las ballenas cautivas - carlos villanes

5/10/2018 Las Ballenas Cautivas - Carlos Villanes - slidepdf.com

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E n p le no P o lo N o r t e , Y a k y s u a bu e lo d e s cu b r e n u n a f a m il ia d e b a l l e n a s .

a tr a pa da s e n e l h ie lo , N o p ue de n s a l i r a l m a r y , p o r ta n to , s o n in c a iP C lG l e s d e

a lim e n ta rs e . V a n a u n a m u e rt e s e gu ra . G r ac ia s a lo s m e d ia s d e

la n o t ic ia s e e x t ie n d e r a p id am e n te p o r to d o e l m u n d o . E ll ib ro e s t a . .

u n h e ch o r e a l..... , ..,.

,: .. -::.-.".::::.-

C A R L O S V IL L A N ES C A IR O ( Y a u l i , P e ru , 1 9 4 5 ) h a t r a ba ja do c o m op ro fe s o rd e .

L e n g u a y L i t e r a t u r a y p e rio d is ta . E d ic io n e s S M h e p u b lic a d o ta m b i t m s us lib r o s

D e s t i n o : l a P la za R o ja y R e to rn o a la l ib e rta d , a m b os e n la c o le c c io n G r a n

A n g u l a r .

A p artir d e 9 anos



1 EI canto d e las ballenas

I~sTE ario se ha adelantado el invierno. Las

ventiscas heladas del Polo Norte han congeladodeprisa la superflcie del mar y sabre su azul in-

tenso ahara se tiende un manto tan blanco que

hiere los ojos cuando reverbera can el sol. En

pocos dfas, 1a capa de nieve se ha heche gruesa

y ya puede soportar el peso de un trineo tirado

por ocho perros,

Ahara tambien arnanece mas tarde, y, al

alba, un languido sol, amarillento como deste-iiido , anuncia que sera un dfa muy frio y des-

pejado

La madre de Yak en ciende el fuego familiar y,

mientras se cocinan los alimentos, el padre dis-

tribuye los trabajos del dia.

Yak y el abuelo iran de pesca mar adentro,

sobre Ia nieve, en el pequefio trineo. La madre

y los dos pequerios rastrearan, en Ia playa al

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borde del acantilado, la pista de los ulnmos ni-

dos del otofio.

-Yo me internare en el bosque en busca dealgun reno salvaje =-dlce Roy, el padre. Mira a

los nifios, al abuelo, a su esposa y comenta con

tristeza=-: Este ana no tendremos carne de ba-

Ilena para el invierno. Ya se han ido todas hacia

los mares calidos.

Yak desayuna con sus padres; luego se em-

bute dentro de sus gruesas ropas esquimales, to-

das de cuero y confeccionadas con las pieles de

los animales que el mismo caz6.

El muchacho sale al patio llevando los apa-

rejos de la pesca. Le miran sus perros y ladran

ansiosamente queriendo soltarse de las correas

que los atan a las estacas. Presienten que iran

en busca de carne y podran darse un festin.

Yak se acerca a los animales, losacaricia,

-iNo! Ahora no vendreis conmigo-les dice,

y deposita sus instrumentos sobre el pequefiotrineo con patines de colmillo de morsa, que

avanzara impulsado por el mismo.

-jCuidado con alejaros mucho! -aconseja

Roy-. E l hielo todavfa no esta muy fuerte y

puede quebrarse.

-Lo se -responde el abuelo. y sonde.

La nieve esta dura y el trineo se desliza congran facilidad,

8

El abuelo tiene distintos rnetodos para pesear,

y acornpanarle siempre ha sido una fiesta. Co-

noee muchos secretes de la vida marina y cuen-

ta historias casi increfbles, como Ia de aquella

primavera cuando se quedo varado durante va-

rias seman as sobre un bloque de hielo y sobre-

vivio corniendo pescado erudo.

Hay una leyenda que apasiona y llena de or-

gullo a la comunidad. Al joven esquimal se la

ha contado el mismo Ted Lindsay, ese amigo

bueno que tam bien quiere mucho a los anima-Ies : «Y ak, tu abuelo interpreta el canto de las

ballenas y sabe adem a s que significan los extra-

nos sonidos del mundo submarino. Es un hom-

bre sabio»,

En su juventud, el abuelo fue un gran caza-

dor de ballenas. Todos sus secretos se los enserio

a Roy, el padre de Yak, y ahora el muchacho

los aprende, En algunos temas Roy es algo es-ceptico: par ejemplo, no cree la historia del can-

to del..s ballenas.

Muchas otras casas ha enseriado eI abuelo a

YaL, como «el secreto de la renovaci6n de la ria-

turaleza», que reaimente es muy simple: al re-

coger huevos, debe siernpre dejar la mitad de

elIos en el nido, 0 devolver los peces pequeiios

al agua,0

liberar y curar si estan heridos a los

9



eaehorros que hayarrcaido en las trampas. El

. anciano dice que as! nunea se acabaran Ia eaza

ni la pesea.El abuelo sabe cuando llovera y d6nde estan

los atunes mas gordos. en que reeodo del rio se

eneuentran las truchas asalmonadas y en cual

las areoiris. Cuando vla]a, como ahora, a veees

se detiene y deja vagar su mirada por la bru-

mosa lejania. Yak se sobrecoge y le pregunta:

-~Que miras, abuelo?

-EI horizonte -y aguza sus ojos rasgados-,la soledad y el silencio.

Yak no 10 comprende bien, pero intuye que

debe de ser algo muy sabio. Los esquimales no

recluyen a los ancianos en los asilos: todo 10

contrario, los quieren y respetan porque repre-

sentan la experiencia y Ia sabidurfa.

---jEn este lugar nos quedamos! -dice el .

abuelo--. Mira, mar adentro hay neblina, y

mientras el viento no se la Ileve, es preferible

pesear aquf.

Se detienen, deseargan los aparejos y cortan

el hielo sin mueho esfuerzo. Preparan loscebos,

los sed ales, y los sumergen en el agua. Sf sien-

tan en cuclillas a la espera de que alguno pique.

-' Si el Gran Espiritu del Agua esta enojado,

no vendran,

10

-!._Y como 1 0 sabrernos?

-_No picaran.

Ambos se quedan en silencio como si quisie-

ran descubrir alguna serial que les revele los de-

signios del otro mundo.

--Abuel(L., (y como escuchaste por primera

vez el canto de las ballenas?

-.Qh, haec rnucho tiempo ... pescaba en mar

abierto y pico un per: muy gordo. Me cogio des-

prevenido y me tiro al mar. Ouede sumergido y

ereo que me desrnaye. Entonces pude oir mu-

chas voces y ruidos que los rnortales nunc a of-

mos en la superficie. On extrafio canto llego

hasta mis oidos desde la Iejania y me di cuenta

de que la desconocida melodia se acercaba a

medida que una enorrne ballena se aproximaba.

Quede paralizado de miedo porque erda que

aquel monstruo me devoraria. Pero estaba equi-

vocado. La ballena Sf: aleio, y con ella su extra-n o canto. Salf a Ia superficie y vi a 1 0 lejos que

un gn )0de estos arumales se iba, disparando

sus chorros de vapor hacia el cielo. Nade hasta

1 3 orilla y pude salvarm«, Despues supe que se

trataba de ballenas grises, Sc despedfan de nues-

tras costas para lniciar 3 1 . 1 largo via]e hacia los

mares calidos. porque aqui yo . ernpezaban los

frfos, Luego, muchas veces, durante Ia visita de

11



las ballenas a nuestro mar, sumergido en las

aguas, he podido sentir el mismo canto. Alguna

vez alguien ha pensadoque son puras imagl-

naciones mias: pero, Yak, aquello es tan cierto

como que tu me ves en estos momentos.

-t-t-- ,Quien ensefio a cantar a las ballenas?

-El Gran Espiritu de las Aguas.

-2Y por que cantan?

-, [Para el arnor y la vida!

-cQueee?

E l abuelo sonde.-Cuando estan enamoradas y cuando deben

orientarse en sus grandes viajes buscando el sol.

Las ballenas tienen la sangre caliente, Yak, par

eso se cubren con una gruesa capa de grasa y

vienen desde muy lejos hasta aquf para alimen-

tarse can los bancos de gambas que hay en es-

tos lados del mundo. Poco antes de que se hiele

el mar, huyen persiguiendo el soL Respiran

como nosotros, por eso expulsan el aire hasta

arriba.

-,Abuelo? ~l muchacho abre los ojos muy

,grandes. '

-, Dime.

-~Oyes?

Contienen la respiracion, El frio les azota el

rostra, pero el sonido que oyen no es elhabitual

12

del viento, sino una especie de lamento que

se pierde en la inmensidad del mar cubierto de

nieve.-Sf -murmura el anciano->, parece un la-

mento.

-Como si alguien resoplara.

Hacen un nuevo silencio. Pueden hasta sentir

el latido de sus corazones. Sobre esa angustiante

quietud de la tundra hay un barboteo, como el

de un naufrago.

,--Quiza es un oso blanco malherido.

-Puede atacarnos, (verdad?

-Sf. pero debe de estar muy lejos --esfuerza

la mirada y su rostra se llena de arrugas como

la corteza de un arbol centenario--. La bruma

me impide ver en el horizonte. Ademas, he vista

tanto que ya tengo los ojos cansados ..

-No, abuelo; yo tampoco veo nada.

Acechan el espacio abierto, que parece dila-

tarse hacia todas partes, y nada, Se concentran

especialmente alli donde se interna el mar, pero

no descubren la mas minima serial. Y estan mu-

cho tiempo mirando y oyendo,

=-Abuelo. (elGran Espiritu de las Aguas ata-

ca a los hombres?

=-Si, y algunas veces los mata.

El muchacho se sobrecoge. Es un joven que

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se haee cada dia mas fuerte. Ha cazado balle-

nas, renos salvajes can cuernos como ramas afl- .

ladas y hasta algun oso blanco, pero ante el po-.sible ataque de un espfritu se atemoriza.

-Mira, el viento empieza a disipar la niebla,

Pasan los minutos y tampoco pican los peees.

-jAbuelo, fijatel

Y muestra un punto en la lejania, allf donde

se juntan la palidez de la niebla y Ia blancura

de Ia nieve. Hay tres pequenos animales que se

mueven, asoman la cabeza y se sumergen.-iDelfines?

-INa! No los podriamos ver desde tan lejos,

-(Ballenas, abuelo?

-,Tampoco! [Ya todas se marcharon con los

primeros hielosl

El anciano quiere encontrar la solucion en eI

viento. Otea el aire, 1 0 aspira ruidosamente,

aguza el aida para descifrar esa especiede sil-

bido y al final da su veredicto:

-iNa 10 sel

Yak se queda tieso. Esta a punto de hablar,

pero e I abuelo Ie detiene.

-Hay una soluci6n -dice, y comienza a des-

nudarse.

.-Abuelo, no te iras a tirar al agua, iverdad?

-Asf es.

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-Pero esta helada y puedes morirte.

-iQue va! Me desnudare 5610 de media cuer-

po y metere Ia cabeza en el agua. Til me sujetasde los pies para que no me calga, As! podremos

saber si se trata de ballenas o de que, no te 0 1 -

vides que yo entiendo su canto.

Yak traga saliva. En el fondo, sin perderle el

respeto, cree a medias las casas fantasticas que

cuenta eI abuelo, Estarse alIi can media cuerpo

debajo del agua helada es una aventura que

puedematar a cualquiera ..

=-Abuelo, til no iras a hacer eso, iverdad?Pero el abuelo 1 0 haec.

Esta un buen rato con la cabeza metida en el

agua mientras eI pobre Yak, entre asustado y

sin creerselo del todo, 1 0 sostiene por ambas

piernas, Por fin, emerge la cabeza gritando:

-jLas he oidol jl.as he oido: iSacame, mu-

chaehol

Yak seca rapidarnente al anciano con la partepeluda de su ehaquet6n de .piel y le ayuda a ves-

tirse, rr.ientras el anciano insiste:

~-!Son ballenas, ballenas: [Y no cantan, sino

que estan gritando desesperadasl Posiblemente

han quedado prisloneras y no pueden marchar-

se con las dernas.

El [oven esquimal cierra los ojos, Aquello es

increfble,

15



~jYak, vuelve enel trineo y busca a tu pa-

dre! [Yo avanzare hasta ellugar de las ballenas]

~Pero, abuelo, estamos Iejos de casa, y tam-bien de esas que tu dices que son ballenas; ade-

mas, mi padre se ha ido de caceria.

-jHaz 1 0 que te digoJ jEncuentralo y valved

con eI trineo grande y todo 1 0 necesario para la

cazal Ya veras como nuestros.perros vuelan sa-

bre Ia nieve.

El muchacho no replica. Empuja con todas

sus fuerzas el pequerio trineo y pronto se desliza

a gran velocidad en buscade su padre.

La suerte ayuda a la empresa. E I camino Ie

parece corto, y cuando llega a su casa encuen-

tra a sus padres degollando un reno que Roy ha

cazado par alli cerca. .

Yak relata rapidamente todo eI suceso.

-~No sera alguna otra historia de mi padre?

-se inquieta Roy.

+-Tamblen yo los he vista --dice Yak-, pero

no se si son ballenas.

-IDeprisa Roy, el abuelo te necesita! --dice

la esposa.

Y mientras el padrebusca sus arpones y sa-

gas, Yak y su madre enganchan los seis perros

disponibles aI trineo.

La travesfa dura alga mas de una hora. La

16

!

. -~ ~ ~ ; _ ~ '; ' ' ~ ~ - ~ · ~ ; ~ '. -. :· ~ -: 0 :- '~ · > - S ? - '· ~

_ ~ , ~ S ~ = ~ ! ~ ' j



vltalldad del muchacho y lahistoria del abuelo

metido en el agua helada, que Yak cuenta entre

gritos y sonrisas, entusiasman al cazador de ba-llenas. Pronto descubren que el buen viejo no

se ha equivocado.

El abuelo, junto a ellas y sentado en cuclillas, .

las mira con una especie de pena y devoci6n.

-INa nos valen, Roy! --dice al ver a su

hijo-. ISon ballenas grises y tienen el cuerpo

lleno de parasitost

Roy las analiza con cuidado mientras los gi-

gantescos anirnales emergent de tanto en tanto,

a la superficie dando resoplidos y arrojando par

el morro una estela de vapor, alga as! como un

aliento tibioque 'el frio- del Artico hiela en el

acto.

-Efectivamente, abuelo ... , no estan buenas

para congelarlas, ni comerlas,

-~ya grasa y la piel? --duda Yak.

-La grasa es mala y fapiel tiene incrustadasremoras. [No nos. valen!

-jPobres! No aguantaran un par de dias

mas. [Mira como se han danado la cara tratan-

do de romper el hielo para salir a la superflcie yrespirarl

~jMira, mira! La mas pequeiia es la que tienelas heridas mas grandes.

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-~Existe alguna forma de salvarlas?

=-No. E1agua esta congelada y estos anima-

les pesan muchisimo ... Moriran sin remedio.-Abuelo. ~has visto aIgoparecido alguna

vez?

-Haee mucho 'tiempo. ... y no se salvaron.

-~yor que no avisamos a nuestro amigo

Ted Lindsay? -insiste Yak.

-Porgue, igual que nosotros ... , no podra ha-

cer nada --dice el abuelo,

; .

19



2 La vuelta al mundo. en ochenia

sequndo«

UN vociferante despertador musical qulebra ei

sueno de Bob Smith. Es un hombre simpatico,

joven y atletico. Pulsa un interruptor que en-

ciende todas las luces de su pequefia vivienda y,

llteralmente, brinca de 1a cama. Da varies saltos

al pie de su lecho, hace flexiones, pega trorn-

pad as al aire y unos segundos 'despues esta can-

tando bajo Ia ducha.

Se frota vivamente y enciende la cocina para

prepararse un «desayuno sostenido», como lla-man los norteamericanos al zumo de fruta, ja-

mOXI con huevos revueltos, cere ales vitamin a-

dos con leche, tostadas y cafe negro;

Media hora mas tarde estarainstalado en su

despacho, filial de la Enterprise International,

una de las cadenas mas importantes de televi-

sion de los Estados Unidos. Bob es jefe de los ser-

vicios informativos de la estacion retransmisora

21



de Punta Barrow (Alaska), situada en la parte

mas septentrional del planeta, practicamente en

el Polo Norte.

Se enfunda una cazadora y los pantalones

termicos, que le dan un leve aire de oso polar,

porque fuera, a la intemperie, hay 20 grados

bajo cera. Can solo cruzar un par de calles, lle-

gara a la estaci6n.

Se dispone a salir y suena el telefono.

-~Bob? [Holal Soy Ted Lindsay. [Tengo una

autentica primlcia para til

-~Que hay, Ted? Hombre .. ~de que se trata?

-'-Ven a los estudios y 1 0 veras til misrno.

--Oye, por poco sales en antena y me dices

que encienda el televisor para ver tu primicia.

Ted, ahora en serio, dime que sucede.

-jHablo en serio, Bobl [Cruza la calle y ten-

dras la respuesta! -ycuelga el telefono.

-jVaya broma! -se tmpacienta Bob, y sale

apresuradamente. '

Ted Lindsay es ecologista de profesi6n. Se ha

especializado en varias universidades del mundo

sobre la conservaei6n del medio ambients y la

fauna del Polo Norte. Desde haee aiios vive en

Alaska dedieado al estudio y la eonservaci6n del'

ecosistema, y de vez en cuando, del ecosistema

y del transporte desesperado de hombres que en

22

alguna emergencia recurren a los servicios de

su helicoptero, un viejo aparato que el misrno

arregla y mantiene.Bob atraviesa vtsiblemente contrariado Ia ca-

lle. No hay cosa mas rnolesta para un periodista

que alguna informacion escape entre sus dedos,

incluso como ahora, cuando en unos rnlnutos, r

podra tener la respuesta. (Pero quebicho puede

haberle picado a un hombre tan serio como Ted

Lindsay para montar tanto aparato?

En la puerta de la estacion le aguarda su ami-

go. Esto despierta todavia mas su curiosidad.

'_' Hombre, Ted. iN a sera un nuevo agujero?

~. De alguna forma, sf. Es un agujero.

-Vaya, vaya. ~De que se trata?

=-Compruebalo til mismo.

Se estrechan las manos efusivamente. Com-

parten la aventura de vivir en el gran pararno

helado desde haec-algunos anos. Juntos, han

colaborado para solucionar casas desesperados,

como cuando un petrolero que rornpio el casco

produjo 10.primera marea negra, 0 cuando avio-

nes pequenos se quedan atrapados en la nieve,

o wando se trata de localizar a personas per-

didas, generalrnente expedicionarios cientificos.

Alguna vez han identificado tambienIos globos

sonda que se extravian can valiosa informacion

23



meteorologica. Ahora 10 que mas lespreocupa

es el agujero que se ha abierto en el Polo Norte

y por donde se eseapa al vacio el ozono de nues-

tro planeta, poniendo en gravisimo peligro a la

humanldad. Carninan hasta la sala de grabacio-

nes. Allf Ies aguarda un video Iisto para fun-

cionar.

-jAdelante! --dice Bob.

En la pantalla, con una toma desde el aire, en

medio de una interminable llanura cubierta de

nieve, aparece un agujero abierto sobre el mar,

del que asoman de tantobn tanto las cabezas de

unas ballenas. Mientras, a los eostados, unos es-

quimales goIpean losbordesdel hielo, como si

trataran de agrandar el respiradero artificial.

-. jEsUin atrapadas y luchan desesperada-

mente par sobrevivir!

-(Ballenas grises?

-Sf. Dos adultas de unos cinco arias y otra

menor.-cEs posible a estas alturas del ana?

-Las estas viendo, eno?

-cCuando realizaste las tomas?

-Ayer, naturalmente,

-(V a que distancia estan?·

-IImaginate! iA men os de diez minutos en

helicoptero!

-c'Las cncontraste til misrno?

-No. iQueval Unos esquirnales las descu-

brieron, ellos me informaron. Yo avise al ejer-cito y, despues de consultarlo en Prudhoe Bay,

me ofreciemn ayuda.

-2/U eiercito> 2Y se pucde saber que pintan

ellos en esto?

-[Vlira, Bob. Antes de hablar can el ejercito,

me monte en el helicoptero y recorrf las inme-

. diaciones del agujero de las ballenas. En mu-

chos kilometres a la redonda eI hieloha blo-

que ado ya Ia logica salida al mar. Sin una ayu-da de gran envergadura .. o , adios ballenas.

-Amigo, me parece muy tlerno ver a unos

esqulmales tratando de salvar a esos gigantes-

cos monstruos practicamente con las manos.

Supongo que puedo usar estas imagenes para

mi emision de la Enterprise.

Lindsay cia un golpecito con el PUll0 cerrado

enelhombre

deBob

ysonrie:-jEs lo que mas deseo, amigo!

Bob .iira el reloj.

-Debo ernltir en monos de media hora, Oye .. ,

c " Y _ f l l e ganais los ecologistns can todo esto?

-Nada. Simplemente, salvar a tres ballenas

atrapadas,

-2Salvatlas? c:Estais locos? ~y para que, si

cada ar.o rnueren centenares de ballenas grises?

25



-Sf, Bob; pero nuestro pais, por ahora, res-

peta Ia tregua y no las mata. Son otros los que

tienen industrias balleneras. Si nosotros las sal-

vamos, daremos aI mundo una Ieccion de arnor

a Ia naturaleza.

-Ya, ya, pero eso es muy discutible y un

poco patriotero. Se trata de una idea tuya y an-

das buscando apoyo oflcial para esta aventura,

~verdad?

Ted se pone muy serio.

-Ayer hable por radio con varias asociacio-

nes de protecclona los animales y, dad as las ca-

racterfsticas del problema, que yo mismo he

constatado, la unica soluci6n es interesar al

ejercito. Pedi ayuda a Prudhoe Bay y ellos me

prometieron hablar directamente con Washing-

ton. y hasta allf hemos llegado... Claro, son

conscientes de que esta operaci6n puede durar

varios dfas y el costo sena muy elevado: pero ya

esta bien de tantos gastos que a veces resultanlnutiles. Si diariamente estamos destruyendo el

mundo con pulverizadores que quitan el ozona,

vertidos venenosos que contaminan mares y

rfos, incendios que devastan bosques 0 talas in-

. controladas como la del Amazonas, que esta

destruyendo el mayor respiradero de IaTierra.

~c6mo es posiblc que no luchernos por salvar a

26

unas ballenas? Y no par el valor intrfnseco que

ellas tengan, sino por cuanto simboliza eI acto

de salvarlas ...-Bueno. Ted, ya esta bien. Me estas hacien-

da un discurso ... Ya esta bien.

-(Discufso? Hombre, es la pura verdad. Ade-

mas, ya estamos hasta las narices can la cam-

pafia de Bush y Dukakis, asf que dernonos un

respire y salvemos a esos pobres animales.

2Acaso no somas una naci6n que puede darse

la satisfacci6n de salvar a unas ballenas blo-

queadas par un desierto de hielo? -Ted hace

una pausa, Su rostra se ha puesto encarnado

por la vehemencia-·. iAhora entras til y elec-

trizas a la opinion publica con tu informaci6n

.desde Alaska! iDebemos ayudarlas, Bob! Chico,

mo te parece una poesfa?

-jTed, me parece que estan manipulando tu

incurable ecologismo! Aunque si es como til 1 0

planteas, no dejaria de ser una .noticia de mu-cha repercusion, tierna, sentimental, de esas

que en.antan al publico.

-Hay una cosa, Bob. Todo depende de la

reaccion que pueda suscitar en el .espiritu de La

gente esta noticia. Por eso ... ; en la primera emi-

sion conviene mencionar al ejercito. Debe haber

.una respuesta del publico que apoye las gestio-

nes de los que cuidan la vida de los animales.

27



-jDe acuerdo!

Bob llama a su secretario. Le pide una con-

ferencia con Ia oflcina central de la cadena en

Nueva York.

-jDiIe a Collins de rni parte que se trata de

algo muy grande y que nos den un espacio pre-

ferencial en Ia ernision matinal! --dice mien-

tras, puesto al ordenador, teclea con su dasico

vigor una nota dramatica, directamente a losteletipos.

UNDS MINUTOS DESPUES, llega Ia hora punta,

de Ia manana. Es el preciso momento en que

millones de nirios norteamericanos, £rente al te-

levisor encendido, toman el desayuno para ir al .

colegio. Muchoscanales, en serie, retrarismiten

Ia primera emision del telediario.

Sin mediar paiabras, Ia pantalla emite una es-

cena en primer plano de las ballenas grises que

surgen del agua y tratan de respirar trabajosa-

mente, mientras se oye una especie de sordo

gruriido de los chorros de vapor que parecen he-Iarse par el frio polar.

El lnsolito espectacilIo paraliza a todos, a ni-

nos y a mayores. Luego aparece en un rotulo

28

escrito letra a letra, rapidamente, con el inqule-

tante traqueteo de Ia impresion mecanica: ;Mo-

rirdn S 1 n o la s s alv am o s!La noticia electriza ala gente y hay un «johl»

de excIamaci6n que recorre, de costa a costa. el

pais mas informado del rnundo.

. La camara se aproxima a un grupo de esqui-

males que trata, infructuosamente, de agrandar

la piscina artificial donde mantienen vivas a las

ballenas. Se enfoca a los cetaceos y estes sur-

gen. como si respetaran su turno una y otra

vez, oteando afanosarnento en la superficie para

seguir viviendo.

-Tres ballenas grises se eneuentran atrapa-

das en el mar congelado de Alaska. Es una Iu-

eha desesperada contra la muerte. Varios es-

quimales que viven en la zona han prestado de-

sintercsadamente su ayuda para agrandar con

sierras mecanicas el agujero que permitea estos

gigantescos mamfferos, los mas grandes de lacreacion, salir fuera del agua y respirar nuestro

oxfgeno -dice la voz bien timbrada y patetica

delloeutor-. EI frio es cada vez mas .intenso, y

pronto los esfuerzos de los esquimales nada po-

dran contra la inclemente naturaleza.

Aparece en primer plano la figura de Bob

.Smith y, en un fondo proyectado, la imagen de

las ballenas.

29



,

,. ~ ;-= - ~--- -O ··-·~--7C _ . __

~1~= ..'-r.r""h=~~ """""

-La buena intencion no basta. y si no in-

tervienen organismos especializados, como las

empresas que tienen pozos de petr6leo a unoskil6metros de aqui, 0, qulen sabe, el mismo

elercito de los Estados Unidos, no se podra

Ilevar hasta el mar abierto a es tas gigantescas

pero inofensivas ballenas que permanecen rete-

nidas en Alaska, mientras sus herman as salle-

ron desde esta zona hace varios dias para pasar

el invierno en las costas de Baja California yMexico.

Nuevos primeros planos de los cetaceos, de

los esquimales, y la voz del locutor:

-jHagamos algo por salvar a estos infelices

animalesl En el telediario de la noche les dare-

m os mayor informacion. Desde Punta Barrow,

eI lugar mas frfo del planeta, les ha informadoBob Smith.

Hay nifios pequeiios que estan a punto de llo-rar. Otros planean telefonear. Muchos se ente-

ran de que las ballenas respiran como nosotros

y que pueden morir de frio. Todos tienen algo

que decir. Esos feos y gigantescos cetaceos se

han transform ado por Ia magia de la television

en unos simpaticos animalitos que agonizan eneI Polo Norte.

30

• • _ . . . .. . . o ; . , :. , :~.,:r

-~ ~.. . -- . . . . -." . . . . ..-- . . . . . .~. '.~

\ .. /'III _~

l r - · ~ - ~ ; :II .>

(



TED LINDSAY VIVE, acompariado de un perro

y un gato, en un pequerio apartamento .de una

sola planta, cere a na al campo de aterrizaje de

Barrow. Allf tiene instal ado un potente equipo

de radio de onda corta can la frecuencia abierta

casi permanentemente, 1 0 que Ie permite una

facti comunicaci6n con cualquier parte delmundo.

,Esta vez Lindsay no se ha equivocado. Le Ha-

man desde los mas insospechados lugares pi-

diendole informaci6n y mostrando su solidari-

dad con Ia cruzada de salvar a las tres ballenasatrapadas. Tanto es el eutusiasmo, que comien-

za a dudar un poco si todo esto no ira a con-

vertlrse en una especie de carnaval sobre el hie-

1 0 , bajo Ia carpa desconoctda, generosa, pero

tambien olvidada, de Alaska.

A Bob Smith Ie falta personal para atender

por radio, telefono y teletipo las angustiosas lla-

mad as en busca de informaci6n de ultima hora

de agencias de noticias, cadenas de radio, tele-

vision y ecologistasde todas partes. La noticia

se difunde par mares y continentes, creando en

el acto una extraiiasolidaridad que ernociona y

sorprende. iHasta un pais en guerra -tal vez

como una alucinada catarsis a su cotidiana des-

trucci6n- llama manifestando su adhesion a laempresaJ

32

~ ~ L . _ ,_II ---__---_--_,.,-"--- . _ .

Bob no desprecia el menor argumento para

llevarlo a las pantallas, y le anuncian que pron-

.' to los enviados especiales cornenzaran a llegar'en cantidad. Ha bastado muy poco tiempo, tan

s610 ochenta segundos de emisi6n, para que la

noticia diera la vueIta al rnundo, y los resulta-

dos ya se dejan sentir.

Bob llama a Lindsay, Comentan ammada-

mente el exito de la empresa y trazan estrate-

gias comunes.,

-Hay un detalle que me preocupa. cSabes

emil es?--No -se encoge de hombros Lindsay.

-jEl ejercito tarda demasiado en contestar!

-Tranquilo, Bob. Debe deestar tomando im-

pulso.

33



3 A le rta b la nc a

LAS palabras magicas de Bob Smith: «En el te-

lediario de la noche les darernos mayor infor-

rnacion», han servido para que cientos de miles

de nines vayan con esa idea en 1a cabeza a sus

colegios. La noticia, boca a boca, corre par todas

partes, tambien en otros idiomas.

No s610 los chicos hablan de las ballenas. E se

nino escondido que todos los adultos llevan den-

tro es el mejor agente para dilundir la novedad.

Y por fin llega la hora del esperado telediario:

-Desde Punta Barrow, en Alaska, cerea delPolo Norte, les habla Bob Smith. Tres ballenas

grises. dos adultas y unbebe, continuan atra-

padas en los hielos del Artico, a tan s6 10 catorce

millas de nuestra estaci6n retransmisora de te-

levlslon, la unica en cientos de kil6metros a la

redonda, Todo empez6 cuando un esquirnal lla-

made Roy aviso a un ecologista, y este al ejer-

cito, de que, con su padre y su hijo, habian des-

35



cubierto unos cetaceos varados en medio del

mar congelado, en un agujero, sin Ia menor po-sibilidad de fuga.

La pantalla muestra a las ballenas que salen,

de tanto en tanto, a la superficie para respirar.

Resoplan fuidosamente y despues de unos se-

gundos expulsan par los lomos dos chorros de

vaho tibio. que disuelve el frio y hace mas pa-

tetica la sensacion de agoma. Se agitan terne-

rosas, y can sus ojos, diminutos para sus caras

tan gran des , contemplan el mundo con deses-

peracion."-Estos gigantescos ma.mfferos pesan aIrede-

dor de cuarenta toneladas y, a pesar de sus gran-

des esfuerzos, es posible que dentro de lin os

cuantos mas,e} qulen sabe si dentro de algunas

horas, mueran irremediablemente. congelados

por este frio de veinticinco grados 'ba]o cero

--dice el periodista. hace una leve pausa y con-

timia-: Se nos hlela el aliento al contemplar;que

estos grandes monstruos, can toda seguridad los

animales mas grandes del mundo, que al nacer

pesan ya mas de una tonelada, parecen ahora los

.seres mas desprotegidos del mar y permanecen a

Ia deriva abandonados a su suerte, a no ser por

la amistad y el caririo de los esquimales. ElIos,..

vo!untariamente, cortan con pequenas motosie-

rras el hielo, que se hace cada vez mas fuerte.

,. 36

La camara enfoea a varios hombres menudos,

achinados y muy morenos. Vestidos can gran-

des chaquetones de piel y pantalones muy abul-

tados, pareeen 0808 de peluche. El resoplido de

los cetaceosse quiebra por el zumbidode las sie-

rras y el ruido que producen en ~ontacto con el

hielo.

De pronto, se presenta el simpatico rostro

surcado de arrugas y sonriente de un anciano.

Ted Smith, can un microfono en la mano, se le

acerca:-Tu eres el padre de Roy yel abuelo de Yak,

(verdad?

E l hombre asiente con In cabeza y muestra su

sonrisa.

=-Tu fuiste el primero en llegar hasta las ba-

llenas mientras tu nieto iba en desesperada bus-

queda de ayuda. cComo las descubriste?

-Me guio el Gran Espiritu de las Aguas.-Te dijo: [Anda POI' alh, que te estan aguar-

dando tres ballenas!

~iNo! Met! la cabeza en el agua Y O t sus gri-

tos desesperados, Yo se su lenguaje y fue facil

dar can elias. Senti que rne llarnaban, que me

decian que debia correr a ayudarlas a salir y

que no querian morirse congeladas en el mar

mientras sus hermanas marchaban en busque-

37



da del sol y empezaban a veranear en los mares

calientes.

Bob sonrfe levemente y pregunta can ciertaironia:

-eTe han dicho alguna cosamas?

-jOh, sf!Dicen que estan muy tristes, que tal

vez no puedan .IIegar a tiempoal agua callda

donde vivir en paz y que no saben como se dis-

trajeron para que el gran hielo les cerrara laspuertas del mar.

-~Cuando te han dicho todo eso?-Anoche, cuando nos quedamos junto a

ellas cuidandolas para que no las ataquen los

osos blancos, que deben de andar por aquf cer-

ca, rondando por el olor a carne fresca que des-

piden las pobres ballenas.

Bob mira fijamente a 1a carnara:

-jAhf 1 0 tienen! Este buen abuelo se meti6

debajo del agua para captar el lenguaje de las

ballenas. Conversa de noche con eIlas y estaempefiado, como todos, en salvar la vida de es-

tossimpaticos animales que ya han entrado en

todos los hogares del mundo, y 1 0 sabemos por-

que centenares de telegramas, telex y IIamadas

telefonicas nos piden informacion desde todas

partes. Los primeros corresponsales de period],

cos y revistas ya han comenzado a Ilegar aBarrow.

38

Los espectadores se aproxirnan a la ballenabebe par media de un primer plano. De esta ma-~"

nera, se muestran con todo naturalismo las he-

ridas que el animal tiene encima del morro.

-En su desesperada accion por romper el

hielo y rnantener el agujero que les permita res-

pirar, todas las ballenas se han producido heri-

das. Sin embargo, 13.mas pequeria, como apre-

dan en sus pantallas, es la mas afectada.

Se enfoca a un hombre simpatico, algo mayorpero vigoroso. Bob 1 0 toma de un braze:

-Les presento a Ted Lindsay =-dice el perio-

dista~o F u e heroe durante la guerra del Pacifi-

co y ahora cuida de la fauna y del ecosistema

de Alaska. Capto las primeras lrnagenes, que ya

dieron la vuelta al rnundo por television.

El locutor se dirige a Ted,

-(Crees que podremos salvar a las ballenas?

·~SL Absolutarnente. Confio en Ia ciencia yen la tecnologia para sacar adelante a estos in-

fortunados ejemplares de la fauna marina.

~(Crees que vendra alguien a rescatarlas?

-Las instituciones pnvadas no tienen Ia ca-

pacidad suficlente. pero q u e dan el ejerclto y sus

altos recursos para hacer posible tal milagro.

~(Ha.y peligro de extincion de las ballenas

grises?

39



-No por ahora. Se trata de una especie pro-

tegida y sus miembros deberian ser cuidados.

-~Algun mensaje especial?

-Simplemente, tratemos de salvar a las ba-

llenas. Cualquier trinchera es vallda.

La cadena de television pasa, una vez mas, las

primeras escenas tomadas desde el helicoptero

de Ted Lindsay, ya emitidas por la manana, con

las que el mundo ha despertado su admiracion,por este caso singular.

-iFinalmente, tenemos otra primicia! -re-

torna la imagen de Bob, que desdobla una pe-queiia chuleta y dice-.. : La compania nortea-

mericana Petroleum Star Corporation, que rea-

liza trabajos exploratorios a pocos kilometres de

aqui, se une a nuestra cruzada y nos comunica

que enviara cinco toneladas de gambas y otros

mariscos para la alimentacion de la familia de

ballenas, y tam bien proporcionara unas moto-

sierras especiales que haran todo 1 0 posible por

mantener abierta la piscina artificial para que

los animales puedan resplrar mientras Uega laayuda oficial.

40

CAE LA NOCHE sobre el silencio helado del

oceano Artico. Camarografos y periodistas se re-

titan en trineos mecanicos que los esquimalesde Barrow les han alquilado por 200 dolares.

Junto a las ballenas se han instalado un cam-

pamento y un generador portatil de electricidad,

que mantiene dos pequenos reflectores sabre las

ballenas y que da algun calor a las dos tiendas

de campafia,

Dos turnos de hombres se relevan durante la

noche para proteger a las ballenas del posible

ataque de los feroces osos blancos que, al pare-

eer, merodean por la zona.

Entre los esquimales voluntaries que han to-

rnado como un reto la expericncia estan, en pri-

mera fila, Yak y su abuelo. Ambos han cumpli-

do su guardia y descansan en una tienda.

~~Duermes, abuelo?

=-No. Hablo conmigo misrno.

El muchacho se queda pensativo, tumbado

sobre una colchoneta comoda y abrigada que le

permite un confortable descanso.

-Abuelo, (como es la VOi': del Gran Espfritu

de las Aguas?

=-Como otra cualquiera, pero se Dye directa-

mente con el corazon.

-(Es facil entenderla?

-Depende.Unos la oyen pronto, algunos la

41



o!en y no la entienden y otros nunca podranofrla,

-cCrees que yo podre algun dfa?

-Sf, pero unicamente cuando tengas verda-der.a fe.

Fuera, el viento del Polo Norte aulla en Ia no-che,

42

4 Las [u erzas de tie rra , m ar y aire

E L ecologlsta recibe un telegrarna urgente des-

pachado desde Washington:

Ted Lindsay. Stop. Pu nta Barrow , Alaska.

Stop. A peticion pu eblo am ericana, Fu erzas E s-

pecia les de los E stados U nidos asu men com pro-

m ise de salvo r ba lle nas ca utiva s o cea no G lacia l

A rt ic o. S to p .C o rt .j iam a s e xi to to ta l d e o pe ra -

cio n. S top . N o escatim are mos esfuerzos para

con seq uirlo, Sto p. C om pre nde mos dim en sion de

l a e m pr es a y po r 1 0 111i smo pa rticipa nin e n a c-

cio n co niu nta E ue rza Ae rea , M arina y ServiciosE sp ec ia le s d el E jirc ito . S to p. C om an da nie Ray-

m ond Cooper jefe A laska Arm y National G uard

asu me el com undo de Operacion Rescate . Stop.

E sta bl ec em o s c on ta cto te le jo nic o y r ad ia l a b le r-

to frecu enciaNCH ,78.2 de m anera perm anen-

te o Stop . B uen a su erte. S to p.

G e ne ra l P h il ip B. Houdson

U .S. Arm y - Washington D.C .

43



Ted Lindsay terrnlna de leer, arroja el papel

hacia arriba y lanza su grito de vaquero texano,

reservado para momentos de triunfo:

++Yuuuppln, 10 conseguimos! -dice-. Seraun rescate hist6rico.

Llama en eI acto a Bob Smith y Ie cuenta, en-

tre gritos de felicidad,Ia nottcia. La campana ha

triunfado y ahora queda eI trabajo menudo.

-Te fellcito -dice el periodista sin alterar-

se-, pero tenernos otro grave problema.

A Lindsay se Ie en fn a Ia euforia.

-Dime, (que pasa?-jLas ballenas tienen harnbre!

-c:Y quien te ha dicho eso?

-El abuelo de Yak.

E l eeologista se queda pensativo y no res-ponde.

-(Hola? (Me oyes, Ted?

-Sf, Bob... c:Sabes? -haee un nuevo y an-

gustiante silencio, y finalmente dice-: jEse vie-

jo tiene toda la razonl

-c'Es posible? Apenas hace treinta horas

que Ies dimos cinco toneladas de gambas y ma-riscos.

-Ya 10 se. Para tu conocimiento, estos ani-

malitos consumen, cad a uno, dos toneladas dia-

rias de mariscos, y como no pueden pesear nada

en su lucha por sobrevivir... Ademas, con eI

44

hambre atrasada que tendrian, es logico que 10

devoraran todo.

-c_Y que piensas hacer?-No 1 0 se. Tal vez llarnar a Raymond Coo-

per, asignado par Washington para dirigir esto.

-Pues chico, no te quedes ahi, Llama a Coo-

per. Que las ballenas se rnueran de frio pasa,

pero de hambre, teniendo a Estados Unidos de

protector. seria el colma. Adiosy suerte, que ya

tengo dos magnificos argumentos para mi pro-

ximo telediario.

Raymond Cooper no esta en su despacho. Sus

oficiales inform an a Ted Lindsay de que no pue-

de ponerse en ese momento porque realiza una

lnspeccion rutinaria de su personal.

=-Tan pronto como sea posible, el comandan-

te Ie Haman! -Ie dicen a Ted.

PASA UNA HORA y par fin suena el telefono.

-c'Ted Lindsay? -pregunta una voz feme-

nina.

-Diga. ..

-c.Es listed el ecologista que coordina en

Punta Barrow el salvamento de las ballenas?

i --Sf. Bueno, yo veo la cuestion biol6gica. La

45



parte operativa esta a cargo del comandahte

Raymond Cooper,

-Bien. eso tambien 10 se, Soy Juliet Adams.de Sun Review de Nueva York. zEs cierto que las

ballenas atrapadas estan a punta de morirse

porque el elercito de los Estados Unidos Ies niega

mas gambas para su alimentaei6n? .

-iQue dice ...! La que pasa es que cada balle-na necesita ...

-Ya 1 0 se -Ie interrurnpe juliet=-. Entre to-

das, cinco toneladas dlartas.: y si el roseate se

prolong a unos diez dias apr~ximadamente.

como ha informado el telediario, ~de donde sa-

carnos en el Polo Norte medio centenar de to-

neladas para allmentar a estas ... mascotas?

-No se preocupe: el ejercito 1 0 prevera.

-Claro, y tarnbien la marina y la avtacton.

pero sobre todo el dinero de los contribuyen;

tes, dispuestos a gastar miles de d6lares movi-

Iizando a medio mundo para salvar a tres ba-llenas.

-,Esta usted en contra?

-No. Ni a favor. M i trabajo es inforrnar.

-Ya 10 veo. Pero no olvide que hay miles de

llamadas y adhesiones de siete organizaciones

ecologistas que apoyan nuestra campafia,

-Son trece, senor Lindsay. Ayer se pronun-

46(I·

i (

I

claron cuatro mas de Europa. dos de [apon y

hasta una de Africa.

--Gracias por la informacion. 2AIguna cos a

mas?·-jNada! S610 alga muy personal.. Tenga un

hijo de siete a D O S que ya anda chifl~do. por las

ballenas ..., y 1 0 tengoaqui llorando Junto al te-

lefono porque el profesor le ha dicho en el co-

legio que las ballenas pueden morirse porque el

ejercito no. las alimenta.

=-Senora .... ya me 1 0 ha dicho listed. .

_'y se 1 0 repito, porque alguien ha dicholId' '!algo parecido en el condenado te e iano:

_. Debe haber un error.. -Yo tambien 1 0 creo, pero mientras tanto y~

me dira usted c6mo callo las Iagrimas de nu

hi]o ... IOjala todo esto acabe muy pronto!

MINUTOS DESPUES. llama el comandante Ray-

mond Cooper. Es un hombre entusiasta y cor-

dial. Le confiesa a Ted que le interesa muc~o ~a

miston asignada por el Alto Mand~, y ana e

ue dentro de unos minutos volara personal-

~ente hasta Barrow acompafiado d~ un~ co- ~

miston de tecnicos y especialistas. Quiere infor-

47- .-.. . . : . . , ~



marse sabre el terreno de los hechos, realizar

una evaluaci6n de las necesidades inmedlatas y

hacer eIplanteamiento definitivo de Ia estrate-

gia del salvamento. Se despide con mucha ama-.

bilidad y pone enfasis cuando dice:

. -Tenemos que realizar un trabajo sin pre-

cedentes, porque asi 1 0 quleren en Washington.

-jUNA BUENA NOTICIA! -dice Yak a su

abuelo.

El anciano se queda callado. Su rostra se ilu-

mina can esa dulce expresionque tienen los vie-

[os y los nifios cuando se les anuncia un regalo.

-jNos pagaran quince d6larespor hora

mientras trabajemos en el rescate de las balle-nas!

E I abuelo frunce sus eejas abundantes, filetea-das por gruesas hebras blancas.

-lEI que pague tiene que ser un hombre muy

rico y tambien algo tonto! ~Quien es?

+-No 1 0 se: supongo que sera el gobierno.

-Naya! Ganaremos una pequena fortuna

cada d i a . . , No me haee mucha gracia,

-~yor que, abuelo?

-Ted Lindsay nos dijo que Ie ayudaramos.

Nos da comtda y abrigo, y eso me gusta porque

48

- - - -----_.: --- -~-;::::::::::~-~.._-

I1

II

IiI

~ . i--~---



~omos sus arnigos y no Ie fbamos a cobrar nadacverdad? .'

_. Cla~o, pero si ahora encima nos van a pa-

gar, rnejor que mejor, eno te parece?E I a bu el o mueve la cabeza.

-Cuando el Espiritu de las Aguas nos mandapeces, nunca nos cobra nada y t

, ' en onces "porque nosotros tenemos que cobrar a1 . .d I

. go 51 vamosa evo verle sus ballenas? ..

La gran sospecha

"1l'i

E L capitan ruso Dimitri Clasnov. sentado en el

puente de mando del Almircmte Marakov, muer-

de su gran pipa mientras con cuidada caligrafiaanota en el cuaderno de bitacora los aconteci-

mientos de 1a jornada: «Hoy ha sido un dia sin

incldentes en la navegacion --escribe--. Ame-

dia tarde hemos recibido 6rdenes de retornar a

la base y toda Ia marineria ester muy contenta».

Despues de seis meses en alta mar, hasta los

mas duros rnarineros afioran el aire calido de la

familia, un trozo de pan recien salida del horno

y la taza de chocolate junto 31 fuego del hogar.

A medida que pasan los dias se acumula una

especie de nostalgia, que va creciendohasta que

la Cornandancia de Marina ordena: «iMisi6n

cumplida, podeis volver a casal».

Perc al rompehielos Almirante Marakov, que

navega por el mar de Siberia Oriental, todavia

le faltan dos mil kil6m~tros para llegar a casa.

5051



Este gigantesco barco ruso tiene encargada

vigilahcia de un extenso corredor cercano

Polo Norte, comprendido entre el mar de

y ei celebre estrecho del mismo nombre,

donde dlcen que el hombre antiguo salt6 hasta

America para poblarIa; el mar de Siberia y losmares de Laptev y Kara.

. Practicamente ha sido un d ia en blanco. Di-

mitri Glasnov mira el cieio velado de neblina y

. el mar que ya empieza a congelarse, recuerda

con nostalgia el hogar en Riga, ciudad que du-

rante los. tiItimos alios esta cambiando rnuchocon la Ilegada de miles de j6venes que Ia inva-

den como una playa, incontenibles.

, Una Hamada de alarma en el puente de man-

do rornpe, de pronto, el aire apacible. Dimitri

Glasnovcoge el telefono y marca el mimero deIa sala de comunicaciones.

-Soy Glasnov -dice-. cQue sucede?

-jCapitan, esta lIegando de fa comandancia

un mensaje cifrado y urgente!-Ahora voy. Llame aI contramaestre y aI pi-

Ioto -ordena, cuelga y sale deprisa.

E I capitan Glasnav se top a en e!' p asiIIo con

I~or, el piloto, 9ue tambien camina deprisa ha-CIa la saIa de transmisiones.

Sasha, el contramaestre, ya le espera con unabreve nota en Ia mano.

52

-Clave Moska-z =-Ie dice al entregarsela.

_. jAsf est --confirma el capitan. Toma otro

papel y descifra con gran rapidez el texto:

Urqente: Aln~jrante Marakov. O rd en d e ale rta

total. P repare tripu lacion para posib le carnb io de

ruia. Tovarich VI ha deiectado inusiiado movi-

m ie nto d e a vio ne s n orte am e ric an os , h eiic op te ro « y

b arco d e gran calad o en la pen insu la de Alaska. E s-

perc coniirm acion de Alto M al1do para asu mir su

pu esto de observacion en aq uas in tem acionales.

R ecib iran injorm acione s d irectam enie por rad io.

U n salu da. Alm irante P onom ariov a.

S610 en casas de suma urgencia el capitan

Glasnov, personalmente, pulsa el boton que ac-

ciona por todos los compartimentos una insis-

tente sirena de alarma. La marineria sabe que

se trata de una emergencia. Los que disfrutan

de un memento de ocio abandonan todo y co-

rren deprisa par los pasillos. En rnuy poco tiem-

po se ponen en alerta total. esperando alguna

orden.

--(Que oplnas, Sasha?

-Maniobras de reconocimiento.

-Tal vez, algun hallazgo ° extravio.; muy

importante -afirma igor, el piloto,

-Tmnbien es posible que traten de recobrar

Ia informacion del satelite norteamericano que:'--.

53



se desintegro hace algunos dias --dice Sasha-s- .

iDebe ser algo gordo!

-~Material radiactivo?

Glasnov se pone muy serio. Desde hacetiempo, en la region del Artico suceden «cosas •

extrarias», provocadas, indistintamente, por ru-

sos y norteamericanos, y que 1a mayorfa de las

veces no trascienden al exterior.

-2Creeis que yaha empezado la locura de

mandar materia! radiactivo al espacio? --pre-

gunta el capitan.

Sus dos ayudantes en el comando intercam-bian miradas recelosas. Igor comenta:

-~Acaso no son los norteamericanos los que

mas hablan de Ia guerra de las galaxias?

Los tres oflciales aguardan junto a Ia radio, a

1a espera de cualquier informacion.

Son minutos tensos, cargados de una estre-

mecedora inquietud, los que preceden a una rni-

sian desconocida, y es cuando los tres hombres

que comandan la gigantesca nave comienzan a

desgranar las posibiltdades. cUnamarea negra

provocada por algun petrolero encallado? cA1-'guna exploracion secreta en aguas internacio-

nalesdonde aseguran que hay un importante

banco de gas natural? (Un' nuevo ensayo nu-

clear? c'A1gun accidente de much a importancia

54

\IIL.£ i1 Eli

que movilice a un gran equipo de rescate? cO

nuevamente un submarino nuclear norteame-

ricano se ha perdido en el casquete polar, como

aquel celebre Nautilus II que desapareci6 par.a

siempre can toda su tripulacion a bordo? C~l -

siles de largo alcance? Pero (acaso el deshielo

entre las dos superpotencias no ha comenzado

despues de la cita cumbre Reagan-Gorbachov?

-Realmente no 1 0 se ---{lice Glasnov.

-Si -asiente Sasha-, cualquier cosa puede

suceder.

-JPLANETARIO A ESTRELLA POLAR, Plane-

taria a Estrella Polar! [Cambtol

-iAqui Estrella Polar, cambio! --contesta el

capitan Glasnov desde el Alm i ran te Mar akov. _

-iOperaci6n retorno cancelada! Extranos

movimientos de Lobo Blanco reclaman su pre-

sencia en el mar del Norte. (Entendido?

---Positivo, positive.

-jLa orden es terminante: retornar de in-

mediato al mar de Bering! Se han detectado des-

plazamientos par aire y mar. cEntendido?

-Positivo.

-En cualquier momento les transmitiremos

55



posiciones exactas y coordenadas. cAlguna pre-gunta?

-Sf. (Creen que podemos lIegar a ernergen-cia uno?

+-Postblemente negative. Pero si esto se agu-

diza, les enviaremos refuerzos inmediatamente.(Alga mas?

-Necesitamos detalles del material que sedesplaza.

-Entendido, entendido. Estamos verfflcan-

dolo y les darernos descripeiones en breve.

[Cambio y cierro:El capitan Glasnov cierr~ el micr6fono y deja

eneendido eI piloto de la radio.

-Ya 1 0 han ofdo =-dice a sus asistentes-c-.

Debemos olvidarnos por un tiempo de que te-

nemos pendiente un retorno a easa ... lAna va-rnos, Lobo Blanco!

Es una orden. Nadie la discuteni la comenta.

La desilusion que les produce el apiazamiento

del retorno a casa despues de mas de media ana

de ausencia Ies cae muy mal; pero es una orden, .

no se discute ni comenta; las 6rdenes se han he- ..cho para cumplirlas. .

56

DE NUEVO LA RADIO, Y el capitan Glasnov

asume directarnente el comando de las comu-

"ritcactcnes.---·-~Adclante, Planetariol ----dice el marino---.

Le recibo perfectamente.

~Bien, Estrella Polar, se trata de un despla-

zamiento . en la zona americana de Prudhoe

Bay hacia el norte, posiblemente hacia Barrow.

Son dos aviones c -s Galaxy, tres helic6pteros

HP-701. tres helic6pteros BC-82 de Lobo Blanco

y un gigantesco Hovercraft rornpehielos de los

que utiliza la compafiia Petroleum Star Corpo-

ration para sus desplazamientos de Punta Ba-

rrow. El rompehielos tiene que ser de propiedad

privada, puesto que Lobo Blanco no tiene estos

cacharros en la zona, los suyos estan a tres mil

mlllas del punto eero del desplazamiento. Este

comando sospecha que se trata de algun instru-

menta extraviado en el mar helado hacia Ia

zona de Punta 'Barfow, o tambien puede tratar-se de un desesperado salvarnento de algun sub-

marino que tenga dificultades. Marea negra: ne-

gativo, Desplazamiento de personal militar al-

tamente cualificado: negative. Desplazamiento

de material artillado: por confirmar. Posibllidad

de lanzamlsiles tal vez camuflado: par eonfir-

mar, ~Entendido?

~Correcto, correcto. Tenemos la emision

57



grabada. ~Se ha descartado posibilidad de ma-

terial radiactivo?

-Negativo. aiene informacion detallada so-

bre materialadversario?

-Sobre C-S Galaxy, HP-70S y BC-82. posi-

tivo. Algo sabre el Hovercraft, pero desconoce-

mos desplazamiento. Sabemos que tiene capa-

cidad de un cincuenta por ciento inferior a la

Estrella Polar y nada sobre su posibilidad belica.

=-Ampliaremos informaci6n sobre el hover-

craft. ~Algo mas?

-Sf. Tenemos ciertos problemas de visibili-dad. Meteorologfa anuncia empeoramiento por

bancos de niebla en formaci6n hacia el norte.

-Esta hecha la prevision, T ovar ic h. V I , via sa-

telite, les enviara informaci6n cada dos horas y

ustedes aprovecharan la emision para enviar

.KL-3 cifrada. r:Entendido?

=-Positivo iCambio y cierrol ~ice Glasnov.

-jBuena suerte, Estrella Polar!

58



\ 6 Parece fdcil~ pero es imposible

U N A emisi6n radiada porIa BEC de Londres y

recogida por pura casualidad en el Almirante

Makarov deja sin aliento al capitan Glasnov .

.Sasha, su contramaestre, ha grabado en Ingles

un boletfn que res alta el fervor popular can que

el pueblo norteamericano sigue paso a paso eI

rescate de tres ballenas cautivas en los hielos de

Alaska, cere a de Punta Barrow, y a las que

prestan su apoyo empresas privadas, grupos de

ecoiogistas de todo eI mundo, los esquimales

inupiat y el ejercito de los Estados Unidos.

Glasnov reline a sus oflciales. Analizan dete-nidamente la emisi6n de Londres, intercambian

opiniones y deciden informar al Alto Mando.

Les agobia un poco la sensacionde que han sido

burlados, pero en el fondo se alegran, St se trata

de un incidente pasajero, podran retornar a

casa muy pronto.

Minutes despues, Glasnov, via satelite, entra

61,, '



en contacto con sus superiores, Ies informa bre-

vemente del curiosa argumento de 1a emisora

occidental y detalla las conclusiones a que ha

Uegado el camando .dei rompehielos.

La nueva respuesta Ie cae como un cuba de

agua frfa: .en Rusia tambien estan perfectamen-te enterados del suceso!

De tad as maneras, el capitan Glasnov insiste

en conferenciar con el jefe del Alto Mando. Poco

despues, obtiene 1a respuesta:

-jCapitan! -Ie dice Ia voz inconfundible del

almirante Ponomariova-. TambU~n nosotros

conocemos los detalles de 1'1.historia esa de lasballenas. Desde haee dos dias la han comenzado

a emitlr a escala mundial. Sin embargo, tene-

rnos nuestras 16gicas reservas, y en esc margen

de duda esta Ia misi6n que se les ha encomen-

dado a ustedes. IContinlie su avance hacia el

objetivo y reclbira las instrucciones precisas!jBuenas tardes! .

-jA la orden! "'--Cliceel capitan Glasnov, ycorta Ia comunicaci6n.

~Capitan, hay alga mas ~omenta Izor el

piloto del rompehielos-. Dentro de pac; e;ta-

remos navegando can neb lin a cerrada, y los

bIoques de hielo son cada vez mas grandes,

-Nuestra mis ion es avanzar -contesta Gli1s-nov.

62

Igor no responde. Taeonea con vigor los za-

patos en serial de acatamiento.

-LA ESTRATEGIA, Sm\fORES, es muy simple

--dice el comandante norteamericano Ray-

mond Cooper, se atusa el bigote que Ie resbala

par la comisura de los labios, sonrfe a las ca-

maras de television y a los periodistas reunidos

en una conferencia de prensa en Barrow y con-

tinua=-: Se trata de lle gar can el Hovercraft

hasta el pozo artificial de las ballenas. Luego,

abrir un camino artificial de agua hasta el mar

navegable y dejarlas alli para que puedan diri-

girse a su destine final.

-c:Y cuantos kilometros tendra ese «cami-

no de agua»? -pregunta Billy Murphy, del

Washington Post.

-Alga mas de doscientos kilometros.+-Lo que signiflca varias jornadas de dia y

noche rompiendo eI hlelo.

-No hay alternativa. Ya venimos trabajando

veinticuatro horas can este sistema. Se avanza

lentamente, pero sin ningun obstaculo.

--Sandra Lomis, de la agencia Reuter, pre-

gunta:

63



-zy las ballenas ya no volveran a sentirhambre?

~jQue va! -sonrfe Raymond Cooper. Tene ..

mos prevista su alimentacion para dos sernan as

mas, y sera renovada inmediatamente sf hu-

biera amenaza de prolongar la operacion,

-jMenos mal! +-repjica Sandra-. Ya nadie

podra echarnos en cara que las dejamos rnorirde hambre.

Los periodistas rfen. Cooper se pone rnuyserio.

~ZPuede detallarnos Ia cantidad de aviones

y barcos que intervendran?-Un rompehielos Hovercraft: de momento,

dos aviones Galaxy, que pese a su gran tamano

son perfectamente maniobrables en estas con-

diciones, y seis helicopteros -eI comandante

Cooper eleva el pecho-. jS i hay neccsidad, par-ticiparan mas!

-Bien, pero to do esto costara una fortuna,

c'verdad? -comenta Andrew Morrison, de lacadena NBC.

~Indudablemente.

-ZTanto valen tres ballenas grises?

-jAmigo, esta en juego el buen corazor,

americana, y eso no tiene precio!

-Comprendo, pero tamhien hay otros lug a-

64

. ;":.~ :

res que reclaman ayuda urgente, y varios millo-

nes de hombres pasan harnbre, y hacen guerras

sospechosamente provocadas, y aqurmismo, en

Estados Unidos, hay millones de pobres que re-

elaman can mayor aprernio el «buen corazon

americana» -insiste Morrison.

-No estoy autorizado para realizar comen-

tarios politicos --dice sin inrnutarse Raymond

Cooper-. [Se trata de salvar a las ballenas y

aqui estarnosl

Elambiente ha quedado electrizado.

--~AIguna anecdota del dia? ~pregunta una

periodista del Lady M agazine Tru st.

+-Sf. La actriz frances a Brigitte Bardot, que

como ustedes saben es gran amiga y protectora

de los animales. haee una Hamada diaria para

interesarse personalmente por el estado de las

ballenas. Ha encargado que por ninguna razon

se mate a los 0505 blancos que merodean, es-

pecialmente de"noche, por alli.

--~ycomo se soluciona ese problema?-Es simple. Se da de comer a los OS05 antes

de que lleguen hasta las ballenas. Hay un ser-

vicio permanente de esquimales que 1 0 hacen,

-Vaya. (Y que pasana si se ponen de acuer-

do marsopas, morsas y todos los 050S blancos de

la region? -pregunta Morrison.

65



+-No 1 0 se: probablemente habrfa que ali-

mentar a todos ~comenta Cooper.

A VISTA DE PAJARO, el mar congelado es im-

presionante. Semejauna gigantesca Ilanura de

arrnifio, desolada y silenciosa, que de tanto en

tanto lanza un relurnbrrin como unico signo de

vida, a causa de los debiles rayos de un palido

sol que ilumina, pero ya no calienta.

Bob Smith, un camarografo de la Enterprisede TV y Ted Lindsay, que guia personalmente

su helicoptero, se desplazan en eI aparato hacia

la zona donde el rompehielos de la Petroleum

Corporation abre el «camino de agua» que lle-

gara hasta las ballenas. Quieren ser los prirneros "

en fiImar escenasdeI gigantesco Hovercraft en

accion, que por su gran calado, 11laniobrabili-

dad en el hielo y rapido desplazamiento se ha

convertido en la gran esperanza americana

para salvar a los anlmales cautivos.

-jPreparen la carnaral -grita Ted Lindsay

para ser oido a traves del ruido que produce eI

motor del helicoptero->. jEstamos a punta deIIegar!

-iTodo Iistol -Ie responde el camara,

66

Bob Smith sonde y muestra el purio cerrado

,con el dedo pulgar hacia arriba, en el tfpieo ade-

man del triunfador. Luego se acerca al oido de

Lindsay:---Elevate 10 mas que puedas. Ernpezarernos

las tomas can un plano general desde muy alto.

El ecologista acciona los rnandos y ei fragl!

aparato asciende mucho mas.

Baja eI cielo de azul prusia intense, con nubes

dispersas pero despeiado, en el gran paramo

artico aparece de pronto el Hovercraft, en una

vista desde muy alto, impresionante par 1 0 bellae in solita: avanza casi con majestuosidad, len-

tamente, escoltado por cuatro helicopteros unos

pocos metros par del ante y que tam bien pare-

een detenidos.

~iAhora ba]a ... despacio! ----dice Bob a Lind-

say, mientras indica a t camarografo que no

pierda detalle,

_. [Maldita seal ~grita Bob=-. jEsto es muy

raro!

~-No te entiendo.

~iMira, el rompehielos esta detenido!

Descubren asornbrados que el Hovercraft no

avanza, Y que de los cuatro helicopteros cuel-

gan unos cables de acero que pretendcn remol-

car al gigantesco rompehielos.

67



Y descubren algo mas: el «camino de agua»

que tras de sf deja el Hovercraft parece estar ce<rrandose,

-jDeben Ilevar mucho t lernpo tratando de sa-lir de alli y no 1 0 consiguen! -comenta Lindsay.

Luego, ya bastante cerca, divisan delante del

Hovercraft una pequena elevacion de hielo so-

bre la superficie.

-cQu~ es eso? -pregunta Bob Smith.

-Una pequeiia cordillera -dice Lindsay-.

Por esta zona hay varias,

Bob se freta la cabeza.

-iEs terrible! -cornenta-··· . iS i no salen de

allf, nunca llegaran hasta las ballenas!

Ted traga saliva; Frunce la ceja molesto:

-Si no pueden con la ayuda de esos .cuatro

helicopteros que los remolcan... INo podran

nunca, porque la nieve se hace cada vez masdura!

-jDesciende, Ted! jSituate detras del Hover-

craftl jHaremos unos primeros planos estupen-dos!

UNA HORA DESPUES , la cadena Enterprise, de

TV interrumpe su programacion habitual para

68

/ /'<,



emitir la primicia de Bob Smith: el rompehielos

Hovercraft esta bloqueado y la gran esperanza

de salvar las ballenas parece diluirse.

En poco tiempo, Ia mala noticia corre de costaa costa par toda Norteamerica y no se detiene

hasta llegar a la Casa Blanca. Se anuncia que

para la noche habra una declaraclon oficial del

presidente de los Estados Unidos de America.

Se hacen muchas especulaciones y conjetu-

.ras. La gente se pregunta: «cComo es posiblc

que, can. todo su poderio, la nacion que no ha

tenido problemas para poner un hombre en Ia

Luna 0 mandar una sonda espacial a Marte,

aquf en la Tierra no tengaIa capacidad sufi-

ciente para llegar hasta tres desvaHdas ballenasy salvarlas?».

Quienes mas sufren, sin duda, son los nlnos

pequenos, que, empujados par la insistencia y el

gran despliegue publicitario de la television, ya

han abierto sus hogares y sus corazones a las

«pobres ballenas atrapadas en eI Polo Norte, a

pocos kil6metros de donde en este frio octubre

Papa Noel ya prepara su cargamento de Navi-dad».

EL TELEDIARIO DE LA NOCHE transmite en di-

recto la voz emoclonada y temblorosa del pri-

70

mer mandatario de la naclon, E1 actor de cine

que Ueg6 a presidente de los Estados Untdos se

dirige a los esquimales Inupiat que tarnblen Iu-

chan por mantener abierta Ia plscina artificialde las ballenas:

--Nuestros corazones y nuestras plegarlas es-

tan con vosotros --dice con voz grave el presi-

dente-. Tenemos mucha fe en que las ballenas

puedan salvarse,

71



7 Las desqracias no vienen solas

«.MURRE 1 3 ballena bebe», dice el titular so-

breimpreso en 18 pantall a cncima de la imagen

de las ballenas de Alaska, con el que se abre eltelediario de Ia mariana e

·~iEs verdad que las desgracias no vienen sa-

las! -anuncia Bob Smith en la edicion matuti-

na de aquel Iunes 20 octubre, y en la serie-

dad de su rostro, ya famillar en Ia televisi6n

norteamericana, se ad vierte un desacostumbra-

do dejo de amargura--. .Acaba de oeurrir una

verdadera tragedial

Los millones de espectadores que se preparan

para acudir a sus labores cotidianas 0 a sus co-

legios contienen el aliento. Bob Smith pareee

prepararles el animo para evitar el violento cho-

"que de Ia noticia:

..·~jAyer les anunciabamos que el gigantesco

rompehielos Hovercraft de la campania petro-

lera Star Corporation ha quedado bloqueado, y

73



ahora nos acaban de comunicar que la ballenabebe ha muerto!

Se muestra en primer plano a Laballena bebe

con grandes heridas en Ia cara, producidasdi'as

arras cuando pugnaba porlromper eI hielo para

respirar, La imagen esta acompanada de un

fuerte ronquido, cada vezque el pequeno ceta-

ceo arroja vaharadas de vapor por las fosas na-sales.

+-Ted Lindsay, el blologo que encabeza el

grupo de ecologistas que desde Punta Barrow

trabaja incansablemente por devolver la Iiber-

tad a los animales atrapados, declar6 que la ba-llena bebe ha muerto posiblemente a causa .de

una pulmonia. Aqui 1 0 tenernos en directo.

Aparece Ia imagen de Lindsay.

-m s posible que una ballena muera de pul-

monia? --demanda el periodista,

-jAbsolutamente, sf! No olvidemos que no

son peces, sino mamfferos de sangre caliente.

Todo su cuerpo esta cubierto por una piel muyflna, pero debajo de ella hay un manto protector

de entre velnte y cuarenta centimetros de grasa.

Sin embargo, cuando las temperaturas son muy

bajas, las ballenas se resfrian, y si no penetran

en agua tibia, contraen pulmonfa y mueren.

Por eso emigran apresuradamente hacia los ca-

74

lores de Baja California cuando empieza a arre-

ciar eI invierno. Ademas, en el caso de Ia balle-

na bebe se trataba de un eiemplar de cortaedad,

menos protegldo y poco resistente, que, por des-gracia, se habfa estado desangrando por las he-

ridas que ella .misma se produjo hace unos dias,

--cY que piensan hacer ahora con sus des-po jo s>

--jNada, porque han desaparccido!

Una exha!aci6n de estupor sacude a lo s es-

pectadores.

-El ballenato se sumergi6 como de costurn-bre en el agua de Ia plscina artificial y, al no

volver a la superficie despues de varias horas, se

Ie ha dado par muerto. Generalmente, las balle-

nas pueden permanecer media hora debajo del

agua, y basta una hora en casos extremos

cuando se ven cercadas por algun grave peligro.

Pasado ese tiempo, no cabe la men or duda de

que ya han muerto.

--:--~Noexiste Ia posibllidad de que en ese lapso

haya canseguido nadar par debajo del agua

hasta el mar abierto y se haya salvado?

--rNa! Debajo del agua, el hielo bloquea cual-

quier posibilidad de escapatoria, y eI mar abler-

to esta a mas de ciento ochenta kil6metros. jEs

imposible cualquier intento par esa via!

75



Ante las camaras, Bob Smith y Ted Lindsay

contimian especulando sabre el tema par breve

tiempo mas, pero ya nadie los escucha. La na-

cion entera esta conmovida por la muerte de fapequena ballena.

-SE LA LLEVO elEspiritu de las Aguas -diceel abuelo de Yak.

-cAd6nde? -pregunta e 1 joven esquirnal,

-A la gran mansion de la vida Iatente.

-cY crees que vuelvaz-

-Sf. IguaI que todo y que todos... volvera,

pero can vertida en otra ballena, asi como no-

sotros tambten volvernos convertidos en noso-

tros mismos, pero como nines.

Yak se queda muy serio. Ha empezado a os -

curecer, el y su abuelo han concIuido su guar-

dia y estan sentados al pie de una pequeiia es-

tufa que les calienta los pies dentro de Ia tienda,a pocos metros de Ia piscina artificial de las ba- 'Ilenas,

-Abue1o, yo no entiendo bien como es eso

de que nosotros volvemos convertidos en noso-

tros mismos, pero transformados en nirios ...

-El mundo, Yak, la tierra -Ia mirada del

76

viejo se dirige a Ia rendija par la que se divisa

eI horizonte-, el cielo y el agua son eternos, no

tienen fin. son los rnismos, pero siempre son di-

ferentes. De iguaI manera los hombres. como lalluvta. tarnbien nacen,crecen y un dia se van ...

Pero al poco tiernpo retornan.

-~Yo, par ejernplo, ya he retornado, abuelo?

-Sf. Fuiste mibisabuelo y ahara eres rni pa-

dre. Por eso te quiero mucho.

-cY como 10 se yo?

-Es muy simple: has notado que ni tus pa-

dres ni yo te hemos pegado nunca,

-~Y que es pegar?

-iCastigar a golpes a los niriosl

-~Y se pega a los n i r io s>

,~'~iEntre los esquimales no! Porque todos los

nlfios ,,:~ronnuestros antecesores que vuelven y

nadie Iospuede tocar, porque estarian tocando

el espirltu de nuestros mayores.

Yak sonrie. Recuerda las barbaridades que al-

gunas veces hacen los ninos que viven junto a

el, Pero sus padres jamas los recriminan ni los

tocan porque podrfan estar ofendiendo a los an-

tepasados.

La oseuridad en el paramo helado es intensa,

hay un silencio que aterroriza a1 mas valiente,

y en medio de esa realidad, el ronquido de las

7 7



dos ballenas grises que aun se aferran desespe-

radamente a Ia vida se puede apreeiar can ma-

yor dimension. ~

-Abuelo, (tu sabfas que la ballena pequeriaiba a morir?

-Si, 10 supe anoehe, y no porque oyera su

canto ni nada de eso, sino porque el ronquido

que emitia al salir a respirar era rnuy diferente;

se notaba con toda claridad que Ia vida se Ie iba

en eada silbido.

-(Y por que no se 1 0 dljiste a Ted Lindsay?

-Se 1 0 comente, pero no me oyo. lAyer es-

taban tan ilusionados can eso de que el presi-

dente blanco nos enviaba un rnensaje de saluda,

que no atendieron mis palabras! [Ya ves, ahora

es dernasiado tarde, como todo en la vida cuan ..do pasa!

=-No entiendo.

-jHoy no entiendes nada, Yak!

-Es verdad.

-Todo pasa, Yak, to do tiene un plazo y unose da cuenta de que existia solamente cuando

ya se ha ido ... Por eso, tal vez, los esquimales

siempre buscamos en un recien nacido la posi-

bilidad de ver de nuevo a un ser querido que.ya .ha muerto ...

78

8 La danza de los helicopteros

DEFINITIV AMENTE, el usa del rompehielos

Hovercraft fue descartado. Los helic6pteros 1 0

remolcaron hasta que pudo abandonar la mi-nlcordlllera, encontro mar abierto apto para re-

sistir su calado y volvi6 a Ia base.

Este clamoroso fraeaso descorazona a much a

gente, y no faltan quienes opinan que tal vez

seria mejor «apagar los reflectores en el Artico

y dejar a las ballenas y a los esquimales en paz».

Bob Smith aeude al despacho del comandante

Cooper en Barrow y a bocajarro Ie pregunta s i

son ciertos los rum ores de LUl posible abandonode la miston.

-iNo! iDe ninguna manera! ~se incornoda

Cooper-v- . Puede usted informar de que hemos

coordinado varias estrateglas altemativas y no

descansaremos basta liberar a las ballenas.

-(Y emil sera el paso inmediato?

-!Amigo, ya ha sido dado! Hemos reeibido

79



de Prudhoe Bay un gigantesco mazo rompehie-

los de dieciocho toneladas de peso y verernos si

hay hielo que se le resista.

-~yuando empieza Ia tarea?-Ahora mismo --consulta su reloi=-, son

las diez de la manana y ya deben de estar pro-

bandolo, Como mucho, a las once horas iniciara

su trabajo en las cercanias de la poza de, las ba-

llenas.

-~Ypor'que no se informoala prensa de la

existencia de ese mazo?

=-Nos parecio mejor que 10vieran trabajando.

Se despiden can un apreton de manos.

Smith pone al corriente a toda la pequeria co-

lonia de periodistas. que informan desde Barrow

de Ia utilizacion del mazo rompehielos, y en po-

cos minutos los trineos mecanicos se ponen en

movimiento.

EL MAZO ESTA CONSTITUIDO por un gran blo-

que de cementa armada. sostenido a manera de

una peonza por un cable de acero desde un gi-

gantesco helicoptero que guarda un extrafio pa-

recido con un zancudo.

El hellcoptero eleva el mazo a dos metros y

80

luego deja correr el cable. El artefacto se estrella

con gran estruendo y al primer intento apenas

raja el hielo. Seran necesarios tres golpes para

quebrar el hielo totalmente. Entonces intervie-

nen unos artefactos traidos desde Minnesota.

que con una especie de ventiladores de aire ca-

liente «barren» el hieIo dejando abierta la poza,

E l resto es tare a de los esquimales con sus sie-

rras mecanicas.

E l mazo cae cada cincuenta metros y abre

una pequena piscina artificial par la que, con

suerte, podran avanzar las ballenas, poco a

poco, 'hacia su liberacion.

Las imagenes del mazo rompehielos, filmadas

por los periodistasen primeros pianos, son es-

pectaculares. Todos coinctden en que nunea an-

tes habian vista un artefacto de esta naturaleza.

Ademas, tambien el barrehielos se convierte

en una novedad para los millones de televiden-

tes poco acostumbrados a contemplar estos apa-

ratos. De la misma manera, la incansable labor

de los esquimales inupiat llena de asombro a la

gente.Se abre una nueva esperanza que hace des-

bordar, a muchos, de entusiasrno,

-NO DE~EMOS ENGAr'fARNOS, esto no fun-

cionara -afirma Ted.

81



Bob Smith sonde:

-Me pareee que exageras. Existe mucho en-

tusiasmo par parte de todo el mundo, yen casas

como este eso euenta mucho,

-Sf, pero el entusiasmo no puede hacer mi-lagros. ,

Ambos beben cafe en los estudios de la Enter-

prise. Hoy el term6metro ha bajado a 30 grados

bajo cera y eI cielo, hace pocos dias despejado,

ha eomenzado a nublarse. Aun asi, los helicop-

teres han seguido trabajando,

A l parecer, 1 8 operacion rescate pasa por una

etapa en Ia que los protagonlstas son los heli-

copteros, Por un lade, el gran zancudo sigue

machacando el hielo can el mazo, y por el otro,

una verdadera flotilla transporta provislones y

cada cierto tiempo hace vuelos rasantes para

mantener a raya a los os os blancos.

Algunos colectivos han lanzado serias adver-

tencias buscando conservar la vida de los plan-

tfgrados. Se plensa que par salvar a dos ballenas

se podria estar dando caza a osos blaneos. E1 co-mando de la operaci6n reseate ha reiterado su

ofrecimiento: no se rnatara ninguno. Cuando

los descubren, tratan de ahuyentarlos can vue-

los bajos y despues los persiguen un buen tra-

mo, les arrojan pescado frescoy asi permanecen

alejados.

82

-Me pareee extrano queprecisamente tu

pierdas la fe -reprocha Bob Smith a Lindsay.

-iNo la he perdido! 10que pasa es que nun-

ca me ciego con faciles triunfalismos. No nece-

sitarnos dificiles calculos matematicos para dar-

nos cuenta de que, despues de todo, en este

tiempo apenas se han excavado un par de ki-

lometros de pozas. Han pasado casi treinta ho-

ras, y a este paso imaginate cuando llegaran a

las aguas eorrientes. Ademas, el frio ha de ser

mas riguroso y todo se puede echar a perder. IEs

necesario aetuar de rnanera diferente!

El periodista se sirve otra taza de cafe. Se pa-

sea. Mira de un Iado a otro, pensativo, y luego

se acerca hasta Ted Lindsay. Le mira fijamente.

-~Crees que tu plan sera efectivo?

--IAbsolutamentel

--Corremos un riesgo. SI se hace publico y

fraeasa, perderemos mucho.

--Hombre, siempre hay un margen de impro-

babilidad, pero no intentarlo nos puede llevartambien a un ruidoso fracaso.

--jPues sf!T iemblo al pensar que diran si de-

j amos morir a las ballenas despues del gran des-

pliegue publicitario que se ha heeho =-Bob se

rasca la cabeza, duda, vuelve a mirar a su ami-

go y finalmente se dectde=-: [Bueno, sea como

83



tu propones! iManana tempranohazle la pro-

puesta al comandante Raymond Cooper!

--ATENCION LINDSAY, Barrow-Alaska. [Cam-bio!

-Le recibo, capitan Glasnov. iCambio!

El Ingles del ruso Glasnov es correcto. La

aprendi6 en M osc ti y 1 0 ha perfeccionado par los

mares del mundo.

-INuestra oferta queda en: pie! EI rompehie-los Almirante Makarov cuenta con todos los ins-

trumentos necesarios para Ilegar a Punta Ba-

rrow y rescatar a las ballenas -afirma Glas-

nov-. Ya hemos recabado permiso de la

Comandancia General y estamos dispuestos a

ofrecerIes nuestra ayuda, tal como ayer se 1 0 co-munique.

----Gracias, Glasnov, gracias. Se 1 0 sugerire al

comandante Raymond Cooper, que dirige la

operacion de salvamento. Le· ruego agradezca

su ofrecimiento de ayuda a su Comandancia y

tambien a Faro Azul de Finlandia, que hizo po-

sible nuestra comunicaclon directa.

-jEntendido, entendidol

+-Aunque es un poco tarde, capitan Glasnov,

84

quiero darles mi enhorabuena por el rescate de

la colonia de ballenas que hlcieron ustedes haec

tres afios. 10 lei en un recorte de mis carpetas

sabre rescates y eso me animo a llamar a FaroAzul de Finlandia para que me pusieran en con-

tacto con ustedes,

-El rompehielos Vlad im i r Arsenyev , segun in-

forma la Comandancia. tamhien mavega por

aqui cerca, y probablemente colaborara en el

rescate. De todas maneras, me comunicare con

e l los para ver si es posible su participaci6n.

.Camblo!

--Nuevamente gracias. Leruego discreei6n

absoluta hasta que Washington acepte nuestra

propuesta, [Carnbio y cierrol

AL ANOCHECER CUNDE la alarrna en Barrow.

Uno de los pequerios helicopteros que patrullanen el r .iramo cereano para alertar sabre la po-

slble presencia de los OSO$ blancos no ha retor-

naro al centro de operaciones.

EI comandante Raymond Cooper no esta. Se

ha desplazado horas antes a la base de Prodhoe

Bay, y el capitan Michael Clayton asume el

rnando.

85



-Le daremos un margen de veinte minutes

mas --dice Clayton a sus ayudantes, que se han

reunido alertados por la desaparlcion del hell-

coptero=-. 2Dequien se trata?

=-Del teniente Mayer.

-2Cwlnto haee que ha enmudecido su radio?

-jAproximadamente una hora!

Clayton riespliega un mapa y marcan graft-

camente las coordenadas para tratar de estable-

eer la probable posicion del pilato extraviado.

-2Predicci6n meteorologica?

-Viento raeheado, can tendencia a subir de

velocidad.

-Saldran Hall y Brinton -senala en el mapa

los lug ares de busqueda-c-; es posible que estes

sean los lugares donde puede encontrarse.

-(Puedo sallr como voluntario? -pregunta

un piloto alga veterano, moreno y esbelto.

--Gracias, Thomas. Si deseas, puedes hacerlo.

-Tengo alguna experiencia ypuedo servir.

Clayton asiente con una sonrisa.

Thomas Hardy ha participado en deeenas de

salvamentos en eI Artico. Nunca olvidaraal es -

pafiol Felix Rodrfguezde la Fuente, un brillante

conocedor de la naturaleza a quien ayudo a fll-

mar rnuchas eseenas para sus peliculas sobre 1a

86



fauna de Alaska. Un dia, Felix muri6 par la ca-

rencra de una avioneta mejor equipada, mien-

tras registraba unas tom as sobre carreras de tri- ..

neos tirados por perros. EI colaboro en el rescate

y repatri acion de su cadaver.

Cumplido el plazo de espera previsto, los tres

helicopteros despegan. Esto alerta a los periodts-

tas, que salen en desbandada desde la cas a que

ha sido habilitada como su cuartel general. In-

mediatamente son informados de Ia desapari-

cion del helicoptero, A

~Tienen orden dehacer una busqueda ten-

tativa, con una hora y media de autonomfa y

luego retornar a Ia base =-ies informa CI~Y-ton.

~~d Lindsay solicita al capitan Clayton que Ie

facilite las coordenadas de probabilidad sabre

las que haran eI vuelode rastreo. .

~Lo siento --dice Clayton-, se trata de una

operacion rnilitar y no puedo facilitarIe esta in-

formacion. .-Conozco la zona como la palma de mi

mano --dice Lindsay-. Podria.. .

-Senor Lindsay =-Ie interrumpe-. Si hoy

no encuentran al piloto caido, manana todos

sus conocimientos nos seran de gran utilidad.

-Si no 1 0 encuentran hoy, manana 1 0 h~Ha-

88

ran, pero tal vez muerto. Enel caso de que haya

caido y no pueda remontar el vuelo ... Ya saben

ustedes que estos aparatos no Henen calefac-

cion, y su sola vestimenta no 1 0 ayudara a so-

portar treinta y cinco grados bajo cero ... Morira

congelado,

-Lo siento. Lindsay. Son los riesgos de la

profesion ... Ademas, dentro de poco sera impo-

sible salir para cualquiera: el viento ha empe-

zado a aumentar de velocidad.

Los minutos pasan tenses. De vez en vez, los

pilotos se comunican con la base para decir 1 0

mismo:-]No hay seriales de ningun tipo!

Algunos periodistas telefonean a sus redac-

clones, y pronto corre la noticia de que el res-

cate de las ballenas ya se ha cobrado, posible-

mente, una victima mortal.

El capitan Clayton insiste en que no se deben

hacer conjeturas apresuradas, pero admite que

el desenlace puede ser tragico.

Brin: .m llama a 1a base de urgencia.-fiqui Campamento Barrow. Le escucha-

mo-, adelante.

-jHemos avistado el helicopterol jRa caido y

esta totalmente destrozado, pero al parecer no

se produjo ningun incendio!

-~Condiciones atrnosfericas?

89

" <I· ·



~iEl viento sopla muy fuertel

-~Es posible el descenso?

y el helicopterono responde.

La base insiste:

-Brinton, Brinton, (es posible el descenso?

Y Ia radio del aludido tamblen se ha silen-ciado. .

Las miradas se ternan angustiadas. Nadie

~u~ere decirlo, pero todos 1 0 plensan. Las supo-

sicrones se desbordan y ernpiezan a correr. ~Es

posible que tambien haya caido el otro helicop-tero?

Los minutos pasan in.exorablemente> Sonalertados los otros dos helicopteros y se les in.

dic~ can precision ellugar donde se suponc que

estan el helicoptero cafdo y el otro desaparectdo,

-jCampamento Barrow! 'jSoy Brinton! (Meaye?

Todos dan gritos de alegrfa y algunos aplau-den. .

-jAdeiante, Brinton!

-jVolvemos al campamento y traemos al te-

mente Mayer vivo! iRepit6, Mayer esta vivo!

[Tlene posiblemente una plerna rota, pero par 10

dernas esta integro!

Hay nuevos gritos y aplausos. La muerte no

se ha llevado a Mayer. Aunque su helicoptero

tal vez terrnine en algun deposito de chatarra.

90

9 Ayuda del otro lado del mar

AL comandante Raymond Cooper se le en-

ciende la cara de disgusto. Tamborilea con los

dedos sobre su escritorio. Devuelve fijamente la

mirada a Ted Lindsay, que estatambien sentado

frente a el, se pone de pie, da unos pasos has-

ta la ventana y, mirando hacia afuera, le pre-

gunta:

-~Tiene usted absoluta seguridad de que no

daremos un paso en falso?

-. Ya se 1 0 he dicho,

-jEsto no me gusta en absoluto! -golpea

con e1 puna cerrado la palma de su otramano--. IDebo consultarlo a Washington!

Lindsay se levanta del asiento.

-iHagaIo, pero de mmediato, porque minuto

que pasa es minuto que se plerde ... , y podemos

perder! =-dlce, y camina hacia Lapuerta.

-jEspere, Lindsay! [Llarnare ahora mismol

91



Ted se sienta de nuevo, complacldo.

Cooper personalmente haee una Hamada di-

recta a Washington. Se identiflca como el res-

ponsable de la Operaci6n Rescate de las ballenas .....

del Polo Norte y solicita perrniso para hablar

can el general Philip B. Houdson. Poco despues,

Houdson se pone al aparato.

-Comandante Cooper, me alegra que me

haya llamado usted: yo ya estaba a punta de

haeerlo ---dice-. He leido su informe d e ayer y

estamos sorprendidos por el avarice tan lento de

las operaciones en Alaska. (Acaso no cuenta us-

ted con el apoyo necesarro?

-Sf, senor. Pero la lucha contra la natura-

leza es ardua y a veces no basta nuestro gran

esfuerzo.

-No me dira que pretende tirar la toalla,

(verdad?

-No, senor; no se trata de eso.

-Bueno, Ie escucho.

-En Barrow, uno de nuestros nrincioalesasesores civiles es Ted Lindsay, vetera~o de~gue-

rra, hombre de mucha seriedad y que vive en

Alaska desde hace casi veinte anos dcdicado a

todosestos menesteres. E 1 ha entablado dialogo

can el eomandante de una nave sovietica que

esta relativamente cerca: se trata del rornpehie-

92

los Makarov, que posee cas; el doble de calado

que nuestro Hovercraft; ademas, ellos tienen

mucha experiencia en este tipo de trabajos ...

--jRusos! -grita Houdson->. lQue vengan a

ayudarnos rusos despues de la publici dad que se

le ha dado por todo el mundo a este caso!

=-Sf. senor.

--cBs que se ha vuelto loco todo el mundo?

--No, senor. Pero seria peor que se murieran

las ballenas.

-jYo casi 10 preflerol.. IQue los rusos se co-

man el pastel hablendolo preparado nosotros!

Vaya, vaya ... Oiga, Cooper, dfgamelo con toda

franqueza, (que otra alternativa nos queda?

-Tenemos planeado experimentar con las

ballenas un aparato que las duerme, Luego, po-

driamos lzarlas dentro de una red con helicop-

teros y Uevarlas hasta el mar abierto.

~. iHagalot

-Sf, senor, pero hay dosdificultades. Tene-

mas a un enjambre de periodistas que televisa-ran todo en directo. y si fallarnos sera terrible .. .

_·cEsa es la diflcultad?

=-No. senor. Los aparatos que las pueden

dormir no han sido todavia ejercitados con ani-

males acuaticos y nunca con mamiferos que pe-

sen mas de un par de toneladas. Se ignoran las

93



dosis adecuadas y sus efectos posteriores y,en

segundo lugar, Ia maniobrabilidad de los heli-

copteros ha sido reducidacasi a cero por el fuer-

te viento del Polo, que se desato ayer por la 'tar-.de yya nos hizo perder un aparato, El viento

probablemente continuara, v maniobrar heli-

copteros con peso lastrado de cuarenta tonela-

das adicionales es maniobra de alto riesgo.

-Si, ya 10 he lefdo. .Bien, comandante Coo-

per, esta es una decision que tampoco me com-

pete! Debo consultarla can mis mandos superio-

res. Tan pronto tenga alga, se 1 0 hare saber.Y corta, sin ai r el «si, senon> que Ie dedica

Cooper.

-Bueno, Lindsay, ya 10 ha oido usted. Ahara

ya no esta en mis manos la aceptacion del plan.

Y, eso si, le pido absoluta reserva ante todo el

mundo sobre Ia posible participacion de los ru-

sos mientras desde Washington no se diga la ul-

tima palabra. ~Entendido?

-iDe acuerdo!

-La reserva incluye de manera especial a su

amigo Bob Smith.

-Muy bien. Se 10 dire ahara mismo.

-eHay alguien mas que este enterado del

proyecto?

-Nadie en absoluto.

94

SEIS HORAS TARDAN desde VVashington para

dar la respuesta definitiva. El comandante Ray-

mond Cooper convoca a Ted Lindsay y le hace

entrega del documento enviado a Prudhoe Baypor telefax y de allf Ilevado a Barrow directa-

mente porhelicoptero. El texto ya es historico:

E stad os Unu lo: au ioriza u solicita la inter-

ve ncio n d e rom peh ieto s so vietico d entro d e su s

a au as iu ris dicc io nu le s, p ara re sca ta r a la s b al le -

nas cau tivas en Punta Barrow de Alaska, con

una sola condieion: q ue R us ia q ara niic e [o rm a l-

m ente q ue su s navies podnin ven eer ta da s la s

diJicultades y l le va r SC lna sy salvas a las b alle-

nas hasta las aq uas de m ar abierio.

Philip B . Houdson

I.r.S. Arm y - W ashington D .C.

~jAqui 10 tiene, Ted; el exito de la gestion es

suyo, y espero que el resultado tam bien nos de-

pare una satisfacci6n! iEnhorabuena!

--Gracias, cornandante -'-Cl.iceLindsay, y es-trecha .a mano de Cooper.

~IBien!Podemos enviar el cable en este mo-

menta desde la misma base.

Se dirigen a la sala de comunlcaciones, Lind-

say dicta el codigo del rompehielos Almirante

Makarov y sale la peticion, Se insiste en 1 0 que

Washington quiere: «Necesitamos la garantia

95



formal de que podran realizar con todo exitoesta delicada mision». .

. ~a respuesta de los ruses, firmada por eI ca-pitan Glasnov, es increible: se limitan a fijar con

e~~ctitud sus coordenadas, notifican que tam-bien el ~ompehielos V la dim ir A rs en ye v, que esta

por las mmediaciones, colaborara en el restate

y anuncian que parten en el acto hacia Barr~w.

96

10 El ultimo sus to

«Los rusos salvaran a las ballenas», dicen los

titulares de los diaries, y el caso se transform a

en un hecho internacional. Mucha gente no ter-·

mina de comprender como la vida de dos sim-

ples ballenas grises puede movilizar tantos re-

cursos humanos y tecnol6gicos.Alli estan de nuevo, desde Alaska en directo,

Bob Smith y otros eorresponsales y periodistas

en las pantallasde television, narrando detaUa-

damente c6mo Ted Lindsay se puso en contacto

con los rusos a traves de un radioaficionado de

Pinlandia que emite bajo el nombre de Faro

AzuL F.ste,a su vez, pudo captar una serial delrompehielos A lm ira nte 1 1. ,.1 ak ciro vpara luego ha-

eer un «acople radial» con Barrow hasta que 10 -

graron entrar en contacto.Lasuerte esta echada, Los rusos han garan-

tizado a Ia adminlstracion Dorteamericana que

ellos, de todas maneras. salvaran a las ballenas,

97



mientras la expectacion mundial crece vertigl-

nosamente.

En Barrow. Ted Lindsay recibe una Hamada

desde Nueva York. Es Juliet Adams, la redactora

de Sun Review:-Sf, digame. Soy Lindsay,

-Amigo Ted -Ie dice con aspereza-s- . ~han

pensado bien las cosas que estan haciendo? .

=-Senora Adams, con todos los respetos, m o

tiene listed algo mas import ante que decirnas?

-jDios mfa! IAlgo mas lmportantel ~No le pa-

rece a usted importante que muchos nifios nos

digan que somas unos mentirosos? Porque yo

tengo un hijo, ..

-iYa 10 sel.; iQue tiene siete afios yanda

chiflado por las ballenas!

-jEI mismol (Y sabe usted con que cuento

me ha venido ahara? iMe· ha llamado menti-

rosa!

-No 10 entlendo.

-Pues yo sf. Me he pasado Ia vida dlclendole

que los rusos son malos y ahorael nino me ha

dicho: «Si los rusos son tanmalos, Wor que van

a salvar a las ballenas?». Muy simple, ~verdad?

~Como se 10explico?

-Senora mfa, dfgale la verdad. Si nunc a les .

mentimos a los ninos, ellos no tlenen por que

98

llamarnos mentirosos ... Y ahara perdone, tengo

otras Ilarnadas, le voy a colgar el telefono.

UNA C ER RA D A N E B LIN A dificulta el avance

.del A lm ira nte M a ka ro v y, adem as , grandes blo-

ques de hielo flotan it su paso, en el mar Artico.

haciendo mas penosa y sumamente arriesgada

la travesia, Posiblemente. otro jefe de navega-

cion, ante esa circunstancia, hubiese ordenado

una maniobra de carnbio de direccion. pero

Glasnov no; su coraje y su pericia le hacen se-

guir adelante, Aunque, como extremada pre-

caucton, s610 ha reducido Ia velocidad.

Las horas pasan Ientas y cargadas de tension.

La neblina sigue creciendo y el capitan Glasnov

no desmaya a pesar del recelo de sus ayudantes.

Su valor de piloto avezado raya can la temeri-

dad, y continua la marcha entre el crujido del

manto helado, que se parte bajo la quilla ace-rada del barco. y la despiadada neblina que

mantiene a todos con el a lma en vilo.

--Capitan --le dice Igor, el piloto-, opine

que debemos amlnorar todavia mas la march a

hasta que se dlsipe la niebla. La visibilldad esta

practlcamente a cero,

99



Glasnov tiene las cejas fruncidas, casi juntas.

Mordisquea su pipa.

-iSasha, comunfquese con Tovaricn VI!-mi-

ra a sus ayudantes con los ojos brill antes de en-

tusiasmo->. No sera la primera vez que un bar-

co ruso maniobre en la niebla eerrada guiado

desde un satellte, [Vamos a intentarlot

Poco despues llegan la respuesta afirmativa y

las indicaciones precisas para que Glasnov con-

tinue navegando hacia Barrow sin.mtedo a en-.- ' .

callar. La aventura es temeraria, pero se com-

pensa cuando el nuevo amanecer llega 'con un

cielo abierto salpicado de nubes y de buena vi-sibilidad. ...

E I dfa 23 de octubre, a pocas millas de las

pozas de las ballenas, e I rompehielos Vladimir

Arsenyev se une al barco de Glasnov, Horas des-

pues, en medio del [ubilo general, avistan las

ballenas.

g Sin duda, el abuelo de Y ak es el mas entu-

siasta. Salta como un nino agttando los brazosen alto y corriendo par las inmt;diaciones de los

rompehielos. Pide a su nieto, a gritos, que 10

imite:

-jeOrre, Yak! iSientete feliz, que al menoshemos salvado ados ballenasl

-ILo conseguimos abuelo, 1 0 conseguimos!

100 '.3



A MUCHAS MILLAS HORARIAS, Radio Moscii

lanza la primicia:

-A media tarde de hoy, los dos rompehielos'

sovieticos solicitados por Estados Unidos para

sacar del aislamiento a dos ballenas atrapadasen el Artico, cerca de Punta Barrow, en Alaska,

han conseguido llegar hasta el ultimo escollo

que mantiene encerrados a los dos animales.

Esta misma tarde, ambos navies rusos iniciaran

la apertura de un corredor marino para que los

cetaceos puedan acceder hacia el agua corrien-

teo E s un triunfo que nos llena de satisfacci6n y

orgullo.

Par su menor calado, el Arsenyev abre la bre-

cha en el pararno helado y luego el Makarov la

ensancha, como quien abre un surco a la vida.

Las dos ballenas parecenentender que la

hora de salvarse ha llegado y siguen a los rom-

pehielos a prudente distancia.

E I gran manto de nieve se pone mas blando

y el capitan Glasnov decide apresurar la mar-

chao Todavia quedan bastantes kilometresque recorrer, y aceleran hasta perder de vista

a, las ballenas, que sin duda contimian avan-

zando.

102

Y BOB SMITH, a bordo del helicop-

estan decididos a registrar personalmente

el preciso momento en que las ballenas dejen el

mar heladoy encuentren el agua corriente, en

viaje definitivo hacia la libertad.Es el 26 de octubre por la manana y todo el

mundo se entera de que las ballenas por fin son

libres.

El rostro de Bob Smith comparece nuevamen-

te por television. Y ante la mirada llena de

aso~bro de millones de seguidores, el r6tulo te-

levisivo con que se inicia su emisi6n es increi-

ble: iTa] ve z mu era n l as b alle na s! E s para no creer-

selo.-Las dos ballenas de Alaska connnuan atra-

padas a escasos kil6metros del agua corriente

que las devolvera a la libertad. Los dos rompe-

hielos sovieticos han c:umplido can su trabajo,

pero han abierto con tanta prisa el camino que,

antes de que las ballenas pudieran llegar al mar,

elvcamino de agua» se ha cerrado de nuevo,

por la .ran ala de frfo que azota esta zona. Losterm6metros han descendido en el exterior a

treiuta y dos grados bajo cero.

103



TED LINSAY HA VUELTO a Hamar por radio a

los rusos. Pasan los minutos y ellos no contes-

tan. Al parecer, han cerrado el receptor para Ia

frecuencia de Alaska.

Pero Lindsay no es de los que se dan por ven-

cidos con facilidad. Despues de estar varias ho-

ras intentando comunicarse, ha conseguido fi-

nalmente establecer contacto con el capitan

Glasnov. Le cuenta raptdamente 1 0 desesperado

de la situacion y termina:

-Si no vuelven sobre sus pasos, las ballenas

moriran irremediablemente.

-iYa he dado la orden de maniobra en con-

tramarcha!-Ie corltesta.Glasnov alegremente.E l Almirante Makarov retorna con premura y

se detiene a pocos metros de las ballenas, donde,

al parecer, los tempanos rotos han formado una

especie de pequeiio dique, Se tornan las previ-

siones del caso y poco despues desembarcan un

extraiio tractor de once toneladas que posee un

artefaeto al que los rusos llarnan «helice de Ar-

quimedes». La enfilan hacia el clique, y sopla

can tanta fuerza, queraptdamenn, diluye eI obs-taculo sin el menor dafio para las ballenas.

Queda abierto eI nuevo camino bacia la li-

bertad, y eI capitan Glasnov reeibe 6rdenes de

permanecer alli hasta observar el definitive ale-

jamiento de las ballenas.

104



DESPUES DE NA V EGA R VARIOS miles de kilo-

metros, las dos ballenas retenidas en Alaska Ile-

gan a las costas frente a Mexico y se juntan a

sus hermanas, que ya disfrutan del agua tibia.

Cuando Uegue Ia primavera, etnprenderan un

nuevo viaje al norte y volveran posiblernente

a visltar las playas de Bering, junto al PoloNorte.

En Alaska, en el hogar del abuelo de Yak, se

recuerda con emoci6n y nostalgia eI salvarnen-

to de las ballenas. Roy, eI padre, ha aida una

emision par radio: se asegura que la Opera-

cion Rescate ha costado en total un millen de

doiares.<

-Todos hemos ganado algo ~ice Roy.

Yak sonde. Tiene una radio portatil en la

mana, que se ha comprado can 1 0 que gano cui-

dan do a las ballenas.

-Se aye muy bien --dice el muchacho es-quimal.

-jNunca hemos comido tantas gambasJ

--confiesa Ia madre, aludiendo a las que Ies ob-

sequiaron a los esquimales .cuando sobraron de

Ia dieta de las ballenas.

El abuelo sonde. Pasea Ia mirada por Ia ha-bitacion,

-Par ahara ha ganado el mar -dice----, pero

dentro de poco volveran los grandes barcos ca-

106

zadores de ballenas y no perdonaran a las que

encuentren ...

Puera, el aire helado trae eI sonido lejano de

una vieja campana que anuncia fa Navidad.

Madr id , i nv ie rno~p rimavera de 1989

107



1 . E l c anto d e la s b alle na s 7

2 La vu elta at m u nd o e n oche nta se gu nd os. 21

3 A le rta b la nc a 35

4 Las ju erzas de tierra, m ar Y aire 43

5 La gran sospecha "........... 51

6 P are ce jd cil, pe ro e s im po sib le 61

7 Las d e sg ra ci as no vienen solas 73

8 L a d anza d e los he lic 6p te ros 79

9 Ayuda del otro la do d el m ar 91

10 El ultimo susto 97

109

las ballenas cautivas - carlos villanes

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