puede ser cuando lo creamos conveniente, en el que veremos a Jesús en nuestra vida; para esto utilizaremos parte de la metodología de la Revisión de Vida de los Sacerdotes del Prado, que intenta ver a Jesús metido en mi realidad, en nuestra realidad, contrastándolas con sus valores y sentimientos.

Por lo tanto, para trabajar el Evangelio orándolo y que vaya cambiando nuestra vida y realidad desde los valores de Jesús de Nazaret, hay que hacerlo, como hemos dicho, en dos momentos:

Una vez llegad@s a la paz interior donde nos hemos encontrado con el Dios que nos habita, iniciamos el momento de contraste de nuestra vida y realidad con el Evangelio,

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6.1 Primer momento del trabajo y contemplación del texto evangélico:

VOY Y VAMOS A LA REALIDAD Y CONTEXTO DE JESÚS.

” Como si presente me hallase “

( Ejercicios Espirituales, Ignacio de Loyola, N° 114 , 1° puncto)

Tratamos de entrar en el texto evangélico con la metodología Ignaciana como discípulas y discípulos que se incorporan al grupo de Jesús, que se sientan a su lado y le escuchan, que asisten como testigos a lo que Jesús vive en el pasaje evangélico con los cinco sentidos: vemos lo que sucede, dónde sucede, percibimos el paisaje, la aldea o la ciudad, escuchamos las palabras de Jesús, lo que dicen otras y otros personajes, escuchamos los sonidos ambientales, olemos los aromas de ese sitio o los distintos olores menos agradables, saboreamos la comida del lugar, tocamos o nos roza la piel distintos objetos presentes o personas.

Este texto se puede trabajar personalmente o en equipo, sin embargo, la lectura del texto para su contemplación después de la meditación, la hará una sola persona, (ya que favorece la atención y comprensión del pasaje).

Mediante este ejercicio conoceremos la tierra y el contexto socioeconómico y cultural de Jesús de Nazareth, conoceremos y recuperaremos al Jesús histórico y profundizaremos al mismo tiempo en sus sentimientos y actitudes, en sus valores.

Como ejemplo de la preparación que hacen l@s estudiantes del Instituto Veritas de Madrid (España) de los pasajes evangélicos (del primer momento), traemos aquí dos textos realizados por estudiantes de distinta edad, para que tengamos una idea de cómo hacerlo. El Evangelio al ser pasado por el corazón y contado con nuestras palabras, llega mucho más al que lo trabaja y transmite, así como a los que lo escuchan; no se queda en la mente y se olvida, llega al corazón y nos ayuda a comprender profundamente el mensaje de Jesús, sus valores y actitudes, nos ayuda a cambiar nuestra vida y realidad.

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Trabajo de los textos Evangélicos:

Primer texto:

“Jesús estaba caminando por las calles. Nosotr@s estábamos allí de paso, habíamos oído hablar de El, pero nunca lo habíamos visto.El sol era muy fuerte hoy y nos quemaba la cabeza, la brisa también era fuerte y nos revolvía el pelo, empujaba la arena contra nosotr@s.

Una mujer se acercó a Jesús y comenzó a decirle llorando que fuera a su casa porque su hija de doce años se estaba muriendo.Todos caminaban apretujados, nosotr@s nos unimos al grupo que lo seguía. Una mujer estaba llena de hemorragias desde hacia años, unos doce, la mujer tenía el pelo apelmazado y solía ir vestida de negro, a nosotros nos daba miedo. La mujer le tocó la orla al Maestro. Las hemorragias cesan. Este se paró de pronto y dijo: “ Quién me ha tocado?” Hubo una confusión, estaban apretujados, cómo iban a saber….nosotr@s sí lo habíamos visto, la mujer se acercó y dijo: “He sido yo “.

(Jesús respondió:)“ Mujer, tu Fe te ha salvado”

Nos impresionó la manera en la que hablaba el Maestro, te llenaba de alegría.

Un hombre se acercó a la mujer que había informado sobre la muerte de su hija: “No moleste al Señor, su hija ha fallecido”

(Jesús dijo entonces:)“ No temas, basta con que ella tenga Fe y ella se salvará”

Entró en la casa seguido por un número de personas, se acercó a la cama de la joven, sentíamos la muerte alrededor… ese olor, ese sentimiento que te embarga…un escalofrío me recorrió de los pies a la cabeza…

Jesús dijo: “No está muerta, está dormida”, la chica se despertó, sus padres le dieron de comer. Todo el mundo se quedó dentro comentando lo sucedido; sin que nadie se diera cuenta Jesús y los discípulos y discípulas se marcharon. Salí corriendo de la casa, quería preguntarle cómo lo había hecho. L@s ví a lo lejos. Jesús se giró, me sonrió y nos dijo adiós con la mano, después giró la calle”

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Realizado por una niña de segundo de la ESO del Instituto Veritas de Madrid (España), curso 2008-2009 ( 8° grado en República Dominicana)) es curioso ver el cambio que realiza de la figura de Jairo por la de su mujer.

Segundo texto:

“Estamos en la puerta de un redil de ovejas situado al lado del camino que lleva a Jerusalén. Llevamos puesto túnicas largas de la época de muchos colores; las mujeres y los niñ@s llevan un pañuelo en la cabeza, y los hombres mayores un bastón. Tod@s llevamos unas sandalias.

Es la hora del almuerzo, el sol está radiante y hace mucho calor. Oímos el balar de las ovejas. Pedimos a las ovejas que nos sigan, pero las ovejas no nos hacen caso porque no reconocen nuestra voz, sin embargo, si el dueño las llama, las ovejas irán detrás de él.

Nosotros y nosotras no lo entendemos, pedimos a Jesús que nos lo explique, pero en otro sitio porque ahí olía muy mal, las ovejas habían hecho sus necesidades.

Nos fuimos a otro lado por un camino de arena donde había unas flores muy bonitas que olían muy bien. Llegamos a una pradera donde nos sentamos a comer, sacamos pan recién hecho para comer. Jesús nos lo explica: un ladrón siempre entra y sale por la ventana para robar, sin embargo, el dueño entra por la puerta, pero no para robar a las ovejas sino para cuidarlas.

Redactado por dos niñas de 5º grado de básica del Instituto Veritas de Madrid (España) curso 2008-2009. Corresponde al mismo nivel en la República Dominicana.

Cuando la meditación-oración se hace en grupo, una persona guía la meditación y otras preparan el texto; luego, en el momento adecuado, después de la meditación inicial realizada por una de las personas del grupo, otra cuenta el texto trabajado por el grupo con sus propias palabras o lo lee, intentando ser fiel a las palabras de Jesús y tratando de incluir dentro de lo que sucede en el pasaje seleccionado a todos/as los asistentes mediante la descripción y la contemplación de lo que ocurre en el Evangelio pasando por los cinco sentidos: “ nos encontramos a la orilla del lago de Genesaret, olemos el pescado recién sacado y la humedad de las barcas de madera, estamos sentad@s en uno de los montes….etc”. De esta

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manera tomamos la metodología Ignaciana para la contemplación del Evangelio creativamente, trabajada de tal manera que causa el efecto de que tod@s estamos allí.

6.2 Segundo momento del trabajo y contemplación del texto evagélico:

JESÚS ESTÁ EN MI REALIDAD Y CONTEXTO.

“ Hizo que buscaran a Dios y que lo encontraran aún atientas. Pues no está lejos de ningún@ de nosotr@s ya que En El vivimos, nos movemos y existimos “ ( Hech.17, 27-28, Lucas, testigo de algunos hechos y perteneciente al círculo de San Pablo)

“ En la lectura teologal de la vida miramos con los ojos de Dios. El Reino de los cielos está dentro de ustedes.

Tenemos dos peligros. Uno es el intimismo y el otro es el perdernos con las cosas en su exterior, el no ver más allá de nuestras narices.

En la lectura teologal de la vida hemos de ir al interior, pero eso no quiere decir que no nos preocupemos por el exterior. Sin el exterior no podemos tener acceso al interior. El exterior es indispensable.

Al Dios de los cristianos hemos de intentar encontralo en todo el proceso de su manifestación pero sobre todo en y desde la Palabra Encarnada, Jesús, el Hijo” 6

6. “Contemplación de la vida desde la Palabra de Dios”, Manuel José Barco Estévez, consultado en Internet en contemplavida.iespana.es/atenciónvida.htm, consultada la página web el 21 de Junio de 2009.

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Percibo a Jesús presente y vivo en mi casa, en mi escuela, en mi barrio, en mi ciudad, en mi país, en mi mundo. Vemos, escuchamos, olemos, saboreamos, tocamos o nos roza la realidad que nos circunda sabiendo que ese pasaje evangélico se realiza y concretiza en mi realidad y en mi contexto.

Al igual que el momento anterior, el texto puede ser trabajado personalmente o en equipo, pero será presentado en la oración para su contemplación por una persona.

En este segundo momento de la oración, vamos viendo en los textos evangélicos, cómo Jesús en su mensaje nos invita constantemente a la práctica: “ámense”, “perdonen”,” cualquier cosa que hagan a alguno de estos a mí me la hacen”, “vengan benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, estuve desnudo y me vistieron…” “no juzguen”, “No acumulen tesoros aquí en la tierra”, “no anden preocupados en el mañana”, “pidan y recibirán”, “ entren por la puerta estrecha”, “ no hagan el bien para que los vean”, “ oren por los que les persigan”….

Toda esta pràctica que nos pide Jesùs la vamos confrontando con nuestra vida y con la realidad que nos rodea. Comenzamos el momento de “la lectura teologal de la vida”.

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Seguidamente exponemos algunos textos trabajados por un grupo de profesores y profesoras de la Regional 10 de Santo Domingo en el curso realizado el 1,2,3 de Julio del 2009:

Primer texto:

“Jesús iba con sus discípulas y discípulos caminando al lado de una multitud que le seguía, visitaba diferentes comunidades, cuando al llegar a Las Minas ( amplio sector que pertenece a Santo Domingo este, que se caracteriza por un gran número de barrios populares) sintió que alguien le jalaba por las manos y le decía: “ no te vayas sin llegar a la zafra” ( escuela que está ubicada en la zona urbana marginal de las minas). Jesús lo mira con ternura y sonríe.

Los discípulos y discípulas le dicen al niño: “vaya a jugar, no moleste al maestro”. Entonces, entrando Jesús en la escuela escucha la voz de Pedrito sentado en la escalera que al darse cuenta que Jesús llega comienza a dar voces: “¡Jesús, ayúdame!” Jesús le pregunta: ¿Qué te pasa que no juegas? “porque no puedo ver como los demás” le contesta Pedrito, “Tú puedes sanarme”. Jesús le sonríe y lo toca diciendo: “¡vete a Jugar, tus ojos están sanos! “. El niño saltó de alegría diciendo: “¡no voy a jugar, me voy contigo!”. Iba feliz y pensaba: “Jesús también puede sanar a todas las personas de esta ciudad que tienen diferentes cegueras: discriminación, egoísmo, falta de valores, intolerancia…”

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Segundo texto:

“En un colegio X de clase media, Jesús se acerca a un joven y éste le dice: “ ¿ Qué tengo que hacer para ser feliz?” Jesús le contesta: “ Eres cristiano, has leído la Biblia, que dice que te portes bien, que no robes, que respetes tus padres, que ayudes y des limosna a los pobres”

El joven contesta:” Eso yo lo estoy haciendo desde que era niño”. Jesús entonces le dice que venda el carro, la computadora, el aipot y que lo done a La Casa Ronda. Pero el joven se puso triste y le contestó: “ Eso no lo puedo hacer” . Jesús le responde: “ ¡Qué pena! Perdiste la oportunidad de ser feliz”. Y el joven se fue.”

Al final de la meditación-oración el grupo puede evaluar cómo la ha dirigido el grupo, qué cosas nos han ayudado en la meditación y en la presentación del texto y qué cosas habría que cambiar para que nos ayudara a orar mejor.

III. ALGUNAS ACLARACIONES SOBRE EL MÉTODO Y SINTESIS DE LOS PASOS:

1. Conviene llevar un diario personal que me ayude a ser consciente de mi proceso de meditación-oración.

En una libreta pequeña conviene anotar cada día que hago la meditación-oración, la fecha, el tiempo que le he dedicado, si he llegado al silencio y a la paz, si me he encontrado con Jesús y qué me ha aportado el Evangelio para mi vida y mi realidad, qué cosas he visto que debo cambiar. De esta manera podré llevar un pequeño registro de cómo me ha ido y seguir mi proceso y adelantos.

2. ¿Cómo se llega a la Paz interior “atando la loca de la casa”?

Recapitulando todo lo dicho hasta ahora, cuidamos el lugar de la oración, eligiendo el espacio en nuestra casa y el tiempo adecuado, nos descalzamos y seguidamente nos sentamos en la posición de piernas cruzadas antes mencionada ( puede realizarse con un cojín apropiado para meditación y sobre este otro más pequeño hasta lograr la altura que nos resulte más adecuada según sea nuestro cuerpo). Para las personas que no pueden utilizar esta postura, se pueden sentar en una silla cómoda, colocando los dos pies en el suelo y las manos sobre las piernas.

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Una vez colocado nuestro cuerpo en la correcta postura preferentemente sendad@s en el suelo, nos disponemos a meditar: Esta postura de sentad@s con las piernas cruzadas y la espalda recta harà que poco a poco nuestro cuerpo se vaya adaptando y reeducando hasta que esta posiciòn nos resulte cómoda y natural. Todo requiere tiempo y constancia.

Mediante esta postura podremos conocer mucho mejor nuestro cuerpo y al mismo tiempo lo podremos reeducar, aprenderemos a leer el lenguaje de nuestro cuerpo, lo que nos dice a través de las sensaciones que van apareciendo. Vivimos en una sociedad que maleduca nuestro cuerpo, estamos en la cultura del sofá, siempre tenemos la espalda apoyada en algo, por lo tanto los músculos de la espalda se mantienen débiles.

Nota importante:

Conviene descalzarse, porque nuestros pies tienen conexión con todo nuestro organismo, y si están relajados y liberados, esto repercutirá en todo el bienestar de nuestro cuerpo.

Para las personas que utilizan lentes, conviene quitárselas para este primer momento que no necesitamos leer. Ya que los lentes se encuentran apoyadas en la nariz y esto dificultará la concentración en la respiración adecuadamente.

En invierno conviene colocarse una manta sobre las piernas, ya que al tener menos circulación tienden a enfriarse.

Como dice Santa teresa la oración es cuestión de

amor y costumbre.

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Poco a poco el cuerpo se va adaptando y los músculos se van estirando, nuestro cuerpo se puede reeducar a lo que nosotr@s queramos o necesitemos de él. Todo es un proceso y requiere tiempo: la educación y adaptación del cuerpo, la educación de la mente, la vida profunda de oración y encuentro cotidiano con el Señor en el Evangelio. Todo necesita constancia y fidelidad. En la medida que entramos en este proceso de meditación-oración, aprendemos a escuchar nuestro cuerpo (leyendo las sensaciones que nos envía). Aceptando estas sensaciones, observándolas sin reaccionar frente a ellas aprenderemos a aceptar los inconvenientes que se nos presenten en el día a día sin reaccionar violentamente frente a ellos, viviremos, entonces, con más serenidad.

Todas las cosas vividas anteriormente que no hemos asumido ni aceptado en nosotr@s, van surgiendo en forma de sensaciones diversas: picor, sudoración, dolor, dormición, calor, frío etc. , estas sensaciones llegan, permanecen un tiempo y luego desaparecen, al desaparecer ( y habiéndolas nosotr@s observado sin reaccionar en contra de ellas) todo lo no asimilado empieza a asimilarse y a sanarse en nuestro interior.

Por otro lado, aprenderemos a educar nuestra mente situándola en el presente, sin dejar que viaje al futuro deseando cosas, o al pasado añorándolas, ya que tanto el viaje al pasado o al futuro causa sufrimiento. Aprenderemos a vivir “con la mente y el corazón en el momento presente” (Poveda)

3. Resumen de los pasos del método para la enseñanza del mismo:

Primera parte del método: LA MEDITACIÓN

“ Para poder librarnos de nuestra agitación, tenemos que conocer la razón básica de la misma, la causa del sufrimiento. Al investigar este problema, nos damos cuenta que nos sentimos agitados en cuanto generamos negatividades o contaminaciones. La negatividad, la contaminación o la impureza mental, no pueden coexistir con la paz y la armonía.

La respiración y las sensaciones ayudan de dos formas; Primero se comportarán como secretarios privados y en cuanto surja una impureza la respiración dejará de ser normal y empezara a gritarnos “ algo va mal” y como no podemos engañar a la respiración tenemos que aceptar el aviso. De igual forma también las sensaciones nos dirán que algo va mal. Tras habernos avisado

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podemos empezar a observar la respiración, a observar las sensaciones y nos daremoscuenta de que la impureza desaparece enseguida”7

El método de la meditación consciente se realiza de la siguiente manera:

3.1 Lo primero es relajarnos:

Establecemos un orden para ir relajando cada parte de nuestro cuerpo. Hay personas que les ayuda que alguien les guíe a lograr la relajación y lo diga en voz alta y serena, pero lo mejor es que cada persona realice su propia relajación partiendo del punto corporal donde solemos acumular la tensión en nuestro cuerpo. Siempre en mí hay un lugar de mi cuerpo al que cuando estoy con nervios o con tensiones suelo acumular allí todo recargándolo y tensionándolo, es lo primero que se afecta, se carga y me duele. Con los años, esa zona empieza a generar enfermedad. Mantendré un orden personalizado para la relajación antes de empezar la meditación-oración. Siempre seguiré mi orden antes de meditar.

3.2 Observo mi respiración, tal cual es, sin variarla:

Observo como entra el aire fresco por mi nariz y sale cálido, me relajo, observo como roza el aire las paredes de mi nariz al entrar y al salir. Observo el ritmo natural de mi respiración, sin forzarla.

La observación consciente de nuestra respiración, va situando poco a poco nuestra mente y nuestro corazón en el momento presente. Nos relajamos en profundidad en la medida que nuestra mente se sitúa en el presente. Este ejercicio de meditación observando nuestra respiración, educa nuestra mente a vivir en el presente. Por lo tanto facilita la concentración y la memoria, ya que lo que afecta estas dos cosas en nosotr@s son las distracciones. Éstas llegan a nuestra mente cuando no está educada y viajan constantemente al pasado, añorando, o al futuro, deseando o programando, intentando apoderarse del mismo.

7 “ El arte de vivir”, Sr. Satya Narayan Goenka, charla dada en Berna, Suiza, el 27 de Abril de 2009. Traducida por Antonio Fernández, pagina web http:www.budhachannel.tv/ portail/ slip.php2article5353, consultada el 23 de Junio de 2009.

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3.3 Sitúo mi atención en el punto de concentración:

La “zona de concentración” es la pequeña zona que está entre la nariz y el labio superior. Trato de sentir en esa pequeña zona cómo roza el aire, muy levemente, cuando respiro. En este pequeño punto, dicen los antiguos, se une mi cuerpo con mi mente y mi espíritu. Todo esta conectado (podemos acudir al gráfico incluido en el anexo, y leer el libro de Carlos Vallés que en esa hoja citamos sobre la importancia de la respiración). Con sólo que sienta el aire muy levemente rozando esta zona tres o cuatro veces, empiezo a entrar poco a poco en una profunda concentración y relajación, llego a mi paz interior, donde está Dios en mí. La sensibilidad en esta zona se va adquiriendo poco a poco con la práctica. Si no siento el leve roce en el punto de concentración, acentúo mi respiración, pero con el mismo ritmo, y me concentro en esa pequeña e importante zona. Si llega cualquier pensamiento o imaginación la corto y me vuelvo a situar en mi respiración, en el roce del aire en el punto de concentración. Y así, una y otra vez, hasta “hacer músculo”, hasta educar mi mente para que cada vez más tiempo prolongado esté en el presente.

3.4 Cuando llegue a la Paz interior ser consciente que allí está Dios en mí.

Tener la experiencia de que “en El vivo, me muevo y existo”. Me puedo quedar allí el tiempo que quiera. ” Estar con Aquel que sabemos nos ama” que diría Santa Teresa de Ávila. O puedo pasar después de un rato, sin dejar de estar en la presencia de Dios, a conocerle un poco más a través de los textos evangélicos.

En esta presencia y concentración escucho el texto del Evangelio y me sitúo en el pasaje al lado de Jesús, vièndole y escuchándole, estando presente con mis cinco sentidos, de esta manera descubriré cantidad de cosas del texo en las que antes nunca me había fijado.

El Señor entrará con tal fuerza en mi vida, que ya no podré seguir igual. Poco a poco iré adquiriendo sus mismos sentimientos, su talante. Y esto repercutirá en mi entorno, en la realidad. Los valores del Reino: el amor, la paz y la justicia se van a ir haciendo presentes. Y lo más importante de todo, ya mi manera de hacer irá siendo diferente, al estilo de Jesús, por tanto la realidad de mi entorno comenzará a cambiar también.

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Segunda parte del método: TRABAJO Y CONTEMPLACIÓN DEL TEXTO EVANGÉLICO.

3.5 Una vez que se ha llegado a la Paz interior, donde Dios se encuentra en nosotr@s, disfrutamos de su presencia.

3.6 Cuando lo creamos conveniente contemplamos el Evangelio del día, previamente trabajado mediante la manera Ignaciana: “Como si allí me hallase”, entro en el pasaje como una discípula o discípulo más, percibiendo el texto con los cinco sentidos. Yo viajo a la tierra y contexto de Jesús de Nazareth.

3.7 Más adelante, una vez familiarizad@ con la tierra y contexto histórico de Jesús puedo trabajar y contemplar el texto dejando que Jesús entre en mi realidad, mi familia, mi colegio, mi trabajo, mi barrio, mi ciudad, mi país, mi mundo. Es el momento de “ la lectura teologal de la vida” El texto se puede trabajar en grupo, dejando que todas y todos aporten en la contextualización del pasaje evangélico, siempre respetando el sentido del mismo y las palabras y mensaje de Jesús.

En la lectura teologal de la vida hemos de ir al interior. Pero eso no quiere decir que no nos preocupemos del exterior, Sin el exterior no podemos tener acceso al interior. El exterior es indispensable.”8

8 “Contemplación de la vida desde la Palabra de Dios”, Manuel José Barco Estévez, consultado en Internet en contemplavida.iespana.es/atenciónvida.htm, consultada la página web el 21 de Junio de 2009.

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IV. LA ORACIÓN COMO PROCESO

Hoy es un gran reto iniciar y mantener progresivo un proceso, cualquiera que éste sea. La oración es un proceso que necesita cada día su espacio y su tiempo, este proceso tiene etapas que debemos conocer (ver “las moradas” en Santa Teresa, o “la subida del monte” en San Juan de la Cruz). Este proceso es una historia de amistad, un proceso de relación: no sólo con Dios sino también conmigo mism@, con los demás, con la realidad, con la naturaleza. Todo tiene una unidad, todo está íntimamente relacionado: según sea mi relación con los demás, así será mi relación con Dios; según sea mi relación conmigo mism@, será mi relación con los demás; y según sean estas relaciones, será mi relación con el entorno.

Santa Teresa utiliza imágenes muy acertadas para explicar el proceso de amistad con Dios, al que muchas veces las palabras no alcanzan a comunicar del todo. Utiliza la imagen del Castillo para hacernos entender que somos nosotr@s como un castillo que está habitado permanentemente por Dios. Este castillo tiene muchas moradas y en la principal y central de todas ellas se encuentra Dios.

“De este castillo que son nuestros cuerpos, tiene muchas moradas (…) y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es donde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma” ( Moradas, cap. I, nº 2 y 3)

También utiliza Santa Teresa las imágenes-proceso como es la del gusano de seda, relaciona este proceso con el cambio de morada. (Ver gráfico en el anexo que relaciona el proceso del gusano de seda con las moradas). En este proceso, Santa Teresa subraya las quintas moradas: donde muere la crisálida y nace la mariposa, la relaciona con la unión con Dios, el nacimiento de una vida nueva, sin embargo, no por ello esta libre de purificaciones y dolor hasta que llegue al final, a las séptimas moradas.

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También explica muy bien la ascética diaria que presenta este camino de amistad con Dios, mediante la imagen de las cuatro maneras de regar el huerto. Y relaciona estas maneras con las moradas. (Ver la hoja que se presenta en el anexo).

Por lo tanto, la imagen central referente de la Santa será el castillo y sus moradas, explicado estupendamente en su libro de las Moradas; las siete moradas son siete fases de un proceso de amistad con Dios, es un proceso espiritual vital, se mantiene siempre relacionado a la vida, si yo cambio mi entorno empieza a cambiar.

PRIMERA MORADA:

Presenta una espiritualidad estrechamente ligada al cuerpo y a la sensibilidad. El gusano de seda se arrastra con esfuerzo a ras de tierra y señala los humildes comienzos que van hasta las terceras moradas.

Sé que estoy en la primera morada porque sé llegar a la puerta del castillo interior, sé llegar a la paz interior. Soy capaz de saltar el foso, de controlar mis pensamientos y mi imaginación. Aquí para saltar el foso nos ayuda la meditación. Que es una técnica ancestral ( Anapanna) que nos ayudará a conseguirlo rápidamente.

SEGUNDAS Y TERCERAS MORADAS:

Son una etapa de lucha para que la oración entre y forme parte de mi horario, de mi día a día. Sé que me encuentro en la segunda o tercera morada porque tengo más logrado este objetivo y ya no puedo vivir sin dedicar el tiempo suficiente a la meditación-oración. Aquí comenzamos a ordenar nuestra vida y a vivir un ritmo de oración, empieza nuestro conocimiento de Jesús de Nazareth.

CUARTAS MORADAS:

El gusano hila el capullito de seda y espera activamente el cambio que se realizará en su interior, Soy capaz de contemplar el Evangelio y voy asimilando en mi vida los valores y sentimientos de Cristo el Señor, de tal manera, que estos valores y sentimientos

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me ayudarán a ir transformando la realidad desde allí. A partir de aquí se comienza a ser una persona santa, que quiere decir que vive según los valores del Reino: de Paz, Justicia y Amor.

A partir de aquí voy viviendo al estilo de Jesús de Nazareth, ya no puedo pasar de largo ante la necesidad de una hermana o un hermano, voy dejando mi vida en manos de Dios y El toma mi vida en sus manos, ya El la irá llevando hacia las otras moradas.

QUINTAS MORADAS:

Muere la crisálida y nace del capullito de seda la mariposa. Es la etapa de las grandes conversiones, por lo tanto de fuertes muertes a todo lo que no es evangélico.

Etapa de luchas y dolor, de fuertes persecuciones, incluso realizadas por parte de nuestr@s mism@s compañe@s, pero también de mucho gozo. Vivimos en la presencia de Dios y nos adentramos de su mano a su misterio presente en el mundo. Etapa donde comienza la unión con Dios. La gran libertad que se experimenta es uno de sus signos.

MORADAS SEXTAS Y SEPTIMAS:

En las moradas finales se entrecruzan el símbolo nupcial y la figura de la esposa del Cantar de los Cantares, se tiene una experiencia de la esperanza y el amor en nuestra propia realidad, es una etapa de purificaciones profundas, pero al mismo tiempo de vida y mentalidad nuevas, de profundo gozo y amor capaz de dar la vida por los más necesitados. Nos aproximamos al profundo entendimiento Dios a través de la amistad profunda de Jesús Dios-hombre. El misterio de la encarnación bien entendida nos ayuda y aproxima a Dios madre y padre. Lo Divino y lo humano andan juntos.

Queremos motivar para que nos acerquemos a los escritos de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz, así como de los grandes místicos latinoamericanos, ganaremos en claridad sobre nuestro proceso de oración y su importancia en nuestra vida y realidad histórica.

El misterio de la encarnación bien

entendida nos ayuda y aproxima a Dios madre

y padre. Lo Divino y lo humano andan juntos.

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V. MODOS Y TIPOS DE ORACIÓN.

Vivimos sin casi darnos cuenta, llevando en nuestro equipaje vital cotidiano una insatisfacción, nerviosismo, activismo, agresividad, ansia y vacío permanentes; se puede decir, que much@s de nosotr@s, deambulamos por la vida con una crónica debilidad de espíritu que se refleja cotidianamente en algunas actitudes: cuando nos hundimos fácilmente ante las dificultades, cuando ante la menor contrariedad saltamos agresivamente ó el nerviosismo nos invade si las cosas van contra la dirección o no adquieren los resultados esperados, dejamos que nuestro tiempo sea absorbido por una actividad laboral y profesional mal entendida quitándonos la oportunidad de vivir armónicamente, donde también son necesarios espacios vitales reservados al estudio, al ocio, a la oración y la creación; donde se interrelacionan y retroalimentan los tiempos que dedicamos al encuentro profundo con nuestro Dios encarnado, con nosotr@s mismas, con las demás personas y con la realidad planetaria incluyendo la naturaleza.

En estos momentos históricos que vivimos, nos hemos olvidado que no somos solamente un cuerpo, también tenemos una mente y un espíritu que cuidar. Y que todas estas realidades están íntimamente relacionadas, una afecta a la otra; un cuerpo hiper cuidado, olvidando el cuidado de la mente y el espíritu, es como una casa sin puertas ni ventanas que ha olvidado su principal objetivo de existencia: acoger y dar vida.

Estamos inmers@s en un sistema post modernista que deja de lado y ridiculiza toda experiencia espiritual, tachándola de pérdida de tiempo. Poco a poco este desprecio por todo lo espiritual y todo lo religioso nos va invadiendo, convirtiéndonos muchas veces sin casi darnos cuenta, en seres truncados, seres con una imposibilidad grave de trascendencia, analfabetos de la teofanía: incapaces de leer los signos de los tiempos y el acontecer de nuestra vida en clave creyente; también todo esto está afectando ( ya que esta íntimamente relacionado) a nuestra entrega, a nuestra capacidad de opción preferente por los más débiles y despreciados de nuestra sociedad , viéndolos como los Cristos crucificados de nuestro hoy, y por supuesto, a nuestra manera de trabajar al lado de los más jóvenes.

Nuestra cultura y experiencia religiosa sufre irremediablemente el mismo proceso. Conviene pues, tomarnos en serio el dejar tiempos en nuestra agenda para el desarrollo y educación de nuestra mente

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y nuestro espíritu, dejar en nuestra apretada agenda un espacio para actualizar y fortalecer nuestra experiencia de Fe, de estudio y de creación.

El haber tenido la oportunidad de poder realizar el curso “ Nuevas estrategias para motivar la experiencia de meditación y oración en niñas/os y adolecentes “ en la Secretaria de Estado de Educación Regional 8 de Santiago de los Caballeros (República Dominicana) impartido en el año 2007, y escuchar las preguntas que las profesoras y profesores formularon sobre el método, me ha motivado a profundizar, adaptar y clarificar un poco más, sobre algunos de los pasos del método partiendo siempre de la experiencia adquirida en las sesiones de meditación y oración impartidas en el Instituto Veritas de Madrid donde nació el método, sin que esta realidad se imponga a la dominicana sino que por el contrario, se ofrezca el método con la libertad de ser acogido en la nueva realidad aceptando las modificaciones sin reducir el espíritu de silencio requerido para que surja toda la riqueza que llevamos en nuestro interior. Fuimos escuchando y acogiendo cada pregunta y respondiendo de tal manera que hemos visto necesario reflexionar sobre los tipos o modos de oración que conocemos e ir viendo en dónde encaja el método que proponemos.

Llamamos modos de oración a las distintas maneras de comunicaciòn y trato con Dios que deseamos, estas maneras de orar les llamamos “tipos” de oración, rito o celebraciones, como por ejemplo: la oración de petición, la de alabanza, la de bendición, la de sanación, las oraciones celebrativas sacramentales, oraciones para preparar las fiestas: como triduos, novenas, tiempos más largos como la Cuaresma o el Adviento, la oración para discernir ( a través de los Ejercicios Ignacianos), etc.

La mayoría de estos tipos de oración requieren y necesitan muchas veces los cantos y la música para ayudar a conseguir lo que pretenden como objetivo final. Sin embargo, existen otros tipos de oración donde el único objetivo es la relación de conocimiento, amor y transformación de mi vida y mi realidad con Jesús de Nazareth, el rostro cercano de Dios, y entonces, el silencio es necesario, está íntimamente relacionado con el modo contemplativo de orar, estrechamente unido a la oración mística de “recogimiento”.

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“ Entiende que sin ruido de palabras le está enseñando este Divino Maestro, suspendiendo las potencias porque entonces antes dañarían que aprovecharían si obrasen; gozan sin entender cómo gozan, está el alma abrasándose en amor( ...) ésta hijas es la contemplación perfecta “

(Camino de Perfección, capítulo 35, número 2 y 3).

Esta manera de aproximarnos a Dios es menos conocido y menos divulgado, por lo tanto menos practicado. Esconde en su interior un modo y tipo de relación completamente desinteresado, va en proceso hacia un mayor conocimiento y relación progresiva de intimidad con Dios que parte de la experiencia inicial de sabernos habitad@s por Dios. Santa Teresa expresa muy claramente, “..que si donde está Dios es el cielo, pues que San Agustín dijo que él halló a Dios dentro de sí, por lo tanto ponerse en soledad y entrar en relación con este honorable huésped es una forma de oración que lleva al conocimiento de Dios y por lo tanto a un mayor amor y unión con El”. Para este modo es necesaria la soledad y el silencio. “Ponerse en soledad y mirarle dentro de sí” (Ref. Camino de Perfección capítulo 28, número 2)

A este modo de oración, el modo contemplativo o de “recogimiento” pertenece el método que tenemos entre manos. Nos ayuda a entrar dentro de nosotr@s, vivir nuestra paz y silencio interior donde habita este Dios que nos busca sin cesar. Al llegar a experienciarle dentro, reconocemos que tiene un rostro capaz de ser conocido: el de Jesús de Nazareth. A través del Evangelio le conocemos y le reconoceremos después en la realidad. Es importante vivir este método de Meditación-Oración unido siempre a la realidad y a la vida. Contemplamos el texto evangélico teniendo presente a qué nos desafían los valores y sentimientos de Jesús, qué cambios nos exige y clama que hagamos en nuestra vida y en nuestra realidad.

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Veamos ahora más detenidamente los modos o tipos de oración:

1.1. ORACIÓN VOCAL

Son todas las oraciones que rezamos, muchas de ellas aprendidas de memoria. Son fórmulas tradicionales que han ido pasando de generación en generación, entre estas oraciones ocupa un lugar primordial la oración que nos enseñó Jesús: El Padrenuestro y también la oración del Ave María, que sintetiza acertadamente el acontecimiento de la encarnación. También subrayamos El Credo, donde recogemos las principales afirmaciones de nuestra fe.

Existen miles de oraciones vocales que expresan peticiones, reconocimientos o alabanzas a Jesús, a María, a sus santas y santos… seguramente que cada una de nosotr@s conocemos muchas de ellas y las utilizamos en algunos momentos de nuestra vida. Para Santa Teresa la oración vocal y la mental andan juntas. No concibe el rezar como loros, sin saber lo que decimos.

1.2 ORACIÓN MENTAL

Es la oración en la que ponemos a funcionar nuestra capacidad razonadora y de reflexión sobre lo que decimos o leemos, cuando leemos también los “signos de los tiempos” de lo que nos acontece o acontece a nuestro alrededor. Es el modo de oración más divulgado después de los rezos vocales.

Curiosamente, para nosotr@s existe una gran diferencia entre el modo vocal al mental, sin embargo, para Santa Teresa los dos modos tienen que andar juntos: “Yo he de poner siempre junta la oración vocal con la mental”, “No me estéis hablando con Dios y pensando en otras cosas que esto hace no entender qué cosa es oración mental” (Camino de Perfección, capítulo 22, números 3 y 7).

1.3 ORACIÓN CONTEMPLATIVA O DE RECOGIMIENTO

Es el mejor modo de orar para conocernos y conocer a Dios. “Por subida contemplación que sea, siempre acabéis en propio conocimiento” (Camino de Perfección, capítulo 39, número 5). Es la oración que nos ayuda a alcanzar, fortalecer y vivir, las tres virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y el Amor. Oración que hace sant@s , ya que transforma nuestra vida en la vivencia cotidiana de estas virtudes hasta llegar a ser heroicas en la realidad del cada día que nos toca vivir.

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El silencio es básico en este tipo de oración, pero el silencio profundo que incluye los pensamientos y la imaginación. Para lograr silenciar nuestra mente, “atar la loca de la casa” que diría Santa Teresa, es necesario utilizar un método que nos ayude a lograrlo fácilmente, para esto aprendemos el método de la observación consciente de nuestra respiración natural. Este sencillo método no sólo nos ayuda a educar y controlar nuestra mente, sino que nos lleva a la unidad como personas. “El alma y el cuerpo se influencian mutuamente, y el portador de esos mensajes de ida y vuelta es la respiración, es función tanto del alma como del cuerpo, y los une a ambos. Mejor dicho, nos recuerda que el alma y el cuerpo son un solo organismo entero, una persona. Tenemos que recobrar nuestra unidad” (“El secreto de oriente, respirar”, Carlos González Vallés, pág 17, Sal Terrae, Santander 2006).

Una vez silenciada nuestra mente llegamos a la paz interior, donde mora Dios en nosotr@s, empieza entonces, nuestra historia de amistad con El; esta relación irá ganando profundidad en la medida en que la contemplación de los textos evangélicos nos vaya acercando la persona de Jesús. “ De este castillo que son nuestros cuerpos, tiene muchas moradas (…) y en el centro y mitad de todas éstas tiene la más principal, que es adonde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma” ( Moradas Primeras, capítulo 1, números 2 y 3). “La puerta para entrar a este castillo es la oración” (Moradas Segundas, capítulo único, número 11)

1.4. ORACIÓN DE PETICIÓN

La amistad con Dios refleja nuestras amistades. El verdadero amigo y amiga sabe que pueden contar con él o ella en el momento de necesidad, pero la amistad no se reduce a pedir y dar, hay algo mucho más profundo en esa relación que la hace válida como es el mutuo conocimiento y el mutuo amor completamente desinteresado, capaz de llegar a dar la vida por la otra persona. Sin embargo, muchas veces nos relacionamos con Dios y por supuesto, lo hacemos con las otras personas, como seres interesados sólo en lo que nos pueden dar, y no nos preocupamos por conocer y amar.

La certeza de que siempre podemos contar con Dios como fiel amigo, nos pierde, por esto la oración más utilizada por los seres humanos de todas las tradiciones religiosas es la oración de petición. Pero aunque Jesús nos ha dicho “Pedid y recibiréis”, no podemos reducir nuestra relación con El solamente a este propósito.

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1.5 ORACIÓN DE ALABANZA Y DE ACCIÓN DE GRACIAS

Esta es una de las oraciones más desinteresada. Se ha ido estructurando a través de los tiempos y conformando en lo que hoy llamamos Liturgia de las Horas. Es una de las oraciones más antiguas del pueblo de Dios. Fue la oración del Pueblo de Yahvé y durante siglos fue rezada únicamente por los clérigos y los monjes y monjas contemplativas. A partir de una reflexión recogida por Pío XII en su planteamiento sobre el Cuerpo de Cristo y la oración litúrgica de la Iglesia, “ Mystici Corporis” , el Vaticano II retoma toda esta realidad y acerca la Liturgia de las horas a todos los bautizados recomendando el rezo de alabanza al comienzo del día: Laudes, y al caer el sol: Vísperas.

Normalmente, la Liturgia de las Horas, acompaña con ritmo orante los distintos momentos del día en la vida monacal:

Al salir el sol: MaitinesAl inicio del día: LaudesHoras intermedias:Media mañana: TerciaMedio día: SextaMedia tarde: NonaAl caer el sol: VísperasAntes de acostarse: Completas.

Los salmos pueden ser cantados. Son famosos los salmos cantados en latín con la música Gregoriana, conservados por monasterios Benedictinos como el de Solesmes, esta oración incluye la lectura de breves textos de la Biblia y oraciones de petición y reflexión corta. Esta oración mantiene un ritmo orante comunitario que ayuda mucho a profundizar en el sentido orante de los salmos y los textos.

Dentro de la alabanza entra el aspecto del agradecimiento por todo lo recibido a lo largo de nuestros días. Ser agradecidos nos ayuda a ser concientes de toda la acción de Dios en nosotr@s, a todo lo que nos da constantemente. Nos ayuda a ir adquiriendo un talante contemplativo, ya que intentamos al dar gracias recorrer nuestra vida en lectura creyente, descubriendo la acción de Dios en pequeños gestos de vida a nivel personal, grupal o a nivel histórico.

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1.6 ORACIONES DE BENDICIÓN Y DE SANACIÓN

Son oraciones acompañadas de ritos sencillos con fórmulas que expresan claramente lo que el sacerdote bendice: personas, animales, objetos, casas, consagración del altar (con ceremonia propia).

La oración de sanación, como el sacramento de la Unción de los enfermos (antiguamente llamado extremaunción) reza oraciones pidiendo la salud de las personas. En este apartado también incluimos otro tipo de oraciones que se utilizan por la Iglesia en determinadas ocasiones, como son las oraciones de exorcismo, para liberar a las personas de malas influencias y situaciones bastante negativas. Todas estas oraciones claman e invocan el poder sanador y liberador de Jesús.

ACLARACIÓN IMPORTANTE CON RESPECTO AL MÉTODO:

Es interesante anotar que nuestro método de meditación-oración produce sanación, porque al meditar nos relajamos y nuestro cuerpo se libera de tensiones y nerviosismos que diariamente le enferman. Si se medita diariamente, la meditación nos va sanando, porque vamos viviendo con mayor serenidad. Aunque el método nos sane, en sí mismo no es un método de sanación, sino un proceso de amistad con Jesús y de transformación de nuestras vidas según sus valores. Es esto lo importante del método.

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1.7 ORACIONES CELEBRATIVAS SACRAMENTALES

Son las que marcan y acompañan el camino de fe de la comunidad, ya hicimos referencia al sacramento de los enfermos, tenemos los otros sacramentos, como el sacramento iniciático en la vida cristiana: el bautismo, el sacramento del Perdón, el sacramento de la Eucaristía, el sacramento de la Confirmación, el sacramento del Orden y del Matrimonio. Todas estas celebraciones tienen sus oraciones propias del momento, sus ritos y símbolos. En estas celebraciones el canto aparece como elemento imprescindible y necesario y ayuda a que la celebración tenga un clima festivo.

Aunque no es propiamente un sacramento, si quiero incluir aquí las oraciones que acompañan al difunto en su sepelio y entierro, con sus oraciones, gestos, símbolos y cantos también propios, que acompañan y ayudan en este último tramo de la vida.

1.8 ORACIONES PARA PREPARAR LAS FIESTAS

Como lo son los triduos, novenas, y tiempos más largos de preparación como la Cuaresma y el Adviento, que preparan momentos fundamentales de nuestra tradición de creyentes como la Muerte y Resurrección de Jesús y su Nacimiento.

Acompañan estas oraciones las celebraciones patronales que tienen un carácter bastante propio y que incluyen también los cantos.

1.9 ORACIÓN DE DISCERNIMIENTO

La oración para conocer la voluntad de Dios sobre nuestra vida, tiene un proceso que dura como mínimo siete días y máximo de un mes; existe un único método reconocido para lograr con garantías esta búsqueda de lo que Dios quiere: Los Ejercicios de San Ignacio. Se requiere ser guiad@ por una persona autorizada y preparada para este fin. Pueden tener una duración de una semana, quince días o un mes (realmente el tiempo para el que fueron concebidos).

De los Ejercicios de San Ignacio tomamos su metodología de trabajar los Evangelios pasándolos por los cinco sentidos, “ como si allí me hallase”, de este modo nos aproximamos a Jesús como discípulas y discípulos, vamos conociendo a Dios a través de su rostro encarnado en los hermanos y hermanas ( especialmente en aquellos “rostros azotados”, descubrimos su presencia en la realidad que nos circunda).

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1.10 MEDITACION Y ORACION CONTEMPLATIVA: PARA LLEGAR A SER AMIG@S FUERTES DE DIOS

Son métodos que nos ayudan a entrar dentro de nosotr@s mismos “recogernos” en el Dios que nos habita. Nos conecta de tal manera con Dios y con su rostro visible: Jesús de Nazareth, que nuestra vida no puede seguir igual, nos cambia conforme a los valores de Jesús: el Amor, la Paz y la Justicia. Es un proceso, y requiere tiempo y constancia en la oración diaria, como diría Santa Teresa , requiere “ amor y costumbre”. Nos ayuda a conocernos y a conocer a los demás, a conocer a Dios y a nuestra realidad. Nos conecta globalmente, y globalmente nos sana, nos libera y nos salva. Siempre esta conectado con la realidad, la cuestiona desde los valores y sentimientos de Jesús de Nazareth y la va cambiando poco a poco de acuerdo con estos parámetros.

A este tipo pertenece nuestro método. Es un tipo de oración contemplativa, que nos llevará a un conocimiento progresivo de amistad con Dios a través de nuestra amistad con Jesús. De esta manera, poco a poco le encontraremos y reconoceremos en la realidad, y ésta será transformada poco a poco según sus valores, tratando de mantener una conciencia crítica constructiva y esperanzadora, que sabe que a pesar de todo, la Vida puede más.

Tiene como base la oración que antes veíamos en el punto 1.3 “Oración contemplativa o de recogimiento”. El silencio profundo es por tanto básico. Para esto utilizamos la meditación oriental de observación consciente de la respiración de la que antes hacíamos mención.

En el método hemos tomado el itinerario que Santa Teresa presenta para vivir una historia de amistad con Dios, ella lo presenta como un proceso con siete etapas bien definidas, donde nosotros y nosotras trabajamos las cuatro primeras y a partir de la cuarta nos dejamos llevar por Dios. Por lo tanto, en el método de meditación oración seguimos el itinerario marcado por Teresa de Jesús en su libro de Las Moradas, siguiendo los consejos que brotan de su propia experiencia.

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Resumiendo:

Este método de meditación- oración tiene en su inicio una tradición ancestral de meditación, que no es otra cosa que un ejercicio mental para “atar la loca de la casa”, controlar el pensamiento y la imaginación, para poner nuestra mente en el momento presente. Esta técnica meditativa que ayuda a la concentración, puede ser utilizado por cualquier tradición religiosa.

Esta meditación se llama en sanscrito “Anapanna” (observar la respiración conscientemente) tiene una antigüedad de más de tres mil años, viene de oriente concretamente de Myanmar ( antígua Birmania) donde fue conservada tal cual según la tradición de Sanyagyi U Ba Khin, mientras que en India donde se originó se había perdido; aunque ha sido conservada por la tradición budista Theravada como primera parte de la meditación Vipassana, es utilizado por diversas tradiciones religiosas (incluyendo la cristiana católica) para concentrar la mente y facilitar así la oración y el trabajo como ya hemos mencionado. Sr Satya Narayan Goenka fue quien la llevó de nuevo a India y es reconocido mundialmente como uno de los grandes maestros de la meditación Vipassana.

De las más de doscientas formas de meditar aproximadamente que existen, hemos elegido ésta que ayuda al propósito que buscaba Santa Teresa para concentrar su mente en Dios para poder orar, controlando los pensamientos y la imaginación.

Seguidamente utilizamos la tradición Ignaciana de trabajar el texto evangélico, como ya hemos explicado anteriormente, forma que se utiliza en los Ejercicios Espirituales. Y unimos una segunda manera de trabajar los Evangelios (utilizada en la Revisión de Vida por los Sacerdotes del Prado) que es la de recibir a la persona de Jesús en nuestra realidad y en nuestra vida. He tomado especialmente la Revisión de Vida realizada por Manolo Barco ( en Vallecas, Madrid). El trabajo y oraciòn de los textos evangèlicos puede ser una pràctica ecumènica, distintas personas de las diversas iglesias cristianas lo pueden realizar y les ayudarà enormemente a profundizar en el mensaje del Evangelio. De hecho, en el curso de profesores de la escuela pùblica de Santo Domingo de la Regional 10, participaron profesores de diversas iglesias cristianas, y el mètodo ayudò a crear unidad en torno a la persona y el mensaje de Jesùs.

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Este método de meditación-oración que presentamos, se concibe como proceso de amistad con Dios, desde el conocimiento de su Persona a través de los Evangelios conociendo a Jesús de Nazareth. Los itinerarios del proceso los tomamos del itinerario teresiano, a través de la sistematización que hace Santa Teresa de Ávila en el libro de las moradas.

A estas tres tradiciones importantes unimos el espíritu teológico que une siempre la Fe y la vida, el texto evangélico y la vida. Que procura un cambio de la persona y la realidad acorde con los valores humanos y evangélicos. Una metodología donde se VE se JUZGA lo que se ve y se ACTÚA.

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BIBLIOGRAFÍA

“ Ejercicios Espirituales” , texto original, San Ignacio de Loyola, 1. Roma,1548.Consultado en Internet en http://www.mercaba.org/DOCTORES/ignacio_loyola_02.htm, consultada la página web el 21 de Junio de 2009

“ Santa Teresa De Jesús, Obras Completas” , Teresa de Jesús, BAC, 2. Madrid, 1986.

“Contemplación de la vida desde la Palabra de Dios”, Manuel José 3. Barco Estévez, consultado en Internet en contemplavida.iespana.es/atenciónvida.htm, consultada la página web el 21 de Junio de 2009.

4.”La Biblia de nuestro pueblo” Biblia del peregrino, Amèrica Latina, Luis Alonso Schokel,Ediciones mensajero, Bilbao, 2006.

5.“ El arte de vivir”, Sr. Satya Narayan Goenka, charla dada en Berna, Suiza, el 27 de Abril de 2009. Traducida por Antonio Fernández, pagina web http:www.budhachannel.tv/portail/slip.php2article5353, consultada el 23 de Junio de 2009.

6.” El secreto de oriente: respirar”, Carlos González Vallés ( S.J.) Sal Terrae, Santander, 2006.

7. “ Jesús, aproximación histórica” José Antonio Pagola, 3ra edición, PPC Editorial, Madrid, nov. 2007.

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